CORTE SUPREMA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ SALA

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CORTE SUPREMA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ
SALA PENAL NACIONAL
CASO DE RICARDO HUARINGA FÉLIX
Expediente Nº 62-05
OFRECIMIENTO DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS POR PARTE DE
REDRESS TRUST ANTE LA SALA PENAL NACIONAL
(AMICUS CURIAE)
INTRODUCCIÓN
1.
La Fundación, The Redress Trust, en adelante REDRESS, es una
organización internacional no gubernamental cuyo mandato es
asistir a los supervivientes de tortura y sus familiares en la
obtención de justicia y otras formas de reparación.
2.
Cumple con su misión a través de diferentes medios, incluyendo el
litigio, la asesoría para la reforma legal, la investigación y la
promoción de los derechos de las víctimas de tortura reconocidos
en el orden internacional.
3.
Desde su creación en 1992, REDRESS ha adquirido amplia
experiencia en la defensa de los derechos de las víctimas de
tortura, representando legalmente a las víctimas o a sus
familiares ante tribunales nacionales e internacionales o actuando
como terceros parte.
4.
REDRESS interviene en el caso de Ricardo Huaringa Félix con el fin
de suministrar análisis y jurisprudencia internacional y
comparativa sobre la obligación del Estado peruano de proteger a
las víctimas y familiares de víctimas de casos de tortura frente a
represalias y amenazas que pudieran sufrir, así como la obligación
del Estado peruano de reparar cualquier daño ocasionado como
consecuencia de una conducta constitutiva de tortura.
5.
Los argumentos que desarrolla REDRESS tratan de lo siguiente:
a)
La obligación de todos los estados, incluyendo el Perú, de
reparar cualquier daño ocasionado como consecuencia de una
conducta
constitutiva
de
tortura
y
otros
crímenes
internacionales. El derecho a la reparación no solo involucra
indemnización sino también restitución, rehabilitación, medidas
de satisfacción y la garantía de no repetición, así como la
obligación de investigar los hechos que generaron las
violaciones, e identificar, juzgar y sancionar a los responsables;
la obligación de publicar las partes pertinentes de la sentencia en
lugar de acceso masivo; la obligación de adoptar medidas de
formación y capacitación o diseñar programas específicos de
entrenamiento policial y promover políticas estatales de
seguridad para los habitantes, si es del caso.
b)
Los familiares de la victima tienen derecho a la reparación
tanto por padecer de daños morales y económicos, como por ser
victimas indirectas debido a los sufrimientos causados como
consecuencia de la muerte de su ser querido y de la falta de
respuesta del estado para esclarecer la circunstancias de dicha
violación al igual que por los daños económicos ocasionados.
c)
Los obstáculos que parecen impedir la adecuada
reparación a las víctimas de tortura en el Estado peruano.
6.
REDRESS no tiene ninguna relación con el agraviado. Participa en
este particular proceso con el único interés de cumplir con su
mandato y trabajar en apoyo de las victimas de tortura. Su
ofrecimiento de información esta enfocado en el análisis jurídico
de las normas aplicables y su interpretación.
7.
Esperamos que este documento suministre mayores elementos de
juicio y sea de utilidad a la Sala Penal Nacional.
A.
LA OBLIGACIÓN DEL PERÚ DE REPARAR TODOS LOS
ACTOS CONSTITUTIVOS DE TORTURA Y OTROS CRIMENES
INTERNACIONALES, Y PROVEER UN RECURSO
8.
El derecho a obtener recurso y reparación es un principio
fundamental del derecho internacional. En el 2005, la Asamblea
General de las Naciones Unidas aprobó los ‘Principios y directrices
2
básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas
de las normas internacionales de derechos humanos y de
violaciones graves del derecho internacional humanitario a
interponer recursos y obtener reparaciones’ (los Principios de
Reparación). Estos Principios codifican el derecho internacional a
interponer recursos y obtener reparaciones, principios que el
Profesor M. Cherif Bassiouni ha descrito como ‘un tratado
internacional de derechos.’1
9.
Los Principios de Reparación reconocen tres tipificaciones de
derechos. Primero, el derecho a obtener un recurso que refiere al
acceso igual y efectivo a la justicia, incluyendo ‘la obligación [de
los Estados] de investigar y, si hay pruebas suficientes, enjuiciar a
las personas presuntamente responsables de las violaciones y, si
se las declara culpables, la obligación de castigarlas.’2 Segundo,
el derecho de reparación y por ultimo, el derecho de ‘acceso a la
información pertinente sobre las violaciones y los mecanismos de
reparación.’
10.
Es preciso destacar que el derecho a obtener un recurso es
independiente y separado del derecho de reparación. Es decir que
un juicio, por ejemplo, satisface el derecho a obtener un recurso,
pero no se agota la obligación de reparar a la victima.3 Este
documento desarrolla primordialmente el segundo principio, el
derecho de reparación.
11.
El derecho de reparación efectiva refleja una norma de la
costumbre de derecho internacional.4
12.
Es un derecho consagrado positivamente en los tratados
internacionales y en las declaraciones de derechos humanos:
1
M. Cherif Bassiouni, ‘International Recognition of Victims’ Rights’ [El Reconocimiento de los Derechos
de las Victimas] 6(2) Human Rights Law Review, 203 – 279 (2006), página 203. (El texto original era en
ingles; solamente es una traducción informal).
2
Principio 4.
3
Caso de Villagran-Morales v. Guatemala (Los Niños de la Calle) (Reparaciones) IACtHR Series C. 77
(2001) para 10.
4
Ver Chorzow Factory Case (Ger. V. Pol.), la Corte Permante de Justicia Internacional (13 de Septiembre
1928), párr. 47; Military and Paramilitary Activities in and against Nicaragua (Nicaragua v. U.S.), Merits,
Corte de la Justicia Internacional (27 de Junio de 1986); Corfu Channel Case; (UK v. Albania) Corte de la
Justicia Internacional (9 de Abril de 1949); Reparations for Injuries Suffered in the Service of the United
Nations (Opinión Consultiva), Corte de la Justicia Internacional (11 de Abril de 1949), página 184 ;
Articulo 1 del Proyecto de Declaración de los Derechos y Deberes de los Estados adoptada por la Comisión
de Derecho Internacional en 2001: "Los actos ilícitos internacionales de los Estados generan
responsabilidad internacional para los mismos” (UN Doc. A/CN.4/L.602/Rev.1, 26 julio de 2001").
3
•
Artículo 8 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos adoptada por El Perú en el seno de las Naciones
Unidas en 1948;
•
Articulo 2(3) de la Convención Internacional sobre
Derechos
Civiles y Políticos
de 1966 ratificado
constitucionalmente por El Perú en 1979;
•
Artículo 6 de la Convención Internacional para la
Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial
1966 adoptada por El Perú mediante Decreto Ley No.
18969 del 21 de septiembre de 1971 y ratificada el mismo
aňo;
•
La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes, 1984, que fue
aprobada por El Perú mediante la Resolución Legislativa
No. 24815 del 12 de mayo de 1988 y fue ratificada el 7 de
julio del mismo aňo la cual reconoce el derecho a un
recurso efectivo y una reparación adecuada en su artículo
14;
•
Normas de derecho internacional humanitario tales como
el artículo 3 de la Convención de la Haya respecto de la
Costumbre y el Derecho de la Guerra del 18 de octubre de
1907 (Convención IV), artículo 91 del Protocolo Adicional a
los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949,
Protección de las Victimas en los Conflictos Armados
Internacionales (Protocolo I) del 8 de junio de 1977, y
artículos 68 y 75 del Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional 1998 ratificado por El Perú el 10 de
noviembre de 2001;
•
Asimismo, el artículo 63.1 de la Convención Americana
cuando se refiere a las funciones y competencias de la
Corte, establece que:
Cuando decida que hubo violación de un derecho o libertad
protegidos en la Convención, la Corte dispondrá que se
garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad
conculcados. Dispondrá asimismo, si ello fuera procedente,
que se reparen las consecuencias de la medida o situación
que ha configurado la vulneración de esos derechos y el pago
de una justa indemnización a la parte lesionada.
4
•
También la Declaración sobre los Principios Fundamentales
de Justicia para las Victimas de Delitos y del Abuso de
Poder adoptada por la Asamblea General de Naciones
Unidas en su Resolución 40/34, de 29 de noviembre de
1985.
13.
Además, hay varias declaraciones que reconocen el derecho a
obtener un recurso y reparación, por ejemplo, la Declaración de
Viena adoptada en la Conferencia Mundial sobre los Derechos
Humanos en 1993 provee que, ‘todo Estado debe proveer recursos
efectivos y reparación para las victimas de violaciones.’5
14.
Por su parte, el Comité de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas ha señalado que ‘los estados deben garantizar una
protección eficaz mediante algún mecanismo de control.’ Para ello
las presuntas víctimas deben tener a su disposición ‘recursos
eficaces, incluido el derecho a obtener una reparación.’6
15.
La jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos ha sido especialmente dinámica en el tema de las
reparaciones.7
Formas de La Reparación
16.
El derecho a la reparación no es derogable conforme a lo
establecido en la Observación General No. 29 del Comité de
Derechos Humanos de Naciones Unidas. Es decir, la obligación de
proveer remedio y reparación no puede ser suspendida bajo
ninguna circunstancia, ni siquiera en estados de excepción.
17.
