ACTIVISMO JUDICIAL, INDEPENDENCIA JUDICIAL Y POLÍTICA PÚBLICA SALUDOS: UNIVERSIDAD JAVERIANA FUNDACIÓN KONRAD ADENAUER Y SU PROGRAMA ESTADO DE DERECHO ÁMBITO JURÍDICO Y A TODOS LOS PRESENTES NOS HEMOS UNIDO ESTAS 4 INSTITUCIONES EN EL EVENTO DEL DÍA DE HOY, AD PORTAS DE INICIAR UNA NUEVA DISCUSIÓN SOBRE LA REFORMA CONSTITUCIONAL A LA JUSTICIA. AGRADEZCO A LA KONRAD ADENAUER Y SU PROGRAMA ESTADO DE DERECHO POR HABER TENIDO LA INICIATIVA, POR FINANCIAR GRAN PARTE DE ESTE EVENTO Y POR PERMITIRNOS HABLAR DE TEMAS TAN IMPORTANTES COMO: REFORMA A LA JUSTICIA, ACTIVISMO JUDICIAL, POLÍTICAS 1 PÚBLICAS E INDEPENDENCIA JUDICIAL CON EXPERTOS DE LOS QUILATES DE LOS QUE HOY NOS ACOMPAÑAN, DE ALEMANIA, PERÚ, BOLIVIA, VENEZUELA, CHILE, COSTA RICA, BRASIL, ARGENTINA Y INSTITUCIONES COLOMBIA TAN Y DE REPRESENTANTES IMPORTANTES COMO LA DE CORTE INTERAMERICANA DE DH Y EL INSTITUTO MAX PLANCK. AGRADEZCO IGUALMENTE A LA UNIVERSIDAD JAVERIANA POR PRESTARNOS SU CASA Y SOBRE TODO ESTE AUDITORIO TAN SIGNIFICATIVO Y MÁS EN ESTOS DÍAS QUE SE CONMEMORAN LOS 25 AÑOS DE ASESINATO DEL ABOGADO JAVERIANO LUIS CARLOS GALÁN. LA CEJ Y LA UNIVERSIDAD JAVERIANA REALIZAN ESTE CONVERSATORIO EN DESARROLLO DE NUESTRO PROYECTO CONJUNTO “CÁTEDRA DE JUSTICIA”, QUE UNO DE SUS PROPÓSITOS ES ANALIZAR TEMAS DE ESPECIAL SIGNIFICACIÓN PARA LA JUSTICIA COLOMBIANA. AGRADEZCO A ÁMBITO JURÍDICO ALIADO PERMANENTE DE TODAS NUESTRAS ACCIONES, POR APOYAR ESTE EVENTO, POR AYUDARNOS A SU PUBLICIDAD Y POR TRANSMITIRLO EN DIRECTO POR INTERNET A TRAVÉS DE SU PÁGINA WEB. 2 ME HA CORRESPONDIDO INTRODUCIR LOS 5 TEMAS DE ESTE CONVERSATORIO: REFORMA A LA JUSTICIA, EQUILIBRIO DE PODERES, INDEPENDENCIA JUDICIAL, ACTIVISMO JUDICIAL Y POLÍTICAS PÚBLICAS. SI LOS LEO DE MANERA LIGERA PODRÍA AFIRMAR QUE CADA UNO DE ELLOS DA PARA VARIOS CONVERSATORIOS, PERO TODOS ELLOS ESTÁN ÍNTIMAMENTE RELACIONADOS EN UN TEMA COMÚN: “LA REFORMA A LA JUSTICIA”. Y VOY A EMPEZAR CONCLUYENDO: CUALQUIER REFORMA A LA JUSTICIA QUE FORTALECER SE LA EMPRENDA INDEPENDENCIA EN COLOMBIA JUDICIAL, DEBE GARANTÍA FUNDAMENTAL DE TODOS LOS CIUDADANOS EN NUESTRO ESTADO DE DERECHO. LA REFORMA CONSTITUCIONAL A LA JUSTICIA QUE ESTÁ PENDIENTE EN COLOMBIA, TIENE VARIAS JUSTIFICACIONES: UNAS DE ELLAS ES EL EQUILIBRIO DE PODERES QUE PARECE HABERSE PERDIDO POR EL ACTIVISMO JUDICIAL QUE LLEVA EN SÍ MISMO EL DISEÑO DE POLÍTICAS PÚBLICAS O QUE HA 3 IMPACTADO DE MANERA SIGNIFICATIVA NUESTROS PLANES DE DESARROLLO U OTRAS POLÍTICAS PÚBLICAS. EL 13 DE DICIEMBRE DE 2010 EL PRESIDENTE JUAN MANUEL SANTOS A UN MES DE INICIAR SU PRIMER PERÍODO PRESIDENCIAL Y CUANDO INSTALABA LA MESA DE JUSTICIA QUE DEBATIÓ LA PROPUESTA DEL GOBIERNO DE LA “FALLIDA REFORMA A LA JUSTICIA” COMO YA SE CONOCE, NOS DECÍA: “Nuestra Constitución, que el próximo año cumple 20 años, está todavía en proceso de construcción, y es nuestro deber ajustarla a las necesidades y prioridades de los tiempos actuales. Ustedes me han oído muchas veces referirme a la necesidad de buscar el máximo equilibrio entre las ramas del poder público. Este equilibrio se ha roto, entre otras razones, por deficiencias del Ejecutivo y del Legislativo en su misión de satisfacer las necesidades básicas de la población, de responder a las carencias de los ciudadanos, y de reglamentar los derechos fundamentales de las personas, y los procedimientos y recursos para su protección. Ante esta insuficiencia, los jueces de la República han entrado a suplir, con sus sentencias –y especialmente por la vía de la tutela–, el papel 4 que deberíamos cumplir los otros dos poderes. No lo digo en tono de crítica. Ha sido un desarrollo explicable dentro de la búsqueda de la realización del Estado Social de Derecho que proclamó nuestra Carta Fundamental. Pero es hora de que busquemos restablecer el equilibrio”. EL 20 DE JULIO CUANDO INSTALABA EL NUEVO CONGRESO NOS ANUNCIABA EL PRESIDENTE SANTOS QUE LA PRIORIDAD DE SU AGENDA LEGISLATIVO SERÍA LEGISLATIVA EL PARA PROYECTO DE ESTE PERÍODO EQUILIBRIO DE PODERES DENTRO DEL CUAL IRÍA LA REFORMA AL PODER JUDICIAL. SE PRESENTÓ UN PROYECTO PRELIMINAR CON SOLO TRES ARTÍCULOS, QUE NO VA A SER EL DEFINITIVO, PUES ES MUY LIMITADO, QUE SUPRIME LAS REELECCIÓN PRESIDENCIAL, LA DEL PROCURADOR Y LA DEL CONTRALOR, PERO NO TOCA PARA NADA EL PODER JUDICIAL. Y EN LOS ÚLTIMOS DÍAS SE LE OYE DECIR AL PRESIDENTE QUE SE SUPRIMIRÁN LAS FUNCIONES ELECTORALES DE LAS ALTAS CORTES Y SOLO ESO. 5 SÉ QUE EL MINISTRO GÓMEZ MÉNDEZ TIENE UN PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL A LA JUSTICIA LISTO, LO MISMO