Poder Judicial de la Nación /doba, 6 de mayo de 2011. Y VISTOS: Estos autos caratulados “ C.L.I. C/ ESTADO NACIONAL –AMPARO-“, expte. N° 12-C-11, traídos a despacho a los fines de resolver la excepción de falta de legitimación pasiva interpuesta por el Estado Nacional. 1- A fs. 3/29vta. comparece L.I.C. con el patrocinio letrado de la Dra. Andrea Mignini e inicia acción de amparo en contra del Estado Nacional ( Poder LegislativoRegistro General de las Personas), solicitando a): se autorice la realización de cirugía de reasignación de sexo masculino al femenino, en cualquier establecimiento médico autorizado del país; b) consecuentemente se proceda a realizar con carácter definitivo la reasignación registral de su género masculino por femenino, ordenándose sea consignado en su partida de nacimiento el cambio de sexo femenino como así también la supresión de sus nombres de pila y su sustitución por el nombre femenino, adicionando al existente, el apellido materno. Manifiesta que lo peticionado se debe a que padece la patología psicológica de Disforia de género o Síndrome de Harry Benjamín, conocido comúnmente USO OFICIAL como transexualismo. Sostiene que se han vulnerado sus derechos fundamentales, como es el derecho a la identidad sexual, salud psicológica, derecho a trabajar, no discriminación, dignidad, etc., vulneración que ha sido provocada por la omisión en la creación de leyes por parte de las autoridades del Estado Nacional, omisión del Poder Legislativo, que deben ser dictadas para dar una solución a la problemática que viven los transexuales. Agrega que la presente causa versa también sobre los actos administrativos emanados del Estado Nacional, como D.N.I., pasaporte e inscripción originaria en el Registro General de las Personas, con la consignación de su nombre y sexo masculino, que actualmente vulneran su derecho fundamental, entre otros, a su identidad personal comprensiva de su identidad sexual psicológica. 2- A fs. 109/110vta comparecen los Dres. Mario A. Vassena y Raúl C. Yaber Grass, apoderados del Estado Nacional e interponen excepción de falta de legitimación pasiva. Sostienen que no se encuentra demandado en autos ningún organismo nacional, obra social o ente provincial de salud que haya desautorizado ninguna intervención quirúrgica de modificación de sexo y tampoco se acredita que dicha intervención hubiera sido denegada en instancia judicial o administrativa anterior. Consideran que el tema traído a la causa no es de materia de competencia del Poder Ejecutivo Nacional y además de ser inadmisible el amparo, la cuestión excede el marco cognoscitivo que le otorga la ley 16.986. Que el Estado Nacional resulta ajeno al objeto del mismo, desde el momento que ninguna norma legal ha sido invocada, que prohíba la realización de una cirugía, por lo cual el demandado se encuentra amparado por la excepción de falta de legitimación para obrar. Resaltan además Estado Nacional y RENAPER, la imposibilidad de cumplimiento por parte de este último de cumplimentar cualquier medida cautelar como la peticionada por la parte actora. 3- Corrido el traslado de rigor, la parte actora lo evacua a fs. 113/117vta., solicita rechazo del planteo ya que considera que la intervención de readecuación de sexo se encuentra absolutamente prohibida por las leyes de salud y sólo se puede realizar mediante autorización judicial. Expresa que no existe regulación legal específica relacionada con la posibilidad de autorizar la cirugía de readecuación sexual y rectificación de los asientos registrales, pero si existen fundamentos doctrinarios y jurisprudenciales, como el basamento en la Constitución Nacional, que contempla la protección de sus derechos y la autorización peticionada y que sirven de fundamento al Juez para expedirse favorablemente. Sostiene que el demandado en autos es responsable a través del Poder Legislativo de la creación de normas inferiores que hagan efectivo el ejercicio de los derechos constitucionales y agrega que la situación de vulneración de sus derechos ha sido provocada por la omisión en la creación de leyes por parte de las autoridades del Estado Nacional, Poder Legislativo, para dar una solución a la problemática que viven los transexuales. Respecto a la falta de legitimación pasiva del Registro General de las Personas considera que el RENAPER en toda la normativa que lo rige, carece de ley de fondo y de procedimiento y autoridad para proceder a realizar el cambio de género y nombre. Por ello ante la vulneración constante de sus derechos, la demandada no puede pretender que la actora se dirija ante ella a solicitar un cambio de género y nombre pues sabe que no estan autorizados a realizar sino es por orden judicial. 