ESAS CRIADITAS, —:¥o le juro a usted, señora» que no estaba

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utiérrcí
ESAS
CRIADITAS,
POR
GALINDO
—:¥o le juro a usted, señora» que no estaba andando en ningún cajón-
MÁ CÁ QUE
¥E
Gran revista infantil
en
HUECOGRA BAÜO
Sueva
publicación
de
EDITORIAL
ESTAMPA
JO CÉNTIMOS 1 0
Todos los niños
del mundo leerán
MACAQUETE
MADRID,
AÑO
IV.
20 DE
—
DICIEMBRE
DE
1930
NUMERO
184
Gutierre
—¿Usted cree sinceramente que don Octavio es un sexagenario?
—¡Hombre! Yo creo que es un "sexagerao".
4
GUTIÉRREZ
¡felices
p a s c u a s !
anécdotas y curiosidades de otros
tiempos
Perdón, lector querido. Estamos en
época de Pascuas, que empiezo por felicitarte. Todo es alegría y bullicio. La
Humanidad aleja los pensamientos tristes y no se preocupa más que del turrón y de tal o cual pavo de los que
en el mundo han sido. No es delito,
pues, que yo, como todos, abandone en
estos días mi proverbial seriedad de escritor concienzudo y me permita cierto
chirigoteo, en consonancia con el tiem-
po que corre. Durante una semana escribiré cosas superf lúas, para volver luego a mis horrendos trabajos científicos,
que tantos éxitos me están proporcionando como tostador de cacahuetes.
Y ya conseguido vuestro perdón allá
van unas cuantas anécdotas y curiosidades absolutamente verídicas, que celebraré os deleiten como florecillas de
Navidad.
Sabido por todos es que el rey Camilo IV de Numidia fue un rey bastante bruto, el pobre. Sus subditos decían que más que un rey era un caballo, porque daba unas contestaciones que
eran verdaderas coces; sin embargo,
fue ingenioso en ocasiones y mordaz
como el que maz.
' Hallándose cierto día en los jardines
de su palacio, sin distintivo alguno que
le descubriera como tal rey y acompañado de un servidor anciano y algo
idiota, acércesele un individuo mal encarado y trajirroto a preguntarle a qué
hora se podía coger desprevenido a su
majestad para darle una puñaladita en
el costado derecho, que se le acababa
de antojar .
Camilo IV, con aquella sonrisa tan
característica de comedia, apercibióse
en seguida de las intenciones fieras del
astroso visitante; más sin perder su
sangre fría quiso darle una buena lección.
—-¿Conoces al rey?—preguntó al osado individuo.
—Np. Jamás le vi.
—¿Y estás decidido a matarle?
—Completamente—aseguró el malvado.
—Pues bien—dijo el monarca, riendo
a carcajadas—, el rey es este anciano
que me acompaña. Puedes satisfacer tu
capricho, que yo te ayudo.
Y con sus regias manos sujetó por
los brazos al viejo hasta que el asesino hubo acabado su tarea, salvando,
gracias a tan regocijante estratagema,
su vida de las asechanzas de sus enemigos.
Fue mucho Camilo, Camilo IV.
* * *
EL. -Soy enemigo acérrimo del baile.
ELLA.—Y entonces, ¿para qué baila?
EL.—Para desacreditarlo.
Buchoski, el gran pensador búlgaro,
estaba una noche en una hermosa fiesta de sociedad rodeado de las más apetitosas y elegantes damas de la corte.
Acosábanle a preguntas estas encantadoras damiselas, ansiosas de escuchar
alguna de sus ingeniosas contestaciones,
que tanta fama habíanle ya conquistado. Entre todas las señoras, destacaba
por su insistencia en preguntar la marquesa de Chor, linajuda dama de rancio abolengo.
—Decid, maestro—demandó la marquesa—, si el alma es ingrávida, ¿por
qué la transmigración es ardua?
GUTIÉRREZ
•—jN« tenga miedo, hombre, que donde pongo 70 el ojo pongo la bala!
—Pues precisamente por eso es mi miedo.
—Señora—replicó el sabio, admirando la espléndida hermosura de su interloeutora—, ¡estáis jamón!
Y apenas pronunciada tan ingeniosa
frase, el marido de la marquesa, que
se hallaba presente, obsequió a Buchoski con una bofetada disforme, que íué
muy celebrada en todo el salón.
—Yo seré el torero más grande que
vieron los siglos, y todos ustedes vendrán a mi de rodillas solicitando la limosna de mi amistad.
Dicho ésto salió contoneándose del
café, ante el asombro de los circunstantes.
El muchacho esmirriado se llamaba
Una noche de agosto, cuando más
animada se hallaba la célebre tertulia
taurina del desaparecido café Inglés,
se presentó en ella un muchachuelo demacrado, escuálido, escuchimizado; una
verdadera birria de hombre, en fin.
Pidió hablar con el entonces empresario de la Plaza de Toros de Madrid, y
atendido de mala gana por éste solicitó que le dieran una corrida de las
próximas, prometiendo hacer verdaderas locuras con los toros, por ser, según decía, un revolucionario del toreo.
Como viera pintada en el rostro de
los presentes la incertidumbre más acentuada, estiró cuanto pudo su esmirriada
figurilla, y con extraño fuego en la mirada y voz grave aseguró:
Niños: se ha puesto
a la venta el almanaque
¡compradlo!
Teódulo Santunfla, y nadie jamás ha
oído hablar de él. Esto ocurrió en 1854.
* • •
La primera vez que mamá .Eva celebró el día de su santo en el Paraíso
organizó una cuchipanda tremenda, en
la que los invitados se hincharon de
dulces, de exquisitos vinos, amén de
voluptuosos bailoteos.
Mamá Eva hizo los honores de la cueva con una gracia y una educación que
todo el mundo estaba maravillado.
Con su suntuosa toilette, marca Parra, se lució tanto y dijo tantas cosas
graciosas, que el elefante no pudo por
menos de exclamar maravillado:
—¡Qué mujer tan simpática! Es increíble que sea de esta tierra. Parece
sevillana...
Pues no hay nada de eso—-contestó
un mono, que había sido cobrador ilcl
tranvía—. No es sevillana; es, sencillamente, que tiene hoja.
El redactor
ÁNGEL
Felicita a usted las Pascuas.
GUTIÉRREZ
Hojas del calendario
D O M I N G O "' k° S s e " o r e s
_—-i
LUNES
MARTES
¡
que
"evadan veinticinco años diciendo que
se iba a armar la gorda guiñan un ojo y dicen con aire
de superioridad: "¿No se lo venía advirtiendo a usted?
¡ Cuando yo hablo es porque estoy seguro de lo que digo!"
Censura para la Prensa. Dicen que el roce engendra el
cariño. Estas dos fuerzas acabarán por adorarse si el adagio es cierto.
|
Estado de guerra. Guardia civil. Aeroplanos, ametralladoras, notas oficiosas. Proclamas, muchas proclamas. Todo
el mundo ha sentido la ineludible necesidad de lanzar su
particular proclama dirigida a los soldados para que las |
leyéramos los paisanos.
