Memoria (spa) - Universidad de Zaragoza

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Trabajo Fin de Máster
Fundación APIP-ACAM
Programa de Igualdad para Trabajadoras Sexuales
Autoras:
Pilar Ortega Facerias
Laura Perales Cerdá
Directora:
Susana Torrente Gari
Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo
2015
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ÍNDÍCE
INTRODUCCIÓN ................................................................................... 4
FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA ................................................................. 6
Prostitución ................................................................................. 6
Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual ............... 14
MARCO LEGISLATIVO ......................................................................... 21
FUNDACIÓN APIP-ACAM...................................................................... 24
La Fundación ............................................................................. 24
Ámbitos de actuación ................................................................. 29
Medidas de igualdad ................................................................... 36
APIP-ACAM en Zaragoza ............................................................. 36
Programa de Igualdad para Trabajadoras Sexuales ........................ 38
MEMORIA DE PRÁCTICAS: PILAR ......................................................... 47
Introducción .............................................................................. 47
Cronograma .............................................................................. 50
Actividades ............................................................................... 52
Reflexión .................................................................................. 74
MEMORIA DE PRÁCTICAS: LAURA ........................................................ 77
Introducción .............................................................................. 77
Cronograma .............................................................................. 81
Actividades ............................................................................... 83
Reflexión .................................................................................106
PROPUESTAS DE MEJORA...................................................................109
CONCLUSIONES ................................................................................112
BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................114
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ÍNTRODUCCÍON
Somos Pilar Ortega Facerias y Laura Perales Cerdá, trabajadoras sociales
y estudiantes del Máster en Relaciones de Género de la Universidad de
Zaragoza, que hemos cursado la especialidad de Género y Trabajo y hemos
realizado nuestras prácticas en la Fundación APIP-ACAM, concretamente, en el
Programa de Igualdad para trabajadoras sexuales.
El motivo por el que hemos optado por esta entidad es porque la
pudimos conocer el curso pasado cuando realizamos la investigación de
nuestro Trabajo de Fin de Grado sobre los recursos sociales existentes en la
ciudad de Zaragoza para mujeres que ejercen la prostitución. En aquel
entonces, pudimos conocer la perspectiva de los profesionales de la entidad y,
en esta ocasión, queríamos conocer el punto de vista de las propias
trabajadoras sexuales.
Al haber tenido contacto con mujeres que ejercen la prostitución y
también con víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación
sexual, hemos considerado oportuno desarrollar una breve fundamentación
teórica aclarando ambos conceptos y haciendo referencia a las distintas
tipologías que se pueden dar en cada uno de estos fenómenos. A continuación,
incluimos un marco legislativo para dar a conocer cuál es la normativa a nivel
europeo, nacional, autonómico y local.
Posteriormente, nos centramos en la propia Fundación, dando una visión
general de la misma para después seguir analizando las actuaciones que se
llevan a cabo en Zaragoza y, más específicamente, dentro del Programa de
Igualdad para trabajadoras sexuales.
Seguidamente, se adjuntan las memorias de prácticas de cada una de
nosotras, que están diferenciadas porque realizamos las prácticas en fechas
diferentes y llevamos a cabo distintas actividades. Los apartados de los que se
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compone cada una de las memorias son un cronograma, el desarrollo de las
actividades desempeñadas y una reflexión personal acerca de la experiencia y
la relación con los contenidos del Máster.
Por último, incluimos un apartado de propuestas de mejora en base a la
experiencia vivida durante las prácticas con la finalidad de mejorar la atención
que reciben las usuarias de la Fundación.
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FUNDAMENTACÍON TEO RÍCA
En
nuestras
desarrollado
prácticas
dentro
del
en
la
Programa
Fundación
de
APIP-ACAM,
Igualdad,
hemos
que
se
han
intervenido,
principalmente, con mujeres que ejercen la prostitución y víctimas de trata de
seres humanos con fines de explotación sexual. Por tanto, consideramos que
es necesario esclarecer una serie de conceptos relacionados con estos
fenómenos para dar a conocer unas nociones básicas de esta realidad.
PROSTITUCIÓN
Definición del concepto
Para empezar, es preciso definir qué se entiende por prostitución, algo
que no es tan sencillo como puede parecer, ya que los límites de ésta son
bastante ambiguos. De hecho, al realizar una primera revisión bibliográfica se
observa la existencia de múltiples definiciones.
Distintos autores la definen de una forma u otra en función del enfoque y
de la postura ideológica. Hay algunos que la consideran como una forma de
discriminación y de violencia contra las mujeres, otros la entienden como una
actividad profesional, también están aquellos que la definen como una
vulneración de los derechos humanos y una forma de esclavitud y, por último,
están los que piensan que se trata de una desviación moral (Barahona, 2001).
Sin embargo, dentro de este amplio abanico de definiciones, una de las
que hace referencia a este concepto de una forma más objetiva e integral, es
la que recoge Meneses (2007:13), que establece que:
La prostitución es aquella actividad que proporciona servicios sexuales
mediante alguna forma de pago, generalmente dinero, que puede ser
ofrecida por mujeres, varones y transexuales, pero los límites sobre lo
que engloba esta actividad son imprecisos, pues abarca un rango de
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actividades que podemos enmarcar desde una mera relación sin
contacto físico a relaciones afectivas y sexuales sin protección (Harcourt
y Donovan, 2005).
Tipologías de la prostitución
La prostitución es un fenómeno complejo y, con el objetivo de facilitar su
comprensión y poder abarcar todas las dimensiones de las que se compone,
algunos autores han elaborado diversas clasificaciones en función de distintas
variables de estudio, tales como el género, el espacio, el standing, la edad, la
procedencia y el consumo o no de sustancias tóxicas.
Barahona (2001) estableció una clasificación en la que la primera
variable a tener en cuenta es el género de quien ejerce la prostitución,
diferenciando si ésta es masculina o femenina, e incluye dentro de esta última
a travestis y/o transexuales.
En segundo lugar se debe tener en cuenta el espacio en el que se ofrece
el servicio, distinguiendo entre medio abierto (calles, parques o polígonos) y
medio cerrado (clubes o pisos).
En relación a esto, Chueca (2013) expone que las distintas mujeres que
ejercen la prostitución en el medio abierto tienen una zona asignada en la vía
pública, lo que supone una mayor visibilización y más riesgo. Generalmente,
éstas ofrecen sus servicios a un menor precio que las que ejercen en el medio
cerrado, además se encuentran en una situación más marginal, vulnerable y
precaria, y están peor valoradas, tanto por los clientes como por la sociedad.
En cuanto a las que ejercen en el medio cerrado, cabe destacar a las
mujeres que se encuentran en los pisos y que son las que cobran un mayor
precio por los servicios ofrecidos. Este es el tipo de prostitución más discreta y
al que los clientes pueden acceder a través de los anuncios de la sección de
contactos de los periódicos y de páginas web (Chueca, 2013). Estos pisos
pueden estar regentados por prostitutas retiradas, por bandas de tráfico, por
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varias prostitutas que establecen algo similar a una cooperativa o por una sola
persona. Algunos de estos apartamentos sólo tienen un horario diurno,
mientras otros permanecen abiertos durante todo el día. Además, muchas de
las prostitutas que ejercen en pisos también ofrecen servicios a domicilio
(Baringo y López, 2006).
Otra variable significativa la constituye el standing, pudiendo establecer
una diferenciación entre prostitutas de alto y de bajo standing de acuerdo a los
ingresos que obtienen. Además, según las condiciones de trabajo, pueden
ejercer la prostitución por cuenta propia o por cuenta ajena.
En último lugar, pueden clasificarse según la edad, la procedencia así
como por el consumo o no de sustancias tóxicas (Barahona, 2001).
Posturas frente a la prostitución
Dado que la prostitución es un fenómeno complejo, no existe una única
posición ante el mismo, sino que distintas personas toman diferentes
posiciones desde las que se defienden argumentos muy variados.
Según Holgado (2008) existen cuatro visiones respecto a la prostitución,
las cuales influyen en las intervenciones que se llevan a cabo así como en
regulación de este fenómeno.
El modelo prohibicionista entiende que la prostitución atenta contra los
derechos humanos y es un claro ejemplo tanto de violencia de género como de
explotación sexual. De esta manera, lo que se persigue es prohibir esta
práctica, considerada como un delito, sancionando sin distinción a quien la
ejerce, a los clientes y a las personas que explotan a las prostitutas. Este
sistema no diferencia entre prostitución forzada o voluntaria, sino que penaliza
a ambas.
Esta perspectiva es la que se aplica entre otros, en Estados Unidos e
Irlanda. Algunos autores la critican puesto que consideran que no pone fin al
8
problema, sino que se considera a la mujer como una delincuente y es
perseguida por ello, independientemente de cuál sea su situación.
El modelo abolicionista considera que la mujer que ejerce la prostitución
es una víctima, por lo tanto, no penaliza el trabajo sexual en sí mismo, sino
que persigue las conductas que facilitan, colaboran, inducen o coaccionan a la
mujer para que se dedique a la prostitución, así como a los que se benefician
de los ingresos que obtienen.
Una de las consecuencias negativas de la aplicación de este modelo es
que puede dar lugar a que la prostitución se ejerza en la clandestinidad, lo que
favorece la explotación de las prostitutas. Sin embargo, hay quien defiende
esta postura ya que considera que si se implantan medidas abolicionistas, se
reduciría el número de personas que ejercen la prostitución. Además, los
defensores de esta visión creen que la prostitución es una forma de esclavitud
y de violencia contraria a la igualdad de género, que impide a las personas
ejercer su libertad sexual (Hernández, 2007).
Este sistema ha estado presente en distintos países europeos y ha sido
criticado en varias ocasiones porque invisibiliza al cliente y, en la práctica, los
proxenetas quedan impunes. Además, el apoyo socioeconómico y legal que
reciben las mujeres resulta insuficiente, por lo que deberían complementarse
estas estrategias con políticas de actuación dirigidas a prevenir la prostitución.
El modelo reglamentarista percibe la prostitución como un mal necesario
e inevitable, de modo que se concibe como necesaria su regulación, la cual se
lleva a cabo a través de la inscripción de las prostitutas en un registro, de
controles sanitarios, de la identificación de la prostituta a través de un carnet,
del pago de impuestos al Estado y de la localización en zonas determinadas.
Este sistema se fundamenta en razones de salud pública, lucha contra la
delincuencia, protección de menores e inmigración ilegal. Sin embargo, el
objetivo que persigue el Estado responde a un interés económico, ya que se
beneficia del negocio. De hecho, muchos autores critican esta perspectiva
9
puesto que consideran que la prostitución no se regula para mejorar las
condiciones de vida de la mujer, sino de la sociedad. Además, con este modelo
se originan guetos y no se consigue acabar con la figura del proxeneta.
Sin embargo, hay quienes están a favor de este modelo porque para
muchas mujeres la prostitución es una forma de emanciparse en términos
económicos, lo que les aporta autonomía e incluso, en algunos casos, es una
de las opciones más rentables que pueden encontrar. Además, la legalización
de esta actividad podría dar lugar a que las prostitutas estén mejor
consideradas socialmente, disminuyendo el estigma que pesa sobre ellas
(Hernández, 2007).
Por último, el modelo laboral apuesta por la visibilización de la
prostitución, así como su legalización para luchar contra la marginalidad, la
violencia y la falta de protección de los derechos humanos de las prostitutas.
La estigmatización y la clandestinidad serían sus principales problemas desde
este punto de vista ideológico.
Se trata de un sistema que se aplica en países como Holanda y Alemania
y que es ampliamente aceptado. No obstante, hay quien considera que este
modelo puede aumentar el número de mujeres víctimas de trata ya que, al
estar legalizada la prostitución, no se perseguiría este fenómeno y, por
ejemplo, no se podrían hacer redadas en clubes o locales de alterne.
Hay que recalcar que, en el caso de que la prostitución fuese reconocida
como una actividad profesional más, las prostitutas podrían reclamar sus
derechos laborales y mejorar sus condiciones de trabajo (Hernández, 2007).
Por otro lado, Varela (2008) hace referencia a una quinta postura que
denomina regulación hacia la abolición, y que se propone para superar el
enfrentamiento entre los partidarios de la abolición y los laboralistas. Desde
esta posición, se considera que la regulación fortalecería a las mujeres ante la
opresión y la violencia de la que pueden ser víctimas. Sin embargo, el objetivo
final de esta regulación sería la abolición de la prostitución a través de un
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profundo cambio estructural que incidiese en el ámbito social, económico y
jurídico.
De todas las posturas que se han definido, las que predominan en el
debate español en la actualidad son únicamente dos, la laboralista y la
abolicionista. Desde el punto de vista laboralista, se considera que el resto de
visiones silencian y victimizan a las mujeres que ejercen la prostitución, por
ello reclaman que ésta sea una actividad económica y laboral, regulada y
descriminalizada siempre que se lleve a cabo de forma libre y entre personas
adultas. Por otro lado, los abolicionistas consideran que las mujeres que eligen
libremente ejercer la prostitución son muy pocas y que esta actividad hace que
sus cuerpos se conviertan en objetos de comercio y violencia (Varela, 2008).
Agentes implicados
Dentro del amplio mundo de la prostitución, se pueden distinguir
diferentes personas involucradas, desarrollando cada una de ellas un papel
específico.
En primer lugar se encontraría la propia prostituta, elemento central de
la actividad. En el año 2006, Baringo y López estimaron que en Zaragoza había
1.435 mujeres ejerciendo la prostitución, sobre todo en clubs y pisos, y que la
prostitución
callejera
suponía
un
mínimo
porcentaje
del
total.
Más
recientemente, en 2013, Chueca elaboró un estudio en el que determinó el
perfil de la mujer que ejerce la prostitución en la ciudad de Zaragoza. Se trata
de mujeres en edades comprendidas entre los 25 y los 34 años (siendo la
media de 33), solteras y con cargas familiares. La mayoría son extranjeras que
proceden, principalmente, de África subsahariana, Latinoamérica y Europa del
Este.
Otra figura importante es la del cliente, que es el que determina la
demanda. Generalmente son hombres cuyo rango de edad se va reduciendo
con el tiempo. Según un estudio realizado por la Asociación española para la
Reintegración Social de las Prostitutas (APRAMP) en 1998, la edad más
11
habitual de los clientes era de 40 años, mientras que en el año 2005 otra
investigación reveló que la edad había disminuido a 30 (Chueca, 2013).
De Paula (2000) establece la siguiente clasificación para referirse a los
mismos.
-
En primer lugar estarían los novatos, que son aquellos que van por
primera vez a reclamar los servicios de una prostituta y prácticamente
siempre van acompañados. Éstos, independientemente de su edad, se
caracterizan por su indecisión.
-
En segundo lugar, estarían los habituales, que son los que acuden
frecuentemente en busca de los servicios de alguna trabajadora del sexo,
aunque cambian constantemente de sitio y de prostituta, pues no les
gusta quedarse con una exclusivamente.
-
En tercer lugar estarían los clientes fijos, aquellos que van casi siempre
con la misma prostituta, a pesar de que no establecen con ella una
relación profunda de amistad.
-
En cambio, los amigos, son los clientes fijos que sí entablan una relación
de confianza y, por lo tanto, obtienen mayores privilegios.
-
También estarían los calcutas, que acuden frecuentemente a las zonas
donde se ejerce la prostitución y acaban convirtiéndose en los consejeros
de las prostitutas, ya que su intención es que éstas abandonen ese
ambiente.
-
En último lugar, estarían los pretendientes a chulos, también conocidos
como falsos clientes, que van en busca de los servicios de las prostitutas
para conseguir información sobre ellas con el objetivo de que acaben
trabajando para ellos.
Desde otra perspectiva, López y Baringo (2006), diferencian otros seis
tipos de clientes de prostitución heterosexual.
-
La primera categoría es la del hombre con problemas afectivos o para
relacionarse con mujeres, que incluye, sobre todo, a solteros de larga
12
duración, caracterizados por su timidez o sus limitaciones en las
habilidades sociales. Recientemente, también han entrado a formar parte
de este grupo los separados y divorciados.
-
En segundo lugar, destaca el hombre de la noche de juerga y desfase
masculino, uno de los más frecuentes en nuestro país, dada la gran vida
nocturna que existe.
-
En el tercer grupo estaría el hombre casado, que valora que recurrir a los
servicios de una prostituta es una infidelidad no tan grave como otras.
-
En cuarto lugar, aparece el hombre casado que se encuentra en crisis de
pareja,
que
recurre
a
la
prostitución
como
forma
de
vengarse
emocionalmente de su mujer.
-
En el quinto tipo se encuentran los hombres que acuden a la prostitución
en un ámbito laboral, que trabajan en ámbitos muy masculinizados en
los que es habitual finalizar una cena de empresa en un club de alterne.
-
Finalmente, el sexto tipo incluye a los hombres jóvenes, que son cada
vez más frecuentes en el mundo de la prostitución por diferentes
razones, entre las que se encuentran la falta de sexo, las carencias
afectivas o las expectativas incumplidas.
También hay que señalar la figura del proxeneta o chulo, que se trata de
un hombre o una mujer que se beneficia económicamente de la actividad
sexual de la prostituta, de forma directa o indirecta. Mientras que el chulo es
quien trata de aprovecharse del trabajo de la prostituta a través del afecto, la
confianza y/o la coacción, el proxeneta sería el que controla y explota a la
prostituta de forma directa (Emakume, 2007).
Sea como fuere, son las personas que controlan la actividad laboral de
las prostitutas y, en muchos casos, se convierten en intermediarios y definen
las reglas del trabajo, por lo que llevan a cabo el proceso de negociación y
controlan las ganancias de las prostitutas. De todos modos, la prostituta no
siempre está relacionada con una de estas figuras, pues algunas de ellas
realizan esta actividad de forma independiente.
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Esta figura puede relacionarse también con la de la mamy, que es una
antigua prostituta que, tras lograr la confianza del dueño del local, acaba
ayudando a éste a llevar el negocio así como a velar por las prostitutas
(Chueca, 2013).
Por último, otro agente que hay que tener en cuenta es la familia de la
prostituta, que puede conocer o no la actividad a la que ésta se dedica y, en
caso de que lo sepa, aceptarla o mostrar su rechazo. Por lo general, cuando la
mujer no cuenta con la aprobación de su entorno, se suele romper la relación
con éste, ya que no se dan muchos casos en los que la prostituta abandone su
oficio por no contar con el apoyo de sus familiares (De Paula, 2000). Cabe
señalar que, en algunos casos, las familias dependen económicamente de las
ganancias que obtiene la prostituta, aunque no conozcan la procedencia de las
mismas (López y Baringo, 2006).
TRATA DE SERES HUMANOS CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL
Definición del concepto
La trata de seres humanos es un fenómeno complejo, en el que pueden
llegar
a
estar
involucradas
muchas
personas,
y
que
se
encuentra
interrelacionado con el ámbito social, económico, cultural y criminal. Por ello,
consideramos que es importante definirlo para facilitar la compresión del
mismo y esclarecer las dudas que puedan existir al respecto. Desde la
Organización de las Naciones Unidas, en su «Protocolo para prevenir, reprimir
y sancionar la trata de personas, especialmente, mujeres y niños», la definen
como
(…) la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de
personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza o a otras
formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o
de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos
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o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga
autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá,
como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de
explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las
prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de
órganos (…) (2000a:2).
Se trata de un fenómeno que, en ocasiones, se confunde con el tráfico de
personas, ya que ambos están relacionados pero es importante diferenciar
porque aunque la trata, casi siempre, implica tráfico, el tráfico no siempre va
ligado a la trata. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas en el
«Protocolo contra el tráfico ilícito de inmigrantes por tierra, mar y aire» lo
define como
(…) la facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado Parte
del cual dicha persona no sea nacional o residente permanente con el fin
de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero u otro
beneficio de orden material (…) (2000b:2).
De esta manera, se pueden encontrar una serie de similitudes y
diferencias entre los conceptos de trata y tráfico de personas. En cuanto a las
semejanzas, lo primero que se puede destacar es que en ambos casos la
llegada y el establecimiento de las víctimas tienen lugar de forma irregular.
Aunque la trata puede ser interna, es decir, que se traslade a la persona
dentro del mismo país y la entrada al territorio sea regular, el objetivo siempre
está al margen de la ley, pues puede ocultarse, falsearse y, en los casos en los
que sea revelado, la víctima está obligada a la realización del mismo. Además,
tanto en la trata como en el tráfico, el viaje puede implicar situaciones de
peligro para la víctima, mientras que el tratante o el traficante siempre obtiene
algún tipo de beneficio.
Por otro lado, en cuanto a las diferencias, una de las principales es que la
trata no siempre implica un desplazamiento entre dos países distintos,
mientras que el tráfico siempre exige el cruce de una frontera internacional.
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Otra haría referencia a la relación entre la víctima y el tratante o traficante, ya
que en los casos de tráfico ésta finaliza con la llegada al lugar de destino del
migrante, en cambio, en los de trata, ésta continúa. De hecho, en las
situaciones de trata, el beneficio es resultado de esta explotación, mientras
que en las de tráfico éste se obtiene con el propio viaje. Además, en cuanto al
consentimiento, las víctimas de trata no lo expresan de forma libre, al
contrario sucede con el tráfico de personas, ya que éstas sí que otorgan su
consentimiento para la realización del viaje (García y López, 2011).
Tipologías de la trata de seres humanos
Tal y como queda recogido en la propia definición del fenómeno de trata,
existen varios tipos de la misma en función de la finalidad con la que ésta se
lleva a cabo. Principalmente, según APRAMP (2011), se pueden distinguir
cuatro: la trata con fines de comercio sexual, la trata con fines sexuales no
comerciales, la trata con fines de explotación laboral, y otras formas de
explotación. A su vez, dentro de cada categoría puede hacerse la siguiente
subdivisión:
-
En la trata con fines de comercio sexual se incluye la explotación de la
prostitución ajena, la pornografía, los espectáculos de carácter sexual y
el turismo sexual.
-
Relacionados con la trata con fines sexuales no comerciales se
encuentran el matrimonio precoz, el matrimonio forzoso o servil, el
matrimonio arreglado, el matrimonio como indemnización, el matrimonio
como transacción, el matrimonio temporal y el matrimonio para fines de
procreación.
-
Dentro de la trata con fines de explotación laboral están la servidumbre
doméstica, el trabajo en fábricas, trabajos agrícolas o de construcción en
condiciones abyectas, y el reclutamiento forzoso en las fuerzas armadas.
-
Se consideran otras formas de explotación la extracción de órganos, el
uso de la víctima en actividades delictivas o de mendicidad, y la adopción
de menores con estos mismos fines.
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Sin embargo, la que más nos interesa debido al ámbito en el que hemos
desarrollado nuestras prácticas y en la que nos vamos a centrar, es la
explotación de la prostitución ajena que, además, es la que se impone en el
negocio de la trata. De hecho, según las Naciones Unidas, “el 85% de los
beneficios económicos estimados por trata de personas, proviene del comercio
sexual” (APRAMP, 2011:61).
La trata de personas con fines de explotación sexual está muy presente
en nuestra sociedad, sin embargo, no es algo
conocido ni aceptado
socialmente a pesar de que es uno de los negocios más lucrativos del mundo,
solamente por detrás de la venta de drogas y de armas. Las principales
víctimas de este fenómeno son, sobre todo, mujeres y menores. La
Organización Internacional del Trabajo calcula que el 98% de las víctimas de
trata con fines sexuales son mujeres y niños (APRAMP, 2011:63). Es
precisamente debido al perfil feminizado de las víctimas que en la Convención
de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional se
reconoció como un tipo de violencia de género (García y López, 2011). En
definitiva, se entiende que este fenómeno afecta especialmente a las mujeres
y, por lo tanto, no es neutral en términos de género.