4- Corrida la vista al Señor Fiscal Federal, este a fs. 121 dictamina que “ atento a que estamos ante un caso específico de jurisdicción voluntaria, extracontencioso, sustraído de las exigencias básicas que requiere el procedimiento federal, …es que el suscripto entiende –haciendo suyos los argumentos doctrinarios y jurisprudenciales vertidos por el Sr. Fiscal General … que la justicia federal es incompetente para entender en los presentes…”. 5- A fs. 121vta. se dicta el llamado de autos para resolver, el que una vez firme deja la causa en condiciones de ser resuelta. Y CONSIDERANDO I) Conforme surge del relato que precede, como primera cuestión habré de determinar si es la justicia federal la competente para resolver sobre el fondo de la pretensión actora, quien en definitiva pretende autorización judicial de readecuación de sexo y consecuente reasignación registral con carácter definitivo de su género masculino por femenino, con consignación en partida de nacimiento de la sustitución de nombre y adición de apellido materno. Luego y de proceder, sobre la falta de legitimación pasiva que opone el Estado Nacional y Registro Nacional de las Personas, conforme los argumentos esgrimidos, a cuyos términos nos remitimos brevitatis causa. II.- Respecto de la competencia, señala Sagües, que según tesis sustentada por la Corte Suprema en la causa “Fernández Bedoya Juan y otros”, la ley de amparo proscribe la articulación de las cuestiones de competencia, pero ello solamente rige para las partes (dada la celeridad que debe caracterizar al amparo), más no para los magistrados, los que en primer término deben analizar su competencia y sobre todo los jueces federales, que deben entender excepcionalmente, en los casos previstos en el art. 116 de la Constitución Poder Judicial de la Nación Nacional. No obstante se debe ponderar, que la declaración de incompetencia solo es viable cuando resulta nítida y manifiesta, debiéndose cuidar de no incurrir en privación de justicia del recurrente y que en caso de duda actuar el juez requerido. En cuanto a la oportunidad para invocarla, ha entendido la doctrina que las normas de los artículos 4 y 16 de la ley 16.986, tiende a evitar dilaciones procesales propias de las cuestiones de competencia y que la duda razonable debe ser despejada en el inicio del trámite, pues todo planteo posterior resulta extemporáneo, en virtud del principio de estabilidad de la competencia. Empero autores como Fassi, juzgan que si se trata de incompetencia por razón de la materia, puede ser declarada por el juez en cualquier estado del juicio ( tal y como lo señala el Fiscal en su dictamen con invocación del Art. 352 2° párrafo CPCCN) y aún en la Alzada, de oficio, en los casos de jurisdicción improrrogable y donde opere el orden público (Sagües Néstor Pedro, Compendio de Derecho Procesal Constitucional”, Astrea, Ed. Bs. As. 2009, Pág.501/503). III.- Abordando el tema competencia, en primer lugar advierto que el análisis corresponde se efectúe sin dilaciones en tanto como lo dictamina el señor Fiscal Federal en USO OFICIAL consonancia con el dictamen vertido por el Fiscal General, en oportunidad que la causa fuera elevada en grado de apelación, sin perjuicio que la vía elegida por el accionante lo fue el amparo, la pretensión contenida en la presente, es un caso específico de jurisdicción voluntaria, extracontencioso, como tal ajeno a la competencia federal. En efecto, como señala el señor Fiscal General por ante la Cámara Federal de Córdoba, la competencia federal se encuentra