Conclusiones Justicia Cotidiana Campeche

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FORO DE JUSTICIA COTIDIANA
PODER JUDICIAL DEL ESTADO DE
CAMPECHE
25 FEBRERO, 2015.
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ÍNDICE
MATERIA CIVIL
PROPUESTA 1. EL CENTRO DE JUSTICIA ALTERNATIVA Y SU FALTA DE
DIFUSIÓN
PROPUESTA 2. EXHORTOS EN MATERIA DEL FUERO COMÚN
PROPUESTA 3. REFORMAS A FAVOR DE LAS MUJERES MALTRATADAS
DISCAPACITADAS Y ADULTOS
MAYORES
PROPUESTA 4. LA NECESIDAD DE PRESCINDIR DEL EMPLAZAMIENTO COMO
PRESUPUESTO PARA INICIAR EL CÓMPUTO DEL TÉRMINO DE CADUCIDAD
PROPUESTA 5. PRINCIPIO DE CONCENTRACIÓN Y CELERIDAD EN EL
PROCEDIMIENTO CIVIL
PROPUESTA 6. REFORMA A LA PRUEBA PERICIAL
PROPUESTA 7. ACCESO A LA JUSTICIA Y EFECTIVA TUTELA JUDICIAL,
DERECHO HUMANO QUE EXIGE UNA URGENTE REFORMA ESTRUCTURAL EN
LOS JUICIOS CIVILES.
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MATERIA MERCANTIL
PROPUESTA 1. REFORMAR EL CÓDIGO DE COMERCIO PARA QUE SE INCLUYA
UN CAPÍTULO QUE REGULE LA JUSTICIA ALTERNATIVA COMO ETAPA
OBLIGATORIA EN TODOS LOS PROCESOS MERCANTILES Y CUYA
REALIZACIÓN SEA A CARGO DEL JUEZ.
PROPUESTA 2. REALIZACIÓN DE ACUERDOS ENTRE LOS PODERES
EJECUTIVO Y JUDICIAL PARA GARANTIZAR QUE EN LOS LITIGIOS
MERCANTILES SE PROPORCIONE LA ASESORÍA JURÍDICA GRATUITA DE LEY
POR PARTE DE LA UNIDAD DE ACCESO A LA JUSTICIA DEL ESTADO DE
CAMPECHE.
PROPUESTA 3. REALIZACIÓN DE REUNIONES PERIÓDICAS ENTRE LOS
MAGISTRADOS DE LA SALA CIVIL Y LOS MAGISTRADOS SUPERNUMERARIOS
CON LOS JUECES EN MATERIA MERCANTIL CON LA FINALIDAD DE
HOMOLOGAR LAS PRÁCTICAS Y LOS CRITERIOS RELACIONADOS CON LA
MATERIA MERCANTIL.
PROPUESTA 4. REFORMAR LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES DE
CRÉDITO EN SU ARTÍCULO 174, PÁRRAFO SEGUNDO, PARA QUE SE
ESTABLEZCA HASTA EL 3% MENSUAL COMO LÍMITE MÁXIMO QUE PUEDEN
ELEGIR LAS PARTES POR CONCEPTO DE INTERESES PARA LA CERTEZA
JURÍDICA TANTO DE ACREEDOR COMO DEL DEUDOR RESPECTO DE LO QUE
SE HA PACTADO.
PROPUESTA 5. CREACIÓN DE UN PROGRAMA DE DIFUSIÓN QUE DE A
CONOCER LA REFORMA QUE IMPLEMENTA LOS JUICIOS ORALES
MERCANTILES.
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MATERIA FAMILIAR
PROPUESTA 1. LA POBREZA Y EL ACCESO A LA JUSTICIA EN EL ESTADO DE
CAMPECHE
PROPUESTA 2. PROTECCIÓN A NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES.
PROPUESTA 3. CREACIÓN DE UN GRUPO INTERDISCIPLINARIO DE AUXILIARES
EN PRUEBAS PERICIALES EN EL RAMO FAMILIAR SIN COSTO ALGUNO.
PROPUESTA 4. CREACIÓN DE UNA PARTIDA ESPECIAL EN EL PRESUPUESTO
DEL PODER JUDICIAL DEL ESTADO PARA CONFORMAR UN CUERPO DE
PERITOS DE ESTE TRIBUNAL.
PROPUESTA 5. CREAR JUZGADOS FAMILIARES ESPECIALIZADOS EN
CUSTODIA DE MENORES.
PROPUESTA 6. INCOMPETENCIA Y PROCEDIMIENTO ORAL FAMILIAR
SUBSTANCIACIÓN
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MATERIA CIVIL
PROPUESTA 1. EL CENTRO DE JUSTICIA ALTERNATIVA Y SU FALTA DE
DIFUSIÓN
La justicia alternativa, es tema de actualidad ello obedece a la reforma judicial, y a
las necesidades de la sociedad que evoluciona día con día, puesto que aún y
cuando no se había realizado la reforma constitucional que implementa a la justicia
alternativa, las partes conflictuadas, de alguna forma buscaban la solución a sus
conflictos judiciales, todo ello para evitarse juicios engorrosos y tardados, en los que
muchas veces por el paso del tiempo se ven ilusoriados los derechos de los
colitigantes, generándose así la reforma judicial, llegando al punto de acuerdo que
nos conduce a la justicia oral y a los medios alternativos de la justicia ordinaria, dado
que la justificación de éstos nacen del contexto que en estos tiempos afrontan los
justiciables para obtener la resolución de sus conflictos de manera ágil y sencilla,
evitando así juicios tardados y gastos innecesarios.
En la actualidad el mundo y en específico la sociedad se encuentra en constante
evolución, por lo que el ámbito jurídico también ha evolucionado en busca de una
mejor impartición de justicia, el estado de Campeche, a través del Tribunal Superior
de Justicia del Estado, con el fin de cumplir con sus objetivos, en Sesión Ordinaria
verificada el día 4 de diciembre de 2007, con fundamento en el artículo 18, fracción
II de su Ley Orgánica, el Pleno del Tribunal Superior de Justicia del Estado de
Campeche, expidió el reglamento del Centro de Justicia Alternativa del Poder
Judicial del Estado de Campeche, en el cual implementa el Centro de Justicia
Alternativa, que tiene como objetivo propiciar los procesos de mediación y
conciliación entre partes, cuando recaigan sobre derechos de los que pueden
disponer libremente los particulares, sin afectar el orden público ni derechos de
terceros.
Así, tenemos que la dirección del Centro de Justicia Alternativa del Poder Judicial
del Estado de Campeche, señala que el objetivo común es de propiciar procesos de
mediación y conciliación entre partes, y que las partes contendientes en un litigio
deben de tomar en consideración que con odio y violencia solo se consiguen ira y
venganza, mientras que el diálogo, el respeto y la tolerancia son caminos al
encuentro y al entendimiento para sembrar la paz, la armonía y la esperanza, siendo
estos la finalidad del citado centro, puesto que es un órgano auxiliar del Poder
Judicial del Estado, con autonomía técnica para conocer y solucionar, a través de
los procedimientos no jurisdiccionales, las controversias jurídicas en materia civil,
familiar, mercantil y penal.
Los procedimientos son rápidos y confidenciales, los interesados intervienen en
forma directa, se facilita la comunicación, es gratuito y voluntario, se ahorra tiempo,
promueve la comprensión, se evitan trámites y se logran acuerdos que favorecen a
las partes.
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No hemos de olvidar que la actuación del Centro de Justicia Alternativa es de
carácter preventivo, simultáneo y alternativo y que las resoluciones que se alcanzan
por la intervención de la justicia alternativa, son irrecurribles y adquieren la categoría
de cosa juzgada, creando obligaciones para las partes que hayan hecho uso de
estos medios.
En este orden, estamos frente a la realidad de que el Centro de Justicia Alternativa
del Poder Judicial del Estado de Campeche, tiene su sede en la ciudad de San
Francisco de Campeche, a su vez tiene una segunda sede, ésta ubicada en Ciudad
del Carmen, y éste último aplica sobre los juicios o conflictos que se suscitan en el
segundo distrito judicial de Campeche, y cuenta con las instalaciones necesarias
que reúnen los requisitos que establece el propio reglamento del Centro de Justicia
Alternativa del Poder Judicial del Estado de Campeche, así como con personal
seleccionado y capacitado profesional y adecuadamente para dirigir y desempeñar
las funciones de director, mediador, conciliador e invitador del Centro de Justicia
Alternativa en los términos del reglamento en cita.
No se debe pasar por alto que al utilizarse adecuadamente el Centro de Justicia
Alternativa, se disminuye el costo de la administración de la justicia, pues se evitan
juicios largos y tardados, que conlleva a la utilización excesiva de material de oficina,
dado que muchas veces se convierten en juicios de muchos tomos.
Sin embargo el de la voz considera que a dicho Centro de Justicia Alternativa le falta
difusión entre la población que comprende el segundo distrito judicial, porque un
número considerable de personas que llevan juicios ante el juzgado a mi cargo,
preguntan ¿qué es el centro de Justicia Alternativa? Es por lo que el personal del
juzgado les empieza a explicar qué es y en qué consisten sus funciones, pero siento
que dicha información no es basta para propiciar ante los justiciables una cultura de
conciliación y mediación y por ende una cultura de paz.
Como una aportación a la difusión de dicho centro, en los autos de inicio que se
dictan en el juzgado a mi cargo se asienta la siguiente leyenda: “Se hace del
conocimiento de las partes que el Tribunal Superior de Justicia del Estado, motivado
por el interés de que las personas que tienen algún litigio cuenten con otra opción
para solucionar su conflicto, proporciona los servicios de mediación y conciliación a
través de su Centro de Justicia Alternativa, donde se le atenderá de forma gratuita.
La mediación y la conciliación no son asesoría jurídica. El centro se encuentra
ubicado en esta misma casa de justicia, junto al Archivo Judicial de este Segundo
Distrito Judicial del Estado”.
Sin embargo desde que se creó el Centro de Justicia Alternativa en Ciudad del
Carmen, solamente en un expediente, la parte demandada manifestó que es su
deseo ventilar su asunto ante dicho centro, y en otro expediente la parte actora
desde su escrito de demanda señaló: “Cabe hacer mención que con la finalidad de
no llegar a esta instancia previamente comparecimos al CENTRO REGIONAL DE
JUSTICIA ALTERNATIVA, donde comparecimos ambas partes el día 17 de mayo
del año que transcurre, negándose la hoy demandada a desocupar la multicitada
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fracción de predio de nuestra propiedad, la cual tiene cercado con toda clase de
objetos”.
Es por ello que desde mi experiencia, tomando en consideración la fecha en que se
abrió el Centro de Justicia Alternativa de Ciudad del Carmen, el 11 de Septiembre
de 2012, solamente en dos expedientes se han pronunciado sobre el citado centro,
ello no quiere decir que yo esté señalando que en dicho centro no tienen trabajo, si
no lo que quiero decir es que en los juicios civiles se refleja en muy poco las
funciones del Centro de Justicia Alternativa de Ciudad del Carmen, y por ende se
minimizan las bondades de la Justicia Alternativa.
CONCLUSIÓN
Es por ello que llego al siguiente convencimiento, en el Segundo Distrito Judicial del
Estado, se cuenta con un Centro de Justicia Alternativa, que cumple cabalmente
con los lineamientos que exige su propio reglamento que lo rige, contando con
instalaciones apropiadas y personal capacitado, sin embargo y en base a mi
experiencia y el tiempo que lleva funcionando dicho Centro, es mínima la
repercusión que éste ha tenido sobre los juicios civiles que se ventilan en el juzgado
a mi cargo, por lo que considero que una de las claves para vivir en armonía y bajo
una cultura de paz, es darle la mayor difusión posible a dicho centro, a efectos de
que los justiciables tengan conocimiento de su funcionamiento y fines, y como
consecuencia se difundan las bondades de la Justicia Alternativa.
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PROPUESTA 2. EXHORTOS EN MATERIA DEL FUERO COMÚN
El artículo 17 Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos establece en
su segundo párrafo: Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por
tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen
las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su
servicio será gratuito, quedando en consecuencia, prohibida las costas judiciales.
En el código de Procedimientos Civiles de nuestro estado, actualmente nos rige el
siguiente artículo.
Art. 86.- Los exhortos que libren los jueces y magistrados del estado se
remitirán a su destino por conducto de la presidencia del Tribunal Superior
de Justicia del Estado a su homóloga que corresponda.
Los exhortos provenientes de autoridades judiciales de otras entidades de la
República se repelerán de oficio si son remitidos por conducto diverso de la
presidencia del Tribunal Superior de Justicia que corresponda.
Los despachos y exhortos que se cursen entre sí a las autoridades judiciales
del estado no requieren de legalización de firmas y pueden ser enviados
salvando el conducto de la presidencia del Tribunal Superior.
En nuestra Ley Orgánica actualmente establece:
ART. 72.- Los jueces menores tendrán las obligaciones y atribuciones siguientes:
I. En materia penal, conocerán de los delitos que ocurran dentro de su Jurisdicción
y que tengan una o más de las siguientes sanciones:
Apercibimiento, caución de no ofender, multa, independientemente de su monto, o
prisión, cuyo máximo sea de un año o estas dos últimas sanciones complementarias
entre sí. Cuando fueren varios delitos se estará a la penalidad del delito mayor, sin
perjuicio de que los propios jueces impongan una pena superior, en caso de
acumulación;
II. En materia civil y mercantil conocerán de los negocios que no se hayan reservado
al conocimiento de los jueces de primera instancia;
III. De las diligencias preliminares de consignación cuyo conocimiento no sea de la
competencia exclusiva de los jueces de primera instancia;
IV. Practicar, dentro del territorio de su jurisdicción las diligencias que les
encomienda el Pleno o las salas del Tribunal, los jueces de primera instancia u otras
autoridades judiciales, atendiendo a los exhortos, requisitorias y despachos que
reciba;
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V. Las demás que les atribuyan las leyes.
Aunque en la actualidad se cumple dentro de lo posible con esta encomienda,
todavía no se ha logrado en la práctica que los jueces locales unifiquemos criterios
en cuanto a la diligenciación y remisión de los exhortos a su lugar de origen con la
prontitud que señala el artículo 17 constitucional, pues no se utilizan los medios
electrónicos de la tecnología actual. Pues cuando remito un exhorto a un compañero
juez local, este no remite un acuse de recibido, para tener la certeza de haber
recibido el exhorto a diligenciar, en muchas ocasiones se tiene que solicitar informes
mediante oficios recordatorios o investigar a que juez Menor o habilitado le
corresponde su diligenciación.
Por lo anterior, propongo que al momento de recibir los exhortos se deberá
implementar en unificación de criterios, como lo hace la autoridad federal, un acuse
de recibido de la mencionada encomienda, y aunque estoy de acuerdo que los
exhortos sean remitidos desde otros estados por conducto de presidencia del
tribunal, estos sean remitidos en la práctica por los medios electrónicos actuales,
como un deber no como una opción para el debido cumplimiento al mencionado
artículo constitucional en cuanto a la agilización de la impartición de justicia, máxime
que la presidencia cuenta con un correo electrónico, en el cual al recibir deberá a
su vez canalizar la solicitud al juez competente en turno, esto con la finalidad de
evitar atrasos que perjudican en la actualidad al justiciable con los medios
tradicionales que se utilizan actualmente, ejemplo servicio postal mexicano,
SEPOMEX, así como diversas mensajerias privadas como ESTAFETA, DHL, ETC.
Estas no garantizan que lleguen con la prontitud que se requiere, en el caso de
ESCÁRCEGA, que se encuentra a 150 kilómetros de esta ciudad capital, la única
oficina que brinda ese servicio de mensajería, solo llega la camioneta que traslada
la paquetería los martes de cada semana.
Por lo cual señores no se da cumplimiento a esa labor encomendada como órgano
jurisdiccional. Esta se cumpliría utilizando el correo electrónico, mensaje oficial por
Telégrafo sin costo y fax. Independientemente del medio ordinario, donde
únicamente se acumularía al momento de la recepción.
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PROPUESTA 3. REFORMAS A FAVOR DE LAS MUJERES MALTRATADAS
DISCAPACITADAS Y ADULTOS MAYORES
La Convención Americana de los Derechos Humanos o Pacto de San José en su
artículo 11. Que lleva por título “Protección a la Honra y la Dignidad”, observa lo
siguiente: “.Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento
de su dignidad”.
Si bien todos los seres humanos debemos estar en condiciones de igualdad de
todos los derechos fundamentales de las personas, no menos cierto es que en la
actualidad tenemos una sociedad agobiada por la violencia que ha rebasado a las
autoridades y de que de uno u otro modo está estrechamente relacionada con la
crisis de valores; por lo tanto, se hace aún más exigible el reconocimiento de los
derechos humanos de todas aquellas personas que sufren algún tipo de maltrato o
bien que como consecuencia de la violencia queden discapacitadas o bien que por
razones de la edad (adultos mayores) pierdan su capacidad visual, auditiva o motriz.
Demanda un compromiso, la aplicación del derecho civil en materia de violencia
contra la mujer, relacionado con el derecho de los discapacitados e incluso con el
derecho de los adultos mayores por lo siguiente:
Se respeta lo que se acepta en su ser, lo que se deja ser en su plenitud, autonomía
y consistencia. Santo Tomás de Aquino señaló que “La persona tiene relaciones
como también tiene derechos por ser digna…”
Ese respeto mutuo en la actualidad está en decadencia, lo demuestra hoy en día el
maltrato a la mujer en todas sus edades y esfera personal: niñas, adolescentes y
adultas, la discriminación a las mujeres discapacitadas, y la falta de respeto y
atención hacia las mujeres que son adultos mayores. Cito los grupos mencionados,
pues son ampliamente reconocidos por los derechos humanos como grupos
vulnerables (mujeres, discapacitados y adultos mayores).
Ante dicha vulnerabilidad, existe un compromiso de la sociedad de ir implementando
acciones que generen mayores beneficios a favor de dichos grupos vulnerables.
Entre los retos más grandes de nuestra sociedad está precisamente el salvaguardar
los derechos absolutos de dichas personas.
Los feminicidios, el maltrato físico o psicológico a la mujer, la discriminación hacia
las mujeres discapacitadas, el abandono en que se encuentran las mujeres adultas
mayores, son un problema social, que debe ser atendido urgentemente pues a diario
dichas personas enfrentan no sólo a su agresor directo, sino a todas las desventajas
que hasta ahora impiden asegurarles el goce a una vida plena y digna.
Esta propuesta es un intento de contrarrestar los abusos cometidos contra los
derechos de la personalidad de la mujer en sí en todas sus edades y esfera
personal.
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La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia
contra la Mujer (Convención de Belem Do Para) en su parte conducente literalmente
dice: “Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito
público como en el privado”, así también en su artículo 4 menciona: “ Toda mujer
tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de todos los derechos
humanos y a las libertades consagradas por los instrumentos regionales e
internacionales sobre derechos humanos. Estos derechos comprenden entre otros:







El derecho a que se respete su vida;
El derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral;
El derecho a la libertad y seguridad personales;
El derecho a no ser sometida a torturas;
El derecho a que se respete su dignidad inherente a su persona y que se
proteja a su familia;
El derecho a igualdad de protección ante la ley y de la ley:
El derecho a un recurso sencillo y rápido ante los Tribunales competentes,
que la amparen contra actos que violen sus derechos…”
No pasa desapercibido que el maltrato, en sí, contraría lo estipulado en dicha
Convención. Amén de ello, produce deficiencias físicas o psicológicas, así entonces
la persona que sufre maltrato puede llegar a ser discapacitada. Por otra parte, si se
es un adulto mayor, también por regla general la persona es propensa a la
discapacidad ya que en ocasiones por razones de la edad, algunas, tienen
deficiencias que implican una diversidad motriz, visual, auditiva e incluso mental. Lo
que redunda en que no sólo sean adultos mayores sino también discapacitados.
Al ser la discriminación una forma de violencia no sólo es necesario hacer una
reflexión a favor de la mujer maltratada niña, adolescente y adulta, sino también a
favor de la mujer como persona discapacitada y como adulto mayor.
La violencia rebasa la buena intención de las autoridades de erradicar este
fenómeno social, y en materia de personas discapacitadas el problema también es
grave, ante la falta de consideración que la ciudadanía tiene en relación a estas
personas, pues incluso son objeto de maltrato por su discapacidad.
Así también sucede con las adultas mayores que muchas veces son rechazadas
por la sociedad e incluso por su propia familia. Algunos hasta dicen que: “ya no son
útiles”, “ni defenderlas, si ya ni se les entiende” “es muy costoso pagarle a alguien
que la atienda”.
Como servidora judicial, me he percatado que los señalados grupos vulnerables a
los que me refiero no cuentan en materia civil con algún ordenamiento que sea
contundente para aplicar a favor de dichas personas el respeto a su condición;
tampoco se cuenta dentro del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Campeche
con un equipo de personas intérpretes que como auxiliadores en la administración
de justicia apoyen a los jueces en los asuntos en los que se vean involucradas estas
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personas. Fuera del ámbito del Poder Judicial, tampoco se tienen abogados
litigantes intérpretes para defender sus derechos.
Luego entonces, el tema de la violencia, en todos sus aspectos es una lesión que
marca al ser, la violencia impide el desarrollo íntegro del proyecto de vida de otro
ser humano y atenta contra los derechos de la personalidad.
La figura jurídica del daño moral, puede en sí, como un ordenamiento jurídico ser
modificado para facilitar el acceso a la justicia a favor de dichos grupos vulnerables
en base a lo siguiente: el artículo 1811 de nuestra legislación civil local, literalmente
dice: “Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en sus
sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada,
configuración y aspecto físico, o bien en la consideración que de sí misma tienen
los demás.
Cuando un hecho u omisión ilícitos produzcan un daño moral, el responsable del
mismo tendrá la obligación de repararlo mediante una indemnización en dinero, con
independencia de que se haya causado daño material, tanto en responsabilidad
contractual como extracontractual. Igual obligación de reparar el daño moral tendrá
quien incurra en responsabilidad objetiva conforme al artículo 1808, así como el
Estado y sus funcionarios conforme al artículo 1823, ambas disposiciones del
presente Código.
La acción de reparación no es transmisible a terceros por acto entre vivos solo pasa
a los herederos de la víctima cuando ésta haya intentado la acción en vida. El monto
de la indemnización lo determinará el juez, tomando en cuenta los derechos
lesionados, el grado de responsabilidad, la situación económica del responsable y
la de la víctima, así como las demás circunstancias del caso.
Cuando el daño haya afectado a la víctima en su derecho, honor, reputación o
consideración, el juez ordenará a petición de ésta y con cargo al responsable, la
publicación de un extracto de la sentencia que refleje adecuadamente la naturaleza
y alcance de la misma, a través de los medios informativos que considere
convenientes. En los casos en que el daño se derive de un acto que haya tenido
difusión en los medios informativos, el juez ordenará que los mismos den publicidad
al extracto, con la misma relevancia que hubiere tenido la difusión original.
No estará obligado a la reparación del daño moral, quien ejerza sus derechos de
opinión, crítica, expresión e información, en los términos y con las limitaciones de
los artículos 6 y 7 de la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos. En
todo caso quien demande la reparación del daño moral por responsabilidad
contractual o extracontractual deberá acreditar plenamente la ilicitud de la conducta
del demandado y el daño que directamente le hubiere causado tal conducta”.
Ante esta reflexión, me sumo a los esfuerzos por erradicar esta problemática y
concluyo que dicho artículo debe ser modificado en su primer párrafo para quedar
en los siguientes términos:
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“Por daño moral se entiende la afectación que se produce contra los derechos de la
personalidad, que vulnere ilegalmente la libertad, integridad física o psíquica de la
persona, en menoscabo de sus sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor,
reputación, vida privada, configuración y aspecto físico, así como también cuando
una persona sea víctima de violencia, discriminación, abandono, de afectación al
respeto a la reproducción de su imagen y voz o en su nombre o seudónimo o
identidad personal, humillación, acoso sexual o maltrato por razón de su origen
étnico o por razón de alguna discapacidad o por ser adulto mayor o bien de la
consideración que de la persona tienen los demás.”
Luego entonces:



Hace falta mejorar nuestra legislación civil.
Crear un módulo de abogados intérpretes para la defensa jurídica de las
mujeres maltratadas, discapacitadas y adultas mayores, y
Que el propio Tribunal tenga un equipo de personas intérpretes que
coadyuven con el juzgador para impartir una justicia con los métodos
necesarios que reflejen acciones de igualdad.
Si bien a la fecha existe un Centro de Justicia para las Mujeres, no menos cierto es
que no existe ningún módulo o despacho jurídico con intérpretes que se dediquen
a la defensa ante los tribunales de la mujer maltratada, discapacitada y adulto
mayor.
Cuando una persona con discapacidad visual o auditiva acude a un juzgado, hasta
ahora, no me he encontrado con que alguna de ellas tenga un abogado defensor
capacitado como intérprete con los métodos adecuados para la defensa. Frente a
las múltiples barreras que se presentan en estos casos es necesario brindar
condiciones más accesibles al gobernado.
Si bien el juez debe conocer los modelos de discapacidad, no menos cierto es que
los juzgadores al no contar con intérpretes para facilitar el acceso a la justicia a las
personas discapacitadas, no se tienen las herramientas necesarias que permitan
una mejor administración de justicia en aquellos casos que involucre a personas
discapacitadas.
Como puede observarse, no sólo propongo la tarea legislativa, de reformar el citado
numeral de nuestra legislación civil, por parte del Poder Legislativo, sino también
propongo la creación por parte del Gobierno del Estado (Poder Ejecutivo) de un
módulo jurídico con abogados intérpretes dedicados a la defensa jurídica ante los
tribunales de los derechos de las mujeres maltratadas, discapacitadas y adultas
mayores. Y en un esfuerzo conjunto, acciones que se deben implementar en los
Tribunales (Poder Judicial) para otorgar las herramientas necesarias y así atender
adecuadamente a dichos grupos vulnerables con la aplicación de una justicia en
igualdad. Ajustes adecuados que permitan al justiciable participar eficazmente en
los procedimientos en general. Con esta aportación, considero, se proporcionaría
una mejor impartición de justicia.
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PROPUESTA 4. LA NECESIDAD DE PRESCINDIR DEL EMPLAZAMIENTO
COMO PRESUPUESTO PARA INICIAR EL CÓMPUTO DEL TÉRMINO DE
CADUCIDAD.
Como la mayoría de los aquí presente saben, me desempeño en un Juzgado Mixto
Civil-Familiar que fue creado para concluir asuntos iniciados en diversos juzgados
familiares y civiles.
Con relación a los asuntos civiles, me he percatado de que un gran número de
asuntos en los que no se llevó a cabo el emplazamiento, una vez que transcurrieron
varios meses de inactividad procesal, fueron enviados al Archivo Judicial del Estado,
para su guarda y conservación, sin decretarse la caducidad de la instancia.
Lo anterior, porque de acuerdo con nuestro ordenamiento procesal civil 1, en primera
instancia, la caducidad opera cualquiera que sea el estado del proceso desde el
emplazamiento hasta la citación para oír sentencia, si la inactividad comprende el
lapso continuo e ininterrumpido que para tal efecto fija la ley.
Es decir, alude al emplazamiento como presupuesto para iniciar el cómputo del
término de caducidad, por lo que ante la falta de aquel, se consideró que no se
actualizaba dicha figura jurídica, manteniendo los asuntos paralizados
indefinidamente.
En la búsqueda de una solución, con fundamento en los artículos 96 y 97 del Código
Procesal de la materia, se dictaron acuerdos previniendo al promovente para que
proporcionara el domicilio de su colitigante o tramitara su demanda por domicilio
ignorado, apercibiéndolo de que en caso de incumplimiento se desecharía; sin
embargo, el argumento en contra es que la sanción es desproporcionada porque el
último de los citados preceptos sólo señala que ante la omisión del demandante no
se hará notificación alguna a la persona contra quien se promueva, ni se librará el
1
Código de Procedimientos Civiles del Estado de Campeche.
“Art. 130 Bis.- La caducidad de la instancia operará de pleno derecho, y se declarará por el juez o
tribunal de oficio o a petición de parte interesada. Es de orden público, irrenunciable, y no puede ser
materia de convenio entre las partes.
La caducidad de la instancia solo procederá a virtud de la inactividad procesal por falta de
promoción de las partes, ya sea en el expediente principal o en cualquier incidente. Caducado el
expediente principal caducan los incidentes; la caducidad del incidente sólo produce la del principal
cuando haya suspendido el procedimiento de éste.
El plazo de la caducidad se interrumpe cuando por causa de fuerza mayor los tribunales no
puedan actuar, y en los casos en que es necesario esperar la resolución de una cuestión principal,
previa o conexa, por el mismo juez o por otra autoridad judicial.
Los actos o promociones de mero trámite, que no impliquen ordenación o impulso al
procedimiento, no se considerarán como actividad procesal de las partes ni impedirán que la
caducidad se consume, particularmente aquellas por las cuales el interesado solamente se limite a
manifestar su voluntad de no dejar caducar el proceso.
En primera instancia, la caducidad operará cualquiera que sea el estado del proceso, desde el
emplazamiento hasta la citación para oír sentencia, si la inactividad comprende un lapso continuo e
ininterrumpido de noventa días hábiles naturales…
...
12
despacho o exhorto que proceda, mientras no se subsane la omisión, pero no
contempla el desechamiento de la demanda.
Es fundamental considerar, que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación2 ha sido reiterativa en explicar que la caducidad de la instancia es una
figura típica de los juicios que se rigen por el principio dispositivo, que son aquellos
en los que se ventilan intereses particulares, y por lo tanto disponibles, de manera
que corre a cargo de las partes la carga del impulso procesal, como un deber
constante de abstenerse de abandonar la instancia. Naturaleza de la que participan
los juicios civiles.
Bajo esta óptica, aunque en un principio se sostuvo que el término para que se
actualice la caducidad no puede correr cuando la inactividad procesal obedece a
que está pendiente el emplazamiento, por tratarse de una actuación cuya
verificación corresponde vigilar al órgano jurisdiccional y no a las partes 3; en la
actualidad este criterio ha quedado superado.4
Incluso, al resolverse el Amparo en Revisión 635/20115, se determinó que el
establecimiento de la caducidad, como consecuencia del incumplimiento de la carga
del impulso procesal, encuentra sustento en los principios de seguridad jurídica y
de la administración de justicia pronta y expedita contenidos, respectivamente, en
los artículos 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
2
1a./J. 106/2009. Primera Sala. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Tomo XXXI, Marzo de 2010, Pág. 69. Contradicción de tesis 55/2009. Entre las sustentadas por el
Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Civil
y de Trabajo del Décimo Séptimo Circuito. 30 de septiembre de 2009. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Rodrigo de la Peza
López Figueroa. Tesis de jurisprudencia 106/2009. Aprobada por la Primera Sala de este Alto
Tribunal, en sesión de fecha veintiocho de octubre de dos mil nueve.
3
Tesis XX.2o.5 L, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XV, mayo de 2002, página 1190, de rubro: "CADUCIDAD. EL TÉRMINO QUE ESTABLECE
EL ARTÍCULO 97 DE LA LEY DEL SERVICIO CIVIL DEL ESTADO Y LOS MUNICIPIOS DE
CHIAPAS, NO PUEDE EMPEZAR A CORRER SI ESTÁ PENDIENTE EL EMPLAZAMIENTO A LA
PARTE DEMANDADA.”.
4
Tesis XX.2o.54L, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XXX, Julio de 2009, Página: 1865, de rubro: “CADUCIDAD DE LA INSTANCIA EN EL
PROCEDIMIENTO BUROCRÁTICO. OPERA DESDE EL PRIMER AUTO QUE SE DICTE EN
JUICIO CON MOTIVO DE LA PRESENTACIÓN DE LA DEMANDA HASTA EL DE CITACIÓN PARA
SENTENCIA, Y NO A PARTIR DE QUE SE EMPLACE AL DEMANDADO (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE CHIAPAS).”.
Tesis: 1a. LXI/2014 (10a.), publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 3,
Febrero de 2014, Tomo I, Décima Época, Materia(s): Constitucional, Página: 633, de rubro:
“CADUCIDAD DE LA INSTANCIA EN MATERIA CIVIL. EL ARTÍCULO 137 BIS DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL, VIGENTE EN 2008, QUE PREVEÍA
QUE EL CÓMPUTO DEL PLAZO PARA QUE OPERE AQUELLA FIGURA INICIA DESPUÉS DE
EMPLAZAR A LA DEMANDADA, VULNERA LOS PRINCIPIOS DE SEGURIDAD JURÍDICA Y DE
ACCESO A LA JUSTICIA PRONTA Y EXPEDITA.”
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ya que los actos que integran el procedimiento judicial, tanto a cargo de las partes
como del órgano jurisdiccional, deben sujetarse a plazos o términos, y no pueden
prolongarse indefinidamente, lo cual se advierte del propio artículo 17 constitucional.
En consecuencia, se resolvió que establecer que el cómputo del plazo para que
opere la caducidad de la instancia inicia después de emplazar a la parte
demandada, vulnera los citados principios, pues no se justifica que el actor, en un
juicio civil, tenga un plazo ilimitado para cumplir con las cargas procesales que le
corresponden, anteriores al acto de emplazamiento de la demandada.
En este contexto, al ser convocada para colaborar con una ponencia que contenga
una propuesta para mejorar el sistema de justicia, consideré importante tratar el
tema de la caducidad de la instancia, y proponer como medida concreta la
modificación del marco jurídico para prescindir del emplazamiento como
presupuesto para iniciar el cómputo del término de caducidad.
De aprobarse, sería un avance para adecuar nuestra legislación a los principios
constitucionales señalados y a los criterios jurídicos imperantes, resultando
pertinente agregar que como lo ha resuelto la autoridad federal, el demandado no
sufriría afectación alguna en sus derechos de audiencia o de debido proceso, ni de
defensa, porque permanece en la misma situación en que se encontraba antes de
presentarse la demanda en su contra.
Como todos sabemos, el Código de Comercio ya contempla esta postura, pero en
materia civil, es una asignatura no solo pendiente sino también necesaria en
atención a los principios de justicia pronta y expedita y de seguridad jurídica, y
evitaría que los procesos se alarguen indefinidamente, lo cual iría en contra de los
propios justiciables. Indudablemente, esta medida también evitaría que los juzgados
se saturen de asuntos.
CONCLUSIÓN.
Los juicios civiles se rigen por el principio dispositivo, porque en ellos se ventilan
intereses particulares, y por lo tanto disponibles, de manera que corre a cargo de
las partes la carga del impulso procesal.
El emplazamiento al demandado es indispensable para la integración de la litis, pero
no exime al actor o demandante de mantener viva la instancia.
Por lo tanto, la caducidad de la instancia debe operar en cualquier etapa del
procedimiento, es decir, desde el primer auto que se dicte en el juicio con motivo de
la presentación de la demanda, y no desde el emplazamiento, siendo pertinente la
modificación del marco jurídico para prescindir del emplazamiento como
presupuesto.
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PROPUESTA 5. PRINCIPIO DE CONCENTRACIÓN Y CELERIDAD EN EL
PROCEDIMIENTO CIVIL.
Los temas que menciono están relacionados con el acceso a la justicia consagrada
en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que
viene a cobrar mayor relevancia a raíz de las reformas de la propia Constitución en
materia de derechos humanos, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el
día 11 de junio del 2011, en el que establece dos principios esenciales: pro persona
e interpretación conforme, que se complementan correctamente con el acceso a
la justicia, como un derecho fundamental.
El artículo 17 de la Constitución Federal referida, establece en su párrafo tercero:
“Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que
estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes,
emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial”; de este
fragmento resalto las expresiones “en los plazos y términos” y “de manera pronta”,
lo que implica en los procedimientos jurisdiccionales el juzgador cumple cabalmente
con el mandado Constitucional de acceso a la justicia con el hecho de aplicar la
normatividad procesal en los plazos y términos que aparezca prevenida, no obstante
frente a esta tarea se erige un mandato derivado de la propia carta marga esto es:
de manera pronta, esta expresión no requiera mayor esfuerzo intelectual para
comprender su significado, esto es: ágil, rápido, eficaz, celeridad razonable.
Siguiente la misma línea de exposición la Suprema Corte de Justicia de la Nación
ha establecido jurisprudencias en los que señala el acceso a la jurisdicción implica
un correcto ejercicio de la función pública, la adopción de medidas, actuaciones y
decisiones eficaces y ágiles, en cumplimiento de las subgarantías de prontitud,
eficacia y expeditez.
De ahí que resulta indispensable hacer una revisión del Código de Procedimientos
Civiles del Estado de Campeche, para analizar si estos subprincipios consagrados
en el artículo 17 de la Constitución Federal se cumplen o no a cabalidad.
En esta ponencia me enfoco específicamente en analizar respecto a las
excepciones de previo y especialmente pronunciamiento que hace referencia los
artículos 34, 275 y 276 del Código Procesal Civil del Estado que origina la
suspensión del procedimiento en lo principal, y que en muchas de las veces esas
excepciones al resolverse incidentalmente son improcedentes.
Además, es de observarse que en la legislación procesal civil estatal, existe un
periodo de ofrecimiento de pruebas, además de que las partes deben de ofrecer las
pruebas documentales desde la demanda o su contestación (artículos 291 y 300).
Así como, en el periodo de alegatos establecido en el artículo 480 y 481 del Código
de Procedimientos Civiles, primero le corresponde a la actora alegar, luego a la
demandada.
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Lo anterior, evidentemente retrasan el procedimiento judicial en la materia civil, por
lo que se propone reformar el Código de Procedimientos Civiles del Estado, en los
siguientes rubros:
PRIMERO: Que las excepciones cualquiera que sea su naturaleza, deberá
de resolverse en la sentencia definitiva.
SEGUNDO: Desde la demanda, contra demanda y contestación deberán las
