CIRCULAR Nº G19/2007 ASUNTO : APROBADOS EL PLAN GENERAL DE CONTABILIDAD Y EL PLAN GENERAL DE CONTABILIDAD PARA LAS PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS EXTENSIÓN : A todos los miembros del Instituto. FECHA 4 de diciembre de 2007 : El Consejo de Ministros aprobó el pasado 16 de noviembre los Reales Decretos 1514/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad (BOE de 20 de noviembre de 2007); y 1515/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad de Pequeñas y Medianas Empresas y los criterios contables específicos para microempresas (BOE de 21 de noviembre de 2007). La nueva normativa contable trae cuenta de la aprobación, el pasado mes de junio, de la Ley 16/2007, de 4 de julio, de reforma y adaptación de la legislación mercantil en materia contable para su armonización internacional con base en la normativa de la Unión Europea cuya Disposición Final Primera autoriza al Gobierno para que, mediante Real Decreto, apruebe el Plan General de Contabilidad, así como sus modificaciones y normas complementarias, al objeto de desarrollar los aspectos contenidos en la propia Ley. Adicionalmente, de acuerdo con la citada Disposición Final Primera de la Ley, el Gobierno debía aprobar un Plan General de Contabilidad de Pequeñas y Medianas Empresas (en adelante, también Plan General de Contabilidad de PYMES) que tenga en consideración las especiales características de estas empresas. Ambas normas entrarán en vigor el 1 de enero de 2008, y serán de aplicación en los términos previstos para los ejercicios que se inicien a partir de dicha fecha. El Plan que ahora se aprueba, sustituye al aprobado por Real Decreto 1643/1990, de 20 de diciembre, y de acuerdo con lo previsto en el artículo dos de este Real Decreto, es de aplicación obligatoria para todas las empresas cualquiera que sea su forma jurídica, individual o societaria, sin perjuicio de las especialidades que para las entidades financieras se establecen en su normativa contable específica, manteniéndose intactas en el nuevo marco las competencias de regulación que en materia contable tienen atribuidas los centros, organismos o instituciones supervisores del sistema financiero. El Real Decreto regula en su Disposición Transitoria Primera a Tercera el régimen transitorio para la aplicación por primera vez del Plan General de Contabilidad, que contempla la aplicación retroactiva de los criterios contenidos en el Plan General de Contabilidad, con determinadas excepciones. Desde el Instituto de Censores Jurados de Cuentas hemos hecho un seguimiento exhaustivo de esta normativa, participando en múltiples reuniones con el ICAC para tratar de aportar nuestro punto de vista. Nuestro grupo de trabajo elaboró varios informes con las propuestas para introducir mejoras técnicas y de concepto en el Borrador presentado por el ICAC. Estos informes se presentaron en su día en forma de alegaciones ante este organismo, al igual que ocurrió con las propuestas de otros muchos colectivos afectados –profesionales y empresarios- por la futura normativa. 1 En todo momento traté de trasladar al ICAC nuestra honda preocupación por el enfoque que se estaba dando a la reforma contable, solicitando a su Presidente la oportunidad de exponer nuestras sugerencias con mayor detalle, e incluso ofreciendo nuestra colaboración en el proceso de elaboración del texto definitivo. En nuestro intento de adecuar el Plan y lograr su adaptación por empresas y profesionales minimizando el impacto que todo cambio conlleva, llegamos a solicitar audiencia del Consejo de Estado, para explicar nuestros argumentos, audiencia que nos fue concedida, presentando alegaciones por escrito al Borrador del Nuevo Plan General de Contabilidad. Son muchos los escenarios en los que he defendido la necesidad de un lenguaje contable único, que armonice nuestra legislación contable con la europea e internacional. Lamentablemente, hemos perdido la oportunidad de lograr estos objetivos a través del nuevo Plan General de Contabilidad, que se ha aprobado sin el consenso de la profesión y de otros sectores interesados, y que se presenta confuso y lleno de lagunas jurídicas. Podría decirse que el Gobierno ha querido ir hacia las normas internacionales pero no ha llegado a ellas, y nos hemos quedado a mitad de camino. Con ello, corremos el riesgo de convertirnos en el único país de la Unión Europea en el que las cotizadas tienen el mismo lenguaje contable que en Europa y sin embargo las no cotizadas no lo tendrán. Lo mismo cabe decir del Plan Contable específico para PYMES. No olvidemos que las pymes representan el 96% del tejido empresarial español, son más de 3.500.000 empresas las que van a tener que aplicar un nuevo plan y disponen tan sólo de unas semanas para conocerlo a fondo, con el inmenso coste que ello va a suponer a muchas de ellas. Los nuevos conceptos que introduce requerirán de un periodo de análisis por parte de las empresas para su incorporación a los sistemas contables y, por supuesto, de un costoso cambio en los sistemas informáticos. A continuación se expone un extenso resumen de las novedades de ambos Planes, cuyo