Capı́tulo 1 EL PROBLEMA DE LA LUZ COMO ANTECEDENTE HISTÓRICO DE LA RELATIVIDAD ESPECIAL Ver parte I 1 Capı́tulo 2 INVARIANZA DE LAS LEYES DE MAXWELL Ver parte I 2 Capı́tulo 3 EVOLUCIÓN DE CONCEPTOS HACIA LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD Ver parte II 3 Capı́tulo 4 PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD ESPECIAL Ver parte II 4 Capı́tulo 5 EFECTOS DE LA RELATIVIDAD ESPECIAL EN LA DINÁMICA 5.1. Nuevo concepto de masa En la fı́sica clásica se define el momento de un cuerpo en movimiento como el producto de su masa por la velocidad que lleve. La masa se considera una propiedad constante de la materia. Sin embargo, para la Teorı́a Especial de la Relatividad la masa de una partı́cula no es una constante, sino que es función de la velocidad. Estudiemos la colisión elástica de dos partı́culas A y B con igual masa y rapidez como se ve en la figura 5.1 a). Para el observador O en reposo con respecto al punto de colisión, la componente de la velocidad de cada partı́cula, paralela al eje x de su sistema de referencia, conserva la magnitud, la dirección y el sentido después del choque, mientras que la componente paralela al eje y invierte su sentido. El observador O’ en movimiento relativo respecto al primero registrará el mismo fenómeno con velocidades primadas (figura 5.1 b)). Definamos el momento, tanto de A como de B, de la forma p = m(v) .v, siendo m(v) el valor de la masa de cada partı́cula en función de su rapidez v. Como en el eje x no se notan cambios para el movimiento de cada partı́cula, el cambio de momento de A y B sólo se dan en el eje y . Especı́ficamente, O’ registra los siguientes cambios de momentum: ∆pB = m(vB0 ) .vB0 y − (−m(vB0 ) .vB0 y ) = 2m(vB0 ) .vB0 y para la partı́cula B, y ∆pA = −m(vA0 ) .vA0 y − m(vA0 ) .vA0 y ) = −2m(vA0 ) .vA0 y para la partı́cula A. La ley de la conservación del momento establece que el momento vertical perdido por una de las partı́culas es igual al ganado por la otra, de manera que ∆pB + ∆pA = 0. Por lo tanto, 2m(vB0 ) .vB0 y + (−2m(vA0 ) .vA0 y ) = 0 ⇒ m(vA0 ) .vA0 y = m(vB0 ) .vB0 y 5 Figura 5.1: Conservación del momento m(vA0 ) = m(vB0 ) vB0 y (5.1) vA0 y Expresemos ahora las componentes de las velocidades de A y B registradas por O’ en función de las verificadas por O de acuerdo a las ecuaciónes (??) y (??) después del choque elástico, , como lo sugiere la figura 5.1 b), esto es q −vA0 x = (−vx )−V V (−vx ) 1− 2 c vB0 x = vx −V 1− V v2x c = −vx −V 1+ V v2x , y también −vA0 y = c y ası́ mismo, vB0 y = q 2 1− V 2 c 1− V v2x q 2 1− V 2 c V (−vx ) 1− c2 (−vy ) = −vy 2 1− V 2 c 1+ V v2x c vy c Los resultados q en las siguientes fórmulas obtenidas por análisis vecq anteriores se reemplazan 0 0 0 0 torial: vA = (vAx )2 + (vAy )2 , y, vB = (vB0 x )2 + (vB0 y )2 ası́: v q q u V2 u 2 + (v )2 (1 − V 2 ) 1 − (v + V ) x y 2 v + V t c c2 x vA0 = ( )2 + (vy )2 = V vx V vx V vx 1 + c2 1 + c2 1 + c2 q s 2 2 (1 − V 2 ) (vx − V )2 + (vy )2 (1 − Vc2 ) (v ) v − V y 2 x c vB0 = ( )2 + = 1 − Vcv2x (1 − Vcv2x )2 1 − Vcv2x Como los efectos relativistas se manifiestan en la dirección en que se da el movimiento relativo entre los observadores O y O’ (eje x en este caso), podemos tomar vy −→ 0, lo que conduce a que: 6 vA0 −→ vx + V 1 + Vcv2x vB0 −→ vx − V 1 − Vcv2x Ahora bien, de todos los observadores inerciales es lı́cito seleccionar O’ como aquel cuya velocidad sea V = |vBx | = |vAx | = vx = v con respecto a O, es decir , que O’ se mueve con velocidad igual a la componente positiva de vB en el eje x. Bajo estas condiciones, las ecuaciones anteriores se reducen a: vA0 −→ q vB0 y vA0 y = 2v =u 1 + v 