Coloquio sobre Tipografía y Educación Superior 2006 La Tipografía Posmodernista Eréndida Mancilla González A partir de los años setentas se generó un nuevo estilo de diseño, denominado “posmoderno”, mismo que no posee un perfil bien definido; ya que al romper con su antecesor, el movimiento moderno, no sigue una línea específica y por tanto sus planteamientos son diversos; por ello, este trabajo se enfoca al establecimiento de algunas directrices para entender el camino que tomó la tipografía de finales del siglo xx; su importancia radica en el entendimiento de este lenguaje gráfico, para comprender su papel como expresión del espíritu de una época y manifestación del tiempo presente. El campo del diseño y la tipografía, no estaban ajenos a dicho cambio, se vio venir una fuerte y marcada reacción al purismo visual y al reduccionismo formal gestado en el Movimiento Moderno (que sin duda alguna se había consolidado en el Estilo Internacional); esa desobediencia sirvió como detonante para generar un cambio que se reflejó en la profusión de estilos tipográficos, que se situaban en el extremo diferente de la claridad visual propuesta por el trazo geométrico modulado de la Univers de Adrian Frutiger y la Hélvetica de Max Miedinger y Eduard Hoffman. El termino posmodernismo como concepto operativo El diseño gráfico, como muchas otras disciplinas, en las dos últimas décadas del siglo pasado cambió en gran medida sus planteamientos formales; se comenzó a hablar de un nuevo tipo de diseño denominado posmoderno; tal término resultó confuso en su significación, lo que indudablemente se vio reflejado en la práctica. Por ello, es necesario partir de un intento clarificador del término “posmodernidad” en sí, para definir o al menos dar una idea más general de qué es lo posmoderno y cómo se refleja dentro del diseño tipográfico como creación de fuentes y en el diseño editorial como formación de textos. El primer punto importante al que nos enfrentamos es el origen del vocablo que se presta a ambigüedades, por ello, es más conveniente hablar de tal término como un concepto operativo que como un concepto analítico; es decir, que el término constituye una advertencia de que las cosas ya no son como antes, de que se esta viviendo un momento en el que la sensibilidad y el estado del alma son primordiales, de tal modo que, según Charles Jencks, es más exacto hablar de una “condición” que de una “época”, ya que esta última constituye la llamada “Antimodernidad”. Así pues, aunque el término se preste a equívocos, su utilización sirvió en gran medida para indicar que ya no seguía en pie la modernidad. Desarrollo del posmodernismo en el diseño tipográfico En la década de los setenta se empezó a cuestionar prácticamente todo, “el diseño y los diseñadores del estilo posmoderno plantearon un claro desafío al orden y claridad del diseño moderno” como menciona Phillip Meggs, los diseñadores plantearon una revisión sobre sus principios de acción y una revaloración de los aspectos olvidados que contemplaban a la espontaneidad y la subjetividad, es decir, el factor emotivo dentro del proceso de diseño del tipo, como se había hecho en el Futurismo o el Dadaísmo. Este nuevo movimiento, que se caracterizaba a grandes rasgos, por el empleo de formas y técnicas modernas combinadas con los estilos anteriores; manifestaba una clara relación pasado-presente y el reencuentro de las tendencias tipográficas, que han existido a lo largo de la historia, fuera de su tiempo-espacio (fig. 1). El “posmodern” es un vocablo que de uso original en la crítica literaria anglosajona, pasó con gran éxito en primera instancia a la arquitectura, y luego a las artes plásticas y expresiones estéticas en su conjunto. Su empleo parece haberse extendido eficazmente a la designación de las actitudes culturales propias de nuestra situación histórica. Lyotard, confiesa haber tomado el término de la crítica de arquitectura italiana para aplicarlo a la condición contemporánea del saber. En: T. Oñate. “Lyotard: la escritura de la disensión” Revista de Occidente, p.73, 1987. Charles Jencks en Appignanesi, Richard, Posmodernismo para principiantes. Ed. Era Naciente, Buenos Aires Argentina, 2002. p. 3. Es denominado antimodernidad por Jürgen Habermas, al considerarlo como un pensamiento inundado de un rechazo a las ideas de universalidad, racionalidad, verdad y progreso, estándares de la modernidad, convirtió así el “pos” en un “anti” modernismo. Habermas, Jürgen, “Modernidad un proyecto incompleto”, en El debate modernidad posmodernidad, p. 143. /7 Meggs, Phillip. Historia del diseño gráfico. Mc Graw Hill, México, D.F. 2000. p. 432. 