texto íntegro – así como el de los Reales Decretos por los que se aprueban- podéis encontrar en nuestra página web (www.icjce.es). Rafael Cámara Rodríguez-Valenzuela Presidente 2 I. PLAN GENERAL DE CONTABILIDAD 2007 Está dividido en cinco partes, lo cual implica un criterio continuista de estructura con el actual plan en vigor. Estas son las siguientes: • Primera parte: Marco Conceptual • Segunda parte: Norma de Registro y Valoración • Tercera parte: Cuentas anuales • Cuarta parte: Cuadro de cuentas • Quinta parte: Definiciones y relaciones contables I.I. Primera parte. Marco Conceptual Esta parte del PGC es de aplicación obligatoria. Está divido en seis secciones: 1. Cuentas anuales. Imagen fiel. Tanto el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto, el estado de flujos de efectivo y la memoria forman parte de las cuentas anuales de una empresa. Los anteriores estados financieros deben ser comprensibles y útiles para los usuarios que los utilizan con el objetivo de tomar decisiones económicas; el Plan General de Contabilidad busca que la información contenida en las cuentas anuales muestren la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa. La estructura de la cuenta de pérdidas y ganancias se modifica hacia un formato vertical, y desaparecen los resultados extraordinarios. 2. Requisitos a incluir en las cuentas anuales. Se trata de la información relevante y de la información fiel. 3. Principios contables. Son los siguientes: empresa en funcionamiento; devengo; uniformidad; prudencia (destaca en este caso la ubicación del principio de prudencia en pie de igualdad con los restantes principios); no compensación; e importancia relativa. 4. Elementos de las cuentas anuales. Las definiciones de los elementos de las cuentas anuales: activos, pasivos, patrimonio neto, ingresos y gastos, constituyen una importante novedad. En particular, los pasivos se definen como obligaciones actuales surgidas como consecuencia de sucesos pasados, para cuya extinción la empresa espera desprenderse de recursos que puedan producir beneficios o rendimientos económicos en el futuro. Esta definición unida a la prevalencia del fondo sobre la forma condicionará el registro de algunos instrumentos financieros, que deberán contabilizarse como pasivos cuando a priori, desde un punto de vista estrictamente jurídico, pudieran tener la apariencia de instrumentos de patrimonio. 5. Criterios de registro o reconocimiento contable de los elementos de las cuentas anuales. 6. Criterios de valoración: coste histórico o coste, valor razonable, valor neto realizable, valor actual, valor en uso, costes de venta, coste amortizado, costes de transacción atribuibles a un activo o pasivo financiero, valor contable o en libros y valor residual. 3 De todos ellos, sin duda, la principal novedad es el valor razonable, que ahora se utiliza no sólo para contabilizar determinadas correcciones valorativas sino también para registrar los ajustes de valor por encima del precio de adquisición en algunos elementos patrimoniales, tales como ciertos instrumentos financieros y otros elementos a los que se apliquen las reglas de la contabilidad de coberturas. 7. Principios y normas de contabilidad generalmente aceptadas. Sin ánimo de exhaustividad, podemos destacar como novedades más importantes de esta parte las siguientes: • La aparición de dos nuevos documentos en las cuentas anuales: el estado de cambio de patrimonio neto y el estado de flujos de tesorería (no obligatorio) si se realizan modelos abreviados de balance, memoria y estado de cambio de patrimonio neto. • Como ya se ha dicho, la no prevalencia del principio de prudencia sobre los demás principios contables. • Nuevos criterios de valoración de los elementos patrimoniales –no contemplados en el PGC 1990–, como el valor razonable, coste amortizado, valor en uso y valor actual. • La norma de instrumentos financieros constituye una de las novedades más relevantes del nuevo Plan General de Contabilidad. El principal cambio estriba en que el nuevo texto no afronta la valoración de los activos y pasivos financieros desde la perspectiva de su naturaleza, rendimiento fijo o variable, sino tendiendo en cuenta la gestión desplegada por la empresa sobre estos elementos patrimoniales. I.II. Segunda parte. Norma de Registro y Valoración Se trata de un conjunto de normas que desarrollan los principios contables y otras disposiciones contenidas en el Marco Conceptual. Esta parte del PGC es igualmente de aplicación obligatoria. A continuación vamos a detallar las principales novedades que introduce el Plan en las normas de registro y valoración con respecto al Plan de 1990, de manera que aquellas que no aparezcan referidas es porque, sustancialmente, continúan siendo idénticas: 1º. En el inmovilizado material se incorpora, formando parte del precio de adquisición, el valor actual de las obligaciones derivadas del desmantelamiento, retiro o rehabilitación del lugar en el que se asienten los activos, que en el Plan de 1990 originaban el registro sistemático de una provisión para riesgos y gastos. La provisión que debe contabilizarse como contrapartida del inmovilizado se actualizará cada año por el efecto financiero ocasionado por el descuento, sin perjuicio de la revisión del importe inicial que pueda traer causa de una nueva estimación del coste de dichos trabajos, o del tipo de descuento aplicado. En ambos casos, el ajuste motivará al inicio del ejercicio en que se produzca, tanto la revisión del valor del activo como de la provisión. 