Por otro lado, se puede realizar una clasificación de la trata de personas
en función del espacio por el que se mueva a la víctima, diferenciando entre
trata interna y trata internacional. La principal diferencia entre ambas es que la
trata internacional requiere traspasar fronteras estatales, mientras que en la
trata interna no hay cruces fronterizos. Por tanto, la trata interna es aquella
que tiene lugar dentro de un mismo país o que se produce entre países en los
que hay acuerdos de libre circulación, como es el caso de los países que
conforman la Unión Europea. Por este motivo, la trata interna es más difícil de
detectar que la internacional (García y López, 2011).
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Dinámica de la trata
Dentro de la trata de personas con fines de explotación se pueden
diferenciar tres etapas, que abarcan desde el momento en el que se contacta
con la víctima en el lugar de origen hasta que se produce la explotación de la
misma en lugar de destino. Estas tres fases serían la captación, el transporte y
la explotación.
La captación, como ya hemos dicho, se produce en el lugar de origen de
la víctima, donde los tratantes se aprovechan de su situación de vulnerabilidad
y utilizan diferentes estrategias para introducir a las mujeres en la explotación
sexual. Cabe señalar que, según las características del lugar, prevalece el
empleo de unos mecanismos sobre otros.
Kara (2010) analiza algunos de los medios utilizados para la captación de
mujeres. En primer lugar hace referencia al engaño, que suele estar
relacionado con la falsa oportunidad de un trabajo bien remunerado y fijo, lo
cual supone una oferta muy tentadora para aquellas personas que en su país
de origen carecen de oportunidades. También se dan situaciones de venta por
la familia, que tiene lugar en condiciones de extrema pobreza, desesperación y
desarraigo, o de secuestro. En otros casos, el proceso de trata comienza con la
seducción o cortejo cuando las víctimas son captadas con promesas de amor y
convencidas por su pareja para emigrar a un país más rico en el que tener una
vida mejor, normalmente, con documentación falsa. En estos casos, se suele
enviar a las mujeres por tren o avión diciéndoles que en el país de destino las
recibirá un amigo, que resulta ser un tratante. Puede producirse, además, la
captación con la ayuda de ex esclavas.
Además, la Federación de Mujeres Progresistas (2008) añade otros dos
mecanismos. El primero serían los falsos matrimonios, cuando las mujeres
llegan al lugar de destino a través de matrimonios con un residente legal del
mismo o a través de agencias matrimoniales. Además, está el sistema de
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falsas
visas,
que
hace
referencia
a
cuando
las
mujeres
viajan
con
documentación legal, pero el contrato que ha posibilitado su viaje es falso.
Una vez que las mujeres han sido captadas por la red de trata, tiene
lugar el transporte. Las mujeres son trasladadas desde el país de origen
hasta el país de destino, pasando por uno o varios países de tránsito. En
cambio, cuando la trata es interna, el mismo país hace las veces de origen,
tránsito y destino. Además, el viaje puede realizarse por cualquier medio, ya
sea tierra, mar o aire.
También es común que el movimiento se realice en dos fases. En la
primera se pasa de una zona rural a un centro urbano dentro del mismo país
de origen, y una segunda, en la que tiene lugar el transporte internacional de
la víctima. El tránsito suele tener lugar desde zonas pobres hasta otras más
ricas, y los principales movimientos serían los siguientes:
-
Desde el sur de Asia, principalmente zonas rurales de Nepal, Bangladesh
o la India, hasta centros urbanos de la India, como Bombay, Nueva
Delhi, Madrás o Calcuta.
-
Con origen en la India y destino en Oriente Medio y Europa Occidental.
-
De Asia Oriental, concretamente de Mekong, Birmania, Camboya, Laos y
Vietnam, hacia Tailandia.
-
Desde Tailandia a Malasia, China, Japón, Australia, Europa Occidental,
Oriente Medio y Estados Unidos.
-
Partiendo de África hacia Europa Occidental, Oriente Medio, Asia Oriental
y Estados Unidos.
-
Con origen en América Latina y el Caribe y destino en Europa Occidental,
Oriente Medio, Asia Oriental y Estados Unidos.
-
Desde Europa Central y del Este, hasta Europa Occidental, Turquía y
Oriente Medio (Kara, 2010).
De esta manera, se observa como algunos países actúan a la vez como
origen y destino. Sin embargo, es importante hacer mención que España,
19
situada dentro de la Europa Occidental, no es un país de origen ni de tránsito,
sino que se encuentra entre los principales países de destino (Federación de
Mujeres Progresistas, 2008).
Por último, tiene lugar la explotación, que consiste en obligar a la
víctima a realizar servicios sexuales. Sin embargo, esta explotación empieza
desde el momento de la captación, pues ya durante el transporte pueden ser
víctimas de todo tipo de violencia por parte de los tratantes (Kara, 2010).
Desde la Federación de Mujeres Progresistas (2008) identifican una serie
de mecanismos de control y coerción a través de los cuales se mantiene la
situación de explotación. En primer lugar, estaría el pago y aumento de la
deuda, pues las víctimas están obligadas a pagar el coste del viaje y de la
estancia. También se produce una restricción del movimiento, lo que impide a
las mujeres establecer contacto con otras personas. Además, son víctimas de
amenazas y violencia física y, en muchas ocasiones, obligadas a consumir
drogas y/o alcohol.
20
MARCO LEGÍSLATÍVO
Con el paso del tiempo, la legislación española relacionada con la
prostitución ha ido variando y adaptándose a la época y a los cambios
socioculturales del momento. Esta variación da cuenta de la falta de acuerdo y
consenso entre las diferentes fuerzas ideológicas, así como de la complejidad
existente a la hora de abordar este fenómeno. Sin embargo, en lugar de
realizar una revisión histórica de esta evolución, creemos que es más relevante
centrarnos en la situación y por eso vamos a analizar la normativa vigente en
España.
Como consecuencia de la falta de consenso entre las principales fuerzas
políticas no se ha llegado a elaborar una ley estatal que regule este fenómeno
y, por lo tanto, existe un vacío legal acerca de la prostitución. No hay ninguna
norma que prohíba el ofrecimiento o la compra de servicios sexuales entre dos
personas adultas y con plena capacidad de obrar, siempre y cuando, se haga
de forma libre, voluntaria y con el consentimiento de ambas partes.
Sin embargo, sí que están regulados algunos delitos relacionados con la
prostitución y la explotación sexual, de hecho, el Código Penal dedica un
capítulo a tratar este tema, en sus artículos 187 y 188 concretamente, que se
han modificado en el mes de marzo, aunque no entrarán en vigor hasta el mes
de julio de 2015. El primero establece penas para aquellas personas que
obliguen a otra a ejercer la prostitución por medio de la violencia, la
intimidación o el engaño, o aprovechando una situación de superioridad,
necesidad o vulnerabilidad de la víctima. El segundo castiga de una forma más
severa a quienes promuevan la prostitución de una persona menor de edad o
con discapacidad y se lucre con ello, especialmente, si existe una relación de
parentesco con la víctima.
Además, el artículo 177 bis de dicha normativa que se enmarca dentro
del título relativo a la trata de seres humanos castiga a aquellas personas que
21
a través de la violencia, intimidación o engaño, o aprovechándose de una
situación de superioridad, necesidad o vulnerabilidad, capten, trasladen o
reciban a otras con la finalidad de explotarlas sexualmente y obtener un
beneficio económico. Cabe destacar que siempre que la víctima sea menor de
edad será considerado como delito de trata de seres humanos. También hay
que tener en cuenta que el consentimiento de la víctima no exime de
responsabilidad a la persona tratante y que los delitos cometidos por la víctima
no serán tenidos en cuenta cuando éstos hayan sido consecuencia de su
situación de explotación.
De todas formas, esta legislación no es lo suficientemente concreta en
algunos aspectos, pues en el artículo 187 b) se determina que el hecho de
obligar a una persona a ejercer la prostitución será considerado explotación
cuando
“(…)
se
le
impongan
para
su
ejercicio
condiciones
gravosas,
desproporcionadas o abusivas” (España, 2015:68). Sin embargo, no se
especifica nada más al respecto, quedando a juicio de la persona encargada de
valorar si la situación se encuentra dentro de estas condiciones, lo que puede
dejar desprotegidas a algunas víctimas.
Del mismo modo, en el artículo 177 bis considera que “existe una
situación de necesidad o vulnerabilidad cuando la persona en cuestión no tiene
otra alternativa, real o aceptable, que someterse al abuso” (2015:63). Esta
afirmación también es muy general, porque sólo la propia persona puede
valorar la situación en la que se encuentra y sopesar entre las diferentes
alternativas. Por tanto, creemos que se les imponen muchas trabas a las
víctimas, obligándolas a demostrar su situación de explotación, siendo ellas las
que tiene que aportar las pruebas para justificar su inocencia.
Esta situación de alegalidad actual se verá modificada con la entrada en
vigor de la Ley de Seguridad Ciudadana, pues tal y como se establece en el
proyecto de la misma, se consideran infracciones graves el ofrecimiento, la
negociación, la solicitud y la aceptación de la prostitución cerca de zonas de
menores o que pongan en peligro la circulación de vehículos. Además, en el
22
caso de que las prostitutas persistan a realizar su actividad en un lugar público
cuando ya hayan sido advertidas de que eso supone una infracción, éstas
podrán ser sancionados por desobediencia o resistencia a la autoridad (Goñi,
2014).
A nivel local, puesto que los municipios tienen competencias a la hora de
poder aplicar sus propias ordenanzas, los ayuntamientos han tratado de
regular algunos aspectos en esta materia, sobre todo, aquellos relativos a la
prostitución callejera, puesto que ésta es la más visible y la que provoca más
molestias a la sociedad. Algunas ciudades han elaborado sus propias
ordenanzas, que se centran en multar a las prostitutas que ofrecen sus
servicios en la vía pública y/o a los clientes, y han elaborado planes para
luchar contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Es
necesario destacar, tal y como expone la Mesa de Prostitución y Trata de
Zaragoza (2014), que en esta ciudad no existe ninguna ordenanza a nivel
municipal que regule el fenómeno de la prostitución.
Para regular los casos de trata de seres humanos y proteger a las
víctimas, en el ámbito nacional se han desarrollado una serie de protocolos y
planes. A nivel general, puede destacarse el «Protocolo Marco de Protección de
las Víctimas de Trata de Seres Humanos» y más específico es el «Plan Integral
de Lucha contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual».
Ambos documentos han sido elaborados por parte del Gobierno de España
pero también puede hacerse referencia al «Plan Policial contra la Trata de
Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual» de la Comisaría General de
Extranjería y Fronteras del Cuerpo Nacional de Policía.
23
FUNDACÍON APÍP-ACAM1
LA FUNDACIÓN
La Fundación APIP-ACAM se constituyó en el año 2011 con la unión de la
Asociación para la Promoción y la Inserción Profesional (que surgió en el año
1982) y la Asociación Cívica de Ayuda Mutua (que nació en 1987). Por lo tanto,
cuenta con una importante experiencia en el ámbito de lo social resultado de la
trayectoria de esas instituciones.
Se trata de una entidad privada dedicada a la atención residencial y de
día de colectivos con diversidad funcional y a la asistencia, orientación,
formación e inclusión sociolaboral de colectivos en riesgo de exclusión. La
Fundación tiene su sede principal en Barcelona, pero también cuenta con otras
en Valencia y Zaragoza, desde las que se ha trabajado por promover y diseñar,
en colaboración con la Administración pública y la sociedad, proyectos para dar
respuesta a las necesidades sociales individuales y colectivas.
Objetivos
A través de su actuación y con el fin de dar respuesta a necesidades
humanas y vitales, la Fundación se compromete a:
-
Reconocer
y
visibilizar
la
injustica
y
las
desigualdades
sociales,
difundirlas y luchar contra sus consecuencias; promover soluciones y
resolver las situaciones de necesidad humana: asistenciales, formativas,
laborales, sociales, sanitarias, educativas, económicas y tecnológicas y,
en general, todas aquellas que puedan mejorar la calidad de vida de las
personas con diversidad funcional, dependencia, vulnerabilidad, pobreza,
exclusión social, trata y sometidas a violencia.
1
La información de este apartado ha sido obtenida de los folletos informativos y de la página
web de la Fundación APIP-ACAM (2015).
24
-
Colaborar con las administraciones, instituciones públicas y privadas, y
con el tejido asociativo que tengan por objetivo el desarrollo del
bienestar y la solución de problemas sociales, especialmente a favor de
la igualdad de oportunidades, de la diversidad, de la inclusión social, de
la prevención y de la asistencia.
-
Promover políticas sociales, necesarias y útiles para las personas y la
sociedad, mediante la calidad, la innovación, la modernización, la
relación
interdisciplinar
e
interdependiente
de
los
servicios
sociosanitarios, el ahorro social, la transparencia y la corresponsabilidad.
-
Establecer alianzas entre la investigación, la reflexión, la práctica y la
evaluación para hacer más eficaz el trayecto de transformación de la
pobreza y las desigualdades en inclusión y participación social.
-
Dar prioridad a la calidad residencial de las personas atendidas, centrada
en la prevención, la salud, el bienestar, la autonomía, la inclusión y el
empoderamiento personal.
-
Facilitar el protagonismo de las personas necesitadas, de sus familias,
del entorno vital y de las redes sociales adaptando los servicios a las
preocupaciones y sensibilidades de las personas atendidas.
-
Aumentar la capacidad profesional para el trabajo social específico y
mejorar el nivel de calidad de los servicios de la entidad.
-
Promover la participación del voluntariado.
-
Contribuir a la cohesión social, favoreciendo la minimización de la
fractura económica, material, tecnológica y emocional que conduce a la
exclusión.
-
Establecer metodologías de comunicación, transparencia, proximidad,
negociación y mediación social para una mayor eficacia de la inclusión,
cohesión y resolución de conflictos.
-
Promover la protección de las personas mayores, sea por motivo de
edad, por haber sido declaradas pródigas, con diversidad funcional o en
régimen de tutela o curatela, y proteger y cuidar del menor y/o adultos
incapacitados legalmente.
25
-
Cooperar a nivel internacional para facilitar e impulsar el progreso
económico y social en los países en vías de desarrollo.
Personas destinatarias
La Fundación orienta sus servicios a una gran variedad de colectivos,
dirigiéndose principalmente a aquellos que se encuentran en una situación más
vulnerable, como pueden ser:
-
Personas con diversidad funcional física, intelectual, sensorial, patología
dual, salud mental y trastornos de conducta para motivar su integración
social, laboral y vida autónoma.
-
Personas mayores dependientes y/o con necesidad de atención social y
personal, facilitando su autonomía en la vivienda y/o la creación de
centros de día o centros residenciales.
-
Personas mayores dependientes que no disponen de un grado de
autonomía suficiente para realizar actividades cotidianas y que necesitan
constante atención y supervisión.
-
Familiares y entorno de las personas con diversidad funcional y de
aquéllas en situación de dependencia.
-
Menores pródigos o que han obtenido la mayoría de edad sin recursos
suficientes y personas con diversidad funcional que requieran de tutela o
curatela.
-
Personas sometidas a medidas de ejecución penal: personas privadas de
libertad, en cumplimiento de penas alternativas y ex-reclusas.
-
Personas desempleadas que sufren situaciones de dificultad en el acceso
al empleo y a la economía y no tienen el apoyo y formación necesarios.
-
Personas
y
familias
desfavorecidas
por
las
contradicciones
del
crecimiento económico y del progreso social que se encuentran en
situación de pobreza, perceptores o no de rentas mínimas de inserción.
-
Víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y/o
laboral.
26
-
Infancia en situaciones
de
riesgo y exclusión social
por
causas
económicas, de discriminación, violencia, desplazamiento o inmigración.
Menores y adolescentes tutelados por la administración.
-
Mujeres que por diversas causas sufren situaciones de discriminación y/o
desigualdad (situación de exclusión, violencia de género, prostitución,
etc.).
-
Familias monoparentales, sobre todo mujeres con cargas familiares.
-
Jóvenes
con
grandes
carencias
formativas
o
con
problemas
de
incorporación social y laboral, de fracaso escolar, desestructuración
personal, drogadicción, falta de salud y/o diversidad funcional.
-
Drogodependientes y con conductas de riesgo y/o enfermos del SIDA.
-
Minorías étnicas.
-
Inmigrantes: adultos, jóvenes, menores y familias.
-
Personas que viven en países en vías de desarrollo a través de la
cooperación.
-
Profesionales dedicados a las personas objeto de atención, para que
aumenten su capacidad profesional en el ámbito de sus tareas sociales.
Órgano de Gobierno
Presidente
Vicepresidenta
1ª
Vicepresidente
2º
Vicepresidenta
3ª
Secretario
Tesorero
Vocal 1º
Vocal 2ª
Ilustración 1. Elaboración propia
27
Organismos con los que colabora
La
Fundación
APIP-ACAM
trabaja
con
diferentes
Administraciones
públicas, entidades, universidades y empresas en la realización de proyectos y
programas en el ámbito de la integración y la cohesión social.
Al nivel de las Administraciones públicas existe colaboración con las
políticas activas en el ámbito europeo, estatal y autonómico. En el primero, se
puede destacar el Programa DAPHNE del Fondo Europeo para la Integración.
Por otro lado, a nivel nacional se trabaja con el Ministerio de Empleo y
Seguridad Social, con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y
con el Ministerio del Interior. En el ámbito autonómico destacamos las
administraciones aragonesas que son el Departamento de Educación, Cultura y
Deporte y el Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia del Gobierno
de Aragón, el Instituto Aragonés de Empleo, el Instituto Aragonés de la Mujer,
el Instituto Aragonés de Servicios Sociales, la Diputación de Zaragoza, el
Departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Zaragoza, el Plan
Integral del Casco Histórico, la Sociedad Municipal Zaragoza Vivienda, el
Ayuntamiento
de
Huesca,
el
Ayuntamiento
de
la
Villa
de
Zuera,
el
Ayuntamiento de Calatayud y el Ayuntamiento de Santa María de la Huerva.
La Fundación APIP-ACAM también colabora con una serie de entidades
sociales, vecinales, cívicas y culturales tales como Obra Social La Caixa,
FUNDACODE, Associació de Tècnics d’Informàtica, Fundación Ramón Molinas,
Fundación ONCE, Fundació Catalana de l’Esplai, Asociación Telefónica para
Asistencia a Minusválidos, Associació + Responsables, Associazione On The
Road Onlus, Fundación Secretariado Gitano, Fundación Cruz Blanca, Centre
Civic Parc Sandaru, Asociación ALANNA, Federació d’Associacions de Veins de
Barcelona, Associació de Disminuits Fisics de Sant Feliu de Llobregat, The
European Organization Probation, European NGOs Platform Against Trafficking,
Explotation and Slavery, Iniciativa europea Charter de la Diversitat, Red
Temática Nacional para la Reinserción de Personas Reclusas, Red Española
28
contra la Trata de Personas, Red Aragonesa de Entidades Sociales para la
Inclusión y Asociación de Vecinos Lanuza-Casco Viejo de Zaragoza.
También se establecen acuerdos y convenios con universidades y
centros de formación como la Universitat de Barcelona, la Universitat
Autònoma de Barcelona, la Universitar de Lleida, la Universitat de Vic, la
Universidad de Zaragoza, la Universitat de València, la Universidad Católica de
Valencia San Vicente Mártir, el Centro de Formación Profesional BEMEN-3 de
Barcelona y el Institut Pau Claris de Barcelona.
Por último, colabora con empresas socialmente responsables tales como
la empresa constructora ‘Urcotex’, la cooperativa social ‘Europe Consulting’,
Hotel Le Meridien, la Consultoría de Responsabilidad Empresarial ‘Ingeniería
Social’, Moix, Serveis i Obres SL, Transports Municipals de Barcelona y
Codibaix.
ÁMBITOS DE ACTUACIÓN
En este apartado vamos a desarrollar los servicios que se ofrecen y las
actividades que se llevan a cabo con los distintos colectivos con los que
interviene la Fundación.
Diversidad funcional
La entidad vela por ayudar a fomentar la autonomía de las personas con
diversidad funcional así como su inclusión sociolaboral ofreciéndoles la
posibilidad de formar parte del recurso más adecuado según las características
y necesidades de la persona. Para ello, entre sus centros cuenta con varias
residencias, centros ocupacionales, centros de día y pisos. Lo que se pretende
con esta intervención es apoyar a las personas destinatarias en la promoción
personal y social a través de un apoyo integral para el mantenimiento y la
potenciación de sus habilidades, promover su bienestar y autonomía para que
29
puedan disfrutar de todos sus derechos y deberes, proporcionar un espacio de
convivencia basada en el respeto, la solidaridad, la cooperación, el esfuerzo y
la dignidad, y ayudar a solucionar situaciones de conflicto con las familias.
A través del Programa RESPIR se ofrecen estancias residenciales, de fin
de semana y vacaciones, personal de apoyo domiciliario, proyectos de ocio
diario y acompañamientos para aquellas familias que cuidan a persona
mayores de 18 años con diversidad funcional.
También puede destacarse el Proyecto para el crecimiento de la
autonomía personal que persigue mantener y fomentar las capacidades de la
persona para promocionar su crecimiento personal y lograr su inserción social
y/o laboral a la vez que se promueven hábitos de vida saludables.
Por último, el Programa ACCEPTA en el que se atiende a personas con
diversidad funcional intelectual y del desarrollo que tienen problemas con la
justicia.
Mujer
Dentro de esta área la Fundación ha desarrollado varios proyectos para
intervenir con mujeres y personas transexuales que ejercen la prostitución o
que son víctimas de trata. En ellos, se llevan a cabo acciones de atención,
protección y subsistencia, promueven ayudas sociales y jurídicas a víctimas de
trata de personas para la explotación social y prostitutas, y las preparan para
su integración social y la incorporación a itinerarios sociolaborales.
Justicia
Respecto a las personas sometidas a medidas de ejecución penal,
también se han llevado a cabo algunos programas, los cuales se van a explicar
a continuación.
30
El Programa de implementación y desarrollo de Medidas Penales
Alternativas ofrece actuaciones de carácter formativo, sociolaboral y de
tratamiento para apoyar la ejecución de estas medidas alternativas.
Por otro lado, está el Programa de Formación y Orientación Laboral
desde el que se llevan a cabo acciones de formación e inserción sociolaboral en
distintas áreas dirigidas a personas internas en centros penitenciarios y en
centros de inserción social.
Desde el Programa ReIncorpora de la Obra Social La Caixa se realizan
itinerarios personalizados de las competencias profesionales, facilitando el
desarrollo de valores y el acceso a la integración laboral en la empresa.
El Programa de acogida brinda asistencia integral a personas en libertad
condicional en recursos residenciales para elaborar y desarrollar un itinerario
personalizado para cada residente, orientado a promover su inserción social.
Por último, las Unidades Dependientes de Formación e Inserción
Sociolaboral son recursos residenciales creados para ofrecer una alternativa a
la prisión a los internos que se encuentran en tercer grado de tratamiento
penitenciario, y están orientados hacia la reeducación y la reinserción
sociolaboral, y así como a la prevención de la reincidencia delictiva.
