Resolución del Ararteko, de 9 de febrero de 2010, por la que se concluye la intervención del Ararteko en relación con la huelga de la residencia para personas mayores “Aldakonea”, de Donostia-San Sebastián Antecedentes 1. Un grupo de familiares de personas residentes en el centro residencial Aldakonea de Donostia-San Sebastián, se dirigió a esta institución, el 27 de mayo de 2009. Mostraba su preocupación por las consecuencias que la huelga de personal de dicho centro estaba teniendo en la atención a las personas mayores. Señalaba que el 31 de diciembre de 2008 había concluido la vigencia del convenio colectivo del personal de las residencias para personas mayores, por lo que era preciso firmar uno nuevo. Que, para ello, se había constituido la Mesa de negociación y se habían iniciado las conversaciones entre las partes trabajadora y empresarial. Que, sin embargo, se había producido, al parecer, un importante desacuerdo entre dichas partes, en lo que afecta a las reivindicaciones laborales. Que esto había provocado que una de ellas abandonara la Mesa negociadora, quedando suspendido el diálogo entre ambas partes. Añadía que, ante ello, un sindicato - ELA-STV - convocó una huelga en la referida residencia. En febrero de 2009 se habían iniciado paros -de una hora, algunos días y de tres horas, otros-. El periodo de huelga se recrudeció tras la ruptura de la Mesa negociadora, pasando a realizarse paros en días alternos, de 6 horas cada día (tres horas entre las 8 y las 11 de la mañana y otras tres horas, entre las 7 y las 10 de la noche). Se indicaba que el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales había establecido los servicios mínimos, pero que éstos resultaban insuficientes, a juicio de los reclamantes, "para prestar los cuidados mínimos, garantizar la seguridad de los residentes y evitar desatenciones". Citaban algunas situaciones que consideraban inadecuadas. El grupo de familiares, reunidos en asamblea, decidieron llevar a cabo una serie de acciones, con el deseo de encauzar y encontrar una solución al problema. En este sentido, denunciaron la situación en los medios de comunicación y dirigieron escritos a responsables de diversas instituciones públicas, como el Ayuntamiento de San Sebastián, la Diputación Foral de Gipuzkoa y las Juntas Generales de Gipuzkoa. Igualmente, lo hicieron con la empresa que gestiona el servicio residencial. Así mismo, una representación de dichos familiares Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 1 mantuvo encuentros con varios responsables de las entidades implicadas en el conflicto, con el fin de desbloquear la situación, pero sin resultado positivo. Ante todo ello, acudieron a esta institución. 2. La residencia para personas mayores Aldakonea, de San Sebastián, es un centro de titularidad pública –Diputación Foral de Gipuzkoa- pero de gestión privada –UTE Aldakonea, compuesta por Biharko Gipuzkoa, S.L. y Lanar, S.L.-, mediante un contrato de concesión para el uso y gestión del servicio público, de fecha 17 de mayo de 1999, obtenido mediante concurso público. El centro tiene 108 plazas residenciales. Dispone, también, de un centro de día con 30 plazas que, por su horario, no se ve afectado por la huelga. En el momento de redactar esta resolución, la residencia cuenta con 96 personas, de las cuales 91 son grandes dependientes, según nos informan el propio centro y el Departamento foral de Política Social. Así mismo, de las 96 personas, 45 se encuentran en la Unidad de Psicogeriatría. El personal trabajador de la residencia depende totalmente de dicha empresa. De acuerdo con el pliego de condiciones económicas y jurídico-administrativas de la concesión, corresponde a la empresa adjudicataria la contratación del personal que precise para llevar a cabo su labor. En este sentido, el punto 11.5 indica que "El personal contratado será por cuenta y cargo exclusivo del concesionario. La Diputación Foral de Gipuzkoa no tendrá relación jurídica alguna con el personal al servicio del concesionario durante el plazo de vigencia del contrato objeto de este pliego ni al término del mismo". Ese personal estaba afectado por el convenio de personal de residencias de Gipuzkoa 2005-2008, vencido el 31 de diciembre de 2008. Por tanto, se trata de acordar un nuevo convenio para el siguiente cuatrienio 2009-2012. 3. El Ararteko mantuvo un encuentro con responsables del Departamento de Política Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa, a petición de estos últimos, el 26 de junio de 2009. En la reunión, dichos responsables manifestaron la preocupación del citado departamento foral ante la situación de huelga que se vivía en la residencia –que, como hemos dicho, es foral, pero de gestión privada- y nos trasladaron su visión de la situación. Según se indicó, la huelga comenzó el 23 de febrero por reivindicaciones laborales, especialmente salariales, del personal trabajador ante la empresa gestora (UTE Aldakonea). Ese personal pide la equiparación salarial con el personal foral de la única residencia de la Diputación Foral de Gipuzkoa, de gestión directa (Egogain, de Eibar). Se constituyó la Mesa negociadora, integrada por las centrales sindicales, en representación de las y los trabajadores, y por la asociación empresarial guipuzcoana ADEGI, en representación de la empresa. Sin embargo, las negociaciones quedaron rotas y no tenían constancia de que se hubiera solicitado el arbitraje. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 2 La Inspección de servicios sociales, perteneciente a dicho departamento foral, había adoptado algunas medidas ante la huelga. Por una parte, había señalado a la residencia una serie de tareas que consideraba básicas en la atención residencial. Por otra, estaba girando visitas de inspección semanalmente, para comprobar el cumplimiento de lo anterior, así como de la Orden de servicios mínimos sobre el personal, dictada por el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco. En cuanto a las tareas básicas a realizar, se recogen en un documento y son las siguientes: "Niveles de atención básica a residentes en periodo de huelga: - Levantado de todos los residentes, excepto aquellos que, por prescripción facultativa, deban permanecer encamados. Distribución del desayuno, comida y cena en horario adecuados, evitando la concentración de las ingesta en un pequeño margen de horas. Administración de la medicación en las horas pautadas facultativamente. Cambio de pañales, según pautas establecidas por el centro, excepto casos con prescripción facultativa. En casos de continentes, acompañamiento a baños, según pautas establecidas. Hidratación, la prescrita. Higiene y baño, mínimo 1 ducha semanal y resto, higiene adecuada. Acostar en horario habitual, excepto prescripción facultativa. Cambios posturales, todos los prescritos y si es preciso una limitación, hay que priorizar los casos (facultativamente). Dentro del área sanitaria, se tendrá especial atención al estado de las pieles de los residentes, así como a la evolución de las úlceras existentes y a la aparición de nuevas úlceras. El centro deberá establecer una organización, por escrito, con designación de tareas a realizar para cubrir las necesidades básicas de atención a los residentes. Esta organización podrá variar día a día". Los responsables forales indicaron que la situación de huelga estaba afectando, necesariamente, a la organización del centro, que había tenido que reajustar algunos horarios, pero que tales cuidados básicos se respetaban debido a que la dirección