Abrir - Flacso México

Anuncio
 FACUL
LTAD LAT
TINOAMER
RICANA DE
E CIENCIA
AS SOCIAL
LES
SED
DE ACADÉ
ÉMICA DE MÉXICO.
Maesstría en Gobiierno y Asunntos Públicos
X Promoción.
P
20010-2012
“A
Atención de la desigual distribución
del trabajo reproductivo
r
o a través de Políticas Púúblicas”
T
Tesis
que parra obtener al grado de
Maesstría en Gobiierno y Asunntos Públicos
Presennta: Arturo Pável
P
Villanuueva González
Directtora: Mtra. Flérida
F
Guzm
mán Gallangoos
Seeminario de tesis:
t
“Las mujeres
m
y el género:
g
inveestigación enn las cienciass sociales”
Líneea de Investiigación: Fam
milia, géneroo, grupos de edad,
e
salud.
Investigacción realizada con el fin
nanciamien
nto del
Consejjo Nacionall de Cienciaa y Tecnologgía
México, D.F.,
D
Agostoo 2012
I R
Resumen
La situacción de la deesigual distrribución del trabajo repproductivo enntre hombrees y mujeress que
son pareja y conviveen en el mismo espacio plantea la necesidad
n
de atención y transformac
t
ión a
través de políticas pú
úblicas. Las acciones por parte del Gobierno
G
se han centrado principalm
mente
en tres bases
b
fundam
mentales parra alcanzar la igualdadd de género.. Estos tres factores soon, la
igualdad de trato, la igualdad
i
de oportunidad
o
des y el enfoqque de transvversalidad.
El estudio se centra en analizar por un ladoo, los princippales docum
mentos y acciones de política
pública con
c perspectiiva de génerro que diseñóó el Gobiernno mexicano por la necesidad de resoolver
el probleema público de la desiggualdad entree hombres y mujeres. Y por otro lado,
l
se anaalizan
documenntos sin perspectiva de género
g
pero que están relacionados
r
con el trabajo productiivo y
reproducttivo. En los dos casos se
s describe la
l influenciaa que se susccita sobre laa distribuciónn del
trabajo reeproductivo.
Los resulltados obtenidos señalann que aquellaas políticas con perspecctiva de géneero tienen ciiertos
alcances y limitacion
nes que imppiden solucioonar el probblema de la desigualdadd distribuciónn del
trabajo reproductivo
r
o en el esspacio menccionado; unna de estas limitacionnes es quee las
caracteríssticas sociod
demográficaas y económ
micas de muujeres y hom
mbres son heterogénea
h
as, es
decir, esttas caracteríssticas impacttan de manera diferenciaada a aquélloos. Mientrass que las polííticas
sin persppectiva de género repproducen la desigualdaad de génerro porque contiene seesgos
universallistas, biolog
gistas y esenccialistas, en otras palabras, no son neeutrales al género.
Palabrass
clave:
Trabajo
reproductiivo/Trabajo
productivvo/División
Sexual
del
Trabajo/H
Heterogeneid
dad/Reproduucción y Traansformaciónn de la desiggualdad de géénero.
II A
Abstract
The situaation of uneequal distribuution of repproductive laabor betweeen men and women whoo are
dating annd live in thee same spacee raises the need
n
for atteention and trransformatioon through public
policy. The
T actions by the government havve focused mainly on three fundam
mental basis for
achievingg gender equ
uality. Thesse three factors are of equal
e
treatm
ment, equal opportunities
o
s and
gender mainstreamin
m
ng approach.
The studyy focuses on
n analyzing the
t one handd, the main documents
d
annd public poolicy actions with
a gender perspectivee that designned the Mexxican goverrnment for the
t need to solve the public
problem of inequalitty between men
m and woomen. On thhe other hannd, documents are anallyzed
without gender
g
but are
a related too the producctive and repproductive work.
w
In bothh cases descrribed
the influeence that arisses on the diistribution off reproductivve labor.
The resullts indicate that
t
those poolicies with a gender perrspective haave certain achievements
a
s and
constrainnts to solve the problem
m of unequual distributiion of reprooductive woork in the space
s
mentioneed, one of these limitatioons is that thhe sociodemoographic andd economic characteristi
c
ics of
women and
a men are heterogeneoous , ie, thesee characterisstics impact differentially to them. While
W
no gendeer policies reproduce gender
g
ineqquality becauuse it contaains biases universalistt and
essentialiist biologistss, in other woords, are nott gender neuutral.
Keyword
ds: Reproductive / Prodductive Woork / Sexuaal Division of Labor / heterogeneeity /
Reproducction and Traansformationn of gender inequality.
III Agraadecimientos
Dedico esta
e
tesis a mis amoress: a mi esposa Ana Am
malia Matíaas Meza, a mi hija Xim
mena
Villanuevva Matías, a mis papás Arturo Villlanueva y Pilar
P
Gonzállez, quienes fueron perssonas
fundamenntales para sacar
s
adelantte no solo esta investigacción sino la maestría
m
en su totalidad..
Agradezcco a mi direcctora Fléridaa Guzmán poor la conduccción y aporrtes teóricos y metodológgicos
plasmadoos en la inveestigación, y quien por su
s pacienciaa y consejos pude comprrender y connocer
los temass de Género.
A todos mis amigoss y compaññeros de FL
LACSO por los memenntos académ
micos, festivvos y
deportivoos que alentaaron mi estanncia en la maaestría.
Agradezcco a la señorra Margarita Meza por suu apoyo incoondicional no
n solo conm
migo, sino coon mi
hija, perm
mitiéndome realizar
r
las actividades
a
p
propias
de laa maestría.
IV Índice
Introducciión .................................................................................................................................................... 1 Capítulo 1.
1 Desigualdaad en la distribbución del traabajo reproduuctivo como problema públlico ..................... 7 1.1. Deesigual distrib
bución del traabajo reproducctivo en Améérica Latina ................................................... 9 1.2. Diistribución deel trabajo reprroductivo en México M
............................................................................. 14 1.3. Muujeres y Hom
mbres ocupadoos y el tiempoo que invierteen en el trabajjo reproductivvo ..................... 18 1.4. Pooblación ocup
pada con distinnto estado connyugal y la distribución deel trabajo dom
méstico entre
hombres y mujeres ........................................................................................................................................ 20 1.5. Insstrumentos in
nternacionaless y nacionaless sobre igualddad de géneroo e igualdad enn la distribución
de las tareeas de reprodu
ucción. ........................................................................................................................ 22 1.6. Mééxico y los in
nstrumentos nacionales
n
e innternacionales sobre trabajjo doméstico. ......................... 28 Capítulo 2.
2 Constitució
ón, Reproduccción y Transfformación de las relacioness jerárquicas de
d Género ......... 34 2.1. Coonstitución dee las relacionees jerárquicass de Género. ..................................................................... 34 2.1.1. Postura naturralista ......................................................................................................................... 35 2.1.2. El patriarcado ................................................................................................................................ 38 2.1.3. n Socioculturaal. .......................................................................................................... 39 Construcción
2.1.4. Debate sobree el trabajo productivo/reprroductivo y doméstico/extrradoméstico .......................... 44 2.2. Cóómo se reprod
ducen las relaaciones de génnero .................................................................................. 47 2.2.1. Como ordenaamiento sociaal. ........................................................................................................... 47 2.2.2. Reproducción
n a través de las políticas públicas ........
p
................................................................... 51 2.3. n de las relaciiones de género .................................................................................... 53 Trransformación
2.3.1. Ideas sobre laa igualdad .................................................................................................................. 53 2.3.2. Enfoque de las políticas púúblicas .................................................................................................. 59 2.4. Essquema Teóricco Analítico ............................................................................................................... 65 Capítulo 3.
3 La Heterog
geneidad en laa distribución del trabajo reeproductivo en
e México .............................. 67 Introducciión .................................................................................................................................................. 67 3.1. Evvidencia empíírica de la dessigual distribuución del trabbajo reproducttivo ........................................ 67 3.2. Diistribución deel trabajo reprroductivo de acuerdo
a
al perrfil sociodemográfico ................................ 72 3.3. Diistribución deel trabajo reprroductivo segúún la estructuura productivaa. ............................................ 76 V 3.4. Diistribución deel trabajo reprroductivo segúún las condiciones laboralees........................................... 80 Capítulo 4.
4 Políticas Pú
úblicas sobre el Trabajo Reeproductivo en
e México .................................................. 84 4.1. Introdducción ........................................................................................................................................... 84 4.2. Políticas Públicas para
p la igualddad de Géneroo. ...................................................................................... 85 2
............................................................................................. 85 4.2.1. Plann Nacional dee Desarrollo 2007-2012. .............................................. 88 4.2.2. LeyyGeneral paraa la Igualdad entre
e
Mujeress y Hombres ......................
.
4.2.3. Proggrama Nacion
nal de Igualdaad .......................................................................................................... 90 4.2.4.Ley del Instituto Nacional
N
de las
l Mujeres ............................................................................................ 93 4.2.5.De la Cámara de Diputados. Comisión
C
de Equidad
E
y Génnero. ........................................................... 94 4.3.Leyes sin perspectiva de Géneroo ............................................................................................................. 97 T
(LFT
T) ............................................................................................................ 97 4.3.1. Leyy Federal del Trabajo
4.3.2.Sobrre el cuidado de los hijos ................................................................................................................ 99 Conclusioones ............................................................................................................................................... 103 Recomenddaciones ........................................................................................................................................ 106 BIBLIOG
GRAFIA ......................................................................................................................................... 109 ANEXO. .....................
.
................................................................................................................................. 114 VI Índice dee cuadros y gráficas
Cuadro 1.. Promedio de
d horas (sem
manales/diariaas) por categooría ocupacioonal entre hombres y muujeres
según el tiipo de trabajo
o, población ocupada
o
de 155 años y más…
………………
………………
………………
……10
Cuadro 2. Quehaceress domésticos (2008). Mujjeres con deddicación excllusiva a las labores
l
del hogar,
h
según possición de parentesco y núúmero de mennores presenttes en el hoggar, áreas urbanas. (Porcenntajes
calculadoss sobre la pob
blación femennina de 15 añoos y más)……
………………
……………………………….13
Gráfica 1. Población qu
ue realiza trabbajo domésticco. Cobertura nacional……
………………
………………....14
Cuadro 3. Horas prom
medio semannales de trabaajo domésticoo y extradom
méstico por grupos
g
de eddad y
sexo………
………………
………………
………………
……………………………………………
………………
…..15
Gráfica 2. Proporción de
d hombres y mujeres por tipo de trabajjo no remunerrado. 2010…………………
….16
Gráfica 3.
3 Promedio de horas seemanales traabajadas por sexo y tipoo de trabajoo no remuneerado.
2010……………………
………………
………………
………………
………………………………
………………
…..17
mica por ranggo de
Cuadro 4.. Porcentaje de hombres y mujeres occupados en alguna activvidad económ
edad……………………
………………
………………
………………
………………………………
………………
…..18
Cuadro 5.. Población ocupada:
o
horaas a la semana para realizaar quehacerees de su hogaar (lavar, plannchar,
preparar y servir alimen
ntos, barrer)…
………………
………………
………………………………
………………
…..19
Grafica 4.
4 Casados y en uniónn libre. Horras dedicadaas a barrer, planchar, servir
s
y preeparar
alimentos………………
………………
………………
………………
………………………………
……..................21
Cuadro 6. Rama de actividad. Total de la muestraa (absoluta y relativa)……
………………………………
….69
Cuadro 7. Rama de actividad. Por Sexo…………
………………………………
………………
………………
…..69
Cuadro 8. Posición en la
l ocupación…
………………
………………
………………
………………………………
…70
Cuadro 9. Posición en la
l ocupación,, por sexo……
………………
………………
………………………………
….70
Cuadro 100. Jornada Lab
boral. Horas a la semana…
………………
………………………………
………………
….71
Cuadro 111. Distribució
ón del trabajoo productivo y reproductivvo entre las parejas
p
que viven
v
en el mismo
m
hogar. Proomedio de horras a la semanna. Por sexo y perfil socioddemográfico…
…………...............................73
Cuadro 122. Distribució
ón del trabajoo productivo y reproductivvo entre las parejas
p
que viven
v
en el mismo
m
hogar. Promedio
P
de
d
horas a la sem
mana. Por sexo y posición
p
enn la estruuctura
productivaa……………
………………………………
………………
………………
………………
…………………77
Cuadro 133. Distribució
ón del trabajoo productivo y reproductivvo entre las parejas
p
que viven
v
en el mismo
m
hogar. Prromedio de ho
oras a la semaana. Por sexo y condicionees laborales…
………………
………………….81
VII Introduccción
La desiguualdad entree hombres y mujeres tiiene como base,
b
entre otras cosas, un sistemaa que
asigna a cada uno acctividades esspecíficas deependiendo del
d sexo al que
q se pertennezca. Una parte
p
importante de estas taareas se desppliega en el espacio fam
miliar. A las mujeres
m
se lees designa, social
s
e históriccamente,el trrabajo de la reproducción1, específiccamente el de
d los quehacceres del hoggar y
del cuidaado de los hijos,
h
lo cuall limita sus posibilidadees de aumenntar su preseencia en espaacios
fuera de este ámbito, conocidoo generalmeente como trabajo
t
prodductivo. Estee último, poor el
nado por la parte mascuulina, la cuaal tiene una fuerte presencia en la esfera
e
contrario, está domin
pública o también lllamada econnómica y poolítica. A esta distribuciión del trabaajo se le coonoce
como divvisión sexuall del trabajo (DST).
La DST conlleva
c
unaa diferenciacción de las acctividades ennfocadas a laa sobrevivenncia de la esppecie
humana, adjudicando
o diferentes espacios
e
en función del género; funddamentalmente a las muujeres
les corressponde desarrrollarla mayyor parte de sus actividaades en el ám
mbito domésttico, consideerado
como repproductivo (organización
(
n, cuidado de
d personas,, atención a la familia y mantenim
miento
del hogarr); mientras que a los hoombres les concierne
c
effectuar sus actividades
a
e espacios fuera
en
f
del hogarr (espacio público)
p
connsiderando como
c
producctivo. Por consiguiente,
c
, se exime a los
hombres de responsaabilidades repproductivas,, sobre todo en las tareaas domésticas.Es por elloo que
la categoorización dell trabajo repproductivo see considera como invisiible, privadaa y desvaloriizada
por las reelaciones sociales y económicas y consecuentem
c
mente sin reemuneraciónn.En este senntido,
los espaccios de los hombres
h
y de
d las mujerres, y las acctividades (sobre todo el trabajo) quue se
realizan dentro de éste
é
dependee fundamenttalmente de la diferencia biológicaa (sexual) dee los
individuoos, condición
n que se manntiene a lo laargo del tiem
mpo.
1
El trabajo reproductivo representa aquuellas actividaddes en las cuaales se produceen bienes y serrvicios tanto para
p
el
mantenimieento de la fueerza laboral coomo para la reeproducción soocial. Se relaciiona estrecham
mente con el trrabajo
doméstico y actividadess cotidianas que
q
inciden directamente
d
enn el bienestarr de los actuuales trabajadoores y
preparaciónn para los futu
uros. Son activvidades mayoriitariamente no remuneradas, realizadas priincipalmente por
p las
mujeres y generalmente
g
asociadas
a
a la esfera privada (Colinas, 2008). Por lo tantoo, el trabajo dooméstico desem
mpeña
un papel crrucial para el funcionamiento
fu
o del sistema ecconómico. Porrque en aquél se incluyen los cuidados neceesarios
para que loos seres human
nos cotidianam
mente renueven y fortalezcan sus elementos físicos y psicoológicos (educación,
alimentacióón, cuidados de cualquier tippo, etcétera) inccidiendo de maanera directa en
e el mantenim
miento de la vidda y la
reproduccióón de la fuerzaa laboral indisppensable para el
e desarrollo económico y soccial(Picchio, 20001)
1 Bajo estoos términos, se fijan los roles que deeben cumpliir por separaado el hombrre y la mujeer. Se
establecee, por lo tanto,
t
que las actividdades mascuulinascontenngan muchoo más valoor y
reconocim
miento; de esta forma, dichas reprresentacionees inducen una
u jerarquía dentro de las
relacionees sociales2. Se
S establecee entonces unna subordinaación a travéés de la desiggnación per se
s de
las activiidades de prroducción y reproduccióón. En la DS
ST se encueentra el centrro del poderr que
ejercen loos hombres sobre
s
las muujeres.
En la actuualidad las mujeres
m
ya no
n se limitannsoloal ámbiito familiar realizando
r
taareas doméstticas,
se han inncorporado poco
p
a poco a la esfera pública,
p
fuerra del hogar,, ya sea a traavés del merrcado
de trabajoo o a la políttica, en tareaas como voluuntarias y/o en
e comunidaades. Sin em
mbargo la DS
ST ha
profundizzado las desiigualdades en
e el ámbito familiar. Poor un lado, laas mujeres al
a incorporarrse al
mercado de trabajo, pueden induucir una redducción en el tiempo quue inviertenn en las tareaas de
reproduccción;empíriccamente pueede observarrse esta connducta, aunqque hay quee destacar quue la
dinámicaa del tiempo invertido enn este tipo dee trabajo deppende de varriables sociooeconómicass. No
obstante, al integrar el trabajo tootal que reallizan las muujeres, mism
mo que está integrado
i
poor las
horas deddicadas al trrabajo produuctivo (en el
e mercado de
d trabajo) y las horas destinadas a las
labores dentro
d
del ho
ogar, es muchho mayor quue el de los hombres.
h
Esttos últimos al
a participar poco
en las tarreas doméstiicas, puedenn destinar su tiempo dispponible en acctividades para
p
su desarrrollo
personal, al descansso, entre otrras actividaddes. Las muujeres no pueden
p
ejerccer este disffrute,
porque all terminar su
u jornada laaboral, acudeen al hogar para
p
continuuar con las tareas
t
propiaas de
este espaacio. De ahí que se geneera una seriee de conflictoos de índolee personal, social
s
y de salud.
En otras palabras, laa DST dentrro de espacio privado permite
p
una inequitativaa distribuciónn del
trabajo dooméstico, peerjudicando el
e bienestar de las mujerres.
Las desiggualdades que
q se presentan dentro del hogar repercuten
r
d distinta manera
de
m
entrre las
mujeres. Por ejemplo
o, las que tienen mayor grado
g
de estuudio realizann menor trabbajo reproduuctivo
que aqueellas que so
olo cuentan con primarria. De mannera análogaa, las mujerres que obtiienen
mayores salarios ded
dican menor tiempo a loos quehacerees del hogar. Por el lado de los hom
mbres,
g
existe unna constante en ellos. Enn general, deentro de las actividades de reproduccción, este grupo
dedica más
m tiempo al cuidado dee los hijos y de personass enfermas o de la terceera edad, dejando
de lado las responsaabilidades como
c
preparrar alimentoos, servirlos,, lavar y pllanchar ropaa. Lo
2
HIRATA
A Helena y KE
ERGOAT Daniiéle. Una Nueeva Mirada a la División Sexxual del Trabaajo. En MAUR
RANI,
ROGERAT
T y TORNS, Las
L nuevas fronnteras de la desigualdad. Barccelona, 1998.
2 anterior se
s traduce all hecho de quue se sientenn más comprrometidos coon los hijos y por motivoos de
género loos quehacerees del hogarr han estadoo apuntaladoos para que sean las muujeres las únnicas
encargaddas de llevarrlos a cabo; aunque ess menester mencionar que se obseerva en tiem
mpos
recientes un incremen
nto en la parrticipación de
d los hombrres en estas actividades. La problem
mática
expuesta reside en grran parte en la configuraación socioeeconómica e individual de
d cada hogaar, lo
que impliica necesariaamente distiintas represeentaciones deel problema.. En generall, la inequidaad en
la distribución del trabajo domésstico en parejas que vivven en el miismo hogar representa
r
p sí
por
misma un
u problema; sin embarrgo, distintas dimensionnes o variabbles inherentes a la vidda en
sociedad contextualizzan el probleema de distinnta manera.
El movim
miento femin
nista ha plannteado, desde distintas posturas
p
teórricas y accioones concretaas, la
falsedad de la posturra biologista de atribuir las responsaabilidades deel hogar a laas mujeres por
p el
U de los puuntos
hecho de que éstas tiienen la capaacidad naturral de procreear a otro serr humano. Uno
ha feministaa es conseguuir la igualldad en los espacios característicoos de
centrales de la luch
s
dominio masculino, a través de la aboliciónn de ejercicioo del poder, de la eliminnación del sesgo
d lograr el reconocimie
r
ento de sus capacidades
c
no solo com
mo sujetos paara la
patriarcall, así como de
procreaciión, sino com
mo seres hum
manos y ciuddadanas con facultades para
p la toma de decisiones en
el espacioo público.
Estas possiciones y demandas
d
tam
mbién estánn dentro de la agenda innternacionall. El movimiento
feministaa ha logrado
o construir un marco de
d referenciaa a nivel gllobal a travvés de difereentes
acciones e instrumeentos para promover
p
laa igualdad entre
e
hombrres y mujerres. Uno dee los
os se estableeció dentro la
l convencióón mundial por
p la Elimiinación de Todas
T
primeros instrumento
las Formaas de Discrim
minación coontra las Mujjeres (CEDA
AW, por sus siglas en ingglés). Otro de
d los
principalees instrumen
ntos es la Pllataforma dee Acción de la cuarta coonferencia mundial
m
celebbrada
en Beijínn en 1995. En esta Plaataforma de Acción se establecieroon doce esfferas de esppecial
atención que represeentaban los principales
p
o
obstáculos
a adelanto de
al
d la mujer y que exigeen la
adopciónn de medidass concretas por
p parte de los
l gobiernoos y la socieddad civil. Enn nuestro casso, lo
que se deebe tomar en
n cuentas sonn los objetivoos estratégiccos y medidaas relacionaddas con el traabajo
reproducttivo. Estas acciones
a
queedaron patenntes en el objetivo
o
F (lla mujer y la economía)). En
éste, se introduce la necesidadd de distribuir equitativvamente enntre hombress y mujeress las
responsabbilidades den
ntro del hogar y la valorrización del trabajo
t
reprooductivo.
3 En la Plaataforma se determinó
d
quue los derecchos de las mujeres
m
son derechos huumanos y quue los
gobiernoss debían inccluir de maneera efectiva una dimensiión de génerro en todas sus
s institucioones,
políticas, procesos de
d planificacción y de addopción de decisiones para
p
generaar la igualdaad de
L importancia de estoss instrumentoos reside enn el hecho de
d que se obbliga al Gobiierno
género. La
mexicanoo a cumplir con los objjetivos plantteados, paraa el caso esppecífico de la
l Plataform
ma de
Beijín, see debe rendirr cuentas cadda cinco añoos sobre las acciones
a
desarrolladas.
El Gobieerno mexican
no al adherirrse y basarsse en los insstrumentos innternacionalles mencionaados,
se enconntró con la obligación
o
d diseñar y modificar leyes con el
de
e objetivo de incorporrar la
perspectiva de género y estableccer mecanism
mos para la igualdad enttre hombres y mujeres. Bajo
este panoorama, el Go
obierno ha propuesto
p
attender y ressolver el prooblema de laa desigualdaad de
género deesde una perrspectiva dee equiparar loos mecanism
mos que perm
miten a las mujeres
m
mayyores
oportuniddades de dessarrollo y em
mpoderamiennto en el plaano económiico y políticco. En eltem
ma del
trabajo dee la reproducción/domésstico se han desarrolladoo acciones para la concilliación familliar y
el espacio laboral, como la creaación de esttancias infanntiles, permiisos otorgaddos en el em
mpleo
para atennder problem
mas de índoole familiarr, entre otroos esfuerzos. Empero, estas
e
accionnes e
instrumenntos no mod
dificaron susttancialmentee la dinámica de particippación de loss varones, yaa que
a lo largoo del tiempo
o, su interveención en loss quehaceress y cuidado de los hijoss permanecee casi
constantee; en otras paalabras, la inntervención de los varonnes en las acctividades dee reproduccióón es
lineal, viéndose poco
o afectado por las variabbles socioeconómicas y de ciclos dee su propia vida;
sin en caambio, la parrticipación de
d la mujer en
e el trabajoo reproductivvo y producctivo se moddificó
sustanciaalmente, sobrre todo en el
e ámbito prooductivo. Poor ello es difícil encontrrar una adeccuada
conciliación entre loss tiempos dee los dos tipoos de trabajoo. La inflexiibilidad de laa jornada labboral
dificulta llevar a cab
bo los cuidaddos de la vidda humana que
q exige joornadas fijass, lo que proovoca
tensioness y deterioro en la calidad de vida.
En este contexto,
c
su
urgen dos prreguntas de investigacióón que se reelacionan enntre sí: ¿cóm
mo se
aborda la desigual distribuciónn del trabajo de la repproducción//doméstico entre
e
mujerres y
l hogares,, en los prinncipales doccumentos dee la políticaa de igualdaad de
hombres dentro de los
género y los vinculaados a esta problemáticca? y ¿cuálles son los alcances y límites que este
abordaje tiene para el logro de laa igualdad enn torno a la distribución
d
inequitativaa del trabajo de la
reproduccción en el ho
ogar?
4 El argum
mento centrall de esta tesiss es que aquuellas políticaas públicas para
p resolverr la problem
mática
antes exppuesta y que fueron diseññadas con peerspectiva de
d género tiennen un limittado alcance para
eliminar la desigual distribuciónn del trabajo doméstico dentro del hogar,
h
porquue no considderan
s
micos que im
mplican unaa dinámica heterogénea
h
de la poblaación. Y aquuellas
factores socioeconóm
políticas públicas diseñadas sin perspectivaa de género establecen acciones quue reproduceen la
desigualddad en los hogares reespecto al trabajo
t
dom
méstico, ya que manifi
fiestan un sesgo
s
universallista, biologiista y/o esenncialista. Esstas políticass públicas, por
p lo tanto, no son neuttrales
para la iggualdad de género. Es menester
m
menncionar que el
e Gobierno mexicano noo da la suficciente
importancia al probllema que see suscita denntro de los hogares y que
q está rellacionado coon la
distribuciión del trabaajo reproducttivo al interiior de aquéllos
El objetiivo general es mostrar que el prooblema de la
l inequitatiiva distribución del traabajo
reproducttivo dentro de
d los hogares donde la pareja está ocupada
o
es heterogéneo
h
y la forma como
c
el Gobierrno mexican
no propone atender
a
y traansformar essta problemáática a través de las polííticas
públicas.
La igualddad en la disstribución dee las tareas dentro
d
del hoogar es impoortante tanto para las muujeres
como paara la socied
dad en general; para ellas
e
represeenta eliminaar una partee importantee del
ejercicio del poder que se ha establecidoo en su contra tambiéén puede peermitir valoorizar
económicca y políticaamente el traabajo necesaario para la vida
v
humanaa. Lo cual puuede inducirr a la
igualdad y transformaación de la sociedad.
s
El estudio tiene sustaancial relevaancia porquee se hace maanifiesto quee este tipo dee desigualdaad no
p
peero sobre toddo que la deesigualdad exxistente entrre las
es considderado por laas políticas públicas,
parejas que
q viven en
n el mismo hogar está invisible
i
denntro de la agenda
a
públiica. El Gobiierno
mexicanoo considera que la prooblemática entre
e
trabajoo productivoo y reproduuctivo puedee ser
resuelta a través de políticas
p
enfo
focadas en laa igualdad de oportunidaades laboralees, de salario, de
educaciónn; sin embaargo, no dettermina que la distribucción del trabbajo dentro de hogar es
e un
problemaa de desiguaaldad por sí mismo. Bajo este marcco, el estudioo propone modificacion
m
nes al
diseño dee los docum
mentos rectorres de la política de género vinculaddos al probleema expuestto, lo
que contrribuirá a quee se realicen acciones esppecíficas parra atender la problemáticca
El desarrrollo de la teesis se organniza en cuatrro capítulos. El primero de ellos plaantea el probblema
de la dessigual distrib
bución del trrabajo domééstico como un problem
ma público. Con
C este telóón de
5 fondo, see muestran datos
d
descripptivos sobree el tiempo de trabajo (remunerado
(
o y domésticco no
remuneraado) que inv
vierten hom
mbres y mujjeres en alggunos países de Latinooamérica, coon el
objetivo de
d contextuaalizar, con cifras obteniddas de la Enccuesta Nacioonal de Ocuppación y Em
mpleo
2010, loo que ocurrreen Méxicoo respecto a estas activvidades y cóómo el Gobbierno mexiicano
plantea reesolver esta problemáticca. En el seggundo capítulo se destacaan los aborddajes teóricoss que
se relacioonan con la constitución
c
n, reproducciión y transfoormación de las relacionnes de géneroo. Se
establecee la crítica so
obre la visión que sostiene la idea dee que la mujjer permanezzca en el esppacio
la posibilidaad de incorpporarse al esppacio públicco. En este puunto se mueestran
privado, descartando
d
algunas posiciones
p
que
q han cuuestionado laa visión androcéntrica que ha esttado presentte en
distintas posturas
p
pollíticas. A su vez, se da un
u panoramaa de cómo see ha propuessto dar solución a
este probblema, por ejemplo a travvés de la iguualdad de opportunidades, de igualdadd de trato y de la
postura de
d transversaalidad. En el tercer capíttulo se preseenta un análisis empíricoo. A partir dee una
segmentaación de la población
p
enncuestada enn la ENOE 2010,
2
se seleeccionaron parejas
p
que viven
v
en el missmo hogar y que laborann, para desppués analizarrvariables soociodemográáficas y cruzzarlas
con al tieempo de trab
bajo producttivo y reprodductivo que realizan
r
estaas parejas, coon el objetivvo de
identificaar las variacciones en laas horas seemanales quue hombres y mujeres dedican a estas
actividaddes. En el cuarto apartaddo se exhibe una serie dee políticas púúblicas que intentan
i
alcaanzar
la igualdaad de género
o.
Por un laado, se desccriben políticcas diseñadaas para la iggualdad de género,
g
por ejemplo, laa Ley
General de Igualdad
d entre Hom
mbres y Mujeres; tambiéén se descriiben leyes que
q no contiienen
mos para in
ncorporar la igualdad de género prropiamente dicho, por ejemplo, la Ley
mecanism
Federal del Trabajo
o. Finalmennte, en el capítulo cinco se exxponen las conclusionees y
recomenddaciones, paara mencionnar las posibbles líneas de
d investigaación que peermitan form
mular
leyes, reglamentos o cualquier tipo de poolítica públiica que ataaquen de manera
m
directa el
problemaa de la desig
gualdad en la esfera dom
méstica, de tal
t suerte quue se contribbuya a superrar el
sesgo anddrocéntrico que
q contieneen las actualees leyes.
6 Capítuloo 1. Desigualdadenladisstribucióndeeltrabajorep
productivoccomoprobleema público
s
que see manifiestaa globalmentte. Este confflicto
La desiguualdad de género es un problema social
tiene difeerentes dimeensiones, unna de ellas es
e la desiguual distribuciión del trabbajo reproduuctivo
entre hom
mbres y mu
ujeres. Esta desigualdadd, fue señalaada por un gran
g
númeroo de mujerees de
diversas característiccas sociales, económicas y culturales,que estánn organizadaas y movilizzadas
mandar solucción a la dessigualdad dee género y a la distribución inequittativa del traabajo
para dem
que se annaliza, así como de las consecuenciias adversass inherentes a la disimillitud socialm
mente
construidda de la desiignación enttre hombress y mujeres de las tareaas dentro deel hogar. Enn este
sentido, es
e un probleema en el que
q un númeero importannte de mujeeres tienen innterés de quue se
solucionee.
La divisiión tradicion
nal del trabaajo por sexoo es una de las causas que
q originann las condiciiones
adversas de las mujeeres en las dos esferas del
d trabajo (pproductiva y reproductivva), sin embargo,
al interioor de estas, reaparece la división sexual
s
trabajjo, permitieendo que loss seres hum
manos
realicen sus
s actividad
des según el género.
En la litteratura esp
pecializada en
e el tema (Carrasco 2006, Pfeffferkorn 2007, Ibáñez 2008,
2
Benería1994 y 2006
6) se observa que la disstribución desigual
d
en las
l tareas, tanto producctivas
como repproductivas, limitan alass mujeres el acceso a opportunidadess de crecimieento y desarrrollo
personal, lo que conllleva a un nuulo reconocim
miento del papel que jueega el trabajoo doméstico en el
o anterior noo permite que
q las mujeeresse incorpporen de manera plena a la
desarrolloo social. Lo
esfera prooductiva, profundizandoo su dependeencia económ
mica y la suubordinaciónn con respectto de
los hombbres.
Estos hecchos, basado
os en prácticaas sociales, van
v en contrra de los dereechos fundam
mentales de todo
ser humaano, porque en éstos se garantiza el pleno disfruute y condicción de igualldad, tratanddo de
eliminar el sistema que
q permite actos
a
de disccriminación sobre una grran parte de la poblaciónn. Es
por eso que
q el moviimiento de las
l primerass feministas (contextualiizadas en laa Ilustración y la
Revolución Francesaa) demanda la
l intervenciión del Gobiierno3,porquue buscaron la
l emancipaación,
3
Es por esto, que la preesencia del Goobierno es sum
mamente impoortante, porquee en él se encuuentran los reccursos
económicoos y legales qu
ue permiten haacer frente a los problemas demandados por
p el movimiiento feministaa; este
7 promovieendo cambio
os sociales a favor de la mujer (Viindicación de
d los Derecchos de la Mujer
M
(1972)), igualdad y acceso a recursos (sobrre todo a laa educación)), independeencia económ
mica,
entre otraas demandass. En esta primera ola se
s generalizaa el desconttento por la exclusión de
d las
mujeres en
e la vida pú
ública.
Esta prim
mera ola mottivó la contiinuación de la lucha a favor
f
de los derechos de las mujerees, lo
quedio como
c
resultaadoel surgim
miento de laa segunda ola
o del fem
minismo (connsiderada liberal
sufragistaa) la cual promueve
p
la participacióón de las mujeres
m
en la
l vida políttica a travéss del
sufragio, teniendo co
omo objetivoo el derecho al voto y a la educacióón: Las feminnistas planteearon
a
a loss estudios suuperiores y a todas las profesioness, la igualdaad de
el derechho al libre acceso
derechos civiles, com
mpartir la paatria potestaad de los hijjos, denunciaban que ell marido fueera el
administrrador de los bienes conyyugales, exiggieronigual saalario para iggual trabajo4.
En esta etapa surgeen las llam
madas feminnistas marxistas, radicales y sociaalistas, la cuuales
evidenciaaron que el origen
o
de laa desigualdadd no está relacionada coon caracteríssticas biológgicas,
sino con construccio
ones socialess. Por ello, la
l emancipación y la libbertad se debían consegguir a
través de la independ
dencia econóómica y la incorporaciónn de la mujer al ámbito prroductivo.
Por últim
mo, en la tercera ola, se institucionnalizó el moovimiento feminista
fe
“pooniendo fin a la
mística de
d la feminid
dad y abrió una
u serie de cambios en los valores y en las form
mas de vida””. En
esta etapaa surgen doss perspectivaas, el feminiismo de la iggualdad y ell feminismo de la difereencia,
donde el primero reeivindica loss atributos masculinos
m
p
para
el géneero femeninno, y el segundo
rescata y valora la fem
minidad.
onar lo que se denominaa feminismoo institucionaal. En las últtimas décadaas un
Es imporrtante mencio
número creciente de mujeres se posicionnó, y continnua con estta dinámicaa, dentro dee los
organism
mos gubernam
mentales y de
d toma de decisiones.
d
E conllevva a que las demandas de
Esto
d las
feministaas de base (q
que tienen unna continua tarea
t
de conccientizar, refflexionar y de
d activistas en la
lucha porr la igualdad
d) puedan serr escuchadass y llevadas a la agenda de
d Gobiernoo.
movimiento evidenció la situación de desigualdad
d
que genera insatiisfacción persoonal y social a las mujeres y que
q la
juzgan com
mo políticamen
nte inaceptable (Subirats, 2008:32)
4
Instituto de Estudios so
obre Desarrolloo y Cooperacióón Internacionnal. Historia deel movimiento feminista. Insstituto.
Universidaad del País Vasco.
8 1.1.Desiggual distribu
ución del trabajo reprooductivo en América Latina
En este apartado see describe, en términoss generales, la dinámicca del trabaajo reproducctivo,
t
dom
méstico,compparando la siituación deaalgunas nacioones de Am
mérica
específicaamente del trabajo
Latina. En
E el cuadro 1 se observaa el promedio de horas que
q hombres y mujeres dedican
d
al traabajo
no remunnerado, remu
unerando y el total (quee es la sumaa en horas de los dos annteriores tipoos de
actividaddes) y segmentados en caategoría ocuppacional.
Para el caso de México, existe un
u comportamiento com
mpletamente inequitativo del tiempo total
de trabajoo, ya que loss hombres trrabajan en tootal 64 horass a la semanna en promeddio, mientrass que
las mujerres trabajan
n 86 horas, lo que signnifica una diferencia
d
dee 22 horas a la semanna en
promedioo. Enfatizan
ndo el tiem
mpo de trabbajo no reemunerado (el cual esstá directam
mente
relacionaado con las actividadess de reprodducción denntro del missmo hogar) la situación de
inequidadd en la distribución de las
l tareas enntes mencionnadas se profundiza, ya que los hom
mbres
solo dediican 16 horaas a la sem
mana, mientraas que las mujeres
m
deddican 46 horras a las mismas
actividaddes, dando co
omo resultado una diferrencia de 300 horas a la semana. Para el caso de
d los
otros paísses la situaciión es similaar.
Los hombbres, en cuaalquiera de los países prresentados, participan
p
coon menos hooras en prom
medio
por semaana en el traabajo domésstico no rem
munerado, coontrariamennte a los quee sucede conn las
mujeres, ya que ellass, en algunoss casos, reallizan este tippo de trabajoo hasta cuatrro veces máss que
el particippante mascu
ulino.
Si centraamos la mirrada en la categoría
c
occupacional se
s puede obbservar que las mujeress que
trabajan por cuenta propia sonn las que innvierten máás tiempo en
e el trabajo domésticoo no
remuneraado; para el caso de loos hombres, los empleaadores y los que se deddican al serrvicio
doméstico son los qu
ue mayor tiempo dedicann a este tipoo de actividaades. Solo enn Perú y Mééxico,
los hombbres que trab
bajan por cueenta propia son
s los que participan
p
enn mayor meddida en el traabajo
doméstico no remun
nerado. Probbablemente esto
e
se debaa al hecho de que los trabajadoress por
cuenta prropia pasen más tiempoo dentro dell hogar, lo que
q permite llevar a cabbo las funciiones
antes mencionadas. Sin
S embargoo, las mujerees que tambbién trabajann por cuenta propia invierten
mucho más
m tiempo a las tareas domésticas
d
n remuneraadas, lo que indica una clara
no
c
distribuución
inequitatiiva del este tipo
t
de trabaajo.
9 Cuadro 1.. Promedio dee horas (seman
nales/diarias) por categoríaa ocupacional entre
e
hombres y mujeres seggún el tipo de trabajo,
t
poblaación ocupadaa de 15 años y más.
Hombre
Paísses /
Categgoría
ocupaccional
Brasil 20008
Empleaddores
Asalariaddos
Cuenta propia
p
Trabajo no
n
remuneraado
Servicio
domésticco
Total
Colombiia 2009
Empleaddores
Asalariaddos
Cuenta propia
p
Trabajo no
n
remuneraado
Servicio
domésticco
Total
Ecuador 2008
Empleaddores
Asalariaddos
Cuenta propia
p
Trabajo no
n
remuneraado
Servicio
domésticco
Total
México 2009
2
Empleaddores
Asalariaddos
Cuenta propia
p
Trabajo no
n
remuneraado
Servicio
domésticco
Total
Perú 20110
Empleaddores
Mujer
Tiempo
total de
trabajo
Tiempo
trabajo
remunerado
Tiempoo
trabajoo
domésticoo no
remuneraado
Tiiempo
to
otal de
trabajo
Tiempo
T
trrabajo
rem
munerado
Tiempo
trabajo
d
doméstico
no
r
remunerado
51
48
46
48
44
41
3
4
5
58
54
52
45
39
27
13
15
25
35
31
4
53
29
24
51
44
6
56
36
20
47
43
4
54
35
18
56
55
53
51
49
47
5
6
6
68
63
65
48
43
36
20
21
29
40
34
6
62
33
29
59
52
8
65
44
21
53
48
6
64
39
25
57
52
52
50
46
44
7
7
8
73
65
67
47
42
34
26
23
34
41
34
7
63
36
28
60
49
12
68
40
28
52
45
7
66
38
28
71
65
64
54
49
46
17
16
17
92
84
88
47
42
34
45
42
54
55
39
16
91
37
54
0
0
0
0
0
0
64
48
16
86
40
46
63
47
16
75
40
35
10 Asalariaddos
Cuenta propia
p
Trabajo no
n
remuneraado
Servicio
domésticco
Total
Uruguayy 2007
Empleaddores
Asalariaddos
Cuenta propia
p
Trabajo no
n
remuneraado
Servicio
domésticco
Total
•
•
•
•
62
64
48
48
13
17
68
73
40
31
28
42
40
26
15
65
24
41
76
50
26
67
38
29
62
47
15
70
33
36
66
58
50
49
41
34
19
19
19
92
81
71
48
39
32
45
44
40
40
28
14
74
38
41
0
0
0
0
0
0
56
40
19
79
38
43
Trabajo remun
nerado: Ocuppado(a), es deecir que tuvoo trabajo remuunerado la seemana anterioor
seegún la condición de activiidad económiica.
Siin trabajo rem
munerado: Peersona que noo tuvo trabajo remunerado la semana annterior según la
coondición de actividad
a
econnómica.
Tiempo de trabajo total: suma del tieempo de traabajo remuneerado y tiem
mpo de trabaj
ajo
dooméstico no remunerado.
r
Tiempo de Trabajo
T
Dom
méstico No Remunerado
R
comprende las siguientees actividadees:
cuulinarias, aseeo de la vivieenda, cuidadoo y confeccióón de ropa, compras,
c
maantención de la
viivienda, cuid
dado bebes, niños
n
y adoleescentes, cuiidado de enfe
fermos, gerenncia del hogaar,
cuuidado depen
ndientes y ancianos.
F
Fuente:
CEPA
ALSTAT. http
p://websie.eclaac.cl/infest/ajaax/cepalstat.asp?carpeta=esttadisticas
La brechha de horas promedio entre
e
las disttintas ocupaaciones es considerable,
c
, por lo quue en
cualquierra de las cattegorías los hombres enn ningún moomento efecttúan por lo menos el mismo
m
trabajo no remunerad
do, ya que estos
e
últimoss se concentran en tareaas donde el desgaste físiico y
mental tiiene una reccompensa material (monnetaria) e inttangible (recconocimientto público, éxito,
é
etcétera)..
De acuerrdo con la CEPAL (20010) “la caantidad y caalidad del empleo,
e
específicamentee los
ingresos laborales deeterminan enn gran medidda el bienesttar material de
d la mayoríía de los hoggares
de la reggión”5 lo quee influye dee manera dirrecta en el bienestar
b
genneral. En este sentido, si
s las
mujeres de
d la región son las que realizan en mayor
m
medidda actividaddes por las cuuales no obtiienen
ingreso alguno, en
ntonces estaamos ante un problem
ma social y de géneeroquelimitaa las
5
CEPAL. A la hora de laa igualdad, brecchas por cerrarr, caminos por abrir. 2010
11 oportuniddades, el accceso a biennes y serviccios, perpetuuando la pauuperización de las mujjeres;
ciudadanas/os que en sí miismas/as esstán diferennciadas/as por ciertass caracteríssticas
socioeconnómicas y faamiliares.
Este panoorama, muesstra la desiggualdad que impera denntro de la reggión, manifeestándose enn una
distribuciión desigual del trabajo cualquierra que éste sea y la consecuente
c
asimetría de
d la
obtenciónn de ingresos, impactanddo de forma negativa en las mujeres..
Un factorr que juega un
u papel releevante sobree la dinámicaa y el tiempoo que utilizaan las mujerees en
realizar taareas sin alg
guna retribucción económ
mica es la presencia de hijos
h
dentro de la familiaa. En
el cuadroo 2 se presen
ntan datos de
d algunos países
p
de la misma regiión, mismo que describen el
tiempo que
q utilizan las mujeress exclusivam
mente en labbores doméssticas y segm
mentándolass por
número de
d hijos y po
or condición conyugal deentro de la faamilia.
En el casso de Urugu
uay las mujerres que son jefas de fam
milia y que no
n tienen hijjos utilizan poco
tiempo a la semana para
p
efectuarr las actividaades doméstticas; este tieempo va en aumento cuuando
comienzaan aparecer los hijos, yaa que cuanddo no existenn éstos el tiiempo corresspondiente es
e de
cuatro hooras a la sem
mana en prom
medio, pasanndo a veintiúún horas cuaando existen dos o más hijos.
h
Esto indica que el tieempo utilizaddo en estas tareases
t
cincco veces máss amplio conn las presenccia de
más hijoss que sin ello
os. No sucedde lo mismo con los paísses restantess, la utilización del tiemppo en
tareas doomésticas ess casi homoggénea porquue utilizan casi
c
el mism
mo tiempo en actividadees de
hogar conn o sin las existencia
e
dee hijos (aunqque si hay variaciones
v
p
pero
son peqqueñas). Se debe
hacer nootar que las mujeres mexicanas
m
soon las que en
e mayor medida
m
realiizar estas taareas,
independdientemente de
d la condición parental dentro de laa familia.
