función de relación y los sentidos

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FUNCIÓN DE RELACIÓN Y LOS SENTIDOS
La función de relación nos permite a los seres vivos interaccionar con
el medio que nos rodea. Incluye la capacidad de percibir los
diferentes estímulos del medio y la motilidad o capacidad de
desplazarse en él.
No todos los seres vivos percibimos los mismos estímulos con la
misma intensidad. Por ejemplo, las aves
rapaces que buscan sus presas desde gran
altura tienen muy desarrollado el sentido de la
vista.
Otros seres vivos poseen sentidos que no
tenemos las personas. Algunos peces que
habitan en aguas con mucho fango pueden
localizar a sus presas detectando la minúscula
cantidad de electricidad que producen todos los seres vivos.
■ Los órganos de los sentidos
Los órganos de los sentidos son estructuras que se han especializado
en la recepción de los estímulos externos. Para cada grupo de
estímulos se han diferenciado distintos órganos de los sentidos:
• Para los estímulos luminosos se ha desarrollado el sentido de la
vista.
• Para los estímulos sonoros, el sentido del oído.
• Para los estímulos mecánicos, el del equilibrio.
• Para los estímulos químicos, el sentido del olfato y el del gusto.
Existen también otras estructuras que son sensibles a la temperatura,
tacto, presión, etc., pero que no llegan a formar auténticos órganos
de los sentidos.
Todos los órganos de los sentidos tienen algún componente de
naturaleza nerviosa, ya que deben transformar el estímulo que
reciben en un impulso nervioso que alcanzará un área específica del
cerebro. El cerebro es el que tiene que recibir e integrar toda la
información que transmiten estos órganos y elaborar una respuesta
adecuada.
LOS OJOS Y LA VISIÓN
Los ojos son los órganos encargados de recibir los estímulos visuales;
por tanto, de ellos depende el sentido de la vista. Tienen forma casi
esférica, por lo que también se les conoce como globos oculares.
■ La estructura del globo ocular
En el globo ocular existen tres capas diferentes:
• La esclerótica. Es la capa más externa. Mantiene la forma del ojo y
le confiere protección, resistencia y cierta elasticidad. En su parte
anterior o frontal se hace transparente a la luz y recibe el nombre de
córnea.
• La coroides. Es la capa
intermedia. Contiene abundantes
vasos sanguíneos y gran cantidad
de pigmentos oscuros que
absorben la luz. En su parte
frontal forma el iris, que es una
lámina cuyos pigmentos son los
responsables de los distintos
colores de los ojos. En el centro
del iris existe un orificio llamado
pupila, a través del cual la luz
pasa hacia el interior del ojo. El
iris funciona como el diafragma
de una cámara fotográfica: cierra la pupila cuando hay exceso de luz
y la abre cuando es escasa.
• La retina. Es la capa más interna y está formada por auténtico
tejido nervioso. En ella se localizan las células fotorreceptoras,
encargadas de captar la luz. Son de dos tipos: conos y bastones. Los
conos nos permiten ver los colores y necesitan que haya bastante luz.
Los bastones funcionan con menos luz y nos permiten distinguir el
contorno de los objetos, pero no sus colores.
El interior del globo ocular está ocupado por tres medios
transparentes a través de los
cuales tiene que atravesar la
luz.
• El humor acuoso. Es un
líquido que rellena la cámara
anterior del ojo, es decir, la
cavidad situada entre la córnea
y el cristalino.
• El cristalino. Es un sólido
transparente que tiene forma
de lente. Sirve para enfocar la
imagen, debido a que puede
deformarse ligeramente por la
acción de unos pequeños
músculos. Se sitúa por detrás
del iris.
• El humor vítreo. Es un líquido transparente bastante viscoso.
Ocupa la cámara posterior del ojo, que es la cavidad que existe entre
el cristalino y la retina.
■ Otras estructuras
El ojo cuenta con
varias estructuras
protectoras. Los
párpados y las
pestañas previenen
que los ojos se vean
dañados por cuerpos
extraños. Las
glándulas lacrimales
sirven para mantener
el globo ocular
humedecido.