2 /c2 vB0 −→ 0 (5.2) (5.3) 2 1− V 2 vy q 2 1− V 2 c 1− V v2x c vy c 1+ V v2x = 1 + v 2 /c2 = 1 − v 2 /c2 1 1−v 2 /c2 1+v 2 /c2 1 1 q =q = = 1−v 2 /c2 2 1−2v 2 /c2 +v 4 /c4 ( 1+v2 /c2 ) (1+v 2 /c2 )2 c 1 q (1+v 2 /c2 )2 −4v 2 /c2 (1+v 2 /c2 )2 vB0 1 1 1 =q =p = 0y =q 2v/c 2v/c vAy 2 2 1 − u2 /c2 1 − ( 1+v 1 − ( 1+v 2 /c2 ) 2 /c2 ) con u la velocidad obtenida de la ecuación (5.2). Finalmente la ecuación (5.1) se transforma en: 1 m(u) = m(0) p 1 − u2 /c2 (5.4) Esta es la ecuación más importante de la mecánica en la Teorı́a de la Relatividad Especial. La masa de una partı́cula no es una constante, sino que es una función de la velocidad u de la partı́cula; para u = 0 la masa se denomina ”masa en reposo” y se representa por m(0) o en forma más sencilla por m0 . He aquı́ la modificación esencial del concepto de masa: este término no designa únicamente a la cantidad de materia que conforma a cada móvil, sino también a su inercia, la cual aumenta en virtud de su movimiento. 7 Figura 5.2: Momentos en la fı́sica clásica y en la fı́sica relativista La versión newtoniana tiene la marca n y la einsteniana tiene la marca e 5.2. 5.2.1. Nuevas cantidades dinámicas Momento o cantidad de movimiento Como ya se dijo, se define como m0 u ρ = m(u) u ⇒ ρ = p 1 − u2 /c2 para un móvil que, a la velociudad u, tiene una masa m(u). La figura (5.2) compara las definiciones clásica (Newton) y relativı́stica (Einstein) de la masa y el momentum. Nótese la coincidencia de ambas definiciones para bajas velocidades en comparación con c, y en particular, la coincidencia de la masa newtoniana con la masa relativista en reposo. 5.2.2. Fuerza Manteniendo la validez del principio de inercia, que implica que los cambios de momentum de un móvil se deben a la acción de fuerzas sobre él, podemos establecer el siguiente razonamiento, involucrando la anterior definición relativı́stica del mometum: dm(u) u dm(u) dρ du F = ⇒F = = m(u) +u dt dt dt dt Por consiguiente: dm(u) F = m(u) a + u dt Aplicando regla de la cadena en el segundo término: dm/dt = dm du = a(dm/du) du dt Ası́: F = a(m + udm/du) 8 Entonces, la diferencia se debe al incremento de la masa relativı́stica con la velocidad, lo cual respalda la idea de que la masa relativı́stica establece la inercia del móvil a la velocidad u: Mientras mayor sea la velocidad, la fuerza que hay que aplicar para cambiar el momentum es mayor. 5.2.3. Trabajo Siguiendo la definición de trabajo W realizadoRpor una Rfuerza F Rsobre un Rmóvil, a lo largo de su trayectoria de movimiento, se obtiene W = F dr = dρ dr = dρ dr = d(m(u) u)u dt dt R R Diferenciando, W = (m(u) du + udm(u) )u = (m(u) udu + u2 dm(u) ) Para hallar el valor del paréntesis procedemos de la siguiente forma: m(u) = m = √ m0 1−u2 /c2 ⇒ m2 (1 − u2 /c2 ) = m20 ⇒ m2 − m2 u2 /c2 − m20 = 0 Diferenciando,2mdm − d(m2 u2 )/c2 − 0 = 0 ⇒ 2mdm − 2mdm − 2m2 udu c2 − 2mu2 dm c2 = 0 ⇒ dm − mu du c2 − u2 dm c2 1 (m2 du2 c2 + u2 dm2 ) = 0 =0 Amplificando por c2 y reorganizando se obtiene: mudu + u2 dm = c2 dm Éste es el valor del paréntesis que estábamos buscando de la integral anterior. Por lo tanto: W = R c2 dm ⇒ W =c 2 Z dm (5.5) Ésta fórmula establece una nueva interpretación del trabajo: en Teorı́a de la Relatividad el trabajo está asociado al cambio de masa relativista que experimenta un cuerpo en virtud del movimiento Manteniendo el principio de inercia, el trabajo es ejercido por una fuerza al ser aplicada sobre un móvil a lo largo de su trayectoria. Esto hace del trabajo una cantidad .externa”. Pero su resultado es el cambio de energı́a del móvil, que significa un cambio de su estado mecánico. Por lo