Poder Judicial de la Nación ATENTADO Y RESISTENCIA CONTRA LA AUTORIDAD. ART. 239 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. Respecto de la figura penal de desobediencia contemplada en el art. 239 CP, “..si bien la norma no hace mención expresa a la necesaria existencia de una orden, lo cierto es que sin ésta no puede configurarse la conducta típica, puesto que “(...)sólo puede desobedecer quien es destinatario de una orden (...)” (Creus, Carlos; Buompadre, Jorge Eduardo; “Derecho Penal -Parte Especial-“, Tomo 2°, 7ma. edición ampliada y actualizada, Editorial Astrea, ciudad de Buenos Aires, año 2007, pag. 238)”. “A través de distintos precedentes jurisprudenciales que recogieron la discusión doctrinaria sobre el punto, se ha dado contenido conceptual al término orden, afirmándose que “(...)es un mandamiento, escrito u oral, que se da directamente a una persona, aunque no necesariamente en persona, por parte de un funcionario púiblico, para que se haga algo o se deje de hacer algo. Por ende, serán órdenes las que lleven a efectivizar la disposición de una autoridad. No debe ser considerada una orden la resolución judicial, cualquiera fuere la forma, esto es auto, decreto o sentencia, aunque sí lo deben ser los mandamientos que tienen como fin el cumplimiento de la sentencia (...)” (de esta Sala, C/N°34.570 “Datwiler, Guillermo O. s/procesamiento”, rta: 20/11/02, reg: 1218; C/N° 35.579 “Di Credico, Rolando P. s/sobreseimiento”, rta: 21/10/03, reg: 934; y en similar sentido, CNCP, Sala III, “Godoy, Heriberto Silvano s/recurso de casación”, rta: 15/08/02, reg: 410.02.3, entre muchas otras)”. USO OFICIAL “Desde una óptica meramente formal, los parámetros que delimitan la conceptualización del término orden son aquellos expuestos en el párrafo anterior. Constituye una cuestión zanjada tanto a nivel doctrinario como jurisprudencial. Sin embargo, el contenido o naturaleza de la manda que se reputa desobedecida merece también ser considerada al encararse el juicio de adecuación con respecto al tipo penal contenido en el art. 239 CP”. “Distintos Tribunales y, en especial, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (Fallos 306:1570, 313:824, 315:1693, entre otros) han considerado que el término orden no debe reputarse comprendido entre aquellas mandas vinculadas con intereses personales de partes, o en otras palabras, que se encuentren relacionadas con obligaciones privadas de carácter patrimonial, con repercusiones de estricto derecho civil”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 5.2.2009 “Vigo” Causa 42.332 Reg. 52 J. 9 - S. 17 AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN. DOMINIO FUNCIONAL DEL HECHO. PRINCIPIO DE LESIVIDAD. “A través de la la categoría de dominio funcional Roxin consigue englobar un conjunto de actividades delictivas dentro de las cuales el agente no tiene ni el dominio de acción ni el dominio de voluntad, mas, aún así, participa activamente en la realización del delito cuya acción típica lleva a cabo otro. De tal forma, es presentado como un tercer grupo de casos distinto de aquellos en los cuales el agente realiza la acción típica personalmente –dominio de la acción-, o hace ejecutar el hecho mediante otro cuya voluntad no es libre, o que no conoce el sentido objetivo de la acción de su comportamiento o lo abarca en menor medida que el sujeto de detrás o que es sustituible a voluntad en el marco de una maquinaria de poder organizada –dominio de voluntad- (Roxin, Claus, “Autoría y dominio del hecho en derecho penal”, Marcial Pons, Madrid, 1998, pág. 303 y sstes.)”. “El dominio funcional apunta a quienes prestan en la fase ejecutiva una aportación al hecho funcionalmente significativa. El agente debe tratarse de una “figura central del suceso de la acción”, es decir, ocupar un lugar clave, lo que coincide con la estructura de la coautoría en tanto cada coautor “tiene algo más que el dominio sobre su porción del hecho y, sin embargo, únicamente dirige el hecho conjuntamente con los otros”(op. cit, pág. 307). En suma, es “coautor todo 1 interviniente cuya aportación en la fase ejecutiva representa un requisito indispensable para la realización del resultado pretendido, esto es, aquel con cuyo comportamiento funcional se sostiene o se viene abajo lo emprendido” (op.cit, pág. 308/309). Roxin toma de Maurach el ejemplo del jefe de una banda que da instrucciones por teléfono, en donde se advierte la innecesariedad de que aquel personaje central “ponga manos a la obra” y ni siquiera que esté presente en el lugar del hecho. Sí se requiere, en cambio, que su actuación esté incluida en el plan global y que no sea indiferente para el desarrollo del suceso, más bien todo lo contrario (op. cit, pág. 309)”. “Cerezo Mir resume que para la teoría del dominio funcional del hecho “los sujetos que llevan a cabo actos de mero auxilio son coautores si de acuerdo con el plan delictivo les corresponde una función esencial, independiente durante la ejecución del delito, de modo que sin su contribución no hubiera sido posible la comisión del mismo”. De modo que se puede ser coautor sin realizar algún elemento del tipo si es que se tiene el dominio –funcional- del hecho (Cerezo Mir, José, “Obras Completas I. Derecho penal. Parte general”, Ara Editores, Perú, 2006, pág. 1096/1097)”. “Retomamos Roxin para acentuar que las mencionadas directrices deben servir al juez para “continuar mentalmente la idea del dominio del hecho funcional sobre la base de las circunstancias individuales y adoptar entonces una decisión autónoma”. El concepto de la “importancia esencial” del aporte sólo puede representar un principio regulativo que guíe al juez hacia una solución para el caso concreto. En este sentido, el dominio del hecho funcional es un concepto abierto que debe ser cerrado por el juez (op. cit., pág. 310/312).” “el principio de lesividad que, al decir de Ferrajoli, constituye el fundamento axiológico de uno de los elementos sustanciales o constitutivos de delito: la naturaleza lesiva del resultado. Históricamente, subraya, “este principio ha jugado un papel esencial en la definición del moderno estado de derecho y en la elaboración, cuando menos teórica, de un derecho penal mínimo, al que facilita una fundamentación no teleológica ni ética, sino laica y jurídica, orientándolo hacia la función de defensa de los sujetos más debiles por medio de la tutela de derechos e intereses que se consideran necesarios o fundamentales” (Ferrajoli, Luigi “Derecho y razón. Teoría del garantismo penal”, Ed. Trotta, Madrid, 1995, pág. 464/467)”. “Por su parte, Zaffaroni, Alagia y Slokar acentúan la necesidad de verificar la existencia de un pragma conflictivo. Esa es la función reductora de lo que denominan tipicidad conglobante, espacio donde proponen comprobar la existencia de una lesividad objetivamente imputable a un agente. Para estos autores la consideración conglobada de la norma excluye la lesividad cuando: no haya afectación al bien jurídico o ésta no sea significativa; la exteriorización de la conducta encuadre objetivamente en lo que tenía el deber jurídico de hacer en esa circunstancia o en el modelo de acciones fomentadas por el derecho; medie un acuerdo o una asunción del riesgo por parte del sujeto pasivo; o el resultado no exceda el marco de la realización de un riesgo no prohibido (Zaffaroni, Eugenio R; Alagia, Alejandro; Slokar, Alejandro “Derecho Penal. Parte General”, Ediar, Buenos Aires, 2002, pág. 479 y sstes.)”. “En una u otra formulación la lesividad nos orienta, de inicio, hacia la comprobación de una lesión a un bien jurídicamente protegido tal que justifique la respuesta del poder punitivo…”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 3.2.2009 “Perna” Causa 42.612 Reg. 31 J. 9 - S. 18 COMPETENCIA. QUIEBRA FRAUDULENTA. COMPETENCIA DE LA JUSTICIA ORDINARIA. “… se ha establecido que “....la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha resuelto que, como la quiebra fraudulenta lesiona a la masa de acreedores con derecho al cobro de los créditos provenientes del patrimonio del deudor y no a los acreedores individualmente considerados, resulta 2 Poder Judicial de la Nación competente la justicia ordinaria y no federal para considerar a su respecto, aunque el Estado Nacional haya verificado un crédito a su favor (fallos 304:1265 y 308:1848, y de esta Sala -vid. causas n° 22.681 “Incidente de incompetencia en autos n°11.676/04", del 28/6/05, reg. 23.859, y causa n° 25.837 “Dipace Turmos Mirta Perla s/ competencia” del 12/11/07, reg. n° 27.649).” C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 16.2.2009 “Turismo Río de la Plata” Causa 26.822 Reg. 29.475 J. 11 - S. 21 DEFENSA EN JUICIO. DEBIDO PROCESO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DERECHO A SER OÍDO. DERECHO A CONTROLAR LA PRUEBA DE CARGO. DECLARACIÓN INDAGATORIA. NULIDAD. “… el derecho a defenderse que consagra nuestra Constitución Nacional comprende, entre otros aspectos, la facultad del imputado de ser oído. Por un lado, esta facultad abarca -ineludiblementela necesidad de que se efectúe una imputación -entendida como una afirmación clara, precisa y circunstanciada de un hecho concreto de la vida de una persona-, y la posibilidad efectiva de conocerla. “En verdad, no tendría ningún sentido expresar el derecho a ser oído, ni regular pormenorizadamente la necesidad de una imputación correcta para darle vida, si no se previera el USO OFICIAL deber de comunicar al perseguido la imputación que a él se le dirige” (Carrara, Programa, t. 2, pág. 201, citado por Maier Julio B. J., Derecho Procesal Penal, t. 1, Fundamentos, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1999, pág. 559) (conf. causa n° 35.431 “De Bellefroid”, Reg. n° 971 del 29/10/2003)”. “Este derecho a ser oído está íntimamente vinculado con la posibilidad que tiene el imputado de controlar la prueba sobre la que se cimienta la imputación para así poder enfrentarla con el objeto de neutralizarla o bien atenuarla”. “Esta facultad que tiene el imputado de controlar la prueba y de alegar aquella que sea pertinente para resistir la imputación que se le dirige o bien atenuarla, tiene una mejor realización si se cumple con el ideal de equiparar las posibilidades de éste respecto de las del acusador, precepto que integra el derecho de defensa”. “Así explica Maier que “...para que se pueda hablar de igualdad de posibilidades en relación a la decisión que pone fin al procedimiento, cuya misión es ...fijar los hechos averiguados durante el procedimiento, resulta necesario garantizar al imputado las misma facultades, para influir sobre la reconstrucción fáctica, que le son reconocidas al ministerio público, es decir idénticas posibilidades de influir sobre la recepción y valoración de la prueba. Ello equivale a expresar: idénticas posibilidades de influir en la decisión” (conf. aut. y ob. cit. pág. 584/5)”. “Cercenar el derecho de control de la prueba de cargo o de descargo que puede servir de fundamento para la adopción de decisiones que, como el procesamiento, la prisión preventiva o el sobreseimiento, entre otras, pueden producir consecuencias respecto del imputado que, en algunos casos, pueden resultar de tardía reparación, importa una clara violación al derecho de defensa y debido proceso legal”. “Estos aspectos del derecho de defensa se encuentran prescriptos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos -artículo 8°.2- y por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos -artículo 14, apartados 2 y 3-, ambos tratados con jerarquía constitucional-”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 18.2.2009 “Huaman” Causa 42.644 Reg. 81 J. 2 - S. 3 DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN. ART. 299 C.P. MATERIAS O INSTRUMENTOS DESTINADOS A FALSIFICAR DOCUMENTOS. REQUISITOS TÍPICOS. 3 “Como punto de partida la norma escogida se encuentra ubicada en el título de la parte especial del Código de fondo donde el legislador tipificó aquellas conductas susceptibles de comprometer la fe pública, por lo que, lógica deductiva, la conducta achacada merece el mismo reproche en cuanto lesión al bien jurídico en juego. El legislador, en este caso, con base en su potencialidad lesiva, anticipó la punición frente a eventuales y futuras lesiones plasmadas en la concreción de las falsificaciones que eventualmente y en un futuro los instrumentos secuestrados podrían dar lugar”. “En este punto del análisis debe señalarse que aquella potencialidad lesiva de los objetos hallados consistiría en la posibilidad de elaborar recetas médicas apócrifas con el objeto de, en su caso, y a modo de ejemplo, obtener medicamentos no legítimamente prescriptos, o bien certificaciones médicas también espúreas”. “Por tanto, la conducta imputada en el plano objetivo, consistente en conservar aquellos instrumentos, una vez comprobada, de acuerdo a lo prescripto por el legislador resulta una amenaza punible para aquel bien jurídico bajo cuya protección la norma fue inspirada”. “Como sostiene la doctrina al analizar la figura en cuestión, “conserva en su poder el objeto quien lo tiene, asumiendo dicha tenencia cierto carácter de permanencia...” y agrega, que “se trata de conservar en su poder, es decir, teniendo la disponibilidad del objeto ..” (Creus, Carlos, Derecho Penal. Parte Especial. Tomo II, Ed. Astrea, Bs. As., 1999, p. 475, en el mismo sentido ver: D´Alessio, Andrés José, Código Penal. Comentado y Anotado, ed. La Ley, Bs. As., 2004, p. 1003)”. “Por otra parte, en cuanto a la materia del delito –en este caso sello mecánico apócrifo, recetario médico y almohadilla- también recaen dentro de las sustancias cuya conservación reprime la norma”. “En este sentido se ha interpretado que “por materia se debe entender toda sustancia que pueda servir para la falsificación, como tintas, papel, metales, etc. Instrumento es el ingenio o máquina, en cuanto piezas combinadas adecuadamente para la finalidad expresada por la ley, o la pieza única que puede aplicarse a ella” (D´Alessio, op. cit., p. 1003)”. “En referencia al aspecto subjetivo de la norma se entiende que “el presente es un delito doloso que requiere que el autor obre a sabiendas del destino de los objetos, es decir, el agente debe tener conocimiento de la idoneidad en potencia de los elementos falsificadores y de su posible empleo ilícito...”(D´Alessio, op.cit., p. 1003)”. “Como sostiene Creus, los elementos “tienen que ser conocidamente destinados a cometer algunas de las falsificaciones legisladas en el título, lo cual implica una destinación objetiva de los objetos a la falsificación .... el objeto mismo, por su propia naturaleza, tiene que ser materia o instrumento para falsificar, a cuya característica hay que agregar lo notorio de ese destino”(Creus, C. , op. cit, p. 476)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 26.2.2009 “Araujo” Causa 42.228 Reg. 142 J. 11 - S. 21 ESTAFA. ART. 173 INC. 9 C.P. ESTELIONATO. REQUISITOS TÍPICOS. “El art. 173, inc. 9 reprime, en lo pertinente, la conducta de quien vendiere como propios, bienes ajenos…” “… el estelionato se particulariza frente a la figura genérica de estafa en razón de que el engañado sólo puede ser el comprador y que, el ardid específico admite la omisión de la obligación de revelar el carácter ajeno del bien transmitido. De hecho, esta especificidad fue la que motivó la reforma introducida por la ley 17.567 –pese al posterior retorno al texto original- (cfr. Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”, Ed. Tea, 4° edición, parte especial, Buenos Aires, 1987, Tomo 4, ps. 4 Poder Judicial de la Nación 385/93; en el mismo sentido, Creus, Carlos, “Derecho Penal, Parte Especial”, Astrea, 5° edición actualizada, Buenos Aires, 1996, ps. 527/31)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 24.2.2009 “Jacquet” Causa 41.728 Reg. 137 J. 1 - S. 2 ESTUPEFACIENTES. ART. 5° INC. “C” LEY 23.737. ESPECIAL ELEMENTO SUBJETIVO DEL TIPO. FINALIDAD DE COMERCIALIZACIÓN. ULTRAINTENCIÓN DE COMERCIAR. “este Tribunal ha dicho que: “El especial elemento subjetivo del tipo penal del art. 5° inc. “c” de la ley 23.737 –distinto del dolo- es la finalidad de comercialización que implica una ultraintención de comerciar que aún no se ha manifestado en pasos concretos de ejecución y debe comprobarse tras una cuidadosa referencia a la forma en que se ha detentado la droga, su cantidad y todo otro elemento indiciario de una futura actividad mercantil” (c. 34.207, “Zafra Montero, R. y otros”, del USO OFICIAL 18/02/02, reg. 531 y c. 40.170, “Cerone, P. D.”, del 10/04/07, reg. 295, entre muchos otros)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 27.2.2009 “Torres” Causa 42.777 Reg. 155 J. 2 - S. 3 LIBERTAD DE EXPRESIÓN. LIBERTAD DE PRENSA. CENSURA. LIBRE ACCESO A LAS FUENTES DE INFORMACIÓN. ALCANCES. Respecto del derecho a la libertad de expresión, “Debe recordarse, entonces, la trascendencia que históricamente se le ha asignado en tanto pilar fundamental de la democracia y la amplitud con que ella ha sido concebida en nuestro sistema constitucional. Esto es, no sólo como el derecho y la libertad de expresar el propio pensamiento sino, a la vez, como el de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole: representa un derecho individual pero, también y al mismo tiempo, un derecho colectivo; de allí es que cuando ilegalmente se restringe la libertad de expresión de un sujeto no sólo es el derecho de la persona el que está siendo violado sino el de todos a recibir informaciones e ideas y, por consiguiente, una restricción de las posibilidades de divulgación importa directamente, y en la misma medida, un límite al derecho de expresarse libremente (opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos OC-5/85 citada por la Sala en la causa n° 19.480 “Thomas Catan” del 28/10/02, reg. n° 20.377, y causa n° 17.771 “Bonelli” del 17/7/01, reg. n° 18.835)”. “El desenvolvimiento de este derecho demuestra que su primigenia protección contra la censura previa puede ser fácilmente burlada por otras vías que, de manera disimulada, pueden resultar tanto o incluso más efectivas que un intento directo de silenciamiento, lo que ha conducido a observar que “...dicha libertad tiene un sentido más amplio que la mera exclusión de esa clase de censura y la protección constitucional debe imponer un manejo especialmente cuidadoso de las normas y circunstancias relevantes para impedir la obstrucción o entorpecimiento de la prensa libre y sus funciones...” (CSJN, Fallos 320:1191 y sus citas)”. “Es en este contexto que, como otros de sus aspectos esenciales, se inscriben el acceso libre a las fuentes de información, la posibilidad de recoger noticias, transmitirlas y difundirlas, y de resguardar razonablemente el secreto de la fuente de la que se han obtenido (cf. causa n° 19.480 “Thomas Catan”, ya citada, y causa n° 21.973 “Campagnoli” del 16/12/04, reg. n° 23.242)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 23.2.2009 “Pinto” Causa 27.339 Reg. 29.520 J. 11 - S. 21 5 MARCAS Y DESIGNACIONES. LEY 22.362. BIEN JURÍDICO TUTELADO. CONDUCTAS ABARCADAS POR LA NORMA. ALCANCES. “esta Sala ha sostenido que la ley de marcas reprime acciones que crean el peligro del engaño al público acerca de la procedencia y pureza de los artículos que se adquieren confiando en la garantía que significa la marca puesta sobre los mismos (causa n° 5831, “Cuenca Textil”, reg. n°6619 bis del 22/8/89)”. “Sin embargo se ha dicho también que tal criterio debe interpretarse a la luz del grado de amenaza que sufre el bien jurídico tutelado por la ley 22.362, debiendo descartarse la afectación de la marca en los casos en los que por su exigua cantidad, calidad visiblemente apócrifa, y ciertas circunstancias en que son ofrecidos los productos (en la vía pública y a un precio claramente inferior al del mercado) resulten éstos inidóneos para causar la confusión requerida por la infracción marcaria (causa n° 20.278 “Balmaceda”, reg. n° 22.009 del 3/2/04)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 26.2.2009 “Enrique” Causa 27.103 Reg. 29.548 J. 8 - S. 16 MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. LEY ORGÁNICA 24.946. UNIDAD DE ACTUACIÓN. FISCALÍA NACIONAL DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. RECURSO DE APELACIÓN. PLAZO PARA SU INTERPOSICIÓN. “… no debe perderse de vista que en el marco de la unidad de actuación a que alude el artículo 1° de la Ley Orgánica del Ministerio Público (ley 24.946 B.O. 23/3/98), la conducta asumida por el fiscal de primera instancia en un proceso compromete la suerte del resto de sus integrantes. Ello se desprende del principio de unidad e indivisibilidad que rige la actividad procesal de dicha parte, y que implica que el funcionario que obra por el ministerio público vincula a la organización con sus acciones o sus omisiones, lo que garantiza a la defensa de la otra parte, es decir, el imputado, la posibilidad de resistir la acusación en el procedimiento penal en igualdad de condiciones (sobre las implicancias de este principio, en un sentido similar, de esta Sala ver causa n° 41.077 “Acconcia” del 13/11/2007, reg. n° 1367; causa n° 40.913 “Lucco” del 18/09/2007, reg. n° 1079; causa n° 41.115 “Tullio” del 22/11/2007, reg. n° 1399; causa n° 41.040 “Heredia” del 04/12/2007, reg. 1485; causa n° 41.187 “Balabarian” del 22/02/2008, reg. n° 161; y causa n° 41.315 “Boneo” del 22/11/2007, reg. n° 1407; y de la C.N.C.P.: sala I, causa n° 9606 “Accocia” del 17/10/2008, reg. n° 12.712; de la Sala III, causa n° 9252 “Boneo” del 01/07/2008, reg. n° 838; y de la sala IV, causa n° 8662 “Lucco” del 10/09/2008, reg. n° 10.821)”. “Al mismo tiempo, en el caso no resulta aplicable la excepción a dicho principio reconocida por este Tribunal en diferentes precedentes (de esta Sala en causa n° 37.954, reg. n° 113 del 01/03/2006; y de la Sala II causa n° 21.872, reg. n°24.172 del 13/09/2005), toda vez que el mencionado organismo estatal –integrante también del Ministerio Público Fiscal– se encontraba en pleno conocimiento de la existencia del presente sumario desde antes del dictado de la resolución, a tal punto que había sido el que denunció el hecho (confr. fs. 19/20), por lo que se había cumplido con lo establecido en el artículo 48 de la ley 24.946”. “Por último, cabe aclarar que el trámite que haya tenido la causa posteriormente a la interposición de aquel recurso no modifica lo dicho, pues en la medida en que el sobreseimiento quedó firme y adquirió autoridad de cosa juzgada, nació en cabeza de Sicari la protección del principio del ne bis in idem, que se desprende implícitamente de nuestra Constitución Nacional (art. 18, 28 y 33) y se encuentra contemplado expresamente en los arts. 8. 4 de la Convención Americana sobre Derecho 6 Poder Judicial de la Nación Humanos y en el art. 14.7 del Pacto Internacional de derechos Civiles y Políticos (art. 75, inc. 22, de la C.N.)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 26.2.2009 “Sicari” Causa 42.547 Reg. 145 J. 6 - S. 11 NULIDAD. PAUTAS PARA EVALUAR SU PROCEDENCIA. CRITERIO DE INTERPRETACIÓN RESTRICTIVO. VICIOS FORMALES. AUSENCIA DE EXISTENCIA AUTÓNOMA. “La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que en materia de nulidades procesales prima un criterio de interpretación restrictiva y sólo cabe anular las actuaciones cuando el vicio afecte un derecho o interés legítimo y cause un perjuicio irreparable, sin admitirlas cuando no exista una finalidad práctica, que es razón ineludible de su procedencia (CSJN, Fallos 325:1404, 323:929, 311:1413 y 311: 2337, entre otros)”. “De este modo, la invalidez por vicios formales carece de existencia autónoma, dado el carácter accesorio e instrumental del derecho procesal, y exige, en cambio, como presupuesto esencial, que el acto impugnado tenga trascendencia sobre la garantía de defensa en juicio o se traduzca en la restricción de algún otro derecho. Caso contrario, la sanción aparecería respondiendo a un USO OFICIAL formalismo vacío, en desmedro de la idea de justicia y de la pronta solución de las causas, en lo que también está interesado el orden público (CSJN, J. 25. XXXIX “Jurevich”, rta. el 7/6/05; B. 66, L. XXXIV, “Bianchi”, rta. el 27/6/02; Fallos 323:929) ”. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 12.2.2009 “Crotto” Causa 27.471 Reg. 29.468 J. 12 - S. 23 NULIDAD. PAUTAS PARA EVALUAR SU PROCEDENCIA. INVALIDEZ DE LA REQUISITORIA FISCAL. FALTA DE COHERENCIA ENTRE EL HECHO Y LA CALIFICACIÓN JURÍDICA ASIGNADA AL MISMO. IMPROCEDENCIA. DEFENSA EN JUICIO. “…se ha dicho que “...no es correcto sostener la invalidez de la requisitoria por no guardar coherencia la calificación jurídica seleccionada por el acusador con el hecho que se describe, si estando este adecuadamente descripto, la disparidad de criterio acerca del encuadramiento típico, el error en que el acusador podría haber incurrido o, aun, la eventual contradicción entre el hecho reprochado y su calificación, no afectan el ulterior derecho de defensa del imputado acerca del hecho endilgado...”(conf. Navarro Guillermo-Daray Roberto. Código Procesal Penal de la Nación, antes citado, pag. 730) (Sala II de esta Cámara de Apelaciones, causa n° 24.962 “Fernández Madero, Jaime s/nulidad”, reg. 26.799 del 15/5/07)”. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 17.2.2009 “Luttini” Causa 26.780 Reg. 29.485 J. 11 - S. 21 PLAZO RAZONABLE. ALCANCES. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DEBIDO PROCESO. “… transcurrido un plazo razonable y en virtud de los derechos y garantías que regulan el debido proceso legal -entre los que se encuentra, sin lugar a dudas, aquel que tiene toda persona de obtener en el menor lapso posible un pronunciamiento judicial que en forma definitiva defina su situación de incertidumbre-, aparece necesario definir la situación procesal del encausado, consolidando el estado de inocencia (C.S.J.N. 272:188 “Mattei”; entre otros; C.C.C.F., Sala I, C. N° 28.612 “Celesia”, Reg. N° 336 del 22/5/97; C. N° 30.048 “Díaz”, Reg. N° 880 del 15/10/98)”. 7 C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 19.2.2009 “Ponzo” Causa 42.278 Reg. 108 J. 12 - S. 23 PROCESO PENAL. RÉGIMEN PROCESAL PENAL. SUCESIÓN DE REGÍMENES PROCESALES PENALES. LEY APLICABLE. JUEZ. JUEZ NATURAL. CONEXIDAD. “… resulta plenamente aplicable el principio señalado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en cuanto a que en materia procesal debe estarse a la ley existente al momento de llevarse a cabo el proceso, y no a aquella con vigor al momento que los hechos ocurrieron (Fallos 213:290; 215:467; 274:64 y 321:532, entre otros; y de la sala IV de la C.N.C.P., causa n° 1996 “Corres” del 13/09/2000, reg. n° 2787)”. Acorde las reglas de conexidad, “… todos los procesos conexos deben ser instruidos por el mismo juez de instrucción y juzgados por el mismo juez de sentencia o tribunal de juicio (confr. Claria Olmedo, Jorge, Derecho procesal penal, Tomo I, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 1998, pág. 357). Así lo ha entendido reiteradamente la Cámara Nacional de Casación Penal: “...una vez declarada la conexidad [objetiva o subjetiva] entre varias causas, la radicación de cualquiera de ellas en un tribunal de juicio determina el órgano jurisdiccional interviniente para las restantes, por lo tanto, al elevarse la primera de las causas acumuladas, debe ser el primer tribunal sorteado el que deba intervenir en todas ellas, ya que la preclusión obsta a esta instancia la destrucción de la conexidad establecida por el órgano superior de la fase instructoria del proceso (cfr. ‘Llanos Maita...’, causa n° 4305, reg. n° 5448, rta. el 13/2/03, entre otros)...”, por cuanto “...la conexidad declarada durante la instrucción opera no sólo para dicha etapa sino también para el trámite del juicio, lo que lleva implícito la identidad del tribunal que deberá entender en este último tramo del proceso (cfr. esta Sala in re: ‘Hernández...’, causa n° 2788, reg. n° 3348, rta. el 28/6/00; ‘Barreiro Laborda...’, causa n° 5085, reg. n° 6500, rta. el 16/4/04, y en igual sentido Sala I: ‘Medina...’, rta. el 4/8/94, causa n° 206, reg. n° 26; ‘García...’, rta. el 31/3/00, causa n° 2780, reg. n° 3416; Sala III: ‘Quiroga...’, reg. n° 127, causa n° 3227, rta. el 21/3/01; ‘Salvatierra...’, rta, el 10/09/03, causa n° 4721, reg. n° 502, y Sala IV: ‘Ricetti...’, reg. n° 3099, causa n° 2432, rta. el 08/02/01). Es que la prórroga de competencia por conexidad objetiva o subjetiva atiende a una razón práctica, cual es la necesidad de hacer posible la acumulación de causas cuando su vinculación deba producir unificación procesal (principio de economía procesal) procurando la reunión de todas las actuaciones en un mismo proceso y debate, con miras a favorecer la armónica aplicación de la ley evitando pronunciamientos contradictorios y una justa individualización de las penas a imponer.” (de la sala II de la CNCP, “Pérez” del 11/11/2005, reg. n° 8094; en similar sentido, de su sala IV, “Ganduglia” del 06/05/2002, reg. n° 4020.4; y de su sala III, “Chirino” del 11/12/2006, reg. n° 1501/06)”. “Precisamente, las reglas de conexidad, como reglamentación del principio del juez natural, se encargan de determinar cuál será aquel juez o tribunal con jurisdicción para resolver un determinado caso…”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 24.2.2009 “Vañek” Causa 42.387 Reg. 131 J. 7 - S. 13 REQUISA. REQUISA PERSONAL. DETENCIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. ARTS. 230 BIS Y 284 CPPN. NULIDAD. PROCEDIMIENTO POLICIAL. “Lleva dicho esta Sala que “dentro de nuestro ordenamiento jurídico, la búsqueda de cosas relacionadas con el delito en el cuerpo o ropas de una persona, se halla sujeta a fuertes 8 Poder Judicial de la Nación restricciones en virtud de encontrarse en juego el ámbito personal de intimidad constitucionalmente protegido (artículo18 de nuestra Constitución Nacional). Se trata de un acto gravemente restrictivo de la libertad personal, que exige la existencia de una clara justificación que legitime los motivos de un proceder como el referido” (C. N° 27.419, “Rosental s/ nulidad”, reg 197, rta. 19/03/96; C.N° 27.416, “Medina, Ángel s/ nulidad”, reg 234, rta 21/03/96; C.N° 36.989, “Cipolatti, Hugo s/ procesamiento”, reg 571, rta 07/06/05, entre otras)”. “El artículo 230 bis del Código Procesal Penal de la Nación recepta ciertas pautas interpretativas, inspiradas en que el obrar policial se adecue a las limitaciones constitucionales articuladas en resguardo de las libertades civiles. En este sentido, la norma exige el requisito de objetividad, es decir la exigencia de que el procedimiento policial se vea respaldado por elementos objetivos. Del tal suerte, las meras corazonadas a veces incluidas dentro del vago concepto de “olfato policial” que no superan el ámbito interno del funcionario - subjetividad- quedan a un margen y no bastan para legitimar la conducta invasiva”. “las circunstancias previas que objetiva y razonablemente justifiquen la requisa y urgencia son los únicos requisitos que autorizan a prescindir de la orden judicial”. “En este sentido, se sostuvo que: “si la requisa aparece como infundada por no existir acción externa alguna que legalmente constituya motivo de sospecha, ésta indudablemente deviene nula” (Cfr. de esta Sala, C. N° 29.506, “Vidales, Juan”, reg. 143, rta. 17/03/98 y C. N° 31.652, “García USO OFICIAL Castro, John s/ nulidad de pesquisa”, reg 397, rta. 12/05/05, entre otras)”. “Por otra parte, se ha dicho que, “como paso previo y concomitante, la detención de una persona no sólo requiere cumplir con los recaudos que preveé esa norma, sino también con aquellos abarcados por el artículo 284 del código de rito. En los supuestos que estamos abordando no se trata de personas que son aprehendidas y conducidas sin más en presencia de la magistratura sino que, inmediatamente después de lo primero son sometidas a una segunda injerencia: la requisa e inspección de los efectos personales que cargan. Por ello, estamos ante la sumatoria de dos situaciones que han sido concebidas como excepciones” (Conf causa n° 39.912 “Silverizzo, Sebastián s/ inf. ley 23.737” rta. el 03/07/07, reg. 696, de esta Sala)”. “De tal modo, no es admisible que la práctica desnaturalice el instituto legal y convierta lo excepcional en regla. Cuando así sucede los tribunales tienen la misión de apuntar o corregir lo actuado por fuera de los lineamientos normativos invalidando si es necesario aquello que no se compadezca con la ley y su base constitucional” (conf. C.N° 37.727, “Sidero Fernando s/proc. y embargo”, rta. el 29/6/05, reg. 640 y sus citas; Cn° 41.413, Cabrera, Pablo s/sobres., rta. el 14/11/06, reg. 1240)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 24.2.2009 “Páez” Causa 42.484 Reg. 128 J. 5 - S. 10 ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO. REQUISITOS TÍPICOS. “el ámbito de aplicación de la norma no incluye actuaciones equivocadas o erróneas sino que exige la falsedad –y por cierto su conocimiento como correlato subjetivo- de los presupuestos de la decisión adoptada –en caso de un quehacer comisivo- o la concurrencia de una situación generadora de actuar y la decisión deliberada de no hacerlo pese a la representación de las circunstancias –en su faceta omisiva-. Se estimó que las mismas consideraciones resultaban aplicables con relación a la norma del art. 249 C.P. que prevé incluso un comportamiento aún más cercano a las actuaciones administrativas irregulares abarcadas por ámbitos jurídicos específicos, distintos de la última ratio del ordenamiento jurídico”. 9 C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 23.3.2009 AEggink@@ Causa 41.944 Reg. 222 J. 12 - S. 24 ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO. REQUISITOS TÍPICOS. CONCEPTO DE “LEY”. RESOLUCIÓN DICTADA POR INTERVENTOR DEL INSSJP. “tratándose de una resolución (…) dictada por el Interventor Normalizador del I.N.S.S.J.P., en la cual establece el régimen de compensación de viáticos para dicho instituto, no se encuentra configurado el tipo penal escogido por el a quo , en tanto esta norma no reviste el carácter de ley exigido por el artículo 248 del Código Penal”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 31.3.2009 ADomínguez@@ Causa 26.996 Reg. 29.684 J. 5 - S. 9 ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA. MULTIPLICIDAD DE ACTOS INFIELES. ADMINISTRACIÓN ÚNICA. “en la medida en que estamos ante un caso de una única administración, la multiplicidad de actos infieles desplegados por cada uno de los encausados en el marco de la ejecución del emprendimiento y su comercialización deben ser considerados constitutivos de un único hecho subsumido en el delito de administración fraudulenta, independientemente de la cantidad de ventas de departamentos en que cada imputado haya participado. Recuérdese que, de conformidad con la doctrina elaborada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso “Pompas” (Fallos 325:3255), “La Administración...es un concepto normativo expresado en un nombre colectivo, es decir, en singular, si bien admite un conjunto de hechos y actos jurídicos. Pero cada uno de estos elementos que integran la estructura están inseparablemente unidos por voluntad de la previsión típica...resulta obvio que el atributo, o sea el fraude, califica a toda la gestión en su compleja unidad conceptual y multiplicidad fáctica.”; y, como consecuencia, “...si una es la administración, una es, también, la conducta fraudulenta –independientemente de la repetición de actos ilegítimos cumplidos bajo el mandato, los que no logran multiplicar la ‘delictuosidad’ del agente– y hay un único designio, y una sola rendición de cuentas final, sin perjuicio de las parciales que se pacten. Así, la gestión es un concepto jurídico indivisible sin perjuicio de su divisibilidad material, espacial o temporal.” (ver en similar sentido, de esta Sala, causa n° 41.756 “Elizondo” reg. n° 1165, del 03/10/2008; y de la Cámara Nacional de Casación Penal, Sala III, causa “Alderete”, reg. n° 190.06.3, del 21/03/2006)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Farah 25.3.2009 ADel Gener@@ Causa 42.104 Reg. 241 J. 1 - S. 1 ARBITRARIEDAD. SENTENCIA. REQUISITOS. “el vicio de la arbitrariedad ha sido definido por el Máximo Tribunal como aquel que caracteriza a las sentencias que no significan una derivación razonada del derecho vigente, con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa (CSJN, Fallos 291:382; 292:254; 293: 176, entre muchos otros). Esto es, fallos que padecen de omisiones y desaciertos de gravedad extrema, que los invalidan como actos judiciales (CSJN, Fallos 286:278; 294:425; 306:1111), o contaminados de groseros errores jurídicos (CSJN, Fallos 306:1700)”. 10 Poder Judicial de la Nación C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 10.3.2009 ADabos” Causa 42.792 Reg. 191 J. 2 - S. 3 AUTO DE PROCESAMIENTO. JUICIO DE PROBABILIDAD. ESTUPEFACIENTES. TENENCIA CON FINES DE COMERCIALIZACIÓN. REQUISITOS TÍPICOS. ULTRAINTENCIÓN. ARMAS. ACOPIO. PORTACIÓN. TENENCIA. “el procesamiento contiene un juicio de probabilidad acerca de la existencia del hecho delictuoso y de la participación de cada uno de los imputados en éste, tratándose pues de la valoración de los elementos probatorios suficientes para producir probabilidad aún no definitivos ni confrontados, pero que sirven para orientar el proceso hacia la acusación, vale decir, hacia la base del juicio (conf. Clariá Olmedo, J.A., “Derecho Procesal Penal”, Lerner Editora, Córdoba, 1985. Pág. 612)”. “La ultraintención de comercialización requerida por el tipo penal bajo análisis se encuentra debidamente acreditada, no sólo en atención a la gran cantidad de material prohibido secuestrado, sino también al modo en que el mismo se encontraba acondicionado -fraccionado en distintos envoltorios de nylon-, y al secuestro en el lugar de diferentes elementos idóneos para llevar a cabo tal cometido, como lo son las balanzas, cucharas y cuchillos con restos de cocaína, bolsas de USO OFICIAL nylon y varios rollos de cinta aisladora”. “la gran cantidad de armas de fuego y distintas municiones secuestradas tornan aplicable la figura de acopio de armas, que sanciona a quien “las reúne de modo considerable, ‘superiores a los que el uso común o deportivo pueden justificar’ (Soler), o que no demuestre que tiene finalidades de colección...” (Creus, Carlos, “Derecho Penal parte especial”, ed. Astrea, Buenos Aires, 2007, tomo 2, pág. 40)”. “No puede soslayarse que el arma presentaba una bala en su recámara y se encontraba montada, lo que permite afirmar que la misma se hallaba en condiciones inmediatas de uso, extremo exigido por el delito analizado, y que configura la diferencia esencial entre las acciones típicas de “tener” y “portar”. En este sentido, se ha explicado que “portar un arma de fuego consiste en llevarla en condiciones inmediatas de uso en lugares públicos (resolución 17/1991 del Registro Nacional de Armas -RENAR-). Es decir que porta un arma de fuego quien la mantiene corporalmente en su poder, en lugares públicos y en condiciones inmediatas de uso” (C.N.C.P., sala I, “Aguirre, horacio”, rta. 26/2/03)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 20.3.2009 ASosa Maylle” Causa 42.828 Reg. 220 J. 11 - S. 22 CAUCIÓN. TIPOS. CRITERIOS A VALORAR PARA SU IMPOSICIÓN “al tiempo de determinar el tipo de caución a imponer los magistrados han de hacer mérito de la idoneidad que la medida supone como garantía de que el imputado habrá de responder a los requerimientos que puedan hacérsele durante el proceso. Y, en ese sentido, considerar la naturaleza del delito que se investiga y las condiciones personales del imputado resulta en un mandato ineludible a fin de que, sin encubrir una tácita negativa, la garantía que se busca no sea meramente formal”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 18.3.2009 ASotomayor” Causa 42.853 Reg. 210 J. 11 - S. 21 11 COMPETENCIA. DECLINATORIA. CARÁCTER PREMATURO. “lleva dicho esta Alzada que: ..“en materia de competencia corresponde al juez de la causa esclarecer los aspectos fácticos que conforman el objeto del proceso, para evitar pronunciamientos prematuros al respecto que eventualmente podrían replantearse una vez establecidos dichos extremos” (CSJN, Fallos 311:333 y de esta Sala II, causa n° 22.296, rta. el 22/02/05, reg. n° 23.406, entre otros)”. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 17.3.2009 ANN s/competencia@@ Causa 27.691 Reg. 29.633 J. 10 - S. 19 COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. SUSTITUCIÓN DE CHAPAS PATENTES. ART. 289 CP “En cuanto a la sustitución de las chapas patentes (…) deviene aplicable el criterio sostenido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación según el cual: “...resulta competente la justicia federal del lugar donde se descubrió la falsedad para investigar la infracción al artículo 289 del C.P., teniendo en cuenta la estrecha vinculación que existe entre la figura y la falsificación de la cédula de identificación del automotor, atento la coincidencia que se observa entre la numeración del dominio colocado y la que consta en su documentación (Competencia nº 1537 XLI. “Antunez, Rubén Vicente y Romano, Olga Beatriz s/encubrimiento y uso de documentación”, rta. 24-04-06)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 3.3.2009 ARíos@@ Causa 27.472 Reg. 29.570 J. 2 - S. 3 COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES. DESVÍO DE FONDOS. POSIBLE AFECTACIÓN A LAS TAREAS ESPECÍFICAS DE LA INSTITUCIÓN “En autos se investigan maniobras mediante las cuales uno o varios empleados de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires habrían desviado fondos -al parecer, provenientes de la misma facultad-, para acreditarlos, sin causa legítima alguna, en una cuenta de caja de ahorro a nombre de un particular” “el Tribunal considera que los actuados deben seguir en la órbita de este fuero federal, por cuanto independientemente del origen de los fondos y de la discusión atinente a los servicios locales o federales que prestan los empleados de la Universidad, lo cierto es que no puede descartarse que el desvío de sumas dinerarias pertenecientes a la casa de altos estudios investigado en autos y que se imputa a funcionarios de diversa jerarquía haya podido afectar -en palabras de la Corte Suprema- la buena marcha y normal desarrollo de alguna tarea específica de la institución (conf. CSJN: Fallos: 275:100, 313:1416, 316:339, 322:658, 320:3084; de esta Sala C.N° 23.267, “Facultad de Ingeniería - UBA s/competencia”, reg. 24.482, rta. el 15/11/2005)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 30.3.2009 ANN s/Incompetencia@@ Causa 27.392 Reg. 29.675 J. 10 - S. 19 DEFENSA EN JUICIO. DEBIDO PROCESO. PATROCINIO LETRADO. REQUISITOS. “Es tradicional jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que en materia criminal corresponde extremar los recaudos que garanticen plenamente el ejercicio del derecho de defensa a tal punto que éste debe ser cierto, de modo que quien sufre un proceso penal ha de ser provisto de un adecuado asesoramiento legal, no resultando suficiente para cumplir con las exigencias básicas del debido proceso que el acusado haya tenido patrocinio letrado de manera formal, sino 12 Poder Judicial de la Nación que es menester, además, que aquél haya recibido una efectiva y sustancial asistencia por parte de su abogado (Fallos: 5:459, 255:91, 304:1886, 310:192, 311:2502, 320:150 y 321:2489, entre otros)”. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 5.3.2009 ARatti@@ Causa 27.542 Reg. 29.578 J. 5 - S. 9 DOCUMENTOS. PRUEBA. DECLARACIONES DE COIMPUTADOS. PROCEDENCIA. TENECIA ILEGÍTIMA DE DNI AJENO. LEY 20.974. REQUISITOS TÍPICOS. ENTREGA VOLUNTARIA. “si bien no escapa al Tribunal que cuando un imputado declara lo que generalmente intenta hacer es mejorar su situación frente a la acusación, lo cierto es que también los descargos de los coimputados pueden servir como elementos de prueba que permitan el juez, en base a su sana crítica, reconstruir qué fue lo que sucedió en el hecho investigado”. “Al resolver la causa ANievas, Rubén T. s/sobreseimiento@ (c/n1 39.032, reg. 896, rta. el 29/08/06) este Tribunal dijo que ALa ilegitimidad descripta por el art. 33 inc. Ac@ de la Ley 20.974 se refiere a todos los supuestos en los que el sujeto ha entrado en poder de los documentos en forma antijurídica o sin derecho, es decir el elemento normativo de la forma citada alude al modo de USO OFICIAL adquisición de ellos. Así, la entrega voluntaria de un documento nacional de identidad desplaza la ilicitud de su tenencia en poder del tercero receptor@. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 5.3.2009 APereyra@@ Causa 42.793 Reg. 162 J. 11 - S. 22 ESTAFA. REQUISITOS TÍPICOS. ARDID IDÓNEO. SUJETO PASIVO DEL DELITO. “El ardid es el astuto despliegue de medios engañosos. En palabras de Soler: “...para constituir ardid se requiere el despliegue intencional de alguna actividad, cuyo efecto sea el de hacer aparecer, a los ojos de otro sujeto, una situación falsa como verdadera y determinante” (Sebastián Soler. Derecho Penal Argentino, TEA, Buenos Aires, 1996, página 348)”. “A fin de que el elemento típico del delito de estafa sea configurado, el ardid debe ser idóneo. El análisis de la idoneidad del ardid no puede prescindir de tomar en cuenta la calidad del sujeto engañado o, en su caso, de la víctima del delito (que podría haber prevenido el error). Una misma conducta desplegada por un agente puede ser considerada en un caso ardidosa y en otro caso carente de idoneidad engañosa, al ser distintos los sujetos pasivos del error”. “Enseña el mencionado autor que, a fin de analizar la idoneidad del ardid, debe tomarse en cuenta “...la situación concreta, comprendiendo dentro de la totalidad del ardid las condiciones mentales y culturales del destinatario expresamente buscado” (ob. cit. página 369)”. “Esta Cámara ha dicho que “...habrá que evaluarse en cada caso la especial relación que se da entre la víctima y el victimario, midiéndose las características de la conducta del primero, en relación a la capacidad del segundo” (Sala I, c. 18633, “Lettieri, Domingo s/ defraudación”, 25/10/84, reg. 596)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 10.3.2009 ADi Mario” Causa 42.301 Reg. 184 J. 2 - S. 4 ESTUPEFACIENTES. TENENCIA. ENCUADRE TÍPICO. SUSTANCIA FRACCIONADA. HECHO ÚNICO. TRANSPORTE DE ESTUPEFACIENTES. DOLO REQUERIDO. 13 “esta Sala ha dicho que “la tenencia de estupefacientes constituye un solo delito y no una reiteración delictual susceptible de ser dividida en diferentes pronunciamientos, y asimismo, resulta irrelevante que la sustancia prohibida se haya secuestrada fraccionada, dado que de todas formas constituye un hecho único sobre el que debe recaer una sola resolución” (c. 29.635, caratulada “Acosta, Hector Gabriel”, reg. 405, resuelta el 28/5/1994 y c. 24.290, caratulada “Nash”, reg. 435, 6/7/1993 y c. 25.481, caratulada “Torrado, Gonzalo”, reg. 394)”. “este Tribunal ha sostenido que “si bien no toda traslación de sustancia estupefaciente puede considerarse constitutiva de la figura penal de transporte contenida en el art. 5º inc. ‘c’ de la ley 23.737, dicho encuadre aparece ineludible en aquellos casos en que el sujeto actúa con conocimiento de que se trata de materia prohibida y conciencia de desplazamiento, en circunstancias que indiquen la posibilidad de contribuir o facilitar la comercialización de la droga o su distribución a cualquier título, fuera de los supuestos permitidos” (C.C.C. Fed., Sala I, causa “Maza Raúl”, reg.183, rta. el 2/4/97)”. “De tal forma, la determinación del dolo, como conocimiento de las circunstancias típicas alcanzadas por la norma, se encuentra acotada al hecho de que el autor sabe que está desplazando sustancia estupefaciente en un contexto que surge ilícito en la medida en que indique la posibilidad de contribuir o facilitar su comercialización. En estos términos, el eventual aporte a la comercialización de la droga marca un contexto en que el conocimiento del autor se desarrolla y no un elemento a ser puntualmente conocido por él, es decir, el contexto contiene al dolo pero no lo constituye específicamente”. “Así, la norma requiere que el sujeto efectivamente conozca que está desplazando droga en una situación que se le presenta como posiblemente encaminada a su distribución a terceros pero, más allá de ello, en modo alguno necesita -como sostiene la defensa- de una ultraintención encaminada a la comercialización de dicha sustancia”. “Si bien no puede dejar de tenerse en cuenta que el legislador posiblemente previó en la punición del transporte de estupefacientes una forma de contención al narcotráfico, no puede sostenerse que ello derive en la necesidad de acreditar un dolo directo por parte del autor respecto del efectivo conocimiento acerca de que su actuación se imbrica de modo directo con aquella otra conducta. Antes bien, puede decirse que si el transporte de drogas requiere la conciencia de su desplazamiento en un contexto que suponga su posible comercialización posterior, ello no implica que el autor deba conocer y “querer” esa conducta sucedánea sino, simplemente, asumirla como un riesgo futuro que quizás nunca se concrete”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 5.3.2009 ACristal@@ Causa 42.706 Reg. 163 J. 9 - S. 17 FUNCIONARIO PÚBLICO. CRITERIOS PARA ESTABLECER TAL CONDICIÓN. “Esta alzada ha tenido ocasión de señalar -ver c. 40.063 “Munain...”, rta. 30/08/07, reg. 959-, que los criterios para determinar [la condición de funcionario público] se pueden dividir en tres: a) por la naturaleza del órgano empleador, b) por el régimen jurídico aplicable al caso o c) por la función pública que cumplen los nombrados dentro de dicha entidad bancaria”. “Al respecto, la jurisprudencia y la doctrina en materia penal han sido uniformes al adoptar el punto c) anteriormente citado -la función pública llevada a cabo por los nombrados-, como el criterio utilizado para determinar el concepto de “funcionario público”. Considerándolo, también, como aquel al que hace referencia el artículo 77 del Código Penal, difiriendo del concepto utilizado en el derecho administrativo”. 14 Poder Judicial de la Nación “Desde este punto de vista, se ha reputado “funcionario público” a la persona que, aunque no posea dicho status, participe del ejercicio de las “funciones públicas”, considerando a éstas como “toda actividad temporal o permanente, remunerada u honoraria, realizada por una persona natural en nombre del Estado o al servicio del Estado, o de sus entidades en cualquiera de sus niveles jerárquicos”. “Dicha definición ha sido recogida tanto por la Ley de Ética Pública (ley 25.188) en cuanto define las “funciones públicas”, como por la Convención Interamericana contra la Corrupción (Anexo I, art. 1°), con jerarquía supralegal, que amplía pero sin modificar, la definición de “funcionario público” que otorga el artículo 77 del C.P. En este sentido se ha referido, también, la Excma. Cámara Nacional de Casación Penal (ver citas del fallo ut supra señalado)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 5.3.2009 AOporto” Causa 42.288 Reg. 171 J. 7 - S. 14 HONORARIOS. TRADUCTORES PÚBLICOS. PAUTAS PARA MENSURAR “los parámetros sugeridos para mensurar las diferentes tareas que realizan los traductores públicos de esta ciudad no poseen carácter vinculante, en tanto -tratándose de una actividad desregulada USO OFICIAL desde la entrada en vigencia del Decreto-Ley 2284/91- solo constituyen un punto de vista orientativo y coadyudante a la hora de justipreciar su determinación, que debe ser integrado al contexto de pautas que fija el artículo 29 de la ley 20.305 (ver causa nº26.866 “Hess, Myriam”, reg. nº 29.006 del 2/10/08; causa nº 22.562 “Fernández Marengo”, reg. nº 23.999 del 4/8/05; causa nº 15.852 “Hoo Hong Hyon”, reg. nº 16.807 del 9/9/99)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 30.3.2009 ACha@@ Causa 27.521 Reg. 29.676 J. 5 - S. 10 JUEZ. FACULTADES. NEGATIVA A RECIBIR DECLARACIÓN INDAGATORIA. APELACIÓN. IMPROCEDENCIA. EXCEPCIONES “...la negativa del juez a recibir declaración indagatoria sólo resulta materia de apelación si de ello resulta un agravio de imposible o insuficiente reparación ulterior...” (Causa n° 22.350 “Rivolo”, rta. el 8/4/05, reg. n° 23.554)”. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 17.3.2009 APartido Demócrata de la Ciudad de Bs. As.@@ Causa 27.379 Reg. 29.642 J. 2 - S. 3 MARCAS Y DESIGNACIONES. FALSIFICACIÓN. ART. 31 LEY 22.362. REQUISITOS TÍPICOS. DESOBEDIENCIA. REQUISITOS TÍPICOS. “el artículo 31, inciso b, de la ley 22.362 sanciona al que use una marca registrada o una designación falsificada, fraudulentamente imitada o perteneciente a un tercero sin su autorización. Aquí sólo se discute si se trataría de un uso indebido de una marca ajena sin autorización, tal como viene planteado por la querella la cuestión”. “Aclarado ello, debe señalarse que lo que está prohibido “...es el uso de una marca registrada ajena que induzca al consumidor a creer erróneamente que existe alguna relación entre el vendedor y el titular de la registración” (de esta Sala , causa n° 27.473 “Ragonesse” del 04/07/1996, reg. n° 597). Sin embargo, para que ello ocurra debe, en principio, tratarse de la misma marca, y no de una similar o parecida, pues de lo contrario implicaría extender el tipo penal 15 a supuestos no contemplados por la ley. En el caso concreto, precisamente, los imputados habrían importado productos que tienen una marca parecida a la registrada por la querella, pero no se trata de la misma, como lo señaló el a quo”. “conforme la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, “a pesar de mediar una orden concreta y escrita, no incurre en él [desobediencia] quien incumple órdenes relativas a intereses personales de índole patrimonial (Fallos: 306:1570, considerandos 3° y 4°).” (dictamen del Procurador General, al que se remitió el tribunal; Fallos 321:248; en similar sentido, Fallos 313:824 y 315:1693). La doctrina, por su parte, ha sostenido un criterio similar: “...El concepto de orden incluida en la figura del artículo 239...no comprende aquellas referidas a intereses personales de partes, es decir que resultan ajenas a tal significación las obligaciones de carácter personal con repercusiones de estricto derecho civil (confr. Creus, Carlos, Delitos contra la Administración Pública, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1981, pág. 64; criterio seguido por esta sala en causa 42.332 “Vigo” del 05/02/2009, reg. 52, y sus citas; por la Sala II del Tribunal, en causa n° 9.483 “Saiegh”, rta. 13/2/95, reg. n° 11.692)”. “Ello se debe a que aún “...mediando la orden concreta y directa, no da lugar a este delito cuestiones que se vinculan con los intereses personales, de cualquier índole, afectiva, patrimonial, familiar o con garantías constitucionales. De lo contrario, el incumplimiento de toda sentencia judicial sería punible...Si estos hechos constituyeran desobediencia estarían de más las disposiciones procesales sobre ejecución de sentencias y el moderno sistema de las astreintes en materia de demora en el cumplimiento de órdenes que no pueden ser substituidas por equivalentes monetarios.” (Carlos Fontán Ballestra y Alberto S. Millán, Las reformas al Código Penal, ed. Abeledo Perrot, Bs. As., 1968, pág. 373; en similar sentido, Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, T° V, 10° reimpr., Bs. As. 1996, pág. 147)”. “De un modo parecido, aunque por otros fundamentos, esta Sala –con otra composición– resolvió un caso de idénticas características (causa n° 35.473 “C.A.S.A. Isenbeck” del 07/08/2003, reg. n° 2003)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 10.3.2009 ASprayette” Causa 42.078 Reg. 185 J. 2 - S. 4 NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. REQUISITOS TÍPICOS. “el bien jurídico protegido por ese tipo penal es “el fiel y debido desempeño de las funciones de la administración pública en sentido amplio, de manera que la actuación de los órganos no sólo sea plenamente imparcial, sino que se encuentre a cubierto de toda sospecha de parcialidad...” (Ver de esta Sala II; causa n° 6.298 “Di Fonzo”, reg. n° 6.849, del 28/12/89; causa n° 12.180 “Nicolini”, reg. n° 13.177, del 29/05/96; causa n° 12.307 “Tedesco Balut”, reg. n° 13.497, del 16/09/96, con cita de Sebastián Soler “Derecho Penal Argentino”, Ed. Tea, 1.992, Tomo V, Buenos Aires, pág. 246; causa n° 16.131 “De Marco Naón”, reg. n° 17.312, del 14/03/00; causa n° 18.154 “Maharbiz”, reg. n° 19.235, del 20/11/01). Sin embargo, corresponde aclarar que no es esa mera sospecha lo que constituye este delito sino que requiere una concreta acción del funcionario público en el ejercicio de su función que persiga intereses extra-administrativos (en tal sentido causa n° 17.200 “Deferrari”, reg. n° 18.342, del 29/12/00)”. “Asimismo, se afirmó que el aspecto medular lo configura el desvío de poder que ejerce el funcionario público, en desmedro del necesario interés unilateral que debe animar toda actuación de un órgano estatal, procediendo con tendencia beneficiante, condicionando la voluntad de la 16 Poder Judicial de la Nación administración por la inserción de un interés particular (Conf. causa n° 12.307 “Tedesco Balut”, reg. n° 13.497, del 16/09/96)”. “Por otra parte, la doctrina ha señalado que la conducta punible es la de interesarse en el contrato u operación, o sea, situarse ante ellos no sólo como funcionario, sino conjuntamente como particular interesado en una determinada decisión o actuación de la administración, volcando sobre el negocio de que se trate una pretensión de parte no administrativa; querer que ese negocio asuma una determinada configuración en interés particular del sujeto, o hacer mediar en él, propugnándolos, intereses particulares de terceros. No basta con ser parcial, es menester que se intervenga como parte. Además el contrato u operación tiene que pertenecer a la competencia funcional del autor, o sea, tiene que ser un negocio en el que el funcionario deba -o por lo menos pueda- formalmente, desplegar una actividad funcional que integre los niveles decisorios o sirva para completar de manera legal el acto (Conf. Carlos Creus. Jorge Buompadre. “Derecho Penal. Parte Especial”, Tomo 2, Ed. Astrea, Buenos Aires, 2.007, págs. 326 a 328)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 31.3.2009 ATorresi@@ Causa 26.977 Reg. 29.687 USO OFICIAL PERITAJE. CARÁCTER REPRODUCIBLE. FALTA J. 11 - S. 22 DE NOTIFICACIÓN. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. “este Tribunal tiene dicho que la falta de notificación previa a la realización del peritaje no conlleva necesariamente a su nulidad, pues no habiendo impedimento para que pueda reproducirse, ampliarse o renovarse con asistencia de nuevos especialistas, ya sea en esta etapa de instrucción o en la de un eventual debate -artículos 258, 262 y 383 del Código Procesal Penal de la Nación-, no existe un perjuicio concreto que justifique la sanción reclamada (ver de esta Sala, causa n° 27.471 “Crotto”, reg. n° 29.468 del 12/2/09 y sus citas, entre muchas otras)”. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 5.3.2009 AFarfán@@ Causa 27.544 Reg. 29.580 J. 5 - S. 9 PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. ALCANCES. ETAPA INSTRUCTORIA. “es “...durante la etapa de juicio en la cual el principio adquiere su máxima expresión, toda vez que con la acusación se fija con más rigidez el objeto del juicio y se establecen, ordinariamente, los límites cognoscitivos del tribunal durante el debate y la sentencia (art. 399 C.P.P.N). Ello es así, por cuanto durante el debate las partes se enfrentarán, en igualdad de armas, sobre la acusación y en su ámbito se producirá y confrontará la única prueba que puede servir de base a la sentencia. De allí que en esta fase, la inamovilidad del objeto procesal sea cuasi absoluta —sin perjuicio de la eventual ampliación de la acusación en los casos del art. 381 C.P.P.N.—.” (ver causa n° 42.652 “Taddei” del 23/12/2008, reg. n° 1587 de esta Sala)”. “Sin embargo, en la instrucción el alcance del principio de congruencia es distinto debido a que “...la investigación preliminar existe porque, por una parte, el órgano de la acción penal desconoce el hecho objeto del procedimiento, para una eventual acusación, a cuya afirmación, en grado de sospecha, accede por afirmación propia o por denuncia ajena, y porque, por la otra, resulta absolutamente necesario regular ese procedimiento jurídicamente para evitar la realización de medios de averiguación prohibidos o que signifiquen un menoscabo desmedido para la dignidad de las personas involucradas en él (garantías procesales), más aún ante la realidad del uso del poder estatal que implica la persecución penal oficial...” (Maier, Julio B. J., Derecho Procesal Penal, 17 T. 2, ed. Del Puerto, Bs. As., 2003, pág. 35). De allí que durante este procedimiento el objeto resulta construido y es modificable, hasta quedar fijo en la acusación (ibid., p. 36)”. “En síntesis, la “...instrucción tiende...a decidir y precisar la imputación, que durante su desenvolvimiento es fluida y puede experimentar modificaciones y precisiones, mientras que con el requerimiento de elevación adquiere una configuración precisa, determinada e inmutable” (C.N.C.P., sala IV, causa n° 3771 “Potente” del 04/12/2003, reg. n° 5390.4)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Farah 25.3.2009 ARuffo@@ Causa 42.877 Reg. 240 J. 5 - S. 10 PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. MODIFICACIÓN DE LA IMPUTACIÓN EN LOS DISTINTOS ACTOS PROCESALES DEL LEGAJO. DESCRIPCIÓN FÁCTICA. CALIFICACIÓN JURÍDICA. DEFENSA EN JUICIO. “debe recordarse en cuanto a la descripción fáctica, que lo que exige el código ritual es que “... se efectúe una descripción completa del acontecimiento histórico en virtud del cual el representante del Ministerio Público considere que debe elevarse la causa a juicio, con base a la actividad desarrollada hasta ese momento en la sede instructoria ... es esencial que el imputado conozca los hechos que se le atribuyen para que pueda estar en condiciones de defenderse, y porque esos hechos deben ser recogidos en la sentencia sin cambios que puedan menoscabar la situación del reo en el proceso...” (cfr. C.N.C.P. Sala IV causa n° 569 “Scaccia, Oscar Alberto s/recurso de casación”, rta. 20.6.97, reg. n° 865.4 y sus citas)”. “En función de ello, cabe advertir que no se verifica una variación sustancial de las imputaciones originalmente formuladas a los encartados, para así poder endilgarles su participación en los delitos por los cuales se requiriera la elevación a juicio. Ello, por cuanto Alo que importa es la descripción del hecho en sí mismo y no las distintas calificaciones jurídicas que se le puedan dar...@ (C.N.C.P. AHerrera, Miguel@, rta. 30.3.99, Sala II)”. “La apreciación de la prueba que se rinda durante la etapa posterior y la calificación legal definitiva, forman parte de la potestad del Tribunal de juicio -donde deberá llevarse a cabo el amplio debate sobre los hechos y eventualmente determinarse cuál es la calificación que en definitiva corresponde asignarles-, no advirtiéndose que el rechazo a las nulidades articuladas por los letrados de oficio coarte a los imputados la posibilidad de ejercer su defensa, al no tratarse en el caso de hechos distintos a aquéllos que les fuera oportunamente impuestos”. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 10.3.2009 APernías@@ Causa 27.250 Reg. 29.615 J. 12 - S. 23 PRUEBA. ACTA DE SECUESTRO. VALOR PROBATORIO. NULIDAD POR AUSENCIA DE DETALLE DE LOS ELEMENTOS SECUESTRADOS. IMPROCEDENCIA. “esta Sala tiene dicho que “...el acta de secuestro es un elemento de prueba que debe ponderarse a la luz de los principios y reglas de valoración de la prueba, y en tal sentido podrá asignársele mayor o menor potencialidad probatoria en la medida en que ella sea apreciada en consonancia con los restantes medios adquisitivos” (conf. causa n° 39.765, “Huaita Gabancho Eduardo s/ sobreseimiento”, del 6 de marzo de 2007, reg. 149; con cita de causa n° 39.161, “Video Club El Sótano s/ nulidad”, reg. 746/06, causa n° 34.787, “Gonzalez Lozada”, reg. 130/03, causa n° 33.806, “Esquivel”, reg. 85/02, causa n° 36.087, “Silvia Pikus”, reg. 357/04, entre otras)”. 18 Poder Judicial de la Nación “Por este motivo, “...la falta de detalle pormenorizado de los discos compactos incautados no se presenta como nulidad del acta, sino que podrá eventualmente resentir su valor probatorio...” (conf. causa n° 39.765, “Huaita Gabancho”, reg. 149, del 6/03/07)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 10.3.2009 AApolo” Causa 42.525 Reg. 189 J. 4 - S. 7 PRUEBA. AUTO DE PROCESAMIENTO. EXIGENCIA. “... la plena prueba, que elimina toda duda razonable, sólo se requiere para fundar una sentencia de condena, pero antes de ello, y sin necesidad de certeza apodíctica, el procesamiento requiere sólo elementos de convicción, aún no definitivos ni confrontados pero que, en la medida que pueden demostrar con suficiencia la existencia de un hecho delictuoso y la participación responsable de los imputados en él, sirven para orientar el proceso hacia la acusación” (c.35.961, caratulada “Serrese, Gustavo y otros”, resuelta el 11/2/2004, registro n° 25; y c. 42.259, caratulada “Scalisi, Alejandro y otro s/procesamiento sin prisión preventiva y embargo”, resuelta el 5/3/2009, USO OFICIAL registro n° 179, ambas de esta Sala Primera)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 19.3.2009 ALópez Valdéz” Causa 42.602 Reg. 215 PRUEBA. MUESTRAS COMPARATIVAS J. 11 - S. 22 DE OBJETOS PERSONALES. HISTOCOMPATIBILIDAD GENÉTICA. DERECHO A LA INTIMIDAD. DERECHO A LA VERDAD. ALLANAMIENTO. PROCEDENCIA. INCAUTACIÓN DE PERTENENCIAS. PROCEDENCIA. “en el precedente "Prieto" (c. 38.513, rta. el 14 de noviembre de 2006, reg. 1243) este Tribunal se ha pronunciado en relación con un caso que comparte aristas similares al que aquí se trae a estudio. Si bien en aquél la intervención de esta Sala no tuvo como eje central el estudio de la legitimidad del allanamiento practicado, sí fue analizado en relación con la decisión que dispuso a través del Banco Nacional de Datos Genéticos la extracción de muestras comparativas de los objetos personales secuestrados para la realización de los pertinentes estudios de histocompatibilidad genética, cuya apelación fue la que motivó el pronunciamiento del Tribunal”. (Del voto de los Dres. Freiler y Farah). “En aquella oportunidad esta Sala convalidó la decisión y señaló que el registro domiciliario y la consecuente sustracción de elementos personales no constituyó una medida que implicó forzar o coaccionar a la supuesta víctima del delito investigado a suministrar al Estado los medios para punir a aquéllos con quienes tiene lazos afectivos. Por el contrario, se indicó que el allanamiento se llevó a cabo por una vía que no implicó su participación, a tal punto que ni siquiera fue necesaria su presencia en el lugar, sino que se trató de los elementos orgánicos que ya se habían desprendido de su cuerpo”. (Del voto de los Dres. Freiler y Farah). “Así, se descartó que la medida implicase un avance sobre la esfera exclusiva del derecho a la intimidad, y por tanto, frente a ello, se explicó que aparecía como preeminente el derecho a la protección de la familia de los parientes de los desaparecidos para la solución del conflicto y para analizar la proporción de la medida. Según lo indicado, “[el] plexo normativo ..., en consecuencia, no sólo debe analizarse como orientado a velar por los intereses -en sentido lato- de la posible víctima directa de algún tipo de acción que atente contra su propia situación jurídica, sino que resulta mucho más abarcativo, contemplando también los intereses de aquellos que, siendo familiares -o pudiendo serlo-, requieren de la intervención estatal en aras de obtener certezas en torno precisamente, a esa hipotética situación jurídica” -del voto del Dr. Freiler-. Pues, como se 19 refirió “... a la par del derecho a conocer - o no- su propia y genuina identidad que reside en cabeza de la posible víctima directa de un delito contra la familia, se halla el derecho de los presuntos familiares de esa persona de adquirir certidumbre en torno a los eventuales lazos sanguíneos que podrían unirlos” -del voto del Dr. Freiler-“. (Del voto de los Dres. Freiler y Farah). “En esas condiciones, se determinó que en modo alguno podía otorgársele un alcance tal al derecho de la supuesta víctima que implicase la anulación de los derechos de otros a conocer el destino de sus familiares sustraídos. Sobre estos presupuestos se concluyó que de acuerdo a las circunstancias del caso, no existía norma alguna que le otorgase al consentimiento de la persona cuya filiación se cuestionaba un alcance tal capaz de impedir la realización de estudios genéticos o la investigación misma de la verdad genética ante requerimientos de terceros que ostentan un interés legítimo (art. 262 del Código Civil). Junto con ello se consignó que resultaba por demás evidente el interés de los familiares de las personas desaparecidas a indagar sobre estos aspectos de personas que se sospeche que son sus familiares sustraídos, como así también, la posibilidad de realizar de oficio o a pedido de parte las pruebas biológicas (cfr. arts. 252, 253 y 262 del Código Civil)”. (Del voto de los Dres. Freiler y Farah). “En relación con lo precedentemente referido por esta Sala, la medida que dispone -a través de los elementos personales secuestrados a la persona respecto de la que se pretende determinar sus lazos filiatorios- la extracción de muestras de ADN para realizar el mencionado estudio histocompatológico, no constituye un atentado contra la esfera de la intimidad susceptible per se de ser invalidada”. (Del voto de los Dres. Freiler y Farah). “Las requisas, las detenciones, los allanamientos y, en definitiva, toda intervención que el poder punitivo efectúa sobre ámbitos que hacen a la esfera privada de los hombres siempre han de conllevar la afectación de derechos amparados o reconocidos por ese mismo poder de cuyo seno emana la orden que los restringe. Pero si ello es así, no resulta de la inconcebible paradoja de proteger para a la vez atacar aquello que resulta un fin del Estado, sino de la necesidad de moldear, configurar y limitar esos atributos que, aunque individuales, sólo pueden existir como generalidad en la medida en que su propia extensión no anule los que se reconocen en los demás integrantes del cuerpo social”. (Del voto del Dr. Ballestero). “De ahí la tantas veces evocada lógica que proclama que los derechos no son absolutos, sino que todos pueden verse restringidos. Y a esa restricción es que acuden esas medidas de coerción que, por definición, alteran algunos de los derechos fundamentales reconocidos al hombre por la Constitución en aras de realizar los objetivos a los que está llamado a servir el Derecho Procesal Penal (cfr. MAIER, Julio, Derecho Procesal Penal. I. Fundamentos, Ed. del Puerto, Buenos Aires, 1999, p. 518)”. (Del voto del Dr. Ballestero). “Más aún, incluso gozando de perfecta legitimidad, la respuesta judicial escogió, de entre todos los medios legales disponibles, aquel que en idéntica proporción implicara, a la vez de obtener los mayores beneficios para el devenir del proceso, la menor ingerencia en los derechos de la recurrente”. (Del voto del Dr. Ballestero). “Así, si el registro de su vivienda, si la incautación de sus pertenencias, importaron una restricción a sus derechos -como evidentemente lo ha sido y es obligación reconocer-, lo cierto es que ello se ha instituido en un proceder legítimo y razonable. Una conclusión que se mostró inexorable ante el panorama probatorio reunido, ante los acontecimientos que le dan sustento, ante los intereses comprometidos”. (Del voto del Dr. Ballestero). “A la par de la potestad del Estado para la represión de los delitos, o del ejercicio mediato de los intereses de los directamente afectados por ellos, este tipo de investigaciones conceden el espacio para hacer realidad y revelar la verdad misma con la fuerza de Derecho. Aquel que “asiste a las víctimas de violaciones manifiestas a los derechos humanos y violaciones graves al derecho internacional humanitario, así como a sus familias y a la sociedad en su conjunto, de conocer la 20 Poder Judicial de la Nación verdad sobre tales violaciones de la manera más completa posible, en particular la identidad de los autores y de las causas, los hechos y las circunstancias en que se produjeron”. (Del voto del Dr. Ballestero). C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 6.3.2009 AHidalgo Garzón” Causa 42.169 Reg. 180 J. 4 - S. 7 QUERELLANTE. LEGITIMACIÓN ACTIVA. REQUISITOS. “si bien los suscriptos se enrolan en una concepción amplia conforme a la cual el bien jurídico tutelado no resulta una pauta definitoria para evaluar la legitimación activa, sí se exige en todos los casos, como una condición indispensable a los fines de asumir el rol de querellante, que la afectación por el daño que el delito pudo irrogarle sea directa. Concretamente, lo que se requiere es la afectación inmediata de un interés o un derecho de quien pretende detentar la calidad referida (cf., causa n° 15.920 “Abudara Bini” del 19/10/99, reg. n° 16.937, y causa n° 18.892 “Irigoyen” del 12/7/02, reg. n° 19.967)”. “Existe en cabeza del pretenso querellante la necesidad de acreditar un plus en su legítimo interés que exceda del que resguarda el Ministerio Público Fiscal pues en definitiva su actuación en el proceso como tal habrá de encaminarse al ejercicio en nombre e interés propio de todos los USO OFICIAL mecanismos procesales tendentes a obtener la reparación de su derecho violentado (cf., entre muchas otras, causa n° 18.833 “Rhom” del 5/11/02, reg. n° 20.407)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 3.3.2009 APodoroisky@@ Causa 27.240 Reg. 29.566 J. 6 - S. 11 QUERELLANTE. LEGITIMACIÓN ACTIVA. REQUISITOS. ORGANIZACIONES. CAUSAS POR VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS. “…desde hace tiempo esta Cámara viene sosteniendo un criterio amplio en materia de legitimación para asumir el rol de querellante”. “No está de más recordar que uno de los cambios relevantes producidos en los últimos tiempos en el campo del proceso penal, fue la modificación del papel de la víctima, que paso de mero denunciante-testigo a sujeto fundamental del proceso, provocando un verdadero “cambio de paradigma”, como resultado de la incorporación de los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación proclive a ampliar el margen de su actuación en el proceso, especialmente en causas en las que se investigan delitos de lesa humanidad”. “…el criterio amplio adoptado por ambas Salas…incluye la posibilidad de que organizaciones…puedan constituirse como parte querellante cuando se investiguen hechos ilícitos relacionados con la actividad de la asociación”. “En tal sentido, en la Causa n°36.260 AMovimiento Ecuménico por los Derechos Humanos s/excepción de falta de acción@, resuelta el 13/5/2004, reg. n°443, en el que la Sala I aceptó la participación en juicio como querellante de la asociación civil mencionada cuando en el caso se investigaban hechos ilícitos que se perpetraron en el territorio del Primer Cuerpo de Ejército durante la vigencia del régimen militar que usurpó el poder entre 1976 y 1983, calificados como crímenes contra la humanidad; y en el mismo dirección se expidió la Sala II en la causa 17.889, ASimón@, del 9/11/2001, reg. n°19.192, cuando convalidó el rol de querellante de la AAsociación Civil Centro de Estudios Legales y Sociales@ (ver también la decisión de la Sala I en causa 21 n°31.243AKayat@ del 7/12/1999, reg.n°1110; y la de la Sala II en Causa n°. 20.325 AIncidente de falta de acción de la Asociación de Víctimas Aéreas@, del 25/9/2003, reg. n°21.573)…”. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 5.3.2009 AAcosta@@ Causa 27.590 Reg. 29.572 J. 12 - S. 23 QUERELLANTE. QUERELLA MEDIANTE APODERADO. REQUISITOS. “Para querellar por otro se requiere poder especial, otorgado por escritura pública, conforme lo establece el artículo 1184, inciso 7mo, del Código Civil (“Deben ser hechos por escritura pública, con excpeción de los que fuesen celebrados en subasta pública: (…) 7° Los poderes generales o especiales que deban presentarse en juicio (…)”). Esto implica la necesidad de un instrumento donde se haya volcado la decisión del mandante de promover el proceso respecto de un hecho determinado, con identificación del imputado, según el caso”. “La acreditación de la personalidad –ya sea que se invoque un poder especial o general- debe hacerse en la primera gestión, bastando la agregación de una copia firmada por el apoderado o el letrado patrocinante (cfr. art. 47 CPCN). Presentado el poder y admitida la personería, el apoderado asume todas las responsabilidades que las leyes le imponen y sus actos obligan al poderdante como si él personalmente los practicare (cfr. art. 49 CPCN)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Farah - Freiler 25.3.2009 AFayt@@ Causa 42.807 Reg. 224 J. 6 - S. 11 QUERELLANTE. VICTIMA DE DELITO. DEMOSTRACIÓN DE TAL CARÁCTER. EXIGENCIA SÓLO COMO HIPÓTESIS “el carácter de ofendido por el delito sólo se requiere a título de hipótesis, puesto que si se exigiera su previa comprobación se estaría imponiendo, para iniciar y proseguir un proceso, la demostración de la realidad de un delito que es precisamente lo que se debe investigar (conf. esta Sala en causa n° 13.241 “Gotelli”, rta. el 19/6/97, reg.n° 14.319)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 12.3.2009 ACasabona@@ Causa 27.435 Reg. 29.616 J. 3 - S. 5 RECURSO DE CASACIÓN. SENTENCIA DEFINITIVA. EXCEPCIÓN DE FALTA DE ACCIÓN. IMPROCEDENCIA. “las decisiones que rechazan la excepción de falta de acción no configuran sentencia definitiva en los términos del artículo 14 de la ley 48, ni resultan equiparables a ella a los efectos de la habilitación de la instancia extraordinaria (Fallos 310:248 y sus citas), no reuniendo tampoco esos extremos aquellas resoluciones cuya consecuencia sea la obligación de seguir sometido a proceso criminal, pues no ponen fin al proceso, no impiden su continuación ni ocasionan un agravio de imposible o insuficiente reparación ulterior (Fallos 311:252, 1671)”. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 10.3.2009 ALemire@@ Causa 27.385 Reg. 29.600 J. 6 - S. 12 RECURSO DE CASACIÓN. SENTENCIA DEFINITIVA. PLAZO RAZONABLE. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL. PROCEDENCIA. 22 Poder Judicial de la Nación “se ha admitido que cuando se alega que se encuentra involucrado el derecho a ser juzgado en plazo razonable procede hacer excepción al principio según el cual no constituyen sentencias equiparables a definitiva las decisiones que no hacen lugar a la prescripción de la acción penal (B.898 XXXVI ABarra@ resuelto el 9 de marzo de 2004, y Fallos: 323:982 y sus citas. Ver de esta sala, causa n° 20.891 ACingolani@, reg. n° 22.545 del 10/6/04, y causa n° 21.764 AGastaldi@, reg. n° 23.435 del 1/3/05)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 12.3.2009 ATalia@@ Causa 27.166 Reg. 29.627 J. 7 - S. 14 RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. PROCEDENCIA. REQUISITOS. “El artículo 474 del CPPN establece que el recurso de inconstitucionalidad procede cuando se hubiese cuestionado la constitucionalidad de una ley, ordenanza, decreto o reglamento que estatuya sobre materia regida por la Constitución y la sentencia o el auto fuere contrario a las pretensiones del recurrente. Si bien una interpretación literal indicaría que el recurso sólo se admite cuando la decisión ha sido favorable a la validez constitucional de la norma, se ha interpretado que resulta la vía adecuada, igualmente, para lograr la declaración de constitucionalidad de una norma USO OFICIAL declarada violatoria de la Constitución Nacional por un Tribunal inferior, tal como se corrobora en el presente caso (C.N.C.P. Sala IV, cn° 1676, “Fernández, Miguel Tito s/ recurso de inconstitucionalidad”, rta. 10/08/00, reg. N° 2747; Sala II cn° 36 “Costilla, Jorge s/ recurso de inconstitucionalidad”, rta. el 24/11/93, reg. n° 61 y Sala III cn° 64 “Belizán, Rodolfo A. s/ recurso de inconstitucionalidad”, rta. el 15/03/94, reg. N° 94, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 5.3.2009 ASánchez@@ Causa 42.348 Reg. 167 J. 8 - S. 15 RECURSO DE QUEJA. SUSPENSIÓN DEL TRÁMITE DE LAS ACTUACIONES. RESOLUCIÓN DE APELACIONES PENDIENTES. IMPROCEDENCIA. “la subsistencia de vías de impugnación extraordinarias interpuestas por el imputado no impide que se sustancie la etapa de crítica instructoria en la forma establecida por el artículo 346 del Código Procesal Penal de la Nación, y se eleve la causa a juicio si así se resuelve como resultado de la discusión entablada en ese marco (ver esta Sala en causa n° 27.108 “Osorio”, rta. el 17/9/08, reg. n° 28.944, entre otras)”. “Se concluyó señalando que si la imputación persiste tras haber sido sometida a las instancias ordinarias de revisión “...no puede supeditarse la continuidad del proceso a que se haya agotado también las instancias extraordinarias del ordenamiento procesal -recursos de casación y extraordinario federal- pues requerir que lo actuado durante la instrucción sea avalado sucesivamente en cuatro instancias de contralor jurisdiccional desnaturalizaría la esencia fundamentalmente preparatoria de esta etapa, asemejándola más a un juicio de certeza que de probabilidad sobre la responsabilidad del imputado, atentaría contra el ejercicio adecuado y eficaz de la administración de justifica y afectaría la garantía constitucional de defensa en juicio comprensiva del derecho de toda persona encausada a ser juzgada en un plazo razonable...” (ver causa n° 26.447 “Seligra”, rta. el 3/4/08, reg. n° 28.258)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 26.3.2009 AMarx@@ Causa 27.629 Reg. 29.666 J. 2 - S. 4 23 RECUSACIÓN DE MAGISTRADOS. OPINIÓN EMITIDA EN CASOS SOMETIDOS A SU DECISIÓN. IMPROCEDENCIA. “es criterio de la Corte Suprema de Justicia de la Nación -compartido por este Tribunal-, que las opiniones emitidas por los jueces en los casos sometidos a su decisión, no constituyen el prejuzgamiento que autoriza su recusación con causa (ver C.S.J.N. Fallos 199:184; 240:123; 300:380 y 301:596 y de esta Sala II causa n°4.770, reg. n°5411 rta. 14/5/87 y causa n°13.382, reg. n°14.288, rta. 10/06/97 -entre muchas-; y de la Sala I causa n°30.183 AAnzorregui@, reg. 749, rta. 10/09/98 -entre otras-)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun 27.3.2009 AMelgarejo@@ Causa 27.741 Reg. 29.670 J. 1 - S. 2 RECUSACIÓN DE MAGISTRADOS. RECHAZO IN LIMINE. PROCEDENCIA. “la doctrina y jurisprudencia han afirmado que “cuando se advierte su manifiesta improcedencia con la sola lectura, el rechazo in limine de la recusación se impone lógica y necesariamente (CSJN, Fallos 240:407; Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional, Fallos, Tomo V, pág. 552; Sala I de esta Cámara, causa n° 20.284 “Sichel”, reg. n° 365 del 29/09/87 y causa n° 20.490 “Vago”, reg. n° 138 del 6/05/88; Manigot, M. “Código de Procedimientos en Materia Penal Anotado y Comentado”, Abeledo Perrot, Bs.As., 1972, pág. 183, nota 115)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 19.3.2009 AAnzorreguy@@ Causa 27.490 Reg. 29.646 J. 3 - S. 5 ACTA DE SECUESTRO. FALTA DE DETALLE DEL MATERIAL SECUESTRADO. VALOR PROBATORIO. “Esta Alzada ha sostenido que el acta de secuestro es un elemento de prueba que debe ponderarse a la luz de los principios y reglas de valoración de la prueba, y en tal sentido podrá asignársele mayor o menor potencialidad probatoria en la medida en que ella sea apreciada en consonancia con los restantes medios adquisitivos (conf. C.N° 39.161 “Video Club El Sótano s/ nulidad” Reg. N° 746/06; CN° 34.787 “González Lozada” Reg N° 130/03; CN° 33.806 “Esquivel” Reg. N° 85/02; CN° 36.087 “Silva Pikus” Reg N° 357/04; entre otras)”. “Por este motivo, la falta de detalle pormenorizado de los discos compactos incautados, no se presenta como un vicio del acta, sino que podrá eventualmente resentir su valor probatorio y en tal inteligencia, deberá ser evaluada oportunamente”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 30.4.2009 APérez@@ Causa 42.824 Reg. 369 J. 4 - S. 8 ALLANAMIENTO. REQUISA. REQUISA DE LUGARES ASIMILADOS AL DOMICILIO. LOCKER DEL LUGAR DE TRABAJO. TUTELA CONSTITUCIONAL. REQUISITO DE ORDEN JUDICIAL. DERECHO A LA INTIMIDAD. “Podemos decir que atenernos a una interpretación restrictiva, nos llevaría a sostener que no se encuentran bajo la protección constitucional una serie de ámbitos privados. Por ello, concordamos con Alejandro Carrió, respecto de que: “...El problema con esta interpretación es que deja sin tutela constitucional cosas tan trascendentes como las conversaciones telefónicas, un portafolio, o el armario que una persona pueda tener asignado en un club. La consecuencia sería que un policía 24 Poder Judicial de la Nación puede husmear legítimamente en tales ámbitos, sin necesidad de recurrir a un juez, y sin importar la razonable expectativa de privacidad que un habitante pueda haber exhibido al respecto...”. Asimismo agrega que: “...Dentro de los derechos de una persona, ya sea como derivación del de la propiedad o como un derecho autónomo a la intimidad, creo podría incluirse sin esfuerzo el derecho a que se respeten por el Estado aquellos ámbitos privados donde sus titulares han exhibido un interés en que así se mantengan...” (Carrió, Alejandro, Garantías Constitucionales en el Proceso Penal, Editorial Hammurabi, Buenos Aires, 2007, pág. 436/7)”. “En este sentido, compartimos lo expuesto por la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional, respecto de que en el campo penal los ámbitos privados a los que se refiere el artículo 18 de Constitución Nacional deben ser interpretados en sentido amplio para la salvaguarda de las garantías de los imputados,“... los recintos privados, como lo es el cofre asignado por la empresa a uno de su dependientes cerrado con candado - circunstancia que evidencia la voluntad de exclusión del usuario- deben recibir la misma protección que el domicilio, y consecuentemente es necesaria una orden de allanamiento para su apertura, cuya ausencia no puede ser suplida válidamente por el consentimiento prestado por los procesados en la ocasión...” (C.N° 37.994 “Ayala, Gustavo”, Sala IV, rta. 11/09/1990)”. “Ahora bien, más alla de la reglamentación proveniente de la legislación laboral relativa a la flexibilización del espacio a la intimidad del trabajador para permitir la potestad de controles USO OFICIAL personales por parte del empleador, lo cierto es que, como toda ley que reglamenta un derecho, establece sus limitaciones (arts. 14 y 28 C.N) interpretadas judicialmente del modo ya destacado. Aplicadas aquellas consideraciones a la delimitación del ámbito de intimidad protegido por el artículo 18 C.N en relación al “locker” asignado a Farias, es factible sostener que el nombrado podía tener una razonable expectativa de privacidad sobre el recinto de acuerdo con las limitaciones impuestas por la legislación laboral. Dicho de otro modo, podía confiar en que nadie abriera su armario por fuera de los controles reglamentarios, prefijados de antemano que debían contar con su presencia, así como con la intervención de un delegado sindical”. “Sin embargo, la apertura de su armario se realizó por fuera de sus expectativas normativamente garantizadas según lo expuesto y por ello se ingresó a un ámbito privativo de su intimidad”. “Es preciso, en consecuencia, analizar ahora si esa injerencia en su derecho se llevó a cabo del modo reglamentado por la ley procesal penal. El artículo 224 del C.P.P.N. establece que “...Si hubiere motivos para presumir que en determinado lugar existen cosas vinculadas a la investigación de un delito, o que allí puede efectuarse la detención del imputado o de alguna persona evadida o sospechada de criminalidad, el juez ordenará por auto fundado el registro de ese lugar...”. Sin embargo, en autos no se llevó a cabo la apertura del “locker” con la correspondiente orden judicial de allanamiento, como lo prevee la norma, ni se verificó ninguno de los supuestos que habilitan, en razón de la urgencia, a prescindir de ella (art. 227 C.P.P.N.)”. “Entonces, luego de haber evaluado los requisitos para su procedencia, podemos decir que nos encontramos ante una clara violación del derecho a la intimidad consagrado en el artículo 18 de la C.N.”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 28.4.2009 AFarias@@ Causa 42.115 Reg. 360 J. 6 - S. 12 CAUCIÓN. CRITERIOS DE VALORACIÓN PARA SU IMPOSICIÓN. NULIDAD. “no se ha efectuado una valoración de los ingresos del encausado, los bienes que pudieren resultar de su propiedad, y/o su situación socio-económica y familiar -accesibles al Juzgado en virtud de los informes que obren en la causa-, que permita evaluar la razonabilidad del monto establecido y si - 25 conforme se reclama- éste se halla o no en pugna con lo establecido en el art. 320 in fine del C.P.P.N., para el imputado y los fiadores que pudiere presentar” de lo que se sigue la nulidad del pronunciamiento. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 20.4.2009 ACuomo@@ Causa 27.801 Reg. 29.753 J. 12 - S. 23 COMPETENCIA. CUESTIÓN DE ORDEN PÚBLICO. INTERVENCIÓN DE OFICIO DEL TRIBUNAL “Sin perjuicio de lo señalado en el apartado II de este resolutorio, y de las consideraciones efectuadas precedentemente, que brindan solución a la controversia suscitada ante estos estrados, existe otra materia que reclama la intervención de este Tribunal, y que no puede ser soslayada en tanto involucra una cuestión de orden público: la competencia para entender en el proceso (Cfr. CSJN Fallos 326:3669, 329:5586, 330:4260, entre muchos otros)”. C.C.C. Fed. Sala I Farah - Ballestero 14.4.2009 AMac Dougall@@ Causa 42.944 Reg. 288 J. 1 - S. 1 C0MPETENCIA. FUERO FEDERAL. COMPROMISO A INTERESES NACIONALES. AUSENCIA. REGISTRO NACIONAL DE LA PROPIEDAD INMUEBLE. ACTIVIDADES LOCALES “por cuanto los sucesos denunciados, al involucrar de modo exclusivo actos entre particulares, no alcanzan a comprometer intereses del Estado Nacional, como aspecto capaz de fundar la competencia invocada. Pero además, y a contrario de lo sostenido por los apelantes, en virtud de que las actividades desarrolladas por el Registro Nacional de la Propiedad Inmueble son de carácter estrictamente local lo que impide apreciar que los sucesos denunciados, de constituir delito, hayan entorpecido el correcto desempeño de una labor de raigambre federal (cfr. de esta Sala, causa nro. 35.440, “Núnez, Flavio s/ competencia”, rta. el 10/7/03, reg. nro. 574 y de la C.C.C., Sala V, causa nro. 20.341, “Castro Bravo, Hugo s/ estafa”, rta. el 20/11/02)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 21.4.2009 ANN s/Asociación ilícita@@ Causa 42.575 Reg. 318 J. 5 - S. 10 COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. ENTORPECIMIENTO DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS “no resulta ocioso recordar que la Corte Suprema de Justicia de la Nación en numerosos precedentes ha sostenido que corresponde a la justicia federal conocer en las causas por homicidios o lesiones culposas producidas en un accidente ferroviario si, a raíz de él, la formación ferroviaria estuvo detenida varios minutos (cfr. CSJN, Fallos 311:1188, 318:2506, 324:2029, 329:5364 entre otros)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 21.4.2009 AAstudillo@@ Causa 42.478 Reg. 317 COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. EVASIÓN J. 9 - S. 18 IMPUESTOS NACIONALES. I.V.A. COMPETENCIA FUERO PENAL TRIBUTARIO. “los hechos que constituyen el objeto procesal resultan ajenos a la competencia de esta justicia de excepción. Ello así, toda vez que surge que la maniobra investigada tuvo como finalidad evadir 26 Poder Judicial de la Nación impuestos nacionales -en este caso el IVA-, mediante ardid o engaño, pesquisa que excede el ámbito de actuación de la justicia criminal y correccional federal de esta ciudad y que se encuentra tipificada en la ley penal tributaria, debiendo intervenir, en consecuencia, aquel fuero -conf. arts. 1 y 22 de la ley 24.769- (ver de esta Sala, causa n° 22.655 “Regueira”, rta. el 4/8/05, reg. n° 24.002, y sus citas)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 23.4.2009 ANN s/Competencia@@ Causa 27.504 Reg. 29.770 J. 10 - S. 20 COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. RESIDUOS PELIGROSOS. LEY 24.051. AFECTACIÓN QUE TRASCIENDA LA C.A.B.A. “la justicia federal de esta ciudad no es competente para entender en hechos en infracción a la ley 24.051 que no hayan producido una afectación a las personas o medio ambiente que trascienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires involucrando otras jurisdicciones (ver de esta sala, causa n° 19.093 “N.N. s/ infracción ley 24.051" reg. n° 20.163 del 10/9/02 y causa n° 23.410 “Hyendai-Seoul Motor de Mitsi Car S.A.” reg. n° 24.641 del 21/12/05; CNCP, sala II, causa n° 4270 “Taller de chapa y pintura Autosolutions”, reg. n° 5650 del 9/5/03 y causa n° 4097 “Rubinetti”, reg. n° 5565 del 4/4/03)”. USO OFICIAL “Esa afectación al ambiente o a las personas que trascienda los límites de una jurisdicción territorial, ha sido exigida para otorgar intervención a la justicia de excepción tanto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN, fallos: 323:163, 323:4092, competencia n° 97.XXXIX “Espínola” del 20/5/03, competencia 967 XL “Eternit Argentina SA” del 14/10/04, y a contrario sensu competencia n° 4.XXXIX “Montenegro” 20/5/03), como por el Procurador General de la Nación (ver dictámenes efectuados en el caso que se publica en CSJN: fallos 326:1642, y en competencia n° 29. XLI. “Otero Carlos Adrián c/dcia. Infr. Ley 24.051" del 20/09/05), en forma concordante con el criterio reseñado en el párrafo anterior”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun 3.4.2009 ANN s/Incompetencia@@ Causa 27.635 Reg. 29.706 J. 5 - S. 10 COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. SECUESTRO. SECUESTRO EXTORSIVO. COMPETENCIA DE LA JUSTICIA ORDINARIA. “las recientes reformas legislativas referidas a los delitos tipificados en los artículos 142 bis y 170 del Código Penal no conducen a un abandono del criterio de atribución de competencia en razón de la materia para hechos de esta especie (cf. causa n° 20.753 “Zidar” del 8/1/04, reg. 21.949, y causa n° 22.913 “Alcaraz” del 6/10/05, reg. n° 24.286), conforme al cual si bien las causas en las que se investiga la comisión de alguno de los delitos previstos en el artículo 3, inciso 5, de la ley 48 deben tramitarse ante la justicia de excepción, la competencia ordinaria surge si lo actuado revela inequívoca y fehacientemente que los hechos tienen estricta motivación particular y que, además, no existe posibilidad de que resulte afectada, directa o indirectamente, la seguridad del Estado Nacional o de alguna de sus instituciones (cf. de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Fallos 318:2127, 319:2389, 324:911, 324:1677 y 324:2874; y de esta Sala, causa n° 19.021 “López” del 13/6/02, reg. n° 19.883, y causa n° 19.510 “Escobar” del 7/11/02, reg. n° 20.421)”. “El precedente “Ramaro” (Fallos 328:3963) -en el cual la Corte, por remisión al dictamen del Procurador General de la Nación, en un supuesto de secuestro extorsivo dirimió un conflicto negativo de competencia a favor del Juez federal- no fijó un nuevo criterio sino que sentó una excepción a la regla general. Nótese que no acogió la postura conforme a la cual tratándose de 27 este delito -dada su modalidad, las reformas recientes y la conmoción pública que causa- nunca puede descartarse la afectación a la seguridad del Estado o sus instituciones, sino que basó su decisión estrictamente en las características del caso y razones de economía procesal que desaconsejaban a esa altura el cambio de jurisdicción: concretamente, por el estado ya avanzado, próximo a la etapa de juicio, alcanzado en sede federal y el vínculo que la organización delictiva ostentaba con otros secuestros extorsivos semejantes perpetrados en distintas jurisdicciones y que estaban siendo investigadas en el fuero de excepción”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 16.4.2009 ANorry@@ Causa 27.706 Reg. 29.744 J. 5 - S. 9 COMPETENCIA. RESIDUOS PELIGROSOS. LEY 24.051. LEY 25.612. FUERO ORDINARIO. “a la luz de la normativa que rige la materia de gestión integral de residuos industriales y de actividades de servicios -ley 25.612-, ha quedado zanjada definitivamente la cuestión referente a la competencia para entender en las acciones que derivan de la referida ley, estableciendo que entenderá la Justicia ordinaria que corresponda (artículo 55 de la ley 25.612)”. “A partir de la sanción de la ley 25.612, la competencia para investigar las conductas incriminadas fue deferida a la justicia ordinaria que corresponda (artículo 55), disposición que no fue observada por el Poder Ejecutivo al momento de su promulgación (ver conf. CCCF, Sala II,causa n° 19.524, “N.N. s/infracción a la ley 24.051", registro 20.414, resuelta el 7 de noviembre de 2002)”. “Si bien el primer párrafo del artículo 60 (que derogaba a la ley 24.051 y toda otra disposición que se opusiera a la nueva normativa) fue vetado, ello, en lo que aquí interesa, sólo deja subsistente el régimen penal de la ley 24.051 pero no se extiende a la norma procesal de atribución de competencia indicada, bajo pena de extender en forma indebida el alcance de la decisión del poder administrador, en uso de facultades constitucionales propias, a supuestos que no fueron ni explícita ni implícitamente expresados por él (ver en este sentido C.N.C.P., Sala I, causa N° 5347, “Av. Pta infracción a la ley 24.051 s/recurso de casación”, resuelta el 20 de mayo de 2004, registro n° 6733)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 23.4.2009 ANN s/inf. Ley 24.051@@ Causa 42.640 Reg. 345 J. 1 - S. 1 CORPUS CRIMINI. CORPUS INSTRUMENTORUM. CORPUS PROBATORIUM “este Tribunal ha sostenido que “A los fines de la acreditación de la comisión de un delito, no resulta necesaria la incorporación al proceso del objeto sobre el cual ha recaído la conducta delictuosa -corpus crimini- ni de los medios utilizados en la comisión del suceso -corpus instrumentorum-, ya que basta con que su verificación se produzca por los medios de prueba admitidos -corpus probatorium-...@. (conf. esta Sala en C. N° 35.764 “Ambesi, Ana Estela s/procesamiento, reg. nro. 304 del 19/04/2005 y C.N.C.P., Sala III “Ambesi, A. E. , registro nro. 854.04.3)”. C.C.C. Fed. Sala I Farah - Freiler 8.4.2009 AVelázquez Aguilera@@ Causa 42.931 Reg. 274 DECLARACIÓN INDAGATORIA. EVACUACIÓN DE CITAS. PROCEDENCIA. 28 J. 7 - S. 14 Poder Judicial de la Nación “es necesario recordar que “(...)en tanto prima facie resulten conducentes a la investigación, las citas referidas por el imputado en su indagatoria deben ser evacuadas por el órgano (...) Su incumplimiento puede hacer necesario que se revoque el procesamiento, en tanto la prueba adquirida no sea suficiente para respaldarlo (...)” (Navarro, Guillermo Rafael y Daray, Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación –Análisis doctrinal y jurisprudencial, Tomo 2, Editorial Hammurabi, 2° edición, Buenos Aires, Año 2006, pag. 894)”. C.C.C. Fed. Sala I Farah - Freiler 8.4.2009 AYakubson@@ Causa 42.921 Reg. 273 J. 4 - S. 7 DELITO EXPERIMENTAL. “lleva dicho este Tribunal a partir del fallo “Saidán” que la simulación de compra realizada por la querella “..resulta ser lo que en doctrina se denomina “delito experimental”, dado que la actuación dolosa del imputado fue bajo la influencia de ésta. En este sentido, el conocimiento previo del comprador (quien de ese modo se coloca en esa posición virtual) neutraliza de antemano la eventual lesividad de la decisión de acción contraria al bien jurídico...”(cn° 41.292 “Saidan, Alejandro s/procesamiento”, rta. 14/12/07. reg. 1525), motivo por la cual dicha circunstancia nos USO OFICIAL será tenida en cuenta como elemento cargoso”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 24.4.2009 AGonzález@@ Causa 42.688 Reg. 347 J. 12 - S. 23 DEPÓSITOS JUDICIALES. NATURALEZA. PESIFICACIÓN DE DEPÓSITOS EN DÓLARES. INTERESES NO DEVENGADOS CON POSTERIORIDAD A LA PESIFICACIÓN DE DEPÓSITOS BANCARIOS “el Dr. Daniel Atilio Borroni en representación del Banco de la Ciudad de Buenos Aires, contra la decisión de fs. 1990/1993 que ordenó la aplicación de intereses no devengados y posteriores a la pesificación de los depósitos bancarios como si siempre hubiesen continuado las inversiones a plazo fijo en dólares” “resulta razonable la decisión del a quo dado que los depósitos judiciales no participan de la naturaleza del depósito bancario y, al no tener como esencia la inversión o el ahorro sino sólo el resguardo del dinero de las causas para hacer factibles diferentes actos que se desarrollan durante un proceso judicial, tales frutos se vislumbran procedentes como consecuencia lógica del depósito efectuado en el banco recurrente”. C.C.C. Fed. Sala I Farah - Freiler 7.4.2009 ABanco Ciudad@@ Causa 41.911 Reg. 269 J. 4 - S. 7 DOCUMENTOS. CARACTERÍSTICAS. FALSEDAD IDEOLÓGICA. AUTORIDAD CERTIFICANTE DE UN PARTIDO POLÍTICO. LEY 23.298 “revisten el carácter de documento público aquéllos instrumentos que, con las debidas formalidades legales, autorizan los oficiales públicos o quienes sin serlo se hallan legitimados por el derecho vigente para actuar como tales” (conf. causa n° 15.926 “Minotti”, reg. n° 17.084 del 2/12/99, causa n° 16.309, “Zalloco”, reg. n° 17.362 del 28/03/00, causa n° 21.049 “Dell Archiprette”, reg. n° 22.458 del 18/05/04 y sus citas, entre otras). Ello es -precisamente- lo que sucede con las 29 autoridades certificantes de los partidos, en virtud de lo dispuesto por el artículo 23 inciso “c” de la ley 23.298”. “hemos sostenido -reiteradamente- que incurren en el delito de falsedad ideológica de instrumento público los delegados o autoridades certificadores de un partido político que verifican falsamente en las fichas de afiliación que los ciudadanos han suscripto ante ellos el instrumento, en tanto son responsables de la inserción de datos falsos que el documento debe probar de modo que cause perjuicio (causa n° 25.659 “Roncal”, reg. n° 27.817 del 11/12/07; causa n° 23.322 “Ongay”, reg. n° 24.775 del 7/02/06; causa n° 22.808 “Podestá”, reg. n° 24.149 del 8/9/05, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun 3.4.2009 AMaripil@@ Causa 27.527 Reg. 29.709 DOCUMENTOS. INSTRUMENTO PÚBLICO. FALSEDAD J. 5 - S. 9 IDEOLÓGICA. DELEGADO O AUTORIDAD CERTIFICADORA DE PARTIDO POLÍTICO. “Este Tribunal ha sostenido -reiteradamente- que incurren en el delito de falsedad ideológica de instrumento público los delegados o autoridades certificadores de un partido político que verifican falsamente en las fichas de afiliación que los ciudadanos han suscripto ante ellos el instrumento, en tanto son responsables de la inserción de datos falsos que el documento debe probar de modo que cause perjuicio (cn° 27.353 “Alonso”, reg. n° 29.338 del 16/12/08, cn° 27.224 “Quinteros”, reg. n° 29.339 del 16/12/08, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 30.4.2009 ASternberger@@ Causa 27.685 Reg. 29.817 J. 3 - S. 6 ELEVACIÓN A JUICIO. CLAUSURA DE LA INSTRUCCIÓN. PROCEDENCIA. RECURSOS EXTRAORDINARIOS PENDIENTES DE RESOLUCIÓN. DOBLE INSTANCIA. DOBLE CONFORME “una vez que la situación procesal del imputado y la restricción preventiva de su libertad han sido evaluadas por el Juez instructor y la Cámara de Apelaciones, es posible sustanciar la etapa de crítica instructoria en la forma establecida por el citado artículo 346 y elevar la causa a juicio, si así se resuelve como resultado de la discusión entablada en ese marco...” (cfr. de esta Sala, causa n° 22.225 “Oliverio, Orlando J. y otros s/nulidad”, reg. n° 23.633 del 5/5/05, causa n° 22.468 “Inc. de nulidad de vista del 346 CPPN”, reg. n° 23.972 del 28/7/05, causa n° 23.601 “Orentrajch, Pedro y otros s/nulidad del requerimiento de elevación a juicio”, reg. n° 24.934 del 30/3/06 y causa n° 23.368 “Enre s/nulidad de la vista del art. 346 del CPPN, reg. 25.009 del 20/4/06)”. “No obsta a que la instrucción quede clausurada que subsista alguna vía de impugnación extraordinaria interpuesta por el imputado pues la actividad de control jurisdiccional efectuada hasta entonces -expresada en decisiones concordantes de ambas instancias, que satisfacen consecuentemente la exigencia de la “doble conformidad”- amerita que se le asigne a la imputación verosimilitud suficiente para permitir el avance progresivo del proceso hacia su destino principal: el debate oral y contradictorio (cfr. precedentes citados, a cuyos términos cabe remitirse in extenso)”. “En esta dirección, se ha sostenido que inclusive dentro del esquema restringido de defensa propio de la fase de instrucción el sistema procesal vigente ofrece al procesado y a su asistencia letrada suficientes facultades para ejercer activamente ese derecho sometiendo a control y revisión jurisdiccional la razonabilidad de la imputación que se le dirige; entre ellas, cobra particular interés en resaltar aquí la posibilidad de apelar el procesamiento dictado por el Juez instructor y oponerse al requerimiento de elevación a juicio formulado por el Fiscal”. 30 Poder Judicial de la Nación “De allí se ha concluido que si la imputación persiste tras haber sido sometida a las instancias ordinarias de revisión, no puede supeditarse la continuidad del proceso a que se hayan agotado también las instancias extraordinarias del ordenamiento procesal -en el caso, el recurso de casación y el extraordinario federal- pues requerir que lo actuado en la instrucción sea avalado sucesivamente en cuatro instancias de contralor jurisdiccional desnaturalizaría la esencia fundamentalmente preparatoria de esta etapa, asemejándola más a un juicio de certeza que de probabilidad sobre la responsabilidad del imputado, atentaría contra el ejercicio adecuado y eficaz de la administración de justicia y afectaría la garantía constitucional de la defensa en juicio, comprensiva del derecho de toda persona encausada a ser juzgada en un plazo razonable”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 14.4.2009 ASpolski@@ Causa 27.627 Reg. 29.728 J. 5 - S. 10 ESTUPEFACIENTES. ART. 12 INC. “B” LEY 23.737. USO DE ESTUPEFACIENTES CON OSTENTACIÓN Y TRASCENDENCIA AL PÚBLICO. REQUISITOS TÍPICOS. “el hecho imputado (…) no reúne los extremos exigidos por el art. 12 inc. b de la ley de drogas. En efecto, el citado tipo penal requiere que el uso de estupefacientes se efectúe con “ostentación y USO OFICIAL trascendencia al público”. Se sostiene que “la trascendencia implica que la acción haya sido percibida por terceras personas, y toda vez que la norma hace referencia al público, los sujetos receptores deben ser indeterminados” (Mahiques, Carlos A., “Leyes Penales Especiales”, ed. Fabián Di Plácido, Bs.As., 2004, tomo I, pág.195/6)” (del voto de los Dres. Irurzun y Cattani). “En esta línea de pensamiento, cabe señalar que, la circunstancia destacada por el magistrado, de que el imputado “se encontraba utilizando marihuana en una unidad férrea, siendo las cinco y media de la tarde”, no resulta suficiente para fundamentar la calificación escogida en el auto en crisis. Ello así por cuanto, el tipo penal mencionado, exige la efectiva trascendencia al público, no bastando a tales efectos que el uso de la droga se produzca en lugares expuestos al público o privados, pero con probable trascendencia a terceros (ver Mahiques, Carlos A., obra citada, pág.196)”. (del voto de los Dres. Irurzun y Cattani). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 21.4.2009 ALucero Tévez@@ Causa 27.680 Reg. 29.769 J. 6 - S. 11 ESTUPEFACIENTES. TENENCIA. MATERIAL FRACCIONADO. HECHO ÚNICO “esta Sala ha dicho que “la tenencia de estupefacientes constituye un solo delito y no una reiteración delictual susceptible de ser dividida en diferentes pronunciamientos, y asimismo, resulta irrelevante que la sustancia prohibida se haya secuestrada fraccionada, dado que de todas formas constituye un hecho único sobre el que debe recaer una sola resolución” (c. 29.635, caratulada “Acosta, Hector Gabriel”, reg. 405, resuelta el 28/5/1998 y c. 24.290, caratulada “Nash”, reg. 435, 6/7/1993 y c. 25.481, caratulada “Torrado, Gonzalo”, reg. 394 del 4/7/94)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 22.4.2009 AChávez Ventura@@ Causa 42.880 Reg. 336 J. 2 - S. 3 EXTORSIÓN. ART. 168 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. “La presentación de un hecho como cierto y la amenaza de que se atentaría contra la integridad física o la vida de la supuesta víctima “...no requiere entonces un correlato objetivo- concepto que 31 comprende también la factibilidad concreta de los hechos amenazados - para configurar el medio extorsivo en cuestión, pues la figura, en lo que atañe a su modo comisivo, no se extiende a otro bien jurídico que no sea la libertad, la cual se encuentra menoscabada con la intimidación, que requiere, en consecuencia sólo idoneidad en ese sentido, es decir no para cumplir con el mal amenazado sino para crear tal convencimiento en la psiquis del sujeto pasivo.” (C.C.C.Fed. Sala I, c.n° 42.220 “Franco, Pablo Eliseo s/ averiguación secuestro extorsivo”, rta. el 3/9/08, reg. n° 999)”. “En igual sentido, se ha pronunciado la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional de esta ciudad al señalar que para la configuración del delito de extorsión “Es suficiente que la producción del mal amenazado luzca dependiente de la voluntad del sujeto activo, que verosímilmente pueda creer que está en poder del intimidante concretarlo”... “Si bien el damnificado iba a realizar una disposición patrimonial que habría de perjudicarlo, motivado por un artificio de los autores, no se configura el delito de estafa ya que ellos no lo indujeron a error, sino a una férrea compulsión, resultando su finalidad conformar una intimidación basada en la mentira y así obligarlo a la entrega del dinero exigido.” (conf. C.N.C.C. Sala IV c. n°26.034 “Fernández, Susana” rta. el 31/3/05)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 28.4.2009 ADos Santos@@ Causa 27.758 Reg. 29.807 J. 5 - S. 10 FUNCIONARIO PÚBLICO. EMPLEADO PÚBLICO. CONCEPTO. ALCANCES. “el concepto de funcionario y empleado público se relaciona con la participación de la persona en la función pública de acuerdo al propio artículo 77 del Código Penal. Así, A...existe un concepto funcional de funcionario público, que le es propio al Derecho Penal, y según el cual la incorporación formal a la administración pública no es la única y exclusiva razón que legitima la imputación de delitos funcionales, sino también, y por encima de las consideraciones administrativas, la simple participación en el ejercicio de funciones públicas...@ (ver de esta Sala, causa n° 22.309 ASznajder@, reg. n° 23.671 del17/5/05, causa n° 24.080 ACavallo@, reg. n° 26.102 del 30/11/06, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 1.4.2009 ASalvatierra@@ Causa 27.571 Reg. 29.703 J. 3 - S. 6 INTIMIDACIÓN PÚBLICA. REQUISITOS TÍPICOS. “en cuanto a la falta de un peligro común producto de la presunta ausencia de explosivos, que la colocación de tales artefactos no constituye requisito del tipo en cuestión, concentrado en cambio, en la proscripción de la conducta de hacer señales, dar voces de alarma, amenazar con la comisión de un delito de peligro común o de emplear otros medios materiales idóneos con el fin de infundir un temor público o suscitar tumultos o desórdenes”. “En este contexto, la efectiva aplicación de explosivos, o bien se constituye como la circunstancia agravante prevista por la norma o, según el caso, podría resultar idónea para reemplazar la aplicación de la figura en virtud de la subsidiariedad expresa a la que se refiere el artículo en cuestión”. C.C.C. Fed. Sala I Farah - Freiler 8.4.2009 AColegio Francescano@@ Causa 42.812 Reg. 279 J. 6 - S. 11 MARCAS Y DESIGNACIONES. REQUISITOS TÍPICOS. INSCRIPCIÓN PREVIA. 