Jurisprudencia laboral Embarazo: ¿El despido y el cese tienen los mismos efectos? Texto / Análisis / Comentario PROCESO DE AMPARO CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA CUARTA SALA CIVIL EXPEDIENTE Nº 549-2009 RESOLUCIÓN NÚMERO (sic) Lima, tres de junio del dos mil nueve Vistos: interviniendo como Vocal ponente el señor Jaeger Requejo; por sus propios fundamentos y considerando: primero: que es materia de apelación la sentencia de fecha veintisiete de enero del dos mil nueve, contenida en la resolución número cuatro, la cual declara fundada en parte la demanda de amparo, ordenando a la demandada Profuturo - AFP cumpla con reponer a la demandante en el cargo que venía desempeñando o en otro [de] similar categoría o nivel, con costas y costos del proceso; segundo: que obra a fojas setenta y cuatro el escrito de apelación en el cual Profuturo - AFP, manifiesta que se ha reconocido la existencia de una relación de naturaleza laboral, afirmando que celebró con la actora un contrato de trabajo sujeto a modalidad por necesidades de mercado, el cual se inició el 4 de enero del 2007 y luego de varias renovaciones venció el 31 de octubre del 2008, el fundamento jurídico de esta parte es que los contratos de modalidad tienen vigencia hasta la fecha de su vencimiento, según el inciso c) del artículo 16º del Decreto Legislativo Nº 728. Asimismo alega que el A quo yerra al decir que se encuentra frente a un contrato de trabajo a plazo indeterminado, además considera que estando a los términos de la demanda se señala que ha sido discriminada por razón de sexo y no se ha alegado una simulación, es por ello que ninguno de los medios probatorios están dirigidos a probar simulación alguna, sino simplemente su estado de gestación; argumenta que la actora cesó de su puesto de trabajo debido al vencimiento del plazo de su contrato de trabajo y no un despido injustificado, lo que pasó es que la relación laboral feneció por causal objetiva de vencimiento de contrato; tercero: que obra de fojas veintidós y subsanada a fojas cuarenta y cuatro la demanda de proceso de amparo donde peticiona se deje sin efecto el despido discriminatorio del que había sido objeto por razón de sexo, además se ordene la reposición a su puesto de trabajo con el abono de las remuneraciones que 46 dejó de percibir; alega que inició labores con fecha cuatro de enero del dos mil siete en Afp Profuturo bajo la modalidad de contrato por necesidades de mercado, y de ahí sucesivamente fue renovada al principio cada seis meses, luego dos meses y los últimos seis meses fue de manera mensual; de otro lado afirma haber puesto en conocimiento de su empleadora del mal estado de salud por gestación, luego el 31 de octubre del dos mil ocho fue informada verbalmente que su contrato no había sido renovado; ante ello deduce despido arbitrario por no existir causa justa o motivo justificado; cuarto: que de acuerdo al inciso 2) del artículo 200º de la Constitución Política del Estado, la Acción de Amparo procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los demás derechos que reconoce, distintos a los protegidos por las otras acciones de garantía; quinto: que mediante sentencia emitida por el Tribunal Constitucional STC Nº 206-2005-PA/TC se delimita los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relacionadas a la materia laboral individual privada, específicamente el fundamento 15 indica que los despidos originados por discriminación de razón, sexo, raza, religión, opinión, idioma o de cualquier otra índole, tendrán protección a través del amparo, así como los despidos producidos con motivo del embarazo, toda vez que, conforme al artículo 23º de la Constitución, el Estado protege especialmente a la madre. Deber que se traduce en las obligaciones estatales de adoptar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo, prohibiendo, en especial, bajo pena de sanciones, el despido por motivo de embarazo o licencia de maternidad, así como la discriminación sobre la base del estado civil y prestar protección especial a la mujer durante el embarazo (artículo 11 numerales 1 y 2 literales a y d de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de Naciones Unidas); sexto: que según los medios probatorios presentados por doña Mónica Patricia Peixoto Ríos se deja constancia, según instrumental obrante de fojas treinta y uno a treinta y tres (renovación de contrato de trabajo para asesores de mantenimiento por necesidades de mercado), que entre el demandante y demandado hubo una relación laboral al amparo de lo dispuesto en el Texto Único Ordenado de la Ley de Fomento del Empleo, Decreto Legislativo Nº 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral (D.S. 003-97-TR); asimismo se corrobora ello con MARZO 2010 / JURISPRUDENCIA LABORAL