1. Wolfgang Weingart, Kunstkredit, cartel de exposición, 1976/77. El ejemplo muestra la fusión de elementos gráficos, tipografías y fragmentos de fotografías en igualdad de condiciones, deja a la vista pedazos de trama, maneja texturas fragmentadas y superponía los planos, creando un nuevo tipo de espacio gráfico. Coloquio sobre Tipografía y Educación Superior 2006 La Tipografía Posmodernista Eréndida Mancilla González El diseño de tipo posmoderno, precisamente, hizo su aparición en la década de los setentas gracias al apoyo de los diseñadores que se volvieron contra el movimiento reinante en aquel entonces; llegando a la conclusión de que el diseño debía de regresar al punto donde se separo la historia, la sensibilidad, el arte y la expresión popular del diseño gráfico (fig. 2). Los posmodernistas, por tanto, pretendían regresar a este preciso sitio y utilizar las referencias históricas, la decoración y lo vernáculo, cuestiones que habían sido omitidas por el orden y simplicidad visual. Es necesario tomar en consideración que la aparición del posmodernismo fue gradual, no se puede ajustar a un periodo histórico especifico, porque como apunta Philip Meggs, mientras “la arquitectura se ajusta a épocas determinadas, el diseño gráfico es demasiado pluralista para adaptarse a un sistema tan simplista”; es por ello que dentro del diseño posmodernista nos encontramos con varias direcciones: el Estilo Tipográfico Internacional a través de sus diseñadores quienes rompieron con la declaración del movimiento, en segunda instancia, el diseño de la tipografía de la Nueva Ola (New Wave) conformado por diseñadores suizos de la Escuela de Basilea y comandado por Wolfgang Weingart, posteriormente el manierismo de la década de los ochenta, representado principalmente por el Colectivo de Memphis en Milán y el grupo de diseñadores de San Francisco; los renacimientos eclécticos y las reinvenciones de modelos ya utilizados con anterioridad, en particular el diseño vernáculo europeo y el moderno comprendido en el periodo de entre guerras, hasta llegar a la era de la computadora o mejor conocida como la “Revolución Electrónica” a finales de los ochenta. Elementos que influyen en la concepción de la tipografía posmoderna Para entender el origen de las manifestaciones formales que se han desarrollado dentro del posmodernismo, sobre todo en la parte tocante a la tipografía, es indispensable contemplar tres elementos básicos que influyen en la representación formal; por un lado encontramos a la historia que se presenta en ciclos, que observando a distancia parecen repetirse; por otro lado se observa que la tecnología disponible y las herramientas para su representación y su reproducción tienen mucho que ver con la estructura y forma que ha tomado la letra en cada uno de estos ciclos; sin embargo, no hay que olvidar que existe otra cuestión sumamente importante, el hombre, porque finalmente él es el creador de la forma y en ella se distingue su pensar y el sentir de cada una de las épocas. Por tanto, el hombre, la historia y la técnica, en constante movimiento e interacción; son aspectos que se correlacionan, se influyen entre sí y se conjugan en un binomio que contempla a la simpli Ibid., p. 432. Ibid., p. 435. 