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Área Derecho de la Competencia y Propiedad Intelectual
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Contenido
Delitos contra la Administración Pública
INFORME ESPECIAL
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GLOSARIO
Ficha Técnica
Autor : Dr. Cristhian Northcote Sandoval
Título : Delitos contra la Administración Pública
Fuente : Actualidad Empresarial Nº 264 - Primera
Quincena de Octubre 2012
1. Introducción
El Código Penal, aprobado por el Decreto
Legislativo N° 635, tipifica y regula las
conductas consideradas como delitos,
con la finalidad de que los responsables
por dichos actos sean investigados y sancionados con la pena correspondiente.
Así, el Código Penal regula delitos que
vulneran la vida y la salud de las personas, la propiedad privada y pública,
la ecología, la propiedad intelectual, el
orden financiero, etc.
En el presente informe, analizaremos
algunos de los delitos más comunes regulados por el Código Penal, que vulneran a
la Administración Pública y que pueden
ser cometidos por los administrados.
2. Marco legal
Los delitos contra la Administración Pública se encuentran regulados en el Título
XVIII del Libro Segundo del Código Penal.
3. Sobre los delitos cometidos
por los administrados
Veamos los delitos contra la Administración Pública que pueden cometer los
administrados.
órdenes militares o policiales, o el que
hallándose destituido, cesado, suspendido
o subrogado de su cargo continúa ejerciéndolo, o el que ejerce funciones correspondientes a cargo diferente del que tiene, será
reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de siete años, e
inhabilitación de uno a dos años conforme
al artículo 36º, incisos 1 y 2.
Si para perpetrar la comisión del delito, el
agente presta resistencia o se enfrenta a las
Fuerzas del Orden, la pena será privativa
de libertad no menor de cinco ni mayor de
ocho años”.
Como podemos apreciar, el delito de
usurpación de función pública se configura cuando una persona realiza actos
que constituyen una función pública, sin
contar con la calidad de funcionario público necesaria para realizar dicha función.
El delito también se configura cuando un
funcionario público que ha sido destituido, cesado, suspendido o subrogado de su
cargo, continúa ejerciendo las funciones
propias de su cargo.
La sanción por este delito es de pena
privativa de libertad no menor de cuatro
ni mayor de siete años. Asimismo, se le
impone al autor una inhabilitación para
ejercer función pública por un periodo
entre uno y dos años.
Se considera como una situación agravante cuando el autor del delito se ha resistido a las fuerzas policiales o a las fuerzas
militares para cometer el delito, en cuyo
caso la pena privativa de libertad será no
menor de cinco ni mayor de ocho años.
3.1. Usurpación de función pública Artículo 361° del Código Penal
El artículo 361° del Código Penal tipifica
el delito de usurpación de función pública
señalando lo siguiente:
3.2. Ostentación de distintivos de
función o cargos que no ejerce Artículo 362° del Código Penal
El artículo 362° sanciona el delito de
ostentación de distintivos de función o
cargos, señalando lo siguiente:
“El que, sin título o nombramiento, usurpa
una función pública, o la facultad de dar
“El que, públicamente, ostenta insignias o
distintivos de una función o cargo que no
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ejerce o se arroga grado académico, título
profesional u honores que no le corresponden, será reprimido con pena privativa de
libertad no mayor de un año o con prestación de servicio comunitario de diez a veinte
jornadas”.
El deliro de ostentación de distintivos de
función o cargo está referido a la situación
en la que una persona utiliza emblemas, insignias u otros distintivos que son indicativos
de un cargo o función pública, sin contar
con el título o nombramiento correspondiente. Como puede ser el caso de quien
utiliza un uniforme policial sin ser policía.
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Delitos contra la Administración Pública
Asimismo, encaja en este delito la conducta por la cual una persona se arroga
un grado académico o título profesional
sin que le corresponda tal calificación.
La sanción para este delito es la pena
privativa de libertad no mayor de un
año o la pena de prestación de servicio
comunitario de diez a veinte jornadas.
3.3. Ejercicio ilegal de profesión - Artículo 363° del Código Penal
El delito tipificado en el artículo 363°
guarda relación con el delito visto en el
numeral anterior. El artículo 363° sanciona el ejercicio ilegal de una profesión,
señalando lo siguiente:
“El que ejerce profesión sin reunir los requisitos legales requeridos, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de dos
ni mayor de cuatro años.