La situacción es un taanto dramáticca para el seegmento de mujeres quee se encuentrran en un esstatus
de hijas, porque paraa todos los países
p
seleccionados la presencia
p
de hijos dentroo del hogar eleva
e
de formaa considerablle el trabajo doméstico, ya que al paasar de nuevve horas en promedio
p
cuuando
no hay hiijos, pasa a dieciséis conn la presenccia de solo un
u hijo y a veinticinco
v
h
horas
a la sem
mana
cuando exxiste dos o más
m hijos; loo cual represeenta aproxim
madamente el
e triple de tiiempo dedicaado.
También hay que mencionar
m
quue las mujerres que son cónyuges ven
v ampliaddo el tiempoo que
dedican a las tareas domésticas
d
n remuneraadas. En estaa condición, por ejemploo, en Colombbia y
no
en Ecuaddor, las horaas invertidass en actividaades propiass del hogar tienen pocaa variación entre
ningún hijo y hasta dos:
d en cualqquiera de esstos dos casoos, por el heecho de ser esposas
e
las horas
h
12 de trabajo reproductiivo represenntan alrededdor de 50 hooras a la sem
mana. Lo cuual indica quue la
d
a de estado civil
c
tiene unna influencia directa conn el comporrtamiento dee este
variable demográfica
trabajo.
Cuadro 2.. Quehaceres domésticos (22008). Mujerees con dedicacción exclusivaa a las laborees del hogar, según
posición de
d parentesco y número de menores presentes en el hogar,
h
áreas urbanas.
u
(Porccentajes calcu
ulados
sobre la pooblación femeenina de 15 años y más)
Totall mujeres de
15 años
a
y más
Sin
Uno
Dos o más
Total
Jefa
Sin
Uno
Dos o más
Total
Cónyu
uge
Sin
Uno
Dos o más
Total
Hijas
Sin
Uno
Dos o más
Total
Colombiia
Ecuaador
M
México
Uruguay
Venezuelaa
30.2
31.5
38.4
31.4
24..2
31..1
39..4
27..7
32.7
42.4
48.5
37
12.7
22
32.4
15.5
27.4/a
32.4/a
40.3/a
30.7/a
31.9
28.1
32.6
31.2
17..5
21..9
23..5
18..7
23.9
31.4
34.2
26
4.6
12
21.7
6.2
30.3/a
28.9/a
36.0/a
30.7/a
43.8
41.6
51.5
44
41..3
455
53..8
43..9
51
55.3
59.9
53.3
24
29.9
40.1
26.4
41.5/a
45.7/a
52.0/a
44.2/a
10.5
15.9
23.2
13.2
5.99
11..7
20..1
8.99
13.9
23.1
32.9
18.1
6
14.8
25.2
8.8
9.0/a
16.7/a
28.8/a
14.1/a
F
Fuente:
CEPA
ALSTAT. http
p://websie.eclaac.cl/infest/ajaax/cepalstat.asp?carpeta=esttadisticas
Bajo estee panorama,, no solamennte las mujeeres son lass que en maayor medidaa realizan traabajo
doméstico no remunerado, sino que, al mism
mo tiempo, son las que realizan enn menor o mayor
m
medida, dependiendo
d
o de los hijos y su posición dentro de
d la familiaa, el trabajo dentro
d
del hogar.
En otras palabras, la desigual distribución del
d trabajo reeproductivo coloca a lass mujeres enn una
posición que dificu
ulta acceso y permaneencia en laa esfera prooductiva, prrofundizandoo su
dependenncia económ
mica, limitaando las opportunidadess de crecim
miento e innvisibilizanddo y
desvaloriizando el trrabajo dentrro del hogar. El probblema no sólo reside en el acceeso a
13 oportuniddades de em
mpleo sino enn considerar su trabajo, ya
y sea dentrro de su proppio hogar o fuera
f
de éste, como
c
secund
dario o menoos importantee.
1.2.Distrribución del trabajo rep
productivo en
e México
En esta sección se presentan datos
d
sobre la desiguall distribucióón del trabaajo reproducctivo,
específicaamente del doméstico, de una muestra pooblacional con
c
distintaas caracteríssticas
socioeconnómicas y faamiliares.Enn un contexto general paara el caso de
d México, en
e la gráficaa 1 se
observa la evolución
n de la parrticipación,enn términos absolutos, de hombress y mujeress que
t
domééstico.
realizan trabajo
Gráffica 1. Poblaciión que realizaa trabajo dom
méstico. Cobertura nacional
40000
0000
35000
0000
30000
0000
Mujere
es
25000
0000
Hombres
20000
0000
15000
0000
10000
0000
5000
0000
0
1995 1996 1997 1998 1999
9 2000 2001
1 2002 200
03 2004
Fuente: IN
NEGI. Sistema
a Nacional de Información Estadística y Geográfica. http://dgcnesy
h
yp.inegi.gob.m
mx/cgiwin/sisesim
m.exe/NIV1200.
En todos los años dee la muestra,, se observa que las mujjeres represeentan en mayor medida a las
personas que realizan
n trabajo dom
méstico. En todo el perioodo, la mitadd o menos de
d los hombrres se
involucraan en tareas dentro del hogar. Estaa tendencia está sincronnizada con los
l datos quue se
obtuvieroon de la CEP
PAL y que permanece a lo largo del
d continentte. Aunque es verdad quue la
incorporaación de loss hombres en
e estas tareeas ha ido en
e aumento, la de las mujeres
m
tam
mbién,
manifestáándose en to
odo el perioddo la diferenncia entre hoombres y muujeres en la participacióón de
estas tareeas.
14 Esta cargga está influeenciada por múltiples asspectos, donnde la división tradicionnal del trabajjo, la
organizacción doméstiica y las conndiciones económicas y sociales preesentes, marccan las pautaas de
participacción y de in
ntensidad dee trabajo de hombres y mujeres (IN
NEGI, 20111). Por lo quue la
división de
d las tareass y sus posibbles efectos no
n solo estáá influenciadda por el génnero, tambiénn por
aspectos individualess, como la edad, y conndiciones soocioeconómiicas como laa posición en
e el
trabajo, en
e el hogar, por
p área geográfica, etcéétera.
En nuesttro país el tiempo
t
de trabajo
t
que realizan tannto hombress como mujjeres y que está
dividido en trabajo doméstico
d
y extradoméstico es similar, porque la brecha enntre los dos tipos
t
es en promedio de
d diez horaas a la sem
mana, siendoo los hombres la
de trabajo (trabajo total)
poblaciónn que materrializa menos trabajo tottal, que es de
d 55.4 horaas a la semaana en prom
medio
durante el
e periodo de
d 2005-20110, con unaa tasa constaante de su participación
p
n a lo largoo del
periodo (ver
(
cuadro 3).
3
Cuadroo3. Horas pro
omedio semanaales de trabajo doméstico y extradoméstiico por gruposs de edad y sexxo
2005
2006
2007
2008
2009
2010
Grupos de edad
H
M
H
M
H
M
H
M
H
M
H
M
Total
56.5
67.9
55.4
66.3
555.5
65.9
566.1
66.6
544.04
64.63
54.9
65.088
14--19 años
51
5
60.2
49.9
58.9
499.3
58.1
500.3
59.5
466.61
54.84
48.63
56.877
20--29 años
57.9
68.5
56.5
66.2
577.1
66.1
577.6
67.5
5
55.5
64.93
55.83
66.066
30--39 años
59.3
72
58.1
70.4
58.5
70.9
599.2
70.7
5
56.4
68.63
58.1
69.333
40--49 años
56.9
68.5
55.8
66.9
555.9
66.7
566.4
66.1
544.78
65.51
55.75
65.411
50--59 años
54.5
65.3
53.7
63.8
533.4
63.1
533.5
64.1
5
53.2
62.74
53.12
62.166
60 y más años
50.1
59.9
49.5
58.7
48.3
57.2
499.6
58.9
488.51
56.93
48.43
56.366
Fuente: INM
MUJERES. Siistema de Infoormación Estaadística para Mujeres
M
y Hom
mbres.
Esta tenddencia es sim
milar cuando se segmentaa la poblacióón total en grupos
g
de eddad a partir de
d los
catorce años.
a
Las mu
ujeres son las que llevann a cabo en mayor
m
medidda el trabajo; sin embarggo, la
edad juegga un papel relevante
r
dee la dinámicaa interna: muujeres que oscilan entre los 20 y 40 años
incremenntan las horaas promedio a la semana de trabajo total.
t
Despuéés de los 40 años se pressenta
una dism
minución de las
l horas de trabajo. Unaa causa de esste comportaamiento es que
q en este rango
r
de edad, tanto homb
bres como mujeres,
m
se encuentran
e
e una etapaa de reproduucción biolóógica,
en
misma quue está relaacionada conn el estado civil
c
y por consiguientee con los hiijos. Este prrimer
acercamiento a la dinámica
d
dell trabajo doméstico en nuestro paíís, no permiite observarr con
15 claridad si
s la distribu
ución del traabajo domésstico tiene reepercusioness positivas o negativas sobre
s
las mujerres.
De acuerrdo con INEG
GI (2001) “lla mayoría de
d las mujerees permaneccen más tiem
mpo a lo larggo de
su vida dentro
d
de la vivienda,
v
reaalizando el trabajo
t
domééstico con el cual propoorcionan biennes y
servicios a los miem
mbros del hoogar, educann y cuidan a los hijos y en algunoss casos es donde
d
también desarrollan una actividaad económicca6”; aunadoo a este heccho, sabemoos que el traabajo
yoría es no remuneradoo y son las mujeres
m
las que
q lo llevaan a cabo paara el
doméstico en su may
bienestarr de su propiaa familia.
Gráfica 2. Proporción
P
de hombres y mu
ujeres por tipo de trabajo no
n remunerad
do. 2010
Cuidado de niños,
n
enfermoos y ancianos
90.77
9.3
Autocconstrucción dee la vivienda
2
23.2
76.8
Mantenim
miento de la viivienda y reparración de los
bienes del hogar
16.1
83.9
Quehaceres domésticos
24.5
Servicio
os gratuitos a laa comunidad
33
Actividades ecconómicas no remuneradas
r
67
577.5
0
Hombres
M
Mujeres
77.5
42.5
3 40 50 60 70 80 90 100
10 20 30
I
Mujeres y Hombrees en México 2011
2
Fuente: INEGI.
munerado. En
E particularr, los
En la grááfica 2, obseervamos datos sobre loss tipos de trabajo no rem
quehacerres domésticos son llevaados porel 777.5% de las mujeres, miientras que los
l hombres sólo
representtan 24.5% dee la poblacióón que realiza este tipo de actividaddes. En este sentido, es clara
la desiguual distribuciión del trabaajo no remunnerado (entrre éstos el de
d los quehaceres y cuiddados
dentro deel hogar) enttre hombres y mujeres. Si relacionam
mos lo anterrior con los datos del cuuadro
3, donde se presentarron cifras del trabajo dom
méstico y exxtradoméstico, entonces encontramoss que
si bien, el
e promedio de trabajo tootal por sem
mana que reaalizan hombrres y mujerees es casi sim
milar,
cuando dividimos
d
y analizamos las cifras del
d trabajo doméstico enncontramos que
q ellas son las
6
INEGI. Mujeres
M
y Hom
mbres 2011. Mééxico.
16 que en mayor
m
medidaa realizan essta tarea. Estto se puede visualizar
v
dee mejor mannera con los datos
d
de la gráffica 3.
Las mujeeres invierten
n tres veces más de tiem
mpo que los hombres enn los quehacceres doméstticos,
ya que laas horas pro
omedio a laa semana quue gastan elllas es de 27
2 horas, miientras que ellos
invierten 8.8 horas en
e promedioo a la semanna. La poca participación del sexo masculino
m
en las
labores dentro
d
del hogar tambbién es unaa muestra de
d la desiguual distribucción del traabajo
doméstico. Bajo este panorama, si
s ellas realizzan más trabbajo total (dooméstico y extradoméstico) y
además son
s las que efectúan
e
en mayor
m
medidda el trabajo doméstico, entonces poodemos decirr que
existe una doble carg
ga de trabajo.
Gráfiica 3. Promedio de horas semanales trabaajadas por sexxo y tipo de trabajo no remu
unerado. 20100
40
35
33.4
31.6
30
27
23.9
25
18.5
20
15
10
12
9.5
7.2
8.8
7.1
12.5
8.4
Hombrres
Mujerees
5
0
Actividades Servicios gratuitos ecconómicas no a la comunidad
a
remuneradas
Quehaceres domésticos
Mantenimiento Autoconstrucción
n Cuidado de de la vivienda y de la vivienda niños, enfermos y reparación de los ancianos
bienes del hogar
I
Mujerres y Hombres en México 2011.
Fuente: INEGI.
De acuerrdo con el reeporte de Mujeres
M
y Hoombres en México
M
20111 realizado por
p el INEG
GI “la
participacción de la mujer
m
en la fuuerzalaborall no las exim
me de particiipar en el traabajodoméstico y
continúann siendo casi en exclussivalas responsables dee las actividdades de suss propioshoggares
cubriendoo una dob
ble jornadaa de trabaj
ajo, lafamiliiar y la laboral, maanifestándosse y
haciéndosevisible dee esta maneera la particcipación mayyor delas mujeres
m
en el
e trabajo, como
c
bución inequuitativa del trabajo
t
familliar y unainsserción desiggual en el traabajo
resultadoo de la distrib
remuneraado, queen poco modificcó la tradicioonal divisiónn sexual deltrrabajo imperrante”.
17 Entoncess, con la desigual distribbución de lass tareas dom
mésticas las mujeres
m
queedan en una clara
desventajja en muchas esferas de la vida social, económicca y políticaa con respectto a los hom
mbres.
Por ejem
mplo, en el in
nforme que el Foro Ecoonómico Muundial realizóó en el 20100 sobre la brrecha
global dee género, ind
dica que en el
e año 2010 en México la estimacióón de los inggresos percibbidos
(en PPP US$) entre hombres y mujeres tuvvo una proporción de 0.42%, es deecir, los hom
mbres
obtienen 60% más de
d ingresos que las muujeres para las mismass labores deentro del traabajo
p
m
mayor
de hoombres alfabbetizados parra el mismo año,
productivvo. Además existe una proporción
existe poca participacción de las mujeres
m
denttro del aparaato estatal, entre
e
otros faactores negaativos
d trabajo (taanto producttivo como reeproductivo)).
que se orriginan por laa desigual diistribución del
1.3.Mujeeres y Homb
bres ocupad
dos y el tiem
mpo que invvierten en ell trabajo rep
productivo
En la anterior sección
n, se presenttaron datos de
d la dinámicca del trabajo productivoo y reproducctivo,
en especíífico, del tieempo que deestinan las mujeres
m
en tareas
t
no rem
muneradas, como lo son las
tareas dom
mésticas no remuneradaas, mismas que
q se desarrollan dentro del núcleo familiar.
f
En esta sección se an
nalizará la diinámica del trabajo
t
dom
méstico tomanndo en cuennta solamentee a la
poblaciónn ocupada. De
D acuerdo con
c el INEGI, esta poblaación está caaracterizada por
p las “perssonas
que duraante la semaana referenccia realizaroon algún tippo de activiidad económ
mica, estanddo en
cualquierra de las sigu
uientes situaciones: trabaajando por loo menos unaa hora o un día,
d para prodducir
bienes y//o servicios de manera independien
i
nte o subordiinada, con o sin remuneeración. Aussente
temporalm
mente de su trabajo sin interrumpir su vínculo laboral con la unidad ecoonómica. Inccluye
a los ocuupados del seector primariio que se deedican a la prroducción para el autocoonsumo (exccepto
la recoleección de leeña)”. Para el año 20110, la ENOE
E reportó que
q 62% dee esta poblaación
(ocupadaa) son hombres mientrass que38% soon mujeres. En el cuadrro 4 se obseervan datos de la
mismaencuesta por seegmentos dee edad.
Cuadro 4. Porcentaje dee hombres y mujeres
m
ocupad
dos en
algun
na actividad ecconómica por rango de edad
d
Rango de edad
14
4-24
25
5-35
36
6-45
46
6-55
56
6-65
66 y más
Hombre %
655
611
599
611
688
711
Mujer %
35
39
41
39
32
29
Totaal %
1000
1000
1000
1000
1000
1000
Fuente. Elabooración propia con datos deel INEGI, ENO
OE 2010
18 El porcenntaje de hom
mbres y mujeeres ocupadoos agrupados por rangoss de edad maantiene la misma
m
tendenciaa que se pressenta para laa muestra gloobal. Esta diistribución depende
d
en gran
g
medida de la
edad, porrque a rangos mayores de
d edad el poorcentaje de hombres
h
rebbasa el doblee al porcentaaje de
las mujerres ocupadass. Una de laas casusas poosibles para este comportamiento ess que la saluud de
las mujeeres se vea deterioradaa y se ven forzadas a permaneceer fuera de las actividdades
económiccas; también
n se puede dar
d el caso de que en este
e
rango de
d edad, los nietos seann una
motivo para
p
que ellas sean lass personas que cuidenn de ellos, mientras suus hijos reaalizan
actividaddes laborales. Así missmo, añadieendo los caasos en loss que efecttúan trabajoo no
remuneraando, entoncces las colooca en unaa posición de
d clara desventaja tannto social como
c
económicca: empleo de
d tiempos parciales,
p
traabajos esporrádicos o esttacionales, seegregación hacia
h
ocupaciones de men
nor jerarquía, bajos sallarios (Pedrrero, 2003; Mendoza y García, 20009).
Presentánndose confliictos de disscriminaciónn y desigualdad, desfavvoreciendo a las mujerres y
limitandoo su crecim
miento persoonal. A pessar de que en épocas recientes ha
h aumentaddo la
participacción de las mujeres
m
en laas actividadees productivaas, ésta continua siendo parcial.
Cuadro 5. Pob
blación ocupaada: horas a laa semana paraa realizar
quehaceeres de su hoggar (lavar, planchar, preparrar y servir aliimentos, barrrer)
Horas a la semana
0-5
6 -10
11 - 15
16 - 20
21-25
26 - 30
31 - 35
36 - 40
41 - 45
46 - 50
51 - 55
56 - 60
mas de 60
6
S
Sexo
Hombre %
H
87.8
68.1
37.8
16.6
11.4
3.9
2.4
1.3
1.9
2.4
16.6
2.5
4.3
Mujeer %
12..2
31..9
62..2
83..4
88..6
96..1
97..6
98..7
98..1
97..6
83..4
97..5
95..7
Fuente: Ellaboración prropia con datoos de la ENOE
E 2010
Con respecto al trabaajo domésticco, el INEGII define a éstte como “ell conjunto dee actividadess que
realiza unna persona para
p
el desarrrollo adecuuado de un hogar,
h
sin obbtener ningúún pago por ello.
Dichas actividades
a
son:
s
limpiar la casa, lavvar los trasttes, lavar y planchar laa ropa,preparrar y
19 servir alimentos”7. Tomando
T
estta definiciónn, en el cuaddro 5 se expponen datos de las horass por
q hombres y mujeres dedican
d
a queehaceres dom
mésticos.
semana que
La mayor proporción
n de hombrees que realizza este tipo de tareas see concentra en los mennores
h
casi 89%
8
de los hombres
h
pressenta
rangos dee tiempo, yaa que en la frracción de cero a cinco horas,
esta dináámica, por solo 11% dee mujeres. Contrariamen
C
nte a esto, una
u mayor concentració
c
ón de
mujeres se
s establece en el bloquue de veinte horas en addelante. De nueva
n
cuantta se percibee con
claridad las
l disparidaades en la disstribución dee las tareas domésticas.
d
Si trabajaadores, homb
bres y mujeres, laboran durante ochho o nueve horas
h
diariass, indica quee a la
semana su
s trabajo esta materializzado en 40 o 45 horas a la semana. Tomando essta última ciifra y
sumando las horas de
d trabajo dooméstico enttonces el tottal de horas no permite realizar ninnguna
otra activvidad relaciionada con el esparcim
miento o el descanso, la capacitacción, el cuiidado
personal, entre otras actividades
a
q significaarán la posibbilidad de meejorar su callidad de vidaa.
que
Una de laas consecuen
ncias que traae consigo laa desigual diistribución de
d las tareas domésticas es la
gran canttidad de tiem
mpo que utiilizan para hacer
h
frente por un ladoo a la obtennción de recuursos
monetarioos y poder obtener
o
los medios
m
necessarios para el
e sustento de
d la vida huumana, y porr otro
lado, ejeccutar las tareeas de cuidaddo y quehaceeres dentro del
d propio hogar, las ha mantenido en
e un
estado peermanentemente de activvidades, sinn posibilidadd de ejercer otro tipo dee acciones, como
c
las recreaativas o de educación. Además
A
de lo anterior, las tareas que
q se estabblecen dentroo del
hogar no son valorizaadas monetaariamente ni socialmentee, por lo cuall quedan invvisibilizadas en la
esfera púública.
1.4.Poblaación ocupa
ada con disttinto estado conyugal y la distribu
ución del traabajo domééstico
entree hombres y mujeres
La distribbución del trabajo dentrro del hogarr tiene ciertoos matices cuando
c
la pooblación ocuupada
comprendde distinto estado
e
conyuugal. En la gráfica
g
4, se incluyen daatos de las horas
h
a la sem
mana
que los ocupados quee son casadoos/as o en uniión libre deddican a los quehaceres.
q
7
ENOE, 20010
20 Grafica 4.
4 Casados y en
n unión libre.
Horas ded
dicadas a barreer, planchar, servir
s
y prepaarar alimentoss
100.00%
90.00%
80.00%
70.00%
60.00%
50.00%
Hombre
40.00%
Mujer
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
0-10 hras
h
11-20
hras
21-30
h
hras
31-40
hras
41-50
hras
51-60
hras
61-70
hras
71-8
80
hras
81-90
hras
Fuente: Elaboración
E
p
propia
con dattos de ENOE 2010
2
Las horass que los hombres dediccan a estas taareas cuandoo están bajo algún régim
men seleccioonado
muestrann una tenden
ncia a dedicaar poco tiem
mpo a los quuehaceres prropios del hoogar, en cam
mbio,
para el caso
c
de las mujeres,
m
sonn ellas las que
q en mayoor medida desarrollan durante
d
el díía las
actividaddes de este tipo. Por lo
l tanto, loss hombres cuentan conn mayor tieempo para otras
actividaddes, como po
or ejemplo, mayor
m
descanso o cualquuier otra actiividad enfoccada en su prropio
bienestarr.
Los datoss indican qu
ue existe unaa gran propoorción de hom
mbres, casi el 90%, parrticipa con diez
d o
menos hooras a la sem
mana en activvidades a lass tareas doméésticas del propio hogar no remuneradas.
Aunque la carga de trabajo totaal es mayorr para ellas, entre éstas las condiciiones del tieempo
m
como la edaad, la
utilizado también es distinto, ya que existen factores, coomo se ha mencionado,
posición dentro de laa familia, el estado conyyugal y el núúmero de hijjos que marccan la pauta para
el compoortamiento y dinámica deel trabajo en su propia caasa.
La desiguualdad de géénero sustennta la desiguualdad en la distribuciónn de las tareeas productivvas y
reproducttivas, porqu
ue social y culturalmente
c
elas relacionnes entre loss individuoss justifica el qué,
quién, cuuándo y cóm
mo deben comportarse
c
e cada uno de los mieembros de la
l sociedad. Las
consecueencias de lo previamentte estableciddo son distiintas, porque, por un laado, el conjjunto
masculino se beneficcia de las disparidades
d
en la distriibución de trabajo:
t
la comodidad
c
d su
de
papel, yaa sea en la faamilia o en laa esfera públlica, ha marccado la pautta de comporrtamiento, loo que
posicionaa a los vaarones com
moagentes quue reivindican constanntemente suus “derechoos y
21 privilegioos” a costa de
d otras personas. Por el otro lado, laa imposiciónn social hacee pensar quee esta
distribuciión es “naturral” y por loo tanto la repproducción de
d la desiguaaldad se sosttiene con el paso
del tiemppo; sustentan
ndo con ello mecanismos de subordiinación y doominación física y mentaal sin
que hastaa el momento
o se pueda reesolver en suu totalidad.
La posibiilidad de ressolución de este
e problem
ma social y público,
p
está planteada desde las possturas
feministaas ya menciionadas, ayuudadas con instrumentoos de polítiicas tanto nacionales
n
c
como
internacioonales y de carácter
c
form
mal e inform
mal. Estos insstrumentos surgieron
s
por la necesidaad de
hacer cum
mplir los derrechos que todo ser hum
mano tiene y que encaminan a la socciedad a práccticas
de igualddad, permitid
do al mismoo tiempo la creación
c
de una serie de reglamentos direccionnados
particularrmente a encontrar la iggualdad entrre los géneroos. En la sigguiente seccción se descrriben
estos insttrumentos, mismos
m
que han mitigaddo la idea dee la “naturalleza específiica” del ejerrcicio
del poderr por parte dee los hombrees hacia las mujeres.
m
1.5.Instrumentos in
nternacionalles y nacion
nales sobre igualdad de
d género e igualdad en
e la
distriibución de las
l tareas dee reproduccción.
En la últiima década del siglo XX
X se han establecido unaa serie de innstrumentos los cuales tiienen
como objjetivo elimin
nar no sólo las
l desigualddades socialees y económ
micas sino cuualquier form
ma de
discriminnación, violeencia y carrencia de opportunidades a favor tanto
t
de hoombres com
mo de
mujeres. Se ha venid
do construyenndo un marcco regulatoriio o de referrencia a niveel internacional y
nacional con el prop
pósito de eliminar las desigualdaddes de génerro, mismo que
q ha perm
mitido
m
de reglas formaless sin llegar a ser legales aún.
a
institucioonalizar un marco
Con la Declaración
D
Universal
U
dee los Derechhos Humanos el movimiiento feminissta tuvo un telón
de fondo para poder establecer nuevas
n
demaandas de iguualdad. La Declaración
D
r
reconoce
quue “la
libertad, la justicia y la paz enn el mundo tienen por base el reconocimientoo de la dignnidad
intrínsecaa y de los deerechos e inaalienables dee todos los miembros
m
de la familia”. Es entoncess que
la igualdaad de derech
hos dentro del
d núcleo fam
miliar es unna base necessaria para geenerar estadoos de
bienestarr social y económico, sin quue puedan ser privaddos por algún
a
miem
mbro,
independdientemente del género. La Declaracción de los derechos
d
hum
manos estabblece en térm
minos
generaless los derech
hos a la eduucación, al trabajo, a la
l propiedadd, a la libeertad tanto física
f
(ausenciaa absoluta dee esclavitud)) como subjetiva (libertad de expresión, por ejeemplo), tom
mando
como conntexto a todo
os los miembbros de la razza humana.
22 El artícullo 1 de esta declaración indica que “Todos los seres humannos nacen libbres e igualees en
dignidad y derecho
os y, dotadoos como están
e
de razzón y concciencia, debben comporrtarse
fraternalm
mente los un
nos con los otros”.
o
Es poor eso que el
e movimientto feministaa pone en maarcha
una serie de demandas dirigidas a la igualdaad entre hom
mbres y mujeeres, ya que ven amenazzados
sus derecchos tanto co
omo mujeres como serees humanos. Sin embarggo, en esta declaración
d
n se
no
han estabblecido sus derechos
d
ecoonómicos8 y sobre todo,, aquello rellacionado coon la distribuución
del trabajjo dentro deel núcleo fam
miliar. Ahoraa bien, en ell artículo 16 se establecee que “la fam
milia
es el elem
mento naturaal y fundamental de la sociedad
s
y tiiene como derecho
d
a la protección de la
sociedad y del Estad
do”, esto es una razón para determ
minar la igualdad dentroo de la sociiedad
misma, suustentado po
or las accionnesgubernam
mentales, traducidas en políticas
p
púbblicas, a favoor de
cada uno de sus miem
mbros. Algo de que adollece esta Decclaración es la ausencia de
d la igualdaad en
la distribuución del traabajo domésttico.
Es por esto,
e
que el movimientto feministaatiene en deesarrollo un marco donnde los dereechos
humanos son una de las bases paara que los gobiernos
g
naacionales com
miencen a reealizar difereentes
acciones que integrren elementtos inherenntes a resollver los prroblemas esspecíficos de
d la
desigualddad de génerro, entre elloos la igual distribución
d
de trabajo. Uno
U de los instrumentosmás
importantes que se desarrolló
d
paara tal objetivvo fue la Coonvención soobre la Elim
minación de todas
t
las Formaas de Discriminación coontra las Muj
ujeres (CEDA
AW por sus siglas en inglés), creadoo por
el Consejjo Económicco y Social de
d la Nacionees Unidas.
Para el caso
c
particullar del trabaj
ajo reproductivo, la CED
DWestablecee que “el grran aporte de
d las
mujeres al bienestarr de la famiilia y el dessarrollo de la sociedadd, hasta horaa no plenam
mente
reconociddo, la importtancia sociall de la materrnidad y la función
fu
tantoo del padre como
c
de la madre
m
en la fam
milia y en laa educación de los hijos, y conscieentes de quee el papel dee las mujerees en
laprocreaación no deb
be ser causa de discrimiinación, sinoo que la eduucación de loos niños exige la
responsabbilidad comp
partida entree los hombrees y mujeres y la sociedaad en su conjjunto9”
En el párrrafo anterio
or se hace manifiesto
m
quue los hombrres participaan poco en las tareas proopias
del hogarr, y por el co
ontrario, la condición en si misma deel cuidado dee los hijos ess causa neceesaria
8
Aunque en
e el artículo 22 de esta Decllaración se estaablece que “Tooda persona, coomo miembro de
d la sociedad,, tiene
derecho a la
l seguridad so
ocial, y obtenerr mediante el esfuerzo
e
nacionnal y la cooperración internaccional, habida cuenta
c
de la orgaanización y dee los recursos de cada Estaado, la satisfaacción de los derechos econnómicos, sociaales y
culturales, indispensabless a su dignidadd y al libre desaarrollo de su personalidad”
99
Secretarria de Relacio
ones Exteriorees. Manual: Convención
C
soobre la Eliminnación de Todas las Form
mas de
Discriminaación contra lass Mujeres y su Protocolo Facultativo CEDA
AW. UNIFEM::PNUD, Méxicco, 2007
23 para la diiscriminació
ón hacia las mujeres,
m
y olvida
o
el heccho de que esta
e actividadd es fundam
mental
para el biienestar sociial y económ
mico, y sobree todo para la
l vida humaana (misma que
q será la mano
m
de obra necesaria
n
paara transform
mar materiallmente e ideeológicamennte los recursos disponibbles).
Es por essto que la Co
onvención reeconoce la neecesidad de lograr la pleena igualdadd entre hombbres y
mujeres y modificar los papeless tradicionalles (la divisiión tradicionnal del trabaajo) dentro de
d la
sociedad y la familia (SRE, 20077:63).
AW se aprob
bó en 1979 (aunque
(
sus inicios dataan de 1946), sin embargoo, hasta el día
d de
La CEDA
hoy, los avances
a
en materia
m
de igualdad parra el trabajo reproductivo no han siddo significattivos.
Los datoss presentado
os anteriormeente, permiteen expresar dicha
d
afirmaación, sabidoo el hecho dee que
en esta Convención
C
se manifesttó la obligaación y neceesidad de inntervención por parte dee los
gobiernoss nacionaless a través dell trabajo leggislativo y suu consecucióón en la creaación de polííticas
públicas, con el objeetivo de garrantizar el ejercicio
e
y el
e goce de los
l derechoss humanos y las
libertadass fundamenttales en iguaaldad de conndiciones enntre hombress y mujeres. Objetivo quue no
se ha maaterializado dentro de la esfera fam
miliar, y en una gran parte
p
tampocco en las essferas
económicca, política y social.
Es necesario subrayaar que las reecomendacioones que em
mite la CEDA
AW corresppondientes coon la
igualdad dentro de la
l familia, no
n tocan aspectos de iggualdad de las tareas domésticas
d
n su
ni
d la familiaa, es decir, se
s establece que debe exxistir igualddad para conntraer
distribuciión dentro de
matrimonnio y tener las mismas responsabillidades denttro de éste, los mismoss derechos como
c
progenitoores, los missmos derechhos a elegir profesión,
p
o
ocupación
y empleo y all mismo gocce de
los derechhos sobre laa propiedad y disposiciónn de bienes y gestión de los mismos..Sin embargo, no
se maniffiesta explíccitamente laa necesidad de igualdaad en la ejjecución de los quehacceres
domésticos, que tam
mbién los hoombres tieneen responsabbilidades no solo con loos hijos, sinoo con
las tareass debarrer, prreparar alimentos, planchar, lavar, ettcétera.
Las accioones para co
onstruir meccanismos e innstrumentoss que contribbuyan a estaablecer un marco
m
para garrantizar la igualdad
i
enntre hombrees y mujerees, tienen su
s origen en
e una serie de
conferenccias mundialles que reunió a una grann cantidad de
d mujeres enn demanda a la resolucióón de
sus probllemas expuestos líneas arriba.
a
El PNUD
D hace referrencia a cuaatro conferenncias mundiiales sobre los
l derechoss de las mujjeres,
mismas que
q “han co
ontribuido a situar la caausa de la igualdad enttre los génerros en el mismo
m
24 centro deel temario mundial”
m
conn el objetivoo de mejoraar las condicciones en el plano públiica y
privado. Otro aspecto
o importantee que se dessarrolló en estas conferencias fue el hecho de quue se
haya em
mprendido laa codificacióónde los deerechos juríídicos y civviles de lass mujeres. Estas
E
conferenccias se efecctuaron en México
M
(1975), Copenhhague (19800), Nairobi (1985) y Beijín
B
(1995). Para
P
efectoss de este traabajo tomarremos comoo base de annálisis a la última de estas
conferenccias (por serr, entre otrass cosas, un intento
i
para conseguir laa aplicación plena y efeectiva
de las Esttrategias de Nairobi
N
orieentadas haciaa el futuro paara el adelannto de la mujjer)
La transfformación fu
undamental que
q se produujo en Beijinng fue el recconocimientoo de la necessidad
de trasladdar el centro
o de la atennción de la mujer al cooncepto de género
g
(ver punto tres de
d la
Declaraciión), recono
ociendo que toda
t
la estruuctura de la sociedad,
s
y todas
t
las rellaciones entrre los
hombres y las mujerres en el inteerior de esaa estructura, tenían que ser reevaluaadas. Otro de
d los
mportantes de la declaaración de esta
e
Confereencia es quue por prim
mera vez se hizo
puntos im
manifiestto que los derechos
d
de la mujer soon derechos humanos (ppunto 14 de la Declaracción).
Esta últim
ma idea tuvo
o que ser dessarrollada dee manera altterna a los Derechos
D
Huumanos debido al
sesgo anndrocéntrico que tiene el
e origen prrecisamente en la Declaración Unniversal de estos
últimos derechos.
d
En esta conferenciaa se trató de
d expresar clara y deeterminadam
mente que debe
d
existir una
distribuciión equitativ
va de las respponsabilidaddes respecto a la familiaa (punto 15) alentando, desde
d
todas las esferas de la
l sociedad, a que los hombres partticipen plenaamente en toodas las acciiones
encaminaadas a garanttizar la igualldad.
La platafforma de accción de estaa Conferenciia desarrollóó doce esferras de especial preocupaación
que se coonsideraron como la representaban de
d los princiipales obstácculos al adellanto de la mujer
m
y que exiigieron la ad
dopción de medidas
m
conccretas por paarte de los gobiernos
g
y la
l sociedad civil;
c
estos sonn:
•
Laa mujer y la pobreza;
•
Laa educación y la capacitación de la mujer;
m
•
Laa mujer y la salud;
•
Laa violencia contra
c
la muj
ujer;
•
Laa mujer y los conflictos armados;
•
Laa mujer y la economía;
25 •
Laa participaciión de la muj
ujer en el podder y la adoppción de deciisiones;
•
Loos mecanism
mos institucioonales para el adelanto de
d la mujer;
•
Loos derechos humanos dee la mujer;
•
Laa mujer y los medios de comunicaciión;
•
Laa mujer y el medio ambiiente;
•
Laa niña.
Al aprobbar la Platafo
forma de Accción de Beiijing los gobbiernos se comprometie
c
eron a incluuir de
manera efectiva
e
unaa dimensiónn de género en todas sus
s institucioones, políticcas, procesoos de
planificacción y de adopción de
d decisionees. Por connsiguiente, la
l atención no se centraba
únicamennte en la mu
ujer y su conndición juríddica y sociaal, sino que se dirigía a reestructuraar las
institucioones y la ado
opción de deccisiones polííticas y econnómicas en laa sociedad en
e su conjuntto.
En particcular, la inveestigación see centra en lo
l referente al objetivo estratégico y medidas de
d La
mujer y la
l economía (objetivo F de la platafo
forma de accción de Beijíín). Aquí se hace hincappié en
que las estructuras po
olíticas y económicas innciden directtamente en el
e acceso de las mujeres y de
los hombbres a los reecursos y pooder económ
mico, y por ende tambiéén inciden en
e la decisióón de
cómo divvidirán su tieempo entre el
e trabajo rem
munerado y no remuneraado. Si las mujeres
m
tieneen un
limitado grado de parrticipación dentro
d
de aquuéllas estruccturas, entonnces la capaccidad de deccisión
también es limitada, razón por lo cual no son
s ellas lass que determ
minan cómoo se utilizarrá su
s
ose a los desseos y necessidades de loos hombres y del sistemaa económicoo que
tiempo, subordinándo
ha ampliaado las exig
gencias de tiiempo dedicado al merccado para maantener un nivel
n
de ingrresos
mínimo para
p
la satissfacción de las necesidaades básicass, tiempo quue las mujerres con mayyores
responsabbilidades de cuidado (dee hijos/as peqqueños/as) no
n pueden cuumplir.
En el punnto 152 de laa plataformaa se indica quue la distribuución inadeccuada de las tareas familliares
y la faltaa o ineficien
ncia de servvicios como las guarderías es la cauusa, entre otros
o
factores, de
restringirr el empleo así
a como lass oportunidaades económ
micas, profesionales y dee otra índolee. Por
lo cual es
e imperantee incorporarr políticas enfocadas
e
enn la distribuución equitaativa del traabajo
reproducttivo, en particular aquél que se ha mencionado
m
e repetidas ocasiones.
en
Sabida cuenta
c
de esto,
e
la conntribución de
d la mujerr al desarroollo es subeestimada y,, por
consiguieente, su reco
onocimiento social es lim
mitado. Connsecuentemeente “la plenna visibilidadd del
26 tipo, el alcance
a
y la distribuciónn de las labores domésticcas, en geneeral del trabaajo reproducctivo,
contribuirá también a que se coompartan mejor
m
las ressponsabilidaades” (Platafforma de Beijín,
punto 1566)
Asimismo, se indica que las mujjeres, particuularmente laas que tienenn hijos/as peequeños/as y que
son jefas de hogar, tiienen escasaas oportuniddades de emppleo debido,, entre otras cosas, a quue las
condicionnes de trabajjo no son fleexibles (cabee mencionarr que el probblema de la flexibilidad
f
en el
empleo no
n es lo reelevante, sinno la ausenncia de relaaciones y característica
c
as laborales que
consideraan el bienesttar de la clase trabajadorra, en otras palabras,
p
la ausencia
a
elem
mentos laborrales,
como las guarderías para todos los trabajadoores/as sean asalariados/as o no, connlleva a una serie
de circunnstancias adv
versas en loss dos planos)) y a que loss hombres no compartenn lo suficientte las
responsabbilidades fam
miliares (Plaataforma de Beijín,
B
puntoo 156).
La platafforma establece una serrie de accionnes enfocadaas a eliminarr las causas que originaan las
condicionnes negativaas que afecttan directam
mente a las mujeres,
m
permitiendo laa transformaación
social. Poor ejemplo, el
e objetivo estratégico
e
F.6. indica quue se debe “fomentar
“
la armonizacióón de
las responnsabilidadess de las mujeeres y de loss hombres enn lo que resppecta al trabaajo y la fam
milia”.
En este sentido,
s
se trata
t
de inceentivar, a trravés de la intervención
i
n del Estadoo, la distribuución
equitativaa de las resp
ponsabilidaddes dentro deel hogar, baasándose en la formulación de un marco
m
legal y esstímulos apro
opiados y modificando
m
c ello la diivisión tradicional del trrabajo.
con
Además, la participaación integraal del Estadoo, del sector privado y las ONG´s debe
d
coadyuvvar a
eliminar los estereotiipos basadoss en el géneero sobre loss papeles quue juegan hombres y muujeres
d hogar. En
E otras palaabras, hay que
q eliminar,, con
respecto a las tareas desempeñadas dentro del
base en instrumento
i
s educacionnales y prom
moción en medios
m
de comunicaciónn, la perspeectiva
estructuraal donde los hombress sólo deben ser respponsables del
d trabajo productivo (de
manutencción y determ
minación de reglas dentrro del hogar)) y las mujerres del reproductivo.
Bajo estee esquema, los dos insttrumentos innternacionalees descritos,, exhortaronn a los gobieernos
nacionalees a adoptarr medidas paara alcanzarr la igualdadd entre hom
mbres y mujeeres en todaas las
actividaddes de la vida en socieedad. Méxicco, al igual que otras naciones,
n
see comprometió a
desarrollaar mecanism
mos que perm
mitieran alcannzar los objeetivos señalaados.
En este sentido ceb
ben las siguuientes preguuntas, cuálees son los mecanismos
m
desarrolladdosen
México para
p
alcanzaar el objetivoo de la iguaaldad de génnero, y en paarticular, cuááles han sido los
27 mecanism
mos formaless e informales que perm
miten progressar en la iguaaldad en la esfera
e
domésstica.
Por lo taanto, en la siguiente seección de describirán
d
a
acciones
quee el Gobiernno mexicanno ha
implemenntado bajo el esquem
ma propuesto por la CEDAW
C
y la Platafoorma de Beijín,
particularrizando sobrre el trabajo doméstico.
1.6.Méxiico y los insttrumentos nacionales
n
e internacion
nales sobre trabajo dom
méstico.
Los derecchos de los mexicanos
m
e
están
señaladdos en la Connstitución Poolítica de loss Estados Unnidos
Mexicanoos. En partiicular se tom
man en cueenta el artícculo 3 y 4. En el prim
mero de éstoos, se
establecee que los mex
xicanos teneemos derechoo a la educación, mismoo que contribbuirá a una mejor
m
convivenncia respetan
ndo la diveersidad cultuural, la inteegridad de la familia, sin que exxistan
privilegioos por raza, género o relligión. En ell artículo 4 se
s establece que el varóón y la mujerr son
iguales annte la ley, prrotegiendo a la vez la orgganización y el desarrolllo de la famiilia.
En estos dos artículo
os, se garantiiza el derechho a la educación, que es
e una pilar para
p
eliminaar los
estereotippos sobre el comportam
miento dicotóómico entre hombres y mujeres; además, setom
ma en
cuenta ottro pilar fund
damental parra el desarroollo de cualqquier nación como lo es la
l familia. Por
P lo
tanto, toddas aquellas accionesquee induzcan comportamie
c
entos que representen menoscabos
m
s
sobre
integridadd de la famiilia, incluyenndo las diveersidad que las
l caracteriiza, son acciiones que vaan en
contra dee los derecho
osconstitucioonales.
Respectoo a los trataados internaacionales dee derechos humanos, los
l temas centrales
c
quue se
estableceen es la elim
minación de la esclavituud, de la diiscriminaciónn racial, derrecho al traabajo,
condicionnes de trabaajo equitativvas y satisfaactorias quee aseguren la
l remuneración económ
mica,
salario eqquitativo, seg
guridad e higgiene en el trabajo,
t
iguaaldad de oportunidades dentro
d
del ám
mbito
laboral, disfrute
d
de descanso
d
y disfrute
d
de tiiempo libre, derecho a la
l seguridadd social y al libre
matrimonnio.
Sin embaargo, en la realidad mucchos de estos derechos se
s han violaddo, por ejem
mplo, las muujeres
sufrenvioolencia laborral, los salaarios entre hombres
h
y mujeres
m
en las
l mismas condicioness son
desigualees, las oporttunidades dee tener un mejor
m
empleo o con mayor
m
jerarqquía tambiénn son
desigualees, el derech
ho al trabajjo remuneraado es parciial, porque si bien las mujeres see han
incorporaado de maneera sustanciaal al mercadoo de trabajo, el trabajo doméstico
d
quue ellas reallizan,
del cual no se han desprendidoo, no permiite el plenoo desarrollo en la esferra laboral y por
consiguieente el disfru
ute al descannso y al tiemppo libre se ve
v compromeetido.