2. Dan Friedman. Typografische Monatsblätter. No.1, portada de revista, Suiza, 1971. Las letras flotan por encima de la ciudad, es una imagen compleja, dinámica, vernácula y contextual. /7 cidad y a la complejidad como recursos que se alternan (fig. 3). A lo largo del desarrollo de la tipografía, desde la conformación del alfabeto romano y la aparición de la minúscula carolingia (acontecimientos que han servido para dar forma a nuestra escritura) se han suscitado directrices que por un lado se inclinan a la simplicidad y por otro a la complejidad. Se pueden mencionar, como ejemplo, a las fuentes caligráficas que dominaron en la Edad Media; escritura de enorme belleza generada por la plumilla dominada por la mano del hombre, con la particularidad que otorga el trazo único e irrepetible; como respuesta lógica el siguiente paso se dio en el sentido de exaltar la pureza visual, por lo que se retorna a la escritura romana, para la conformación formal de estilos tipográficos construidos mediante el uso de la geometría y la matemática, dominando así, el uso de la razón sobre intuición; constituyéndose una época de oro en el campo tipográfico, largo periodo en el cual se destaca la participación de grandes tipógrafos 3. Neville Brody, Covers for FontBooks, FontShop Internacional 1991/92. En el ejemplo se muestra una frase casi indescifrable, por el replanteamiento en el orden de las letra y la superposición de las mismas. En el lado derecho se puede leer la frase “only print out black and yellow films”, escrita con la Helvética de Max Miedinger y Eduard Hoffman. Coloquio sobre Tipografía y Educación Superior 2006 La Tipografía Posmodernista Eréndida Mancilla González que van desde Claude Garamond, Jonh Baskerville, Giambattista Bodoni y la dinastía Didot, entre otros; lo que se va afianzando hasta el siglo xviii, en donde el progreso humano se cifra en el conocimiento racional y científico, mediante el proyecto de la ilustración”. Una época donde la letra gana peso y sus proporciones se amplían, gracias a la influencia de los sistemas mecánicos que trajo consigo la Revolución Industrial. Se genera entonces una respuesta, la forma de la letra vuelve a tomar características de la tipografía manual, esto en gran medida gracias a la litografía que dota de libertad al tipo, síntoma de la situación que vivía la humanidad al encontrarse sumida en un estado nostálgico, caracterizado por un rechazo hacia lo mecánico y un retorno a lo hecho de manera artesanal, así la Época Victoriana dio lugar a la complejidad como modo de representación. Para el Siglo xx, tras una serie de cambios que se dan de manera vertiginosa, surgen variadas representaciones y se consolida el movimiento moderno, caracterizado por el empleo de tipografía con rasgos que tienden hacia la pureza y simplicidad en donde la geometría es la que dicta la forma. Así a grandes rasgos, entre lo complejo y lo simple, entre la acción y la reacción se llega al posmodernismo; con su pluralidad, su profusión y su estallido de creatividad en donde la forma de la letra toma variadas direcciones que, por un lado se remontan hacia el pasado y por otro intentan a toda costa transgredir sus limites temporales y proponer una nueva estética de la forma tipográfica. En esta época, lo manual y lo digital coexisten; el lápiz, el pincel y el bolígrafo, la fotocopiadora, la máquina de escribir, la computadora, el escáner y la impresora. A partir de lo anterior, se observa que tras el paso de la historia, la complejidad y la simplicidad siempre han existido como posturas que se relacionan en un espacio-tiempo subsiguiente. “El binomio se producía sucesivamente, y hoy lo hace de manera simultánea… El todo vale de la posmodernidad no es un llamado a la ausencia de normas, más bien es una reposición global de la historia de los estilos”. El principal error consiste en contraponer a la modernidad con la posmodernidad, puesto que de lo que se trata es de entender en que medida ésta última ha intentado responder a un momento, con elementos tecnológicos diferentes y sobre todo en un mundo donde ya no se puede hablar de lo homogéneo, lo equilibrado, lo ortodoxo, sino por el contrario, donde se ven conceptos operativos tales como lo fragmentario, lo múltiple, lo yuxtapuesto, lo espontáneo, etcétera, lo que sin duda genera un sinnúmero de individualidades que es lo que caracteriza a la llamada posmodernidad. Rick Poynor, No más normas, diseño gráfico posmoderno. Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2003. p. 11 Ibid., p. 42. Cérezo José María, Diseñadores en la nebulosa. Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 2002. p. 71. /7 Es necesario señalar que el posmodernismo, es un movimiento marcado por todas las influencias de los movimientos artísticos de las primeras décadas del pasado siglo, de las subsecuentes escuelas de diseño y de las nuevas tecnologías todavía en evolución, que se han combinado para ofrecer vastas posibilidades y diversos enfoques para hacer diseño tipográfico10. La dificultad de analizar éste momento histórico, se deriva precisamente de la profusión de estilos y sobre todo el hecho de que ninguno de ellos es dominante11, lo que lógicamente resulta de revivir estilos pasados en un contexto nuevo con la participación de un elemento importante la tecnología, lo que da como resultado una analogía evidente que inevitablemente desemboca en ironía. Recursos para la operatividad del diseño posmoderno La posmodernidad dentro del diseño, busca el hacerse operable mediante la utilización de dos recursos base: la ironía y la analogía. La primera procedente del tiempo lineal, sucesivo e irrepetible, la segunda es la manifestación del tiempo cíclico, el futuro está en el pasado y ambos en el presente. La analogía viene a ser la operación por medio de la que, gracias al juego de las semejanzas, se pretende aceptemos las diferencias, como bien podemos ver, la analogía no suprime las diferencias, solamente las señala, para hacer tolerable su existencia (fig. 4). La analogía, dentro del diseño en un sentido visual, designa una relación de semejanza o correspondencia entre dos términos (elementos) diversos; implica una correspondencia estructural, es decir, una correlación fundada en las conexiones que se puedan estable- 10 Ibid., p. 71. 11 Ibid., p. 72. 4. Izquierda: Filipo Marinetti, Zang Tumb Tumb,1914. Corresponde a un diseño relacionado con la poesía, el verso tradicional futurista. Derecha: Mark Z. Danielewski. House of Leaves,Composición de una novela de Random House, eua, 2000. Se puede observar que en ambos diseños se explotan las palabras en libertad generando ritmos visuales. Coloquio sobre Tipografía y Educación Superior 2006 La Tipografía Posmodernista Eréndida Mancilla González cer entre sí, generando relaciones de contradicción, contrariedad o de complementariedad12. Con respecto a lo anterior, se puede citar a la ironía como un segundo recurso que opone, de manera aún más consciente, el significado de las imágenes mediante oraciones visuales que manifiestan una idea de tal modo que por el tono, se pueda comprender otra contraria13. Trata de copiar de manera evidente, el aspecto, el discurso y la forma de otro; mediante el empleo de imágenes con un sentido opuesto al que poseen ordinariamente, como señal de advertencia, en el significado revela su existencia y permite interpretar su verdadero sentido (fig. 5). Es un recurso cuya principal característica es la ambigüedad esencial que conlleva el poseer un significante con dos significados: un contenido positivo y otro negativo. Es una reacción ante el mundo principalmente vengativa, burlona y colérica pero quizá, por otro lado, resignada conciliadora o divertida14. Estilos del diseño tipográfico posmoderno El posmodernismo no presenta ninguna restitución pragmática de modelos anteriores, ni la supresión de ideales y premisas del movimiento moderno, sino una nueva vía de actuación, que optó por el uso de las dicotomías, combinando tradición y vanguardia, artesanía y alta tecnología, funcionalidad y artisticidad, elegancia y desaliño, simplicidad y complejidad, claridad y vitalidad; lo que se explica bajo el entendido de que estamos hablando de una nueva cultura hedonista, experimental y sobre todo plural15. Para llevar a cabo una clasificación de los diferentes estilos de diseño posmodernista, se tomó en consideración que sí la posmodernidad aún es parte constitutiva y característica de la modernidad, supone una continuación en lugar de un rompimiento; y por otro lado, se considera que esa misma posmodernidad se enuncia como la superación de la modernidad misma. Existen así, dos posibilidades en este modo de mirar hacia adelante y hacia atrás. Si12 Berinstain, Helena, Retórica y Poética. Ed. Porrúa S.A., México D.F. 1988, p. 259. 