CORTE SUPREMA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ SALA PENAL NACIONAL CASO DE RICARDO HUARINGA FÉLIX Expediente Nº 62-05 OFRECIMIENTO DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS POR PARTE DE REDRESS TRUST ANTE LA SALA PENAL NACIONAL (AMICUS CURIAE) INTRODUCCIÓN 1. La Fundación, The Redress Trust, en adelante REDRESS, es una organización internacional no gubernamental cuyo mandato es asistir a los supervivientes de tortura y sus familiares en la obtención de justicia y otras formas de reparación. 2. Cumple con su misión a través de diferentes medios, incluyendo el litigio, la asesoría para la reforma legal, la investigación y la promoción de los derechos de las víctimas de tortura reconocidos en el orden internacional. 3. Desde su creación en 1992, REDRESS ha adquirido amplia experiencia en la defensa de los derechos de las víctimas de tortura, representando legalmente a las víctimas o a sus familiares ante tribunales nacionales e internacionales o actuando como terceros parte. 4. REDRESS interviene en el caso de Ricardo Huaringa Félix con el fin de suministrar análisis y jurisprudencia internacional y comparativa sobre la obligación del Estado peruano de proteger a las víctimas y familiares de víctimas de casos de tortura frente a represalias y amenazas que pudieran sufrir, así como la obligación del Estado peruano de reparar cualquier daño ocasionado como consecuencia de una conducta constitutiva de tortura. 5. Los argumentos que desarrolla REDRESS tratan de lo siguiente: a) La obligación de todos los estados, incluyendo el Perú, de reparar cualquier daño ocasionado como consecuencia de una conducta constitutiva de tortura y otros crímenes internacionales. El derecho a la reparación no solo involucra indemnización sino también restitución, rehabilitación, medidas de satisfacción y la garantía de no repetición, así como la obligación de investigar los hechos que generaron las violaciones, e identificar, juzgar y sancionar a los responsables; la obligación de publicar las partes pertinentes de la sentencia en lugar de acceso masivo; la obligación de adoptar medidas de formación y capacitación o diseñar programas específicos de entrenamiento policial y promover políticas estatales de seguridad para los habitantes, si es del caso. b) Los familiares de la victima tienen derecho a la reparación tanto por padecer de daños morales y económicos, como por ser victimas indirectas debido a los sufrimientos causados como consecuencia de la muerte de su ser querido y de la falta de respuesta del estado para esclarecer la circunstancias de dicha violación al igual que por los daños económicos ocasionados. c) Los obstáculos que parecen impedir la adecuada reparación a las víctimas de tortura en el Estado peruano. 6. REDRESS no tiene ninguna relación con el agraviado. Participa en este particular proceso con el único interés de cumplir con su mandato y trabajar en apoyo de las victimas de tortura. Su ofrecimiento de información esta enfocado en el análisis jurídico de las normas aplicables y su interpretación. 7. Esperamos que este documento suministre mayores elementos de juicio y sea de utilidad a la Sala Penal Nacional. A. LA OBLIGACIÓN DEL PERÚ DE REPARAR TODOS LOS ACTOS CONSTITUTIVOS DE TORTURA Y OTROS CRIMENES INTERNACIONALES, Y PROVEER UN RECURSO 8. El derecho a obtener recurso y reparación es un principio fundamental del derecho internacional. En el 2005, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó los ‘Principios y directrices 2 básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones’ (los Principios de Reparación). Estos Principios codifican el derecho internacional a interponer recursos y obtener reparaciones, principios que el Profesor M. Cherif Bassiouni ha descrito como ‘un tratado internacional de derechos.’1 9. Los Principios de Reparación reconocen tres tipificaciones de derechos. Primero, el derecho a obtener un recurso que refiere al acceso igual y efectivo a la justicia, incluyendo ‘la obligación [de los Estados] de investigar y, si hay pruebas suficientes, enjuiciar a las personas presuntamente responsables de las violaciones y, si se las declara culpables, la obligación de castigarlas.’2 Segundo, el derecho de reparación y por ultimo, el derecho de ‘acceso a la información pertinente sobre las violaciones y los mecanismos de reparación.’ 10. Es preciso destacar que el derecho a obtener un recurso es independiente y separado del derecho de reparación. Es decir que un juicio, por ejemplo, satisface el derecho a obtener un recurso, pero no se agota la obligación de reparar a la victima.3 Este documento desarrolla primordialmente el segundo principio, el derecho de reparación. 11. El derecho de reparación efectiva refleja una norma de la costumbre de derecho internacional.4 12. Es un derecho consagrado positivamente en los tratados internacionales y en las declaraciones de derechos humanos: 1 M. Cherif Bassiouni, ‘International Recognition of Victims’ Rights’ [El Reconocimiento de los Derechos de las Victimas] 6(2) Human Rights Law Review, 203 – 279 (2006), página 203. (El texto original era en ingles; solamente es una traducción informal). 2 Principio 4. 3 Caso de Villagran-Morales v. Guatemala (Los Niños de la Calle) (Reparaciones) IACtHR Series C. 77 (2001) para 10. 4 Ver Chorzow Factory Case (Ger. V. Pol.), la Corte Permante de Justicia Internacional (13 de Septiembre 1928), párr. 47; Military and Paramilitary Activities in and against Nicaragua (Nicaragua v. U.S.), Merits, Corte de la Justicia Internacional (27 de Junio de 1986); Corfu Channel Case; (UK v. Albania) Corte de la Justicia Internacional (9 de Abril de 1949); Reparations for Injuries Suffered in the Service of the United Nations (Opinión Consultiva), Corte de la Justicia Internacional (11 de Abril de 1949), página 184 ; Articulo 1 del Proyecto de Declaración de los Derechos y Deberes de los Estados adoptada por la Comisión de Derecho Internacional en 2001: "Los actos ilícitos internacionales de los Estados generan responsabilidad internacional para los mismos” (UN Doc. A/CN.4/L.602/Rev.1, 26 julio de 2001"). 3 • Artículo 8 de la Declaración Universal de Derechos Humanos adoptada por El Perú en el seno de las Naciones Unidas en 1948; • Articulo 2(3) de la Convención Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos de 1966 ratificado constitucionalmente por El Perú en 1979; • Artículo 6 de la Convención Internacional para la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial 1966 adoptada por El Perú mediante Decreto Ley No. 18969 del 21 de septiembre de 1971 y ratificada el mismo aňo; • La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, 1984, que fue aprobada por El Perú mediante la Resolución Legislativa No. 24815 del 12 de mayo de 1988 y fue ratificada el 7 de julio del mismo aňo la cual reconoce el derecho a un recurso efectivo y una reparación adecuada en su artículo 14; • Normas de derecho internacional humanitario tales como el artículo 3 de la Convención de la Haya respecto de la Costumbre y el Derecho de la Guerra del 18 de octubre de 1907 (Convención IV), artículo 91 del Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, Protección de las Victimas en los Conflictos Armados Internacionales (Protocolo I) del 8 de junio de 1977, y artículos 68 y 75 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional 1998 ratificado por El Perú el 10 de noviembre de 2001; • Asimismo, el artículo 63.1 de la Convención Americana cuando se refiere a las funciones y competencias de la Corte, establece que: Cuando decida que hubo violación de un derecho o libertad protegidos en la Convención, la Corte dispondrá que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad conculcados. Dispondrá asimismo, si ello fuera procedente, que se reparen las consecuencias de la medida o situación que ha configurado la vulneración de esos derechos y el pago de una justa indemnización a la parte lesionada. 4 • También la Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Victimas de Delitos y del Abuso de Poder adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas en su Resolución 40/34, de 29 de noviembre de 1985. 13. Además, hay varias declaraciones que reconocen el derecho a obtener un recurso y reparación, por ejemplo, la Declaración de Viena adoptada en la Conferencia Mundial sobre los Derechos Humanos en 1993 provee que, ‘todo Estado debe proveer recursos efectivos y reparación para las victimas de violaciones.’5 14. Por su parte, el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha señalado que ‘los estados deben garantizar una protección eficaz mediante algún mecanismo de control.’ Para ello las presuntas víctimas deben tener a su disposición ‘recursos eficaces, incluido el derecho a obtener una reparación.’6 15. La jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sido especialmente dinámica en el tema de las reparaciones.7 Formas de La Reparación 16. El derecho a la reparación no es derogable conforme a lo establecido en la Observación General No. 29 del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Es decir, la obligación de proveer remedio y reparación no puede ser suspendida bajo ninguna circunstancia, ni siquiera en estados de excepción. 