partes ofrecer sus medios de pruebas para desahogarse en el plazo que al
efecto se señale.
TERCERO: El plazo para que las partes aleguen será común para ambas.
Las modificaciones que se proponen, son congruentes con los principios de
celeridad y concentración procesal.
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PROPUESTA 6. REFORMA A LA PRUEBA PERICIAL
Todo gobernado, tiene derecho en términos de lo previsto en el artículo 17
Constitucional a que la impartición de justicia sea pronta, completa e imparcial, con
ello tiene derecho a que el proceso se desarrolle de manera ágil, es decir sin
retrasos en ninguna de las etapas procesales o como previene el mismo numeral
en “los términos y plazos previstos por la ley”.
En todo el mundo la justicia ha sido juzgada con severidad por su lentitud. Los
procesos largos, a veces absurdos, de tramitación lenta representan el principal
factor de crisis del sistema procesal.
En el estado de derecho constitucional de nuestros días, no se debe admitir que el
desempeño de la función judicial sea fruto del capricho de las partes, abogados y
peritos.
En los juicios de orden civil que se ventilan en los juzgados de la materia, desde
hace años se da un problema relacionado con la prueba, específicamente en la
llamada “juicio de peritos” (art.376 del C.P.C. del Estado), lo cual ha sido muy
criticado por los procesalistas dado que lo emitido en sí por los peritos no es un
juicio, es un dictamen.
Esto es, la manera en que la pericial, está contemplada en nuestro ordenamiento
procesal, se presta a un mal uso de ella por las partes, incluso por los mismos
peritos, quienes al tener una sanción mínima por la no asistencia al desahogo,
también hacen un mal uso del cargo que se les ha conferido y que en tiempo genera
un retraso en la administración de justicia.
Siendo parte del Poder Judicial del Estado de Campeche, como servidora pública,
he podido constatar los atrasos que produce esta problemática en el proceso, no
sólo en la administración de justicia, sino en el ánimo de las partes, que al instar la
acción esperan pronta solución al litigio.
Nuestro Estado a través del H. Tribunal Superior de Justicia, ha adoptado medidas
pertinentes, para ofrecer a los justiciables un mejor servicio de administración de
justicia ya que es un objetivo institucional del Poder Judicial del Estado de
Campeche, pero a nivel legislativo no todo ha sido paralelo, el derecho procesal en
el Estado, respecto a la prueba pericial sigue exactamente igual a la publicación del
Código en 1942.
Y si bien en materia de procesos, todo se encamina a la oralidad, se puede observar
de los estados que ya lo hicieron una realidad, que en materia civil no todos los
juicios se tramitan en la oralidad, algunos se siguen ventilando en la forma escrita y
el proceso civil, en su fase probatoria ha encontrado una deficiencia, lo que hace a
su vez, que sin ser éste el objetivo de la administración de justicia se preste una
deficiente administración de justicia en el Estado, pues la prueba pericial en su
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concepción actual, representa en la mayoría de las ocasiones en que es ofertada
un atraso y la que debería ser pronta (justicia), termina siendo un problema
fundamental de lentitud en los procesos civiles.
Esto es, la legislación del Estado en materia procesal civil, respecto a la prueba
pericial, va quedando insuficiente en cuanto al verdadero sentido de los objetivos
institucionales: la regulación de dicha prueba no ayuda a que la justicia sea pronta
y en los plazos que la ley establece, pues entre el nombramiento del perito, la
aceptación del cargo, el desahogo de la misma, la incomparecencia del perito sea
del actor, demandado e incluso el tercero, así como el cambio del perito, la protesta
del cargo, la audiencia y la emisión del dictamen, hace que el proceso pase por un
largo periodo que se traduce en retraso en el juicio, para que algunas veces ni
siquiera se desahogue, y si a lo expuesto le agregamos que los peritos no
comparecen o no emiten con prontitud su dictamen si no han sido cubiertos sus
honorarios, todo ello hace que un periodo probatorio, de treinta o veinte días, según
la naturaleza del proceso, se prolongue por más tiempo, sólo por el desahogo de la
prueba pericial, apartándose del principio de celeridad preceptuado en el ya citado
artículo 17 constitucional.
El Poder Judicial del Estado de Campeche, en busca de una mejor servicio de
impartición de justicia, ha creado en el ejercicio de sus funciones diversos
reglamentos, incluso para la regulación de la actividad pericial mediante el
Reglamento y Arancel de Peritos, auxiliares de la Administración de Justicia del
Poder Judicial del Estado, más insuficiente dado que la ley procesal de la materia
sigue intocada respecto al ofrecimiento y desahogo de la prueba pericial.
Lo que afecta, no sólo al proceso, al retrasarlo, sino implica un desgaste en la parte
oferente, quien la ofrece con la finalidad de acreditar sus hechos, no con el fin de
generar un retraso en el juicio, lo cual sucede en la realidad.
En la actualidad, se viven cambios en todos los ámbitos, el derecho no es la
excepción, a nivel federal e internacional, se busca por todos los medios legales
garantizar los derechos de los ciudadanos, se reforman leyes, se firman tratados y
se proponen nuevos ordenamientos jurídicos, Campeche no debe ser la excepción,
pues en busca de las soluciones que deben adoptarse esta la reforma del código
procesal civil, en este sentido y con el fin de que se cumplan los objetivos
institucionales del Poder judicial de Justicia que no es más que una mejor
administración de justicia en apego a lo preceptuado en nuestra Carta Maga, que
estableciendo las garantías individuales, comprende como tal el derecho a una
justicia pronta y expedita.
En esta realidad jurídica, se propone por ello que se reforme lo preceptuado
respecto a la prueba pericial:
Desde el ofrecimiento:
 Que en el ofrecimiento se determinen los puntos a desahogar.
 La clase de pericia, arte o técnica que se va a desahogar.
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Se designe el perito de la parte oferente.
Acredite el perito los conocimientos en la materia que va a intervenir.
Que el juez sólo deba admitir la prueba si se cumplen con los requisitos.
De igual manera, se establezca que de no presentar al perito en el término
de los 3 días siguientes a la admisión de la prueba, para que rinda su protesta
de ley, se declarara desierta la prueba por falta de interés del oferente.
Preferentemente, que el escrito de protesta y aceptación del cargo del perito
se presente de manera adjunta al escrito de ofrecimiento de la prueba.
Que se dé vista a la parte contraria para que en el término de 3 días:
- señale en su caso, puntos de ampliación en el desahogo de la prueba.
- nombre perito por su parte
- acredite los conocimientos en la materia del perito nombrado, y presente
escrito de aceptación al cargo.
Se haga saber a la parte contraria que de no nombrar perito por su parte, se
le tendrá como conforme con el dictamen pericial rendido por el perito de la
parte oferente.
Se nombre al perito tercero, de aquellos que se encuentren autorizados por
el Tribunal, de acuerdo al Reglamento y Arancel de los Peritos, Auxiliares de
la Administración de Justicia del Poder Judicial del Estado de Campeche.
La parte oferente deberá presentar en la fecha y hora señalada para el
desahogo de la audiencia al perito nombrado por su parte.
Se establezca en el Código que de no comparecer el perito de la oferente al
desahogo de la audiencia se declarará la deserción de la prueba por falta de
interés.
De ello, puede deducirse que si el interés de la parte es el correcto desahogo de la
prueba pericial, velará por el mismo desde el momento del ofrecimiento, sin ser por
ello violatorio a la carga probatoria de las partes.
Los jueces y magistrados no son los únicos elementos personales de los juzgados
y tribunales. El servicio Público judicial para su perfecto desenvolvimiento, requiere
el concurso de otros funcionarios cuyas actividades son un supuesto necesario a
los fines de la administración de justicia, por lo cual la ley procesal debe ir de la
mano con la realidad jurídica, conflictos resueltos en el menor tiempo posible será
el logro de una mejor administración de justicia.
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PROPUESTA 7. ACCESO A LA JUSTICIA Y EFECTIVA TUTELA JUDICIAL,
DERECHO HUMANO QUE EXIGE UNA URGENTE REFORMA ESTRUCTURAL
EN LOS JUICIOS CIVILES
La reforma en materia de derechos humanos de junio de 2011 que transformó el
sistema de justicia en el país y permitió a México estar a la vanguardia como la
mayoría de los países democráticos del orbe, exige que también en el ámbito de lo
privado se vea reflejada la preocupación, pero sobre todo la ocupación del Estado
mexicano, de tomar todas aquellas medidas y acciones gubernamentales que
privilegien la defensa y protección de los derechos humanos de las y los ciudadanos
mexicanos en todas las esferas en que se desarrollan.
El derecho privado atiende a las relaciones de coordinación e igualdad condición
que tiene una persona con otras personas determinadas (como ocurre en las
relaciones de familia o con las que emanan de un contrato de arrendamiento), o las
que surgen entre el titular del derecho y el resto de la comunidad como efecto del
señorío reconocido respecto de ciertos bienes, y que puede hacer valer respecto de
los demás (como ocurre con el derecho a la vida privada o con el derecho de
propiedad). De ahí que el discurso jurídico de que el Estado en el ámbito del orden
público, cuando crea o diseña proyectos para lograr el bien común de la sociedad,
pareciese no abarcar la intervención de éste en los conflictos entre los particulares,
pues aquí, con excepción de las relaciones jurídicas que se dan en el seno de la
familia, al Estado le toca la posición de simple espectador, sin injerencia o
participación regulatoria entre los contendientes; se trata de una visión poco
convincente, dado los tiempos actuales y diría hasta obsoleta. Y para muestra de
ello, basta con citar el actual criterio de Nuestro más alto Tribunal, cuando señala
que es una obligación ex oficio de los juzgadores, regular lo relativo a los intereses
en el préstamo mercantil, para evitar la usura como una forma de explotación del
hombre por el hombre. Lo que años atrás no se concebía.
Afirmo lo anterior pues mi experiencia en la judicatura local, me ha permitido ver,
que las personas hombres y mujeres, somos más que simples números y
estadísticas en el inventario del servicio de impartición de justicia. Las y los
justiciables requieren que este servicio de impartir justicia de dar a cada quien lo
suyo, lo que les es debido en las relaciones privadas, también se vea impregnado
de la visión de ser órganos garantes y protectores de los derechos humanos de los
intervinientes. Pues el acceso a la justicia es también un derecho humano al que le
sigue la garantía de la efectiva tutela judicial, previstos ambos no solo en nuestra
Constitución en el artículo 17, sino además en el artículo 25 del Pacto de San José.
Para efectos de ir acotando y concretizando la propuesta, me limitare en retomar lo
que la doctrina ha sostenido acerca de la acción civil al definirla como el instrumento
que pone el derecho subjetivo en pie de guerra: es la pretensión que se puede
hacer valer coactivamente. Para hacer valer la pretensión, a su vez, se hace valer
otro derecho, el de reclamar la intervención de un tribunal. Este derecho a solicitar
la intervención judicial también recibe el nombre de derecho a la acción. Bajo esta
perspectiva el derecho a la acción requiere de tribunales expeditos y eficaces para
lograr la celeridad, transparencia y legalidad de los juicios entre otros aspectos.
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Implementar la oralidad en juicios familiares y mercantiles ha sido un paso
importantísimo, sin embargo, la infraestructura y el personal, ha sido insuficiente
para hacer frente a estos retos, pues las demandas de la sociedad crecen
vertiginosamente, y los recursos financieros se tornan de igual forma insuficientes.
Y el ámbito civil se sigue relegando a esta transformación, no obstante los proyectos
para implementar la oralidad en algunos juicios sumarios o especiales. Los juicios
civiles se distinguen por su complejidad en el tratamiento de las diversas e
innumerables pretensiones accionadas por los justiciables; y que también requieren
de procesos especiales, y diversos. Se caracterizan porque en ellos se ventilan
desde los derechos de la personalidad jurídica, como a la conservación y defensa
del patrimonio. Y sobre este último quisiera acotar la presente propuesta.
Si el Patrimonio es un atributo de la persona, pese a no ser visto como un derecho
humano absoluto, también lo es, que en su relatividad debe ser potencialmente
protegido, de forma pronta y eficaz, incluso frente a los excesos de requisitos
formales, que han mermado la prontitud en el tratamiento y resolución de los casos.
Y esto es el caso del emplazamiento, que para lograr la comparecencia del
demandado a juicio, se privilegie la entrevista personal con el enjuiciado, y que en
muchos casos se tornan más a trámites burocráticos, bajo el amparo de una
supuesta legalidad, cuando en muchos de los casos es empleado como pretexto
para dilatar el servicio de impartición de justicia y una carga económica para el
propio Estado; pero aún más grave, genera un sentir de injusticia para el
demandante quién en reclamo de la restitución de la posesión de su predio, (como
acontece en los juicios de arrendamiento de inmuebles), frente al moroso inquilino
que no cubrió la renta pactada, tiene que esperar la localización personal de este
último para integrarse válidamente la litis y proseguir con el juicio.
Las relaciones jurídicas en el ámbito de lo privado, requieren hoy por hoy de un
tratamiento diferente a como era conceptualizado. Pues si la persona encuentra la
seguridad de que el conflicto en su patrimonio se resolverá de forma más oportuna
y eficaz, de mejor forma se desarrollará en otras aspectos de su vida cotidiana,
como el familiar, laboral y social. Y hablo de patrimonio pues en su mayoría las
sentencias civiles buscan resarcir o indemnizar el detrimento en los bienes que
conforman el patrimonio de los justiciables. Por lo tanto mi propuesta en términos
generales seria:

Especialización de los juzgadores civiles, para atender asuntos relacionados
exclusivamente con arrendamiento de inmuebles, créditos hipotecarios,
juicios sucesorios, cumplimiento de contratos.

Implementar la oralidad como el nuevo escenario en que se desenvolverá la
contienda, bajo los principios de la inmediación, concentración, continuidad
y publicidad.
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
Para ello dotar al poder judicial local de un presupuesto asignado y suficiente
para la especialización de los jueces civiles y su constante capacitación en
materia de derechos humanos y temas relacionados con la materia, para la
implementación urgente de la oralidad en los juicios de mayor incidencia y
gradualmente en toda la jurisdicción civil.

Fortalecer la carrera judicial pues a mayores responsabilidades, mayores
expectativas de desarrollo profesional, ascenso y estabilidad económica y
laboral.

Hacer reformas legislativas sustanciales y pertinentes para lograr que en
aquellos juicios en los que se demanda una acción real, la relación jurídica
procesal entre actor y demandado, no se prolongue de forma tardía e
indefinida por el ocultamiento doloso del propio demandado, cuando este
último ejerce un poder de hecho sobre la cosa, y en este caso, tener como
único domicilio del enjuiciado el de ubicación del inmueble. Por su parte en
los juicios en que se demanda una acción personal, tener como único
domicilio el convencional, esto es, el domicilio dado por el deudor en el
convenio o acuerdo de voluntades, para ser requerido por su acreedor, sin
tener que agotar la búsqueda o localización del domicilio real, cuando el
deudor u obligado desaparece sin hacerlo del conocimiento del primero. Esto
para infundir una nueva cultura de responsabilidades de los deudores frente
a sus acreedores, y de que deberán informar a través de los procedimientos
legales cualquier cambio del domicilio legal o convencional según sea el
caso. Todo lo anterior debe plasmarse desde la legislación sustantiva, y no
permitir se tergiverse las bondades del Juicio de Amparo, oponiendo un ilegal
emplazamiento; pues esto último, es lo que ha hecho tortuoso y lento las
demandas de justicia a cargo de los justiciables.