Alguna, si no fuera muy triste, sería muy graciosa.
i
Ánimos soliviantados. Caballero que oye de lejos el estallido de un neumático, caballero que llega al café relatando un cruento combate. Los hay tan generosos que
cuentan dos combates de propina.
¿Qué pasará en Marte? Es una lástima no tener comunicación directa con dicho planeta.
Adoptamos la heroica resolución de jugarnos un durito
a la lotería. Nos dan el número 33.214. Como toque el gordo nos va a dar mucha rabia.
Sí, porque estamos seguros de que la participación . resultará falsa.
La vecinota del once nos sonríe
MIÉRCOLES vahídos.
Es guapísima. Ya lo creo.
en la calle. Nos dan
Se da un aire- a Bergamín, sólo que en rubio. Nuestra natural cortedad nos ha
impedido manifestar nuestro entusiasmo como era debido.
En lugar de guapa, hemos dicho guá. Después hemos prometido-serle tan fiel como un perro.
Se- ha. reído•;• pero poco.
No conocemos ningún farolero que se llame Rióscoro.
JUEVES
hace
unos
di a s
en la tertulia que tenemos en la puerta
del casino, donde plácidamente y entre
sorbo y sorbo de frigorífica naranjada,
arreglamos los problemas más transcendentales, después de repetir los mismos
temas de todos los días: de política, de
finanzas, de las grandes cuestiones internacionales, surgió otro nuevo y sugestivo : cuestión de idiomas. Alguien afirmó que la lengua española es el idioma
por excelencia, y corroboró su afirmación :
—Y si no, fijaros que la pronuncia-»
ción es sencillísima; tal como se escribe. No pasa como con el francés, por
ejemplo, que sq escriben las palabras de
una manera y suenan de otra...
•—¡Hombre...—se le replicó—, eso lo
tienes también en España!...
—A ver, ponme un ejemplo.
—La palabra "saxofón", que se escribe con x y...
1
—¿Cómo suena?
—4Que cómo suena? Mirat así: "Tororó, tororó, tororó, totó...
José CIGES PÉREZ
! Nos convidan a unas judías con rabo de cerdo. No cabe
'duda de "que la cocina española guarda muchos encantos.
"También nos convidan a que empecemos a dar agiiináldos.
Enviaremos nuestra^adjjej»igij.¿. p.e^Q ¿ía^jxjdemps^,ac.epta£.
el ofrecimiento porque se resentirían nuestras creencias.
¿Por qué duelen tanto los golpes en las espinillas?
VIERNES
No vemos la necesidad de que en los tranvías prohiban
hablar con el conductor. Jamás hemos^sfiritido el deseo de
decirles nada a los hombres de la manivela.
Tampoco nos explicamos por que .-a estás horas no sernos Académicos de la Lengua.
Hay muchas explicaciones que no se encuentran porque
no conviene buscarlas.
•, .. • * ,. »
SÁBADO
Perlita Greco sigue sin hacernps; caso.;:.¡Perlitá, "es usted una alhaja! Nos vamos a tener que suicidar un día de
estos ante sus desdenes....
Un poco cursi nos resulta eso de morir de amor; pero
¿qué otro remedio nos queda, a nuestra temprana edad?
Porque no es cosa de hacernos. garCia^rfetistás,
Así es que hasta el sábado próximo, queridos amigos.
LA COGIDA DEL PICADOR, por
Meneládo.
EL PICADOR.—Dise er médico
que no se me ha estropeao más que;
la "canícula".
EL OTRO.—Po oye; pa mí que ha
sío to er verano y er viaje a Lima.
GUTIÉRREZ
GUTIÉRREZ
en
estas
fiestas
alegres
cómo se hacen las cosas buenas
Ya están aquí las Pascuas. Desde hace
algún tiempo venían amenazando con
presentarse aquí de un momento a otro.
Por fin han llegado. Podemos afirmar
con orgullo que, aun cuando no han
empezado a actuar, ya están entre nosotros las Pascuas, y que vienen más
contentas que unas Pascuas. Traen todas ellas unas caras de Pascuas que
ya, ya.
En vista de ello, nuestro semanal reportaje ha de tratar .de algo relacionado con la fecha destacada. Es lo ló-
gico y l o mandado por mi director.
Además, es lo más fácil. Vamos a enterarnos hoy de cómo son por deniro
esas industrias misteriosas que trabajan en el incógnito todo el año para
vender únicamente su fabricación en estos días. Empecemos por lo más característico : el pavo.
CÓMO
SE HACE U N PAVO
Todos sabéis lo que es un pavo. Por
si acaso, repetiré la sabia definición que
nos da el Diccionario de la Academia
de Taquigrafía:
"El pavo es el animalito menos parecido al Sol."
Dudo que nadie pueda definir un pavo
con menos palabras. Por mi parte añadiré algunos detalles. El pavo <-S delicado como pocas aves. Precisamente por
su condición de no comestible estamos
en la obligación de cuidarle, limpiarle,
engordarle, para que la criada que lo
lleve a casa del médico con nuestra
tarjeta reciba un par de pesetas de
propi.
Como queda indicado, el pavo no tiene más aplicación que la de ser regalado al médico de cabecera, y en algunos casos extraños al especialista que
curó al chico cuando estuvo tan malo.
No se ha dado jamás el espectáculo
de que un ciudadano, sin ser médico,
haya recibido un pavo de regalo, ni
tampoco que un individuo cualquiera se
haya permitido el atrevimiento de comprar un pavo para su uso personal y de
su familia. Por eso, todos vuestros amigos, al hablaros del menú de Nochebuena, os dirán "que el pavo casi no le
cataron porque es que no les gusta, que
no le encuentran nada de particular".
Sin embargo, estos mismos señores
que así os hablan habrán obligado a sus
niños, bajo rudos golpes de látigo, a
cantar a coro una enfática canción despistadora:
"He comido pavo,
he comido pavo...
BENDITA IGNORANCIA
—¿Ha visto usted?... Marcial Lalar.da ha dado dos magníficas verónicas.
—¡Dios se lo premie!... ¿Y a qué Iglesia..., a qué Iglesia las ha dado?...
Y las vecinotas habrán tiritado de ira
sorda.
Pero observo que nos desviamos del
camino principal, como novios en paseo.
Habíamos quedado en hablar de cómo
se hace un pavo.
Dice un refrán que el pavo y el artista nacen y no se hacen. Esto no es
cierto. Hay por ahí muchos artistas hechos. Hechos cisco de retama, porque
el verdadero arte está más muerto que
un caballero del siglo vi. Y, a mayor
abundamiento, no se puede negar que
unr gran cantidad de artistas no han
nacido. Por ejemplo, los modernistas
déT~siglo xxi.
Así, pues, el pavo se hace. Los hay
«UTIEIUUEZ
de fabricación casera y de grandes almacenes.
Se hace el pavo en casa de las maneras siguientes:
Jugando a la lotería de cartones sin
dinero.
Creyendo que la cocinera no sisa.
Dejando que la esposa diga siempre
la última palabra.
Tolerando que, en lugar de la esposa, pronuncie dicha última palabra la
suegra.