que este cambio es una respuesta ”propia”del móvil. Ası́, en la ecuación de trabajo tenemos una relación de causa-efecto. Ahora bien, clásicamente ese cambio de estado se manifiesta en un cambio de velocidad (energı́a cinética), porque la masa es un atributo invariante, al menos en el caso de partı́culas. Pero en el caso relativı́stico, un cambio de energı́a se manifiesta como cambio de inercia, es decir, de masa relativı́stica. Representando dicho cambio de energı́a por K resulta: Z m 2 K=c dm = mc2 − m0 c2 ⇒ K + m0 c2 = mc2 m0 9 Figura 5.3: Variaciones de la energı́a desde la fı́sica clásica y la fı́sica relativista La versión newtoniana tiene la marca n y la einsteniana tiene la marca e La energı́a mecánica total de la partı́cula, que representamos mediante la letra E, es la suma K + m0 c2 . Luego: E = K + m0 c2 E = mc2 m0 c2 E=p 1 − u2 /c2 (5.6) (5.7) (5.8) La figura 5.3 establece un paralelo entre las versiones clásica y relativista para las energı́as cinética y mecánica de un cuerpo en movimiento. Según la fı́sica clásica, no hay lı́mite para los valores de u y por lo tanto, tampoco lo hay para la energı́a cinética o mecánica, puesto que según Newton, K = E = 21 mu2 . En contraste, en la mecánica relativı́stica de Einstein se tiene que K = (m − m0 )c2 , con la condición de que K es una cantidad real y finita, lo cual como es de esperar, impone que m también lo sea. En consecuencia, u < c es una condición necesaria para asegurar esta expresión. Es decir, móviles con masa en reposo no-nula y masa relativista finita se deberán mover con velocidades menores que la de la luz. En efecto, su curva de energı́a vs velocidad presentará un comportamiento asintótico hacia la ası́ntota vertical u = c, creciendo indefinidamente cuando u tiende a c. En otras palabras, para llevar un objeto masivo desde el reposo hasta que adquiera la velocidad de la luz, es necesario añadirle una cantidad infinita de energı́a. Como es imposible acumular y usar una cantidad infinita de energı́a, concluimos que ningún objeto masivo se puede llevar hasta la velocidad de la luz; la velocidad relativa entre dos observadores inerciales es siempre menor que c. Por otra parte, de la gráfica de E(vs)u, la energı́a mecánica newtoniana es cero cuando u = 0, es decir, para él un cuerpo en reposo carece de energı́a cinética. Por lo tanto, su energı́a mecánica total igualará a la energı́a potencial, cuyo valor es arbitrario, es decir, puede tomarse como nulo sin afectar el estado mecánico de reposo. En contraste, según la ecuación (5.8), la energı́a mecánica relativı́stica total en estado de reposo no es nula sino igual a mo c2 , cantidad 10 denominada energı́a mecánica de reposo, la cual está determinada por la masa en reposo del móvil y es una cantidad significativa en virtud del factor c2 . Energı́a relativı́stica del campo electromagnético La teorı́a corpuscular einsteniana sobre la luz establece que ésta se encuentra conformada por partı́culas móviles denominados fotones. Los fotones se hallan siempre en movimiento a la velocidad c de la luz; poseen energı́a que corresponde, según Max Planck, al producto de la frecuencia f por la constante h de Planck (E = h × f ). Einstein demostró que la energı́a y la masa eran equivalentes (E = mc2 ). Ası́ pues, la energı́a en reposo cero de un fotón debe actuar como una masa en reposo cero Mo medible por Mo = Eo /c2 = hf /c2 . Cuando una masa se mueve adquiere un momento. Como un fotón circula a la velocidad de la luz, su momento debe ser el producto de c por Mo , es decir, ρf oton = c × hf /c2 = hf /c = Eo /c De hecho, a raı́z de esta masa Mo , la luz sufre de caı́da libre en campos de gravitación intensos, como cualquier cuerpo másico, es decir, puede interactuar gravitacionalmente, y además puede transferir momentum a través de colisiones. 