Language and social variation capítulo 19 de Yule, The Study of

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Language and social variation
capítulo 19 de Yule, The Study of Language (2005), pp. 205-212.
En el capítulo anterior, nos centramos en la variación en el uso de la lengua que se da en diferentes
zonas geográfcas. Sin embargo, no todos los que residen en una determinada zona geográfca hablan
igual en cada situación. Nos damos cuenta de que ciertos usos del lenguaje, como por ejemplo el argot
(slang), tienen más probabilidades de darse en el habla de algunos individuos en la sociedad más que
en la de otros. También somos conscientes del hecho de que las personas que viven en la misma
región, pero que se diferencian en términos de educación y de situación económica, suelen hablar de
forma muy diferente. De hecho, estas diferencias pueden utilizarse, implícita o explícitamente, como
indicaciones de pertenencia a diferentes grupos sociales o comunidades de habla. Una comunidad
de habla es un grupo de personas que comparten un conjunto de normas y expectativas con respecto
al uso de la lengua. El estudio de las características lingüísticas que tienen relevancia social para los
miembros de esas comunidades de habla se denomina “sociolingüística”.
Sociolingüística
El término sociolingüística se utiliza generalmente para el estudio de la relación entre lenguaje y
sociedad. Se trata de un extenso campo de investigación que se ha desarrollado por la interacción de
la lingüística con una serie de otras disciplinas académicas. Está estrechamente relacionada con la
antropología por medio del estudio de la lengua y la cultura, y con la sociología por medio de la
investigación de la función que desempeña la lengua en la organización de los grupos e instituciones
sociales. También está conectada con la psicología social, en particular con la manera en que se
expresan las actitudes y percepciones y en cómo se identifcan los comportamientos endogrupales (ingroup) y exogrupales (out-group). Utilizamos todas estas relaciones para analizar el lenguaje desde una
perspectiva social.
Dialectos sociales
Mientras que el estudio tradicional de los dialectos regionales tiende a concentrarse en el habla de los
habitantes de zonas rurales, el estudio de los dialectos sociales se ha centrado sobre todo en los
hablantes urbanos. En el estudio social del dialecto, es la clase social lo que se utiliza principalmente
para defnir lo que tienen en común los grupos de hablantes. Los dos grupos más importantes que se
han identifcado son la “clase media”, los que tienen más años de educación y realizan trabajo no
manual, y la “clase obrera”, los que tienen menos años de educación y realizan algún tipo de trabajo
manual. Por lo tanto, cuando nos referimos al “habla de la clase obrera”, hablamos un dialecto social.
Los términos “alto” y “bajo” se utilizan para subdividir los grupos, principalmente sobre una base
económica, de forma que el “habla de la clase media alta” sería como otro tipo de dialecto social o
sociolecto.
Como en todos los estudios dialectales, sólo ciertas características de uso de la lengua se consideran
relevantes para el análisis de los dialectos sociales. Estas características serían las pronunciaciones, las
palabras o las estructuras que se emplean de forma regular en una forma por los hablantes de clase
obrera, y de otra forma por los hablantes de clase media. Por ejemplo, en Edimburgo (Escocia), la
palabra home ("casa") se pronunciada regularmente [heɪm], rimando con name ("nombre"), entre los
hablantes de clase obrera baja, y [hom], rimando con foam ("espuma"), entre los hablantes de clase
media. Es una pequeña diferencia en la pronunciación, pero es un indicador de situación social. Otro
ejemplo podría ser que el verbo ain't ("no ser"), como en I ain’t fnished yet ("Aún no he acabado"), que
suele utilizarse bastante más en el habla de la clase trabajadora que en el habla de la clase media.
Al buscar otros ejemplos del uso de la lengua que pudieran ser propios de un dialecto social, tratamos
la clase como la variable social y la pronunciación o la palabra como la variable lingüística.
Podemos así investigar en qué medida existe una variación sistemática entre las dos variables
calculando la frecuencia con que los hablantes de cada clase utilizan cada versión de la variable
lingüística. Normalmente no se trata de situaciones de todo o nada: lo que los estudios de los dialectos
sociales suelen descubrir es que los hablantes de un grupo determinado utilizan una cierta forma con
mayor o menor frecuencia, y casi nunca se da el caso de que una determinada forma la utilice
exclusivamente uno de los grupos.
