Poder Judicial de la Nación ASTREINTES. INCUMPLIMIENTO DE PAGO DE CAPITAL HONORARIOS. INDEMNIZACIÓN MODIFICACIÓN DE Y LA LIQUIDACIÓN. NORMATIVAS DEL CASO: DTOS. 1639/93 Y 403/95. APLICACIÓN DE ASTREINTES. PRECEDENTE SALA II Y FALLOS CSJN. NOTIFICACIÓN Y COMIENZO DEL CÓMPUTO. SE DISPONE SE PRACTIQUE NUEVA LIQUIDACIÓN. En estos autos se advierte que, vencidos los plazos de 120 días fijados por Decreto 1639/93, modificado por Decreto 483/95, sin que se haya acreditado el diligenciamiento de los USO OFICIAL formularios de Requerimiento de Pago de Deuda Consolidada , la intimación por diez días efectuada en los términos del artículo 4° de la citada normativa, y el plazo adicional de cinco días fijado por providencia del 17/07/98, se aplicó la sanción de astreintes a la demandada por resolución del 13/08/98.Ello es así, por cuanto el organismo deudor no cumplió con la orden judicial de girar las actuaciones al Ministerio de Economía dentro de los cinco días hábiles de intimado por diligencia del 17/07/98.Mas cabe observar al respecto (tal como se expresó en el considerando II, pto. 7), que el representante de la demandada manifestó en los autos -con fecha 31/08/98- que el trámite se encontraba aprobado por la Oficina de Verificación y que -efectuado el asiento contable- se le notificaría al acreedor para la firma del requerimiento de pago y su posterior pase a la Secretaría de Hacienda. Su pretensión actual para que se compute el comienzo del cálculo de astreintes a partir de la fecha en que los acreedores concurrieron a la sede administrativa a firmar los respectivos formularios, no puede prosperar pues no se acreditó en autos la renuencia de los acreedores a otorgar tales firmas, pero tampoco se advierte que haya existido una tardanza de tal magnitud que habilite la fijación de las astreintes en un monto como el que resulta de autos. En lo relativo al comienzo del cómputo de las astreintes resulta erróneo el criterio que lo determina con carácter retroactivo a su fijación. Por el contrario, el cálculo debe comenzar a partir de la respectiva imposición. Eesta Sala ha sostenido en pronunciamientos de sustancia análoga (Conf. “Conconi, Raúl Guillermo c/ ISSPICA s/ despido”, expte. N° 12.679/94, fallo del 22/11/94), con remisión a la doctrina de la Corte Suprema, que para la determinación de los reales valores económicos en juego se debe aportar al órgano judicial elementos de arbitrio lógico que tiendan a arribar a un resultado que pondere objetivamente, en la mejor medida posible, la realidad económica, materia ésta que conformando la verdad objetiva a la que debe llegar el pronunciamiento judicial, se desvirtúa si el resultado numérico al que se arriba resulta injusto o desproporcionado ante el valor en juego, lo que necesariamente debe conducir a hacer prevalecer dicha realidad sobre las fórmulas matemáticas abstractas (CS, “Cuckierman”, fallo del 11/09/90, T.SS. 1990:880)…”..Cabe puntualizar que las liquidaciones se aprueban en cuanto ha lugar por derecho, y es válida la subsanación -en cualquier tiempo- de los errores que puedan contener. En ese sentido, se ha sostenido que, “si los jueces, al descubrir un error de esa naturaleza no lo modificasen, incurrirían con la omisión en grave falta, pues estarían tolerando que se generara o lesionara un derecho que sólo reconocería como causa al error” (Fallos 286: 291, entre muchos otros). Corresponde modificar la liquidación aprobada en autos en relación a la fecha de comienzo de su cómputo.Su monto, resulta exagerada la determinación de un porcentaje del 2% diario y acumulativo, pues tal proporción lleva la cifra a una suma disparatada en relación a la realidad económica comprometida en el caso, provocando lesión enorme y enriquecimiento indebido. Si bien -como se dijo- resulta procedente la fijación de sanciones conminatorias cuando ha habido retardo en la acreditación de los Bonos de Consolidación de Deuda, las constancias de los autos demuestran que -en el sub lite- no