El derecho de reparación debe ser efectivo, adecuado y puntual. El
Principio 15 de Los Principios de Reparación resume que:
Una reparación adecuada, efectiva y rápida tiene por finalidad
promover la justicia, remediando las violaciones manifiestas de
5
Declaración y Programa de Acción de Viena, Conferencia Mundial de Derechos Humanos, (25 de junio
de 1993) A/CONF.157/23. (El texto original era en ingles; esto solamente es una traducción informal)
6
Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ‘Observación General Nº 20: Reemplaza a la
Prohibición Contra la Tortura y los Tratos o Penas Crueles’ (10 de abril de 2004).
7
Caso de Cantoral Benavides (Reparaciones), La Corte Interamericana de Derechos Humanos (3 de
diciembre de 2001); Caso de La Cantuta, (29 de noviembre de 2006); Caso de Bueno Alves (11 de Mayo
de 2007); Caso de Miguel Castro Castro Prisión (25 de noviembre de 2006); Caso Loayza Tamayo
Sentencia sobre Reparaciones, La Corte Interamericana de Derechos Humanos, (27 de noviembre de
1998), párr. 85; Caso Velásquez Rodríguez Sentencia sobre Reparaciones e Indemnización, La Corte
Interamericana de Derechos Humanos, (21 de julio de 1989), párr. 25.
5
las normas internacionales de derechos humanos o las violaciones
graves del derecho internacional humanitario. La reparación ha de
ser proporcional a la gravedad de las violaciones y al daño
sufrido. Conforme a su derecho interno y a sus obligaciones
jurídicas internacionales, los Estados concederán reparación a las
víctimas por las acciones u omisiones que puedan atribuirse al
Estado y constituyan violaciones manifiestas de las normas
internacionales de derechos humanos o violaciones graves del
derecho internacional humanitario. Cuando se determine que una
persona física o jurídica u otra entidad está obligada a dar
reparación a una víctima, la parte responsable deberá conceder
reparación a la víctima o indemnizar al Estado si éste hubiera ya
dado reparación a la víctima.
18.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha dicho en una
Opinión Consultiva que,
En ese sentido debe subrayarse que, para que tal recurso exista, no
basta con que esté provisto por la Constitución o la ley o con que
sea formalmente admisible, sino que se requiere que sea realmente
idóneo para establecer si se ha incurrido en una violación de los
derechos humanos y proveer lo necesario para remediarlo.8
19.
Cuando un caso involucra crímenes internacionales, como la
tortura, requiere que el Estado tome acción específica en razón de
su gravedad. No se los puede considerar como crímenes regulares.
Por ende, las reparaciones deben reflejar la gravedad del crimen.9
20.
La Reparación no se limita a la compensación de los daňos.
También incluye 1) restitución, 2) rehabilitación, y 3) satisfacción
y garantías de no repetición. El concepto de "Reparación" se
refiere a un amplio espectro de medidas que pueden ser tomadas
como respuesta frente a violaciones potenciales o reales,
abarcando ambos la sustancia y el desagravio, así como el
procedimiento a través del cual pueden ser obtenidos. Por
ejemplo, si una persona ha sido arbitrariamente detenida, el/ella
puede buscar compensación a través de una acción civil o
administrativa. La obligación de proporcionar una compensación
adecuada y la obligación de disponer de un recurso efectivo para
obtenerla son ambas parte de la obligación general del Estado de
reparar a las victimas. La justicia para las víctimas exige
8
Garantías Judiciales en Estados de Emergencia, (Opinión Consultiva) la Corte Interamericana de
Derechos Humanos OC-9/87 (6 de Octubre de 1987), Párr. 24.
9
Ver, Caso de Samuel Catalan Lincoleo, Caso 11.771. Informe No. 61/01 Comisión Interamericana de
Derechos Humanos
6
mecanismos procesales genuinos (recurso procesal) que deriven
en un desagravio final positivo (reparación sustancial). En el
ejemplo anterior, el mecanismo procesal seria el recurso
administrativo o civil usado para obtener la compensación. El
desagravio seria una indemnización por el daño o un
pronunciamiento publico de perdón.
21.
El Comentario General Numero 31 del Comité de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas, explica que,
El párrafo 3 del artículo 2 requiere que los Estados Partes
otorguen una reparación a las personas cuyos derechos del Pacto
han sido violados. Si no se otorga una reparación a los individuos
cuyos derechos del Pacto han sido violados, la obligación de
proporcionar un recurso efectivo, que es fundamental para la
eficacia del párrafo 3 del artículo 2, no se cumple. Además de la
reparación explícita exigida por el párrafo 5 del artículo 9 y el
párrafo 6 del artículo 14 el Comité considera que el Pacto entraña
por lo general una indemnización adecuada. El Comité señala que,
cuando procede, la reparación puede entrañar la restitución, la
rehabilitación y medidas de satisfacción, como apologías públicas,
memoriales públicos, garantías de no repetición y cambios en las
leyes y las prácticas pertinentes, así como al sometimiento a la
justicia de los autores de violaciones de derechos humanos.10
22.
En síntesis, hay cuatro formas de reparación: restitución;
indemnización; rehabilitación; y medidas de satisfacción y la
garantía de no repetición. De esta manera, la Corte Interamericana
ha sostenido que a fin de que la reparación sea integral y adecuada,
tiene que envolver las cuatro formas de reparación.11
Restitución
23.
En primer lugar, toda reparación debe restituir en su totalidad
(restitutio in integrum) el daño ocasionado. Restituir implica
restablecer la situación existente antes de la violación o, de no ser
posible, responder por las consecuencias producidas por la
alteración de dicha situación.
10
CCPR/C/21/Rev.1/Add.13 (26 de Mayo de 2004), Párr. 16. El texto original fue escrito en ingles; es una
traducción informal.
11
Caso de las Masacres de Ituango vs. Colombia, Corte Interamericana De Derechos Humanos, Serie C
No. 148, (1 de julio de 2006) Párr. 341.
7
24.
Así lo ha sostenido la Corte Interamericana de Derechos
Humanos.
En Las Masacres de Ituango vs. Colombia, por
ejemplo, la Corte decidió que,
La reparación del daño ocasionado por la infracción de una
obligación internacional requiere, siempre que sea posible, la
plena restitución (restitutio in integrum), la cual consiste en el
restablecimiento de la situación anterior a la violación. De no ser
esto posible, como en el presente caso, cabe al tribunal
internacional determinar una serie de medidas para que, además
de garantizar el respeto de los derechos conculcados, se reparen
las consecuencias producidas por las infracciones y se establezca,
inter alia, el pago de una indemnización como compensación por
los daños ocasionados. La obligación de reparar, que se regula en
todos los aspectos (alcance, naturaleza, modalidades y
determinación de los beneficiarios) por el Derecho Internacional,
no puede ser modificada o incumplida por el Estado obligado
invocando disposiciones de su derecho interno.12
25.
Como consecuencia, la restitución puede involucrar la restauración
de la libertad,13 derechos jurídicos, el estatus social, la identidad,
la vida familiar, el reconocimiento y/o restauración de la
ciudadanía,14 una vía para que se pueda regresar al sitio de
residencia, la restauración de empleo y la devolución de
posesiones y propiedades.15
26.
En el caso Jimenez Vaca v. Colombia, el Comité de Derechos
Humanos de Las Naciones Unidas concluyó que el Estado:
En virtud del apartado a) del párrafo 3 del artículo 2 del Pacto, el
Estado Parte tiene la obligación de proporcionar al Sr. Luis
Asdrúbal Jiménez Vaca un recurso efectivo, que incluya una
indemnización y de adoptar medidas adecuadas para proteger su
seguridad personal y su vida de manera que sea posible su
12
Caso de las Masacres de Ituango vs. Colombia, Corte Interamericana De Derechos Humanos, Serie C
No. 148, (1 de julio de 2006) Párr. 347. Ver Tambien, Caso de García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. ,
Corte Interamericana De Derechos Humanos, Serie C No. 137 (25 de noviembre de 2005) Párr. 176; Caso
de Comunidad Indígena Yakye Axa Vs. Paraguay, Corte Interamericana De Derechos Humanos, Serie C
No. 125 (17 de junio de 2005) Párr. 197; Caso de Acevedo Jaramillo y otros Vs. Perú, Corte Interamericana
De Derechos Humanos. Serie C No. 144 (7 de febrero de 2006) Párr. 296.
13
Caso de Loayza Tamayo Vs. Perú, Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C No. 33, (17 de
Septiembre de 1997) párr. 5.
14
Malawi African Association and Others v. Mauritania, African Commission on Human and Peoples'
Rights Comm. Nos. 54/91, 61/91, 98/93, 164/97 à 196/97 and 210/98 (2000).
15
Ver también Principios 8 -10 de la Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las
víctimas de delitos y del abuso de poder, adoptada por la Asamblea General en su resolución 40/34, de 29
de noviembre de 1985
8
regreso al país. El Comité insta al Estado Parte a realizar
investigaciones independientes sobre el atentado y a acelerar las
actuaciones penales contra las personas responsables del mismo.
El Estado Parte tiene la obligación de procurar que no ocurran
16
violaciones análogas en el futuro.
Compensación
27.
El segundo contenido de la reparación es la compensación. Consiste
en las medidas de indemnización que cubran los daños y perjuicios
físicos y morales; así como la pérdida de oportunidades,
incluyendo la educación; los daños materiales; los ataques a la
reputación; y los gastos de asistencia jurídica, especializada,
psicológica y/o médica. La naturaleza y monto de estas
reparaciones
dependen del daño ocasionado en los planos
material e inmaterial.
28.
