universidad francisco gavidia ciencias sociales escuela de ciencias

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UNIVERSIDAD FRANCISCO GAVIDIA
FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE CIENCIAS JURIDICAS.
EXISTENCIA O NO DE DELITOS OMISIVOS IMPROPIOS,
ENFOCADOS A LA HUELGA DE LOS MEDICOS DEL
INSTITUTO SALVADOREÑO DEL SEGURO SOCIAL.
PERFIL DE MONOGRAFIA PARA OPTAR AL GRADO DE
LICENCIATURA EN CIENCIAS JURIDICAS.
ASESOR:
WILBER ALEXANDER ROQUE BONILLA
PRESENTADO POR:
ANA ILENIA MELENDEZ DE OSORIO.
EVELYN YANETT ROMERO DE GRANADOS.
JACKELINE XIOMARA BAIRES ZEPEDA.
SAN SALVADOR, 29 DE JUNIO DE 2004.
UNIVERSIDAD FRANCISCO GAVIDIA
CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS
RECTOR:
INGENIERO MARIO ANTONIO RUIZ RAMÍREZ
SECRETARIA GENERAL:
LICENCIADA TERESA DE JESUS GONZALEZ DE
MENDOZA
DECANO DE LA FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y
CIENCIAS SOCIALES
LICENCIADA ROSARIO MELGAR DE VARELA
DIRECTOR DE LA ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS
DOCTOR JORGE EDUARDO TENORIO
ASESOR:
LICENCIADO WILBER ALEXANDER ROQUE BONILLA
SAN SALVADOR, JULIO DEL 2004
ÍNDICE
# Págs.
CAPITULO I. ............................................................................................................... 5
1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ................................................................... 5
1.2 JUSTIFICACIÓN. .................................................................................................. 5
1.3 DELIMITACIÒN:.................................................................................................... 6
1.3.1 TEMPORAL: ................................................................................................... 6
1.3.2 ESPACIAL:......................................................................................................... 6
1.4 OBJETIVOS GENERALES: .................................................................................. 7
CAPITULO II. .............................................................................................................. 8
2.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA HUELGA DEL ISSS. ............................. 8
CAPITULO III ............................................................................................................ 14
3.1 DERECHO A LA SALUD EN EL SALVADOR. .................................................... 14
3.2 ESTUDIO JURÍDICO NACIONAL. ...................................................................... 14
3.2.1 ANALISIS JURIDICO CONSTITUCIONAL DEL DERECHO A LA SALUD ..... 14
3.3 ANALISIS JURÍDICO-PENAL ENFOCADO A LA SALUD CON RELACION A LA
HUELGA DEL ISSS. ................................................................................................. 19
3.3.1 DELITOS DE OMISION IMPROPIA ................................................................ 19
CAPITULO IV ............................................................................................................ 27
4.1 ESTUDIO DE DERECHO COMPARADO.- ......................................................... 27
4.1.1 REGULACION DE LA OMISION IMPROPIA EN EL DERECHO ESPAÑOL. .. 27
4.2. REGULACION DE LA OMISION IMPROPIA EN EL DERECHO
GUATEMALTECO..................................................................................................... 30
4.3 REGULACION DE LA OMISION IMPROPIA EN EL DERECHO HONDUREÑO.32
CONCLUSIONES...................................................................................................... 34
RECOMENDACIONES. ............................................................................................ 35
BIBLIOGRAFIA_Toc77417153.................................................................................... 34
CAPITULO I.
1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
¿Son jurídicamente atribuibles a los médicos del Hospital de Especialidades,
destacados en el área de Medicina, que participaron en la huelga del ISSS, el
fallecimiento de algunos cotizantes que acudieron a dicho nosocomio a solicitar
asistencia medica?
1.2 JUSTIFICACIÓN.
Desde Agosto de dos mil dos a junio de dos mil tres, el país experimentó una
serie de acontecimientos enfocados en un sector muy importante que provee
servicios de salud a un buen número de Salvadoreños que cotizan al Instituto
Salvadoreño del Seguro Social,
y hacen uso de este servicio, pues
muchos
cotizantes se vieron vedados de este servicio por la huelga que se mantenía en ese
centro asistencial, consecuencia de ese conflicto fue el clima de inseguridad que se
reflejaba en los cotizantes que acudían al Hospital de Especialidades para que se les
brindase asistencia médica,
la cual les era negada por el paro de labores que
mantenían algunos médicos de esa institución, paro que llevó a las autoridades de
ese centro asistencial a implementar planes contingenciales que ayudarían a
disminuir dicha situación, por lo que habilitaron algunas áreas de los hospitales
públicos a nivel departamental a los cuales los cotizantes podían acudir para que se
les brindase la atención médica necesaria, otra medida adoptada fue la contratación
de nuevos médicos, la mayoría de ellos recién graduados y en consecuencia con
poca experiencia en el campo práctico,
prestación del servicio.
lo que producía poca efectividad en la
Este marco de efervescencia social nos crea inquietudes, que nos llevan a
meditar sobre la posible existencia de vulneraciones a los derechos de los cotizantes
de esa institución y la posible responsabilidad penal en la que los médicos pudiesen
incurrir, además nos llama la atención el reflexionar sobre el grado de legalidad o
ilegalidad de la huelga efectuada por los médicos de dicha institución.
1.3 DELIMITACIÒN:
1.3.1 TEMPORAL:
La investigación cubrirá desde agosto de dos mil dos hasta el 13 de junio de
dos mil tres.-
1.3.2 ESPACIAL:
La investigación será desarrollada en el área Metropolitana de San Salvador,
específicamente en: El Hospital de Especialidades del Instituto Salvadoreño del
Seguro Social, Enfocado al área de Medicina Interna.
1.3.3 TEÒRICA: Es necesario aclarar algunos conceptos estipulados en el
planteamiento del problema, a saber:
Hospital de Especialidades: Centro de asistencia médica destinado a brindar
atención especializada a los cotizantes del seguro ISSS.
Huelga: Es la suspensión colectiva del trabajo, concertada por una pluralidad de
trabajadores, con el propósito de obtener un fin determinado.
ISSS: Instituto Salvadoreño del Seguro Social.
Nosocomio: Hospital de enfermos
Cotizante: Trabajador que presta servicios remunerados para un patrono, y que esta
sujeto al régimen del ISSS.
1.4 OBJETIVOS GENERALES:
1.4.1- Obtener una primera aproximación de las circunstancias que rodearon la
Huelga del ISSS.
1.5 OBJETIVOS ESPECIFICOS:
1.5.1- Determinar si existe o no responsabilidad legal hacia los médicos del ISSS
que participaron en la huelga, por los inconvenientes que sufrieron los cotizantes por
la falta de atención médica.
