FACUL LTAD LAT TINOAMER RICANA DE E CIENCIA AS SOCIAL LES SED DE ACADÉ ÉMICA DE MÉXICO. Maesstría en Gobiierno y Asunntos Públicos X Promoción. P 20010-2012 “A Atención de la desigual distribución del trabajo reproductivo r o a través de Políticas Púúblicas” T Tesis que parra obtener al grado de Maesstría en Gobiierno y Asunntos Públicos Presennta: Arturo Pável P Villanuueva González Directtora: Mtra. Flérida F Guzm mán Gallangoos Seeminario de tesis: t “Las mujeres m y el género: g inveestigación enn las cienciass sociales” Líneea de Investiigación: Fam milia, géneroo, grupos de edad, e salud. Investigacción realizada con el fin nanciamien nto del Consejjo Nacionall de Cienciaa y Tecnologgía México, D.F., D Agostoo 2012 I R Resumen La situacción de la deesigual distrribución del trabajo repproductivo enntre hombrees y mujeress que son pareja y conviveen en el mismo espacio plantea la necesidad n de atención y transformac t ión a través de políticas pú úblicas. Las acciones por parte del Gobierno G se han centrado principalm mente en tres bases b fundam mentales parra alcanzar la igualdadd de género.. Estos tres factores soon, la igualdad de trato, la igualdad i de oportunidad o des y el enfoqque de transvversalidad. El estudio se centra en analizar por un ladoo, los princippales docum mentos y acciones de política pública con c perspectiiva de génerro que diseñóó el Gobiernno mexicano por la necesidad de resoolver el probleema público de la desiggualdad entree hombres y mujeres. Y por otro lado, l se anaalizan documenntos sin perspectiva de género g pero que están relacionados r con el trabajo productiivo y reproducttivo. En los dos casos se s describe la l influenciaa que se susccita sobre laa distribuciónn del trabajo reeproductivo. Los resulltados obtenidos señalann que aquellaas políticas con perspecctiva de géneero tienen ciiertos alcances y limitacion nes que imppiden solucioonar el probblema de la desigualdadd distribuciónn del trabajo reproductivo r o en el esspacio menccionado; unna de estas limitacionnes es quee las caracteríssticas sociod demográficaas y económ micas de muujeres y hom mbres son heterogénea h as, es decir, esttas caracteríssticas impacttan de manera diferenciaada a aquélloos. Mientrass que las polííticas sin persppectiva de género repproducen la desigualdaad de génerro porque contiene seesgos universallistas, biolog gistas y esenccialistas, en otras palabras, no son neeutrales al género. Palabrass clave: Trabajo reproductiivo/Trabajo productivvo/División Sexual del Trabajo/H Heterogeneid dad/Reproduucción y Traansformaciónn de la desiggualdad de géénero. II A Abstract The situaation of uneequal distribuution of repproductive laabor betweeen men and women whoo are dating annd live in thee same spacee raises the need n for atteention and trransformatioon through public policy. The T actions by the government havve focused mainly on three fundam mental basis for achievingg gender equ uality. Thesse three factors are of equal e treatm ment, equal opportunities o s and gender mainstreamin m ng approach. The studyy focuses on n analyzing the t one handd, the main documents d annd public poolicy actions with a gender perspectivee that designned the Mexxican goverrnment for the t need to solve the public problem of inequalitty between men m and woomen. On thhe other hannd, documents are anallyzed without gender g but are a related too the producctive and repproductive work. w In bothh cases descrribed the influeence that arisses on the diistribution off reproductivve labor. The resullts indicate that t those poolicies with a gender perrspective haave certain achievements a s and constrainnts to solve the problem m of unequual distributiion of reprooductive woork in the space s mentioneed, one of these limitatioons is that thhe sociodemoographic andd economic characteristi c ics of women and a men are heterogeneoous , ie, thesee characterisstics impact differentially to them. While W no gendeer policies reproduce gender g ineqquality becauuse it contaains biases universalistt and essentialiist biologistss, in other woords, are nott gender neuutral. Keyword ds: Reproductive / Prodductive Woork / Sexuaal Division of Labor / heterogeneeity / Reproducction and Traansformationn of gender inequality. III Agraadecimientos Dedico esta e tesis a mis amoress: a mi esposa Ana Am malia Matíaas Meza, a mi hija Xim mena Villanuevva Matías, a mis papás Arturo Villlanueva y Pilar P Gonzállez, quienes fueron perssonas fundamenntales para sacar s adelantte no solo esta investigacción sino la maestría m en su totalidad.. Agradezcco a mi direcctora Fléridaa Guzmán poor la conduccción y aporrtes teóricos y metodológgicos plasmadoos en la inveestigación, y quien por su s pacienciaa y consejos pude comprrender y connocer los temass de Género. A todos mis amigoss y compaññeros de FL LACSO por los memenntos académ micos, festivvos y deportivoos que alentaaron mi estanncia en la maaestría. Agradezcco a la señorra Margarita Meza por suu apoyo incoondicional no n solo conm migo, sino coon mi hija, perm mitiéndome realizar r las actividades a p propias de laa maestría. IV Índice Introducciión .................................................................................................................................................... 1 Capítulo 1. 1 Desigualdaad en la distribbución del traabajo reproduuctivo como problema públlico ..................... 7 1.1. Deesigual distrib bución del traabajo reproducctivo en Améérica Latina ................................................... 9 1.2. Diistribución deel trabajo reprroductivo en México M ............................................................................. 14 1.3. Muujeres y Hom mbres ocupadoos y el tiempoo que invierteen en el trabajjo reproductivvo ..................... 18 1.4. Pooblación ocup pada con distinnto estado connyugal y la distribución deel trabajo dom méstico entre hombres y mujeres ........................................................................................................................................ 20 1.5. Insstrumentos in nternacionaless y nacionaless sobre igualddad de géneroo e igualdad enn la distribución de las tareeas de reprodu ucción. ........................................................................................................................ 22 1.6. Mééxico y los in nstrumentos nacionales n e innternacionales sobre trabajjo doméstico. ......................... 28 Capítulo 2. 2 Constitució ón, Reproduccción y Transfformación de las relacioness jerárquicas de d Género ......... 34 2.1. Coonstitución dee las relacionees jerárquicass de Género. ..................................................................... 34 2.1.1. Postura naturralista ......................................................................................................................... 35 2.1.2. El patriarcado ................................................................................................................................ 38 2.1.3. n Socioculturaal. .......................................................................................................... 39 Construcción 2.1.4. Debate sobree el trabajo productivo/reprroductivo y doméstico/extrradoméstico .......................... 44 2.2. Cóómo se reprod ducen las relaaciones de génnero .................................................................................. 47 2.2.1. Como ordenaamiento sociaal. ........................................................................................................... 47 2.2.2. Reproducción n a través de las políticas públicas ........ p ................................................................... 51 2.3. n de las relaciiones de género .................................................................................... 53 Trransformación 2.3.1. Ideas sobre laa igualdad .................................................................................................................. 53 2.3.2. Enfoque de las políticas púúblicas .................................................................................................. 59 2.4. Essquema Teóricco Analítico ............................................................................................................... 65 Capítulo 3. 3 La Heterog geneidad en laa distribución del trabajo reeproductivo en e México .............................. 67 Introducciión .................................................................................................................................................. 67 3.1. Evvidencia empíírica de la dessigual distribuución del trabbajo reproducttivo ........................................ 67 3.2. Diistribución deel trabajo reprroductivo de acuerdo a al perrfil sociodemográfico ................................ 72 3.3. Diistribución deel trabajo reprroductivo segúún la estructuura productivaa. ............................................ 76 V 3.4. Diistribución deel trabajo reprroductivo segúún las condiciones laboralees........................................... 80 Capítulo 4. 4 Políticas Pú úblicas sobre el Trabajo Reeproductivo en e México .................................................. 84 4.1. Introdducción ........................................................................................................................................... 84 4.2. Políticas Públicas para p la igualddad de Géneroo. ...................................................................................... 85 2 ............................................................................................. 85 4.2.1. Plann Nacional dee Desarrollo 2007-2012. .............................................. 88 4.2.2. LeyyGeneral paraa la Igualdad entre e Mujeress y Hombres ...................... . 4.2.3. Proggrama Nacion nal de Igualdaad .......................................................................................................... 90 4.2.4.Ley del Instituto Nacional N de las l Mujeres ............................................................................................ 93 4.2.5.De la Cámara de Diputados. Comisión C de Equidad E y Génnero. ........................................................... 94 4.3.Leyes sin perspectiva de Géneroo ............................................................................................................. 97 T (LFT T) ............................................................................................................ 97 4.3.1. Leyy Federal del Trabajo 4.3.2.Sobrre el cuidado de los hijos ................................................................................................................ 99 Conclusioones ............................................................................................................................................... 103 Recomenddaciones ........................................................................................................................................ 106 BIBLIOG GRAFIA ......................................................................................................................................... 109 ANEXO. ..................... . ................................................................................................................................. 114 VI Índice dee cuadros y gráficas Cuadro 1.. Promedio de d horas (sem manales/diariaas) por categooría ocupacioonal entre hombres y muujeres según el tiipo de trabajo o, población ocupada o de 155 años y más… ……………… ……………… ……………… ……10 Cuadro 2. Quehaceress domésticos (2008). Mujjeres con deddicación excllusiva a las labores l del hogar, h según possición de parentesco y núúmero de mennores presenttes en el hoggar, áreas urbanas. (Porcenntajes calculadoss sobre la pob blación femennina de 15 añoos y más)…… ……………… ……………………………….13 Gráfica 1. Población qu ue realiza trabbajo domésticco. Cobertura nacional…… ……………… ………………....14 Cuadro 3. Horas prom medio semannales de trabaajo domésticoo y extradom méstico por grupos g de eddad y sexo……… ……………… ……………… ……………… …………………………………………… ……………… …..15 Gráfica 2. Proporción de d hombres y mujeres por tipo de trabajjo no remunerrado. 2010………………… ….16 Gráfica 3. 3 Promedio de horas seemanales traabajadas por sexo y tipoo de trabajoo no remuneerado. 2010…………………… ……………… ……………… ……………… ……………………………… ……………… …..17 mica por ranggo de Cuadro 4.. Porcentaje de hombres y mujeres occupados en alguna activvidad económ edad…………………… ……………… ……………… ……………… ……………………………… ……………… …..18 Cuadro 5.. Población ocupada: o horaas a la semana para realizaar quehacerees de su hogaar (lavar, plannchar, preparar y servir alimen ntos, barrer)… ……………… ……………… ……………………………… ……………… …..19 Grafica 4. 4 Casados y en uniónn libre. Horras dedicadaas a barrer, planchar, servir s y preeparar alimentos……………… ……………… ……………… ……………… ……………………………… ……..................21 Cuadro 6. Rama de actividad. Total de la muestraa (absoluta y relativa)…… ……………………………… ….69 Cuadro 7. Rama de actividad. Por Sexo………… ……………………………… ……………… ……………… …..69 Cuadro 8. Posición en la l ocupación… ……………… ……………… ……………… ……………………………… …70 Cuadro 9. Posición en la l ocupación,, por sexo…… ……………… ……………… ……………………………… ….70 Cuadro 100. Jornada Lab boral. Horas a la semana… ……………… ……………………………… ……………… ….71 Cuadro 111. Distribució ón del trabajoo productivo y reproductivvo entre las parejas p que viven v en el mismo m hogar. Proomedio de horras a la semanna. Por sexo y perfil socioddemográfico… …………...............................73 Cuadro 122. Distribució ón del trabajoo productivo y reproductivvo entre las parejas p que viven v en el mismo m hogar. Promedio P de d horas a la sem mana. Por sexo y posición p enn la estruuctura productivaa…………… ……………………………… ……………… ……………… ……………… …………………77 Cuadro 133. Distribució ón del trabajoo productivo y reproductivvo entre las parejas p que viven v en el mismo m hogar. Prromedio de ho oras a la semaana. Por sexo y condicionees laborales… ……………… ………………….81 VII Introduccción La desiguualdad entree hombres y mujeres tiiene como base, b entre otras cosas, un sistemaa que asigna a cada uno acctividades esspecíficas deependiendo del d sexo al que q se pertennezca. Una parte p importante de estas taareas se desppliega en el espacio fam miliar. A las mujeres m se lees designa, social s e históriccamente,el trrabajo de la reproducción1, específiccamente el de d los quehacceres del hoggar y del cuidaado de los hijos, h lo cuall limita sus posibilidadees de aumenntar su preseencia en espaacios fuera de este ámbito, conocidoo generalmeente como trabajo t prodductivo. Estee último, poor el nado por la parte mascuulina, la cuaal tiene una fuerte presencia en la esfera e contrario, está domin pública o también lllamada econnómica y poolítica. A esta distribuciión del trabaajo se le coonoce como divvisión sexuall del trabajo (DST). La DST conlleva c unaa diferenciacción de las acctividades ennfocadas a laa sobrevivenncia de la esppecie humana, adjudicando o diferentes espacios e en función del género; funddamentalmente a las muujeres les corressponde desarrrollarla mayyor parte de sus actividaades en el ám mbito domésttico, consideerado como repproductivo (organización ( n, cuidado de d personas,, atención a la familia y mantenim miento del hogarr); mientras que a los hoombres les concierne c effectuar sus actividades a e espacios fuera en f del hogarr (espacio público) p connsiderando como c producctivo. Por consiguiente, c , se exime a los hombres de responsaabilidades repproductivas,, sobre todo en las tareaas domésticas.Es por elloo que la categoorización dell trabajo repproductivo see considera como invisiible, privadaa y desvaloriizada por las reelaciones sociales y económicas y consecuentem c mente sin reemuneraciónn.En este senntido, los espaccios de los hombres h y de d las mujerres, y las acctividades (sobre todo el trabajo) quue se realizan dentro de éste é dependee fundamenttalmente de la diferencia biológicaa (sexual) dee los individuoos, condición n que se manntiene a lo laargo del tiem mpo. 1 El trabajo reproductivo representa aquuellas actividaddes en las cuaales se produceen bienes y serrvicios tanto para p el mantenimieento de la fueerza laboral coomo para la reeproducción soocial. Se relaciiona estrecham mente con el trrabajo doméstico y actividadess cotidianas que q inciden directamente d enn el bienestarr de los actuuales trabajadoores y preparaciónn para los futu uros. Son activvidades mayoriitariamente no remuneradas, realizadas priincipalmente por p las mujeres y generalmente g asociadas a a la esfera privada (Colinas, 2008). Por lo tantoo, el trabajo dooméstico desem mpeña un papel crrucial para el funcionamiento fu o del sistema ecconómico. Porrque en aquél se incluyen los cuidados neceesarios para que loos seres human nos cotidianam mente renueven y fortalezcan sus elementos físicos y psicoológicos (educación, alimentacióón, cuidados de cualquier tippo, etcétera) inccidiendo de maanera directa en e el mantenim miento de la vidda y la reproduccióón de la fuerzaa laboral indisppensable para el e desarrollo económico y soccial(Picchio, 20001) 1 Bajo estoos términos, se fijan los roles que deeben cumpliir por separaado el hombrre y la mujeer. Se establecee, por lo tanto, t que las actividdades mascuulinascontenngan muchoo más valoor y reconocim miento; de esta forma, dichas reprresentacionees inducen una u jerarquía dentro de las relacionees sociales2. Se S establecee entonces unna subordinaación a travéés de la desiggnación per se s de las activiidades de prroducción y reproduccióón. En la DS ST se encueentra el centrro del poderr que ejercen loos hombres sobre s las muujeres. En la actuualidad las mujeres m ya no n se limitannsoloal ámbiito familiar realizando r taareas doméstticas, se han inncorporado poco p a poco a la esfera pública, p fuerra del hogar,, ya sea a traavés del merrcado de trabajoo o a la políttica, en tareaas como voluuntarias y/o en e comunidaades. Sin em mbargo la DS ST ha profundizzado las desiigualdades en e el ámbito familiar. Poor un lado, laas mujeres al a incorporarrse al mercado de trabajo, pueden induucir una redducción en el tiempo quue inviertenn en las tareaas de reproduccción;empíriccamente pueede observarrse esta connducta, aunqque hay quee destacar quue la dinámicaa del tiempo invertido enn este tipo dee trabajo deppende de varriables sociooeconómicass. No obstante, al integrar el trabajo tootal que reallizan las muujeres, mism mo que está integrado i poor las horas deddicadas al trrabajo produuctivo (en el e mercado de d trabajo) y las horas destinadas a las labores dentro d del ho ogar, es muchho mayor quue el de los hombres. h Esttos últimos al a participar poco en las tarreas doméstiicas, puedenn destinar su tiempo dispponible en acctividades para p su desarrrollo personal, al descansso, entre otrras actividaddes. Las muujeres no pueden p ejerccer este disffrute, porque all terminar su u jornada laaboral, acudeen al hogar para p continuuar con las tareas t propiaas de este espaacio. De ahí que se geneera una seriee de conflictoos de índolee personal, social s y de salud. En otras palabras, laa DST dentrro de espacio privado permite p una inequitativaa distribuciónn del trabajo dooméstico, peerjudicando el e bienestar de las mujerres. Las desiggualdades que q se presentan dentro del hogar repercuten r d distinta manera de m entrre las mujeres. Por ejemplo o, las que tienen mayor grado g de estuudio realizann menor trabbajo reproduuctivo que aqueellas que so olo cuentan con primarria. De mannera análogaa, las mujerres que obtiienen mayores salarios ded dican menor tiempo a loos quehacerees del hogar. Por el lado de los hom mbres, g existe unna constante en ellos. Enn general, deentro de las actividades de reproduccción, este grupo dedica más m tiempo al cuidado dee los hijos y de personass enfermas o de la terceera edad, dejando de lado las responsaabilidades como c preparrar alimentoos, servirlos,, lavar y pllanchar ropaa. Lo 2 HIRATA A Helena y KE ERGOAT Daniiéle. Una Nueeva Mirada a la División Sexxual del Trabaajo. En MAUR RANI, ROGERAT T y TORNS, Las L nuevas fronnteras de la desigualdad. Barccelona, 1998. 2 anterior se s traduce all hecho de quue se sientenn más comprrometidos coon los hijos y por motivoos de género loos quehacerees del hogarr han estadoo apuntaladoos para que sean las muujeres las únnicas encargaddas de llevarrlos a cabo; aunque ess menester mencionar que se obseerva en tiem mpos recientes un incremen nto en la parrticipación de d los hombrres en estas actividades. La problem mática expuesta reside en grran parte en la configuraación socioeeconómica e individual de d cada hogaar, lo que impliica necesariaamente distiintas represeentaciones deel problema.. En generall, la inequidaad en la distribución del trabajo domésstico en parejas que vivven en el miismo hogar representa r p sí por misma un u problema; sin embarrgo, distintas dimensionnes o variabbles inherentes a la vidda en sociedad contextualizzan el probleema de distinnta manera. El movim miento femin nista ha plannteado, desde distintas posturas p teórricas y accioones concretaas, la falsedad de la posturra biologista de atribuir las responsaabilidades deel hogar a laas mujeres por p el U de los puuntos hecho de que éstas tiienen la capaacidad naturral de procreear a otro serr humano. Uno ha feministaa es conseguuir la igualldad en los espacios característicoos de centrales de la luch s dominio masculino, a través de la aboliciónn de ejercicioo del poder, de la eliminnación del sesgo d lograr el reconocimie r ento de sus capacidades c no solo com mo sujetos paara la patriarcall, así como de procreaciión, sino com mo seres hum manos y ciuddadanas con facultades para p la toma de decisiones en el espacioo público. Estas possiciones y demandas d tam mbién estánn dentro de la agenda innternacionall. El movimiento feministaa ha logrado o construir un marco de d referenciaa a nivel gllobal a travvés de difereentes acciones e instrumeentos para promover p laa igualdad entre e hombrres y mujerres. Uno dee los os se estableeció dentro la l convencióón mundial por p la Elimiinación de Todas T primeros instrumento las Formaas de Discrim minación coontra las Mujjeres (CEDA AW, por sus siglas en ingglés). Otro de d los principalees instrumen ntos es la Pllataforma dee Acción de la cuarta coonferencia mundial m celebbrada en Beijínn en 1995. En esta Plaataforma de Acción se establecieroon doce esfferas de esppecial atención que represeentaban los principales p o obstáculos a adelanto de al d la mujer y que exigeen la adopciónn de medidass concretas por p parte de los l gobiernoos y la socieddad civil. Enn nuestro casso, lo que se deebe tomar en n cuentas sonn los objetivoos estratégiccos y medidaas relacionaddas con el traabajo reproducttivo. Estas acciones a queedaron patenntes en el objetivo o F (lla mujer y la economía)). En éste, se introduce la necesidadd de distribuir equitativvamente enntre hombress y mujeress las responsabbilidades den ntro del hogar y la valorrización del trabajo t reprooductivo. 3 En la Plaataforma se determinó d quue los derecchos de las mujeres m son derechos huumanos y quue los gobiernoss debían inccluir de maneera efectiva una dimensiión de génerro en todas sus s institucioones, políticas, procesos de d planificacción y de addopción de decisiones para p generaar la igualdaad de L importancia de estoss instrumentoos reside enn el hecho de d que se obbliga al Gobiierno género. La mexicanoo a cumplir con los objjetivos plantteados, paraa el caso esppecífico de la l Plataform ma de Beijín, see debe rendirr cuentas cadda cinco añoos sobre las acciones a desarrolladas. El Gobieerno mexican no al adherirrse y basarsse en los insstrumentos innternacionalles mencionaados, se enconntró con la obligación o d diseñar y modificar leyes con el de e objetivo de incorporrar la perspectiva de género y estableccer mecanism mos para la igualdad enttre hombres y mujeres. Bajo este panoorama, el Go obierno ha propuesto p attender y ressolver el prooblema de laa desigualdaad de género deesde una perrspectiva dee equiparar loos mecanism mos que perm miten a las mujeres m mayyores oportuniddades de dessarrollo y em mpoderamiennto en el plaano económiico y políticco. En eltem ma del trabajo dee la reproducción/domésstico se han desarrolladoo acciones para la concilliación familliar y el espacio laboral, como la creaación de esttancias infanntiles, permiisos otorgaddos en el em mpleo para atennder problem mas de índoole familiarr, entre otroos esfuerzos. Empero, estas e accionnes e instrumenntos no mod dificaron susttancialmentee la dinámica de particippación de loss varones, yaa que a lo largoo del tiempo o, su interveención en loss quehaceress y cuidado de los hijoss permanecee casi constantee; en otras paalabras, la inntervención de los varonnes en las acctividades dee reproduccióón es lineal, viéndose poco o afectado por las variabbles socioeconómicas y de ciclos dee su propia vida; sin en caambio, la parrticipación de d la mujer en e el trabajoo reproductivvo y producctivo se moddificó sustanciaalmente, sobrre todo en el e ámbito prooductivo. Poor ello es difícil encontrrar una adeccuada conciliación entre loss tiempos dee los dos tipoos de trabajoo. La inflexiibilidad de laa jornada labboral dificulta llevar a cab bo los cuidaddos de la vidda humana que q exige joornadas fijass, lo que proovoca tensioness y deterioro en la calidad de vida. En este contexto, c su urgen dos prreguntas de investigacióón que se reelacionan enntre sí: ¿cóm mo se aborda la desigual distribuciónn del trabajo de la repproducción//doméstico entre e mujerres y l hogares,, en los prinncipales doccumentos dee la políticaa de igualdaad de hombres dentro de los género y los vinculaados a esta problemáticca? y ¿cuálles son los alcances y límites que este abordaje tiene para el logro de laa igualdad enn torno a la distribución d inequitativaa del trabajo de la reproduccción en el ho ogar? 4 El argum mento centrall de esta tesiss es que aquuellas políticaas públicas para p resolverr la problem mática antes exppuesta y que fueron diseññadas con peerspectiva de d género tiennen un limittado alcance para eliminar la desigual distribuciónn del trabajo doméstico dentro del hogar, h porquue no considderan s micos que im mplican unaa dinámica heterogénea h de la poblaación. Y aquuellas factores socioeconóm políticas públicas diseñadas sin perspectivaa de género establecen acciones quue reproduceen la desigualddad en los hogares reespecto al trabajo t dom méstico, ya que manifi fiestan un sesgo s universallista, biologiista y/o esenncialista. Esstas políticass públicas, por p lo tanto, no son neuttrales para la iggualdad de género. Es menester m menncionar que el e Gobierno mexicano noo da la suficciente importancia al probllema que see suscita denntro de los hogares y que q está rellacionado coon la distribuciión del trabaajo reproducttivo al interiior de aquéllos El objetiivo general es mostrar que el prooblema de la l inequitatiiva distribución del traabajo reproducttivo dentro de d los hogares donde la pareja está ocupada o es heterogéneo h y la forma como c el Gobierrno mexican no propone atender a y traansformar essta problemáática a través de las polííticas públicas. La igualddad en la disstribución dee las tareas dentro d del hoogar es impoortante tanto para las muujeres como paara la socied dad en general; para ellas e represeenta eliminaar una partee importantee del ejercicio del poder que se ha establecidoo en su contra tambiéén puede peermitir valoorizar económicca y políticaamente el traabajo necesaario para la vida v humanaa. Lo cual puuede inducirr a la igualdad y transformaación de la sociedad. s El estudio tiene sustaancial relevaancia porquee se hace maanifiesto quee este tipo dee desigualdaad no p peero sobre toddo que la deesigualdad exxistente entrre las es considderado por laas políticas públicas, parejas que q viven en n el mismo hogar está invisible i denntro de la agenda a públiica. El Gobiierno mexicanoo considera que la prooblemática entre e trabajoo productivoo y reproduuctivo puedee ser resuelta a través de políticas p enfo focadas en laa igualdad de oportunidaades laboralees, de salario, de educaciónn; sin embaargo, no dettermina que la distribucción del trabbajo dentro de hogar es e un problemaa de desiguaaldad por sí mismo. Bajo este marcco, el estudioo propone modificacion m nes al diseño dee los docum mentos rectorres de la política de género vinculaddos al probleema expuestto, lo que contrribuirá a quee se realicen acciones esppecíficas parra atender la problemáticca El desarrrollo de la teesis se organniza en cuatrro capítulos. El primero de ellos plaantea el probblema de la dessigual distrib bución del trrabajo domééstico como un problem ma público. Con C este telóón de 5 fondo, see muestran datos d descripptivos sobree el tiempo de trabajo (remunerado ( o y domésticco no remuneraado) que inv vierten hom mbres y mujjeres en alggunos países de Latinooamérica, coon el objetivo de d contextuaalizar, con cifras obteniddas de la Enccuesta Nacioonal de Ocuppación y Em mpleo 2010, loo que ocurrreen Méxicoo respecto a estas activvidades y cóómo el Gobbierno mexiicano plantea reesolver esta problemáticca. En el seggundo capítulo se destacaan los aborddajes teóricoss que se relacioonan con la constitución c n, reproducciión y transfoormación de las relacionnes de géneroo. Se establecee la crítica so obre la visión que sostiene la idea dee que la mujjer permanezzca en el esppacio la posibilidaad de incorpporarse al esppacio públicco. En este puunto se mueestran privado, descartando d algunas posiciones p que q han cuuestionado laa visión androcéntrica que ha esttado presentte en distintas posturas p pollíticas. A su vez, se da un u panoramaa de cómo see ha propuessto dar solución a este probblema, por ejemplo a travvés de la iguualdad de opportunidades, de igualdadd de trato y de la postura de d transversaalidad. En el tercer capíttulo se preseenta un análisis empíricoo. A partir dee una segmentaación de la población p enncuestada enn la ENOE 2010, 2 se seleeccionaron parejas p que viven v en el missmo hogar y que laborann, para desppués analizarrvariables soociodemográáficas y cruzzarlas con al tieempo de trab bajo producttivo y reprodductivo que realizan r estaas parejas, coon el objetivvo de identificaar las variacciones en laas horas seemanales quue hombres y mujeres dedican a estas actividaddes. En el cuarto apartaddo se exhibe una serie dee políticas púúblicas que intentan i alcaanzar la igualdaad de género o. Por un laado, se desccriben políticcas diseñadaas para la iggualdad de género, g por ejemplo, laa Ley General de Igualdad d entre Hom mbres y Mujeres; tambiéén se descriiben leyes que q no contiienen mos para in ncorporar la igualdad de género prropiamente dicho, por ejemplo, la Ley mecanism Federal del Trabajo o. Finalmennte, en el capítulo cinco se exxponen las conclusionees y recomenddaciones, paara mencionnar las posibbles líneas de d investigaación que peermitan form mular leyes, reglamentos o cualquier tipo de poolítica públiica que ataaquen de manera m directa el problemaa de la desig gualdad en la esfera dom méstica, de tal t suerte quue se contribbuya a superrar el sesgo anddrocéntrico que q contieneen las actualees leyes. 6 Capítuloo 1. Desigualdadenladisstribucióndeeltrabajorep productivoccomoprobleema público s que see manifiestaa globalmentte. Este confflicto La desiguualdad de género es un problema social tiene difeerentes dimeensiones, unna de ellas es e la desiguual distribuciión del trabbajo reproduuctivo entre hom mbres y mu ujeres. Esta desigualdadd, fue señalaada por un gran g númeroo de mujerees de diversas característiccas sociales, económicas y culturales,que estánn organizadaas y movilizzadas mandar solucción a la dessigualdad dee género y a la distribución inequittativa del traabajo para dem que se annaliza, así como de las consecuenciias adversass inherentes a la disimillitud socialm mente construidda de la desiignación enttre hombress y mujeres de las tareaas dentro deel hogar. Enn este sentido, es e un probleema en el que q un númeero importannte de mujeeres tienen innterés de quue se solucionee. La divisiión tradicion nal del trabaajo por sexoo es una de las causas que q originann las condiciiones adversas de las mujeeres en las dos esferas del d trabajo (pproductiva y reproductivva), sin embargo, al interioor de estas, reaparece la división sexual s trabajjo, permitieendo que loss seres hum manos realicen sus s actividad des según el género. En la litteratura esp pecializada en e el tema (Carrasco 2006, Pfeffferkorn 2007, Ibáñez 2008, 2 Benería1994 y 2006 6) se observa que la disstribución desigual d en las l tareas, tanto producctivas como repproductivas, limitan alass mujeres el acceso a opportunidadess de crecimieento y desarrrollo personal, lo que conllleva a un nuulo reconocim miento del papel que jueega el trabajoo doméstico en el o anterior noo permite que q las mujeeresse incorpporen de manera plena a la desarrolloo social. Lo esfera prooductiva, profundizandoo su dependeencia económ mica y la suubordinaciónn con respectto de los hombbres. Estos hecchos, basado os en prácticaas sociales, van v en contrra de los dereechos fundam mentales de todo ser humaano, porque en éstos se garantiza el pleno disfruute y condicción de igualldad, tratanddo de eliminar el sistema que q permite actos a de disccriminación sobre una grran parte de la poblaciónn. Es por eso que q el moviimiento de las l primerass feministas (contextualiizadas en laa Ilustración y la Revolución Francesaa) demanda la l intervenciión del Gobiierno3,porquue buscaron la l emancipaación, 3 Es por esto, que la preesencia del Goobierno es sum mamente impoortante, porquee en él se encuuentran los reccursos económicoos y legales qu ue permiten haacer frente a los problemas demandados por p el movimiiento feministaa; este 7 promovieendo cambio os sociales a favor de la mujer (Viindicación de d los Derecchos de la Mujer M (1972)), igualdad y acceso a recursos (sobrre todo a laa educación)), independeencia económ mica, entre otraas demandass. En esta primera ola se s generalizaa el desconttento por la exclusión de d las mujeres en e la vida pú ública. Esta prim mera ola mottivó la contiinuación de la lucha a favor f de los derechos de las mujerees, lo quedio como c resultaadoel surgim miento de laa segunda ola o del fem minismo (connsiderada liberal sufragistaa) la cual promueve p la participacióón de las mujeres m en la l vida políttica a travéss del sufragio, teniendo co omo objetivoo el derecho al voto y a la educacióón: Las feminnistas planteearon a a loss estudios suuperiores y a todas las profesioness, la igualdaad de el derechho al libre acceso derechos civiles, com mpartir la paatria potestaad de los hijjos, denunciaban que ell marido fueera el administrrador de los bienes conyyugales, exiggieronigual saalario para iggual trabajo4. En esta etapa surgeen las llam madas feminnistas marxistas, radicales y sociaalistas, la cuuales evidenciaaron que el origen o de laa desigualdadd no está relacionada coon caracteríssticas biológgicas, sino con construccio ones socialess. Por ello, la l emancipación y la libbertad se debían consegguir a través de la independ dencia econóómica y la incorporaciónn de la mujer al ámbito prroductivo. Por últim mo, en la tercera ola, se institucionnalizó el moovimiento feminista fe “pooniendo fin a la mística de d la feminid dad y abrió una u serie de cambios en los valores y en las form mas de vida””. En esta etapaa surgen doss perspectivaas, el feminiismo de la iggualdad y ell feminismo de la difereencia, donde el primero reeivindica loss atributos masculinos m p para el géneero femeninno, y el segundo rescata y valora la fem minidad. onar lo que se denominaa feminismoo institucionaal. En las últtimas décadaas un Es imporrtante mencio número creciente de mujeres se posicionnó, y continnua con estta dinámicaa, dentro dee los organism mos gubernam mentales y de d toma de decisiones. d E conllevva a que las demandas de Esto d las feministaas de base (q que tienen unna continua tarea t de conccientizar, refflexionar y de d activistas en la lucha porr la igualdad d) puedan serr escuchadass y llevadas a la agenda de d Gobiernoo. movimiento evidenció la situación de desigualdad d que genera insatiisfacción persoonal y social a las mujeres y que q la juzgan com mo políticamen nte inaceptable (Subirats, 2008:32) 4 Instituto de Estudios so obre Desarrolloo y Cooperacióón Internacionnal. Historia deel movimiento feminista. Insstituto. Universidaad del País Vasco. 8 1.1.Desiggual distribu ución del trabajo reprooductivo en América Latina En este apartado see describe, en términoss generales, la dinámicca del trabaajo reproducctivo, t dom méstico,compparando la siituación deaalgunas nacioones de Am mérica específicaamente del trabajo Latina. En E el cuadro 1 se observaa el promedio de horas que q hombres y mujeres dedican d al traabajo no remunnerado, remu unerando y el total (quee es la sumaa en horas de los dos annteriores tipoos de actividaddes) y segmentados en caategoría ocuppacional. Para el caso de México, existe un u comportamiento com mpletamente inequitativo del tiempo total de trabajoo, ya que loss hombres trrabajan en tootal 64 horass a la semanna en promeddio, mientrass que las mujerres trabajan n 86 horas, lo que signnifica una diferencia d dee 22 horas a la semanna en promedioo. Enfatizan ndo el tiem mpo de trabbajo no reemunerado (el cual esstá directam mente relacionaado con las actividadess de reprodducción denntro del missmo hogar) la situación de inequidadd en la distribución de las l tareas enntes mencionnadas se profundiza, ya que los hom mbres solo dediican 16 horaas a la sem mana, mientraas que las mujeres m deddican 46 horras a las mismas actividaddes, dando co omo resultado una diferrencia de 300 horas a la semana. Para el caso de d los otros paísses la situaciión es similaar. Los hombbres, en cuaalquiera de los países prresentados, participan p coon menos hooras en prom medio por semaana en el traabajo domésstico no rem munerado, coontrariamennte a los quee sucede conn las mujeres, ya que ellass, en algunoss casos, reallizan este tippo de trabajoo hasta cuatrro veces máss que el particippante mascu ulino. Si centraamos la mirrada en la categoría c occupacional se s puede obbservar que las mujeress que trabajan por cuenta propia sonn las que innvierten máás tiempo en e el trabajo domésticoo no remuneraado; para el caso de loos hombres, los empleaadores y los que se deddican al serrvicio doméstico son los qu ue mayor tiempo dedicann a este tipoo de actividaades. Solo enn Perú y Mééxico, los hombbres que trab bajan por cueenta propia son s los que participan p enn mayor meddida en el traabajo doméstico no remun nerado. Probbablemente esto e se debaa al hecho de que los trabajadoress por cuenta prropia pasen más tiempoo dentro dell hogar, lo que q permite llevar a cabbo las funciiones antes mencionadas. Sin S embargoo, las mujerees que tambbién trabajann por cuenta propia invierten mucho más m tiempo a las tareas domésticas d n remuneraadas, lo que indica una clara no c distribuución inequitatiiva del este tipo t de trabaajo. 9 Cuadro 1.. Promedio dee horas (seman nales/diarias) por categoríaa ocupacional entre e hombres y mujeres seggún el tipo de trabajo, t poblaación ocupadaa de 15 años y más. Hombre Paísses / Categgoría ocupaccional Brasil 20008 Empleaddores Asalariaddos Cuenta propia p Trabajo no n remuneraado Servicio domésticco Total Colombiia 2009 Empleaddores Asalariaddos Cuenta propia p Trabajo no n remuneraado Servicio domésticco Total Ecuador 2008 Empleaddores Asalariaddos Cuenta propia p Trabajo no n remuneraado Servicio domésticco Total México 2009 2 Empleaddores Asalariaddos Cuenta propia p Trabajo no n remuneraado Servicio domésticco Total Perú 20110 Empleaddores Mujer Tiempo total de trabajo Tiempo trabajo remunerado Tiempoo trabajoo domésticoo no remuneraado Tiiempo to otal de trabajo Tiempo T trrabajo rem munerado Tiempo trabajo d doméstico no r remunerado 51 48 46 48 44 41 3 4 5 58 54 52 45 39 27 13 15 25 35 31 4 53 29 24 51 44 6 56 36 20 47 43 4 54 35 18 56 55 53 51 49 47 5 6 6 68 63 65 48 43 36 20 21 29 40 34 6 62 33 29 59 52 8 65 44 21 53 48 6 64 39 25 57 52 52 50 46 44 7 7 8 73 65 67 47 42 34 26 23 34 41 34 7 63 36 28 60 49 12 68 40 28 52 45 7 66 38 28 71 65 64 54 49 46 17 16 17 92 84 88 47 42 34 45 42 54 55 39 16 91 37 54 0 0 0 0 0 0 64 48 16 86 40 46 63 47 16 75 40 35 10 Asalariaddos Cuenta propia p Trabajo no n remuneraado Servicio domésticco Total Uruguayy 2007 Empleaddores Asalariaddos Cuenta propia p Trabajo no n remuneraado Servicio domésticco Total • • • • 62 64 48 48 13 17 68 73 40 31 28 42 40 26 15 65 24 41 76 50 26 67 38 29 62 47 15 70 33 36 66 58 50 49 41 34 19 19 19 92 81 71 48 39 32 45 44 40 40 28 14 74 38 41 0 0 0 0 0 0 56 40 19 79 38 43 Trabajo remun nerado: Ocuppado(a), es deecir que tuvoo trabajo remuunerado la seemana anterioor seegún la condición de activiidad económiica. Siin trabajo rem munerado: Peersona que noo tuvo trabajo remunerado la semana annterior según la coondición de actividad a econnómica. Tiempo de trabajo total: suma del tieempo de traabajo remuneerado y tiem mpo de trabaj ajo dooméstico no remunerado. r Tiempo de Trabajo T Dom méstico No Remunerado R comprende las siguientees actividadees: cuulinarias, aseeo de la vivieenda, cuidadoo y confeccióón de ropa, compras, c maantención de la viivienda, cuid dado bebes, niños n y adoleescentes, cuiidado de enfe fermos, gerenncia del hogaar, cuuidado depen ndientes y ancianos. F Fuente: CEPA ALSTAT. http p://websie.eclaac.cl/infest/ajaax/cepalstat.asp?carpeta=esttadisticas La brechha de horas promedio entre e las disttintas ocupaaciones es considerable, c , por lo quue en cualquierra de las cattegorías los hombres enn ningún moomento efecttúan por lo menos el mismo m trabajo no remunerad do, ya que estos e últimoss se concentran en tareaas donde el desgaste físiico y mental tiiene una reccompensa material (monnetaria) e inttangible (recconocimientto público, éxito, é etcétera).. De acuerrdo con la CEPAL (20010) “la caantidad y caalidad del empleo, e específicamentee los ingresos laborales deeterminan enn gran medidda el bienesttar material de d la mayoríía de los hoggares de la reggión”5 lo quee influye dee manera dirrecta en el bienestar b genneral. En este sentido, si s las mujeres de d la región son las que realizan en mayor m medidda actividaddes por las cuuales no obtiienen ingreso alguno, en ntonces estaamos ante un problem ma social y de géneeroquelimitaa las 5 CEPAL. A la hora de laa igualdad, brecchas por cerrarr, caminos por abrir. 