Compensación para el daño material se refiere a las perdidas que
el individuo ya ha padecido y las perdidas que el individuo espera
que ocurran como consecuencia de la violación original. Deberán
valorarse los medios de prueba idóneos que permitan establecer
con certeza el perjuicio causado.
29.
No obstante, la línea jurisprudencial de la Corte Interamericana
apunta a establecer que cuando en razón de los hechos sea
imposible probar en su totalidad el perjuicio y su alcance
económico, es posible fijar una ‘compensación en equidad’, que
supone hacer un cálculo aproximado de los ingresos, expectativa
de vida y edad de la victima.
30.
En el caso de Las Masacres de Ituango, la Corte Interamericana
explicó que:
La Corte considera que el daño material debe estimarse con base
en elementos de prueba que permitan acreditar un perjuicio
cierto. En el presente caso, el Tribunal se encuentra imposibilitado
para determinar la pérdida de ingresos sufrida por la mayoría de
las víctimas.
En efecto, no obran pruebas suficientes para
determinar los ingresos dejados de percibir, las edades ni las
actividades a las que se dedicaban la mayoría de las víctimas.
Por esta razón, la Corte otorgará una indemnización en equidad a
favor de aquellas víctimas cuya pérdida de ingresos no fue
comprobada de manera específica, sin perjuicio de que dichas
16
CCPR/C/74/D/859/1999 (15 de Abril de 2002), párr. 9
9
personas puedan hacer uso de las vías disponibles en el derecho
interno para recibir una indemnización correspondiente.
Asimismo, la Corte determinará a favor de tales personas
indemnizaciones por concepto de daños inmateriales, así como de
otras formas de reparación.
Sin embargo, en relación con las personas para las cuales la Corte
cuenta con alguna prueba acerca de sus edades o labores que
realizaban, el Tribunal, en atención al contexto y las
circunstancias del caso, fijará en equidad una cantidad por
concepto de daño material, tomando en cuenta dicha prueba, así
como, en su caso, la expectativa de vida en Colombia en 1996 y
1997, y las actividades agrícolas que realizaban la mayoría de las
víctimas17
31.
El daño inmaterial comprende todos aquellos perjuicios que no
tienen contenido de carácter pecuniario y que por la afectación
evidente que produce el dolor y el sufrimiento de la victima o sus
familiares, no es necesario demostrarlo.
32.
El Articulo 63(1) de la Convención Americana prevea el derecho a
la reparación para daňos ‘morales’. Así lo reafirma la Corte
Interamericana en la ya citada sentencia del caso de Las Masacres
de Ituango vs Colombia:
El daño inmaterial puede comprender tanto los sufrimientos y las
aflicciones causados a las víctimas, como el menoscabo de
valores muy significativos para las personas, así como las
alteraciones, de carácter no pecuniario, en las condiciones de
existencia de las víctimas. No siendo posible asignar al daño
inmaterial un preciso equivalente monetario, sólo puede, para los
fines de la reparación integral a las víctimas, ser objeto de
compensación, y ello de dos maneras. En primer lugar, mediante
el pago de una cantidad de dinero que el Tribunal determine en
aplicación razonable del arbitrio judicial y en términos de equidad.
Y, en segundo lugar, mediante la realización de actos u obras de
alcance o repercusión públicos, tales como la transmisión de un
mensaje de reprobación oficial a las violaciones de los derechos
humanos de que se trata y de compromiso con los esfuerzos
tendientes a que no vuelvan a ocurrir, que tengan como efecto la
17
Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia, La Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C
No. 148 (1 de Julio de 2006), Párr. 371 – 372. Ver También, Caso de Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C No. 140 (31 de enero de 2006) párr. 248; Caso de
Blanco Romero y otros Vs. Venezuela, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C. No. 138 (28
de noviembre de 2005) parr. 80; Caso de García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú., Corte Interamericana De
Derechos Humanos, Serie C No. 137 (25 de noviembre de 2005) párr. 261.)
10
recuperación de la memoria de las víctimas, el reconocimiento de
su dignidad y el consuelo de sus deudos. […]
Tal como lo ha señalado la Corte en otros casos, el daño
inmaterial infligido a las víctimas resulta evidente, pues es propio
de la naturaleza humana que toda persona sometida a actos
brutales en el contexto del presente caso, experimente un
profundo sufrimiento, angustia moral, terror e inseguridad, por lo
que este daño no requiere pruebas. […]”
En cuanto a los familiares de las personas privadas de la vida, el
Tribunal ha presumido que los sufrimientos o muerte de una
persona acarrean a sus hijas, hijos, cónyuge, compañera o
compañero, madre, padre, y hermanas y hermanos un daño
inmaterial, por lo cual no es necesario demostrarlo.”18
33.
El articulo 14(1) del Convención contra la Tortura, prevee que,
Todo Estado Parte velará por que su legislación garantice a la
víctima de un acto de tortura la reparación y el derecho a una
indemnización justa y adecuada, incluidos los medios para su
rehabilitación lo más completa posible. En caso de muerte de la
víctima como resultado de un acto de tortura, las personas a su
cargo tendrán derecho a indemnización.
34.
El Comité de Derechos Humanos ha enfatizado que la
indemnización debe ser ‘apropiada’19 y ‘adecuada’20 y el Comité
contra la Tortura ha subrayado que la indemnización debe ser
‘justa y adecuada.’21
35.
Respecto al daño material, La Corte Interamericana y La Corte
Europea de Derechos Humanos suelen aplicar el valor del
mercado. En otras palabras, otorgan indemnización completa.
36.
Respecto al daño inmaterial, la gravedad de la violación es un
factor muy importante.
37.
En el caso de Aksoy v. Turkey, la Corte Europea de Derechos
Humanos sostuvo que:
18
Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia, La Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C
No. 148 (1 de Julio de 2006) Párr. 383 – 386.
19
Smirnova v. Russia, CCPR/C/81/D/712/1996, (18 de Augusto de 2005), Párr. 12; Kankanamge v. Sri
Lanka, CCPR/C/81/D/909/2000, (26 de Augusto de 2004), Párr. 11.
20
Perterer v. Austria, CCPR/C/81/D/1015/2001 (20 de Augusto de 2004) Párr. 12.
21
Hajrizi Dzemajl et al. Yugoslavia, CAT/C/29/D/161/2000, Párr. 11.
11
atendiendo a la seriedad de las violaciones a la Convención de
que ha sufrido el Señor Zeki Aksoy y la ansiedad y la angustia
que estas indudablemente causaron a su padre, quien ha
continuado con el proceso después de la muerte de su hijo … la
Corte ha decidido conceder el monto total de la compensación
solicitada como indemnización pecuniaria y no pecuniaria del
daño.22
38.
Además, en el caso de Wilson v. Philippines, el Comité contra la
Tortura destacó que,
Con respecto a las violaciones del artículo 9 el Estado Parte
debería indemnizar al autor. En cuanto a las violaciones de los
artículos 7 y 10 durante la detención y sobre todo después de la
condena a la pena capital, el Comité observa que la
indemnización proporcionada por el Estado Parte en virtud de su
legislación interna no se refería a estas violaciones, y que la
reparación debida al autor debería tener debidamente en cuenta
tanto la gravedad de las violaciones como el daño causado al
autor.23
39.
Lo anterior no quiere decir, que la reparación integral de una
violación a un derecho protegido por la Convención pueda ser
reducida al pago de compensación a los familiares de la víctima.24
Por el contrario, esta debe ser complementada con otras formas de
reparación para que sea plena.
Rehabilitación
40.
Así mismo, la rehabilitación es una forma de reparación que busca
disminuir los padecimientos físicos o morales causados a la victima
por la violación de sus derechos. De no ser posible, se deberá por
lo menos reducir los efectos que dicha violación produjo en el
círculo familiar y social de la victima.
41.
Consiste por lo general en brindar atención médica psicológica y
psiquiátrica así como servicios legales y sociales.
22
Aksoy v. Turkey, la Corte Europea de Derechos Humanos (18 de Diciembre de 1996), Párr. 113. El
original fue escrito en ingles; eso es una traducción informal.
23
CCPR/C/79/D/868/1999, (11 de noviembre de 2003) Párr. 9.
24
Caso de Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie
C No. 140 (31 de enero de 2006) párr. 206; Caso de la "Masacre de Mapiripán" Vs. Colombia, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, Serie C No. 134 (15 de Septiembre de 2005), párr. 214; Yasa v.
Turkey, Corte Europea de Derechos Humanos, (2 de Septiembre de 1998) párr. 74; Kaya v. Turkey, la Corte
Europea de Derechos Humanos (19 de Febrero de 1998), párr. 105.
12
42.
Rehabilitación abarca tratamiento en el presente y en el futuro.
Por ejemplo, en el caso El Caracazo, la Corte dio compensación a
las victimas para el pago de los gastos realizados y los que las
victimas incurran en el futuro. Esta forma de reparación aplica a
los sobrevivientes y los familiares de las victimas que habían
muerto:
En lo que hace relación a la indemnización de otros gastos
concomitantes a los hechos del caso, como los causados a los
familiares por la búsqueda y localización de las víctimas en
distintas dependencias, y a los causados o por causar por los
tratamientos médicos a los que tuvieron que recurrir sus
familiares a causa de aquellos hechos, el Tribunal estima
pertinente fijarla, en equidad, en US$1.000,00 (un mil dólares de
los Estados Unidos de América) en relación con las 37 víctimas de
homicidio y desaparecidas. No habrá, sin embargo, lugar a dicha
indemnización respecto de las tres víctimas sobrevivientes, a las
cuales se les asignará un rubro en el párrafo siguiente, ni
respecto de las cuatro víctimas de este caso a las que la sentencia
de fondo solo les declaró violados los derechos consagrados por
los artículos 8 y 25 de la Convención.
