Oficina Regional de Caguas Apartado 1031, Caguas, Puerto Rico 00726 Teléfono: 744-9341 / Fax: 744-3414 www.daco.gobierno.pr QUERELLANTE Asociación de Residentes Estancias de Juncos QUERELLA NUMERO 400001249 Vs. QUERELLADO WHJ Associates, S.E. SOBRE Vicios de Construcción RESOLUCIÓN TRACTO PROCESAL El 30 de abril de 2002 se celebró una vista administrativa a la que comparecieron las partes, debidamente representadas por sus respectivos abogados, con el propósito de dilucidar las controversias planteadas en la querella de epígrafe, radicada el 8 de junio de 2001, en la que se reclamaba que la columna de soporte del portón de entrada del proyecto de urbanización, Estancias De Juncos, estaba mal construido y que el motor instalado para mover el mismo no era el adecuado, según especificaciones del fabricante. Se alegaba además que ciertas facilidades no se habían entregado a ésa fecha, aún cuando se habían vendido la totalidad de las residencias. Luego de haberse realizado y notificado sin objeción de las partes, inspección e informe de inspección por el técnico de este Departamento y de dialogar con relación a la reclamación planteada en la querella de epígrafe, las partes alcanzaron y este Departamento ordenó, mediante resolución notificada y archivada en autos el 21 de mayo de 2002, el cumplimiento de un acuerdo transaccional que estipulaba que el motor del portón objeto de la presente controversia estaba cobijado por las especificaciones requeridas en la industria para dicho tipo de portón y que la parte querellada, dentro del término de noventa (90) días, contados a partir de la fecha de la vista, corregiría la columna que sostiene el portón de la entrada de la urbanización Estancias De Juncos. Querella Núm. 400001249 Pág.2 La mencionada resolución advino final y firme. Así las cosas y habiendo radicado la parte querellante moción informando incumplimiento de la querellada con la aludida resolución, el 13 de febrero de 2003 este Departamento emitió y notificó orden para mostrar causa, notificación y citación a vista administrativa, en la que la parte querellada debía mostrar causa por la cual no se le debía imponer una multa de hasta diez mil ($10,000.00) dólares por razón de su alegado incumplimiento y se señalaba vista administrativa a esos efectos. En la vista programada para el 18 de marzo de 2003 se determinó celebrar una inspección ocular el 26 de marzo de 2003 y celebrar una vista administrativa el 31 de marzo de 2003. El 31 de marzo de 2003 comenzó la vista para mostrar causa y se señaló una continuación para el 12 de mayo de 2003. A raíz del anteriormente mencionado señalamiento, se suscitó una serie de incidentes procesales así como intercambio epistolar e interminables negociaciones entre las partes, solicitudes de suspensión de vistas motivadas por las mismas e innumerables mociones dirigidas a este Departamento solicitando, entre otras cosas inspecciones oculares, incumplimiento de ambas partes con relación a términos otorgados por este Departamento. Entre los incumplimientos antes señalados destaca impresionantemente la orden impartida a las partes el 12 de mayo de 2003, concediéndose un término de treinta (30) días a los efectos de someter estipulación transaccional, orden que para la fecha del 18 de agosto de 2005, dos (2) años y dos (2) meses después del vencimiento del término no había sido cumplida y mucho menos se habían comunicado las partes con este Organismo para informar el status de las referidas negociaciones. Motivadas por la iniciativa del Departamento requiriendo información sobre el estado de las aludidas conversaciones entre las partes, estas solicitan nueva inspección ocular, la que se llevó a cabo el 4 de abril de 2006, ya que hubo de ser recalendarizada, a solicitud de las partes. Mediante minuta y orden emitida por este Departamento el 6 de abril de 2006, se otorgó un nuevo término de diez (10) días, a las partes para presentar por escrito ciertos acuerdos transaccionales que allí se mencionan, orden que las partes no cumplieron en el término otorgado. El 16 de agosto de 2006, el Departamento emitió resolución parcial, citación y notificación, determinando que la parte querellada cumplió la orden relacionada a la transacción sobre la reparación del portón y citando a las partes