1 Comunicación e identidad corporativa El David de Miguel Ángel Habla la historia de una enorme piedra de mármol conocida como el “gigante” reservada para ser una gran escultura de algún profeta para la catedral de Santa María del Fiore en Florencia. Durante muchos años la gran mole fue almacenada, abandonada y ocultada en la propiedad del Arte de la Lana (gremio de tejedores de Florencia) El cambio de siglo (año 1.501) trajo nuevas ideas para aquella piedra, como la de afrontar de nuevo el proyecto dedicándolo al rey David. Se ofreció la obra, y tres artistas se presentaron voluntarios, entre ellos Miguel Ángel Buonarroti, quien manifestó no ver el bloque sino la escultura. Aseguró que con la mole de mármol que le pusieron en las manos sería capaz de construir aquella colosal estatua, y de una pieza, sin necesidad de añadirle mas elementos. En mayo de 1504, Miguel Ángel concluyó la que es considerada como la escultura más bella y perfecta del mundo, la representación del Rey David bíblico en el momento previo a enfrentase con Goliat. Mide 5,17 metros de altura y pesa 5.572 kilogramos. Quinientos diez años después, en 2014, el Instituto Avanza presenta su nueva imagen corporativa, como un diamante tallado del bloque de hielo de un iceberg. Constituye una clara alegoría al interior de la persona, como una obra de arte aún por esculpir. Al igual que Miguel Ángel con su David, todos estamos invitados a la visualización de nuestro “yo futuro”, a ser artistas de nuestra mejor obra de arte: nosotras y nosotros mismos. Y todo comienza por la formulación de unas sencillas preguntas. Toma tu cincel y pregúntate: ¿Cómo es tu “yo” futuro? Si fueras un gran bloque de mármol, ¿de qué partes de la piedra te desprenderías para modelar tu mejor “yo”? ¿Quién es tu Goliat? 2 Comunicación e identidad corporativa El iceberg Pero un símbolo siempre encierra mucho más que la inspiración de un artista; nuestra imagen también. El imagotipo se configura a partir de un símbolo gráfico como elemento unificador: el iceberg. Un iceberg, cuya porción visible (la famosa representación de la punta del iceberg) e invisible (la parte sumergida en el agua) se inspira en las orientaciones filosóficas más ancestrales, como representación del Yin y el Yan o de la dualidad cuerpo- mente, erigiéndose a la vez en icono de las corrientes psicológicas contemporáneas, encerrando en su estructura lo manifiesto y lo oculto, el consciente y el inconsciente, la razón y las emociones. ¿Cuál es tu parte visible para los demás? ¿Cuál la invisible? ¿Tu cuerpo y tu mente navegan en armonía? ¿Qué espacio ocupa la razón y cuál las emociones? Comunicación e identidad corporativa El mito de Pegaso Un iceberg formado además a partir de las aristas del símbolo celeste de Pegaso, el primer caballo que llegó a estar entre los dioses. Pegaso o Pegasus proviene de “Pagé”, que significa en griego “manantial”. Según la mitología, cierto día en el monte Helicón se celebraba un concurso de preciosas voces. Tan bellas sonaban que el monte comenzó a elevarse hacia el cielo sin control alguno. Poseidón, dios que reinaba sobre mar y medios acuáticos, ordenó a Pegaso dar una coz en la montaña para detener su desorbitado crecimiento. Donde Pegaso golpeó nació una fuente, consagrada a las Musas y que, según se cree, es la fuente de la inspiración poética. Pero Pegaso constituye mucho más que la fuerza del agua: es la fuerza anatómica del caballo, la representación de la libertad y la nobleza. Estaba dotado de alas y volaba por los aires, cuando no corría "como el viento" por la tierra, según el mito. Es también el conductor del carro de aurora, encargado de guiar al sol cada mañana. Asimilamos la fuerza del caballo, como verdadero recurso interior de la persona, aquél que nos lleva a conectar con la propia esencia y con nuestra libertad para enfrentarnos a los problemas de la vida, cualquiera que éstos sean, vislumbrando un nuevo sol todos los días. Abrazamos esta fortaleza y la imagen del manantial. El agua brotando, como metáfora del cambio, del movimiento, en el que fluye nuestra existencia y nuestra persona. El agua mana de dentro hacia fuera, regando la vida a su alrededor, influyendo en su entorno, como el Instituto Avanza pretende colaborar en la construcción de un entorno social más sano y más humano. Termina el mito narrando que los dioses transformaron a Pegaso en una constelación para que fuera eterno. Y de esa constelación nace la luz integrada por las aristas de nuestro isotipo. ¿Cuándo sientes en tu vida la fuerza del caballo? ¿De qué forma se manifiesta? ¿Quiénes iluminan tu existencia? ¿Cuándo eres luz para los demás? 3 4 evolución gráfica de la imagen corporativa Y así alcanzamos la fusión de todos los elementos: un iceberg recreado a partir de las aristas de la constelación de Pegaso surgiendo de un bloque de hielo, como El David de Miguel Ángel. Un auténtico diamante con luz propia. Un símbolo gráfico, en definitiva, que agrupa los elementos psicológicos primordiales y se convierte en una declaración de intenciones: la de potenciar nuestras capacidades positivas, integrando lo consciente e inconsciente, para emerger del mar personal, transformándonos en nuestra mejor versión. Un símbolo que incorpora el color en su estructura, como cristales o prismas que comparten las diferentes forma de ver el mundo, integrados y compatibles. Un símbolo finalmente que emerge del mar de vuestras aportaciones, vuestras ideas y sentimientos. ¡Emerge el cambio: el Instituto Avanza somos todos!.