es razonable su fijación en un monto que resulta notoriamente desproporcionado tanto en relación a dicha realidad objetiva, como en lo que hace a la conducta que se pretende sancionar. PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN //Plata, 22 de diciembre de 2009. R.S.2 T .193 f* 38/42 Y VISTOS: estos autos n° 8407/04, caratulados “H. L. de G. J. E. c/ EFA s/ daños y perjuicios y Beneficio de litigar sin gastos”, provenientes del Juzgado Federal de Primera Instancia n° 4 de La Plata, Secretaría n° 11. Y CONSIDERANDO: I- Llegan estos autos a la alzada en virtud del recurso de apelación deducido por la parte demandada (...) contra la resolución del 30/12/03 (...), por la que el a quo rechazó la impugnación introducida por EFA respecto de la liquidación aprobada (...), correspondiente a las astreintes devengadas a favor del co actor R. G. E. G. y del Dr. M. J. L.. Los agravios del recurrente (...), se dirigen a sostener: a) el incorrecto encuadre que, a su criterio, efectuó el a quo para resolver la cuestión planteada en lo que hace a la fecha a partir de la cual empiezan a correr las astreintes. Alegó el apelante que debió tenerse en cuenta -a esos efectos- el momento en que el acreedor concurrió a firmar el requerimiento de pago en sede administrativa el 05/10/98; b) la falta de fundamentos de la resolución atacada, al sostener el juez de origen sin basamento en ninguna norma legal- que el único modo para que la Poder Judicial de la Nación demandada pudiera eximirse de la sanción impuesta sería la prueba de la recepción, por los acreedores, de las cartas documento de citación para suscribir los formularios de pago. II- Para una mayor comprensión del asunto es conveniente reseñar lo acontecido en autos en relación a la sanción de astreintes dispuesta, en concordancia con lo ya expresado por este Tribunal en la resolución (...). En ese sentido, es dable precisar que, a raíz del retraso en la acreditación del pago del capital indemnizatorio correspondiente a R.E. G. y de la suma que, en concepto de honorarios, debía pagarse al Dr. M. J. L., éste profesional solicitó (...) la aplicación del Decreto 483/95, siguiéndose los pasos que se detallan a continuación. 1. Los requerimientos de pago ingresaron al ente deudor el 02/12/97 (...). USO OFICIAL 2. Ante la solicitud (...), por providencia del 12/06/98 (...) se dispuso intimar a ese ente para que acredite dentro del plazo de diez días haber diligenciado los formularios respectivos ante la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía. 3. Tal intimación se concretó el 22/06/98 (...). 4. Ante la falta de dicha acreditación, el a quo dispuso el 17/07/98 (...) intimar al organismo deudor para que gire las actuaciones dentro de los cinco días al Ministerio de Economía, bajo apercibimiento de aplicar una multa diaria y acumulativa del 2% sobre las sumas debidas(...) por honorarios y (...) por capital. 5. La diligencia se llevó a cabo el 17/07/98 (...). 6. El incumplimiento de lo decidido por el a quo, motivó el pedido de aplicación de astreintes concretado por el Dr. L. (...)y admitido por la resolución del 13/08/98 (...) que las impuso a partir de la fecha del vencimiento del citado plazo. 7. La demandada manifestó el 31/08/98 (...), a través de su representante, (...), que el trámite se encontraba aprobado por la Oficina de Verificación de Deuda Consolidada y que, una vez realizado el asiento contable pertinente, se le notificaría al acreedor para la firma del requerimiento de pago y su posterior pase a la Secretaría de Hacienda. 8. Por resolución del 11/09/98 (...) el a quo consideró que la sanción de astreintes impuesta al demandado revestía carácter firme, en virtud de la notificación efectuada mediante oficio (...) al organismo deudor. 9. Tal decisión fue objeto del recurso de apelación deducido (...) por los apoderados de F.A. (e.l.), Dres. M. y P., y esta Cámara declaró con fecha 19/08/99 (...) la ausencia de virtualidad jurídica de sus presentaciones (entre éstas, el recurso de apelación mencionado) por falta de representación actual de dichos mandatarios. 