MADRID—ANO XLVII.—NUM. 16.47? BABADO 11 DE ENiERO DE 1913 TARIFA DE ANUNCIOS PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN Kn cuírta pUna: Nacionulee 0,50 ptai. Une», Ídem: Extranjeros 0,7.5 > > Kn tercera, plana: Eeclamos 3,00 > > ld«m: Comunicados 5,00 > > ídem: Not.cias 20.00 . > Cada anuncio latiafará 10 cents, del Impaetto. (Ltn U Ociuftrt MJ -BfAPKlff! Ün teca »-—* EL IMPARCIAL Imita f sos lectores v anonciantes i presenciar las graodes tiradas de sos cuatro ediciones Número suelto: S céntimos DIARIO LIBERAU FUNDADO POR D. EDUARDO GASSET Y ARTIME ^ J pt*Ít I l^rrr:::::::-.:::::::: iS ;. Fortugal. TriniMtoe 7,fiO » ' rJacionea eomprendida» «ñ !• Unión poauü: TW' ** m««tr«,..,. JO fM y a d M M M oaA>|i>r«»dld««!'mmestre . • . 16 M SMb 1» MnaaitandaMaft j ¿iros deben iáñfMftt^ : Jliiiíiií!!trai(irilcaMPARCíAL.i^rtaiol2!< Bh C^fe de Mesonero Romanos, 8T Si niarchita en flor la incertidumbre que des- dor, el ST. Maura, continuará siendo nuestro la cúnñrmaroin los ciervistas, prímiearaia «a •*• exíeriorizar su protesta por la vuelta del 9t« pierta lo inexplicable é ilógico de la con- jefe, sacrificándose por la patria y por el par- berla y difundirla. flor Maura á la pc^itioa. contra la cuai ít-cducta del Sr. Maura. Se marchó éste por tido. mularoin jui«io« duríisimos. J a i e l » aBAMlai* una «imposibilidad» de dirigir el partido Nada más añadieron los visitantes. --L& teníaano* por un oaráct» y noa b« Aparte los con^rvadore», algunos d* los aado EJ Sr. Miaura permaneció en su casa toda cualea el «timo«—^ecíaaii conservador mientras la política liberal sentían uha externa satiaifaicoión, pola mañana, y aunque fuferon á verle varios cas veces se manifestó tal número de oipinioEl Sr. Gmer de los Ríos: Ha dado fin la retirada del Sr. Maura; no fuese rectificada. Vuelve á dirigir el diputados no recibió más vi- nes con tan idéntix:a coincidemciía. --No es é'l—eorcaam'ó—quien vutóve: ¡son Id» vuelve d la política y permanece al frente partido conservador sin que exteriormen- sitas que laconseirvadore», de los Sres, Dato y Azcáiriiaigu. P«<kaos die Ufaural —¡ Eso es imposible! del partido conservador. Celebramos etl te nada haya aparecido ni se haya camL a emiJuDoiéB —¡El segundo acto ee peor que «1 primMwI Siiceso en cuanto significa reintegración biado. Se busca la explicación en lo in- H o r a s d a i x x i p a o i e a c i * 7 d « —¡El Sr. Mauna ha dejado de ser (pi&iiB if»i - ^ i ^ f d Q i n í í á l i o ^ 'Sr. Alvarez (D. Mtíiduda ú la vida pública y á los debates parlamen- terno, en lo secreto, en lo ignorado. ¿Qué —¡Una leyenda rota!... jpades) estuvo anoche reunido torgo ratip 4i laiios de una inteligencia privilegiada, se ha rectificado aquí? ¿El criterio del seDesde que conferencjaron en el dom^ioiláo 'C^mte de la conjumcá-ón reip.ubilicano-giK:í«u —¡Eis inconcebible tai falta de sériedadl" una palabra elocuentísima y un espíritu ñor Maura ó la polí.tica de la Corona? Esta del Sr. Maura con éste los Sres. Dato y AzcáEstas exclamaciones se oían por todas pB^ lista. . aeseoso del bien, con noble anhelo, aun- es la pregunta que" el país se formula. Y rraga, era grande la impaciencia, entre los tes. Omitimos otríis sobradamente expreéiVás; _ A ll, reunión asislieroin, además del sal5o# Que, á nuestro juicio, ejítraviado por erro- como nadie puede contestarla á ciencia conservadores por conocer la resolucióQ del ,Y el eco d§ esas exiclaanacioneisi repercuti* Alvunez. toe Site». AZoárate, Iglesias (D. P*re^ peligrosísim.os que en los últimos días cierta, se inicia un período en que el acto Sr. Maura. anoche en todo Madrid,-oocdeo8á»d)(SP;«i Jui- *M, Zuiuete, Í D , XttiiiJ,. m«t&,. S a ^ * t ^ a $ más mínimo de la Corona va á ser interMuchos visitaron á tos primates del par- cio de la (pintón en una aci» censura para el Cabanas. se han agravado. pretado y puesto en conjeturas