Rev.. Esp. de Cir. Ost., 11, 421-444 (1976) DEPARTAMENTO DE NEUROCIRUGÍA COOK COUNTY HOSPITAL, CHICAGO, ILLINOIS, USA. Lumbociáticas y ciáticas de origen extradiscal Parte segunda: L,esiones de ligamentos y articulaciones vertebrales. Anomalías óseas lumbosacras GE~A~DO FLOQEZ ~~ ~ESUMEN Se describe la inervación de la vértebra, ligamentos, duramadre y disco intervertebral. Se señala la importancia del dolor referido en las lesiones osteo= discoHgamento=articulares. Se comenta la importancia de la espondilolistesis, la estenosis del canal lumbar, la espondilosis y otras anomalías vertebrales en la etiología de la lumbociática, Hacemos una breve descripción de la espondilitis anquilosante. SUMMAR\T The enervation of the vertebralligaments, interbody discs and the duramater is described. 'The origin of the referred pain is considered, as well as spondilolistesis, spondilolisis and stenosis of the vertebral canal and someother vertebral deffects in the ethiology of lumbar-sciatic pain. A brief description of the ankylose spondilytis is made. Lesiones ligamentosas y articulares La c o m p re si ó n de estas estructuras como etiologí.a de lumbociáticas, requiere el e:studio de su inervación y del dolor referido. Anatomofisiología. - Las raíces dorsal aferente y ventral eferente nacen de la medula espinal y, envueltas por la vaina dural, alcanzan el agujero intervertebral donde se encuentra el ganglio dorsal. Las dos raíces se unen distalmente al ganglio y salen del agujero intervertebral como el nervio mixto espinal o tronco común nervioso. Este se divide en rama meníngea, rama ventral, rama dorsal y rama comunicante (fig. 1). Esta última conecta el nervio espinal con la cadena simpática. La rama primaria ventral forma los plexos cervical, braquial, lumbar y lumbosacro. El ramus meningeus * Servicio de Neurocirugt'a, Princesa Sofía. León. Hospital General o n. sinuvertebra,l y el rami posterior fueron descritos por LUSCHKA en 1850 (citado por PEDERSEN). El n. sinuvertebral de Luschka nace del nervio espinal o de la rama anterior primaria y recibe dos o tres filamentos simpáticos del nervio comunicante, reentra en el foramen intervertebral e inerva los vasos sanguíneos epidurales, periostio, ligamento longitudinal posterior, duramadre y anillo fibroso del disco intervertebral. PEDERSEN no pudo demostrar la existencia de ningún nervio que penetrara en el anillo Jibroso. Otros autores los han descrito (24, 59, 14). CLOWARD, estimulando los discos cervicales de C3 a C7 eléctrica y mecánicamente en el curso de intervenciones quirúrgicas bajo anestesia local y durante discografía, produjo dolor «disco genético)), .sordo y profundo, referido al borde interno de la escápula, más alto o más bajo, dependiendo del nivel del disco estimulado. Con ro- REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR 422 tura parcial del anillo, posterior o pasterolateral, la práctica de discografía provocó dolor referido a la escápula, que se extendía al hombro y podía descender hasta el codo. Estimulación de la parte anterior del raiz ramus posterioris ramus meninge o FIC. l. - Divisiones del nervio espinal. disco tuvo el mismo resultado. WEDDELL y cols. (citados por CLOWARD) investigando el dolor escapular en pacient~s con degeneración discal cervical, demostraron la existencia de anormalidades electromiográficas en los músculos escapulares. CLOWARD confirmó estos hallazgos. Los dolores serían por tanto un fenómeno motor que se originaría en estos músculos como una mialgia. La estimulación de raíces anteriores cervicales produjo dolor profundo, sordo, de tipo miálgico, en los músculos del hombro, similar al producido por estimulación del anillo ,fibroso discal. En este último caso el impulso pasaría del n. sinuvertebral a la medula espinal y sería referido a los músculos vía de la raíz anterior. Según CLOWARD, y basándose en las estimulaciones, los receptores del nervio sensitivo sinuvertebral en el disco intervertebral están localizados en las fibras periféricas del anillo fibroso. El nervio de cada lado inerva la mitad del disco y en la parte anterior cruza la línea media, ya que la 'estimulación anterior causa dolor bilateral (fig. 2). Lumbalgias con proyección a la región sacroilíaca, cadera, y parte superior del muslo, pueden ser «discogenéticas», es decir, no son producidas por irritación radicular, sino por irritación del nervio sinuvertebral en la primera fase de la degeneración discal, antes de que la hernia tenga lugar. WlBERG, estimulando mecánicamente la parte posterior del disco lumbar en pacientes bajo anestesia local, produjo dolor lumbosacro en todos los casos.. CLOWARD obtuvo el mismo resultado. La inervación de la duramadre ha sido bien estudiada por EDGAR y NUNDY. Filetes nerviosos, derivados todos ellos del r. meningeus, alcanzan la parte anterior del saco dural y se dividen en filamentos ascendentes y descendentes que se anastomosan con los de segmentos adyacentes. No existe inervación en la parte posterior de la duramadre, lo que explica su inestabilidad a los diferentes estímulos. SMYTH y WRIGHT, en el curso de intervenciones por hernia discal, pasaron hilos de nilón alrededor de la vaina dural de las raíces nerviosas y a través de la parte posterior del saco dural. Después de la operación, y cuando el dolor original hubo desaparecido, tracción ligera de los hilos situados alrededor de las raíces provocó dolor s i mil a r al experimentado antes de la intervención. Las raíces que habían sido afectadas por la hernia discal mostraron una respuesta mucho más viva al estímulo mecánico que las normales, aunque éstas también producían dolores radiculares. Tracción del saco dural no causó moles.tias a los pacientes. La rama posterior nace inmediatamente distal al ganglio dorsal y, siguiendo una FIC. 2. - Nervio sinuvertebral en el disco intervertebral (CLOWARD). G. FLÓREZ. - LUMBOCIÁTICAS y dirección posterior, atraviesa el ligamento intertransverso y se divide en rama medial y lateral. Esta última inerva los músculos intrínsecos dorsales ,de la espalda y cuello, los cuales constituyen el sistema erector de la columna vertebral, así como el área cutánea suprayacente. En la región lumbo· sacra forman los nervios cluniales, peque· ños filamentos cutáneos que inervan la parte superior de las nalgas. La rama me· dial (fig. 3), sigue un trayecto descendente y posterior, pasa en el surco formado por las apófisis transversa y articular superior de la vértebra subyacente, al final del cual da una rama a la cápsula articular (n. aro ticular posterior de Luschka). La rama medial continúa su trayecto próxima a la lámina y después sigue el borde inferior de la apófisis posterior. Se anastomosacon r·amas de niveles adyacentes. Debido a su curso descendente los ligamentos interespinosos son inervados por el segmento su· perior. PEDER SEN demostró que la estimulación mecánica en la región lumbosacra de aro ticulaciones, ligamentos, fascia, periostio o músculos, produce espasmo reflejo de los músculos dorsales lumbares y de los flexo res de la rodilla. Teorías del dolor referido. - Expone. mos brevemente las teorías principales so· bre e! mecanismo del dolor referido (para mayor detalle consultar RUCH y cok): 1. Basada en el concepto de Sherring. ton de la convergencia (o acúmulo) de neuronas (((pool·neuron»). Impulsos visce· rales o cutáneos convergen en las mismas neuronas a nivel medular, talámico o cortical. El cerebro interpreta estos impulsos como procedentes de la piel, puesto que ha ((aprendido» a hacerlo a través de expe· riencias anteriores. 2. Impulsos viscerales crean un foco de ((irritacióTIl) en el segmento medular donde entran, magnificando los impulsos CIÁTICAS 423 cutáneos, de manera que el paciente sen· tiría dolor en el área cutánea correspon· diente. 3. Basada en la teoría de! ((control de entrada» (((gate-controln) de MELZAK y rama anterio n. articular PIC. 3.