13 Ibid., p. 277. 14 Ibid., p. 283. 15 Enciclopedia Historia del Arte Salvat, Vol. 30, “Últimas Tendencias, Arquitectura y Diseño Posmoderno”, p. 88. tuación compleja que provoca que en la representación visual se manifiesten una gran variedad de estilos, que por una parte, tienden a la revisión y el replanteamiento; y por otra, intentan de cualquier manera posible superar a la modernidad a través de la profusa experimentación visual. Este tipo de diseño al ser tan pluralista, en principio, es necesario aclarar que no se puede considerar como un movimiento, por lo que es mejor hablar de estilo; y al tratar de clasificarlo en estilos claramente diferenciables surge otro problema, ya que éstos tienden a mezclarse; sin embargo y pese a la proliferación visual, se han identificado cinco líneas principales el Diseño Posmodernista16: Retro o Retrospectivo, marcado por las aportaciones en cuanto a forma de las vanguardias artísticas del siglo xx; el Vernáculo, caracterizado por las reminiscencias del arte popular, de lo manual y lo espontáneo; Digital, influenciado por la revolución electrónica de la década de los ochenta donde la computadora y sus posibilidades técnicas se plasman en su estética de manera evidente; el Fragmentario, apoyado por las corrientes deconstructivistas que plantean la descomposición de la forma para su reinterpretación a partir de sus propias piezas; y finalmente el Ecléctico avivado por los replanteamientos, derivados de la combinación de varios estilos y formas pertenecientes a otros discursos discordantes tanto en espacio como en tiempo. a) Estilo Tipográfico Digital Para definir a este estilo, es necesario apuntar que se le considera digital, no solo por relacionarse únicamente en su concepción, basada en la computadora como medio de creación y la estética derivada del uso del píxel; sino por ser un periodo en el que se dota a los diseñadores con nuevos procesos, capacidades y posibilidades, que les permiten modificar la tipografía: alargándola, doblándola, haciéndola transparente, difuminando los bordes, intercalándola y combinándola en formas que nunca antes se 16 Eréndida Mancilla. El diseño posmodernista: Su lenguaje y estructuración. Tesis de Grado, Maestría en Diseño Gráfico, uaslp, 2003. 5. Izquierda: cartel de Herbert Matter para promover el turismo Suizo (1934), cuenta con una serie de elementos que identifican los deportes invernales propios de la región y el replanteamiento de Paula Scher en 1985, con el fin de promocionar la marca de relojes suizos Swatch. Derecha: El Lissitzky. Golpeen a los blancos con la cuña roja, 1919. La cuña que representa al ejercito bolchevique rompe el círculo que se refiere a las fuerzas “blancas” de Kerenski; en comparación con una cubierta para la Warner Communications Inc., en donde el círculo se convierte en disco y la cuña en la aguja. /7 Coloquio sobre Tipografía y Educación Superior 2006 La Tipografía Posmodernista Eréndida Mancilla González 6. Peter Saville. New Order. Portada para el disco Confusion,1983. En el ejemplo se muestra una tipografía conformada por cuadros pequeños que dan la apariencia del píxel. Se genera una doble lectura, en primera instancia “Confusión” y en segundo lugar “New Order”. habían realizado17. “Es un síntoma y prueba de que la adopción acrítica de ciertas fórmulas produce, en el mejor de los casos, simple amaneramiento”18; aunque la forma es inseparable del medio que utiliza, el error consiste en tomar sólo el efecto como propuesta de una nueva manera de hacer tipografía, en donde “la solución tecnológica se impone, condicionando a las