28 Como see mencionó
ó anteriorm
mente, el Gobierno
G
m
mexicano
al adherirse a comprom
misos
internacioonales, tanto
o de las Pllataformas como
c
la CE
EDAW, form
muló una seerie de polííticas
públicas que se enfoccan a resolveer la violacióón sistemáticca de los derrechos econóómicos y socciales
de la mujjer y en garaantizar la iguualdad de géénero. Estas acciones esstán incluidaas, en parte, en la
Ley de Acceso
A
de las Mujeres a una Vida Libre
L
de Viollencia y la Ley
L General para la Iguaaldad
entre Hom
mbres y Mujjeres.
El artícullo 2 de Ley General
G
paraa la Igualdadd entre Hombbres y Mujerres establecee que el prinncipio
rector de ésta es la ig
gualdad, la no
n discriminnación, la eqquidad y toddos aquellos contenidos en la
s se
Constitucción Políticaa de los Estados Uniddos Mexicannos. El artíículo tres inndica que si
trasgredeen los princiipios y proggramas se applicará la saanción correespondiente. En esta Leey se
contemplla la Transv
versalidad dee género y su
s implemenntación en los
l tres niveeles de gobieerno;
fomentanndo la iguald
dad de oporttunidades, laa concientizzación, la paarticipación social, política y
ciudadana dirigida a lograr la iguualdad entre hombres y mujeres,
m
tantto en las áreeas urbanas como
c
en las rurrales. También se estableecen los meccanismos conducentes a lograr la iguualdad sustaantiva
en el ámbbito político,, económico, social y cuultural (Títuloo III, Capítuulo Primero, Artículo 17)).
Estos insstrumentos están
e
resumidos en la crreación del Sistema
S
y ell Programa Nacional paara la
Igualdad entre Homb
bres y Mujeeres y la Obbservancia enn materia de igualdad entre
e
Hombrres y
Mujeres. Los tres orrganismos tiienen como objetivo el establecimiento y el em
mpleo de foondos
para la prromoción dee la igualdadd en el trabajjo y los proccesos producctivos; desarrrollo de acciiones
para fom
mentar la in
ntegración de
d políticas públicas con
c
perspecctiva de génnero en maateria
económicca e impulsaar liderazgos igualitarios.
Concretamente, en México
M
existeen esfuerzoss en materia de conciliacción entre ell ámbito fam
miliar
y el laborral, que sin embargo
e
no han prosperrado. El objeetivo es dar mayores oportunidades a las
mujeres para
p
su desaarrollo persoonalen el ám
mbito públicco como en el privado. Como ejem
mplos,
tenemos en primer lu
ugar el modeelo desarrolllado por la Secretaria
S
dee Trabajo y Previsión Social
(STPS), nombrado
n
Modelo
M
de coonciliación vida
v
familiarr/vida laboraal. Otro ejem
mplo de estee tipo
de esfuerrzos es la elaaboración dee la Norma Mexicana
M
paara la Igualddad Laboral entre Hombres y
Mujeres que
q busca laa igualdad y la inclusiónn laboral, creeando condiiciones para el trabajo digno,
bien rem
munerado, lib
bre de toda discriminaci
d
ión, con corrresponsabiliidad entre laa vida familliar y
laboral, que
q posibilitee la realizaciión plena de hombres y mujeres
m
(ST
TPS, 2009:1).
29 Otros de los esfuerzo
os que intenntan conciliaar la vida labboral y famiiliar, pero quue no ha loggrado
l desigualldades en el ámbito laboral, es el Modeloo de Empreesa Socialm
mente
reducir las
Responsaable. Este modelo
m
indica que cierrta institucióón de caráccter laboral cumple conn un
conjunto de normas y principios referentes a la realidad social
s
y ambbiental; dentrro sus directtrices
se encuentran la dig
gnidad humaana, la caliddad de vidaa, desarrolloo humano, entre
e
otras. Para
Saldaña (2009) este modelo se encuentra “en
“ una fasse incipientee de desarroollo, tanto en
e su
e términos cuantitativoss (número de
d empresas socialmentee responsablees), como ell tipo
alcance en
de firmass que desarro
ollan accionees de ESR” (Saldaña:
(
20009:4).
Por últim
mo, en el convenio núm
mero 156 de
d la OIT se
s reconocee que los prroblemas dee los
trabajadoores/as con responsabillidades fam
miliares son aspectos de
d cuestionees más am
mplias
relativas a la familia y a la socieedad y adem
más sus probllemas se agrravan por essta situaciónn, son
e cuenta poor las políticcas nacionales. En térmiinos generalles se
condicionnes que debeen tomarse en
construyeen una seriee de artículoos y recomenndaciones (rrecomendaciión 165 de la OIT) quee van
dirigidos a conciliar de
d forma inttegral las cueestiones relaativas al trabbajo y a las responsabiliddades
familiares de aquelllos trabajaddores/as quee se encuenntren en estte estado. Sin
S embragoo, el
Gobiernoo mexicano no
n ha ratificaado dicho coonvenio.
En materria de iguald
dad entre el empleo y laa familia, poor ejemplo, de los objettivos estratéggicos
que se enncuentran en
n el documeento Las Muujeres, El Desarrollo
D
y la Paz para el Siglo XX
XI, a
cargo de la Secretarria De Relacciones Exterriores (20077) podemos destacar: Estrategia
E
C.2, c)
Alentar a los hombrees a que parrticipen en condiciones de
d igualdad en el cuidaddo de los hijjos y
del trabajjo doméstico y a que aporten
a
la paarte que les correspondde de apoyo financiero a sus
familias, incluso cuan
ndo no vivann con ellas”.
En el párrrafo anteriorr, se planteaa explícitameente la necessidad de parrticipación de hombres en
e las
responsabbilidades deel trabajo dooméstico. El objetivo es integrartoddas las accioonesposibles para
promoverr y materiallizar la partiicipación dee cada uno de los miem
mbros de la familia parra un
bienestarr común, sin
n que algunno de ellos se ostente como el “personaje
“
b
benevolente”
”. La
q éstas debben ser conccretadas sobrre el sustentto institucionnal y
exigenciaa de estas accciones es que
legal, quue modifiqu
ue sustanciaalmente los cimientos de la desiigualdad,entrre ellos esttá la
transform
mación y elim
minación de la división tradicional
t
d trabajo. Poor lo que proopuesta, acciiones
de
30 y recomeendaciones, quedaron en
e el plano de las buennas intenciones por parrte del Gobiierno
mexicanoo.
En otro objetivo
o
estraatégico del documento
d
c
citado
se estaablece que: Fomentar
F
la armonizacióón de
las responnsabilidadess de las mujeres y de los hombres en
e lo que resspecta al traabajo y la fam
milia
(Objetivoo estratégico
o F.6.); c) asegurar, mediante
m
leyes, incentivvos o estímuulos que see den
oportuniddades adecuaadas a las mujeres
m
y a loos hombres para obteneer licencias y prestacionees de
paternidaad y matern
nidad; promoover la distrribución de las responssabilidades del
d hombre y la
mujer resspecto a la familia
f
en pie
p de igualddad, incluso mediante leeyes, incenttivos o estím
mulos
apropiadoos, y promov
ver además que
q se facilitte la lactanciia a las madrres trabajadooras.
En este objetivo see contemplaa la instituucionalizacióón a través de reglas formales de
d la
participacción del hom
mbre en los cuidados de los hijos sinn que ello cause conflicctos laborales. La
situación es que empresas yorgannismos gubeernamentaless no cuentann con la mism
ma perspectiva ni
mucho menos
m
con un
u marco jurrídico para que
q las emppleadas/os juustifiqueny utilicen
u
partee del
tiempo laaboral en llev
var a cabo laas tareas proppias del hoggar.
De acuerrdo con el Centro de Esttudios para el
e Adelanto de las Mujeeres y la Equuidad del Géénero
“las emprresas percibeen las cargass familiares como una amenaza
a
paraa el rendimieento laboral,, ésta
percepcióón limita la promoción y en algunoos casos asceenso de las trabajadorass, quienes suufren
una evideente discrim
minación en sus derechoos laborales. No se recoonoce la funcción social de la
reproduccción y lo qu
ue ésta conlleeva, al contrrario, las muujeres son quuienes soporrtan los costoos de
la conciliiación de la vida
v familiar y laboral, pues
p
no se hay
h instrumentadas polítiicas públicass que
les garantticen los mín
nimos indisppensables paara tal compaatibilidad.”
Bajo estaa perspectivaa, por un ladoo el Estado apunta
a
a connsolidar la viida familiar y laboral sinn que
ellos sea motivo de dificultadess para cualqquiera de lass partes, perro por el otrro, no otorgga un
marco noormativo eficaz que perrmite llevarlo a cabo, ess decir, las recomendac
r
iones en maateria
laboral y familiar y su
u consecuennte interaccióón no son suuficientes parra lograr tal objetivo. Unno de
los factores que imp
piden que se
s concreticee dicha recoomendación es que “ell resultado de
d la
maciones eco
onómicas ha debilitado laa capacidad del estado mexicano
m
parra cumplir eficaz
e
transform
y oportunnamente sus responsabiliidades en materia de derrechos econóómicos, sociiales y culturrales,
así como su derecho a la libre detterminación””.
31 Estas defficiencias en
n la aplicacióón y consecuución de los acuerdos enn cuanto a deerechos hum
manos
y de las mujeres
m
ha incidido,
i
porr ejemplo, enn una reduccción de activvidades y dee la relevanccia de
sus aportaciones paraa dar transveersalidad a laa perspectivaa de género, en varias dee las unidadees de
c
en las secretarrias e instittuciones de la APF” y en que “en
“
su papeel de
género creadas
procuradooras del bieenestar famiiliar, las muujeres, han sufrido el deterioro
d
dee la calidad y la
insuficienncia en la prrestación de los servicioos de salud y de educación, así com
mo la precariiedad
de los apooyos socialees a las áreass de reproduccción domésstica10”
Así pues, a pesar dee la existencia de instrum
mentos interrnacionales y nacionales encaminaddos a
d de género en
e todos loss aspectos dee la vida en sociedad, de
d las actividdades
sustentar la igualdad
económiccas y familiares, siguenn existiendo un gran núm
mero de accciones que van
v en contrra de
aquéllos. La carga dee trabajo se ha incremenntado para las mujeres, porque mucchas de ellass han
d
en las respoonsabilidadees del
entrado a la esfera laaboral sin quue esto repreesente una disminución
trabajo dooméstico, lo
o cual impidee un desarroollo integral en cualquierra de las doss esferas (púública
y privadaa).
La particcipación del Estado en eliminar
e
las desigualdaddes entre hom
mbres y mujjeres es de suma
s
importancia, porque el problemaa social al quue nos hemoos referido im
mpacta de manera
m
negattiva a
una partee sustantiva de mujeress; mismas quue se han organizado
o
p
para
que seaan cumplidaas las
demandas de igualdaad. Las orgaanizaciones mundiales
m
soon un sustennto institucioonal y legal para
que en el futuro la sociedad,
s
enn términos generales,
g
noo tenga connflictos famiiliares, laborrales,
nte por pertenecer a ungénero en particuular. La uttilidad de estas
etcétera, simplemen
de en el hechho de las dem
mandas de laas mujeres han
h sido escuuchadas de forma
fo
organizacciones, resid
parcial por
p gobierno
o nacionaless y por lo tanto inadeccuadamente resultas, yaa que contiinúan
existienddo prácticas que van en contra de todo
t
el marcco normativvo, tanto internacional como
c
nacional. Así, la vincculación de la
l población afectada, laas mujeres, con el Estadoo se ordena de
d tal
suerte quue el probleema social particular, como lo ess la desiguaaldad de géénero, buscaa ser
solucionaada a partir de
d la instituccionalizaciónn de las dem
mandas de laas mujeres, convirtiéndos
c
se en
un asuntoo de la agen
nda pública y erigiéndosee una posiblee solución sobre
s
las políticas públiccas.
Entoncess, por un lado nos encontramos
e
s con una población de distintaas caracteríssticas
socioeconnómicas, con
n un impactoo heterogéneeo de la desiigual distribuución de las tareas dentrro del
10
Diagnóstiico sobre la sittuación de los Derechos Hum
manos en Méxiico. Oficina deel alto comisionnado de la Nacciones
Unidas parra los Derechoss Humanos en México. 2003
32 hogar; y por el otro lado,
l
se exhiibieron una serie
s
de insttrumentos quue reflejan loos mecanism
mos y
condicionnes que pueeden conduccir a los esttados nacionnales a diseñar e impleementar polííticas
públicas con el objetivo de modiificar la situaación adverssa que las mujeres
m
padeccen en el intterior
f
En particular, la
l actuación de México y su ratificación a conveenios
de su vidda laboral y familiar.
y estrateggias ha sido
o incipiente o nula, miismo que reepercute neggativamente en alcanzaar los
objetivoss de igualdad
d de género. De esta mannera es impoortante hacerr las siguienttes preguntass que
están relaacionadas co
on estos hechhos:
1. ¿P
Por qué exisste un impaccto heterogééneo en el problema
p
de la desiguall distribuciónn del
trrabajo reprod
ductivo?
2. Sii este impaacto no es homogéneo entonces ¿Cuáles
¿
varriables socioodemográficcas y
ecconómicas son
s susceptibbles a los caambios en laa dinámica de
d la distribuución del traabajo
reeproductivo al interior deel propio hoggar en nuesttro país?
3. ¿Q
Qué accionees concretass ha implem
mentado el Gobierno
G
mexicano parra resolver dicha
d
prroblemática??
En el caapítulo tres se analiza con
c detalle aquellas vaariables relacionadas coon caracteríssticas
propias de
d mujeres y hombres que
q viven enn el mismo hogar
h
y quee laboran, coon el objetivvo de
identificaar qué es lo que
q afecta enn menor o mayor
m
medidaa la distribucción del trabbajo reproduuctivo
dentro dee estos hogarres, particulaarmente de la distribucióón de tareas como el cuiddado de perssonas
y quehaceres doméstiicos.
Sin embaargo, es neccesario exam
minar primerramente las causas quee originan laa desigualdaad de
género assí como los factores quue la reproduucen, para poder ofrecerr alternativaas de una poosible
solución. Para ello es
e preciso mostrar
m
algunnas posturas teóricas enm
marcadas enn el pensamiento
feministaa. El siguien
nte capítulo se expone las posturasmencionaddas, que perm
mitirán teneer un
panoramaa más ampliio sobre la desigualdad,
d
, no solo de género, sino también de
d la distribuución
del trabajjo reproductiivo.
33 Capítuloo 2. Constitu
ución, Reprroducción y Transform
mación de laas relacioness jerárquicaas de
Género
Constitución
n de las relacciones jerárrquicas de Género.
G
2.1.C
Los debaates para deffinir la categgoría de génnero como centro
c
de annálisis dentroo de las cienncias
sociales no
n han alcan
nzado una definición
d
o concepto homogéneo.
h
Existen, enttonces, un cierto
c
número de
d posicionees teóricas que
q se circunnscriben en marcos teórricos dominaantes y susteentan
las accionnes políticass de demandaa de igualdad de género..
Sin embaargo, el conccepto géneroo es una cattegoría centrral de análisis en el pennsamiento teóórico
feministaa, en donde lo
l femenino y lo mascuulino son connstruccioness sociales y culturales,
c
p lo
por
cual, a loo largo de laa historia, la dinámica y construcción social hann permitido identificar
i
q la
que
desigualddad social y política tieene como trasfondo las diferencias anatómicass entre los sexos
s
(Cobo, 19995).
El pensaamiento fem
minista, afirm
ma que la desigualdadd entre hom
mbres y mujjeres no es una
construccción naturall, como lo han afirmaddo algunos filósofos políticos (priincipalmentee del
periodo de
d la Ilustracción), sino que
q es precisamente la deesigualdad social
s
y políttica laque innduce
la idea dee inferioridad
d de las mujeres. Como lo indica Roosa Cobo (19995) “la teorría feministaa abre
un espacio teórico nuevo
n
en la medida
m
en que
q se desveela y cuestioona tanto loos mecanism
mo de
poder pattriarcales máás profundoss como los discursos
d
teóricos que pretenden legiitimar el dom
minio
patriarcall”11 El fem
minismo noo solo ha criticado al sistema patriarcal
p
c
como
fuentee de
subordinaación de mu
ujeres en refeerencia a loss hombres, ha
h trabajado en eliminarr todo un sisstema
de dominnación mascu
ulino desde diferentes
d
abbordajes.
Se habla de un sistem
ma patriarcal, donde la caaracterística motriz es ell ejercicio deel poder; tam
mbién
se hace reeferencia a un
u sistema enmarcado
e
por lo roles y los estereottipos, de la estratificació
e
ón de
géneros así
a como dee las valorizzaciones socciales jerarqquizadas, danndo como resultado la falsa
concepcióón de que algunos seress humanos tengan
t
mayoor valor que otros. Incluuso se alude a un
sistema en
e términos de las relaaciones econnómicas de producciónn y su consecuente divvisión
sexual del trabajo. Un sistemaa donde soloo confluyenn y se relaccionan hom
mbres y mujjeres,
entendidaa esta relaciión como diicotómica. El
E pensamiennto feministta contiene en
e sí mismoo una
11
COBO, Bedía
B
Rosa. 10
0 palabras clave sobre Mujer. 34 vivo que depende dee las caracteerísticas socciales
particularridad, a sab
ber, en un movimiento
m
imperantees y de los grupos a loss que se hagga referenciaa. Como lo manifiesta De Barbierii “las
categoríaas teóricas so
on históricas, por lo tannto, están reeferidas a prrocesos sociaales específi
ficos”
(De Barbbieri, 1995)
Si el muundo, entoncces, es la tootalidad de los
l hechos y el primerro viene detterminado por el
segundo, existe una necesidad
n
exxplicita de annalizar, peroo sobre todo de integrar,, estas postuuras y
u visión completa del
d problemaa de la dessigualdad dee género, dando
d
la razzones
generar una
específicaas del por qué
q existe una
u construcción jerárquuica entre loos seres hum
manos, dondde los
varones son
s los que se
s beneficiann de ello. Sii se conoce el
e objeto, enn este caso el
e problema de la
desigualddad, en un amplio
a
sentiido, acercándose lo máss posiblea laa compresióón de su eseencia,
entonces se puede conocer todaas las posibiilidades de ocurrencia
o
d este probblema (propiiedad
de
internas y externas) y su consiguuiente solución, sin quee importe el tiempo o ell espacio, yaa que
estos doss elementos cambiantes serán los precedentes
p
d transform
del
mación sisteemática tantoo del
análisis como
c
de la so
olución.
La inequuitativa distribución del trabajo reprroductivo enntre las pareejas que vivven en el mismo
m
hogar pueede explicarrse por elemeentos muy particulares, por
p ejemplo, a través deel patriarcadoo, sin
embargo,, también inffluyen aquelllas estructuuras originaddas por las coomplejas rellaciones sociiales,
por lo prropios indiviiduos, por innstituciones,, organizacioones y polítticas públicaas; todas ellaas en
conjunto recrean un
na serie dee normas y reglas quue implican la formacción de vallores,
interpretaaciones y siignificados. En cualquiiera de las fuentes de desigualdadd se percibbe un
ejercicio del poder.
2.1.1.. Postura naturalista
n
La postuura naturalistta sobre la desigualdad
d
entre hombbres y mujerres es un ennfoque que en sí
mismo noo figura denttro del propiio pensamiennto feminista, más bien es un enfoquue reaccionaario a
lo planteaado en la Ilu
ustración. Enn este perioddo, caracterizado por el Romanticism
mo, se planttea la
idea de que
q la vida humana
h
se basa
b
en hechhos relacionaados con la religión, loss sentimientoos, la
pasión. En
E otras paalabras, las ideas sobre el hombree racional, que
q permeó el pensam
miento
ilustrado,, es desdeñaado por los románticos. Es por elllo que surgee un rasgo característicco: el
naturalism
mo.
35 De acuerrdo con Vallcárcel (20008) el punto central dell discurso naturalista
n
ess que “todos los
varones son
s genéricaamente supeeriores a todda las mujerres”, lo quee implica unn discurso donde
d
hombres y mujeres pertenecen
p
a una división dicotómiica misma que
q jerarquizzó las relaciiones
perioridad “nnatural” quee se correspoondía con unna inferioriddad “natural” del
sociales: “Era un sup
colectivoo femenino” (Valcárcel,, 2008:24). Esta “naturraleza” máss allá de puuro hecho de
d la
procreaciión, que a fin de cuenntas es una de los motivos que innspiran la continuación
c
n del
patriarcaddo, indica que
q las mujeeres por el hecho
h
de serrlo no puedeen participarr en los espaacios
culturalm
mente caracteerizados porr lo varones “es todo aqquello que see resiste a ser modeladoo por
las impossiciones artifficiales de unn orden culttural institucionalizado coactivament
c
te. Al pensarr a la
mujer coomo naturaleeza (y al hom
mbre como reflexivo), se le percibbe al mismo tiempo com
mo el
centro heemorrágico por
p el que dicha
d
naturaaleza amenazza permanenntemente coon irrumpir en
e el
seno mism
mo de la culltura” (Higueero, 2012:911).
Este hechho se debe co
ontextualizaar en la época referida (eel Romanticismo) porquee en ella exisste el
discurso que enaltecce los sentim
mientos, el amor, entre otros facttores similaares, permitiiendo
entonces colocar a laas mujeres enn la categoría de lo inm
mediato, de actividades
a
fu
fuera
de la raazón:
“A fin dee no contemp
plar la injusticia políticaa derivada del
d sexo, el romanticismo
r
o argumentóó que
esa desiggualdad era “natural”,
“
frrente a los que
q con anteerioridad habbía sostenidoo que era ética y
política. Todavía máás, se afirm
mó que tal desigualdad
d
era esenciall y constituttiva” (Valcáárcel,
2008:25). Se constittuye y justiifica, entoncces, la postuura que colloca a “la mujer”
m
com
mo lo
e
culttural,
“absolutaamente otro””. Como resultado, se le niega a la mujer el acceso al estatuto
porque carece,
c
entrre otras coosas, de inddividualidadd. Una de las caracteerísticas de esta
individuaalidad es que es necesarrio desarrolllar la autocoonciencia y eliminar rasstros de esenncias
sobre la inmediatezz. Lo femennino no puede soslayaar estas tipoologías, conncluyendo en
e la
construccción culturall de la inferiooridad de lass mujeres a partir
p
de sus especificidaades “naturalles”
Valcárcell refiere lo dicho por Hegel,
H
afirm
mando que las mujeres tienen una serie
s
limitadda de
figuras que
q se pued
den dar denntro de su ley. Perteneccientes a laa familia, esstán fuera de
d la
ciudadanía y de los in
ntereses univversales. Tam
mpoco tieneen individuallidad en senttido pleno: son la
madre, laa hija, la espo
osa, la herm
mana…de algguien que si tiene
t
individdualidad. Loo femenino ama
a y
desea geenéricamentee, mientras que lo maasculino, poor individuoo, individualliza” (Valcáárcel,
2008:30).
36 Una posttura radical de esta persspectiva natuuralista es laa establecidda por Schoppenhauer, mismo
m
que afirm
ma que “el sexo mascuulino es refflexivo y ell femenino es inmediatto…con toddo lo
repentinoo y rápido
o que ocurrre en la naturaleza, desde esee florecimieento comieenzan
inmediataamente a deecaer. Los vaarones se vaa afirmando con la edadd…las mujerres no entiennden,
no interpretan, no calculan finas,, en fin, son seres que carecen de innteligencia, equidad
e
o viirtud.
En lo fem
menino no están
e
las carracterísticas propias de lo humano. Por ello lo femenino no
n es
exactameente inmoral, sino que, al
a ser absoluttamente natuural, no perttenece a la moral,
m
es amoral”
(Valcárceel, 2008:33)). Solo se suponen
s
natturalmente capaces
c
paraa perpetuar la especie y su
esencia es
e trascendeerse en otro. Y al no ser
s ciudadannas entoncess no puedenn ser, de orrigen,
individuoos: “las mujeeres no debeen tener dereechos y debeen ser educaadas a la sum
misión. Un mujer
m
libre y educada,
e
unaa mujer quee exige dereechos es una vergüenzaa para la raazón” (Valcáárcel,
2008:35).
Ángeles Jiménez
J
(19
995) indica que
q sobre el postulado de
d la desiguaaldad naturall se sigue diirecta
y necesarriamente la desigualdadd política, económica y social. Si nos
n basamos en este heecho,
entonces las estructurra analizada en la evidenncia empíricca (capitulo tres)
t
tendrá, en parte, quue ser
explicadaa por la ideaa de que las mujeres “naturalmente son inferiorres”, lo que les ha impeedido
una mejoor penetració
ón en el merrcado de trabbajo y una reeducción connsiderable en
e las actividdades
reproducttivas.
La herenccia a esta po
ostura se enm
marcó en el periodo de la
l Ilustraciónn. De acuerddo con Valccárcel
(2008), este periodo se caracterizzó por ponerr en juicio teemas que enntre sí poco se
s relacionabban y
omo la liberrtad y la reliigión, la natturaleza, la libertad,
l
entrre otros facttores.
más bienn divergía, co
Bajo estaas aristas dee estudio, la ideas sobree ciudadaníaa, poder, etccétera, podíaan contemplaar de
cierta maanera a las mujeres,
m
sin embargo, noo se salva deel hecho funndamental soobre la distinnción
de los sexxos, distinció
ón entre mujjeres y varonnes. Como loo indica De Miguel
M
“proonto se compprobó
que una cosa era quee la Repúbliica [Francessa] agradecieese y condecorase a lass mujeres poor los
servicios prestados y otra que esttuviese dispuuesta a reconnocerles otraa función quue la de maddres y
esposas” (De Migueel, 2006:2244). La desiggualdad
dee las mujerees frente a los hombrees en
ficar la supueesta inferioriidad de las primeras,
p
a pesar
p
términos políticos y sociales, perrmitió justifi
d la
de que se les conssideró necessarias para la victoria de la Revvolución y comienzo de
industriallización. Es por ello quue para el siglo XIX lass condicionees de desiguualdad estuviieron
plenamennte estableciidas, como por
p ejemplo, a las mujeeres se les negaba los deerechos civiiles y
37 políticos más básicos, sin posibilidad de alcanzar autonnomía propiia, además aquellas
a
muujeres
ndustria (quee eran las máás pobres) lees fue negadaa la posibiliddad de recibir los
que ingreesaron a la in
beneficioos que se orig
ginaron de laa industrializzación, paupperizando aúún a las mujeeres.
Ahora biien, la idea de igualdad entre serees humanos, entre mujeres y varoones, solo esstaba
disponiblle a los hom
mbres, sobre todo a los de
d una comuunidad polítiica, dejando de manifiessto la
idea de la
l natural jeerarquía massculina (Valccárcel, 20066). Políticam
mente solo loos hombres eran
iguales, es
e decir, la igualdad quueda parcialm
mente instauurada, porquue está definida a partiir del
sexo: al masculino. La desiguualdad entree los dos sexos
s
se deeclara por lo
l tanto nattural,
establecieendo que laas mujeres solo puedenn participar en las tareeas fuera deel ámbito soocial,
político y cultural.
2.1.2.. El patriarrcado
El feminiismo radicall apuesta a laa transformaación del sisttema que colloca a los vaarones en la cima
del poderr y beneficiaarios de la doominación sobre las mujjeres. Estas feministas, surgidas
s
dessde el
feminism
mo liberal, marcaron
m
disstancia de aquellas
a
fem
ministas polítticas, porquue mientras estas
últimas colocaron
c
al
a sistema capitalista
c
e la fuentee de desiguualdad y oppresión, paraa las
es
feministaas existe un sistema espeecífico que subordina
s
suus acciones a partir de las
l necesidaddes y
pensamieentos de loss varones. Si
S bien las distincioness entre las “feministas políticas” y las
“feministtas” son episstémicas, exiiste una relaación intrínseeca entre suss dos posturras ya que ubbican
al sistemaa capitalista y el patriarccado fuertem
mente relacioonados: es necesaria
n
la existencia
e
dee uno
para la reeproducción del otro y viceversa.
v
Paara Hartmannn, citada porr Cobo (20066), el patriarrcado
es “un coonjunto de reelaciones soociales entre los varones, relaciones que, si bienn son jerárquuicas,
estableceen vínculos de
d interdepeendencia y solidaridad
s
e
entre
ellos para
p
dominaar a las mujeeres”
(Cobo, 2006:62).
2
Esta concepttualización tiene
t
como base la associación hiistórica entrre la
distinciónn que separaa a las mujeeres y los hoombres, entrre la mujer como naturraleza y el varón
v
como culltura.
En el mismo texto de
d Cobo, se explicita quue el patriarcado visualiiza a lo fem
menino comoo una
masa com
mpacta que no es capaaz de consttruir su proppia individuualidad. Loo anterior puede
p
encontrarrse en la postura naturaalista, sin em
mbargo, las feministas modernas
m
addvierten que más
allá de laa naturalidaad y de la falta
fa de razóón de las muujeres, el siistema patriaarcal utilizaa este
38 discurso para reprodu
ucirse y amppliarse en loos ámbitos de
d las relacioones sociales. Esta socieedad,
basada enn el ejercicio
o del poder masculino
m
soobre el femenino, cohesiiona a los grrupos patriarrcales
para incoorporar y accumular podder “el patriiarcado no es otra cosaa que un siistema de paactos
interclasiistas entre lo
os varones” (Cobo,
(
2006:63).
Los espaccios asignad
dos a los varrones, espaciios que se caaracterizan por
p la toma de
d decisionees, de
materializzar contrato
os, en generral, de los espacios
e
en los que el raciocinio impera
i
sobrre las
acciones,, son distrib
buidos entrre aquellos que se preetenden com
mo iguales; dentro de esta
distribuciión de espaccios se adhieere intrínsecaamente el pooder y dominio sobre laas mujeres. Éstas,
É
que son las
l otras, esttán limitadass socialmentte a entrar al
a círculo de dominio, poorque se revvisten
de ciudaddanos “naturralmente infeeriores”.
El patriaarcado por tanto se connstituye com
mo colectivoo para ejerceer el poder desde cualqquier
ámbito dee la vida soccial, teniendoo a la esfera política com
mo lugar connveniente parra implemenntar y
ejercer acctos que perrmiten suborrdinan a las mujeres y que
q éstos se justifiquen
j
a
antes
la sociiedad
misma. Una
U de estass acciones ess precisamennte la desiguual distribucción de las taareas doméssticas
dentro dee los hogaress. Los hombbres han convvenido entree ellos (con ayuda del siistema capitaalista
que necesita en perfeectas condicciones físicass y mentaless a la fuerzaa de trabajo)) que las muujeres
lleven a cabo casi po
or completoo los tareas que
q involucrra la reproduucción y coonservación de la
h
mieentras que ellos
e
mismoos han pactaado que los únicos que pueden reaalizar
especie humana,
actividaddes dentro dee los espacios sociales, políticos
p
y ecconómicos soon los varonnes.
2.1.3.. Construccción Socioccultural.
Independdientemente de los temaas subyacenttes, la desiggualdad entree los sexos se cimienta y se
perpetua dentro de un
u sistema complejo de relacioness sociales, sin
s embargoo para Scottt este
sistema no
n ha podido
o ser explicaado íntegram
mente por el movimientoo feminista “Aunque
“
se diga
que la deesigualdad, de
d la cual la sexualidad es la fuente,, está englobbada en un sistema
s
comppleto
de relacioones socialess, sin explicaarse cómo fuunciona este sistema” (Scott, 1996:2274).
Bajo lass diversas formas
f
de integración y manifesstación del sistema quue reproducce la
desigualddad de génerro, Scott exppresa que cada una de elllas no se relaciona con las otras, si bien
no son exxcluyentes mutuamente
m
, si están deesasociadas. Por lo cuall esta autoraa advierte quue es
39 necesarioo “rechazar la calidad fija y permaneente de la oposición binaaria, lograr una
u historiciddad y
una deconnstrucción genuina
g
de loos términos de
d diferenciaa sexual” (Sccott, 1996)
Al hablarr de una co
onstrucción sociocultura
s
al es necesarrio mencionnar que existen dos possturas
políticas que pueden
n explicar laa constitución de las relaciones de género.
g
Estaas posturas están
e
expuestass por Teresitta de Barbierri:
Estánn quienes co
onsideran ell género com
mo atributoo de individduos, frente a quienes lo
considderan como ordenador social, construcción collectiva e hisstórica. Para las primeraas,
subyaace la idea dee que la sociiedad es sóloo la sumatoriia de los inddividuos que la componeen.
El géénero es, po
or lo tanto,, un atributto o caracteerística que permite claasificar a loos
indiviiduos. Para quienes se alejan
a
del inndividualism
mo y piensann que la socciedad es alggo
más que
q el conjun
nto de los seeres humanoos que la integran, el génnero es una dimensión de
d
la socciedad, aquellla que surgee a partir de un real, la existencia
e
dee cuerpos sexxuados (…) el
centroo del análisiis no serán los varones y las mujerres, sino lass reglas, norrmas, valorees,
repressentaciones y comportam
mientos colectivos (19966: 9)
El primerro de ellos se identifica como un prooceso individdual que impplica que hoombres y muujeres
desarrolleen un processo subjetivo e individuaal de identidaad femeninaa y masculinna con base en
e su
entorno social
s
y cultu
ural sobre laas diferenciaas sexuales. En este senntido adquierren identidaddes y
roles de género.
g
La id
dentidad es, entonces, ell género mism
mo.
Los indivviduos, por lo tanto, inntegran una conducta baasada en estructuras noormativas quue se
institucioonalizan o see enmarcan sobre un mecanismo
m
dee reglas, ya sean formalles e inform
males,
inducienddo valores y las propiass emociones de los indivviduos/as. El
E patriarcado, al organizzar y
estableceer precisameente estas noormas, al creear instituciones, como la familia (tradicional)
(
o la
iglesia, entonces utiliiza ese podeer auto confferido para subordinar a las mujeress, enaltecienddo la
esencia de
d lo mascullino sobre loo femenino. Por el conttrario, la carracterística individual
i
d las
de
mujeres se
s basa en el
e supuesto de
d que éstass por “naturaleza” son amorosas,
a
paacíficas, passivas,
capaces de
d apoyar y cuidar a otrros, entre otrras virtudes; sobrevaloraando el caráácter de maddres y
reproducttoras.
La segunnda postura, la
l holística o estructural, se identificca, por un laddo la perspectiva de los roles
sexuales, y por el otro
o
el concepto de laa División Social
S
del Trabajo.
T
Coon respecto a la
40 perspectiva de los ro
oles sexualess, Parsons (11959) exponne que la cooncepción fuuncionalista de la
d
únnico y predeccible vinculaado con el prrocesos de modernizació
m
ón de
familia suupone “un desarrollo
las socieddades (…) laa familia es sobre todo una agenciaa socializadoora” (Camareena, 2003:2667) y
por esta razón cadaa miembro de ella debbe desempeññar roles esspecíficos e inmutabless que
permiten la homogen
nización de la
l conducta dentro
d
y fuerra de este esspacio. Las funciones
f
báásicas
de la insttitución famiiliar es la dee inducir la sociabilizació
s
ón de los hijjos con el enntorno y el apoyo
a
emocionaal de los adu
ultos. Sin em
mbargo, existte una estrucctura internaa de jerarquizzación basadda en
la edad y el sexo, dán
ndoles a los hombres lass responsabilidades de manutención
m
económica de la
familia, a la mujer see le asigna el
e rol de cuiidadora del hogar
h
y criaanza de los hijos
h
(Camaarena,
2003), deeslindando por
p completoo a los varonnes de estas últimas
ú
responsabilidadees. Esta form
ma de
organizacción es funccional para los hijos, loos padres, y la sociedaad en su coonjunto. Paraa De
Barbieri, los individu
uos al ser porrtadores de sentimientos
s
s, de procesoos psicológiccos, fundameentan
1
ciertas iddentidades in
ndividuales y adquieren roles
r
y papeles que son funcionales12
para el sisstema
social. Peero estos atrributos indivviduales, quee permiten laas preferencias sexualess, De Barbierri las
consideraa como estátticas “no dann cuenta de las transicionnes, de las am
mbivalencias, las reversiiones
que ocurrren en la vid
da de los inddividuos varrones y mujeeres y menoos aún las paautas normattivas,
representtaciones coleectivas, valoores, prácticaas sociales que
q ocurren fuera de los individuos”” (De
Barbieri, 1995). Porr lo tanto, se
s establece que a cadaa rol sexuall correspondde una activvidad
relacionaada con el traabajo sea estte productivoo o reproducctivo.
Un factoor importante que explica la constiitución de las
l relacionees de géneroo, se basa en
e la
división sexual del trabajo
t
(DST
T). Las activvidades en sociedad
s
quee los hombrres llevan a cabo
están funndamentadass específicam
mente por el sexo, es decir,
d
algunaas actividadees se relacioonan,
bajo un constructo
c
social, con laa biología de
d los varones, mientrass que otras actividades
a
e
están
reservadaas a la biolo
ogía femenina. La DST
T actúa com
mo ordenadoor social y sobre
s
todo como
c
fuente paarticular dell ejercicio del
d poder y de la jerarqquización dee actividades. La dimennsión
trabajo, está
e
caracterizada históóricamente por
p la ambiivalencia y dicotomía en
e la asignaación
12
De acuerddo con Gidden
ns: el funcionaalismo sostienee que la sociedad es un sistem
ma complejo cuyas diversas partes
funcionan conjuntamente
c
e para generar estabilidad
e
y soolidaridad. Seññalan que las partes
p
de una soociedad funcionnan al
unísono, all igual que lo hacen
h
las del cuerpo
c
humanoo, en beneficioo del conjunto.. Talcott Parsoons tenía un especial
interés en la
l socialización
n de los niños y niñas y creía que la existeencia de las fam
milias establess que apoyarann a sus
hijos era ell factor clave para
p
una sociaalización exitosa. Según la iddea de Parsonss, la familia oppera de manerra más
eficiente sii hay una claraa división sexuual del trabajo en la que las mujeres
m
tienenn roles expresivvos, proporcionnando
cuidados y seguridad a los
l hijos y ofreeciéndoles apooyo emocionall. Por su parte, los hombres han de desem
mpeñar
roles instruumentales, es decir,
d
proporcioonar el sustentoo de la familia.
41 (imposiciión) de las taareas dentro de cada socciedad, extenndiéndose a lo largo del espacio. Nuuestra
sociedadees se caraccteriza por la dominación mascuulina sobre las mujerees en todass las
dimensioones o activiidades, incluuido el trabaajo; son los varones paddres-esposos-jefes del hoogarpatrones o jerarcas lo
os que ejerceen el poder13.
En palabbras de Florres (2010) “a
“ cada rol sexual correesponde unaa actividad específica en
e lo
referente al trabajo, con base enn las diferenncias biológgicas y de soocialización. En una fam
milia
masculino debe
d
hacer frente a las
l
actividaades producctivas
nuclear, el rol instrumental-m
remuneraadas como mediador
m
enttre las esferaas pública y privada; mientras
m
que el rol expresivofemeninoo a las de reproduccióón, usualmente no rem
muneradas y concentraddas en la esfera
e
privada144”. En este seentido, los esspacios de loos hombres y de las mujeres, y las acctividades (ssobre
todo el trabajo)
t
que en él se reealizan depeenden fundaamentalmente en la difeerencia biolóógica
(sexual) de los individuos. Conndición manntenida a loo largo del tiempo, connllevando a que
socialmennte se institu
ucionalice enn términos normativos y legales.
La DTS, por tanto, in
ndica la difeerenciación de
d las actividdades enfocaadas a la sobbrevivencia de la
especie humana, ad
djudicando diferentes espacios enn función del sexo, correspondiiendo
fundamenntalmente a las mujeress desarrollarr la actividaad en el ám
mbito doméstico consideerado
como repproductivo y a los hoombres en el
e ámbito público
p
considerando como
c
produuctivo
(organizaación, atenciión a la fam
milia y manteenimiento deel hogar). Mientras
M
que para los varrones
sus tareass se enfocan
n en el ámbiito productivvo- público. El primero es invisiblee y el segunddo es
visible, uno
u carece de
d valor y ell otro no. Esta
E DST see ha instituciionalizado dentro
d
de maarcos
normativos, lo cual invisibiliza el
e conflicto que
q existe cuuando los inndividuos noo pueden inggresar
en espaciios de acción
n distintos a los estableciidos, es deciir, impide obbservar a sim
mple vista quue los
seres hum
manos no necesariamentte deben estaablecerse en un área de trabajo
t
en paarticular, y sobre
s
todo, si esta posició
ón conllevaa ejercicio del
d poder y subordinación. En ottras palabraas, la
institucioonalización generalizada
g
a del supuestto de que lass mujeres soon las únicass responsablees de
llevar a cabo las tarreas dentro del hogar y del cuidaddo de otros seres humaanos no perrmite
vas consecueencias tanto a nivel inddividual com
mo a nivel social que ellas
observar las negativ
experimeentan.
13
DE BAR
RBIERI, M. Teeresita. Ob. Cit..
FLORES
S G. Natalia. Cambios en laa dinámica ideentitaria de género y en la división
d
del traabajo de hombbres y
mujeres miigrantes de reto
orno. Tesis de Maestría
M
en Ciiencias Socialees. FLACSO-M
México, 2010
14
42 Es así quue el sistemaa constituidoo por aspecttos tanto inddividuales coomo sociales son el sustento
que perm
mite reprodu
ucir las desiggualdades en cualquier esfera; paraa nuestro caaso particulaar, la
estructuraa laboral y sociodemoggráfica perm
mite que al innterior de loos hogares las
l mujeres sean
tanto expplotadas porr la pareja misma com
mo por el mercado
m
(en términos generales,
g
poor el
capitalism
mo). Las rellaciones de poder se innstitucionaliizan permitiiendo que laa las diferenncias
biológicaas se convieertan en deesigualdadess sociales y familiares bajo la iddea ampliam
mente
implemenntada de la “naturalezaa de inferiorridad” de unn sexo en particular.
p
A
Aunado
a estto, la
división sexual
s
del trrabajo es unaa construccióón de géneroo que conlleva relacionees de desiguaaldad
y que ésta
é
ha sido
o constituidda y reprodducida, no solamente por las innterpretacionnes y
significacciones que sobre las diferencias
d
sexuales y loos trabajos que realizaan las mujerres y
hombres se hacen en
e la socieedad, sino también
t
porr los sesgoss que implíícitamente están
e
u
s, biologistass y esencialistas.
contenidoos en las pollíticas públiccas, a saber, los sesgos universalistas
Pero cóm
mo se planteaa una forma de transform
mar y eliminnar las desiggualdades quue el sistemaa crea
y mantieene. Políticam
mente se cuuestiona precisamente a la estructuura, que pueede ser traduucida
como unaa sustancial parte del sisstema sexo/ggenero, ejecuutando accioones que perrmiten merm
mar la
capacidadd de este sisttema para juustificar la deesigualdad. Estas
E
accionnes se sustentan con actoores y
sujetos poolíticos que tratan de inccidir no solam
mente en la agenda públlica, sino inddividualmentte.
Las accioones antes mencionadas
m
s, sin imporrtar desde quue marco teeórico se connsideren, buuscan
socavar aquella
a
natu
uralidad imppuesta desde aspectos soociológicos y políticos. Como lo inndica
Valcárcell (1995) “Declarar "natuural", es deccir, legitimarr una desiguualdad tan patente,
p
ha hecho
h
muy cóm
modo no ten
ner que tom
marse nunca en serio laa igualdad humana
h
ni la
l libertad, y ha
permitidoo poner fron
nteras sobree todo a la primera dee ellas, la iddea de iguaaldad, demassiado
turbadoraa”. Es por lo anterior, que el sisteema crea meecanismos se subordinaación a partiir del
ejercicio del poder, por
p ejemplo políticas
p
quee jerarquizann a los ciudaadanos, que en
e muchas de
d las
ocasioness excluyen a las mujeres de tal adjeetivo, o que son explotaadas y suborrdinadas desde la
familia y desde el mercado
m
labboral. Estos mecanismoos son lo quue día a díaa el movim
miento
feministaa trata de elim
minar.
En párraafos anteriorres se hizo referencia al trabajo doméstico, productivo,, reproductivvo y
extradom
méstico. Cadaa uno de elloos representa un particuular conceptoo que está reelacionado con el
43 género, sin
s embargo
o, debe ser aclarado para poder establecer
e
eliminar ambbigüedades y su
incorrectaa utilización
n.
2.1.4.. Debate so
obre el trabajo producttivo/reprodu
uctivo y dom
méstico/extrradomésticoo
De acuerrdo con la Reeal Academiia de la Lenngua Españolla, trabajo ess todo aquelllo que resullta de
la actividdad humanaa. Para el INEGI,
I
el trabajo
t
es un
u sinónimoo de ocupaación, que es
e la
realizacióón de una acctividad econnómica, ya sea
s de manerra independiiente o suborrdinada. En estas
dos conceptualizacio
ones está impplícita o expplícitamente la apariciónn de los serees humanos y su
c la transfformación material
m
de la naturalezaa para su proopio beneficcio. La distinnción
relación con
es que paara uno el trrabajo es unn categoría general
g
que involucra
i
a seres humannos, para el otro,
también involucra
i
a estos últim
mos pero conn la distincióón que el IN
NEGI los cooloca en el plano
p
económicco.