Por cuanto hace a la indemnización de los gastos causados o por
causar por los tratamientos médicos y por la adquisición de
elementos necesarios para paliar la incapacidad que les
acarrearon los hechos del caso a las tres víctimas sobrevivientes,
y dado que dichos gastos no fueron cubiertos en su totalidad por
el seguro social, la Corte considera que debe fijar tal
indemnización,
en
equidad,
de
la
siguiente
manera:
US$15.000,00 (quince mil dólares de los Estados Unidos de
América) en favor de Henry Eduardo Herrera Hurtado, quien
quedó parapléjico, y US$7.000,00 (siete mil dólares de los
Estados Unidos de América) a favor de cada una de las señoras
Gregoria Matilde Castillo y Noraima Sosa Ríos, a cada una de las
cuales le fue amputada una pierna.25
43.
En el caso de las Masacres de Ituango vs. Colombia, la Corte
decidió que:
es preciso disponer una medida de reparación que busque reducir
los padecimientos físicos y psicológicos de todos los familiares de
las víctimas ejecutadas. Con el fin de contribuir a la reparación
de estos daños, el Tribunal dispone la obligación a cargo del
Estado de brindar gratuitamente, sin cargo alguno y por medio de
25
El Caso de Carachazo v. Venezuela (Reparaciones), Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie.
C. No. 95, (29 de agosto de 2002), párr. 86 – 87.
13
los servicios nacionales de salud, el tratamiento adecuado que
requieran dichas personas, previa manifestación de su
consentimiento, y por el tiempo que sea necesario, incluida la
provisión de medicamentos. Al proveer el tratamiento psicológico
se deben considerar las circunstancias y necesidades particulares
de cada persona, de manera que se les brinden tratamientos
colectivos, familiares e individuales, según lo que se acuerde con
cada uno de ellos y después de una evaluación individual.26
Medidas de Satisfacción y La Garantía de No Repetición
44.
Las medidas de satisfacción y la garantía de no repetición,
constituyen también formas de reparación, incluyen medidas para
que cesen las violaciones; elementos individuales y colectivos como
la revelación de la verdad, un reconocimiento público de los hechos,
y una aceptación de responsabilidad; una investigación para los
desaparecidos y una identificación de los restos; y la restauración
de la dignidad de las victimas por conmemoración y otros recursos.
En esta manera involucran medidas individuales y colectivas.
45.
Esta postura ha sido reiterada en la jurisprudencia del sistema
interamericano. En el caso de Masacre de Pueblo Bueno, la Corte
sostuvo que:
En este apartado el Tribunal determinará las medidas de
satisfacción que buscan reparar el daño inmaterial, que no tienen
alcance pecuniario, y dispondrá medidas de alcance o repercusión
pública. Estas medidas tienen especial relevancia en el presente
caso por la extrema gravedad de los hechos.27
Otras Formas de Reparación
46. Además de las medidas de reparación mencionadas, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos ha determinado ‘otras
formas de reparación’ con el fin de que aquella sea plena e
integra. Estos incluyen, la obligación de investigar los hechos que
generaron las violaciones, e identificar, juzgar y sancionar a los
responsables; la obligación de publicar las partes pertinentes de la
26
Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C.
No. 148 (1 de julio de 2006) Párr. 403.
27
Caso de Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia, Serie C. No. 140 (31 de enero de 2006), Párr. 264. Ver
también, Caso de Blanco Romero y otros Vs. Venezuela, la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
Serie C. No. 138 (28 de noviembre de 2005) parr. 93; Caso de García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. ,
Corte Interamericana De Derechos Humanos, Serie C No. 137 (25 de noviembre de 2005) Párr. 276; Caso
de Baldeón García Vs. Perú, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C. No. 147 (6 de abril
de 2006) Párr. 193.
14
sentencia en un lugar de acceso masivo; la obligación a adoptar
medidas de formación y capacitación o diseñar programas
específicos de entrenamiento policial y promover políticas
estatales de seguridad para los habitantes.
47. En cuanto a la primera obligación de investigar los hechos que
generaron las violaciones e identificar, juzgar y sancionar a los
responsables, se ha dicho reiteradamente que la sentencia en la
cual se esclarezcan los hechos, los responsables de la violación,
las consecuencias y en general los elementos de fondo del caso
concreto, constituye per se una forma de reparar a la victima y a
sus familiares y contribuye a garantizar que no se repitan las
mismas conductas violatorias.28
48.
Lo anterior, no quiere decir de ninguna forma que, emitir una
sentencia o sentencias en el ámbito interno sea suficiente o supla
la obligación de reparar a la victima o sus familiares en todos los
demás daños ocasionados con la violación. La existencia de un
pronunciamiento pronto, efectivo y justo demuestra la buena
voluntad del Estado respecto del cumplimiento de sus obligaciones
internacionales y de su finalidad ontológica y la imparcial
administración de justicia esencial en los Estados de Derecho.
49.
La segunda modalidad de la obligación de reparar incluye la
obligación de publicar las partes pertinentes de la sentencia en
lugar de acceso masivo, en donde las personas puedan enterarse
fácilmente de lo sucedido, de la injusticia cometida y de la sanción
de los responsables.
50.
Además de hacer conocer las sanciones disciplinarias y
administrativas que puedan dar lugar a las infracciones cometidas
por agentes del Estado.
51.
Esta medida usualmente ha sido ordenada por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos respecto de las sentencias
que ella produce, pero atendiendo el carácter complementario que
se predica del Sistema Interamericano, lo ideal es que los Estados
internamente copien estas modalidades de reparación y las
introduzcan dentro de sus sistemas internos como mecanismos
reparadores.
28
(Sentencias caso de las Masacres de Ituango vs Colombia, parr. 80; Caso Baldeón García, párr. 56; y
Caso de la “Masacre de Mapiripán”, párr. 69).
15
52.
Tercero, la obligación de adoptar medidas de formación y
capacitación o diseñar programas específicos de entrenamiento
policial o de funcionarios estatales que permitan el aprendizaje y
reconocimiento de la importancia del respecto de los derechos
humanos en cualquier situación y de cualquier persona incluso de
aquellas que infrinjan la ley.
53.
Finalmente, para casos en los que las conductas violatorias de los
agentes de Estado han alcanzado grados de intimidación colectiva,
una forma de reparación adecuada es promover políticas estatales
de seguridad para los habitantes, concretamente para las
poblaciones que fueron afectadas, y diseñar programas de
acercamiento y asistencia a esas comunidades.
B.
EL DERECHO DE LOS FAMILIARES DE ACCEDER A UN
RECURSO, A OBTENER REPARACIÓN Y LA OBLIGACION DEL
ESTADO PERUANO A PROTEGER A LOS DENUNCIANTES CONTRA
REPRESALIAS O AMENAZAS
54.
Así como los individuos que han sido afectados directamente por
la infracción de sus derechos humanos, los familiares de la victima
tienen derecho a la reparación tanto por padecer de daños
morales y económicos como por ser victimas indirectas debido a
los sufrimientos causados como consecuencia de la muerte de su
ser querido y de la falta de respuesta del estado para esclarecer la
circunstancias de dicha violación al igual que por los daños
económicos ocasionados.
55.
Este principio reconoce el hecho que la reparación no está limitada
a la víctima directa de la tortura, sino que por los efectos
multidimensionales que genera, trasciende al ámbito familiar y
social.
56.
Las Reglas de Procedimiento de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos define familiares como:
ascendientes y descendientes en línea directa, hermanos,
cónyuges o compañeros permanentes, o aquellos determinados
por la Corte en su caso.29
29
Articulo 2(15), Reglamento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Informe Anual de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, 1991, O.A.S. Doc. OEA/Ser.L/V/III.25 doc.7 p. 18 (1992),
reimprimido en Documentos Básicos relacionados a los Derechos Humanos del Sistema Interamericano,
OEA/Ser.L.V/II.82 doc.6 rev.1 p. 145 (1992).
16
57.
El Principio 8 de los Principios de Reparación define una victima
como:
A los efectos del presente documento, se entenderá por víctima a
toda persona que haya sufrido daños, individual o colectivamente,
incluidas lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional,
pérdidas económicas o menoscabo sustancial de sus derechos
fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que
constituyan
una
violación
manifiesta
de
las
normas
internacionales de derechos humanos o una violación grave del
derecho internacional humanitario. Cuando corresponda, y en
conformidad con el derecho interno, el término “víctima” también
comprenderá a la familia inmediata o las personas a cargo de la
víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al
intervenir para prestar asistencia a víctimas en peligro o para
impedir la victimización.
58.
En el caso de Bueno Alves v. Argentina, la Corte pronunció que:
Esta Corte ha afirmado, en otras oportunidades, que los familiares
de las víctimas de violaciones de los derechos humanos pueden
ser, a su vez, víctimas. Entre los extremos a considerar se
encuentran la existencia de un estrecho vínculo familiar, las
circunstancias particulares de la relación con la víctima, la forma
en que el familiar fue testigo de los eventos violatorios y se
involucró en la búsqueda de justicia y la respuesta ofrecida por el
Estado a las gestiones realizadas.30
59.
