UNIVERSIDAD FRANCISCO GAVIDIA FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES ESCUELA DE CIENCIAS JURIDICAS. EXISTENCIA O NO DE DELITOS OMISIVOS IMPROPIOS, ENFOCADOS A LA HUELGA DE LOS MEDICOS DEL INSTITUTO SALVADOREÑO DEL SEGURO SOCIAL. PERFIL DE MONOGRAFIA PARA OPTAR AL GRADO DE LICENCIATURA EN CIENCIAS JURIDICAS. ASESOR: WILBER ALEXANDER ROQUE BONILLA PRESENTADO POR: ANA ILENIA MELENDEZ DE OSORIO. EVELYN YANETT ROMERO DE GRANADOS. JACKELINE XIOMARA BAIRES ZEPEDA. SAN SALVADOR, 29 DE JUNIO DE 2004. UNIVERSIDAD FRANCISCO GAVIDIA CIENCIAS SOCIALES ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS RECTOR: INGENIERO MARIO ANTONIO RUIZ RAMÍREZ SECRETARIA GENERAL: LICENCIADA TERESA DE JESUS GONZALEZ DE MENDOZA DECANO DE LA FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES LICENCIADA ROSARIO MELGAR DE VARELA DIRECTOR DE LA ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS DOCTOR JORGE EDUARDO TENORIO ASESOR: LICENCIADO WILBER ALEXANDER ROQUE BONILLA SAN SALVADOR, JULIO DEL 2004 ÍNDICE # Págs. CAPITULO I. ............................................................................................................... 5 1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ................................................................... 5 1.2 JUSTIFICACIÓN. .................................................................................................. 5 1.3 DELIMITACIÒN:.................................................................................................... 6 1.3.1 TEMPORAL: ................................................................................................... 6 1.3.2 ESPACIAL:......................................................................................................... 6 1.4 OBJETIVOS GENERALES: .................................................................................. 7 CAPITULO II. .............................................................................................................. 8 2.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA HUELGA DEL ISSS. ............................. 8 CAPITULO III ............................................................................................................ 14 3.1 DERECHO A LA SALUD EN EL SALVADOR. .................................................... 14 3.2 ESTUDIO JURÍDICO NACIONAL. ...................................................................... 14 3.2.1 ANALISIS JURIDICO CONSTITUCIONAL DEL DERECHO A LA SALUD ..... 14 3.3 ANALISIS JURÍDICO-PENAL ENFOCADO A LA SALUD CON RELACION A LA HUELGA DEL ISSS. ................................................................................................. 19 3.3.1 DELITOS DE OMISION IMPROPIA ................................................................ 19 CAPITULO IV ............................................................................................................ 27 4.1 ESTUDIO DE DERECHO COMPARADO.- ......................................................... 27 4.1.1 REGULACION DE LA OMISION IMPROPIA EN EL DERECHO ESPAÑOL. .. 27 4.2. REGULACION DE LA OMISION IMPROPIA EN EL DERECHO GUATEMALTECO..................................................................................................... 30 4.3 REGULACION DE LA OMISION IMPROPIA EN EL DERECHO HONDUREÑO.32 CONCLUSIONES...................................................................................................... 34 RECOMENDACIONES. ............................................................................................ 35 BIBLIOGRAFIA_Toc77417153.................................................................................... 34 CAPITULO I. 1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ¿Son jurídicamente atribuibles a los médicos del Hospital de Especialidades, destacados en el área de Medicina, que participaron en la huelga del ISSS, el fallecimiento de algunos cotizantes que acudieron a dicho nosocomio a solicitar asistencia medica? 1.2 JUSTIFICACIÓN. Desde Agosto de dos mil dos a junio de dos mil tres, el país experimentó una serie de acontecimientos enfocados en un sector muy importante que provee servicios de salud a un buen número de Salvadoreños que cotizan al Instituto Salvadoreño del Seguro Social, y hacen uso de este servicio, pues muchos cotizantes se vieron vedados de este servicio por la huelga que se mantenía en ese centro asistencial, consecuencia de ese conflicto fue el clima de inseguridad que se reflejaba en los cotizantes que acudían al Hospital de Especialidades para que se les brindase asistencia médica, la cual les era negada por el paro de labores que mantenían algunos médicos de esa institución, paro que llevó a las autoridades de ese centro asistencial a implementar planes contingenciales que ayudarían a disminuir dicha situación, por lo que habilitaron algunas áreas de los hospitales públicos a nivel departamental a los cuales los cotizantes podían acudir para que se les brindase la atención médica necesaria, otra medida adoptada fue la contratación de nuevos médicos, la mayoría de ellos recién graduados y en consecuencia con poca experiencia en el campo práctico, prestación del servicio. lo que producía poca efectividad en la Este marco de efervescencia social nos crea inquietudes, que nos llevan a meditar sobre la posible existencia de vulneraciones a los derechos de los cotizantes de esa institución y la posible responsabilidad penal en la que los médicos pudiesen incurrir, además nos llama la atención el reflexionar sobre el grado de legalidad o ilegalidad de la huelga efectuada por los médicos de dicha institución. 1.3 DELIMITACIÒN: 1.3.1 TEMPORAL: La investigación cubrirá desde agosto de dos mil dos hasta el 13 de junio de dos mil tres.- 1.3.2 ESPACIAL: La investigación será desarrollada en el área Metropolitana de San Salvador, específicamente en: El Hospital de Especialidades del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, Enfocado al área de Medicina Interna. 1.3.3 TEÒRICA: Es necesario aclarar algunos conceptos estipulados en el planteamiento del problema, a saber: Hospital de Especialidades: Centro de asistencia médica destinado a brindar atención especializada a los cotizantes del seguro ISSS. Huelga: Es la suspensión colectiva del trabajo, concertada por una pluralidad de trabajadores, con el propósito de obtener un fin determinado. ISSS: Instituto Salvadoreño del Seguro Social. Nosocomio: Hospital de enfermos Cotizante: Trabajador que presta servicios remunerados para un patrono, y que esta sujeto al régimen del ISSS. 1.4 OBJETIVOS GENERALES: 1.4.1- Obtener una primera aproximación de las circunstancias que rodearon la Huelga del ISSS. 1.5 OBJETIVOS ESPECIFICOS: 1.5.1- Determinar si existe o no responsabilidad legal hacia los médicos del ISSS que participaron en la huelga, por los inconvenientes que sufrieron los cotizantes por la falta de atención médica. 