Desempleo
En cuanto a las personas que se encuentran en situación de desempleo,
la Fundación lleva a cabo varias actuaciones orientadas a la inserción laboral.
En primer lugar, se puede destacar el Programa Incorpora de la Obra
Social La Caixa, de intermediación laboral, que tiene como objetivo que la
persona tenga una buena integración en la empresa. Específicamente, este
programa facilita la incorporación laboral de personas en riesgo de exclusión
social.
31
También se llevan a cabo Medidas Activas de Inserción para personas
destinatarias de la Renta Mínima de Inserción, las cuales incluyen servicios de
orientación e información para la ocupación y para la mejora de las
competencias
personales,
profesionales
y
técnicas,
para
favorecer
su
ocupabilidad atendiendo a sus características y necesidades. Con este objetivo
se promueve acciones de prospección del mercado de trabajo así como de
trabajos de apoyo y seguimiento a la inserción laboral.
Por otro lado, se llevan a cabo Itinerarios Personales de Inserción,
dirigidos a personas en situación de desempleo con las que se establecen
líneas de trabajo personalizadas y enfocadas a la búsqueda de trabajo.
Desde el Proyecto Itinerarios con Futuro – Nuevas oportunidades
formativas y laborales se promueve la inserción de personas en situación o
riesgo de exclusión social con el fin de facilitar el acceso al mundo laboral a
aquellos colectivos más frágiles a través de su contratación por partes de
empresas públicas o privadas del mercado laboral.
Por último, la Fundación dispone de una Agencia de Colocación que, en
colaboración con el Servicio Público de Ocupación, realiza actividades de
intermediación laboral con la finalidad de proporcionar un trabajo adecuado a
las características de cada persona.
Exclusión social
Dentro de este ámbito se han desarrollado diversos proyectos con la
finalidad de proporcionar una atención integral a las personas en situación o
riesgo de exclusión social.
El Proyecto para promover la inclusión social y laboral de las personas
perceptoras de Rentas Mínimas de Inserción trata de construir un itinerario
social y laboral personalizado para estas personas con el fin de ayudarlas a
superar una situación de exclusión sociolaboral. Con este objetivo, se diseñan
32
actividades de voluntariado que permiten reforzar los vínculos con la
comunidad y el entorno.
También puede destacarse el Proyecto entre Tothom de inserción de
personas en situación o riesgo de exclusión social para facilitar el acceso al
mundo laboral a colectivos especialmente vulnerables.
Además, cuenta con Pisos de Acogida temporal dirigidos a personas en
situación de exclusión social con el objetivo de facilitar una vivienda durante
un tiempo limitado a aquellas personas que no disponen de una y que
participan en un itinerario de inserción. De esta manera, se apoya su proceso
de emancipación y se les ofrece una ayuda para posibilitar su inserción laboral.
Por otro lado, se llevan a cabo actividades de Sensibilización, prevención
y formación en el ámbito de la salud y de las drogodependencias, que permiten
reducir las desigualdades y el fomento de la equidad así como el incremento de
oportunidades por medio de un mejor acceso a los recursos sociales, y desde
el Programa de Mediación Comunitaria se promueve la contratación laboral de
personas ex drogodependientes.
El Programa de Promoción de la Salud y prevención del VIH/SIDA tiene
como objetivo integrar social y laboralmente a mujeres en situación de
vulnerabilidad social, que están o pueden estar afectadas por el VIH/SIDA, y
mejorar los procesos de prevención de la enfermedad, facilitando el acceso a
las estructuras sanitarias para aumentar la calidad de vida.
Para finalizar, se puede destacar la realización de Acciones formativas
dirigidas a colectivos en situación o riesgo de exclusión social para mejorar sus
capacidades y facilitar la salida de esta situación.
Personas mayores
Dentro de esta área destaca el Proyecto de Rehabilitación de interiores
de viviendas de personas mayores sin recursos económicos. Con estas
pequeñas rehabilitaciones y adecuaciones se consigue mejorar la accesibilidad,
33
la habitabilidad y la seguridad en las viviendas de personas mayores de 65
años sin recursos económicos, con el fin de mejorar su calidad de vida y su
permanencia en el domicilio. Paralelamente, este recurso favorece la inserción
sociolaboral de personas con dificultades, ya que se facilita el aprendizaje y la
práctica laboral a través de contratos para la realización del servicio con el
objetivo de incorporarse al mercado de trabajo.
Inmigración y cooperación internacional
Dentro de las actividades que se llevan a cabo con este colectivo, se
pueden destacar las siguientes.
En primer lugar, están las Aulas del Mundo, que se trata de un proyecto
que ofrece medidas de promoción del aprendizaje de la lengua y cultura del
país de acogida. Se llevan a cabo actividades formativas para personas
inmigrantes dirigidas a facilitar su inclusión social y laboral.
El Programa de Cooperación con Errachidia (Marruecos) apoya el
desarrollo local, lucha contra el desarraigo de las personas debido a la falta de
oportunidades y colabora en el desarrollo de los servicios sociales y
comunitarios en la provincia de Errachidia.
Desde el Programa de Asesoría se atienden consultas jurídicas y se
realizan distintas tramitaciones para personas inmigrantes en distintos ámbitos
(civil, laboral, penal…).
Por su parte, el Proyecto de Integración y acogida de personas reclusas
extranjeras supone una acción multicultural para favorecer la convivencia de
las personas extranjeras y autóctonas internas en los centros penitenciarios,
implicando a los diferentes miembros y agentes de la comunidad penitenciaria
en el desarrollo del mismo.
Además, se llevan a cabo Itinerarios de Integración sociolaboral y
formación para el empleo que van dirigidos a personas inmigrantes y tienen un
diseño y una tutoría individualizada donde se establecen las pautas de
34
actuación que ayudan a la plena inserción sociolaboral facilitando, en algunos
casos, el acceso a una vivienda. Al respecto, es muy importante la promoción
de acciones y redes de apoyo social para mujeres víctimas de explotación
sexual dado que se encuentran en una situación de elevada vulnerabilidad.
Infancia y juventud
La Fundación también considera importante el desarrollo de actuaciones
con este colectivo, por eso lleva a cabo las siguientes.
El Programa Proinfancia de la Obra Social La Caixa lleva a cabo
actividades de promoción y desarrollo integral de la infancia en situación de
pobreza y vulnerabilidad social, la atención de familias con menores que viven
en contextos de pobreza a través de clases de refuerzo escolar con los
menores, apoyo psicológico y de bienestar físico (alimentación e higiene) y
acceso a actividades de ocio.
En esta línea, el Programa Europeo DAPHNE – violencia en tránsito
desarrolla, a nivel transnacional, intervenciones en el ámbito de la violencia
juvenil en zonas de tráfico urbano con el diseño de propuestas y actividades de
intervención.
Por otro lado, el Proyecto de tutorización de jóvenes hacia la formación y
el trabajo se orienta a la formación e inserción sociolaboral de jóvenes,
proporcionándoles
formación
ocupacional
en
un
sector
económico
con
posibilidades reales de inserción laboral, con prácticas formativas y laborales,
formación en tecnologías de la información y la comunicación, y en materia de
habilidades sociales y laborales.
Por último, los Programas de Cualificación Profesional Inicial tienen como
objetivo que todo el alumnado adquiera competencias profesionales básicas,
que tenga la posibilidad de una inserción sociolaboral satisfactoria y que,
además, amplíe sus competencias básicas para conseguir estudios en las
diferentes enseñanzas.
35
MEDIDAS DE IGUALDAD
La Fundación APIP-ACAM no ha elaborado un Plan de Igualdad, ya que
no está obligada por la ley al tener menos de doscientas cincuenta personas en
plantilla. Del mismo modo, tampoco dispone de ningún Protocolo contra el
Acoso Sexual y/o la Violencia de Género. Sin embargo, aunque no sea un
imperativo, al tratarse de una entidad de carácter social y desarrollar
programas específicos de igualdad, creemos que sería oportuno que se
plantease elaborar medidas de este tipo.
La única mención concreta a la igualdad aparece en el Convenio
Colectivo del sector de Oficinas y Despachos de Zaragoza, que apenas aporta
alguna novedad. De hecho, sólo hay un artículo en el que dice que se
adoptarán las medidas necesarias para hacer efectivo el principio de igualdad
entre hombres y mujeres, especialmente, en la contratación, jornada de
trabajo,
reglas
comunes
sobre
categorías
profesionales
y
ascensos,
retribuciones, permisos de maternidad y paternidad, por responsabilidades
familiares y demás condiciones de trabajo. Sin embargo, no desarrolla nada
más al respecto ni profundiza en las medidas.
APIP-ACAM EN ZARAGOZA
Después de haber expuesto los objetivos, los ámbitos de actuación, la
organización
y
los
servicios
ofrecidos
por
la
Fundación
en
general,
consideramos que es oportuno centrarnos en el trabajo que ésta lleva a cabo
en Zaragoza.
36
Objetivos
Principalmente, las actuaciones que se llevan a cabo persiguen la
consecución de tres objetivos generales, que son los siguientes.
El primero es el de colaborar con la Administración y la sociedad en la
aplicación de las políticas activas y sociales para resolver necesidades sociales.
El segundo supone impulsar iniciativas contra la pobreza, la vulnerabilidad, la
exclusión, las desigualdades y el desempleo de las personas, potenciando la
inclusión social. El tercero es el de fomentar programas sociales, formativos y
laborales y ofrecer servicios integrales y personalizados de atención y de
inclusión social.
Personas destinatarias
Para cumplir con estos objetivos, la entidad dirige sus actuaciones a
personas de distintos colectivos que se encuentran en diferentes situaciones de
vulnerabilidad, exclusión, pobreza y dificultad:
-
Perceptoras de rentas mínimas.
-
Dependientes de la droga y con problemáticas añadidas.
-
Sujetos a medidas de ejecución penal.
-
Colectivos de inmigrantes, tanto adultos como menores.
-
Minorías étnicas.
-
Mayores sin recursos económicos.
-
Familias monoparentales con cargas familiares.
-
Mujeres en riesgo por violencia de género, prostitución o trata.
-
Jóvenes y adultos con carencias formativas y de capacitación.
Líneas de actuación
Las intervenciones de la Fundación se estructuran, principalmente, en
torno a cuatro ejes, los cuales se exponen a continuación.
37
En primer lugar, destacan las Especialidades formativas y prácticas en
empresas, que se desarrollan a través de la impartición de formación reglada
(Programas de Cualificación Profesional Inicial), de cursos de Lengua del país
de acogida, de formación adaptada al mercado laboral y planes de formación
para el empleo en colaboración con el INAEM.
En segundo lugar, se encuentra el Programa de Reparación del interior
de
viviendas
de
gente
mayor
y
personas
dependientes
sin
recursos
económicos, que se lleva a cabo en colaboración con Programa Integral del
Caso Histórico del Ayuntamiento de Zaragoza.
En tercer lugar, la Fundación dispone en Zaragoza de pisos de acogida
temporal dirigidos a mujeres inmigrantes extracomunitarias, mujeres en
libertad condicional o permisos ordinarios, mujeres en exclusión social que han
ejercido, ejercen o están en riesgo de ejercer la prostitución y/o son víctimas
de trata, mujeres víctimas de violencia de género con niños y niñas, y hombres
en libertad condicional o permisos ordinarios.
Por último, está el Programa de Igualdad para trabajadoras sexuales, en
el que se realizan itinerarios personalizados dirigidos a mujeres que ejercen la
prostitución. A continuación, vamos a desarrollar la información relativa a este
programa, puesto que es en el que se han desarrollado nuestras prácticas.
PROGRAMA DE IGUALDAD PARA TRABAJADORAS SEXUALES
Este programa lleva en funcionamiento en Zaragoza desde el año 2009 y
en él intervienen o han intervenido diferentes técnicas y mediadoras que llevan
a cabo diversas acciones con el objetivo de ofrecer una atención integral a
mujeres que puedan ser víctimas de trata y a mujeres que ejercen la
prostitución, tanto en calle como en clubs y pisos.
38
Las dos personas contratadas actualmente en este Programa son
mujeres, ya que así resulta más fácil el establecimiento de vínculos de
confianza y el acercamiento al colectivo con el que intervienen, dado que los
clientes y los tratantes son mayoritariamente hombres, y, por lo general, no
han tenido muy buena experiencia con ellos.
Objetivos
Las diferentes actuaciones que se llevan a cabo en el marco del
programa van dirigidas a alcanzar una serie de objetivos, que son los
siguientes:
-
Detectar situaciones de trata y/o la existencia de redes para la
explotación sexual de mujeres mediante el trabajo de campo realizado
en calle, clubs y pisos donde se ejerce la prostitución.
-
Establecer diferentes actuaciones con el objetivo de prevenir y erradicar
el delito de trata de mujeres con motivo de la explotación sexual.
-
Proteger y asistir a mujeres que sufren o han sufrido situaciones de
trata.
-
Prevenir
malos
hábitos
sexuales
entre
mujeres
que
ejercen
la
prostitución mediante la entrega de material preventivo a las mismas,
además de orientación sexual in situ o en oficina.
-
Formar y dar a conocer la problemática de la trata de mujeres a
profesionales de lo social a través de diferentes charlas y reuniones con
diferentes entidades sociales, educativas y sanitarias.
-
Dar una atención integral a las usuarias en las diferentes áreas, como
son la psicológica, la social, la jurídica y la educativa.
-
Coordinar nuestro programa con las diferentes entidades que trabajan
con mujeres víctimas de explotación sexual con el objetivo de realizar un
trabajo en red eficiente y evitar la duplicidad de servicios.
-
Mantener una relación de coordinación e intercambio de información con
diferentes organismos policiales que se encargan de la detección y
39
penalización de tratantes en particular y redes de trata en general, con el
objetivo de colaborar y dar una atención transversal a las víctimas.
Área de Intervención Directa
Esta área es la que supone el volumen más significativo de trabajo ya
que implica el contacto con este colectivo a través de la aproximación e
interacción con las mujeres que ejercen la prostitución en sus puestos de
trabajo.
De
esta
manera,
es
posible
ir
conociéndolas
a
la
vez
que
progresivamente se va estableciendo un vínculo de confianza que permite que
ellas acaben comunicando sus necesidades personales de índole psicológico,
social o jurídico, e incluso la situación de vulnerabilidad o violación de derechos
en la que se pueden encontrar alguna de sus compañeras.
Para conseguir esto, es fundamental la labor de atención en los
lugares donde se ejerce la prostitución, que implica realizar incursiones en
calle, clubs y pisos, y que cubre el suministro de material preventivo e
higiénico, además de la observación y detección de situaciones de trata y
dependencia.
El trabajo de campo consiste en entrar a los clubs y acudir a las zonas de
la vía pública donde se ejerce la prostitución ofreciendo, a modo de
presentación y también con una finalidad de difusión y de salud pública, un
pack con material preventivo, compuesto de preservativos, lubricante, toallitas
higiénicas y un folleto explicativo de los servicios que ofrece la entidad.
Estas salidas las llevan a cabo de manera conjunta las técnicas de las
distintas áreas junto con las mediadoras. La labor que realizan estas últimas es
muy productiva, ya que se trata de mujeres que ejercen o han ejercido la
prostitución y, por tanto, saben mejor cómo acercarse a las chicas en los clubs
y en la calle. Además, al proceder de países de Europa del Este conocen el
idioma y la cultura, lo que facilita la comunicación con las trabajadoras
sexuales de su misma nacionalidad.
40
Para facilitar esta labor, se han identificado diferentes zonas en función
de la geografía urbana en las que se focaliza el ejercicio de la prostitución.
Concretamente, se han establecido doce zonas que exponemos brevemente a
continuación.
-
Zona 1 – El Gancho. Es una zona en la que hay una gran variedad de
clubs que, principalmente, se encuentran abiertos por la mañana, y se
están ubicados en torno a las calles Cerezo, José Zamorai, Agustina de
Aragón, Ramón Pignatelli y Miguel de Ara. En estos locales, pueden
encontrarse mujeres de distintas nacionalidades, sobre todo, españolas,
latinoamericanas y de Europa del Este.
En
esta
zona
todavía
se
pueden
encontrar
también
mujeres
y
transexuales que ejercen en la calle a pesar de que esta modalidad cada
vez es menos frecuente. Se concentran en las calles Ramón y Cajal,
Diego Castrillo y Conde Aranda, y están tanto de día como de noche. Las
trabajadoras que ejercen en esta zona son también de nacionalidades
diversas, pero se diferencian con las anteriores en que, por lo general,
son más mayores y se encuentran más desmejoradas físicamente.
-
Zona 2 – Francisco Vitoria. En esta zona podemos encontrar solamente
clubs situados en las calles Vicente Martir, María Lostal y Francisco
Vitoria. Las mujeres eran de nacionalidades mixtas, procedentes de
Europa del Este, América Latina y España. Cabe destacar que alguna de
ellas se niegan a hablar con las profesionales de la Fundación bajo la
excusa de que no ejercen la prostitución.
-
Zona 3 – Gran Vía. Se trata de una zona en la que hay muy pocos
locales, pero en los que hay un gran número de chicas de distintos
países.
Además, se ha localizado algún piso en el que ejercen la prostitución
mujeres asiáticas.
-
Zona 4 – Romareda. En esta zona únicamente se tiene constancia de la
existencia de un club, regentado por un hombre de origen rumano, y del
que no se tiene suficiente información.
41
-
Zona 5 – Plaza Roma. Alrededor de dicha plaza se pueden encontrar
varios clubs repartidos, principalmente, por la calle Burgos, Toledo y
Escosura. Aunque hay alguna excepción, en la mayoría de estos clubs
trabajan mujeres nigerianas y de Guinea Ecuatorial, en los que hay poca
actividad.
También en la propia plaza se pueden ver a algunas mujeres ejerciendo
la prostitución, sobre todo, en la esquina de la calle Duquesa
Villahermosa con la calle Italia.
-
Zona 6 – Bretón. Por las calles López Allué, San Antonio María Claret y
Arzobispo Domenech se pueden encontrar varios clubs en los que
ejercen, sobre todo, mujeres latinoamericanas y de Europa del Este.
Cabe destacar que en esta zona se han detectado varios casos de trata,
motivo por el que es importante realizar un seguimiento continuado.
Además, se tiene constancia de la existencia de un piso por esta zona.
-
Zona 7 – Madrazo. Los clubs que hay en esta zona se encuentran en
Camino del Abejar y Carretera de Logroño, y en ellos se pueden ver
bastantes mujeres ejerciendo, principalmente, de Europa del Este y
latinoamericanas.
-
Zona 8 – Carreteras Castellón, Valencia y Barcelona. Se trata de
macroclubs en los que hay bastantes chicas de diferentes nacionalidades.
-
Zona 9 – Mercazaragoza y Cogullada. Es una zona de carretera que va
hacia un polígono industrial importante de Zaragoza en el que se ejerce
prostitución de calle, principalmente, mujeres de Europa del Este.
Además, se han detectado varios casos de trata en esta zona, motivo por
el que se lleva a cabo un seguimiento más exhaustivo y un mayor control
de los conocidos proxenetas.
-
Zona 10 – Delicias y Estación. Anteriormente había algunos clubs en esta
zona que actualmente se encuentran cerrados.
También se tiene conocimiento de la existencia de un piso en el que se
ejerce la prostitución por esta zona.
42
-
Zona 11 – El Tubo. En esta zona del Casco Histórico existen pisos de
prostitución de alto standing, que se encuentran próximos a la Plaza
España, concretamente, tras Puerta Cinegia.
-
Zona 12 – Las Fuentes. Se trata de una zona en la que hay únicamente
un par de clubs, en los que suele haber pocas mujeres procedentes,
mayoritariamente, de Europa del Este.
Por lo general, se organizan dos salidas semanales que se realizan por la
noche, excepto cuando se visitan los clubs del Gancho, pues esa salida se hace
por la mañana coincidiendo con el horario de apertura de los mismos. La idea
es visitar cada zona una vez al mes para realizar un seguimiento continuado y,
a través de este acercamiento se va creando, poco a poco, una red de
confianza y comunicación bidireccional con las mujeres que ejercen la
prostitución. A su vez, el acudir habitualmente a cada una de estas zonas
permite a las profesionales observar la situación en la que se encuentran las
mujeres, detectando así posibles situaciones de vulnerabilidad y evitar
problemáticas. Para facilitar la realización de este seguimiento, se rellena una
ficha de cada una de las mujeres que se encuentran en los locales y también
se elabora un informe en el que se explica cómo se ha desarrollado la salida y
se anota si se ha observado alguna situación extraña.
También es muy importante el trabajo que se realiza de atención en
oficina, el cual cubre distintas áreas.
Desde el área de Trabajo Social se lleva a cabo la gestión de diferentes
trámites, que pueden ir desde la escolarización de los hijos e hijas hasta
empadronamientos, así como el ofrecer información sobre prestaciones,
retorno voluntario y los diferentes recursos de la ciudad. Además, se realizan
acompañamientos a las usuarias, en caso de que sea necesario, para la
realización de diferentes gestiones.
43
Dentro del área sanitaria se incluye la entrega de material preventivo, la
asesoría sexológica, la tramitación de la tarjeta sanitaria, así como la
resolución de dudas en el ámbito sociosanitario. En los casos en que las
demandas de las usuarias no pueden ser atendidas adecuadamente por la
Fundación, se les deriva a otras entidades con las que existe coordinación y
que están más especializadas en este ámbito.
En relación al área educativa se realizan diferentes cursos de formación
para complementar los estudios que ya tienen, además de ofrecer cursos de
Agentes de Promoción de la Salud, cursos de Autodefensa para Mujeres y
Cursos de Sexualidad y, para favorecer la inserción laboral, desde el área de
recursos humanos, se realiza orientación laboral y se asesora en la búsqueda
activa de empleo.
Respecto al área jurídica, al no contar con una abogada contratada por la
Fundación, en caso de que las usuarias planteen alguna duda o necesiten
asesoramiento sobre algún tema en concreto, también se les derivará al
Servicio de Orientación del Inmigrante de la Casa de las Culturas o al Colegio
de Abogados.
Por último, el área psicológica, desde el que se llevan a cabo terapias
individuales, realizando un seguimiento continuado de los distintos procesos
terapéuticos.
La tercera línea de actuación es la que cubre la intervención en el Piso
de Acogida para Mujeres Víctimas de Trata y/o Explotación Sexual.
Cabe destacar que se trata de un recurso que no existe en ninguna otra
entidad de las que trabajan con este colectivo, y que forma parte de la Red de
Recursos en Aragón.
Aunque en principio este recurso esté dirigido hacia este colectivo, lo
cierto es que también se atiende, en caso de que lo necesiten, a mujeres que
44
ejercen la prostitución de manera voluntaria y con las que se lleva a cabo una
intervención. La acogida también incluye a los hijos e hijas de estas mujeres,
si es que los hay.
La vivienda consta de seis plazas, reservando siempre una para
situaciones de urgencia, y el ingreso en la misma se realiza a partir de la
detección de las propias profesionales de la Fundación o a partir de
derivaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o de otras
entidades.
El principal objetivo de este piso de acogida es ofrecer un alojamiento
temporal donde se proporcione un entorno de seguridad y atención integral a
las mujeres y, en su caso, a los hijos e hijas a su cargo, hasta conseguir la
autonomía personal. Además, se han planteado unos objetivos específicos a los
que se trata de dar respuesta a través de la intervención directa:
-
Albergar y proteger a las mujeres y a sus hijos e hijas cubriendo
temporalmente sus necesidades básicas de alojamiento y manutención.