32 Poder Judicial de la Nación “la tutela penal de los derechos protegidos por la ley 22.362 necesariamente requiere la previa y efectiva inscripción, motivo por el cual, y no obstante la notoriedad que puedan tener las marcas cuestionadas, la acreditación de los registros correspondientes resulta insoslayable para la persecución penal (ver en este sentido, de esta Sala, C.N° 38.932 “Lauría”, reg. 501, del 01/06/06, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala I Farah - Freiler 8.4.2009 APozueta@@ Causa 42.232 Reg. 280 J. 2 - S. 4 MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FACULTADES. ART. 120 C.N. AUTONOMÍA FUNCIONAL. “Nuestra Constitución Nacional impide a los jueces ejercer una actividad que exceda del conocimiento y decisión de los casos previamente planteados por un órgano con autonomía funcional -Ministerio Público- (ver c.n°35.096 “Bonadío, Claudio”, Reg. 38 rta. 4/3/04, de esta Sala I)”. “Consecuentemente, corresponde invalidar el resolutorio a través del cual el a quo elevó las actuaciones al Fiscal General a efectos de que éste dirima su conflicto con el agente fiscal. Ello no solo porque el juez carece de facultades expresas en la ley procesal federal para ordenar esa USO OFICIAL elevación en consulta, sino porque tal proceder es producto de una construcción pretoriana in malam parten que, en tanto se opone al principio constitucional de legalidad material, coloca al imputado en una situación injustificablemente perjudicial”. “Vale reiterar entonces que, frente al dictamen del agente fiscal efectuado en ocasión de pronunciarse en virtud de la vigencia de la acción penal (fojas 179/180vta.), el juez de instrucción debe resolver, una vez superado el examen de legalidad y razonabilidad del mismo”. “Esto es la mejor forma en la que, a nuestro juicio y sobre este punto, los jueces podemos “solucionar con prudencia la difícil convivencia entre el art. 120 de la Constitución Nacional, de la ley orgánica del Ministerio Público y un código procesal en el que perduran innumerables elementos inquisitivos...” (V. C.S.J.N. Q. 162 XXXVIII “Quiroga”, Edgardo Oscar s/causa n°4302" del 23/12/04)”. “Esto último, claro está no impide que -a través de mecanismos internos propios y exclusivos del Ministerio Públicos Fiscal consecuentes con el principio de unidad y coherencia de éste- los fiscales generales controlen los criterios de los agentes fiscales antes de que éstos formalicen sus opiniones en el proceso”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 28.4.2009 APaltian Rentz@@ Causa 42.543 Reg. 351 J. 11 - S. 21 NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. ART. 265 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. “La acción sancionada por el delito bajo análisis, conforme surge del texto legal, es la de “interesarse” en un contrato u operación en la que el funcionario público intervenga por razón de su cargo. Se trata de “volcar sobre el negocio ... una pretensión de parte no administrativa”, es decir, de actuar en la operación “no sólo como funcionario, sino, conjuntamente, como particular interesado en una determinada decisión o actuación de la administración” (Creus, Carlos, “Derecho Penal, parte especial”, ed. Astrea, Buenos Aires, 1999, Tomo II, pág. 299)”. “La confluencia de intereses disímiles en el funcionario ha sido denominada por la doctrina como “desdoblamiento del agente”, toda vez que éste actúa como funcionario -representando al estadoy, a la vez, como particular. Se admite que el indebido interés de parte puede manifestarse en 33 cualquier etapa de la operación, desde las tratativas hasta su conclusión total. (Donna, Edgardo Alberto, “Delitos contra la Administración Pública”, ed. Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 2002, pág. 318 y ss.)”. “Adviértase que, como lo ha sostenido reiteradamente esta Sala, la figura penal bajo análisis “... apunta al funcionario público que desdobla su personalidad y, a la par de representar al Estado, actúa como parte interesada ... El resultado es el desvío de poder en desmedro del necesario interés unilateral que debe arrimar toda actuación de un órgano estatal, procediendo con tendencia beneficiante, condicionando la voluntad negocial de la administración por la inserción de un interés particular” (conf. c. 22.371 “Martínez de Hoz”, rta. 15/11/90, reg. 742; c. 28.847 “Lira”, rta. 4/11/97, reg. 943; c. 34.844 “Dirección Nacional del Registro de la Propiedad Automotor”, rta. 19/5/03, reg. 384; c. 37.737 “Alvarez, Atilio José y otros s/ procesamiento y embargo”, rta. 18/8/05, reg. 839; Sala II c. 12.840 “Nicolini”, rta. 29/5/96, reg. 13.177 y c. 12.307 “Tedesco Balut”, rta. 16/9/96, reg. 13.497, c. 38.401, “Alzogaray”, rta. 20/12/05, reg. 1489, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 21.4.2009 ALeonetti@@ Causa 42.511 Reg. 324 J. 11 - S. 21 PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. DESCRIPCIÓN DEL HECHO IMPUTADO AL RECIBIR DECLARACIÓN INDAGATORIA. CALIFICACIÓN JURÍDICA. DERECHO DE DEFENSA. “...no es correcto sostener la invalidez de la requisitoria por no guardar coherencia la calificación jurídica seleccionada por el acusador con el hecho que se describe, si estando este adecuadamente descripto, la disparidad de criterio acerca del encuadramiento típico, el error en que el acusador podría haber incurrido o, aun, la eventual contradicción entre el hecho reprochado y su calificación, no afectan el ulterior derecho de defensa del imputado acerca del hecho endilgado...”(conf. Navarro Guillermo-Daray Roberto. Código Procesal Penal de la Nación, antes citado, pag. 730) (Sala II de esta Cámara de Apelaciones, causa n° 24.962 “Fernández Madero, Jaime s/nulidad”, reg. 26.799 del 15/5/07)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 30.4.2009 AAnchorena@@ Causa 27.612 Reg. 29.824 J. 11 - S. 21 RECURSO DE APELACIÓN. MOTIVACIÓN. REQUISITOS. “la motivación no puede ser otra cosa que marcar las premisas de las que el juez se vale en su razonamiento para arribar a la conclusión que se impugna o señalar aquellas otras que ha omitido merituar, especificar los puntos de agravio, identificar qué argumentos utilizados resultan censurables y cuáles se soslayaron ponderar, todos extremos que no se han respetado en las presentaciones en cuestión”. “En la instauración de los recursos a los que se alude en el artículo 438 del Código Procesal Penal de la Nación se exige la manifestación concreta y sintética de los motivos en los que se sustenta la impugnación, lo que encuentra su ratificación el artículo 445 de dicho cuerpo normativo, según el cual, los motivos del agravio posibilitan a la Alzada delimitar el marco de su conocimiento y coetáneamente determinar los puntos de la resolución que se cuestionan (conf. Código Procesal de la Nación -Ley 23.984- comentado y concordado, Levene, R. (H), Casanovas, J., Levene y Hortel, E., págs. 387)”. C.C.C. Fed. Sala I Farah - Freiler 8.4.2009 ADecoud Griet@@ Causa 42.305 Reg. 277 34 J. 2 - S. 3 Poder Judicial de la Nación SECRETO PROFESIONAL. MÉDICO. DERECHO A LA INTIMIDAD. DERECHO A LA SALUD. “no debemos perder de vista que el deber de confidencialidad que tienen los médicos respecto de lo que le comuniquen sus pacientes encuentra sustento constitucional en el derecho a la salud y a la intimidad del que gozan los ciudadanos (arts. 19 y 33 de la Constitución Nacional), como correctamente lo ha señalado el juez de la anterior instancia”. “En cuanto al primero de estos principios, difícilmente podría existir una adecuada atención médica si la persona no confía en que su médico guardará secreto de todo aquello de lo que se entere o comunique de forma confidencial en el marco del tratamiento de su padecimiento. Es en virtud de ello que la institución del secreto médico desde antiguo se encuentra prevista en los códigos de ética o leyes de ejercicio de cualquier profesión vinculada al arte de curar”. “A partir de allí puede afirmarse que existe una razonable expectativa de intimidad en esa relación con el médico y toda la información que en ese ámbito surja, y, por lo tanto, quedará exenta del conocimiento generalizado por parte de los demás y no será objeto de intromisiones arbitrarias (en este sentido, Nino, Carlos S., Fundamentos de derecho constitucional, Ed. Astrea, Bs. As., 2000, pág. 327; y C.S.J.N. Fallos: 306:1892 “Ponzetti de Balbín”). Este derecho, que se desprende del artículo 19 de nuestra Ley Fundamental, también lo encontramos reconocido ampliamente en los tratados internacionales de derechos humanos con jerarquía constitucional (art. 12 de la D.U.D.H.; USO OFICIAL art. 11 de la C.A.D.H.; art. 17 del P.I.D.C.P.; y arts. 5, 9 y 10 de la D.A.D.D.H.)”. “debe descartarse que la médica haya estado obligada a comunicar a la autoridad los hechos de los que tomó conocimiento de parte de Muñóz Alcala pues no se trataba de un delito de los mencionados en el artículo 177, segundo párrafo, del Código Procesal Penal de la Nación, ya que no era contra la vida y la integridad física del paciente, y, por otro lado, los conoció en el marco del secreto profesional, por lo que tenía vedado, como señala ese artículo, divulgarlos”. “Si a ello sumamos el deber de abstención que tienen los médicos de declarar sobre los secretos que tomaron conocimiento en ejercicio de su profesión que surge del artículo 244 del mismo código, se destierra toda posibilidad de interpretar que estos profesionales podrían igualmente denunciar a sus pacientes en atención a la facultatividad de ese acto (artículo 174 del C.P.P.N.) o que la denuncia penal sea siempre justa causa en los términos del artículo 156 del Código Penal. Es que una exégesis de este tipo –como pretende el fiscal– desconoce que, estando en juego un aspecto de la intimidad de las personas, “...sólo por ley podrá justificarse la intromisión, siempre que medie un interés superior en resguardo de la libertad de los otros, la defensa de la sociedad, las buenas costumbres o la persecución del crimen" (C.S.J.N. Fallos: 306:1892 “Ponzetti de Balbín”), y en nuestro sistema es la misma ley procesal penal que excluye esa posibilidad”. “Podrá haber en algunos casos justa causa para violar el secreto profesional y denunciar penalmente al paciente, pero para ello será necesario, por ejemplo, que exista una amenaza de un mal futuro que pueda evitarse para el mismo enfermo, el facultativo o terceros, pero no por el sólo interés en el castigo de los delitos. Ello se debe a que, para poder limitar los derechos fundamentales de los ciudadanos, como es el derecho que ampara al imputado, no alcanza con la mera invocación de que se trata de una investigación penal de un delito grave ni tampoco con señalar que todos los derechos son relativos, sino que se requiere la necesidad de preservar otros derechos (en este sentido, de esta sala, causa n° 38.513 “Prieto” reg. n° 1243, del 14/11/2006, con cita de la C.S.J.N. Fallos: 312:496 y de Nino, Carlos S., Fundamentos de derecho constitucional, ed. Astrea, Buenos Aires, 2002, pág. 481)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 30.4.2009 AMuñóz Alcala@@ Causa 41.557 Reg. 372 J. 6 - S. 11 35 SUSTRACCIÓN DE MENOR DE 10 AÑOS. ART. 146 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. “los supuestos típicos descriptos en el artículo 146 del Código Penal son sustraer a un menor de diez años del poder de sus padres, tutor o persona encargada de él, retenerlo u ocultarlo”. “Lo que penaliza dicha norma legal es el ataque a la tenencia del menor por parte de quienes la ejercen legítimamente. Como delito contra la libertad, lo que toma en cuenta la ley es el libre ejercicio de las potestades que surgen de las relaciones de familia que tienen ciertos sujetos originariamente o por delegación. El autor se apodera de la persona del menor apartándolo del lugar en el que se ejercía su tenencia en virtud de los derechos derivados de la patria potestad, tutela o guarda, o impidiendo que el legítimo tenedor vuelva a la tenencia interrumpida, vulnerando en ambos casos la libertad del ejercicio de tales derechos (Conf. Carlos Creus. Jorge Eduardo Buompadre “Derecho Penal. Parte especial”, tomo I, págs. 347 a 350, Ed. Astrea, Buenos Aires, 2.007)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 21.4.2009 AMiranda@@ Causa 27.739 Reg. 29.765 J. 4 - S. 8 AGENTE PROVOCADOR. INEXISTENCIA. IMPUTADO QUE VOLUNTARIAMENTE OFRECE AL PÚBLICO LA REALIZACIÓN DE LA MANIOBRA INVESTIGADA. INVESTIGACIÓN VOLUNTARIA DE LA QUERELLA “en casos análogos al presente el Tribunal ha sostenido que “…resulta claro que no puede hablarse de una provocación al encausado para cometer el eventual delito, en tanto fue él mismo quien voluntariamente ofreció al público la realización de la maniobra. Se demuestra así, que la actitud previa del imputado fue desplegada libremente y sin coacciones, dando cuenta de una predisposición para delinquir anterior al contacto que realizó el empleado de Nextel para probar la operación ilícita.” (ver causa 23.987, “Algañaraz”, rta. el 7/11/2006, reg. nro. 25.975). En base a ello, puede afirmarse que la investigación voluntaria de la querella no ha conculcado ningún derecho del procesado”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Farah 19.5.2009 AZicavo@@ Causa 26.973 Reg. 29.883 J. 10 - S. 20 COMPETENCIA. CONTIENDA. DECISIÓN DEL SUPERIOR. REPLANTEO DE LA CUESTIÓN. ESTABILIDAD DE LA COMPETENCIA. “la Corte Suprema de Justicia ha dicho que: “...Una vez asignada la competencia queda vedado el replanteo de la contienda aún por vía de incidencia promovida por las partes, salvo nuevas probanzas modificatorias...” (CSJN, Fallos:308:273; 307:1608 y 1696), en razón de que dicha asignación tiene el valor de cosa juzgada formal y opera, además, el principio de estabilidad en la competencia. El valor último atrincherado por esta regla radica en evitar la privación de justicia –cfr. Navarro, Guillermo Rafael y Daray, Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación, análisis doctrinal y jurisprudencial”, Ed. Hammurabi, 1° Edición, Buenos Aires, 2004, Tomo 1, ps. 192 y 193-.” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Farah 12.5.2009 ANN s/delito acc. Pub.@@ Causa 42.462 Reg. 437 36 J. 11 - S. 21 Poder Judicial de la Nación COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. MANIOBRA DELICTIVA CON POSIBLE PERJUICIO AL BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA. “el artículo 33 del Código Procesal Penal de la Nación, que establece los casos en los que corresponde que entienda la justicia federal, dispone específicamente en su inciso “c”, en su parte pertinente, que el juez federal debe intervenir en el conocimiento de los hechos que: “...tiendan a la defraudación de las rentas de la Nación u obstruyan y corrompan el buen servicio de sus empleados...”. “En esta dirección, el artículo 27 de la Carta Orgánica del Banco de la Nación Argentina establece expresamente la competencia exclusiva y excluyente de la jurisdicción federal”. “Al respecto, la Corte Suprema de Justicia ha interpretado el mencionado artículo estableciendo lo siguiente: “...el legislador asigna la competencia en razón de la persona, sin hacer distinciones en cuanto a la materia del pleito...” “...Al respeto, cabe recordar que la demandada es una entidad autárquica del Estado Nacional, por lo que posee personería jurídica y patrimonios propios; pero estas entidades descentralizadas son creadas para cumplir un fin público que, en el caso del Banco Nación, se halla establecido en el artículo 3 de su Carta Orgánica...” Por lo que concluye en que:“... Es competente la justicia federal para entender en las causas en que la Nación o uno de sus organismos autárquicos es parte, máxime en aquellas en que eventualmente pudiera derivar un perjuicio al patrimonio del Banco de la Nación Argentina, de acuerdo a los artículos 116 de la USO OFICIAL Constitución Nacional y 27 de la ley 21.799 (Adla, XXXVIII-B, 1437) que opera como norma específica sobre lo normado genéricamente en el Código Procesal...” (fallos 323:2893).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 19.5.2009 ANN s/Incompetencia@@ Causa 42.874 Reg. 461 J. 10 - S. 20 DEBIDO PROCESO. SISTEMA ACUSATORIO. DIVISIÓN DE FUNCIONES DE ACUSAR Y JUZGAR. NE PROCEDAT IUDEX EX OFICIO. “el presente conflicto se enmarca en un principio constitucional que rige la estructura tríadica del proceso como garantía orgánica en protección del justiciable, según el cual las funciones de perseguir y acusar por un lado y la de juzgar por el otro, se encuentran a cargo de órganos diferentes”. “La separación formal de estas funciones -acusar y juzgar- fue necesaria para garantizar la defensa individual: ella se reputó imposible sin crear un acusador (contradictorio) que circunscribiera la imputación concreta que el imputado estaba facultado a resistir y contestar... el respeto de esta distribución de funciones por las leyes procesales gobernadas por el principio de oficialidad, conforme al sistema penal que realizan, su conformación es harto conflictiva, en situaciones jurídicas de extrema tensión. Por ejemplo: si no se quiere conceder al ministerio público un poder discrecional sobre la persecución penal (principio de oportunidad), es indispensable el control de sus dictámenes cuando conducen a la clausura de la persecución penal”. (Julio B. J. Maier, “Derecho Procesal Penal I.-Fundamentos” 2da edición, Buenos Aires 2004, Ed. Editores del Puerto, pág. 826)”. “En consecuencia y por aplicación del principio ne procedat iudex ex oficio sólo un representante del Ministerio Público Fiscal se encuentra facultado para iniciar la acción penal (cn° 38.122 “Palacios, M. J.” rta el 30/11/05, reg. 1392)”. “Característica del poder judicial es la de no poder actuar más que cuando se recurre a él, o según la expresión legal, cuando se apela a él... Por naturaleza el poder judicial carece de acción. Es preciso ponerle en movimiento para que se mueva... El poder judicial violentaría en cierto modo 37 esa naturaleza pasiva si actuase por sí mismo...” (Luigi Ferrajoli, “Derecho y Razón”, ed. Trotta, Valladolid, pág. 644)”. “Ahora bien, nos encontramos frente a un caso en el cual la denuncia ha sido desestimada por el Fiscal sin intervención de particular alguno, por lo cual, más allá del acierto o error, el Juez a quo no se encontraba legitimado para actuar por su cuenta”. “En este sentido, el magistrado Federal dispuso la declaración de incompetencia del Tribunal a su cargo, sin contar con acción penal ni un eventual pedido de incompetencia o de aplicación de las reglas de del art. 106 del Reglamento para la Jurisdicción, sino con una expresa opinión en contrario. Es decir, relativa a que no existía un “caso” en los términos del art. 180 del C.P.P.N.”. “Lo expuesto no implica la imposibilidad del Juzgador de controlar el dictamen fiscal mediante una adecuada revisión de su legalidad y razonabilidad en el proceso penal (ver cn° 37.543 “Cirielli, Ricardo” rta. 18/07/07 reg. 803; cn° 38.122 “Palacios” rta. 30/11/05 reg. 1392; cn° 38.644 “A.N.S.E.S.”rta. 23/05/06 reg. 443; cn°40.132 “Ramos, Nicolás” rta. 05/06/07 reg. 502; 40340 “García, Jose” rta.27/08/07 reg. 934 , entre otras)”. “Todo lo expuesto nos permite respaldar la nulidad que hemos de declarar, toda vez que del actuar del magistrado surge que las garantías amparadas por el mandato constitucional de separar las funciones de juzgar y acusar (art. 18 y 118 de la CN) se encuentran vulneradas. Luigi Ferrajoli enseña que: “La garantía de separación... representa, por una parte una condición esencial de la imparcialidad (terzietá) del juez respecto a las partes de la causa, que, como se verá es la primera de las garantías orgánicas que definen la figura del juez; por otra, un presupuesto de la carga de la imputación y de la prueba, que pesan sobre la acusación, que son las primeras garantías procesales del juicio...”(Luigi Ferrajoli, “Derecho y razón”, Ed. Trotta, 5ta. edición, Madrid, 2001, p.567, citado en el precedente “Palacios”)”. “Asimismo, lleva dicho esta Sala que: “...aún cuando persistan en nuestro proceso fuertes elementos inquisitivos, lo cierto es que las funciones en pugna han sido puestas en cabeza de órganos estatales diversos -de allí su carácter mixto-, de modo de preservar, cuanto menos, uno de los aspectos de la imparcialidad objetiva...” (cn° 40.340 “García Iglesias José”, Sala I, CCCF)”. “En definitiva, la omisión por parte del Juzgador de revisar la razonabilidad y legalidad de la pretensión desestimatoria del Fiscal provocó la confusión de funciones prohibida constitucionalmente, razón por la cual, todo lo actuado por el Juez a quo queda viciado de una nulidad de orden general, por violación de garantías constitucionales (art. 167 inc. 2, 168 2do párrafo, 172 y cctes. CPPN)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Farah 7.5.2009 ANN s/delito de acción pública@@ Causa 42.948 Reg. 402 J. 2 - S. 4 DERECHO DE ASISTENCIA. ART. 200 CPPN. FACULTAD DE LOS ABOGADOS DE LAS PARTES DE ASISTIR A LAS AUDIENCIAS DURANTE LA ETAPA DE INSTRUCCIÓN. DEFENSA EN JUICIO. DISIDENCIA. “la plena realización de las garantías individuales no puede permanecer expectante a una segunda instancia que, en un gran número de casos, es posible que nunca llegue. Ante un panorama como el que aquí se ha definido, y que auspicia un futuro con más y mayores canales alternativos para la resolución de los conflictos punitivos, prescindiendo del debate, aquellas garantías exigen ser respetadas desde los mismos albores del proceso penal. Y entre ellas se encuentra, con una incidencia vital para la existencia de un juicio leal a las aspiraciones constitucionales, el derecho de defensa, así como el de ser oído y el de probar y controlar la prueba como sus más características manifestaciones. Un derecho que, básicamente, y en cada instancia, implica como pauta esencial 38 Poder Judicial de la Nación del proceso la capacidad del imputado, no sólo de poner en evidencia la falta de fundamento de la potestad punitiva del Estado, sino también cualquier otra circunstancia que la atenúe” (Del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Farah). “La referida facultad sugiere acordar, a quien resulta imputado en un proceso, el ejercicio de la atribución de ser escuchado por todos aquellos que han de evaluar su conducta a través de las diferentes etapas de la causa llevada en su contra. Y ello pues, precisamente en el ejercicio de ese derecho a ser oído, es que se encuentra aquel pilar de un proceso contradictorio que sólo es posible en la medida en que el acusado pueda, a la vez que valorar, formar y controlar la prueba, el exponer -cualquiera sea la instancia que transite la causa- las razones fácticas y jurídicas que le permitan destruir la imputación en su contra” (Del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Farah). “En definitiva, se trata de una garantía que, lejos de la errónea lógica de reconocerla en toda su extensión sólo para la instancia de debate, en un Estado de garantías no puede sucumbir durante esta etapa de instrucción que, gravosa como resulta, “compromete el honor, la reputación y la tranquilidad de una persona legalmente inocente, que puede restringir su libertad, afectar su patrimonio, o alejarlo de su actividad ordinaria o de su familia, dejando a ésta en el desamparo; que, en fin, puede adquirir las formas y la severidad de una pena, causando la deshonra y la ruina irreparables” (VELEZ MARICONDE, Alfredo, Derecho Procesal Penal, Tomo I, Lerner ediciones, USO OFICIAL segunda edición, Buenos Aires, 1969, p. 386)” (Del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Farah). “De ahí que, como punto de partida, ha de tenerse presente que no puede ceñirse al único momento de debate un derecho de defensa que ampliamente debe ser ejercido en cada uno de los ámbitos de un proceso que, originado en esas especiales formas de acusación contenidas ya en la etapa instructoria, conforman la sujeción del imputado a la potestad punitiva de la Nación” (Del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Farah). “Es por ello, entonces, que también debe serle acordado al imputado, con la misma intensidad con la que se desenvuelve durante el juicio oral y público, la posibilidad de que su defensor asista a las medidas probatorias que se practican durante la instrucción, como la de presenciar las declaraciones testimoniales que en su seno se reciban y la de poder formular preguntas a quienes en tal carácter comparezcan. Y ello por cuanto el abogado defensor, tanto particular como oficial, no constituye una parte más del proceso, otro de los tantos actores que se desenvuelven hacia su interior, sino que constituye el auxiliar técnico, el cauce de expresión jurídica de una defensa que es propia del imputado, en procura de que el derecho de defensa que sólo a éste asiste no se agote en una proclama sublime, pero vacía. En definitiva, la presencia de un letrado que asista al justiciable a lo largo de las instancias procesales no es más que aquel requisito necesario para posibilitar “...la realización del ideal de equiparar las posibilidades entre el acusador y el acusado, en miras a una decisión judicial” (MAIER, Julio B., Derecho Procesal Penal, I. Fundamentos, Del Puerto, Buenos Aires, 2° edición, 1999, p. 584)” (Del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Farah). “En consecuencia, a efectos de que esas aspiraciones, que no hacen sino suponer las instancias de un juicio justo, no sucumban es que debe reconocerse, como con acertada previsión lo hace el art. 202 del ordenamiento ritual, la posibilidad de que el defensor asista a los actos de la instrucción, siempre y cuando ello no atente contra su debida marcha, tal como la citada normativa estipula” (Del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Farah). “De tal forma, en tanto la presencia del abogado que ejerce la defensa del imputado “...no ponga en peligro la consecución de los fines del proceso o impida una pronta y regular actuación”, ninguna otra causal, que no sea de estas dos específicamente contempladas, podría impedir el 39 eficaz ejercicio de una atribución por la cual se canaliza el derecho de defensa en juicio” (Del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Farah). “la discrecionalidad con la que en la etapa preliminar, puede el instructor conceder o no la oportunidad a la defensa de asistir a los actos de la instrucción, encuentra justificación en que “los elementos que allí se reúnan no sirven para fundar una condena, que sólo puede ser fundada en los actos del debate posterior” (Maier, Julio E. “Derecho Procesal Penal. I. “Fundamentos”, Editores del Puerto S.R.L., Buenos Aires, 2.002, pág. 452). Sólo “existe un derecho ‘fuerte’ de asistencia para el defensor en aquellos actos titulados ‘definitivos e irreproducibles’...”, en tanto “una vez documentados pueden ser incorporados al debate por lectura” (Maier, Julio E. “Derecho Procesal Penal. II. Parte General. “Sujetos Procesales”, Editores del Puerto S.R.L., Buenos Aires, 2.003, págs. 271/272 )” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “Tal circunstancia se tuvo en cuenta cuando en oportunidad de resolver un planteo de similares características en la causa n° 40.776, caratulada “Fulvio Madaro s/queja por apelación denegada”, esta Sala dijo que “...La tesis contraria yerra al convertir el estadio instructorio en el verdadero juicio desnaturalizando el proceso y alejándolo, paradójicamente, del paradigma constitucional del debido proceso. (...) Obviamente, esto último no es cuanto aspira el Máximo Tribunal al dictar el fallo “Benítez”, donde insiste en el carácter insustituible de la prueba del debate para fundar la condena. Sostener, inversamente, que lo que está diciendo la Corte es que, ante el riesgo de que la prueba de instrucción se torne irreproducible, el debate deba adelantarse a dicha etapa no sólo es un razonamiento falaz sino que, además, exhibe la inconsistencia de pretender asegurar el derecho de interrogar a los testigos a costa de sacrificar el procedimiento principal donde ‘el acusador y el acusado se enfrentan, a la manera del proceso de partes, en presencia de un equilibrio procesal manifiesto’ y donde precisamente el debate oral y público encuentra su razón principal en el control de la prueba (Maier, op.cit., págs. 579, 585 y sstes.)” (Rta. 17/6/07, Reg. 773/07)” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 26.5.2009 AMenéndez@@ Causa 42.441 Reg. 493 J. 11 - S. 22 DISCRIMINACIÓN. LEY 23.592. COMPETENCIA. “esta Sala tiene dicho que “...la concurrencia en el caso de la previsión legal descripta en el artículo 2 de la ley 23.592, no determina la competencia de este fuero federal si no existe un interés nacional comprometido, y que por ende corresponde declinar la competencia en favor de la justicia ordinaria cuando surja inequívoca y fehacientemente de lo actuado que los hechos tienen estricta motivación particular y que, además. no existe posibilidad de que resulte afectada, directa o indirectamente, la seguridad del Estado Nacional o de alguna de sus instituciones ...” (ver cn° 21.815 “Garbini Montania, Juan y otros”, rta. el 7/10/04, reg. n° 22.970; cn° 25.103 “N.N. s/ incompetencia”, rta el 17/4/07, reg. n° 26.683; CSJN, 327:4679)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Farah 19.5.2009 AMoya@@ Causa 27.815 Reg. 29.879 DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN. REQUISITOS J. 2 - S. 4 TÍPICOS. INSTRUMENTO APÓCRIFO INCAPAZ DE PASAR INADVERTIDO POR EL COMÚN DE LA GENTE “es oportuno traer a colación lo dicho por este Tribunal en cuanto a que "si la falsificación instrumental es a todas luces bastarda, torpe e incapaz de pasar inadvertida para el común de la gente, descartándose de plano la posibilidad de éxito del engaño, tal circunstancia priva al 40 Poder Judicial de la Nación documento de toda aptitud lesionadora del bien jurídico, excluyendo su tipicidad" (c.n° 29.152, “Cardinali”, del 09/12/97, reg. n° 1047 y c.n° 27.462, “Moreira”, del 02/04/96, reg. n° 276 y c. n° 41.871 “Obregón”, del 16/07/08, reg. n° 809, entre otras)”. “En ese orden, señala Alfredo Molinario que “La acción de falsificar imitando un modelo precisa que el objeto creado (falso) tenga la apariencia del genuino, para lo cual debe tener gran parecido con él. Esto excluye los casos en que la moneda falsa fuese tan burda como para no ser aceptada por el común de las gentes. Pero, sin embargo, puede ocurrir que una persona elegida precisamente por sus pocas luces, o a quien, se la distrae con algún ardid, la reciba” (del autor, “Los Delitos”, Editorial Tea, Bs. As., 1999, página 473); esta última circunstancia no ocurre en el caso concreto toda vez que a quienes se les intentó entregar los billetes eran personas vinculadas con el comercio”. “En el caso concreto, de las particularidades de los billetes secuestrados, en torno a que habrían sido realizados mediante el sistema de chorro a tinta, lo cual denota una clara diferencia en su coloración con relación a los originales, así como también el hecho de que las imágenes plasmadas en ellos resultan ostensiblemente diferentes a los auténticos, a tal punto que en ambas oportunidades aquellas personas a quienes el imputado les presentó los billetes, advirtieron inmediatamente su falsedad (ver declaraciones de fs. 5/6, 34 y 151), permiten afirmar su falta de USO OFICIAL idoneidad para afectar la fe pública”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 28.5.2009 ARibles Rible@@ Causa 43.094 Reg. 505 DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN. REQUISITOS J. 12 - S. 24 TÍPICOS. PERJUICIO. INSTRUMENTO APÓCRIFO CAPAZ DE PASAR INADVERTIDO “el instrumento secuestrado a (…) presenta atributos similares a uno verdadero, teniendo en cuenta que para que la utilización de un documento adulterado no sea considerada típica, este debe carecer a todas luces de la capacidad necesaria para pasar inadvertido a primera vista para el común de la gente, lo que descartaría de plano la posibilidad de causar el perjuicio exigido por la figura penal, circunstancia ésta que no se corrobora en los presentes actuados (Conf. c. 32.745, caratulada “Escobar, Fabián s/sobreseimiento”, registro n° 182, resuelta el 22/3/01 y c. 37.459, caratulada “Vargas, Orfelia y otra s/procesamiento”, registro n° 398, resuelta el 12/5/05, ambas de esta Sala Primera)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 5.5.2009 AQuevedo Solano@@ Causa 42.950 Reg. 387 J. 2 - S. 4 DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN. USO. ESTAFA. CONCURSO DE DELITOS. DISIDENCIA. “cuando el autor o partícipe de la falsificación a la vez usa el documento, no caben dudas de que el artículo 292 desplaza al 296 por aplicación de las reglas del concurso aparente (alternatividad), dado que el uso perfecciona o agota un requerimiento típico de la falsedad -la posibilidad de perjuicio- (conf. de esta Sala, causa n° 24.168 “Casco” , reg. n° 25.777 del 28/9/06)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Se ha sostenido que aunque el uso del documento público adulterado no constituye un factor necesario de consumación del delito de adulteración, no queda tampoco excluido de él: el uso no hace más que continuar la consumación y, por consiguiente, vendría a ser una grosera vulneración del non bis in idem castigar aquel uso aplicándole dos figuras distintas (conf. Cámara de Casación Penal, Sala II, causa n° 2.937 “Marchinandiera, Daniel” del 19/3/01 y causa n° 4.212 “Martínez, 41 Roxana” del 17/2/03, con remisión a Creus, Carlos “Falsificación de documentos en general”, 2da. Ed. actualizada, Astrea, Buenos Aires, 1.993, pág. 210)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “En virtud de ello, como el procesamiento en orden a la falsificación del documento en cuestión resulta comprensivo de la del uso de documento público adulterado, esta última no puede hacerse concurrir en forma ideal con el delito de estafa cometido con ese instrumento adulterado” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “entiendo que no se puede aplicar dos figuras distintas a la maniobra investigada en autos respecto del documento público falso, lo que claramente vulneraría el principio enunciado por la defensa, pues en la hipótesis delictiva en la que la persona que hizo uso del documento falso habría participado en su confección, por lo menos aportando su fotografía, existe -entre la falsificación del documento y su uso- un concurso aparente por subsidiariedad tácita, en virtud del cual, el uso, como hecho lesivo relevante, subsume en sí, en caso de efectuarse, todos aquellos actos que hayan significado su preparación, como es la falsificación (conf. Sala 1 de esta Cámara, causa n° 40.450 “N.N. s/competencia” del 15/11/07, reg. n° 1372 y causa n° 36.606 “Banco Río S.A. s/ incompetencia” del 21/12/04, reg. n° 1421, entre otras)” (Del voto del Dr. Farah). “Al mismo tiempo, la relación concursal entre el uso del documento público falso y la estafa llevada a cabo mediante la presentación de ese documento es de carácter ideal, ya que mediante una única conducta se lesionan varios tipos penales que se pueden excluir lógicamente entre sí. Así, el engaño desplegado se habría materializado a través de la presentación del D.N.I., conducta que se encuentra absorbida por la maniobra defraudatoria (conf. precedente citado)” (Del voto del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 21.5.2009 AReynoso@@ Causa 27.835 Reg. 29.893 J. 11 - S. 21 DOCUMENTOS. TENENCIA ILEGÍTIMA DE D.N.I. AJENO. LEY 20.974. ART. 33 INC. “C” REQUISITOS TÍPICOS “la mera tenencia de un D.N.I. ajeno configura esa conducta típica mas allá de su autenticidad y prescindiendo de la finalidad que perseguía su tenedor, pues el fin de esa norma es evitar la confusión sobre la identidad de las personas como elementos del potencial humano nacional o el peligro de que ello ocurra”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Farah 12.5.2009 ACannelli@@ Causa 27.777 Reg. 29.848 J. 5 - S. 9 EFECTOS SECUESTRADOS EN CAUSAS PENALES. SUJECIÓN A DISPOSICIÓN DEL TRIBUNAL. “los efectos secuestrados en causas penales deben quedar sujetos a disposición del juzgado a los fines del artículo 23 del C.P. mientras perdure la sustanciación del proceso y a resultas de éste, siempre y cuando sean elementos que permitan demostrar la configuración del hecho investigado, es decir, constituyan elementos de prueba, o bien puedan haber sido adquiridos con su producido” (conf. esta Sala in re: C. 41.370, rta. 1/4/08, reg. 311. El resaltado no es del original)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 14.5.2009 ARojas@@ Causa 42.963 Reg. 455 42 J. 2 - S. 3 Poder Judicial de la Nación EMBARGO. PROCEDENCIA. MOMENTO PROCESAL PARA SU DICTADO. PAUTAS VALORATIVAS PARA ESTABLECER SU MONTO “el decisorio fue dictado en la oportunidad debida, tal como expresamente lo dispone el artículo 518 del Código Procesal Penal de la Nación. No correspondía aguardar a que la resolución de los procesamientos se encontrase firme pues el embargo se trata de una medida cautelar que se decreta de oficio cuando se alcanzó un serio grado de conocimiento de la hipótesis delictiva y de la intervención del imputado en él (art. 306 del código de rito), y cualquier demora en su dictado podría atentar contra sus fines. Ello es así a tal punto que hasta en algunos supuestos se autoriza a decretarlo previamente al procesamiento (tercer párrafo del art. 518 mencionado). Del mismo modo, tampoco correspondía aguardar a que los actores civiles concretasen sus demandas, pues ello sólo podrían hacerlo en la oportunidad establecida en el artículo 93 del código de forma, lo que aún no ocurrió”. “La naturaleza cautelar del auto que ordena el embargo tiene como fin garantizar en medida suficiente la eventual pena pecuniaria, la efectividad de las responsabilidades civiles emergentes y las costas del proceso (de esta Sala causa n° 30.629 “Giuseppuci” del 25/01/2000, reg. n° 62, entre muchas otras), por lo que la determinación del monto a imponer debe guardar el mayor correlato posible con esos rubros, aunque debe aclararse que sólo debe tratarse de un estimativo en atención a la imposibilidad de fijarlo de momento en una suma definitiva, lo que recién podrá USO OFICIAL hacerse al momento de la sentencia final del proceso”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 28.5.2009 ADukarevich@@ Causa 42.495 Reg. 508 J. 6 - S. 12 FALSO TESTIMONIO. REQUISITOS TÍPICOS “esta Sala tiene dicho que “toda vez que el delito de falso testimonio tutela la administración de justicia en su carácter de bien jurídico,…la posibilidad de inducir a error al Magistrado respecto del objeto de la causa constituye una exigencia típica del delito referido” (conf. causa nº 16.979 “Laura, Guillermo s/ procesamiento”, rta. el 19/12/00, reg. nº 18.292)”. “se precisó también que respecto del supuesto previsto en el art. 275 del C.P, en cuanto se refiere al testigo que se expresare con falsedad, debe considerarse de un modo ajustado el concepto de declaración testimonial que enmarca el ilícito, en su carácter de medio de prueba. Soler ha señalado que este concepto “no se funda únicamente en la calidad de la persona (tercero llamado) sino además en el contenido de su manifestación apoyando la interpretación que limita “el testimonio a las percepciones sensoriales” (Sebastián Soler, “Derecho Penal” Tomo V, páginas 295 y 297, ED. TEA 1992) -ver de esta Sala causa nº 16.513 “Alsogaray, M.J. s/denuncia” rta. el 16/5/00, reg. 17.552-“. “En la misma dirección, se ha estimado que el falso testimonio no se da en la oposición entre lo afirmado, negado o callado y lo que objetivamente es verdad, sino en la oposición de aquello con lo que el autor conoce como verdad; en él lo falso no es lo contrario de lo exacto, no es una discordancia con los hechos, sino con lo que el agente percibió de tales hechos (Carlos Creus y Jorge E. Boumpadre “Derecho Penal”, Parte Especial, Tomo II, Ed. Astrea, Bs. As. 2007, Pág. 367)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Farah 19.5.2009 AFeijóo@@ Causa 27.513 Reg. 29.886 J. 12 - S. 24 43 IMPUTADO. EXTRAJEROS. DERECHOS QUE LES ASISTEN. COMUNICACIÓN CON EL REPRESENTANTE CONSULAR. “cabe destacar que los imputados extranjeros no han sido puestos en conocimiento de los derechos que les asisten como nacionales de otro Estado, y que se hallan expresamente reconocidos por la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares (art. 36). Se trata de una exigencia que, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostuvo al emitir su Opinión Consultiva N° 16/99, “...atiende al propósito de que aquél disponga de una defensa eficaz. Para ello, la notificación debe ser oportuna, esto es, ocurrir en el momento procesal adecuado para tal objetivo. Por lo tanto... la Corte interpreta que se debe hacer la notificación al momento de privar al inculpado y en todo caso antes de que éste rinda su primera declaración ante la autoridad” (párr. 106)”. “Así, la notificación del derecho de comunicarse con el representante consular de su país, como estipula el art. 36 de la citada Convención, “...contribuirá a mejorar considerablemente sus posibilidades de defensa y a que los actos procesales en los que interviene -y entre ellos los correspondientes a diligencias de policía- se realicen con mayor apego a la ley y respeto a la dignidad de las personas” (Corte IDH, Opinión Consultiva N° 16/99, “El derecho a la información sobre asistencia consular en el marco de las garantías del debido proceso legal”, del 1° de octubre de 1999, párr. 121).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Farah 12.5.2009 ARivas@@ Causa 42.987 Reg. 431 J. 5 - S. 9 MARCAS Y DESIGNACIONES. ART. 31 LEY 22.362. REQUISITOS TÍPICOS. OBJETO FALSIFICADO SIN POTENCIAL CONFUSIÓN EN EL PÚBLICO. “esta Sala ha sostenido -desde antaño- que no existe afectación o amenaza hacia el bien jurídico tutelado por la ley 22.362 en los casos en que la calidad visiblemente apócrifa y ciertas circunstancias que hacen al contexto de venta, tornan inidónea a la comercialización cuestionada para causar confusión en el público consumidor (conf. causa n° 5.831 “Cuenca Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89; causa n° 18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298 “Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del 2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n° 20.728 “Balmaceda”, reg. n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n° 23.485 del 15/03/05; causa n° 22.001 “Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa n° 23.046 “Corrado”, reg. n° 24.326 del 18/10/05; entre muchas otras)” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun, al cual adhirió el Dr. Farah). “Tal exégesis deriva necesariamente de la propia letra del artículo 31 de la normativa citada pues tanto la falsificación como la imitación fraudulenta exigen en su literalidad la potencial confusión en el público acerca de la originalidad de un producto. De hecho, tal como surge de la exposición de motivos de la ley 22.362, la asunción por parte del Estado de la acción penal pública estuvo justificada por la necesidad de dinamizar el anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que se persigue una verdadera falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun, al cual adhirió el Dr. Farah). “En consecuencia, encuadrar una conducta en esta figura habiéndose descartado tal posibilidad y bajo el argumento de que aquella busca proteger -separadamente- al titular marcario y al público consumidor, implica excederse del tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de legalidad” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun, al cual adhirió el Dr. Farah). “Es que si bien se ha reconocido que sus disposiciones tienden a proteger ambos intereses, debe repararse que no en todos los supuestos tal protección se presenta de modo independiente, como 44 Poder Judicial de la Nación sucede en las hipótesis del uso, la venta o puesta en venta de la marca verdadera sin autorización, incluídos en los incisos b) y c) del artículo 31 de la ley en trato” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun, al cual adhirió el Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 26.5.2009 ASosa@@ Causa 27.246 Reg. 29.917 J. 6 - S. 11 NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. REQUISITOS TÍPICOS. EXACCIONES ILEGALES. REQUISITOS TÍPICOS. CONCUSIÓN. “la figura prevista por el artículo 265 del Código Penal, apunta al funcionario público que desdobla su personalidad y, a la par de representar al Estado, actúa como parte interesada, extremos en los que no encuadra el proceder descripto. La acción sancionada por el delito de negociaciones incompatibles, conforme surge del texto legal, es la de Ainteresarse@ en un contrato u operación en la que el funcionario público intervenga por razón de su cargo. Se trata de actuar en la operación Ano sólo como funcionario, sino, conjuntamente, como particular interesado en una determinada decisión o actuación de la administración@ (Creus, Carlos, Derecho Penal, parte especial, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1999, Tomo II, pág. 299)”. USO OFICIAL “El resultado es el desvío de poder en desmedro del necesario interés unilateral que debe arrimar toda actuación de un órgano estatal, procediendo con tendencia beneficiante, condicionando la voluntad negocial de la administración por la inserción de un interés particular (conf. de esta Sala I, C.N° “38.401 “Incidente de apelación de Alzogaray, María Julia” y sus citas, reg. nro. 1489, rta. el 20/12/05)”. “Liminarmente corresponde señalar que, para la ley argentina, hay concusión o exacción ilegal cuando un funcionario público, abusando de su cargo, exige o hace pagar o entregar indebidamente, por sí o por interpósita persona, una contribución, un derecho o una dádiva o cobra mayores derechos de los que le corresponden (art. 266 del Código Penal)”. “Exigir es reclamar, demandar; no exige el que solicita, sino el que >demanda imperiosamente= (Enrique Ramos Mejía); hacer pagar es hacer dar en pago dinero o documentos con poder cancelatorio (p.j., cheques); hacer entregar es hacer dar algo que tenga valor o cumpla una función económica, según surge del sentido de la figura; cobrar es percibir en pago. [ ] Cualquier funcionario público tiene, pues, posibilidad de ser autor del delito, aunque carezca de competencia funcional para exigir o recibir valores.” (conf. Carlos Creus, Delitos contra la Administración Pública, págs. 390 y 396, Ed. Astrea, Ciudad de Buenos Aires, 1981)”. “A su vez, esta Cámara ha señalado que “El artículo 266 del Código Penal incluye dos conductas técnicamente diferentes: la exacción que persigue una contribución o un derecho destinados al Estado, y la concusión en cuanto lo que se persigue es una dádiva en beneficio particular del funcionario o de un tercero” (conf. Sala II, C.N° 13.613 AChristin, Norma Ruth s/inf. artículo 268 del Código Penal, rta. 02/03/98, reg. nro. 15.158 y sus citas)”. “Esta Sala I ha establecido la diferenciación entre los tipos de la concusión y de las exacciones ilegales, para lo cual estimó necesario A... detenerse a analizar aquello que resulta ser objeto de la ilegítima exigencia, por cuanto en razón de requerir la exacción ilegal la demanda de algo que únicamente se puede deber al Estado -una contribución o un derecho-, es menester concluir en que tal extremo de ningún modo concurre en el caso de la exigencia de dádivas, supuesto en que el agente actúa ab initio en su exclusivo beneficio, con motivo de lo cual no puede convertir en su propio provecho lo así obtenido -ver artículo 268 del Código sustantivo-.[ ] ... cuando lo exigido indebidamente es una dádiva, esto es algo que nunca puede suponer la víctima como adeudado regularmente al Estado, el agente actúa desde un principio invocando su propio nombre y en su 45 exclusivo beneficio, sin posibilidad, por lo tanto, de convertir luego en provecho propio lo obtenido de aquella manera, y no infringe por ello el artículo 268, sino solamente el 266.@ (conf. C.N° 25.381 AMuriel, J. y otros s/cohecho@, rta. el 02/12/94, reg. nro. 918 y sus citas)”. “Cabe precisar que en el caso de la concusión, la mera Aexigencia@ resulta suficiente para tener por consumado el delito, sin embargo no puede soslayarse que tal Aexigencia@ debe incidir en la voluntad del sujeto pasivo, de tal modo, que sea determinante para que bajo la influencia del metus publicae potestatis, es decir, del temor derivado de la fuerza pública, el individuo actúe viciosamente o, por lo menos, por el error al que el funcionario lo puede inducir”. “La norma bajo estudio requiere especialmente para su configuración como accionar típico, amén de la calidad de funcionario público que en el caso resulta innegable, abuso de cargo y exigencia de la contribución, derecho o dádiva por parte del sujeto activo. El exceso en que recae el funcionario, amparado en la posición de autoridad que le otorga su cargo, con más el verbo típico exigir -sinónimo de reclamar, imponer, demandar-, conforman la especial situación en que autoritariamente deberá verse inmerso aquel que es el inocente receptor de la venal petición, cuya abusiva entidad coaccionante será la causante del nacimiento, en el ánimo del sujeto, del temor al poder público, representado en toda su dimensión por el ilegítimo requirente”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Farah 7.5.2009 AGlusberg@@ Causa 42.088 Reg. 399 J. 12 - S. 24 PRESCRIPCIÓN. CALIFICACIÓN JURÍDICA A CONSIDERAR. SUSPÉNSIÓN. EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. LEY 25.188. DISIDENCIA. “reiteradamente hemos sostenido que, a los fines de la prescripción, ha de estarse a la posible calificación más gravosa, no pudiendo tomarse la más benigna de un auto de naturaleza provisoria y modificable durante el desarrollo del proceso, tanto por el Ministerio Público como por el Tribunal Oral en el debate, toda vez que este último sólo está sujeto a los hechos materia de acusación pero no a su significación jurídica (ver lo resuelto en el incidente n° 24.312 “Aiello” el 19/9/06, reg.n° 25.704, y sus citas)” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “esta Alzada tuvo ocasión de sostener que en el anterior régimen de prescripción -aplicable al caso en estudio por resultar más benigno (conf. causa n° 22.599 “Miranda”, rta. el 01/12/05, reg. n° 24.562)-, producido el cese en la función pública no hay razones que autoricen a apartarse del principio general establecido en el párrafo quinto del art. 67 del Código Penal. Mediante la excepción establecida en el segundo párrafo de la citada norma, lo que se intentaba era evitar que el funcionario público pudiera ejercer su influencia o recurrir a sus facultades funcionales para obstaculizar o impedir el ejercicio de la acción penal (ver causa 21.930 “Bramer Markovic”, rta. el 17/5/05, reg.n° 23.677)” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Desde tal perspectiva, y tal como se sostuviera en anterior oportunidad (ver causa 25.768 “Cossio”, rta. el 15/2/08, reg.n° 28.071), no puede valorarse la continuidad de otros imputados en el desempeño de sus respectivos cargos so riesgo de conceder una extensión ilimitada al razonamiento basado en la necesidad de prevenir el ejercicio de influencias que entorpezcan el progreso de la acción” )” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “he tenido ocasión de sostener que, tanto antes como después de la reforma que introdujera la ley 25.188, la norma en análisis indica que la prescripción se suspende en los casos de delitos cometidos en el ejercicio de la función pública, para todos los que hubiesen participado mientras cualquiera de ellos se encuentre desempeñando un cargo público (conf. mi voto como integrante de esta Sala en causa n° 27.098 “Recio”, rta. el 2/10/08, reg.n° 29.011 y sus citas)” (del voto del Dr. Farah). 46 Poder Judicial de la Nación “Y si bien sostuve que dicha causal opera independientemente de la existencia o no de actuaciones judiciales en las que se investigue el delito, pues su finalidad es evitar que corra el término mientras la influencia del sujeto pueda perturbar el ejercicio de la acción, ocultando el hecho o impidiendo que sea denunciado (conf. Sala I en causa n° 42.380 “Abella”, rta. el 3/2/09, reg.n° 40), las particularidades que presenta el caso en análisis impide considerar verificados tales extremos” (del voto del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 6.5.2009 ALozano@@ Causa 27.180 Reg. 29.834 J. 2 - S. 3 PRESCRIPCIÓN. CALIFICACIÓN LEGAL QUE DEBE SER TENIDA EN CUENTA. “en punto a la subsunción jurídica en el cual debe encuadrarse el suceso reprochado al nombrado, cabe recordar que la calificación sustentada en el procesamiento es por naturaleza de alcance provisional, puesto que la cuestión que se pretende debatir no causa estado”. “No debe perderse de vista que este Tribunal comparte la posición jurisprudencial que entiende que cuando en un proceso el hecho o los hechos que se investigan han recibido diversas calificaciones, a los fines de la prescripción debe estarse a la más gravosa, no pudiendo tomarse la USO OFICIAL más benigna de un auto de naturaleza provisoria y modificable en el desarrollo posterior del proceso. Asimismo, si la acción imputada puede configurar prima facie un delito u otro debe estarse al de mayor gravedad en el incidente de prescripción, sin perjuicio que al tiempo del pronunciamiento definitivo se concluya en una significación jurídica más benigna, declarándose entonces, y recién allí, la prescripción de la acción luego del debate en donde las partes hayan tenido oportunidad de probar y alegar sobre las características del suceso para darle uno u otro encasillamiento legal (ver en tal sentido, de la C.N.C.P., Sala II, causa 994 “D´Ortona” reg. n° 1515, del 10/7/97, causa n° 1027 “Gutiérrez”, reg. n° 1516 del 10/7/97, causa n° 1230 “Imexar” reg n° 1640 del 9/10/97, de la Sala III, causa n° 2277 “Weinstein”, reg. n° 175 del 10/4/00, causa n° 3309, “Saksida”, reg. n° 305 del 21/5/01, entre muchas otras; y de esta Cámara, Sala II, causa n° 24.239 “Tomaghelli”, reg. n° 26.207 del 21/12/06)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 21.5.2009 ALifschitz@@ Causa 27.672 Reg. 29.897 PRESCRIPCIÓN. SUSPENSIÓN. INTERRUPCIÓN. J. 8 - S. 15 COMISÍON DE OTRO DELITO. INTERPRETACIÓN DE LA LEY. “este Tribunal ha sostenido en reiteradas oportunidades que “...No dictar el sobreseimiento de un imputado por extinción de la acción penal por prescripción con fundamento en la posibilidad de que recaiga condena respecto de un hecho que se está investigando implica introducir por vía judicial una causal no legislada de suspensión del curso de dicho instituto en violación al principio de legalidad formal...” pues “...toda interpretación del artículo 67, inciso “a” que no concluya en que sólo la comisión de un delito respecto del cual medió sentencia condenatoria firme tiene entidad para interrumpir el curso de la prescripción, es una interpretación in malam partem violatoria del principio de legalidad...” (cf. c. n° 38.941, “Herrero, Rodolfo Juan s/prescripción”, reg. n° 1320, rta. el 28/11/06; en igual sentido c. n° 42.124, “Norwint, Jorge Estanislao y otros s/extinción de la acción penal por prescripción”, reg. n° 45, rta. el 05/02/09, entre otras).