Informe especial del director general concerniente a la

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Conferencia Internacional del Trabajo
78.a reunión 1991
Informe especial del Director General
concerniente a la aplicación
de la Declaración sobre la Acción
contra el «apartheid» en Sudafrica
Oficina Internacional del Trabajo Ginebra
ISBN 92-2-307534-3
ISSN 0251-3226
Primera edición 1991
Las denominaciones empleadas, en concordancia con la práctica seguida en las Naciones Unidas, y la
forma en que aparecen presentados los datos en las publicaciones de la OIT no implican juicio alguno
por parte de la Oficina Internacional del Trabajo sobre la condición jurídica de ninguno de los países,
zonas o territorios citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras.
Las referencias a firmas o a procesos o productos comerciales no implican aprobación alguna por la
Oficina Internacional del Trabajo, y el hecho de que no se mencionen firmas o procesos o productos
comerciales no implica desaprobación alguna.
Las publicaciones de la OIT pueden obtenerse en las principales librerías o en oficinas locales de la
OIT en muchos países o pidiéndolas a: Publicaciones de la OIT, Oficina Internacional del Trabajo,
CH-1211 Ginebra 22, Suiza, que también puede enviar a quienes lo soliciten un catálogo o una lista
de nuevas publicaciones.
Impreso en Suiza
PCL
INDICE
Páginas
INTRODUCCIÓN
Acontecimientos recientes en las esferas laboral y social en
Sudafrica
Situación económica
Antecedentes económicos y sociales
Sanciones y desinversión
Acontecimientos en el ámbito laboral
Sindicatos
Los sindicatos y la política social
Discriminación racial en la industria
Conflictos laborales y huelgas
Represión sindical
Ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo y otras normas
laborales
Seguridad y salud en el trabajo
Empleadores
Migraciones
Salarios y negociación colectiva
Cuestiones de mano de obra, empleo y formación
CAPÍTULO II : Informaciones suministradas por los gobiernos y las organizaciones de
empleadores y de trabajadores sobre las medidas tomadas contra el apartheid
Acción de los gobiernos
Acción de las organizaciones de empleadores
Acción de las organizaciones de trabajadores
1
CAPÍTULO PRIMERO:
III: Acción internacional contrai el apartheid
Acción de la OIT
Acción dentro del marco de las Naciones Unidas y de otras organizaciones
intergubernamentales
CAPÍTULO
3
5
5
8
11
11
18
19
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25
26
27
31
34
35
40
44
45
75
80
Ill
Ill
123
LISTA DE ABREVIATURAS DE USO FRECUENTE
AALC
ACNUR
AMCHAM
ANC
AWB
BAMCWU
BCAWU
BCM
BCWUSA
BDWA
BIRF
CAWU
CCAWUSA
CCE
CDF
CE
CEPA
CES
CFA
CIOSL
CMBU
CMOPE
CMU
COM
COMRO
COSATU
CSS
CTUC
CWIU
DBSA
ECOSOC
FAWU
FIET
Fondo AFRICA
FSM
GANUPT
Centro Africano-Americano del Trabajo
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
Cámara de Comercio Estadounidense de Sudafrica
Congreso Nacional Africano de Sudafrica
Movimiento de Resistencia Afrikaner
Sindicato de Trabajadores Negros de la Minería, la Construcción y
Afines
Sindicato de Trabajadores de la Edificación y la Construcción y
Afines
Movimiento Pro Conciencia Negra
Sindicato Sudafricano de Personal de Limpieza
Asociación de Personal Doméstico Negro
Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento
Sindicatos de Trabajadores de la Construcción y Afines
Sindicato de Trabajadores de Concesionarios de Comedores de
Empresa y Afines
Comisión de las Comunidades Europeas
Conferencia en Pro de un Futuro Democrático
Comunidad Europea
Comisión Económica para Africa
Confederación Europea de Sindicatos
Comisión Administrativa
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres
Confederación de Sindicatos Metalúrgicos y de la Construcción
Confederación Mundial de Organizaciones de Profesionales de la
Enseñanza •
Consejo de Sindicatos Mineros
Cámara de Minas
Organismo de Investigación de la Cámara de Minas
Congreso de Sindicatos de Sudafrica
Servicio Central de Estadísticas
Consejo Sindical de la Commonwealth
Sindicato de Trabajadores de la Industria Química
Banco de Desarrollo del Africa Austral
Consejo Económico y Social
Sindicato de Trabajadores de la Alimentación y Afines
Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales
Fondo de Acción para Resistir la Invasión, el Colonialismo y el
Apartheid
Federación Sindical Mundial
Grupo de Asistencia de las Naciones Unidas para el Período de
Transición
VI
HSRC
IPM
JCI
LEA
MDM
MWU
NACTU
NAFCOC
NEHAWU
NEUSA
NMC
NUF
NUM
NUMSA
NUNW
NUWCC
OATUU
OMS
OUA
PAC
PNUD
POTWA
PPWAWU
PTA
PWV
SABTA
SACCAWU
SACCOLA
SACOB
SACOL
SACTU
SACTWU
SACWU
SADCC
SADTU
SAIRR
SALC
SARHWU
SATEP
SATS
SATUCC
SBDC
SEAWU
Informe especial sobre el apartheid
Consejo Sudafricano de Investigaciones sobre Ciencias Humanas
Instituto de Administración de Personal
Johannesburg Consolidated Investment
Liga de Estados Arabes
Movimiento Popular Democrático
Sindicato de Trabajadores Mineros
Consejo Nacional de Sindicatos
Federación Nacional de Cámaras de Comercio Africanas
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Sanidad y
Afines
Sindicato Nacional de la Educación de Sudafrica
Comisión Nacional de Mano de Obra
Sindicato Nacional de Trabajadores Agrícolas
Sindicato Nacional de Mineros
Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudafrica
Sindicato Nacional de Trabajadores de Namibia
Comisión Coordinadora Nacional de los Trabajadores Desempleados
Organización para la Unidad Sindical Africana
Organización Mundial de la Salud
Organización de la Unidad Africana
Congreso Panafricano de Azania
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Asociación de Trabajadores de Correos y Telecomunicaciones
Sindicato de Trabajadores de las Industrias del Papel, Artes Gráficas,
Madera y Afines
Zona de Comercio Preferencial para los Estados de Africa Oriental y
Meridional
Pretoria Witwatersrand Vereeniging
Asociación de Taxistas Negros de Sudafrica
Sindicato Sudafricano de Trabajadores del Comercio, Restauración y
Actividades Afines
Comisión Consultiva de los Empleadores de Sudafrica sobre Cuestiones Laborales
Cámara de Comercio Sudafricana
Confederación Sudafricana del Trabajo
Congreso Sudafricano de Sindicatos
Sindicato Sudafricano de Trabajadores de la Industria Textil y de la
Confección
Sindicato Sudafricano de Trabajadores de la Industria Química
Conferencia de Coordinación del Desarrollo del Africa Meridional
Sindicato Democrático Sudafricano de Personal Docente
Instituto Sudafricano de Relaciones Raciales
Comisión de Trabajo de Africa Austral
Sindicato Sudafricano de Trabajadores de Puertos y Ferrocarriles
Equipo de Africa Meridional para la Promoción del Empleo
Servicios Sudafricanos de Transporte
Consejo de Coordinación Sindical de Africa Austral
Instituto para el Desarrollo de la Pequeña Empresa
Sindicato de Trabajadores de la Siderurgia, las Industrias Mecánicas y
Afines
Lista de abreviaturas
SEIFSA
SPI
SWAPO
TAWU
TGWU
UDF
UITA
UNCTAD
UNCTC
UNESCO
UNETPSA
UWUSA
VII
Federación de Industrias del Acero e Industrias Mecánicas de Sudafrica
Secretariados Profesionales Internacionales
Organización de los Pueblos del Sudoeste de Africa
Sindicato de Trabajadores del Transporte y Afines
Sindicato de Trabajadores del Transporte y de Otros Trabajadores
Frente Democrático Unido
Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y Afines
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
Centro de las Naciones Unidas sobre Empresas Transnacionales
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura
Programa de las Naciones Unidas de Enseñanza y Capacitación para el
Africa Meridional
Sindicato de Trabajadores Unidos de Sudafrica
INTRODUCCIÓN
El presente Informe especial se somete a la Conferencia en cumplimiento del
párrafo 5 de la Declaración actualizada sobre la Acción contra el Apartheid en
Sudafrica ', adoptada por la Conferencia en 1988. Este es el 27.° Informe especial sobre el particular presentado a la Conferencia por el Director General desde 1964.
Para compilar este informe, la Oficina Internacional del Trabajo ha recurrido a una amplia gama de fuentes utilizadas en su estudio sobre las consecuencias
del apartheid en las esferas laboral y social en Sudafrica. Esta documentación
está a disposición de quienes deseen consultarla en la Oficina Internacional del
Trabajo.
Siguiendo la práctica establecida en informes anteriores, en el capítulo primero se examinan los acontecimientos recientes registrados en las esferas laboral
y social en Sudafrica.
En el capítulo II se hace un análisis de las informaciones facilitadas por los
gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre las medidas tomadas contra el apartheid en cumplimiento del apartado a) del párrafo 5
de la Declaración, y se tienen en cuenta las recomendaciones formuladas en las
conclusiones adoptadas por la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid en
1990. De conformidad con el apartado b) del párrafo 5 de la Declaración, el
Comité sobre Discriminación examinará dichas informaciones en el curso de la
250.a reunión del Consejo de Administración (mayo de 1991). Las respuestas
también fueron examinadas por el Grupo de expertos independientes encargados de supervisar y controlar la aplicación de las sanciones y otras medidas
contra elbapartheid, cuyo informe había de someterse al Comité sobre Discriminación del Consejo de Administración en mayo de 1991. Este informe se presentará por separado a la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el
Apartheid.
En el capítulo III se examina la acción internacional contra el apartheid,
incluidas las medidas adoptadas por la OIT de conformidad con el párrafo 6 de
la Declaración y las conclusiones que contiene el informe de la Comisión sobre
la Acción contra el Apartheid, adoptado en la 77.a reunión (1990) de la Conferencia Internacional del Trabajo. Además, habida cuenta de las peticiones formuladas en la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid, este capítulo incluye un resumen de las medidas adoptadas en el marco de las Naciones Unidas y
de otras organizaciones intergubernamentales.
1
El Consejo de Administración decidió en su 248.a reunión (febrero-marzo de 1991) inscribir en
el orden del día de la 78.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (1991) un punto
relativo a la revisión, en la Declaración sobre la Acción contra el Apartheid en Sudafrica y Namibia,
con objeto de suprimir en el título y en el texto de la misma todas las referencias a Namibia hechas
antes de que este país accediese a la independencia, el 21 de marzo de 1990.
2
Informe especial sobre el apartheid
Con el fin de recopilar información para el presente Informe especial sobre
las medidas adoptadas a nivel internacional contra el apartheid, la OIT consultó
con las Naciones Unidas y con sus organismos especializados, la Organización
de la Unidad Africana (OUA) y los movimientos nacionales de liberación reconocidos por esa organización, la Liga de los Estados Arabes, el Fondo Internacional de Defensa y Ayuda, la Comisión de los Estados Unidos para África, la
Comisión de los Países Bajos para el Africa Austral, los movimientos contra el
apartheid del Reino Unido, Trans-Africa (Washington) y la Oficina sobre Africa,
de Washington. La información recibida de los organismos que respondieron a
estas peticiones también se incluye en el presente capítulo.
CAPITULO PRIMERO
ACONTECIMIENTOS RECIENTES EN LAS ESFERAS
LABORAL Y SOCIAL EN SUDAFRICA
El presente informe se refiere casi exclusivamente a los acontecimientos que
se produjeron en 1990 en relación con el apartheid y a sus repercusiones en el
terreno laboral. Sin duda, 1990 fue un año de extraordinaria importancia para
todos aquellos que, tanto dentro como fuera de la OIT, y en especial en Sudafrica, luchan por la erradicación del régimen del apartheid.
Estos acontecimientos se preveían ya en cierto modo cuando se presentó el
Informe especial del año pasado. En el curso de su 77.a reunión (junio de 1990),
la Conferencia Internacional del Trabajo fue informada acerca de las medidas
adoptadas para cambiar la situación existente y de las nuevas posibilidades que
se ofrecían a quienes se esforzaban por poner fin al apartheid.
Una prueba de tales cambios podía apreciarse ya en la alocución pronunciada por el vicepresidente del Congreso Nacional Africano (ANC), Nelson Mandela, ante la 77.a reunión de la Conferencia. Cabe recordar que cuando la OIT
adoptó su Declaración referente a la política de apartheid de la República Sudafricana, en 1964, Nelson Mandela se hallaba ya encarcelado. De ahí que su reconocimiento del papel desempeñado por la OIT en la campaña internacional para
poner fin al apartheid fuera tanto más conmovedor, como también lo fue el
ánimo que infundió para que prosiguiera el proceso — que se inició con su
excarcelamiento a principios de año — encaminado a conseguir una sociedad
justa y libre de la que se beneficien todos los sudafricanos. El ulterior debate en
la reunión de la Conferencia demostró la importancia de que la OIT prosiguiera
sus actividades, de común acuerdo con el resto de la comunidad internacional.
Asimismo, puso de relieve la determinación de la Organización a utilizar todos
los medios a su alcance para llevar este proceso a buen puerto.
En numerosos aspectos, el año considerado ha sido decisivo por lo que respecta al apartheid. El Gobierno sudafricano anuló numerosas medidas que se
consideraban fundamentales para el mantenimiento del régimen, además de
prometer que se adoptarían otras más en el curso del presente año. Se han dado
pasos importantes con el fin de cumplir las instrucciones señaladas por la Asamblea General de las Naciones Unidas para reexaminar la nueva postura que conviene adoptar con respecto al régimen. También se han registrado cambios en la
esfera de la legislación del trabajo. Esta evolución no hace sino confirmar lo que
ya se indicaba en el Informe especial del año pasado : el margen de aplicación del
apartheid está disminuyendo de manera evidente.
Ahora bien, todavía no se ha abolido el apartheid. Muchas de sus características subsisten y aún queda mucho por hacer para luchar contra sus consecuencias — y no digamos para superarlas —. En primer lugar, incluso si el apartheid
aparece como un sistema de segregación racial reglamentado, el mismo existe
4
Informe especial sobre el apartheid
además en virtud de una Constitución que niega los derechos humanos elementales a una abrumadora mayoría de la población; por otra parte, como el país
sigue dividido en distintas agrupaciones étnicas, son menores las posibilidades
de que dicha mayoría disfrute de los beneficios del desarrollo económico y
social. Pero el apartheid es aún más que eso, pues una segunda característica del
régimen es la disponibilidad de todo un aparato hábilmente urdido de medidas
represivas que se utilizan para garantizar su existencia. Por último, a lo largo de
los años, la aplicación de ese conjunto de medidas represivas y raciales ha contribuido de manera notable al empobrecimiento de la población. Estas tres
características del apartheid afectan, de una manera u otra, a los trabajadores y,
por tanto, interesan a la OIT. Mientras subsistan, las mismas deben ser objeto
no sólo de atención, sino también de ciertas medidas, como, por ejemplo, las
que se indican claramente en el Programa de Acción contra el Apartheid, anexo a
la Declaración actualizada sobre la Acción contra el Apartheid en Sudafrica,
entre las cuales figura la aplicación de sanciones y de otras disposiciones conexas
por parte de los constituyentes de la OIT.
El grado en que la OIT puede desempeñar un papel efectivo respecto del
apartheid tal como lo conocemos hoy es algo que depende no sólo del cometido
de las otras partes que intervienen en el proceso de erradicación de tal régimen,
ya sea en el plano internacional, regional o incluso local, sino también de que la
Organización halle la forma de responder positivamente a los llamamientos que
le hacen, dentro de las esferas de competencia que le son propias, quienes más
necesitan su ayuda en la tarea de poner fin al apartheid y construir en su lugar un
orden social justo y equitativo.
En 1990 se dio ya un paso en esta dirección cuando la OIT respondió positivamente a la iniciativa de las principales organizaciones sindicales libres de
Sudafrica con miras a conseguir un consenso sobre las medidas que debían
tomarse para eliminar los aspectos inaceptables de la legislación laboral. Es de
señalar que tal iniciativa recibió el respaldo explícito de Nelson Mandela en su
discurso pronunciado ante la reunión del año pasado de la Conferencia, además
de ser objeto de comentarios favorables por parte de los representantes de los
sindicatos sudafricanos que intervinieron ante la Comisión de la Conferencia
sobre la Acción contra el Apartheid. Otros elementos de esta esfera de interés de
la OIT podrán ser objeto de ulterior consideración por parte de la Comisión de
Investigación y de Conciliación en Materia de Libertad Sindical del Consejo de
Administración, tras la autorización dada últimamente por el Gobierno sudafricano para que el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas remita a
dicho órgano una queja formulada por el Congreso de Sindicatos de Sudafrica
(COSATU) sobre la violación de los derechos sindicales.
Desde hace ya algún tiempo, la OIT colabora con quienes tratan de eliminar
el reprobable legado del apartheid y labora en pro de una Sudafrica sin apartheid
mediante actividades de cooperación técnica en las esferas de competencia de la
Oficina. Hasta el momento, esta labor se ha concentrado en la asistencia a quienes se han visto obligados a desarrollar sus actividades a partir de bases situadas
fuera del territorio sudafricano. Ahora bien, el levantamiento en 1990 de las
restricciones que pesaban sobre las organizaciones (incluidos los sindicatos y los
movimientos de liberación nacional) ha provocado un aumento de las solicitudes de ayuda dentro del territorio sudafricano por parte de dichas organizacio-
Acontecimientos recientes
5
nes. Naturalmente, se ha facilitado la ayuda solicitada siempre que ha sido posible, pero de tal forma que hasta el momento no ha requerido la presencia de
funcionarios de la OIT en Sudafrica. En opinión del Director General, no es de
prever una modificación de la política de la OIT al respecto hasta que se examine la cuestión en la Conferencia a la luz de los cambios que tienen lugar en
Sudafrica. El Director General espera que este examen permita llegar a conclusiones claras acerca de la conveniencia de responder positivamente a tales peticiones.
SITUACIÓN ECONÓMICA
Antecedentes económicos y sociales
En 1990, el PIB registró un descenso del 1 por ciento, mientras que el crecimiento demográfico se mantuvo en casi un 3 por ciento, lo que redujo aún más
el PIB per capita, que venía disminuyendo sistemáticamente desde 1975. La
situación económica se vio nuevamente afectada cuando, a fines de 1989, empezó un período de recesión, que provocó el despido de decenas de miles de trabajadores y agravó las dificultades económicas para sus familias.
En 1990, la industria de la minería del oro anunció la necesidad de despedir
a 20 000 trabajadores. Por otro lado, la Cámara de Minas (COM) declaró que,
de no mantenerse el precio del oro a 420 dólares de los Estados Unidos la onza,
habría que proceder al despido de 80 000 a 100 000 mineros en el curso de los
próximos años debido a los bajos precios del oro en el mercado internacional, al
empobrecimiento del mineral y al aumento de los costos. El Sindicato Nacional
de Mineros (NUM) informó de la supresión de 32 000 puestos de trabajo para
octubre de 1990, cifra ésta que superaba ampliamente el número de despidos
previsto por la COM. Desde entonces, el grupo Gencor ha anunciado el despido
de 10 000 trabajadores más. No obstante, el director ejecutivo de la COM refutó
las predicciones de que la industria se hallaba en franco declive. Vaticinó que
ésta mantendría su puesto de principal suministrador mundial de oro e incluso
aumentaría su participación en el mercado. Asimismo, preveía que dicha industria seguiría siendo el principal suministrador de empleo del país. De acuerdo
con estimaciones del Centro de Estudios de Geología Económica de la Universidad de Witwatersrand, quedan por extraer aún no menos de 40 000 toneladas de
oro, es decir, casi igual cantidad que la extraída desde que se iniciaron las operaciones de extracción (42 000 toneladas) en 1886.
La inflación, que superó el 14 por ciento en 1990, sigue siendo otro de los
rasgos preocupantes de la situación económica del país. El gobernador del Banco
de Reserva ha advertido a la industria y a los sindicatos que corren el riesgo de
perder trabajo y puestos de trabajo si no se hacen serios esfuerzos por contener
la inflación y proteger el valor del rand como divisa. Según dijo, dieciséis años
de inflación de dos cifras, a una media anual del 13,7 por ciento, han producido
un problema estructural que induce a los responsables de la economía a prever
fuertes tendencias inflacionistas, y adviritió que, si siguen aumentando los precios, a los productores sudafricanos les será cada vez más difícil competir con
los artículos importados, así como mantener su competitividad en los mercados
exteriores.
6
Informe especial sobre el apartheid
Según las previsiones, el excedente de la balanza de pagos sería ligeramente
superior a 5 000 millones de rands. El Banco de Reserva consiguió refinanciar
4 500 millones de rands de la deuda externa, que se debían pagar a mediados de
1990, gracias al acuerdo alcanzado para el reescalonamiento de la deuda del
país. Esta refinanciación contribuyó a reducir la carga del reembolso, que pasó
de 6 600 millones de rands a 2 200 millones, suma ésta mucho más fácil de
asumir. El Ministro de Finanzas anunció en septiembre de 1990 que la deuda
externa total de Sudafrica era de 18 000 millones de dólares de los Estados Unidos, lo que representaba un 76 por ciento de los ingresos procedentes de las
exportaciones. En 1985, cuando el Gobierno decretó la congelación de la deuda,
ésta ascendía al 178 por ciento de las exportaciones.
El economista jefe del Nedbank, Edward Osborn, ha calculado la deuda
externa congelada de Sudafrica en 7 000 millones de dólares. Los reembolsos de
capital en 1990 se estimaban en 1 600 millones de dólares, esperándose que los
mismos asciendan a 2 000 millones en 1991 y a 2 600 millones en 1993. El valor
de las exportaciones sudafricanas aumentó un 3 por ciento en 1990, mientras
que las importaciones descendieron el 1,2 por ciento. Las exportaciones de productos industriales arrojaron resultados excelentes, registrándose un aumento
del 66 por ciento en las exportaciones de vehículos y material de transporte, y
del 28,7 por ciento en las ventas de maquinaria.
Un equipo del FMI comunicó en junio de 1990 que se habían desmantelado
considerablemente las restricciones efectivas sobre las oportunidades económicas para los no blancos (eufemismo del Fondo para referirse al apartheid). También indicó que el Gobierno estaba siguiendo estrechamente en su política económica los consejos del Fondo, y predijo que, si aumentase la afluencia de capital, cabía esperar un incremento del empleo de negros, así como de la producción y los salarios. Una de las condiciones establecidas por el FMI para la concesión de un préstamo a Sudafrica era que la suma prestada debía servir para
mejorar la situación económica de la mayoría de los sudafricanos, conforme al
requisito establecido en 1983 de que no deberían enviarse fondos del FMI a
ningún país que practicase el apartheid. El gobernador del Banco de Reserva
advirtió que, incluso si Sudafrica resolvía sus problemas políticos, tendría que
adoptar, además, enérgicas medidas de reforma económica para obtener el capital extranjero que necesitaba.
Un nuevo e importante problema al que había que hacer frente era el elevado costo de las inversiones necesarias para tratar de reparar el abandono en que
se encontraban la educación, la vivienda y los servicios de salud y bienestar de la
comunidad negra tras los largos años de apartheid y los numerosos decenios de
segregación que lo habían precedido. La aceptación de que la reforma política
debe ir acompañada de una reforma económica de cierta envergadura quedó
demostrada por la decisión del Gobierno de asignar 2 000 millones de rands
(800 millones de dólares de los Estados Unidos) a la mejora de la situación
socioeconómica de la población sudafricana desfavorecida. Una tercera parte de
dicha suma será cubierta con fondos procedentes del programa de privatización.
Ahora bien, según la mayoría de las estimaciones, esa cifra es tan sólo una fracción de lo que se necesita para corregir el abandono y la discriminación mantenidos durante tantos años. La inmensidad de la tarea se ve agravada por el rápido crecimiento de la población negra. La población total sudafricana se estima-
Acontecimientos recientes
7
ba en 1990 en 37,5 millones de habitantes, de los que el 75,3 por ciento eran
negros, el 13,5 por ciento blancos, el 8,6 por ciento «de color» y el 2,6 por ciento
asiáticos. Por consiguiente, con respecto a 1960, la proporción de negros ha
crecido del 70,3 al 75,3 por ciento, la de blancos ha descendido del 17,9 al 13,5
por ciento, la llamada población de color se ha mantenido relativamente estable,
pasando del 8,9 al 8,6 por ciento, y otro tanto ha sucedido con la población
asiática, que ha pasado del 2,9 al 2,6 por ciento.
El número de alumnos negros que cursan estudios primarios ha pasado de
cerca de un millón en 1950 a más de siete millones en 1988. Ahora bien, la
educación no es obligatoria en muchas zonas, por lo que, a diferencia de lo que
sucede con los alumnos blancos, son numerosos los niños negros que no acaban
la enseñanza primaria. Se ha registrado también un incremento importante del
número de alumnos negros matriculados en la enseñanza secundaria, que pasó
de 35 000 en 1955 a aproximadamente 1,66 millones en 1988. Pese a ello, sólo
una minoría de los negros cursan estudios secundarios, sobre todo fuera de los
«bantustanes», en los cuales la escolarización ha sido mínima. Además, los disturbios registrados en 1976-1977 y el boicoteo de las escuelas desorganizaron y
perturbaron la enseñanza de toda una generación. En fecha más reciente se produjeron nuevas perturbaciones como consecuencia del clima de violencia sobrevenido en Natal y los barrios negros. Sólo el 2,5 por ciento de los adultos negros
han terminado la enseñanza secundaria; de ellos, menos del 1 por ciento ocupan
puestos directivos y el 60 por ciento están sin trabajo. En el 30 por ciento de los
hogares no hay un solo libro ; en el 80 por ciento de los que tienen niños no hay
electricidad, y sólo un 5 por ciento de los alumnos tienen su propio pupitre o
mesa para estudiar. En la enseñanza secundaria sólo se puede dar cabida al 20
por ciento de los alumnos negros, a causa del limitado número de escuelas y
profesores; en el 88 por ciento de las escuelas públicas sólo se imparte enseñanza
primaria, y el 73 por ciento de todas las escuelas se hallan en explotaciones
agrícolas y dependen del Departamento de Educación y Formación. Para conseguir un aumento apreciable de la escolarización de los negros habría que duplicar el número de maestros, alcanzando así la cifra de 475 000 para el año 2000.
Entretanto, el presupuesto de educación ascendía en 1988-1989 (incluidos los
gastos de capital) a 656 rands por alumno negro, frente a 2 882 rands por alumno blanco. Esta discrepancia se explica sólo en parte por los salarios mucho más
altos que perciben los profesores blancos, pues, aun excluyendo esas diferencias
salariales, la relación es de 280 a 1 300 rands entre alumno negro y alumno
blanco. En cuanto a las cantidades gastadas en libros de texto y artículos de
consumo, la relación era de 10 a 54 rands por alumno, respectivamente, en la
provincia de Transvaal.
La crisis de la vivienda entre la población negra es otro problema grave. El
Ministro de Hacienda ha señalado que para el año 2000 habrán de construirse
1,2 millones de viviendas en las zonas urbanas. Para lograrlo deberán construirse al menos cuatro veces más viviendas al año de las que se construyen actualmente (de 70 000 a 80 000). Las cifras que da el Ministro son refutadas por la
División de Tecnología de la Construcción del Consejo para la Investigación
Científica e Industrial, que estima el déficit actual en unos dos millones de
viviendas. Para el año 2000 se necesitará un total de 5,98 millones de alojamientos, lo que exige la construcción de unos 3,2 millones; en otras palabras, durante
8
Informe especial sobre el apartheid
el presente decenio deberían construirse 320 000 nuevas viviendas al año. Investigadores de Markinor han calculado que en la actualidad están asentadas ilegalmente en torno a las áreas urbanas alrededor de 3,7 millones de personas. Para
poder conseguir una hipoteca de 30 000 rands, el total de ingresos de la familia
debe ascender a 2 112 rands al mes; ahora bien, según las cifras del Consejo, un
78 por ciento de las familias negras están viviendo a duras penas con unos ingresos inferiores a 800 rands al mes.
Según indican las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Productividad (NPI), Sudafrica se está quedando muy a la zaga de sus competidores
comerciales, e incluso comienza a verse superada por algunos de sus competidores africanos. El NPI señalaba que la productividad del capital había descendido
un 32 por ciento desde 1970, mientras que la productividad laboral había
aumentado un 26 por ciento. De acuerdo con tales cifras, el nivel general de
productividad no aumentó en relación con el de hace veinte años. El director
ejecutivo del NPI, Jan Visser, señaló que no era posible lograr un crecimiento
económico razonable si no se mejoraba la productividad lo suficiente no sólo
para satisfacer las necesidades del mercado interno, sino también para aumentar
las exportaciones.
Sanciones y desinversión
Las sanciones internacionales contra Sudafrica se mantuvieron durante
1990, pese a la campaña del Gobierno para que se pusiera fin a las mismas en
reconocimiento de la nueva política del Presidente De Klerk. Sólo el Reino Unido se desolidarizó de una declaración política adoptada por la Comunidad Europea que, si bien mostraba una actitud abierta frente a los nuevos acontecimientos registrados en Sudafrica, mantenía el programa de sanciones. De conformidad con esa actitud de apertura, los ministros de Asuntos Exteriores de la CE
decidieron enviar a Sudafrica tres de sus representantes (de Irlanda, Francia e
Italia) en una misión exploratoria, a fin de establecer contactos con todas las
fuerzas políticas que participaban en las negociaciones e instarlas a que mantuvieran abiertas las vías del diálogo.
Los Estados Unidos anunciaron que continuarían con su programa de sanciones, pese a dar el visto bueno a la visita a Washington del Presidente De
Klerk. Un portavoz del Departamento de Estado, Warren Clark, afirmó que las
sanciones económicas internacionales habían influido finalmente en la actitud
de los dirigentes sudafricanos y que probablemente habían contribuido al anuncio hecho por el Presidente De Klerk de la adopción de reformas políticas radicales. Una delegación sueca que visitó Sudafrica recomendó que se atenuaran las
sanciones adoptadas por su país, pero las autoridades no han dado curso a esta
propuesta. El peso de las sanciones ha repercutido sin duda en la economía
sudafricana. Según estimaciones del Trust Bank, desde 1985 se ha registrado
una pérdida de divisas extranjeras de 16 000 millones de dólares de los Estados
Unidos y una pérdida de producción equivalente a 32 000 millones. El PIB ha
disminuido en 8 000 millones de dólares, y se han suprimido 500 000 puestos de
trabajo.
Pese al mantenimiento oficial de las sanciones, las exportaciones sudafricanas han seguido creciendo, salvo por lo que se refiere a los Estados Unidos y el
Acontecimientos recientes
9
Canadá. En 1989, el valor de las exportaciones a Europa occidental aumentó un
37 por ciento, el de las exportaciones a Oceania un 58 por ciento, y el de las
exportaciones a Asia un 27 por ciento. El incremento de las exportaciones a
Africa fue de, más o menos, un 40 por ciento. Alemania siguió siendo el principal copartícipe comercial de Sudafrica, con un intercambio comercial de aproximadamente 12 700 millones de rands en 1990. El Reino Unido, cuyos intercambios con Sudafrica se elevaron a 11 000 millones de rands, fue el segundo copartícipe comercial en cuanto a importancia, tras haber sustituido al Japón. El
monto del comercio de Sudafrica con el Japón fue de 8 600 millones de rands.
La empresa que más afectada se vio por las sanciones fue la Iron and Steel
Corporation (ISKOR). Hace unos años exportaba entre el 35 y el 40 por ciento
de su producción. Si bien el mercado europeo resultaba ya difícil incluso antes
de que se adoptaran las sanciones debido a sus propios excedentes de producción, la imposición de sanciones acabó con la competencia sudafricana ; pero el
golpe más duro fue causado por el cierre del mercado de los Estados Unidos,
especialmente lucrativo. Pese a los intentos por declarar un embargo sobre el
carbón sudafricano, la situación existente en el mercado mundial permitió a los
exportadores sudafricanos incrementar las ventas a fines de los años ochenta.
Las exportaciones de carbón a Europa aumentaron un 7,2 por ciento en 1989,
debido a la decisión francesa de seguir importando carbón, pese a la promesa
hecha en 1986 de no renovar sus contratos de compra, y al aumento de las
compras por parte de España. Según datos de la Comunidad Europea, los franceses compraron en 1989 un 9,7 por ciento más de carbón que en 1988.
Se ha seguido violando el embargo sobre el petróleo decretado por las Naciones Unidas. Según el Shipping Research Bureau, organismo con sede en los Países Bajos, un total de 28 petroleros transportaron crudo a Sudafrica durante el
período 1989-1990, efectuando algunos de ellos varios viajes a puertos sudafricanos. El Bureau enumera los 28 petroleros que transportaron crudo a Sudafrica
en 1989 y 1990. Se repite en la lista el nombre de algunos buques; así, se mencionan cuatro veces el Akli, de 232 699 toneladas; el Pacíficos, de 268 467 tone
ladas, y el Batís, de 155 089 toneladas. Además, se confirmaba la tendencia,
observada a partir de 1987, por parte de compañías navieras con sede en Hong
Kong, Grecia y Reino Unido, a ocupar el hueco que habían dejado los petroleros
noruegos al interrumpir el transporte de crudo con destino a Sudafrica. La compañía World-Wide Shipping Group, con sede en Hong Kong, ocupa el primer
puesto, con un total de 12 viajes, y cuatro compañías con sede en Grecia efectuaron 10 del total de 28 viajes. También destaca una compañía naviera austríaca, la Saarland Shipping Management GmbH, que llevó a cabo cuatro viajes
durante el período 1989-1990. La mayoría de dichos buques zarparon de los
Emiratos Arabes Unidos (12), Egipto (7) y Omán (3). Los restantes procedían de
países desconocidos de la región de Oriente Medio y el Golfo Pérsico. Las compañías navieras noruegas siguen desempeñando un importante papel, pues la
prohibición de transportar crudo no concierne a los barcos que transportan productos refinados de petróleo. A este respecto, el Bureau cita seis grupos noruegos: A/S Ocean/JPP Shipping y su socio Iver Bugge (que transportó fuel oil desde la Unión Soviética en 1988), Bulkhandling, V Ships Norway, Andreas
Ugland/Ugland Management, Anders Jahre y Leif Hoegh and Co. También se
cargaron productos refinados de petróleo en países de la cuenca mediterránea,
10
Informe especial sobre el apartheid
Europa oriental, Europa sudoccidental, Africa oriental y, sobre todo, Europa
noroccidental (casi siempre a través de Amsterdam). Los barcos no daban nunca
cuenta de su verdadero destino (la mayoría indicaban «Gibraltar en espera de
órdenes»). Unos 19 millones de galones de productos a base de petróleo fueron
enviados desde los Estados Unidos, pese a la ley general contra el apartheid de
1986, que prohibe el envío a Sudafrica de crudo o productos refinados del petróleo. El Departamento de Comercio de los Estados Unidos señaló que la ley sólo
se aplica a 49 de los cientos de los productos petrolíferos que existen.
La falta de capital extranjero sigue constituyendo un importante obstáculo
para el crecimiento. Los bancos extranjeros se mostraban más dispuestos a refinanciar los préstamos — a un alto precio para el Banco de Reserva de Sudafrica —, pero eran reacios a introducirse en el mercado sudafricano. Al parecer,
esta actitud obedecía no tanto a la política de sanciones en vigor como a consideraciones financieras sobre la solvencia crediticia del país, los nubarrones que
se cernían sobre su futuro político y las altas tasas de inflación. Seguían, pues,
sin cumplirse las esperanzas de que el FMI reanudara la concesión de préstamos
a Sudafrica. Se denegó un préstamo de 250 millones de rands, suma relativamente pequeña. No se ha obtenido ningún préstamo del FMI durante los últimos siete años. Sudafrica está muy interesada en conseguir un préstamo de este
Fondo, aunque sólo sea a título nominal, con objeto de mejorar su imagen desde
el punto de vista crediticio. En efecto, la concesión de tales préstamos constituiría un acicate para los bancos extranjeros, por ser un medio de atenuar temporalmente los déficit en las reservas.
Se ha tratado de saber hasta qué punto las empresas extranjeras que habían
retirado sus inversiones de Sudafrica o inversionistas nuevos estarían dispuestas
a entrar de nuevo o por primera vez en el mercado sudafricano tras levantarse
las sanciones. En un artículo aparecido en Development Policy Review, publicación del Instituto Británico de Desarrollo de Ultramar, se mostraba que muchas
de las empresas del Reino Unido que habían retirado sus fondos del Africa
meridional no estaban dispuestas a volver a esa zona. Y lo mismo cabe decir
acerca de las compañías de los Estados Unidos, según Wayne Mitchell, director
ejecutivo de la Cámara de Comercio Americana en Sudafrica, para quien
muchas de las empresas que habían dejado el país lo habían hecho a causa de la
atmósfera de tensión existente entre sus trabajadores y no estaban dispuestas a
vivir de nuevo semejante situación. No obstante, seis de las empresas que
habían retirado sus inversiones habían emprendido estudios de viabilidad para
examinar las posibilidades de volver a instalarse en el país. Otras ocho empresas
de los Estados Unidos — incluida la Upjohn Limited, que vendió su filial,
Asgrow, a empresarios locales — retiraron sus inversiones en 1990. Ciento treinta empresas de los Estados Unidos que siguen trabajando en Sudafrica se mostraban reticentes acerca del resultado de los actuales acontecimientos políticos.
En total, 343 empresas — 209 de los Estados Unidos, 84 del Reino Unido, 34 de
Alemania y 16 del Canadá — han retirado sus inversiones de Sudafrica desde
1984. Las multinacionales de los Países Bajos se enfrentaron a nuevas presiones
para que retirasen sus inversiones como consecuencia de un acuerdo entre el
Sindicato de Trabajadores de la Industria Química de Sudafrica (CWIU) y el
Sindicato Industriebond, de los Países Bajos, en el que se pedía que se concedieran a los trabajadores sudafricanos los mismos derechos que a sus colegas holán-
Acontecim ien tos reden tes
11
deses en lo referente a las normas de salud y seguridad internacionalmente aceptadas, al derecho a negociar prestaciones parentales y de jubilación, y a la prohibición de despidos por razón de huelgas oficiales. Industriebond se encargó de
presentar estas demandas a las multinacionales holandesas, tales como Royal
Dutch Shell, Unilever y Philips.
El debate sobre las sanciones se intensificó hacia fines de año, a medida que
siguieron desarrollándose el comercio extranjero y las relaciones diplomáticas.
El Gobierno sudafricano estableció relaciones comerciales y diplomáticas con
Hungría, Polonia y Rumania, y el Ministro de Comercio, Kent Durr, encabezó
una delegación enviada a la Unión Soviética en agosto. Alrededor de 33 empresas polacas organizaron una feria comercial en Pretoria, y el comercio de carbón
entre los dos países aumentó.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Sudafrica y el Presidente checoslovaco,
Vaclav Havel, se reunieron en noviembre y acordaron restablecer las relaciones
diplomáticas a nivel consular, tras un lapso de veintisiete años. Dinamarca abrió
una embajada, y Suecia decidió mantener su representación diplomática con
una legación, sin elevar de momento ésta al rango de embajada.
Una delegación soviética dirigida por el miembro del Consejo de Ministros
Andrei Chernunkin negoció un acuerdo por valor de 300 millones de rands para
la construcción por Sudafrica de viviendas de bajo costo en la RSS de Bielorrusia y la RSS de Ucrania como parte del proyecto de reasentamiento de Chernobil. Esos 300 millones de rands se pagarán por medio de créditos y operaciones
de trueque. La delegación soviética se reunió con el ANC y el Partido Comunista Sudafricano (SACP), y el secretario general del ANC, Alfred Nzo, dijo después que los distintos movimientos habían aceptado que Sudafrica participase
en el proyecto, a condición de que no se levantasen todavía las sanciones.
El Servicio de la CE de Cooperación para el Desarrollo decidió abrir una
oficina en Pretoria para vigilar el programa de la CE de medidas positivas contra el apartheid y asesorar en la materia. Esto se produjo después de la supresión
de ciertas sanciones negativas (principalmente la prohibición de las inversiones)
por los jefes de Estado y de gobierno que se reunieron en Roma en diciembre.
Sin embargo, las relaciones diplomáticas de la CEE con el Gobierno sudafricano
seguirán de momento como hasta ahora.
ACONTECIMIENTOS EN EL ÁMBITO LABORAL
Sindicatos
Durante el período considerado, la afiliación sindical creció hasta superar
con creces los dos millones. De acuerdo con tales cifras, Sudafrica cuenta con el
doble de sindicalistas, en términos relativos, que varios países industrializados.
La mayoría de los afiliados sindicales pertenecen a las principales federaciones
no raciales: el Congreso de Sindicatos de Sudafrica (COSATU) y el Consejo
Nacional de Sindicatos (NACTU). Los trabajadores blancos están afiliados en su
mayoría a la Confederación Sudafricana del Trabajo (SACOL), la Confederación de Sindicatos Metalúrgicos y de la Construcción (CMBU) y el Sindicato de
Trabajadores Mineros (MWU). Un controvertido número de trabajadores está
afiliado a 176 sindicatos independientes, 43 de los cuales han acordado crear en
1991 una federación de sindicatos independientes. Un número relativamente
12
Informe especial sobre el apartheid
pequeño de trabajadores, todos ellos de origen zulú, están afiliados al Sindicato
de Trabajadores Unidos de Sudafrica (UWUSA), que se inspira en el Inkatha. El
Congreso Sudafricano de Sindicatos (SACTU), organización en el exilio emparentada con el ANC, decidió proceder a su autodisolución.
Tras el levantamiento de la prohibición que recaía sobre el ANC, el PAC y el
SACP, y el inicio de conversaciones para la elaboración de una nueva constitución democrática, las federaciones no raciales comenzaron a ocuparse mucho
más de los asuntos nacionales. EL COSATU anunció su decisión de engrosar la
alianza ANC/SACP, mientras que el NACTU, que cuenta con algunos dirigentes
favorables al PAC y al Movimiento pro Conciencia Negra (BCM), decidió no
afiliarse a ningún partido político. El COSATU utilizó sus estructuras y recursos
para ayudar al ANC y al SACP a crear sus organizaciones de base. Sus principales dirigentes instaron a los trabajadores a afiliarse a cualquiera de las dos organizaciones. Mientras que ni el ANC ni el PAC han celebrado aún el congreso
para elegir sus nuevos órganos ejecutivos nacionales, el SACP nombró con'
carácter provisional a 25 dirigentes regionales, de los que 13 son militantes sindicales, todos ellos relacionados con el COSATU o sus organizaciones afiliadas.
El COSATU ha indicado que desea participar de manera independiente en
las negociaciones relativas a la nueva constitución sudafricana. Quiere influir en
el futuro en la estructura económica del país por medio de la elaboración de un
programa socioeconómico, y propone diversos procedimientos para reforzar las
instituciones de la sociedad sudafricana en una economía post-apartheid en la
que se reconozca, «por las vías legislativa y constitucional pertinentes», el derecho a la huelga, a la información y a negociar colectivamente. En las recomendaciones para una política económica después del apartheid, elaboradas en un
seminario del ANC y el COSATU sobre política económica, se formula también
el principio de dotar de poder a los sindicatos mediante la creación de «una
sociedad sudafricana fuerte, independiente del Estado y del poder político, y con
auténticos poderes económicos y de otro tipo».
Puesto que los dirigentes sindicales invocan tan frecuentemente el principio
de la autonomía sindical, cabe suponer que lo consideran de la mayor importancia. Cuando el COSATU y el SACTU se reunieron en marzo de 1990 para discutir el futuro del SACTU, se pusieron de acuerdo en que el movimiento sindical debía permanecer independiente y bajo el control democrático de sus propios miembros. En su comunicado conjunto se afirmaba asimismo que, si bien
se ha de animar a los miembros de los sindicatos a afiliarse y a ocupar posiciones de liderazgo en los partidos políticos, debe existir una separación entre la
dirección del movimiento sindical y la de los partidos políticos. El secretario
general del Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudafrica
(NUMSA), Sr. Moses Mayekiso, insistió en la importancia de mantener las
estructuras sindicales separadas de las de los partidos políticos. El secretario
general del COSATU, Sr. Jay Naidoo, declaró que toda organización de masas
debe conservar su carácter propio y permanecer bajo el control democrático de
sus miembros.
Las federaciones laborales no raciales obtuvieron en 1990 varias victorias
significativas. La más importante fue, con gran diferencia, la de hacer aceptar,
primero por los empleadores y después por el Gobierno, profundas modificaciones de la controvertida ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo
Acontecimientos recientes
13
(LRAA). Uno de los cambios fue el reconocimiento de la importancia de que los
empleados del sector público, que representan casi un millón de personas, puedan organizar sindicatos y participar en la negociación colectiva. Después de
años de resistencia, la dirección de ferrocarriles y puertos, empresa de propiedad
estatal, aceptó el registro del Sindicato Sudafricano de Trabajadores de Puertos
y Ferrocarriles (SARHWU) y el inicio de negociaciones sobre los salarios y las
condiciones de trabajo. Se consiguió este derecho tras una de las huelgas más
sangrientas de la historia laboral reciente. La actitud del SARHWU en materia
de discriminación racial recibió el apoyo de un número creciente de trabajadores blancos que se afiliaron al sindicato a pesar de la oposición de los empleadores. Cada vez eran más los trabajadores blancos que reconocían el hecho de que
los sindicatos no racistas lograban mejores resultados en la lucha por sus afiliados; incluso los trabajadores blancos del ISKOR pidieron al NUMSA que los
apoyara en sus reivindicaciones.
No obstante, los sindicatos no raciales cuentan todavía con pocos trabajadores blancos entre sus miembros. La posibilidad de crear el primer sindicato del
sector de la enseñanza amplio y verdaderamente no racista cristalizó cuando 10
asociaciones de profesores decidieron unirse para constituir el Sindicato Democrático Sudafricano de Profesores (SADTU). Las dos principales organizaciones
de personal docente blanco, si bien aplazaron su decisión en cuanto a su adhesión, manifestaron un prudente optimismo acerca de la decisión que tomarían
tras observar cómo se desarrollaba el SADTU.
El principal objetivo tanto del COSATU como del NACTU es organizar a la
enorme cantidad de desempleados y de trabajadores agrícolas. En la conferencia
anual de la Comisión Coordinadora Nacional de los Trabajadores Desempleados (NUWCC), que reagrupa a ocho comités regionales, se reconocieron las dificultades con que se tropieza al intentar organizar a los millones de desempleados
sudafricanos. La Comisión decidió fundar un sindicato nacional, con unas cuotas de afiliación muy reducidas, que guíe a los trabajadores desempleados o con
un empleo a tiempo parcial, muchos de ellos analfabetos, a través de las complejidades de la legislación de la Caja de Seguro de Desempleo, evitando así su
desmoralización.
El COSATU, con más de un millón de miembros, sigue siendo la principal
organización de trabajadores del país. Sus objetivos de largo alcance figuran en
una declaración hecha en común con el ANC relativa a una «política económica
posX-apartheid». En dicha declaración se recomienda, entre otras cosas: que se
estimulen las inversiones exteriores; que se proceda a las nacionalizaciones en
tanto que parte esencial de la reconstrucción; que se tomen medidas contra la
discriminación sexual; que se preste ayuda a las pequeñas empresas; que se
favorezcan las inversiones en la industria minera, y que se satisfagan las necesidades esenciales de la población en materia de bienestar, vivienda, salud y educación.
El Sr. Jay Naidoo, secretario general del COSATU, dijo que este Congreso
había acogido con satisfacción la segunda declaración hecha en febrero por el
Presidente De Klerk, calificándola de «trascendente y valerosa», pero añadió
que todavía estaba lejos de colmar las esperanzas de la mayoría de los sudafricanos. El Sr. Sydney Mufamadi, secretario general adjunto del COSATU, habló de
la necesidad de construir estructuras constitucionales unificadas y permanentes
14
Informe especial sobre el apartheid
para consolidar la unidad entre el COSATU, el NACTU y los sindicatos independientes. El Sr. Naidoo pasó una semana en la sede de la OIT en Ginebra.
Además de esta participación activa en un proceso encaminado a dar una
nueva constitución a Sudafrica, el COSATU ha emprendido con éxito diversas
campañas. Su campaña en pro de un salario vital, centrada ante todo en la seguridad del trabajo, fue ampliada para reivindicar también la negociación centralizada de los salarios y pedir que se pusiera fin a la política de privatización del
Gobierno. El COSATU decidió no presionar en favor de un salario nacional
mínimo, que sería aplicable a todos los sectores industriales y a los trabajadores
urbanos y rurales por igual. En su proyecto de «carta del trabajador» se prevén
el derecho a la huelga, libre de persecuciones legales y prohibiciones, el derecho
a la independencia sindical, el derecho a participar en todas las estructuras del
Estado en interés de los miembros sindicales, y el derecho de los trabajadores a
participar en la planificación económica nacional.
Las organizaciones afiliadas al COSATU también llevaron a cabo sus propias campañas. El Sindicato Nacional de Mineros (NUM), muy preocupado
ante la amenaza de desaparición de 100 000 puestos de trabajo en el sector
minero durante el próximo decenio, inició una campaña contra los despidos
masivos, que también fue apoyada por el Sindicato de Trabajadores Mineros
(MWU), blanco. El NUM respaldó la campaña contra las reducciones de personal con dos reivindicaciones: creación de un fondo de reducción de personal
financiado por medio de una contribución de 10 por ciento de los dividendos
pagados por las compañías mineras, con objeto de asegurar la readaptación y el
perfeccionamiento de los trabajadores a fin de desempeñar un nuevo empleo, y
un programa gracias al cual sus miembros comiencen a adquirir la formación
necesaria para contribuir a la gestión de la industria minera. El NUM criticó el
«control monopolistico de la estratégicamente importante industria minera»,
alegando que era «irracional que esta industria estratégica permanezca bajo el
control de gente que sólo se interesa en realizar grandes beneficios». De común
acuerdo con el ANC, propuso el «desmantelamiento de las corporaciones en
unidades», siempre que fuera factible. El NUM se quejó de la falta de una
estructura industrial de base para la transformación de las materias primas,
como el oro, una gran parte del cual se exportaba y revendía al país en forma de
artículos de joyería. Afirmó que la expansión de la industria del oro y de los
diamantes podría permitir la creación de miles de puestos de trabajo.
Tratando de atenuar el conflicto provocado por las discrepancias existentes
en cuanto a la medida en que debería respetar la Carta de la Libertad, el Sindicato Sudafricano de Trabajadores del Comercio, Restaurantes y Actividades
Afines (SACCAWU), con más de 90 000 miembros, decidió en su primer congreso adoptar una resolución en la que se hacía un llamamiento a favor de la
tolerancia y la libertad de expresión. El Sindicato decidió favorecer la democracia en el lugar de trabajo y en sus propias estructuras y colectividades por medio
de la educación, así como ejerciendo la tolerancia política y luchando por la
unidad, y apoyar la elaboración de un código de conducta para todas las organizaciones. Aún más, el SACCA WU decidió estudiar la posibilidad de afiliarse a
dos secretarías sindicales internacionales: la Unión Internacional de Sindicatos
de Trabajadores de la Alimentación e Industrias Conexas (IUF) y la Federación
Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales (FIET).
Acontecimientos recientes
15
El Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudafrica (NUMSA), que cuenta con 220 000 miembros, declaró que su objetivo a largo plazo era
la «construcción de una Sudafrica socialista». Este objetivo aparece en el lema
adoptado para la campaña en pro de un salario vital — «nuestra industria,
nuestro país, hacia el control obrero». Durante el período considerado, el NUMSA hizo campaña en favor de: un consejo nacional en la industria del automóvil; la revisión del sistema del consejo industrial, para democratizarlo; la seguridad del empleo, amenazada por la contratación de mano de obra temporal ; la
creación de puestos de trabajo; planes de formación para mejorar las calificaciones de los trabajadores, y una plataforma de negociación común para todos los
sindicatos, a fin de reforzar su posición en las negociaciones de ámbito nacional.
El Sindicato de Trabajadores de la Construcción y Afines (CAWU) pidió al
COSATU que considerara, como una cuestión urgente, la necesidad de un programa de alfabetización para los trabajadores en escuelas nocturnas, y que instara a los empleadores a invertir en estas escuelas. También pidió encarecidamente a sus miembros que se afiliaran al ANC y ayudaran a difundir sus principios,
y que, además, estimularan la participación de las mujeres en el sindicato, de
acuerdo con su política antisexista.
El Consejo Nacional de Sindicatos (NACTU) afirmó que había aumentado
la cantidad de miembros cotizantes hasta 300 000, lo que supone un incremento
de aproximadamente 100 000 personas en un año. Esto se debía no sólo al incremento del número de miembros de cada sindicato, sino también a la afiliación
del Sindicato de Trabajadores Negros de la Red de Transportes (BLATU), que
cuenta con 31 750 miembros. El secretario general del BLATU, Sr. Moses Matsamela, afirmó que su sindicato se había opuesto a que el NACTU se alineara
con cualquier organización política. Esto fue confirmado por el secretario general del NACTU, Sr. Cunningham Ngcurana, y el presidente, Sr. James Mndaweni. El NACTU expulsó a tres de sus afiliados: el Sindicato de Trabajadores
Negros de la Minería, la Construcción y Afines (BAMCWU), el Sindicato de
Trabajadores del Textil (TWU) y la Asociación de Personal Doméstico Negro
(BDWA). Las razones que se dieron para explicar esta decisión fueron la falta de
pago de las cuotas obligatorias y la falta de disciplina.
