1310 S.S. SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPEEMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las nueve horas del día treinta de abril de dos mil cuatro. Vistos en casación la sentencia definitiva pronunciada por la Cámara Tercera de lo Civil de la Primera Sección del Centro, a las ocho horas del tres de noviembre de mil novecientos noventa y nueve, decidiendo la apelación que se interpuso contra la sentencia pronunciada por el Juez Quinto de lo Civil de San Salvador, en el Juicio Civil Ordinario de Revocación de Donación, promovido por el licenciado MIGUEL ARTURO GIRÓN FLORES, como Apoderado General Judicial de la señora FRANCISCA CÓRTEZ DE HENRÍQUEZ, contra los señores MARIA EUGENIA HENRÍQUEZ CORTEZ DE BASAVILBASO y MIGUEL ANGEL BASAVILBASO GARCÍA, representados judicialmente por el Licenciado WALTER ANTONIO RIVAS FERNANDEZ en calidad de apoderado. Han intervenido como partes en Primera, Segunda Instancia y Casación, el licenciado Miguel Arturo Girón Flores, en su calidad de Apoderado General Judicial de la señora FRANCISCA CORTEZ DE HENRÍOUEZ, y el licenciado Walter Antonio Rivas Fernández, como apoderado General Judicial de los señores MARIA EUGENIA HENRÍOUEZ CORTEZ DE BASAVILBASO y MIGUEL ANGEL BASAVILBASO GARCÍA. VISTOS LOS AUTOS; Y, CONSIDERANDO: I.- El fallo de Primera Instancia, dice: """"""POR TANTO: Por las razones expuestas en los considerandos anteriores y artículos 427, 428, 429, 431, 432, 439 Pr C. y 317,318,238,337 y 240 Pr C. y 1299,975,969,970,971,1303, 1287 C. C. a nombre de la República de El Salvador, FALLO: Declárase sin lugar la revocatoria de la donación irrevocable otorgada por la señora FRANCISCA CORTEZ DE HENRIOUEZ a favor de los señores MARIA EUGENIA HENRIQUEZ CORTEZ DE BASAVILBASO y MIGUEL ANGEL BASAVILBASO GARCIA, ante los oficios del Notario José Mario Denis Molina, por no haberse probado los extremos de su demanda, tal como se ha expuesto en el considerando jurídico de esta sentencia. No hay condena en costas por ser parientes. Notifíquese.""""" II.- El fallo de segunda instancia, dice: ""''''''POR TANTO: de acuerdo a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts. 1299 C.; Y 237, 319, 417,421,428,431, 1089 Y 1299 Pr. C., a nombre de la República, DIJERON: 1°) REVOCASE la sentencia de que se ha hecho mérito, pronunciada por el señor juez Quinto de lo Civil de esta ciudad, a las ocho horas y veinte minutos del catorce de julio retropróximo, por no encontrarse arreglada a Derecho, habida cuenta las razones subrayadas en el considerando respectivo; 2°) Consecuentemente, revócase la Escritura Pública de Donación otorgada en esta ciudad, a las once horas y cinco minutos del siete de diciembre de mil novecientos noventa y seis, en los oficios del notario José Mario Denis Molina, por doña Francisca Cortez de Henríquez, a favor de los señores María Eugenia Henríquez Cortez de Basavilbaso y Miguel Angel Basavilbaso García, ordenándose la cancelación de la inscripción número TREINTA Y OCHO del Libro CUATRO MIL SEISCIENTOS SESENTA Y UNO del Registro de la Propiedad Raíz de este Departamento; y, 3°) No hay costas.-----Vuelvan los autos al Juzgado de su origen, con certificación de esta sentencia, para los fines de rigor. HÁGASE SABER.-""'''''''' III.- No conforme con el Fallo, el licenciado Walter Antonio Rivas Fernández, interpuso recurso de Casación el que se fundamentó en los siguientes términos: """"VIOLACION DE LEY----1.1. EL DEMANDADO SEÑOR MIGUEL BASAVILBASO GARCIA NO ES INDIGNO DE SUCEDER A LA ACTORA CONFORME AL No. 3 DEL ART. 969 C. C -----El fundamento del recurso de casación que se interpone en relación a este punto se localiza en nuestro ordenamiento jurídico así:-----a) Causa genérica: Infracción de Ley. Art. 2 literal a) de la Ley de Casación;----b) Motivo Específico: Violación de Ley Art. 3 No. 1 de la Ley de Casación; ----c) Precepto infringido: Art. 962 de nuestro Código Civil.