Consintiendo que la esposa o la suegra hablen una palabra, aunque no sea
la última.
Quitándose de fumar para hacer economías.
Y dando a la señora una paliza diaria
en lugar de dos.
Fuera de casa se suele hacer el pavo:
Pagando todos los días el café al
mismo amigo.
Haciendo el tenorio.
Y esperando la salvación de España
de los políticos antiguos.
De todas estas maneras se hace el
pavo; pero, bien, bien.
¿CÓMO SE HACEN LOS VILLANCICOS ?
Una cosa muy alimenticia y propia
de Navidad es el villancico o himno
guerrero contra el turrón.
Estos alaridos poéticos suelen ser fáciles. Escríbase^ por ejemplo:
Ande, ande, ande,
se lo digo yo;
corra, que otra nota
nos dará Cambó.
O bien:
Estamos hasta los pelos
de parodias y pamemas,
y frases de Romanones
y suspiros de Alhucemas.
Niños:
hoy ha salido
EN EL CONVENTO
—¿Está el Padre Prior?
—No, señor; ya está mejor, machas gracias.
Ande, ande, ande,
estaremos mal
mientras no nos deje
en paz BugallaL
-)•
¿Ven ustedes qué fácil es? Después
de cada villancico se toca un poco la
zambomba y resulta precioso.
POR UWIMO, ¿CÓMO SE
HACE UNO LA PASCUA?
¡compradlo!
La Pascua, esa casa tan agradable,
se la pueden hacer a uno en su propb
domicilio, y casi siempre se 1.» hace.],
además.
¡Mire usted, lector, que cuando se le
presentan a uno de improviso tres o cuatro parientes del pueblo con ssndas alforjas vacías y un solo pollo como
ofrenda, se pasan un mes comiendo a
nuestra costa y se van con las alforjas
repletas! Pues nada, que nos han hecho la grandísima Pascua.
En vi^ta de lo cual tengo el honor
de felicitárselas a usted, lector amable.
A. G. DALMAU
fellcitador oficial de Fucila*.
GUTIÉRREZ
10
a l g o
s o b r e
Todos sabemos que la Gramática fue
una célebre cantante italiana, que presumió mucho en los tiempos, para nosotros embarazados de nostalgia, en que
usábamos pantaloncito corto. Pero lo
que tal vez ignora la inmensa mayoría
del público, pues no lo consigna ningún Enciclopédico, es que se llama también Gramática el arte de leer, escribir
e insultar a los amigos correctamente y
con propiedad.
Es difícil hacerse una idea de lo sumamente útil y nutritivo que resulta el
estudio de esta ciencia. Sin ella no podríamos escribir a la novia con elegancia y con tinta china, ni pedir a los camaradas cinco duros, sin que éstos nos
den una evasiva. La existencia de la
Gramática es imprescindible para que
existan igualmente la Real Academia y
el cine parlante, y es una verdadera pena
que no se ponga al alcance de todas
las inteligencias y de todas las fortunas.
Nosotros queremos contribuir, como
el manco inmortal que perdió el brazo
cuando escribió su famosa "Batalla de
Lepanto", a vulgarizar esta rama del
saber humano, que tiene tanta importancia en los hogares como el bicarbonato o el plumero de techos. Hoy en
los colegios no se enseña la Lengua,
únicamente los enfermos suelen hacerlo a sus respectivos médicos de cabecera.
g r a m á t i c a
La Gramática se divide en cuatro
partes: Una, la Analogía, que estudia
toda clase de palabras, por muy gruesas que sean. La Prosodia analiza las
letras, excepto las de cambio, cuyo estudio pertenece a la Contabilidad.
La Ortografía, o retrato del amanecer, según el Etimológico, nos evita el
ridículo de poner burro con v, acero
con h, malvavisco con b y Zaragoza
con jota; los cocineros, poco versados
en reglas ortográficas, suelen poner bistec con patatas.
La cuarta división de la Gramática,
la más religiosa, puesto que se dedica
al estudio de las oraciones, fue creada
por un recaudador de cédulas, que salía del cine un día de lluvia en que había huelga de chóferes. "Lloviendo a
mares—dijo a su novia—, y para mayor desgracia, sin taxis."
Esta, la Sintaxis, es tan desconocida
entre la gente culta como la "Divina
Comedia". Sin embargo, el análisis sintáctico es indispensable para todo, incluso para las maniobras militares, que
no se conciben sin tácticas.
Las oraciones gramaticales son diversas y variadas; pero como su estudio
nos obligaría a llenar muchas páginas,
vamos a recurrir al procedimiento de
ejemplos prácticos, a fin de hacernos
comprender mejor.
Un matrimonio con nueve hijos "y
TELEGRAMA ABIERTO
'"Señor Director "Gutiérrez".—Perdone mande dibujo solo. Si sigo elifti^ndo chiste acabaré loco. ¡Ahí se pueden poner infinidad de "pies"!—•
íiauro."', .-„
,,'• ,:
• . . . . - . . .
•
:• - . • • • /
;
lo que venga": (Oración activa, de primera.)
Un matrimonio sin hijos: (De neutro.)
Dos viudas de jefes de Negociado:
(Clase de pasivas.)
Estatua de Rodín, "El Pensador":
(De reflexivo.)
Una pierna de carnero o una loncha
de jamón: (Substantivas.)
Un parque zoológico: (Impersonales.)
Una sirvienta para todo: (Subordinada.)
Una fila de soldados en formación:
(Coordinada.)
Estas últimas se subdividen en otras,
que, a su vez, sufren transformaciones.
Nadie podrá negar, por ejemplo, que
una pareja de recién casados, en plena
luna de miel, es una coordinada copulativa; pero a los tres meses se convierte en adversativa, por intervención
de una disyuntiva, que puede ser la
suegra o alguna vecina marchosa. Si el
marido tiene una ilativa y la esposa
se aviene a lo causal del asunto, mediante otras concesiones, es una condicional, aunque las gentes crean que es de
relativo (de relativo "estómago"), sin
perjuicio de que un día ponga al asunto punto final.
Las oraciones más usadas, además del
Padrenuestro y la Salve, entre las diversas clases de gente, son:
Los periodistas: adjetivas.
La gente "bien": modales.
Los reyes: de estado.
Los guardias del tráfico: transitivas.
Los oradores: verbales.
Los solterones: unipersonales.
Las niñas "fruta": perifrásticas.
Para terminar con la Sintaxis daremos a conocer sus principales componentes, que son: sujeto, verbo y complemento.
Ejemplo: Se sabe de manera oficial
que Dios dispuso la prisión de Holofernes. Para analizarla, vemos que el
sujeto es Holofernes, pues no cabe duda
que lo sujetaron; Dios es el verbo (el
Verbo divino), y el complemento debe
ser el oficial, puesto que los hay de complemento» y de la escala de reserva.
Observamos en la Gramática una incongruencia: que el sujeto puede ser
paciente y agente. Nos explicamos lo
primero: un hombre sujeto suele padecer por efecto de sus ligaduras; pero,
¿puede ser sujeto un agente? Lo'más
lógico sería lo contrario.