4 2º. El tratamiento de las provisiones para grandes reparaciones también experimenta un cambio en el nuevo marco contable. En la fecha de adquisición, la empresa deberá estimar e identificar el importe de los costes necesarios para realizar la revisión del activo. Estos costes se amortizarán como un componente diferenciado del coste del activo hasta la fecha en que se realice la revisión, momento en que se tratará contablemente como una sustitución, dándose de baja cualquier importe pendiente de amortizar y se reconocerá el importe satisfecho por la reparación, que a su vez deberá amortizarse de forma sistemática hasta la siguiente revisión. 3º. Siguiendo con el análisis de los cambios, merece destacarse que el nuevo Plan General de Contabilidad, a diferencia del Plan de 1990 (que, con carácter general, otorgaba la opción), obliga a capitalizar los gastos financieros incurridos por la adquisición o construcción de activos hasta la fecha en que estén en condiciones de entrar en funcionamiento, siempre y cuando los activos necesiten un periodo de tiempo superior a un año para estar en condiciones de uso. 4º. La última modificación relevante en esta norma se produce en el criterio para contabilizar las permutas de inmovilizado material. Se diferencian las permutas de carácter comercial de las que no lo son, identificando las primeras por el indicio de que los flujos de caja esperados del activo recibido difieren significativamente de los del entregado, bien porque la configuración de los citados flujos difiere o bien porque el valor subjetivo para la empresa del bien recibido es mayor que el del entregado, convirtiéndose por tanto este último desde un punto de vista económico en un medio de pago. A partir de este razonamiento, cuando la permuta tiene naturaleza comercial, la norma dispone que deberá contabilizarse el correspondiente resultado siempre y cuando pueda obtenerse un valor fiable del valor razonable del elemento entregado o, en su caso, del recibido. 5º. En esta materia, un importante cambio del nuevo Plan es la previsión de que puedan existir inmovilizados intangibles con vida útil indefinida, los cuales no se amortizarán, sin perjuicio de que si se comprueba que su valor se ha deteriorado, se registrará la correspondiente pérdida. 6º. Mención particular merece el fondo de comercio, que no será objeto de amortización, debiendo someterse, al menos anualmente, a un test de deterioro. En caso de que de esta comprobación se derive una corrección valorativa, ésta tendrá carácter irreversible, debiendo incluirse en la memoria determinada información del proceso de cálculo, en el que se deberá prestar especial cautela a que los fondos de comercio generados internamente por la empresa con posterioridad a la fecha de adquisición, no se activen de forma indirecta. 7º. Cabe también mencionar el nuevo tratamiento de los gastos de primer establecimiento, que deberán contabilizarse en la cuenta de pérdidas y ganancias como gastos del ejercicio en el que se incurran. Por el contrario, los gastos de constitución y ampliación de capital se imputarán directamente al patrimonio neto de la empresa sin pasar por la citada cuenta de pérdidas y ganancias. Estos gastos lucirán en el estado de cambios en el patrimonio neto total, formando parte del conjunto de variaciones del patrimonio neto del ejercicio. 5 8º. Otra novedad relevante que se ha incorporado en esta norma es la previsión de que los gastos de desarrollo puedan amortizarse en un plazo superior a cinco años siempre que esta mayor vida útil quede debidamente acreditada por la empresa. Por su parte, los gastos de investigación mantienen el mismo tratamiento que les otorgaba el Plan de 1990, aunque las normas internacionales adoptadas en Europa exigen con carácter general su imputación a la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio en que se devengan, permitiendo no obstante el registro de los gastos de investigación cuando son identificados como un activo de la empresa adquirida en una combinación de negocios. 9º. La calificación de activos no corrientes y grupos enajenables de elementos mantenidos para la venta, constituye otra novedad del nuevo Plan. Para incluir un elemento del activo no corriente o un grupo enajenable de elementos patrimoniales en esta categoría, deberán cumplirse una serie requisitos enfocados a su disponibilidad inmediata y alta probabilidad de venta. La principal consecuencia de esta nueva clasificación es que dichos activos no se amortizan. En cuanto a su presentación, deberán mostrarse en el balance dentro del activo corriente dado que su valor en libros se prevé recuperar a través de su enajenación y no mediante su uso en la actividad ordinaria de la empresa. Adicionalmente, en el modelo normal de la cuenta de pérdidas y ganancias, se deberá incorporar determinada información dentro del margen de las operaciones discontinuadas, en relación con los grupos clasificados como mantenidos para la venta que constituyan una actividad interrumpida (en particular, grupos enajenables que constituyan una línea de negocio o un área geográfica significativa o empresas dependientes adquiridas con la finalidad de venderlas). 