-Nervio articular posterior de Luschka. W ALL (47, 48). Las fibras finas y gruesas conductoras de impulsos dolorosos se pro· yectan sobre la sustancia gelatinosa del asta posterior de la medula espinal. El efec· to inhibidor ejercido por la sustancia ge· latinosa sobre las fibras aferentes es aumen· tado por la actividad de las fibras gruesas y disminuido por la actividad de las fibras finas. La entrada de impulsos dolorosos está sometida a un control central inhibidor, probablemente a nivel de la formación re· ticular del tronco cerebral, el cual actúa sobre la smtancia gelatinosa. La actividad inhibidora está en relación directa con los estímulos periféricos a través de las fibras gruesas. Destrucción de estas fibras (am. putación, lesión de nervios periféricos) en· traña una disminución de las influencias inhibidoras y aumento de la actividad des· encadenada por las fibras finas, facilitado· res del dolor (apertura de la puerta). Una inhibición defectuosa sería la base para el dolor prolongado, dolor referido, y exten· sión de zonas· gatillo (((trigger.zones»t a áreas distantes. La estimulación eléctrica de los cordo- 424 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR nes posteriores, utilizada actualmente para el tratamiento de diversas entidades dolorosas, se basa en estos principios. Estimularía los mecanismos inhibidores, sea a nivel central (sustancia reticular), sea a nivel periférico ( sustancia gelatinosa). Estudio clínico. - El dolor referido vertebral, aunque más, difuso y peor localizado que el radicular, tiene muchas semej anzas con este último. Es profundo, con componentes parestésicos y de hiperalgesia cutánea. Puede ,acompañarse de espasmo muscular y de disfunción del sis,tema ,autonómico. En el área de proyección los músculos son dolorosos a la palpación. Es generalmente aceptado que un dolor radicular aparentemente producido por una hernia discal, puede ser en realidad un dolor referido que puede tener como punto de partida las articulaciones, ligamentos o duramadre. La particularidad de la inervaci ón de esta última con amplias anastomosis es,al menos en parte, responsable de la gran extensión de la lumbalgia en lesiones monosegmentarias como tumor, malformación, osteofitos o hernia discal. Cuando existe una de es.tas enfermedades que irrita la duramadre, los desplazamientos de ésta son dolorosos, bien en sentido ascendente (flexión del cuello), descendente (maniobra de Lasegne) o transversal (compr-esión de las venas yugulares y aumento secundario de la presión del LCR que produce un incremento del volumen del saco dural). Es posible que el dolor «radicular» de; la hernia discal en la fase irritativa inicial antes de que aparezca el déficit neurológico tenga como punto de partida la vaina dural de las raíoes nerviosas el cual sería referido al miembro correspondiente a través de la rama anterior del nervio espinal. Recientemente SHEALY ha insistido sobre la termocoagulación pe r cut á n e a del n. articular posterior de Luschka en el traC tamiento de 1umbalgias y lumbociáticas (sin déficit neurológico) normalmente atribuidas a protrusiones o hernias discales. El dolor se originaría en las, articulaciones interapofisarias. En nuestras manos este procedimiento ha tenido éxito en el 50 por 100 de los 40 pacientes así tratados (31}. TROISIER ha visto desaparecer dolores proyectados a las nalgas y parte posterior del muslo después de anestesiar las articulaciones interapofisarias. Es bien conocido que las lesiones ligamentosas pueden dar lugar a proyecciones dolorosas en las extremidades. KELLGREN inyectando suero salino hipertónico en los ligamentos interespinosos (L4 -L5, L5 -S 1) produjo áreas ,dolorosas profundas en el muslo, pierna y pie, y dolor a la presión asociado en estas mismas áreas que correspondían probablemente con la inervación segmentaria de las estructuras profundas. No coincidían con los dermatomas de Forrester, ni con las zonas de hiperestesia cutánea de Head. HACKETT localizó las áreas de proyección dolorosa de los diversos ligamentos lumbosacros y de la pelvis (fig. 4), basándose en 18.000 inyecciones intraligamentosas en 1.656 individuos. Los ligamentos más importantes que pueden originar un cuadro de «ciática)) son los interespinosos L4 -L5, L5 -SI, iliolumbares, sacroilíacos superior e inferior y s.acrociáticos (71). TROISIER divide los síndromes ligamentosos en sacroilíacos agudos y crónicos de tipo e3tático. La etiología de la enfermedad sacroilíaca puede ser una s.acrocoxitis reumática o infecciosa (tuberculosa o de otra etiología), así como traumatismos o microtraumatismos. El comienzo del dolor es secundario a un movimiento que haga rotar el ala ilíaca hacia atrás y el sacro hacia ,adelante (paciente sentado en el suelo esforzándose en tocarse los pies), o el movimie.nto inverso (accidentado que ha sufrido una G. FLÓREZ. - LUMBOCIÁTICAS y caídaaterrízando sobre el víentre). El dolor puede ser unilateral o bilateral y tener una proyección que fácilmente se diagnostica como hernia discal. Generalmente el dolor se detiene en la fosa poplítea, pero a veces se prolonga hasta el talón. Los movimientos lumbares dolorosos en orden de frecuencia son: la extensión, sobre todo si el paciente tiene actitud cifótica; la flexión lateral del lado lesionado (a veces del lado contrario, si los ligamentos iliolumbares están a f e c t a d o s ); y la flexión al final del movimiento. Hemos de buscar los signos sacroilíacos por diversas maniobras. La aproximación y separación de las alas ilíacas por presión manual directa no es suficiente para poner en tensión estos ligamentos. La mejor técnica es la adducción de la cadera con la rodilla en ,flexión a la que se añade un movimiento de rotación interna. Para evitar los errores, en caso de que esta maniobra sea dolorosa, conviene asegurarse de que la articulación coxofemoral es normal. Condiciones degenerativa" infecciosas o traumáticas de esta articulación, pueden tener una proyección dolorosa al muslo ~lig. $Jlir;. G~cro-iliaco CIÁTICAS 425 y a la pierna. Los movimientos que mejor ponen de manifiesto enfermedades de la coxofemoral son la abducción, rotación interna y flexión. Otro signo sacroilíaco con.siste en mantener al paciente apoyado sobre la pierna del lado lesionado, lo que provoca dolor, el cual se acentúa si sobrecargamos al paciente apoyándonos sobre sus hombros (ROTES QUEROL, citado por TROISIER). La palpación de estos ligamentos es evidentemente dolorosa. No existe déficit neurológico ni verdadero signo de Lasegue y la flexión del cuello no provoca dolor. Las algias crónicas pueden ser debidas a trastornos de la actitud o de la estática (71). Cuando la etiología es una actitud viciosa, (por ejemplo, una posición antifisiológica en el puesto de trabajo)- hay dos posibilidades: o bien el mecanismo propioceptivo de los ligamentos que informa a los centros superiores de la necesidad de cambiar de postura no funciona, o bien la respuesta motora que permite una postura correcta está perturbada. Esto produce un sufrimiento ligamentoso con manifestaciones dolorosas. supo ~ inf. ~lig. sacro-cíatico ligo ilio-lumbar FIG. 4. - Zonas de proyección del dolor ligamentoso (HACKETT). 426 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR Los trastornos estáticos son debidos a escoliosis, cifosis, espondilolistesis, artrosis y hernias discales operadas. Estas dos últimas condiciones entrañan disminución de la movilidad lumbar. La exploración clínica pone de mani· fiesto unos movimientos que pueden ser dolorosos en la posición extrema, con más frecuencia la extensión, y a veces la inclinación lateral o la rotación forzada. La flexión paradójicamente es la menos afec· tada. La palpación es el elemento principal del diagnóstico, junto con la anestesia local que debe aliviar temporalmente el dolor. NEWMAN (51), denomina «sprung bacb al síndrome que resulta de la rotura de los ligamentos de la unión lumbosacra por una flexión extrema de la columna lumbo· sacra. Es facilitado por la existencia de estructuras posteriores congénitamente débiles, como en la espina bifida oculta o cuando las apófisis posteriores sacras son pequeñas. Si existe sacralización de L5 la sobrecarga Ee transmite a L4-L5. Cuando lós ligamentos son fuertes, las apófisis articular o espinosa pueden fracturarse. Son características la flexión y la palpación do· lorosas a nivel de la lesión, puede haber espasmo muscular, y no hay déficit neuro- FIG. 5. - Espondilolist~sis con arco neural normal o atenuado. Suoluxación Jumbosacra moderada. Nótese la posición del saco tecal (NEWMAN). lógico. Cuando la lesión asienta en L5-S1 el d:olor se refiere a las nalgas, parte posterolateral del muslo, pantorrilla y píe. Si el punto de partida es L4-L5 la proyección es a las nalgas y parte anterolateral del muslo. Hemos visto ¡que las fuentes del dolor lumbar y miembros pueden ser múltiples. Muchas veces es imposible saber si se trata de un dolor originado por irritación di· recta de la raíz nerviosa o por el contrario si el punto de partida es la vaina dural, fibras de Sharpey, articulaciones, etc. De aquí las dificultades y fracasos terapéuticos en algunas ocasiones. Combinación de los dios tipos de dolor es frecuente. Volveremos sobre este tema al tratar de algunas de las anomalías vertebrales. ANOMALIAS A) VE~TEB~ALES Espondilolistesis Consiste en el deslizamiento de una vértebra sobre la subyacente. Clasificación (52): 1. Insuficiencia de apófisis articulares: a) congéníta (frecuente) b) adquirida: degenerativa (frecuente) - por fractura (rara). 