é hipóte-, tido con objeto de teneír noticias ó impresio- hombre que «había dejado de sirar tm earáctér». Los reunido» examinaron la situación pofiustosamente damos la bienvenida al sis, mezclándola en disputas de que todos nes acerca de la respueaia que aquél daría á lítica actual y acordaron reunirse de nuevo Lo ^ r a » a » l 7 I * ««laetlv* hijo pródigo; pero, obligados á discurrir debiéramos alejarla y cercenando una in- la carta del Sr. Pida!, aprobada por aclamamáflam-álg en e! domici'lio del Sr. Azcárai*. sobre la realidad, poniendo al servicio de discutibilidad que, aunque escrita en la. ción en la asamiblea del Senado. Si hemos de ser flél leñejo dei steotir púEn esa nueva reunión se dará lectuina á ua nuestros lectores el entendimiento y la Constitución, sólo se hace efectiva por la Desde las primeras horas de la ta.rde co- blico, forzoso es declarar que hasta ahora el manlftésto que la conjunción dirigirá á Ui menzó á circulair el rumor de que á las cinco partido conservador era lo de menos y Maura opinión pública. buena voluntad que á Dios plugo confiar- acertada conducta de los partidos. de la tardo iría el Sr. Mssura á casa del gene- lo más: anoche, tamaño desdén habla desperBl otro acuerdo de carácter político, ado{»nos, no podemos limitarnos á esa bienveque la Corona sigue con ral Azcárraga con objefe) de entregairle la tado su actitud, que Mauura era olvidiado pisca ta)d« en' la reunión dte anoche, fué el de qu« Jiida y hemos de emitir nuestro juicio so- su Supongamos confianza puesta en los liberales. La contestación y que ésta sería favorah-le á los discutir á su parüdo. la conjunción mantiene su aotitud intrana*' bif la' embrolladísima ó inquietante situa- gente gente íirente á la política del Sr. Maura. se pedirá á sí propia u n a explica- deseos manifestados en i^la. Un conisiervador muy conocido decía: ción creada. —El partido cañservador h a demostrado ser ción de la incongruencia de Maura, y no A p&sax de la insisteáeía de estos rumoneis, Otras frailes Recapituíemos los sucesos. El último obteniéndola, antes bien, encontrándose mucha gente ponía en duda su exactitud, iKr- más fuerte que su jefe. Ahora es el jefe quien Ocioso es oonsignar que ayer huto un il« rnps de Diciembre, las mayorías parlamen- con la ratificación del dilema en la nueva que se resistía á suponer en el Sr. Maura tan sigue al paotido; no éste á aquél. roteo de ctaistes dirigidos al jefe de los cou?" t. rías, bajo la dirección de un Gabinete carta, pensará que, secretamente, los li- poca seriedad y tan escaso arra;igo en reso—En esto estriba la gravedad—erguyó otro servadones y á su proceder. I.rovisionalmente-constituido, desempeñan berales están condenados á una proscrip- lucdones al parecer muy meditadas, siagún la personaje.—iMientras era Maura el que se deUn conservador afldonado á eíhumiM mclaraba incompatible con o) partido liberal, opinión de algunos de 1<» suyos. -íMn normalidad y elevado patriotismo su ción del gobierno y á ser disueltos y arrocantaba: Poco de&p'ués de las cuatro y media llegó todo se reducía á que él sobraba Pero ahora cuerdos, 'unción legislativa. Enfrente, apenas ha- jados por completo de la política militan—'Todo eso de las eipístoias tiene um» ei« es el partido y no sólo el jefe quien suscribe la Sr. Maura á la pueiría de la casa del ge3ía oposición de S. M. Una minoría que te gubernamental. Aunque eso no sea el plicaxñón: «que no ee puede aguardar más». «nota de agravios-) de 31 de Diciembre, neral Azcárraga. En tLeoiipo de Okaixva&, sus amigos,, tma ve* ..ooperaba á la política del gobierno con exacto, ¿de qué beneficio es tal situación Allí esperaba gran número da periodistaiS, El iMcto de El Pard* le apremiaban para que pidiese el Poder. Cáefímeras intervenciones y á cuya cabeza ni para la Corona ni para el país? ¿Qué po- que se apa-esiuró á interrog'arle. figuraba un jefe casi mudo que apenas lítica liberal podrá hacerse, ni cómo la El director de EL IMPARCIAL, al saibeorse la novas se iiesisitia. Al ñn cedió. «Lo seremic^ El Sr. Maura contestó que iba á entanegar poro, ei otofto«—dijo.