1.5.2- Identificar si las autoridades del ISSS y del Ministerio de Salud
han sido
negligentes y no han proporcionado las prestaciones necesarias para el buen
desempeño de labores de los galenos.
1.5.3- Establecer si existió o no vulneración de derechos Constitucionales de los
médicos, en detrimento de los cotizantes del ISSS.
1.5.4- Determinar, como futuros profesionales del derecho, la legalidad o ilegalidad
de la huelga del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, A la luz de la naturaleza del
servicio que prestan los médicos y del marco normativo que regula este tipo de
organización.
1.5.5- Valorar si los médicos del ISSS, agotaron otros mecanismos antes de realizar
el paro de labores.
1.6 METODOLOGÍA.
1.6.1- El método que utilizaremos en nuestra investigación es el analítico y el lógico
inductivo - deductivo.
CAPITULO II.
2.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA HUELGA DEL ISSS.
Desde la década de los noventa hasta finales del dos mil tres los médicos del
Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) han formulado una serie de peticiones
en las que exigían entre muchas cosas mejoras salariales, mayor tecnología en el
equipo médico, medicamentos y sobre todo, su manifiesta oposición a una eventual
privatización de dicha red hospitalaria por parte del gobierno.
También efectuaron Solicitudes que fueron discutidas en reiteradas ocasiones
por autoridades y médicos mas no se lograba converger en soluciones inmediatas a
los planteamientos y exigencias de los galenos, tal actitud provocó que los médicos
agudizaran las medidas de presión para lograr el cumplimiento de dichas peticiones,
lo que culminó en conflictos laborales que paralizó la mayoría de servicios médicos
teniendo repercusión directa en la salud de los cotizantes.
El veintinueve de enero de mil novecientos noventa y ocho los médicos del
ISSS, iniciaron negociaciones, y posteriormente presentaron un pliego de veintidós
demandas en las cuales pedían mejoras salariales y mejores condiciones de trabajo
entre otras, las cuales fueron soslayadas por las autoridades del ISSS; Es por ello
que se desarrolló el tres y cuatro de marzo de ese mismo año una huelga teniendo
una concurrencia de médicos jamás vista en la historia de El Salvador la cual abarcó
tanto hospitales como clínicas comunales a lo largo y ancho del territorio nacional.
Al ver las autoridades la presión de dicho conflicto el presidente en funciones
Armando Calderón Sol, advirtió a los médicos que tomaría medidas drásticas si
continuaban con dicho conflictos, pudiendo llegar a hacer efectivas las órdenes de
5
captura que giró el Juzgado Segundo de Paz contra once médicos Sindicalistas
por los delitos de Abandono Colectivo de Funciones en perjuicio de la Salud de los
Cotizantes.
En estas circunstancias los médicos y autoridades llegaron a un acuerdo el día
veintiuno de mayo de ese mismo año, en el cual las autoridades dejaban sin efecto
las órdenes de captura, acuerdos que fueron positivizados en el Decreto numero
320,
de la
Ley Transitoria para Dejar sin Efecto la Sanción o Pérdida al
Derecho de Prestaciones Laborales del recién Conflicto del Gremio Médico, de
fecha once de junio de mil novecientos noventa y ocho, con la que se mermó este
conflicto.
En mil novecientos noventa y nueve los médicos se ven forzados a iniciar una
nueva huelga a raíz del incumplimiento de los acuerdos que habían pactado un año
anterior, ya que las autoridades retomaron la idea de privatizar los Hospitales Roma
y Amatepec, por lo cual los médicos tomaron las medidas represivas de realizar un
nuevo conflicto, cerrando algunas arterias del gran San Salvador en horas de mayor
tránsito vehicular provocando inconvenientes a muchos salvadoreños para llegar a
su centro de trabajo.
Estos hechos produjeron ciertas reacciones negativas de la ciudadanía1 hacia
los medios utilizados por este gremio para lograr su cometido, circunstancias que
llevaron a ambas partes a concertar en puntos de agenda, uno de los cuales el
ejecutivo se comprometía a no privatizar la salud, logrando así los médicos uno de
sus objetivos y por lo que los galenos se comprometieron a no seguir con 6las
medidas de presión, firmando ambos un acuerdo en estos términos.
1
García, Jaime. “Cancelan 17 mil consultas medicas por Huelga del ISSS”. Diario de Hoy, 18-05-1999.
En el transcurso de ese año se percibieron indicios de que las autoridades no
respetarían los acuerdos pactados lo que produjo desconformidad y desconfianza en
el gremio médico que los
lleva a retomar las medidas de presión; firmando así
nuevamente, el 10 de marzo de 2000, un nuevo acuerdo.
Luego de estos acuerdos las autoridades del ISSS y el Ministerio de Salud,
trazaron estrategias para persuadir a la ciudadanía de la conveniencia en la
modernización en el sector salud, lanzando campañas publicitarias en desprestigio
del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, por no contener éste (de acuerdo a las
autoridades) los medios necesarios para brindar la calidad de servicio que los
cotizantes demandan de esa Institución, persiguiendo sensibilizar a la ciudadanía
que la crisis por la cual atravesaba el Seguro Social es insuperable y la
responsabilidad del mal funcionamiento recaía en gran medida sobre los galenos y
su sindicato, siendo la única alternativa para este conflicto la privatización.
Una fuerte medida de presión se ejerció por los médicos del seguro social
contra las autoridades del ISSS y el Órgano Ejecutivo el dieciocho de agosto de dos
mil dos con paros de labores de doce horas realizados paulatinamente en diferentes
centros hospitalarios.
El día cinco de septiembre de ese mismo año intensificaron mecanismos de
protesta2; los integrantes de SIMETRISSS (Sindicato de Médicos del Instituto
Salvadoreño del Seguro Social) y STISSS (Sindicato de Trabajadores del Instituto
Salvadoreño del Seguro Social) llamaron a todos los médicos de los Hospitales de
Ontología, Especialidades, Médico Quirúrgico, Zacatecoluca, Sonsonate, Unidad
Médica Atlacatl, Unidad Médica Apopa, Unidad Médica Zacamil, Unidad Médica
Santa Tecla y Unidad de Medicina Física y Rehabilitación a un cese de labores de
2
Pérez, T. Maria. “Más de 2,000 Consultas perdidas”. El Diario de Hoy, viernes 6 de septiembre de
2002 página 8.
seis horas obteniendo un apoyo significativo de parte de los galenos de dichos
nosocomios.
Al ver estos mecanismos y la respuesta positiva de este gremio las
autoridades competentes el seis de septiembre enviaron a la ciudadanía un mensaje
que tenía como fin fijar en la mente de la población salvadoreña que los médicos
deponían sus intereses y su bienestar personal a las necesidades de los cotizantes
del ISSS, es por ello que dichas autoridades se negaban a toda posibilidad de
diálogos, tomando como estandarte su preocupación por los derechos de los
cotizantes.
