Las operaciones acordeón en el nuevo PGC Prada Larrea, José

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Las operaciones acordeón en el nuevo PGC
Prada Larrea, José Luis / 22-11-2010 / CONTABILIDAD
En una reciente contestación a consulta, el ICAC aborda la
eventual continuidad de la inversión en una sociedad
participada en los supuestos en los que, en la misma, por
causa de pérdidas acumuladas, se deba proceder a una
simultánea reducción y ampliación de capital de la
dependiente.
Una reciente contestación a consulta del ICAC, recogida en el Boletín
nº 83, en su número 3, aborda desde la perspectiva de la sociedad
dominada inversora los efectos de la reducción de capital operada en
el marco de una operación acordeón, esto es, aquellas
operaciones mercantiles en las que se amortiza capital por
causa de pérdidas para su simultánea reposición vía
ampliación de capital.
Esta operación se encuentra regulada en los artículos 343 a 345 de la
recientemente aprobada Ley de Sociedades de Capital, regulada en el
Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio.
Pues bien, la consulta versa sobre los efectos de esta operación en la
corrección valorativa por deterioro de una sociedad dependiente que
ha acumulado pérdidas significativas como consecuencia de la
evolución negativa del sector de actividad en el que opera. En
particular, si el citado acuerdo implica la baja automática de la
participación en la dependiente y la correspondiente aplicación de la
pérdida por deterioro previamente contabilizada.
El tratamiento contable de la citada operación en la sociedad
inversora está recogido en la consulta número 2 publicada en el
Boletín de este Instituto (BOICAC) nº 40, en cuya virtud:
"Los efectos contables para el inversor, producidos por la reducción
de capital efectuada por la sociedad participada, dependerán del
fondo económico de la operación de que se trate, y así: En el caso de
reducción de capital para compensar pérdidas, al suponer una
recomposición en el patrimonio de la sociedad, no se produce
alteración en el importe total de los fondos propios. No obstante lo
anterior, si desde un punto de vista de racionalidad económica, la
reducción de capital para compensar pérdidas de la sociedad
participada pudiera poner de manifiesto que dicha sociedad se
encuentra en alguna situación que determina la existencia de
dudas sustanciales en la aplicación del principio de empresa
en funcionamiento, el inversor deberá reflejar una disminución
directa del valor de la participación."
Carta Tributaria
30/11/2010
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A partir de estas vigentes consideraciones, puede decirse que, en
términos generales, desde el punto de vista de la sociedad inversora,
que el hecho de que se verifique una reducción de capital para
saneamiento de perdidas, seguida de una inmediata
ampliación de capital, no significa que deba darse de baja en
cuentas la inversión realizada.
La excepción, por el contrario, deberá producirse en aquellos
supuestos en que, pese a la reposición patrimonial realizada,
puedan abrigarse serias dudas acerca de la continuidad de la
empresa. En este caso, y sólo en éste, procederá la baja del
activo financiero. De no ser así, la continuidad en la participación
debe tener su reflejo contable.
Cosa distinta es un matiz basado en la asunción del mismo principio
es que en la ampliación de capital no se acuda por los socios, por la
inversora en este caso, en la misma proporción en la que se
ostentaba el capital social con carácter previo. Sólo en dicha
proporción cabrá proceder a verificar la baja en el inventario.
O lo que es lo mismo: este planteamiento coincide con el que
corresponde fiscalmente, de suerte que una alteración en el
porcentaje de participación relativa en el capital determina
una renta negativa o pérdida patrimonial en el inversor.
De este modo, el criterio del ICAC se expresa como sigue: "de
acuerdo con el criterio manifestado en esta consulta, que en el marco
del nuevo Plan General de Contabilidad se considera vigente, salvo
que la situación económica de la sociedad arrojase dudas sustanciales
respecto a la aplicación del principio de empresa en funcionamiento,
los hechos descritos por el consultante no deben originar una baja de
inventario, salvo, en su caso, por la diferencia entre el porcentaje que
se poseía antes y después de la operación acordeón, que sí deberá
contabilizarse aplicando la provisión en la parte proporcional
representativa de la mencionada disminución.
A tal efecto, las relaciones contables recogidas en la quinta parte del
PGC para la cuenta 293. "Deterioro de valor de participaciones a largo
plazo en partes vinculadas" señala como motivo de cargo la
enajenación del inmovilizado financiero o su baja en el inventario por
cualquier otro motivo, con abono a cuentas del subgrupo 24".
Carta Tributaria
30/11/2010
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