A no ser que se trate de un agente
de negocios..., de negocios sucios.
El abate GARCJ DEL HUERTO.
GUTIÉRREZ
11
EL
AMCL Á
D f P T I G O , P O R A L FA R A Z
GUTIÉRREZ
12
el sorteo de navidad de este año
LA CELEBRE "COLA" EN LA CASA DE LA MONEDA ESTA INTEGRADA
ESTE ANO POR GENTES ABSOLUTAMENTE ILUSTRES
hay dos abogados, un ingeniero industrial, tres diplomáticos y un héroe.—detalles.
A HACER INFORMACIÓN
Como de costumbre al llegar esta
época del año, hemos recibido noticias
de que frente al edificio de la Casa de la
Moneda había quedado ya establecida la
célebre "cola" de aspirantes a presenciar el sorteo de la Lotería Nacional
del próximo día 22.
Acto y seguido, esclavos etíopes de
nuestro deber de informadores, nos hemos trasladado allí a tomar datos, pues
sobre la "cola" de Navidad suele abrir
sus alas la miseria y el que pretenda
tomar otra cosa que no sean datos va
listo.
Trepamos, pues, a un taxi y, después
de volcar seis veces, nos encontramos
cara a cara con la "cola".
Lo cual, de por sí, ya es un lío.
LA TARIFA DEL TAXI
Nuestra sorpresa al echar pie a tierra
es formidable, porque nos encontramos
con que el taxi marca veintinueve pesetas, y otros años, en el mismo trayecto, nos ha marcado setenta cuntimos; pero el chauffeur explica que llevando bultos la tarifa sube extraordinariamente. Y como a consecuencia de
los vuelcos el fotógrafo y nosotros llevamos la cabeza llenita de bultos, nos
callamos y sacudimos las veintinueve
pesetas con la elegancia de movimientos que nos es peculiar.
ANTE LA "COLA". ESTUPEFACCIÓN Y
PREGUNTAS
Henos de pravia ya ante la célebre
"cala".
Una nueva sorpresa, doce metros
más grande que la que nos ha proporcionado el taxi, nos reserva el Destino.
Esta es la "cola" de Navidad.
Pero ¿ es esta la cola, Dios mío, Confucio y Budhita?
¿Tiene algo que ver esta cola con la
cola que nosotros estamos anualmente
habituados a ver y a interviuvar?
¿ Qué clase absurda de gente es la
que forma la cola este año y que—digámoslo de una vez, porque si no mo-
La cola de este año no parece una cola de .Navid ad, sino el despacho de un Subsecretario en horas de visita.
13
GUTIÉRREZ
riremos de congestión—y que 'no pega en la cola"?
¿Dónde están los golfos que solían
integrarla?
¿Dónde los desheredados de la Fortuna que se sentaban en el humilde
adoquín, o en la fría losa, o en el :icogedor quicio, o en el humanitario montón de prospectos, para guardar su
puesto en la cola y venderlo al mejor
postor a la hora del sorteo?
¿ Cómo faltan este año el famoso Pirris, que tanto dio que hablar, y la
conocida Pastora, la vagabunda que casi siempre agarraba el primer puesto?
¿Qué ha sido del Pirris? ¿Dónde está la Pastora?
La solución en el número próximo.
UNA
COLA
DE
ELEGANTES
La cola de este año no parece una
cola de Navidad. Parece el despacho de
un Subsecretario general en hora de visitas.
Abrigos elegantes, gabardinas impecables, sombreros flexibles y de fantasía, alguna chistera que otra... Ese es
el atreszo de los colistas de este año,
señores.
Sin comprender nada de todo ello,
hechos polvo de camino vecinal, avanzamos hacia el caballero que ocupa el
primer puesto y le interrogamos.
PRIMERAS
PREGUNTAS
Le interrogamos en el estilo florido
y literario que por su aspecto se merece:
—Caballero, ¿me puede usted extraer
del piélago inextricable en que yazgo?
Y aquel gran señor nos contesta en
el mismo literario y florido estilo:
—Exprese su duda y le despielaguearé inmediatamente, caballero.
Nosotros tomamos carrerilla, porque
no es cosa de perder altura en 'as sucesivas respuestas, y decimos:
—Querríamos aumentar el acervo de
nuestros conocimientos con la explicación sucinta, exacta y veraz de por qué
en este año de gracia que mutuamente
vivimos la cola—o sucesión de individuos en fila india—formada para presenciar el sorteo se halla constituida
por personas de aspecto óptimo...
Quizá hemos ido demasiado lejos en
nuestro estilo, porque el caballero se
queda con la boca abierta y no dice
nada.
Luego llama a los demás colistas y
exclama:
—¡Pchs! Compañeros... Tengan la
bondad... A ver si ustedes saben lo
que dice este señor...
Y la conversación se generaliza.
'CONSIDERACIONES, LOS QUE FORMAN
LA COLA
Entonces «abemos, por fin, la horrible
Nuestro enviado especial interrogando a los colicolillistas.
verdad. Y la horrible verdad ES horrible.
Porque demuestra hasta qué punto la
civilización moderna ha desmochado los
principios sociales. Demuestra cómo esta existencia ultracivilizada de la que
nos enorgullecemos algunos lunes ha dificultado el desarrollo de las íctividades del hombre, haciéndole impotente
para afrontar los problemas económicos.
La horrible verdad es, señores, que la
cola del sorteo de Navidad de este año,
esta cola formando parte de la cual y
después de sufrir varios días los rigores de la intemperie, se pueden ganar
de ocho a diez pesetas, ya no está integrada en el año actual por golíülos,
hampones y desheredados de la fortuna. Hoy está integrada por los siguientes seres ilustres:
Dos abogados.
Un ingeniero industrial.
Tres diplomáticos.
Y un héroe.
Sin contar catorce ex presidentes de
Consejo de Ministros, cuyo nombre no
podemos decir y entre los que figura
don José Sánchez Guerra, del comercio de esta Corte.
HABLAN
LOS
COLI-COLILLISTAS
Así que hemos logrado dominar nuestra emoción, interrogamos a los colicolillistas (i).
—¿Y cómo están ustedes aquí?
(1) Ctli por formar parte de la cola. Y colillistai
porque en cuanto vislumbran una panta de cigarro
ae tiran a ella como leones del Níxer.
—Uno detrás de otro—nos contestan.
—Digo que ¿cómo es posible que
ustedes...?
—Los tiempos están malos. Los ex
presidentes de Consejo no pueden gobernar ; los abogados no tienen jaleos
que deshacer, porque ahora la gente
resuelve sus cuestiones a puñetazo limpio; los ingenieros industriales carecen ya de obras que ejecutar, porque
hace años que han quedado ejecutadas,
todas; a los diplomáticos, como usted
sabrá, no les hace ya caso nadie, y
en cuanto a los héroes, Mauricio Chevalier se los ha cargado a todos, porque antes un héroe llamaba la atención, pero ahora, cuando surge un héroe, el público pregunta:
—¿Qué películas ha hecho?
Y como no haya hecho ninguna película a nadie, le importa un rábano el
héroe...