CÓMO FUNCIONAN LOS OJOS
Para que podamos ver cualquier imagen, necesitamos:
- Recibir los estímulos luminosos en la retina y transformarlos en
impulsos nerviosos.
- Conducir los impulsos nerviosos hasta los centros visuales del
cerebro.
- Procesar la información en el cerebro, en el cual se formará la
imagen.
■ Recepción de la luz
Para que la imagen se reciba en la retina, el iris tiene que regular la
cantidad de luz que entra al interior del ojo y el cristalino debe
ajustar su forma para que la
imagen que estamos
mirando se enfoque
correctamente en la retina.
■ Conducción del
impulso nervioso
La luz que llega a la retina
es captada por los
fotorreceptores, que emiten
un impulso nervioso. Este se
transmite a las neuronas
ganglionares, que tienen un
axón largo. Los axones de todas las células ganglionares de cada ojo
se reúnen en un haz y forman el nervio óptico.
Existen dos nervios ópticos, uno por cada ojo. Al poco de salir del
globo ocular, los dos nervios se cruzan y forman el quiasma óptico.
Tras el quiasma, las fibras nerviosas continúan su recorrido hasta el
cerebro.
■
Formación de la imagen
Las fibras nerviosas que vienen de la retina transmiten su
información hasta el lóbulo occipital o área visual del cerebro, en
donde se forman definitivamente las imágenes.
Además de formar las imágenes, el cerebro las relaciona con nuestra
experiencia previa. Así, si el cerebro forma la imagen de una persona
a la que hemos visto anteriormente, nos informará de quién se trata,
de nuestros sentimientos hacia ella, etc.
PROBLEMAS DE LA VISIÓN
Los defectos en la visión pueden deberse a muy diversas causas. Para
su conocimiento y estudio, se creó una rama de la medicina conocida
como oftalmología.
■ Alteraciones del globo ocular
Para que veamos nítidamente, la imagen se tiene que enfocar
directamente sobre la retina. La forma del globo ocular es la
adecuada para esto. Sin embargo, existen alteraciones de la forma
del ojo que provocan
que la imagen no se
enfoque nítidamente
sobre la retina.
• Hipermetropía. El ojo
está ligeramente
achatado por sus
extremos, por lo que la
imagen se forma más
allá de la retina. Las
personas que la
padecen tienden a
situar alejados los
objetos que desean
ver.
• Miopía. En este caso
la imagen se forma por
delante de la retina,
por lo que las personas que la padecen tienden a acercarse los
objetos a los ojos.
• Astigmatismo. Es causado por una deficiente curvatura de la
córnea, lo que provoca que las imágenes resulten ligeramente
deformadas.
Estos problemas se pueden resolver gracias al empleo de gafas. Las
gafas tienen unas lentes, bien sean convergentes o divergentes, que
hacen que las imágenes se enfoquen correctamente sobre la retina.
■ Alteraciones del cristalino
• Presbicia. Es una alteración visual relativamente frecuente en
personas mayores. Se produce por un endurecimiento y pérdida de
elasticidad del cristalino, que no consigue enfocar correctamente las
imágenes. Este defecto se corrige mediante las lentes adecuadas.
• Cataratas. El cristalino va perdiendo transparencia y se hace
opaco. Se
puede solucionar
mediante
cirugía. En
este caso,
se eliminan
los
cristalinos opacos. Las personas operadas de cataratas necesitan
llevar gafas o que se les inserte una pequeña lente artificial en lugar
del cristalino extirpado.
■ Otros problemas de la visión
• Conjuntivitis. La conjuntiva es una fina membrana que recubre el
interior de los párpados y la parte anterior del globo ocular. Su
irritación recibe el nombre de conjuntivitis. Se puede producir por
varias causas, incluyendo Infecciones. Se suelen curar con unos
medicamentos que se aplican en forma de gotas sobre los ojos y
reciben el nombre de colirios.