2. Defecto de la parte interarticular: a) congénita (probablemente no existe) b) adquirida: - por fractura (rara) - espondilolítica (frecuente). 3. Defecto de la estructura ósea: - patológica (rara). Espondilolistesis congénita -por defecto a rt i c u 1a r - (subluxación lumbosacra, espondiloptosis). Consiste en el deslizamiento de la quin- G. FLÓREZ. - LUMBOCIÁTICA5 y ta vértebra lumbar sobre el sacro sin solución de continuidad del arco vertebral. Es debido a la insuficiencia de las apófisis al" ticulares superiores del sacro. Un elemento casi constante es la aplasia de los arcos vertebrales superiores sacros (52, 53). El sin· drome clínico comienza generalmente alrededor de los 14 años de edad. Las algias pueden ser de dos tipos: un dolor sordo en la región lumbar, nalgas y muslos, que se agrava por los movimientos de la columna vertebral; o un dolor intenso, agudo o de quemazón irradiado a las piernas y los pies, y que se agrava por la tos y el estornudo. Las parestesias e hipoestesias son frecuentes. El reflejo aquíleo puede estar disminuido o ausente. A veces la fun· ción vesical está afectada. La radiografía simple muestra el deslizamiento claramen· te. La mielogr.afía revela un bloqueo parcial o completo. La cola de caballo está estirada y comprimida entre la parte anterior de la lámina de L5 y el sacro (fig. 5). La escoliosis es frecuente, hay lordosis lumbar severa, la pelvis está rotada posteriormente y generalmente hay un pliegue cutáneo abdominal (fig. 6). La flexión anterior del tronco y la elevación del miembro inferior extendido con el paciente en decúbito supino están muy limitadas. En cuanto al tratamiento es conveniente señalar que un intento de reducir la dislocación por medio de tracción o cualquier otra maniobra, puede originar o agravar el déficit neurológico de manera irreversible (53). Este tipo de espondilolistesis se presen· ta clínicamente en sujetos más jóvenes que las otras variedades. Cuando se trata de un adolescente con un grado avanzado de listesis (la mitad del cuerpo vertebral o más), o de un adulto con dolor intenso o/y déficit neurológico, la intervención quirúrgica está indicada. La mielografía debe CL4.TICA5 427 preceder .a la operación cuando hay signos de compresión de la cola de caballo. Se hace laminectomía si hay signos compre· sivos y artrodesis lumbo·sacra, sobre todo en el adolescente. En el adulto la artrodesis puede no ser necesaria (53). Espondilolistesis degenerativa (pseudoespondilolistesis, espondilolistesis con arco vertebral normal). Esta es la variedad de espondilolistesis que produce síntomas compresivos (45, 52). La listesis es más común entre L4 y L5 y puede ser en sentido posterior (retrolistesis). Hay osteoartrosis severa en las articulaciones vertebrales posteriores. Es más frecuente en el sexo femenino y después de los 40 años. Según N EWMAN (52), el estado preespondilótico es una lesión ligamentosa con la subsiguiente inestabilidad espinal. Las vértebras L4 y L5 son las más móviles de la columna lumbar y sus articulaciones apofisarias están dispuestas oblícuamente al plano transverso lo que facilita el deslizamiento, debido a la lesión ligamentosa produce espasmo lordótico que sobrecarga las articulaciones apofioarias. Esto, combinado con la movilidad articu· lar, origina osteoartritis con degeneración cartilaginosa articular y consecuentemente una listesis de la vértebra superior. La es· FrG. 6. - Espondiloptosis. Puede crear problemas durante el parto. Lordosis lumbar exagerada. Rotación de la pelvis de manera que el sacro es vertical y la espina anterosuperior es más alta que la espina posterosuperior. 428 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARrICULAR pina bífida es un factor etiológico de la inestabilidad. Haremos referencia a los. mecanismos de compresión radicular y de la cola de caballo al tratar de la espondilolistesis es- FIG. 7. - Espondilolistesis con espondilolisis L4-L5. pondiloIítica. Los pacientes pueden exhibir claudicación intermitente o lumbociática no remitente. El tratamiento consiste en laminectomía y excisión parcial o completa de la apófisis articular superior. La artrodesis. puede no ser necesaria. Espondilolistesis espondilolítica (espondilolistesis verdadera). (Espondilo = vértebra; listesis. = deslizamiento; lisis = separación, disolución, interrupción). Espondilolistes.is con espondilolisis es la listes.ís de una vértebra sobre la subyacente por elongación, o más comúnmente por lisis bilateral de la pars interarticularis del arco vertebral (fig. 7). Espondilolisis es la lisis de la pars interarticularis sin listesis. La pars interarticularis es el segmento de unión del pedículo, apófisis articulares y lámina. Es e! pivote central del arco vertebral. Se han propuesto diversas etiologías para esta enfermedad: defecto congénito con centros de osificación separados (78), fractura durante el parto, fractura traumática aguda postnatal, fractura por minitraumas repetidos. (<<stress fracture» de NEWMAN), aumento de la lordosis lumbar, pre- sión de las apófisis articulares inferiores de L4 y superiores de SI sobre la pars interarticularis de L5 (50), alteraciones patológicas de la pars interarticularis, displasia de la pars interarticularis (8, 80). Probablemente varias de la; etiologías señaladas entran en juego, no bastando una sola de ellas para producir la lesión. Displasia, minitraumas repetidos y tendencia hereditaria están probablemente implicados (80). Nunca ha sido descrita antes de los 17 meses de edad (52), es decir, antes de la edad usual de la marcha. Es rara antes de los 15 años y la incidencia aumenta con la edad. El deslizamiento progre3a hasta los 20 ó 25 años y generalmente se detiene. Frecuentemente es a sin t o m á tic a. Existe un neto predominio a nivel L5-S1 seguido de L4-L5. Compresión radicular.-Los siguientes mecanismos de compresión radicular han sido propuestos: 1. Por lesión en e! agujero intervertebral: a) La lámina de L5 es arrastrada hacia abajo por deslizamiento anterior de! cuerpo de L5 comprimiendo las raíces L5 y SI sobre todo en la posición erecta. WOOLSEY y GILL han observado este mecanismo tanto en el estado preespondilótico con un istmo fibroso y una lámina móvil, como en la espondilolistesis avanzada. b) ADKINS considera el defecto istmico de la pars interarticularis como una pseudoartrosis cuyos movimientos afectarían la raíz nerviosa, sobre todo cuando hay adherencias entre estas dos estructuras: c) En la mayoría de los pacientes de GILL la raíz nerviosa estaba adherida a la masa de tejido fibrocartilaginoso presente en e! defecto de la parte interarticular y cubierta por vasos sanguíneos prominentes. d} GILL ha encontrado fragmentos óseos adicionales en el defecto. e) En un paciente de este autor la G. FLÓREZ. - LUMBOCIÁTICAS raíz L5 estaba comprimida a la entrada del agujero intervertebral entre el borde formado por el margen del sacro y el disco lumbosacro caudalmente y la apófisis articular inferior móvil de la vértebra L5 posteriormente. f) GILL ha encontrado a veces que después de disecar la raíz de la masa fibrocartilaginosa que llena el defecto, ésta está todavía comprimida por el pedículo y es preciso escindir parte del mismo para liberarla. g) Estenosis del espacio entre la superficie inferior del pedículo y osteofitos del cuerpo vertebral (ADKINS). h) En la espondilolistesis degenerativa (fig. 8), hay disminución del agujero intervertebral a causa del desplazamiento anterior de la apófisis articular superior (MAC NAB). i) Osteoartritis secundaria en áreas de listesis y a otros niveles (MAC NAB). 