2010 11 oportuniddades, el accceso a biennes y serviccios, perpetuuando la pauuperización de las mujjeres; ciudadanas/os que en sí miismas/as esstán diferennciadas/as por ciertass caracteríssticas socioeconnómicas y faamiliares. Este panoorama, muesstra la desiggualdad que impera denntro de la reggión, manifeestándose enn una distribuciión desigual del trabajo cualquierra que éste sea y la consecuente c asimetría de d la obtenciónn de ingresos, impactanddo de forma negativa en las mujeres.. Un factorr que juega un u papel releevante sobree la dinámicaa y el tiempoo que utilizaan las mujerees en realizar taareas sin alg guna retribucción económ mica es la presencia de hijos h dentro de la familiaa. En el cuadroo 2 se presen ntan datos de d algunos países p de la misma regiión, mismo que describen el tiempo que q utilizan las mujeress exclusivam mente en labbores doméssticas y segm mentándolass por número de d hijos y po or condición conyugal deentro de la faamilia. En el casso de Urugu uay las mujerres que son jefas de fam milia y que no n tienen hijjos utilizan poco tiempo a la semana para p efectuarr las actividaades doméstticas; este tieempo va en aumento cuuando comienzaan aparecer los hijos, yaa que cuanddo no existenn éstos el tiiempo corresspondiente es e de cuatro hooras a la sem mana en prom medio, pasanndo a veintiúún horas cuaando existen dos o más hijos. h Esto indica que el tieempo utilizaddo en estas tareases t cincco veces máss amplio conn las presenccia de más hijoss que sin ello os. No sucedde lo mismo con los paísses restantess, la utilización del tiemppo en tareas doomésticas ess casi homoggénea porquue utilizan casi c el mism mo tiempo en actividadees de hogar conn o sin las existencia e dee hijos (aunqque si hay variaciones v p pero son peqqueñas). Se debe hacer nootar que las mujeres mexicanas m soon las que en e mayor medida m realiizar estas taareas, independdientemente de d la condición parental dentro de laa familia. La situacción es un taanto dramáticca para el seegmento de mujeres quee se encuentrran en un esstatus de hijas, porque paraa todos los países p seleccionados la presencia p de hijos dentroo del hogar eleva e de formaa considerablle el trabajo doméstico, ya que al paasar de nuevve horas en promedio p cuuando no hay hiijos, pasa a dieciséis conn la presenccia de solo un u hijo y a veinticinco v h horas a la sem mana cuando exxiste dos o más m hijos; loo cual represeenta aproxim madamente el e triple de tiiempo dedicaado. También hay que mencionar m quue las mujerres que son cónyuges ven v ampliaddo el tiempoo que dedican a las tareas domésticas d n remuneraadas. En estaa condición, por ejemploo, en Colombbia y no en Ecuaddor, las horaas invertidass en actividaades propiass del hogar tienen pocaa variación entre ningún hijo y hasta dos: d en cualqquiera de esstos dos casoos, por el heecho de ser esposas e las horas h 12 de trabajo reproductiivo represenntan alrededdor de 50 hooras a la sem mana. Lo cuual indica quue la d a de estado civil c tiene unna influencia directa conn el comporrtamiento dee este variable demográfica trabajo. Cuadro 2.. Quehaceres domésticos (22008). Mujerees con dedicacción exclusivaa a las laborees del hogar, según posición de d parentesco y número de menores presentes en el hogar, h áreas urbanas. u (Porccentajes calcu ulados sobre la pooblación femeenina de 15 años y más) Totall mujeres de 15 años a y más Sin Uno Dos o más Total Jefa Sin Uno Dos o más Total Cónyu uge Sin Uno Dos o más Total Hijas Sin Uno Dos o más Total Colombiia Ecuaador M México Uruguay Venezuelaa 30.2 31.5 38.4 31.4 24..2 31..1 39..4 27..7 32.7 42.4 48.5 37 12.7 22 32.4 15.5 27.4/a 32.4/a 40.3/a 30.7/a 31.9 28.1 32.6 31.2 17..5 21..9 23..5 18..7 23.9 31.4 34.2 26 4.6 12 21.7 6.2 30.3/a 28.9/a 36.0/a 30.7/a 43.8 41.6 51.5 44 41..3 455 53..8 43..9 51 55.3 59.9 53.3 24 29.9 40.1 26.4 41.5/a 45.7/a 52.0/a 44.2/a 10.5 15.9 23.2 13.2 5.99 11..7 20..1 8.99 13.9 23.1 32.9 18.1 6 14.8 25.2 8.8 9.0/a 16.7/a 28.8/a 14.1/a F Fuente: CEPA ALSTAT. http p://websie.eclaac.cl/infest/ajaax/cepalstat.asp?carpeta=esttadisticas Bajo estee panorama,, no solamennte las mujeeres son lass que en maayor medidaa realizan traabajo doméstico no remunerado, sino que, al mism mo tiempo, son las que realizan enn menor o mayor m medida, dependiendo d o de los hijos y su posición dentro de d la familiaa, el trabajo dentro d del hogar. En otras palabras, la desigual distribución del d trabajo reeproductivo coloca a lass mujeres enn una posición que dificu ulta acceso y permaneencia en laa esfera prooductiva, prrofundizandoo su dependenncia económ mica, limitaando las opportunidadess de crecim miento e innvisibilizanddo y desvaloriizando el trrabajo dentrro del hogar. El probblema no sólo reside en el acceeso a 13 oportuniddades de em mpleo sino enn considerar su trabajo, ya y sea dentrro de su proppio hogar o fuera f de éste, como c secund dario o menoos importantee. 1.2.Distrribución del trabajo rep productivo en e México En esta sección se presentan datos d sobre la desiguall distribucióón del trabaajo reproducctivo, específicaamente del doméstico, de una muestra pooblacional con c distintaas caracteríssticas socioeconnómicas y faamiliares.Enn un contexto general paara el caso de d México, en e la gráficaa 1 se observa la evolución n de la parrticipación,enn términos absolutos, de hombress y mujeress que t domééstico. realizan trabajo Gráffica 1. Poblaciión que realizaa trabajo dom méstico. Cobertura nacional 40000 0000 35000 0000 30000 0000 Mujere es 25000 0000 Hombres 20000 0000 15000 0000 10000 0000 5000 0000 0 1995 1996 1997 1998 1999 9 2000 2001 1 2002 200 03 2004 Fuente: IN NEGI. Sistema a Nacional de Información Estadística y Geográfica. http://dgcnesy h yp.inegi.gob.m mx/cgiwin/sisesim m.exe/NIV1200. En todos los años dee la muestra,, se observa que las mujjeres represeentan en mayor medida a las personas que realizan n trabajo dom méstico. En todo el perioodo, la mitadd o menos de d los hombrres se involucraan en tareas dentro del hogar. Estaa tendencia está sincronnizada con los l datos quue se obtuvieroon de la CEP PAL y que permanece a lo largo del d continentte. Aunque es verdad quue la incorporaación de loss hombres en e estas tareeas ha ido en e aumento, la de las mujeres m tam mbién, manifestáándose en to odo el perioddo la diferenncia entre hoombres y muujeres en la participacióón de estas tareeas. 14 Esta cargga está influeenciada por múltiples asspectos, donnde la división tradicionnal del trabajjo, la organizacción doméstiica y las conndiciones económicas y sociales preesentes, marccan las pautaas de participacción y de in ntensidad dee trabajo de hombres y mujeres (IN NEGI, 20111). Por lo quue la división de d las tareass y sus posibbles efectos no n solo estáá influenciadda por el génnero, tambiénn por aspectos individualess, como la edad, y conndiciones soocioeconómiicas como laa posición en e el trabajo, en e el hogar, por p área geográfica, etcéétera. En nuesttro país el tiempo t de trabajo t que realizan tannto hombress como mujjeres y que está dividido en trabajo doméstico d y extradoméstico es similar, porque la brecha enntre los dos tipos t es en promedio de d diez horaas a la sem mana, siendoo los hombres la de trabajo (trabajo total) poblaciónn que materrializa menos trabajo tottal, que es de d 55.4 horaas a la semaana en prom medio durante el e periodo de d 2005-20110, con unaa tasa constaante de su participación p n a lo largoo del periodo (ver ( cuadro 3). 3 Cuadroo3. Horas pro omedio semanaales de trabajo doméstico y extradoméstiico por gruposs de edad y sexxo 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Grupos de edad H M H M H M H M H M H M Total 56.5 67.9 55.4 66.3 555.5 65.9 566.1 66.6 544.04 64.63 54.9 65.088 14--19 años 51 5 60.2 49.9 58.9 499.3 58.1 500.3 59.5 466.61 54.84 48.63 56.877 20--29 años 57.9 68.5 56.5 66.2 577.1 66.1 577.6 67.5 5 55.5 64.93 55.83 66.066 30--39 años 59.3 72 58.1 70.4 58.5 70.9 599.2 70.7 5 56.4 68.63 58.1 69.333 40--49 años 56.9 68.5 55.8 66.9 555.9 66.7 566.4 66.1 544.78 65.51 55.75 65.411 50--59 años 54.5 65.3 53.7 63.8 533.4 63.1 533.5 64.1 5 53.2 62.74 53.12 62.166 60 y más años 50.1 59.9 49.5 58.7 48.3 57.2 499.6 58.9 488.51 56.93 48.43 56.366 Fuente: INM MUJERES. Siistema de Infoormación Estaadística para Mujeres M y Hom mbres. Esta tenddencia es sim milar cuando se segmentaa la poblacióón total en grupos g de eddad a partir de d los catorce años. a Las mu ujeres son las que llevann a cabo en mayor m medidda el trabajo; sin embarggo, la edad juegga un papel relevante r dee la dinámicaa interna: muujeres que oscilan entre los 20 y 40 años incremenntan las horaas promedio a la semana de trabajo total. t Despuéés de los 40 años se pressenta una dism minución de las l horas de trabajo. Unaa causa de esste comportaamiento es que q en este rango r de edad, tanto homb bres como mujeres, m se encuentran e e una etapaa de reproduucción biolóógica, en misma quue está relaacionada conn el estado civil c y por consiguientee con los hiijos. Este prrimer acercamiento a la dinámica d dell trabajo doméstico en nuestro paíís, no permiite observarr con 15 claridad si s la distribu ución del traabajo domésstico tiene reepercusioness positivas o negativas sobre s las mujerres. De acuerrdo con INEG GI (2001) “lla mayoría de d las mujerees permaneccen más tiem mpo a lo larggo de su vida dentro d de la vivienda, v reaalizando el trabajo t domééstico con el cual propoorcionan biennes y servicios a los miem mbros del hoogar, educann y cuidan a los hijos y en algunoss casos es donde d también desarrollan una actividaad económicca6”; aunadoo a este heccho, sabemoos que el traabajo yoría es no remuneradoo y son las mujeres m las que q lo llevaan a cabo paara el doméstico en su may bienestarr de su propiaa familia. Gráfica 2. Proporción P de hombres y mu ujeres por tipo de trabajo no n remunerad do. 2010 Cuidado de niños, n enfermoos y ancianos 90.77 9.3 Autocconstrucción dee la vivienda 2 23.2 76.8 Mantenim miento de la viivienda y reparración de los bienes del hogar 16.1 83.9 Quehaceres domésticos 24.5 Servicio os gratuitos a laa comunidad 33 Actividades ecconómicas no remuneradas r 67 577.5 0 Hombres M Mujeres 77.5 42.5 3 40 50 60 70 80 90 100 10 20 30 I Mujeres y Hombrees en México 2011 2 Fuente: INEGI. munerado. En E particularr, los En la grááfica 2, obseervamos datos sobre loss tipos de trabajo no rem quehacerres domésticos son llevaados porel 777.5% de las mujeres, miientras que los l hombres sólo representtan 24.5% dee la poblacióón que realiza este tipo de actividaddes. En este sentido, es clara la desiguual distribuciión del trabaajo no remunnerado (entrre éstos el de d los quehaceres y cuiddados dentro deel hogar) enttre hombres y mujeres. Si relacionam mos lo anterrior con los datos del cuuadro 3, donde se presentarron cifras del trabajo dom méstico y exxtradoméstico, entonces encontramoss que si bien, el e promedio de trabajo tootal por sem mana que reaalizan hombrres y mujerees es casi sim milar, cuando dividimos d y analizamos las cifras del d trabajo doméstico enncontramos que q ellas son las 6 INEGI. Mujeres M y Hom mbres 2011. Mééxico. 16 que en mayor m medidaa realizan essta tarea. Estto se puede visualizar v dee mejor mannera con los datos d de la gráffica 3. Las mujeeres invierten n tres veces más de tiem mpo que los hombres enn los quehacceres doméstticos, ya que laas horas pro omedio a laa semana quue gastan elllas es de 27 2 horas, miientras que ellos invierten 8.8 horas en e promedioo a la semanna. La poca participación del sexo masculino m en las labores dentro d del hogar tambbién es unaa muestra de d la desiguual distribucción del traabajo doméstico. Bajo este panorama, si s ellas realizzan más trabbajo total (dooméstico y extradoméstico) y además son s las que efectúan e en mayor m medidda el trabajo doméstico, entonces poodemos decirr que existe una doble carg ga de trabajo. Gráfiica 3. Promedio de horas semanales trabaajadas por sexxo y tipo de trabajo no remu unerado. 20100 40 35 33.4 31.6 30 27 23.9 25 18.5 20 15 10 12 9.5 7.2 8.8 7.1 12.5 8.4 Hombrres Mujerees 5 0 Actividades Servicios gratuitos ecconómicas no a la comunidad a remuneradas Quehaceres domésticos Mantenimiento Autoconstrucción n Cuidado de de la vivienda y de la vivienda niños, enfermos y reparación de los ancianos bienes del hogar I Mujerres y Hombres en México 2011. Fuente: INEGI. De acuerrdo con el reeporte de Mujeres M y Hoombres en México M 20111 realizado por p el INEG GI “la participacción de la mujer m en la fuuerzalaborall no las exim me de particiipar en el traabajodoméstico y continúann siendo casi en exclussivalas responsables dee las actividdades de suss propioshoggares cubriendoo una dob ble jornadaa de trabaj ajo, lafamiliiar y la laboral, maanifestándosse y haciéndosevisible dee esta maneera la particcipación mayyor delas mujeres m en el e trabajo, como c bución inequuitativa del trabajo t familliar y unainsserción desiggual en el traabajo resultadoo de la distrib remuneraado, queen poco modificcó la tradicioonal divisiónn sexual deltrrabajo imperrante”. 17 Entoncess, con la desigual distribbución de lass tareas dom mésticas las mujeres m queedan en una clara desventajja en muchas esferas de la vida social, económicca y políticaa con respectto a los hom mbres. Por ejem mplo, en el in nforme que el Foro Ecoonómico Muundial realizóó en el 20100 sobre la brrecha global dee género, ind dica que en el e año 2010 en México la estimacióón de los inggresos percibbidos (en PPP US$) entre hombres y mujeres tuvvo una proporción de 0.42%, es deecir, los hom mbres obtienen 60% más de d ingresos que las muujeres para las mismass labores deentro del traabajo p m mayor de hoombres alfabbetizados parra el mismo año, productivvo. Además existe una proporción existe poca participacción de las mujeres m denttro del aparaato estatal, entre e otros faactores negaativos d trabajo (taanto producttivo como reeproductivo)). que se orriginan por laa desigual diistribución del 1.3.Mujeeres y Homb bres ocupad dos y el tiem mpo que invvierten en ell trabajo rep productivo En la anterior sección n, se presenttaron datos de d la dinámicca del trabajo productivoo y reproducctivo, en especíífico, del tieempo que deestinan las mujeres m en tareas t no rem muneradas, como lo son las tareas dom mésticas no remuneradaas, mismas que q se desarrollan dentro del núcleo familiar. f En esta sección se an nalizará la diinámica del trabajo t dom méstico tomanndo en cuennta solamentee a la poblaciónn ocupada. De D acuerdo con c el INEGI, esta poblaación está caaracterizada por p las “perssonas que duraante la semaana referenccia realizaroon algún tippo de activiidad económ mica, estanddo en cualquierra de las sigu uientes situaciones: trabaajando por loo menos unaa hora o un día, d para prodducir bienes y//o servicios de manera independien i nte o subordiinada, con o sin remuneeración. Aussente temporalm mente de su trabajo sin interrumpir su vínculo laboral con la unidad ecoonómica. Inccluye a los ocuupados del seector primariio que se deedican a la prroducción para el autocoonsumo (exccepto la recoleección de leeña)”. Para el año 20110, la ENOE E reportó que q 62% dee esta poblaación (ocupadaa) son hombres mientrass que38% soon mujeres. En el cuadrro 4 se obseervan datos de la mismaencuesta por seegmentos dee edad. Cuadro 4. Porcentaje dee hombres y mujeres m ocupad dos en algun na actividad ecconómica por rango de edad d Rango de edad 14 4-24 25 5-35 36 6-45 46 6-55 56 6-65 66 y más Hombre % 655 611 599 611 688 711 Mujer % 35 39 41 39 32 29 Totaal % 1000 1000 1000 1000 1000 1000 Fuente. Elabooración propia con datos deel INEGI, ENO OE 2010 18 El porcenntaje de hom mbres y mujeeres ocupadoos agrupados por rangoss de edad maantiene la misma m tendenciaa que se pressenta para laa muestra gloobal. Esta diistribución depende d en gran g medida de la edad, porrque a rangos mayores de d edad el poorcentaje de hombres h rebbasa el doblee al porcentaaje de las mujerres ocupadass. Una de laas casusas poosibles para este comportamiento ess que la saluud de las mujeeres se vea deterioradaa y se ven forzadas a permaneceer fuera de las actividdades económiccas; también n se puede dar d el caso de que en este e rango de d edad, los nietos seann una motivo para p que ellas sean lass personas que cuidenn de ellos, mientras suus hijos reaalizan actividaddes laborales. Así missmo, añadieendo los caasos en loss que efecttúan trabajoo no remuneraando, entoncces las colooca en unaa posición de d clara desventaja tannto social como c económicca: empleo de d tiempos parciales, p traabajos esporrádicos o esttacionales, seegregación hacia h ocupaciones de men nor jerarquía, bajos sallarios (Pedrrero, 2003; Mendoza y García, 20009). Presentánndose confliictos de disscriminaciónn y desigualdad, desfavvoreciendo a las mujerres y limitandoo su crecim miento persoonal. A pessar de que en épocas recientes ha h aumentaddo la participacción de las mujeres m en laas actividadees productivaas, ésta continua siendo parcial. Cuadro 5. Pob blación ocupaada: horas a laa semana paraa realizar quehaceeres de su hoggar (lavar, planchar, preparrar y servir aliimentos, barrrer) Horas a la semana 0-5 6 -10 11 - 15 16 - 20 21-25 26 - 30 31 - 35 36 - 40 41 - 45 46 - 50 51 - 55 56 - 60 mas de 60 6 S Sexo Hombre % H 87.8 68.1 37.8 16.6 11.4 3.9 2.4 1.3 1.9 2.4 16.6 2.5 4.3 Mujeer % 12..2 31..9 62..2 83..4 88..6 96..1 97..6 98..7 98..1 97..6 83..4 97..5 95..7 Fuente: Ellaboración prropia con datoos de la ENOE E 2010 Con respecto al trabaajo domésticco, el INEGII define a éstte como “ell conjunto dee actividadess que realiza unna persona para p el desarrrollo adecuuado de un hogar, h sin obbtener ningúún pago por ello. Dichas actividades a son: s limpiar la casa, lavvar los trasttes, lavar y planchar laa ropa,preparrar y 19 servir alimentos”7. Tomando T estta definiciónn, en el cuaddro 5 se expponen datos de las horass por q hombres y mujeres dedican d a queehaceres dom mésticos. semana que La mayor proporción n de hombrees que realizza este tipo de tareas see concentra en los mennores h casi 89% 8 de los hombres h pressenta rangos dee tiempo, yaa que en la frracción de cero a cinco horas, esta dináámica, por solo 11% dee mujeres. Contrariamen C nte a esto, una u mayor concentració c ón de mujeres se s establece en el bloquue de veinte horas en addelante. De nueva n cuantta se percibee con claridad las l disparidaades en la disstribución dee las tareas domésticas. d Si trabajaadores, homb bres y mujeres, laboran durante ochho o nueve horas h diariass, indica quee a la semana su s trabajo esta materializzado en 40 o 45 horas a la semana. Tomando essta última ciifra y sumando las horas de d trabajo dooméstico enttonces el tottal de horas no permite realizar ninnguna otra activvidad relaciionada con el esparcim miento o el descanso, la capacitacción, el cuiidado personal, entre otras actividades a q significaarán la posibbilidad de meejorar su callidad de vidaa. que Una de laas consecuen ncias que traae consigo laa desigual diistribución de d las tareas domésticas es la gran canttidad de tiem mpo que utiilizan para hacer h frente por un ladoo a la obtennción de recuursos monetarioos y poder obtener o los medios m necessarios para el e sustento de d la vida huumana, y porr otro lado, ejeccutar las tareeas de cuidaddo y quehaceeres dentro del d propio hogar, las ha mantenido en e un estado peermanentemente de activvidades, sinn posibilidadd de ejercer otro tipo dee acciones, como c las recreaativas o de educación. Además A de lo anterior, las tareas que q se estabblecen dentroo del hogar no son valorizaadas monetaariamente ni socialmentee, por lo cuall quedan invvisibilizadas en la esfera púública. 1.4.Poblaación ocupa ada con disttinto estado conyugal y la distribu ución del traabajo domééstico entree hombres y mujeres La distribbución del trabajo dentrro del hogarr tiene ciertoos matices cuando c la pooblación ocuupada comprendde distinto estado e conyuugal. En la gráfica g 4, se incluyen daatos de las horas h a la sem mana que los ocupados quee son casadoos/as o en uniión libre deddican a los quehaceres. q 7 ENOE, 20010 20 Grafica 4. 4 Casados y en n unión libre. Horas ded dicadas a barreer, planchar, servir s y prepaarar alimentoss 100.00% 90.00% 80.00% 70.00% 60.00% 50.00% Hombre 40.00% Mujer 30.00% 20.00% 10.00% 0.00% 0-10 hras h 11-20 hras 21-30 h hras 31-40 hras 41-50 hras 51-60 hras 61-70 hras 71-8 80 hras 81-90 hras Fuente: Elaboración E p propia con dattos de ENOE 2010 2 Las horass que los hombres dediccan a estas taareas cuandoo están bajo algún régim men seleccioonado muestrann una tenden ncia a dedicaar poco tiem mpo a los quuehaceres prropios del hoogar, en cam mbio, para el caso c de las mujeres, m sonn ellas las que q en mayoor medida desarrollan durante d el díía las actividaddes de este tipo. Por lo l tanto, loss hombres cuentan conn mayor tieempo para otras actividaddes, como po or ejemplo, mayor m descanso o cualquuier otra actiividad enfoccada en su prropio bienestarr. Los datoss indican qu ue existe unaa gran propoorción de hom mbres, casi el 90%, parrticipa con diez d o menos hooras a la sem mana en activvidades a lass tareas doméésticas del propio hogar no remuneradas. Aunque la carga de trabajo totaal es mayorr para ellas, entre éstas las condiciiones del tieempo m como la edaad, la utilizado también es distinto, ya que existen factores, coomo se ha mencionado, posición dentro de laa familia, el estado conyyugal y el núúmero de hijjos que marccan la pauta para el compoortamiento y dinámica deel trabajo en su propia caasa. La desiguualdad de géénero sustennta la desiguualdad en la distribuciónn de las tareeas productivvas y reproducttivas, porqu ue social y culturalmente c elas relacionnes entre loss individuoss justifica el qué, quién, cuuándo y cóm mo deben comportarse c e cada uno de los mieembros de la l sociedad. Las consecueencias de lo previamentte estableciddo son distiintas, porque, por un laado, el conjjunto masculino se beneficcia de las disparidades d en la distriibución de trabajo: t la comodidad c d su de papel, yaa sea en la faamilia o en laa esfera públlica, ha marccado la pautta de comporrtamiento, loo que posicionaa a los vaarones com moagentes quue reivindican constanntemente suus “derechoos y 21 privilegioos” a costa de d otras personas. Por el otro lado, laa imposiciónn social hacee pensar quee esta distribuciión es “naturral” y por loo tanto la repproducción de d la desiguaaldad se sosttiene con el paso del tiemppo; sustentan ndo con ello mecanismos de subordiinación y doominación física y mentaal sin que hastaa el momento o se pueda reesolver en suu totalidad. La posibiilidad de ressolución de este e problem ma social y público, p está planteada desde las possturas feministaas ya menciionadas, ayuudadas con instrumentoos de polítiicas tanto nacionales n c como internacioonales y de carácter c form mal e inform mal. Estos insstrumentos surgieron s por la necesidaad de hacer cum mplir los derrechos que todo ser hum mano tiene y que encaminan a la socciedad a práccticas de igualddad, permitid do al mismoo tiempo la creación c de una serie de reglamentos direccionnados particularrmente a encontrar la iggualdad entrre los géneroos. En la sigguiente seccción se descrriben estos insttrumentos, mismos m que han mitigaddo la idea dee la “naturalleza específiica” del ejerrcicio del poderr por parte dee los hombrees hacia las mujeres. m 1.5.Instrumentos in nternacionalles y nacion nales sobre igualdad de d género e igualdad en e la distriibución de las l tareas dee reproduccción. En la últiima década del siglo XX X se han establecido unaa serie de innstrumentos los cuales tiienen como objjetivo elimin nar no sólo las l desigualddades socialees y económ micas sino cuualquier form ma de discriminnación, violeencia y carrencia de opportunidades a favor tanto t de hoombres com mo de mujeres. Se ha venid do construyenndo un marcco regulatoriio o de referrencia a niveel internacional y nacional con el prop pósito de eliminar las desigualdaddes de génerro, mismo que q ha perm mitido m de reglas formaless sin llegar a ser legales aún. a institucioonalizar un marco Con la Declaración D Universal U dee los Derechhos Humanos el movimiiento feminissta tuvo un telón de fondo para poder establecer nuevas n demaandas de iguualdad. La Declaración D r reconoce quue “la libertad, la justicia y la paz enn el mundo tienen por base el reconocimientoo de la dignnidad intrínsecaa y de los deerechos e inaalienables dee todos los miembros m de la familia”. Es entoncess que la igualdaad de derech hos dentro del d núcleo fam miliar es unna base necessaria para geenerar estadoos de bienestarr social y económico, sin quue puedan ser privaddos por algún a miem mbro, independdientemente del género. La Declaracción de los derechos d hum manos estabblece en térm minos generaless los derech hos a la eduucación, al trabajo, a la l propiedadd, a la libeertad tanto física f (ausenciaa absoluta dee esclavitud)) como subjetiva (libertad de expresión, por ejeemplo), tom mando como conntexto a todo os los miembbros de la razza humana. 22 El artícullo 1 de esta declaración indica que “Todos los seres humannos nacen libbres e igualees en dignidad y derecho os y, dotadoos como están e de razzón y concciencia, debben comporrtarse fraternalm mente los un nos con los otros”. o Es poor eso que el e movimientto feministaa pone en maarcha una serie de demandas dirigidas a la igualdaad entre hom mbres y mujeeres, ya que ven amenazzados sus derecchos tanto co omo mujeres como serees humanos. Sin embarggo, en esta declaración d n se no han estabblecido sus derechos d ecoonómicos8 y sobre todo,, aquello rellacionado coon la distribuución del trabajjo dentro deel núcleo fam miliar. Ahoraa bien, en ell artículo 16 se establecee que “la fam milia es el elem mento naturaal y fundamental de la sociedad s y tiiene como derecho d a la protección de la sociedad y del Estad do”, esto es una razón para determ minar la igualdad dentroo de la sociiedad misma, suustentado po or las accionnesgubernam mentales, traducidas en políticas p púbblicas, a favoor de cada uno de sus miem mbros. Algo de que adollece esta Decclaración es la ausencia de d la igualdaad en la distribuución del traabajo domésttico. Es por esto, e que el movimientto feministaatiene en deesarrollo un marco donnde los dereechos humanos son una de las bases paara que los gobiernos g naacionales com miencen a reealizar difereentes acciones que integrren elementtos inherenntes a resollver los prroblemas esspecíficos de d la desigualddad de génerro, entre elloos la igual distribución d de trabajo. Uno U de los instrumentosmás importantes que se desarrolló d paara tal objetivvo fue la Coonvención soobre la Elim minación de todas t las Formaas de Discriminación coontra las Muj ujeres (CEDA AW por sus siglas en inglés), creadoo por el Consejjo Económicco y Social de d la Nacionees Unidas. Para el caso c particullar del trabaj ajo reproductivo, la CED DWestablecee que “el grran aporte de d las mujeres al bienestarr de la famiilia y el dessarrollo de la sociedadd, hasta horaa no plenam mente reconociddo, la importtancia sociall de la materrnidad y la función fu tantoo del padre como c de la madre m en la fam milia y en laa educación de los hijos, y conscieentes de quee el papel dee las mujerees en laprocreaación no deb be ser causa de discrimiinación, sinoo que la eduucación de loos niños exige la responsabbilidad comp partida entree los hombrees y mujeres y la sociedaad en su conjjunto9” En el párrrafo anterio or se hace manifiesto m quue los hombrres participaan poco en las tareas proopias del hogarr, y por el co ontrario, la condición en si misma deel cuidado dee los hijos ess causa neceesaria 8 Aunque en e el artículo 22 de esta Decllaración se estaablece que “Tooda persona, coomo miembro de d la sociedad,, tiene derecho a la l seguridad so ocial, y obtenerr mediante el esfuerzo e nacionnal y la cooperración internaccional, habida cuenta c de la orgaanización y dee los recursos de cada Estaado, la satisfaacción de los derechos econnómicos, sociaales y culturales, indispensabless a su dignidadd y al libre desaarrollo de su personalidad” 99 Secretarria de Relacio ones Exteriorees. Manual: Convención C soobre la Eliminnación de Todas las Form mas de Discriminaación contra lass Mujeres y su Protocolo Facultativo CEDA AW. UNIFEM::PNUD, Méxicco, 2007 23 para la diiscriminació ón hacia las mujeres, m y olvida o el heccho de que esta e actividadd es fundam mental para el biienestar sociial y económ mico, y sobree todo para la l vida humaana (misma que q será la mano m de obra necesaria n paara transform mar materiallmente e ideeológicamennte los recursos disponibbles). Es por essto que la Co onvención reeconoce la neecesidad de lograr la pleena igualdadd entre hombbres y mujeres y modificar los papeless tradicionalles (la divisiión tradicionnal del trabaajo) dentro de d la sociedad y la familia (SRE, 20077:63). AW se aprob bó en 1979 (aunque ( sus inicios dataan de 1946), sin embargoo, hasta el día d de La CEDA hoy, los avances a en materia m de igualdad parra el trabajo reproductivo no han siddo significattivos. Los datoss presentado os anteriormeente, permiteen expresar dicha d afirmaación, sabidoo el hecho dee que en esta Convención C se manifesttó la obligaación y neceesidad de inntervención por parte dee los gobiernoss nacionaless a través dell trabajo leggislativo y suu consecucióón en la creaación de polííticas públicas, con el objeetivo de garrantizar el ejercicio e y el e goce de los l derechoss humanos y las libertadass fundamenttales en iguaaldad de conndiciones enntre hombress y mujeres. Objetivo quue no se ha maaterializado dentro de la esfera fam miliar, y en una gran parte p tampocco en las essferas económicca, política y social. Es necesario subrayaar que las reecomendacioones que em mite la CEDA AW corresppondientes coon la igualdad dentro de la l familia, no n tocan aspectos de iggualdad de las tareas domésticas d n su ni d la familiaa, es decir, se s establece que debe exxistir igualddad para conntraer distribuciión dentro de matrimonnio y tener las mismas responsabillidades denttro de éste, los mismoss derechos como c progenitoores, los missmos derechhos a elegir profesión, p o ocupación y empleo y all mismo gocce de los derechhos sobre laa propiedad y disposiciónn de bienes y gestión de los mismos..Sin embargo, no se maniffiesta explíccitamente laa necesidad de igualdaad en la ejjecución de los quehacceres domésticos, que tam mbién los hoombres tieneen responsabbilidades no solo con loos hijos, sinoo con las tareass debarrer, prreparar alimentos, planchar, lavar, ettcétera. Las accioones para co onstruir meccanismos e innstrumentoss que contribbuyan a estaablecer un marco m para garrantizar la igualdad i enntre hombrees y mujerees, tienen su s origen en e una serie de conferenccias mundialles que reunió a una grann cantidad de d mujeres enn demanda a la resolucióón de sus probllemas expuestos líneas arriba. a El PNUD D hace referrencia a cuaatro conferenncias mundiiales sobre los l derechoss de las mujjeres, mismas que q “han co ontribuido a situar la caausa de la igualdad enttre los génerros en el mismo m 24 centro deel temario mundial” m conn el objetivoo de mejoraar las condicciones en el plano públiica y privado. Otro aspecto o importantee que se dessarrolló en estas conferencias fue el hecho de quue se haya em mprendido laa codificacióónde los deerechos juríídicos y civviles de lass mujeres. Estas E conferenccias se efecctuaron en México M (1975), Copenhhague (19800), Nairobi (1985) y Beijín B (1995). Para P efectoss de este traabajo tomarremos comoo base de annálisis a la última de estas conferenccias (por serr, entre otrass cosas, un intento i para conseguir laa aplicación plena y efeectiva de las Esttrategias de Nairobi N orieentadas haciaa el futuro paara el adelannto de la mujjer) La transfformación fu undamental que q se produujo en Beijinng fue el recconocimientoo de la necessidad de trasladdar el centro o de la atennción de la mujer al cooncepto de género g (ver punto tres de d la Declaraciión), recono ociendo que toda t la estruuctura de la sociedad, s y todas t las rellaciones entrre los hombres y las mujerres en el inteerior de esaa estructura, tenían que ser reevaluaadas. Otro de d los mportantes de la declaaración de esta e Confereencia es quue por prim mera vez se hizo puntos im manifiestto que los derechos d de la mujer soon derechos humanos (ppunto 14 de la Declaracción). Esta últim ma idea tuvo o que ser dessarrollada dee manera altterna a los Derechos D Huumanos debido al sesgo anndrocéntrico que tiene el e origen prrecisamente en la Declaración Unniversal de estos últimos derechos. d En esta conferenciaa se trató de d expresar clara y deeterminadam mente que debe d existir una distribuciión equitativ va de las respponsabilidaddes respecto a la familiaa (punto 15) alentando, desde d todas las esferas de la l sociedad, a que los hombres partticipen plenaamente en toodas las acciiones encaminaadas a garanttizar la igualldad. La platafforma de accción de estaa Conferenciia desarrollóó doce esferras de especial preocupaación que se coonsideraron como la representaban de d los princiipales obstácculos al adellanto de la mujer m y que exiigieron la ad dopción de medidas m conccretas por paarte de los gobiernos g y la l sociedad civil; c estos sonn: • Laa mujer y la pobreza; • Laa educación y la capacitación de la mujer; m • Laa mujer y la salud; • Laa violencia contra c la muj ujer; • Laa mujer y los conflictos armados; • Laa mujer y la economía; 25 • Laa participaciión de la muj ujer en el podder y la adoppción de deciisiones; • Loos mecanism mos institucioonales para el adelanto de d la mujer; • Loos derechos humanos dee la mujer; • Laa mujer y los medios de comunicaciión; • Laa mujer y el medio ambiiente; • Laa niña. Al aprobbar la Platafo forma de Accción de Beiijing los gobbiernos se comprometie c eron a incluuir de manera efectiva e unaa dimensiónn de género en todas sus s institucioones, políticcas, procesoos de planificacción y de adopción de d decisionees. Por connsiguiente, la l atención no se centraba únicamennte en la mu ujer y su conndición juríddica y sociaal, sino que se dirigía a reestructuraar las institucioones y la ado opción de deccisiones polííticas y econnómicas en laa sociedad en e su conjuntto. En particcular, la inveestigación see centra en lo l referente al objetivo estratégico y medidas de d La mujer y la l economía (objetivo F de la platafo forma de accción de Beijíín). Aquí se hace hincappié en que las estructuras po olíticas y económicas innciden directtamente en el e acceso de las mujeres y de los hombbres a los reecursos y pooder económ mico, y por ende tambiéén inciden en e la decisióón de cómo divvidirán su tieempo entre el e trabajo rem munerado y no remuneraado. Si las mujeres m tieneen un limitado grado de parrticipación dentro d de aquuéllas estruccturas, entonnces la capaccidad de deccisión también es limitada, razón por lo cual no son s ellas lass que determ minan cómoo se utilizarrá su s ose a los desseos y necessidades de loos hombres y del sistemaa económicoo que tiempo, subordinándo ha ampliaado las exig gencias de tiiempo dedicado al merccado para maantener un nivel n de ingrresos mínimo para p la satissfacción de las necesidaades básicass, tiempo quue las mujerres con mayyores responsabbilidades de cuidado (dee hijos/as peqqueños/as) no n pueden cuumplir. En el punnto 152 de laa plataformaa se indica quue la distribuución inadeccuada de las tareas familliares y la faltaa o ineficien ncia de servvicios como las guarderías es la cauusa, entre otros o factores, de restringirr el empleo así a como lass oportunidaades económ micas, profesionales y dee otra índolee. Por lo cual es e imperantee incorporarr políticas enfocadas e enn la distribuución equitaativa del traabajo reproducttivo, en particular aquél que se ha mencionado m e repetidas ocasiones. en Sabida cuenta c de esto, e la conntribución de d la mujerr al desarroollo es subeestimada y,, por consiguieente, su reco onocimiento social es lim mitado. Connsecuentemeente “la plenna visibilidadd del 26 tipo, el alcance a y la distribuciónn de las labores domésticcas, en geneeral del trabaajo reproducctivo, contribuirá también a que se coompartan mejor m las ressponsabilidaades” (Platafforma de Beijín, punto 1566) Asimismo, se indica que las mujjeres, particuularmente laas que tienenn hijos/as peequeños/as y que son jefas de hogar, tiienen escasaas oportuniddades de emppleo debido,, entre otras cosas, a quue las condicionnes de trabajjo no son fleexibles (cabee mencionarr que el probblema de la flexibilidad f en el empleo no n es lo reelevante, sinno la ausenncia de relaaciones y característica c as laborales que consideraan el bienesttar de la clase trabajadorra, en otras palabras, p la ausencia a elem mentos laborrales, como las guarderías para todos los trabajadoores/as sean asalariados/as o no, connlleva a una serie de circunnstancias adv versas en loss dos planos)) y a que loss hombres no compartenn lo suficientte las responsabbilidades fam miliares (Plaataforma de Beijín, B puntoo 156). La platafforma establece una serrie de accionnes enfocadaas a eliminarr las causas que originaan las condicionnes negativaas que afecttan directam mente a las mujeres, m permitiendo laa transformaación social. Poor ejemplo, el e objetivo estratégico e F.6. indica quue se debe “fomentar “ la armonizacióón de las responnsabilidadess de las mujeeres y de loss hombres enn lo que resppecta al trabaajo y la fam milia”. En este sentido, s se trata t de inceentivar, a trravés de la intervención i n del Estadoo, la distribuución equitativaa de las resp ponsabilidaddes dentro deel hogar, baasándose en la formulación de un marco m legal y esstímulos apro opiados y modificando m c ello la diivisión tradicional del trrabajo. con Además, la participaación integraal del Estadoo, del sector privado y las ONG´s debe d coadyuvvar a eliminar los estereotiipos basadoss en el géneero sobre loss papeles quue juegan hombres y muujeres d hogar. En E otras palaabras, hay que q eliminar,, con respecto a las tareas desempeñadas dentro del base en instrumento i s educacionnales y prom moción en medios m de comunicaciónn, la perspeectiva estructuraal donde los hombress sólo deben ser respponsables del d trabajo productivo (de manutencción y determ minación de reglas dentrro del hogar)) y las mujerres del reproductivo. Bajo estee esquema, los dos insttrumentos innternacionalees descritos,, exhortaronn a los gobieernos nacionalees a adoptarr medidas paara alcanzarr la igualdadd entre hom mbres y mujeeres en todaas las actividaddes de la vida en socieedad. Méxicco, al igual que otras naciones, n see comprometió a desarrollaar mecanism mos que perm mitieran alcannzar los objeetivos señalaados. En este sentido ceb ben las siguuientes preguuntas, cuálees son los mecanismos m desarrolladdosen México para p alcanzaar el objetivoo de la iguaaldad de génnero, y en paarticular, cuááles han sido los 27 mecanism mos formaless e informales que perm miten progressar en la iguaaldad en la esfera e domésstica. Por lo taanto, en la siguiente seección de describirán d a acciones quee el Gobiernno mexicanno ha implemenntado bajo el esquem ma propuesto por la CEDAW C y la Platafoorma de Beijín, particularrizando sobrre el trabajo doméstico. 1.6.Méxiico y los insttrumentos nacionales n e internacion nales sobre trabajo dom méstico. Los derecchos de los mexicanos m e están señaladdos en la Connstitución Poolítica de loss Estados Unnidos Mexicanoos. En partiicular se tom man en cueenta el artícculo 3 y 4. En el prim mero de éstoos, se establecee que los mex xicanos teneemos derechoo a la educación, mismoo que contribbuirá a una mejor m convivenncia respetan ndo la diveersidad cultuural, la inteegridad de la familia, sin que exxistan privilegioos por raza, género o relligión. En ell artículo 4 se s establece que el varóón y la mujerr son iguales annte la ley, prrotegiendo a la vez la orgganización y el desarrolllo de la famiilia. En estos dos artículo os, se garantiiza el derechho a la educación, que es e una pilar para p eliminaar los estereotippos sobre el comportam miento dicotóómico entre hombres y mujeres; además, setom ma en cuenta ottro pilar fund damental parra el desarroollo de cualqquier nación como lo es la l familia. Por P lo tanto, toddas aquellas accionesquee induzcan comportamie c entos que representen menoscabos m s sobre integridadd de la famiilia, incluyenndo las diveersidad que las l caracteriiza, son acciiones que vaan en contra dee los derecho osconstitucioonales. Respectoo a los trataados internaacionales dee derechos humanos, los l temas centrales c quue se estableceen es la elim minación de la esclavituud, de la diiscriminaciónn racial, derrecho al traabajo, condicionnes de trabaajo equitativvas y satisfaactorias quee aseguren la l remuneración económ mica, salario eqquitativo, seg guridad e higgiene en el trabajo, t iguaaldad de oportunidades dentro d del ám mbito laboral, disfrute d de descanso d y disfrute d de tiiempo libre, derecho a la l seguridadd social y al libre matrimonnio. Sin embaargo, en la realidad mucchos de estos derechos se s han violaddo, por ejem mplo, las muujeres sufrenvioolencia laborral, los salaarios entre hombres h y mujeres m en las l mismas condicioness son desigualees, las oporttunidades dee tener un mejor m empleo o con mayor m jerarqquía tambiénn son desigualees, el derech ho al trabajjo remuneraado es parciial, porque si bien las mujeres see han incorporaado de maneera sustanciaal al mercadoo de trabajo, el trabajo doméstico d quue ellas reallizan, del cual no se han desprendidoo, no permiite el plenoo desarrollo en la esferra laboral y por consiguieente el disfru ute al descannso y al tiemppo libre se ve v compromeetido. 