• Daltonismo. Las personas afectadas no distinguen algunos de los
colores, especialmente el verde y el rojo.
• Glaucoma. Se produce por una elevación de la presión dentro del
ojo, debido a la presencia de un exceso de humor acuoso. Mediante
el uso de medicamentos y mediante cirugía se puede corregir, pero si
no se actúa a tiempo puede llegar a producir ceguera.
• Desprendimiento de retina. Ocurre cuando una parte de la retina
se separa del fondo del globo ocular. Los métodos modernos de
tratamiento incluyen el empleo del láser.
■
La ceguera
La ceguera es la incapacidad de percibir los estímulos visuales. No
existe un solo tipo de ceguera, y algunas de las alteraciones que
hemos visto pueden provocar ceguera en casos extremos.
Generalmente está relacionada con alteraciones o lesiones en la
retina o en los nervios ópticos.
Las personas que no pueden ver se pueden manejar en la vida
cotidiana y se pueden incorporar al mundo laboral. Para ello emplean
sus otros sentidos, los perros guía, y ciertas técnicas como el uso del
bastón, el alfabeto Braille, etc.
■
Cuidados de la visión
Muchos de los conocimientos que tenemos sobre nuestro mundo los
hemos adquirido a través de nuestros ojos. Por tanto, es importante
cuidarlos. En caso de que notemos cualquier trastorno en nuestra
visión o cualquier molestia en los ojos, debemos acudir de inmediato
al oftalmólogo.
Se puede colaborar activamente a cuidar nuestra visión evitando
forzar la vista y no sometiendo nuestros ojos a situaciones agresivas
(estudiar con poca luz, exponernos a luces muy intensas, bucear en
aguas muy cloradas, permanecer en ambientes cargados de humo o
polución, etc.).
EL OÍDO
El oído es un órgano de los sentidos que desarrolla dos funciones, la
audición y el equilibrio. En él encontramos unas células receptoras
especializadas en captar las ondas sonoras, al servicio del sentido de
la audición, y otras especializadas en detectar el movimiento, que son
las responsables del sentido del equilibrio. Cuando son estimuladas
emiten impulsos nerviosos que llegan al cerebro.
■ Estructura del oído
En él se distinguen tres partes:
• Oído externo. El oído externo consta del pabellón auditivo u oreja
y del canal auditivo externo. La oreja, debido a su especial
configuración, recoge las vibraciones del aire o sonidos, y las dirige
hacia el canal auditivo externo, a través del cual llegan al oído medio.
• Oído medio. Consta de una membrana llamada tímpano, que
vibra al
recibir las
ondas
procedentes
del canal
auditivo
externo y una
cavidad en
cuyo interior
se encuentran
suspendidos
unos
huesecillos
unidos entre
sí, llamados
martillo,
yunque y
estribo. El
martillo está
en contacto
con el
tímpano y
recibe sus
vibraciones, que transmite al resto de huesecillos. Existe un
conducto, la trompa de Eustaquio, que comunica el oído medio con
la faringe.
• Oído interno. Está situado en el interior del cráneo y presenta una
estructura parecida a la concha de un caracol que recibe el nombre
de cóclea. El estribo transmite sus vibraciones a una membrana
llamada ventana oval, que se encuentra en el Inicio de la cóclea. El
interior de la cóclea está rellena de un líquido, la endolinfa, y presenta una estructura conocida como órgano de Corti. En este
órgano hay unas células con cilios que, al recibir las vibraciones de la
endolinfa, se excitan. El estímulo se transmite hasta unas fibras
nerviosas. El conjunto de todas estas fibras da origen al nervio
auditivo, que se dirige hacia la corteza auditiva cerebral.
EL SENTIDO DEL EQUILIBRIO
Este sentido nos informa de la posición del cuerpo para mantener
siempre una postura adecuada. El órgano más importante está
localizado en el interior del oído interno, como el sentido de la
audición, e informa continuamente al cerebro sobre la posición de la
cabeza, muy importante para mantener el equilibrio. Cuando se ve
afectado el sentido del equilibrio, se producen unas sensaciones
extremadamente desagradables conocidas como vértigos.