17. El derecho de reparación debe ser efectivo, adecuado y puntual. El Principio 15 de Los Principios de Reparación resume que: Una reparación adecuada, efectiva y rápida tiene por finalidad promover la justicia, remediando las violaciones manifiestas de 5 Declaración y Programa de Acción de Viena, Conferencia Mundial de Derechos Humanos, (25 de junio de 1993) A/CONF.157/23. (El texto original era en ingles; esto solamente es una traducción informal) 6 Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ‘Observación General Nº 20: Reemplaza a la Prohibición Contra la Tortura y los Tratos o Penas Crueles’ (10 de abril de 2004). 7 Caso de Cantoral Benavides (Reparaciones), La Corte Interamericana de Derechos Humanos (3 de diciembre de 2001); Caso de La Cantuta, (29 de noviembre de 2006); Caso de Bueno Alves (11 de Mayo de 2007); Caso de Miguel Castro Castro Prisión (25 de noviembre de 2006); Caso Loayza Tamayo Sentencia sobre Reparaciones, La Corte Interamericana de Derechos Humanos, (27 de noviembre de 1998), párr. 85; Caso Velásquez Rodríguez Sentencia sobre Reparaciones e Indemnización, La Corte Interamericana de Derechos Humanos, (21 de julio de 1989), párr. 25. 5 las normas internacionales de derechos humanos o las violaciones graves del derecho internacional humanitario. La reparación ha de ser proporcional a la gravedad de las violaciones y al daño sufrido. Conforme a su derecho interno y a sus obligaciones jurídicas internacionales, los Estados concederán reparación a las víctimas por las acciones u omisiones que puedan atribuirse al Estado y constituyan violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos o violaciones graves del derecho internacional humanitario. Cuando se determine que una persona física o jurídica u otra entidad está obligada a dar reparación a una víctima, la parte responsable deberá conceder reparación a la víctima o indemnizar al Estado si éste hubiera ya dado reparación a la víctima. 18. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha dicho en una Opinión Consultiva que, En ese sentido debe subrayarse que, para que tal recurso exista, no basta con que esté provisto por la Constitución o la ley o con que sea formalmente admisible, sino que se requiere que sea realmente idóneo para establecer si se ha incurrido en una violación de los derechos humanos y proveer lo necesario para remediarlo.8 19. Cuando un caso involucra crímenes internacionales, como la tortura, requiere que el Estado tome acción específica en razón de su gravedad. No se los puede considerar como crímenes regulares. Por ende, las reparaciones deben reflejar la gravedad del crimen.9 20. La Reparación no se limita a la compensación de los daňos. También incluye 1) restitución, 2) rehabilitación, y 3) satisfacción y garantías de no repetición. El concepto de "Reparación" se refiere a un amplio espectro de medidas que pueden ser tomadas como respuesta frente a violaciones potenciales o reales, abarcando ambos la sustancia y el desagravio, así como el procedimiento a través del cual pueden ser obtenidos. Por ejemplo, si una persona ha sido arbitrariamente detenida, el/ella puede buscar compensación a través de una acción civil o administrativa. La obligación de proporcionar una compensación adecuada y la obligación de disponer de un recurso efectivo para obtenerla son ambas parte de la obligación general del Estado de reparar a las victimas. La justicia para las víctimas exige 8 Garantías Judiciales en Estados de Emergencia, (Opinión Consultiva) la Corte Interamericana de Derechos Humanos OC-9/87 (6 de Octubre de 1987), Párr. 24. 9 Ver, Caso de Samuel Catalan Lincoleo, Caso 11.771. Informe No. 61/01 Comisión Interamericana de Derechos Humanos 6 mecanismos procesales genuinos (recurso procesal) que deriven en un desagravio final positivo (reparación sustancial). En el ejemplo anterior, el mecanismo procesal seria el recurso administrativo o civil usado para obtener la compensación. El desagravio seria una indemnización por el daño o un pronunciamiento publico de perdón. 21. El Comentario General Numero 31 del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, explica que, El párrafo 3 del artículo 2 requiere que los Estados Partes otorguen una reparación a las personas cuyos derechos del Pacto han sido violados. Si no se otorga una reparación a los individuos cuyos derechos del Pacto han sido violados, la obligación de proporcionar un recurso efectivo, que es fundamental para la eficacia del párrafo 3 del artículo 2, no se cumple. Además de la reparación explícita exigida por el párrafo 5 del artículo 9 y el párrafo 6 del artículo 14 el Comité considera que el Pacto entraña por lo general una indemnización adecuada. El Comité señala que, cuando procede, la reparación puede entrañar la restitución, la rehabilitación y medidas de satisfacción, como apologías públicas, memoriales públicos, garantías de no repetición y cambios en las leyes y las prácticas pertinentes, así como al sometimiento a la justicia de los autores de violaciones de derechos humanos.10 22. En síntesis, hay cuatro formas de reparación: restitución; indemnización; rehabilitación; y medidas de satisfacción y la garantía de no repetición. De esta manera, la Corte Interamericana ha sostenido que a fin de que la reparación sea integral y adecuada, tiene que envolver las cuatro formas de reparación.11 Restitución 23. En primer lugar, toda reparación debe restituir en su totalidad (restitutio in integrum) el daño ocasionado. Restituir implica restablecer la situación existente antes de la violación o, de no ser posible, responder por las consecuencias producidas por la alteración de dicha situación. 10 CCPR/C/21/Rev.1/Add.13 (26 de Mayo de 2004), Párr. 16. El texto original fue escrito en ingles; es una traducción informal. 11 Caso de las Masacres de Ituango vs. Colombia, Corte Interamericana De Derechos Humanos, Serie C No. 148, (1 de julio de 2006) Párr. 341. 7 24. Así lo ha sostenido la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En Las Masacres de Ituango vs. Colombia, por ejemplo, la Corte decidió que, La reparación del daño ocasionado por la infracción de una obligación internacional requiere, siempre que sea posible, la plena restitución (restitutio in integrum), la cual consiste en el restablecimiento de la situación anterior a la violación. De no ser esto posible, como en el presente caso, cabe al tribunal internacional determinar una serie de medidas para que, además de garantizar el respeto de los derechos conculcados, se reparen las consecuencias producidas por las infracciones y se establezca, inter alia, el pago de una indemnización como compensación por los daños ocasionados. La obligación de reparar, que se regula en todos los aspectos (alcance, naturaleza, modalidades y determinación de los beneficiarios) por el Derecho Internacional, no puede ser modificada o incumplida por el Estado obligado invocando disposiciones de su derecho interno.12 25. Como consecuencia, la restitución puede involucrar la restauración de la libertad,13 derechos jurídicos, el estatus social, la identidad, la vida familiar, el reconocimiento y/o restauración de la ciudadanía,14 una vía para que se pueda regresar al sitio de residencia, la restauración de empleo y la devolución de posesiones y propiedades.15 26. En el caso Jimenez Vaca v. Colombia, el Comité de Derechos Humanos de Las Naciones Unidas concluyó que el Estado: En virtud del apartado a) del párrafo 3 del artículo 2 del Pacto, el Estado Parte tiene la obligación de proporcionar al Sr. Luis Asdrúbal Jiménez Vaca un recurso efectivo, que incluya una indemnización y de adoptar medidas adecuadas para proteger su seguridad personal y su vida de manera que sea posible su 12 Caso de las Masacres de Ituango vs. Colombia, Corte Interamericana De Derechos Humanos, Serie C No. 148, (1 de julio de 2006) Párr. 347. Ver Tambien, Caso de García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. , Corte Interamericana De Derechos Humanos, Serie C No. 137 (25 de noviembre de 2005) Párr. 176; Caso de Comunidad Indígena Yakye Axa Vs. Paraguay, Corte Interamericana De Derechos Humanos, Serie C No. 125 (17 de junio de 2005) Párr. 197; Caso de Acevedo Jaramillo y otros Vs. Perú, Corte Interamericana De Derechos Humanos. Serie C No. 144 (7 de febrero de 2006) Párr. 296. 13 Caso de Loayza Tamayo Vs. Perú, Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C No. 33, (17 de Septiembre de 1997) párr. 5. 14 Malawi African Association and Others v. Mauritania, African Commission on Human and Peoples' Rights Comm. Nos. 54/91, 61/91, 98/93, 164/97 à 196/97 and 210/98 (2000). 15 Ver también Principios 8 -10 de la Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder, adoptada por la Asamblea General en su resolución 40/34, de 29 de noviembre de 1985 8 regreso al país. El Comité insta al Estado Parte a realizar investigaciones independientes sobre el atentado y a acelerar las actuaciones penales contra las personas responsables del mismo. El Estado Parte tiene la obligación de procurar que no ocurran 16 violaciones análogas en el futuro. Compensación 27. El segundo contenido de la reparación es la compensación. Consiste en las medidas de indemnización que cubran los daños y perjuicios físicos y morales; así como la pérdida de oportunidades, incluyendo la educación; los daños materiales; los ataques a la reputación; y los gastos de asistencia jurídica, especializada, psicológica y/o médica. La naturaleza y monto de estas reparaciones dependen del daño ocasionado en los planos material e inmaterial. 