para una vista administrativa a celebrarse el 3 de octubre de 2006. Dicha resolución parcial advino final y firme. A solicitud de la parte querellante, la vista del 3 de octubre de 2006 fue reseñalada para el 7 de diciembre de 2006. Querella Núm. 400001249 Pág.3 El 8 de diciembre de 2006, el Departamento emitió orden en la que declara ha lugar una moción conjunta notificando conversaciones y solicitando suspensión de la vista pautada para el 7 de diciembre de 2006, reseñalándose la misma para el 19 de enero de 2007. En la vista, finalmente celebrada el 27 de febrero de 2007, luego de haber sido escuchadas las partes, éstas solicitaron someter el caso por el expediente y se ordenó a la parte querellante que presentara, en o antes del 23 de marzo de 2007, su memorando de derecho (lo sometió el 28 de marzo de 2007), anejando toda la evidencia documental pertinente. También se ordenó a la querellada que, en o antes del 20 de abril de 2007, sometiera su réplica al mismo (la sometió el 25 de abril de 2007) El 25 de mayo de 2007 el Departamento emitió una notificación, citación y orden en la que declara ha lugar la moción de la parte querellante solicitando vista administrativa y cita a las partes para el 15 de agosto de 2007. El 7 de agosto de 2007 la parte querellante solicita transferencia de la vista pautada para el 15 de agosto de 2007, proponiendo las fechas alternas del 21 de agosto y 7 y 20 de septiembre de 2007. La querellada, por su parte, propuso las fechas alternas del 28 de noviembre y 4, 12 o 13 de diciembre de 2007 para la celebración de la vista. La vista no se señaló ni se celebró. ESTADO ACTUAL DE LOS PROCEDIMIENTOS Y SOLICITUDES DE LAS PARTES A tenor con las determinaciones finales y firmes dictadas por este Departamento el 21 de mayo de 2002 y 16 de agosto de 2006 y según admitido por la propia parte querellante en su memorando de derecho del 28 de marzo de 2007, de lo reclamado en la querella que nos ocupa, sólo resta adjudicar lo relacionado a la entrega de las facilidades recreativas (se mencionó un compromiso de la parte querellada a esos efectos en la minuta y orden notificada por este Departamento el 6 de abril de 2006 a raíz de una inspección ocular, pero las partes no cumplieron la orden de someter por escrito los acuerdos transaccionales recogiendo ése y otros compromisos). Este Departamento deberá adjudicar además la procedencia en derecho de las solicitudes de la parte querellante relacionadas a los alegados gastos en los que alegadamente debió incurrir para minimizar daños, así como las solicitudes de ambas partes relacionadas a partidas por costas y honorarios de abogado. A tales efectos y a tenor con los documentos que obran en el expediente administrativo de esta agencia y a lo declarado por las partes, se formulan las siguientes: Querella Núm. 400001249 Pág.4 DETERMINACIONES DE HECHOS 1. Habiendo reclamado en varias ocasiones la corrección de ciertos defectos de construcción relacionados al portón de entrada del mencionado proyecto así como la entrega de las facilidades recreativas del mismo sin resultados positivos, la parte querellante procedió a radicar la presente querella el 8 de junio de 2001, reclamando que la columna del aludido portón estaba mal construida, que el motor instalado para mover el mismo no era el adecuado, según especificaciones del fabricante y que las facilidades recreativas no se habían entregado, a pesar de haberse vendido la totalidad de las residencias. 2. Con el propósito de investigar las alegaciones de la querella, este Departamento envió a su técnico inspector, Sr. Wilson Torres Claudio, quien realizó una inspección ocular el 13 de agosto de 2001 y notificó el informe escrito resultante de la misma el 6 de noviembre de 2001. 3. Del mencionado informe se desprende como hallazgo que al momento de la inspección, tanto el motor como el portón de entrada estaban funcionando correctamente, pudiendo observar el investigador una grieta en la parte inferior de la columna que soporta el portón y un agujero en el tubo del lateral, con una pequeña abolladura. 