ENTREVISTA CON LAURENCE ROUGET-LE CLECH Ciudades sostenibles en construcción En las últimas semanas, Lima abrió el telón de la agenda ambiental. Allí se desarrolló no solo la 20° edición de la conferencia sobre cambio climático más importante del mundo, la COP20, sino también un importante encuentro financiero* donde la banca de desarrollo pudo conocer lo que el financiamiento puede hacer por las ciudades sostenibles y la movilidad urbana. Hace apenas 10 años, la ciudad colombiana de Medellín tenía una de las tasas más altas de criminalidad en la región. Hoy, en cambio, luce espacios públicos inclusivos y tecnológicos, un tranvía que pinta de vegetación todo su recorrido, y sobre todo pobladores más orgullosos de su ciudad, lo que ha sido suficiente para contrarrestar la violencia de esa zona. ¿Cómo se logró esto? Más de 300 mil personas se involucraron con el gran objetivo de convertir a Medellín en una ciudad sostenible. ¿Pero qué es exactamente una ciudad sostenible? “Es la que apunta a un desarrollo urbano donde el ciudadano es el centro del desarrollo de la ciudad. El resultado es la transformación rápida de una ciudad, donde se combina la transformación física con la capacidad de desarrollar a la población (transporte, cultura, etc.). Es decir, no es solo el político quien decide dónde invertir, sino la ciudad en sí, y eso le devuelve la habilidad a la gente”. Así es como la describe la experta francesa Laurence Rouget-Le Clech, que estuvo en Lima junto con Mustapha Kleiche, ambos funcionarios de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) para contar la experiencia de esta institución en el financiamiento de proyectos verdes. Sobre este tema conversamos con ella en la sede de ALIDE. ¿Con qué otros países de América Latina y el Caribe (ALC) viene trabajando la AFD además de Colombia? Estamos en Haití y República Dominicana desde finales de los 90. En 2007 abrimos una oficina en Brasil y desde 2009 otorgamos préstamos en Brasil, Colombia y México. En los tres países ya tenemos más o menos alrededor de US$1,000 millones en préstamos otorgados. Hace poco comenzamos a dar créditos en Perú y conseguimos la autorización de actuar en Ecuador. Esperamos poder trabajar en Uruguay, Bolivia y Costa Rica, donde ya obtuvimos la autorización de analizar cómo entrar. En Bolivia hay una posibilidad más concreta. ¿Qué tipo de proyectos manejan con esos países? Nos concentramos en el mandato del crecimiento verde y solidario con dos ejes: la ciudad sostenible, porque concentra varios temas de trabajo para nosotros, y de interés para Francia, como por ejemplo agua y saneamiento, acceso a los servicios públicos, infraestructura; y por otro lado, la movilidad urbana, que involucra más al sistema de transporte. En Medellín se trabajó el concepto de ciudad sostenible, pero en Brasil trabajamos con los municipios de Río de Janeiro y Sao Paulo en la movilidad urbana (con menos emisiones), y en Minas Gerais, vimos un proyecto para financiar a los municipios menores (saneamiento, efectos climáticos) con un préstamo otorgado al Bando de Desenvolvimento do Minas Gerais (BDMG). Allí también estudiamos la posibilidad de trabajar el tema de energía. Entiendo que algunos financiamientos son entregados a gobiernos locales y otros a intermediarios financieros ¿aquello de qué depende? La diferencia de financiar a una municipalidad directamente o a través de entidades financieras es el tamaño. Yo diría que existen varios esquemas, por ejemplo en Colombia pudimos extender créditos al gobierno central pero también a las municipalidades que tienen una cierta autonomía para endeudarse sin la garantía del Estado. En otros países es distinto porque a veces los gobiernos locales no pueden endeudarse con moneda extranjera, o a veces pueden hacerlo pero necesitan la garantía del Estado. ¿Y con qué criterios evalúan los proyectos que apoyan? Es importante tener un análisis en dos partes: primero, uno financiero de cómo está manejada la municipalidad, y cuáles son los recursos fiscales; lo otro es analizar cuáles son las capacidades y las competencias de los recursos humanos que se deben desarrollar en un plano urbano integral. El lado financiero interno para otorgar el préstamo y el lado metodológico de diseñar un plano urbano de desarrollo. Pero en Medellín había la contraparte de la violencia… Sí, era una ciudad peligrosa y al analizar por qué, vimos que las desigualdades eran las fuentes de la violencia. Entonces nos dimos cuenta que integrar a las poblaciones más pobres en el esquema urbano y hacer que las zonas pobres y ricas se integren era una manera de construir una ciudad inclusiva donde todo el mundo podía convivir y una ciudad donde las personas se sientan parte de ella. Se generó identidad… Cuando es tu ciudad, tú quieres tener cuidado con las infraestructuras y no destruirlas. Los predios más bonitos que fueron construidos en Medellín fueron para los pobres, justamente para hacer que se sientan integrados y para que vean que hay cosas que son hechas para ellos, entonces el jardín botánico, la biblioteca, no quieres destruirlos porque son rasgos de tu ciudad, de tu barrio, con los que te sientes identificado. DE LA MANO CON LOS MUNICIPIOS ¿Por qué se recomienda trabajar primero con municipios más consolidados y no con los más vulnerables? Sí, la razón es que sería difícil trabajar con municipios que tienen dificultades financieras y también flaquezas para desarrollar un plan de desarrollo urbano porque ahí se