fijada por los arts. 116 y 117 de la Constitución Nacional; por la ley 27 y ley 48. El Art. 12 de la ley 48 limita muchas acciones como los procesos voluntarios, las referidas a derecho de familia, a juicios universales, etc., las cuales quedan excluidas de esa competencia. Asimismo la competencia federal es privativa y excluyente y sólo queda habilitada para aquellos casos en que se encuentra comprometido un “interés federal” que debe ser real, legítimo y concreto, de tal modo el fuero federal queda habilitado principalmente, cuando se encuentra en juego de manera directa ese “interés federal”, que no puede constituirse en una cómoda y ligera invocación procesal, sino por el contrario debe acreditarse como real, objetivo, concreto y con suficiente entidad (ver dictamen fs. 82 y doctrina que se cita).Comparto además con el señor Fiscal General, que no basta para surtir el fuero que se invoque como única circunstancia, que los derechos que se dicen vulnerados se encuentren garantizados por la Constitución Nacional, puesto que el respeto de las autonomías provinciales requiere que se reserve a sus jueces el conocimiento y decisión de las causas que, en lo sustancial versan sobre aspectos propios del derecho común, sin perjuicio que las cuestiones federales que puedan englobar a estos juicios, sean susceptibles de adecuada tutela por vía del recurso extraordinario. Sin que implique pronunciarme de manera alguna sobre el fondo de lo solicitado por esta vía, resulta imperioso y necesario brindar una solución humana a un problema complejo como el que representa la transexualidad y por ello argüible que negar a una persona el derecho a modificar su sexo y una vez modificado, no darle posibilidad de rectificar su acta de nacimiento y cambiar su nombre, implica en principio desconocerle su derecho a la privacidad, que se encuentra garantizado por el artículo 19 de la Constitución Nacional y otros valores legal, constitucional e internacionalmente protegidos, como el derecho a la identidad personal, al nombre, a la no discriminación y a una salud integral. No obstante, ello no basta para que surta el fuero federal, puesto que la acción de cambio de sexo de un transexual, constituye una acción de estado sometida a la ley personal y como tal debe ser determinado por la ley de su domicilio por aplicación de los artículos 6 y 7 del Código Civil, declaración que según reparto de competencias de nuestro sistema federal de gobierno corresponde a los jueces de provincia. La sentencia que en caso autorice el cambio de sexo, será constitutiva y para la consecuente modificación registral de los datos personales del requirente, la legislación establece la competencia del juez de Primera Instancia en lo Civil del lugar donde se encuentre la inscripción original o el del domicilio del peticionante, a través de procedimiento sumario con intervención de los Ministerio Públicos (Decreto ley 8204/1963, Registro de Estado Civil, Capítulo XIII, Modificación de las Inscripciones, Art. 71). Y esa sentencia que se dicte, en tanto lo sea por Juez Competente, no podrá ser desconocida por los entes provinciales en tanto y en cuanto el artículo 7mo de nuestra Constitución Nacional establece como principio general que los actos públicos y procedimientos judiciales de una provincia gozan de entera fe en las demás y tampoco podrá ser desconocidas por las autoridades federales. “La única excepción es de incompetencia del juez sentenciante. Es doctrina de la Corte que la fe y el crédito presuponen procedimientos y resoluciones judiciales por jueces o tribunales que tengan jurisdicción sobre las cosas y personas que afectan, que no importen una extralimitación de facultades en lo relativo a la competencia. Es decir que las autoridades de la jurisdicción en la que se quiere hacer valer el acto judicial, pueden (deben?) examinar si el juez que lo ordenó obró con jurisdicción, aunque sin entrar a juzgar de la regularidad del procedimiento seguido (ver “Algunos Problemas Derivados del Hermafroditismo y de la transexualidad en el Derecho Internacional Privado Argentino” por Mario J.A. Oyarzábal, elDial.com – DC975, del 25/08/2006). La parte actora pretende una acción de amparo en contra del Estado Nacional ( Poder Legislativo y Registro General de las Personas), por omisión legislativa. También en este punto comparto lo dictaminado y estimo que no constituye argumento válido que haga trepidar la convicción de improcedencia. En efecto, dar cabida a la tesis de omisión legislativa, implicaría, en caso de ser admitida, dar la posibilidad a que toda situación social que no haya sido abordada por este Poder del Estado, pueda habilitar la vía judicial y por ende el amparo a través de la cual magistrados podrían ir cubriendo supuestos vacíos normativos, con riesgo de proyectarse en un colapso institucional y de anarquía republicana (ver dictamen Fiscal General fs.82). De otro lado, conforme surge del relato de los hechos contenidos en la demanda y de lo expuesto al contestar el traslado de la excepción articulada por el Estado Poder Judicial de la Nación Nacional, a juicio de quien requiere amparo, se promueve acción en contra de la mora legislativa en sentido amplio, al decir en sus escritos que media inacción en la producción de normas generales, que contemplen su situación como afectado. De allí, que el eventual perjuicio derivaría ya no de resolverse un caso concreto, sino de la no producción de reglas jurídicas de alcance colectivo. Ahora, la ausencia de normas claras no empece a que pueda lograr a través de la vía indicada y por conducto del juez que corresponde por la materia, el restablecimiento de sus derecho constitucional a la identidad, al nombre y no discriminación, prueba de lo cual ha dado acertada respuesta la jurisprudencia argentina. Además, si bien es cierto que no existe norma alguna que autorice la realización de cirugía de reasignación de sexo, no puede alegarse omisión lesiva por parte del Estado en tanto y en cuanto, existen proyectos presentados ante el Congreso. Reparemos como supra señalo que el tema por lo sensible y complejo, exige de un pormenorizado estudio en todos sus espectros. En la transexualidad se plantea la interrelación entre medicina, ética y derecho, situación que como bien se dijo no ha recibido aún una solución adecuada en nuestro derecho positivo pero se efectúa un tratamiento interdisciplinario. Esta USO OFICIAL concurrencia interdisciplinaria sumada a la sensibilidad que trae aparejada la situación de quien ejerce su derecho, se deben complementar para tratar la situación. De allí que podemos afirmar que la situación exige de una estructura adecuada para obtener el resultado esperado, en cuanto es indispensable la realización de estudios y pruebas, tales como “informe socio ambiental”, “pericia psicológica-psiquiátrica”, “pericia médico forense”, lo que implica poder acceder a especialistas en la materia, auxiliares de la justicia. En la justicia federal, justicia de excepción, no se cuenta con esta estructura necesaria e indispensable. Reitero, la acción de cambio de sexo constituye una acción de estado sometida a la ley personal; se relaciona con los valores o la “moral social” en un momento dado. Negar a una persona modificar su sexo y en consecuencia rectificar su acta de nacimiento y cambiar su nombre, implica hacer oídos sordos al derecho a la privacidad garantizado por el art. 19 de la Constitución Nacional En casos de transexualidad es indispensable contar con la opinión de expertos, que acrediten, sin duda alguna, la calidad de transexual de quien solicita su reasignación sexual. Consecuentemente se trata de establecer que el derecho invocado por el amparista es legítimo, pero el mismo debe ser ejercido en la jurisdicción que corresponde Conforme lo ha dictaminado el Sr. Fiscal General ( fs.81/83vta.): “ …el planteo que trae este Ministerio Público, es única y solamente en función de su misión de preservar el orden público, siendo custodio de la legalidad y los intereses generales de la sociedad…En virtud de ello, la pretensión de esa “autorización judicial”, no puede ser resuelta por un Juez Federal, sino dentro de la jurisdicción ordinaria local, conforme los antecedentes análogos…y particularmente el