---a) La sentencia recurrida ha ignorado y dejado de aplicar el precepto contenido en el Art. 962 del Código Civil, el cual dispone: "Será capaz y digna de suceder toda persona a quien la ley no haya declarado incapaz o indigna".-----Tanto los hechos que producen incapacidad como los que producen indignidad están expresamente señalados, por la ley; de manera que no es posible atribuir incapacidad o indignidad por situaciones parecidas, y que por interpretación analógica lleguemos a aquella conclusión. El Maestro y Doctor Roberto Romero Carrillo, en su Obra Nociones de Derecho Hereditario (2ª Edición, 1988), al respecto cita lo siguiente: "Todos los hechos que producen indignidad, al igual que las que producen incapacidad, están expresamente señalados por la ley, y, como acontece en aquellos, tampoco cabe equiparar a estos, por interpretaciones analógicas, situaciones parecidas, porque las indignidades son sanciones civiles, y estos son excepcionales, de derecho estricto".--- Conforme a lo anterior, para que una persona sea considerada como indigna de suceder, debe encajar en uno de los supuestos jurídicos que el Legislador Salvadoreño ha señalado en nuestro Código Civil como generador de aquel estado, tales supuestos o indignidades están establecidas a partir del Art. 969 C. C.--- En el caso de autos, la (sic) actor ha fundamentado su pretensión en la indignidad señalada en el No. 3 del citado Art. 969.--- Para que el demandado señor MIGUEL ANGEL BASAVILBASO GARCIA, pudiera ser considerado indigno de suceder a la actora en base al supuesto a que alude la disposición legal antes referida, éste tendría que ser, o cónyuge o consanguíneo de aquella; sin embargo no se ha establecido en autos ni puede establecerse que el demandado antes mencionado se encuentra situado en relación de matrimonio con la actora ni tampoco en algún grado de consanguinidad hasta el cuarto grado inclusive de la misma; conclusión lógica y legal a la que se llega del hecho de que el referido señor BASAVILBASO GARCIA, es yerno de la demandante, en virtud de ser cónyuge de la hija de ésta, señora MARIA EUGENIA HENRIQUEZ CORTEZ.--- Es evidente y claro entonces que el referido supuesto del No. 3 del Art. 969 C. C. no le es aplicable al demandado ni en forma directa ni a vía de interpretación analógica para que sea considerado como indigno de suceder a la actora, y por conclusión no puede atribuírsele causa de ingratitud suficiente para acceder a la revocación de la donación que la actora le hizo al demandado.---El Tribunal de Segunda Instancia, debió aplicar en este caso lo dispuesto en el Art. 969 C. C., para absolver al demandado señor MIGUEL ANGEL BASIVILBASO (sic) GARCIA, pues no siendo indigno de suceder a la actora en base a la causal por ella invocada, a tenor de la anterior disposición dicho demandado es digno de sucederle y como consecuencia, de recibir la donación respectiva; por ello la pretensión de revocación de la donación en cuestión es infundada. Al haber declarado ingrato al demandado en mención en base a un supuesto jurídico que no le era aplicable, lo fue en contravención a la Ley, puesto que el referido Art. 962 C. C. era de aplicación ineludible al presente caso; pero el Tribunal de segunda instancia pronunció la sentencia sin aplicar la norma que debió aplicarse, e hizo una falsa elección del Art. 969 No. 3 C. C., para acceder a las pretensiones de la parte actora, encajando su actuación en la violación de ley consagrada en el Art. 3 No. 1 de la Ley de Casación.----1.2 FALTA DE PRUEBA RESPECTO A LA INDIGENCIA ALEGADA POR LA PARTE ACTORA y FALTA DE PRUEBA RESPECTO A LA INGRATITUD ATRIBUIDA A LA DEMANDADA.