5.2.4. Aceleración Ya vimos que la fuerza en la Teorı́a de la Relatividad Especial se define como: F = m(u) dm(u) du +u dt dt (5.9) y de la ecuación (5.7) se sigue: m = E/c2 ⇒ dm/dt = 1 dE c2 dt = 1 d (m0 c2 c2 dt + K) , esto es 1 dK dm = 2 dt c dt (5.10) La variación de energı́a cinética relativı́stica dK es el resultado de un trabajo diferencial F dr. Por lo tanto, 1 dr 1 dm/dt = 2 F. = 2 F.u (5.11) c dt c Al reemplazar este resultado en la ecuación (5.9) queda: F = ma + u F.u F F.u ⇒a= −u 2 2 c m mc F (1 − u2 /c2 ) ⇒ m F a= (1 − u2 /c2 )3/2 mo a= 11 (5.12) Figura 5.4: Aceleración como función de la razón de velocidades v/c Cuando la velocidad v se aproxima a la velocidad de la luz c, la aceleración se anula. Si v es despreciable frente a c, la aceleración se resume a la segunda ley de Newton, es decir, a = F/mo si u es mucho menor que c, la fuerza relativista se aproxima a la definición newtoniana a = F/mo La figura 5.4 describe la reducción de la aceleración conforme la razón v/c se incrementa hacia la unidad, caso en el cual la aceleración se hace cero y el movimiento se vuelve entonces uniforme a la velocidad de la luz. Conforme v/c se hace tan pequeña, en las proximidades de cero, la aceleración obedece la segunda ley de Newton; esto nos indica las limitaciones de las leyes de Newton a muy altas velocidades. Dela ecuación (5.12) se desprende F = amo (1 − u2 /c2 )3/2 Según la mecánica de Newton, el móvil responde a la acción de la fuerza acelerándose. Esta es una manifestación de su inercia. A velocidades relativı́sticas, la inercia crece significativamente, hasta el punto de que una fuerza finita no causa reacción sobre el móvil. Para obtener una reacción visible en el móvil, la fuerza deberá también crecer. Por eso la luz çae”si el campo gravitacional es tan intenso como el de un agujero negro. 12 5.3. La masa en la Teorı́a Relativista 1 La masa de un cuerpo no es sino la medida de su inercia, o sea la resistencia que la masa a todo cambio de movimiento. De acuerdo a la Dinámica clásica, la relación entre dos masas se puede medir por medio de las aceleraciones que una misma fuerza les comunica. De esta manera la inercia de un cuerpo, o lo que es su masa, puede ser medida mediante la aceleración que le imprime cierta y determinada fuerza, pero cabe preguntarnos ¿qué es una aceleración?. Es la variación de la velocidad en la unidad de tiempo. De acuerdo a ello, en la medición de la magnitud de una masa, entra como elemento decisivo, el valor del tiempo, pero como lo indica el concepto de tiempo propio, el segundo de un sistema que se halla en movimiento es más largo que el de uno que se encuentra en reposo; por consiguiente, la magnitud de la masa que se determina mediante la unidad de tiempo variable, tampoco puede ser absoluta y constante sino variable irremediablemente. Para la ciencia tradicional, la masa era una invariante, es decir, una cantidad fija, o como dicen los matemáticos, una magnitud absoluta, constante, que permanecı́a idéntica a sı́ misma aunque cambiara de sistema de referencia. Por eso, para la Fı́sica clásica, la masa en reposo y la masa en movimiento eran exactamente iguales. De la identidad de la masa en reposo y en movimiento de acuerdo a la concepción newtoniana, se derivaba una consecuencia lógica: la fuerza necesaria para producir cierta aceleración de un cuerpo era igual, cualquiera que fuese la velocidad de ese movimiento. La