-
Intervenir en los procesos de recuperación personal, autoestima y
resolución de problemas de las mujeres, insistiendo en la autonomía
personal y en la utilización óptima de sus recursos propios.
-
Informar sobre los recursos sociales, derechos y servicios públicos que
tienen a su alcance para solucionar su problemática.
-
Facilitar el acceso de esas mujeres y sus hijas e hijos a una vida
autónoma y en las mejores condiciones económicas y sociales.
Área de Sensibilización
Además de la intervención directa, también es muy importante la
educación y la sensibilización de la sociedad en general y especialmente de las
personas que trabajan con mujeres que ejercen la prostitución o que son
víctimas de explotación sexual. Por este motivo, desde la Fundación se trabaja
con cuatro perfiles.
45
En primer lugar, hay que destacar la sensibilización con el propio
colectivo, que se lleva a cabo repartiendo folletos informativos, impartiendo
diferentes cursos de formación y talleres, que permiten complementar la parte
teórica con la realidad de las trabajadoras sexuales.
También es importante la sensibilización con profesionales de lo social y,
para ello, se ofrece formación individualizada a profesionales de instituciones
sociales, sanitarias y educativas, con el objetivo de dar a conocer el Programa
de Igualdad de la propia Fundación así como los recursos de los que se
dispone. El motivo de que se lleven a cabo estas actividades es que se ha
detectado un desconocimiento del fenómeno de la Trata de Seres Humanos y
de los recursos existentes en Aragón para combatirla. Además, gracias a las
charlas y reuniones que se llevan a cabo, se establecen redes de coordinación
con
las
diferentes
entidades
sociales,
lo
que
permite
un
mejor
aprovechamiento de los recursos.
Además, se trabaja en la sensibilización en centros educativos, de
educación formal y no formal, ofreciendo una guía de sensibilización para
adolescentes, mediante la cual se da a conocer el fenómeno de la trata y de la
prostitución. De esta manera, se abre una vía de conocimiento sobre el tema,
se crean actitudes de implicación y se amplía la capacidad de argumentación
desde el pensamiento crítico.
Por último, se organizan jornadas y campañas de prevención contra el
VIH/SIDA. Éstas se dirigen a la población en general, puesto que aunque las
mujeres que ejercen la prostitución pueden enfrentarse a más situaciones de
riesgo, no son las únicas que pueden verse afectadas y por eso es necesario
concienciar a toda la sociedad.
46
MEMORÍA DE PRACTÍCAS: PÍLAR
INTRODUCCIÓN
Mi nombre es Pilar Ortega Facerias y soy estudiante del Máster en
Relaciones de Género en la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo en la
Universidad de Zaragoza. En el mes de julio del año 2014 me gradué en
Trabajo Social tras realizar, junto con dos compañeras, mi Trabajo de Fin de
Grado titulado “Recursos sociales para mujeres que ejercen la prostitución
heterosexual en la ciudad de Zaragoza”. En dicha investigación tuve la
oportunidad de conocer la realidad de la prostitución desde el punto de vista
de las entidades sociales que trabajan con mujeres que ejercen la prostitución,
tanto de forma voluntaria como forzada. Sin embargo, tenía un gran interés en
conocer la situación desde la perspectiva de las propias trabajadoras sexuales.
Por este motivo elegí realizar las prácticas del Máster en la Fundación APIPACAM, porque conocía de antemano las intervenciones que se llevan a cabo
desde la misma y sabía que tendría la oportunidad de acercarme al mundo de
la prostitución y al de la trata de seres humanos con fines de explotación
sexual.
El Programa de Igualdad para trabajadoras sexuales de la
Fundación APIP-ACAM lleva en funcionamiento desde el año 2009 y su
objetivo principal es el de dar atención a mujeres que puedan ser víctimas de
trata y a mujeres que ejercen la prostitución, tanto en la calle, como en clubs y
pisos.
Para cumplir con este objetivo, se realizan labores en el área de atención
directa en los lugares donde se ejerce la prostitución, las cuales suponen el
volumen más significativo del trabajo, pues implica realizar salidas, varias
noches a la semana, a zonas de calle, clubes de alterne o pisos donde se
ejerce la prostitución. En estas salidas se ofrece material preventivo e
47
información sobre la Fundación APIP-ACAM a las mujeres que ejercen la
prostitución, y se trabaja en la detección de situaciones de trata de seres
humanos con fines de explotación sexual y/o la existencia de redes para la
explotación sexual.
También se lleva a cabo un importante trabajo de atención en oficina, en
el área de Trabajo Social, en el área sanitaria, en el área de recursos humanos,
en el área jurídica, en el área educativa, en el área psicológica y en la
sexológica. De esta manera, se ayuda en la realización de trámites y se llevan
a cabo acompañamientos, se ofrecen distintos cursos de formación, hay
asesoría psicológica y sexológica, se brinda orientación laboral y ayuda en la
búsqueda de empleo, así como información socio sanitaria y prevención de
malos hábitos sexuales.
Por último, la Fundación APIP-ACAM dispone de un piso de acogida
gratuito, cuyo fin es el de ofrecer un alojamiento temporal a mujeres víctimas
de trata y/o explotación sexual y a sus hijos e hijas, en caso de que los haya,
proporcionándoles un entorno de seguridad y atención integral.
De acuerdo con los servicios ofrecidos desde el Programa de Igualdad de
la Fundación APIP-ACAM, los objetivos que pretendía alcanzar con la
realización de mis prácticas en la entidad eran:

Conocer el funcionamiento de la Fundación APIP-ACAM, así como la
forma de trabajar con el colectivo de víctimas de trata de seres
humanos con fines de explotación sexual y mujeres que ejercen la
prostitución.

Visitar las zonas en las que se focaliza la prostitución, siendo
posible así ver de primera mano las condiciones en las que ésta se
desarrolla.

Conocer la realidad social que viven en el día a día las mujeres que
ejercen la prostitución.

Acompañar en la atención realizada a las usuarias en la oficina.
48
Cabe destacar que el equipo de trabajo con el que llevé a cabo mis
prácticas estaba compuesto por Susana Blasco, Técnica del Área Psicológica y
sexológica, y mi tutora asignada en la institución; Mont-Ler Barrachina,
Técnica del Área de Trabajo Social; y dos mediadoras, mujeres que ejercían o
habían ejercido la prostitución y que, a la hora de llevar a cabo el trabajo de
campo, favorecían el acercamiento hacia las trabajadoras sexuales gracias a su
experiencia y al conocimiento de distintos idiomas.
Directora Territorial
Técnica del Área
Psicológica y Sexológica
Técnica del Área de
Trabajo Social
Mediadora 1
Mediadora 2
Ilustración 2. Elaboración propia
Cabe destacar que la directora territorial trabajaba en la oficina de la
calle San Blas, número 4, mientras que el resto del equipo de trabajo
desarrollaba su labor en la oficina de la calle Las Armas, número 121. Mis
prácticas, por lo tanto, se llevaron a cabo también en la oficina de la calle Las
Armas, en el periodo comprendido entre el 24 de octubre de 2014 y el 28 de
noviembre de 2014, algunos días en horario nocturno y otros en horario
diurno.
A continuación, se expone el cronograma de las prácticas y se
desarrollan las actividades realizadas a lo largo de ese tiempo.
49
50
CRONOGRAMA
OCTUBRE 2014
Lunes
Martes
Miércoles
Horas
Jueves
Viernes
Sábado
realizadas
Domingo
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
0.5
09.30-10.00
Presentación
27
28
29
30
31
11.00-12.00
11.00-14.00
10.30-14.00
Oficina
Oficina
Oficina
10.5
12.00-15.00
Salida
Total horas mes
11
51
NOVIEMBRE 2014
Lunes
3
16.00-18.00
Acompañamiento
10
10.00-14.30
Oficina
17
11.00-14.00
Oficina
24
Martes
4
20.3001.00
Salida
11
18.0020.00
Salida
23.0001.00
Salida
18
25
23.00
01.00
Salida
Miércoles
Jueves
Viernes
5
6
12
23.00-01.00
Salida
13
11.0014.00
Oficina
19
10.00-14.00
Oficina
26
23.00-01.00
Salida
20
Total horas mes
Sábado Domingo
1
2
7
8
9
Horas
realizadas
6.5
14
15
16
13.5
21
10.30-13.30
Oficina
27
28
11.00-14.00
Oficina
22
23
10
29
30
7
37
52
ACTIVIDADES
Viernes, 24 de octubre de 2014
Antes de empezar con el periodo de prácticas propiamente dicho, MontLer Barrachina, Técnica del Área de Trabajo Social del Programa de Igualdad
de la Fundación APIP-ACAM, me citó en la oficina de la calle Las Armas para
llevar a cabo las presentaciones. Ella se encargó de explicarme, de manera
general, el proyecto de intervención con mujeres que ejercen la prostitución y
con mujeres víctimas de trata, hablándome del trabajo realizado en la oficina y
de las salidas que se realizan en las zonas de Zaragoza en las que se focaliza
la prostitución, incluyendo clubs, pisos y calle. Además, me explicó cómo iban
a
organizarse
mis
prácticas,
advirtiéndome
que
el
horario
variaría
semanalmente en función del calendario establecido o de los imprevistos que
pudieran surgir.
Por mi parte, le expuse mis intereses a la hora de escoger las prácticas
en la Fundación APIP-ACAM, así como mi formación previa en dicho ámbito de
actuación. Le dije que ya conocía la entidad, gracias a mi Trabajo de Fin de
Grado, que versaba sobre los recursos sociales dirigidos a mujeres que ejercen
la prostitución heterosexual en la ciudad de Zaragoza. Del mismo modo, le
comenté que también tenía conocimientos sobre este tema debido a un curso
al que asistí, promovido desde el centro Fogaral, que lleva más de veinticinco
años interviniendo con mujeres que ejercen la prostitución, y a unas jornadas
sobre trata de seres humanos con fines de explotación sexual organizadas por
el Instituto Aragonés de la Mujer y la Subdelegación del Gobierno de Huesca.
Miércoles, 29 de octubre de 2014
En esta ocasión, acudí a la oficina de la Fundación APIP-ACAM a las once
de la mañana, tal y como había acordado con Mont-Ler la semana anterior. Allí
me encontré con ella y con Susana Blasco, Técnica del Área Psicológica y
53
Sexológica, y mi tutora de prácticas en la institución. Susana, a la que conocí
el año pasado durante la realización de mi Trabajo de Fin de Grado, se interesó
por conocer mis motivaciones, mis expectativas, y los objetivos que quería
alcanzar con mis prácticas.
A continuación, procedieron a explicarme el caso de una chica, víctima
de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, con el que llevaban
todo el mes trabajando, con el propósito de contarme su situación y ponerme
al día acerca de la intervención que se había llevado a cabo.
Se trataba de una chica de Rumanía que, en el mes de mayo, celebró su
fiesta de dieciocho cumpleaños en su país de origen, donde conoció a un chico
que en seguida pasó a ser su pareja. Tras dos semanas de noviazgo, el chico le
propuso ir a vivir juntos y, como ella tenía problemas en casa y la relación con
su familia era complicada, accedió. De esta forma, empezó a vivir con su
novio, con el hermano de él y con la novia de éste.
A partir de entonces, estando todavía en Rumanía, la chica se vio
obligada a prostituirse en contra de su voluntad, pues su novio amenazó con
matar a su familia y la maltrataba si ella se negaba. Durante el verano, la
chica fue trasladada a Zaragoza por su novio y el hermano de éste, para lo
cual utilizaron alguna droga, pues ella no recordaba nada del viaje.
Una vez en Zaragoza, la llevaron a un piso donde la obligaron a
prostituirse. La chica era maltratada y estaba encerrada, le habían robado la
documentación
y
publicaron
anuncios
con
fotos
suyas
en
Internet.
Posteriormente la trasladaron a otro piso donde había otras mujeres ejerciendo
la prostitución de forma voluntaria, diciéndole a la dueña del piso que la chica
también se prostituía voluntariamente.
En un momento dado, cuando los tratantes de la chica estaban fuera del
país, ella se atrevió a exponerle su situación a la dueña del piso, quien la
convenció para que denunciase y se prestó a ayudarla.
54
Entonces, la policía se puso en contacto con la Fundación APIP-ACAM
para que colaborase con el caso, y fue Susana la que estuvo presente durante
el momento de la denuncia. Por su parte, Mont-Ler se encargó de realizar una
entrevista en profundidad y la acompañó a la vista preconstitucional, así como
al juicio. Por este motivo, la chica se sintió muy ligada a la trabajadora social,
con quien estableció un vínculo de confianza muy importante desde el
principio.
Durante todo este tiempo, Susana le ofreció a la víctima trasladarse al
piso de acogida del que dispone la Fundación APIP-ACAM y que va dirigido a
víctimas de trata con fines de explotación sexual. En un primer momento, la
chica se negó, puesto que estaba viviendo con la mujer que la ayudó a
denunciar, pero finalmente aceptó.
Por lo tanto, en el momento en el que me incorporé a la Fundación APIPACAM como alumna en prácticas, la chica se encontraba en uno de los pisos de
la institución, y estaba siendo objeto de una intervención a distintos niveles.
Además, se estaba tramitando el proceso de retorno voluntario, pues ella
quería regresar a Rumanía.
Resultó impactante conocer de cerca un caso de estas características y,
sobre todo, saber que a lo largo del año, las trabajadoras de la Fundación
APIP-ACAM ya había intervenido con diferentes víctimas de trata de seres
humanos con fines de explotación sexual.
Después de esto, me propusieron realizar una salida por los locales
ubicados en la zona conocida como “El Gancho”, junto con la trabajadora social
y una de las mediadoras contratadas por la entidad. En estas visitas, las
trabajadoras de la Fundación APIP-ACAM se encargan de repartir material
preventivo a mujeres que ejercen la prostitución, con el objetivo de promover
hábitos saludables. Además, se pretende dar a conocer la entidad, hacer saber
a las mujeres los servicios que se ofrecen en ella e informarles que, si
55
necesitan ayuda, pueden llamar o pasarse por la oficina en cualquier momento.
De esta manera, a cada una de las mujeres se le entrega un pack que incluye
varios preservativos, toallitas, lubricantes y un tríptico con información de la
Fundación APIP-ACAM.
Por último, otro de los objetivos que se persigue con estas salidas, es el
de detectar casos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual.
Por lo tanto, después de cada salida, es preciso rellenar unas fichas
individuales con información relativa a cada una de las chicas que se han visto
en la salida, y redactar un informe en el que quede plasmado el desarrollo de
la salida, destacando las irregularidades que hayan podido observarse y que
pueden ser indicadores de que existe explotación sexual.
En esta salida por “El Gancho” fuimos, en primer lugar, al club “La Selva
2”, situado junto a la plaza del Ecce Hommo, donde había un camarero joven y
donde encontramos a cuatro mujeres latinoamericanas, todas ellas de edades
comprendidas entre los cuarenta y los cincuenta años. No hablamos mucho
con ellas, porque no estaban muy predispuestas a darnos conversación, y
únicamente se limitaron a quejarse por la falta de clientela.
Seguimos la ruta hacia la calle Diego Castrillo, y allí encontramos a una
decena de mujeres, en su mayoría españolas, salvo una mujer del este, una de
origen árabe y otra portuguesa. Todas ellas eran mayores, pues tenían entre
cuarenta y sesenta años, y estaban muy desmejoradas, ya que según me
comentó la trabajadora social, hay muchas de ellas que presentan adicciones a
diferentes sustancias. En este caso, nos entretuvimos bastante rato a hablar
con ellas, porque algunas eran conocidas en la Fundación APIP-ACAM, puesto
que habían sido atendidas con anterioridad, y otras nos solicitaron información
sobre los servicios que se ofrecían en la entidad.
También nos encontramos con el dueño de un piso situado en esa misma
calle y, aunque en ese momento no había ninguna chica, le dejamos unos
cuantos packs para que él se los hiciera llegar a ellas.
56
Después fuimos al club “Caricias”, situado en la calle Miguel de Ara,
donde encontramos a tres chicas dominicanas y a una chica nigeriana, todas
ellas de entre veinte y treinta años. Posteriormente, en el club “Aquí me
quedo”, en la calle Ramón Pignatelli, pudimos ver a una chica rumana y a otra
de origen latino. En ambos casos, las mujeres fueron amables y aceptaron los
packs que les ofrecimos, pero no se mostraron muy dispuestas a hablar con
nosotras.
En cambio, no recibimos el mismo trato cuando llegamos al local
“Traveruras”. En este club, ubicado en la calle José Zamorai haciendo esquina
con la calle Cerezo, había cuatro chicas latinas que fueron muy desagradables
con nosotras, pues nos pusieron malas caras, apenas respondían a lo que les
decíamos e, incluso, una de ellas se negó a aceptar el pack que le ofrecíamos.
Posteriormente fuimos al club “Ara’s”, en la calle Miguel de Ara, donde
encontramos a cuatro chicas de República Dominicana, y al club “Chicote”, en
la calle Agustina de Aragón, donde sólo estaban el dueño del club y una
camarera, de modo que les dejamos unos packs para que se los entregaran a
las chicas. Seguimos nuestro camino hacia el club “La Masía”, también ubicado
en la calle Agustina de Aragón, donde encontramos a tres chicas latinas y a
una de algún país del este.
Por último, fuimos al club “Damas”, situado en la calle Cerezo, en donde
había una chica argentina, acompañada de otra que también era de origen
latinoamericano. La primera, además de ejercer la prostitución en dicho club,
hacía las veces de camarera, de manera que a ella le entregamos varios packs
para que se los hiciera llegar a sus compañeras. Además, estuvimos hablando
con ella sobre cómo iba el negocio y se quejó, como la mayoría, de los pocos
clientes que acudían al local debido a la situación de crisis. Posteriormente, la
chica latina, que afirmaba no ejercer la prostitución, me preguntó acerca de la
Fundación APIP-ACAM y se mostró interesada por saber si había posibilidad de
hacer voluntariado en la misma.
57
A lo largo de la salida, me llamó la atención encontrar tantos locales
abiertos, y tantas chicas en la calle, a mediodía en un día entre semana. Cabe
destacar que la mayoría de ellas eran extranjeras, exceptuando las que
ejercían en la calle, con edades muy dispares, pues podían ir desde los veinte
hasta los sesenta años. Además, aunque nos encontramos con pocos clientes,
todos los que vimos eran españoles y mayores de cincuenta años.
Jueves, 30 de octubre de 2014
En mi segundo día de prácticas tuve la oportunidad de conocer a otra de
las mediadoras que trabajan en la Fundación APIP-ACAM, quien siguió muy de
cerca el caso de la chica víctima de trata de seres humanos con fines de
explotación sexual del que me hablaron el primer día. Ella estuvo presente en
el caso desde el principio puesto que, al igual que la víctima, es de Rumanía,
de manera que, al conocer el idioma y la cultura de la chica, era de gran
ayuda. Aunque Mont-Ler y Susana ya me habían informado acerca del caso,
tuve la oportunidad de hablar también con la mediadora acerca del mismo.
Más tarde, estuve con Mont-Ler cuando recibió en la oficina a dos de las
mujeres que vimos y con las que hablamos ayer en la calle Diego Castrillo,
durante la salida por la zona de “El Gancho”. Estas mujeres, madre e hija, de
aproximadamente sesenta y cuarenta años respectivamente, acudieron a la
Fundación APIP-ACAM porque estaban interesadas en realizar algún curso de
formación.
Les comunicamos que, por el momento, todos los cursos estaban
completos, pero les entregamos la solicitud para que la rellenasen de cara a los
que fueran saliendo más adelante. Además, para completar la solicitud,
hicimos una fotocopia de sus documentos de identidad y les entregamos una
fotocopia de la solicitud. Esta copia podía resultarles útil ya que, al estar
58
percibiendo cada una de ellas prestaciones económicas, podían entregarla en
su Centro Municipal de Servicios Sociales como muestra del interés en relación
a su formación.
Sin embargo, como los nuevos cursos se planteaban a largo plazo, y
ellas se mostraban interesadas en mejorar su formación para ampliar sus
posibilidades de conseguir un trabajo distinto al de la prostitución, les
ofrecimos llevar a cabo una orientación laboral desde la fundación. Ellas
aceptaron y Mont-Ler le dio cita a cada una de ellas por separado para los
próximos días.
En las dos últimas horas de la jornada, me dediqué a leer algunos de los
documentos que me habían entregado Susana y Mont-Ler para poder conocer
mejor el Programa de Igualdad de la Fundación APIP-ACAM y la intervención
que se lleva a cabo con las víctimas de trata de personas con fines de
explotación sexual. Concretamente, leí la memoria del año 2013 relativa a la
promoción de acciones y redes de apoyo social a mujeres víctimas de
explotación sexual, y también consulté una cartografía elaborada por las
trabajadoras de la entidad. En esta cartografía aparecen las diferentes zonas
de prostitución que pueden diferenciarse en Zaragoza, así como los locales que
pueden encontrarse en cada zona y el perfil de las mujeres que trabajan en
ellos, en la calle o en pisos.
Viernes, 31 de octubre de 2014
El viernes acudí a la oficina con idea de realizar un acompañamiento a la
chica rumana víctima de explotación sexual, junto a la mediadora que trabajó
con ella desde el principio. La idea era dar una vuelta con ella, ya que estaba
asustada y, aunque podía salir y entrar del piso cuando ella quisiera, le daba
miedo hacerlo sola. Sin embargo, Mont-Ler me comentó que no se iba a hacer
59
lo que estaba previsto, puesto que el día anterior Susana había ido a hablar
con ella, y le sugirió que, mientras estuviera en España, podría apuntarse a un
curso de español de la fundación, para empezar a conocer el idioma, pero ella
se negó y empezó a hablarle de muy mala manera.
Más tarde acompañé a la trabajadora social cuando recibió a una de las
mujeres que acudieron ayer a la oficina, interesadas en recibir formación y
orientación laboral. Al ser la primera vez que venía, hubo que abrirle un
expediente y elaborar una ficha inicial. Para ello, Mont-Ler llevó a cabo una
entrevista en profundidad, con el objetivo de conocer su situación a nivel
individual, familiar, social, económico, sanitario, de vivienda, formativo y
laboral.
De la información obtenida se puede destacar que se trataba de una
mujer española, de cuarenta años, divorciada y con varios hijos. Su formación
es escasa y empezó a ejercer la prostitución desde muy joven, aunque hubo
periodos de su vida en los que estuvo contratada como limpiadora.
Después de la entrevista elaboramos su currículum con los datos que ella
nos proporcionó, y le pedimos que firmase un documento de protección de
datos, y también la hoja de tutoría, donde se dejó constancia del trabajo
realizado con la usuaria y de las tareas previstas para las próximas reuniones.
Cuando la usuaria ya se había ido, la trabajadora social se dedicó a
elaborar un informe, indicando los datos de la mujer y explicando el desarrollo
de la reunión. Yo no intervine activamente en este último proceso, pero MontLer me dejó leer dicho informe cuando ya estuvo redactado, para que pudiese
ver el sistema utilizado.