ideas”19. Podemos señalar que dentro del estilo digital, la computadora es una herramienta que ha roto la rigidez otorgando una libertad desmedida de creación y ha traído consigo una producción frenética de nuevos tipos lo que ayudó a definir y demostrar los alcances de la nueva tecnología (fig. 6). Los medios digitales han influido notablemente en el abandono de las normas del diseño moderno, esta nueva manera de crear, se caracteriza por prescindir de los códigos tradicionales; en cambio, se dedica a explotar las posibilidades que los nuevos sistemas aportan; no es quizá el etilo mayormente fundamentado, sin embargo “es un germen tan fuertemente prendido que una cierta apariencia de ordenador se ha mantenido como bandera de los militantes de esta tendencia… Para ellos no se trata solamente de una pixelación, sino de una gráfica cuya génesis es inequívocamente digital”20. cesidad del diseñador de llevar a cabo un replanteamiento, a través de la búsqueda y escudriño de sus propios valores culturales y formales. El estilo vernáculo se caracteriza por poseer reminiscencias del arte popular, adecuando las expresiones tipográficas de y para el pueblo, “tratando de suprimir las barreras entre la alta cultura y la baja cultura, situándolas a ambas en igualdad de condiciones”21; haciendo uso de tipografías espontáneas y de trazo libre como en los anuncios rotulados o hechos a mano; los tipos tomados del entorno cotidiano como pueden ser: los mercados, las calles de la ciudad, los camiones, etc. “El diseño del tipo vernáculo se refiere a la expresión artística ordinaria y la técnica ampliamente caracterizada de un periodo local o histórico”22; se relaciona estrechamente con el diseño retro; aunque, el diseño vernáculo consiste más directamente en el parafraseo de formas gráficas anteriores pero de carácter ordinario o popular (fig. 7). Reafirman una estética de lo plural en un sentido socio-cultural; lo local y lo regional en relación con el espacio geográfico; aunado a lo manual como referencia técnica, y finalmente lo espontáneo, lo libre, lo irregular, lo malhecho y lo feo, como representaciones formales. c) Estilo tipográfico Fragmentario b) Estilo tipográfico Vernáculo El estilo fragmentario es una derivación directa del fenómeno difundido bajo el título de “deconstrucción” planteado por Jaques Derrida23, tiene gran influencia dentro del diseño tipográfico, ya que éste, “se basa en palabras y textos, por ello, es quizá la extensión visual más lógica de la deconstrucción24. La tipografía utiliza la destrucción del tipo, en cuanto a estructura y forma, para poseer la información desprendida de ese proceso, y aplicarla en la construcción de nuevas formas, de manera independiente o a partir del mismo elemento; es por tanto, “una descomposición del todo para lograr una destrucción del orden que mantiene la unión”25. Lo que ocasiona que se subvierta el ese orden, y con ello, se cuestio- 17 Meggs, op. cit., p. 457. 18 Cerezo, op. cit., p. 69. 19 Cerezo, op. cit., p. 70. 20 Cerezo, op. cit., p. 101. 21 Poynor, op. cit., p. 11. 22 Meggs, op. cit., p. 447. 23 Cerezo, op. cit., p. 46. 24 Poynor, op. cit., p. 50. 25 Poynor, op. cit., p. 48. Dentro de este estilo impera un generalizado síntoma de cansancio, de desconfianza en el futuro e incluso de temor hacia él, correlativo a la pérdida de la fe en el progreso, se habla de una crisis del desarrollo de la civilización, donde solamente se es capaz de dar respuesta a los problemas técnicos ajenos a los valores humanos. Es como si de alguna manera lo verdaderamente valido consista en aferrarse a nuestras creencias y tradiciones, como si éstas fueran la tabla de salvación del anunciado colapso del avance desmedido de la tecnología; es como si a través de la calidez se pudiera hacer frente a la frialdad de la máquina y al mundo globalizado. De ahí surge la ne- 7. Edward Fella. Cartel de exposición. Detroit Focus Gallery, eua, 1987. Trata de replantear los principios que controlan y regulan el uso del espacio en las cuestiones tipográficas a través del manejo