ARTÍCULOS CIENTÍFICOS Atención visual primaria Control ocular en el tratamiento sistémico con cloroquina Adela Bernabéu Juárez - O.C. 3.998 RESUMEN L a cloroquina es un derivado 4aminoquinolínico sintetizado por primera vez en 1934 y utilizado en el tratamiento y profilaxis de la malaria. También ha sido utilizada en amebiasis extraintestinal y por sus propiedades antiinflamatorias se ha utilizado en el tratamiento de artritis reumatoide, lupus erimatoso sistémico y lupus erimatoso discoide. El mecanismo por el cual la cloroquina produce toxicidad ocular es desconocido, pero sabemos que se une a la melanina y, por lo tanto, se concentra en la úvea y el epitelio pigmentario. Las manifestaciones más tempranas de la toxicidad en la retina se producen en la mácula. Si en ese momento no se suspende el tratamiento con cloroquina, toda la retina se puede ver afectada. Debido a esta afectación ocular, a un paciente que esté en tratamiento con cloroquina se le debe hacer un seguimiento ocular, prestando un interés especial a las manifestaciones iniciales de toxicidad que se producen en la mácula. INTRODUCCIÓN El lupus erimatoso sistémico (LES) es un trastorno autoinmune crónico que puede afectar a muchos órganos, incluidos la piel, articulaciones y órganos internos. Como en otras enfermedades del sistema inmune, los anticuerpos luchan contra sus propias células. Luchan contra 18 septiembre 429 18-23 Cientifico2.indd 10 las células sanguíneas, órganos y tejidos, causando enfermedades crónicas, aunque no se conoce exactamente el mecanismo por el que se produce. La enfermedad de LES suele aparecer entre la primera y quinta década de vida y afecta ocho veces más a la mujer que al hombre. - En las persona con LES se puede presentar afectación de cualquier área del sistema nervioso, cerebro o médula espinal. Suele afectarse un 25% de los pacientes con la enfermedad y el síntoma más común es la disfunción mental, aunque también pueden presentar convulsiones y dolor de cabeza. El curso de la enfermedad varía desde una enfermedad episódica leve a una enfermedad severa y mortal. Los síntomas también varían mucho de unos individuos a otros y se caracterizan por remisiones y exacerbaciones. - Los trastornos sanguíneos pueden afectar al 85% de las personas que padecen LES, y entre ellos se encuentra la formación de coágulos de sangre venosa o arterial, que pueden causar embolismo pulmonar. Las plaquetas pueden disminuir o se pueden formar anticuerpos contra los factores de coagulación sanguínea, dando lugar a hemorragias. A menudo se desarrolla anemia por enfermedad crónica. Entre las muchas manifestaciones que puede presentar el LES están las siguientes: - Se puede dar inflamación de varias partes en el corazón, como pericarditis, endocarditis o miocarditis. - A nivel muscoloesquelético, casi todas las personas afectadas presentan dolor articular y la mayoría puede desarrollar artritis. - En los pulmones se puede dar pleuresía, que es una inflamación del revestimiento del pulmón, y efusiones pleurales, una acumulación de líquido entre el pulmón y la pleura. Puede estar causada por algunos medicamentos y, en estos casos, es reversible cuando se suspende el tratamiento. - En la piel presentan una erupción en las mejillas y en el puente de la nariz, en forma de “mariposa”, afectando a la mitad de las personas que padecen la enfermedad. La erupción, generalmente, empeora con la luz del sol. También pueden presentarse otras lesiones de piel o nódulos. - La mayoría de las personas con LES presentan depósitos de proteínas en los glomérulos del riñón. Sin embargo, sólo el 50% presenta nefritis lupus, es decir, inflamación crónica del riñón. Según la severidad de las manifestaciones de la enfermedad se elige el tratamiento más oportuno. La enfermedad leve, que se manifiesta con erupción, dolor de cabeza, fiebre, artritis, pleuresía y pericarditis, requiere poca terapia. Para tratar la artritis y la pleuresía se utilizan los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Las erupciones en la piel se tratan con corticoides tópicos de baja potencia y algunas veces se utilizan antipalúdicos, como la cloroquina o hidroxicloroquina. Gaceta Optica 1/9/08 11:42:44 Las manifestaciones severas, como pueden ser la anemia hemolítica, las complicaciones cardiacas y pulmonares, la enfermedad renal y las complicaciones del sistema renal, las tratará el especialista competente. Algunas veces los especialistas indican terapia con corticoides o medicamentos para suprimir el sistema inmune e intentan