1.5.2- Identificar si las autoridades del ISSS y del Ministerio de Salud han sido negligentes y no han proporcionado las prestaciones necesarias para el buen desempeño de labores de los galenos. 1.5.3- Establecer si existió o no vulneración de derechos Constitucionales de los médicos, en detrimento de los cotizantes del ISSS. 1.5.4- Determinar, como futuros profesionales del derecho, la legalidad o ilegalidad de la huelga del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, A la luz de la naturaleza del servicio que prestan los médicos y del marco normativo que regula este tipo de organización. 1.5.5- Valorar si los médicos del ISSS, agotaron otros mecanismos antes de realizar el paro de labores. 1.6 METODOLOGÍA. 1.6.1- El método que utilizaremos en nuestra investigación es el analítico y el lógico inductivo - deductivo. CAPITULO II. 2.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA HUELGA DEL ISSS. Desde la década de los noventa hasta finales del dos mil tres los médicos del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) han formulado una serie de peticiones en las que exigían entre muchas cosas mejoras salariales, mayor tecnología en el equipo médico, medicamentos y sobre todo, su manifiesta oposición a una eventual privatización de dicha red hospitalaria por parte del gobierno. También efectuaron Solicitudes que fueron discutidas en reiteradas ocasiones por autoridades y médicos mas no se lograba converger en soluciones inmediatas a los planteamientos y exigencias de los galenos, tal actitud provocó que los médicos agudizaran las medidas de presión para lograr el cumplimiento de dichas peticiones, lo que culminó en conflictos laborales que paralizó la mayoría de servicios médicos teniendo repercusión directa en la salud de los cotizantes. El veintinueve de enero de mil novecientos noventa y ocho los médicos del ISSS, iniciaron negociaciones, y posteriormente presentaron un pliego de veintidós demandas en las cuales pedían mejoras salariales y mejores condiciones de trabajo entre otras, las cuales fueron soslayadas por las autoridades del ISSS; Es por ello que se desarrolló el tres y cuatro de marzo de ese mismo año una huelga teniendo una concurrencia de médicos jamás vista en la historia de El Salvador la cual abarcó tanto hospitales como clínicas comunales a lo largo y ancho del territorio nacional. Al ver las autoridades la presión de dicho conflicto el presidente en funciones Armando Calderón Sol, advirtió a los médicos que tomaría medidas drásticas si continuaban con dicho conflictos, pudiendo llegar a hacer efectivas las órdenes de 5 captura que giró el Juzgado Segundo de Paz contra once médicos Sindicalistas por los delitos de Abandono Colectivo de Funciones en perjuicio de la Salud de los Cotizantes. En estas circunstancias los médicos y autoridades llegaron a un acuerdo el día veintiuno de mayo de ese mismo año, en el cual las autoridades dejaban sin efecto las órdenes de captura, acuerdos que fueron positivizados en el Decreto numero 320, de la Ley Transitoria para Dejar sin Efecto la Sanción o Pérdida al Derecho de Prestaciones Laborales del recién Conflicto del Gremio Médico, de fecha once de junio de mil novecientos noventa y ocho, con la que se mermó este conflicto. En mil novecientos noventa y nueve los médicos se ven forzados a iniciar una nueva huelga a raíz del incumplimiento de los acuerdos que habían pactado un año anterior, ya que las autoridades retomaron la idea de privatizar los Hospitales Roma y Amatepec, por lo cual los médicos tomaron las medidas represivas de realizar un nuevo conflicto, cerrando algunas arterias del gran San Salvador en horas de mayor tránsito vehicular provocando inconvenientes a muchos salvadoreños para llegar a su centro de trabajo. Estos hechos produjeron ciertas reacciones negativas de la ciudadanía1 hacia los medios utilizados por este gremio para lograr su cometido, circunstancias que llevaron a ambas partes a concertar en puntos de agenda, uno de los cuales el ejecutivo se comprometía a no privatizar la salud, logrando así los médicos uno de sus objetivos y por lo que los galenos se comprometieron a no seguir con 6las medidas de presión, firmando ambos un acuerdo en estos términos. 1 García, Jaime. “Cancelan 17 mil consultas medicas por Huelga del ISSS”. Diario de Hoy, 18-05-1999. En el transcurso de ese año se percibieron indicios de que las autoridades no respetarían los acuerdos pactados lo que produjo desconformidad y desconfianza en el gremio médico que los lleva a retomar las medidas de presión; firmando así nuevamente, el 10 de marzo de 2000, un nuevo acuerdo. Luego de estos acuerdos las autoridades del ISSS y el Ministerio de Salud, trazaron estrategias para persuadir a la ciudadanía de la conveniencia en la modernización en el sector salud, lanzando campañas publicitarias en desprestigio del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, por no contener éste (de acuerdo a las autoridades) los medios necesarios para brindar la calidad de servicio que los cotizantes demandan de esa Institución, persiguiendo sensibilizar a la ciudadanía que la crisis por la cual atravesaba el Seguro Social es insuperable y la responsabilidad del mal funcionamiento recaía en gran medida sobre los galenos y su sindicato, siendo la única alternativa para este conflicto la privatización. Una fuerte medida de presión se ejerció por los médicos del seguro social contra las autoridades del ISSS y el Órgano Ejecutivo el dieciocho de agosto de dos mil dos con paros de labores de doce horas realizados paulatinamente en diferentes centros hospitalarios. El día cinco de septiembre de ese mismo año intensificaron mecanismos de protesta2; los integrantes de SIMETRISSS (Sindicato de Médicos del Instituto Salvadoreño del Seguro Social) y STISSS (Sindicato de Trabajadores del Instituto Salvadoreño del Seguro Social) llamaron a todos los médicos de los Hospitales de Ontología, Especialidades, Médico Quirúrgico, Zacatecoluca, Sonsonate, Unidad Médica Atlacatl, Unidad Médica Apopa, Unidad Médica Zacamil, Unidad Médica Santa Tecla y Unidad de Medicina Física y Rehabilitación a un cese de labores de 2 Pérez, T. Maria. “Más de 2,000 Consultas perdidas”. El Diario de Hoy, viernes 6 de septiembre de 2002 página 8. seis horas obteniendo un apoyo significativo de parte de los galenos de dichos nosocomios. Al ver estos mecanismos y la respuesta positiva de este gremio las autoridades competentes el seis de septiembre enviaron a la ciudadanía un mensaje que tenía como fin fijar en la mente de la población salvadoreña que los médicos deponían sus intereses y su