10º. Como ya hemos dicho, la norma 9ª. de instrumentos financieros junto a la norma que regula las denominadas “Combinaciones de negocios” constituye sin lugar a dudas la novedad más relevante del nuevo Plan General de Contabilidad. El principal cambio estriba en que el nuevo texto no afronta la valoración de los activos y pasivos financieros desde la perspectiva de su naturaleza, rendimiento fijo o variable, sino tendiendo en cuenta la gestión desplegada por la empresa sobre estos elementos patrimoniales. A tal efecto, el conjunto de activos financieros se clasifica en aras de su valoración en las carteras de: préstamos y partidas a cobrar (en la que se incluyen los clientes), inversiones mantenidas hasta el vencimiento, activos financieros mantenidos para negociar, otros activos financieros a valor razonable con cambios en la cuenta de pérdidas y ganancias, inversiones en el patrimonio de empresas del grupo, multigrupo y asociadas y activos financieros disponibles para la venta. Por su parte, los pasivos financieros se clasificarán en alguna de las siguientes categorías: débitos y partidas a pagar (fundamentalmente, proveedores), pasivos financieros mantenidos para negociar y otros pasivos financieros a valor razonable con cambios en la cuenta de pérdidas y ganancias. Asimismo, dejando al margen las inversiones en empresas del grupo, multigrupo y asociadas, los préstamos y partidas a cobrar y las inversiones en títulos representativos de deuda que la empresa decida mantener hasta el vencimiento, otro aspecto que debe resaltarse es la extensión del valor razonable a todos aquellos activos financieros cuyo valor razonable puede determinarse con fiabilidad. 11º. Otra novedad importante del Plan General de Contabilidad en las operaciones comerciales es la incorporación de los descuentos por pronto pago concedidos a clientes, estén o no incluidos en factura, como un componente más (con signo negativo) del importe neto de la cifra de negocios quedando, en consecuencia, excluidos del margen financiero de la empresa. En coherencia con este nuevo criterio, los descuentos por pronto pago concedidos por los proveedores, estén o no incluidos en factura, se contabilizan minorando la partida de aprovisionamientos. 6 12º. Las subvenciones, donaciones y legados entregados por los socios o propietarios de la empresa no tienen la calificación de ingresos, sino de fondos propios, al ponerlas en pie de equivalencia desde una perspectiva económica con las restantes aportaciones que los socios o propietarios puedan realizar a la empresa, fundamentalmente con la finalidad de fortalecer su patrimonio. I.III. Tercera parte. Cuentas anuales Esta parte también es de aplicación obligatoria y está dividida en tres grandes apartados, cuyas denominaciones coinciden con las del PGC 1990: 1. Normas de elaboración de las cuentas anuales. 2. Modelos normales de cuentas anuales. 3. Modelos abreviados de cuentas anuales. La novedad más destacada de esta parte son los nuevos modelos de cuentas propuestos, bien distintos de los contemplados en la normativa contable de 1990. Así la estructura del balance de situación es la siguiente: ACTIVO A) Activo no corriente B) Activo corriente PATRIMONIO NETO Y PASIVO A) Patrimonio neto B) Pasivo no corriente C) Pasivo corriente Las cuentas anuales están integradas por: el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto, el estado de flujos de efectivo y la memoria. Estos documentos forman una unidad y deben ser redactados de conformidad con lo previsto en el Código de Comercio, en el Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas, en la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada y en el Plan General de Contabilidad; en particular, sobre la base del Marco Conceptual de la Contabilidad y con la finalidad de mostrar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa. Cuando pueda formularse balance, estado de cambios en el patrimonio neto y memoria en modelo abreviado, el estado de flujos de efectivo no será obligatorio. Desde un punto de vista general, también se puede citar como novedad, en sintonía con el criterio incluido en las normas internacionales adoptadas, el requerimiento de incluir también en la memoria de las cuentas anuales, información cuantitativa del ejercicio anterior, así como la necesidad de ajustar las cifras comparativas del periodo anterior, en la medida en que se produzcan ajustes valorativos derivados de cambios de criterios contables o errores. Adicionalmente a la información comparativa de índole numérica, si resulta relevante para la comprensión de las cuentas anuales del ejercicio actual, la norma exige que también se incluya información descriptiva del periodo anterior. 