controlar cada una de las manifestaciones de la enfermedad. Algunos médicos utilizan medicamentos citotóxicos, es decir, medicamentos que bloquean el crecimiento celular, en personas que no responden bien al tratamiento con corticoides. Como se ha mencionado anteriormente, la cloroquina y la hidroxicloroquina se utilizan para el tratamiento de las manifestaciones en la piel del LES. La cloroquina y la hidroxicloroquina son miembros del grupo 4-amino-quinolinas, que son sustitutos sintéticos de la quinina. La cloroquina se administra por vía oral, existiendo también en solución en Canadá, Estados Unidos y Australia. Tiene una rápida absorción por el tubo digestivo y el pico máximo se alcanza aproximadamente a las 2 horas de su administración. Se une a las proteínas plasmáticas entre un 50-60%. Su volumen de distribución aparente es de 204 l/kg; se acumula principalmente en el parénquima renal, hepático, pulmonar y esplénico. Se deposita en tejidos ricos en melanina, como la piel y la retina. La vida media en el adulto es de 275 horas. En cuanto a su eliminación hay que decir que el 70% no se metaboliza; se elimina el 55% por la orina y el 10% por las heces. La ingestión superior a 2 g de cloroquina por parte de un adulto produce intoxicación moderada, y si la dosis supera los 5 g puede ser letal. Normalmente se establece una media para la hidroxicloroquina de 6 a 12 mg/ Gaceta Optica 18-23 Cientifico2.indd 11 kg de peso corporal/ día, dependiendo de la severidad del tratamiento a establecer. Para la cloroquina las cantidades son un poco inferiores. En un principio de la afectación retiniana el paciente puede ser asintomático, pero conforme la afectación progresa el paciente puede tener visión borrosa, fotofobia y dificultad para adaptarse a los cambios de iluminación y escotomas paracentrales. La hidroxicloroquina, al igual que la cloroquina, produce toxicidad retiniana, aunque la incidencia de esta es menor, debido a que el grupo hidroxi limita el paso de la hidroxicloroquina a través de la barrera hemato-retiniana. No se conoce cómo se produce la toxicidad de la cloroquina en la retina, pero parece ser que se debe a la inhibición enzimática e interferencias en funciones metabólicas del epitelio pigmentario de la retina y/o fotorreceptores. La cloroquina puede permanecer mucho tiempo en el organismo, lo que puede producir la aparición de una retinopatía tiempo después de dejar el tratamiento. Histopatológicamente la cloroquina produce cuerpos citoplasmáticos membranosos y cambios degenerativos en los segmentos externos de los fotorreceptores. Estos cambios los suelen producir drogas que intervienen en la ruptura de los fosfolípidos con probable daño de los lisosomas. Sin embargo, los daños mas tempranos no se dan en el epitelio pigmentario sino en las células ganglionares. El primer signo de toxicidad retiniana que suele aparecer es la aparición en la zona perifoveal de pigmento granular y pérdida del brillo foveal; más tarde puede progresar a una mayor alteración pigmentaria dando el aspecto de la mácula que llamamos “en ojo de buey”, donde se puede ver la mácula con un centro hiperpigmentado y la periferia hipopigmentada. La periferia de la retina también se puede ver afectada por gránulos de pigmento y, si la toxicidad continúa, se puede dar una degeneración tapetorretiniana avanzada con degeneración pigmentaria difusa, palidez del nervio óptico y atenuación vascular con apariencia muy similar a la retinitis pigmentaria. Fondo de ojo en una afectación macular en “ojo de buey”. La toxicidad de la cloroquina en la retina está directamente relacionada con la dosis diaria administrada y el tiempo total de tratamiento. Los primeros estadios de la retinopatía por cloroquina son reversibles al suspender la ingestión de esta, pero los estadios más avanzados no son reversibles e incluso pueden progresar aunque el tratamiento con cloroquina haya sido suspendido. Hay estudios que demuestran que es raro que una dosis diaria igual o inferior a 250 mg/día llegue a causar retinopatía. Es aconsejable realizar el control ocular a un paciente en tratamiento con cloroquina cada 6 meses, aunque no hay un protocolo establecido al respecto. En el diagnóstico diferencial con otras patologías debemos considerar las patologías con afectación bilateral como son las de origen hereditario, que afectan a la mácula, entre las que se encuentran Stargardt y la distrofia de conos. Para realizar el control de un paciente tratado con cloroquina, lo primero que debemos estudiar es la función