QUE EL CENTRO DEMOCRÁTICO. CONOZCO ANTEPROYECTOS DE LOS MISMOS PERO NO LOS DEFINITIVOS, POR LO QUE ME ABSTENDRÉ DE ADELANTAR ALGUNOS ASPECTOS. CREO QUE LA MOTIVACIÓN DEL EQUILIBRIO DE PODERES ANUNCIADA RECIENTEMENTE POR EL PRESIDENTE, VA A ESTAR FUNDADA EN LA REELECCIÓN Y LOS DESEQUILIBRIOS QUE TRAJO LA REELECCIÓN INMEDIATA POR NO HABER AJUSTADO LAS OTRAS INSTITUCIONES CONSTITUCIONALES Y POR LAS FUNCIONES ELECTORALES DE LAS ALTAS CORTES Y NO EN LA MOTIVACIÓN DE LA QUE NOS HABLABA EN AQUEL 13 DE SEPTIEMBRE DEL 2010, QUE ESTABA BASADA EN EL ACTIVISMO JUDICIAL. COMO MUCHOS DE LOS TEMAS DE NUESTRO PAÍS, EL ACTIVISMO JUDICIAL NOS POLARIZA Y PUEDO DECIR QUE LOS QUE PROMUEVEN EL ACTIVISMO JUDICIAL SON LOS DE IZQUIERDA Y LOS QUE LO ATACAN SON DE DERECHA, POR LO TANTO NO ES UN DEBATE TRANQUILO. EL GOBIERNO, LEGISLADORES Y OTRAS PERSONAS CONSULTADAS A LA 6 HORA DE LAS REFORMAS LO ESQUIVAN. SOLAMENTE ESTA VIVO EN LA ACADEMIA DE VEZ EN CUANDO Y EN ALGUNOS COLUMNISTAS EN ESPECIAL DE ÁMBITO JURÍDICO Y DEL ESPECTADOR COMO JAVIER TAMAYO JARAMILLO, CÉSAR RODRÍGUEZ Y RECIENTEMENTE PUSO EL TEMA EN EL ENCUENTRO ANUAL DE LAS COMPAÑÍAS ASEGURADORAS, EL PRESIDENTE DE FASECOLDA, EL EX MINISTRO JORGE H. BOTERO. EN LA “FALLIDA REFORMA A LA JUSTICIA” A PESAR DE QUE CONTENÍA DISPOSICIONES QUE LE PONÍA ALGUNAS TALANQUERAS A LAS ACCIONES DE INCONSTITUCIONALIDAD DE LA CORTE CONSTITUCIONAL NO SE DISCUTIÓ EL TEMA A PROFUNDIDAD. SOLAMENTE CON MOTIVO DE LA RECIENTE REFORMA SOBRE INCIDENTE DE IMPACTO FISCAL EL ADMINISTRATIVO EN ACTIVISMO JUDICIAL SE DISCUTIÓ MÁS O MENOS. EL NUEVO CÓDIGO CONTENCIOSO VIGENCIA DESDE HACE UN AÑO CONTIENE NORMAS QUE LE DAN PODERES ESPECIALES A LOS JUECES, COMO LAS MEDIDAS CAUTELARES, RECIENTEMENTE ESTRENADAS EN EL CASO PETRO Y EL RECURSO DE EXTENSIÓN 7 JURISPRUDENCIAL QUE VAN A IMPACTAR DE MANERA SIGNIFICATIVA LAS POLÍTICAS PÚBLICAS, FUERON APROBADAS SIN QUE SE DISCUTIERA A FONDO SUS EFECTOS Y HASTA PUEDO ASEGURAR SIN QUE EL EJECUTIVO FUERA CONSCIENTE DE SUS IMPACTOS. IGUALMENTE LA LEY DE VÍCTIMAS LE OTORGA A LOS JUECES DE RESTITUCIÓN DE TIERRAS PODERES MÁS PODEROSOS QUE LA DE LOS JUECES DE TUTELA, HASTA EL PUNTO QUE TIENE FUERO DE ATRACCIÓN DE TODOS LOS PROCESOS QUE EXISTAN SOBRE UN PREDIO, ASÍ LOS TENGAN LAS ALTAS CORTES. PARA ILUSTRAR LA POLARIZACIÓN QUE EXISTE SOBRE EL TEMA TRAIGO 3 POSICIONES: - César Rodríguez Garavito y Diana Rodríguez Franco, Cortes y Cambio Social, Cómo la Corte Constitucional transformó el desplazamiento forzado en Colombia, Dejusticia, 2010. “Han existido casos en los cuales las burocracias y los sistemas políticos de las democracias contemporáneas entran en situaciones de 8 estancamiento estructural que frustran la realización de los derechos constitucionales. En esas circunstancias de “bloqueo” institucional – que derivan en profundas deficiencias o, incluso, en la inexistencia de políticas públicas para atender problemas sociales urgentes– afirmamos que las cortes son la instancia adecuada para desestancar el funcionamiento del Estado y promover la protección de los derechos. Desde una concepción de la democracia que enfatiza la importancia de la deliberación pública y el control horizontal entre los órganos del poder público sostenemos, además, que ese tipo de intervenciones judiciales profundiza la democracia, en lugar de erosionarla. Ilustramos este argumento con evidencia de la sentencia T-025 de 2004, que muestra cómo aquella fue dictada justamente para romper el estancamiento burocrático que impedía prestar atención básica a la población desplazada, y cómo la intervención de la Corte complementó, en lugar de reemplazar, el papel del Gobierno y el Congreso colombianos. La objeción tradicional al activismo judicial se concentra en el origen no democrático de los jueces. De acuerdo con ella, los jueces, al no 9 ser elegidos popularmente e interferir en asuntos de políticas públicas que competen órganos que sí lo son (por ejemplo, el Congreso o la Presidencia), erosionan los dos pilares de la democracia: la legitimidad basada en elecciones y la separación de poderes que está edificada sobre ella. La crítica ha sido complementada con un argumento de rendición de cuentas (accountability): dado que la gestión de los jueces no está sometida al control ciudadano mediante nuevas elecciones que premien o castiguen con el voto su desempeño, los jueces activistas estarían asumiendo un poder considerable sin tener que rendir cuentas sobre cómo lo ejercen. De otro lado, algunos críticos se centran en los posibles efectos