En el caso de Las Palmeras v. Colombia, la Corte Interamericana
prevea que:
El Tribunal considera que es necesario probar el daño moral que
se invoca, salvo cuando se trate de muy cercanos familiares de la
víctima, o de personas unidas con ésta por relación conyugal o de
convivencia permanente. En esta hipótesis, la Corte aplicará la
presunción, establecida en otros casos, de que las violaciones de
derechos humanos y la impunidad relacionada con éstas, causan
sufrimientos.
[…] Debido al vínculo familiar se supone que han sufrido un
perjuicio debido a la deficiente conducción de los procesos
judiciales, su morosidad, y las obstaculizaciones llevadas a cabo
para impedir que se llegue a una decisión pronta y adecuada.
Asimismo, las declaraciones de los familiares ante este Tribunal y
aquellas presentadas por escrito y autenticadas por notario
30
Sentencia de 11 Mayo de 2007, Párr. 102 y 104.
17
público pueden ser consideradas, a juicio de la Corte, en términos
tales que permitan determinar que sus autores se han visto
afectados en su patrimonio moral por el parentesco con alguna de
las personas indicadas más arriba.31
60.
En el caso de La Cantuta, la Corte destacó que, ‘los familiares de
las víctimas serán acreedores de las reparaciones que el Tribunal
fije por concepto de daño inmaterial y/o material, en su propio
carácter de víctimas de las violaciones a la Convención declaradas
[Artículos 5(1), 8(1) y 25], así como de aquellas reparaciones que
fije la Corte en su carácter de derechohabientes.’32 Agregó que
‘resulta evidente, pues es propio de la naturaleza humana que
toda persona sometida a detención arbitraria, desaparición
forzada o ejecución extrajudicial, experimente un profundo
sufrimiento, angustia, terror, impotencia e inseguridad, por lo que
este daño no requiere pruebas … a los familiares de las 10
víctimas desaparecidas o ejecutadas, la Corte reitera que el
sufrimiento ocasionado a la víctima “se extiende a los miembros
más íntimos de la familia, en especial aquellos que estuvieron en
contacto afectivo estrecho con la víctima.’33
61.
En este caso, las victimas ya habían recibido indemnización en el
Perú. Sin embargo, la Corte Interamericana sostuvo que:
esa indemnización no cubría daños causados directamente a sus
familiares, quienes recibieron las cantidades señaladas en calidad
de herederos legales de aquéllos. Por otro lado, la Corte considera
que no surge de los elementos aportados al acervo probatorio el
concepto por el cual fue ordenada esa “reparación civil”, puesto
que la legislación aportada a este Tribunal se refiere a “daños
materiales o morales” – en la legislación penal militar – y a
“daños y perjuicios” … Es decir, no surge claramente de dicha
normativa qué tipo de daños pretendían reparar los pagos
ordenados.34
En este caso, la Corte ordenó lo siguiente:
•
‘al menos cuatro familiares de las víctimas dejaron de realizar las
actividades a las que se dedicaban al momento de los hechos, pues
dirigieron todos sus esfuerzos a la búsqueda de justicia en el presente caso,
31
Caso de Las Palmeras Vs. Colombia (Reparaciones) La Corte Interamericana de Derechos Humanos,
Serie C. No. 96 (26 Noviembre de 2002), Párr. 55 – 56.
32
Caso de La Cantuta (29 de noviembre de 2006) Párr. 210.
33
Párr. 217 – 218.
34
Caso de La Cantuta, La Corte Interamericana de Derechos Humanos (29 de noviembre de 2006) Párr.
210.
18
•
•
•
•
•
•
62.
lo cual les generó gastos.’35 Por eso recibieron entre $20, 000 y $25, 000
USD cada una;
$5000 USD para ‘gastos para llevar a cabo gestiones en búsqueda de
justicia;’
‘US$ 50.000,00 … en el caso de la madre, del padre, de la cónyuge o de la
compañera permanente y de cada hija e hijo de las 10 víctimas
desaparecidas o ejecutadas;’36
‘US$ 20.000,00 … en el caso de cada hermana o hermano de las 10
víctimas desaparecidas o ejecutadas;’37
‘la cantidad mencionada … será acrecida mediante el pago de US$8.000,00
… para Margarita Liliana Muñoz Pérez y Hugo Alcibíades Muñoz Pérez,
quienes eran menores de edad al momento de la desaparición forzada de su
padre, ya que dichos sufrimientos aumentaron por su condición de menores
de edad y la desprotección a la que se vieron sometidos por el Estado;’38
‘la cantidad mencionada … será acrecida mediante el pago de $10.000,00 …
para la señoras Andrea Gisela Ortiz Perea y Alejandrina Raida Cóndor Saez,
quienes principalmente se han visto enfrentadas a las irregularidades de las
investigaciones y procesos internos respecto de sus familiares;’39
‘la cantidad mencionada … será acrecida mediante el pago de $3.000,00 …
para el señor Rosario Carpio Cardoso Figueroa, quien vivió en el exilio 1 año
y 9 meses, y de $9.000,00 … para Viviana Mariños Figueroa, quien vivió en
el exilio 12 años.’40
En el caso de Cantoral Benavides, la Corte Interamericana sostuvo
que la madre, ‘debe ser considerada como beneficiaria por su
condición de madre de la víctima, condición que da pie a que se
presuma que la persona de que se trata sufrió un daño que debe
ser reparado.’ Respecto a los hermanos de la victima, la Corte
explicó que, ‘no debieron ser indiferentes a los sufrimientos
padecidos por Luis Alberto,’ y por eso tuvieron el derecho a la
reparación.41 Encima de las reparaciones pagadas a la victima
directa, la Corte otorgó $500 USD ‘correspondiente a los gastos de
traslado de los familiares, en particular de la madre de la víctima,
para visitar a Luis Alberto durante su encarcelamiento;’42 $1500
USD para que atienda a los gastos médicos de la madre por los
perjuicios que ‘tuvo y tiene padecimientos físicos y psicológicos
35
Párr. 214.
Párr. 219(i).
37
Párr. 219(ii).
38
Párr. 219(iii).
39
Párr. 219(iii).
40
Párr. 219(iv).
41
Caso de Cantoral Benavides (Reparaciones), La Corte Interamericana de Derechos Humanos (3 de
diciembre de 2001) Párr.37. Ver también, Caso de Loayza Tamayo Vs. Perú (Reparaciones) La Corte
Interamericana de Derechos Humanos, Serie. C. No. 42 (27 de noviembre de 1998) Párr. 139 (notando que
como miembros de una familia integrada, no podían ser indiferentes a las graves aflicciones de la señora
Loayza Tamayo, y esta presunción no ha sido desvirtuada por el Estado.’)
42
Párr. 51(c).
36
19
originados por la reclusión y situación de su hijo Luis Alberto,’43 y
$3000 USD para ‘los gastos médicos y psicológicos futuros’ del
hermano de la victima que es ‘muy afectado por la situación
padecida por su hermano.’44 Además, al calcular las reparaciones
inmateriales, la Corte tuvo en cuenta lo siguiente:
•
•
•
•
•
•
‘que la madre de la víctima afrontó personalmente la responsabilidad
de liberar a su hijo Luis Alberto’;45
La madre padeció agravios físicos, fue humillada, hostilizada y
amedrentada; sufrió inspecciones vaginales con ocasión de algunas de
las visitas a su hijo, y durante las mismas le fue impedido todo
contacto físico afectuoso con él’46;
‘Se produjo una desintegración de su familia; sus hijos Luis Alberto,
Luis Fernando y José Antonio tuvieron que salir del país por la
situación imperante en el Perú y las circunstancias que vivieron.’47;
‘Como consecuencia de los hechos del presente caso también [el
hermano] tuvo que salir del país, por lo que se encuentra separado de
su familia. En consideración de lo anterior, la Corte reitera que en el
caso de los hermanos deber tenerse en cuenta el grado de relación y
afecto que existe entre ellos;’48
‘Con respecto a Isaac Alonso Cantoral Benavides, fue víctima de
seguimiento por parte de personas desconocidas;’49
‘Con respecto a José Antonio Cantoral Benavides, por haber sido
afectado por la situación por la que pasaba su familia, el
encarcelamiento de sus hermanos, la inseguridad y el temor de ser
apresado, salió del país y actualmente se encuentra en Bolivia.’50
Por ende, la Corte dirigió que el Estado peruano pague $40, 000
USD a la madre y $20, 000, $5, 000 y $3, 000 a los respectivos
hermanos.51
63.
Así como el derecho de la familia a la reparación como
consecuencia de la violación contra su pariente, el Estado tiene
una obligación independiente a proteger a los denunciantes y no
permitir represalias y amenazas.
64.
El Principio 33 (4) del Conjunto de Principios para la Protección de
todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o
43
Párr. 51(d) – (e).
Párr. 51(f).
45
Párr. 61(a).
46
Párr. 61(a).
47
Párr. 61(a).
48
Párr. 61(b)
49
Párr. 61(c).
50
Párr. 61(d).
51
Párr. 62.
44
20
Prisión establece que ni la persona detenida o encarcelada ni
ningún recurrente, podrán sufrir perjuicio alguno por haber
presentado una petición o queja.
65.
El artículo 13 del Convención contra la Tortura requiere a su vez
expresamente a los Estados proteger a los recurrentes y testigos
de cualquier intimidación.
66.
El Principio 12(b) de los Principios de Reparación subraya que:
Adoptar medidas para minimizar los inconvenientes a las víctimas
y sus representantes, proteger su intimidad contra injerencias
ilegítimas, según proceda, y protegerlas de actos de intimidación
y represalia, así como a sus familiares y testigos, antes, durante y
después del procedimiento judicial, administrativo o de otro tipo
que afecte a los intereses de las víctimas.52
67.