Los principales afiliados del NACTU son: el Sindicato Sudafricano de la
Industria Química (SACWU), cuyo número de miembros ha crecido hasta llegar
a casi 41 000 personas; el Sindicato de Trabajadores de la Hostelería y Suministro de Alimentos y Bebidas Alcohólicas (8 000 miembros), el Sindicato de Trabajadores de la Siderurgia, la Ingeniería e Industrias Conexas (SEAWU)
(20 000), el Sindicato de Trabajadores del Transporte e Industrias Conexas
(TAWU) (15 000) y el Sindicato de Trabajadores de la Metalurgia de Sudafrica
(12 000). Otra organización afiliada es el Sindicato de Trabajadores de la Edificación y la Construcción y Afines (BCAWU), que al parecer cuenta con más de
35 000 miembros. En su tercer Congreso Nacional, el NACTU eligió un nuevo
comité ejecutivo tras haber modificado la constitución para que el presidente, el
vicepresidente y el tesorero puedan seguir en sus cargos durante más de dos
mandatos consecutivos.
El Congreso tomó la resolución de cooperar con todas las organizaciones
políticas, con el debido respeto de las políticas y principios de la federación,
16
Informe especial sobre el apartheid
incluidas el PAC, el ANC y el Movimiento Popular Democrático (MDM). También estableció las condiciones que debían regir para llegar a una solución política negociada: una persona, un voto, en un país unido no racista, y redistribución de los recursos, en particular de la tierra. Extendiéndose sobre la posición
del NACTU en las negociaciones, el Sr. Mndaweni dijo que «si bien el futuro
está cuajado de posibilidades, creemos que antes de iniciar las negociaciones
habría que alcanzar un consenso dentro del amplio movimiento de liberación, a
fin de evitar fricciones».
Como parte de sus actividades, el NACTU emprendió una campaña para
acabar con la entrada de trabajadores calificados procedentes de Europa oriental
y occidental, y para forzar a los empleadores y al Gobierno a formar a los trabajadores negros y a desarrollar sus capacidades. También organizó un día nacional de protesta para apoyar a 1 500 trabajadores agrícolas que seguían una huelga prolongada en las plantaciones de cítricos Zebediela, de propiedad estatal, y
propuso un boicoteo de los frutos de estas plantaciones.
En una época en que el desempleo entre los trabajadores blancos alcanzaba
proporciones más elevadas que nunca, éstos mostraron un nuevo espíritu de
lucha. La primera huelga seria de dichos trabajadores tuvo lugar en abril de
1990, cuando unos 10 000 miembros del Sindicato del Personal Administrativo
y de Explotación de la Red de Transportes (ROSUT) empezaron a realizar paros
esporádicos en varios puntos del país, en apoyo de una reivindicación salarial.
La Confederación Sudafricana del Trabajo (SACOL) condenó el proyecto de
derogación de la ley sobre reserva de servicios separados, alegando que esto sólo
podía llevar a un conflicto entre distintos sectores de la población. Recordando
que la derogación se aplicaba tan sólo a los lugares públicos, el secretario general
de la SACOL insistió en que los servicios de bienestar en el lugar de trabajo son
un derecho de los trabajadores, y que el hecho de que los empleadores procedieran unilateralmente a cambios al respecto, sin antes consultar a las partes interesadas para obtener un consenso, podría constituir una práctica laboral desleal
con arreglo a la ley sobre relaciones de trabajo.
Según el secretario general adjunto del COSATU, Sr. Sydney Mufamadi, lo
que tiene que hacer el movimiento laboral democrático, por encima de todo, es
convencer a los trabajadores blancos de que las causas del descenso de su nivel
de vida radican en el carácter capitalista de la economía del país. Enfatizó sobre
la necesidad de no diferir esfuerzos para lograr la afiliación de trabajadores blancos al COSATU. El presidente del NUM pidió a los mineros blancos que se
afiliaran a este sindicato, afirmando que algunos lo habían hecho ya en minas
que no eran miembros de la Cámara de Minas. Añadió que el NUM no deseaba
que los trabajadores blancos perdieran su empleo o sus privilegios: «Lo que
queremos es la igualdad de oportunidades para todos los trabajadores, independientemente de su raza. » Por primera vez, representantes del sindicato blanco
MWU se sentaron a la mesa de negociaciones junto a los del NUM con la Cámara de Minas para tratar de las reducciones de personal en la industria. El MWU
es el único de los 16 sindicatos blancos que se opone a la decisión del Gobierno
de declarar el 1.° de mayo Día del Trabajo.
En lo relativo a las actividades sindicales en los territorios patrios ( «bantustanes») cabe señalar diversos acontecimientos. En Transkei y Ciskei se promulgaron nuevas leyes laborales para legalizar los sindicatos, y se prometió lo mis-
Acontecimientos recientes
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mo para Venda y KwaNdebele. Dichas leyes ya habían sido promulgadas en
KaNgwane. Los principales escollos seguían siendo KwaZulu y Bophutatswana.
El COSATU y el NACTU lanzaron sendas campañas de reclutamiento en estos
territorios, a la vez que reclamaban la adopción en los mismos de la ley sobre
relaciones de trabajo y su reintegración en el régimen político sudafricano. En
Transkei se publicó un informe de 451 páginas sobre la legislación laboral. En él
se preveían la legalización de los sindicatos, la creación de tribunales de trabajo
y el recurso a la negociación colectiva, y se recomendaba una limitación de las
actividades en lo tocante a los ferrocarriles estatales y paraestatales y la exclusión de todos los empleados públicos, que constituyen el 70 por ciento de la
fuerza de trabajo. Las fuerzas armadas deshicieron una huelga en los ferrocarriles, organizada por el Sindicato de Trabajadores del Transporte y de Otros Trabajadores (TGWU); asimismo, la policía, utilizando granadas lacrimógenas,
puso fin a la huelga declarada por los trabajadores afiliados al Sindicato de Trabajadores de la Alimentación y Afines (FAWU) en una plantación de té de
Transkei. No obstante, el FAWU logró que 7 500 trabajadores, de un total de
19 000, pasaran a engrosar sus filas. El tercer sindicato en importancia afiliado
al COSATU, el Sindicato Sudafricano de Trabajadores de la Industria Textil y
de la Confección (SACTWU), logró suscribir convenios con nueve de las diez
empresas textiles existentes en Transkei. La primera huelga legal se llevó a cabo
en Ciskei en agosto de 1990, pero 172 afiliados del CAWU fueron despedidos
tras declarar una huelga en Cementile Products. Las organizaciones afiliadas al
COSATU afirmaron haber registrado numerosas afiliaciones en Lebowa, KwaNdebele y Venda. Ahora bien, se desató un conflicto entre la administración de
Lebowa y los funcionarios de la misma pertenecientes al Sindicato del Servicio
Público del Transvaal Septentrional, y por fin se llegó a un acuerdo después de
tres semanas de huelga. La Johannesburg Consolidated Investment Company se
avino a readmitir a 1 500 trabajadores despedidos por haber desatado una huelga en su mina de platino de Bophutatswana. Los empresarios y los sindicatos de
Lebowa acordaron el establecimiento de canales de comunicación para mejorar
las relaciones laborales. En QwaQwa, 10 000 empleados públicos se declararon
en huelga y, pese a un acuerdo contra la imposición de sanciones, 260 de ellos
fueron despedidos. En otra huelga sobre el salario vital declarada en este mismo
territorio patrio, 1 000 trabajadores de los servicios de recogida de basuras fueron despedidos y posteriormente readmitidos tras llegarse a un acuerdo entre las
partes. En Gazankulu se produjeron graves disturbios como consecuencia de la
huelga declarada por miles de funcionarios, que coincidió con demostraciones
masivas en las que se pedía la dimisión del Primer Ministro. Numerosos huelguistas fueron detenidos, y los que no cumplieron el ultimátum que se dio para
la reintegración al trabajo corrieron el riesgo de ser despedidos. Los conflictos
más encarnizados se produjeron en Bophutatswana, en donde la administración
insistía en que los sindicatos, si bien podían desarrollar su actividad legalmente,
debían ser locales ; en otras palabras, no podían estar afiliados a centrales sudafricanas. Ahora bien, la mayoría de los trabajadores asalariados de este territorio
patrio trabajan fuera de sus fronteras, principalmente en la zona de Pretoria. El
COSATU reaccionó ante tal prohibición convocando una protesta de no asistencia al trabajo durante una semana.
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Informe especial sobre el apartheid
Los sindicatos y la política social
Con todos los acontecimientos que vienen registrándose en relación con el
apartheid y su futuro, apenas hay una cuestión de interés público en la que los
sindicatos no raciales no se hayan manifestado de manera destacada. Como ya
se ha señalado, el COSATU ha reclamado un puesto en la mesa de negociaciones
en que se debatirá la elaboración de una nueva constitución, y un papel activo
en la reestructuración del sistema socioeconómico del país. Asimismo, los sindicatos han dado a conocer su oposición a la privatización y formulado demandas
para que disminuyan los alquileres y se suministren viviendas adecuadas y para
que se supriman los territorios patrios. Toda esta actividad está estrechamente
vinculada con el retroceso del apartheid y la transformación de la sociedad sudafricana. Los afiliados sindicales se han declarado en huelga en relación con cuestiones tales como la reincorporación de los territorios patrios a Sudafrica, y han
movilizado piquetes para oponerse a la privatización del servicio de correos. El
COSATU ha ejercido una influencia importante, aunque de carácter extraoficial, sobre determinadas esferas de la política del Gobierno, lo que se ha traducido, por ejemplo, en una asignación especial en el presupuesto de 1990 para
mejorar la situación de los sectores más desfavorecidos de la sociedad; asimismo, gracias a esa labor, el Gobierno suspendió las campañas que había proyectado para privatizar las empresas públicas.
Las federaciones sindicales no raciales han desempeñado un papel de especial
importancia en materia de acción cívica. Así, han contribuido a la supresión de
los impopulares consejos municipales de los barrios negros y ayudado a levantar
nuevas estructuras cívicas. El COSATU pidió que se creara una organización cívica de ámbito nacional encargada de elaborar un sistema de administración local
democrática para los barrios negros, en una sociedad no racial. En aras de este
objetivo, colaboró con el Frente Democrático Unido (UDF) y el ANC con el fin
de revitalizar las estructuras cívicas de base. Los sindicatos apoyaron una serie de
peticiones hechas por la Organización Cívica Alexandra, presidida por el secretario general del NUMSA, Moses Mayekiso. Al Gobierno central se le pidió, por
ejemplo, que se responsabilizara de la construcción de viviendas de bajo costo en
lugar de confiar la labor a promotores privados, y que prestase apoyo a las cooperativas de viviendas y a los proyectos de autoayuda. Asimismo, se le pidió que
reservase terrenos urbanos para construir viviendas baratas y que concediese subsidios para servicios básicos, como el abastecimiento de agua, la electricidad y el
alcantarillado. Finalmente, se hizo un llamamiento en pro de municipalidades no
raciales que engloben localidades de blancos y negros y apliquen un sistema mixto
a base de tarifas e impuestos capaces de generar ingresos para subvencionar el
desarrollo de las zonas más desfavorecidas.
El COSATU prestó su apoyo a la campaña organizada por el UDF para
tratar de solucionar el problema de las personas sin hogar alojándolas en inmuebles vacíos. Insistió en que ésta era la única forma de forzar al Gobierno a que
hiciera frente a la dura realidad de la crisis de la vivienda. La Comisión de
Bienes y Servicios del COSATU convocó una reunión para estudiar cuestiones
como los programas de vivienda de las empresas y las inversiones. En un estudio
realizado por el NUMSA se mostraba que la mayoría de los programas de construcción de viviendas en marcha estaban pensados para la propiedad privada,
Acontecimientos recientes
19
con lo que se creaban divisiones entre los trabajadores mejor y peor remunerados. Se formulaba la conclusión de que los sindicatos sólo debían participar en
los programas de construcción de viviendas si en ellos se incluía a los trabajadores que desearan alquilar- una vivienda, y que tales programas debían negociarse
entre la dirección de la empresa y los sindicatos. El NUMSA propuso asimismo
que se concedieran a cada trabajador 300 rands al mes en concepto de subsidio
de vivienda. Tanto el COSATU como el NACTU apoyaron el boicoteo de los
alquileres llevado a cabo por los residentes negros de las zonas urbanas, que
terminó con la condonación por parte del Gobierno de la deuda de 800 millones
de rands pendientes en concepto de alquileres en Soweto.
El NUM prestó asistencia a antiguos mineros para crear cooperativas en las
zonas rurales y estudió diversos modelos de desarrollo y de creación de empleos
en dichas zonas. Según indicó, la finalidad que perseguía era preparar el camino
para mejorar el sistema de inmigración de mano de obra. El NUM señaló que
muchos de sus afiliados no querían cambiar la vida rural por la vida urbana. Por
otro lado, como todo indicaba que la supresión de puestos de trabajo sería uno
de los rasgos característicos de la industria minera durante el próximo decenio,
había que elaborar una estrategia rural para hacer frente al problema de los
mineros despedidos y sus familias.
La cooperativa textil de Zenzeleni se constituyó en 1989, cuando los trabajadores compraran una fábrica del Grupo Frame que iba a cerrar. Pese a la falta de
capital, la cooperativa ha logrado mantenerse. El acuerdo suscrito originalmente
entre el Grupo Frame y el SACTWU estipulaba el pago de 2,5 millones de rands
en concepto de capital para crear 300 puestos para la mano de obra excedentaria; ahora bien, el Grupo tropezó con problemas financieros y sólo pudo aportar
1,4 millones de rands. La gestión del proyecto corre a cargo de un consejo de
administración nombrado por el órgano ejecutivo nacional del SACTWU, y
cabe señalar a este respecto la ausencia total de conflictos en el lugar de trabajo,
una tasa de absentismo inferior al 1 por ciento y la casi total inexistencia de
robos. Además, los trabajadores se ofrecieron como voluntarios para recuperar
las horas perdidas a raíz de los disturbios registrados en los barrios negros.
La actual crisis que atraviesan las escuelas de alumnos negros constituye una
de las principales preocupaciones de los sindicatos. Estos han venido colaborando con las organizaciones locales para hallar soluciones inmediatas a la crisis y
elaborar programas a largo plazo para reestructurar el sistema de educación
nacional, adaptándolo a una futura sociedad no racial. Los sindicatos también
han mostrado un interés creciente por la protección del medio ambiente. Los
trabajadores del sector pesquero, afiliados al FAWU, han desempeñado un
importante papel al respecto. El sindicato ha asimilado la explotación de los
recursos marinos al trato que reciben los trabajadores de las pesquerías, citando
a título de ejemplo la utilización de redes finas que pueden extenderse hasta 100
kilómetros de largo y que barren el océano y acaban prácticamente con todos los
seres vivos que quedan atrapados en la red.
Discriminación racial en la industria
Los mineros han estado siempre a la vanguardia en la lucha librada contra el
racismo en la industria, que sigue siendo fiel reflejo del modelo del apartheid.
20
Informe especial sobre el apartheid
Incluso cuando los empleadores se avienen a eliminar las prácticas racistas, los
trabajadores blancos se niegan a aceptar las nuevas condiciones. El secretario
general del NUM, Sr. Cyril Ramaphosa, declaró que las minas son el crisol en
que se han fundido y solidificado la discriminación racial y el apartheid. Tras
varias semanas de acciones de protesta contra la discriminación, el comité central del NUM decidió, en abril de 1990, declarar una huelga nacional si no se
tomaban medidas efectivas para eliminar toda una serie de prácticas discriminatorias, a saber: estructuras salariales y de puestos de trabajo y sistemas de bonificación de carácter racial ; segregación a la hora de subir y hacer cola ante los
ascensores de los trabajadores de los pozos, lo que a menudo significa que los
mineros negros tienen que esperar hasta tres horas después de terminar su turno,
mientras que a los blancos se les da la prioridad; aplicación discriminatoria de
los controles de la ventilación en el trabajo subterráneo; asignación discriminatoria de prendas de trabajo y oficinas de pago separadas; derecho concedido sólo
a los blancos para descansar y comer en las galerías; y vestuarios, instalaciones
sanitarias y deportivas y servicios médicos separados.
Tras la declaración oficial de un conflicto relacionado con el racismo, el
NUM y el COM crearon un grupo de trabajo mixto que elaboró un proyecto de
acuerdo sobre una carta de relaciones entre las razas en la industria. La finalidad
que se perseguía era prohibir la discriminación racial, preparar un programa de
acción para conseguir su abolición y establecer procedimientos disciplinarios
para sancionar las posibles violaciones de la carta. El Gobierno presentó asimismo dos proyectos de ley ante el Parlamento sobre la eliminación de la discriminación en las minas y sobre las condiciones para atribuir derechos de explotación minera. El primero de ellos, el proyecto de ley modificatoria de la ley sobre
los derechos de explotación minera, suprime ciertas prácticas restrictivas, como
la segregación en materia de residencia. En virtud del segundo, por el que se
modifica la ley de minas y obras públicas, se pone fin a la discriminación basada
en el sexo, y se permite a las mujeres trabajar en el interior de las minas, contraviniendo así el Convenio sobre el trabajo subterráneo (mujeres), 1935 (núm. 45).
El NUM criticó diversos puntos de este proyecto de ley, alegando que contenía
ciertos aspectos negativos. El Gobierno se enfrentó también a la COM al apelar
ante los tribunales para que revocasen una sentencia sobre los reglamentos que
requieren que las minas cuenten con instalaciones adecuadas de vestuarios y
letrinas tras el acuerdo a que se había llegado con las organizaciones de trabajadores sobre las necesidades y preferencias de sus afiliados. La COM acusó al
Gobierno de tratar de volver a introducir reglamentaciones racialmente discriminatorias, contrarias a la política propugnada de abolir las leyes de carácter
segregacionista.
Los sindicatos no raciales continuaron quejándose de la política adoptada
por determinados empleadores que aplicaban el criterio de «los blancos primero» en materia de contratación. Los trabajadores participaron en manifestaciones contra esta situación en una fábrica de ropa de Atlantis, en El Cabo, y
miembros del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (CWIU) organizaron una huelga de brazos caídos en la empresa Consol Glass contra los
anuncios internos de puestos vacantes y la discrminación racial. El sindicato
consideraba que también había un elemento de discriminación racial en la política de los empleadores y del Estado de fomentar el empleo de inmigrantes de
Aeon tecim ientos recién tes
Europa en ocupaciones calificadas para las que trabajadores negros estaban ya
capacitados o podían recibir formación. Centenares de guardianes de prisión de
la cárcel de Diepkloof organizaron una sentada para protestar contra la discriminación racial y pedir ascensos basados en el mérito en lugar de la raza o el
favoritismo, reajustes de salarios, y la igualdad en los servicios médicos prestados a trabajadores blancos y negros.
Conflictos laborales y huelgas
En 1990, las jornadas de trabajo perdidas como consecuencia de conflictos
laborales ascendieron a unos cuatro millones, es decir, que aumentaron en un 30
por ciento en comparación con 1989. Una novedad fue el aumento de las huelgas de empleados públicos, las cuales representaron el 24 por ciento del total. En
el comercio al por menor, los conflictos laborales representaron el 22 por ciento
de todas las jornadas perdidas; en las industrias mecánicas y manufactureras, el
9 por ciento, y en el sector de la imprenta, también el 9 por ciento. Las huelgas
se declararon, entre otras cosas, por motivos raciales. Un asesor laboral, el
Sr. Andrew Levy, advirtió que la raza podía convertirse en factor principal de
desasosiego social. Añadió que en lugares como Welkom, los sindicalistas negros se habían contenido frente a las provocaciones del ala derecha, pero que
esta situación no podía seguir indefinidamente. No obstante, las cuestiones salariales continuaron siendo el motivo principal de la acción sindical y representaron el 66 por ciento de todos los conflictos laborales en 1990.
Independientemente de las huelgas, se perdió un número considerable de
jornadas como consecuencia de movimientos de no asistencia al trabajo, de los
que sólo algunos estaban vinculados con cuestiones laborales. En Natal se registró un amplio apoyo al movimiento de no asistencia al trabajo, organizado por
el MDM contra la violencia supuestamente fomentada por el movimiento Inkatha, y otros tres millones de trabajadores no asistieron al trabajo, como pedían el
COSATU y el ANC, para «aislar» al Primer Ministro Buthelezi. Respondieron
a este llamamiento el 95 por ciento de los trabajadores en Port Elizabeth, 90 por
ciento en Pietermaritzburg y 88 por ciento en Durban. Se organizó una serie de
movimientos de no asistencia al trabajo en apoyo de la acción nacional del
COSATU contra la LRAA. Las muertes de Sharpeville acaecidas en 1960 se
conmemoraron el 21 de marzo con movimientos de no asistencia al trabajo, que
fueron observados por más del 75 por ciento de los trabajadores en Durban y
más del 90 por ciento en East Rand. El mayor movimiento de no asistencia al
trabajo a nivel nacional tuvo lugar en agosto, para protestar contra los brotes de
violencia en las barriadas negras de Witwatersrand, que habían costado 500
vidas. El movimiento alcanzó un triunfo de casi el 100 por ciento en Transvaal.
La Cámara de Comercio de Sudafrica estimó en 1 500 millones de rands el coste
de la producción perdida como consecuencia del movimiento de no asistencia al
trabajo de agosto y otros movimientos análogos a nivel regional.
El resurgimiento del sindicalismo entre los trabajadores del sector público
fue acompañado de la campaña contra la LRAA para extender los derechos sindicales a los empleados del Estado, así como a los trabajadores agrícolas y
domésticos. Aunque los trabajadores de algunos servicios públicos, tales como el
de correos, habían conquistado ya el derecho a constituir sindicatos, la mayor
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22
Informe especial sobre el apartheid
parte de las organizaciones de trabajadores no habían sido reconocidas oficialmente a fines de negociación. Una manifestación muy espectacular e inesperada
de movilización sindical fue la participación de más de 700 guardianes de prisión y policías negros en una huelga declarada por su nuevo Sindicato de Derechos Civiles del Personal de la Policía y de Prisiones (POPCRU), fundado por
Gregory Rockman, el primer policía que protestó públicamente contra los métodos utilizados por las fuerzas policíacas contra las manifestaciones. El ANC
— muchos de cuyos miembros habían estado en la cárcel — salió en apoyo del
POPCRU. Tras la suspensión de 680 guardianes y 31 policías, los guardianes
amenazaron con revelar todo lo que pasaba en las cárceles si no se atendían sus
peticiones; entre éstas figuraban: la liquidación de la segregación en el servicio
de prisiones; aumentos importantes de salario para reducir las disparidades
entre guardianes negros y blancos, y el reconocimiento del sindicato. Después de
haberse negado en un principio a negociar con el POPCRU, el Ministro de Justicia aceptó finalmente hacerlo.
Mediante una huelga de trece semanas, 25 000 trabajadores de los ferrocarriles y puertos del Estado alcanzaron su objetivo de conseguir el reconocimiento
del SARHWU. Esta huelga fue especialmente significativa, porque se unieron a
ella 100 ferroviarios blancos en Braamfontein y Johannesburgo. El portavoz del
sindicato, Eliot Sogoni, consideró que era una victoria, ya que se trataba de
conseguir que todos los trabajadores se afiliaran al SARHWU.
Los 40 000 afiliados de la Liga de Funcionarios del Estado (PSL) amenazaron con una huelga nacional si no se satisfacía su reivindicación de un salario
mínimo de 850 rands. Más de 6 000 maestros de Transvaal interrumpieron su
trabajo, privando de instrucción a 215 000 alumnos. El Sindicato Nacional de
Educación de Sudafrica (NEUSA) declaró esta huelga para demostrar que era
imposible enseñar eficazmente y aprender en las condiciones reinantes. Entre
otras reivindicaciones, el personal docente se quejaba de los horarios de trabajo
excesivos, que los obligaban a enseñar 42 períodos a la semana, de la congelación de los puestos, del traslado de maestros a zonas rurales y de los despidos. El
personal sanitario se declaró en huelga en todo el país, pero aseguró servicios
estrictamente mínimos en los hospitales. Su sindicato, que existía desde hacía
dos años, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Sanidad y
Afines (NEHAWU), pidió ser reconocido y negociar sobre salarios y condiciones
de trabajo. El representante del sindicato, Sr. Monde Mditshwa, declaró: «La
cuestión de la salud en Sudafrica no puede considerarse separadamente del sistema de apartheid en que vivimos. Nuestros afiliados son explotados no sólo
como trabajadores, sino también como miembros de la comunidad negra.» La
huelga terminó cuando las autoridades se avinieron a reconocer los derechos del
sindicato y a acabar con las prácticas laborales discriminatorias en el sector
público. Se puso término a una huelga de tres semanas, seguida por 1 500 trabajadores de los servicios de salud, en tres hospitales de Port Elizabeth gracias a la
mediación de un antiguo exiliado del ANC, el Sr. Thozamile Botha.
Miembros de la Asociación de Trabajadores de Correos y Telecomunicaciones (POTWA) participaron en una serie de manifestaciones y de huelgas contra
las condiciones de remuneración y la propuesta del Gobierno de privatizar los
servicios de correos.
Acontecimientos recientes
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Las huelgas en la industria minera fueron muy amplias. Como se ha dicho
ya, el conflicto del NUM con la Cámara de Minas respecto de la discriminación
racial se resolvió cuando se encontró una fórmula aceptable en una reunión de la
junta de conciliación. Dos mil mineros negros se declararon en huelga en la
mina de Grootvlei ante la negativa de la dirección a aceptar las reivindicaciones
del NUM relativas a las indemnizaciones de fin de contrato de 732 trabajadores
despedidos por reducción de personal. Unos 800 trabajadores interrumpieron su
trabajo en la mina de Phoenix de la Johannesburg Consolidated Investment
Company (JCI) para protestar contra el hostigamiento de los servicios de seguridad y de policía de la mina. En dos minas, una de Rustenburg y la otra de
Klerksdorp, 5 000 trabajadores interrumpieron su trabajo tras el despido de cuatro trabajadores negros que habían participado en la campaña contra la LRAA.
En Thabazimbi, 800 trabajadores se declararon en huelga al saber que se habían
tomado represalias contra los mineros que habían celebrado el 1.° de mayo.
Miles de trabajadores interrumpieron su trabajo en la mina de oro de Vaal Reef,
otros 1 800 de la mina de Genmin's Unisel iniciaron una sentada en las galerías
para pedir la reintegración de dos trabajadores que habían sido despedidos, y
más de 5 000 mineros negros se declararon en huelga en tres minas de ISKOR al
estancarse las negociaciones salariales.
Una huelga de 1 000 trabajadores agrícolas en las plantaciones de cítricos de
Zebediela, empresa paraestatal, se resolvió finalmente al cabo de más de ocho
semanas. Se rechazaron las peticiones de reconocimiento del Sindicato Nacional
de Trabajadores Agrícolas (NUF), afiliado al NACTU. Los trabajadores, que
percibían 120 rands mensuales, pidieron un aumento mensual de 200 rands. En
una carta al Presidente De Klerk, el organizador del NUF, Sr. Moses Mphahlele,
describió las «espantosas» condiciones de vida de los trabajadores de las plantaciones y declaró que «los blancos de las plantaciones viven en otro mundo». Los
trabajadores se quejaban del hostigamiento de los guardias de seguridad y de las
agresiones y amenazas de despido contra los que «se negaban a trabajar». El
sindicato pidió un boicoteo de las naranjas de esas plantaciones. Tres mil trabajadores agrícolas fueron despedidos después de una huelga en la importante
empresa agrícola HL Hall and Sons, en el Transvaal septentrional. Después de
haber recurrido ante los tribunales para obtener una orden de expulsión de los
huelguistas (algunos de ellos nacidos en la explotación), se llegó a un acuerdo
extrajudicial y los trabajadores despedidos fueron readmitidos.
Un conflicto entre el NUMSA y algunos de sus afiliados en la fábrica Mercedes Benz, de East London, condujo a una huelga de cincuenta y cuatro días,
con una sentada de dos semanas en el propio establecimiento. El NUMSA había
conseguido constituir una plataforma nacional para la negociación en la industria del automóvil, pero los trabajadores de Mercedes Benz temieron que en una
negociación salarial centralizada se obtuvieran aumentos de salario menores. El
conflicto, que concernía a 2 000 trabajadores, costó a la compañía 13,5 millones
de rands diarios, y en un momento dado se amenazó con cerrar todas las instalaciones, lo que hubiera privado a la ciudad de su principal fuente de empleo.
Finalmente, Mercedes Benz aceptó participar en el organismo central de negociación; no obstante, 538 trabajadores fueron despedidos como consecuencia de
la huelga.
24
Informe especial sobre el apartheid
El COSATU se había visto envuelto también en un conflicto sobre negociación centralizada con el grupo Barlow Rand. En contra de la demanda del
COSATU de que las negociaciones salariales se efectuaran en el ámbito de la
empresa, la dirección de Barlow opinaba que las mismas debían realizarse por
separado en cada una de sus filiales. En este largo conflicto se vio también
envuelta la filial de Barlow en el Reino Unido, J. Bibby and Sons. Unos 2 500
afiliados del Sindicato de Trabajadores de las Industrias del Papel, Artes Gráficas, Madera y Afines (PPWAWU) que trabajaban en una de las filiales de Barlow, la Nampak, se declararon en huelga tras la negativa de la dirección a satisfacer sus demandas, entre otras las relativas a la negociación centralizada, la
reintegración de los trabajadores despedidos, el pago de bonificaciones y la anulación de las medidas disciplinarias tomadas contra los trabajadores que no asistieron al trabajo a causa de la violencia reinante. El COSATU no ha conseguido
hasta el momento la aceptación de la negociación centralizada por el grupo Barlow Rand.
Varios sindicatos emprendieron campañas en pro de las cajas de previsión
por industria. La punta de lanza de esta campaña fue el Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (CWIU), que pidió que los empleadores participaran
en la caja nacional constituida por iniciativa del sindicato. Para respaldar su
petición, el CWIU recurrió a la acción directa. El Sr. Rod Crompton, secretario
general del CWIU, formuló la declaración siguiente: «Los sistemas de pensiones
son un mecanismo que impide que los trabajadores conozcan y controlen sus
ingresos diferidos. Lo que pretendemos es que ... las prestaciones de jubilación sean acordes con las necesidades de los trabajadores negros del tercer
mundo. »
Se produjeron importantes conflictos laborales relacionados con la gestión
de las cajas de previsión. La huelga más larga del año, que se prolongó durante
setenta y tres días, concluyó finalmente en Ciba-Geigy cuando la dirección de la
empresa se avino a someter a un órgano mediador el conflicto existente con 172
miembros del CWIU. Una de las cuestiones conflictivas era la demanda de que
la empresa participase en la caja de previsión de la industria creada por el sindicato, y no en la caja de la empresa. Finalmente, se aceptó administrar la caja
conjuntamente con el sindicato. También un conflicto referente a una caja de
previsión desencadenó una huelga, que duró más de dos meses, en Reckitt and
Colman, empresa que había despedido a 400 trabajadores y cancelado su reconocimiento al CWIU antes de iniciarse aquélla. En respuesta, el sindicato y las
organizaciones cívicas organizaron un boicoteo de los productos de la empresa.
En otro conflicto sobre la misma cuestión, la Cyanamid de Sudafrica solicitó un
mandamiento judicial en el que se declarase que la campaña organizada por el
CWIU para que la empresa participara en la caja de previsión de la industria
constituía una práctica desleal de trabajo. Tras una huelga de siete semanas en
Rolfe's Ltd., la dirección aceptó la demanda del sindicato de participar en la
caja de previsión de la industria.
En el primer conflicto de su género, 300 taxistas negros se declararon en
huelga contra la Asociación de Taxistas Negros de Sudafrica (SABTA) en relación con el reconocimiento del Sindicato de Trabajadores del Transporte y de
Otros Trabajadores (TGWU) y con el pago de un «salario vital» de 250 rands a
la semana. También se pedía a los empleadores, entre otras cosas, que tomaran
Acontecimientos recientes
25
las disposiciones del caso para asegurarse de que los taxis estuvieran en condiciones de circular.
Represión sindical
La actuación de la policía y otros grupos de vigilancia siguió dificultando el
funcionamiento normal de los sindicatos. Varios locales sindicales fueron asaltados por fuerzas de la policía, y en algunos casos hasta se arrojaron granadas
contra ellos. Varios destacados dirigentes sindicales — en particular el secretario
general del COSATU, Jay Naidoo, y tres funcionarios superiores — fueron detenidos, cuando fuerzas de la policía asaltaron la sede del sindicato, y acusados de
secuestrar y atacar a un policía. El presidente del NUM, James Motlatsi, y 56
dirigentes más fueron detenidos por celebrar una reunión presuntamente ilegal
en el centro de la minería de carbón de Newcastle. Las oficinas del NUM en
Welkom, ciudad minera del Estado Libre de Orange, sufrieron graves destrozos
como consecuencia de la explosión de una granada lanzada al parecer por vigilantes blancos. Se hizo un intento similar en sus locales de Carletonville, pero se
descubrió el objeto explosivo antes de que estallara.
A lo largo del año se produjeron numerosos enfrentamientos entre militantes
sindicales y vigilantes en diversas zonas del país. Unos 3 500 miembros del
SARHWU organizaron una marcha en Ciudad del Cabo para protestar contra
los ataques perpetrados por los vigilantes contra los afiliados al sindicato. Según
éste, algunos directivos de empresa animaban a los miembros de un sindicato
rival a que atacaran a los miembros del SARHWU. Una persona fue hallada
muerta tras un ataque atribuido a los vigilantes. También se informó que trabajadores blancos de Railnet participaron, junto con guardias de seguridad, en el
tiroteo efectuado contra miembros del SARHWU en Johannesburgo, durante el
cual resultaron heridas 29 personas. Un portavoz de Railnet insistió en que sólo
se habían utilizado balas de caucho y en que nadie había sido gravemente herido. Unos 15 000 mineros negros participaron en una marcha de protesta en
Bekkersdal, ciudad del Transvaal occidental, contra la «represión» por parte de
la Johannesburg Consolidated Investment Company. Entre otras cosas, pedían
el reconocimiento del NUM, el levantamiento de la prohibición de distribuir
panfletos y camisetas sindicales, y el derecho a celebrar reuniones sin necesidad
de autorización judicial previa. La Angloamerican Corporation notificó por
escrito al NUM la prohibición de desarrollar actividades políticas en sus minas,
como por ejemplo entonar canciones o eslóganes políticos y desplegar banderas
o estandartes del ANC en las reuniones al aire libre. La empresa negó que con
ello intentara impedir las actividades sindicales, y afirmó que tan sólo trataba de
conciliar los derechos sindicales legítimos con el mantenimiento del orden en
una epoca de incertidumbre. Sólo se autorizaría la reanudación de las negociaciones salariales si el sindicato se comprometía a abstenerse de tales actividades.
A juicio del NUM, las condiciones prescritas constituían una negación de los
derechos humanos. En varias ocasiones, la policía rompió huelgas, algunas de
ellas legales, y piquetes. En Port Elizabeth, una marcha de trabajadores que se
dirigía desde la sede de la Delta Motor Company hasta las oficinas sindicales fue
dispersada con granadas lacrimógenas por la policía, y dos hombres fueron atropellados por un vehículo blindado. Según la policía, la marcha no estaba autori-
26
Informe especial sobre el apartheid
zada. En Ciudad del Cabo, la policía utilizó una tanqueta de agua para dispersar
una asamblea de trabajadores municipales, y procedió a 74 detenciones.
A raíz de la detención de más de 300 de sus afiliados, el SACWU protestó
ante el Ministro del Orden Público, aduciendo que la detención generalizada de
huelguistas constituía una grave injerencia en el ejercicio de los derechos de los
trabajadores. En Johannesburgo se detuvo a 188 participantes en piquetes organizados a raíz de un conflicto en OK Bazaars. La organización de piquetes se
convirtió durante el año en una cuestión decisiva. Si bien en la LRAA no se dice
nada sobre los piquetes, la acción de los sindicatos se ve coartada por otras
disposiciones legales. Según John Brand, abogado experto en cuestiones laborales, los piquetes constituían una extensión lógica de la ética del libre mercado.
La utilización de dispositivos de escucha electrónicos en las reuniones sindicales es algo relativamente reciente en la esfera laboral. Se descubrieron tales
dispositivos en dos minas de la ISKOR, cuyo personal estaba en huelga, y en la
fábrica Nampak. En ésta, 500 trabajadores se declararon en huelga para protestar contra las escuchas ilegales, y más tarde fueron suspendidos el director y dos
cargos directivos. Según el COSATU, los casos conocidos de escuchas electrónicas de los sindicatos tal vez no sean sino la «punta del iceberg». Los sindicatos
se quejan desde hace tiempo de la utilización de espías por parte de la dirección
de las empresas para controlar las actividades sindicales. Las pruebas presentadas ante la comisión de encuesta Hiemstra, creada para investigar posibles irregularidades en el Departamento de Seguridad del Concejo Municipal de Johannesburgo, pusieron al descubierto que el TGWU, que también organiza a los
trabajadores municipales, había sido objeto repetidamente de escuchas ilegales.
El antiguo director del Departamento de Seguridad reconoció que se habían
elaborado expedientes sobre numerosas personas consideradas como una amenaza para la seguridad, entre ellas varios dirigentes sindicales.
El FAWU, organización afiliada al COSATU, fue demandado judicialmente
por Clover Dairies, que reclamaba más de 1,2 millones de rands por motivo de
una huelga declarada tras el despido de varios trabajadores. Según la empresa, la
huelga era ilegal y había supuesto unas pérdidas para la compañía de 1 235 000
rands. El derecho a demandar judicialmente a un sindicato por la declaración
ilegal de una huelga por parte de sus afiliados es una de las disposiciones de la
polémica ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo.
Ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo
y otras normas laborales
La campaña llevada a cabo por el COSATU y el NACTU entre sus instituciones contra la tan debatida ley modificatoria de la ley sobre relaciones de
trabajo (LRAA), que incluyó un día de no asistencia al trabajo y de manifestaciones por todo el país, condujo finalmente a un acuerdo con la organización de
empleadores, la SACCOLA, para que se adoptara una versión aceptable de la
ley. El acuerdo fue publicado en un número especial del boletín oficial en forma
de anteproyecto de ley. Por su parte, la Comisión Nacional de Mano de Obra
(NMC) recomendó que se omitiera una de sus disposiciones, se redactase nuevamente otra y se retiraran dos para su posterior consideración. La SACCOLA, el
COSATU y el NACTU instaron al Ministro de Mano de Obra a que iniciara las
Acontecimientos recientes
27
formalidades del caso con miras a la sumisión y adopción del texto legislativo
respecto de aquellas partes del acuerdo a las que la NMC no había puesto objeciones, pero el Presidente De Klerk respondió a esta demanda diciendo que no
podría aprobarse dicho texto durante la sesión parlamentaria de 1990 porque,
dada su complejidad, requería un examen detenido. Tras nuevas presiones por
parte de las organizaciones mencionadas, se aceptaron los cambios, los cuales
fueron incorporados en un proyecto de ley que se publicó a principios de 1991 y
se promulgó en febrero del presente año.
El Ministro de Mano de Obra anunció ante el Parlamento que se adoptarían
enmiendas a la ley sobre condiciones básicas de empleo y a la ley de seguro de
desempleo con el fin de que la mano de obra agrícola quedara amparada por la
legislación laboral. Anunció asimismo que se había pedido a la NMC que examinase la ley sobre salarios y la LRAA para determinar si la ley debía proteger los
derechos del personal doméstico.
Las propuestas hechas por la NMC para modificar la legislación laboral con
el fin de favorecer el desarrollo de la pequeña empresa fueron criticadas por los
representantes de los pequeños empresarios y los sindicatos. Los primeros opinaban que los cambios propuestos no iban lo bastante lejos, y los sindicatos
temían que los trabajadores de las pequeñas empresas quedaran aún menos protegidos de la explotación.
Según Andrew Ball, coordinador del proyecto de investigación y medidas en
favor de los trabajadores agrícolas, éstos deben estar amparados por la ley para
asegurar la protección de sus intereses. Equiparó la situación actual de dichos
trabajadores a una «privación legal de facultades», y dijo que, del total de
1,4 millones de trabajadores de las zonas rurales, apenas 30 000 se habían afiliado a varios pequeños sindicatos.
Seguridad y salud en el trabajo
El número de muertes causadas por accidentes laborales experimentó un
aumento radical en 1989 tras haber descendido desde 1983. El Departamento de
Mano de Obra informó que en 1989 se habían registrado 460 accidentes mortales frente a 375 de 1988. En el curso de los últimos cuatro años, el número de
accidentes mortales ha sido de 1 656. El número total de trabajadores que sufrieron accidentes aumentó de 8 101 en 1986 a 9 337 en 1989. En el informe se
atribuían asimismo cerca de 5 700 accidentes a «causas varias». (Entre ellas se
incluían errores del personal supervisor, que explicaban cuatro accidentes mortales, y «desgracias», que costaron la vida a 101 personas.) La industria con una
siniestralidad más alta era la del hierro y el acero, a la que cabía atribuir casi
2 170 accidentes. En la industria de la construcción se registraba el mayor número de accidentes mortales : 112 en total. En este sector, el mayor número de
accidentes mortales se registró en 1986, con un total de 117, para descender
hasta 76 en 1988. Las cifras de 1989 reflejaban, pues, un aumento del 47 por
ciento respecto del año precedente. Los accidentes mortales en la agricultura
aumentaron de 57 en 1986 a 100 en 1989. Pese al aumento registrado en el
número de muertes y accidentes laborales, los gastos en materia de seguridad y
salud constituían el capítulo más pequeño del presupuesto del Departamento de
Mano de Obra, en concreto un 3,6 por ciento.
28
Informe especial sobre el apartheid
Según informa la Cámara de Minas (COM), en 1990 se registraron 522
muertes en sus minas de oro afiliadas, lo que representa una relación de 1,24
muertes por cada 1 000 trabajadores. Aumentó el número de muertes causadas
por explosiones (48). La principal causa de accidentes en las minas siguó siendo
el hundimiento del suelo, que en 1990 provocó 280 accidentes. Los accidentes
mortales que se produjeron en las minas de carbón afiliadas a la COM totalizaron 24, es decir, una relación de 0,44 por cada 1 000 trabajadores. Teniendo en
cuenta las 56 muertes que se produjeron en otras minas, el número total de
muertes en las minas afiliadas a la COM fue de 602 en 1990.
El NUM hizo un llamamiento al Gobierno y a la COM para que organizaran
una tribuna nacional que examinase la cuestión de las normas de seguridad y
salud en las minas. El Sr. Cyril Ramaphosa, secretario general del NUM, manifestó que dicha tribuna debería ocuparse especialmente de toda una serie de
cuestiones relacionadas con la seguridad, entre las que también figuraban la formación, las responsabilidades en materia de gestión y administración, el debido
ejercicio de los derechos reconocido por la ley y la función que cumplen los
sindicatos. Señaló que la extracción de cada tonelada de oro costaba la vida a un
trabajador y provocaba heridas graves a otros 18, y que un minero con veinte
años de experiencia tenía una probabilidad contra 30 de encontrar la muerte en
la mina y un 50 por ciento de probabilidades de quedar incapacitado para toda
la vida. Añadió que desde 1963 no se había realizado ningún estudio sobre la
seguridad en las minas, y que los servicios de inspección de minas consideraban
los accidentes como hechos aislados y, en consecuencia, no se preocupaban de
«realizar investigaciones más detenidas y establecer una interrelación entre la
formación, la organización del trabajo y la coordinación en la industria, tareas
éstas que incumben a la dirección». Los trabajadores recién contratados recibían una capacitación que duraba entre una y tres semanas antes de ir a trabajar
a las galerías subterráneas; en el Reino Unido este período es de cien días. El
Sr. Ramaphosa se quejó de que se impartiera la capacitación en fanagalo, dialecto desconocido para la mayoría de los trabajadores, y de que no hubiera manuales de referencia. Además, la pila de leyes que regían la industria eran «inadecuadas y se cumplían a medias». En especial, la ley de minas y fábricas no
preveía la participación de los sindicatos en los asuntos relacionados con la seguridad y la salud, como el derecho de inspección, el derecho a elegir delegados
para la seguridad y la existencia de órganos de negociación sobre las cuestiones
relacionadas con la seguridad y la salud. En un informe sobre las normas en
materia de seguridad, el Sr. Ramaphosa se quejaba en los términos siguientes:
«Hay una falta de interés en lo que se refiere a la vida de los trabajadores
negros.» Este informe revelaba que desde 1900 habían muerto 68 000 mineros y
más de un millón habían quedado incapacitados para siempre.
Los peligros son mucho mayores en las minas más profundas a causa de los
estallidos de rocas. En las minas de oro, el 10 por ciento, más o menos, de los
mineros trabajan a una profundidad de 3 000 a 3 500 metros, y, según la ley de
probabilidades, uno de cada once de los que llevan trabajando así veinte años
muere en accidente. Todo hace pensar que esta situación empeorará en el futuro, pues muchas de las nuevas minas son más profundas aún. Las tasas de accidentes mortales aumentan vertiginosamente más allá de los 2 400 metros de
profundidad, pasando de una a cuatro muertes por cada 1 000 trabajadores a
Acontecimientos recientes
29
una profundidad de 3 000 metros. La funcionaría de seguridad del NUM recalcó
que el sindicato era consciente de los peligros concretos que entraña el trabajo
en minas de gran profundidad, y se mostró preocupada por el hecho de que las
compañías mineras, a pesar de que poseen la tecnología adecuada, no están interesadas en aplicar medidas de seguridad avanzadas.
La COM rechazó las quejas del NUM de que la industria hacía caso omiso
de la seguridad de los trabajadores. Un portavoz de la COM manifestó lo
siguiente: «De hecho, la principal preocupación de nuestra industria es producir
oro y carbón en las mejores condiciones de seguridad posibles, y, salvo algunas
excepciones, las tasas de accidentes mortales y de lesiones han seguido en los
últimos años una firme tendencia descendente. A nuestro entender, la única
estadística de accidentes aceptable es la de cero muertes. En 1989 logramos este
resultado en 13 de las 31 minas de carbón miembros de la Cámara y en 14 de las
33 minas de metales básicos.»
El Sr. Ramaphosa se quejó de que «el racismo ha causado accidentes en las
minas», y citó a título de ejemplo que un minero negro había sido amenazado
de despido al negarse a realizar una tarea peligrosa que le había encomendado su
superior de raza blanca; en consecuencia, obedeció y, al hacerlo, se produjo un
accidente que costó la vida a 18 mineros. El Sr. Ramaphosa dijo que el NUM ya
había pedido que se concediera a los trabajadores el derecho de negarse a realizar tareas en malas condiciones de seguridad, pero que no se había satisfecho
esta petición porque los empleadores habían aducido que los trabajadores
negros abusarían de semejante derecho. Según un estudio llevado a cabo por el
NUM, muchos de los accidentes se producían porque los contramaestres blancos obligaban a la mano de obra negra a trabajar en condiciones peligrosas, con
el incentivo de las primas de productividad. La COM rechazó enérgicamente
esta y otras afirmaciones del Sr. Ramaphosa, y señaló que desde 1975 había
gastado anualmente 500 millones de rands en investigaciones y 300 millones en
formación. Indicó que los reglamentos de seguridad establecidos en virtud de la
ley de minas y fábricas se basaban en gran parte en las normas de minería del
Reino Unido y de países de Europa occidental.
El NUM declaró que era de suponer que aumentaría la incidencia de las
enfermedades en las minas. Entre los principales factores que explican la estabilización de la mano de obra citó las sequías prolongadas, la recesión económica
y el hacinamiento humano en los «bantustanes». A causa de estas circunstancias, no había más posibilidades de empleo en el sector manufacturero, y por
tanto a los trabajadores no les quedaba más remedio que seguir laborando en las
minas durante largos períodos. Antes de 1975 la mayoría de los mineros negros
solían pasar en las minas períodos relativamente breves de su vida laboral, pero
como, dada la situación, no tenían otra alternativa, ahora se veían obligados a
volver a las minas al término de cada contrato. Esto significa que pasan más
tiempo en las galerías, donde están expuestos al polvo, las radiaciones y el ruido.
Antes de producirse la estabilización de la mano de obra, la proporción de mineros que habían trabajado en las galerías durante un período lo suficientemente
largo para contraer enfermedades profesionales era baja, pero, al haber aumentado el número de los que llevan veinte años o más trabajando en tales condiciones, los riesgos de enfermedad a causa del polvo, las radiaciones y el ruido son
mucho mayores.
30
Informe especial sobre el apartheid
Los mineros que trabajan en las minas de vanadio de la Vanadium Mineral
Corporation (VAMETCO) se quejaron de que, según los médicos, la inhalación
de partículas minerales durante períodos prolongados podía causar ataques
recurrentes de bronquitis y enfisema. Declararon que, a pesar de lo dispuesto en
las directrices internacionales sobre seguridad y salud en el trabajo, no se sometía a los trabajadores a exámenes médicos previos al empleo ni a controles de
salud regulares. Si bien era obligatorio que el personal que trabajaba en zonas de
alto riesgo utilizara material de protección de las vías respiratorias adecuado, lo
que incluía una máscara que cubriera todo el rostro y una protección para los
ojos, no se les suministraba dicho material. La compañía negó la veracidad de
esta queja.
El Gobierno de Malawi amenazó con emprender una acción judicial contra
la COM con motivo de las quejas formuladas por el responsable del servicio de
salud de la Cámara de que, según los resultados de una encuesta, la frecuencia
del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) era mayor entre los nacionales de
Malawi que en cualquier otro grupo. Fundándose en estas declaraciones, la
industria minera decidió que los trabajadores migrantes de Malawi que regresaban a Sudafrica con nuevos contratos serían sometidos a análisis clínicos para
detener la difusión del VIH. El Gobierno de Malawi se opuso a que sólo sus
trabajadores fuesen sometidos a análisis clínicos, con lo cual cesó la inmigración
de mano de obra de este país, que solía representar unos 18 000 trabajadores.
La política de lucha contra el SIDA adoptada por la COM provocó un conflicto entre ésta y el NUM, el cual sostenía que, al negarse la Cámara a optar por
una política sobre el SIDA válida para toda la industria, era imposible encontrar
una solución a largo plazo. El Sr. Ramaphosa, secretario general del NUM,
informó que su sindicato contaba con un programa de educación sobre el SIDA
y estaba considerando la oportunidad de organizar cursos al respecto en cada
mina y en cada fábrica. El NUM reconoció que el problema del SIDA podría
adquirir proporciones epidémicas si no se tomaban medidas para evitarlo, y que
tanto el Gobierno como las empresas y los sindicatos podían hacer mucho al
respecto. En su contestación al Sr. Ramaphosa, la COM expresó que había una
gran convergencia entre las opiniones del NUM y las de los empleadores sobre el
problema de la infección del VIH y del SIDA. Un portavoz de la COM señaló
que, según los resultados de un estudio realizado recientemente entre los trabajadores de las minas, en su amplia mayoría éstos no llevaban vidas promiscuas.
La COM ya había gastado una suma cuantiosa en actividades destinadas a conocer mejor el SIDA y a evitar la difusión de la enfermedad en el Africa meridional, especialmente en la industria minera.
Importantes instituciones financieras de Sudafrica advirtieron que en un
plazo de un decenio el SIDA podría empezar a destruir la economía nacional.
Según cálculos efectuados por el Volkskas Bank, el costo del tratamiento médico
de las personas afectadas por enfermedades relacionadas con el SIDA podría
alcanzar en 1995 los 14 000 millones de rands, es decir, casi 20 veces la suma
correspondiente al presupuesto nacional actual en materia de salud. El departamento de estudios económicos de Nedcor prevé que en el año 2000 el presupuesto de la salud tal vez llegue a 90 000 millones de rands, superando el total de
73 000 millones correspondiente al presupuesto nacional para 1990. El Sr. Theo
Hartwig, actuario en jefe de la Old Mutual, hizo las siguientes declaraciones: «El
Acontecimientos recientes
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problema es que, según las previsiones, para fines de siglo, entre el 45 y el 50 por
ciento de la población adulta padecerá de SIDA.» Nedcor añadió: «Si no se
reconocen debidamente los efectos del SIDA, toda decisión en materia de planificación podrá ser un fracaso rotundo. Se producirán cambios radicales en las
estructuras de costos, en las tendencias de la mecanización, en la composición
de la demanda de los consumidores y en los mercados.» Nedcor instó a los
empresarios a vigilar las tendencias frente a la evolución del SIDA, y a ajustar en
consecuencia sus estrategias comerciales. El Gobierno podría verse obligado a
tomar la misma actitud que muchos países del tercer mundo, es decir, enviar a
los enfermos del SIDA a morir a su casa sin ninguna, o casi ninguna, asistencia
médica.
El NUM se opuso al proyecto de revisión de la ley sobre los minerales,
sometido al Parlamento, por estimar que comprometía la seguridad y la salud en
el trabajo. En opinión del sindicato, las disposiciones que figuraban al respecto
en el proyecto de ley eran totalmente insuficientes y muy inferiores a las de otras
industrias, pese al hecho de que las condiciones de trabajo en el sector minero
eran mucho más peligrosas que en otros sectores industriales. En las quejas presentadas ante el Gobierno, el sindicato aducía que el proyecto de ley excluía las
disposiciones que figuraban en la ley sobre maquinaria y seguridad en el trabajo,
en virtud de las cuales los empleadores no podían deducir de los salarios el costo
del material de seguridad, a pesar de que había pedido en reiteradas oportunidades que se incluyera una disposición de esta índole. El sindicato añadía que el
objetivo primordial del proyecto de ley era privatizar y liberalizar la industria
minera. El NUM sostenía que esto «tendría, sin duda, un efecto negativo en el
cumplimiento de las normas en materia de seguridad y salud». El sindicato también pidió que se encargara a un órgano especial la tarea de vigilar la seguridad y
la salud en la industria minera.
El Sr. Randall M. Packard, catedrático de la Universidad Tufts, calculó que
cada año 50 000 nuevos sudafricanos contraen la tuberculosis; las víctimas son
en su mayoría negros, pero también ha aumentado en los últimos años la incidencia de esta enfermedad entre los blancos. Achacó la propagación de la
tuberculosis de las zonas urbanas al medio rural a la proletarización de la mano
de obra negra y al sistema de migración obrera. A fines del decenio de 1920, más
del 90 por ciento de la población adulta de algunas zonas de Transkei y Ciskei
había contraído la tuberculosis. Su propagación se había acelerado durante los
años del apartheid debido a la repatriación forzosa de trabajadores y a la elevada
rotación de la mano de obra. Si bien la COM tomó medidas para verificar la
presencia de tuberculosos entre los trabajadores de la industria minera, su programa no llegó a las zonas de contratación, donde las familias, a su vez, eran
víctimas del contagio cuando los trabajadores migrantes regresaban de las
minas.