del centro había establecido una rigurosa organización para las horas de huelga. No obstante, también se nos informó del problema que estaban suponiendo para la organización del centro determinadas actuaciones de presión ejercidas por algunos familiares, como la de no respetar el horario de la cena, que se había adelantado media hora para una parte de los residentes, llevando más tarde a su familiar al comedor. Los representantes del departamento foral manifestaban la complejidad que veían en esta situación, ya que el conflicto laboral se encontraba entre una Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 3 empresa privada (la ya citada) y su personal. Sin embargo, el servicio es foral y el conflicto incide directamente en las personas allí residentes, puesto que la huelga se está llevando a cabo en lo que ahora es su hogar. Esas personas son mayores y grandes dependientes, cuya atención corresponde a la Diputación foral. Posteriormente, hemos tenido contacto con dicho departamento foral, que nos ha informado de algunos aspectos concretos. Recientemente, antes de dictar esta Resolución, quisimos actualizar lo que pudiera transmitirnos la Administración foral, para lo cual solicitamos un nuevo encuentro con personal del citado Departamento de Política Social, concretamente del área de Inspección. También en esta ocasión se nos facilitó información y se nos aportó documentación al respecto. Hay que señalar que la convocatoria de huelga inicialmente fue general, para varios centros guipuzcoanos con gestión indirecta y los servicios mínimos se establecieron para esa convocatoria general, sin especificar centro. A partir del mes de abril, se dictaron servicios mínimos específicos para Aldakonea (por ser uno de los centros que continuaba la huelga). En este momento, el personal foral de Inspección aumentó su intervención –que hasta entonces había sido leve- y el 24 de abril comenzó a realizar visitas a la residencia. Desde entonces, estas visitas están siendo prácticamente semanales, excepto en diciembre de 2009, que han sido dos (el 4 y el 15) y en enero de 2010, que la primera ha sido el 14. Según nos indicó el personal foral, las visitas se efectúan sin aviso previo. Se suspendieron los nuevos ingresos en este centro, pero se han reanudado para aquellas personas en lista de espera que lo hubieran indicado al presentar su solicitud. No obstante, añadieron que se informa a las familias de la situación de huelga que se vive en el centro, para que tomen su decisión. 4. Desde esta institución del Ararteko se ha querido observar directamente el grado de prestación asistencial de la residencia, tanto en lo referente a la atención a las personas residentes como a la limpieza de las instalaciones, lavado de ropa, etc. Para ello, personal de la institución ha llevado a cabo varias visitas al centro, todas ellas sin aviso previo. La primera fue el día 26 de junio de 2009. Los paros tenían lugar en días alternos, de 8 a 10.30, por la mañana, y de 6.30 a 10, por la noche. Según nos indicó la directora del centro, los servicios de limpieza de las instalaciones y lavado de la ropa están subcontratados con otra empresa, por lo que esas labores no se ven afectadas por la huelga. En cuanto a la atención personal de los y las residentes, no se observó ningún aspecto que pudiera llevar a pensar en una falta de atención en cuestiones consideradas básicas y elementales en este tipo de personas. La directora del centro explicó cómo estaba organizado el servicio, de manera que la huelga afectara lo menos posible a las personas residentes. Existía una Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 4 estricta planificación de tareas, con control de tiempos, para poder atender a todas las personas, en todas las tareas necesarias, en el horario adecuado. Además, las actividades terapéuticas y ocupacionales seguían desarrollándose. La visita a la residencia se repitió el 14 de setiembre. Acababa de entrar en vigor una nueva Orden de servicios mínimos de personal y se había modificado el horario de huelga, que ahora era de 8 a 10,30 de la mañana, de lunes a sábado, excepto festivos. Esta hora es la de mayor actividad en el centro, porque es cuando hay que realizar curas, levantar, duchar, vestir, dar el desayuno, medicación, etc. a todas las personas residentes. Con este nuevo horario, se habían reajustado, otra vez, ciertas tareas, como el horario de la cena que volvía a ser el habitual, normalizándose la situación antes citada. Esto permitía que el conjunto de residentes pudiera estar acostado a la hora habitual, 10 de la noche. En la visita a las dependencias, se observó que la limpieza del centro, así como la higiene y atención de las personas residentes, parecían adecuadas. No obstante, desde la dirección se nos transmitió el cansancio por una situación que se prorrogaba durante meses. La Mesa negociadora continuaba rota, ya que la patronal no consideraba asumible la pretensión de la central sindical convocante de la huelga. En vísperas de dictar esta Resolución, se ha girado una nueva visita al centro, el 25 de enero de 2010. El horario de huelga se mantiene igual, en el momento de mayor incidencia en la organización del centro. A pesar de la adecuada planificación de las tareas de cada mañana –que incluyen la ducha diaria a todas las personas residentes-, la reducción del personal, por los servicios mínimos, hace que se retrase, más de lo deseado, la hora en que se levantan todas las personas y comiencen su correspondiente actividad. En esta línea, una de las residentes con quien hablamos durante la visita se quejaba de las horas que pasaba en la cama y mostraba su deseo de que la levantaran a una hora más temprana, lo cual no resulta fácil en la situación actual. De acuerdo con la Orden de servicios mínimos en vigor, la reducción que se produce de personal de atención directa es la siguiente. En auxiliares, su número se reduce en un tercio, todos los días (de 18, quedan 12). En enfermería, se reduce a la mitad, los lunes, jueves y viernes (de 2, queda 1); en un tercio, los martes y miércoles (de 3 queda 1) y los sábados no hay variación (1 persona). Tras casi un año de huelga (desde el 23 de febrero 2009), se nos confirmó el cansancio, hastío y malestar que se siente, en general, por todas las partes afectadas por la situación de huelga: residentes, familiares y personal trabajador, adherido o no a la huelga. Según la información facilitada ese día, el porcentaje del personal de atención directa (auxiliar y enfermería) adherido a la huelga ronda el 60%. No obstante, se nos indicó que se respetan los servicios mínimos y las tareas consideradas fundamentales. Sin embargo, la huelga Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 5 afecta a las actividades de la mañana (ocupacionales, movilidad,....) que, al iniciarse más tarde de lo habitual, resultan más breves e, incluso, más numerosas de lo previsto, porque deben unirse grupos de diferentes horarios. La comisión de familiares y usuarios de la residencia se encuentra en proceso de formación. No obstante, con motivo de la huelga, los familiares convocan y celebran sus reuniones en el centro. 5. En esta institución se realizó un estudio sobre las posibilidades de abordar la situación de huelga en la residencia, teniendo en cuenta el marco jurídico, los pronunciamientos judiciales y otros aspectos relativos al tema. A ello nos referiremos en el siguiente capítulo. 