----Base y fundamento del Recurso de Casación que se interpone, en relación a este punto, se localiza en nuestro ordenamiento jurídico, así:----a) Causa genérica: Infracción de Ley. Art. 2 literal a) de la Ley de Casación;----b) Motivo Específico: Violación de Ley Art. 3 No. 1 de la Ley de Casación;--c) Precepto infringido: Art. 962 de nuestro Código Civil.---b) También ha ignorado y dejado de aplicar la Sentencia recurrida, el precepto contenido en el Art. 962 C. C. en lo que concierne a la ingratitud que se le atribuye en la demanda a la demandada Señora María Eugenia Henríquez Cortez de Basavilbaso ----La actora sustenta como base de su pretensión lo dispuesto en el Art. 1299 C. C., en relación con el supuesto jurídico a que alude el No. 3 del Art. 969 C. C., para alegar la ingratitud que dice ha habido en su contra por parte de la citada demandada.---El Segundo de los Artículos en mención dispone: "Son indignos de suceder al difunto como herederos o legatarios: "3°. El cónyuge o consanguíneo dentro del cuarto grado inclusive, que en el estado de enajenación mental o de indigencia de la persona de cuya Sucesión se trata, no la socorrió pudiendo".--- Del simple análisis de dicha disposición y del texto de la demanda, tenemos que para que la indignidad antes referida (traducida como ingratitud para el caso de la donación entre vivos, Art. 1299 C.) pueda operar en el caso de autos deben establecerse en forma fehaciente, plena: a) Que la demandada (donataria) se encuentra en uno de los grados de consanguinidad requerida por la ley con la demandante (donante); b) Que la actora se haya encontrado o se encuentre, en estado de indigencia; y c) Que la demandada pudiendo haber socorrido a la actora en aquel estado, no lo hizo.--- Estos tres elementos que engloban el supuesto jurídico antes relacionado deben ser probados plenamente por la actora, de lo contrario, conforme lo dispone el Art. 237 Pr C., deberá absolverse al demandado, y aplicarse a su vez la Dignidad para suceder establecida en el Art. 962 C. C.--- De los tres elementos en cuestión, la actora únicamente ha probada el primero, es decir, que la demandada señora María Eugenia Henríquez Cortez de Basavilbaso, por ser su hija, se sitúa en el primer grado de consanguinidad. Sin embargo no ha probado los otros dos elementos, sin los cuales la demandada no puede ser considerada como indigna de suceder y por ende ingrata para recibir la donación respectiva.--- En efecto, el dicho de los cuatro testigos presentados por la actora, no hacen fe por cuanto son testigos de oídas, Art. 318 Pr C.--Tampoco se logró probar aquellos extremos mediante la absolución de posiciones hecha por la demandada antes referida, pues en su mayoría, las respuestas a las preguntas del cuestionario respectivo fueron dadas por dicha demandada en sentido negativo, es decir, ésta negó los hechos que la actora le atribuye en la demanda; siendo el único hecho confesado, el cambio de ,la chapa de la puerta de la casa en litigio. Sin embargo éste simple hecho por sí solo no puede ser considerado como constitutivo de la supuesta indigencia alegada por la actora.--- En último lugar, tampoco constituye prueba de la supuesta indigencia de la actora y la supuesta ingratitud de la demandada, las inspecciones practicadas por el Juez de Primera Instancia tanto en el inmueble en litigio como en el inmueble donde actualmente vive la primera. Lo único que se ha establecido con dichas pruebas es que efectivamente la actora en la actualidad no reside en la casa donada a su hija y a su yerno (demandados), sino en otra, !a cual según lo afirma la actora en su demanda, es propiedad de sus otros hijos.--- No es cierto entonces lo afirmado por el Tribunal de Segunda' Instancia que con las pruebas antes referidas se probó los extremos de la demanda.