28 Como see mencionó ó anteriorm mente, el Gobierno G m mexicano al adherirse a comprom misos internacioonales, tanto o de las Pllataformas como c la CE EDAW, form muló una seerie de polííticas públicas que se enfoccan a resolveer la violacióón sistemáticca de los derrechos econóómicos y socciales de la mujjer y en garaantizar la iguualdad de géénero. Estas acciones esstán incluidaas, en parte, en la Ley de Acceso A de las Mujeres a una Vida Libre L de Viollencia y la Ley L General para la Iguaaldad entre Hom mbres y Mujjeres. El artícullo 2 de Ley General G paraa la Igualdadd entre Hombbres y Mujerres establecee que el prinncipio rector de ésta es la ig gualdad, la no n discriminnación, la eqquidad y toddos aquellos contenidos en la s se Constitucción Políticaa de los Estados Uniddos Mexicannos. El artíículo tres inndica que si trasgredeen los princiipios y proggramas se applicará la saanción correespondiente. En esta Leey se contemplla la Transv versalidad dee género y su s implemenntación en los l tres niveeles de gobieerno; fomentanndo la iguald dad de oporttunidades, laa concientizzación, la paarticipación social, política y ciudadana dirigida a lograr la iguualdad entre hombres y mujeres, m tantto en las áreeas urbanas como c en las rurrales. También se estableecen los meccanismos conducentes a lograr la iguualdad sustaantiva en el ámbbito político,, económico, social y cuultural (Títuloo III, Capítuulo Primero, Artículo 17)). Estos insstrumentos están e resumidos en la crreación del Sistema S y ell Programa Nacional paara la Igualdad entre Homb bres y Mujeeres y la Obbservancia enn materia de igualdad entre e Hombrres y Mujeres. Los tres orrganismos tiienen como objetivo el establecimiento y el em mpleo de foondos para la prromoción dee la igualdadd en el trabajjo y los proccesos producctivos; desarrrollo de acciiones para fom mentar la in ntegración de d políticas públicas con c perspecctiva de génnero en maateria económicca e impulsaar liderazgos igualitarios. Concretamente, en México M existeen esfuerzoss en materia de conciliacción entre ell ámbito fam miliar y el laborral, que sin embargo e no han prosperrado. El objeetivo es dar mayores oportunidades a las mujeres para p su desaarrollo persoonalen el ám mbito públicco como en el privado. Como ejem mplos, tenemos en primer lu ugar el modeelo desarrolllado por la Secretaria S dee Trabajo y Previsión Social (STPS), nombrado n Modelo M de coonciliación vida v familiarr/vida laboraal. Otro ejem mplo de estee tipo de esfuerrzos es la elaaboración dee la Norma Mexicana M paara la Igualddad Laboral entre Hombres y Mujeres que q busca laa igualdad y la inclusiónn laboral, creeando condiiciones para el trabajo digno, bien rem munerado, lib bre de toda discriminaci d ión, con corrresponsabiliidad entre laa vida familliar y laboral, que q posibilitee la realizaciión plena de hombres y mujeres m (ST TPS, 2009:1). 29 Otros de los esfuerzo os que intenntan conciliaar la vida labboral y famiiliar, pero quue no ha loggrado l desigualldades en el ámbito laboral, es el Modeloo de Empreesa Socialm mente reducir las Responsaable. Este modelo m indica que cierrta institucióón de caráccter laboral cumple conn un conjunto de normas y principios referentes a la realidad social s y ambbiental; dentrro sus directtrices se encuentran la dig gnidad humaana, la caliddad de vidaa, desarrolloo humano, entre e otras. Para Saldaña (2009) este modelo se encuentra “en “ una fasse incipientee de desarroollo, tanto en e su e términos cuantitativoss (número de d empresas socialmentee responsablees), como ell tipo alcance en de firmass que desarro ollan accionees de ESR” (Saldaña: ( 20009:4). Por últim mo, en el convenio núm mero 156 de d la OIT se s reconocee que los prroblemas dee los trabajadoores/as con responsabillidades fam miliares son aspectos de d cuestionees más am mplias relativas a la familia y a la socieedad y adem más sus probllemas se agrravan por essta situaciónn, son e cuenta poor las políticcas nacionales. En térmiinos generalles se condicionnes que debeen tomarse en construyeen una seriee de artículoos y recomenndaciones (rrecomendaciión 165 de la OIT) quee van dirigidos a conciliar de d forma inttegral las cueestiones relaativas al trabbajo y a las responsabiliddades familiares de aquelllos trabajaddores/as quee se encuenntren en estte estado. Sin S embragoo, el Gobiernoo mexicano no n ha ratificaado dicho coonvenio. En materria de iguald dad entre el empleo y laa familia, poor ejemplo, de los objettivos estratéggicos que se enncuentran en n el documeento Las Muujeres, El Desarrollo D y la Paz para el Siglo XX XI, a cargo de la Secretarria De Relacciones Exterriores (20077) podemos destacar: Estrategia E C.2, c) Alentar a los hombrees a que parrticipen en condiciones de d igualdad en el cuidaddo de los hijjos y del trabajjo doméstico y a que aporten a la paarte que les correspondde de apoyo financiero a sus familias, incluso cuan ndo no vivann con ellas”. En el párrrafo anteriorr, se planteaa explícitameente la necessidad de parrticipación de hombres en e las responsabbilidades deel trabajo dooméstico. El objetivo es integrartoddas las accioonesposibles para promoverr y materiallizar la partiicipación dee cada uno de los miem mbros de la familia parra un bienestarr común, sin n que algunno de ellos se ostente como el “personaje “ b benevolente” ”. La q éstas debben ser conccretadas sobrre el sustentto institucionnal y exigenciaa de estas accciones es que legal, quue modifiqu ue sustanciaalmente los cimientos de la desiigualdad,entrre ellos esttá la transform mación y elim minación de la división tradicional t d trabajo. Poor lo que proopuesta, acciiones de 30 y recomeendaciones, quedaron en e el plano de las buennas intenciones por parrte del Gobiierno mexicanoo. En otro objetivo o estraatégico del documento d c citado se estaablece que: Fomentar F la armonizacióón de las responnsabilidadess de las mujeres y de los hombres en e lo que resspecta al traabajo y la fam milia (Objetivoo estratégico o F.6.); c) asegurar, mediante m leyes, incentivvos o estímuulos que see den oportuniddades adecuaadas a las mujeres m y a loos hombres para obteneer licencias y prestacionees de paternidaad y matern nidad; promoover la distrribución de las responssabilidades del d hombre y la mujer resspecto a la familia f en pie p de igualddad, incluso mediante leeyes, incenttivos o estím mulos apropiadoos, y promov ver además que q se facilitte la lactanciia a las madrres trabajadooras. En este objetivo see contemplaa la instituucionalizacióón a través de reglas formales de d la participacción del hom mbre en los cuidados de los hijos sinn que ello cause conflicctos laborales. La situación es que empresas yorgannismos gubeernamentaless no cuentann con la mism ma perspectiva ni mucho menos m con un u marco jurrídico para que q las emppleadas/os juustifiqueny utilicen u partee del tiempo laaboral en llev var a cabo laas tareas proppias del hoggar. De acuerrdo con el Centro de Esttudios para el e Adelanto de las Mujeeres y la Equuidad del Géénero “las emprresas percibeen las cargass familiares como una amenaza a paraa el rendimieento laboral,, ésta percepcióón limita la promoción y en algunoos casos asceenso de las trabajadorass, quienes suufren una evideente discrim minación en sus derechoos laborales. No se recoonoce la funcción social de la reproduccción y lo qu ue ésta conlleeva, al contrrario, las muujeres son quuienes soporrtan los costoos de la conciliiación de la vida v familiar y laboral, pues p no se hay h instrumentadas polítiicas públicass que les garantticen los mín nimos indisppensables paara tal compaatibilidad.” Bajo estaa perspectivaa, por un ladoo el Estado apunta a a connsolidar la viida familiar y laboral sinn que ellos sea motivo de dificultadess para cualqquiera de lass partes, perro por el otrro, no otorgga un marco noormativo eficaz que perrmite llevarlo a cabo, ess decir, las recomendac r iones en maateria laboral y familiar y su u consecuennte interaccióón no son suuficientes parra lograr tal objetivo. Unno de los factores que imp piden que se s concreticee dicha recoomendación es que “ell resultado de d la maciones eco onómicas ha debilitado laa capacidad del estado mexicano m parra cumplir eficaz e transform y oportunnamente sus responsabiliidades en materia de derrechos econóómicos, sociiales y culturrales, así como su derecho a la libre detterminación””. 31 Estas defficiencias en n la aplicacióón y consecuución de los acuerdos enn cuanto a deerechos hum manos y de las mujeres m ha incidido, i porr ejemplo, enn una reduccción de activvidades y dee la relevanccia de sus aportaciones paraa dar transveersalidad a laa perspectivaa de género, en varias dee las unidadees de c en las secretarrias e instittuciones de la APF” y en que “en “ su papeel de género creadas procuradooras del bieenestar famiiliar, las muujeres, han sufrido el deterioro d dee la calidad y la insuficienncia en la prrestación de los servicioos de salud y de educación, así com mo la precariiedad de los apooyos socialees a las áreass de reproduccción domésstica10” Así pues, a pesar dee la existencia de instrum mentos interrnacionales y nacionales encaminaddos a d de género en e todos loss aspectos dee la vida en sociedad, de d las actividdades sustentar la igualdad económiccas y familiares, siguenn existiendo un gran núm mero de accciones que van v en contrra de aquéllos. La carga dee trabajo se ha incremenntado para las mujeres, porque mucchas de ellass han d en las respoonsabilidadees del entrado a la esfera laaboral sin quue esto repreesente una disminución trabajo dooméstico, lo o cual impidee un desarroollo integral en cualquierra de las doss esferas (púública y privadaa). La particcipación del Estado en eliminar e las desigualdaddes entre hom mbres y mujjeres es de suma s importancia, porque el problemaa social al quue nos hemoos referido im mpacta de manera m negattiva a una partee sustantiva de mujeress; mismas quue se han organizado o p para que seaan cumplidaas las demandas de igualdaad. Las orgaanizaciones mundiales m soon un sustennto institucioonal y legal para que en el futuro la sociedad, s enn términos generales, g noo tenga connflictos famiiliares, laborrales, nte por pertenecer a ungénero en particuular. La uttilidad de estas etcétera, simplemen de en el hechho de las dem mandas de laas mujeres han h sido escuuchadas de forma fo organizacciones, resid parcial por p gobierno o nacionaless y por lo tanto inadeccuadamente resultas, yaa que contiinúan existienddo prácticas que van en contra de todo t el marcco normativvo, tanto internacional como c nacional. Así, la vincculación de la l población afectada, laas mujeres, con el Estadoo se ordena de d tal suerte quue el probleema social particular, como lo ess la desiguaaldad de géénero, buscaa ser solucionaada a partir de d la instituccionalizaciónn de las dem mandas de laas mujeres, convirtiéndos c se en un asuntoo de la agen nda pública y erigiéndosee una posiblee solución sobre s las políticas públiccas. Entoncess, por un lado nos encontramos e s con una población de distintaas caracteríssticas socioeconnómicas, con n un impactoo heterogéneeo de la desiigual distribuución de las tareas dentrro del 10 Diagnóstiico sobre la sittuación de los Derechos Hum manos en Méxiico. Oficina deel alto comisionnado de la Nacciones Unidas parra los Derechoss Humanos en México. 2003 32 hogar; y por el otro lado, l se exhiibieron una serie s de insttrumentos quue reflejan loos mecanism mos y condicionnes que pueeden conduccir a los esttados nacionnales a diseñar e impleementar polííticas públicas con el objetivo de modiificar la situaación adverssa que las mujeres m padeccen en el intterior f En particular, la l actuación de México y su ratificación a conveenios de su vidda laboral y familiar. y estrateggias ha sido o incipiente o nula, miismo que reepercute neggativamente en alcanzaar los objetivoss de igualdad d de género. De esta mannera es impoortante hacerr las siguienttes preguntass que están relaacionadas co on estos hechhos: 1. ¿P Por qué exisste un impaccto heterogééneo en el problema p de la desiguall distribuciónn del trrabajo reprod ductivo? 2. Sii este impaacto no es homogéneo entonces ¿Cuáles ¿ varriables socioodemográficcas y ecconómicas son s susceptibbles a los caambios en laa dinámica de d la distribuución del traabajo reeproductivo al interior deel propio hoggar en nuesttro país? 3. ¿Q Qué accionees concretass ha implem mentado el Gobierno G mexicano parra resolver dicha d prroblemática?? En el caapítulo tres se analiza con c detalle aquellas vaariables relacionadas coon caracteríssticas propias de d mujeres y hombres que q viven enn el mismo hogar h y quee laboran, coon el objetivvo de identificaar qué es lo que q afecta enn menor o mayor m medidaa la distribucción del trabbajo reproduuctivo dentro dee estos hogarres, particulaarmente de la distribucióón de tareas como el cuiddado de perssonas y quehaceres doméstiicos. Sin embaargo, es neccesario exam minar primerramente las causas quee originan laa desigualdaad de género assí como los factores quue la reproduucen, para poder ofrecerr alternativaas de una poosible solución. Para ello es e preciso mostrar m algunnas posturas teóricas enm marcadas enn el pensamiento feministaa. El siguien nte capítulo se expone las posturasmencionaddas, que perm mitirán teneer un panoramaa más ampliio sobre la desigualdad, d , no solo de género, sino también de d la distribuución del trabajjo reproductiivo. 33 Capítuloo 2. Constitu ución, Reprroducción y Transform mación de laas relacioness jerárquicaas de Género Constitución n de las relacciones jerárrquicas de Género. G 2.1.C Los debaates para deffinir la categgoría de génnero como centro c de annálisis dentroo de las cienncias sociales no n han alcan nzado una definición d o concepto homogéneo. h Existen, enttonces, un cierto c número de d posicionees teóricas que q se circunnscriben en marcos teórricos dominaantes y susteentan las accionnes políticass de demandaa de igualdad de género.. Sin embaargo, el conccepto géneroo es una cattegoría centrral de análisis en el pennsamiento teóórico feministaa, en donde lo l femenino y lo mascuulino son connstruccioness sociales y culturales, c p lo por cual, a loo largo de laa historia, la dinámica y construcción social hann permitido identificar i q la que desigualddad social y política tieene como trasfondo las diferencias anatómicass entre los sexos s (Cobo, 19995). El pensaamiento fem minista, afirm ma que la desigualdadd entre hom mbres y mujjeres no es una construccción naturall, como lo han afirmaddo algunos filósofos políticos (priincipalmentee del periodo de d la Ilustracción), sino que q es precisamente la deesigualdad social s y políttica laque innduce la idea dee inferioridad d de las mujeres. Como lo indica Roosa Cobo (19995) “la teorría feministaa abre un espacio teórico nuevo n en la medida m en que q se desveela y cuestioona tanto loos mecanism mo de poder pattriarcales máás profundoss como los discursos d teóricos que pretenden legiitimar el dom minio patriarcall”11 El fem minismo noo solo ha criticado al sistema patriarcal p c como fuentee de subordinaación de mu ujeres en refeerencia a loss hombres, ha h trabajado en eliminarr todo un sisstema de dominnación mascu ulino desde diferentes d abbordajes. Se habla de un sistem ma patriarcal, donde la caaracterística motriz es ell ejercicio deel poder; tam mbién se hace reeferencia a un u sistema enmarcado e por lo roles y los estereottipos, de la estratificació e ón de géneros así a como dee las valorizzaciones socciales jerarqquizadas, danndo como resultado la falsa concepcióón de que algunos seress humanos tengan t mayoor valor que otros. Incluuso se alude a un sistema en e términos de las relaaciones econnómicas de producciónn y su consecuente divvisión sexual del trabajo. Un sistemaa donde soloo confluyenn y se relaccionan hom mbres y mujjeres, entendidaa esta relaciión como diicotómica. El E pensamiennto feministta contiene en e sí mismoo una 11 COBO, Bedía B Rosa. 10 0 palabras clave sobre Mujer. 34 vivo que depende dee las caracteerísticas socciales particularridad, a sab ber, en un movimiento m imperantees y de los grupos a loss que se hagga referenciaa. Como lo manifiesta De Barbierii “las categoríaas teóricas so on históricas, por lo tannto, están reeferidas a prrocesos sociaales específi ficos” (De Barbbieri, 1995) Si el muundo, entoncces, es la tootalidad de los l hechos y el primerro viene detterminado por el segundo, existe una necesidad n exxplicita de annalizar, peroo sobre todo de integrar,, estas postuuras y u visión completa del d problemaa de la dessigualdad dee género, dando d la razzones generar una específicaas del por qué q existe una u construcción jerárquuica entre loos seres hum manos, dondde los varones son s los que se s beneficiann de ello. Sii se conoce el e objeto, enn este caso el e problema de la desigualddad, en un amplio a sentiido, acercándose lo máss posiblea laa compresióón de su eseencia, entonces se puede conocer todaas las posibiilidades de ocurrencia o d este probblema (propiiedad de internas y externas) y su consiguuiente solución, sin quee importe el tiempo o ell espacio, yaa que estos doss elementos cambiantes serán los precedentes p d transform del mación sisteemática tantoo del análisis como c de la so olución. La inequuitativa distribución del trabajo reprroductivo enntre las pareejas que vivven en el mismo m hogar pueede explicarrse por elemeentos muy particulares, por p ejemplo, a través deel patriarcadoo, sin embargo,, también inffluyen aquelllas estructuuras originaddas por las coomplejas rellaciones sociiales, por lo prropios indiviiduos, por innstituciones,, organizacioones y polítticas públicaas; todas ellaas en conjunto recrean un na serie dee normas y reglas quue implican la formacción de vallores, interpretaaciones y siignificados. En cualquiiera de las fuentes de desigualdadd se percibbe un ejercicio del poder. 2.1.1.. Postura naturalista n La postuura naturalistta sobre la desigualdad d entre hombbres y mujerres es un ennfoque que en sí mismo noo figura denttro del propiio pensamiennto feminista, más bien es un enfoquue reaccionaario a lo planteaado en la Ilu ustración. Enn este perioddo, caracterizado por el Romanticism mo, se planttea la idea de que q la vida humana h se basa b en hechhos relacionaados con la religión, loss sentimientoos, la pasión. En E otras paalabras, las ideas sobre el hombree racional, que q permeó el pensam miento ilustrado,, es desdeñaado por los románticos. Es por elllo que surgee un rasgo característicco: el naturalism mo. 35 De acuerrdo con Vallcárcel (20008) el punto central dell discurso naturalista n ess que “todos los varones son s genéricaamente supeeriores a todda las mujerres”, lo quee implica unn discurso donde d hombres y mujeres pertenecen p a una división dicotómiica misma que q jerarquizzó las relaciiones perioridad “nnatural” quee se correspoondía con unna inferioriddad “natural” del sociales: “Era un sup colectivoo femenino” (Valcárcel,, 2008:24). Esta “naturraleza” máss allá de puuro hecho de d la procreaciión, que a fin de cuenntas es una de los motivos que innspiran la continuación c n del patriarcaddo, indica que q las mujeeres por el hecho h de serrlo no puedeen participarr en los espaacios culturalm mente caracteerizados porr lo varones “es todo aqquello que see resiste a ser modeladoo por las impossiciones artifficiales de unn orden culttural institucionalizado coactivament c te. Al pensarr a la mujer coomo naturaleeza (y al hom mbre como reflexivo), se le percibbe al mismo tiempo com mo el centro heemorrágico por p el que dicha d naturaaleza amenazza permanenntemente coon irrumpir en e el seno mism mo de la culltura” (Higueero, 2012:911). Este hechho se debe co ontextualizaar en la época referida (eel Romanticismo) porquee en ella exisste el discurso que enaltecce los sentim mientos, el amor, entre otros facttores similaares, permitiiendo entonces colocar a laas mujeres enn la categoría de lo inm mediato, de actividades a fu fuera de la raazón: “A fin dee no contemp plar la injusticia políticaa derivada del d sexo, el romanticismo r o argumentóó que esa desiggualdad era “natural”, “ frrente a los que q con anteerioridad habbía sostenidoo que era ética y política. Todavía máás, se afirm mó que tal desigualdad d era esenciall y constituttiva” (Valcáárcel, 2008:25). Se constittuye y justiifica, entoncces, la postuura que colloca a “la mujer” m com mo lo e culttural, “absolutaamente otro””. Como resultado, se le niega a la mujer el acceso al estatuto porque carece, c entrre otras coosas, de inddividualidadd. Una de las caracteerísticas de esta individuaalidad es que es necesarrio desarrolllar la autocoonciencia y eliminar rasstros de esenncias sobre la inmediatezz. Lo femennino no puede soslayaar estas tipoologías, conncluyendo en e la construccción culturall de la inferiooridad de lass mujeres a partir p de sus especificidaades “naturalles” Valcárcell refiere lo dicho por Hegel, H afirm mando que las mujeres tienen una serie s limitadda de figuras que q se pued den dar denntro de su ley. Perteneccientes a laa familia, esstán fuera de d la ciudadanía y de los in ntereses univversales. Tam mpoco tieneen individuallidad en senttido pleno: son la madre, laa hija, la espo osa, la herm mana…de algguien que si tiene t individdualidad. Loo femenino ama a y desea geenéricamentee, mientras que lo maasculino, poor individuoo, individualliza” (Valcáárcel, 2008:30). 36 Una posttura radical de esta persspectiva natuuralista es laa establecidda por Schoppenhauer, mismo m que afirm ma que “el sexo mascuulino es refflexivo y ell femenino es inmediatto…con toddo lo repentinoo y rápido o que ocurrre en la naturaleza, desde esee florecimieento comieenzan inmediataamente a deecaer. Los vaarones se vaa afirmando con la edadd…las mujerres no entiennden, no interpretan, no calculan finas,, en fin, son seres que carecen de innteligencia, equidad e o viirtud. En lo fem menino no están e las carracterísticas propias de lo humano. Por ello lo femenino no n es exactameente inmoral, sino que, al a ser absoluttamente natuural, no perttenece a la moral, m es amoral” (Valcárceel, 2008:33)). Solo se suponen s natturalmente capaces c paraa perpetuar la especie y su esencia es e trascendeerse en otro. Y al no ser s ciudadannas entoncess no puedenn ser, de orrigen, individuoos: “las mujeeres no debeen tener dereechos y debeen ser educaadas a la sum misión. Un mujer m libre y educada, e unaa mujer quee exige dereechos es una vergüenzaa para la raazón” (Valcáárcel, 2008:35). Ángeles Jiménez J (19 995) indica que q sobre el postulado de d la desiguaaldad naturall se sigue diirecta y necesarriamente la desigualdadd política, económica y social. Si nos n basamos en este heecho, entonces las estructurra analizada en la evidenncia empíricca (capitulo tres) t tendrá, en parte, quue ser explicadaa por la ideaa de que las mujeres “naturalmente son inferiorres”, lo que les ha impeedido una mejoor penetració ón en el merrcado de trabbajo y una reeducción connsiderable en e las actividdades reproducttivas. La herenccia a esta po ostura se enm marcó en el periodo de la l Ilustraciónn. De acuerddo con Valccárcel (2008), este periodo se caracterizzó por ponerr en juicio teemas que enntre sí poco se s relacionabban y omo la liberrtad y la reliigión, la natturaleza, la libertad, l entrre otros facttores. más bienn divergía, co Bajo estaas aristas dee estudio, la ideas sobree ciudadaníaa, poder, etccétera, podíaan contemplaar de cierta maanera a las mujeres, m sin embargo, noo se salva deel hecho funndamental soobre la distinnción de los sexxos, distinció ón entre mujjeres y varonnes. Como loo indica De Miguel M “proonto se compprobó que una cosa era quee la Repúbliica [Francessa] agradecieese y condecorase a lass mujeres poor los servicios prestados y otra que esttuviese dispuuesta a reconnocerles otraa función quue la de maddres y esposas” (De Migueel, 2006:2244). La desiggualdad dee las mujerees frente a los hombrees en ficar la supueesta inferioriidad de las primeras, p a pesar p términos políticos y sociales, perrmitió justifi d la de que se les conssideró necessarias para la victoria de la Revvolución y comienzo de industriallización. Es por ello quue para el siglo XIX lass condicionees de desiguualdad estuviieron plenamennte estableciidas, como por p ejemplo, a las mujeeres se les negaba los deerechos civiiles y 37 políticos más básicos, sin posibilidad de alcanzar autonnomía propiia, además aquellas a muujeres ndustria (quee eran las máás pobres) lees fue negadaa la posibiliddad de recibir los que ingreesaron a la in beneficioos que se orig ginaron de laa industrializzación, paupperizando aúún a las mujeeres. Ahora biien, la idea de igualdad entre serees humanos, entre mujeres y varoones, solo esstaba disponiblle a los hom mbres, sobre todo a los de d una comuunidad polítiica, dejando de manifiessto la idea de la l natural jeerarquía massculina (Valccárcel, 20066). Políticam mente solo loos hombres eran iguales, es e decir, la igualdad quueda parcialm mente instauurada, porquue está definida a partiir del sexo: al masculino. La desiguualdad entree los dos sexos s se deeclara por lo l tanto nattural, establecieendo que laas mujeres solo puedenn participar en las tareeas fuera deel ámbito soocial, político y cultural. 2.1.2.. El patriarrcado El feminiismo radicall apuesta a laa transformaación del sisttema que colloca a los vaarones en la cima del poderr y beneficiaarios de la doominación sobre las mujjeres. Estas feministas, surgidas s dessde el feminism mo liberal, marcaron m disstancia de aquellas a fem ministas polítticas, porquue mientras estas últimas colocaron c al a sistema capitalista c e la fuentee de desiguualdad y oppresión, paraa las es feministaas existe un sistema espeecífico que subordina s suus acciones a partir de las l necesidaddes y pensamieentos de loss varones. Si S bien las distincioness entre las “feministas políticas” y las “feministtas” son episstémicas, exiiste una relaación intrínseeca entre suss dos posturras ya que ubbican al sistemaa capitalista y el patriarccado fuertem mente relacioonados: es necesaria n la existencia e dee uno para la reeproducción del otro y viceversa. v Paara Hartmannn, citada porr Cobo (20066), el patriarrcado es “un coonjunto de reelaciones soociales entre los varones, relaciones que, si bienn son jerárquuicas, estableceen vínculos de d interdepeendencia y solidaridad s e entre ellos para p dominaar a las mujeeres” (Cobo, 2006:62). 2 Esta concepttualización tiene t como base la associación hiistórica entrre la distinciónn que separaa a las mujeeres y los hoombres, entrre la mujer como naturraleza y el varón v como culltura. En el mismo texto de d Cobo, se explicita quue el patriarcado visualiiza a lo fem menino comoo una masa com mpacta que no es capaaz de consttruir su proppia individuualidad. Loo anterior puede p encontrarrse en la postura naturaalista, sin em mbargo, las feministas modernas m addvierten que más allá de laa naturalidaad y de la falta fa de razóón de las muujeres, el siistema patriaarcal utilizaa este 38 discurso para reprodu ucirse y amppliarse en loos ámbitos de d las relacioones sociales. Esta socieedad, basada enn el ejercicio o del poder masculino m soobre el femenino, cohesiiona a los grrupos patriarrcales para incoorporar y accumular podder “el patriiarcado no es otra cosaa que un siistema de paactos interclasiistas entre lo os varones” (Cobo, ( 2006:63). Los espaccios asignad dos a los varrones, espaciios que se caaracterizan por p la toma de d decisionees, de materializzar contrato os, en generral, de los espacios e en los que el raciocinio impera i sobrre las acciones,, son distrib buidos entrre aquellos que se preetenden com mo iguales; dentro de esta distribuciión de espaccios se adhieere intrínsecaamente el pooder y dominio sobre laas mujeres. Éstas, É que son las l otras, esttán limitadass socialmentte a entrar al a círculo de dominio, poorque se revvisten de ciudaddanos “naturralmente infeeriores”. El patriaarcado por tanto se connstituye com mo colectivoo para ejerceer el poder desde cualqquier ámbito dee la vida soccial, teniendoo a la esfera política com mo lugar connveniente parra implemenntar y ejercer acctos que perrmiten suborrdinan a las mujeres y que q éstos se justifiquen j a antes la sociiedad misma. Una U de estass acciones ess precisamennte la desiguual distribucción de las taareas doméssticas dentro dee los hogaress. Los hombbres han convvenido entree ellos (con ayuda del siistema capitaalista que necesita en perfeectas condicciones físicass y mentaless a la fuerzaa de trabajo)) que las muujeres lleven a cabo casi po or completoo los tareas que q involucrra la reproduucción y coonservación de la h mieentras que ellos e mismoos han pactaado que los únicos que pueden reaalizar especie humana, actividaddes dentro dee los espacios sociales, políticos p y ecconómicos soon los varonnes. 2.1.3.. Construccción Socioccultural. Independdientemente de los temaas subyacenttes, la desiggualdad entree los sexos se cimienta y se perpetua dentro de un u sistema complejo de relacioness sociales, sin s embargoo para Scottt este sistema no n ha podido o ser explicaado íntegram mente por el movimientoo feminista “Aunque “ se diga que la deesigualdad, de d la cual la sexualidad es la fuente,, está englobbada en un sistema s comppleto de relacioones socialess, sin explicaarse cómo fuunciona este sistema” (Scott, 1996:2274). Bajo lass diversas formas f de integración y manifesstación del sistema quue reproducce la desigualddad de génerro, Scott exppresa que cada una de elllas no se relaciona con las otras, si bien no son exxcluyentes mutuamente m , si están deesasociadas. Por lo cuall esta autoraa advierte quue es 39 necesarioo “rechazar la calidad fija y permaneente de la oposición binaaria, lograr una u historiciddad y una deconnstrucción genuina g de loos términos de d diferenciaa sexual” (Sccott, 1996) Al hablarr de una co onstrucción sociocultura s al es necesarrio mencionnar que existen dos possturas políticas que pueden n explicar laa constitución de las relaciones de género. g Estaas posturas están e expuestass por Teresitta de Barbierri: Estánn quienes co onsideran ell género com mo atributoo de individduos, frente a quienes lo considderan como ordenador social, construcción collectiva e hisstórica. Para las primeraas, subyaace la idea dee que la sociiedad es sóloo la sumatoriia de los inddividuos que la componeen. El géénero es, po or lo tanto,, un atributto o caracteerística que permite claasificar a loos indiviiduos. Para quienes se alejan a del inndividualism mo y piensann que la socciedad es alggo más que q el conjun nto de los seeres humanoos que la integran, el génnero es una dimensión de d la socciedad, aquellla que surgee a partir de un real, la existencia e dee cuerpos sexxuados (…) el centroo del análisiis no serán los varones y las mujerres, sino lass reglas, norrmas, valorees, repressentaciones y comportam mientos colectivos (19966: 9) El primerro de ellos se identifica como un prooceso individdual que impplica que hoombres y muujeres desarrolleen un processo subjetivo e individuaal de identidaad femeninaa y masculinna con base en e su entorno social s y cultu ural sobre laas diferenciaas sexuales. En este senntido adquierren identidaddes y roles de género. g La id dentidad es, entonces, ell género mism mo. Los indivviduos, por lo tanto, inntegran una conducta baasada en estructuras noormativas quue se institucioonalizan o see enmarcan sobre un mecanismo m dee reglas, ya sean formalles e inform males, inducienddo valores y las propiass emociones de los indivviduos/as. El E patriarcado, al organizzar y estableceer precisameente estas noormas, al creear instituciones, como la familia (tradicional) ( o la iglesia, entonces utiliiza ese podeer auto confferido para subordinar a las mujeress, enaltecienddo la esencia de d lo mascullino sobre loo femenino. Por el conttrario, la carracterística individual i d las de mujeres se s basa en el e supuesto de d que éstass por “naturaleza” son amorosas, a paacíficas, passivas, capaces de d apoyar y cuidar a otrros, entre otrras virtudes; sobrevaloraando el caráácter de maddres y reproducttoras. La segunnda postura, la l holística o estructural, se identificca, por un laddo la perspectiva de los roles sexuales, y por el otro o el concepto de laa División Social S del Trabajo. T Coon respecto a la 40 perspectiva de los ro oles sexualess, Parsons (11959) exponne que la cooncepción fuuncionalista de la d únnico y predeccible vinculaado con el prrocesos de modernizació m ón de familia suupone “un desarrollo las socieddades (…) laa familia es sobre todo una agenciaa socializadoora” (Camareena, 2003:2667) y por esta razón cadaa miembro de ella debbe desempeññar roles esspecíficos e inmutabless que permiten la homogen nización de la l conducta dentro d y fuerra de este esspacio. Las funciones f báásicas de la insttitución famiiliar es la dee inducir la sociabilizació s ón de los hijjos con el enntorno y el apoyo a emocionaal de los adu ultos. Sin em mbargo, existte una estrucctura internaa de jerarquizzación basadda en la edad y el sexo, dán ndoles a los hombres lass responsabilidades de manutención m económica de la familia, a la mujer see le asigna el e rol de cuiidadora del hogar h y criaanza de los hijos h (Camaarena, 2003), deeslindando por p completoo a los varonnes de estas últimas ú responsabilidadees. Esta form ma de organizacción es funccional para los hijos, loos padres, y la sociedaad en su coonjunto. Paraa De Barbieri, los individu uos al ser porrtadores de sentimientos s s, de procesoos psicológiccos, fundameentan 1 ciertas iddentidades in ndividuales y adquieren roles r y papeles que son funcionales12 para el sisstema social. Peero estos atrributos indivviduales, quee permiten laas preferencias sexualess, De Barbierri las consideraa como estátticas “no dann cuenta de las transicionnes, de las am mbivalencias, las reversiiones que ocurrren en la vid da de los inddividuos varrones y mujeeres y menoos aún las paautas normattivas, representtaciones coleectivas, valoores, prácticaas sociales que q ocurren fuera de los individuos”” (De Barbieri, 1995). Porr lo tanto, se s establece que a cadaa rol sexuall correspondde una activvidad relacionaada con el traabajo sea estte productivoo o reproducctivo. Un factoor importante que explica la constiitución de las l relacionees de géneroo, se basa en e la división sexual del trabajo t (DST T). Las activvidades en sociedad s quee los hombrres llevan a cabo están funndamentadass específicam mente por el sexo, es decir, d algunaas actividadees se relacioonan, bajo un constructo c social, con laa biología de d los varones, mientrass que otras actividades a e están reservadaas a la biolo ogía femenina. La DST T actúa com mo ordenadoor social y sobre s todo como c fuente paarticular dell ejercicio del d poder y de la jerarqquización dee actividades. La dimennsión trabajo, está e caracterizada históóricamente por p la ambiivalencia y dicotomía en e la asignaación 12 De acuerddo con Gidden ns: el funcionaalismo sostienee que la sociedad es un sistem ma complejo cuyas diversas partes funcionan conjuntamente c e para generar estabilidad e y soolidaridad. Seññalan que las partes p de una soociedad funcionnan al unísono, all igual que lo hacen h las del cuerpo c humanoo, en beneficioo del conjunto.. Talcott Parsoons tenía un especial interés en la l socialización n de los niños y niñas y creía que la existeencia de las fam milias establess que apoyarann a sus hijos era ell factor clave para p una sociaalización exitosa. Según la iddea de Parsonss, la familia oppera de manerra más eficiente sii hay una claraa división sexuual del trabajo en la que las mujeres m tienenn roles expresivvos, proporcionnando cuidados y seguridad a los l hijos y ofreeciéndoles apooyo emocionall. Por su parte, los hombres han de desem mpeñar roles instruumentales, es decir, d proporcioonar el sustentoo de la familia. 41 (imposiciión) de las taareas dentro de cada socciedad, extenndiéndose a lo largo del espacio. Nuuestra sociedadees se caraccteriza por la dominación mascuulina sobre las mujerees en todass las dimensioones o activiidades, incluuido el trabaajo; son los varones paddres-esposos-jefes del hoogarpatrones o jerarcas lo os que ejerceen el poder13. En palabbras de Florres (2010) “a “ cada rol sexual correesponde unaa actividad específica en e lo referente al trabajo, con base enn las diferenncias biológgicas y de soocialización. En una fam milia masculino debe d hacer frente a las l actividaades producctivas nuclear, el rol instrumental-m remuneraadas como mediador m enttre las esferaas pública y privada; mientras m que el rol expresivofemeninoo a las de reproduccióón, usualmente no rem muneradas y concentraddas en la esfera e privada144”. En este seentido, los esspacios de loos hombres y de las mujeres, y las acctividades (ssobre todo el trabajo) t que en él se reealizan depeenden fundaamentalmente en la difeerencia biolóógica (sexual) de los individuos. Conndición manntenida a loo largo del tiempo, connllevando a que socialmennte se institu ucionalice enn términos normativos y legales. La DTS, por tanto, in ndica la difeerenciación de d las actividdades enfocaadas a la sobbrevivencia de la especie humana, ad djudicando diferentes espacios enn función del sexo, correspondiiendo fundamenntalmente a las mujeress desarrollarr la actividaad en el ám mbito doméstico consideerado como repproductivo y a los hoombres en el e ámbito público p considerando como c produuctivo (organizaación, atenciión a la fam milia y manteenimiento deel hogar). Mientras M que para los varrones sus tareass se enfocan n en el ámbiito productivvo- público. El primero es invisiblee y el segunddo es visible, uno u carece de d valor y ell otro no. Esta E DST see ha instituciionalizado dentro d de maarcos normativos, lo cual invisibiliza el e conflicto que q existe cuuando los inndividuos noo pueden inggresar en espaciios de acción n distintos a los estableciidos, es deciir, impide obbservar a sim mple vista quue los seres hum manos no necesariamentte deben estaablecerse en un área de trabajo t en paarticular, y sobre s todo, si esta posició ón conllevaa ejercicio del d poder y subordinación. En ottras palabraas, la institucioonalización generalizada g a del supuestto de que lass mujeres soon las únicass responsablees de llevar a cabo las tarreas dentro del hogar y del cuidaddo de otros seres humaanos no perrmite vas consecueencias tanto a nivel inddividual com mo a nivel social que ellas observar las negativ experimeentan. 