6. Esta institución quiso conocer, también, la opinión al respecto del Gobierno Vasco y, en concreto del Departamento de Empleo y Asuntos Sociales, quien ostenta la competencia en el establecimiento de los servicios mínimos. Para ello, dirigimos un escrito a dicho departamento. Por una parte, se mostraba nuestra preocupación por la situación de la residencia, teniendo en cuenta que la huelga afecta directamente a personas en situación de gran vulnerabilidad, que necesitan la ayuda de otras para las actividades más elementales de la vida (levantarse y acostarse, asearse, alimentarse, ...). De hecho, ésa es la razón por la que ingresaron en el centro. Por otra, se solicitaba información acerca de diversos aspectos, como los servicios mínimos en vigor y el porcentaje que representaban, por categorías laborales, respecto al total del personal trabajador. El citado departamento del Gobierno Vasco nos aportó amplia información. Indicaba la metodología utilizada y los criterios empleados para establecer los servicios mínimos que han de operar en una situación de huelga como la que nos ocupa –un servicio público, esencial para la comunidad, gestionado por una entidad privada-. En cuanto a la metodología, el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales indicaba que, al tener conocimiento de la convocatoria de huelga, recaba información y propuestas de las distintas partes en el conflicto. Por una parte, escucha a las dos partes directamente implicadas, como son: los y las trabajadoras, a través de la representación sindical, y la empresa privada de quien dependen. Por otra, también se convoca a la Administración titular del servicio –en este caso, la Diputación foral- que ha contratado la gestión del mismo. Además, se convoca a la Inspección de Servicios Sociales de la Diputación Foral porque es quien tiene la competencia para realizar el seguimiento en la residencia en orden a garantizar unas condiciones adecuadas de las personas residentes durante el transcurso de la huelga. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 6 Escuchadas todas esas partes y si no ha habido acuerdo, la Consejera de Empleo y Asuntos Sociales, a propuesta de la autoridad laboral –Dirección de Trabajo de ese departamento-, dicta la Orden sobre el personal mínimo que ha de atender el servicio que va a proceder a la huelga. El Departamento recuerda que el ejercicio de la huelga es un derecho fundamental recogido en la Constitución (art. 28.2), al que se otorga protección igual que al derecho a la vida, la integridad física y la salud, entre otros. Por tanto, es preciso conjugar los derechos enfrentados de las partes afectadas. En este caso -indicaba el departamento- el derecho a la salud y a la atención de las personas que están en las residencias "... no pueden quedar sin la debida protección frente al legítimo ejercicio del derecho a la huelga de las y los trabajadores. Por otra parte, esta protección tampoco puede, en modo alguno, vaciar de contenido el derecho de huelga, mediante la fijación de servicios mínimos, dado el carácter restrictivo que debe presidir su establecimiento, a tenor de la doctrina sentada por el Tribunal Constitucional". Se añade que las huelgas en residencias geriátricas son motivo de gran preocupación para el Departamento, puesto que las consecuencias del conflicto repercuten en un colectivo de gran vulnerabilidad, como son las personas mayores, afectadas por una gran discapacidad, que les origina su situación de gran dependencia. Por esa razón, los criterios que se utilizan al establecer los servicios mínimos tratan de procurar que la atención a las personas residentes sufra el menor menoscabo posible. "Que garantice una atención continuada e integral, especialmente en lo que se refiere a cuidados preventivos médicos y a lo que se entiende por mantenimiento y conservación del ámbito biopsicosocial". En este sentido, el departamento señala cuáles serían las labores básicas imprescindibles e indica "... la referida atención ha de conllevar la realización de tareas para las personas mayores, tales como levantarlas, acostarlas, limpieza e higiene personal, el suministro de alimentos, así como para dispensar la medicación a las personas que lo precisen". El Departamento considera que, además, "Estas actividades son imprescindibles para garantizar la integridad, tanto física como moral, de éstas...", de acuerdo con distinta normativa. Igualmente, se tiene en cuenta el carácter socio-sanitario de la atención integral que se presta en la residencia, el grado de dependencia de las personas residentes, la distribución espacial del edificio, los días y horas afectadas, y la duración de la huelga. Así mismo, se diferencian los servicios que son de atención directa (atención sanitaria y geriátrica), que inciden directamente en la salud e integridad de las personas, del resto de servicios (limpieza, lavandería, administración, ...), que tienen una incidencia mucho menor. En lo que respecta a la residencia Aldakonea, en concreto, se nos facilitó información sobre el número de personas, por categoría laboral, afectadas por los servicios esenciales. Estos datos se complementaron posteriormente con Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 7 información del Departamento de Política Social de la Diputación. La Orden que establece los actuales servicios mínimos es de 10 de diciembre de 2009, con vigencia hasta el 10 de febrero. Señala que el horario de huelga es de 8 a 10.30 de la mañana, los 6 días de la semana (de lunes a sábado), excepto festivos. El servicio mínimo en personal auxiliar es del 66,6 %. En el punto 4 hemos indicado cuál es el personal de atención directa afectado en ese horario. 7. Las Juntas Generales de Gipuzkoa han tratado el conflicto generado en varias residencias de personas mayores de Gipuzkoa, como Aldakonea, con motivo de la falta de acuerdo en la negociación para un nuevo convenio colectivo del sector. Al menos en tres ocasiones a lo largo del año 2009 (1 de abril, 11 de mayo y 26 de junio) se ha debatido sobre este asunto en la Comisión de Política Social, con la comparecencia de la Diputada foral en las dos primeras fechas indicadas. Consideraciones 1. La residencia para personas mayores Aldakonea es de titularidad foral, pero la Diputación tiene asignada su gestión a una entidad privada. En este sentido, el personal de dicho centro depende de esa empresa privada con quien tiene establecida su relación laboral. Este personal ha declarado una situación de huelga en el contexto de sus reivindicaciones laborales. Este hecho ha conllevado la necesidad de ajustar la actividad del centro a la nueva situación. El ejercicio de la huelga es un derecho constitucional, reconocido como tal y con el rango de derecho fundamental. Así, la Constitución, en su artículo 28.2, señala: "Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La ley que regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad.” Sin embargo, este derecho, al igual que los demás, no es absoluto, sino que su ejercicio tiene límites, sobre los que se ha pronunciado el citado alto tribunal. Estos límites tienen su razón de ser, en este caso, en el derecho de la parte directamente afectada por la huelga, esto es, el de las personas mayores: su derecho a recibir la debida asistencia, teniendo en cuenta su situación, lo cual está relacionado con su derecho a la salud y a una atención integral, en términos básicos o elementales. Por tanto, en esta huelga nos encontramos ante dos derechos enfrentados que hay que proteger: el derecho a la salud y a la atención de las personas residentes y el derecho a la huelga de las personas trabajadoras. Debe buscarse un equilibrio entre ambos derechos, de manera que ninguno de ellos quede vulnerado o afectado en alguno de sus elementos nucleares. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 8 Un elemento fundamental en el límite del derecho a la huelga lo constituye la intervención de la autoridad laboral, estableciendo los servicios mínimos o indispensables que es preciso atender, para lo cual fija el personal mínimo, por categorías laborales, que debe permanecer en el trabajo. Al no haberse aprobado aún la ley orgánica reguladora del derecho a la huelga que prevé la Constitución (art. 28.2), en esta materia se sigue aplicando el Real Decreto-Ley 17/1977, de 4 de marzo, que reforma la normativa sobre relaciones de trabajo. El artículo 10 indica que "Cuando la huelga se declare en empresas encargadas de la prestación de cualquier género de servicios públicos o de reconocida e inaplazable necesidad y concurran circunstancias de especial gravedad, la Autoridad gubernativa podrá acordar las medidas necesarias para asegurar el funcionamiento de los servicios. El Gobierno, asimismo, podrá adaptar a tales fines las medidas de intervención adecuadas". Por tanto, dicho precepto establece dos condiciones, que han de ser concurrentes, para el establecimiento de los servicios mínimos: a) que la huelga se dé en empresas que presten servicios públicos o de reconocida e inaplazable necesidad y b) que se den circunstancias de especial gravedad. Ambas condiciones se dan en el caso de huelga en una residencia de personas mayores dependientes. El Tribunal Constitucional se ha pronunciado repetidas veces sobre los servicios mínimos y sus criterios se recogen en varias sentencias, entre ellas la STC 183/2006, de 19 de junio. En síntesis, este tribunal: - Reconoce que el servicio en el que recae la huelga ha de quedar inevitablemente afectado y que esta molestia ha de asumirse. - Indica que los servicios mínimos han de asegurar la cobertura mínima del servicio, sin que ello exija alcanzar el nivel de rendimiento habitual ni asegurar el funcionamiento normal del mismo. De ser así, se vulneraría el derecho a la huelga. - Añade que debe existir una razonable proporción entre los sacrificios que se impongan a los huelguistas y los que padezcan los usuarios del servicio afectado. - Por tanto, el funcionamiento normal del servicio debe ser perturbado sólo hasta extremos razonables. No debe serle añadida la presión adicional del daño innecesario. También indica que el derecho de los trabajadores de defender y promover sus intereses mediante la huelga cede cuando con ello se ocasiona o se puede ocasionar un mal más grave que el que los huelguistas sufren. "El derecho de la comunidad a estas prestaciones vitales es prioritario respecto del derecho de huelga". También el Tribunal Supremo ha tenido ocasión de pronunciarse sobre este asunto, al estudiar casos concretos que se le han planteado. En su sentencia de 22 de octubre de 2007 recuerda la jurisprudencia, tanto constitucional como de la Sala que lo estudia y, además de lo anterior, señala que: Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 9 - El derecho a la huelga ha de acomodarse con el ejercicio de otros derechos reconocidos y constitucionalmente protegidos. - La noción de servicios esenciales se refiere a la naturaleza de los intereses a cuya satisfacción se presta el servicio, conectándose con los derechos fundamentales, libertades públicas y bienes constitucionalmente protegidos. - Al adoptar los servicios mínimos ha de tenerse en cuenta la extensión – territorial y personal-, duración prevista y otras circunstancias, así como las necesidades concretas del servicio y naturaleza de los bienes protegidos. 2. La huelga responde a un conflicto entre la parte trabajadora y la empresarial o empleadora. Ese conflicto ha de ser resuelto en ese contexto mediante la negociación colectiva, en la que ambas partes podrán estar representadas por asociaciones sindicales, en un caso, y empresariales, en otro. La negociación colectiva laboral es también un derecho al que se refiere la Constitución en su artículo 37 y que ha sido legalmente desarrollado. Así, por ejemplo, el Estatuto de los Trabajadores señala que "los convenios colectivos, como resultado de la negociación desarrollada por los representantes de los trabajadores y de los empresarios, constituyen la expresión del acuerdo libremente adoptado por ellos en virtud de su autonomía colectiva" (artículo 82.1). En el respeto a esa autonomía, en la negociación colectiva no cabe la intervención de agentes externos, ajenos a las partes en conflicto, sin que cuenten con la total voluntad de dichas partes, salvo en situaciones absolutamente excepcionales. Son las partes quienes tienen la legitimidad y el monopolio para la negociación. Por tanto, cualquier ingerencia en la negociación colectiva por alguien ajeno directamente a las partes en conflicto puede ser considerado una intromisión de terceros que atenta al derecho constitucional citado. 3. En el caso concreto de Aldakonea, la autoridad laboral -en este caso, el Gobierno Vasco, a través del departamento con competencia en materia de trabajo- ha fijado los servicios mínimos que han de regir en esta situación de huelga. Lo ha hecho a través de varias órdenes dictadas por quien, en cada momento, tenía la responsabilidad máxima del Departamento (anteriormente, el de Justicia, Trabajo y Seguridad Social y ahora, el de Empleo y Asuntos Sociales). Los servicios fijados en cada momento pretenden responder a las necesidades ineludibles de las personas residentes, en atención a sus especiales características pero, como indica su propia definición, son mínimos o esenciales. El Gobierno Vasco, a la hora de fijar los servicios mínimos mediante la correspondiente Orden, tiene naturalmente en cuenta la situación de enorme vulnerabilidad y dependencia de estas personas. Entendemos que tendría que valorarse, también, el número de grandes dependientes en el centro y el porcentaje que representan sobre el total de residentes, a la hora de determinar tales servicios. En el caso de Aldakonea, en el momento de redactar esta Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 10 Resolución, hay 93 grandes dependientes y representan el 95 % del total de residentes. Además, la residencia les ofrece, no sólo atención social, sino también sanitaria. Por todo ello, al fijar los servicios mínimos, un centro de estas características debería, a nuestro juicio, recibir un tratamiento no inferior al que se da a los hospitales, cuando su personal ejerce el derecho de huelga. Podría afirmarse, incluso, que las personas mayores de una residencia están necesitadas de más cuidados que algunos de los enfermos que se encuentran en un hospital, pues estos últimos pueden encontrarse con un grado elevado de autonomía y no necesitar ayuda de otras personas para las tareas más elementales de la vida cotidiana (levantarse, acostarse, comer, lavarse, tomar la medicación, ...). Por el contrario, las personas mayores a las que nos referimos están calificadas como grandes dependientes, con todo lo que eso conlleva. Por tanto, al fijar los servicios mínimos habría que tener en cuenta ese hecho. También habría que considerar el tiempo que lleva la huelga porque su duración incrementa el efecto negativo en las y los residentes. 