Posteriormente, atendí a dos chicos y a una mujer que vinieron a la
oficina solicitando información sobre los cursos de información ofrecidos desde
60
la Fundación APIP-ACAM. En esta ocasión, pude atenderlos sin que ninguna de
las trabajadoras de la entidad estuviera delante, puesto que el día anterior
había estado presente cuando dos usuarias acudieron con las mismas
demandas y ya sabía cómo había que proceder. De manera que les di la
información que solicitaban, les entregué la hoja de solicitud para que la
rellenaran, fotocopié sus documentos de identidad, y archivé esos documentos
donde correspondía.
Finalmente, acabé la jornada leyendo el resto de documentos que me
habían entregado Susana y Mont-Ler el día anterior. Específicamente, estuve
examinando el Protocolo Marco de protección de las víctimas de trata de seres
humanos, que hay que tener presente para trabajar con víctimas de
explotación sexual.
Lunes, 3 de noviembre de 2014
A las cuatro de la tarde, quedé con Mont-Ler en la oficina que la
Fundación APIP-ACAM tiene en la calle San Blas, y juntas fuimos a buscar a la
chica víctima de trata con la que estaban interviniendo desde el mes de
octubre al piso de acogida para mujeres víctimas de explotación sexual, cuya
dirección es confidencial. El motivo de esto, es que íbamos a acompañarla a
una visita que tenía programada en Médicos del Mundo.
Al llegar al piso pude conocer, en primer lugar, a dos mujeres de las que
vivían allí y que ejercían o habían ejercido la prostitución de forma voluntaria.
Ambas eran latinoamericanas, de entre treinta y cuarenta años, y tenían hijos
a su cargo. Después de hablar un rato con ellas, Mont-Ler me presentó a la
chica a la que habíamos ido a buscar. Ella se mostró muy cariñosa con la
trabajadora social, con la que tenía mucha confianza, sin embargo, conmigo
estuvo bastante distante.
61
Estuvimos un rato charlando con ella (en ausencia de la mediadora y
debido a que la chica no sabía casi nada de español, las conversaciones eran
en inglés) y la trabajadora social le explicó algunas cosas que debía saber
sobre el programa de retorno voluntario. Una vez se aseguró que le había
quedado claro, le pidió que firmara unos documentos para poder seguir con el
proceso, y le explicó que sería ella misma la que la acompañaría hasta el
aeropuerto de Madrid, desde donde saldría su vuelo a Rumanía.
Durante el camino hacia la sede de Médicos del Mundo, la trabajadora
social le explicó, una vez más, que había contactado con una asociación de
Rumanía que trabajaba en casos con víctimas de trata de seres humanos con
fines de explotación sexual. Le contó que existía la posibilidad de que la fuesen
a buscar al aeropuerto y que, desde allí, podrían seguir ayudándola u
orientándola en lo que fuera preciso. No obstante, la chica se negó en rotundo,
diciendo que no precisaba ningún tipo de ayuda, y que tenía amigas que irían a
buscarla al aeropuerto. Es más, todo el tiempo tuvo un comportamiento
bastante infantil y mostró una actitud un tanto mal educada.
Una vez en la oficina de Médicos del Mundo, nos encontramos con la
mediadora que también había trabajado en este caso desde el principio, con
quien habíamos quedado previamente. De manera que la trabajadora social se
fue y, en ese momento, la chica dijo de muy malas manera que no quería que
yo entrase a la consulta con ella.
Personalmente, comprendí que la chica había pasado por una situación
muy delicada, y que para ella resultaba muy difícil confiar en personas que no
conocía. Por lo tanto, entendí su postura y me quedé esperando fuera. Sin
embargo, tanto la mediadora como la trabajadora social, le recriminaron a la
chica las formas que había utilizado para expresar su desacuerdo.
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Martes, 4 de noviembre de 2014
A las ocho y media de la tarde, quedé con Susana, la psicóloga de la
Fundación APIP-ACAM, y con una de las mediadoras, para hacer una salida por
la zona de “El Madrazo”, es decir, por los locales cercanos a la Carretera de
Logroño. Concretamente, fuimos al club “Tony’s”, al “Selva de Oro”, al
“Castilla”, al “D’Angelo”, al “Sire” y al “Stay”.
Cabe destacar que no pudimos entrar al club “Sire” porque estaba
cerrado y que, al llegar al “D’Angelo”, nos encontramos sólo al dueño del local
y a uno de los porteros. Estos hombres fueron bastante desagradables con
nosotras y nos dijeron que en el club ya no había chicas, de manera que no le
dejamos ningún pack y nos fuimos en seguida.
En el resto de los locales había mujeres cuyas edades rondaban entre los
veinte y los cuarenta años, aunque la mayoría eran jóvenes. Por lo general, se
trataba de chicas rumanas, aunque también nos encontramos con alguna de
origen latinoamericano, específicamente hablamos con una que era de
Argentina y con otra Colombiana.
Todas las chicas con las que tratamos en esa salida se mostraron
receptivas y hablaron bastante con todas nosotras, sobre todo las del club
“Castilla”, que fue donde más tiempo permanecimos. Allí, una de las chicas nos
comentó que quería hacerse un reconocimiento médico y que quería que le
recetasen anticonceptivos, de manera que le estuvimos asesorando e
informando. Otra de sus compañeras nos preguntó si en la Fundación APIPACAM realizaban la prueba del SIDA, y estuvo planteando algunas dudas que
tenía en relación a la seguridad de determinadas prácticas sexuales.
En el club “Stay” también nos entretuvimos bastante, puesto que
estuvimos charlando durante bastante tiempo con dos mujeres rumanas,
quienes nos manifestaron su interés por encontrar otro tipo de trabajo. Una de
ellas nos dijo que su propósito era seguir ejerciendo la prostitución en España
durante unos meses más y, entonces, regresar a Rumanía. La otra mujer, por
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su parte, nos preguntó si conocíamos otros locales en los que, al igual que en
el “Stay”, se pudiese quedar a dormir después del trabajo.
Más tarde, nos fuimos a la zona “Francisco Vitoria”, donde sólo entramos
en tres locales. En primer lugar fuimos al club “Tony’ss” y al “Musas”, donde
había chicas de Rumanía y de América Latina. Lo que me llamó la atención es
que la mayoría de estas mujeres no quisieron aceptar los packs, alegando que
no los necesitaban o diciendo que no eran trabajadoras sexuales, y algunas de
ellas ni siquiera nos miraron ni nos dirigieron la palabra.
A continuación fuimos al club “Stop”, donde también trabajan mujeres de
nacionalidades mixtas, tales como dominicanas, españolas o rumanas. En este
local la acogida fue buena, aunque no hubo muchas personas que nos dieran
pie a entablar conversación. Sin embargo, sí que hubo un par de mujeres con
las que estuvimos hablando y que, al recibir el pack, nos preguntaron si
teníamos preservativos femeninos.
Lunes, 10 de noviembre de 2014
Al llegar a la oficina, Susana y Mont-Ler me pidieron que rellenara las
fichas de recogida de datos de las salidas que realizamos el martes pasado a
las zonas de “Francisco Vitoria” y “El Madrazo”. Debía hacer una ficha por cada
una de las mujeres que vimos en todos los locales a los que fuimos, las cuáles
se guardarían junto al informe de la salida, realizado por la psicóloga.
Como nunca antes había hecho esta tarea, me dejaron consultar las
fichas y los informes de prospección de otras salidas realizadas a lo largo del
año 2014, de modo que pudiese tomarlas como referencia.
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Posteriormente, estuve atendiendo, tal y como ya había hecho en otros
días anteriores, a unos chicos que vinieron a la oficina de la Fundación APIPACAM solicitando cursos de formación.
Finalmente, estuve presente en una reunión de coordinación interna
entre la psicóloga, la trabajadora social y las dos mediadoras que trabajan en
el Proyecto de Igualdad. En dicha reunión, se organizaron las salidas de esa
semana y de la siguiente, estableciendo las zonas que se visitarían, las fechas,
los horarios y las personas que las llevarían a cabo.
También se habló de retomar las visitas a los pisos donde se ejerce la
prostitución, pues de un tiempo a esta parte las salidas se habían limitado a
los locales y a las zonas de calle. Se estableció, por lo tanto, que era necesario
volver a contactar con los dueños y las dueñas de los pisos que ya se habían
visitado el día anterior, y hacer una búsqueda para localizar nuevos pisos.
Además, se habló de prestar atención especial a algunos de los pisos en los
que existía la sospecha de casos de trata de seres humanos con fines de
explotación sexual.
Además, Susana comentó lo que trató la semana pasada en la reunión
que tuvo con la Fundación Igenus y la anterior con Fogaral. Cabe destacar que
ambas entidades trabajan, igual que la Fundación APIP-ACAM, con mujeres
prostitutas y prostituidas, y con ellas se mantiene una relación y una
coordinación constante. Desde la Fundación Igenus también se llevan a cabo
salidas a las zonas donde se ejerce la prostitución, de manera que esa
coordinación sirve, entre otras cosas, para que haya una buena división del
trabajo.
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Martes, 11 de noviembre de 2014
A las seis de la tarde quedé con Susana y con una de las mediadoras
para hacer una salida a la zona de “Mercazaragoza-Cogullada”, por las calles
Albert Einstein y Alcalde Francisco Caballero, y por la carretera Cogullada. Sin
embargo, supusimos que debido a la lluvia y el frío, no encontramos a ninguna
chica trabajando, de manera que ni siquiera bajamos de la furgoneta.
Después nos dirigimos a un club de Vilafranca de Ebro, donde nos
encontramos a una mujer española de unos cuarenta años y a cuatro mujeres
dominicanas, con edades comprendidas entre los veinte y los cincuenta años.
Estuvimos un buen rato charlando con las mujeres dominicanas, que se
estuvieron quejando del poco trabajo que tienen. Una de las prostitutas nos
preguntó si, desde la Fundación APIP-ACAM, podían ofrecerle asesoría
psicológica y sexológica a uno de sus clientes, quien estaba muy afectado
porque no conseguía erecciones.
Además, otra de ellas nos habló de su hija que, una vez acabó la carrera
de Psicología, tuvo que ponerse a trabajar de camarera porque no encontraba
ningún empleo relacionado con su formación. Se estuvo lamentando de la
situación de su hija, preocupada por el futuro de ambas, y también
estaba
molesta porque había invertido mucho dinero en la educación de su hija y
consideraba que no el esfuerzo había sido en balde.
Según me comentó la psicóloga al irnos del club, el hecho de encontrar a
las mujeres tan abiertas a hablar con nosotras fue algo excepcional, porque la
mayoría de las veces que han visitado ese club, las mujeres se han mostrado
desagradables y muy poco predispuestas al diálogo.
Más tarde, a las once de la noche, fui con la psicóloga y con la otra
mediadora a una salida por la zona de “Las Fuentes”, donde visitamos dos
locales. En el club “Sarita” estuvimos bastante tiempo hablando con la
66
camarera, una mujer rumana, rubia de pelo corto, de unos cincuenta años.
Durante todo el rato se quejó, no sólo de la poca clientela, sino también del
poco interés que, según ella, muestran algunas de las chicas.
Cuando estábamos a punto de irnos del local, apareció una mujer con un
cliente, que salían de una habitación. Ella era latinoamericana, de pelo negro y
largo, y tenía alrededor de cuarenta años, mientras que él era español y tenía
unos sesenta años aproximadamente.
A continuación nos fuimos al local “Isla Tortuga” donde, además de la
camarera, sólo nos encontramos con una chica morena, de unos treinta y cinco
años y de origen rumano. Ambas nos comentaron que, justamente el día
anterior, les visitaron los profesionales de Médicos del Mundo, y también les
ofrecieron
material
preventivo.
Este
hecho,
que
denota
una
falta
de
coordinación por parte de las instituciones, favoreció que la acogida por parte
de las trabajadoras sexuales no fuese muy efusiva.
Posteriormente, nos fuimos a la zona de “El Gancho” donde, a lo largo de
la noche, a pesar de que los locales están cerrados, se concentran mujeres que
ejercen la prostitución en calles tales como Ramón y Cajal, Diego Castrillo, y
Conde Aranda. A pesar de que dimos varias vueltas, sólo encontramos a tres
chicas
nigerianas
jóvenes
que,
aunque
aceptaron
los
packs
que
les
entregamos, no querían hablar con nosotras. No era sólo que no les apeteciese
hablar, sino que parecía que las molestábamos.
Según me comentó Susana, en estos casos es muy importante prestar
atención a detalles que puedan suponer indicios de explotación sexual, pues
muchas mujeres africanas que son víctimas de trata son amenazadas con ritos
vudú. De esta manera, no es necesario que estén permanentemente
encerradas o vigiladas para obligarlas a ejercer la prostitución, sino que es
suficiente con el miedo que les inducen.
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Miércoles, 12 de noviembre de 2014
A las once de la noche fui, junto con la trabajadora social y una de las
mediadoras, a una salida por la zona “Plaza Roma”, y visitamos distintos
locales situados en la calle Burgos y aledaños. En esta zona, las mujeres que
trabajan ejerciendo la prostitución eran, sobre todo, de Nigeria y de Guinea
Ecuatorial.
Primero fuimos al club “Anyelo”, donde sólo había dos chicas guineanas
y, como ellas estaban hablando con clientes, le dejamos cuatro packs al
camarero del club y nos fuimos en seguida. Es cierto que lo importante de
estas salidas no es entregar material preventivo únicamente, sino hablar con
las trabajadoras sexuales para conocer su situación, pero cuando están
ocupadas, tratamos de no estar demasiado tiempo para que los clientes no se
sientan incómodos y ellas no pierdan una oportunidad de trabajar.
Después fuimos al club “Mongoo”, un local pequeño y con un olor
desagradable, donde encontramos a dos mujeres nigerianas de treinta y
cuarenta y cinco años aproximadamente, que apenas nos prestaron atención.
De hecho, una de las chicas estaba sentada en un sillón, tapada con una
manta hasta la cabeza. Por lo tanto, le dimos al camarero del club varios packs
para que se los entregara a otras mujeres, y nos fuimos enseguida.
A continuación acudimos al club “Cat’s”, que estaba cerrado con llave,
pero al llamar al timbre nos abrieron la puerta, puesto que el horario es de
siete de la tarde a siete de la mañana. Allí nos encontramos a cinco chicas
nigerianas, de entre treinta y cuarenta años, tres de las cuales estaban
descansando en las habitaciones y dos estiradas en un sofá, tapadas con
mantas. Estas mujeres parecían tener la mente dispersa y esquivaron nuestras
preguntas.
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Seguidamente, fuimos al local llamado “Woman’s”, donde había ocho
mujeres
mayoritariamente
rumanas,
pero
también
españolas
y
latinoamericanas, con edades comprendidas entre los veinte y los cuarenta
años. En este club las chicas nos recibieron muy bien y estuvimos bastante
rato charlando con ellas. Además, las condiciones de este local eran mucho
mejores que las de los anteriores que habíamos visitado a lo largo de la noche.
Después fuimos al club “Rosas rojas”, donde no encontramos a cinco
mujeres nigerianas de entre treinta y cuarenta y cinco años. A la trabajadora
social le llamó la atención que la dueña, que ya es conocida en la Fundación
APIP-ACAM, no estuviese en el local. Y también le sorprendió encontrar a dos
de las mujeres durmiendo y a otra que parecía estar muy descentrada.
Mont-Ler y yo estuvimos comentando que estos locales regentados por
personas nigerianas nos preocupaban un poco, pues la higiene de los clubes
dejaba bastante que desear y las mujeres que trabajan en ellos presentaban
unas condiciones alarmantes. La trabajadora social también me comentó que
desde la Fundación APIP-ACAM y desde la Fundación Igenus se estaba
vigilando a estos locales porque también les parecía llamativo que se
mantuviesen a flote cuando apenas tenían clientela.
Seguimos con nuestra ruta hacia el club “Scala’s”, y allí sólo vimos entrar
a una chica latinoamericana, de treinta años. Como el resto de las mujeres no
habían llegado todavía o se estaban cambiando, nos quedamos bastante
tiempo hablando con la camarera. Le comentamos los servicios ofrecidos por la
Fundación APIP-ACAM y ella se mostró interesada en el servicio de orientación
jurídica. Concretamente, nos preguntó en qué situaciones podíamos ayudar a
las chicas si necesitasen un abogado, y nos relató algunos problemas a los que
las mujeres se habían tenido que enfrentar relacionados con los clientes.
Por último, fuimos a la plaza Roma porque, algunos días, también
pueden encontrarse trabajadoras sexuales en esa zona de la calle, sobre todo
69
chicas
jóvenes
procedentes
de
Nigeria.
Sin
embargo,
esa
noche
no
encontramos a nadie.
Jueves, 13 de noviembre de 2014
En esta ocasión, me pasé toda la mañana en la oficina de la Fundación
APIP-ACAM. Durante la primer parte de la jornada, me dediqué a hacer las
fichas de recogida de datos de las salidas que realicé el martes 11 de
noviembre, y de las que llevé a cabo el miércoles 12 de noviembre, mientras la
psicóloga y la trabajadora social, se ocuparon de redactar los informes
correspondientes.
En la segunda mitad de la jornada, Susana me comentó que sería
interesante que buscase noticas relativas a prostitución y a trata de seres
humanos con fines de explotación sexual, para incluirlas en la memoria de la
Fundación APIP-ACAM del año 2014. De manera que estuve consultando
diversos medios de comunicación digitales y recopilando noticias a nivel
nacional y autonómico.
Lunes, 17 de noviembre de 2014
A las once de la mañana acudí a la oficina y, junto con la trabajadora
social, estuve preparando una charla para dar a conocer la Fundación APIPACAM a un grupo de estudiantes de Trabajo Social en prácticas que acudirían
al final de la jornada. Cuando llegaron, Mont-Ler les explicó, en general, el
trabajo realizado desde la Fundación APIP-ACAM y yo me encargué de
contarles en qué consistía el Programa de Igualdad.
A lo largo de la mañana, también atendí a diferentes personas que
vinieron solicitando información sobre cursos de formación.
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Miércoles, 19 de noviembre de 2014
Acudí a las diez de la mañana a la oficina y acompañe a la trabajadora
social en una entrevista que tuvo con una mujer a la que conoció en una de las
salidas realizadas por las zonas en las que se concentra la prostitución y que,
posteriormente, se puso en contacto con ella. Concretamente, la chica acudió a
la Fundación APIP-ACAM solicitando asesoramiento jurídico.
Se trataba de una mujer colombiana que llevaba quince años viviendo en
España y que, en esos momentos, se encontraba trabajando como camarera
en un club. Ella aclaró que trabajaba con contrato y que en el local sólo hacía
de camarera, pero que no ejercía la prostitución.
Esta mujer quería asesoramiento porque estaba interesada en traer a
España a su novio, que vivía en Colombia. Ella había acudido anteriormente al
departamento de extranjería de la policía, donde le dieron unos papeles pero,
según comentó, no le explicaron nada y tenía muchas dudas sobre todo el
proceso.
De esta manera, la trabajadora social le abrió un expediente en la
Fundación APIP-ACAM, para guardar sus datos y la información relativa a la
intervención realizada con ella, y procedió a derivarla a la Casa de las Culturas,
donde cuentan con profesionales especializados en este tipo de asuntos. Por lo
tanto, llamó para pedir cita, y también le dio cita para volver a acudir a la
Fundación APIP-ACAM, donde poder seguir ayudándola.
A lo largo de la mañana, atendí a diferentes personas que acudieron, una
vez más, solicitando cursos de formación, y también a un hombre que
preguntó si, desde la Fundación APIP-ACAM, se hacía preparación para las
pruebas de Educación Secundaria.
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El resto de la jornada, me dediqué a seguir buscando y recopilando
noticias relativas a prostitución y a trata de personas con fines de explotación
sexual.
Viernes, 21 de noviembre de 2014
Este día tuve la oportunidad de atender sola a una usuaria, por primera
vez desde que empezó mi periodo de prácticas en la Fundación APIP-ACAM. Se
trataba de una mujer de unos sesenta años, española, que ejerce la
prostitución en la calle Diego Castrillo, que solicitaba orientación laboral y que
ya había sido atendida, en un par de ocasiones, por la trabajadora social.
De hecho, fue Mont-Ler la que llevó a cabo la primera entrevista,
recopilando los datos personales y demás información necesaria, y también la
que le ayudó a redactar un currículum. En esta cita, se trataba de empezar a
crear cuentas en distintos portales de internet para ampliar las opciones a la
hora de buscar trabajo.
Por lo tanto, lo primero que hicimos en esta ocasión fue crear una cuenta
de correo electrónico y, a continuación, crear una cuenta en Infojobs.
Entonces, consultando la información recogida por la trabajadora social y
atendiendo a lo que la usuaria me explicaba, procedí a crear un currículum en
Infojobs. A la vez que escribía, le iba explicando los pasos que iba siguiendo y
le iba dando consejos que podrían resultarle útiles en la búsqueda de empleo.
No pudimos seguir con la orientación pues, a mitad de la entrevista,
recibió una llamada de un cliente. Sin embargo, hablando con ella pude
comprobar que era una mujer con muy poca formación y con escasa
experiencia en el ámbito laboral más allá del mundo de la prostitución, puesto
que había dejado de estudiar siendo muy joven y durante muchos años se
había dedicado a ejercer de trabajadora sexual. Por lo tanto, necesitaba
orientación laboral, ampliar su formación y sus conocimientos informáticos.
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Una vez que la mujer se fue, me dediqué a rellenar la ficha de la tutoría,
indicando el trabajo realizado durante la sesión, los acuerdos establecidos y la
fecha del próximo encuentro.
Martes, 25 de noviembre de 2014
En esta ocasión, volví a realizar una salida por la zona “Plaza Roma”,
pero en esta ocasión fui acompañada por la psicóloga en lugar de la
trabajadora social, y por la mediadora que no había venido la vez anterior.
El primer club al que nos dirigimos fue el “Anyelo” pero, como estaba
cerrado, nos fuimos hacia el “Mongoo”. Allí encontramos a tres chicas
nigerianas, dos de las cuales estaban sentadas en el sofá, tapadas con la
manta, y sin prestarnos la menor atención, igual la vez anterior. Algo que me
pareció llamativo es que el dueño del local se estaba dirigiendo hacia la barra
del bar pero, al vernos entrar, se quedó tras las cortinas que había en una
puerta. Esto indica que el dueño no tenía ningún interés en hablar con
nosotras o que quería aparentar que no se encontraba en el local en ese
momento, lo cual me pareció bastante sospechoso.
A continuación nos fuimos al club “Cat’s”, donde también había tres
mujeres nigerianas, y dos de ellas estaban estiradas en un sofá y tapadas con
mantas. Todas ellas estaban viendo la televisión pero, gracias al programa,
pudimos sacar un tema de conversación. De esta manera, una de las mujeres
nos habló de su hijo y de su hija, de veinticuatro y diecinueve años
respectivamente, que viven en Nigeria, y de lo difícil que es estar separada de
ellos.
Después nos fuimos al local “Woman’s”, que es en el que el ambiente
estaba más animado, en el que había más mujeres, y más variedad de
nacionalidades. Concretamente, encontramos a diez mujeres procedentes de
Argentina, Rumanía y Colombia. En esta ocasión, tuve la oportunidad de
73
acercarme a dos chicas rumanas con las que ya había tomado contacto en la
primera salida que realicé por esta zona, y que se acordaban de mí. Aproveché
para explicarles lo que se hace en la Fundación APIP-ACAM, y estuvimos
hablando de cómo les iba el trabajo y de la importancia de utilizar
preservativos. Después me empezaron a contar más cosas acerca de su vida
personal. Una de ellas tenía veinticuatro años y llevaba cinco años residiendo
en España, mientras que la otra tenía veintiséis años, había llegado a España
hacía tres años y desde entonces ejercía en ese club. Ésta me contó, además,
que estaba casada y tenía un hijo de cuatro años, y me comentó que quería
hacerse el documento nacional de identidad y la tarjeta sanitaria, tanto para
ella como para su marido. Entonces, le pedí su número de teléfono y le dije
que la trabajadora social o la psicóloga la llamarían para darle cita y pasarse
por la oficina, y así poder hablar mejor y asesorarla y orientarla.