El que ejerce profesión con falso título, será
reprimido con pena privativa de libertad
no menor de cuatro ni mayor de seis años.
La pena será no menor de cuatro ni mayor
de ocho años, si el ejercicio de la profesión
se da en el ámbito de la función pública o
prestando servicios al Estado bajo cualquier
modalidad contractual”.
De acuerdo con este tipo penal, se
sanciona la conducta por la cual una
persona realiza actividades propias de un
profesional, sin contar con los requisitos
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legales para tener dicha profesión. Así, se
sancionaría por este delito a la persona
que patrocine a otra en un proceso judicial, sin contar con el título de abogado
requerido.
La sanción para este delito es la pena
privativa de libertad no menor de dos ni
mayor de cuatro años.
Cuando el ejercicio ilegal de la profesión
se realiza utilizando un título falso, la pena
privativa de libertad a imponer será no
menor de cuatro ni mayor de seis años.
Si el delito se realiza para ejercer una función pública o para prestar servicios al Estado, la pena privativa de libertad será no
menor de cuatro ni mayor de ocho años.
funciones - Artículo 366° del
Código Penal
El artículo 366° del Código Penal contempla un delito vinculado también a la
violencia o amenaza que se ejercen sobre
funcionarios públicos. Este artículo señala
lo siguiente:
“El que emplea intimidación o violencia contra
un funcionario público o contra la persona
que le presta asistencia en virtud de un deber
legal o ante requerimiento de aquel, para impedir o trabar la ejecución de un acto propio
de legítimo ejercicio de sus funciones, será
reprimido con pena privativa de libertad no
menor de dos ni mayor de cuatro años o con
prestación de servicio comunitario de ochenta
a ciento cuarenta jornadas”.
Además de las sanciones previstas para
quienes ejercen indebidamente una profesión, el Código Penal también sanciona
al profesional que permite que se realice
el ejercicio ilegal de la profesión. Así, el
artículo 364° señala lo siguiente:
La sanción para este delito es de pena
privativa de libertad no menor de dos ni
mayor de cuatro años, o con prestación de
servicio comunitario por ochenta a ciento
cuarenta jornadas.
“El profesional que ampara con su firma
el trabajo de quien no tiene título para
ejercerlo, será reprimido con pena privativa
de libertad no mayor de cuatro años e inhabilitación de uno a tres años conforme al
artículo 36º, incisos 1 y 2”.
3.6. Desobediencia o resistencia a
la autoridad - Artículo 368° del
Código Penal
El delito de desobediencia o resistencia a
la autoridad está referido a la situación en
la que una persona no acata el mandato
emitido por un funcionario en el ejercicio
de sus funciones, con excepción de los
mandatos referidos a la detención de la
persona. Es de señalar, que el delito se
configurará solo en los casos en los que el
mandato haya sido emitido legalmente. El
artículo 368° señala lo siguiente:
Como vemos, la sanción en este delito
recae sobre el profesional que, a través
de su firma, ampara o permite que una
persona ejerza ilegalmente una profesión.
La sanción para este delito es de pena
privativa de libertad no mayor de cuatro
años y la inhabilitación por un periodo
entre uno y tres años para ejercer funciones o cargos públicos.
3.4. Violencia contra la autoridad para
obligarle a algo - Artículo 365°
El artículo 365° tipifica el delito de violencia contra la autoridad, que se configura
cuando una persona ejerce violencia o
amenaza contra un funcionario o servidor
público, para impedir que este realice sus
funciones o para obligarlo a realizarlas. El
artículo mencionado señala lo siguiente:
“El que, sin alzamiento público, mediante
violencia o amenaza, impide a una autoridad
o a un funcionario o servidor público ejercer
sus funciones o le obliga a practicar un determinado acto de sus funciones o le estorba en
el ejercicio de estas, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años”.
Debemos señalar que el delito se configura
incluso cuando se le obliga al funcionario a
cometer un acto que se encuentre dentro
de sus funciones, por lo que el elemento
trascendente de este delito es la violencia
o la amenaza que ejerce el autor.