Al ver esta posición, el diecinueve de septiembre dichos galenos decretan la
paralización de actividades de forma progresiva e indefinida iniciando
con los
Hospitales de Oncológica y de Especialidades, sumándose a este cometido además
de todos los médicos que laboran en ISSS en el ámbito nacional, los médicos del
sector salud a nivel público y los que ejercen su profesión de una forma
independiente.
El veintisiete de septiembre de ese mismo año, los médicos especialistas que
laboraban en el Hospital de Oncológica3, abandonaron sus actividades recibiendo
apoyo solidario de todos sus colegas independientemente de los centros donde ellos
laboran. Posteriormente el día treinta de septiembre los galenos entregan pieza de
correspondencia en la Asamblea Legislativa, solicitando la aprobación de un Decreto
que prohibiera la privatización del Sistema Nacional de Salud y del ISSS.
En respuesta de esto
el día siete de octubre las autoridades del ISSS,
presentan una solicitud ante el Órgano Jurisdiccional para que se declarara la
ilegalidad del cese de labores que mantenían los galenos, proceso bajo Referencia
3
Sánchez Margarita/J.R./Rodríguez, Pedro.¨ Reanudan citas pacientes recibirán atención el lunes¨. El
Diario de Hoy.28 de Septiembre de 2002 página 2.
3-CH-02; resolviendo el Juzgado Primero de Lo Laboral el ocho de octubre de ese
mismo año de forma positiva a las pretensiones de las autoridades del ISSS
declarando en ese sentido la ilegalidad de la huelga4.
En respuesta a dicha resolución judicial, el nueve de Octubre
los
profesionales en la salud que laboraban en hospitales nacionales como ROSALES,
MATERNIDAD, BENJAMÍN BLOOM5, y ZACAMIL realizan una paralización de sus
labores de veinticuatro horas; al ver esta consolidación de parte de este sector, el
Presidente Francisco Flores, anuncia a la ciudadanía en una cadena nacional
realizada el once de octubre que no privatizaría el ISSS6.
No obstante lo manifestado por el Presidente Francisco Flores, los galenos
realizaron el día nueve de noviembre toma de las principales arterias
de San
Salvador a la que se le denomino Marcha Blanca7, concurriendo en apoyo a esta
movilización organismos no gubernamentales
de la mayoría de sectores que
incidían en las políticas gubernamentales.
El día primero de abril los dirigentes sindicales de SIMETRISSS, inician una
huelga de hambre en el Hospital Médico Quirúrgico con el propósito de ejercer
mayor presión a las autoridades correspondientes para que se echase ha andar
soluciones reales en cumplimiento de los acuerdos que ya habían sido impulsados
en reiteradas ocasiones y no se habían concretado.
4
García, Jaime. Huelga Ilegal ISSS. 1º de lo Laboral hoy¨. El Diario de Hoy. Miércoles 9 de Octubre
de 2002 página 2.
5
Médicos mantiene Huelga a pesar Juzgado declaro Ilegal¨, El Diario de Hoy, Jueves 10 de Octubre
de 2002 página 2.
6
Huezo, Roxana/ Amaya Ivette. ¨El presidente Flores ofrece reformar a ISSS¨. El Diario de Hoy. 12
de Octubre de 2002 página 2.
7
Finaliza Tercera Marcha de Huelguistas¨. El Diario de Hoy. Domingo 10 de Noviembre de 2002
página 6.
El día primero de mayo los integrantes del Sindicato del SIMETRISSS y
STISSS, reciben apoyo de los trabajadores que se abocan a las calles en una
manifestación de apoyo al gremio médico8.
El día diez de junio, la Asamblea de SIMETRISSS acepta propuestas de
negociación que conllevaron a entablar discusiones intensivas de parte de ambos
sectores, entre estas propuestas podemos mencionar: a) El reinstalo del 85% de los
médicos; b) El regreso a sus mismos puestos y con igual sueldo; c) El reinstalo de un
buen numero de personal administrativo, salvo que tengan procesos pendientes;
culminando el día trece de junio con las firmas de dichos acuerdos.
8
Turbas de Izquierda atacan empresas y Hotel. El Diario de Hoy. Viernes 2 de mayo de 2003. Página
2 y 3.
CAPITULO III
3.1 DERECHO A LA SALUD EN EL SALVADOR.
3.2 ESTUDIO JURÍDICO NACIONAL.
3.2.1 ANALISIS JURIDICO CONSTITUCIONAL DEL DERECHO A LA SALUD.-
A lo largo de nuestra historia se ha visto reflejado en el marco jurídico
constitucional preceptos que han obligado a nuestros legisladores a orientar políticas
de salud para los salvadoreños, así en la Constitución de 1950 y de 1962 vemos
reflejada esta especial importancia que los constituyentes otorgan al tema de la
salud, de ahí que en la exposición de motivos manifiesta: “ La salud de un pueblo
constituye la condición indispensable para su progreso y todo Gobierno que
propenda a tal fin, tiene que procurar mantenerse a la altura de los progresos
de la ciencia para asegurar a sus gobernados el pleno goce de la salud”9.
De ello podemos denotar que existían perspectivas de progreso sobre la base
de la protección de un derecho tan indispensable como lo es la salud
para la
existencia misma de la sociedad y su desarrollo, por lo que el Estado ha tomado
iniciativas de ley en beneficio de los habitantes, que aseguren de una u otra forma la
salud de la población a través del Ministerio de Salud Pública Y Asistencia Social
con sus Hospitales Nacionales y Clínicas Comunales dispersas a nivel Nacional y el
Instituto Salvadoreño del Seguro Social.
Tinette, José Albino y otros. “ Manual de Derecho Constitucional”. Tomo II, Ediciones Último
Decenio.
9
Instituciones que en el devenir del tiempo y de los cambios tecnológicos se
han visto en la necesidad de incrementar y actualizar su equipo médico para cubrir
las demandas de los habitantes, equipo que no ha cubierto las necesidades de los
usuarios que demandan servicios de salud, esto por el incremento del índice
poblacional de las últimas décadas, y por el insuficiente presupuesto asignado a este
ramo.
Este crecimiento ha puesto en descubierto la necesidad de modificar la política
gubernamental a través de un incremento en la inversión del sector salud, para
poder cubrir la demanda de este derecho fundamental, el cual se ha visto
transgredido en los últimos años creando inconformidad tanto de los usuarios de tal
prestación como de los profesionales encargados de brindar el servicio médico a
nivel público y del Instituto Salvadoreño del Seguro Social; dicha inconformidad ha
creado reacciones por parte de los médicos las cuales analizaremos a la luz de
nuestra Norma Primaria.