teorı́a de la relatividad, en cambio, llega a conclusiones completamente opuestas: la masa es una magnitud variable que aumenta con el movimiento; por eso la masa de un cuerpo en movimiento es mayor que la masa del mismo cuerpo en reposo, de donde se desprende una conclusión muy evidente: si la masa aumenta con el movimiento, la fuerza requerida con el fin de producir una determinada aceleración será variable, aumentando con el aumento de la velocidad. ¿Cómo es posible demostrar el aumento de las masas de objetos en movimiento? Dentro de un tubo, en el que se ha practicado el vacı́o y se provoca por la acción de la corriente una descarga, el polo negativo (cátodo) arroja enormes cantidades de electrones los que se dirigen al polo positivo (ánodo); estos electrones ”volando” libremente en el vacı́o son tanto más rápidos cuanto más grande es la diferencia de potencial entre los polos; estamos pues en condiciones de acelerar o retardar dichos electrones. Si el tubo de rayos catódicos se rodea de un campo eléctrico, colocándolo entre dos placas cargadas, la carga positiva atraerá a los electrones y como consecuencia el haz de electrones se desviará de su trayectoria rectilı́nea. El valor de la desviación del haz electrónico dependerá tanto de su velocidad como de su masa; cuanto más grandes sean la velocidad y la masa, tanto más pequeña será la desviación. Las experiencias más célebres con respecto a la desviación que un haz electrónico experimenta bajo las acciones de campos eléctricos y magnéticos fueron llevadas a cabo por los fı́sicos suizos GUYE y LAVANCHY. Cuando los electrones alcanzaban una velocidad cercana a los 165.000 1 Aparte tomado de Jorge Quiroga en su obre Fı́sica, Primera Parte (1975), p 108-110. Editorial Bedout S. A.; Medellı́n-Colombia. 13 kilómetros por segundo, su masa experimentaba un aumento del 15 por ciento, en comparación con la que tenı́a en reposo. Una consecuencia de trascendental importancia derivada de la observación del acrecentamiento de la masa con el aumento de velocidad, ha sido el conocimiento de las relaciones entre la energı́a y la masa. Un cuerpo en reposo no posee energı́a cinética, la adquiere cuando se pone en movimiento. Puesto que la masa del cuerpo crece si su velocidad aumenta, el acrecentamiento de su energı́a acontece simultáneamente con el de su masa. Por el contrario, si la energı́a disminuye, disminuye también la masa. El hecho de que la masa y la energı́a experimenten variaciones que se producen paralelamente llevó a Einstein a afirmar que, energı́a y masa son dos aspectos de una misma entidad fı́sica y avanzando en el estudio de estas relaciones sostuvo que la energı́a no es sino masa rarificada y la masa energı́a condensada. Como sı́ntesis de sus estudios legó a la humanidad una importante fórmula por medio de la cual es posible determinar cuantitativamente la energı́a que pueda obtenerse de una determinada masa, la fórmula muy conocida en la época actual tiene como expresión analı́tica: E = m.c2 5.4. Experimento mental para la deducción de la famosa ecuación de Einstein que relaciona energı́a y masa 2 En 1946, Einstein escribió una demostración de tal fórmula para el Technion Journal que no hacı́a uso de la teorı́a de la relatividad, sino tan sólo de unas premisas básicas. Examinemos el método empleado. Supongamos, como Einstein sugiere, que aceptemos éstos cuatro principios: - Que el principio de relatividad especial es correcto, es decir, que todos los marcos de referencia no acelerados son equivalentes. Ningún marco de referencia se halla en el ”verdadero” reposo y sólo los movimientos