—Y el conde de Casa-S* frecuentaba los escaños. Se terminó la opinión democrática de nuestro país po- al Sr. Azcárraga la respuesta á la carta que actitud de Maura y sus aima>gos, dijo eo> el daño, argüyó:—ccEs que hay amigos qu© un CongHeso: poT la mañana le habían dejado él y el sieüor ojjra. El presidente del Consejo planteó al drá poner sus confianzas en los liberales, pueden aguardar má¿ que hasta el domkicii —¡El pacto de El Pa'rdo ha quedadto ro*oI Dato. rey la cuestión de confianza y la Corona único camino de que las fuerzas antidiLa íiraise hd'zo foirtuna. Se lia ooimenitó mu^ de Carnaval.» Y estábamos em Enero... Al pretender los períoüistas conocer el conratificó la suya en la política liberal, enco- násticas mermen, si se guarda el recelo En otro oo-rro, se decía.: oho, al circular. del documento, coatestó el Sr. Maura mendando la formación de un nuevo Gabi- de que no por los francos caminos del tenido —¡Estas epístolas mauristas vían i s i r ooiko Un pairiamentairio afirmaba: que por la noche lo publicaría La Época. nete al conde de Romanones, que constan- Parlamento y de la opinión, sino por los —<E1 «caso» de Maura, en cuanto tiene de testedos desde ei eartranjero!... Aunque el general Az2á''T^3ga nio se hallaUn ikisibr» periodista juzgaba dje esDB míodoi temente se había hallado asistido por el senderos de la asechanza, está decretada ba á la sazón en su domlcM-io, el Sr. Maura ipersonal, no merece que Quia^iana iiime una —Maura vuelve porque creyó qiu» Datirlálniapoyo de las mayorías parlamentarias. su muerte? Se habrá dado un arma nueva sú-hió, .y breves instantes después volvió á sa- cda; pero encierra gravedad «n- relaciióii- d» doee producía utn cataclismo, y se bai rlaUD Én la preparación y desarrollo ^de la á los enemigos de la Monarquía y de la lir, sin dar á los periodista natácia eO^^inja la política del porvenir. práKkno al dnddo. Esto ocniisiste en <|ai» Gow» Las oyentes monárquicos asenitwaio. A la crisis coincidieron: la mudez de los con- paz; arma forjada por las manos del jefe sobre la carta. rrita, retirado dei toreo y roclüktio «oi C^i^demuerte de D. Alfonso XII nació el pacto de Pocos minutos más ta»pde los fjnigos ínti- El Pardo: en él fundaban Cánovas y Sagasto toa, es aiemipTO Guerrita; y Puiaaflea, tte^í» fí servadores en el Parlamento y u n a cam- de un partido conservador. paña desenfrenada de La Época, pTdiendo Imaginemos, en cambio, que las vici- moB del Sr. Maura que .'Uiudieipon al Congre- la estaibilidad del réiginaen. Cerca de trefeta cojo, vuielve á mai«ir toaros para fuw d g » b** blándosie de éL e' Poder y llegando á amenazar á la Coro- situdes de la política, el natural desgaste so declajrairon que en la carta decía que, acce- años subs!Í9tió. Maura acaba de romipterlo. á los uirvániímes deseos del pajrtado, na con retirarle el concurso del partido de los gobiernos ó circunstpincias repenti- diendo P-orque con el documento de aigrawios y volvía á tornaar la jeíatuira de éiste. conservador para gobernar. La Corona re- namente sobrevenidas que «así lo aconseLa noticia oayó como una bomba, dando su cQ!rta de des,pedida, sólo se iba un bom>folvió la crisis con un ccnistitucionalismo jen traen al Pqder el partido conservador. lugar á sabrosos com^enlarias entre ios poli- b-re; con el aouerdo de la reunión dtel Siffniado que nadie discutió y que en España y fue- Entonces quedarán en el ambiente dos tices. De todos los labios partió una.exclamia- y la vuelta de- aquél á la jefatura, es todo un partido el que se manifleata incoinpatibto com ra de España unánimemente fué aplau- sospechas, mortales