---El Legislador salvadoreño requiere a efecto de resolver el litigio la prueba plena y perfecta, a tenor de lo dispuesto en los Arts. 236 y 422 Pr C., y no habiéndola en el caso de autos, conforme lo dispone el Art. 237 del mismo cuerpo legal, el demandado debe ser absuelto.--- Al no estar probado en autos ni la indigencia alegada por la actora ni los supuestos actos ingratos, es decir la omisión dolosa de la demandada de socorrer a aquella de aquel supuesto estado de indigencia pudiendo hacerlo, el Tribunal de Segunda Instancia debió haber resuelto la cuestión debatida, haciendo uso y aplicación de la norma consagrada en el Art. 962 C. C.; ya que al no probarse la supuesta indignidad a que alude el No. 3 del citado Art. 969 C.C., conforme a aquella disposición la demandada es "Digna de suceder a la actora" y por consiguiente "no puede considerársele ingrata de recibir la donación que del inmueble en litigio le hizo la actora".---Al resolver el Tribunal de Segunda Instancia declarando ingrata a la demandada tomando como base el supuesto jurídico señalado en el No. 3 del Art. 969 C. C.- Sin tener prueba alguna de dicho supuesto, ha incurrido en una franca violación de Ley, la cual según el Art. 3 No. 1 de la Ley de 'Casación se produce cuando se deja de aplicar la norma que debía aplicarse, haciéndose una falsa elección de otra.---1.3. ERROR DE DERECHO EN LA APRECIACION DE LA PRUEBA TESTIMONIAL.------- La sustentación de este punto, en el orden jurídico salvadoreño se localiza así:---- a) Causa Genérica: Infracción de Ley, Art. 2 Literal a) de la Ley de Casación; B) Motivo Específico: Error de Derecho en la apreciación de la prueba, Art. 3 numeral 8) de la Ley de Casación;-----c) Precepto infringido: Art. 318 Pr C.--- La parte actora, en primera instancia presentó cuatro testigos con los que pretendía comprobar los extremos de la demanda. El Juez de Primera Instancia desechó sus deposiciones, pero la Sentencia de Segunda Instancia les dio plena validez, y al hacerla incurrió en un error de derecho infringiendo el Art. 318 del Código de Procedimientos Civiles, que preceptúo que el testigo de oídas no hace fe.--- El primero de los testigos, señora MARIA CELIA SOLIS, manifiesta en una parte de su declaración "que le consta que la señora FRANCISCA CORTEZ DE HENRIQUEZ, dejó de vivir en dicha casa por malos tratos, porque le cambiaron chapa a la puerta y porque también la amenazaban con quitarle el agua y la luz si no compraban una garrafa de aceite y una bolsa de leche"; pero posteriormente al ser repreguntada por el Licenciado WALTER ANTONIO RIVAS FERNANDEZ, en el sentido de que diga la testigo como le consta que la señora CORTEZ DE HENRIQUEZ, por los motivos expresados dejó de vivir en la casa en comento, dicha testigo contestó: "que porque ella le contó (es decir la señora CORTEZ DE HENRIQUEZ). Tal contestación pone en evidencia que la testigo declara sobre hechos que le constan únicamente de oídas y no siendo hechos que se sitúen en cualquiera de las dos excepciones que expresa el Art. 318 Pr C., su dicho no hace fe. Lo anterior aparte de que no es concluyente respecto a los hechos de que alega, pues no específica los supuestos problemas que dice existían entre actora y demandados y que supuestamente indujeron a que la actora dejara la casa objeto del litigio.-- El segundo testigo, señora REINA ISAEL (SIC) RIVAS ALVARADO DE FUNES, manifiesta en una parte de su declaración que la señora FRANCISCA CORTEZ DE HENRIQUEZ, dejó de vivir en la casa en litigio en mayo de mil novecientos noventa y siete, y que ello se debió por malos tratos por parte de su hija y su esposo, hasta llegar al grado de cambiar la chapa de la puerta y dejarla esperar hasta que ellos llegaran cuando éstos salían, ya que no tenía llave de la chapa cambiada"; pero luego al ser repreguntada por el licenciado WALTER ANTONIO RIVAS FERNANDEZ, respecto a que dijera como le consta que la actora dejó de vivir en la casa en mención en mayo de mil novecientos noventa y siete, contestó: "que porque siempre está en comunicación con ella y porque ella se le contó" (refiriéndose a la actora). También este testigo depone de oídas; no puede hacer fe su declaración pues los hechos debieron constarle de vistas y oídas. De igual manera no es concluyente en lo que declara, pues no es específica en los supuestos malos tratos.