relativos tienen significado fı́sico. - Que el momento se conserva; al fin y al cabo, este principio es un artı́culo de fe incluso en la fı́sica clásica. Para la materia ordinaria, el momento es igual a la masa multiplicada por la velocidad. La conservación del momento significa que si, por ejemplo, sumamos todos los momentos de todas las bolas en una mesa de billar inmediatamente antes de que choquen unas con otras y repetimos el mismo cálculo tras la colisión, el resultado será el mismo. - Que la radiación posee un momento; se trata de un hecho verificado experimentalmente y aceptado desde hace mucho. (Es sabido por ejemplo, que lo que empuja hacia el exterior la cola de los cometas es la luz del sol). 2 Aparte tomado y complementado de Graham Farmelo de su obra Fòrmulas Elegantes (2004), p 71-74. Editorial TusQuets; Barcelona-España. 14 - Que un observador en movimiento ve una fuente de luz como si esta sufriera un cambio en su ángulo aparente (”aberración estelar”). En otras palabras, se conocı́a desde hacı́a mucho que un observador en la Tierra, por ejemplo, ve la luz de las estrellas como si procediera de un punto desplazado un pequeño ángulo ø respecto a la posición verdadera de la estrella en el cielo. Ese ángulo dependı́a de la velocidad de la tierra, V , y se aceptaba generalmente que, para velocidades pequeñas comparadas con la de la luz (c), ø ≈ V/c (5.13) Supóngase, decı́a Einstein, que en el espacio profundo tenemos un marco de referencia (el ”marco en reposo” ), el cual podrı́amos imaginar como un trasbordador espacial con los motores apagados, muy lejos de cualquier objeto como una estrella o un planeta que pudiera ejercer una fuerza gravitatoria significativa sobre él (ver figura 5.5). En éste marco e reposo, un libro flota inmóvil en medio del transbordador, antes de que dos lámparas de flash, ubicadas a idéntica distancia en los extremos, envı́en cada una un destello luminoso de energı́a E/2 directamente hacia el libro. (E es la energı́a total que aportan las dos lámparas). La luz procedente de ambos flashes es absorbida entonces por el libro, que ve incrementada su energı́a en una cantidad E. Figura 5.5: Un trasbordador en las profundidades del espacio actuando como un sistema de referencia en reposo absoluto ”ideal”; una nave rusa se mueve con respecto a él Ahora, continuaba Einstein, observemos el mismo proceso desde un marco de referencia ”en movimiento” (por ejemplo, una nave espacial rusa) que se desplazará uniformemente hacia ”abajo” con velocidad v; observarla en la misma figura anterior. Vista desde este marco, la escena resulta ligeramente distinta. Contemplado desde la nave espacial rusa, antes de ser alcanzado por la luz de las dos lámparas, nuestro valioso libro se veı́a moviéndose hacia arriba con una velocidad v; recordemos que el movimiento es relativo; (si un punto A se aleja del punto B en reposo es porque B se aleja de A en sentido contrario). Esto quiere decir que, en el nuevo marco de referencia, antes de que los haces alcancen el libro, de masa inercial en reposo M, el momento del citado libro vale M.v. La teorı́a clásica de la luz nos dice que el momento de cada destello de luz vale exactamente E/2c. Verifiquémolo en forma sencilla: Por fı́sica clásica, el momento se define como ρ = m.∆v = f.∆t, ya que f = m.a = m.∆v/∆t 15 Pero f.∆t = (f.∆d).∆t/∆d, siendo ∆d el cambio de desplazamiento. Cuando el movimiento es uniforme la aceleración se requiere hasta tanto el cuerpo adquiere la velocidad final, instante en el cual cesa la fuerza y y la velocidad permanece constante. Si el cuerpo parte del reposo, los valores iniciales son cero y los incrementos se reducen a los valores finales. Por consiguiente, en éste caso, ρ = m.