bienestar personal a las necesidades de los cotizantes del ISSS, es por ello que dichas autoridades se negaban a toda posibilidad de diálogos, tomando como estandarte su preocupación por los derechos de los cotizantes. Al ver esta posición, el diecinueve de septiembre dichos galenos decretan la paralización de actividades de forma progresiva e indefinida iniciando con los Hospitales de Oncológica y de Especialidades, sumándose a este cometido además de todos los médicos que laboran en ISSS en el ámbito nacional, los médicos del sector salud a nivel público y los que ejercen su profesión de una forma independiente. El veintisiete de septiembre de ese mismo año, los médicos especialistas que laboraban en el Hospital de Oncológica3, abandonaron sus actividades recibiendo apoyo solidario de todos sus colegas independientemente de los centros donde ellos laboran. Posteriormente el día treinta de septiembre los galenos entregan pieza de correspondencia en la Asamblea Legislativa, solicitando la aprobación de un Decreto que prohibiera la privatización del Sistema Nacional de Salud y del ISSS. En respuesta de esto el día siete de octubre las autoridades del ISSS, presentan una solicitud ante el Órgano Jurisdiccional para que se declarara la ilegalidad del cese de labores que mantenían los galenos, proceso bajo Referencia 3 Sánchez Margarita/J.R./Rodríguez, Pedro.¨ Reanudan citas pacientes recibirán atención el lunes¨. El Diario de Hoy.28 de Septiembre de 2002 página 2. 3-CH-02; resolviendo el Juzgado Primero de Lo Laboral el ocho de octubre de ese mismo año de forma positiva a las pretensiones de las autoridades del ISSS declarando en ese sentido la ilegalidad de la huelga4. En respuesta a dicha resolución judicial, el nueve de Octubre los profesionales en la salud que laboraban en hospitales nacionales como ROSALES, MATERNIDAD, BENJAMÍN BLOOM5, y ZACAMIL realizan una paralización de sus labores de veinticuatro horas; al ver esta consolidación de parte de este sector, el Presidente Francisco Flores, anuncia a la ciudadanía en una cadena nacional realizada el once de octubre que no privatizaría el ISSS6. No obstante lo manifestado por el Presidente Francisco Flores, los galenos realizaron el día nueve de noviembre toma de las principales arterias de San Salvador a la que se le denomino Marcha Blanca7, concurriendo en apoyo a esta movilización organismos no gubernamentales de la mayoría de sectores que incidían en las políticas gubernamentales. El día primero de abril los dirigentes sindicales de SIMETRISSS, inician una huelga de hambre en el Hospital Médico Quirúrgico con el propósito de ejercer mayor presión a las autoridades correspondientes para que se echase ha andar soluciones reales en cumplimiento de los acuerdos que ya habían sido impulsados en reiteradas ocasiones y no se habían concretado. 4 García, Jaime. Huelga Ilegal ISSS. 1º de lo Laboral hoy¨. El Diario de Hoy. Miércoles 9 de Octubre de 2002 página 2. 5 Médicos mantiene Huelga a pesar Juzgado declaro Ilegal¨, El Diario de Hoy, Jueves 10 de Octubre de 2002 página 2. 6 Huezo, Roxana/ Amaya Ivette. ¨El presidente Flores ofrece reformar a ISSS¨. El Diario de Hoy. 12 de Octubre de 2002 página 2. 7 Finaliza Tercera Marcha de Huelguistas¨. El Diario de Hoy. Domingo 10 de Noviembre de 2002 página 6. El día primero de mayo los integrantes del Sindicato del SIMETRISSS y STISSS, reciben apoyo de los trabajadores que se abocan a las calles en una manifestación de apoyo al gremio médico8. El día diez de junio, la Asamblea de SIMETRISSS acepta propuestas de negociación que conllevaron a entablar discusiones intensivas de parte de ambos sectores, entre estas propuestas podemos mencionar: a) El reinstalo del 85% de los médicos; b) El regreso a sus mismos puestos y con igual sueldo; c) El reinstalo de un buen numero de personal administrativo, salvo que tengan procesos pendientes; culminando el día trece de junio con las firmas de dichos acuerdos. 8 Turbas de Izquierda atacan empresas y Hotel. El Diario de Hoy. Viernes 2 de mayo de 2003. Página 2 y 3. CAPITULO III 3.1 DERECHO A LA SALUD EN EL SALVADOR. 3.2 ESTUDIO JURÍDICO NACIONAL. 3.2.1 ANALISIS JURIDICO CONSTITUCIONAL DEL DERECHO A LA SALUD.- A lo largo de nuestra historia se ha visto reflejado en el marco jurídico constitucional preceptos que han obligado a nuestros legisladores a orientar políticas de salud para los salvadoreños, así en la Constitución de 1950 y de 1962 vemos reflejada esta especial importancia que los constituyentes otorgan al tema de la salud, de ahí que en la exposición de motivos manifiesta: “ La salud de un pueblo constituye la condición indispensable para su progreso y todo Gobierno que propenda a tal fin, tiene que procurar mantenerse a la altura de los progresos de la ciencia para asegurar a sus gobernados el pleno goce de la salud”9. De ello podemos denotar que existían perspectivas de progreso sobre la base de la protección de un derecho tan indispensable como lo es la salud para la existencia misma de la sociedad y su desarrollo, por lo que el Estado ha tomado iniciativas de ley en beneficio de los habitantes, que aseguren de una u otra forma la salud de la población a través del Ministerio de Salud Pública Y Asistencia Social con sus Hospitales Nacionales y Clínicas Comunales dispersas a nivel Nacional y el Instituto Salvadoreño del Seguro Social. Tinette, José Albino y otros. “ Manual de Derecho Constitucional”. Tomo II, Ediciones Último Decenio. 9 Instituciones que en el devenir del tiempo y de los cambios tecnológicos se han visto en la necesidad de incrementar y actualizar su equipo médico para cubrir las demandas de los habitantes, equipo que no ha cubierto las necesidades de los usuarios que demandan servicios de salud, esto por el incremento del índice poblacional de las últimas décadas, y por el insuficiente presupuesto asignado a este ramo. Este crecimiento ha puesto en descubierto la necesidad de modificar la política gubernamental a través de un incremento en la inversión del sector salud, para poder cubrir la demanda de este derecho fundamental, el cual se ha visto transgredido en los últimos años creando inconformidad tanto de los usuarios de tal prestación como de los profesionales encargados de brindar el servicio médico a nivel público y del Instituto Salvadoreño del Seguro Social; dicha inconformidad ha creado reacciones por parte de los médicos las cuales analizaremos a la luz de nuestra Norma Primaria. En ese orden de ideas es pertinente abordar en primer lugar nuestro marco Constitucional como base fundamental10 de toda la normativa legal Salvadoreña, en ese sentido el Art. 1 de nuestra Constitución literalmente dice: “El Salvador reconoce a la persona humana desde su concepción como el origen y