las boletas obrantes de fojas treinta y cuatro a cuarenta y también lo afirmado por la parte demanda[da]; sétimo: que en el presente caso habiéndose invocado el despido arbitrario por razón de sexo, es de precisar que [de] ello se hace referencia en el artículo 29º del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral (D.S. 003-97-TR) el que señala lo siguiente: Es nulo el despido que tenga por motivo: e) "El embarazo, si el despido se produce en cualquier momento del período de gestación o dentro de los 90 (noventa) días posteriores al parto. Se presume que el despido tiene por motivo el embarazo, si el empleador no acredita en este caso la existencia de causa justa para despedir. Lo dispuesto en el presente inciso es aplicable siempre que el empleador hubiere sido notificado documentalmente del embarazo en forma previa al despido y no enerva la facultad del empleador de despedir por causa justa". octavo: que en ese contexto se advierte a fojas cuarenta y uno copia del cargo de recepción, de fecha quince de setiembre del dos mil ocho, del certificado médico donde consta que la accionante se encontraba gestando; asimismo a fojas cuarenta y dos obra la carta notarial de fecha once [de] noviembre del dos mil ocho por la cual la demandante solicita a su empleador le repongan en su puesto de trabajo; noveno: que sin embargo aun teniendo conocimiento de su estado la emplazada decidió despedirla y liquidarla, argumentando tanto en la demanda como en su apelación que ello se hizo porque el plazo del contrato había vencido; en consecuencia aplicando estrictamente la norma referida líneas arriba, el empleador al no acreditar la existencia de una causa justa para despedir, se presume que el despido tiene por motivo el embarazo; concluyéndose que se ha vulnera[do] el derecho constitucional; por estos fundamentos: CONFIRMARON la sentencia de fecha veintisiete de enero del dos mil nueve, contenida en la resolución número cuatro, la cual declara fundada en parte la demanda de amparo, ordenando a la demandada Profuturo-AFP cumpla con reponer a la demandante en el cargo que venía desempeñando o en otro [de] similar categoría o nivel, con costas y costos. En los seguidos por MÓNICA PATRICIA PEIXOTO contra PROFUTURO AFP sobre PROCESO DE AMPARO. Notifíquese y devuélvase. JAEGER REQUEJO TÁVARA MARTÍNEZ MARTINEZ ASURZA JURISPRUDENCIA LABORAL Comentario 1. Aclarando conceptos y diferencias En más de un pronunciamiento del Tribunal Constitucional como del Poder Judicial, se suele considerar como despido nulo o injustificado y sancionable con la reposición, cualquier decisión del empleador que ponga fin a una relación laboral de carácter subordinado y que no esté sustentada en una causa justa debidamente prevista en la ley. Nos referimos, así, a las causales atribuibles a la capacidad (Ley de Productividad y Competitividad Laboral - LPCL - Art. 23º) o a la conducta del trabajador (falta grave; condena penal por delito doloso; inhabilitación del trabajador – LPCL: arts. 24º, 25º, 27º y 28º–). La misma ley, complementando estas situaciones, permite el despido justificado del servidor y tipifica, además, los casos de nulidad del despido: por afiliación o actividad sindical; por haber presentado alguna queja o participado en un proceso contra el empleador; por algún acto de discriminación; por el hecho de encontrarse embarazada la trabajadora afectada por el despido, presumiéndose, en este caso, tal causal si no se acredita la existencia de causa justa para despedir. Tratándose de los casos de despido nulo, el trabajador afectado con la medida será repuesto en su empleo si es que se prueba o acredita la causal de nulidad y se declara fundada la demanda, como lo asegura la parte final del artículo 34º de la LPCL. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que no todos los “ceses" de un trabajador constituyen “despido” y mucho menos “despido injustificado” que obligue a la reposición del trabajador. Decimos esto pues es evidente que el cese en el trabajo por parte de un servidor dependiente puede producirse por razones diversas y distintas de las llamadas “causas justas” a que nos hemos referido anteriormente. En efecto, basta tener presente el contenido del artículo 16º de la LPCL que enumera las diversas causales de extinción del contrato de trabajo dentro de las cuales se consideran variadas motivaciones distintas al “despido” en los casos y formas permitidos por la ley, que sólo constituye una de esas diversas causales. Dentro de los alcances del citado artículo son causales de extinción: el fallecimiento del empleador cuando éste es persona natural; la renuncia o retiro voluntario del trabajador; la terminación de la obra o servicio que dio origen al contrato; el cumplimiento de la condición resolutoria; el