12-98. Portillo vrs. Art. 1 del Decreto Legislativo N° 265

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12-98. Portillo vrs. Art. 1 del Decreto Legislativo N° 265
SALA DE LO CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Antiguo
Cuscatlán, a las diez horas y treinta minutos del día dos de septiembre de mil novecientos
noventa y ocho.
Vista la demanda presentada por el ciudadano René Alfredo Portillo Cuadra, se hacen las
siguientes consideraciones:
El peticionario pide a esta Sala la declaratoria de inconstitucionalidad del Art. 1 del Decreto
Legislativo N° 265, de fecha 24-III-98, publicado en el Diario Oficial N° 62, Tomo 338,
correspondiente al 31-III-98, por el cual se adicionó un inciso segundo al Art. 15 de la Ley
de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (LPDDH) el cual reguló que,
en caso que el Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos titular no fuera electo
oportunamente por la Asamblea Legislativa, el Procurador Adjunto asumiría las funciones
por un plazo máximo de treinta días, contados a partir de la finalización del período para el
cual fue electo el Procurador titular, plazo que se extinguiría al momento de ser elegido
éste. Tal decreto legislativo, según su Art. 2, entraría en vigencia el día de su publicación en
el Diario Oficial, y tendría una duración de treinta días, es decir, dicha vigencia se extendió
el 30-IV-98 .
Alega el demandante que, aun cuando la vigencia de la disposición impugnada ya concluyó
por su mismo carácter transitorio, este Tribunal debe tomar en cuenta "los efectos jurídicos
lesivos" que generó durante su vigencia y aun después de la misma, la cual "implica que
este Tribunal no sólo debe entrar a conocer de la inconstitucionalidad del mencionado
decreto, sino también de la omisión de una obligación constitucional [la oportuna elección
del Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos titular], que también forma parte
del control constitucional, aunque ello no constituya materialmente una ley, decreto o
reglamento, pero al igual transgrede los principios constitucionales, agregando que el
control de constitucionalidad "va más allá del remedio de vulneraciones de tipo
estrictamente individual. La declaración de inconstitucionalidad no ya de un acto concreto,
sino de una disposición general que tiene unos efectos de mayor amplitud, incide sobre una
pluralidad de supuestos, y veda futuras vulneraciones de derecho".
II. Al respecto y para efectos de clarificar las cualidades del control de constitucionalidad
efectuado por esta Sala, es de utilidad exponer unas consideraciones previas sobre los
siguientes aspectos: (a) los diversos medios de control que se comprenden en la
competencia de este tribunal; y (b) el tipo de pronunciamiento que se realiza en los
procesos constitucionales en general, y en el de inconstitucionalidad en particular.
1. Sobre el primer aspecto, debe señalarse que la competencia que la constitución confiere a
esta Sala -esencialemente en el Art. 174 Inc. 1º- comprende tres áreas:
A. La primera, es que la principal competencia de los tribunales constitucionales en el
derecho comparado y que justifica en la actualidad su misma existencia, es la que tiene por
finalidad realizar un control abstracto de la constitucionalidad de disposiciones
infraconstitucionales mediante un análisis o juicio de contraste sobre la compatibilidad
lógico-jurídica entre un proyecto de ley o disposición vigente y la Ley Suprema; área que
se bifurca en dos mecanismos: la controversia a que se refiere el Art. 138 Cn. -control a
priori-, que es la que se suscita entre los Organos Ejecutivo y Legislativo con ocasión de
procedimiento de formación de la ley; y el proceso de inconstitucionalidad -control a
posteriori-, que se desarrolla dinámicamente en forma de un proceso destinado a decidir
sobre la pretensión de inconstitucionalidad planteada por un ciudadano o ciertos órganos
del gobierno, para emitir consecuentemente un pronunciamiento de invalidación, de un
modo general y obligatorio, de las disposiciones infraconstitucionales que resulten
incompatibles con la Ley Suprema.
B. La que tiene por finalidad realizar un control concreto de la constitucionalidad de actos
de autoridad -área que más propiamente correspondería denominar protección
constitucional a los derechos fundamentales y principios constitucionales-, que tiene por
finalidad invalidad los efectos imperativos que sobre la esfera jurídica de una persona
proyectan las disposiciones jurídicas, o los actos de aplicación de cualquier naturaleza que
resulten lesivos a tal esfera jurídica, independientemente si son realizados por órganos o
entes pertenecientes a la estructura del Gobierno -actos de autoridad formales- o por
entidades o individuos particulares posicionados fácticamente en situación de superioridad
respecto del perjudicado - actos de autoridad materiales-.
C. La que comprende competencias complementarias, como las causas de suspensión y
pérdida de los derechos de ciudadano a que se refiere el Art. 182 Ord. 7º Cn., u otras que
por ley le pudieran ser conferidas a esta Sala.