4. El 21 de mayo de 2002, este Departamento emitió una resolución, la cual advino final y firme, recogiendo acuerdo transaccional entre las partes, estipulándose allí que el motor que movía el portón se encontraba dentro de las especificaciones requeridas en la industria para dicho tipo de portón y que la parte querellada, dentro del período de noventa (90) días, contados a partir del 30 de abril de 2002, corregiría la columna que sostiene el aludido portón. 5. En inspección ocular celebrada el 4 de abril de 2006, las partes acordaron que la querellada realizaría ciertos trabajos que se hacían necesarios a raíz de las reparaciones hechas en el portón cumpliendo la transacción acordada y que entregaría las facilidades recreativas a la parte querellante. 6. El 16 de agosto de 2006, este Departamento emitió resolución parcial, la que advino final y firme, determinando que la parte querellada cumplió la orden relacionada a la reparación del portón. 7. En la vista celebrada el 27 de febrero de 2007, luego de haber sido escuchadas las partes, éstas solicitaron someter el caso por el expediente y se ordenó a la parte querellante que presentara, en o antes del 23 de marzo de 2007, su memorando de derecho (lo sometió el 28 de marzo de 2007), anejando toda la evidencia documental pertinente. Querella Núm. 400001249 Pág.5 8. También se ordenó a la querellada que, en o antes del 20 de abril de 2007, sometiera su réplica al mismo (la sometió el 25 de abril de 2007) 9. A la fecha de recibirse los memorandos de derecho de las partes, la querellada no había hecho entrega a la querellante de las facilidades recreativas del proyecto de urbanización. CONCLUSIONES DE DERECHO Dentro de las facultades de este Departamento, otorgadas mediante nuestra Ley Orgánica (Ley Número 5 del 23 de abril de 1973, según enmendada, 3 L.P.R.A. § 341 y s.s.), se encuentra la facultad de: “Interponer cualesquiera remedios legales que fueran necesarios para hacer efectivos los propósitos de este Capítulo y hacer que se cumplan las reglas, reglamentos, órdenes, resoluciones y determinaciones del Departamento.” (Ley Núm. 5, supra, Art. 6 [i]; 31 L.P.R.A. § 341e[i]). El Código Civil de Puerto Rico en su Artículo 1044 (31 L.P.R.A., Sec. 2994) dispone, entre otras cosas, que: “Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes contratantes, y deben cumplirse al tenor de los mismos.” Además, es sabido que el cumplimiento de lo contratado no puede dejarse al arbitrio de uno de los contratantes (C. Civil de Puerto Rico, Art. 1208, 31 L.P.R.A., Sec. 3373) Por otro lado, el Artículo número 11 de la Ley 130 del 13 de junio de 1967, según enmendada (17 L.P.R.A. § 511), permite, entre otras cosas, al comprador de una vivienda, radicar ante este Departamento una querella alegando que el urbanizador o constructor de la misma ha incurrido en una práctica indeseable de construcción o ha violado algunas de las disposiciones de la citada ley. Dicha ley, según estructurada, le impone una responsabilidad tanto al urbanizador como al constructor siendo ambos responsables de manera solidaria ante el consumidor o comprador según definido en el Reglamento sobre Negocio de Construcción de Viviendas Públicas (Reglamento Número 2268 del 17 de agosto de 1977; 10 D.P.R. § 250.1902[D]). Con relación a prácticas indeseables, la Ley 130 en su artículo 9 (supra; 17 L.P.R.A. § 509) dispone que: “Incurrirá en práctica indeseable en el negocio de la construcción de vivienda todo urbanizador o constructor que: (a) … Querella Núm. 400001249 Pág.6 (e) Deje de corregir un defecto de construcción en una vivienda según éste sea definido por el reglamento puesto en vigor por el Oficial de Construcción.” De conformidad con lo anteriormente expuesto, el Reglamento creado para regular el negocio de construcción de viviendas privadas (Reglamento del 17 de agosto de 1977, Expediente Núm. 2268, § 1 et. seq.; 10 Reglamentos de Puerto Rico § 250.1901 et. seq.), dispone en su sección 10 (10 RPR § 250.1911), lo siguiente: “Incurre en práctica indeseable en el negocio de la construcción de vivienda todo urbanizador y/o constructor que: (A) ... (J) Deje de corregir cualesquiera de los defectos de construcción que a continuación se enumeran o cualquier otra anormalidad que no se encuentre aquí enumerada, pero que el Secretario determine que es un defecto de construcción tomando como base los principios técnicos de ingeniería, tipo, clase y/o método de construcción dentro de un período de tiempo razonable según lo