2. Por lesiones en el canal espinal: a) Hernia discal. Se considera rara en esta enfermedad aunque no todos los autores están de acuerdo con esta aserción (64). b) En caso de espondilolistesis L5-S1 la lámina de L5 puede comprimir la raíz SI cuando ésta pasa hacia el primer agujero sacro (32). c) GILL encontró en un caso de espondilolistesis pronunciada que la raíz SI estaba adherida al anillo fibroso L5-Sl. d) En caso de espondilolistesis con arco vertebral íntegro, la cola de caballo puede ser comprimida por el desplazamiento anterior de la lámina al disminuir el diámetro ,del canal espinal. e) Protrusión en el canal espinal del material cartilaginoso presente en el defecto. Es evidente por lo descrito que no hay una etiología uniforme en la producción de síntomas radiculares en la espondilolistesis. Las dificultades diagnósticas y terapéuticas que entraña eota afección han sido expre- y CIÁTICAS 429 sadas magníficamente por VERBIEST (75): «Excepto en las protrusiones discales es imposible determinar preoperatoriamente la naturaleza de la lesión radicular, e incluso en presencia de un síndrome irritativodeficitario, las observaciones operatorias pueden ser defraudantes. No hay una re- FIG. 8. - Espondilolistesis degenerativa (con arco neural íntegro). La listesis de la apófisis articular superior compromete el foramen intervertebral. lación estricta entre la intensidad de la compresión anatómica de la raíz nerviosa y los signos y síntomas que produce... Incluso la exploración quirúrgica puede no determinar que el mecanismo se ha activado, puesto que la compresión anatómica no implica signos clínicos de compresión... El problema de signos y síntomas es todavía más complicado cuando no se observa ninguna lesión radicular durante la intervención». Cuadro clínico. - Encontramos un tipo de algia, sea lumbalgia, lumbociática o cruralgia (monorradicular, plurirrádicular, unilateral o bilateral) neta y fácil de precisar. Existe otro grupo de pacientes con dolores mal sintetizados, difusos, cón irradiación crural o a las nalgas y muslos, generalmente sin déficit neurológico (19). Los signos objetivos son escasos observándose en un 5 por 100 de casos (19'69). MAC NAB encontró déficit neurológico en el 50 por lOO de sus pacientes en forma de paresias o parálisis de la extensión y flexión del pie y de la pierna, unilateral o bilateral, reflejo aquileo disminuido o abolido, con menos frecuencia el rotuliano estaba afectado, hipotesia en los dermatomas L4, 430 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR L5, SI Y Lasegue positivo. Claudicación intermitente durante la marcha, de comienzo álgico y con progresión a la paresia muscular, ha sido descrita en esta variedad de espondilolistesis (63, 75). Si la exploración quirúrgica no revela la etiología del dolor en algunos casos de algias radiculares bien definidas, el número de intervenciones infructuosas en casos de lumbociáticas mal sintetizadas es mucho más elevado (19, 75). La dificultad nace de la semej anza entre los dolores por irradiacióndirecta de la raíz nerviosa y los referidos, originados en lig,amentos, articulaciones, etc., estructuras todas ellas que se encuentran francamente comprometidas en esta enfermedad. Las indicaciones operatorias no son claras y las técnicas varían según los autores. Los partidarios de la laminectomía sin artrodesis (4, 32, 64" 83) sostienen que la listesis no progresa en la edad adulta, con o sin operación. Otros autores, por el contrario, piensan que la artrodesis es esencial para el buen resultado de la operación. La clasificación de la espondilolistesis permanece confusa. Hay autores que sólo aceptan este término cuando hay lisis en la pars interaTticularis del arco neural (o vertebral}, y consideran los casos sin este defecto como subluxaciones a pesar de la atenuación del ,arco neural y de la insufici~ncia de las facetas articulares sacras. Pensamos con NEWMAN (53), que espondilolistesis no significa otra cosa que «deslizamiento vertebral». B) Estenosis del canal lumbar Es una anomalía estructural de etiología múltiple. Las manifestaciones clínicas son debidas a la compresión de la cola de caballo. VERBIEST fue el primero que individualizó clínicamente el síndrome en 1949. Clasificó la estrechez del canal lumbar en absoluta y relativa. En el primer caso, el diámetro anteroposterior del canal lumbar es lo suficientemente corto como para producir por sí sólo síntomas compresivos. Si la anomalía es relativa, pequeñas deformidades como osteofitos o protrusiones discales. mínimas, que en un canal normal serían asintomáticas, dan lugar a compresiones radiculares. La distancia interpedicular puede ser normal. Síntomas. - Los pacientes presentan frecuentemente síntomas de «claudicación intermitente» ,de la cola de caballo provocados por una actividad o postura determinada, y que cesan en breve espacio de tiempo cuando el factor precipitante desaparece. Los sí n t o m a s estésicos generalmente preceden a los motores durante la claudicación. Se presentan como parestesias (hormigueos, picores, calor, frío, ql1emazón), sensación de acorchamiento o calambres. Otras veces es una sensación de pesadez o dolor en el miembro inferior. Estos síntomas pueden ser monorradiculares, plurirradiculares, unilaterales o bilaterales. La topografía ciática es. más o menos evidente. En ocasiones la distribución corresponde al nervio femoral. Cuando comienza en la región lumbar y sigue una marcha descendente se puede detener en las nalgas, o por el contrario continuar hasta los dermatomas lumbares inferiores y sacros. La marcha puede ser ascendente comenzando en los pies y continuando hasta las nalgas. Toda la extremidad inferior puede ser afectada sin topografía radicular neta. Los síntomas de claudicación generalmente no son agravados por el estornudo o la tos. Si el paciente persiste en su actividad, o a veces paralelos a los síntomas sensitivos, aparecen los síntomas de déficit motor caracterizados por debilidad de los miembros inferiores, marcha inestable y « steppage)) pudiendo llegar a la caída. Un paciente de GRAVELAU tenía sen- G. FLÓREZ. - LUMBOCIÁTICAS y sación de alargamiento de la extremidad inferior derecha y de acortamiento de la izquierda, con impresión de separación de los miembros inferiores del resto del cuerpo. Los episodios de claudicación pueden acompañarse de síntomas génitourinarios: el paciente orina sin sentirlo (33), o tiene necesidad imperiosa de hacerlo acompañado de erección transitoria (7). La enfermedad puede manifestarse por una lumbalgia no remitente con ciática atípica. CHASSAING ha descrito 17 casos de estenosis lumbar con semiología dolorosa permanente sin claudicación. Sigrws. - El examen neurológico durante los períodos asintomáticos es frecuentemente normal. Esta disparidad de síntomas y signos es de importancia diagnóstica (79). La debilidad muscular, cuan· do existe, es más evidente en la periferia, los signos sensitivos predominan en los dermatomas L5 y SI, el reflejo tendinoso más frecuentemente afectado es el aquileo. Durante los episodios de claudicación el déficit neurológico puede aparecer o acentuarse. Otros signos más. inconstantes son: espasmo de los músculos paravertebrales, limitación de los movimientos de la colum- 431 CIÁTICAS na vertebral lumbar, signo de Lasegue, y atrofia de los músculos de la pierna o del muslo. Patogénesis. - Los siguientes elementos entran en juego en la producción de la estenosis: 1. Estrechez del diámetro anteroposterior del canal lumbar (cuadro 1). 2. Pedículos cortos. 3. Apófisis articulares prominentes, bulbosas, próximas a la línea media (figuras 9 y 10). 4. Láminas gruesas y superpuestas que dejan poco espacio entre ellas (lo cual aumenta las dificultades quirúrgicas). 5. Receso lateral estrecho (fig. 9). Puede medir 2 ó 3 mm., siendo la anchura Diámetm AP (mm.) Mínimo Máximo 22 20 L3 14 13 12 L4 11 L5 12 22 22 L 1 L2 ... 