antidemocráticos del activismo judicial. La versión convencional de este argumento es la que señala que la intervención de los jueces puede terminar sustituyendo el debate público y la movilización social como canales de solución de controversias y toma de decisiones democráticas (Rosenberg 1991). Una variación reciente e influyente de este argumento, basada en estudios empíricos del activismo judicial en el Norte global, sostiene que la “juristocracia” es, en realidad, una estrategia de un sector de la élite para hacerse con 10 nichos de poder (los tribunales constitucionales, las facultades de derecho, etc.) que están protegidos de la competencia electoral (Hirschl 2004). Frente a la crítica del origen no democrático de los jueces, el nuevo activismo judicial responde, a su vez, con una crítica a la concepción idealizada y limitada de la democracia que subyace a aquélla. En efecto, los defensores del pasivismo de los jueces asumen que, al contrario del poder judicial, las otras ramas del poder público gozan de legitimidad democrática y están sujetas a mecanismos democráticos de rendición de cuentas (accountability). La práctica política e institucional, sin embargo, pone en tela de juicio este presupuesto. Basta repasar las noticias sobre los escándalos de tráfico de influencias (legales e ilegales) en los parlamentos, o de los intentos presidenciales por manipular las reglas constitucionales en beneficio propio (por ejemplo, con el fin de perpetuarse en el poder o emprender aventuras bélicas), para desvirtuar la visión idealizada de los órganos de elección popular que tienden a abrazar los críticos del activismo judicial.12 La legitimidad de la “democracia realmente existente” —por parafrasear un concepto de la Guerra Fría— es mucho más compleja y problemática de lo que sugieren los críticos. 11 El nuevo activismo judicial, por tanto, parte de la constatación de situaciones recurrentes de bloqueo institucional o político que impiden la realización de los derechos. En estos casos, frecuentes en las democracias contemporáneas, la judicatura, aunque no sea la instancia ideal o esté dotada de todas las herramientas para cumplir la tarea, aparece como el único órgano del Estado con la independencia y el poder para sacudir semejante estancamiento. En suma, si el activismo judicial opera en las circunstancias y mediante los mecanismos adecuados, sus efectos, en lugar de ser antidemocráticos, son dinamizadores y promotores de la democracia. JAVIER TAMAYO JARAMILLO EL 12 DE MARZO PASADO EN SU COLUMNA DE ÁMBITO JURÍDICO DECÍA: La igualdad es la esencia del Derecho. Sin igualdad, las sociedades son inviables. Es el principio máximo de la Constitución, como igualdad real, dentro de lo posible, en un Estado social de derecho y bienestar. El derecho absoluto de igualdad no se puede lograr con sentencias constitucionales que resuelven casos concretos, pues con seguridad, la igualdad conseguida con el fallo en favor de un individuo 12 o un grupo, desequilibra el derecho de igualdad de todos los demás necesitados de esa misma igualdad pero que son ajenos al proceso. La concesión indiscriminada de derechos económicos a nombre del principio de igualdad en un Estado escaso de recursos beneficia a unos pocos en desmedro del derecho de igualdad de todos los demás necesitados que, con esa sentencia, quedan más desiguales todavía. Cuando se utiliza como arma de lucha de clases, la jurisprudencia ignora u oculta un elemento básico de todos los principios constitucionales. Me refiero a la restricción de derechos. Según Alexy, todos los derechos, incluido el de igualdad, deben ser restringidos hasta donde sea necesario para repartir entre todos los individuos lo poco o mucho de igualdad de que se dispone en ese momento histórico del país. Todas las leyes tienen por finalidad restringir el derecho de igualdad en todos los demás principios y derechos constitucionales. Las leyes penales, urbanísticas, económicas, ambientales, patrimoniales, etc., lo que pretenden siempre es restringir la igualdad de forma tal que esta quede igualmente repartida para así lograr el máximo posible de igualdad de bienestar, de acuerdo con lo posible jurídica y fácticamente. Este principio se está violando flagrantemente en Colombia, por los 13 jueces. A nombre del principio de igualdad, estamos acabando con la justicia y con el derecho a la igualdad de todos. Con esa tesis usted puede destruir todo un sistema jurídico, pues todos los derechos constitucionales están restringidos, y por lo