Las estructuras del oído interno al servicio del sentido del equilibrio
forman el laberinto. Son los tres canales semicirculares, que se
sitúan perpendiculares entre sí, y dos cavidades denominadas
utrículo y sáculo. Por el interior de los canales y de las cavidades
circula la endolinfa.
Las células sensoriales de los canales y las cavidades tienen en uno
de sus extremos un gran número de cilios que están bañados por la
endolinfa. Cuando la cabeza se mueve, el líquido circula por los
canales y provoca el movimiento de los cilios, lo que a su vez hace
que las células emitan una corriente eléctrica. Ésta se transmite hasta
el cerebro que, una vez procesada la información, envía impulsos
motores a los músculos esqueléticos para mantener el cuerpo en
equilibrio. En este proceso interviene también el cerebelo,
coordinando la acción muscular.
■ Otras estructuras al servicio del equilibrio
Los canales semicirculares informan de la posición de la cabeza, pero
para mantener la postura también es importante recibir información
sobre otras partes del cuerpo. En algunos músculos esqueléticos, así
como en los tendones y en las articulaciones, existen estructuras
especializadas que están transmitiendo información constantemente
sobre la postura del cuerpo. El cerebro coordina esta información con
la que recibe del oído interno sobre la posición de la cabeza y puede
así, en todo momento, mantener el equilibrio del cuerpo.
ALTERACIONES DEL OÍDO
La alteración del oído que se presenta más frecuentemente es la
pérdida de capacidad auditiva, que se conoce como sordera. Hay
muchos tipos de sordera, desde las que son leves y se recuperan en
poco tiempo, hasta las que entrañan la pérdida total de la capacidad
de audición. Las sorderas se clasifican en dos tipos, de transmisión y
de percepción.
■ Sorderas de transmisión
Se deben a una alteración de los sistemas de transmisión del sonido,
es decir, a problemas en el oído externo y medio.
En el canal auditivo externo se produce el cerumen, una sustancia
grasa conocida a veces como cera, que sirve para protegerlo. Cuando
se acumula puede formar un tapón que impide que los sonidos se
transmitan correctamente. También se puede taponar el canal
auditivo por la entrada de objetos extraños o de insectos. Los
tapones de cera o cualquier cuerpo que se introduzca en el oído
deben ser retirados por el médico especialista u otorrino. Es peligroso
intentar retirar la cera con bastoncillos u otros objetos, pues pueden
dañar el tímpano.
En el oído medio, las causas más frecuentes de sordera de
transmisión están relacionadas con inflamaciones o perforaciones del
tímpano. El tímpano puede romperse debido a una explosión violenta,
una inmersión muy profunda en el agua, un descenso rápido desde
las alturas... Actualmente, cuando el tímpano está dañado se puede
reemplazar con un pedacito de piel del propio paciente.
■ Sorderas de percepción
Se llaman así a las sorderas causadas por alteraciones del órgano
receptor del sonido (el órgano de Corti) o de los nervios que
transmiten al cerebro las sensaciones sonoras. Son las más difíciles
de corregir. Entre otros motivos, se pueden producir por ingestión de
sustancias tóxicas y por exposición prolongada a ruidos fuertes. A
veces se pueden producir por infecciones y por alteraciones
circulatorias.
■ La sordomudez
Cuando un niño tiene desde su nacimiento una grave pérdida de
capacidad auditiva o la adquiere en los dos primeros años de vida, no
aprende a hablar, pese a que todos los órganos necesarios puedan
funcionar correctamente. Hoy día existen técnicas para que las
personas sordomudas puedan hablar y puedan leer en los labios de
las personas las palabras que están pronunciando.
Cuando la sordera no es total, se puede aumentar la capacidad
auditiva mediante unos aparatos llamados audífonos, que amplifican
los sonidos.