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 5.5.2009 ARuffo@@ Causa 42.838 Reg. 384 J. 5 - S. 10 47 PRISIÓN PREVENTIVA. ARRESTO DOMICILIARIO. ART. 32 LEY 24.660. LEY 26.472. MADRE DE NIÑO MENOR DE 5 AÑOS “el artículo 1° de la Ley 26.472 modifica el art. 32 de la Ley 24.660 señalando que “El juez de ejecución, o juez competente, podrá disponer el cumplimiento de la pena impuesta en detención domiciliaria: ... f) A la madre de un niño menor de cinco (5) años o de una persona con discapacidad, a su cargo”; a su vez, el art. 2° de dicha ley modifica el art. 33 de la Ley 24.660 señalando que “...en los supuestos a), b) y c) del artículo 32, la decisión deberá fundarse en informes médico, psicológico y social”. “la norma señala que el juez “podrá” disponer el cumplimiento de la detención en forma domiciliaria en determinados supuestos”. “Cierto es que, objetivamente, Fernández se encuentra alcanzada por las previsiones a las que se refiere el inciso ‘f’ de la Ley 26.472”. “No obstante, entendemos que su efectiva aplicación debe abarcar un análisis de la situación actual de los menores y tender a la protección de su bienestar”. “Y en este sentido, ha de señalarse que el encarcelamiento de la imputada no configura una violación a los intereses consagrados en la Convención sobre los Derechos del Niño, que “...establece que éste debe crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres siempre que sea posible -principio 6°-. Asimismo, el artículo 9 de la citada Convención prevé la posibilidad de que los niños puedan ser separados de sus padres cuando las autoridades competentes lo determinen -inciso 1°-, y específicamente cuando la separación sea resultado de la detención o encarcelamiento de los progenitores, disponiendo que los Estados deberán respetar el derecho del niño que esté separado de uno o ambos progenitores a mantener con ellos relaciones personales y contacto directo, salvo que ello fuera contrario al interés superior del menor -incisos 3° y 4°- (ver de la C.N.C.P., Sala IV, causa n° 6667 “Abregú”, reg. n° 7794.4, del 29/08/06, voto del Dr. Gustavo Hornos). La circunstancia apuntada no releva al Estado de la obligación de generar los mecanismos que razonablemente resguarden el interés superior del niño, para lo cual nuestro ordenamiento interno establece múltiples y conducentes instancias (artículos 17 reglamentado por el Anexo I del decreto 415/06, 32 y 41/2 de la Ley 20.061 y artículos 310, 367, 377, 381/2, 389/93, 413/4, 428, 457 y 491/4, del Código Civil)...” (cfr. de esta Sala, causa n° 27.128 “Rocha, Laura s/arresto domiciliario”, rta. 29.9.08, reg. n° 28.988)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 26.5.2009 AFernández@@ Causa 27.899 Reg. 29.914 J. 6 - S. 11 PRUEBA. TESTIMONIO NO RECIBIDO EN SEDE JUDICIAL. RÉGIMEN DEL C.P.P.N. NO TAXATIVIDAD. “respecto a la validez del testimonio consignado en último término -cuestionado por la defensa porque no ha sido recibido en sede judicial- que esta Sala ha tenido oportunidad de sostener que “...es principio inconmovible del sistema probatorio vigente en el Código Procesal Penal, el criterio de no taxtatividad de los medios de prueba, de modo que el considerar abierta a la enumeración que la ley hace de ellos implica que la presencia de algún medio probatorio que no tenga regulación específica no obsta a su admisión si resulta pertinente para comprobar el objeto de prueba...” (causa n° 13.928 “Cingolani”, rta. el 19/12/97, reg. n° 15.010, y sus citas)”. “siendo así, esa declaración puede ser valorada en esta oportunidad, sin que esto signifique una limitación irremediable al derecho de defensa en juicio, pues en las condiciones señaladas la facultad de interrogar al testigo de cargo deberá ser garantizada en la siguiente etapa de debate 48 Poder Judicial de la Nación (C.S.J.N., Fallos 329:5.556 y 331:525 -ver disidencia de los Dres. Lorenzetti, Fayt y Zaffaroni-, y de la C.N.C.P., Sala II, causa n° 8458 “Bautista Cabana, Gabriel”, rta. el 9/5/08, reg. n° 11.817)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Farah 12.5.2009 AAlbornoz@@ Causa 27.296 Reg. 29.856 J. 2 - S. 3 RECURSO DE CASACIÓN. PROCEDENCIA. AUTO DE PROCESAMIENTO DICTADO POR EL TRIBUNAL DE ALZADA. DERECHO A RECURRIR ANTE UN TRIBUNAL SUPERIOR. DOBLE INSTANCIA. DISIDENCIA. “este Tribunal ha señalado, en consonancia con las pautas sentadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso “Casal” (causa n° 1681, C.1757 XL, rta. el 20/9/05), que si se procesa en esta instancia como consecuencia de la apelación presentada, la vía reclamada configura el cauce procesal necesario para garantizar al imputado el derecho a recurrir ante un Tribunal Superior, en la que corresponde atender al cuestionamiento efectuado acerca del mérito probatorio existente para decretar la medida dictada junto con los restantes que motivan esta impugnación (con causa n° 24.759 “Giacomino”, rta. el 14/2/08, reg. n° 28.060; y causa n° 22.513 “Mendoza”, rta. el 14/10/05, reg. n° 24.314, entre otras) ” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Ello pues el interlocutorio cuestionado puede ser equiparado a las decisiones que, según los USO OFICIAL tratados de derechos humanos con jerarquía constitucional, deben ser alcanzadas por la garantía de doble instancia judicial -ver artículo 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y artículo 8.2.h de la Convención Americana de Derechos Humanos- (asimismo, ver artículo de Julio Maier en “La aplicación de los tratados sobre derechos humanos por los tribunales locales”, Ed. del Puerto 1997, pág. 410; y esta Sala en causa n° 26.054 “Granillo Ocampo”, rta. el 22/8/08, reg. n° 28.832) ” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “al no haber sido tal temperamento acompañado por una medida restrictiva de la libertad ambulatoria del imputado, no puede ser considerado por su trascendencia, en el lenguaje de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, acto “importante” con entidad para habilitar la vía casatoria bajo pretexto de que con ello se garantiza el doble conforme. Sucede que lo decidido, si bien obliga al nombrado a seguir vinculado al proceso, no le genera un gravamen insusceptible de reparación ulterior, como sería el caso en que hubiese visto comprometida su libertad personal, razón por la cual no se verifica en este supuesto el requisito de admisibilidad objetiva requerido para la procedencia de la vía casatoria intentada. Tal mi criterio en supuestos análogos (ver Sala I en causa n° 39.993 “Zugnoni de Rumachella”, rta. el 8/7/08, reg. n° 791) ” (del voto del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 5.5.2009 ABoucherie@@ Causa 26.946 Reg. 29.826 J. 12 - S. 24 RECURSO DE QUEJA. IMPROCEDENCIA. AVERIGUACIÓN DE PARADERO Y COMPARENDO. “la orden de averiguación de paradero y comparendo constituye una decisión propia del juez que carece de entidad para generar gravamen irreparable alguno, como así tampoco se encuentra prevista expresamente la posibilidad de recurrir tal decisión en el ordenamiento ritual (ver en este sentido, Causa n° 42.810 “Signe, M. s/ rec. de queja”, rta. 5/3/09, reg. n° 178, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 5.5.2009 ADi Lello@@ Causa 43.026 Reg. 388 J. 2 - S. 4 49 RECURSO DE QUEJA. QUEJA POR RETARDO DE JUSTICIA. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “la Sala ha tenido oportunidad de sostener que dicha herramienta persigue otorgar a las partes un instrumento legal para recurrir la mera inactividad, pues la adopción de un temperamento dilatorio que comprometa el derecho de defensa y la propia administración de justicia, deviene en una decisión solapada con la consecuencia de vedar con ello a las partes el recurso contra la inactividad (cfr. c/n° 40.723, “Recurso de queja en causa Moneta”, Reg. 812, rta. el 19/7/07)”. “En esta dirección, la queja por retardo de justicia exige, como recaudos de procedencia, el vencimiento del término estipulado para el dictado de una resolución, la presentación previa de un pedido de pronto despacho por parte del interesado y el transcurso de tres días sin reversión de la inactividad.” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 19.5.2009 AMonner Sans@@ Causa 42.965 Reg. 462 J. 10 - S. 20 ACCIÓN PENAL. PRESCRIPCIÓN. CAUSALES DE INTERRUPCIÓN. COMISIÓN DE OTRO DELITO. EXIGENCIA DE SENTENCIA JUDICIAL FIRME QUE ASÍ LO ESTABLEZCA. “Si bien con anterioridad en varios casos esta Sala sostuvo la procedencia de decretar temperamentos como el que aquí se ataca, ante la eventualidad de una condena que podría incidir en el curso de la prescripción de la acción por aplicación de la norma citada (ver causa n° 14.840 “Oneto Torres”, reg. n° 16.176 del 9/2/99, causa n° 19.058 “Alí”, reg. n° 20.445 del 12/12/02, entre otras), ante el estado actual de la jurisprudencia se efectuó un nuevo examen de la cuestión en causa n°. 26.851 “Ubieta Analía s/prescripción”, reg. n° 28.962 del 23/9/08” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Se destacó que la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que los hechos criminales “entre sí no tienen carácter interruptivo, de no mediar una sentencia judicial firme que declare su realización y atribuya responsabilidad al mismo encausado” (Fallos 312:1351 y 323:717) (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Y que tal criterio ha sido receptado por cada una de las Salas de la Cámara Nacional de Casación Penal, donde se añadió que “la creación pretoriana de una causal de interrupción o de suspensión resulta contraria a la garantía del debido proceso legal establecida en el artículo 18 de la Constitución Nacional” (Sala IV, causa n° 3.202 “Barlett”, reg. n° 4.627 del 16/9/02; Sala III, causa n° 2.316 “Grosso”, reg. n° 692 del 7/11/00 y causa n° 5.992 “Antón”, reg. n° 811 del 4/10/05; Sala II, causa n° 1.076 “Reyes”, reg. n° 1.592 del 27/8/97, causa n° 5.200 “Robledo”, reg. n° 6.938 del 20/9/04, Sala I, causa n° 4.094 “Marchant”, reg. n° 5.095 del 10/6/02)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Por su parte, la Sala Primera de esta Cámara se expidió en el mismo sentido, al afirmar que “no dictar el sobreseimiento de un imputado por extinción de la acción penal por prescripción con fundamento en la posibilidad de que recaiga condena respecto de un hecho que se está investigando implica introducir por vía judicial una causal no legislada de suspensión del curso de dicho instituto en violación al principio de legalidad formal” (causa n° 41.184 “Pérez”, reg. n° 539 del 19/5/08 y causa n° 38.941 “Herrero”, reg. n° 1.320 del 28/11/06)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “En atención a lo que he sostenido al suscribir integrando la Sala I en la causa “Pérez”, citada por mis colegas, he de compartir la solución por ellos propiciada” (del voto del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 25.6.2009 AKadis@@ 50 Poder Judicial de la Nación Causa 27.663 Reg. 30.085 J. 5 - S. 10 ACLARATORIA. SOLICITUD. CONDICIONES DE ADMISIBILIDAD “enseña Lino Enrique Palacio en su obra “Los Recursos en el Proceso Penal. Abeledo-Perrot, segunda edición, pág. 54) que “...la aclaratoria debe dirigirse sólo contra la parte dispositiva de las resoluciones, tal principio cede cuando el recurso tiene por objeto subsanar una contradicción entre aquella y los fundamentos...”, situación no verificada en la resolución atacada por los presentes. ( cn° 36.575 “De laVega, Carlos Adolfo” rta. el 17/02/05, reg.66)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 18.6.2009 AGonzález@@ Causa 42.688 Reg. 592 J. 12 - S. 24 CAUCIÓN. PAUTAS PARA FIJAR SU MONTO “como ya lo señaláramos en la causa n° 27.886 “Clements, Miguel E. s/monto de caución”, rta. 20.5.09, reg. n° 29.887, no puede olvidarse que se trata de una fianza de carácter personal, con sentido económico que como tal afecta una suma dineraria como garantía de comparecencia al juicio y cuyo importe sólo es fijado, en tanto su efectivo depósito es intimado a los fiadores USO OFICIAL únicamente en el caso de incumplimiento de sus obligaciones por parte del encausado”. “Así, y según se ha sostenido “...las argumentaciones de la defensa en punto a la situación económica del imputado, y a la imposibilidad de satisfacer la caución personal fijada, son inhábiles para obtener la revisión de lo decidido, pues, por definición, la caución personal no consiste en el depósito anticipado de una suma de dinero como condición de la soltura, sino en la presentación de uno o más fiadores de solvencia suficiente que se comprometen a presentar al excarcelado cada vez que sea llamado, bajo admonición de que deberán depositar una suma de dinero, o serán ejecutados hasta satisfacer el monto fijado, si fallaran en la obligación de fianza asumida (arts. 322, 323 y 330 C.P.P.N.)...” (cfr. voto del Dr. Luis García en la causa n° 9645 “Díaz, José Antonio s/rec. de casación”, rta. 6.10.08, reg. 13291.2)”. “Es que, “...más allá de la eventual integración del importe establecido por el magistrado, ninguna otra obligación pesa en cabeza del fiador, una vez constituido como tal. Esta modalidad de caución resulta de ejecución subsidiaria dado que se encuentra supeditada a que el imputado deje de cumplir con las obligaciones impuestas en el auto de soltura, supuesto en el que caduca la fianza y debe procederse a su inmediata efectivización. De allí la diferencia sustancial que ostenta con la caución real puesto que en el caso de esta última el imputado no recupera la libertad hasta tanto la garantía sea integrada, mientras que en la personal el proceso de ejecución presupone el incumplimiento del compromiso asumido por el excarcelado y es recién allí que se integrará la caución en el marco del proceso de ejecución (conf. Marcelo A. Solimine, “Tratado sobre las causales de excarcelación y prisión preventiva en el Código Procesal Penal de la Nación”, Buenos Aires, 2003, pág. 478)” - cfr. Sala I C.N.C.P., c. n° 9348 “Alfaro Cruz, Maura s/rec. de casación”, rta. 7.7.08, reg. 12.237-”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 3.6.2009 AFranco@@ Causa 27.897 Reg. 29.960 COMPETENCIA. COMPETENCIA DOCUMENTOS. DEL JUZGADO USO CON DE J. 12 - S. 23 DOCUMENTOS JURISDICCIÓN EN EL PÚBLICOS LUGAR FALSOS. DONDE EL INSTRUMENTO FUE UTILIZADO 51 “Este Tribunal ya ha tenido oportunidad de resolver cuestiones de este tipo que se plantearon como consecuencia de las declaraciones de incompetencia en razón del territorio que efectuó el magistrado a cargo del Juzgado Federal n° 10 de esta ciudad en la causa n° 9274/05, de la cual ésta se ha desprendido, señalando que es acertada su decisión de someter los hechos a conocimiento del juez federal del lugar en que cada formulario falso o duplicado fraudulentamente fue utilizado (ver causa n° 24.816, “N.N. s/incompetencia” reg. n° 26.549 del 20/03/07, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 23.6.2009 ANN s/incompetencia@@ Causa 27.978 Reg. 30.057 J. 10 - S. 20 COMUNICACIONES TELEFÓNICAS. INTERVENCIÓN DE TELÉFONOS. NULIDAD. DERECHO A LA PRIVACIDAD. DERECHO A LA INTIMIDAD. DEFENSA EN JUICIO. FUNDAMENTACIÓN DE LOS AUTOS QUE DISPONEN RESTRICCIONES A DERECHOS CONSTITUCIONALMENTE PROTEGIDOS. “Se ha reconocido que las comunicaciones telefónicas gozan de la misma protección que el texto constitucional -art 18- le asigna a la correspondencia epistolar y a los papeles privados (cfr. Carrió, Alejandro D., AGarantías Constitucionales en el Proceso Penal@, 50 Edición, Astrea, pág 445; Maier, Julio B., ADerecho Procesal Penal. Tomo I. Fundamentos@, pág 694) y, en orden a conocer el contenido de ellas u obtener su registro, es necesario contar con un auto fundado emitido por orden de juez competente”. “Al respecto, sostuvo recientemente el Alto Tribunal que Aes en este marco constitucional que debe comprenderse, en el orden del proceso penal federal, la utilización del registro de comunicaciones telefónicas a los fines de la investigación penal requiere ser emitida por un juez competente mediante auto fundado (confr. art. 236, segunda parte, del Código Procesal Penal de la Nación, según el texto establecido por la ley 25.760), de manera que el común de los habitantes está sometido a restricciones en esta esfera semejantes a las que existen respecto a la intervención sobre el contenido de las comunicaciones escritas o telefónicas@ (C.S.J.N. causa AHalabi, Ernesto c/P.E.N. -ley 25. dto. 1563/04 s/ amparo ley 16.986" H. 270. XLII, consid. 24, rta. el 24/2/09)”. “La especial protección que merecen en nuestro sistema de gobierno la privacidad de las comunicaciones de los individuos (entre las cuales se incluyen las telefónicas) deriva directamente del reconocimiento a los derechos a la intimidad y privacidad, garantías fundamentales inherentes al sistema democrático de gobierno”. “En este sentido, se reconoce la protección del ámbito individual en dos esferas distintas. Por un lado, el art. 18 de la Ley Fundamental establece una esfera de intimidad personal que excluye del conocimiento general aquello que se desarrolla en la intimidad del domicilio o es trasmitido privadamente por intermedio de correspondencia epistolar y papeles privados, estableciendo que aquéllos serán inviolables y una ley Adeterminará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación@, de manera tal de impedir cualquier tipo de injerencia arbitraria por parte de terceros”. “Por otro lado, el art. 19 de la C.N. establece que pertenecen a la esfera de privacidad y son inmunes a cualquier injerencia estatal las llamadas acciones privadas, esto es, aquellas acciones que, independientemente del lugar donde se realicen, no dañan derechos de terceros y, por lo tanto, resultan ajenas al objeto de la moral pública, ésta entendida como moral intersubjetiva en contraposición con la moral privada que no puede ser objeto de interferencia estatal (cfr. Nino, Carlos Santiago. AÉtica y Derechos Humanos@, 20 Edición, Ed. Astrea, pág. 426/7)”. 52 Poder Judicial de la Nación “Dicha postura es compartida por el Dr. Luis García quien señala que A...los arts. 19 y 18 no se superponen de modo superfluo en la definición del marco de protección de las comunicaciones interpersonales. El primero protege las comunicaciones `privadas´ esto es, las que no afectan a terceros, ni al orden ni a la moral pública. Ésas están siempre exentas del conocimiento de terceros y, en su caso, si son conocidas por un acto estatal, deben proveerse los medios posibles para restaurarlas a la esfera íntima, por ejemplo devolviendo las escritas y destruyendo los registros de las orales o electrónicas. Cuando el contenido de la comunicación afecta a terceros o al orden o a la moral pública, la comunicación no pertenece ya al ámbito de las acciones privadas del art. 19 C.N. y no está ya exenta de la injerencia estatal. Ello no significa que entonces pierda toda inmunidad contra el conocimiento de terceros. Rige aquí analógicamente el art. 18 C.N., en el sentido de que la ley debe determinar en qué casos bajo qué justificativos procede su conocimiento y ocupación. La inmunidad del art. 19 es material, pues sólo alcanza a las comunicaciones que no afectan a terceros, la del 18 es formal, pues concede inmunidades sin importar su contenido, esto es, incluso a las comunicaciones que podrían afectar a terceros, salvo en los supuestos en que la ley autoriza la injerencia@ (cfr. García, Luis: ALa intervención de las comunicaciones telefónicas y otras telecomunicaciones en el Código Procesal Penal de la Nación: un cheque en blanco para espiar nuestra vida privada@, Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal N16, pág 412)”. “La garantía que protege la privacidad de las comunicaciones telefónicas ha sido regulada a nivel USO OFICIAL federal por el art. 236 del C.P.P.N. que exige como requisito para conocer el contenido de la comunicación un auto fundado emanado del juez competente. Los mismos requisitos son exigidos si se quiere obtener Alos registros que hubiere de las comunicaciones del imputado o de quienes se comunican con él@ (art. 236, párrafo segundo incorporado por ley 25.760, C.P.P.N.)”. “Vale recordar que resulta una obligación de los jueces fundar las resoluciones por las cuales se restringen derechos fundamentales. Al respecto, comenta la Dra. María Angélica Gelli que Ael art. 236 del Código Procesal Penal, en tanto ordena que el decreto que dispone las escuchas telefónicas de una persona debe contener una fundamentación autónoma y ser autosuficiente, constituye una garantía para el acusado -de imparcialidad y objetividad- y una obligación estatal, en tanto la norma asegura la recta administración de justicia. La disposición, aunque adjetiva, es de raíz constitucional pues garantiza el derecho a la intimidad y asegura los principios del estado de derecho, como estado de razón. En consecuencia de ello, cualquier resolución judicial que determine escuchas telefónicas sin motivación o con motivación insuficiente o insustancial, viola la garantía amplísima del sistema democrático que obliga a los órganos de poder a expresar los fundamentos de sus decisiones, más aún cuando éstas están destinadas a limitar derechos personales.@ (Gelli, María Angélica, AConstitución de la Nación Argentina@, tercera edición ampliada y actualizada, La Ley, Comentario art. 18, pág 238)”. “Luego del análisis realizado, debemos concluir que el auto de fs. 86 no se encontraba mínimamente fundado ni encontraba respaldo en los antecedentes casuísticos. La única conclusión que debía extraerse de los mensajes de texto era que los titulares de los teléfonos intervenidos conocían a Javier Ocampo, motivo que, sin la presencia de otras circunstancias incriminantes, jamás podrá justificar una intervención telefónica”. “Podrá pensarse que la exigencia de auto fundado resulta ser una formalidad. A esto debemos responder que, claro que lo es. Es una formalidad exigida por la Ley en resguardo de la garantía constitucional del derecho de defensa en juicio (art. 18 C.N.). La exigencia de auto fundado resulta esencial para controlar la actividad del juez e impedir que éste actúe de manera discrecional y arbitraria. ALa regla de Derecho [rule of law] se trata de forma.[…] Un asesino ha sido atrapado con sangre en sus manos, se encuentra junto al cuerpo de su víctima; un vecino ha filmado el crimen con su cámara de video; y el asesino ha confesado ante las autoridades por escrito. No obstante ello, insistimos que antes que el Estado pueda castigar a ese individuo, debe llevarse a cabo un 53 proceso penal completo que condene al individuo por el crimen del que ha sido acusado ) No es eso formalismo? Viva el formalismo. Es lo que hace a un gobierno un gobierno de leyes y no de hombres@ (Scalia, Antonin, AA Matter of Interpretation. Federal Courts and the Law@, Princeton University Press 1997, pág. 25, traducción a cargo del Tribunal)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Farah 11.6.2009 AGheggi@@ Causa 42.639 Reg. 563 J. 5 - S. 9 DEBIDO PROCESO. SUJETOS PROCESALES. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. IMPULSO DE LA ACCIÓN PENAL. REQUERIMIENTO DE INSTRUCCIÓN. NE PROCEDAT IUDEX EX OFFICIO. ESTUPEFACIENTES. POLÍTICA CRIMINAL DEL ESTADO. FINALIDAD PERSEGUIDA POR EL LEGISLADOR. “Este Tribunal, con diferente integración, ha tenido oportunidad de expedirse con especial profundidad en punto al papel que nuestra Constitución Nacional le ha otorgado a los distintos sujetos procesales que intervienen en el proceso criminal (ver Causa N1 38.122 APalacios, M. J. s/nulidad@, reg: 1392, rta: 30/11/05)”. “Se sostuvo en aquel precedente que acusador, defensor y Juez conformaban una relación triádica en la cual los dos primeros se hallaban confrontados procesalmente en una situación de paridad, mientras que el tercero, encargado de juzgar, era quien debía preservar desde una postura imparcial aquel equilibrio entre partes”. “El principio Ane procedat iudex ex officio@, enarbolado por el recurrente en su intento nulificante, se erige como el reflejo de aquella relación funcional entre los protagonistas, y determina el impedimento del órgano judicial de actuar de manera oficiosa cuando el Ministerio Público Fiscal, exclusivo titular de la acción penal pública, no hubiese instado o promovido la maquinaria jursidiccional”. “De esta manera, en el marco del debido proceso legal instaurado en nuestra Constitución Nacional B18 CNB la actividad del Tribunal juzgador deberá estar precedida en la totalidad de los casos por el impulso de la acción penal por parte del Ministerio Público Fiscal, viéndose diferenciadas de esta manera las funciones de decisión y acusación. (art. 120 CN, arts. 5 y 65 del CPPN y art. 25 de la Ley 24.946 -B.O. 23/03/98. Ver en tal sentido, de esta misma Sala, c/n°39.727 ANN s/nulidad@, reg: 182-, rta: 15/03/07, entre muchos otros precedentes)”. “Sostiene Maier al respecto: A(Y)La separación formal de estas funciones fue necesaria para garantizar la defensa individual: ella se reputó imposible sin crear un acusador (contradictor) que circunscribiera la imputación concreta que el imputado estaba facultado a resistir y contestar, con todos los medios legítimos a su alcance, y sin dotar de un grado aceptable de imparcialidad al juzgador, consistente en evitar que él se comprometa, antes del fallo, con la hipótesis delictiva, afirmándola desde la iniciación del procedimiento. Consecuentemente, es por ello que, para expresar esta característica de la persecución penal actual, la doctrina afirme, de modo pràctico, el monopolio acusatorio o persecutorio del ministerio público en materia penal (Y)@ (Maier, Julio B. J., ADerecho Procesal Penal BI. Fundamentos@, Editores del Puerto, Buenos Aires, Año 1999, 2da. Edición, 10 reimpresión, pag. 826/7)”. “Tal como hemos indicado en anteriores oportunidades, frente a los casos en los que se investigan conductas relacionadas con la ley de estupefacientes, cabe considerar especialmente cuál ha sido el propósito de la creación de la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes (1988), fuente de inspiración de la ley 23.737, el que se traduce en Ahacer frente con mayor eficacia a los diversos aspectos del tráfico ilícito de estupefacientes que tengan una dimensión internacional@ -art.2- (ver en ese sentido C.N° 36.989, ACipolatti@, rta. el 07/06/05, reg 54 Poder Judicial de la Nación nro. 571, C.N° 41.228 AVelardi@, rta. el 22/04/08, reg. nro. 400 y C.N° 42.244 AAvila@, rta. el 02/12/08, reg. nro. 1451, entre muchos otros)”. “En ese sentido, el Estado se orienta a desarrollar políticas criminales y propuestas de cursos de acción de tal manera que la persecución penal de consumidores y eslabones menores de la cadena de comercialización no encubra fenómenos de mayor magnitud (ver propuestas del primer documento oficial emitido en el año 2008 por el Comité Científico Asesor en Materia de Control del Tráfico Ilícito de Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas y Criminalidad Compleja del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación en www.jus.gov.ar/ComiteCientifico/DocPub.html.)”. “Dicho Comité se ha referido al respecto en los siguientes términos: AEl sistema judicial está saturado de pequeños casos; carece de recursos tecnológicos que permitan cruzar datos en forma inteligente, observándose en la etapa de investigación preliminar los principales problemas. [ ] Salvo excepciones la represión de contrabando de estupefacientes se centra principalmente en el tráfico de las Amulas@ que transportan estupefacientes en el interior del cuerpo a quiénes como autores de contrabando calificado se castiga con penas a partir de un mínimo de 4 años y medio de prisión. Se trata del eslabón más débil de la cadena y deben padecer un maltrato que a veces llega a la muerte no sólo de sus jefes sino de prácticas perversas de los operadores penales buscando su delación. Las condiciones y el tiempo de detención son reñidas con los instrumentos USO OFICIAL de Derechos Humanos.[ ] Se ha extendido el consumo del llamado PACO, sin saber a que se hace referencia, lo que además de generar un problema sanitario, denota el despliegue de laboratorios de elaboración con precursores fuera del control oficial. Recientemente los Estados Unidos Mexicanos han reportado la llegada de elevadas cantidades de Aefedrina@ para elaboración de metanfetamina provenientes de la Argentina. [ ] De los estudios realizados surge que hay desconocimiento y falta de investigaciones que digan que es el PACO en forma científica y objetiva, para de esa forma generar insumos por parte del Estado que permitan, por un lado aplicar políticas sanitarias adecuadas, y por el otro mejorar el control de calidad de sustancias de corte y del desvío al mercado ilegal de éstas.[ ] Desde la sanción de la ley de creación del registro de precursores químicos no hay un solo caso judicial que haya llegado, al menos, a un procesamiento, lo que debería ser revisado en cuanto a las autoridades de aplicación a fin de evitar superposiciones de competencias y problemas de constitucionalidad. [ ] El consumo es selectivo por sectores sociales y también es selectivo el ingreso al sistema judicial penal de estas (por ejemplo marihuana o éxtasis)”. “También, si analizamos el debate parlamentario de la ley 26.052, (modificatoria de la ley 23.737), se advierte que esa ha sido la tendencia legislativa, es decir, la de ampliar la capacidad de respuesta del Estado intentando concentrar, por un lado, los operativos de gran envergadura dirigidos a detectar bandas organizadas de narcotraficantes y redes importantes de distribución en el ámbito de la competencia federal y, por otro, la investigación de la distribución de drogas en los denominados “kioscos” o venta “al menudeo” en la justicia ordinaria. Ello, sin perjuicio de las correspondientes adhesiones que determinan la aplicación de dicha ley a cada jurisdicción”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 10.6.2009 AEspinoza Ocampo@@ Causa 43.117 Reg. 546 J. 12 - S. 24 DELITOS MIGRATORIOS. LEY 25.871 ART. 117. PROMOCIÓN O FACILITACIÓN DE PERMANENCIA ILEGAL DE EXTRANJEROS EN EL TERRITORIO DE LA REPÚBLICA CON EL FIN DE OBTENER BENEFICIO. REQUISITOS TÍPICOS. 55 “Esta Sala ha tenido oportunidad de destacar la ambigüedad derivada de los serios defectos que presentan los arts. 116 al 121 de la ley 25.871 en la descripción de las conductas punibles, que sumado a la severidad de las escalas penales allí previstas, hacen necesario establecer un riguroso análisis de las circunstancias que habilitan su aplicación (ver causa n°26.083, del 20/11/07, reg. n°27.707)”. “En esa línea de pensamiento se impone deslindar de un modo preciso la imputación que se dirige a los procesados como conducta criminal -en los términos del art. 117 de la ley 25.871-, de la que podría llegar a constituir una infracción de tipo administrativo por proporcionar trabajo a extranjeros que residen irregularmente en el país, hipótesis prevista en el art. 55 de la ley citada, con un contenido de disvalor reducido respecto de la infracción penal señalada (Stratenwerth, Günter, “Derecho Penal-Parte General I”, ed. Hammurabi, Bs. As., 2005, pág. 57)”. “Sostiene la doctrina que facilita la permanencia ilegal de extranjeros el que la hace posible o más sencilla, allanando las condiciones de la estadía o ayudando a salvar los obstáculos. No obstante, la simple actividad de facilitación desvinculada e independiente de la ilegalidad puede no ser ilícita o constituir una infracción administrativa (por ejemplo dar trabajo individual a un ilegal). Sin embargo, si la contribución a la permanencia ha consistido en el aprovechamiento laboral diagramado, ya no aisladamente, sino como “política de empresa”, ello sí será constitutivo del delito penal, porque en ese supuesto la ilegalidad del inmigrante será parte inseparable de la conformación comercial (ver Hairabedián, Maximiliano, “Delitos Migratorios”, La Ley, Suplemento de Derecho Penal y Procesal Penal, 25/6/07, pags. 27/32)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 16.6.2009 AHyun Soon Lee@@ Causa 27.703 Reg. 30.024 J. 4 - S. 8 DELITOS MIGRATORIOS. LEY 25.871 ART. 117. PROMOCIÓN O FACILITACIÓN DE PERMANENCIA ILEGAL DE EXTRANJEROS EN EL TERRITORIO DE LA REPÚBLICA CON EL FIN DE OBTENER BENEFICIO. REQUISITOS TÍPICOS. INFRACCIÓN ADMINISTRATIVA. DIFERENCIAS. INTERPRETACIÓN DE LA LEY. PRINCIPIO DE CONSTITUCIONALIDAD DE LOS PRECEPTOS “Desde su entrada en vigencia, la ley 25.871 ha sido objeto de diversos cuestionamientos por parte de la doctrina, todos ellos coincidentes al momento de destacar la ausencia de criterios técnicos adecuados durante su etapa de desarrollo en el ámbito parlamentario (Ver, entre otros, Gordillo, Agustín; “El inmigrante irregular en la ley 25.871. Otra modificación transversal al derecho argentino”, publicado en La Ley, Año 2004-B, pag. 1123)”. “La incorporación de los tipos penales no fue inmune a tales deficiencias. Ellas se vieron traducidas principalmente en la ausencia de precisión al momento de ser descriptos los comportamientos que pretendían ser captados y reprimidos como delitos contra el orden migratorio ”. “la excesiva amplitud en la redacción de las disposiciones penales y la ausencia de precisión descriptiva constituye un indicio revelador de la posibilidad de que se vea comprometido el principio de legalidad, consagrado en nuestra Constitución Nacional (arts. 18 y 19) y en instrumentos internacionales de igual jerarquía, como la Convención Americana de Derechos Humanos (art. 9) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 9). Pero los recursos de técnica legislativa que aquí se reputan deficientes pueden ser salvados con una adecuada hermenéutica, interpretándose las normas en cuestión de manera armónica con el espíritu de la propia ley que las contiene y con la terminología utilizada en la redacción del resto de su articulado, como forma inicial de agotar las diferentes ópticas que permitan respetar la presunción de constitucionalidad de 56 Poder Judicial de la Nación los preceptos (CSJN, L.486 XXXVI “Llerena, Horacio Luis s/abuso de armas y lesiones -art. 104 y 89 del Código Penal-”, c/n°3221, rta: 17/05/05, Considerandos 27 y 28)”. “si bien resulta incuestionable que la temática central que gobierna la ley vigente se encuentra constituida por la optimización de los engranajes estatales en materia de control del flujo migratorio, esa orientación operativa (razonable si se quiere como herramienta administrativa de gestión gubernamental) se ha visto nutrida por una clara intención legislativa de proteger los derechos de los inmigrantes”. “Se instaló de este modo como objetivo de política migratoria el efectivo reconocimiento y protección de los derechos del inmigrante, en línea con los compromisos internacionales asumidos por el Estado en un marco de política de integración y con los principios instaurados en nuestra Constitución Nacional, en claro reconocimiento de la especial situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los extranjeros que ingresan al país con intenciones de radicación (esta Sala, con diferente integración, se ha expedido sobre esta problemática en particular en el precedente “Martínez Brítez, Dominga R....”, c/n°40.001, reg. 1251, rta: 24/10/07)”. “Puede decirse entonces que la ley gira en torno a dos ejes fundamentales que podrían ser entendidos como objetos generales de tutela: por un lado, la efectividad y eficiencia de los mecanismos estatales en materia de control migratorio y, por el otro, el inmigrante en estado de vulnerabilidad, sujeto de derechos y obligaciones”. USO OFICIAL “deviene necesario efectuar una diferenciación entre la infracción administrativa y el delito penal previstos por la Ley 25.871 en los arts. 55 y 117, respectivamente”. “Ha señalado la doctrina que facilita la permanencia irregular en el país de extranjeros quien hace posible o más sencilla su permanencia ilegal, allanando las condiciones de la estadía o ayudando a salvar los obstáculos. A su vez, la permanencia debe ser entendida como la estancia en el país dotada de una duración firme, constante y estable (Hairabedián, Maximiliano; “Delitos Migratorios”, La Ley, Suplemento de Derecho Penal y Procesal Penal, 25/06/07, pag. 27 y sgtes.)”. “La ilegalidad del extranjero, como elemento normativo del tipo, se encontrará sujeta por otra parte a las categorías impuestas por la dependencia administrativa que posea competencia en materia migratoria, que en este caso en particular es la Dirección Nacional de Migraciones, órgano de aplicación de la ley (ver arts. 20 y 107)”. “Ahora bien, más allá de los cuestionamientos que pueden efectuarse en cuanto al modo en que se encuentra redactado el tipo penal, lo cierto es que la aparente relación género-especie que se plantea entre la proyección objetiva de ambas disposiciones –arts. 117 y 55, párrafo segundo, de la Ley 25.871– revela la necesidad de establecer en qué supuestos el otorgamiento de trabajo u ocupación remunerada a extranjeros ilegales podría ser entendido como una de las diversas formas de facilitar su permanencia en el país en los términos de la disposición penal(CCCFed, Sala II, c/n° 26.083 “Guaraschi Mamani, Tito y otros...” , reg. 27.707, rta: 20/11/07)”. “En esa dirección, no puede sino concluirse que la gravedad sancionatoria de la figura legal del art. 117 –prisión o reclusión de uno (1) a seis (6) años–, en contraposición con la sanción de multa establecida para quien infringe la norma administrativa del art. 55, párrafo segundo, encuentra su justificación en las diferencias que poseen ambas disposiciones a nivel típico, indicativas del distinto disvalor de las acciones que cada una de ellas intenta receptar”. El “especial aprovechamiento de la irregularidad migratoria de los trabajadores por parte del autor, encarado de manera general y como “política de empresa”, es lo que en definitiva convertirá el comportamiento en una acción penalmente relevante. Por ese motivo, la conducta típica en supuestos como el analizado se verá acompañada no sólo por la existencia de un mecanismo ilegal de captación de inmigrantes, sin el cual no podría ser materializada la mentada empresa ilícita (CCCFed, Sala II, c/n° 26.083 y 27.703 ya citadas), sino también por actos dirigidos al aseguramiento o protección de la permanencia ilegal de los extranjeros en el país (Hairabedián, 57 Maximiliano; “Delitos Migratorios”, ya citado; y González Núñez, Josefina, “Tráfico ilícito de inmigrantes y otros ilícitos migratorios”, trabajo elaborado para el Centro de Investigación Interdisciplinaria en Derecho Penal Económico –CIIDPE–, 24/11/08)”. “Por otro lado, desde el punto de vista subjetivo, para que la conducta del autor ingrese en el ámbito de aplicación de la norma penal debe haberse visto impulsada por el interés en la obtención de un beneficio de manera directa o indirecta, conforme la exigencia establecida expresamente en la norma como requisito subjetivo distinto del dolo”. “una interpretación armónica de la ley permite establecer como segundo parámetro valorativo que el comportamiento del agente ingresará en el marco de prohibición de la norma penal cuando se haya visto impulsado por la persecución de un provecho económico distinto de aquél que necesariamente hubiera obtenido a partir del nacimiento de una relación laboral aislada con los residentes ilegales, ya que este último se encuentra abarcado por disposición administrativa. Deberá entonces comprobarse en cada caso que la proyección de lucro del agente prevea como principal herramienta el aprovechamiento de la permanencia irregular del inmigrante en el país. De no ser así, la pieza legislativa perdería su sentido sistemático, al prever distintas sanciones –multa y prisión– para un mismo proceder”. “Además de la ultraintención a la que se hizo referencia anteriormente, es preciso señalar que la figura analizada recoge en su faz subjetiva los comportamientos desarrollados con dolo directo, en los que el autor conoce cabalmente la condición ilegal del inmigrante y las implicancias de su propio proceder con respecto a la permanencia de aquél en el país”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 30.6.2009 AMin Soo Kim@@ Causa 42.542 Reg. 624 J. 12 - S. 24 DENUNCIA. PROHIBICIÓN DE DENUNCIAR. ART. 178 C.P.P.N. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. EXTENSIÓN DE LA PROHIBICIÓN A CONVIVIENTES. “En lo que respecta a los objetivos perseguidos por la referida manda, existe consenso tanto en el ámbito doctrinario como en el jurisprudencial en punto a que la norma intenta preservar sustancialmente la cohesión familiar y, con ello, la protección integral de la familia, en consonancia con los principios instaurados en el art. 14 bis de la Constitución Nacional, en el art. 17, inc. 1°de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el art. art. 23, inc. 1° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, estos dos últimos instrumentos de jerarquía constitucional en virtud de lo establecido por el art. 75, inc. 22 de la Carta Magna (ver al respecto: Exposición de Motivos art. 242 CPPN-; Navarro, Guillermo R. y Daray, Roberto R. “Código Procesal Penal de la Nación – Análisis doctrinal y jurisprudencial–“, Tomo I, 2a. edición, Buenos Aires, Año 2006, Editorial Hammurabi, pag. 468; y en idéntico sentido, CSJN Fallos 315:459, “Cóppola, A. S/falsificación de instrumento público”, según voto de Dr. Carlos Fayt; y de esta Sala, c/n°39.867 “Mottini, Roberto Felix s/sobreseimiento”, reg: 1065, rta: 18/09/07; c/n°33.132 “Gutierrez, Carina...”, reg. 641, rta: 14/08/01, entre otros)”. “La protección del núcleo familiar se erige de este modo como la razón de ser de la disposición procesal, ubicándose por encima del interés estatal en la persecución penal (D’Albora, Francisco J., “Código Procesal Penal de la Nación”, Cuarta edición corregida, ampliada y actualizada, Editorial Abeledo Perrot, Buenos Aires, pag. 307)”. “… jurisprudencialmente se ha reconocido como impedimento para transmitir una notitia criminis la existencia de un vínculo de hecho o una situación de convivencia extramatrimonial entre denunciante y denunciado, interpretación que vino a ampliar la concepción clásica que otorgaba aquel carácter únicamente a la previa unión matrimonial instrumentada legalmente (de esta misma 58 Poder Judicial de la Nación Sala, c/n° 33.132 “Gutiérrez”, ya citado; y en el mismo sentido Gelly, María Angélica, “Constitución de la Nación Argentina -comentada y concordada”, Tercera edición ampliada y actualizada, Editado por La Ley, pag. 175, en donde se afirma que las seguridades dispuestas en el art. 14 bis de la Constitución Nacional en protección de la familia alcanzan incluso a aquéllas constituidas sin matrimonio)”. “No obstante ello, al concluirse que el reconocimiento legal de la relación no constituye un factor determinante al momento de analizar la existencia de un vínculo previo pasible de ser considerado objeto de tutela, la convivencia entre denunciante y denunciado conformará el único parámetro objetivo capaz de demostrar a nivel probatorio la entidad, veracidad y seriedad del lazo que pretende ser protegido. Por ende, la operatividad de la prohibición legal de denunciar que establece el art. 178 del CPPN necesariamente quedará supeditada en todos los casos a la acreditación suficiente de aquel extremo”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 16.6.2009 ADel Valle@@ Causa 42.556 Reg. 579 J. 5 - S. 9 DOCUMENTOSS. FALSIFICACIÓN. CÉDULA DE IDENTIDAD EXPEDIDA EN EL EXTRANJERO. INAPLICABILIDAD DE LA AGRAVANTE REGLADA EN EL SEGUNDO PÁRRAFO DEL ART. 292 USO OFICIAL C.P. “teniendo en cuenta que se trata de una cédula de identidad expedida en el extranjero, no resulta acertada la aplicación de la agravante propuesta por el juez instructor, toda vez que “...el texto de la ley menciona únicamente las cédulas de identidad expedidas por autoridad pública competente, referencia que hay que entender como hecha a la autoridad pública competente según la ley argentina...” (Creus, Carlos y Buompadre, Jorge E., “Falsificación de documentos en general”, Ed. Astrea, Bs. As., 2.004, pág. 118)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 11.6.2009 ALiberman Perlmuter@@ Causa 27.530 Reg. 30.009 J. 12 - S. 24 ENCUBRIMIENTO. TIPICIDAD. El encubrimiento “se trata, pues, de un delito autónomo, independiente del principal, aunque sí conexo con éste en la medida en que exige determinados presupuestos, a saber: “que haya habido un delito anterior, cometido por un tercero; que la acción haya sido ejecutada sin la existencia de promesa anterior; sin haber participado en el delito; y después de la comisión del mismo” (ver El delito de encubrimiento, Alberto Millán, ED. Abeledo - Perrot, ed. 1970, pág. 48)” (del voto de los Dres. Freiler y Ballestero). “…la doctrina enseña: “...el delito de encubrimiento es, ..., una ofensa a la administración de justicia; consiste en trabar o entorpecer esa acción por entrometimiento. Ahora bien, la función desplegada por la justicia en un proceso, el objeto mismo del procedimiento, no es el de castigar, sino el de esclarecer y declarar la verdad. Esa es la condición previa a todo pronunciamiento condenatorio o absolutorio, y eso es lo que el entrometimiento perjudica y lo que la ley quiere tutelar. De ello se deduce que es indiferente para la existencia del encubrimiento el hecho de que se favorezca un sujeto que, en definitiva, deberá ser absuelto en el proceso” (Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, Tomo V, ED. Tea, ed. 1992)” (del voto de los Dres. Freiler y Ballestero). “Por otra parte se ha dicho que :“Lo que interesa es que en el momento de ejecutarse el encubrimiento esté expedita la persecución penal del delito, cualesquiera que, en este caso, sean los resultados respecto de la responsabilidad y castigo de los perseguidos. [...] ..., no ponen ni 59 quitan respecto de la existencia del delito anterior, ni la licitud o ilicitud del hecho, ni la culpabilidad del autor o partícipe, ni la punibilidad del delito. Pero debe estar comprobada la existencia de un hecho que aparezca con las formas exteriores de un delito, cometido en el país o en el extranjero, pero que sea aplicable a nuestra ley penal.” (Ricardo Nuñez, Tratado de Derecho Penal Argentino, Tomo V Vol. II, pág. 176/7, Ed. Marcos Lerner Editora Córdoba, ed. 1992)” (del voto de los Dres. Freiler y Ballestero). “Como señala Creus en punto al delito previo, “tiene que ser un delito que realmente haya existido: el favorecimiento del perseguido por un delito inexistente o en el que no haya intervenido él, no es típico” (CREUS, Carlos, “Derecho Penal – Parte Especial”, Tomo 2, 2da. Edición, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1988, p. 352. El resaltado es propio). En la misma dirección se ha expedido la Cámara Nacional de Casación Penal, al señalar que más allá de ser un delito autónomo, el encubrimiento requiere, como presupuesto, otro hecho ilícito preexistente (conf. Sala III CNCP, “Fontalba Mesa, Neres de Jesús y otros s/recurso de casación”, reg. 343.96, rta. el 24/10/1996). Se ha dicho además que“el artículo 277 del Código Penal (…) exige la existencia de un delito anterior debidamente comprobado, entendiéndose por delito anterior cualquier hecho típico, antijurídico y culpable, previo al encubrimiento” (Cámara de Acusación de la Provincia de Córdoba, Causa “Butori, Raúl Aldo”, citada en DONNA, Edgardo Alberto, “Delitos contra la Administración Pública” 2da. Edición Actualizada, Rubinzal Culzoni Editores, Santa Fe, 2008, p. 525, las bastardillas son propias).” (del voto del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 9.6.2009 AVilallonga@@ Causa 42.680 Reg. 533 J. 9 - S. 18 INMUNIDAD DE OPINIÓN. LEGISLADOR NACIONAL. CONSTITUCIÓN NACIONAL. ART. 68. ALCANCES. “Es doctrina reiterada de esta Sala que ante la duda de ampliar o restringir los límites del referido artículo 68 de la Constitución Nacional, atento su inteligencia, es preferible el criterio extensivo, máxime cuando se trata, como en este caso, de la crítica a un funcionario público, respecto de lo cual ya se ha dicho que ellas no pueden ser sancionadas, aún cuando estén concebidas en términos vehementes, hirientes, excesivamente duros o irritantes, si no resulta un propósito específico de denigrar o menoscabar con el pretexto de la crítica formulada a la persona misma que desempeña la función (conf. causa n° 21.106, "Sapag, Silvia E. s/excepción de falta de acción", reg. 22.546 del 6/06/04, y sus citas)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 18.6.2009 ABullrich@@ Causa 27.850 Reg. 30.056 J. 1 - S. 2 MARCAS Y DESIGNACIONES. PRODUCTOS FALSIFICADOS. REQUISITOS TÍPICOS. “este Tribunal ha afirmado -desde antaño- que no existe afectación o amenaza hacia el bien jurídico tutelado por la ley 22.362 en los casos en que la baja calidad y ciertas circunstancias en que son incautados los productos (comúnmente en la vía pública y aun precio claramente inferior al del mercado), tornan inidónea a la comercialización cuestionada para causar confusión en el público consumidor (conf. causa n° 5.831 “Cuenca Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89; causa n° 18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298 “Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del 2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n° 20.728 “Balmaceda”, reg. n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n° 23.485 del 15/03/05; causa n° 22.001 60 Poder Judicial de la Nación “Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa n° 23.046 “Corrado”, reg. n° 24.326 del 18/10/05; entre muchas otras)” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Mas recientemente, se resaltó que tal exégesis deriva necesariamente de la propia letra del artículo 31, inciso “d” de la normativa citada pues tanto la falsificación como la imitación fraudulenta exigen en su literalidad la potencial confusión en el público acerca de la originalidad de un producto. De hecho, tal como surge de la exposición de motivos de la ley en trato, la asunción por parte del Estado de la acción penal pública estuvo justificada por la necesidad de dinamizar el anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que se persigue una verdadera falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “En consecuencia, encuadrar una conducta en esta figura habiéndose descartado tal posibilidad y bajo el argumento de que aquella busca proteger -separadamente- al titular marcario y al público consumidor, implica excederse del tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de legalidad (causa n° 27.246 “Sosa, Gabriel Antonio s/ procesamiento y embargo”, reg. n° 29.917 del 26/05/09)” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “También hemos tenido oportunidad de sostener que para evaluar la concurrencia de tal exigencia debe atenderse a las particularidades y el marco en que se desarrollan los hechos (causa n° 21.763 “Flores de la Cruz”, reg. n° 23.214 del 10/12/04, causa n° 27.783 “Pepsi Drugstore”, reg. n° USO OFICIAL 29.936 del 28/05/09).” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 9.6.2009 ACohen@@ Causa 27.790 Reg. 29.992 J. 12 - S. 24 PRISIÓN PREVENTIVA. ARRESTO DOMICILIARIO. ART. 32 LEY 24.660. LEY 26.472. MADRE DE NIÑO MENOR DE 5 AÑOS “La imputada es madre de tres hijos -dos niñas, una de 8 meses y otra de 9 años y un niño de 4 años-, con el agravante que la mas pequeña se encuentra en período de lactancia, a lo que debe agregarse que no convive con la nombrada en el penal”. “Frente a este panorama, conviene recordar que la Convención de los Derechos del Niño establece en su artículo 3° que deberá primar el interés superior del niño, en toda decisión que una institución pública o tribunal de justicia adopte. Esto obliga a prestar especial atención a las consecuencias que la medida de cautela ordenada por el Juez a quo pueda generar en los hijos menores de Eva Susana Trípodi”. “Evidentemente, en las circunstancias apuntadas, el encierro en una unidad penitenciaria de la imputada reciente el normal desenvolvimiento de la relación familiar con afectación al derecho de los niños. Mas allá de la protección internacional como producto de los instrumentos que en ese orden existen, dentro de los cuales se destaca la mencionada Convención, no puede dejar de repararse en que la ley 26.061 también incluye especialmente en el derecho la identidad de “las niñas, niños y adolescentes” los derechos a la preservación de sus relaciones familiares y a crecer y desarrollarse en su familia de origen (ver c. n° 41361 “Laureano Rojas”, Reg. n° 1632 del 28/12/07; c. n° 41536 “Chirivin”, Reg. n° 136 del 21/02/08, entre otras)”. “La protección del núcleo elemental para el desarrollo de los menores involucrados fuerza entonces a encontrar una solución que priorice su interés al tiempo de procurar, en la medida de lo posible no frustrar el éxito de la investigación (ver C.N.C.P., Sala IV, “Abregú, Adriana Teresa s/ recurso de casación”, rta. 29/8/2006)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 2.6.2009 ATrípodi@@ 61 Causa 43.090 Reg. 520 J. 12 - S. 24 RESISTENCIA A LA AUTORIDAD. ART. 239 DEL C.P. REQUISITOS TÍPICOS. “La vieja figura de resistencia a la autoridad, contenida en el artículo 238 del C.P. reprimía –en lo pertinente- la conducta de quien empleare intimidación o fuerza contra un funcionario público para impedir o trabar la ejecución de un acto propio del legítimo ejercicio de sus funciones”. “En referencia a esta figura, Soler expresaba, mediante una argumentación aplicable a la nueva, contemplada en el art. 239 del C.P., que el primer presupuesto que debe evaluarse es “... el hecho de que la actividad administrativa de la autoridad haya llegado al punto en que se concreta en una disposición ejecutable contra alguien...”, pues recién a partir de allí es posible “resistirse” a una orden. De hecho, su existencia es la que permite distinguir un caso de resistencia de un supuesto de atentado a la autoridad”. “La acción típica prevista por el art. 239 C.P. importa una oposición activa al desarrollo actual del acto funcional por parte del agente. Ahora bien, la formulación genérica del verbo típico con el término “resistir” permite referir los medios de la acción con relativa mayor amplitud que la descripción de la ley derogada y no reducirlos estrictamente, en consecuencia, a los de fuerza e intimidación (cfr. Creus, Carlos, “Derecho Penal, parte especial”, Ed. Astrea, 5º edición actualizada, Buenos Aires, 1995, p. 226). En esta dirección, se han admitido como medios comisivos la amenaza, intimidación, o cualquier acción que provoque razonablemente sensación de peligro en el sujeto pasivo”. “La desobediencia, en cambio, no implica una oposición activa al desarrollo de la orden; se refiere a la actividad de quien, en conocimiento de la orden y con posibilidades de acatarla, decide ignorarla”. “El antiguo artículo 240 –según ley 21.338- reprimía a aquel que “... desobedeciere la orden impartida por un funcionario público en el legítimo ejercicio de sus funciones, salvo que se trate de la propia detención...”