10. El 17/05/01, el Dr. M. J. L. -por sí y en representación de R.G.E.G.practicó la liquidación de las astreintes devengadas desde el 27/07/98 al 30/10/98 ( ...). 11. Corrido el traslado pertinente (notificado a la contraria el 07/06/01, fs. 627) se presentó la demandada el 19/06/01 (...) pidiendo su suspensión por falta de notificación a su respecto de la decisión que impuso las astreintes. 12. Dicha pretensión fue rechazada por extemporánea por auto del 20/06/01 (...) en atención a la fecha de la diligencia (...) que notificó el traslado de la liquidación de astreintes, y por haberse concretado la notificación a fs. ... de lo resuelto a fs. ... 13. Finalmente, se arribó a la resolución del 16/07/01 (...) que aprobó la liquidación practicada en la suma de $ (...) a favor del co actor R. G. G. y de $ (...)a favor del Dr. M. J. L. con valores al 31/03/91, sometidas al procedimiento de cobro de la Ley 23.982, a cuyo fin se expidieron los certificados (...). 14. La providencia mencionada fue notificada a la parte demandada (...), con fecha 10/09/01. 15. El 30/11/01 se presentó el representante de EFA alegando un error material en la liquidación aprobada, al sostener que -dado que el actor dio cumplimiento con fecha 05/10/98 a la firma del requerimiento de pago- fue a partir de esa fecha en que EFA se encontró en condiciones de cumplir la intimación judicial. Reclamó, en consecuencia, que no se computen astreintes antes de ese momento, pretensión que fue rechazada mediante la decisión ahora recurrida. Poder Judicial de la Nación III- Que en uso de las facultades conferidas por el artículo 36 del CPCCN este Tribunal ordenó la citación al juicio del Sr. R. G. E. G. -en razón de haber alcanzado la mayoría de edad- (...) y al no habérselo localizado (...) asumió su representación la Sra. Defensora Oficial (...). Posteriormente, se presentó a los autos el mencionado coactor y fue tenido por parte (cesando, en consecuencia, la representación de la Defensora Oficial) lo que se hizo saber. IV- Sentado ello, a los fines de dilucidar la cuestión traída a conocimiento del Tribunal, resulta necesario examinar -en primer lugar- la normativa que rige el supuesto. En ese contexto, es preciso señalar que el Decreto 1639/93 que rige USO OFICIAL el procedimiento a seguir para el pago de obligaciones consolidadas en virtud de la ley 23.982 reconocidas por sentencias judiciales firmes, fija en 90 días corridos -desde la presentación en sede administrativa de la liquidación aprobada- el plazo máximo dentro del cual los entes deudores y los organismos de control, deberán conformar u observar, en su caso, el requerimiento de pago de deuda consolidada (art. 1°). Tal norma fue modificada por el artículo 1° del Decreto 483/95 que elevó ese plazo a 120 días corridos. A su vez, dispone el artículo 4° del Dec. 1639 citado (modificado por Decreto 483/95), que vencido el mismo se autoriza al tribunal de la causa a intimar al ente deudor para que dentro del plazo de 10 días hábiles le acredite haber diligenciado el formulario de Requerimiento de Pago de Deuda Consolidada, suscripto por acreedor y deudor, para lo cual deberá contar con la debida constancia de recepción por parte de la dependencia competente de la Oficina Nacional de Crédito Público de la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos. El párrafo segundo de dicho artículo continúa diciendo que: Dentro del plazo de veinte (20) días corridos de recibido conforme dicho formulario -el que deberá ser acompañado de la copia certificada por autoridad administrativa del oficio judicial que intima su diligenciamiento-- la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos deberá darle curso y disponer la acreditación a la orden del juzgado, secretaría y autos de que se trate, de los Bonos de Consolidación en la Caja de Valores Sociedad Anónima. Y su párrafo final