determine el Secretario. ... En aquellos defectos de construcción en que no se especifique un término para notificar al urbanizador y/o constructor, se aplicará un término de notificación de dos (2) años. Para comenzar, es menester señalar que este Departamento entiende innecesaria la celebración de nueva vista en el caso, según solicitado por la parte querellante, lo que conllevaría cometer el mismo error que ha contribuido a que a esta fecha aún estemos dilucidando la presente querella y muy probablemente propiciaría, tomando en consideración el tracto procesal antes esbozado, el que continuara dilatándose la solución final del caso de marras. Este Departamento ha determinado emitir una decisión final basándose en el voluminoso expediente y la abundante evidencia documental que obra en el mismo, incluyendo los memorandos de derecho que se solicitaron en febrero de 2007 a esos fines, ya que en aquella ocasión (27 de febrero de 2007) las partes sometieron el caso por el expediente y con los memorandos que habrían de presentar y que en su momento presentaron. Partimos de la premisa, además de que, como bien menciona la propia parte querellante en su memorando de derecho, al día de hoy sólo queda por resolver la alegación sobre la entrega de las facilidades recreativas (cuya solución ya se recogió en minuta y orden emitida por el Departamento del 6 de abril de 2006), el reclamo de los gastos en que alegadamente incurrió la parte querellante en aras de supuestamente minimizar los daños, habiendo anejado a su escrito evidencia abundante con el propósito de intentar probarlos y habiendo refutado ampliamente los mismos la querellada en el suyo, así como costas y honorarios de abogado que solicitan ambas partes en sus respectivos memorandos, para lo cual anejaron también vasta evidencia documental. Querella Núm. 400001249 Pág.7 Comenzamos por atender el asunto relacionado a la entrega de la parte querellada a la parte querellante de las facilidades recreativas para uso y disfrute de los residentes de la urbanización Estancias De Juncos. Concluimos que, contrario a lo argumentado por la querellada en su memorando de derecho, las alegaciones relacionadas a las facilidades recreativas del complejo de viviendas y su entrega a los residentes del mismo han formado parte desde un principio de lo reclamado en la presente querella y han sido objeto y parte integral de las conversaciones y negociaciones dirigidas a resolver completamente las controversias habidas entre las partes. Véanse a esos efectos, los múltiples documentos que obran en el expediente administrativo y que a continuación se desglosan. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Carta de querellada a querellante del 20 de diciembre de 2000. Carta de la querellante a Daco del 8 de enero de 2001. Carta de la querellante a Daco del 21 de febrero de 2001. Querella del 8 de junio de 2001. Carta de querellada a querellante del 20 de junio de 2001. Contestación de la querella del 20 de junio de 2001. Permiso de uso, recibido en Daco el 6 de julio de 2001 Carta de querellada a querellante del 3 de agosto de 2001. Informe de inspección de Daco del 6 de noviembre de 2001. Carta de la querellada al Lic. Gil R. Calderón del 6 de septiembre de 2005. Moción de la parte querellada del 7 de septiembre de 2005. Notas de la Juez Administrativo de inspección ocular del 4 de abril de 2006. Minuta y orden del 6 de abril de 2006. Carta de abogada de querellada a abogada de querellante del 3 de mayo de 2006. Notas de la Juez Administrativo de la vista celebrada el 14 de agosto de 2006. A la fecha del 28 de marzo de 2007, la parte querellante alegó que aún dichas facilidades no habían sido entregadas y la parte querellada, por otro lado, no refutó dicha alegación sino que esbozó la teoría de que dicha reclamación nunca formó parte de la presente querella. Según se desprende de un análisis minucioso de la evidencia documental antes reseñada, la parte querellada reconoció su obligación contractual de proveer las mencionadas facilidades a los residentes de la urbanización Estancias De Juncos y se condujo de manera que, con sus actos propios, creó una expectativa razonable de que las haría disponibles, lo que no ha hecho al día de hoy, a tenor con la evidencia en autos. Existe en