. Es interesante destacar que a diferencia de esa norma, el actual art. 239 no hace referencia a la situación de la propia detención, así como tampoco a la existencia de una orden”. “Sin perjuicio de ello, según expone Creus, la doctrina mayoritaria sostiene, por un lado, que si faltase la orden no se daría una conducta a la que pueda caracterizarse como desobediencia, pues sólo puede desobedecer quien es destinatario de una orden. Por otra parte, en lo que atañe a la omisión de la referencia a la propia detención como elemento negativo del tipo penal, compartimos lo dicho por el autor citado, en cuanto entiende que: “...No modifica la interpretación corriente la ausencia de una mención expresa sobre la exención en los casos en que la desobediencia (como pura desobediencia) refiere a la orden de detención del propio agente, si nos atenemos a la doctrina mayoritaria que siempre consideró a la hipótesis marginada del tipo (Soler)...” (cfr. Creus, Carlos, op. cit., p. 229). Más allá de que este asunto no deja de ser problemático, lo cierto es que la intelección esbozada se presenta como más razonable que su contraria, pues la detención, en sí misma, lleva ínsito un acto compulsivo que por ello, no prevé una elección libre del sujeto pasivo ni tampoco, en consecuencia, una actividad voluntaria que deje abierta la posibilidad de un merecimiento –sea por el cumplimiento, sea por la desobediencia de la orden-”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 25.6.2009 AIbañez@@ Causa 43.024 Reg. 620 J. 6 - S. 11 SECRETO PROFESIONAL. MÉDICO. DERECHO A LA INTIMIDAD. AUTOINCRIMINACIÓN. DERECHO A LA SALUD. NULIDAD 62 Poder Judicial de la Nación “Revisten suma importancia para encarar este problema las dramáticas circunstancias que rodearon a este caso, donde resulta particularmente evidente que el imputado -ante la posibilidad concreta de perder su vida- no tuvo más remedio que acudir en procura de ayuda médica pese al riesgo cierto de incriminarse (ver en tal sentido, de esta Sala, causa n°13.778 AZambrana Daza@, reg. n° 15.431 del 15/05/98, votos de los Dres. Irurzun y Cattani)”. “que esta situación haya tenido origen en la propia actividad del imputado que ingirió cápsulas de cocaína asumiendo el riesgo de que alguna de ellas se pudiera romper dentro de su organismo, no puede ser un dato definitorio para demostrar que no existe ningún tipo de afectación al debido proceso legal en la formación de una causa criminal en su contra de la manera que aquí se analiza”. “La legitimidad del procedimiento penal está dada por el respeto de las disposiciones establecidas en la Constitución Nacional y en la ley. Si la decisión de llevar adelante una actividad delictiva fuera un argumento decisivo, no tendría ningún sentido el principio que señala que otorgar valor al resultado de una actividad ilegal y apoyar sobre ella una sentencia judicial, no sólo es contradictorio con el reproche formulado, sino que compromete la buena administración de justicia al pretender constituirla en beneficiaria de un hecho ilícito (CSJN: Fallos 303:1938 AMontenegro@)”. “ese argumento, utilizado por el fiscal en esta apelación, sólo ha sido aceptado para descartar que -en las condiciones que aquí se tratan- exista una afectación a la garantía contra la USO OFICIAL autoincriminación, destacando que el imputado no ha realizado manifestaciones incriminantes como consecuencia de coacción física o moral Aproveniente de terceros@ (CSJN: 320:1717 AZambrana Daza@, Considerandos 7° y 10°)”. “No obstante, resulta innecesario analizar el caso a la luz de esa garantía, pues -como se verá- es la propia reglamentación legal la que en este caso impone privilegiar el secreto médico en procura de la preservación de la vida, la salud y la intimidad del paciente, impidiendo que se vea inmerso en el dilema de asumir el riesgo de ser condenado o exponerse a la posibilidad de que fueran afectados tales bienes jurídicos en su exclusivo perjuicio”. “Es que solamente si se admitiera la validez de una persecución penal iniciada en las condiciones enunciadas, se estaría entonces obligando a una declaración autoincriminatoria, permitiendo que quien confía en un médico entregándosele en procura de auxilio para su vida, sea sometido a proceso en base a lo manifestado bajo la presión que ejerce el temor a morir (conf. voto en causa “Zambrana Daza” ya citado)”. “Ahora bien, la respuesta que se dará a la cuestión analizada -que con lo que se adelantó en los párrafos anteriores ya ha quedado de manifiesto- no puede leerse como un mandato dirigido al médico de abstenerse de poner en conocimiento de la autoridad policial el hecho”. “En principio, debe decirse que nada obsta a que el médico opte por entregar a la policía las sustancias ilícitas sin afectar el secreto profesional que le compete respecto a su paciente (conf. Pampliega, Ignacio M., AEl dilema entre la prisión y la muerte. Asistencia médica al sospechoso, secreto profesional y denuncia obligatoria@, en LL, 2009-C, pp. 6/7)”. “Adentrándonos ya en el núcleo de la discusión, debe resaltarse -en primer lugar- que la confidencialidad de la relación entre los médicos y sus pacientes tiene base constitucional en el artículo 19 de nuestra Carta Magna, así como en diversas disposiciones emanadas de tratados internacionales mencionados en el artículo 75 inciso 22 C.N., tales como los artículos V de la Declaración Americana de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 11.2 y 11.3 de la Convención Americana de Derechos Humanos y 17 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”. “También encuentra fundamento en el aseguramiento del derecho a la salud, pues es claro que la accesibilidad a un tratamiento médico adecuado depende en gran medida de la convicción que 63 pueda tener quien concurre a la asistencia de que su confianza será retribuida y su intimidad respetada”. “Es por estas razones que el secreto médico ha sido receptado en nuestro ordenamiento jurídico en el artículo 11 de la ley 17.132 -régimen legal del ejercicio de la medicina- donde se establece que Atodo aquello que llegare a conocimiento de las personas cuya actividad se reglamenta en la presente ley, con motivo o en razón de su ejercicio, no podrá darse a conocer, salvo los casos que otras leyes así lo determinen o cuando se trate de evitar un mal mayor y sin perjuicio de lo previsto en el Código Penal, sino a instituciones, sociedades, revistas o publicaciones científicas, prohibiéndose facilitarlo o utilizarlo con fines de propaganda, publicidad, lucro o beneficio personal@. “Concordantemente con la parte de esa norma que se ha resaltado, existen excepciones legales, tales como -entre otras- la Ley de profilaxis de la lepra n° 11.239, la Ley de profilaxis de la peste n° 11.843, la Ley que impone el certificado prenupcial -n° 16.668-, la Ley de lucha contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida n° 23.798 y la ley de protección contra violencia familiar n° 24.417, pero como sostuvo recientemente la Sala I de esta Cámara (causa n° 41.557 AMuñoz Alcalá, Paulino s/ nulidad@, reg. n° 372 del 30/04/09 y sus citas), todas ellas se inspiran -explícitamenteen la finalidad de evitar o prevenir daños serios a otras personas, y ninguna en el mero interés en la persecución penal”. “Con relación a esto último, se debe puntualizar que las disposiciones del art. 177 del Código Procesal Penal de la Nación no configuran alguna de las excepciones legales a la regla del secreto médico a las que se hace referencia en el artículo 11 de la ley 17.132”. “este Tribunal ha sostenido desde antaño, en consonancia con un importante sector de la doctrina, que la regla es el secreto profesional y la excepción el deber de revelarlo por justa causa, siendo la previa inexistencia de un secreto profesional una condición requerida para que surja la obligación de denunciar (conf. Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, T°IV, ed. Tea, Bs.As, 1973, pp.130/2; Núñez, Ricardo, Derecho Penal Argentino, Ed. Bibliográfica Omega, 1967, Tomo V, pp. 131/2; Sucar, Rodríguez e Iglesias, “Violación de secretos y obligación de denunciar: un dilema ficticio”, en Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal, año IV, n° 8-B, Ad. Hoc, 1998, pp. 209/15. De esta Sala, causa n° 13.778 “Zambrana Daza”, ya citada; causa n° 17.181 “Morelli”, reg. n° 18.507 del 23/03/01; causa n° 20.105 “C, P. y C, J.M.s/ nulidad”, reg. n° 21.608 del 9/10/03 y de la Sala I, causa n° 25.883 “Zambrana Daza”, reg. n° 64 del 14/02/95; causa n° 30.744 “Tenca”, reg. n° 518 del 8/7/99; y causa “Muñoz Alcalá”, ya citada)”. “Asimismo, como ya se ha adelantado, debe señalarse que la persecución de un delito, aunque fundada en un interés estatal indudablemente legítimo, no constituye -en principio- una justa causa para relevar al médico del secreto profesional, siendo necesaria para su configuración la amenaza de un mal futuro que pueda evitarse para el mismo enfermo, el facultativo o terceros (conf. Núñez y Soler, ob.cit.)”. “Es necesario poner en claro que no puede haber distinción entre los médicos que prestan servicios en hospitales públicos y los que lo hacen en establecimientos privados, y así concluir en que los primeros están revelados del secreto profesional en los términos del inciso 1° del artículo 177 ya transcripto. Un criterio como ese importaría “…sancionar directamente un privilegio de clase altamente inmoral, pues las pobres gentes que concurren a la asistencia pública o a los hospitales de caridad se pondrían automáticamente en manos de la justicia. En cambio, al mismo médico, después de atender su servicio hospitalario gratuito, sería posible en su consultorio comprarle, junto con la tarjeta, el silencio profesional considerado (...) como obligatorio. La obligatoriedad del secreto no depende en absoluto de la forma gratuita o remunerada con que fue prestado el socorro@ (conf. Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, T°IV, ed. Tea, pp. 133/4, Bs.As, 1973)”. 64 Poder Judicial de la Nación “Así, la obligación impuesta a los médicos, en ambos casos, está regida por el inciso 2° del artículo 177 que impone denunciar, siempre que no exista deber de guardar secreto, los delitos cuyos bienes jurídicos protegidos son la vida y la integridad física de terceros”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 11.6.2009 AOrekhov@@ Causa 27.724 Reg. 30.018 J. 4 - S. 8 ACCIÓN CIVIL. EXCEPCIONES. DEFECTO LEGAL. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “la excepción de [defecto legal] tiene como fin evitar que el demandado se encuentre en un verdadero estado de indefensión producto de la oscuridad o indeterminación del reclamo que se formula en su contra, frustrándole toda posibilidad de oponer las defensas adecuadas y ofrecer las pruebas conducentes. De tal modo, no cualquier falencia tiene entidad para detener el curso de la acción, sino que “...Los vicios o defectos formales deben revestir gravedad suficiente, de modo tal que se torne difícil conocer lo pretendido, creando en la contraria una perplejidad que le impida ejercer su derecho de defensa...” (Conf. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Sala C, USO OFICIAL en causa n° 23.663.06 “Nuñez c/ Kusminsky”, rta. el 13/3/09)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 28.7.2009 AGrosso@@ Causa 27.453 Reg. 30.168 J. 1 - S. 2 ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA. ART. 173 INC. 7° C.P. REQUISITOS TÍPICOS. “El tipo penal del art. 173, inciso 7° del C.P., describe dos clases de acciones punibles: “perjudicar” los intereses confiados (tipo de infidelidad) y “obligar abusivamente” al titular del patrimonio (tipo de abuso). Sobre el punto, tiene dicho la doctrina que en el quebrantamiento de fidelidad, a diferencia del tipo de abuso, no necesariamente la acción defraudatoria se materializa bajo la forma de un negocio o acto jurídico, sino que puede manifestarse mediante una acción jurídica o de hecho (ver Baigún, David y Zaffaroni, Eugenio -directores-, “Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial”, ed. Hammurabi, Bs.As., 2008, tomo 7, pág.232/33)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 31.7.2009 AGabrielli@@ Causa 27.645 Reg. 30.180 J. 7 - S. 14 COMPETENCIA. LEY 23.737. ESTUPEFACIENTES. CONTRABANDO. TENTATIVA. ART. 871 Y CCTES. LEY 22.415. REQUISITOS TÍPICOS. CONFIGURACIÓN DEL DELITO. COMPETENCIA DEL FUERO PENAL ECONÓMICO DE LA CAPITAL FEDERAL “en torno al encuadre de tal hecho en la hipótesis del delito de contrabando de estupefacientes en grado de tentativa (art. 871 en función de los arts. 863, 864 y 866, todos de la ley 22.415), debe destacarse que tal como lo ha sostenido la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el bien jurídico protegido por ese tipo penal es Ael adecuado ejercicio de la función de control del tráfico internacional de mercaderías asignadas a las aduanas@ por lo que debe determinarse si -en el caso- la conducta atribuida estuvo dirigida a impedir o dificultar, mediante ardid o engaño, el adecuado ejercicio de las funciones que las leyes acuerdan al servicio aduanero (CSJN, Fallos 311:372 ACinepa S.A.@ y causa C.2594, T°XL, ACiuffo@ del 11/12/07, voto de los Dres. Lorenzetti y Zaffaroni)”. En el caso, el imputado “… dio comienzo a la ejecución del delito en trato, puesto que si bien no logró acreditarse que el encausado haya ingresado en la zona de pre-embarque del Aeropuerto 65 Internacional de Ezeiza (…), los actos que desarrolló -constituirse en aquella terminal aérea, registrarse en el mostrador de la aerolínea, pagar la tasa de embarque, despachar su equipajesignifican que el nombrado se ha dispuesto inmediatamente a egresar del país con la droga oculta en su cuerpo, maniobra que se frustró por una causa ajena a su voluntad, como lo debe haber sido la reacción que produjo en su organismo el deterioro de algunas de las cápsulas que portaba …”. “En tal sentido, el Máximo Tribunal ha dicho que Ala intención del agente debe estar dirigida, sin lugar a dudas, a cometer el delito que se dice tentado. Este propósito no exige que comprenda el comienzo de todos y cada uno de los hechos y circunstancias configurativos, en el caso concreto, del delito cuya consumación constituye el motivo determinante del intento. Ello es así, pues basta con que el autor se guíe por el designio de cometer un hecho que la ley entiende como delictivo, con prescindencia de las eventualidades que no alteran ni eliminan la criminalidad del acto@ (CSJN, Fallo ACinepa S.A.@, ya citado)”. “De modo similar, la doctrina indica que A...En conclusión, puede afirmarse que (a) el comienzo de ejecución del delito no es estrictamente el comienzo de ejecución de la acción señalada objetivamente por el verbo típico, (b) sino que también abarca los actos que, conforme al plan del autor (el modo de realización concreto de la acción típica escogido por el autor ), son inmediatamente anteriores al comienzo de la ejecución de la acción típica e importan objetivamente un peligro para el bien jurídico, bien entendido que (c) un acto parcial será inmediatamente precedente de la realización de la acción típica cuando entre éste y aquella no haya otro acto parcial en el plan concreto del autor@ (Zaffaroni, Alagia y Slokar, ADerecho Penal, Parte General@, Ed. Ediar, 1° Edición, Buenos Aires, 2000, pag. 794)”. A partir de tales consideraciones, el Tribunal confirmó la decision apelada, que remitía las actuaciones a la Justicia en lo Penal Económico de la Capital Federal. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun 14.7.2009 AReluz Portillo@@ Causa 28.037 Reg. 30.138 J. 10 - S. 20 DOCUMENTOS. DOCUMENTO NACIONAL DE IDENTIDAD AJENO. TENENCIA. REQUISITOS TÍPICOS. ARMAS. ARMA DE GUERRA. TENENCIA. REQUISITOS TÍPICOS. RESISTENCIA A LA AUTORIDAD. REQUISITOS TÍPICOS. DISCRIMINACIÓN. LEY 23.592. REQUISITOS TÍPICOS. El delito de tenencia de DNI ajeno, “…al igual que todo aquel en el cual la respuesta penal se liga a la mera tenencia de un objeto –armas, bombas, estupefacientes- exige una relación de disposición con la cosa de que se trate. Si no se exhibe o acredita el directo contacto físico con el elemento reputado ilícito, sí al menos debe existir para el sujeto la posibilidad inmediata de disposición sobre él; de poder detentar para su uso ese objeto a partir del cual nace la relación que se tiene por delictiva.” (Del voto del Dr. Ballestero). “Resulta claro que al menos uno de los revólveres hallados, por su calibre, justifica la figura delictiva escogida. Es también cierto que su sola tenencia habilita la intervención del poder punitivo al tratarse de “…objetos que no pueden ser utilizados nunca privadamente para fines legales o que, a lo sumo, sólo pueden serlo en contadas ocasiones, [y por lo tanto] constituyen prototipos de instrumentos delictivos…” (JAKOBS, Günther, “Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico”, en Estudios de Derecho Penal, Civitas, Madrid,1997, p. 310)” (Del voto del Dr. Ballestero). “La norma que reprime la tenencia de armas, en orden a los peligros que encierra tal actividad en relación con futuros hechos lesivos, parte de la idea de una relación entre sujeto y objeto que funda los motivos de la represión penal. Allí, y más allá de las objeciones que puedan plantearse, la 66 Poder Judicial de la Nación legítima finalidad que ha inspirado la ley justifica la intervención punitiva. Mas, cuando en los hechos esa relación entre el hombre y la cosa no se registra, cuando el lazo no existe más que en especulaciones que no hallan reflejo en las circunstancias históricas examinadas, la norma no puede encontrar su cauce de expresión” (Del voto del Dr. Ballestero). Respecto del delito de resistencia a la autoridad, “la norma que se dice lesionada, ni objetiva, ni subjetivamente, requiere que el sujeto pasivo detente la condición de funcionario público. Y ello pues, como se ha sostenido, en estos casos “la incriminación se amplía hasta considerar funcionario público a cualquier particular: cuando se trate de la captura de un delincuente en flagrancia… En esta hipótesis, no es necesaria la presencia de un funcionario real: todos los particulares que cooperan son funcionarios públicos” (SOLER, Sebastián, Derecho Penal Argentino, Tomo V, Editorial Tea, Bs. As., 1996, p. 135)” (Del voto del Dr. Ballestero). “Los daños corporales a cuya generación se dirige el obrar de los hombres son ya alcanzados por el derecho penal cual conducta no permitida socialmente. Mas, cuando esas lesiones son generadas en orden a un estímulo que supera la mera creación de ese resultado, y se inspiran en una voluntad dirigida a herir a determinadas personas, a las que no se respeta, a las que se desprecia por razón de su raza, nacionalidad, religión, aquella conducta adquiere tintes singulares; rasgos que la ley específicamente inhabilita, y a los que hace merecedores de un reproche especial” (Del voto del Dr. Ballestero). USO OFICIAL “El artículo 2 de la ley 23.592 recepta, justamente, esos casos en donde las figuras de nuestro sistema criminal son cometidas bajo ese designio cosechado en la “…persecución u odio a una raza, religión o nacionalidad”; supuestos donde la respuesta punitiva de cada delito es incrementada en virtud del mayor disvalor de injusto que detenta un obrar cimentado en esa intolerante voluntad” (Del voto del Dr. Ballestero). “Banderas, panfletos, lemas y actitudes se engarzan en perfecta armonía para que, a la par del vigor del art. 89 del C.P., los imputados se vean alcanzados por la fuerza de esta segunda disposición penal. Ese imperio que no se detiene a indagar, como tampoco debiera hacerlo, en los más secretos e íntimos deseos de las personas, sino que sólo habrá de examinar lo que en los hechos ocurrió, que no es más que el genuino reflejo de aquel ámbito inexpugnable. Pues “…a efectos de la aplicación de la agravante no es preciso una investigación motivacional sino la comprobación de que el autor conocía las circunstancias y el contexto en el que llevaba a cabo la conducta delictiva y era consciente por tanto de que su actuar iba a ser comprendido, tanto por el colectivo especialmente vulnerable, como por la sociedad en su conjunto, como un comportamiento expresivo, esto es, que se proyecta en su realización más allá de la víctima concreta inmediata y despliega una expectativa amenazante sobre todos los sujetos que presentan el mismo elemento común que determinó en términos subjetivos la selección de la víctima” (LANDA GOROSTIZA, Jon-Mirena, La política criminal contra la xenofobia y las tendencias expansionistas del derecho penal, Comares, Granada, 2001, p. 190, citado en SLONIMSQUI, op. cit., p. 127)” (Del voto del Dr. Ballestero). “Ese particular contexto que dio marco al obrar de los imputados, no sólo fue conocido en el caso sino, más aún, especialmente procurado. No fue inocente el lugar donde las lesiones fueron ocasionadas, las personas destinatarias de esa violencia ni las expresiones que escoltaron cada golpe. Cada uno de estos factores fue tenido en cuenta al momento de los hechos para servir como ámbito de manifestación de una conducta de persecución o de odio a quien se considera un “otro” cuyas ideas no se comparten, cuyas creencias no se respetan, cuyos orígenes no se estiman” (Del voto del Dr. Ballestero). “De ahí, entonces, es que ninguna duda se alberga sobre la lectura que cabe asignar a este acontecimiento. Se ha tratado, en el caso, de un obrar caracterizado por esas condiciones que la ley antidiscriminatoria bien hizo en prever a fin de brindar un plus de protección jurídica a quienes 67 la realidad, por prejuicios, indiferencia, intolerancia, los ha colocado en una posición de vulnerabilidad. Por ello, para dar vida a esa fuerza que procura por medio de la ley restablecer una paridad que en hechos aparece quebrada, y bajo la idea que inspiró su sanción -el hacer cierta la noción de igualdad entre los hombres- es que habrá de aplicarse aquí, en un supuesto que por lo narrado así lo amerita, las disposiciones del artículo 2 de la ley 23.592; esas cuyo objetivo es “…impedir la generalización de expresiones que puedan crear un envenenamiento del clima social, un ambiente hostil respecto de determinados grupos humanos”; esas mismas que dan razón al examen de otro apartado de su texto (SLONIMSQUI, Pablo, Derecho penal antidiscriminatorio, Di Plácido Editor, Buenos Aires, 2002, p. 59)” (Del voto del Dr. Ballestero). C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 8.7.2009 AVázquez@@ Causa 43.290 Reg. 663 J. 11 - S. 21 DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN. CÉDULA DE IDENTIDAD EXTRANJERA. ART. 292 PÁRRAFO SEGUNDO Y TERCERO C.P. INAPLICABILIDAD. No corresponde aplicar la agravante prevista por los párrafos segundo y tercero del art. 292 del C.P. “…pues, si bien se trata de una cédula de identidad -documento especialmente contemplado por el tercer párrafo de la norma de mención según ley 24.410-, la ley exige que sea emitida por autoridad pública competente, circunstancia ésta que no se verifica en el caso de autos por tratarse de la falsificación de un documento de otro país”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 28.7.2009 AMerino Obaque@@ Causa 42.720 Reg. 686 J. 11 - S. 21 ESTAFA. ESTAFA PROCESAL. REQUISITOS TÍPICOS. “la estafa procesal requiere, para su configuración, los cuatro elementos básicos del tipo de estafa, a saber: la acción de engañar, la producción del error en la víctima, la disposición patrimonial motivada por el error y el daño patrimonial como consecuencia de la disposición. Para resultar víctima de esta conducta ilícita es necesario que una resolución judicial, emitida en el marco de un proceso basado en prueba fraudulenta, obligue a un acto dispositivo que perjudique el patrimonio de la víctima”. “El tipo penal en estudio no se concreta con una mera estafa cometida en un proceso, sino que exige que sea perpetrada mediante un engaño al juez, respecto de la prueba que debe motivar la decisión judicial que altere, convulsione o demerite el orden patrimonial de la parte”. “Gladys Romero sostiene que “... el hecho deberá revestir todos los caracteres del tipo de interpretación del delito de estafa... engaño idóneo para producir error en el juez, que le motive una decisión dispositiva patrimonial, en perjuicio de otra parte o un tercero...” (aut. cit., “Los elementos del Tipo de Estafa”, p. 219, Ed. Lerner, Buenos Aires, 1985)”. “También coincide con esta idea Juan H. Sproviero quien afirma que “... la apreciación y encasillamiento de la conducta con su equivalente de estafa procesal es viable cuando aparece como comprobable la pérdida pecuniaria discrecional. Sólo así podrá determinarse que el ilícito ha quedado convalidado por conducto del accionar del sujeto activo, que ha erosionado patrimonialmente al sujeto pasivo de la acción...” (aut. cit., “Delitos de estafa y otras defraudaciones”, t. I, p. 173, 2° edición, Ed. Ábaco de Rodolfo Depalma, Buenos Aires, 1998)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 31.7.2009 ANN s/Archivo@@ Causa 42.352 Reg. 729 68 J. 6 - S. 11 Poder Judicial de la Nación GARANTÍAS CONSTITUCINOALES. PLAZO RAZONABLE. ALCANCES. “la garantía a ser juzgado en un plazo razonable, es decir, a obtener un pronunciamiento judicial sin dilaciones indebidas, ha sido incorporada a nuestra Carta Magna a partir de la reforma del año 1994, en virtud de lo establecido en su artículo 75, inciso 22, a partir del cual se le otorgó rango constitucional a los tratados internacionales -Convención Americana de Derechos Humanos, artículo 8.1; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, artículo 14, inciso 3 c)- , y ha sido aplicada tanto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (AGenie Lacayo@ 29/1/97, ASuárez Rosero@ 12/11/97, ALópez Alvarez v.Honduras@ 1°/2/06) como por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (AMotta@ 19/2/91y ARuiz Mateos@ 23/6/93), entre otros tibunales internacionales” (Del voto del Dr. Farah). “Cabe recordar también que, aún ante la falta específica de regulación legal de esta garantía en nuestro ordenamiento, Amientras que .. no se materialice, serán los jueces, los que deberán, en la verdadera emergencia ...dar efectividad a la garantía en los casos concretos -aunque ello no deje de ser, por regla, incorrecto- siempre y cuando lo hagan en favor de la vigencia de ese derecho y no de su eliminación práctica ...@ (conf. Pastor, Daniel R., El plazo razonable 0en el proceso del estado de derecho, Edit. Ad-Hoc, Buenos Aires, octubre 2002 pág. 365)” (Del voto del Dr. Farah). “Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ya había receptado, con anterioridad a la USO OFICIAL citada reforma constitucional, dicha garantía al interpretar los principios de progresividad y preclusión como instrumentos procesales aptos para evitar la duración indeterminada de los juicios. En este sentido el Alto Tribunal consideró que debe interpretarse dentro de la garantía de defensa en juicio consagrada en el artículo 18 de la C.N., el derecho que tiene todo imputado a obtener, luego de un juicio tramitado en forma legal, un pronunciamiento, que del modo más rápido posible ponga fin al estado de incertidumbre que el sometimiento a un proceso provoca (Fallos 272:188)” (Del voto del Dr. Farah). “En igual sentido, esta Alzada ha señalado que AEl derecho a obtener un pronunciamiento definitivo en un lapso razonable de tiempo encuentra su raigambre garantista en el respeto a la dignidad humana en un contexto en el que el debido proceso adquiere la calidad de resguardo del individuo sometido a tal proceso.@ (C.N.C.yC. Fed., Sala I c.n° 29.796 AFridman Salomón s/ falta de acción y prescripción@, reg. n° 813, rta. el 25/9/98)” (Del voto del Dr. Farah). “La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que para examinar la razonabilidad de un plazo en un proceso se deben tomar en cuenta tres elementos: “a) complejidad del asunto, b) actividad procesal del interesado y c) conducta de las autoridades judiciales” (CIDH, caso Genie Lacayo vs. Nicaragua, Sentencia del 29 de enero de 1997, párr. 77; caso Escué Zapata vs. Colombia, sentencia del 4 de octubre de 2007, párr. 102; caso Heliodoro Portugal vs. Panamá, sentencia del 12 de agosto de 2008, párr. 149; caso Bayarri vs. Argentina, sentencia del 30 de octubre de 2008, párr. 107)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Con relación a la complejidad del asunto, se ha dicho que “podrá provenir, por ejemplo, de que el proceso tenga muchas partes, o haya que llevar a cabo peritajes difíciles, o se deba realizar parte de la investigación a través de exhortos a otros tribunales …”, mientras que acerca de la conducta de las autoridades judiciales se señaló que “…cualquier atraso debe tener una justificación .. porque la responsabilidad de un debido proceso ‘dentro de un plazo razonable’ es del Estado en su conjunto, que tiene la obligación de organizar una justicia que funcione” (Medina Quiroga, Cecilia, “La Convención Americana: teoría y jurisprudencia”, págs. 308/9, Universidad de Chile, Facultad de Derecho, Centro de Derechos Humanos, San José, Costa Rica, 2003)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). 69 “Acerca de esto último en particular, es interesante poner de relieve que el defecto en el funcionamiento de la administración de justicia “…no es exclusivo de Argentina, sino que en mayor o menor medida abarca los sistemas penales de varias partes del mundo, y en especial los latinoamericanos…”. De allí se postula que “Argentina deberá desarrollar cuál es el plazo que desea establecer como razonable para su sistema de administración de justicia, en orden a sus pretensiones, a su realidad y a los medios con los que cuenta. Quizás no deba tratarse de un plazo único, sino de uno distinto según cada tipo de caso, o acorde con las características específicas de los procesos. Por ejemplo, podría establecerse un plazo para los casos complejos y uno para los que no lo son, basados en distintos criterios orientadores como la cantidad de imputados, de víctimas, la necesidad de producir prueba en otra jurisdicción o en el exterior, la relevancia social del delito investigado, las implicaciones generales para la sociedad, la flagrancia, etc.” (Marchisio, Adrián, “La duración del proceso penal en la República Argentina”, pág. 220, Fundación Konrad Adenauer, Montevideo, Uruguay, 2004)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 3.7.2009 ACáceres@@ Causa 27.676 Reg. 30.116 J. 6 - S. 12 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. TRIBUNAL IMPARCIAL. ALCANCES. “La cuestión gira en torno al alcance que corresponde otorgarle a la garantía de ser juzgado por un tribunal imparcial, que integra el conjunto de garantías innominadas de nuestra Constitución (art. 33), y que de modo expreso se encuentra consagrada en distintos tratados internacionales de derechos humanos de jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22, CN.): Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art. 26); Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 14.1); Convención Americana sobre Derechos del Hombre (art. 8.1); y Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 10)”. “Tal como lleva dicho hace tiempo esta Sala, siguiendo a Julio Maier, se trata de la imparcialidad frente al caso concreto, la que semánticamente refiere a la ausencia de prejuicios a favor o en contra de las personas o de la materia acerca de las cuales debe decidir, y que intenta preservarse colocando en función de juzgar a una persona que garantice la mayor objetividad posible al enfrentarlo (conf. su obra “Derecho Procesal Penal”, t. I, Ed. Del Puerto, Buenos Aires, 1986, ps. 739, 752 y ss.; citado en causa nro. 33.743bis. “Inc. de recusación...”, resuelta el 7/2/2002, Reg. 17; causa nro. 28.100 “Moreno Ocampo”, resuelta el 22/11/1996, Reg. 1050; y causa nro. 33.950 “Inc. promovido por M. Iglesias”, resuelta el 9/5/2002, Reg. 426, y en causa nro. “Vázquez Policarpo” del 14/06/2007, entre otras)”. “En este sentido, cabe remitirnos a las consideraciones esgrimidas en el precedente “Rosatti” (causa n° 38.429, resuelta el 27/10/05, Reg. 1223) invocado por la defensa y donde esta Alzada se hizo eco de cuanto dijera la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo “Llerena”: “Partiendo de distinguir los dos aspectos de la garantía -el objetivo y el subjetivo-, se define al primero como el temor de parcialidad que puede sentir el justiciable frente a hechos objetivos, más allá de la persona en sí del juzgador. El interés particular de este último, su convicción, atañe al plano subjetivo”. “La importancia de la distinción radica en que el temor de parcialidad se concibe como algo independiente de la honorabilidad, honestidad o desempeño concreto de los jueces. Y ello se explica a partir de que el centro de gravedad, el eje del asunto, gira en derredor del justiciable como titular de la garantía. Entender la recusación como un derecho de quien es juzgado es un presupuesto necesario para cualquier análisis sobre la materia”. 70 Poder Judicial de la Nación “También se recordó allí que esta misma Sala: “...ya había distinguido las dos caras y definido al aspecto objetivo como aquel que refería a si el juez ofrece las garantías suficientes para excluir cualquier duda sobre su imparcialidad, llegando a afirmar que “todo juez en relación con el cual puede haber razones legítimas para dudar de su imparcialidad debe abstenerse de conocer en el caso” (CCCF, Sala I. c. 35051 “Gauna, Fernando s/ recusación”, rta. 6/5/03, reg. 331)”. “Pero lo relevante es que ahora con toda claridad lo enuncia el más Alto Tribunal desde el lado de la garantía del justiciable, lo que implica reconocer una pauta de interpretación amplia. En este sentido, el fallo “Llerena” lo hace explícito al apoyarse en Ferrajoli cuando explica que mientras “si para la acusación esta recusabilidad tiene que estar vinculada a motivos previstos por la ley, debe ser tan libre como sea posible para el imputado. El juez, que...no debe gozar del consenso de la mayoría, debe contar, sin embargo, con la confianza de los sujetos concretos que juzga, de modo que éstos no sólo no tengan, sino ni siquiera alberguen, el temor de llegar a tener un juez enemigo o de cualquier modo no imparcial” (del considerando 24)”. “A diferencia de lo que ocurre con la imparcialidad personal o subjetiva, la que se presume mientras no se demuestre lo contrario (conf. casos del T.E.D.H. mencionados y “Albert” y “Le Compte”, del 10/2/1983, Boletín... cit., p. 904), en lo que hace a la perspectiva objetiva “...se debe determinar si... hay hechos averiguables que podrán suscitar dudas respecto de su imparcialidad. En este sentido, hasta las apariencias podrán tener cierta importancia.” (del caso “Herrera Ulloa v. USO OFICIAL Costa Rica” de la C.I.D.H.; en similar sentido del T.E.D.H. en “Delcourt”, del 17/1/1970, Boletín...cit., p. 183, en “Piersack” y en “De Cubber”)”. “No debe perderse de vista que, tal como señalara Bauman, “...no se trata de que el juez sea parcial; es suficiente que existan motivos que justifiquen la desconfianza sobre la imparcialidad del juez. Las razones no deben llevar concretamente a esta desconfianza, siendo suficiente que sean idóneas para insinuar esta conclusión.” (Bauman, Jüergen, Derecho Procesal Penal, traducción: Conrado A. Finzi, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1986, p. 157; con similares palabras, Roxin, Claus, Derecho Procesal Penal, traducción: Gabriela E. Córdoba y Daniel R. Pastor, Ed. del Puerto, Buenos Aires, 2003, p. 43)”. “Tal como lo ha venido definiendo esta Sala desde hace tiempo, una “preocupación legítima” (causa 28.100 “Moreno Ocampo” del 22/11/96, reg. 1050), “fundamentos serios y razonables” (causa 29.365 “Cavallo” del 10/05/1999, reg. 318) y “una valoración razonable”, son todas fórmulas que apuntan a lo mismo: que el temor esté justificado (causa 38.429 “Rosatti” del 27/10/2005, reg. 1223)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 30.7.2009 AMitre@@ Causa 43.089 Reg. 702 NULIDAD. RESOLUCIÓN JUDICIAL. DICTÁMEN FISCAL. J. 11 - S. 21 FALTA DE FUNDAMENTACIÓN. ARTS. 69 Y 123 CPPN. ART. 28 LEY 24.946 “La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que la omisión de valorar circunstancias y elementos conducentes para la solución del caso, que se vinculan estrechamente con lo que ha sido materia de decisión, es causal de descalificación del acto en los términos de la doctrina sobre arbitrariedad de las sentencias (Fallos 305:1602; 307:92; 314:312; 329:4280 y 330:4983, entre otros)”. “De conformidad con estas pautas, los fundamentos expuestos por el Sr. Fiscal General fijan la posición del Ministerio Público en estos actuados y revelan que tanto la decisión en examen como el dictamen que constituyó su antecedente inmediato presentan vicios que afectan directamente su validez, por haber omitido realizar una evaluación integral de elementos que guardan sustancial 71 vinculación con la cuestión debatida -en tanto indican la existencia de un impulso de la acción por parte de quienes tienen (fs. 558/60) o pretenden obtener (fs. 1, 20/3, 144) legitimación activa-, a la vez que versan sobre hechos que, según el acusador, son análogos a los de esta causa (ver fs. 528/562), más allá que en su momento se estimara prematura la pretendida declaración de conexidad entre algunos de los expedientes (fs. 590)”. “La concurrencia de los vicios señalados implica la falta de una debida fundamentación en los actos emitidos por el fiscal y el juez a fs. 588 y 592/4, en violación de las exigencias del artículo 28 de la ley 24.946 y de los artículos 69 y 123 del Código Procesal Penal de la Nación. Esta circunstancia impone que este Tribunal ejerza el control de legalidad que le es propio (conf. de esta Sala, causa n° 23.168 “Rosemblum”, reg. n° 24.495 del 22/11/05), declarando la nulidad de ambas piezas, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 168 del ordenamiento ritual”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Farah 2.7.2009 AD ´Elia@@ Causa 27.781 Reg. 30.105 J. 10 - S. 20 PRUEBA. NOMBRAMIENTO DE PERITOS. NOTIFICACIÓN A LAS PARTES. ART. 258 DEL C.P. NULIDAD. “La falta de notificación, cuando no concurren en el caso alguna de las dos excepciones -suma urgencia o que la indagación sea extremadamente simple-, acarrea indefectiblemente la nulidad de dicho acto, por lo que la cuestión no radica en si la experticia es o no reproducible, pues la norma no sujeta su validez a dicha condición”. “El contenido de dicho precepto aspira a asegurar el derecho de defensa del imputado, por lo que relajar dicha garantía implica quebrantar el consenso alcanzado sobre su existencia y validez, situación exenta de las atribuciones del a quo”. “Es por ello que la consecuencia necesaria que resulta de dicha interpretación es la de nulificar el acto cuestionado, y por consiguiente todo aquel acto del proceso que haya tenido al mismo de sustento”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 3.7.2009 AOlivares@@ Causa 42.837 Reg. 646 J. 8 - S. 15 QUERELLANTE. FACULTADES. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FACULTADES. “la cuestión está en determinar qué, o mejor dicho quién, tiene a su cargo la misión de presentar ante los jueces el caso sobre el cual deberán decidir; quién posee la atribución de inaugurar esos carriles que se han de transitar para la justa dilucidación del asunto; quién, en definitiva, determinará -al interior de un proceso penal- la existencia de causa. Ese actor, según lo han regulado los arts. 180, 188, y 195 del CPPN no es otro sino el Agente Fiscal” (Del voto del Dr. Ballestero). “En tal sentido, vale mencionar que cuando la norma contenida en el art. 195 del Código Procesal Penal describe el nacimiento de una causa bajo su faz instructoria lo hace, no sobre la base del ejercicio de una irrestricta competencia para habilitar su marcha sino, y concretamente, en orden a un acto o requerimiento que la misma ley ha puesto en cabeza del Ministerio Público Fiscal. Y así, tal como aparece regulado en el armónico juego de los artículos 188 y 180 del cuerpo normativo citado, frente a aquellos supuestos que no han surgido del ejercicio de la actividad preventora asignada a las fuerzas de seguridad, siempre que se encuentre ante una hipótesis delictiva será el 72 Poder Judicial de la Nación fiscal quién, al determinar su objeto y proponer medidas, concebirá y fijará el perfil del proceso” (Del voto del Dr. Ballestero). “Pero además, así como el fiscal posee dentro de este esquema la facultad de estimular el inicio de una investigación al constituir en causa las expresiones de un denunciante, también es capaz, por otra parte, de sentenciar lo opuesto” (Del voto del Dr. Ballestero). “En efecto, si es en el Ministerio Fiscal en quien la norma ha depositado la obligación de promover y dar génesis al ejercicio de la acción pública cuando aparezca cometido un hecho delictivo, para el caso contrario también será ese mismo órgano a quién tocará la función de abortar el nacimiento de lo que, sin visos de afectar la legislación aplicable, importaría la arbitraria actuación del poder punitivo que inviste todo proceso” (Del voto del Dr. Ballestero). “En estos términos, más allá de la pretensión penal material que pudiera contener una denuncia, es únicamente el interés público que nutre la visión del agente fiscal aquel que, en una diversa mirada, posee la particularidad de esterilizar aquella noticia con la que se pretende engendrar un proceso y la consecuente actividad jurisdiccional de Estado. Y es que, cuando la posición del fiscal no surgiere manifiestamente irrazonable, la ausencia de un marco que pudiere habilitar su autoridad ninguna alternativa dejará a los jueces más que someterse a la decisión por aquél adoptada” (Del voto del Dr. Ballestero). “Más aún, como reflejo de un proceso penal que ha sido concebido bajo la necesaria actuación del USO OFICIAL Ministerio Público como titular de la acción penal y contralor del debido proceso, es que el legislador no ha previsto, acertadamente, ningún mecanismo que, prescindiendo de esas directivas a él acordadas, dejara librado al solo ánimo del juez la capacidad de extralimitar, por fuera de las vallas que lo contienen, el enorme poder que se le confirió a sus decisiones. En otros términos, es en el equilibrio que supone dentro del proceso penal enlazar el poder de unos a la facultad de los otros, que ningún lugar se ha acordado para que, careciendo de materia sobre la que expedirse, el juez desborde sus propias limitaciones al emitir, o simplemente procurar, una segunda opinión. Un temperamento que, en este esquema, no haría más que traslucir cuánto se ha desplazado ya del sitial de ecuanimidad en que se lo ha colocado” (Del voto del Dr. Ballestero). “…al pretenso querellante se le ha reservado dentro del sistema penal su propio espacio. Ese lugar que la posibilidad recursiva que el art. 180 CPPN ha contemplado y que va a permitirle que otro órgano, otra instancia, atienda sus inquietudes. Será entonces el Tribunal de Alzada, en el caso esta Cámara, quién, de compartir los argumentos del impugnante, de apreciar en los hechos denunciados la manifestación fáctica de un delito, franqueará su ingreso a ese ámbito procesal” (Del voto del Dr. Ballestero). “No es un individual anhelo de castigo aquello que ha de servir de motor al proceso. Y en efecto, si bien es cierto que la Constitución Nacional le acuerda al querellante la facultad de obtener un pronunciamiento útil a sus derechos, cuando ello ocurre no lo es como manifestación de una inadmisible promoción de venganza sino, y simplemente, como la cabal protección de un interés que, aunque enarbolado de modo individual, no ha de perder por ello los comunes rasgos que lo hacen propiedad de todos” (Del voto del Dr. Ballestero). “…aun cuando dentro del proceso el Ministerio Público Fiscal surge como representante del interés social que invoca al provocar la causa, no ha de confundirse tal supuesto con la absoluta imposibilidad de que el particular ofendido cuestione una decisión que pudiere serle adversa” (Del voto del Dr. Ballestero). “sólo cuando medie un requerimiento fiscal, cuando aquel sea suplantado mediante su directa actuación en los términos del art. 196 CPPN, o bien cuando esta Cámara de Apelaciones -a estímulo del pretenso querellante- encuentre que los hechos denunciados pueden ser subsumidos como una concreta infracción normativa, habrá de existir querellante, porque ha nacido la causa; 73 ese genuino proceso que se inaugura, en términos penales, con el nombre de instrucción” (Del voto del Dr. Ballestero). “… una vez que un determinado acontecimiento histórico ha dado vida a un proceso sea suficiente, para transitar las diferentes etapas con que éste ha sido concebido, la sola voluntad del querellante. Ese sujeto cuyos derechos procesales, si bien nacidos del daño generado por el delito, recién han despertado en ese momento en el que la eventual naturaleza ilícita de los hechos fue admitida por la magistratura. Una declaración que, de tal modo, va a permitirle a ese actor el solicitar la condena del acusado tras la celebración del debate, como la Corte Suprema afirmara al pronunciarse en “Santillán”; y que va a brindarle la posibilidad de recorrer en soledad aquel ámbito contradictorio, tal como lo señaló el Máximo Tribunal al decidir en el caso “Bernstein”(cfr. CSJN, causa “Bernstein Jorge”, rta. el 29/04/2008)” (Del voto del Dr. Ballestero). C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 28.7.2009 AMonner Sans@@ Causa 42.345 Reg. 691 J. 9 - S. 18 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CONCURSO DE DELITOS. FORMA EN QUE SE COMPUTA LA VIGENCIA DE LA ACCIÓN PENAL. TESIS DEL PARALELISMO. “cabe al presente la aplicación de la llamada tesis del paralelismo, reiteradamente sostenida por ambas Salas de esta Cámara (conf. CCCFed, Sala I, causa N° 26.150 “SOSA, C.”, rta. el 6/7/95, reg. 534; causa n° 26.149 “BANDE, A.”, rta. 6/7/95, reg. 540; Sala II, causa n° 11.000 “MIARA, S.”, rta. el 19/12/95, reg. 12.661 y causa “ISACCHI, R.”, rta. el 16/12/86, entre otras)”. “Esta tesis afirma que la acción que nace de cada delito prescribe independientemente y su efecto, en los casos de concurso real de delitos, es el de tomar como término máximo de persecución penal el de la pena prevista para cada uno de ellos en particular y no su acumulación (conf. causa n° 34.522 “SALERNO, Francisco s/asociación ilícita”, Reg. n° 1058 del 28/09/06 y sus citas)”. “Esta interpretación fue receptada por el legislador en la reforma introducida por la ley 25.990 que modificó el artículo 67 del Código Penal y cuyo último párrafo reza “...la prescripción corre, se suspende o se interrumpe separadamente para cada delito y para cada uno de sus partícipes”, con lo cual queda zanjada la cuestión”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 11.8.2009 ALombardo@@ Causa 41.900 Reg. 781 J. 1 - S. 2 AUTORIDAD ELECTORAL. INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN. ART. 132 CÓDIGO ELECTORAL. REQUISITOS TÍPICOS. “Si bien es cierto que el art. 47 de la ley 17.671 establece que el último domicilio anotado en el D.N.I. es el único válido a los efectos electorales y todas las personas tienen la obligación de comunicar en las oficinas respectivas el cambio de su domicilio dentro de los 30 días de haberse producido, el incumplimiento a dicha obligación ha sido contemplado por el art. 38 de esa misma ley (texto según ley 22.435) que reprime con pena de multa a quien no denunciare su cambio de domicilio”. “Pretender que dicho incumplimiento, además de la multa señalada por el texto, acarree en este caso una posible pena de prisión, tal como lo prevé el art. 132 del C.E.N., es desvirtuar la letra de la ley y desconocer que, como explicamos, el tipo penal en cuestión requiere dolo para su configuración (cfr. de esta Sala causa 43.025 “Trajtenberg, Claudio Adrián s/ proc. art. 132 C.E.N.”, rta. el 28 de mayo de 2009, reg. 502)”. C.C.C. Fed. Sala I 74 Ballestero - Freiler - Farah Poder Judicial de la Nación 13.8.2009 AGuzmán@@ Causa 43.284 Reg. 806 J. 1 - S. Electoral CAUCIÓN. TIPOS DE CAUCIÓN. PAUTAS PARA VALORAR SU IMPOSICIÓN. “al tiempo de determinar el tipo de caución a imponer, los magistrados han de hacer mérito de la idoneidad que la medida supone como garantía de que el imputado habrá de responder a los requerimientos que puedan hacérsele durante el proceso. Y, en ese sentido, considerar la naturaleza del delito que se investiga y las condiciones personales del imputado resulta un mandato ineludible a fin de que, sin encubrir una tácita negativa, la garantía que se busca no sea meramente formal (ver en este sentido, de esta Sala, C.N° 42.853 “Sotomayor”, rta. el 18/03/09, reg. n° 210)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 21.8.2009 ACriscuolo@@ Causa 43.400 Reg. 853 COMPETENCIA. HECHOS COMETIDOS EN J. 11 - S. 21 VARIAS JURISDICCIONES. ECONOMÍA PROCESAL. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. JUEZ. JUEZ NATURAL. USO OFICIAL “… sin perjuicio de lo establecido en el artículo 37 del C.P.P.N., en cuanto dispone que “será competente el Tribunal de la circunscripción judicial donde se ha cometido el delito”, en consonancia con el art. 118 de la Constitución Nacional, del que se desprende el principio forum delicti commisi y que hace a la garantía del Juez natural (ver Navarro Guillermo Rafael, Daray Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, Ed. Hammurabi, Tomo I, pág. 168), postura que este Tribunal ha mantenido en reiteradas ocasiones, habremos de resolver en este caso a favor de la Justicia Federal de San Isidro. Ello es así por razones de economía procesal, eficacia de la investigación y mejor defensa de los imputados, atendiendo a la intrínseca vinculación de los hechos objeto del presente proceso con los que se inspeccionan allí en etapa de instrucción, los cuales, a su vez, se encontrarían íntimamente relacionados con la asociación ilícita allí investigada, sin perjuicio de la elevación parcial a juicio de las actuaciones”. “Cabe señalar también que deviene procedente la acumulación de las distintas investigaciones, pues la eventual unidad de la reacción penal en función de la presunta identidad del autor de los hechos investigados, por razones de economía procesal y la necesidad de una pronta administración de justicia, determinan, en el caso, que se investiguen todas las estafas de manera unificada en el Juzgado Federal donde se llevó a cabo la instrucción de la causa principal. “Esta Sala participa del criterio de no desmembrar hechos por un imperativo ritual cuando ellos se presentan estrechamente vinculados, favoreciendo su juzgamiento por un solo Magistrado en aras de la economía procesal” (CCCF, Sala I, “Simoens, Jorge Arturo” Boletín de Jurisprudencia, año 1992, pág. 212)”. “En este sentido, se ha dicho: “Cuando los hechos investigados hayan tenido desarrollo en más de una jurisdicción, corresponde elegir una de ellas teniendo en cuenta razones de economía procesal, la necesidad de favorecer la buena marcha de la investigación y la defensa de los imputados...” (CCCF-Sala II-, cn°22.645 “Villar, Julio M. s/competencia” rta. el 01/09/05)”. “A ello debe sumarse, según lo adelantado, que los presentes actuados poseen un alto grado de vinculación con aquellos testimonios actualmente en trámite ante el Juzgado Federal n°2 de San Isidro, los cuales resultan ser desprendimientos de la investigación primigenia en la que se pudo establecer en la forma preliminar la existencia de una asociación ilícita. En virtud de ello, cabe señalar lo resuelto por el más alto Tribunal: “...si el accionar de una asociación ilícita se ha verificado en varias jurisdicciones, corresponde atribuir competencia al magistrado que resulte más 75 conveniente por razones de economía procesal, valorando incluso el acceso a los elementos de prueba, lo que debe atribuirse en su totalidad clara y concretamente a la labor desarrollada por el a quo” (CSJN Fallos 303:934; 305:610; T.310:2800; entre otros)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 6.8.2009 AInc. de Incompetencia@@ Causa 42.923 Reg. 757 DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE J. 9 - S. 18 LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Y DE COMUNICACIÓN. ART. 190 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. Respecto de la norma penal contenida en el artículo 190 del Código Penal, “… en las palabras de Sebastián Soler, “...la figura se refiere a un peligro concreto. Debe tratarse de un acto que ponga en peligro la nave, la construcción flotante o la aeronave...” y agrega que “...será pues necesario que el hecho sea ejecutado con ánimo tendiente a crear el peligro concreto...” (cf. autor cit., “Derecho Penal Argentino”, Tomo IV, Ed. TEA, Buenos Aires, 1988, pág. 612/613). El autor define el concepto de “peligro” explicando que se trata de “la probabilidad de que ocurra un evento dañoso”, y clarifica que si bien “en las incriminaciones de peligro abstracto el derecho suele desentenderse de toda comprobación referente a la efectiva existencia de lesiones o riesgos...”, en los delitos de peligro concreto “la figura requiere que algún bien haya corrido efectivamente un peligro” (Op. Cit., pág. 563/5)”. “Siguiendo esa misma línea, Creus sostiene que “Estos actos tienen que haber creado un peligro para la seguridad del medio de trasporte”, precisando que “Debe tratarse de un peligro concreto, que efectivamente se haya corrido”. Seguidamente, aclara que “La seguridad mentada se refiere tanto a la incolumidad del medio mismo como a la de las cosas o personas trasportadas o para trasportar” (Creus, Carlos, “Derecho penal, parte especial”, tomo II, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1999, pág. 36)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 4.8.2009 ABravo@@ Causa 43.213 Reg. 732 J. 6 - S. 12 EMBARGO. ART. 518 CPPN. FACULTAD DEL JUEZ DE IMPONER DE OFICIO LA MEDIDA CAUTELAR. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “el Juez de grado sí cuenta con facultades para ordenar, aún de oficio, una medida cautelar de esta naturaleza (artículo 518, tercer párrafo, del Código Procesal Penal de la Nación). Su procedencia, según se desprende de esa misma norma, se encuentra condicionada a la existencia en el caso de elementos de convicción suficientes que la justifiquen y peligro en la demora”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 19.8.2009 ABáez@@ Causa 27.375 Reg. 30.250 J. 4 - S. 8 EMBARGO. ART. 518 CPPN. INHIBICIÓN GENERAL DE BIENES. ALCANCES. “dentro de los obstáculos a la libre disponibilidad del patrimonio -del cual forman parte las cuentas bancarias-, la inhibición general de bienes “...se presenta en nuestro ordenamiento procesal como una medida subsidiaria al embargo, y resulta operativa -de conformidad con lo dispuesto por el artículo 518 del Código Procesal Penal de la Nación- ante la inexistencia o insuficiencia de bienes en poder del cautelado, y por tanto, sólo subsistirá en la medida que no sea plenamente garantizado el monto fijado...” (Conf. causa n° 19.001 caratulada “Basavilbaso de Alvear, Rufino”, 76 Poder Judicial de la Nación rta. el 15/8/02, reg. n° 20.056; y causa n° 26.195 “Granillo Ocampo”, rta. el 01/02/08, reg.n° 28.019)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 25.8.2009 “Granillo Ocampo” Causa 28.173 Reg. 30.264 J. 5 - S. 10 ESTAFA. REQUISITOS TÍPICOS. CONSUMACIÓN DEL DELITO. “…[E]n la estafa es necesario que el autor del delito, mediante la introducción de un ardid idóneo, haga incurrir a otro en error, quien de ese modo efectúa una disposición patrimonial que le ocasiona un perjuicio también de contenido patrimonial. Es ineludible la presencia de estos cuatro elementos típicos para su configuración, a saber: engaño o ardid inicial, error en el sujeto pasivo, disposición patrimonial y perjuicio patrimonial, y su ineludible concatenación causal” (causa n° 39.189 “Lucchini”, reg. 1076, del 3/10/2006)”. “En cuanto a la consumación del delito, la doctrina ha entendido que se produce “…en el momento en que se toma la disposición patrimonial perjudicial” (Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, t. IV, TEA, Buenos Aires, 1992, p. 376), lo que en el caso ocurrió en el momento en que el I.A.F. le entregó el dinero del crédito a Cesar Bobadilla. Así las cosas, la devolución que efectuó USO OFICIAL posteriormente a que la maniobra se descubriera no elimina el delito, pues ya se había agotado. En este sentido, ese pago posterior no puede tener efectos retroactivos ni ser tomado como un desistimiento activo, pues el delito estaba consumado –art. 43 Código Penal— (Conf. David Baigún, Eugenio Zaffaroni y Marco Terragni, Código Penal y Normas complementarias. Análisis Doctrinario y Jurisprudencial, Tomo II, Hammurabi, Buenos Aires, 2002, p. 118)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 25.8.2009 “Bobadilla” Causa 42.650 Reg. 857 J. 5 - S. 9 ESTUPEFACIENTES. COMERCIO DE DROGAS. ART. 5° INC. “c” LEY 23.737. REQUISITOS TÍPICOS. ENTREGA DE ESTUPEFACIENTES A TÍTULO ONEROSO. ART. 5° INC. “E” LEY 23.737. “…debe entenderse únicamente por comercio de drogas aquellas actividades que se realizan en forma habitual…” (Alejandro Osvaldo Tazza, “El Comercio de Estupefacientes”, Ed. Nova Tesis, 2008, pág. 62), por lo cual “…La verificación accidental de un hecho que puede ser considerado como del comercio, no implica que el sujeto adquiera la calidad de comerciante…” (Laje Anaya, “Narcotráfico y Derecho Penal Argentino”, Ed. Marcos Lerner Editora Córdoba, 1998, pág. 123)”. “Por el contrario, aquí sólo se ha probado que momentos antes de ser detenido (…) entregó a otra persona materiales estupefacientes, recibiendo como contraprestación dinero”. “En tales condiciones, corresponde modificar el encuadre jurídico por el delito de entrega de estupefacientes a título oneroso (artículo 5°, inc. “e”, primera parte, de la ley 23.737), que a diferencia del adoptado en la resolución apelada “… le es inherente una sola entrega…” (Laje Anaya, op. cit., pág. 136), y a su vez desplaza por concurso aparente la calificación de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (ver de la C.N.C.P., Sala I, causa n° 4586 “Fuentealba Cifuentes, Héctor Ramón s/ recurso de casación”, rta. el 13/5/2003, reg. n° 5878.1, y de esta Sala, causa n° 10986 “Rubio”, rta. el 17/4/1995, reg. n° 11910)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 25.8.2009 “Matos Peguero” Causa 28.169 Reg. 30.262 J. 1 - S. 1 77 ESTUPEFACIENTES. TENENCIA COMPARTIDA DE DROGA. ALCANCES. TENENCIA CON FINES DE COMERCIALIZACIÓN. REQUISITOS TÍPICOS. “se ha sostenido que “la tenencia compartida se refiere a casos donde dos o mas personas son sorprendidas en la posesión o en el dominio de hecho; y que el concepto amplio de tenencia permite la conjunción de dos sujetos sobre un mismo bien, o sobre varios, al modo de una coposesión del derecho privado, pues no se requiere el constante contacto físico con la cosa cuya tenencia está vedada” (conf. C. n° 42.828 “Sosa Maylle”, Reg. N° 220 del 19/3(09 y CNCP., Sala II, “Cucchi”, rta. El 27/12/96, voto del Dr. Fégoli)”. “De modo concordante con lo expuesto se ha explicado que “no se precisa un contacto material constante y permanente”, pero se exige que la cosa “quede sujeta a la acción de la voluntad del poseedor, manteniendo éste la posesión en tanto no abandone o ceda la cosa a otro, la destruya o adquiera sobre ella un tercero una nueva posesión” (Falcone, Roberto y Capparelli, Facundo, “Tráfico de Estupefacientes y Derecho Penal”, ed. Ad Hoc, Buenos Aires, 2002, pág. 173)”. “…más allá de que no se advirtieron momentos en los que pudieran observarse personas adquiriendo droga (…), resulta muy clara la vinculación existente entre la información recabada en las tareas de investigación llevadas a cabo en autos con el hallazgo de una importante cantidad de material estupefaciente, el modo en que se encontraba fraccionado como así también el secuestro de otros elementos indiciarios de su inequívoco destino comercial, como ser sustancias de corte, balanzas con restos de cocaína, recortes de bolsas de nylon, rollos de cinta adhesiva e importantes sumas de dinero (…), todo lo cual permite afirmar, con el grado de certeza requerido para la etapa que se transita, que la tenencia de la sustancia encontrada en poder de los imputados no era otro que el de su posterior venta”. “En este sentido, y contrario a la tesitura desarrollada por la defensa, tal como ha sostenido la Corte Suprema de Justicia: "la cantidad de estupefacientes introducidos es considerada como un criterio de valoración a los efectos de determinar el destino de comercialización, cuya ponderación queda reservada a la determinación judicial de acuerdo a las circunstancias del caso" (CSJN, causa "Martínez Perea", del 12/11/1991, LL, 1992-B-333)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 14.8.2009 AOchoa Zamudio@@ Causa 43.356 Reg. 824 J. 12 - S. 24 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DOBLE JUZGAMIENTO. NE BIS IN IDEM. REQUISITOS PARA SU OPERATIVIDAD “es necesario recordar que la garantía constitucional ne bis in idem, sobre la que reposa el planteo introducido en autos, exige para su operatividad la determinación de una triple identidad entre los procesos cotejados, a saber: identidad de sujeto (eadem persona), de objeto (eadem res) y de causa de persecución (eadem causa pretendi). Los tres requisitos enunciados, sobre los que existe consenso tanto en el ámbito doctrinario como jurisprudencial, ya han sido desarrollados por este Tribunal en anteriores pronunciamientos (C/N°39.801, “Sozzo, Héctor G. s/delito de acción pública”, reg. n° 241, rta: 04/04/07; C. N° 42.325 “Garialde, Julio Alberto s/rechazo de excepción de falta de acción”, reg. n° 227, rta.: 25/03/09, entre otros)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 11.8.2009 ALombardo@@ Causa 42.848 Reg. 779 78 J. 1 - S. 2 Poder Judicial de la Nación GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. LIBERTAD DE EXPRESIÓN. ALCANCES. INTIMIDACIÓN PÚBLICA. ART. 211 Y 212 DEL C.P. REQUISITOS TÍPICOS. “Las manifestaciones de carácter político contra la presencia del Sr. Bush en la República Oriental del Uruguay e, inclusive, la quema de la bandera estadounidense como símbolo de protesta dentro del contexto de la manifestación, encuentran amparo en la garantía a la libertad de expresión establecida por la Constitución Nacional y los convenios internacionales sobre derechos humanos que, por disposición constitucional, gozan de la misma jerarquía que la Ley Fundamental (arts. 14 y 32 C.N. y art. 13 C.A.D.H.)”