Empleadores
La principal desavenencia suscitada en los últimos años entre los empleadores y los sindicatos sobre la LRRA se zanjó cuando la Comisión Consultiva de
los Empleadores de Sudafrica sobre Cuestiones Laborales (SACCOLA) llegó a
un acuerdo con el COSATU y el NACTU. Las principales preocupaciones de los
empleadores en materia laboral tenían que ver con la violencia en el lugar de
32
Informe especial sobre el apartheid
trabajo, las demandas de incrementos salariales altos por parte de los trabajadores, el aumento de las huelgas importantes, la elevada tasa de inflación y la gran
falta de trabajadores calificados y de personal directivo. También expresaban su
inquietud los empleadores por el lento ritmo de las negociaciones para elaborar
una nueva constitución, las amenazas proferidas por el ANC y los sindicatos
sobre la posible nacionalización de las industrias básicas, la continuidad de las
sanciones y la falta de nuevas inversiones de capital extranjero.
Los círculos empresariales se mostraban, por lo general, unánimes sobre lo
que debería hacer el sector privado para asegurarse un puesto en la sociedad
posterior al apartheid. John Gaunt, del Standard Bank, maracando el tono del
debate sobre la cuestión, declaró: «A menos que los empresarios estén dispuestos a reconocer las responsabilidades mayores que deben asumir, sus organizaciones no sobrevivirán y hasta es posible que no merezcan hacerlo. No tiene
sentido tratar de discernir quién es culpable de la actual situación. Lo importante ahora es que el sector privado asuma la responsabilidad principal del desarrollo nacional de la forma más eficaz al mínimo costo posible. El valor añadido
gracias al proceso del mercado, en términos de puestos de trabajo y de acumulación de recursos y calificaciones de la búsqueda de mercados y la satisfacción del
interés común de los trabajadores, accionistas, directivos de empresa y consumidores, es muy superior a cualquier cosa que pueda conseguirse por otros procedimientos. Los empresarios no tienen por qué disculparse al respecto. Basta con
que se limiten a llevar a cabo su tarea de crear riqueza, a la vez que se muestran
sensibles respecto de las preocupaciones legítimas de la sociedad en general.»
La Cámara de Empresarios Sudafricana (SACOB) publicó un documento de
35 páginas sobre las opciones económicas que se ofrecen a Sudafrica, en el que
se abordaban en concreto las medidas para combatir la pobreza y la desigualdad
de recursos. El mismo concluía señalando que sólo «el capitalismo con una conciencia social» permitiría eliminar las «manifiestas disparidades» existentes en
el país. La SACOB advertía que la labor llevaría tiempo y que las empresas
debían adoptar medidas concretas para despertar y poner en práctica dicha conciencia social, añadiendo que «las empresas no pueden hacerlo todo; el Gobierno tiene un importante papel que desempeñar en esferas como la vivienda y la
educación». Según señalaba, la reordenación de las prioridades en materia de
gasto público debería considerarse como uno de los objetivos prioritarios a
medio plazo, y expresaba la convicción de que, gracias a la libre empresa y al
crecimiento económico, se conseguirían unos ingresos fiscales cada vez mayores,
a condición de que las tarifas impositivas no provocasen una desbandada de las
empresas.
Los empresarios reaccionaron cautamente, si bien más animados ante el
proyecto de documento sobre política económica del ANC, aunque lamentaban
que la nacionalización siguiera figurando como uno de los aspectos de dicha
política. El director general de la SACOB, Raymond Parsons, acogió con agrado
lo que a su juicio constituía un «mayor realismo por lo que respecta a las ideas
del ANC», y expresó su decepción por el hecho de que la nacionalización y el
«colectivismo» siguieran figurando entre las grandes cuestiones del programa
del ANC. Un portavoz de la Anglo-American Corporation comentó que mientras que el ANC hablaba de lograr un crecimiento por medio de la redistribución, «lo que nosotros tratamos de conseguir es la redistribución gracias al ere-
Acontecimientos recientes
33
cimiento». El portavoz de Barlow Rand's, K. Ironside, declaró que el documento de política económica del ANC era «flexible y encomiable en lo que tiene de
búsqueda de un modelo económico viable».
En el informe anual de 1990 del Instituto para el Desarrollo de la Pequeña
Empresa (SBDC) se señalaba que, debido al número cada vez mayor de empresarios negros, la cifra de pequeños empresarios se había disparado hasta alcanzar 1,5 millones aproximadamente. El director ejecutivo del SBDC, Ben Vosloo,
criticó las barreras burocráticas que impedían o retardaban el progreso económico de los negros. Según dijo, las pequeñas empresas de los sectores estructurado
y no estructurado representaban actualmente no menos del 40 por ciento del
conjunto de la actividad económica. Por otro lado, el 75 por ciento de las nuevas
oportunidades de trabajo debían atribuirse a los pequeños empresarios, suponiendo las mismas tan sólo una fracción de los costos a que tenían que hacer
frente las grandes empresas para crear nuevos puestos.
Según S. Motsuenyane, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de
Comercio Africanas (NAFCOC), el principal problema a que tenía que hacer
frente la comunidad negra al abordar el debate económico era cómo conseguir
un amplio marco que fuese aceptable para la mayoría de los principales actores
en el frente político. Los negros, respecto a la economía, se hallaban realmente al
margen; se encontraban en la periferia de la vida económica, incluso aquellos
que alegaban realizar una actividad económica. Al parecer, según dijo, la contribución general de las empresas negras a la economía no pasaba del 1 por ciento
del total del sector estructurado. Si bien nadie parecía conocer las cifras exactas
relativas al sector no estructurado en la actualidad, se creía que éste desempeñaba un papel muy importante en la economía. A juicio del Dr. Motsuenyane, la
cuestión de la participación de los negros en la economía no podía debatirse si
no se tenían en cuenta las diferencias existentes entre las comunidades blanca y
negra en materia de calificaciones. Se mostraba partidario de una economía
mixta, con un margen menor de actuación para el sector público, pues no creía
que todo pudiera dejarse en manos del sector privado. La NAFCOC había creado una comisión consultiva mixta con el ANC.
Lot Ndlovu, presidente de la delegación en Johannesburgo del Foro de
Empresarios Negros, dijo que si bien su organización era contraria en principio
a las nacionalizaciones, éstas podrían tener cierta utilidad: «Determinados sectores de la economía podrían nacionalizarse con carácter provisional hasta que
mejorase la condición de la comunidad negra.» Si bien admitía que tal medida
podría provocar un mayor éxodo de dirigentes de empresa y de trabajadores
calificados, añadía que «si tales personas no colaboraban en la construcción del
país, más valdría librarse de ellas». Sólo cuando la situación de los negros les
permitiera desempeñar un papel significativo en la economía del país, cabría
pensar en la privatización de ciertos sectores. Mashudu Ramano, director ejecutivo de la Asociación de Contables Negros, estaba de acuerdo en que, con independencia de las ventajas que pudiera suponer la privatización, de momento
ésta debería relegarse. Sostenía que si las empresas hubieran hecho más por la
mejora de la condición de los negros en el pasado, no se hablaría ahora de nacionalizaciones. De la misma opinión era Gaby Magomola, presidente de la sección
de mercadotecnia de la Fundación para los Servicios de las Empresas y Consumidores Africanos, quien dijo que «los negros no están dispuestos a esperar que
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Informe especial sobre el apartheid
la riqueza les llegue poco a poco gracias al crecimiento económico. Las empresas
tendrán que pensar seriamente en la cuestión de distribuir de modo equitativo la
renta nacional». Añadió que los empresarios negros habían jugado «a ser caballeros», y quizá se había puesto en exceso sordina a sus peticiones; pero «bastó
que Mandela se refiriese a las nacionalizaciones para que las empresas, atemorizadas, empezasen a tomar medidas». Un consultor empresarial, Willie Ramoshaba, dijo que las compañías sudafricanas no debían esconder la cabeza bajo
tierra, sino tratar de elaborar un orden de prioridades adecuado junto con la
comunidad negra.
La decisión del Gobierno de liberalizar el transporte en 1984 dio lugar al
rápido crecimiento de una gigantesca industria nueva controlada por los africanos, que se organizaron en la Asociación de Taxistas Negros de Sudafrica (SABTA). En la actualidad, sus miembros tienen un total de 165 000 microbuses, con
una facturación anual de 3 000 millones de rands, y dan empleo a 300 000 trabajadores. Knox Matjila, miembro de la ejecutiva de la SABTA, abogaba por la
imposición de una limitación temporal al acceso de nuevos miembros a la industria del taxi de los negros, pues ésta tenía que hacer frente a una serie de problemas debido a la falta de una formación adecuada de sus afiliados por las prácticas del apartheid aplicadas en el pasado. Uno de los principales problemas a que
la industria tenía que hacer frente era la guerra de los taxis, a causa de la cual
habían muerto 45 personas tras los enfrentamientos librados entre agencias
rivales.
La SACOB instaba al Gobierno y a los dirigentes políticos a que creasen los
mecanismos necesarios para que los empresarios desempeñasen un papel activo
en las negociaciones sobre la nueva constitución.
Migraciones
La inmigración a Sudafrica aumentó un 50 por ciento en 1990. Muchos de
los nuevos inmigrantes venían de países de Europa oriental, sobre todo de Hungría, la ex República Democrática Alemana y Polonia. Durante los primeros
nueve meses del año un total de 10 987 inmigrantes llegaron a Sudafrica, frente
a 5 600 durante el mismo período de 1989. Al mismo tiempo, el número de
emigrantes descendió a 3 642. Dos de las principales razones para la emigración,
como puso de relieve una encuesta realizada por el Centro de Estudios Políticos
de la Universidad de Witwatersrand, fueron el intento por parte de los jóvenes
de evitar ir a filas y la inestabilidad política reinante en el país. A tenor de la
encuesta, desde 1980 un 25 por ciento de los emigrantes son diplomados universitarios, sobre todo personal docente. Según el Centro, las estadísticas oficiales
sólo registran la mitad de los emigrantes ; el resto de ellos abandonan el país sin
dar noticia, como turistas o con un billete de avión de vuelta. En el estudio se
calculaba que el costo medio que representaba para la economía nacional cada
emigrante — con independencia de su edad, sexo o nivel educativo — era de
240 000 rands al año, en concepto de pérdida de productividad y de ingresos
fiscales.
El COSATU y el NACTU organizaron campañas contra la inmigración. El
secretario general del NACTU, Sr. Ngcukana, reiteró la queja hecha por su federación, ya formulada ante la OIT, de que el Gobierno y los empleadores impe-
Acontecimientos recientes
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dían a los trabajadores sudafricanos conseguir una calificación profesional al
importar mano de obra calificada de Europa oriental y occidental. Sostenía asimismo que la inmigración constituía una violación de la política de sanciones
impuesta por las Naciones Unidas, advirtiendo que los trabajadores se negarían
a trabajar en aquellas fábricas que empleasen mano de obra extranjera calificada. Las federaciones sindicales asociaban su campaña contra la inmigración a
demandas para conseguir la mejora de la formación y el perfeccionamiento profesional de los trabajadores negros.
Los oficiales de la compañía de construcción naval Dorbyl, de Durban, organizaron una manifestación contra la presencia de trabajadores extranjeros. La
empresa había solicitado autorización para contratar 126 soldadores, caldereros
y capataces de Tailandia. Asimismo, había propuesto la contratación de mano
de obra calificada procedente de Alemania, Grecia, Polonia, Portugal y Turquía.
Finalmente, la solicitud de visados para los trabajadores tailandeses fue denegada por el Gobierno. La manifestación contó con el apoyo del ANC. Su delegado
en Natal, Patrick Lekota, alegó que con la importación de mano de obra extranjera se trataba de aumentar el número de la población blanca de Sudafrica.
Salarios y negociación colectiva
En la primera mitad de 1990 los sindicatos consiguieron un aumento salarial
medio más bajo que en 1989, y se preveía que los aumentos para el resto del año
fuesen aún menores, pues las consecuencias de la recesión económica empezaban ya a dejarse sentir. Las demandas presentadas inicialmente por los sindicatos en las negociaciones eran más modestas: un aumento del 35 por ciento frente
al 80 por ciento reclamado en 1989. Un consultor en materia de relaciones laborales, Pat Stone, dijo que las demandas planteadas inicialmente no reflejaban
unas expectativas más bajas, sino un cambio de táctica en las negociaciones.
Rudolf Gouws, economista del Banco Comercial Rand, señaló que, si bien los
aumentos salariales habían empezado a estabilizarse, no habían descendido aún
habida cuenta de la recesión existente en la economía. Según vaticinó, como los
sindicatos eran la principal fuerza impulsora de las demandas salariales, las diferencias de sueldos existentes entre los trabajadores organizados y sin organizar
seguirían creciendo. La empresa consultora Andrew Levy and Associates indicó
que el aumento medio de los salarios en los convenios suscritos a principios de
1990 había sido del 16,7 por ciento, frente al 16,9 por ciento del año anterior
(17,4 por ciento a fines de 1989). El Servicio de Estudios Laborales informó que
los mayores aumentos se habían registrado en las industrias del automóvil (24,1
por ciento), de la madera (23,1 por ciento) y del vestido (22,8 por ciento). Los
aumentos más bajos habían tenido lugar en los sectores del transporte (15,8 por
ciento), la administración local (16,3 por ciento), la construcción (16,7 por ciento), la minería (18,3 por ciento) y el metal (18,3 por ciento). Las cifras del Servicio Central de Estadística indican que las diferencias salariales medias existentes
entre los trabajadores blancos y los negros se redujeron ligeramente a lo largo del
año hasta septiembre; las diferencias fueron menores en el sector financiero y
mayores en el de la construcción. El Servicio de Estudios Laborales, que examinó las diferencias salariales existentes entre las empresas con salarios más altos y
36
Informe especial sobre el apartheid
aquellas con salarios más bajos, pudo comprobar que tales diferencias eras
mayores en el sector de la alimentación.
El salario medio de los trabajadores sin calificar aumentó un 21,4 por ciento
en 1990, frente al 22,5 por ciento en 1989. Pese al descenso registrado, el incremento medio seguía estando por encima de la inflación, que oscilaba en torno al
14,5 por ciento. Sólo una décima parte de los convenios salariales suscritos se
hallaba por debajo del aumento de la tasa de inflación. Según el Servicio de
Estudios Laborales, ello significaba que los salarios de los trabajadores sin calificar crecieron un 6,4 por ciento en términos reales; ahora bien, los salarios
percibidos en el importante sector del metal siguieron estando, en términos reales, por debajo del nivel de 1982. Los trabajadores sin calificar del sector público
seguían ganando unos salarios por debajo de la media dentro de su categoría,
salvo en el caso de los agricultores, aun cuando consiguieron un aumento medio
del 30,8 por ciento. Los aumentos anuales medios registrados en otros sectores
de la industria no diferían mucho. El mayor incremento, un 27,8 por ciento, se
registraba en los sectores de la bebida y la hostelería y restauración. El sector de
la industria con salarios más altos era el automovilístico, en el que el salario
medio de los trabajadores sin calificar era de 285 rands semanales. En la minería, los trabajadores sin calificar sólo ganaban 96,69 rands semanales, el salario
más bajo de todos los sectores. Las presiones ejercidas para que se aumentara el
salario de los trabajadores peor remunerados del sector público planteaba graves
problemas financieros a la administración pública, tanto por el número de trabajadores que se veían afectados como por el bajo nivel de las remuneraciones.
En 1990, el empleo en el sector público se mantuvo en torno a 1,3 millones, esto
es, alrededor de un 13 por ciento de la población económicamente activa.
El Ministro de Hacienda pidió a los sindicatos que limitaran sus reivindicaciones salariales para que fuera posible atajar la inflación y que la economía
pudiera hacer frente a la recesión. Los dirigentes sindicales rechazaron su llamamiento. El secretario de la NUMSA para el personal de ingeniería, Sr. Bernie
Fanaroíf, contestó que los trabajadores no acatarían llamamientos a la moderación de las reivindicaciones salariales de «un gobierno elegido sobre una base
antidemocrática que procedía sin consultar con la mayoría de los sudafricanos
privados de derechos. Continuarán negociando en la medida de sus posibilidades».
Contrariamente a lo ocurrido en años anteriores, se concertaron acuerdos
salariales en todas las principales ramas de actividad sin que fuera necesario
recurrir a la huelga. Al principio de sus negociaciones con la COM, el NUM
pidió un aumento medio de los salarios del 35 por ciento, que luego se redujo al
20 por ciento. Al final, aceptó incrementos que oscilaban entre el 14,5 y el 17
por ciento. El acuerdo concedía también un aumento del 5 por ciento por concepto de vacaciones, el establecimiento de un comité encargado de la mejora de
las calificaciones y de la educación, y la adhesión de la Goldfields Company a las
disposiciones relativas a las licencias por enfermedad de los mineros y la seguridad de los ingresos.
La COM concertó también un acuerdo con ocho sindicatos blancos, representados por el Consejo de Sindicatos de Mineros (CMU), que concedían un
aumento de 13,5 por ciento de los salarios, un incremento del 1 por ciento en la
remuneración sujeta a pensión y contribuciones iguales de los empleadores y de
Acontecimientos recientes
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los trabajadores al régimen de indemnizaciones en caso de muerte del Fondo de
Pensiones de los Trabajadores de las Minas. El NUM no consiguió que la COM
aceptara escalas de salarios uniformes entre las tasas de remuneración que ofrecían las diversas empresas mineras. El sindicato estimó que se habían ampliado
las disparidades, hasta alcanzar 112 rands mensuales en el grado 1 de la categoría de trabajos subterráneos, entre los salarios más altos, pagados por la AAC, y
los más bajos, pagados por Goldfields. Un representante del NUM señaló que
las disparidades entre las diferentes empresas complicaban las negociaciones en
que participaban minas de oro y de acero y que abarcaban a varias categorías de
ocupaciones de superficie y subterráneas.
El NUM declaró haber conseguido un avance en un acuerdo concertado en
noviembre con la mina Freegold South, de la AAC, que aceptó el principio de un
período prolongado de permanencia a domicilio de hasta noventa días como
máximo con licencia sin goce de sueldo. Este acuerdo ofreció la posibilidad de
disminuir la reducción de personal en la mina de 7 800 a 1 800 trabajadores. El
secretario general adjunto del NUM, Sr. Marcel Golding, señaló que, si bien el
acuerdo sólo se aplicaba a una mina, sus efectos directos e indirectos serían
considerables para toda la industria minera. Así lo estimó el representante de la
AAC, Sr. Adrian du Plessis, quien declaró que el acuerdo era importante porque
se había concertado en un momento de dificultades en la industria de las minas
de oro. La AAC anunció también la creación de un fondo de un 1 millón de
rands para promover la creación de empleos.
La Federación de Industrias del Acero e Industrias Mecánicas de Sudafrica
(SEIFSA) concertó un acuerdo con 14 sindicatos, incluida la NUMSA, en el que
se concedían aumentos de salario del 15,5 por ciento en el grado más elevado al
19 por ciento en el más bajo; las horas de trabajo se redujeron de 45 a 44; se
aumentó la prima de vacaciones; se mejoraron sustancialmente las indemnizaciones de residencia fuera del lugar de trabajo; el 16 de junio se reconoció como
día festivo; y se garantizó a las trabajadoras un diagnóstico precoz anual de
cáncer de mama. Otras disposiciones del acuerdo abarcaban las siguientes cuestiones : la obligación para los empleadores de anunciar de antemano las reducciones de personal, la supresión de puestos de trabajo y el cierre o traslado de
lugares de trabajo y de concertar consultas de buena fe para llegar a un acuerdo sobre los motivos de las reducciones de plantilla o la supresión de puestos
de trabajo; la obligación para los empleadores de negociar directivas en materia
de no discriminación en la contratación, selección y pruebas de aptitud para la
formación, así como de pedir a sus miembros que retiren su apoyo a los centros
de formación o de educación que continúan aplicando prácticas de discriminación; la constitución de un comité encargado de estudiar la manera de mejorar
las oportunidades de empleo permanente en la industria ; y la liquidación de los
últimos obstáculos a la creación de un fondo de previsión social para toda la
industria.
Las seis fábricas principales de automóviles concertaron un acuerdo con
todos los sindicatos, incluida la NUMSA, en su foro nacional de negociación
(NBF). Los salarios horarios se aumentaron entre 1,15 rand al nivel más bajo y
1,75 rand al nivel más alto. La NUMSA reivindicaba un aumento general de
2 rands. También se decidió que las empresas respetarían el acuerdo concertado
entre el COSATU/NACTU y la SACCOLA sobre la no aplicación de las dispo-
38
Informe especial sobre el apartheid
siciones controvertidas de la ley sobre relaciones de trabajo. Otras cláusulas del
acuerdo concertado en el NBF abarcaban las cuestiones siguientes: licencia
pagada de maternidad equivalente al 25 por ciento del salario básico de la trabajadora durante dieciocho semanas y ocho semanas de licencia sin goce de sueldo, así como un día de licencia pagada para el padre del niño ; la constitución de
un comité integrado por el empleador y el sindicato para considerar la creación
de empleos, la seguridad en el empleo, la productividad y la viabilidad futura de
la industria del automóvil; la elaboración de directivas para la industria en
materia de no discriminación en la contratación, la selección, la formación y las
pruebas de aptitud; la garantía de que los trabajadores detenidos o encarcelados
en virtud de las leyes sobre seguridad continuarían percibiendo su salario y conservando su empleo, a reserva de que su encarcelamiento vulnere «los principios
aceptados internacionalmente del imperio de la ley»; y un diagnóstico precoz
anual obligatorio y gratuito del cuello uterino para las trabajadoras. Los empleadores también se comprometieron a reconsiderar la asistencia que prestaban a
establecimientos de formación que aplican criterios de discriminación.
La Asociación de Fabricantes de Ropa de El Cabo concertó un acuerdo con
el SACTWU para conceder a los 50 000 trabajadores del vestido un aumento de
22,50 a 29,50 rands semanales. Los operadores de máquinas, que representan el
60 por ciento de la mano de obra de esta industria, pasarán a ganar 199,50 rands
semanales, o sea un aumento de 76 rands en comparación con 1987, año en que
se constituyó el primer sindicato. El secretario regional del sindicato, Sr.
Howard Gabriels, declaró que se habían creado en cada fábrica comisiones de
salario mínimo (LWC) integradas por enlaces sindicales y trabajadores que presentaban informes semanales, lo que había redundado en una «democratización
de procedimiento de negociación salarial», en el que no podía celebrarse ninguna negociación sin una participación de la base obrera. El SACCAWU consiguió
también un aumento sobresaliente de 175 rands mensuales en la fábrica de
artículos de oficina 3M, con lo que el nivel de remuneración se elevó de un
mínimo de 1 060 rands a 1 275 rands. El Sindicato Sudafricano de Trabajadores
de Puertos y Ferrocarriles (SARHWU), que consiguió el derecho de negociación
después de su huelga, logró un aumento salarial de 25 por ciento para sus afiliados. El Sindicato de Trabajadores del Transporte y de Otros Trabajadores
(TGWU) consiguió un acuerdo para sus 10 000 afiliados de los servicios contractuales de limpieza, y el nuevo Sindicato de Personal de Limpieza de Sudafrica (BCWUSA), que cuenta con 4 000 afiliados, logró el derecho de establecer un
consejo nacional de relaciones de trabajo con los empleadores.
Además de acuerdos salariales, varios sindicatos consiguieron victorias importantes en materia de mejoras sociales y laborales. Un acuerdo con la empresa
Plessey SA se refiere a los siguientes asuntos: examen paritario de los alegatos
sobre hostigamiento, acoso e intimidación ; un local administrativo ofrecido por
la empresa para 17 enlaces sindicales, uno de ellos con servicios a tiempo completo, y el deecho de los enlaces sindicales a reunirse una vez por semana
durante las horas de trabajo, con hasta cinco días de licencia pagada con fines de
formación. El acuerdo concertado por el SACCWU con Game Discount World
concede diez meses de licencia de maternidad, ocho de ellos remunerados a
media jornada, y ocho días de descanso después del parto. Las trabajadoras que
no cumplen los requisitos necesarios para la licencia de maternidad percibirán
Acontecimientos recientes
39
una tercera parte de su salario durante los seis primeros meses de su licencia. Las
demás prestaciones consisten en: una cesta por valor de 50 rands para quienes
esperen un hijo; exámenes gratuitos del cuello uterino organizados por la empresa;
una prima anual completa en el momento de reanudar el trabajo; tres meses de
contribuciones a la asistencia médica reembolsados en su totalidad; vacaciones acumuladas, incluso durante la ausencia del trabajo, y el derecho a elegir un trabajo en
régimen de jornada parcial hasta que el niño cumpla un año.
El SACCAWU y Foschini concertaron un acuerdo sobre prestaciones para
recién nacidos que beneficia a 5 000 trabajadoras. También se dispone el pago
de una suma a tanto alzado de 620 rands para la atención del niño, además de
una licencia de maternidad remunerada de seis meses y la conservación del
empleo al reanudar el trabajo. Las mujeres representan el 80 por ciento de la
mano de obra de Foschini. El SACCAWU obtuvo también de Trador la promesa
sin precedente de que no despediría a trabajadores ni cerraría ninguno de sus
almacenes. El acuerdo concede también a los trabajadores el derecho a dormir
en la empresa; el acceso sin restricciones del sindicato a los locales, así como
alimentos y mantas para los huelguistas ; y la promesa de no despedir a nadie por
razones de huelga, así como de no recurrir a ningún personal de seguridad en
caso de huelga.
Las estadísticas muestran que el 54 por ciento de todos los conflictos se
resolvieron por mediación. Desde 1987, el período necesario para llegar a una
solución ha aumentado considerablemente, de 67 días a un período de 86 a 89
días. Respecto de las categorías mejor remuneradas, las partes llegaron a un
acuerdo más rápidamente (69 días en promedio, en comparación con 110 días
para las categorías que perciben las remuneraciones más bajas).
Aunque en el decenio de 1980 los trabajadores negros consiguieran relativamente más ventajas que otros trabajadores en materia de aumentos de salario, la
disparidad entre razas sigue siendo considerable. En 1981, los trabajadores
negros percibían aproximadamente la mitad de lo que cobraban los blancos ; en
1988, los salarios de los trabajadores negros alcanzaban el 70 por ciento de la
remuneración de los trabajadores blancos de la misma categoría. Las disparidades más importantes subsistían entre los diferentes grupos raciales en el sector
público. Los trabajadores negros son los que consiguieron los aumentos más
importantes respecto de su remuneración media en 1989: 21 por ciento, en comparación con 19 por ciento para los trabajadores de color y asiáticos y 16 por
ciento para los blancos. En 1990, los trabajadores negros lograron un aumento
incluso mayor: 30,8 por ciento. En el mismo año, el Gobierno prometió eliminar las disparidades salariales entre el personal docente de sexo masculino y
femenino; consignó 184 millones de rands para mejorar la situación de 75 600
mujeres en las categorías más bajas de remuneración, de las que 59 680 eran
maestras negras. Han dejado de existir disparidades en las escalas de remuneración del personal docente. La cuestión, en su conjunto, ha de analizarse teniendo
presente la situación social de las familias negras. Según el Instituto Sudafricano
de Relaciones Raciales (SAIRR), las cifras correspondientes a los ingresos y
niveles de subsistencia de los hogares africanos en 1990 indican que, en muchas
zonas, la mayor parte de los hogares africanos viven por debajo del nivel de
subsistencia familiar (HSL). El HSL es una estimación del coste de vida básico
de una familia africana de seis personas, y abarca alimentos, ropa, combustible,
40
Informe especial sobre el apartheid
limpieza, renta y transporte. En septiembre de 1990, el HSL medio en 24 centros urbanos era de 564 rands, mientras que el 60 por ciento de los hogares
africanos a nivel nacional (incluidos los 10 territorios patrios) percibían un
ingreso mensual inferior a 500 rands (y el 68 por ciento, menos de 600 rands).
Hay una disparidad considerable entre los hogares urbanos y rurales: el 23 por
ciento de los hogares negros urbanos tienen un ingreso mensual medio de 1 000
rands o más, en comparación con sólo 7 por ciento de los hogares rurales.
Cuestiones de mano de obra, empleo y formación
La recesión y una importante reducción de la mano de obra en las minas
contribuyeron a estancar el nivel del empleo en el sector estructurado de la economía. El profesor van den Berg, de la Universidad de Stellenbosch, calculó que
se precisaban tasas de crecimiento del PIB de 4,3 a 6,4 por ciento para que el
aumento del empleo pudiera absorber el crecimiento anual previsto de 2,56 por
ciento de la mano de obra. El PIB correspondiente a 1990 bajó en 1 por ciento.
El Servicio Central de Estadística del Estado (CSS) informó que a fines de 1989
había 5 295 000 personas empleadas en el sector estructurado fuera de la agricultura. Estimó la población económicamente activa (EAP) en 10 250 000, con
exclusión de las personas que vivían en «territorios patrios independientes»,
estimadas en un millón. Según el CSS, los niveles de empleo en los sectores
principales casi no variaron en el decenio de 1980.
El Banco de Desarrollo del Africa Austral (DBSA) estimó que la capacidad
de absorción (porcentaje de nuevos trabajadores ocupados) del sector estructurado disminuyó hasta 12,5 por ciento en el período 1985-1989, en comparación
con 73,6 por ciento en el período 1965-1970. Entre 1975 y 1989, 4 700 000
personas se sumaron a la fuerza de trabajo, mientras que sólo se crearon
1 200 000 empleos adicionales en el sector estructurado.
El DBSA señaló que el desempleo había alcanzado «proporciones alarmantes», ya que el 41,5 por ciento de la mano de obra potencial se veía privada de
empleo en el sector estructurado. La Comisión Mouton, encargada de estudiar
las disposiciones relativas a las pensiones, llegó a la conclusión de que había más
de siete millones de desempleados en el sector estructurado. En un informe
sobre estudios de mercados para Africa en 1990 se indica que más de un millón
de trabajadores negros de las zonas urbanas estaban desempleados, en comparación con 86 000 trabajadores blancos. Se comprueba en el estudio que la tasa
más elevada de desempleo de los negros afecta a los jóvenes: 400 000 en el grupo
de edades de 16 a 24 años, y 340 000 en el grupo de edades de 25 a 34 años en
busca de empleo a jornada completa.
Con arreglo a la Nedbank Guide to the Economy, el número de empleos en
los sectores productivos sólo aumentó en 19 000 en el decenio de 1980. Se prevé
que la situación empeorará probablemente en los años noventa y que el aumento
probable del empleo en el sector privado se verá contrarrestado con una reducción del empleo en el sector público. La COM señaló una disminución del
empleo en las minas de oro y de carbón, que ocupaban a 584 000 personas en
agosto de 1989, en comparación con 523 000 en febrero de 1990, y advirtió que
las condiciones adversas que afectaban a las minas marginales podían redundar
en la pérdida de 77 600 empleos.
Acontecimientos recientes
41
El NUM estimó que una forma de hacer frente a la amenaza de pérdida de
empleos que se cernía sobre decenas de miles de mineros consistía en prolongar
las vacaciones remuneradas anuales con tres semanas adicionales para salvar,
según las estimaciones, unos 7 800 empleos. Propuso como alternativa la introducción de una quincena de 12 turnos, a lo que se opuso el sindicato blanco
MWU. El Sr. Clem Sunter, jefe de la división de oro y uranio de la AAC, se
comprometió a celebrar negociaciones con los trabajadores para examinar la
manera de resolver el problema de la reducción de mano de obra, e indicó que
estaba dispuesto a considerar la propuesta de adoptar un nómina para 12 turnos
por quincena en lugar de los 11 que se efectúan actualmente.
En el sector manufacturero, el número actual de 1 400 000 empleos permanece prácticamente al mismo nivel que en 1980. La Federación de Industrias de
la Construcción estimó que el empleo en su sector disminuiría de 262 000 puestos en 1989 a 250 000 a fines de 1990. El sector del acero y de las industrias
mecánicas esperaba mantener el nivel de empleo en 350 000 puestos de trabajo.
La industria del turismo esperaba un leve aumento de 5 000 empleos (hasta
145 000) en 1990. La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles señaló un pequeño aumento de 663 empleos en el primer trimestre de 1990, hasta
alcanzar un total de 38 159 puestos de trabajo. La Federación Textil anunció un
período muy sombrío en su sector, que ocupaba a 97 500 trabajadores en 1990.
La industria del calzado registró una pérdida de 2 800 trabajadores entre septiembre de 1989 y febrero de 1990.
Si bien el empleo en los importantes sectores manufacturero, minero y agrícola disminuyó en el decenio de 1980, el empleo en el sector público continuó
aumentando hasta 1987 en que se congelaron las plantillas. En septiembre de
1989, el empleo en este sector representaba un número de 1 678 875 trabajadores (con exclusión de los territorios patrios). En septiembre de 1990 su cifra se
redujo a 1 662 359. Ciertos comentaristas estiman que las negociaciones constitucionales reducirán el número de personas empleadas en el servicio público a
medida que se elimine la innecesaria duplicación de las burocracias del sistema
de apartheid.
Además de los elevados niveles de desempleo resultantes de un crecimiento
económico lento, los cambios en la composición por ocupaciones de la mano de
obra reducirán más aún las perspectivas de empleo de los negros que buscan
trabajo. Se ha registrado una neta evolución en las pautas de empleo en que las
ocupaciones semicalificadas sustituyen gradualmente a las no calificadas. En los
últimos veinte años, el número de empleos no calificados en el sector manufacturero ha disminuido en 30 por ciento, mientras que se duplicaba el número de
empleos semicalificados.
El estancamiento del empleo en el sector estructurado se ha visto acompañado de un crecimiento rápido de su volumen en el sector no estructurado. El
DBSA estima que el sector no estructurado se desarrolló hasta representar la
mitad del sector estructurado en los diez años transcurridos desde 1980. En
aquel año, los sectores no estructurado y de subsistencia absorbían el 22,8 por
ciento de la mano de obra, en comparación con 28,7 por ciento en 1989. Por
otra parte, en el sector estructurado el empleo ha disminuido de 69 por ciento de
la mano de obra a 58,7 por ciento.
El CSS comprobó que la remuneración media en el sector no estructurado
42
Informe especial sobre el apartheid
era de 534 rands mensuales, es decir, muy inferior al nivel mínimo de subsistencia oficial. El CSS estimó prudentemente que el sector no estructurado ocupaba
a 2 700 000 personas, que producían un 8 por ciento del PIB. El Servicio Consultivo de Estudios de Empresa y de Mercadotecnia estima la actividad del sector no estructurado en un nivel más alto que la encuesta del CSS. Según este
servicio consultivo, el sector no estructurado aumenta a un ritmo del 10 por
ciento anual y contribuye en un 15 por ciento al PIB.
La economía continúa viéndose afectada por una escasez de mano de obra
calificada de nivel medio y superior. Los estudios han puesto también claramente de relieve la «monopolización» de los puestos directivos y profesionales por
los blancos. De los 220 000 directores de empresa en 1987, el 92 por ciento eran
blancos y el 2,3 por ciento africanos. La proporción es análoga para los 90 000
profesionales de Sudafrica: 91 por ciento son blancos y 3,8 por ciento africanos.
El Sr. Govan Mbeki, miembro prominente del ANC, declaró en el Instituto
de Administración de Personal que en un país democrático y sin discriminación
por motivos de raza o de sexo en la economía y la sociedad, la formación en la
industria entraña una lucha continua para eliminar las disparidades entre las
calificaciones de blancos y negros y hombres y mujeres. «Estamos convencidos
de que el sector privado puede aportar una contribución importante a la formación de artesanos, de otros trabajadores calificados y del personal de dirección y
procedentes de los estratos desfavorecidos de la población, de manera que, satisfaciendo sus propias necesidades de mano de obra, pueda simultáneamente
remediar las disparidades existentes, que constituyen una causa grave de conflicto tanto en los lugares de trabajo como en la sociedad en general. Sabemos que
diferentes empresas desempeñan ya por cuenta propia ciertas actividades de formación. »
Se ha estimado que Sudafrica precisará 120 000 mandos intermedios y
superiores, así como directivos, en el año 2000 para sostener su ritmo de crecimiento económico. Las últimas estadísticas del CSS muestran que ha disminuido el personal en estas categorías profesionales. Según la Fundación para la Educación, también faltarán 500 000 trabajadores calificados en Sudafrica en el año
2000. Entre las recomendaciones que formuló para remediar este déficit, la Fundación puso de relieve la necesidad de que la educación científica y técnica ocupen un lugar fundamental en el sistema de educación. El Sr. John Gaunt, del
Standard Bank, estimó en 40 por ciento la escasez de ingenieros, científicos y
personal especializado en sistemas modernos de información y de gestión, así
como de ciertas categorías de profesionales. Señaló que desde 1970 se habían
graduado 45 ingenieros negros; el país sólo cuenta con tres arquitectos negros.
La relación entre directivos y trabajadores es una de las más bajas del mundo:
1,42 en comparación con 1,10 en las economías desarrolladas. El profesor Alan
Kemp, decano de ingeniería en la Universidad de Witwatersrand, señaló que la
escasez de ingenieros calificados podía socavar el avance tecnológico futuro y
conducir a un estancamiento económico. A su juicio, se trataba de una crisis de
la que ningún partido político se ocupaba y que la opinión pública tenía muy
poco presente. Una encuesta de la Comisión de Estudios de Ingeniería muestra
que, en comparación con Australia, Sudafrica sólo tiene una cuarta parte de
ingenieros, mientras que su mano de obra es dos veces más numerosa. El
Acontecimientos recientes
43
Sr. Julian Ogilvie-Thompson, presidente de la ACC, declaró que, con carreglo
al inventario actual de las calificaciones y sin amplios programas de participación activa de los empleadores, la posibilidad de aprovechar las oportunidades
de acumular capital con el crecimiento sería mínima y constituiría una cortapisa
para los inversionistas. Añadió que la escasez de calificaciones entre las categorías gerenciales y profesionales podía abarcar 650 000 puestos de trabajo, suponiendo que sean exactas las estimaciones relativas a la demanda elaboradas con
base en distintas fuentes. Señaló que el 66 por ciento de la población económicamente activa de Sudafrica sólo había tenido acceso a la enseñanza primaria,
sin haberla terminado necesariamente.
CAPITULO II
INFORMACIONES SUMINISTRADAS POR LOS GOBIERNOS
Y LAS ORGANIZACIONES DE EMPLEADORES Y DE TRABAJADORES
SOBRE LAS MEDIDAS TOMADAS CONTRA EL «APARTHEID»
En la Declaración actualizada referente a la acción contra el apartheid en
Sudafrica y Namibia, adoptada en la 75.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en 1988, se confirmó el mandato del Director General
de pedir a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y de trabajadores
que suministren informaciones sobre las medidas tomadas contra el apartheid,
de conformidad con las recomendaciones contenidas en el Programa de Acción
contra el Apartheid.
En la 76.a reunión (1989) de la Conferencia Internacional del Trabajo, la
Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid recomendó que
se modificase la presentación del cuestionario sobre la aplicación de la Declaración y de su Programa de Acción, y que se consultase al respecto al Grupo de
expertos independientes encargado de supervisar y controlar la aplicación de
sanciones y otras medidas contra el apartheid.
Se consultó al Grupo de expertos independientes con ocasión de su segunda
reunión, que tuvo lugar del 20 al 23 de febrero de 1990 en la sede de la OIT, en
Ginebra; el resultado de esta consulta fue la elaboración de un cuestionario
revisado anexo al informe de la reunión, el cual fue presentado al Comité sobre
Discriminación del Consejo de Administración en su 246.a reunión (mayo de
1990).
El cuestionario revisado fue enviado a los gobiernos y a las organizaciones
de empleadores y de trabajadores en agosto de 1990. El mismo se envió a un
total de 149 gobiernos, 224 organizaciones de empleadores y 478 organizaciones
de trabajadores, a los que se pidió que respondieran antes del 15 de noviembre
de 1990. Se ha hecho todo lo posible para incluir la información facilitada en
respuesta al cuestionario, aun en los casos en que ésta llegó después de la fecha
límite ; la información que se reciba después de haber enviado este informe a la
imprenta figurará en un documento que se presentará a la 250.a reunión del
Consejo de Administración (mayo-junio de 1991), y se remitirá asimismo a la
Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid.
El presente capítulo ofrece un análisis, en el que se sigue la presentación del
cuestionario revisado, de la información suministrada por los gobiernos y las
organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre las medidas adoptadas
contra el apartheid, de conformidad con el párrafo 5, a), de la Declaración
actualizada. Tal y como se dispone en el párrafo 5, b), este análisis se someterá a
la consideración del Comité sobre Discriminación en la 250.a reunión del Consejo de Administración (mayo-junio de 1991). Toda esta documentación se
Medidas tomadas contra el apartheid
45
transmitió también al Grupo de expertos independientes del Consejo de Administración para que la examinara en su 5.a reunión (febrero de 1991).
Esta es la tercera ocasión en que se ha pedido información a las partes constituyentes de la OIT de conformidad con la Declaración actualizada y con su
Programa de Acción. Es la primera vez que el cuestionario revisado se utiliza al
efecto. En el presente capítulo se recogen las informaciones recibidas respecto de
cada pregunta del cuestionario revisado.
ACCIÓN DE LOS GOBIERNOS
Hasta el 14 de enero de 1990 se habían recibido respuestas de los 54 Gobiernos siguientes: Arabia Saudita, Australia, Austria, Bahamas, Bangladesh, Beiice,
RSS de Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Burkina Faso, Canadá, Colombia, Checoslovaquia, China, Chipre, Dinamarca, Egipto, Estados Unidos, Etiopía, Filipinas,
Finlandia, Ghana, Guinea Ecuatorial, Honduras, Indonesia, República Islámica
del Irán, Irlanda, Jamaica, Japón, Kenya, Malasia, Malta, México, Nigeria,
Noruega, Nueva Zelandia, Panamá, Polonia, Rwanda, Santa Lucía, Singapur,
República Arabe Siria, Sudán, Suecia, Suiza, República Unida de Tanzania,
Togo, Trinidad y Tabago, Turquía, RSS de Ucrania, URSS, Venezuela, Yugoslavia y Zimbabwe. Doce Estados Miembros enviaron una declaración común
por intermedio de la Presidencia de la Comunidad Europea (los Gobiernos de
Dinamarca e Irlanda presentaron respuestas por separado).
Los siguientes Gobiernos informaron que no se habían registrado cambios
con respecto a anteriores respuestas, sin contestar en detalle a cada pregunta del
cuestionario revisado: Bahamas, Chipre, Honduras, Malta, Rwanda, Singapur,
República Arabe Siria y Trinidad y Tabago. Dinamarca, Finlandia, Noruega y
Suecia informaron que sus políticas respecto de Sudafrica seguían basándose en
los criterios fundamentales del Programa Común Nórdico de Acción de 1988.
En cuanto a los gobiernos que respondieron a todas las preguntas del cuestionario revisado, en algunas de sus respuestas a puntos concretos de éste repetían informaciones suministradas en anteriores ocasiones, o indicaban que no se
habían registrado cambios o que no se habían adoptado nuevas medidas sobre el
asunto objeto de consideración. Tales respuestas no se reproducen en el presente
informe.
/. Acción de los gobiernos por intermedio de las Naciones Unidas
1.1. Sírvase señalar las medidas tomadas individual o colectivamente para dar efectividad al Programa de Acción contra el Apartheid adoptado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, así como a las resoluciones adoptadas ulteriormente por ese organismo
y por los demás organismos pertinentes de las Naciones Unidas y, en particular, adoptar
sanciones amplias y obligatorias contra Sudafrica, de conformidad con el capítulo Vil de
la Carta de las Naciones Unidas.
Se recibieron respuestas de los siguientes Gobiernos: Australia, Austria,
Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Burkina Faso, Canadá,
Colombia, Checoslovaquia, China, Egipto, Estados Unidos, Etiopía, Filipinas,
Finlandia, Ghana, Indonesia, República Islámica del Ifán, Irlanda, Jamaica,
Japón, Kenya, Malasia, México, Nigeria, Nueva Zelandia, Santa Lucía, Sudán,
46
Informe especial sobre el apartheid
Suecia, Suiza, República Unida de Tanzania, Togo, Turquía, RSS de Ucrania,
URSS, Venezuela, Yugoslavia y Zimbabwe.
Se comunicaron las medidas siguientes:
Australia. Sin dejar de apoyar las medidas adoptadas por las Naciones Unidas para combatir el apartheid, Australia siente una gran satisfacción ante las
trascendentales reformas que se están llevando a cabo en Sudafrica.
Beiice. El Gobierno apoya plenamente el Programa de Acción contra el
Apartheid adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, al igual
que las resoluciones ulteriormente adoptadas por dicho órgano.
Canadá. El Canadá desempeñó un papel considerable en la adopción por
consenso de la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas
para el Africa meridional durante el 16.° período extraordinario de sesiones de
la Asamblea General, así como en la adopción de la resolución complementaria
(44/244, de 17 de septiembre de 1990), en la que se pide la asistencia de las
Naciones Unidas para la repatriación de los exiliados sudafricanos. El Canadá
ha prometido contribuir con 5 millones de dólares de los Estados Unidos a la
repatriación e instalación de los exiliados y de los prisioneros políticos. El Secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Sr. Joe Clark, presentó al comité creado
tras la resolución 421 del Consejo de Seguridad, en septiembre de 1989, una
serie de propuestas para reforzar la eficacia del embargo de armas. El Canadá ha
seguido contribuyendo de modo activo durante el año pasado a la revitalización
del Comité. La cuestión relativa a la adopción de sanciones amplias y obligatorias no se ha planteado ante el Consejo de Seguridad desde que el Canadá asumió su mandato, en enero de 1989. Habida cuenta de los importantes cambios
actualmente en curso en Sudafrica, el Canadá considera que sería contraproducente exigir que se apliquen las sanciones.
Colombia. El 23 de mayo de 1988, Colombia se adhirió a la Convención
internacional sobre la represión y el castigo del crimen de apartheid. Con el fin
de dar cumplimiento al Programa de Acción contra el Apartheid, adoptado por
la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como a las ulteriores resoluciones, el Gobierno ha apoyado las disposiciones de dichas resoluciones, y ha
mantenido siempre una postura de rechazo contra la política del apartheid.
Checoslovaquia. En 1990, el Gobierno siguió participando, tanto a título
individual como colectivo, en todos los esfuerzos desplegados por la comunidad
internacional para aplicar el Programa de Acción contra el Apartheid y las resoluciones pertinentes adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas
y otros organismos de las Naciones Unidas, incluida la Declaración actualizada
adoptada en la 75.a reunión (1988) de la Conferencia Internacional del Trabajo.
Checoslovaquia ha seguido concediendo becas y organizando cursillos de estudios en el país para mejorar las calificaciones de las personas que viven en zonas
directa o indirectamente afectadas por el régimen del apartheid.
China. El Gobierno ha aplicado el Programa de Acción contra el Apartheid
adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas y sus resoluciones
contra la discriminación racial y el apartheid, apoyando así la lucha del pueblo
sudafricano contra el racismo y en favor de la igualdad de las razas; también ha
apoyado todas las propuestas perfectamente razonadas de los Estados de pri-
Medidas tomadas contra el apartheid
47
mera línea, encaminadas a resolver los problemas políticos del Africa meridional. En octubre de 1989, el Gobierno chino envió una delegación de veinte funcionarios para que asistieran en calidad de observadores a las elecciones celebradas en Namibia.
Dinamarca. Los objetivos que persigue la política danesa siguen siendo el
desmantelamiento total del apartheid, tras un proceso de negociaciones y sin el
recurso a la violencia, y la ulterior institución de una Sudafrica democrática y no
racial. Dinamarca acoge con sumo agrado los importantes y positivos cambios
que actualmente tienen lugar en Sudafrica, si bien observa que siguen en pie las
bases del régimen del apartheid. Por esta razón, Dinamarca sigue creyendo que
debe proseguir la presión internacional contra el Gobierno sudafricano, y en
consecuencia mantendrá las importantes medidas que viene aplicando contra
Sudafrica, entre otras las sanciones económicas.
Estados Unidos. El Gobierno está dispuesto a colaborar con todos los sectores de la sociedad sudafricana favorables al cambio, a la vez que deja en claro
su compromiso inquebrantable para conseguir la creación de una Sudafrica
democrática y no racial. Su política consiste en un conjunto de presiones e
incentivos destinados a poner fin de forma rápida y pacífica al apartheid y a
crear una sociedad en la que haya igualdad de derechos para todos los sudafricanos. Los Estados Unidos creen firmemente que como mejor se puede contribuir
a crear una nueva Sudafrica es prestando apoyo a cuantos se esfuerzan por
resolver los problemas del país por medios pacíficos. Entre los principales elementos de esta política, cabe señalar la extensión de la asistencia a los sudafricanos negros, una diplomacia activa para fomentar el diálogo, las negociaciones y
el cambio pacífico en Sudafrica, y el pleno cumplimiento de la ley general contra
el apartheid de 1986, en la que se propugna una política encaminada a alentar al
Gobierno sudafricano a : llevar a cabo las reformas necesarias para el establecimiento de una democracia no racial en el país ; derogar el actual estado de urgencia y respetar el principio de igualdad ante la ley para todos los ciudadanos,
cualquiera que sea su raza; liberar a Nelson Mandela, Go van Mbeki, Walter
Sisulu, los dirigentes sindicales negros y todos los prisioneros políticos ; permitir
el libre ejercicio a todos los sudafricanos, cualquiera que sea su raza, del derecho
a crear partidos políticos, expresar opiniones políticas y participar de cualquier
otro modo en el proceso político; establecer un calendario para la eliminación
de las leyes del apartheid; negociar con los representantes de los diferentes grupos raciales de Sudafrica el futuro sistema político del país, y poner fin a las
actividades militares y paramilitares dirigidas contra los Estados vecinos. Este
mandato se ha plasmado en una serie de iniciativas políticas cuya finalidad es
alentar y acelerar el ritmo de los cambios actualmente en curso en Sudafrica. A
juicio de los Estados Unidos, el desmantelamiento del apartheid es irreversible.
Junto con el vicepresidente del ANC, Nelson Mandela, el Presidente De Klerk
ha sentado las bases para satisfacer, por medios pacíficos, las esperanzas y aspiraciones de la mayoría del pueblo sudafricano de instaurar en el país un régimen
democrático y no racial. Durante los últimos doce meses el progreso ha sido
considerable en ese sentido. El Gobierno del Presidente De Klerk ha levantado
la prohibición que pesaba sobre todos los partidos políticos, ha permitido la
organización de protestas pacíficas, ha liberado a destacados prisioneros politi-
48
Informe especial sobre el apartheid
cos y ha establecido los procedimientos para la liberación de todos los demás, ha
levantado el estado de urgencia, ha suprimido la mayoría de las restricciones
que pesaban sobre la prensa y ha derogado la ley sobre reserva de servicios
separados. El Partido Nacional en el poder ha hecho pública su aceptación del
gobierno de la mayoría, la existencia de un censo único de votantes, la igualdad
de derechos económicos, políticos y sociales para todos los sudafricanos, y la
celebración de auténticas negociaciones con la oposición de raza negra. Asimismo, en fecha reciente concedió el derecho de afiliarse a él a todas las razas. Con
posterioridad, el 6 de agosto de 1990, el Gobierno sudafricano y el ANC acordaron que esta organización suspendería su lucha armada a cambio de la liberación de los presos políticos y del regreso de los dirigentes de la oposición en el
exilio. Semejante progreso, acontecido durante los últimos doce meses, representa una transformación impresionante para Sudafrica. Sin embargo, es mucho
lo que aún queda por hacer. El Gobierno de los Estados Unidos seguirá apoyando a cuantos se esfuerzan por lograr un cambio pacífico. A este respecto, el
Presidente Bush invitó a Nelson Mandela y al Presidente De Klerk a entrevistarse con él para discutir sobre el futuro. La diplomacia de los Estados Unidos
alentará a todos los dirigentes responsables a que se expresen en el marco de la
negociación y se comprometan a resolver los conflictos mediante el diálogo, en
lugar de recurrir a la violencia o a las amenazas. El Gobierno de los Estados
Unidos mantiene consultas con sus aliados y con los Estados del África meridional sobre las medidas que deben tomarse para que la democracia sea una realidad en Sudafrica. Ha mantenido una diplomacia activa en busca de una solución pacífica a los conflictos regionales, sobre todo en Angola y Mozambique, y
ha colaborado activamente con todas las partes interesadas, incluido el Gobierno sudafricano, para llevar a término el proceso de independencia de Namibia.
La pacífica transición hacia la independencia de este país, junto a la retirada
paulatina de las tropas cubanas de Angola, ha supuesto la eliminación de uno de
los focos de tensión regional. El logro de la paz en Angola y Mozambique sigue
siendo uno de los objetivos prioritarios del Gobierno de los Estados Unidos.
Etiopía. En el curso del año, Etiopía ha participado en las labores del Comité
ad hoc de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA sobre el Africa Meridional,
creado para examinar las condiciones reinantes en Sudafrica; del Comité Coordinador de la OUA para la Liberación, al que prestò apoyo financiero, y de la
Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA, así como en las reuniones ministeriales de la Organización sobre Sudafrica y en en diversas reuniones sobre Sudafrica organizadas por las Naciones Unidas.
Filipinas. El Gobierno filipino mantiene un embargo comercial contra Sudafrica y restringe los viajes entre los dos países, de conformidad con el Programa
de Acción de las Naciones Unidas contra el Apartheid.