nuestra jurisdicción, una normativa de equidad conocida como la doctrina de los actos propios. El contenido de ésta norma que establece que a nadie le es lícito ir contra sus propios actos, tiene fundamento y raíz en el principio general de derecho que ordena proceder de buena fe en la vida jurídica. La conducta contradictoria no tiene lugar en el campo del derecho y debe ser impedida. Querella Núm. 400001249 Pág.8 Este principio tiene como paralelo en el derecho inglés la doctrina de “estoppel”. El típico efecto mínimo que debe reconocerse a los actos unilaterales es que dejan fundado un “estoppel”. Este evita que el sujeto al que es imputable el acto unilateral pueda actuar en contradicción con su voluntad declarada. A la luz de los actos propios de la parte querellada con relación a la entrega de las facilidades recreativas y a lo establecido en el Código Civil de Puerto Rico, en su artículo 1044, Supra, este Departamento concluye y determina que procede ordenar a la querellada que haga entrega efectiva de las aludidas facilidades recreativas a la parte querellante, para el uso y disfrute de los residentes de la urbanización en cuestión, a tenor con las expectativas creadas a los compradores del mencionado proyecto residencial previo a la compraventa y al acuerdo alcanzado a esos efectos en la inspección ocular llevada a cabo por este Departamento el 4 de abril de 2006. Por otro lado, con relación a los gastos en los que incurrió la parte querellante en aras de minimizar los daños que sufrió, alegadamente por motivo del incumplimiento de la parte querellada con nuestra resolución, la alegación consiste en que la parte querellada, en el proceso de corregir lo reclamado en la querella, específicamente lo relacionado al portón de entrada de la urbanización, causó daños y gastos que ascienden a la suma de catorce mil novecientos noventa y siete dólares con un centavo ($14,997.01) Para comenzar, debemos puntualizar que el anterior reclamo plantea aspectos y problemas de carácter jurisdiccional y de debido proceso de ley, toda vez que la partida reclamada por concepto de daños y/o gastos no fue incluida en la querella, cuando ya algunos de ellos se habían producido, como los concernientes a los años 1999 y 2000 y otros que se produjeron luego de haber advenido final y firme la resolución en la que se recogió la transacción entre las partes, del 21 de mayo de 2002, no formaron parte de la transacción recogida en la resolución parcial notificada el 16 de agosto de 2006, cuando había ocurrido la totalidad de los mismos, sin que tampoco se hubiese enmendado la querella o radicado una nueva para reclamarlos. Sin embargo, partiendo de la premisa para efectos de argumentación, de que dichos daños y/o gastos pudiesen en derecho ser adjudicados en la presente resolución se hace necesario indicar que al anterior planteamiento, que incide y se encuentra íntimamente ligado al debido proceso de ley que éste Organismo cuasi-judicial debe garantizar a todas las partes, se añade forzosamente el hecho de que algunas de las partidas no procederían de todas maneras. De entrada, nos es menester aclarar que las partidas solicitadas por concepto del costo del informe del ingeniero, ascendente a la suma de ochocientos ($800.00) dólares, así como la correspondiente a los pagos de asesoría legal, ascendente a la cantidad de mil ciento veintitrés dólares con sesenta y cuatro centavos ($1,123.64) pertenecen a la categoría de costas del litigio, las cuales serán analizadas más adelante. La querellante solicita también, como parte de los gastos de los que se requiere reembolso, una partida que asciende a la suma de mil novecientos noventa y cinco ($1,995.00) dólares por concepto del pago de un sistema de “tele-entry”. Querella Núm. 400001249 Pág.9 Sin embargo, de la evidencia documental sometida por las partes se desprende que la mencionada inversión fue necesaria debido a que el aludido sistema fue vandalizado, según las propias palabras de la Sra. Lourdes Ramos, presidenta para ese entonces de la entidad querellante, vertidas en el informe anual del año 2001-2002, por lo que podemos colegir, a falta de evidencia y de argumentación en ese sentido en el memorando de derecho de la parte querellante, que la responsabilidad por el mencionado gasto