Ahora biien, de acu
uerdo con Colinas
C
(20008) el trabaajo producttivo se defiine por aquuellas
“actividades en las cuales se producen
p
biienes y servvicios destinnados al inntercambio en
e el
mercado o acumulación, y por taanto, su realiización es reeconocida y valorada ecconómicamennte y
socialmennte: es trab
bajo mayoritariamente remunerado y generalm
mente asociiado a la esfera
e
pública” (Colinas, 20
008:10) Sin embargo, bajo
b
esta deffinición exisste una distiinción sobree este
tipo de trrabajo, si bien en la maayoría de loss casos es reemunerado, existe trabajjo productivvo no
remuneraado, que se caracteriza
c
p actividaddes, por ejem
por
mplo, de voluuntariado o en comunidades.
Esta mism
ma autora deefine al trabajo reproducctivo como el
e “conjuntoo de actividaades en las cuuales
se produccen bienes y servicios tanto
t
para el
e mantenim
miento de la fuerza laborral como paara la
reproduccción social. La primera incluye todaas las actividdades cotidiaanas conociddas como traabajo
doméstico o quehaceeres del hogaar, destinadas a mantenerr diariamentte a las persoonas trabajaddoras
actuales y preparaciión para loss futuros. Son actividaddes mayorittariamente no
n remuneraadas”
(Colinas, 2008:10). Este
E concepto también see diferencia en remuneraado y no rem
munerado: deentro
del remunnerado se en
ncuentran acctividades coomo el trabajjo domésticoo remuneraddo (servidum
mbre),
guarderíaas, lavanderrías, entre otras;
o
el traabajo reproductivo no remuneraddo se enfoca en
actividaddes específicas del hogarr, por ejemplo, el cuidaddo delos hijoos, ancianos, lavar, plannchar,
preparar alimentos paara los integrrantes de la familia, entrre otras activvidades.
44 Bajo estaas dos conceptualizacioones de trabaajo reproducctivo y prodductivo, la constante
c
quue se
observa es
e que en esstos dos tipoos de categooría, indepenndientementee si es remuunerado o noo, las
actividaddes están anccladas a las necesidadess del mercaddo, porque en
e el caso del
d productivvo, la
relación es
e directa y clara, para el
e reproductivo esta relacción se tornaa menos eviddente, sobre todo
el trabajoo reproductiv
vo no remunnerado. En esste último caaso, los cuiddados que se especificann para
el mantennimiento de la vida hum
mana, tambiéén son activiidades necessarias para el capitalismoo. La
fuerza meental y física de la fuerzza laboral see base en loss cuidados, alimentación
a
n y descansoo que
el trabajoo reproductiv
vo integra en la cotidianneidad, y quue esta llevado a cabo en la mayor parte
p
del tiemppo por mujerres, sin estass actividadess no habría seres humannos capaces de transform
mar a
la naturalleza y la con
nsecuente reeproducción social, y soobre todo la plusvalía quue el capitallismo
puede obtener de las actividades de los seres humanos.
NEGI utiliza la categoríaa de trabajoo extradomééstico como un sinónim
mo de
Por otro lado, el IN
e conceptoo se refiere necesariame
n
ente a
Poblaciónn Económicamente Actiiva. En otrass palabras, este
la particippación económica de loss ciudadanoss, desde actiividades laboorales asalarriadas o no, hasta
h
actividaddes informalees, dejando de
d lado todaas aquellas acctividades que no están relacionadass con
actividaddes dirigidas al mercadoo, incluso see toma en cuenta
c
aquelllas personass que si bieen no
realizan actividad
a
alg
guna para essta esfera, sii están dispuuestas en lo inmediato a llevarlas a cabo
(que de acuerdo
a
con el
e INEGI se refiere a la población
p
deesocupada).
Mientras tanto, el trrabajo domééstico es refferido a todaas las activiidades que se
s llevan a cabo
dentro deel hogar, in
ndependienteemente si es remuneraddo o no. Poor lo tanto no todo traabajo
doméstico es reprodu
uctivo “No toodo el trabajoo domésticoess sólo reproduuctivo, unodee sus componnentes
no lo es:en el caso de las famiilias sinniños/as hay maantenimientodde la fuerzaa de trabajo pero
mbos casos seea no remunerrado.Lo mism
mo puede deccirsedel cuidaddo de
noreproduucción a pesarr de queen am
ancianos/aas dentro del hogar” (Bennería, 2006,111). Entonces, las actividaddes del trabajoo doméstico no se
trasladan al mercado, sin embargo, sucede lo coontrario, porqque muchas de
d las tareas que se considderan
e esfera.
como reprroductivas se conducen a esta
La famillia es “la esfera
e
dondee conviven e interactúaan personass aparentadaas de génerros y
generacioones distintaas. En su senno se construuyen lazos de solidaridadd, se entretejjen relacionees de
poder y autoridad,
a
see reúnen y diistribuyen reecursos para satisfacer laas necesidaddes básicas de
d sus
miembros, y se defi
finen obligacciones, respponsabilidadees, derechoss con arregglo a las noormas
culturaless y de acueerdo a la eddad, el sexo y la posición en la rellación de paarentesco dee sus
45 integrantees” (María de los Ángeeles Pérez Villar;
V
20099: 192). Bajoo esta definnición, el traabajo
doméstico llevado a cabo concreetamente denntro del hoggar, es distribuido segúnn las condiciiones
mencionaadas.
El INEG
GI puntualizaa que el trabbajo doméstiico es un “cconjunto de actividades no remunerradas
destinadaas a la produ
ucción de bieenes y serviicios para el consumo dee los miembbros del hogaar, el
funcionam
miento y el mantenimieento de la innfraestructurra familiar” (INEGI; 19999:17)15. Por lo
que toda aquella acttividad que se enfoca enn satisfacer las necesiddades de los miembros de
d la
familia se
s vincula con
c
el trabaajo doméstico, viéndosse beneficiaddo este gruupo por aquuellas
actividaddes, que en laa mayoría dee los casos loo realizan las mujeres. Es
E precisameente en esta arena
a
donde see reproduce la fuerza de
d trabajo que
q necesita el capital para
p
su proopio desarrollo16,
Pedrero indica
i
que“een los hogarees se gestan o refuerzan las relaciones de inequiidad de géneero, y
ahí la reaalización dell trabajo dom
méstico es una
u de las reealidades differenciadas de
d género quue se
derivan de
d prácticas históricas
h
dee relación enntre hombress y mujeres, clases y genneraciones17. Esta
misma auutora clasificca las funciones del trabaajo domésticco en:
•
P
Proporciona
ar vivienda:: limpiarla, realizar trabajos
t
de mantenimiiento, reparrarla,
a
amueblarla,
equiparla, hacer
h
trámitees para compprar o alquilaar una casa o departamennto.
•
P
Proporciona
ar nutrición:: planificar la comida,, adquirir los ingredientes, preparrarla,
s
servirla,
limp
piar los platoos, etcétera.
•
P
Proporciona
ar vestido: laavar, planchaar, coser, com
mprar ropa o adquirir tella y confecciionar
r
ropa,
etcéterra.
•
P
Proporciona
ar cuidados: a los niñoss, a los enfeermos, a los ancianos deelicados, u otros
m
miembros
dee la familia que
q requiereen apoyo connstante.
Así, la definición
d
de
d ámbito doméstico
d
abbarca tanto las relacionnes interperrsonales quee los
miembros de la famiilia efectúann cotidianam
mente, como aquellas acttividades productivas quue se
consumenn dentro deel hogar, es decir, todaas aquellas acciones dirrigidas a prroducir biennes y
servicios dentro de laa arena familliar que proccuran el biennestar de cadda uno de loss integrantes.
15
INEGI, Estadísticas
E
de Trabajo Domééstico y Extraddoméstico en México,
M
1995-11999. México, 2001
En el sisstema capitalissta, el capital representa al factor que muueve a la econnomía ante su calidad de geenerar
ganancias para
p las/los pattrones a través de la explotación de la fuerzza de trabajo.
17
PEDRER
RO, Mercedes.. Género, trabbajo doméstico y extradom
méstico en Mééxico. Una esstimación del valor
económicoo del trabajo do
oméstico. Méxiico, 2004
16
46 Solo com
mo referenciia, hay que recordar quue nuestro análisis
a
se centró
c
explíccitamente enn las
tareas ennfocadas al cuidado de personas sin pago y actividades
a
como plancchar, lavar ropa,
r
preparar y servir alim
mentos; dejaando de ladoo aquellas actividades
a
d mantenim
de
miento del hogar,
como repparar la vivieenda, amueblarla y equipparla.
Bajo estee esquema del
d trabajo doméstico, se debe llevar a cabo un análisis de las polííticas
públicas con perspecttiva de géneero e identificar cuál es la
l propuesta o mecanism
mo para induccir la
l actividaddes dentro del
d hogar. También
T
se deben tomaar en
igualdad en la distriibución de las
cuenta aqquellas polítiicas sin esta perspectiva de género, y mostrar cuuál el sesgo que
q portan desde
d
su diseñoo.
Sin embaargo es neccesario recallcar que exiiste una relaación conceeptual entre lo naturalm
mente
necesarioo y aquello que
q se fundaamenta para la reproduccción social y el sistema económico. Así,
el trabajoo reproductivo/productivvo, sea o noo remuneraddo, esta inheerentemente conectado a las
categoríaas económicaas. Mientrass que los coonceptos de doméstico/eextradoméstiico conservaan su
estatus soobre las activ
vidades, porr un lado, prropias del hoogar y son noo remuneraddas, mientrass que
por el ottro lado, el extradomésstico implica que las actividades
a
d los seress humanos están
de
e
directameente
relaciionadas
coon
lo
ecconómico,
fuera
del
hogar.
Las
categgorías
reproducttivo/producttivo son máss generales y más ambigguas, las otraas categoríass son concreetas y
pueden seer claramentte limitadas en
e su acciónn.
Por ello, en esta investigación, como
c
princiipio, se utilizza la categooría reproducctivo/producctivo,
porque abarca
a
en grran medida las relacionnes socialess que caractterizan las conexiones
c
entre
hombres y mujeres. No obstantee, para podeer analizar con
c mejor detalle
d
lo quue sucede coon la
distribuciión del trab
bajo reproduuctivo entree hombres y mujeres ocupados/as
o
en los proopios
hogares, es necesario
o hacer la distinción
d
dee que el traabajo reproduuctivo se paarticulariza a las
actividaddes propias del hogar, como barreer, plancharr, preparar alimentos y el cuidaddo de
personas..
2.2.C
Cómo se reprroducen lass relaciones de género
2.2.1.. Como ord
denamientoo social.
En un inntento por obtener unaa definiciónn de género que puedaa explicar cada
c
uno dee los
problemaas inherentees a la desiigualdad enttre hombress y mujeress, Scott (19996) exponee dos
proposiciiones se relaacionan entrre sí: “el géénero es un elemento coonstitutivo de
d las relaciiones
47 sociales basadas
b
en las diferenciaas que distinnguen a los sexos y el género
g
es unaa forma prim
maria
de poder””. Scott no solamente
s
inntroduce el concepto de género
g
que ha
h tenido consenso dentrro de
una gran variedad dee grupos, com
mo lo es el hecho
h
de quue el género explica las desigualdade
d
es en
nciones biollógicas y suus posibles consecuencia
c
as18; sino tam
mbién incluyye la
términos de las distin
concepcióón del ejerciicio del podeer.
La conceeptualización
n de género vista como relaciones
r
soociales compplejas hila cuatro
c
elemeentos:
símbolos culturalmen
nte disponibbles; concepttos normativvos que mannifiestan las interpretaciiones
de los siggnificados dee los símbollos; nocioness políticas, institucionalees y organizzaciones sociiales;
y por últiimo el elemeento de la iddentidad subjjetiva (Scottt, 1996). Estos cuatro eleementos inteegran
desde asppectos indiv
viduales hastta estructuraales, eslabonnados unos con
c otros por el ejercicioo del
poder. Seegún esta inttegración dee elementos,, mismos quue no se pressentan todoss juntos a laa vez,
sino que se manifiesttan en un momento
m
y espacio especcífico, el poder siempre está presennte ya
que el género es un medio
m
vital para
p que aquéél exista o see articule.
Teresita De Barbierii hace evideente el apoyyo a esta conceptualizaación de género, ya quue de
acuerdo con
c esta auto
ora, Scott “aabre la posibbilidad de coomprender que
q internam
mente, la relaación
social géénero es din
námica, capaaz de cambbiar y de geenerar transfformacioness sociales”199. De
Barbieri si bien es partidaria
p
dee la construccción de la anterior deffinición de género,
g
paraa ella
existen diferencias
d
fundamentale
fu
es a nivel micro
m
y macro en esta definición.
d
P un lado hace
Por
referenciaa a aquellaas posturas que consideeran al génnero como una
u
propieddad inherente al
individuoo, mismos qu
ue en conjunnto generan la dinámica social. Peroo estos atribuutos individuuales,
que perm
miten las prefferencias sexxuales, De Barbieri
B
las considera
c
coomo estáticas “no dan cuuenta
de las traansiciones, de
d las ambivaalencias, las reversiones que ocurrenn en la vida de
d los indiviiduos
varones y mujeres y menos aúún las pautaas normativaas, representtaciones collectivas, vallores,
prácticas sociales quee ocurren fueera de los individuos” (D
De Barbieri, 1995).
18
Esta difeerenciación con
nstruida con baase en aspectoss sociales y cuulturales, ha subbyugado de maanera profundaa a las
mujeres. La
L desigualdad
d que tiene coomo base las diferencias coorporales de carácter
c
sexuall, construidas en la
realidad, soocial, históricaa y espacial. Enn esta categoría de género, están referidos los mecanismoos relacionaless entre
hombres y mujeres, la rellación entre lo masculino y lo femenino, y por ende, su mutualidad
m
en la
l práctica. Coomo lo
indica Celeebarti y Mesa (2009): “A partir
p
de las diiferencias anattómicas entre mujeres y varrones se consttruyen
interpretaciiones y símbo
olos sobre qué significa, y qué
q consecuenncias tiene en la vida social,, el ser mujer y ser
hombre ”
19
DE BAR
RBIERI, Teresiita. Certezas y malos entendiddos sobre la caategoría de génnero.
48 Lo anteriior puede fraanquearse a partir de unna perspectivva holística o estructurall. Esta óptica del
género peermite incorrporar una seerie de elementos fuera del
d individuuo como es la división seexual
del trabajjo, la organizzación del poder, la reprresentación y un sistemaa de estatus que
q es manteenido
por una configuración
c
n de prestigiio, donde a los
l varones se
s les incorpora per se a la vida públlica y
por ordennamiento a laas mujeres en
e la vida priivada.
La visiónn estructurallista se entieende como un
u sistema que
q asigna significado
s
a los individduos.
Este sisttema De Baarbieri lo define
d
comoo un sistem
ma sexo/género mismo que permitte la
ordenacióón de tres cu
uestiones prinncipales a) la
l actividad reproductiva
r
a b) el ordennamiento dessde la
familia y b) el ordenamiento enn el mercaddo de trabajoo. En otras palabras ess un sistemaa que
ordena toodas las relaaciones sociaales (De Barrbieri, 1995)). Una formaa más concrreta de visuaalizar
este sisteema sexo/géénero es dessde la posicción de Inchháustegui (22007), autorra que afirm
ma lo
siguiente: “las relaaciones de género de la moderrnidad queddan todas fundadas en el
androcenntrismo, ord
denadas por las tres esstructuras centrales de las sociedaades capitallistas
modernass: 1) El Estado; 2) El Meercado y 3) Las
L Familiass”20.
En la primera dimen
nsión se consstituyen las normas, vallores, instituuciones y orgganizacioness que
ordenan el
e comportaamiento instiitucional y los derechoss de los ciuddadanos, origginados por una
visón donnde el homb
bre es el sujjeto de referrencia, lo quue ha llevaddo a que lass mujeres teengan
mermadoos sus derecchos como personas,
p
deebido a las limitaciones
l
relativas a su participaación
activa y a la repressentación dee intereses en las insttituciones deel Estado21. En la seggunda
dimensióón, se estableecen aquelloos mecanism
mos que perm
miten la incoorporación de
d las personnas a
actividaddes económicas y de inntercambio. Dimensión donde la participación
p
n de la mujeer se
entiende como un su
ujeto secunddario, suborddinadas con respecto a los
l hombres, lo cual im
mplica
que se leegitimen lass brechas enn cuanto a salarios,
s
rem
muneración, puestos y oportunidade
o
es de
22
2
ascenso profesional
p
. La tercera estructura reegula la sexuualidad, la reeproducciónn, la vida privvada,
las relaciiones con lo
os hijos, la trasmisión
t
d patrimonnio y la asiggnación de oportunidade
del
o
es de
desarrolloo entre mujeres y hombbres. Cabe mencionar
m
q en este ámbito, muuchas mujerees, al
que
entrar a la esfera del mercado labboral, encuentran una seerie de dificuultades para desarrollarsse, ya
20
INCHÁ
ÁUSTEGUI, Teresa
T
y UG
GALDE, Yam
mileth. Materiiales y Herrramientas Connceptuales paara la
Transversaalidad de Génerro.
21
INCHÁU
USTEGUI, Teresa y UGALD
DE, Yamileth. Guía metodollógica para la institucionalizzar la perspectiiva de
género en la
l Administración Pública del Gobierno dell Estado de Hiddalgo, México,, 2007.
22
INCHÁU
USTEGUI, Teeresa y UGALD
DE, Yamileth. 2007 Ob. Cit.
49 que por un
u lado tieneen que estar al pendiente de los cuiddados de la familia, y por el otro, tiienen
que atennder su trabajo producttivo mismo, lo que im
mplica que la
l oferta de trabajadoraas se
encuentraa en un estad
do desfavoraable, ya sea porque
p
el tieempo laborall es parcial, el trabajo mismo
m
es esporáádico, estacio
onal o a dom
micilio, bajoss salarios y trrabajo volunntario.
La doble jornada tam
mbién es una de las conseecuencias dee esta integraación público-privada. Como
C
indica Inncháustegui “para manttenerse activva y competitiva en el mercado de
d trabajo, se
s ve
obligada a pagar un costo
c
de opoortunidad ya sea en térm
minos monetaarios (el salaario de otra mujer
m
que la sustituya en laa labor domééstica); en tieempo (la dobble o triple jornada);
j
en costo emocional
(la culpaa por enajen
narse de la casa y “desscuidar a laa familia”) o inhibiendoo o anulanddo su
fecundidaad. Soportan
n así, tanto en
e la familiaa como en ell mercado, loos costes de la contradiccción
del sistem
ma económ
mico” (INCH
HÁUSTEGU
UI: 2007, 177). Además,, existe unaa gran gruppo de
mujeres categorizada
c
as como trabbajadoras fam
miliares no remuneras
r
y que llevan a cabo una doble
d
jornada compuesta
c
po
or trabajo exxtradomésticco y doméstiico, de trabaj
ajo productivvo y reproduuctivo
(Pedrero,, 2004). Porr lo tanto, el
e análisis de
d la desiguualdad de géénero no deebe estar baasado
únicamennte sobre aspectos
a
inddividuales, ya
y que exissten elemenntos externoos al sujeto que
necesitann ser explicaados por elem
mentos econnómicos, políticos e institucionales.. A su vez, estos
elementoos no siempre dan cuentaa de lo que sucede
s
con la
l formaciónn cultural e histórica
h
de cada
individuoo.
La inequitativa distriibución del trabajo
t
reprooductivo, orriginado desdde la desiguualdad de génnero,
entre lass parejas qu
ue viven enn el mismoo hogar pueede ser expplicada por elementos muy
particularres, sin emb
bargo, tambiién influyenn en este com
mportamientto las estruccturas originnadas
por las relaciones
r
sociales,
s
poor lo propioos individuoos, por insttituciones, organizacion
o
nes y
políticas públicas; to
odas ellas enn conjunto reecrean una serie
s
de norm
mas y reglass que implican la
formación de valorees, interpretaciones y significados.
s
. En cualquuiera de las dos fuentees de
desigualddad se percib
be un ejerciccio del podeer. Si centram
mos la mirada en los suujetos estudiaados,
se observva que están inscritos enn actividadess productivass, ya que deddican una paarte de su tieempo
a realizarr a desarrolllar tareas quue implicar la obtenciónn de un paggo o salario. Entonces, es
e de
suponersee que dentro
o del hogar las actividaades doméstticas deberíaan tener un comportamiento
equilibraddo en cuantto al tiempoo que dedican hombres y mujeres. Pero no suucede esto. Las
mujeres con
c ciertas característiccas, como poor ejemplo, las que reciiben pocos ingresos, nivveles
escolaress bajos y están incorporradas en acttividades quue tradicionaalmente sonn exclusivam
mente
50 para los hombres (ccomo la ram
ma de la coonstrucción),, recae en ellas,
e
en maayor medidaa, las
omésticas, a pesar de que
q pueden realizar las mismas labborales fueraa del
responsabbilidades do
hogar.
2.2.2.. Reproduccción a travvés de las poolíticas públlicas
El conceppto de polítiica pública se
s toma de laa propuesta que realiza Joan Subiraats, et. al., yaa que
en ella se contemplaan aspectos como la disscusión de distintos
d
enffoques teóriicos (tratanddo de
tomar paartes significcativas de cada uno de
d éstos), laa integraciónn de aspecttos científiccos y
operacionnales; en estta dirección se intenta describir,
d
coomprender y explicar ell funcionam
miento
del sistem
ma político administrattivo en su conjunto y sus interaccciones conn los actorees no
gubernam
mentales (Su
ubirats, 2008:26-27)
Según estte autor (200
08:33) “todaa política púbblica” apunta a la resoluución de un problema
p
púbblico
reconociddo como tall en la agennda gubernaamental. Reepresenta puues la respuuesta del sisstema
político-aadministrativ
vo a una situación
s
dee la realidaad social juuzgada políticamente como
c
inaceptabble”23. Así pues,
p
la reaalidad sociall que se exxpresa en esste trabajo corresponde
c
a la
desigualddad de génerro, y en partticular, la deesigual distribución del trabajo reprroductivo, misma
m
que ha conllevado a una serie de
d problemaas tanto de carácter
c
púbblico como privado.
p
Subbirats
utiliza la expresión “tomar conciencia” para señalar que es en esta dimensión
d
el punto de paartida
para idenntificar los problemas
p
q sucesivaamente se convertirá
que
c
enn un problem
ma público bajo
caracteríssticas como la incorpooración de los
l actores protagonistaas del probblema mism
mo de
intermediiarios y aqueellos que poddrán insertarr tales demanndas en la aggenda gubernnamental.
En la misma obra see indica que “la noción de política pública hacee referencia, por tanto, a las
interaccioones, alianzas y conflicctos, en un marco instittucional esppecífico, enttre los difereentes
actores públicos, parapúblicos y privados, paara resolver un problem
ma colectivo que requieree una
acción cooncreta” (Su
ubirats; 20088:37). Como ya se descriibió con anterioridad, ell problema social
s
de la desiigualdad de género se trransformó enn público poorque primerramente repeercute de maanera
directa en un amplio
o sector de la poblacióón, la mujerres, mismass que históriicamente see han
manifestaado en distin
ntos arenas (políticas,
(
cuulturales, enntre otras) y que al mism
mo tiempo loo han
23
SUBIRATS, Joan, KNO
OEPFEL, Peteer, LARRUE, Corinne y VA
ARONE, Fredeeric Análisis y gestión de políticas
públicas, Ariel,
A
Barcelonaa, 2008.
51 impulsaddo para que distintos
d
actoores (tanto gubernament
g
tales como no
n gubernam
mentales) bussquen
una solucción e institu
ucionalizar laa igualdad.
Subirats, realiza una integración de distintass definicionees de políticaa pública, coomo por ejem
mplo
vsky, Thoeniig, Laswell y Kaplan, enntre otros; bajo este ejerrcicio se presenta
la que reaaliza Wildav
la siguiennte definición manifestadda como opeeracional:
“una pollítica públicca es una seerie de decissiones o de acciones, inntencionalm
mente cohereentes,
tomadas por diferen
ntes actoress, públicos y a vecess no públiccos –cuyos recursos, nexos
n
institucioonales e in
ntereses varrían– a finn de resolvver de mannera puntuaal un probblema
políticam
mente definid
do como coleectivo. Este conjunto
c
de decisiones y acciones da
d lugar a efe
fectos
formales,, con un gra
ado de obliggatoriedad variable,
v
tenndentes a modificar
m
la conducta de
d los
grupos soociales que, se supone, originaron el problemaa colectivo a resolver (ggrupos-objettivo),
en el inteerés de grup
pos socialess que padeccen los efecttos negativoos del probllema en cueestión
(beneficiaarios finaless)” (Subiratts; 2008:38)) En esta definición
d
see incorporann claramentee los
actores involucrados
i
s, las instituuciones quee pueden y deben intervenir, ya sean
s
formalles o
informalees. Sin embargo, para el
e caso de laa desigualdaad de género, en nuestrro país no existe
e
solamente una políttica pública que trate de resolver por complleto este prroblema púbblico;
institucioonalmente co
oexisten unaa serie de acciones
a
quee inciden enn solucionar la demandda de
igualdad entre hombrres y mujeres, diferenciáándose segúnn sea el casoo.
Cuando se
s habla de políticas públicas
p
y suu relación con
c el génerro, es meneester indicarr con
claridad los problem
mas específficos entre hombres y mujeres y determinar si es un tema
concernieente del debate y agendaa pública. Laa descripciónn del probleema y las cauusas y efectoos de
éste, son fundamentaales para determinar los roles de hom
mbres y mujjeres respectto al trabajo (a la
DST) y los
l factores institucionalles, económicos, políticos y socialees que se relacionan conn esta
división. Las políticaas públicas deben
d
incorpporar la descrripción que se realizó dee problema, y los
temas suubyacentes a éste, para
p
poder determinaar qué actores, agenttes, organissmos
gubernam
mentales, etccétera, son loos adecuadoss para entendder el probleema público.
Uno de los objetivo
os de la poolítica públiica es preciisamente eliiminar cualqquier indicio de
desigualddad entre ho
ombres y muujeres. Sin embargo,
e
com
mo se evideenciará más adelante, exxisten
imitacionnes y alcancees en el diseeño e implem
mentación de
d acciones concerniente
c
es a alcanzarr este
objetivo, ya que las políticas púúblicas diseññadas con perspectiva de
d género im
mplementadaas en
52 nuestro país
p adolecen
n en sus alcaances; con laa evidencia empírica quue se presentta en el siguuiente
capítulo, podemos ob
bservar justaamente que las
l desigualddades en el ámbito
á
familliar basadas en la
distribuciión del traabajo reprodductivo conntinúan. A pesar de que existenn intervenciiones
gubernam
mentales dirrigidas a coonciliar
laa vida laborral y familliar, de intrroducir mayyores
oportuniddades de traabajo a las mujeres,
m
noo han conseeguido penettrar lo suficciente como para
equilibrarr las responssabilidades familiares
f
y que éstas see valoricen abolir la posstura patriarrcal y
de ejerciccio del poderr que sustentta las relacioones entre mujeres
m
y hom
mbres en parreja.
En este tenor,
t
las po
olíticas públiicas relacionnadas con ell trabajo, seaa reproductivo o producctivo,
pero que no tienen un
na perspectiiva de génerro adolecen en
e gran meddida de accioones orientaddas a
eliminar las desigualldades en el ámbito fam
miliar. La razzón es que arrastran
a
unaa serie de seesgos
que alienntan y reprod
ducen de la desigualdad,
d
a saber, sessgos de caráccter biologissta (naturalissmo),
esencialissta y univeersalista. Ess por ello que no sonn neutrales al género y favoreceen la
reproduccción de las relaciones
r
jerrárquicas.
2.3.T
Transformacción de las relaciones
r
d género
de
2.3.1.. Ideas sob
bre la iguald
dad
En el pennsamiento feeminista se ha
h propuestoo la transform
mación de la desigualdaad con difereentes
ideas sobbre desiguald
dad vs igualddad. Desde el
e marco del feminismo de
d la igualdaad se apuesta por
la incorpporación de las mujeress al mundo masculino;; la situacióón de la dessigualdad de las
mujeres es referida frente a loos hombress, bajo ese marco, la igualdad ess referida como
c
m
discriminnación, dessequilibrio, frente al otro, al hombre. Consideranddo este marco
teórico/poolítico, el feeminismo institucional lo ha propueesto a través de las polítticas de iguaaldad
de géneroo, las que haasta este moomento se haan elaboradoo con varios enfoques (iggualdad de trato,
t
igualdad de oportuniidades y traansversalidadd), lo que tiienen diferenntes alcancees y limitaciiones
para la solución
s
de la desigualddad de géneero (en geneeral y sus especificidad
e
des), por ello, se
plantea considerar los distintos ennfoques com
mo complementario y no sustitutivoss.
do desde la ilustración,
i
f
fundamenta
El feminiismo, surgid
la demanda de igualdadd entre los seexos:
“la compparación enttre el hombrre y la mujeer abandona el centro del
d debate, y se hace poosible
una reflexxión sobre la
a igualdad”
” (De Miguell, 1995:222). Este moviimiento susteenta mecanissmos
53 por los cuuales hombrres y mujeres tengan los mismos derrechos y detenten de la misma
m
maneera el
poder y el
e acceso a lo
os recursos. Su origen esstá contextuaalizado en ell siglo XVIIII.
A pesar de
d que la paarticipación de
d la mujer fue clave paara el triunfoo de la Revoolución Franncesa,
ellas queedaron fueraa de todos los derechoos políticos y civiles báásicos, enceerrándolas en un
espacio privado.
p
Anaa de Miguell se refiere a que “el proletariado
p
–y lógicamente las muj
ujeres
proletariaas– quedaba
a totalmentee al margenn de toda riiqueza produucida por laa industria, y su
situaciónn de degrada
ación y miseria se convirtió en uno de los hechoos más sanggrantes del nuevo
n
orden soccial”
Ante un nuevo
n
parad
digma econóómico y sociial, que es laa puerta en marcha y geeneralizaciónn del
capitalism
mo, la socied
dad se dividee aún más enn clases; mieentras unos se
s incorporarron masivam
mente
a las hueestes industrriales, otros se afianzarron sobre una
u nueva buurguesía. Ess en este úlltimo
escenarioo donde la mujer
m
es som
metida al muundo privadoo: “las mujeeres quedaroon enclaustrradas
en un hoggar que era,, cada vez más,
m símboloo del estatuss y éxito labooral del varóón” (De Miiguel,
1995)
Una form
ma de conten
ner y revertirr la situaciónn de desigualldad fue a traavés de dem
mandar el derrecho
de la mujjer al sufrag
gio, apelandoo a la ideoloogía naturaliista de que todos
t
los serres humanoss son
iguales y por tanto tienen los mismos
m
derecchos. Sin em
mbargo, en laa mayoría de
d los paísess, fue
hasta desspués de la seegunda guerrra mundial que
q se consiiguió que lass mujeres paarticiparan coon su
voto. En este tenor, laas marxistass evidenciaroon que el origen de la subbordinaciónn y la desiguaaldad
no son caausados por sucesos bioológicos sinoo por hechos sociales quue están relaacionados coon el
surgimiennto de la pro
opiedad privada y la exclusión de lass mujeres dee la esfera dee la reproduccción
social.
De esta manera
m
se manifestó
m
el hecho de que
q las mujeeres eran exccluidas de la esfera púbblica.
Esto fue sustentado por
p las feminnistas liberalles, mismas que trabajarron por la traansformación del
sistema y conseguirr la igualdadd entre los sexos. Estaa idea de iggualdad, en las esferass que
componeen todas las relaciones
r
sociales, com
mo por ejempplo, la esferra económicaa y familiar,, está
en contraparte o en
n oposiciónn
a la idea de que la
l desigualddad está fuundamentadaa por
mecanism
mos naturalees. Jiménez Perona
P
(1995) afirma quue “la red a la que se ligga el conceptto de
igualdad tiene como
o puntos clave, entre otros,
o
el dee la libertadd, el de natturaleza y el
e de
ciudadanía”. La ideaa de libertadd, afirma Jim
ménez, impplica una auutonomía tottal en los pllanos
54 políticos y económicos, para impponerse sustaancialmente a la articulaación de la esclavitud.
e
E así
Es
d los dispo
ositivos para lograr la iguualdad residde en la aproopiación de bienes
b
materriales
que uno de
por parte de los ciudaadanos. Lo que
q indica puues es la repartición equitativa de la riqueza entrre los
manos, dejan
ndo en claro que la propiiedad privadda debe conseervarse sin cambios.
c
seres hum
La idea de
d la repartiición por iguual de los elementos materiales de la reproduccción social debe
estar ligaada a un elem
mento que si
s bien parecce simplista,, es la piedrra angular dee la desiguaaldad,
este elem
mento es la “voluntad general”.
g
Jim
ménez indicca: la volunntad generall presuponee una
actitud deliberada
d
dee la razón y una firma determinació
d
ón de consegguir el bien común, es pues,
p
una únicaa voluntad que
q recoge el
e compromiiso colectivoo de todos loos individuoss para lograar un
bien sociaal igualmentte colectivo.
El conceppto asociado
o a esta voluuntad es el cooncepto políítico de “conntrato sociall” dado por JeanJ
Jacques Rousseau.
R
Paara que este contrato se efectúe es necesario
n
quee los individduos sean iguuales
entre sí, sellando
s
estee pacto mutuuamente y cooncordanciaa en términoss de interesees. El sustento de
este pactoo social, es la
l idea de libbertad, que en este caso es
e la libertadd civil.
La idea de
d la voluntaad, remite al artilugio poor el cual se reproduce laa desigualdaad, porque si bien
el contratto social es un
u proceso instrumentad
i
do para el inttercambio de ciertos derrechos y debberes,
este solo materializa cuando los sujetos tienen en sí missmos caracteerísticas iguaales. Es entoonces
que el coontrato se lib
bera entre los hombres, dejándolo
d
fuuera del alcaance de las mujeres;
m
Jim
ménez
señala quue “La igualldad aquí se tiñe de fratternidad, perro fraternidaad entre los varones, puues el
contrato nace
n
del apaartamiento de
d las mujerees y adquierre unidad graacias al autoo reconocimiento
de los vaarones soberaanos frente a las mujerees, que sirvenn de elemennto de contraaste y afirmaación
de la iguaaldad de los iguales”.
¿Pero por qué se exccluye a las mujeres
m
de este contrato, si al finaal todos teneemos los missmos
derechos?? Si la idea libertad es manifiesta,
m
p qué alguunos ciudadaanos (mujerees) no debe o no
por
puede goozar de ella. Por
P qué se reestringe la iggualdad antee la ley. Valccárcel (19977) indica quee “era
normal hablar
h
de ciudadanía, de igualdad, dee leyes o de delegación de poder, caasi todo, perro sin
que elloss afectara a una distinciión fundameental: la quee existía enttre varones y mujeres”. Esta
afirmacióón abre la pu
uerta para deeclarar que solo
s
los varoones tienen el
e derecho a cualquier forma
fo
de jurisdiicción y libeertad, sobre todo en el espacio
e
públiico. Kant, ciitado por Jim
ménez, conccibe a
55 la libertadd como la caapacidad de acción que tiene
t
un indiividuo siemppre y cuandoo no interfiera en
la capaciddad de acció
ón de otro.
Entoncess ¿se puede decir que laas mujeres si
s bien no son
s esclavas en el sentido estricto de
d la
palabra, si interfiereen en las acciones
a
de los varones en cuantoo a la obtención de biienes
materialees y riquezass, pero sobree todo de pooder? Para Rousseau,
R
la igualdad encuentra su líímite
en el priivilegio sexu
ual. Los varones son los tienen una
u ventaja exclusiva quue gozan por la
circunstancia misma de la desiguualdad biológgica.
Estas differencias biiológicas soon la fuentee por dondee emergen las “discappacidades dee las
mujeres”. Discapacid
dades que see traducen en
e una faltaa de pericia por parte dee las mujerees de
poder maaterializar allgún tipo dee acuerdo, de
d un contraato. En Jiméénez se presenta el siguuiente
párrafo: “…ella
“
no es
e ciudadanaa, a causa de
d una maniffiesta inferiooridad naturral que le im
mpide
instruirsee para desarrrollar las tarreas características de lo
l que a parrtir de este momento
m
seerá el
nuevo esppacio públicco y político””.
De acuerrdo con algu
unos filósofoos políticos de
d la Ilustracción, entre ellos
e
Kant, por
p el puro hecho
h
de ser mujeres,
m
éstass “naturalmeente” están desprovistass de razón, no
n pueden penetrar
p
sobbre el
mundo abbstracto. La genialidad es
e una caraccterística intrrínseca a la naturaleza masculina,
m
p lo
por
que la muujer solo estáá en la capaccidad de devvelarse en funnción de las necesidadess masculinass.
Para Kannt las capacid
dades de las mujeres se enmarcan
e
dee la siguientee manera: ésstas forman parte
p
del génerro humano, pero son otra clase dee hombres; poseen
p
razóón, pero no deben de ussarla
igual quee lo varoness, ni desarroollarla en la misma direección24. Esaa misma direección incluuye la
acción enn la esfera pública, dondde se llevan a cabo decisiones de caarácter econóómico, político y
social. Aquí, los acuerdos se dann entre los igguales, entree aquellos caapaces de toomar decisioones.;
es una iddea de la natu
ural jerarquíía masculinaa. Esta jerarqquía entoncees se justificaa porque es parte
de un prooceso naturaal, dando com
mo resultadoo que la iguaaldad de dereechos, sobree todo los civviles,
está en fuunción del sexo.
s
(Valcáárcel, 1997: 60). Valcárccel relacionaa la igualdadd con la libeertad,
que indeependientemente de quiién precedaa a quién, afirmado
a
quue aquella relación
r
se debe
estableceer en planos como
c
la eduucación, en laa familia, enn la salud.
La mismaa autora indiica que declarar como natural
n
una desigualdad
d
h producidoo mecanismoos de
ha
confort para
p
el análissis, tal que laas ideas máss elaboradas que hacen referencia
r
a la libertad y a la
24
JIMENE
EZ, Perona Áng
geles. Igualdadd. 10 palabras clave
c
sobre la mujer.
m
56 igualdad no se han tomado enn cuenta. Enn otras palaabras, es muucho más fácil
f
sustenttar la
desigualddad a través de una figuura pasiva, en tanto quue la naturaleza no puedde reclamar cosa
distinta, o mejor diccho, no tienne los mecaanismos de comunicación para subblevarse antte tal
postura, que
q discutir con construucciones ideoológicas quee relacionan a la igualdaad y a la libertad
entre si bajo
b
un discurso y análiisis complejoo. En términnos más gennerales, se buscala
b
liberttad e
igualdad en los terrenos políticoos, económiccos y socialees. Fuera del alcance dee la idea sobbre la
naturalezza y la justifiicación de laa desigualdadd.
Por lo annterior, el fem
minismo de la igualdadd rechaza todda posición filosófica y política sobbre la
parcialidaad de las diferencias
d
sexuales, colocando
c
a hombres y mujeres con
c
las mismas
caracteríssticas en cuaanto a la razón,“nos enncontramos, por tanto, ante
a
la idea de una iguaaldad
natural quue arranca de
d un rasgo ontológico común
c
a toddos los miem
mbros de la especie,
e
ideaa que
sirve de fundamento para el conncepto polítiico de igualdad que no conoce excclusión en loo que
atañe disffrute de dereechos” (Jiméénez, 1995).
La propieedad de los seres humaanos parte del
d hecho dee que todos y todas som
mos de la misma
m
especie, razón
r
suficieente para eviidenciar quee se cuenta con
c diferenciias recíprocaas, y por lo tanto,
t
ningún miembro
m
esttá por encim
ma de otro. Haciendo referencia a Valcárcel,, se dice quue la
inteligenccia no tiene sexo. Y si suucede esto, entonces
e
toddos y cada unno de los ciuudadanos tieene el
derecho a tomar decisiones en el ámbito públlico y en el privado.
p
Por qué los
l varones se excluyen de las respoonsabilidadees domésticaas, si en térm
minos de la razón
r
ellos estáán en la capaacidad de lleevar a cabo tareas
t
que im
mpliquen deddicar tiempoo a la atencióón de
sus hijos y de ejecutaar labores dee limpieza. Por
P qué entoonces al inteerior de los hogares
h
no existe
e
igualdad.. Un punto
o importantte que recaalca el fem
minismo de la igualdaad es que esta
categorizzación debe ser un punto de acceso para las mujeres
m
en referencia a los ciudaddanos
varones que históriccamente hann logrado, al
a menos enntre ellos, este
e
beneficiio. Como inndica
Jiménez “la
“ igualdad
d, pues, aparrece aquí coomo <<igualdad a>>”, mismo que correspondee a la
idea de laa universalizzación de la igualdad
i
en términos de lo que los hambres
h
han logrado o see han
apropiadoo históricam
mente.
Se refieree pues, a serr iguales a loos hombres en casi todoos los aspectos posibles, en el trabajo, en
las respoonsabilidadess dentro del hogar, en el
e acceso a bienes mateeriales, a la propiedad, entre
otros. Si lo pudiésem
mos trasladaar al análisiss de Incháusstegui, entonnces idealm
mente se busca la
57 igualdad a los hombres en las esferas del mercado,
m
de la familia y la política. Sin embarggo, la
postura del
d feminism
mo de la iggualdad se vierte
v
sobre una perspeectiva políticca, que buscca la
igualdad en los terreenos civiles como lo es la toma de decisiones dentro
d
de laas organizaciiones
políticas, igualdad saalarial, etcéteera.
Un de lass principaless causas porr lo que se busca
b
esta iggualdad a los hombres, a parte de laas ya
mencionaadas, es quee existe un elemento intrínseco
i
caaracterísticoo de las relaaciones sociiales,
materialees y económiicas, este eleemento es el valor.
Si por ell hecho de que
q las mujeres por natturaleza sonn las personnas que tieneen la posibilidad
concebir a través dell parto a otroo ser humanno, no quieree decir que la proteccióón de los varrones
sea indisppensable; laa dependenciia de las muujeres hacia los varoness no puede ser
s supeditada al
hecho dee que en elllas tengan laa característtica biológicca de la gesstación y deelalumbramiento.
Tampocoo quiere deciir que las acctividades suubyacentes a esta propieedad femenina sea suficciente
motivo para
p
dotarlas únicamentee de valores morales y subjetivos,
s
y por ende las desigualddades
de géneroo.
Sobre unna base teleo
ológica, el feeminismo dee la igualdadd busca preciisamente quue el valor quue se
le asigna a hombres y mujeres, no
n solamentee sobre trabaajo sino com
mo ciudadanoos, sea el miismo:
“la igualddad como concepto
c
relacional de equivalencia
e
a, entendienddo por ello,, tener el mismo
m
valor, no sea considerado ni por debajo
d
ni poor encima de otro” (Jiménnez, 1995).
Esta ideaa de igualdad se basa en el hechho indiscutibble de la exxistencia dee diferenciass. Es
innegablee la existenccia de factorres bilógicoss, psicológiccos, socialess, históricos, entre otros, que
son distintos entre hombres
h
y mujeres, inncluso entre mismos gééneros. El feminismo
f
d la
de
igualdad apela a una equivalenciia de derechos civiles, de
d valores y de mecanism
mos para obtener
las mism
mas oportunid
dades que loos hombres gozan,
g
siem
mpre y cuanddo se respeteen y se tomeen en
cuenta laas diferenciaas antes desccritas, Jiménnez (1995) inndica que: la
l estrategiaa del patriarrcado
ha sido siempre
s
redu
ucir los valoores humanoos a los proppios de los varones, y en
e consecueencia,
presentarr los valoress masculinoss como neutrros y modéliicos, la estraategia clásicca de las muj
ujeres
feministaas ha sido desmontar tal maniobra apelandoo a la igualdad o, enn nuestro siglo,
s
reivindicaando su difeerencia comoo modelo norrmativo alteernativo.
El movim
miento apueesta a la elliminación de
d las desiggualdades reespetando las diferenciias y
equiparanndo el deseo
o de alcanzarr el estatus coorrespondiennte al de los hombres. Cabría
C
entoncces la
58 siguiente pregunta ¿ccuál o cuálees son los mecanismos
m
q podrían contribuir en
que
e la premisa del
movimiennto feminissta de la igualdad? La
L respuestta se encuuentra primeeramente en
e la
participacción del Estaado, y las innstituciones que
q lo integrran, como aggente que regula y fomeenta a
través de políticas pú
úblicas la iguualdad entree hombres y mujeres, y segundo,
s
estte objetivo puede
p
ser sustenntado por meedio del fom
mento a los derechos hum
manos.