7 Cabe destacar el cambio de denominación, respecto al Plan de 1990, de inmovilizado y activo circulante a activos no corrientes y corrientes. En este sentido, el activo corriente comprenderá aquellos elementos que la empresa espera vender, consumir o realizar en el transcurso del ciclo normal de explotación, aquellos otros cuyo vencimiento, enajenación o realización se espera que se produzca en el plazo de un año, los clasificados como mantenidos para negociar, excepto los derivados a largo plazo, y el efectivo y equivalentes. Los demás activos se clasificarán como no corrientes. El estado de cambios en el patrimonio neto, se presenta en dos documentos: a) El estado de ingresos y gastos reconocidos y b) el estado total de cambios en el patrimonio neto. El estado de ingresos y gastos reconocidos recoge los ingresos y gastos devengados en el ejercicio y por diferencia el saldo global de los ingresos y gastos reconocidos, recogiendo diferenciadamente las transferencias que se hayan realizado durante el ejercicio a la cuenta de pérdidas y ganancias de acuerdo con los criterios fijados en las correspondientes normas de registro y valoración. Por su parte, el estado total de cambios en el patrimonio neto refleja el conjunto de variaciones producidas en el patrimonio neto durante el ejercicio. Se incluirán por tanto, además del saldo de ingresos y gastos reconocidos, las demás variaciones en el patrimonio neto, entre las que se encuentran las que traigan causa de las operaciones realizadas con los socios o propietarios de la empresa, así como las reclasificaciones que puedan producirse en el patrimonio neto, derivadas por ejemplo de la dotación de reservas en ejecución del acuerdo de distribución del resultado y los ajustes motivados por la subsanación de errores o cambios de criterio contable que, excepcionalmente, puedan producirse. I.IV. Cuarta parte. Cuadro de cuentas A diferencia de las anteriores, esta parte del Plan General de Contabilidad no es obligatoria en cuanto a la numeración de las cuentas y denominación de las mismas, si bien constituye una guía o referente obligado en relación con las partidas de las cuentas anuales. Tiene una estructura similar a la del Plan de 1990, es decir, el cuadro sigue la clasificación decimal, y se divide en grupos, subgrupos, cuentas y subcuentas. Los grupos son los siguientes: 1. Financiación básica, en el que se integran todas las cuentas relativas a la financiación a largo plazo de la empresa, bien sea mediante aportaciones de los socios, capital social, beneficios no distribuidos, reservas, o financiación de terceros cuyo vencimiento es superior al ejercicio económico de la sociedad. 2. Inmovilizado, que incluye los activos “estructurales” de la empresa, esto es, aquellos activos que por sus características no son consumidos en un ciclo productivo o ejercicio económico. Así en dicho grupo se contabilizará el inmovilizado tanto material como inmaterial de la sociedad, distinguiendo entre su valor de alta en balance y las posibles depreciaciones o pérdidas de valor que haya podido sufrir como consecuencia del uso o del paso del tiempo. 8 3. Existencias, es el grupo destinado a la contabilización de las materias primas y demás componentes implicados y consumidos en el proceso productivo de la empresa. 4. Acreedores y deudores por operaciones de tráfico. Este grupo contiene las obligaciones y derechos de la empresa originados por su actividad comercial así como sus obligaciones sociales y fiscales. 5. Cuentas financieras. Contiene las cuentas relativas a la tesorería de la empresa, entendiendo por tesorería los derechos y obligaciones financieras de los que sea titular la sociedad con un período de materialización o exigibilidad inferior al ejercicio económico. 6. Compras y gastos. En él se incluyen las operaciones de compra y gasto realizadas por la empresa en el devenir de sus actividades comerciales. 7. Ventas e ingresos. Contiene tanto las cuentas donde se reflejarán los ingresos originados como consecuencia de la actividad comercial de la empresa como las cuentas utilizadas para reflejar ingresos extraordinarios, beneficios financieros o los excesos de las provisiones que se dotaron en el pasado. 8. Gastos imputados a patrimonio neto. Contiene las cuentas utilizadas para reflejar aquellos hechos económicos que con origen en los mercados financieros, normas fiscales, etc., aminoran el patrimonio neto de la empresa. 9. Ingresos imputados a patrimonio. Al igual que el grupo anterior, estamos ante un grupo de nueva creación donde se detallan las cuentas utilizadas para reflejar los incrementos que se pueden producir en el patrimonio neto de la sociedad con origen en los mercados financieros, normas fiscales, etc. I.V. Quinta parte. Definiciones y relaciones contables En esta parte de la norma incluye las definiciones de distintas partidas que se incorporarán en el balance, en la cuenta de pérdidas y ganancias y en el estado de cambios en el patrimonio neto, así como las de cada una de las cuentas que se recogen en dichas partidas, incluyendo los principales motivos de cargo y abono de las cuentas. La parte de definiciones y relaciones contables no será de aplicación obligatoria, excepto en aquello que aluda o contenga criterios de registro o valoración, que desarrollen lo previsto en la segunda parte relativa a normas de registro y valoración, o sirva para su interpretación y sin perjuicio del carácter explicativo de las diferentes partidas de las cuentas anuales. 