Nº 48 | Miércoles, 15 de febrero de Nacional Sociedad Internacional Cultura Madrid Sociedad Religión Economía Deportes Jaque mate al tabaco en los pubs ingleses Caballo Ver Literatura, A Narrativa. Suplementos El Parlamento aprueba una ley que prohibirá en 2007 el consumo de cigarrillos en todos los bares y restaurantes Rechaza excepciones como permitir fumar en los locales donde no se sirva comida Gonzalo Suárez Espectáculos Gente Toros Televisión A la contra Autonomías Necrológicas Editoriales La primera Tribuna libre En alza, en baja Columnistas Gente Viñetas Punto de mira Cartas al director El submarino El tiempo La red La bolsa Cartelera Televisión y radio Lotería Horóscopo Nuestros enlaces Parte de nieve Londres- El Parlamento británico prohibió anoche el consumo de tabaco en todos los lugares de trabajo de Inglaterra, incluidos bares y restaurantes, a partir del verano de 2007. Tras un apasionado debate, los diputados rechazaron por aplastante mayoría - 384 votos a favor y 184 en contra- la introducción de algunas excepciones en la ley, como permitir fumar en clubes privados y pubs que no vendan comida. Tras la aprobación de esta ley, Inglaterra se unirá al resto de territorios británicos (Escocia, Gales e Irlanda del Norte), que ya han aprobado una prohibición del consumo de cigarrillos en todos sus establecimientos públicos. En un principio, el Gobierno se había decantado por aplicar una prohibición parcial que permitiera fumar en los miles de pubs que no sirven comida, alrededor del 25 por ciento del total. Así, los laboristas pretendían proteger a la inmensa mayoría de consumidores sin atentar contra las libertades de los Los ceniceros desaparecerán de los pubs británicos fumadores empedernidos. El entonces ministro de Sanidad, John Reid, llegó a defender esta idea como una defensa de los derechos de la población obrera, ya que aseguró que fumar «es en muchos casos uno de los pocos placeres al alcance de la gente pobre». Sin embargo, tras incluir esta «tercera vía» en su programa electoral, los laboristas se vieron obligados a reabrir el debate tras sufrir un aluvión de críticas. Así, las asociaciones antitabaco criticaron al Gobierno por no velar por la salud de los ciudadanos, incluidos los trabajadores de pubs. Mientras, los más pragmáticos consideraban que la normativa era un apaño inaplicable en la práctica, puesto que tenía infinidad de agujeros, como determinar si unas patatas fritas o unos cacahuetes son comida o un simple snack. Incluso la Asociación de Pubs y Cerveceros apoyó la prohibición total, temerosa de la competencia de los clubes privados sobre los miles de bares que dejarían de permitir el consumo de tabaco. Tal era el malestar en las filas laboristas que decenas de diputados amenazaron con votar contra el Gobierno para imponer el veto total. Ante la posibilidad de sufrir una humillante derrota parlamentaria, el primer ministro, Tony Blair, optó por dejar que sus compañeros votaran en conciencia, aunque supusiera romper un compromiso electoral. Así, los diputados británicos tuvieron que elegir entre tres opciones: prohibir el tabaco en todos los bares sin excepción, permitirlo sólo en clubes privados sin ánimo de lucro o el plan de «prohibición parcial» impulsado inicialmente por los laboristas. Uno de los desencadenantes del cambio de opinión del Gobierno fue el reemplazo de Reid por una ministra mucho más dura con los cigarrillos, Patricia Hewitt. De hecho, ella fue una de las «rebeldes» que votaron contra el programa de su partido. «El tabaco es Especial Encíclica de Benedicto XV la principal causa de muertes prematuras», aseguró al comienzo del debate parlamentario. «Esta ley puede salvar miles de vidas cada año, a medida que las personas vulnerables dejen de estar expuestas al humo de otras personas». La oposición conservadora también permitió que sus diputados votaran libremente, aunque criticó los mensajes contradictorios lanzados por el Gobierno en los últimos meses. «Sea cual sea el resultado, la ministra quedará humillada», explicó el portavoz de Sanidad, Andrew Lansley. Excepciones. Aunque los diputados se decantaron por la opción más restrictiva, la ley seguirá permitiendo excepciones en lugares de trabajo que, sin embargo, son el lugar de residencia de numerosas personas. Es el caso de las prisiones, los barracones militares o los centros psiquiátricos, cuyos residentes podrán seguir fumando. Precisamente, los clubes privados pedían acogerse a esta exención, ya que se consideran similares a un domicilio particular que pertenece a sus miembros, pero el Parlamento lo rechazó. Mientras, la medida afectará a infinidad de lugares públicos además de los pubs, como oficinas, transportes públicos, teatros y fábricas. Con la votación de ayer, Inglaterra seguirá los pasos del resto de territorios británicos en verano del año que viene. Así, la prohibición total entrará en vigor en Escocia en abril y en Irlanda del Norte y Gales en 2007. Mientras, la República de Irlanda fue pionera en este asunto, pues prohibió el tabaco en todos los lugares de trabajo en 2004. El Gobierno británico predijo que unas 600.000 personas dejarán de fumar con la nueva legislación, que impondrá multas de 50 libras (unos 75 euros) a quienes sigan fumando en los lugares prohibidos. RELACIONADOS nosotros | publicidad Copyright 2005, La Razón C/Josefa Valcárcel 42, 28027 Madrid (España)