En relación con El Perú, el Comité contra la Tortura ha comentado
lo siguiente:
El Comité muestra su inquietud por las denuncias que ha recibido
sobre presuntas represalias, actos de intimidación y amenazas
contra las personas que denuncian actos de tortura y maltrato,
así como la falta de mecanismos eficaces para proteger a los
testigos y las víctimas. El Comité lamenta que los defensores de
derechos humanos que han colaborado con la Comisión de la
Verdad y Reconciliación hayan sufrido amenazas.
El Estado Parte debe adoptar medidas eficaces para que todas las
personas que denuncien actos de tortura o maltrato estén
protegidas contra actos intimidatorios así como contra posibles
represalias por haber realizado esas denuncias, de conformidad
con el artículo 13 de la Convención.
El Estado Parte debe
investigar todos los casos de intimidación de testigos denunciados
y establecer un mecanismo adecuado para proteger a los testigos
y a las víctimas.53
52
Ver también, Protocolo para la Prevención, Supresión y Sanción del Trafico de Personas, especialmente
de Mujeres y Niños 2001, A/45/49; artículos 13(3) y 13(5), Declaración para la Protección de Todas las
Personas contra la Desaparición Forzada; articulo 2, Decisión Marco del Consejo de la Unión Europea del
15 de marzo de 2001 relativa al estatuto de la victima en el proceso penal ,, principios 4 – 7, 1985
Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Victimas de delitos y del abuso del
poder; Resolución por Impunidad, 2003/72 OHCHR UN E/CN.4/RES/2003/72 (25 de abril de 2003) Párr.
8.
53
El Comité contra la Tortura, ‘Conclusiones y Recomendaciones’, CAT/C/PER/CO/4, (25 de julio de
2006), Párr. 20.
21
68.
Los Tribunales penales internacionales han llevado a cabo avances
más importantes en el reconocimiento de los derechos de los
recurrentes y testigos para protegerlos de la intimidación, acoso o
malos tratos. Se han creado unidades separadas para garantizar
la protección de las víctimas y los testigos, para respetar su
privacidad y dignidad, y facilitarles servicios de rehabilitación y
apoyo.54
69.
El Relator Especial Sobre Tortura ha recomendado que se
establezcan sistemas de protección de testigos para garantizar
dicha protección, y que los agresores acusados sean suspendidos
de sus cargos a la espera de los resultados de la investigación,
cuando las alegaciones de tortura no hayan sido manifiestamente
infundadas.55
70.
En el caso de Rochela v. Colombia, la Corte Interamericana
sostuvo que:
La Corte estima de especial relevancia enfatizar que los hechos
analizados en esta Sentencia acreditan el peligro que enfrentan
los operadores de justicia por la naturaleza de su trabajo. El
presente caso representa un ejemplo extremo de violaciones
cometidas para impedirles el cumplimiento de sus funciones y
procurar la impunidad.
En aras de contribuir a evitar la repetición de los hechos, la Corte
estima que el Estado debe garantizar que funcionarios judiciales,
fiscales, investigadores y demás operadores de justicia cuenten
con un sistema de seguridad y protección adecuado, tomando en
cuenta las circunstancias de los casos a su cargo y el lugar donde
se encuentran laborando, que les permita desempeñar sus
funciones con debida diligencia. Asimismo, el Estado debe
asegurar la efectiva protección de testigos, víctimas y familiares
en casos de graves violaciones a los derechos humanos, en
54
Artículos 43 (6), 54 (1) (b), 57 (3) (c), 64 (2) (6) (e), 68, 87, 93 (1) (j) del Estatuto de Roma de la Corte
Penal Internacional; Artículos 15, 20 y 22 del Estatuto del Tribunal Penal Internacional para la Antigua
Yugoslavia (Artículos 14, 19 (1) y 21 del Estatuto del Tribunal Penal Internacional para Rwanda) en
conjunto con las normas 34, 39 (ii), 40 (iii), 65 (b), 69, 75, 77, 96 de las Normas de Procedimiento y Prueba
del 11 de febrero 1994, enmendadas; Artículo 24 del reglamento nº 15, UNTAET/REG/2000/15, sobre la
creación de grupos de expertos con jurisdicción exclusiva en materia de delitos graves, 6 de junio de 2000,
disponible en www.un.org/peace/etimor/untaetR/Reg0015E.pdf (Estatuto de Timor del Este) y el artículo
23 del Proyecto de acuerdo entre las Naciones Unidas y el Real Gobierno de Camboya relativo a la
persecución bajo la ley camboyana de crímenes cometidos durante el periodo democrático de Kampuchea,
de 17 de marzo de 2003, disponible en www.yale.edu/cgp/news.html.
55
Ver Informe del Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes,
UN Doc. A/56/156 (3 de julio de 2001), párr. 39(j).
22
particular y de forma inmediata con respecto a la investigación de
los hechos del presente caso.56
C.
OBSTÁCULOS QUE IMPIDEN LA ADECUADA REPARACIÓN A
LAS VÍCTIMAS DE TORTURA DE CONFORMIDAD CON EL
ARTÍCULO 14 DE LA CONVENCIÓN CONTRA LA TORTURA
1.
Falta de Recursos Efectivos en la Legislación
Nacional que Garanticen una Reparación Integral
71.
Actualmente no existe la estipulación interna del derecho a
obtener una reparación integral ante las infracciones de derechos
fundamentales por parte del Estado peruano.
72.
El artículo 139 inciso 7) de la Constitución Política establece que
son principios y derechos de la función jurisdiccional “la
indemnización (…) por los errores judiciales en los procesos
penales y por las detenciones arbitrarias (…)”; limitando por tanto
la reparación a una de sus formas (indemnización/compensación)
y solo por actos específicos (error judicial y detención arbitraria),
excluyendo entre otros, la tortura y los malos tratos.
73.
La Ley No. 24973 que regula la Indemnización por Errores
Judiciales y Detenciones Arbitrarias, promulgada en 1988 y
todavía vigente, establece el derecho a obtener una indemnización
como consecuencia de un error judicial. No obstante, el Fondo
Nacional Indemnizatorio de Errores Judiciales y Detenciones
Arbitrarias, institución creada con el objeto de proveer los fondos
para reparar económicamente a las víctimas, no se encuentra
operativo y no recibe el presupuesto necesario para tal fin.57
74.
De igual forma, la mencionada ley no incluye a las víctimas de
tortura y no contempla indemnizaciones compensatorias para
ellas; tampoco existe, al margen de dicho dispositivo, legislación
especifica que contemple algo al respecto.
56
Caso de la Masacre de la Rochela Vs. Colombia, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C.
No. 163 (11 de mayo de 2007) Párr. 296 – 297.
57
En el Artículo 9 de la citada ley se establece que “son recursos del Fondo: (a) El aporte directo del
Estado, equivalente al 3% del Presupuesto Anual asignado al Poder Judicial, (b) las multas impuestas a las
autoridades judiciales cuando hayan incurrido en error por festinación del trámite judicial, (c) las multas
que se impongan a las autoridades policiales o administrativas que hayan cometido o coadyuvado a cometer
la detención arbitraria, en los locales o en otros, (d) las multas que se impongan a las personas que bajo
falsos cargos procuraren la detención arbitraria o coadyuvaren a ella maliciosamente, (e) los que perciban
por conceptos de intereses sobre sus depósitos y (f) Los que perciba por concepto de donaciones”.
23
75.
De acuerdo a lo estipulado por el Código Civil (artículo 1969)
“aquel que por dolo o culpa cause un daño a otro esta obligado a
indemnizarlo”. Dicha legislación también contempla la existencia
del daño inmaterial, especificando que la víctima debe ser
compensada proporcionalmente al grado de daño causado y la
remuneración debe considerar las consecuencias de la acción o la
omisión que causaron los daños corporales o inmateriales y debe
haber una relación causal entre el acto y el daño.58
76.
Aunque en principio puede iniciarse una demanda civil en contra
del Estado y/o de los individuos responsables independientemente
de un proceso penal, en la práctica es diferente ya que existen
muchas barreras que impiden la ejecución de este recurso por
parte de los agraviados.
77.
También existe la posibilidad de obtener una reparación civil
dentro de un proceso penal. El juez debe ordenar, como parte de
la sanción penal, el pago de una reparación económica a la
víctima o a su familia. De acuerdo con el Código Penal (artículo
92) “la reparación civil se determina conjuntamente con la pena” y
en la sentencia se deberá determinar el “monto y los obligados a
satisfacerla” (articulo 285 del Código de Procedimientos Penales).
Tal reparación constituye una compensación dineraria que aprecia
los daños y perjuicios producidos como resultado del crimen pero
limita la responsabilidad del acto al oficial o individuo que cometió
el acto (sin abordar por tanto la responsabilidad concurrente del
Estado).
78.
El juez puede, por iniciativa propia o por requerimiento de la
victima o el fiscal, confiscar los activos del acusado en monto
suficiente para cubrir el monto de la reparación civil. Tal orden
llega a ser obligatoria si el acusado es encontrado culpable. Luego
de abrir un caso, el juez requerirá una lista de activos del acusado
que puedan ser confiscados, con excepción de aquellos activos
eximidos por el Código Civil. Si el acusado no tiene suficientes
activos y existen terceros civilmente responsables, los bienes de
estos serán confiscados también.
2.