tanto al aplicarlos sin tener en cuenta esas restricciones el derecho a la igualdad desaparece para los demás. Digámoslo con claridad: en muchas oportunidades, las cortes y los jueces en general aplican correctamente el derecho a la igualdad. Pero esa es una cortina que esconde la mayor crisis de la justicia colombiana, pues en nombre de la igualdad se viola a diario el principio de igualdad mismo. Así por ejemplo, todo el mundo sabe que la igualdad se rompe gravemente con el sistema de selección de tutelas en la Corte Constitucional. Sabemos que hay toda una forma de corrupción, al lograr que por todo tipo de intereses, una legión de abogados logren que injustificadamente se seleccionen tutelas, o que otras no lo sean. ¿Dónde queda el derecho de igualdad de las contrapartes de quienes lograron tan dudoso beneficio? Y a nombre del derecho de igualdad, se concedió el mínimo vital para los desplazados, se ordenó un sistema de salud que ningún país del mundo es capaz de costear. Hubo que destinar los escasos recursos 14 de que se disponía, sin conseguir el objetivo, y hoy vemos las cárceles hacinadas y sin servicio de salud, los campesinos menesterosos y los desposeídos en las calles, sin un mínimo de atención médica, porque sencillamente no hay recursos para atender sus necesidades. Es la flagrante violación del derecho de igualdad de los demás desposeídos que no fueron cobijados por las sentencias de la Corte. Por no haber aplicado el principio de proporcionalidad al momento de fallar, se violaron los derechos de los demás. Y para rematar, a nombre de la ruptura de la igualdad de las cargas públicas, el Consejo de Estado condena a la policía porque en un atentado terrorista la guerrilla destruye bienes de particulares al atacar el cuartel de la policía situado en el casco urbano del pueblo. Se desconoce la existencia de la carga de soberanía, que todos los individuos están obligados a soportar si el daño no proviene del Estado mismo, sino de la acción de terroristas que buscan acabar con los derechos constitucionales de la sociedad entera. Por ello, en ningún país distinto de Colombia el Estado responde por actos de terrorismo ni por operaciones de guerra, porque la sociedad entera está obligada a participar y a tolerar la defensa del Estado de derecho. Al indemnizar los daños, como lo ordenó el fallo citado, se 15 afecta el derecho de igualdad de quienes son salvajemente asesinados porque no hay presupuesto para nombrar más soldados y porque en su pueblo no hay un cuartel de policía. Está abierto el camino para que la Corte diga que la propiedad privada afecta la igualdad de todos frente a la propiedad, y como a nombre de la igualdad se creó el precedente obligatorio, pese a que el artículo 230 de la Constitución establece lo contrario, de un plumazo y sin una sola bala, Colombia devenga un país comunista, totalitario, arruinado y sin división de poderes. Hoy, a nombre de la igualdad, el país se acaba, campean la corrupción y el apoderamiento del Estado por las mafias de todo tipo. JORGE HUMBERTO BOTERO DECÍA EL 9 DE MAYO DE ESTE AÑO, EN SU CONFERENCIA EXTRAVÍOS DEL NEOCONSTITUCIONALISMO No existe competencia de la Corte Constitucional para expedir normas de carácter general. Cabe entonces esta pregunta acuciante: ¿será que el fundamento verdadero de las actuaciones de la Corte que califico como extra constitucionales es, en lo esencial, político? 16 No me atrevo a afirmarlo pero hay indicios de que tal es la realidad. Es, en primer término, lo que se lee en el texto del distinguido ex magistrado y educador Juan Carlos Henao. El despliegue del Estado en su territorio enfrenta problemas en todo el mundo, a lo que llamamos déficit de implementación y actuación –p. ej., ineficacia, corrupción, clientelismo, etc.–, y que se relaciona con un tema que trataremos más adelante: la crisis de gobernanza. Dependiendo del grado o la gravedad de este déficit, el juez está llamado a intervenir para concretar los derechos humanos21. O dicho de otra manera: existe una falencia notable y generalizada en las instituciones estatales que velan por los derechos humanos, salvo las del poder judicial. Por eso se afirma que “el juez está llamado a intervenir” para protegerlos. ¿Llamado por quién? cabe preguntar. “Las condiciones sociales han llevado a que el juez constitucional colombiano se constituya en actor de las políticas públicas, pero, ¿por qué ha sucedido? La gobernanza, la posesión de condiciones financieras y administrativas para transformar en realidad