Finlandia. El Gobierno, junto con los Gobiernos de los demás países nórdicos, ha repudiado en todo momento y con firmeza el régimen del apartheid de
Sudafrica. Los Gobiernos de los países nórdicos mantendrán la presión sobre el
Gobierno sudafricano, por ejemplo aplicando las sanciones económicas, mientras no haya auténticas pruebas de un cambio irreversible y profundo de la situación. A este respecto, la política de Finlandia consiste principalmente en prestar asistencia a las víctimas del apartheid, refugiados inclusive, a los movimien-
Medidas tomadas contra el apartheid
49
tos de liberación y a cuantos se oponen al apartheid, y en la aplicación de sanciones contra el régimen del apartheid. El Gobierno de Finlandia acoge con
satisfacción las reformas registradas en Sudafrica bajo el mandato del Presidente
De Klerk, así como el diálogo entablado entre el Gobierno sudafricano y el
ANC. El Gobierno finlandés seguirá observando de cerca la marcha de los acontecimientos y la situación en Sudafrica. La política de medidas restrictivas seguirá examinándose según evolucione dicha situación. Ahora bien, como quiera
que los pilares del régimen de apartheid siguen en pie, el Gobierno finlandés no
estima aún oportuno levantar las sanciones económicas, las cuales incluyen el
embargo comercial y la prohibición de conceder préstamos, de participar en
consorcios de préstamos y de vender nuevas patentes y realizar nuevas inversiones en Sudafrica. No obstante, los países nórdicos han modificado sus directrices comunes sobre la concesión de visados a ciudadanos sudafricanos, con el
fin de facilitar los contactos y contribuir así a la intensificación del diálogo en
Sudafrica.
Ghana. El Gobierno enumera las medidas tomadas en años anteriores.
Indonesia. El Gobierno apoya plenamente la Declaración actualizada y el
Programa de Acción contra el Apartheid elaborados por la Conferencia Tripartita sobre la Acción contra el Apartheid, celebrada en Harare en 1988, y adoptados
por la 75.a reunión (1988) de la Conferencia Internacional del Trabajo. En tanto
que miembro del Comité Especial contra el Apartheid de las Naciones Unidas,
del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia, del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas y del Grupo Intergubernamental encargado
de vigilar el abastecimiento y el transporte del petróleo y productos derivados a
Sudafrica, Indonesia ha desempeñado en todo momento un papel activo y positivo al respecto, y está plenamente dispuesta a colaborar con la comunidad
internacional para conseguir el aislamiento total del régimen de Pretoria y la
erradicación del apartheid.
Irlanda. Irlanda ha seguido manteniendo su política de apoyo a la presión
internacional ejercida sobre el Gobierno de Sudafrica para persuadirle a que
entable negociaciones con la mayoría de la comunidad y crear así una nueva
Sudafrica, unida, democrática y no racial. El Gobierno de Irlanda se complace
en observar los pasos dados por el Gobierno sudafricano con el fin de crear un
clima propicio para tales negociaciones. De conformidad con los objetivos de su
política, el Gobierno de Irlanda ha apoyado varias resoluciones de las Naciones
Unidas dirigidas a eliminar el apartheid. Por otra parte, no ha suscrito nunca el
total aislamiento de Sudafrica, y en consecuencia durante el 44.° período de
sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas siguió oponiéndose a
los llamamientos hechos para imponer sanciones amplias y obligatorias contra
ese país.
Jamaica. Jamaica apoya plenamente el Programa de Acción contra el Apartheid adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su 44.° período de sesiones. En distintos foros internacionales, como las Naciones Unidas,
la Commonwealth o el Movimiento de los Países no Alineados, Jamaica ha abogado por la imposición de sanciones contra Sudafrica mientras no se aprecien
signos claros e irrevocables de que se procede al desmantelamiento definitivo
del apartheid.
50
Informe especial sobre el apartheid
Japón. El Gobierno y el pueblo del Japón han mantenido en todo momento
que el apartheid viola los principios de la igualdad racial y el respeto de los
derechos fundamentales, y que debe abolirse semejante política de una vez por
todas. El Japón ha venido aplicando una serie de medidas restrictivas respecto
de Sudafrica, pero en el curso del pasado año no ha adoptado ninguna otra
medida ante la positiva evolución de la situación política del país. El Gobierno
japonés acoge con suma satisfacción el avance de Sudafrica hacia el desmantelamiento del apartheid, apoya los pasos dados hacia una pacífica solución de
este problema y trata de ampliar el diálogo con el Gobierno y con los dirigentes
negros de Sudafrica. Acorde con esta actitud, el Gobierno japonés invitó al vicepresidente del ANC, Nelson Mandela, a que visitara el Japón en octubre de
1990. Durante esta visita, las autoridades elogiaron al Sr. Mandela por sus
inquebrantables esfuerzos para hallar una solución pacífica a la cuestión del
apartheid y le expresaron la esperanza de que ejercería con firmeza sus dotes de
dirigente para promover la unidad de la comunidad negra.
Kenya. Año tras año, el Gobierno ha venido prestando pleno apoyo a todos
los esfuerzos desplegados por las Naciones Unidas para asegurar la eliminación
rápida y total de la política perversa e inhumana del apartheid. Kenya fue uno
de los pocos países a los que el Secretario General de las Naciones Unidas pidió
que formara parte de la fuerza de paz de las Naciones Unidas encargada de
supervisar el alto el fuego en Namibia, que dejaría libre el camino para la posterior independencia de este país. Kenya contribuyó a dicha fuerza con el envío
de un batallón integrado por 850 oficiales.
Malasia. Malasia seguirá apoyando y aplicando todos los programas de
acción y resoluciones que adopte la Asamblea General de las Naciones Unidas
para combatir el apartheid. De conformidad con la política internacional sobre
el particular, Malasia apoya resueltamente a la mayoría negra de Sudafrica en la
lucha que mantiene para liberarse del yugo del apartheid y para que se le reconozca el derecho a una vida decente, en un plano de igualdad. La contribución
de Malasia a la lucha contra el apartheid se cifra en 2 millones de dólares para el
Fondo AFRICA, creado por el Movimiento de los Países no Alineados, y 10 000
libras esterlinas para el Fondo Internacional de Defensa y Ayuda (IDAF).
México. En concordancia con los principios tradicionales de su política
exterior, el Gobierno ha censurado en los foros internacionales la política de
discriminación racial del Gobierno sudafricano y ha apoyado las resoluciones
que en contra de ese país ha aprobado la Asamblea General de las Naciones
Unidas. Además, se ha pronunciado en favor de la imposición de sanciones
amplias y obligatorias contra Sudafrica, de conformidad con lo dispuesto en el
capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas y en las resoluciones de la
Asamblea General.
Nigeria. De conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones
Unidas, Nigeria ha observado rigurosamente las sanciones amplias y obligatorias impuestas contra Sudafrica. A este respecto, cabe señalar que Nigeria no
mantiene relaciones políticas, económicas ni culturales con Sudafrica.
Nueva Zelandia. Nueva Zelandia ha dado cumplimiento a las medidas contra Sudafrica recomendadas por la Commonwealth, así como a las sanciones
Medidas tomadas contra el apartheid
51
previstas en las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
tanto las voluntarias como las obligatorias. Todo sigue en pie. Nueva Zelandia
es miembro del Grupo Intergubernamental encargado de vigilar el abastecimiento y el transporte de petróleo y productos derivados a Sudafrica.
Panamá. Panamá ha apoyado las decisiones y resoluciones de las Naciones
Unidas, en cumplimiento de la ley núm. 8, de 26 de octubre de 1976, por la que
se aprueba la Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid.
Santa Lucía. Santa Lucía enumeró las medidas adoptadas en los últimos
años contra Sudafrica.
Sudán. El Sudán se ha asociado a diversos comités encargados de estudiar la
eliminación del apartheid y es miembro del Comité Especial contra el Apartheid
de las Naciones Unidas.
Suecia. Suecia ha apoyado la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional, adoptada por consenso en el 16.°
período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en diciembre de 1989. Por otra parte, ha acogido con satisfacción las medidas positivas adoptadas en Sudafrica durante 1990, en especial el levantamiento
de la prohibión que pesaba sobre el ANC, la liberación de Nelson Mandela, el
levantamiento del estado de urgencia y los acuerdos alcanzados por el Gobierno
y el ANC en Ciudad del Cabo y Pretoria (en mayo y agosto, respectivamente).
La actitud de Suecia respecto de la situación por que atraviesa Sudafrica se
refleja en el comunicado de la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de los
Países Nórdicos, celebrada en Molde, Noruega, el 11 y 12 de septiembre de
1990, y en la Declaración de los países nórdicos sobre Sudafrica, adoptada en
esa misma reunión.
Suiza. Las autoridades suizas condenan la segregación y la discriminación
raciales, al igual que toda violación de los derechos humanos dondequiera que se
produzcan. Por lo que se refiere a Sudafrica, el Consejo Federal sigue rechazando la aplicación de sanciones económicas o de otro tipo en tanto que instrumento político, pero podría reconsiderar su actitud y adoptar nuevas medidas si las
autoridades sudafricanas tratan de frenar o de congelar el proceso de diálogo
actualmente en curso.
República Unida de Tanzania. La República Unida de Tanzania observa
plenamente todas las medidas adoptadas por la Asamblea General de las
Naciones Unidas sobre la acción contra el apartheid. Asimismo, coopera al respecto con otros Estados miembros de la SADCC.
Togo. Acorde con su postura sobre el respeto de los derechos humanos, el
Togo se ha pronunciado siempre a favor de las resoluciones de las Naciones
Unidas en las que se pide la imposición de sanciones contra Sudafrica.
Turquía. Turquía colabora con la mayoría de las naciones en la acción internacional concertada para conseguir la erradicación del apartheid. Así, apoya el
Programa de Acción contra el Apartheid adoptado por la Asamblea General de
las Naciones Unidas, y vota a favor de las consiguientes resoluciones adoptadas
por dicha Asamblea y otros organismos competentes de las Naciones Unidas.
52
informe especial sobre el apartheid
No modificará su política mientras no se consiga la total eliminación del apartheid.
URSS. La URSS observa estrictamente las decisiones adoptadas por las
Naciones Unidas para eliminar el colonialismo, el racismo y el apartheid.
Durante el período considerado, la URSS votó a favor de las resoluciones adoptadas durante el 44.° período de sesiones y el 16.° período extraordinario de
sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como de las demás
decisiones adoptadas en la materia por los organismos de las Naciones Unidas,
aplicando con vigor lo dispuesto en ellas. La Unión Soviética considera que las
resoluciones sobre el apartheid adoptadas a lo largo de los años por la Asamblea
General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas constituyen un medio
importante para influir sobre el régimen de Pretoria.
Venezuela. Venezuela ha apoyado en los distintos foros de las Naciones Unidas todas las resoluciones, decisiones y medidas destinadas a la eliminación del
apartheid, y de igual manera apoya los acuerdos relativos al Programa de Acción
contra el Apartheid de las Naciones Unidas. Acata y cumple estrictamente todos
los instrumentos adoptados por el Consejo de Seguridad u otros órganos de las
Naciones Unidas para combatir la discriminación racial.
Yugoslavia. El Gobierno ha votado a favor de todas las resoluciones contra
el apartheid adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas,
muchas de las cuales ha patrocinado.
Zimbabwe. Zimbabwe ha desempeñado un papel crucial a la hora de impulsar los cambios que tienen lugar actualmente en Sudafrica, y no ha dejado en
ningún momento de pedir que se adopten sanciones contra ese país hasta tanto
no se registren auténticos cambios. A título de ejemplo, cabe señalar la organización de una serie de importantes reuniones en Harare, como la tercera reunión
del Comité de Ministros de Relaciones Exteriores de la Commonwealth sobre el
Africa Meridional (6-8 de febrero de 1989), la reunión del Buró de Coordinación
del Movimiento de los Países no Alineados (mayo de 1989) y las reuniones del
Comité ad hoc de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA sobre el Africa
Meridional.
Estados miembros de la Comunidad Europea. La Comunidad Europea y sus
Estados miembros han mantenido su política de persuasión respecto de Sudafrica, con el fin de conseguir, mediante el recurso a medios pacíficos, la eliminación del apartheid en dicho país. Si bien en Sudafrica siguen vigentes los cimientos del racismo institucionalizado, debe hacerse una sutil evaluación de la actual
situación y de los últimos acontecimientos registrados en Sudafrica y en el Africa meridional en general. La Comunidad Europea y sus Estados miembros han
seguido con especial atención el curso positivo de los acontecimientos en Namibia, que han desembocado en la independencia de esa nación. En cuanto a Sudafrica, pese a que persiste la estructura legal del apartheid, la Comunidad y sus
Estados miembros vienen observando una serie de signos políticos que parecen
presagiar los cambios que piden la gran mayoría de la población sudafricana y la
comunidad internacional. El período que siguió a la elección del Presidente De
Klerk se ha caracterizado por una serie de acontecimientos que preparan el camino hacia la abolición total del injusto régimen del apartheid. La Comunidad
Medidas tomadas contra el apartheid
53
Europea y sus Estados miembros han acogido con sumo agrado tan importantes
acontecimientos, en especial la liberación de Nelson Mandela y otros prisioneros
políticos, el levantamiento de la prohibición que pesaba sobre las organizaciones
políticas y sobre las que luchaban contra el apartheid, el levantamiento parcial
del estado de urgencia y el compromiso asumido por el Gobierno de abolir el
apartheid y crear una Sudafrica democrática y no racial. En una declaración de
9 de agosto de 1990, la Comunidad Europea y sus Estados miembros expresaron
su satisfacción ante los resultados de las negociaciones preparatorias celebradas
entre el Gobierno sudafricano y el ANC, en especial la suspensión de la lucha
armada por parte de esta organización y la liberación de prisioneros políticos y
la amnistía para los exiliados, a la vez que manifestaron la esperanza de que no
tardarían en entablarse negociaciones para elaborar una nueva constitución.
Pese a reconocer que se han registrado importantes progresos en lo tocante al
respeto de los derechos humanos, la Comunidad intervino ante el Gobierno
sudafricano en relación con cuestiones como la «Conferencia para un futuro
democrático», los escuadrones de la muerte, la ley sobre la declaración de fondos extranjeros y el clima de violencia existentes.
Países nórdicos. Los países nórdicos han manifestado en todo momento y
tajantemente su repulsa del régimen de apartheid vigente en Sudafrica. Están
resueltos a seguir contribuyendo activamente para lograr la completa abolición
del apartheid y la creación de una sociedad democrática y no racial. Los países
nórdicos observan con satisfacción que últimamente han comenzado a registrarse acontecimientos importantes y positivos que inducen a esperar cambios
de carácter trascendental en Sudafrica. Ahora bien, también observan que los
cimientos del régimen del apartheid siguen en pie. Por tanto, los países nórdicos
reafirman que su política hacia Sudafrica sigue basándose en los preceptos contenidos en el Programa Común Nórdico de Acción adoptado en 1988. Así pues,
los países nórdicos seguirán ejerciendo presión sobre el Gobierno sudafricano,
incluidas las sanciones económicas, mientras no haya claras muestras de un
cambio profundo e irreversible. Los países nórdicos creen que para conseguir
cambios duraderos en Sudafrica se debe recurrir a la negociación y a medios
pacíficos. Se unen, pues, al resto de la comunidad internacional para instar al
Gobierno sudafricano y a los representantes de la mayoría de la población de ese
país a que entablen auténticas negociaciones para abolir plenamente el régimen
del apartheid en una atmósfera exenta de toda clase de violencia o amenazas de
violencia. Todos los partidos sudafricanos deberían seguir el ejemplo trazado
por el ANC y el Gobierno sudafricano y consagrarse a la búsqueda de soluciones
pacíficas, sin recurrir a la violencia. Los países nórdicos contribuirán al fomento
del diálogo y al proceso de democratización en Sudafrica. En vista de los progresos registrados durante las conversaciones sostenidas entre el ANC y el Gobierno sudafricano, los Gobiernos nórdicos estiman que hay motivos para esperar la
realización de tales cambios en un futuro no lejano. Los países nórdicos han
procedido ya a algunas modificaciones en su política de concesión de visados
con el fin de aumentar las posibilidades de contactos capaces de reforzar el diálogo y el proceso de democratización. Los países nórdicos no dejarán de examinar las medidas que han adoptado contra Sudafrica para la introducción de
posibles cambios según la marcha de los acontecimientos. (Declaración de los
países nórdicos sobre Sudafrica, adoptada en la reunión de Ministros de Asuntos
54
Informe especial sobre el apartheid
Exteriores de los Países Nórdicos celebrada en Molde, Noruega, el 11 y 12 de
septiembre de 1990.)
//. Acción de los gobiernos
II. 1. ¿Mantiene su gobierno vínculos
a) políticos/diplomáticos;
b) militares;
c) culturales y deportivos
con el Gobierno Sudafricano?
En caso afirmativo, sírvase suministrar a continuación detalles sobre dichos vínculos.
Los siguientes Gobiernos informaron que no mantenían ninguna clase de
relaciones con el Gobierno sudafricano: Arabia Saudita, Bangladesh, Beiice,
RSS de Bielorrusia, Bolivia, Burkina Faso, Colombia, Checoslovaquia China,
Egipto, Filipinas, Ghana, Guinea Ecuatorial, Indonesia, República Islámica del
Irán, Irlanda, Jamaica, Kenya, Malasia, México, Nigeria, Panamá, Santa Lucía,
Sudán, República Unida de Tanzania, Togo, Turquía, RSS de Ucrania, URSS,
Venezuela, Yugoslavia y Zimbabwe.
Mantenían relaciones diplomáticas los Gobiernos de Australia, Austria, Brasil, Canadá, Finlandia y Suiza. El Gobierno de Nueva Zelandia respondió que
mantenía vínculos deportivos con Sudafrica.
II.2. ¿Qué medidas han sido tomadas para romper las relaciones políticas, diplomáticas, militares, culturales y deportivas con el Gobierno sudafricano?
Entre los gobiernos que, según informaron, mantenían relaciones con el
Gobierno sudafricano, los siguientes respondieron que no se había tomado ninguna nueva medida para romper aquéllas: Australia, Austria y Suiza.
Se comunicaron las medidas siguientes :
Australia. Australia levantó las sanciones que pesaban sobre Namibia, impuestas mientras estuvo bajo control sudafricano, el 21 de marzo de 1990, al
acceder este país a la indepedencia.
Canadá. El Canadá mantiene relaciones diplomáticas con el Gobierno sudafricano. La Embajada del Canadá en Sudafrica tiene oficinas en Ciudad del
Cabo y Pretoria. La principal misión que tiene encomendada la Embajada es
supervisar la marcha de los acontecimientos, promover la negociación de una
solución pacífica en Sudafrica y prestar asistencia a las víctimas del apartheid. El
Canadá mantiene restricciones a toda clase de contactos oficiales con el Gobierno sudafricano. Acata el embargo obligatorio impuesto por las Naciones Unidas
a la exportación de armas a Sudafrica, así como el embargo voluntario a la
importación de armas. El Canadá se adhiere al Acuerdo de Gleneagles, por el
que se restringen los contactos deportivos con Sudafrica, y reforzó en junio de
1989 el boicoteo en materia deportiva.
Finlandia. Entre Finlandia y Sudafrica existen relaciones diplomáticas. Finlandia mantiene una legación en Pretoria, al frente de la cual hay un encargado
de negocios, y otro tanto hace Sudafrica en Helsinki. No hay relaciones militares
entre Finlandia y Sudafrica. Se aplican restricciones a las relaciones deportivas y
Medidas tomadas contra el apartheid
55
culturales. En la reunión de los Ministros de Asuntos Exteriores de los Países
Nórdicos celebrada en marzo de 1990 se adoptó una serie de modificaciones a
las directrices conjuntas de los países nórdicos sobre la tramitación de visados
obligatorios para los subditos sudafricanos, con el fin de ampliar los contactos y
favorecer el diálogo y el proceso de democratización en Sudafrica.
Nueva Zelandia. Nueva Zelandia no tiene representación consular, diplomática ni comercial en Sudafrica. Tampoco mantiene ninguna clase de cooperación
militar con dicho país. El Gobierno desalienta de diversas maneras los contactos
culturales, científicos y deportivos con Sudafrica, de conformidad con el Acuerdo de Nassau de la Commonwealth, el Acuerdo de Gleneagles y los principios
básicos de la resolución de las Naciones Unidas en la materia. Se han eliminado
prácticamente los contactos deportivos de Nueva Zelandia con Sudafrica, pero
el Gobierno no puede, debido a otras obligaciones contraídas en el plano internacional, impedir que los neozelandeses viajen a Sudafrica.
Suiza. Suiza mantiene relaciones diplomáticas normales con Sudafrica. En
la primavera de 1990, el jefe de la sección II de asuntos políticos del Departamento Federal de Asuntos Exteriores viajó a Sudafrica para entablar contactos
con el Gobierno sudafricano y con representantes de diversos grupos de la oposición. En mayo y junio, representantes del Consejo Federal recibieron al Presidente De Klerk y a Nelson Mandela. En el curso de dichas reuniones, Suiza
volvió a expresar claramente su postura contraria a la política de apartheid.
11.3. Sírvase indicar las medidas tomadas para:
a) negarse a reconocer los «bantustanes»;
b) rechazar el establecimiento de oficinas de representación de los «bantustanes», así
como la entrada de los representantes de éstos en su país;
c) prohibir nuevas inversiones en los «bantustanes» y exigir la retirada de las inversiones ya existentes.
Se recibieron respuestas de los siguientes Gobiernos: Arabia Saudita, Australia, Austria, Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Burkina
Faso, Canadá, Checoslovaquia, China, Egipto, Filipinas, Finlandia, Ghana,
República Islámica del Irán, Irlanda, Jamaica, México, Nigeria, Nueva Zelandia, Santa Lucía, Sudán, República Unida de Tanzania, Togo, Turquía, URSS,
Venezuela y Zimbabwe.
En todas las respuestas se indica que no se reconocen los «bantustanes», que
no hay en el territorio nacional oficinas de representación de los «bantustanes»,
que se niega la entrada a los representantes de los «bantustanes» y que no se
efectúan inversiones en los «bantustanes» o que se aplican a éstos las medidas
adoptadas en materia de inversiones respecto de Sudafrica.
11.4. ¿Existen relaciones económicas y comerciales entre su país y Sudafrica ?
Los siguientes Gobiernos informaron que su país no mantenía relaciones
económicas ni comerciales con Sudafrica: Arabia Saudita, Bangladesh, Beiice,
RSS de Bielorrusia, Bolivia, Burkina Faso, Checoslovaquia, China, Egipto, Filipinas, Finlandia, Ghana, Guinea Ecuatorial, Indonesia, República Islámica del
Irán, Jamaica, Kenya, Malasia, México, Nigeria, Panamá, Santa Lucía, Sudán,
República Unida de Tanzania, Togo, RSS de Ucrania, URSS, Venezuela y
Yugoslavia.
56
Informe especial sobre el apartheid
Los siguientes Gobiernos respondieron que su país había mantenido relaciones económicas y comerciales con Sudafrica: Australia, Austria, Brasil,
Canadá, Irlanda, Nueva Zelandia, Suiza, Turquía y Zimbabwe.
11.5. Sírvase indicar las medidas tomadas para:
a) suspender las relaciones económicas y comerciales con Sudafrica ;
b) prohibir nuevas inversiones públicas y privadas en Sudafrica ;
c) prohibir la exportación de tecnología nuclear y de otro tipo al Gobierno de Sudafrica
y a las empresas paraestatales y privadas de Sudafrica ;
d) prohibir a los bancos la concesión de préstamos y créditos comerciales a Sudafrica y
las transacciones de oro con Sudafrica;
e) prohibir la colaboración con Sudafrica en las operaciones en el mercado internacional
del oro, y en particular evitar las operaciones de la empresa de comercialización sudafricana del oro, la World Gold Council (antes llamada International Gold Corporation, INTERGOLD).
Se recibieron respuestas de los siguientes Gobiernos: Australia, Austria,
Canadá, Irlanda, Nueva Zelandia, Suiza, Turquía y Zimbabwe.
11.6. Sírvase indicar las medidas tomadas, por conducto de las autoridades gubernamentales apropiadas, incluidas las autoridades regionales y locales, para:
a) adoptar medidas estrictas de desinversión y de retirada de inversiones ;
b) evitar cualesquiera nuevas inversiones ;
c) retirar todos los fondos públicos de los bancos que mantengan relaciones comerciales
con Sudafrica;
d) rescindir los contratos para la provisión de bienes y servicios con todas lasfirmasy
empresas que tengan relaciones comerciales con Sudafrica.
Se recibieron respuestas de los siguientes Gobiernos: Australia, Austria, Brasil, Canadá, Irlanda, Nueva Zelandia, Suiza, Turquía y Zimbabwe.
Se comunicaron las siguientes medidas respecto de las preguntas 5 y 6 :
Austria. Austria enumeró las restricciones vigentes en la esfera comercial. La
ciudad de Viena, por decisión del concejo municipal, prohibe la adquisición de
bienes y servicios de origen sudafricano para las empresas municipales. De igual
modo, las ciudades de Salzburgo y Linz, así como otras más pequeñas, prohiben
la adquisición de bienes sudafricanos para las empresas municipales.
Canadá. El Canadá enumeró las acciones llevadas a cabo respecto de Sudafrica entre julio de 1985 y octubre de 1989. En agosto de 1989 se celebró en
Canberra, Australia, la cuarta reunión del Comité de Ministros de Relaciones
Exteriores de la Commonwealth sobre el Africa Meridional. En la misma el
Comité reafirmó que las sanciones económicas aplicadas por el sector privado
habían demostrado ser una de las formas de presión más eficaces. En octubre de
1989, el Secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Sr. Joe Clark, se dirigió
por escrito a los principales bancos comerciales canadienses solicitando su cooperación para aplicar las prohibiciones financieras acordadas en la cuarta reunión de dicho Comité.
Irlanda. Irlanda ha mantenido las restricciones comerciales que venía aplicando.
Nueva Zelandia. En el informe de Nueva Zelandia se adjuntaba una lista de
las medidas adoptadas por este país contra Sudafrica. El comercio con Sudafrica
Medidas tomadas contra el apartheid
57
ha permanecido por debajo del 0,5 por ciento del volumen total de los intercambios comerciales de Nueva Zelandia, descendiendo de los 39,3 millones de
dólares registrados entre julio de 1988 y junio de 1989 a 27,3 millones de
dólares durante el período comprendido entre julio de 1989 y junio de 1990. El
Gobierno ha seguido aplicando las sanciones económicas impuestas a Sudafrica
por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Según las informaciones de
que dispone el Gobierno, no hay inversiones de Nueva Zelandia en Sudafrica.
Suiza. Las exportaciones de capital de Suiza a Sudafrica se hallan sujetas
desde 1986 a un tope que no llegó a alcanzarse en 1990.
Turquía. Sólo existen relaciones económicas y comerciales, en medida muy
limitada, entre los sectores privados de ambos países. No se señala la adopción
de nuevas medidas.
Estados miembros de la Comunidad Europea. Por lo que se refiere a las
medidas restrictivas, el Consejo Europeo, en su reunión celebrada en Dublin en
junio de 1990, recordó que había decidido en Estrasburgo, en diciembre de
1989, que la Comunidad Europea y sus Estados miembros seguirían ejerciendo
presión sobre las autoridades sudafricanas para que éstas procedieran a cambios
profundos e irreversibles. Afirmó que estaba dispuesto a considerar la posibilidad de reducir tal presión gradualmente si había nuevas pruebas de que el proceso de cambio era real y correspondía al propugnado en la reunión de Estrasburgo. La Comunidad Europea y sus Estados miembros siguen aplicando el
Código de Conducta para las empresas que cuentan con filiales, sucursales o
representación comercial en Sudafrica. En febrero de 1990, los Ministros de
Asuntos Exteriores de los Doce aprobaron el noveno informe sobre la aplicación
del Código de Conducta, el cual pone de manifiesto que: la mayoría de las
empresas europeas han adoptado una política que permite a los trabajadores
elegir libremente a sus representantes ; todas las empresas se rigen por criterios
objetivos para determinar los salarios y cubrir las vacantes; la mayoría de las
empresas han abolido por completo las medidas de carácter segregacionista, y
que son numerosas las empresas que apoyan a las asociaciones locales de empresarios negros.
II.7. Sírvase indicar las medidas tomadas para no permitir que se utilicen instalaciones y servicios con el fin de burtar las sanciones aplicadas contra Sudafrica.
Se recibieron respuestas de los siguientes Gobiernos: Australia, Austria,
Bangladesh, Beiice, Bolivia, Canadá, Checoslovaquia China, Egipto, Filipinas,
Finlandia, Ghana, República Islámica del Irán, Jamaica, Malasia, México,
Nigeria, Nueva Zelandia, Sudán, Suiza, República Unida de Tanzania, Togo,
RSS de Ucrania, URSS, Yugoslavia y Zimbabwe.
Se comunicaron las siguientes medidas :
Austria. La aplicación de medidas selectivas se halla garantizada por las
autoridades públicas. Las presuntas violaciones del decreto del Gobierno federal
por el que se prohibe la exportación de equipo militar y de armas y municiones
con fines civiles a Sudafrica dan lugar, de oficio, a una acción en justicia.
Bangladesh. No se permite la utilización de ninguna de las instalaciones y servicios del país de modo manera que se eludan las sanciones aplicadas contra Sudafrica.
58
Informe especial sobre el apartheid
Canadá. El Gobierno ha contado con una colaboración excelente por parte
de los países vecinos de Sudafrica para asegurar que los productos de origen
sudafricano no se exporten bajo el certificado de origen de estos países.
Checoslovaquia. Están prohibidas las relaciones económicas, comerciales y
culturales con Sudafrica, conforme a lo dispuesto en el reglamento núm.
65/1980 del Ministerio Federal de Comercio Exterior, que sigue vigente. No
operan en Checoslovaquia las empresas multinacionales que podrían mantener
relaciones económicas o comerciales con Sudafrica.
China. No se hace uso de instalaciones ni servicios para burlar el respeto de
las sanciones contra Sudafrica. China prohibe la realización de inversiones en
ese país, al que no exporta ninguna clase de tecnología, incluida la nuclear. El
Banco de China no mantiene relaciones con Sudafrica y no ha cooperado nunca
en el mercado del oro. China no mantiene tratos con los bancos extranjeros que
tienen relaciones con Sudafrica. El Gobierno ha observado estrictamente los
embargos de petróleo y carbón, y no ha adoptado ninguna medida que pudiera
contribuir a la autosuficiencia de Sudafrica en materia de energía.
Filipinas. A todas las legaciones diplomáticas de Filipinas se les ha informado de las restricciones existentes respecto de Sudafrica en materia de comercio y viajes.
Finlandia. Todas las exportaciones a Sudafrica requieren una declaración de
control de exportaciones, mientras que las importaciones procedentes de dicho
país están sujetas sistemáticamente a la obtención de una licencia. El control de
tales requisitos corre a cargo del departamento de aduanas. Se ha reunido en
varias ocasiones un grupo de trabajo extraoficial integrado por altos funcionarios, tal como está preceptuado, para intensificar la cooperación y el intercambio de informaciones sobre la aplicación de la legislación al respecto. En dicho
grupo de trabajo se hallan representados el Ministerio de Asuntos Exteriores, el
Ministerio de Finanzas, el Ministerio de Comercio e Industria, la Dirección de
Aduanas y la Oficina que expide los permisos de importación y exportación.
Ghana. Se mantiene en vigor una alerta aduanera para asegurar que las
instalaciones portuarias no pueden utilizarse por los buques que se dirigen a
Sudafrica o vienen de dicho país ; está prohibida la transferencia de cargas y la
importación o exportación de mercancías entre Ghana y Sudafrica.
República Islámica del Irán. Para impedir que se burlen las sanciones, el
Ministerio del Petróleo de la República Islámica del Irán, en estrecha colaboración con el grupo intergubernamental que controla la observancia del embargo
del petróleo contra Sudafrica, exige a los compradores de petróleo la presentación de certificados de descarga.
Jamaica. A tenor de lo dispuesto en la ley sobre el comercio, el Ministro
puede prohibir el comercio y las inversiones de Sudafrica en Jamaica.
Malasia. El Gobierno prohibe que se mantengan relaciones económicas o
comerciales con el Gobierno sudafricano, lo cual significa que no pueden
enviarse desde los puertos de Malasia mercancías con destino a Sudafrica. Una
prohibición similar pesa sobre las mercancías de otros países que, destinadas a
Sudafrica, pasan por puertos malayos.
Medidas tomadas contra el apartheid
59
México. Están prohibidas la importación y la exportación de mercancías
entre México y Sudafrica, inclusive a través de terceros países.
Nigeria. Las compañías que transportan el petróleo crudo de Nigeria tienen
que comprometerse por escrito a no desviar dicho petróleo hacia Sudafrica.
Sudán. El Sudán acata y aplica todas las resoluciones de las Naciones Unidas
y la OUA en materia de sanciones económicas contra el régimen del apartheid.
Suiza. Con el fin de impedir que el territorio suizo sea utilizado para burlar
las sanciones tomadas contra Sudafrica por los principales interlocutores comerciales de Suiza, el Consejo Federal controla las transacciones comerciales y
financieras que se efectúan entre Suiza y Sudafrica. En caso de comprobarse que
se burlan las sanciones, el Consejo Federal estudiaría las medidas que habrían
de adoptarse.
Zimbabwe. Zimbabwe no ayuda para nada a Sudafrica a burlar las sanciones.
II.8. Sírvase indicar las medidas tomadas, incluida la prohibición de anuncios y la
suspensión de los enlaces aéreos y marítimos con Sudafrica, para :
a) disuadir a los subditos de su país de emigrar a Sudafrica ;
b) disuadir toda promoción turística que tenga como objetivo Sudafrica.
Se recibieron respuestas de los siguientes Gobiernos: Arabia Saudita, Australia, Austria, Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Canadá,
Checoslovaquia, China, Egipto, Filipinas, Finlandia, Ghana, Indonesia, República Islámica del Irán, Irlanda, Jamaica, Kenya, Malasia, México, Nigeria, Nueva Zelandia, Santa Lucía, Sudán, República Unida de Tanzania, Togo, Turquía,
RSS de Ucrania, URSS, Venezuela, Yugoslavia y Zimbabwe.
Se comunicaron las siguientes medidas :
Austria. En virtud de una ordenanza de 1989 del Ministro Federal de Asuntos Sociales, las oficinas de colocación austríacas no facilitan información sobre
las oportunidades de empleo en Sudafrica. No hay una corriente importante de
migrantes austríacos hacia Sudafrica. Ahora bien, cada vez son más numerosos
los ciudadanos de Europa oriental que tratan de emigrar a Sudafrica por conducto de la Embajada de Sudafrica en Viena.
Bangladesh. A los subditos de Bangladesh no se les permite visitar Sudafrica,
y viceversa. Sudafrica no aparece en la lista de países que pueden visitar los
subditos de Bangladesh, lista que figura en los pasaportes nacionales.
Brasil. Las autoridades no han adoptado medidas que faciliten la emigración
de sus subditos a Sudafrica. Por otro lado, en el Brasil no se hace publicidad
turística para Sudafrica, y tampoco existen enlaces marítimos entre los dos
países.
Canadá. El Canadá ha suprimido los enlaces aéreos con Sudafrica y condena
públicamente, con resultados muy eficaces, la promoción del turismo para ese
país. Por lo que respecta a la migración entre los dos países, el saldo es favorable
al Canadá.
Checoslovaquia. No se mantienen enlaces aéreos ni marítimos con Sudafrica.
60
Informe especial sobre el apartheid
China. No hay enlaces aéreos ni marítimos con Sudafrica. Gracias a la prohibición de anuncios y a la adopción de otras medidas, China impide a sus
subditos emigrar a Sudafrica o hacer viajes turísticos.
Egipto. En el pasaporte se autoriza a los subditos egipcios a viajar a cualquier país salvo a Sudafrica.
Finlandia. No hay enlaces aéreos ni marítimos entre Finlandia y Sudafrica.
Están prohibidos los vuelos regulares y los vuelos charter de Finlandia a Sudafrica. Los subditos finlandeses pueden emigrar al país que deseen.
Ghana. No hay enlaces aéreos entre Ghana y Sudafrica. Ghana mantiene un
boicoteo total respecto de Sudafrica.
Indonesia. Indonesia nunca ha expedido visados a los subditos de Sudafrica
ni a las personas portadoras de documentos de viaje expedidos por ese país;
además, prohibe a sus subditos viajar a Sudafrica.
Kenya. A los aviones y barcos sudafricanos les está prohibido entrar en el
espacio aéreo y en los puertos de Kenya. Con excepción de los delegados sudafricanos bona fide que asisten a reuniones patrocinadas por las Naciones Unidas,
a los subditos sudafricanos les está prohibida la entrada en Kenya.
Malasia. A los subditos malayos les está prohibido visitar Sudafrica. A los
medios de comunicación les está prohibida la promoción del turismo sudafricano.
México. El Gobierno de México, en cumplimiento de las resoluciones de la
Asamblea General de las Naciones Unidas relativas a la suspensión de relaciones de todo tipo con Sudafrica, no autoriza la emigración de mexicanos a
Sudafrica. Se ha negado sistemáticamente la concesión de visados de entrada a
México a los nacionales sudafricanos, salvo cuando se trata de casos humanitarios. Tampoco se lleva a cabo ninguna promoción turística de ese país.
Sudán. A los subditos sudaneses les está estrictamente prohibido viajar a
Sudafrica.
Turquía. Como no hay relaciones políticas entre Turquía y Sudafrica y Turquía no tiene legaciones consulares en dicho país, a los subditos turcos se les
aconseja que no viajen a Sudafrica.
Zimbabwe. Zimbabwe no permite la publicidad de las líneas aéreas South
African Airways ni la promoción del turismo sudafricano.
II.9. Sírvase indicar las medidas tomadas para aumentar el apoyo económico, incluida la ayuda para el desarrollo y la creación de nuevas corrientes comerciales, a aquellos
países africanos que se ven obligados, por su situación geográfica y económica, a mantener
vínculos con Sudafrica, y especialmente a los Estados africanos independientes enclavados en Sudafrica o en su vecindad inmediata.
Se recibieron respuestas de los Gobiernos de los siguientes países: Arabia
Saudita, Australia, Austria, Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Canadá, Checoslovaquia, China, Dinamarca, Egipto, Finlandia, Ghana,
Indonesia, República Islámica del Irán, Irlanda, Jamaica, Japón, Kenya, Nigeria, Nueva Zelandia, Sudán, Suiza, República Unida de Tanzania, Togo, Turquía, RSS de Ucrania, URSS y Zimbabwe.
Medidas tomadas contra el apartheid
61
Se comunicaron las medidas siguientes :
Arabia Saudita. El Gobierno ha concedido préstamos de ayuda al desarrollo,
por conducto del Fondo de Desarrollo Saudita, a países que sufren de la presión
del régimen racista, tales como Botswana, Lesotho y Zimbabwe.
Australia. Como parte de un programa trienal aprobado en 1987, Australia
concedió unos 49 millones de dólares australianos a países del Africa meridional
durante los años 1989 y 1990. Los objetivos de este programa eran: reducir la
dependencia de los países del Africa meridional con respecto a Sudafrica ; reforzar la capacidad de los países para hacer frente a los efectos indirectos de las
sanciones contra Sudafrica y ayudarlos a aplicar sus propias sanciones ; prestar
especial atención a las personas residentes en Sudafrica y Namibia, o procedentes de estos países, y que sufren las consecuencias del apartheid, y a otras
víctimas (por ejemplo, en Mozambique) de la desestabilización fomentada por
Sudafrica; interesarse por los países cuyos ingresos per capita son muy bajos;
apoyar a los países que ya están emprendiendo una reforma económica ; abordar
las cuestiones relacionadas con las mujeres en el desarrollo y con el medio
ambiente y la salud, y centrarse en el fomento de la seguridad alimentaria y en el
transporte y las comunicaciones.
Austria. En el marco de la cooperación para el desarrollo, Austria concede
prioridad a la región de la SADCC y de la PTA.
Bangladesh. Se han abierto embajadas en dos Estados de primera línea en
los últimos años para ayudarlos, de todas las formas posibles, a sobrevivir sin
depender del actual régimen sudafricano.
Brasil. El Gobierno ha reiterado frecuentemente en varios foros internacionales su compromiso de apoyar a los Estados de primera línea. Dentro de los
límites de sus posibilidades, el Brasil ha emprendido acciones prácticas, por
medio de programas de cooperación técnica y de esquemas innovadores de
intercambio comercial, para disminuir la dependencia económica de los Estados
de primera línea con relación a Sudafrica. La cooperación bilateral con algunos
Estados de primera línea se ha reforzado merced a importantes inversiones en
Angola y Mozambique.
Canadá. Se prevé que la asistencia del Canadá a los países de la SADCC
ascienda a 160 millones de dólares canadienses durante 1990-1991. La mayor
parte de esta asistencia se encauza hacia proyectos destinados a reducir la
dependencia de los países vecinos de Sudafrica con respecto a este país en
materia económica y de transporte. Por ejemplo, la Agencia Canadiense de
Desarrollo Internacional (CIDA) siguió ayudando a financiar la reconstrucción
de los enlaces ferroviarios de Limpopo y Nacala ; además, entregó alrededor de
11 millones de dólares para terminar el interconectador entre Zimbabwe y Botswana, a fin de incluir a Botswana en la red regional de energía eléctrica, y gastó
120 millones de dólares para varios proyectos en curso de realización en países
de la SADCC. Asimismo, se proporcionaron aproximadamente 30 millones de
dólares por diferentes cauces no gubernamentales.
Checoslovaquia. Dentro de los límites de sus posibilidades económicas, Checoslovaquia está prestando particular atención al aumento de la cooperación
económica y comercial con los Estados miembros de la SADCC. El porcentaje
correspondiente a estos países de la balanza del comercio exterior de Checoslo-
62
Informe especial sobre el apartheid
vaquia con países del Africa subsahariana ascendió al 26,5 por ciento en 1989.
El Gobierno de Checoslovaquia se disponía a establecer relaciones diplomáticas
con Swazilandia para fines de 1990 y a cooperar con ese país en todas las esferas
de interés mutuo.
China. El Gobierno de China, dentro de los límites de sus posibilidades, ha
extendido la cooperación económica a los países del Africa meridional, en particular a los países limítrofes con Sudafrica.
Dinamarca. A través de un importante programa de asistencia al desarrollo,
Dinamarca también apoya los esfuerzos de los países vecinos de Sudafrica, con
objeto de reducir su dependencia respecto de este país. En 1990, la región de la
SADCC había de recibir aproximadamente 1 000 millones de coronas danesas
en concepto de ayuda bilateral y regional.
Egipto. Egipto forma parte de comisiones mixtas con varios países africanos,
especialmente los Estados de primera línea. El Gobierno ha establecido el Fondo
egipcio de cooperación técnica con Africa, para proporcionar a los países africanos una tecnología sumamente necesaria.
Finlandia. La cooperación bilateral de Finlandia para el desarrollo se concentra sobre todo en el África meridional. Esta región recibe actualmente más de
la tercera parte de toda la ayuda bilateral finlandesa, de la cual los principales
beneficiarios son los cuatro países de primera línea. Esta cooperación se basa en
un ciclo de planificación cuatrienal, y la cifra indicativa actual para dichos
países es de 1 430 millones de marcos finlandeses para el período comprendido
entre 1990 y 1993. Los desembolsos totales, incluida la asistencia y la ayuda
humanitarias por conducto de las ONG finlandesas, ascendieron a 561 millones
de marcos en 1989. Además de la cooperación bilateral para el desarrollo, Finlandia participa activamente en el programa ampliado de cooperación entre los
países nórdicos y los Estados miembros de la SADCC. Ya se ha terminado el
primer programa cuatrienal de cooperación, y se ha formulado el segundo, correspondiente al período comprendido entre 1991 y 1995. La cifra de planificación indicativa para la contribución finlandesa con arreglo a este programa es de
362 millones de marcos para el período 1990-1993.
Ghana. Ghana ofrece asistencia bilateral en las esferas técnica y económica a
Angola y Mozambique. También se concede ayuda a los Estados de primera
línea por conducto del Fondo AFRICA y de la OUA.
Indonesia. A lo largo de tres años, el Gobierno ha entregado 2,25 millones de
dólares de los Estados Unidos al Fondo AFRICA para ayudar a los Estados de
primera línea. Indonesia participó activamente en el GANUPT enviando cincuenta policías a Namibia.
República Islámica deliran. El Gobierno siempre ha tratado de fomentar sus
relaciones políticas y económicas con los Estados de primera línea. Se han
enviado delegaciones oficiales iraníes a Mozambique, Zimbabwe, Zambia, Botswana y Angola.
Irlanda. Irlanda mantiene sus compromisos con respecto al Africa meridional por medio de su programa bilateral de cooperación para el desarrollo, y tres
países de la región (Lesotho, República Unida de Tanzania y Zambia) figuran
Medidas tomadas contra el apartheid
63
entre los principales beneficiarios de la asistencia irlandesa al desarrollo. El
Gobierno también apoya los objetivos de la SADCC para tratar de mitigar y
reducir la dependencia económica de sus miembros con respecto a Sudafrica,
y está dispensando asistencia práctica en las esferas de la seguridad alimentaria
y la formación profesional de la mano de obra.
Japón. El Gobierno ha estado aumentando su asistencia económica a los
países del África meridional, y su ayuda a los Estados miembros de la SADCC se
incrementó extraordinariamente, pasando de 120 millones de dólares de los
Estados Unidos en 1986 a 270 millones en 1989.
Kenya. Kenya paga regularmente sus contribuciones anuales al Fondo del
Comité de Liberación de la OU A.
Nueva Zelandia. La ayuda bilateral de Nueva Zelandia a Africa durante el
bienio 1989-1990 ascendió a 1,5 millones de dólares. El programa de ayuda
oficial bilateral de Nueva Zelandia al desarrollo de Africa se concentra principalmente en la expansión económica a largo plazo de los Estados de primera
línea del Africa meridional. Como parte de dicho programa, Nueva Zelandia
concedió 150 000 dólares a la SADCC en 1990. Los beneficiarios de dos becas
«Nelson Mandela», atribuidas por el ANC, están realizando actualmente estudios superiores en Nueva Zelandia, y se ha aprobado la financiación de los estudios de un tercer becario. Nueva Zelandia también ha dado fondos para programas multilaterales realizados en Africa con objeto de fomentar el desarrollo
económico de Mozambique (Fondo especial de la Commonwealth para Mozambique) y de aumentar las posibilidades educacionales de los sudafricanos (programa de becas Nassau). Se concedieron 100 000 dólares al Fondo para Mozambique en 1989-1990 y otros 50 000 en 1990-1991. Nueva Zelandia figura actualmente en cuarto lugar en lo que se refiere a donaciones al Fondo. Las contribuciones al programa de becas Nassau en 1989-1990 y en 1990-1991 ascendieron a
100 000 dólares para cada período. Nueva Zelandia también contribuye a la
financiación de varios programas de formación en el Africa meridional, entre
ellos dos fondos de las Naciones Unidas para la formación de estudiantes negros
de Sudafrica y Namibia. Cada fondo recibió 20 000 dólares en 1989-1990 (y se
han aprobado subvenciones similares para 1990-1991). Asimismo, en 19891990 el Gobierno concedió 40 000 dólares al Programa de las Naciones Unidas
de Enseñanza y Capacitación para el Africa Meridional (UNETPSA) (en 19901991 se concederá la misma cantidad). En octubre de 1990, el Gobierno entregó
85 000 dólares para las actividades de formación del Programa para Sudafrica.
La coordinación de este programa corre a cargo de organizaciones internacionales no gubernamentales, y en el marco del mismo se ofrecen becas de formación en el trabajo a sudafricanos negros para que adquieran conocimientos prácticos, los cuales serán muy necesarios en una Sudafrica sin apartheid. El Gobierno continúa prestando asistencia financiera al Centro Africano de Información.
Este Centro tiene su sede en Wellington y, entre otras actividades, suministra
informaciones sobre Africa a las escuelas. La contribución en 1990-1991 ascendió a 37 000 dólares.
Sudán. El Gobierno ha prestado asistencia moral y material a los movimientos de liberación, a los Estados de primera línea y a los proyectos de la SADCC,
64
Informe especial sobre el apartheid
de conformidad con las resoluciones de la OUA y de las Naciones Unidas a este
respecto. El Sudán también concede asistencia financiera y moral para las actividades de las Naciones Unidas contra el apartheid, así como al Fondo AFRICA,
del Movimiento de los Países no Alineados, y mantiene excelentes relaciones bilaterales con los Estados de primera línea.
Suiza. Una de las etapas más importantes en el proceso de paz en el Africa
meridional ha sido la independencia de Namibia. El Gobierno contribuyó a la
repatriación de refugiados en abril de 1989 concediendo 1,5 millones de francos
suizos al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). También envió un equipo médico de más de 300 personas al GANUPT y
300 observadores para las elecciones. El costo de la participación de Suiza en el
GANUPT ascendió a 30 millones de francos suizos. La actividad del GANUPT
terminó oficialmente en marzo de 1990. Suiza continúa apoyando a Namibia
por medio de la financiación de un proyecto humanitario en Bushmanland y del
suministro de material médico.
Togo. Pese a no tener más que el estatuto de observador en el Comité de
Coordinación de la OUA para la Liberación de Africa, el Togo participa activamente en la labor de ese Comité.
Turquía. El Gobierno se propone dar 1 millón de dólares de los Estados
Unidos para contribuir al desarrollo económico de Namibia. Se han firmado el
texto esquemático de un acuerdo de cooperación técnica entre el Gobierno de
Turquía y el Gobierno de Botswana, y el informe de la primera reunión para la
cooperación en materia de asistencia técnica entre Turquía y Zambia.
URSS. La Unión Soviética apoya a los Estados de primera línea, se pronuncia claramente en defensa de su soberanía e integridad territorial y proporciona
varios tipos de asistencia. Una de estas formas de asistencia es la cooperación de
la URSS con el Fondo AFRICA. La contribución voluntaria del Gobierno a este
Fondo asciende a aproximadamente 100 millones de dólares de los Estados Unidos, que se dedican a la financiación de proyectos concretos. En 1990, la URSS
desembolsó más del 70 por ciento (más o menos 77 millones de dólares de los
Estados Unidos) de su contribución al Fondo AFRICA, contribución que se destina específicamente a esferas de interés prioritario definidas por el Comité del
Fondo. Por ejemplo, se han suministrado a Mozambique artículos de consumo
(alimentos, materiales de construcción, etc.) para su reserva estratégica de
bienes esenciales. Además, para 1990 se llevaron a cabo proyectos de asistencia
de dos años de duración, con arreglo a los cuales se enviaron a Angola y Mozambique 120 técnicos soviéticos encargados de asegurar el funcionamiento ininterrumpido de infraestructuras vitales, tales como centrales hidroeléctricas, subcentrales eléctricas y puentes en Angola, y de las instalaciones portuarias en
Mozambique. También participaron en proyectos de asistencia en Angola y
Mozambique, a los que se dio fin en 1990, 480 médicos y profesores, y actualmente continúa la elaboración de proyectos de larga duración para la capacitación de trabajadores calificados en Botswana y Zimbabwe. Aún más, la URSS
ha firmado un protocolo con el Gobierno de Zambia sobre el establecimiento en
este país de un importante centro técnico profesional con posibilidades de alojamiento para los estudiantes. Por considerar que la capacitación de trabaja-
Medidas tomadas contra el apartheid
65
dores constituye una de las tareas importantes con que se enfrentan los Estados
de primera línea, la URSS acoge cada año a ciudadanos de estos países con fines
de formación. En 1989 siguieron cursos en la URSS unos 500 estudiantes de
Mozambique, 106 de Zambia y 32 de Botswana. La URSS también proporcionó
145 becas a estudiantes de Zimbabwe.
Zimbabwe. Zimbabwe es un Estado de primera línea, y, en el marco de la
SADCC, está tratando de crear nuevas corrientes y rutas comerciales. El tráfico
comercial de Zimbabwe a través de Mozambique está aumentando constantemente.
Estados miembros de la Comunidad Europea. La Comunidad Europea y sus
Estados miembros prestan apoyo a la SADCC y a los Estados de primera línea,
especialmente en el marco de la cuarta Convención de Lomé.
11.10. Sírvase indicar el apoyo material y moral prestado a:
a) los movimientos de liberación ;
b) el movimiento sindical independiente;
c) los movimientos populares que luchan por la eliminación del apartheid y el establecimiento en Sudafrica de un sistema democrático no racial gobernado por la mayoría,
en el que se respeten los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Se recibieron respuestas de los Gobiernos siguientes: Arabia Saudita, Australia, Austria, Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Burkina
Faso, Canadá, Checoslovaquia, China, Dinamarca, Egipto, Estados Unidos, Filipinas, Finlandia, Ghana, Indonesia, República Islámica del Irán, Irlanda,
Jamaica, Japón, Kenya, Malasia, México, Nueva Zelandia, Sudán, Suiza, República Unida de Tanzania, Turquía, Venezuela, Yugoslavia, URSS y Zimbabwe.
Se comunicaron las medidas siguientes :
Arabia Saudita. Arabia Saudita siempre ha apoyado abiertamente a los
movimientos de liberación y les ha prestado ayuda para que logren eliminar el
apartheid, de acuerdo con los principios del Movimiento de los Países no Alineados y de las Naciones Unidas. También ha suscrito todas las resoluciones
adoptadas en los foros internacionales a este respecto.
Australia. En mayo de 1990, el Ministro de Asuntos Exteriores de Australia
anunció que su país concedería 15 millones de dólares australianos a lo largo de
un período de tres años para los sudafricanos víctimas del apartheid. La asistencia, que se facilitará en el marco del Programa especial de asistencia para Sudafrica (SÄPSA, que ha sucedido al Programa especial de asistencia para sudafricanos y namibianos (SAPSAN)), consistirá en actividades humanitarias y de
desarrollo definidas en consulta con el ANC. Los acontecimientos políticos positivos sobrevenidos últimamente, en particular la legalización del ANC, ofrecen
la posibilidad de realizar en Sudafrica, en lugar de hacerlo en los Estados de
primera línea, una mayor proporción de las actividades programadas, y de hacer
mayor hincapié en las medidas de desarrollo. Los principales objetivos del nuevo programa SAPSA son : aumentar la asistencia a actividades en mayor escala
para fomentar especialmente el desarrollo ; ampliar los programas de educación
y de formación ; asegurar que las organizaciones sudafricanas y las ONG desem-
66
Informe especial sobre el apartheid
peñen un papel más activo en cuanto a la presentación de propuestas de financiación, y continuar y desarrollar la formación en Australia.
Austria. En 1990 Austria contribuyó al Programa de las Naciones Unidas de
Enseñanza y Capacitación para el Africa Meridional (UNETPSA) (37 200 dólares de los Estados Unidos), al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para
Sudafrica (UNTFSA) (50 000 dólares) y al Fondo Fiduciario de las Naciones
Unidas para la Publicidad contra el Apartheid (4 700 dólares).