Educación y ocupación
Aunque las circunstancias únicas de nuestra vida hacen que cada uno de nosotros tenga una forma
propia de hablar, lo que se llama dialecto personal o idiolecto, generalmente tendemos a hablar
como aquellos otros con quienes compartimos una formación educativa y/o una ocupación similar.
Entre aquellos que abandonan el sistema educativo a edad temprana, hay un patrón general de uso de
ciertas formas que son relativamente infrecuentes en el habla de los que tienen estudios superiores.
Expresiones como las que se dan en las frases Them boys throwed somethin’ (“los chicos tiraron algo”) o It
wasn’t us what done it (“No hemos sido nosotros los que lo han hecho”) generalmente son propias de
hablantes que han pasado menos tiempo en la escuela. Los que han pasado más tiempo en el sistema
educativo tienden a tener en su habla más características que derivan de su familiaridad con la lengua
escrita, de forma que es mucho más probable que usen threw (forma irregular estándar del verbo throw)
en vez de throwed (forma regular, pero no estándar), y también que usen who (“quien”) mucho más que
what (“qué”) para referirse a personas. La observación de que algunos profesores “hablan como un
libro” posiblemente refleja una forma extrema de esta influencia de la lengua escrita tras haber pasado
muchos años en el sistema educativo.
Como adultos, la consecuencia del tiempo pasado en el sistema educativo se suele reflejar en nuestro
empleo y en nuestra posición socioeconómica. La forma en que se expresan los ejecutivos de banca,
frente por ejemplo a los limpiadores de ventanas, suele proporcionar pruebas lingüísticas de la
importancia de estas variables sociales. En la década de 1960, el sociolingüista William Labov,
combinó elementos del puesto de trabajo y de la posición socioeconómica, examinando las diferencias
de pronunciación entre los vendedores de tres grandes almacenes de Nueva York: Saks Fifth Avenue
(con artículos caros, de clase media-alta), Macy (de precio medio, de clase media) y Klein (con
artículos más baratos, de clase obrera). Labov entró en cada una de estas tiendas y les hizo a los
dependientes de determinadas preguntas, como por ejemplo ¿Dónde están los zapatos de señora?, con el fn
de obtener respuestas en que apareciera la expresión fourth floor (“cuarta planta”). Esta expresión ofrece
dos oportunidades de pronunciar (o no) la /r/ postvocálica, es decir, el sonido /r/ después de vocal.
Labov encontró un patrón regular en las respuestas: cuanto mayor era la situación socioeconómica de
la tienda, mayor frecuencia de pronunciación de /r/ por los dependientes, y cuanto menor era la
situación, menos frecuencia de pronunciación de /r/. Por lo tanto, la frecuencia de aparición de esta
variable lingüística (r) podría identifcar las muestras de habla como clase media alta, clase media o
clase obrera. Otros estudios han confrmado este patrón regular en el habla de los neoyorquinos.
En un estudio británico realizado en Reading, unos 40 kilómetros al oeste de Londres, Trudgill (1974)
encontró que el valor social asociado con la misma variable (r) era bastante diferente. Los hablantes
de clase media de Reading pronunciaban menos sonidos /r/ que los hablantes de clase obrera. En
esta ciudad concreta, los hablantes de clase media alta nunca pronuncian /r/ posvocálica. Decían
cosas como Oh, that’s mahvellous, dahling! (“¡Oh, es maravilloso, querido”). Los resultados de estos dos
estudios se muestran en la tabla 19.1 (tomada de Romaine, 2000).
Marcadores sociales
Como se observa en la tabla, la importancia de la variable lingüística (r) puede ser prácticamente
opuesta en términos de posición social en dos lugares diferentes, y sin embargo, en ambos lugares los
patrones muestran cómo el uso de este sonido particular sirve de marcador social. Es decir, utilizar
más (o menos) esta característica en el habla le identifca a uno como miembro de un determinado
grupo social particular, quieras o no.
Hay otras características de pronunciación que funcionan como marcadores sociales. En los países de
lengua inglesa, una característica que parece ser un indicio bastante estable de clase baja y de menor
educación es la pronunciación fnal de -ing con [n] en vez de con [ŋ] a fnal de palabra, como en sitting
(“sentado”) and drinking (“bebiendo”). Las pronunciaciones que se representan con sittin' y drinkin' se
asocian típicamente con el habla de la clase trabajadora.