. “Al respecto, debe recordarse que precisamente fue la Corte Suprema de los Estados Unidos de América quien determinó que la quema de su bandera nacional en el contexto de una manifestación política contra la nominación de Ronald Reagan como candidato presidencial se encontraba protegida por la garantía de la libertad de expresión establecida por la Enmienda I de la constitución de ese país (ATexas v. Johnson@ 491 U.S. 397 -1989-)”. “Sin embargo, cuando Lafit y otras personas deciden aprovecharse del contexto de una marcha política para arrojar elementos y producir daños en las instalaciones del Club Americano, sus conductas dejan de estar amparadas por el derecho a la libertad de expresión y resultan pasibles de ser sancionadas por el Estado (cfr. C.S.J.N. ACamplillay, Julio César v. La Razón@; Fallos 308:789, considerando 51)”. USO OFICIAL Respecto del delito de intimidación pública, “Lo que poseen en común ambas figuras penales [previstas por los arts. 211 y 212 del C.P.] es que contemplan situaciones de quiebre de la tranquilidad pública, ya sea por pánico general producido mediante gritos de alarma, amenazas con la comisión de delitos de peligro común, detonación de explosivos (art. 211) o bien, por la promoción pública del ejercicio de la violencia colectiva contra grupo de personas o instituciones determinadas (art.212)”. “En ambos casos, la ley reprime actos de quien intenta quebrar el estado de tranquilidad pública que potencialmente resulten aptos para producir un estado de pánico general o un clima de violencia colectiva en el seno de la población. La diferencia fundamental entre ambas normas radica en el modo en que puede producirse la intimidación pública. Mientras que el art. 211 del Código Penal enumera determinadas formas de infundir un estado de pánico general, el art. 212 de ese cuerpo legal establece una forma especial de intimidación, el cual se produce mediante la incitación a la violencia colectiva contra grupos de personas o instituciones”. “Al respecto, al comentar el art. 211 del C.P., Soler sostuvo que Ala acción, objetiva y subjetivamente, debe tender a suscitar tumultos y desórdenes. Ambas expresiones, por sí mismas son equívocas si no se las pone en relación con el título del delito y con la expresión `gritos de alarma´. Solamente son computables los tumultos y desórdenes determinados como resultantes de la intimidación. La figura no es propiamente: provocar tumultos o desórdenes, sino intimidar para que resulten, porque el hombre alarmado se comporta de maneras insensatas y peligrosas, y la insensatez y el peligro se multiplican por la multitud@. AEste carácter muestra las relaciones que guarda este delito con la seguridad pública. En tal sentido, la ley tutela la tranquilidad pública como una condición de seguridad por los peligros que derivan del desorden maliciosamente provocado, o para hablar con más exactitud, provocado por vía indirecta y oblicua: el desorden consistirá en los actos que realizarán los sujetos despavoridos, actos semiconscientes y hasta reflejos: actos de muchedumbre@ (Soler, Sebastián. Derecho Penal Argentino, Tomo IV, págs. 719/25, Editorial TEA 40 Edición)”. “Por otro lado, la incitación tipificada por el art. 212 del C.P. “debe ser a la violencia colectiva, o sea, al empleo de fuerza física por parte de un conjunto al menos relativamente indeterminado de personas; es decir, se debe incitar a la violencia grupal” (Creus, Carlos, Derecho Penal. Parte Especial Tomo II, pág. 126, Astrea, 6ta edición actualizada y ampliada)”. 79 “Resulta aquí de particular interés citar el famoso precedente que dio lugar al test del Apeligro claro y actual@ elaborado por la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de América -y receptado por nuestros Tribunales Nacionales- utilizado para establecer bajo qué circunstancias el Estado puede legítimamente restringir la libertad de expresión y sancionar penalmente a quienes, mediante la utilización de discurso, puedan generar un peligro claro y actual para la seguridad común”. “Hablando a través de la opinión del Juez Oliver Wendell Holmes, el máximo tribunal estadounidense expresó que A...Admitimos que en muchos lugares y en tiempos normales los acusados habrían actuado dentro de sus derechos constitucionales al decir de todo lo que dijeron en el panfleto. Pero el carácter de cualquier acto depende de las circunstancias dentro de las cuales es realizado. La más estricta protección de la libertad de expresión no protegería a una persona que gritara falsamente `fuego´en un teatro, causando pánico. Ni siquiera protege a una persona de una orden judicial que le prohíba expresar palabras que podrían tener todo el efecto de la fuerza. La cuestión en cada caso depende en si las palabras que han sido utilizadas en tales circunstancias y son de tal naturaleza, de forma tal que produzcan un peligro claro y actual de forma de producir los males sustanciales que el Congreso se encuentra autorizado a impedir. Es una cuestión de proximidad y de grado@ (ASchenk v. United States, 249 US 47 -1919-, traducción realizada por Hernán V. Gullco en ALa libertad de expresión y el discurso basado en el odio racial o religioso, publicado en Libertad de Prensa y Derecho Penal, Del Puerto, Buenos Aires, 1997, p.47, citada por este Tribunal en la causa 40.687 ABignone, Reynaldo s/rechazo de falta de acción@, rta. el 29/8/2007 , reg. 948)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 11.8.2009 ALafit@@ Causa 42.601 Reg. 789 J. 3 - S. 5 HONORARIOS. HONORARIOS DE ABOGADOS. PAUTAS PARA SU REGULACIÓN. “Esta Alzada ya ha sostenido en anteriores intervenciones que en los juicios penales la actividad ejercida por los profesionales del derecho sólo queda reflejada parcialmente en las constancias del expediente, pues todas aquellas tareas que hacen al seguimiento normal de la causa y al asesoramiento propio de la función del defensor deben igualmente ser consideradas a los fines retributivos (ver causa n° 18.710 “Rabinovich”, reg. n° 20.064, rta. el 20/08/02; causa n° 27.615 “Cattaneo”, reg. n° 29.767, rta. el 21/04/09)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 25.8.2009 “Rivero” Causa 27.747 Reg. 30.269 J. 7 - S. 14 INSTRUCCIÓN. DELEGACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN EN EL MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. ART. 196 CPPN. PROCEDENCIA. LÍMITES. “… esta Cámara ha dicho que esta facultad -que puede ejercerse durante toda la instrucciónencuentra un límite de conveniencia de la investigación, cuando se alegue que no aparece oportuna, o sea injustificada o carente de fundamentación, pudiendo en consecuencia dicho criterio ser revisado por el Tribunal de Alzada…” (ver causa n°29.581, rta. 16/04/98 , reg. n°224, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala II 13.8.2009 Causa 28.147 80 Cattani - Irurzun - Farah Comparatore Reg. 30.240 J. 3 - S. 6 Poder Judicial de la Nación LEY 12.331. ART. 17. LEY DE PROFILAXIS DE ENFERMEDADES VENÉREAS. DELITO CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL. ART. 125 BIS C.P. INCONSTITUCIONALIDAD. INCONSTITUCIONALIDAD SOBREVINIENTE. CAMBIO DE LAS CIRCUNSTANCIAS DE HECHO Y DE DERECHO BAJO LAS CUALES SE SANCIONÓ LA NORMA. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. PRINCIPIO DE RESERVA. ART. 19 DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL. PRINCIPIO DE LESIVIDAD “… la prohibición deducida del tipo [del art. 17 de la ley 12.331] no supera el control de razonabilidad que aquella presupone, por motivos de inconstitucionalidad sobreviviente”. “Argumentos de esta especie, que fueron admitidos por nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación en casos como “Itzcovich” (I. 349. XXXXIX) y “Sejean” (Fallos 308:2268), y por esta Sala en “Cipolatti” (C. 36.989, rta. 7/6/05, Reg. 571 –voto del Dr. Eduardo R. Freiler-) y “Velardi” (C. 41.228, rta. 22/4/08, Reg. 400 –vid voto del Dr. Eduardo R. Freiler y voto del Dr. Eduardo G. Farah), se configuran en el caso a partir de la mutación de las circunstancias de hecho y de las valoraciones jurídicas bajo las cuales la norma en estudio se sancionó”. “La ley que contiene la disposición que se analiza y que se denomina desde su título como de “profilaxis de las enfermedades venéreas”, fue dictada a fines del año 1936, luego de un largo proceso legislativo -más de un año y medio-, con el fin de organizar la profilaxis de las USO OFICIAL enfermedades venéreas y su tratamiento sanitario en todo el territorio de la Nación, en sintonía con el pensamiento sociológico y criminológico positivista de la época, que concebía a la sociedad como un organismo y a estos fenómenos como males a tratar para su saneamiento, recordando las líneas del higienismo y haciendo eje principal en la profilaxis social”. “La ley prevé asimismo sanciones penales para asegurar el cumplimiento de las prohibiciones establecidas (el artículo 16 estipula penas en relación con las de los artículos 12 y 13, y el artículo 18 prevé como delito con la pena contenida en el art. 202 del C.P., la conducta de quien sabiéndose afectado de una enfermedad venérea transmisible, la contagie a otra persona). Con lo que a partir de la letra de la ley no puede más que concluirse que las conductas a las que conecta una sanción penal resultan identificadas como lesivas de la salud pública y del control sanitario a ser instaurado”. “La figura prevista para la conducta aquí imputada es consecuencia directa de la prohibición estipulada en el artículo 15, que prohíbe en toda la República el establecimiento de casas o locales donde se ejerza la prostitución o se incite a ella. El artículo 17 reprime con pena de multa de pesos 12.500 a 25.000 -conforme la actualización de montos de la ley 24.286-, a los que sostengan, administren o, regenteen, ostensible o encubiertamente, casas de tolerancia”. “Sentado ello, el primer contralor de la razonabilidad de la norma debe partir del análisis del bien jurídico identificado y su conexión con la conducta prohibida, de manera tal de testear su compatibilidad con los límites establecidos por el artículo 19 de la Constitución Nacional”. “Este análisis no puede prescindir de ciertas precauciones ante la posibilidad de que la irrazonabilidad de la norma en punto a la conexión entre la conducta prohibida y la lesión, se cuele por un espacio menos detectable que un adelantamiento desmedido de la punibilidad en el iter criminis de un delito, como por ejemplo, a través de la propia interpretación del bien jurídico, peligro que se activa en mayor medida cuando su formulación es de tipo colectivo. Por ello, el examen no puede prescindir de la conciencia acerca de la función limitadora del concepto de bien jurídico, indispensable para hacer efectivo el principio de lesividad y repeler así la posibilidad de que su uso se convierta en una función legitimante del poder punitivo (vid. en este sentido, Zaffaroni, et al, Derecho Penal, Parte General, Ediar, Buenos Aires, 2002, p. 128 y 486)”. 81 “Adviértase que la conducta identificada como lesiva en el art. 17 de la ley 12.331 no es el contagio de la enfermedad venérea, la cual se encuentra prevista en forma específica, es decir, como figura independiente, en el art. 18 de la ley 12.331. Así, la prohibición analizada proscribe, en verdad, la mera eventualidad de que esa conducta se lleve a cabo en las “casas de tolerancia”, en sintonía con la finalidad higienista de proteger la mano de obra masculina”. “De esta manera, se terminó por prohibir una acción respecto de la cual resulta irrazonable la formulación de una presunción legislativa de potencialidad para ocasionar perjuicios a terceros de conformidad con la exigencia del art. 19 de la C.N. Pues la atribución de un resultado causal a una cierta acción queda excluida cuando entre ellos interviene otra acción voluntaria, sea de un tercero, de la ‘víctima’ o del propio agente, caso en el cual, el resultado será, obviamente, efecto causal de esa segunda acción”. “la conducta identificada en el art. 17 de la ley 12.331, no se presenta por sí misma como lesiva de la salud de los individuos, ni se conecta con la acción verdaderamente lesiva de ese bien de un modo directo. Sólo la lesión a través del contagio voluntario puede constituir en sí misma la base de una prohibición penal, que como viéramos se encuentra prevista en forma específica en el art. 18 de la referida ley”. “De manera tal que la figura analizada quita agencia a individuos responsables y tensa en forma irrazonable la libertad individual sin conexión alguna de su ejercicio con el peligro temido por el legislador penal”. “Así, la conducta prevista por el art. 17 de la ley 12.331 al no revelarse como lesiva de ningún derecho de terceros se erige como una de aquellas acciones que se desarrollan dentro de la esfera privada (art. 19 de la C.N.)”. “Por lo tanto, se mantiene dentro del marco de “ordenada libertad” de los individuos protegida de toda imposición arbitraria o restricción sin sentido, que impide al legislador obrar de modo de destruir aquello que ha querido amparar -art. 28 de la C.N.- (del voto del Dr. Petracchi in re: “Bazterrica” -Fallos 308:1392-), y nos lleva hoy a concluir en la irrazonabilidad técnica de su selección como conducta prohibida a la luz del art. 19 de la C.N.”. “la acción de facilitar la prostitución prevista en el art. 125 bis del C.P. puede ser asumida no sólo suministrando medios sino también brindando oportunidades y eliminando obstáculos para que el menor pueda concretar el ejercicio de la actividad que ya ha decidido emprender o continuar (Carlos Creus - Jorge Eduardo Buompadre, Derecho Penal, Parte Especial, T. I, Editorial Astrea, Buenos Aires, 2007, p. 234). Estas modalidades comisivas resultan compatibles con las acciones desplegadas por la nombrada, y que surgen del vasto plexo probatorio acumulado”. C.C.C. Fed. Sala I Farah – Freiler - Cattani 19.8.2009 ARojas@@ Causa 42.719 Reg. 840 J. 2 - S. 3 LEY PENAL. ART. 1 C.P. PRINCIPIOS DE APLICACIÓN DE LA LEY PENAL EN EL ESPACIO “… surge del expediente y hasta de la propia versión del hecho brindada por Arbizu, que la maniobra mediante la cual se lograron dichas transferencias se habría desarrollado en Nueva York, Estados Unidos (donde se encontraban radicadas y administraban las cuentas) y en Asunción, Paraguay (desde donde el nombrado habría transmitido vía fax en uno de los casos las órdenes con firmas falsas), y que el resultado de la acción -concepto que no cabe confundir con la lesión al bien jurídico y que en este supuesto se identifica con el desplazamiento patrimonial-, por las razones ya apuntadas, también se verificó en el primero de aquellos países”. “De allí es que puede concluirse, aún desde la teoría de la ubicuidad que atiende tanto al lugar donde se desarrolla la conducta como aquel donde se produce el resultado (Fallos 328:1035 y 82 Poder Judicial de la Nación 329:3128), que el delito ha sido cometido fuera del territorio nacional; por lo que se descarta la aplicación de la ley penal argentina por imperio del primer supuesto del inciso 1 del Código Penal”. “Todo ello sin contar que razones de economía procesal ciertamente aconsejarían también el juzgamiento del hecho en los Estados Unidos, que al efecto ya requirió la extradición del imputado (Expte. n° 10.874/2008)”. “En cuanto al extremo en que el apelante hace girar todo su planteo, debe decirse que -aún de acreditarse que los fondos en verdad pertenecían a ciudadanos argentinos- ello no modificaría la solución alcanzada, ya que la aplicación del principio real o de defensa se encuentra condicionada a la naturaleza eminentemente pública del bien jurídico tutelado (Fierro, Guillermo, “La Ley Penal y el Derecho Internacional”, Tea, Buenos Aires, 1997, p. 311/32), requisito que claramente -más allá de las distintas posiciones que existen en el tema- no puede reputarse aquí configurado”. “Es que el alcance que se le acuerda al principio real, de protección o de defensa puede llegar a ser muy amplio y variable, pero si se lo lleva al extremo de comprender en él las lesiones que pueden sufrir los ciudadanos del estado que lo adopta sus fundamentos se desdibujan, sus contornos se tornan borrosos, confundiéndoselo de allí en más con el principio de la personalidad USO OFICIAL pasiva, de recepción sumamente limitada en nuestro ordenamiento (ob. cit., p. 316 y 358/9)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 11.8.2009 Arbizu Causa 27.467 Reg. 30.227 J. 12 - S. 23 MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FACULTADES. AUTONOMÍA. TITULARIDAD DE LA ACCIÓN PENAL. DESACUERDO DEL JUEZ Y EL FISCAL. ELEVACIÓN DE LAS ACTUACIONES EN CONSULTA. ART. 348 CPPN. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. VACÍO LEGAL. PRINCIPIO DE LEGALIDAD. DEFENSA EN JUICIO. IMPARCIALIDAD. DISIDENCIA. “en primer lugar, el mecanismo de control intentado no se encuentra previsto legalmente y, en esta dirección, el desacuerdo jurisdiccional con la postura del fiscal en punto al ejercicio de la acción penal, se ha canalizado mediante la creación de una norma, actividad ajena a la competencia funcional de los jueces y enfrentada, en consecuencia, con el principio constitucional de división de poderes y el debido proceso legal (vid., en esta dirección, C.N.C.P. Sala II, c/n° 8869, rta. el 5/2/09, reg. N° 13.799; c/n° 8268, rta. el mismo día, reg. N° 13.800; Sala III, c/n° 7160, rta. el 31/8/07, entre muchas otras)”(Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “En primer lugar, sea que la remisión dispuesta por el “a quo” se dirigiera directamente a la Fiscalía General, sea que se viabilizara mediante esta Cámara, la apertura de una nueva instancia no prevista legalmente, habría sido excitada de todos modos por un órgano judicial, a quien le compete controlar la legalidad del proceso y el respeto de las garantías que protegen al justiciable, así como juzgar acerca del mérito de la hipótesis delictiva planteada por el Ministerio Público Fiscal” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “En consecuencia, ante un pedido de sobreseimiento del representante de este último órgano, la canalización del desacuerdo del juez mediante el envío de la presentación al superior jerárquico de aquel funcionario para que la revise y eventualmente, ordene la acusación, implica –en términos similares a los evaluados por la Corte- la confusión de funciones generadoras de la sospecha de parcialidad –en la faceta objetiva de la imparcialidad- que la Corte Suprema ha perseguido aventar mediante la declaración de inconstitucionalidad del art. 348 C.P.P.N.” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “En segundo lugar, aun cuando hemos sostenido que la vía aplicada se revela como la creación de una nueva norma, tampoco sería admisible la integración analógica de un vacío legislativo en cuanto al contralor de la actividad fiscal, por colisionar con el principio de legalidad material y, por 83 lo demás, con la garantía del debido proceso legal (art. 18 C.N.)” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “En efecto, la eventual aplicación analógica de un control de la actividad Fiscal mediante su encargo al mismo órgano, en otro nivel jerárquico, se revela, al habilitar poder punitivo sin previsión legal, como una extensión analógica in malam partem, y por ello enfrentada con el principio de legalidad material” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “En el caso, frente a la decisión del Fiscal de primera instancia -quien consideró constitucionalmente inadmisible acusar a quien ha sido perseguido en función de la incompatibilidad entre la prohibición aplicable a su caso con el art. 19 de la C.N.-, el nuevo intento de abrir una juicio mediante el reclamo de una segunda voz del mismo organismo, se traduce no sólo en una sensible desventaja del justiciable frente a su oponente con una clara implicancia de su derecho de defensa en juicio, sino que también compromete la coherencia de la actividad de un órgano con unidad de actuación regido por el principio jerárquico” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “Queda en claro entonces, a nuestro criterio, que el mecanismo intentado no encuentra sustento legal y que, por lo demás, al habilitar poder punitivo de la forma indicada, se revela como una extensión analógica lesiva para las garantías que protegen al justiciable. En esta dirección, además de la división de poderes, se ha comprometido la imparcialidad, el debido proceso legal y el derecho de defensa en juicio (arts. 1°, 18, 33 y cctes. C.N.) y por ello, viciado de nulidad de orden general el decreto revisado en lo que atañe a la intervención del Ministerio Público Fiscal (art. 167, inc. 2, C.P.PN. y cctes)” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “Tal como sostuve al expedirme en la causa N° 40.132, “Incidente de nulidad de Ramos, Nicolás Martín” (rta. el 5/6/07, reg. N° 502), entiendo que la utilización, en los procesos regidos por la ley 23.984, del mecanismo mediante el cual, frente a la disparidad de criterio con los jueces, los fiscales pueden pedir la remisión de las actuaciones a la Fiscalía General para la decisión del conflicto –es decir, para que sostenga o no la posición- (según lo que se desprende de la instrucción general del Procurador General de la Nación establecida mediante la resolución N° 32/02 y de la solución adoptada por la mayoría de los códigos provinciales), no se opone al principio de legalidad material, pues considero una obligación de la magistratura adecuar el proceso penal a los lineamientos constitucionales, cuando ello esté en sus manos (CSJN, in re: “Quiroga”, considerando N° 63 y Fallos 315:2478, entre otros). Ello, por cierto, con la aclaración de que la solución propiciada debe aplicarse estrictamente a la etapa procesal aquí comprometida – como en el caso del precedente citado-, pues la revisión de los dictámenes desvinculatorios luego de clausurada la instrucción fue expresamente tenida en cuenta por el legislador” (Del voto en disidencia del Dr. Freiler). C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 31.8.2009 “Salto” Causa 42.961 Reg. 911 J. 2 - S. 4 NOTIFICACIONES. REQUISITOS FORMALES. COPIA DEL DECISORIO. AUSENCIA DE EXIGENCIA LEGAL EN TAL SENTIDO. “la notificación efectuada a fs. 82 de este incidente cumple con los requisitos formales establecidos en el art. 149, en función del art. 147, segunda parte, ambos del Código Procesal Penal de la Nación. Se ha trascripto el encabezado y la parte resolutiva, en tanto que no resulta exigencia legal acompañar en el caso copia completa del decisorio (en este sentido, de esta sala causa n° 41.666 “Oporto” del 21/05/08, reg. n° 562; y de la sala II causa n° 26.002 “Fagiani” del 28/12/07, reg. n° 27.981)”. 84 Poder Judicial de la Nación C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 25.8.2009 “Ruffo” Causa 43.383 Reg. 869 J. 5 - S. 10 PECULADO. ART. 261 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. “El delito de peculado protege como bien juridico a la administración pública, pero la mayoria de la doctrina y la jurisprudencia sostiene que con el peculado se comete un atentado contra la propiedad además del ataque a la administración publica”. “En punto a analizar el tipo penal del delito de peculado, más allá de ciertas divergencias doctrinarias, se sostiene que la norma en cuestión protege principalmente la recta administración del patrimonio estatal, aunque no por ello, el patrimonio deja de tener importancia –por ello la categorización doctrinaria del delito como dirigido contra la administración pública, aunque también, contra la propiedad-”. “En segundo lugar, en cuanto al objeto material de la figura, se ha entendido que el art. 261 C.P. incluye, bajo la expresión “caudales” o “efectos”, toda clase de bienes en el sentido del art. 2312 del CC (cfr. Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, Tea, 4° edición, parte especial, 1987, Tomo 5, p. 224, quien realiza una interpretación contextual en función de lo estipulado por el art. USO OFICIAL 263 C.P.)”. “En tercer lugar, sustraer significa extraer o quitar los bienes de la tenencia –efectiva o simbólicacon que en el ámbito administrativo han sido colocados por leyes, reglamentos u órdenes, lo cual, se entiende, no exige la apropiación (Creus, Carlos, “Delitos contra la administración Pública”, Astrea, Buenos Aires, 1981, ps. 325 y 26). Cabe señalar al respecto que, según lo expuesto en relación con los bienes de dominio público, el Estado no puede disponer de ellos sino que sólo los administra”. “Ahora bien, en cuanto a la relación de los funcionarios públicos con el bien, la norma en cuestión exige que aquellos, en razón de su cargo, tengan la administración, percepción o custodia del caudal o efecto sustraído. En cuanto a la administración, se entiende, en general, que el funcionario que administra es aquel que, con arreglo a los ordenamientos respectivos, posee facultad de disposición, de afectarlos a un destino determinado. Esta facultad de gobernar o de regir no entraña, necesariamente, la posesión material de los bienes”. “En lo que respecta a la administración, ella no siempre recae en un solo funcionario; hay casos en que aparece confiada simultáneamente a más de uno (por ejemplo, directorios, comisiones, juntas, etcétera). Así, la función no estará confiada a un solo funcionario cuando el acto de disposición de bienes deba resultar de su decisión integrada por la de otros funcionarios. En otras palabras, no se requiere una competencia exclusiva y excluyente; sólo, la competencia funcional (cfr. Carrera, Daniel, “Peculado”, Ed. Mediterránea, Córdoba, 2005, ps. 139/140)”. “Así las cosas, corresponde señalar que los funcionarios estatales que administran el patrimonio, deben cumplir su cargo con probidad y en forma regular . “Sin probidad no se concibe un desarrollo regular y normal. Éste es el objeto específico de la tutela del peculado de bienes públicos de nuestro párrafo 1ro., art. 261, Cód. Penal. Las diversas manifestaciones administrativas dependen, a la postre, del comportamiento de los agentes a los cuales complete llevarlas a cabo. Consecuentemente, media respecto de su gestión, la confianza colectiva en la efectiva observancia de los deberes del cargo. La esencia de este peculado se encuentra en esa quiebra al deber de la probidad a que se encuentran sujetos los funcionarios con manejo de bienes públicos, con relación a ellos. El funcionario que falta a esa obligación (recuérdese que el peculado encierra un abuso de función), además de perturbar la normal marcha administrativa, siembra el descrédito para toda la 85 administración” (Peculado de bienes y servicios públicos, Daniel P. Carrera, Editorial Mediterránea, Córdoba, 2005, pág. 83)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 4.8.2009 AKammerath@@ Causa 41.828 Reg. 743 J. 1 - S. 1 PERITAJE. ART. 258 CPPN. NOTIFICACIÓN A LAS PARTES. AUSENCIA. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. VALOR PROBATORIO DEL TRABAJO PERICIAL. “el objetivo de un peritaje es incorporar al proceso conocimientos especializados sobre materias técnicas ajenas al entendimiento del juez y, en la mayoría de los casos, de las propias partes. Por ello, el ordenamiento procesal dedica un capítulo a regular la forma en que aquél debe llevarse a cabo”. “Es así que el artículo 258 del Código Procesal Penal establece que la nulidad de un informe de estas características ha de resultar viable en la medida que, teniendo carácter irreproducible por la naturaleza de la materia a peritar y no mediando razones de urgencia que lo hubiesen impedido, no se haya cumplido con la notificación previa a las partes para el debido ejercicio de su facultad (conf. causa n° 23.128 “Aguilera”, rta. el 1/12/05, reg.n° 24.551, entre otras)”. “Se señaló además que las eventuales carencias que pudiera presentar el trabajo pericial, en definitiva, habrán de incidir sobre el valor probatorio que quepa asignarle, es decir que la fuerza convictiva de sus resultados se verá relativizada y deberá ceder frente a otros elementos colectados, pudiendo el instructor, eventual y fundadamente, apartarse de sus conclusiones siguiendo las reglas de la sana crítica, pues se trata de una prueba más y no la única (ver C.N.C.P., Sala III en causa n° 1634 “Cabral”, rta. el 23/2/99, reg.n° 19; y esta Sala en causa n° 24.370 “Muldford”, rta. el 6/11/07, reg.n 27.632)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 25.8.2009 “Granillo Ocampo” Causa 27.911 Reg. 30.265 J. 5 - S. 10 RECURSO DE APELACIÓN. REQUISITOS DE MOTIVACIÓN PARA SU PROCEDENCIA. ART. 438 CPPN. “cabe recordar lo dicho por esta Sala en cuanto a que “... el principio conforme al cual la apelación es la medida de la jurisdicción y de la competencia del Tribunal superior, imponía al apelante la carga de efectuar una crítica concreta y razonada de las partes del fallo que serían a su criterio desatinadas, exigencia que se cumplía mediante la indicación detallada de los desaciertos, omisiones y demás deficiencias que pudiera reprochar el pronunciamiento recurrido, y la refutación de las conclusiones de hecho, prueba y de derecho en que fundó el juez su decisión, no bastando reiterar lo dicho en escritos anteriores ni efectuar remisiones genéricas ...” (c. 41.202, caratulada “Banco República s/sobreseimiento”, resuelta el 27/12/2007, reg. n° 1630)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Freiler - Farah 4.8.2009 AAranda@@ Causa 43.321 Reg. 736 J. 6 - S. 12 RECURSO DE CASACIÓN. ARBITRARIEDAD. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “la doctrina de la arbitrariedad no tiene por objeto convertir a la Cámara Nacional de Casación Penal en un tribunal de tercera instancia ordinaria, desnaturalizando de ese modo la función que le es propia, tampoco corregir fallos equivocados o que se reputen tales, sino que atiende a cubrir 86 Poder Judicial de la Nación supuestos de carácter excepcional, en que deficiencias lógicas del razonamiento o una total ausencia de fundamento normativo, impida considerar al pronunciamiento de los jueces del proceso como la “sentencia fundada en ley” a que hacen referencia los artículos 17 y 18 de la Constitución Nacional (cfr. C.S.J.N., Fallos 325:3265; C.N.C.P., Sala II, causa nº 1416 “Carrizo”, rta. 2.2.98, reg. nº 1826; y Sala III, causa nº 2318 “Tejerina”, rta. el 2.5.00, reg. nº 223; C.C.C. Fed. Sala II causa nº 21.256 “Scheller”, rta. 3.9.04, reg. nº 22.821, causa nº 21.501 “Piana”, rta, el 16.9.04, reg. nº 22.867, y causa nº24.632 “Acosta”, rta. el 27.12.06, reg. nº 26.255, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 3.8.2009 AAgusti Scacchi@@ Causa 27.785 Reg. 30.183 J. 12 - S. 23 SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. RECHAZO IN LIMINE. OPINIÓN DEL AGENTE FISCAL. CARÁCTER VINCULANTE. “La Cámara Nacional de Casación Penal ha resuelto que en aquellos casos en que la suspensión del juicio a prueba resulta manifiestamente improcedente, el Tribunal que debe decidir puede rechazarlo in limine, sin celebrar la audiencia prevista en el art. 293 citado (CNCP, Sala IV, “Torres, María Rosa”, reg. n° 6719.4 del 22/6/05, y sus citas; entre muchas otras)”. USO OFICIAL “No obstante, es preciso tener en cuenta que, cuando se trata de analizar si corresponde suspender el proceso a prueba en la situación regulada en el artículo 76 bis, cuarto párrafo del Código Penal, la apreciación del Fiscal respecto a la imposibilidad de que la eventual condena fuera de cumplimiento en suspenso vincula al órgano jurisdiccional y no puede ser cuestionada, en la medida en que no resulte manifiestamente arbitraria (conf. causa n° 13.014 ALazo@, reg. n° 14.006 del 6/03/97; causa n° 17.328 AGuzmán@, reg. n° 18.563 del 10/4/01; causa n° 24.647 ARamírez Zapata@, reg. n° 27.879 del 18/12/07; entre otras)”. “Así, si la opinión del Fiscal en la materia deviene vinculante siempre y cuando se encuentre debidamente fundada en ley, debe reconocerse a la defensa la posibilidad de exponer argumentos sobre el examen de legalidad que deberá hacer el Tribunal respecto de la oposición formulada, en particular sobre los requisitos exigidos para aplicar en el caso una condena de ejecución condicional (arts. 26 y 27 del Cód. Penal)”. “Por ello, se ha hecho notar que si bien la necesaria conformidad del Fiscal, consecuencia de la naturaleza del rol que desempeña dentro del proceso penal, opera respecto de la concesión o denegatoria del beneficio, en cambio no tiene relación con la observancia del procedimiento determinado por ley que constituye un conjunto sistemático de normas ordenatorias de la actividad de los sujetos que intervienen en el juicio cuya inobservancia afecta las garantías declaradas de raigambre constitucional -arts. 18 de la Const. Nac. y 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos- (cfr. CNCP, Sala II, “Garcete, Federico Ramón”, reg. n° 2540.2 del 12/5/99)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 11.8.2009 Mahomed Causa 28.014 Reg. 30.224 J. 3 - S. 6 SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. REPARACIÓN DEL DAÑO. “… debe decirse que cuando por motivos económicos el imputado no pudiese solventar en modo alguno la pena de que se trate, esta imposibilidad no puede constituir óbice para la concesión del beneficio solicitado. Esta solución también habrá de arrojar luz a la falta de un ofrecimiento concreto dirigido a la reparación del daño sufrido por la parte querellante. Ello, por cuanto para el control que el órgano jurisdiccional debe realizar en relación con este extremo no puede dejar de 87 tomarse en cuenta la situación patrimonial del encartado (ver de esta Sala c.nº 17.761 “Gallardo”, rta. 12/6/01, reg. nº 18.729)”. “Y es que la “reparación que debe ofrecer no persigue estrictamente un fin resarcitorio...sino que procura brindar una respuesta a la víctima a través de alguna forma de desagravio frente al daño que pueda habérsele causado, como un intento de internalizar en el imputado la existencia de un posible afectado por el hecho que se le atribuye. Esa reparación pueden tener incluso carácter moral” (ver Suspensión del Proceso Penal a Prueba, Gustavo L. Vitale, Editores del Puerto, pág. 167). Máxime en el caso, teniendo en cuenta lo onerosa que resulta la pretensión de la querella en relación a la situación del imputado…”. “Por otra parte, debe ponerse de resalto que el art. 76 bis de la ley sustantiva en relación a este punto, faculta a la parte damnificada a aceptar o rechazar la oferta de reparación del imputado, concluyendo que, para el caso de que no suceda la primero y el juez decida suspender el proceso de todos modos, la norma deja habilitada la acción civil que pudiera corresponder, en tanto, específicamente, el art. 76 quarter establece que esta circunstancia torna inaplicables al caso las reglas de prejudicialidad de los artículos 1101 y 1102 del Código Civil”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 11.8.2009 Fanola Chacón Causa 27.881 Reg. 30.230 J. 6 - S. 12 TENTATIVA. TENTATIVA DE DELITO IMPOSIBLE. REQUISITOS. “resulta fundamental distinguir los A...casos de tentativa propia de los supuestos de tentativa de delito imposible y en ellos, habrá que atender a la capacidad o aptitud de las maniobras para inducir a error en conjunción con las particulares circunstancias del hecho, dentro de las cuales están incluidas, por supuesto, la calidad y demás circunstancias personales del sujeto pasivo@ (cfr. ADerecho Penal, parte especial@, tomo I, Carlos Creus, Ed. Astrea, año 1997, pag. 467, citado por la Sala I de la C.C.C en los autos n°16.279 AOliva Leonardo s/defraudación@, rta. el 22/8/01)”. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 4.8.2009 AEscobar@@ Causa 27.977 Reg. 30.188 J. 9 - S. 17 ARCHIVO. IMPROCEDENCIA HABIENDO IMPUTACIÓN. “ha sostenido reiteradamente este Tribunal, que: “…no procede el archivo de las actuaciones en aquellos casos en que existe una imputación concreta -aún en los casos en que no existió un llamado a indagatoria-, debiendo acudirse en tal supuesto, a la adopción del remedio previsto por el art. 336 del C.P.P.N…” (ver de esta Sala causa nº17.434 “Montone”, 20/4/2001, reg.18.593, causa nº12.992 “N.N: s/inf. ley 23737 -archivo-“, rta. el 26/02/97, reg. nº13.971, entre muchas; y en igual sentido de la Sala I, causa nº33.425, “González”, rta. el 18/10/01, reg. nº960, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Farah 3.9.2009 “Feletti” Causa 28.139 Reg. 30.318 J. 6 - S. 12 ARMAS. TENENCIA SIMPLE DE ARMAS DE USO CIVIL Y DE ARMAS DE GUERRA. REQUISITOS TÍPICOS. ACOPIO DE ARMAS. REQUISITOS TÍPICOS “Si bien la ley 25.886 modificó el artículo 189 bis entre otros del C.P., no ha establecido en forma explícita el límite entre las figuras en competencia [tenencia simple de armas de uso civil y de armas de guerras, y acopio de armas]”. 88 Poder Judicial de la Nación “La doctrina ha definido a la figura de acopio, prevista en el art. 189 bis inciso 3°, como: “... Acopia el que reúne de manera considerable, superior a lo que el uso común o deportivo puedan justificar…” (Conf. Derecho Penal Argentino, Soler, Sebastián, Tomo IV, pág. 609, Editorial Tea, Buenos Aires, año 1996)”. “Asimismo, se sostuvo que también es aplicable esa figura cuando: “… no demuestre que tiene finalidad de colección por el carácter de las armas, la diversidad de los tipos o modelos u otra circunstancia que determine esa finalidad…” (Creus, Carlos, Derecho Penal Parte Especial, Tomo II, Edición 1996, pág. 33)”. “La jurisprudencia estableció también ciertas pautas de exégesis al sostener que: “… también debe orientarse a las circunstancias en que fueren habidos, demostrativas de que se los guarda con la intención de que, eventualmente, puedan ser empleados por muchas personas, lo que refuerza su potencialidad dañosa para el bien jurídicamente protegido: la seguridad pública…” (CNCP, CN° 3.633 “Piras, D”, reg. Nº 4.506, 10/8/2001)”. “Este Tribunal, en anterior composición, sostuvo por su parte que: “…la cantidad de armas y municiones de guerra halladas en poder del encausado Díaz es realmente considerable, basta tan sólo con mencionar dos pistolas calibre 9mm, cuatro ametralladoras, dos fusible; 100 cartuchos a bala; entre otros efectos de similar especie, para concluir en que el encuadre jurídico adecuado sería el acopio de armas y municiones de guerra…” (CNCCF, CN° 26.907 “Díaz, José y otro”, reg. USO OFICIAL Nº 51, rta. 8/02/96)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 29.9.2009 “Ponce Portilla” Causa 43.137 Reg. 1061 J. 5 - S. 10 ASOCIACIÓN ILÍCITA. ART. 210 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. “... para la aplicación de la figura es irrelevante si los integrantes concretaron más o menos ilícitos en forma independiente o incluso si no llegaron a hacerlo. Lo importante es que el grupo constituido por ellos tuviera en mira una pluralidad de planes delictivos, estando por esa razón destinado a cometerlos (conf. de esta Sala causa n° 17.755 “Yoma”, reg. n° 18.691 del 24/5/01 y causa n° 18.062 “Espinoza Bravo”, reg. n° 19.338 del 18/12/01; y Oscar Tomás Vera Barros, “Asociación Ilícita (art. 210 C.P.), algunas consideraciones, en Nuevas Formulaciones en las Ciencias Penales”, Ed. Lerner, Córdoba 2001, pág. 597)”. “Lo que se exige entonces es que los miembros puedan elaborar diferentes planes delictivos que conduzcan a diversos resultados. En otras palabras, la norma establece que los hechos a llevar a cabo no deben estar cuantitativamente determinados antes de la formación de la organización, siendo innecesario que se ejecuten diversos tipos de delitos (Sala I de esta Cámara, causa n° 43.145 “Seivane”, reg. n° 615 del 24/6/09)”. “Sin entrar a analizar aquí la efectiva responsabilidad que en los hechos puede o no caberles a cada uno de los imputados, debe señalarse que no existe obstáculo alguno ni previsión legal que impida afirmar que en el marco de una sociedad legítimamente constituida, puedan existir individuos que, unidos en una voluntad contra legem, actúen aprovechándose de la estructura u ocultándose tras la actividad que lleva adelante la primera (ver de esta Sala, causa n° 20.982 “Beraja”, reg. n° 22.666 del 16/7/04 y sus citas; y en doctrina, Ricardo Núñez, “Tratado de Derecho Penal”, Tomo VI, Ed. Lerner, Buenos Aires, 1971, pág. 185. En similar sentido, Sebastián Soler “Derecho Penal Argentino”, Tomo IV, Ed. Tea, Buenos Aires 1996, pág. 714; Tristán García Torres “Algunas consideraciones sobre el delito de asociación ilícita y el bien jurídico protegido”, La Ley, Suplemento de Jurisprudencia Penal, Buenos Aires, 25/2/02, pág. 23 y siguientes; Abel Cornejo “Asociación Ilícita”, Ed. Ad Hoc, Buenos Aires, 1992, pág. 36.)”. 89 “A juicio del Tribunal, el desarrollo realizado supra para tener por acreditada la concurrencia de planes indeterminados es suficiente evidencia de que las actividades delictivas constatadas en este caso no fueron una o varias operaciones aisladas, sino que presentan las características de aquellos actos que necesariamente derivan de un acuerdo de voluntades previo brindado por los integrantes del grupo, cuyo objetivo era precisamente llevar adelante conductas como las descriptas”. “Es indiferente entonces que esos miembros estuviesen también relacionados por un trabajo legítimo, pues la cuestión pasa por discernir, en cada situación individual, si en forma paralela participaron de la asociación con propósitos delictivos, tarea que será abordada más adelante”. “Cabe aplicar similares pautas en punto a la permanencia que requiere la figura del artículo 210 del Código Penal. Es que aquella debe entenderse como consecuencia de ciertas características del caso, como la estructura del grupo, el pacto criminal que antecedió a la comisión de los hechos ilícitos y el número de esas operaciones que fueron reveladas por las pruebas de la causa”. “Esta es la postura que adoptó esta Sala en otros casos, entendiendo “...No se trata de un concepto puramente temporal, sino que deriva de la existencia misma de la asociación, en tanto acuerdo estable de sus integrantes para cometer delitos, diferente de la transitoriedad de la participación de la parte general...” (ver causa n° 17.795 “Demeyer”, reg. n° 19.748 del 10/5/02 y causa n° 18.748 “Rohm”, reg. n° 19.971 del 15/7/02, con citas de Patricia S. Ziffer “Lineamientos básicos del delito de asociación ilícita”, La Ley, 24/12/01)”. “El Tribunal ha tenido ocasión de observar que el legislador ubicó la infracción del artículo 210 del Código Penal como una de aquellas capaces de afectar el orden público o su tranquilidad (según redacción anterior), entendiendo que ello obedece a que el grado de organización y planificación que generalmente se observa en un grupo de personas que así actúan, revela un mayor riesgo en el ejercicio de los restantes bienes jurídicos protegidos (ver causa n° 20.982 “Beraja”, reg. n° 22.666 del 16/7/04, y sus citas)”. “Consecuentemente, el que se haya comprobado -al menos con el nivel de verosimilitud que es propio de esta etapa preparatoria- la configuración de los requisitos típicos que impone este tipo penal resulta una circunstancia que, por sí sola, lleva a sostener que ocurrió la afectación al orden público característica de este delito”. “Independientemente de ello, no es posible pasar por alto que en autos se han verificado lesiones continuadas y permanentes a la administración pública nacional a través de actos de cohecho y falsos testimonios, así como a la fe pública por medio de la adulteración de documentos nacionales de identidad y de firmas de diferentes autoridades judiciales y administrativas, usándose sellos falsos”. “Por otro lado, se ha afectado directamente la actividad de representaciones consulares de un país extranjero e incluso de organismos ubicados en su propio territorio, falseándose firmas, sellos y datos atribuidos a las autoridades de dicha nación, que en algunos supuestos habrían dado lugar al otorgamiento de ciudadanías italianas cuando ello no era procedente. Tampoco debe dejar de valorarse la situación de aquellos clientes que de buena fe efectuaron inversiones económicas a favor de los miembros de la organización para que llevaran adelante trámites de ciudadanía y que vieron, al mismo tiempo, frustrada esa pretensión y disminuido su patrimonio”. “Todas estas maniobras obedecieron justamente a los propósitos ilícitos de la asociación, revelando el riesgo concreto que sus planes trajeron aparejados para varios bienes jurídicos y personas imposible de determinar ex ante”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 14.9.2009 “Farfán” Causa 27.646 Reg. 30.353 90 J. 5 - S. 9 Poder Judicial de la Nación COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. PRIVACIÓN ILEGAL DE LA LIBERTAD. SECUESTRO. SECUESTRO EXTORSIVO. EXIGENCIA DE POSIBLE AFECTACIÓN A LA SEGURIDAD DEL ESTADO NACIONAL O SUS INSTITUCIONES. “Los suscriptos han tenido oportunidad de señalar que las recientes reformas legislativas referidas a los artículos 142 bis y 170 del código sustantivo no conducen a un abandono del criterio conforme al cual si bien las causas en las que se investiga la comisión de alguno de los delitos previstos en el artículo 3, inciso 5°, de la ley 48 deben tramitarse ante la justicia de excepción, la competencia ordinaria surge si lo actuado revela inequívoca y fehacientemente que los hechos tienen estricta motivación particular y que, además, no existe posibilidad de que resulte afectada, directa o indirectamente, la seguridad del Estado Nacional o de alguna de sus instituciones (causa n° 27.706 “Norry”, rta. el 16/4/09, reg. n° 29.744, y sus citas)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 29.9.2009 “NN s/Competencia” Causa 28.120 Reg. 30.428 J. 5 - S. 9 COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. REGISTRO NACIONAL DE LA PROPIEDAD USO OFICIAL INMUEBLE. ACTIVIDADES LOCALES. INCOMPETENCIA. “... los sucesos denunciados, al involucrar de modo exclusivo actos entre particulares, no alcanzan a comprometer intereses del Estado Nacional. Pero además, y a contrario de lo sostenido por el Sr. Juez de Instrucción, en virtud de que las actividades desarrolladas por el Registro Nacional de la Propiedad Inmueble son de carácter estrictamente local, lo que impide apreciar que los sucesos denunciados, de constituir delito, hayan entorpecido el correcto desempeño de una labor de raigambre federal (ver causa n° 42.575 de la Sala I de esta Cámara, “Incidente de incompetencia en autos “N.N. s/asociación ilícita”, reg. n° 318, rta. el 21/04/09)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 24.9.2009 “NN s/Incompetencia” Causa 28.201 Reg. 30.414 J. 5 - S. 9 COMPETENCIA. DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN Y USO DEL INSTRUMENTO FALSO. “... en reiteradas ocasiones se ha sostenido que, cuando no se puede determinar el lugar en donde se produjo la falsificación, ha de estarse, a los fines de la competencia, al lugar en que el documento fue utilizado”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 15.9.2009 “NN S/ incompetencia” Causa 28.267 Reg. 30.356 COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. J. 8 - S. 15 CORRESPONDENCIA. INTERRUPCIÓN DE LAS COMUNICACIONES. ART. 197 C.P. VIOLACIÓN DE CORRESPONDENCIA. “… aunque el presunto acceso ilegítimo por parte de un tercero a la cuenta de correo electrónico de la denunciante y el envío de mensajes en su nombre, no revela la existencia en el caso de un interés que trascienda el estrictamente individual, no ha sido analizada ni descartada aún lo relativo a la imposibilidad de acceso a su sistema de comunicación, circunstancia que podría configurar la hipótesis prevista en el artículo 197 del Código Penal (ver causa nº26.944 “Incidente de Incompetencia en auto 17.527/07”, reg. nº28.983, rta. el 25/09/08, a contrario sensu), lo cual también fue denunciado”. 91 C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 8.9.2009 “Inc. de incompetencia” Causa 28.260 Reg. 30.342 J. 1 - S. 1 COSA JUZGADA. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. NE BIS IN IDEM. ALCANCES. “... la cosa juzgada está íntimamente ligada a la seguridad jurídica, representa una exigencia vital del orden público, tiene jerarquía constitucional y es uno de los presupuestos del ordenamiento social, cuya ausencia o debilitamiento pondría en crisis a la íntegra juridicidad del sistema (Fallos 313:1297)”. “Para evaluar, en consecuencia, la posible violación de esta garantía y, en consecuencia, la eventual identidad del nuevo objeto procesal con aquel comprendido dentro de dichos límites en violación del ne bis in idem, deben confrontarse supuestos de hecho y no calificaciones legales; es decir, cotejarse sucesos, mas no sus significaciones jurídicas”. “En este sentido, Maier sostiene que: “se mira al hecho como acontecimiento real, que sucede en un lugar y en un momento o período determinados, sin que la posibilidad de subsunción en distintos conceptos jurídicos afecte la regla, permitiendo una nueva persecución penal, bajo una valoración distinta de la anterior (conf. Julio B. J. Maier “Derecho Procesal Penal. I Fundamentos”, pág. 606/607, editores del Puerto, 1999). Y agrega que: “…la imputación es idéntica cuando tiene por objeto el mismo comportamiento atribuido a la misma persona…el examen debe vincularse con las reglas del derecho penal, para establecer si se trata de un mismo hecho…con la salvedad de que …bajo el pretexto de una valoración jurídica distinta no es posible promover una nueva persecución penal con motivo de la misma imputación concreta, ni aún con variaciones fácticas…” (conf. “Inadmisibilidad de la persecución penal múltiple”, en Doctrina Penal, año 9, nro. 35, p. 426)”. “La Corte Suprema sostuvo que la garantía contra el doble proceso penal protege a los individuos contra la doble persecución por un mismo hecho sin importar los diversos encuadramientos que se pueden efectuar respecto de aquél (Fallos 311:67, 319:43, consid. 5); sentido en el cual se ha expedido asimismo la Cámara Nacional de Casación Penal (cfr. Sala II, c. 3412 “Rugonyi, Gustavo s/casación”, 19-9-01)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 22.9.2009 “Pinasco” Causa 43.187 Reg. 1020 J. 6 - S. 12 COSTAS. AUSENCIA DE PRONUNCIAMIENTO. PRINCIPIO GENERAL. IMPOSICIÓN DE COSTAS AL VENCIDO. “... conforme ha señalado la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los autos “Las Varillas Gas S.A. c/ M° de Economía G. y S. P.- Sec.Energía- resolus. 124 y 148/01 s/amparo ley 19.986" del 20/12/05 (L.963. XXXVIII) “[e]l principio general es la imposición de costas al vencido, y sólo puede eximirse de esa responsabilidad - si hay mérito para ello- mediante el pronunciamiento expreso acerca de dicho mérito, bajo pena de nulidad. Si es nula la exención de costas sin fundamento, resulta contrario a la lógica interpretar que el silencio de la sentencia sobre ese punto implique su pago en el orden causado, pues entonces el mero silencio podría constituir una vía indirecta para evitar la nulidad derivada de disponer la exención sin causa explícita...”. “Es decir que cuando el juez de grado dispuso sobreseer en la causa a los encartados en orden a los hechos por los que fueran indagados, guardando silencio respecto a quién debía hacerse cargo de soportar los gastos ocasionados por la sustanciación del proceso (...), la falta de pronunciamiento expreso respecto a dicho extremo debe ser interpretada en favor de la 92 Poder Judicial de la Nación preeminencia del principio general de que las costas son a cargo de la vencida (art. 531CPPN) (de esta Sala, causa N° C.42.216, “Robert, Sergio y otro s/ regulación de honorarios”, reg. 1.240, del 22/10/2008)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 24.9.2009 “Romero” Causa 43.449 Reg. 1035 J. 8 - S. 15 DEFENSA EN JUICIO. DEBIDO PROCESO. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. VIOLACIÓN DE GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. NULIDAD. DIFERENCIAS ENTRE EL HECHO DESCRIPTO AL RECIBIR DECLARACIÓN INDAGATORIA Y AQUEL PONDERADO AL DICTAR EL AUTO DE MÉRITO. “… si bien el a quo, en el auto de mérito, al describir el hecho reprodujo el relato de la hipótesis atribuida a (…) en su declaración indagatoria, elípticamente incorporó y valoró, además del suceso intimado en aquel acto procesal, ciertas circunstancias fácticas, que al resultar comprendidas por otra norma legal, determinan efectos más gravosos –en lo que atañe a la filtración del poder punitivo- acerca de los cuales (…) no contó con el derecho de resistirlos (art. 18 C.N.). Es que, de la indagatoria de fojas (…) se desprende que la conducta atribuida alude únicamente a una USO OFICIAL eventual infracción a la ley 11.723, mas no contiene la descripción de aquellas circunstancias fácticas que, al valorar la responsabilidad del imputado, computó como jurídico-penalmente relevantes a la luz de la ley 22.362”. “Así, en el auto de mérito de fojas (…), al incorporarse una calificación jurídica sobre la base de circunstancias fácticas que no fueron descriptas en el marco de la imputación, se ha vulnerado el derecho de defensa en juicio, a través del quiebre de la congruencia”. “Sobre el punto, afirma Julio Maier que: “[t]odo aquello que en la sentencia signifique una sorpresa para quien se defiende, en el sentido de un dato con trascendencia en ella, sobre el cual el imputado y su defensor no se pudieron expedir (esto es cuestionarlo y enfrentarlo probatoriamente), lesiona el principio estudiado [inviolabilidad de la defensa en juicio]…” (“Derecho Procesal Penal, Tomo I, Fundamentos, Ed. Editores del Puerto, BsAs, 1996, 2 edición, pág. 568). En esta dirección, más allá de que en el marco de la declaración indagatoria se incorporó, dentro del elenco de las pruebas de cargo, las pericias scopométricas de fojas (…), se omitió describir el modo en que eventualmente esa comprobación habría significado una vulneración al tipo legal de la ley de marcas seleccionado por el magistrado. No es menor tener en cuenta en este sentido, la desorientación que denunció la defensa al señalar que desconocía qué conducta material se atribuía a su defendido”. “En efecto, la transgresión del principio de defensa en juicio y del debido proceso torna al auto de fojas (…) de las actuaciones principales, un acto jurisdiccional inválido, por lo que habremos de decretar su nulidad y disponer el reenvío de las actuaciones con el fin de que se dicte nuevo pronunciamiento que garantice la efectivización de los derechos vulnerados”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 8.9.2009 “Verdera” Causa 43.251 Reg. 942 J. 11 - S. 21 DEFENSA EN JUICIO. DEBIDO PROCESO. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. VIOLACIÓN DE GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. “… se advierte que las diferentes calificaciones que pudo asignar al hecho el Sr. Agente Fiscal (art. 72 bis inc. “d” de la ley 11.723 en el momento de requerir la instrucción y la elevación a juicio; y art. 72 inc. “a” de ese cuerpo normativo en su pretensión de procesamiento) de ningún modo 93 constituyen una violación al principio de congruencia ni al derecho de defensa en juicio, como pretende el recurrente”. “Es que el imputado –tal lo que surge de la lectura de las constancias de fojas 340- ha tenido la posibilidad de conocer el hecho que se le endilga pudiendo efectuar una adecuada defensa tanto al prestar declaración como al contestar la acusación; e incluso puede ofrecer aquellas pruebas que considere pertinentes para esclarecer la participación que le cupo, de conformidad con lo previsto en el artículo 355 del Código Procesal Penal de la Nación; resultando la etapa -ampliamente contradictoria- de juicio la apropiada para definir la calificación jurídica habrá de asignársele a los sucesos”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 10.9.2009 “Carou” Causa 27.875 Reg. 30.349 J. 7 - S. 13 DEFENSA EN JUICIO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES. DETALLE PRECISO DE LOS HECHOS Y LAS PRUEBAS DE LA CAUSA. DERECHO A SER OÍDO “Es sabido, por constituir un mandato legal que no es sino la recepción práctica de fundamentales derechos constitucionales, que no puede existir un auto de procesamiento sin la previa concesión de un espacio para que el imputado pueda brindar su posición acerca de los acontecimientos históricos que se le atribuyen y de los elementos en los cuales se asientan (art. 307 C.P.P.N.). Mas, poca gravitación tendría en los hechos tal garantía si ello no exigiera simultáneamente la obligación de hacer saber al imputado cuáles son esos eventos y esas pruebas que dan razón a su situación dentro del proceso. La intimación que debe efectuarse en el marco de toda declaración indagatoria debe “...llenar todas y cada una de las condiciones que sean indispensables para que el imputado pueda oponer eficazmente sus medios de defensa e impugnar así los medios que la acusación haya empleado en su contra” (CARRARA, Francesco, Programa de derecho criminal, Tomo II, Ed. Temis, 3° edición, Colombia, p. 363. En igual sentido ver de esta Sala, y entre otras, causa nro. 37.945, "Berthier, Enrique J. s/rec. de casación", rta. el 9/03/06; causa nro. 38.414, "Monsalve, Juan A. s/nulidad”, rta. el 1/03/06, causa nro. 40.308, "Laskowski, Patricia y otros s/procesamiento", rta. el 21/09/07, reg. nro. 1091; causa nro. 42.683, "De Carlo, Silvia y otros s/procesamiento", rta. el 30/12/08, reg. Nro. 1629, y las citas evocadas en ellas)” (del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Freiler). Respecto del derecho a ser oído, y “... a fin de que esa garantía no se resuma en una ambiciosa proclama carente de contenido es que su desarrollo debe rodearse de “...ciertos presupuestos y ciertas consecuencias para [su] ejercicio, en miras a su propia eficacia, con la consecuencia de otorgarle, así, un significado mucho más preciso y valioso... que el mero hecho de permitirle (facultad) [al imputado] vertir palabras en el procedimiento a través del cual se lo persigue penalmente” (MAIER, Julio B.J., Derecho procesal penal, I. Fundamentos, Ed. Del Puerto, Buenos Aires, 2° edición, 1999, p. 552). Y una de esas exigencias es aquella que supone una imputación, una intimación y una decisión unidas bajo un mismo sustrato histórico y probatorio. El resolver sobre pruebas que no pudieron ser controladas y, más aún, sobre hechos que no se hicieron conocer no hace sino privar de sentido esta arista del derecho de defensa y, con ello, burlar esas exigencias legales que reclaman su respeto” (del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Freiler). C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 29.9.2009 “Lequepi Condori” Causa 42.177 Reg. 1058 94 J. 10 - S. 19 Poder Judicial de la Nación DENUNCIA. DENUNCIA FALSA. ART. 245 C.P. DELITOS CONTRA EL HONOR. CALUMNIAS. ART. 109 C.P. REQUISITOS TÌPICOS. Respecto de la figura penal prevista por el art. 245 del C.P., “... esta Alzada en reiteradas oportunidades ha señalado que ella requiere como presupuesto típico que no se trate de una atribución delictiva a una persona determinada, ya que en ese caso solamente podría configurarse el delito de calumnias previsto en el artículo 109 de ese cuerpo normativo (Conf. esta Sala en causa n° 25.254 “M., O.”, rta. el 11/7/07, reg.n° 27.103 y sus citas; y Sala I en causa n° 41.213 “Gonzalez”, rta. el 13/3/08, reg.n° 247)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 17.9.2009 “Martínez Medina” Causa 27.384 Reg. 30.380 J. 3 - S. 5 DERECHO DE DEFENSA. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. ALCANCES “La doctrina ha sostenido que “la defensa penal no puede evitarse ni impedirse (…) Proveer de ella a quien no pueda o no quiera ejercitarla, constituye un deber para los órganos del Estado…” (Clariá Olmedo, Jorge A.,“Derecho Procesal Penal”, Tomo I, Ed. Marcos Lerner, Córdoba, 1984, pág. 65) y USO OFICIAL que “a más de la defensa material, la particularidad del procedimiento penal reside en la obligatoriedad de la defensa técnica. Nuestro Derecho procesal penal unánimemente, ha integrado la defensa del imputado tornando necesario, por regla, que él sea asistido jurídicamente” (Maier, Julio B.J., “Derecho Procesal Penal”, Tomo I, Editores del Puerto, 2° ed., 3° reimpresión, Bs.As, 1996, pág. 549)”. “Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que “la garantía de defensa en juicio posee como una de sus manifestaciones más importantes el aseguramiento de una defensa técnica a todo justiciable, manifestación ésta que, para no desvirtuar el alcance de la garantía y transformarla en un elemento simbólico, no puede quedar resumida a un requisito puramente formal, pues no es suficiente en este aspecto con que se asegure la posibilidad de que el imputado cuente con asesoramiento legal, sino que este aseguramiento debe ser efectivo”(causa S. 62, T° XL “Schenone, Carlos s/ causa n° 1.423”, del 3/10/06)”. “Además, el Alto Tribunal afirmó que “en materia tan delicada, como es la que concierne a la defensa en sede penal, los juzgadores –tanto en primera como en segunda instancia- están legalmente obligados a proveer lo necesario para que no se produzcan situaciones de indefensión, incluso contra la voluntad de los procesados (Fallos: t. 237, p.158 y t. 255. p.91) y que la inobservancia de las formas sustanciales del juicio, puede deberse a que se haya privado al defensor designado de toda oportunidad de actuar o cuando la intervención conferida sólo lo ha sido formalmente, ya que la garantía de la defensa en juicio, en aquella materia, no se reduce al otorgamiento de facultades para el ejercicio del poder de defensa, sino que se extiende, según los casos, a la provisión por parte del Estado de los medios necesarios para que el juicio a que se refiere el art. 18 de la Constitución Nacional se desarrolle en paridad de condiciones respecto de quien ejerce la acción pública y quien debe soportar la imputación, mediante la efectiva intervención de la defensa” (Fallos 310: 1797; L.L, 1988-B-252) –el resaltado no es del original”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 29.9.2009 “Stancato” Causa 27.258 Reg. 30.433 J. 3 - S. 5 DOCUMENTOS. REQUISITOS. COPIA DE UN FACSÍMIL. CONDUCTA ATIPICA. 95 “Creus menciona que dentro del concepto de documento público establecido por la figura penal “[...]quedan comprendidos, pues, los instrumentos taxativamente enunciados por el art. 979 del Código Civil, y todos los que otorgan o refrendan funcionarios públicos o quienes desempeñan oficios públicos (v.gr., escribanos de registros), dentro las esferas de sus competencias, cumpliendo las formalidades legales o reglamentarias que los identifican como auténticos, a los que el orden jurídico otorga aquel efecto”. “Asimismo, explica que “las copias y testimonios de los documentos públicos, en cuanto presentan las características de autenticidad legalmente requeridas, se consideran documentos públicos, sea por analogía con dichos documentos, a veces imputa por la misma ley (certificaciones de existencia de los documentos), sea porque su función acreditante, es decir, el contenido de fe pública, lo cumple la copia autenticada con la misma eficacia que el documento original. Pero la copia simple de los documentos públicos, es decir, aquella a la que no se la han agregado los signos de autenticidad legalmente requeridos, no es objeto material del delito” (Creus, Carlos., Derecho Penal, Parte Especial, Tomo II. 60 Edición actualizada y ampliada. Astrea, Buenos Aires 1999, pág. 404/5. El subrayado es nuestro)”. “Tomando en cuenta dichos requisitos, entendemos que la copia del facsímil que se analiza en autos no puede ser considerada como una falsificación de un oficio judicial toda vez que aquélla carece de los signos de autenticidad que caracterizan a los oficios. Más precisamente, la copia del facsímil carece de membrete del Poder Judicial de la Nación, sello medalla del juzgado de ejecución penal y no se ha consignado el lugar y la fecha de expedición del mismo”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 22.9.2009 “Nuñez” Causa 42.972 Reg. 1014 J. 12 - S. 24 EFECTOS SECUESTRADOS EN CAUSAS PENALES. RESTITUCIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “Respecto de los efectos secuestrados en causas penales, este Tribunal tiene dicho que: deben quedar sujetos a disposición del juzgado a los fines del artículo 23 del C.P. mientras perdure la sustaciación del proceso y a resultas de éste, siempre y cuando sean elementos que permitan demostrar la configuración del hecho investigado, es decir, constituyan elementos de prueba, o bien puedan haber sido adquiridos con su producido (conf. esta Sala in re: c. 42.963 “Rojas…”, rta. 14/03/09, reg. 455 y su cita)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 8.9.2009 “Ledesma” Causa 43.377 Reg. 936 EXCEPCIÓN DE FALTA DE ACCIÓN. J. 11 - S. 22 EXTRADICIÓN. IMPROCEDENCIA DE SU TRATAMIENTO EN EL PROCESO DE EXTRADICIÓNHASTA LA ETAPA DE JUICIO “Lleva dicho esta Cámara en distintos pronunciamientos que las particulares características del proceso de extradición y su específica regulación tornan improcedente a esta altura la tramitación de excepciones como la presente y que es en la etapa de juicio que corresponde darles tratamiento de conformidad con lo establecido en el artículo 30 de la ley 24.767 (cf. de Sala II causa n° 20.704 “Rhom” del 3/2/04, reg. n° 22.005, y sus citas; y de la Sala I causa n° 40.088 “Duran Sáenz” del 1/3/07, reg. n° 136, y sus citas)”. “Es que la cuestión planteada hace al fondo del asunto a decidir, en tanto los extremos cuya concurrencia alega la defensa constituyen ambos motivos legalmente previstos para el rechazo de la solicitud de extradición (art. 11 incisos “b” y “d” de la ley 24.767) y, conforme reiterada 96 Poder Judicial de la Nación jurisprudencia del Máximo Tribunal, es sólo una vez superada la etapa del juicio (art. 30, segundo y tercer párrafos) que el ordenamiento habilita a la autoridad judicial a expedirse en aquel sentido (art. 32), concluyendo así en la procedencia o no del pedido (Fallos 327:304 y 329:1425)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 29.9.2009 “Turco” Causa 28.303 Reg. 30.423 J. 4 - S. 7 INTIMIDACIÓN PÚBLICA. ART. 211 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. “... conforme sostiene Ricardo C. Nuñez al analizar la figura de intimidación pública, “…la finalidad del autor debe ser siempre la de actuar sobre el ánimo de un conjunto considerable de personas indeterminadas reunidas en un lugar público o de acceso público…” (“Derecho Penal Argentino” Parte Especial, tomo VI, pag. 194/5, Lerner Ediciones, Buenos Aires, 1971) lo que entendemos persiguió el autor al proceder del modo analizado, generando la inevitable concurrencia de la policía al lugar mientras se impartían clases y tomaran los recaudos pertinentes” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Además, no puede soslayarse que la llamada que se cuestiona fue proferida en el más estricto anonimato y por ella se bregaba el desalojo del colegio con el consiguiente efecto atemorizante USO OFICIAL para la comunidad educativa de que pudiera suceder algo que ocasionara eventualmente consecuencias lesivas para sus componentes” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “La figura penal endilgada contempla situaciones de quiebre de la tranquilidad pública en la que distintas acciones, en el caso concreto de autos el juzgador ha considerado verificado la de “amenazar con un desastre de peligro común”, están dominadas por el aspecto subjetivo. Solamente son típicas en la medida que fueron realizadas para conseguir alguno de los objetivos enunciados “…para infundir un temor público o suscitar tumultos o desórdenes…” (Del voto del Dr. Farah). “Se exige, además del conocimiento y voluntad de la realización de cada uno de los elementos objetivos, un elemento interno trascendente distinto del dolo que, como tal, no tiene correlato objetivo” (Del voto del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 15.9.2009 “P.A., D. B.” Causa 28.188 Reg. 30.363 J. 11 - S. 21 JUEZ. JUEZ NATURAL. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DECLARACIÓN INDAGATORIA. RECEPCIÓN DE LA DECLARACIÓN VÍA EXHORTO. VIABILIDAD “…los derechos del encartado no han sido objeto de restricción alguna ni tampoco se han visto conculcadas las garantías constitucionales, fue citado en numerosas oportunidades a efectuar los descargos pertinentes -téngase presente que la primera citación data del mes de octubre de 2007y si el instructor utilizó la vía del exhorto fue justamente teniendo en cuenta los problemas de salud que presentaba (…), a efectos de evitar que tuviera que trasladarse desde la Pcia. de Córdoba hasta esta ciudad y no para sacarlo de su Juez natural como alega su defensa”. “De otra parte, es dable recordar que “La declaración indagatoria es delegable por el juez en otro de distinta competencia territorial” (C.S., Fallos 237-388; 241-248; 253-454; 276-254 y 298-615), (Código Procesal Penal de la Nación. Guillermo Rafael Navarro - Roberto Raúl Daray. Tomo I, pág. 611. Pensamiento Jurídico Editora. Año 1996)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 2.9.2009 “Santos Venturo” 97 Causa 27.700 Reg. 30.312 J. 12 - S. 24 LEY 25.891. ART. 10, 11 Y 12. ADQUISICIÓN O UTILIZACIÓN DE TELÉFONOS CELULARES O TARJETAS DE TELEFONÍA CELULAR DE ORIGEN ILEGAL. REQUISITOS TÍPICOS. “Recordemos que el artículo 12 de la ley 25.891 pretende englobar aquellos comportamientos que no se encuentran descriptos en los artículos 10 y 11 pero que de algún modo se relacionan con aquellas maniobras, es decir que intenta incriminar la conducta de las personas que adquieren o utilizan teléfonos celulares o tarjetas de telefonía de origen ilegal, conociendo ésta circunstancia. Queda comprendido en la descripción quien de cualquier forma se valga de estos materiales que hayan sido hurtados, robados, perdidos u obtenidos mediante fraude (ver los fundamentos del proyecto de ley de los Senadores Guillermo Jenefes, Miguel A. Pichetto y Jorge M. Capitanich, pág. 1095, Antecedentes Parlamentarios, Tomo 2004-B, La Ley)”. “De esta manera, la ausencia de los comprobantes que acrediten el origen de los teléfonos secuestrados, como así también las denuncias de robo que poseen, refuerzan la teoría de su procedencia ilegítima, encuadrando en la norma aplicada”. “Conformado entonces que fuera el elemento objetivo del tipo penal endilgado, el hecho de que se trate de la actividad que los incusos desplegaban en forma habitual, permite interpretar que el carácter ilícito de la maniobra desplegada no podía escapar de su conocimiento, por lo que tampoco es posible descartar el dolo en el accionar de los encartados, tal como solicitara el recurrente”. C.C.C. Fed. Sala I 15.9.2009 “Cabral” Causa 43.075 LEY PENAL. Ballestero - Freiler - Farah Reg. 982 APLICACIÓN DE LA LEY PENAL EN J. 12 - S. 24 EL ESPACIO. PRINCIPIO DE TERRITORIALIDAD. TERRITORIO NACIONAL. CONCEPTO DE TERRITORIO. MARCAS Y DESIGNACIONES. LEY 22.362. FINALIDAD DE LA LEY. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO. “Sosteniendo que el material en cuestión, se encontraba en territorio nacional, no cabe duda de la aplicación espacial de la ley que protege las marcas registradas. Así, recordando el principio de territorialidad, podemos citar a Soler, quien sostuvo que el concepto de territorio no debe ser nunca considerado desde un punto de vista físico o geográfico, sino jurídico. Acertadamente prevalece en nuestra doctrina nacional…, el criterio de que el concepto de territorio es un concepto jurídico y que, si bien para determinarlo, en algunos casos resulta necesario recurrir a elementos geográficos o materiales…lo cierto es que se trata de una noción acuñada por el Derecho y cuya naturaleza e implicancias son estrictamente políticas y jurídicas” (David Baigún, Eugenio R. Zaffaroni, “Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinario y Jurisprudencial”, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 1997, t.1, p. 16, 23). Es decir que analizando este principio, en el marco de lo dispuesto por el régimen jurídico aduanero, estamos en condiciones de afirmar el supuesto presentado como hipótesis, es decir que efectivamente el material retenido se encontraba en territorio nacional, pasible de ser afectado por leyes nacionales”. “El Derecho de Marcas, en su función de proteger al titular de la misma ha tenido en miras el interés de los propietarios, dándole la facultad de jus prohibendi en ocasión de que su interés se vea vulnerado. Así, el derecho del titular de la marca le permite oponerse a la utilización de ésta o de un signo excesivamente vecino, aplicado a los mismos productos o servicios o a productos o servicios similares (Luis Eduardo Bertone, Guillermo Cabanellas de las Cuevas, “Derecho de Marcas”, 2da ed. Ed. Heliasta, Buenos Aires, 2003, t.2, pág. 96)”. 98 Poder Judicial de la Nación “Para poder determinar cual es la extensión de este derecho protegido por la ley 22.362, debe tenerse presente la regla de especialidad de la marca. Esta regla, según enseña Bertone, establece que la marca otorga derechos con relación a los bienes designados en la solicitud de registro, es decir que la marca no puede proteger indiscriminadamente cualquier producto, sino aquellos para los que ha sido registrada. Sin embrago esta regla presenta una justificada excepción: resulta inaplicable cuando las circunstancias reflejan una clara vulneración de los derechos del titular de la marca, puesto que éste tiene la facultad de oponerse a que terceros usen un signo idéntico. Esta regla, debe ser interpretada razonablemente, toda vez que extremando este supuesto, cualquiera de las clases del nomenclador pueden estar íntimamente vinculadas, tal como se presenta en el caso de estudio”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 10.9.2009 “Amanfren S.A.” Causa 43.114 Reg. 970 J. 8 - S. 16 MARCAS Y DESIGNACIONES. ART. 31 INC. “B” LEY 22.362. REQUISITOS TIPICOS. “... corresponde señalar que el tipo penal ya mencionado sanciona al que “use una marca registrada o una designación falsificada, fraudulentamente imitada o perteneciente a un tercero sin su autorización”, correspondiendo examinar en este caso la tipicidad de la conducta en relación al USO OFICIAL último de estos supuestos”. “El “Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio” –A.P.D.I.C.-, aprobado por la ley 24.425, establece en su artículo 16° que “el titular de una marca de fábrica o de comercio registrada gozará del derecho exclusivo de impedir que cualesquiera terceros, sin su consentimiento, utilicen en el curso de operaciones comerciales signos idénticos o similares para bienes o servicios que sean idénticos o similares a aquellos para los que se ha registrado la marca, cuando ese uso dé lugar a probabilidad de confusión”. “En la misma dirección, la doctrina ha sostenido que “el denominador común de todo acto violatorio es la confusión: si hay posibilidad de confusión hay violación de exclusividad. La confusión comprende todo acto que permita crear en la mente del consumidor una asociación de cualquier índole entre la marca registrada y la usada indebidamente” (conf. Cabanellas de las Cuevas, “El uso atípico de la marca ajena”, publicado en Temas de Derecho Industrial y de Competencia, pág. 39)”. “En supuestos como el sub examine, se ha dicho que tal probabilidad se traduce en la de inducir al consumidor a la errónea creencia de que existe alguna relación entre el vendedor y el titular de la registración (conf. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, Sala III, causa n° 2.820/92 “Matafuegos Drago S.A. c/ Matafuegos Alsina s/ cese de uso de marcas”, del 29/04/96 y de la Sala I de esta Cámara, causa n° 42.078 “Sprayette S.A. s/sobreseimiento”, reg. n° 185 del 10/03/09 y sus citas)”. “A su vez, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea tuvo oportunidad de pronunciarse en similar sentido, en un caso donde examinó los alcances del artículo 5.1.a) de la Directiva 89/104/CEE, el cual consagra que “La marca registrada confiere a su titular un derecho exclusivo. El titular estará facultado a prohibir a cualquier tercero el uso, sin su consentimiento, en el tráfico económico (…) de cualquier signo idéntico a la marca para productos o servicios idénticos a aquéllos para los que la marca esté registrada”. “En esa ocasión, sostuvo que “los artículos (…) de la Directiva (…) no permiten que el titular de una marca prohíba a un tercero el uso de su marca para anunciar al público que efectúa la reparación y el mantenimiento de productos que llevan dicha marca (…) o que está especializado o es especialista en la venta o en la reparación y mantenimiento de dichos productos, a menos que se 99 utilice la marca de tal forma que pueda dar la impresión de que existe un vínculo entre la empresa tercera y el titular de la marca y, en particular, de que la empresa del comerciante pertenece a la red de distribución del titular de la marca o de que existe una relación especial entre ambas empresas” (Sentencia en autos “Bayerische Motorewerke AG (BMW) y BMW Nederland BV, 22/02/99)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 22.9.2009 “Talamona” Causa 28.049 Reg. 30.402 J. 5 - S. 9 MARCAS Y DESIGNACIONES. ART. 31 INC. “D” LEY 22.362 BIEN JURÍDICO TUTELADO. PRODUCTOS DE BAJA CALIDAD. AUSENCIA DE POTENCIAL CONFUSIÓN EN EL PÚBLICO. ATIPICIDAD. “Este Tribunal ha afirmado -desde antaño- que no existe afectación o amenaza hacia el bien jurídico tutelado por la ley 22.362 en los casos en que la baja calidad y ciertas circunstancias en que son incautados los productos (comúnmente en la vía pública y aun precio claramente inferior al del mercado), tornan inidónea a la comercialización cuestionada para causar confusión en el público consumidor (conf. causa n° 5.831 “Cuenca Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89; causa n° 18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298 “Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del 2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n° 20.728 “Balmaceda”, reg. n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n° 23.485 del 15/03/05; causa n° 22.001 “Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa n° 23.046 “Corrado”, reg. n° 24.326 del 18/10/05; entre muchas otras)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Mas recientemente, se resaltó que tal exégesis deriva necesariamente de la propia letra del artículo 31, inciso “d” de la normativa citada pues tanto la falsificación como la imitación fraudulenta exigen en su literalidad la potencial confusión en el público acerca de la originalidad de un producto. De hecho, tal como surge de la exposición de motivos de la ley en trato, la asunción por parte del Estado de la acción penal pública estuvo justificada por la necesidad de dinamizar el anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que se persigue una verdadera falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “De tal manera, encuadrar una conducta en esta figura habiéndose descartado tal posibilidad y bajo el argumento de que aquella busca proteger -separadamente- al titular marcario y al público consumidor, implica excederse del tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de legalidad (causa n° 27.246 “Sosa, Gabriel Antonio s/ procesamiento y embargo”, reg. n° 29.917 del 26/05/09, y causa n° 27920 “Barrera Claudio Oscar s/procesamiento” reg. n° 30.059 del 23/6/09).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “He sostenido que “...Ante este tipo de supuestos, iniciados por prevención policial y donde no existe querellante, la afectación o potencial afectación al bien jurídico protegido por la norma, entonces, debe traducirse en la posibilidad concreta de engaño al público consumidor. Si este fuese desechado, la conducta perseguida debe reunir una serie de características que hagan presumir un perjuicio hacia el titular de la marca -aún frente a su pasividad- vale decir, dimensiones considerables, giro comercial importante y efectos negativos apreciables. Solo bajo estas circunstancias se supera el umbral constitucional que resulta del principio de lesividad (...) y la persecución penal se hace viable, pues aparece el ´fin´ que justifica y da sentido a la injerencia penal en la libertad de acción del individuo (Sala I de esta Cámara, causa n° 41.065 “Berardi”, reg. n° 101 del 14/02/08 y su cita)” (Del voto del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala II 100 Cattani - Irurzun - Farah Poder Judicial de la Nación 22.9.2009 “López Cabrera” Causa 28.205 Reg. 30.400 J. 4 - S. 7 PLAZO RAZONABLE. PRESCRIPCIÓN. RELACIÓN ENTRE LA GARANTÍA Y EL MECANISMO JURÍDICO EN CUESTIÓN. “No resulta en una conclusión novedosa el reconocer el estrecho vínculo que liga el mecanismo jurídico de la prescripción de la acción penal con el derecho a una razonable duración del proceso, al punto de que entre ellos existe una genuina relación instrumental, donde uno no es sino el canal de expresión del otro”. “Desde antiguos precedentes la Corte Suprema claramente reveló esta conexión al destacar que el derecho del imputado a que se ponga fin a la situación de indefinición que supone el enjuiciamiento penal puede encontrar tutela en la prescripción de la acción (CSJN, entre otros, Fallos 312:2075, 322:360, disidencia de los Dres. Petracchi y Boggiano, 327:327, 330:3640)”. “Ahora bien, pese a que reiteradamente se sostenga que el derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas no puede traducirse en un determinado número de días, meses o años, si lo que se debate es la aplicación de una garantía que reposa sobre una cuestión temporal, la apelación a plazos y fechas se impone en una obligada referencia”. “Un mismo período de tiempo, que en un caso puede implicar una afrenta a ese elemental USO OFICIAL principio, es posible que, al interior de otro contexto, resulte todavía prudente. De hecho, es ese uno de los primordiales motivos por los cuales el derecho a ser juzgado en un plazo razonable carezca de una única y pétrea especificación, debiendo depender, entre otros aspectos, de la complejidad de la cuestión a resolver”. “En consecuencia, en la medida en que los meses o años se expresen en términos absolutos ninguna pauta habrán de conferir para los cálculos que exige desarrollar esta garantía. Por el contrario, sólo en el contraste con los hechos concretos que se juzgan es que habrá de poder evaluarse su genuina manifestación”. “La prescripción, según el juego armónico de las normas que la regulan, se nutre para su vigor de cuestiones que hacen a la misma gravedad de los delitos que se investigan, en el marco de una relación de naturaleza directamente proporcional. Sus plazos no son sino un reflejo de aquellos que cada norma punitiva establece como sanción, con lo cual la misma decisión de política criminal que llevó a establecerlos es la que se reproduce al momento de definir el tiempo durante el cual se desarrollarán los esfuerzos para reprimir las conductas que en aquellas se subsumen”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 17.9.2009 “Recio” Causa 42.713 Reg. 1009 QUERELLANTE. PRETENSO QUERELLANTE. J. 5 - S. 10 FACULTADES. APELACIÓN DEL SOBRESEIMIENTO. PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD. PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN. “... el art. 337 del C.P.P.N. prescribe que el querellante y no quien pretende asumir tal calidad, cuenta con legitimación para apelar el sobreseimiento –más allá del Ministerio Público Fiscal, el imputado y sus defensores-. Ello, a diferencia del art. 180 C.P.P.N. “in fine”, que admite la apelación del pretenso querellante respecto del archivo de las actuaciones por inexistencia de delito o por no poderse proceder” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah). “En este orden de ideas, no es menor tener en cuenta los diferentes efectos y estadios del procedimiento a los que se refieren las resoluciones comprendidas por las disposiciones citadas. En el primer caso, se trata de una decisión que cierra definitivamente la factibilidad de una pretensión punitiva –sea pública, sea privada-; en el segundo, el archivo no hace cosa juzgada 101 material y permite, en caso de virar las razones que lo motivaron, reabrir la pretensión” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah). “La admisión en el primer caso de una apelación por parte de quien no ventiló hasta ese momento su pretensión punitiva, implicaría someter al justiciable a una nueva persecución, aun cuando pretensa presentarse a esta última, atendiendo a la falta de firmeza del sobreseimiento, como una mera extensión de la originaria. Así, el imputado quedaría atrapado en una situación de incertidumbre ante la eventualidad de que quien no lo persiguió, intente hacerlo ante el desinterés de quien lo hizo primariamente” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah). “Los principios de progresividad y preclusión, según los cuales no es posible retrotraer el proceso hacia etapas cumplidas válidamente –de modo de garantizar un enjuiciamiento en plazo razonable, vienen a aventar estos peligros” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah). “En esta postura se enrolan quienes sostienen, por ejemplo, la presentación del pretenso querellante una vez corrida la vista del art. 346 C.P.P.N., provoca la pérdida de los derechos procesales concernientes al acto precluido –vgr. recurrir el sobresimiento pedido por el fiscal y decretado por el juez o, presentar el requerimiento con motivo de la nueva vista dispuesta al cumplirse la prueba complementaria requerida por el acusador público- (cfr. Navarro, Guillermo y Daray, Roberto, “La Querella”, Din Editora, Buenos Aires, 1999, ps. 131/132)” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah). “En el mismo sentido se ha expedido la Sala en un supuesto en que se discutía si la querella podía presentar un nuevo requerimiento de elevación a juicio ante la anulación del anterior. Sostuvimos que aceptar esa posibilidad provocaría que, por defectos exclusivamente atribuibles al acusador particular, el imputado se viera expuesto a un disímil trato procesal en violación al principio de igualdad de armas; y que la querella contara con un plazo sine die para promover la acusación, lo cual conllevaría a prolongar la incertidumbre del Justiciable. Se concluyó que, declarada la nulidad del requerimiento de elevación a juicio formulado por la querella, correspondía dar por decaído el derecho de producirlo nuevamente por tratarse de un acto precluído, al haber transcurrido el plazo del art. 346 C.P.P.N. (cfr. c/n° 41.549, “Luparia, Juan Bautista s/ nulidad”, rta. el 9/9/08, reg. N° 1024)” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah). C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 17.9.2009 “Benadon” Causa 43.506 Reg. 1004 J. 2 - S. 3 RECURSO DE REPOSICIÓN. SUPUESTOS EN LO QUE RESULTA PROCEDENTE. El recurso de reposición “... procede contra resoluciones dictadas sin sustanciación, por lo que se ha señalado que es útil para atacar las providencias de mero trámite y los autos interlocutorios simples que no deciden el punto apelado (D´Albora, F. “Código Procesal Penal de la Nación”, pág. 826, Ed. Abeledo Perrot)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 15.9.2009 “Sr. Fiscal” Causa 43.327 SUSPENSIÓN Reg. 987 DEL JUICIO A PRUEBA. FUNCIONARIO J. 5 - S. 10 PÚBLICO. PROCEDENCIA. IGUALDAD ANTE LA LEY. ART. 16 CONSTITUCIÓN NACIONAL. “lo relevante para que cobre virtualidad el mencionado impedimento procesal no es el estatus funcional del implicado al tiempo de sucederse el hecho delictivo, sino la relación entre el acontecimiento ilícito y la actividad que el agente despliega desde su ámbito de competencia y en representación del poder público estatal. Ello, habida cuenta que “(...) si sólo se pretendiera ser 102 Poder Judicial de la Nación más riguroso con los funcionarios por el mero hecho de ser tales, debería excluirse la posibilidad de suspensión sólo por revestir tal calidad,(...)”(Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial, dirigido por Eugenio R. Zaffaroni y David Baigún, Tomo 2, Editorial Hammurabi, Buenos Aires, pag. 830, comentario de Gustavo L. Vitale al art. 76 bis del CPPN, el destacado nos pertenece)”. “A partir de la óptica propuesta, debe entenderse que la disposición del párrafo 7° del art. 76 bis del CP determina que no podrá suspenderse el proceso a prueba en favor del imputado estrictamente cuando se compruebe que, en representación de la voluntad del Estado, intervino en el delito a través de un ejercicio abusivo de las funciones públicas que le fueron confiadas, valiéndose de su posición especial para lograr su cometido ilícito (ver en el mismo sentido, Olazábal, Julio D., “Suspensión del proceso a prueba”, Editorial Astrea, Buenos Aires, Año 1994)”. “Es importante destacar que la compatibilidad de la prohibición estudiada con la normativa constitucional, puntualmente con el derecho de igualdad ante la ley (art. 16 CN), reposa sobre la interpretación que aquí es defendida, pues es esta intelección la que permite poner en evidencia de un modo palmario la disimilitud entre la situación de los funcionarios públicos y la del resto de los ciudadanos”. “En virtud de esta concepción, la operatividad del obstáculo legal se encontrará justificada siempre que se acredite un nexo entre la función que le ha sido confiada al imputado en representación del USO OFICIAL Estado y el ilícito que se sospecha ha cometido, pues precisamente es dicha acción, traducida en un abuso funcional, la que en definitiva cobra virtualidad para amenazar la transparencia de la Administración Pública, valor que intentó ser protegido normativamente y que motivó el tratamiento diferenciado instaurado en el párrafo 7º del art. 76 bis del CP para esta categoría de individuos que se encuentran en una posición especial de responsabilidad”. “Esta exégesis, por otro lado, está guiada por el principio “pro homine”, que impone privilegiar la interpretación legal que más derechos acuerde al ser humano frente al poder estatal (CSJN, A.2186.XLI, “Acosta, Alejandro Esteban s/inf. Art. 14, 1° párrafo, Ley 23.737”, c/n°28/05, rta: 23/04/08)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 3.9.2009 “Del Valle” Causa 42.562 Reg. 922 J. 5 - S. 9 ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO. REQUISITOS TÍPICOS “Entienden los suscriptos que a fin de decidir el caso en estudio debe tenerse presente que “La circunstancia que, fundamentalmente, confiere contenido ilícito a las conductas que se incluyen en este tipo penal radica en su aspecto subjetivo, pues es aquí donde se exhibirá el carácter abusivo o arbitrario de las acciones del tipo objetivo… [Así] se ha sostenido que este delito requiere ser cometido maliciosamente, es decir, a sabiendas de la contrariedad del acto o la omisión con la Constitución o la ley” (D´Alessio, Andrés J., “Código Penal -comentado y anotado- Parte Especial arts.79 a 306”, La Ley, Buenos Aires, 2004, p.796/7).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 14.10.2009 “Cirielli” Causa 27.896 Reg. 30.501 J. 1 - S. 1 ACCIÓN PENAL. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN. CONDUCTA QUE PUEDE ENCUADRARSE EN UNO O MÁS DELITOS. CALIFICACIÓN LEGAL QUE SE CONSIDERA AL MOMENTO DE EVALUAR LA VIGENCIA DE LA ACCIÓN. 103 “... debe recordarse la posición jurisprudencial que entiende que si la acción imputada puede configurar prima facie un delito u otro debe estarse al de mayor gravedad en el incidente de prescripción, sin perjuicio que al tiempo del pronunciamiento definitivo se concluya en una significación jurídica más benigna, declarándose entonces, y recién allí, la prescripción de la acción luego del debate en donde las partes hayan tenido oportunidad de probar y alegar sobre las características del suceso para darle uno u otro encasillamiento legal (ver en tal sentido, de la C.N.C.P., Sala II, causa 994 “D´Ortona” reg. n° 1515, del 10/7/97, causa n° 1027 “Gutiérrez”, reg. n° 1516 del 10/7/97, causa n° 1230 “Imexar” reg n° 1640 del 9/10/97, de la Sala III, causa n° 2277 “Weinstein”, reg. n° 175 del 10/4/00, causa n° 3309, “Saksida”, reg. n° 305 del 21/5/01, entre muchas otras; y de esta Cámara, Sala II, causa n° 27.672 “Lifschitz”, reg. n° 29.897 del 21/5/09)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 22.10.2009 “Royo” Causa 27.935 Reg. 30.542 J. 1 - S. 1 AUTO DE PROCESAMIENTO. EXIGENCIAS PARA DICTAR DICHO TEMPERAMENTO. “dada la naturaleza preparatoria de esta etapa instructoria, para emitir un auto de procesamiento basta con que, coexistiendo elementos positivos y negativos, los primeros sean superiores en fuerza conviccional a los segundos y preponderantes desde el punto de vista de su calidad para proporcionar conocimiento (Cafferata Nores, José “La Prueba en el Proceso Penal -con especial referencia a la ley 23.984-, 3° edición, Depalma, 1998, pag.9, citado por esta Sala en causa n° 27.806 “Mossoto” reg. n° 29.970 del 4/6/09)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 6.10.2009 “Rausin” Causa 27.957 Reg. 30.471 J. 11 - S. 21 COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. INCOMPETENCIA. AUSENCIA DE AFECTACIÓN A INTERESES FEDERALES “Conforme las previsiones del artículo 33 del ordenamiento ritual, el fuero de excepción surge cuando se vincula a un interés nacional que lo justifique y en la especie no se verifica vulneración de normas federales, el Estado Nacional no es parte ni sus rentas han sido lesionadas”. “En este sentido, nuestro más Alto Tribunal ha sostenido que “la sola circunstancia de que un hecho se produzca dentro del perímetro reservado exclusivamente al Estado nacional no basta para reputarlo sujeto a la competencia federal, ya que para que ello ocurra es preciso que se hayan afectado intereses federales o la prestación del servicio del establecimiento nacional Fallos323:2213 y 326:4598-”(Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema en C.1270.XLII “Pereyra, Mónica s/denuncia” del 2/10/07)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 26.10.2009 “NN s/competencia” Causa 28.400 Reg. 30.545 J. 12 - S. 23 COOPERACIÓN EN MATERIA PENAL. LEY 26.139. CONVENCIÓN INTERAMERICANA SOBRE ASISTENCIA MUTUA EN MATERIA PENAL. OBJETO Y ALCANCE. MEDIDAS CAUTELARES. MULTA. COMISO DE BIENES. EXTRADICIÓN. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DERECHO DE DEFENSA. EJECUCIÓN DE CONDENA. 104 Poder Judicial de la Nación “Los arts. 1 y 2 de la ley 26.139 –que aprueba la Convención Interamericana Sobre Asistencia Mutua en Materia Penal- señalan el objeto y alcance del compromiso internacional. Así, éste se ciñe a prestar asistencia mutua en materia penal, es decir, en investigaciones, juicios y actuaciones en materia penal referentes a delitos cuyo conocimiento sea de competencia del Estado requirente al momento de solicitarse la asistencia. Sin embargo, se aclara expresamente que la Convención no faculta a un Estado Parte para emprender en el territorio de otro Estado Parte el ejercicio de la jurisdicción ni el desempeño de funciones reservadas exclusivamente a las autoridades de la otra Parte por su legislación interna”. “A nuestro entender, este señalamiento no resulta menor pues de conformidad con la interpretación que desarrollaremos, él se ve reflejado en la clara diferenciación que se realiza respecto de las medidas cautelares que habilita la Convención (art. 7) con otras medidas de menor injerencia en derechos individuales, tanto en lo atinente al grado de compromiso como al derecho aplicable. En efecto, subyace a esta distinción, según nuestra opinión, una comprensión de las medidas cautelares como actos de imperium –más allá de que se establezcan en cumplimiento de un pedido de ayuda en materia penal-y como tales, correspondientes a la jurisdicción del Estado requerido; lo cual exige, a su vez, el respeto del derecho interno y en especial, de las garantías constitucionales que protegen al justiciable”. “En efecto, según el art. 5, la asistencia se prestará aunque el hecho que la origine no sea punible USO OFICIAL según la legislación del Estado requerido –es decir que, a diferencia de lo estipulado en materia de extradición, no se exige la doble incriminación-. Sin embargo, en la misma disposición se exceptúa este principio -aunque mediante una cláusula potestativa- cuando la solicitud de asistencia se refiera precisamente al embargo y secuestro de bienes (apartado a) o a las inspecciones e incautaciones, incluidos registros domiciliarios y allanamientos (b). En estos casos, “el Estado requerido podrá no prestar la asistencia si el hecho que origina la solicitud no fuera punible conforme a su ley”. “Ahora bien, en cuanto al trámite específico de este tipo de medidas, el art. 13 establece, en lo atinente a registro, embargo, secuestro y entrega de objetos, que el Estado requerido cumplirá con la solicitud si la autoridad competente determina que ella contiene la información que justifique la medida propuesta y que dicha medida “…se someterá a la ley procesal y sustantiva del Estado requerido…”. En cuanto a las medidas de aseguramiento de bienes, se acuerda en el art. 14 que la autoridad central de una de las partes podrá comunicar a la autoridad central de la otra parte la información que posea sobre la existencia en el territorio de esta última, de los ingresos, frutos o instrumentos de un delito. Por su parte, en el artículo 15 y en lo que respecta a las medidas de aseguramiento de estos objetos, se aclara que si bien las partes se prestarán asistencia mutua, lo harán en la medida permitida por sus leyes”. “En esta misma línea de ideas, más allá de la amplitud en materia de cooperación internacional e incluso ante el pedido de una medida de menor injerencia que la que aquí nos ocupa, este Tribunal, en anterior composición, tuvo en cuenta precisamente el grado de intromisión de la diligencia en los derechos individuales como parámetro del celo que ha guardarse en materia de garantías constitucionales a la hora de asistir a un Estado en materia penal. Allí se dijo que: “…Así como una eventual extradición no puede ser procedente cuando la persona reclamada ha sido juzgada en la Argentina (art. 11, inc. b de la ley 24.767) cualquier respuesta a una solicitud de asistencia acerca de la investigación de hechos ya posiblemente juzgados en nuestro país, máxime cuando se trate de una declaración del imputado, deben extremarse los recaudos de conocimiento acerca del proceso en el país requirente…aún con la amplitud que rige la materia de cooperación internacional. No debe obviarse que el art. 73 de la ley 24.767 expresa que el país requerido dará curso a la petición ´siempre que no se vulneren garantías constitucionales´…” (cfr. CFed., Sala I, c/n° 33.848, “Ulibarry”, rta. el 12/3/02, reg. N° 176)”. 105 “... en términos generales, las medidas cautelares se ordenan con el fin de asegurar el derecho de alguna de las partes y la eficacia de la sentencia definitiva. Una de las características que presentan las medidas cautelares es su provisionalidad, dado que subsisten mientras duren las causas que generaron su disposición. Si éstas desaparecen, la medida cautelar pierde razón de ser y puede pedirse su levantamiento (vid. art. 202 C.P.C.C.N)”. “Ahora bien, en el marco de un proceso penal, más allá de las necesidades probatorias, el aseguramiento de bienes se dirige, por una parte, a garantizar la actuación de la ley material en caso de que recaiga una condena –para hacer frente, por ejemplo, al comiso (pena accesoria a la condena) y a la pena de multa (principal o accesoria, según el caso) y, por la otra, a asegurar el pago de las costas, así como una eventual indemnización civil (vid. arts. 231 y 518 C.P.P.N.)”. “Sin embargo, tanto la multa como el comiso constituyen penas. En cuanto al comiso de bienes que consiste en la pérdida en favor del Estado de los instrumentos del delito (instrumenta sceleris) y de los efectos provenientes del delito (producta sceleris)-, se ha sostenido que aquél no procede cuando los instrumentos o efectos pertenecen a terceros no responsables. “…Como señala Núñez, se trata de una pena para los condenados como participantes del delito cualquiera sea la especie de esa participación. En cambio, si se tratase de instrumentos o efectos que pertenecen a un supuesto partícipe, aún no declarado como tal por sentencia firme, la condena recaída para otro no apareja decomiso…” (cfr. “Código Penal y Normas Complementarias. Analisis Doctrinario y Jurisprudencial”, David Baigún y Eugenio Zaffaroni, Tomo 1, Parte General, Ed. Hammurabi, p. 311)”. “En esta sintonía, la ley N° 24.767 expresa, en materia de extradición, que no será concedida cuando la condena se hubiese dictado en rebeldía y el Estado requirente no diese seguridades de que el caso se reabriría para oír al condenado, permitirle el derecho de defensa y dictar en consecuencia una nueva condena -previsión que ha provocado amplias discusiones doctrinales, con reflejo en el más alto Tribunal, inclusive con antelación a la vigencia de la ley 24.767 (“El orden público internacional argentino, enriquecido a la luz de los principios contenidos en los tratados de derechos humanos que gozan de jerarquía constitucional, continua reaccionando frente a una condena criminal extranjera dictada ´in absentia´” –cfr. CSJN, Fallos: 323:3699, 21/11/00-)-“. “A su vez, en su parte III, dicha ley establece que en materia de ejecución de condenas, específicamente de multa o de decomiso de bienes, se procederá a la ejecución a solicitud del tribunal extranjero que la dictó, siempre y cuando el condenado hubiese sido personalmente citado y se haya garantizado su defensa”. “En función de todas estas consideraciones, más allá de la amplitud que rige en materia de entreayuda internacional; así como de su aparente independencia con el trámite de extradición, entendemos que en los supuestos de medidas cautelares y de otras diligencias que, por injerencia, comprometan derechos individuales, el acto requerido ha de practicarse según el derecho sustantivo y adjetivo del país que ejercerá su jurisdicción –es decir, del requerido-, con respecto de las garantías constitucionales del titular de los derechos cuya restricción se solicita”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 6.10.2009 “Escudero” Causa 43.416 Reg. 1099 J. 7 - S. 14 DELITOS CONTRA LA SALUD PÚBLICA. ENVENENAMIENTO O ADULTERACIÓN DE AGUAS POTABLES O ALIMENTOS O MEDICINAS. ART. 200 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. VENTA, ENTREGA O DISTRIBUCIÓN DE MEDICAMENTOS O MERCADERÍAS PELIGROSAS PARA LA SALUD. 106 ART. 201 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN. Poder Judicial de la Nación CONSERVACIÓN DE MATERIAS PRIMAS O INSTRUMENTOS DESTINADOS A COMETER FALSIFICACIONES. ART. 299 C.P. Respecto de la figura legal prevista en el artículo 200 del Código Penal de la Nación, “Las acciones que conforman el núcleo del tipo objetivo consisten en envenenar -agregar “a la sustancia otra, de suyo tóxica o que se vuelve tóxica al mezclarse con aquella… hacer venenosa la sustancia…”-, o adulterar -cambiar “(agregando o quitando) las calidades de la sustancia, menoscabando sus propiedades para su utilización por el hombre”- (Creus, Carlos, “Derecho Penal, parte especial”, Buenos Aires, 1999, tomo 2, pág. 65)”. “Constituyen el objeto material del delito las aguas potables y las sustancias alimenticias o medicinales, debiendo entenderse por éstas últimas, “aquellas sustancias destinadas a combatir las enfermedades, sus causas o sus efectos” (Donna, Edgardo Alberto, “Derecho Penal, parte especial”, tomo II-C, Santa Fe, 2002, pág. 210). En el mismo sentido, se ha precisado que “Medicinal es toda sustancia que puede producir efecto preventivo o curativo, cualquiera sea el modo como se la suministre o se la emplee” (Fontán Balestra, Carlos, “Tratado de Derecho Penal, parte especial”, tomo VI, Buenos Aires, 2003, pág. 308)”. “El análisis del tipo penal en cuestión permite advertir que ambas acciones presuponen la preexistencia de una sustancia determinada genuina, cuyas cualidades particulares serán alteradas, ya sea convirtiéndola en tóxica, o bien deteriorando sus propiedades”. USO OFICIAL Mediante el art. 201 del C.P. “… se tipifica la conducta de quien, de acuerdo a alguna de las modalidades indicadas en el texto legal, pone al alcance de un número indeterminado de personas las mercaderías peligrosas para la salud”. “En lo concerniente al objeto material, resulta más amplio que el delito analizado precedentemente, toda vez que se refiere no sólo a medicamentos, sino también a mercaderías, en cuyo concepto se hayan comprendidos, tal como surge del artículo 77 del Código Penal de la Nación, “toda clase de efectos susceptibles de expendio”. “Si bien no es necesario que se trate de productos envenenados o adulterados, éstos deben ser idóneos para dañar la salud del público en general por cualquier circunstancia, ya sea que el carácter nocivo resulte de una característica esencial de la sustancia misma, o bien que éste haya nacido por el transcurso del tiempo, o por las condiciones de su almacenamiento”. “Al estudiar este requisito, Creus y Donna coinciden en cuanto a que no basta con la falta de calidad del objeto para su finalidad, es decir, el medicamento que carece de las cualidades curativas que se le atribuyen (Creus, op. cit., pág. 73 y Donna, op. cit., pág. 219), opinión que debe aclararse- no es pacífica en la doctrina ni en la jurisprudencia. Por su parte, Soler sostiene que “la peligrosidad debe fincar, naturalmente, en el empleo de la mercadería de acuerdo al uso al cual es3tá destinada” (“Derecho Penal Argentino”, Buenos Aires, 1988, Tomo IV, pág. 657). Fontán Balestra considera que no es -posible establecer pautas abstractas al respecto, sino que deberá determinarse, en cada caso concreto, si el peligro exigido por el tipo se ha configurado o no (op. cit., pág. 341)”. “Pero, se exige, además, como un elemento subjetivo específico, la disimulación del carácter nocivo, lo que presupone el conocimiento del autor de la característica dañosa del elemento, y demanda una actividad exterior tendiente a ocultarla, que debe haber conseguido provocar, en el tercero adquirente, un error referido a tales particularidades”. Respecto del art. 299 del C.P. “…se ha dicho que “por materia se debe entender toda sustancia que pueda servir para la falsificación, como tintas, papel, metales, etc. Instrumento es el ingenio o máquina, en cuanto piezas combinadas adecuadamente para la finalidad expresada por la ley, o la pieza única que puede aplicarse a ella” (D´Alessio, Andrés José, Código Penal. Comentado y Anotado, ed. La Ley, Bs. As., 2004, p. 1003). Completan dicho concepto las precisiones de Creus, en cuanto a que los elementos “tienen que ser conocidamente destinados a cometer algunas de las 107 falsificaciones legisladas en el título, lo cual implica una destinación objetiva de los objetos a la falsificación.... el objeto mismo, por su propia naturaleza, tiene que ser materia o instrumento para falsificar, a cuya característica hay que agregar lo notorio de ese destino” (Creus, Carlos, Derecho Penal. Parte Especial. Tomo II, Ed. Astrea, Bs. As., 1999, p. 476)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 29.10.2009 “Cocca” Causa 43.380 Reg. 1194 DELITOS DE TENENCIA. REQUISITOS J. 5 - S. 9 PARA ACREDITAR LA TENENCIA. ESTUPEFACIENTES. TENENCIA DE MATERIAL ESTUPEFACIENTE. “...resulta de aplicación al caso la doctrina de este Tribunal, que fuera aplicada en numerosas causas que comparten aristas similares a la presente, en tanto que: “los delitos de tenencia, como tipificación de peligro abstracto, exigen una rigurosa conexión fáctica de disponibilidad entre el sujeto y la cosa, sin la cual no resulta posible formular un juicio de reproche. Por ello, no advirtiéndose de las constancias incorporadas a la causa quien de los sujetos tenía y posteriormente, arrojó la sustancia estupefaciente secuestrada, extremo que impide afirmar que alguno de los imputados fuera tenedor de ella y sin posibilidad de determinarlo, no es posible mantener imputación alguna. Es que, no habiéndose determinado que la disponibilidad de la sustancia estupefaciente haya existido en forma efectiva por parte de los imputados, no puede sostenerse que haya existido vinculación alguna entre la situación de peligro verificada por el hallazgo del material estupefaciente y los sospechosos, pues, la lesión al bien jurídico separada de la conducta humana no puede constituir el ilícito, porque justamente lo que constituye la lesión del bien jurídico es la conducta humana” -Conf. Cn° 32.268, “Huamomnchumo, Jorge y otros”, rta. el 14/9/02, reg. Nro. 865; “Cantilo, María s/inf. Ley 23.737”, rta. el 22/5/95, reg. Nro. 234-”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 1.10.2009 “Rucker” Causa 42.983 Reg. 1071 J. 5 - S. 9 DENUNCIA. REQUISITOS FORMALES. EXPOSICIÓN CLARA DEL HECHO DENUNCIADO. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA “El acontecimiento que se da a conocer mediante la denuncia, para dar paso al ejercicio de la acción penal, debe ser concreto. De otro modo, el fiscal se encuentra impedido de formular un requerimiento de instrucción con las exigencias que prevé el art. 188 último párrafo inciso 2° del CPP”. “La exposición clara del hecho resulta ser -en razón del principio de congruencia- el requisito esencial para establecer los límites a los que debe ceñirse la instrucción y posibilitar de ese modo la legal iniciación de la investigación ante la imposibilidad del órgano jurisdiccional de actuar oficiosamente (arts. 176 y 188, inciso 2° del tercer párrafo, del código adjetivo. Jorge Clariá Olmedo “La denuncia”, JA, Doctrina, 1971 - 375. Guillermo Navarro - Roberto Daray “Código Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial”, tomo I, págs. 440 y 480/2, ed. Ammurabi, Buenos Aires, 2.004. Francisco D´Albora “Código Procesal Penal de la Nación. Anotado. Comentado. Concordado”, págs. 284/5 y 322/4, ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2.009).