13 DE BAR RBIERI, M. Teeresita. Ob. Cit.. FLORES S G. Natalia. Cambios en laa dinámica ideentitaria de género y en la división d del traabajo de hombbres y mujeres miigrantes de reto orno. Tesis de Maestría M en Ciiencias Socialees. FLACSO-M México, 2010 14 42 Es así quue el sistemaa constituidoo por aspecttos tanto inddividuales coomo sociales son el sustento que perm mite reprodu ucir las desiggualdades en cualquier esfera; paraa nuestro caaso particulaar, la estructuraa laboral y sociodemoggráfica perm mite que al innterior de loos hogares las l mujeres sean tanto expplotadas porr la pareja misma com mo por el mercado m (en términos generales, g poor el capitalism mo). Las rellaciones de poder se innstitucionaliizan permitiiendo que laa las diferenncias biológicaas se convieertan en deesigualdadess sociales y familiares bajo la iddea ampliam mente implemenntada de la “naturalezaa de inferiorridad” de unn sexo en particular. p A Aunado a estto, la división sexual s del trrabajo es unaa construccióón de géneroo que conlleva relacionees de desiguaaldad y que ésta é ha sido o constituidda y reprodducida, no solamente por las innterpretacionnes y significacciones que sobre las diferencias d sexuales y loos trabajos que realizaan las mujerres y hombres se hacen en e la socieedad, sino también t porr los sesgoss que implíícitamente están e u s, biologistass y esencialistas. contenidoos en las pollíticas públiccas, a saber, los sesgos universalistas Pero cóm mo se planteaa una forma de transform mar y eliminnar las desiggualdades quue el sistemaa crea y mantieene. Políticam mente se cuuestiona precisamente a la estructuura, que pueede ser traduucida como unaa sustancial parte del sisstema sexo/ggenero, ejecuutando accioones que perrmiten merm mar la capacidadd de este sisttema para juustificar la deesigualdad. Estas E accionnes se sustentan con actoores y sujetos poolíticos que tratan de inccidir no solam mente en la agenda públlica, sino inddividualmentte. Las accioones antes mencionadas m s, sin imporrtar desde quue marco teeórico se connsideren, buuscan socavar aquella a natu uralidad imppuesta desde aspectos soociológicos y políticos. Como lo inndica Valcárcell (1995) “Declarar "natuural", es deccir, legitimarr una desiguualdad tan patente, p ha hecho h muy cóm modo no ten ner que tom marse nunca en serio laa igualdad humana h ni la l libertad, y ha permitidoo poner fron nteras sobree todo a la primera dee ellas, la iddea de iguaaldad, demassiado turbadoraa”. Es por lo anterior, que el sisteema crea meecanismos se subordinaación a partiir del ejercicio del poder, por p ejemplo políticas p quee jerarquizann a los ciudaadanos, que en e muchas de d las ocasioness excluyen a las mujeres de tal adjeetivo, o que son explotaadas y suborrdinadas desde la familia y desde el mercado m labboral. Estos mecanismoos son lo quue día a díaa el movim miento feministaa trata de elim minar. En párraafos anteriorres se hizo referencia al trabajo doméstico, productivo,, reproductivvo y extradom méstico. Cadaa uno de elloos representa un particuular conceptoo que está reelacionado con el 43 género, sin s embargo o, debe ser aclarado para poder establecer e eliminar ambbigüedades y su incorrectaa utilización n. 2.1.4.. Debate so obre el trabajo producttivo/reprodu uctivo y dom méstico/extrradomésticoo De acuerrdo con la Reeal Academiia de la Lenngua Españolla, trabajo ess todo aquelllo que resullta de la actividdad humanaa. Para el INEGI, I el trabajo t es un u sinónimoo de ocupaación, que es e la realizacióón de una acctividad econnómica, ya sea s de manerra independiiente o suborrdinada. En estas dos conceptualizacio ones está impplícita o expplícitamente la apariciónn de los serees humanos y su c la transfformación material m de la naturalezaa para su proopio beneficcio. La distinnción relación con es que paara uno el trrabajo es unn categoría general g que involucra i a seres humannos, para el otro, también involucra i a estos últim mos pero conn la distincióón que el IN NEGI los cooloca en el plano p económicco. Ahora biien, de acu uerdo con Colinas C (20008) el trabaajo producttivo se defiine por aquuellas “actividades en las cuales se producen p biienes y servvicios destinnados al inntercambio en e el mercado o acumulación, y por taanto, su realiización es reeconocida y valorada ecconómicamennte y socialmennte: es trab bajo mayoritariamente remunerado y generalm mente asociiado a la esfera e pública” (Colinas, 20 008:10) Sin embargo, bajo b esta deffinición exisste una distiinción sobree este tipo de trrabajo, si bien en la maayoría de loss casos es reemunerado, existe trabajjo productivvo no remuneraado, que se caracteriza c p actividaddes, por ejem por mplo, de voluuntariado o en comunidades. Esta mism ma autora deefine al trabajo reproducctivo como el e “conjuntoo de actividaades en las cuuales se produccen bienes y servicios tanto t para el e mantenim miento de la fuerza laborral como paara la reproduccción social. La primera incluye todaas las actividdades cotidiaanas conociddas como traabajo doméstico o quehaceeres del hogaar, destinadas a mantenerr diariamentte a las persoonas trabajaddoras actuales y preparaciión para loss futuros. Son actividaddes mayorittariamente no n remuneraadas” (Colinas, 2008:10). Este E concepto también see diferencia en remuneraado y no rem munerado: deentro del remunnerado se en ncuentran acctividades coomo el trabajjo domésticoo remuneraddo (servidum mbre), guarderíaas, lavanderrías, entre otras; o el traabajo reproductivo no remuneraddo se enfoca en actividaddes específicas del hogarr, por ejemplo, el cuidaddo delos hijoos, ancianos, lavar, plannchar, preparar alimentos paara los integrrantes de la familia, entrre otras activvidades. 44 Bajo estaas dos conceptualizacioones de trabaajo reproducctivo y prodductivo, la constante c quue se observa es e que en esstos dos tipoos de categooría, indepenndientementee si es remuunerado o noo, las actividaddes están anccladas a las necesidadess del mercaddo, porque en e el caso del d productivvo, la relación es e directa y clara, para el e reproductivo esta relacción se tornaa menos eviddente, sobre todo el trabajoo reproductiv vo no remunnerado. En esste último caaso, los cuiddados que se especificann para el mantennimiento de la vida hum mana, tambiéén son activiidades necessarias para el capitalismoo. La fuerza meental y física de la fuerzza laboral see base en loss cuidados, alimentación a n y descansoo que el trabajoo reproductiv vo integra en la cotidianneidad, y quue esta llevado a cabo en la mayor parte p del tiemppo por mujerres, sin estass actividadess no habría seres humannos capaces de transform mar a la naturalleza y la con nsecuente reeproducción social, y soobre todo la plusvalía quue el capitallismo puede obtener de las actividades de los seres humanos. NEGI utiliza la categoríaa de trabajoo extradomééstico como un sinónim mo de Por otro lado, el IN e conceptoo se refiere necesariame n ente a Poblaciónn Económicamente Actiiva. En otrass palabras, este la particippación económica de loss ciudadanoss, desde actiividades laboorales asalarriadas o no, hasta h actividaddes informalees, dejando de d lado todaas aquellas acctividades que no están relacionadass con actividaddes dirigidas al mercadoo, incluso see toma en cuenta c aquelllas personass que si bieen no realizan actividad a alg guna para essta esfera, sii están dispuuestas en lo inmediato a llevarlas a cabo (que de acuerdo a con el e INEGI se refiere a la población p deesocupada). Mientras tanto, el trrabajo domééstico es refferido a todaas las activiidades que se s llevan a cabo dentro deel hogar, in ndependienteemente si es remuneraddo o no. Poor lo tanto no todo traabajo doméstico es reprodu uctivo “No toodo el trabajoo domésticoess sólo reproduuctivo, unodee sus componnentes no lo es:en el caso de las famiilias sinniños/as hay maantenimientodde la fuerzaa de trabajo pero mbos casos seea no remunerrado.Lo mism mo puede deccirsedel cuidaddo de noreproduucción a pesarr de queen am ancianos/aas dentro del hogar” (Bennería, 2006,111). Entonces, las actividaddes del trabajoo doméstico no se trasladan al mercado, sin embargo, sucede lo coontrario, porqque muchas de d las tareas que se considderan e esfera. como reprroductivas se conducen a esta La famillia es “la esfera e dondee conviven e interactúaan personass aparentadaas de génerros y generacioones distintaas. En su senno se construuyen lazos de solidaridadd, se entretejjen relacionees de poder y autoridad, a see reúnen y diistribuyen reecursos para satisfacer laas necesidaddes básicas de d sus miembros, y se defi finen obligacciones, respponsabilidadees, derechoss con arregglo a las noormas culturaless y de acueerdo a la eddad, el sexo y la posición en la rellación de paarentesco dee sus 45 integrantees” (María de los Ángeeles Pérez Villar; V 20099: 192). Bajoo esta definnición, el traabajo doméstico llevado a cabo concreetamente denntro del hoggar, es distribuido segúnn las condiciiones mencionaadas. El INEG GI puntualizaa que el trabbajo doméstiico es un “cconjunto de actividades no remunerradas destinadaas a la produ ucción de bieenes y serviicios para el consumo dee los miembbros del hogaar, el funcionam miento y el mantenimieento de la innfraestructurra familiar” (INEGI; 19999:17)15. Por lo que toda aquella acttividad que se enfoca enn satisfacer las necesiddades de los miembros de d la familia se s vincula con c el trabaajo doméstico, viéndosse beneficiaddo este gruupo por aquuellas actividaddes, que en laa mayoría dee los casos loo realizan las mujeres. Es E precisameente en esta arena a donde see reproduce la fuerza de d trabajo que q necesita el capital para p su proopio desarrollo16, Pedrero indica i que“een los hogarees se gestan o refuerzan las relaciones de inequiidad de géneero, y ahí la reaalización dell trabajo dom méstico es una u de las reealidades differenciadas de d género quue se derivan de d prácticas históricas h dee relación enntre hombress y mujeres, clases y genneraciones17. Esta misma auutora clasificca las funciones del trabaajo domésticco en: • P Proporciona ar vivienda:: limpiarla, realizar trabajos t de mantenimiiento, reparrarla, a amueblarla, equiparla, hacer h trámitees para compprar o alquilaar una casa o departamennto. • P Proporciona ar nutrición:: planificar la comida,, adquirir los ingredientes, preparrarla, s servirla, limp piar los platoos, etcétera. • P Proporciona ar vestido: laavar, planchaar, coser, com mprar ropa o adquirir tella y confecciionar r ropa, etcéterra. • P Proporciona ar cuidados: a los niñoss, a los enfeermos, a los ancianos deelicados, u otros m miembros dee la familia que q requiereen apoyo connstante. Así, la definición d de d ámbito doméstico d abbarca tanto las relacionnes interperrsonales quee los miembros de la famiilia efectúann cotidianam mente, como aquellas acttividades productivas quue se consumenn dentro deel hogar, es decir, todaas aquellas acciones dirrigidas a prroducir biennes y servicios dentro de laa arena familliar que proccuran el biennestar de cadda uno de loss integrantes. 15 INEGI, Estadísticas E de Trabajo Domééstico y Extraddoméstico en México, M 1995-11999. México, 2001 En el sisstema capitalissta, el capital representa al factor que muueve a la econnomía ante su calidad de geenerar ganancias para p las/los pattrones a través de la explotación de la fuerzza de trabajo. 17 PEDRER RO, Mercedes.. Género, trabbajo doméstico y extradom méstico en Mééxico. Una esstimación del valor económicoo del trabajo do oméstico. Méxiico, 2004 16 46 Solo com mo referenciia, hay que recordar quue nuestro análisis a se centró c explíccitamente enn las tareas ennfocadas al cuidado de personas sin pago y actividades a como plancchar, lavar ropa, r preparar y servir alim mentos; dejaando de ladoo aquellas actividades a d mantenim de miento del hogar, como repparar la vivieenda, amueblarla y equipparla. Bajo estee esquema del d trabajo doméstico, se debe llevar a cabo un análisis de las polííticas públicas con perspecttiva de géneero e identificar cuál es la l propuesta o mecanism mo para induccir la l actividaddes dentro del d hogar. También T se deben tomaar en igualdad en la distriibución de las cuenta aqquellas polítiicas sin esta perspectiva de género, y mostrar cuuál el sesgo que q portan desde d su diseñoo. Sin embaargo es neccesario recallcar que exiiste una relaación conceeptual entre lo naturalm mente necesarioo y aquello que q se fundaamenta para la reproduccción social y el sistema económico. Así, el trabajoo reproductivo/productivvo, sea o noo remuneraddo, esta inheerentemente conectado a las categoríaas económicaas. Mientrass que los coonceptos de doméstico/eextradoméstiico conservaan su estatus soobre las activ vidades, porr un lado, prropias del hoogar y son noo remuneraddas, mientrass que por el ottro lado, el extradomésstico implica que las actividades a d los seress humanos están de e directameente relaciionadas coon lo ecconómico, fuera del hogar. Las categgorías reproducttivo/producttivo son máss generales y más ambigguas, las otraas categoríass son concreetas y pueden seer claramentte limitadas en e su acciónn. Por ello, en esta investigación, como c princiipio, se utilizza la categooría reproducctivo/producctivo, porque abarca a en grran medida las relacionnes socialess que caractterizan las conexiones c entre hombres y mujeres. No obstantee, para podeer analizar con c mejor detalle d lo quue sucede coon la distribuciión del trab bajo reproduuctivo entree hombres y mujeres ocupados/as o en los proopios hogares, es necesario o hacer la distinción d dee que el traabajo reproduuctivo se paarticulariza a las actividaddes propias del hogar, como barreer, plancharr, preparar alimentos y el cuidaddo de personas.. 2.2.C Cómo se reprroducen lass relaciones de género 2.2.1.. Como ord denamientoo social. En un inntento por obtener unaa definiciónn de género que puedaa explicar cada c uno dee los problemaas inherentees a la desiigualdad enttre hombress y mujeress, Scott (19996) exponee dos proposiciiones se relaacionan entrre sí: “el géénero es un elemento coonstitutivo de d las relaciiones 47 sociales basadas b en las diferenciaas que distinnguen a los sexos y el género g es unaa forma prim maria de poder””. Scott no solamente s inntroduce el concepto de género g que ha h tenido consenso dentrro de una gran variedad dee grupos, com mo lo es el hecho h de quue el género explica las desigualdade d es en nciones biollógicas y suus posibles consecuencia c as18; sino tam mbién incluyye la términos de las distin concepcióón del ejerciicio del podeer. La conceeptualización n de género vista como relaciones r soociales compplejas hila cuatro c elemeentos: símbolos culturalmen nte disponibbles; concepttos normativvos que mannifiestan las interpretaciiones de los siggnificados dee los símbollos; nocioness políticas, institucionalees y organizzaciones sociiales; y por últiimo el elemeento de la iddentidad subjjetiva (Scottt, 1996). Estos cuatro eleementos inteegran desde asppectos indiv viduales hastta estructuraales, eslabonnados unos con c otros por el ejercicioo del poder. Seegún esta inttegración dee elementos,, mismos quue no se pressentan todoss juntos a laa vez, sino que se manifiesttan en un momento m y espacio especcífico, el poder siempre está presennte ya que el género es un medio m vital para p que aquéél exista o see articule. Teresita De Barbierii hace evideente el apoyyo a esta conceptualizaación de género, ya quue de acuerdo con c esta auto ora, Scott “aabre la posibbilidad de coomprender que q internam mente, la relaación social géénero es din námica, capaaz de cambbiar y de geenerar transfformacioness sociales”199. De Barbieri si bien es partidaria p dee la construccción de la anterior deffinición de género, g paraa ella existen diferencias d fundamentale fu es a nivel micro m y macro en esta definición. d P un lado hace Por referenciaa a aquellaas posturas que consideeran al génnero como una u propieddad inherente al individuoo, mismos qu ue en conjunnto generan la dinámica social. Peroo estos atribuutos individuuales, que perm miten las prefferencias sexxuales, De Barbieri B las considera c coomo estáticas “no dan cuuenta de las traansiciones, de d las ambivaalencias, las reversiones que ocurrenn en la vida de d los indiviiduos varones y mujeres y menos aúún las pautaas normativaas, representtaciones collectivas, vallores, prácticas sociales quee ocurren fueera de los individuos” (D De Barbieri, 1995). 18 Esta difeerenciación con nstruida con baase en aspectoss sociales y cuulturales, ha subbyugado de maanera profundaa a las mujeres. La L desigualdad d que tiene coomo base las diferencias coorporales de carácter c sexuall, construidas en la realidad, soocial, históricaa y espacial. Enn esta categoría de género, están referidos los mecanismoos relacionaless entre hombres y mujeres, la rellación entre lo masculino y lo femenino, y por ende, su mutualidad m en la l práctica. Coomo lo indica Celeebarti y Mesa (2009): “A partir p de las diiferencias anattómicas entre mujeres y varrones se consttruyen interpretaciiones y símbo olos sobre qué significa, y qué q consecuenncias tiene en la vida social,, el ser mujer y ser hombre ” 19 DE BAR RBIERI, Teresiita. Certezas y malos entendiddos sobre la caategoría de génnero. 48 Lo anteriior puede fraanquearse a partir de unna perspectivva holística o estructurall. Esta óptica del género peermite incorrporar una seerie de elementos fuera del d individuuo como es la división seexual del trabajjo, la organizzación del poder, la reprresentación y un sistemaa de estatus que q es manteenido por una configuración c n de prestigiio, donde a los l varones se s les incorpora per se a la vida públlica y por ordennamiento a laas mujeres en e la vida priivada. La visiónn estructurallista se entieende como un u sistema que q asigna significado s a los individduos. Este sisttema De Baarbieri lo define d comoo un sistem ma sexo/género mismo que permitte la ordenacióón de tres cu uestiones prinncipales a) la l actividad reproductiva r a b) el ordennamiento dessde la familia y b) el ordenamiento enn el mercaddo de trabajoo. En otras palabras ess un sistemaa que ordena toodas las relaaciones sociaales (De Barrbieri, 1995)). Una formaa más concrreta de visuaalizar este sisteema sexo/géénero es dessde la posicción de Inchháustegui (22007), autorra que afirm ma lo siguiente: “las relaaciones de género de la moderrnidad queddan todas fundadas en el androcenntrismo, ord denadas por las tres esstructuras centrales de las sociedaades capitallistas modernass: 1) El Estado; 2) El Meercado y 3) Las L Familiass”20. En la primera dimen nsión se consstituyen las normas, vallores, instituuciones y orgganizacioness que ordenan el e comportaamiento instiitucional y los derechoss de los ciuddadanos, origginados por una visón donnde el homb bre es el sujjeto de referrencia, lo quue ha llevaddo a que lass mujeres teengan mermadoos sus derecchos como personas, p deebido a las limitaciones l relativas a su participaación activa y a la repressentación dee intereses en las insttituciones deel Estado21. En la seggunda dimensióón, se estableecen aquelloos mecanism mos que perm miten la incoorporación de d las personnas a actividaddes económicas y de inntercambio. Dimensión donde la participación p n de la mujeer se entiende como un su ujeto secunddario, suborddinadas con respecto a los l hombres, lo cual im mplica que se leegitimen lass brechas enn cuanto a salarios, s rem muneración, puestos y oportunidade o es de 22 2 ascenso profesional p . La tercera estructura reegula la sexuualidad, la reeproducciónn, la vida privvada, las relaciiones con lo os hijos, la trasmisión t d patrimonnio y la asiggnación de oportunidade del o es de desarrolloo entre mujeres y hombbres. Cabe mencionar m q en este ámbito, muuchas mujerees, al que entrar a la esfera del mercado labboral, encuentran una seerie de dificuultades para desarrollarsse, ya 20 INCHÁ ÁUSTEGUI, Teresa T y UG GALDE, Yam mileth. Materiiales y Herrramientas Connceptuales paara la Transversaalidad de Génerro. 21 INCHÁU USTEGUI, Teresa y UGALD DE, Yamileth. Guía metodollógica para la institucionalizzar la perspectiiva de género en la l Administración Pública del Gobierno dell Estado de Hiddalgo, México,, 2007. 22 INCHÁU USTEGUI, Teeresa y UGALD DE, Yamileth. 2007 Ob. Cit. 49 que por un u lado tieneen que estar al pendiente de los cuiddados de la familia, y por el otro, tiienen que atennder su trabajo producttivo mismo, lo que im mplica que la l oferta de trabajadoraas se encuentraa en un estad do desfavoraable, ya sea porque p el tieempo laborall es parcial, el trabajo mismo m es esporáádico, estacio onal o a dom micilio, bajoss salarios y trrabajo volunntario. La doble jornada tam mbién es una de las conseecuencias dee esta integraación público-privada. Como C indica Inncháustegui “para manttenerse activva y competitiva en el mercado de d trabajo, se s ve obligada a pagar un costo c de opoortunidad ya sea en térm minos monetaarios (el salaario de otra mujer m que la sustituya en laa labor domééstica); en tieempo (la dobble o triple jornada); j en costo emocional (la culpaa por enajen narse de la casa y “desscuidar a laa familia”) o inhibiendoo o anulanddo su fecundidaad. Soportan n así, tanto en e la familiaa como en ell mercado, loos costes de la contradiccción del sistem ma económ mico” (INCH HÁUSTEGU UI: 2007, 177). Además,, existe unaa gran gruppo de mujeres categorizada c as como trabbajadoras fam miliares no remuneras r y que llevan a cabo una doble d jornada compuesta c po or trabajo exxtradomésticco y doméstiico, de trabaj ajo productivvo y reproduuctivo (Pedrero,, 2004). Porr lo tanto, el e análisis de d la desiguualdad de géénero no deebe estar baasado únicamennte sobre aspectos a inddividuales, ya y que exissten elemenntos externoos al sujeto que necesitann ser explicaados por elem mentos econnómicos, políticos e institucionales.. A su vez, estos elementoos no siempre dan cuentaa de lo que sucede s con la l formaciónn cultural e histórica h de cada individuoo. La inequitativa distriibución del trabajo t reprooductivo, orriginado desdde la desiguualdad de génnero, entre lass parejas qu ue viven enn el mismoo hogar pueede ser expplicada por elementos muy particularres, sin emb bargo, tambiién influyenn en este com mportamientto las estruccturas originnadas por las relaciones r sociales, s poor lo propioos individuoos, por insttituciones, organizacion o nes y políticas públicas; to odas ellas enn conjunto reecrean una serie s de norm mas y reglass que implican la formación de valorees, interpretaciones y significados. s . En cualquuiera de las dos fuentees de desigualddad se percib be un ejerciccio del podeer. Si centram mos la mirada en los suujetos estudiaados, se observva que están inscritos enn actividadess productivass, ya que deddican una paarte de su tieempo a realizarr a desarrolllar tareas quue implicar la obtenciónn de un paggo o salario. Entonces, es e de suponersee que dentro o del hogar las actividaades doméstticas deberíaan tener un comportamiento equilibraddo en cuantto al tiempoo que dedican hombres y mujeres. Pero no suucede esto. Las mujeres con c ciertas característiccas, como poor ejemplo, las que reciiben pocos ingresos, nivveles escolaress bajos y están incorporradas en acttividades quue tradicionaalmente sonn exclusivam mente 50 para los hombres (ccomo la ram ma de la coonstrucción),, recae en ellas, e en maayor medidaa, las omésticas, a pesar de que q pueden realizar las mismas labborales fueraa del responsabbilidades do hogar. 2.2.2.. Reproduccción a travvés de las poolíticas públlicas El conceppto de polítiica pública se s toma de laa propuesta que realiza Joan Subiraats, et. al., yaa que en ella se contemplaan aspectos como la disscusión de distintos d enffoques teóriicos (tratanddo de tomar paartes significcativas de cada uno de d éstos), laa integraciónn de aspecttos científiccos y operacionnales; en estta dirección se intenta describir, d coomprender y explicar ell funcionam miento del sistem ma político administrattivo en su conjunto y sus interaccciones conn los actorees no gubernam mentales (Su ubirats, 2008:26-27) Según estte autor (200 08:33) “todaa política púbblica” apunta a la resoluución de un problema p púbblico reconociddo como tall en la agennda gubernaamental. Reepresenta puues la respuuesta del sisstema político-aadministrativ vo a una situación s dee la realidaad social juuzgada políticamente como c inaceptabble”23. Así pues, p la reaalidad sociall que se exxpresa en esste trabajo corresponde c a la desigualddad de génerro, y en partticular, la deesigual distribución del trabajo reprroductivo, misma m que ha conllevado a una serie de d problemaas tanto de carácter c púbblico como privado. p Subbirats utiliza la expresión “tomar conciencia” para señalar que es en esta dimensión d el punto de paartida para idenntificar los problemas p q sucesivaamente se convertirá que c enn un problem ma público bajo caracteríssticas como la incorpooración de los l actores protagonistaas del probblema mism mo de intermediiarios y aqueellos que poddrán insertarr tales demanndas en la aggenda gubernnamental. En la misma obra see indica que “la noción de política pública hacee referencia, por tanto, a las interaccioones, alianzas y conflicctos, en un marco instittucional esppecífico, enttre los difereentes actores públicos, parapúblicos y privados, paara resolver un problem ma colectivo que requieree una acción cooncreta” (Su ubirats; 20088:37). Como ya se descriibió con anterioridad, ell problema social s de la desiigualdad de género se trransformó enn público poorque primerramente repeercute de maanera directa en un amplio o sector de la poblacióón, la mujerres, mismass que históriicamente see han manifestaado en distin ntos arenas (políticas, ( cuulturales, enntre otras) y que al mism mo tiempo loo han 23 SUBIRATS, Joan, KNO OEPFEL, Peteer, LARRUE, Corinne y VA ARONE, Fredeeric Análisis y gestión de políticas públicas, Ariel, A Barcelonaa, 2008. 51 impulsaddo para que distintos d actoores (tanto gubernament g tales como no n gubernam mentales) bussquen una solucción e institu ucionalizar laa igualdad. Subirats, realiza una integración de distintass definicionees de políticaa pública, coomo por ejem mplo vsky, Thoeniig, Laswell y Kaplan, enntre otros; bajo este ejerrcicio se presenta la que reaaliza Wildav la siguiennte definición manifestadda como opeeracional: “una pollítica públicca es una seerie de decissiones o de acciones, inntencionalm mente cohereentes, tomadas por diferen ntes actoress, públicos y a vecess no públiccos –cuyos recursos, nexos n institucioonales e in ntereses varrían– a finn de resolvver de mannera puntuaal un probblema políticam mente definid do como coleectivo. Este conjunto c de decisiones y acciones da d lugar a efe fectos formales,, con un gra ado de obliggatoriedad variable, v tenndentes a modificar m la conducta de d los grupos soociales que, se supone, originaron el problemaa colectivo a resolver (ggrupos-objettivo), en el inteerés de grup pos socialess que padeccen los efecttos negativoos del probllema en cueestión (beneficiaarios finaless)” (Subiratts; 2008:38)) En esta definición d see incorporann claramentee los actores involucrados i s, las instituuciones quee pueden y deben intervenir, ya sean s formalles o informalees. Sin embargo, para el e caso de laa desigualdaad de género, en nuestrro país no existe e solamente una políttica pública que trate de resolver por complleto este prroblema púbblico; institucioonalmente co oexisten unaa serie de acciones a quee inciden enn solucionar la demandda de igualdad entre hombrres y mujeres, diferenciáándose segúnn sea el casoo. Cuando se s habla de políticas públicas p y suu relación con c el génerro, es meneester indicarr con claridad los problem mas específficos entre hombres y mujeres y determinar si es un tema concernieente del debate y agendaa pública. Laa descripciónn del probleema y las cauusas y efectoos de éste, son fundamentaales para determinar los roles de hom mbres y mujjeres respectto al trabajo (a la DST) y los l factores institucionalles, económicos, políticos y socialees que se relacionan conn esta división. Las políticaas públicas deben d incorpporar la descrripción que se realizó dee problema, y los temas suubyacentes a éste, para p poder determinaar qué actores, agenttes, organissmos gubernam mentales, etccétera, son loos adecuadoss para entendder el probleema público. Uno de los objetivo os de la poolítica públiica es preciisamente eliiminar cualqquier indicio de desigualddad entre ho ombres y muujeres. Sin embargo, e com mo se evideenciará más adelante, exxisten imitacionnes y alcancees en el diseeño e implem mentación de d acciones concerniente c es a alcanzarr este objetivo, ya que las políticas púúblicas diseññadas con perspectiva de d género im mplementadaas en 52 nuestro país p adolecen n en sus alcaances; con laa evidencia empírica quue se presentta en el siguuiente capítulo, podemos ob bservar justaamente que las l desigualddades en el ámbito á familliar basadas en la distribuciión del traabajo reprodductivo conntinúan. A pesar de que existenn intervenciiones gubernam mentales dirrigidas a coonciliar laa vida laborral y familliar, de intrroducir mayyores oportuniddades de traabajo a las mujeres, m noo han conseeguido penettrar lo suficciente como para equilibrarr las responssabilidades familiares f y que éstas see valoricen abolir la posstura patriarrcal y de ejerciccio del poderr que sustentta las relacioones entre mujeres m y hom mbres en parreja. En este tenor, t las po olíticas públiicas relacionnadas con ell trabajo, seaa reproductivo o producctivo, pero que no tienen un na perspectiiva de génerro adolecen en e gran meddida de accioones orientaddas a eliminar las desigualldades en el ámbito fam miliar. La razzón es que arrastran a unaa serie de seesgos que alienntan y reprod ducen de la desigualdad, d a saber, sessgos de caráccter biologissta (naturalissmo), esencialissta y univeersalista. Ess por ello que no sonn neutrales al género y favoreceen la reproduccción de las relaciones r jerrárquicas. 2.3.T Transformacción de las relaciones r d género de 2.3.1.. Ideas sob bre la iguald dad En el pennsamiento feeminista se ha h propuestoo la transform mación de la desigualdaad con difereentes ideas sobbre desiguald dad vs igualddad. Desde el e marco del feminismo de d la igualdaad se apuesta por la incorpporación de las mujeress al mundo masculino;; la situacióón de la dessigualdad de las mujeres es referida frente a loos hombress, bajo ese marco, la igualdad ess referida como c m discriminnación, dessequilibrio, frente al otro, al hombre. Consideranddo este marco teórico/poolítico, el feeminismo institucional lo ha propueesto a través de las polítticas de iguaaldad de géneroo, las que haasta este moomento se haan elaboradoo con varios enfoques (iggualdad de trato, t igualdad de oportuniidades y traansversalidadd), lo que tiienen diferenntes alcancees y limitaciiones para la solución s de la desigualddad de géneero (en geneeral y sus especificidad e des), por ello, se plantea considerar los distintos ennfoques com mo complementario y no sustitutivoss. do desde la ilustración, i f fundamenta El feminiismo, surgid la demanda de igualdadd entre los seexos: “la compparación enttre el hombrre y la mujeer abandona el centro del d debate, y se hace poosible una reflexxión sobre la a igualdad” ” (De Miguell, 1995:222). Este moviimiento susteenta mecanissmos 53 por los cuuales hombrres y mujeres tengan los mismos derrechos y detenten de la misma m maneera el poder y el e acceso a lo os recursos. Su origen esstá contextuaalizado en ell siglo XVIIII. A pesar de d que la paarticipación de d la mujer fue clave paara el triunfoo de la Revoolución Franncesa, ellas queedaron fueraa de todos los derechoos políticos y civiles báásicos, enceerrándolas en un espacio privado. p Anaa de Miguell se refiere a que “el proletariado p –y lógicamente las muj ujeres proletariaas– quedaba a totalmentee al margenn de toda riiqueza produucida por laa industria, y su situaciónn de degrada ación y miseria se convirtió en uno de los hechoos más sanggrantes del nuevo n orden soccial” Ante un nuevo n parad digma econóómico y sociial, que es laa puerta en marcha y geeneralizaciónn del capitalism mo, la socied dad se dividee aún más enn clases; mieentras unos se s incorporarron masivam mente a las hueestes industrriales, otros se afianzarron sobre una u nueva buurguesía. Ess en este úlltimo escenarioo donde la mujer m es som metida al muundo privadoo: “las mujeeres quedaroon enclaustrradas en un hoggar que era,, cada vez más, m símboloo del estatuss y éxito labooral del varóón” (De Miiguel, 1995) Una form ma de conten ner y revertirr la situaciónn de desigualldad fue a traavés de dem mandar el derrecho de la mujjer al sufrag gio, apelandoo a la ideoloogía naturaliista de que todos t los serres humanoss son iguales y por tanto tienen los mismos m derecchos. Sin em mbargo, en laa mayoría de d los paísess, fue hasta desspués de la seegunda guerrra mundial que q se consiiguió que lass mujeres paarticiparan coon su voto. En este tenor, laas marxistass evidenciaroon que el origen de la subbordinaciónn y la desiguaaldad no son caausados por sucesos bioológicos sinoo por hechos sociales quue están relaacionados coon el surgimiennto de la pro opiedad privada y la exclusión de lass mujeres dee la esfera dee la reproduccción social. De esta manera m se manifestó m el hecho de que q las mujeeres eran exccluidas de la esfera púbblica. Esto fue sustentado por p las feminnistas liberalles, mismas que trabajarron por la traansformación del sistema y conseguirr la igualdadd entre los sexos. Estaa idea de iggualdad, en las esferass que componeen todas las relaciones r sociales, com mo por ejempplo, la esferra económicaa y familiar,, está en contraparte o en n oposiciónn a la idea de que la l desigualddad está fuundamentadaa por mecanism mos naturalees. Jiménez Perona P (1995) afirma quue “la red a la que se ligga el conceptto de igualdad tiene como o puntos clave, entre otros, o el dee la libertadd, el de natturaleza y el e de ciudadanía”. La ideaa de libertadd, afirma Jim ménez, impplica una auutonomía tottal en los pllanos 54 políticos y económicos, para impponerse sustaancialmente a la articulaación de la esclavitud. e E así Es d los dispo ositivos para lograr la iguualdad residde en la aproopiación de bienes b materriales que uno de por parte de los ciudaadanos. Lo que q indica puues es la repartición equitativa de la riqueza entrre los manos, dejan ndo en claro que la propiiedad privadda debe conseervarse sin cambios. c seres hum La idea de d la repartiición por iguual de los elementos materiales de la reproduccción social debe estar ligaada a un elem mento que si s bien parecce simplista,, es la piedrra angular dee la desiguaaldad, este elem mento es la “voluntad general”. g Jim ménez indicca: la volunntad generall presuponee una actitud deliberada d dee la razón y una firma determinació d ón de consegguir el bien común, es pues, p una únicaa voluntad que q recoge el e compromiiso colectivoo de todos loos individuoss para lograar un bien sociaal igualmentte colectivo. El conceppto asociado o a esta voluuntad es el cooncepto políítico de “conntrato sociall” dado por JeanJ Jacques Rousseau. R Paara que este contrato se efectúe es necesario n quee los individduos sean iguuales entre sí, sellando s estee pacto mutuuamente y cooncordanciaa en términoss de interesees. El sustento de este pactoo social, es la l idea de libbertad, que en este caso es e la libertadd civil. La idea de d la voluntaad, remite al artilugio poor el cual se reproduce laa desigualdaad, porque si bien el contratto social es un u proceso instrumentad i do para el inttercambio de ciertos derrechos y debberes, este solo materializa cuando los sujetos tienen en sí missmos caracteerísticas iguaales. Es entoonces que el coontrato se lib bera entre los hombres, dejándolo d fuuera del alcaance de las mujeres; m Jim ménez señala quue “La igualldad aquí se tiñe de fratternidad, perro fraternidaad entre los varones, puues el contrato nace n del apaartamiento de d las mujerees y adquierre unidad graacias al autoo reconocimiento de los vaarones soberaanos frente a las mujerees, que sirvenn de elemennto de contraaste y afirmaación de la iguaaldad de los iguales”. ¿Pero por qué se exccluye a las mujeres m de este contrato, si al finaal todos teneemos los missmos derechos?? Si la idea libertad es manifiesta, m p qué alguunos ciudadaanos (mujerees) no debe o no por puede goozar de ella. Por P qué se reestringe la iggualdad antee la ley. Valccárcel (19977) indica quee “era normal hablar h de ciudadanía, de igualdad, dee leyes o de delegación de poder, caasi todo, perro sin que elloss afectara a una distinciión fundameental: la quee existía enttre varones y mujeres”. Esta afirmacióón abre la pu uerta para deeclarar que solo s los varoones tienen el e derecho a cualquier forma fo de jurisdiicción y libeertad, sobre todo en el espacio e públiico. Kant, ciitado por Jim ménez, conccibe a 55 la libertadd como la caapacidad de acción que tiene t un indiividuo siemppre y cuandoo no interfiera en la capaciddad de acció ón de otro. Entoncess ¿se puede decir que laas mujeres si s bien no son s esclavas en el sentido estricto de d la palabra, si interfiereen en las acciones a de los varones en cuantoo a la obtención de biienes materialees y riquezass, pero sobree todo de pooder? Para Rousseau, R la igualdad encuentra su líímite en el priivilegio sexu ual. Los varones son los tienen una u ventaja exclusiva quue gozan por la circunstancia misma de la desiguualdad biológgica. Estas differencias biiológicas soon la fuentee por dondee emergen las “discappacidades dee las mujeres”. Discapacid dades que see traducen en e una faltaa de pericia por parte dee las mujerees de poder maaterializar allgún tipo dee acuerdo, de d un contraato. En Jiméénez se presenta el siguuiente párrafo: “…ella “ no es e ciudadanaa, a causa de d una maniffiesta inferiooridad naturral que le im mpide instruirsee para desarrrollar las tarreas características de lo l que a parrtir de este momento m seerá el nuevo esppacio públicco y político””. De acuerrdo con algu unos filósofoos políticos de d la Ilustracción, entre ellos e Kant, por p el puro hecho h de ser mujeres, m éstass “naturalmeente” están desprovistass de razón, no n pueden penetrar p sobbre el mundo abbstracto. La genialidad es e una caraccterística intrrínseca a la naturaleza masculina, m p lo por que la muujer solo estáá en la capaccidad de devvelarse en funnción de las necesidadess masculinass. Para Kannt las capacid dades de las mujeres se enmarcan e dee la siguientee manera: ésstas forman parte p del génerro humano, pero son otra clase dee hombres; poseen p razóón, pero no deben de ussarla igual quee lo varoness, ni desarroollarla en la misma direección24. Esaa misma direección incluuye la acción enn la esfera pública, dondde se llevan a cabo decisiones de caarácter econóómico, político y social. Aquí, los acuerdos se dann entre los igguales, entree aquellos caapaces de toomar decisioones.; es una iddea de la natu ural jerarquíía masculinaa. Esta jerarqquía entoncees se justificaa porque es parte de un prooceso naturaal, dando com mo resultadoo que la iguaaldad de dereechos, sobree todo los civviles, está en fuunción del sexo. s (Valcáárcel, 1997: 60). Valcárccel relacionaa la igualdadd con la libeertad, que indeependientemente de quiién precedaa a quién, afirmado a quue aquella relación r se debe estableceer en planos como c la eduucación, en laa familia, enn la salud. La mismaa autora indiica que declarar como natural n una desigualdad d h producidoo mecanismoos de ha confort para p el análissis, tal que laas ideas máss elaboradas que hacen referencia r a la libertad y a la 24 JIMENE EZ, Perona Áng geles. Igualdadd. 10 palabras clave c sobre la mujer. m 56 igualdad no se han tomado enn cuenta. Enn otras palaabras, es muucho más fácil f sustenttar la desigualddad a través de una figuura pasiva, en tanto quue la naturaleza no puedde reclamar cosa distinta, o mejor diccho, no tienne los mecaanismos de comunicación para subblevarse antte tal postura, que q discutir con construucciones ideoológicas quee relacionan a la igualdaad y a la libertad entre si bajo b un discurso y análiisis complejoo. En términnos más gennerales, se buscala b liberttad e igualdad en los terrenos políticoos, económiccos y socialees. Fuera del alcance dee la idea sobbre la naturalezza y la justifiicación de laa desigualdadd. Por lo annterior, el fem minismo de la igualdadd rechaza todda posición filosófica y política sobbre la parcialidaad de las diferencias d sexuales, colocando c a hombres y mujeres con c las mismas caracteríssticas en cuaanto a la razón,“nos enncontramos, por tanto, ante a la idea de una iguaaldad natural quue arranca de d un rasgo ontológico común c a toddos los miem mbros de la especie, e ideaa que sirve de fundamento para el conncepto polítiico de igualdad que no conoce excclusión en loo que atañe disffrute de dereechos” (Jiméénez, 1995). La propieedad de los seres humaanos parte del d hecho dee que todos y todas som mos de la misma m especie, razón r suficieente para eviidenciar quee se cuenta con c diferenciias recíprocaas, y por lo tanto, t ningún miembro m esttá por encim ma de otro. Haciendo referencia a Valcárcel,, se dice quue la inteligenccia no tiene sexo. Y si suucede esto, entonces e toddos y cada unno de los ciuudadanos tieene el derecho a tomar decisiones en el ámbito públlico y en el privado. p Por qué los l varones se excluyen de las respoonsabilidadees domésticaas, si en térm minos de la razón r ellos estáán en la capaacidad de lleevar a cabo tareas t que im mpliquen deddicar tiempoo a la atencióón de sus hijos y de ejecutaar labores dee limpieza. Por P qué entoonces al inteerior de los hogares h no existe e igualdad.. Un punto o importantte que recaalca el fem minismo de la igualdaad es que esta categorizzación debe ser un punto de acceso para las mujeres m en referencia a los ciudaddanos varones que históriccamente hann logrado, al a menos enntre ellos, este e beneficiio. Como inndica Jiménez “la “ igualdad d, pues, aparrece aquí coomo <<igualdad a>>”, mismo que correspondee a la idea de laa universalizzación de la igualdad i en términos de lo que los hambres h han logrado o see han apropiadoo históricam mente. Se refieree pues, a serr iguales a loos hombres en casi todoos los aspectos posibles, en el trabajo, en las respoonsabilidadess dentro del hogar, en el e acceso a bienes mateeriales, a la propiedad, entre otros. Si lo pudiésem mos trasladaar al análisiss de Incháusstegui, entonnces idealm mente se busca la 57 igualdad a los hombres en las esferas del mercado, m de la familia y la política. Sin embarggo, la postura del d feminism mo de la iggualdad se vierte v sobre una perspeectiva políticca, que buscca la igualdad en los terreenos civiles como lo es la toma de decisiones dentro d de laas organizaciiones políticas, igualdad saalarial, etcéteera. Un de lass principaless causas porr lo que se busca b esta iggualdad a los hombres, a parte de laas ya mencionaadas, es quee existe un elemento intrínseco i caaracterísticoo de las relaaciones sociiales, materialees y económiicas, este eleemento es el valor. Si por ell hecho de que q las mujeres por natturaleza sonn las personnas que tieneen la posibilidad concebir a través dell parto a otroo ser humanno, no quieree decir que la proteccióón de los varrones sea indisppensable; laa dependenciia de las muujeres hacia los varoness no puede ser s supeditada al hecho dee que en elllas tengan laa característtica biológicca de la gesstación y deelalumbramiento. Tampocoo quiere deciir que las acctividades suubyacentes a esta propieedad femenina sea suficciente motivo para p dotarlas únicamentee de valores morales y subjetivos, s y por ende las desigualddades de géneroo. Sobre unna base teleo ológica, el feeminismo dee la igualdadd busca preciisamente quue el valor quue se le asigna a hombres y mujeres, no n solamentee sobre trabaajo sino com mo ciudadanoos, sea el miismo: “la igualddad como concepto c relacional de equivalencia e a, entendienddo por ello,, tener el mismo m valor, no sea considerado ni por debajo d ni poor encima de otro” (Jiménnez, 1995). Esta ideaa de igualdad se basa en el hechho indiscutibble de la exxistencia dee diferenciass. Es innegablee la existenccia de factorres bilógicoss, psicológiccos, socialess, históricos, entre otros, que son distintos entre hombres h y mujeres, inncluso entre mismos gééneros. El feminismo f d la de igualdad apela a una equivalenciia de derechos civiles, de d valores y de mecanism mos para obtener las mism mas oportunid dades que loos hombres gozan, g siem mpre y cuanddo se respeteen y se tomeen en cuenta laas diferenciaas antes desccritas, Jiménnez (1995) inndica que: la l estrategiaa del patriarrcado ha sido siempre s redu ucir los valoores humanoos a los proppios de los varones, y en e consecueencia, presentarr los valoress masculinoss como neutrros y modéliicos, la estraategia clásicca de las muj ujeres feministaas ha sido desmontar tal maniobra apelandoo a la igualdad o, enn nuestro siglo, s reivindicaando su difeerencia comoo modelo norrmativo alteernativo. El movim miento apueesta a la elliminación de d las desiggualdades reespetando las diferenciias y equiparanndo el deseo o de alcanzarr el estatus coorrespondiennte al de los hombres. Cabría C entoncces la 58 siguiente pregunta ¿ccuál o cuálees son los mecanismos m q podrían contribuir en que e la premisa del movimiennto feminissta de la igualdad? La L respuestta se encuuentra primeeramente en e la participacción del Estaado, y las innstituciones que q lo integrran, como aggente que regula y fomeenta a través de políticas pú úblicas la iguualdad entree hombres y mujeres, y segundo, s estte objetivo puede p ser sustenntado por meedio del fom mento a los derechos hum manos. 