9 II. PLAN GENERAL DE CONTABILIDAD PARA LAS PEQUEÑAS Y MEDIANASEMPRESAS Y LOS CRITERIOS CONTABLES ESPECÍFICOS PARA MICROEMPRESAS. El Plan Contable para Pymes recoge los contenidos del Plan General de Contabilidad relacionados con las operaciones realizadas con carácter general por las pymes y simplifica los criterios de registro, valoración e información a incluir en la memoria: • • • En los instrumentos financieros se elimina el criterio de valoración a valor razonable. Se simplifica el criterio de valoración de activos arrendados en "leasing" desde el punto de vista del arrendatario. En las cuentas anuales desaparece la obligación de confeccionar el estado de ingresos y gastos reconocidos. En cuanto a las microempresas, se simplifica en el reconocimiento del gasto por impuesto sobre beneficios y en las operaciones de arrendamiento financiero. La adopción de este Plan es voluntaria, pero las empresas que decidan acogerse a él, deberán mantenerse de forma continuada un mínimo de tras ejercicios, salvo que la empresa deje de estar incluida en su ámbito de aplicación y tuviera que aplicar el Plan General de Contabilidad. Si una empresa que aplique este Plan realiza operaciones que no estén recogidas en él, habrá de remitirse a las normas específicas del PGC que contengan los criterios de registro, valoración y presentación de dichas operaciones. A continuación se ofrece un resumen del PGC para PYMES, señalando tan sólo las particularidades que ofrece con respecto al Plan General de Contabilidad. Presenta una estructura similar a la del Plan General de Contabilidad, y, por lo tanto, está dividido en las siguientes partes: II.I. Primera parte: Marco conceptual de la contabilidad 1. Cuentas anuales. Imagen fiel Las cuentas anuales de las pequeñas y medianas empresas comprenden el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto y la memoria. Estos documentos forman una unidad. Estas empresas podrán incorporar de manera voluntaria un estado de flujos de efectivo el cual se elaborará según lo establecido en el Plan General de Contabilidad. Las cuentas anuales deben ser comprensibles y útiles para los usuarios que los utilizan con el objetivo de tomar decisiones económicas; La aplicación sistemática y regular de los requisitos, principios y criterios contables incluidos en los apartados siguientes deberá conducir a que las cuentas anuales muestren la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa. 2. Requisitos de la información a incluir en las cuentas anuales La información incluida en las cuentas anuales debe ser relevante y fiable. 10 3. Principios contables. Se enuncian los mismos principios que en el Plan General de Contabilidad: empresa en funcionamiento, devengo, uniformidad, prudencia, no compensación e importancia relativa. 4. Elementos de las cuentas anuales. Las cuentas anuales de las PYMES contienen los mismos elementos; activos, pasivos, patrimonio neto, ingresos y gastos, recogidos en el Plan General de Contabilidad, y quedan definidos en los mismos términos. No obstante, habrá que tener en cuenta que la norma aplicable a las PYMES establece particularidades en cuanto a los criterios de reconocimiento y valoración de algunos elementos, en orden a facilitar su comprensión y aplicación por las entidades de menor dimensión económica, fundamentalmente en el ámbito de los instrumentos financieros, por lo que en todo caso se deberán cumplir los criterios desarrollados en el Plan que comentamos. 5. Criterios de registro o reconocimiento contable de los elementos de las cuentas anuales Los criterios de registro o reconocimiento contable son: • • • • Los activos se reconocerán cuando sea probable la obtención a partir de ellos de beneficios para la empresa en el futuro. Los pasivos deben reconocerse cuando sea probable que, a su vencimiento y para liquidar la obligación, deban entregarse o cederse recursos que incorporen beneficios o rendimientos económicos futuros. El reconocimiento de un ingreso tiene lugar como consecuencia de un incremento de los recursos de la empresa. El reconocimiento de un gasto tiene lugar como consecuencia de una disminución de los recursos de la empresa. 6. Criterios de valoración Se mantiene también la homogeneidad con el apartado homólogo del Plan General. En este sentido se recogen las definiciones y los criterios valorativos a los que posteriormente se apela en las normas de registro y valoración: coste histórico o coste, valor razonable, valor neto realizable, valor actual, valor en uso, costes de venta, coste amortizado, costes de transacción atribuibles a un activo o pasivo financiero, valor contable o en libros y valor residual. De todos ellos, sin duda, la principal novedad es el valor razonable, si bien su utilización en el ámbito de los instrumentos financieros queda más restringida en este Plan que en el Plan General de Contabilidad, dado que no se contempla la categoría de los activos financieros disponibles para la venta. 