(f.∆d).∆t/∆d = m.(f.d).t/d Llamando E 0 = f.d , entonces el momento se redefine como ρ = E 0 × t/d = E 0 × 1/(d/t) = E 0 × 1/v = E 0 /v Esta expresión nos está diciendo que el valor del momento es igual a la energı́a requerida para alcanzar la velocidad final, dividida por el valor de dicha velocidad. Para el caso de un destello luminoso E 0 = E/2 (cada destello aporta la mitad de la energı́a total) y v = c. Resulta, pues, que el momento de cada destello de luz será ρ = (E/2),1/c = E/2c. Por otra parte, en el marco de la nave rusa la luz procedente de los flashes parece no viajar horizontalmente, sino que (por efecto de la aberración) parte con un pequeño ángulo, ø ≈ v/c, respecto a la horizontal. Véase la figura 5.6. Figura 5.6: Movimiento relativo entre los marcos de referencia del trasbordador y la nave rusa Desde la nave rusa el libro no se ve en reposo sino en movimiento en virtud del movimiento relativo entre ambos sistemas. Los haces de luz no viajarán horizontalmente sino en forma oblicua. En el marco de la nave espacial rusa, el momento del libro tras ser alcanzado por la luz de los flashes es igual a la suma del momento original ascendente (M.v) más el momento que el libro recibe del impacto de los dos haces de luz, que en este marco de referencia llega con un ”ángulo de aberración”. En consecuencia, los haces de luz contribuyen con un momento de magnitud Ev/c2 al momento inicial del libro que ya valı́a M.v. Comprobémolo también en términos simples (figura 5.7): 16 Figura 5.7: Los dos rayos luz contribuyen con un momento de magnitud Ev/c2 Momento resultante vertical de los dos haces de luz: ρy = (E/2c)senø + (E/2c)senø = 2(E/2c)senø = (E/c)senø Los momentos horizontales se anulan por quedar en sentidos contrarios. El valor de ø es muy pequeño y por teorı́a de lı́mites, lı́m sin ø = ø ø→0 Momento resultante vertical de los haces de luz es ρy = (E/c).ø Ahora, de la ecuación 5.13 resulta ρy = (E/c).v/c. Momento resultante de los dos haces de luz ρy = E.v/c2 Tras la absorción de la luz, el momento total del libro en el marco de referencia de la nave rusa es igual al momento inicial más el momento aportado por los haces de luz: M.v + Ev/c2 . Aunque el momento del libro se ha incrementado, su velocidad final hacia ”arriba” sigue siendo v, la misma, en valor absoluto, de la nave rusa. (La velocidad del libro en el marco de referencia de la nave rusa ha de continuar siendo v necesariamente: en el marco del trasbordador espacial, los haces de luz inciden en direcciones opuestas, con lo que el libro sigue estacionario; ası́ pues, tras la absorción, el libro sigue moviéndose a velocidad v respecto a la nave rusa. Por lo tanto, según Einstein, la absorción de energı́a ha tenido qué incrementar la masa del libro; puesto que la velocidad del libro no aumenta, es la única manera de justificar que el momento sea mayor. Si llamamos M’ a la masa final del libro, desde el marco de referencia de la nave rusa obtenemos: Momento final del libro ρ = M.v + E.v/c2 = M 0 .v Dividiendo la ecuación anterior por v y restando M a ambos lados resulta: M + E/c2 = M 0 ⇒ M + E/c2 − M = M 0 − M ⇒ E/c2 = M 0 − M Despejando luego el valor de E resulta: E = (M 0 − M ).c2 Si expresamos abreviadamente M 0 − M (diferencia entre la masa del libro antes y después de la llegada de los destellos de luz) como m, masa adquirida, llegamos al objeto de nuestros 17 deseos: E = m.c2 Ahora bien, dado que toda forma de energı́a siempre puede ser convertida en otra, el resultado no es solamente