2.3.2.. Enfoque de las polítiicas públicaas El movim miento femin nista cuestionó la justificcación de la desigualdadd por razonees “naturaless” del sexo fem menino, poniendo sobree la mesa argumentos a que sustentan que estaa desigualdaad se establecee por razonees sociales y culturaless impulsadaas por la iddiosincrasia masculina y su peculiar forma f de interpretar el mundo. m Por lo annterior, la lu ucha femeniina se enfoccó en conquuistar su auttonomía en planos dondde el control masculino m esstá presente,, como por ejemplo la posibilidad de incorporrarse al merrcado laboral, a la educación, etcétera. Es verdad que a lo larrgo de toda su lucha haan logrado cierta c incorporaación a los ámbitos á menncionados. Sin S embargo, como indicca María Buustelo (2004): La verdaderra igualdad implicaría, entonces, caambios más grandes quue la igualdaad de hombrres y mujeres ante la ley y que debíían incidir en e ese sisteema organizzado socialm mente sobree una división del d trabajo en e función del d sexo biollógico, y a partir del cuaal se han construido soccial y culturalm mente los gén neros. Estos cam mbios no pu ueden implementarse sisstemáticameente solo por el hecho de d evidenciaar las disparidaades entre loss sexos y lass consecuenccias adversass que impacttan de maneera sobrada en e las mujeres. La estrateg gia entonces es reclamarr al Estado las condicioones legaless y políticass que disminuyyan, por un lado, los efecctos que el sistema s reprooduce y desaarrolla, y poor el otro insstituir las mecannismos que induzcan unn mejoramieento y adelaanto de las mujeres m en los planos soocial, económicco, político y familiar. La categooría de géneero y la relaación con laa práctica innstitucional se define coomo “el prooceso mediantee el cual las demandas de d las mujerres por la iguualdad de género, g ingreesan en rutinnas y normas de d las institu uciones públicas…ingressando dichass demandas en la agendda política de d los gobiernoss” (Incháusttegui, 2005:221) 59 Con estee mecanismo o, la idea de d un Estado regido poor una ideollogía monoppólica del poder p coercitivoo debe estarr suprimida. Entonces laa incorporacción de una perspectiva de género en el quehacerr cotidiano de d las entidaades gubernaamentales y el diseño de d políticas nunca n podríía ser materializzada. Porqu ue existen feministas, sobre toddo las radiccales, que indican quue la singulariddad Estatal se ha reggido históriccamente poor la fecundación y perpetuación p n del patriarcaddo (Bustelo,, 2004) Estaa autora tam mbién definee la introduucción de lass demandas a la agenda política p como o feminismoo institucionnal que es “eel establecim miento de innstituciones cuyo principal cometido ess impulsar la formulacióón y puesta en práctica de medidas para alcanzaar un mayor grrado de igualldad entre laas mujeres y los hombress” Otro punnto sobre el cual se deebe de trabaajar para inccorporar la participacióón del Estaddo es introducir mecanismo os que perm mitan la iguaaldad de opoortunidades (en ( el empleeo, la educaación, etcétera),, de méritoss y recompeensas (aunquue esta ideaa de la meritocracia poddría oscureccer la premisa de igualdad d) en ámbitoos formales e informales. Sintéticaamente “insstitucionalizaar la perspectiiva de génerro supone, cuuestiones téccnicas y polííticas en la planeación p y en la operaación rutinaria de las orga anizaciones públicas” p (IIncháusteguii, 2005:21) Las L políticass con enfoquue de género ess un avance de las dem mandas del movimiento m feminista, ya y que permiite introduciir los problemaas de iguald dad en la aggenda, coloccando los coonflictos meencionados como c probleemas públicos, y no solameente un probblema particuular y aisladoo. Las accioones afirmatiivas constituuyen, pues, una u serie de mecanismos m s que permiteen la igualdaad en la particiipación en planos p comoo el mercadoo laboral, laa inclusión en e los partiddos políticoss. En otras palaabras, estas acciones tieenen la intennción de totaalizar la parrticipación de d las mujerees en aquellas áreas que históricamen h nte han estaddo compuesstas por el dominio d maasculino; se trata entonces de que en n términos generales g laa participaciión de las mujeres m sea plena dentrro de todas y caada una relaciones sociaales. Como lo indica Marrta Postigo (2006): las acciones affirmativas pueden p contrribuir tambiién a corregir las causas de d la desiguaaldad, si se dirigen d a fom mentar una convivenciaa más igualiitaria entre los sexos, impu ulsando la “tolerancia “ c como práctiica” y los esstereotipos no n sexistas. A su vez, las acciones a afirrmativas pueeden resultaar necesariass para mejorrar las oporrtunidades de d las mujeres a participar en determinnados ámbitoos de la vidaa profesionaal y económiica que son, a su 60 vez, deteerminantes para p garantiizar su autooestima y suu respeto enn el seno de d sus relaciiones privadas.. Una de las l esferas donde más se percibe la desigualddad es denttro de hogarr, por lo quue es necesarioo que las pollíticas basaddas en accionnes afirmativvas vayan de la mano de d estrategiass que incentiveen a los varon nes en la reaalización de las tareas doomésticas y de cuidado, estimulandoo con ellos valoores sexualess igualitarioss25. Así, las acciones afirmativas a q que estribann en la iguualdad de oportunidade o es son acciiones específicaas que buscaan la plena participación p n de la mujerr en áreas cooncretas. Sinn embargo, como c lo indicaa Incháusteg gui: estas políticas p no son suficieentes porquue no alcannza a reverttirlas relacionees de género o establecidaas, ni a transformar la dimensión d d género deel mundo tal cual de es. El enfoquue de la igu ualdad de traato rescata una u de las baases de los derechos d huumanos. El punto p central de d este enfo oque, es que el Gobierrno mexicanno debe inccorporar, enn los princippales documenntos y accion nes para alcanzar la iguualdad, la iddea de que “nadie “ puedee ser tratadoo por debajo dee los derech hos que rigeen para todoos” (Incháusstegui, 2005::25). Este ennfoque remiite al hecho dee que todos los mexicannos son iguaales ante la ley, indepenndientemente del sexo, raza, condiciónn, social y económica. En E pocas pallabras, este enfoque e apella a la no discriminaciónn por los factorres antes meencionados. Es E importante mencionaar que la ideaa de igualdaad de trato abbarca una seriee de ámbitoss, por ejemplo, el laboraal. Empero, se piensa quue la situaciión dentro de d los hogares relacionados r s con la distribución del trabajo t dom méstico está cimentada c baajo la perspeectiva de funcioonalidad, lo que q justifica las desigualldades en estta arena. Porr lo tanto, la idea de iguaaldad de trato solo está prresente en loos ámbitos económicos, e , políticos y sociales, dejando d fuera los conflictoss característiicos de hogaar. Este probblema estrucctural se ressolvió a parrtir de un nuevo n enfoquue, el de laa transversallidad, mismo quue tuvo sus raíces a finnales del sigglo XX. La premisa de este enfoquue es instaurrar la perspectiva de género o en todas laas políticas públicas p y enn todos los organismos o g gubernament tales, con el obbjetivo princiipal de elimiinar sesgos que q se gestaaron a partir de la idea dee la igualdadd que solo busccaron la iguaaldad en áreaas específicaas. 25 POSTIG GO, Asenjo M. Género e iguaaldad de oportuunidades: la teooría feminista y sus implicaciiones ético-pollíticas. Tesis doctooral. Málaga, 2006 2 61 El enfoqque de tran nsversalidad de género (que tambbién se le conoce conn el nombrre de mainstreaaming de género) perm mite “transfoormar el ordden social de d género establecido e e la en familia y en la vida, en el mercaddo de trabajoo y en el Esttado a partirr de incorporrar la perspeectiva de génerro en todo el proceso de elaboración e implementaciónn de las poolíticas públicas” (Incháusttegui, 2004: 30). No se traata de desaparecer el enfoque anteriior de igualddad, sino máás bien, la trransversalidaad es una extennsión mucho o más integraal de su anteecesora, incoorporando a la vez no soolo actores deentro del ámbiito académico o políticco involucraado directam mente con el estudio del d género, sino también a funcionarrios públicoss. Al ser exxpertos en la elaboracióón e implem mentación de d las políticas públicas, a éstos se les añadió la responsabiliddad de efectuuar su trabaajo a través de la óptica deel género. Dee esta manerra, todo el apparato guberrnamental, tendrá la exigencia de toomar decisionees sin permittir que las poolíticas públiicas se centren solamentte en un gruppo. Con estass acciones, el e supuesto estriba e en una mejora sobbre las condiiciones y posicionamiennto de la mujer; si este es el e objetivo, entonces e unoo de los punntos centrales es mejorarr las condiciiones dentro deel ámbito faamiliar. La doble d jornadda a la que son sometiddas una partte importantte de mujeres que labora, constituye un elementoo que ha im mpedido su pleno crecim miento. La poca participacción del varón en las tarreas domésticas y las coonsecuenciass que de elloo se deriva, debe por tanto ser motivo suficiente para p diseñar e implementtar políticas que estén enfocadas, enn una parte, en lograr preciisamente la igualdad i en el tiempo y responsabiliidades que im mplica el traabajo reproducttivo, y por la otra partee eliminar los mecanism mos de cóm mo se designnan el trabajjo en cualquierr plano. Al lograr una arrmonizaciónn entre trabajjo productivvo y la vida familiar f se podrá p entonces vislumbrar una gran posibilidad p d lograr la igualdad foormal, con leyes de l y polííticas públicas, entre hombrres y mujerees. Jiménez (1995) ( indicca que es neccesario que las mujeres cuenten conn poder paraa lograr ser vistas v como iguuales y perm mitir catalizarr la valorización de ellass como ciuddadanas y traabajadoras, sobre s todo en el trabajo doméstico. El requissito de em mpoderarlas contribuirá a eliminarr las uerdo con el feminismo de d la igualdaad. desigualddades de acu La mismaa autora refiiere que exissten al menos tres concepptos que inddican las relaaciones de poder, a saber, la l equipotenccia, la equippolencia y la equifonía. En E el primerr concepto see toma en cuuenta el ejerciccio del poderr entre dos individuos, i e este casoo hombre y mujer, en m que están e conscieentes 62 de que am mbos pueden n ejercer el mismo m nivell de poder: aquél a puede afectar a éstte y viceverssa. El segundo concepto no o sólo relacioona a dos inndividuos enntre sí, sino que q relacionna a un indivviduo como máás de dos, ind dividualizanndo por un laado y restrinngiendo el ejercicio del poder p por el otro. Lo que indica i enton nces es que se deben de d tomar enn cuenta lass diferenciass de los proopios individuoos lo cual in nduce a quee se respetenn esas diferrencias, y poor lo tanto la l práctica de d la supremaccía de uno so obre el otro desaparecerá. La equifoonía, por último, indica que q las opiniiones y pensam mientos tienen importanccia significativa independdientemente de quién la exponga. Por lo annterior, el en nfoque de iggualdad y de d transversaalidad no se contraponee mutuamentte, la última ess un complem mento de la primera porrque ésta noo toma en cuuenta las relaaciones de poder p que suboordinan en muchas m áreaas a las mujeres. La iguualdad demaanda, desde una perspeectiva de incorporarse a ám política e institucional, que laas mujeres tengan la posibilidad p mbitos úblicos. Conn la transveersalidad, see busca quee cualquier política púública masculinizados y pú mentación y evaluación, con contenga un perspecttiva de géneero, desde suu diseño hassta su implem lo cual, los estudioss ex ante y ex post buuscan las razzones de laa desigualdaad, entre elloos el l resultadoos de las poolíticas en reelación a suu reproducciión o ejercicio del poder, y analizar los transform mación de deesigualdades. Sin embaargo, los esttudios empírricos han deemostrado que q la igualddad a travéss de las acciiones positivas y de la tran nsversalidad no se ha poddido concrettar. Políticam mente e instiitucionalmennte si bien se han h abierto los espacioss para la tom ma decisionnes, sobre el nivel salariial, la mejorras y adelantoss en el ámbitto laboral, dentro d de la esfera e familiar, las desiggualdades coontinúan, auunado al hecho de que a disstintas caraccterísticas soociodemográficas y clasee, la situacióón de las muujeres es distinta. Y no es que q en el ámbbito del trabajo, y en genneral de la esfera e pública, la situacióón de las mujerres esté en plenas p condiiciones de iggualdad, porr el contrarioo, la situación de la faltta de igualdad en el ámbitto familiar a influenciaddo para que en lo públicco, la situación tambiénn este caracterizzada por elem mentos de deesigualdad. Las polítiicas públicass implementtadas con unna perspectivva transversaal no han loggrado contribbuir a mejorar las l condicio ones en lo privado, p y sobre s todo, de d eliminar las accionees que contiienen particularres dotes de poder, comoo lo es la ineequitativa diistribución del d trabajo dooméstico, mismo m que está materializado propiam mente por acctos de índoole patriarcaal y del ejerrcicio del poder. 63 Dentro dee la vida priivada, de la vida v familiaar, el hombree es el que decide d cómo, quién y cuuándo se llevaráá a cabo las actividades a d reproduccción y de prooducción. de Existe unn mecanismo o al que se le l apuesta para que estee problema público, p el de d la distribuución inequitatiiva del trabaj ajo domésticoo sea atacaddo con mayorr efectividadd. Los derechhos humanos son una vía que q puede ay yudar a materializar dichho objetivo. Las L políticass públicas al presentar seesgos y limitacciones, no pueden p respoonder en suu totalidad e integralmeente a las demandas d dee los ciudadanos, por lo que q es necessario apelar n los derechos humanoos, ya que pueden p influuir en mayor medida m sobree las institucciones para que éstas puuedan ejerceer acciones más concretas y eficaces. Los dereechos humaanos tienen una larga historia, peero fue en 1948 cuanddo se aprobbó la declaración universaal de éstos. Sustentando S el derecho universal a la educacióón, a la libeertad, entre ottros. Los derechos humanos, entonces, “componen una uniddad indivissible, interdepeendiente e in nterrelacionaada, capaz dee conjugar ell catálogo dee derechos civiles c y polííticos y el de los l derechoss sociales, económicos e y culturales. Se consaagra de este modo la visión v integral de d los derech hos humanoss” (CEPAL, 2005). El movim miento femiinista se sustenta de loos derechos humanos y los utilizaa a favor dee los derechos de la mujer en los ámbiitos mencionnados. En la plataforma de d Beijín, see sustenta quue los derechos de las mujeeres son dereechos humannos y por lo tanto univerrsales. En ottras palabrass, fue necesarioo el sustento de los derecchos humanoos, porque éstos, é si bienn son de caráácter integrall, sus formas genéricas g y generales daan pauta a demandar una u igualdadd implícita entre e hombrres y mujeres. Pero el mov vimiento fem minista partiicularizó y especificó e loos problemaas inherentess a la desigualddad entre loss sexos. Com mo lo hace exxplicito la CEPAL C (20055): “Al lado del derechoo a la igualdad,, surge com mo derecho fundamentaal, el derechho a la dife ferencia…Esste derecho a la diferenciaa implica el e derecho al a reconocim miento de iddentidades propias, p lo que propicia la incorporaación de la perspectiva p de género, es decir, el repensar, rever r y re coonceptualizaar los derechos humanos a partir de la relaciónn entre los géneros, g coomo tema trransversal26”. El Estado, al a incorporarr la perspectiva de génerro en todas las l políticas que diseñe,, debe incorpporar en éstas los derechoss de las mujjeres como ciudadanas c y trabajadorres dentro y fuera del hogar, con el obj bjetivo de cim mentar reglas generales y obligatoriaas. 26 CEPAL. La equidad dee género y los Derechos D Hum manos de las muujeres en Brasiil: desafíos y peerspectivas. 20005 64 En el missmo documeento de la CE EPAL se estaablece que existe e “la necesidad de una u igualdadd que reconozca las difereencias y de una diferenncia que noo produzca, alimente o reproduzcaa las desigualddades”. Si laa característica natural de d las mujerres de la proocreación de otros indiviiduos ha sido motivo m para descalificarl d la de las actiividades púbblicas, entoncces los derecchos a los quue se hace refeerencia pued de ser un puunto de apoyyo para quee esa naturallidad no seaa una factor para discriminnar y violentaar a las mujeeres. Las confe ferencias mu undiales sobrre la mujer han sustentaado y ratificcado la concceptualizacióón de los derecchos de la mujer. m En estas e confereencias, se ha h manifestaado la necessidad de que las políticas públicas enffocadas en eliminar e las desigualdaddes incorporeen los derecchos económ micos, sociales, políticos y familiares f dee las mujeress. El Estado,, al tener los recursos huumanos, legaales y económiccos suficientes para loggara dicha demanda, d noo tiene preteextos reales para obstruuir la incorporaación de estaa visión en suu quehacer cotidiano. c No sólo se trata de entender el problema específico dee las relacioones de podeer gestadas entre hombres y mujeres, también t se debe d tener enn cuenta quee las políticaas públicas son s considerradas como estrategias paarcialmente diseñadas, ya que los problemas que intenttan resolverr son dinámicoos y deliberativos (Inchááustegui y Uggalde, 2006)). En nuestraa caso particular, la dináámica de la disttribución dell trabajo reproductivo enn el grupo de personas mencionando m o a lo largo de la investigación, depen nde no soolo de coondiciones sociodemoggráficas, sinno tambiénn de caracteríssticas laboraales y econóómicas, en otras palabrras, el diseñño e implem mentación de las políticas públicas que q intentaan resolver el problem ma mencionado debenn consideraar la c ento de las parejas p en baase a la desiigual distribuución del traabajo heterogenneidad del comportamie doméstico. Es por elllo que las poolíticas públicas, lejos de d estar deterrminada por una solo accción, su diseñoo e implemen ntación tieneen que susteentarse por políticas p com mplementariaas entre sí con el objetivo de d corregir los l desequilibrios existenntes entre estas parejas. 2.4.E Esquema Teó órico Analíttico Un aspeccto fundameental que se plantea en e esta inveestigación ess que la deesigualdad en e la distribuciión del trab bajo reproduuctivo dentroo de los hogaares es distinnta entre hombres y muujeres que viveen en parejja. Esta situuación se basa b en la existencia de distintaas caracteríssticas sociodem mográfica y económicas. Por ello, cobra c relevaancia recupeerar distintoss enfoques de d la 65 teoría fem minista com mo marco dee análisis dee la desiguaaldad de génnero y expooner las disttintas causas quue constituyeen, reproduccen y transforman las relaciones de género. g Uno de los mecanissmos que reeproducen laa desigualdaad son el diseño d e impplementacióón de G Fedderal que noo son neutralles al géneroo. Estas acciiones políticas públicas porr parte del Gobierno públicas contienen seesgos esencialista, bioloogista y univversalista, im mpidiendo laa transformaación de las relacione sociaales con el obbjetivo de allcanzar la iguualdad entree los ciudadaanos. p políticas coon enfoquess de igualdaad de Antes lass desigualdaades mencioonadas, se propusieron trato, iguualdad de opo ortunidades (acciones poositivas) y trransformacióón de causass estructuralees de género. Estas E políticas tienen lim mitaciones y alcances a causa, entrre otras, de no n reconoceer las caracteríssticas hetero ogéneas de la poblacióón que inciide directam mente sobree la distribuución desigual del tiempo dedicado d a las l tareas de reproduccióón dentro deel propio hoggar. Por lo tanto, t mente accionnes públicas con perspectiva de génnero dirigidaas a consideerar y se analizaan primeram solucionaar la desigu ualdad estuddiada en essta investigaación; maniifestado sobbre qué enffoque consideraan la igualdaad y explicittando sus lim mitaciones y alcances. Después D de esto, se expponen documenntos sin persp pectiva de género, g con el e objetivo de d determinaar los sesgos inherentes a su diseño. De D esta maneera, se preseenta una seriie de recomeendaciones con el objettivo de amplliar y transform mar los principales docum mentos de poolítica públicca. 66 Capítuloo 3. La Heterogeneidad en la distriibución del trabajo t rep productivo en e México Introduccción El probleema público de la desiguual distribución del trabaajo reproducctivo en pareejas que viveen en el mismoo hogar y qu ue laboran, no n es un prooblema que se manifiestte como hom mogéneo enttre la poblaciónn estudiada.. El objetivvo de este capítulo c es mostrar la heterogeneiidad a partiir de caracteríssticas sociod demográficaas y laboralees,como la posición enn la estructuura social, de d la posición en el trabajjo y de alguunas condiciiones laboraales. Cabe mencionar m q el análissis se que sustentaeenla base de datos de la Encuesta E Naacional de Ocupación O y Empleo 20111, por ello no n es posible sooslayar las limitaciones que se origiinan por la selección de los casos, yaa se obtuvierron a partir dee una serie de segmenntaciones y acotacioness, por lo taanto, la muuestra se reedujo cuantiosaamente. El propósito p esttriba en idenntificar a las parejas quee viven en el mismo hoggar y ambos deesempeñan actividades a e el ámbito laboral, parra conocer laa dinámica de en d la distribuución del trabajjo reproductiivo entre ellos. Es imporrtante indicaar que a diferrencia de loss datos expuestos en el cappítulo 1, don nde se presenntaron cifrass sobre el tieempo que deedican hombbres y mujerres al trabajo reproductivo, en este caapítulo los datos son específicame e ente de los hogares conn las caracteríssticas menciionadas, articulándolas de d tal manerra que los factores fa sociodemográficcos y laborales muestren laa influencia que q tienen soobre la distriibución del trabajo t reprooductivo. Para logrrar este objeetivo, se pressentan primeeramente unna serie de cuadros c que toman en cuuenta caracteríssticas laboraales de la pobblación selecccionada. Coontinuando con c el análissis descriptivvo de distintos cuadros que incluyen variables v coontinuas del perfil socioodemográficco de hombrres y d grupo an ntes mencionnado. Tambiién se agreggan variabless continuas de d posición en la mujeres del estructuraa productivaa y de algunaas condicionnes laboraless, como la duuración de la jornada labboral y el nivell de ingreso por p el trabajo realizado. 3.1.Evideencia empírrica de la deesigual distrribución dell trabajo rep productivo Para conttextualizar de d mejor maanera el probblema públiico, debemos enfatizar que q la unidaad de estudio soon los hogarres. De acuerdo con el IN NEGI, los hogares son un u conjunto formado porr una o más peersonas que residen habbitualmente en la viviennda y se sostienen de un u gasto com mún, principalm mente para alimentarse a p Paara nuestro caso, c los hoggares y que puedeen o no ser parientes. 67 estudiadoos están form mados por una u pareja, ya y sea que estén e casadoos o en unióón libre y am mbos están insccritos en el ámbito á laborral, es decir,, están ocupaados, indepeendientemennte de cuál seea su actividadd económica.. Así, el 77% de esta población manifestó m seer casada mientras que el 22% se reportó r en unión u libre; el resto, manifestó estar viudo, v divorrciado, solteero y separaado. Para finnes prácticoos, el análisis se s basa en lass parejas quee están casaddas y en unión libre, missmas que reppresentan el 99% de la pobblación seleccionada. La edad promeedio para las primeras paarejas es de 43 4 años, mieentras que la de las segundaas es de 38 añños. mpleo Los hogaares identificcados, obtennidos de la base de dattos de la Enncuesta Naciional de Em 2011 (EN NOE), son ap proximadam mente seis miillones y meddio, de los cuuales el 6% son encabezzados por mujerres, mientrass que el 94% % es encabezzado por varones. La edaad promedioo para este úlltimo grupo es de 43.3 años, mientras que q para las mujeres la edad e promeddio es de 40.5 años. De estos hogares, el 16.5% pertenece p a una localiddad rural, mientras m quee el 83.5% pertenece a una localidadd urbana27. En conjuunto, el grad do escolar de d los dos grupos, g es en e promedioo de primarria y secunddaria, seguido por p medio su uperior; teniendo poca reepresentacióón en los possgrados, y unna pequeña parte no tiene algún grado o escolar. Siin embargo, son las muujeres las quue representaan un porceentaje mayor enn niveles esccolares proffesionales y de posgrado, mismo quue indica ciierto adelantto de ellas en relación r a loss hombres. El promeedio de hijo os que reporrtan es de trres por hogaar. Aunque existen hogaares hasta de d 18 hijos. Sinn embargo, el e 64% de essta población no recibe algún tipo de d atención médica, m mieentras que el 255% cuenta con c IMSS, el e 9.3% con ISSSTE y el e resto recibbe atención médica de otras institucioones. Más dee la mitad dee la poblacióón seleccionaada no cuenta con los seervicios grattuitos de atenciión médica. Si se relaciiona esto úlltimo con ell número dee hijos, entonces el gastto en atención médica es muy m alto y las l prestacioones como la de guardeería tampocoo es un beneeficio para la mitad m de esta población. De acuerrdo con loss datos de la l ENOE 2011, la muestra selecccionada se concentra c enn las siguientes ramas de ocupación o (ccuadro 6) inddependientem mente del sexo: 27 De acueerdo con el IN NEGI, una pobllación rural see integra por una u población menor a 25000 habitantes y no es cabecera municipal. m Mien ntras que la pobblación urbanaa se integra porr una poblaciónn mayor a 25000 habitantes. 68 Cua adro 6. Rama de d actividad. Total T de la mu uestra (absolu uta y relativa) Rama Co onstrucción Industria I Comercio C Servicios S Otros Agropecuario No especificado e Total Población n 769,766.000 1,949,507.00 3,113,463.00 6,001,312.00 74,695.000 1,082,771.00 68,935.000 13,060,449.00 Porcentajje 5.9 14.9 23.8 46.0 0.6 8.3 0.5 100.0 Fuente: Elaboración E p propia con dattos de ENOE 2011 2 Las ramaas con mayo or concentraación son Inndustria, Com mercio y Seervicios. No es novedadd que estas ram mas sean las que en mayyor medida acumulen a a la muestra seleccionadaa, ya que a nivel global laas actividad des económiicas se han sesgado a los serviciios, dejandoo de lado cierta c capacidadd de la indu ustria para atraer a personnal. El sectoor primario y el de consstrucción son las ramas conn menor porrcentaje de población. p Si enfocaamos el análiisis de las acctividades ecconómicas seegmentándolas por sexoo, tenemos quue en el cuadroo 7 se muesstran datos correspondie c entes a cadaa sexo y a cada rama de actividadd.Los hombres realizan en mayor mediida las activvidades de laa construccióón y del secttor agropecuuario. Mientras que las mujeres se enfocan en el com mercio y en los servicios. Cu uadro 7. Ram ma de actividad d. Por Sexo Con nstrucción Hombrre 94.98% % Mujer 5.02% % In ndustria 53.19% % 46.81% % Comercio C S Servicios 39.05% % 44.25% % 60.95% % 55.75% % Otros 79.50% % 20.50% % Agrropecuario No especificado e 74.65% % 43.86% % 25.35% % 56.14% % Total 50.06% % 49.94% % Fuente: Elaboración E p propia con dattos de ENOE 2011 2 dad que loos hombres se concenntren en aquellas a acttividades donde d Tampocoo es noved tradicionaalmente las mujeres no pueden entrrar, como loo es la constrrucción y ell sector prim mario, aunque en e este últim mo hay una mayor partticipación de d ellas a caausa de la migración m dee los 69 varones, lo cual las induce, i por la l necesidadd de sobrevivvir, se incorrporen a las tarea del cam mpo. l servicioss, la particippación de laas ellas es mayor, m porquue en Tanto enn la industriaa como en los estas doss actividadess se presenttan servicioss domésticoos, personalees, de limpiieza, entre otros, o mismos que q han sido o caracterizaados como femeninos. f C Como se pueede advertir,, existe una clara división tradicional del trabajo, donde las mujeres noo realizan acctividades masculinizad m das y viceversaa. La condiciión dentro dee la ocupacióón de la mueestra es la sigguiente: Cuadro 8. Poosición en la occupación Trabajadores subord dinados y rem munerados Emplleadores Cuentta propia Trabajadoores sin pagoo T Total Poblaciión 7,656,8277.00 791,365.00 3,686,3555.00 925,902.00 13,060,4449.00 Porceentaje 588.6 6.1 288.2 7.1 1000.0 Fuente: Elaboración E p propia con dattos de ENOE 2011 2 La mayooría de estoss trabajadorees son remuunerados y subordinado s os y trabajaddores por cuuenta propia. Los L hombrees representtan en mayor medida el segmentto de trabajjadores quee son remuneraados y suborrdinados; asiimismo, en el e grupo de empleadoras e /es, la mayooría son hom mbres. Por el contrario, c en n el grupo de trabajaddoras/es quee no recibenn pago por sus actividdades económiccas, la mayoría son mujeeres (ver cuaadro 9) Cuad dro 9. Posición n en la ocupacción, por sexo Trab bajadores sub bordinados y remuneradoos Em mpleadores Homb bres 52.15% 78.744% Mujeres 47.855% 21.266% Cu uenta propia Trabajjadores sin pago p Total 49.57% 10.144% 50.06% 50.433% 89.866% 49.944% Fuente: Elaboración E p propia con dattos de ENOE 2011 2 Por otro lado, el ingreso de los hombres es en promediio de $47400 mensuales,, mientras quue el os mensualess para las mujeres m es dee $3075 pesoos. La diferencia entre estos promedioo de ingreso dos ingreesos no se debe d a factoores circunsstanciales, siino que en términos dee desigualdaad de género, laa situación de d los ingressos de las mujeres m con respecto r a loos hombres es e de desvenntaja, ellos en promedio p gan nan más quee ellas. 70 La duraciión de la jorrnada laboraal se relacionna con el nivvel de ingressos; es de suuponer que a más horas de trabajo ento onces los inggresos son mayores, m aunnque existenn otros factorres que influuyen, como el nivel n escolarr, la rama dee actividad ecconómica y la posición en e la ocupacción, así com mo un factor de discriminacción. De la población p selleccionada, en e el cuadroo 10 se muesstran los datoos de la jornadaa laboral. Cuadrro 10. Jornadaa Laboral. Horras a la seman na Tootal De 40 a 48 horas Más de 56 horas De 49 a 56 horas De 15 a 24 horas De 25 a 34 horas Menos dee 15 horas De 35 a 39 horas Ausentes temporaless con vínculo laboral No espeecificado Poblacióón Porceentaje 13,123,6119 4,529,726 2,021,366 1,650,009 1,315,956 1,230,300 966,1155 911,9266 422,2799 75,942 1000.00 34.52 15.40 12.57 10.03 9.37 7.36 6.95 3.22 0.58 Fuente: Elaboración E p propia con dattos de ENOE 2011 2 La mayorría de estos trabajadoress, independieentemente deel sexo, trabbajan en prom medio de 40 a 48 horas y el e 15% trabaja más de 56 horas a la semana. Cuando estta poblaciónn se segmentta en hombres y mujeres, la l dinámica no difiere en e mucho. El E 38% de loos hombres tiene t una jorrnada laboral dee 40 a 48 ho oras la semanna, mientrass que el 31% % de las mujeeres trabaja en e este interrvalo. Son los varones v los que q en mayoor cuantía trrabajan más de 56 horass a la semanna, porque 21.6% de ellos trabaja t en esste lapso, mientras m que las mujeres solo represeentan el 9.2% %. Sin embargo, comparanndo el prom medio de horras trabajadaas a la sem mana, los hom mbres en prromedio trabbajan entre 40 a 48 horas a la semanaa. Mientras que q las mujeeres en prom medio trabajan entre 35 a 39 horas a laa semana. Lo o cual indicaa que ellas paarticipan meenos en el traabajo producctivo. El trabajoo reproductiivo estámediido en horass a la semanna dedicada a los quehaaceres dentroo del hogar y al cuidado o de personnas de la teercera edad y niños. En E promediio, la poblaación seleccionnada en conjjunto destinaa18.8 horas a la semanaa en los queehaceres dom mésticos; paara el caso del cuidado dee personas, se empleaenn promedio 17.7 horas a la semanna. Sin embbargo cuando comparamos el promedioo entre hombbres y mujerees la situacióón es totalmeente distintaa. 71 Por ejempplo, para el caso del cuidado de personas, las mujeres m asignnanen promeedio 21 horass a la semana mientras m quee los hombrres 11.5 horras a la sem mana. Con reespecto a laas horas para los quehacerres del hogarr, la situacióón se profunndiza, ya quue las mujeres disponenn de25 horass a la semana a este trabajo o, en tanto, los hombress solo 7. 5 horas h a la semana. Por loo tanto, al suumar las horas de trabajo doméstico d y extradomésstico, entonces las mujerres trabajan en total 85 horas h a la semaana. En tanto o que los hom mbres trabajaan en total 67 6 horas a la semana. Si relacioonamos las horas h totales de trabajo con c el nivel de ingresos y tomando en e cuenta quue los dos grupos en general tienen unn nivel escollaridad entree secundariaa o preparatooria (enfatizzando que son las mujeres las que alccanza en maayor medidaa niveles prrofesionales y de postgrrado) entonces se observa una gran ventaja de loos hombres sobre s las mujeres, m ya que q ellas en total trabajan más m (doble jornada j de trrabajo) peroo reciben meenos ingresoss; pueden alcanzar un mayor m nivel escoolar, pero deedican mayoor tiempo al trabajo dom méstico sin quue éste sea reconocido r c como un factor fundamentaal para la repproducción de d la fuerza del d trabajo y el bienestarr de las famillias. En la sigguiente partee de la invesstigación se muestran datos d del tiem mpo que deddican hombrres y mujeres con c caracterrísticas socioodemográficcas y producctivas especcíficas. Se pretende obseervar las difereencias existeentes en la designación d del trabajo doméstico y la influenccia que tienee por ejemplo la l posición o condición en e el trabajoo, entre otras característiccas. 3.2.Distrribución del trabajo rep productivo de d acuerdo al perfil socciodemográáfico En esta sección s se prresentan los datos del tiempo que destinan d hom mbres y mujeeres en el traabajo productivvo y reprod ductivo (específicamentee en las tarreas del hoggar antes mencionadas) m ). Se tomaron en cuenta vaariables com mo el estado civil, c edad y los años de escolaridad. En términnos relativoss, entre el mismo m grupoo de varoness, aquellos que q reportaroon vivir en unión u libre deddican más tiempo al cuuidado de peersonas, a loos quehacerres dentro del hogar y a las actividaddes laboraless. Esto impliica que el tootal del trabaajo, tanto prroductivo coomo reproduuctivo es menorr en los hom mbres en unióón libre. Parra el grupo de d mujeres casadas c o enn unión libree, las horas dell trabajo prroductivo y reproductivo son simillares; por ejjemplo, paraa el caso dee los quehacerres dentro deel hogar tantoo casadas coomo en uniónn libre utilizan 25 horas en promedioo a la semana, para la jorn nada laborall las mujerees en unión libre trabajjan solo unaa hora más a la semana. Los datos in ndican, entoonces, que laas diferenciaas entre las mujeres cassadas y en unión u 72 libre no representa variaciones v significativaas en su dinnámica: de acuerdo a conn los datos de d la upos de mujeeres dedican en promedio alrededor de 26 horas más a la sem mana brecha, estos dos gru de trabajoo reproductiv vo que el gruupo de los varones v casaddos o en uniión libre. Porr el contrarioo, las horas quue el grup po de hom mbres dedicca a las actividades a laborales es superiorr en aproximaadamente 11 horas en prromedio a la semana. Esto da cuentaa del impactoo de la inequuidad en la disttribución dell trabajo repproductivo enntre hombres y mujeres en estos dos estados civviles. Es de nottar en los daatos de la breecha el impaacto más signnificativo dee esta distribución del traabajo se presennta en las parejas quee se reportaan como caasadas, lo que puede indicar quee las desigualddades en la distribuciónn del trabajoo doméstico y cuidados de personass se profunddizan con el esttado civil, po orque las muujeres casadaas son el gruupo que más padece esta desigualdadd. Cua adro 11. Distribucción del trabajo productivo p y reprroductivo entre laas parejas que vivven en el mismo hogar. h Promedio de horras a la semana. Por P sexo y perfil sociodemográfico s o28 Años de escolaridad Edad Edo. Civil HOMBRE MU UJER BRECHA A B C G D E F H (D – A) (E E – B) (F – C) (H - G) 45.75 11.28 7 18 34.82 20.87 25 45,99 -10,93 9,59 18 27,9 Uniónn Libre 47.06 12.16 8 21 35.77 21.38 25 46.44 -11,29 9,22 17 25,4 14 – 20 2 50.90 10.87 7.997 18.84 33.38 27.03 22.05 49.08 -17,52 1 16,16 14,08 30,24 21 – 30 3 47.28 12.40 7.445 19.85 34.94 24.38 23.39 47.77 -12,34 1 11,98 15,94 27,92 31 – 40 4 46.86 11.45 7.662 19.07 35.03 20.57 25.44 46.01 -11,83 9,12 17,82 26,94 41 – 50 5 45.76 11.34 7.224 18.58 35.24 17.48 25.58 43.06 -10,52 6,14 18,34 24,48 51 – 60 6 45.30 9.23 7.770 16.93 34.88 16.95 25.91 42.86 -10,42 7,72 18,21 25,93 Más de d 60 43.13 10.46 7.551 17.97 34.98 14.23 25.83 40.06 -8,15 3,77 18,32 22,09 Ninguuno 43.54 10.89 6.995 17.84 33.75 17.22 27.11 44.33 -9,79 6,33 20,16 26,49 Primaaria 45.49 10.44 7.330 17.74 34.80 19.67 26.99 46.66 -10,69 9,23 19,69 28,92 Secunndaria 48.29 10.85 7.332 18.17 35.78 17.45 26.16 43.61 -12,51 6,6 18,84 25,44 Preparratoria 48.32 11.60 7.995 19.55 36.96 21.90 24.45 46.35 -11,36 10,3 16,5 26,8 Normal Carrerra Técnicca Professional 32.19 14.85 9.990 24.75 26.35 20.31 24.24 44.55 -5,84 5,46 14,34 19,8 45.06 12.20 7.773 19.93 35.81 21.41 24.31 45.72 -9,25 9,21 16,58 25,79 43.99 12.64 7.773 20.37 34.15 22.19 21.72 43.91 -9,84 9,55 13,99 23,54 Maesttría 38.54 11.74 7.779 19.53 32.73 23.69 18.47 42.16 -5,81 1 11,95 10,68 22,63 Doctoorado 46.43 17.95 11.04 28.99 28.56 17.77 15.89 33.66 -17,87 -0,18 4,85 4,67 Casaddo A = D = Duración de la jorn nada laboral. Trabajo T producctivo B = E = Cuiddado de person nas C = F = Quehhaceres domésticos G = H = Totaal de trabajo reeproductivo (Cuuidado de perssonas más quehhaceres doméstticos) Fuente: Ellaboración proopia con datoss de la ENOE,, 2010 28 En el aneexo se incluyen n las pruebas de d hipótesis paara demostrar que la diferencia del tiempoo asignado al trrabajo reproductivvo y productiv vo es significaativa en términnos estadísticoss.Estas pruebaas se aplican a la variables de d los cuadros 11, 12 y 13. 