—Como usted comprenderá — sigue
otro—, algo teníamos que hacer para ir
tirando... Y este año se nos ha ocurrido
constituir nosotros la cola de Navidad
a ver si así nos agenciamos unas pesetillas.
—Bueno, y ¿qué tal les tratan a ustedes? ¿Les mandan regalos para combatir el hambre y el frío?
—Sí. Ayer precisamente nos enviaron
un ventilador de bolsillo a cada uno.
Ha sido la casa Thomas. Les hemos
quedado muy agradecidos.
—¿Y este brasero?—indagamos, señalando uno que atufa discretamente el
paisaje.
GUTIÉRREZ
14
—Lo hemos comprado a plazos.
•—¿Y con qué lo encienden?
—Con paciencia.'
•—¿Hace frío estas noches?
—Un frío que monda melocotones, sí
señor.
".—¿Quién de ustedes es el primero?
—Le herrfos dejado el primer puesto
al señor Sánchez Guerra, aunque ¡legó el último a la cola.
—Les estará muy reconocido...
—No. Dice que él ya está acos:umbrado a que hagan eso con él.
-"-Y el Ayuntamiento, ¿ha hecho algo por ustedes?
—Sí. Ha mandado una pareja de
guardias para vigilarnos y que no nos
llevemos la verja.
Hacemos la pregunta clásica de las
interviús:
—¿Alguna anécdota?
—-Ahí tiene usted veintiocho.
Y nos dan un taco de calendario pa-
A vea Si Aaat-GLo
ra que elijamos las anécdotas, charadas,
logogrifos, etc., que deseemos.
FINAL MELANCÓLICO
Amanece.
Los colistas se soplan las manos y
patean como si estuvieran en un estreno de los Quintero.
Nosotros buscaríamos en sus vidas,
pero nos dá lástima.
Les interrogaríamos sobre...
Pero nos da pena.
Y así, melancólicamente, bajo el día
que nace, nos alejamos pensando en la
vida moderna, en Newton, en el íeg'atnento del poker, en la revolución rusa y en la diversidad de dibujos en Jas
cretonas...
Y pensamos que la vida es injusta...
Conde Enrico di BORSALIiNO.
.Q.UITAH.É
ESTOS ToaKJILUOS
Las Nochebuenas se vienen,
las nochebuenas se van,
y los políticos viejos...
no hacen caso del refrán.
Ande, ande, ande,
que a estos moscardones
no hay quien los espante
con reclamaciones.
Un hombre hacía antes gachas
a la orilla del Portal;
pero ahora se hacen los "puches"
al lado del Tribunal.
Ande, ande, ande,
es que hoy, en verdad,
la ciencia adelanta
una enormidad.
La lluvia lanza sus gotas
y la zambomba sus sones,
y Cambó nos da unas notas
que parecen calderones.
Ande, ande, ande,
délas de otro modo,
porque así se piensan
que es música todo.
•MC-NUDO L I O ] !
*X W£
INTENTARA
AtiMAat-0
RELOJERO NOVEL. Historieta ^or, Alejandro.
Ya se oyen las panderetas
y suenan los zambombazos,
y los alarmistas dicen
que han oído cañonazos.
Ande, ande, ande,
que a- algunos, a veces,
les asusta el ruido
'
que arman cuatro nueces.
La política dividen
en bandos, sectas y ligas,
y ya con tantos "partidos"
está la pobre "hecha migas".
Pero muchos siguen
con esa manía,
y es que ahora las migas
son plato del día.
Vamos.al Ayuntamiento
antes de ir hacia el Portal
a preguntar al Alcalde
a qué hora lo han de cerrar.
Porque esto del cierre
nunca se sabrá
si será en la Pascua
o en la Trinidad.
•
PO8*£, PERO HONRADO
pe
Por la Cuesta de la Vega
vienen los mozos de ronda.
Queda prendida en el 'aire
unos momentos la copla,
que habla de amores gitanos
y habla de venganzas moras.
Mari Luz está en su reja,
más bella que una amapola:
dos luceros son sus ojos '
y una granada su boca.
Al pie, Juan Francisco Antonio
le brinda una barcarola.
' Por la Cuesta de la Vega
vienen los mozos de ronda;
todos ellos la navaja
llevan en la faja roja,
y algún chulapón
lleva diez y siete,
como en la estación
de Albacete.
• » *
Frente a la reja de Mari
se lanzan con esta copla:
"Por esa moza venimos
los mozos de La Peñóla;
si algún galán la defiende,
que la navaja recoja."
•
# *
Cuando Juan Francisco Antonio
vio navajas en el suelo,
llevó la mano a la faja
y pronto sacó su hierro,
que tiró junto a los otros,
mientras cantaba altanero:
"Con estas manos honradas
y sólo con estos dedos,
me basta para arrancaros
las vidas en un momento."
Entonces salió del grupo
Pedro Juan Francisco Anselmo,
que avanzando cuatro pasos
exclamó con voz de trueno:
"A los hombres de tu temple
ni les huyo, ni les temo;
si no te vas ahora mismo,
por éstas, que te degüello."
Pero Juan Francisco Antonio,
lejos de asustarse y lejos
de palidecerle el rostro,
replicó con grave acento:
"Quiero a esta moza de veras,
honradamente la quiero,
y si es que venís por ella,
pagaréis con vuestros huesos."
Tras una pausa angustiosa,
Pedro Juan Manuel Anselmo
quiso entonar otra copla
en respuesta de aquel reto.
Pero entonces Mari Luz
dijo con dulce lamento:
"Bueno, basta ya de historias:
¡o me lleváis, o me acuesto!"
EMERENCIANO AMADOR
•Al
. •
GUTIÉRREZ
16
la
Hace algunos años, la conquista de
una chica de servir, "cirila", "menegilda" o como quieran ustedes llamarles, era relativamente fácil. Bastaba para
someter a cualquiera de estas jóvenes,
recién llegadas a la villa y corte con
el fin de murmurar de los señoritos,
romper vajilla y sisar en la compra
diaria; bastaba, decimos, con disfrazarse de cabo ranchero, comprar un "veguero" de quince y haber nacido en
Jadraque o sus aledaños.
Pero, hoy, con la experiencia de la
trasguerra han adelantado las ciencias
y las criadas una barbaridad. En primer lugar, la actual mantornes no es
ya aquella pueblerina zafiota que llevaba las manos sucias y se volvía loca
por los uniformes y lo que éstos tenían dentro; hoy, la doméstica "bien"
usa rimel, se pinta las uñas y lee a Marañón. Los domingos no llenan, como
antes, los bancos del retiro, ni pululan
bajo los porches de la plaza Mayor,
sino que frecuentan los dancings y pasean sus vestidos de crespón y sus zapatos escotados por los andenes cursilitos de la Castellana. El imprescindible
elemento doméstico ha encarecido en
nuestros días, en que resulta más difícil sostener una sirviente que un "packard", y únicamente en Valdemoro, donde oímos en cierta ocasión pregonar:
"Criadillas, a setenta!", puede uno permitirse el lujo de tener servidumbre.
No es, pues, hogaño tan sencillo como
parece el obtener los favores de una de
estas damas del estropajo rampante.