para toda quietud. ción: «iiEsto ha sido una pura coniedia!» (Talegnmu da noutmi sirsiclo) la rotación del turno. dido. Una, el recelo de que no la opinión púAomNfi» mmmoH§mii»fmm—Ommmmdmm Un láberai agirteigaba: Zrfa o a x t a Y al día siguiente aparece en La Época blica, no las necesidades nacionales, sino é: Ttimt§iilmm—I.m no*m oolmotl»»*'^ —Se le plantea á la Corona el dile^aa si«Excmos. Sres. D. Marcelo de Azcárraga y guienitei: No con Maura ó sin Mauíra; sí que nna carta del Sr. Maura haciendo estas ocultos designios que expliquen lo que tmMm imm mmi'himm. afirmaciones: que se ve en^ la imposibili- ahora queda inexplicado disponen de la D. Eduardo Dato. mon los consenvadoaes ó sin los oomaervadioQueridís'imois amigos: Los acuerdos y las res. En el seg-ouido caso, contará sólo con el dad de seguir dirigiendo el partido conser- suerte de. los liberales y fulminan su exParts 10 (8 mallunsl vador^ Que esta imposibilidadi dimana de pulsión en la prinierf coyuntura propicia maniíestaciones que ustedes me comunican, partido libela).; e n ,^ pi^mero, «Mo con él parIJM «asStía^^&txKa acndiliwüos cercia £)el fen en respuesta á mi carta del día 1, abruman conservador,' al menos que se cree otro táflpM i o ^ s se reunievvín la decisión d^ la Corona, ajjtíe cuya detep- ,como se expulsa á¡ servidores infieles. Y mi gnaititud; mas lo que trátenos s-on rea/Uda- tido a y ^ «oi «1 (<f^r«lxa .partido liberal á gusto de Maura. ¡Es UB flarfiinacié» &e ífeclinS; pero sin que se aven- otra, que él advenimiento del Sr. Maura des die tanta monta para la vida nacional, que co servicio el que éste ha prestado á la Mo- Ofilce», bajo la pvasidieiiusiaí dei m£s>i^stny ia»< glés sir MTttard Grey. Deispués de l&ingo d«i»»> ca á «colaborar en u n a política que reputo implica la definitiva disolución del actual delante de ellas muestras personas, aun jun- narquía! te, la aesiáni toé apliazaxlia IBBIS^ hoy. partido liberal y la instauración de un tastodas, poco signiñqain. funesta». B l p i i r t l d * llh«r«i Los r»pre»emitiamtiea ,dle las griíaülm poit«a* gobierno con tales garantías de permaEia lo que dije nada «s nuevo-, ni siíjuiera la A la carta acompaña u n a «nota» en que Abundando en las ideas Antee recogida», dan disoutiemm las com[UBfiicaiQdo(Qé(i gu« ha« publicidad: consta en el Diario de las Sesionencia, diga lo que quiera la conciencia expone su juicio sobre la actual política; del tongreao, desde 31 de Enero de 1912; anoche hombres imlportanites de la situiadóo Mam i<ecüb!ido da sua nesipectivofi giU}|aawMi acumula contra los liberales los cargos pública, con tales compromisos de la Co- nes, y.no o'bsibainte, el ,a-tk) transcurrió pnesenciaaido declaraban que su partido no se resiigittaria aiceiitoai de l& intervención que las poiteosolal que más hondamente podían agraviar el rona, con tales propósitos que realizar, Éspiañía enteiHíi, la colaboración sórdida y pre- á tutelas ni maniobras que pudiesen haber tdieiDie(a el piro(pé6ito de efectuar eni Qofnstlaffvtip lionor político de éstos, y termina plan- que unánimemente se han considerado m^io&a d© revoliucionairios y giobernantes, paia precedido á la reetificaoióm- del jefe de los DQpku No sie ha adoptado todaivla nimigunia d#> cisión dieñnitiva respecto la fónuoO» «u 'fm , ,_^ tíando un dilema á la Corona: si la polí- confio elementos componentes de u n a ver- tener secuestrada la reigia facultad de nom- conservadores. la giesüón cdectánra ha de hajcers». dadera dictadura. Recoidaban que el Diario Universal, óirgak. bra*' libremente los ministres de la Corona'. tica liberal á q u e él se refiere «no queda Pareice, sin embarg», cfxa&naa^s» qam tn Por uno ó por otro camino, permane' .41 término- die aQU*llia jomada me aparté, no autorizado de esa agrupación-, ha ratiflproscripta del gobierno á todo trance y cado estos días, respondiendo á oierbas