73 La edad es un facctor importaante en la determinacción de las actividadess productivvas y nformación de d CONAPO O (2009) la primera unióón de las muujeres se da a los reproducttivas. Con in 21 años en e promedio o mientras quue el primerr hijo nacidoo vivo se preesenta a los 22 2 años29. Razón R por lo cuual las activid dades necesaarias para laa manutencióón y cuidadoo de la famillia se increm menta en al alreededor de la segunda déccada de edadd. En el casso que se esstudió, la muujeres entre 14 y 20 añoos de edad, seguidas poor las de 21 a 30 años, sonn las que en realizan un mayor trabaajo reproducctivo. Concreetamente, la brecha exisstente en este trrabajo entre hombres y mujeres enn el primer conjunto c es de 29 horass a la semanna en promedioo, es decir, son las mujerres en edad reproductivaa las que en mayor mediida llevan a cabo tanto el cuidado c de lo os hijos com mo de los queehaceres en el e hogar. Para el cuuidado de personas, la mujeres m de entre e 14 y 20 años dediccan 27 horas a la semanna en promedioo a esta acttividad, los hombres soolo dedican 11 horas aproximadam a mente. Confo forme aumenta la edad de las mujeres el trabajo que q dedican al cuidado de personass disminuye pero aumenta el tiempo que q destinan a los quehaaceres dentroo del hogar.. Esto se puede ser caussa de dos situacciones: ya seea porque quue al comiennzo de la terrcera edad, las mujeres dejan d de cuidar a sus propiios hijos/as pero p particippan con ciertto tiempo enn el cuidado de los nietoss/as, pero enn este mismo periodo de ed dad, al emppezar la vidaa de jubilaciión, hombrees y mujeress permaneceen en mayor medida m en caasa, dejandoo en mayor medida lass responsabiilidad del hoogar a ellass. De cualquierr manera so on las mujerres las respoonsables dee llevar a caabo las tareeas reproducctivas dentro deel hogar, aun nque se pressentan condiiciones distintas entre diferentes d ranngos de edadd (en las primeeras etapas del d ciclo de la l vida reprooductiva de las l mujeres, cuando naceen las/os hijas/os o están peequeñas/os es e cuando el trabajo reprroductivo es mayor). Es imporrtante señalaar que sea cual sea la edad de loos varones, éstos no presentan cam mbios sustanciaales en las ho oras dedicaddas al trabajoo reproductivvo, por ejem mplo, los varrones de entrre 20 y 30 años dedican 7..5 horas a laa semana en promedio al a cuidado de personas, mientras quue los varones de d más de 60 6 años tam mbién destinaan 7.5 horass a la semanna en promeedio en la misma m actividadd. Esto quieree decir que la l variable edad no quebbranta el com mportamiento de los varoones, contrariam mente, para la mujeres esta e variable determina directamente d e su dinámicca de trabajoo. 29 CONAPO O. ENADID 2009. Principalees indicadores de salud reprooductiva. 74 La última variable del d perfil soociodemográáfico para ell análisis dee la distribuución del traabajo t enn la distribucción del trabbajo reproductivo reproducttivo es el nivel de escollaridad. La tendencia es similaar, aunque existen e cierttas variacionnes. Por ejemplo, las mujeres m que no cuentann con instruccióón escolar o que tienen solo primarria son las personas que más quehacceres doméssticos realizan. El total dell trabajo repproductivo es e mayor paara el grupoo de mujerees que solo tiene primaria o no tiene instrucciónn escolar algguna. Empeero, el gruppo de mujerres con mayyores uida la cargga total de trabajo t reprooductivo. Paara el grupoo de varoness con estudios ven disminu menos añños de escolaaridad la canntidad de hooras dedicadaas al trabajoo reproductivvo total es menor m que aqueellos hombrres con mayyores estudiios. En estee mismo teenor las horras dedicadaas al quehacerr dentro del hogar h es cassi constante en cualquierr nivel escollar, por ejem mplo, los varrones con prim maria dedican n 7.3 horas a la semanaa a estas tareeas, mientraas aquellos con c nivel escolar profesionnal destinan 7.7 horas a la semana en promedioo. Ante estoos datos, el hecho de quue se tenga disttinto nivel de d estudios no n implica caambios sustaanciales en laa dinámica de d la distribuución del trabajjo. No suced de lo mismoo para las muujeres, en elllas el efectoo de la variaación en los años escolaress sobre la disstribución deel trabajo repproductivo es sustancial Ahora, para p el caso de aquellass parejas quue tienen priimaria la brrecha en el total del traabajo reproducttivo represen nta 29 horass a la semanaa en promeddio. En particcular, la breccha que exisste en el cuidaado de peersonas entre hombrees y mujeeres es de d siete horas y media, m impactanndonegativam mente en elllas. Respeccto a la breecha en loss quehaceress domésticoos se observa un u aumento o de las horras promediio dedicadass a esta tarrea, a saber, la cuantíaa que representta la brecha es de diecisséis horas a la semana. De nueva cuenta, c los hombres h deddican más tiem mpo al cuidad do de los hijoos que a los quehaceres domésticos. d Existe unn caso que lllama la atencción. Cuanddo las parejass tienen un nivel n de docctorado, las horas h dedicadass al cuidado o de personaas es mayor para los hom mbres que para p las mujeeres y respecto a los quehaaceres domésticos la breecha entre elllos solo es de d cuatro horras a la semaana en prom medio, en términnos agregado os, la brechaa del total dee trabajo repproductivo solo represennta 4.7 horass a la semana en e promedio.. De aquí se desprenden las siguientees preguntass: 1. ¿Q Qué es lo qu ue explica la mayor equuidad en la distribuciónn del trabajo reproductivvo en paarejas con esste nivel de estudios? e 75 2. ¿E El salario de estas pareejas es mayoor que el reesto de la población p y por ello puueden coontratar perssonal para quue llevar a caabo las tareaas mencionaddas? 3. ¿E Existe un mayor connocimiento y concienncia sobre las responsabilidadess de reeproducción?? En térmiinos generalles se obseerva que la distribuciónn inequitativva del trabaajo reproductivo depende en gran meedida del nivvel escolar, enfatizandoo que los hoombres partiicipan más en e el d los hijoss que en los quehaceress domésticoss. Esta últim ma tarea se desplaza casi en cuidado de exclusivaa a las mujerres. Por lo tannto, las variaables utilizadas en esta sección s dan cuenta de laa influencia que tienen sobre s la distribbución del trrabajo produuctivo y repproductivo. Sin embarggo, estas varriables tieneen un efecto distinto d en mujeres y hombres. Para el caaso de las mujeres, loos componeentes sociodem mográficos afectan a de manera m impoortante y dirrecta en lass horas dediicadas al traabajo señalado,, no es así para los hombres, h poorque en toddos los rubros la situaación es sim milar: materializzan poco traabajo reproduuctivo y muucho producttivo sin impoortar el nivell escolar, la edad y el estaddo civil. 3.3.Distrribución del trabajo rep productivo según s la esttructura prooductiva. En esta sección se presentan datos sobree la probleemática desarrollada a lo largo de d la investigación relacionada en estee caso con rubros r especcíficos de la estructura productiva. p E el En cuadro 11 1 se muestran datos de la disstribución del d trabajo productivo y reproduuctivo dependiendo de la po osición en laa estructura productiva, p misma que se divide, enn este caso, en la posición en la ocupaación, rama de la activiidad económ mica y conddición en la ocupación. Para contextuaalizar, se deb be tomar enn cuenta que la poblaciónn ocupada, de d acuerdo con c el INEG GI, es aquella que q se relacciona con loos medios de d produccióón y con laa propiedad de los biennes y servicios generados en e el desemppeño del trabbajo de esta población. De D esta mannera, se clasifican en trabajadores subo ordinados y remuneradoos, empleaddores, trabajadores por cuenta proppia y trabajadoores sin pago o. Respectoo al trabajo productivo,, en el gruppo tanto de hombres como de muujeres son los/as empleadoores/as los que q destinan más horas a la semana a esta activiidad. Para ell caso del traabajo reproducttivo total, el e grupo de varones quue más dediccan tiempo a este trabaajo son aquuellos 76 subordinaados y remu unerados; parra el grupo de d mujeres las que en mayor m medidaa dedican traabajo reproducttivo tota son n las empleaddoras. Condición de ocupación Rama de actividad económica Posición en la ocupación Cu uadro 12. Distribución del trabajoo productivo y rep productivo entre las parejas que viven en el mismo hogar. medio de horas a la semana. Por sexo s y Posición en n la estructura productiva Prom HOMBRE E M MUJER BRECHA A B C G D E F H (D – A) (E ( – B) (F – C)) (G – H) Subordinnados y remuneraados Empleadoores Trabajadoores por cuenta prropia Trabajadoores sin pago Construcción Industria Manufactturera Comercioo Servicioss Agropecuuario Profesionnales, técnicos y trabajadoores del arte Trabajadoores de la educacción Funcionaarios y directivoss Oficinistaas Trabajadoores industrialles artesanoss y ayudantes Comerciaantes Operadorres de transportee Trabajadoores en servicios personalees Trabajadoores en proteccióón y vigilanciaa Trabajadoores agropecuuarios 8 45,88 11,57 7 7,47 19,04 35,42 20,88 23,76 444,64 -10,46 9,31 16,29 25,6 50,5 11,21 6 6,95 18,16 45,04 29,8 20,32 500,12 -5,46 18,59 13,37 31,96 45,1 11,33 7 7,59 18,92 33,07 21,17 27,36 488,53 -12,03 9,84 19,77 29,61 40,63 3 12,66 9 9,14 21,8 35,75 21,32 27,38 488,7 -4,88 8,66 18,24 26,9 43,53 3 10,41 7 7,34 17,75 41,71 23,95 20,93 444,88 -1,82 13,54 13,59 27,13 46,71 11,28 7 7,18 18,46 36,44 20,63 25,38 466,01 -10,27 9,35 18,2 27,55 6 51,86 45,54 4 41,68 8 11,13 12,11 11,04 7,6 77,96 6 6,94 18,73 20,07 17,98 39,24 32,96 28,84 21,34 20,94 19,66 25,72 24,54 28,62 477,06 455,48 488,28 -12,62 -12,58 -12,84 10,21 8,83 8,62 18,12 16,58 21,68 28,33 25,41 30,3 2 42,02 12,82 7 7,93 20,75 36,02 22,31 22,03 444,34 -6 9,49 14,1 23,59 9 28,39 12,88 8,4 21,28 25,14 20,51 23,86 444,37 -3,25 7,63 15,46 23,09 9 49,89 13,24 6 6,74 19,98 39,97 21 19,04 400,04 -9,92 7,76 12,3 20,06 43,84 4 12,43 8 8,16 20,59 38,08 20,31 22,4 422,71 -5,76 7,88 14,24 22,12 5 45,05 11,2 7 7,21 18,41 35,24 20,63 25,83 466,46 -9,81 9,43 18,62 28,05 51,28 8 11,15 7 7,65 18,8 38,58 21,27 26,11 477,38 -12,7 10,12 18,46 28,58 54,3 9,93 7 7,22 17,15 27,68 31,35 21,36 522,71 -26,62 21,42 14,14 35,56 44,82 2 10,61 7 7,82 18,43 32,15 20,97 26,43 477,4 -12,67 10,36 18,61 28,97 61,04 4 10,95 7 7,36 18,31 49,98 19,19 19,31 388,5 -11,06 8,24 11,95 20,19 9 41,09 10,97 6 6,95 17,92 28,16 20,19 28,74 488,93 -12,93 9,22 21,79 31,01 A = D = Duraación de la jorn nada laboral. Trabajo T productivo B = E = Cuiddado de personas C = F = Quehhaceres doméstticos G = H = Totaal de trabajo rep productivo (Cuuidado de personas más quehhaceres doméstticos) Fuente: Ellaboración prropia con datoos de la ENOE E 2011 Precisam mente es en esta posicióón de ocupaación (empleeadores/as) donde la brrecha del traabajo reproducttivo total ess mayor, a saber, s de cassi 32 horas de diferenciia entre hom mbres y mujjeres, incidienddo en mayor medida a laas mujeres. Hay H que teneer en cuentaa que la brecha en del traabajo productivvo no es cu uantiosa ya que son soolo cinco hooras más lass que trabajjan los hom mbres respecto a las mujerees. Esto indicca que amboos, mujeres y hombres, al a ser empleaadores/as labboran 77 casi la misma m cantidaad de horas a la semana, pero las acctividades dee quehaceress en el hogarr y el cuidado de d los hijos se s destinan en e mayor vollumen a las mujeres. Otro aspeecto importaante de este caso en parrticular, es que q el porcenntaje de hom mbres superaa por mucho all porcentaje de mujeres que se susteentan como empleadores e s, a saber, el 79% es del sexo masculino mientras que q el 21% es e femenino. Razón por lo cual las horas h dedicaddas al cuidaddo de personas recae en laas mujeres, mismo m que representa alrededor a dee 30 horas a la semana para ellas, y soolo 11 horas a la semanaa para ellos. Este subggrupo de traabajadores, entonces, e labbora casi las mismas horras, pero sonn las mujerees las que dediccan mucho más m tiempo al trabajo reeproductivo,, razón por lo l cual las taareas de cuiidado de personnas y quehaceres doméssticos recae plenamente en las mujeeres, extendiendo su jorrnada de trabajo por más de d 90 horass a la semanna en promeedio, mientrras que los varones trabbajan menos dee 70 horas. Las parejjas que se manifiestan coomo trabajaddores de cueenta propia presentan p sim milar tendenccia al subgrupoo anterior, siin embargo,, la mayor brecha b se presenta sobrre el tiempoo dedicado a los quehacerres domésticcos, ya que las l horas quue dedican las mujeres a estas activvidades es de d 27 horas mieentras que laa de los hom mbres represeenta solo 7 horas h a la seemana, lo quue implica que q la brecha ess de 20 horass a la semanaa en promeddio. En términnos generalees, los datos de los parejjas con ciertta posición en e la ocupación indica que q la brecha deel trabajo productivo es amplia a causa de que la l brecha en las tareas del d hogar o de d los quehacerres doméstico os también es e amplia, loo que implicaa que las muujeres quedaan subordinadas a las tareass dentro del hogar indeppendientemennte de las hooras que deddiquen a las horas de traabajo productivvo. Por otro lado, de acu uerdo con el INEGI la actividad a ecoonómica es el e “conjunto de accioness que contribuyyen a generaar la oferta de bienes y servicios. Se incluyen las actividades del sector primario para el auto oconsumo (eexcepto la reecolección de d leña). Y excluye e actoos redistributtivos, monetarioos o en espeecie, que no suponen unna contribuciión a la oferrta de bieness y servicios”. Se toman enn cuenta parra este estuudio actividaades económ micas relacioonadas con la construccción, manufacttura, comerccio, servicioss y sector agrropecuario. Para el caaso de la construcción, la proporcióón de hombrres que trabaaja en esta raama de activvidad económicca es mucho o mayor quee la proporción de mujeeres que parrticipan en ella. e Los varrones 78 representtan el 95% de d esta poblaación, y el 5% 5 restante son s mujeres. Sin embarggo, las horass que dedican a esta activid dad tanto hoombres comoo mujeres ess similar, poorque los varrones dedicaan 43 horas y las mujeres 41 horas a la semanaa. Empero, el e cuidado de d los hijoss queda casii por completoo a cargo de las l mujeres. El caso más extrem mo se encueentra en el ámbito agrropecuario. La L brecha total t del traabajo reproducttivo, dado co omo la sumaa de las activvidades del cuidado de los l hijos y de d los quehacceres del hogarr, es de 30.3 3 horas a la semana en promedio; mismo m que indica i que los l hombres solo dedican a estas dos funciones f m menos de 18 horas, h dividdo en 11 horas para la prrimera funciión y menos dee seis horas a la segundaa. Esto a pesar de que la brecha del trabajo t prodductivo es dee solo 12 horas a la semana. Las mujerees en este ám mbito extiendden sus activvidades por casi c 80 horass a la semana, mientras qu ue los varonnes sus ocuppaciones se extienden menos m de seesenta horas a la semana en e promedio.. En términnos generalees, existen diferencias suustanciales entre e una ram ma de actividdad económ mica y otra, y enntre hombres y mujeres, siendo el ámbito á agropecuario la actividad doonde las muujeres padecen en mayor medida m la deesigual distrribución del trabajo repproductivo. Esta E distribuución inequitatiiva disminu uye para el caso de loss/as trabajaddores/as quee se encuenntran en la rama comerciaal. Ahora bieen, dentro del d segmentoo de las conddiciones de la ocupaciónn, que es donnde se dividee a la poblaciónn ocupada en trabajaddores de la educación, oficinistas,, etcétera, una u de las más inequitatiivas distribu uciones del trrabajo se preesenta cuanddo las parejaas reportan ser s operadorees de transportee. Hay que tener presennte que el 99% de los hombres h se declara en esta e ocupaciión y solo el 1% % de las mu ujeres lo maanifiesta así. La brecha del trabajo reproductivo r o total repressenta casi 35.556 horas, do onde la mayoor parte de éstas son inntegradas poor las horas invertidas en e el cuidado de d los hijos,, que en estee caso es dee 31 horas paara las mujeeres y solo 10 1 horas parra los hombres,, en tanto lass horas dediccadas a los quehaceres q d hogar es de 7 horas a la semana para del los hombbres y 21 ho oras a la sem mana para laas mujeres. El E trabajo tootal que las mujeres m efecctúan durante la semana correspondde a la caantidad de 80 horas y de los hombres ess de aproximaadamente 57 7 horas a la semana, s es decir, d 23 horras menos quue las mujerres. En este caso, es clara la l situación de d desigualddad que las mujeres m toleeran, casi toddo el trabajoo reproductivvo es asigna o ellas. e 79 Un caso parecido al a anterior se s presenta en el ámbiito agropecuuario. Aquí el 75% dee los trabajadoores son hom mbres y el 255% son mujeres. Los doss grupos dedican casi lass mismas horras al trabajo prroductivo, ya y que la breccha es 12 hooras a la sem mana, inclusoo el cuidado de los hijos y de otras perssonas sin ob btener pago también t se reparte r con cierta c homoggeneidad; sinn embargo, en lo que respecta a los quehaceres q e el hogarr la mujeress emplean veintidós en v hooras a la sem mana mientras que los hom mbres menoos de siete horas h a la seemana, por lo l cual la brrecha del traabajo productivvo es ampliaa, misma quee alcanza lass 31 horas a la semana. Lo L que repreesenta un tottal de aproximaadamente 80 0 horas a la semana loo que las mujeres m destiinan al trabaajo productiivo y reproducttivo. Los hom mbres destinnan a estos dos d trabajos 58 horas a laa semana. Un caso menos severro, pero quee representa la misma deesigualdad, es e el de los trabajadoress que se manifiiestan como funcionarios y directivoos. La brechaa del trabajoo reproductivvo es la menoor de todo el conjunto, c qu ue es de 20 horas a la semana, inttegradas porr el trabajo que realizann las mujeres, que es de 19 9 horas de quehaceres q e el hogar y 21 horas enn cuidados de en d hijos. Parra los hombres el cuidado de los hijos represennta 13 horass (que es laa mayor caantidad de horas h dedicadass a esta activ vidad de torddo el grupo) y siete horas de quehaceeres en el hoogar. Entoncess, este tipo dee trabajadorees posiblemeente obtengaan un amplioo ingreso lo que les posibbilita para conttratar person nal de serviccios domésticos y dedicaarse en mayyor medida al a cuidado dee sus hijos. 3.4.Distrribución del trabajo rep productivo según s las coondiciones laborales En esta sección se deescriben los datos selecccionados de las parejas que q viven enn el mismo hogar h y que labboran, con diistintas conddiciones laboorales, comoo lo son la duuración de la jornada labboral y el nivell de ingresoss de estas parrejas. Se debbe recordar que q las variaables utilizaddas son contiinuas para podder comparaar los promeedios en lass horas de distribución del trabajoo reproductivo y productivvo relacionadas con las condicioness mencionaddas. En el cuuadro 13 se muestran diichos valores. Las mayoores desiguaaldades se presentan p enn aquellos/ass trabajadorees/as que laaboran menoos de quince horas a la seemana, seguuido de aqueellos/as que están ausenntes temporalmente. Paara el primer caaso, la brech ha del trabajo reproductiivo se amplíía hasta 32 horas, h sienddo los quehacceres domésticos los que ponderan p en mayor meddida esta breccha, ya que las mujeres destinan máás de 31 horas a la semanaa en estas acctividades, mientras m quee los hombrees colaboran con menos de 9 80 horas. Aqquí se supo one que las mujeres al trabajar menos tienen la l obligación de realizaar un mayor traabajo dentro o del propio hogar, ya sea s de cuidaado de los hijos h o del mantenimient m to de éste. Sin embargo, los hombres también están laboranddo menos de d 15 horas, específicam mente solo trabajan 9 horass en promeddio y las muujeres casi este e mismo tiempo t (la brecha b de traabajo productivvo es de 0.6 6 horas a la semana), poor lo cual noo existe razóón real para que las muujeres realicen mayor m trabaj ajo, tanto prooductivo com mo reproducctivo. Aunquue unas de las razones es la desigualddad de génerro. Un puntoo importantee del análisiss de la duracción de la jorrnada laboraal es que a mayores m horaas de trabajo productivo, p menor m es la brecha que se genera en e el trabajoo reproductiivo. Las muujeres trabajan menos m en el hogar y en el cuidado de d los hijos. Aunque la dinámica dee la participaación de los vaarones no cambia. c Es por p tanto quue las condiciones laboorales, al menos respeccto al tiempo que q dura la jornada labooral, impactaa en mayor medida m a las mujeres; existe e una mayor m heterogenneidad cuand do las condicciones cambbian, en tantoo que el impacto sobre loos hombres no n es Nivel de Ingresos para Ocupados Duración de la jornada laboral consideraable cuando estos factorees varían. Ausentes temporales Mennos de 15 horas De 15 1 a 34 horas De 35 3 a 48 horas Máss de 48 horas Hastta un salarrio míniimo Máss de 1 hasta 2 salarrios mínimos Máss de 2 hasta 3 salarrios mínimos Máss de 3 hasta 5 salarrios mínimos Máss de 5 salariios míniimos No recibe r ingresos Cuadro 13. Distribución del trabajo productiivo y reproductivoo entre las parejaas que viven en el mismo medio de horas a laa semana. Por sexxo y condiciones laborales l hogar. Prom HO OMBRE MUJJER B BRECHA A B C G D E F H (D – A) (E – B) B (F – C) ( – G) (H 0 13,6 8,1 21,7 0 26,3 26,3 52,6 0 18,18 30,88 12,7 9,19 13,9 9 22,9 8,57 23,9 31,2 55,2 -0,62 10,088 32,3 22,22 25,2 13,3 8,2 21,5 24 21,9 27,6 49,5 -1,25 8,64 19,35 27,99 7,94 43,5 11,5 7,4 18,9 42,1 19,4 23,2 42,6 15,79 23,73 -1,42 62,4 10,7 7,1 17,8 61,8 18,8 21,4 40,2 -0,62 8,13 14,34 22,47 35,7 11,6 7,8 19,4 22,9 22,2 29,7 51,9 -12,8 10,644 21,89 32,53 45,7 10,8 7,7 18,5 38 21 25,4 46,4 -7,74 10,244 17,68 27,92 48,4 11,2 7,4 18,5 40,6 20,3 23,3 43,6 -7,75 9,14 15,96 25,1 47,7 11,5 7,3 18,8 37,4 20,4 22,3 42,7 -10,3 8,9 15 23,9 47,4 12,6 7,5 20,1 38,1 20,4 20,5 40,9 -9,34 7,82 13,01 20,83 41,2 11,6 7,8 19,4 35,7 21,3 27,4 48,7 -5,51 9,71 19,56 29,27 A = D = Duuración de la jo ornada laboral.. Trabajo produuctivo B = E = Cuuidado de perso onas C = F = Quuehaceres doméésticos G = H = Tootal de trabajo reproductivo r (C Cuidado de personas más quehaceres doméésticos) Fuente: Ellaboración prropia con datoos de la ENOE E 2011 Un variabble para forrtalecer el arrgumento annterior es ell nivel de inngresos de los ocupadoss. En aquellos hogares quee solo recibben un salarrio mínimo, la brecha existente e tannto en el traabajo 81 reproducttivo como el productivoo es mayor; en e la brechaa del trabajo reproductivvo, la cantidaad de horas de diferencia es de 32.53 horas a la l semana, integradas por p las horaas dedicadas los quehaceres doméstico os, que es dee 22 horas, y el de cuidaados que es de d 10.6 horaas a la semanna en promedioo. En este nivel n de ingrresos, por loo tanto, las mujeres trabbajan en tottal 85 horass a la semana, en e tanto quee los hombrees solo 55 hooras, es deciir, existe una diferencia de 30 horass a la semana y teniendo como telón de d fondo quee los dos recciben hasta un u salario mínimo, m peroo uno solo es el e que extien nde su jornaada laboral casi c el doblee que su conntraparte, enntonces se puede p afirmar que q la situacción de desiggualdad, subbordinación y dependenncia económ mica del gruppo de mujeres dentro d de esta categoría se agrava.E El ejemplo quue contrastaa con estos hechos h es cuuando las parejjas reciben más de cinnco salarioss mínimos ya que lass brechas taanto del traabajo reproducttivo total com mo de sus reespectivos coomponentes disminuyenn considerabllemente. Lo anteriior puede reelacionarse con c el nivel escolar, mismo que deetermina unaa disminucióón de este trabaajo cuando los años escoolares aumenntan (es de suponer s que con un mayyor grado escolar son mayoores los ing gresos) Por esto e se afirm ma que las condicioness laborales y sus respecctivas configuraaciones tamb bién influyyen de maneera sustanciial sobre lass mujeres: son s un pilarr que configuraa la heterogeeneidad en laa distribuciónn del trabajoo reproductivvo dentro de los hogares. Ahora bien, las cond diciones sociiodemográficas y produuctivas puedeen configuraarse de tal suerte que se tennga un pano orama más coompleto de lo l que puedee pasar con esta e distribuución inequittativa del trabajjo y sus con nsecuencias. Por ejemploo, si conform mamos un cuuadro con mujeres m con pocos p años escoolares (incluso sin instruucción educaativa) que esttén directam mente vinculaadas a la ram ma de actividadd agropecuarria, que ganne menos dee un salarioo mínimo y que tenga más de un hijo, entonces,, sus condiciiones dentro del hogar see ven sumam mente agravaadas, ya que es muy probbable que la maayor parte dee la carga dee trabajo reprroductivo seea determinaada y fijada a ellas, sin peerder responsabbilidades dentro del trabbajo producttivo ya que necesitan obbtener recurssos para adqquirir los bienes materiales para la sobrrevivencia, no n solamentee de las mujeres mismass sino tambiéén de su familiia; aunado a esto las coondiciones laborales l noo contemplaan situacionees en las quue se pueda conciliar la vid da familiar y el trabajo productivo, p y por lo tantto, la realidaad de las muujeres en estas circunstancia c as se ve emppeorado: mennor bienestaar personal, más m volumenn de trabajo pero con la miisma remuneeración, desvvalorizado el e trabajo quue realiza en casa, a pesaar de que soon las que en mayor m medidaa realizan éstte, menores oportunidaddes de crecim miento personal, etcéteraa. 82 Bajo estee panorama, el Gobiernoo mexicano ha diseñadoo e implemeentado una serie s de polííticas públicas dirigidas a conseguir la l igualdad económica,, política y social de los l mexicannos y mexicanaas y poder resolver el conflicto de d la desiggualdad de género e im mplícitamente la desigualddad dentro del d hogar. Poor ello la impportancia de indicar quéé es la igualddad y cómo se s ha abordadoo teóricamen nte desde la postura fem minista para después expplicitar aqueellos documeentos que ha heecho patente el Gobiernoo para conseguir dicha coondición. 83 Capítuloo 4. Políticass Públicas soobre el Trab bajo Reproductivo en México M 4.1. Introoducción La idea que q se generra sobre la supuesta natturaleza quee las mujeres tienen en relación conn su carácter reproductivo r o, las ordenaa por sus cappacidades innnatas para ell cuidado dee los hijos y de la responsabbilidad (cassi en su tootalidad) sobbre los queehaceres doomésticos. Como C lo inndica Camarena (2003) “Se “ plantea que las mujeres, m porr su papel de madress, se identifican principalm mente con laa vida domééstica; ésta las absorbe y restringe sus actividaddes económiccas y políticas fuera del ho ogar […], prropiciando que q desarrolllen una idenntidad como seres privaddos y hasta pasivos, ya quee lo activo see asocia con la vida pública […]”30 os que el moovimiento feminista fe ha realizado en e torno a laas desigualddades Los cuesstionamiento sociales, económicass y sociales, también haan tenido un impacto deentro del ám mbito familiaar. La invisibiliddad del trabajo domésticco, entre otrros problemaas, se ha pueesto en tela de juicio y se s ha demandado solución.. El Estado es e un actor central c para diseñar e im mplementar políticas p púbblicas que incenntiven la igualdad en los espacios meencionados. Bajo estee contexto, las políticass públicas, más m que sóllo atacar el problema deben d de serr una construccción integraal que tom me en cuentta las neceesidades socciales, sus capacidades de transform mación y porr lo tanto la incesante addaptación soobre los cam mbios espaciales e histórricos. Conseguiir acciones colectivas c y un u grado adeecuado de goobernabilidaad está supedditado al corrrecto diseño dee los mecaniismos para lograr l la iguualdad entre hombres y mujeres. m Estto conlleva a que las políticcas públicas deben perciibir la heteroogeneidad dee los entes y contextos innvolucrados.. Es por elllo que la paarticipación del Estado es e fundamenntal para diccho objetivo,, porque en él se encuentraan los recurssos políticoss capaces de generar accciones a larggo plazo que permiten dee una u otra forrma un avan nce sustanciaal de las muj ujeres. Huayllupo (1999) describe la participaciónn del Estado de la siguien nte manera: “En la medida en que el Estado deesarrolla, orrganiza y ejeecuta programaas y proyecttos en una heterogénea h y compleja estructura innstitucional,, y puesto quue el poder poolítico es el gobierno paara toda la sociedad y para todos los ciudadaanos, resultaa una 30 CAMAR RENA, Córdov va, R. Repensanndo a la familiaa: algunas aporrtaciones de laa perspectiva dee género. El Coolegio de México.. Estudios Dem mográficos y Urbanos. U Vol. 18, No 2 (53), 2003 2 84 necesidadd política e ideológicaa que maniifiesta y leggitima susaactividades como c neutrras y racionalees. Asimismo o, en el presente se le aggregan otras característiccas: la equiddad y la iguaaldad, libres de ponderacion nes y valoraaciones de supuesto s privvilegio com mo requisitos de toda política estatal”31. En México, durante la década de d los novenntas, surgierron importanntes cambioos referentess a la construccción de políticas dirigiddas hacia la igualdad dee género. Dee acuerdo con c el CEAM MEG (Centro de d Estudios para el adelanto de lass Mujeres y la Equidad de Género de la cámarra de diputadoss) en ésta década se generó connocimiento enfocado a diseñar poolíticas púbblicas enfocadas en los pro oblemas de las mujeress, sustentanddo con ello el enfoque de Mujer en e el Desarrolllo (MED) y Género enn el Desarrollo (GED): “La inclussión de las mujeres enn los diagnóstiicos y pronó ósticos de política pública en Méxiico se ha daado de manera recientee, los marcos innterpretativo os de ésta deefinen la resppuesta del Estado E a las necesidades n de las mujeeres a 3 través dee determinad das líneas dee actuación32 ”. Ya paraa el siglo XX XI, se instituucionalizaroon las acciones sobre la igu ualdad de géénero. En ell año 2000 se s elaboró laa ley de paraa la creaciónn del INMUJE ERES y se estableció e el PROIGUA ALDAD 20000-2006. Assí mismo see implemenntó el y en enfoque de d transversalidad dentrro del gobierrno federal y su aplicación a nivel subnacional s empresass privadas. A fin de relaacionar el suurgimiento de d políticas públicas coon perspectivva de género, en e las siguien ntes seccionees se revisarrá una serie de d documenttos con esta perspectiva pero que abordden en especcífico el probblema de la inequitativa i distribuciónn del trabajo reproductivo. Se esbozará cómo se enttiende el prooblema de laa desigualdadd y la manerra en que se propone resoolver flicto; y podeer observar las limitacionnes y alcances de las pollíticas analizzadas. este confl 4.2. Polítticas Pública as para la iggualdad de Género. 4.2.1. Plaan Nacionall de Desarroollo 2007-20012. El plan rector que su ustenta el disseño de polííticas es el Plan P Nacional de Desarrrollo (PND), que tiene com mo finalidad d establecer los objetivoos nacionalees, las estrattegias y las prioridadess que deberán regir r la acciión del gobiierno. También, establecce los objetiivos y estrattegias nacionnales que seránn la base paara los proggramas sectooriales, espeeciales, instiitucionales y regionaless que 31 HUAYL LUPO, Alcázarr J. Las políticas públicas enn un contexto de d privatización de la prácticca social del Estado. E UNAM, Reevista Mexican na de Sociología, Vol. 61, Noo. 4, 1999 32 CEAME EG. La incorpo oración de las políticas de iggualdad de génnero en los poderes del Ejeccutivo, Legislattivo y Judicial. Cáámara de Dipu utados, Méxicoo, 2008. Pag. 3--6 85 emanan de d éste. Seeestructura enn cinco ejes rectores, loos cuales esttán definidos de la siguuiente manera: I. Esstado de derrecho y segurridad. II. Ecconomía com mpetitiva y generadora g d empleos. de III. Iggualdad de oportunidades. IV. Suustentabilidaad ambientall. V. D Democracia efectiva e y poolítica exterioor responsabble. Para el caso c particu ular de esta sección, el análisisse centra en el eje rector III, mismoo que consideraa subtemas como c la Iguualdad entre hombres y mujeres, grrupos vulnerrables y Fam milia, niños y jóvenes. Den ntro de estoss subtemas, en específicco, en el diaagnóstico parra las propuuestas de estrateegias de aten nción y la iggualdad entre hombres y mujeres, see indica quee “ni las leyees, ni las convvenciones so ociales, ni la sociedadd en generaal reconocieeron debidaamente el papel p fundamenntal que la mujer emppezaba a deesempeñar cada c vez máás destacadaamente. Muuchas mujeres empezaron e a cumplir unn doble papeel en el espacio vital de la sociedad mexicana: como c madres al a frente dee las necesidades de suus hijos y como proveeedoras de sus hogaress, en conjuncióón con sus maridos m o sinn ellos” (PND D, 2007: 2100). La consiideración so obre la doblle jornada de d trabajo que q las muj ujeres realizaan, es un punto p importante para el diseño de políticas p púúblicas, porqque de inicio se tomann en cuentaa las mpo y espaacio) y subjjetivas que conlleva laa sobrecargga de dificultaddes materialles (de tiem responsabbilidades que las mujerees padecen. Sin embargo, en esste documennto rector de d la planeaación en México M se aprecia a un sesgo s esencialissta sobre el trabajo reprroductivo dee la mujeres, porque se da por hechho que las taareas dentro deel hogar son responsabiliidad exclusiva de las muujeres, en el mismo docuumento se seeñala que: A partir p de ello o es posible que los hijoos se formenn y se desarrrollen, así como c tambiéén es posible que q el trabajo, la políticaa y la culturra prosperenn en la vida social del país p (PND, 2007: 2 210). Porr lo tanto, see deja de laddo en gran parte p que loss hombres taambién puedden efectuarr esta responsabbilidad. 86 De acuerrdo con el objetivo o 16, en este tem ma se proponne eliminar cualquier c disscriminaciónn por motivos de d género y garantizar la l igualdad de oportuniddades entre hombres y mujeres. m Estto en términos generales, particularizando la esttrategia 16.22 indica quue es necesaario “desarrrollar actividaddes de difussión y divullgación sobrre la imporrtancia de laa igualdad entre mujerres y hombres,, promoviend do la eliminaación de esteereotipos esttablecidos enn función deel género”. Desde D la infancia se debe de d incidir soobre la impoortancia quee los derechos que tantoo hombres como c t lo cuaal implica la eliminaciónn de la suborrdinación eqquiparando las capacidaddes y mujeres tiene, obligacioones en las taareas doméstticas. Hasta estte punto, se pretende poor medio de la informaciión y transfoormación dee la cultura, crear un puntoo de equilib brio en los derechos y obligacionnes dentro de la esferra familiar. Los quehacerres del hogaar deben realizarse tantoo por hombrres como poor mujeres. Sin embarggo, se debe efecctuar un anáálisis de las acciones cooncretas quee se han estaablecido parra transform mar la visión bioologista y qu ue ha dañadoo considerabblemente las oportunidaddes de desarrrollo personnal de las mujerres. Como enn las dos an nteriores pollíticas públiccas, en éstaa se impulsaa las acciones a favor de d la igualdad en el plan no económiico, así la estrategia 16.6 1 tiene como c objettivo “facilitaar la integracióón de la mujer m al merrcado laboraal mediante la expansióón del sisteema nacionaal de guarderíaas y estanciaas infantiless”. Lo anterrior pretendee, como en los anteriorres casos, quue el cuidado de d los hijos no n sea un obbstáculo paraa el pleno deesarrollo de las mujeres;; en este punnto se han tomaado en cuen nta la condición de los hombres, que q en ocassiones son padres p solterros y necesitann de este serv vicio. La desiguualdad en esste caso es causada porr la falta de oportunidaddes que imppactan de maanera directa enn el desarrolllo económico de las mujeres m comoo seres indivviduales. La intervenciónn del Estado es esencial, ya y que es un u punto de apoyo paraa generar unn abanico dee posibilidaddes y eliminar las barreras históricas que q les han impuesto soocial y polítiicamente a las l mujeres. Hay que menccionar que no n solo su intervención i debe estar acotada al anterior a punnto, sino tam mbién debe de participar p en n modificar las caracteríssticas del meercado y partticularmentee las del merrcado laboral para p lograr laa igualdad. Como lo heemos expuessto, la desiggualdad se reproduce r poor un sistema el e cual está in ntegrado, enn una parte, por p el mercaddo[laboral]. 87 Sin embaargo, las accciones conccretas reflejadas en el PND para disminuir laas desigualddades dentro dee la familia se remiten a la concienntización y al a mejoramiiento en la esfera e laboraal. Si existe soolo una pollítica públicca, como loo es la pretensión de modificar culturalmentte la subordinaación de las mujeres, no se estánn tomando en cuenta muchas m otraas variables que impactann y contribuy yen a la desigualdad, como c por ejemplo la edducación y la edad. Enn este tenor, la igualdad de oportunidaddes no es unna condiciónn suficiente para p encontrar igualdad en el hogar. 4.2.2. LeyGeneral para la Igualldad entre Mujeres M y Hombres H l principalles políticas que se diseñaron paraa alcanzar ell objetivo de d igualdad entre Una de las hombres y mujeres es e la Ley Geeneral para la Igualdad entre Mujerres y Hombbres, expedidda en 2006, poor el entoncees Presidente Vicente Fox F Quezadaa. Esta Ley tiene “por objeto reguular y garantizaar la igualdaad entre muujeres y hoombresy prooponer los lineamientos l s y mecanissmos institucioonales que orienten o a laa Nación haccia el cumpllimientode la l igualdad sustantiva s enn los ámbitos público p y priivado, promooviendo el empoderamie e ento de lasm mujeres” (verr artículo 1). La Políticca Nacional en materia de igualdadd establece acciones paraa alcanzar laa igualdad deentro de las essferas señalladas por Inncháustegui,, como la esfera e econóómica, políttica, social y la inclusiónn de aspectoss culturales. Lo anterior se basa en mecanismos m de acciones afirmativas o de igualdad de oportun nidades, así como de innstrumentos de transverrsalidad. Dee acuerdo coon el artículo 17, 1 la planeaación presuppuestal debe incorporar la perspectivva de géneroo, para apoyyar la transversalidad y prrevea el cum mplimiento de los proogramas, prooyectos y acciones a parra la igualdad entre mujerres y hombrees. Para estee fin se crearron los instruumentosde Política P Nacional en Materiia de Igualdaad los cualess se resumenn en: 1. El Sistema Nacional para p la Igualdad entre Mujeres M y Hom mbres. 2. El Program ma Nacionall para la Igualdad entre Mujeres M y Hombres. H 3. La Observ vancia en maateria de Iguualdad entre Mujeres y Hombres. H Lo anteriior tiene com mo sustento la falta de em mpoderamieento de las mujeres m así como c de actoos de discriminnación por razones r de sexo; s aunquee no se debbe olvidar quue existen característica c as de índole sociodemográfica que inciiden en objetivar estos actos. a 88 La igualddad en las essferas estruccturales perm mitirá eliminnar estereotippos tanto en el plano priivado como en el público. Sin embarggo, se debe hacer h hincappié en la fallta de instrum mentos legaales e institucioonales relativ vos a esta Leey que incurrran en dism minuir la desiigual distribuución del traabajo doméstico. Se apuestta al hecho de que el em mpoderamieento en el esspacio econóómico, polítiico y social es el punto de apoyo para que se elimiinen desiguaaldades dentrro del hogar; pero no se hace explicito el mecanism mo por el cuual la particippación de loos hombres en e las actividdades doméssticas sea mayoor. Por ejem mplo, en el pllano económ mico se preteende alcanzaar la igualdaad en la esferra productivva así como el impulso dee liderazgoss igualitarioos, es decir, eliminar la l segregaciión ocupaciional. Además se contemp pla la incorpporación de más ciudaddanos al sistema educattivo nacionaal, al mercado de trabajo, ya sea en el e ámbito privado p o enn la Administración Púbblica Federaal. El l esfera prooductiva es la l certificación en materria de instrumennto base parra lograr la igualdad en la igualdad en la depend dencia que así a lo logre: “Establecer estímulos y certificadoss de igualdadd que se conceederán anuaalmente a laas empresass que hayann aplicado políticas y prácticas en e la materia”((Artículo 34). Empíricaamente se ob bserva que dichos d estím mulos no hann sido elemeentos de sustancial ayudda, la segregaciión ocupacio onal continúúa, el difereencial salariaal se ha maantenido, etccétera. Un punto p importante de estos mecanismoos para inceentivar y appoyar la iguualdad es quue no incluyye la desigualddad en el ám mbito domésttico. Como se s mencionó anteriormennte, se impone la perspeectiva de que sii se alcanza la igualdadd en la esfera productivaa se da por automático a igualdad en la esfera repproductiva. En la esferaa política se busca una participación p n equitativa para la tom ma de decisionees políticas y socioeconóómicas (ver artículo 35). En este puunto la transvversalidad ess una de las basses que se esstablecen parra alcanzar dicho d objetivvo. Buscar laa igualdad dentro d del plano p sociall quizá sea el mecanism mo que coaadyuva de mejor m manera a la equidad dentro del hogar, h porquue de acuerdo al artículoo 38 una de las l acciones para este fin es e promover campañas nacionales para concieentizar la participación por igual en e la atención de las perrsonas depeendiente de hombres y mujeres; que en esste caso serrá la participacción equitatiiva de las parejas que viven v en el mismo m hogaar respecto al a cuidado de d los hijos o dee otras perso onas como soon las de la tercera t edad.. 89 Por lo taanto, en térm minos generales, la iguual distribucción de las tareas dom mésticas seráá una consecueencia de la ig gualdad en la l estructuraa económicaa, política im mpulsada porr mecanismoos de transversalidad y de igualdad de d oportuniddades. Sin em mbargo, conncretamente no ha diseeñado d corregir las desigualddades algún insstrumento esspecífico quee incluya loss mecanismoos propios de dentro deel hogar. 4.2.3. Proograma Naccional de Iggualdad Un mecannismo que se desprende de esta ley es el Prograama Nacionaal de Igualdaad entre Hom mbres y Mujerees llamado PROIGUALD P DAD. Es unn programa especial quee engloba laas acciones de la Administtración Pública Federal en el marco del Plan Naacional de Desarrollo D 20007-2012 (PN ND), que conttribuye al lo ogro de loss objetivos, estrategias y prioridaddes nacionales. Uno dee los objetivoss de este Programa es reoorientar el trrabajo de poolítica públicca hacia la trransformacióón de la socieddad con justicia, equidadd de género y respeto a los derechoos humanos de d las mujerres33. Este Proggrama diseñó ó siete objetiivos estratéggicos mismos que se resuumen de la siguiente s mannera: 1. O Objetivo Estrratégico unoo: Institucionnalizar una política trannsversal conn perspectivva de géénero en la Administraci A ión Pública Federal F y coonstruir los mecanismos m para contribbuir a suu adopción en los Podeeres de la Unión, U en loos órdenes de gobiernoo y en el sector prrivado. 