21 CUADRO 1. - Diámetros sagitales (en milímetros) de la columna vertebral en 100 esqueletos normales (V~;RBIEST. 1955). FIG. 9. _ a, canal lumbar normal. Nótese el tropismo o asimetría de las facetas articulares. b, canal lumbar estenosado en los diámetros antoeroposterior (A P) Y sagital. Estenosis ue los .recesos laterales. Apófisis articulares prominentes. 432 REVIstA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR normal de 5 a 7 mm. (28). El receso lateral es el espacio limitado por la parte interna de la apófisis articular superior y la lámina en su parte posterior, superior y lateral, y L \l ,..- "" \.. ) " ,..-- \... ) FIC. 10. - Apófisis articulares y láminas normales en el lado derecho. Estas mismas estructuras en el lado izquierdo como se encuentran en pacientes con estenosis del canal lumbar. Articulaciones prominentes y cerca de la línea media. Las láminas son gruesas y con poco espacio entre ellas (EpSTEIN). por el cuerpo vertehral y disco adyacente en la parte anterior e inferior. Este espacio contiene las raíces nerviosas y aquí es donde éstas son más vulnerahles a la compresión. Esta es siempre posterior y posterolateral. Se distinguen dos tipos de claudicación de la cola de cahallo (claudicación nemogénica, 72): postural e isquémica. Claudicación postural. - Representa el grupo mayor, donde están incluidos la ma· yoría de los pacientes de VERBIEST (73, 74). Aparece cuando el paciente adopta la posición erecta, es decir, cuando coloca la columna lumbar en extensión. Está relacionada con la postura lordótica. Los síntomas generalmente se acentúan con la marcha, y aún más con el descenso de pendientes (7), (por el aumento de la lordosis lumbar). El alivio resulta de la flexión anterior del raquis lumbar (en ortostatismo, en cuclillas o sentado). Ejercicios que no roquieren una extensión continua de la columna lumbar, como montar en bicicleta o jugar al tenis, son bien tolerados. La patogénesis es probablemente mecánica. La extensión de la columna vertebral produce un desplazamiento posterior de las raíces nerviosas de la cola de caballo y disminuye la longitud del canal espinal. Para adaptarse a esta nueva longitud las raíces se acortan y aumentan de diámetro. El aumento de volumen de las estructuras nerviosas en un canal anormalmente estrecho da lugar a los síntomas compresivos descritos. En este mecanismo, la isquemia en caso de intervenir tendría un papel accesorio (79). Claudicación isquémica.- Los síntomas aparecen con el ejercicio muscular y cesan con el reposo (5, 7, 9, n, 12, 28, 33, 41, 79). Probablemente es debida a la isquemia de las raíces de la cola de caballo (5, 30). El ejercicio muscular produce un aumento de flujo sanguíneo en el segmento medular correspondiente con dilatación de los vasos de las raíces nerviosas (6). El consumo de oxígeno de los nervios periféricos aumenta cuando éstos conducen impulsos (15). Las arterias radiculares anteriores y posteriores que irrigan las raíces de la cauda equina no se anastomosan y no contribuyen a la irrigación de la medula (excepto cuando hay isquemia medular por oclusión de la arteria de Adamkiewicz, en cuyo caso las arterias radiculares participan a la irri- G. FLÓREZ. - LUMBOCIÁTICAS gación del cono medular) (21). La oclusión de una arteria radicular produce isquemia de la porción de la raíz proximal a la oclusión. Según WILSON los síntomas de claudicación isquémica neurogénica son debidos a la lesión de estas arterias radiculares. BLAU y LOGUE sugieren que el aumento de volumen, secundario a la vasodilatación producida por el ,ejercicio muscular en un canal estrecho, es la causa de la compresión y claudicación subsiguiente. Para GRAVELAU y GUIOT esta vaso dilatación estaría rnuy dificultada por la estenosis del saco dural lo cual produciría fenómenos isquérrlicos relativos. KAVANAUGH considera que el aumento de tensión del LCR en el canal lumbar durante la marcha impediría el retorno venoso local y provocaría anoxia. Diagnóstico diferencial l. Claudicación intermitente muscular: fue descrita por CHARCOT en 1859. Es debida a una enfermedad arterial oclusiva crónica. La lesión puede estar a nivel iliofemoral (claudicación de la pantorrilla) o a nivel aortoilíaca (claudicación de la cadera). En este último caso, síndrome de Leriche, el paciente se quej a de dolor en la espalda, caderas y muslos acompañado de fatigabilidad de los dos miembros inferiores. Este es el síndrome que más fácilmente se confunde con la claudicación neurogénica. No causa lesiones tróficas periféricas y puede no acompañar.se de disminución de pulsos periféricos. Cuando la oclusión es iliofemoral hay lesiones tróficas y disminución de pulsos periféricos. Cualquiera que sea el nivel de la oclusión los síntomas aparecen durante el ejercicio y se alivian con el reposo. Los síntomas no dependen de la postura y raramente se originan por una estación de pie prolongada (ex.cepto en algunos casos de oclusión aortoilíaca). El dolor aparece en los múscu- y CIÁTICAS 433 los ejercitados, tiene carácter de calambre, tenaza, garra o compresión. Se acompaña frecuentemente de sensación subjetiva y objetiva de enfriamiento del pie o de la pierna afectada. N o hay distribución radicular y no sigue una «marcha» ascendente o descendente, como es lel caso en la claudicación neurogénica. Finalmente la aortografía nos da el diagnóstico y la mielografía, en caso de hacerse, es negativa, a no ser que las dos lesiones coincidan en el mismo individuo. 2. Claudicación intermitente medular: fue descrita por DEJERINE en 1911. Es más frecuente bilateral que unilateral. Hay sensación de fatiga y debilidad de los miembros inferiores que aparece con la marcha y se alivia con el reposo. Es una claudicación parética e indolora. No hay calambres musculares y los pulsos distales son normales. Se acompaña de problemas génitourinarios. La exploración neurológica revela una lesión del haz corticoespinal que se traduce por reflejos hiperactivos y Babinsky. El déficit neurológico progresa en el curso de meses o años hasta terminar en una paraplejía espástica de tipo Erb. La evolución puede ser en forma de ataques de paraplegía cada vez, menos regresivos, hasta que se instaura una parálisis completa definitiva. DJINDJIAN (22), ha demostrado que la lesión es una placa ,ateromatosa en la aorta a nivel del ostium de la arteria intercostal o lumbar que suple la arteria de Adamkiewicz. Esta arteria irriga la parte caudal de la medula espinal por debajo del segmento D8 aproximadamente. Una compresión extrínseca puede producir el mismo resultado (16). 3. Claudicación ciatálgica (por hernia discal): RAVAULT la encontró en el 1'6 por 100 de los casos de hernia discal lumbar. Las publicaciones a este respecto son escasas (5, 16, 68). Predomina en los varones de má~ de 50 años. Los antecedentes lumbál- 434 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR gicos aparecen en el SO por 100 de los pacientes. La claudicación sobreviene después de unos minutos de marcha y puede tener los mismos caracteres, que la de origen arterial. Otras veces se acompaña de parestesias y transpiraciones locales. El déficit neurológico durante el reposo puede estar ausente o ser mínimo. Los síntomas motores y la disminución de reflejos aparecen o se acentúan frecuentemente si el paciente insiste en la marcha cuando los síntomas de claudicación han aparecido. El signo de Lasegue es consistentemente positivo. Las hernias pueden ser centrales (5), o laterales (16, 68). En cuanto al mecanismo, RAVAULT cree que se trata de un factor muscular: irradiación muscular del dolor radicular determinado por la topografía metamérica y que no aparece sino cuando los músculos correspondientes realizan un cierto grado de esfuerzo. Para CROCCEL el mecanismo reposaría sobre las lesiones de la ,arteria ciática: problemas vasomotores que se acentuarían con la marcha aumentando las resistencias periféricas y disminuyendo la circulación arterial. SPANOS, por el contrario, piensa que una protrusión discal mínima puede acentuarse durante la marcha y producir los síntomas por un fenómeno de irritación. Diagnóstico radiológico de la estenosis lumbar El cuadro clínico sugiere el diagnóstico y la mielografía lo confirma. Si bien el diámetro anteroposterior del canal cervical