agrega que: La notificación al tribunal de las acreditaciones de los pagos ordenados, será constancia suficiente de cancelación de la obligación. El artículo 4° del Decreto 483/95 sustituyó el artículo 6º del dec. 1639/93 por el siguiente: Art. 6º -- Recibida la intimación a que se refiere el art. 4º, el ente deudor deberá verificar que la liquidación recibida se ajusta en todos sus términos a las normas vigentes, disponer la suspensión de la tramitación administrativa y proceder de la manera allí indicada. En caso de encontrarse radicadas las actuaciones en el ente de control, deberá solicitar la inmediata remisión de aquéllas a fin de dar cumplimiento a la intimación del tribunal. Una vez cumplido con el procedimiento establecido en el art. 4º del presente, el ente deudor girará lo actuado a su órgano de control a fin de que tome la intervención que le compete, la que resultará posterior al acto de pago, en los términos de los arts. 101 y 102 de la ley 24.156. V- Ahora bien, es oportuno señalar -como ha dicho esta Sala en pronunciamientos de sustancia análoga- que las astreintes constituyen un medio compulsivo tendiente a procurar el efectivo cumplimiento de las sentencias. El fundamento de su imposición radica en la negativa a cumplir por parte del obligado, no obstante la orden judicial que lo compele a ello. (Conf. Expte. N° 1892/01 “Sociedad Abierta Asoc. Civil c/ Transportes metropolitano y otro”, fallo del 16/09/03, entre muchos otros). Y también que, para su decreto se requiere la demostración de que el obligado se sustrae voluntaria y deliberadamente al cumplimiento, debiendo existir una pretensión por la que se reclame la satisfacción de una prestación y que ésta sea admitida por la vía judicial (expte. 1892 citado) Por otra parte, en lo que hace a la procedencia de la aplicación de astreintes en relación a deudas como la del sub lite, cabe precisar que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha admitido la aplicación de sanciones pecuniarias, en supuestos de obligaciones abarcadas por el régimen de consolidación de la ley 23.982, cuando ha habido retardo de los obligados con Poder Judicial de la Nación relación a la entrega de los títulos correspondientes (confr. Videla Cuello c/ La Rioja, v. 61 XX del 28/07/94; “Antonini, Schon Semborain S:R:L: c/ Pcia. De Sgo. Del Estero s/ daños y perjuicios”, A 547 XX del 10/08/95, entre otros). VI- En estos autos se advierte que, vencidos los plazos de 120 días fijados por Decreto 1639/93, modificado por Decreto 483/95, sin que se haya acreditado el diligenciamiento de los formularios de Requerimiento de Pago de Deuda Consolidada , la intimación por diez días efectuada en los términos del artículo 4° de la citada normativa, y el plazo adicional de cinco días fijado por providencia del 17/07/98, se aplicó la sanción de astreintes a la demandada por resolución del 13/08/98. Ello es así, por cuanto el organismo deudor no cumplió con la orden judicial de girar las actuaciones al Ministerio de Economía dentro de los cinco USO OFICIAL días hábiles de intimado por diligencia del 17/07/98. Mas cabe observar al respecto (tal como se expresó en el considerando II, pto. 7), que el representante de la demandada manifestó en los autos -con fecha 31/08/98- que el trámite se encontraba aprobado por la Oficina de Verificación y que -efectuado el asiento contable- se le notificaría al acreedor para la firma del requerimiento de pago y su posterior pase a la Secretaría de Hacienda. Su pretensión actual para que se compute el comienzo del cálculo de astreintes a partir de la fecha en que los acreedores concurrieron a la sede administrativa a firmar los respectivos formularios, no puede prosperar pues no se acreditó en autos la renuencia de los acreedores a otorgar tales firmas, pero tampoco se advierte que haya existido una tardanza de tal magnitud que habilite la fijación de las astreintes en un monto como el que resulta de autos. VII- Aclarado tal aspecto, sobre el que