Bangladesh. El Gobierno ha mostrado repetidas veces su total empeño en la
liberación del Africa meridional, en particular de Namibia, y en la erradicación
del flagelo del apartheid, defendiendo la causa del pueblo sudafricano y namibiano en todos los foros internacionales, en particular la Asamblea General de
las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, la Organización de la Conferencia Islámica, el Movimiento de los Países no Alineados y la Commonwealth. En
lo que se refiere a Namibia, Bangladesh participó activamente en los esfuerzos
de las Naciones Unidas por el logro de la independencia del pueblo namibiano ;
así, envió funcionarios públicos y miembros de las fuerzas armadas y de la policía al GANUPT para vigilar la transición de Namibia a la independencia. A
pesar de sus dificultades financieras, Bangladesh aportó una modesta contribución al Fondo AFRICA como prueba de su apoyo a la lucha de la población
negra en Sudafrica.
Beiice. Beiice votó a favor del informe de la Comisión de la Conferencia
sobre la Acción contra el Apartheid en la 76.a reunión (1989) de la Conferencia
Internacional del Trabajo. El Ministro de Asuntos Exteriores, Sr. Said Musa, al
dirigirse a la Asamblea General de las Naciones Unidas en su 45.° período de
sesiones, reiteró el apoyo de Belice a la firme postura de la comunidad internacional contra el régimen racista sudafricano hasta que se eliminase el apartheid y
que la mayoría de la población sudafricana pudiese ejercer su derecho fundamental a la igualdad de oportunidades y de participación en el proceso político.
Brasil. En 1990, una delegación de parlamentarios brasileños se desplazó a
Sudafrica y se reunió con dirigentes del COSATU. El Brasil es el primer país
latinoamericano que ha invitado a Nelson Mandela, cuya visita tendrá lugar este
año. Por último, dentro de los límites de sus posibilidades, el Brasil ha contribuido a los fondos multilaterales creados para apoyar la lucha contra el apartheid.
Burkina Faso. En 1990 se estableció un comité de apoyo a la lucha del pueblo sudafricano, el cual está presidido por un miembro del Frente Popular (la
autoridad política del país). Este comité lleva a cabo actividades destinadas a
despertar una mayor conciencia de la situación y organiza actos a fin de recoger
fondos para los activistas que luchan contra el apartheid en Sudafrica. Una
importante delegación, encabezada por el Jefe del Estado, participó en las ceremonias de independencia de Namibia, donde aquél se encontró con Nelson
Mandela y le reafirmó el apoyo de Burkina Faso. Asimismo, se realizaron varias
actividades por movimientos antirraciales y por grupos de defensa de los derechos humanos.
Medidas tomadas contra el apartheid
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Canadá. El Gobierno aporta una contribución importante al programa de
becas para exiliados sudafricanos a través de las Naciones Unidas, de la Commonwealth, de la Francophonie y de organizaciones no gubernamentales. Un
canadiense preside el grupo de trabajo de la Commonwealth sobre desarrollo de
los recursos humanos para Sudafrica. Por conducto del Congreso del Trabajo del
Canadá (CLC), el Gobierno participa en la financiación del programa de educación obrera junto con las principales federaciones sindicales de Sudafrica. Participa también en los programas de asistencia y apoyo jurídicos para las familias
de los sindicalistas detenidos, por mediación del Fondo para las víctimas del
apartheid. En total, el Canadá concederá unos 14 millones de dólares canadienses en 1990-1991 en concepto de asistencia a las víctimas del apartheid en
Sudafrica, en sectores tales como la educación, la formación profesional, el
desarrollo de la comunidad, la promoción de los derechos humanos, el fomento
del diálogo y las negociaciones y el reasentamiento de exiliados y presos políticos. Todos estos fondos se canalizarán a través de organizaciones multilaterales
y de organismos no gubernamentales reconocidos sitos en Sudafrica.
Checoslovaquia. El Gobierno proporcionó asistencia a la SWAPO durante
los preparativos de las elecciones libres en Namibia, en 1989. También ha facilitado asistencia material al ANC, en forma de becas y de estancias para estudios, y se ha invitado al Sr. N. Mandela a visitar Checoslovaquia.
China. El 15 de septiembre de 1989, un portavoz del Ministerio de Asuntos
Exteriores condenó enérgicamente el ultrajante asesinato terrorista de Anton
Lubowski, uno de los dirigentes de la SWAPO, e instó encarecidamente a las
partes interesadas a que se realizasen serias investigaciones y se castigase severamente al asesino para que el pueblo namibiano pudiera celebrar elecciones
libres y justas en un ambiente de paz y seguridad.
Dinamarca. Dinamarca concede una gran asistencia a las víctimas del apartheid, tanto dentro como fuera de Sudafrica, por medio de asignaciones especiales de fondos. En 1990 se concedieron 80 millones de coronas en concepto de
ayuda humanitaria a las víctimas del apartheid.
Egipto. El Gobierno ha prestado su decidido apoyo a los movimientos de
liberación, el ANC y el PAC, enviándoles armas y equipo por conducto del
Comité de Coordinación de la OUA para la Liberación de Africa. Además, Egipto ha tratado de que se resolviesen las diferencias existentes entre los movimientos de liberación.
Estados Unidos. La política de los Estados Unidos consiste en una amplia
serie de medidas positivas destinadas a acelerar el ritmo del cambio pacífico en
Sudafrica y a fortalecer la resistencia multirracial al apartheid, fomentando el
poder de negociación de la población negra y ayudando a esta población a prepararse para ocupar cargos de responsabilidad en una democracia liberada del
apartheid y no racial. La asistencia del Gobierno de los Estados Unidos a las
víctimas del apartheid durante el ejercicio económico de 1990 ascendió a 32
millones de dólares aproximadamente. En la importante esfera de la educación
de la población negra, la asistencia del Gobierno pasó de 22,8 millones de
dólares en el ejercicio económico de 1989 a 24,2 millones en 1990 para la formación universitaria en los Estados Unidos y en Sudafrica y para actividades
68
Informe especial sobre el apartheid
piloto destinadas a mejorar la educación preuniversitaria impartida al margen
del sistema oficial de apartheid. En respuesta a la creación de organizaciones
rurales de desarrollo de la comunidad que participan directamente en la lucha
contra el apartheid, los Estados Unidos proporcionaron 3,3 millones de dólares
en el ejercicio económico de 1990 para consolidar la labor dirigente de las instituciones de las comunidades más desfavorecidas. Asimismo, se entregaron 2 millones de dólares para una amplia serie de organizaciones no gubernamentales
de derechos humanos que promueven los esfuerzos políticos, económicos,
sociales, jurídicos y humanitarios a favor de una sociedad justa. También se
dieron 1,5 millones aproximadamente para el importante y dinámico movimiento obrero negro. Además de estos programas, el Congreso de los Estados
Unidos ha concedido otro millón de dólares para apoyar el proceso de negociaciones en Sudafrica. Según una de las disposiciones de la ley general contra el
apartheid, de 1986, todas las empresas de los Estados Unidos que poseen o controlan entidades en Sudafrica que cuentan con 25 o más empleados deben registrarse en el Departamento de Estado y respetar una serie de principios sobre
normas equitativas de trabajo cuyo objetivo es mejorar las condiciones de
empleo en el lugar de trabajo y la calidad de vida fuera del mismo de las personas desfavorecidas a causa del apartheid. Las empresas de los Estados Unidos han
dejado a la zaga a sus competidoras sudafricanas, japonesas y a la mayoría de las
europeas en cuanto al fomento de cambios positivos en Sudafrica. Las que se
encuentran clasificadas en la categoría I, con arreglo al sistema de vigilancia,
colaboran de forma particularmente activa en los programas destinados a mejorar la calidad de vida de las víctimas del apartheid. Al final del año civil 1989
había 85 empresas registradas, lo que supone una disminución de 61 empresas
desde fines de 1986. Las 85 empresas citadas cuentan con 27 918 trabajadores,
es decir, el número de éstos ha disminuido en más de 31 400 desde 1986. La
enorme reducción del número de empresas registradas y de la mano de obra que
ocupan es el resultado de la decisión adoptada por muchas empresas de los
Estados Unidos de retirar sus inversiones y marcharse de Sudafrica. Desde 1984
han abandonado este país más de 200 empresas estadounidenses. Los negros,
mestizos y asiáticos empleados en las 27 empresas que presentaron informes
constituyeron en 1989 una proporción mayor que en 1988. Cubrieron el 50 por
ciento de las vacantes que se produjeron en 1989, frente al 42 por ciento en
1988. El salario medio pagado a los trabajadores negros experimentó un incremento porcentual superior al de cualquier otro grupo racial. En 1989, las empresas que presentaron informes aumentaron en un 135 por ciento las asignaciones
para los programas de formación y de actividades sociales de los trabajadores,
consagrándoles más de 6 millones de rands (2,5 millones de dólares). Dichas
empresas han gastado en total cerca de 13 millones de rands en estos programas
desde que se inició el programa de normas equitativas de trabajo, en 1986. A
una empresa que en 1989 no había cumplido los requisitos básicos del programa, el Gobierno le denegó su asistencia para la comercialización de las exportaciones. Las empresas signatarias de los Estados Unidos deben pagar salarios que
permitan satisfacer los niveles de vida mínimos establecidos de acuerdo con las
investigaciones realizadas por dos universidades sudafricanas, y generalmente
pagan hasta un 30 por ciento más del salario mínimo establecido. Entre el 4 y el
12 por ciento de sus nóminas se dedica a programas de actividades concretas a
Medidas tomadas contra el apartheid
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favor de la enseñanza, vivienda, formación para desempeñar cargos de responsabilidad, desarrollo de la comunidad y justicia social. En la esfera de la educación, estas empresas proporcionan asistencia financiera para libros, instalaciones y formación técnica y gerencial en la universidad y en escuelas de recuperación (niveles 9 y 10). En algunas empresas, la formación para cargos de
responsabilidad comprende incluso la presencia de educandos negros en el consejo de administración. En 1985, el porcentaje de blancos supervisados por
negros en las empresas signatarias era del 3,5 por ciento, y para 1989 había
ascendido al 8,5 por ciento. El 58 por ciento de los trabajadores negros de las
empresas signatarias de los Estados Unidos están en puestos de supervisión y el
12 por ciento en puestos directivos. La asistencia al desarrollo de la comunidad
generalmente consiste en préstamos e intereses subvencionados para la compra
de viviendas por las familias negras. También se dedica parte de esta ayuda a los
servicios de salud y a las instalaciones de agua y alcantarillado. Los programas
en pro de la justicia social de las empresas signatarias tienen como fin fomentar
la igualdad de oportunidades y el poder económico de los negros, mujeres inclusive.
Filipinas. El Gobierno suscribe todas las resoluciones de las Naciones Unidas contra la política de apartheid del Gobierno de Sudafrica. En el 46.° período
de sesiones de la Comisión de las Naciones Unidas de Derechos Humanos, celebrado en Ginebra en febrero de 1990, Filipinas apoyó la resolución 1990/26,
en la que se insta a la comunidad internacional a que no atenúe las medidas
existentes contra Sudafrica. Filipinas también es parte en la Declaración conjunta de la 8.a reunión ministerial ASEAN-CE, en la que se pedía la eliminación
completa y pacífica del régimen del apartheid. A pesar de sus dificultades presupuestarias, el Gobierno continúa aportando contribuciones simbólicas a los fondos a favor de la lucha contra el apartheid, tales como el Fondo AFRICA, el
Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Sudafrica, el Programa de las
Naciones Unidas de Enseñanza y Capacitación para el Africa Meridional
(UNETPSA), y el Fondo Fiduciario para la Publicidad contra el Apartheid.
Finlandia. En 1989, Finlandia entregó 13 millones de marcos finlandeses a
los movimientos de liberación, los sindicatos independientes y otros movimientos populares en lucha contra el apartheid. En 1990, su contribución ascendió a
17,5 millones de marcos.
Ghana. La contribución del Gobierno consiste en la formación de personal
de dirección en Ghana, en la asignación de fondos a nivel bilateral, por conducto del Comité de Coordinación de la OUA para la Liberación de Africa y de la
propia OUA, y en asistencia en la esfera diplomática, así como en la organización de seminarios y conferencias para poner de relieve los problemas de los
sindicatos e intensificar su papel en la lucha de liberación, y en una asistencia
diplomática a nivel internacional.
Indonesia. Dentro de sus posibilidades, Indonesia sigue enviando fondos
para la lucha del pueblo de Sudafrica, especialmente al Fondo de las Naciones
Unidas para Namibia y al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Sudafrica.
Jamaica. Jamaica concede asistencia moral y material a los movimientos de
liberación en Sudafrica por medio de contribuciones al Fondo del Comité de
Liberación de la OUA y a varios fondos de las Naciones Unidas.
70
Informe especial sobre el apartheid
Japón. El Gobierno del Japón reconoce plenamente lo importante que es
prestar asistencia a la población negra de Sudafrica para crear una atmosfera
que permita un cambio pacífico y constante en ese país. La contribución del
Japón se hace por conducto de las Naciones Unidas y de las ONG sitas en Sudafrica. A principios del ejercicio económico de 1990, el Gobierno acogió a sudafricanos de color para que participasen en seminarios de la Agencia Japonesa de
Cooperación Internacional (JICA), organismo de ejecución de la asistencia técnica del Japón. También comenzó a conceder pequeñas subvenciones a las ONG
de Sudafrica por mediación de su Consulado General en Pretoria.
Kenya. Todos los años, el Gobierno ofrece becas en sus universidades e instituciones técnicas a estudiantes procedentes del Africa meridional, y no escatima
esfuerzos por dar orientación y asesoramiento práctico a los dirigentes de los
movimientos de liberación. En 1989 se dio permiso al ANC para abrir una oficina en Nairobi.
Malasia. El Gobierno ha entregado 2 millones de dólares de los Estados
Unidos al Fondo AFRICA del Movimiento de los Países no Alineados, y 10 000
libras esterlinas al Fondo Internacional de Defensa y Ayuda para el Africa Meridional (IDAF).
México. El Gobierno de México ha manifestado en los diferentes foros internacionales que reconoce a los movimientos de liberación nacional como los legítimos representantes de sus países. También ha expresado su apoyo y simpatía a
los movimientos que luchan por eliminar el apartheid y la discriminación racial
en Sudafrica.
Sudán. El Sudán ha reconocido a todas las organizaciones del Africa meridional que luchan por la eliminación del apartheid y por la libre determinación
que han sido reconocidas por la OUA y las Naciones Unidas. Asimismo,
siempre ha concedido asistencia política y moral a estas organizaciones, y no
sólo ha recibido a sus dirigentes, sino que también ha organizado seminarios y
simposios.
Suiza. Suiza apoya a las organizaciones que promueven los derechos
humanos y participa en los proyectos destinados a mejorar el diálogo entre los
diferentes grupos de la población y a fomentar la comprensión mutua. Desde
1986 ha asignado cerca de 19 millones de francos suizos a su programa de medidas positivas, de los cuales 8,5 millones se entregaron en 1990. Suiza exige que
los proyectos se concentren en el fomento del desarrollo y en la mejora de la
situación socioeconómica a largo plazo. Sin embargo, también deben tener como
objetivo, directa o indirectamente, el establecimiento de estructuras democráticas. Por consiguiente, Suiza apoya los proyectos que tienen como fin mejorar la
cultura y la formación en general, o que protegen y fomentan la identidad cultural de los diversos grupos de la población. Además de estas medidas positivas,
Suiza previo la concesión de asistencia durante los últimos meses de 1990 para
la acogida y reintegración de las personas que regresaban del exilio. De esta
forma respondía indirectamente a una solicitud formulada por Nelson Mandela
durante su visita a Berna. En consecuencia, se asignaron para dicho fin 10 millones de francos suizos.
Medidas tomadas contra el apartheid
71
República Unida de Tanzania. Como antiguo Presidente de los Estados Africanos de Primera Línea (FLS), la República Unida de Tanzania, junto con los
otros Estados de primera línea, ha abogado enérgicamente por el desmantelamiento total del régimen del apartheid. Se ha prestado asistencia a los movimientos de liberación poniendo a su disposición locales y dispensando formación
a sus dirigentes.
Togo. El Togo da su apoyo material y financiero a los movimientos de liberación, mediante sus contribucciones a las Naciones Unidas y a la OUA.
Turquía. El Gobierno expresa su total apoyo a las aspiraciones legítimas de
la mayoría del pueblo de Sudafrica y suscribe los esfuerzos pacíficos de esa
población para combatir el injusto e inmoral régimen del apartheid. Por consiguiente, Turquía acogió con gran satisfacción la liberación de Nelson Mandela y
la legalización del ANC, y expresa su fe en el establecimiento de un sistema
democrático pluralista en Sudafrica, en donde el poder político se reparta equitativamente entre la mayoría negra y la minoría blanca. Turquía espera sinceramente que la mayoría negra conquistará pronto todos sus derechos políticos y
civiles, poniendo fin, de esta forma, a la política anacrónica de apartheid. Para
favorecer este proceso, Turquía proporciona asistencia moral y financiera a los
fondos especiales creados dentro del marco de las Naciones Unidas para ayudar
al pueblo de Sudafrica.
Venezuela. Venezuela contribuye a los diferentes fondos establecidos por las
Naciones Unidas para tales fines.
Yugoslavia. Yugoslavia siempre ha proporcionado asistencia moral a los
movimientos de liberación de Sudafrica y ha contribuido a los fondos de las
Naciones Unidas establecidos con este objetivo.
Zimbabwe. Zimbabwe ha patrocinado varios seminarios en los que participaron representantes de sindicatos y los movimientos de liberación de Sudafrica, entre otros : el seminario del SACTU para administradores financieros, celebrado en Harare del 18 al 24 de noviembre de 1989; el seminario del SACTU
para la Asociación de Trabajadores de Correos y Telecomunicaciones, celebrado
en Harare del 16 al 20 de noviembre de 1989; el simposio del ANC sobre la
legislación laboral en Sudafrica, celebrado en Bulawayo del 11 al 15 de octubre
de 1989; el seminario del Centro de Coordinación Sindical de Azania (ATUCC),
celebrado en Harare del 13 al 21 de octubre de 1989; el simposio del PAC sobre
las necesidades de las trabajadoras negras de Sudafrica y la formulación de
proyectos que respondan a estas necesidades, celebrado del 4 al 8 de septiembre
de 1989; el seminario OIT/ATUCC sobre la censura de los medios de comunicación en Sudafrica, celebrado en julio de 1989, y el seminario para el SACTU/
CCAWUSA (Sindicato de Trabajadores de Concesionarios de Comedores de
Empresas y Afines), celebrado en abril de 1989.
Estados miembros de la Comunidad Europea. La Comunidad y sus Estados
miembros han llevado a cabo una política de asistencia a las víctimas del apartheid por medio de su programa de medidas positivas. También han decidido
continuar y ampliar ese programa, y asegurar su adaptación a las nuevas exigencias de la evolución que está aconteciendo en Sudafrica y a las necesidades de los
exiliados que regresan.
72
Informe especial sobre el apartheid
U.U. Existen obstáculos que impiden a los sindicatos participar en acciones de solidaridad con los trabajadores empeñados en la lucha contra el apartheid? En caso afirmativo, sírvase indicar las medidas tomadas para eliminarlos y, en particular, para asegurar
que el sistema jurídico no impide las acciones sindicales que se oponen al apartheid.
Ningún gobierno comunicó la existencia de tales obstáculos.
11.12. Sírvase indicar las medidas tomadas para fomentar, de conformidad con los
principios básicos de la Constitución de la OIT, iniciativas que pueden conducir a la
eliminación del apartheid y a la consecución de una paz duradera en Africa austral.
Presentaron informes sobre las medidas tomadas los Gobiernos de los países
siguientes: Australia, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Burkina Faso, Canadá, Checoslovaquia, China, Filipinas, Finlandia, Ghana, México, Nigeria, Nueva Zelandia, Santa Lucía, República Unida de Tanzania, Togo, URSS y Venezuela.
Se comunicaron las medidas siguientes:
Australia. En su política con respecto a Sudafrica, Australia sigue oponiéndose enérgicamente al régimen del apartheid. En consecuencia, todas las medidas que se adoptan al respecto tienen como fin ejercer presión sobre el Gobierno
sudafricano para provocar un cambio y la eliminación de dicho régimen, así
como asegurar que el Africa meridional pueda vivir en paz una vez liberado del
apartheid. Australia se ha alegrado de los recientes cambios positivos que se han
producido en la esfera política y social; así, la declaración conjunta de Pretoria
del 6 de agosto de 1990 supuso un acontecimiento de primerísima importancia.
Sin embargo, queda aún mucho por hacer antes de que Sudafrica pueda proclamar que es una nación democrática y no racial. Hasta que existan pruebas claras
de cambios profundos e irreversibles, el Gobierno australiano mantendrá las
sanciones contra Sudafrica.
Canadá. El Canadá ha proporcionado 1,8 millones de dólares canadienses
para 1990-1991 como contribución al fomento del diálogo y de las negociaciones en pro de una solución pacífica en Sudafrica. Estos fondos se utilizan
para proseguir las investigaciones sobre cuestiones claves de las negociaciones y
reformas constitucionales, para organizar seminarios y conferencias en los que
se reúnan las partes interesadas, con objeto de resolver sus diferencias políticas,
y para ayudar a los medios de difusión alternativos a propagar informaciones
esenciales entre los sudafricanos.
Checoslovaquia. El Gobierno de Checoslovaquia recientemente elegido se ha
comprometido a apoyar todas las medidas tomadas por la comunidad internacional para poner fin al apartheid. Asimismo, considera como un requisito previo indispensable que los principios proclamados en la parte I de la Declaración
de Filadelfia (1944) relativa a los fines y objetivos de la Organización Internacional del Trabajo se apliquen a la mayoría negra de Sudafrica.
Nueva Zelandia. El Gobierno ha mantenido sus presiones contra Sudafrica,
de común acuerdo con las Naciones Unidas y la Commonwealth, para incitar a
las autoridades sudafricanas a eliminar el régimen del apartheid y a establecer
un Estado democrático libre y no racial. La declaración oficial más reciente
sobre el apartheid fue formulada, en septiembre de 1990, por el representante de
Nueva Zelandia ante las Naciones Unidas, y en ella se hacía un llamamiento a la
comunidad internacional para que no atenuaran las sanciones prematuramente
Medidas tomadas contra el apartheid
73
y se expresaba el deseo del Gobierno de reforzar tales sanciones si se considerara
necesario.
República Unida de Tanzania. El Gobierno ha alentado y continúa alentando el diálogo entre la minoría blanca y la mayoría negra, con objeto de poner fin
al apartheid y a la violencia en Sudafrica. Asimismo, ha solicitado la liberación
de todos los dirigentes políticos y sindicales.
URSS. La Unión Soviética apoya los principios básicos de una solución política del conflicto sudafricano contenidos en la Declaración de las Naciones
Unidas sobre el Apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional, adoptada en diciembre de 1989 en el 16.° período extraordinario de
sesiones de la Asamblea General, en la Declaración actualizada y en el Programa
de la OIT de Acción contra el Apartheid. La Unión Soviética considera que
actualmente la comunidad internacional, en particular la OIT, se enfrenta con la
importante tarea de continuar y aumentar sus esfuerzos por asegurar que las
transformaciones positivas que se están produciendo ahora en Sudafrica sean
irreversibles y conduzcan, finalmente, a la eliminación completa y definitiva del
apartheid. Por su parte, la Unión Soviética está dispuesta a ayudar activamente
a las fuerzas que defienden el cambio democrático en Sudafrica. El Gobierno
estima que se deben acatar estrictamente las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el embargo de las exportaciones de armas a Sudafrica.
II. 13. Sírvase indicar las medidas tomadas para restringir los procedimientos de concesión de licencias para la exportación y reexportación de armas y material conexo, en la
forma definida en la resolución 418 del Consejo de Seguridad, a fin de asegurar que nada
de ello entre en Sudafrica, violando las decisiones y resoluciones del Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas.
Se comunicó la adopción de nuevas medidas por el Gobierno del país
siguiente: Canadá.
Canadá. Desde que, en enero de 1989, se convirtió en miembro del Comité
del Consejo de Seguridad establecido en el marco de la resolución 421, el
Canadá ha trabajado activamente para revitalizarlo. Con la participación activa
del Canadá, el Comité convocó el año pasado diversas reuniones a fin de examinar violaciones concretas del embargo de armas. El Canadá también alentó al
presidente en sus esfuerzos por organizar audiencias privadas sobre el embargo
de armas. A las audiencias celebradas los días 14 y 27 de septiembre en Nueva
York asistieron muchos funcionarios gubernamentales y profesores universitarios de alto nivel; el Secretario de Estado del Canadá para Asuntos Exteriores,
único ministro extranjero que asistió a las audiencias, instó a los miembros del
Comité para que examinaran atentamente las propuestas formuladas por el
Comité de Ministros de Asuntos Exteriores de la Commonwealth sobre Africa
Austral en Harare, en febrero de 1989, para reforzar la aplicación del embargo
de armas. En las propuestas se daba una definición más amplia de los artículos
que debía cubrir el embargo obligatorio sobre la exportación de armas y se abordaba la posibilidad de convertir en obligatorio el embargo voluntario respecto
de la importación de armas. Con la colaboración del Canadá, el Comité redactó,
en diciembre de 1989, el primer informe global sobre su labor desde 1980. En
dicho informe, que abarcaba el período comprendido entre 1980 y 1989, se llegaba a la conclusión de que, si bien el embargo de armas había tenido un efecto
74
Informe especial sobre el apartheid
considerable sobre las fuerzas de defensa del Gobierno sudafricano, los casos
comunicados al Comité mostraban claramente que seguían entrando en Sudafrica armas y material conexo, en violación de las disposiciones relativas a dicho
embargo. El Canadá está trabajando actualmente con otros miembros del Comité para hallar la forma de mejorar su labor; por ejemplo, tratando de obtener
informes más detallados y regulares de los Estados miembros por medio de cuestionarios sobre la aplicación del embargo de armas, acelerando el examen de
supuestas violaciones del embargo de armas señaladas a la atención del Comité
y dando mayor transparencia a la labor de éste.
11.14. Sírvase suministrar información sobre cualesquiera medidas tomadas contra el
apartheid que no hayan sido incluidas en las preguntas anteriores.
Se recibieron respuestas de los Gobiernos de los países siguientes : Australia,
Canadá, China, Egipto y Togo.
Se comunicaron las medidas siguientes:
Australia. Como parte del programa de la Commonwealth contra el apartheid, el Gobierno de Australia ha aportado una contribución importante para el
establecimiento, en Londres, del Centro independiente para el estudio de la
economía sudafricana y de las finanzas internacionales. A corto plazo, este Centro ayudará a determinar la eficacia de las sanciones financieras contra Sudafrica. En cuanto al futuro, según el mandato que se le ha confiado, el Centro también deberá estudiar en el momento oportuno la forma de movilizar recursos
para Sudafrica una vez suprimido el régimen del apartheid. Australia ha continuado apoyando algunas otras iniciativas de la Commonwealth, en particular en
las reuniones de Ministros de Asuntos Exteriores de la Commonwealth sobre
Africa Austral, tales como el programa contra la propaganda y la censura sudafricanas, y la asistencia a las víctimas y adversarios del apartheid.
Canadá. El Secretario de Estado para Asuntos Exteriores preside el Comité
de Ministros de Asuntos Exteriores de la Commonwealth sobre Africa Austral.
En la reunión del Comité celebrada en Abuja, Nigeria, en mayo de 1990 se hizo
una labor considerable por consolidar el consenso internacional acerca del mantenimiento de las sanciones hasta que hubiera cambios inequívocos e irreversibles en Sudafrica, en un momento en que dicho consenso parecía estar a punto
de romperse. Nelson Mandela visitó el Canadá, a invitación del Gobierno, en
junio de 1990; en esa ocasión se le concedió el honor excepcional de tomar la
palabra en el Parlamento.
China. Durante el año pasado, el Gobierno y el pueblo de China, de concierto con los otros pueblos del mundo, continuaron condenando resueltamente la
política de apartheid practicada por las autoridades sudafricanas. También
apoyaron la lucha legítima del pueblo sudafricano por la igualdad entre las razas
y por sus derechos humanos fundamentales. De esta forma han contribuido a los
esfuerzos por conseguir la eliminación definitiva de la dominación racial, que
supone una ignominia para el mundo civilizado.
Egipto. Egipto ha aportado contribuciones financieras al Fondo AFRICA, establecido por el Movimiento de los Países no Alineados en 1986 a fin de fomentar
la capacidad de los Estados de primera línea para hacer frente a la agresión permanente de Sudafrica. Egipto ha gastado anualmente el equivalente de 5 mi-
Medidas tomadas contra el apartheid
75
Hones de dólares de los Estados Unidos para enviar servicios de expertos y asistencia técnica con el fin de reforzar las posibilidades en materia de defensa de
los Estados de primera línea.
ACCIÓN DE LAS ORGANIZACIONES DE EMPLEADORES
Se recibieron respuestas de la Asociación de Industriales Latinoamericanos,
de la Federación Internacional de Armadores y de 31 organizaciones de empleadores de los países siguientes: Bangladesh, Barbados, Brasil, China, Congo,
República Dominicana, Egipto, España, Finlandia, Guyana, India, Jamaica,
Japón, Jordania, Lesotho, Luxemburgo, Malasia, Malta, Noruega, Pakistán,
Panamá, Perú, Reino Unido, República Arabe Siria, Suriname, Suecia, Suiza y
Yemen.
En algunos casos no se respondía al cuestionario, sino que se indicaba que
no se habían registrado cambios respecto de las informaciones de años precedentes. Figuraban en este caso las respuestas de las siguientes organizaciones:
Confederación Nacional de Industria (Brasil), Confederación de Empleadores
de la República Dominicana, Confederación Española de Organizaciones Empresariales, Confederación de Empleadores de Finlandia, Asociación Consultiva
de la Industria de Guyana, Federación de Empleadores de la India, Conferencia
Permanente de Empresas Públicas (India), Federación de Industriales de Luxemburgo, Federación de Empleadores del Pakistán, Consejo Nacional de la
Empresa Privada (Panamá), Cámara Peruana de la Construcción, Confederación de Empleadores de Suecia, Unión Central de Asociaciones Patronales de
Suiza, Asociación de Industriales Latinoamericanos y Federación Internacional
de Armadores.
Por lo que se refiere a las organizaciones de empleadores que respondieron a
las preguntas del cuestionario revisado, en algunas de sus respuestas a preguntas
concretas repetían informaciones facilitadas en anteriores ocasiones, o bien indicaban que no se habían registrado cambios o que no se habían adoptado nuevas
medidas sobre la cuestión planteada. Dichas respuestas no se han reproducido
en el presente informe.
1. ¿Cuenta su organización con miembros que mantienen relaciones comerciales o
financieras con Sudafrica?
Las siguientes organizaciones informaron que ninguno de sus miembros
mantenía relaciones con Sudafrica: Asociación de Empleadores de Bangladesh,
Confederación de Empleadores de Barbados, UNICONGO, Asociación de Dirigentes de Empresa de China, Federación de Industrias de Egipto, Asociación
Consultiva de la Industria de Guyana, Conferencia Permanente de Empresas
Públicas (India), Federación de Empleadores de Jamaica, Cámara de Industria
de Aman (Jordania), Federación de Empleadores de Malasia, Asociación de
Empleadores de Malta, Federación de Cámaras de Comercio e Industria del
Pakistán, Consejo Nacional de la Empresa Privada (Panamá), Cámara de Industrias (República Arabe Siria) y Asociación de Comercio e Industria de Suriname.
Las siguientes organizaciones informaron que entre sus miembros había
quienes mantenían relaciones con Sudafrica: Asociación de Empleadores de
Lesotho y Confederación de la Industria Británica.
76
Informe especial sobre el apartheid
2. Sírvase indicar las medidas tomadas para asegurar:
a) que sus miembros no mantengan relaciones comerciales ni financieras con Sudafrica;
b) que las instituciones económicas y financieras no concedan préstamos a Sudafrica ni
colaboren de ningún modo con el régimen del apartheid.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Asociación de
Empleadores de Lesotho y Confederación de la Industria Británica.
Confederación de la Industria Británica (CBI). La CBI recomienda a sus
miembros que respeten el Código de Conducta, de carácter voluntario, de la
Comunidad Europea para las empresas que tienen filiales, sucursales o representación comercial en Sudafrica, y que apoyen aquellos aspectos de la Declaración
y el Programa de Acción de la OIT que son posibles dentro de las limitaciones
existentes en materia de política contractual y empresarial. De conformidad con
sus estatutos, la CBI no puede injerirse en las prácticas o relaciones comerciales
de sus miembros.
3. Sírvase indicar las medidas adoptadas para :
a) retirar las inversiones de Sudafrica ;
b) asegurar que no se eluda el llamamiento a la desinversión mediante la transferencia
de las operaciones de las empresas a directores sudafricanos con quienes mantengan
los vínculos comerciales anteriores;
c) transferir estas inversiones a otros países africanos, especialmente a los Estados de
primera línea y a los que son miembros de la Conferencia para la Coordinación del
Desarrollo en Africa Austral (SADCC) ;
d) cerciorarse de que se consulte con prontitud al sindicato apropiado que represente a
los trabajadores negros de la empresa sobre las condiciones y términos de la retirada
de inversiones;
e) promover cualesquiera de estos objetivos entre los miembros de su organización.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Asociación de
Empleadores de Lesotho y Confederación de la Industria Británica.
Asociación de Empleadores de Lesotho. La Asociación no tiene inversiones
en Sudafrica; al contrario, trata de captar inversiones de este país para Lesotho.
Confederación de la Industria Británica (CBI). De conformidad con sus estatutos, la CBI no puede injerirse en las prácticas o relaciones comerciales de sus
miembros.
4. Sírvase indicar las medidas tomadas para retirar las inversiones de los «bantustanes» y poner fin a toda cooperación con ellos, así como para promover tales medidas
entre los miembros de su organización.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Asociación de
Empleadores de Lesotho y Confederación de la Industria Británica.
Asociación de Empleadores de Lesotho. La Asociación no tiene ninguna clase
de relaciones con los «bantustanes».
Confederación de la Industria Británica (CBI). La CBI no establece ninguna
diferencia entre los llamados «bantustanes» y la República Sudafricana.
Medidas tomadas contra el apartheid
77
5. Sírvase indicar las medidas tomadas para:
a) negarse a cooperar con las autoridades sudafricanas en la aplicación de la legislación
del apartheid;
b) abstenerse de explotar todas las ventajas ofrecidas por el sistema del apartheid, especialmente en las relaciones de trabajo y en los «bantustanes»;
c) comprometersefirmementea la abolición del apartheid;
d) promover dicha acción entre los miembros de su organización.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Asociación de
Empleadores de Lesotho y Confederación de la Industria Británica.
Asociación de Empleadores de Lesotho. La Asociación no mantiene contactos con las autoridades sudafricanas, y sus relaciones de trabajo se rigen por la
legislación de Lesotho. Por otro lado, las actividades de sus miembros no pueden ir más allá de los límites fronterizos de Lesotho.
Confederación de la Industria Británica (CBI). La CBI no tiene ningún papel
ni influencia en la aplicación de la legislación del apartheid.
6. Sírvase indicar las medidas tomadas para:
a) instar a los bancos y demás institucionesfinancierasa que se abstengan de conceder
préstamos a Sudafrica o de conceder créditos para comerciar con Sudafrica ;
b) instar a los gobiernos a que prohiban en sus países las actividades de la World Gold
Council (con anterioridad llamada International Gold Corporation, INTERGOLD).
Se recibieron respuestas de las organizaciones siguientes: Confederación de
Empleadores de Barbados, Asociación de Dirigentes de Empresa de China, Federación de Empleadores de Jamaica, Federación de Asociaciones de Empleadores del Japón, Cámara de Industria de Aman (Jordania), Asociación de
Empleadores de Lesotho, Federación de Empleadores de Malasia, Asociación de
Empleadores de Malta, Federación de Cámaras de Comercio e Industria del
Pakistán, Confederación de la Industria Británica, Asociación de Comercio e
Industria de Suriname, Cámara de Industria (República Arabe Siria) y Federación de Cámaras de Comercio e Industria del Yemen.
En la mayoría de las respuestas se indicaba que no había necesidad de tomar
medidas sobre estas cuestiones porque, o bien existía ya una prohibición al respecto, o tales medidas excedían del mandato de las organizaciones de empleadores.
Se comunicaron las siguientes medidas :
Federación de Asociaciones de Empleadores del Japón (NIKKEIREN). En
1990 la NIKKEIREN hizo una modesta contribución de 10 000 dólares de los
Estados Unidos a la OIT para ayudar a financiar la participación de empleadores sudafricanos negros en los programas de formación y educación de la OIT
que se lleven a cabo en los Estados de primera línea. Asimismo, adquirió una
cinta de vídeo sobre el anti-apartheid, producida y distribuida por la OIT, y la
alquiló a diversas organizaciones de empleadores para sensibilizar a éstos sobre
la difícil situación en que se encuentran las víctimas del apartheid.
Cámara de Industria de Aman (Jordania). La Cámara de Industria mantiene
estrechos contactos con los bancos, a los que insta para que no mantengan relaciones con Sudafrica.
78
Informe especial sobre el apartheid
7. Sírvase indicar las medidas tomadas para:
a) proporcionar apoyo técnico y financiero destinado a la creación de pequeñas empresas y a programas de formación en técnicas de gestión para las víctimas del apartheid
exiliadas en los Estados de primera línea y en los que son miembros de la SADCC;
b) organizar, con este fin, seminarios subregionales para empleadores en estos
Estados;
c) sensibilizar a los empleadores respecto de la difícil situación de las víctimas del apartheid.
Se recibieron respuestas de las organizaciones siguientes: Asociación de
Empleadores de Bangladesh, Confederación de Empleadores de Barbados, Asociación de Dirigentes de Empresa de China, Federación de Empleadores de
Jamaica, Cámara de Industria de Aman (Jordania), Asociación de Empleadores
de Lesotho, Federación de Empleadores de Malasia, Asociación de Empleadores
de Malta, Confederación de Comercio e Industria de Noruega, Federación de
Cámaras de Comercio e Industria del Pakistán, Confederación de la Industria
Británica, Cámara de Industria (República Arabe Siria) y Asociación de Comercio e Industria de Suriname.
Se comunicaron las siguientes medidas:
Asociación de Empleadores de Lesotho. Los miembros de la Asociación contribuyen económicamente al desarrollo de pequeñas empresas y a programas de
formación en técnicas de gestión para las víctimas del apartheid en el exilio. La
Asociación se encarga asimismo de sensibilizar a sus miembros sobre la difícil
situación en que se encuentran las víctimas del apartheid por medio de reuniones, cartas y circulares.
Federación de Empleadores de Malasia. La Federación señala que apoyaría
una acción internacional conjunta en el sentido indicado.
Asociación de Empleadores de Malta. La Asociación mantiene a sus miembros
informados sobre los efectos del apartheid para quienes viven sometidos a él.
Confederación de Comercio e Industria de Noruega. La Confederación está
realizando una serie de programas de formación en los Estados de primera línea.
En Zambia se ocupa de un programa de formación destinado a refugiados que
poseen cierta capacidad, a los que presta asistencia para financiar actividades
económicas en pequeña escala.
Confederación de la Industria Británica (CBI). El representante de la CBI
participó en un seminario organizado por la OIT al que asistieron representantes
de las organizaciones de empleadores de Namibia. La CBI está dispuesta a prestar ayuda a los empleadores de la región para fomentar las buenas prácticas en
materia de relaciones laborales.
Cámara de Industria (República Arabe Siria). La Cámara de Industria está
siempre dispuesta, dentro de sus posibilidades, a organizar seminarios para los
empleadores, a fin de prestar apoyo técnico y económico para la creación de
nuevas empresas y programas de formación empresarial para las víctimas del
apartheid en el exilio.
8. Sírvase indicar las medidas tomadas para asegurar que sus miembros se abstengan
de toda forma de hacer víctimas a los trabajadores y a los sindicatos empeñados en la
defensa de los derechos fundamentales de los trabajadores en Sudafrica, y en acciones de
solidaridad, fuera de la República, con los trabajadores negros de Sudafrica.
Medidas tomadas contra el apartheid
79
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Asociación de
Empleadores de Bangladesh, Confederación de Empleadores de Barbados, Asociación de Dirigentes de Empresa de China, Federación de Empleadores de
Jamaica, Federación de Asociaciones de Empleadores del Japón, Cámara de
Industria de Aman (Jordania), Asociación de Empleadores de Lesotho, Federación de Empleadores de Malasia, Asociación de Empleadores de Malta, Federación de Cámaras de Comercio e Industria del Pakistán, Confederación de la
Industria Británica, Cámara de Industria (República Arabe Siria) y Asociación
de Comercio e Industria de Suriname.
En la mayoría de las respuestas se indicaba que no se había necesitado recurrir a tales medidas.
Se comunicaron las siguientes medidas:
Confederación de la Industria Británica (CBI). La CBI señala que las empresas británicas que operan en Sudafrica reconocen a los sindicatos. Las empresas
británicas han seguido estableciendo y ampliando programas sociales en materia
de salud, bienestar, pensiones, educación y formación para sus trabajadores no
blancos.
Cámara de Industria (República Arabe Siria). La Cámara de Industria señala
que acostumbra mantener a sus miembros continuamente informados sobre la
discriminación criminal practicada por la entidad sionista y las autoridades de
Pretoria.
9. Sírvase proporcionar información sobre cualquier otra medida tomada contra el
apartheid que no haya sido incluida en las preguntas anteriores.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Asociación de
Empleadores de Bangladesh, Confederación de Empleadores de Barbados, UNICONGO, Federación de Asociaciones de Empleadores del Japón, Cámara de
Industria de Aman (Jordania), Asociación de Empleadores de Lesotho, Confederación de la Industria Británica, Cámara de Industria (República Arabe Siria)
y Confederación de Empleadores de Suecia.
Se comunicaron las siguientes medidas:
Federación de Asociaciones de Empleadores del Japón (NIKKEIREN). La
NIKKEIREN ha señalado a la atención de sus miembros la situación existente
en Sudafrica y ha copatrocinado una campaña contra el apartheid consistente en
una exposición de pinturas y fotos, que circuló por los colegios de Tokio durante
los meses de enero y febrero de 1990.
Confederación de la Industria Británica (CBI). En el curso del año pasado, la
CBI ha mantenido reuniones con representantes de la dirección y de los trabajadores de empresas sudafricanas. En una de tales reuniones, Nelson Mandela
pronunció una alocución dirigida a los principales empresarios del Reino Unido. Todas estas actividades contribuyen a mantener el diálogo entre los círculos
empresariales británicos y sudafricanos — así como dentro de Sudafrica — que
tratan de conseguir la eliminación del apartheid por medios no violentos.
Cámara de Industrias (República Arabe Siria). La Cámara de Industrias está
convencida de que los progresos registrados últimamente en Sudafrica son consecuencia de las campañas contra el apartheid llevadas a cabo tanto dentro como
80
Informe especial sobre el apartheid
fuera de Sudafrica. Como no se han producido cambios fundamentales hasta el
momento, la Cámara sigue abogando por que se mantenga el boicoteo existente
hasta que surja una nueva Sudafrica en la que reine una verdadera igualdad
entre todos los ciudadanos.
Confederación de Empleadores de Suecia (SAF). La SAF observa con satisfacción que la Conferencia Internacional del Trabajo ha instado al Director
General a que preste asistencia técnica a las organizaciones democráticas de
trabajadores de Sudafrica. Ahora bien, querría igualmente que la OIT preste el
mismo tipo de asistencia técnica a las organizaciones democráticas de empleadores de Sudafrica, en especial a la Federación Nacional de Cámaras de Comercio Africanas (NAFCOC), organización de mayoría negra.
ACCIÓN DE LAS ORGANIZACIONES DE TRABAJADORES
Se recibieron respuestas de 36 organizaciones nacionales de trabajadores de
los países siguientes: Alemania, Argelia, Barbados, Brasil, Burundi, Canadá,
Dinamarca, Egipto, España, Estados Unidos, Fiji, Finlandia, India, Italia,
Japón, Luxemburgo, Madagascar, Noruega, Países Bajos, Pakistán, Reino Unido, Santa Lucía, República Arabe Siria, Sri Lanka, Suecia, Suiza, República
Unida de Tanzania, Togo y URSS.
Dos organizaciones nacionales de trabajadores de Suecia, la Confederación
de Sindicatos de Suecia y la Confederación de Funcionarios y Empleados de
Suecia, presentaron una respuesta conjunta. También enviaron una respuesta
conjunta tres sindicatos italianos, a saber: la Confederación Italiana del Trabajo, la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana
del Trabajo.
Respondieron también las siguientes organizaciones internacionales de trabajadores: Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres,
Confederación Mundial de Organizaciones de Profesionales de la Enseñanza,
Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales, Federación
Sindical Mundial, Organización para la Unidad Sindical Africana y Unión
Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Agricultura, de los Bosques y
de las Plantaciones.
Las respuestas de las siguientes organizaciones de trabajadores no facilitaban información sobre las medidas adoptadas o repetían informaciones proporcionadas en anteriores ocasiones: Confederación Nacional de Trabajadores de la
Industria (Brasil), Confederación General de Personal de Dirección de Italia,
Confederación de Sindicatos Cristianos de Luxemburgo, Federación Panpakistana de Sindicatos, Sindicato de Marinos, Estibadores y Otros Trabajadores de
Santa Lucía y Federación General de Sindicatos (República Arabe Siria).
En cuanto a las organizaciones de trabajadores que respondieron a todas las
preguntas del cuestionario revisado, en algunas de sus respuestas a preguntas
concretas repetían informaciones ya facilitadas en anteriores ocasiones, o bien
indicaban que no se habían registrado cambios o que no se habían adoptado
nuevas medidas sobre la cuestión considerada. Tales respuestas no se han reproducido en el presente informe.
1. ¿Existen en su país empresas con sucursales en Sudafrica o sucursales de empresas
multinacionales sudafricanas?
Medidas tomadas contra el apartheid
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Las siguientes organizaciones informaron que en su país no había tales
empresas: Unión General de Trabajadores de Argelia, Unión de Trabajadores
de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Unión General de Trabajadores (España), Congreso de Sindicatos de Fiji, Bharatiya Mazdoor Sangh (India),
Federación del Trabajo del Pakistán, Sindicato de Marinos, Estibadores y Otros
Trabajadores de Santa Lucía, Congreso de Trabajadores de Ceilán (Sri Lanka),
Unión de Trabajadores de Tanzania y Confederación Nacional de Trabajadores
del Togo.
Las siguientes organizaciones informaron que en su país sí había tales
empresas: Confederación de Sindicatos de Alemania, Congreso del Trabajo del
Canadá, Federación de Sindicatos de Dinamarca, Federación Americana del
Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Confederación Italiana
del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores
y la Unión Italiana del Trabajo, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación
de Sindicatos de Suecia, y Unión Sindical Suiza.
2. Sírvase indicar las medidas tomadas para ejercer la máxima presión, incluso
mediante la huelga, sobre las empresas matrices y sus sucursales en todo el mundo en los
casos en que sus sucursales en Sudafrica no reconozcan al movimiento sindical independiente y actúen en contradicción con las normas del trabajo reconocidas internacionalmente.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones : Confederación de
Sindicatos de Alemania, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación de Sindicatos de Dinamarca, Unión Americana de Trabajadores de las Minas, Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de
Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación Sindical de los Países Bajos, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación
de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, y Unión Sindical Suiza. Se recibieron asimismo respuestas de la
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y de la Organización para la Unidad Sindical Africana.
Se comunicaron las siguientes medidas:
Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). En 1990, la DGB, junto
con las organizaciones sindicales y los sindicatos de rama de actividad afiliados
a la Confederación, lanzó una campaña en favor de la plena observancia de los
derechos sindicales en las empresas, especialmente en las filiales sudafricanas de
empresas alemanas. La DGB ha pedido, pues, que prosiga el boicoteo contra las
mercancías procedentes de Sudafrica. Los sindicatos han apoyado las huelgas de
los trabajadores sudafricanos y han abogado por la reintegración de los trabajadores despedidos ¡legalmente. Han apoyado asimismo la adopción de medidas
contra la inobservancia de los derechos sindicales y de los trabajadores. Gracias
a la amplia gama de acciones de protesta llevadas a cabo y a la intervención
directa ante la dirección o los consejos de dirección de las empresas alemanas, se
han resuelto los conflictos laborales y sindicales suscitados en las filiales de
empresas alemanas en Sudafrica.
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Informe especial sobre el apartheid
Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC ha patrocinado y organizado un boicoteo contra Shell Canada, empresa filial de la multinacional holandesa Royal Dutch/Shell, para apoyar las reivindicaciones de los trabajadores de
Shell en Sudafrica. El CLC se ha esforzado por establecer vínculos entre los
sindicatos sudafricanos y las organizaciones homologas del Canadá que tienen
un mismo empleador, como sucede en la industria minera. Cree que de esa forma aumentará la presión internacional para que dichos empleadores observen
las normas internacionales del trabajo. A lo largo del año pasado, el CLC ha
alentado a sus organizaciones afiliadas y otros organismos reconocidos para que
mantengan la presión sobre las empresas canadienses con el fin de que éstas
retiren sus inversiones de Sudafrica. Por otro lado, el CLC ha alentado a sus
organizaciones afiliadas a que negocien normativas éticas para que se prohiba
específicamente la inversión de los fondos de pensiones de los trabajadores en
empresas sudafricanas o en compañías que mantienen relaciones comerciales
con Sudafrica. De igual modo, ha alentado a las cooperativas de crédito que
utilizan sus miembros para que adopten normativas éticas similares en todo lo
relativo a sus carteras de inversión. A tal fin, propone como criterio la observancia de las normas del trabajo internacionalmente reconocidas.
Federación de Sindicatos de Dinamarca (LO). Durante el período considerado, la LO elevó una protesta contra una empresa danesa de artes gráficas que
desarrolla su actividad en Sudafrica por haber despedido a un delegado sindical
perteneciente a un sindicato afiliado al COSATU. A este respecto, se requirió a
la empresa que acatara el Código de Conducta de la CE.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO sigue apoyando la campaña de boicoteo contra la
Shell y participando en manifestaciones contra esta compañía. Ha seguido igualmente colaborando con los sindicatos sudafricanos para ejercer presión sobre las
empresas estadounidenses en Sudafrica en que se registran conflictos sindicales.
En los Estados Unidos, la AFL-CIO patrocinó un programa de acción directa
para solucionar un conflicto entre el Sindicato de Trabajadores de la Industria
Química y la empresa American Cyanamid. Asimismo, sigue vigilando las actividades de las empresas de los Estados Unidos en Sudafrica, haciendo hincapié
sobre todo en la negociación de las medidas de desinversión.
Unión Americana de los Trabajadores de las Minas (UMWA). La labor de la
UMWA durante el pasado año se centró en el boicoteo declarado contra la
Royal Dutch/Shell con el fin de promover un embargo internacional del petróleo
contra Sudafrica. El boicoteo contra la Royal Dutch/Shell se lleva a cabo en un
total de 15 países, entre otros los Países Bajos y el Reino Unido, en donde se
halla la sede de la compañía. Entre las razones por las que se declaró el boicoteo
cabe señalar las siguientes : el movimiento sindical sudafricano ha denunciado a
la Shell por su conducta escandalosamente antisindical e inhumana; además, la
compañía desempeña un papel crucial en el mantenimiento del régimen del
apartheid al garantizarle el suministro de productos petrolíferos.
Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana
de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta conjunta). En la respuesta se enumeran las empresas italianas que operan
en Sudafrica. Se señala que, de acuerdo con los datos disponibles, estas empresas
Medidas tomadas contra el apartheid
no violan las normas del trabajo internacionalmente reconocidas. Las medidas
tomadas por las organizaciones de trabajadores se dirigen, pues, contra la creciente presencia de empresas italianas en Sudafrica.
Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). El número de empresas
holandesas en Sudafrica ha registrado un descenso en el curso de los últimos
años. En la actualidad, unas 10 empresas de los Países Bajos presentan informes
de conformidad con el Código de Conducta de la CE. Entre ellas cabe señalar las
empresas Shell y Unilever, que presentan su informe en el Reino Unido. Se ha
facilitado copia de dichos informes a los representantes de los trabajadores de
las empresas de los Países Bajos. La FNV y sus sindicatos afiliados no saben de
ningún caso en que se haya pedido que se adopten medidas contra las compañías
que no han observado las normas de trabajo internacionalmente reconocidas,
pues en los propios informes no se recoge información suficiente. Ahora bien, en
algunos casos la FNV y el sindicato más interesado al respecto, el Sindicato
Industrial de la FNV, examinaron las cuestiones relativas a las empresas Shell,
Philips y Unilever.
Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). En cada caso que se le ha señalado, el TUC ha seguido apoyando a los sindicatos de Sudafrica en conflicto con
las sucursales de empresas británicas y con otros empleadores, y ha seguido respaldando los esfuerzos del COSATU y del NACTU en su intento por anular la
legislación que coarta las relaciones de trabajo. En junio de 1990, el TUC se
dirigió por escrito al Presidente del Estado de Sudafrica, instando al Gobierno a
abrogar partes de la ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo, de
1988, de conformidad con el acuerdo celebrado entre el COSATU, el NACTU y
la organización de empleadores SACCOLA. A solicitud del Sindicato Sudafricano de Trabajadores de Puertos y Ferrocarriles, el TUC se puso en contacto con
los Servicios Sudafricanos de Transporte (SATS), así como con el Gobierno de
Sudafrica, para pedir el reintegro de los 3 800 trabajadores que habían sido despedidos por haber participado en una huelga declarada con motivo de reivindicaciones salariales y por haber exigido que el conflicto se solucionara mediante
la negociación. En relación con un litigio sometido a los tribunales laborales que
el Sindicato Sudafricano de Trabajadores de la Industria Química (SACWU)
ganó en 1989 contra la empresa petrolera SASOL, tras el recurso de apelación
interpuesto por ésta, el TUC se ha encargado de asegurar una sólida asistencia
jurídica para el SACWU, a fin de que este sindicato pueda impugnar la apelación. El TUC ha seguido dando su respaldo al NUMSA en sus esfuerzos por
resolver mediante la negociación su conflicto con la dirección de la BTR Sarmcol, que en 1985 despidió a 970 trabajadores por haber participado en una huelga en la que reclamaban el reconocimiento de un sindicato. En noviembre de
1990, a solicitud del Sindicato de Trabajadores de las Industrias del Papel, Artes
Gráficas, Madera y Afines, el TUC intervino ante la empresa sudafricana de
embalaje Nampak y su casa matriz, la Barlow Rand, instándolas a que buscaran
una solución negociada al conflicto relativo a una huelga y a los despidos efectuados en 32 fábricas pertenecientes a la Nampak al oponerse la dirección a la
negociación centralizada. También en noviembre de 1990, el TUC intervino
ante la Reckitt & Colman con motivo de un conflicto laboral que había surgido
en una fábrica de Elandsfontein perteneciente a su sucursal sudafricana. Este
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84
Informe especial sobre el apartheid
conflicto se refería a la utilización de los fondos de la caja de pensiones y al
despido de 300 miembros del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (CWIU) que estaban en huelga legal desde el 28 de mayo.