Seguidamente, nos fuimos hacia la plaza Roma donde, en esta ocasión y
a pesar de la lluvia, encontramos a dos chicas nigerianas, ambas rondando los
veinte años. Cuando les dimos los packs con el material preventivo y el tríptico
con información de la Fundación APIP-ACAM, la chica más joven nos dijo que,
en alguna ocasión, había intentado venir a la oficina pero que no la había
encontrado. Por lo tanto, le dimos las indicaciones necesarias sobre cómo
llegar, y le recalcamos que podía acudir en cualquier momento o llamar para
pedir cita.
Posteriormente, fuimos al club “Rosas rojas”, donde había cuatro
mujeres nigerianas, dos de las cuales estaban sentadas en el sofá, tapadas con
una manta. Hablamos un poco con las otras dos, acerca de cómo les iba el
trabajo, y le preguntamos por la dueña del local pues tampoco la encontramos
esta vez. En su lugar, detrás de la barra había un hombre, también de Nigeria,
que parecía el nuevo dueño. Al salir del club, Susana comentó que habría que
investigar si realmente el club había cambiado de dueño y estudiar lo que
suponía esta situación para las mujeres que trabajaban en dicho local.
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Para finalizar la noche fuimos al club “Scala’s” y, como en la salida
anterior, sólo encontramos a la camarera, pues las chicas que trabajaban allí
no habían llegado todavía o se estaban cambiando de ropa. Estuvimos
hablando un poco con la camarera, que se mostró muy amable, le entregamos
unos cuantos packs para que ella se los entregara a las mujeres, y nos fuimos.
Miércoles, 26 de noviembre de 2014
Esta vez quedé con la trabajadora social, a las once de la noche, para
visitar los locales de la zona de “Bretón”, todos ubicados en la calle López Allúe
y en la calle San Antonio María Claret.
En primer lugar fuimos al club “Chicas” donde, además de la camarera,
encontramos a una mujer española de unos cincuenta años y a otra de
alrededor de cuarenta y cinco años, mulata. Además, en el local había varios
clientes, todos españoles mayores de cincuenta años, y bastante borrachos. De
hecho, las mujeres se quejaron de que esta situación se repite muy a menudo,
pues los clientes acuden al local ebrios y, por lo tanto, ni consumen bebidas
alcohólicas ni les pagan a ellas por sus servicios, ya que están demasiado
perjudicados.
Seguidamente fuimos al club “Cotton”, donde había un par de chicas
pero, como ambas estaban ocupadas atendiendo a clientes, le dimos varios
packs a la camarera y nos marchamos. Al salir, le ofrecimos un pack a una
mujer que estaba en la puerta del local, ya que había salido a fumar, y lo
rechazó diciendo que ella no ejercía la prostitución.
Después de nos dirigimos al club “Rossini” donde nos encontramos a tres
chicas que, de nuevo, estaban ocupadas atendiendo a unos clientes. De esta
manera, le entregamos los packs a la camarera y nos fuimos al siguiente local.
A continuación entramos en el club “Privé” donde, a diferencia del resto
de locales, no había ningún cliente, pero sí que había tres mujeres trabajando.
75
Una de ellas era venezolana y tenía alrededor de cuarenta y cinco años,
mientras
que
las
otras
dos
eran
rumanas
y
tenían
veinticinco
años
aproximadamente.
Esta fue la salida en la que me encontré con más clientes y pude
comprobar que todos los que vi, tanto esta vez como en ocasiones anteriores,
eran españoles y tenían entre cuarenta y sesenta años de edad.
Viernes, 28 de noviembre de 2014
En mi último día de prácticas, acudí a la oficina y, para empezar la
jornada, me ocupé de rellenar las fichas de recogida de datos relativas a la
salida que llevé a cabo el miércoles 26 de noviembre junto a la trabajadora
social.
Posteriormente, tal y como me sugirió Susana, me puse a buscar
información en relación a las rutas de entrada a España de trata de seres
humanos con fines de explotación sexual.
REFLEXIÓN
Al haber realizado mis prácticas en el Programa de Igualdad de la
Fundación APIP-ACAM, todas las actividades que he desarrollado han estado
directamente relacionadas con aspectos tratados en el Máster en Relaciones de
Género.
Además, puedo decir que he logrado los objetivos planteados en un
inicio, pues he podido conocer las intervenciones que se realizan desde la
fundación para atender de manera integral a mujeres que ejercen la
prostitución, y también el trabajo que se realiza con víctimas de trata de seres
humanos con fines de explotación sexual y mujeres que ejercen la prostitución,
a través de los servicios y prestaciones que se ofrecen en la entidad.
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En este aspecto me parece muy importante destacar que, el trabajo
realizado desde la Fundación APIP-ACAM, siempre va orientado a poner fin a
las situaciones de explotación sexual. Sin embargo, en los casos en los que las
mujeres ejercen la prostitución de
forma voluntaria y quieren seguir
haciéndolo, se les ofrece ayuda para que lo hagan en las mejores condiciones
posibles, favoreciendo su bienestar y tratando de mejorar su calidad de vida.
En aquellas situaciones en los que las mujeres, a pesar de ejercer la
prostitución de forma voluntaria, estén interesadas en dejar ese mundo, se les
brinda la ayuda necesaria para que puedan encontrar alternativas reales al
trabajo sexual.
Por otro lado, he podido acercarme a la realidad social de las mujeres
que ejercen la prostitución, gracias a la atención ofrecida a las usuarias en la
oficina y, sobre todo, a las visitas realizadas a las zonas de Zaragoza en las
que se focaliza la prostitución.
Este trabajo de campo me parece muy importante, pues es el que
realmente permite a las trabajadoras de la fundación aproximarse a las
mujeres que ejercen la prostitución y les da la posibilidad de, poco a poco,
ganarse su confianza. Hay que considerar que, aunque es fundamental
concienciar sobre la importancia de mantener hábitos sexuales saludables, la
entrega de material preventivo es sólo una forma de acercamiento. Lo
realmente significativo en las salidas es detectar y poner fin a situaciones de
trata y ofrecer ayuda a aquellas mujeres que lo necesiten.
Considero que, al tener un periodo de prácticas tan breve, me ha faltado
tiempo para poder llegar a establecer un vínculo de confianza con estas
mujeres, pues son precisas muchas semanas de trabajo continuo para poder
acercarse realmente a ellas y tener un conocimiento en profundidad de la
realidad que viven y a la que se enfrentan.
Tampoco he tenido ocasión de visitar pisos en los que se ejerce la
prostitución, y habría sido muy interesante, ya que eso me habría permitido
77
conocer un ámbito distinto al que hay en los clubes y en la calle. Del mismo
modo, me hubiese gustado mucho haber podido tener un mayor contacto con
las mujeres que vivían en el piso de acogida, cuya experiencia es distinta de
las del resto de mujeres que he conocido a través de la entidad.
No obstante, a pesar de la brevedad de las prácticas, considero que ha
sido una experiencia muy gratificante, que me ha permitido ampliar mis
conocimientos y aproximarme a una realidad que afecta principalmente a
mujeres y que provoca mucha polémica y muchos debates pero que, a la hora
de la verdad, pocas personas se esfuerzan en estudiar o en tratar de entender.
78
MEMORÍA DE PRACTÍCA: LAURA
INTRODUCCIÓN
Mi nombre es Laura Perales Cerdá y las prácticas del itinerario
profesional del Máster en Relaciones de Género de la Facultad de Ciencias
Sociales y del Trabajo de la Universidad de Zaragoza las he realizado en la
Fundación APIP-ACAM entre el cuatro de marzo y el diez de abril de dos mil
quince, con una duración total de cincuenta y cuatro horas. El motivo por el
que elegí realizar las prácticas en esta entidad es porque para la realización de
mi Trabajo de Fin de Grado, el cual presenté en julio del año pasado,
investigué, junto con otras dos compañeras ambas estudiantes también de
este Máster, los recursos sociales que existen en la ciudad de Zaragoza para
las mujeres que ejercen la prostitución. Entonces, uno de esos recursos era la
Fundación APIP-ACAM, y nos entrevistamos con la psicóloga que en ese
momento desempeñaba su labor en la misma, así que cuando vi la oportunidad
de poder realizar las prácticas en esta entidad no lo dudé, porque sabía que
sería una forma de continuar, en cierta manera, con la línea de la investigación
que hice el año anterior pero desde una perspectiva diferente, pues podría
acercarme más a la realidad de las mujeres que ejercen la prostitución
libremente y también de las que son víctimas de trata de seres humanos con
fines de explotación sexual.
Durante el tiempo que han durado mis prácticas, la responsable de las
mismas en la Fundación ha sido Mont-Ler Barrachina, trabajadora social,
coordinadora y responsable del Programa de Igualdad para trabajadoras
sexuales de la Fundación APIP-ACAM, que lleva en marcha desde el año
2009, y desde el que se interviene con mujeres que ejercen la prostitución así
como mujeres que son o han sido víctimas de trata de seres humanos con
fines de explotación sexual tanto en clubs, como en calle y pisos.
79
Por tanto, desde la Fundación se ofrece atención directa en los lugares
donde se ejerce la prostitución a través de la realización de dos salidas
semanales a las diferentes zonas de la ciudad de Zaragoza en las que hay
clubs de alterne, pisos o zonas de calle donde se ejerce la prostitución. La
finalidad de estas salidas es entregar material preventivo e información sobre
la Fundación a las mujeres y, además, realizar un seguimiento de las chicas,
que éstas vayan confiando más en las profesionales que realizan las salidas
periódicamente y detectar posibles situaciones de trata de seres humanos con
fines de explotación sexual.
Además, también se realiza trabajo de atención en oficina, desde la que
se atiende diferentes áreas como la de Trabajo social, la sanitaria, la jurídica,
la educativa, la psicológica, la sexológica y la de recursos humanos. Las
principales actividades que se llevan a cabo desde las mismas son la ayuda en
la realización de trámites, el acompañamiento a las usuarias, la realización de
diferentes cursos de formación adaptados a sus necesidades, la prevención de
malos hábitos sexuales y la orientación laboral para la búsqueda de empleo.
La oficina desde la que se atendía a las usuarias se encuentra en la Calle
Las Armas número 121, y es ahí donde se encuentra el despacho de la
trabajadora social. Sin embargo, es en la otra sede, la situada en la Calle San
Blas número 4 donde tiene su oficina la directora del Programa.
La Fundación cuenta con un piso de acogida desde el que se ofrece
alojamiento temporal a mujeres víctimas de trata y/o explotación sexual, y a
sus hijos e hijas en caso de que los haya, y también ha mujeres que ejerzan o
hayan ejercido la prostitución, y a sus hijos e hijas si los tienen. Desde este
piso se les proporciona una atención integral y se satisfacen sus necesidades
básicas.
Dentro de este Programa además de Mont-Ler, que como ya he
comentado era la coordinadora del mismo y la Técnica del Área de Trabajo
Social, la Fundación también contaba con una mediadora, mujer que había
80
ejercido la prostitución, por lo que a la hora de realizar las salidas favorecía el
acercamiento con las otras mujeres al conocerlas, o también por hablar otros
idiomas y conocer otra cultura. Además, esta mediadora también realiza
atención en oficina dos días a la semana. También había otra trabajadora
social que realizaba labores de apoyo a Mont-Ler uno o dos días a la semana,
en función del trabajo que hubiese, y sobre todo era apoyo en la realización de
informes o gestión de trámites, no atención directa a la usuarias del Programa.
Además, quiero mencionar que una semana después de comenzar mis
prácticas, también comenzó las suyas una estudiante del Grado de Psicología
de la Universidad de Zaragoza, algo importante porque en esos momentos no
había ninguna psicóloga en la Fundación.
Directora Territorial
Coordinadora del Programa y
Técnica del Área de Trabajo Social
Mediadora
Auxiliar de
Trabajo Social
Ilustración 3. Elaboración propia
En mi caso, como trabajadora social en prácticas del Máster en
Relaciones de Género dentro de la Fundación APIP-ACAM, los objetivos que
pretendía alcanzar eran los siguientes:
-
Conocer el funcionamiento de la Fundación APIP-ACAM así como la
forma de trabajar con el colectivo de víctimas de trata de seres
81
humanos con fines de explotación sexual y mujeres que ejercen la
prostitución.
-
Conocer los recursos existentes en la ciudad de Zaragoza para las
mujeres víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación
sexual y para las mujeres que ejercen la prostitución.
-
Visitar las zonas en las que se focaliza la prostitución, siendo posible
de esta manera ver de primera mano las condiciones en las que ésta
se desarrolla.
-
Conocer la realidad social que viven en el día a día las mujeres que
ejercen la prostitución.
-
Acompañar en la atención que se realiza a las usuarias en la oficina.
A continuación, aparece el cronograma de mis prácticas y se desarrollan
detalladamente las actividades llevadas a cabo durante este tiempo.
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CRONOGRAMA
MARZO
Lunes
Martes
Miércoles
Horas
Jueves
Sábado Domingo realizadas
Viernes
1
2
3
4
5
6
7
8
14
15
10h 30m
20
21
22
9h
28
29
11h 30m
11.30–13.00
10.00–14.30
Presentación
Piso y
6h
acompañamiento
9
10
11
12
9.30–14.30
11.00–14.30
11.30–13.30
Piso y
Oficina y
Oficina
acompañamiento
acompañamiento
16
17
12.00–14.30
22.30–1.30
16.30–20.00
Oficina y
Salida nocturna
Acompañamiento
18
19
13
acompañamiento
23
24
25
26
27
22.00–23.30
10.50–14.30
11.30–14.30
10.00–13.30
Salida nocturna Acompañamientos
Oficina y
Acompañamiento
acompañamiento
30
31
Total horas mes
83
37 horas
ABRIL
Lunes
Martes
6
Miércoles
Horas realizadas
Jueves
Viernes
Sábado Domingo
1
2
3
4
5
7
8
9
10
11
12
10.30–13.30
8.45–14.30
9.00–14.30
12.00–13.00
Oficina
Piso, oficina y
Piso y
Oficina
22.30–2.30
acompañamientos
acompañamiento
17h
Salida nocturna
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
Total horas mes
17 horas
84
ACTIVIDADES
Miércoles, 4 de marzo de 2015
Este fue el día que comencé mis prácticas, y Mont-Ler Barrachina,
Coordinadora del Programa de Igualdad de la Fundación APIP-ACAM y Técnica
del Área de Trabajo Social me citó en la oficina de la calle Las Armas a las
11.30h, pues ella iba a ser mi tutora en la entidad. Una vez allí, como estaba
atendiendo a una usuaria, me presentó a la mediadora, que al ser miércoles se
encontraba en la oficina, y fue ésta la que me enseñó las instalaciones de la
sede y me presentó al resto de profesionales de la misma, fundamentalmente
profesoras que imparten los Programas de Cualificación Profesional Inicial.
Cuando Mont-Ler acabó de atender a la usuaria, fue ella la que se
encargó de explicarme más detalladamente la intervención que se lleva a cabo
desde la Fundación con las mujeres que ejercen la prostitución y también con
las mujeres que son víctimas de trata, incluyendo la atención que se brinda en
la propia oficina y también en las salidas que se llevan a cabo por las
diferentes zonas de la ciudad de Zaragoza donde se ejerce la prostitución,
tanto en clubs como en pisos y calle. También me comentó cuáles eran sus
funciones y las de la mediadora y cómo se organiza el trabajo a lo largo de la
semana, pues se realizan dos salidas a la semana, pero el trabajo en la oficina
es variable en función de las necesidades de las mujeres, motivo por el que yo
no iba a tener un horario fijo, sino que éste variaría iría en función de las
actividades y de la cantidad de trabajo que hubiese.
Al ser el primer día, y para conocer algo más la Fundación, Mont-Ler me
entregó una copia de la memoria de la Fundación del año 2013, ‘Promoción de
Acciones y Redes de Apoyo Social a Mujeres Víctimas de Explotación Sexual’
(ya que la del año 2014 todavía no la habían finalizado) y una Cartografía de la
Prostitución en la que se especifican las diferentes zonas donde las mujeres
ejercen la prostitución y en las que se realizan prospecciones semanalmente.
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Después, el resto de la mañana, hasta las 13.00h, lo dediqué a la lectura
de estos documentos.
Viernes, 6 de marzo de 2015
El viernes quedé con Mont-Ler a las 10.00h de la mañana para acudir al
piso de acogida que tiene la Fundación para atender a las mujeres que ejercen
o han ejercido la prostitución o que son o han sido víctimas de trata de seres
humanos con fines de explotación sexual.
Fuimos al piso para que yo conociese a las mujeres que en ese momento
se encontraban en el mismo, especialmente a una de ellas que había llegado
hace poco tiempo al mismo y con la que se estaba comenzando prácticamente
a intervenir, de modo que así yo estuviese al día de la intervención y
colaborase en la misma.
Se trataba del caso de una mujer procedente de Nigeria, país que se
encuentra en una situación complicada por la presencia del grupo terrorista
Boko-Haram. Esta mujer salió de su país con la esperanza de encontrar un
futuro mejor y poder ayudar a su madre y a sus dos hermanos, ya que su
padre los abandonó cuando su hermano pequeño acababa de nacer. Ella no
tenía ningún tipo de estudios en su país, de hecho, aunque habla inglés fluido,
apenas sabe escribir y se le han realizado pruebas para descartar algún
problema a nivel psicológico. Salió en el año 2009 de Nigeria en autobús junto
a un grupo de personas, y tras varias semanas de viaje, llegó a Argelia. Allí se
quedó embarazada y estuvo viviendo prácticamente en la miseria hasta que el
hombre que había organizado el viaje decidió que era el momento de ir al
norte de Marruecos, entonces emprendieron el viaje a pie, estando ella
embarazada, hasta que consiguieron llegar a Tánger, donde estuvieron
viviendo en el bosque y ella dio allí a luz a su hija. El hombre que había
organizado el viaje y padre de su hija entonces desapareció, y ella se quedó en
el bosque con su hija y un grupo de personas esperando la oportunidad de
86
llegar a España, que tuvo lugar en junio del pasado año. Por tanto, cinco años
fuera de su casa hasta poder llegar a nuestro país.
Una vez en nuestro país, ella y su hija fueron atendidas por la Cruz Roja,
que les proporcionó también alojamiento y asistencia médica. Estando en este
alojamiento, las técnicas del mismo detectaron que la mujer podía ser víctima
de trata de seres humanos, pues salía del centro sin avisar, dejaba a su hija
encerrada en la habitación, siempre iba con ropa nueva a pesar de
aparentemente no tener trabajo, tenía varios móviles que no dejaban de
sonar… Ella lo que decía es que se iba a ver a unas amigas, aunque al principio
dijo que no conocía a nadie en nuestro país, por lo que dada la situación, se
iniciaron los trámites para que su hija pasase a manos de una familia de
acogida hasta que se aclarase la situación. Entonces, su hija estuvo con una
familia de acogida, y si la relación entre ella no era buena antes, en ese
momento empeoró bastante, y aunque se hacían visitas periódicas para que
mantuviesen el contacto, fue necesaria la intervención de profesionales para
tratar de mejorar la comunicación entre ambas. Desde ese momento la mujer
dejó de salir, apenas se relacionaba con los otros usuarios del centro, pero no
era capaz de reconocer que estaba siendo víctima de trata de seres humanos,
hasta que dio el paso, denunció su situación a los profesionales del centro, que
consideraron que lo mejor era trasladar a la mujer y a su hija a otra ciudad
para romper los lazos que pudiese tener con la red que la había tratado, y así
fue como el caso llegó hasta la Fundación en febrero.
Desde la Fundación se colaboró en todo momento con Cruz Roja y se
puso a disposición de la mujer y de su hija de 5 años el piso de acogida y se
comenzaron a realizar los trámites necesarios para regularizar su situación. De
hecho, se solicitó el asilo para ambas, y este día, a las 12.00h teníamos cita en
la Comisaría de Policía, pues ya habían aceptado a trámite la solicitud de
ambas y les iban a entregar una tarjeta en la que se les identificase como
solicitantes de asilo, ya que la resolución definitiva puede tardar varios años.
Sin embargo, por problemas técnicos, no nos pudieron entregar las tarjetas
ese día, y quedamos en que habría que ir el próximo lunes o martes a por ellas
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con la notificación en la que aparecía que su solicitud de asilo se encontraba en
trámite.
Por este motivo, salimos algo tarde de la comisaría, y aunque nuestra
idea era acompañarlas al piso y luego ir a recoger a otra usuaria a las 14.00h
al centro de día y llevarla también a la casa, por la falta de tiempo pensamos
que lo mejor era ir todas juntas a buscarla, y luego irnos ya a casa. Como
llegamos un poco pronto, dejamos a la mujer y a su hija jugando en un parque
cercano, ya que pensamos que sería buena idea para que la relación entre
ambas fluyese un poco, sin embargo, pasaron gran parte del rato sentadas y la
niña enfadada con su madre.
A las 14.00h, nos acercamos al centro de día a recoger a esta chica, y
aprovechando que yo ya sabía dónde estaba el piso, fui yo la que acompañe a
las tres al mismo mientras Mont-Ler regresaba a la oficina a realizar los
informes de seguimiento de los trámites realizados este día. Cuando llegué con
ellas al piso, me quedé unos 10 minutos, tal y como Mont-Ler me había dicho,
mientras ellas se cambiaban y se preparaban para comer, momento en el que
yo me marché.
La chica de nacionalidad rumana a la que fuimos a recoger al centro de
día también era víctima de trata de seres humanos con fines de explotación
sexual, y lo más duro, por lo menos para mí, es que su familia era consciente
de la situación en la que se encontraba, de hecho, le pedían parte del dinero
que ganaba. Ella era usuaria de la Fundación desde el mes de diciembre, y la
red que la trataba la había obligado a ejercer la prostitución en diferentes clubs
de la ciudad de Zaragoza, hasta que un día, tras una discusión con el que se
supone que era su novio, éste la echó de casa de madrugada y la policía la
encontró deambulando por la calle. Ella contó a la policía la situación en la que
se encontraba, motivo por el que fue derivada a la Fundación. Esta chica
presenta serios problemas psíquicos de los que ya fue tratada en su país pero
que se agravaron por la situación que había vivido, de hecho, estuvo hasta
mitad de enero ingresada en la unidad de psiquiatría de un hospital
88
zaragozano. Cuando salió, las profesionales de la Fundación buscaron un
centro de día al que ella pudiese acudir diariamente, pero es necesario que
siempre vaya alguien con ella acompañándola, pues no puede ir sola porque
tiene serias dificultades de orientación.
La verdad es que para ser el primer día quedé bastante sorprendida por
la dureza de los dos casos que había visto hasta el momento, pero también fui
consciente de la importante labor que realiza la Fundación en la intervención
con estas mujeres.
Lunes, 9 de marzo de 2015
Este día quedé con Mont-Ler a las 9.30h de la mañana de nuevo en la
parada del tranvía para dirigirnos al piso de acogida a buscar a la mujer y a su
hija, a las cuales había conocido la semana anterior, pues debíamos realizar
varias gestiones con ellas.
