1 _________________________________________________________________________ Diagnóstico y Terapéutica (DyT) por Imágenes Hemorragias traumáticas del endocráneo Gastón Pérez Zenatti Ayudante Diplomado de la Cátedra de Diagnóstico y Terapéutica por Imágenes Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de La Plata _________________________________________________________________________ INTRODUCCION Las lesiones traumáticas del endocráneo son la principal causa de discapacidad y muerte en niños y adultos jóvenes. Alcanzan una incidencia máxima entre los 15 y 24 años, y son dos a tres veces más frecuentes en varones. El método más eficaz para la evaluación de los traumatismos craneoencefálicos es la Tomografía Computada Helicoidal o Multislice (TC), debido a que necesita muy escaso tiempo para su realización y tiene alta sensibilidad y especificidad para detectar las hemorragias agudas y las fracturas craneales y faciales que pueden presentarse en estos casos, para lo cual es imprescindible el examen de la región evaluada con ventanas encefálica y ósea. El contraste iodado intravenoso (I.V.) no aporta ninguna información en estos casos. En los casos en que se presentan contraindicaciones (como el embarazo) o ante la necesidad de una evaluación detallada de lesiones no detectadas con TC, como la injuria axonal difusa, la isquemia o la presencia de lesiones de los grandes senos venosos, el método alternativo es la Resonancia Magnética (RM). DISCUSION Las radiografías de cráneo no tienen indicaciones en la evaluación de los pacientes con traumatismos importantes. La RM tiene una mayor sensibilidad que la TC para distinguir las diferentes fases de la hemorragia, especialmente de la subaguda, crónica y para detectar las lesiones axonales difusas. Con respecto a la hemorragia hiperaguda, su sensibilidad no supera a la de la TC, ya que en este período (primeras 24 horas), la sangre suele ser casi isointensa con el encéfalo en T1 y T2). Sus principales dificultades son el mayor tiempo para obtener las imágenes (minutos en RM y segundos en TC), la necesidad de utilizar oxímetros de pulso para monitorizar a estos pacientes, y la menor disponibilidad de este equipamiento. Por otra parte, puede ser más difícultosa la detección de fracturas óseas. Por lo expuesto anteriormente, en la actualidad, la TC sigue siendo el método de elección para el examen de un paciente con traumatismo craneoencefálico. www.dytlaplata.org | Facultad de Ciencias Médicas, UNLP | Calle 60 y 120, 4to. piso, ala izquierda, La Plata, Buenos Aires, Argentina 2 Clasificación de lesiones traumáticas Las lesiones traumáticas pueden clasificarse en dos categorías principales, las lesiones primarias y las secundarias. Las lesiones primarias son el daño cerebral inmediato provocado por el impacto. Dentro de este grupo encontramos: - lesiones intraaxiales, las que se localizan desde la piamadre hacia adentro del endocráneo, involucrando al encéfalo Entre las lesiones intraaxiales se encuentran las contusiones corticales, las hemorragias parenquimatosas superficiales o profundas (cerebrales, troncales o cerebelosas) y la injuria o lesión axonal difusa. - lesiones extraaxiales, las que se encuentran desde la piamadre hacia el cráneo, involucrando a las otras capas de las menínges (aracnoides y duramadre) y las intraventriculares Las lesiones extraaxiales incluyen a los hematomas epidurales o extradurales, a los subdurales, a la hemorragia subaracnoidea (HSA) y a las hemorragias intraventriculares. Las lesiones secundarias corresponden a todas las complicaciones derivadas de la evolución fisiopatológica del traumatismo recibido en el cráneo, como la presencia de edema vasogénico, de herniaciones del encéfalo a través de los orificios formados por la duramadre en el endocráneo, la consecuente compresión vascular con trombosis, isquemia e infarto, entre las más frecuentes. DIAGNOSTICO POR IMAGENES Lesiones intraaxiales La contusión es la lesión más frecuente derivada del traumatismo y se caracteriza por hemorragias petequiales en la corteza (debido a la vascularización de la sustancia gris). Inicialmente puede ser dificultosa la detección de una contusión por TC debido a que las anomalías corticales/subcorticales son relativamente pequeñas y su densidad es muy similar a la del encéfalo adyacente. Las lesiones se vuelven más llamativas con el paso de los días, a medida que se van retrayendo los pequeños coágulos, aumentando su densidad (supera las 30 ó 40 unidades Hounsfield o UH), la cual contrastará con la baja densidad periférica correspondiente al edema vasogénico (menor de 20 UH). Comprenden lesiones producidas en el lugar del impacto (por golpe), donde pueden existir fracturas del cráneo y hasta esquirlas óseas asociadas, y lesiones distantes (por contragolpe). Las localizaciones más frecuentes son el sector lateral de los lóbulos temporales (43%) y la convexidad del lóbulo frontal (31%). Generalmente son bilaterales y múltiples. Los hematomas parenquimatosos superficiales o profundos suelen estar relacionados a traumatismos de mayor gravedad, donde inmediatamente ocurre la rotura de elementos vasculares encefálicos que provocan hemorragias confinadas al encéfalo. Estas