relacionado al reciente caso, de análogas características que recibió un pormenorizado análisis científico, doctrinario, jurisprudencial, por parte del señor Juez de Primera Instancia en lo Civil, Comercial, de Conciliación y Familia de Villa Dolores. Por las consideraciones que anteceden y oído que fuera el Ministerio Público Fiscal en su misión de preservar el orden público y como custodio de la legalidad e intereses generales de la sociedad (art.120 ley 24.946), atento el carácter de taxativa inalterable limitada y de excepción, privativa y excluyente, corresponde en virtud de lo establecido por el artículo 352 según párrafo del C.P.C.C.N., declarar de oficio y en el estado actual de la causa la incompetencia de la Justicia Federal para intervenir en la presente. Una vez firme el pronunciamiento y si bien el artículo 354 del Código de Rito establece el archivo de las actuaciones, por razones de economía procesal, y principio de tutela judicial efectiva dada la necesaria pronta respuesta jurisdiccional que merece el caso, a opción de la parte actora, deberá previa baja de los libro de Secretaría, remitirse el expediente judicial a la Mesa General de Entradas de los Tribunales Ordinarios de la Provincia de Córdoba, para lo cual se autoriza a la actora o su letrada. IV.- A mérito de la incompetencia declarada, deviene abstracto me pronuncie sobre la excepción de falta de legitimación pasiva opuesta por el Estado Nacional. V.- Resta que me pronuncie sobre las costas del juicio, las que atento el sentido del pronunciamiento, cuestión resuelta de oficio por el Tribunal y lo novedoso de la acción intentada se imponen por el orden causado (Art. 68 2do. Párrafo C.P.C.C.N.), a cuyo fin se regulan los honorarios de la letrada patrocinante de la parte actora doctora, Andrea Mignini Marega por todo concepto en la suma de Pesos Un Mil Quinientos ($1.500). No se regulan honorarios a la representación de los demandados, profesionales a sueldo del Estado Nacional, en virtud de lo dispuesto por el artículo 2° de la ley 21.839 t.o. No mediando pronunciamiento desestimatorio respecto del fondo, corresponde eximir a la actora del pago de la tasa de justicia (Conf. Art. 13 Inc. “b” ley 23.898). El pago de aportes previsionales y colegiales serán repuestos por la mencionada profesional, en el ámbito de la justicia ordinaria por ante la cual se deriva la solución de fondo. Por las consideraciones que anteceden; RESUELVO: 1.- Declarar de oficio la incompetencia de la justicia federal (conf. Art. 352 2do. Párrafo del C.P.C.C.N.) y, en consecuencia de contenido abstracto la excepción de falta de legitimación pasiva opuesta por el Estado Nacional. A opción de parte interesada, por razones de economía procesal, y principio de tutela judicial efectiva dada la necesaria pronta respuesta jurisdiccional que merece el caso, previa baja de los libro de Secretaría, remítase el expediente judicial a la Mesa General de Entradas de los Tribunales Ordinarios de la Provincia de Córdoba, para lo cual se autoriza el retiro de las actuaciones a la actora o su letrada. 2.- Imponer las costas en el orden causado por las razones dadas en el considerando V.- de este pronunciamiento y artículo 68 2do. Párrafo del C.P.C.C.N., a cuyo fin se regulan los honorarios de la letrada patrocinante de la parte actora doctora, Andrea Mignini Poder Judicial de la Nación Marega por todo concepto en la suma de Pesos Un Mil Quinientos ($1500). No fijar retribución a la representación y asistencia letrada de los demandados, profesionales a sueldo del Estado Nacional, en virtud de lo dispuesto por el artículo 2° de la ley 21.839 t.o. 3.- Eximir a la actora del pago de la tasa de justicia (conf. Art. 13 inc. “b” ley 23.898) y establecer que en caso de corresponder, el pago de aportes previsionales y colegiales serán repuestos por la mencionada profesional, en el ámbito de la justicia ordinaria por ante la cual se deriva la solución de fondo.4.- Protocolícese, hágase saber y oportunamente, remítanse las actuaciones. FDO: Ricardo Bustos Fierro – Juez Federal – USO OFICIAL Protocolo T. II – Fojas 213 – Resolución N° 140/11