28. Compensación para el daño material se refiere a las perdidas que el individuo ya ha padecido y las perdidas que el individuo espera que ocurran como consecuencia de la violación original. Deberán valorarse los medios de prueba idóneos que permitan establecer con certeza el perjuicio causado. 29. No obstante, la línea jurisprudencial de la Corte Interamericana apunta a establecer que cuando en razón de los hechos sea imposible probar en su totalidad el perjuicio y su alcance económico, es posible fijar una ‘compensación en equidad’, que supone hacer un cálculo aproximado de los ingresos, expectativa de vida y edad de la victima. 30. En el caso de Las Masacres de Ituango, la Corte Interamericana explicó que: La Corte considera que el daño material debe estimarse con base en elementos de prueba que permitan acreditar un perjuicio cierto. En el presente caso, el Tribunal se encuentra imposibilitado para determinar la pérdida de ingresos sufrida por la mayoría de las víctimas. En efecto, no obran pruebas suficientes para determinar los ingresos dejados de percibir, las edades ni las actividades a las que se dedicaban la mayoría de las víctimas. Por esta razón, la Corte otorgará una indemnización en equidad a favor de aquellas víctimas cuya pérdida de ingresos no fue comprobada de manera específica, sin perjuicio de que dichas 16 CCPR/C/74/D/859/1999 (15 de Abril de 2002), párr. 9 9 personas puedan hacer uso de las vías disponibles en el derecho interno para recibir una indemnización correspondiente. Asimismo, la Corte determinará a favor de tales personas indemnizaciones por concepto de daños inmateriales, así como de otras formas de reparación. Sin embargo, en relación con las personas para las cuales la Corte cuenta con alguna prueba acerca de sus edades o labores que realizaban, el Tribunal, en atención al contexto y las circunstancias del caso, fijará en equidad una cantidad por concepto de daño material, tomando en cuenta dicha prueba, así como, en su caso, la expectativa de vida en Colombia en 1996 y 1997, y las actividades agrícolas que realizaban la mayoría de las víctimas17 31. El daño inmaterial comprende todos aquellos perjuicios que no tienen contenido de carácter pecuniario y que por la afectación evidente que produce el dolor y el sufrimiento de la victima o sus familiares, no es necesario demostrarlo. 32. El Articulo 63(1) de la Convención Americana prevea el derecho a la reparación para daňos ‘morales’. Así lo reafirma la Corte Interamericana en la ya citada sentencia del caso de Las Masacres de Ituango vs Colombia: El daño inmaterial puede comprender tanto los sufrimientos y las aflicciones causados a las víctimas, como el menoscabo de valores muy significativos para las personas, así como las alteraciones, de carácter no pecuniario, en las condiciones de existencia de las víctimas. No siendo posible asignar al daño inmaterial un preciso equivalente monetario, sólo puede, para los fines de la reparación integral a las víctimas, ser objeto de compensación, y ello de dos maneras. En primer lugar, mediante el pago de una cantidad de dinero que el Tribunal determine en aplicación razonable del arbitrio judicial y en términos de equidad. Y, en segundo lugar, mediante la realización de actos u obras de alcance o repercusión públicos, tales como la transmisión de un mensaje de reprobación oficial a las violaciones de los derechos humanos de que se trata y de compromiso con los esfuerzos tendientes a que no vuelvan a ocurrir, que tengan como efecto la 17 Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia, La Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C No. 148 (1 de Julio de 2006), Párr. 371 – 372. Ver También, Caso de Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C No. 140 (31 de enero de 2006) párr. 248; Caso de Blanco Romero y otros Vs. Venezuela, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C. No. 138 (28 de noviembre de 2005) parr. 80; Caso de García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú., Corte Interamericana De Derechos Humanos, Serie C No. 137 (25 de noviembre de 2005) párr. 261.) 10 recuperación de la memoria de las víctimas, el reconocimiento de su dignidad y el consuelo de sus deudos. […] Tal como lo ha señalado la Corte en otros casos, el daño inmaterial infligido a las víctimas resulta evidente, pues es propio de la naturaleza humana que toda persona sometida a actos brutales en el contexto del presente caso, experimente un profundo sufrimiento, angustia moral, terror e inseguridad, por lo que este daño no requiere pruebas. […]” En cuanto a los familiares de las personas privadas de la vida, el Tribunal ha presumido que los sufrimientos o muerte de una persona acarrean a sus hijas, hijos, cónyuge, compañera o compañero, madre, padre, y hermanas y hermanos un daño inmaterial, por lo cual no es necesario demostrarlo.”18 33. El articulo 14(1) del Convención contra la Tortura, prevee que, Todo Estado Parte velará por que su legislación garantice a la víctima de un acto de tortura la reparación y el derecho a una indemnización justa y adecuada, incluidos los medios para su rehabilitación lo más completa posible. En caso de muerte de la víctima como resultado de un acto de tortura, las personas a su cargo tendrán derecho a indemnización. 34. El Comité de Derechos Humanos ha enfatizado que la indemnización debe ser ‘apropiada’19 y ‘adecuada’20 y el Comité contra la Tortura ha subrayado que la indemnización debe ser ‘justa y adecuada.’21 35. Respecto al daño material, La Corte Interamericana y La Corte Europea de Derechos Humanos suelen aplicar el valor del mercado. En otras palabras, otorgan indemnización completa. 36. Respecto al daño inmaterial, la gravedad de la violación es un factor muy importante. 37. En el caso de Aksoy v. Turkey, la Corte Europea de Derechos Humanos sostuvo que: 18 Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia, La Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C No. 148 (1 de Julio de 2006) Párr. 383 – 386. 19 Smirnova v. Russia, CCPR/C/81/D/712/1996, (18 de Augusto de 2005), Párr. 12; Kankanamge v. Sri Lanka, CCPR/C/81/D/909/2000, (26 de Augusto de 2004), Párr. 11. 20 Perterer v. Austria, CCPR/C/81/D/1015/2001 (20 de Augusto de 2004) Párr. 12. 21 Hajrizi Dzemajl et al. Yugoslavia, CAT/C/29/D/161/2000, Párr. 11. 11 atendiendo a la seriedad de las violaciones a la Convención de que ha sufrido el Señor Zeki Aksoy y la ansiedad y la angustia que estas indudablemente causaron a su padre, quien ha continuado con el proceso después de la muerte de su hijo … la Corte ha decidido conceder el monto total de la compensación solicitada como indemnización pecuniaria y no pecuniaria del daño.22 38. Además, en el caso de Wilson v. Philippines, el Comité contra la Tortura destacó que, Con respecto a las violaciones del artículo 9 el Estado Parte debería indemnizar al autor. En cuanto a las violaciones de los artículos 7 y 10 durante la detención y sobre todo después de la condena a la pena capital, el Comité observa que la indemnización proporcionada por el Estado Parte en virtud de su legislación interna no se refería a estas violaciones, y que la reparación debida al autor debería tener debidamente en cuenta tanto la gravedad de las violaciones como el daño causado al autor.23 39. Lo anterior no quiere decir, que la reparación integral de una violación a un derecho protegido por la Convención pueda ser reducida al pago de compensación a los familiares de la víctima.24 Por el contrario, esta debe ser complementada con otras formas de reparación para que sea plena. Rehabilitación 40. Así mismo, la rehabilitación es una forma de reparación que busca disminuir los padecimientos físicos o morales causados a la victima por la violación de sus derechos. De no ser posible, se deberá por lo menos reducir los efectos que dicha violación produjo en el círculo familiar y social de la victima. 41. Consiste por lo general en brindar atención médica psicológica y psiquiátrica así como servicios legales y sociales. 22 Aksoy v. Turkey, la Corte Europea de Derechos Humanos (18 de Diciembre de 1996), Párr. 113. El original fue escrito en ingles; eso es una traducción informal. 23 CCPR/C/79/D/868/1999, (11 de noviembre de 2003) Párr. 9. 24 Caso de Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C No. 140 (31 de enero de 2006) párr. 206; Caso de la "Masacre de Mapiripán" Vs. Colombia, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C No. 134 (15 de Septiembre de 2005), párr. 214; Yasa v. Turkey, Corte Europea de Derechos Humanos, (2 de Septiembre de 1998) párr. 74; Kaya v. Turkey, la Corte Europea de Derechos Humanos (19 de Febrero de 1998), párr. 105. 