La sanción para el autor de este delito es
de pena privativa de libertad no mayor
de dos años.
3.5. Violencia contra la autoridad
para impedir el ejercicio de sus
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“El que desobedece o resiste la orden impartida por un funcionario público en el ejercicio
de sus atribuciones, salvo que se trate de la
propia detención, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años”.
3.7. Violencia contra autoridades elegidas - Artículo 369° del Código
Penal
El delito regulado por el artículo 369°
está referido a la violencia que se ejerce
exclusivamente contra las autoridades
elegidas por mandato popular. Así, la
norma señala lo siguiente:
“El que impide a los Senadores o Diputados o
a los miembros de las Asambleas Regionales
o a los Alcaldes o Regidores el ejercicio de
las funciones propias de sus cargos, será
reprimido con pena privativa de libertad
no menor de uno ni mayor de cuatro años.
Si el agente es funcionario o servidor
público sufrirá, además, inhabilitación de
uno a tres años conforme al artículo 36°
incisos 1 y 2”.
Nótese que la norma hace referencia a
los senadores o diputados, pero debemos
entender que actualmente, el delito se
aplicaría con respecto a los congresistas.
La norma sanciona este delito con una
pena privativa de libertad no menor de
uno ni mayor de cuatro años. Constituye
agravante si el autor es funcionario o
servidor público, en cuyo caso, se aplicará también la sanción de inhabilitación
para el ejercicio de cargo público, por un
periodo entre uno y tres años.
3.8. Negativa a colaborar con la administración de justicia - Artículo
371° del Código Penal
El artículo 371° tipifica el delito de negativa a colaborar con la administración de
justicia, aplicable a los testigos, peritos,
traductores o intérpretes que han sido
requeridos para prestar declaración o
presentar un informe o servicio respecto
de un proceso.
De esta manera, el artículo 371° señala
lo siguiente:
“El testigo, perito, traductor o intérprete que,
siendo legalmente requerido, se abstiene de
comparecer o prestar la declaración, informe
o servicio respectivo, será reprimido con
pena privativa de libertad no mayor de dos
años o con prestación de servicio comunitario
de veinte a treinta jornadas.
El perito, traductor o intérprete será sancionado, además, con inhabilitación de seis
meses a dos años conforme al artículo 36º,
incisos 1, 2 y 4”.
La norma sanciona este delito con una
pena privativa de libertad no mayor de
dos o con prestación de servicio comunitario por veinte a treinta jornadas.
En el caso de los peritos, traductores e
intérpretes, se aplicará también la sanción
de inhabilitación para ejercer cargos o funciones públicas y para ejercer su profesión,
por un periodo entre seis meses y dos años.
4. Delitos cometidos por funcionarios públicos
Así como los administrados o particulares
pueden cometer delitos contra el sistema
de la Administración Pública, los funcionarios públicos también pueden incurrir
en conductas que vulneran a la Administración o a los administrados, por lo que
el Código Penal también ha tipificado las
conductas de los funcionarios públicos
que son sancionables.
4.1. Abuso de autoridad
La primera conducta tipificada es el delito de abuso de autoridad, descrito por
el artículo 376° del Código Penal, de la
siguiente forma:
“Artículo 376°.- Abuso de autoridad
El funcionario público que, abusando de
sus atribuciones, comete u ordena un acto
arbitrario que cause perjuicio a alguien será
reprimido con pena privativa de libertad no
mayor de tres años.
Si los hechos derivan de un procedimiento
de cobranza coactiva, la pena privativa de
libertad será no menor de dos ni mayor de
cuatro años”.
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Debemos tener en cuenta que los funcionarios públicos deben ejercer sus funciones dentro de determinados parámetros,
por lo que al exceder dichos parámetros,
los funcionarios pueden incurrir en actos
que se consideran perjudiciales para la
Administración Pública.
El abuso de autoridad constituye, precisamente, un exceso en el accionar de los
funcionarios públicos, a través de una
conducta que perjudica a otra persona.
El tipo penal tiene un agravante cuando
este abuso de autoridad se comete en
un procedimiento de ejecución coactiva.