Propiciar la diligenciación de los exhortos y requisitorias, entre los Tribunales
de Justicia a través de los medios cibernéticos de vanguardia, para lograr
prontitud en el despacho de los asuntos. Pues también se ha advertido
graves retrasos en el trámite de los Juicios, por la demora en la diligenciación
de los exhortos, pues estos últimos se siguen ventilando por la
correspondencia ordinaria. Se propone la creación de una plataforma a nivel
nacional que concentre toda la información dirigida a los Jueces de diversas
entidades federativas, y canalice la información por los medios cibernéticos
al alcance para la recepción de los exhortos y su correspondiente despacho
al lugar de origen.
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MATERIA MERCANTIL
PROPUESTA 1. REFORMAR EL CÓDIGO DE COMERCIO PARA QUE SE
INCLUYA UN CAPÍTULO QUE REGULE LA JUSTICIA ALTERNATIVA COMO
ETAPA OBLIGATORIA EN TODOS LOS PROCESOS MERCANTILES Y CUYA
REALIZACIÓN SEA A CARGO DEL JUEZ.
Primeramente, es preciso destacar que en la materia mercantil no está establecida
de la Justicia Alternativa como medio de solución a los conflictos, no obstante, con
apoyo al artículo 74 fracción V del Código de Procedimientos Civiles del Estado de
Campeche en vigor, a petición de alguna de las partes se celebran audiencias para
mejor proveer, sin embargo, la parte actora en la mayoría de los casos no asiste a
dicha audiencia, bajo el argumento de que no está establecida en la Ley y por tanto
no está obligado a asistir a la referida audiencia.
Partiendo de lo anterior y dado que el ordinal 78 del Código de Comercio señala, en
las convenciones mercantiles cada uno se obliga en la manera y términos que
aparezca que quiso obligarse, sin que la validez del acto comercial dependa de la
observancia de formalidades o requisitos determinados.
Por ello y dado que en la materia mercantil se ventilan relaciones entre
comerciantes, entre particulares, entre particulares y financieras, o aseguradoras,
entre otros por mencionar algunos ejemplos, y en virtud de que los actos de
comercio son considerados como acontecimientos que producen efectos jurídicos,
mediante la exteriorización de la voluntad, en donde normalmente las partes
delimitan sus efectos y que se vincula con la producción o con el intercambio de
bienes o servicios destinados al mercado en los general.
Y dada la reforma publicada en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado el día 5
de diciembre del año próximo-pasado, donde en el Título Vigésimo Tercero de la
Justicia Alternativa, Capitulo Único, se establece que antes de iniciar un juicio, las
partes deberán de prestar ante el Juzgador Competente una constancia de haber
acudido a la Justicia Alternativa, y a pesar de que en dicho capítulo se establecen
como tales las materas civil, mercantil y familiar, se advierte resistencia de los
postulantes para cumplir con dicho trámite pues no se encuentra regulado en el
Código de Comercio.
Por ello, se propone una reforma al Código de Comercio, donde se establezca un
apartado similar, por lo que se considera necesario comunicarlo al Centro de
Investigación y Docencia Económicas, (CIDE), así como a la Comisión Nacional de
Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos, (CONATRIB),
tenga conocimiento de dicha propuesta para los efectos legales a que haya lugar.
Lo anterior lo considero dado que la estructura de algunos sectores de la sociedad,
así como la falta de cultura en general para solucionar conflicto de intereses, afecta
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la eficacia para solucionar de manera pacífica, sin llegar a juicio, los asuntos de
índole mercantil, y así evitar que la gente vaya a litigios e impedir que abogados de
muy mala calidad representen a las partes y lastimen sus intereses, entendimiento
y remoción de los puntos generadores de conflictos o establecimiento de efectivos
medios de solución de conflictos, son algunas de las posibilidades preventivas para
la ciudadanía en general.
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PROPUESTA 2. REALIZACIÓN DE ACUERDOS ENTRE LOS PODERES
EJECUTIVO Y JUDICIAL PARA GARANTIZAR QUE EN LOS LITIGIOS
MERCANTILES SE PROPORCIONE LA ASESORÍA JURÍDICA GRATUITA DE
LEY POR PARTE DE LA UNIDAD DE ACCESO A LA JUSTICIA DEL ESTADO
DE CAMPECHE.
PROPUESTA 3. REALIZACIÓN DE REUNIONES PERIÓDICAS ENTRE LOS
MAGISTRADOS
DE
LA
SALA
CIVIL
Y
LOS
MAGISTRADOS
SUPERNUMERARIOS CON LOS JUECES EN MATERIA MERCANTIL CON LA
FINALIDAD DE HOMOLOGAR LAS PRÁCTICAS Y LOS CRITERIOS
RELACIONADOS CON LA MATERIA MERCANTIL.
La estructura de algunos sectores de la sociedad, así como la falta de cultura en
general para solucionar conflicto de intereses, afecta la eficacia para solucionar de
manera pacífica, sin llegar a juicio, los asuntos de índole mercantil, y así evitar que
la gente vaya a litigios e impedir que abogados de muy mala calidad representen a
las partes y lastimen sus intereses, entendimiento y remoción de los puntos
generadores de conflictos o establecimiento de efectivos medios de solución de
conflictos, son algunas de las posibilidades preventivas para la ciudadanía en
general.
Cabe señalar que dadas la restricciones legales que tiene la unidad de Defensoría
Pública y Asistencia Jurídica Gratuita del Estado de Campeche en los casos de
juicios mercantiles, este organismo no brinda asesoría a la ciudadanía cuando se
trata de contestar demandas, en los casos de personas que no cuentan con los
recursos económicos para sufragar los honorarios de un abogado en forma
particular; de ahí que siempre ha habido la necesidad del apoyo de dicho instituto
en los asuntos mercantiles, por ello considero permeable que tanto el titular del
Poder Ejecutivo Estatal, así como la titular del Poder Judicial del Estado, elaboren
acuerdos para que dicho instituto de Unidad de Defensoría Pública y Asistencia
Jurídica Gratuita del Estado de Campeche, brinde un respaldo a las personas que
son demandadas por el pago de alguna deuda o de algún compromiso económico
que contrajeron ante alguna institución crediticia o, incluso, ante un particular, con
un servicio de calidad que se otorgue a la población, aunado al factor económico,
en virtud de los problemas que en este aspecto padecen algunos sectores de la
sociedad.
Como tercer eje, se establece que entre los 5 Distritos Judiciales del Estado de
Campeche, se propone que se realicen reuniones periódicas entre los Magistrados
de la Sala Civil, así como los Magistrados Supernumerarios con los Jueces en
Materia Mercantil, con la finalidad de: Homologar las prácticas y los criterios
relacionados con la materia mercantil; Conjuntar esfuerzos para compartir e
intercambiar información y criterios de interpretación relacionada con la materia
mercantil; entre otros.
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PROPUESTA 4. REFORMAR LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES
DE CRÉDITO EN SU ARTÍCULO 174, PÁRRAFO SEGUNDO, PARA QUE SE
ESTABLEZCA HASTA EL 3% MENSUAL COMO LÍMITE MÁXIMO QUE PUEDEN
ELEGIR LAS PARTES POR CONCEPTO DE INTERESES PARA LA CERTEZA
JURÍDICA TANTO DE ACREEDOR COMO DEL DEUDOR RESPECTO DE LO
QUE SE HA PACTADO.
Partiendo de la idea de que el numeral 174 de la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito, establece la libertad de las partes para fijar el tipo de
interés moratorio en los créditos documentados en pagarés, en base a lo regulado
por el artículo 78 del Código de Comercio, trasgrede el derecho humano de
prohibición legal de la usura contenida en el artículo 21, numeral 3 de la Convención
Americana en materia de derechos humanos; entendida esta como una forma de
explotación del hombre por el hombre.
Es que surge la inquietud de que dicho numeral sea modificado, aún y cuando la
corte haya señalado que no es inconstitucional en la parte conducente del segundo
párrafo, en cuanto regula que en el pagaré el rédito y los intereses que deban
cubrirse se pactarán por las partes, y sólo ante la falta de tal pacto, operará el tipo
legal; al alegar que tal permisión no es de carácter ilimitado, sino que tiene como
límite que una parte no obtenga en provecho propio y de modo abusivo sobre la
propiedad de otro, un interés excesivo derivado de un préstamo.
No hay que olvidar que se han seguido tres criterios por nuestros tribunales, la libre
contratación de las partes, posteriormente se aplicó el control de convencionalidad
surgiendo la tesis:
Décima Época Registro: 2001361, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Libro XI, Agosto de 2012, Tomo 2
Materia(s): Constitucional Tesis: XXX.1o.2 C (10a.) Página: 1735 INTERESES MORATORIOS EN
UN TÍTULO DE CRÉDITO. EL ARTÍCULO 174 DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y
OPERACIONES DE CRÉDITO, QUE PERMITE SU PACTO IRRESTRICTO TRANSGREDE EL
DERECHO HUMANO DE PROHIBICIÓN LEGAL DE LA USURA ESTABLECIDO EN EL
ARTÍCULO 21, NUMERAL 3, DE LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS
HUMANOS. La usura en su sentido gramatical se define como el interés excesivo en un préstamo.
Por su parte, el artículo 78 del Código de Comercio consagra el principio pacta sunt servanda, esto
es lo estipulado por las partes, en cualquier forma que se haya establecido, debe ser llevado a efecto.
Empero, esa libertad contractual tiene la limitante prevista en el numeral 77 de la codificación en cita,
que se refiere a que tiene que versar sobre convenciones lícitas. En vista de ello, la Convención
Americana sobre Derechos Humanos -suscrita el veintidós de noviembre de mil novecientos sesenta
y nueve en San José de Costa Rica, que entró en vigor el dieciocho de julio de mil novecientos
setenta y ocho, de exigibilidad en México a partir del veinticuatro de marzo de mil novecientos
ochenta y uno- establece en su artículo 21, numeral 3, que la usura y cualquier otra forma de
explotación humana por el hombre, deben ser motivo de prohibición legal; luego, dicha disposición
se trata de un derecho fundamental, pues el artículo 1o. de la Carta Magna amplía el catálogo de
éstos no sólo a los contenidos en el ordenamiento supremo del orden jurídico nacional, sino también
en los tratados internacionales aprobados por el Estado Mexicano. En ese orden de ideas, se
destaca que el artículo 174, segundo párrafo, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito
no fija límite para el pacto de intereses en caso de mora en un título de crédito, pues la voluntad de
las partes rige -en principio- para dicho acuerdo, en correlación con el mencionado numeral 78 de la
codificación mercantil, y con la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que proscribe la
26
usura. De ello se colige que si bien la legislación mercantil contempla la posibilidad de cobrar
intereses por los préstamos, basada en el principio de libre contratación, en atención al contenido de
los artículos 21, numeral 3, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 1o. de la
Constitución Federal, debe reconocerse la protección al deudor frente a los abusos y a la
eventualidad en el cobro de intereses excesivos, por constituir usura. De este modo, permitir que la
voluntad de las partes esté sobre dicha disposición convencional sería solapar actos de comercio
que conculquen derechos humanos. Así, el artículo 77 del Código de Comercio, es acorde con el
texto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con el de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, al regular que los pactos ilícitos no producen obligación ni
acción; pero la aplicación del artículo 174 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito en
el sentido de permitir el pacto irrestricto de intereses en caso de mora, es inconvencional, pues tolera
que los particulares se excedan en su cobro con la eventualidad de que éstos sean usurarios.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL TRIGÉSIMO CIRCUITO. Amparo directo 193/2012. Pedro
Rodríguez Cisneros. 12 de abril de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Silverio Rodríguez Carrillo.
Secretaria: Adriana Vázquez Godínez.
Y hoy por hoy, se sigue el criterio que los juzgadores deben de estudiar de oficio si
el interés pactado resulta usurario, a la luz de los parámetros guías que establece
la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver la
contradicción de tesis 350/2013.
Cabe añadir que ante tal disyuntiva debe elegirse la interpretación mediante la cual
se preserve la constitucionalidad de la norma impugnada, a fin de garantizar la
supremacía constitucional y, simultáneamente, permitir una adecuada y constante
aplicación del orden jurídico.
Para establecer los intereses y que estos no sean usurarios se puede partir de dos
criterios el objetivo que parte de un límite fijo, aplicable a la generalidad de los
casos, éste a su vez, puede ser absoluto, cuando en la norma se establece un
margen concreto, una tasa determinada (por ejemplo, que se considere usura el
interés pactado al cuarenta por ciento anual) o puede ser relativo, cuando dicho
límite está sujeto a un concepto dinámico, en el que juegan un papel relevante las
condiciones existentes en el mercado, las tasas del sistema financiero, etcétera (por
ejemplo, que el parámetro para afirmar la existencia de usura a partir de la tasa del
costo anual total: CAT o la tasa máxima fijado por los bancos en créditos personales)
Y del criterio subjetivo, que involucra conceptos sujetos a interpretación, permite al
juzgador un ejercicio más libre de su arbitrio judicial, a partir de las circunstancias
de cada asunto en particular, advirtiéndose factores externos, así como
circunstancias económicas.
Siendo el criterio subjetivo el que se maneja hoy al momento de sentenciar, a la luz
de las circunstancias particulares de cada caso concreto, así como de las
constancias correspondientes que obren en actuaciones de cada expediente, la
determinación de oficio sobre si con el pacto de intereses fijado en el título ocurre,
o no, que una parte obtenga en provecho propio y de modo abusivo sobre la
propiedad de otro, un interés excesivo; por lo que será el contexto de cada caso
particular el que sirva de base para que el juzgador, adopte la decisión concreta
correspondiente sobre la calidad de usuraria, o no, de la tasa de interés pactada,
partiendo de los siguientes parámetros guías:
27
a) El tipo de relación existente entre las partes;
b) La calidad de los sujetos que intervienen en la suscripción del pagaré y si
la actividad del acreedor se encuentra regulada;
c) El destino o finalidad del crédito;
d) el monto del crédito;
e) El plazo del crédito;
f) La existencia de garantías para el pago del crédito;
g) Las tasas de interés de las instituciones bancarias para operaciones
similares a las que se analizan, cuya apreciación únicamente constituye un
parámetro de referencia;
h) La variación del índice inflacionario nacional durante la vida real del
adeudo;
i) Las condiciones del mercado; y,
j) Otras cuestiones que generen convicción en el juzgador.
Y bajo el siguiente criterio jurisprudencial:
PAGARÉ. SI EL JUZGADOR ADVIERTE QUE LA TASA DE INTERESES PACTADA
CON BASE EN EL ARTÍCULO 174, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS
Y OPERACIONES DE CRÉDITO ES NOTORIAMENTE USURARIA PUEDE, DE OFICIO,
REDUCIRLA PRUDENCIALMENTE. El párrafo segundo del citado precepto permite una
interpretación conforme con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al prever que
en el pagaré el rédito y los intereses que deban cubrirse se pactarán por las partes, y sólo ante la
falta de tal pacto, operará el tipo legal; pues ese contenido normativo debe interpretarse en el sentido
de que la permisión de acordar intereses no es ilimitada, sino que tiene como límite que una parte
no obtenga en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de la otra, un interés excesivo
derivado de un préstamo. Así, el juzgador que resuelve la litis sobre el reclamo de intereses pactados
en un pagaré, para determinar la condena conducente (en su caso), debe aplicar de oficio el referido
artículo 174, acorde con el contenido constitucionalmente válido de ese precepto y a la luz de las
condiciones particulares y los elementos de convicción con que se cuente en cada caso, para que
dicho numeral no pueda servir de fundamento para dictar una condena al pago de intereses
usurarios, por lo que si el juzgador adquiere convicción de oficio de que el pacto de intereses es
notoriamente usurario acorde con las circunstancias particulares del caso y las constancias de
actuaciones, entonces debe proceder, también de oficio, a inhibir esa condición usuraria apartándose
del contenido del interés pactado, para fijar la condena respectiva sobre una tasa de interés reducida
prudencialmente para que no resulte excesiva, mediante la apreciación razonada, fundada y
motivada, y con base en las circunstancias particulares del caso y de las constancias de actuaciones
que válidamente tenga a la vista al momento de resolver. Ahora bien, cabe destacar que constituyen
parámetros guía para evaluar objetivamente el carácter notoriamente excesivo de una tasa de interés
–si de las constancias de actuaciones se aprecian los elementos de convicción respectivos– los
siguientes: a) el tipo de relación existente entre las partes; b) la calidad de los sujetos que intervienen
en la suscripción del pagaré y si la actividad del acreedor se encuentra regulada; c) el destino o
finalidad del crédito; d) el monto del crédito; e) el plazo del crédito; f) la existencia de garantías para
el pago del crédito; g) las tasas de interés de las instituciones bancarias para operaciones similares
a las que se analizan, cuya apreciación únicamente constituye un parámetro de referencia; h) la
variación del índice inflacionario nacional durante la vida real del adeudo; i) las condiciones del
mercado; y, j) otras cuestiones que generen convicción en el juzgador.
Lo anterior, sobre la base de que tales circunstancias puede apreciarlas el juzgador
(solamente si de las constancias de actuaciones obra válidamente prueba de ellos)
para aumentar o disminuir lo estricto de la calificación de una tasa como
notoriamente excesiva; análisis que, además, debe complementarse con la
28
evaluación del elemento subjetivo a partir de la apreciación sobre la existencia o no,
de alguna situación de vulnerabilidad o desventaja del deudor en relación con el
acreedor.
Pero que la práctica nos ha demostrado que no es fácil apreciar tales circunstancias
porque de las constancias de autos no se tienen tales elementos y pruebas de ello,
ya que al ser el pagaré un título de crédito que por sí mismo trae aparejada su
ejecución, las partes en los hechos se concretan a señalar solo que fue suscrito el
título por el demandado, y que ha vencido el termino para su pago, sin señalar de
donde surgió la relación entre las partes que dio motivo a la suscripción del pagaré
y por lo regular los demandados en sus hechos no señalan tampoco estas
circunstancias, solo niegan la deuda, siendo difícil complementar la evaluación del
elemento subjetivo a partir de la apreciación sobre la existencia o no, de alguna
situación de vulnerabilidad o desventaja del deudor en relación con el acreedor,
puesto que en la contestación en sus generales o puntos de hechos no se
desprende por lo general su situación de desventaja o vulnerabilidad ante el
acreedor.
En efecto, tomando en consideración que constituye máxima de la experiencia que
los motivos, fines, condiciones, plazos, montos, causas, suscripción del documento
como adhesión, etcétera, que dan contexto a la suscripción y vida del pagaré; así
como las necesidades, urgencia, instituciones del sistema financiero o de
sociedades o comerciantes, etcétera, de los sujetos que intervienen en la
suscripción del pagaré, son de infinita variedad. De ahí la relevancia de dejar
establecido como parte del alcance normativo del artículo 174 de la Ley General de
Títulos y Operaciones de Crédito, que los intereses libremente fijados en un pagaré,
debe tener un límite tasado, esto es la propia ley debe fijar un porcentaje tal y como
lo hace cuando no se fija el interés en el documento, que se está al interés legal del
6 %, por lo que a criterio de la que opina debe ser de hasta del 3% mensual el
interés que pueden elegir libremente las partes, lo que dará certeza jurídica tanto al
acreedor como al deudor, sobre lo que se pacta.
29
PROPUESTA 5. CREACIÓN DE UN PROGRAMA DE DIFUSIÓN QUE DE A
CONOCER LA REFORMA QUE IMPLEMENTA LOS JUICIOS ORALES
MERCANTILES
El Poder Judicial de Campeche tiene en claro los retos que le significan los cambios
que devienen de las reformas legislativas de los recientes años; cambios que no
sólo exigen ajustes en lo SUSTANTIVO sino también en lo PROCESAL, lo cual sin
duda representa en el justiciable, en los abogados postulantes y en nosotros los
servidores judiciales un cambio total en lo que por muchos años constituyó la
manera en que se desarrolló la impartición de justicia.
En esta línea de reformas no ha resultado ajena la materia Mercantil en la cual su
servidora ejerce su labor judicial, pues en definitiva la inclusión en esta materia como en muchas otras - de la ORALIDAD como mecanismo y herramienta en los
procesos judiciales, modifica el paradigma judicial.
Desde mi postura como juzgadora en los procesos mercantiles que se desarrollan
en la VÍA ORAL y en la VÍA ORDINARIA, advierto la necesidad de reforzar el
intercambio de experiencias y criterios entre los jueces locales para abonar en la
homologación de las prácticas judiciales. Pero sin duda, también es necesario que
se generen vínculos con las autoridades federales competentes en el ámbito
económico y se garantice el acceso a la información y normatividad que tales
dependencias generen, mucha de la cual complementa las disposiciones legales
que día a día se aplica en los litigios mercantiles.
Toda esta labor en el ámbito inter-institucional debe ir de la mano con el trabajo que
de cara a la ciudadanía para generar en ella certeza y seguridad jurídica respecto
de los procesos que se desarrollan en materia mercantil y, especialmente, respecto
la reforma que implementa la oralidad en dichos juicios como herramienta para
atraer inversiones de empresas nacionales e internacionales, pero sobretodo como
forma de atraer al propio campechano para que él sea generador de empleos y sepa
que de llegar a ser parte de una Litis mercantil, los mecanismos judiciales le
proveerán de un procedimiento ágil, sencillo y de cara al Juez para la pronta
solución del mismo.
Este es el mérito del Poder Judicial del Estado de Campeche al posicionarse en el
tercer lugar en el estudio Doing Business del año dos mil catorce, en cuanto a la
celeridad en los procesos judiciales para resolver las Litis que tienen como objeto
obtener el cumplimiento de contratos; esto exige abonar en el fortalecimiento de la
justicia mercantil para lo cual el apoyo de la autoridad federal es importante, de tal
medida que la infraestructura y la capacitación sean puntos focales para mantener
y mejorar la posición que a nivel nacional ha obtenido Campeche.
30
MATERIA FAMILIAR
PROPUESTA 1. LA POBREZA Y EL ACCESO A LA JUSTICIA EN EL ESTADO
DE CAMPECHE
De acuerdo a la información publicada en el portal de transparencia del Gobierno
del Estado,6 la Unidad de Defensoría Pública, ahora llamada Dirección de Asistencia
Jurídica Gratuita, en el año 2011, contaba únicamente con treinta y seis defensores
públicos, cantidad ínfima y preocupante, si se toma en cuenta el número de
municipios y de habitantes de nuestro Estado.
Resulta también preocupante que los Municipios de Candelaria, Champotón,
Tenabo, Hopelchén y Calkiní, no cuenten con juzgados (menores y/o mixtos) ni con
defensores públicos, pues sus pobladores deben trasladarse a los tribunales de
primera instancia (que se encuentran en otros lugares), con las molestias, perjuicios
económicos y de otros tipos, pues la sede de los tribunales en los cinco distritos
judiciales previstos en la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Campeche, 7
se encuentran distribuidos de la siguiente forma:

Primer Distrito Judicial del Estado: cuyos tribunales se encuentran en la
cabecera del Municipio de Campeche, y su jurisdicción abarca los municipios
de Champotón, Campeche y Hopelchén.

Segundo Distrito Judicial del Estado: cuyos tribunales se encuentran en la
cabecera del Municipio del Carmen, y su jurisdicción abarca únicamente a
dicho Distrito Judicial.

Tercer Distrito Judicial del Estado: cuya sede es la cabecera del Municipio de
Escárcega, y su jurisdicción comprende además a los municipios de
Calakmul y Candelaria.

Cuarto Distrito Judicial del Estado: cuya sede será la cabecera municipal de
Hecelchakán, y su jurisdicción comprende los municipios de Calkiní,
Hecelchakán y Tenabo.

Quinto Distrito, cuya sede será la ciudad de Palizada, y su jurisdicción
comprende todas las poblaciones del municipio del mismo nombre.
Ilustración extraída de la página web oficial del Poder Judicial del Estado de
Campeche:
Distritos Judiciales del Estado de Campeche
6
Gobierno del Estado de Campeche. Portal de transparencia:
http://www.portal.camp.gob.mx/C8/C17/funcionarios/default.aspx Págs. 25-28.
7
Artículos 9, 10 y 11, de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Campeche.
31
Además, de acuerdo a los resultados publicados por el CONEVAL en el año 2011, 8
en el año 2010, en el Estado de Campeche en 4 de sus nueve municipios: Calakmul,
Candelaria, Hopelchén y Escárcega, más del 70% de su población estaba en
situación de pobreza y cerca de 112,533 personas vivían en pobreza extrema en
todo el Estado.
Asimismo, en los municipios de Champotón, Tenabo y Calkiní, donde no hay
adscritos defensores públicos ni tribunales de primera instancia, se registran los
siguientes índices de pobreza:
Municipio
Calakmul
Candelaria
Hopelchén
Escárcega
Champotón
Tenabo
Calkiní
Porcentaje del Población
índice
de total
pobreza
85.8%
23,823
personas
79.1%
33,813
personas
75.6%
47,050
personas
73.0%
46,718
personas
63.2%
76,984
personas
64.1%
10,710
personas
60.5%
53,931
personas
Población en Población en
pobreza
pobreza
extrema
20,440
10,980
26,746
10,544
35,570
14,690
34,104
13,243
48,654
10,322
6,865
2,073
32,628
10,378
Así, sólo existe un defensor público para atender las necesidades de los habitantes
de los municipios de Hecelchakán, Tenabo y Calkíni, siendo que los habitantes de
estos dos últimos municipios deberán erogar gastos al trasladarse a la cabecera
municipal de Hecelchakán para sus trámites judiciales.
8
Consultado en la página web del CONEVAL:
http://www.coneval.gob.mx/cmsconeval/rw/pages/medicion/multidimencional/informacion_municipios.es.do
32
Hay únicamente dos defensores públicos en el municipio de Escárcega, que
deberán atender además a los pobladores de Candelaria (que es el municipio con
mayor índice de pobreza en el Estado) y comunidades del municipio del Carmen.
Por su parte, el municipio de Palizada cuenta con un defensor público.
Lo curioso es que los municipios de Campeche y del Carmen, lugares donde se
concentra la mayor “asesoría jurídica gratuita”, son los municipios con menor índice
de pobreza, según los siguientes datos del CONEVAL:
Municipio
Campeche
Carmen
Porcentaje del Población
índice
de total
pobreza
35.2%
264,295
personas
41.1%
228,343
personas
Población en Población en
pobreza
pobreza
extrema
93,032
14,903
93,849
19,134
Así pues, de la información recabada podemos especular que en realidad el número
de juzgados y defensores públicos podrían resultar insuficientes para proporcionar
la atención profesional y eficaz que requiere la población de nuestro Estado, pues
hay municipios en los que no se encuentra ningún juzgado ni defensores públicos,
sin embargo, dicha opinión debe ser confirmada por otra investigación que, desde
luego, no forma parte del presente trabajo.
No quiero dejar de comentar también mi deseo para que la Dirección de Asistencia
Jurídica Gratuita cuente con un adecuado y eficaz sistema de evaluación y
discernimiento de las personas a las que se les prestará el servicio gratuito de
asesoría legal porque desde mi experiencia como servidor público judicial he
constatado que en algunas ocasiones se atiende, no únicamente al necesitado, sino
a quien por condición económicamente privilegiada se encuentra en aptitud de
allegarse de los servicios de abogados litigantes particulares, con lo que genera,
además de una competencia desleal para con los abogados particulares, más
desigualdad, injusticias y una excesiva carga de trabajo a los defensores públicos.
También quiero destacar la labor casi heroica de estos servidores públicos, pues a
diario deben salvar obstáculos tales como la carencia de insumos, la falta de lugares
de trabajo adecuados, una abrumadora carga de trabajo, pero, quienes desde su
labor responsable y eficiente, contribuyen a la construcción de una sociedad más
justa.
Así, las propuestas son evidentes: la creación de juzgados en todos los
municipios y la contratación de más abogados que se desempeñen como
defensores públicos en todos los municipios.
33
PROPUESTA 2. PROTECCIÓN A NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
En la cotidianidad de la práctica jurisdiccional, los juzgadores se enfrentan a ciertas
dificultades al momento de aproximarse a las especificidades del derecho de la
niñez y la adolescencia.
En ese sentido, es cierto que en todo momento debe privilegiarse que el menor sea
escuchado en todo caso que involucre su proyecto de vida. También es cierto que
existe la consigna de no ser revictimizado y ello trae como consecuencia que el Juez
deberá tomar estos dos extremos en consideración; en el caso específico de la
materia familiar sus entrevistas son encaminadas en su mayoría a determinar la
custodia, las visitas, pero estas deberán ocurrir cuando exista algún litigio al
respecto y no cuando ambos padres se manifiesten y acuerden de manera expresa
o tácita sobre esos puntos.
El juzgador deberá valorar esas circunstancias y resolver en consecuencia sobre la
pertinencia de que se realiza la entrevista.
Bajo este mismo orden de ideas, y tomando como paradigma que el menor debe
ser oído, se afirma que “los jueces actúen verdaderamente el rol de juez que no es
del perito, el experto es el que sabe cómo entrevistar una creatura” manifestaciones
hechas por Carlos Alberto Rozanski Presidente del Tribunal Oral de la Criminal
Federal No. 1 de la Plata, Argentina en el Curso de Derechos de la Infancia impartido
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Lo anterior atendiendo que cada infante, en cada conflicto merece una solución
distinta y especifica centrándonos en cada supuesto que se nos plantea y teniendo
como prioridad el interés superior del menor sobre cualquier otro interés.
Determinada la procedencia se deberá contar con el personal capacitado tales como
psicólogos, terapeutas, trabajadores sociales especializados a efecto de que está
experiencia cumpla con la protección emocional y proporcionando material que
incida en las determinaciones judiciales, es decir el Juez deberá atender la
información pericial y actuar en consecuencia de ninguna manera un juzgador será
el más indicado para operar la entrevista.
En concordancia con lo anterior y conforme a los artículos 3, 12 y 13 de la
Convención de los Derechos del niño, 25, 27 inciso d), 53, 54 inciso A, G, H de la
Ley de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia del Estado de Campeche,
Capítulo III, página 39, 40 41, 42 y 43 inciso a, c, f, g y h del Protocolo de Actuación
para quienes imparten justicia en casos que afecten a niñas, niños y adolescentes
y con la finalidad de salvaguardar el interés superior de la infancia, se propone
solicitar al Ejecutivo Federal apoyar con presupuesto para efectos de:

Tener una infraestructura, equipamiento y materiales de apoyo adecuados
para llevar a cabo las entrevistas a los niños, niñas y adolescentes.
34

Implementación de un equipo multidisciplinario de apoyo para periciales
familiares tales como psicólogos, terapeutas y trabajadores sociales
especializados para efectos de que éstos profesionales aporten la
información que necesita el juzgador en la toma de cualquier decisión.