el fin de la actividad del estado, que está organizado para la consecución de la justicia, de la seguridad jurídica y del bien común. En consecuencia, es obligación del estado asegurar a los habitantes de la república, el goce de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social. “ De este precepto podemos denotar de la obligación que por mandato Constitucional tiene el Estado para resguardar el derecho a la salud, a través de una 10 Constitución de la República de El Salvador, Editorial LIS. 1983. coordinación eficiente y eficaz que brinde los implementos necesarios a los médicos con el objetivo de obtener resultados acordes a las demandas de sus usuarios. Es necesario especificar que el hablar de la obligación de resguardo del derecho a la salud implica para el Estado el deber de implementar políticas de salud para garantizar que estas se ejecuten. En la búsqueda de la protección y la tutela del derecho fundamental “vida” y como consecuencia de ella la salud; se establece en el Capitulo II, Sección Cuarta “SALUD PUBLICA Y ASISTENCIA SOCIAL” especificando en el Art. 65 “La salud de los habitantes de la república constituye un bien público. El Estado y las personas están obligados a velar por su conservación y restablecimiento. El Estado determinará la política nacional de salud y controlará y supervisará su aplicación”. Esta base constitucional en relación con el Art., 2 del mismo cuerpo normativo son el parámetro para la regulación de las carreras médicas, puesto que el bien jurídico vida requiere una especial protección, es por ello que los profesionales de esta área tienen una preparación integral y ética en el desarrollo del ejercicio de su profesión que les obliga a hacer el Juramento de los médicos o Juramento Hipocrático el cual literalmente dice: “Juro solemnemente, por lo que para mi sea mas sagrado ser leal al ejercicio de la medicina, justo y generoso. Viviré y practicare mi arte con Austeridad y Honestidad. Donde quiera que entre será para bien de los enfermos hasta el máximo de mis conocimientos, y me mantendré alejado de todo lo que sea error, corrupción y vicio. Ejerceré mi profesión solamente para curar a mis pacientes y no les daré medicamento alguno ni ejecutare ninguna operación para un fin criminal, aunque me lo soliciten. Vea lo que vea y oiga lo que oiga de la vida de los hombres, que no deba ser dicho, lo guardare como inviolable secreto”11. En el que ellos se comprometen a asistir a todas las personas que los necesitan sin distinción de su Credo, Inclinación Política y Posición Económica. Si bien es cierto que los profesionales de la salud tienen obligaciones que cumplir en relación a su juramento, no debemos soslayar que para cumplir tal cometido deben contar con todos los medios necesarios para tal fin, esta insuficiencia de recursos y algunos intereses personales han llevado a este sector de profesionales a consolidarse como un grupo de presión, por lo que ellos han conformado Gremios y, más aún, Sindicatos. Tomando como basamento legal el derecho Constitucional de Libre Asociación el cual se encuentra establecido en el Art. 7 el que literalmente dice: “Los habitantes de El Salvador tienen derecho a asociarse libremente y reunirse pacíficamente y sin armas para cualquier objeto lícito. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación. No podrá limitarse ni impedirse a una persona el ejercicio de cualquier actividad lícita, por el hecho de no pertenecer a una asociación. Se prohíbe la existencia de grupos armados de carácter político, religioso o gremial”. De este precepto podemos denotar que los médicos que integran los Sindicatos del STISS y SIMETRIS están amparados Constitucionalmente del derecho de Asociarse, así el Art. 47 Inciso primero parte final de la Constitución es concordante con el precepto antes citado pues manifiesta que: “El mismo derecho tendrán las Instituciones Oficiales Autónomas”. Este derecho además es ratificado por una Norma Secundaria como lo es la Ley del Seguro Social 11 Escobar Valenzuela, Gustavo. “La Moral Profesional”; Ética, Cuarta Edición, Editorial Editores S.A. de C.V., Pág. 123. específicamente en el Art. 12 el cual reconoce “El derecho de formar sindicatos dentro de esta Institución”. La disposición Constitucional anotada en el párrafo anterior, aunada al principio de Igualdad establecido en el Art. 3 del mismo cuerpo legal nos manifiesta que todas las personas son iguales ante la Ley, dichas disposiciones son el basamento para que en nuestra legislación secundaria12 se faculte a los trabajadores de las Instituciones Oficiales Autónomas sin distinción de su profesión a formar parte de Sindicato. Estas organizaciones como medio de presión han efectuado huelgas en las que no podemos perder de vista que la afectación directa de estas medidas de presión han sido a un bien público como lo es el de la salud, por ese bien jurídico que protege es que El Código de Salud vela por el resguardo de ese derecho fundamental y prohíbe taxativamente a los médicos en general el uso de la huelga como medida para la solución de sus demandas, así en el Art. 36 literalmente dice: “Los profesionales, técnicos, auxiliares, higienistas y asistentes relacionados con la salud, no podrán recurrir a la huelga o al abandono de su cargo, para reclamar u obtener soluciones de cualesquier índole”13. De este precepto legal podemos dilucidar que si bien es cierto se les permite a los médicos asociarse en sindicatos, existe normativa secundaria que limita las medidas de presión que los galenos tienen para hacer valer sus derechos. 12 Vásquez López, Luis. Libro Segundo, “Derecho Colectivo del Trabajo”, “Código de Trabajo, Art.204” Editorial LIS. Decreto No.15, Pág. 50. 13 Mendoza Orantes, Ricardo. Código de Salud. Editorial Jurídica Salvadoreña, Pág.25. 3.3 ANALISIS JURÍDICO-PENAL ENFOCADO A LA SALUD CON RELACION A LA HUELGA DEL ISSS. 3.3.1 DELITOS DE OMISION IMPROPIA El derecho penal está enfocado a mantener, el orden social para una convivencia armoniosa, de ahí que el estado tipifique conductas como delitos que ayudan a mantener dicho orden social, estos delitos pueden ser cometidos tanto por un comportamiento exteriorizado del ser humano que lesione o ponga en peligro bienes jurídicos, como también de la no exteriorización de comportamientos que el legislador manda a realizar para la protección de bienes jurídicos específicos. Existen varias posiciones doctrinarias en cuanto al concepto de lo que podemos entender como delitos omisivos, para nuestro estudio creemos conveniente retomar el concepto que nos proporciona el penalista VELASQUEZ VELASQUEZ14, el cual en su tenor literal dice: “Omisión es la no producción de la finalidad potencial (posible) de un hombre, en relación a una determinada acción. En la omisión tanto la finalidad como la causalidad, solo se ven como posibles a diferencia de la acción”. Esta forma de cometimiento de delitos omisivos se encuentra tipificado en nuestro Código Penal, específicamente en el Artículo 19, en el que nos manifiesta que los delitos podrán cometerse de forma activa u omisiva, en este punto debemos entender según la doctrina15 que las conductas omisivas son aquellas que no se realizan pese a tener una obligación por mandato de ley a realizar, es decir la no realización de conductas que nos es mandado a efectuar; debemos distinguir las clases de delitos omisivos en propios e impropios, siendo estos últimos nuestro objeto de análisis. 