vencimiento del plazo en los contratos temporales legalmente celebrados bajo modalidad; el mutuo disenso; la invalidez absoluta permanente; la jubilación; el despido en los casos y forma permitidos por la ley; y la terminación de la relación laboral por causa objetiva conforme a lo regulado por la ley. Como puede apreciarse, no sólo el despido del trabajador por acción directa o indirecta del empleador constituye única manera de cesar a un trabajador. Existen, como queda dicho, otras causales válidas para legalmente poner fin a una relación laboral. Entre ellas, interesa para el presente comentario tomar en cuenta la referida al “vencimiento del plazo en los contratos legalmente celebrados bajo modalidad” como lo expresa la parte pertinente del literal c) del artículo 16º de la LPCL. Esta causal específica resultará aplicable y válida en cuanto se hayan cumplido las exigencias previstas en la ley y no resulte distorsionada por conductas incorrectas del empleador. Este análisis tendrá que ser realizado al examinar la situación concreta expuesta en el caso que hoy nos sirve como objeto de comentario. 2. Planteamientos contenidos en la demanda y en su contestación La demandante, que había sido contratada a plazo fijo mediante diversos contratos temporales bajo la modalidad de necesidades de mercado, acusa a su empleadora de haberla despedido arbitrariamente por razón de sexo, invocando la nulidad del cese dispuesto por el empleador ya que la afectada se encontraba embarazada, situación que fue puesta en conocimiento oportuno de la empresa, por lo que de acuerdo a la parte pertinente del artículo 29º de la LPCL se debe “presumir” que el despido tiene por motivo el embarazo, si el empleador no acredita en este caso la existencia de causa justa para despedir. El empleador, a su vez, no niega la existencia de relación laboral, pero sí insiste en que se puso fin a ella por vencimiento del contrato temporal suscrito entre las partes, lo que constituye una causal objetiva contemplada en la ley, ya que el día 31 de octubre (de 2008) se le comunicó que su contrato no había sido renovado, dándose de esta manera por resuelta la relación laboral. 3. Los criterios de la Sala Civil que se pronunció en última Instancia La litis entre empresa y demandante había sido resuelta en Primera Instancia favorablemente a la trabajadora, ordenando su reposición en el cargo que venía desempeñando, o en otro de similar categoría. Ante la apelación de la parte demandada, el conocimiento de la causa quedó derivado a la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Lima. El pronunciamiento definitivo se produjo el 3 de junio de 2009 en base a que jurisprudencialmente se reconoce protección, a través del amparo, respecto a los “despidos” producidos con motivo del embarazo, así como también en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 23º de la Constitución que exige del Estado, especial tutela a la madre. ANÁLISIS LABORAL / MARZO 2010 47 Examinando el caso concreto sometido a su consideración la Sala Civil concluye determinando que se ha producido el despido arbitrario por razón de sexo (embarazo), denunciado así por la demandante, al comprobarse que el empleador tuvo conocimiento oportuno del estado de embarazo y que no obstante ello decidió “despedirla”, sin haber acreditado la existencia de causa justa que legalizara tal acción. En consecuencia, al corroborarse la vulneración del derecho constitucional reclamado por la trabajadora, quedó confirmada la sentencia de Primera Instancia y ratificada la orden de reposición en el cargo a favor de la demandante. 4. Analizando el pronunciamiento de la Sala Civil Hemos podido apreciar los criterios diversos expuestos tanto por la actora sobre la terminación de su relación laboral y acogidos por las dos instancias del Poder Judicial, como los manifestados por la entidad demandada. Mientras unos (trabajadora y jueces de dos instancias) recogen y confirman la violación de derechos constitucionales a no ser discriminada por razón de sexo y haber perdido el trabajo por una medida arbitraria del empleador al ser “despedida” sin existir causa justa que amerite tal medida, a más de que tal decisión fue tomada por encontrarse la demandante en estado de gestación, la parte contraria (el empleador) sostiene que el cese de la servidora tuvo como única razón el vencimiento del plazo del contrato modal que existía entre las partes que, precisamente por su carácter temporal, quedaba sujeto al período prefijado por los interesados para su cumplimiento. Si lo manifestado por la parte demandada resultase cierto dado que, hasta donde tenemos entendido, en ningún extremo de la sentencia de 2da. Instancia se niega la validez de tal aserto, no parece lógico que se recoja como única expresión aceptable