Unión Sindical Suiza (SGB). En el otoño de 1990, la SGB apoyó la convocatoria de una huelga en una planta química de Ciba-Geigy. Por otro lado, el
sindicalista sudafricano Jow Mahlangu fue invitado a participar en el Congreso
de la Federación Suiza de Trabajadores de las Industrias Química, del Textil y
del Papel.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).
La CIOSL mantiene una relación de las empresas multinacionales que invierten
en Sudafrica. En cuanto un movimiento sindical independiente africano le
informa de que una empresa se niega a reconocer a los sindicatos o viola las
normas del trabajo internacionalmente reconocidas, la CIOSL hace llegar enérgicas protestas al Presidente de la República Sudafricana, al Ministro de la
Mano de Obra y a la empresa interesada. Dicha información se distribuye también sin dilación entre las organizaciones afiliadas a la CIOSL y los secretariados
sindicales internacionales, para que tomen las medidas pertinentes. La CIOSL
ha llevado a cabo, en particular, campañas de presión contra las empresas que se
aprovechan de las disposiciones antisindicales de la ley modificatoria de la ley
sobre relaciones de trabajo (LRAA) y contra las multinacionales que invierten
en los llamados «bantustanes». La CIOSL ha prestado ayuda económica a los
sindicatos para que puedan librar batallas jurídicas contra las empresas multinacionales que violan los derechos de los trabajadores. En la Conferencia de la
CIOSL y los secretariados profesionales internacionales sobre los sindicatos y las
empresas multinacionales, celebrada en Copenhague en marzo de 1990, se
examinaron detenidamente los problemas relacionados con las empresas multinacionales, incluidas las que operan en Sudafrica, y las formas de resolverlos. Se
estudió una serie de monografías con el fin de explorar diversas estrategias y
tácticas, incluidas las campañas generales, la utilización estratégica de los fondos
de pensiones, el análisis de las estructuras y finanzas de las empresas, la coordinación de las actividades sindicales para conseguir que las empresas multinacionales respeten los derechos sindicales, y el derecho a organizarse y negociar
colectivamente. Asistieron a la conferencia representantes del movimiento sindical independiente, quienes hicieron un llamamiento para que se intensifiquen
las sanciones económicas contra Sudafrica, que fue suscrito por todos los participantes. La CIOSL ha mantenido informadas a sus organizaciones afiliadas
sobre la evolución de la LRAA por medio de su hoja informativa semanal Spotlight on South Africa. Tras decidir el Gobierno sudafricano, en junio de 1990, no
presentar ante el Parlamento las enmiendas a la LRAA, la CIOSL mantuvo una
vigilancia especial sobre los empleadores sudafricanos con el fin de asegurarse
de que respaldaban el acuerdo alcanzado con los sindicatos acerca de las nuevas
enmiendas a la LRAA.
Organización para la Unidad Sindical Africana (OATUU). Los órganos políticos de la OATUU han pedido a las organizaciones sindicales internacionales,
así como a los sindicatos africanos, que ejerzan la máxima presión posible, con
inclusión de acciones reivindicativas, sobre las empresas que desarrollan su actividad en Africa y cuyas compañías asociadas o subsidiarias en Sudafrica no
Medidas tomadas contra el apartheid
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reconocen el movimiento sindical negro independiente. Atendiendo a estos llamamientos, numerosas organizaciones afiliadas a la OATUU han participado en
demostraciones y manifestaciones organizadas contra algunas de dichas compañías, a las que también han boicoteado.
3. Sírvase indicar las medidas tomadas para ejercer la máxima presión sobre las
sucursales, fuera de Sudafrica, de las empresas multinacionales sudafricanas que estén
implicadas en la violación de las normas de trabajo reconocidas internacionalmente.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de
Sindicatos de Alemania, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de
Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Congreso de Sindicatos (Reino
Unido), Confederación de Funcionarios y Empleadores de Suecia, junto con la
Confederación de Sindicatos de Suecia, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana.
Se comunicaron las siguientes medidas :
Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). A través de la CIOSL y de
las secretarías sindicales internacionales se organizó una serie de medidas a escala mundial contra las empresas multinacionales sudafricanas que han violado las
normas de trabajo reconocidas internacionalmente, en cuya aplicación participaron la DGB y sus organizaciones afiliadas. Pese a las protestas del Sindicato
de Mineros y Trabajadores del Sector de la Energía de Alemania (IGBE), de las
autoridades municipales de Düsseldorf y de los partidos políticos, las empresas
sudafricanas volvieron a participar en la Feria Minera de Düsseldorf celebrada
en mayo de 1989. En el curso de la misma, no obstante, el IGBE organizó una
manifestación y distribuyó panfletos delante de los puestos de las empresas
sudafricanas.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO ha comprobado la existencia de 35 empresas multinacionales sudafricanas en los Estados Unidos, y en la actualidad sigue de cerca
su observancia de las normas laboradas reconocidas internacionalmente y de la
negociación coordinada con los sindicatos interesados de Sudafrica.
Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). A solicitud del TUC, los sindicatos intervinieron ante las sucursales de la Barlow Rand en el Reino Unido con
motivo del conflicto que se había producido en su sucursal sudafricana, la Nampak, el cual quedó posteriormente resuelto mediante las negociaciones entabladas con la empresa por el Sindicato de Trabajadores de las Industrias del Papel,
Artes Gráficas, Madera y Afines y el COSATU.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).
La CIOSL mantiene una relación de las empresas multinacionales sudafricanas
y de sus filiales con el fin de facilitar la organización de campañas de presión. Se
organizaron campañas de protesta y de presión similares a las descritas en la
respuesta a la pregunta 1 contra las empresas multinacionales sudafricanas, en
especial sobre la cuestión de la LRAA. En general, puede decirse que los empleadores y el Gobierno siguen actuando unilateralmente en el intento de reestructurar la economía sudafricana mediante medidas de liberalización y privatiza-
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Informe especial sobre el apartheid
ción. Además, han emprendido una campaña contra la negociación colectiva a
escala nacional. La CIOSL ha facilitado asistencia jurídica y ayuda material a los
sindicatos para que, llegado el caso, puedan hacer frente a la situación.
4. Sírvase indicar las medidas tomadas para ejercer la máxima presión sobre los
gobiernos para que adopten y apliquen las sanciones, amplias y obligatorias, contra Sudafrica acordadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de conformidad con
el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de
Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Unión General de Trabajadores (España), Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Organización Central de
Sindicatos Finlandeses, Congreso Nacional de Sindicatos de la India, Confederación General Italiana del Trabajo junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación de
Sindicatos del Japón, Unión de Sindicatos Autónomos de Madagascar, Confederación de Sindicatos de Noruega, Confederación Sindical de los Países Bajos,
Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido),
Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Confederación Nacional de Trabajadores del
Togo, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana.
Se comunicaron las siguientes medidas:
Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). La DGB instó en repetidas
ocasiones al Gobierno federal a que adoptase y aplicara sanciones amplias y
obligatorias contra Sudafrica. La DGB, junto con sus organizaciones sindicales
afiliadas y otras organizaciones reconocidas, instó al Gobierno y a la Comisión
de la CE a que adoptasen las siguientes medidas : boicotear las mercancías sudafricanas ; denegar las licencias de exportación y la transferencia de tecnología a
Sudafrica y prohibir las inversiones en este país; suspender los enlaces aéreos
con Sudafrica; incluir el boicoteo del carbón en la lista de sanciones de la CE;
romper las relaciones oficiales, culturales y deportivas con Sudafrica; reducir
sustancialmente el personal de servicio en las embajadas de los distintos países
en Sudafrica, e imponer restricciones a las medidas de contratación para emigrar a Sudafrica o trabajar en este país.
Unión de Trabajadores de Barbados. La Unión de Trabajadores de Barbados
ha enviado varias resoluciones al Gobierno de Barbados en las que le pide que
adopte enérgicas medidas contra el apartheid. Estas resoluciones suelen elaborarse tras las actividades desarrolladas durante la conmemoración del 1.° de
Mayo o las deliberaciones de la Conferencia Anual de Delegados.
Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). La UTB boicotea la importación
de productos sudafricanos.
Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC ha seguido ejerciendo presión para que el Gobierno canadiense adopte sanciones amplias y obligatorias
contra Sudafrica, sobre todo en vista del aumento de los intercambios comerciales entre los dos países. Dada la evolución observada durante el año pasado, el
Medidas tomadas contra el apartheid
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CLC ha insistido sobre todo en que se mantenga el programa de sanciones en
vigor ante los llamamientos hechos desde distintos sectores para que se atenúen
las mismas.
Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La UGT organizó actos de
protesta contra la visita efectuada por el Presidente sudafricano, Sr. De Klerk, a
España.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). Entre las prioridades de la AFL-CIO en materia legislativa para
1990 figura el mantenimiento de la ley general contra el apartheid de 1986, así
como las disposiciones relativas a las sanciones, mientras no se cumplan todos
los requisitos estipulados en la ley.
Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). El FTUC sigue ejerciendo presión
sobre el Gobierno de Fiji para que apoye todas las medidas adoptadas en el
plano internacional, tanto de índole bilateral como multilateral, para la imposición de sanciones a Sudafrica.
Organización Central de Sindicatos Finlandeses (SAK). Los sindicatos finlandeses han vigilado la aplicación de las sanciones económicas impuestas por el
Parlamento finlandés. En caso necesario, los sindicatos afiliados a la SAK están
dispuestos a llevar a cabo acciones reivindicativas para ejercer la máxima presión posible sobre las empresas con el fin de que se apliquen las sanciones obligatorias.
Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana
de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (repuesta conjunta). La CGIL, la CISL y la UIL se han mostrado siempre favorables a una aplicación más estricta de las sanciones por parte de Italia. En realidad, Italia se ha convertido últimamente en uno de los principales aliados
comerciales de Sudafrica y es el país que más carbón y oro sudafricanos importa.
Si bien los cambios que tienen lugar en Sudafrica significan un paso adelante, las
organizaciones de trabajadores italianas abogan por el mantenimiento de las
sanciones con objeto de obligar al Gobierno sudafricano a que entable negociaciones serias.
Confederación de Sindicatos del Japón (RENGO). La RENGO informa que
con fecha 26 de octubre de 1990 se presentó al Parlamento una petición con 1,4
millones de firmas para la abolición del apartheid.
Unión de Sindicatos Autónomos de Madagascar (USAM). La ANC cuenta
con una oficina permanente en Antananarivo, en la que dispone de una estación
de radiodifusión que cubre todo el territorio sudafricano. Tras la liberación de
Nelson Mandela han mejorado las relaciones entre Madagascar y Sudafrica. En
agosto de 1990, el Presidente De Klerk visitó Madagascar y en septiembre se
restableció el enlace aéreo entre Antananarivo y Pretoria. Por otro lado, empresarios malgaches visitaron Sudafrica y viceversa, y se han adoptado diversas
medidas para atraer capital sudafricano. Ahora bien, existen diferencias de opinión entre los diferentes grupos y partidos políticos de Madagascar con respecto
al restablecimiento de relaciones con Sudafrica.
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Informe especial sobre el apartheid
Confederación de Sindicatos de Noruega (LO). La Confederación ha ejercido
presión sobre el Gobierno noruego para que haga más rigurosa la legislación
contra el transporte de petróleo a Sudafrica, de forma que, además del crudo,
prohiba también los productos de petróleo refinados.
Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). Durante años, la FNV ha
venido señalando a la atención del Gobierno holandés que su forma de aplicar
las sanciones contra Sudafrica era insuficiente e inadecuada. La FNV se quejaba
de que ni siquiera las medidas establecidas por la Comunidad Europea se plasmaban en la ley, e instaba al Gobierno a que tomara las disposiciones del caso
en lo relativo a nuevas inversiones. Desde hace años se halla en estudio ante el
Parlamento un proyecto de ley en la materia, pero últimamente se amenaza con
retirarlo. La FNV efectuó sendos estudios sobre la importación de carbón sudafricano a través del puerto de Rotterdam y, en estrecha colaboración con el
Shipping Research Bureau, sobre la exportación ininterrumpida de petróleo a
Sudafrica. Ambos estudios fueron presentados al Gobierno holandés. Varios sindicalistas sudafricanos, que invitados por la FNV visitaban los Países Bajos,
instaron al Parlamento y al Gobierno a que mantuviesen las sanciones contra
Sudafrica. Con anterioridad a la visita efectuada a Sudafrica por varios parlamentarios en septiembre de 1990, una delegación de la FNV los informó de la
situación reinante en el país y les pidió encarecidamente que visitaran los sindicatos sudafricanos.
Federación del Trabajo del Pakistán. La Federación del Trabajo del Pakistán
ejerce presión sobre el Gobierno para que adopte medidas contra Sudafrica por
su política discriminatoria.
Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC ha hecho sistemáticamente llamamientos al Gobierno del Reino Unido para que apoye la adopción y
aplicación de sanciones generales y obligatorias contra Sudafrica. Las presiones
ejercidas en 1990 tenían como fin principal asegurar el mantenimiento de las
sanciones impuestas, tras observar las intenciones de las autoridades británicas
de relajar su aplicación en vista de los cambios introducidos por el Gobierno
sudafricano en febrero de ese año. El TUC acogió complacido el anuncio hecho
por el Presidente del Estado de Sudafrica ese mismo mes acerca de la liberación
del Sr. Mandela, del levantamiento de las prohibiciones que pesaban sobre el
ANC, el PAC, el UDF y otros partidos políticos, y de las restricciones impuestas
al COSATU, pero deploró, por considerarla prematura, la intención del Gobierno del Reino Unido de dejar unilateralmente sin efecto las prohibiciones de la
Comunidad Europea y la Commonwealth en cuanto a las relaciones culturales y
académicas con Sudafrica. También deploró la idea de que el Gobierno levantara unilateralmente las prohibiciones que pesaban sobre la promoción del turismo y la realización de nuevas inversiones, y de que se propusiera en una reunión
del Consejo de Ministros que otros gobiernos de los países de la CE actuaran del
mismo modo. El TUC se proponía patrocinar una importante reunión prevista
para febrero de 1991 por la Coalición del Africa Meridional, con el fin de analizar todo lo ocurrido en Sudafrica y qué nuevas actividades se imponen en la
política del Reino Unido.
Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia (TCO) y Confederación de Sindicatos de Suecia (LO) (respuesta conjunta). Durante 1989 y a
Medidas tomadas contra el apartheid
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comienzos de 1990, la LO y la TCO participaron en un comité gubernamental
que estudiaba la extensión de las sanciones contra Sudafrica al sector de servicios. La opinión sindical al respecto coincidía plenamente con la del Gobierno, y
el comité decidió extender la legislación nacional a la esfera de los servicios
(banca, transporte, consultoría, etc.). No es preciso, pues, ejercer una presión
mayor sobre el Gobierno sueco.
Confederación Nacional de Trabajadores del Togo. Un comité sindical, integrado por trabajadores del aeropuerto, bancos y compañías marítimas, vigila
para que se aplique el boicoteo a los productos sudafricanos.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).
En la reunión del Comité de Coordinación de la CIOSL para el Africa Meridional celebrada en abril de 1990 se concluyó, entre otras cosas, en que se debería
dar nuevo ímpetu a la campaña de la CIOSL para la plena aplicación de sanciones obligatorias y prestar especial atención a las sanciones establecidas por la
CE. En consecuencia, durante el período considerado la CIOSL envió tres delegaciones para entrevistarse con el presidente del Consejo de Ministros de la
Comunidad Europea con el fin de plantearle la cuestión de las sanciones. El 19
de febrero, inmediatamente antes de celebrarse la cumbre de Jefes de Gobierno
y Ministros de Asuntos Exteriores de la CE, representantes de la CIOSL se reunieron con Charles Haughey, Primer Ministro de Irlanda y presidente del Consejo de Ministros de la CE. La cumbre debía deliberar acerca de las sanciones,
habida cuenta sobre todo del reciente levantamiento de la prohibición que
recaía sobre los movimientos de liberación y del excarcelamiento de Nelson
Mandela. Al mismo tiempo, la CIOSL formuló una enérgica protesta ante el
Gobierno británico, en la que expresó su consternación ante el precipitado y
unilateral llamamiento de éste para que se levantaran las sanciones de la CE y el
hecho de haber levantado la prohibición existente sobre las inversiones y las
relaciones científicas y culturales con Sudafrica. El 22 de junio, una segunda
delegación de la CIOSL se trasladó a Dublin para entrevistarse con el Sr. Haughey antes de que se celebrase la cumbre de la CE. La delegación mantuvo su
llamamiento a la Comunidad para que siguiera aplicando las sanciones, y puso
de relieve que unos días antes, en el discurso pronunciado ante la Conferencia
Internacional del Trabajo, Nelson Mandela había pedido a la comunidad internacional que mantuviera dichas sanciones. Se señalaron a la atención del
Sr. Haughey las conclusiones de la Comisión de la Conferencia sobre la Acción
contra el Apartheid. En la reunión del Comité Ejecutivo de la CIOSL, celebrada
en Tokio en diciembre, se consagró una sesión especial a Sudafrica en la que
participaron representantes del COSATU y del NACTU, quienes refirieron con
todo detalle la situación existente en el país y pidieron al Comité que mantuviera su política de sanciones. El Comité Ejecutivo adoptó las conclusiones de la
reunión del Comité de Coordinación de la CIOSL para el Africa Meridional
celebrada en noviembre, declarando que debían hacerse llegar a los gobiernos y
a las instituciones de la CE con la máxima urgencia protestas formuladas en
común por la CIOSL y los sindicatos democráticos de Sudafrica, además de
tomar cualquier otra medida adecuada, con el fin de dar a conocer los deseos de
la mayoría negra en lo tocante a las sanciones. Así pues, el 10 de diciembre, en
vísperas de la cumbre de la CE, una delegación integrada por representantes de
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Informe especial sobre el apartheid
la CIOSL, el COSATU, el NACTU y los sindicatos italianos se reunió con el
Primer Ministro italiano, Giulio Andreotti, presidente del Consejo de Ministros
de la CE, para informarle de la postura de la CIOSL, esto es, que la política de
sanciones contra Sudafrica debería mantenerse en vigor mientras siguieran
reclamándola los sindicatos independientes y los movimientos de liberación. Se
adjuntaban a la petición los textos de la declaración política en que se pedía que
se mantuvieran las sanciones, de conformidad con los deseos del movimiento
sindical democrático y de la mayoría negra sudafricana, de la resolución sobre
Sudafrica adoptada por el Comité Ejecutivo de la CIOSL en la reunión celebrada en Tokio en diciembre de 1990 y de los documentos de trabajo elaborados
para el 37.° Comité de Coordinación para el Africa Meridional, que se había
reunido los días 15 y 16 de noviembre de 1990.
5. Sírvase indicar las medidas tomadas para aumentar la movilización de los trabajadores y de la población mediante campañas de información, con el fin de ejercer la mayor
presión posible sobre:
a) los gobiernos, a fin de que adopten sanciones amplias contra Sudafrica y rompan sus
vínculos con ella;
b) las empresas que tienen intereses en Sudafrica a fin de obligarlas a retirarse de ese
país.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones : Confederación de
Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación de Sindicatos
de Dinamarca, Unión General de Trabajadores (España), Federación Americana de Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Organización Central de Sindicatos Finlandeses, Congreso Nacional
de Sindicatos de la India, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con
la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del
Trabajo, Confederación Sindical de los Países Bajos, Congreso de Trabajadores
de Ceilán (Sri Lanka), Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de
Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos
de Suecia, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo, Confederación
Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana.
Se comunicaron las siguientes medidas:
Unión de Trabajadores de Barbados. La Unión de Trabajadores de Barbados
inserta un anuncio todos los domingos, el día de mayor tirada, en el Advocate
News, periódico de carácter popular. En algunos de estos anuncios se denuncia
enérgicamente el apartheid. La Unión ha publicado también artículos contra el
apartheid en su boletín The Unionist.
Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). La UTB ha creado un movimiento de solidaridad con los trabajadores sudafricanos.
Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). EL CLC, sus organizaciones afiliadas y organismos reconocidos han llevado a cabo una serie de campañas para
ejercer presión sobre los gobiernos y las empresas. Así, se han organizado campañas para el envío de cartas al ministro responsable y a los parlamentarios, en
colaboración con otros grupos anú-apartheid de carácter comunitario. En varios
municipios se ha pedido a las autoridades locales que prohiban a las empresas
Medidas tomadas contra el apartheid
91
que tienen intereses en Sudafrica presentarse a las licitaciones para la adjudicación de contratos de bienes y servicios públicos. Lamentablemente, algunas de
las medidas tomadas por dichas autoridades en tal sentido han sido anuladas
posteriormente tras los recursos interpuestos ante los tribunales.
Federación de Sindicatos de Dinamarca (LO). Los documentos publicados
por la OIT y la CIOSL sobre la situación reinante en Sudafrica, especialmente
los relativos a la situación sindical, han sido traducidos al danés y se utilizan
para actividades educativas y de información. El AIF, foro internacional del
movimiento laboral que mantiene estrechas relaciones con la LO, organiza
periódicamente conferencias y seminarios sobre el apartheid. La última conferencia tuvo lugar el 8 de diciembre de 1990 en Copenhague, y en ella participaron representantes del COSATU.
Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La UGT ha preparado
folletos sobre la campaña de boicoteo del carbón y publicado diversos artículos
en la revista del sindicato con el fin de sensibilizar a las bases. Por otro lado, el
boicoteo del carbón ha sido observado por sus federaciones del transporte y la
minería, y se han organizado manifestaciones y sentadas ante la oficina de las
Líneas Aéreas Sudafricanas en Madrid.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). A través de sus publicaciones, la AFL-CIO mantiene informados
a sus afiliados. Además, se han organizado numerosas reuniones sindicales para
que los dirigentes sindicales sudafricanos que visitan los Estados Unidos expliquen la situación reinante en su país. Gracias a los programas y la coordinación
existentes entre los sindicatos de los Estados Unidos y los sudafricanos, se han
creado vínculos entre los trabajadores de ambos países que tienen un mismo
empleador.
Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). Por medio de los programas de educación de los trabajadores, el FTUC trata de movilizar la opinión de los trabajadores contra el Gobierno sudafricano, en especial contra su política de apartheid
y de negación de los derechos humanos y sindicales a los trabajadores negros.
Organización Central de Sindicatos Finlandeses (SAK). La SAK ha seguido
movilizando a los trabajadores y la opinión pública por medio de campañas de
información y de los medios de comunicación ; las publicaciones periódicas sindicales desempeñan un papel fundamental en esta labor.
Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana
de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta cojunta). La CGIL, la CISL y la UIL son miembros del Comité de Coordinación Nacional contra el Apartheid, y han preparado documentación sobre
las relaciones entre Italia y Sudafrica que se distribuye cada vez que se organizan
actividades en apoyo de las sanciones contra Sudafrica.
Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). La FNV ha tomado una
serie de medidas para informar a sus afiliados sobre la evolución de la situación
en Sudafrica, tanto directamente como por conducto de sus organizaciones afiliadas. A tal efecto, se ha creado una serie de grupos de trabajo permanentes por
la FNV, el Sindicato de Trabajadores de la Agricultura y la Alimentación y el
92
Informe especial sobre el apartheid
Sindicato de Funcionarios Públicos. A la reunión anual de la FNV sobre Sudafrica celebrada en septiembre de 1990 asistió Jay Naidoo, secretario general del
COSATU. En su intervención se refirió, entre otras cosas, a las sanciones, las
infracciones de los derechos sindicales y la violencia existente en el país. Aparecieron sin cesar publicaciones sindicales sobre Sudafrica. Tras una visita efectuada a Sudafrica en abril de 1990 por dirigentes de la Confederación, se difundió ampliamente entre los afiliados un boletín especial sobre los sindicatos sudafricanos. De conformidad con el llamado Código de IG-Metall, el sindicato de la
industria de la FNV llegó a un acuerdo con el CWIU (Sindicato de los Trabajadores de la Industria Química), organización afiliada al COSATU, para elaborar
una lista de 14 puntos de normas mínimas sobre la conducta de las compañías
holandesas en Sudafrica. Se organizó una reunión especial para los trabajadores
de las tres principales compañías holandesas en Sudafrica, a saber: Shell, Philips
y Unilever.
Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El secretario general y el presidente del Comité Internacional del TUC hicieron uso de la palabra en una conferencia sindical patrocinada por el TUC sobre los actos de represión cometidos
contra sindicalistas sudafricanos, que el Movimiento contra el apartheid había
organizado en el mes de febrero. El TUC hizo lo necesario para que el Sr. Elijah
Barayi, presidente del COSATU, pronunciara un discurso en la conferencia, así
como en la reunión de febrero del Consejo General. El TUC patrocinó una gira
en el Reino Unido del Bambatha's Children, grupo cultural cooperativo del
NUMSA, el cual ofreció una representación para sindicalistas y otros públicos y
puso de relieve la represión practicada en Sudafrica. En mayo, el TUC acogió
un mitin en los locales de la Congress House para protestar contra la visita
del Presidente del Estado de Sudafrica al Reino Unido en calidad de invitado
del Gobierno. El TUC dio publicidad a estas actividades entre los sindicalistas
del Reino Unido.
Congreso de Trabajadores de Ceilán (Sri Lanka). En una resolución adoptada en su convención anual, el Congreso de Trabajadores de Ceilán condenaba el
apartheid e instaba al Gobierno de Sri Lanka a que adoptara sanciones contra
Sudafrica.
Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia (TCO) y Confederación de Sindicatos de Suecia (LO) (respuesta conjunta). Las empresas suecas no
pueden efectuar inversiones en Sudafrica. Ahora bien, las filiales de empresas
suecas pueden, en determinadas condiciones, verse exoneradas de esta prohibición. Debido al curso favorable de los acontecimientos en Sudafrica durante el
año pasado, los sindicatos no han juzgado vital reclamar la retirada de las filiales
suecas en ese país.
Confederación Nacional de Trabajadores del Togo (CNTT). Se han celebrado
frecuentes reuniones para informar a los afiliados sindicales sobre la situación
reinante en Sudafrica.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).
La CIOSL alienta a sus organizaciones afiliadas a que apliquen plenamente esta
recomendación y les facilita información actualizada con carácter periódico,
junto con una documentación más especializada que se prepara para las reunió-
Medidas tomadas contra el apartheid
93
nes de su Comité de Coordinación para el Africa Meridional. La CIOSL sigue
publicando su hoja informativa semanal, Spotlight on South Africa, sobre los
conflictos laborales y las relaciones de trabajo en Sudafrica, la cual distribuye a
escala mundial a sus organizaciones afiliadas, secretariados profesionales internacionales, etc. La CIOSL encargó la elaboración de un trabajo sobre la serie de
demandas en 14 puntos establecida entre los sindicatos del metal sudafricanos e
IG-Metall para las filiales sudafricanas de empresas alemanas, así como ulteriores acuerdos similares, y su relación con la política de desinversión y sanciones,
con el fin de aclarar que ambas posturas no son conflictivas. Se ha dado la
máxima publicidad, tanto dentro como fuera de Sudafrica, a las peticiones de la
CIOSL dirigidas a los gobiernos sobre la cuestión de las sanciones. La CIOSL ha
seguido patrocinando viajes de estudios para que los representantes del movimiento sindical democrático puedan asistir a manifestaciones y otros actos de
solidaridad organizados fuera de Sudafrica, y en especial ha promovido los contactos entre los sindicatos sudafricanos y las organizaciones afiliadas a la CIOSL
en Europa central y oriental.
Organización para la Unidad Sindical Africana (OATUU). Como parte de su
política contra el apartheid, en los programas de educación obrera de la OATUU
se estudia la cuestión del apartheid para que los jóvenes dirigentes sindicales
africanos tomen conciencia de los horrores que representa ese sistema y sigan
combatiéndolo. Esta labor educativa de la OATUU aborda también la necesidad
de que los gobiernos adopten sanciones amplias contra Sudafrica.
6. Sírvase indicar las medidas tomadas para desarrollar intensas actividades de educación para garantizar que los trabajadores estén informados de las medidas sobre sanciones adoptadas en sus propios países, de manera que puedan participar, a todos los niveles,
en la vigilancia de tales acciones y estar dispuestos a recurrir a la huelga en los casos en
que se evadan tales sanciones.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de
Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación Americana
del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos
de Fiji, Congreso Nacional de Sindicatos de la India, Confederación General
Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación Sindical de los Países
Bajos, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y
Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo, Confederación Internacional de
Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana.
Se comunicaron las siguientes medidas :
Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). Las medidas descritas en
respuesta a la pregunta 4 supra se publicaron y analizaron en documentos sindicales, así como en seminarios y debates organizados por organizaciones afiliadas. Se invitó frecuentemente a representantes de los sindicatos sudafricanos
para que asistieran a dichas reuniones e informaran directamente a la población
alemana acerca de la situación reinante en Sudafrica.
94
Informe especial sobre el apartheid
Unión de Trabajadores de Barbados. La Unión de Trabajadores de Barbados
imparte enseñanza sobre el apartheid en su instituto laboral de educación.
Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). Se organizaron conferencias y
actividades culturales en apoyo del ANC.
Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC lleva a cabo un amplio
programa de educación sobre cuestiones internacionales, entre las que destaca el
apartheid. A los trabajadores que participan en el mismo se les pide que vigilen
sus lugares de trabajo para ver si se utilizan mercancías o servicios sudafricanos,
y de ser así, pedir la sustitución de unas y otros. A los sindicatos afiliados se les
recomienda que negocien la inclusión de una cláusula en sus convenios colectivos que faculte a los trabajadores para negarse a manipular dichas mercancías.
Ahora bien, la legislación laboral de algunas jurisdicciones provinciales del
Canadá prohibe o invalida cualquier intento de este tipo en favor del programa
de sanciones de la OIT.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO ha seguido sirviéndose de sus medios de comunicación, reuniones y comités para explicar y promover las sanciones contra Sudafrica, a la vez que para apoyar la lucha contra el apartheid. A los dirigentes sindicales sudafricanos se les ha brindado la oportunidad de expresarse ante los sindicatos y otras organizaciones importantes. El Departamento de asuntos internacionales de la AFL-CIO ha seguido adelante con su programa de educación
sindical en asuntos internacionales, especialmente en lo que concierne a Sudafrica y la cuestión de las sanciones. Estos programas se llevan a cabo con carácter
periódico por todo el territorio de los Estados Unidos, y, en la medida de lo
posible, se suele prever la participación de dirigentes sindicales sudafricanos de
raza negra.
Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). Dentro de las actividades de educación cabe señalar la realización de carteles en los que se hace hincapié en la
necesidad de lograr la unidad entre los trabajadores al margen de sus diferencias
raciales, religiosas o culturales y se condena toda clase de prácticas discriminatorias. Lo que se persigue con ello es que los trabajadores tomen conciencia de la
injusticia social, tanto en Fiji como en el extranjero.
Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana
de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta conjunta). La CGIL, la CISL y la UIL contribuyen a la publicación mensual del Comité Nacional de Coordinación contra el Apartheid Conto alla Rovescia, que informa sobre el curso de los acontecimientos en Sudafrica, las medidas
contra el apartheid adoptadas en Italia y otros países europeos, y las medidas
tomadas por el Gobierno italiano.
Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). Además de las respuestas
dadas a la pregunta 5, debe señalarse que la labor de vigilancia resulta difícil a
nivel de establecimiento. En varias ocasiones los sindicatos se han encontrado
ante empleadores que no desean facilitar información detallada sobre sus actividades en Sudafrica. Por lo general, los empleadores se refieren simplemente al
Código de Conducta de la CE, y no desean entrar en pormenores.
Medidas tomadas contra el apartheid
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Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC ha instado a los sindicatos del Reino Unido a incluir en sus publicaciones periódicas artículos sobre
Sudafrica y sobre la campaña contra el apartheid, y a organizar cursos sobre la
problemática sudafricana o a incorporar este tema en los cursos sobre asuntos
internacionales. El TUC publicó los nombres de 10 empresas británicas que, a
tenor de lo dispuesto en el Código de Conducta de la CE, prepararon informes
según los cuales tenían sucursales, filiales o representantes en Sudafrica que
pagaban salarios inferiores al mínimo recomendando en el Código.
Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia (TCO) y Confederación de Sindicatos de Suecia (LO) (respuesta conjunta). Dentro de las actividades
de educación permanente se incluye la información sobre la evolución del régimen del apartheid en Sudafrica.
Confederación Nacional de Trabajadores del Togo. Con carácter periódico se
celebran reuniones de información en la materia, y en los seminarios organizados por la Confederación se facilita información sobre el apartheid.
1. Sírvase indicar las medidas tomadas para organizar el boicoteo de productos de
consumo y otros tipos de boicoteo, con el fin de promover sanciones contra Sudafrica.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de
Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Unión General de Trabajadores (España), Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Confederación Sindical de
los Países Bajos, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos
Británicos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Unión de Trabajadores
de Tanzania, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo, Confederación
Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana.
Se comunicaron las siguientes medidas :
Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). Además de las actividades
llevadas a cabo en el marco del movimiento sindical, la DGB ha insertado anuncios a toda página en publicaciones nacionales sobre su llamamiento y apoyo al
boicoteo y las sanciones.
Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC ha seguido con su campaña
de boicoteo de productos de consumo sudafricanos en el Canadá y de la empresa
Shell Canada. Se pide a los trabajadores que informen de los productos sudafricanos que se venden en las tiendas, con el fin de que las organizaciones afiliadas
puedan reclamar su supresión. En algunos casos se han llevado a cabo boicoteos
locales de tiendas cuando el comerciante se negaba a retirar los productos sudafricanos. Varios consejos de trabajo han boicoteado agencias de viaje que promueven el turismo para Sudafrica.
Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La Unión General de Trabajadores ha llevado a cabo una campaña de boicoteo del carbón, pero que ha
resultado difícil de cumplir, pues los barcos vuelven a cargarse en el puerto de
Rotterdam, en donde el carbón sudafricano se mezcla con carbón procedente de
otros países.
96
Informe especial sobre el apartheid
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO ha seguido boicoteando a la Shell Oil en apoyo del
Sindicato Nacional de Mineros de Sudafrica (NUM). El boicoteo, llevado a cabo
junto con la Unión Americana de Trabajadores de las Minas, está dejando sentir
sus efectos sobre la Shell de los Estados Unidos y seguirá adelante mientras sea
preciso.
Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). La FNV colabora estrechamente con las organizaciones contra el apartheid de los Países Bajos. En
1990, la FNV, las organizaciones contra el apartheid y la Unión de Consumidores Konsumenten Kontakt publicaron un folleto sobre las compañías petroleras
que operan en Sudafrica, indicando así a los consumidores holandeses cuál es el
petróleo que deben comprar. Se ha elaborado un folleto similar sobre la industria informática, pero su difusión es aún limitada.
Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC preparó un folleto y
un cartel en apoyo del boicoteo, e hizo que se proyectara en muchas salas de cine
del Reino Unido su película, galardonada con un premio, sobre el fomento del
boicoteo. También ha seguido apoyando las actividades del Movimiento contra
el apartheid en pro del boicoteo de los artículos de consumo.
8. Sírvase indicar el apoyofinanciero,material y moral prestado al movimiento sindical independiente en Sudafrica, incluida la ayuda para campañas de organización y
programas educativos y las ayudas jurídica y de socorro a los sindicalistas encarcelados o
presos y a sus familias, así como organizar actos de solidaridad en apoyo de los trabajadores negros y de sus sindicatos.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de
Sindicatos de Alemania, Unión General de Trabajadores de Argelia, Unión de
Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del
Trabajo del Canadá, Federación de Sindicatos de Dinamarca, Unión General de
Trabajadores (España), Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Organización Central de
Sindicatos Finlandeses, Bharatiya Mazdoor Sangh (India), Congreso Nacional
de Sindicatos de la India, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con
la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del
Trabajo, Confederación de Sindicatos del Japón, Confederación de Sindicatos
de Noruega, Confederación Sindical de los Países Bajos, Federación del Trabajo
del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Congreso de Trabajadores
de Ceilán (Sri Lanka), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia,
junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Unión Sindical Suiza,
Unión de Trabajadores de Tanzania, Confederación Nacional de Trabajadores
del Togo, Confederación General de Sindicatos de la URSS, Confederación
Internacional de Organizaciones Sindicales Libres, Confederación Mundial de
Organizaciones de Profesionales de la Enseñanza, Federación Sindical Mundial,
Organización para la Unidad Sindical Africana y Unión Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Agricultura, de los Bosques y de las Plantaciones.
Se comunicaron las siguientes medidas:
Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). La DGB mantiene estrechas relaciones con el COSATU y el NACTU y presta ayuda al movimiento
sindical sudafricano. Durante el período considerado, los sindicatos alemanes,
además de las medidas descritas en la pregunta 5 supra en materia de informa-
Medidas tomadas contra el apartheid
97
ción, han organizado colectas en apoyo de los sindicatos sudafricanos y los sindicalistas víctimas de persecuciones, y han participado en campañas y protestas
públicas contra el Gobierno sudafricano para pedir su liberación. Por otro lado,
han prestado apoyo financiero para la creación y consolidación de sindicatos
democráticos independientes, así como para la realización de acciones reivindicativas, huelgas incluidas.
Unión General de Trabajadores de Argelia (UGTA). La UGTA ha prestado
apoyo financiero al SACTU.
Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). La UTB no tiene recursos suficientes para prestar apoyo financiero a los trabajadores de Sudafrica, pero siempre les ha ofrecido su apoyo moral.
Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC ha seguido prestando ayuda económica al COSATU y al NACTU durante este período para sus actividades de educación obrera. Este apoyo ha comprendido desde una asistencia para
la publicación del South Africa Labour Bulletin hasta la organización de seminarios sobre formación jurídica, conferencias sobre la preparación de campañas y
seminarios sobre cuestiones de política socioeconómica. El costo de estas actividades superó los 350 000 dólares del Canadá. A través del CLC se han canalizado asimismo 500 000 dólares para prestar asistencia humanitaria y jurídica a las
víctimas del apartheid. Una gran parte de estos fondos se dedicó a las víctimas
de la violencia en la provincia de Natal.
Federación de Sindicatos de Dinamarca (LO). La asistencia prestada por la
LO y sus organizaciones afiliadas al movimiento sindical democrático de Sudafrica se canaliza en gran medida a través de la CIOSL y los secretariados profesionales internacionales. A veces se recibe también una ayuda económica del
Ministerio de Asuntos Exteriores danés con cargo a los fondos de que dispone
para luchar contra el apartheid. En colaboración con la Confederación de
Empleados y Funcionarios Públicos, la LO ha tratado de conseguir parte de esos
fondos para dedicarlos a actividades de asistencia jurídica, humanitaria y de
socorro, y de educación obrera. En 1990 canalizó por ese procedimiento un total
de 2,5 millones de dólares hacia el COSATU, el NACTU y sus respectivas organizaciones afiliadas.
Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La UGT financió la visita a
España de un representante del NACTU para apoyar su campaña de boicoteo
del carbón; estaba previsto asimismo financiar la visita del representante del
COSATU. La UGT ha contribuido económicamente a la organización de diversas campañas contra el apartheid. El Sr. Ahmed Khatrada fue recibido por Nicolás Redondo, secretario general de la UGT. La UGT participó asimismo en el
comité de recepción de Nelson Mandela. Se enviaron sendas invitaciones al
NACTU y al COSATU para que asistieran al 35.° Congreso de la UGT.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO ha seguido prestando ayuda financiera, material y
técnica al movimiento sindical negro sudafricano. En el plano bilateral, la AFLCIO alienta y apoya los programas establecidos entre los sindicatos afiliados a la
Federación y sus organizaciones homologas de Sudafrica. Esa ayuda se presta a
las organizaciones afiliadas al COSATU y al NACTU, así como a los sindicatos
98
Informe especial sobre el apartheid
negros independientes que poseen una representación fehaciente en una rama de
actividad determinada. Los correspondientes programas son coordinados por el
Centro Laboral Africano-Americano de la AFL-CIO (AALC). En el plano multilateral, la AFL-CIO/AALC sigue participando en el Comité de Coordinación
para el Africa Meridional de la CIOSL y contribuye en medida apreciable a la
financiación del programa.
Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). Las organizaciones afiliadas al
FTUC respondieron con un modesto aporte financiero a los llamamientos de
ayuda en favor del movimiento sindical independiente sudafricano. Por otra
parte, han expresado su condena de la política del apartheid, y acogieron con
alborozo la liberación de Nelson Mandela, que consideran como el inicio de un
cambio en la política racial del Gobierno sudafricano.
Organización Central de Sindicatos Finlandeses (SAK). La SAK siguió prestando apoyo a los sindicatos no raciales de Sudafrica. Su órgano especializado, el
Centro de Solidaridad Sindical (SASK), ha prestado una ayuda material al
COSATU y sus sindicatos afiliados, así como asistencia humanitaria. En 1990,
los donantes nórdicos y de los Países Bajos celebraron su reunión bianual por
vez primera en Sudafrica, con el fin de coordinar las acciones de solidaridad.
Estos programas de ayuda deberán continuar en 1991.
Bharatiya Mazdoor Sangh (India). El Comité Pansindical contra el Apartheid recaudó donaciones en favor de los trabajadores sudafricanos.
Congreso Nacional de Sindicatos de la India (INTUC). El Comité Pansindical recaudó un total de 10,2 millones de rupias, que entregó al Primer Ministro
de la India para el Fondo AFRICA.
Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana
de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta conjunta). La CGIL, la CISL y la UIL han mantenido estrechas relaciones con los sindicatos sudafricanos, en especial con el COSATU. En 1990 hubo
un intercambio de visitas entre varias delegaciones de dichos sindicatos. Los
institutos de desarrollo de los sindicatos italianos llevan a cabo una serie de
proyectos en Sudafrica, como los relativos a la introducción de la tecnología
informática en la sede del COSATU (con la ayuda financiera del Ministerio de
Asuntos Exteriores italiano), a la creación de centros de salud y la formación del
personal de los mismos, y al apoyo a la publicación periódica del COSATU en la
provincia de Natal.
Confederación de Sindicatos del Japón (RENGO). La RENGO organizó una
campaña de recaudación de fondos destinados a la abolición del apartheid. El 31
de octubre de 1991 se entregaron al Sr. Nelson Mandela 20 millones de yenes
(equivalentes a 150 000 dólares de los Estados Unidos) durante su visita a la
sede de la RENGO. El 10 de enero de 1991 se hizo efectiva en Tokio la donación
de 8 millones de yenes al representante del ANC.
Confederación de Sindicatos de Noruega (LO). La LO amplió los contactos
que mantenía con los sindicatos sudafricanos, aumentando la frecuencia de las
visitas; en el futuro tratará de incrementar los intercambios y visitas mutuos.
Sigue prestando ayuda financiera al movimiento sindical independiente de
Sudafrica.
Medidas tomadas contra el apartheid
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Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). En el curso de los años, la
FNV ha desarrollado un amplio programa de cooperación con los sindicatos
sudafricanos dentro de sus actividades de cooperación para el desarrollo a escala
mundial. La mayoría de los fondos correspondientes provienen del Gobierno de
los Países Bajos. En 1990 se hizo entrega a los sindicatos sudafricanos de un
total de 1,5 millones de florines para actividades de formación y de organización, para prestar ayuda jurídica y para medidas de socorro.
Federación del Trabajo del Pakistán. Por ser el Pakistán un país en desarrollo, la Federación no puede prestar ayuda material a los sindicalistas sudafricanos perseguidos, pero sí les ha expresado en todo momento su solidaridad.
Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC ha seguido prestando
asistencia en materia de formación, organización y socorro a las organizaciones
sindicales de Sudafrica. Ha financiado cursos y seminarios organizados en Sudafrica, algunos de los cuales fueron dirigidos por instructores sindicales del Reino
Unido, y ha logrado que sindicalistas sudafricanos realizaran viajes de estudio al
Reino Unido. El TUC ha seguido prestando asistencia jurídica y en materia de
socorro a los sindicalistas sudafricanos víctimas del apartheid y a sus familias,
ya sea directamente o por intermedio de la CIOSL.
Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia (TCO) y Confederación de Sindicatos de Suecia (LO) (respuesta conjunta). El Consejo de cooperación sindical internacional de la LO/TCO ha seguido prestando ayuda a las confederaciones sudafricanas COSATU y NACTU, así como a los sindicatos afiliados a ellas. Ambas confederaciones coordinan esa ayuda con otros sindicatos
escandinavos y de los Países Bajos. Comités integrados por representantes del
COSATU, el NACTU y las confederaciones sindicales europeas anteriormente
mencionadas debaten sobre los objetivos que deben perseguirse y la orientación
de los mismos.
Unión Sindical Suiza (SGB). En agosto de 1990, al ser detenidos varios dirigentes del COSATU, la SGB envió telegramas de protesta y trató del asunto con
el Ministerio de Asuntos Exteriores suizo. En la primavera de 1990 contribuyó a
un programa de formación realizado por el Sindicato de Trabajadores de la
Construcción y Afines (CAWU), por conducto de la Organización Suiza de Asistencia Mutua para los Trabajadores (OSEO).
Unión de Trabajadores de Tanzania (JUWATA). En tanto que afiliada al
Consejo de Coordinación Sindical de Africa Austral (SATUCC), la JUWATA
organiza viajes de estudios para los sindicalistas sudafricanos no racistas. Por
otro lado, presta asistencia moral y material a los sindicatos y organizaciones
políticas sudafricanos con base en la República Unida de Tanzania.
Confederación Nacional de Trabajadores del Togo. Periódicamente se organizan colectas por todo el país para apoyar a los movimientos de liberación y a
los sindicatos sudafricanos.
Confederación General de Sindicatos de la URSS. Los sindicatos de la URSS
han acatado estrictamente sus obligaciones de conformidad con la Declaración
actualizada de la OIT, participando constantemente en la campaña internacional de solidaridad con la legítima lucha del pueblo democrático y las organiza-
100
Informe especial sobre el apartheid
ciones de trabajadores africanas. Han prestado asimismo especial atención al
desarrollo de la cooperación y a la asistencia al movimiento sindical democrático de Sudafrica. Se ha mantenido una estrecha y amplia cooperación, en especial
por lo que respecta a la formación de sindicalistas, con la más antigua organización sindical de ese país, el Congreso Sudafricano de Sindicatos (SACTU).
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).
Por medio de su Comité de Coordinación para el Africa Meridional, la CIOSL
coordina y utiliza al máximo todas las formas posibles de asistencia al movimiento sindical independiente, como los proyectos en materia de organización,
enseñanza y creación de instituciones, los cuales se patrocinan a instancias de
dicho movimiento sindical. En 1991 se llevarán a cabo 26 proyectos de este tipo.
La CIOSL mantiene un fondo de ayuda jurídica y de socorro para prestar asistencia a los sindicalistas encarcelados y a los trabajadores que experimentan
dificultades económicas durante las acciones huelguísticas llevadas a cabo contra empleadores recalcitrantes. La CIOSL ayuda también a los sindicatos a librar
batallas jurídicas contra los empleadores que explotan el apartheid y su legislación, así como la ley modificatoria de la ley de relaciones de trabajo, o que
despiden a los trabajadores en masa, etc. Gracias a este fondo, los sindicatos han
podido a lo largo de los años entablar litigios y ganarlos, obteniendo así un reconocimiento y creando precedentes que han contribuido a la lucha general contra
el apartheid. Atendiendo a las peticiones hechas por el movimiento sindical
sudafricano, se organizan a veces acciones de solidaridad con las que llevan a
cabo los propios trabajadores sudafricanos (ausencia del trabajo, protestas,
acciones de masas, etc.). La CIOSL insta siempre a sus organizaciones afiliadas a
que participen en tales manifestaciones.
Confederación Mundial de Organizaciones de Profesionales de la Enseñanza
(CMOPE). En abril de 1988, la CMOPE dio a conocer en Harare nuevas iniciativas para el logro de la unidad del personal docente en Sudafrica. Tras la conferencia, y con el pleno apoyo de la CMOPE y la Organización Panafricana de la
Profesión Docente, tuvo lugar una serie de siete rondas de conversaciones que
se prolongaron durante algo más de dos años. En el curso de la séptima ronda,
celebrada en Londres en junio de 1990, se decidió el establecimiento oficial
en Johannesburgo, los días 6 y 7 de octubre, de la organización unitaria y no
racial Sindicato Democrático del Personal Docente Sudafricano (SADTU). La
CMOPE y sus organizaciones afiliadas aceptaron, en el marco de su campaña
contra el apartheid, prestar apoyo financiero y moral para la creación del
SADTU, que engloba a un total de 100 000 profesores afiliados a 14 organizaciones. Habiendo hecho caso omiso de las barreras raciales, el SADTU es hoy
día el mayor sindicato de personal docente sudafricano. Los fondos utilizados
desde 1988 para conseguir la unidad del personal docente, incluido el congreso
constituyente del sindicato, ascienden a unos 485 000 francos suizos.
Federación Sindical Mundial (FSM). Durante el período considerado, la
FSM, en colaboración con el SACTU, llevó a cabo diversas actividades en el
marco de la lucha contra el apartheid que reflejaban su sincera y ya antigua
solidaridad con los trabajadores de Sudafrica y Namibia. Así, por ejemplo, la
FSM hizo aparecer en sus publicaciones varios artículos sobre el apartheid; contribuyó financieramente para que varias delegaciones del SACTU/COSATU
Medidas tomadas contra el apartheid
101
pudieran visitar diversos países europeos y americanos; desempeñó un papel
activo en la campaña organizada para la liberación de Nelson Mandela y otros
prisioneros políticos ; envió una delegación de representantes para que actuasen
como observadores en las elecciones de Namibia, y participó en las ceremonias
organizadas con ocasión de la independencia de dicho país, además de organizar
cursillos de formación sindical a los dirigentes sindicales namibianos. Por último, en el 12.° Congreso Mundial de la FSM, celebrado en Moscú en noviembre
de 1990, se adoptó una resolución sobre el Africa meridional.
Organización para la Unidad Sindical Africana (OA TUU). La OATUU está
obligada por sus estatutos a prestar apoyo financiero, material y moral a los
sindicatos independientes sudafricanos. Esta obligación se cumple en la medida
en que lo permiten las disponibilidades financieras de la OATUU.
9. Sírvase indicar las campañas organizadas para garantizar que los miembros de los
sindicatos no emigren a Sudafrica o no visiten este país en el transcurso de sus actividades
profesionales, y complementar estas campañas con sanciones adecuadas, impedir la publicación de anuncios de empleo en Sudafrica y hacer presión en favor del cierre de las
agencias de colocación sudafricanas en el extranjero.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de
Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación Americana
del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos
de Fiji, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación
Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de
Sindicatos de Suecia, Unión de Trabajadores de Tanzania, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana.
Se comunicaron las siguientes medidas:
Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). La DGB ha instado en
numerosas ocasiones al Gobierno federal a que adopte medidas con el fin de
impedir las campañas de contratación del Gobierno sudafricano para ir a trabajar o emigrar a ese país. Los sindicatos alemanes han pedido también que se
proceda a una reducción significativa del personal que presta servicios en la
Embajada sudafricana.
Unión de Trabajadores de Barbados. La mayoría de los contactos mantenidos han tenido que ver con el criquet, y la Unión sigue pidiendo que se prohiba
viajar a Sudafrica.
Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC no ha dejado de
luchar contra la emigración a Sudafrica.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).
En el marco de la campaña que lleva a cabo contra la emigración y los viajes a
Sudafrica, la CIOSL ha seguido muy de cerca la situación al respecto en los
países de la Europa central y oriental, en los que se han ofrecido grandes sumas
de dinero a los trabajadores blancos calificados para inducirlos a que se instalen
en Sudafrica durante un período de cinco años como mínimo. Cada vez que ha
102
Informe especial sobre el apartheid
planteado el asunto a los gobiernos respectivos, así como en los contactos establecidos con los sindicatos de esos países, la CIOSL ha insistido en que se desalienten por todos los medios esas formas de persuasión, pues el Gobierno sudafricano se niega a formar a los trabajadores negros, y en realidad dispone de
grandes cantidades de mano de obra desempleada. La CIOSL ha fomentado
asimismo los contactos entre sus organizaciones afiliadas de Europa central y
oriental y los sindicatos sudafricanos, y patrocinó la asistencia de un dirigente
sindical sudafricano al Congreso de Solidarnos celebrado en marzo de 1990.
10. Sírvase indicar las medidas tomadas para retirar todos los fondos sindicales de
cualesquiera empresas o programas de inversión con intereses en Sudafrica y para cerciorarse de que no se invierta ningún fondo de pensión en tales empresas, bancos o programas.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones : Confederación de
Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación Americana
del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos
de Fiji, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación
Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación Sindical de los Países Bajos, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Congreso de Trabajadores de Ceilán (Sri
Lanka), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la
Confederación de Sindicatos de Suecia, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y
Organización para la Unidad Sindical Africana.
Se comunicaron las siguientes medidas:
Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC ha pedido a sus organizaciones afiliadas que se cercioren de que ningún fondo sindical o de pensiones se
invierte en empresas, bancos o programas de inversión con intereses en Sudafrica. Esta medida se hizo extensiva al Banco de Nueva Escocia, que concedió un
préstamo de 600 millones de dólares canadienses a la empresa Minorco, una
filial angloamericana.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). Por lo que respecta a las cajas de pensiones, varias organizaciones afiliadas a la AFL-CIO se han incorporado a la campaña para que se retiren
los fondos de sus cajas de pensiones de las empresas que invierten en Sudafrica.