12 42. Rehabilitación abarca tratamiento en el presente y en el futuro. Por ejemplo, en el caso El Caracazo, la Corte dio compensación a las victimas para el pago de los gastos realizados y los que las victimas incurran en el futuro. Esta forma de reparación aplica a los sobrevivientes y los familiares de las victimas que habían muerto: En lo que hace relación a la indemnización de otros gastos concomitantes a los hechos del caso, como los causados a los familiares por la búsqueda y localización de las víctimas en distintas dependencias, y a los causados o por causar por los tratamientos médicos a los que tuvieron que recurrir sus familiares a causa de aquellos hechos, el Tribunal estima pertinente fijarla, en equidad, en US$1.000,00 (un mil dólares de los Estados Unidos de América) en relación con las 37 víctimas de homicidio y desaparecidas. No habrá, sin embargo, lugar a dicha indemnización respecto de las tres víctimas sobrevivientes, a las cuales se les asignará un rubro en el párrafo siguiente, ni respecto de las cuatro víctimas de este caso a las que la sentencia de fondo solo les declaró violados los derechos consagrados por los artículos 8 y 25 de la Convención. Por cuanto hace a la indemnización de los gastos causados o por causar por los tratamientos médicos y por la adquisición de elementos necesarios para paliar la incapacidad que les acarrearon los hechos del caso a las tres víctimas sobrevivientes, y dado que dichos gastos no fueron cubiertos en su totalidad por el seguro social, la Corte considera que debe fijar tal indemnización, en equidad, de la siguiente manera: US$15.000,00 (quince mil dólares de los Estados Unidos de América) en favor de Henry Eduardo Herrera Hurtado, quien quedó parapléjico, y US$7.000,00 (siete mil dólares de los Estados Unidos de América) a favor de cada una de las señoras Gregoria Matilde Castillo y Noraima Sosa Ríos, a cada una de las cuales le fue amputada una pierna.25 43. En el caso de las Masacres de Ituango vs. Colombia, la Corte decidió que: es preciso disponer una medida de reparación que busque reducir los padecimientos físicos y psicológicos de todos los familiares de las víctimas ejecutadas. Con el fin de contribuir a la reparación de estos daños, el Tribunal dispone la obligación a cargo del Estado de brindar gratuitamente, sin cargo alguno y por medio de 25 El Caso de Carachazo v. Venezuela (Reparaciones), Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie. C. No. 95, (29 de agosto de 2002), párr. 86 – 87. 13 los servicios nacionales de salud, el tratamiento adecuado que requieran dichas personas, previa manifestación de su consentimiento, y por el tiempo que sea necesario, incluida la provisión de medicamentos. Al proveer el tratamiento psicológico se deben considerar las circunstancias y necesidades particulares de cada persona, de manera que se les brinden tratamientos colectivos, familiares e individuales, según lo que se acuerde con cada uno de ellos y después de una evaluación individual.26 Medidas de Satisfacción y La Garantía de No Repetición 44. Las medidas de satisfacción y la garantía de no repetición, constituyen también formas de reparación, incluyen medidas para que cesen las violaciones; elementos individuales y colectivos como la revelación de la verdad, un reconocimiento público de los hechos, y una aceptación de responsabilidad; una investigación para los desaparecidos y una identificación de los restos; y la restauración de la dignidad de las victimas por conmemoración y otros recursos. En esta manera involucran medidas individuales y colectivas. 45. Esta postura ha sido reiterada en la jurisprudencia del sistema interamericano. En el caso de Masacre de Pueblo Bueno, la Corte sostuvo que: En este apartado el Tribunal determinará las medidas de satisfacción que buscan reparar el daño inmaterial, que no tienen alcance pecuniario, y dispondrá medidas de alcance o repercusión pública. Estas medidas tienen especial relevancia en el presente caso por la extrema gravedad de los hechos.27 Otras Formas de Reparación 46. Además de las medidas de reparación mencionadas, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha determinado ‘otras formas de reparación’ con el fin de que aquella sea plena e integra. Estos incluyen, la obligación de investigar los hechos que generaron las violaciones, e identificar, juzgar y sancionar a los responsables; la obligación de publicar las partes pertinentes de la 26 Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C. No. 148 (1 de julio de 2006) Párr. 403. 27 Caso de Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia, Serie C. No. 140 (31 de enero de 2006), Párr. 264. Ver también, Caso de Blanco Romero y otros Vs. Venezuela, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C. No. 138 (28 de noviembre de 2005) parr. 93; Caso de García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. , Corte Interamericana De Derechos Humanos, Serie C No. 137 (25 de noviembre de 2005) Párr. 276; Caso de Baldeón García Vs. Perú, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C. No. 147 (6 de abril de 2006) Párr. 193. 14 sentencia en un lugar de acceso masivo; la obligación a adoptar medidas de formación y capacitación o diseñar programas específicos de entrenamiento policial y promover políticas estatales de seguridad para los habitantes. 47. En cuanto a la primera obligación de investigar los hechos que generaron las violaciones e identificar, juzgar y sancionar a los responsables, se ha dicho reiteradamente que la sentencia en la cual se esclarezcan los hechos, los responsables de la violación, las consecuencias y en general los elementos de fondo del caso concreto, constituye per se una forma de reparar a la victima y a sus familiares y contribuye a garantizar que no se repitan las mismas conductas violatorias.28 48. Lo anterior, no quiere decir de ninguna forma que, emitir una sentencia o sentencias en el ámbito interno sea suficiente o supla la obligación de reparar a la victima o sus familiares en todos los demás daños ocasionados con la violación. La existencia de un pronunciamiento pronto, efectivo y justo demuestra la buena voluntad del Estado respecto del cumplimiento de sus obligaciones internacionales y de su finalidad ontológica y la imparcial administración de justicia esencial en los Estados de Derecho. 49. La segunda modalidad de la obligación de reparar incluye la obligación de publicar las partes pertinentes de la sentencia en lugar de acceso masivo, en donde las personas puedan enterarse fácilmente de lo sucedido, de la injusticia cometida y de la sanción de los responsables. 50. Además de hacer conocer las sanciones disciplinarias y administrativas que puedan dar lugar a las infracciones cometidas por agentes del Estado. 51. Esta medida usualmente ha sido ordenada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos respecto de las sentencias que ella produce, pero atendiendo el carácter complementario que se predica del Sistema Interamericano, lo ideal es que los Estados internamente copien estas modalidades de reparación y las introduzcan dentro de sus sistemas internos como mecanismos reparadores. 28 (Sentencias caso de las Masacres de Ituango vs Colombia, parr. 80; Caso Baldeón García, párr. 56; y Caso de la “Masacre de Mapiripán”, párr. 69). 15 52. Tercero, la obligación de adoptar medidas de formación y capacitación o diseñar programas específicos de entrenamiento policial o de funcionarios estatales que permitan el aprendizaje y reconocimiento de la importancia del respecto de los derechos humanos en cualquier situación y de cualquier persona incluso de aquellas que infrinjan la ley. 53. Finalmente, para casos en los que las conductas violatorias de los agentes de Estado han alcanzado grados de intimidación colectiva, una forma de reparación adecuada es promover políticas estatales de seguridad para los habitantes, concretamente para las poblaciones que fueron afectadas, y diseñar programas de acercamiento y asistencia a esas comunidades. B. EL DERECHO DE LOS FAMILIARES DE ACCEDER A UN RECURSO, A OBTENER REPARACIÓN Y LA OBLIGACION DEL ESTADO PERUANO A PROTEGER A LOS DENUNCIANTES CONTRA REPRESALIAS O AMENAZAS 54. Así como los individuos que han sido afectados directamente por la infracción de sus derechos humanos, los familiares de la victima tienen derecho a la reparación tanto por padecer de daños morales y económicos como por ser victimas indirectas debido a los sufrimientos causados como consecuencia de la muerte de su ser querido y de la falta de respuesta del estado para esclarecer la circunstancias de dicha violación al igual que por los daños económicos ocasionados. 55. Este principio reconoce el hecho que la reparación no está limitada a la víctima directa de la tortura, sino que por los efectos multidimensionales que genera, trasciende al ámbito familiar y social. 56. Las Reglas de Procedimiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos define familiares como: ascendientes y descendientes en línea directa, hermanos, cónyuges o compañeros permanentes, o aquellos determinados por la Corte en su caso.29 29 Articulo 2(15), Reglamento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Informe Anual de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, 1991, O.A.S. Doc. OEA/Ser.L/V/III.25 doc.7 p. 18 (1992), reimprimido en Documentos Básicos relacionados a los Derechos Humanos del Sistema Interamericano, OEA/Ser.L.V/II.82 doc.6 rev.1 p. 145 (1992). 16 57. El Principio 8 de los Principios de Reparación define una victima como: A los efectos del presente documento, se entenderá por víctima a toda persona que haya sufrido daños, individual o colectivamente, incluidas lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdidas económicas o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que constituyan una violación manifiesta de las normas internacionales de derechos humanos o una violación grave del derecho internacional humanitario. Cuando corresponda, y en conformidad con el derecho interno, el término “víctima” también comprenderá a la familia inmediata o las personas a cargo de la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para prestar asistencia a víctimas en peligro o para impedir la victimización. 