Lo más importante de todo es que la mujer estaba bastante preocupada
porque tenía la certeza de que estaba embarazada ya que no le había venido el
periodo desde hacía más de un mes, así que quería hacerse la prueba de
embarazo cuánto antes para estar segura y poder realizar todos los trámites
necesarios para abortar, pues desde el primer momento tenía claro que no
quería seguir adelante con el embarazo.
Además, también había que ver si ahora que ambas ya tenían la tarjeta
identificativa como solicitantes de asilo la niña podía comenzar a ir al colegio
cuanto antes, pues esto iba a ser bueno para la niña, que si no estaba todo el
día en casa viendo la tele, y le vendría bien adquirir una rutina diferente y
conocer a niños de su edad.
Cuando llegamos al piso Mont-Ler le comentó a la mujer los planes que
teníamos para hoy, y se mostró muy contenta con la idea de que la niña
pudiese comenzar ese mismo día a ir al colegio, ya que ella lo que quería era
tener una vida normal y que su hija fuese feliz. Pensamos que lo mejor para
89
que nos cundiese más la mañana era que yo acompañase a la mujer a una
farmacia cercana a realizarse el test de embarazo mientras Mont-Ler iba al
colegio con la niña y hablaba con la dirección del centro.
Por tanto, Mont-Ler y la niña se marcharon al colegio mientras la mujer y
yo nos fuimos a la farmacia, donde le realizaron un test de embarazo en el que
nos confirmaron que se encontraba embarazada de unas cinco semanas, por
tanto, estaba dentro de los plazos que contempla la ley para poder realizar la
interrupción voluntaria del embarazo. Sin embargo, el problema que nos
encontramos en ese momento es que la mujer no tiene tarjeta de la Seguridad
Social, por lo que no iba a poder abortar en alguna de las clínicas que realizan
esta práctica en Zaragoza, iba a haber que buscar otra solución, gratuita, en el
ámbito privado.
Mont-Ler ya había estado buscando el fin de semana alguna posibilidad,
y había encontrado una a través de una asociación en Barcelona, pero todavía
no había querido comentarle nada a la mujer hasta que no estuviese segura de
que iba a ser posible realizar el aborto allí para no crearle falsas esperanzas.
Cuando regresamos al piso, Mont-Ler ya había llevado a la niña al colegio
y no le habían puesto ningún problema para que comenzase ese mismo día a
acudir a las clases de tercero de infantil. Entonces le explicamos a la madre los
horarios del colegio, es decir, a qué hora debía llevar a la niña y a qué hora
debía recogerla. Lo cierto es que el colegio se encuentra bastante cerca del
piso, pero realizamos el camino con la mujer por si tenía alguna duda y que así
se lo aprendiese.
Después Mont-Ler se marchó a la oficina a realizar los informes de
seguimiento y ver si se podía poner en contacto con la asociación de
Barcelona, y mientras yo acompañaba a la mujer a hacer la compra de la
semana con el dinero que la Fundación semanalmente les da para ello, ya que
como ella no habla apenas el español y tiene problemas para manejar el
dinero, siempre que va a la compra lo hace acompañada de alguna técnica. La
90
mujer aprovechó la compra para coger algunas cosas también para que su hija
se lleve de almuerzo al colegio.
Cuando acabamos regresamos al piso y estuvimos recogiendo la compra
hasta que se hizo la hora de ir a recoger a la niña al colegio, entonces la
acompañé por si tenía algún problema para recordar el camino y así aproveché
para hablar con la tutora y que me comentase cómo había visto a la niña y si
había tenido algún problema o me quería comentar algo. La tutora estaba con
la orientadora, y me comentaron que se notaba que a la niña le hacían falta
unas normas y unas pautas, algo que Mont-Ler y yo ya habíamos detectado, y
que era el resultado de la mala relación entre madre e hija. Además, les
comenté que Mont-Ler estaba interesada en tener una tutoría con ellas para
explicarles mejor la situación de la niña, pero como la orientadora quería estar
presente y sólo está los lunes, les di el teléfono del despacho para que
hablasen con Mont-Ler directamente.
Después regresamos al piso, les recordé el horario del colegio, ya que es
importante llegar puntual, y llamé a Mont-Ler para comentarle lo que había
estado hablando con la tutora y la orientadora.
Finalmente, a las 14.00h fui a recoger a la otra chica al centro de día
para después llevarla a casa, y cuando llegamos la mujer y su hija estaban
preparándose para ir al colegio, pero les dije que era un poco pronto para salir
porque en 10 minutos les daba tiempo a llegar y todavía quedaba media hora,
y después me despedí de ellas hasta el día siguiente.
Martes, 10 de marzo de 2015
A las 11.00h de la mañana quedé con Mont-Ler en la oficina de la calle
Las Armas, sin embargo, cuando llegué ella todavía no estaba porque le había
surgido un asunto de última hora y llegaría algo más tarde. De todos modos, la
que sí que estaba era la mediadora, pues ella acudía a la oficina los martes y
91
los miércoles por la mañana para acompañar a Mont-Ler y atender a algunas
usuarias.
Para aprovechar el tiempo, me puse junto con la mediadora a rellenar las
fichas de cada una de las mujeres que habían visto en la última salida por la
noche con ayuda de los apuntes que ésta había tomado.
Cuando llegó Mont-Ler, una usuaria le estaba esperando porque tenía
cita esa mañana con ella, y la atendió mientras yo continuaba rellenando las
fichas junto con la mediadora, pero entonces llegó otra usuaria demandando
ayuda acerca de las prestaciones sociales a las que podía acceder, y como
Mont-Ler estaba ocupada, la mediadora la atendió mientras yo finalizaba las
últimas fichas.
Después, como desde la Fundación se estaba organizando un nuevo
curso de Limpieza y Gestión de Almacenes, había que seleccionar a los posibles
aspirantes, y Mont-Ler me facilitó una lista que ella había elaborado con el
objetivo de que yo buscase los expedientes de cada uno de ellos, cogiese la
fotocopia de su documento de identidad, comprobase que todavía se
encontraba en vigor, le hiciese una fotocopia y lo adjuntase en la carpeta de
aspirantes con la ficha de inscripción de cada uno.
Justo cuando estaba acabando esto, llegó la estudiante del Grado de
Psicología que iba a realizar las prácticas con Mont-Ler en la Fundación, así que
le estuvo explicando el funcionamiento del Programa, las actividades que se
llevan a cabo, cómo se reparten las funciones entre ella y la mediadora… es
decir, lo mismo que me explicó a mí el primer día que llegué.
Cuando acabó de hablar con ella, eran ya las 13.30h y como había
quedado con Mont-Ler en que iba a ir yo a recoger a la chica al centro de día y
luego acompañarla al piso de acogida, me marché hacia allí aunque llegué un
poco antes de la hora y esperé a que salieran los primeros usuarios para entrar
yo a recogerla. Cuando entré, ella ya estaba preparada para salir y nos
marchamos hacia el piso. Una vez allí, ni la mujer ni su hija se encontraban
porque ya se habían marchado hacia el colegio.
92
Viernes, 13 de marzo de 2015
Este día había quedado con Mont-Ler en la oficina de la calle Las Armas a
las 11.30h, sin embargo, cuando llegué ella no se encontraba porque había
tenido que acudir al piso para realizar unas gestiones. Sin embargo, la que sí
que estaba era Elena, también trabajadora social, que estaba buscando unos
recursos que Mont-Ler le había pedido, y me puse a ayudarla hasta que ésta
llegó.
Elena es una trabajadora social contratada por la Fundación APIP-ACAM y
cuyas principales funciones son las de realizar labores de apoyo en los
diferentes programas de la Fundación cuando las responsables de los mismos
solicitan su ayuda. Por tanto, colabora con todos los profesionales de la
Fundación y, por lo general sólo acude a apoyar a Mont-Ler una o dos veces
por semana en función del trabajo que haya en el Programa de Igualdad y
también para ir adelantando algunas gestiones o realizar determinados
trámites.
Cuando llegó Mont-Ler, me facilitó los expedientes de los dos casos de
las mujeres que se encontraban en el piso de acogida para que los conociese
con más detalle, ya que eran las mujeres con las que yo estaba teniendo más
contacto y era importante que estuviese al tanto de algunas circunstancias.
Lunes, 16 de marzo de 2015
Había quedado con Mont-Ler a las 12.00h en la oficina de la calle Las
Armas, y cuando llegué ésta estaba con la psicóloga en prácticas y la mujer del
piso con su hija, pues las cuatro se iban a marchar al colegio para acudir a la
reunión con la tutora de la niña y la orientadora del centro. Mientras tanto, yo
me quedé en la oficina para que hubiese alguien por si acudía alguna usuaria a
demandar información.
93
En el rato que estuve yo sola, aproveché para continuar leyendo los
informes que Mont-Ler me había facilitado la semana anterior y también atendí
a varias personas que se acercaron a solicitar información sobre los cursos de
formación que la Fundación realiza. Cuando llegaron estas personas, les
comenté los cursos que se estaban ofreciendo ahora, les entregué la solicitud
que debían rellenar y mientras la cumplimentaban, yo realizaba la fotocopia de
su
documento
de
identidad
para
después
archivarlo
en
el
lugar
correspondiente.
A las 13.00h una de las profesoras del Programa de Cualificación
Profesional Inicial me ha comentado que ella junto con todos los alumnos se
iban a marchar al local de la calle San Blas ya que habían organizado una
charla para los jóvenes, y me comentó que si estaba interesada en asistir con
ellos ya que si no me iba a quedar sola en la oficina. Así que me marché con
ellos a la otra sede, donde un boxeador les dio una pequeña charla sobre lo
complicada que había sido su vida y como gracias al deporte había conseguido
salir adelante, tratando de convertirse en ejemplo de los chicos, ya que
muchos de ellos provienen de familias desestructuradas y están tutelados por
la Administración.
Cuando acabó la charla eran casi las 13.30h, así que me marché a
recoger a la chica al centro de día para después acompañarla al piso. Cuando
llegué, todavía estaban la mujer y su hija, así que estuve hablando con ellas
para ver qué tal había ido la tutoría con la profesora y la orientadora, y cuando
ellas se fueron al colegio yo también me marché.
Martes, 17 de marzo de 2015
Mont-Ler me llamó este día por la mañana para quedar esa noche con
ella y con la mediadora y realizar mi primera salida nocturna por varias zonas
de la ciudad. A las 22.30h quedamos las tres en Plaza España y nos repartimos
los packs con el material preventivo entre las tres, para poder repartirlos a las
94
mujeres, concretamente, cada pack contiene preservativos, toallitas, lubricante
y un folleto con información sobre la Fundación.
En primer lugar, nos dirigimos a la zona de las Fuentes y visitar los clubs
que hay allí. Cuando entramos en el primer local, el club “Sarita”, solamente
había una chica española de unos treinta años, nacida en Barcelona y que
llevaba unos seis años en Zaragoza, y la camarera, con la que Mont-Ler y la
mediadora tuvieron una larga conversación, incluso nos invitó a tomar algo.
Después pasamos por otro club, el “Isla Tortuga”, pero ese estaba cerrado, así
que nos marchamos a otra zona.
Entonces fuimos a la zona de la Romareda, a visitar el club “Deportivo”,
al que hacía meses que no iban. Sin embargo, cuando llegamos el club estaba
cerrado, y por las pintas de la fachada, parece que hacía bastante tiempo que
no abría.
A continuación, nos dirigimos a dos clubs de la calle Arzobispo
Domenech, concretamente, el “Pavarotti” y otro que se encuentra en la misma
acera, “Las Damas”, ya que aunque no nos tocaba visitar esta zona este día, a
Mont-Ler le habían comunicado desde la policía nacional que había indicios de
que una chica que estaba en uno de estos clubs podía ser víctima de trata de
seres humanos con fines de explotación sexual. Entramos en los clubs a hacer
una incursión rápida pero no vimos a esa chica en ninguno de los dos, sin
embargo, sí que había varias mujeres en cada uno de ellos, procedentes en su
gran mayoría de Europa del Este, pero apenas uno o dos clientes en cada uno
como mucho.
Finalmente, fuimos a la zona del Gancho para entregar material
preventivo a las mujeres y transexuales que ejercen la prostitución en la calle.
Sin embargo, cuando pasamos por la zona con la furgoneta había un par de
mujeres que parecían españolas, pero cuando volvimos a pasar a pie para
entregarles el material y entablar un poco de conversación con ellas, ya no
había ninguna, aunque lo cierto es que hacía bastante frío esa noche, así que
era de entender que no hubiese muchas mujeres ni transexuales por la zona.
95
Jueves, 19 de marzo de 2015
Mont-Ler y la mujer del piso que se encontraba embarazada se han
marchado este día a Barcelona para acudir a una cita médica y ver qué
posibilidades había de interrumpir voluntariamente el embarazo, ya que, en
principio, a Mont-Ler le habían dicho que se podía optar bien por la
interrupción farmacológica o bien por la realización de un legrado. Lo cierto es
que la mujer prefería la farmacológica, ya que aunque le habían dicho que
podía ser más dolorosa, no quería someterse a ninguna intervención
quirúrgica, pero tenía que ser el médico el que diese el visto bueno a esa
decisión tras realizarle una exploración, y en caso de que todo estuviese bien,
le entregaría la medicación para que se la tomase el fin de semana siguiente.
Entonces, a mí este día me tocó ir a recoger a la niña al colegio a las
16.30h, llevarla a casa, estar jugando con ella y acompañándola hasta las
20.00h más o menos, cuando llegó la educadora que normalmente acude al
piso para acompañar a las mujeres. Además, la profesora de la niña me
comentó que había pasado muy bien el día, pues también se había quedado
también al comedor por primera vez, y que cada día estaba más integrada y se
la veía más contenta con sus compañeros de clase.
Martes, 24 de marzo de 2015
Este día realicé mi segunda salida nocturna con Mont-Ler y la mediadora
de la Fundación. A las 22.00h quedé con Mont-Ler en la parada del tranvía de
Avenida Goya y nos dirigimos hacia el club “La Isla”, próximo a la zona y
donde nos estaba esperando la mediadora para entrar juntas. Una vez que
entramos al club me sorprendió la gran cantidad de chicas que había en el
mismo, pues entregamos unos veinte pack de material preventivo, por tanto,
había unas veinte chicas en el mismo. La verdad es que, por lo general,
aunque aceptaron el pack, no se mostraron muy predispuestas a entablar
ningún tipo de conversación con nosotras. Lo que más me llamó la atención
96
también fue la edad de las mujeres, ya que ninguna parecía aparentar más de
treinta años.
Después nos dirigimos a los clubs que ya habíamos visitado la semana
anterior, y que esta semana nos tocaba visitar porque nos correspondía ir a
esa zona. Entramos primero en el “Pavarotti”, y la verdad es que otra vez nos
encontramos con que había bastantes chicas, más o menos, las mismas de la
semana anterior, y también había más clientes. Luego entramos al que está
prácticamente enfrente, “Las Damas”, pero esta vez apenas había tres o cuatro
chicas, todas ellas de Europa del Este, y no había ni un solo cliente.
Como Mont-Ler no se encontraba muy bien, se marchó a casa y la
mediadora y yo seguimos con nuestra ruta por los clubs de la zona de León
XIII. Una vez allí, debido a que nos quedaban pocos packs porque en los otros
clubs nos habíamos encontrado a más chicas de las que esperábamos, no
pudimos entrar en todos los clubs, solamente en dos de ellos. Primero
entramos en “El Stop”, en el que sólo había tres mujeres, y luego fuimos a
“Las Musas”, en el que sí que había más mujeres, alguna de ellas española,
pero varias rechazaron el pack con el material preventivo con el argumento de
que ellas no ejercen la prostitución, sino que solamente se encontraban allí
tomando algo.
Cuando salimos, la mediadora me comentó que el motivo por el que
verdaderamente nos habían rechazado el pack es porque esas mujeres lo que
hacen es acompañar a los hombres y, normalmente, no van más allá con
ninguno de ellos.
Miércoles, 25 de marzo de 2015
A las 10.45h quedé con la mediadora en la oficina de la calle Las Armas
para realizar el acompañamiento a una chica búlgara a una clínica médica,
pues esta chica se encontraba embarazada y lo que quería era interrumpir el
embarazo.
97
Ella tenía 20 años, se encontraba en España con su novio aunque tenía
tres hijos que se encontraban bajo el cuidado de la madre de ella en Bulgaria.
Cuando se quedó embarazada, se encontraba ejerciendo la prostitución en la
zona de Cogullada, y el embarazo fue resultado de no emplear métodos
anticonceptivos con alguno de sus clientes, por eso estaba decidida a
interrumpir su embarazo.
Llegamos a la clínica a las 11.30h y nos entregaron varios papeles que
tuvimos que rellenar con datos personales e información sobre la chica la
mediadora y yo, ya que ella no sabía apenas ni hablar ni escribir español. Una
vez que tuvimos todos los papeles, se los entregamos a la enfermera que le
hizo entrar en la consulta para realizarle una ecografía y confirmarle que se
encontraba embarazada de un mes y medio. Después nos comentó el médico
que el aborto quirúrgico se realizaría el próximo viernes y nos dio las
indicaciones que la mediadora le tradujo a la chica y que eran muy
importantes que recordase y siguiese al pie de la letra para que todo saliese
bien. Finalmente, nos entregaron otros papeles que el viernes había que llevar
completados, pero como eran bastantes preguntas, la mediadora dijo que lo
haríamos el viernes antes de ir a la clínica.
Después, cuando salimos de la clínica, acompañé a la chica a la oficina
de la calle Las Armas, donde la estaba esperando su novio, y aproveché para
contarle lo que había sucedido en la clínica y lo que nos había dicho el médico.
A las 13.30h me marché hacia el centro de día para recoger a la chica y
acompañarla al piso de acogida. Este día salió un poco más tarde lo habitual,
ya que tal y como me dijeron las técnicas del centro, se encontraba en un
taller de conversación que se alargó un poco más de lo normal.
Jueves, 26 de marzo de 2015
A las 11.30h estaba en la oficina de la Fundación en la calle Las Armas,
ya que aunque Mont-Ler me había dicho que tenía una reunión a primera hora
98
de la mañana y no sabía cuándo llegaría a la oficina, me dijo que me pasase
por allí a esta hora, porque si ella no estaba estaría la chica que está haciendo
las prácticas del Grado de Psicología realizando una tarea que ella le había
dejado y que yo podría ayudarla mientras la esperábamos.
Cuando llegué, Mont-Ler no estaba, así que me puse con mi compañera
de prácticas a ayudarle en la tarea que le había encomendado, que consistía
en ordenar los informes del año 2014 en las carpetas de originales y copias,
comprobando
que
todos
los
expedientes
se
encontraban
en
ambos
archivadores y que estaban completos, es decir, todos tenían en las dos
carpetas tanto el informe inicial, como las hojas de tutorías, la autorización de
la difusión de datos y el documento de identificación correspondiente en vigor.
Lo cierto es que aunque ésta pueda parecer una tarea fácil no lo fue,
porque había muchos expedientes que sólo se encontraban en uno de los
archivadores y que encima les faltaba alguno de los documentos que se
supone que todos los casos debían tener, y nos costó bastante tener una lista
con los nombres de todos los expedientes, luego ya era ir haciendo
comprobación de que estaban todos los documentos y realizar las fotocopias
de aquellos que faltaban. De todas maneras, no nos dio tiempo a acabar esta
misma mañana.
A las 13.30h me marché al centro de día a recoger a la chica y
acompañarla después al piso de acogida.
Viernes, 27 de marzo de 2015
Por la mañana, a las 10.00h quedé con la mediadora para acompañar a
la chica búlgara a la clínica donde le iban a practicar la interrupción voluntaria
del embarazo. Ella llegó acompañada de su novio y nada más entrar estuvimos
rellenando los papeles que nos entregaron el día anterior y que había que darle
al médico cuando le hiciese entrar.
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Esta chica, a diferencia de la mujer de Nigeria que estaba en el piso,
procedía de Bulgaria, país miembro de la Unión Europea, y tenía convalidados
sus documentos, por eso no tuvo ningún problema a la hora de poder
realizarse la interrupción voluntaria del embarazo en una de las clínicas que lo
practican en Zaragoza a través de la Seguridad Social.
Una vez que la enfermera la llamó para entrar a quirófano, la mediadora
la intentó acompañar para que le explicasen mejor el procedimiento y ella
poder transmitírselo a la usuaria, que no entiende apenas español, pero la
enfermera le dijo que no podía entrar. La verdad es que el trato que recibimos
por la enfermera tanto este día como el otro que estuvimos en la clínica dejó
mucho que desear, con gestos y malas palabras tanto a la propia chica como a
la mediadora y a mí.
La intervención duró una hora aproximadamente, y cuando finalizó la
hicieron salir a la sala de espera antes de entrar de nuevo en la consulta del
médico y que éste le diese el alta definitiva.
Mientras esperábamos llegaron Mont-Ler y mi compañera de prácticas
del Grado de Psicología, que habían estado toda la mañana realizando los
trámites necesarios para que la mujer nigeriana del piso y su hija dispongan de
tarjeta médica ahora que ya tienen la tarjeta identificativa de que su solicitud
de asilo se encuentra en trámite.
Cuando finalmente el médico ha llamado a la chica para entrar a la
consulta, ha sido Mont-Ler la que la ha querido acompañar, sin embargo al
final ha tenido que ser la mediadora la que entrase con ella para poder ejercer
de traductora y transmitirle todo lo que el médico le estaba comentado y las
recomendaciones para los próximos días. Tuvo que salir Mont-Ler y entrar la
mediadora ya que la enfermera no les permitió a las dos estar presentes en la
consulta alegando que tres ya eran demasiadas personas y que con dos era
más que suficiente.
Finalmente, cuando ya salimos de la clínica le recordamos a la chica lo
importante que era seguir las indicaciones que el médico le había dado para
100
evitar cualquier complicación y cualquier infección. Concretamente, el médico
le dijo que no podría mantener relaciones sexuales en unos quince días, y le
hicimos entender que durante esos días, aunque no sangrase, no era
conveniente que trabajase porque eso podría tener consecuencias negativas
para su salud sexual. También insistimos bastante en lo importante que es
tomar las medidas necesarias para evitar que pueda volver a quedarse
embarazada.
Después la acompañamos a ella y a su novio a la farmacia más cercana a
comprar un medicamento que el médico le había mandado y nos marchamos a
casa.
Martes, 7 de abril de 2015
A las 10.30h había quedado con la mediadora para realizar orientación
laboral a una usuaria con la que ya llevan bastante tiempo trabajando a nivel
individual. Se trata de una mujer procedente de Europa del Este, de unos
cuarenta años, que habitualmente suele ejercer en la zona del polígono
Cogullada, y que además de la orientación laboral nos planteó dudas sobre la
gestión y la tramitación del Ingreso Aragonés de Inserción, y dado que yo
conozco algo del tema, le resolví las dudas que nos planteó.
También le creamos una cuenta en la página web de Infojobs y la
inscribimos en varias ofertas de la ciudad de Zaragoza a ver si tenía suerte y la
llamaban de alguna. Además, llamamos a varias empresas de trabajo temporal
para que nos explicasen cómo trabajan, y que así la usuaria se pudiese acercar
a las mismas con su currículum, que ya lo tenía elaborado pero le facilitamos
varias copias del mismo para que las pudiese ir dejando por las diferentes
empresas.