En ese orden de ideas es pertinente abordar en primer lugar nuestro marco
Constitucional como base fundamental10 de toda la normativa legal Salvadoreña, en
ese sentido el Art. 1 de nuestra Constitución literalmente dice: “El Salvador
reconoce a la persona humana desde su concepción como el origen y el fin de
la actividad del estado, que está organizado para la consecución de la justicia,
de la seguridad jurídica y del bien común.
En consecuencia, es obligación del estado asegurar a los habitantes de
la república, el goce de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y
la justicia social. “
De este precepto podemos denotar de la obligación que por mandato
Constitucional tiene el Estado para resguardar el derecho a la salud, a través de una
10
Constitución de la República de El Salvador, Editorial LIS. 1983.
coordinación eficiente y eficaz que brinde los implementos necesarios a los médicos
con el objetivo de obtener resultados acordes a las demandas de sus usuarios.
Es necesario especificar que el hablar de la obligación de resguardo del
derecho a la salud implica para el Estado el deber de implementar políticas de salud
para garantizar que estas se ejecuten.
En la búsqueda de la protección y la tutela del derecho fundamental “vida” y
como consecuencia de ella la salud; se establece en el Capitulo II, Sección Cuarta
“SALUD PUBLICA Y ASISTENCIA SOCIAL” especificando en el Art. 65 “La salud
de los habitantes de la república constituye un bien público.
El Estado y las personas están obligados a velar por su conservación y
restablecimiento.
El Estado determinará la política nacional de salud y controlará y
supervisará su aplicación”.
Esta base constitucional en relación con el Art., 2 del mismo cuerpo normativo
son el parámetro para la regulación de las carreras médicas, puesto que el bien
jurídico vida requiere una especial protección, es por ello que los profesionales de
esta área tienen una preparación integral y ética en el desarrollo del ejercicio de su
profesión
que les obliga a hacer el Juramento de los médicos o Juramento
Hipocrático el cual literalmente dice: “Juro solemnemente, por lo que para mi sea
mas sagrado ser leal al ejercicio de la medicina, justo y generoso. Viviré y
practicare mi arte con Austeridad y Honestidad.
Donde quiera que entre será para bien de los enfermos hasta el máximo
de mis conocimientos, y me mantendré alejado de todo lo que sea error,
corrupción y vicio. Ejerceré mi profesión solamente para curar a mis pacientes
y no les daré medicamento alguno ni ejecutare ninguna operación para un fin
criminal, aunque me lo soliciten. Vea lo que vea y oiga lo que oiga de la vida de
los hombres, que no deba ser dicho, lo guardare como inviolable secreto”11.
En el que ellos se comprometen a asistir a todas las personas que los
necesitan sin distinción de su Credo, Inclinación Política y Posición Económica.
Si bien es cierto que los profesionales de la salud tienen obligaciones que
cumplir en relación a su juramento, no debemos soslayar que para cumplir tal
cometido deben contar con todos los medios necesarios para tal fin, esta
insuficiencia de recursos y algunos intereses personales han llevado a este sector de
profesionales a consolidarse como un grupo de presión, por lo que ellos han
conformado Gremios y, más aún, Sindicatos.
Tomando como basamento legal el derecho Constitucional de Libre
Asociación el cual se encuentra establecido en el Art. 7 el que literalmente dice:
“Los habitantes de El Salvador tienen derecho a asociarse libremente y
reunirse pacíficamente y sin armas para cualquier objeto lícito. Nadie podrá ser
obligado a pertenecer a una asociación.
No podrá limitarse ni impedirse a una persona el ejercicio de cualquier
actividad lícita, por el hecho de no pertenecer a una asociación.
Se prohíbe la existencia de grupos armados de carácter político,
religioso o gremial”.
De este precepto podemos denotar que los médicos que integran los
Sindicatos del STISS y SIMETRIS están amparados Constitucionalmente del
derecho de Asociarse, así el Art. 47 Inciso primero parte final de la Constitución es
concordante con el precepto antes citado pues manifiesta que: “El mismo derecho
tendrán las Instituciones Oficiales Autónomas”.
Este derecho además es
ratificado por una Norma Secundaria como lo es la Ley del Seguro Social
11
Escobar Valenzuela, Gustavo. “La Moral Profesional”; Ética, Cuarta Edición, Editorial Editores S.A.
de C.V., Pág. 123.
específicamente en el Art. 12 el cual reconoce “El derecho de formar sindicatos
dentro de esta Institución”.
La disposición Constitucional anotada en el párrafo anterior, aunada al
principio de Igualdad establecido en el Art. 3 del mismo cuerpo legal nos manifiesta
que todas las personas son iguales ante la Ley, dichas disposiciones son el
basamento para que en
nuestra legislación secundaria12 se
faculte a los
trabajadores de las Instituciones Oficiales Autónomas sin distinción de su profesión a
formar parte de Sindicato.
Estas organizaciones como medio de presión han efectuado huelgas en las
que no podemos perder de vista que la afectación directa de estas medidas de
presión han sido a un bien público como lo es el de la salud, por ese bien jurídico
que protege es que El Código de Salud vela por el resguardo de ese derecho
fundamental y prohíbe taxativamente a los médicos en general el uso de la huelga
como medida para la solución de sus demandas, así en el Art. 36 literalmente dice:
“Los profesionales, técnicos, auxiliares, higienistas y asistentes relacionados
con la salud, no podrán recurrir a la huelga o al abandono de su cargo, para
reclamar u obtener soluciones de cualesquier índole”13.
De este precepto legal podemos dilucidar que si bien es cierto se les permite a
los médicos asociarse en sindicatos, existe normativa secundaria que limita las
medidas de presión que los galenos tienen para hacer valer sus derechos.
12
Vásquez López, Luis. Libro Segundo, “Derecho Colectivo del Trabajo”, “Código de Trabajo, Art.204”
Editorial LIS. Decreto No.15, Pág. 50.
13
Mendoza Orantes, Ricardo. Código de Salud. Editorial Jurídica Salvadoreña, Pág.25.
3.3 ANALISIS JURÍDICO-PENAL ENFOCADO A LA SALUD CON RELACION A
LA HUELGA DEL ISSS.
3.3.1 DELITOS DE OMISION IMPROPIA
El derecho penal
está enfocado a mantener,
el orden social para una
convivencia armoniosa, de ahí que el estado tipifique conductas como delitos que
ayudan a mantener dicho orden social, estos delitos pueden ser cometidos tanto por
un comportamiento exteriorizado del ser humano que lesione o ponga en peligro
bienes jurídicos, como también de la no exteriorización de comportamientos que el
legislador manda a realizar para la protección de bienes jurídicos específicos.