no es atribuible a la parte querellada. Con relación a la partida concerniente a “motores y sistemas” que totaliza la cantidad de siete mil quinientos treinta dólares ($7,530.00) es menester señalar que para la fecha de la inspección ocular del técnico de este Departamento (13 de agosto de 2001) el motor en controversia se encontraba funcionando adecuadamente, a tenor con el informe no controvertido y para la fecha del 30 de abril del 2002, las partes estipularon que el motor instalado cumplía con los requerimientos de la industria. A lo anterior añadimos el hecho de que, en notificación a los residentes del proyecto en controversia, la parte querellante les informó que en la asamblea extraordinaria celebrada el 21 de enero de 2002 se determinó que se estarían adquiriendo motores y sistemas más modernos para resolver el problema existente con el portón de entrada y para mejorar su funcionamiento, así como para abrir el mismo automáticamente cuando faltara el servicio de electricidad y una barrera de seguridad (aún cuando en agosto del 2001 se había observado que el mismo funcionaba adecuadamente y en abril de 2002 las partes estipularon que el motor era el correspondiente y adecuado para dicho portón) Si a todo lo anteriormente reseñado, relacionado al motor en cuestión, añadimos lo manifestado por la parte querellante en comunicaciones escritas remitidas a los residentes (copia de las cuales obran en el expediente administrativo) en el sentido de que las mejoras a los sistemas de seguridad, incluyendo la adquisición de nuevos “beepers” digitales, cerradura en el “tele entry”, la instalación de serpentinas y la contratación de guardias de seguridad obedecen a la intención de promover el pago de las cuotas de mantenimiento a tiempo, así como minimizar la posibilidad de vandalismo y escalamientos en las residencias, los cuales ya habían ocurrido, inclusive por personas que saltaban la verja, forzoso es concluir que los mencionados gastos no son atribuibles a la responsabilidad de la querellada. En cuanto al gasto reclamado relacionado al arreglo del portón, ascendente a la suma de setenta ($70.00) dólares, aunque la parte querellante no especifica a que arreglo se refiere y cual fue la causa de la necesidad del mismo, es de notar que en el informe anual del año 2001-2002, la parte querellante notificó que un residente impactó el mismo, lo que concuerda con los hallazgos del técnico inspector de este Departamento y siendo el único parámetro en el expediente que tienda a esbozar una explicación de la necesidad de la mencionada reparación, necesario es concluir que dicho gasto tampoco es atribuible a la responsabilidad de la querellada. Con relación al gasto por el servicio del panel de teléfono ($80.00 dólares), la parte querellante no explica el origen ni la procedencia de dicho gasto, razón por la cual no ha puesto al Departamento en posición de considerarlo. Querella Núm. 400001249 Pág.10 Finalmente, en cuanto a la suma de novecientos diez ($910.00) dólares solicitada por concepto de pagos al guardia de seguridad, debemos remitirnos a lo antes establecido como razones para la inversión de la parte querellante en dicha medida de seguridad y determinar, por ende, que no procede ordenar a la querellada que asuma el pago de la misma. Pasando entonces a considerar las partidas reclamadas por concepto de costas, se hace necesario citar la jurisprudencia aplicable sentada por nuestro más alto tribunal. Para ello es menester indicar que el tribunal supremo de Puerto Rico ha establecido que las costas son los gastos necesarios y razonables en que se incurre como parte del litigio, que su propósito es resarcir a la parte victoriosa y que la obligación de pago corresponde a la parte que ha sido vencida en el litigio. (Auto Servi, Inc. Vs. Estado Libre Asociado, 142 D.P.R. 321 [1997]; Colondres Vélez vs. Bayrón Vélez, 114 D.P.R. 833 [1983]; Regla 26.3 del Reglamento de Procedimientos Adjudicativos del Departamento de Asuntos del Consumidor, vigente desde el 17 de noviembre de 2000) Siendo que en el presente caso las soluciones a la mayoría de las reclamaciones fueron alcanzadas mediante acuerdos transaccionales entre las partes ninguna de las partes involucradas resultó vencedora o vencida, razón por la cual no procede la