---El tercer testigo, señor HUGO ATILIO VILLALTA RUIZ, manifestó que el se dio cuenta que la actora dejó de vivir en la casa en litigio, en mayo de mil novecientos noventa y siete; y que la razón fue porque tuvo problemas con su hija MARIA EUGENIA y su esposo y porque no podía entrar en su casa porque le habían cambiado la chapa a la puerta; pero luego al ser repreguntado por el licenciado RIVAS FERNANDEZ, respecto a como le consta lo antes dicho contestó "que porque llegaba a visitarla a la casa en la dirección primeramente mencionada, (casa en litigio) y la ha visitado en la oficina en donde vive actualmente", Tal declaración, no es digna de ser tenida en cuenta como fehaciente, pues deja entrever que los hechos le constan de oídas, pues dice que conoce tales hechos por visitar a la actora; no dice porque haya presenciado tales hechos; por consiguiente su dicho no hace fe. Tampoco es específico en cuanto a los supuestos problemas entre la actora y demandados, para que sean tomados en cuenta como productivos del supuesto desalojo al que hace referencia la actora en su demanda.--- El cuarto y último testigo, señor SALVADOR DEL CARMEN SOLIS, manifiesta en una parte de su deposición, que la señora CORTEZ DE HENRIQUEZ, dejó de vivir en la casa ubicada en la Sexta Décima Calle Poniente, pasaje Henríquez número cuarenta y uno, Colonia Flor Blanca,' de esta ciudad (a la que se le ha denominado en varias ocasiones como casa en litigio), en mayo de mil novecientos noventa y siete, porque tenía problemas con la hija y el yerno, ya que ellos cambiaron las chapas de las puertas para que ellos no pudieran entrar. Pero luego al ser repreguntado por el licenciado RIVAS; HERNANDEZ, respecto a como le consta lo anterior, el testigo manifestó "que le consta porque ella llegó a su casa llorando con su esposo, contándole lo que había pasado". También este testigo es de oídas, no le consta ninguno de los hechos por haberlos presenciado, todos le fueron contados por la actora; por lo que es evidente que su dicho no hace fe.--- El Tribunal de Segunda Instancia cometió pues, un error de derecho al darle pleno valor probatorio a las declaraciones de los testigos presentados por la actora, ignorando lo dispuesto en el Art. 318 Pr C., observancia que no está sujeta al criterio de los juzgadores, sino que debe acatarse plenamente.--- No habiendo pues probado la actora los hechos planteados en su demanda como lo son el supuesto despojo, la indigencia, y la no aportación de ayuda de parte de los demandados, es fácil concluir que los demandados deben ser absueltos, pues no se aportó otra prueba al respecto; por consiguiente la sentencia impugnada no está apegada a derecho, por lo que procede que la sentencia sea casada y se pronuncie en su lugar la que en derecho Corresponde.-------1.4. ERROR DE DERECHO EN LA APRECIACION DE LA PRUEBA POR CONFESION La sustentación de este punto, en el orden jurídico salvadoreño se localiza así:----a) Causa Genérica: Infracción de Ley, Art. 2 literal a) de la Ley de Casación;-----b) Motivo Específico: Error de Derecho en la apreciación de la prueba, Art. 3 numeral 8) de la Ley de Casación;----c) Precepto infringido:--- Mediante la absolución de posiciones contestadas por los demandados, lo único que se probó es que éstos cambiaron la chapa de la puerta de entrada a la casa y que no le proporcionaron de la llave respectiva a la actora; con ello podría presumirse una ingratitud por parte de aquellos; pero no constituiría la ingratitud que la Ley sanciona como indignidad para heredar a la donante conforme lo prescribe el supuesto señalado por la actora, es decir el No. 3 del Art. 969 C. C. ni ningún otro supuesto señalado en otros artículos de nuestro Código Civil.