11 7. Principios y normas de contabilidad generalmente aceptados Se considerarán principios y normas de contabilidad generalmente aceptados los establecidos en: • • • • • El Código de Comercio y la restante legislación mercantil El Plan General de Contabilidad de Pequeñas y Medianas Empresas El Plan General de Contabilidad y sus adaptaciones sectoriales Las normas de desarrollo que, en materia contable, establezca en su caso el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas La demás legislación española que sea específicamente aplicable II.II. Segunda parte: Normas de registro y valoración. Salvo en los casos específicos en los que se ha simplificado algún aspecto o se han eliminado determinadas normas, mantiene la misma redacción del Plan General de Contabilidad. Sin embargo, podemos decir que es en esta parte donde se han llevado a cabo de facto las simplificaciones del Plan General de Contabilidad para las PYMES, al eliminar normas y elementos que regulaban aspectos que tienen poca o ninguna aplicación o que son de compleja utilización, en términos generales, para una PYME. A continuación figura una breve mención a las normas o apartados del Plan General de Contabilidad que se han eliminado en el presente Plan de PYMES: Fondo de comercio. Activos no corrientes y grupos enajenables de elementos, mantenidos para la venta. Instrumentos financieros compuestos. Derivados que tengan como subyacente inversiones en instrumentos de patrimonio no cotizados cuyo valor razonable no pueda ser determinado con fiabilidad. Contratos de garantía financiera. Fianzas entregadas y recibidas. Coberturas contables. Conversión de las cuentas anuales a la moneda de presentación (carecería de sentido su incorporación dado que sólo se utiliza en caso de moneda funcional distinta a la moneda de presentación, habiéndose establecido como requisito para utilizar este Plan General de Contabilidad de PYMES que la moneda funcional de la empresa sea el euro). Pasivos por retribuciones a largo plazo al personal. Transacciones con pagos basados en instrumentos de patrimonio. Combinaciones de negocios. Operaciones de fusión, escisión y aportaciones no dinerarias de un negocio entre empresas del grupo. Por lo que se refiere al inmovilizado material, las normas segunda y tercera siguen un esquema parecido al del Plan anterior, introduciendo ciertas simplificaciones. Como novedades cabe destacar: 12 La incorporación, formando parte del precio de adquisición, del valor actual de las obligaciones derivadas del desmantelamiento, retiro o rehabilitación del lugar en el que se asienten los activos, que en el Plan de 1990 originaban el registro sistemático de una provisión para riesgos y gastos. El nuevo tratamiento de las provisiones para grandes reparaciones. El Plan General de Contabilidad de PYMES obliga a capitalizar los gastos financieros incurridos por la adquisición o construcción de activos hasta la fecha en que estén en condiciones de funcionamiento, siempre y cuando los activos necesiten un período superior a un año para estar en condiciones de uso. La última modificación relevante se produce en el criterio para contabilizar las permutas de inmovilizado material. Se diferencian las permutas de carácter comercial de las que no lo son, identificando las primeras por el indicio de que los flujos de caja esperados del activo recibido difieren significativamente de los del entregado, bien porque la configuración de los citados flujos difiere o bien porque el valor subjetivo para la empresa del bien recibido es mayor que el del entregado, convirtiéndose por tanto este último desde un punto de vista económico en un medio de pago. A partir de este razonamiento, cuando la permuta tiene naturaleza comercial, la norma dispone que deberá contabilizarse el correspondiente resultado siempre y cuando pueda obtenerse un valor fiable del valor razonable del elemento entregado o, en su caso, del recibido. No se incluye en este Plan de PYMES el concepto de unidad generadora de efectivo. Las unidades generadoras de efectivo se utilizan específicamente en aquellos casos en los que no se pueda evaluar el posible deterioro de cada bien del inmovilizado material mediante un cálculo individualizado de su importe recuperable, debiéndose determinar en ese caso el importe recuperable de la unidad generadora de efectivo a la que pertenezca dicho activo. Este concepto, además, tiene una especial significación en aquellos casos en los que exista un fondo de comercio dado que éste debe ser asignado desde la fecha de adquisición entre las unidades generadoras de efectivo sobre las que se esperen que recaigan los beneficios de las sinergias de la combinación de negocios, estableciendo el Plan General de Contabilidad la forma de proceder en caso de deterioro de la unidad generadora de efectivo. Cabe también mencionar el nuevo tratamiento de los gastos