Pero el abuso de autoridad también
tiene una variante, prevista en el artículo
376°-A del Código, referido al abuso de
autoridad que condiciona en forma ilegal
la entrega de bienes o servicios:
“Artículo 376°-A.- Abuso de autoridad
condicionando ilegalmente la entrega de
bienes y servicios
El que, valiéndose de su condición de funcionario o servidor público, condiciona la distribución de bienes o la prestación de servicios
correspondientes a programas públicos de
apoyo o desarrollo social, con la finalidad
de obtener ventaja política y/o electoral de
cualquier tipo en favor propio o de terceros,
será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de tres ni mayor de seis años e
inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2
del artículo 36° del Código Penal”.
Como se puede apreciar, en este tipo penal
se reprime aquella conducta por la cual un
funcionario o servidor público aprovecha
los recursos públicos destinados a programas sociales o de apoyo, para condicionar
la entrega de bienes y servicios con la
finalidad de obtener un rédito político.
Lamentablemente, este tipo de conductas no son ajenas a la realidad política
de nuestro país y es ese hecho el que
determina que este tipo penal se haga
necesario en nuestra legislación.
4.2. Omisión, rehusamiento o demora
de actos funcionales
Otro de los actos que es sancionado por
su comisión recurrente en los procedimientos administrativos, es la omisión,
rehusamiento o demora de actos funcionales, descrito de la siguiente forma por
el artículo 377°:
“Omisión, rehusamiento o demora de actos
funcionales
Artículo 377°.- El funcionario público que,
ilegalmente, omite, rehusa o retarda algún
acto de su cargo, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años
y con treinta a sesenta días-multa”.
La gravedad de este delito radica en que
el funcionario público está obligado a
cumplir con sus funciones, es decir, los
funcionarios públicos ejercen sus atribuciones en forma obligatoria, de oficio o
a pedido de parte, por lo que la negativa
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injustificada a cumplir con sus funciones
constituye un acto muy grave para el sistema de la Administración Pública.
Si este tipo de conducta se dejara de
sancionar, se estaría permitiendo que
cada funcionario público decida, a su libre
albedrío, en qué casos cumple con sus
funciones y en qué caso omite ejercerlas.
4.3. Denegación o deficiente apoyo
policial
Como sabemos, la Policía Nacional es la
encargada de velar por la seguridad y el
cuidado de la vida y patrimonio de los
ciudadanos. Como parte de esta labor,
muchas veces se requiere de la presencia
de los efectivos policiales para dar cumplimiento a mandatos administrativos o
judiciales.
Debido a la importancia de esta presencia
policial, es que el artículo 378° sanciona los casos en que la Policía Nacional
deniega el apoyo o lo retarda en forma
injustificada.
“Denegación o deficiente apoyo policial
Artículo 378°.- El policía que rehusa, omite o
retarda, sin causa justificada, la prestación de
un auxilio legalmente requerido por la autoridad civil competente, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años.
Si la prestación de auxilio es requerida por
un particular en situación de peligro, la
pena será no menor de dos ni mayor de
cuatro años”.
Como vemos, el tipo penal comprende
dos supuestos, uno en el cual un funcionario o autoridad civil requiere el
apoyo policial, lo que requiere que esta
autoridad tenga la competencia necesaria
como para solicitar dicho apoyo, y dos, el
caso en el cual un administrado requiere
del apoyo policial por encontrarse en
situación de peligro.
Se aplica una pena más grave al segundo
caso, pues se trata de situaciones que
ponen en riesgo la vida o seguridad de
las personas.
4.4. Requerimiento indebido de la
fuerza pública
Aquí tenemos, de alguna manera, el caso
inverso al que hemos visto en el artículo
378°. En este tipo penal se sanciona la
conducta por la cual un funcionario público requiere el apoyo policial en forma
irregular, para impedir la ejecución de
actos administrativos o judiciales o de
normas legales. Veamos lo que indica el
artículo 379°:
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4.5. Abandono de cargo
Resulta grave también el caso en el cual
un funcionario público cesa en el cumplimiento de su labor, pero sin cumplir
con los procedimientos requeridos para
la entrega de su cargo, de forma tal que
la prestación del servicio o de su función
no se vea interrumpida.