de la irregularidad del trazo espontáneo, el tamaño, el grosor, las curvas y remates hechos a mano, de manera que cada letra es distinta. /7 Coloquio sobre Tipografía y Educación Superior 2006 La Tipografía Posmodernista Eréndida Mancilla González 8. David Carson, Logo para Planet Magazine, 1993/94. En el ejemplo se puede ver que la tipografía se descompone o subdivide en partes que se mezclan, se amplían o reducen, reincorporándose en una nueva forma. nen y rechacen las convenciones del diseño tipográfico en cuanto a la forma y manejo del tipo. El objetivo del estilo fragmentario “no es destruir la forma sino desmantelarla y reinscribirla, cambiar su estructura y hacerla funcionar de un modo distinto”26. Para mostrarnos las singularidades y los encuentros, los choques y las rupturas, que derivan en la complejidad y el caos visual27, sacrificando la legibilidad del signo tipográfico al dotarlo de expresión y vitalidad (fig. 8). Este estilo es el más complejo, se caracteriza por el uso de tipografías pertenecientes no a uno sino a varios estilos, produciendo una mezcla de elementos y significaciones; surge como respuesta a los dogmas puristas impuestos por el movimiento moder- no. Este “estilo de todos los estilos”, se desarrolla mediante la apropiación de formas tipográficas típicas del pasado, sin haberlas comprendido en su totalidad, por lo tanto, no cuida la relación entre los elementos y su coherencia significativa, “se ofrecen múltiples puntos de acceso y se está lo más abierto posible a la interpretación”30. Este nuevo eclecticismo viene a ser el signo de una especie de reunión de actitudes en principio contrapuestas; es decir, el índice de la coexistencia e incluso la mezcla de tendencias y de opciones históricamente vinculadas, lo que supone la apertura del camino a cualquier diseño, a todos los estilos y por ende a todas las formas tipográficas sin ninguna restricción (fig. 9). En este estilo, por tanto, se abandona la idea de la radical disgregación y sincretismo del movimiento moderno; argumentando de manera expresa, que la consecuencia de “todo vale” es la apertura y diversificación de la oferta, ya que “en este entorno pluralista de diseño tipográfico, los diseñadores en lugar de seleccionar su tipografía favorita, diseñan una nueva”31. Esta perspectiva se muestra complicada, múltiple y variada, por eso mismo se constituye como intratable, vaga e irreducible, utiliza conceptos como el kitsch, el pastiche, la mezcla, lo atiborrado, lo recargado y lo complejo; sin importarle que “se pierda el significado y la materialidad de las formas se vuelva obsesiva, como los niños que repiten una palabra una y otra vez hasta que ésta pierde su significado32. Finalmente, en cuanto a los estilos tipográficos es importante mencionar que cada uno de éstos, no siempre se dan de manera pura (fig. 10), regularmente suelen interrelacionarse, llegando a mezclarse en la mayoría de los casos; esto se debe a que el posmodernismo en el diseño tipográfico muchas veces debe sus formas al retome de tipografías de corrientes o lenguajes de diseño anteriores, a la insubordinación ante las reglas y normas tradicionales; usando para ello a la tecnología digital, que al parecer con sus ilimitadas posibilidades de creación, dota 26 Poynor, op. cit., p. 46. 27 Cerezo, op. cit., p. 103. 28 Meggs, op. cit., p. 447. 29 Cerezo, op. cit., p. 103. 30 Poynor, op. cit., p. 12. 31 Rudy VanderLans en: Cérezo, José María, Diseñadores en la nebulosa. Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 2002. p. 124. 