14 Velásquez Velásquez, Fernando.”Derecho Penal Parte General”, Editorial TEMIS, Pág.384 Muñoz Conde, Francisco. “Omisión”, Derecho Penal Parte General, 4ª. Edición, Editorial Tirant lo Blanch. Pág. 269. 15 Por lo tanto podemos manifestar que los delitos omisivos impropios o comisivos por omisión son las infracciones de impedir el resultado de un delito de comisión16, en esa misma línea para Welzel, son delitos de omisión impropia: “los que se construyen sobre la base de tipos de acción, sin estar referidos expresamente, y solo son atribuibles a un grupo reducido de omitentes; aquellos en los cuales el mandato de actuar va referido a evitar un resultado tomando en cuenta la posición de garante que sustentan determinadas personas en relación a su profesión, a la creación del riesgo y a su vinculo legal con los bienes jurídicos de posible afectación.”17 Es menester detenernos en este punto para hacer una distinción de los delitos omisivos simples o propios con los delitos omisivos impropios o comisivos por omisión, entendiendo a los primeros como la no realización de una acción exigida por la ley, por lo que a esta clase de delitos se les considera la contrapartida de los delitos de mera actividad. Y en la Omisión Impropia existe un deber por parte del “garante”, de evitar el resultado considerándoseles a estos delitos la contrapartida de los delitos de resultado. De ahí que en nuestro Código Penal se regule, en el Art. 20, Los Delitos de Comisión por Omisión el que literalmente dice: “El que omite impedir un resultado, responderá como si lo hubiera producido, si tiene el deber jurídico de obrar y su omisión se considerará equivalente a la producción de dicho resultado. El deber jurídico de obrar incumbe a quien tenga por ley obligaciones de cuidado, protección o vigilancia, al que con su comportamiento precedente creó el riesgo y al que, asumiendo la responsabilidad de que el resultado no ocurriría, determinó con ello que el riesgo fuera afrontado”. 16 Bacigalupo Enrique. “El delito impropio de omisión en particular”, “Lineamientos de la Teoría del delito”, 3ª. Edición, Editorial Hammurabi. Pág. 205. 17 Serrano Piedecasas, José Ramón y otros, “La Omisión”, Lecciones de Derecho Penal Parte General, Editorial Praxis. Pág. 185. Los delitos comisivos por omisión de acuerdo a Enrique Bacigalupo se caracterizan: “Por que el autor tiene un deber especial cuya infracción determina la consideración de su omisión dentro del marco penal de los delitos de comisión. De aquí se deduce que los delitos impropios de omisión son delitos especiales que solo pueden ser responsabilizados por estos delitos los omitentes que estén en posición de garante, es decir que tengan una estrecha vinculación con el bien jurídico protegido”.18 Dentro de la misma línea doctrinaria nuestro Código Penal Comentado nos determina que el delito comisivo por omisión debe estribar necesariamente la posición de garante y una íntima relación con el bien jurídico a proteger, el cual manifiesta que: “El núcleo central de esta forma delictiva es la posición de garante del autor, lo que significa que, o bien le corresponde una específica función de protección del bien jurídico o bien el control de una fuente de peligro para el mismo.”19 Sentadas las premisas anteriores es necesario reflexionar si los médicos por su profesión y por mandato de ley tienen la posición de garante, que como se ha expresado es presupuesto necesario para poder atribuirles delitos vía comisión por omisión. La posición de garante de un medico es atribuible con relación a esa especifica protección al bien jurídico, ya que por la naturaleza misma de su profesión la cual se enfoca en la tutela de un derecho que atañe a toda una sociedad, su responsabilidad se incrementa puesto que deben resguardar la vida de todas las personas. 18 Bacigalupo, Enrique. OP. Cit. Pág. 208. Rueda, Luis; Moreno, Francisco. “Articulo 20, Comisión por Omisión”, Código Penal Comentado. Pág. 47. 19 En cuanto a la posición de garante dada por mandato de ley a los galenos el Código de Salud que es la norma segundaria que les rige de forma directa a los referidos profesionales establece en el Art. 33: “Son Obligaciones de los profesionales técnicos, auxiliares, higienistas y asistentes, relacionados con la salud, las siguientes: a) Atender en la mejor forma a todos las personas que solicitaren sus servicios profesionales, atendiéndose siempre a su condición humana, sin distingos de nacionalidad, religión, raza, credo político ni clase social; b) Atender inmediatamente casos de emergencia para los que fueren requeridos”. Por lo antes anotado podemos colegir que los médicos obstentan la posición de garante tanto por la profesión que realizan, como por mandato de ley, de tal afirmación podemos entonces valorar si en algún momento podríamos atribuir a los profesionales que participaron en las huelgas del ISSS el delito de Omisión del Deber de Socorro, que se encuentra determinado en el Art. 175 que literalmente expresa: “El que no socorriere a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de tercero, será sancionado con multa de cincuenta a cien días multa. En la misma pena incurrirá quien impedido de prestar socorro, no solicitare con urgencia auxilio ajeno. Si la victima lo fuere por accidente ocasionado por el que omitió el auxilio, la pena será de prisión de seis meses a un año y multa de cincuenta a cien días multa”. Para sustentar la afirmación anotada en el párrafo anterior es necesario analizar a priori los elementos configuradores del tipo penal del delito de Omisión del Deber de Socorro, así podemos establecer como primer presupuesto que el sujeto pasivo debe estar en un desamparo o peligro inminente, pidiendo auxilio, y quien omite darlo se encontrare en la capacidad de brindar la asistencia, sin colocarse en un riesgo propio. Puesto que de estribar un mínimo de riesgo para el sujeto activo de acuerdo a un sector de la doctrina estaríamos en presencia de una causal de justificación; y si nos enmarcamos en las causas excluyentes de responsabilidad