Existen varias posiciones doctrinarias en cuanto al concepto de lo que
podemos
entender como delitos
omisivos, para
nuestro
estudio
creemos
conveniente retomar el concepto que nos proporciona el penalista VELASQUEZ
VELASQUEZ14, el cual en su tenor literal dice: “Omisión es la no producción de la
finalidad potencial (posible) de un hombre, en relación a una determinada
acción. En la omisión tanto la finalidad como la causalidad, solo se ven como
posibles a diferencia de la acción”.
Esta forma de cometimiento de delitos omisivos se encuentra tipificado en
nuestro Código Penal, específicamente en el Artículo 19, en el que nos manifiesta
que los delitos podrán cometerse de forma activa u omisiva, en este punto debemos
entender según la doctrina15 que las conductas omisivas son aquellas que no se
realizan pese a tener una obligación por mandato de ley a realizar, es decir la no
realización de conductas que nos es mandado a efectuar; debemos distinguir las
clases de delitos omisivos en propios e impropios, siendo estos últimos nuestro
objeto de análisis.
14
Velásquez Velásquez, Fernando.”Derecho Penal Parte General”, Editorial TEMIS, Pág.384
Muñoz Conde, Francisco. “Omisión”, Derecho Penal Parte General, 4ª. Edición, Editorial Tirant lo
Blanch. Pág. 269.
15
Por lo tanto podemos manifestar que los delitos omisivos impropios o
comisivos por omisión son las infracciones de impedir el resultado de un delito de
comisión16, en esa misma línea para Welzel, son delitos de omisión impropia: “los
que se construyen sobre la base de tipos de acción, sin estar referidos
expresamente, y solo son atribuibles a un grupo reducido de omitentes;
aquellos en los cuales el mandato de actuar va referido a evitar un resultado
tomando en cuenta la posición de garante que sustentan determinadas
personas en relación a su profesión, a la creación del riesgo y a su vinculo
legal con los bienes jurídicos de posible afectación.”17
Es menester detenernos en este punto para hacer una distinción de los delitos
omisivos simples o propios
con los delitos omisivos impropios o comisivos por
omisión, entendiendo a los primeros como la no realización de una acción exigida por
la ley, por lo que a esta clase de delitos se les considera la contrapartida de los
delitos de mera actividad. Y en la Omisión Impropia existe un deber por parte del
“garante”, de evitar el resultado considerándoseles a estos delitos la contrapartida de
los delitos de resultado.
De ahí que en nuestro Código Penal se regule, en el Art. 20, Los Delitos de
Comisión por Omisión el que literalmente dice: “El que omite impedir un resultado,
responderá como si lo hubiera producido, si tiene el deber jurídico de obrar y
su omisión se considerará equivalente a la producción de dicho resultado.
El deber jurídico de obrar incumbe a quien tenga por ley obligaciones de
cuidado, protección o vigilancia, al que con su comportamiento precedente
creó el riesgo y al que, asumiendo la responsabilidad de que el resultado no
ocurriría, determinó con ello que el riesgo fuera afrontado”.
16
Bacigalupo Enrique. “El delito impropio de omisión en particular”, “Lineamientos de la Teoría del
delito”, 3ª. Edición, Editorial Hammurabi. Pág. 205.
17
Serrano Piedecasas, José Ramón y otros, “La Omisión”, Lecciones de Derecho Penal Parte
General, Editorial Praxis. Pág. 185.
Los delitos comisivos por omisión de acuerdo a Enrique Bacigalupo se
caracterizan: “Por que el autor tiene un deber especial cuya infracción
determina la consideración de su omisión dentro del marco penal de los delitos
de comisión. De aquí se deduce que los delitos impropios de omisión son
delitos especiales que solo pueden ser responsabilizados por estos delitos los
omitentes que estén en posición de garante, es decir que tengan una estrecha
vinculación con el bien jurídico protegido”.18
Dentro de la misma línea doctrinaria nuestro Código Penal Comentado nos
determina que el delito comisivo por omisión debe estribar necesariamente la
posición de garante y una íntima relación con el bien jurídico a proteger, el cual
manifiesta que: “El núcleo central de esta forma delictiva es la posición de
garante del autor, lo que significa que, o bien le corresponde una específica
función de protección del bien jurídico o bien el control de una
fuente de
peligro para el mismo.”19
Sentadas las premisas anteriores es necesario reflexionar si los médicos por
su profesión y por mandato de ley tienen la posición de garante, que como se ha
expresado es presupuesto necesario para poder atribuirles delitos vía comisión por
omisión.
La posición de garante de un medico es atribuible con relación
a esa
especifica protección al bien jurídico, ya que por la naturaleza misma de su profesión
la cual se enfoca en la tutela de un derecho que atañe a toda una sociedad, su
responsabilidad se incrementa puesto que deben resguardar la vida de todas las
personas.
18
Bacigalupo, Enrique. OP. Cit. Pág. 208.
Rueda, Luis; Moreno, Francisco. “Articulo 20, Comisión por Omisión”, Código Penal Comentado.
Pág. 47.
19
En cuanto a la posición de garante dada por mandato de ley a los galenos el
Código de Salud que es la norma segundaria que les rige de forma directa a los
referidos
profesionales
establece
en
el
Art. 33: “Son Obligaciones de los
profesionales técnicos, auxiliares, higienistas y asistentes, relacionados con la
salud, las siguientes:
a) Atender en la mejor forma a todos las personas que solicitaren sus
servicios profesionales, atendiéndose siempre a su condición humana,
sin distingos de nacionalidad, religión, raza, credo político ni clase
social;
b) Atender inmediatamente casos de emergencia para los que fueren
requeridos”.
Por lo antes anotado podemos colegir que los médicos obstentan la posición
de garante tanto por la profesión que realizan, como por mandato de ley, de tal
afirmación podemos entonces valorar si en algún momento podríamos atribuir a los
profesionales que participaron en las huelgas del ISSS el delito de Omisión del
Deber de Socorro, que se encuentra determinado en el Art. 175 que literalmente
expresa: “El que no socorriere a una persona que se halle desamparada y en
peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de
tercero, será sancionado con multa de cincuenta a cien días multa.
En la misma pena incurrirá quien impedido de prestar socorro, no
solicitare con urgencia auxilio ajeno.
Si la victima lo fuere por accidente ocasionado por el que omitió el
auxilio, la pena será de prisión de seis meses a un año y multa de cincuenta a
cien días multa”.
Para sustentar la afirmación anotada en el párrafo anterior es necesario
analizar a priori los elementos configuradores del tipo penal del delito de Omisión del
Deber de Socorro, así podemos establecer como primer presupuesto que el sujeto
pasivo debe estar en un desamparo o peligro inminente, pidiendo auxilio, y quien
omite darlo se encontrare en la capacidad de brindar la asistencia, sin colocarse en
un riesgo propio.