58. En el caso de Bueno Alves v. Argentina, la Corte pronunció que: Esta Corte ha afirmado, en otras oportunidades, que los familiares de las víctimas de violaciones de los derechos humanos pueden ser, a su vez, víctimas. Entre los extremos a considerar se encuentran la existencia de un estrecho vínculo familiar, las circunstancias particulares de la relación con la víctima, la forma en que el familiar fue testigo de los eventos violatorios y se involucró en la búsqueda de justicia y la respuesta ofrecida por el Estado a las gestiones realizadas.30 59. En el caso de Las Palmeras v. Colombia, la Corte Interamericana prevea que: El Tribunal considera que es necesario probar el daño moral que se invoca, salvo cuando se trate de muy cercanos familiares de la víctima, o de personas unidas con ésta por relación conyugal o de convivencia permanente. En esta hipótesis, la Corte aplicará la presunción, establecida en otros casos, de que las violaciones de derechos humanos y la impunidad relacionada con éstas, causan sufrimientos. […] Debido al vínculo familiar se supone que han sufrido un perjuicio debido a la deficiente conducción de los procesos judiciales, su morosidad, y las obstaculizaciones llevadas a cabo para impedir que se llegue a una decisión pronta y adecuada. Asimismo, las declaraciones de los familiares ante este Tribunal y aquellas presentadas por escrito y autenticadas por notario 30 Sentencia de 11 Mayo de 2007, Párr. 102 y 104. 17 público pueden ser consideradas, a juicio de la Corte, en términos tales que permitan determinar que sus autores se han visto afectados en su patrimonio moral por el parentesco con alguna de las personas indicadas más arriba.31 60. En el caso de La Cantuta, la Corte destacó que, ‘los familiares de las víctimas serán acreedores de las reparaciones que el Tribunal fije por concepto de daño inmaterial y/o material, en su propio carácter de víctimas de las violaciones a la Convención declaradas [Artículos 5(1), 8(1) y 25], así como de aquellas reparaciones que fije la Corte en su carácter de derechohabientes.’32 Agregó que ‘resulta evidente, pues es propio de la naturaleza humana que toda persona sometida a detención arbitraria, desaparición forzada o ejecución extrajudicial, experimente un profundo sufrimiento, angustia, terror, impotencia e inseguridad, por lo que este daño no requiere pruebas … a los familiares de las 10 víctimas desaparecidas o ejecutadas, la Corte reitera que el sufrimiento ocasionado a la víctima “se extiende a los miembros más íntimos de la familia, en especial aquellos que estuvieron en contacto afectivo estrecho con la víctima.’33 61. En este caso, las victimas ya habían recibido indemnización en el Perú. Sin embargo, la Corte Interamericana sostuvo que: esa indemnización no cubría daños causados directamente a sus familiares, quienes recibieron las cantidades señaladas en calidad de herederos legales de aquéllos. Por otro lado, la Corte considera que no surge de los elementos aportados al acervo probatorio el concepto por el cual fue ordenada esa “reparación civil”, puesto que la legislación aportada a este Tribunal se refiere a “daños materiales o morales” – en la legislación penal militar – y a “daños y perjuicios” … Es decir, no surge claramente de dicha normativa qué tipo de daños pretendían reparar los pagos ordenados.34 En este caso, la Corte ordenó lo siguiente: • ‘al menos cuatro familiares de las víctimas dejaron de realizar las actividades a las que se dedicaban al momento de los hechos, pues dirigieron todos sus esfuerzos a la búsqueda de justicia en el presente caso, 31 Caso de Las Palmeras Vs. Colombia (Reparaciones) La Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C. No. 96 (26 Noviembre de 2002), Párr. 55 – 56. 32 Caso de La Cantuta (29 de noviembre de 2006) Párr. 210. 33 Párr. 217 – 218. 34 Caso de La Cantuta, La Corte Interamericana de Derechos Humanos (29 de noviembre de 2006) Párr. 210. 18 • • • • • • 62. lo cual les generó gastos.’35 Por eso recibieron entre $20, 000 y $25, 000 USD cada una; $5000 USD para ‘gastos para llevar a cabo gestiones en búsqueda de justicia;’ ‘US$ 50.000,00 … en el caso de la madre, del padre, de la cónyuge o de la compañera permanente y de cada hija e hijo de las 10 víctimas desaparecidas o ejecutadas;’36 ‘US$ 20.000,00 … en el caso de cada hermana o hermano de las 10 víctimas desaparecidas o ejecutadas;’37 ‘la cantidad mencionada … será acrecida mediante el pago de US$8.000,00 … para Margarita Liliana Muñoz Pérez y Hugo Alcibíades Muñoz Pérez, quienes eran menores de edad al momento de la desaparición forzada de su padre, ya que dichos sufrimientos aumentaron por su condición de menores de edad y la desprotección a la que se vieron sometidos por el Estado;’38 ‘la cantidad mencionada … será acrecida mediante el pago de $10.000,00 … para la señoras Andrea Gisela Ortiz Perea y Alejandrina Raida Cóndor Saez, quienes principalmente se han visto enfrentadas a las irregularidades de las investigaciones y procesos internos respecto de sus familiares;’39 ‘la cantidad mencionada … será acrecida mediante el pago de $3.000,00 … para el señor Rosario Carpio Cardoso Figueroa, quien vivió en el exilio 1 año y 9 meses, y de $9.000,00 … para Viviana Mariños Figueroa, quien vivió en el exilio 12 años.’40 En el caso de Cantoral Benavides, la Corte Interamericana sostuvo que la madre, ‘debe ser considerada como beneficiaria por su condición de madre de la víctima, condición que da pie a que se presuma que la persona de que se trata sufrió un daño que debe ser reparado.’ Respecto a los hermanos de la victima, la Corte explicó que, ‘no debieron ser indiferentes a los sufrimientos padecidos por Luis Alberto,’ y por eso tuvieron el derecho a la reparación.41 Encima de las reparaciones pagadas a la victima directa, la Corte otorgó $500 USD ‘correspondiente a los gastos de traslado de los familiares, en particular de la madre de la víctima, para visitar a Luis Alberto durante su encarcelamiento;’42 $1500 USD para que atienda a los gastos médicos de la madre por los perjuicios que ‘tuvo y tiene padecimientos físicos y psicológicos 35 Párr. 214. Párr. 219(i). 37 Párr. 219(ii). 38 Párr. 219(iii). 39 Párr. 219(iii). 40 Párr. 219(iv). 41 Caso de Cantoral Benavides (Reparaciones), La Corte Interamericana de Derechos Humanos (3 de diciembre de 2001) Párr.37. Ver también, Caso de Loayza Tamayo Vs. Perú (Reparaciones) La Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie. C. No. 42 (27 de noviembre de 1998) Párr. 139 (notando que como miembros de una familia integrada, no podían ser indiferentes a las graves aflicciones de la señora Loayza Tamayo, y esta presunción no ha sido desvirtuada por el Estado.’) 42 Párr. 51(c). 36 19 originados por la reclusión y situación de su hijo Luis Alberto,’43 y $3000 USD para ‘los gastos médicos y psicológicos futuros’ del hermano de la victima que es ‘muy afectado por la situación padecida por su hermano.’44 Además, al calcular las reparaciones inmateriales, la Corte tuvo en cuenta lo siguiente: • • • • • • ‘que la madre de la víctima afrontó personalmente la responsabilidad de liberar a su hijo Luis Alberto’;45 La madre padeció agravios físicos, fue humillada, hostilizada y amedrentada; sufrió inspecciones vaginales con ocasión de algunas de las visitas a su hijo, y durante las mismas le fue impedido todo contacto físico afectuoso con él’46; ‘Se produjo una desintegración de su familia; sus hijos Luis Alberto, Luis Fernando y José Antonio tuvieron que salir del país por la situación imperante en el Perú y las circunstancias que vivieron.’47; ‘Como consecuencia de los hechos del presente caso también [el hermano] tuvo que salir del país, por lo que se encuentra separado de su familia. En consideración de lo anterior, la Corte reitera que en el caso de los hermanos deber tenerse en cuenta el grado de relación y afecto que existe entre ellos;’48 ‘Con respecto a Isaac Alonso Cantoral Benavides, fue víctima de seguimiento por parte de personas desconocidas;’49 ‘Con respecto a José Antonio Cantoral Benavides, por haber sido afectado por la situación por la que pasaba su familia, el encarcelamiento de sus hermanos, la inseguridad y el temor de ser apresado, salió del país y actualmente se encuentra en Bolivia.’50 Por ende, la Corte dirigió que el Estado peruano pague $40, 000 USD a la madre y $20, 000, $5, 000 y $3, 000 a los respectivos hermanos.51 63. Así como el derecho de la familia a la reparación como consecuencia de la violación contra su pariente, el Estado tiene una obligación independiente a proteger a los denunciantes y no permitir represalias y amenazas. 64. El Principio 33 (4) del Conjunto de Principios para la Protección de todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o 43 Párr. 51(d) – (e). Párr. 51(f). 45 Párr. 61(a). 46 Párr. 61(a). 47 Párr. 61(a). 48 Párr. 61(b) 49 Párr. 61(c). 50 Párr. 61(d). 51 Párr. 62. 44 20 Prisión establece que ni la persona detenida o encarcelada ni ningún recurrente, podrán sufrir perjuicio alguno por haber presentado una petición o queja. 65. El artículo 13 del Convención contra la Tortura requiere a su vez expresamente a los Estados proteger a los recurrentes y testigos de cualquier intimidación. 