de nuestra normativa segundaria diríamos que dicha conducta se sustenta dentro del numeral quinto del Art. 27 del Código Penal el que expresa: “No es responsable penalmente: 5) Quien actúa u omita bajo la no exigibilidad de otra conducta, es decir, en circunstancias tales que no sea racionalmente posible exigirle una conducta diversa a la que realizó’’. Como segundo presupuesto el legislador prevee que cuando la persona a quien se le solicita auxilio no se encuentre en la posibilidad de brindarlo, se le exige la búsqueda de un tercero capaz de prestar la ayuda requerida; en este sentido nuestro Código Penal Comentado de Luis Rueda y Francisco Moreno en la pagina 435 nos manifiesta: “El delito se comete previa la existencia de un presupuesto; el comitente no puede prestar auxilio por si mismo o la prestación de tal auxilio supondría la asuncion de riesgos desproporcionados. Existiendo esta situación, la ley exige que se demande urgentemente auxilio a otras personas, debiendo entenderse que esta demanda de auxilio debe de ser eficaz en su ejercicio, aunque no lo sea en su resultado, por lo que debe ser dirigida a personas capaces de prestar tal ayuda”. Analizados los presupuestos configuradores del tipo es pertinente determinar si los médicos que dejaron de prestar sus servicios en las huelgas del ISSS incurren en este delito, puesto que como lo hemos expresado en párrafos anteriores los profesionales tienen una posición de garante, que les compromete a brindar el auxilio cuando lo que esté en riesgo sea la salud de cualquier persona; desde este punto de vista podríamos atribuir el delito de omisión del deber de socorro a los galenos que denegaron su servicio a las personas que lo necesitaban. No podemos dejar de vincular al articulo anterior el delito de Denegación de Asistencia Sanitaria a saber: Art. 176 El que denegare asistencia sanitaria de la que se derivare riesgo grave para la salud de las personas, será sancionado con multa de cien días multa e inhabilitación especial de profesión u oficio de uno a dos años, si el autor realizare actividad médica, paramédica o sanitaria. El articulo precedente se enfoca a los profesionales de la salud, de ello que no podríamos atribuir de acuerdo a un sector de la doctrina, este tipo penal a cualquier persona, sino que los sujetos activos serán siempre los expertos en el resguardo de la salud, en este mismo lineamiento de ideas, Vives Antón20 nos comenta que: “Su estructura responde básicamente a la de un delito especial impropio, por cuanto solo podrán ser sujetos activos los profesionales de la sanidad. Y el contenido de injusto es el mismo: el riesgo para la salud de la personas”. Cabe mencionar que puede interpretarse el Art. 176 parte final bajo dos supuestos, refiriéndose uno de ellos a que la conducta típica se configurará cuando los profesionales están en función de sus labores y si éstos se negaren a dar la asistencia que les es requerida serán responsables penalmente; y como segundo presupuesto un sector doctrinario considera que este tipo penal no se atribuirá a los galenos que se encontrasen fuera de sus horas laborales, ya que es de entenderse que no han abandonado sus cargos, por lo que pasan a ser como cualquier ciudadano. Analizados los tipos penales anteriores es menester enfocar tales preceptos a nuestro tema objeto de estudio como lo es Los Delitos Omisivos Impropios 20 Vives Antón, T.S. y otros. “Denegación o Abandono de Asistencia Sanitaria”, Derecho Penal, Parte Especial, Segunda Edición, Pág. 249. enfocados a la Huelga del Instinto Salvadoreño del Seguro Social. Y específicamente en el Hospital de Especialidades. En el paro de labores que los médicos realizaron; en nuestra investigación denotamos que muchos derechohabientes acudieron a dicho nosocomio a que se les brindara la asistencia médica, obteniendo como respuesta de los referidos profesionales la negativa de sus demandadas; esto agudizó la patología, (enfermedad) de muchos cotizantes. Además algunos cotizantes que se encontraban internos en dicho hospital no obtuvieron el tratamiento que se les había prescrito, llevándoles a un estado de salud que paulatinamente se iba deplorando, produciendo como consecuencia el deceso de varios cotizantes (ver Anexo 2); de acuerdo a datos recabados (de una fuente anónima) se nos informó, que el personal que el Estado designó para suplir las plazas de los médicos que se encontraban en paro de labores, en muchos casos no eran el personal idóneo por no contar con la experiencia y el conocimiento adecuado. Bajo este parámetro debemos reflexionar en el rol que el Estado desempeñó en cuanto a la eficacia o no de las medidas que implementó para hacerle frente a esta problemática social; bajo este enfoque cabe plantearnos la interrogante si penalmente sería responsable el Estado de la negligencia de los efectos drásticos producto de sus medidas contingenciales. Desde nuestro punto de vista consideramos que sólo sería atribuible al Estado dicha responsabilidad desde una perspectiva Constitucional, pues no debemos olvidar que el Art. 1 de la Ley Primaria, mencionado en párrafos anteriores atribuye al Estado la obligación de velar por la salud de todas las personas; de ahí que, podemos interpretar que el Estado ostenta la posición de garante frente a este derecho fundamental. Planteado nuestro punto de vista, es conveniente detenernos a analizar si es atribuible a los médicos que prestaron el servicio como a los que omitieron brindarlo, algún tipo penal vía comisión por omisión por las consecuencias originadas del paro de labores. Consideramos que vía comisión por omisión previsto y sancionado en el Art. 20 del Código Penal, es posible atribuir a algunos médicos el delito de homicidio culposo tipificado en el Art. 132 Inciso Segundo de este mismo cuerpo legal en el que se establece: “Si la muerte culposa se produjere como consecuencia del ejercicio de una profesión o actividad medica o paramédica, se impondrá, además, la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de tal profesión o actividad por un término de dos a cuatro años”. La anterior afirmación la realizamos en base a los documentos obtenidos, en uno de los cuales se puede comprobar que uno de los médicos que se encontraban de turno en el Hospital de Especialidades se le solicitó atendiera a pacientes que necesitaban de forma urgente su asistencia; la que no fue brindada por causas irrelevantes, ya que de acuerdo a una Carta dirigida a la comisión Verificadora, de fecha doce de agosto del 2003 (Ver Anexo 3), el médico no prestó el servicio y a consecuencia de esa omisión se dio como resultado la muerte de un derechohabiente, este es sólo uno de los tantos casos que se suscitaron en esta medida contingencial. CAPITULO IV 4.1 