ma- se trata de Ileivar á cabo unía demiostración para siempre», habrá de formarse otro ciendo los liberales ó sobreviniendo los para que con tacilidad eilig;iesen dirección nifestaciones, que, con ó sin la vuelta dlel se- nodütar ó naival. LaB poteswiías quieren agotar, adeciuada quienes vie^n, siintie-sen ú Oipinasenpartido conservador distinto del actual; y conservadores, el pueblo que asiste á este de diverso modo que yo; pieaio ni dije palabra ñor Maura, no modificaría su político, que en ftíuvet ténnoinio, Los medios de oon&máclótf raro, absurdo episodio de la política esSi la Corona quiere que haya partido condesmayado, que habría sido mendaz, ni in- es precisamente una de las oauBBS geiiierado-, de que disponem para lograr gas T^iniuía _ servador, hay que cambiar de política, pañola, se verá perplejo y se considerará teriumpí, antes extremé, mi desvelo por núes. ras de la retirada de aquél. atietidla á los deseos do aquéllasi. El Sr. García Prieto, encamación de la manteniendo la rectificación hasta que se burlado, cuando no escarnecido. Descon- tra causa política. Tieniipo ha que, sin reser' En los Círcultosi diptomátáicos s» ti^inia lai m> forme otro partido «idóneo para turnar en fiará de todas las determinaciones y las va, la consagro mi vid-a. Para hallarnos jun- tendencia más templada, acaba de oe«clairar paranea de que Turquía vio tarde eon d a n » Barcelona que si llegase el momento de go- e.x.acta cuent» da lias «tígemcííais da la JúÁuia* el gobierno con la política que el actual creerá forjadas en el conciliábulo ó en el tos basta persistir en la adheisión á esta mis- en pacto confidenicial. Y eso no es; no ha ma causa; negándose el partido entero á acep- iberniar con Gabinetes circunstanciales, en ción. partido conservador representa». mi renuncia, al fren-te de él p6nm^ne^co, ellos podrían figurar hasta republicanos. La Pall Malí Gaietle afimm quia lia pirimílH Esto es: el Sr. Maura se creía en la im- eido; con plena conciencia lo negamos. tar Y terminaban los qu.e así expresábanse: • ra gestión de los embajadores en. ConstantU y todavía me confort* y alienta más su declaPero aunque se acalle por un instante la posibilidad de continuar en la política, —;Es que no ha visto esto el Sr. Maura? ración de solidaridad unánime y afectuosa; Dopla se encaminará á mostrar á Turquía qu* salvo que fuese rectificada por la Corona convicción de que existe, cada vez que pero adviertan ustedes que el asunto sustan- ;Es qué pretende una dictadum? En todo caso, existen razones poderosas en virtud de la« venga u n a incertidumbre política, k conhabrá plornteado un proUMna de suyo harto la actual política liberal. Produjo el acto cial queda tai como lo expuse en mi nota de cuales antes del fin de la semana actusi dtla natural sensación. Y cada uno de los vicción reaparecerá y los ojos se volverán 31 de Diciembre, donde llevé, con eíecto, la difícil y complejo. ben ser acogidas favorabl|«niente ciertas de* li»> repablieaaoa elementos á que podía interesar adoptó la hacia la Corona, sobre la cual arroja el voa de todos. mandas de co-ncesiúnes formuladas por lol actitud que correspondía. La Corona, que Sr. Maura la responsabilidad d e sus proCon la solución de la ültlnla crisis y la re- aliados balkánicos. Se aconsejará también i La raüñco, señaladamente en sus párrafos era la censurada en primer término, en pias incongruencias y los riesgos del ab- flnailes. Por ahora, no nos incumbe, ni pode- tirada de Maura y La Cierva, la izquierda re- la Puerta que ordene la reaadición de Andiíoé» el primer Consejo de ministros reiteró su surdo que rodea esta vuelta á la política mos más. Se.ría g^an vileza degradar las con- publicana mostrábase aquietadfi. Al saberse polis y pcnnita á Grecia conservar definitiva* fianzas puestas en nosotros, convirtiándol'as que el Sr. Maura se reintegraba