Puesto que de estribar un mínimo de riesgo para el sujeto activo de acuerdo a
un sector de la doctrina estaríamos en presencia de una
causal de justificación;
y si nos enmarcamos en las causas excluyentes de responsabilidad de nuestra
normativa segundaria diríamos que dicha conducta se sustenta dentro del numeral
quinto del Art. 27 del Código Penal el que expresa: “No es responsable
penalmente: 5) Quien actúa u omita bajo la no exigibilidad de otra conducta, es
decir, en circunstancias tales que no sea racionalmente posible exigirle una
conducta diversa a la que realizó’’.
Como segundo presupuesto el legislador prevee que cuando la persona a
quien se le solicita auxilio no se encuentre en la posibilidad de brindarlo, se le exige
la búsqueda de un tercero capaz de prestar la ayuda requerida; en este sentido
nuestro Código Penal Comentado de Luis Rueda y Francisco Moreno en la pagina
435 nos manifiesta:
“El delito se comete previa la existencia de un presupuesto; el comitente
no puede prestar auxilio por si mismo o la prestación de tal auxilio supondría la
asuncion de riesgos desproporcionados. Existiendo esta situación, la ley exige
que se demande urgentemente auxilio a otras personas, debiendo entenderse
que esta demanda de auxilio debe de ser eficaz en su ejercicio, aunque no lo
sea en su resultado, por lo que debe ser dirigida a personas capaces de prestar
tal ayuda”.
Analizados los presupuestos configuradores del tipo es pertinente determinar
si los médicos que dejaron de prestar sus servicios en las huelgas del ISSS incurren
en este delito, puesto que como lo hemos expresado en párrafos anteriores los
profesionales tienen una posición de garante, que les compromete a
brindar el
auxilio cuando lo que esté en riesgo sea la salud de cualquier persona; desde este
punto de vista podríamos atribuir el delito de omisión del deber de socorro a los
galenos que denegaron su servicio a las personas que lo necesitaban.
No podemos dejar de vincular al articulo anterior el delito de Denegación de
Asistencia Sanitaria a saber: Art. 176 El que denegare asistencia sanitaria de la
que se derivare riesgo grave para la salud de las personas, será sancionado
con multa de cien días multa e inhabilitación especial de profesión u oficio de
uno a dos años, si el autor realizare actividad médica, paramédica o sanitaria.
El articulo precedente se enfoca a los profesionales de la salud, de ello que no
podríamos atribuir de acuerdo a un sector de la doctrina, este
tipo
penal
a
cualquier persona, sino que los sujetos activos serán siempre los expertos en el
resguardo de la salud, en este mismo lineamiento de ideas, Vives Antón20 nos
comenta que: “Su estructura responde básicamente a la de un delito especial
impropio, por cuanto solo podrán ser sujetos activos los profesionales de la
sanidad. Y el contenido de injusto es el mismo: el riesgo para la salud de la
personas”.
Cabe mencionar que puede interpretarse el Art. 176 parte final bajo dos
supuestos, refiriéndose uno de ellos a que la conducta típica se configurará cuando
los profesionales están en función de sus labores y si éstos se negaren a dar la
asistencia que les es requerida serán responsables penalmente; y como segundo
presupuesto un sector doctrinario considera que este tipo penal no se atribuirá a los
galenos que se encontrasen fuera de sus horas laborales, ya que es de entenderse
que no han abandonado
sus cargos, por lo que pasan a ser como cualquier
ciudadano.
Analizados los tipos penales anteriores es menester enfocar tales preceptos a
nuestro tema objeto de estudio como lo es Los Delitos Omisivos Impropios
20
Vives Antón, T.S. y otros. “Denegación o Abandono de Asistencia Sanitaria”, Derecho Penal, Parte
Especial, Segunda Edición, Pág. 249.
enfocados a la Huelga del Instinto Salvadoreño del Seguro Social. Y específicamente
en el Hospital de Especialidades.
En el paro de labores que los médicos realizaron; en nuestra investigación
denotamos que muchos derechohabientes acudieron a dicho nosocomio a que se
les brindara la asistencia médica, obteniendo como respuesta de los referidos
profesionales la negativa de sus demandadas; esto agudizó la patología,
(enfermedad) de muchos cotizantes.
Además algunos cotizantes que se encontraban internos en dicho hospital no
obtuvieron el tratamiento que se les había prescrito, llevándoles a un estado de salud
que paulatinamente se iba deplorando, produciendo como consecuencia el deceso
de varios cotizantes (ver Anexo 2); de acuerdo a datos recabados (de una fuente
anónima) se nos informó, que el personal que el Estado designó para suplir las
plazas de los médicos que se encontraban en paro de labores, en muchos casos no
eran el personal idóneo por no contar con la experiencia y el conocimiento adecuado.
Bajo este parámetro debemos reflexionar en el rol que el Estado desempeñó
en cuanto a la eficacia o no de las medidas que implementó para hacerle frente a
esta problemática social; bajo este enfoque cabe plantearnos la interrogante
si
penalmente sería responsable el Estado de la negligencia de los efectos drásticos
producto de sus medidas contingenciales.
Desde nuestro punto de vista consideramos que sólo sería atribuible al Estado
dicha responsabilidad desde una perspectiva Constitucional, pues no debemos
olvidar que el Art. 1 de la Ley Primaria, mencionado en párrafos anteriores atribuye al
Estado la obligación de velar por la salud de todas las personas; de ahí que,
podemos interpretar que el Estado ostenta la posición de garante frente a este
derecho fundamental.
Planteado nuestro punto de vista, es conveniente detenernos a analizar si es
atribuible a los médicos
que prestaron el servicio
como a los que omitieron
brindarlo, algún tipo penal vía comisión por omisión por las consecuencias originadas
del paro de labores.
Consideramos que vía comisión por omisión previsto y sancionado en el Art.
20 del Código Penal, es posible atribuir a algunos médicos el delito de homicidio
culposo tipificado en el Art. 132 Inciso Segundo de este mismo cuerpo legal en el que
se establece: “Si la muerte culposa se produjere como consecuencia del
ejercicio de una profesión o actividad medica o paramédica, se impondrá,
además, la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de tal profesión o
actividad por un término de dos a cuatro años”.
La anterior afirmación la realizamos en base a los documentos obtenidos, en
uno de los cuales se puede comprobar que uno de los médicos que se encontraban
de turno en el Hospital de Especialidades se le solicitó atendiera a pacientes que
necesitaban de forma urgente su asistencia; la que no fue brindada por causas
irrelevantes, ya que de acuerdo a una Carta dirigida a la comisión Verificadora, de
fecha doce de agosto del 2003 (Ver Anexo 3), el médico no prestó el servicio y a
consecuencia de esa omisión se dio como resultado la muerte de un
derechohabiente, este es sólo uno de los tantos casos que se suscitaron en esta
medida contingencial.