ESTUDIO DE DERECHO COMPARADO.4.1.1 REGULACION DE LA OMISION IMPROPIA EN EL DERECHO ESPAÑOL. Al abordar este capitulo resulta ineludible el estudio del derecho español, por la estrecha vinculación que nuestro ordenamiento jurídico tiene con el enfoque doctrinario de ese continente, así podemos denotar que de acuerdo a Ignacio Berdugo Gómez De La Torre, siguiente manera: el concepto de omisión típica se formula de la “Comportamiento consistente en un no hacer, normativamente desvalorado”.21 Este concepto se ve reflejado en el Código Español en el Art. 10, el que literalmente dice: “Son delitos o faltas las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la ley”. En ese mismo cuerpo normativo se establece la comisión por omisión regulado en el Art. 11, el cual nos manifiesta: “Los delitos o faltas que consistan en la producción de un resultado solo se entenderán cometidos por omisión cuando la no evitación del mismo, al infringir un especial deber jurídico del autor, equivalga, según el sentido del texto de la ley, a su acusación. A tal efecto se equiparará la omisión a la acción: a) Cuando exista una especifica obligación legal o contractual de actuar. b) Cuando el omitente haya creado una ocasión de riesgo para el bien jurídicamente protegido mediante una acción u omisión precedente”. De lo anotado en los párrafos anteriores podemos observar que tanto El Código Penal salvadoreño como los parámetros doctrinarios de nuestro país no 21 Gómez De La Torre, Ignacio Berdugo, y otros. “Lecciones de Derecho Penal”, Parte General, 2ª Edición, Editorial Praxis, Pág. 178. distan del enfoque español; Así, Miguel Alberto Trejo22 al hablar de los delitos omisivos nos manifiesta: “Si al dejar de actuar transgrede una norma de mandato se configurará un delito de omisión”. En esa misma corriente doctrinaria nuestro legislador nos expresa en el Art. 19 Pn: “Los hechos punibles pueden ser realizados por acción o por omisión”. Es importante mencionar que en la legislación penal española no se establece el epígrafe que claramente establezca los delitos omisivos impropios, sino que la tipificación de los mismos se puede inferir del análisis del precepto apuntado en párrafos anteriores; no así nuestro Código Penal en el cual el legislador ha sido taxativo en aclarar en el epígrafe los delitos de “comisión por omisión” en el Art. 20. Hecha la comparación anterior, es preciso comentar acerca del delito de “omisión del deber de socorro” establecido en el Código Penal Español en al Art. 195 que específicamente dice: “1. El que no socorriere a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de terceros, será castigado con la pena de multa de tres a doce meses. 2. En las mismas penas incurrirá el que, impedido de prestar socorro, no demande con urgencia auxilio ajeno. 3. Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado fortuitamente por el que omitió el auxilio, la pena será de prisión de seis meses a un año y multa de seis a doce meses, y si el accidente se debiere a imprudencia, la de prisión de seis meses a dos años y multa de seis a veinticuatro meses”. Es conveniente aclarar algunos términos del precepto anterior para saber cuando estamos frente al delito de omisión del deber de socorro. Es así que: Nos encontramos frente al “desamparo” cuando alguien no puede prestarse ayuda a sí mismo; y, por “peligro manifiesto”, entenderemos la posibilidad de que se 22 Trejo Escobar, Miguel Alberto. “Introducción a la Teoría General del Delito”, Servicios Editoriales Triple D, Pág. 243. produzca un resultado perjudicial para la vida o la integridad corporal. Además el peligro en el que se encuentre el sujeto debe ser grave y objetivamente actual. Del precepto anterior podemos mencionar que para la configuración de ese tipo penal se requiere que la persona que pida el auxilio se encuentre en desamparo o en peligro manifiesto y grave; y quien pudiere socorrerlo no lo hiciere sin colocarse en riesgo propio ni de terceros; de igual forma nuestro legislador al tipificar el delito de “Omisión del Deber de Socorro” requiere para la configuración del tipo los mismos elementos mencionados. Sin embargo podemos establecer la diferencia que existe en cuanto a la sanción que establece cada uno de los cuerpos normativos, puesto que el código español estipula una pena mayor para quién incurra en este delito, atendiendo a la adecuación de la conducta omitida en cada uno de los presupuestos que menciona el Art. 195 del enunciado país; dichos presupuestos y diferencias los vemos reflejados en el Art. 175 de nuestro Código Penal, que literalmente dice: “El que no socorriere a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de terceros, será sancionado con multa de cincuenta a cien días multa. En la misma pena incurrirá quien impedido de prestar socorro, no solicitare con urgencia auxilio ajeno. Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado por el que omitió el auxilio, la pena será de prisión de seis meses a un año y multa de cincuenta a cien días multas”. 4.2. REGULACION DE LA OMISION IMPROPIA EN EL DERECHO GUATEMALTECO. La legislación guatemalteca regula los delitos omisivos en su Código Penal, así como también los delitos omisivos impropios o comisión por omisión, tal afirmación la hacemos basándonos en los Artículos 18 y 19 del marco legal en referencia los que taxativamente dicen: Cambios de Comisión. Art. 18.- “Quien omite impedir un resultado que tiene el deber jurídico de evitar, responderá como si lo hubiere producido”. Tiempo de Comisión del Delito. Art. 19.- “El delito se considera realizado en el momento en que se ha ejecutado la acción. En los delitos de omisión en el momento en que debió realizarse la acción omitida”.23 Estos preceptos no difieren de forma sustancial a nuestro marco legal, pues como lo hemos anotado en párrafos anteriores nuestra normativa es clara en establecer los delitos de comisión por omisión. Mas sin embargo, no debemos soslayar que el Código Penal Guatemalteco no detalla claramente los presupuestos de la forma de cometimiento de dicho delito, tal como lo enuncia nuestro legislador. Es pertinente denotar los presupuestos que configuran los elementos del tipo del delito de omisión de auxilio en el marco jurídico guatemalteco, no sin antes enunciar el Artículo pertinente, a saber: 23 Zaffaroni, Eugenio Raúl; “Códigos Penales Latinoamericanos”, La Ley S. A. Editora Impresora. Pág. 359 . Omisión de Auxilio. Art. 156.