Asimismo se puedan plantear alternativas o propuestas valoradas y
consensuadas en caso de que el menor necesite someterse a tratamiento.

Capacitación y sensibilización a todos los integrantes del Poder Judicial para
efectos de cumplir fielmente con los resultados esperados.
35
PROPUESTA 3. CREACIÓN DE UN GRUPO INTERDISCIPLINARIO DE
AUXILIARES EN PRUEBAS PERICIALES EN EL RAMO FAMILIAR SIN COSTO
ALGUNO
Es indudable que en nuestro país, cada día es mayor el número de conflictos que
aquejan a los ciudadanos en distintas materias del campo del derecho: civil, familiar,
mercantil, entre otras.
En nuestra Entidad, los casos en materia familiar superan los asuntos de otras
ramas del derecho; y de entre ellos destaca la disolución del vínculo matrimonial y
sus consecuencias, entre las que se encuentra la guarda y custodia de los menores
habidos en el matrimonio, generando la necesidad de recabar pruebas que permitan
decidir conforme a derecho, lo mejor para los hijos del matrimonio que se disuelve.
Entre los parámetros que deben tomarse en consideración para resolver lo relativo
a la guarda y custodia de menores, se encuentra no sólo la necesidad de escuchar
su opinión, tal y como lo establece el Protocolo de Actuación para quienes imparten
justicia en casos que afecten a Niñas, Niños y Adolescentes emitido por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, sino también se requiere la obtención de estudios
socioeconómicos y en ocasiones, de exámenes psicológicos y médicos integrales,
por ejemplo, cuando se presume que los menores han sufrido violencia o maltrato
físicos o psicológicos, o bien, cuando se tiene conocimiento de que requieren
tratamientos especiales por algún padecimiento médico.
También en casos en que se discute la paternidad, la prueba genética de Ácido
Dexocirribonucleico (ADN) es considerada como la idónea para resolver conforme
a derecho y determinar quién resulta ser el progenitor del menor, para así establecer
los derechos y obligaciones correspondientes, en beneficio del niño cuya paternidad
se resuelve.
En tales casos, es necesario contar con un número amplio de personal capacitado
en distintos rubros relacionados con esos temas y que puedan responder lo más
pronto posible al llamado de este Tribunal; por ejemplo, psicólogos, pediatras,
químicos, médicos generales y especialistas en distintas ramas de la medicina, así
como terapeutas, por citar algunos.
La problemática que se presenta en nuestra Entidad consiste en que, aunque
existen peritos en distintas materias y especialidades, en ocasiones se requiere la
opinión de otros especialistas, optándose por recurrir a diversas instituciones que
acuden en auxilio de nuestro Tribunal; sin embargo, esos organismos, en el caso
concreto, cuando solicitamos apoyo a la Procuraduría de la Defensa del Menor, la
Mujer y la Familia, dada su agenda de trabajo, no puede, en ocasiones, y así lo hace
constar por escrito, otorgar con la debida oportunidad el auxilio que se requiere,
pues tiene a su cargo encomiendas que no puede aplazar o requieren su pronta
atención, por lo que cuando se le solicita su apoyo en algún procedimiento judicial
lo otorga de acuerdo a su carga de trabajo, citando a las personas que serán
36
examinadas hasta en tanto puedan hacerlo, en ocasiones, un mes después de su
requerimiento.
Lo anterior genera el retraso en la solución de los conflictos en que es necesario
contar con reportes médicos, sean físicos o psicológicos, para resolver conforme a
derecho.
Así, la creación de un Grupo Interdisciplinario de Auxiliares en Pruebas Periciales
en el Ramo Familiar al servicio de los ciudadanos sin costo alguno para ellos, es
una propuesta que redundaría en su beneficio, pues en aquellos casos en que se
discuta, como cité en párrafos anteriores, la paternidad o la guarda y custodia de
menores, contar con un mayor número de peritos especialistas en las distintas
materias reseñadas, permitirían resolver con prontitud los asuntos, sin tener que
esperar a que otras instituciones públicas puedan auxiliarnos en esos rubros con
personal que labora en dichos organismos o depende de ellos.
De igual forma, la realización de la prueba de ADN, genera gastos a las partes
interesadas en la resolución del conflicto, cuando el Estado es quien debe procurar
suprimir las limitantes que existen para que los ciudadanos reciban solución a sus
problemas, por lo que deben tomarse las medidas necesarias para hacer accesible
la realización de tales pruebas, por instituciones de salud públicas que no generen
costo alguno a los interesados, sobretodo, porque el fin del Estado debe ser, tal y
como lo señala nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en
su artículo 4º, velar y cumplir con el principio del interés superior de la niñez,
garantizando de manera plena sus derechos.
En consecuencia, sería de gran utilidad para los ciudadanos mexicanos, y en
especial, de los campechanos, contar con la posibilidad de acceder en un período
breve y sin costo alguno, a la realización de dichas pruebas, se reitera, a través de
peritos que conformen ese grupo interdisciplinario que les permita obtener una
pronta solución a sus conflictos, sobre todo, en materia de guarda y custodia y de
paternidad, ya que de su declaración se desprenden una serie de derechos y
obligaciones que cubrir en beneficio de los menores.
37
PROPUESTA 4. CREACIÓN DE UNA PARTIDA ESPECIAL EN EL
PRESUPUESTO DEL PODER JUDICIAL DEL ESTADO PARA CONFORMAR UN
CUERPO DE PERITOS DE ESTE TRIBUNAL.
El tema a tratar, como es sabido, es de actualidad y resulta controvertido, en razón
de las reformas que se aplican a los Juicios donde se ventilan derechos de menores,
y violencia familiar, ello, en razón que es de suma importancia en las medidas
provisionales que se decretan en los mismos, así como las resoluciones definitivas
que se dictan, ante esto, el área Psicológica resulta de suma importancia en el
ámbito familiar, y por lo tanto, se le debe otorgar una importancia primordial, al
transformarse en un instrumento cotidiano para el Juzgador en su actividad
jurisdiccional, esto es considerado así, ya que en la mayoría de los juicios que se
ventilan en el Juzgado Familiar, como son: Juicios de Divorcio, Juicios de Guarda y
Custodia, Juicios de días y horas de convivencia, y demás; se tiene la obligación
como Impartidora de Justicia, ordenar estudios socioeconómicos, valoraciones
físicas, y valoraciones psicológicas para las partes y los menores que de acuerdo a
su edad y grado de madurez lo permita, sin embargo, resulta de poca probabilidad
en específico que las valoraciones psicológicas sean realizadas oportunamente, y
con ello se decreten las medidas provisionales con apego a los dictámenes en estos
tres estudios con mayor apego a la realidad de la situación que se trate en el juicio,
especialmente en la convivencia que no debe perderse de vista entre los niños y el
progenitor quien no tenga su guarda y custodia, y las personas con las que habiten
o tengan que convivir los menores.
Existen Instituciones de apoyo para realizar estas valoraciones, como son el DIF
municipal, y el Instituto Municipal de la Mujer, quienes dada la carga de trabajo que
origina la realización de las valoraciones psicológicas que se le ordenan, y que
además de ello, dan servicio gratuito a la comunidad en general, asignan fechas en
demasía de tiempo para su realización, hablando de seis, siete u ocho meses de la
fecha de expedición del oficio en que es comunicado, al día de celebración,
considerando que esto, es molesto y en perjuicio para los justiciables, quienes
consideran es por motivos del Juzgado, y que realmente no es así, y entonces, es
de considerarse que para poder aplicar tales reformas y que en sí, es benéfico para
las partes, así como para allegarse a la verdad en los juicios, un gran fortalecimiento
para nuestra Institución, bien pudiera ser, que el apoyo otorgado para las
valoraciones psicológicas, sea de alguna otra Institución o departamento que se
implemente dedicada a ello, y así el DIF municipal y el Instituto Municipal de la Mujer
puedan seguir sirviendo a la comunidad en general con mayor prontitud y una nueva
Institución o departamento preste el servicio a los Juzgados Familiares con mayor
prontitud y excelencia, mejorando aún más, la impartición de Justicia en nuestro
Estado.
Por ello, debe priorizarse que el apoyo psicológico solicitado a otras instituciones o
departamentos, por parte de las autoridades judiciales, no se dirija únicamente al
DIF Municipal y al Instituto de la Mujer. De acuerdo con el diagnóstico realizado,
resulta necesario crear una partida especial en el presupuesto del Poder Judicial
del Estado para conformar un cuerpo de peritos de este Tribunal.
38
PROPUESTA 5. CREAR JUZGADOS FAMILIARES ESPECIALIZADOS EN
CUSTODIA DE MENORES.
El derecho familiar, ha sido considerado como un conjunto de principios y valores
procedentes de la Constitución, de los tratados internacionales, así como de las
leyes e interpretaciones jurisprudenciales, dirigidos a proteger la estabilidad de la
familia y a regular la conducta de sus integrantes entre sí, y también a delimitar las
relaciones conyugales, de concubinato y de parentesco, conformadas por un
sistema especial de protección de derechos y obligaciones respecto de menores,
incapacitados, mujeres y adultos mayores, de bienes materiales e inmateriales,
poderes, facultades y deberes entre padres e hijos, consortes y parientes, cuya
observancia alcanza el rango de orden público e interés social.
Dentro de ese entorno, no hay duda que las personas que requieren de una
protección especial, por sus circunstancias particulares, o bien, por su situación en
determinadas relaciones personales, son los niños, niñas y adolescentes, por su
vulnerabilidad, tanto en el orden social como familiar.
Sabemos que la institución jurídica cuyo objetivo es la protección y el cuidado de
menores, sin lugar a dudas, es la patria potestad, que al encontrarse encaminada a
brindar cuidado, protección, asistencia, formación y educación a los niños, en
principio, es la que se ocupa, de manera preponderante, de la protección de los
menores a través de su ejercicio pleno.
Por lo tanto, en el caso de una separación entre los padres, aunque ambos ejerzan
la patria potestad, pero lo común es que, en aras del bienestar y adecuado
desarrollo de los niños, la custodia se otorgue a uno sólo de ellos.
En este tenor, cuando los titulares de la patria potestad se separan, deben convenir
respecto a la forma que la ejercerán, primordialmente en lo relativo a la guarda y
custodia. Sin embargo, en el supuesto de que los padres no lleguen a un acuerdo,
la determinación respecto a quién tendrá a su cargo el cuidado y atención del menor
corresponde a la autoridad judicial, la cual, para decidir lo conducente, debe contar
con los elementos que le permitan advertir quién de los dos padres es el más apto
para ejercer la custodia y que el lugar donde se ejerza sea lo más favorable posible
para el mejor desarrollo de los derechos y obligaciones de cuidado, corrección,
formación física y espiritual de los menores.
No olvidemos que en los casos de desintegración familiar, comúnmente son los
menores quienes mayor afectación resienten en el ámbito psicológico, social y
económico, y por ello deben ser protegidos.
No está de más decir, que para decidir la custodia de menores, no existen fórmulas
o soluciones de validez general, por tratarse de un tema enteramente casuístico y
particular en cada caso en concreto; por ende, ante éste tipo de procedimientos, los
jueces deben tomar pleno conocimiento de los hechos que se invocan como
fundatorios de las pretensiones de las partes, mediante las pruebas que aporten
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éstas y las que recaben los propios juzgadores en uso de las amplias facultades
que la ley les otorga en estos casos, con la finalidad de contar con todos los
elementos necesarios, a efecto de tomar las medidas pertinentes en protección al
interés del menor.
Y, ante la idea que en cada caso está en juego la estabilidad de una familia, y
principalmente la de un menor, que en los expedientes se esconden verdades y
mentiras, respecto de las cuales el Juez Familiar debe tener valor, bondad y
serenidad para resolver, asimismo, finura y profesionalismo para percibir cuando se
enfrenta a un juego de poder de las partes involucradas en el conflicto, esto nos
lleva a reflexionar sobre la delicada responsabilidad y obligación que
imperativamente se le impone al juzgador en materia familiar y que debe cumplir al
resolver cada caso en particular.
Evidentemente desde esta perspectiva, implica por parte del Juez asumir un cúmulo
de responsabilidades, tales como impartir justicia de manera pronta, completa e
imparcial, como lo establece el artículo 17 de la Constitución; también aplicar todas
las disposiciones legales con profesionalismo, sensatez, prudencia, objetividad,
supliendo la deficiencia de la queja y ordenando de oficio las pruebas que las partes
hayan omitido.
En nuestro ámbito estatal, encontramos que actualmente los casos de conflictos
entre los padres por la disputa de los hijos han crecido considerablemente, aunado
a que en muchos de estos casos también entran a la disputa los abuelos, tíos,
hermanos, parientes, etc, de los menores; por ello los Juicios de custodia en los
juzgados familiares van en aumento día con día, a grado tal que se va mermando
la capacidad de los juzgados familiares para atender con prontitud cada una de las
peticiones de juntas aclaratorias o de mejor proveer, peticionada por las partes.
Al mismo tiempo, las pruebas de oficio a realizarse en estos casos y que el Juez
ordena, entre otras, son valoraciones psicológicas, estudios socieconómicos,
historial social, que incluye calidad de vida y fama pública de las partes, todo esto a
cargo de especialistas en la materia como es el caso de psicólogos y trabajadores
sociales.
Que estas pruebas se encargan a instituciones públicas, por lo general
pertenecientes al Sistema de Desarrollo Integral de la Familia, Estatal y Municipal;
sin embargo, cuando se peticionan estas pruebas, las instituciones prolongan
realizar las mismas tres, cuatro o más meses, alegando carga de trabajo del público
en general que asiste por cuenta propia a esas instituciones, tiempo durante el cual
el expediente en el juzgado está prácticamente paralizado, y sin que se pueda
decidir el caso litigioso.
Por lo tanto, la realidad es que en muchas ocasiones el Juez Familiar se encuentra
con ese obstáculo de las señaladas instituciones para recabar las mencionadas
pruebas en plazos cortos, es decir, de manera oportuna y con el verdadero
profesionalismo que el caso requiere; pues a colación, tanto las valoraciones
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psicológicas como estudios sociales, son informes rendidos por escrito a la
autoridad judicial, pero en muchas ocasiones estos informes son incompletos, o
peor aún contradictorios, no comprensibles para el Juez, siendo necesario, por
tanto, que el psicólogo interactúe con el juez, es decir, que tenga contacto directo e
inmediato con él. Lo mismo ocurre con los estudios sociales, pues los trabajadores
sociales de las instituciones públicas a que nos referimos, algunas veces sólo
realizan estudios de escritorio, no de campo, ante lo cual el Juez no llega a conocer
en toda su dimensión la realidad del caso concreto.
Esto obvia que en determinados casos no puedan obtenerse resoluciones justas,
pues el Juez se concreta a resolver con lo que se encuentra en el expediente, sin
tener más opciones para ordenar pruebas especializadas en estas materias por no
tener a su disposición el personal especializado en la materia, pues se encuentra
sujeto a las instituciones de mérito; aunado también a que la atención del Juez no
está únicamente en los casos de custodia sino en los otros casos de su
competencia, lo que merma la capacidad del Juez de darle celeridad a los asuntos
de custodia.
Por lo que ante este panorama y en protección a los derechos de los menores que
necesitan estrategias que garanticen su acceso a la justicia, se propone la
creación de juzgados familiares especializados en menores que conozcan
únicamente de juicios de custodia, a los cuales se les provea de todas las
herramientas necesarias para cumplir cabalmente y en tiempo con tan delicada
labor de decisión, garantizando así el efectivo acceso a la justicia de esta población
vulnerable.
Así, se propone que el Juzgado especializado en custodia de menores cuente con
un cuerpo de peritos que incluyan médicos, psicólogos y trabajadores sociales,
quienes emitirán en tiempo y forma todos los informes médicos, psicológicos y
sociales solicitados por el Juez, vislumbrándose con ello reducir los tiempos
procesales a lo estrictamente necesario; además, dichos auxiliares de la
administración de justicia estarán en contacto directo con el Juez para cualquier
duda y aclaración.
Con esto se cumplirá con una de las garantías procesales para velar por la
observancia del interés superior del niño, emitida por el Comité sobre los Derechos
del Niño que dice:
“Los Estados deben establecer procesos oficiales, con garantías procesales
estrictas, concebidos para evaluar y determinar el interés superior del niño en las
decisiones que le afectan, incluidos mecanismos de evaluación de los resultados.
Los Estados deben establecer procesos transparentes y objetivos para todas las
decisiones de los legisladores, los jueces o las autoridades administrativas, en
especial en las esferas que afectan directamente al niño o los niños”.
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PROPUESTA 6. INCOMPETENCIA Y PROCEDIMIENTO ORAL FAMILIAR
SUBSTANCIACIÓN
La incompetencia está prevista en los códigos procesales como excepción procesal
o como cuestión incidental y recibe diversa sustanciación si se trata de la
incompetencia por inhibitoria o de la declinatoria de jurisdicción, según se oponga
en el escrito de contestación de demanda o si se hace valer en el curso del juicio;
en el código adjetivo civil del Estado de Campeche, la competencia por inhibitoria
que es la única que se admite dirimir las cuestiones de competencia dentro de los
juicios ordinarios y sumarios, no es una excepción sino un trámite previsto en los
artículos 178 a 182, sin embargo, en los juicios orales familiares, solamente se
puede oponer como excepción la incompetencia por declinatoria, al contestarse la
demanda y dicho ordenamiento es omiso en establecer su tramitación, lo cual se
dificulta debido a que se reitera, la incompetencia del juez, no se encuentra prevista
en el procedimiento ordinario o sumario como excepción dilatoria o perentoria, por
lo que en este trabajo se propone analizar cuál es el trámite que debe darse a la
incompetencia por declinatoria, en congruencia con el
Principio de
Concentración, su naturaleza de excepción y las Audiencias establecidas en
el Título Vigésimo Segundo del Código Procesal Civil del Estado de
Campeche.
La jurisdicción es la potestad de que se hallan investidos los jueces para administrar
justicia, los jueces ejercen su jurisdicción en la medida de su competencia y la
competencia es la facultad que tienen los jueces para conocer de un negocio por
atribución otorgada en la ley o por voluntad expresa o tácita de las partes. La
excepción es toda defensa que el demandado opone para impedir el curso de la
acción o destruir ésta. Las excepciones pueden ser “dilatorias”, si impiden el curso
de la acción y “perentorias”, si la destruyen. El fundamento de la excepción de
incompetencia se enuncia en los ordenamientos procesales de la siguiente manera:
“Toda demanda debe interponerse ante juez competente.” Asimismo, es un principio
general de derecho recogido en todas las legislaciones procesales que todo lo
actuado ante juez incompetente es nulo, en nuestro Código Adjetivo Civil lo antes
mencionado se enuncia en el artículo 158.
Los magistrados integrantes del Pleno del Tribunal Superior de Justicia del Estado
de Campeche, al resolver una excepción de incompetencia por declinatoria opuesta
por el demandado al contestar la demanda, dentro de un expediente de cesación
de pensión alimenticia, señalaron en su resolución, que resultaba pertinente detallar
diversos aspectos que caracterizan a la Excepción de Incompetencia por
declinatoria: “Consiste en la petición en la que no se reconoce la aptitud del Juez
para conocer un asunto y se indica que lo remita al competente; Es una cuestión de
competencia que se plantea para que el Juez que está conociendo de un proceso
se declare incompetente; Lo promueve quien citado a proceso, alega la Excepción
de Incompetencia, por considerar que el Juez carece de atribuciones para intervenir
en el asunto, pidiéndole que se separe del conocimiento del negocio que a otro
órgano judicial pertenece; Es un procedimiento que se presenta como una
excepción previa, a través del cual se pide al Juez que deje de conocer el caso
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porque se cree que no se tiene competencia; La Excepción de incompetencia sólo
podrá promoverse por Declinatoria, dentro del término señalado para contestar la
demanda, y se pedirá al juez que se abstenga del conocimiento del negocio y Se
trata de un incidente de previo y especial pronunciamiento, por lo que su tramitación
difiere con relación al asunto principal, situación que establece la obligación para
los jueces de substanciar una competencia hasta su decisión, una vez que es
aceptada”. Concluyendo en su Resolución, respecto a la tramitación de la Excepción
de Incompetencia por Declinatoria lo siguiente: “En este sentido, y de acuerdo
con las características que enmarcan a la Excepción de Incompetencia por
Declinatoria, antes descritas, se observan elementos que infieren
inconsistencias en el desahogo que la A quo dio a la misma, por ajustarse a
la tramitación de la competencia por inhibitoria, cuando por el contrario, en la
Incompetencia que nos ocupa, debió considerarse lo siguiente: a) Se presenta
como una Excepción de Previo y Especial Pronunciamiento; b) Se resuelve de
forma interlocutoria, ya que se determina de forma diferente a lo planteado en
el asunto principal, es decir, antes de arribar a una sentencia definitiva; c) El
juez tiene la potestad de sustanciar la decisión de Incompetencia por
Declinatoria planteada; y d) No debe remitirse los autos al Pleno de este
Honorable Tribunal Superior de Justicia.”
Existiendo dos votos concurrentes, en uno de ellos, el ponente expresó que difiere
de las consideraciones expuestas en los incisos a) y d), es decir que la
incompetencia por declinatoria debió ser resuelta por la Juez de origen como una
excepción de previo y especial pronunciamiento y no remitir los autos al Pleno del
H. Tribunal Superior de Justicia. Y argumentó al respecto lo siguiente:
“Es importante destacar que los procedimientos orales previstos en el Título
Vigésimo Segundo del Código de Procedimientos Civiles del Estado, revisten una
naturaleza especial, son procedimientos sui géneris, a los que no le son aplicables
las reglas generales de los juicios ordinarios civiles, como las relativas a las
excepciones de previo y especial pronunciamiento, que deben tramitarse en la vía
incidental y resolverse a través de una resolución interlocutoria. Tan es así que el
trámite de las cuestiones de incompetencia se prevé en forma distinta para la
generalidad de los procedimientos, al señalar el segundo párrafo del artículo 1390
del ordenamiento procesal en cita, que sólo podrán promoverse por declinatoria.
“Artículo 1390.- El escrito de contestación se formulará ajustándose a los
términos previstos para la demanda. Las excepciones que se tengan,
cualquiera que sea su naturaleza se harán valer simultáneamente en la
contestación y nunca después, salvo las supervenientes.
La excepción de incompetencia sólo podrá promoverse por declinatoria,
dentro del término señalado para contestar la demanda, y se pedirá al juez
que se abstenga del conocimiento del asunto”.
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De lo transcrito, se advierte que este numeral sólo establece el término que debe
plantearse la incompetencia por declinatoria, sin que exista regla alguna en este
título sobre la forma en que debe sustanciarse y resolverse.
Por lo tanto, ante el vacío legal en la regulación de esta clase de incompetencia y
considerando que no es posible remitirnos a las reglas del Título Tercero del Código
Procesal Civil, dado que se refieren a las incompetencias por inhibitoria en atención
a lo dispuesto en el numeral 143; se estima correcto que la Juez observara lo
señalado en la fracción V del artículo 18 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del
Estado, conforme a la cual corresponderá al Pleno del Tribunal, conocer y resolver
todas las cuestiones de competencia que se susciten entre los jueces de primera
instancia o entre los jueces menores, y dirimir las controversias que se susciten
entre los órganos jurisdiccionales.
Disposición legal de la que claramente se desprende que el Pleno del Tribunal es
quien debe conocer y resolver todas las cuestiones de competencia que se susciten
entre los jueces de primera instancia, como ocurre en el caso a estudio.”
Ahora bien, coincide quien hace esta propuesta, con lo expuesto en el voto
concurrente, en relación a que la Excepción de Incompetencia por Declinatoria no
puede tramitarse como una excepción de previo y especial pronunciamiento, toda
vez que no se encuentra prevista en el procedimiento ordinario civil, ni como
excepción dilatoria ni perentoria, puesto que no se contempla a la incompetencia
del juez como tal, en los artículos 34 y 35 del Código Procesal Civil del Estado.
Si bien estoy de acuerdo con que la incompetencia por declinatoria es una
incidencia dentro de un juicio, el artículo 1390 del Código Procesal Civil no lo
considera así, al establecer que se trata de una excepción. Por otra parte, el artículo
1427 del mismo ordenamiento señala:
“Artículo 1427.- Los incidentes y tercerías se formularán con ofrecimiento de
pruebas durante la audiencia principal y, previa vista a la contraria, se
resolverán en la misma audiencia. Si no fuere posible por la naturaleza del
incidente o tercería, se realizará audiencia incidental en un plazo no mayor
de tres días hábiles.
El incidente de nulidad no suspende la citación para sentencia, siempre que
no afecte el fondo del asunto.”
De acuerdo con dicha transcripción, de tramitarse de manera incidental la Excepción
de Incompetencia por Declinatoria se tendría que resolver ésta durante la audiencia
principal y en caso de que resultara procedente, se declararía nulo lo actuado en la
Audiencia Inicial, en la que se fija la Litis y se admiten pruebas, lo cual sería contrario
al Principio de Continuidad que rige a los juicios orales familiares, mismo que indica
que el Juez debe evitar la paralización del juicio y realizar su trámite con la mayor
celeridad posible; además de que siendo la competencia la medida de la
jurisdicción, ésta no puede ejercitarse mientras no se decida si el Juez ante quien
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se promovió la Excepción de Incompetencia, tiene o no la jurisdicción que le
desconoce una de las partes.
En virtud de lo antes expuesto y en concordancia con el Principio de Concentración,
se propone para una posible reforma legislativa que se adicione un párrafo al
artículo 1390 del Código Procesal Civil del Estado para establecer que: “La
Excepción de Incompetencia por Declinatoria, se resolverá en la Audiencia
Inicial, previamente a la enunciación de la Litis, la fase conciliatoria y la
admisión y preparación de pruebas”; esto en virtud de que en el auto de citación
a la Audiencia Inicial, se da vista a la contraria con las excepciones opuestas por el
demandado, para que manifieste lo que a su derecho corresponda y es en dicha
audiencia donde la parte actora puede manifestarse respecto a la procedencia o
improcedencia de la excepción de Incompetencia, antes de que se pronuncie el
juzgador al respecto.
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