2.3.2.. Enfoque de las polítiicas públicaas
El movim
miento femin
nista cuestionó la justificcación de la desigualdadd por razonees “naturaless” del
sexo fem
menino, poniendo sobree la mesa argumentos
a
que sustentan que estaa desigualdaad se
establecee por razonees sociales y culturaless impulsadaas por la iddiosincrasia masculina y su
peculiar forma
f
de interpretar el mundo.
m
Por lo annterior, la lu
ucha femeniina se enfoccó en conquuistar su auttonomía en planos dondde el
control masculino
m
esstá presente,, como por ejemplo la posibilidad de incorporrarse al merrcado
laboral, a la educación, etcétera. Es verdad que a lo larrgo de toda su lucha haan logrado cierta
c
incorporaación a los ámbitos
á
menncionados. Sin
S embargo, como indicca María Buustelo (2004): La
verdaderra igualdad implicaría, entonces, caambios más grandes quue la igualdaad de hombrres y
mujeres ante la ley y que debíían incidir en
e ese sisteema organizzado socialm
mente sobree una
división del
d trabajo en
e función del
d sexo biollógico, y a partir del cuaal se han construido soccial y
culturalm
mente los gén
neros.
Estos cam
mbios no pu
ueden implementarse sisstemáticameente solo por el hecho de
d evidenciaar las
disparidaades entre loss sexos y lass consecuenccias adversass que impacttan de maneera sobrada en
e las
mujeres. La estrateg
gia entonces es reclamarr al Estado las condicioones legaless y políticass que
disminuyyan, por un lado, los efecctos que el sistema
s
reprooduce y desaarrolla, y poor el otro insstituir
las mecannismos que induzcan unn mejoramieento y adelaanto de las mujeres
m
en los planos soocial,
económicco, político y familiar.
La categooría de géneero y la relaación con laa práctica innstitucional se define coomo “el prooceso
mediantee el cual las demandas de
d las mujerres por la iguualdad de género,
g
ingreesan en rutinnas y
normas de
d las institu
uciones públicas…ingressando dichass demandas en la agendda política de
d los
gobiernoss” (Incháusttegui, 2005:221)
59 Con estee mecanismo
o, la idea de
d un Estado regido poor una ideollogía monoppólica del poder
p
coercitivoo debe estarr suprimida. Entonces laa incorporacción de una perspectiva de género en el
quehacerr cotidiano de
d las entidaades gubernaamentales y el diseño de
d políticas nunca
n
podríía ser
materializzada. Porqu
ue existen feministas, sobre toddo las radiccales, que indican quue la
singulariddad Estatal se ha reggido históriccamente poor la fecundación y perpetuación
p
n del
patriarcaddo (Bustelo,, 2004) Estaa autora tam
mbién definee la introduucción de lass demandas a la
agenda política
p
como
o feminismoo institucionnal que es “eel establecim
miento de innstituciones cuyo
principal cometido ess impulsar la formulacióón y puesta en práctica de medidas para alcanzaar un
mayor grrado de igualldad entre laas mujeres y los hombress”
Otro punnto sobre el cual se deebe de trabaajar para inccorporar la participacióón del Estaddo es
introducir mecanismo
os que perm
mitan la iguaaldad de opoortunidades (en
( el empleeo, la educaación,
etcétera),, de méritoss y recompeensas (aunquue esta ideaa de la meritocracia poddría oscureccer la
premisa de igualdad
d) en ámbitoos formales e informales. Sintéticaamente “insstitucionalizaar la
perspectiiva de génerro supone, cuuestiones téccnicas y polííticas en la planeación
p
y en la operaación
rutinaria de las orga
anizaciones públicas”
p
(IIncháusteguii, 2005:21) Las
L políticass con enfoquue de
género ess un avance de las dem
mandas del movimiento
m
feminista, ya
y que permiite introduciir los
problemaas de iguald
dad en la aggenda, coloccando los coonflictos meencionados como
c
probleemas
públicos, y no solameente un probblema particuular y aisladoo.
Las accioones afirmatiivas constituuyen, pues, una
u serie de mecanismos
m
s que permiteen la igualdaad en
la particiipación en planos
p
comoo el mercadoo laboral, laa inclusión en
e los partiddos políticoss. En
otras palaabras, estas acciones tieenen la intennción de totaalizar la parrticipación de
d las mujerees en
aquellas áreas que históricamen
h
nte han estaddo compuesstas por el dominio
d
maasculino; se trata
entonces de
que en
n términos generales
g
laa participaciión de las mujeres
m
sea plena dentrro de
todas y caada una relaciones sociaales.
Como lo indica Marrta Postigo (2006): las acciones affirmativas pueden
p
contrribuir tambiién a
corregir las causas de
d la desiguaaldad, si se dirigen
d
a fom
mentar una convivenciaa más igualiitaria
entre los sexos, impu
ulsando la “tolerancia
“
c
como
práctiica” y los esstereotipos no
n sexistas. A su
vez, las acciones
a
afirrmativas pueeden resultaar necesariass para mejorrar las oporrtunidades de
d las
mujeres a participar en determinnados ámbitoos de la vidaa profesionaal y económiica que son, a su
60 vez, deteerminantes para
p
garantiizar su autooestima y suu respeto enn el seno de
d sus relaciiones
privadas..
Una de las
l esferas donde más se percibe la desigualddad es denttro de hogarr, por lo quue es
necesarioo que las pollíticas basaddas en accionnes afirmativvas vayan de la mano de
d estrategiass que
incentiveen a los varon
nes en la reaalización de las tareas doomésticas y de cuidado, estimulandoo con
ellos valoores sexualess igualitarioss25.
Así, las acciones afirmativas
a
q
que
estribann en la iguualdad de oportunidade
o
es son acciiones
específicaas que buscaan la plena participación
p
n de la mujerr en áreas cooncretas. Sinn embargo, como
c
lo indicaa Incháusteg
gui: estas políticas
p
no son suficieentes porquue no alcannza a reverttirlas
relacionees de género
o establecidaas, ni a transformar la dimensión
d
d género deel mundo tal cual
de
es.
El enfoquue de la igu
ualdad de traato rescata una
u de las baases de los derechos
d
huumanos. El punto
p
central de
d este enfo
oque, es que el Gobierrno mexicanno debe inccorporar, enn los princippales
documenntos y accion
nes para alcanzar la iguualdad, la iddea de que “nadie
“
puedee ser tratadoo por
debajo dee los derech
hos que rigeen para todoos” (Incháusstegui, 2005::25). Este ennfoque remiite al
hecho dee que todos los mexicannos son iguaales ante la ley, indepenndientemente del sexo, raza,
condiciónn, social y económica. En
E pocas pallabras, este enfoque
e
apella a la no discriminaciónn por
los factorres antes meencionados. Es
E importante mencionaar que la ideaa de igualdaad de trato abbarca
una seriee de ámbitoss, por ejemplo, el laboraal. Empero, se piensa quue la situaciión dentro de
d los
hogares relacionados
r
s con la distribución del trabajo
t
dom
méstico está cimentada
c
baajo la perspeectiva
de funcioonalidad, lo que
q justifica las desigualldades en estta arena. Porr lo tanto, la idea de iguaaldad
de trato solo está prresente en loos ámbitos económicos,
e
, políticos y sociales, dejando
d
fuera los
conflictoss característiicos de hogaar.
Este probblema estrucctural se ressolvió a parrtir de un nuevo
n
enfoquue, el de laa transversallidad,
mismo quue tuvo sus raíces a finnales del sigglo XX. La premisa de este enfoquue es instaurrar la
perspectiva de género
o en todas laas políticas públicas
p
y enn todos los organismos
o
g
gubernament
tales,
con el obbjetivo princiipal de elimiinar sesgos que
q se gestaaron a partir de la idea dee la igualdadd que
solo busccaron la iguaaldad en áreaas específicaas.
25
POSTIG
GO, Asenjo M. Género e iguaaldad de oportuunidades: la teooría feminista y sus implicaciiones ético-pollíticas.
Tesis doctooral. Málaga, 2006
2
61 El enfoqque de tran
nsversalidad de género (que tambbién se le conoce conn el nombrre de
mainstreaaming de género) perm
mite “transfoormar el ordden social de
d género establecido
e
e la
en
familia y en la vida, en el mercaddo de trabajoo y en el Esttado a partirr de incorporrar la perspeectiva
de génerro en todo el proceso de elaboración e implementaciónn de las poolíticas públicas”
(Incháusttegui, 2004: 30).
No se traata de desaparecer el enfoque anteriior de igualddad, sino máás bien, la trransversalidaad es
una extennsión mucho
o más integraal de su anteecesora, incoorporando a la vez no soolo actores deentro
del ámbiito académico o políticco involucraado directam
mente con el estudio del
d género, sino
también a funcionarrios públicoss. Al ser exxpertos en la elaboracióón e implem
mentación de
d las
políticas públicas, a éstos se les añadió la responsabiliddad de efectuuar su trabaajo a través de la
óptica deel género. Dee esta manerra, todo el apparato guberrnamental, tendrá la exigencia de toomar
decisionees sin permittir que las poolíticas públiicas se centren solamentte en un gruppo.
Con estass acciones, el
e supuesto estriba
e
en una mejora sobbre las condiiciones y posicionamiennto de
la mujer; si este es el
e objetivo, entonces
e
unoo de los punntos centrales es mejorarr las condiciiones
dentro deel ámbito faamiliar. La doble
d
jornadda a la que son sometiddas una partte importantte de
mujeres que labora, constituye un elementoo que ha im
mpedido su pleno crecim
miento. La poca
participacción del varón en las tarreas domésticas y las coonsecuenciass que de elloo se deriva, debe
por tanto ser motivo suficiente para
p
diseñar e implementtar políticas que estén enfocadas, enn una
parte, en lograr preciisamente la igualdad
i
en el tiempo y responsabiliidades que im
mplica el traabajo
reproducttivo, y por la otra partee eliminar los mecanism
mos de cóm
mo se designnan el trabajjo en
cualquierr plano. Al lograr una arrmonizaciónn entre trabajjo productivvo y la vida familiar
f
se podrá
p
entonces vislumbrar una gran posibilidad
p
d lograr la igualdad foormal, con leyes
de
l
y polííticas
públicas, entre hombrres y mujerees.
Jiménez (1995)
(
indicca que es neccesario que las mujeres cuenten conn poder paraa lograr ser vistas
v
como iguuales y perm
mitir catalizarr la valorización de ellass como ciuddadanas y traabajadoras, sobre
s
todo en el trabajo doméstico. El requissito de em
mpoderarlas contribuirá a eliminarr las
uerdo con el feminismo de
d la igualdaad.
desigualddades de acu
La mismaa autora refiiere que exissten al menos tres concepptos que inddican las relaaciones de poder,
a saber, la
l equipotenccia, la equippolencia y la equifonía. En
E el primerr concepto see toma en cuuenta
el ejerciccio del poderr entre dos individuos,
i
e este casoo hombre y mujer,
en
m
que están
e
conscieentes
62 de que am
mbos pueden
n ejercer el mismo
m
nivell de poder: aquél
a
puede afectar a éstte y viceverssa. El
segundo concepto no
o sólo relacioona a dos inndividuos enntre sí, sino que
q relacionna a un indivviduo
como máás de dos, ind
dividualizanndo por un laado y restrinngiendo el ejercicio del poder
p
por el otro.
Lo que indica
i
enton
nces es que se deben de
d tomar enn cuenta lass diferenciass de los proopios
individuoos lo cual in
nduce a quee se respetenn esas diferrencias, y poor lo tanto la
l práctica de
d la
supremaccía de uno so
obre el otro desaparecerá. La equifoonía, por último, indica que
q las opiniiones
y pensam
mientos tienen importanccia significativa independdientemente de quién la exponga.
Por lo annterior, el en
nfoque de iggualdad y de
d transversaalidad no se contraponee mutuamentte, la
última ess un complem
mento de la primera porrque ésta noo toma en cuuenta las relaaciones de poder
p
que suboordinan en muchas
m
áreaas a las mujeres. La iguualdad demaanda, desde una perspeectiva
de incorporarse a ám
política e institucional, que laas mujeres tengan la posibilidad
p
mbitos
úblicos. Conn la transveersalidad, see busca quee cualquier política púública
masculinizados y pú
mentación y evaluación, con
contenga un perspecttiva de géneero, desde suu diseño hassta su implem
lo cual, los estudioss ex ante y ex post buuscan las razzones de laa desigualdaad, entre elloos el
l resultadoos de las poolíticas en reelación a suu reproducciión o
ejercicio del poder, y analizar los
transform
mación de deesigualdades.
Sin embaargo, los esttudios empírricos han deemostrado que
q la igualddad a travéss de las acciiones
positivas y de la tran
nsversalidad no se ha poddido concrettar. Políticam
mente e instiitucionalmennte si
bien se han
h abierto los espacioss para la tom
ma decisionnes, sobre el nivel salariial, la mejorras y
adelantoss en el ámbitto laboral, dentro
d
de la esfera
e
familiar, las desiggualdades coontinúan, auunado
al hecho de que a disstintas caraccterísticas soociodemográficas y clasee, la situacióón de las muujeres
es distinta. Y no es que
q en el ámbbito del trabajo, y en genneral de la esfera
e
pública, la situacióón de
las mujerres esté en plenas
p
condiiciones de iggualdad, porr el contrarioo, la situación de la faltta de
igualdad en el ámbitto familiar a influenciaddo para que en lo públicco, la situación tambiénn este
caracterizzada por elem
mentos de deesigualdad.
Las polítiicas públicass implementtadas con unna perspectivva transversaal no han loggrado contribbuir a
mejorar las
l condicio
ones en lo privado,
p
y sobre
s
todo, de
d eliminar las accionees que contiienen
particularres dotes de poder, comoo lo es la ineequitativa diistribución del
d trabajo dooméstico, mismo
m
que está materializado propiam
mente por acctos de índoole patriarcaal y del ejerrcicio del poder.
63 Dentro dee la vida priivada, de la vida
v
familiaar, el hombree es el que decide
d
cómo, quién y cuuándo
se llevaráá a cabo las actividades
a
d reproduccción y de prooducción.
de
Existe unn mecanismo
o al que se le
l apuesta para que estee problema público,
p
el de
d la distribuución
inequitatiiva del trabaj
ajo domésticoo sea atacaddo con mayorr efectividadd. Los derechhos humanos son
una vía que
q puede ay
yudar a materializar dichho objetivo. Las
L políticass públicas al presentar seesgos
y limitacciones, no pueden
p
respoonder en suu totalidad e integralmeente a las demandas
d
dee los
ciudadanos, por lo que
q es necessario apelar n los derechos humanoos, ya que pueden
p
influuir en
mayor medida
m
sobree las institucciones para que éstas puuedan ejerceer acciones más concretas y
eficaces.
Los dereechos humaanos tienen una larga historia, peero fue en 1948 cuanddo se aprobbó la
declaración universaal de éstos. Sustentando
S
el derecho universal a la educacióón, a la libeertad,
entre ottros. Los derechos humanos, entonces, “componen una uniddad indivissible,
interdepeendiente e in
nterrelacionaada, capaz dee conjugar ell catálogo dee derechos civiles
c
y polííticos
y el de los
l derechoss sociales, económicos
e
y culturales. Se consaagra de este modo la visión
v
integral de
d los derech
hos humanoss” (CEPAL, 2005).
El movim
miento femiinista se sustenta de loos derechos humanos y los utilizaa a favor dee los
derechos de la mujer en los ámbiitos mencionnados. En la plataforma de
d Beijín, see sustenta quue los
derechos de las mujeeres son dereechos humannos y por lo tanto univerrsales. En ottras palabrass, fue
necesarioo el sustento de los derecchos humanoos, porque éstos,
é
si bienn son de caráácter integrall, sus
formas genéricas
g
y generales daan pauta a demandar una
u igualdadd implícita entre
e
hombrres y
mujeres. Pero el mov
vimiento fem
minista partiicularizó y especificó
e
loos problemaas inherentess a la
desigualddad entre loss sexos. Com
mo lo hace exxplicito la CEPAL
C
(20055): “Al lado del derechoo a la
igualdad,, surge com
mo derecho fundamentaal, el derechho a la dife
ferencia…Esste derecho a la
diferenciaa implica el
e derecho al
a reconocim
miento de iddentidades propias,
p
lo que propicia la
incorporaación de la perspectiva
p
de género, es decir, el repensar, rever
r
y re coonceptualizaar los
derechos humanos a partir de la relaciónn entre los géneros,
g
coomo tema trransversal26”. El
Estado, al
a incorporarr la perspectiva de génerro en todas las
l políticas que diseñe,, debe incorpporar
en éstas los derechoss de las mujjeres como ciudadanas
c
y trabajadorres dentro y fuera del hogar,
con el obj
bjetivo de cim
mentar reglas generales y obligatoriaas.
26
CEPAL. La equidad dee género y los Derechos
D
Hum
manos de las muujeres en Brasiil: desafíos y peerspectivas. 20005
64 En el missmo documeento de la CE
EPAL se estaablece que existe
e
“la necesidad de una
u igualdadd que
reconozca las difereencias y de una diferenncia que noo produzca, alimente o reproduzcaa las
desigualddades”. Si laa característica natural de
d las mujerres de la proocreación de otros indiviiduos
ha sido motivo
m
para descalificarl
d
la de las actiividades púbblicas, entoncces los derecchos a los quue se
hace refeerencia pued
de ser un puunto de apoyyo para quee esa naturallidad no seaa una factor para
discriminnar y violentaar a las mujeeres.
Las confe
ferencias mu
undiales sobrre la mujer han sustentaado y ratificcado la concceptualizacióón de
los derecchos de la mujer.
m
En estas
e
confereencias, se ha
h manifestaado la necessidad de que las
políticas públicas enffocadas en eliminar
e
las desigualdaddes incorporeen los derecchos económ
micos,
sociales, políticos y familiares
f
dee las mujeress. El Estado,, al tener los recursos huumanos, legaales y
económiccos suficientes para loggara dicha demanda,
d
noo tiene preteextos reales para obstruuir la
incorporaación de estaa visión en suu quehacer cotidiano.
c
No sólo se trata de entender el problema específico dee las relacioones de podeer gestadas entre
hombres y mujeres, también
t
se debe
d
tener enn cuenta quee las políticaas públicas son
s considerradas
como estrategias paarcialmente diseñadas, ya que los problemas que intenttan resolverr son
dinámicoos y deliberativos (Inchááustegui y Uggalde, 2006)). En nuestraa caso particular, la dináámica
de la disttribución dell trabajo reproductivo enn el grupo de personas mencionando
m
o a lo largo de la
investigación, depen
nde no soolo de coondiciones sociodemoggráficas, sinno tambiénn de
caracteríssticas laboraales y econóómicas, en otras palabrras, el diseñño e implem
mentación de las
políticas públicas que
q
intentaan resolver el problem
ma mencionado debenn consideraar la
c
ento de las parejas
p
en baase a la desiigual distribuución del traabajo
heterogenneidad del comportamie
doméstico. Es por elllo que las poolíticas públicas, lejos de
d estar deterrminada por una solo accción,
su diseñoo e implemen
ntación tieneen que susteentarse por políticas
p
com
mplementariaas entre sí con el
objetivo de
d corregir los
l desequilibrios existenntes entre estas parejas.
2.4.E
Esquema Teó
órico Analíttico
Un aspeccto fundameental que se plantea en
e esta inveestigación ess que la deesigualdad en
e la
distribuciión del trab
bajo reproduuctivo dentroo de los hogaares es distinnta entre hombres y muujeres
que viveen en parejja. Esta situuación se basa
b
en la existencia de distintaas caracteríssticas
sociodem
mográfica y económicas. Por ello, cobra
c
relevaancia recupeerar distintoss enfoques de
d la
65 teoría fem
minista com
mo marco dee análisis dee la desiguaaldad de génnero y expooner las disttintas
causas quue constituyeen, reproduccen y transforman las relaciones de género.
g
Uno de los mecanissmos que reeproducen laa desigualdaad son el diseño
d
e impplementacióón de
G
Fedderal que noo son neutralles al géneroo. Estas acciiones
políticas públicas porr parte del Gobierno
públicas contienen seesgos esencialista, bioloogista y univversalista, im
mpidiendo laa transformaación
de las relacione sociaales con el obbjetivo de allcanzar la iguualdad entree los ciudadaanos.
p
políticas coon enfoquess de igualdaad de
Antes lass desigualdaades mencioonadas, se propusieron
trato, iguualdad de opo
ortunidades (acciones poositivas) y trransformacióón de causass estructuralees de
género. Estas
E
políticas tienen lim
mitaciones y alcances a causa, entrre otras, de no
n reconoceer las
caracteríssticas hetero
ogéneas de la poblacióón que inciide directam
mente sobree la distribuución
desigual del tiempo dedicado
d
a las
l tareas de reproduccióón dentro deel propio hoggar. Por lo tanto,
t
mente accionnes públicas con perspectiva de génnero dirigidaas a consideerar y
se analizaan primeram
solucionaar la desigu
ualdad estuddiada en essta investigaación; maniifestado sobbre qué enffoque
consideraan la igualdaad y explicittando sus lim
mitaciones y alcances. Después
D
de esto, se expponen
documenntos sin persp
pectiva de género,
g
con el
e objetivo de
d determinaar los sesgos inherentes a su
diseño. De
D esta maneera, se preseenta una seriie de recomeendaciones con el objettivo de amplliar y
transform
mar los principales docum
mentos de poolítica públicca.
66 Capítuloo 3. La Heterogeneidad en la distriibución del trabajo
t
rep
productivo en
e México
Introduccción
El probleema público de la desiguual distribución del trabaajo reproducctivo en pareejas que viveen en
el mismoo hogar y qu
ue laboran, no
n es un prooblema que se manifiestte como hom
mogéneo enttre la
poblaciónn estudiada.. El objetivvo de este capítulo
c
es mostrar la heterogeneiidad a partiir de
caracteríssticas sociod
demográficaas y laboralees,como la posición enn la estructuura social, de
d la
posición en el trabajjo y de alguunas condiciiones laboraales. Cabe mencionar
m
q el análissis se
que
sustentaeenla base de datos de la Encuesta
E
Naacional de Ocupación
O
y Empleo 20111, por ello no
n es
posible sooslayar las limitaciones que se origiinan por la selección de los casos, yaa se obtuvierron a
partir dee una serie de segmenntaciones y acotacioness, por lo taanto, la muuestra se reedujo
cuantiosaamente. El propósito
p
esttriba en idenntificar a las parejas quee viven en el mismo hoggar y
ambos deesempeñan actividades
a
e el ámbito laboral, parra conocer laa dinámica de
en
d la distribuución
del trabajjo reproductiivo entre ellos. Es imporrtante indicaar que a diferrencia de loss datos expuestos
en el cappítulo 1, don
nde se presenntaron cifrass sobre el tieempo que deedican hombbres y mujerres al
trabajo reproductivo, en este caapítulo los datos son específicame
e
ente de los hogares conn las
caracteríssticas menciionadas, articulándolas de
d tal manerra que los factores
fa
sociodemográficcos y
laborales muestren laa influencia que
q tienen soobre la distriibución del trabajo
t
reprooductivo.
Para logrrar este objeetivo, se pressentan primeeramente unna serie de cuadros
c
que toman en cuuenta
caracteríssticas laboraales de la pobblación selecccionada. Coontinuando con
c el análissis descriptivvo de
distintos cuadros que incluyen variables
v
coontinuas del perfil socioodemográficco de hombrres y
d grupo an
ntes mencionnado. Tambiién se agreggan variabless continuas de
d posición en la
mujeres del
estructuraa productivaa y de algunaas condicionnes laboraless, como la duuración de la jornada labboral
y el nivell de ingreso por
p el trabajo realizado.
3.1.Evideencia empírrica de la deesigual distrribución dell trabajo rep
productivo
Para conttextualizar de
d mejor maanera el probblema públiico, debemos enfatizar que
q la unidaad de
estudio soon los hogarres. De acuerdo con el IN
NEGI, los hogares son un
u conjunto formado porr una
o más peersonas que residen habbitualmente en la viviennda y se sostienen de un
u gasto com
mún,
principalm
mente para alimentarse
a
p
Paara nuestro caso,
c
los hoggares
y que puedeen o no ser parientes.
67 estudiadoos están form
mados por una
u pareja, ya
y sea que estén
e
casadoos o en unióón libre y am
mbos
están insccritos en el ámbito
á
laborral, es decir,, están ocupaados, indepeendientemennte de cuál seea su
actividadd económica..
Así, el 77% de esta población manifestó
m
seer casada mientras que el 22% se reportó
r
en unión
u
libre; el resto, manifestó estar viudo,
v
divorrciado, solteero y separaado. Para finnes prácticoos, el
análisis se
s basa en lass parejas quee están casaddas y en unión libre, missmas que reppresentan el 99%
de la pobblación seleccionada. La edad promeedio para las primeras paarejas es de 43
4 años, mieentras
que la de las segundaas es de 38 añños.
mpleo
Los hogaares identificcados, obtennidos de la base de dattos de la Enncuesta Naciional de Em
2011 (EN
NOE), son ap
proximadam
mente seis miillones y meddio, de los cuuales el 6% son encabezzados
por mujerres, mientrass que el 94%
% es encabezzado por varones. La edaad promedioo para este úlltimo
grupo es de 43.3 años, mientras que
q para las mujeres la edad
e
promeddio es de 40.5 años. De estos
hogares, el 16.5% pertenece
p
a una localiddad rural, mientras
m
quee el 83.5% pertenece a una
localidadd urbana27.
En conjuunto, el grad
do escolar de
d los dos grupos,
g
es en
e promedioo de primarria y secunddaria,
seguido por
p medio su
uperior; teniendo poca reepresentacióón en los possgrados, y unna pequeña parte
no tiene algún grado
o escolar. Siin embargo, son las muujeres las quue representaan un porceentaje
mayor enn niveles esccolares proffesionales y de posgrado, mismo quue indica ciierto adelantto de
ellas en relación
r
a loss hombres.
El promeedio de hijo
os que reporrtan es de trres por hogaar. Aunque existen hogaares hasta de
d 18
hijos. Sinn embargo, el
e 64% de essta población no recibe algún tipo de
d atención médica,
m
mieentras
que el 255% cuenta con
c IMSS, el
e 9.3% con ISSSTE y el
e resto recibbe atención médica de otras
institucioones. Más dee la mitad dee la poblacióón seleccionaada no cuenta con los seervicios grattuitos
de atenciión médica. Si se relaciiona esto úlltimo con ell número dee hijos, entonces el gastto en
atención médica es muy
m alto y las
l prestacioones como la de guardeería tampocoo es un beneeficio
para la mitad
m
de esta población.
De acuerrdo con loss datos de la
l ENOE 2011, la muestra selecccionada se concentra
c
enn las
siguientes ramas de ocupación
o
(ccuadro 6) inddependientem
mente del sexo:
27
De acueerdo con el IN
NEGI, una pobllación rural see integra por una
u población menor a 25000 habitantes y no es
cabecera municipal.
m
Mien
ntras que la pobblación urbanaa se integra porr una poblaciónn mayor a 25000 habitantes.
68 Cua
adro 6. Rama de
d actividad. Total
T
de la mu
uestra (absolu
uta y relativa)
Rama
Co
onstrucción
Industria
I
Comercio
C
Servicios
S
Otros
Agropecuario
No especificado
e
Total
Población
n
769,766.000
1,949,507.00
3,113,463.00
6,001,312.00
74,695.000
1,082,771.00
68,935.000
13,060,449.00
Porcentajje
5.9
14.9
23.8
46.0
0.6
8.3
0.5
100.0
Fuente: Elaboración
E
p
propia
con dattos de ENOE 2011
2
Las ramaas con mayo
or concentraación son Inndustria, Com
mercio y Seervicios. No es novedadd que
estas ram
mas sean las que en mayyor medida acumulen
a
a la muestra seleccionadaa, ya que a nivel
global laas actividad
des económiicas se han sesgado a los serviciios, dejandoo de lado cierta
c
capacidadd de la indu
ustria para atraer
a
personnal. El sectoor primario y el de consstrucción son las
ramas conn menor porrcentaje de población.
p
Si enfocaamos el análiisis de las acctividades ecconómicas seegmentándolas por sexoo, tenemos quue en
el cuadroo 7 se muesstran datos correspondie
c
entes a cadaa sexo y a cada rama de actividadd.Los
hombres realizan en mayor mediida las activvidades de laa construccióón y del secttor agropecuuario.
Mientras que las mujeres se enfocan en el com
mercio y en los servicios.
Cu
uadro 7. Ram
ma de actividad
d. Por Sexo
Con
nstrucción
Hombrre
94.98%
%
Mujer
5.02%
%
In
ndustria
53.19%
%
46.81%
%
Comercio
C
S
Servicios
39.05%
%
44.25%
%
60.95%
%
55.75%
%
Otros
79.50%
%
20.50%
%
Agrropecuario
No especificado
e
74.65%
%
43.86%
%
25.35%
%
56.14%
%
Total
50.06%
%
49.94%
%
Fuente: Elaboración
E
p
propia
con dattos de ENOE 2011
2
dad que loos hombres se concenntren en aquellas
a
acttividades donde
d
Tampocoo es noved
tradicionaalmente las mujeres no pueden entrrar, como loo es la constrrucción y ell sector prim
mario,
aunque en
e este últim
mo hay una mayor partticipación de
d ellas a caausa de la migración
m
dee los
69 varones, lo cual las induce,
i
por la
l necesidadd de sobrevivvir, se incorrporen a las tarea del cam
mpo.
l servicioss, la particippación de laas ellas es mayor,
m
porquue en
Tanto enn la industriaa como en los
estas doss actividadess se presenttan servicioss domésticoos, personalees, de limpiieza, entre otros,
o
mismos que
q han sido
o caracterizaados como femeninos.
f
C
Como
se pueede advertir,, existe una clara
división tradicional del trabajo, donde las mujeres noo realizan acctividades masculinizad
m
das y
viceversaa. La condiciión dentro dee la ocupacióón de la mueestra es la sigguiente:
Cuadro 8. Poosición en la occupación
Trabajadores subord
dinados y rem
munerados
Emplleadores
Cuentta propia
Trabajadoores sin pagoo
T
Total
Poblaciión
7,656,8277.00
791,365.00
3,686,3555.00
925,902.00
13,060,4449.00
Porceentaje
588.6
6.1
288.2
7.1
1000.0
Fuente: Elaboración
E
p
propia
con dattos de ENOE 2011
2
La mayooría de estoss trabajadorees son remuunerados y subordinado
s
os y trabajaddores por cuuenta
propia. Los
L hombrees representtan en mayor medida el segmentto de trabajjadores quee son
remuneraados y suborrdinados; asiimismo, en el
e grupo de empleadoras
e
/es, la mayooría son hom
mbres.
Por el contrario,
c
en
n el grupo de trabajaddoras/es quee no recibenn pago por sus actividdades
económiccas, la mayoría son mujeeres (ver cuaadro 9)
Cuad
dro 9. Posición
n en la ocupacción, por sexo
Trab
bajadores sub
bordinados y remuneradoos
Em
mpleadores
Homb
bres
52.15%
78.744%
Mujeres
47.855%
21.266%
Cu
uenta propia
Trabajjadores sin pago
p
Total
49.57%
10.144%
50.06%
50.433%
89.866%
49.944%
Fuente: Elaboración
E
p
propia
con dattos de ENOE 2011
2
Por otro lado, el ingreso de los hombres es en promediio de $47400 mensuales,, mientras quue el
os mensualess para las mujeres
m
es dee $3075 pesoos. La diferencia entre estos
promedioo de ingreso
dos ingreesos no se debe
d
a factoores circunsstanciales, siino que en términos dee desigualdaad de
género, laa situación de
d los ingressos de las mujeres
m
con respecto
r
a loos hombres es
e de desvenntaja,
ellos en promedio
p
gan
nan más quee ellas.
70 La duraciión de la jorrnada laboraal se relacionna con el nivvel de ingressos; es de suuponer que a más
horas de trabajo ento
onces los inggresos son mayores,
m
aunnque existenn otros factorres que influuyen,
como el nivel
n
escolarr, la rama dee actividad ecconómica y la posición en
e la ocupacción, así com
mo un
factor de discriminacción. De la población
p
selleccionada, en
e el cuadroo 10 se muesstran los datoos de
la jornadaa laboral.
Cuadrro 10. Jornadaa Laboral. Horras a la seman
na
Tootal
De 40 a 48 horas
Más de 56 horas
De 49 a 56 horas
De 15 a 24 horas
De 25 a 34 horas
Menos dee 15 horas
De 35 a 39 horas
Ausentes temporaless con vínculo laboral
No espeecificado
Poblacióón
Porceentaje
13,123,6119
4,529,726
2,021,366
1,650,009
1,315,956
1,230,300
966,1155
911,9266
422,2799
75,942
1000.00
34.52
15.40
12.57
10.03
9.37
7.36
6.95
3.22
0.58
Fuente: Elaboración
E
p
propia
con dattos de ENOE 2011
2
La mayorría de estos trabajadoress, independieentemente deel sexo, trabbajan en prom
medio de 40 a 48
horas y el
e 15% trabaja más de 56 horas a la semana. Cuando estta poblaciónn se segmentta en
hombres y mujeres, la
l dinámica no difiere en
e mucho. El
E 38% de loos hombres tiene
t
una jorrnada
laboral dee 40 a 48 ho
oras la semanna, mientrass que el 31%
% de las mujeeres trabaja en
e este interrvalo.
Son los varones
v
los que
q en mayoor cuantía trrabajan más de 56 horass a la semanna, porque 21.6%
de ellos trabaja
t
en esste lapso, mientras
m
que las mujeres solo represeentan el 9.2%
%. Sin embargo,
comparanndo el prom
medio de horras trabajadaas a la sem
mana, los hom
mbres en prromedio trabbajan
entre 40 a 48 horas a la semanaa. Mientras que
q las mujeeres en prom
medio trabajan entre 35 a 39
horas a laa semana. Lo
o cual indicaa que ellas paarticipan meenos en el traabajo producctivo.
El trabajoo reproductiivo estámediido en horass a la semanna dedicada a los quehaaceres dentroo del
hogar y al cuidado
o de personnas de la teercera edad y niños. En
E promediio, la poblaación
seleccionnada en conjjunto destinaa18.8 horas a la semanaa en los queehaceres dom
mésticos; paara el
caso del cuidado dee personas, se empleaenn promedio 17.7 horas a la semanna. Sin embbargo
cuando comparamos el promedioo entre hombbres y mujerees la situacióón es totalmeente distintaa.
71 Por ejempplo, para el caso del cuidado de personas, las mujeres
m
asignnanen promeedio 21 horass a la
semana mientras
m
quee los hombrres 11.5 horras a la sem
mana. Con reespecto a laas horas para los
quehacerres del hogarr, la situacióón se profunndiza, ya quue las mujeres disponenn de25 horass a la
semana a este trabajo
o, en tanto, los hombress solo 7. 5 horas
h
a la semana. Por loo tanto, al suumar
las horas de trabajo doméstico
d
y extradomésstico, entonces las mujerres trabajan en total 85 horas
h
a la semaana. En tanto
o que los hom
mbres trabajaan en total 67
6 horas a la semana.
Si relacioonamos las horas
h
totales de trabajo con
c el nivel de ingresos y tomando en
e cuenta quue los
dos grupos en general tienen unn nivel escollaridad entree secundariaa o preparatooria (enfatizzando
que son las mujeres las que alccanza en maayor medidaa niveles prrofesionales y de postgrrado)
entonces se observa una gran ventaja de loos hombres sobre
s
las mujeres,
m
ya que
q ellas en total
trabajan más
m (doble jornada
j
de trrabajo) peroo reciben meenos ingresoss; pueden alcanzar un mayor
m
nivel escoolar, pero deedican mayoor tiempo al trabajo dom
méstico sin quue éste sea reconocido
r
c
como
un factor fundamentaal para la repproducción de
d la fuerza del
d trabajo y el bienestarr de las famillias.
En la sigguiente partee de la invesstigación se muestran datos
d
del tiem
mpo que deddican hombrres y
mujeres con
c caracterrísticas socioodemográficcas y producctivas especcíficas. Se pretende obseervar
las difereencias existeentes en la designación
d
del trabajo doméstico y la influenccia que tienee por
ejemplo la
l posición o condición en
e el trabajoo, entre otras característiccas.
3.2.Distrribución del trabajo rep
productivo de
d acuerdo al perfil socciodemográáfico
En esta sección
s
se prresentan los datos del tiempo que destinan
d
hom
mbres y mujeeres en el traabajo
productivvo y reprod
ductivo (específicamentee en las tarreas del hoggar antes mencionadas)
m
). Se
tomaron en cuenta vaariables com
mo el estado civil,
c
edad y los años de escolaridad.
En términnos relativoss, entre el mismo
m
grupoo de varoness, aquellos que
q reportaroon vivir en unión
u
libre deddican más tiempo al cuuidado de peersonas, a loos quehacerres dentro del hogar y a las
actividaddes laboraless. Esto impliica que el tootal del trabaajo, tanto prroductivo coomo reproduuctivo
es menorr en los hom
mbres en unióón libre. Parra el grupo de
d mujeres casadas
c
o enn unión libree, las
horas dell trabajo prroductivo y reproductivo son simillares; por ejjemplo, paraa el caso dee los
quehacerres dentro deel hogar tantoo casadas coomo en uniónn libre utilizan 25 horas en promedioo a la
semana, para la jorn
nada laborall las mujerees en unión libre trabajjan solo unaa hora más a la
semana. Los datos in
ndican, entoonces, que laas diferenciaas entre las mujeres cassadas y en unión
u
72 libre no representa variaciones
v
significativaas en su dinnámica: de acuerdo
a
conn los datos de
d la
upos de mujeeres dedican en promedio alrededor de 26 horas más a la sem
mana
brecha, estos dos gru
de trabajoo reproductiv
vo que el gruupo de los varones
v
casaddos o en uniión libre. Porr el contrarioo, las
horas quue el grup
po de hom
mbres dedicca a las actividades
a
laborales es superiorr en
aproximaadamente 11 horas en prromedio a la semana. Esto da cuentaa del impactoo de la inequuidad
en la disttribución dell trabajo repproductivo enntre hombres y mujeres en estos dos estados civviles.
Es de nottar en los daatos de la breecha el impaacto más signnificativo dee esta distribución del traabajo
se presennta en las parejas quee se reportaan como caasadas, lo que puede indicar quee las
desigualddades en la distribuciónn del trabajoo doméstico y cuidados de personass se profunddizan
con el esttado civil, po
orque las muujeres casadaas son el gruupo que más padece esta desigualdadd.
Cua
adro 11. Distribucción del trabajo productivo
p
y reprroductivo entre laas parejas que vivven en el mismo hogar.
h
Promedio de horras a la semana. Por
P sexo y perfil sociodemográfico
s
o28
Años de escolaridad
Edad
Edo.
Civil
HOMBRE
MU
UJER
BRECHA
A
B
C
G
D
E
F
H
(D – A)
(E
E – B)
(F – C)
(H - G)
45.75
11.28
7
18
34.82
20.87
25
45,99
-10,93
9,59
18
27,9
Uniónn Libre
47.06
12.16
8
21
35.77
21.38
25
46.44
-11,29
9,22
17
25,4
14 – 20
2
50.90
10.87
7.997
18.84
33.38
27.03
22.05
49.08
-17,52
1
16,16
14,08
30,24
21 – 30
3
47.28
12.40
7.445
19.85
34.94
24.38
23.39
47.77
-12,34
1
11,98
15,94
27,92
31 – 40
4
46.86
11.45
7.662
19.07
35.03
20.57
25.44
46.01
-11,83
9,12
17,82
26,94
41 – 50
5
45.76
11.34
7.224
18.58
35.24
17.48
25.58
43.06
-10,52
6,14
18,34
24,48
51 – 60
6
45.30
9.23
7.770
16.93
34.88
16.95
25.91
42.86
-10,42
7,72
18,21
25,93
Más de
d 60
43.13
10.46
7.551
17.97
34.98
14.23
25.83
40.06
-8,15
3,77
18,32
22,09
Ninguuno
43.54
10.89
6.995
17.84
33.75
17.22
27.11
44.33
-9,79
6,33
20,16
26,49
Primaaria
45.49
10.44
7.330
17.74
34.80
19.67
26.99
46.66
-10,69
9,23
19,69
28,92
Secunndaria
48.29
10.85
7.332
18.17
35.78
17.45
26.16
43.61
-12,51
6,6
18,84
25,44
Preparratoria
48.32
11.60
7.995
19.55
36.96
21.90
24.45
46.35
-11,36
10,3
16,5
26,8
Normal
Carrerra
Técnicca
Professional
32.19
14.85
9.990
24.75
26.35
20.31
24.24
44.55
-5,84
5,46
14,34
19,8
45.06
12.20
7.773
19.93
35.81
21.41
24.31
45.72
-9,25
9,21
16,58
25,79
43.99
12.64
7.773
20.37
34.15
22.19
21.72
43.91
-9,84
9,55
13,99
23,54
Maesttría
38.54
11.74
7.779
19.53
32.73
23.69
18.47
42.16
-5,81
1
11,95
10,68
22,63
Doctoorado
46.43
17.95
11.04
28.99
28.56
17.77
15.89
33.66
-17,87
-0,18
4,85
4,67
Casaddo
A = D = Duración de la jorn
nada laboral. Trabajo
T
producctivo
B = E = Cuiddado de person
nas
C = F = Quehhaceres domésticos
G = H = Totaal de trabajo reeproductivo (Cuuidado de perssonas más quehhaceres doméstticos) Fuente: Ellaboración proopia con datoss de la ENOE,, 2010
28
En el aneexo se incluyen
n las pruebas de
d hipótesis paara demostrar que la diferencia del tiempoo asignado al trrabajo
reproductivvo y productiv
vo es significaativa en términnos estadísticoss.Estas pruebaas se aplican a la variables de
d los
cuadros 11, 12 y 13.
73 La edad es un facctor importaante en la determinacción de las actividadess productivvas y
nformación de
d CONAPO
O (2009) la primera unióón de las muujeres se da a los
reproducttivas. Con in
21 años en
e promedio
o mientras quue el primerr hijo nacidoo vivo se preesenta a los 22
2 años29. Razón
R
por lo cuual las activid
dades necesaarias para laa manutencióón y cuidadoo de la famillia se increm
menta
en al alreededor de la segunda déccada de edadd.
En el casso que se esstudió, la muujeres entre 14 y 20 añoos de edad, seguidas poor las de 21 a 30
años, sonn las que en realizan un mayor trabaajo reproducctivo. Concreetamente, la brecha exisstente
en este trrabajo entre hombres y mujeres enn el primer conjunto
c
es de 29 horass a la semanna en
promedioo, es decir, son las mujerres en edad reproductivaa las que en mayor mediida llevan a cabo
tanto el cuidado
c
de lo
os hijos com
mo de los queehaceres en el
e hogar.
Para el cuuidado de personas, la mujeres
m
de entre
e
14 y 20 años dediccan 27 horas a la semanna en
promedioo a esta acttividad, los hombres soolo dedican 11 horas aproximadam
a
mente. Confo
forme
aumenta la edad de las mujeres el trabajo que
q dedican al cuidado de personass disminuye pero
aumenta el tiempo que
q destinan a los quehaaceres dentroo del hogar.. Esto se puede ser caussa de
dos situacciones: ya seea porque quue al comiennzo de la terrcera edad, las mujeres dejan
d
de cuidar a
sus propiios hijos/as pero
p
particippan con ciertto tiempo enn el cuidado de los nietoss/as, pero enn este
mismo periodo de ed
dad, al emppezar la vidaa de jubilaciión, hombrees y mujeress permaneceen en
mayor medida
m
en caasa, dejandoo en mayor medida lass responsabiilidad del hoogar a ellass. De
cualquierr manera so
on las mujerres las respoonsables dee llevar a caabo las tareeas reproducctivas
dentro deel hogar, aun
nque se pressentan condiiciones distintas entre diferentes
d
ranngos de edadd (en
las primeeras etapas del
d ciclo de la
l vida reprooductiva de las
l mujeres, cuando naceen las/os hijas/os
o están peequeñas/os es
e cuando el trabajo reprroductivo es mayor).
Es imporrtante señalaar que sea cual sea la edad de loos varones, éstos no presentan cam
mbios
sustanciaales en las ho
oras dedicaddas al trabajoo reproductivvo, por ejem
mplo, los varrones de entrre 20
y 30 años dedican 7..5 horas a laa semana en promedio al
a cuidado de personas, mientras quue los
varones de
d más de 60
6 años tam
mbién destinaan 7.5 horass a la semanna en promeedio en la misma
m
actividadd. Esto quieree decir que la
l variable edad no quebbranta el com
mportamiento de los varoones,
contrariam
mente, para la mujeres esta
e variable determina directamente
d
e su dinámicca de trabajoo.