imposición del pago de costas. La única excepción a lo anteriormente esbozado lo es la solución relacionada a la entrega de las facilidades recreativas, que aunque fue acordada tentativamente en la inspección ocular celebrada por este Departamento el 4 de abril de 2006, nunca se fue concretizada formal ni oficialmente en ningún acuerdo que fuera recogido en una resolución de este Departamento. Sin embargo, la parte querellante no ha presentado reclamación ni evidencia que ponga en posición a este Departamento de conceder partida alguna por costas relacionada a dicha reclamación. Por otro lado, en cuanto a la solicitud de las partes con relación a la imposición del pago de honorarios de abogado, debemos dejar establecido que la citada regla 26.3 de las de Procedimientos Adjudicativos de este Departamento, Supra, dispone que se podrán imponer a la parte perdidosa, debiéndose regir el procedimiento por lo estipulado en la regla 44 de las de Procedimiento Civil de 1979, según enmendadas. Por las mismas razones antes esbozadas para denegar la solicitud sobre el pago de costas, se hace necesario denegar parcialmente la imposición de honorarios de abogado en el caso de marras, toda vez que no hubo parte vencedora ni vencida. Añadimos que la imposición de honorarios de abogado conlleva necesariamente la determinación de que la parte vencida fue temeraria al propiciar que la otra u otras partes incurrieran en gastos innecesarios al interponer pleitos frívolos o alargar innecesariamente aquellos ya presentados (Oliveras, Inc. V. Universal Insurance, 141 D.P.R. 900 [1996]) Querella Núm. 400001249 Pág.11 A la luz del tracto procesal reseñado al inicio de la presente resolución, resulta evidente que en la situación de hechos que nos atañe ambas partes incurrieron en conducta que podría catalogarse de temeraria alargando innecesariamente el pleito, al incumplir reiterada y contumazmente con las ordenes de este foro adjudicativo y al cruzarse de brazos por largos períodos de tiempo sin informar al foro ante el cual se ventilaba la reclamación el fruto o resultado de sus interminables negociaciones, razón por la cual entendemos que la temeridad de una parte fue cancelada por la temeridad de la otra. La única excepción que se desprende del expediente administrativo en cuanto a lo antes determinado con relación a la imposición del pago de honorarios de abogado por temeridad en este caso resulta ser lo concerniente a la reclamación de la entrega de las facilidades recreativas ya que, como expresáramos anteriormente, concluimos que dicho reclamo es uno que legítimamente forma parte desde sus inicios de la controversia que dio origen a la querella que nos ocupa. A la luz de la abundante evidencia documental obrante en el expediente que demuestra que la entrega de dichas facilidades recreativas es una obligación contractual de la parte querellada, que fue reconocida por esta en múltiples y variadas ocasiones, inclusive creando la expectativa inequívoca de que la cumpliría y comprometiéndose a ello en más de una ocasión y habiéndose determinado que la querellante efectivamente la hizo formar parte de la presente querella y que el Departamento debió adjudicarla en esta resolución, concluimos que la parte querellada incurrió en conducta temeraria con relación a dicha reclamación. Entendemos, por tanto, que procede imponer a la parte querellada el pago de una partida correspondiente a honorarios de abogado, debido al incumplimiento de dicha obligación contractual durante el transcurso del prolongado procedimiento administrativo, habiendo aceptado y teniendo conocimiento de su responsabilidad en ese sentido. Por todo lo cual, este Departamento, en virtud de las facultades conferidas por la Ley Núm. 5 del 23 de abril de 1973, según enmendada, emite la siguiente: ORDEN Se ordena a la parte querellada que, a tenor con el compromiso contraído con la parte querellante, entregue a esta las facilidades recreativas de la urbanización Estancias De Juncos, dentro del término de cuarenta y cinco (45) días, contados a partir de la notificación de la presente resolución. Se ordena también a la parte querellada que, dentro del término de diez (10) días, contados a partir de la notificación de la presente resolución, pague a la parte querellante la suma de dos