66. El Principio 12(b) de los Principios de Reparación subraya que: Adoptar medidas para minimizar los inconvenientes a las víctimas y sus representantes, proteger su intimidad contra injerencias ilegítimas, según proceda, y protegerlas de actos de intimidación y represalia, así como a sus familiares y testigos, antes, durante y después del procedimiento judicial, administrativo o de otro tipo que afecte a los intereses de las víctimas.52 67. En relación con El Perú, el Comité contra la Tortura ha comentado lo siguiente: El Comité muestra su inquietud por las denuncias que ha recibido sobre presuntas represalias, actos de intimidación y amenazas contra las personas que denuncian actos de tortura y maltrato, así como la falta de mecanismos eficaces para proteger a los testigos y las víctimas. El Comité lamenta que los defensores de derechos humanos que han colaborado con la Comisión de la Verdad y Reconciliación hayan sufrido amenazas. El Estado Parte debe adoptar medidas eficaces para que todas las personas que denuncien actos de tortura o maltrato estén protegidas contra actos intimidatorios así como contra posibles represalias por haber realizado esas denuncias, de conformidad con el artículo 13 de la Convención. El Estado Parte debe investigar todos los casos de intimidación de testigos denunciados y establecer un mecanismo adecuado para proteger a los testigos y a las víctimas.53 52 Ver también, Protocolo para la Prevención, Supresión y Sanción del Trafico de Personas, especialmente de Mujeres y Niños 2001, A/45/49; artículos 13(3) y 13(5), Declaración para la Protección de Todas las Personas contra la Desaparición Forzada; articulo 2, Decisión Marco del Consejo de la Unión Europea del 15 de marzo de 2001 relativa al estatuto de la victima en el proceso penal ,, principios 4 – 7, 1985 Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Victimas de delitos y del abuso del poder; Resolución por Impunidad, 2003/72 OHCHR UN E/CN.4/RES/2003/72 (25 de abril de 2003) Párr. 8. 53 El Comité contra la Tortura, ‘Conclusiones y Recomendaciones’, CAT/C/PER/CO/4, (25 de julio de 2006), Párr. 20. 21 68. Los Tribunales penales internacionales han llevado a cabo avances más importantes en el reconocimiento de los derechos de los recurrentes y testigos para protegerlos de la intimidación, acoso o malos tratos. Se han creado unidades separadas para garantizar la protección de las víctimas y los testigos, para respetar su privacidad y dignidad, y facilitarles servicios de rehabilitación y apoyo.54 69. El Relator Especial Sobre Tortura ha recomendado que se establezcan sistemas de protección de testigos para garantizar dicha protección, y que los agresores acusados sean suspendidos de sus cargos a la espera de los resultados de la investigación, cuando las alegaciones de tortura no hayan sido manifiestamente infundadas.55 70. En el caso de Rochela v. Colombia, la Corte Interamericana sostuvo que: La Corte estima de especial relevancia enfatizar que los hechos analizados en esta Sentencia acreditan el peligro que enfrentan los operadores de justicia por la naturaleza de su trabajo. El presente caso representa un ejemplo extremo de violaciones cometidas para impedirles el cumplimiento de sus funciones y procurar la impunidad. En aras de contribuir a evitar la repetición de los hechos, la Corte estima que el Estado debe garantizar que funcionarios judiciales, fiscales, investigadores y demás operadores de justicia cuenten con un sistema de seguridad y protección adecuado, tomando en cuenta las circunstancias de los casos a su cargo y el lugar donde se encuentran laborando, que les permita desempeñar sus funciones con debida diligencia. Asimismo, el Estado debe asegurar la efectiva protección de testigos, víctimas y familiares en casos de graves violaciones a los derechos humanos, en 54 Artículos 43 (6), 54 (1) (b), 57 (3) (c), 64 (2) (6) (e), 68, 87, 93 (1) (j) del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional; Artículos 15, 20 y 22 del Estatuto del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (Artículos 14, 19 (1) y 21 del Estatuto del Tribunal Penal Internacional para Rwanda) en conjunto con las normas 34, 39 (ii), 40 (iii), 65 (b), 69, 75, 77, 96 de las Normas de Procedimiento y Prueba del 11 de febrero 1994, enmendadas; Artículo 24 del reglamento nº 15, UNTAET/REG/2000/15, sobre la creación de grupos de expertos con jurisdicción exclusiva en materia de delitos graves, 6 de junio de 2000, disponible en www.un.org/peace/etimor/untaetR/Reg0015E.pdf (Estatuto de Timor del Este) y el artículo 23 del Proyecto de acuerdo entre las Naciones Unidas y el Real Gobierno de Camboya relativo a la persecución bajo la ley camboyana de crímenes cometidos durante el periodo democrático de Kampuchea, de 17 de marzo de 2003, disponible en www.yale.edu/cgp/news.html. 55 Ver Informe del Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, UN Doc. A/56/156 (3 de julio de 2001), párr. 39(j). 22 particular y de forma inmediata con respecto a la investigación de los hechos del presente caso.56 C. OBSTÁCULOS QUE IMPIDEN LA ADECUADA REPARACIÓN A LAS VÍCTIMAS DE TORTURA DE CONFORMIDAD CON EL ARTÍCULO 14 DE LA CONVENCIÓN CONTRA LA TORTURA 1. Falta de Recursos Efectivos en la Legislación Nacional que Garanticen una Reparación Integral 71. Actualmente no existe la estipulación interna del derecho a obtener una reparación integral ante las infracciones de derechos fundamentales por parte del Estado peruano. 72. El artículo 139 inciso 7) de la Constitución Política establece que son principios y derechos de la función jurisdiccional “la indemnización (…) por los errores judiciales en los procesos penales y por las detenciones arbitrarias (…)”; limitando por tanto la reparación a una de sus formas (indemnización/compensación) y solo por actos específicos (error judicial y detención arbitraria), excluyendo entre otros, la tortura y los malos tratos. 73. La Ley No. 24973 que regula la Indemnización por Errores Judiciales y Detenciones Arbitrarias, promulgada en 1988 y todavía vigente, establece el derecho a obtener una indemnización como consecuencia de un error judicial. No obstante, el Fondo Nacional Indemnizatorio de Errores Judiciales y Detenciones Arbitrarias, institución creada con el objeto de proveer los fondos para reparar económicamente a las víctimas, no se encuentra operativo y no recibe el presupuesto necesario para tal fin.57 74. De igual forma, la mencionada ley no incluye a las víctimas de tortura y no contempla indemnizaciones compensatorias para ellas; tampoco existe, al margen de dicho dispositivo, legislación especifica que contemple algo al respecto. 56 Caso de la Masacre de la Rochela Vs. Colombia, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C. No. 163 (11 de mayo de 2007) Párr. 296 – 297. 57 En el Artículo 9 de la citada ley se establece que “son recursos del Fondo: (a) El aporte directo del Estado, equivalente al 3% del Presupuesto Anual asignado al Poder Judicial, (b) las multas impuestas a las autoridades judiciales cuando hayan incurrido en error por festinación del trámite judicial, (c) las multas que se impongan a las autoridades policiales o administrativas que hayan cometido o coadyuvado a cometer la detención arbitraria, en los locales o en otros, (d) las multas que se impongan a las personas que bajo falsos cargos procuraren la detención arbitraria o coadyuvaren a ella maliciosamente, (e) los que perciban por conceptos de intereses sobre sus depósitos y (f) Los que perciba por concepto de donaciones”. 23 75. De acuerdo a lo estipulado por el Código Civil (artículo 1969) “aquel que por dolo o culpa cause un daño a otro esta obligado a indemnizarlo”. Dicha legislación también contempla la existencia del daño inmaterial, especificando que la víctima debe ser compensada proporcionalmente al grado de daño causado y la remuneración debe considerar las consecuencias de la acción o la omisión que causaron los daños corporales o inmateriales y debe haber una relación causal entre el acto y el daño.58 76. Aunque en principio puede iniciarse una demanda civil en contra del Estado y/o de los individuos responsables independientemente de un proceso penal, en la práctica es diferente ya que existen muchas barreras que impiden la ejecución de este recurso por parte de los agraviados. 77. También existe la posibilidad de obtener una reparación civil dentro de un proceso penal. El juez debe ordenar, como parte de la sanción penal, el pago de una reparación económica a la víctima o a su familia. De acuerdo con el Código Penal (artículo 92) “la reparación civil se determina conjuntamente con la pena” y en la sentencia se deberá determinar el “monto y los obligados a satisfacerla” (articulo 285 del Código de Procedimientos Penales). Tal reparación constituye una compensación dineraria que aprecia los daños y perjuicios producidos como resultado del crimen pero limita la responsabilidad del acto al oficial o individuo que cometió el acto (sin abordar por tanto la responsabilidad concurrente del Estado). 78. El juez puede, por iniciativa propia o por requerimiento de la victima o el fiscal, confiscar los activos del acusado en monto suficiente para cubrir el monto de la reparación civil. Tal orden llega a ser obligatoria si el acusado es encontrado culpable. Luego de abrir un caso, el juez requerirá una lista de activos del acusado que puedan ser confiscados, con excepción de aquellos activos eximidos por el Código Civil. Si el acusado no tiene suficientes activos y existen terceros civilmente responsables, los bienes de estos serán confiscados también. 