5 de septiembre de 2013 Hon. Jesús F. Santa Rodríguez Presidente Comisión de Asuntos Laborales y Sistemas de Retiro del Servicio Público Cámara de Representantes El Capitolio San Juan, Puerto Rico 00901 RE: P de la C. 269 Estimado Representante Santa Rodríguez: Agradecemos la oportunidad de expresarnos en torno al P. de la C. 269 cuyo objetivo es enmendar el Art. 1 de la Ley Núm. 80 de 30 de mayo de 1976, a los fines de incluir como un remedio adicional la reinstalación al puesto que ocupaba el empleado antes de ser despedido en los casos que ocurra un despido por causa injustificada. Mediante la exposición de motivos de este proyecto se indica que la intervención del gobierno mediante la legislación laboral ha sido esencial para obtener un clima de tranquilidad y paz laboral el Puerto Rico. Entendemos que todo sistema de gobierno debe de tener cierto tipo de control sobre el aspecto laboral, ya que es la calidad de vida de su pueblo el que se ve afectado. No obstante, no debe sobre legislarse el aspecto laboral a tal grado que los patronos se vean atados de brazos y no se les permita el espacio para crear políticas que se acomoden a las necesidades de sus empleados. En su exposición de motivos, el proyecto señala que la indemnización que el patrono viene obligado a pagar es “inadecuada como disuasivo” para evitar los casos de despido injustificado. Este proyecto pretende ofrecer un remedio adicional para alcanzar su propósito. Esta premisa en la cual descansa este proyecto resulta incierta cuando menos y equivocada cuanto mas. La Ley 80 aclara que no se puede terminar a un empleado por mero capricho del patrono y que para que la terminación sea por justa causa debe estar relacionada con el buen y normal funcionamiento del establecimiento o negocio. Si se despidiese por justa causa es porque conforma a lo que dispone la Ley Núm. 80 de 30 de mayo de 1976 y sus subsiguientes enmiendas. La ley menciona seis causas, tres (3) de las cuales son imputables al trabajador o empleado y tres (3) al patrono. Las causas imputables al patrono son: El cierre del establecimiento total o parcialmente con carácter temporero o permanente. Hon. Jesús F. Santa Rodríguez 5 de septiembre de 2013 Página 2 Los cambios tecnológicos o de reorganización, del producto, estilo, diseño o de naturaleza del producto o en los servicios rendidos al público. Las reducciones en el empleo que se hacen necesarias debido a una reducción en el volumen de producción, ventas o ganancias anticipadas o que prevalecen al ocurrir el despido. Las causas imputables al trabajador o empleado son: Un patrón de conducta impropia y desordenada. La actitud del empleado de no rendir su trabajo eficientemente o de hacerlo tardía o negligentemente en violación de normas de calidad del producto del patrono. La violación a reglas o reglamentos del establecimiento, siempre que se cumpla con los siguientes requisitos: - La violación sea en forma reiterada las reglas o reglamentos sean razonables. - Que se le suministre al trabajador copia escrita de los mismos. Si el patrono optase por despedir sin justa causa entonces se atiene a lo dispuesto para ello. Debemos recordarle a esta honorable Asamblea que el Artículo 1 de la Ley 80, supra, fue enmendado por la Ley 128 de 2005 y en lugar del remedio por despido injustificado ser “(a) El sueldo que hubiere devengado y en adición el sueldo correspondiente a un mes por concepto de indemnización; una indemnización progresiva adicional equivalente a una semana por cada año de servicio”, como se expone en el proyecto, la indemnización correspondiente vigente es igual al sueldo que haya dejado hubiere devengado y en adición: “el sueldo correspondiente a dos meses por concepto de indemnización, si el despido ocurre dentro de los primeros cinco (5) años de servicio; el sueldo correspondiente a tres (3) meses si el despido ocurre luego de los cinco (5) años hasta los quince (15) años de servicio; el sueldo correspondiente a seis (6) meses si el despido ocurre luego de los quince (15) años de servicio; una indemnización progresiva adicional equivalente a una (1) semana por cada año de servicio, si el despido ocurre dentro de los primeros cinco (5) años de servicio; dos (2) semanas por cada año de servicio, si el despido ocurre luego de los cinco (5) años hasta los quince (15) años de servicio; tres (3) semanas por cada año de servicio, luego de haber completado quince (15) años o más de servicio.” Por esta misma preocupación sobre la efectividad de la Ley 80, supra, como disuasivo del despido injustificado de empleados, se aprobó la enmienda correspondiente. Requerir la reinstalación del empleado en su puesto bajo las mismas condiciones que tenía antes del despido sin causa justificada resulta totalmente contraproducente e inefectivo. Esto crearía un clima poco conducente a un taller de trabajo productivo y eficiente. Bajo la legislación vigente el patrono ya se enfrenta a disuasivos suficientes ante un despido injustificado. No sólo es la compensación económica que tiene que otorgarle al empleado, sino el tiempo en los tribunales, preparación para vistas, y pago de abogados, entre muchos otros gastos. Hon. Jesús F. Santa Rodríguez 5 de septiembre de 2013 Página 3 Se debe trabajar en pro del desarrollo económico de las empresas, las cuales se encuentran, al igual que todos en Puerto Rico, luchando por sobrevivir ante la crisis fiscal que nos arropa. La economía de la isla depende primariamente del sector de la manufactura. Sin embargo al analizar los esfuerzos y la atención que el país le dedica a cuidar y hacer crecer este sector vemos que no se está reconociendo la importancia de apoyar este sector de la economía. Al crear legislación que imponga cargas adicionales a los patronos, se está permitiendo que esta gran fortaleza que continúa siendo la manufactura se disminuya en vez de aumentarse. Por todo lo cual, la Asociación de Industriales de Puerto Rico se opone a la aprobación del Proyecto de la Cámara 269. Atentamente, Waleska Rivera Presidenta cab Jaime L. García Director Ejecutivo