á la direc- m«it.o varias islas del Egeo que ya posee. confianza á los liberales y los estimuló á 6in u n a explicación que la justifique. En desipacho de Belgrado dicen dne el ctíClaro está que, en nuestro sentir, la ex- en fútil vainagiloria; sig-niflcan tremendas res- ción de su partido, renacen los amortiguados desenvolver su programa. El conde de Romandante de la gua-niición de Escútari, Rizamanones manifestó que él no tenía nada plicación verdadera es q u e ni mantiene ponsabilidades, y me obügiam proporcionada- ardores. .Recientemente, de labios republicanos ee bey,, prosigue las hostilidades á pesar del arque rectificar. Los ex ministros conserva- su juicio sobre la política liberal, comple- miente á sondar y aquilatar en cada trames las probabilidades de Que no resulten defrauoían frases de profundo respeto y gran ccnsi- misticio. Las tropas serbias de Alessis, desdores se reunieron; hubo la ausencia del tamente caprichoso é infundado, ni man- dadas. La solía política que podemos practicar, deración para el jete del Estado; ayer, al sa- pués de lechazar un ataque de los turcos, enSr. Lg. Cierva; manifestáronse las dos ten- tiene su dilema, ni mantiene sus exigen- tiempo ha definida-, fracasaría, aun contando á Riza-be.y parlamentarios para preber lo ocurrido, los republicanos para nada viaron dencias entre lo» partidiarios de la renuncia cias de u n a rectificación imposible, so con. ple'na co-nflonza d* la Corana, si faltare tuvieron que referirse guntarle si tenía noticia de la conclusión del al monarca, ni se refide actas y los enemigos de ella. Sobrevino pena de declarar fuera de la legalidad, de- apoyo OTtensible de la verdadera opinión pú- rieron; pero en la excitabilidad que demostra- armisticio y si estaba dispuesto 4 observar la incongruente asamblea. Sujetóse ésta á finida por los conservadores, á tres cuar- blica, sin el cual no á* Puede, ná'sabría yo go- ban aparecían muy .amenguados sus cptimis- ésje. Los' enviados serbios encontraron <».B Gómnalucha á Ibrahim Talaatbey, quien deu n programa convencional que no respon- tas partes de España, ni mantiene nada de bemñ.r. mos, aunque despertábase en ellos ciertas est claró que en Escútari no se tiene conoctoiendía al caso y que ya excitó las suspicacias lo que ha dado teatralidad á esite episodio. Paira servir de veras á la patrla^ y á la Mo. pe.ranzas. to oficial do la conclusión del armisticio y haf de las gentes, haciéndolas recelar que ha- Pero, como frente á esa creencia está la narquía está siempre pronto su amigo afectíHablamos con algunos, á los que pragunta- el propósito de proseguir las hostilidüdt». bía en esto algún artificio. moa su opinión acerca de lo ocurrido. ratificación última, nada habrá que, de simo. A. Maura.» La actitud del gobernador militar RizaEl Sr. Lerroux nos dijo: • Como contestación al mensaje de la aquí en adelant.í, exima á la política esbey ha producido indignación en Be-lgrado, —El .acto de Maura sólo merece una caw»asamblea, el Sr. Maura vuelve á la polí- pañola del recelo de las intrigas, de la porque los serbios, que respetn.n el amii'stici», jada; pero no franca y espontánea, suod de no pueden adoptar medidáS «wrins para reduZxskprtfBíoxioa tica, anunciando su determinación en u n a cólera contra las incertidumbres, de los esas que figuran en las acotaciones de los aAicirla guamioióTi de Escútari y se hallfi.n roBScarta en la cual ratifica el dilema á que enconos con que los pueblos se revuelEl «nicdUmalU» del jefe nietes: ¡ja! ¡ja! y ¡ja!... ,„ . - , , . ^ . tantemente expuestos 4 las bruscas acometinos hemos referido y añade contra los li- ven cuando sospechan, aunque sea infunUn -amigo del Sr. Alvanea (D. MeUímades), das de la guarnición. Anoche se habló pitocipalmente del <(medio berales un nuevo ultraje, Por si los ante- dadamente, que sus destinos se están re. . nmmo !