debería trabajar en los dos ejes a la vez. Entonces, si un banco está tratando de empezar a realizar proyectos de desarrollo urbano, lo importante es que se concentre específicamente en ese eje y trabaje con ciudades que no van a tener problemas de financiamiento desde el inicio. Así sucedió en Medellín, donde se tenía muchos desafíos en el lado del urbanismo, pero por el lado financiero era una ciudad bien manejada. ¿Cómo hacen para que los proyectos de largo plazo lidien con las demandas cortoplacistas de las autoridades ediles? Las municipalidades quieren hacer inversiones inmediatas, pero los financistas tenemos que pensar en planes de largo plazo, entonces hay que ayudarlos a pensar en cómo tomar en cuenta esquemas de largo plazo pero también con resultados inmediatos. La idea es trabajar lentamente con ellos, para que piensen en el cambio climático, y en cómo conciliar diferentes puntos de vista, por ejemplo quieren un transporte rápido pero no quieren dejar a la gente desprovista de paraderos, ello resulta en un conflicto que hay que conciliar, hay que convencerlos de que un transporte rápido ayuda a mejorar la imagen de una ciudad, y por lo tanto que los ciudadanos amen su ciudad. ¿Qué pasa cuando hay cambio de autoridades con visiones distintas? Si es una demanda hecha por la población y fue un análisis objetivo lo que llevó a pedir un financiamiento, lo más probable es que los procesos continúen a pesar del cambio de gobierno, pero en general, cuando el proceso ya fue realizado (firmado), existen obligaciones de cumplimiento, cualquiera sea el caso. Nosotros solo tratamos de responder a la demanda. El problema está en realidad en cómo asegurar que la ciudad sea una ciudad para el pueblo. No es fácil porque uno no sabe cómo llevar a cabo una discusión algunas veces, es cuestión de estar negociando con la gente. ¿Y en el caso del acceso a los servicios básicos? Hay que tener un enfoque transversal para que todos participen en el diálogo. Si tienen que pensar cómo diseñar la ciudad y las viviendas para los próximos años tienen que conversar con las empresas de agua, de energía. Planificación urbana es organizar un diálogo entre todos esos actores. Cada uno de esos actores no tendrá obligaciones en esa implementación, pero sí hay que asegurarse que incorporen en sus planes de inversión los acuerdos planteados. Por eso a veces damos préstamos al gobierno central cuando hay demasiadas manos, depende de la realidad de cada país. ¿Qué otras dificultades han encontrado en ALC a la hora de financiar los proyectos? En algunas partes del Caribe la falta de capacidad humana es grande. En América del Sur la dificultad puede estar en entender bien cómo están organizadas las etapas para llegar a un proyecto. De nuestra parte también era importante clarificar cuáles eran los ejes de financiamiento porque los países tienen su propia demanda. En Perú mencionaste que se espera firmar un proyecto de 120 millones de euros para viviendas sostenibles a través del fondo Mivivienda, ¿en qué va a consistir? El proyecto consiste en desarrollar una línea de préstamos para beneficiarios que quieran adquirir una vivienda que tenga altos estándares ambientales, es decir que manejen criterios técnicos de ahorro de energía y agua. El préstamo es para las familias, no a los promotores. Las familias tendrán que adquirir una de estas viviendas a través de un banco o una caja, porque Mivivienda es un banco de segundo piso, no presta directamente. La tasa será menor porque el objetivo es desarrollar el mercado verde de las viviendas. ¿Qué consejo les pueden dar a las instituciones financieras latinoamericanas que quieren incursionar en este tipo de proyectos? Si quieren involucrarse en este negocio y apoyar el desarrollo de ciudades sostenibles, ustedes como intermediarios van a tener que evaluar a qué proyectos apoyar primero en la ciudad donde están más cómodos, primero tienen que asegurarse que no va a haber problemas con el repago, de manera que ustedes pueden prestarle a las municipalidades y obtener los pagos desde el Estado. RECUADRO EDUCACIÓN PARA EL AMBIENTE ¿Tienen proyectos educativos que fomenten la promoción de la conciencia por el cuidado del ambiente? No trabajamos con el nivel primario, pero empezamos a estudiar el sector de la formación y educación superior para desarrollarlo, porque uno de los problemas es también formar personas que tengan un trabajo que corresponda a la demanda, pues eso es importante para el desarrollo de los países. Entonces, hacemos que personas de buen nivel académico, pero de repente poco dinero, puedan seguir estudios de alto nivel gracias a convenios con instituciones francesas. Ustedes tienen el Centro de Estudios Financieros Económicos Bancarios (CEFER), ¿quiénes participan en él? Son los funcionarios de la AFD y personas enviadas por los beneficiarios de nuestros préstamos. En los ministerios mandan personas para seguir cursos de financiamiento, estructuración de proyectos, preservación del ambiente, entre otros. También lo hacen las empresas públicas y los municipios. Si bien ayuda a elevar el nivel académico de ejecutivos de la AFD y sus beneficiarios, este es parte del apoyo que ofrecemos, pero no de la asistencia técnica. * Seminario “Líneas y programas de financiamiento internacional de la AFD. La cooperación con la banca de desarrollo latinoamericana y del Caribe para el financiamiento del crecimiento económico verde y solidario”, realizado en Lima el 20 y 21 de noviembre.