2. O Objetivo Estrratégico dos: Garantizarr la igualdadd jurídica, loos derechos humanos de d las m mujeres y la no n discriminación en el marco m del Esstado de Derrecho. 3. O Objetivo Estratégico tres:: Garantizar el acceso dee las mujeres a la justiciia, la seguriddad y laa protección civil. 4. O Objetivo Estrratégico cuaatro: Garantiizar el acceeso de las mujeres m a unna vida librre de viiolencia. 5. O Objetivo Estrratégico cincco: Fortaleceer las capaccidades de laas mujeres para p ampliar sus opportunidadess y reducir laa desigualdaad de género. 6. O Objetivo Estrratégico seiss: Potenciarr la agencia económica de las mujjeres a favoor de m mayores oporrtunidades paara su bienesstar y desarrollo. 33 INMUJE ERES. Política Nacional de Iggualdad entre Mujeres M y Hom mbres. Balance y perspectivass 90 7. O Objetivo Estraatégico sietee: Impulsar el e empoderam miento de laas mujeres, su participaciión y reepresentación n en espacios de tomaa de decisiónn en el Esttado y consolidar la cuultura deemocrática. Al margeen de los sieete objetivoss estratégicoos, la investiigación se centra en exaaminar lospuuntos cinco y seeis. La razón n radica en la línea seguiida a lo largoo de la invesstigación, a saber, s la desigual distribuciión del trabaajo domésticco. En este trrabajo se connsidera que una u de las caausas por lass que existen efectos adverrsos al bieneestar y desarrrollo de las mujeres es precisament p e la privacióón de oportuniddades traduccidas en la imposición social de laas responsabbilidades dee ellas sobree los quehacerres domésticcos. En nuestra sociedaad, donde unn gran núm mero de mujjeres ingresaan al mercado de trabajo, pero p no se han h desligaddo del trabajoo reproductiivo, se languuidece el abaanico de oportuunidades, lim mitando la inntegración a las l esferas estructurales antes menciionadas. Por lo taanto, escrutar los mecannismos para incrementarr las capaciddades y poteenciar la ageencia económicca de las mu ujeres permiitirá visualizzar si éstos permiten inncorporar unna perspectivva de igualdad dentro de laa familia, sobbre todo en las tareas disscutidas. En térmiinos generalles, el Progrrama se enffoca a dism minuir las brrechas de deesigualdad en e el desarrolloo de las capaacidades inddividuales y colectivas inndependienteemente del sexo, s mediannte la creación y fortaleciimiento de condicioness que perm mitan a las mujeres accceder de forma fo igualitaria a los serviicios básicoss de educaciión y salud, a la obtenciión de crédittos, a la teneencia de la tierrra, a las opo ortunidades productivas p a como el acceso a em así mpleos, con objeto o de meejorar las condiiciones de vida v de las mujeres m y cooadyuvar a la l superaciónn de la pobrreza. El objetivo estratégicco 5 del PRO OIGUALDA AD contribuyye al cumplimiento del Eje 2, objettivo: 7, y deel Eje 3, objetivvos: 1, 4, 6, 8, 8 9, 10, 12, 13, 14, 16, 17, 1 18 y 19 del d PND. El anterioor párrafo da d cuenta de la inexistenncia de un pronunciami p ento sobre la l igualdad en el terreno reproductivo o; sobre este e diseño existe im mplícitamentee el supueesto de quue el fortalecim miento de laas condicionees en el ámbbito productiivo y de un mejor horizzonte educatiivo y de salud (entre ellos la reducciónn de las mueertes prenataales) son lass bases sustaanciales sobrre las cuales see constituye la igualdad. Por lo quee las líneas de acción see enfoccan en incentivaar las acciones positivas y la l igualdad de d trato. p incorporrarse plenam mente El objetivvo estratégicco 7 se centrra en la elimiinación de laas barreras para a la esferra económicaa, así como de d alcanzar los l beneficioos que subyaacen de este plano: “En 2008 91 el INMU UJERES, en n coordinacción con la STPS, innstrumentó el Program ma Igualdadd de Condicioones Laboraales: contra la segregacción y el hostigamien h to sexual, que tiene como c propósitoo impulsar laa igualdad enn los ingresoos y en las coondiciones de d trabajo”34 Bajo estaa perspectiv va, la igualddad en el terreno econóómico, sobree todo facilitar el acceso al trabajo productivo, p es e un catalizzador para incrementar la toma de decisiones de la familiia; se advierte que q los com mponentes esstructurales subordinan s a los elemenntos privadoos e individuuales. Otorgar mecanismos m s para facilittar la agenccia económica de las mujeres m a traavés de acciiones afirmativvas y de iguaaldad de tratoo incide de manera m direccta sobre las conductas dentro d del hoogar. Dentro dee estameta, existe e un seccción destinada a la connciliación enttre la vida faamiliar y labboral. Aquí se manifiesta m que q “la inserrción de las mujeres enn el sector laaboral requieere de difereentes apoyos destinados d a la sustitucióón del trabajo no remuneerado, sobree todo en lo que concierrne al cuidado de d niñas/os, adultos mayyores y persoonas enfermaas”35 Para logrrar este prop pósitose estabblece un sistema de guaarderías, missmas que appoyan a maddres y padres soolos con hijo os hasta de cuatro años. También se s pusieron en e marcha los programaas de Escuelas de Tiempo o Completoo, que perm mite a madrres trabajadooras dedicaarse a las taareas laborales con meno os presioness. En este punto se asume a que las mamás son las únnicas responsabbles de las tareas del cuidado, c lo que significca entonces un sesgo esencialista e e el en diseño dee este políticca. Empíricaamente estoss mecanism mos no hann mitigado la desigual distribucióón de las taareas domésticas. Por un lado, las cifras c indicaan que las mujeres m deddican menor tiempo enn las mbres, y por el otro lado, son estos últimos ú lo quue dedican menor m actividaddes laborales que los hom tiempo a los quehaceeres doméstticos y al cuuidado de loos hijos, inviirtiendo mayyor tiempo en e la esfera prooductiva. Los dos objetivos o meencionados se orientan en lograr laa igualdad macro m social--económica entre hombres y mujeres. La L desigualddad en al ám mbito familiarr es considerada como una u consecueencia directa dee la falta de empoderam miento de las mujeres, com mo algo quee le competee a ella, al ám mbito privado; los problem mas subyacenntes a la deesigualdad enn la familiaa se proponee corregirloss con acciones que incenttivan la iguualdad de oportunidade o es, en térmiinos de saluud, educacióón y 34 35 INMUJE ERES. Política nacional de iggualdad entre mujeres m y hombbres. Ob. Cit. Ibídem. 92 autoemplleo. Sin emb bargo, no exxiste objetivoo alguno quue incida de manera direecta en atenuuar y resolver los l conflicto os generadoss al interior de d la familiaa. Mismo quee puede ser el e origen, y no la causa, dee una seriee de dispariidades que se presentaan en los luugares de trabajo. t La idea esencialissta36 sobre las capaciddades exclussivas de lass mujeres de d cuidar a otras persoonas, incluidoss los hijos, ha h trasgrediddo su potenncial para ell trabajo rem munerado; see ha limitaddo su participacción en este ámbito, trayyendo consiggo una serie de consecueencias adversas, entre elllas la segregaciión ocupacio onal y la desigualdad en los salarios.. 4.2.4. Ley L del Instittuto Nacion nal de las Mujeres M De acuerrdo con el arrtículo cuatroo de esta Ley el INMUJJERES tienee como objettivo “promovver y fomentar las condiciiones que posibiliten laano discriminación, la igualdad de oportunidaddes y detrato entre e los gééneros; el ejercicio plleno de toddos losderecchos de lass mujeres y su participacción equitatiivaen la vidaa política, cuultural, econóómica y sociial delpaís” Es imporrtante menciionar la Leyy que rige a este Instituuto, porque en e este últim mo depositaan las responsabbilidades qu ue el Gobiernno tiene en materia m de igualdad i de género en toodos los ám mbitos mencionaados. Ademáás, debe velaar por hacer cumplir los derechos coonstitucionalles y humanoos de las mujerres y hombrees, de los traatados internnacionales a los que Mééxico está coomprometidoo, sin olvidar laa promoción n, ejecución dentro d de lass dependenccias de la AP PF, seguimieento y evaluaación de políticcas públicas que fomenteen la igualdaad (artículo 6). 6 Empero, por sí mism ma la Ley que rige al INM MUJERES no n proporcioona elementoos que apoyyen la p fuunción es laa de delegaar y ordenaar las igualdad en las tareeas reproduuctivas, su principal e Institutoo debe llevaar a cabo enn materia de d igualdad entre responsabbilidades y tareas que este hombres y mujeres, así como de d otros facctores que implica i la relaciones r soociales entree los ciudadanos. Por lo taanto se debe proponer laa creación unn organismoo gubernamental (inclusoo con la particippación de acctores privaddos) que se encargue e de diseñar, impplementar y evaluar polííticas públicas dirigidas a laa igualdad, y los temas subyacentes, s , dentro de loos hogares. 36 “Discursso Feminista que q presupone o defiende unna esencia com mún de las mujjeres, perceptibble en su psiquue, su fisiología, sus actos, su us produccionees. Una posiciión que asentaría la existenncia de una naturaleza n fem menina diferente/oppuesta a una naturaleza n maasculina” (Olivvares, 1997: 455)” Citado porr Hernández, Virginia. ¿Poddemos hablar de un u feminismo postmoderno? p Revista Grafffylia: Revista de d la Facultad de Filosofía y Letras (Benem mérita Universidaad Autónoma de d Puebla). Añoo 2003, numeroo 1. 93 Con estaas leyes eleementales enn materia de d igualdad de género se desprendde una seriie de accionesyy medidas reelacionadas con c la violenncia en conttra de la mujer, con la saalud, educaciión y en generaal con el adeelanto de las mujeres en las l esferas estructurales.. 4.2.5. De D la Cámarra de Diputaados. Comissión de Equidad y Géneero. En este sección, se esbozan lass propuestass que los Diputados D haan efectuadoo en relacióón al problemaa de la desiigualdad de género, conn el fin de presentar loos avances consideradoos en materia de d igualdad en e la esfera reproductiva. Con basee en el artícuulo 30 de la ley orgánicca del Congresoo General dee los Estadoss Unidos Meexicanos se constituye c como un orgaanismo aproobado por el pleeno que, a través de la elaboración de dictámennes, informees, opiniones, o resoluciiones contribuyyen a que la cámara cum mpla sus atribbuciones connstitucionalees y legales. Por este mootivo, el quehaccer legislativ vo de las y los integranntes de esta comisión, c tieenen como punto princcipal, buscar ell adelanto dee las mujerees, el desarroollo de sus capacidades, c , el respeto a sus derechhos y sobretodoo la igualdad d de oportunnidades y libeertades tantoo para mujerees como parra hombres. Sobre lass leyes, refo formas e iniiciativas esppecíficas relaacionadas con c el trabajjo domésticco, la Comisiónn presenta lo os siguientes avances: • M MINUTAS. Ninguna. • I. IN NICIATIVA AS Estatus: Pend diente Fecha de presentación: 01 de octuubre de 20099. PRI Proteger a la maternidad por la vía natuural o por adopción. Establecer que las maadres trabajadooras tendrá án entre otrros derechoos, el disfruute de un descanso de d seis sem manas posteriorres a la adop pción; la próórroga de loss periodos de d descanso por p el tiempoo necesario en el caso de que q se encueentren impossibilitadas paara trabajarr por la adoppción; y el regreso r al puuesto que desem mpeñaban, siempre s que no haya trannscurrido más m de un añoo de la fechaa de la adopcción. Decreto l artículos 165 y 170, fracciones f III, III y VI, de la Ley Fedderal del Traabajo, Único. See reforman los para queddar como sig gue: 94 Articulo 165. Las modalidades m s que se coonsignan enn este capítuulo, tienen como proppósito m p la vía natural por n o porr adopción. fundamenntal, la proteección de la maternidad Artículo 170. Las maadres trabajaadoras tendráán los siguieentes derechoos: ... Disfrutarrán de un deescanso de seis semanaas anterioress y seis possteriores al parto, y dee seis semanas posteriorees a laadop pción, paraa aquellas que q por diicha vía, seea madres. Los o a que se reefiere la fracción anterioor se prorroggarán por el tiempo t neceesario períodos de descanso en el caso de que se encuentren imposibilitaadas para traabajar a caussa del embaarazo, del paarto o por la ad dopción. ... A regresaar al puesto que desemppeñaban, siem mpre que noo haya transscurrido máss de un año de la fecha dell parto o de laadopción l II. Estatus: Pend diente Fecha de presentación: 15 de octuubre de 20099. PAN Adicionar un Capíttulo Cuarto Bis, denom minado (LE EY) “De la Igualdad entre e Mujerres y Hombress en las Obliigaciones Faamiliares”. Considerar como objetiivos de la política p nacioonal: evaluar y proponer reformas a la legislacióón respecto a los derecchos y respoonsabilidadees de mujeres y hombresco omo progenitores; promoover el conccepto de las responsabili r idades familliares compartidas y erradiicar las diviisiones del trrabajo domééstico sobre labase de la l igualdad entre e mujeres y hombres.. Establecerr que las autoridadess encargadaas de la política p naciional m desarrolllarán entre otras acciooneslas siguuientes: estaablecer los mecanismoss para la mejor distribuciión de las reesponsabiliddades de mujjeres y hombbres respectoo de la famillia encondiciiones de igualddad; impulsa ar la capaccitación de los l progenittores sobre los mecanissmos que exxisten to de para el cumplimiento o y lacorrespponsabilidadd en el cuidaado, la proteección y el mantenimien m r la cooperación c y el intercaambio de infformaciónpaara lograr quue la los hijos e hijas; y reforzar ncluya una comprensión c n adecuada de la materrnidad y la paternidad p c como educación familiar in s y el reeconocimientode la responsabilidadd común de hombres h y mujeres m en cuuanto función social a la educcación y al desarrollo d dee sus hijos. III. Estatus: Rech hazada 95 Fecha de presentación: 15 de octuubre de 20099. PRD Estableceer que el tra abajador que sea padree disfrutará de una licenncia con gocce de sueldoo por paternidaad de 10 día as naturales,, a partir deela fecha de nacimiento de su “hijaa o hijo” o antes a del nacim miento. Prevver que las trrabajadorass y trabajadoores que adoopten “niño oniña”, tam mbién disfrutaráán del citad do permiso o licencia, contados c a partir p de quee la adopcióón sea acorrdada por senteencia definiitiva.Otorgarr licencia de d 6 semanaas al padree en caso de d que la madre m fallezca, a consecueencia del paarto. Sancioonar al patrrón que viole lasnormaas que rigenn las responsabilidades fam miliares y ell trabajo de los menores. hazada Estatus: Rech IV. Fecha de presentación: 23 de febrrero de 20100. PRD Modificar la denomin nación del tíítulo quinto para p quedarr como “Traabajo de las Mujeres y de d las Responsaabilidades Familiares” F (ley federaal del trabajjo).Explicitaar que las modalidades m s del citado título tienen en ntre otro proopósito, la coonciliación de d las responsabilidadess familiares para lastrabajadoras y tra abajadores. Prever quee las madress trabajadorras que tenggan hijas o hijos ón básica, poodrán acorddarcon el paatrón horarioos flexibles. Establecer como c cursandoo la educació derechos de las mad dres trabajaadoras, el obtener o licenncia en su trabajo para atender alhijo a enfermo, sin que estee hecho ponnga en riesgoo su estabiliidad en el em mpleo. Establecer que no n se reputaránn como falta as aquellas enque e la trabbajadora tennga que auseentarse paraa atender asuuntos o trámitees escolares que sean juustificados por la trabajaadora o preeviamenteaviisados al paatrón. Sancionaar al patrón que q viole lass normas rellativas al traabajo de las mujeres y reesponsabiliddades familiarees y las quereegulan el traabajo de los menores. • PROPOSICIIONES 9 Punto de acuuerdo por el quee Fecha de se exhorta a lass autoridades presentación:: 24-Marzocorrespondientees del Gobierno 2010 Federal, de los Gobiernos de lo os Estados y del Distrito D Federal, - Equidad y Género refuercen las accciones y políticas públicas a favor de los derechos de la maternidaad, a fin de impedir la discrriminación contrra la mujer por razzones de maternidad y assegurar la efectividad de su s derecho a trabajar. Proponente: Viives Preciado ÚN NICO.- La honorrable ÚN NICO.- La honoraable Cáámara de Diputaddos exhorta Cám mara de Diputaddos resspetuosamente a las exhhorta respetuosam mente a auttoridades corresppondientes las autoridades dell Gobierno Federal, de los corrrespondientes deel Goobiernos de los Estados E y gobbierno federal, dee los dell Distrito Federaal a que gobbiernos de los esttados y reffuercen las accioones y del Distrito Federall a pollíticas públicas a favor de refoorzar las accionees y quee los derechos de la polííticas públicas a favor maaternidad a fin dee impedir la de los l derechos de las l disscriminación conntra la mujer mujjeres embarazaddas, con porr razones de matternidad y el fin fi de impedir la aseegurar la efectiviidad de su disccriminación por razones de maternidad m y aseegurar Aproobada con feecha 10Febrerro-2011 Publicaación del dicttamen Gaceeta:10Febreero-2011 96 Tomasa (PAN) derrecho a trabajar. la efectividad e de suu dereecho a trabajar. Publicación en Gaceta: 24Marzo-2010 G de Igualdad I enttre hombres y mujeres (ppunto En la modificación que se pretennde a la Ley General II) se estaablece la ideea de que el trabajo dom méstico se debbe compartirr entre el hoombre y la mujer, m en otras palabras, see intenta conn esto eliminnar las desiggualdades enn la distribuución del traabajo mbargo, la iniiciativa de modificación m aún está penndiente. reproducttivo. Sin em En términnos generalees, las iniciattivas presenttadas muestrran tintes de incorporar con c mayor fuuerza a los hom mbres en áreeas de trabaajo que norm malmente se imputan soocialmente a las mujeres. Se trata de romper r el seesgo de la diivisión sexuual de trabajoo, donde lass tareas en el ámbito priivado son excluusivas de laas mujeres. Lamentableemente, ninguna de lass cuatro proopuestas ha sido aprobadaa por la Cám mara de Dipputados, porqque con su aprobación se daría un paso notablle en generar laa igualdad en e el ámbito doméstico, dando con ello e mayoress oportunidaddes a las muujeres para su crecimiento c e plena incorporación all trabajo prooductivo sin desvalorar, por p supuestoo, las actividaddes que son de d vital impoortancia paraa la reproduccción y cuidaado de los ciiudadanos. 4.3. Leyyes sin persp pectiva de Género G 4.3.1. Ley Federal del d Trabajo (LFT) N es El artícullo tres de laa LFT establlece que: Ell trabajo es un derechoo y un deberr sociales. No artículo de d comercio o, exige resppeto para laas libertadess y dignidadd de quien lo l presta y debe efectuarsse en condiciiones que asseguren la vida, la saludd y un nivel económico decoroso d paara el trabajadoor y su familia…No poddrán estableccerse distincciones entre los trabajaddores por motivo de raza, sexo, edad, d, credo reliigioso, doctrrina políticaa o condiciión social.M Manifestandoo que trabajo es e toda actividad humaana, intelecttual o mateerial, indepeendientemente del graddo de preparaciión técnica requerido r porr cada profesión u oficioo (artículo 8)). Con esta última cateegorización, el trabajo sóólo se pienssa en términoos económiccos orientaddos al men formal tiene mercado,, donde aqueellas personnas que realiizan sus actiividades bajo este régim proteccioones legales que permiteen cierto nivvel de bienesstar tanto paara él como trabajador/a t y de 97 su familia37. Incluso la relación de d trabajo see conceptualliza por aqueella correspoondencia enttre la persona que otorga el trabajo y el suborddinado, pagaando a este último porr sus actividdades prestadass (artículo 20). Bajo estta perspectivva es claro que q las relacciones que se s efectúan en el hogar y que q no son remuneradas r son excluiddas de la cateegorización de trabajo. Específicam E mente, las activiidades como o cuidar a terceras perssonas o los quehaceres del hogar, que en térm minos relativos constituyen un servicioo a otras perssonas para su s beneficio,, no son conntempladas como c E el artículo o 99 de dichha Ley, se establece que por realizar cualquier cllase de trabaajo se trabajo. En debe de recibir un salario. Sii el trabajo reproductivvo no es considerado c dentro de esta nces, las mujjeres, que enn su mayoríía lo realizaan, quedan excluidas e dee este categorizzación enton pago, quuedan descaartadas paraa recibir aguinaldo, pensión, vacaaciones, servvicios de salud, etcétera. e el artícullo 164 la Leey indica que “Las mujeeres disfrutaan de los mismos derechhos y Aunque en tienen lass mismas ob bligaciones que q los hombbres”. Sin em mbargo, en términos generales el diiseño de los derechos de laas trabajadorras están enfo focados en laa protección de la maternnidad (descaansos en el periiodo de gestaación, cuidaddos especialles en esta ettapa si así lo requiere, etcétera) De acuerrdo con la LFT L los “trabbajadores doomésticos soon los que prestan p los seervicios de aseo, asistenciaa y demás prropios o inheerentes al hoogar de una persona p o fam milia” (artícculo 331). Quue en este caso, no es la pro opia, sino dee un tercero. Razón por lo l cual, el traabajo domésstico realizaddo en el hogar propio de la persona que q lo realiiza queda exxcluido de los derechoos básicos, como c mpidiendo laa posibilidadd de obtener de bienes materiales. m salario, im Bajo estee panorama, se exhibe laa idea de quue las mujerees deben serr protegidas para el biennestar de los hiijos, ya sea que estén en e periodo de gravidezz o después de éste. See otorgan ciiertas consideraaciones que benefician directamentte a hijos; sin s embargoo, implícitam mente se daa por hecho quuelas mujerees son las reesponsables en mayor medida m de cuuidar a los hijos, h dejanddo de lado las posibilidad p de d que los paadres también puedan inccorporarse en e mayor meedida a esta tarea, t es por elllo que la Leey está sumeergida en una visión esencialista sobbre el papel de las mujeres y trabajadooras. Tambiéén hay que observar o quee existen tinttes de univeersalismo poorque suponee que 37 Sin embbargo, en much has ocasiones la l LFT no es cumplida, c por ejemplo, el tieempo de trabaj ajo establecido es de ocho horass diarias. Tamb bién, la LFT prrevé un salario que sea suficiientemente ampplio para podeer adquirir los bienes b materiales necesarios (inccluyendo recurrsos para la edducación y el descanso). d Aunnado a esto, unn amplio conjunnto de trabajadorees/as no se rig gen por esta Ley L al estar fuuera de la esfe fera formal dell trabajo, lo cual implica quue las proteccionees como segurridad social, guuarderías, entree otras prestacciones, no puedden ser disfrutadas por esta fuerza f laboral. 98 las actividades, el traato dentro deel trabajo, ell tiempo quee se le dedica a éste, entre otros facttores, h a de los hom mbres. debe ser homogéneo Sin embaargo se percibe una falsaa idea de iguualdad entree los hombrees y mujeress, porque a pesar p de que los l dos se integran al trabajo productivo, laas condicionnes económ micas, socialles y culturaless establecen diferencias sustancialess; por lo tantto, la falta de d perspectivva de igualdaad de género que q muestra la LFTno ha permitiddo a las muujeres, por un u lado, suumarse de forma fo adecuadaa al mercado de trabajo, pero p por el otro, o tambiénn ocurren annomalías denntro del hogaar, en otras palaabras, los liineamientos concretos de d la Ley peermiten que las mujeress no logren estar plenamennte satisfech has en alguuna de lass dos esferras, cuando estás tieneen la particular caracterísstica de ser madres m y espposas. 4.3.2. Soobre el cuid dado de los hijos h Un docum mento recto or que garanntiza el cuiddado y el deesarrollo inteegral de los niños es laa Ley General de d Prestació ón de Servicios para la Atención, A C Cuidado yDesarrollo Inteegral Infantil. En ésta se contemplan acciones para p la “preestación de servicios para p la ateención,cuidaddo y desarrolloo integral infantil, garrantizando el acceso de niñas y niños a dichos d servvicios encondiciones de igu ualdad, calidaad, calidez, seguridad s y protección adecuadas, a q promuevvan el que ejercicioppleno de su us derechos”” (artículo 1). 1 De acuerdo al artículo 10 “Sonn sujetos dee los servicios para la aten nción, cuidaddo y desarrolllo integral infantil, niñaas y niños, siin discriminaación de ningúnn tipo en loss términos de d lo dispuessto por el arrtículo 1o. de la Constituución Políticca de los Estaddos Unidos Mexicanos”. M Sin embarggo, para que la poblaciónn infantil puueda gozar de d los servicios determinad dos en la Leey, por ejem mplo, proteccción y segurridad, alimenntación, apooyo a desarrolloo biológico, cognoscitivvo, psicomottriz y socio-aafectivo, enttre otros, es necesario quue se cuente coon los derecchos laboralles y prestacciones sociaales de aqueellos organismos públiccos o privados.. En otras palabras, para p que loos niños tenngan accesoo a las prestaciones antes a mencionaadas es necesario que suus padres perrmanezcan en el mercadoo laboral forrmal. Por tannto, a una buenna parte de la población que labooral en el ámbito infoormal quedaa fuera de estos beneficioos. Un aspeccto importan nte de esta Ley es que obbliga a las innstituciones públicas, priivadas y socciales a fomenttar la iguald dad de género bajo el principio de d la no discriminaciónn e igualdaad de 99 derechos. El problem ma es que soolo una pequueña parte de d los niños podrá ser toomada en cuuenta para taless objetivos. Ley solo es un susten nto legal parra conformarr y continuaar con las accciones dirigiidas al desarrrollo p diseñadas, como por ejemplo, e el Decreto porr el que se crea el Sisstema infantil previamente Nacional de Guarderrías y Estanccias Infantilees. Uno de los l fundameentos de dichha Ley es que q el Gobiernoo tiene la responsabilidaad de crear “sinergias para p impulsaar una operaación integraal de servicios de guarderíías y estanciias infantiless dirigidas a niñas y niñños, acorde con el marcco de operaciónn de cada prrograma”. El E objetivo es e apoyar a madres m trabaajadoras, asíí como a maadres y/o padrees en situació ón de vulnerrabilidad. Unna de las basses que justiifica el Decrreto es que en e las últimas décadas d se ha observadoo una mayor participacióón de las muujeres en el mercado m labboral, lo que im mplica mayo ores responsaabilidades enn el empleo,, pero sin dej ejar de lado sus s comprom misos dentro deel hogar, porr ello es neceesario que ell Estado provea de instaancias infantiiles y guardeerías. Sin embaargo, se adviierte un sesggo esencialistta, ya que enn el artículo 1 se entiendde implícitam mente que las mujeres m son las l únicas reesponsables de d llevar a cabo c las tareaas de reprodducción dentrro de hogar y es por eso que el sistema de guarrderías y esttancias infanntiles son unn apoyo parra su desarrolloo laboral y familiar; dejando d de lado la ressponsabilidaad de los varones v en estas funcioness. De acuerdo con el arrtículo 3 párrrafo XI y XIII, una de laas atribuciones del sistem ma es la de: Proomover la am mpliación dee la coberturra y la calidaad de los serrvicios a traavés de esqueemas diversificcados y regio onalizados, de d acuerdo a las distintas necesidadees de las maddres trabajaddoras (…) y prromover quee las accionees del gobieerno contribuuyan a armoonizar la acttividad labooral y familiar de d las mujerees trabajadorras. Las activvidades repro oductivas, poor tanto, debben de estass alineadas a las necesiddades del sisstema económicco y las mujeres m sonn las respoonsables de ejecutar estas e actividdades. El sesgo s universallista y esencialista del siistema que integra y connfigura las acciones a paraa crear y am mpliar las guardderías y estaancias infanntiles no conntempla el problema p dee la distribuución del traabajo reproducttivo dentro del hogar; da d por hechoo que la disttribución dee este tipo de trabajo yaa está determinaado y la inffluencia de la l política pública p está dirigida am mpliar el tiem mpo para quue las mujeres trabajen t máss en el hogarr y en el mercado laborall. Un caso concreto c de lo anterior es e el de la crreación de laas estancias infantiles dee la Secretarria de Desarrolllo Social (SE EDESOL). Este E program ma está diseññado para appoyar a maddres trabajaddoras, 100 buscan em mpleo o estu udian. Tambbién pueden ser beneficiaros del proograma los padres p soloss con hijos o niños n bajo su u cuidado. El E sesgo se remite r al heecho de que no pueden hacer uso de d las estancias infantiles lo os padres cassados y que viven con suu pareja; unaa de las razoones es que existe e q realiza laas actividadees de cuidaddo, por lo quue los la idea dee que en estee grupo la essposa es la que varones “no “ necesitan n el servicio”. Un caso similar es el e de las guaarderías del Instituto Mexicano M del Seguro Soccial (IMSS). Las t , el trabajadoor viudo o divorciado d soon las personnas que se benefician b dee este mujeres trabajadoras servicio. Se puede ob bservar de nueva n cuentaa que los hom mbres casaddos y trabajaadores no puueden acceder a este benefiicio, lo cual implica unaa desigualdaad de géneroo, porque se da por hechho de que elloss no son los encargados del cuidadoo de las hijoos y que si están e en estee estado civvil, la mujer es la que se qu ueda en casa a realizar las actividaddes mencionnadas (el miismo caso occurre e inffantiles del ISSSTE). I Ess importante mencionar que sólo sonn trabajadorres/as para las estancias formales los que tien nen derechoo a esta presstación social, dejando de lado a todos t aquellos/as trabajadoores/as que see encuentrann en el sectorr informal. Entoncess, el sesgo qu ue caracterizza el diseño de d los serviccios sociales está originaado por la ideea de que las mujeres m son las personaas “naturalm mente”compeetentes paraa efectuar el cuidado de los hijos. El Estado apo oya a estas mujeres, m conn la creaciónn de estos servicios, s coon el objetivvo de eliminar cargas sobree estas respoonsabilidadess y contar coon mayor disponibilidadd para las labbores en el merrcado de traabajo. En otrras palabras,, no están diiseñadas parra una mejorr distribuciónn del trabajo dentro d del hogar h entre hombres y mujeres sinno para respponder de mejor m manera al mercado,, el cual recclama mayorr tiempo de las trabajaddoras, sin eliminar sus tareas t dentroo del hogar. Un caso,, que puedee considerarse como unna pequeña señal positiiva de la deesigualdad en e la distribuciión del trab bajo reproduuctivo entree hombres y mujeres, se encuentrra en la Ley de Igualdad Sustantiva entre e Mujerees y Hombrees en el Distrrito Federal.. El artículo 21 establecee que los entes públicos deeben de garaantizar, con el objetivo de d alcanzar la igualdad entre hombres y d la vida personal, p labboral mujeres, “la conviveencia armónnica y equiliibrada en loos ámbitos de yfamiliarr, lo que se considerará como el deerecho de coonciliación, encaminado e a lograr elppleno desarrolloo de los in ndividuos:Paara contribuiir al repartoo equilibraddo de las responsabiliddades familiares sepromoveerá el reconoocimiento deel derecho de d los padress a un permiiso porpaternnidad 101 de ocho días”. d Lo diiseñado hasta aquí por el e Gobierno del Distrito Federal (GD DF) tiene ciiertas limitacionnes, por ejem mplo, a niveel federal laa Comisión de d Equidad de Genero de la Cámarra de Diputadoos presentó la l iniciativa que involuccraba precisaamente otorggar tiempo a los padres para dedicarloo a los cuidad dos de los hijos h recién nacidos, n sin embargo, e essta iniciativa no fue aproobada por el Pleeno. Por lo taanto esta accción solo esttá permitida en el DF. Pero, no simplementte es aprobaar dicha accción, el probblema consisste en poderr aplicar y hacer h d conocer loos mecanism mos de finannciación paraa que extensivoo a empresass públicas y privadas, de los padrees no laboress en los días estipulados y su salario sea el mism mo. Aunado a esto, los seesgos patriarcalles característicos de nuuestra socieddad podrían inhibir que los hombress al otorgarlles el permiso correspondie c ente, efectivvamente realicen las actiividades de cuidados c o sencillament s te los días otorrgados por laa Ley no seean tomadoss por los traabajadores en aras de coontinuar conn sus actividaddes laborales. Aunque enn la misma Ley L se establlece que los entes públiccos desarrollaran acciones,, con base en e promoverr la igualdadd sustantivaa entre hombbres y mujeeres, que inccidan sobre la creación dee mecanism mos institucioonales que fomenten ell reparto eqquilibrado de las responsabbilidades faamiliares (A Art. 29, párrrafo VIII). Pero P justamente son los mecanissmos institucioonales los qu ue carecen de d una visiónn integral del problema de d la distribuución del traabajo reproducttivo dentro del hogarr. De hechho, no exissten mecanismos legalles, normattivos, institucioonales formaales que plannteen el problema y sus posibles p soluuciones. 102 Conclusiiones g diseññadas e impllementadas por el Gobiierno Las polítticas públicaas con persppectiva de género Federal con c el objettivo de alcaanzar la iguaaldad entre sexos/génerros contienen limitacionnes y alcances importantess, ya que laa idea de iguualdad está referida con respecto a la igualdaad de oportuniddades en el mercado m de trabajo, t en la esfera políítica y el recconocimientoo social. Porr otro lado, las acciones pú úblicas sin perspectiva p de género, presentan sesgos de tippo esencialista y ducirse en acciones no neutralessal género, permitiend do la universallista,lo que puede trad reproduccción de las desigualdaades de géneero. Se observvó que las brrechas generradas entre hombres h y mujeres m respeecto al tiemppo que dediccan al trabajo reeproductivo, que es la suuma de las horas h a la sem mana dedicaadas al cuidaado de los hij ijos y los quehaaceres domésticos, son considerables c s. En otras palabras, p las mujeres deddican muchoo más tiempo all trabajo reprroductivo quue los hombrres, teniendoo como base que los doss sujetos viveen en el mismoo hogar y am mbos se encueentran dentroo del mercaddo laboral. El hallazzgo principal no se encuuentra en ell hecho de que q las mujeres sean laas que en mayor m medida realicen las actividaddes del hoggar, porquee esta probblemática se ha analiizado extensam mente en un número n conssiderable de investigacioones. Lo releevante es el hecho de que q si bien la inequitativ va distribucción del traabajo dom méstico aparrece en tod das las parrejas estudiadas, es impo ortante señ ñalar que el e impacto que se dessprende de este probllema micas y de clase c impacta diferenciallmente a caada pareja. Las condicciones sociaales, económ nfluye de manera m direccta en que la distribuciión de las taareas dentroo del son un faactor que in hogar sea menos equ uitativa o see profundice la desiguaaldad. Las mujeeres con may yores ingresoos, las que están e en unaa mejor posicción de clase, son las quue en menor medida m realizzan el trabaajo domésticco. Así missmo, las muujeres con mayor m graddo de estudios participan menos m en esttas actividaddes. Por lo tanto, t el ressultado inmeediato es quue las mujeres más m pobres,, con menoss años de esstudio, con menos m horas de trabajoo productivoo a la semana, incluso aqueellas que esttán en un medio m rural o su actividaad productivva es la prim maria, s a laa distribucióón del trabajoo reproductivvo dentro deel hogar. son más sensibles 103 Para el caso c de los hombres, las l variables socioeconnómicas no afectan su comportam miento relacionaado con las tareas t del hoogar, ya quee en cualquier caso, parrticipan con pocas horass a la semana en e los quehaaceres del hogar (alredeedor de seis horas por semana) s mieentras que en las actividaddes de cuidad do de personas le dediccan aproxim madamente once horas a la semana. Esta tendenciaa es constantte para toda la muestra. Entonces, con c este anáálisis empírrico se demoostró la heterrogeneidad que tiene el impactto de la in nequitativa distribucióón del traabajo domésticco. En este sentido s cabe preguntarsee: cuál es la actuación delGobierno d para atacar estas diferenncias sustanciaales en el pro oblema de la l desigualdaad en el ám mbito domésttico. O bien,, Cuáles soon las políticas públicas disseñadas paraa contrarrestaar las diferenncias que se generan porr la imposición a las mujerres de las responsabilid r dades doméésticas sin dejar d de laddo las cargaaslaborales en e el mercado de trabajo. En la revvisión de las políticas púúblicas relaciionadas con la igualdad de género, se s pudo consstatar que ciertaamente éstass buscan a trravés de la igualdad i de oportunidaddes, de la iguualdad de trato y de la impplantación de d una persppectiva de trransversalidaad en las enntidades púbblicas y privvadas mecanism mos que inciiden de mannera directa en materializar la igualldad de género en las esfera e económicca, política y social. A manera de ejemplo enn la LFT se estableció que debe exxistir igualdad de trato parra hombres y mujeres enn los recintos laborales, o una mayoor oportunidaad de que las mujeres m accedan a puestoo jerárquicoss ya sea en entidades e dee gobierno, partidos p polííticos o empressas privadas;; se han estaablecido instrrumentos paara mejorar la l salud de laas mujeres y una mayor prrotección cuaando se encuuentran en unn estado de gravidez. g Sin emb bargo, esta as políticas presuponeen que la igualdad tiene t una dirección y es omnipoteente: si se alcanza laa igualdad económica y política, entonces se s alcanzarrá la igualdad d en la famiilia, porquee al empodeerar a las mujeres m con n mejores saalarios, mejjores puestos de d trabajo, mayor edu ucación, auttonomía paara decir soobre su cuerrpo, entre otros o factores, entonces automáticam a mente se elim minan los estereotipos, e , el ejercicioo del poderr y la subordin nación que caracteriza c las relacion nes intrafam miliares. Perro empíricam mente, la reaalidad nos indicca una situacción totalmente distinta.No existe Ley, L Acuerd do o Decretoo que establlezca los lineam mientos parra encontraar la igualdaad dentro del d propio hogar. h Las políticas p púbblicas diseñadass para lograar la plena iggualdad entrre hombres y mujeres condicionan c y subordinaan la 104 igualdad en los hogarres. La accióón de Estadoo, misma quee se materializa en las políticas públlicas, i raazón por lo cual, c se puedde afirmar que q las accioones de este actor son un reeflejo de su ideología, contienenn un sesgo tanto en sus obligacioones en maateria de iggualdad com mo en su prropio pensamieento. El ejerciccio del Gobiierno ha perrmanecido ajjeno a la dessigualdad quue se estableece dentro de d los hogares, a pesar de las l demandaas del movim miento feminnista. El diseeño de sus políticas p conntiene mática en loos hogares, y por sesgos unniversalistas y esencialistas que imppiden revelaar la problem ende su solución. s Es por ello quee paradójicam mente, las accciones del Gobierno G inccidan en resoolver el problem ma, pero su no acción reeproduce la desigualdad d en otro planno (Scott, 1996). La intencción del mod dificar la Leyy General dee Igualdad enntre Hombrees y Mujeress relacionadaa con la mayor participació ón de los hom mbres en el trabajo t domééstico fue deetenida y queedó en estatuus de na señal quee los temas concernientees al espacioo privado o están generrando pendientee. Esto es un polémicaa sobre el paapel que juega el gobierrno dentro del d espacio privado, p quee por un laddo, es donde se han generad do una serie de conflictoos tanto a nivvel personal de las mujeeres como a nivel agregadoo, y por el otro, o las neccesidades deel mercado han dirigidoo la dinámicca no sólo de d la sociedad sino de las personas p y por p lo tanto el e Gobierno no sabe cóm mo transform mar las conduuctas e ideologgías que geneeral aquélla desigualdadd en particulaar.O simplem mente la ideeología conteenida en el desenvolvimien nto gubernam mental no peermite tener una visión integral sobrre la igualdaad de género, supeditando s su acción sólo s en el espacio públiico (dentro de este soloo se ha centtrado sobre la Administraación Pública) donde laas relaciones económicas, políticass y socialess son h concentrado. evidentess y donde hisstóricamentee las demanddas de la ciuddadanía se han En Méxicco, a pesar de d su adhesiión a los acuuerdos y traatados internnacionales, el e problema de la inequitatiiva distribucción del trabaajo reproducctivo no es reelevante, poor lo cual no está consideerado en los principales do ocumentos reelacionados con la igualldad de géneero y trabajoo. La perspeectiva biologistaa del Gobierrno, determiina que las mujeres m son las que en mayor m mediida lleven a cabo las tareass de cuidado o de los hijoos y demás actividades. Lo anteriorr es parte deel reflejo dee una sociedad funcionalissta. Esta teooría tiene coomo base iddeológica quue el funcioonamiento de d la sociedad se sustenta por la dinám mica familiaar, que a su vez se ordeena por la división d de taareas específicaas, asignand do a cada mieembro un rool; permitiendo entonces que socialm mente las muujeres sean las encargadas e del d hogar, geenerando de esta manera cohesión soocial. 