se mide con facilidad en la radiografía simple, no ocurre así en el canal lumbar. y,arios métodos han sido propuestos (18, 40, 28). En general, un diámetro sagital menor de 1'5 cm. es considerado como sugestivo de estenosis lumbar. La tomografía ha sido empleada por DAVATCHI. Aunque la radiografía anteroposterior y lateral de la espina lumbar puede ser normal, con frecuencia existen signos indicadores de la estenosis (28): aplanamiento del agujero intervertebral en sentido sagital, indicando cortedad de pedículos y densidad ósea aumentando en los elementos posteriores, que revelan grosor ,anormal de las láminas. En la radiografía AP las láminas convergen hacia la línea media y el espacio interlaminar está reducido, los pedículos son densos y la distancia interpedicular puede, o no, estar reducida. Y ERBIEST (1955), mide el diámetro anteroposterior durante la intervención y lo compara a los valores de esqueletos normales (cuadro 1). En su opinión este es el único método fidedigno. La mielografía con pantopaque es el método de elección para hacer el diagnóstico. Normalmente se requieren de 9 a 12 cc. de contraste para llenar el saco tecal hasta el nivel de L3. En la estenosis lumbar 6 cc. pueden ser suficiente para alcanzar este nivel (27). Los defectos en la columna opaca son posteriores y posterolaterales, correspondiendo a las áreas anatómicas de la compresión. La radiografía AP muestra defectos múltiples en «reloj de arena», bloqueos parciales o completos, más frecuentes a nivel L3 y L4, los cuales se han interpretado como aracnoiditis, tumor, hernia discal o desechados como artefactos. Para evitar estos errores es conveniente emplear una cantidad adecuada de material de contraste y delimitar el o los defectos cranial y caudalmente. En caso de bloqueo completo es necesario hacer dos punciones, una lumbar y otra cervical o cisterna!. Líquido cefalorraquídeo Las proteínas pueden ser normales o estar ligeramente aumentadas. Excepcionalmente sobrepasan los 100 mg. / cc. La punción lumbar, a causa de las anomalías G. FLÓREZ. - LUMBOCIÁTICAS y CIÁTICAS anatómicas, puede ser dificil o imposible de realizar. Cuando la estenosis es severa se obtiene poco líquido y se provocan dolores radiculares por la punción de las raí· ces de la cola de caballo. Etiología 1. Anomalía del desarrollo óseo. - Es la «developmental stenosis» de VERBIEST. Cuando el diámetro sagital del canal lumbar, medido durante la intervención, es menor que el valor mínimo normal al mismo nível, se habla de estenosis absoluta. Las anomalías estructurales mencionadas son las responsables de los fenómenos compresivos. Predomina en varones de más de 40 años de edad. Se ha observado en asociación con espina bífida, agenesia del sacro (61), costilla cervical y Arnold-Chiari (76), por lo que se la ha considerado como una disrrafia (54). El hueso es duro y espeso. El examen histológico (54), revela una estructura ósea normal, pero pobre en conductos de Havers y con abundante sustancia fundamental, imagen que corresponde a una osteopatía condensante. La estenosis puede ser relativa o incompleta y por sí sola asintomática. Una ligera artrosis con osteofitosis, o una protrusión discal mínima, que en un canal normal pasaría desapercibida, aquí, debido a la reducción de la capacidad lumbar, da lugar a síntomas eompresivos. El tratamiento quírúrgico consíste en una amplia laminectomía, y parcial o incluso total facetectomía para descomprimir el receso lateral. Del 10 al 15 por 100 de los pacientes sometidos a exéresis discal muestran una estenosis lumbar más o menos acentuada (28). La escisión discal o de osteofitos en estos casos puede ser insuficiente para descomprimir la raíz nerviosa. Esto explicaría algunos de los fra· casos quirúrgicos. Inversamente, el alivio 435 del dolor después de una «exploración neo gativa», podría atribuirse a los efectos descompresivos de la laminectomía. 2. Espondilolistesis degenerativa. Ya vista. 3. Subluxación lumbosacra. Ya vista. 4. Espondilolistesis espondilolítica: Debido a la lisis del arco neural esta lesión no produce generalmente compresión foramen intervert. FlG. 11. - Agujero in tervertebral normal. de la cola de caballo. Dos casos con clau· dicación intermitente han sido descritos por VERBIEST (75), y uno por SCHATZKER. 5. Espondilosis (osteoartritis hipertró. fica, osteofitosis, espondilosis deformans, artrosis). - Comienza por la degeneración del disco intervertebral, seguida de la formación de osteofitos en los márgenes de los cuerpos vertebrales y articulaciones interapofisarias. Los osteofitos pueden crecer hacia el canal raquídeo o hacia el agujero intervertebral, comprometiendo así el espacio disponible para las estructuras nerviosas. Estenosis progresiva o hernia discal aguda en este espacio reducido pueden entrañar un déficit neurológico serio. Los límites superior e inferior del aguo jero intervertebral están formados por los pedículos; posteriormente los procesos articulares superior e inferior forman el tejado dorsal; el límite anterior lo forman el disco y los cuerpos vertebrales (fig. ll). 436 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR Normalmente el ,agujero intervertebral en el área lumbar· es cinco o seis veces más grande que el nervio que lo ,atraviesa. Extensión dorsal o inclinación lateral del raquis reducen el diámetro. El mecanismo de la espondilosis es como sigue: degeneración y adelgazamiento del disco intervertebral causanéaproximación de los pedículos y acortamiento del diámetro craneocaudal del foram,en; los osteofitos que se proyectan hacia atrás desde el cuerpo vertebral reducen ,aún más sus dimensiones; al estrecharse el disco la vértebra inferior se desliza hacia adelante, debido al plano inclinado de las articulaciones apofisarias, dando lugar a una espondilolistesis inversa (retroespondilolistesis) (fig. 12) que reducen el foramen intervertebral y el canal espinal con una deformidad en escalón; la apófisis articular inferior se proyecta en el foramen intervertebral; la hiperplasia u osificación del ligamento amarillo aún comprometen más el espacio disponible; el anillo fibroso discal puede ser prominente. Como resultado de la compresión e irritación crónica se pueden crear fibrosis y adherencias en y alrededor del nervio. La enfermedad puede comenzar por dolores y rigidez en la espina lumbar. Dolores mal localizados son referidos a las nalgas. Hay episodios de exacerbación del dolor, pero el paciente no está incapacitado. Más tarde aparecen los síntomas radiculares, mono o plurirradiculares y uni o bilaterales. La estenosis lumbar originada puede dar sÍntomas de claudicación postural o isquémica (79). La intervención quirúrgica consiste en laminectomías y foraminotomías amplias. 6. Acondroplasia: (micromelia, condrodistrofia fetalis ).-Enfermedad familiar transmitida por un gene dominante. Se observan, sin embargo; muchos casos esporádicos. Cuando sobreviven son activos y de inteligencia normal.' Tienen miembros cor- tos, la cabeza grande, la cara pequeña con prognatismo de la barbilla, lordosis lumbar exagerada y nalgas prominentes. La bóveda del craneo es grande y la base pequeña. La silla turca y el agujero occipital son de tamaño reducido. En el recién nacido las vértebras son delgadas y los discos prominentes. La acondroplasia es una displasia con un defecto en el crecimiento y desarrollo del cartílago. Con el crecimiento la lordosis lumbosacra se acentúa y el sacro adopta una posición horizontal. Paralelamente se desarrolla una cifosis dorsolumbar. La quinta vértebra lumbar se encuentra hundida entre los dos huesos ilíacos. Los pedículos vertebrales son muy cortos especialmente en la región dorsolumbar. Esto es el resultado de la sinostosis prematura de los centros de osificación del cuerpo vertebral con los de la lámina, los cuales están muy próximos a la parte dorsal del cuerpo vertebral. Estos factores producen una estrechez acentuada del canal e3pinal. La medula, cono y cola de caballo son de dimensiones normales (3). Los cuerpos vertebrales muestran una concavidad en su parte posterior ((scalloping»). La estenosis del canal del acondroplásico adulto se aeentúa con el desarrollo de exostosis y protrusiones discales. Las láminas son gruesas. La estrechez más severa ocurre generalmente a nivel Dll y D12. Los problemas neurológicos del raquis generalmente no aparecen hasta cierta edad y son más frecuentes después de los 40 años (27, 39). La estenosis cervical se traduce por paresia espá3tica de todas las extremidades; cuando la región conal está interesada, la paresia afectará a los miembros inferiores y hay problemas esfinterianos. Si la constricción es lumbar ha j a, el paciente aquej a parestesias, dolores y debilidad motora en los miembros inferiores acentuados con la posición erecta y la marcha. El tratamiento consiste en la descom- G. FLÓREZ. - LUMBOCIÁTICAS preslOn amplia. Para que esta terapéutica sea eficaz debe realizarse en los estadios iniciales de la evolución (3). 