>•«•« la i»uiitui*mt'-Ps>mommm riores no eran bastantes, m b i a n d o de la solviendo, no en la plaza pública y por su mutis» del jefe de los conservadoreí». Dejó la contestó: -,Lo que piensa mi jefe lo dijo pecieotemeael primeiro de año, y á los diez días (dilanmm mn Rumia «colaboración sórdida,y preniiosa de revo- voluntad soberana, sino por voluntades jefatura la recoige. Está justlfloa-do que hieobo tan in- te Si Maura volviese y la Coroiía se dejase París 10 (10,40 mallana) lucionarios y gobernantes». _ ajenas al amparo de la oscuridad. sólito se analice y se discuta bajo d/iatintoo arrollar par la coacción de un aeto de BOOM-Se reciben de Constantinopla telegramas No nos detengamos en la minucia de lo bia, el pueblo entero se atoaría en un. mowDe esa situación, la responsabilidad en- puntos de vista. que hacen temer .nuevamente la proseciicióiQ que esta rectificación de conducto signifi. tera es del Sr. Maura. ^ En nuestro artícullo de fondo EL IMPARCIAL miento de suprema dignidad. Él Sr. Iglesiias (D. PatoW, nos oe«*= . . de la guerra eai la Península de los BaJJcanea, que en lá contextura espiritual del sefíor e«¡presa el juicio que ei suce^so le merece. Pro-H.\Iauira. sin que pesase en él la opimon cei según los correspci.nsa!es de loe periódicos. curareimos recoger afluí opiniones oidas á Maura ni pendemos siquiera en las carcaLa Puerta há decidido llamar á su» delegadmundo entero, no quiso rectificar. Con su regentes de diversa flüiaoión. política. jadas con que el Sr- Maura atronaría el tirada, tuvo un momento de visaón. de ** ™«- dos en la Confeirencia de la paz si antes da espacio si u n liberal hubiese hecho las ^co! > • n»(lcÍA lidad. Ahora vuelve, y con él se declara en terminar esta semana los delegados balkániZtoa S r « s . \ñ,VBoé.vxm.gm. y 3D«.to sas que él ha realizado en ocho días. Va^ Cuando por la faide se supo que el señor huelga el partido conservador. Con i«, c a n a cos no aceptan las proposiciones presentadas. yamos á algo más hondo y m i s grave: la e a caLsa d a M f c u r a . Maura volvía á dirigir el pariido, en los con- de hov presta un <cnue-vo servicio., ai i»/- ifEl go&emo ruso adopta medidas de pr»Oe regreso en Madrid el ®x jefe de ios con- servadOipes se produjo una explosión de júbi- actitud nuestra se sintetiía «n ««íO- «Mauíra, oaución análogas á las adoptadas por el goapaírente ó real; en los liberales, y aun em bierno' áustriaco, para evitar que sean conoservadofies D. Antonio Maura, tocaiba á. los lo, los republicanos, el efecto fué de iaiCTeduli- ' ^ E l sr. Sol y Ortega, por tpd» re^ueata, cidos tós movimientos de las tropas conceo' primates del partido cumplim«intar los acuer- dadi, sea en homor del jíuüxjio que á ami- esolamó: tradas en i a frontera occidental del Irriperio. dos adoptados por la a«afflbl«oa celebrada el gos ydicho adversaiios mereció el Sr. Maura como —¡Me atogrol £ « • tkmmamm »»#/»•#••«*«•.-£# miércoles en el Senado. , ^ , hoimbre de caráoter. L M JatinUtM giéfmttm iéM>o», iMirtltimHo ém im En efecto; á las oaca y cuarto a& la maña,No podían ositos oneer semejante r<?cti-flca. Se comaideren. extraüos & «alie pltñip. tos en la vida pública efPañola H a i í a n na de ajcir fueron al domicilio ded Sr. Maura ción: los que la adíDí'tiain posible, ojpdaiatoaaa • Pajrís 10 (7,18 ta«ie> las izquierdas aplaudido »» solución de la los Siw: D(a.to y Azc árraga, maiiifcstando á que la provocaría el táemipo y las cipcunstaa—Oomo ouiñoaJdad — ««rBettba!a, — «wsvw»la entrada que iban á cíitregiax al Sr. Maura Un telegrama de Constantiinopla recibido última crisis, no por las pef-on^sen quiedria aalser si s» va á form»E ^tro partido Mbecias. del Sr. Pidal. nes recayera la confianza, sino por el res- La carta, ayer mismo cuando, aun después de ral para dar gusto ai Sf. Maura, ó ai éste ne- por Le Temps. dice que el Ejército turco