Otro marcador social es la llamada “caída de [h]”, que hace que las palabras at (“en”) y hat
(“sombrero”) se pronuncien igual. Se da a principio de palabra, y puede dar lugar a expresiones como
I’m so ’ungry I could eat an ’orse (“Tengo tanta hambre que podría comerme un caballo”). En inglés
contemporáneo, esta característica se asocia con la clase baja y con personas de menor educación.
Parece que tenía una asociación similar como marcador social para Charles Dickens, que escribió a
mediados del siglo XIX. La usó como forma de indicar que el personaje de Uriah Heep, en la novela
David Copperfeld, era de clase baja, como en este ejemplo, en que usa umble por humble (“humilde”):
“I am well aware that I am the umblest person going,” said Uriah Heep, modestly; “ … My mother is
likewise a very umble person. We live in a numble abode, Master Copperfeld, but we have much to be thankful
for. My father’s former calling was umble.”
Estilo de habla y cambio de estilo
En su estudio de los grandes almacenes, Labov incluyó otro elemento sutil que le permitió no sólo
investigar el tipo de estratifcación social ejemplifcado en la tabla 19.1, sino también el estilo como
una característica social del uso de la lengua. La distinción más básica en el estilo del habla es entre el
uso formal y el uso informal. El estilo formal se da cuando prestamos más atención a cómo hablamos,
y el estilo informal se da cuando prestamos menos atención. En el habla de un mismo individuo, el
paso de un estilo a otro se denomina cambio de estilo.
Cuando Labov preguntaba inicialmente a los dependientes donde estaban determinados artículos,
asumía que le respondían de manera informal. Después de que le respondieran a la pregunta, Labov
fngía no haber oído y decía: “¿Perdón?” para hacer que repitieran la misma expresión, que se
pronunciaba esta vez con mayor atención. Esto se tomó como muestra representativa de un estilo más
cuidadoso por parte del hablante. Cuando los hablantes repetían la frase fourth floor, aumentó en todos
los grupos la frecuencia de/r/ posvocálica. El aumento de frecuencia más signifcativo fue el grupo de
Macy. En un descubrimiento confrmado por otros estudios, los hablantes de clase media son los que
con mayor probabilidad cambian su estilo de forma signifcativa en la dirección del de clase media alta
cuando utilizan un estilo cuidadoso.
Es posible utilizar procedimientos de investigación más elaborados para afnar más la categoría de
estilo. Pedir a alguien que lea en voz alta un texto breve hará que preste más atención al habla que
limitarse a pedirles que respondan algunas preguntas en una entrevista. Pedirle a ese mismo individuo
que lea en voz alta una lista de palabras individuales tomadas del texto se traducirá en una
pronunciación aún más cuidadosa de esas palabras, y por tanto, una versión más formal de estilo de
habla del individuo.
Cuando Labov analizó los datos obtenidos con estos procedimientos de investigación, descubrió un
aumento general de uso de /r/ posvocálica en todos los grupos, ya que la tarea requería más atención
al habla. Entre los hablantes de clase media baja, el aumento fue tan grande en la pronunciación de
las listas de palabras que su frecuencia de /r/ posvocálicas fue incluso superior a la de los hablantes de
clase media alta. Como han confrmado otros estudios, cuando los hablantes de un grupo de estatus
medio tratan de emplear una forma de prestigio asociada con un grupo de categoría superior en una
situación formal, tienen la tendencia a sobreutilizar la forma.
Prestigio
Al discutir el cambio de estilo, introdujimos la idea de una forma de “prestigio” como una manera de
explicar la dirección en la que algunas personas cambian su habla. Cuando ese cambio es en la
dirección de una forma que es más frecuente en el habla de los que se percibe que tienen una posición
social más elevada, nos encontramos ante lo que se denomina prestigio manifesto, un estatus que
generalmente se considera “mejor” o valorado más positivamente en la comunidad en sentido amplio.
Existe, sin embargo, otro fenómeno llamado prestigio encubierto. Este estatus positivo “oculto” de
un estilo de habla puede explicar por qué ciertos grupos no presentan cambio de estilo en la misma
medida que otros grupos. Por ejemplo, podríamos preguntarnos por qué muchos hablantes de clase
obrera baja no cambian su estilo de de informal a formal de manera tan radical como los hablantes
de clase media baja. La respuesta puede ser que valoran las características que les identifcan como
miembros de su grupo social y en consecuencia evitan cambiarlos en la dirección de las características
asociadas con otro grupo social. Puede ser que valoran la solidaridad de grupo (es decir, hablar igual
que los que les rodean) más que la movilidad (es decir, hablar como los que están por encima).