8. Exostosis múltiple hereditaria (discondroplasia hereditaria deformante): Es un desorden hereditario de la formación del cartílago. Las complicaciones neurológicas son raras y representan aproximadamente ell por 100 de los casos (13). Cuando interesa el raquis se localiza en los arcos vertebrales, y si la proliferación se dirige hacia el interior produce estenosis del canal vertebraL 9. Osteocondrodistrofia (Enfermedad de Morquio-Braidsford). - Es familiar y transmitida con carácter recesivo autosómico. Se ha sugerido la posibilidad de que esta condición pueda causar estenosis vertebral y compresión nerviosa (27). 10. Enfermedad de Paget. (Osteitis deformans) - Su origen es desconocido. Se caracteriza por una secuencia rápida de reabsorción y regeneración ósea que conduce a la fibrosis de la medula ósea. Puede dar lugar a la «vértebra de marfih. Generalmente interesa varias vértebras, aunque puede estar localizada en una sola. Hipertrofia del cuerpo vertebral con mayor frecuencia, pero también del arco vertebral, reducen la capacidad del canal raquídeo causando los síntomas compresivos correspondientes (27, 34,43, 70). Se ha descrito la recurrencia de los síntomas neurológicos como consecuencia de la proliferación ósea después de la primera intervención (34). La degeneración sarcomatosa ocurre en 7 a 14 por 100 de los casos (27). 11. Exageración del ángulo lumbosacro.-Acentuación de la lordosis lumbar es una anomalía relativamente común. Las formas severas reducen el diámetro anteroposterior del canal lumbosacro. DE PALMA ha visto durante la intervención los ele- y CIÁTICAS 437 mentos posteriores constriñendo el saco dural como una banda ósea. Las anomalías menos acentuadas pueden producir lumbalgias referidas a las nalgas y parte posterior de los muslos. El dolor se origina en las articulaciones interapofisarias entre L4·L5 y L5-S1, sobre- FIG. 12. - Espondilosis con retroe~pondilo­ listesis. 1, sección de la raíz nerviosa. 2, apófisis articular subluxada invadiendo el foramen intervertebral, y tropezando con el pedículo, 3. cargadas por el aumento de la curva lum· bar. HULT y WILTSE piensan que la forma leve de esta malformación no tiene relación con el dolor de espalda o miembros. 12. Espina bifida.-Cuando la espina bífida de la primera vértebra sacra coexiste con una apófisis espinosa de la quinta lumbar anormalmente larga, y especialmente si la lordosis lumbar está congénitamente acentuada, el canal lumbar se encuentra reducido en su diámetro sagital, debido a la compresión ejercida por la larga apófisis de L5 en los tejidos blandos que cubren el defecto óseo de Sol (20). 13. Apófisis articulares accesorias.Pou -SERRADELL y CASADEMONT describen dos pacientes con claudicación intermitente. La estenosis lumbar es producida por el ligamento amarillo grueso (8 mm.) y por un huesecillo que se articula con las apófisis articulares inferior y superior de vértebras adyacentes. 438 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR 14. Displasia fibrosa (síndrome de Al· bríght). - Ha sído descrito como etiología de compresión medular (70). 15. Pseudo·hipoparatiroidismo. - La estenosis del canal raquídeo en esta enfermedad, debido a una neoformación ósea FIC. 13. - «Bisagra» 1umbosacra normal. L5 está sujeta por fuertes Iigameutos iliolumbares y se encuentra por debajo de la línea bisilíaca (DE SEZE). ectópíca en la lámina vertebral, ha sído descrito por CULLEN y PEARCE. Uno de los pacíentes de EHNI (26), tenía pseudo·hipo. paratiroidísmo y estenosis del canal lumbar. Este autor entretiene la posibilidad de una asociación entre estas dos entidades nosológicas. na 16. Raquitismo resistente a la vitamiD. - La estenosis del canal raquídeo se produce por una proliferación ósea en los arcos vertebrales e incluso en el ligamento longitud~nal (23, 27, 36). 17. Trauma. - Las lesiones traumáti· cas de la columna lumbar que originan una pequeña deformidad ósea pueden dar lugar a una hipertrofia ósea (7, 63). 18. Nódulo del ligamento amarillo. MOIEL describe un nódulo del ligamentum flavum como causa de compresión de la cola de caballo. El paciente tenía dolor en la espalda, nalga, pierna y testículo izquier· do. Los síntomas comenzaron de manera repentina durante la defecación. Más tarde apareció dolor en la pantorrilla izquierda al andar. La arteriografía descubrió una lesión oclusiva arterioesclerótica en los miembros inferiores. El dolor en la pantorrilla desapareció tras la intervención vascular, pero los demás síntomas conti· nuaron. Se acentuaban en el decúbito y en la posición erecta. Obtenía alivio sentándose e inclinándose hacia adelante. La marcha prolongada causaba titubeo y len· titud. Laminectomía L4·LS e incisión del ligamento amarillo, descubrieron un nódulo de 1 cm. de diámetro comprimiendo la cola de caballo probablemente de origen traumático. La exéresis produjo alivio completo. 19. Osificación del ligamento intereso pinoso. - La compresión de la cola de ca· baIlo por una proliferación ósea en el liga· mento interespinoso entre L4-LS ha sido descrita por WEISS y cols. El paciente había sido operado de una hernia discal L4·LS trece años antes. 20. Estenosis yatrogénica. - La artrodesis posterior por lumbalgia en una cq· lumna lumbar donde no se ha reconocido la estenosis, puede dar lugar a la aparición de síntomas de claudicación debidos a la proliferación ósea (9, 63). e) Anomalías transicionales de la «bisagra» lumbosacra La «bisagra» lumbosacra está situada en la unión de la columna lumbar con el sacro. Las variaciones anatómicas más freo cuentes son las anomalías transicionales: sacralización de la quinta vértebra lumbar y lumbarización de la primera pieza sacra. En una columna vertebral normal la última vértebra lumbar (vértebra pivote) está situada por debajo de la línea bisilíaca y es de morfología normal. Cuando hay una anomalía transicional en la unión lum· bosacra, existe una pieza «ambigua», cuya morfología es diferente de las vértebras G. FLÓREZ. - LUMBOCIÁTICAS lumbares y de las sacras. Posee unas apófisis transversas voluminosas que se tienden a articular o unir con las alas del sacro. Podemos distinguir los siguientes tipos: 1, cuando la unión transverso-sacra es unilateral. 2, cuando es bilateral, pero el límite entre las dos piezas óseas es discernible; hay una articulación falsa. 