--- El Tribunal de Segunda Instancia se apartó de dicho supuesto jurídico y se enfocó únicamente en el simple hecho del cambio de la chapa a la puerta de entrada de la casa en litigio, y con ello accedió a las pretensiones de la actora.--- El Tribunal en referencia se olvidó que el supuesto jurídico en comento requiere la prueba del estado de indigencia de la actora y los actos ingratos de los llamados a suceder a la indigente durante aquel estado, traducidos en que pudiendo haber socorrido a la indigente no lo hicieron; situaciones ambas que no se establecieron con la confesión y por consiguiente, no puede considerarse como prueba de la pretensión.--- Por lo antes expuestos a VOS con todo respeto PIDO:--- Se tenga por interpuesto el recurso de casación que presento, se le de el trámite legal correspondiente, se remita el escrito de interposición, copias y autos a la Honorable Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia y una vez se admita el recurso, pasemos las partes a efectuar nuestros alegatos y finalmente se case la sentencia y se pronuncie la que fuese legal.'''''''' IV.- SÍNTESIS DEL CASO.- En Primera Instancia el licenciado Miguel Arturo Girón Flores, apoderado general judicial de la señora Francisca Cortez de Henríquez, promovió juicio Ordinario de Revocación de Donación por Ingratitud; contra los señores María Eugenia Henríquez Cortez de Basavilbaso y , Miguel Angel Basavilbaso García, por el hecho de que esta había donado tres inmuebles a los demandados y habiéndose reservado para si el derecho de habitación, derecho que no fue respetado, pues una vez recibidos los inmuebles por los donatarios procedieron a desalojar a la ocupante, que no era otra que la donante, habiendo impedido la entrada de la misma al cambiar las chapas del inmueble, razón por la cual tuvo que irse a vivir con otro hijo. El fallo de Primera Instancia fué declarando sin lugar la revocatoria de la donación otorgada por la señora FRANCISCA CORTEZ DE HENRIQUEZ, a favor de los señores MARIA EUGENIA HENRIQUEZ CORTEZ DE BASAVILBASO y MIGUEL ANGEL BASAVILBASO GARCIA, por no haberse probado los extremos de la demanda. En Segunda Instancia la Cámara revocó la sentencia porque consideró que la parte actora había probado los extremos de su demanda, con la prueba presentada, y que por el contrario la parte reo no probó ninguna excepción que extinguiera el derecho de la actora a ejercer su acción principal poniendo fin al litigio, razón por la cual revocó la sentencia de primera instancia, ordenando a su vez revocar la escritura de donación otorgada a favor de los señores María Eugenia Henríquez Cortez de Basavilbaso y Miguel Angel Basavilbaso García. V.- El recurso se admitió por la causa genérica de Infracción de la Ley, y por los motivos específicos: a) Violación de Ley, siendo el precepto infringido el artículo 962 del Código Civil; y b) Error de Derecho en la Apreciación de la prueba, siendo los preceptos infringidos el Art. 318 del Código de Procedimientos Civiles y Art. 969 No. 3 del Código Civil. VI.- Primer Motivo del Recurso: Violación de Ley, siendo el precepto infringido el Art. 962 del Código Civil. El recurrente manifestó que la sentencia impugnada ha ignorado y dejado de aplicar el precepto contenido en el Art. 962 del C. C.