Precisa, primeramente, estudiar el léxico adecuado, conocer el "timito" de
moda y amplios pormenores sobre los
restaurantes económicos de las afueras
y empollarse concienzudamente en la
Geografía postal de España. Esto, sobre todo.
Puesto ya en plan el individuo que
pretenda la conquista en cuestión debe
escoger la víctima, más o menos propiciatoria. Día adecuado: el domingo ;
hora: de cuatro a seis de la tarde; lugar a propósito: la estación del "Metro", Sol, dirección Tetuán.
Las chicas caen a bandadas en el andén, y en grupos de cuatro o cinco asaltan los coches, entrando siempre por
el centro, es decir, precisamente por
donde no deben hacerlo. He aquí una
bonita ocasión para entablar palique. El
tenorio deberá sujetar a su víctima por
el antebrazo, y con voz autoritaria exclamar : .
—Oiga, joven, que la entrada es por
las laterales...
La chica, seguramente, quedará sor-
doméstica
—Oiga, cabo, ¿cuántos soldados
duermen en el segundo dormitorio?
•—Nenguno, mi capitán; no se pué
para de chinches.
prendida, y entonces se aprovecha la
ocasión para cerrar las puertas, empujar el coche, tocar el pito y que el convoy parta.
Ya está la ovejita separada del rebaño. Se enfadará mucho y dirá:
—¡ Por usted, idiota, he perdido el
tren! ...
—¿Qué quiere usted, señorita?; pero
el Reglamento...
Al oírse llamar señorita la indignación desaparece, y dice para su interior
la interpelada: "¡Qué tío más simpático !" Hay que aprovechar este momento psicológico y decir en seguida:
—-Yo la conozco a usted... ¿No es
usted de Pastrana?
—No, señor; soy de Valdestillas...
Un brinco y un alarido, lo más Morano posible.
—¡ Ya lo decía yo ! ¡De Valdestillas!
A dos pasos de mi pueblo...
Y sin respirar se dice, haciendo uso
de los conocimientos geográficos previamente alquiridos:
—Yo soy de Viana de Cega, estación
próxima a Valdestillas. Aguarde que
recuerde: Ataquines, Gómeznarro, Medina, Pozáldez, Matapozuelos, Valdestillas, Viana de Cega, Valladolid, Cabezón, Coreos... Yo conozco todos estos
pueblos como el bolsillo de mi cha-
NIÑOS
leed macaquete
leco; en ellos jugué al peón, en ellos
bailé con las mozas. Seguramente, usted y yo hemos bailado alguna vez en
las fiestas y hemos bebido en las mismas fuentes...
Ella estará ya loca por su interlocutor y dirá, fatalmente:
—Me parece que no me es usted desconocido...
—Claro que no... A propósito, aquí
llega otro tren. Siento que se haya separado de sus compañeras por mi
causa...
—No importa; son unas idiotas.
—Si usted me lo permite repararé mi
falta invitándola a un "chatito" en los
Cuatro Caminos.
—¿Un chatito? ¡Pues sí que tié "narices ! Yo no tomo más que vermut con
anchoas.
—Pues vamos hacia ese vermut, y después a darnos unas vueltecitas de tango... ¿Hace?
—Hace mucho tiempo que es usted
un frescales.
—¿Ve usted cómo me conocía? Pozáldez, Matapozuelos, Valdestillas..., el
baile, la plaza, la fuente...
—Le advierto que tengo que estar en
casa antes de las nueve...
—¿Cómo no?—y luego otra preguntita de rigor—. ¿ Está usted sirviendo
en Madrid?
—Sí; ahí, en una casa de postín de
la calle de Toledo... Entré de doncella;
pero a los cuatro días dejé de serlo...
—¡ Caramba!
—...Porque se marchó la cocinera, y
como daban más sueldo me «JHod^ en
su puesto...
—¡ Aaaah!
.
—Pero pienso dejar la dasa, porque
son unos tíos groseros...
X
Después ya todo es coser , j r cantar.
Hay que indagar si la chica'tiene novio, si le gusta el cine sonoro y su opinión sobre la influencia de la mayonesa en las deliberaciones del Consejo
de Ginebra... Aprovechando las bruscas paradas del coche, al llegar a "Iglesia" o "Ríos Rosas" habrá de dársele
un abrazo tan formidable que se le deje
sin respiración.
Sin olvidar, desde luego, de recordar,
cada diez minutos o así, de salpimentar la conversación con la lista de pueblos cercanos al de la víctima. Es imprescindible, tanto, que de no seguirse
este procedimiento no respondemos del
éxito en esta clase de conquistas...
6 . del H.
17
GUTIKRtUtZ
I N G E N U I D A D
-L...1
-Sí, señorita, aquí es. Pase usted.
...Dos horas de trabajo: de nueve a una. Sueldo, 200 pesetas al mes.
—Condiciones: Estricto cumplimiento del deber.
Seriedad absoluta. Severidad máxima. Despido inmediato a la falta...
Muy bien; acepto, pero usted me va a prometer
que no me va usted a poner sobre sus rodillas, como en los periódicos humorísticos.
GUTIE'áfeEZ
18
historias
extravagantes
el amigo que una vez me prestó cinco duros
Si alguna vez, amigo lector, te han
hecho falta con urgencia cinco duros,
tú eres un hombre que puede hablar
con conocimiento de causa de sus amigos.
Esta sentencia, que bien pudo haber
sido escrita por cualquier filósofo de
Grecia o de Valverde del Camino, se
me acaba de ocurrir al pensar lo que
en cierta ocasión me sucedió, y que
ahora voy a contar en uso de un perfectísimo derecho, y sin obligar a na-
die a que lo lea a la fuerza, es decir,
completamente por las buenas.
Y sigamos con la sentencia.
Los amigos pueden ser entrañables,
y, sin embargo, no ser asequibles. Lo
mismo que pueden ser amables y no
ser flexibles. O infumables e invencibles. (¡Y así hasta el agotamiento de
ambos consonantes!)
. Precisamente porque pueden ser una
cosa y no ser la otra hay que tenor
mucho cuidado en saber a quién se le
piden esos cinco duros, que a veces son
POLIGLOTO
, —Domino todas las lenguas, menos una.
—¿Cuál?
—La de mi mujer.
tan necesarios como el abrigo en la noche invernal o la sabrosa naranjada en
el atardecer veraniego.
El genio, la situación familiar, las
ideas políticas y, en ocasiones, hasta las
religiosas, influyen en la pertinencia de
la petición; por ejemplo, pedirle dinero
a un hombre violento es hacer oposiciones a quedarse sin el dinero y sin
las narices; lo propio puede ocurrir si
se le va a pedir a su casa a im amigo
cuya' esposa o cuya suegra le tienen
dominado bajo su férula ( i ) ; pedírselo
a un "conservador" es menos lógico que
pedírselo a un "liberal", y pretender
que un hombre que "se come los santos" se desprenda de unas cuantas "beatas" son ganas de pedir peras al olmo
o de querer pescar naranjas en el Can.tábrico.