EL OLFATO
Para muchos animales el sentido del olfato es el más importante,
realmente esencial para su supervivencia. En el ser humano, sin
embargo, no está muy desarrollado y tiene menos importancia que
otros sentidos.
En las personas el órgano receptor del olfato está en el interior de la
nariz. La nariz presenta dos cavidades separadas por un tabique, que
se denominan cavidades o fosas nasales. Se comunican con el
exterior mediante los orificios nasales.
Cada cavidad nasal está recubierta por una membrana denominada
pituitaria. La pituitaria de la parte inferior de la fosa nasal se
denomina pituitaria roja, debido a la abundancia de vasos sanguíneos
que presenta, mientras que en la pituitaria de la parte superior,
denominada pituitaria amarilla, es donde residen las células olfativas.
Otra función de la pituitaria es segregar una mucosidad que tiene
función protectora.
■ Las células olfativas
Son auténticas neuronas especializadas en la olfacción. Tienen un
largo cuello que acaba en un ensanchamiento del que salen cilios. Del
lado opuesto de la neurona sale un axón que transmite la información
al cerebro.
Las células olfativas son quimiorreceptoras, ya que son capaces de
detectar sustancias químicas. El número de sustancias que se pueden
reconocer es muy elevado, pero es preciso que las sustancias estén
en estado gaseoso en nuestro entorno para que las partículas que las
forman alcancen la pituitaria y sean captadas por las células olfativas.
La cabezuela ciliada de las células debe estar siempre impregnada de
mucosidad.
EL GUSTO
El sentido del gusto nos permite conocer el sabor de los alimentos. Se
localiza en los botones gustativos, que se encuentran en la parte
superior de la lengua, aunque es posible encontrarlos en el suelo de
la boca e incluso en la garganta.
■ Los botones gustativos
.
Los botones gustativos de la lengua se localizan en la parte más
superficial de unas formaciones llamadas papilas linguales o papilas
gustativas.
Cada botón gustativo contiene unas células gustativas, que son
quimiorreceptoras y detectan sustancias químicas en disolución. Así
pues, una de las funciones de la saliva es disolver los alimentos para
que podamos detectar sus sabores.
Las células gustativas son alargadas y se disponen como los gajos de
una naranja. El extremo que queda hacia la superficie de la lengua
lleva unos cilios que detectan las partículas de los alimentos. Cuando
detectan alguna partícula, la célula se excita y la excitación se
transmite hasta el cerebro por el nervio gustativo.
■ Tipos de sabores
Tanto las células del olfato como las del gusto son quimiorreceptoras;
sin embargo, mientras que con el sentido del olfato podemos detectar
una gran cantidad de olores diferentes, con el sentido del gusto sólo
podemos detectar cuatro tipos de sabores: dulce, salado, ácido y
amargo. También podemos detectar combinaciones de estos sabores.
Cada territorio de la lengua está especializado en el registro de un
determinado sabor, excepto el centro, que carece de botones
gustativos.
El gusto y el olfato están muy relacionados. Cuando nos introducimos
un alimento en la boca, detectamos su sabor por el sentido del gusto,
pero a la vez, algunas de sus partículas se vaporizan y van a la nariz.
El cerebro integra las sensaciones del gusto y el olfato y elabora el
«sabor» de los alimentos. Por esto, cuando estás constipado y tienes
la nariz taponada, los alimentos te resultan más insípidos que
normalmente.
EL TACTO
El sentido del tacto se debe a la existencia de unos receptores que
son capaces de detectar estímulos de naturaleza mecánica, como son
la presión, el pinchazo de un
alfiler, etc. Son los
mecanorreceptores, que se
encuentran en el interior de
la piel.
■ Los mecanorreceptores
de la piel
Las estructuras
mecanorreceptoras para el
tacto son muy sencillas. Se
trata de muchos tipos de
terminaciones de dendritas
de unas neuronas cuyo soma
se sitúa en los ganglios
espinales. A veces están
protegidas por algún tipo de
cubierta. Se sitúan en la
parte más superficial de la
piel, la epidermis, y en la más profunda, la dermis.