4. La Diputación Foral, como titular del servicio residencial, ha de velar por que las personas residentes reciban la mejor atención posible y procurarles una estancia de calidad. Ante esta situación de huelga, la Diputación ha de procurar que el conflicto repercuta lo menos posible en la vida de las personas residentes y, en todo caso, que éstas reciban, efectivamente, las atenciones que les permitan cubrir dichas necesidades básicas debidamente. En este sentido, el Departamento de Política Social, ya señaló la relación de tareas que consideraba básicas para las personas residentes, que han sido expuestas en el punto 3 del apartado anterior. Al fijar estas necesidades, se tiene en cuenta que las personas residentes requieren una atención integral: médica, psicológica, de alimentación e higiene, etc. y que de todo ello depende su supervivencia. Es evidente que la reducción del 33 % del personal auxiliar en el horario de huelga ha de tener efecto, pero hay que procurar que sea el menor posible. Igualmente, la Diputación ha de garantizar el respeto de todos los derechos de estas personas y velar por que puedan ejercitarlos. El Departamento foral de Política Social, como responsable último de la atención a las personas residentes, debe verificar el cumplimiento efectivo de tales tareas y controlar que las personas residentes reciban la atención adecuada. Para esto dispone de sus competencias en materia de inspección y control de los centros residenciales que le confiere el Decreto 40/1998, de 10 de marzo. En este contexto, personal foral viene efectuando visitas de inspección semanales desde abril. Teniendo en cuenta que el objeto de la concertación es la atención adecuada y el mejor bienestar posible de las y los residentes, el control puede ser realizado desde distintas perspectivas, pero siempre ha de incluir, necesariamente, la observación directa, mediante visitas al centro. Ante la importancia de esto último, las visitas deberían realizarse con la mayor periodicidad, duración e intensidad posibles, para comprobar directamente que en la prestación de servicios se cumplen, al menos, los mínimos exigidos, de manera adecuada. Su finalidad es la de poder intervenir si Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 11 se observara alguna irregularidad en ese sentido. Igualmente, ese control sirve para poder valorar el grado de suficiencia de los servicios mínimos establecidos para la finalidad señalada y, en caso de considerarlos insuficientes, poder fundamentar su solicitud de incremento de tales servicios ante el Gobierno Vasco, sin demora. La situación de huelga y su impacto en la vida residencial es dinámica y esto requiere un seguimiento constante y la adecuación de las medidas adoptadas a los cambios que se producen. De hecho, las propias órdenes de servicios mínimos se dictan para determinado periodo y, de cualquier manera, en ellas ya se prevé su replanteamiento, en atención a diversos aspectos, como, por ejemplo, la duración del conflicto. Es importante tener en cuenta este último aspecto porque no cabe duda de que la duración del conflicto incrementa las molestias e incomodidades que sufren las personas residentes. Así lo entiende, también, el Tribunal Supremo, según se ha indicado en el punto 1 de este apartado. Por todo ello, el Departamento foral de Política Social ha de ejercer su función de control con el máximo rigor. Ha de exigir el cumplimiento estricto de lo establecido en el Decreto Foral 38/2007, tal como se indica en el artículo 4 del mismo. Así mismo, ha de exigir todas las condiciones a las que se ha sometido la empresa adjudicataria en los pliegos de condiciones contractuales, tal como se indica en la estipulación segunda del contrato de concesión del servicio. En esta misma línea, la Ley de Contratos del Sector Público, en relación con la ejecución del contrato de gestión de servicios públicos, indica que "el contratista está obligado a organizar y prestar el servicio con estricta sujeción a las características establecidas en el contrato..." y añade que "la Administración conservará los poderes de policía necesarios para asegurar la buena marcha de los servicios de que se trate" (artículo 255). Si bien, en el momento actual, dichas condiciones han de quedar adecuadas a la situación de huelga y a los servicios mínimos establecidos. Igualmente, para reducir el impacto de la huelga en las y los residentes, resultaría adecuado que la Diputación, a la hora de asignar nuevas plazas residenciales, tuviera en cuenta la situación que vive Aldakonea, a efectos de valorar la oportunidad o no de autorizar nuevos ingresos en esta residencia, mientras dure el conflicto. Habría que tener en cuenta el grado y tipo de dependencia de la persona solicitante, así como la situación en que se encuentra, todo lo cual determina, en definitiva, el nivel de ayuda que necesita. En cualquier caso y siempre que fuera posible, debería ofrecerse a las familias y solicitantes la posibilidad de ingreso en otros centros de la zona o comarca. No obstante, si se opta por este centro, las familias y residentes deberán ser informados claramente de la situación que en él se vive. Así mismo, la Diputación, mientras dure la huelga, debería procurar ofrecer a las personas que se encuentran en Aldakonea y deseen un cambio de centro, la Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 12 posibilidad del traslado a otra residencia, considerándola más idónea, siempre que así se solicite. 5. Dado que las negociaciones entre las partes patronal y social se encuentran suspendidas, el Departamento de Política Social debe esforzarse para contribuir a que se den las condiciones objetivas adecuadas para que se reanude ese diálogo; debe animar a ambas partes a reconducir la situación y volver a la Mesa de negociación, con espíritu constructivo y con la meta puesta en un acuerdo. La negociación corresponde a las dos partes, como ya hemos indicado, pero el Departamento debe realizar todo cuanto esté en su mano para propiciar y favorecer ese diálogo. Así lo señalaron las Juntas Generales, en junio de 2004, en el documento de recomendaciones efectuadas por la Ponencia para abordar el fenómeno de la dependencia de las personas mayores en Gipuzkoa (recomendación 8.5). El mismo documento también hace referencia a las condiciones de trabajo dignas y a la formación y cualificación de personal (recomendaciones 1.10 y 7.4-7.5). 6. La Diputación Foral de Gipuzkoa es la responsable última del adecuado funcionamiento del centro en la atención a las personas residentes. Para llevar ese objetivo a buen término, el ordenamiento jurídico le otorga potestades suficientes en el marco de la contratación administrativa. Por tanto, corresponde a la Administración ejercer su potestad en ese marco, teniendo en cuenta que la concertación está condicionada a la buena gestión, según los términos estipulados en la propia concertación. A ese respecto, una forma de garantizar una adecuada prestación del servicio por parte de la empresa concertada es fijar, debidamente y con carácter previo, los requisitos para la concertación que favorezcan al máximo la mejor atención, reduciendo en todo lo posible los elementos que puedan incidir negativamente en la calidad del servicio. En este sentido, la Diputación Foral de Gipuzkoa dispone, básicamente, de dos instrumentos: una norma específica y los pliegos de condiciones. La norma es el Decreto Foral 38/2007, de 22 de mayo, por el que se determinan las condiciones necesarias para la concertación de servicios residenciales para personas mayores dependientes. Según el artículo 3, las condiciones para formalizar conciertos y convenios son: - - Acreditar el cumplimiento de lo dispuesto en el Decreto 41/1998, sobre requisitos de los centros residenciales para personas mayores. Así mismo, del Decreto 40/1998, de 10 de marzo, por el que se regula la autorización, registro, homologación e inspección de servicios sociales en la CAPV. Proveer a la persona usuaria de la cartera de servicios que se establece en un anexo. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 13 - Integrar en la cultura organizativa y en el funcionamiento diario del centro las buenas prácticas de una serie de procesos y áreas de actuación, que también se señalan en un anexo. Disponer de un modelo asistencial en base a las ratios y perfiles profesionales de atención directa, igualmente establecidos en un anexo. Los tres últimos requisitos tienen que ver directamente con la calidad en la atención. En relación con el último, sobre las ratios del personal de atención directa, cabe señalar que este decreto foral supera ampliamente las ratios establecidas en el Decreto 41/1998 del Gobierno Vasco, antes citado. Ese incremento de personal es más adecuado al momento actual y resulta positivo porque contribuye a una mejor atención a las personas mayores. Respecto a los pliegos de condiciones para la concertación, observamos que entre las condiciones técnicas que se establecieron en este caso, se indican algunos aspectos a tomar en consideración por la empresa al contratar al personal, como son: la formación adecuada a las funciones a desarrollar, su experiencia en trabajos de similar contenido, el conocimiento de las lenguas oficiales de la Comunidad Autónoma del País Vasco y el hecho de que sean potencialmente beneficiarias de prestaciones sociales (punto 7.4). Sin embargo, ni en el DF 38/2007 ni en los pliegos de condiciones vemos alguna referencia sobre la calidad en el empleo del personal que trabajará en el servicio concertado. Este aspecto nos parece importante porque incide en la calidad asistencial que se presta. Por eso, parece conveniente que cuando la Administración fije las condiciones de contratación de la gestión de los servicios públicos residenciales incorpore la valoración de determinados criterios o consideraciones de tipo social que afectan a la calidad en el empleo del personal trabajador, de conformidad con las previsiones del artículo 102.1 de la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de Contratos del Sector Público. Nos referimos a criterios como: la estabilidad laboral, la formación profesional continua, la evaluación periódica del grado de satisfacción de esas personas, la existencia de vías fluidas de comunicación interna en la empresa, así como de vías de participación de los trabajadores en las decisiones que les afectan, medidas de prevención de riesgos en el trabajo, de fomento del trabajo en equipo y de las buenas relaciones, atención a posibles situaciones de estrés, flexibilidad horaria para conciliar la vida familiar y la laboral, etc. Estos criterios han de ir acompañados de los correspondientes indicadores y valores de referencia. En esta misma línea, la Ley de Servicio Sociales, en su artículo 72, establece que las administraciones públicas, al contratar, incorporarán cláusulas sociales, que constituirán un requisito para la adjudicación. Igualmente, que aplicarán criterios o medidas de discriminación positiva a favor de las entidades que reúnan unas características determinadas, entre las que figura la de mejorar las ratios establecidas en la cartera de prestaciones y servicios. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 14 La positiva valoración de todos estos aspectos y de otros similares en el momento de la concertación, resulta de gran interés porque contribuyen al bienestar de las personas trabajadoras, lo cual es importante porque eso incide directamente en la calidad asistencial que reciben los y las residentes. La satisfacción en el trabajo, entre otras cosas, reduce la movilidad laboral, mejora la actitud y el clima en el entorno laboral, etc. Todo esto cobra una especial importancia en una residencia porque se busca un trato cercano y cálido con las personas mayores y, al mismo tiempo, de total respeto. 7. Somos conscientes de la dificultad que entraña conjugar adecuadamente los dos derechos a los que antes nos hemos referido -el de las personas residentes a ser atendidas y el de las trabajadoras a realizar la huelga- pero es preciso no escatimar esfuerzos para ello. En este conflicto, las personas mayores son la parte más débil, más sensible y más vulnerable y, sin embargo, son quienes sufren en primera persona las consecuencias de la huelga. Por eso, al abordar una huelga en una residencia de personas mayores dependientes es fundamental tener eso en cuenta. Las personas residentes, por su situación de vulnerabilidad, requieren una atención integral: médica, psicológica, de alimentación e higiene, etc. Todo eso resulta de vital importancia para esas personas porque de ello depende su supervivencia. La no prestación de esas tareas podría ocasionarles males irreparables, por lo que actúa como un limitador del derecho a la huelga. Hay, también, otros elementos que consideramos de interés mencionar, como son: - La situación de huelga afecta directamente a las personas residentes, a pesar de que ellas sean completamente ajenas a las razones de su inicio y, también, a pesar de que carezcan de toda capacidad para intervenir en el conflicto. - Ellas sufren directamente las consecuencias de la huelga. Aunque los servicios mínimos les atiendan en lo básico y fundamental, éstos, por definición, nunca alcanzarán la atención completa de una situación normalizada. La huelga requiere un reajuste de horarios y de tareas y, es muy posible, que algunas puedan quedar suprimidas. - La huelga altera la vida de la residencia y modifica el normal desarrollo de las actividades. Las personas residentes soportan, también, el clima enrarecido y crispado, causado por la tensión y el cansancio que se crea entre el personal durante estas situaciones. - Todo ello se produce sin que ellas –las personas mayores- hayan elegido esa situación. La viven en el lugar en el que pasan todo el día, las 24 horas, porque es su hogar y no están en condiciones de salir de él. Es decir, se sienten impotentes ante una situación que se les impone, pero que no la desean; que se produce en su propia casa porque es allí a dónde han trasladado su residencia, no por una decisión arbitraria, sino impulsada por las circunstancias derivadas de su avanzada edad, situación de incapacidad y dependencia en una fase avanzada de su vida. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 15 8. En nuestro informe anual al Parlamento Vasco correspondiente al pasado año, al tratar el asunto de la huelga en una residencia pública de gestión privada, como es Aldakonea, ya indicábamos que las huelgas en los servicios sociales que atienden a personas dependientes deberían ser objeto de una reflexión por todas las partes intervinientes y por la propia sociedad, en torno a los elementos que se dan en ellas, como los citados en el punto anterior, entre otros. Se indicaba que, sin cuestionar el derecho constitucional de los trabajadores a la huelga, sería conveniente encontrar un punto de equilibrio para que su ejercicio no haga recaer los efectos negativos en colectivos tan vulnerables como el que ahora nos ocupa. Igualmente, creemos necesario reflexionar, por parte de todos los agentes sociales, sobre el modelo de atención en los servicios sociales, el modelo de creación y de gestión de centros residenciales, así como sobre la calidad en el empleo del personal que trabaja en ellos. Habría que establecer instrumentos legales para abordar debidamente ese aspecto. La Ley 12/2008, de 5 de diciembre, de Servicios Sociales ya contempla la intervención de la iniciativa privada en la prestación de servicios de responsabilidad pública (título V) y se refiere, expresamente, a la contratación de la gestión de servicios o gestión indirecta (artículo 71 y ss.), que es el caso de Aldakonea. La ley prevé la inclusión, en el contrato, de varias medidas de discriminación positiva a favor de entidades que reúnan ciertas características, como hemos indicado. Sería deseable que, en el desarrollo de la ley que debe efectuar el Gobierno Vasco, se mencionaran en ese apartado las medidas orientadas a la mejora de las condiciones laborales, tal y como se incluyen al tratar el concierto (artículo 65.2.k). Igualmente, debería crearse, dentro del Consejo Vasco de Servicios Sociales, el "consejo sectorial orientado a la calidad en el empleo y a la mejora de la formación y la cualificación en el ámbito de los servicios sociales", que contempla dicha ley (artículo 48.4). En la misma línea, sería también deseable que, en el desarrollo de la Ley 39/2006, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia se acordaran cuanto antes los indicadores previstos de calidad en el empleo de los trabajadores/as de los servicios sociales, así como las exigencias en la contratación de los servicios, que den cumplimiento a los objetivos que se fijen para la calidad en el empleo. Ello, de conformidad con las resoluciones de 2 de diciembre de 2008 de la Secretaría de Estado de Política Social, Familias y Atención a la Dependencia y a la Discapacidad (BOE 17 diciembre). Así mismo, en el informe sobre "Atención a personas mayores en la CAP: servicio de asistencia domiciliaría, centros de día y centros residenciales", presentado en 2005, ya se abordaba el asunto de las residencias públicas gestionadas por entidades privadas, mediante concierto. En el capítulo V, sobre valoración y recomendaciones, se indicaba la necesidad de encontrar Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 16 soluciones consensuadas y comprometidas a los problemas que surgen de la concertación de las administraciones públicas con las entidades privadas. Se abordaba el asunto de las condiciones salariales de los trabajadores del sector privado como origen de conflictos laborales. Como decíamos, es esencial estudiar estas cuestiones a fondo sin perder de vista que el sistema debe seguir siendo de responsabilidad pública (recomendación nº 12, página 410). 9. No podemos obviar referirnos al modelo de atención residencial que se lleva a cabo en Aldakonea. Este modelo de gestión indirecta de un centro público comporta diferencias -salariales y de otras condiciones laborales- entre el personal que trabaja en centros residenciales públicos, en función de que su relación laboral esté establecida con la Diputación foral o con la empresa privada gestora del centro. Esas diferencias, que son significativas, conllevan un germen de conflictividad que puede activarse en cualquier momento, por lo que no resultan positivas para la estabilidad del sistema. Esto nos lleva a reiterar la necesidad de que se profundice en la reflexión sobre el modelo de gestión de los centros residenciales para personas mayores así como sobre la calidad en el empleo de los servicios concertados. El actual modelo de funcionamiento y gestión de los centros residenciales públicos no resulta pacífico porque conjuga la gestión directa, la indirecta e, incluso, la mixta en un mismo centro. Esto hace que en las residencias haya personal afectado por convenios y condiciones laborales y salariales muy diferentes, lo cual puede dar lugar a conflictos desde la perspectiva del Derecho laboral. La huelga en la residencia Aldakonea tiene su origen en las diferencias salariales y de condiciones laborales en general existentes entre el personal contratado por la empresa que lo gestiona y el personal dependiente de la Diputación que trabaja en el único centro foral de gestión directa en Gipuzkoa (Egogain), cuyas condiciones son más favorables. Según un documento hecho público por el sindicato convocante de la huelga, las diferencias salariales del personal auxiliar y de enfermería en ambos centros rondan en torno a 5.780 euros anuales. Además de la equiparación salarial, la reivindicación laboral incluye, durante los próximos tres años, la equiparación en aspectos como pluses (de festividad, nocturnidad, etc.), estabilidad en el empleo y otras mejoras laborales. Es cierto que las condiciones de acceso han sido diferentes en ambos casos (para el personal foral ha supuesto un mayor esfuerzo porque ha tenido que demostrar su mérito y capacidad en un proceso selectivo), pero en ambos centros se desarrolla un trabajo similar porque tienen el mismo titular así como la misma cartera de servicios y de procesos en la atención residencial (que establece el DF 38/2007). Además, el personal contratado por la empresa ya no tiene posibilidad de acceder a la función pública para prestar servicios en una residencia porque el ente foral ya no convoca estas plazas. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 17 Es evidente que esta situación puede generar tensiones y no favorece el normal desarrollo de la actividad laboral en la residencia que nos ocupa. Por eso, parece conveniente analizar esos aspectos y reflexionar sobre estas cuestiones, para abordarlas de la mejor manera posible. Igualmente, conociendo las consecuencias que tiene un conflicto, habría que disponer de medidas que reduzcan su impacto, en lo posible. En este sentido, pensamos que es necesario fijar mecanismos que incentiven el diálogo y la negociación entre las partes como vías de solución, aportándose propuestas realistas y viables sobre las que sea posible acordar un calendario para su realización. A este respecto, reiteramos lo indicado en el punto 5, en el sentido de que el Departamento de Política Social actúe propiciando el acercamiento y el diálogo entre las partes. Igualmente, hay que tener presente la vía de la mediación laboral, cuando se considere que puede facilitar o acercar al acuerdo. Cuanto antes se alcance la solución en un conflicto, será mejor para todas las partes. Por el contrario, su prolongación en el tiempo recrudece las posturas, empeora el clima entre las partes y cronifica el problema, dificultando su solución satisfactoria, de manera grave. Así las cosas, entendemos que cuando exista dificultad para el acuerdo y el conflicto se prolongue por un tiempo superior al razonable, la autoridad laboral debería considerar este extremo a la hora de fijar los servicios mínimos, como ya hemos indicado, de manera que, a través de ellos, se pueda aminorar el impacto prolongado de la huelga en las personas residentes. 