Falta
de
Pautas
para
Definir
los
Montos
Compensatorios Adecuados y Proporcionales al Daño
Causado por Tortura y Malos Tratos
58
San Martín Castro, Cesar, Derecho Procesal penal, Lima, Grijley, 2000, p. 240. Artículos 1984 y 1985
del Código Civil.
24
79.
El Comité contra la Tortura ha dejado claro que la compensación a
las víctimas de tortura debe de ser consistente y regulada, y no
otorgada a discreción de las autoridades.59
80.
En el Perú han sido pocos los casos donde los sobrevivientes de
tortura han logrado acceder a una reparación civil: muchos de
ellos parecen refrenarse de tomar acciones legales debido a la
completa impunidad que pesa sobre muchos de los crímenes
cometidos. Pero incluso si un caso presentara muchos elementos
en favor del agraviado, no hay pautas para definir adecuadamente
las medidas de reparación y la manera de conceder
remuneraciones monetarias. Mientras la ley habla del daño moral
como aquel que se produce ocasionando la perdida ‘del proyecto
de vida,’ no proporciona la dirección de cómo calcular el valor de
estos daños. Así, los jueces utilizan su propia discreción para
decidir el monto monetario por concepto de reparación y
frecuentemente termina siendo una cantidad simbólica en vez de
compensatoria.
81.
Tras analizar los pocos casos en donde se ha otorgado
compensación por tortura, es claro que los montos establecidos
por concepto de reparación civil no son proporcionales al daño
causado. Como se dijo, no existen pautas para calcular el valor de
los daños y definir las medidas de reparación, por ende, se fijan
compensaciones dinerarias en montos más simbólicos que
compensatorios, contradiciendo lo establecido en la Convención
contra la Tortura. Como ha sido observado por el Comité contra la
Tortura: “una reparación « austera y simbólica », no es lo mismo
que una reparación «adecuada y justa », como lo estipula el
articulo 14 de la Convención”.60
82.
Esta afirmación se sustenta al analizar los montos fijados en seis
sentencias condenatorias por delito de tortura (confirmadas por la
Corte Suprema de Justicia)61 en contraste con los montos
otorgados a víctimas de tortura por el Estado peruano en procesos
auspiciados bajo el Sistema Interamericano de Protección de los
Derechos Humanos.
59
‘Observaciones Finales: Egipto,’ CAT/C/CR/29/4 (23 de diciembre de 2002).
‘Observaciones Finales: Chile’, CAT/C/CR/32/5 (14 de mayo de 2003).
61
Ver, Miguel Huerta Barrón, Gustavo Campos Peralta, ‘La Tortura en el Perú y su Regulación
Legal’.COMISEDH (2005) Pág. 13.
60
25
83.
En el caso de tortura y muerte de Pablo Pascual Espinoza Lome, la
Sala Penal de Ayacucho condenó a los responsables a 4 y 12 años
de pena privativa de libertad (más tarde elevada a 6 y 15 años
por la Corte Suprema) y al pago de S/. 20, 000 Nuevos Soles
(equivalente a $ 6,000 dólares estadounidenses aprox.) como
reparación civil.
84.
En la sentencia expedida en el caso de Huber Mendez Barzola, la
Sala Penal de Ayacucho condenó a los responsables 6 años de
pena privativa de libertad y se fijó el pago de reparación civil en
S/. 6,000 Nuevos Soles ($ 1,800 dólares estadounidenses aprox.).
85.
La Sala Mixta de Huaura-Huacho condenó a los responsables de
tortura en agravio de Carlos Alejandro Mallqui Gaspar a 4 y 5 años
respectivamente de pena privativa de libertad y al pago de
reparación civil de S/. 5,000 Nuevos Soles ($1500 dólares
estadounidenses aprox.).
86.
En el caso de Esteban Minan Castro, la Sala Mixta de Ica condenó
a los responsables a 5 años de pena privativa de libertad y al pago
de una reparación de S/. 5,000 Nuevos Soles ($1500 dólares
estadounidenses aprox.).
87.
En el caso de Rolando Quispe Berrocal, la Sala Penal Permanente
de la Corte Suprema reformó la sentencia expedida por la Sala
Penal de Ayacucho y condenó a los responsables a 8 y 10 años de
pena privativa de libertad respectivamente mas el pago de una
reparación civil de 30, 000 nuevos soles (equivalente a $ 9, 000
dólares estadounidenses aprox.), suma nunca antes impuesta por
un tribunal nacional en materia de tortura.62
88.
En el caso de Juan Alberto Camargo Tenicela, la Sala Penal de
Junín condenó al responsable a 50 meses de pena privativa de
libertad más el pago de S/.1, 000 Nuevos Soles (equivalente a
$3.14 dólares estadounidenses aprox)
89.
En contraste con ello, se pueden comentar las reparaciones
otorgadas por el Estado peruano a personas que han llevado sus
casos ante Sistema Interamericano de Protección de los Derechos
Humanos determinadas tanto en sentencias por la Corte como en
montos acordados en procesos de ‘solución amistosa’. Por
ejemplo, en febrero del 2002, el Estado peruano otorgó $120,000
62
http://www.justiciaviva.org.pe/nuevos/2005/octubre/27/tortura_personal_militar.pdf
26
dólares estadounidenses a Leonor La Rosa para resarcir la tortura
que sufrió en manos del Servicio de Inteligencia del Ejército
peruano63.
90.
De igual forma, los montos compensatorios establecidos por la
Corte Interamericana discrepan ampliamente de lo establecido por
los tribunales nacionales. En el Caso Barrios Altos por ejemplo, se
instituyeron montos de $250,000 y $175,000 dólares
estadounidenses como compensación por daños morales y
materiales.64
91.
Sumado a ello, no se cuenta con programas de rehabilitación
integral que ayuden a las víctimas a superar los daños y secuelas
que dejaron por los hechos, ni medidas de restitución orientados a
reinsertar a la víctima en situación similar a como se encontraba
antes de que ocurrieran los agravios. El Comité contra la Tortura
ha notado que la falta de programas de este tipo viola la
obligación establecida en el artículo 14 de la Convención.65
3
92.
Falta de Seguimiento del Pago Compensatorio como
Parte de la Sanción Penal
Por otro otra parte, ante un pedido de reparación en un caso
penal, el sistema sólo garantiza el cumplimiento del mandato de
encarcelación contra el sentenciado, sin encargarse de asegurar
que el pago de las reparaciones civiles se cumpla. Aunque el pago
se puede fijar al final de un proceso, este a menudo no guarda
proporción con el daño ocasionado y existen muchas dificultades
para hacerlo efectivo, presentándose muy a menudo el
incumplimiento o negación de los sentenciados para cumplir lo
dicho por el juez, carencia de activos para efectuar el pago y
carencia de fondos por parte del agraviado para continuar con el
proceso.
CONCLUSION
93.
Este documento ha tratado de los estándares internacionales y
comparativos vinculados con el derecho a la reparación. Como
principio de derecho internacional, el Estado peruano tiene que
63
Ver, REDRESS, ’Informe sobre Perú: Estudio Comparativo sobre Reparación por Tortura,’ (2003) Pág.
21 (http://www.redress.org/studies/Peru.pdf)
64
Caso de Barrios Altos (Chumbipuma Aguirre y otros vs. Perú), la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, Ser. C. No. 87 (30 de noviembre de 2001)
65
‘Observaciones Finales: Paraguay’, A/55/44 (10 de mayo de 2000).
27
cumplir con sus obligaciones internacionales que derivan tanto de
la costumbre como de los tratados internacionales que ha firmado
el Perú.
94.
La costumbre internacional genera inmediatamente obligaciones
para todos los Estados del mundo sin exigir acción o afirmación
especifica. Ello se debe a que la costumbre internacional refleja la
práctica de los Estados en su conjunto. Por ende, el derecho
internacional requiere que todos los Estados cumplan con las
obligaciones que vienen de la costumbre internacional.66
95.
El Artículo 26 del Convenio de Viena sobre el Derecho de los
Tratados 1969 (VCLT, por sus siglas inglesas) incorpora el
principio de pacta sunt servanda según el cual:
“Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por
ellas de fe”
Significa que las partes de un tratado están jurídicamente
obligadas a cumplir e implementar las obligaciones contenidas en
los tratados internacionales que han firmado y ejecutarlos de
buena fe.
96.
El Proyecto de Declaración sobre los Derechos y Deberes de los
Estados 1949, elaborado por la Comisión de Derecho
Internacional, articulo 13, establece que,
Todo Estado tiene el deber de cumplir de buena fe con las
obligaciones surgidas de los tratados y de cualquier otra fuente de
derecho internacional, y no pueden invocar disposiciones de
derecho interno para justificar su incumplimiento.
97.
En la Convención Americana de Derechos Humanos, por ejemplo,
los Estados se comprometen a “respetar los derechos y libertades
reconocidos en ella [en la Convención] y a garantizar su libre y
pleno ejercicio a toda persona que este sujeta a su jurisdicción sin
discriminación alguna.”
98.
El Perú sigue el modelo “monista.” Esta doctrina provee que el
derecho interno y el derecho internacional constituyen un único
sistema jurídico; no son sistemas separados. Como consecuencia,
el derecho internacional (tanto tratos internacionales vinculantes
66
Ver, Articulo 38 del Estatuto de La Corte de Justicia Internacional. También, Profesor Antonio Cassese,
‘International Law,’ Segunda Edición, (2005) paginas 156 – 7.
28
para el Estado peruano como la costumbre internacional) aplica
directamente en el Perú sin que sea necesario un instrumento de
incorporación al nivel interno.