las decisiones que toma el Estado, ha entrado en crisis (Sierra, 2009, 11). No por falta de recursos, sino por la delimitación de prioridades. En 17 muchas ocasiones a esto se suma la falta de voluntad de algunos actores para modificar condiciones sociales específicas. En otras palabras y en concordancia con lo dicho antes, la crisis se debe a que existe un déficit de implementación de las acciones del Estado colombiano de gran envergadura”. (He destacado) Añade el profesor Henao: “Manuel José Cepeda, ex magistrado de ese tribunal, indicó que la Corte se constituyó como órgano encargado de preservar el orden constituyente y “mantener un consenso en torno a los valores centrales que caracterizaron el momento constituyente” (Cepeda, 2001, 526), pues las fuerzas políticas que vieron nacer la Constitución no en todos los casos siguen representadas en el Congreso. Esto implica, en la práctica, un vacío de poder en el desarrollo de políticas públicas acordes con la Carta”. (He destacado) Resulta que es cometido de la Corte resolver el “vacío de poder” que nuestro país padece como consecuencia de una recomposición de las fuerzas políticas representadas en el Congreso. Añade el Profesor Henao apoyándose en el ex Magistrado Cepeda: 18 El papel del juez constitucional en el sistema político “depende menos del lugar formal que le haya sido asignado y más del contenido sustancial de todo el texto constitucional y de la voluntad de sus miembros de cumplir la enaltecedora pero ingrata responsabilidad de decirle, cuando la defensa de unos principios así lo exige, no al poder” (Cepeda, 2001, 521-522). En este sentido, teniendo en cuenta las teorías del derecho y los necesarios límites que ha de tener la voluntad subjetiva del juez, lo cierto es que sus convicciones políticas y éticas influyen –de una u otra forma– en la decisión y las órdenes que emitirá. En otras palabras, la injerencia o no de las altas Cortes en el ámbito de las políticas públicas depende más de la postura del juez frente a su misión que de reglas formales. (He destacado) De este modo, es el sentido misional del Juez lo que determina su “injerencia” en el ámbito de las políticas públicas. No importan las reglas formales; es decir, es irrelevante si la Constitución y las leyes le otorgan competencia. Implicaciones del protagonismo de la Corte en la definición de las políticas públicas 19 La realidad ineludible de la escasez de recursos, que es el punto de partida de la economía y de la hacienda pública, determina que sea indispensable jerarquizar prioridades para lo cual es indispensable partir del listado más amplio posible de necesidades sociales insatisfechas. Imaginemos, por ejemplo, que tenemos disponible una cierta cantidad de recursos financieros que deben ser asignados entre dotación de escuelas, provisión de servicios de justicia y agua potable. Un ejercicio adecuado a ese respecto impone inicialmente una evaluación de los efectos en el bienestar social de las comunidades eventualmente receptoras de esos diferentes servicios, tarea que requiere el concurso de profesionales de diversas disciplinas, por ejemplo, demógrafos, economistas, sociólogos, urbanistas y, por supuesto, abogados. El equipo así conformado seguramente evaluará los impactos de cada uno de los proyectos teniendo en cuenta experiencias ya concluidas, en la misma zona o en otras semejantes; y, si ello fuere posible, estudiarán los resultados obtenidos en otras regiones o países. Más como los ejercicios de planeación no son meramente tecnocráticos, lo probable y deseable es que se realicen consultas 20 directas con los voceros de las comunidades antes de presentar ante el órgano de representación popular que corresponda, un presupuesto general de ingresos y gastos para un período determinado. Aprobado este se procederá, entonces, a la ejecución de los programas de gasto de manera simultánea a la percepción de los recursos para financiarlos. El ciclo del gasto, por último, deberá incorporar un modulo riguroso de evaluación. Todo esto es evidente y resulta casi ofensivo resumirlo ahora. Pero se resume para poner de presente que a pesar del elevado sentido de justicia que puedan tener los jueces de tutela, las limitaciones con que deben enfrentar su nuevo papel de gestores de políticas públicas son enormes y, casi con certeza, insuperables. No seré yo –abogado de profesión y practicante del oficio por muchos años– quien desvalorice el conocimiento jurídico, así me resienta del formalismo extremo de muchos de mis