La AFL-CIO vigila atentamente la situación al respecto y recomienda a sus organizaciones afiliadas que examinen bien todos los aspectos de sus planes de pensiones.
Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). La FNV ha abordado esta
cuestión en diversas ocasiones a lo largo de los últimos años. Se trata de un
asunto complejo, pues las inversiones se hacen a menudo por conducto de compañías especializadas que, a su vez, trabajan con numerosas otras empresas.
Nunca se ha llegado a saber claramente la forma en que dichas compañías efectúan las inversiones, pero cabe suponer que indirectamente se invierten fondos
en empresas que trabajan en Sudafrica. La FNV y sus organizaciones afiliadas
no han invertido directamente en empresas con intereses directos en Sudafrica,
y lo mismo cabe decir respecto de los fondos de sus cajas de pensiones. Ahora
Medidas tomadas contra el apartheid
103
bien, esta afirmación no puede aplicarse a las inversiones que se hacen con los
fondos de toda una serie de cajas de pensiones de empresas privadas y del sector
público. En la mayoría de los casos, en los consejos de administración de dichas
cajas hay representantes de los trabajadores, y la FNV les ha expuesto claramente que la política de la Confederación es que no deben hacerse inversiones en
empresas con intereses en Sudafrica.
Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC examina regularmente
sus propias inversiones para asegurarse de que ninguna ha sido hecha en compañías que tienen intereses en Sudafrica, e insta a los sindicatos británicos a proceder del mismo modo. El TUC ha seguido aconsejando a los administradores de
las cajas de pensiones designados por los sindicatos que no realicen inversiones
en Sudafrica, aduciendo el riesgo comercial que ello supone.
11. Sírvase indicar las medidas tomadas para ejercer la presión más fuerte posible
sobre bancos e instituciones financieras para que retiren los préstamos concedidos a Sudafrica y para impedir la concesión de nuevos préstamos y créditos comerciales a Sudafrica,
así como las transacciones de oro hacia y con Sudafrica. Además, sírvase indicar las campañas en que pidan a sus afiliados que cierren sus cuentas con tales bancos.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Unión General de Trabajadores (España), Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación Sindical de los Países
Bajos, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Unión Sindical Suiza, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo y Confederación Internacional de Organizaciones
Sindicales Libres.
Se comunicaron las siguientes medidas :
Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana
de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta conjunta). La CGIL, la CISL y la UIL han proseguido su campaña en
favor de la retirada de fondos de los bancos. El volumen de las transferencias
entre Italia y Sudafrica disminuyó de 1985 a 1990, pero los sindicatos prevén
que tal volumen aumente en 1991 al haber levantado la Comunidad Europea la
prohibición de hacer nuevas inversiones.
Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC ha apoyado sin desmayo la aplicación de sanciones financieras contra Sudafrica y ha respaldado las
intervenciones de la coalición del Africa meridional ante bancos del Reino Unido para que interrumpan la concesión de nuevos préstamos y créditos comerciales a Sudafrica.
Unión Sindical Suiza (SGB). Tras los correspondientes preparativos en
1989, la SGB organizó, el 1.° de mayo de 1990, una campaña bajo el lema «ni un
céntimo para el apartheid».
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).
Una de las principales campañas organizadas por la CIOSL ha sido la relativa a
104
Informe especial sobre el apartheid
las finanzas. El Comité de Coordinación de la CIOSL para el Africa Meridional
examinó un estudio pormenorizado sobre las sanciones económicas, cuyas conclusiones no hacen sino confirmar plenamente los puntos de vista del Grupo de
expertos independiente de la OIT encargado de verificar la aplicación de las
sanciones. Se elaboró el estudio con el fin de alentar la adopción de nuevas
medidas en la campaña dirigida a movilizar a los afiliados sindicales y al público
en general para hacer presión sobre los bancos que conceden préstamos y apoyo
financiero al régimen sudafricano. A los afiliados sindicales se les recomienda
que retiren sus cuentas de los bancos que mantienen transacciones financieras
con Sudafrica, sobre todo de los que conceden préstamos.
12. Sírvase indicar todas las medidas tomadas con el propósito de acentuar el aislamiento del régimen sudafricano y para apoyar actividades contra el apartheid.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de
Sindicatos de Alemania, Unión General de Trabajadores de Argelia, Unión de
Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del
Trabajo del Canadá, Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Organización Central de
Sindicatos Finlandeses, Bharatiya Mazdoor Sangh (India), Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de
Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Congreso de Sindicatos (Reino
Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la
Confederación de Sindicatos de Suecia, Unión de Trabajadores de Tanzania,
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana.
Se comunicaron las siguientes medidas:
Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). A instancias de los sindicatos sudafricanos, la DGB invitó a un grupo de sindicalistas sudafricanos a que
visitara la República Federal de Alemania en mayo de 1990, lo que les brindó la
oportunidad de informar al Congreso Federal de la Confederación en Hamburgo
y de dar una conferencia de prensa sobre los últimos acontecimientos acaecidos
en Sudafrica, en especial sobre el sangriento conflicto de la provincia de Natal.
La DGB mantiene un intercambio bilateral permanente de delegaciones con los
sindicatos sudafricanos.
Unión General de Trabajadores de Argelia (UGTA). La UGTA ha condenado
siempre el apartheid, tanto en reuniones bilaterales como multilaterales, contribuyendo de ese modo al aislamiento de Sudafrica.
Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). El apoyo moral a las actividades
contra el apartheid se expresa mediante denuncias efectuadas en el propio país y
en foros internacionales.
Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). A través de las estructuras de la
Commonwealth, el CLC ha hecho un llamamiento a todos los miembros de ésta
para que impongan y mantengan sanciones amplias y obligatorias. El CLC ha
colaborado también con otras organizaciones de carácter comunitario para
reforzar la red de activistas contra el apartheid y coordinar su labor. Colaboró
igualmente con otras organizaciones en la creación del Fondo Fiduciario Nelson
Medidas tomadas contra el apartheid
105
Maldela, con objeto de recaudar fondos para apoyar el proceso de construcción
de las estructuras democráticas en Sudafrica.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). Varias organizaciones afiliadas a la AFL-CIO siguen participando en el boicoteo cultural y deportivo e instando a sus miembros a que no aparezcan o actúen en ninguna escena ni participen en acontecimientos deportivos
en Sudafrica, recomendando a los autores y guionistas que denieguen el permiso
para que se representen sus obras en Sudafrica y desanimando a los demás para
que no participen en actividades de carácter cultural en ese país. La AFL-CIO
seguirá dejando oír su voz y utilizando sus votos siempre que sea posible para
negar al régimen sudafricano el acceso a las plataformas y foros de los Estados
Unidos que puedan favorecer su influencia.
Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). En las reuniones públicas se pronuncian declaraciones contra el apartheid. La política interna del Gobierno provisional, que guarda cierta similitud con el apartheid, es condenada públicamente
en términos tajantes.
Organización Central de Sindicatos Finlandeses (SAK). La SAK ha seguido
colaborando con otras organizaciones no gubernamentales de Finlandia para
aislar aún más al régimen sudafricano y prestar apoyo a los movimientos y a las
actividades contra el apartheid.
Bharatiya Mazdoor Sangh (BMS) (India). El Comité Pansindical contra el
Apartheid, del que el BMS es uno de los miembros constituyentes, organizó una
reunión el 15 de febrero de 1990 para celebrar la excarcelación de Nelson Mandela y aprobó una resolución en la que instaba a todos los sindicatos y a la
comunidad internacional a que prosiguieran en la lucha contra el apartheid hasta que se hiciera justicia a la causa del pueblo negro sudafricano.
Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana
de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta conjunta). Además de acoger a diversas delegaciones sindicales sudafricanas, representantes de la CGIL, la CISL y la UIL se reunieron con Nelson Mandela con ocasión de la visita que efectuó a Italia. Dirigentes de los sindicatos se
reunieron también con miembros del Parlamento Europeo en Estrasburgo. Por
último, los sindicatos contribuyeron a la financiación de la oficina del representante del ANC en Italia.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).
La CIOSL aprovecha todas las oportunidades que se le ofrecen, además de sus
reuniones y publicaciones, para exponer las tácticas utilizadas por el Gobierno
sudafricano. Durante 1990, la CIOSL recalcó una y otra vez lo que los sindicatos
sudafricanos habían dicho ya: que los tan cacareados cambios sobrevenidos en
Sudafrica no habían tenido efecto alguno en la vida de los trabajadores negros;
que las diferencias salariales entre blancos y negros habían aumentado en términos reales, y que subsistían la pobreza, la discriminación y el sistema de migración de mano de obra negra. Los tres pilares fundamentales del apartheid
seguían vigentes en los textos legales : la ley sobre zonas reservadas, la ley sobre
las tierras reservadas para los negros y la ley sobre el registro de la población,
junto con la legislación represiva y de seguridad, como la famosa ley sobre segu-
106
Informe especial sobre el apartheid
ridad interna. La CIOSL sigue vigilando y denunciando las violaciones de los
derechos humanos y sindicales en Sudafrica, y organiza campañas para la liberación de los sindicalistas y presos políticos encarcelados y protestas contra la
detención y hostigamiento de sindicalistas. También llevó a cabo una vigorosa
campaña para pedir el levantamiento del estado de urgencia, lo que por fin se
consiguió en julio de 1990. Junto con la Federación Internacional de los Trabajadores de las Plantaciones, Agrícolas y Similares, la CIOSL envió una misión
especial a Sudafrica para estudiar las condiciones de los trabajadores de las
explotaciones agrícolas e investigar las posibilidades de que los mismos queden
amparados por la legislación laboral. En el informe de la misión se expone el
trato inhumano que se da a estos trabajadores en las explotaciones agrícolas y
cómo las empresas multinacionales pasan por alto tales prácticas, incluida la del
trabajo infantil.
Organización para la Unidad Sindical Africana (OATUU). Durante el período considerado, la OATUU organizó y participó en varias reuniones y manifestaciones de solidaridad dentro y fuera del continente africano. Sus representantes fueron invitados a dar conferencias sobre la lucha de los trabajadores africanos contra el apartheid en una serie de reuniones convocadas por sus organizaciones afiliadas. Por otro lado, delegados de la OATUU realizaron campañas
para la recaudación de fondos destinados a las víctimas del apartheid.
13. Sírvase indicar las medidas tomadas afinde garantizar la representación sindical
en las delegaciones ante las Naciones Unidas y los organismos especializados para hacer
presión en pro de la plena aplicación del Programa de Acción contra el Apartheid.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de
Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Unión General de Trabajadores (España), Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Congreso Nacional de Sindicatos de la India, Confederación Sindical de los Países Bajos, Federación del
Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de
Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos
de Suecia, Unión de Trabajadores de Tanzania y Confederación Internacional
de Organizaciones Sindicales Libres.
Se comunicaron las siguientes medidas:
Unión de Trabajadores de Barbados: El secretario general de la Unión sigue
representando a Barbados en el Consejo de Administración de la OIT y ante la
Conferencia Internacional del Trabajo.
Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). La UTB participa regularmente
en las reuniones de la OIT y denuncia sin ninguna clase de reservas el régimen
del apartheid.
Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El secretario y tesorero del CLC
hizo de portavoz de los miembros trabajadores en la Comisión sobre la Acción
contra el Apartheid de la Conferencia Internacional del Trabajo. El CLC participó asimismo en las consultas del Comité Especial de las Naciones Unidas contra
el Apartheid.
Medidas tomadas contra el apartheid
107
Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La UGT hizo gestiones
ante el Ministerio de Asuntos Exteriores con motivo de la votación sobre el
apartheid en la 77.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO se halla representada en el grupo de los trabajadores
de la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid de la Conferencia Internacional del Trabajo.
Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). Como consecuencia de la reprobación del apartheid por las organizaciones afiliadas al FTUC, el Gobierno de Fiji
ha adoptado en las Naciones Unidas una política por la que se condena el régimen racial de Sudafrica.
Congreso Nacional de Sindicatos de la India (INTUC). El INTUC envió una
delegación a la 77.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en Ginebra, y sus representantes participaron activamente en la Comisión
sobre la Acción contra el Apartheid.
Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). Todos los años, un representante de la FNV forma parte de la delegación de los Países Bajos ante la
Asamblea General de las Naciones Unidas, el cual recibe información detallada
sobre la situación en Sudafrica.
Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC está representado por
la CIOSL en las peticiones y protestas que se elevan ante las Naciones Unidas, y
participa en medida importante en las actividades de la OIT para combatir el
apartheid.
Unión de Trabajadores de Tanzania (JUWATA). La Unión envía todos los
años una delegación a la reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).
La oficina de la CIOSL en Nueva York mantiene contactos continuos con las
Naciones Unidas. La CIOSL colabora con el Comité Especial de las Naciones
Unidas contra el Apartheid y con todos los organismos y agencias especializadas
de las Naciones Unidas en las cuestiones relativas a la lucha contra el apartheid.
14. Sírvase indicar las medidas tomadas para coordinar la acción sindical contra el
apartheid de, acuerdo con la Declaración adoptada por la Conferencia Sindical Internacional sobre sanciones y otras medidas contra el régimen del apartheid, celebrada en Ginebra
en 1983.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones : Confederación de
Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación de Sindicatos de Dinamarca, Unión General de
Trabajadores (España), Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Congreso Nacional de
Sindicatos de la India, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la
Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del
Trabajo, Confederación de Sindicatos de Noruega, Confederación Sindical de
los Países Bajos, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos
(Reino Unido), Congreso de Trabajadores de Ceilán (Sri Lanka), Confederación
108
Informe especial sobre el apartheid
de Empleados y Funcionarios de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Unión de Trabajadores de Tanzania, Confederación Nacional de
Trabajadores del Togo y Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres.
Se comunicaron las siguientes medidas:
Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). En el plano nacional, los
sindicatos alemanes mantienen contactos con las iglesias y grupos políticos y de
solidaridad que llevan a cabo campañas similares contra el apartheid.
Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). Además de las declaraciones oficiales sobre el apartheid, la UTB invita a sus miembros a que participen en
actividades organizadas para protestar contra el apartheid.
Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC ha seguido trabajando dentro de las estructuras de la CIOSL y el Consejo de Sindicatos de la Commonwealth para coordinar la acción sindical. En el Canadá, el CLC ha colaborado en
la campaña contra el apartheid con otros sindicatos que no son miembros suyos.
Federación de Sindicatos de Dinamarca (LO). Hay una estrecha cooperación
entre el movimiento sindical de los países nórdicos y el de los Países Bajos por lo
que se refiere a la asistencia al movimiento sindical sudafricano. Ambos movimientos coordinan y financian en común numerosas actividades.
Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La UGT apoya la política
de la CIOSL y la Confederación Europea de Sindicatos en este sentido.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO coordina sus actividades contra el apartheid, junto
con el movimiento sindical y otras organizaciones interesadas de los Estados
Unidos, con arreglo a su propio programa, así como en el ámbito del Comité de
Coordinación de la CIOSL para el Africa Meridional y de la OIT.
Congreso Nacional de Sindicatos de la India (INTUC). En la India se ha
creado un comité mixto para la organización de campañas contra el apartheid
integrado por representantes de todas las centrales sindicales.
Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana
de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta conjunta). La CGIL, la CISL y la UIL han presentado siempre un frente
común por lo que se refiere a la cuestión del apartheid. Por tal razón, todas las
actividades sindicales que se llevan a cabo contra el apartheid en Italia se organizan conjuntamente.
Confederación de Sindicatos de Noruega (LO). La LO ha prestado apoyo económico y su colaboración al Shipping Research Bureau, de los Países Bajos, para
su labor de vigilancia del transporte de petróleo a Sudafrica.
Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). En el plano nacional, la
FNV propugna una acción coordinada no sólo entre los sindicatos, sino también
con las organizaciones contra el apartheid, iglesias y grupos de consumidores. Se
ha creado un grupo de trabajo para intercambiar información en la materia.
Dentro de la FNV, la política y las medidas adoptadas al respecto se coordinan
por medio de un órgano consultivo. En el plano internacional, la FNV participa
en el Comité de Coordinación de la CIOSL para el Africa Meridional.
Medidas tomadas contra el apartheid
109
Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC ha seguido coordinando la acción sindical en el Reino Unido, en apoyo de la campaña destinada a
mantener las presiones que se ejercen contra Sudafrica, incluidas las sanciones
económicas, y para consolidar el respaldo a las organizaciones sindicales independientes de dicho país. El TUC ha seguido participando con total dedicación
en las actividades del Consejo Sindical de la Commonwealth, de la Confederación Europea de Sindicatos, del Grupo de los Trabajadores del Consejo de
Administración de la OIT y de la Comisión de la Conferencia sobre la Acción
contra el Apartheid.
Congreso de Trabajadores de Ceilán (Sri Lanka). A los representantes del
Congreso que asisten a las conferencias de la OIT y otras reuniones internacionales se les dice que voten con la mayoría en las decisiones adoptadas contra el
apartheid.
Unión de Trabajadores de Tanzania (JUWATA). La JUWATA ha adoptado
diversas medidas conjuntas con otros sindicatos por conducto de organizaciones
sindicales de carácter multilateral como la OATUU, el CTUC y el SATUCC.
15. Sírvase suministrar información acerca de cualquier otra medida tomada contra
el apartheid que no se encuentre incluida en las preguntas anteriores.
Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones : Confederación de
Sindicatos de Alemania, Unión General de Trabajadores de Argelia, Unión
General de Trabajadores (España), Congreso de Sindicatos de Fiji, Federación
del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Unión Sindical Suiza, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y
Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales.
Se comunicaron las siguientes medidas :
Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). Como las cuestiones de
que tratan las preguntas 1 a 14 tienen que ver sobre todo con los sindicatos del
sector privado, que mantienen relaciones con los sindicatos sudafricanos a través de las filiales de empresas alemanas en Sudafrica, debería hacerse mención a
este respecto de la estrecha colaboración existente entre los sindicatos del sector
público. Los sindicatos del sector público afiliados a la DGB han prestado un
gran apoyo material, financiero y moral para la promoción de los sindicatos del
sector público de Sudafrica, y han llevado a cabo numerosas acciones de protesta contra las medidas represivas adoptadas por el Gobierno sudafricano.
Unión General de Trabajadores de Argelia (UGTA). Nelson Mandela visitó
Argelia en dos ocasiones. Los trabajadores argelinos que asistieron a reuniones
de solidaridad expresaron de modo inequívoco su oposición al apartheid.
Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La UGT envió cartas y telegramas al Gobierno sudafricano y participó en campañas convocadas por Amnistía Internacional.
Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). Las organizaciones afiliadas al
FTUC han dirigido cartas y mensajes al Presidente de Sudafrica, protestando
contra el trato inhumano que se da a los trabajadores sudafricanos negros.
Federación del Trabajo del Pakistán. En sus reuniones políticas y laborales,
reuniones sociales y conmemoraciones religiosas, la Federación ha condenado
110
Informe especial sobre el apartheid
siempre a Sudafrica por su política de apartheid. En consecuencia, la gente está
al tanto de la situación y se siente motivada al respecto.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).
En febrero de 1990, la CIOSL organizó en Namibia, junto con el Sindicato
Nacional de Trabajadores de Namibia (NUNW), un seminario para planificar la
realización de actividades educativas y de organización y examinar las prioridades en el período posterior a la independencia. El resultado de todo ello fue la
elaboración de un proyecto quinquenal.
Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales (FIET). La
FIET presentó el texto de las resoluciones sobre la situación en Sudafrica adoptadas en 1990 por su Comité Ejecutivo Mundial, en las que pide a sus organizaciones afiliadas y a la comunidad internacional que sigan adelante con la campaña para hacer presión sobre el Gobierno sudafricano apoyando las sanciones y
boicoteos, mientras no se consiga la abolición total del apartheid.
CAPITULO III
ACCIÓN INTERNACIONAL CONTRA EL «APARTHEID»
ACCIÓN DE LA OIT
En 1990 la OIT prosiguió su labor contra el apartheid de conformidad con la
Declaración actualizada referente a la .acción contra el apartheid en Sudafrica,
adoptada en la 75.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (1988),
y con las conclusiones formuladas por la Comisión sobre la Acción contra el
Apartheid en la 77.a reunión de la Conferencia (1990). Entre las actividades desarrolladas por la Oficina, cabe señalar: la vigilancia de las medidas que las partes constituyentes de la OIT han adoptado o dejado de adoptar contra el apartheid como consecuencia de la creación en 1989 del Grupo de expertos independientes encargado de supervisar y controlar en el mundo entero la aplicación de
sanciones y otras medidas contra el apartheid, y especialmente las formas en que
se eluden éstas; la ejecución de proyectos de cooperación técnica en la región de
Africa meridional ; la investigación y difusión de informaciones sobre la evolución registrada en los ámbitos laboral y social, y la labor para salvaguardar los
derechos humanos y la observancia de las normas internacionales del trabajo.
Una importante novedad en lo que atañe a la vigilancia de las medidas
tomadas contra el apartheid o la ausencia de tales medidas, de conformidad con
el párrafo 5, a), de la Declaración actualizada, la constituyó la formulación por
el Grupo de expertos independientes de un nuevo cuestionario que el Consejo
de Administración aprobó en su 246.a reunión (mayo-junio de 1990). Dicho
cuestionario se revisó de conformidad con una recomendación formulada por la
Comisión sobre la Acción contra el Apartheid en la 76.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (1989) para que se modificara la presentación del
cuestionario sobre la aplicación y el incumplimiento de la Declaración y de su
Programa de Acción anexo y para que la Oficina consultara a este respecto al
Grupo de expertos independientes. Las modificaciones en la presentación del
cuestionario, de que se hacían también eco las recomendaciones contenidas en
las conclusiones formuladas en junio de 1989 por la Comisión sobre la Acción
contra el Apartheid, tenían por objeto elevar la calidad y cantidad de las respuestas enviadas cada año sobre las medidas emprendidas — o inaplicadas — contra
el apartheid por parte de los miembros de los tres grupos constituyentes de la
OIT. En agosto de 1990 se envió el nuevo cuestionario a los gobiernos y a las
organizaciones de empleadores y de trabajadores, pidiéndoles informaciones
actualizadas sobre las medidas por ellos tomadas contra el apartheid con el fin
de incluirlas en el Informe especial del Director General concerniente a la aplicación de la Declaración sobre la acción contra el apartheid en Sudafrica, para
1991. Junto con el cuestionario se envió un extracto del informe de la Comisión
sobre la Acción contra el Apartheid, en junio de 1990, con inclusión de las reco-
112
Informe especial sobre el apartheid
mendaciones contenidas en las conclusiones adoptadas por esta Comisión y de
un ejemplar de la Declaración actualizada referente a la acción contra el apartheid en Sudafrica y Namibia, adoptada en la 75.a reunión de la Conferencia
Internacional del Trabajo (1988). Asimismo, se enviaron a las Naciones Unidas,
sus organismos especializados y otras organizaciones intergubernamentales solicitudes de información acerca de las medidas tomadas a escala internacional
contra el apartheid.
Las respuestas al nuevo cuestionario enviadas por las partes constituyentes
de la OIT fueron transmitidas primeramente al Grupo de expertos independientes, antes de que se sometieran al Consejo de Administración, y ulteriormente,
en junio de 1991, se señalarán a la atención de la Comisión sobre la Acción
contra el Apartheid. Estas medidas son conformes a la recomendación 5, m),
formulada en junio de 1990 por la Comisión de la Conferencia sobre la Acción
contra el Apartheid, en que se solicita al Grupo de expertos independientes que
efectúe una supervisión atenta de las respuestas suministradas al cuestionario.
De conformidad con el párrafo 5, b), de la Declaración actualizada, la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid examinó, en la
77.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (1990), el Informe especial del Director General concerniente a la aplicación de la Declaración sobre
la acción contra el apartheid en Sudafrica y Namibia. Como en años anteriores,
el Informe especial de 1990 contenía tres capítulos, donde se examinaban los
acontecimientos recientes en las esferas laboral y social en Sudafrica y Namibia,
se hacía un análisis de la información facilitada por los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre las medidas por ellos tomadas
contra el apartheid y se examinaba la acción internacional contra el apartheid,
incluida la desarrollada por la OIT. La información suplementaria, recibida después de haberse enviado el Informe especial a la imprenta, fue incluida en un
documento separado. Además, se sometió a la Comisión de la Conferencia sobre
la Acción contra el Apartheid un informe que contenía tres documentos referentes a la labor del Comité sobre Discriminación en la 246.a reunión del Consejo
de Administración (mayo-junio de 1990).
Los tres documentos antedichos contenían informaciones suministradas por
gobiernos y organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre las medidas
tomadas contra el apartheid; los informes de la segunda y tercera reuniones del
Grupo de expertos independientes encargado de supervisar y controlar la aplicación de sanciones y otras medidas contra el apartheid, y extractos del informe
del Comité sobre Discriminación y de sus anexos referentes a las antedichas
cuestiones. La Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid
examinó detenidamente el Informe especial anual, y escuchó las alocuciones de
los representantes del COSATU, del NACTU, del ANC y del PAC. Los debates
se vieron también animados por el discurso pronunciado por el Sr. Nelson Mandela, vicepresidente del ANC, el 8 de junio de 1990 ante la reunión plenaria de
la Conferencia.
Al cabo de sus deliberaciones, la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid adoptó una serie de conclusiones en que se recogían también diversas recomendaciones referentes a la acción de los miembros tripartitos y de la Oficina.
En particular, en las antedichas conclusiones puso de relieve los acontecimientos
positivos acaecidos en Sudafrica, expresó su agrado por la presencia del
Acción internacional contra el apartheid
113
Sr. Mandela en la Conferencia y su contribución a las labores de ésta, y se adhirió a su llamamiento en pro de que continuaran la acción y las sanciones contra
Sudafrica. Asimismo, tomó nota con beneplácito de la adopción por consenso,
durante la sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas de
diciembre de 1989, de la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias
destructivas para el Africa meridional, así como del acceso de Namibia a la
independencia el 21 de marzo de 1990 y de la participación por primera vez en
la Conferencia Internacional del Trabajo de una delegación tripartita del Estado
independiente de Namibia. En la recomendación 5, a), se invita a los miembros
tripartitos a que emprendan un esfuerzo particular, dada la situación actual de
Namibia, para asegurar que se tomen medidas concretas con una urgencia renovada para favorecer la aplicación integral de todas las recomendaciones contenidas en la Declaración actualizada y en su Programa de Acción anexo, junto con
otras acciones destinadas a poner término al apartheid. Asimismo, hace hincapié
en la importancia de que todos los miembros constituyentes incrementen sus
esfuerzos para emprender campañas de información especiales con el fin de
explicar que los cambios ocurridos hasta el presente aún no han afectado a los
cimientos del apartheid. En la recomendación 5,j), se insta a todos los miembros
constituyentes a emprender campañas concertadas con el fin de presionar al
Gobierno de Sudafrica para que derogue toda legislación vinculada con el apartheid.
En la recomendación 5, b), se reitera el llamamiento de la Conferencia a los
gobiernos para que lleven a cabo : un embargo sobre el carbón sudafricano ; sanciones financieras eficaces destinadas, entre otras cosas, a evitar la renovación
de los préstamos actuales ; la prohibición de conceder nuevos préstamos o créditos comerciales (es decir, la financiación extranjera); la aplicación de medios
para garantizar que en ningún caso se otorguen garantías para tales créditos ; una
legislación idónea que evite el transporte y la venta de productos petrolíferos a
Sudafrica, y la supresión eficaz de los enlaces aéreos, para que ciertas compañías
no puedan beneficiarse de la ausencia de otras. En la misma recomendación, la
Conferencia hace también un llamamiento para que se inicien campañas especiales dirigidas, con la máxima participación de todos los miembros constituyentes.
En la recomendación 5, c), se invita también a los gobiernos a que adopten
las medidas necesarias para desalentar toda emigración, en particular de trabajadores cualificados y semicualificados, a Sudafrica, incluyendo especialmente a
aquellos provenientes de Europa central y oriental, y para velar por que los candidatos inmigrantes provenientes de Sudafrica no se beneficien de ningún privilegio especial. En la recomendación 5, e), se invita a los gobiernos de los Estados
Miembros que hayan adoptado medidas estrictas de embargo comercial contra
Sudafrica a que tomen todas las medidas necesarias para asegurar que ninguna
empresa interesada eluda dicho embargo haciendo comercio con Sudafrica a
través de otros países que no hayan adoptado una legislación similar.
Por otra parte, en la recomendación 5, d), se invita a las organizaciones de
empleadores a que insten a las empresas multinacionales con el fin de que revelen todos los datos relativos a las condiciones en que dejan de hacer inversiones,
incluso sobre los vínculos que piensan mantener con empresas sudafricanas, y a
que negocien las condiciones de desinversión con los sindicatos interesados,
mientras que en la recomendación 5, h), se las invita a constituir una organiza-
114
Informe especial sobre el apartheid
ción de empleadores no racista. En la recomendación 5,J), se toma nota con
satisfacción del acuerdo logrado el 7 de mayo de 1990 entre el SACCOLA, el
NACTU y el COSATU relativo a las enmiendas a la ley sobre relaciones de
trabajo, y se expresa el deseo de que el Parlamento sudafricano plasme dicho
acuerdo en la ley durante su actual sesión.
A los sindicatos se los invita, en la recomendación 5, g), a que continúen
organizando campañas con el fin de evitar o exponer los intentos de las empresas internacionales sudafricanas en su toma de control de empresas fuera de
Sudafrica. En la recomendación 5, i), se solicita la celebración de campañas concertadas por todos los miembros constituyentes con el fin de presionar al
Gobierno de Sudafrica para que libere a todos los presos políticos y sindicales
sin excepción, para que levante todas las restricciones impuestas a las personas
ya puestas en libertad, para que permita el retorno de todas las personas exiliadas por motivo de sus actividades políticas y sindicales y para que cese la violencia que actualmente se vive en Natal.
En la recomendación 5, k), se invita a la Oficina Internacional del Trabajo a
que termine con la mayor brevedad posible el informe sobre el comercio del oro
con Sudafrica. Además, en la recomendación 5, l), se invita al Director General
de la OIT a que transmita, una vez más, a la Unión de Bancos Suizos (UBS) su
preocupación por el continuo respaldo que ésta brinda al régimen sudafricano, y
a que examine la posibilidad de recurrir a otros servicios bancarios en el Palais
des Nations para los delegados que participan en la Conferencia Internacional
del Trabajo. Se pide asimismo al Director General que comunique un informe al
respecto a la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid.
La Conferencia expresa en la recomendación 5, m), su satisfacción por la
constitución de un grupo de tres expertos, cuyo trabajo había sido de gran utilidad para la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid, y solicita al Director
General de la OIT que haga todo lo posible para que el Grupo de expertos independientes disponga de todos los recursos financieros y del personal necesarios
para llevar a cabo su labor. Por otra parte, se insta al Director General, en la
recomendación 5, n), a que siga respondiendo de manera eficaz a las solicitudes
de cooperación técnica que entren en la esfera de competencia de la OIT, provenientes de las organizaciones sudafricanas de trabajadores democráticos.
En la recomendación 5, o), se insta al Gobierno de Sudafrica para que acepte
el reenvío de la queja presentada por el COSATU en 1988 a la Comisión de
Investigación y de Conciliación de la OIT. Además, a tenor de la recomendación
5, q), la Conferencia debería notificar al Gobierno de Sudafrica que acogería con
satisfacción toda medida tendente a acelerar el proceso que permita crear un
marco de negociación y que conduzca a la supresión total del apartheid y a la
creación de una sociedad democrática no racista basada en el principio de una
persona, un voto, en una lista electoral única.
En la recomendación 5,p), se insta al Consejo de Administración a que
examine la posibilidad de celebrar, antes de la próxima reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, una conferencia subregional tripartita para estudiar las perspectivas concretas de una integración regional, incluyendo una
Sudafrica liberada del yugo del apartheid, que beneficie a las poblaciones y a los
trabajadores de la región. Además, dicha conferencia debería reexaminar el Programa de Acción en favor de los países particularmente afectados por la política
Acción internacional contra el apartheid
115
de desestabilización de Sudafrica, así como la situación de los trabajadores
migrantes en Sudafrica.
En lo que respecta a la independencia de Namibia, se insta al Consejo de
Administración a que inscriba en el orden del día de la 78.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo la cuestión de la revisión de la Declaración y
del Programa de Acción. Por otra parte, se invita a los Miembros constituyentes
de la OIT a que pongan todo su empeño con el fin de facilitar a los gobiernos y a
las organizaciones de empleadores y de trabajadores de Namibia toda la asistencia técnica necesaria para la reconstrucción de este país. A tal efecto, se invita al
Consejo de Administración y al Director General de la OIT a hacer todo lo
posible para asegurar que se pongan a disposición los recursos financieros y el
personal necesarios para llevar a cabo dicha labor.
Después de la 77.a reunión de la Conferencia, se adoptaron diversas medidas
para poner en ejecución las antedichas conclusiones de la Comisión sobre la
Acción contra el Apartheid. Así, de conformidad con la recomendación de la
Comisión de la Conferencia contenida en el párrafo 5,J), de sus conclusiones, el
Director General siguió examinando de cerca la evolución referente a la ley
modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo y recalcó la importancia que
la OIT atribuye a la introducción de enmiendas que permitan eliminar todos
aquellos aspectos de la legislación que han sido objeto de crítica. A instancia del
COSATU, las partes interesadas celebraron en septiembre nuevas discusiones
sobre este extremo en Sudafrica. Las discusiones permitieron llegar a un acuerdo
entre el Ministro de Trabajo, la SACCOLA, el COSATU y el NACTU sobre una
amplia serie de enmiendas que se decidió promulgar en el próximo período
legislativo.
De conformidad con la recomendación recogida en el párrafo 5, k), de las
conclusiones, se tomaron disposiciones para completar en un futuro próximo el
informe sobre el comercio del oro con Sudafrica. Está previsto presentar informaciones más detalladas sobre la materia en la 250.a reunión del Consejo de
Administración (mayo-junio de 1991) y en la 78.a reunión de la Conferencia. En
cuanto a la invitación que en el párrafo 5, l), se hace al Director General, éste
transmitió las opiniones de la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid a la Unión de Bancos Suizos (UBS). La Oficina había recibido
de la UBS una respuesta en donde indicaba que mantenía en pie la posición que
había adoptado hasta la fecha y que reduciría el alcance de sus operaciones en la
OIT.
En lo tocante a la recomendación contenida en el párrafo 5, n), referente a la
asistencia técnica prestada a las organizaciones sudafricanas de trabajadores
democráticos, se invitó a los representantes de las federaciones sindicales COSATU y NACTU, así como a algunos de sus sindicatos afiliados, incluido el
Sindicato Nacional de Mineros (NUM) y el Sindicato Nacional de Trabajadores
Metalúrgicos de Sudafrica (NUMSA), a que acudieran a la Oficina para celebrar
consultas con los departamentos y servicios técnicos competentes con objeto de
determinar en qué áreas concretas la Oficina podría prestar asistencia técnica a
sus organizaciones. A partir de las discusiones que se mantuvieron, se elaboró
toda una serie de propuestas de cooperación técnica, algunas de las cuales se han
llevado ya a la práctica o lo serán en el curso del presente bienio. Por ejemplo, en
lo tocante a la crítica situación de un gran número de trabajadores incapacitados
116
Informe especial sobre el apartheid
como consecuencia de accidentes en las minas, la Oficina suministró fondos
para financiar la participación del coordinador de las cuestiones de salud y seguridad del NUM en el Seminario subregional para el Africa oriental y meridional
sobre el papel de las organizaciones de empleadores y de trabajadores en la formación y el empleo de minusválidos, que se celebró en Malawi. La Oficina está
examinando actualmente una solicitud presentada por el NUM para la celebración de un seminario encargado de examinar las disposiciones en materia de
salud en el trabajo de un proyecto de ley sobre los minerales sometido al Gobierno sudafricano para su adopción. En junio de 1990, las secretarías generales del
COSATU y del NACTU celebraron también discusiones con la Oficina acerca
de la asistencia técnica prestada a los sindicatos durante la transición a una
sociedad liberada del apartheid.
Dando curso a la solicitud contenida en la recomendación 5,p), de que el
Consejo de Administración examinara la posibilidad de celebrar una conferencia subregional tripartita antes de la próxima reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, el Director General indicó en un informe presentado al
Comité sobre Discriminación en la 248.a reunión del Consejo de Administración
(noviembre de 1990) que no podría adoptarse una decisión en cuanto al modo
de dar efecto a esta recomendación hasta que se celebraran nuevas consultas al
respecto. Esto permitiría obtener informaciones más detalladas acerca de los
progresos realizados en las discusiones sobre el futuro de Sudafrica y de la actitud de la comunidad internacional, incluidas las Naciones Unidas.
En cuanto a la recomendación referente a Namibia, el Comité sobre Discriminación recomendó al Consejo de Administración, en su 248.a reunión, que
incluyera en el orden del día de la 78.a reunión (1991) de la Conferencia Internacional del Trabajo un punto relativo a la revisión de la Declaración referente a
la acción contra el apartheid en Sudafrica. En cuanto a la asistencia técnica a
Namibia y a la resolución sobre la asistencia a Namibia, adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo en su 77.a reunión (1990), la Oficina les está
consagrando una atención urgente, y se sometió un informe sobre la materia al
Consejo de Administración en su 248.a reunión, celebrada en noviembre de
1990.
En el curso de 1990, el Grupo de expertos independientes encargado de
supervisar y controlar la aplicación de sanciones y otras medidas contra el apartheid llevó a cabo una importante labor. Celebró su segunda reunión en Ginebra
del 20 al 23 de febrero de 1990, y entre otros puntos discutió el proyecto de un
cuestionario revisado que había de enviarse a los miembros tripartitos de la OIT
con el fin de reunir informaciones sobre las medidas por ellos tomadas contra el
apartheid; un informe sobre la labor realizada en cuanto a los estudios que han
sido emprendidos; un informe que resumía las decisiones y las actividades de
otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas sobre cuestiones de
interés del Grupo de expertos independientes, y el futuro trabajo del Grupo.
Además, el Grupo celebró discusiones con miembros y funcionarios de diversos
organismos de las Naciones Unidas con sede en Ginebra que desarrollan una
actividad en áreas que caen dentro de su esfera de competencia, incluidos la
Comisión de Derechos Humanos y la UNCTAD.
El Grupo de expertos independientes consideró que el cuestionario sobre las
medidas contra el apartheid era un instrumento básico para la recopilación de
Acción internacional contra el apartheid
117
información. En cuanto tal, debiera adoptar la misma forma para todos los
miembros de cada categoría de los constituyentes de la OIT. Para facilitar la
labor de los interpelados al responder al cuestionario, el Grupo pidió la reestructuración del cuestionario en dos sentidos: primero, mediante un documento que
incluyese preguntas específicas relativas a los puntos del Programa de Acción
dirigidas a cada categoría de constituyentes (por ejemplo, los gobiernos, las organizaciones de empleadores y las de trabajadores), dejando espacio suficiente
para las respuestas de los interpelados, y en segundo lugar, introduciendo en el
cuestionario una distinción entre los países que aún mantenían relaciones con
Sudafrica y los países que nunca las habían tenido, o que ya no las mantenían.
Dado que los interpelados de esta última categoría no necesitarían responder a
las preguntas relativas a los puntos del Programa de Acción que prevén la ruptura de las relaciones con Sudafrica, podrían concentrarse en las preguntas que se
refieren a otras formas de acción.
El Grupo de expertos independientes examinó en detalle el contenido del
nuevo cuestionario revisado, a la luz de las consideraciones expuestas, y aprobó
los textos que la Oficina había de distribuir a los constituyentes, junto con la
documentación pertinente acerca de la acción solicitada, de conformidad con la
Declaración y con una carta en que se instaba a presentar la información solicitada. Expresó la esperanza de que la nueva estructura del cuestionario facilitase
la labor de los miembros constituyentes al informar sobre las medidas tomadas y
de que, como resultado de ello, se recibiesen más respuestas y mejor elaboradas,
lo que permitiría que el Grupo, en el ejercicio de su mandato, evaluase los progresos realizados y los resultados obtenidos.
El Grupo de expertos independientes señaló que, a raíz de la decisión que
había adoptado en su primera reunión de centrarse en ciertas cuestiones subrayadas por la Comisión de Acción contra el Apartheid durante la 76.a reunión de
la Conferencia (1989), se estaban realizando estudios preparatorios sobre dos
cuestiones principales : la posibilidad de proceder a un embargo del carbón sudafricano y la de imponer sanciones financieras verdaderamente efectivas. El Grupo examinó los informes provisionales sobre estas cuestiones, y declaró que
esperaba que, en su próxima reunión, se pudiesen examinar las versiones finales
de estos estudios y alcanzar conclusiones apropiadas con respecto a los temas en
cuestión.
El Grupo de expertos independientes confirmó su deseo de celebrar su próxima reunión en Africa y de celebrar también discusiones previas sobre cuestiones de interés común con representantes de varios organismos, incluidos el
Secretario General y los servicios apropiados de la Organización de la Unidad
Africana (OUA) y del Comité de Liberación de la OUA; los secretarios ejecutivos de la Comisión Económica para Africa (CEPA) de las Naciones Unidas y de
la Conferencia de Coordinación del Desarrollo del Africa Meridional
(CCDAM) ; el presidente de la Comisión de Trabajo de Africa Austral (SALC) ;
el presidente de los Ministros de Finanzas de la Commonwealth (que actualmente es el Ministro de Finanzas, Comercio e Industria de Zimbabwe) ; el Secretario
General y los funcionarios de la Secretaría de la Commonwealth y los movimientos de liberación nacional de Sudafrica. Por consiguiente, decidió trasladarse a Addis-Abeba, Dar es-Salam y Lusaka, con el propósito de celebrar estas
discusiones, la tercera reunión del Grupo en Harare, Zimbabwe, y una reunión
118
Informe especial sobre el apartheid
con la Secretaría de la Commonwealth en Londres, el 4 de mayo de 1990. Asimismo, convino en celebrar su cuarta reunión en Nueva York, en septiembre de
1990.
Efectivamente, el Grupo de expertos independientes celebró su tercera reunión del 30 de abril al 3 de mayo de 1990 en Harare, Zimbabwe. Antes de la
reunión, entre el 25 y el 30 de abril de 1990, dos miembros del Grupo visitaron
Addis-Abeba, Dar es-Salam, Lusaka y Gaborone, con la finalidad de celebrar
consultas con varias organizaciones y personas, a saber, la CEPA, la OUA, el
ANC, el PAC, el ANC/SACTU, el Ministro de Trabajo de Zambia, que es también ponente de la SALC, el Ministro de Finanzas y Planificación del Gobierno
de Zimbabwe, el Centro de Documentación e Investigación sobre Sudafrica
(SARDEC), y una delegación del «Cold Comfort Farm Trust» en Zimbabwe.
Como resultado de sus conversaciones, el Grupo pudo reunir pruebas evidentes
de que la defensa y aplicación de las sanciones han desempeñado un papel primordial en los cambios que se han producido en Sudafrica. El Grupo declaró
estar convencido de que mantener las sanciones serviría para demostrar la determinación de la comunidad internacional de contribuir al proceso que culmine
con la desaparición del apartheid, y en consecuencia puso de relieve la necesidad
de que los organismos de la comunidad internacional controlen en forma constante las sanciones y su aplicación y puedan actuar junto con quienes persiguen
los mismos objetivos en el continente africano, como la OUA, la CEPA y el
SADCC. El Grupo estimó también que la OIT tenía una responsabilidad especial a este respecto, dados los términos de la Declaración actualizada contra la
acción contra el apartheid y el Programa de Acción contra el Apartheid anexo a
dicha Declaración. A este respecto, señaló que sería útil examinar qué actividades se deberían emprender en cuanto a las consecuencias de las sanciones para la
mano de obra y el empleo en Sudafrica y en los Estados de Primera Línea.
En su reunión de Harare, el Grupo de expertos independientes examinó
también la futura realización de dos estudios sobre el embargo de carbón y las
sanciones financieras, así como la cuestión de las publicaciones y otras actividades que debe realizar el Grupo en cumplimiento de su mandato. Tuvo ante sí un
informe provisional sobre la extensión del comercio del carbón que Sudafrica
exporta a varios países de Europa y Asia, así como sobre las medidas nacionales
e internacionales tomadas para limitar o restringir las importaciones de dicho
carbón (y, en menor medida, sobre las formas de eludirlas). Al considerar estas
informaciones, el Grupo estimó que había constituido un punto de partida muy
útil el estudio de la cuestión del embargo de carbón y, por lo tanto, que resultaba
también muy útil la documentación reunida sobre las corrientes de exportación
de Sudafrica y sobre cómo se había tratado de restringir o disminuir estas
corrientes. Sin embargo, señaló también que era necesario poner mucho empeño
antes de estar en condiciones de dar una consideración definitiva a este asunto.
En particular, se debería prestar atención al problema de los mecanismos para
controlar el comercio del carbón. En consecuencia, el Grupo expresó la opinión
de que el estudio sobre este tema se debía completar en tiempo oportuno para su
examen en la próxima reunión.
En cuanto a las sanciones financieras, el Grupo de expertos independientes
examinó detenidamente el estudio que a petición suya se había preparado sobre
este tema. Se mostró complacido de que la mayor parte de los aspectos principa-
Acción internacional contra el apartheid
les de este tema hubiesen sido tratados con la amplitud necesaria como para
llegar a conclusiones provisionales al respecto. El Grupo estimó que algunas
tareas adicionales podían ser necesarias antes de su posible publicación, y en
consecuencia decidió autorizar tales tareas para poder examinar una versión
final del estudio en su próxima reunión.
En sus conclusiones provisionales, el Grupo señaló que las sanciones financieras habían demostrado su eficacia para contrarrestar el empuje y crecimiento
de la economía sudafricana. Estimó que la eficacia de las sanciones financieras
había resultado reducida por no haber sido aplicadas por la totalidad de los
miembros de la comunidad internacional, y que sería posible detectar con
mayor rapidez estas formas de proceder si se desarrollara una base global de
datos sobre las corrientes financieras internas y externas en Sudafrica. Estimó
que era necesario que los bancos extranjeros acreedores y sus gobiernos adoptasen una posición coordinada en relación con la reorganización de la deuda y su
escalonamiento, utilizando este medio para hacer presión sobre las autoridades
de Sudafrica, a efectos de que satisficieran las exigencias de quienes participan
directamente en la lucha para la supresión total del apartheid en Sudafrica, comprendidos los representantes de los movimientos de liberación nacional y los
trabajadores representados por sindicatos independientes. El Grupo señaló a
este respecto que era muy penoso tomar nota de que en octubre de 1989 los
bancos internacionales y las autoridades sudafricanas concluyeran un tercer
acuerdo provisional para reescalonar la deuda exterior, sin que se hubiesen satisfecho las exigencias mencionadas. Tomó nota de que los créditos comerciales se
habían convertido en la fuente principal de financiación de la economía sudafricana y de que la prohibición de créditos comerciales, de aplicarse en forma universal, constituiría un medio poderoso para aumentar la presión ejercida sobre
las autoridades sudafricanas; en consecuencia, estimó que debieran negarse a
Sudafrica en forma obligatoria, y muy especialmente los créditos a medio y largo
plazo, que siempre se aseguraban por sistemas con respaldo oficial de garantía a
los créditos de la exportación. El Grupo estimó también que se deberían suprimir en forma progresiva los créditos comerciales para exportaciones o importaciones de Sudafrica, incluso los otorgados al vendedor y al comprador, y manifestó su firme opinión de que todos los países que aún mantenían relaciones
comerciales y financieras con Sudafrica deberían prohibir legalmente la concesión de nuevos préstamos a los sectores público y privado de Sudafrica, y prohibir también legalmente toda nueva forma de inversión en Sudafrica y alentar el
proceso de retirada de inversiones realizadas en ese país. Por último, el Grupo
tomó nota de que haber puesto fin a los acuerdos de doble imposición había
ejercido una gran influencia en la conducta de los inversores extranjeros, y en
consecuencia expresó su apoyo a la derogación o la suspensión de todo acuerdo
de doble imposición celebrado con Sudafrica.
Además de adoptar las antedichas conclusiones provisionales, el Grupo consideró también que se debían comenzar las tareas relacionadas con el tercer grupo de cuestiones especialmente señaladas por la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid en la 76.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo
(1989), es decir, el problema de los enlaces aéreos con Sudafrica. Solicitó a la
Oficina qui indagara acerca de la posible cooperación de varios organismos,
incluidas la OU A, la CEPA, el SADCC y la OACI, en el examen de este asunto.
119
120
Informe especial sobre el apartheid
La cuarta reunión del Grupo de expertos independientes se celebró en Nueva York del 24 al 28 de septiembre de 1990. Antes de la reunión se hicieron
visitas a la secretaría de la Comisión de las Comunidades Europeas, en Bruselas,
y a la secretaría de la Commonwealth, en Londres, los días 20 y 21 de septiembre de 1990, respectivamente. En ambos casos, el Grupo pudo examinar con los
funcionarios de dichas organizaciones determinados detalles de las medidas
adoptadas con respecto a la aplicación de sanciones contra Sudafrica, así como
obtener informaciones sobre los procedimientos de seguimiento de las decisiones tomadas en tal sentido. En Bruselas, el Grupo pudo intercambiar puntos de
vista con miembros de las secretarías de la CIOSL y de la CMT sobre diversos
aspectos de la aplicación de las sanciones, y en particular obtener informaciones
sobre la función que a ese respecto desempeñan los sindicatos. Además, en Nueva York el Grupo pudo reunirse con el Secretario General de la Organización de
la Unidad Africana, quien recalcó la importancia que acordaba su Organización
a proseguir las sanciones. Asimismo, el Grupo mantuvo consultas en Nueva
York con el vicesecretario general para cuestiones políticas especiales, cooperación regional, descolonización y fideicomiso de las Naciones Unidas, quien
había cumplido una misión a Sudafrica en junio de 1990, con el presidente de
un grupo intergubernamental establecido para vigilar el suministro y despacho
de petróleo y sus derivados a Sudafrica y con el subsecretario general encargado
del Centro de las Naciones Unidas contra el Apartheid.
En su cuarta reunión, el Grupo de expertos independientes examinó qué
procedimiento cabía seguir con respecto al análisis de las respuestas al cuestionario revisado, y decidió examinar tanto las respuestas recibidas como el proyecto de informaciones reunidas para el Informe especial con ocasión de su
quinta reunión, en febrero de 1991. A continuación prepararía un informe completo basado en esas informaciones para distribuirlo en la 250.a reunión del
Consejo de Administración (mayo-junio de 1991), con miras a indicar en qué
medida se habían cumplido los objetivos del cuestionario. El Grupo consideró
asimismo el estudio de las sanciones financieras contra Sudafrica y autorizó su
publicación para antes de fin de año. Tras haber considerado el nuevo estudio
ampliado sobre la cuestión de imponer un embargo a la adquisición e importación de carbón procedente de Sudafrica, el Grupo observó que se necesitaban
aún más informaciones para completar los datos reunidos hasta la fecha. Los
que figuraban en el estudio demostraban la importancia que tenía la exportación
de carbón para la economía sudafricana. También señaló varios obstáculos para
organizar un embargo de carbón, pese a que éste, por su naturaleza, no debería
resultar difícil de vigilar. Asimismo, mostró que Sudafrica había podido mantener precios competitivos para su carbón por motivos que exigían una mayor
investigación, tales como la posibilidad de obtener subsidios oficiales y de utilizar mano de obra barata. El Grupo pidió mayores precisiones con respecto a las
medidas que ya se habían tomado en varios países para aplicar el embargo y
sobre las condiciones de trabajo que prevalecían en las minas de carbón sudafricanas. Esperaba recibir estas informaciones complementarias con tiempo suficiente para poder considerarlas en su sexta reunión, en abril de 1991, en la cual
esperaba poder formular conclusiones sobre el asunto y prever una posible
publicación.
En cuanto a los enlaces aéreos con Sudafrica, el Grupo de expertos indepen-
Acción internacional contra el apartheid
121
dientes tomó nota de que en abril de 1990 una organización no gubernamental
de los Países Bajos (la Comisión de los Países Bajos para el África Austral) había
preparado y publicado un estudio de este tema titulado Apartheid by Air. Luego
de haber examinado esta publicación, el Grupo estimó que poco o nada cabía
agregar a este respecto. En lo tocante a las repercusiones de las sanciones sobre el
empleo y el desempleo en Sudafrica, el Grupo examinó un documento monográfico de información general sobre las publicaciones existentes sobre el tema y
evaluación de la metodología empleada por los diversos autores de obras relativas a este tema. De esta obra se desprendía la escasez de estadísticas y otros
datos fiables y que el enfoque adoptado, así como las conclusiones alcanzadas,
variaban considerablemente según las premisas de las que habían partido sus
autores. El Grupo estimó que, por la importancia del tema — especialmente
para la OIT —, merecía que se le siguiera prestando atención, y que se deberían
desplegar esfuerzos ininterrumpidos para obtener una información más fiable.
Aun cuando esto no pudiese lograrse con respecto al conjunto de la economía,
sería posible enfocar la cuestión tomando como base uno o más estudios de
casos. En consecuencia, el Grupo decidió examinar este asunto a través del estudio sobre el empleo en la industria minera, que se realizaría en consulta con los
sindicatos independientes interesados, para poder considerarlo en su sexta reunión, en abril de 1991.
El examen anual de la acción de la OIT contra el apartheid fue llevado a
cabo por el Comité sobre Discriminación en la 248.a reunión del Consejo de
Administración (noviembre de 1990). Discutió el curso dado a las conclusiones
de la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid en la 77.a reunión de la
Conferencia, la evolución reciente de los proyectos y otras actividades prácticas
emprendidos en virtud del Programa de Cooperación Técnica de la OIT para el
Africa austral y la financiación de dichas actividades. Asimismo, examinó los
informes de la segunda y tercera reuniones del Grupo de expertos independientes encargado de supervisar y controlar la aplicación de sanciones y otras medidas contra el apartheid. Los miembros del Comité expresaron su satisfacción por
las actividades realizadas, si bien sugirieron que se introdujesen mejoras, en
particular una mayor cobertura de las actividades de los empleadores.