de primer establecimiento, que deberán contabilizarse en la cuenta de pérdidas y ganancias como gastos del ejercicio en el que se incurran. Por el contrario, los gastos de constitución y ampliación de capital se imputarán directamente al patrimonio neto de la empresa sin pasar por la citada cuenta de pérdidas y ganancias. Estos gastos lucirán en el estado de cambios en el patrimonio neto formando parte del conjunto de variaciones del patrimonio neto del ejercicio. Otra novedad destacable es la previsión de que los gastos de desarrollo puedan amortizarse en un plazo superior a cinco años siempre que esta mayor vida útil quede debidamente acreditada por la empresa. Por otro lado, el Plan de PYMES, pretende simplificar en gran medida el régimen contable de los instrumentos financieros regulado en el Plan General de Contabilidad. 13 En primer lugar, recoge los criterios de registro y valoración de los instrumentos financieros en cuatro normas distintas: activos financieros, pasivos financieros, contratos financieros particulares e instrumentos de patrimonio propio. En esta misma línea, la parte relativa a la baja de activos financieros, ha sido abreviada tomando en consideración que las operaciones habituales que realizan estas empresas son las relativas al descuento de efectos y al “factoring”, señalando que tanto en los descuentos de efectos como en el “factoring con recurso” no procederá dar de baja el activo financiero cedido y deberá aflorar un pasivo financiero. El cambio más significativo respecto al PGC radica en la eliminación de la categoría de activos financieros disponibles para la venta, calificándose los activos financieros que en el PGC se incluyen en esta categoría, como activos financieros a coste amortizado si se trata de valores representativos de deuda o como activos financieros a coste, si se trata de instrumentos de patrimonio. El tratamiento contable de las existencias no ha sufrido grandes cambios, y mantiene los mismos criterios que el PGC, pudiendo destacar como novedad la no admisión del método LIFO como método de asignación de valor y la regulación expresa del coste de las existencias en la prestación de servicios. De este modo, las existencias se valorarán al coste medio ponderado o FIFO. La norma relativa a la moneda extranjera ha quedado reducida a un único apartado que recoge el tratamiento contable de las transacciones cuyo importe se denomina o exige su liquidación en una moneda distinta del euro. Teniendo en cuenta que no podrán aplicar este Plan aquellas empresas cuya moneda funcional sea distinta del euro, se ha omitido toda referencia a la conversión de las cuentas anuales a la moneda de presentación y a la obligatoriedad de que los elementos de las cuentas anuales se valoren en la moneda de su entorno económico (moneda funcional). II.III. Tercera parte: Cuentas anuales Recoge tanto las normas de elaboración de las cuentas anuales como los modelos de las cuentas anuales de las pequeñas y medianas empresas. Los documentos que integran las cuentas anuales de una empresa que cumpla las condiciones establecidas en el artículo 175 del Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas en la redacción dada por la Ley 16/2007, de 4 de julio, que posibilitan la formulación de balance abreviado, son de acuerdo con esta Ley: el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto y la memoria. Este Plan de PYMES contiene los modelos de estos documentos que han de aplicar las pequeñas y medianas empresas, con los mismos formatos y desgloses recogidos para el modelo abreviado en el Plan General de Contabilidad, dado que los umbrales de tamaño que delimitan la utilización de ambos son los mismos, sin perjuicio de la eliminación en el Plan de PYMES de las partidas relacionadas con operaciones no reguladas en éste. II.IV. Cuarta parte: Cuadro de cuentas Al igual que el PGC, sigue la clasificación decimal. 14 En relación con el PGC, la novedad más significativa es la supresión de los grupos 8 y 9 (gastos e ingresos imputados al patrimonio neto), dada la escasez de situaciones contempladas que pueden originarlas y en ausencia de la exigencia informativa del estado de ingresos y gastos reconocidos. Asimismo se omiten otras cuentas relacionadas con elementos, hechos o transacciones no contempladas en este Plan de PYMES. II.V. Quinta parte: Definiciones y relaciones contables La supresión señalada de los grupos 8 y 9 relativos a gastos e ingresos de patrimonio neto, ha llevado a modificar el movimiento de las cuentas de patrimonio afectadas. En concreto, la operación específica que para las pequeñas y medianas empresas tendrá un movimiento que se reflejará directamente en las cuentas de patrimonio es la relativa a las subvenciones, donaciones y legados, contemplando su movimiento tanto su obtención como su traspaso a la cuenta de pérdidas y ganancias y el efecto impositivo asociado a ellas. También se establece ese mismo movimiento directo con la cuenta de patrimonio neto de los ingresos fiscales a distribuir, que en su caso puedan darse en una empresa, en los términos recogidos en la norma de registro y valoración. 15