aplicable a los haces de luz. Por el contrario, significa que cualquier forma de energı́a se añade a la masa inercial: una bola de billar caliente tiene más masa que una frı́a y un planeta en rotación es más masivo que uno que estuviera inmóvil. De hecho, si a la masa se le permite convertirse en energı́a, lo hará. ¿Qué es lo que pone lı́mite a estos cambios? Las leyes de conservación: una ley de conservación es una afirmación de que ciertas magnitudes no cambian en un sistema cerrado; por ejemplo, no podemos crear una carga eléctrica de la nada. El momento (la tendencia de un cuerpo a moverse en lı́nea recta una vez se ha puesto en marcha) permanece constante, salvo que apliquemos una fuerza. Debido a éstas leyes de conservación, en la teorı́a de la relatividad un único electrón no puede desvanecerse, transformándose en pura energı́a, ya que esto alterarı́a la carga eléctrica del universo. Ahora bien, si un electrón choca con un anti-electrón (que tiene la carga opuesta), la historia es muy diferente. En este caso, la suma de las cargas es cero; para la masa conjunta del electrón y el positrón sı́ resulta posible la transformación total de energı́a. En sentido inverso respetando siempre las leyes de conservación, la energı́a pura también puede convertirse en masa (por ejemplo, en un electrón más un positrón). 18 Capı́tulo 6 DIDÁCTICA DE LA RELATIVIDAD ESPECIAL Ver parte IV 19 Capı́tulo 7 DIAGRAMAS DE ESPACIO-TIEMPO Y TRANSFORMACIONES DE LORENTZ Ver parte V CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS: Ver parte V REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: Ver parte V 20 Índice de figuras 5.1. 5.2. 5.3. 5.4. 5.5. Conservación del momento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Momentos en la fı́sica clásica y en la fı́sica relativista . . . . . . . . . . . . . . . Variaciones de la energı́a desde la fı́sica clásica y la fı́sica relativista . . . . . . . Aceleración como función de la razón de velocidades v/c . . . . . . . . . . . . . Un trasbordador en las profundidades del espacio actuando como un sistema de referencia en reposo absoluto ”ideal”; una nave rusa se mueve con respecto a él 5.6. Movimiento relativo entre los marcos de referencia del trasbordador y la nave rusa 5.7. Los dos rayos luz contribuyen con un momento de magnitud Ev/c2 . . . . . . . 21 6 8 10 12 15 16 17 Índice general 1. EL PROBLEMA DE LA LUZ COMO ANTECEDENTE HISTÓRI- CO DE LA RELATIVIDAD ESPECIAL 1 2. INVARIANZA DE LAS LEYES DE MAXWELL 2 3. EVOLUCIÓN DE CONCEPTOS HACIA LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD 3 4. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD ESPECIAL 4 5. EFECTOS DE LA RELATIVIDAD ESPECIAL EN LA DINÁMI- CA 5 5.1. Nuevo concepto de masa . . . . . . . . . . 5.2. Nuevas cantidades dinámicas . . . . . . . . 5.2.1. Momento o cantidad de movimiento 5.2.2. Fuerza . . . . . . . . . . . . . . . . 5.2.3. Trabajo . . . . . . . . . . . . . . . 5.2.4. Aceleración . . . . . . . . . . . . . 5.3. La masa en la Teorı́a Relativista . . . . . . 5.4. Experimento mental para la deducción de relaciona energı́a y masa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . la famosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ecuación de . . . . . . . 6. DIDÁCTICA DE LA RELATIVIDAD ESPECIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Einstein . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . que . . . 5 8 8 8 9 11 13 14 19 7. DIAGRAMAS DE ESPACIO-TIEMPO Y TRANSFORMACIONES DE LORENTZ 20 CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS 20 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 20 22