Entre los hablantes más jóvenes de la clase media, suele haber prestigio encubierto conectado con
muchas características de pronunciación y gramática (I ain’t doin’ nuttin’ en vez de I’m not doing anything)
que se suelen asociar con el habla de grupos de estatus inferior.
Acomodación
Al contemplar más de cerca la variación en el estilo de habla, podemos ver que no es sólo una función
de la clase social de los hablantes y de su atención al habla, sino también está influido por su
percepción de los oyentes. Este tipo de variación se denomina acomodación, y se defne como
nuestra capacidad para modifcar nuestro estilo de habla para acercarlo o alejarlo del estilo que
percibimos en las personas con las que hablamos.
Podemos adoptar un estilo de habla que intenta reducir la distancia social, conocido como
convergencia, y que usa formas que son similares a las que utilizan las personas con las que estamos
hablando. En los ejemplos siguientes (de Holmes 2008), un adolescente pide ver unas fotografías de
vacaciones. En el primer ejemplo, habla con un amigo, y en el segundo, habla con una amiga de su
madre. La petición es esencialmente la misma, pero el estilo es diferente, en la medida que el hablante
converge con el estilo percibido del otro.
C’mon Tony, gizzalook, gizzalook
(“Venga, Tony, déjame verlas”)
Excuse me. Could I have a look at your photos too, Mrs. Hall?
(“Perdone, ¿podría echarle un vistazo a las fotos, Sra. Hall?”)
Por el contrario, cuando se utiliza un estilo de habla para subrayar la distancia social entre los
hablantes, el proceso se denomina divergencia. Podemos hacer divergir nuestro estilo de otro
utilizando formas que sean claramente diferentes. En la tercera frase del siguiente ejemplo, el
adolescente (que es escocés) cambia a un estilo de habla con características que diferen
sustancialmente del de la primera frase.
ADOLESCENTE: I can’t do it, sir (“No puedo hacerlo, señor”)
MAESTRO: Oh, come on. If I can do it, you can too. (“¡Venga! Si puedo hacerlo yo, tú también”)
ADOLESCENTE: Look, I cannae dae it so … (“Mire, no puedo hacerlo, así que...”)
La súbita divergencia de estilo parece desencadenarse no sólo por la necesidad de hacer hincapié en
su enunciado repetido, sino también por la afrmación de su maestro de que “somos iguales”. Este
adolescente usa otro estilo para marcar que no son iguales.
Registro y jerga
Otra influencia en el estilo de habla que está ligada a la identidad social deriva del registro. Un
registro es una forma convencional de utilizar la lengua que es adecuada para un contexto específco,
que se puede identifcar como situacional (por ejemplo, en la iglesia), laboral (por ejemplo, entre
abogados) o temática (por ejemplo, hablar sobre el lenguaje). Podemos identifcar características
específcas que se dan en el registro religioso (Ye shall be blessed by Him in times of tribulation “Seréis
bendecidos por él en tiempos de tribulación”), en el registro legal (The plaintiff is ready to take the witness
stand “Puede tomar asiento el demandante en la silla de los testigos”) e incluso el registro de la
lingüística (In the morphology of this dialect there are fewer inflectional suffxes “En la morfología de este
dialecto hay menos sufjos flexivos”).
Una de las características defnitorias de los registros es el uso de jerga, que es el vocabulario técnico
especial asociado a un determinado campo de trabajo o de interés (por ejemplo, plaintiff
“demandante”, suffx “sufjo”). En términos sociales, la jerga ayuda a crear y mantener la conexión
entre los que se ven a sí mismos como “compañeros”, y a excluir a los “extraños”. Este efecto
exclusivo de la jerga especializada, como en el registro médico (por ejemplo, Zanoxyn is a nonsteroidal
anti-inflammatory drug for arthritis, bursitis and tendonitis “El zanoxyn es un medicamento antiinflamatorio
no esteroidal indicado para la artritis, la bursitis y la tendinitis”), suele provocar quejas por su presunto
abuso.