colegas y de la falta de saberes y, sobre todo, de experiencias, en disciplinas diferentes al Derecho. Pero por buenos que seamos, debe ser claro que nuestra perspectiva profesional es insuficiente una vez nos vemos forzados a abandonar la posición, en la que solemos sentirnos confortables, de interpretar el 21 alcance de las normas. Es incuestionable, entonces, que cuando la Corte, así realice audiencias públicas previas, y escuche el parecer de las autoridades correspondientes, actúa en un terreno resbaladizo al decretar o establecer políticas públicas. Uno de las equivocaciones graves que puede cometer la Corte en su nuevo papel de gestor de políticas deriva de la emisión de órdenes con alcance presupuestal. Y lo es por cuanto ella no puede, con los elementos que normalmente se hallan a su alcance, saber si su cumplimiento podría generar, bajo el supuesto de restricciones en el monto total del gasto, problemas en el financiamiento de otros programas que pueden ser de mayor entidad. Desde luego, en ninguna de las sentencias de esta categoría se han establecido montos específicos de dinero, pero seguramente esa discusión tendrá que haber aflorando en las audiencias de seguimiento. Esa dimensión importante de las políticas públicas bien concebidas, consiste en que deben estar sometidas a revisiones y ajustes permanentes. Desde esta perspectiva, los fallos judiciales son singularmente inadecuados. Recordemos que ellos generan cosa juzgada cuando quedan en firme y, por ende, se convierten en “verdad 22 legal”; como tales no pueden ser cuestionados por quienes están obligados a cumplirlos. Y ni siquiera el órgano judicial que los ha proferido puede modificarlos. Es que mientras el proceso judicial está concebido para producir soluciones definitivas –es un mecanismo para poner fin a una determinada controversia– las políticas públicas con frecuencia solo logran avances en pos de un estadio ideal que, por su propia naturaleza, es inalcanzable. Por grandes que sean los logros en materia de reducción de la pobreza, por ejemplo, siempre habrá pobres. Tal vez esta característica explique que la Corte no haya podido cerrar casos abiertos años atrás. La insatisfacción con los servicios de salud es insoluble pues nuestras aspiraciones son ilimitadas; así se avanzare en la atención del problema carcelario, no faltará una prisión en la que se niegue a los reclusos un espacio decente. Y por desgracia, a pesar de que las autoridades realizan un genuino esfuerzo, se sigue atentando contra la integridad de los defensores de derechos humanos. ¡Por ese motivo, entre otros, estamos en un proceso de paz¡ 23 Lo anterior implica el riesgo nada despreciable de que la Corte, una vez haya decidido intervenir en un área cualquiera de las políticas públicas, ya no tenga camino de regreso, de tal suerte que es solo cuestión de tiempo para que se expanda por todas las modalidades de la actividad estatal. El agua potable, la mala calidad de la educación, el consumo de drogas, la mala calidad del transporte, para dar unos pocos ejemplos, no han sido, hasta ahora, objeto de declaratoria de estados de cosas inconstitucionales. Con el correr del tiempo, podrían serlo. Es, de alguna manera podría decirse, que la realidad social, como consecuencia de sus muchas falencias, es “inconstitucional”. De otro lado, con mucha frecuencia las buenas políticas públicas no provienen de demandas de la comunidad. Por mi propia experiencia puedo afirmar que a veces ellas pueden ir en contra de las necesidades percibidas por sus integrantes. Años atrás para los habitantes de un barrio pobrísimo en Cartagena la inexistencia de alcantarillado no era un problema grave; siempre habían vivido viendo pasar las aguas negras por el frente de sus casas y no eran conscientes de los severos problemas de salud que esa situación generaba. Cuando fueron informados de la puesta en 24 marcha de un programa para la canalización y tratamiento de las aguas negras, alguno de ellos preguntó cuál sería el beneficio que iban a recibir a cambio de que facilitaran las obras....Para ellos no eran importantes. La historia es relevante por cuanto una de las razones invocadas por la Corte para declarar estados de cosas inconstitucionales consiste en la proliferación de tutelas. La novísima y exitosa estrategia de presentarlas masivamente, en pos de un designio político unitario, atenúa la validez de este criterio. En todo caso, la demanda de políticas públicas por la comunidad, a través de la proliferación de tutelas, no