- Al no estar probado en autos ni la indigencia, ni los supuestos actos de ingratitud; es decir la omisión dolosa de la demandada de socorrer a aquella de aquel supuesto estado de indigencia pudiendo hacerla; el tribunal de Segunda Instancia debió de haber resuelto la cuestión debatida, haciendo uso y aplicación de las normas consagradas en el Art. 962 C. C., ya que al no probarse la indignidad, la demandada es digna de suceder a la actora, y por consiguiente no puede considerarse impedida por ingratitud, de recibir la donación que del inmueble en litigio le hizo la parte actora, por lo que la Cámara de Segunda Instancia, declarando ingrata a la demandada ha tomando como base el supuesto jurídico señalado en el N° 3 del Art. 969 C. C.- Sin tener prueba alguna de dicho supuesto incurriendo en una franca Violación de Ley. La Cámara sentenciadora según se observa, ni directa ni indirectamente ha hecho uso del Art. 962 del C. C., el cual a la letra dice: "Será digna y capaz de suceder toda persona a quien la ley no haya declarado incapaz o indigna" por lo que habrá que analizar si dicho artículo debió o no ser aplicado. Es mas, la Cámara a manera de conclusión dijo lo siguiente: """De lo expuesto es indubitable inferir que la hija de la donante y el esposo de ésta, con los hechos acreditados y relacionados en la controversia, desde una óptica legal y ética, no solo han sido ingratos sino indignos respecto del beneficio que les concediera doña Francisca Cortez de Henríquez, al haberles donado el inmueble objeto de la disputa. En suma, pues, se advierte una violación por parte de los repetidos donatarios, del deber de reconocimiento hacia la persona que gratuitamente les había gratificado.""" Esta Sala considera que respecto a este motivo de casación el impetrante no ha esgrimido suficientes argumentos para resaltar la no aplicación del Art. 962 C. C., mas bien lo que ha hecho es referirse a cuestiones probatorias, las cuales debieron de haber sido atacadas por el motivo de error de Hecho o de Derecho en la Apreciación de las pruebas por lo que, no siendo congruente el motivo o causa alegada con lo expuesto en los argumentos, el recurso por este motivo debió de declararse inadmisible desde un principio, por lo que la Sala de acuerdo al Art. 16 de la Ley de Casación, lo considera inadmisible y así deberá declararse. Segundo Motivo del Recurso: Error de Derecho en la Apreciación de la Prueba Testimonial, siendo el precepto infringido el Art. 318 Pr. C. El recurrente manifestó al respecto en síntesis lo siguiente: ""Que la parte actora en primera Instancia presentó cuatro testigos con los que pretendía comprobar los extremos de la demanda. El Juez de Primera Instancia desechó sus deposiciones, pero la Sentencia de Segunda Instancia les dió plena validez, y al hacerla, incurrió en un error de derecho, infringiendo el Art. 318 del Código de Procedimientos Civiles, que preceptúa que el testigo de oídas no hace fe."" Se hace la aclaración que el recurrente basa lo principal de su alegación en que a ciertas repreguntas que hizo el representante de la parte demandada, los testigos dijeron en sus respectivas respuestas: Que tal hecho aislado "les constaba de oídas." Por su parte la Cámara a fs. 23 de su sentencia bajo el título prueba testifical, en el literal "a)" refiriéndose a las pruebas presentadas, dijo: """a)'"""" Consistente en la declaración de Salvadora del Carmen Solís, conocida por Carmen Solís, María Celia Solís, conocida por Celia Solís, Reyna Isabel Rivas de Funes y Hugo Atilio Villalta Ruíz, representados por la parte actora. (Fs. 31 a 37 de la p.p.); y luego concluye lo siguiente: """b) Pues bien de la declaración de los testigos presentados por la referida parte actora, Reyna Isabel Rivas Alvarado de Funes, Hugo Atilio Villalta Ruíz y Salvadora del Carmen Solís, estos fueron contestes y unánimes en acentuar que doña Francisca Cortez de Henríquez, -donante-, no reside en la casa que precisamente le donó a su hija María Eugenia Henríquez Cortéz, y a su yerno Miguel Angel Basavilbaso García, inmueble del cual se reservó el derecho de habitación de por vida, sino que