Argot
Mientras que la jerga es el vocabulario especializado usado por los que forman parte de grupos
sociales establecidos, que se defnen a menudo por su estatus profesional (por ejemplo, la jerga legal),
el argot se suele utilizar más entre los que están fuera de los grupos de estatus superior. La palabra
argot o “habla coloquial”, describe las palabras o frases que se usan en vez de otros términos más
cotidianos entre los hablantes más jóvenes y en otros grupos con intereses especiales. En inglés, la
palabra bucks (por dólares o dinero) es una expresión de jerga desde hace más de cien años, pero la
adición de mega- en megabucks es una innovación más reciente, igual que dead presidents (“presidentes
muertos”) (cuyas imágenes aparecen en el papel moneda) y benjamins (por Benjamin Franklin, que
aparece en los billetes de 100 dólares).
Al igual que la ropa y la música, el argot es un aspecto de la vida social que está sujeto a la moda,
especialmente entre los adolescentes. Lo usan aquellos miembros de un grupo que comparten ideas y
actitudes como una forma de distinguirse de los demás. Como marcadores de identidad de grupo
durante una corta etapa de vida como es la adolescencia, las expresiones de argot pueden “envejecer”
con bastante rapidez. En inglés, las formas más antiguas para expresar “muy bueno” como groovy, hip y
super han sido substituidas por awesome, rad y wicked, que han dado paso a dope, kickass y phat. La palabra
hunk (“hombre físicamente atractivo”) se substituyó por hottie, y en lugar de que algo fuera the pits
(“verdaderamente malo”), la siguiente generación pensó era un bummer o decía, That sucks! La
diferencia en el uso del argot entre los hablantes más jóvenes y los mayores indica que la edad es otro
factor importante de la variación social.
Sin embargo, el uso del argot varía en el seno del grupo social más joven, como lo demuestra el uso de
las palabras malsonantes, o términos tabú. Los términos tabú son palabras y frases que se evitan
por motivos que tienen que ver con la religión, la cortesía y el comportamiento prohibido. Suelen ser
las palabras que se enmascaran con pitidos en la radiodifusión pública, o con asteriscos en forma
escrita (You stupid f***ing a**hole!). En un estudio de las diferencias lingüísticas entre los “Jocks” (de
estatus superior) y los “Burnouts” (de estatus inferior) en los institutos de secundaria de Detroit, Eckert
(2000) observó el uso regular de palabras tabúes tanto entre chicos y chicas en el grupo de estatus
inferior. Sin embargo, en el grupo de estatus superior, los varones utilizan palabras tabúes sólo con
otros chicos, mientras que las chicas parece que las emplean. Las diferencias de clase social, al menos
en el uso del argot, están ya bien establecidas durante la adolescencia.
Barreras sociales
En la mayor parte de la exposición precedente, hemos estado revisando la investigación sobre la
variación social basada principalmente en ejemplos de inglés británico y lo que podríamos denominar
inglés americano “europeo”. Identifcar una variedad social general según el origen histórico de los
hablantes nos permite ponerlo en contraste con otra gran variedad denominada inglés afroamericano
(Afro-American English: AAE). Conocido también como inglés negro (Black English), El AAE es una
variedad utilizada por muchos afroamericanos (pero no todos) y por otros hablantes (por ejemplo
puertorriqueños de Nueva York). Tiene un grupo de características que, consideradas en conjunto,
constituyen un grupo diferenciado de marcadores sociales.
De la misma manera que las grandes barreras geográfcas entre grupos favorecen las diferencias
lingüísticas en los dialectos regionales, las barreras sociales como la discriminación y la segregación
coadyuvan a crear diferencias marcadas entre los dialectos sociales. En el caso del AAE, sus
características diferenciales propias han sido estigmatizadas a menudo como como hablar “mal”,
siguiendo un patrón regular por el cual las prácticas sociales, especialmente el habla, de los grupos
dominados se consideran “anormales” por parte de los grupos dominantes , que son los que
determinan lo que es “normal”. Aunque los hablantes de AAE siguen sufriendo los efectos de la
discriminación, su dialecto social tiene a menudo prestigio encubierto entre los hablantes más jóvenes
de otros grupos sociales, particularmente con respecto a la música popular, y algunas características
del AAE pueden usarse en expresiones de identidad social por muchos que no son afroamericanos.
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