pueden localizarse en distintos sitios y presentar diversos tamaños, con una alta densidad que supera a las 50 UH. Ocupan un espacio dentro del cráneo inextensible en el cual, hasta el momento del traumatismo, solo existía encéfalo normal. www.dytlaplata.org | Facultad de Ciencias Médicas, UNLP | Calle 60 y 120, 4to. piso, ala izquierda, La Plata, Buenos Aires, Argentina 3 Como consecuencia provocan efecto de masa, con compresión y desplazamiento de las estructuras vecinas, lo que puede poner en severo riesgo la vida del paciente si no se instaura un tratamiento quirúrgico inmediato. El halo de edema perihemorrágico generalmente ocurre a partir de las 24 horas. La injuria o lesión axonal difusa (LAD) es la responsable del coma en pacientes traumatizados y el pronóstico es desfavorable en la mayoría de los casos. Se produce por el movimiento de aceleración y desaceleración que provoca la sección de axones. Las regiones más afectadas son la unión entre las sustancias gris y blanca, el cuerpo calloso, el tronco encefálico, los pedúnculos cerebelosos superiores y la cápsula interna. La RM es el método de elección ante la sospecha de este tipo de lesiones ya que la TC tiene una baja sensibilidad y especificidad para detectarlas, por lo cual suelen no ser diagnósticadas con esta modalidad diagnóstica. La RM las visualiza como áreas ovoideas o elípticas con intensidad elevada en las secuencias con un tiempo de relajación largo (TR) como los son el T2, la densidad protónica (DP) y el FLAIR. Pueden o no asociarse a hemorragias. Lesiones extraaxiales El hematoma epidural o extradural es característicamente biconvexo o en forma de lente. Esta morfología y su borde neto están determinados por la duramadre, firmemente adherida a la tabla interna del cráneo. La fractura del hueso adyacente es habitual (lóbulo temporal 90%). Las localizaciones más frecuentes son el lóbulo temporal seguida por el parietal, el frontal y el occipital. La lesión de la arteria meníngea media es la responsable de la mayoría de los hematomas epidurales. En la TC se observa una masa extraaxial de gran densidad (más de 50 UH) o de atenuación heterogénea pero predominantemente elevada. El hematoma subdural corresponde a una hemorragia localizada en el espacio potencial que existe entre la aracnoides y la duramadre por fuerzas que causan el desgarro de las venas puentes. El grado de efecto de masa a menudo es desproporcionado en relación con el tamaño del hematoma. En la TC los hematomas subdurales agudos constituyen masas extraaxiales cóncavas de bordes netos (en forma de medialuna) y gran densidad (mayor de 50 UH). La hemorragia Subaracnoidea (HSA) está causada por la lesión de los vasos sanguíneos de la piamadre o de la aracnoides. A menudo se asocia a otros hematomas intracraneanos de los ya descriptos. La hiperdensidad de la sangre coagulada y se visualiza dentro de los surcos localizados en la convexidad del encéfalo y en las distintas cisternas del espacio subaracnoideo (ESA). Su densidad disminuye rápidamente pudiendo no ser detectada mediante TC a los diez días de ocurrida. La RM con secuencias llamadas T2* (T2 estrella) con la técnica de gradiente de eco (GRE) puede contribuir a su detección, mostrando muy negra a la sangre dentro de los surcos y las cisternas del ESA. Las hemorragias intraventriculares suelen asociarse a hematomas parenquimatosos próximos al epéndimo, al cual lesionan, con el consecuente sangrado dentro de esta cavidad, pudiendo comprometer solo al ventrículo adyacente o a la totalidad del sistema ventricular, con la consecuente hidrocefalia obstructiva. Lesiones secundarias Edema encefálico. El edema puede relacionarse a la noxa (traumatismo) o a la compresión de las estructuras vasculares. Puede contribuir en forma significativa al desplazamiento del encéfalo y www.dytlaplata.org | Facultad de Ciencias Médicas, UNLP | Calle 60 y 120, 4to. piso, ala izquierda, La Plata, Buenos Aires, Argentina 4 consecuente herniación, la cual agravará el cuadro por mayor compresión, isquemia, edema e injuria neurológica. Herniación. El efecto de masa causado por los hematomas y el edema encefálico pueden producir cinco patrones elementales de desplazamiento del encéfalo dentro del cráneo: - la herniación amigdalina y cerebelosa inferior - la herniación vermiana superior (herniación ascendente) - la herniación del lóbulo temporal - la herniación trastentorial central - la herniación subfalcial (por debajo de la hoz del cerebro). CONCLUSIONES En pacientes con traumatismo de cráneo el método de elección es la TC sin contraste I.V., la cual deberá evaluarse con ventanas encefálica y ósea, para determinar con precisión quienes necesitan una terapéutica inmediata. El rol de la RM es para los casos en los que está contraindicado el uso de radiaciones ionizantes (embarazo, fecha de última menstruación incierta y alta sospecha de embarazo) o para pacientes en los cuales no concuerdan los hallazgos tomográficos con el estado clínico (sospecha de lesiones axonales difusas), evolución tórpida y evaluación de secuelas no definidas mediante TC. www.dytlaplata.org | Facultad de Ciencias Médicas, UNLP | Calle 60 y 120, 4to. piso, ala izquierda, La Plata, Buenos Aires, Argentina