Por ello, el artículo 380° del Código sanciona esta conducta de la siguiente forma:
“Abandono de cargo
Artículo 380°.- El funcionario o servidor
público que, con daño del servicio, abandona
su cargo sin haber cesado legalmente en
el desempeño del mismo, será reprimido
con pena privativa de libertad no mayor
de dos años.
Si el agente incita al abandono colectivo
del trabajo a los funcionarios o servidores
públicos la pena será privativa de libertad
no mayor de tres años”.
4.6. Nombramiento o aceptación
ilegal
Lamentablemente, es común también
en nuestra realidad que se produzca la
contratación de personas para ejercer la
función pública, pero sin que se cumplan
los requisitos establecidos por ley para
poder ejercer dicha función.
Por ello, el artículo 381° sanciona los
casos en los que un funcionario dispone
el nombramiento de una persona que no
cumple con los requisitos para ejercer el
cargo en cuestión:
“Nombramiento o aceptación ilegal
Artículo 381°.- El funcionario público que
hace un nombramiento para cargo público a
persona en quien no concurren los requisitos
legales, será reprimido con sesenta a ciento
veinte días-multa.
El que acepta el cargo sin contar con los
requisitos legales será reprimido con la
misma pena”.
Vemos que el tipo penal comprende tanto
al funcionario que dispone la contratación
como a la persona que acepta indebidamente el cargo.
4.7. Concusión
Vamos a ver ahora las figuras penales
que están referidas al aprovechamiento
económico o patrimonial indebido que
puede obtener un funcionario público a
través de su cargo. La primera de estas
figuras es la concusión, descrita por el
artículo 382° del Código:
“Requerimiento indebido de la fuerza pública
“Concusión
Artículo 379°.- El funcionario público que
requiere la asistencia de la fuerza pública
para oponerse a la ejecución de disposiciones
u órdenes legales de la autoridad o contra la
ejecución de sentencia o mandato judicial,
será reprimido con pena privativa de libertad
no mayor de tres años”.
Artículo 382°.- El funcionario o servidor
público que, abusando de su cargo, obliga
o induce a una persona a dar o prometer
indebidamente, para sí o para otro, un bien
o un beneficio patrimonial, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de
dos ni mayor de ocho años”.
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Se sanciona entonces a la conducta por
la cual un funcionario o servidor público
obliga o induce a una persona a ofrecer
un beneficio patrimonial, ya sea para el
propio funcionario o para un tercero.
Hay que señalar que el tipo penal se
configura con la obligación o inducción a
la persona a dar o prometer un beneficio
patrimonial, es decir, no se requiere que
se verifique la entrega del beneficio, sino
que basta solo con la promesa.
4.8. Cobro indebido
Como sabemos, la mayoría de procedimientos administrativos requieren del
pago de una tasa que debe pagar el
administrado para que su solicitud sea
atendida. No es un pago que asegure el
resultado favorable del procedimiento,
sino que se realiza solo para sufragar los
costos de la tramitación. Existen también
procedimientos que no ameritan el pago
de una tasa por parte del administrado,
usualmente, porque son procedimientos
subvencionados con otros tributos.
Pero, algunos funcionarios exigen a los
administrados realizar pagos cuando no
corresponde al procedimiento o un pago
mayor al que realmente corresponde a
la tasa fijada por norma legal. Este tipo
de exigencia irregular configura también
un delito, de acuerdo a lo señalado por
el artículo 383°:
“Cobro indebido
Artículo 383°.- El funcionario o servidor
público que, abusando de su cargo, exige
o hace pagar o entregar contribuciones o
emolumentos no debidos o en cantidad que
excede a la tarifa legal, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de uno
ni mayor de cuatro años”.
4.9. Colusión simple y agravada
Hay que decir que el delito de colusión,
tanto en su modalidad simple como agravada, constituye una conducta observada
en la realidad con mucha frecuencia. Se
trata de una forma de delito que vulnera
los intereses de la Administración Pública
al distorsionar la forma en que el Estado
realiza la contratación y adquisición de
bienes y servicios para atender las necesidades del país.