2. Falta de Pautas para Definir los Montos Compensatorios Adecuados y Proporcionales al Daño Causado por Tortura y Malos Tratos 58 San Martín Castro, Cesar, Derecho Procesal penal, Lima, Grijley, 2000, p. 240. Artículos 1984 y 1985 del Código Civil. 24 79. El Comité contra la Tortura ha dejado claro que la compensación a las víctimas de tortura debe de ser consistente y regulada, y no otorgada a discreción de las autoridades.59 80. En el Perú han sido pocos los casos donde los sobrevivientes de tortura han logrado acceder a una reparación civil: muchos de ellos parecen refrenarse de tomar acciones legales debido a la completa impunidad que pesa sobre muchos de los crímenes cometidos. Pero incluso si un caso presentara muchos elementos en favor del agraviado, no hay pautas para definir adecuadamente las medidas de reparación y la manera de conceder remuneraciones monetarias. Mientras la ley habla del daño moral como aquel que se produce ocasionando la perdida ‘del proyecto de vida,’ no proporciona la dirección de cómo calcular el valor de estos daños. Así, los jueces utilizan su propia discreción para decidir el monto monetario por concepto de reparación y frecuentemente termina siendo una cantidad simbólica en vez de compensatoria. 81. Tras analizar los pocos casos en donde se ha otorgado compensación por tortura, es claro que los montos establecidos por concepto de reparación civil no son proporcionales al daño causado. Como se dijo, no existen pautas para calcular el valor de los daños y definir las medidas de reparación, por ende, se fijan compensaciones dinerarias en montos más simbólicos que compensatorios, contradiciendo lo establecido en la Convención contra la Tortura. Como ha sido observado por el Comité contra la Tortura: “una reparación « austera y simbólica », no es lo mismo que una reparación «adecuada y justa », como lo estipula el articulo 14 de la Convención”.60 82. Esta afirmación se sustenta al analizar los montos fijados en seis sentencias condenatorias por delito de tortura (confirmadas por la Corte Suprema de Justicia)61 en contraste con los montos otorgados a víctimas de tortura por el Estado peruano en procesos auspiciados bajo el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos. 59 ‘Observaciones Finales: Egipto,’ CAT/C/CR/29/4 (23 de diciembre de 2002). ‘Observaciones Finales: Chile’, CAT/C/CR/32/5 (14 de mayo de 2003). 61 Ver, Miguel Huerta Barrón, Gustavo Campos Peralta, ‘La Tortura en el Perú y su Regulación Legal’.COMISEDH (2005) Pág. 13. 60 25 83. En el caso de tortura y muerte de Pablo Pascual Espinoza Lome, la Sala Penal de Ayacucho condenó a los responsables a 4 y 12 años de pena privativa de libertad (más tarde elevada a 6 y 15 años por la Corte Suprema) y al pago de S/. 20, 000 Nuevos Soles (equivalente a $ 6,000 dólares estadounidenses aprox.) como reparación civil. 84. En la sentencia expedida en el caso de Huber Mendez Barzola, la Sala Penal de Ayacucho condenó a los responsables 6 años de pena privativa de libertad y se fijó el pago de reparación civil en S/. 6,000 Nuevos Soles ($ 1,800 dólares estadounidenses aprox.). 85. La Sala Mixta de Huaura-Huacho condenó a los responsables de tortura en agravio de Carlos Alejandro Mallqui Gaspar a 4 y 5 años respectivamente de pena privativa de libertad y al pago de reparación civil de S/. 5,000 Nuevos Soles ($1500 dólares estadounidenses aprox.). 86. En el caso de Esteban Minan Castro, la Sala Mixta de Ica condenó a los responsables a 5 años de pena privativa de libertad y al pago de una reparación de S/. 5,000 Nuevos Soles ($1500 dólares estadounidenses aprox.). 87. En el caso de Rolando Quispe Berrocal, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema reformó la sentencia expedida por la Sala Penal de Ayacucho y condenó a los responsables a 8 y 10 años de pena privativa de libertad respectivamente mas el pago de una reparación civil de 30, 000 nuevos soles (equivalente a $ 9, 000 dólares estadounidenses aprox.), suma nunca antes impuesta por un tribunal nacional en materia de tortura.62 88. En el caso de Juan Alberto Camargo Tenicela, la Sala Penal de Junín condenó al responsable a 50 meses de pena privativa de libertad más el pago de S/.1, 000 Nuevos Soles (equivalente a $3.14 dólares estadounidenses aprox) 89. En contraste con ello, se pueden comentar las reparaciones otorgadas por el Estado peruano a personas que han llevado sus casos ante Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos determinadas tanto en sentencias por la Corte como en montos acordados en procesos de ‘solución amistosa’. Por ejemplo, en febrero del 2002, el Estado peruano otorgó $120,000 62 http://www.justiciaviva.org.pe/nuevos/2005/octubre/27/tortura_personal_militar.pdf 26 dólares estadounidenses a Leonor La Rosa para resarcir la tortura que sufrió en manos del Servicio de Inteligencia del Ejército peruano63. 90. De igual forma, los montos compensatorios establecidos por la Corte Interamericana discrepan ampliamente de lo establecido por los tribunales nacionales. En el Caso Barrios Altos por ejemplo, se instituyeron montos de $250,000 y $175,000 dólares estadounidenses como compensación por daños morales y materiales.64 91. Sumado a ello, no se cuenta con programas de rehabilitación integral que ayuden a las víctimas a superar los daños y secuelas que dejaron por los hechos, ni medidas de restitución orientados a reinsertar a la víctima en situación similar a como se encontraba antes de que ocurrieran los agravios. El Comité contra la Tortura ha notado que la falta de programas de este tipo viola la obligación establecida en el artículo 14 de la Convención.65 3 92. Falta de Seguimiento del Pago Compensatorio como Parte de la Sanción Penal Por otro otra parte, ante un pedido de reparación en un caso penal, el sistema sólo garantiza el cumplimiento del mandato de encarcelación contra el sentenciado, sin encargarse de asegurar que el pago de las reparaciones civiles se cumpla. Aunque el pago se puede fijar al final de un proceso, este a menudo no guarda proporción con el daño ocasionado y existen muchas dificultades para hacerlo efectivo, presentándose muy a menudo el incumplimiento o negación de los sentenciados para cumplir lo dicho por el juez, carencia de activos para efectuar el pago y carencia de fondos por parte del agraviado para continuar con el proceso. CONCLUSION 93. Este documento ha tratado de los estándares internacionales y comparativos vinculados con el derecho a la reparación. Como principio de derecho internacional, el Estado peruano tiene que 63 Ver, REDRESS, ’Informe sobre Perú: Estudio Comparativo sobre Reparación por Tortura,’ (2003) Pág. 21 (http://www.redress.org/studies/Peru.pdf) 64 Caso de Barrios Altos (Chumbipuma Aguirre y otros vs. Perú), la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Ser. C. No. 87 (30 de noviembre de 2001) 65 ‘Observaciones Finales: Paraguay’, A/55/44 (10 de mayo de 2000). 27 cumplir con sus obligaciones internacionales que derivan tanto de la costumbre como de los tratados internacionales que ha firmado el Perú. 94. La costumbre internacional genera inmediatamente obligaciones para todos los Estados del mundo sin exigir acción o afirmación especifica. Ello se debe a que la costumbre internacional refleja la práctica de los Estados en su conjunto. Por ende, el derecho internacional requiere que todos los Estados cumplan con las obligaciones que vienen de la costumbre internacional.66 95. El Artículo 26 del Convenio de Viena sobre el Derecho de los Tratados 1969 (VCLT, por sus siglas inglesas) incorpora el principio de pacta sunt servanda según el cual: “Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellas de fe” Significa que las partes de un tratado están jurídicamente obligadas a cumplir e implementar las obligaciones contenidas en los tratados internacionales que han firmado y ejecutarlos de buena fe. 96. El Proyecto de Declaración sobre los Derechos y Deberes de los Estados 1949, elaborado por la Comisión de Derecho Internacional, articulo 13, establece que, Todo Estado tiene el deber de cumplir de buena fe con las obligaciones surgidas de los tratados y de cualquier otra fuente de derecho internacional, y no pueden invocar disposiciones de derecho interno para justificar su incumplimiento. 97. En la Convención Americana de Derechos Humanos, por ejemplo, los Estados se comprometen a “respetar los derechos y libertades reconocidos en ella [en la Convención] y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que este sujeta a su jurisdicción sin discriminación alguna.” 98. El Perú sigue el modelo “monista.” Esta doctrina provee que el derecho interno y el derecho internacional constituyen un único sistema jurídico; no son sistemas separados. Como consecuencia, el derecho internacional (tanto tratos internacionales vinculantes 66 Ver, Articulo 38 del Estatuto de La Corte de Justicia Internacional. También, Profesor Antonio Cassese, ‘International Law,’ Segunda Edición, (2005) paginas 156 – 7. 28 para el Estado peruano como la costumbre internacional) aplica directamente en el Perú sin que sea necesario un instrumento de incorporación al nivel interno. En resumen, el derecho internacional es parte del derecho peruano. 99. La Constitución Peruana de 1993, otorga primacía al derecho internacional, particularmente en lo relativo a derechos humanos. 