- “Quien encontrando perdido o desamparado a un menor de diez años, a una persona herida, inválida o amenazada de inminente peligro, omitiere prestarle el auxilio necesario, según las circunstancias cuando pudiere hacerlo sin riesgo personal, será sancionado con multa de veinticinco a doscientos Quetzales”. En ese sentido podemos dilucidar de este precepto que el primer presupuesto se enfoca al auxilio de un menor de diez años, lo cual contrasta con la legislación Salvadoreña, puesto que nuestro legislador no hace distingos entre las personas que están requiriendo el auxilio, teniéndose como sujeto pasivo a cualquier individuo. En el mismo orden de ideas podemos establecer como segundo presupuesto que la persona que solicite auxilio se encuentre herida, inválida o amenazada de inminente peligro. Dentro de este presupuesto cabe reflexionar si el legislador guatemalteco deja por fuera conductas que podrían enmarcarse en esta figura típica por especificar que se incurrirá en una omisión de auxilio en las circunstancias establecidas en los primeros dos elementos de este supuesto. Sin embargo, consideramos relevante decir que el legislador guatemalteco es prolijo al expresar que se incurrirá en este delito cuando se omita prestar ayuda a una persona que se encuentre amenazada de inminente peligro, abarcando en este supuesto las conductas que no puedan atribuirse bajo los parámetros de denegar el auxilio a las personas que se encuentren heridas o inválidas. 4.3 REGULACION DE LA OMISION IMPROPIA EN EL DERECHO HONDUREÑO. Dentro del marco jurídico penal de la República de Honduras se establece como en la mayoría de legislaciones, la parte dogmática en la que se regula los parámetros de aplicación del derecho penal; Sin embargo, al estudiar dicha normativa no encontramos de forma expresa la positivizaciòn del cometimiento de delitos vía comisión por omisión. En igual situación nos encontramos al escudriñar el Código Penal de la República de Honduras al no encontrar reflejadas disposiciones que establecieran los delitos de omisión de socorro; sino solo aquellos delitos enfocados a la protección de menores de edad y de personas que tienen algún vinculo con el sujeto activo de estos tipos penales. Creemos importante para nuestro análisis citar los artículos aludidos del Código Penal de la República de Honduras24, los que literalmente dicen: Art. 484.- “El abandono de un niño menor de siete años, será castigado con la pena de reclusión menor a su grado mínimo. Cuando para las circunstancias del abandono se hubiera ocasionado la muerte de un niño, o lesiones graves al mismo, será castigado el culpable con la pena de reclusión menor en su grado máximo; si solo se hubiera puesto en peligro su vida o hubiera sufrido lesiones menos graves, la pena será la de reclusión menor en su grado medio. Lo dispuesto en los dos párrafos anteriores se entenderá sin perjuicio de castigar el hecho como corresponda, cuando constituyere otro delito mas grave”. Art. 485.- “El que teniendo a su cargo, crianza o educación de un menor, lo entregará a un establecimiento público o a otra persona, sin la anuencia de 24 Zaffaroni, Eugenio Raúl. Op. Cit., Pág. 575. la que se lo hubiere confiado, o de la autoridad, en su defecto, será castigado con una multa de sesenta a trescientos pesos”. De los dos Artículos precedentes podemos denotar que los presupuestos de configuración de estos delitos se encuentran enfocados al resguardo de los menores de edad, siendo por consiguiente estos, los sujetos pasivos de estos tipos penales; cabe mencionar que el Código Penal de nuestro país tipifica el delito de Abandono y Desamparo de Personas en el Art. 199 dentro del cual protege los derechos familiares; sin embargo también regula el deber de socorro, artículos en los que, como se ha anotado en párrafos anteriores, no se especifica terminantemente quién será el sujeto pasivo de esa figura típica, sino que señala los supuestos en que se debe de encontrar una persona para considerarse, razonablemente, que necesita auxilio. Consideramos que en igual limitante incurre el Legislador Hondureño al establecer como delito el abandono del cónyuge, ascendiente o descendiente, tal como lo establece en el Art. 486 de ese cuerpo normativo, el que literalmente dice: “El que abandonare a su cónyuge, o a un ascendiente o descendiente legitimo o natural, que se hallare gravemente enfermo o imposibilitado, incurrirá en la pena de reclusión menor en su grado máximo, si el abandonado sufriere lesiones graves o muriere a consecuencia del abandono”. De acuerdo a nuestro punto de vista no podríamos atribuir responsabilidad penal en el marco legal hondureño, por que los artículos antes citados especifican bajo qué condiciones se convertirán las personas en sujetos activos del delito, y los individuos que denegasen la asistencia sanitaria a otros sin estar en las circunstancias que el legislador establece, es decir, que se trate de un menor de edad o un cónyuge, ascendiente o descendiente, no incurrirán en tales figuras típicas, y en los casos ocurridos en nuestro país con el cese de labores de los médicos no se les podría atribuir esta clase de delitos. CONCLUSIONES. • Es necesario que exista flexibilidad de parte de las autoridades gubernamentales para escuchar las demandas de los galenos, y sobre todo cumplir con la obligación de proporcionar los medios necesarios a dichos profesionales para el resguardo de la salud de los cotizantes del ISSS. • Si bien es cierto los médicos realizaron huelgas como medidas de presión en búsqueda de la no privatización del ISSS, no estamos de acuerdo con el tipo de medidas adoptadas por los galenos, sobre todo porque se afectó directamente a cotizantes de esta red hospitalaria. • Del análisis de nuestro trabajo, concluimos que los médicos huelguistas del ISSS cometieron el delito denominado: “Denegación de Asistencia Sanitaria” regulado, al momento de finalizar este estudio, en el Art. 176 Pn. • No debemos obviar que los médicos han transgredido un bien jurídico indispensable: La salud, por lo que es procedente aplicarles la normativa correspondiente pues ellos no están exentos del cumplimiento del marco jurídico. RECOMENDACIONES. • El gobierno debe hacer mayor énfasis en la Política de Salud, incrementando el presupuesto destinado en dicho ramo, para satisfacer las demandas de los usuarios del sistema de salud. • Se debe mejorar la calidad de servicio de salud a los cotizantes, a quienes se les descuenta para que se les brinde atención médica, a través de incentivos salariales al personal que labora en dicha Institución y la obtención de recursos adecuados para hacerle frente a las necesidades de los usuarios. • Tanto los Sindicatos del ISSS, como las autoridades competentes, deben tomar como estandarte la concertación y el diálogo para la solución de los problemas que enfrenta dicha Institución. • No se debe privatizar el Instituto Salvadoreño del Seguro Social... Antes deben considerarse el agotamiento de las propuestas señaladas con anterioridad. 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