Cuando un mecanorreceptor recibe un estímulo táctil, se excita y
emite un impulso nervioso. Como el receptor es la dendrita de una
neurona, el impulso viaja hasta su soma, que está en un ganglio
espinal. El estímulo sale desde el soma por el axón, que puede
formar un arco reflejo en la médula espinal o puede viajar hasta el
cerebro, de modo que somos conscientes de las sensaciones táctiles.
Existen varios tipos de mecanorreceptores, cada uno de los cuales se
especializa en la recepción de uno o varios tipos de sensaciones
táctiles. Un tipo de receptor, las terminaciones libres, proporcionan
informaciones de dolor y suelen establecer arcos reflejos. Otros
receptores pueden captar información sobre la temperatura.
■ La sensibilidad
Hay zonas de la piel, como las palmas de las manos o los labios, que
son mucho más sensibles que otras. Se debe a que poseen más
receptores.
Se puede dibujar una figura humana en la que cada parte del cuerpo
se representa con un tamaño proporcional a la cantidad de receptores
que posee. Así, las partes más sensibles son más grandes y las
menos sensibles son más pequeñas. El resultado es una especie de
caricatura que se llama hombrecillo sensorial.
ACTIVIDADES
1 Relaciona los órganos de los sentidos con su función sensorial.
2 Los murciélagos casi han perdido el sentido de la vista. ¿A qué
puede ser debido? ¿Sabes cómo suplen este sentido?
3 Relaciona el tipo de receptor con el estímulo al que responde.
Mecanorreceptor •
• Olor
• Luz Fotorreceptor •
• Sonido
• Sabor Quimiorreceptor •
• Roce en la piel
4 ¿Qué características tiene la coroides? ¿Y la esclerótica?
5 ¿Qué capa del globo ocular es de naturaleza nerviosa? Indica qué
función tiene.
6 Realiza un esquema sencillo del globo ocular y señala en él los
medios transparentes.
7 Imagínate que ves por la calle a un compañero del colegio. Al verle,
rápidamente recuerdas su nombre. Su imagen la percibes gracias a
los ojos, pero ¿qué elementos han intervenido en todo este proceso?
8 ¿Qué es el quiasma óptico? ¿Qué estructuras lo forman?
9¿Qué alteraciones de la forma de los ojos conoces? Indica, con un
esquema, cómo se corrige una de ellas.
10 Haz una lista con los componentes del oído que están al servicio
de la audición y los que están al servicio del equilibrio.
11 ¿Qué importancia tiene la endolinfa en el sentido de la audición?
¿Y el órgano de Corti?
12 ¿Qué estructuras que no se encuentran en el oído interno
intervienen en el sentido del equilibrio? ¿Qué función tienen?
13 Explica qué es el sentido del equilibrio y cómo funciona.
14 ¿Qué papel juega el cerebelo en la coordinación de la postura?
15 Explica las características de las células olfativas e indica en
dónde se localizan.
16 Algunos animales tienen muy desarrollado el sentido del olfato.
¿Qué utilidad puede tener para ellos?
17 Si estamos comiendo un pastel, ¿qué zona de la lengua lo
detectará? ¿Y si se tratara de jugo de limón?
18 ¿Dónde se localizan los botones gustativos? Dibuja un esquema
de un botón gustativo.
19 ¿Crees que la utilidad del sentido del gusto es simplemente que
disfrutemos de la comida? Piensa que muchas sustancias venenosas
tienen sabores amargos o ácidos y que las sustancias que contienen
azúcar proporcionan mucha energía. Además, recuerda que en nuestra alimentación necesitamos sal.
20 En la piel hay receptores al servicio del sentido del tacto. Explica
de qué naturaleza son y cómo mandan la información al cerebro.
21 Las terminaciones para el dolor, ¿terminan en la epidermis o en la
dermis?
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