CAPITULO IV
4.1 ESTUDIO DE DERECHO COMPARADO.4.1.1 REGULACION DE LA OMISION IMPROPIA EN EL DERECHO ESPAÑOL.
Al abordar este capitulo resulta ineludible el estudio del derecho español, por
la estrecha vinculación que nuestro ordenamiento jurídico tiene con el enfoque
doctrinario de ese continente, así podemos denotar que de acuerdo a Ignacio
Berdugo Gómez De La Torre,
siguiente
manera:
el concepto de omisión típica se formula de la
“Comportamiento
consistente
en
un
no
hacer,
normativamente desvalorado”.21
Este concepto se ve reflejado en el Código Español en el Art. 10, el que
literalmente dice: “Son delitos o faltas las acciones y omisiones dolosas o
imprudentes penadas por la ley”. En ese mismo cuerpo normativo se establece la
comisión por omisión regulado en el Art. 11, el cual nos manifiesta: “Los delitos o
faltas que consistan en la producción de un resultado solo se entenderán
cometidos por omisión cuando la no evitación del mismo, al infringir un
especial deber jurídico del autor, equivalga, según el sentido del texto de la ley,
a su acusación. A tal efecto se equiparará la omisión a la acción:
a) Cuando exista una especifica obligación legal o contractual de actuar.
b) Cuando el omitente haya creado una ocasión de riesgo para el bien
jurídicamente protegido mediante una acción u omisión precedente”.
De lo anotado en los párrafos anteriores
podemos observar que tanto El
Código Penal salvadoreño como los parámetros doctrinarios de nuestro país no
21
Gómez De La Torre, Ignacio Berdugo, y otros. “Lecciones de Derecho Penal”, Parte General, 2ª
Edición, Editorial Praxis, Pág. 178.
distan del enfoque español; Así, Miguel Alberto Trejo22 al hablar de los delitos
omisivos nos manifiesta: “Si al dejar de actuar transgrede una norma de mandato
se configurará un delito de omisión”. En esa misma corriente doctrinaria nuestro
legislador nos expresa en el Art. 19 Pn: “Los hechos punibles pueden ser
realizados por acción o por omisión”.
Es importante mencionar que en la legislación penal española no se establece
el epígrafe que claramente establezca los delitos omisivos impropios, sino que la
tipificación de los mismos se puede inferir del análisis del precepto apuntado en
párrafos anteriores; no así nuestro Código Penal en el cual el legislador ha sido
taxativo en aclarar en el epígrafe los delitos de “comisión por omisión” en el Art. 20.
Hecha la comparación anterior, es preciso comentar acerca del delito de
“omisión del deber de socorro” establecido en el Código Penal Español en al Art.
195 que específicamente dice: “1. El que no socorriere a una persona que se
halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin
riesgo propio ni de terceros, será castigado con la pena de multa de tres a doce
meses.
2. En las mismas penas incurrirá el que, impedido de prestar socorro, no
demande con urgencia auxilio ajeno.
3. Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado fortuitamente por el que
omitió el auxilio, la pena será de prisión de seis meses a un año y multa de seis
a doce meses, y si el accidente se debiere a imprudencia, la de prisión de seis
meses a dos años y multa de seis a veinticuatro meses”.
Es conveniente aclarar algunos términos del precepto anterior para saber
cuando estamos frente al delito de omisión del deber de socorro. Es así que: Nos
encontramos frente al “desamparo” cuando alguien no puede prestarse ayuda a sí
mismo; y, por “peligro manifiesto”, entenderemos la posibilidad de que se
22
Trejo Escobar, Miguel Alberto. “Introducción a la Teoría General del Delito”, Servicios Editoriales
Triple D, Pág. 243.
produzca un resultado perjudicial para la vida o la integridad corporal. Además el
peligro en el que se encuentre el sujeto debe ser grave y objetivamente actual.
Del precepto anterior podemos mencionar que para la configuración de ese
tipo penal se requiere que la persona que pida el auxilio se encuentre en desamparo
o en peligro manifiesto y grave; y quien pudiere socorrerlo no lo hiciere sin colocarse
en riesgo propio ni de terceros; de igual forma nuestro legislador al tipificar el delito
de “Omisión del Deber de Socorro” requiere para la configuración del tipo los mismos
elementos mencionados.
Sin embargo podemos establecer la diferencia que existe en cuanto a la
sanción que establece cada uno de los cuerpos normativos, puesto que el código
español estipula una pena mayor para quién incurra en este delito, atendiendo a la
adecuación de la conducta omitida en cada uno de los presupuestos que menciona
el Art. 195 del enunciado país; dichos presupuestos y diferencias los vemos
reflejados en el Art. 175 de nuestro Código Penal, que literalmente dice: “El que no
socorriere a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y
grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de terceros, será
sancionado con multa de cincuenta a cien días multa.
En la misma pena incurrirá quien impedido de prestar socorro, no
solicitare con urgencia auxilio ajeno.
Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado por el que omitió el
auxilio, la pena será de prisión de seis meses a un año y multa de cincuenta a
cien días multas”.
4.2.
REGULACION
DE
LA
OMISION
IMPROPIA
EN
EL
DERECHO
GUATEMALTECO.
La legislación guatemalteca regula los delitos omisivos en su Código Penal,
así como también los delitos omisivos impropios o comisión por omisión, tal
afirmación la hacemos basándonos en los Artículos 18 y 19 del marco legal en
referencia los que taxativamente dicen:
Cambios de Comisión.
Art. 18.- “Quien omite impedir un resultado que tiene el deber jurídico de evitar,
responderá como si lo hubiere producido”.
Tiempo de Comisión del Delito.
Art. 19.- “El delito se considera realizado en el momento en que se ha ejecutado
la acción. En los delitos de omisión en el momento en que debió realizarse la
acción omitida”.23
Estos preceptos no difieren de forma sustancial a nuestro marco legal, pues
como lo hemos anotado en párrafos anteriores nuestra normativa es clara en
establecer los delitos de comisión por omisión. Mas sin embargo, no debemos
soslayar que el Código Penal Guatemalteco no detalla claramente los presupuestos
de la forma de cometimiento de dicho delito, tal como lo enuncia nuestro legislador.
Es pertinente denotar los presupuestos que configuran los elementos del tipo
del delito de omisión de auxilio en el marco jurídico guatemalteco, no sin antes
enunciar el Artículo pertinente, a saber:
23
Zaffaroni, Eugenio Raúl; “Códigos Penales Latinoamericanos”, La Ley S. A. Editora Impresora. Pág.
359 .
Omisión de Auxilio.
Art. 156.- “Quien encontrando perdido o desamparado a un menor de diez años, a
una persona herida, inválida o amenazada de inminente peligro, omitiere prestarle el
auxilio necesario, según las circunstancias cuando pudiere hacerlo sin riesgo
personal, será sancionado con multa de veinticinco a doscientos Quetzales”.