2. El proceso de inconstitucionalidad, al encontrarse comprendido en el área de control
abstracto, no habilita a esta Sala para pronunciarse sobre los efectos jurídicos concretos que
las disposiciones impugnadas puedan producir y que eventualmente vulneraran los
derechos fundamentales o los principios constitucionales, si tales efectos jurídicos
concretos no son indefectiblemente deducibles de la disposición. Por ello, en el presente
caso, la admisión de la demanda no podría referirse al efecto jurídico lesivo que -falta de
una oportuna elección del Procurador titular; pues tal efecto no es indefectiblemente
deducible del contenido de la disposición impugnada, el cual sólo establecía, en esencia, un
plazo máximo de treinta días para que el Procurador adjunto pudiera asumir las funciones
del titular, pero en modo alguno habilitaba a que la Asamblea Legislativa incumpliera con
la obligación constitucional de realizar tal elección de manera oportuna.
Lo anterior no significa, como se ha señalado supra, que el incumplimiento de una
obligación constitucional por un órgano o ente público no sea objeto de control por esta
Sala, sino sólo que tal control debe realizarse por los cauces previstos por la ley, no por la
vía del proceso de inconstitucionalidad.
3. Sobre el segundo aspecto enunciado -el tipo de pronunciamiento que se realiza en los
procesos constitucionales en general, y en el de inconstitucionalidad en particular-,
aplicando el método inductivo para la interpretación de la Ley de Procedimientos
Constitucionales (LPrCn) y para la construcción dogmático-jurídica del Derecho Procesal
Constitucional, puede establecerse que, en el ordenamiento jurídico salvadoreño, los
procesos constitucionales persiguen en esencia un pronunciamiento estrictamente objetivo
sobre la legitimidad constitucional de las disposiciones infraconstitucionales y de los actos
de autoridad formales o materiales, no un pronunciamiento de condena por la
responsabilidad -penal, civil o administrativa- en que pudiera haber incurrido el funcionario
o empleado público infractor; lo cual trae como consecuencia que el objeto material y
esencial para la subsistencia de la pretensión constitucional en general es la subsistencia de
la disposición o acto que se impugna; y, por el contrario, al no subsistir tal objeto de
control, la pretensión carece de objeto material y debe sobreseerse en el proceso
constitucional por tal motivo.
La LPrCn hace referencia al sobreseimiento en el Art. 31, el cual prescribe: "El juicio de
amparo terminará por sobreseimiento en los casos siguientes: ... 5.- Por haber cesado los
efectos del acto". Sin embargo, aunque tal regulación se hace en el Título III de dicha ley que regula el proceso de amparo- esta Sala hace aplicación analógica de tal regulación a los
otros dos procesos de los cuales conoce; así, cuando el acto restrictivo de la libertad
personal -impugnado en el habeas corpus- cesa, se sobresee en dicho proceso por carecer de
objeto material la pretensión que se está conociendo, y cuando cesa la vigencia de la
disposición o cuerpo normativo impugnado en el proceso de inconstitucionalidad, se
sobresee en dicho proceso por la misma razón. Es decir, existe una relación directa entre las
subsistencia de la disposición o acto impugnado y la subsistencia de la pretensión que
origina, mantiene y concluye a este proceso, por lo que, al desaparecer tal disposición o
acto, carece de objeto la pretensión y ello conduce a sobreseer en el proceso constitucional.
4. El relacionado hecho, que opera como causa se sobreseimiento in persequendi litis, al ser
advertido in limine no provoca tal resolución, sino la improcedencia, por la misma razón de
que el proceso carece de objeto. En el presente caso, se advierte que el Decreto Legislativo
No. 265/98, cuya vigencia se extinguió el 30-IV-98, ya no subsiste, no sólo por haber
cesado su vigencia dado su carácter transitorio, sino también porque, en la fecha citada la
Asamblea Legislativa emitió el Decreto Legislativo No. 298, que volvió a reformar el Art.
15 LPDDH, prescribiendo que "El Procurador Adjunto para la Defensa de los Derechos
Humanos, deberá reunir los mismos requisitos que para el cargo de Procurador. Sustituirá a
éste en los casos de ausencia o impedimento, siempre que la sustitución opere dentro del
período para el que fue electo el Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos con
los requisitos que exige la Constitución"; tal decreto fue publicado en el Diario Oficial No.
92, Tomo 339, correspondiente al 21-V-98.
Consecuencia de lo dicho es que en el presente caso, al no tener ya vigencia la disposición
que se impugna por el actor, es procedente declarar improcedente la pretensión contenida
en la demanda, teniendo en cuenta además que los supuestos efectos lesivos a la
Constitución que se hayan derivado de la vigencia de tal disposición no pueden ser
controlados en este proceso. Por lo cual esta Sala resuelve:
Declárase improcedente la pretensión planteada por el ciudadano René Alfredo Portillo
Cuadra. Notifíquese la presente resolución y archívese el expediente de este proceso.--TENORIO---HERNANDEZ VALIENTE---MARIO SOLANO---E. ARGUMEDO---O.
BAÑOS---PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO
SUSCRIBEN---J ALBERT ORTIZ---RUBRICADAS.
II001298.98
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