cuen» Los dos pii^hombres conei6rvadore* permíu la Era peto á la Constitución y el amor al Par- aecieron del Senado, amigos de la intímá- cage su pa/ctido para oond-ucuflD ad tuavé» del ta ahoíf c-oo 140.W0 com-batieates, de los cuaesa ed domicilio, del Sr. Maura una dadreunión les 90.000 son. soldados vigorosos y aguerzHdel Sr. Maura, como los Ibarra, los To- desierto... lamento que en ella ^ ^^^^'t ^^mlrSn^ hora. . o» T . . . do^ PerOiJoS búlgaro® son 300.000. los Rodriguea Saín Pedro, los AsscáEra visible q u e en numerosos elementos De-partíendo 000 al sr. Lwrouat, d»cia el Cuando saliieiron, 4 las <ioc« y cuarto, los rreánazj •Eji#,Ejército turco' hay mucha eíeorva». rraga, el mismo Sáflchez Guerra, no creían populares la determinación de la Corona periodistas interrogaron á los visüiwites so- en cafceá»." Se hen formado en su seno Ccmité» ^ . ^ vuelta de Maui;»- A lo sumo admitíanla Sr. Mella: había resucitado una^ consoladora espe- bne ©I resultado de la entrevista., y ésíos con<- ^ n la el trance de que'el orden social corriese ' —Ustedes, loa coaa»<ryadores y nOHOlroe es- revoiujcéenarios bajo la protección de jefe» y, ranza. Hasta en los factores mas ex remos iesbarooi: grave riesgo ó da que,un sreaúo peüíP» aíiMaia- tamos lio misak>:<íu#ra de la l^geiUdladi. Den- ófiíitáleK. L6s más quieren la guerra, pcrqu* de las fuerzas políUcas 1^*^ f u i Jomn xt —Nos hemos limitado & eniriegar al setioc zase á las institudesee. . , • : tro de ella no qEÚ¿*» #«ora m^ <i»í*, «ft pfMflft- ine tetan coavencidoe de que eíectivamente M . Jos li^ya, derroiado. fluencia; y u ú caudillo P^^^'^T^.Í^^^ Maura la carta aprobada en la asamblea ceFuera de los ciervistas que, sin di«iai, s ^i^do liberalL >i Nadie en Turquía se de cuenta del gran 9^ rroux, que tiene que / e s P ^ ' i f ^ *¿ fent - lebrada par el partido conservaxior el miérco- los dueños de-1 ponsandeaito íntimo del sefior Y lueeo af^adi^.^ .^, les último, y el Sr. Maura nos ha anunciado Maura, todos los demis de su partido nega- ^ —La intento de las muchedumbres que le si- quie ^ canta de W? <«* Sr. MBAira «táA «arái- Mgro que aim»n'áz& á la vida nacional. Lo* esta taide entrag^ará, aigemeiraí .\zcárrata para guen, so pena de verse ai^lj^o-habló^^^^ ga, por escrito, su cante8.tacióax á la citada ban, ó, á lo sumo,' admitían la posibiUd£uií| aj pey, loa oooáarcadweay el soiiM dÉrietita» Aldabee se niueslraia ardientemente seporaitis» tafi. Los Iñudos preparan un movimiento ét condicionalmente. la conveniencia de nO dejarse « m a r pol- cairta. iDÍ|eipe>ndea:u:ie.. La misma «xieteociía diel baSi ésto ocurría en el camipo conservador, as vacuas sonoridades de ¿ « P ^ l ^ b r a re Estuvlieroia MunldxMí Imego i'eJao m ti OoBU peíio otomamo esté en pleito. —¿Y no haní aa<cadd ustedes ninguna im¿cómo no pensar ocurriese lo mismo en otra» solución y concentrar el e^íuerzo en el es- pinesión?—preguatiJ na periodiateu i*roduoe honda i4«B«i€tud te. pwiviaióial • • agrurnaciones qua veían el acto realizado td greso. tudio de los problemas económicos y soCambiíanm impTesioesiee ao&u« eü mxate» ásA qa» éü momento ten grave predoniine 1« í^fcí —^La Impresión que hemoá sajcado de nues^ través de un hombre de temperamento irreMales; princiEio de una reintegración de tra anibrevjata—contestó el Sr. Eteíto—ha sido ductible? día; quedante en volver á reiíniw» hdy doo pülsividad inreSexivia sobre las consejo» • • las multitudes á la vida 'esa'' „ . , ^ „ „ , muy buena. Yo creo que, dada la unión y enyrüdwnoia y iasd«ra«ióa de i«« aacKimt , , No es raro, pues, que la- rwticia fuera re- objeto déifldloivtar ajoueindoa ^ Por lo pronto, todo eso, desaparece; lo ^usaiaam» qija,re»»-»,.e(a..ei.p|u#d<> coíiBerva- cibida coíi.ío<iíi84ttlidteÁ, h%»|(e.,gij(«i aerlaouente I Ei p«pii$ü||«p.to de agtij. aJAcwftH i f l l dH LA VUELTA DE EL eONFLICTÓ DE ORIENTE I