Antes de que acabásemos de atender a esta usuaria, llegó otra también
conocida por la mediadora ya que había acudido a la Fundación en diciembre
para que le resolviesen unas dudas acerca de la renovación de su permiso de
101
residencia, sin embargo, su situación había cambiado bastante desde ese
momento.
Cuando la atendimos nos comentó que llevaba algo más de un mes sin
ejercer la prostitución (ella antes ejercía en la zona del polígono Cogullada)
porque había elegido un nuevo camino en su vida tras haber descubierto en la
religión el pilar fundamental de su vida después de llevar más de once años en
España ejerciendo la prostitución. Ella tenía dos hijos de unos veinte años en
Bulgaria, su país de origen, a los cuales mantenía con el dinero que ganaba a
través de la prostitución, pero estaba bastante agobiada porque se había
quedado sin recursos económicos desde que no ejercía y no podía hacer frente
ni a los gastos de la habitación alquilada en la que vivía ni enviarles dinero a
sus hijos y a su nieta. Además, estaba muy agobiada por su entorno de
Bulgaria, pues la presionaban para que enviase dinero a sus hijos diciéndole
que éstos no tenían ni para comer y tenían que estar mendigando por la calle,
lo que la hacía sentir tremendamente culpable e incluso nos manifestó que
había planteado suicidarse si su situación no conseguía mejorar. También se
mostraba muy avergonzada por tener que acudir a un recurso como este
después de tantos años en España y no haber conseguido tener una vida
estable.
Ante la gravedad de la situación en la que se encontraba y la
inestabilidad emocional que presentaba, tanto la mediadora como yo llegamos
a la conclusión de era primordial su ingreso en el piso de acogida, en primer
lugar, para que no se viese presionada por el dueño de la habitación en la que
vivía, pues no tenía dinero para pagarle y, en segundo lugar, para que tuviese
cubiertas sus necesidades básicas.
La mujer se mostró de acuerdo en que esa era buena solución a su
situación, pero también manifestó que si ingresaba en el piso perdería su
autonomía y que después de tanto tiempo en España eso supondría un paso
atrás en su situación. Lo cierto es que a nivel emocional se encontraba
102
bastante mal, muy agobiada por su situación, lo que le impedía ver una posible
salida a la misma.
La mediadora se puso en contacto con Mont-Ler para comentarle la
situación de esta mujer y la urgencia de su ingreso en el piso de acogida, por
lo que al día siguiente, a las 10.30h se le concertó una entrevista con ella para
valorar su entrada definitiva en el recurso y explicarles las condiciones y las
obligaciones del mismo. Una vez que le transmitimos esto, parece que se
tranquilizó algo y se marchó a casa con algo más de esperanza.
Después, como esa noche había salida nocturna y no había suficientes
packs disponibles para salir por la zona de López Allúe y la calle Burgos, en las
que hay bastantes clubs, la mediadora, la compañera en prácticas del Grado
de Psicología y yo nos pusimos a elaborar unos cuarenta packs para poder
entregar esa noche.
A las 22.30h quedé cerca de la zona de López Allúe con Mont-Ler y con la
mediadora y empezamos a recorrer los diferentes clubs que había por la zona
y también por los alrededores de la calle Burgos, que eran bastantes. Cuando
fuimos recorriendo los distintos clubs tratamos de establecer una mínima
comunicación con la mayoría de las mujeres en el momento en el que les
entregábamos el pack con el fin de conocer un poco su situación, ver si tenían
alguna demanda, informarles de nuestros servicios y, más específicamente,
comentarles que en los próximos días estaba previsto que comenzase un curso
de Limpieza y Gestión de Almacén, por lo que si estaban interesadas en
participar en el mismo o en cualquier otro de los que realiza la Fundación,
deberían ponerse en contacto con nosotras a lo largo de esa misma semana o,
como muy tarde, durante la próxima.
La verdad es que la mayoría de las mujeres no se mostraban muy
receptivas con nosotras, aceptaban el pack y poco más, excepto una de ellas,
de nacionalidad española, que nos demandó información del área jurídica y,
aunque no profundizó mucho en su situación, le comentamos que lo mejor que
103
podía hacer era acudir al Colegio de Abogados y solicitar asistencia jurídica
gratuita, así le podrían resolver sus dudas unos profesionales de esta área.
Algo que también me llamó la atención es que varias chicas, sobre todo
procedente de África, ya que la mayoría de las que hay por estas zonas
provienen de allí, acuden con frecuencia al Centro Alba en busca de
preservativos, aunque les pregunté si participaban en alguna actividad más y
me comentaron que no, que sólo acuden a por el material preventivo.
Destacar que en el club “Mongoo”, el “Anyelo”, el “Cat’s” y en el “Rosas
Rojas”, cuando entramos en ellos, prácticamente todas las chicas que estaban
en ellos estaban durmiendo o acostadas en los sofás y tapadas con mantas
hasta arriba, por lo que no se las veía muy predispuestas a trabajar, y me dio
la sensación de que si algún cliente entraba y las veía así lo que haría sería
salir tal y como había entrada. Aunque la mediadora me comentó que este
hecho no era algo puntual, sino que normalmente siempre que iban se las
encontraban en esa actitud, lo que tanto a ella como a Mont-Ler les hacía
sospechar de cómo se mantienen esos clubs todavía abiertos, porque apenas
habían visto a algún cliente alguna vez por esos clubs.
En cambio, en el “Woman’s” fue el club de la zona en el que más
movimiento tanto de mujeres como de clientes había, en él había algunas de
Europa del Este y también africanas, y tres clientes españoles de unos
cincuenta años. Además, cuando les entregamos los packs nos pidieron más
para las compañeras que en ese momento estaban en las habitaciones con
algún cliente. Por lo tanto, parecía haber bastante movimiento esa noche. Lo
que más me llamó la atención es que cuando íbamos a salir entraron dos
clientes, ambos españoles y bastante más jóvenes de los que ya había, porque
ninguno de ellos tendría más de treinta años.
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Miércoles, 8 de abril de 2015
Este día quedé por la mañana a las 08.45h con Mont-Ler en el piso de
acogida para recoger a la mujer nigeriana y a su hija y acudir al centro de
salud donde la niña tenía cita con el pediatra para que le realizase una revisión
y le comprobase si tenía el calendario de vacunación al día. Sin embargo,
aunque les habíamos avisado de que la cita era a las 09.00h, cuando llegamos
al piso nos las encontramos durmiendo todavía y casi llegamos tarde al
médico.
Una vez dentro de la consulta del pediatra, le realizó una revisión a la
niña en la que dijo que todo estaba bien, aunque al comprobar el calendario de
vacunación consideró que era necesario ponerle otra vacuna más y nos dio cita
para dentro de un mes para revisarle la vista.
Cuando salimos del centro de salud, como la niña no había tenido tiempo
de desayunar ni de prepararse las cosas para ir al colegio, las acompañé a ella
y a su madre al piso de acogida mientras Mont-Ler regresó a la oficina para ir
avanzando en la realización de los informes de seguimiento. Después, fui con
la niña al colegio, le comenté a la tutora que había llegado tarde porque
habíamos tenido que ir al médico y fui a secretaría a pagar el comedor de la
niña, ya que al día siguiente su madre y Mont-Ler se marchaban a Barcelona
para comprobar que el aborto farmacológico había salido bien e iban a estar
todo el día fuera, por lo que la niña se iba a quedar de nuevo en el comedor
del colegio.
Después me marché a la oficina en la calle Las Armas para poder estar
presente en la entrevista en la que Mont-Ler iba a valorar el ingreso de la
mujer del día anterior en el piso de acogida. La verdad es que la entrevista ha
sido bastante dura y complicada dada la situación de bloqueo de la mujer, que
no acaba de ser consciente de la situación en la que se encuentra, no cree que
ella pueda estar así y se siente culpable, sobre todo, porque al no trabajar no
tiene dinero y no puede mantener ni a sus hijos ni a su nieta en Bulgaria. Dada
la urgencia de la situación, Mont-Ler consideró más que necesario el ingreso de
105
la mujer en el piso este mismo día y tras realizar algunas gestiones e
informarle de las obligaciones y de las condiciones de su ingreso en el piso, la
mujer se fue a recoger alguna de sus cosas para después regresar a la oficina
e ir junto a Mont-Ler al piso.
Mientras tanto, la compañera de prácticas del Grado de Psicología y yo
continuamos organizando los informes del año 2014 en las carpetas de
originales y de copias hasta las 13.30h, momento en el que marché al centro
de día para recoger a la chica y acompañarla al piso mientras Mont-Ler se iba
también con la nueva usuaria a enseñarle el piso.
A media tarde, Mont-Ler me llamó para decirme si me parecía bien
acudir al día siguiente por la mañana al piso para estar con la nueva usuaria,
acompañarla a recoger las cosas que le faltaban a la habitación donde vivía
antes y estar con ella por si tenía dudas o por si se derrumbaba dada su
inestabilidad emocional y que así se sintiese acompañada y estuviese sola el
menor tiempo posible.
Jueves, 9 de abril de 2015
A las 11.00h de la mañana acudí al piso para estar con la nueva usuaria
y acompañarla, ya que era su primer día en el mismo y era de esperar que
dada su situación le diese un bajón emocional y cuanto menos tiempo
estuviese sola, mejor para ella.
La verdad es que cuando llegué estaba bastante intranquila, porque
decía que las cosas no eran como ella se esperaba y que el piso no estaba en
las mejores condiciones, lo cierto es que solamente sacaba pegas a todo y no
era capaz de entender que su ingreso en el piso se había realizado por el
procedimiento de urgencia y no había dado tiempo a organizar nada antes de
su entrada.
Como todavía le quedaban cosas personales de recoger en la habitación
en la que había estado viviendo de alquiler, la acompañé a buscarlas, porque
106
ella sola no podía con todo, y regresamos al piso para que empezase a
instalarse. Cuando salimos se mostró más animada, pero al regresar de nuevo
a la vivienda no hacía más que transmitirme que su principal preocupación era
encontrar un trabajo que le permitiese ganar dinero para poder recargar su
teléfono móvil, hablar con sus hijos y también enviarles dinero a ellos y a su
nieta.
Ha habido un momento en el que estaba tan saturada que yo no sabía
cómo reaccionar y he tenido que llamar a Mont-Ler para comentarle la
situación en la que estaba y ver cómo podíamos hacer para que se
tranquilizase. También fue necesario explicarle en repetidas ocasiones cómo
funcionan las cosas dentro del Programa de Igualdad y más concretamente en
el piso de acogida que ella estaba, y las condiciones que debe cumplir para
poder seguir en el mismo, porque al estar bloqueada le costaba bastante
asimilar todos los cambios y la información que le habíamos proporcionado en
esos dos días.
Viernes, 10 de abril de 2015
Este fue mi último día de prácticas, y a las 12.00h acudí a la oficina de la
calle Las Armas donde había quedado con Mont-Ler para despedirnos y
comentar cómo había sido el periodo de prácticas. Ella me manifestó que
estaba un poco preocupada porque dado el enorme volumen de trabajo que
había habido y todas las gestiones que ha habido que realizar con los nuevos
casos, ella sentía que muchas veces no había podido estar conmigo como le
hubiese gustado, es decir, tenía la sensación de que me había dejado sola
varias veces realizando algunos trámites y no sabía si yo me había sentido a
gusto así.
La verdad es que eso para mí no supuso ningún problema, pues desde el
primer día fui consciente de que estas prácticas no eran como las del Grado de
Trabajo Social, y que iba a tener más responsabilidades, por lo que para mí no
107
suponía ningún problema el tener que realizar diferentes tareas por mí misma
sin estar bajo la supervisión constante de Mont-Ler, porque así yo también me
sentía más integrada en el equipo y con la sensación de que se fiaban de mi
trabajo al dejarme más libertad para poder hacerlo.
Finalmente, como Mont-Ler tenía que elaborar un proyecto para
presentarlo en una reunión con el Programa Integral del Casco Histórico de
Zaragoza le ayudé a elaborar algunas propuestas para que las mujeres a las
que se atiende desde la Fundación participasen más en la actividad del barrio,
y a las 13.30h, cuando ella se tenía que ir a recoger a la chica al centro de día,
me marché.
REFLEXIÓN
El realizar mis prácticas del Máster en Relaciones de Género en el
Programa de Igualdad para trabajadoras sexuales de la Fundación APIP-ACAM
ha hecho posible que todas las actividades que he llevado a cabo o en las que
he participado estén estrechamente relacionadas con los contenidos teóricos
vistos en clase, pues siempre se tenía muy presente la perspectiva de género
en todas las intervenciones.
También quiero destacar que logrado alcanzar los objetivos planteados
antes de comenzar mi periodo de prácticas, ya que he podido conocer cómo se
desarrollan las intervenciones desde la Fundación y la atención integral que se
presta al colectivo de víctimas de trata de seres humanos con fines de
explotación sexual, así como el trabajo que se lleva a cabo con las mujeres que
ejercen la prostitución de manera libre.
En relación con esto, desde la Fundación lo que se persigue es acabar
con cualquier situación de explotación sexual, en cambio, cuando las mujeres
ejercen la prostitución de manera voluntaria, les prestan ayuda para que lo
hagan en las mejores condiciones posibles y, en el caso de que deseen cambiar
de vida, se les ofrece todo el apoyo y la ayuda posible para que encuentren
una alternativa y puedan cumplir su deseo. Esto lo he podido comprobar
108
durante mis prácticas, pues he intervenido tanto con víctimas de trata a las
que la Fundación las ayudó a salir adelante, como mujeres que siguen
ejerciendo la prostitución pero acuden a la Fundación para la resolución de
problemas puntuales como la renovación de la documentación, y también
mujeres que después de varios años ejerciendo quieren salir de ese mundo.
Además, no sólo he podido conocer los servicios que ofrece la propia
Fundación APIP-ACAM a este colectivo, sino también los que tienen otras
entidades, pues en algún caso ha sido necesario coordinarse con otra
institución para poder atender de la mejor manera posible todas las
necesidades de la mujer. Concretamente, con Médicos del Mundo en todo lo
relativo al ámbito sanitario.
En cuanto a poder conocer la realidad de las mujeres que ejercen la
prostitución, esto ha sido posible gracias tanto a las visitas realizadas a las
zonas en las que se focaliza la prostitución en la ciudad de Zaragoza como a la
atención prestada a las usuarias en la oficina. Respecto a esto, quiero destacar
la importancia que tiene el trabajo de campo, porque permite establecer un
primer contacto con las mujeres, que éstas vean que hay entidades que se
preocupan por ellas y a las que pueden acudir cuando tengan algún problema
o alguna duda y, además, permite establecer poco a poco una relación de
confianza con ellas que facilite una posterior intervención en caso de que fuese
necesario.
Sin embargo, lo cierto es que para que yo pudiese haber establecido una
relación de confianza con ellas habría sido necesario que las prácticas durasen
más tiempo, pues en un tiempo tan breve en el que sólo he realizado una
salida a cada zona de la ciudad, es imposible que ellas establezcan cualquier
tipo de vínculo conmigo, pues a no ser que hayan acudido a la oficina, apenas
las habré visto una sola vez. En cambio, con las usuarias del piso me sucedió
todo lo contrario, pues al tener un trato más continuo y casi diario con ellas,
esto facilitó muchísimo que ellas se abriesen y confiasen en mí prácticamente
109
desde el primer momento, agradeciéndome siempre cualquier cosa que hiciese
por ellas aunque fuese simplemente mi trabajo.
En definitiva, la valoración que hago de mis prácticas es bastante buena,
tanto por lo que he podido aprender, como por la experiencia adquirida y todo
lo que me han aportado esas mujeres, tanto a nivel profesional como a nivel
personal. La verdad es que se trata de un colectivo que se encuentra en una
situación muy vulnerable, porque no hay un consenso legal sobre la regulación
de la prostitución en España y, respecto a la trata, en muchas ocasiones es
difícil de detectar, por eso considero fundamental la labor que desde la
Fundación APIP-ACAM se lleva a cabo, ya que se esfuerzan por prestar una
atención integral y de calidad a estas mujeres sin juzgarlas ni dejarse llevar
por prejuicios o estereotipos.
110
PROPUESTAS DE MEJORA
Una vez que hemos estudiado la Fundación a nivel teórico y también nos
hemos acercado a ella con la realización de las prácticas, es el momento de ver
qué es lo que se podría mejorar partiendo de la base de que consideramos que
la labor que se realiza es muy importante y necesaria, y también siendo
conscientes de que existe un problema de financiación.
Para empezar, creemos que debería existir una mayor visibilización de la
Fundación, puesto que es poco conocida en nuestra ciudad. Es cierto que
existe una página web sobre la Fundación a nivel nacional, pero no existe
ningún apartado específico sobre los servicios que se ofrecen en Zaragoza.
Además, habría que actualizar los folletos informativos que se entregan tanto a
las mujeres en las salidas como los que se encuentran disponibles en la propia
sede, pues contienen información que está desfasada.
También sería interesante elaborar un folleto explicativo sobre qué es la
trata de seres humanos, diferenciándola claramente de la prostitución, que
permitiese a las mujeres identificar si ellas o alguna de sus compañeras se
encuentran en esa situación. Sería importante que el lenguaje empleado fuese
claro y que estuviese disponible en varios idiomas.
En cuanto a la coordinación con otras instituciones y entidades,
pensamos que habría que mejorarla, sobre todo, en relación a las salidas que
se realizan a las diferentes zonas de prostitución, ya que en Zaragoza hay tres
entidades que llevan a cabo esta labor y, por lo general, sólo se coordinan con
una de ellas. Esto conlleva que, en ocasiones, se visite una misma zona varias
veces en la misma semana.
En relación con esto, consideramos que sería positivo que la Fundación
APIP-ACAM pasase a formar parte de la Mesa de Prostitución y Trata de
Zaragoza, ya que hay muchas entidades de las que trabajan con este colectivo
111
que están integradas en la misma y es conveniente unir esfuerzos y más
todavía cuando los recursos son limitados.
Por otro lado, desde nuestro punto de vista, sería necesario contar con
más recursos humanos, ya que hay muy pocas profesionales contratadas y hay
mucho trabajo. Concretamente, en estos momentos la Fundación cuenta
solamente con trabajadoras sociales para el desarrollo de este Programa y, por
lo tanto, las áreas psicológicas y jurídicas pueden quedar desatendidas. Esto
también repercute en el trabajo de campo, pues hace meses que se dejaron de
hacer salidas a pisos y aunque se planteó el reanudarlas, no ha sido factible
ante la falta de personal.
En lo que respecta a la prevención, habría que restablecer la realización
de pruebas rápidas de detección del VIH/SIDA en la propia Fundación en lugar
de derivarlas a otro recurso en el que no tengan confianza con los
profesionales. Además, esto facilitaría también la entrada a aquellos pisos o
locales que, a priori, muestran una mayor reticencia a la presencia de la
Fundación en los mismos. Hay que añadir que sería necesario disponer de
preservativos en la Fundación para cuando las mujeres los soliciten, tal y como
se hacía anteriormente, y también poder ofrecer preservativos femeninos por
la demanda que ha habido de los mismos.
Respecto a las fichas de recogida de datos que se rellenan después de
cada salida, creemos que habría que modificarlas puesto que la información
que se solicita tiene un carácter muy personal y es difícil acceder a ella en un
primer contacto.
También sería deseable disponer de un teléfono de emergencia que
estuviese disponible las 24 horas del día los siete días de la semana, de
manera que si alguna mujer tuviese una urgencia pueda ponerse en contacto
inmediato con las profesionales de la Fundación.
Por otra parte, hay que reconocer lo valioso que es disponer de un piso
de acogida, además siendo la única entidad que tiene. Sin embargo, pensamos
que sería más adecuado contar dos viviendas diferenciadas, una para mujeres
112
que ejercen la prostitución de forma voluntaria, y otro para aquellas que han
sido víctimas de trata, puesto que a veces coinciden y lo cierto es que tienen
realidades muy diferentes que pueden dificultar la convivencia.
Finalmente, como ya hemos mencionado anteriormente, consideramos
que sería muy necesario que la Fundación elaborase un Plan de Igualdad en el
que
desarrollase
medidas
específicas
para
promover
la
igualdad
de
oportunidades entre hombres y mujeres, y que no se limitase a recoger lo que
se establece en el Estatuto de los Trabajadores, sino que se orientase a la
realidad de la entidad.
113
CONCLUSÍONES
Aunque ya conocíamos el fenómeno de la prostitución y trata, y también
a grandes rasgos la labor que desempeña la Fundación con este colectivo, lo
cierto es que estas prácticas nos han permitido acercarnos más a las mujeres y
a la realidad de su día a día desde otra perspectiva.
La investigación que realizamos en nuestro Trabajo de Fin de Grado nos
permitió establecer el perfil de las mujeres que acudían a esta asociación
desde el punto de vista de los profesionales que trabajan en ella. Por lo
general, éste coincide con lo que hemos podido conocer, pues se trata de
mujeres de edades muy variables, aproximadamente, entre los dieciocho y los
sesenta años. Principalmente, proceden de países de Europa del Este, de
América Latina, de África y también las hay españolas aunque en menor
medida. En cuanto a las cargas familiares y al estado civil, había variedad,
pues nos encontramos con algunas mujeres que tienen hijos, ya sea residiendo
en España o en su país de origen, y otras que están casadas o tienen pareja
estable, pero no era así en todos los casos. En cambio, sí que había
homogeneidad en cuanto al nivel de estudios, ya que la mayoría de ellas tiene
baja formación o la tienen sin homologar en España. Prácticamente todas las
mujeres con las que hemos tratado ejercen en clubs o en calle, pero sabemos
que hay un gran número de trabajadoras sexuales ejerciendo en pisos aunque
no hemos tenido acceso a ellos. Por último, a pesar de que hemos conocido
algún caso en el que la mujer elige la prostitución como su trabajo,
anteponiéndolo a otras opciones, la mayoría la ejerce por necesidad económica
y porque no dispone de otra alternativa. Independientemente de los motivos
que les lleven a la prostitución, nos hemos encontrado con que prácticamente
todas lo hacen de forma voluntaria, aunque hemos sido conscientes de que
hay más casos de prostitución forzada o explotación sexual de los que
pensábamos que podía haber.
114
Cabe mencionar que aunque hay un colectivo de transexuales ejerciendo
la prostitución, ni en las salidas ni en la atención que se proporciona en la
oficina hemos contactado con ellas. Además, hay un porcentaje de hombres
que se dedica al ejercicio de la prostitución, pero es mínimo en relación al de
mujeres y el Programa no va dirigido a ellos ya que la situación de unos y
otras es muy distinta.
Por otro lado, respecto a los clientes, aunque no hemos tenido acceso
directo a ellos, por lo que hemos observado en las salidas podemos decir que
se trata de hombres, por lo general de nacionalidad española, de entre
cincuenta y sesenta años, aunque en una situación concreta vimos a alguno
más joven.
En definitiva, aunque el periodo de prácticas ha sido breve, apenas
cincuenta horas, y hay aspectos en los que no hemos profundizar mucho tal y
como hemos mencionado, lo cierto es que han sido una buena oportunidad
para nosotras como trabajadoras sociales a la hora de desarrollar capacidades
y adquirir habilidades a la vez que nos acercábamos a una parte de la
población, en muchas ocasiones estigmatizada, que nos interesaba conocer de
primera mano y sin dejarnos influir por prejuicios ni estereotipos.
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