puede ser el criterio predominante para establecerlas. Infortunadamente, la Corte no puede saber si hay necesidades insatisfechas que requieren atención pero que no son percibidas por quienes las padecen, motivo por el cual no acuden al mecanismo de tutela. Una última glosa, que no es banal, es esta. Cuando la Corte da órdenes a autoridades determinadas, al gobierno nacional y los territoriales rompe un principio inherente a la administración de entes tanto privados como públicos: el orden jerárquico. Por ejemplo, ¿en 25 qué queda la autoridad del Ministro de Salud cuando la Corte da órdenes a entidades o funcionarios que de él dependen? Esta dualidad de autoridades y órdenes puede traducirse en un notable deterioro en la calidad y eficacia de la gestión del Estado. En suma: la conversión de la Corte en un actor importante en la gestión y desarrollo de políticas públicas es, no solo criticable con argumentos jurídicos, sino contrario a buenas prácticas de administración. NUESTRA PROPUESTA: 1. DAR CON SINCERIDAD Y TODO EL RIGOR EL DEBATE AHORA CON MOTIVO DE LA REFORMA DE EQUILIBRIO DE PODERES. 2. CON RESPECTO AL LITIGIO EN DERECHOS SOCIALES Las preocupaciones y debates en torno a este tipo de derechos se relacionan con dos de sus principales características: es un litigio masivo y es un litigio costoso. Si bien hay defensores y detractores del 26 litigio en derechos sociales, existen temas en relación con los cuales hay algún grado de acuerdo sobre la necesidad de adoptar medidas. Entre estos temas se encuentran (1) la incidencia que el litigio de estas dimensiones – y costos- puede tener en la definición de la política pública, no sólo por su capacidad de asignar presupuesto sino por la presión que impone en la opinión pública; (2) los efectos regresivos que tiene sobre la protección igualitaria de los derechos pues la mayoría de litigantes son de clase media y alta; (4) la ausencia de estándares claros y uniformes sobre el nivel probatorio exigible para comprobar por ejemplo la capacidad económica o la pertinencia técnica de las solicitudes, lo cual lleva a decisiones judiciales de baja calidad en términos técnicos; y (4) el alcance y los límites a los derechos sociales que se terminan desarrollando a través de casos individuales de manera desordenada y fragmentaria, y rezagan el debate democrático que es el escenario natural para decidir el alcance de los derechos y sus limitaciones. Una primera alternativa de reforma consiste en hacer ajustes a la tutela en derechos sociales que se concentren en los aspectos problemáticos del mecanismo. Estas reformas incluirían: 27 1. Medidas para garantizar que el debate probatorio sea de mayor calidad. La mayoría de tutelas que se deciden hoy en día se basan en la presunción de veracidad y carecen de verdaderos debates sobre la pertinencia técnica de las solicitudes y la capacidad económica de las personas. En otras palabras, carecen de verdaderos debates probatorios para demostrar la subsidiariedad y la existencia de un perjuicio irremediable. No obstante la presunción de veracidad es una medida razonable y legítima para proteger a las partes débiles de las relaciones litigiosas, los demandantes. En este sentido la regla se debería conservar pero con al menos tres ajustes: (1) la presunción de veracidad debería ser aplicable sólo después de que el demandante precise que no puede probar las afirmaciones que está haciendo o bien, después de que el juez realice alguna actividad probatoria y esta resulte infructuosa; (2) la presunción de veracidad tampoco debería ser aplicada cuando el demandante demuestre que no está en capacidad de aportar las pruebas necesarias para controvertir los hechos de la demanda y que estas están en poder del demandante; (3). indiferencia de los demandados debería ser castigada con algún tipo de carga 28 económica que active verdaderamente el incentivo a defenderse. De este modo, se podrían preservar las bondades de la presunción de veracidad pero con incentivos para que la misma no anule la necesidad del debate probatorio en tutela. 2. Incentivo a sentencias estructurales. Teniendo en cuenta que muchos de los casos en derechos sociales son de ‘reiteración’ se deberían promover decisiones que vayan más allá de los casos concretos y se concentren en los problemas estructurales. De este modo se reduciría la frecuencia del litigio y su potencial inequitativo. Adicionalmente estos procesos deberían privilegiar el enfoque del “activismo dialógico” de modo que las órdenes se orienten más a fijar objetivos y no medidas detalladas, con plazos de cumplimientos y mecanismos de seguimiento. No obstante, para asegurar que estos procesos tengan punto final y contribuyan al goce efectivo de los derechos deberían estar sujetos a reglas más trasparentes sobre su funcionamiento, sus mecanismos probatorios y sus mecanismos de decisión. 