macular, pues es la que antes se afecta. Para ello nos puede ayudar la utilización de la rejilla de Amsler para detectar cualquier escotoma paracentral. Para aumentar la sensibilidad de la rejilla de Amsler 429 septiembre 19 1/9/08 11:42:53 artículos científicos se puede utilizar un filtro polarizado superpuesto que disminuya la luminosidad. También podemos hacer una valoración con las láminas de Farnsworth para detectar variaciones en los colores azul-amarillo como consecuencia de la afectación de los conos en la mácula. Otra función que nos puede ayudar a estudiar la función macular es el estudio de la sensibilidad al contraste, ya que esta se puede ver afectada, aun cuando la AV de resolución sea normal y el paciente no tenga queja de visión borrosa. Verticilos corneales. y en personas con la enfermedad de Fabry. -1,50 175° OI AV 20/20 CASO CLÍNICO Sin duda hay que hacer una observación directa y valorar el estado del tejido retiniano, sobre todo en la mácula, en los estadios iniciales. La angiografía fluoresceínica es otra prueba que se realiza normalmente en estadios avanzados de la retinopatía por cloroquina. Se ha podido comprobar que el uso de la electrorretinografía multifocal (mfERG) permite detectar cambios fisiológicos retinianos por toxicidad de la cloroquina antes de que puedan hacerlo los test de AV o los test de visión del color o la rejilla de Amsler, siendo incluso el paciente asintomático. -1,00 175° OD AV 20/20 01/02/2006 Tenemos a una paciente de 30 años de edad, diagnosticada de lupus erimatoso sistémico, que viene a nuestra consulta porque va a iniciar un tratamiento con cloroquina para la afectación en la piel del lupus. El especialista en dermatología ha pedido que se realice un control ocular durante el tratamiento con este fármaco. Fue diagnosticada hace aproximadamente 10 años de lupus, aunque hasta el momento sólo presenta afectación dérmica. El fármaco utilizado tiene el nombre comercial de ResochinTM. El examen subjetivo muestra que no ha habido cambios en su corrección óptica. Observación externa: presenta el típico eritema en forma de mariposa en las mejillas y el puente nasal. También tiene en la mejilla derecha un parche hiperpigmentado. En la última revisión ocular la paciente no presentaba alteraciones en las estructuras oculares del polo anterior y del polo posterior. No presenta alteraciones en el sistema acomodativo y binocular. Motilidad SPEC PIRRLA (-) MG. La electrorretinografía multifocal se muestra más sensible para detectar anomalías fisiológicas retinianas que otros test electrofisiológicos como G-ERG, VECP, EOG. Hay cuatro formas anómalas en los cambios de amplitud del mfERG: disminución paracentral, disminución foveal, disminución periférica, disminución generalizada. En la córnea pueden aparecer verticilos, que son depósitos curvilíneos. Parecen patrones de migración epitelial. Los verticilos también aparecen en personas tratadas con amioradona, indometacin, tamoxifeno 20 septiembre 429 18-23 Cientifico2.indd 12 La dosis diaria será de 250 mg. La última revisión ocular fue hace un año. PIO 9 mm Hg OD / 9 mm Hg OI hora 20,30 Polo anterior: sin alteraciones. La paciente no tiene otros antecedentes médicos y tampoco otros antecedentes oculares. En la historia médica familiar no hay nada que destacar y en la historia ocular familiar hay antecedentes de glaucoma en su madre. La paciente no toma otros medicamentos y no tiene alergias conocidas. Lleva la siguiente corrección óptica: Estudio de fondo de ojo: El aspecto del fondo de ojo es bueno, el disco óptico es redondo y definido. Tiene un anillo neural rosado y uniforme. La excavación tiene un tamaño de 10%. No tiene alteraciones sanguíneas. Todo el fondo ocular presenta un aspecto homogéneo, incluida la mácula, que también tiene reflejo foveolar. Gaceta Optica 1/9/08 11:42:54 AV (cc) con LEA NUMBERS SCREENER TEST a la distancia de 3 m OD AV 20/20 OI AV 20/20 Medida de la sensibilidad al contraste con el mismo test OD 18 números a 3 m, 25 a 1.5 m OI 20 números a 3 m, 25 a 1 m 08/11/2006 Motilidad SPEC Control después de 9 meses de tratamiento con cloroquina: PIRRLA (-) MG. Subjetivo: -1,00 175° 20/20 OD AV -1,50 175° 20/20 OI AV El examen subjetivo muestra que no ha habido cambios en su corrección óptica. Fotos de la paciente tomadas con el retinógrafo. No presenta alteraciones en el sistema acomodativo y binocular. Rejilla de Amsler: sin alteraciones. PIO 10 mm Hg OD / 10 mm Hg OI hora 18,30 Polo anterior: sin alteraciones No hay presencia de verticilos. Estudio