En ese sentido podemos dilucidar de este precepto que
el primer
presupuesto se enfoca al auxilio de un menor de diez años, lo cual contrasta con la
legislación Salvadoreña, puesto que nuestro legislador no hace distingos entre las
personas que están requiriendo el auxilio, teniéndose como sujeto pasivo a cualquier
individuo.
En el mismo orden de ideas podemos establecer como segundo presupuesto
que la persona que solicite auxilio se encuentre herida, inválida o amenazada de
inminente peligro. Dentro de este presupuesto cabe reflexionar si el legislador
guatemalteco deja por fuera conductas que podrían enmarcarse en esta figura típica
por especificar que se incurrirá en una omisión de auxilio en las circunstancias
establecidas en los primeros dos elementos de este supuesto.
Sin embargo, consideramos relevante decir que el legislador guatemalteco es
prolijo al expresar que se incurrirá en este delito cuando se omita prestar ayuda a
una persona que se encuentre amenazada de inminente peligro, abarcando en este
supuesto las conductas que no puedan atribuirse bajo los parámetros de denegar el
auxilio a las personas que se encuentren heridas o inválidas.
4.3 REGULACION DE LA OMISION IMPROPIA EN EL DERECHO HONDUREÑO.
Dentro del marco jurídico penal de la República de Honduras se establece
como en la mayoría de legislaciones, la parte dogmática en la que se regula los
parámetros de aplicación del derecho penal; Sin embargo, al estudiar dicha
normativa no encontramos de forma expresa la positivizaciòn del cometimiento de
delitos vía comisión por omisión.
En igual situación nos encontramos al escudriñar el Código Penal de la
República de Honduras al no encontrar reflejadas disposiciones que establecieran
los delitos de omisión de socorro; sino solo aquellos delitos enfocados a la protección
de menores de edad y de personas que tienen algún vinculo con el sujeto activo de
estos tipos penales. Creemos importante para nuestro análisis citar los artículos
aludidos del Código Penal de la República de Honduras24, los que literalmente dicen:
Art. 484.- “El abandono de un niño menor de siete años, será castigado
con la pena de reclusión menor a su grado mínimo.
Cuando para las circunstancias del abandono se hubiera ocasionado la
muerte de un niño, o lesiones graves al mismo, será castigado el culpable con
la pena de reclusión menor en su grado máximo; si solo se hubiera puesto en
peligro su vida o hubiera sufrido lesiones menos graves, la pena será la de
reclusión menor en su grado medio.
Lo dispuesto en los dos párrafos anteriores se entenderá sin perjuicio de
castigar el hecho como corresponda, cuando constituyere otro delito mas
grave”.
Art. 485.- “El que teniendo a su cargo, crianza o educación de un menor,
lo entregará a un establecimiento público o a otra persona, sin la anuencia de
24
Zaffaroni, Eugenio Raúl. Op. Cit., Pág. 575.
la que se lo hubiere confiado, o de la autoridad, en su defecto, será castigado
con una multa de sesenta a trescientos pesos”.
De los dos Artículos precedentes podemos denotar que los presupuestos de
configuración de estos delitos se encuentran enfocados al resguardo de los menores
de edad, siendo por consiguiente estos, los sujetos pasivos de estos tipos penales;
cabe mencionar que el Código Penal de nuestro país tipifica el delito de Abandono y
Desamparo de Personas en el Art. 199 dentro del cual protege los derechos
familiares; sin embargo también regula el deber de socorro, artículos en los que,
como se ha anotado en párrafos anteriores, no se especifica terminantemente quién
será el sujeto pasivo de esa figura típica, sino que señala los supuestos en que se
debe de encontrar una persona para considerarse, razonablemente, que necesita
auxilio.
Consideramos que en igual limitante incurre el Legislador Hondureño al
establecer como delito el abandono del cónyuge, ascendiente o descendiente, tal
como lo establece en el Art. 486 de ese cuerpo normativo, el que literalmente dice:
“El que abandonare a su cónyuge, o a un ascendiente o descendiente
legitimo o natural, que se hallare gravemente enfermo o imposibilitado,
incurrirá en la pena de reclusión menor en su grado máximo, si el abandonado
sufriere lesiones graves o muriere a consecuencia del abandono”.
De acuerdo a nuestro punto de vista no podríamos atribuir responsabilidad
penal en el marco legal hondureño, por que los artículos antes citados especifican
bajo qué condiciones se convertirán las personas en sujetos activos del delito, y los
individuos que denegasen la asistencia sanitaria a otros sin estar en las
circunstancias que el legislador establece, es decir, que se trate de un menor de
edad o un cónyuge, ascendiente o descendiente, no incurrirán en tales figuras
típicas, y en los casos ocurridos en nuestro país con el cese de labores de los
médicos no se les podría atribuir esta clase de delitos.
CONCLUSIONES.
•
Es
necesario
que
exista
flexibilidad
de
parte
de
las
autoridades
gubernamentales para escuchar las demandas de los galenos, y sobre todo
cumplir con la obligación de proporcionar los medios necesarios a dichos
profesionales para el resguardo de la salud de los cotizantes del ISSS.
•
Si bien es cierto los médicos realizaron huelgas como medidas de presión en
búsqueda de la no privatización del ISSS, no estamos de acuerdo con el tipo
de medidas adoptadas por los galenos, sobre todo porque se afectó
directamente a cotizantes de esta red hospitalaria.
•
Del análisis de nuestro trabajo, concluimos que los médicos huelguistas del
ISSS cometieron el delito denominado: “Denegación de Asistencia Sanitaria”
regulado, al momento de finalizar este estudio, en el Art. 176 Pn.
•
No debemos obviar que los médicos han transgredido un bien jurídico
indispensable: La salud, por lo que es procedente aplicarles la normativa
correspondiente pues ellos no están exentos del cumplimiento del marco
jurídico.
RECOMENDACIONES.
•
El gobierno debe hacer mayor énfasis en la Política de Salud, incrementando
el presupuesto destinado en dicho ramo, para satisfacer las demandas de los
usuarios del sistema de salud.
•
Se debe mejorar la calidad de servicio de salud a los cotizantes, a quienes se
les descuenta para que se les brinde atención médica, a través de incentivos
salariales al personal que labora en dicha Institución y la obtención de
recursos adecuados para hacerle frente a las necesidades de los usuarios.
•
Tanto los Sindicatos del ISSS, como las autoridades competentes, deben
tomar como estandarte la concertación y el diálogo para la solución de los
problemas que enfrenta dicha Institución.
•
No se debe privatizar el Instituto Salvadoreño del Seguro Social... Antes
deben considerarse el agotamiento de las propuestas señaladas con
anterioridad.
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