29 3. Desarrollo de derechos sociales a través de leyes estatutarias. Las leyes estatutarias son el mecanismo establecido en la Constitución para desarrollar los derechos sociales, no obstante su uso ha sido excepcional y actualmente sólo ha sido utilizado en el caso de salud. El uso de las leyes estatutarias para desarrollar los derechos sociales permitiría un crecimiento más ordenado de los derechos sociales y la definición de límites más claros y legítimos a su protección. Como contracara en los casos en los que estos límites sean decididos por mecanismos legítimos y existan verdaderos planes para desarrollar y proteger el derechos, la jurisdicción constitucional – y particularmente la Corte Constitucional - debería reconocer los avances y dar espacio para el desarrollo de la política y la protección equitativa del derecho. En este aspecto más que una reforma, es necesario contar con una declaración de voluntad de avanzar en ese sentido por parte de todos los actores involucrados. La segunda alternativa de reforma – que ya ha sido sugerida incluso desde la Corte Constitucional (A.V. T-654 de 2004)– consistiría en la adopción de un mecanismo que garantice que la tutela sea realmente excepcional y se restrinja a aquellos casos en los que exista verdadera 30 urgencia, privilegiando simultáneamente las facultades del legislador para definir los contenidos del derecho a la salud. Este mecanismo de resolución de conflictos partiría de un mandato de respeto a los jueces de la república de los planes de beneficios y la política de salud diseñados por el legislador y el regulador. Esta regla general podría ser exceptuada cuando “la prestación excluida afectara intensamente la salud o [pusiera] en riesgo la vida de la persona o [pareciera] discriminatoria”. 1 Esta situación activaría la facultad del juez constitucional para “exigir de estas autoridades una justificación especial y mucho más fuerte de las razones de la exclusión, presumiendo que esas prestaciones médicas se entienden incluidas en el derecho a la salud”. En los casos en los que esta carga fuera cumplida el juez constitucional se abstendría de intervenir, pero cuando esta carga no fuera satisfecha el juez podría ordenar la inclusión. Este mecanismo balancearía tanto el reconocimiento del principio democrático como el mandato del juez constitucional de proteger a los individuos que enfrentan una vulneración de sus derechos, sin generar una protección desigual del derecho. Adicionalmente, aunque ha sido planteado en Ver aclaración de voto de Rodrigo Uprimny a la sentencia T-654 de 2004. Posteriormente esta propuesta ha sido reiterada por ejemplo en , Uprimny y Durán, (2014). Op Cit. 1 31 principio para el derecho a la salud podría ser aplicado a otros derechos sociales. Impacto fiscal de las sentencias de tutela y constitucionalidad Una crítica adicional a la acción de tutela, en buena parte emparentada con el tema estudiado en el apartado anterior, afirma que ésta tiene en muchos casos fuertes impactos fiscales que son obviados por los jueces y que la jurisprudencia carece de mecanismos para analizar y controlar sus consecuencias económicas de sus decisiones. A diferencia de los otros temas revisados antes, en materia de impacto fiscal de las decisiones judiciales si ha habido una reforma recientemente cuya implementación debería ser monitoreada antes de proponer nuevos cambios. Esta reforma es el Acto Legislativo 03 de 2011 en el que se modificaron los artículos 334, 339 y 346 de la Carta y que podría tener el potencial de profundizar los debates consecuencialistas y de incentivar una justificación más robusta y más explícita de las decisiones con efectos económicos en la Corte Constitucional. Aunque ha habido cuestionamientos al desarrollo legislativo de la figura – entre otros provenientes de la Corporación 32 Excelencia en la Justicia – aún es necesario que se decidan los primeros tres incidentes que han sido iniciados por la Procuraduría para tener una idea más cierta sobre si este va a ser un espacio para mediar y moderar los debates sobre las consecuencias de los fallos. Muchas gracias Gloria María Borrero Bogotá, agosto 11 de 2014 33