Las actividades contra el apartheid figuraron en el orden del día y fueron
objeto de debate en otras comisiones del Consejo de Administración, así como
en reuniones y seminarios de la OIT celebrados en 1990. Por ejemplo, la quinta
Reunión técnica tripartita para las minas distintas de las de carbón (Ginebra,
marzo-abril de 1990) adoptó una resolución sobre la situación de los trabajadores de las minas distintas de las de carbón bajo el régimen de apartheid de Sudafrica. Dicha resolución invita al Consejo de Administración a seguir prestando
su apoyo a la lucha entablada por los mineros sudafricanos contra el racista e
inhumano régimen del apartheid, y asimismo exhorta a que se siga presionando
para conseguir una sociedad sudafricana en que los derechos humanos y las normas internacionales del trabajo estén firmemente garantizados y arrojen en breve resultados positivos y duraderos.
Las actividades de cooperación técnica siguieron constituyendo un elemento
significativo de las actividades de la OIT contra el apartheid. En 1990 se encontraban en vías de ejecución doce proyectos, principalmente con financiación
multibilateral. Estaban destinados a asistir a los movimientos de liberación
122
Informe especial sobre el apartheid
nacional, a los sindicatos negros independientes y a otras víctimas del apartheid
en ámbitos tales como la formación y rehabilitación profesionales, la administración del trabajo, la educación obrera, el desarrollo rural, los trabajadores
migrantes, el desarrollo de pequeñas empresas y la planificación del empleo.
También fue aprobada la realización de una serie de nuevos proyectos, entre
otros un proyecto sobre formación en técnicas y funciones de supervisión destinado al ANC (en el cual la secretaría de la Commonwealth aportó 26 000 dólares
estadounidenses para la creación de uno de sus módulos de formación).
Con cargo al presupuesto ordinario de la OIT para la cooperación técnica se
financiaron varias actividades adicionales: un curso práctico, celebrado en
Harare, sobre la ley de relaciones del trabajo y sus posibles modificaciones; un
curso práctico sobre el desempleo juvenil en Sudafrica para el PAC/ATUCC; un
estudio del PAC sobre la mano de obra; la concesión de becas de capacitación
local para el ANC y el PAC en Dar es-Salam y Lusaka en materia de mecánica
automovilística, computadoras, instalaciones eléctricas, carpintería y fontanería, etc. ; apoyo prestado a ocho becarios del ANC y del PAC para que se capaciten en el Centro de Turin y en instituciones del Reino Unido en materia de
administración de proyectos de cooperación técnica, tecnología de la información, navegación e impresión y publicación de documentos ; el patrocinio de un
becario del Sindicato Nacional de Mineros (NUM) para que intervenga en el
curso práctico subregional sobre el cometido de las organizaciones de empleadores y de trabajadores en la capacitación y el empleo de las personas inválidas, y
ocho visitas de estudio de representantes de sindicatos y movimientos de liberación de Sudafrica a la sede de la OIT. En el curso del año se desarrollaron también otras actividades para ayudar a las mujeres víctimas del apartheid, entre las
que cabe señalar un viaje de estudios efectuado en Ghana en mayo de 1990 por
dirigentes femeninas de Sudafrica y Namibia con el fin de examinar los proyectos exitosos de producción y de generación de ingresos realizados por mujeres, y
la concesión de becas, en particular para adquirir conocimientos sobre transporte marítimo y creación de centros de documentación sobre las mujeres. Se formuló un proyecto de propuestas sobre medidas para el fomento equitativo del
empleo de las mujeres en una Sudafrica liberada del apartheid, para el cual se
está buscando una financiación multibilateral. También se prosiguieron los contactos con las secretarías de asuntos femeninos del ANC y del PAC.
Se celebraron discusiones separadas con el COSATU, el NACTU, el ANC y
el PAC sobre la posibilidad de contar con la asistencia de la OIT en materia de
cooperación técnica. Los sindicatos indicaron una amplia gama de políticas y
programas para allanar la transición hacia una sociedad liberada del apartheid,
los cuales se refieren, entre otras cosas, a las relaciones laborales, la formación
profesional, la seguridad y la salud en el trabajo, la seguridad social, las políticas
salariales y del empleo, y la nacionalización/privatización, para lo cual solicitaron la asistencia de la OIT en vista de que en estos ámbitos carecen de toda
experiencia. Los funcionarios de la OIT que se ocupan de la materia continúan
discutiendo con el COSATU la elaboración de un vasto programa de asistencia a
esta organización en materia de educación obrera. Durante el período de referencia, en una reunión sobre el examen y la planificación de la educación obrera
para Africa oriental y meridional, convocada en Harare por el Servicio de Educación Obrera, también se discutió la asistencia en materia de educación obrera
Acción internacional contra el apartheid
123
al COSATU, al NACTU, al SACTU y al ATUCC. En esta reunión se pasó revista a los programas de educación obrera de 1988-1989, se intercambiaron informaciones sobre las actividades llevadas a cabo en el curso del bienio y se procuró dar con nuevas iniciativas para 1992-1993.
En cuanto a la difusión de información, fue ampliamente distribuido el
Informe especial del Director General, publicado para la 77.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo. Además, se preparó una serie de informes
sobre las actividades de la OIT contra el apartheid, que fueron presentados en
reuniones organizadas dentro y fuera del sistema de las Naciones Unidas.
En 1990, la OIT prosiguió su estrecha colaboración con otras organizaciones
del sistema de las Naciones Unidas, así como con otras organizaciones internacionales y no gubernamentales, tanto regionales como subregionales, dentro del
marco de la acción contra el apartheid. Asimismo, participó en diversas reuniones organizadas por dichos organismos, como el 46.° período de sesiones de la
Comisión de Derechos Humanos, el 42.° período de sesiones de la Subcomisión
de Prevención de Discriminación y Protección a las Minorías, y el 38.° período
de sesiones del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, así
como el seminario de las Naciones Unidas sobre los factores políticos, históricos, económicos, sociales y culturales que contribuyen al racismo, la discriminación racial y el apartheid. La Oficina también participó en el Grupo especial de
expertos de la Comisión de Derechos Humanos. La Oficina siguió las discusiones sobre el apartheid y Namibia en la Asamblea General de las Naciones Unidas y mantuvo estrechos contactos con la OUA, OATUU y SALC.
En el área de las normas internacionales de trabajo, el Gobierno de Sudafrica presentó, como en años anteriores, memorias sobre los convenios internacionales del trabajo (núms. 2, 19, 26, 42, 45, 63 y 89) que había ratificado antes de
retirarse de la OIT, en 1964. La Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones examinó dichas memorias a la luz de la Declaración
actualizada y el Programa de Acción contra el Apartheid anexo. Una vez más, la
Comisión observó que cuando el Gobierno de Sudafrica proporcionaba informaciones sobre los llamados «territorios patrios», o «bantustanes» (a saber,
Bophuthatswana, Ciskei, Transkei y Venda), y los considerados como autónomos, lo hacía en forma desglosada, como si se tratara de partes separadas del
resto del país. La Comisión puso de relieve, como lo había hecho en anteriores
estudios, que los convenios ratificados son aplicables también a todas esas regiones y que en sus futuras memorias el Gobierno de Sudafrica debería proporcionar información sobre su aplicación en todo el territorio de Sudafrica.
ACCIÓN DENTRO DEL MARCO DE LAS NACIONES UNIDAS
Y DE OTRAS ORGANIZACIONES INTERGUBERNAMENTALES
Asamblea General de las Naciones Unidas
La visita a Sudafrica de un equipo de las Naciones Unidas con objeto de
obtener información directa para la preparación de un informe sobre los progresos alcanzados en la aplicación de la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional, adoptada en diciembre de 1989
por la Asamblea General en su 16.° período extraordinario de sesiones, representó un acontecimiento importante en lo que concierne a las labores de la Asam-
124
Informe especial sobre el apartheid
blea General de las Naciones Unidas. La preparación de este informe se solicitaba en el párrafo 10 de la Declaración. El equipo, encabezado por el Sr. Abdulrahim A. Farah, secretario general adjunto de Cuestiones Políticas Especiales,
Cooperación Regional, Descolonización y Administración Fiduciaria, visitó Sudafrica del 9 al 19 de junio de 1990. Se le impartieron instrucciones de que se
reuniera con miembros del Gobierno sudafricano y con representantes de los
partidos y movimientos políticos y de otras organizaciones interesadas para discutir sobre los acontecimientos más recientes ocurridos en el país y obtener
información objetiva sobre las diversas medidas adoptadas y las propuestas formuladas con el propósito de poner fin rápidamente al sistema de apartheid dentro del marco de la Declaración.
El informe del Secretario General a la Asamblea General sobre esta cuestión,
de julio de 1990, contenía observaciones y un anexo en el que figuraba el informe de la misión. En las observaciones, el Secretario General afirmaba que los
positivos acontecimientos ocurridos en Sudafrica le habían alentado profundamente. Asimismo, señalaba que la política en pro de la cual el Presidente de
Klerk había comprometido a su Gobierno abría claras posibilidades para la eliminación del sistema de apartheid. Además, reconocía la visión y la tolerancia
de que habían hecho gala los dirigentes negros al reiterar su compromiso a favor
de un proceso pacífico para poner fin al apartheid y crear una sociedad no racial
y democrática. Entre las medidas estipuladas en la Declaración, a fin de crear un
clima para la libre actividad política, el levantamiento de la proscripción de los
partidos y movimientos políticos había sido aplicado cabalmente y otras medidas se habían aplicado en parte. También se señaló la urgente necesidad de
poner fin a la violencia en el país. En relación con la injusticia social infligida
por el sistema de apartheid a la población negra, el Secretario General indicó
que refrendaría decididamente cualesquiera medidas encaminadas a subsanar
los desequilibrios sociales y económicos, especialmente en materia de vivienda,
educación, empleo y salud. El Secretario General observó que el proceso político
encaminado a la eliminación del sistema de apartheid aún estaba en una etapa
inicial.
En el capítulo VI del informe de la misión se examinaban detalladamente las
cuestiones que favorecían u obstruían el proceso de eliminación del apartheid.
Todos los movimientos, organizaciones y grupos políticos con los que se reunió
el equipo pidieron que se eliminaran las bases del apartheid, es decir, la ley sobre
registro de la población, las leyes relativas a la propiedad de la tierra, la ley sobre
zonas reservadas y la ley de servicios residenciales separados, así como todas las
demás leyes y prácticas que constituían el baluarte de la discriminación racial.
En lo que se refiere al trabajo, la discriminación racial en el empleo seguía siendo un problema de importancia para los trabajadores negros. En la medida en
que siguiera en vigor una legislación laboral regresiva, que afianzaba la discriminación racial y restringía la libertad de asociación y el derecho de no trabajar, no
sería posible establecer un saludable sistema de relaciones laborales industriales,
factor de importancia para la reactivación de la economía y marco dentro del
cual podían realizarse negociaciones eficaces.
Desde el punto de vista del Gobierno sudafricano, la visita a Sudafrica de
una comisión de investigación y de conciliación de la OIT era prematura. Por su
parte, el Congreso de Sindicatos Sudafricanos (COSATU) y el Consejo Nacional
Acción internacional contra el apartheid
125
de Sindicatos (NACTU) reconocían la función de apoyo cumplida por la OIT en
el proceso de análisis por los sindicatos de los cambios propuestos a la ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo. El COSATU también se refirió a la
denuncia hecha ante la OIT sobre esta ley laboral.
En sus observaciones finales, el equipo señaló que Sudafrica había llegado al
umbral de una nueva era y que el proceso político que había iniciado tenía
alentadoras perspectivas de conducir a la eliminación del apartheid. Sin embargo, se necesitaban varias medidas adicionales para crear un clima conducente a
la libre actividad política. El 17 de septiembre de 1990, la Asamblea General
adoptó una resolución (44/244) sobre la cuestión de la Declaración pidiendo a
los gobiernos y las organizaciones intergubernamentales que se adhirieran rigurosamente al programa de acción contenido en la Declaración y que, a ese fin,
siguieran aplicando las medidas vigentes encaminadas a alentar al régimen de
Sudafrica a erradicar el apartheid hasta que hubiera pruebas claras de cambios
profundos e irreversibles, teniendo presentes los objetivos de la Declaración.
En su 45.° período de sesiones, la Asamblea General adoptó algunas resoluciones en forma de resolución múltiple (45/176, diciembre de 1990) en relación
con las políticas de apartheid del Gobierno de Sudafrica. En la parte A de la
resolución, sobre las acciones internacionales para eliminar el apartheid, se
expresaba el apoyo a los esfuerzos del pueblo sudafricano por solucionar sus
problemas por medio de negociaciones y se pedía a las autoridades sudafricanas
que continuaran luchando por la instauración de un clima totalmente propicio a
las negociaciones y a una libre actividad política. Se pedía a todos los Estados,
organizaciones e instituciones que aumentaran la asistencia económica, humanitaria, educativa y de otra índole a las víctimas del apartheid, a las organizaciones
anteriormente prohibidas y a todos aquellos que se oponen al apartheid, y que
fomentaran el establecimiento de una sociedad no racial y democrática en Sudafrica. En la parte B, sobre las medidas concertadas y eficaces para eliminar el
apartheid, se pedía a todos los Estados que mantuvieran las medidas existentes,
con el fin de ejercer presión sobre la Sudafrica del apartheid, y que se abstuvieran de mantener relaciones deportivas, culturales y académicas con Sudafrica.
También se pedía a los gobiernos y a las instituciones financieras privadas e
internacionales que no concedieran préstamos ni créditos a Sudafrica hasta que
existieran pruebas de cambios irreversibles en este país. La parte C trataba de la
colaboración militar con Sudafrica, y la parte D de las relaciones entre Sudafrica
e Israel. En la parte E, relativa al programa de trabajo del Comité Especial contra el Apartheid, se autorizaba, entre otras cosas, a dicho Comité Especial a
actuar de coordinador de la campaña internacional contra el apartheid y a promover la aplicación de la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias
destructivas para el Africa meridional. En la parte F, sobre el embargo del petróleo contra Sudafrica, se pedía a todos los Estados que adoptaran medidas o
disposiciones legislativas eficaces para ampliar el alcance del embargo del petróleo, con el fin de asegurar el cese completo del suministro y envío de petróleo y
de productos derivados del petróleo a Sudafrica, y que establecieran un control
estricto sobre el suministro de petróleo y de productos derivados del petróleo a
Sudafrica por conducto de intermediarios. La parte G trataba del apoyo a la
labor de la Comisión contra el Apartheid en los Deportes, y la parte H se refería
al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Sudafrica.
126
Informe especial sobre el apartheid
Además de la resolución múltiple mencionada, la Asamblea General adoptó
por consenso, el 19 de diciembre de 1990, una resolución sobre las acciones
internacionales para eliminar el apartheid en la que, entre otras cosas, se reafirmaban las disposiciones de la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias
destructivas para el Africa meridional, adoptada en diciembre de 1989, se pedía
a las autoridades sudafricanas que continuaran luchando por la instauración de
un clima totalmente propicio a las negociaciones y a una libre actividad política,
y se observaba que el proceso de cambio en Sudafrica seguía estando en su fase
inicial y que se debían hacer muchos más progresos para impulsar el cambio
profundo e irreversible que se pedía en la Declaración.
Consejo Económico y Social
En su primer período ordinario de sesiones (1.° a 25 de mayo de 1990), el
Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas adoptó varias resoluciones
relativas al apartheid. Por ejemplo, en la resolución 1990/13, sobre las mujeres y
los niños bajo el apartheid, se hacía un llamamiento a todos los países para que
apoyaran los programas de educación, salud y bienestar social para las mujeres y
los niños bajo el apartheid, y a la comunidad internacional para que prestara
mayor asistencia a las mujeres y los niños refugiados del Africa meridional;
también se instaba a los Estados Miembros y a los órganos de las Naciones
Unidas a que aplicaran de inmediato, en consulta con los movimientos de liberación nacional, las Estrategias orientadas hacia el futuro que se ocupan de las
mujeres y los niños bajo el apartheid, prestando especial atención a la educación,
la salud, la formación profesional y las oportunidades de empleo, y al fortalecimiento de las ramas femeninas de los movimientos de liberación.
En la resolución 1990/34, sobre las consecuencias adversas que tiene para el
disfrute de los derechos humanos la asistencia que se presta a Sudafrica, se acogía con satisfacción la resolución 1990/22 de la Comisión de Derechos Humanos, en la que se invitaba al Relator Especial a continuar actualizando, con sujeción a revisiones anuales, la lista de bancos, empresas transnacionales y otras
organizaciones que prestan asistencia al régimen racista de Sudafrica; se pidió
nuevamente al Relator Especial que diera los detalles sobre las empresas incluidas en la lista que se consideraran necesarios y adecuados, incluidas explicaciones de las respuestas, si se recibieran, y que presentara el informe actualizado a
la Comisión de Derechos Humanos, por conducto de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías.
En la resolución 1990/44, sobre violaciones de los derechos sindicales de
Sudafrica, se pedía, entre otras cosas, al Grupo Especial de Expertos que al realizar su labor siguiera estudiando la situación y celebrando consultas con la OIT
y el Comité Especial contra el Apartheid.
En la resolución 1990/49, sobre la aplicación del Programa de Acción para el
Segundo Decenio de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial, se
reafirmaba la importancia de lograr los objetivos del Segundo Decenio. También se celebraba el nuevo clima político que estaba surgiendo en Sudafrica y se
hacía un llamamiento a los gobiernos a fin de que alentaran los cambios positivos en Sudafrica basándose en las directrices establecidas en la Declaración
sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional.
Acción internacional contra el apartheid
127
En su segundo período ordinario de sesiones (4 a 27 de julio de 1990), el
Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas adoptó la resolución
1990/70, sobre las actividades de las empresas transnacionales en Sudafrica, en
la que instaba al Gobierno de Sudafrica a que actuara con presteza a fin de
establecer las condiciones necesarias para instituir una democracia genuina en
Sudafrica. Asimismo, condenaba a las empresas transnacionales que seguían
colaborando con el régimen minoritario racista de Sudafrica y hacía un llamamiento a los gobiernos de los países de origen de las empresas transnacionales
para que aplicaran cabalmente las disposiciones de la resolución 1988/56 del
Consejo Económico y Social y para que se plantearan la posibilidad de adoptar
otras medidas que prohibieran toda forma de colaboración de las empresas
transnacionales con el régimen minoritario racista de Sudafrica. También exhortaba a todas las instituciones financieras y de desarrollo multilaterales a que
suspendieran inmediatamente todo tipo de apoyo u otras formas de colaboración con el régimen racista de Sudafrica.
Comité Especial contra el Apartheid
El informe anual del Comité Especial de las Naciones Unidas contra el
Apartheid al 45.° período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones
Unidas abarcaba el período comprendido entre septiembre de 1989 y mediados
de octubre de 1990. En la parte I de este informe se examinaban la situación en
Sudafrica, las relaciones externas de Sudafrica, las medidas internacionales contra el apartheid y la labor del Comité Especial ; también se presentaban conclusiones y recomendaciones. En los anexos se suministraba información adicional
sobre la composición de los órganos subsidiarios del Comité Especial, del Grupo
Intergubernamental encargado de vigilar el abastecimiento y el transporte de
petróleo y productos derivados a Sudafrica, de la Comisión contra el Apartheid
en los Deportes y del Grupo de Apoyo de Mujeres Eminentes. También figuraban pasajes de declaraciones hechas por el Comité Especial y una lista de documentos publicados por este Comité.
Durante el período que se está examinando continuó la estrecha vigilancia
por el Comité Especial de la situación existente en Sudafrica. Este Comité celebró varias reuniones y consultas con sudafricanos, en particular con el Sr. Mandela, y evaluó algunos de los cambios positivos introducidos recientemente por
el Gobierno de Sudafrica. El Comité Especial condenó la violencia del Gobierno
y el encarcelamiento de trabajadores negros en huelga contra la empresa de servicios de transporte sudafricano de propiedad estatal, y deploró sus ataques a
otros grupos negros y las detenciones de algunas personas. En cumplimiento de
una decisión adoptada por el Comité Especial, se efectuó una misión en noviembre de 1989 por una delegación del Grupo de Apoyo de Mujeres Eminentes para
evaluar las necesidades de las mujeres y los niños refugiados sudafricanos y
namibianos. El informe de la misión al Comité Especial contenía algunas recomendaciones. Por ejemplo, se proponía que los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales coordinaran estrechamente sus
actividades y que se asignaran recursos suficientes a los programas de desarrollo
para garantizar que las mujeres refugiadas tuvieran la posibilidad de alcanzar y
conservar la autosuficiencia.
128
Informe especial sobre el apartheid
El Comité Especial celebró algunas reuniones para conmemorar los días
internacionales de solidaridad, tales como el Día Internacional de Solidaridad
con el Pueblo en Lucha de Sudafrica (16 de junio de 1990) y el Día Internacional
de Solidaridad con la Lucha de las Mujeres de Sudafrica (9 de agosto de 1990).
En esta última reunión se expresó la esperanza de que frente a los nuevos acontecimientos que se producen en Sudafrica se cumplieran las expectativas legítimas de la mujer, se recuperara plenamente su papel en la sociedad y se garantizara su igualdad. El Comité continuó esforzándose por alentar a los gobiernos
para que no disminuyeran la presión que actualmente ejercen sobre el régimen
del apartheid. En enero de 1990 organizó en Tokio el Seminario Regional sobre
la Acción en el Asia Oriental contra el Apartheid, en cuya sesión de clausura se
hizo un llamamiento a la acción de los países del Asia oriental y de la comunidad internacional. El Comité Especial, en cooperación con el Comité Olímpico
Nacional de Suecia (SANROC) y la Campaña Internacional contra el Apartheid
en los Deportes, organizó la cuarta Conferencia Internacional contra el Apartheid en los Deportes, que se celebró en Estocolmo en septiembre de 1990. En
octubre de 1990, el Comité Especial organizó consultas en Ginebra con organizaciones no gubernamentales y movimientos contra el apartheid. El Comité
Especial también continuó apoyando algunas actividades contra el apartheid,
participando en otras reuniones, seminarios y conferencias sobre el apartheid,
realizando misiones y cooperando con la OIT, los órganos de las Naciones Unidas y otras organizaciones que luchan contra el apartheid.
El informe anual del Comité Especial contenía algunas recomendaciones en
las que se pedía al régimen de Sudafrica que adoptara todas las medidas necesarias para crear un clima que fuera plenamente conducente a negociaciones y
para derogar la legislación represiva y derribar los pilares del apartheid. También se reiteraba que se debía mantener la presión sobre Sudafrica hasta que la
Asamblea General determinara que había pruebas claras de cambios profundos
e irreversibles, y que el Consejo de Seguridad debería considerar la posibilidad
de tomar medidas concretas para la aplicación más estricta del embargo obligatorio de armas. Asimismo, se pedía la adopción de nuevas medidas por parte de
los gobiernos y de las organizaciones financieras y de otra índole.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
En el 37.° período de sesiones (junio de 1990) del Consejo de Administración del PNUD se examinó un informe en el que se consideraba la asistencia
técnica prestada por el PNUD en 1989 a los movimientos de liberación nacional
(MLN) reconocidos por la OUA. El cometido principal de esta asistencia siguió
siendo la prestación de servicios de educación y salud y se guió por las prioridades establecidas en el primer proyecto de programa de asistencia del PNUD a
los MLN para el período 1987-1991. Se formularon proyectos sobre prestación
de servicios de reparación y mantenimiento, que fueron sometidos a aprobación. La promoción de la mujer y su participación en el proceso de desarrollo se
analizaron con los MLN, y se los alentó a que presentaran propuestas de asistencia en esta esfera. Entre los beneficiarios de la asistencia siguieron figurando el
ANC y el PAC.
Acción internacional contra el apartheid
El examen de mitad de período del programa de asistencia del PNUD para
el ANC y el PAC se llevó a cabo en febrero de 1990 en la República Unida de
Tanzania. Ambos MLN expresaron su satisfacción por la índole de la asistencia
prestada por el PNUD. Se acordó con el ANC que se hiciera una revisión de la
asistencia en el sector de la educación con miras a aumentarla, ya que se estaba
sumando, y se sumaría, un mayor número de estudiantes a sus servicios de capacitación en la República Unida de Tanzania, y que deberían aprobarse algunos
proyectos en tramitación para lo que quedara del cuarto ciclo de programación
(1987-1991). Entre estos proyectos figurarían un centro de orientación profesional en el asentamiento de Dakawa, el apoyo a los servicios de salud en la República Unida de Tanzania y Zambia, la asistencia en la producción y él desarrollo
de la ganadería en Dakawa, la modernización de los talleres de reparación y
mantenimiento en Dakawa y el fortalecimiento del Centro de Capacitación Profesional del ANC en Dakawa. El ANC señaló además que estaba examinando
una propuesta de asistencia del PNUD para establecer una dependencia de coordinación de la ayuda y planificación. En lo que se refiere al PAC, se convino
aprobar una nueva prórroga del proyecto de producción de alimentos y desarrollo agropecuario, en el que figuraba la capacitación de agrónomos del PAC. El
proyecto de un solo objetivo de más envergadura que abarcaba a estos dos MLN
era el de capacitación del personal sanitario. En 1989 se ejecutaron dieciséis
proyectos con cargo a los fondos de las cifras indicativas de planificación (CIP)
asignadas a los MLN, que incluían tres proyectos para el ANC, tres para el PAC,
tres para todos los MLN y otros para la SWAPO; la cifra total comprometida
ascendía a 13,4 millones de dólares.
En su 37.° período de sesiones (mayo-junio de 1990), el Consejo de Administración del PNUD decidió que la asistencia técnica proporcionada por el PNUD
a los MLN durante el resto del cuarto ciclo de programación debería seguir
guiándose por las disposiciones sobre prioridades establecidas en 1987. El Consejo de Administración pidió al Administrador del PNUD que le informara en
su próximo (38.°) período de sesiones de 1991 — si los cambios en la situación
lo justificasen — sobre las tendencias, los adelantos y la eficacia de esta asistencia, así como respecto de las cuestiones pertinentes relativas a su aplicación y
gestión, en particular las propuestas para el establecimiento de una CPI del
quinto ciclo para los MLN.
Comisión de Empresas Transnacionales
En su 16.° período de sesiones (2 a 11 de abril de 1990), la Comisión de
Empresas Transnacionales consideró nuevamente un punto relacionado con las
empresas transnacionales en Sudafrica y Namibia. Un informe sobre las medidas relativas al comercio, las finanzas, las inversiones y las transferencias de
tecnología en Sudafrica reveló que aproximadamente seiscientas empresas transnacionales, sus empresas subsidiarias que funcionan en forma independiente o
sus filiales retiraron sus inversiones de Sudafrica en el período comprendido
entre el 1.° de enero de 1984 y el 31 de diciembre de 1989. También mostró que
las medidas impuestas por la banca transnacional habían tenido las mayores
repercusiones inmediatas. La Comisión tuvo, asimismo, ante sí un informe y
129
130
Informe especial sobre el apartheid
recomendaciones del Grupo de personas eminentes establecido para realizar la
segunda serie de audiencias públicas sobre las actividades de las empresas transnacionales en Sudafrica y Namibia. Después de celebrar una discusión detallada
de los informes, la Comisión pidió al Centro de las Naciones Unidas sobre
Empresas Transnacionales (UNCTC) que preparara y presentara a la Comisión,
en su 17.° período de sesiones, otro informe sobre las actividades de las empresas transnacionales en Sudafrica que contuviera un examen de las responsabilidades de los países de origen respecto de las empresas transnacionales que realizaran tales actividades, así como los resultados del estudio de viabilidad sobre
un amplio programa de capacitación para sudafricanos negros. También adoptó
una resolución sobre las actividades de las empresas transnacionales en Sudafrica que fue posteriormente aprobada por el segundo período ordinario de sesiones del Consejo Económico y Social.
Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura
La UNESCO siguió realizando en 1990 algunas actividades (investigación,
publicaciones, formación y seminarios) dentro del marco de su programa titulado «Eliminación de los prejuicios, la intolerancia, el racismo y el apartheid». En
enero de 1990 se organizó en Harare, Zimbabwe, un taller sobre la coordinación
de la investigación y la formación para la transformación de la educación sobre
el apartheid, en colaboración con el Centro de Investigación sobre Educación en
Sudafrica (RESA) (Universidad de Essex), financiado por la UNESCO. Esta
organización también proporcionó asistencia financiera a la IDAF (editorial del
Fondo Internacional de Defensa y Ayuda para el Africa Meridional) para la
publicación de un folleto titulado Subverting Apartheid — Education, Information and Culture under Emergency Rule. Durante este período, la UNESCO
compiló declaraciones sobre el apartheid formuladas por dirigentes religiosos y
emprendió un análisis de la religión y el apartheid. Además, comenzó a prepararse un repertorio de institutos y grupos de investigación y una lista de sus
documentos y estudios.
El tercer plan a medio plazo de la UNESCO, que se está llevando a cabo
actualmente, contiene también un proyecto especial titulado «La instauración
en Sudafrica de una sociedad igualitaria, no racial, liberada del apartheid y
reconciliada consigo misma». Para la primera etapa del tercer plan a medio
plazo, y conforme al programa y presupuesto aprobados para 1990-1991, se programaron las actividades siguientes: un informe de síntesis sobre los estudios
llevados a cabo por la UNESCO acerca del apartheid; estudios y organización de
un grupo de trabajo oficioso sobre las otras políticas posibles en una Sudafrica
liberada del apartheid y publicación de un informe al respecto ; una reunión en
España sobre las religiones y el apartheid; un curso práctico en Gambia sobre las
cuestiones de derechos humanos en Sudafrica; formación y perfeccionamiento
del personal sudafricano, y un proyecto piloto en Africa austral con miras a crear
un centro de documentación que incluiría la creación de un servicio sobre Sudafrica dentro del Centro de Documentación de la Comisión Africana de Derechos
Humanos y de los Pueblos.
Acción internacional contra el apartheid
131
Comisión de Derechos Humanos
En 1990, las cuestiones relacionadas con las violaciones de los derechos
humanos en Sudafrica figuraron en el orden del día del 46.° período de sesiones
de la Comisión de Derechos Humanos y de sus diferentes organismos, tales
como el 42.° período de sesiones de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías y el 13." período de sesiones del Grupo
Especial de Expertos establecido de acuerdo con la Convención internacional
sobre la represión y el castigo del crimen de apartheid.
En el 46.° período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos (Ginebra, 29 de enero a 9 de marzo de 1990) se adoptaron algunas resoluciones sobre
la situación en el Africa meridional. Por ejemplo, en una resolución (1990/8)
sobre la situación en el Africa meridional se condenaba la continua violación de
los derechos humanos por el régimen sudafricano, se pedía la liberación de todas
las personas detenidas o encarceladas a causa de su lucha por la libre determinación y la independencia, se exigía una solución democrática y no racial en Sudafrica fundada en el principio del sufragio universal e igual, sin discriminación
alguna, se acogía con satisfacción la liberación del Sr. Mandela, y se pedía la
plena aplicación de la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas en el África meridional.
En otra resolución sobre las violaciones de los derechos humanos en el Africa
meridional se pedía a Sudafrica que pusiera en libertad inmediata e incondicionalmente a todos los niños que están encarcelados, que pusiera fin al estado de
excepción y que derogara todas las leyes represivas y discriminatorias.
En una resolución sobre la aplicación de la Convención internacional sobre
la represión y el castigo del crimen de apartheid se instaba una vez más a los
Estados que aún no lo hubieran hecho a que ratificaran la Convención o se
adhirieran a ella sin demora, en particular a los Estados que tuvieran jurisdicción sobre empresas transnacionales que operaran en Sudafrica. También se
hacía un llamamiento a todos los Estados, a los órganos y organismos especializados de las Naciones Unidas y a otras organizaciones no gubernamentales
internacionales y nacionales para que intensificaran sus actividades encaminadas a aumentar la conciencia del público, denunciando los crímenes cometidos
por el régimen racista en Sudafrica. En una resolución sobre la aplicación del
Programa de Acción para el Segundo Decenio de la Lucha contra el Racismo y la
Discriminación Racial se exhortaba a los Estados a que ratificaran y aplicaran
los instrumentos internacionales pertinentes y a que se adhirieran a ellos, y se
citaba en particular la Convención internacional sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación racial, la Convención internacional sobre la represión y el castigo del crimen de apartheid, la Convención internacional contra el
apartheid en los deportes y la Convención relativa a la lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza. Además, se invitaba a todos los gobiernos
y a las organizaciones internacionales y no gubernamentales a que aumentasen
sus actividades de lucha contra el racismo, la discriminación racial y el apartheid, a que proporcionasen asistencia a las víctimas de esos males y a que contribuyesen al Fondo Fiduciario del Programa para el Decenio de la Lucha contra
el Racismo y la Discriminación Racial.
132
Informe especial sobre el apartheid
En una resolución sobre las consecuencias adversas que tiene para el disfrute
de los derechos humanos la asistencia política, militar, económica y de otra índole que se presta a los regímenes colonialistas y racistas del Africa meridional
se tomaba nota con reconocimiento de las importantes medidas adoptadas por
algunos países, sindicatos y organizaciones para ejercer presión sobre el régimen
sudafricano y se les instaba a que redoblaran sus esfuerzos con el fin de obligar a
este régimen a cumplir las resoluciones de las Naciones Unidas sobre Sudafrica.
En otra resolución sobre la misma cuestión se felicitaba al Sr. Khalifa, Relator
Especial, por su informe y se hacía un llamamiento a todos los gobiernos para
que cooperaran con él para que fuera aún más preciso, y se pedía, asimismo, que
se divulgara el informe lo más ampliamente posible. En un informe presentado
al 42.° período de sesiones de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías, el Relator Especial reveló una vez más que
algunas empresas transnacionales que habían liquidado sus inversiones en Sudafrica desde 1984 continuaban manteniendo con ese país vínculos distintos de la
participación en capital.
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD)
En 1990, la UNCTAD continuó cooperando estrechamente con los Estados
de Primera Línea para ayudarlos a hacer frente a los efectos de las políticas de
apartheid de Sudafrica.
La UNCTAD continuó prestando asistencia técnica a los países en sus
esfuerzos por consolidar la cooperación económica entre ellos y por promover la
expansión del comercio mutuo. A este respecto, siguió colaborando estrechamente con la Zona de Comercio Preferencial para los Estados de Africa Oriental
y Meridional (PTA) y con la Oficina de Coordinación para la Industria y el
Comercio de la CCDAM, realizando estudios y prestando asesoramiento sobre
una serie de cuestiones relacionadas con los programas de la región para la liberalización del comercio y para fomentar el crecimiento de los sectores productivos. A fin de ayudar a los países a aumentar y diversificar sus exportaciones
tanto en lo que se refiere a la composición como al destino de la producción, el
Programa de asistencia técnica de la UNCTAD sobre el Sistema Generalizado
de Preferencias (SGP) continuó desarrollando amplias actividades de formación
en la región del Africa meridional, centrándose en los exportadores y fabricantes
actuales y potenciales en los Estados de Primera Línea. De 1989 a mediados de
1990 se celebraron seminarios nacionales sobre el SGP, con la asistencia financiera del Gobierno de Suecia, en los países siguientes: Lesotho, Malawi, Mozambique, Swazilandia, República Unida de Tanzania, Zambia y Zimbabwe. La
UNCTAD continuó, con fondos del PNUD, concediendo especial importancia a
un proyecto sobre el transporte en tránsito destinado a ayudar a la región — especialmente a los Estados de Primera Línea — a crear un sistema de transporte
que fuera eficaz e independiente de las rutas de tránsito a través de Sudafrica.
En lo que se refiere a las actividades recientes con respecto a los proyectos,
se ha procedido a la actualización de la información sobre la situación del transporte en tránsito a lo largo de los corredores de tránsito de la subregión, a la
creación de diques secos, a la simplificación de la documentación de tránsito, al
fortalecimiento de las instituciones que se ocupan de las políticas de tráfico en
Acción internacional contra el apartheid
133
tránsito y a la formación en varios aspectos del tráfico en tránsito. El programa
de trabajo continuó abarcando las esferas mencionadas y previo un aumento de
la asistencia a los Estados de Primera Línea sin litoral, con el fin de promover la
aplicación efectiva de los acuerdos bilaterales de tránsito con sus países vecinos.
Estas actividades se realizaron con la plena colaboración de la Comisión de
Transportes y Comunicaciones del Africa Meridional. Por medio de sus otros
programas interregionales y regionales de cooperación técnica, la UNCTAD
continuó ayudando a los Estados de Primera Línea en algunas otras esferas, en
particular el desarrollo y la transferencia de tecnología, la supervisión de la deuda, el análisis financiero y la administración de aduanas.
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
En 1990, el ACNUR siguió brindando asistencia material y protección a los
refugiados sudafricanos y namibianos. A pesar de la conclusión satisfactoria del
Programa del ACNUR de Rehabilitación de Namibia, seguía habiendo un gran
número de refugiados en la región del Africa meridional a causa de las políticas
de apartheid de Sudafrica. Más de la mitad de la cifra estimada de treinta y
cinco mil refugiados sudafricanos en la región recibieron asistencia del ACNUR.
Los programas continuaron centrándose en la educación de los niños refugiados,
en la formación profesional y el empleo y en el fomento de la autosuficiencia
entre los refugiados adultos, tanto en el país de asilo como en caso de repatriación a su país de origen. Se completó la revisión de los preparativos para casos
de urgencia para Botswana, Lesotho, Swazilandia y Zimbabwe, y comenzó la
relativa a Mozambique. En Malawi, el ACNUR continuó colaborando con el
Gobierno, el PNUD y el Banco Mundial para evaluar el aumento de la carga
financiera resultante de la presencia de refugiados en el país.
El ACNUR siguió manteniendo vínculos con los MLN reconocidos por la
OUA, y siempre que le fue posible prestó asistencia a sus miembros por conducto de estos movimientos. Asimismo, entabló debates con el ANC, el PAC y el
Gobierno sudafricano para planificar la posible repatriación voluntaria en masa
de refugiados sudafricanos después de los acontecimientos positivos que se
habían producido en Sudafrica.
Organización Mundial de la Salud (OMS)
En un informe del Director General de la OMS a la 43.a Asamblea Mundial
de la Salud (abril de 1990) se exponen las actividades realizadas por la OMS
durante el año anterior para ayudar a los Estados de Primera Línea y a los
movimientos de liberación nacional reconocidos por la OUA, de conformidad
con una resolución (WHA42.17) adoptada por la 42.a Asamblea Mundial de la
Salud. Entre las formas de asistencia figuraban la concesión de becas, la organización de seminarios y los programas de preparativos para casos de urgencia. En
la 43.a Asamblea Mundial de la Salud se adoptó una resolución (WHA43.14) en
la que se pedía a la OMS que siguiera adoptando, cuando procediera, medidas
apropiadas para ayudar a los Estados de Primera Línea, Lesotho y Swazilandia,
a resolver los graves problemas sanitarios de los refugiados de Sudafrica y otros
refugiados, proporcionando a los países que habían sido objeto de la campaña
134
Informe especial sobre el apartheid
de desestabilización llevada a cabo por Sudafrica cooperación técnica en el sector de la salud, para reparar los daños causados en las infraestructuras sanitarias,
e intensificando la asistencia humanitaria al ANC y al PAC.
Organización de la Unidad Africana (OUA)
La OUA continuó, a lo largo de 1990, participando activamente en la lucha
contra el apartheid y apoyando a los MLN. En julio de 1990 se adoptó en el
26.° período ordinario de sesiones de la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA una Declaración sobre la situación política y socioeconómica en
Africa y los cambios fundamentales que se están produciendo en el mundo. En
el párrafo 4 de la Declaración se observaba que los cambios que se habían producido hasta ahora en Sudafrica distaban mucho de conducir a un total desmantelamiento del apartheid, y por consiguiente se pedía que siguiesen ejerciéndose
todas las formas de presión, incluidas las sanciones económicas contra Sudafrica. En el 52.° período ordinario de sesiones del Consejo de Ministros de la OUA
(Addis-Abeba, julio de 1990) también se adoptó una resolución sobre Sudafrica
en la que se aprobaban las conversaciones del ANC con el régimen sudafricano
con el fin de eliminar los obstáculos que se oponían a la celebración de negociaciones auténticas. Se reiteraba que la OUA prefería poner fin al sistema de
apartheid por medio de auténticas negociaciones, como se preveía en la Declaración sobre la cuestión de Sudafrica adoptada en Harare, Zimbabwe (1989), por
el Comité ad hoc de Jefes de Estado y de Gobierno sobre el Africa Meridional,
de la OUA, y en la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas
sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional.
También se pedía a los Estados miembros de la OUA que adoptaran una postura
concertada para seguir aislando al régimen sudafricano y para mantener las sanciones y otras formas de presión hasta que se erradicara el apartheid. En otra
resolución adoptada por el Consejo de Ministros sobre los Estados de Primera
Línea y otros Estados vecinos se felicitaba a estos Estados por su apoyo al pueblo de Sudafrica en su lucha contra el apartheid. Asimismo, se hacía un llamamiento a la comunidad internacional para que aumentara la asistencia financiera y material a los Estados de Primera Línea.
En los 4.° y 5.° períodos ordinarios de sesiones del Comité ad hoc, celebrados
en Lusaka, en marzo de 1990, y en Kampala, en septiembre de 1990, respectivamente, se publicaron sendas declaraciones. Si bien se tomaba nota de los cambios positivos que se habían producido recientemente en Sudafrica, se observaba que la existencia de la legislación represiva seguía limitando fuertemente la
actividad política y que las estructuras del apartheid y sus innumerables leyes
seguían intactas. Por consiguiente, en el 5.° período de sesiones del Comité ad
hoc se decidió establecer un grupo de vigilancia al que se le encargó que siguiera
muy de cerca la aplicación de la Declaración de Harare de la OUA y de la
Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como que presentara informes periódicos al Comité. En los 4.° y 5.° períodos de sesiones del
Comité ad hoc se subrayó que hasta que Sudafrica no respetase la Declaración
de Harare de la OUA y la Declaración de la Asamblea General de las Naciones
Unidas, la comunidad internacional debería mantener las presiones y Canciones
actuales contra Sudafrica.
Acción internacional contra el apartheid
135
Jefes de Gobierno de los Estados de la Commonwealth
En la reunión del Comité de Ministros de Relaciones Exteriores de la Commonwealth sobre el Africa Meridional (CFMSA), celebrada en Abuja, Nigeria,
en mayo de 1990, se pidió al Secretario General de la secretaría de la Commonwealth que estableciera un grupo de expertos sobre desarrollo de los recursos
humanos para una Sudafrica liberada del apartheid, cuyo mandato fuera el de
presentar un informe que incluyese lo siguiente : una visión general sucinta de la
participación actual de los negros en los niveles de calificaciones más elevados
en el mercado del trabajo y los requisitos futuros previstos a medida que se
avanzaba hacia una democracia no racial ; la determinación de sectores prioritarios para la educación superior y la formación de alto nivel, con inclusión de la
experiencia en el trabajo, considerando debidamente el papel y la participación
de las mujeres ; la presentación de recomendaciones al CFMSA sobre políticas y
posibles acciones de la Commonwealth en estas esferas, e ideas sobre la manera
de movilizar en toda la Commonwealth y la comunidad internacional una
mayor asistencia para satisfacer las necesidades en materia de recursos humanos
de una sociedad liberada del apartheid.
La primera reunión del Grupo se celebró en Londres en noviembre de 1990,
y se observó que el período inmediato de transición (los próximos doce a dieciocho meses) a una democracia no racial en Sudafrica requeriría la adopción de
medidas urgentes para impartir formación a sudafricanos negros cualificados
para que pudieran desempeñar cargos esenciales en el Gobierno, el comercio y la
industria. El Grupo señaló que la Commonwealth podría desempeñar un papel
importante en esta esfera, y estableció tres esferas prioritarias a las que se debía
prestar atención urgentemente : la administración central, en particular los servicios judiciales, económicos, jurídicos, policiales y en materia de seguridad; las
estructuras gubernamentales locales, incluidos todos los servicios esenciales; y
los servicios técnicos, en particular la gestión de las instituciones educativas, el
transporte y la comunicación.
El Grupo de expertos señaló a la atención el legado de casi cuarenta años de
educación bantú, que había tenido como resultado la discriminación contra los
negros en la educación primaria, secundaria y superior, dado que la calidad de la
instrucción y el nivel docente habían sido insuficientes ; naturalmente, las malas
calificaciones obtenidas limitaban las posibilidades de quienes, por ejemplo,
aspiraban a continuar sus estudios para adquirir el título de contables o ingenieros. El analfabetismo persistía y la situación se había agravado por la política
tendente a imponer el afrikaans como medio de instrucción. Los recursos educativos a nivel preescolar también eran insuficientes, en particular los destinados a
los negros, lo que junto con la escasez de servicios de puericultura limitaba las
posibilidades de las mujeres que deseaban cursar estudios superiores. Si bien se
reconocía que una gran parte de la formación transitoria tendría que impartirse
fuera de Sudafrica — y de ahí que se instara a los gobiernos de la Commonwealth a prestar asistencia en esta esfera —, el Grupo de expertos señalaba la
necesidad de modificar la política anterior favoreciendo la formación y los
períodos de prácticas dentro de Sudafrica. Sin embargo, tales actividades únicamente deberían realizarse si cumpliesen con los tres requisitos siguientes : deberían estar dirigidas a las víctimas del apartheid, contribuir específicamente al
136
Informe especial sobre el apartheid
proceso de cambio y emprenderse después de estrechas consultas con los organismos sudafricanos competentes. Además, no deberían ir en contra, en modo
alguno, de la actual política de la Commonwealth relativa a las sanciones. El
Grupo de expertos también opinó que, en el marco de los programas de la
Commonwealth, se deberían apoyar los períodos de prácticas y la formación de
sudafricanos en otros países de la Commonwealth, en particular en Africa. Además de los cursos especialmente concebidos para futuros funcionarios gubernamentales de alto nivel, deberían preverse cursos de estudios posuniversitarios y
de formación especializada y períodos de prácticas especialmente para la formación de instructores. Respecto de estas actividades, el Grupo de expertos instó a
los gobiernos de la Commonwealth a que revisaran sus disposiciones para que
los cursillistas de Sudafrica pudiesen entrar en sus países más fácilmente.
En respuesta a una solicitud presentada por el CFMSA en Abuja para que
todos los gobiernos de la Commonwealth y la comunidad internacional en general utilizaran los cauces apropiados para contribuir financieramente y en especie
al reasentamiento de los exiliados que regresaban a Sudafrica, el Grupo de
expertos observó que la comunidad internacional debía disponer urgentemente
de un estudio detallado sobre estos exiliados. Este estudio tendría como fin
determinar las necesidades de cada persona en materia de formación y las calificaciones de los exiliados, así como saber si necesitaban recibir algún tipo de
formación específica de corta duración o realizar períodos de prácticas para
aumentar sus posibilidades de empleo y su contribución al progreso económico
y social en Sudafrica. La formación y los períodos de prácticas para los exiliados
que regresasen deberían llevarse a cabo tanto dentro de Sudafrica como en otras
partes, especialmente en la región, con la asistencia de las instituciones y organizaciones existentes, tales como las universidades, iglesias y sindicatos, y con la
ayuda activa del sector empresarial. En vista de los cambios que se habían producido y a fin de favorecer la ocupación de puestos profesionales esenciales por
sudafricanos negros, el Grupo opinó que había llegado el momento de establecer
vínculos institucionales selectivos entre las instituciones apropiadas de Sudafrica y las de la Commonwealth. Esa colaboración debería incluir programas realizados en lugares múltiples, especialmente en esferas tales como la contabilidad,
la administración de empresas, la ingeniería y la informática, y abarcando también los intercambios y la formación de personal. El fomento de los programas
de formación y perfeccionamiento de profesores, especialmente en disciplinas
esenciales como las matemáticas, las ciencias, la tecnología y la enseñanza del
inglés, era sumamente importante.
El Grupo de expertos propuso que el CFMSA alentara la coordinación en lo
referente a los compromisos bilaterales existentes y los programas de asistencia
técnica, con el fin de asegurar la utilización de los fondos de acuerdo con las
prioridades en materia de recursos humanos definidas en este informe provisional y de que se aprovechasen plenamente los conocimientos del Fondo de la
Commonwealth para la Cooperación Técnica (CFTC) para desarrollar las posibilidades en cuanto a formación y períodos de prácticas en el país. También
propuso que el CFMSA desarrollara los programas actuales de la Commonwealth, en particular el Programa Multilateral de Becas de Nassau (NFS), solicitante nuevamente recursos financieros para este importante programa de la
Commonwealth. El objetivo era patrocinar de forma inmediata mil quinientas
Acción internacional contra el apartheid
137
nuevas becas de formación y experiencia en el trabajo, la mayoría de las cuales
podrían llevarse a cabo dentro de Sudafrica.
El Grupo de expertos también subrayó el principio general de acción rápida
para el logro de la igualdad de oportunidades en materia de ingresos para todos
los sectores de la población, lo cual se podría conseguir mejorando el acceso a la
educación y la calidad de la misma y eliminando las diferencias cualitativas
existentes en lo referente a los recursos humanos. También indicó que no podría
conseguirse la igualdad de acceso únicamente adoptando medidas respecto de
las posibilidades de educación oficial, sino que también deberían aplicarse
medidas de carácter estructural, consistentes en acciones positivas y en un
aumento de la orientación profesional para los jóvenes.
El Grupo de expertos advirtió que el sector educativo no oficial estaba relativamente bien desarrollado y comprendía muchas iniciativas comunitarias y en
materia de educación de adultos, y que gozaba del apoyo de la industria, las
iglesias, las sociedades fiduciarias privadas y los sindicatos. A este respecto, opinó que el sector educativo no oficial podría aportar una contribución importante completando los medios educativos del sector oficial e indicando el camino
para su reforma.
El Grupo de expertos decidió examinar, en su próxima reunión de febrero y
marzo de 1991, lo siguiente: la determinación de las estructuras de desarrollo de
los recursos humanos existentes en Sudafrica como base para la capacidad futura de creación de instituciones en las zonas rurales y urbanas de Sudafrica ; las
calificaciones existentes y las necesidades de formación de los exiliados; la
repercusión sobre los recursos humanos de la introducción de nuevas tecnologías en sectores esenciales; la instrucción y capacitación para la adquisición de
formación científica, tecnológica y matemática (junto con la UNESCO); los problemas relacionados con el sexo y el papel y las necesidades de formación de las
mujeres en los sectores estructurado y no estructurado; la participación del sector empresarial (aprendizaje, formación en el empleo y fondos para becas), el
desarrollo de pequeñas empresas y cooperativas y el papel del sector no estructurado, y el papel de los sindicatos en el desarrollo de los recursos humanos
(junto con las organizaciones sindicales de Sudafrica y el Consejo Sindical de la
Commonwealth (CTUQ).
Además de las actividades mencionadas de la Commonwealth, en febrero de
1990 se estableció en la London School of Economics un centro independiente
para el estudio de la economía sudafricana y de las finanzas internacionales
como resultado de una iniciativa de la Commonwealth. Este centro estudiará las
relaciones financieras internacionales de Sudafrica y sus consecuencias para su
economía e informará sobre esta cuestión. También publicará informaciones
concretas sobre las corrientes financieras y las políticas hacia Sudafrica.
Conferencia de Coordinación del Desarrollo del Africa Meridional (SADCC)
Del 31 de enero al 2 de febrero de 1990 se celebró en Lusaka, Zambia, la
Conferencia Consultiva Anual de la SADCC, en la que se conmemoró el décimo
aniversario de la SADCC y que se dedicó al tema siguiente: «Segundo decenio
de la SADCC — Iniciativa, capacitación y productividad». En el documento
sobre este tema se examinaba la situación económica de la región de la SADCC
138
Informe especial sobre el apartheid
y el papel que desempeñaba esta Conferencia en cuanto a la solución de estos
problemas, y se analizaban los cambios a los que en el futuro debería adaptarse
la SADCC, como consecuencia del logro de la independencia de Namibia y de
los progresos que se estaban realizando hacia la implantación de la democracia
en Sudafrica. También se analizaban los desafíos a los que debían hacer frente
los Estados miembros de la SADCC, en particular los graves problemas de desempleo y de subempieo, y el hecho de que se tendría que conceder un valor
mayor a la iniciativa, la capacitación y la productividad en el futuro como resultado de las nuevas tecnologías. La Conferencia, en general, hizo hincapié en la
importancia de las personas a la par como agentes y como beneficiarios del desarrollo. La OIT figuraba entre las organizaciones que asistieron a la Conferencia
y que intervinieron en la misma. La próxima Conferencia Consultiva Anual de
la SADCC se celebrará del 30 de enero al 1.° de febrero de 1991.
Comisión de Trabajo de Africa Austral (SALC)
La undécima reunión ministerial y tripartita de la Comisión de Trabajo de
Africa Austral se celebró en Mbabane, Swazilandia, los días 22 y 23 de enero de
1990. El Equipo de Sudafrica para la Promoción del Empleo de la OIT (SATEP)
y la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas y el Centro Multinacional de Programación e Investigación Operativa (CEPA/MULPOC) actuaron de secretaría de la Comisión. La reunión examinó un informe que había sido
preparado por la OIT/SATEP sobre el desarrollo económico y el empleo en el
decenio de 1980 y los desafíos a que se debía hacer frente en el decenio de 1990,
y suscribió sus recomendaciones, así como un informe sobre los aspectos económicos y sociales de los trabajadores migrantes en el Africa meridional. También
examinó informes sobre la estimación y evaluación de la actuación de la SALC
desde 1980, sobre las actividades pasadas y futuras del SATEP y sobre la seguridad y la salud en el trabajo en los países del Africa meridional. En la reunión se
adoptó una resolución sobre las actividades de cooperación técnica de la OIT en
el Africa meridional en la que se pedía al Director General de la OIT que hiciese
un llamamiento a las instituciones financieras internacionales y a los donantes
multibilaterales para que asignasen más recursos para las actividades de cooperación técnica en el Africa meridional y adoptasen medidas adecuadas a fin de
que la OIT/SATEP siguiesen colaborando estrechamente con la SALC.
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