105 Entoncess, la conflu uencia entrre el funcioonalismo y los sesgoss mencionaados, limitaan la actuación n del Estad do para atender el prooblema de la l distribucción del trab bajo domésstico. Soslayan ndo el hecho o de que se ha demostrrado ampliaamente que tal “naturaaleza femen nina” para las tareas en ell espacio prrivado susteentan al patrriarcado e impulsan i el sometimien nto y subordin nación de la as mujeres; profundizaando con elllo las desigu ualdades qu ue pueden tener t un mayoor impacto sobre s los coonflictos a nivel n holísticco. Lo que se s está trataando de deccir es que pued de ser más importante i encontrar la igualdad dentro de loos hogares para p que dee esta manera se s eliminen problemas de índole personal, p y sobre s todo equilibrar e loos tiempos entre e el mismo trabajo y el descan nso, y por lo tanto, hombres h y mujeres tengan t mayyores posibilid dades de realizar r otrro tipo de actividadees extradom mésticas y extralaborrales permitiendo un creccimiento y desarrollo d a largo plazoo. Recomen ndaciones El análisiis de la basee de datos de d la ENOE 2010muestrra la importaancia de tom mar en cuentta la composicción heterog génea de los l hogaress mencionaddos, ya quue de centrrar el probblema exclusivaamente en laa falta de opportunidadess o de un traato sobre lass mujeres quue les impliica la discriminnación en loss espacios púúblicos y priivados, se sooslayará un número n impoortante de caausas de la ineqquitativa disstribución deel trabajo reeproductivo llevado a caabo dentro del d hogar. Así, A la actuaciónn del Estado o no puede sujetarse s a la consideracción omnipootente y omnnipresente de d las acciones dirigidas en alcanzar la igualdad de género en loos espacios mencionado m s. p recoomendación. Con el objeetivo de alcaanzar la iguaaldad Por lo annterior, se deesprende la primera dentro dee los hogaress es necesariio que las accciones polítiicas tengan como c base las caracteríssticas sociodem mográficas y económicass del conjunnto de persoonas que perrciben el prooblema de forma fo diferenciaada: las mujjeres con inngresos y nivveles escolaares bajos, soon las más susceptibless a la desigualddad del trab bajo reproduuctivo. Por ello e se debee de incidir en mayor medida sobbre la participacción en las tareas mencionadas de los l varones dentro d de esttos grupos. De D aquí se puede p desprendder una cantidad acotadaa y diferenciaada de docuumentos y accciones (com mo pirámide)) que conformeen una polítiica de igualddad entre hom mbres y mujjeres dentro del hogar. En E otras palaabras, las accionnes más pro ofundas y más incisivas de obligatoriedad y trannsformaciónn cultural estarán sobre los grupos con menos desarrrollo econóómico y sociaal. 106 No se traata de elimin nar del discuurso a los grrupos con mayor m nivel de d desarrolloo, sino tenerr una base de acciones, mismas m que se originan por las conndiciones soociales y ecoonómicas dee los grupos menos m desarrollados, paraa poder moddificar de acuerdo a las característic c as específicaas de cada gruppo. Por ejem mplo, podem mos distinguirr los hogarees a nivel rurral y urbano, que a su vez se pueden diferenciar d por p clase; permitiendo p así diversifficar las pollíticas públiicas que inccidan directameente en el prroblema origginado por situaciones s e específicas.S Si en la LFT T existen regglas y normas para p un númeero importannte de diferenntes empleos, por ejempplo, existen reglas r especííficas para el em mpleo en lass mimas o enn los hospitaales, etcéteraa, entonces por p qué en laa Ley Generral de Igualdad no existen el mismo mecanismo, m es decir, differenciar poor sector soccioeconómico las reglas y normas n que incidan i direcctamente en igualar las responsabilid r dades en el hogar. h Una recoomendación que se deprende de form mainmediataa, está relaciionada con modificacion m nes a la Ley Feederal del Trrabajo. Se diiscutió que contienen c unn sesgo esenccialista, porqque sólo tom ma en consideraación la partticipación de d las mujeres para el cuidado c de los l hijos, otorgando alggunos derechos a las mujerres en estaddo de graviddez y cuandoo éstas ya son s madres; lo que induuce o justifica la poca parrticipación de d los hom mbres en esttas tareas; esta e Ley preesupone quee los hombres son los encargados de la manutencción de la faamilia y por ende debenn de pasar mayor m tiempo enn el espacio productivo. La recomenndación residde precisam mente en la iddea de incorpporar normativamente e institucionalm mente a los hombres h en las l tareas doomésticas, peermitir desde sus empleos que participen en el cuiddado de los hijos y de laas tareas dom mésticas, sinn menoscabaar los c cualquuier otro ciuddadano. Lo anterior a perm mitirá dos coosas, por un lado, derechos que tienen como t domésticas y porr otro lado modificar m ell pensamientto sobre quiién y el equilibbrio en las tareas cómo se realizan esttas tareas, de d eliminar estereotipos, e , de abolir el e ejercicio del poder de d los hombres sobre las mujeres m y abrrir el abanicco de posibilidades paraa el desarrolllo tanto hum mano como maaterial. Las guarrderías e in nstancias inffantiles son una parte importante del desarroollo infantill, sin embargo,, su existenccia se basa apoyar a a lass mujeres traabajadoras (formales) ( y a varones solos s con hijoss ya sea por divorcio d o por p viudez, tooda la demáás población ocupada queda fuera dee esta prestación. Por ello,, otra recom mendación es e abrir loss espacios tanto t a hom mbres y muujeres independdientemente de su estaddo civil, peroo siempre y cuando se encuentren laborando en e el sector forrmal o inforrmal. Una foorma de conntrolar la inccorporación masiva de niños/as n en estas institucioones es que aquellas a fam milias con maayores ingreesos y que goozan de estee servicio paaguen 107 una mayyor cantidad d por los mismos m benneficios. Laas escuelas de tiempo completo están e relacionaadas con el sistema s de guardería; g esstas escuelass deben perm mitir a padrres y madress que son parejjas dedicarsee a las tareaas laborales con menos presión, p perro siempre considerando c o que cualquierra de ellos pu uede acudir a resolver prroblemas rellacionados con c sus hijoss y no solo accudir a la madrre cuando se presentan algún a confliccto. Es imporrtante no pasar p por alto el diseñaar condicionnes laboralees que perm mitan una mejor m conciliación entre esste espacio y el hogar. Se debe teener en cuennta que hom mbres y muujeres pueden reealizar las taareas de cuiddados y quehhaceres. Por ello empresas públicas y privadas deben d romper con la ideolo ogía sobre laa “naturalezaa” que caractteriza a hom mbres y mujeeres, permitiiendo que cualqquiera de loss dos, sobre todo si son pareja, se enncargue de los l problemaas inherentess a la vida denttro del hogarr. 108 BIBLIOG GRAFIA • ASTELLARA A A, Judith. Enn Género y Cohesión C Soocial. Fundacción Carolinaa. Documennto de trrabajo númerro 16. 2007. • BENERÍA, Lourdes L y SE EN, Gita. Acccumulation, Reproduccction, and “W Women´s Roole in Economic Deevelopment””: Boserup Revisited. R C Chicago Jouurnals: Singss, Vo. 7, No. N 2. D Development t and the Sexxual Divisionn of Labor (W Winter, 19811). • BENERÍA, Lourdes. L Lass mujeres y el trabajo: rupturas r connceptuales. Iccaria. Barceelona, 19994 • BENERÍA, Lourdes. Trabajo T prooductivo/ reeproductivo,, pobreza y políticass de Conciliación. Nómadas (C C Col), núm. 24, 2 abril, 20006, pp. 8-21 Universidadd Central Bogotá, C Colombia. • BLANCO, Mercedes. M T Trabajo y familia: enntrelazamiennto de trayyectorias vittales. Estudios Dem mográficos y Urbanos, Vol. V 17, No. 3 (51) (Sep. - Dic., 2002), pp. 447-4883 • BUSTELO RUESTA, R M María. La evaluación e d las polítticas de génnero en Esppaña. de M Madrid. La Catarata. 20044. • BUATELO, María M y Lom mbardo, Emaanuela. Mainnstreaming de d género y el análisis de d los diiferentes “m marcos interrpretativos” de políticass de igualddad en Euroopa: el proyyecto M MAGEEQ. Universidad U C Complutense e de Madrid.. • BUATELO, María M y Lom mbardo, Emaanuela.Polítiicas de igualldad en Espaaña y en Eurropa. Revista de Meetodología de R d Ciencias Sociales. S Núúm. 15, eneroo-junio, 20088, pp. 185-208. • CAMARENA C A. Córdova Rosa R María. Repensandoo a la familiaa: algunas apportaciones de la peerspectiva de género. Ell Colegio dee México. Vol. V 18, No.. 2 (53) (Maay - Aug., 20003), ppp. 255-297. • CARRASCO, Cristina. La econom C mía feminissta: una appuesta por otra econoomía. U Universidad de d Barcelonaa, 2006. • CARRASCO, Cristina. Mujeres C M y Ecconomía. Nuuevas Perspeectivas paraa viejos y nuuevos prroblemas. Iccaria. Barceloona, 1999. • CARRASCO, Cristina. Tiempo de C d trabajo, tiempo dee vida: ¿reeorganizacióón o coonciliación? Artículos dee Ciudad de Mujeres. 20006 109 • CELEBRETI, Lilian y MESA, Serrana. C S Lass relacioness de génerro y el traabajo reeproductivo y productivoo. Uruguay, 2009. • CEAMEG. La C L incorporación de las políticas dee igualdad de d género enn los poderes del Ejjecutivo, Legislativo y Judicial. J Cám mara de Dipuutados, México, 2008. Pag. 3-6 • Centro de Esttudios para el C e Adelanto de d las Mujerres y la Equiidad de Génnero. Las muujeres y la equidad de d género enn el Pan Naciional de desaarrollo 20077 – 2012. Mééxico, 2007. • C CEPAL. A la hora de la iggualdad, breechas por cerrrar, caminos por abrir. 2010. 2 • CEPAL. La equidad de género y los C l Derechoos Humanoss de las muujeres en Brasil: deesafíos y perrspectivas. 2005. 2 • C CEPALSTAT T. http://webbsie.eclac.cl/iinfest/ajax/ccepalstat.asp?carpeta=esttadisticas. • C COBO, Bedíaa Rosa. Géneero. En AMO OROS, Celiaa. 10 palabraas clave sobrre Mujer. 20006. • C CONAPO. EN NADID 20009. Principalees indicadores de salud reproductiva r a. • C CONSTITUC CIÓN POLÍT TICA DE LO OS ESTADO OS UNIDOS S MEXICAN NOS. • DE BARBIER D RI, M. Tereesita. Certezaas y malos entendidos e s sobre la cateegoría de génnero. En GUZMAN N L y PACE EHCO G (ccomp.) Estuddios Básicoss de Derechos Humanoss IV, Saan José, Cossta Rica, IDH H, 1996. • DE MIGUEL D L, Ana. Fem minismos. Enn AMOROS S, Celia. 10 palabras claave sobre Mujer. M 20006. • Diagnóstico sobre D s la situuación de loos Derechos Humanos en e México. Oficina dell alto coomisionado de la Nacionnes Unidas para p los Dereechos Humannos en Méxiico. 2003. • Encuesta Naccional de Ocuupación y Em mpleo, 20100. INEGI • ESQUIVEL, Valeria. Laa Economía del Cuidadoo: un recorrrido concepttual. Universsidad N Nacional de General G Sarm miento • GÓMEZ, Sán G nchez Elisa. La igualdadd de género como elemeento de incluusión social en la U Unión Europeea, leccioness para Méxicco. 2008 • GUZMAN, Virginia. G V La institucional i lidad de génnero en el esttado: Nuevas perspectivaas de annálisis. Seriee Mujer y Deesarrollo, CE EPAL. Santiago de Chilee, 2001. 110 • HIGUERO, Francisco H F Javvier. Discurrso y ámbitoo de sospechha en "hacia una crítica de la raazón patriarccal" de Celiaa Amorós. Coonfluencia, 1992, Vol. 8, 8 No. 1, pp. 91-97. • HIRATA, H. y KERGOA H AT, D. Unaa mirada a la l División Sexual del trabajo. t En “Las nuuevas fronteeras de la dessigualdad. Hombres H y Mujeres M en ell mercado dee trabajo”. Iccaria. Paarís, 1998. • HUAYLUPO H O, Alcázar J. Las políticcas públicass en un conntexto de priivatización de d la prráctica sociaal del Estadoo. UNAM, Revista R Mexiccana de Sociiología, Vol. 61, No. 4, 1999 • HUMPHRIES H S, Jane Y RUBERY, R Jill. La autonomía relativva de la reprroducción soocial: suu relación con c el sisteema de producción. Enn “Las mujjeres y el trabajo: t ruppturas coonceptuales. Cristina Boorderias, et. al.Madrid, a 1994. • IB BÁÑEZ, Maarta P. La segregaciónn ocupacionnal por sexoo a examenn. Caracteríssticas peersonales, de los puestoos y de las empresas e asociadas a laas ocupacionnes masculinnas y feemeninas. Ceentro de Inveestigacioness Sociológicaas. Reis, No.. 123 (Jul. - Sep., 2008). • IN NCHÁUSTE EGUI, Tereesa y UGALDE, Yaamileth. Guuía metodoológica para la innstitucionalizzar la perspeectiva de génnero en la Administraci A ión Pública del d Gobierno del Estado de Hid dalgo, Méxicco, 2007. • IN NCHÁUSTE EGUI, Tereesa y UG GALDE, Yamileth. Y M Materiales y Herramieentas Conceptuales para la Trannsversalidadd de Género. C • IN NEGI. Sistema Naacional de Información Esttadística htttp://dgcnesy yp.inegi.gob.mx/cgi-winn/sisesim.exee/NIV1200. • IN NEGI, Estad dísticas de Trabajo T Dom méstico y Extradomést E tico en Méxxico, 1995-11999. México, 2001 M 1 • Innstituto de Estudios sobre s Desarrrollo y Coooperación Internacionaal. Historiaa del m movimiento feminista. f Instituto. Univversidad del País Vasco. • Innstituto Naciional de Estaadísticas y Censos C INEC C. Trabajo productivo p y reproductivvo en ell Ecuador. Reunión R técnnica sobre la l incorporaación de la perspectiva p de género en e la m medición de la l pobreza. Bolivia, B 20033. • Innstituto Naccional Estaddística, Geoggrafía e Info formática (IN NEGI). Infoorme: Mujerres y H Hombres en México, M 2011. • JIIMÉNEZ, Perona A. Iggualdad. Enn AMOROS, Celia. 10 palabras claave sobre Mujer. M 20006. y Geográáfica. 111 • LAMAS, Marrta. Mujeress al Timón de d la Funciónn Pública. Innstituto de Liderazgo Sim mone dee Beauvoir A.C. A Méxicoo, 2004 • d Trabajo. Diario Oficiial de la Nacción México.. Abril, 20122. Ley Federal del • Ley General de Prestacióón de Serviccios para la Atención, A Cuidado y Deesarrollo Inttegral Innfantil. Diariio Oficial dee la Nación México, M Octuubre 2011. • Ley del Instittuto Nacional de las Muujeres. Diarrio Oficial de d la Naciónn. México, Enero E 20001 • MALDONAD M DO, Montoyya Víctor M. Desarrollo y desigualdaad de Género en Méxicoo. Un esstudio por en ntidad federaativa. Revistta de informaación y análiisis, núm. 222, 2003. • MARX, Carlos. El Capittal. Capítuloo V y XIV. Fondo de Cultura M C Económica. Primera reeimpresión, México, M 20000 • MAYORDOM M MO, Rico Maribel. M Preecursores: ell trabajo de las mujeress y la Econnomía Poolítica. Poneencia presenntada a las VII V Jornadaas de Economía Crítica.. Universidaad de C Castilla-La Mancha. M Albaacete. Febrerro, 2000. • MENDOZA, Cota J. y GARCÍA, M G Bermúdez K. Discriminaación Salariaal por Génerro en M México. Prob blemas del Desarrollo, D R Revista Latinnoamericana de Economíía. Vol. 40, núm. n 1556, enero-maarzo, 2009. • Organización Internacionnal del Trabajo. Iguaaldad de Género O G y Trabajo T Deccente. C Convenios y recomendaci r iones clave de d la OIT paara la igualdaad de Género. • PE EDRERO, Mercedes. M G Género, trabbajo domésttico y extraadoméstico en e México. Una esstimación deel valor econnómico del trrabajo domééstico. Méxicco, 2004. • PF FEFFERKO ORN, Rolandd. El trabajoo, un eje funndamental de d las relaciiones socialees de seexo. Revista de Cienciass Sociales. No N 18. Univeersidad Arturro Prat, 20077. • PIICCHIO, An ntonella (2001) Un enfooque macroeeconómico ampliados a dee las condiciiones dee vida. Conferencia Inaaugural de laas Jornadas “Tiempos, trabajos y géneros”, g febbrero 20001. Universsidad de Barrcelona. • PIICCHIO, Antonella. A V Visibilidad A Analítica y Política dell Trabajo de d Reproduccción Soocial. En Mu ujeres y Ecoonomía. Cristtina Carrasco (ed.). Barccelona, 19999 • OSTIGO, Asenjo A M. Género G e iguualdad de oportunidade o es: la teoría feminista y sus PO im mplicacioness ético-polítiicas. Tesis dooctoral. Mállaga, 2006. 112 • SA AMANIEGO O S. y OCH HOAKarel Armonización A n entre los ámbitos á labooral y familiar en México. LXI Legislatura. Cámara de Diputados. México, M M 20009. • COTT, Joan n W. El génnero: Una caategoría útil para el anáálisis históricco. En LAM MAS, SC M Marta. El Género: G La construcciión culturall de la diiferencia seexual. Programa U Universitario de Estudios de Género. UNAM, 19996. • Seecretaría de Salud. Deccreto por el que se creaa el Sistemaa Nacional de Guarderíías y Estancias Infaantiles. México, 2007. • Seecretaria de Relaciones Exteriores. Manual: M Connvención soobre la Elimiinación de Todas T laas Formas de Discriminnación contraa las Mujerees y su Prottocolo Faculltativo CED DAW. U UNIFEM:PN UD, Méxicoo, 2007. • Seecretaria de Relaciones Exteriores. Ley Generaal de Accesoo de las Muj ujeres a una Vida Libre de Violencia, Méxicco, 2007. • Seecretaria dee Relacioness Exteriores. Ley Geneeral para la Igualdad entre e Hombrres y M Mujeres, Méx xico, 2006. • SM MITH, Adaam. Investiggación sobrre la Naturaaleza y Cauusas de la Riqueza dee las Naciones. Lib N bro primero, capítulo VIII V y libro segundo cappítulo III. Fondo de Cuultura Económica, decimoséptim d ma reimpresiión, México, 2010 • SU UBIRATS, Joan, KNO OEPFEL, Peter, P LARR RUE, Corinnne y VAR RONE, Frederic Análisis y gesstión de políticas públicaas, Ariel, Baarcelona, 20008. A • VALCÁRCEL, Amelia. La políticca de las Mujeres. V M Feeminismos. Universidadd de V Valencia, Insttituto de la Mujer. M Españña 1997 . 113 ANEXO. Pruebas estadísticas de las varriables utilizzadas en loos cuadros 11, 12 y 13 respecto a la distribuciión del trabaajo reproducttivo y produuctivo. Estado civil: c parejass en unión libre: l Cuidar sinn pago a enferrmos, ancianoss, niños o discapacitaddos sexo Media N D Desv. típ. hombre 11,57 1159 8,805 mujer 20,71 2231 11,823 Total 17,58 3390 11,716 Hay que demostrar d quee: H 0 : µ1 = µ 2 H a : µ2 > µ1 La hipóteesis nula in ndica que ell tiempo proomedio de las l horas a la semana que las muujeres dedican a los cuidado os es igual al a promedio de las horass a la semana que los hoombres dediccan a la mismaa tarea. Mien ntras que la hipótesis h es la l negación de d la hipótessis nula. Prueba de mu uestras independ dientes Prueba de Leevene para la igualddad de varianzass F 105,273 Sig. ,000 Pruueba T para la iggualdad de mediias t -2 23,179 -2 25,384 gl 3388 29833,864 Sig. (bilaterral) ,,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -9,1137 -9,1137 Error típ. de la diferenncia ,394 ,360 95% Intervalo I de conffianza p la diferenciaa para Inferiior -9,,909 -9,,842 Superrior -8,364 -8,431 Para tom mar una deccisión se coonsidera el valor v de P = 0.000, se compara con el niveel de significacción (α) asig gnado a esta prueba que es al 5% o sea 0.05. Sii α1/2 = 0.0255, entonces α1/2> P, por lo tanto se rechaza la hipóótesis nula H0. Entonces,, se confirmaa que µ2> µ1. Por lo tantto, el q las mujeeres dedicann a cuidar personas p es mayor que el tiempo que dedicann los tiempo que 114 hombres a esta mism ma actividad. Este mismoo argumento se generalizza para todass las pruebass que uación. se muestrran a continu Quehacerres domésticos. Prueba de mueestras independ dientes Prueba de Levene para la igualdad de variannzas F 905,073 Prueba T para la igualddad de medias Sig. t ,000 gl Sig. (bilateral) Diferencia dee medias Error típ. de la diferencia -77 7,522 7671 ,0000 -16,7044 ,215 -87 7,393 7630,092 ,0000 -16,7044 ,191 95% Intervvalo de confianza para p la diferencia Inferior Superior -17,126 -16,282 -17,079 -16,329 Parejas casadas: c Cuidado C de perrsonas. Prueba de muestras ind dependientes Prueba de Levene paara la igualdadd de varianzzas F 448,829 Sig. ,000 Prueba T para la igualdadd de medias t gl -41,62 20 11828 -46,83 37 11453,462 D Diferencia Sig. d medias (bilateral) de -9,178 ,000 -9,178 ,000 Errror típ. de la diferencia ,221 ,196 95% Intervvalo de confianza para p la diferenccia Inferior S Superior -9,610 -8,746 -9,562 -8,794 Núm mero de horas trabajadas. t Pru ueba de muestraas independienttes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas Pruebaa T para la igualldad de medias F 183,832 Sig. ,000 t 59,143 59,144 ggl 38815 388009,306 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenciia de mediaas 11,0002 11,0002 Error típ. de la diferencia ,1866 ,1866 95% Intervvalo de confianza para p la diferencia Inferior S Superior 10,637 11,366 10,637 11,366 Quehaceres Q dom mésticos. Prueba de muestras independientes i Prueba de Levene para la igualdad de variannzas F 2722,4733 Sig. ,000 Prueba T para la igualdaad de medias t -14 42,952 gl 299398 Sig. (bilateraal) ,0000 Diferencia de medias -17,2366 Error típ. de la diferencia ,121 95% Intervvalo de confianza para p la diferencia Inferior Superior -17,472 -17,000 115 Quehaceres Q dom mésticos. Prueba de muestras independientes i Prueba de Levene para la igualdad de variannzas F 2722,4733 Sig. ,000 Prueba T para la igualdaad de medias Sig. gl (bilateraal) 299398 ,0000 28128,670 ,0000 t -14 42,952 -16 60,208 Diferencia de medias -17,2366 -17,2366 Error típ. de la diferencia ,121 ,108 95% Intervvalo de confianza para p la diferencia Inferior Superior -17,472 -17,000 -17,447 -17,025 ANALISIIS POR RAN NGOS DE ED DAD Hombres y mujeres de d 14 a 20 añoos de edad Ho oras trabajadass a la semana. Prueba P de muesstras independieentes Prueba de Levene para la iguualdad de variaanzas F 18,604 Sig. ,000 Pruebaa T para la igualddad de medias t 7,,521 7,,937 gl 4655 313,2755 Sig. (bilateral) ,000 ,000 Diferencia Error típ. de de medias la diferencia 13,281 1,766 13,281 1,673 95% Intervalo de d confianza para la dife ferencia Inferior Superior 9,811 16,751 9,988 16,573 Cuidado de personas. p Prueb ba de muestras independientess Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 18,660 Sig. ,000 t -7,441 -10,094 Prueeba T para la iguualdad de mediass 95% Intervalo de confianza Error típ. para la differencia Diferencia de la Sig. gll Inferior Superior (bilateraal) de medias diferencia 250 -14,7688 1,985 -18,676 -10,859 ,0000 164,941 -14,7688 1,463 -17,657 -11,879 ,0000 Quehaceres domésticos. Prueeba de muestras independientees Prueba de Levene para la iguualdad de variannzas F 18,642 Sig. ,000 t -12,641 -18,355 - Pruebba T para la igualdad de medias c para Error típ. 955% Intervalo de confianza la difere encia Sig. Diferencia de de la gl (bilateral) medias diferencia Inferior Superior 4401 ,000 -13,921 1,101 -16,086 -11,756 276,5550 ,000 -13,921 ,758 -15,414 -12,428 Hombres y mujeres de d 21 a 30 añoos de edad Horas H trabajadaas a la semana Prueba P de muesstras independieentes 116 Prueba dee Levene para la iguualdad de variannzas F 196,064 Pruebba T para la iguaaldad de medias Sig. ,000 t 30,,199 30,,688 Sig. (bilateral)) ,0000 ,0000 gl 7392 7078,303 Diferencia de medias 12,480 12,480 Error típ. de la diferencia ,413 ,407 95% Intervaloo de confianza para la diferencia d Inferior Superior 11,670 13,290 11,683 13,277 Cuidado dee personas. Pru ueba de muestraas independienttes Prueba dee Levene para la iguualdad de variaanzas F 145,536 Pruueba T para la iggualdad de mediaas Sig. ,000 t -28,739 -32,864 - gll 4197 35200,928 Sig. (bilateraal) ,0000 ,0000 Diferencia de medias -11,226 -11,226 Error tííp. 95% Intervvalo de confianzza para la l diferencia de la diferenccia Inferiorr Superior ,3391 -11,9992 -10,4660 ,3342 -11,896 -10,5556 Quehaceres domésticos. Prueba de muestrras independien ntes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 626,8999 Sig. ,000 Prrueba T para la iggualdad de mediias t -63,775 -75,603 ggl 6129 56009,889 Sig.. (bilaterral) ,000 ,000 Diferenciia de mediaas -15,4112 -15,4112 Error típ. de d la diferenciia ,2442 ,2004 95% Intervvalo de confianzaa para laa diferencia Inferior Superior -15,8886 -14,9338 -15,8112 -15,0112 Hombres y mujeres de d 31 a 40 añoos de edad Ho oras trabajadass a la semana. Prueba P de muesstras independieentes Prueba de Levene para la igualdad de variannzas F 112,991 Sig. ,000 Pruebaa T para la igualldad de medias t 40,951 40,993 gl 154677 15347,6588 Diferencia dee Sig. medias (bilateral) 11,8322 ,0000 11,8322 ,0000 Error típ. de la diferencia ,289 ,289 95% Inteervalo de confianza para la difereencia Inferior Superior 11,266 12,399 11,267 12,398 Cuidado de personas. p Prueb ba de muestras independientess 117 Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 255,620 Sig. ,000 Prueeba T para la iguualdad de mediass t -33,105 -36,816 gl 6738 66543,423 Diferenncia de Siig. medias (bilatteral) -9,233 ,000 -9,233 ,000 Error típ. t de laa diferenncia , ,279 , ,251 95% Inntervalo de confiannza para la difeerencia Inferior Superior -9,780 -8,687 -9,725 -8,742 Quehaceres doomésticos. Prueb ba de muestras independientess Prueba dee Levene para la iguualdad de variannzas F 1179,467 Sig. ,000 Pruebaa T para la igualldad de medias Sig. (bilaterall Diferencia t gl de medias ) -94,772 12208 -17,311 ,0000 -107,711 11619,500 -17,311 ,0000 95% Intervvalo de confianza para la diferenncia Inferior Superior -17,669 -16,953 -17,626 -16,996 Error típ. de la E diferencia ,183 ,161 Hombres y mujeres de d 41 a 50 añoos de edad Horas trabaajadas. Prueba de muestras ind dependientes Prueba dee Levene para la iguualdad de variannzas F 29,742 Sig. ,000 Pruebaa T para la igualdad de medias t 36 6,102 36 6,105 gl 153442 15339,6995 Diferencia Error típ. de Sig. de medias la diferencia (bilateral)) 10,652 ,295 ,0000 10,652 ,295 ,0000 95% Intervalo de d confianza para la difeerencia Inferior Superior 10,074 11,230 10,074 11,230 Cuidado de personas. p Prueb ba de muestras independientes i Prueba de Levene L para la iguaaldad de variaanzas F 73,161 Sig. ,000 Pruebba T para la iguaaldad de medias t -15,208 -16,353 Sig. gll (bilateraal) 3109 ,0000 30077,486 ,0000 Diferenciaa de mediass -6,0996 -6,0996 Error típ. de la diferencia ,401 ,373 95% Interrvalo de confianzaa para la difereencia Inferior Superior -6,881 -5,310 -6,826 -5,365 Quehaceres doomésticos. Prueeba de muestrass independientees Prueba de Levene L para la iguaaldad de variaanzas Prueba T para la iguaaldad de medias 118 F 1108,1433 Sig. ,000 Sigg. gl (bilateeral) 11431 ,000 109994,533 ,000 t -90,920 -103,669 Diferenncia de meddias -177,800 -177,800 Error típp. de la diferenciia ,1996 ,1772 95% Inttervalo de confianzza para la diferrencia Inferior Superior -18,1884 -17,416 -18,1337 -17,464 Hombres y mujeres de d 51 a 60 añoos de edad Horas trabajadas. Pruebaa de muestras in ndependientes Prueba dee Levene para la iguualdad de variannzas F 41,763 Sig. ,000 Pruebba T para la igualdad de medias t 20 0,833 20 0,673 Diferencia Error típ. de Sig. gl (bilateral) de medias la diferencia 77782 9,282 ,446 ,0000 6812,4443 9,282 ,449 ,0000 95% Intervalo de d confianza para la dife ferencia Inferior Superior 8,408 10,155 8,402 10,162 Cuidado de personas. p Prueb ba de muestras independientess Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 22,103 Sig. ,000 Prueeba T para la iguualdad de mediass t -8,195 -8,820 gl 804 7886,115 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenciia de mediaas -5,8114 -5,8114 Error típ. dee la diferencia , ,710 , ,659 95% Inntervalo de confiannza para la difeerencia Inferior Superior -7,2007 -4,422 -7,1009 -4,520 Quehaceres domésticos. Prueeba de muestraas independientees Prueba de Levene para la iguualdad de variannzas F 501,571 Sig. ,000 Pruebba T para la igualldad de medias t -63 3,463 -67 7,179 gl 54435 5434,0052 Diferencia de d Sig. medias (bilaterall) -17,7881 ,0000 -17,7881 ,0000 Error típ. 95% Intervaloo de confianza para la diferencia d de la diferencia Inferior Superior ,280 -18,331 -17,232 ,265 -18,300 -17,262 m de 600 años de edaad Hombres y mujeres mayores Horas trab bajadas. Pruebaa de muestras in ndependientes Prueba de d Levene para la iggualdad de variaanzas Prueeba T para la igualdad de mediass 119 F 4,809 Sig. ,028 t 10,042 9,971 Sigg. gl (bilateral) 2582 ,000 16658,523 ,000 Diferencc ia de medias 8,8044 8,8044 Error típ. de la diferencia ,877 ,883 95% Intervalo de confianza para la differencia Inferior Superior 7,085 10,523 7,072 10,536 Cuidado de personas. Prueeba de muestrass independientees Prueba de d Levene para la igualdad de variaanzas F 3,856 Sig. ,051 Prueeba T para la iguualdad de mediass t -3,324 -3,490 gll 169 165,,934 Sig. (bilateraal) ,0001 ,0001 Diferenciaa Error típ. dee la de mediass diferenciaa -4,4770 1,3345 -4,4770 1,2281 95% Inntervalo de confiannza para la differencia Inferior Superior -7,1255 -1,815 -6,9999 -1,941 Quehaceres domésticos. d Pru ueba de muestraas independienttes Prueba de Levene L para la iguaaldad de variaanzas F 164,516 Sig. ,000 Prueeba T para la iguualdad de medias t -34,433 -34,400 Diferenccia Error típ. de d Sigg. gl (bilateeral) de mediaas la diferenciia 1684 -17,311 ,5003 ,000 14443,251 -17,311 ,5003 ,000 95% Inntervalo de confiannza para la difeerencia Inferior Superior -18,2997 -16,325 -18,2998 -16,324 ANALISIIS POR ESC COLARIDAD D Hombres y mujeres siin instrucción escolar Horas H trabajadaas a la semana. Prueba P de muestras independiientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 24,790 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t 11,030 11,090 ggl 1846 18445,454 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferencia de mediaas 10,123 10,123 Error típ. de laa diferenncia , ,918 , ,913 95% Intervalo de confiaanza para la differencia Inferior 8,3223 8,3333 Superior 11,923 11,914 Cuidar peersonas. Pruebaa de muestras in ndependientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F Sig. t g gl Pruueba T para la iguualdad de mediaas Error típ. t Sig.. Diferenccia de de laa (bilaterral) mediaas diferenncia 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia 120 10,026 ,002 -6,218 -7,175 325 1994,165 ,000 ,000 --7,269 -7,269 1,,169 1,,013 Inferior -9,5669 -9,2667 Superior -4,969 -5,271 Quehaceres domésticos. d Pru ueba de muestraas independienttes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 109,803 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -34,659 -38,236 ggl 1399 10773,775 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -119,398 -119,398 Error típ. t de laa diferenncia , ,560 , ,507 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -20,4995 -18,300 -20,3993 -18,402 Hombres y mujeres co on primaria Horas H trabajadaas a la semana. Prueba P de mueestras independiientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 163,403 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t 29,294 29,276 ggl 12161 120772,969 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas 1 10,432 1 10,432 Error típ. t de laa diferenncia , ,356 , ,356 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior 9,7334 9,7334 Superior 11,130 11,131 Cuidado de personas. Prueeba de muestrass independientees Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 120,911 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -18,853 -22,576 ggl 2811 23225,717 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -8,496 -8,496 Error típ. t de laa diferenncia , ,451 , ,376 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -9,3779 -7,612 -9,2334 -7,758 Quehaceres domésticos. d Pru ueba de muestraas independienttes Prueba de Levene para la iguaaldad de varianzas F 715,535 Sig. ,000 Pruueba T para la iggualdad de mediaas t -83,945 -92,928 ggl 8900 77003,820 Sig. (bilateral) ,000 ,000 Diferenccia de medias -118,906 -118,906 Error típ. t de laa diferenncia ,225 ,203 95% Intervalo I de confiaanza para la diiferencia Inferiorr Superior -19,3447 -18,4644 -19,3004 -18,5077 121 Hombres y mujeres co on secundariia Horas H trabajadaas a la semana. Prueba P de mueestras independiientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 243,089 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t 37,076 37,006 ggl 12348 121662,615 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas 1 12,582 1 12,582 Error típ. t de laa diferenncia , ,339 , ,340 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior 11,9117 13,247 11,9115 13,248 Cuidado de personas. Prueeba de muestrass independientees Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 191,702 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -25,933 -28,876 ggl 4154 39779,363 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -9,375 -9,375 Error típ. t de laa diferenncia , ,362 , ,325 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -10,0884 -8,666 -10,0111 -8,738 Quehaceres domésticos. d Prueba de muestraas independientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 1173,257 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -88,514 -101,964 - ggl 9301 93000,790 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -118,104 -118,104 Error típ. t de laa diferenncia , ,205 , ,178 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -18,5005 -17,703 -18,4552 -17,756 Hombres y mujeres co on preparatooria Horas H trabajadaas a la semana. Prueba P de mueestras independiientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 22,535 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t 26,697 26,734 ggl 7502 72779,769 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas 1 11,196 1 11,196 Error típ. t de laa diferenncia , ,419 , ,419 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior 10,3773 12,018 10,3775 12,016 122 Cuidado de personas. Prueeba de muestrass independientees Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 127,712 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -22,041 -24,140 ggl 2662 26558,995 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -110,230 -110,230 Error típ. t de laa diferenncia , ,464 , ,424 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -11,1440 -9,320 -11,0661 -9,399 Quehaceres domésticos. d Pru ueba de muestraas independienttes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 496,390 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -63,924 -68,392 ggl 5682 56661,689 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -116,131 -116,131 Error típ. t de laa diferenncia , ,252 , ,236 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -16,6226 -15,636 -16,5993 -15,669 on educación n normal Hombres y mujeres co Horas H trabajadaas a la semana. Prueba P de mueestras independiientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 9,000 Sig. ,003 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t 5,056 4,723 g gl 851 4446,581 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas 5,707 5,707 Error típ. t de laa diferenncia 1,,129 1,,208 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior 3,4992 7,922 3,3332 8,082 Cuidado de personas. Prueeba de muestrass independientees Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 5,446 Sig. ,020 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -4,667 -5,293 g gl 249 1009,882 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -8,765 -8,765 Error típ. t de laa diferenncia 1,,878 1,,656 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -12,4663 -5,066 -12,0446 -5,483 123 Quehaceres domésticos. d Pru ueba de muestraas independienttes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 21,262 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -16,810 -18,124 g gl 735 3008,731 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -115,754 -115,754 Error típ. t de laa diferenncia , ,937 , ,869 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -17,5994 -13,914 -17,4665 -14,044 Hombres y mujeres co on carrera téécnica Horas H trabajadaas a la semana. Prueba P de mueestras independiientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 7,907 Sig. ,005 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t 14,792 14,755 ggl 3523 18334,752 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas 9,464 9,464 Error típ. t de laa diferenncia , ,640 , ,641 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior 8,2009 10,718 8,2006 10,722 Cuidado de personas. Prueeba de muestrass independientees Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 13,001 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -9,126 -10,151 ggl 1156 4221,824 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -8,036 -8,036 Error típ. t de laa diferenncia , ,881 , ,792 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -9,7663 -6,308 -9,5991 -6,480 Quehaceres domésticos. d Pru ueba de muestraas independienttes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 189,554 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -35,879 -48,252 ggl 3073 14331,547 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -116,752 -116,752 Error típ. t de laa diferenncia , ,467 , ,347 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -17,6667 -15,836 -17,4333 -16,071 124 on carrera profesional p Hombres y mujeres co Horas H trabajadaas a la semana. Prueba P de mueestras independiientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 4,194 Sig. ,041 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t 29,653 29,930 ggl 9530 95115,146 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas 1 10,017 1 10,017 Error típ. t de laa diferenncia , ,338 , ,335 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior 9,3555 10,679 9,3661 10,673 . Cuidado dee personas Prueeba de muestrass independientees Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 126,260 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -25,184 -26,996 ggl 3486 34778,675 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -9,814 -9,814 Error típ. t de laa diferenncia , ,390 , ,364 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -10,5778 -9,050 -10,5226 -9,101 Quehaceres domésticos. d Pru ueba de muestraas independienttes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 554,758 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -65,899 -70,273 ggl 7242 72440,706 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -114,470 -114,470 Error típ. t de laa diferenncia , ,220 , ,206 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -14,9000 -14,040 -14,8774 -14,066 Hombres y mujeres co on maestría Horas H trabajadaas a la semana Prueba P de muesstras independiientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F ,887 Sig. ,347 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t 7,134 7,155 ggl 1077 10776,876 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas 6,722 6,722 Error típ. t de laa diferenncia , ,942 , ,939 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior 4,8773 8,571 4,8779 8,565 125 Cuidado de personas Prueba de muestrass independientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 17,835 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -9,256 -9,509 g gl 362 3551,939 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -110,539 -110,539 Error típ. t de laa diferenncia 1,,139 1,,108 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -12,7778 -8,299 -12,7118 -8,359 Quehaceres domésticos d Pru ueba de muestraas independienttes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 83,192 Sig. ,000 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -20,040 -21,373 g gl 827 8223,095 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -112,679 -112,679 Error típ. t de laa diferenncia , ,633 , ,593 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -13,9221 -11,438 -13,8444 -11,515 Hombres y mujeres co on doctoradoo Horas H trabajadaas a la semana Prueba P de muesstras independiientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 6,677 Sig. ,011 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t 3,105 2,975 g gl 153 1008,267 Sig.. (bilaterral) , ,002 , ,004 Diferenccia de mediaas 8,568 8,568 Error típ. t de laa diferenncia 2,,759 2,,880 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior 3,1116 14,019 2,8559 14,276 Cuidado de personas Prueba de muestrass independientes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F ,376 Sig. ,542 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -1,599 -1,516 Sig.. (bilaterral)* 51 , ,116 3 36,049 , ,138 g gl Diferenccia de mediaas -5,028 -5,028 Error típ. t de laa diferenncia 3,,145 3,,317 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -11,3441 1,286 -11,7554 1,699 126 Quehaceres domésticos d Pru ueba de muestraas independienttes Prueba de Levene L para la iguaaldad de varianzas F 9,322 Sig. ,003 Pruueba T para la iguualdad de mediaas t -6,797 -6,909 g gl 104 992,024 Sig.. (bilaterral) , ,000 , ,000 Diferenccia de mediaas -110,450 -110,450 Error típ. t de laa diferenncia 1,,537 1,,512 95% Intervalo I de confiaanza para la differencia Inferior Superior -13,4999 -7,401 -13,4554 -7,446 *Se puedde observar que la difeerencia del tiempo inveertido en ell cuidado dee personas entre hombres y mujeres estadísticame e ente no es significativa. Por lo que se puede innferir que enn este m equitativva, sobre toddo en lo referente nivel escoolar la distribución del trabajo reprooductivo es más al cuidaddo de terceras personas. Una U situacióón similar occurre cuandoo las parejas están en la rama de activiidad de la construcciónn. En los siguientes s cuuadros se realiza r la prrueba estadíística corresponndiente. RAMA DE D ACTIVIIDAD ECO ONÓMICA Hombress y mujeres en la construcción. Horas H trabajadaas a la semana. Prueba de mueestras independiientes Prueba de d Levene para la iggualdad de variaanzas F 1,820 Sig. ,177 Prueeba T para la iguualdad de mediass t 2,885 3,267 Diferencia dee Sig. gl medias (bilateral) 2911 3,8311 ,0044 169,747 3,8311 ,0011 Error típ. de la diferencia 1,3288 1,1733 95% Intervaloo de confianza para la diferencia d Inferior Superior 1,228 6,435 1,516 6,147 Se observva que la diferencia en las horas traabajadas es estadísticam e mente significcativa a pesar de que la breecha entre ho ombres y muujeres es peqqueña. Otra de las l pequeñass diferenciass se presentaa en la breccha de las hooras trabajaddas respectoo a la duración de la jornad da laboral. 127 DURACION DE LA A JORNADA LABORA AL Menos de d 15 horas a la semanaa Ho oras trabajadass a la semana. Prueba P de muesstras independieentes Prueba dee Levene para la iguualdad de variaanzas F ,440 Sig. ,507 Pruebba T para la iguaaldad de medias t 2,950 2,979 gl 3492 894,525 Diferencia dee Sig. medias (bilateral) ,4566 ,0033 ,4566 ,0033 Error típ. de la diferencia ,155 ,153 95% Inteervalo de confianza para la difereencia Inferior Superior ,153 ,759 ,156 ,757 Prrueba de muesttras independientes Prueba dee Levene para la iguualdad de variaanzas F 10,497 Sig. ,001 Pruebba T para la iguaaldad de medias t gl 5,029 13352 5,095 8231,179 Diferencia dee Sig. medias (bilateral) 1,0866 ,0000 1,0866 ,0000 Error típ. de la diferencia ,216 ,213 95% Inteervalo de confianza para la difereencia Inferior Superior ,663 1,509 ,668 1,504 Se obserrva que a peesar de quee la diferenccia de mediaas del trabaajo productivvo respecto a la jornada laaboral es red ducida, esta diferencia d ess estadísticam mente signifficativa. Para todas las demáás variabless, la brechaa es grande,, razón por lo cual see infiere quee las diferenciaas son signiificativas. Es E decir, las desigualdaddes presentaadas nos sonn producto de d la casualidaad sino que se s manifiestaan en la realiidad por la desigualdad d d género. de 128