La colusión entonces constituye una
conducta sumamente perjudicial pues
a través de ella se obtiene un beneficio
indebido para el funcionario que la realiza y los terceros con los que se colude,
pero además, genera un perjuicio para
la entidad contratante. El artículo 384°
describe este delito de la siguiente forma:
“Artículo 384°. Colusión simple y agravada
El funcionario o servidor público que, interviniendo directa o indirectamente, por
razón de su cargo, en cualquier etapa de
las modalidades de adquisición o contratación pública de bienes, obras o servicios,
concesiones o cualquier operación a cargo
del Estado concerta con los interesados para
defraudar al Estado o entidad u organismo
del Estado, según ley, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de tres
ni mayor de seis años.
El funcionario o servidor público que, interviniendo directa o indirectamente, por
razón de su cargo, en las contrataciones y
adquisiciones de bienes, obras o servicios,
concesiones o cualquier operación a cargo
del Estado mediante concertación con los
interesados, defraudare patrimonialmente
al Estado o entidad u organismo del Estado,
según ley, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de seis ni mayor de
quince años”.
4.10. Peculado
El delito de peculado también es una conducta sancionable y que es relativamente
común en nuestro país. El artículo 387° tipifica esta conducta de la siguiente forma:
“Artículo 387°. Peculado doloso y culposo
El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza, en cualquier forma, para
sí o para otro, caudales o efectos cuya
percepción, administración o custodia le
estén confiados por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de ocho años.
Cuando el valor de lo apropiado o utilizado
sobrepase diez unidades impositivas tributarias, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de ocho ni mayor de
doce años.
Constituye circunstancia agravante si los
caudales o efectos estuvieran destinados a
fines asistenciales o a programas de apoyo
social. En estos casos, la pena privativa de
libertad será no menor de ocho ni mayor
de doce años.
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se
efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años
o con prestación de servicios comunitarios
de veinte a cuarenta jornadas. Constituye cir-
cunstancia agravante si los caudales o efectos
estuvieran destinados a fines asistenciales o a
programas de apoyo social. En estos casos,
la pena privativa de libertad será no menor
de tres ni mayor de cinco años”.
Como apreciamos, la gravedad de este
delito radica en que el funcionario se
apropia de recursos o bienes que le han
sido entregados por motivos de su función, perjudicando así el patrimonio de
la entidad correspondiente.
Se considera un agravante el caso en el
cual los recursos o bienes de los cuales se
aprovecha el funcionario, estaban destinados a programas de asistencia social.
Existe también la figura del peculado de
uso, descrito en el artículo 388° de la
siguiente forma:
”Artículo 388°. Peculado de uso
El funcionario o servidor público que, para
fines ajenos al servicio, usa o permite que
otro use vehículos, máquinas o cualquier
otro instrumento de trabajo pertenecientes
a la Administración Pública o que se hallan
bajo su guarda, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de dos ni
mayor de cuatro años.
Esta disposición es aplicable al contratista de
una obra pública o a sus empleados cuando
los efectos indicados pertenecen al Estado o
a cualquier dependencia pública.
No están comprendidos en este artículo los
vehículos motorizados destinados al servicio
personal por razón del cargo”.
5. Conclusiones
Los delitos contra la Administración Pública perjudican el correcto funcionamiento
de las entidades públicas, tanto a nivel
administrativo como a nivel judicial, lo
que repercute en los intereses de los administrados, pues sus derechos pueden verse
seriamente afectados al no contar con
procedimientos eficaces y adecuados, que
garanticen decisiones legales y razonables
de los funcionarios públicos.
Por ello, la investigación y sanción de los
delitos tipificados por el Código Penal,
constituye un mecanismo fundamental
para el adecuado funcionamiento de la
Administración Pública. Depende de la
Policía Nacional del Perú, el Ministerio
Público y el Poder Judicial, que los delitos
se investiguen y se castiguen en forma
efectiva.
Glosario de Derecho de la Competencia
1. ¿Quiénes pueden expedir el certificado domiciliario?
De acuerdo a lo establecido en las Leyes Nos 28862 y 28882, la exigencia
de presentación del certificado domiciliario se considera cumplida con la
presentación de una declaración jurada por parte del administrado.
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En los casos de procedimientos electorales o judiciales, en los que sea
indispensable la presentación del certificado domiciliario, este podrá ser
emitido por los notarios, jueces de paz y los gobiernos locales. La Policía
Nacional ya no tiene la atribución para emitir el certificado en cuestión.
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