29
CONAPO
O. ENADID 2009. Principalees indicadores de salud reprooductiva.
74 La última variable del
d perfil soociodemográáfico para ell análisis dee la distribuución del traabajo
t
enn la distribucción del trabbajo reproductivo
reproducttivo es el nivel de escollaridad. La tendencia
es similaar, aunque existen
e
cierttas variacionnes. Por ejemplo, las mujeres
m
que no cuentann con
instruccióón escolar o que tienen solo primarria son las personas que más quehacceres doméssticos
realizan. El total dell trabajo repproductivo es
e mayor paara el grupoo de mujerees que solo tiene
primaria o no tiene instrucciónn escolar algguna. Empeero, el gruppo de mujerres con mayyores
uida la cargga total de trabajo
t
reprooductivo. Paara el grupoo de varoness con
estudios ven disminu
menos añños de escolaaridad la canntidad de hooras dedicadaas al trabajoo reproductivvo total es menor
m
que aqueellos hombrres con mayyores estudiios. En estee mismo teenor las horras dedicadaas al
quehacerr dentro del hogar
h
es cassi constante en cualquierr nivel escollar, por ejem
mplo, los varrones
con prim
maria dedican
n 7.3 horas a la semanaa a estas tareeas, mientraas aquellos con
c nivel escolar
profesionnal destinan 7.7 horas a la semana en promedioo. Ante estoos datos, el hecho de quue se
tenga disttinto nivel de
d estudios no
n implica caambios sustaanciales en laa dinámica de
d la distribuución
del trabajjo. No suced
de lo mismoo para las muujeres, en elllas el efectoo de la variaación en los años
escolaress sobre la disstribución deel trabajo repproductivo es sustancial
Ahora, para
p
el caso de aquellass parejas quue tienen priimaria la brrecha en el total del traabajo
reproducttivo represen
nta 29 horass a la semanaa en promeddio. En particcular, la breccha que exisste en
el cuidaado de peersonas entre hombrees y mujeeres es de
d siete horas y media,
m
impactanndonegativam
mente en elllas. Respeccto a la breecha en loss quehaceress domésticoos se
observa un
u aumento
o de las horras promediio dedicadass a esta tarrea, a saber, la cuantíaa que
representta la brecha es de diecisséis horas a la semana. De nueva cuenta,
c
los hombres
h
deddican
más tiem
mpo al cuidad
do de los hijoos que a los quehaceres domésticos.
d
Existe unn caso que lllama la atencción. Cuanddo las parejass tienen un nivel
n
de docctorado, las horas
h
dedicadass al cuidado
o de personaas es mayor para los hom
mbres que para
p
las mujeeres y respecto a
los quehaaceres domésticos la breecha entre elllos solo es de
d cuatro horras a la semaana en prom
medio,
en términnos agregado
os, la brechaa del total dee trabajo repproductivo solo represennta 4.7 horass a la
semana en
e promedio.. De aquí se desprenden las siguientees preguntass:
1. ¿Q
Qué es lo qu
ue explica la mayor equuidad en la distribuciónn del trabajo reproductivvo en
paarejas con esste nivel de estudios?
e
75 2. ¿E
El salario de estas pareejas es mayoor que el reesto de la población
p
y por ello puueden
coontratar perssonal para quue llevar a caabo las tareaas mencionaddas?
3. ¿E
Existe un mayor connocimiento y concienncia sobre las responsabilidadess de
reeproducción??
En térmiinos generalles se obseerva que la distribuciónn inequitativva del trabaajo reproductivo
depende en gran meedida del nivvel escolar, enfatizandoo que los hoombres partiicipan más en
e el
d los hijoss que en los quehaceress domésticoss. Esta últim
ma tarea se desplaza casi en
cuidado de
exclusivaa a las mujerres.
Por lo tannto, las variaables utilizadas en esta sección
s
dan cuenta de laa influencia que tienen sobre
s
la distribbución del trrabajo produuctivo y repproductivo. Sin embarggo, estas varriables tieneen un
efecto distinto
d
en mujeres y hombres. Para el caaso de las mujeres, loos componeentes
sociodem
mográficos afectan
a
de manera
m
impoortante y dirrecta en lass horas dediicadas al traabajo
señalado,, no es así para los hombres,
h
poorque en toddos los rubros la situaación es sim
milar:
materializzan poco traabajo reproduuctivo y muucho producttivo sin impoortar el nivell escolar, la edad
y el estaddo civil.
3.3.Distrribución del trabajo rep
productivo según
s
la esttructura prooductiva.
En esta sección se presentan datos sobree la probleemática desarrollada a lo largo de
d la
investigación relacionada en estee caso con rubros
r
especcíficos de la estructura productiva.
p
E el
En
cuadro 11
1 se muestran datos de la disstribución del
d trabajo productivo y reproduuctivo
dependiendo de la po
osición en laa estructura productiva,
p
misma que se divide, enn este caso, en la
posición en la ocupaación, rama de la activiidad económ
mica y conddición en la ocupación. Para
contextuaalizar, se deb
be tomar enn cuenta que la poblaciónn ocupada, de
d acuerdo con
c el INEG
GI, es
aquella que
q se relacciona con loos medios de
d produccióón y con laa propiedad de los biennes y
servicios generados en
e el desemppeño del trabbajo de esta población. De
D esta mannera, se clasifican
en trabajadores subo
ordinados y remuneradoos, empleaddores, trabajadores por cuenta proppia y
trabajadoores sin pago
o.
Respectoo al trabajo productivo,, en el gruppo tanto de hombres como de muujeres son los/as
empleadoores/as los que
q destinan más horas a la semana a esta activiidad. Para ell caso del traabajo
reproducttivo total, el
e grupo de varones quue más dediccan tiempo a este trabaajo son aquuellos
76 subordinaados y remu
unerados; parra el grupo de
d mujeres las que en mayor
m
medidaa dedican traabajo
reproducttivo tota son
n las empleaddoras.
Condición de ocupación
Rama de
actividad
económica
Posición en la
ocupación
Cu
uadro 12. Distribución del trabajoo productivo y rep
productivo entre las parejas que viven en el mismo hogar.
medio de horas a la semana. Por sexo
s
y Posición en
n la estructura productiva
Prom
HOMBRE
E
M
MUJER
BRECHA
A
B
C
G
D
E
F
H
(D – A) (E
( – B)
(F – C)) (G – H)
Subordinnados y
remuneraados
Empleadoores
Trabajadoores por
cuenta prropia
Trabajadoores sin
pago
Construcción
Industria
Manufactturera
Comercioo
Servicioss
Agropecuuario
Profesionnales,
técnicos y
trabajadoores del
arte
Trabajadoores de
la educacción
Funcionaarios y
directivoss
Oficinistaas
Trabajadoores
industrialles
artesanoss y
ayudantes
Comerciaantes
Operadorres de
transportee
Trabajadoores en
servicios
personalees
Trabajadoores en
proteccióón y
vigilanciaa
Trabajadoores
agropecuuarios
8
45,88
11,57
7
7,47
19,04
35,42
20,88
23,76
444,64
-10,46
9,31
16,29
25,6
50,5
11,21
6
6,95
18,16
45,04
29,8
20,32
500,12
-5,46
18,59
13,37
31,96
45,1
11,33
7
7,59
18,92
33,07
21,17
27,36
488,53
-12,03
9,84
19,77
29,61
40,63
3
12,66
9
9,14
21,8
35,75
21,32
27,38
488,7
-4,88
8,66
18,24
26,9
43,53
3
10,41
7
7,34
17,75
41,71
23,95
20,93
444,88
-1,82
13,54
13,59
27,13
46,71
11,28
7
7,18
18,46
36,44
20,63
25,38
466,01
-10,27
9,35
18,2
27,55
6
51,86
45,54
4
41,68
8
11,13
12,11
11,04
7,6
77,96
6
6,94
18,73
20,07
17,98
39,24
32,96
28,84
21,34
20,94
19,66
25,72
24,54
28,62
477,06
455,48
488,28
-12,62
-12,58
-12,84
10,21
8,83
8,62
18,12
16,58
21,68
28,33
25,41
30,3
2
42,02
12,82
7
7,93
20,75
36,02
22,31
22,03
444,34
-6
9,49
14,1
23,59
9
28,39
12,88
8,4
21,28
25,14
20,51
23,86
444,37
-3,25
7,63
15,46
23,09
9
49,89
13,24
6
6,74
19,98
39,97
21
19,04
400,04
-9,92
7,76
12,3
20,06
43,84
4
12,43
8
8,16
20,59
38,08
20,31
22,4
422,71
-5,76
7,88
14,24
22,12
5
45,05
11,2
7
7,21
18,41
35,24
20,63
25,83
466,46
-9,81
9,43
18,62
28,05
51,28
8
11,15
7
7,65
18,8
38,58
21,27
26,11
477,38
-12,7
10,12
18,46
28,58
54,3
9,93
7
7,22
17,15
27,68
31,35
21,36
522,71
-26,62
21,42
14,14
35,56
44,82
2
10,61
7
7,82
18,43
32,15
20,97
26,43
477,4
-12,67
10,36
18,61
28,97
61,04
4
10,95
7
7,36
18,31
49,98
19,19
19,31
388,5
-11,06
8,24
11,95
20,19
9
41,09
10,97
6
6,95
17,92
28,16
20,19
28,74
488,93
-12,93
9,22
21,79
31,01
A = D = Duraación de la jorn
nada laboral. Trabajo
T
productivo
B = E = Cuiddado de personas
C = F = Quehhaceres doméstticos
G = H = Totaal de trabajo rep
productivo (Cuuidado de personas más quehhaceres doméstticos) Fuente: Ellaboración prropia con datoos de la ENOE
E 2011
Precisam
mente es en esta posicióón de ocupaación (empleeadores/as) donde la brrecha del traabajo
reproducttivo total ess mayor, a saber,
s
de cassi 32 horas de diferenciia entre hom
mbres y mujjeres,
incidienddo en mayor medida a laas mujeres. Hay
H que teneer en cuentaa que la brecha en del traabajo
productivvo no es cu
uantiosa ya que son soolo cinco hooras más lass que trabajjan los hom
mbres
respecto a las mujerees. Esto indicca que amboos, mujeres y hombres, al
a ser empleaadores/as labboran
77 casi la misma
m
cantidaad de horas a la semana, pero las acctividades dee quehaceress en el hogarr y el
cuidado de
d los hijos se
s destinan en
e mayor vollumen a las mujeres.
Otro aspeecto importaante de este caso en parrticular, es que
q el porcenntaje de hom
mbres superaa por
mucho all porcentaje de mujeres que se susteentan como empleadores
e
s, a saber, el 79% es del sexo
masculino mientras que
q el 21% es
e femenino. Razón por lo cual las horas
h
dedicaddas al cuidaddo de
personas recae en laas mujeres, mismo
m
que representa alrededor
a
dee 30 horas a la semana para
ellas, y soolo 11 horas a la semanaa para ellos.
Este subggrupo de traabajadores, entonces,
e
labbora casi las mismas horras, pero sonn las mujerees las
que dediccan mucho más
m tiempo al trabajo reeproductivo,, razón por lo
l cual las taareas de cuiidado
de personnas y quehaceres doméssticos recae plenamente en las mujeeres, extendiendo su jorrnada
de trabajo por más de
d 90 horass a la semanna en promeedio, mientrras que los varones trabbajan
menos dee 70 horas.
Las parejjas que se manifiestan coomo trabajaddores de cueenta propia presentan
p
sim
milar tendenccia al
subgrupoo anterior, siin embargo,, la mayor brecha
b
se presenta sobrre el tiempoo dedicado a los
quehacerres domésticcos, ya que las
l horas quue dedican las mujeres a estas activvidades es de
d 27
horas mieentras que laa de los hom
mbres represeenta solo 7 horas
h
a la seemana, lo quue implica que
q la
brecha ess de 20 horass a la semanaa en promeddio.
En términnos generalees, los datos de los parejjas con ciertta posición en
e la ocupación indica que
q la
brecha deel trabajo productivo es amplia a causa de que la
l brecha en las tareas del
d hogar o de
d los
quehacerres doméstico
os también es
e amplia, loo que implicaa que las muujeres quedaan subordinadas a
las tareass dentro del hogar indeppendientemennte de las hooras que deddiquen a las horas de traabajo
productivvo.
Por otro lado, de acu
uerdo con el INEGI la actividad
a
ecoonómica es el
e “conjunto de accioness que
contribuyyen a generaar la oferta de bienes y servicios. Se incluyen las actividades del sector
primario para el auto
oconsumo (eexcepto la reecolección de
d leña). Y excluye
e
actoos redistributtivos,
monetarioos o en espeecie, que no suponen unna contribuciión a la oferrta de bieness y servicios”. Se
toman enn cuenta parra este estuudio actividaades económ
micas relacioonadas con la construccción,
manufacttura, comerccio, servicioss y sector agrropecuario.
Para el caaso de la construcción, la proporcióón de hombrres que trabaaja en esta raama de activvidad
económicca es mucho
o mayor quee la proporción de mujeeres que parrticipan en ella.
e
Los varrones
78 representtan el 95% de
d esta poblaación, y el 5%
5 restante son
s mujeres. Sin embarggo, las horass que
dedican a esta activid
dad tanto hoombres comoo mujeres ess similar, poorque los varrones dedicaan 43
horas y las mujeres 41 horas a la semanaa. Empero, el
e cuidado de
d los hijoss queda casii por
completoo a cargo de las
l mujeres.
El caso más extrem
mo se encueentra en el ámbito agrropecuario. La
L brecha total
t
del traabajo
reproducttivo, dado co
omo la sumaa de las activvidades del cuidado de los
l hijos y de
d los quehacceres
del hogarr, es de 30.3
3 horas a la semana en promedio; mismo
m
que indica
i
que los
l hombres solo
dedican a estas dos funciones
f
m
menos
de 18 horas,
h
dividdo en 11 horas para la prrimera funciión y
menos dee seis horas a la segundaa. Esto a pesar de que la brecha del trabajo
t
prodductivo es dee solo
12 horas a la semana. Las mujerees en este ám
mbito extiendden sus activvidades por casi
c 80 horass a la
semana, mientras qu
ue los varonnes sus ocuppaciones se extienden menos
m
de seesenta horas a la
semana en
e promedio..
En términnos generalees, existen diferencias suustanciales entre
e
una ram
ma de actividdad económ
mica y
otra, y enntre hombres y mujeres, siendo el ámbito
á
agropecuario la actividad doonde las muujeres
padecen en mayor medida
m
la deesigual distrribución del trabajo repproductivo. Esta
E
distribuución
inequitatiiva disminu
uye para el caso de loss/as trabajaddores/as quee se encuenntran en la rama
comerciaal.
Ahora bieen, dentro del
d segmentoo de las conddiciones de la ocupaciónn, que es donnde se dividee a la
poblaciónn ocupada en trabajaddores de la educación, oficinistas,, etcétera, una
u
de las más
inequitatiivas distribu
uciones del trrabajo se preesenta cuanddo las parejaas reportan ser
s operadorees de
transportee. Hay que tener presennte que el 99% de los hombres
h
se declara en esta
e ocupaciión y
solo el 1%
% de las mu
ujeres lo maanifiesta así. La brecha del trabajo reproductivo
r
o total repressenta
casi 35.556 horas, do
onde la mayoor parte de éstas son inntegradas poor las horas invertidas en
e el
cuidado de
d los hijos,, que en estee caso es dee 31 horas paara las mujeeres y solo 10
1 horas parra los
hombres,, en tanto lass horas dediccadas a los quehaceres
q
d hogar es de 7 horas a la semana para
del
los hombbres y 21 ho
oras a la sem
mana para laas mujeres. El
E trabajo tootal que las mujeres
m
efecctúan
durante la semana correspondde a la caantidad de 80 horas y de los hombres ess de
aproximaadamente 57
7 horas a la semana,
s
es decir,
d
23 horras menos quue las mujerres. En este caso,
es clara la
l situación de
d desigualddad que las mujeres
m
toleeran, casi toddo el trabajoo reproductivvo es
asigna o ellas.
e
79 Un caso parecido al
a anterior se
s presenta en el ámbiito agropecuuario. Aquí el 75% dee los
trabajadoores son hom
mbres y el 255% son mujeres. Los doss grupos dedican casi lass mismas horras al
trabajo prroductivo, ya
y que la breccha es 12 hooras a la sem
mana, inclusoo el cuidado de los hijos y de
otras perssonas sin ob
btener pago también
t
se reparte
r
con cierta
c
homoggeneidad; sinn embargo, en lo
que respecta a los quehaceres
q
e el hogarr la mujeress emplean veintidós
en
v
hooras a la sem
mana
mientras que los hom
mbres menoos de siete horas
h
a la seemana, por lo
l cual la brrecha del traabajo
productivvo es ampliaa, misma quee alcanza lass 31 horas a la semana. Lo
L que repreesenta un tottal de
aproximaadamente 80
0 horas a la semana loo que las mujeres
m
destiinan al trabaajo productiivo y
reproducttivo. Los hom
mbres destinnan a estos dos
d trabajos 58 horas a laa semana.
Un caso menos severro, pero quee representa la misma deesigualdad, es
e el de los trabajadoress que
se manifiiestan como funcionarios y directivoos. La brechaa del trabajoo reproductivvo es la menoor de
todo el conjunto,
c
qu
ue es de 20 horas a la semana, inttegradas porr el trabajo que realizann las
mujeres, que es de 19
9 horas de quehaceres
q
e el hogar y 21 horas enn cuidados de
en
d hijos. Parra los
hombres el cuidado de los hijos represennta 13 horass (que es laa mayor caantidad de horas
h
dedicadass a esta activ
vidad de torddo el grupo) y siete horas de quehaceeres en el hoogar.
Entoncess, este tipo dee trabajadorees posiblemeente obtengaan un amplioo ingreso lo que les posibbilita
para conttratar person
nal de serviccios domésticos y dedicaarse en mayyor medida al
a cuidado dee sus
hijos.
3.4.Distrribución del trabajo rep
productivo según
s
las coondiciones laborales
En esta sección se deescriben los datos selecccionados de las parejas que
q viven enn el mismo hogar
h
y que labboran, con diistintas conddiciones laboorales, comoo lo son la duuración de la jornada labboral
y el nivell de ingresoss de estas parrejas. Se debbe recordar que
q las variaables utilizaddas son contiinuas
para podder comparaar los promeedios en lass horas de distribución del trabajoo reproductivo y
productivvo relacionadas con las condicioness mencionaddas. En el cuuadro 13 se muestran diichos
valores.
Las mayoores desiguaaldades se presentan
p
enn aquellos/ass trabajadorees/as que laaboran menoos de
quince horas a la seemana, seguuido de aqueellos/as que están ausenntes temporalmente. Paara el
primer caaso, la brech
ha del trabajo reproductiivo se amplíía hasta 32 horas,
h
sienddo los quehacceres
domésticos los que ponderan
p
en mayor meddida esta breccha, ya que las mujeres destinan máás de
31 horas a la semanaa en estas acctividades, mientras
m
quee los hombrees colaboran con menos de 9
80 horas. Aqquí se supo
one que las mujeres al trabajar menos tienen la
l obligación de realizaar un
mayor traabajo dentro
o del propio hogar, ya sea
s de cuidaado de los hijos
h
o del mantenimient
m
to de
éste. Sin embargo, los hombres también están laboranddo menos de
d 15 horas, específicam
mente
solo trabajan 9 horass en promeddio y las muujeres casi este
e mismo tiempo
t
(la brecha
b
de traabajo
productivvo es de 0.6
6 horas a la semana), poor lo cual noo existe razóón real para que las muujeres
realicen mayor
m
trabaj
ajo, tanto prooductivo com
mo reproducctivo. Aunquue unas de las razones es la
desigualddad de génerro.
Un puntoo importantee del análisiss de la duracción de la jorrnada laboraal es que a mayores
m
horaas de
trabajo productivo,
p
menor
m
es la brecha que se genera en
e el trabajoo reproductiivo. Las muujeres
trabajan menos
m
en el hogar y en el cuidado de
d los hijos. Aunque la dinámica dee la participaación
de los vaarones no cambia.
c
Es por
p tanto quue las condiciones laboorales, al menos respeccto al
tiempo que
q dura la jornada labooral, impactaa en mayor medida
m
a las mujeres; existe
e
una mayor
m
heterogenneidad cuand
do las condicciones cambbian, en tantoo que el impacto sobre loos hombres no
n es
Nivel de Ingresos para Ocupados
Duración de la
jornada laboral
consideraable cuando estos factorees varían.
Ausentes temporales
Mennos de 15 horas
De 15
1 a 34 horas
De 35
3 a 48 horas
Máss de 48 horas
Hastta
un
salarrio
míniimo
Máss de 1 hasta 2
salarrios mínimos
Máss de 2 hasta 3
salarrios mínimos
Máss de 3 hasta 5
salarrios mínimos
Máss de 5 salariios
míniimos
No recibe
r
ingresos
Cuadro 13. Distribución del trabajo productiivo y reproductivoo entre las parejaas que viven en el mismo
medio de horas a laa semana. Por sexxo y condiciones laborales
l
hogar. Prom
HO
OMBRE
MUJJER
B
BRECHA
A
B
C
G
D
E
F
H
(D – A)
(E – B)
B
(F – C)
( – G)
(H
0
13,6
8,1
21,7
0
26,3
26,3
52,6
0
18,18
30,88
12,7
9,19 13,9
9
22,9
8,57 23,9
31,2
55,2
-0,62
10,088
32,3
22,22
25,2 13,3
8,2
21,5
24
21,9
27,6
49,5
-1,25
8,64
19,35
27,99
7,94
43,5 11,5
7,4
18,9
42,1 19,4
23,2
42,6
15,79
23,73
-1,42
62,4 10,7
7,1
17,8
61,8 18,8
21,4
40,2
-0,62
8,13
14,34
22,47
35,7
11,6
7,8
19,4
22,9
22,2
29,7
51,9
-12,8
10,644
21,89
32,53
45,7
10,8
7,7
18,5
38
21
25,4
46,4
-7,74
10,244
17,68
27,92
48,4
11,2
7,4
18,5
40,6
20,3
23,3
43,6
-7,75
9,14
15,96
25,1
47,7
11,5
7,3
18,8
37,4
20,4
22,3
42,7
-10,3
8,9
15
23,9
47,4
12,6
7,5
20,1
38,1
20,4
20,5
40,9
-9,34
7,82
13,01
20,83
41,2
11,6
7,8
19,4
35,7
21,3
27,4
48,7
-5,51
9,71
19,56
29,27
A = D = Duuración de la jo
ornada laboral.. Trabajo produuctivo
B = E = Cuuidado de perso
onas
C = F = Quuehaceres doméésticos
G = H = Tootal de trabajo reproductivo
r
(C
Cuidado de personas más quehaceres doméésticos) Fuente: Ellaboración prropia con datoos de la ENOE
E 2011
Un variabble para forrtalecer el arrgumento annterior es ell nivel de inngresos de los ocupadoss. En
aquellos hogares quee solo recibben un salarrio mínimo, la brecha existente
e
tannto en el traabajo
81 reproducttivo como el productivoo es mayor; en
e la brechaa del trabajo reproductivvo, la cantidaad de
horas de diferencia es de 32.53 horas a la
l semana, integradas por
p las horaas dedicadas los
quehaceres doméstico
os, que es dee 22 horas, y el de cuidaados que es de
d 10.6 horaas a la semanna en
promedioo. En este nivel
n
de ingrresos, por loo tanto, las mujeres trabbajan en tottal 85 horass a la
semana, en
e tanto quee los hombrees solo 55 hooras, es deciir, existe una diferencia de 30 horass a la
semana y teniendo como telón de
d fondo quee los dos recciben hasta un
u salario mínimo,
m
peroo uno
solo es el
e que extien
nde su jornaada laboral casi
c el doblee que su conntraparte, enntonces se puede
p
afirmar que
q la situacción de desiggualdad, subbordinación y dependenncia económ
mica del gruppo de
mujeres dentro
d
de esta categoría se agrava.E
El ejemplo quue contrastaa con estos hechos
h
es cuuando
las parejjas reciben más de cinnco salarioss mínimos ya que lass brechas taanto del traabajo
reproducttivo total com
mo de sus reespectivos coomponentes disminuyenn considerabllemente.
Lo anteriior puede reelacionarse con
c el nivel escolar, mismo que deetermina unaa disminucióón de
este trabaajo cuando los años escoolares aumenntan (es de suponer
s
que con un mayyor grado escolar
son mayoores los ing
gresos) Por esto
e
se afirm
ma que las condicioness laborales y sus respecctivas
configuraaciones tamb
bién influyyen de maneera sustanciial sobre lass mujeres: son
s un pilarr que
configuraa la heterogeeneidad en laa distribuciónn del trabajoo reproductivvo dentro de los hogares.
Ahora bien, las cond
diciones sociiodemográficas y produuctivas puedeen configuraarse de tal suerte
que se tennga un pano
orama más coompleto de lo
l que puedee pasar con esta
e distribuución inequittativa
del trabajjo y sus con
nsecuencias. Por ejemploo, si conform
mamos un cuuadro con mujeres
m
con pocos
p
años escoolares (incluso sin instruucción educaativa) que esttén directam
mente vinculaadas a la ram
ma de
actividadd agropecuarria, que ganne menos dee un salarioo mínimo y que tenga más de un hijo,
entonces,, sus condiciiones dentro del hogar see ven sumam
mente agravaadas, ya que es muy probbable
que la maayor parte dee la carga dee trabajo reprroductivo seea determinaada y fijada a ellas, sin peerder
responsabbilidades dentro del trabbajo producttivo ya que necesitan obbtener recurssos para adqquirir
los bienes materiales para la sobrrevivencia, no
n solamentee de las mujeres mismass sino tambiéén de
su familiia; aunado a esto las coondiciones laborales
l
noo contemplaan situacionees en las quue se
pueda conciliar la vid
da familiar y el trabajo productivo,
p
y por lo tantto, la realidaad de las muujeres
en estas circunstancia
c
as se ve emppeorado: mennor bienestaar personal, más
m volumenn de trabajo pero
con la miisma remuneeración, desvvalorizado el
e trabajo quue realiza en casa, a pesaar de que soon las
que en mayor
m
medidaa realizan éstte, menores oportunidaddes de crecim
miento personal, etcéteraa.
82 Bajo estee panorama, el Gobiernoo mexicano ha diseñadoo e implemeentado una serie
s
de polííticas
públicas dirigidas a conseguir la
l igualdad económica,, política y social de los
l mexicannos y
mexicanaas y poder resolver el conflicto de
d la desiggualdad de género e im
mplícitamente la
desigualddad dentro del
d hogar. Poor ello la impportancia de indicar quéé es la igualddad y cómo se
s ha
abordadoo teóricamen
nte desde la postura fem
minista para después expplicitar aqueellos documeentos
que ha heecho patente el Gobiernoo para conseguir dicha coondición.
83 Capítuloo 4. Políticass Públicas soobre el Trab
bajo Reproductivo en México
M
4.1. Introoducción
La idea que
q se generra sobre la supuesta natturaleza quee las mujeres tienen en relación conn su
carácter reproductivo
r
o, las ordenaa por sus cappacidades innnatas para ell cuidado dee los hijos y de la
responsabbilidad (cassi en su tootalidad) sobbre los queehaceres doomésticos. Como
C
lo inndica
Camarena (2003) “Se
“
plantea que las mujeres,
m
porr su papel de madress, se identifican
principalm
mente con laa vida domééstica; ésta las absorbe y restringe sus actividaddes económiccas y
políticas fuera del ho
ogar […], prropiciando que
q desarrolllen una idenntidad como seres privaddos y
hasta pasivos, ya quee lo activo see asocia con la vida pública […]”30
os que el moovimiento feminista
fe
ha realizado en
e torno a laas desigualddades
Los cuesstionamiento
sociales, económicass y sociales, también haan tenido un impacto deentro del ám
mbito familiaar. La
invisibiliddad del trabajo domésticco, entre otrros problemaas, se ha pueesto en tela de juicio y se
s ha
demandado solución.. El Estado es
e un actor central
c
para diseñar e im
mplementar políticas
p
púbblicas
que incenntiven la igualdad en los espacios meencionados.
Bajo estee contexto, las políticass públicas, más
m que sóllo atacar el problema deben
d
de serr una
construccción integraal que tom
me en cuentta las neceesidades socciales, sus capacidades de
transform
mación y porr lo tanto la incesante addaptación soobre los cam
mbios espaciales e histórricos.
Conseguiir acciones colectivas
c
y un
u grado adeecuado de goobernabilidaad está supedditado al corrrecto
diseño dee los mecaniismos para lograr
l
la iguualdad entre hombres y mujeres.
m
Estto conlleva a que
las políticcas públicas deben perciibir la heteroogeneidad dee los entes y contextos innvolucrados..
Es por elllo que la paarticipación del Estado es
e fundamenntal para diccho objetivo,, porque en él se
encuentraan los recurssos políticoss capaces de generar accciones a larggo plazo que permiten dee una
u otra forrma un avan
nce sustanciaal de las muj
ujeres. Huayllupo (1999) describe la participaciónn del
Estado de la siguien
nte manera: “En la medida en que el Estado deesarrolla, orrganiza y ejeecuta
programaas y proyecttos en una heterogénea
h
y compleja estructura innstitucional,, y puesto quue el
poder poolítico es el gobierno paara toda la sociedad y para todos los ciudadaanos, resultaa una
30
CAMAR
RENA, Córdov
va, R. Repensanndo a la familiaa: algunas aporrtaciones de laa perspectiva dee género. El Coolegio
de México.. Estudios Dem
mográficos y Urbanos.
U
Vol. 18, No 2 (53), 2003
2
84 necesidadd política e ideológicaa que maniifiesta y leggitima susaactividades como
c
neutrras y
racionalees. Asimismo
o, en el presente se le aggregan otras característiccas: la equiddad y la iguaaldad,
libres de ponderacion
nes y valoraaciones de supuesto
s
privvilegio com
mo requisitos de toda política
estatal”31.
En México, durante la década de
d los novenntas, surgierron importanntes cambioos referentess a la
construccción de políticas dirigiddas hacia la igualdad dee género. Dee acuerdo con
c el CEAM
MEG
(Centro de
d Estudios para el adelanto de lass Mujeres y la Equidad de Género de la cámarra de
diputadoss) en ésta década se generó connocimiento enfocado a diseñar poolíticas púbblicas
enfocadas en los pro
oblemas de las mujeress, sustentanddo con ello el enfoque de Mujer en
e el
Desarrolllo (MED) y Género enn el Desarrollo (GED): “La inclussión de las mujeres enn los
diagnóstiicos y pronó
ósticos de política pública en Méxiico se ha daado de manera recientee, los
marcos innterpretativo
os de ésta deefinen la resppuesta del Estado
E
a las necesidades
n
de las mujeeres a
3
través dee determinad
das líneas dee actuación32
”. Ya paraa el siglo XX
XI, se instituucionalizaroon las
acciones sobre la igu
ualdad de géénero. En ell año 2000 se
s elaboró laa ley de paraa la creaciónn del
INMUJE
ERES y se estableció
e
el PROIGUA
ALDAD 20000-2006. Assí mismo see implemenntó el
y en
enfoque de
d transversalidad dentrro del gobierrno federal y su aplicación a nivel subnacional
s
empresass privadas. A fin de relaacionar el suurgimiento de
d políticas públicas coon perspectivva de
género, en
e las siguien
ntes seccionees se revisarrá una serie de
d documenttos con esta perspectiva pero
que abordden en especcífico el probblema de la inequitativa
i
distribuciónn del trabajo reproductivo. Se
esbozará cómo se enttiende el prooblema de laa desigualdadd y la manerra en que se propone resoolver
flicto; y podeer observar las limitacionnes y alcances de las pollíticas analizzadas.
este confl
4.2. Polítticas Pública
as para la iggualdad de Género.
4.2.1. Plaan Nacionall de Desarroollo 2007-20012.
El plan rector que su
ustenta el disseño de polííticas es el Plan
P
Nacional de Desarrrollo (PND), que
tiene com
mo finalidad
d establecer los objetivoos nacionalees, las estrattegias y las prioridadess que
deberán regir
r
la acciión del gobiierno. También, establecce los objetiivos y estrattegias nacionnales
que seránn la base paara los proggramas sectooriales, espeeciales, instiitucionales y regionaless que
31
HUAYL
LUPO, Alcázarr J. Las políticas públicas enn un contexto de
d privatización de la prácticca social del Estado.
E
UNAM, Reevista Mexican
na de Sociología, Vol. 61, Noo. 4, 1999
32
CEAME
EG. La incorpo
oración de las políticas de iggualdad de génnero en los poderes del Ejeccutivo, Legislattivo y
Judicial. Cáámara de Dipu
utados, Méxicoo, 2008. Pag. 3--6
85 emanan de
d éste. Seeestructura enn cinco ejes rectores, loos cuales esttán definidos de la siguuiente
manera:
I.
Esstado de derrecho y segurridad.
II.
Ecconomía com
mpetitiva y generadora
g
d empleos.
de
III.
Iggualdad de oportunidades.
IV.
Suustentabilidaad ambientall.
V.
D
Democracia
efectiva
e
y poolítica exterioor responsabble.
Para el caso
c
particu
ular de esta sección, el análisisse centra en el eje rector III, mismoo que
consideraa subtemas como
c
la Iguualdad entre hombres y mujeres, grrupos vulnerrables y Fam
milia,
niños y jóvenes. Den
ntro de estoss subtemas, en específicco, en el diaagnóstico parra las propuuestas
de estrateegias de aten
nción y la iggualdad entre hombres y mujeres, see indica quee “ni las leyees, ni
las convvenciones so
ociales, ni la sociedadd en generaal reconocieeron debidaamente el papel
p
fundamenntal que la mujer emppezaba a deesempeñar cada
c
vez máás destacadaamente. Muuchas
mujeres empezaron
e
a cumplir unn doble papeel en el espacio vital de la sociedad mexicana: como
c
madres al
a frente dee las necesidades de suus hijos y como proveeedoras de sus hogaress, en
conjuncióón con sus maridos
m
o sinn ellos” (PND
D, 2007: 2100).
La consiideración so
obre la doblle jornada de
d trabajo que
q las muj
ujeres realizaan, es un punto
p
importante para el diseño de políticas
p
púúblicas, porqque de inicio se tomann en cuentaa las
mpo y espaacio) y subjjetivas que conlleva laa sobrecargga de
dificultaddes materialles (de tiem
responsabbilidades que las mujerees padecen.
Sin embargo, en esste documennto rector de
d la planeaación en México
M
se aprecia
a
un sesgo
s
esencialissta sobre el trabajo reprroductivo dee la mujeres, porque se da por hechho que las taareas
dentro deel hogar son responsabiliidad exclusiva de las muujeres, en el mismo docuumento se seeñala
que: A partir
p
de ello
o es posible que los hijoos se formenn y se desarrrollen, así como
c
tambiéén es
posible que
q el trabajo, la políticaa y la culturra prosperenn en la vida social del país
p (PND, 2007:
2
210). Porr lo tanto, see deja de laddo en gran parte
p
que loss hombres taambién puedden efectuarr esta
responsabbilidad.
86 De acuerrdo con el objetivo
o
16, en este tem
ma se proponne eliminar cualquier
c
disscriminaciónn por
motivos de
d género y garantizar la
l igualdad de oportuniddades entre hombres y mujeres.
m
Estto en
términos generales, particularizando la esttrategia 16.22 indica quue es necesaario “desarrrollar
actividaddes de difussión y divullgación sobrre la imporrtancia de laa igualdad entre mujerres y
hombres,, promoviend
do la eliminaación de esteereotipos esttablecidos enn función deel género”. Desde
D
la infancia se debe de
d incidir soobre la impoortancia quee los derechos que tantoo hombres como
c
t
lo cuaal implica la eliminaciónn de la suborrdinación eqquiparando las capacidaddes y
mujeres tiene,
obligacioones en las taareas doméstticas.
Hasta estte punto, se pretende poor medio de la informaciión y transfoormación dee la cultura, crear
un puntoo de equilib
brio en los derechos y obligacionnes dentro de la esferra familiar. Los
quehacerres del hogaar deben realizarse tantoo por hombrres como poor mujeres. Sin embarggo, se
debe efecctuar un anáálisis de las acciones cooncretas quee se han estaablecido parra transform
mar la
visión bioologista y qu
ue ha dañadoo considerabblemente las oportunidaddes de desarrrollo personnal de
las mujerres.
Como enn las dos an
nteriores pollíticas públiccas, en éstaa se impulsaa las acciones a favor de
d la
igualdad en el plan
no económiico, así la estrategia 16.6
1
tiene como
c
objettivo “facilitaar la
integracióón de la mujer
m
al merrcado laboraal mediante la expansióón del sisteema nacionaal de
guarderíaas y estanciaas infantiless”. Lo anterrior pretendee, como en los anteriorres casos, quue el
cuidado de
d los hijos no
n sea un obbstáculo paraa el pleno deesarrollo de las mujeres;; en este punnto se
han tomaado en cuen
nta la condición de los hombres, que
q en ocassiones son padres
p
solterros y
necesitann de este serv
vicio.
La desiguualdad en esste caso es causada porr la falta de oportunidaddes que imppactan de maanera
directa enn el desarrolllo económico de las mujeres
m
comoo seres indivviduales. La intervenciónn del
Estado es esencial, ya
y que es un
u punto de apoyo paraa generar unn abanico dee posibilidaddes y
eliminar las barreras históricas que
q les han impuesto soocial y polítiicamente a las
l mujeres. Hay
que menccionar que no
n solo su intervención
i
debe estar acotada al anterior
a
punnto, sino tam
mbién
debe de participar
p
en
n modificar las caracteríssticas del meercado y partticularmentee las del merrcado
laboral para
p
lograr laa igualdad. Como lo heemos expuessto, la desiggualdad se reproduce
r
poor un
sistema el
e cual está in
ntegrado, enn una parte, por
p el mercaddo[laboral].
87 Sin embaargo, las accciones conccretas reflejadas en el PND para disminuir laas desigualddades
dentro dee la familia se remiten a la concienntización y al
a mejoramiiento en la esfera
e
laboraal. Si
existe soolo una pollítica públicca, como loo es la pretensión de modificar culturalmentte la
subordinaación de las mujeres, no se estánn tomando en cuenta muchas
m
otraas variables que
impactann y contribuy
yen a la desigualdad, como
c
por ejemplo la edducación y la edad. Enn este
tenor, la igualdad de oportunidaddes no es unna condiciónn suficiente para
p
encontrar igualdad en el
hogar.
4.2.2. LeyGeneral para la Igualldad entre Mujeres
M
y Hombres
H
l principalles políticas que se diseñaron paraa alcanzar ell objetivo de
d igualdad entre
Una de las
hombres y mujeres es
e la Ley Geeneral para la Igualdad entre Mujerres y Hombbres, expedidda en
2006, poor el entoncees Presidente Vicente Fox
F Quezadaa. Esta Ley tiene “por objeto reguular y
garantizaar la igualdaad entre muujeres y hoombresy prooponer los lineamientos
l
s y mecanissmos
institucioonales que orienten
o
a laa Nación haccia el cumpllimientode la
l igualdad sustantiva
s
enn los
ámbitos público
p
y priivado, promooviendo el empoderamie
e
ento de lasm
mujeres” (verr artículo 1).
La Políticca Nacional en materia de igualdadd establece acciones paraa alcanzar laa igualdad deentro
de las essferas señalladas por Inncháustegui,, como la esfera
e
econóómica, políttica, social y la
inclusiónn de aspectoss culturales. Lo anterior se basa en mecanismos
m
de acciones afirmativas o de
igualdad de oportun
nidades, así como de innstrumentos de transverrsalidad. Dee acuerdo coon el
artículo 17,
1 la planeaación presuppuestal debe incorporar la perspectivva de géneroo, para apoyyar la
transversalidad y prrevea el cum
mplimiento de los proogramas, prooyectos y acciones
a
parra la
igualdad entre mujerres y hombrees. Para estee fin se crearron los instruumentosde Política
P
Nacional
en Materiia de Igualdaad los cualess se resumenn en:
1.
El Sistema Nacional para
p la Igualdad entre Mujeres
M
y Hom
mbres.
2.
El Program
ma Nacionall para la Igualdad entre Mujeres
M
y Hombres.
H
3.
La Observ
vancia en maateria de Iguualdad entre Mujeres y Hombres.
H
Lo anteriior tiene com
mo sustento la falta de em
mpoderamieento de las mujeres
m
así como
c
de actoos de
discriminnación por razones
r
de sexo;
s
aunquee no se debbe olvidar quue existen característica
c
as de
índole sociodemográfica que inciiden en objetivar estos actos.
a
88 La igualddad en las essferas estruccturales perm
mitirá eliminnar estereotippos tanto en el plano priivado
como en el público. Sin embarggo, se debe hacer
h
hincappié en la fallta de instrum
mentos legaales e
institucioonales relativ
vos a esta Leey que incurrran en dism
minuir la desiigual distribuución del traabajo
doméstico. Se apuestta al hecho de que el em
mpoderamieento en el esspacio econóómico, polítiico y
social es el punto de apoyo para que se elimiinen desiguaaldades dentrro del hogar; pero no se hace
explicito el mecanism
mo por el cuual la particippación de loos hombres en
e las actividdades doméssticas
sea mayoor.
Por ejem
mplo, en el pllano económ
mico se preteende alcanzaar la igualdaad en la esferra productivva así
como el impulso dee liderazgoss igualitarioos, es decir, eliminar la
l segregaciión ocupaciional.
Además se contemp
pla la incorpporación de más ciudaddanos al sistema educattivo nacionaal, al
mercado de trabajo, ya sea en el
e ámbito privado
p
o enn la Administración Púbblica Federaal. El
l esfera prooductiva es la
l certificación en materria de
instrumennto base parra lograr la igualdad en la
igualdad en la depend
dencia que así
a lo logre: “Establecer estímulos y certificadoss de igualdadd que
se conceederán anuaalmente a laas empresass que hayann aplicado políticas y prácticas en
e la
materia”((Artículo 34).
Empíricaamente se ob
bserva que dichos
d
estím
mulos no hann sido elemeentos de sustancial ayudda, la
segregaciión ocupacio
onal continúúa, el difereencial salariaal se ha maantenido, etccétera. Un punto
p
importante de estos mecanismoos para inceentivar y appoyar la iguualdad es quue no incluyye la
desigualddad en el ám
mbito domésttico. Como se
s mencionó anteriormennte, se impone la perspeectiva
de que sii se alcanza la igualdadd en la esfera productivaa se da por automático a igualdad en la
esfera repproductiva. En la esferaa política se busca una participación
p
n equitativa para la tom
ma de
decisionees políticas y socioeconóómicas (ver artículo 35). En este puunto la transvversalidad ess una
de las basses que se esstablecen parra alcanzar dicho
d
objetivvo.
Buscar laa igualdad dentro
d
del plano
p
sociall quizá sea el mecanism
mo que coaadyuva de mejor
m
manera a la equidad dentro del hogar,
h
porquue de acuerdo al artículoo 38 una de las
l acciones para
este fin es
e promover campañas nacionales para concieentizar la participación por igual en
e la
atención de las perrsonas depeendiente de hombres y mujeres; que en esste caso serrá la
participacción equitatiiva de las parejas que viven
v
en el mismo
m
hogaar respecto al
a cuidado de
d los
hijos o dee otras perso
onas como soon las de la tercera
t
edad..
89 Por lo taanto, en térm
minos generales, la iguual distribucción de las tareas dom
mésticas seráá una
consecueencia de la ig
gualdad en la
l estructuraa económicaa, política im
mpulsada porr mecanismoos de
transversalidad y de igualdad de
d oportuniddades. Sin em
mbargo, conncretamente no ha diseeñado
d corregir las desigualddades
algún insstrumento esspecífico quee incluya loss mecanismoos propios de
dentro deel hogar.
4.2.3. Proograma Naccional de Iggualdad
Un mecannismo que se desprende de esta ley es el Prograama Nacionaal de Igualdaad entre Hom
mbres
y Mujerees llamado PROIGUALD
P
DAD. Es unn programa especial quee engloba laas acciones de la
Administtración Pública Federal en el marco del Plan Naacional de Desarrollo
D
20007-2012 (PN
ND),
que conttribuye al lo
ogro de loss objetivos, estrategias y prioridaddes nacionales. Uno dee los
objetivoss de este Programa es reoorientar el trrabajo de poolítica públicca hacia la trransformacióón de
la socieddad con justicia, equidadd de género y respeto a los derechoos humanos de
d las mujerres33.
Este Proggrama diseñó
ó siete objetiivos estratéggicos mismos que se resuumen de la siguiente
s
mannera:
1.
O
Objetivo
Estrratégico unoo: Institucionnalizar una política trannsversal conn perspectivva de
géénero en la Administraci
A
ión Pública Federal
F
y coonstruir los mecanismos
m
para contribbuir a
suu adopción en los Podeeres de la Unión,
U
en loos órdenes de gobiernoo y en el sector
prrivado.
2.
O
Objetivo
Estrratégico dos: Garantizarr la igualdadd jurídica, loos derechos humanos de
d las
m
mujeres
y la no
n discriminación en el marco
m
del Esstado de Derrecho.
3.
O
Objetivo
Estratégico tres:: Garantizar el acceso dee las mujeres a la justiciia, la seguriddad y
laa protección civil.
4.
O
Objetivo
Estrratégico cuaatro: Garantiizar el acceeso de las mujeres
m
a unna vida librre de
viiolencia.
5.