3, cuando la unión transverso-sacra es total. La pieza transicional unida al sacro está por debajo -de la línea bisilíaca y la vértebra pivote, o sea, la última vértebra lumbar libre es suprayacente a dicha línea. Si por encima de la pieza transicional unida al sacro hay cuatro vértebras lumbares se trata de una sacralización; si por el contrario hay cinco vértebras, estamos ante una lumbarización de la primera vér. tebra sacra. En la práctica esta distinción puede ser difícil, ya que la sacralización puede acompañarse de una agenesia de la 12." costilla y por otro lado ciertas lum· barizaciones se acompañan del desarrollo de una 13." costilla. El que haya cuatro o cinco vértebras lumbares sobre la pieza tramicional es de poco interés. Según DE SEZE, ALAJOUANINE, PAILLAS y otros, lo que tiene verdadera importancia es la exis. tenciade una vértebra pivote por encima de la línea bisilíaca. Las dos variedades tienen las mismas consecuencias patológi. caso En el raquis normal, L5 está sujeta por los fuertes ligamentos iliolumbares que frenan todos sus movimientos; L4, sin embargo, está por encima de la línea bisilíaca y los ligamentos iliolumbares que la suje· tan son débiles (fig. 13). De manera que entre el sacro, pieza fija, y 14, pieza «mó· vil», se encuentra L5, pieza «semimóvih. La «bisagra» lumbosacra normal posee dos «discos bisagra) (L4·L5, L5-S1), entre los cuales se reparten el trabajo de la dinámica lumbosacra. Cuando existe una anomalía transicional, la vértebra situada por debajo de la línea bi·;;jlíaca está soldada al sacro al y CIÁTICAS 439 menos parcialmente. La última pieza móvil o pivote está por encima de dicha línea, se encuentra «desencajada)) de las alas ilía·cas, y está sujeta a las crestas ilíacas por unos ligamentos iliolumbares débiles, inca· paces de frenar su movilidad. Se pasa aquí Sacralización unilateral incompleta de L5. La raíz nerviosa pasa próxima a la pseudoarticulación. Flc. 14. - directamente de una pieza fija a una móvil. No existe un disco semimóvil para como partir las fatigas. El disco «bisagra» en este caso está sometido a un verdadero «desgaste funcional» que le predispone a las lesiones degenerativas, traumáticas o microtraumáticas. El 90 por 100 de las le· siones discales ocurren en el disco suprayacente a la pieza transicional. DE SEZE piensa que los dolores en esta enfermedad pueden tener dos orígenes: primero y más importante, la lesión discal, y segundo, una alteración de la estática. Esta escoliosis, por ejemplo, es causada por una pieza transicional asimétrica y entraña sufrimiento ligamentoso y muscular. El7 por 100 de los sujetos asintomáticos portan una anomalía transicional lumbosacra. En los individuos que sufren de ciática o lumbalgia la proporción de esta anomalía es del 13 por 100. DE PALMA, por el contrario, cree que la pseudoarticulación transverso-sacra al sufrir una degeneración artrítica provoca dolores. El nervio puede ser irritado si se pone en contacto con esta articulación (fig. 14). REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR 440 Según otros autores la sacralización o lumbarización completa bilateral no tiene relación con el dlOlor de espalda (37, 38). Solamente cuando es unilateral y asimétrica facilita la degeneración discal (81). D) Asimetría de las apófisis articulares (tropismo) Esta anomalía aislada, según algunos autores (20), no puede considerarse como factor etiológico en la producción de algias de espalda y miembros. FARFÁN (81), piensa que debido a la asimetría, una articulación soporta los movimientos de torsión mejor que la otra, lo que produce una desigualdad de «desgaste» y facilita la lesión discal (fig. 9a). E) Deformidad rotacional de las vértebras lumbares Esta anomalía tiene importancia en el desarrollo de lesiones degenerativas vertebrales. Puede dar lugar a dolor referido a las nalgas y parte posterior de los muslos (20). triales, llegó a la siguiente conclusión: «Se puede decir que un grado moderado de deformidades estáticas, como inclinación pélvica, cifosis, lo r d o s i s y escoliosis, no tienen un significado decisivo en el origen de lumbalgias». Formas más severas dan lugar a sufrimiento ligamentoso y articular (20). G) SKOBOWYTSH-ÜKOLOT comunica 3 casos de apófisis posteriores (huesos intercalares) que probablemente representan un trastorno en la osificación entre la apófisis y la vértebra (fig. 15). Los tres pacientes presentan síntomas de lumbociática y la radiografía mostró un fragmento óseo dislocado de la parte posteroinferior del cuerpo de L4. La intervención reveló una hernia d~scal. La pieza ósea hacía una indentación importante en la duramadre. H) La ausencia congénita de apófisis articulares Esta anomalía parece ser asintomática (44). 1) F) Inclinación pélvica, escoliosis, cifosis, lordosis HULT, en dos estudios realizados en pacientes representativos de diversas profesiones, entre los cuales figuraban gran número de campesinos y trabajadores indus- Apófisis posterior de L4 y apófisis anterior de L3. Diastematomielia Esta enfermedad congénita es una disrafia. La medula está dividida por una espina ósea o una banda fibrocartilaginosa. Generalmente se presenta en la edad pediátrica. En el adulto el comieno es en forma de ciática o de compresión del cono terminal o cola de caballo (46). J) FIG. 15. - Apófisis posterior Cresta ósea mediana La cresta ósea implantada sobre el arco posterior, es una anomalía ósea descrita por CARAYON (10), en dos pacientes que exhibían una lumbociática unilateral sin remisiones. La espícula ósea, en L4 y L5 respectivamente, no llegaba hasta el cuerpo vertebral (fig. 16). G. FLÓREZ. - K) LUMBOCIÁTICAS y Síndrome de la apófisis articular superi.or Este síndrome (29), consiste en el «atrapamiento» de la raíz nerviosa ·~n un receso lateral estenosado (fig. 17). Produce una ciática muy dolorosa. Aunque esta anomalía estructural forma casi siempre parte del síndrome de estenosis del canal lumbar, puede aparecer aislada como única etiología de la radiculalgia. El canal es tri· foliado, pero los diámetros sagital y transverso son normales. La estrechez es con· finada a los recesos laterales. La ciática, aunque con más frecuencia unilateral, pue· de también ser bilateral. El 60 por 100 de los pacientes presentan lumbalgia. Los sigo nos neurológicos son mínimos. El signo de Lasegue es siempre positivo. En los quince pacientes de EpSTEIN la radiografía simple no fue en ningún caso de ayuda diagnós· tica; seis mielografías con pantopaque fueron negativas y ocho mostraron mínimas asimetrias de los márgenes laterales. El diagnóstico radiográfico preoperatorio es difícil o imposible. La intervención consiste en laminectomía y escisión de la apófisis hasta descomprimir la raíz. Los resul- CIÁTICAS 441 tados son satisfactorios. El empleo de contrastes hidrosolubles puede facilitar el diagnóstico. Espondilitis anquilosante (Espondilitis reumatoide, enfermedad de Marie -Strümpell, espondiloartritis anquilosante.) No discutiremos aquí las analogías y diferencias con la artritis reumatoide (27). Nos limitaremos a describir brevemente la espondilitis anquilosante en la columna lumbosacra. Es más frecuente en los varones. Comienza como un proceso inflamatorio que afecta las membranas sinoviales, cápsulas y ligamentos de las articulaciones espinales, los cuales están edematosos y engrosados. Más tarde sufren calcificación e incluso osificación. Este proceso proliferativo afecta también a los ligamentos longitudinal posterior y amarillo, que junto con la lesión capsular de las articulaciones apofisarias, estrecha el foramen intervertebral. Las raíces nerviosas pueden terminar «atrapadas» en una masa de tejidü fibroso. El FIG. 16. - Cresta implantada sobre el arco posterior. El paciente tenía 'lumbociática L5 derecha. 442 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR resultado final es una anquilosis de todas las articulaciones afectadas (20). Dolor de espalda y ciática son quejas comunes durante todos los estadios de la enfermedad. Al comienzo el examen radiológico no es informativo lo que hace el BIBLIOGRAFtA 2 3 4 5 6 7 8 FIl:. 17. - Canal lumbar trifoliado con los diámetros mayores sagital y transverso normales y estenosis de los recesos laterales. diagnóstico difícil. El dolor de espalda es el primer síntoma, se extiende hasta la región sacroilíaca y puede ser referido a los muslos. Hay remisiones y recaídas. Los músculos paravertebrales están espásticos. El paciente experimenta rigidez en el área dorsal yen la caja torácica. Los movimientos de la espina están restringidos. Más tarde desarrolla contracturas y posturas viciosas. Durante los estadios de actividad la velocidad de sedimentación está bastante elevada. La radiografía revela unos cuerpos vertebrales de forma cuadrada, discos intervertebrales estrechos y calcificaciones paravertebrales en los ligamentos espinales laterales, así como en los ligamentos longitudinal anterior y posterior. La columna vertebral pierde las curvas fisiológicas. 9 10 11 12 13 14 15 16 ,\ DKI NS, E. (1955): Spondylolisthesis. ]. BOlle ]o'int Sllrg., 37-B, 48. ALAJOUANINE. T. y THUREL, R. (1947): LOlllbo-sciatiques par hernia discales et anomalies vertebrales, sacralisation de la 5 lombaire et lombarisation da la 1 sacree. Rev. Neurol., 79, 369. ALEXANDER, E. (1969) : Significance of the small lumbar spinal canal: Part 5: Achondroplasia. ]. 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