vive en la casa de otros hijos, en una pieza de dicha casa. Asimismo consta de las deposiciones, que los citados donatarios cambiaron la chapa de la puerta de la casa donada, sin avisarle a la donante y sin proporcionarle la llave respectiva; que la señora Cortéz de Henríquez en unión de su esposo, tenían que esperar por largo tiempo que regresaran los donatarios a fin de poder ingresar a la casa en que ella tenía el derecho de habitación de por vida""; por lo que de todo lo expuesto la Cámara llegó a una conclusión final y dijo: ""Considerando que la parte actora ha probado los extremos de su demanda, Art. 237 Pr. C., y que la reo no comprobó ninguna excepción que extinguiera el derecho del actor o enervase su acción principal poniéndole fin al litigio, se impone acceder a la pretensión contenida en la demanda. Respecto al pretendido error de Derecho en la apreciación de la prueba testimonial, cuyo precepto infringido es el Art. 318 Pr C. Después de haber analizado la prueba testimonial presentada por la parte actora, la Sala llega a las siguientes conclusiones: Que las deposiciones de los cuatro testigos en su conjunto son debidamente armónicas e ilustran y convencen satisfactoriamente a esta Sala sobre la comprobación de los hechos alegados; ahora bien, efectivamente se hizo repreguntas a cada uno de ellos por parte del abogado de los demandados, y el hecho de que mas de alguno de ellos haya fallado en alguna repregunta, no le resta valor y mérito a sus deposiciones; es mas, la valoración de la prueba corresponde a los tribunales de Instancia y el recurso solo procederá cuando se le haya dado valor en forma abusiva y absurda lo que no ha ocurrido en el presente caso y a mayor abundamiento, la parte actora ha presentado 4 testigos, por lo que en el supuesto de haber fallado dos de ellos -que no ha sucedido- la plena prueba se formaría con los otros dos restantes; por todas las razones anteriores esta Sala considera que la Cámara no ha cometido el error que se le atribuye por lo que en su oportunidad, deberá declararse que no ha lugar a casar la sentencia recurrida. Finalmente, y en cuanto al error de derecho en la apreciación de la prueba el impetrante mencionó en una especie de relación, el Art. 969 No. 3 del C. C., el cual a la letra dice: "Art. 969.- Son indignos de suceder al difunto como herederos o legatarios: 3°. "El cónyuge o consanguíneo dentro del cuarto grado inclusive, que en el estado de enajenación mental o de indigencia de la persona de cuya sucesión se trata, no la socorrió pudiendo", y siendo que de cuya transcripción no aparece' que dicho artículo sea una norma valorativa de prueba, el recurso debe declarase inadmisible. POR TANTO: De conformidad a las disposiciones legales citadas y Arts. 428, 429 Pr C. y 23 de la Ley de Casación, la Sala a nombre de la República Falla: a) Declárase inadmisible el recurso de casación interpuesto por el motivo de violación de ley, siendo el artículo infringido el 962 del C. C.; b) Declárase que no ha lugar a casar la sentencia por error de derecho en la apreciación de la prueba, siendo el precepto infringido el Art. 318 del Pr C.; c) Declárase inadmisible el recurso por error de derecho en la apreciación de la prueba, siendo el precepto infringido el Art. 969 numeral 3 del Código Civil; y, d) Condénase en los daños y perjuicios a los señores MARIA EUGENIA HENRIQUEZ CORTEZ DE BASAVILBASO Y MIGUEL ANGEL BASAVILBASO GARCÍA, y en las costas del recurso al abogadó WALTER ANTONIO RIVAS FERNÁNDEZ, como firmante del recurso. Vuelvan los autos al Tribunal de origen, con certificación de esta sentencia para los efectos de ley. NOTIFÍQUESE.PERLA J.----------------GUZMAN U. D. C.-------------------BERTA DEL ROSARIO DIAZ--------------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN-----------------RUBRICADAS------------ILEGIBLE.