32 Poynor, op. cit., p. 14. d) Estilo Tipográfico Retro Es un estilo basado en un renacimiento histórico que comenzó a emerger por primera vez en Nueva York y rápidamente se difundió en todo el mundo. Es denominado Retro, ya que este prefijo sustituye a las palabras retroactivo y retrógrado con implicaciones de “mirando hacia atrás” y “contrario a lo usual”28. Muestra una relación presente-pasado mediante el uso de tipos y composiciones tipográficas pertenecientes a corrientes artísticas anteriores como el dadaísmo, el futurismo, el pop art, entre otras; lo que trae consigo una fuerte tendencia a la valoración de todo lo antiguo, alentando un gran número de actitudes que van desde la nostalgia hasta la auténtica reverencia fetichista del pasado. El retro hace una cita del pasado a sabiendas que se esta haciendo referencia a un estilo anterior, jugando el juego de la ironía; en donde la valoración de lo viejo frente a lo nuevo es, en alguna medida, característica de “lo actual”; el sello de las tipografías posmodernistas consiste, precisamente, en transformar “lo viejo” en “lo nuevo”, se recurre a la herencia, se adoptan los esquemas compositivos de la tipografía anterior, en otro contexto (fig. 4).29 e) Estilo Tipográfico Ecléctico 9. Izqierda: Jonathan Barnbrook, Prototype. Es una mezcla de caracteres en cajas alta y baja, con remates y palo seco, partiendo de la Perpetua, Futura y Bembo. Derecha: Stephen Farell, Entropy, 1993. Fusiona los caracteres de cajas baja y alta para generar una tipografía mixta, en donde finalmente la legibilidad se sacrifica para dar paso a la fusión formal y estructural. /7 Coloquio sobre Tipografía y Educación Superior 2006 La Tipografía Posmodernista Eréndida Mancilla González al tipo de una sobrecarga de efectos; e inclusive hasta el diseño manual y rudimentario de letras forma parte de este juego tipográfico que entre lo lúdico y satírico genera el cúmulo tipográfico de finales del siglo xx. La forma tipográfica no es más que el reflejo del pensamiento de una época, es la consecuencia de lo moderno, con objetivos y significados diferentes, que nos hablan de un ser humano que piensa y siente de otra manera y por lógica reacciona ante sus circunstancias. Bibliografía Appignanesi, Richard. “Posmodernismo para principiantes”, Ed. Era Naciente, documentos ilustrados, Buenos Aires Argentina, 2002. Blackwell, Lewis y Carson, David. “The end of print - the graphic design of David Carson”, Edit. Chronicle Books. San Francisco California, 1995. Blackwell, Lewis. “Tipografía del Siglo XX”. Edit. GG. Barcelona, 1993. Berinstain, Helena. “Retórica y Poética”, Editorial Porrúa S.A., México D.F. 1988. Buci-Glucksmann, Christine. “La Posmodernité, Magazine Littéraire”(París) 225, diciembre (1985), 41. Cerezo, José. “Diseñadores en la nebulosa”. Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 2002. Enciclopedia “Historia del Arte Salvat”, Vol. 30, Últimas Tendencias, Arquitectura y Diseño Posmoderno Habermas, Jürgen. “Modernidad un proyecto incompleto” aparecido en El debate sobre la posmodernidad, 1989, Ed. Puntosur. Mancilla, Eréndida. “El diseño posmodernista: Su lenguaje y estructuración”. Tesis de Grado, Maestría en Diseño Gráfico, UASLP, San Luis Potosí, México, 2003. 10. Esquema en donde se muestra el modo de interacción entre los cinco estilos básicos del diseño posmoderno, que a su vez generan otros híbridos. Meggs, Philip B.“Historia del Diseño Gráfico”, Mc Graw Hill, México, D.F. 2000. Poynor, Rick. “No más normas, diseño gráfico posmoderno”. Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2003. T. Oñate. “Lyotard: la escritura de la disensión” Revista de Occidente, 73, 1987. Wozencroft, Jon. “The Graphic Language of Neville Brody”. Vol.2 New York. Universe Books, 1996. Hayles, N. Katherine. “La evolución del caos.” El orden dentro del desorden en las ciencias contemporáneas. Ed. Gedisa. España, 2000. Eréndida Mancilla González Profesora en la licenciatura en Diseño Gráfico de la uaslp y en el Instituto de Investigación y Posgrado de la Facultad del Hábitat en la Maestría en Ciencias del Hábitat–Diseño Gráfico, en donde imparte materias como: Historia del diseño tipográfico, Diseño tipográfico y Taller de investigación. Es directora de tesis en la mch y participante del Cuerpo Académico Diseño y Proyecto. Publicaciones: “La Bauhaus y el espíritu de una época”. Revista Hábitat. Año 9, No. 10, 2004. “Estructuración del Diseño Posmodernista”, ponencia desarrollada en el Segundo Seminario Latinoamericano de Articulación Académica, octubre 2005 / uaslp. /7