se volverá, corresponde puntualizar que -no obstante que la sanción de astreintes no fue objeto de cuestionamiento oportuno por el representante de EFA- dicho cuestionamiento sólo fue posible a partir de la notificación por cédula al Dr. C. A. G. de la sanción decretada. En ese sentido, la decisión que impuso la sanción (...)no fue comunicada en la forma aludida, sin que sea válido sostener que la notificación por oficio de tal proveído tiene la virtualidad de anoticiar fehacientemente a la parte de la imposición de la sanción. Así se ha expresado, respecto de la forma de comunicación de dicha sanción que: “Ello es así, en tanto la providencia de fs. 440 del 23.12.97 no ha sido notificada en el domicilio constituído en autos por el destinatario de la sanción allí dispuesta. En ese contexto, tal domicilio subsiste a todos los efectos legales hasta el momento de su cambio (arts. 40, 42 y cocs., CPCC).” Y que: “En tal sentido, no obstante lo dispuesto en el auto atacado respecto al anoticiamiento de tal providencia mediante el libramiento de oficio, corresponde la notificación por cédula o personalmente de todas aquellas resoluciones que dispongan apercibimientos, calidad que reviste la decisión apelada (art. 135, inc. 6°, CPCC)”. (Conf. Expte. N° 661/98, “Spadavecchia, Susana B. y otros c/ EFA y otro s/ daños y perjuicios”. En virtud de tales motivos, asistió razón al representante de la demandada en su alegación (...), por la que pidió su suspensión por falta de notificación a su respecto de la decisión que impuso las astreintes. VIII- A su vez, en lo relativo al comienzo del cómputo de las astreintes resulta erróneo el criterio que lo determina con carácter retroactivo a su fijación. Por el contrario, el cálculo debe comenzar a partir de la respectiva imposición. Así, en lo que atañe a la fecha a partir de la cual debe comenzar su cálculo, esta Sala ha dicho (Conf.. expte. N° 1892/01, ya citado), que las sanciones conminatorias no tienen carácter retroactivo, que “…nacen desde la fecha del auto del juez que las ordena (Morello y otros , “Códigos...”, V.II-A, pág. 721 y jurisprudencia citada, Abeledo Perrot, 1998). Es por tal razón, que su imposición va precedida de una intimación bajo apercibimiento de aplicársele astreintes al contumaz si persiste en su incumplimiento, para que conozca cuál será la sanción que sufrirá de persistir tal actitud”. IX- Sentadas dichas premisas, es dable señalar que la Corte Suprema de Justicia tiene dicho que “…la renuncia consciente a la verdad es incompatible con el adecuado servicio de justicia. Y si bien los jueces deben fallar con sujeción a las reglas y principios de forma, según las circunstancias de hecho Poder Judicial de la Nación que aducen y acreditan las partes -secundum allegata et probata partium- nada excusa su indiferencia respecto de la objetiva verdad en la augusta misión de dar a cada uno de lo suyo (Fallos: 238:550 y 278:85)”. (S.1221.XXXVI “Recurso de Hecho. Szpakowsky, José Domingo c/ Dirección General de Fabricaciones Militares”, fallo del 23/12/04, entre otros). También ha expresado el Alto Tribunal en el mismo precedente, respecto de las circunstancias que rodean el caso sub examine, que “… se imponía su consideración por la alzada, so consecuencia de arriesgar, bajo el supuesto amparo de normas adjetivas, la correcta solución del pleito (Fallos: 323:2562). Es que, si bien debe ser reconocida la trascendencia de las técnicas y principios tendientes a la organización y desarrollo del proceso, no por ello cabe legitimar que dichas formas procesales sean utilizadas con prescindencia USO OFICIAL de la finalidad que las inspira y con el olvido de la verdad jurídica (Fallos:317:1845).” En el mismo sentido se ha dicho, que es deber del órgano jurisdiccional la defensa integral de la verdad jurídica objetiva y de los derechos de propiedad y defensa en juicio íntimamente vinculados con ésta, la que se controvierte notoria e injustificadamente en los casos en los