Y después de hacer gala de esta erudición social, que, ¡ ay!, tantas horas
de zozobra nos ha costado (a mis amigos y a mí), entremos de lleno en la
historia extravagante de turno.
Vefán ustedeá:
Aquel día, como tantos otros, a mí
me hacían falta cinco duros; una falta
loca, pero loca, de esas de camisa dé
fuerza. Y siguiendo la costumbre de
casos análogos me dé'diqué a pensar en
las amistades fáciles a la petición. ,(No
empleo la palabra "sablazo" porque me
parece destinada única y exclusivamente
a ser aplicada a lap cargas <|e;Io£ guardias de Seguridad, que los dan tan mayúsculos que se lee en las A espaldas de
los que los reciben por es{&ció de seis
u-ocho días la inscripció¿ de fa hoj^
contoda claridad.)
' ¿-,
Y con fruición, sólo comparable a la
del que paladea un helado en los Trópicos, vínoseme a las mientes Á nombre dé un gran camarada.
Rápido, como la cierva herida en e!
anca derecha por el plomo certero del
cazador furtivo, corrí. en su busca. Se
trataba de un pirandón muy simpático,
al que nunca faltaban en el bolsillo
unos cuantos billetes, ni las ganas de
servir al que a él se aproximaba con
una necesidad. (Esto es lo que yó pen. «aba y lo que me repetía en alta voz;
fiero la verdad es que era un "caimáci'*
de marca mayor, como verá el que siga
leyendo.
(i) Está férula familiar es totalmente distinta de' la férula de vecindad,
más conocida y más cara.
19
Corrí en su busca, digo, y le encontré. Le expuse mi pretensión, y sin vacilar accedió a ella. Metió la mano en
el bolsillo interior de la americana y
sacó de él un billete precioso, nuevecito, impecable, uno de esos billetes que
se gastan con más pena que el luto
de una viuda joven.
Me lo dio, y después de dármelo me
dijo, al advertir que ya me disponía a
marcharme:
—Pero, ¿dónde vas tan pronto, hombre?
—El caso es que...—me atreví a balbucir.
—No seas ridículo y vente con nosotros un rato al café; hacemos tertulio hasta las tres. Te aseguro que no
lo pasarás mal. Van muy buenos amigos.
¿Quién se negaba?... Había tanta o r dialidad en la invitación, formulada con
todo interés por un hombre que acababa de prestarme cinco duras, que me
era imposible negarme. En vista de lo
cual accedí.
Llegamos al café. A los pocos minutos de conversación salió a relucir el
nefando "libro de las cuarenta, hoja?".
Yo, como es natural, me negué a ju-
CONCURSO
Teo = Max = ZachariasB Erich
Las palabras arriba indicadas han
de colocarse las unas debajo de la-s
otras, de tal ferina, Que las .iniciales,
leídas desde arriba hacia abajo, formen la palabra METZ. Pata-la solución justa liemos fijado los premios
siguientes:
1. Premio 2.000 marcos ! en dinero
contante.
2. Premio 1.200 marepu en dinero
contante.
3. Premio un comedor completo.
• . 4 . Premio dormitorio completo.
5. Premio cocina completa.
6.— 8. Premio' tres aparatos fotográficos.
._ .
9.—12. Premio, cuatro bicicletas para
señoras y señores.
13.—22. .Premio diez aparatos de radio
. (tres lámparas).
23.—32. Premio diez relojes para señoras y señores.
33.—50. Premio 18 plumas estilográficas con pluma de oro.
51.—80. Premio aparatos fotográficos y
gran número de, premios consolatorios de primera clase.
Cualquiera que nos envíe la solución
.justa, recibirá uno de los premios arrjba indicados. Todos los objetos que se
repartirán son flamantes.
El reparto de los premios consolatorios se hará por nosotros mismos,
mientras que los premios principales'
se repartirán bajo la vigilancia de un
notario de ésta. Los menudos gastos de
expedición setán %a cargó del que reciba un premio. La solución ha de llegar
a nuestras manos inmediatamente por
medio de una carta franqueada «uíi-cientemente, no comprometiéndose usted por «sto para nada. ,
Escríbanos hoy jnishio a esta dirección:
; '
Graeb & Dehnick, Eisemroth (Diilkreis)
- Deutschland (Alemania).
CHISTE ALEMÁN, por Galindo.
-Haus spitbarchez grautehiz trompitchez gamarchen.
-Traütpchs grautehiz treitz haus martz.
gar; pero mi amigo, llevado del mejor
deseo, sin duda alguna, me instó:
—No seas necio y juega un rato; no
me dirás que no tienes dinero. ' .
Claro está que no había manera de
decirle que na: ¡ acababa dé prestármelo él!
Y llevado de tni gratitud hacia el
amigo que acababa de sacarme de un
verdadero apuro, me puse a jugar.
Y perdí. Esto me lo pude figurar
desde el primer momento, porque yo
soy un hombre ,que no he ganado mus
que una vez en el juego, y para eso
me "levantaron" la postura,- y si me
descuido me estropea el físico el-.levantador.
Perdí hasta la última perra chica de
los cinco duros.. Y decidí marcharme.
Mi amigo me consoló, diciendo:
No te apures, hombre; más he perdido yo. ¡ Me han dejado a dos velas!
Y a propósito, a ver si puedes devolverme mañana los cinco duros que te.
he prestado para salir de tu apuro.
Me fui más que de prisa del café y
no pensé jamás en pagarle. Y lo peor.
es que todavía va por ahí diciendo que
una vez me prestó cinco duros. Y la:
más peor, como dice mi chico el pequeño, es que... ¡es verdad!
J. SILVA ARAMBURU
GOTIBRRKZ
20
vuestro porvenir revelado
por el mago daño
Llenad el cupón adjunto formuland o una de las diez preguntas indicabas abajo, o cualquiera otra de interés, y remitidlo al Adivino Internacioatal, el cosechero de vinos más popuSar: El Mago Daño.
El sobre debe traer estas señas:
MAGO DAÑO
CUPÓN
PARA UNA CONSULTA GRATUITA AL
Mago Daño
(ADIVINO INTERNACIONAL)
Redactor de GUTIÉRREZ.
Paseo de San Vicente, 20.
El lector de GUTIÉRREZ
Madrid.
(nombre o seudónimo)
Preguntas
entre las que pueden elegir
los lectores.
1.'—¿Me quiere mi novio?
2.*—¿Me casaré pronto?
3.*—¿Cuántos hijos tendré?
4.*—¿Haré largos viajes?
5.*—¿Tengo enemigos?
6.*—¿Saldré bien de mi empresa?
7.*—¿ Me engaña ?
8.*—¿Quién se morirá antes de los
•dos?
9.*—¿Me nombrarán alguna vez reioia de belleza?
iO.—¿Es verdad que le gusta la vecin a esa?
nacido el
(fecha del nacimiento)
pide contestación para la pregunta n.°
o sea
Nota.—Cada cupón es valedero solamente para una pregunta.
Otra.—Las contestaciones están gairantizadas por cinco años.
Respuestas del Mago.