O
Objetivo
Estrratégico cincco: Fortaleceer las capaccidades de laas mujeres para
p
ampliar sus
opportunidadess y reducir laa desigualdaad de género.
6.
O
Objetivo
Estrratégico seiss: Potenciarr la agencia económica de las mujjeres a favoor de
m
mayores
oporrtunidades paara su bienesstar y desarrollo.
33
INMUJE
ERES. Política Nacional de Iggualdad entre Mujeres
M
y Hom
mbres. Balance y perspectivass
90 7.
O
Objetivo
Estraatégico sietee: Impulsar el
e empoderam
miento de laas mujeres, su participaciión y
reepresentación
n en espacios de tomaa de decisiónn en el Esttado y consolidar la cuultura
deemocrática.
Al margeen de los sieete objetivoss estratégicoos, la investiigación se centra en exaaminar lospuuntos
cinco y seeis. La razón
n radica en la línea seguiida a lo largoo de la invesstigación, a saber,
s
la desigual
distribuciión del trabaajo domésticco. En este trrabajo se connsidera que una
u de las caausas por lass que
existen efectos adverrsos al bieneestar y desarrrollo de las mujeres es precisament
p
e la privacióón de
oportuniddades traduccidas en la imposición social de laas responsabbilidades dee ellas sobree los
quehacerres domésticcos. En nuestra sociedaad, donde unn gran núm
mero de mujjeres ingresaan al
mercado de trabajo, pero
p
no se han
h desligaddo del trabajoo reproductiivo, se languuidece el abaanico
de oportuunidades, lim
mitando la inntegración a las
l esferas estructurales antes menciionadas.
Por lo taanto, escrutar los mecannismos para incrementarr las capaciddades y poteenciar la ageencia
económicca de las mu
ujeres permiitirá visualizzar si éstos permiten inncorporar unna perspectivva de
igualdad dentro de laa familia, sobbre todo en las tareas disscutidas.
En térmiinos generalles, el Progrrama se enffoca a dism
minuir las brrechas de deesigualdad en
e el
desarrolloo de las capaacidades inddividuales y colectivas inndependienteemente del sexo,
s
mediannte la
creación y fortaleciimiento de condicioness que perm
mitan a las mujeres accceder de forma
fo
igualitaria a los serviicios básicoss de educaciión y salud, a la obtenciión de crédittos, a la teneencia
de la tierrra, a las opo
ortunidades productivas
p
a como el acceso a em
así
mpleos, con objeto
o
de meejorar
las condiiciones de vida
v
de las mujeres
m
y cooadyuvar a la
l superaciónn de la pobrreza. El objetivo
estratégicco 5 del PRO
OIGUALDA
AD contribuyye al cumplimiento del Eje 2, objettivo: 7, y deel Eje
3, objetivvos: 1, 4, 6, 8,
8 9, 10, 12, 13, 14, 16, 17,
1 18 y 19 del
d PND.
El anterioor párrafo da
d cuenta de la inexistenncia de un pronunciami
p
ento sobre la
l igualdad en el
terreno reproductivo
o; sobre este
e
diseño existe im
mplícitamentee el supueesto de quue el
fortalecim
miento de laas condicionees en el ámbbito productiivo y de un mejor horizzonte educatiivo y
de salud (entre ellos la reducciónn de las mueertes prenataales) son lass bases sustaanciales sobrre las
cuales see constituye la igualdad. Por lo quee las líneas de acción see enfoccan en incentivaar las
acciones positivas y la
l igualdad de
d trato.
p incorporrarse plenam
mente
El objetivvo estratégicco 7 se centrra en la elimiinación de laas barreras para
a la esferra económicaa, así como de
d alcanzar los
l beneficioos que subyaacen de este plano: “En 2008
91 el INMU
UJERES, en
n coordinacción con la STPS, innstrumentó el Program
ma Igualdadd de
Condicioones Laboraales: contra la segregacción y el hostigamien
h
to sexual, que tiene como
c
propósitoo impulsar laa igualdad enn los ingresoos y en las coondiciones de
d trabajo”34
Bajo estaa perspectiv
va, la igualddad en el terreno econóómico, sobree todo facilitar el acceso al
trabajo productivo,
p
es
e un catalizzador para incrementar la toma de decisiones de la familiia; se
advierte que
q los com
mponentes esstructurales subordinan
s
a los elemenntos privadoos e individuuales.
Otorgar mecanismos
m
s para facilittar la agenccia económica de las mujeres
m
a traavés de acciiones
afirmativvas y de iguaaldad de tratoo incide de manera
m
direccta sobre las conductas dentro
d
del hoogar.
Dentro dee estameta, existe
e
un seccción destinada a la connciliación enttre la vida faamiliar y labboral.
Aquí se manifiesta
m
que
q “la inserrción de las mujeres enn el sector laaboral requieere de difereentes
apoyos destinados
d
a la sustitucióón del trabajo no remuneerado, sobree todo en lo que concierrne al
cuidado de
d niñas/os, adultos mayyores y persoonas enfermaas”35
Para logrrar este prop
pósitose estabblece un sistema de guaarderías, missmas que appoyan a maddres y
padres soolos con hijo
os hasta de cuatro años. También se
s pusieron en
e marcha los programaas de
Escuelas de Tiempo
o Completoo, que perm
mite a madrres trabajadooras dedicaarse a las taareas
laborales con meno
os presioness. En este punto se asume
a
que las mamás son las únnicas
responsabbles de las tareas del cuidado,
c
lo que significca entonces un sesgo esencialista
e
e el
en
diseño dee este políticca.
Empíricaamente estoss mecanism
mos no hann mitigado la desigual distribucióón de las taareas
domésticas. Por un lado, las cifras
c
indicaan que las mujeres
m
deddican menor tiempo enn las
mbres, y por el otro lado, son estos últimos
ú
lo quue dedican menor
m
actividaddes laborales que los hom
tiempo a los quehaceeres doméstticos y al cuuidado de loos hijos, inviirtiendo mayyor tiempo en
e la
esfera prooductiva.
Los dos objetivos
o
meencionados se orientan en lograr laa igualdad macro
m
social--económica entre
hombres y mujeres. La
L desigualddad en al ám
mbito familiarr es considerada como una
u consecueencia
directa dee la falta de empoderam
miento de las mujeres, com
mo algo quee le competee a ella, al ám
mbito
privado; los problem
mas subyacenntes a la deesigualdad enn la familiaa se proponee corregirloss con
acciones que incenttivan la iguualdad de oportunidade
o
es, en térmiinos de saluud, educacióón y
34
35
INMUJE
ERES. Política nacional de iggualdad entre mujeres
m
y hombbres. Ob. Cit.
Ibídem.
92 autoemplleo. Sin emb
bargo, no exxiste objetivoo alguno quue incida de manera direecta en atenuuar y
resolver los
l conflicto
os generadoss al interior de
d la familiaa. Mismo quee puede ser el
e origen, y no la
causa, dee una seriee de dispariidades que se presentaan en los luugares de trabajo.
t
La idea
esencialissta36 sobre las capaciddades exclussivas de lass mujeres de
d cuidar a otras persoonas,
incluidoss los hijos, ha
h trasgrediddo su potenncial para ell trabajo rem
munerado; see ha limitaddo su
participacción en este ámbito, trayyendo consiggo una serie de consecueencias adversas, entre elllas la
segregaciión ocupacio
onal y la desigualdad en los salarios..
4.2.4. Ley
L del Instittuto Nacion
nal de las Mujeres
M
De acuerrdo con el arrtículo cuatroo de esta Ley el INMUJJERES tienee como objettivo “promovver y
fomentar las condiciiones que posibiliten laano discriminación, la igualdad de oportunidaddes y
detrato entre
e
los gééneros; el ejercicio plleno de toddos losderecchos de lass mujeres y su
participacción equitatiivaen la vidaa política, cuultural, econóómica y sociial delpaís”
Es imporrtante menciionar la Leyy que rige a este Instituuto, porque en
e este últim
mo depositaan las
responsabbilidades qu
ue el Gobiernno tiene en materia
m
de igualdad
i
de género en toodos los ám
mbitos
mencionaados. Ademáás, debe velaar por hacer cumplir los derechos coonstitucionalles y humanoos de
las mujerres y hombrees, de los traatados internnacionales a los que Mééxico está coomprometidoo, sin
olvidar laa promoción
n, ejecución dentro
d
de lass dependenccias de la AP
PF, seguimieento y evaluaación
de políticcas públicas que fomenteen la igualdaad (artículo 6).
6
Empero, por sí mism
ma la Ley que rige al INM
MUJERES no
n proporcioona elementoos que apoyyen la
p
fuunción es laa de delegaar y ordenaar las
igualdad en las tareeas reproduuctivas, su principal
e
Institutoo debe llevaar a cabo enn materia de
d igualdad entre
responsabbilidades y tareas que este
hombres y mujeres, así como de
d otros facctores que implica
i
la relaciones
r
soociales entree los
ciudadanos. Por lo taanto se debe proponer laa creación unn organismoo gubernamental (inclusoo con
la particippación de acctores privaddos) que se encargue
e
de diseñar, impplementar y evaluar polííticas
públicas dirigidas a laa igualdad, y los temas subyacentes,
s
, dentro de loos hogares.
36
“Discursso Feminista que
q presupone o defiende unna esencia com
mún de las mujjeres, perceptibble en su psiquue, su
fisiología, sus actos, su
us produccionees. Una posiciión que asentaría la existenncia de una naturaleza
n
fem
menina
diferente/oppuesta a una naturaleza
n
maasculina” (Olivvares, 1997: 455)” Citado porr Hernández, Virginia. ¿Poddemos
hablar de un
u feminismo postmoderno?
p
Revista Grafffylia: Revista de
d la Facultad de Filosofía y Letras (Benem
mérita
Universidaad Autónoma de
d Puebla). Añoo 2003, numeroo 1.
93 Con estaas leyes eleementales enn materia de
d igualdad de género se desprendde una seriie de
accionesyy medidas reelacionadas con
c la violenncia en conttra de la mujer, con la saalud, educaciión y
en generaal con el adeelanto de las mujeres en las
l esferas estructurales..
4.2.5. De
D la Cámarra de Diputaados. Comissión de Equidad y Géneero.
En este sección, se esbozan lass propuestass que los Diputados
D
haan efectuadoo en relacióón al
problemaa de la desiigualdad de género, conn el fin de presentar loos avances consideradoos en
materia de
d igualdad en
e la esfera reproductiva. Con basee en el artícuulo 30 de la ley orgánicca del
Congresoo General dee los Estadoss Unidos Meexicanos se constituye
c
como un orgaanismo aproobado
por el pleeno que, a través de la elaboración de dictámennes, informees, opiniones, o resoluciiones
contribuyyen a que la cámara cum
mpla sus atribbuciones connstitucionalees y legales. Por este mootivo,
el quehaccer legislativ
vo de las y los integranntes de esta comisión,
c
tieenen como punto princcipal,
buscar ell adelanto dee las mujerees, el desarroollo de sus capacidades,
c
, el respeto a sus derechhos y
sobretodoo la igualdad
d de oportunnidades y libeertades tantoo para mujerees como parra hombres.
Sobre lass leyes, refo
formas e iniiciativas esppecíficas relaacionadas con
c el trabajjo domésticco, la
Comisiónn presenta lo
os siguientes avances:
•
M
MINUTAS.
Ninguna.
•
I.
IN
NICIATIVA
AS
Estatus: Pend
diente
Fecha de presentación: 01 de octuubre de 20099. PRI
Proteger a la maternidad por la vía natuural o por adopción. Establecer que las maadres
trabajadooras tendrá
án entre otrros derechoos, el disfruute de un descanso de
d seis sem
manas
posteriorres a la adop
pción; la próórroga de loss periodos de
d descanso por
p el tiempoo necesario en el
caso de que
q se encueentren impossibilitadas paara trabajarr por la adoppción; y el regreso
r
al puuesto
que desem
mpeñaban, siempre
s
que no haya trannscurrido más
m de un añoo de la fechaa de la adopcción.
Decreto
l artículos 165 y 170, fracciones
f
III, III y VI, de la Ley Fedderal del Traabajo,
Único. See reforman los
para queddar como sig
gue:
94 Articulo 165. Las modalidades
m
s que se coonsignan enn este capítuulo, tienen como proppósito
m
p la vía natural
por
n
o porr adopción.
fundamenntal, la proteección de la maternidad
Artículo 170. Las maadres trabajaadoras tendráán los siguieentes derechoos:
...
Disfrutarrán de un deescanso de seis semanaas anterioress y seis possteriores al parto, y dee seis
semanas posteriorees a laadop
pción, paraa aquellas que
q
por diicha vía, seea madres. Los
o a que se reefiere la fracción anterioor se prorroggarán por el tiempo
t
neceesario
períodos de descanso
en el caso de que se encuentren imposibilitaadas para traabajar a caussa del embaarazo, del paarto o
por la ad
dopción.
...
A regresaar al puesto que desemppeñaban, siem
mpre que noo haya transscurrido máss de un año de la
fecha dell parto o de laadopción
l
II.
Estatus: Pend
diente
Fecha de presentación: 15 de octuubre de 20099. PAN
Adicionar un Capíttulo Cuarto Bis, denom
minado (LE
EY) “De la Igualdad entre
e
Mujerres y
Hombress en las Obliigaciones Faamiliares”. Considerar como objetiivos de la política
p
nacioonal:
evaluar y proponer reformas a la legislacióón respecto a los derecchos y respoonsabilidadees de
mujeres y hombresco
omo progenitores; promoover el conccepto de las responsabili
r
idades familliares
compartidas y erradiicar las diviisiones del trrabajo domééstico sobre labase de la
l igualdad entre
e
mujeres y hombres.. Establecerr que las autoridadess encargadaas de la política
p
naciional
m
desarrolllarán entre otras acciooneslas siguuientes: estaablecer los mecanismoss para la mejor
distribuciión de las reesponsabiliddades de mujjeres y hombbres respectoo de la famillia encondiciiones
de igualddad; impulsa
ar la capaccitación de los
l progenittores sobre los mecanissmos que exxisten
to de
para el cumplimiento
o y lacorrespponsabilidadd en el cuidaado, la proteección y el mantenimien
m
r
la cooperación
c
y el intercaambio de infformaciónpaara lograr quue la
los hijos e hijas; y reforzar
ncluya una comprensión
c
n adecuada de la materrnidad y la paternidad
p
c
como
educación familiar in
s
y el reeconocimientode la responsabilidadd común de hombres
h
y mujeres
m
en cuuanto
función social
a la educcación y al desarrollo
d
dee sus hijos.
III.
Estatus: Rech
hazada
95 Fecha de presentación: 15 de octuubre de 20099. PRD
Estableceer que el tra
abajador que sea padree disfrutará de una licenncia con gocce de sueldoo por
paternidaad de 10 día
as naturales,, a partir deela fecha de nacimiento de su “hijaa o hijo” o antes
a
del nacim
miento. Prevver que las trrabajadorass y trabajadoores que adoopten “niño oniña”, tam
mbién
disfrutaráán del citad
do permiso o licencia, contados
c
a partir
p
de quee la adopcióón sea acorrdada
por senteencia definiitiva.Otorgarr licencia de
d 6 semanaas al padree en caso de
d que la madre
m
fallezca, a consecueencia del paarto. Sancioonar al patrrón que viole lasnormaas que rigenn las
responsabilidades fam
miliares y ell trabajo de los menores.
hazada
Estatus: Rech
IV.
Fecha de presentación: 23 de febrrero de 20100. PRD
Modificar la denomin
nación del tíítulo quinto para
p
quedarr como “Traabajo de las Mujeres y de
d las
Responsaabilidades Familiares”
F
(ley federaal del trabajjo).Explicitaar que las modalidades
m
s del
citado título tienen en
ntre otro proopósito, la coonciliación de
d las responsabilidadess familiares para
lastrabajadoras y tra
abajadores. Prever quee las madress trabajadorras que tenggan hijas o hijos
ón básica, poodrán acorddarcon el paatrón horarioos flexibles. Establecer como
c
cursandoo la educació
derechos de las mad
dres trabajaadoras, el obtener
o
licenncia en su trabajo para atender alhijo
a
enfermo, sin que estee hecho ponnga en riesgoo su estabiliidad en el em
mpleo. Establecer que no
n se
reputaránn como falta
as aquellas enque
e
la trabbajadora tennga que auseentarse paraa atender asuuntos
o trámitees escolares que sean juustificados por la trabajaadora o preeviamenteaviisados al paatrón.
Sancionaar al patrón que
q viole lass normas rellativas al traabajo de las mujeres y reesponsabiliddades
familiarees y las quereegulan el traabajo de los menores.
•
PROPOSICIIONES
9 Punto de acuuerdo por el quee Fecha de
se exhorta a lass autoridades
presentación:: 24-Marzocorrespondientees del Gobierno 2010
Federal, de los Gobiernos de lo
os
Estados y del Distrito
D
Federal,
- Equidad y Género
refuercen las accciones y políticas
públicas a favor de los derechos
de la maternidaad, a fin de
impedir la discrriminación contrra
la mujer por razzones de
maternidad y assegurar la
efectividad de su
s derecho a
trabajar.
Proponente: Viives Preciado
ÚN
NICO.- La honorrable
ÚN
NICO.- La honoraable
Cáámara de Diputaddos exhorta Cám
mara de Diputaddos
resspetuosamente a las
exhhorta respetuosam
mente a
auttoridades corresppondientes las autoridades
dell Gobierno Federal, de los corrrespondientes deel
Goobiernos de los Estados
E
y
gobbierno federal, dee los
dell Distrito Federaal a que
gobbiernos de los esttados y
reffuercen las accioones y
del Distrito Federall a
pollíticas públicas a favor de refoorzar las accionees y
quee los derechos de la
polííticas públicas a favor
maaternidad a fin dee impedir la de los
l derechos de las
l
disscriminación conntra la mujer mujjeres embarazaddas, con
porr razones de matternidad y el fin
fi de impedir la
aseegurar la efectiviidad de su disccriminación por razones
de maternidad
m
y aseegurar
Aproobada
con feecha 10Febrerro-2011
Publicaación del
dicttamen
Gaceeta:10Febreero-2011
96 Tomasa (PAN)
derrecho a trabajar.
la efectividad
e
de suu
dereecho a trabajar.
Publicación en Gaceta: 24Marzo-2010
G
de Igualdad
I
enttre hombres y mujeres (ppunto
En la modificación que se pretennde a la Ley General
II) se estaablece la ideea de que el trabajo dom
méstico se debbe compartirr entre el hoombre y la mujer,
m
en otras palabras, see intenta conn esto eliminnar las desiggualdades enn la distribuución del traabajo
mbargo, la iniiciativa de modificación
m
aún está penndiente.
reproducttivo. Sin em
En términnos generalees, las iniciattivas presenttadas muestrran tintes de incorporar con
c mayor fuuerza
a los hom
mbres en áreeas de trabaajo que norm
malmente se imputan soocialmente a las mujeres. Se
trata de romper
r
el seesgo de la diivisión sexuual de trabajoo, donde lass tareas en el ámbito priivado
son excluusivas de laas mujeres. Lamentableemente, ninguna de lass cuatro proopuestas ha sido
aprobadaa por la Cám
mara de Dipputados, porqque con su aprobación se daría un paso notablle en
generar laa igualdad en
e el ámbito doméstico, dando con ello
e mayoress oportunidaddes a las muujeres
para su crecimiento
c
e plena incorporación all trabajo prooductivo sin desvalorar, por
p supuestoo, las
actividaddes que son de
d vital impoortancia paraa la reproduccción y cuidaado de los ciiudadanos.
4.3. Leyyes sin persp
pectiva de Género
G
4.3.1. Ley Federal del
d Trabajo (LFT)
N es
El artícullo tres de laa LFT establlece que: Ell trabajo es un derechoo y un deberr sociales. No
artículo de
d comercio
o, exige resppeto para laas libertadess y dignidadd de quien lo
l presta y debe
efectuarsse en condiciiones que asseguren la vida, la saludd y un nivel económico decoroso
d
paara el
trabajadoor y su familia…No poddrán estableccerse distincciones entre los trabajaddores por motivo
de raza, sexo, edad,
d, credo reliigioso, doctrrina políticaa o condiciión social.M
Manifestandoo que
trabajo es
e toda actividad humaana, intelecttual o mateerial, indepeendientemente del graddo de
preparaciión técnica requerido
r
porr cada profesión u oficioo (artículo 8)).
Con esta última cateegorización, el trabajo sóólo se pienssa en términoos económiccos orientaddos al
men formal tiene
mercado,, donde aqueellas personnas que realiizan sus actiividades bajo este régim
proteccioones legales que permiteen cierto nivvel de bienesstar tanto paara él como trabajador/a
t
y de
97 su familia37. Incluso la relación de
d trabajo see conceptualliza por aqueella correspoondencia enttre la
persona que otorga el trabajo y el suborddinado, pagaando a este último porr sus actividdades
prestadass (artículo 20). Bajo estta perspectivva es claro que
q las relacciones que se
s efectúan en el
hogar y que
q no son remuneradas
r
son excluiddas de la cateegorización de trabajo. Específicam
E
mente,
las activiidades como
o cuidar a terceras perssonas o los quehaceres del hogar, que en térm
minos
relativos constituyen un servicioo a otras perssonas para su
s beneficio,, no son conntempladas como
c
E el artículo
o 99 de dichha Ley, se establece que por realizar cualquier cllase de trabaajo se
trabajo. En
debe de recibir un salario. Sii el trabajo reproductivvo no es considerado
c
dentro de esta
nces, las mujjeres, que enn su mayoríía lo realizaan, quedan excluidas
e
dee este
categorizzación enton
pago, quuedan descaartadas paraa recibir aguinaldo, pensión, vacaaciones, servvicios de salud,
etcétera.
e el artícullo 164 la Leey indica que “Las mujeeres disfrutaan de los mismos derechhos y
Aunque en
tienen lass mismas ob
bligaciones que
q los hombbres”. Sin em
mbargo, en términos generales el diiseño
de los derechos de laas trabajadorras están enfo
focados en laa protección de la maternnidad (descaansos
en el periiodo de gestaación, cuidaddos especialles en esta ettapa si así lo requiere, etcétera)
De acuerrdo con la LFT
L
los “trabbajadores doomésticos soon los que prestan
p
los seervicios de aseo,
asistenciaa y demás prropios o inheerentes al hoogar de una persona
p
o fam
milia” (artícculo 331). Quue en
este caso, no es la pro
opia, sino dee un tercero. Razón por lo
l cual, el traabajo domésstico realizaddo en
el hogar propio de la persona que
q lo realiiza queda exxcluido de los derechoos básicos, como
c
mpidiendo laa posibilidadd de obtener de bienes materiales.
m
salario, im
Bajo estee panorama, se exhibe laa idea de quue las mujerees deben serr protegidas para el biennestar
de los hiijos, ya sea que estén en
e periodo de gravidezz o después de éste. See otorgan ciiertas
consideraaciones que benefician directamentte a hijos; sin
s embargoo, implícitam
mente se daa por
hecho quuelas mujerees son las reesponsables en mayor medida
m
de cuuidar a los hijos,
h
dejanddo de
lado las posibilidad
p
de
d que los paadres también puedan inccorporarse en
e mayor meedida a esta tarea,
t
es por elllo que la Leey está sumeergida en una visión esencialista sobbre el papel de las mujeres y
trabajadooras. Tambiéén hay que observar
o
quee existen tinttes de univeersalismo poorque suponee que
37
Sin embbargo, en much
has ocasiones la
l LFT no es cumplida,
c
por ejemplo, el tieempo de trabaj
ajo establecido es de
ocho horass diarias. Tamb
bién, la LFT prrevé un salario que sea suficiientemente ampplio para podeer adquirir los bienes
b
materiales necesarios (inccluyendo recurrsos para la edducación y el descanso).
d
Aunnado a esto, unn amplio conjunnto de
trabajadorees/as no se rig
gen por esta Ley
L al estar fuuera de la esfe
fera formal dell trabajo, lo cual implica quue las
proteccionees como segurridad social, guuarderías, entree otras prestacciones, no puedden ser disfrutadas por esta fuerza
f
laboral.
98 las actividades, el traato dentro deel trabajo, ell tiempo quee se le dedica a éste, entre otros facttores,
h
a de los hom
mbres.
debe ser homogéneo
Sin embaargo se percibe una falsaa idea de iguualdad entree los hombrees y mujeress, porque a pesar
p
de que los
l dos se integran al trabajo productivo, laas condicionnes económ
micas, socialles y
culturaless establecen diferencias sustancialess; por lo tantto, la falta de
d perspectivva de igualdaad de
género que
q muestra la LFTno ha permitiddo a las muujeres, por un
u lado, suumarse de forma
fo
adecuadaa al mercado de trabajo, pero
p
por el otro,
o
tambiénn ocurren annomalías denntro del hogaar, en
otras palaabras, los liineamientos concretos de
d la Ley peermiten que las mujeress no logren estar
plenamennte satisfech
has en alguuna de lass dos esferras, cuando estás tieneen la particular
caracterísstica de ser madres
m
y espposas.
4.3.2. Soobre el cuid
dado de los hijos
h
Un docum
mento recto
or que garanntiza el cuiddado y el deesarrollo inteegral de los niños es laa Ley
General de
d Prestació
ón de Servicios para la Atención,
A
C
Cuidado
yDesarrollo Inteegral Infantil. En
ésta se contemplan acciones para
p
la “preestación de servicios para
p
la ateención,cuidaddo y
desarrolloo integral infantil, garrantizando el acceso de niñas y niños a dichos
d
servvicios
encondiciones de igu
ualdad, calidaad, calidez, seguridad
s
y protección adecuadas,
a
q promuevvan el
que
ejercicioppleno de su
us derechos”” (artículo 1).
1 De acuerdo al artículo 10 “Sonn sujetos dee los
servicios para la aten
nción, cuidaddo y desarrolllo integral infantil, niñaas y niños, siin discriminaación
de ningúnn tipo en loss términos de
d lo dispuessto por el arrtículo 1o. de la Constituución Políticca de
los Estaddos Unidos Mexicanos”.
M
Sin embarggo, para que la poblaciónn infantil puueda gozar de
d los
servicios determinad
dos en la Leey, por ejem
mplo, proteccción y segurridad, alimenntación, apooyo a
desarrolloo biológico, cognoscitivvo, psicomottriz y socio-aafectivo, enttre otros, es necesario quue se
cuente coon los derecchos laboralles y prestacciones sociaales de aqueellos organismos públiccos o
privados.. En otras palabras, para
p
que loos niños tenngan accesoo a las prestaciones antes
a
mencionaadas es necesario que suus padres perrmanezcan en el mercadoo laboral forrmal. Por tannto, a
una buenna parte de la población que labooral en el ámbito infoormal quedaa fuera de estos
beneficioos.
Un aspeccto importan
nte de esta Ley es que obbliga a las innstituciones públicas, priivadas y socciales
a fomenttar la iguald
dad de género bajo el principio de
d la no discriminaciónn e igualdaad de
99 derechos. El problem
ma es que soolo una pequueña parte de
d los niños podrá ser toomada en cuuenta
para taless objetivos.
Ley solo es un susten
nto legal parra conformarr y continuaar con las accciones dirigiidas al desarrrollo
p
diseñadas, como por ejemplo,
e
el Decreto porr el que se crea el Sisstema
infantil previamente
Nacional de Guarderrías y Estanccias Infantilees. Uno de los
l fundameentos de dichha Ley es que
q el
Gobiernoo tiene la responsabilidaad de crear “sinergias para
p
impulsaar una operaación integraal de
servicios de guarderíías y estanciias infantiless dirigidas a niñas y niñños, acorde con el marcco de
operaciónn de cada prrograma”. El
E objetivo es
e apoyar a madres
m
trabaajadoras, asíí como a maadres
y/o padrees en situació
ón de vulnerrabilidad. Unna de las basses que justiifica el Decrreto es que en
e las
últimas décadas
d
se ha observadoo una mayor participacióón de las muujeres en el mercado
m
labboral,
lo que im
mplica mayo
ores responsaabilidades enn el empleo,, pero sin dej
ejar de lado sus
s comprom
misos
dentro deel hogar, porr ello es neceesario que ell Estado provea de instaancias infantiiles y guardeerías.
Sin embaargo, se adviierte un sesggo esencialistta, ya que enn el artículo 1 se entiendde implícitam
mente
que las mujeres
m
son las
l únicas reesponsables de
d llevar a cabo
c
las tareaas de reprodducción dentrro de
hogar y es por eso que el sistema de guarrderías y esttancias infanntiles son unn apoyo parra su
desarrolloo laboral y familiar; dejando
d
de lado la ressponsabilidaad de los varones
v
en estas
funcioness. De acuerdo con el arrtículo 3 párrrafo XI y XIII, una de laas atribuciones del sistem
ma es
la de: Proomover la am
mpliación dee la coberturra y la calidaad de los serrvicios a traavés de esqueemas
diversificcados y regio
onalizados, de
d acuerdo a las distintas necesidadees de las maddres trabajaddoras
(…) y prromover quee las accionees del gobieerno contribuuyan a armoonizar la acttividad labooral y
familiar de
d las mujerees trabajadorras.
Las activvidades repro
oductivas, poor tanto, debben de estass alineadas a las necesiddades del sisstema
económicco y las mujeres
m
sonn las respoonsables de ejecutar estas
e
actividdades. El sesgo
s
universallista y esencialista del siistema que integra y connfigura las acciones
a
paraa crear y am
mpliar
las guardderías y estaancias infanntiles no conntempla el problema
p
dee la distribuución del traabajo
reproducttivo dentro del hogar; da
d por hechoo que la disttribución dee este tipo de trabajo yaa está
determinaado y la inffluencia de la
l política pública
p
está dirigida am
mpliar el tiem
mpo para quue las
mujeres trabajen
t
máss en el hogarr y en el mercado laborall.
Un caso concreto
c
de lo anterior es
e el de la crreación de laas estancias infantiles dee la Secretarria de
Desarrolllo Social (SE
EDESOL). Este
E program
ma está diseññado para appoyar a maddres trabajaddoras,
100 buscan em
mpleo o estu
udian. Tambbién pueden ser beneficiaros del proograma los padres
p
soloss con
hijos o niños
n
bajo su
u cuidado. El
E sesgo se remite
r
al heecho de que no pueden hacer uso de
d las
estancias infantiles lo
os padres cassados y que viven con suu pareja; unaa de las razoones es que existe
e
q realiza laas actividadees de cuidaddo, por lo quue los
la idea dee que en estee grupo la essposa es la que
varones “no
“ necesitan
n el servicio”.
Un caso similar es el
e de las guaarderías del Instituto Mexicano
M
del Seguro Soccial (IMSS). Las
t
, el trabajadoor viudo o divorciado
d
soon las personnas que se benefician
b
dee este
mujeres trabajadoras
servicio. Se puede ob
bservar de nueva
n
cuentaa que los hom
mbres casaddos y trabajaadores no puueden
acceder a este benefiicio, lo cual implica unaa desigualdaad de géneroo, porque se da por hechho de
que elloss no son los encargados del cuidadoo de las hijoos y que si están
e
en estee estado civvil, la
mujer es la que se qu
ueda en casa a realizar las actividaddes mencionnadas (el miismo caso occurre
e
inffantiles del ISSSTE).
I
Ess importante mencionar que sólo sonn trabajadorres/as
para las estancias
formales los que tien
nen derechoo a esta presstación social, dejando de lado a todos
t
aquellos/as
trabajadoores/as que see encuentrann en el sectorr informal.
Entoncess, el sesgo qu
ue caracterizza el diseño de
d los serviccios sociales está originaado por la ideea de
que las mujeres
m
son las personaas “naturalm
mente”compeetentes paraa efectuar el cuidado de los
hijos. El Estado apo
oya a estas mujeres,
m
conn la creaciónn de estos servicios,
s
coon el objetivvo de
eliminar cargas sobree estas respoonsabilidadess y contar coon mayor disponibilidadd para las labbores
en el merrcado de traabajo. En otrras palabras,, no están diiseñadas parra una mejorr distribuciónn del
trabajo dentro
d
del hogar
h
entre hombres y mujeres sinno para respponder de mejor
m
manera al
mercado,, el cual recclama mayorr tiempo de las trabajaddoras, sin eliminar sus tareas
t
dentroo del
hogar.
Un caso,, que puedee considerarse como unna pequeña señal positiiva de la deesigualdad en
e la
distribuciión del trab
bajo reproduuctivo entree hombres y mujeres, se encuentrra en la Ley de
Igualdad Sustantiva entre
e
Mujerees y Hombrees en el Distrrito Federal.. El artículo 21 establecee que
los entes públicos deeben de garaantizar, con el objetivo de
d alcanzar la igualdad entre hombres y
d la vida personal,
p
labboral
mujeres, “la conviveencia armónnica y equiliibrada en loos ámbitos de
yfamiliarr, lo que se considerará como el deerecho de coonciliación, encaminado
e
a lograr elppleno
desarrolloo de los in
ndividuos:Paara contribuiir al repartoo equilibraddo de las responsabiliddades
familiares sepromoveerá el reconoocimiento deel derecho de
d los padress a un permiiso porpaternnidad
101 de ocho días”.
d
Lo diiseñado hasta aquí por el
e Gobierno del Distrito Federal (GD
DF) tiene ciiertas
limitacionnes, por ejem
mplo, a niveel federal laa Comisión de
d Equidad de Genero de la Cámarra de
Diputadoos presentó la
l iniciativa que involuccraba precisaamente otorggar tiempo a los padres para
dedicarloo a los cuidad
dos de los hijos
h
recién nacidos,
n
sin embargo,
e
essta iniciativa no fue aproobada
por el Pleeno. Por lo taanto esta accción solo esttá permitida en el DF.
Pero, no simplementte es aprobaar dicha accción, el probblema consisste en poderr aplicar y hacer
h
d conocer loos mecanism
mos de finannciación paraa que
extensivoo a empresass públicas y privadas, de
los padrees no laboress en los días estipulados y su salario sea el mism
mo. Aunado a esto, los seesgos
patriarcalles característicos de nuuestra socieddad podrían inhibir que los hombress al otorgarlles el
permiso correspondie
c
ente, efectivvamente realicen las actiividades de cuidados
c
o sencillament
s
te los
días otorrgados por laa Ley no seean tomadoss por los traabajadores en aras de coontinuar conn sus
actividaddes laborales. Aunque enn la misma Ley
L se establlece que los entes públiccos desarrollaran
acciones,, con base en
e promoverr la igualdadd sustantivaa entre hombbres y mujeeres, que inccidan
sobre la creación dee mecanism
mos institucioonales que fomenten ell reparto eqquilibrado de las
responsabbilidades faamiliares (A
Art. 29, párrrafo VIII). Pero
P
justamente son los mecanissmos
institucioonales los qu
ue carecen de
d una visiónn integral del problema de
d la distribuución del traabajo
reproducttivo dentro del hogarr. De hechho, no exissten mecanismos legalles, normattivos,
institucioonales formaales que plannteen el problema y sus posibles
p
soluuciones.
102 Conclusiiones
g
diseññadas e impllementadas por el Gobiierno
Las polítticas públicaas con persppectiva de género
Federal con
c el objettivo de alcaanzar la iguaaldad entre sexos/génerros contienen limitacionnes y
alcances importantess, ya que laa idea de iguualdad está referida con respecto a la igualdaad de
oportuniddades en el mercado
m
de trabajo,
t
en la esfera políítica y el recconocimientoo social. Porr otro
lado, las acciones pú
úblicas sin perspectiva
p
de género, presentan sesgos de tippo esencialista y
ducirse en acciones no neutralessal género, permitiend
do la
universallista,lo que puede trad
reproduccción de las desigualdaades de géneero.
Se observvó que las brrechas generradas entre hombres
h
y mujeres
m
respeecto al tiemppo que dediccan al
trabajo reeproductivo, que es la suuma de las horas
h
a la sem
mana dedicaadas al cuidaado de los hij
ijos y
los quehaaceres domésticos, son considerables
c
s. En otras palabras,
p
las mujeres deddican muchoo más
tiempo all trabajo reprroductivo quue los hombrres, teniendoo como base que los doss sujetos viveen en
el mismoo hogar y am
mbos se encueentran dentroo del mercaddo laboral.
El hallazzgo principal no se encuuentra en ell hecho de que
q las mujeres sean laas que en mayor
m
medida realicen las actividaddes del hoggar, porquee esta probblemática se ha analiizado
extensam
mente en un número
n
conssiderable de investigacioones. Lo releevante es el hecho de que
q si
bien la inequitativ
va distribucción del traabajo dom
méstico aparrece en tod
das las parrejas
estudiadas, es impo
ortante señ
ñalar que el
e impacto que se dessprende de este probllema
micas y de clase
c
impacta diferenciallmente a caada pareja. Las condicciones sociaales, económ
nfluye de manera
m
direccta en que la distribuciión de las taareas dentroo del
son un faactor que in
hogar sea menos equ
uitativa o see profundice la desiguaaldad.
Las mujeeres con may
yores ingresoos, las que están
e
en unaa mejor posicción de clase, son las quue en
menor medida
m
realizzan el trabaajo domésticco. Así missmo, las muujeres con mayor
m
graddo de
estudios participan menos
m
en esttas actividaddes. Por lo tanto,
t
el ressultado inmeediato es quue las
mujeres más
m pobres,, con menoss años de esstudio, con menos
m
horas de trabajoo productivoo a la
semana, incluso aqueellas que esttán en un medio
m
rural o su actividaad productivva es la prim
maria,
s
a laa distribucióón del trabajoo reproductivvo dentro deel hogar.
son más sensibles
103 Para el caso
c
de los hombres, las
l variables socioeconnómicas no afectan su comportam
miento
relacionaado con las tareas
t
del hoogar, ya quee en cualquier caso, parrticipan con pocas horass a la
semana en
e los quehaaceres del hogar (alredeedor de seis horas por semana)
s
mieentras que en las
actividaddes de cuidad
do de personas le dediccan aproxim
madamente once horas a la semana. Esta
tendenciaa es constantte para toda la muestra. Entonces, con
c este anáálisis empírrico se demoostró
la heterrogeneidad que tiene el impactto de la in
nequitativa distribucióón del traabajo
domésticco.
En este sentido
s
cabe preguntarsee: cuál es la actuación delGobierno
d
para atacar estas diferenncias
sustanciaales en el pro
oblema de la
l desigualdaad en el ám
mbito domésttico. O bien,, Cuáles soon las
políticas públicas disseñadas paraa contrarrestaar las diferenncias que se generan porr la imposición a
las mujerres de las responsabilid
r
dades doméésticas sin dejar
d
de laddo las cargaaslaborales en
e el
mercado de trabajo.
En la revvisión de las políticas púúblicas relaciionadas con la igualdad de género, se
s pudo consstatar
que ciertaamente éstass buscan a trravés de la igualdad
i
de oportunidaddes, de la iguualdad de trato y
de la impplantación de
d una persppectiva de trransversalidaad en las enntidades púbblicas y privvadas
mecanism
mos que inciiden de mannera directa en materializar la igualldad de género en las esfera
e
económicca, política y social. A manera de ejemplo enn la LFT se estableció que debe exxistir
igualdad de trato parra hombres y mujeres enn los recintos laborales, o una mayoor oportunidaad de
que las mujeres
m
accedan a puestoo jerárquicoss ya sea en entidades
e
dee gobierno, partidos
p
polííticos
o empressas privadas;; se han estaablecido instrrumentos paara mejorar la
l salud de laas mujeres y una
mayor prrotección cuaando se encuuentran en unn estado de gravidez.
g
Sin emb
bargo, esta
as políticas presuponeen que la igualdad tiene
t
una dirección y es
omnipoteente: si se alcanza laa igualdad económica y política, entonces se
s alcanzarrá la
igualdad
d en la famiilia, porquee al empodeerar a las mujeres
m
con
n mejores saalarios, mejjores
puestos de
d trabajo, mayor edu
ucación, auttonomía paara decir soobre su cuerrpo, entre otros
o
factores, entonces automáticam
a
mente se elim
minan los estereotipos,
e
, el ejercicioo del poderr y la
subordin
nación que caracteriza
c
las relacion
nes intrafam
miliares. Perro empíricam
mente, la reaalidad
nos indicca una situacción totalmente distinta.No existe Ley,
L
Acuerd
do o Decretoo que establlezca
los lineam
mientos parra encontraar la igualdaad dentro del
d propio hogar.
h
Las políticas
p
púbblicas
diseñadass para lograar la plena iggualdad entrre hombres y mujeres condicionan
c
y subordinaan la
104 igualdad en los hogarres. La accióón de Estadoo, misma quee se materializa en las políticas públlicas,
i
raazón por lo cual,
c
se puedde afirmar que
q las accioones de este actor
son un reeflejo de su ideología,
contienenn un sesgo tanto en sus obligacioones en maateria de iggualdad com
mo en su prropio
pensamieento.
El ejerciccio del Gobiierno ha perrmanecido ajjeno a la dessigualdad quue se estableece dentro de
d los
hogares, a pesar de las
l demandaas del movim
miento feminnista. El diseeño de sus políticas
p
conntiene
mática en loos hogares, y por
sesgos unniversalistas y esencialistas que imppiden revelaar la problem
ende su solución.
s
Es por ello quee paradójicam
mente, las accciones del Gobierno
G
inccidan en resoolver
el problem
ma, pero su no acción reeproduce la desigualdad
d
en otro planno (Scott, 1996).
La intencción del mod
dificar la Leyy General dee Igualdad enntre Hombrees y Mujeress relacionadaa con
la mayor participació
ón de los hom
mbres en el trabajo
t
domééstico fue deetenida y queedó en estatuus de
na señal quee los temas concernientees al espacioo privado o están generrando
pendientee. Esto es un
polémicaa sobre el paapel que juega el gobierrno dentro del
d espacio privado,
p
quee por un laddo, es
donde se han generad
do una serie de conflictoos tanto a nivvel personal de las mujeeres como a nivel
agregadoo, y por el otro,
o
las neccesidades deel mercado han dirigidoo la dinámicca no sólo de
d la
sociedad sino de las personas
p
y por
p lo tanto el
e Gobierno no sabe cóm
mo transform
mar las conduuctas
e ideologgías que geneeral aquélla desigualdadd en particulaar.O simplem
mente la ideeología conteenida
en el desenvolvimien
nto gubernam
mental no peermite tener una visión integral sobrre la igualdaad de
género, supeditando
s
su acción sólo
s
en el espacio públiico (dentro de este soloo se ha centtrado
sobre la Administraación Pública) donde laas relaciones económicas, políticass y socialess son
h concentrado.
evidentess y donde hisstóricamentee las demanddas de la ciuddadanía se han
En Méxicco, a pesar de
d su adhesiión a los acuuerdos y traatados internnacionales, el
e problema de la
inequitatiiva distribucción del trabaajo reproducctivo no es reelevante, poor lo cual no está consideerado
en los principales do
ocumentos reelacionados con la igualldad de géneero y trabajoo. La perspeectiva
biologistaa del Gobierrno, determiina que las mujeres
m
son las que en mayor
m
mediida lleven a cabo
las tareass de cuidado
o de los hijoos y demás actividades. Lo anteriorr es parte deel reflejo dee una
sociedad funcionalissta. Esta teooría tiene coomo base iddeológica quue el funcioonamiento de
d la
sociedad se sustenta por la dinám
mica familiaar, que a su vez se ordeena por la división
d
de taareas
específicaas, asignand
do a cada mieembro un rool; permitiendo entonces que socialm
mente las muujeres
sean las encargadas
e
del
d hogar, geenerando de esta manera cohesión soocial.
105 Entoncess, la conflu
uencia entrre el funcioonalismo y los sesgoss mencionaados, limitaan la
actuación
n del Estad
do para atender el prooblema de la
l distribucción del trab
bajo domésstico.
Soslayan
ndo el hecho
o de que se ha demostrrado ampliaamente que tal “naturaaleza femen
nina”
para las tareas en ell espacio prrivado susteentan al patrriarcado e impulsan
i
el sometimien
nto y
subordin
nación de la
as mujeres; profundizaando con elllo las desigu
ualdades qu
ue pueden tener
t
un mayoor impacto sobre
s
los coonflictos a nivel
n
holísticco. Lo que se
s está trataando de deccir es
que pued
de ser más importante
i
encontrar la igualdad dentro de loos hogares para
p
que dee esta
manera se
s eliminen problemas de índole personal,
p
y sobre
s
todo equilibrar
e
loos tiempos entre
e
el mismo trabajo y el descan
nso, y por lo tanto, hombres
h
y mujeres tengan
t
mayyores
posibilid
dades de realizar
r
otrro tipo de actividadees extradom
mésticas y extralaborrales
permitiendo un creccimiento y desarrollo
d
a largo plazoo.