lo manifestado por la parte demandante, sin antes demostrar que los criterios expuestos por el empleador carecían de validez. Si no llega a producirse este descarte y se afirma simplemente que se dio la infracción constitucional por el hecho del embarazo de la trabajadora, no admitiendo la posibilidad de un cese legítimo por vencimiento del plazo establecido contractualmente, tal conclusión permitiría aseverar que el hecho de producirse el embarazo de cualquier trabajadora mientras se da cumplimiento a un contrato modal, bastaría para convertir en plazo indeterminado la relación laboral contraída legítimamente dentro de las posibilidades permitidas por el Título II de la LPCL que regula las características propias de la contratación laboral sujeta a modalidad. De ser así, a la servidora embarazada sólo podría dársele por terminado su contrato temporal de trabajo si es que previamente resultara comprobada la comisión de una falta grave. Como resulta evidente, tal conclusión deviene en ilógica y totalmente al margen de las normas legales sobre contratación que no hacen alusión a tal posibilidad. Entendemos que no siempre el término “cese” en el trabajo equivale a “despido”. El “cese” también puede producirse sin visos de despido por decisión voluntaria del propio trabajador sea por renuncia del puesto de trabajo o para acogerse al derecho a la jubilación. De la misma manera se produce el “cese” 48 MARZO 2010 / JURISPRUDENCIA LABORAL del trabajador cuando se cumple el plazo por el cual fue contratado bajo modalidad. En este último caso no existe “despido”, pues este término implica la decisión del empleador para poner fin a la relación laboral por existir alguna de las causales contempladas en la ley asegurando, así, este derecho al principal. Si esto es válido, entendemos que debería haber alguna razón en el proceder del empleador, para cuestionar la simple afirmación que alega conclusión del plazo contractual. El texto de la resolución de 2da. Instancia no hace esta crítica, pero de alguna manera la deja entrever en el Tercer Considerando cuando afirma que la contratación hecha por la demanda se hizo “bajo la modalidad de contrato por necesidades de mercado y de ahí sucesivamente fue renovada al principio cada seis meses, luego dos meses y los últimos seis meses fue de manera mensual”. Al parecer, en estas circunstancias la temporalidad de la contratación presenta características poco claras en cuanto a la verdadera duración de la relación laboral, pudiendo, incluso, parecer sospechosa al establecer cada vez períodos más cortos en su vigencia, lo que podría traducir una oculta intención de hacer cada vez más asequible a la empresa la posibilidad de poner fin a la relación laboral alegando “vencimiento del plazo del contrato”. Para una apreciación válida conviene tener presente lo manifestado por el Tribunal Constitucional en su sentencia de fecha 6 de noviembre de 2008 (Expediente Nº 05652-2007-PA/ TC) cuando en su Fundamento 56 expresa textualmente: “De otra parte conviene señalar que cuando se sostenga que se es objeto de una conducta discriminatoria, debe acreditarse la existencia de indicios que generen una razonable sospecha, apariencia o presunción en favor de semejante alegato, para lo cual se requiere, por lo menos, la prueba indiciaria”. Aunque no podemos conocer si realmente la parte demandante señaló en algún momento del proceso, las características singularmente sospechosas que podrían derivarse de las cortas y reiteradas renovaciones que se dieron durante la contratación de la trabajadora, lo evidente es que suele ser calificado de censurable este tipo de convenios temporales en que se evidencia más una preocupación para no comprometer por períodos amplios la presencia de un trabajador, prefiriendo tener más a la mano un medio fácil para liberarse de él en cualquier circunstancia que resulte incómoda su presencia. Es posible, entonces, que la Cuarta Sala Civil haya analizado esta particular característica de temporalidad en la contratación, para de allí concluir que el aludido “cese” de la trabajadora embarazada, encubría en realidad una medida discriminatoria que pretendía deshacerse de una servidora que no les iba a resultar útil a corto plazo. Sin embargo, no dejamos de sentir una válida preocupación si es que la tendencia jurisprudencial pretendiera establecer como regla general que el estado de gestación de una trabajadora contratada a plazo fijo dentro de las modalidades permitidas por ley, ocasionaría necesariamente su permanencia ilimitada en el puesto de trabajo, adquiriendo la estabilidad que hoy sólo se reconoce a quienes han superado el período de prueba, pero que es ajena para los contratados bajo modalidad, por tener una limitación comprensible en cuanto a su temporalidad.