Pensamiento.—Si sabes desconfiar del
Jiombre que lleva chaleco de punto saldrás bien de tu empresa. De todas formas, no abuses de eso que sabes.
Magnolia.—Si te engaña, peor para
«1, porque una chica como tú no se en•cuentra todos dos días.
Enamorada de Emerenciano Amador.
Emerenciano sufre por ti en silencio.
Da unos suspiros entrecortados que
parten el alma. Además, nos está breand o a sablazos a todos los compañeros.
Rival de Visenteta.—Pregúntaselo a
•él mismo y no creas lo que te diga.
Flor de viruelas.—El primero que entre en quintas será el que se muera.
—¿Has visto Ricardito, qué antiYo te curo.—¿De verdad? Serás rei- pático?
n a de belleza cuando yo. sea aviador.
—Ya, ya; desde que le han comProcura enterarte de mis vuelos.
prado un ocho cilindros no se habla
La hija de Gutiérrez.—Te casarás coa nadie.
cuando tú quieras, mujer; has de tener
fe ciega en mí...
Bolita.—¿Reina de belleza? No hagas caso, Bolita; déjalo rodar.
Don Pintipolín.—Cásate con doña Pirulina y verás qué bien.
Doña Pirulina.—Cásate con don Pintipolín y a ver si me mandáis unos
bombones.
Billie Dove.—No pienses en el matrimonio. ¿Tú no tenías un traje verde?
Crisantemo.—El dice que sí te quiere; pero cualquiera lo sabe...
Kiriki.—Te quiere ; pero poco.
El pájaro azul.-—Serás reina de belleza el día menos pensado y tendrás
que ir a Galveston a jugar al dominó.
Adonis.—¿Que si te nombrarán rey
de belleza? Yo te aconsejo que te llamen lo que te llamen no te vuelvas.
Rita Maga.—Te engaña dos veces por
semana. Vigila.
Alejandra Barbada.—La culpa de tu
desgracia la tiene una mujer muy antipática. El pollo que dices se casó, en
efecto; pero está viudo porque su señora murió de pena viendo los estacazos que él le atizaba en la coronilla.
Tiene dos hijos y un grano en el pescuezo. Los hijos son legítimos; el grano es natural.
Condesa de Ola Ola.—¡Adiós, adiós!
María Manuela.—Mañana, a las seis
menos cuarto. Cuídate ese catarro.
El samaritano.—Está pensándolo. Ten
cuidado con Pepe.
La novia del torero.—No lo desees. .
La desgracia se cebaría en ti. No te fíes
de Bugallal.
Otro ingeniero.—-'EX cuento que te interesa se publicará en breve. En GUTIÉRREZ no se publica la sección que indicas, por lo que el insulto que mandas no tiene aplicación en esta santa
casa. Aunque creo que tampoco la tendrá en otro sitio.
Niños:
comprad
H 0
Aviso a los espontáneos
Omero sobre cuentos,
anécdotas y otros objetos.
GUTIÉRREZ abre un concurso de anécdotas o cuentos cortos, que deben remitirse a esta Redacción escritos
en una postal
corriente de
quince céntimos. Por cada uno
que se publique abonaremos
de cinco a veinticinco pesetas,
a juicio de la Dirección, y después de insertados cincuenta,
un jurado competente designará cuál de ellos es el más
ingenioso.
GUTIÉRREZ abonará a su
autor
—¡Cómo! ¡Veinte mil duros por este terreno! ¡Si no tiene más que
ocho metros de largo por cinco de ancho!
—Bien; pero... ¿ha pensado usted en la profundidad?
Ciento cincuenta
pesetas.
en concepto de premio.
(De Uoustique, Charleroi.)
•—Te lo digo y te lo repito: Jones es un mal jugador.
—¿Por qué? ¿Porque se enfada
cuando pierde?
•—Mucho peor: porque no pierde
nunca.
(De Pasing Shtw.)
•—¿Adonde vao?
—A cobrar una cuenta a un boxeador.
(De Bic Lustige Kiste.)
GUTIEHREZ
—¡Se me acaba de romper la palanca!
—¿Y qué hacemos?...
—¡El testamento!...
(De London Opinión, Londres.)
-Niño, ¿por qué quieres que acaricie el perro?
-Es para ver si muerde, señor.
(De Pele Méle, Pavts.)
NIÑOS:
hoy ha salido
MACAQUETE
—¡Rediez! ¿Cómo se rascarían estos tíos?
(De El Noticiero, Zaragoza.)
"LA FARSA"
publica esta «emana
LA PERULERA
DE MUÑOZ SECA Y PÉREZ FERNANDEZ
-Vengo a una diligencia de embargo.
-Perfectamente. Pase usted.
(De Lustige Bache, Leipzig.)
L A
F A R S A
PUBLICACIÓN SEMANAL DE OBRAS DE TEATRO
Qnlferrcí
REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN
Las obras mis interesantes; las de los más prestigiosos
autores; las que más expectación hayan despertado
50 CÉNTIMOS EL EJEMPLAR
Precios de suscripción: Madrid, provincias y posesiones
españolas: 15 pesetas semestre y 30 pesetas año. América, Filipinas y Portugal: 16 pesetas semestre y
32 pesetas año. - Extranjero: 25 pesetas semestre y
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EDITORIAL
PASEO
ESTAMPA
DE SAN VICENTE,
i 8 . * MADRID
i
PASEO DE SAN
VI C E N T E , 20
M A D R I D
PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN
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Madri<L~. 7.50
13 >
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24
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Para la buena marcha de nuestra
contabilidad, se ruega a los colaboradores de GUTIÉRREZ que cobren el Importe de sus trabajos
antes de pasados tres meses desde
su publicación, pues después de
transcurrido ese tiempo se entenderá que renuncian al cobro.
Conviene a los colaboradores espontáneos que los artículos y
cuentos con que nos honran no
excedan de una cuartilla, dos a lo
tumo, con letra clara, preferible
a máquina.
De otra forma, la Dirección no
garantiza la lectura de sus
trabajos.
i
i
i
LIMODÉN usan las gentes
que tienen sanos los dientes.
1,50 tubo grande.
Creación de la Perfumería ULTRA. - Madrid
Nos es imposible con ¡estar las innumerables cartas que recibimos de
nuestros amables colaboradores. No
haremos excepción ni COR las que
vienen con sello para el franqueo.
Cuando vean publicado algún trabajo suyo, pueden pasar por nuestra Redacción, a cobrar su importe,
cualquier lunes, de cinco a siete.
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A LOS COLECCIONISTAS
LIMODÉN
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SABOR DE LIMÓN
Los números atrasados de
9o he sido casada,,,
POR
RAFAEL LÓPEZ DE HARO
GUTIÉRREZ
se venden, al precio corriente, en el kiosco de la calle de
Alcalá, frente al Teatro Alcázar.
• • • • f
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Los días de pago en nuestra Redacción (Paseo de San Vicente, 20) son
los lunes, de cinco a siete.
NU EVO
RICO
POR ARISTO TÉLLEZ
—Bueno; el precio es lo de menos. Mándeme cuatro, porque mi
hija es muy aficionada a tocar a cuatro manos.
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