10. Resulta insoslayable en el análisis de la situación que nos ocupa subrayar la vertiente económica de las demandas que han dado lugar a la huelga, como también la tienen las razones por las que la Administración opta por un sistema de gestión indirecta de la residencia. Dada la magnitud del asunto y su importancia para un modelo social sostenible, entendemos que dicha vertiente económica debe formar parte de la reflexión a la que nos hemos referido anteriormente, de manera que se analicen la finalidad y la función de los servicios sociales destinados a las personas mayores dependientes, lo que tales servicios aportan a la sociedad, su financiación, el retorno de la inversión, etc., así como el modelo de servicios residenciales que desea nuestra sociedad y el compromiso que está dispuesta a asumir para su sostenibilidad y mantenimiento. La reflexión que demandamos requiere, como hemos indicado, la participación de todos los agentes sociales. Por eso, sería conveniente que, además de las instituciones, participasen organizaciones sociales, sindicales y empresariales. Esa reflexión debería tener en el horizonte la consecución de un amplio consenso sobre el modelo de los servicios residenciales y su financiación, que le dote de solidez y estabilidad, y que conjure el riesgo de conflictos laborales. Es constatable que esta reflexión tiene ya un recorrido, tanto en las Juntas Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 18 Generales de Gipuzkoa como a través de iniciativas impulsadas por la Diputación Foral de Gipuzkoa (por ejemplo, las Jornadas organizadas en el marco de los cursos de verano de la EHU-UPV), pero creemos necesario profundizar y avanzar en la misma. No podemos olvidar que las previsiones futuras indican un incremento en la demanda de plazas residenciales, lo cual conlleva un aumento del gasto, año tras año. La Administración también concierta servicios y gestión en otros sistemas de atención, como el sanitario o el educativo, pero en ellos no percibimos el nivel de conflicto que se da en los servicios sociales. De hecho, en el sistema educativo se ha caminado hacia una confluencia salarial del personal docente. Es cierto que ambos sistemas son mucho más sólidos y de mayor tradición y trayectoria que el de los servicios sociales. No obstante, podrían servir de referencia para ir normalizando la actual situación de la concertación en residencias para personas mayores, especialmente tras la aprobación de la Ley de Servicios Sociales y de la Ley de Promoción de la Autonomía personal y Atención a las personas en situación de dependencia, que configuran los servicios como un derecho subjetivo. 11. El Gobierno Vasco debería desarrollar la Ley de Servicios Sociales, como hemos indicado en el punto 8, en especial en los siguientes aspectos: - El Título V, sobre la intervención de la iniciativa privada. Debe regular el régimen de concierto, como se indica en la disposición adicional octava. Especialmente, debería regular la contratación de la gestión de servicios y otras actividades de responsabilidad pública, como los residenciales. Sería deseable que este último desarrollo concretara medidas de acción positiva orientadas a la mejora de las condiciones laborales, tal como ya se contempla para los conciertos (art. 65.2.k). - Crear el Consejo sectorial orientado a la calidad en el empleo, dentro del Consejo Vasco de Servicios Sociales, a que se refiere la propia ley (art. 48.4). - Regular cuanto antes los requisitos materiales, funcionales y de personal exigidos a los servicios y centros de servicios sociales a que se refiere la disposición adicional cuarta de la ley, en especial los que afectan a los servicios residenciales. En este contexto, se debería actualizar el Decreto 41/1998, regulador de los centros residenciales para personas mayores, en especial en lo que respecta a las ratios del personal de atención, porque la realidad actual ha variado sustancialmente con respecto a la que existía en el momento de la aprobación de dicha norma. Por citar un ejemplo, dicho decreto no menciona a las personas grandes dependientes cuando actualmente constituyen la mayoría en las residencias. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 19 En relación con todo lo señalado en este punto, nos hemos dirigido al Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco, competente en esta materia. Tras todo lo anterior, llegamos a las siguientes conclusiones. Conclusiones 1. La Diputación Foral de Gipuzkoa, como titular de la residencia Aldakonea y responsable última del servicio que se presta en la misma, ha de ejercer todas las potestades que le otorga el ordenamiento jurídico en el marco de la contratación administrativa, con el objeto de garantizar la prestación del servicio en las condiciones debidas. 2. La Diputación ha de contribuir, de todas las maneras posibles, a fomentar las condiciones objetivas adecuadas que propicien el diálogo y la negociación entre las partes social y empresarial, que conduzcan a la firma de un nuevo convenio colectivo del sector. 3. En el ejercicio de sus competencias de inspección y control de servicios sociales, la Diputación ha de actuar con el máximo rigor, efectuando visitas a la residencia con la mayor periodicidad e intensidad posibles, para comprobar el grado de atención que reciben las personas residentes y, si se observara alguna irregularidad, intervenir de inmediato para paliar la situación. 4. Si, en algún momento, la Diputación entendiera que los servicios mínimos estipulados no alcanzan para prestar debidamente los servicios considerados esenciales para las personas residentes, deberá ponerlo de inmediato en conocimiento del Gobierno Vasco, a efectos del posible replanteamiento de tales servicios mínimos. Igualmente, deberá informar a la misma autoridad laboral sobre el número de personas con gran dependencia existentes en el centro, con el fin de que se tenga en cuenta al dictar los servicios mínimos. 5. La Diputación, a través del Departamento de Política Social de la Diputación debería tener en cuenta la situación de conflicto que vive la residencia Aldakonea a la hora de asignar nuevas plazas a solicitantes en lista de espera. En esa línea, debería ofrecer a esas personas la posibilidad de ingreso en otro centro, siempre que esto sea posible. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 20 6. Así mismo, dicho departamento, mientras dure la huelga, debería facilitar, en lo posible, el traslado de las personas residentes en Aldakonea a otro centro residencial, considerándolo más idóneo, siempre que así lo soliciten. 7. La Diputación, a la hora de fijar las condiciones de contratación de la gestión de los servicios públicos residenciales, debería incorporar a las ya existentes, determinados criterios y cláusulas sociales que favorezcan la calidad en el empleo del personal que trabaje en dichos servicios. Esto se justificaría por la incidencia que la calidad en el empleo tiene en la atención efectiva que reciben las personas residentes. 8. Las diferencias que se dan en la actualidad entre las condiciones laborales del personal que trabaja en Aldakonea, dependiente de una empresa privada, y las del personal foral que trabaja en la residencia de gestión directa, no favorecen la paz laboral y el normal desarrollo de la actividad residencial en la primera citada –que ahora nos ocupa-. Por eso, habría que analizar y reflexionar sobre estas cuestiones. 9. Entendemos que resulta totalmente necesario profundizar en el debate social e interinstitucional sobre el modelo de creación y gestión de los servicios residenciales públicos dirigidos a personas mayores en Gipuzkoa y en el conjunto de la Comunidad Autónoma. Han de abordarse aspectos como su financiación, copago, condiciones laborales del personal que trabaja en dichos servicios, etc., pues todos ellos resultan imprescindibles para dotar de estabilidad y sostenibilidad a la red de centros y servicios residenciales. Ese debate ha de contribuir a acordar los aspectos fundamentales en torno al diseño de un modelo consensuado hacia el que avanzar. I Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net 21