de fondo de ojo: El aspecto del fondo de ojo no ha variado desde la última revisión ocular. AV (cc) con LEA NUMBERS SCREENER TEST a la distancia de 3 m OD AV 20/20 OI AV 20/20 Medida de la sensibilidad al contraste con el mismo test OD 19 números a 3 m, 25 a 2 m OI 20 números a 3 m, 25 a 2 m Test de Farnsworth serie D-15: Realizó el test, con el ojo derecho y con el ojo izquierdo, en perfecto orden y sin ningún intercambio. Gaceta Optica 18-23 Cientifico2.indd 13 429 septiembre 21 1/9/08 11:43:31 artÍculos cientÍficos DISCUSIÓN La función visual normalmente es medida por la AV con test tradicionales como el de Snellen, que determina el detalle más pequeño que puede ser visto utilizando letras negras sobre fondo blanco, es decir, utilizando alto contraste, mientras variamos el tamaño de las letras. De esta forma estamos midiendo cambios en la visión debido al desenfoque esférico a astigmático. Sin embargo, muchos tipos de pérdida visual no se deben totalmente al desenfoque refractivo como, por ejemplo ambliopía, glaucoma o catarata, por lo que quizás no estemos obteniendo toda la información necesaria para un control correcto de estos pacientes. La medida de la sensibilidad al contraste (SC) determina el nivel de contraste más bajo que puede ser detectado por el paciente para un tamaño determinado de estímulo, es decir, con la SC estamos midiendo dos variables, tamaño y contraste, mientras que con la AV sólo estamos midiendo tamaño porque el contraste te mantiene constante. Una AV de 20/20 no implica necesariamente una buena calidad visual. Se puede considerar la “E” de Snellen constituida como barras oscuras sobre un fondo blanco. El espacio entre las barras sería la frecuencia angular (medida en grados), es decir, lo estamos comparando con un patrón de rejilla donde habría una equivalencia entre la AV y la frecuencia espacial (una AV 20/20 corresponde a una frecuencia espacial de 30 ciclos/grado), entendiendo que la frecuencia espacial es el número de ciclos (barras oscuras y claras)/frecuencia angular. La frecuencia de corte es la más alta frecuencia espacial detectable con el 100% de contraste, es decir, el sistema de barras más delgado detectable. Se define el contraste como la diferencia de luminosidad entre las barras oscuras y claras dividido por el doble de la luminosidad media. El umbral de contraste se define como el contraste mínimo requerido para detectar un determinado sistema de barras y su inversa es la sensibilidad al contraste. La investigación de esta última en función de la frecuencia espacial es la curva de sensibilidad al contraste. Parece ser, aunque no está demostrado científicamente, que los distintos problemas visuales afectan a diferentes porciones de la curva de sensibilidad al contraste: - Problemas corticales afectan a frecuencias espaciales bajas (0,5-3 ciclos/segundo). - Glaucoma, atrofia óptica, cataratas y neuritis óptica afectan a frecuencias espaciales medias (4-10 ciclos/segundo). - Errores de refracción, cataratas, degeneración macular, edema macular y ambliopía afectan a frecuencias espaciales altas (+10 ciclos/segundo). Los errores de refracción dan una pérdida de sensibilidad al contraste sólo en las frecuencias espaciales altas. Una buena sensibilidad al contraste en las frecuencias espaciales altas con una pérdida de sensibilidad al contraste en las frecuencias bajas y/o medias es indicativo de patología. El test utilizado en este caso clínico fue LEA SCREENER. Este test se puede utilizar tanto en adultos como en niños, ya que dispone de figuras más fácilmente reconocibles por los niños. Con este test podemos medir la AV con alto contraste y con bajo contraste y además podemos utilizar distintas distancias. La separación que hay entre líneas es de 0.1 log. Es un test fácil de realizar y de bajo costo que se puede utilizar en clínica y en screening. El test dispone de cartas para lejos y para cerca. 