100. En el caso de Santiago de Martín Rivas, el Tribunal Constitucional Peruano ha señalado que, Sobre el valor que pueda tener la referida jurisprudencia de los órganos internacionales de protección de los derechos humanos para la comprensión del ámbito protegido por los derechos reconocidos en la Constitución Política del Estado, en diversas oportunidades, este Tribunal ha destacado su capital importancia. Tenemos dicho, en efecto, que el contenido constitucionalmente protegido de los derechos reconocidos por la Ley Fundamental no sólo ha de extraerse a partir de la disposición constitucional que lo reconoce; de la interpretación de esta disposición con otras disposiciones constitucionales con las cuales pueda estar relacionada (principio de unidad de la Constitución), sino también bajo los alcances del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Tras el criterio de interpretación de los derechos fundamentales conforme con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, este Tribunal tiene dicho que este último concepto no se restringe sólo a los tratados internacionales en materia de derechos humanos en los que el Estado peruano sea parte (IV Disposición Final y Transitoria de la Constitución), sino que comprende también a la jurisprudencia que sobre esos instrumentos internacionales se pueda haber expedido por los órganos de protección de los derechos humanos (Artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional).67 101. Además, en el caso de Crespo Constitucional Peruano ha dictado que: Bragavrac, el Tribunal De conformidad con la IV Disposición Final y Transitoria de la Constitución Política del Perú, los derechos y libertades reconocidos en la Constitución deben interpretarse de conformidad con los tratados internacionales en materia de derechos humanos suscritos por el Estado Peruano. Tal 67 EXP. N.° 4587-2004-AA/TC (2004) Párr. 44. 29 interpretación, conforme con los tratados sobre derechos humanos, contiene, implícitamente, una adhesión a la interpretación que, de los mismos, hayan realizado los órganos supranacionales de protección de los atributos inherentes al ser humano y, en particular, el realizado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, guardián último de los derechos en la Región.68 102. En la Cantuta Vs Perú, la Corte aseveró que, ‘el Tribunal Constitucional del Perú ha reconocido el valor de las sentencias dictadas por tribunales internacionales cuya competencia ha reconocido Perú.’69 103. No es defensa por una violación del derecho internacional a invocar el derecho interno como excusa. (Articulo 27 de la VCLT 1969).70 104. El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en su Observación General No. 31 provee que: Cuando existan incompatibilidades entre el derecho interno y el Pacto, el artículo 2 exige que el derecho o la práctica interna se modifique para cumplir las normas impuestas por las garantías sustanciales del Pacto.71 105. Además, por regla general, el Estado es responsable de cualquier acto u omisión a él atribuible bajo derecho internacional, constituyendo ellos una infracción de sus obligaciones internacionales.72 En caso de infracción el Estado continúa bajo con el deber de cumplir con la obligación vulnerada,73 de cesar 68 (STC 0217-2002-HC/TC) (citado en el caso de Santiago Martín Rivas, párr. 45). Caso de La Cantuta Vs. Perú, La Corte Interamericana de Derechos Humanos, (29 de Noviembre de 2006), Párr. 184 (citando el caso de Gabriela Orlando Vera Navarrete, Expediente No 2798-04-HC/TC (9 de diciembre de 2004) Párr. 8: ‘El mandato imperativo derivado de la interpretación en derechos humanos implica, entonces, que toda la actividad publica debe considerar la aplicación directa de normas consagradas en tratados internacionales de derechos humanos, así como en la jurisprudencia de las instancias internacionales a las que el Perú se encuentra suscrito’.) 70 Este principio recibió la primera recognición en el caso de Wimbledon, (1923) PCIJ, Ser. A., No. 1. Ver también, Greco-Bulgarian Communities case, PCIJ, Series B, No. 17 (1930). pagina 32; Case of the Free Zones of Upper Savoy and the District of Gex, Series A/B 1932 pagina 167; Treatment of Polish Nationals and Other Persons of Polish Origin or Speech in the Danzig Region, PCIJ Series A/B 1932, pagina 24. 71 Comité de Derechos Humanos de Las Naciones Unidas, ‘Observacion General, Numero 31’, adoptado el 29 de Marzo 2004, CCPR/C/21/Rev.1/Add.13, párr. 13. 72 Artículos 1 y 2 del Proyecto de Artículos sobre Responsabilidad del Estado de la Comisión de Derecho Internacional; Caso Almonacid Arellano y Otros Vs. Chile, Corte Interamericana de Derechos Humanos (26 de Septiembre de 2006), Párr. 123; Caso de los Niños de la Calle Vs Guatemala, La Corte Interamericana de Derechos Humanos, (19 de Noviembre de 1999), Párr. 220. 73 Articulo 29 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados 1949. 69 30 cualquier actividad infractora, de ofrecer garantías sobre la no reiteración y de prever reparación cuando sea apropiada.74 106. Por ende, es preciso que las cortes peruanas tomen en cuenta estos principios y apliquen el derecho internacional como parte del derecho peruano en la expedición de sus fallos. 107. En cuanto a las obligaciones internacionales, el derecho internacional no solo atribuye las obligaciones de asegurar la protección y la implementación de las obligaciones al Ejecutivo sino a todos los órganos del Estado, incluyendo el poder judicial. Por ejemplo, el Articulo 2(1) de la Convención contra la Tortura requiere: Todo Estado Parte tomará medidas legislativas, administrativas, judiciales o de otra índole eficaces para impedir los actos de tortura en todo territorio que esté bajo su jurisdicción. (negritas añadidas)75 108. En el caso de Almonacid Arellano, la Corte Interamericana sostuvo que, La Corte es consciente que los jueces y tribunales internos están sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces, como parte del aparato del Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de la Convención no se vean mermadas por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin, y que desde un inicio carecen de efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe ejercer una especie de “control de convencionalidad” entre las normas jurídicas internas que aplican en los casos concretos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, interprete ultima de la Convención Americana.76 74 Artículos 30 y 31 del Proyecto de Artículos sobre Responsabilidad del Estado de la Comisión de Derecho Internacional. 75 Ver También, Articulo 2(3)(b) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos, que provee que, “La autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquiera otra autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso, y desarrollará las posibilidades de recurso judicial.” 76 Caso Almonacid Arellano y Otros Vs. Chile, Corte Interamericana de Derechos Humanos (26 de septiembre de 2006), Párr. 124. 31 109. Hay varias declaraciones que pone énfasis en el deber e independencia de jueces al aplicar e interpretar el derecho internacional.77 Los Principios de Bangalore, por ejemplo, requiere que los jueces se actualicen y pongan al día con los desarrollos bajo el derecho internacional, particularmente los que tienen que ver con los derechos humanos.78 110. Lo mismo para los fiscales a quienes se le impone tomar en cuenta y aplicar el derecho internacional. En particular, la Directriz 15 de “Directrices sobre la Función de los Fiscales” provee que: Los fiscales prestarán la debida atención al enjuiciamiento de los funcionarios públicos que hayan cometido delitos, especialmente en los casos de corrupción, abuso de poder, violaciones graves de derechos humanos y otros delitos reconocidos por el derecho internacional y, cuando lo autoricen las leyes o se ajuste a la práctica local, a la investigación de esos delitos.79 Asimismo, la Directriz 16, Cuando los fiscales tengan en su poder pruebas contra sospechosos y sepan o tengan sospechas fundadas de que fueron obtenidas por métodos ilícitos que constituyan una violación grave de los derechos humanos del sospechoso, especialmente torturas, tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes u otros abusos de los derechos humanos, se negarán a utilizar esas pruebas contra cualquier persona, salvo contra quienes hayan empleado esos métodos, o lo informarán a los tribunales, y adoptarán todas las medidas necesarias para asegurar que los responsables de la utilización de dichos métodos comparezcan ante la justicia. Quedamos a disposición de esa Corte para suministrar cualquier aclaración o documento adicional que considere necesario para complementar la información suministrada. 77 Ver, Instituto de Derecho Internacional, Resolución adoptada en ‘Las Actividades de Jueces Nacionales y las Relaciones Internacionales de sus Estados’ Milan (1993). Disponible por http://www.idiiil.org/idiE/resolutionsE/1993_mil_01_en.PDF. 78 Principios de Bangalore sobre la Conducta Judicial,, (2002), parr. 6.4., disponible por http://www.unodc.org/pdf/crime/corruption/judicial_group/Bangalore_principles.pdf; 79 Aprobadas por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en La Habana (Cuba) del 27 de agosto al 7 de septiembre de 1990. (El texto original era en ingles; eso es una traducción informal) 32