En resumen, el derecho
internacional es parte del derecho peruano.
99.
La Constitución Peruana de 1993, otorga primacía al derecho
internacional, particularmente en lo relativo a derechos humanos.
100. En el caso de Santiago de Martín Rivas, el Tribunal Constitucional
Peruano ha señalado que,
Sobre el valor que pueda tener la referida jurisprudencia de los
órganos internacionales de protección de los derechos humanos
para la comprensión del ámbito protegido por los derechos
reconocidos en la Constitución Política del Estado, en diversas
oportunidades, este Tribunal ha destacado su capital importancia.
Tenemos dicho, en efecto, que el contenido constitucionalmente
protegido de los derechos reconocidos por la Ley Fundamental no
sólo ha de extraerse a partir de la disposición constitucional que
lo reconoce; de la interpretación de esta disposición con otras
disposiciones constitucionales con las cuales pueda estar
relacionada (principio de unidad de la Constitución), sino también
bajo los alcances del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos.
Tras el criterio de interpretación de los derechos fundamentales
conforme con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos,
este Tribunal tiene dicho que este último concepto no se restringe
sólo a los tratados internacionales en materia de derechos
humanos en los que el Estado peruano sea parte (IV Disposición
Final y Transitoria de la Constitución), sino que comprende
también a la jurisprudencia que sobre esos instrumentos
internacionales se pueda haber expedido por los órganos de
protección de los derechos humanos (Artículo V del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional).67
101. Además, en el caso de Crespo
Constitucional Peruano ha dictado que:
Bragavrac,
el
Tribunal
De conformidad con la IV Disposición Final y Transitoria de la
Constitución Política del Perú, los derechos y libertades
reconocidos en la Constitución deben interpretarse de
conformidad con los tratados internacionales en materia de
derechos humanos suscritos por el Estado Peruano. Tal
67
EXP. N.° 4587-2004-AA/TC (2004) Párr. 44.
29
interpretación, conforme con los tratados sobre derechos
humanos, contiene, implícitamente, una adhesión a la
interpretación que, de los mismos, hayan realizado los órganos
supranacionales de protección de los atributos inherentes al ser
humano y, en particular, el realizado por la Corte Interamericana
de Derechos Humanos, guardián último de los derechos en la
Región.68
102. En la Cantuta Vs Perú, la Corte aseveró que, ‘el Tribunal
Constitucional del Perú ha reconocido el valor de las sentencias
dictadas por tribunales internacionales cuya competencia ha
reconocido Perú.’69
103. No es defensa por una violación del derecho internacional a
invocar el derecho interno como excusa. (Articulo 27 de la VCLT
1969).70
104. El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en su
Observación General No. 31 provee que:
Cuando existan incompatibilidades entre el derecho interno y el
Pacto, el artículo 2 exige que el derecho o la práctica interna se
modifique para cumplir las normas impuestas por las garantías
sustanciales del Pacto.71
105. Además, por regla general, el Estado es responsable de cualquier
acto u omisión a él atribuible bajo derecho internacional,
constituyendo ellos una infracción de sus obligaciones
internacionales.72 En caso de infracción el Estado continúa bajo
con el deber de cumplir con la obligación vulnerada,73 de cesar
68
(STC 0217-2002-HC/TC) (citado en el caso de Santiago Martín Rivas, párr. 45).
Caso de La Cantuta Vs. Perú, La Corte Interamericana de Derechos Humanos, (29 de Noviembre de
2006), Párr. 184 (citando el caso de Gabriela Orlando Vera Navarrete, Expediente No 2798-04-HC/TC (9
de diciembre de 2004) Párr. 8: ‘El mandato imperativo derivado de la interpretación en derechos humanos
implica, entonces, que toda la actividad publica debe considerar la aplicación directa de normas
consagradas en tratados internacionales de derechos humanos, así como en la jurisprudencia de las
instancias internacionales a las que el Perú se encuentra suscrito’.)
70
Este principio recibió la primera recognición en el caso de Wimbledon, (1923) PCIJ, Ser. A., No. 1. Ver
también, Greco-Bulgarian Communities case, PCIJ, Series B, No. 17 (1930). pagina 32; Case of the Free
Zones of Upper Savoy and the District of Gex, Series A/B 1932 pagina 167; Treatment of Polish Nationals
and Other Persons of Polish Origin or Speech in the Danzig Region, PCIJ Series A/B 1932, pagina 24.
71
Comité de Derechos Humanos de Las Naciones Unidas, ‘Observacion General, Numero 31’, adoptado el
29 de Marzo 2004, CCPR/C/21/Rev.1/Add.13, párr. 13.
72
Artículos 1 y 2 del Proyecto de Artículos sobre Responsabilidad del Estado de la Comisión de Derecho
Internacional; Caso Almonacid Arellano y Otros Vs. Chile, Corte Interamericana de Derechos Humanos (26
de Septiembre de 2006), Párr. 123; Caso de los Niños de la Calle Vs Guatemala, La Corte Interamericana
de Derechos Humanos, (19 de Noviembre de 1999), Párr. 220.
73
Articulo 29 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados 1949.
69
30
cualquier actividad infractora, de ofrecer garantías sobre la no
reiteración y de prever reparación cuando sea apropiada.74
106. Por ende, es preciso que las cortes peruanas tomen en cuenta
estos principios y apliquen el derecho internacional como parte del
derecho peruano en la expedición de sus fallos.
107. En cuanto a las obligaciones internacionales, el derecho
internacional no solo atribuye las obligaciones de asegurar la
protección y la implementación de las obligaciones al Ejecutivo
sino a todos los órganos del Estado, incluyendo el poder judicial.
Por ejemplo, el Articulo 2(1) de la Convención contra la Tortura
requiere:
Todo Estado Parte tomará medidas legislativas, administrativas,
judiciales o de otra índole eficaces para impedir los actos de
tortura en todo territorio que esté bajo su jurisdicción. (negritas
añadidas)75
108. En el caso de Almonacid Arellano, la Corte Interamericana sostuvo
que,
La Corte es consciente que los jueces y tribunales internos están
sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar
las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico.
Pero
cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la
Convención Americana, sus jueces, como parte del aparato del
Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar
porque los efectos de las disposiciones de la Convención no se
vean mermadas por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y
fin, y que desde un inicio carecen de efectos jurídicos. En otras
palabras, el Poder Judicial debe ejercer una especie de “control de
convencionalidad” entre las normas jurídicas internas que aplican
en los casos concretos y la Convención Americana sobre Derechos
Humanos. En esta tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta
no solamente el tratado, sino también la interpretación que del
mismo ha hecho la Corte Interamericana, interprete ultima de la
Convención Americana.76
74
Artículos 30 y 31 del Proyecto de Artículos sobre Responsabilidad del Estado de la Comisión de Derecho
Internacional.
75
Ver También, Articulo 2(3)(b) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos, que provee que,
“La autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquiera otra autoridad competente
prevista por el sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal
recurso, y desarrollará las posibilidades de recurso judicial.”
76
Caso Almonacid Arellano y Otros Vs. Chile, Corte Interamericana de Derechos Humanos (26 de
septiembre de 2006), Párr. 124.
31
109. Hay varias declaraciones que pone énfasis en el deber e
independencia de jueces al aplicar e interpretar el derecho
internacional.77 Los Principios de Bangalore, por ejemplo, requiere
que los jueces se actualicen y pongan al día con los desarrollos
bajo el derecho internacional, particularmente los que tienen que
ver con los derechos humanos.78
110. Lo mismo para los fiscales a quienes se le impone tomar en
cuenta y aplicar el derecho internacional.
En particular, la
Directriz 15 de “Directrices sobre la Función de los Fiscales”
provee que:
Los fiscales prestarán la debida atención al enjuiciamiento de los
funcionarios públicos que hayan cometido delitos, especialmente
en los casos de corrupción, abuso de poder, violaciones graves de
derechos humanos y otros delitos reconocidos por el derecho
internacional y, cuando lo autoricen las leyes o se ajuste a la
práctica local, a la investigación de esos delitos.79
Asimismo, la Directriz 16,
Cuando los fiscales tengan en su poder pruebas contra sospechosos y
sepan o tengan sospechas fundadas de que fueron obtenidas por
métodos ilícitos que constituyan una violación grave de los derechos
humanos del sospechoso, especialmente torturas, tratos o castigos
crueles, inhumanos o degradantes u otros abusos de los derechos
humanos, se negarán a utilizar esas pruebas contra cualquier persona,
salvo contra quienes hayan empleado esos métodos, o lo informarán a
los tribunales, y adoptarán todas las medidas necesarias para asegurar
que los responsables de la utilización de dichos métodos comparezcan
ante la justicia.
Quedamos a disposición de esa Corte para suministrar cualquier
aclaración o documento adicional que considere necesario para
complementar la información suministrada.
77
Ver, Instituto de Derecho Internacional, Resolución adoptada en ‘Las Actividades de Jueces Nacionales y
las Relaciones Internacionales de sus Estados’ Milan (1993). Disponible por http://www.idiiil.org/idiE/resolutionsE/1993_mil_01_en.PDF.
78
Principios de Bangalore sobre la Conducta Judicial,, (2002), parr. 6.4., disponible por
http://www.unodc.org/pdf/crime/corruption/judicial_group/Bangalore_principles.pdf;
79
Aprobadas por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento
del Delincuente, celebrado en La Habana (Cuba) del 27 de agosto al 7 de septiembre de 1990. (El texto
original era en ingles; eso es una traducción informal)
32
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