22 septiembre 428 18-23 Cientifico2.indd 14 Gaceta Optica 1/9/08 11:43:33 La iluminación durante la realización del test debe ser de 85 candela/m2 (por término medio la iluminación ambiental de la habitación). Hay que medir primero la AV con alto contraste llevando el paciente su mejor prescripción óptica. Luego hay que anotar en la gráfica el número de láminas de bajo contraste que el paciente es capaz de leer en dos distancias distintas y anotarlo también en la gráfica. De esta forma obtenemos tres puntos que nos permiten trazar la curva de sensibilidad al contraste y compararla con los valores normales. Las personas jóvenes ven normalmente 20-25 letras a 1 m y 15-20 letras a 3 m. Las personas con dificultades de visión pueden necesitar acercar el test hasta 5-15 cm. Para los présbitas es mejor realizar el test a la distancia adecuada para su corrección de cerca y a 3 m. Las alteraciones de la visión cromática pueden ser hereditarias (es decir, consecuencia de un desarrollo incompleto del sentido de la visión) o adquiridas (consecuencia de la exposición a ciertas sustancias químicas, secundarias a enfermedades oculares o sistémicas o resultado de un traumatismo craneal). Dichas alteraciones han sido clasificadas de forma muy diversa por los expertos. A efectos prácticos, centrándonos en las discromatopsias derivadas de la acción de las sustancias químicas sobre la retina y/o el nervio óptico, utilizaremos en esta nota técnica la interpretación de la clasificación de H. Kollner (1912) hecha por Marré (1973): 1. Defectos en el eje rojo-verde: asociados en general con las vías ópticas; de carácter progresivo, interesando todos los colores, pero principalmente el rojo y el verde. 2. Defectos en el eje amarillo-azul: de origen retiniano, con tendencia a salvaguardar la visión del rojo y del verde. Puede combinarse con (1) Gaceta Optica 18-23 Cientifico2.indd 15 dando lugar a una ceguera total de los colores. El estudio del funcionamiento de la fracción nerviosa del aparato visual, muy especialmente de la visión de los colores, se muestra como un medio eficaz para verificar las alteraciones neurofisiológicas precoces y, por lo tanto, como un método sencillo y rápido de control del efecto de ciertas sustancias neurotóxicas. Los colores que podemos ver resultan, según Hering, de la combinación de cuatro sensaciones cromáticas fundamentales, complementarias dos a dos: rojo-verde y amarillo-azul. No sólo el tratamiento sistémico con determinadas sustancias químicas puede producir toxicidad ocular, sino que también la exposición a ciertas sustancias químicas puede tener repercusión en la visión cromática. Entre otras se ha demostrado este efecto en las siguientes sustancias: • Alteración del rojo-verde: disulfuro de carbono, tetracloretileno, dinitrotolueno, monóxido de carbono, etilenglicol, talio. • Alteración del azul-amarillo: mezclas de disolventes orgánicos, estireno, nhexano, etanol, tolueno, plomo. Por ello, se sugiere que a personas expuestas a estas sustancias se les realice un estudio de la visión cromática. Si nuestro objetivo no es diagnóstico, sino que pretendemos detectar de forma precoz los efectos producidos por sustancias neurotóxicas los tests D-15, dadas su simplicidad y rapidez, tanto de realización como de interpretación, son los más adecuados. Es más, en la esfera de las discromatopsias adquiridas, el Panel D-15 en su versión desaturada es el más recomendable, ya que ha demostrado tener una mayor sensibilidad que la versión saturada en la detección de las alteraciones no hereditarias. CONCLUSIONES En el apartado de introducción se comenta cómo puede afectar el tratamiento prolongado con cloroquina a las estructuras oculares, sobre todo a los tejidos ricos en melanina. También se señala que las primeras manifestaciones de toxicidad aparecen en la mácula. Para saber si la paciente tenía toxicidad ocular por cloroquina se han utilizado los test que pueden dar esa información: AV con alta sensibilidad al contraste, AV con baja sensibilidad al contraste, Farnsworth para estudiar posibles anomalías azul-amarillo, Amsler para buscar escotomas paracentrales y una buena observación tanto del polo anterior como del polo posterior. Sabemos que la cloroquina produce toxicidad en la retina cuando se administra en dosis elevadas y durante mucho tiempo. La paciente llevó un tratamiento con cloroquina y hay que realizar exámenes periódicos. Durante todo el examen se buscaron signos oculares de toxicidad y en este primer control se puede decir que no se han encontrado alteraciones que pudieran haber sido causadas por el tratamiento sistémico con cloroquina. Si la paciente tiene que seguir con el tratamiento disponemos de valores de referencia que nos permitirán detectar, en futuras revisiones, cualquier alteración que se produjera. BIBLIOGRAFÍA 1. Maturi RK, Yu M, Weleber RG. Multifocal Electroretinographic Evaluation of Long-term Hydroxychloroquine Users. Arch Ophtalmol 2. Weiner A, Sandberg MA, Gaudio AR, et al. Hydroxy chloroquine retinopathy. Am J Ophtalmol. 1991 Nov 15;112(5):528-34 3. Mazzuca SA, Yung R, Brandt KD, et al. 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