Recomen
ndaciones
El análisiis de la basee de datos de
d la ENOE 2010muestrra la importaancia de tom
mar en cuentta la
composicción heterog
génea de los
l
hogaress mencionaddos, ya quue de centrrar el probblema
exclusivaamente en laa falta de opportunidadess o de un traato sobre lass mujeres quue les impliica la
discriminnación en loss espacios púúblicos y priivados, se sooslayará un número
n
impoortante de caausas
de la ineqquitativa disstribución deel trabajo reeproductivo llevado a caabo dentro del
d hogar. Así,
A la
actuaciónn del Estado
o no puede sujetarse
s
a la consideracción omnipootente y omnnipresente de
d las
acciones dirigidas en alcanzar la igualdad de género en loos espacios mencionado
m
s.
p
recoomendación. Con el objeetivo de alcaanzar la iguaaldad
Por lo annterior, se deesprende la primera
dentro dee los hogaress es necesariio que las accciones polítiicas tengan como
c
base las caracteríssticas
sociodem
mográficas y económicass del conjunnto de persoonas que perrciben el prooblema de forma
fo
diferenciaada: las mujjeres con inngresos y nivveles escolaares bajos, soon las más susceptibless a la
desigualddad del trab
bajo reproduuctivo. Por ello
e
se debee de incidir en mayor medida sobbre la
participacción en las tareas mencionadas de los
l varones dentro
d
de esttos grupos. De
D aquí se puede
p
desprendder una cantidad acotadaa y diferenciaada de docuumentos y accciones (com
mo pirámide)) que
conformeen una polítiica de igualddad entre hom
mbres y mujjeres dentro del hogar. En
E otras palaabras,
las accionnes más pro
ofundas y más incisivas de obligatoriedad y trannsformaciónn cultural estarán
sobre los grupos con menos desarrrollo econóómico y sociaal.
106 No se traata de elimin
nar del discuurso a los grrupos con mayor
m
nivel de
d desarrolloo, sino tenerr una
base de acciones, mismas
m
que se originan por las conndiciones soociales y ecoonómicas dee los
grupos menos
m
desarrollados, paraa poder moddificar de acuerdo a las característic
c
as específicaas de
cada gruppo. Por ejem
mplo, podem
mos distinguirr los hogarees a nivel rurral y urbano, que a su vez se
pueden diferenciar
d
por
p clase; permitiendo
p
así diversifficar las pollíticas públiicas que inccidan
directameente en el prroblema origginado por situaciones
s
e
específicas.S
Si en la LFT
T existen regglas y
normas para
p un númeero importannte de diferenntes empleos, por ejempplo, existen reglas
r
especííficas
para el em
mpleo en lass mimas o enn los hospitaales, etcéteraa, entonces por
p qué en laa Ley Generral de
Igualdad no existen el mismo mecanismo,
m
es decir, differenciar poor sector soccioeconómico las
reglas y normas
n
que incidan
i
direcctamente en igualar las responsabilid
r
dades en el hogar.
h
Una recoomendación que se deprende de form
mainmediataa, está relaciionada con modificacion
m
nes a
la Ley Feederal del Trrabajo. Se diiscutió que contienen
c
unn sesgo esenccialista, porqque sólo tom
ma en
consideraación la partticipación de
d las mujeres para el cuidado
c
de los
l hijos, otorgando alggunos
derechos a las mujerres en estaddo de graviddez y cuandoo éstas ya son
s madres; lo que induuce o
justifica la poca parrticipación de
d los hom
mbres en esttas tareas; esta
e
Ley preesupone quee los
hombres son los encargados de la manutencción de la faamilia y por ende debenn de pasar mayor
m
tiempo enn el espacio productivo. La recomenndación residde precisam
mente en la iddea de incorpporar
normativamente e institucionalm
mente a los hombres
h
en las
l tareas doomésticas, peermitir desde sus
empleos que participen en el cuiddado de los hijos y de laas tareas dom
mésticas, sinn menoscabaar los
c
cualquuier otro ciuddadano. Lo anterior
a
perm
mitirá dos coosas, por un lado,
derechos que tienen como
t
domésticas y porr otro lado modificar
m
ell pensamientto sobre quiién y
el equilibbrio en las tareas
cómo se realizan esttas tareas, de
d eliminar estereotipos,
e
, de abolir el
e ejercicio del poder de
d los
hombres sobre las mujeres
m
y abrrir el abanicco de posibilidades paraa el desarrolllo tanto hum
mano
como maaterial.
Las guarrderías e in
nstancias inffantiles son una parte importante del desarroollo infantill, sin
embargo,, su existenccia se basa apoyar
a
a lass mujeres traabajadoras (formales)
(
y a varones solos
s
con hijoss ya sea por divorcio
d
o por
p viudez, tooda la demáás población ocupada queda fuera dee esta
prestación. Por ello,, otra recom
mendación es
e abrir loss espacios tanto
t
a hom
mbres y muujeres
independdientemente de su estaddo civil, peroo siempre y cuando se encuentren laborando en
e el
sector forrmal o inforrmal. Una foorma de conntrolar la inccorporación masiva de niños/as
n
en estas
institucioones es que aquellas
a
fam
milias con maayores ingreesos y que goozan de estee servicio paaguen
107 una mayyor cantidad
d por los mismos
m
benneficios. Laas escuelas de tiempo completo están
e
relacionaadas con el sistema
s
de guardería;
g
esstas escuelass deben perm
mitir a padrres y madress que
son parejjas dedicarsee a las tareaas laborales con menos presión,
p
perro siempre considerando
c
o que
cualquierra de ellos pu
uede acudir a resolver prroblemas rellacionados con
c sus hijoss y no solo accudir
a la madrre cuando se presentan algún
a
confliccto.
Es imporrtante no pasar
p
por alto el diseñaar condicionnes laboralees que perm
mitan una mejor
m
conciliación entre esste espacio y el hogar. Se debe teener en cuennta que hom
mbres y muujeres
pueden reealizar las taareas de cuiddados y quehhaceres. Por ello empresas públicas y privadas deben
d
romper con la ideolo
ogía sobre laa “naturalezaa” que caractteriza a hom
mbres y mujeeres, permitiiendo
que cualqquiera de loss dos, sobre todo si son pareja, se enncargue de los
l problemaas inherentess a la
vida denttro del hogarr. 108 BIBLIOG
GRAFIA
•
ASTELLARA
A
A, Judith. Enn Género y Cohesión
C
Soocial. Fundacción Carolinaa. Documennto de
trrabajo númerro 16. 2007.
•
BENERÍA, Lourdes
L
y SE
EN, Gita. Acccumulation, Reproduccction, and “W
Women´s Roole in
Economic Deevelopment””: Boserup Revisited.
R
C
Chicago
Jouurnals: Singss, Vo. 7, No.
N 2.
D
Development
t and the Sexxual Divisionn of Labor (W
Winter, 19811).
•
BENERÍA, Lourdes.
L
Lass mujeres y el trabajo: rupturas
r
connceptuales. Iccaria. Barceelona,
19994
•
BENERÍA, Lourdes. Trabajo
T
prooductivo/ reeproductivo,, pobreza y políticass de
Conciliación. Nómadas (C
C
Col), núm. 24,
2 abril, 20006, pp. 8-21 Universidadd Central Bogotá,
C
Colombia.
•
BLANCO, Mercedes.
M
T
Trabajo
y familia: enntrelazamiennto de trayyectorias vittales.
Estudios Dem
mográficos y Urbanos, Vol.
V 17, No. 3 (51) (Sep. - Dic., 2002), pp. 447-4883
•
BUSTELO RUESTA,
R
M
María.
La evaluación
e
d las polítticas de génnero en Esppaña.
de
M
Madrid.
La Catarata. 20044.
•
BUATELO, María
M
y Lom
mbardo, Emaanuela. Mainnstreaming de
d género y el análisis de
d los
diiferentes “m
marcos interrpretativos” de políticass de igualddad en Euroopa: el proyyecto
M
MAGEEQ.
Universidad
U
C
Complutense
e de Madrid..
•
BUATELO, María
M
y Lom
mbardo, Emaanuela.Polítiicas de igualldad en Espaaña y en Eurropa.
Revista de Meetodología de
R
d Ciencias Sociales.
S
Núúm. 15, eneroo-junio, 20088, pp. 185-208.
•
CAMARENA
C
A. Córdova Rosa
R
María. Repensandoo a la familiaa: algunas apportaciones de la
peerspectiva de género. Ell Colegio dee México. Vol.
V 18, No.. 2 (53) (Maay - Aug., 20003),
ppp. 255-297.
•
CARRASCO, Cristina. La econom
C
mía feminissta: una appuesta por otra econoomía.
U
Universidad
de
d Barcelonaa, 2006.
•
CARRASCO, Cristina. Mujeres
C
M
y Ecconomía. Nuuevas Perspeectivas paraa viejos y nuuevos
prroblemas. Iccaria. Barceloona, 1999.
•
CARRASCO, Cristina. Tiempo de
C
d trabajo, tiempo dee vida: ¿reeorganizacióón o
coonciliación? Artículos dee Ciudad de Mujeres. 20006
109 •
CELEBRETI, Lilian y MESA, Serrana.
C
S
Lass relacioness de génerro y el traabajo
reeproductivo y productivoo. Uruguay, 2009.
•
CEAMEG. La
C
L incorporación de las políticas dee igualdad de
d género enn los poderes del
Ejjecutivo, Legislativo y Judicial.
J
Cám
mara de Dipuutados, México, 2008. Pag. 3-6
•
Centro de Esttudios para el
C
e Adelanto de
d las Mujerres y la Equiidad de Génnero. Las muujeres
y la equidad de
d género enn el Pan Naciional de desaarrollo 20077 – 2012. Mééxico, 2007.
•
C
CEPAL.
A la hora de la iggualdad, breechas por cerrrar, caminos por abrir. 2010.
2
•
CEPAL. La equidad de género y los
C
l Derechoos Humanoss de las muujeres en Brasil:
deesafíos y perrspectivas. 2005.
2
•
C
CEPALSTAT
T. http://webbsie.eclac.cl/iinfest/ajax/ccepalstat.asp?carpeta=esttadisticas.
•
C
COBO,
Bedíaa Rosa. Géneero. En AMO
OROS, Celiaa. 10 palabraas clave sobrre Mujer. 20006.
•
C
CONAPO.
EN
NADID 20009. Principalees indicadores de salud reproductiva
r
a.
•
C
CONSTITUC
CIÓN POLÍT
TICA DE LO
OS ESTADO
OS UNIDOS
S MEXICAN
NOS.
•
DE BARBIER
D
RI, M. Tereesita. Certezaas y malos entendidos
e
s
sobre
la cateegoría de génnero.
En GUZMAN
N L y PACE
EHCO G (ccomp.) Estuddios Básicoss de Derechos Humanoss IV,
Saan José, Cossta Rica, IDH
H, 1996.
•
DE MIGUEL
D
L, Ana. Fem
minismos. Enn AMOROS
S, Celia. 10 palabras claave sobre Mujer.
M
20006.
•
Diagnóstico sobre
D
s
la situuación de loos Derechos Humanos en
e México. Oficina dell alto
coomisionado de la Nacionnes Unidas para
p los Dereechos Humannos en Méxiico. 2003.
•
Encuesta Naccional de Ocuupación y Em
mpleo, 20100. INEGI
•
ESQUIVEL, Valeria. Laa Economía del Cuidadoo: un recorrrido concepttual. Universsidad
N
Nacional
de General
G
Sarm
miento
•
GÓMEZ, Sán
G
nchez Elisa. La igualdadd de género como elemeento de incluusión social en la
U
Unión
Europeea, leccioness para Méxicco. 2008
•
GUZMAN, Virginia.
G
V
La institucional
i
lidad de génnero en el esttado: Nuevas perspectivaas de
annálisis. Seriee Mujer y Deesarrollo, CE
EPAL. Santiago de Chilee, 2001.
110 •
HIGUERO, Francisco
H
F
Javvier. Discurrso y ámbitoo de sospechha en "hacia una crítica de la
raazón patriarccal" de Celiaa Amorós. Coonfluencia, 1992, Vol. 8,
8 No. 1, pp. 91-97.
•
HIRATA, H. y KERGOA
H
AT, D. Unaa mirada a la
l División Sexual del trabajo.
t
En “Las
nuuevas fronteeras de la dessigualdad. Hombres
H
y Mujeres
M
en ell mercado dee trabajo”. Iccaria.
Paarís, 1998.
•
HUAYLUPO
H
O, Alcázar J. Las políticcas públicass en un conntexto de priivatización de
d la
prráctica sociaal del Estadoo. UNAM, Revista
R
Mexiccana de Sociiología, Vol. 61, No. 4, 1999
•
HUMPHRIES
H
S, Jane Y RUBERY,
R
Jill. La autonomía relativva de la reprroducción soocial:
suu relación con
c
el sisteema de producción. Enn “Las mujjeres y el trabajo:
t
ruppturas
coonceptuales. Cristina Boorderias, et. al.Madrid,
a
1994.
•
IB
BÁÑEZ, Maarta P. La segregaciónn ocupacionnal por sexoo a examenn. Caracteríssticas
peersonales, de los puestoos y de las empresas
e
asociadas a laas ocupacionnes masculinnas y
feemeninas. Ceentro de Inveestigacioness Sociológicaas. Reis, No.. 123 (Jul. - Sep., 2008).
•
IN
NCHÁUSTE
EGUI, Tereesa y UGALDE, Yaamileth. Guuía metodoológica para la
innstitucionalizzar la perspeectiva de génnero en la Administraci
A
ión Pública del
d Gobierno del
Estado de Hid
dalgo, Méxicco, 2007.
•
IN
NCHÁUSTE
EGUI, Tereesa y UG
GALDE, Yamileth.
Y
M
Materiales
y Herramieentas
Conceptuales para la Trannsversalidadd de Género.
C
•
IN
NEGI.
Sistema
Naacional
de
Información
Esttadística
htttp://dgcnesy
yp.inegi.gob.mx/cgi-winn/sisesim.exee/NIV1200.
•
IN
NEGI, Estad
dísticas de Trabajo
T
Dom
méstico y Extradomést
E
tico en Méxxico, 1995-11999.
México, 2001
M
1
•
Innstituto de Estudios sobre
s
Desarrrollo y Coooperación Internacionaal. Historiaa del
m
movimiento
feminista.
f
Instituto. Univversidad del País Vasco.
•
Innstituto Naciional de Estaadísticas y Censos
C
INEC
C. Trabajo productivo
p
y reproductivvo en
ell Ecuador. Reunión
R
técnnica sobre la
l incorporaación de la perspectiva
p
de género en
e la
m
medición
de la
l pobreza. Bolivia,
B
20033.
•
Innstituto Naccional Estaddística, Geoggrafía e Info
formática (IN
NEGI). Infoorme: Mujerres y
H
Hombres
en México,
M
2011.
•
JIIMÉNEZ, Perona A. Iggualdad. Enn AMOROS, Celia. 10 palabras claave sobre Mujer.
M
20006.
y
Geográáfica.
111 •
LAMAS, Marrta. Mujeress al Timón de
d la Funciónn Pública. Innstituto de Liderazgo Sim
mone
dee Beauvoir A.C.
A Méxicoo, 2004
•
d Trabajo. Diario Oficiial de la Nacción México.. Abril, 20122.
Ley Federal del
•
Ley General de Prestacióón de Serviccios para la Atención,
A
Cuidado y Deesarrollo Inttegral
Innfantil. Diariio Oficial dee la Nación México,
M
Octuubre 2011.
•
Ley del Instittuto Nacional de las Muujeres. Diarrio Oficial de
d la Naciónn. México, Enero
E
20001
•
MALDONAD
M
DO, Montoyya Víctor M. Desarrollo y desigualdaad de Género en Méxicoo. Un
esstudio por en
ntidad federaativa. Revistta de informaación y análiisis, núm. 222, 2003.
•
MARX, Carlos. El Capittal. Capítuloo V y XIV. Fondo de Cultura
M
C
Económica. Primera
reeimpresión, México,
M
20000
•
MAYORDOM
M
MO, Rico Maribel.
M
Preecursores: ell trabajo de las mujeress y la Econnomía
Poolítica. Poneencia presenntada a las VII
V Jornadaas de Economía Crítica.. Universidaad de
C
Castilla-La
Mancha.
M
Albaacete. Febrerro, 2000.
•
MENDOZA, Cota J. y GARCÍA,
M
G
Bermúdez K. Discriminaación Salariaal por Génerro en
M
México.
Prob
blemas del Desarrollo,
D
R
Revista
Latinnoamericana de Economíía. Vol. 40, núm.
n
1556, enero-maarzo, 2009.
•
Organización Internacionnal del Trabajo. Iguaaldad de Género
O
G
y Trabajo
T
Deccente.
C
Convenios
y recomendaci
r
iones clave de
d la OIT paara la igualdaad de Género.
•
PE
EDRERO, Mercedes.
M
G
Género,
trabbajo domésttico y extraadoméstico en
e México. Una
esstimación deel valor econnómico del trrabajo domééstico. Méxicco, 2004.
•
PF
FEFFERKO
ORN, Rolandd. El trabajoo, un eje funndamental de
d las relaciiones socialees de
seexo. Revista de Cienciass Sociales. No
N 18. Univeersidad Arturro Prat, 20077.
•
PIICCHIO, An
ntonella (2001) Un enfooque macroeeconómico ampliados
a
dee las condiciiones
dee vida. Conferencia Inaaugural de laas Jornadas “Tiempos, trabajos y géneros”,
g
febbrero
20001. Universsidad de Barrcelona.
•
PIICCHIO, Antonella.
A
V
Visibilidad
A
Analítica
y Política dell Trabajo de
d Reproduccción
Soocial. En Mu
ujeres y Ecoonomía. Cristtina Carrasco (ed.). Barccelona, 19999
•
OSTIGO, Asenjo
A
M. Género
G
e iguualdad de oportunidade
o
es: la teoría feminista y sus
PO
im
mplicacioness ético-polítiicas. Tesis dooctoral. Mállaga, 2006.
112 •
SA
AMANIEGO
O S. y OCH
HOAKarel Armonización
A
n entre los ámbitos
á
labooral y familiar en
México. LXI Legislatura. Cámara de Diputados. México,
M
M
20009.
•
COTT, Joan
n W. El génnero: Una caategoría útil para el anáálisis históricco. En LAM
MAS,
SC
M
Marta.
El Género:
G
La construcciión culturall de la diiferencia seexual. Programa
U
Universitario
de Estudios de Género. UNAM, 19996.
•
Seecretaría de Salud. Deccreto por el que se creaa el Sistemaa Nacional de Guarderíías y
Estancias Infaantiles. México, 2007.
•
Seecretaria de Relaciones Exteriores. Manual:
M
Connvención soobre la Elimiinación de Todas
T
laas Formas de Discriminnación contraa las Mujerees y su Prottocolo Faculltativo CED
DAW.
U
UNIFEM:PN
UD, Méxicoo, 2007.
•
Seecretaria de Relaciones Exteriores. Ley Generaal de Accesoo de las Muj
ujeres a una Vida
Libre de Violencia, Méxicco, 2007.
•
Seecretaria dee Relacioness Exteriores. Ley Geneeral para la Igualdad entre
e
Hombrres y
M
Mujeres,
Méx
xico, 2006.
•
SM
MITH, Adaam. Investiggación sobrre la Naturaaleza y Cauusas de la Riqueza dee las
Naciones. Lib
N
bro primero, capítulo VIII
V y libro segundo cappítulo III. Fondo de Cuultura
Económica, decimoséptim
d
ma reimpresiión, México, 2010
•
SU
UBIRATS, Joan, KNO
OEPFEL, Peter,
P
LARR
RUE, Corinnne y VAR
RONE, Frederic
Análisis y gesstión de políticas públicaas, Ariel, Baarcelona, 20008.
A
•
VALCÁRCEL, Amelia. La políticca de las Mujeres.
V
M
Feeminismos. Universidadd de
V
Valencia,
Insttituto de la Mujer.
M
Españña 1997
.
113 ANEXO.
Pruebas estadísticas de las varriables utilizzadas en loos cuadros 11, 12 y 13 respecto a la
distribuciión del trabaajo reproducttivo y produuctivo.
Estado civil:
c
parejass en unión libre:
l
Cuidar sinn pago a enferrmos, ancianoss, niños o
discapacitaddos
sexo
Media
N
D
Desv.
típ.
hombre
11,57
1159
8,805
mujer
20,71
2231
11,823
Total
17,58
3390
11,716
Hay que demostrar
d
quee:
H 0 : µ1 = µ 2
H a : µ2 > µ1
La hipóteesis nula in
ndica que ell tiempo proomedio de las
l horas a la semana que las muujeres
dedican a los cuidado
os es igual al
a promedio de las horass a la semana que los hoombres dediccan a
la mismaa tarea. Mien
ntras que la hipótesis
h
es la
l negación de
d la hipótessis nula.
Prueba de mu
uestras independ
dientes
Prueba de Leevene
para la igualddad de
varianzass
F
105,273
Sig.
,000
Pruueba T para la iggualdad de mediias
t
-2
23,179
-2
25,384
gl
3388
29833,864
Sig.
(bilaterral)
,,000
,
,000
Diferenccia
de mediaas
-9,1137
-9,1137
Error típ. de la
diferenncia
,394
,360
95% Intervalo
I
de conffianza
p la diferenciaa
para
Inferiior
-9,,909
-9,,842
Superrior
-8,364
-8,431
Para tom
mar una deccisión se coonsidera el valor
v
de P = 0.000, se compara con el niveel de
significacción (α) asig
gnado a esta prueba que es al 5% o sea 0.05. Sii α1/2 = 0.0255, entonces α1/2>
P, por lo tanto se rechaza la hipóótesis nula H0. Entonces,, se confirmaa que µ2> µ1. Por lo tantto, el
q las mujeeres dedicann a cuidar personas
p
es mayor que el tiempo que dedicann los
tiempo que
114 hombres a esta mism
ma actividad. Este mismoo argumento se generalizza para todass las pruebass que
uación.
se muestrran a continu
Quehacerres domésticos. Prueba de mueestras independ
dientes
Prueba de Levene
para la igualdad de
variannzas
F
905,073
Prueba T para la igualddad de medias
Sig.
t
,000
gl
Sig.
(bilateral)
Diferencia dee
medias
Error típ.
de la
diferencia
-77
7,522
7671
,0000
-16,7044
,215
-87
7,393
7630,092
,0000
-16,7044
,191
95% Intervvalo de
confianza para
p la
diferencia
Inferior
Superior
-17,126
-16,282
-17,079
-16,329
Parejas casadas:
c
Cuidado
C
de perrsonas. Prueba de muestras ind
dependientes
Prueba de
Levene paara la
igualdadd de
varianzzas
F
448,829
Sig.
,000
Prueba T para la igualdadd de medias
t
gl
-41,62
20
11828
-46,83
37 11453,462
D
Diferencia
Sig.
d medias
(bilateral) de
-9,178
,000
-9,178
,000
Errror típ. de la
diferencia
,221
,196
95% Intervvalo de
confianza para
p la
diferenccia
Inferior
S
Superior
-9,610
-8,746
-9,562
-8,794
Núm
mero de horas trabajadas.
t
Pru
ueba de muestraas independienttes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
Pruebaa T para la igualldad de medias
F
183,832
Sig.
,000
t
59,143
59,144
ggl
38815
388009,306
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenciia
de mediaas
11,0002
11,0002
Error típ.
de la
diferencia
,1866
,1866
95% Intervvalo de
confianza para
p la
diferencia
Inferior
S
Superior
10,637
11,366
10,637
11,366
Quehaceres
Q
dom
mésticos. Prueba de muestras independientes
i
Prueba de Levene
para la igualdad de
variannzas
F
2722,4733
Sig.
,000
Prueba T para la igualdaad de medias
t
-14
42,952
gl
299398
Sig.
(bilateraal)
,0000
Diferencia
de medias
-17,2366
Error típ. de
la diferencia
,121
95% Intervvalo de
confianza para
p la
diferencia
Inferior
Superior
-17,472
-17,000
115 Quehaceres
Q
dom
mésticos. Prueba de muestras independientes
i
Prueba de Levene
para la igualdad de
variannzas
F
2722,4733
Sig.
,000
Prueba T para la igualdaad de medias
Sig.
gl
(bilateraal)
299398
,0000
28128,670
,0000
t
-14
42,952
-16
60,208
Diferencia
de medias
-17,2366
-17,2366
Error típ. de
la diferencia
,121
,108
95% Intervvalo de
confianza para
p la
diferencia
Inferior
Superior
-17,472
-17,000
-17,447
-17,025
ANALISIIS POR RAN
NGOS DE ED
DAD
Hombres y mujeres de
d 14 a 20 añoos de edad
Ho
oras trabajadass a la semana. Prueba
P
de muesstras independieentes
Prueba de Levene
para la iguualdad
de variaanzas
F
18,604
Sig.
,000
Pruebaa T para la igualddad de medias
t
7,,521
7,,937
gl
4655
313,2755
Sig.
(bilateral)
,000
,000
Diferencia Error típ. de
de medias la diferencia
13,281
1,766
13,281
1,673
95% Intervalo de
d confianza
para la dife
ferencia
Inferior
Superior
9,811
16,751
9,988
16,573
Cuidado de personas.
p
Prueb
ba de muestras independientess
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
18,660
Sig.
,000
t
-7,441
-10,094
Prueeba T para la iguualdad de mediass
95% Intervalo de confianza
Error típ.
para la differencia
Diferencia
de la
Sig.
gll
Inferior
Superior
(bilateraal) de medias diferencia
250
-14,7688
1,985
-18,676
-10,859
,0000
164,941
-14,7688
1,463
-17,657
-11,879
,0000
Quehaceres domésticos. Prueeba de muestras independientees
Prueba de Levene
para la iguualdad de
variannzas
F
18,642
Sig.
,000
t
-12,641
-18,355
-
Pruebba T para la igualdad de medias
c
para
Error típ. 955% Intervalo de confianza
la
difere
encia
Sig.
Diferencia de
de la
gl
(bilateral)
medias
diferencia
Inferior
Superior
4401
,000
-13,921
1,101
-16,086
-11,756
276,5550
,000
-13,921
,758
-15,414
-12,428
Hombres y mujeres de
d 21 a 30 añoos de edad
Horas
H
trabajadaas a la semana Prueba
P
de muesstras independieentes
116 Prueba dee Levene
para la iguualdad de
variannzas
F
196,064
Pruebba T para la iguaaldad de medias
Sig.
,000
t
30,,199
30,,688
Sig.
(bilateral))
,0000
,0000
gl
7392
7078,303
Diferencia
de medias
12,480
12,480
Error típ. de
la diferencia
,413
,407
95% Intervaloo de confianza
para la diferencia
d
Inferior
Superior
11,670
13,290
11,683
13,277
Cuidado dee personas. Pru
ueba de muestraas independienttes
Prueba dee Levene
para la iguualdad de
variaanzas
F
145,536
Pruueba T para la iggualdad de mediaas
Sig.
,000
t
-28,739
-32,864
-
gll
4197
35200,928
Sig.
(bilateraal)
,0000
,0000
Diferencia de
medias
-11,226
-11,226
Error tííp. 95% Intervvalo de confianzza
para la
l diferencia
de la
diferenccia
Inferiorr
Superior
,3391
-11,9992
-10,4660
,3342
-11,896
-10,5556
Quehaceres domésticos. Prueba de muestrras independien
ntes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
626,8999
Sig.
,000
Prrueba T para la iggualdad de mediias
t
-63,775
-75,603
ggl
6129
56009,889
Sig..
(bilaterral)
,000
,000
Diferenciia
de mediaas
-15,4112
-15,4112
Error típ. de
d
la diferenciia
,2442
,2004
95% Intervvalo de confianzaa
para laa diferencia
Inferior
Superior
-15,8886
-14,9338
-15,8112
-15,0112
Hombres y mujeres de
d 31 a 40 añoos de edad
Ho
oras trabajadass a la semana. Prueba
P
de muesstras independieentes
Prueba de Levene
para la igualdad de
variannzas
F
112,991
Sig.
,000
Pruebaa T para la igualldad de medias
t
40,951
40,993
gl
154677
15347,6588
Diferencia dee
Sig.
medias
(bilateral)
11,8322
,0000
11,8322
,0000
Error típ. de
la diferencia
,289
,289
95% Inteervalo de
confianza para la
difereencia
Inferior
Superior
11,266
12,399
11,267
12,398
Cuidado de personas.
p
Prueb
ba de muestras independientess
117 Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
255,620
Sig.
,000
Prueeba T para la iguualdad de mediass
t
-33,105
-36,816
gl
6738
66543,423
Diferenncia de
Siig.
medias
(bilatteral)
-9,233
,000
-9,233
,000
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,279
,
,251
95% Inntervalo de
confiannza para la
difeerencia
Inferior
Superior
-9,780
-8,687
-9,725
-8,742
Quehaceres doomésticos. Prueb
ba de muestras independientess
Prueba dee Levene
para la iguualdad de
variannzas
F
1179,467
Sig.
,000
Pruebaa T para la igualldad de medias
Sig.
(bilaterall Diferencia
t
gl
de medias
)
-94,772
12208
-17,311
,0000
-107,711 11619,500
-17,311
,0000
95% Intervvalo de
confianza para la
diferenncia
Inferior
Superior
-17,669
-16,953
-17,626
-16,996
Error típ. de la
E
diferencia
,183
,161
Hombres y mujeres de
d 41 a 50 añoos de edad
Horas trabaajadas. Prueba de muestras ind
dependientes
Prueba dee Levene
para la iguualdad de
variannzas
F
29,742
Sig.
,000
Pruebaa T para la igualdad de medias
t
36
6,102
36
6,105
gl
153442
15339,6995
Diferencia Error típ. de
Sig.
de medias la diferencia
(bilateral))
10,652
,295
,0000
10,652
,295
,0000
95% Intervalo de
d confianza
para la difeerencia
Inferior
Superior
10,074
11,230
10,074
11,230
Cuidado de personas.
p
Prueb
ba de muestras independientes
i
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
variaanzas
F
73,161
Sig.
,000
Pruebba T para la iguaaldad de medias
t
-15,208
-16,353
Sig.
gll
(bilateraal)
3109
,0000
30077,486
,0000
Diferenciaa
de mediass
-6,0996
-6,0996
Error típ.
de la
diferencia
,401
,373
95% Interrvalo de
confianzaa para la
difereencia
Inferior
Superior
-6,881
-5,310
-6,826
-5,365
Quehaceres doomésticos. Prueeba de muestrass independientees
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
variaanzas
Prueba T para la iguaaldad de medias
118 F
1108,1433
Sig.
,000
Sigg.
gl
(bilateeral)
11431
,000
109994,533
,000
t
-90,920
-103,669
Diferenncia
de meddias
-177,800
-177,800
Error típp.
de la
diferenciia
,1996
,1772
95% Inttervalo de
confianzza para la
diferrencia
Inferior
Superior
-18,1884
-17,416
-18,1337
-17,464
Hombres y mujeres de
d 51 a 60 añoos de edad
Horas trabajadas. Pruebaa de muestras in
ndependientes
Prueba dee Levene
para la iguualdad de
variannzas
F
41,763
Sig.
,000
Pruebba T para la igualdad de medias
t
20
0,833
20
0,673
Diferencia Error típ. de
Sig.
gl
(bilateral) de medias la diferencia
77782
9,282
,446
,0000
6812,4443
9,282
,449
,0000
95% Intervalo de
d confianza
para la dife
ferencia
Inferior
Superior
8,408
10,155
8,402
10,162
Cuidado de personas.
p
Prueb
ba de muestras independientess
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
22,103
Sig.
,000
Prueeba T para la iguualdad de mediass
t
-8,195
-8,820
gl
804
7886,115
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenciia
de mediaas
-5,8114
-5,8114
Error típ. dee la
diferencia
,
,710
,
,659
95% Inntervalo de
confiannza para la
difeerencia
Inferior
Superior
-7,2007
-4,422
-7,1009
-4,520
Quehaceres domésticos. Prueeba de muestraas independientees
Prueba de Levene
para la iguualdad de
variannzas
F
501,571
Sig.
,000
Pruebba T para la igualldad de medias
t
-63
3,463
-67
7,179
gl
54435
5434,0052
Diferencia de
d
Sig.
medias
(bilaterall)
-17,7881
,0000
-17,7881
,0000
Error típ. 95% Intervaloo de confianza
para la diferencia
d
de la
diferencia
Inferior
Superior
,280
-18,331
-17,232
,265
-18,300
-17,262
m
de 600 años de edaad
Hombres y mujeres mayores
Horas trab
bajadas. Pruebaa de muestras in
ndependientes
Prueba de
d Levene
para la iggualdad de
variaanzas
Prueeba T para la igualdad de mediass
119 F
4,809
Sig.
,028
t
10,042
9,971
Sigg.
gl
(bilateral)
2582
,000
16658,523
,000
Diferencc
ia de
medias
8,8044
8,8044
Error típ.
de la
diferencia
,877
,883
95% Intervalo de confianza
para la differencia
Inferior
Superior
7,085
10,523
7,072
10,536
Cuidado de personas. Prueeba de muestrass independientees
Prueba de
d Levene
para la igualdad de
variaanzas
F
3,856
Sig.
,051
Prueeba T para la iguualdad de mediass
t
-3,324
-3,490
gll
169
165,,934
Sig.
(bilateraal)
,0001
,0001
Diferenciaa Error típ. dee la
de mediass
diferenciaa
-4,4770
1,3345
-4,4770
1,2281
95% Inntervalo de
confiannza para la
differencia
Inferior
Superior
-7,1255
-1,815
-6,9999
-1,941
Quehaceres domésticos.
d
Pru
ueba de muestraas independienttes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
variaanzas
F
164,516
Sig.
,000
Prueeba T para la iguualdad de medias
t
-34,433
-34,400
Diferenccia Error típ. de
d
Sigg.
gl
(bilateeral) de mediaas la diferenciia
1684
-17,311
,5003
,000
14443,251
-17,311
,5003
,000
95% Inntervalo de
confiannza para la
difeerencia
Inferior
Superior
-18,2997
-16,325
-18,2998
-16,324
ANALISIIS POR ESC
COLARIDAD
D
Hombres y mujeres siin instrucción escolar
Horas
H
trabajadaas a la semana. Prueba
P
de muestras independiientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
24,790
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
11,030
11,090
ggl
1846
18445,454
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferencia de
mediaas
10,123
10,123
Error típ.
de laa
diferenncia
,
,918
,
,913
95% Intervalo de
confiaanza para la
differencia
Inferior
8,3223
8,3333
Superior
11,923
11,914
Cuidar peersonas. Pruebaa de muestras in
ndependientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
Sig.
t
g
gl
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
Error típ.
t
Sig..
Diferenccia de
de laa
(bilaterral)
mediaas
diferenncia
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
120 10,026
,002
-6,218
-7,175
325
1994,165
,000
,000
--7,269
-7,269
1,,169
1,,013
Inferior
-9,5669
-9,2667
Superior
-4,969
-5,271
Quehaceres domésticos.
d
Pru
ueba de muestraas independienttes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
109,803
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-34,659
-38,236
ggl
1399
10773,775
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-119,398
-119,398
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,560
,
,507
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-20,4995
-18,300
-20,3993
-18,402
Hombres y mujeres co
on primaria
Horas
H
trabajadaas a la semana. Prueba
P
de mueestras independiientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
163,403
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
29,294
29,276
ggl
12161
120772,969
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
1
10,432
1
10,432
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,356
,
,356
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
9,7334
9,7334
Superior
11,130
11,131
Cuidado de personas. Prueeba de muestrass independientees
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
120,911
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-18,853
-22,576
ggl
2811
23225,717
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-8,496
-8,496
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,451
,
,376
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-9,3779
-7,612
-9,2334
-7,758
Quehaceres domésticos.
d
Pru
ueba de muestraas independienttes
Prueba de Levene para
la iguaaldad de
varianzas
F
715,535
Sig.
,000
Pruueba T para la iggualdad de mediaas
t
-83,945
-92,928
ggl
8900
77003,820
Sig.
(bilateral)
,000
,000
Diferenccia de
medias
-118,906
-118,906
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,225
,203
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
diiferencia
Inferiorr
Superior
-19,3447
-18,4644
-19,3004
-18,5077
121 Hombres y mujeres co
on secundariia
Horas
H
trabajadaas a la semana. Prueba
P
de mueestras independiientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
243,089
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
37,076
37,006
ggl
12348
121662,615
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
1
12,582
1
12,582
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,339
,
,340
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
11,9117
13,247
11,9115
13,248
Cuidado de personas. Prueeba de muestrass independientees
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
191,702
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-25,933
-28,876
ggl
4154
39779,363
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-9,375
-9,375
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,362
,
,325
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-10,0884
-8,666
-10,0111
-8,738
Quehaceres domésticos.
d
Prueba de muestraas independientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
1173,257
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-88,514
-101,964
-
ggl
9301
93000,790
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-118,104
-118,104
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,205
,
,178
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-18,5005
-17,703
-18,4552
-17,756
Hombres y mujeres co
on preparatooria
Horas
H
trabajadaas a la semana. Prueba
P
de mueestras independiientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
22,535
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
26,697
26,734
ggl
7502
72779,769
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
1
11,196
1
11,196
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,419
,
,419
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
10,3773
12,018
10,3775
12,016
122 Cuidado de personas. Prueeba de muestrass independientees
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
127,712
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-22,041
-24,140
ggl
2662
26558,995
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-110,230
-110,230
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,464
,
,424
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-11,1440
-9,320
-11,0661
-9,399
Quehaceres domésticos.
d
Pru
ueba de muestraas independienttes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
496,390
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-63,924
-68,392
ggl
5682
56661,689
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-116,131
-116,131
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,252
,
,236
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-16,6226
-15,636
-16,5993
-15,669
on educación
n normal
Hombres y mujeres co
Horas
H
trabajadaas a la semana. Prueba
P
de mueestras independiientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
9,000
Sig.
,003
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
5,056
4,723
g
gl
851
4446,581
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
5,707
5,707
Error típ.
t
de laa
diferenncia
1,,129
1,,208
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
3,4992
7,922
3,3332
8,082
Cuidado de personas. Prueeba de muestrass independientees
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
5,446
Sig.
,020
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-4,667
-5,293
g
gl
249
1009,882
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-8,765
-8,765
Error típ.
t
de laa
diferenncia
1,,878
1,,656
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-12,4663
-5,066
-12,0446
-5,483
123 Quehaceres domésticos.
d
Pru
ueba de muestraas independienttes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
21,262
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-16,810
-18,124
g
gl
735
3008,731
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-115,754
-115,754
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,937
,
,869
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-17,5994
-13,914
-17,4665
-14,044
Hombres y mujeres co
on carrera téécnica
Horas
H
trabajadaas a la semana. Prueba
P
de mueestras independiientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
7,907
Sig.
,005
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
14,792
14,755
ggl
3523
18334,752
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
9,464
9,464
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,640
,
,641
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
8,2009
10,718
8,2006
10,722
Cuidado de personas. Prueeba de muestrass independientees
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
13,001
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-9,126
-10,151
ggl
1156
4221,824
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-8,036
-8,036
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,881
,
,792
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-9,7663
-6,308
-9,5991
-6,480
Quehaceres domésticos.
d
Pru
ueba de muestraas independienttes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
189,554
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-35,879
-48,252
ggl
3073
14331,547
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-116,752
-116,752
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,467
,
,347
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-17,6667
-15,836
-17,4333
-16,071
124 on carrera profesional
p
Hombres y mujeres co
Horas
H
trabajadaas a la semana. Prueba
P
de mueestras independiientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
4,194
Sig.
,041
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
29,653
29,930
ggl
9530
95115,146
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
1
10,017
1
10,017
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,338
,
,335
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
9,3555
10,679
9,3661
10,673
. Cuidado dee personas Prueeba de muestrass independientees
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
126,260
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-25,184
-26,996
ggl
3486
34778,675
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-9,814
-9,814
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,390
,
,364
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-10,5778
-9,050
-10,5226
-9,101
Quehaceres domésticos.
d
Pru
ueba de muestraas independienttes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
554,758
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-65,899
-70,273
ggl
7242
72440,706
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-114,470
-114,470
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,220
,
,206
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-14,9000
-14,040
-14,8774
-14,066
Hombres y mujeres co
on maestría
Horas
H
trabajadaas a la semana Prueba
P
de muesstras independiientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
,887
Sig.
,347
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
7,134
7,155
ggl
1077
10776,876
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
6,722
6,722
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,942
,
,939
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
4,8773
8,571
4,8779
8,565
125 Cuidado de personas Prueba de muestrass independientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
17,835
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-9,256
-9,509
g
gl
362
3551,939
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-110,539
-110,539
Error típ.
t
de laa
diferenncia
1,,139
1,,108
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-12,7778
-8,299
-12,7118
-8,359
Quehaceres domésticos
d
Pru
ueba de muestraas independienttes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
83,192
Sig.
,000
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-20,040
-21,373
g
gl
827
8223,095
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-112,679
-112,679
Error típ.
t
de laa
diferenncia
,
,633
,
,593
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-13,9221
-11,438
-13,8444
-11,515
Hombres y mujeres co
on doctoradoo
Horas
H
trabajadaas a la semana Prueba
P
de muesstras independiientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
6,677
Sig.
,011
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
3,105
2,975
g
gl
153
1008,267
Sig..
(bilaterral)
,
,002
,
,004
Diferenccia de
mediaas
8,568
8,568
Error típ.
t
de laa
diferenncia
2,,759
2,,880
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
3,1116
14,019
2,8559
14,276
Cuidado de personas Prueba de muestrass independientes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
,376
Sig.
,542
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-1,599
-1,516
Sig..
(bilaterral)*
51
,
,116
3
36,049
,
,138
g
gl
Diferenccia de
mediaas
-5,028
-5,028
Error típ.
t
de laa
diferenncia
3,,145
3,,317
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-11,3441
1,286
-11,7554
1,699
126 Quehaceres domésticos
d
Pru
ueba de muestraas independienttes
Prueba de Levene
L
para
la iguaaldad de
varianzas
F
9,322
Sig.
,003
Pruueba T para la iguualdad de mediaas
t
-6,797
-6,909
g
gl
104
992,024
Sig..
(bilaterral)
,
,000
,
,000
Diferenccia de
mediaas
-110,450
-110,450
Error típ.
t
de laa
diferenncia
1,,537
1,,512
95% Intervalo
I
de
confiaanza para la
differencia
Inferior
Superior
-13,4999
-7,401
-13,4554
-7,446
*Se puedde observar que la difeerencia del tiempo inveertido en ell cuidado dee personas entre
hombres y mujeres estadísticame
e
ente no es significativa. Por lo que se puede innferir que enn este
m equitativva, sobre toddo en lo referente
nivel escoolar la distribución del trabajo reprooductivo es más
al cuidaddo de terceras personas. Una
U situacióón similar occurre cuandoo las parejas están en la rama
de activiidad de la construcciónn. En los siguientes
s
cuuadros se realiza
r
la prrueba estadíística
corresponndiente.
RAMA DE
D ACTIVIIDAD ECO
ONÓMICA
Hombress y mujeres en la construcción.
Horas
H
trabajadaas a la semana. Prueba de mueestras independiientes
Prueba de
d Levene
para la iggualdad de
variaanzas
F
1,820
Sig.
,177
Prueeba T para la iguualdad de mediass
t
2,885
3,267
Diferencia dee
Sig.
gl
medias
(bilateral)
2911
3,8311
,0044
169,747
3,8311
,0011
Error típ. de
la diferencia
1,3288
1,1733
95% Intervaloo de confianza
para la diferencia
d
Inferior
Superior
1,228
6,435
1,516
6,147
Se observva que la diferencia en las horas traabajadas es estadísticam
e
mente significcativa a pesar de
que la breecha entre ho
ombres y muujeres es peqqueña.
Otra de las
l pequeñass diferenciass se presentaa en la breccha de las hooras trabajaddas respectoo a la
duración de la jornad
da laboral.
127 DURACION DE LA
A JORNADA LABORA
AL
Menos de
d 15 horas a la semanaa
Ho
oras trabajadass a la semana. Prueba
P
de muesstras independieentes
Prueba dee Levene
para la iguualdad de
variaanzas
F
,440
Sig.
,507
Pruebba T para la iguaaldad de medias
t
2,950
2,979
gl
3492
894,525
Diferencia dee
Sig.
medias
(bilateral)
,4566
,0033
,4566
,0033
Error típ. de
la diferencia
,155
,153
95% Inteervalo de
confianza para la
difereencia
Inferior
Superior
,153
,759
,156
,757
Prrueba de muesttras independientes
Prueba dee Levene
para la iguualdad de
variaanzas
F
10,497
Sig.
,001
Pruebba T para la iguaaldad de medias
t
gl
5,029
13352
5,095 8231,179
Diferencia dee
Sig.
medias
(bilateral)
1,0866
,0000
1,0866
,0000
Error típ. de
la diferencia
,216
,213
95% Inteervalo de
confianza para la
difereencia
Inferior
Superior
,663
1,509
,668
1,504
Se obserrva que a peesar de quee la diferenccia de mediaas del trabaajo productivvo respecto a la
jornada laaboral es red
ducida, esta diferencia
d
ess estadísticam
mente signifficativa.
Para todas las demáás variabless, la brechaa es grande,, razón por lo cual see infiere quee las
diferenciaas son signiificativas. Es
E decir, las desigualdaddes presentaadas nos sonn producto de
d la
casualidaad sino que se
s manifiestaan en la realiidad por la desigualdad
d
d género.
de
128 
Descargar