que, a consecuencia de un mero error, se arriba a soluciones que la menoscaban con consecuente apartamiento de las más elementales reglas de la lógica y de la experiencia, permitiendo que se arribe a soluciones notoriamente desajustadas frente a la realidad económica en juego en cada caso (CS, “Maldonado, Jorge c/ Valle, Héctor”, fallo del 07/09/93 en ED 18/02/94). En esa dirección, esta Sala ha sostenido en pronunciamientos de sustancia análoga (Conf. “Conconi, Raúl Guillermo c/ ISSPICA s/ despido”, expte. N° 12.679/94, fallo del 22/11/94), con remisión a la doctrina de la Corte Suprema, que para la determinación de los reales valores económicos en juego se debe aportar al órgano judicial elementos de arbitrio lógico que tiendan a arribar a un resultado que pondere objetivamente, en la mejor medida posible, la realidad económica, materia ésta que conformando la verdad objetiva a la que debe llegar el pronunciamiento judicial, se desvirtúa si el resultado numérico al que se arriba resulta injusto o desproporcionado ante el valor en juego, lo que necesariamente debe conducir a hacer prevalecer dicha realidad sobre las fórmulas matemáticas abstractas (CS, “Cuckierman”, fallo del 11/09/90, T.SS. 1990:880)…”. Al respecto, cabe puntualizar que las liquidaciones se aprueban en cuanto ha lugar por derecho, y es válida la subsanación -en cualquier tiempode los errores que puedan contener. En ese sentido, se ha sostenido que, “si los jueces, al descubrir un error de esa naturaleza no lo modificasen, incurrirían con la omisión en grave falta, pues estarían tolerando que se generara o lesionara un derecho que sólo reconocería como causa al error” (Fallos 286: 291, entre muchos otros). X- Por tales consideraciones, corresponde modificar la liquidación aprobada en autos. En efecto, en relación a la fecha de comienzo de su cómputo, las astreintes deben comenzar a correr desde el 13/08/98 -y no desde el 27/07/98, como se estableció en la liquidación aprobada en autos- y cesar el 30/10/98. En cuanto a su monto, resulta exagerada la determinación de un porcentaje del 2% diario y acumulativo, pues tal proporción lleva la cifra a una suma disparatada en relación a la realidad económica comprometida en el caso, provocando lesión enorme y enriquecimiento indebido. Ello por cuanto, si bien -como se dijo- resulta procedente la fijación de sanciones conminatorias cuando ha habido retardo en la acreditación de los Bonos de Consolidación de Deuda, las constancias de los autos demuestran que -en el sub lite- no es razonable su fijación en un monto que resulta notoriamente desproporcionado tanto en relación a dicha realidad objetiva, como en lo que hace a la conducta que se pretende sancionar. Obsérvese, por un lado, que la indemnización fijada asciende a la suma de (...) a favor de R. G. G. y los honorarios son de $(...) a favor del Dr. L.. Mientras que las astreintes alcanzan a valores de $ (...) para el primero y de $ (...) para el segundo, ambos al 31/03/91. Por otra parte, repárese que la puesta en marcha del mecanismo del Decreto 1639/93, modificado por el Decreto 483/95, arranca el día 12/06/98 y el 31/08/98 el trámite fue aprobado por la Oficina de Verificación de Deuda y, una vez firmado por el acreedor el formulario de requerimiento de pago el 05/10/98, el procedimiento concluyó el 30/10/98. Poder Judicial de la Nación En consecuencia, deberá practicarse en la instancia de origen una nueva liquidación de astreintes, las que correrán desde el 13/08/98 hasta el 30/10/98, estimándose como importe razonable una suma diaria de pesos (...) a favor de R. G. G. y de pesos (...) a favor del Dr. M. J. L.. Por ello, SE RESUELVE: Modificar la decisión apelada en el sentido expuesto en los considerandos precedentes. Costas por su orden, atento la forma como se resuelve la cuestión (art. 68, 2° parte, CPCCN). Regístrese, notifíquese y devuélvase.Firmado Jueces Sala II Leopoldo USO OFICIAL Héctor Schiffrin.César Álvarez.Gregorio Julio Fleicher.