mil quinientos ($2,500.00) dólares por concepto de honorarios de abogado. Se determina además que el resto de las reclamaciones incluidas en la presente querella fueron adjudicadas mediante resoluciones acogiendo acuerdos transaccionales, las cuales advinieron finales y firmes y se desestiman las solicitudes del pago de gastos, costas y honorarios de abogado relacionadas a las mismas, por los fundamentos antes esbozados. Querella Núm. 400001249 Pág.12 Se apercibe a la querellada que, de no cumplir con lo aquí ordenado, se le podrá imponer una multa administrativa y se tomará la acción legal correspondiente para el cobro de la misma. El pago de la mencionada multa no la relevará de cumplir con la orden de esta Resolución. A tales efectos, este Departamento solicitará auxilio del Tribunal para hacer cumplir la misma. La parte querellante notificará a este Departamento por escrito, informando si la parte querellada ha cumplido con lo ordenado. Si no se cumpliere, deberá someter una moción informativa para procederse conforme a derecho. Si la parte querellante no somete la referida información en el término de diez días (10), contados a partir del vencimiento del otorgado a la querellada, se entenderá que la querella fue resuelta y se procederá al cierre y archivo de la misma. Aquella parte afectada por la presente Resolución podrá solicitar al Departamento una reconsideración de la misma, en el plazo de veinte (20) días contados a partir de la fecha de archivo en autos de dicha resolución. En la alternativa podrá la parte afectada, acudir directamente al Tribunal de Apelaciones en Revisión Judicial, dentro del término de treinta (30) días del archivo en autos de la resolución emitida, Ley Número 247 del 25 de diciembre de 1996. Los términos comprendidos en los presentes apercibimientos se computan basados en días naturales. Si la parte afectada opta por solicitar la reconsideración de la resolución emitida, dicha solicitud deberá ser por escrito, consignándose claramente la palabra Reconsideración como título y en el sobre de envío. Dicha reconsideración deberá ser enviada a la Oficina Regional de Caguas de este Departamento, localizada en él Centro Gubernamental, Primer Piso, Oficina 103, Apartado 1031, Caguas, Puerto Rico 00726. Copia de la solicitud deberá ser enviada a la otra parte. De no hacerlo así, la presente Resolución advendrá final y firme. Si el Departamento dejare de tomar alguna acción con relación a la moción de reconsideración dentro de los quince (15) días de recibida, se considerará rechazada de plano, por lo cual el término de treinta (30) días para solicitar Revisión Judicial al Tribunal de Apelaciones comenzará a contar a partir de ese momento. Si el Departamento tomase alguna determinación sobre la reconsideración radicada, el término para solicitar Revisión Judicial empezará a contarse desde la fecha en que se archivó en autos una copia de la notificación de la Resolución de la Agencia, resolviendo definitivamente la reconsideración solicitada. Dicha Resolución deberá ser emitida y archivada en autos dentro de los noventa (90) días siguientes a la radicación de la reconsideración. De lo contrario, la agencia perderá jurisdicción sobre dicha solicitud de reconsideración y el término para solicitar Revisión Judicial empezará a contarse nuevamente a partir de la expiración del plazo de noventa (90) días, salvo que el Departamento por justa causa y previo al vencimiento del término de noventa (90) días prorrogue dicho término por un período que no excederá de treinta (30) días adicionales. En Caguas, Puerto Rico, a 2 de septiembre de 2008. Querella Núm. 400001249 Pág.13 Lcdo. Víctor A. Suárez Meléndez Secretario Lcda. Ethel G. Ruiz Fernández Directora ____________________________ Lcdo. Edgardo López Carrasquillo Juez Administrativo VSM /ERF ELC REMITIDO POR CORREO HOY _____________________________ CERTIFICO que copia de este documento fue archivado en autos y enviado a las siguientes personas: Asociación de Residentes Estancias de Juncos P.O. Box 247 Juncos, Puerto Rico 00777 Lcda. Miriam González PO Box 360138 San Juan, Puerto Rico 00936-0138 WHJ Associates, S.E. P.O. Box 6689 Caguas, Puerto Rico 0000726 Lic. Liz Marie Cruz Jiménez PO Box 191367 San Juan, PR 00919-1637 _____________________ FIRMA