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 6.10.2009 “Sarwer” Causa 27.866 Reg. 30.469 108 J. 8 - S. 15 Poder Judicial de la Nación DETENCIÓN. REQUISA. REQUISA PERSONAL. REQUISITOS PARA SU VALIDEZ. NULIDAD. PROCEDENCIA. AUSENCIA DE CIRCUNSTANCIAS OBJETIVAS PREVIAS QUE LEGITIMEN EL ACCIONAR POLICIAL. “En reiteradas ocasiones esta Sala ha señalado que para comprobar la razonabilidad del acto gubernamental plasmado en el juicio del preventor es necesario que éste identifique y describa cuáles fueron las circunstancias objetivas que lo llevaron a presumir que estaba ante la inminencia de la comisión de un hecho ilícito. Sólo dicha fundamentación expresa en la constancia que documente su actuar podrá servir para el ineludible control jurisdiccional de razonabilidad en casos en los que se ha actuado en excepción a la regla que exige la orden judicial. De lo contrario, la sospecha quedaría librada pura y exclusivamente al terreno de la subjetividad de los funcionarios policiales (vid “Amaya”, C. 39.850, rta. 22/11/07, reg. 1386; “Silverizzo”, C. 39.912, rta. 3/7/07, reg. 696; “Cipolatti”, C. 36.989, rta. 7/6/05, reg. 571; y “Sidero”, C. 37.727, rta. 29/6/05, reg. 640, entre muchas otras)”. “En el caso, la vaga referencia a que ante el acercamiento del móvil patrullero los masculinos aminoraron su marcha e intentaron retroceder para finalmente continuar con su caminata, no colma la exigencia de fundamentación exigida por la normativa vigente que habilita a la fuerza de USO OFICIAL seguridad a proceder a la detención de un ciudadano sin orden judicial. En efecto, no pueden válidamente considerarse indicios vehementes de culpabilidad y peligro inminente de fuga, y mucho menos flagrancia (art. 284 del Código de forma) apreciables por un observador objetivo”. “Por otra parte, la alusión a las incongruencias en sus expresiones tampoco pudo válidamente justificar el proceder a la requisa de los prevenidos (art. 230 bis del mismo código). La vaguedad de la expresión, lejos de permitir el control jurisdiccional de razonabilidad correspondiente, deja la sospecha encerrada en el plano de subjetividad de los funcionarios policiales. Recuérdese que la norma exige la concurrencia de circunstancias previas o concominantes que razonable y objetivamente permitan justificar dichas medidas (art. 230 bis del Código Procesal Penal de la Nación), y siempre que haya motivos suficientes para presumir que la persona prevenida oculta cosas en su cuerpo relacionadas con un delito (art. 230 del mismo código)”. “En este sentido, no debe perderse de vista que nos encontramos ante delitos de peligro, sin exteriorización en el medio circundante. Al respecto, esta Sala, en el precedente “Silverizzo” citado, ha sostenido que: “…ese no puede ser un pretexto válido para aumentar la injerencia y superar las barreras reseñadas. Por el contrario, si de por sí no está libre de objeciones esta categoría delictiva es intolerable que su persecución se consagre desoyendo las exigencias señaladas”. Sobre todo, teniendo en cuenta que conforme lo expresado por el personal policial actuante, la detención se encontraba originalmente dirigida a constatar la identidad de los prevenidos, y ya se los había palpado de armas con resultado negativo”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 6.10.2009 “Rodríguez Escobar” Causa 43.412 Reg. 1091 J. 7 - S. 13 DOCUMENTOS. SECRETO PROFESIONAL. ABOGADO. CONVERSACIONES ENTRE EL LETRADO Y SU DEFENDIDO. DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES. SIMETRÍA CON EL AUTO DE PROCESAMIENTO. CONDICIÓN DE VALIDEZ DE LO ACTUADO. TENENCIA ILEGÍTIMA DE D.N.I. AJENO. ART. 33 INC. “C” LEY 20.974. REQUISITOS TÍPICOS. “La Corte Interamericana de Derechos Humanos registra en su historia varios pronunciamientos en los que tuvo ocasión de destacar la importancia de proteger las comunicaciones que se entablen 109 entre los abogados y sus clientes, como una de las vertientes a través de las cuales se realiza el fundamental derecho de defensa. En aquellos casos se trataba de supuestos donde los imputados se hallaban privados de su libertad, donde eran vigilados por los custodios del lugar y donde sus conversaciones eran oídas. De ahí, la ajustada evocación al numeral 8 de los Principios Básicos sobre la función de los Abogados que acuerda “…a toda persona arrestada, detenida, o presa… las oportunidades, tiempo e instalaciones adecuadas para recibir visitas de un abogado, entrevistarse con él y consultarle, sin demora, interferencia ni censura y en forma plenamente confidencial” (cfr. CIDH, casos “Suárez Rosero” del 12/11/97 y “Castillo Petruzzi y otros”, del 30/5/99)”. “No obstante, la necesidad de que se conceda a toda persona inculpada el espacio para “…comunicarse libre y privadamente con su defensor” -art. 8.2.d C.A.D.H.- no puede quedar ceñida a ciertas circunstancias especiales. No es un lugar ni una situación los parámetros que deben apreciarse para comprender la real dimensión de esta garantía. La confidencialidad entre cliente y abogado supera esas barreras y se impone en un ámbito que reclama tutela con independencia de esas particularidades”. “Es sabido, por constituir un mandato legal que no es sino la recepción práctica de fundamentales derechos constitucionales, que no puede existir un auto de procesamiento sin la previa concesión de un espacio para que el imputado pueda brindar su posición acerca de los acontecimientos históricos que se le atribuyen y de los elementos en los cuales se asientan (art. 307 C.P.P.N.). Mas, poca gravitación tendría en los hechos tal garantía si ello no exigiera simultáneamente la obligación de hacer saber al imputado cuáles son esos eventos y esas pruebas que dan razón a su situación dentro del proceso. La intimación que debe efectuarse en el marco de toda declaración indagatoria debe “...llenar todas y cada una de las condiciones que sean indispensables para que el imputado pueda oponer eficazmente sus medios de defensa e impugnar así los medios que la acusación haya empleado en su contra” (CARRARA, Francesco, Programa de derecho criminal, Tomo II, Ed. Temis, 3° edición, Colombia, p. 363. En igual sentido ver de esta Sala, y entre otras, causa nro. 37.945, "Berthier, Enrique J. s/rec. de casación", rta. el 9/03/06; causa nro. 38.414, "Monsalve, Juan A. s/nulidad”, rta. el 1/03/06, causa nro. 40.308, "Laskowski, Patricia y otros s/procesamiento", rta. el 21/09/07, reg. nro. 1091; causa nro. 42.683, "De Carlo, Silvia y otros s/procesamiento", rta. el 30/12/08, reg. Nro. 1629, causa nro. 42.177 “Lequepi Condori, Basilio y otra s/ procesamiento”, reg. Nro. 1058, rta. el 29/9/09, voto del Dr. Ballestero al que adhirió el Dr. Freiler)”. “En consecuencia, si de un confronte entre las actas que ilustran el momento de la indagatoria y el auto de procesamiento dictado se advierte que esa simetría que debe existir ha sido olvidada, se habrá resentido la razón que reclama ese perfecto reflejo entre ambos momentos y, por lo tanto, lo así obrado carecerá de efectos”. “La sola tenencia, portación o simple posibilidad de acceso a algunos de los documentos nacionales de identidad descriptos en el inciso c), del artículo 33 de la ley 20.974 resulta suficiente, y ningún otro elemento requiere, para tener por configurado el delito”. “No obstante, no ha de desconocerse que los supuestos previstos en la referida figura constituyen un obrar cuya comisión debe ser conocida por el sujeto”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 22.10.2009 “Perriconi de Matthaeis” Causa 43.455 Reg. 1156 J. 11 - S. 21 ESTUPEFACIENTES. ALMACENAMIENTO. ART. 5 INC. “C” LEY 23.737. REQUISITOS TÍPICOS 110 Poder Judicial de la Nación “Con respecto a la figura legal adoptada, este Tribunal considera que, de momento, resulta adecuada ya que los indicios reunidos hasta el momento en la presente investigación permiten sospechar fundadamente que B. S. tenía el material estupefaciente en su poder, en la modalidad de almacenamiento, tal como lo afirma el Sr. Juez de grado de grado en el decisorio recurrido. Ello teniendo en cuenta principalmente la cantidad de droga incautada –aproximadamente 16 kilos de marihuana- distribuidos en dieciséis envoltorios cuyos pesajes individuales van desde los 774,16 grs. a los 1279,18 grs., en el interior de la vivienda de donde minutos antes del secuestro se encontraba el nombrado (conf. causa n° 41452 "Mobilia", Reg. n° 254 del 14/3/2008)”. “La Corte Suprema de Justicia ha sostenido que "el tipo penal de almacenamiento de estupefacientes no requiere para su configuración la existencia de un fin o propósito determinado de tráfico" (conf. CSJN, 10/2/1998 "Mansilla"; LL 1998-C-193; DJ 1998-3-534)”. “También así lo ha entendido la Cámara Nacional de Casación Penal, al sostener que "el delito de almacenamiento de estupefacientes no requiere el llamado "dolo de tráfico", pues basta para ello que se tenga la sustancia prohibida en cantidad considerable o con destino ilegítimo…." (CNCP, Sala 3°, "Castillo Talma", Reg. n° 41.05.3 de 14/2/2005; "Jiménez Delia", Reg. n° 307 del 9/10/96 y USO OFICIAL "Veisaga", Reg. n° 91 del 10/3/94)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 28.10.2009 “Bogado Sanguina” Causa 43.613 Reg. 1179 J. 4 - S. 8 LEY PENAL. APLICACIÓN DE LA LEY PENAL EN EL ESPACIO. PRINCIPIOS DE APLICACIÓN DE LA LEY PENAL. ART. 1 C.P. JURISDICCIÓN UNIVERSAL. LUGAR DE COMISIÓN DEL HECHO. TEORÍA DE LA UBICUIDAD. “… el código sustantivo recepciona como criterio rector de aplicación de la ley penal en el espacio el principio de territorialidad, mas –y no a manera de excepción- sostiene también la aplicación de los principios real o de defensa o de protección de los intereses (art. 1 incisos 1 y 2 del Código Penal de la Nación), además de completarse el panorama con los principios de jurisdicción universal y el novedoso, para el derecho penal, principio del domicilio del actor que incorpora el artículo 3°, inciso “c” de la ley 26.200” (Del voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah). “Esto sin dejar de considerar que en la cúspide normativa se regula el principio de jurisdicción universal en el artículo 118 de la Constitución Nacional (v. C.S.J.N. M. 2333. XLII. “Mazzeo, Julio Lilo y otros s/ rec. de casación e inconstitucionalidad”, consid. 35)” (Del voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah). “Ahora bien, respecto de la aplicación del principio de territorialidad, un conflicto a resolver es cuál debe entenderse por el lugar de “comisión” del delito. Al respecto se han ensayado diversos criterios: el de la voluntad, el del resultado y por último el receptado por nuestra dogmática y jurisprudencia, el de la ubicuidad” (Del voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah). “En relación con el último de los criterios el Ministerio Público Fiscal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, afirmó que “…en los llamados ‘delitos a distancia’, es decir, en todos aquellos hechos en que los diferentes pasos del iter criminis no se producen en el mismo lugar, la adopción del criterio de ubicuidad para establecer el lugar de comisión de los hechos supone como consecuencia…que el delito deba reputarse cometido tanto en el lugar donde comenzó la ejecución como en el lugar donde se hubiera consumado (Fallos:313:823 y 321:1226)…” (Competencia n° 1497.XL, “Moraleja, Christian Néstor s/tentativa de extorsión”)” (Del voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah). 111 “Paralelamente, entendió que el criterio de la ubicuidad “… es el más adecuado a las finalidades perseguidas por el art. 102 [actual 118] de la Constitución Nacional y los arts. 3°, inc. 3°, de la ley 48 y 23, inc. 3° y 36 del Código de Procedimientos en lo Criminal , en cuanto preceptúan que la competencia territorial se determina por el lugar de comisión del hecho. Sin duda la ratio de tales disposiciones…consiste en procurar la mejor actuación de la justicia…En consecuencia, no creo que sea posible descartar, en la materia examinada, el principio conforme en el cual el hecho se estima cometido en todas las jurisdicciones en las que se ha desarrollado alguna parte de la acción, y también en el lugar de la verificación del resultado…será preciso que la elección de una de dichas jurisdicciones se determine atendiendo a las exigencias planteadas por la economía procesal y la necesidad de favorecer, junto con el buen servicio de la justicia, la defensa de los imputados…” - el subrayado me pertenece – (v. dictamen del procurador General de la Nación en Fallos 271:396)” (Del voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah). “En la doctrina también se han ensayado opiniones similares, como enseña el Procurador en el último de los dictámenes referidos “… observa Mezger (v. Tratado de Derecho penal, traducción de José Arturo Rodríguez Muñoz, Madrid, 1935, tomo I, páginas 264 a 268) que lo decisivo para la ley es el lugar donde se `ha cometido´ la acción. Y ella se entiende cometida, `en tanto no aparezca evidente lo contrario, en todos los sitios del mundo exterior donde incluso sólo se haya realizado efectivamente una parte integrante del movimiento corporal que pertenece al tipo o una parte del correspondiente resultado externo; … (op. cit., página 266)…” (Id., dictamen citado supra)” (Del voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah). “Merece destacarse, además, que ésta también es la opinión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en tanto ha receptado y hecho suyos las consideraciones expuestas por el Procurador (ver, en este sentido Fallos 271:396, 275:361; 303:934; 306:842; 310:1153, 2800; 317:485, entre otros)” (Del voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah). “También la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional ha considerado la teoría de la ubicuidad en el caso “Maradona, D. s/ competencia”. En el precedente señaló que según este criterio “corresponde la aplicación de la ley penal argentina, en tanto la teoría de la ubicuidad –aceptada por la Corte Suprema- interpreta que el delito debe considerarse cometido tanto , donde se exterioriza la acción como donde se produce el resultado, lo cual permite sostener que el bien jurídico protegido fue lesionado en el paí” (LL 1991-C, 373 - DJ 1991-2, 422)” (Del voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah). C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 29.10.2009 “NN S/Desestimación” Causa 43.299 Reg. 1195 J. 8 - S. 15 MALVERSACIÓN DE CAUDALES PÚBLICOS. FIGURA CULPOSA. ART. 262 C.P. REQUISITOS TÍPICOS “La figura de malversación culposa prevista en el artículo 262 del Código Penal sanciona a quien da ocasión a que se efectué por parte de un tercero, la sustracción de caudales o efectos que han sido confiados al funcionario en razón de su cargo, en administración o custodia, o de cuya percepción está encargado, “Da ocasión quien pone una condición que facilita o permite consumar la sustracción, el que crea, con su conducta una ‘oportunidad posibilitadora’, para que el tercero pueda sustraer los caudales o efectos. La imprudencia, la negligencia o la inobservancia de reglamentos o deberes del cargo por parte del funcionario tiene que haber hecho posible la sustracción.” (conf. Carlos Creus, Delitos contra la administración pública. Comentario de los artículos 237 a281 del Código Penal, pág. 350, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1981)”. 112 Poder Judicial de la Nación “Exige que se hayan dejado de cumplir con los recaudos necesarios para el caudales o efectos a que ella misma refiere o que exista un desempeño manejo de los inadecuado de las labores del funcionario sobre el que pesa la obligación legal. “Sobre esta cuestión, debe estarse a lo que la doctrina ha denominado el ‘principio de confianza’, limitación sensata del deber de cuidado aplicable en el caso de trabajos en colaboración y que implica que quien emplea el cuidado necesario pueda confiar en que también los demás se comporten del mismo modo (al respecto conf. de esta Sala I, C.N° 36.204 “Malich, Christian s/procesamiento, reg. Nro. 279, del 13/04/04 con citas de H.Welzel, y H. H. Jezcheck)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 16.10.2009 “Heurtley” Causa 42.829 Reg. 1134 J. 12 - S. 24 PLAZO RAZONABLE. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. AVANCE DE LA INSVESTIGACIÓN PRELIMINAR HACIA LAS SIGUINETES ETAPAS DEL PROCESO “Por otra parte, como se sostuvo en varias oportunidades en las que se pretendió interrumpir el tránsito de una causa a la etapa de debate:“…este Alzada ha expresado la inconveniencia de que los procesos judiciales permanezcan en un estado de investigación preliminar continua, sin superar USO OFICIAL de manera paulatina las instancias procesales que robustezcan o rechacen definitivamente la imputación, porque de ese modo se conspira tanto contra el derecho del imputado a ser juzgado en un plazo razonable como contra el ejercicio adecuado y eficaz de la administración de justicia, este último, de particular relevancia en casos de significativo interés social como el presente…” (ver causa nº27.269 -ya citada- y también causa “Oliverio, Orlando y otros”, reg.n°22.225, rta. el 5/5/2005 y en igual sentido causa n°25.526 “Grinschpun, 1/8/2007, reg. n°27.182).” C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 14.10.2009 “Acosta” Causa 28.341 Reg. 30.490 J. 12 - S. 23 PRIVACIÓN ILEGAL DE LA LIBERTAD. SECUESTRO. SECUESTRO COACTIVO. SECUESTRO EXTORSIVO. REQUISITOS TÍPICOS. DIFERENCIAS ENTRE LAS DISTINTAS FIGURAS PENALES. “Entendida esta acción como aquella que “...separa a la víctima del lugar en que se encuentra y la conduce a un lugar diferente, por supuesto contra su voluntad" (conf. D’Alessio, Andrés, “Código Penal”, Parte Especial, Ed. La Ley, pág. 267, Buenos Aires, 2004), resulta indiferente el lugar de donde es separada como así también hacia dónde es dirigida, lo esencial aquí, resulta ser que lo haga en contra de su voluntad”. Ello obedece a que el bien jurídico tutelado por la norma abarca la libertad de determinación de la víctima o de un tercero. Así su contenido, no se reduce a la libertad física de movimiento y de locomoción, sino también a la de formación de esa voluntad (conf. Eugenio Zaffaroni “Código Penal”, parte especial, Tomo 5, pág. 221, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2008)”. “... teniendo en cuenta que la figura bajo análisis importa una privación ilegal de la libertad ejecutada por sustracción, retención u ocultamiento, debe tenerse presente que no es necesario que esta limitación a la libertad deba llevarse a cabo únicamente mediante el encierro de la víctima, por cuanto puede perfectamente alcanzarse mediante la utilización de las amenazas, como venimos describiendo (conf. Sebastián Soler “Derecho Penal Argentino”, Tomo IV, Ed. Tea, pág. 36, Buenos Aires, 1996)”. 113 “En este sentido, sostiene Zaffaroni que “...la coacción ejerce su influencia impeditiva a modo de barrera psíquica que condiciona la libertad de decisión del sujeto para trasladarse” (ver “Código Penal”, parte especial, Tomo 5, pág. 192, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2008)”. “El delito por el cual fueron cautelados los imputados -secuestro extorsivo- se ve caracterizado como delito contra la propiedad, por la finalidad que guía al autor de sacar rescate, entendido como el precio por la liberación de la persona a quien se ha privado de su libertad (conf. Carlos Creus “Derecho Penal - Parte Especial”, Ed. Astrea, pág. 503, Buenos Aires, 2007)”. “El secuestro coactivo previsto por el artículo 142bis del Código Penal, figura legal en la que entendemos se encuentran inmersos los hechos bajo estudio, requiere tal como lo postula Zaffaroni que cualquiera de las conductas que detalla sea ejecutada con “...el fin de forzar la voluntad de la víctima, o de un tercero, en el sentido descripto -entendiendo que el verbo “obligar” comprende tanto a la coacción psíquica cuanto la puramente física-...la privación de la libertad es le medio utilizado por el agente para alcanzar el fin coactivo...” (conf. op. cit. pág. 225)”. “Continúa diciendo este autor que “...lo ilícito de la conducta radica en la injusticia del modo de reclamar, y no en la injusticia de lo reclamado, debido a que el “algo contra su voluntad” puede abarcar no sólo aquello que la víctima no está obligada a hacer o soportar, sino también algo a lo que ella sí está, razón por la cual configura el objeto de la exigencia un acto lícito o ilícito” (ver. aut. y op. cit. pág. 226)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 16.10.2009 “Veliz Espíritu” Causa 42.306 Reg. 1137 J. 2 - S. 4 PRUEBA. SISTEMA PROBATORIO. NO TAXATIVIDAD DE LOS MEDIOS DE PRUEBA ADMISIBLES. PRUEBA APOTADA POR CIUDADANO PRIVADO. VALIDEZ. “... ya hemos señalado que es un principio inconmovible del sistema probatorio vigente en el Código Procesal Penal de la Nación el criterio de no taxatividad de los medios probatorios, de modo que “el considerar abierta a la enumeración que la ley hace de ellos implica que la presencia de algún medio probatorio que no tenga regulación específica no obsta a su admisión si resulta pertinente para comprobar el objeto de prueba...” (La Prueba en Materia Penal, Eduardo Jauchen, pág. 26, Editora Rubinzal, citado en causa n° 39.561 “León y otro s/ procesamiento, rta. el 11/07/07, reg. n° 747)”. “En tal sentido, sobre la prueba aportada por los particulares, la jurisprudencia norteamericana –en base a un texto constitucional análogo– ha considerado que cuando un ciudadano privado entrega pruebas de un delito a un oficial de policía, no se entiende que la prueba esté manchada de ilegalidad, y tradicionalmente se la ha juzgado admisible ante el Tribunal (conf. Corwin, E. S., La Constitución de los Estados Unidos y su significado actual, Editorial Fraterna, Buenos Aires, 1987, pág. 463, citado en causa n° 30.468 de esta Sala caratulada “Raña s/ nulidad”, rta. el 20/04/99, reg. n° 255)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 16.10.2009 “Criscuolo” Causa 43.421 Reg. 1128 SECUESTRO. SECUESTRO EXTORSIVO. J. 11 - S. 21 REQUISITOS TÍPICOS. AGRAVANTE. PARTICIPACIÓN DE MÀS DE TRES PERSONAS. EXIGENCIAS PARA SU ACREDITACIÓN. “... enseña la doctrina: “El sentido del delito de secuestro extorsivo está en la especificidad del fin perseguido, consistente en la obtención de un rescate, esto es, de un precio por la liberación, ya que eso es rescate”. “… no es necesaria, para que el delito pueda considerarse consumado, la 114 Poder Judicial de la Nación efectiva obtención del rescate. Esta es la doctrina del delito, y algunos códigos hacen de ello expresa salvedad, lo cual no es necesario en el nuestro, porque la ley se refiere al simple propósito de obtener rescate motivo del secuestro, con lo cual pone de manifiesto que el logro efectivo de aquél no es necesario para la consumación” (conf. Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, Tomo IV, pág. 331/2, edit. Tea, 10° reimpresión total, 1992)”. “En cuanto a la agravante por la participación de más de tres personas, se encuentran reunidos en autos elementos suficientes, los que ya se han señalado anteriormente, que acreditan –siempre con el grado de provisoriedad requerido para esta etapa- la intervención de esa cantidad desde que la víctima, como ya se describiera, ha podido individualizar, por lo menos, a seis”. “Al respecto, este Tribunal ha dicho que “la circunstancia de que no se haya podido capturar el resto de las personas que participaron en el hecho no resulta un impedimento para tener por configurada la agravante” (c. 42.103 “Acosta, Eduardo s/procesamiento –artículo 170 del C.P.-”, rta. 31/03/08, reg. 899)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 16.10.2009 “Estigarribia Ortíz” Causa 43.554 Reg. 1127 J. 6 - S. 11 USO OFICIAL TRATA DE PERSONAS. ART. 145 BIS C.P. LEY 26.364. REQUISITOS TÍPICOS. SUJETO PASIVO MENOR DE EDAD. ART. 145 TER C.P. PROSTITUCIÓN. PROMOCIÓN O FACILITACIÓN DE LA PROSTITUCIÓN. ARTS. 125 BIS Y 126 C.P. “... el artículo 145 bis del Código Penal incorporado por la referida ley, prevé que se entiende por trata de personas a la captación, transporte o traslado dentro del país o desde o hacia el exterior, así como también al acogimiento o recepción de personas mayores de 18 años cuando mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción, abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga, autoridad sobre la víctima, con fines de explotación”. “Una conducta similar, aunque con diversos medios comisivos, se prohíbe en el artículo 145 ter del Código Penal, cuando el sujeto pasivo fuese menor de edad”. “Por su parte, el artículo 126 del Código Penal reprime la conducta de quien con ánimo de lucro o para satisfacer deseos ajenos promoviere o facilitare la prostitución de mayores de 18 años de edad mediando engaño, abuso de una relación de dependencia o de poder, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción. A la vez, que el artículo 125 bis del Código Penal prohíbe una conducta similar, aunque con otros medios comisivos, respecto de sujetos pasivos menores de 18 años”. “Así, en el caso “Decarlo, Silvia s/procesamiento”, resuelta el 18 de febrero de 2009, reg. 84, esta Sala sostuvo que: “Un análisis integral de la ley 26.364 y los diferentes tipos penales que la misma incorpora al Código Penal de la Nación nos llevan a sostener que aquellos castigan diferentes conductas que tienen lugar en una etapa previa a la explotación propiamente dicha…”. “Cabe señalar que toda vez que en ese caso aún subsistía el interrogante en relación al modo en que la menor había arribado al local regenteado, pero se había acreditado provisionalmente, en cambio, que se había contribuido a que la menor ejerciera la prostitución en el local, por lo que se consideró que resultaba mas específica para el caso, la norma del artículo 125 bis del Código Penal”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 20.10.2009 “NN S/Competencia” Causa 43.185 Reg. 1146 J. 5 - S. 9 115 USURPACIÓN DE AUTORIDAD, TÍTULOS U HONORES. ART. 247 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. TENENCIA DE CREDENCIALES E INSIGNIAS DE LA POLICÍA FEDERAL ARGENTINA. “... se ha sostenido que tal conducta “requiere no solamente la portación de la insignia o el distintivo de un cargo que no se ejerce, sino su ostentación. Sólo así se cumple la exigencia de publicidad. Si no existe notoriedad, esto es la posibilidad de que la insignia o distintivo sea vista por un número indeterminado de personas, no existe este delito. Será atípica, en consecuencia, la portación secreta u oculta del distintivo o la exhibición a personas determinadas…” (Código Penal. Comentado y Anotado. Parte Especial -Arts. 79 a 306- Andrés José D´Alessio. FEDYE, pág. 791).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 20.10.2009 “Berteloot” Causa 28.340 Reg. 30.522 J. 3 - S. 5 ALLANAMIENTO. REQUISITOS PARA SU DISPOSICIÓN. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. VALIDEZ. DISIDENCIA. “Tras identificar el domicilio objeto de la medida, describir los objetos a ser incautados y ordenar, asimismo, la detención de los eventuales responsables de la actividad investigada, el juez sostuvo, sin embargo, que: “…Dicha diligencia deberá realizarse supeditada a la detención de persona alguna con material estupefaciente que se presuma adquirida al morador de la referida finca…” (cfr. fs. 77, 3° párrafo)” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “...la orden de allanamiento librada a fs. 77 y el consecuente procedimiento policial se han revelado como una indebida intromisión en la esfera de intimidad del imputado atrincherada por el art. 18 C.N. -garantía que conecta directamente con la dignidad y la libertad, art. 19 C.N.- y por las protecciones legales contra las injerencias abusivas o arbitrarias del Estado en el domicilio de los ciudadanos contenidas en los instrumentos internacionales investidos de jerarquía constitucional en virtud del art. 75, inc. 22, C.N. (en especial, art. 9 DADH, art. 12 DUDH; art. 11.2, CADH y art. 17, PIDCP; cfr. voto en disidencia de los Ministros Maqueda y Zaffaroni in re: “Minaglia”, CSJN, 4/9/07, LL-21-9-2007)” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “Dicho mandamiento, a través del cual se ha franqueado la inviolabilidad del domicilio, ha excedido, por la habilitación de un poder indebido y por ello mayor, los casos y justificativos que la ley reglamentaria de la garantía en cuestión a la que se refiere el art. 18 C.N., ha establecido como premisas excepcionales de su allanamiento y ocupación” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “Más allá de que la orden, desde un punto de vista formal, ha sido dictada en forma escrita por la autoridad competente contiene, en palabras de Luigi Ferrajoli, una incorporación potestativa que compromete su estricta jurisdiccionalidad que, como se verá, forma parte de la sustancia de la garantía puesta en jaque (cfr. Ferrajoli, Luigi, “Derecho y Razón, Teoría del Garantismo Penal”, Ed. Trotta, 8° Edición, Madrid, 2006, cap. III, 9). Tal incorporación se ha materializado por el condicionamiento de la realización del registro domiciliario a “la previa detención de persona alguna con material estupefaciente que se presuma adquirido al morador de la referida finca”; es decir, a una condición cuya configuración se ha librado al criterio de las fuerzas de seguridad, dependientes de la administración. De ese modo, se ha delegado jurisdicción a la policía, dimitiéndose del poder de custodia jurisdiccional que hace a la esencia de la garantía de inviolabilidad de domicilio y que debe preceder –salvo supuestos de excepción- al ingreso en un ámbito de intimidad que, desde el Decreto de Seguridad Individual de 1811, se ha considerado como “un sagrado” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “Dicho de otro modo, una orden de allanamiento sujeta a una orden de detención en blanco se estira en forma proporcional al espacio de arbitrio habilitado por esta última, con el compromiso de la inviolabilidad de domicilio” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). 116 Poder Judicial de la Nación “Ahora bien, esta afirmación requiere, cuanto menos, de dos órdenes de justificaciones. El primero, atinente a la jurisdiccionalidad del franqueo excepcional de un domicilio; el segundo, a la vinculación de dicha exigencia con la sustancia de la garantía de inviolabilidad de domicilio y, en especial, con el carácter de las limitaciones establecidas por el legislador en la reglamentación del derecho a la intimidad” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). Alejandro Carrió “... entiende que el motivo por el cual se ha preferido que sean los jueces quienes determinen la necesidad de perturbar la privacidad de un domicilio, radica en que son ellos quienes están en una situación de mayor objetividad para evaluar la necesidad de decretar tal medida, para asegurar que la intromisión en la libertad o intimidad de las personas responde a motivos razonables y no a un mero capricho. Explica que este principio ha sido pacíficamente afirmado por los Tribunales de Estados Unidos (op. cit., ps. 252 y 378)” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “En el caso “Johnson v. United States”, la Suprema Corte de ese país sostuvo, mediante la voz del Juez Jackson, que el punto de la IV Enmienda, que a menudo no es observada con celo por la policía, no deniega a quienes deben hacer cumplir la ley la posibilidad de utilizar inferencias comunes que hombres razonables extraen de la prueba. Su protección consiste en requerir que esas inferencias sean producto de un juicio realizado por un magistrado neutral y desapegado, en lugar de ser efectuadas por el oficial que se encuentra a cargo de la competitiva empresa de combatir el crimen. Cualquier asunción consistente en que la prueba suficiente que funda la USO OFICIAL desinteresada determinación de un magistrado de librar una orden de allanamiento puede justificar que los oficiales realicen un registro con prescindencia de esa orden, reduciría la Enmienda a la nada y dejaría la seguridad del domicilio de las personas librada a la discrecionalidad de los oficiales policiales” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “... en el caso no está en discusión la autoridad que, desde un punto de vista formal, dictó la orden. La relevancia de las consideraciones previas descansa, sin embargo, en la proyección –en orden a sus fundamentos- de la regla de jurisdiccionalidad en las exigencias legales que habilitan a librar excepcionalmente un mandamiento de registro y, con mayor razón aún, en los supuestos en que, por razones de necesidad, la ley procesal permite actuar sin la orden previa” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “... Carrió sostiene que en materia de allanamientos y registros, en la cual el magistrado se encuentra constreñido a que hubiere motivos para presumir que en determinado lugar existen cosas pertenecientes al delito, o que puede efectuarse la detención del imputado (art. 224 C.P.P.N.), cuando la policía actúa sin orden judicial, está constreñida, como mínimo, por los mismos recaudos que demandan la existencia de motivos previos para actuar. Las razones, según el autor, radican precisamente en la proyección de la regla de jurisdiccionalidad; sostiene que si la policía tuviese un estándar de exigencias menor, es notorio que el principio básico de preferencia por la intervención de un magistrado se vería notoriamente desdibujado” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “Estas consideraciones conducen, de manera directa, al segundo orden de justificación relativo al alcance de la garantía de inviolabilidad de domicilio y, en especial, al carácter de la reglamentación legal de la garantía” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “En “Fiorentino”, Petracchi explicó el por qué del celo constitucional respecto de la inviolabilidad de domicilio. Sostuvo que ella es una de las garantías más preciosas de la libertad individual y que su fundamento, en última instancia, es el de garantizar dicha libertad. Si bien sostuvo que la jerarquía de ese derecho debe ser concertada con el interés social en la averiguación de los delitos y el ejercicio adecuado del poder de policía –pues ello es autorizado por la propia Constitución-, entendió que la íntima conexión existente entre la inviolabilidad del domicilio y, en especial de la morada, con la dignidad de la persona y el respeto de su libertad, imponen a la reglamentación condiciones más estrictas que las reconocidas respecto de otras garantías. Dijo que: “…no hace 117 falta una inteligencia muy trabajada del asunto para comprender que, a fin de que la libertad no muera de imprecisión, han de interpretarse de manera particularmente estricta las excepciones que quepa introducir, en los casos de allanamiento de morada, a la orden escrita de autoridad competente que contenga indicaciones puntuales sobre el lugar y objeto de la providencia…” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “Más allá de los motivos que puede haber tenido el juzgador para condicionar la orden de allanamiento a la detención, lo cierto es que precisamente en función de esa supeditación, no es posible escindir esa exigencia del mandamiento revisado. Por ello, a la hora de evaluar si se trata de un auto fundado, según la exigencia legal, no es posible limitarnos a verificar la existencia de los motivos previos para sospechar si en el lugar existen cosas relacionadas con el delito investigado o los posibles responsables a aprehender, sino que es preciso, de acuerdo con la proyección de la regla, estudiar la medida de poder que se habilita mediante el libramiento de la orden” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “Ello, en consonancia con lo sostenido por la Corte in re: “Acosta” en el sentido de que la habilitación excepcional del ingreso al “sagrado” de los ciudadanos, no implica la pérdida de la protección constitucional de la inviolabilidad. Ni el Juez al librar la orden, ni la policía al ejecutarla, ni esta última al actuar excepcionalmente sin orden previa, pueden ir más allá de los casos y justificativos establecidos por la reglamentación procesal. Y ello es así pues, como se dijo, la protección de la inviolabilidad no se satisface con el control posterior –salvo en los casos excepcionales- sino que requiere el contralor previo que neutralice eventuales violaciones infundadas” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “En suma, el condicionamiento de la orden de allanamiento a que la policía detuviera “a persona alguna” se revela problemática a la luz de la garantía estudiada. Por una parte, implica una delegación prohibida desde el punto de vista constitucional de un espacio de poder asignado al Poder Judicial con el único fin de custodiar la garantía en cuestión, pues se ha dimitido, a favor de las fuerzas policiales, la evaluación de los motivos previos que, excepcionalmente, habilitan la filtración de poder punitivo” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “Por otra parte, la circunstancia objeto de la condición, es decir, la de “detener a persona alguna”, no sólo no constituye uno de los motivos taxativamente expuestos en el art. 227 C.P.P.N. – mediante el cual se habilita excepcionalmente a la policía a actuar sin orden judicial previa-, ni tampoco, por cierto, ninguno de los “motivos previos” que habilitan al Juez a expedir la orden de allanamiento” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “Sucede que la condición apuntada se traduce, en verdad, como una orden de detención en blanco –proscripta también por el art. 18 de la C.N. y su norma reglamentaria, art. 283 C.P.P.N.-, pues no puede sospecharse de “persona alguna”, en los términos del art. 294 C.P.P.N., sino únicamente de una persona previamente individualizada respecto de quien se ha reunido prueba de cargo, en el marco de una investigación, que permita fundar la sospecha de su intervención en el hecho objeto de la inspección judicial. Tampoco, por imposibilidad lógica, puede proyectarse “a priori” uno de los supuestos que habilitan, por razones de urgencia, a las fuerzas de seguridad a detener a una persona sin orden judicial. No es posible perder de vista que una orden de detención del estilo puede tensar indebidamente la garantía de no ser obligado a declarar contra sí mismo (art. 18 C.N., cfr. voto en disidencia de los Dres. Maqueda y Zaffaroni in re: “Minaglia)” (del voto en disidencia del Dr. Freiler). “...cabe señalar que a nuestro entender, las circunstancias relatadas previamente, dan sustento suficiente a la orden de registro, la cual ha sido dictada por el Juez de la causa, mediante una precisa identificación, tanto de los motivos que lo condujeron a ordenar el allanamiento, como de los objetos a secuestrar y de la persona a detener dentro del inmueble en cuestión (art. 224 C.P.P.N.). Frente a este cuadro, la condición a la que se sujetó la materialización de la orden se 118 Poder Judicial de la Nación revela como superflua, desde que no agregó nada a la orden dispuesta, que ya había sido debidamente fundada” (del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “Por lo demás, la detención de Pablo Gabriel Payazlian, tras haber ingresado y permanecido unos instantes en el domicilio que correspondía registrar –en el cual, de acuerdo con las tareas de investigación realizadas, se habían observado en diversos días y horarios movimientos compatibles con la actividad investigada-, fue llevada a cabo de acuerdo con la orden del “a quo”, sin que se observe el compromiso de garantía alguna. En efecto, las fuerzas de seguridad se limitaron al secuestro de material estupefaciente que Payazlian llevaba consigo, a su traslado a la dependencia policial y a su liberación, por orden del “a quo”, desde la Comisaría (cfr. fs. 85, 86 y 126). En consecuencia, no se desprende lesión alguna que genere la anulación de la manda judicial ni del procedimiento policial practicado en consecuencia” (del voto de los Dres. Ballestero y Farah). C.C.C. Fed. Sala I Ballestero- Freiler- Farah 24.11.2009 “Barva” Causa 43.082 Reg. 1348 J. 10 - S.19 BIENES OBJETO DE SECUESTRO EN CAUSAS PENALES. LEY 20.875. LEY 22.129. USO OFICIAL DEPÓSITOS EN DINERO. INTERESES DEVENGADOS. “... la ley que regula la custodia y disposición de bienes objeto de secuestro en causas penales es clara al respecto: los depósitos de dinero producto de su secuestro devengarán los intereses al tipo bancario correspondiente –artículos 2 y 3, último párrafo de la ley 20.875, modificada por ley 22.129-”. “La aplicación de tal disposición legal es imperativa para el a quo, quien no puede obviarla con sustento en lo señalado a fs. 11.464 por el Banco de la Ciudad de Buenos Aires, en cuanto informó que los montos oportunamente depositados “estuvieron siempre en cuenta de libre disponibilidad, por lo tanto no generaron intereses”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 5.11.2009 “Contrera” Causa 28.353 Reg. 30.591 J. 6 - S. 12 COMPETENCIA. COMPETENCIA DEL FUERO FEDERAL. IMPUTADO MENOR DE 18 AÑOS DE EDAD. “Que actualmente las cuatro salas de la Cámara Nacional de Casación Penal se han pronunciado en sentido contrario a la posición que hemos venido sostenido, decidiendo que la justicia federal de esta ciudad es competente para intervenir en causas en las que haya imputados menores de 18 años de edad (conf. CNCP, Sala I, causa n° 7536 “L, Y. A.” reg. n° 9388 del 7/9/06; Sala II, causa n° 7682 “A, R. A.” reg. n° 9517 del 20/2/07; Sala III, causa n° 9459 “V., P. A.” reg. n° 710/08 del 5/6/08; y de Sala IV, causa n° 9045, “F., M.” reg. n° 10.914.4 del 6/10/08)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Así, por razones de economía procesal y dejando a salvo nuestra opinión (conf. al respecto, causa n° 22.821 “L., Y. A.”, reg. n° 24.676 del 28/12/05, a cuyos fundamentos nos remitimos en honor a la brevedad), entendemos que corresponde atribuir competencia al juzgado federal” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Que, en mi opinión y conforme vengo sosteniendo en diversos precedentes (ver causa n° 27.858 “Crespi, Adrián y otro s/sobreseimiento, reg. n° 29.829 del 5/05/09), este fuero es competente para intervenir en causas en las que estén imputados menores de 18 años de edad” (Del voto del Dr. Farah). 119 C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 16.11.2009 “D., A. L.” Causa 28.493 Reg. 30.630 COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. J. 8 - S. 16 INCOMPETENCIA. LEY 22.421. LEY DE PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA FAUNA SILVESTRE. COMPETENCIA DEL FUERO COMÚN DE LA CAPITAL FEDERAL. “la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido también, que las infracciones a la ley de protección y conservación de la fauna, comprobadas en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, deben ser investigadas en el fuero común (conf. C.S.J.N. “Gazzolo”, rta. el 10/11/92, 315:2657). Razón por la cual, a los fines de la competencia debe estarse al lugar de comisión”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero- Freiler- Farah 24.11.2009 “Inc. de incompetencia” Causa 43.720 Reg. 1335 COMPETENCIA. DECLARACIÓN DE INCOMPETENCIA. J. 7 - S.13 RECURSO DE APELACIÓN. RECURSO PENDIENTE DE RESOLVER. DEBER DE RESOLVER PREVIAMENTE POR PARTE DEL TRIBUNAL QUE PREVINO. “... tiene dicho la Cámara Nacional de Casación Penal, superior común de ambos Tribunales, que encontrándose pendiente de resolución el recurso de apelación interpuesto, corresponde que el que previno resuelva la impugnación que motivó su intervención con carácter previo a expedirse sobre su incompetencia (conf. Sala I, causa n° 7446, “Dick, Javier Aníbal s/competencia”, rta. 7/7/06, Reg. n° 9143; causa n° 3156, “Molina Nelson, Mercedes J. s/competencia, rta. 5/10/00, Reg. n° 3814; Sala II, causa n° 5909, “Citybank, A. N. y otros s/competencia”, rta. 18/5/05, Reg. n° 7616; Sala III, causa n° 1664, “Marítima Key S.R.L. s/competencia”, rta. 16/3/98, Reg. n° 84/98; y, Sala IV, a contrario sensu, causa n° 5591, “Brouchi, Margarita Ester y otro s/competencia”, rta. 4/8/05, Reg. n° 6797)”. “Tal tesitura, por lo demás, es la que ha mantenido la Corte Suprema de Justicia de la Nación al sostener que “Si la declaración de incompetencia con la que se promovió la contienda se dictó cuando se encontraba pendiente de resolución la apelación interpuesta contra el auto de sobreseimiento, corresponde que, con carácter previo a determinar la competencia para proseguir con la investigación, se resuelva la apelación interpuesta.” (Fallos 312:1624, 327:3898 y 328:318, entre muchos otros)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 3.11.2009 “Schenone Carnaghi” Causa 43.703 Reg. 1222 J. 1 - S. 1 DECLARACIÓN INDAGATORIA. DELEGACIÓN POR PARTE DEL JUEZ EN OTRO DE DISTINTA COMPETENCIA TERRITORIAL. PROCEDENCIA. EXHORTO. “... los suscriptos habrán de compartir y hacer propios los argumentos expuestos por el Representante del Ministerio Público Fiscal -Dr. Germán Moldes- al contestar la vista prevista por el art. 136 del Código Procesal Penal de la Nación, ocasión en la cual expresó que las normas que rigen nuestro procedimiento relacionadas con la recepción de la indagatoria, no desautorizan a un magistrado a requerir su producción a un par de distinta jurisdicción, concluyendo que “como regla se ha establecido, correctamente, que mientras no se vean afectadas las garantías del debido 120 Poder Judicial de la Nación proceso y el derecho de defensa en juicio del imputado, debe cumplirse con este tipo de pedidos…”. “Tal criterio resulta acorde con la postura sentada por este Tribunal en cuanto a que “la declaración indagatoria es delegable por el juez en otro de distinta competencia territorial” (C.S., Fallos 237:388; 241: 248; 253:454; 276:254 y 298:615), (Código Procesal Penal de la Nación. Guillermo Rafael Navarro- Roberto Raúl Daray. Tomo I, pág. 611. Pensamiento Jurídico Editora. Año 1996). (cfr. c.nº 27.700, resuelta el 2 de septiembre de 2009, reg. nº30.312, y en esa dirección de la Sala I de esta Alzada c.nº 41.791, resuelta el 22 de julio de 2008, reg. nº 843)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 24.11.2009 “Juzgado Federal Nº1 de Mar del Plata” Causa 28.594 Reg. 30.705 J. 7 - S. 13 DECLARACIÓN INDAGATORIA. POSTERGACIÓN DE LA AUDIENCIA. POTESTAD DEL JUEZ DE INSTRUCCIÓN. DECISIÓN INAPELABLE. “... es criterio de esta Sala que la postergación de las audiencias indagatorias constituye una facultad discrecional del juez, por regla, inapelable (causa n° 26.825 “Kaplan”, reg. n° 28.768 del 11/8/08 y causa n° 24.941 “Alderete”, reg. n° 26.225 del 21/12/06)”. USO OFICIAL “Si bien se ha aceptado exceptuar ese principio en casos donde se verifique un gravamen de carácter irreparable para quien impugna la decisión, los argumentos de la fiscalía -centrados en su posición sobre la falta de necesidad del informe ordenado- no alcanzan a acreditar tal supuesto. Es que el a quo no ha descartado la existencia de la sospecha de criminalidad alegada por esa parte -por el contrario, la ha compartido al convocar a los encartados a tenor del art. 294 del C.P.P.N.- sino que suspendió las audiencias a la espera de que termine de concretarse una medida que a su juicio es necesaria para precisar correctamente los hechos en la instancia que define el art. 298 del código de rito”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Farah 24.11.2009 “Álvarez Saavedra” Causa 28.346 Reg. 30.700 DOCUMENTOS. CARACTERÍSTICAS. REQUISITOS J. 2 - S. 4 PARA SU CONFIGURACIÓN. DIFERENCIAS CON LOS DOCUMENTOS PRIVADOS. CRITERIOS PARA SU DISTINCIÓN. INTERPRETACIÓN DE LA LEY. PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN. “¿Cómo diferenciar entre documento público y documento privado? Como primera medida, es importante tener en cuenta que el Código Penal no define lo que en él debe entenderse por “documento público” (como sí lo hace, por ejemplo, con el concepto de “funcionario público” –art. 77 C.P.). De allí que hayan surgido dos grandes grupos de corrientes doctrinarias, que pueden a su vez subdividirse. Uno de esos grupos utiliza la definición de “documento público” que nos brinda el Código Civil a los efectos de analizar la normativa penal (“interpretación civilista”), y el otro sostiene que no debe circunscribirse el concepto, en el ámbito del derecho penal, a su definición civil (“interpretación no civilista”)”. “El argumento detrás de la “interpretación civilista” es que, dado que el Código Penal no cuenta con una definición propia de “documento público”, corresponde dirigirse a la definición otorgada por el Código Civil, a los efectos de completar los tipos penales que incluyan el concepto”. “La “interpretación no civilista” considera que no debe circunscribirse el concepto de documento público a la definición otorgada por el Código Civil. Esta vertiente considera que “…instrumento público al tenor de la ley penal no son únicamente los que extienden los escribanos o funcionarios 121 públicos ´en las formas que las leyes hubieren determinado´, pues ellos no agotan todo el material que la ley penal ampara en orden a la genuidad y veracidad protegiendo la fe pública”. “El instrumento que documenta una situación jurídica sustancial dotada de significación probatoria, en cuya formación interviene el Estado por intermedio de uno de sus órganos competentes, es público por la fe que le es comunicada a ese instrumento precisamente por tal intervención”. “Sintéticamente, debe entenderse por instrumento público todo aquel que ha sido otorgado por un funcionario público u otro órgano del Estado, de conformidad a una ley…” (Eduardo Raúl Carreras, Los delitos de Falsedades Documentales, Ad Hoc, Buenos Aires, 1998, p. 74-75, describiendo la doctrina)”. “La “interpretación no civilista”, entonces, amplía notoriamente el espectro de documentos que pueden ser considerados “públicos” ya que no exige que éstos emanen de un funcionario público, ni coloca alguna otra limitación al concepto”. “Entendemos que la “interpretación no civilista” debe ser descartada por dos motivos. El primero de ellos es que interpretar los tipos legales que incluyen el concepto de documento público de la manera en que esta tesis sugiere permitiría tachar estos tipos legales de violatorios del principio de legalidad, en su derivación del mandato de certeza y de máxima taxatividad (artículo 18 de la Constitución Nacional, y tratados constitucionales). El concepto de “documento público” sin ningún tipo de especificación ni definición, luce a todas luces vago e impreciso. Esto violenta el principio de reserva de ley”. “El segundo motivo que nos lleva a desechar la “interpretación no civilista” se basa también en el principio de legalidad, en su derivación de prohibición de analogía, y su consiguiente principio de interpretación restrictiva (en el mismo sentido, ver causa N° 38.941, “Herrero”, del 28/11/2006, reg. 1.320). Una de las variantes del principio de legalidad “...se manifiesta mediante la prohibición absoluta de la analogía in malam partem” (Eugenio Raul Zaffaroni, Alejandro Alagia y Alejandro Slokar, Derecho Penal -Parte General-, Ediar, Buenos Aires, 2000, p. 111). “...[E]s necesario extremar los recursos para que solo la ley formal sea fuente de criminalización primaria, no pudiendo el juez completar los supuestos” (Eugenio Raul Zaffaroni, Alejandro Alagia y Alejandro Slokar, op. cit., p. 111). Esta prohibición de interpretación extensiva determina que deba adoptarse la interpretación más restrictiva, siempre que ella sea razonable. Por estas razones, entendemos que debe adoptarse la “interpretación civilista”. “La “interpretación civilista” puede, a su vez, subdividirse en distintas vertientes. Una de ellas puede ser denominada la tesis de “restrictividad máxima”. Según esta visión, “…solamente son instrumentos públicos, los que se encuentran enumerados en el art. 979 del Código Civil pero éste no dice que cualquier instrumento que extiendan los escribanos o funcionarios públicos en la forma que las leyes hubieren determinado es un instrumento público, sino que…ha de tratarse de un acto jurídico” (Eduardo Raúl Carreras, op. cit., p.72, describiendo esta doctrina). Dado que la ley civil únicamente regula las relaciones privadas, todo acto jurídico que no trate sobre ese tipo de relaciones no podría considerarse un instrumento público”. “Se excluyen, por lo tanto (como instrumentos públicos), todos aquellos documentos que no instrumentan actos de naturaleza estrictamente privada, negándose así el carácter de tales a las actas de las cámaras legislativas, a los decretos del Poder Ejecutivo y a las decisiones de los magistrados” (Eduardo Raúl Carreras, op. cit., p.73, describiendo esta doctrina)”. “El problema con esta doctrina es que no logra explicar por qué debería restringirse el concepto de documento público en el ámbito del derecho penal a las relaciones civiles. Si bien el Código Civil regula sólo relaciones privadas, no sucede lo mismo con el Código Penal. Dado que el Código Penal no define qué es lo que debe entenderse por documento público, ayudarse –como vimoscon la definición que otorga el Código Civil luce de suma utilidad. Sin embargo, tal ayuda no puede redundar en una incrustación mecánica, que quite sentido al tipo penal. Si bien el principio de 122 Poder Judicial de la Nación interpretación restrictiva debe guiar la tarea del intérprete, esta tarea se ve también circunscripta por otros principios, entre ellos, el de razonabilidad”. “El principio de la razonabilidad de las leyes se encuentra contemplado por el artículo 28 de la Constitución Nacional e implica que “…para la constitucionalidad de la ley hace falta un cierto contenido de justicia” (Bidart Campos, Tratado Elemental de Derecho Constitucional Argentino, Tomo I-A, Ediar, Buenos Aires, 2007, p. 805). “El congreso cuando legisla, el poder ejecutivo cuando administra, los jueces cuando dictan una sentencia, deben hacerlo en forma razonable” (Bidart Campos, op. cit., p. 805). En la medida en que puedan realizarse dos interpretaciones sobre una misma normativa, y que una de ellas luzca razonable cuando la otra aparezca irrazonable, debe optarse por la primera”. “La interpretación de un artículo del Código Penal debe realizarse de manera sistémica con el resto de los artículos, de manera que se genere un marco normativo razonable. Las conductas más graves deben, en principio, ser penadas más severamente que las conductas menos graves. La interpretación de “restrictividad máxima” no respeta esta máxima, ya que interpretar el concepto de documento público de la manera en que esta doctrina lo hace rompe con la presunción de que las conductas más severas deben ser más severamente penadas que las conductas de menor gravedad. Pretender que la falsificación de una escritura pública pueda incluirse dentro del concepto de falsificación de documento público, pero que la falsificación de un acta de la Cámara USO OFICIAL Legislativa sea tratada sólo como una falsificación de documento privado luce irrazonable”. “Esta misma inteligencia parece haber adoptado el legislador al agravar la pena de la falsificación de, entre otros instrumentos, el documento nacional de identidad, del pasaporte y de la cédula verde del automotor (artículo 292 del Código Penal, segundo párrafo), puesto que los mencionados documentos no instrumentan actos de naturaleza estrictamente privada (ver Sala II, causa n° 15.926, “Minotti”, reg. 17.084, rta. El 2/12/1999). Por estas razones, la tesis de “restrictividad máxima” será descartada”. “Otra vertiente de la interpretación restrictiva denominada tesis de “restrictividad mínima” “[t]ambién se atiene a las especificaciones del art. 979 del C.Civil, pero no limitado el instrumento público a los puros ‘actos jurídicos’” [David Baigún y Carlos A. Tozzini, La Falsedad Documental en la Jurisprudencia (elementos comunes a todos los tipos), Depalma, 2° edición, Buenos Aires, 1992, p. 123]. Considera que es instrumento público cualquier instrumento que extendieren los escribanos o funcionarios públicos en la forma que las leyes hubieren determinado, sea que se refiera a un acto jurídico o no”. “´El inc. 2°…habla en forma y términos generales de cualquier otro instrumento que extendieren los funcionarios públicos. Dentro de estos términos generales, quedan comprendidos los instrumentos extendidos por toda clase de funcionarios públicos, ya se trate de funcionarios del Poder Legislativo, Ejecutivo o Judicial, como asimismo, cualquier sea la naturaleza u objeto del instrumento´” (Carreras, op. cit., p. 73, describiendo la doctrina)”. “A los efectos de considerar a un documento como público “[b]asta que el papel tenga el carácter de documento, que por sí mismo traiga los signos de autenticidad oficial, que haya sido expedido de conformidad con preceptos que regulen su otorgamiento y, finalmente, que lo extienda el funcionario competente dentro de la esfera de sus facultades” (Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, Tea, Buenos Aires, 1992, p. 424, quien explica que es razonable leer el artículo 979 en su segundo inciso de esta manera, aunque el autor no circunscribe su interpretación del concepto de documento público a la ley civil)”. “Esto lleva a la conclusión de que los instrumentos públicos, en virtud de esa autenticidad que les da el funcionario y las formas, hacen fe de sí y de su contenido, esto es, gozan de la fe pública o confianza general; corporizan y acreditan la existencia del hecho, erga omnes y en todo el país…” 123 (Baigún y Tozzini, op. cit., p. 72. En un sentido similar ver Carlos Creus, Derecho Penal –Parte Especial-, Tomo 2, 5° edición, Astrea, Buenos Aires, 1995, p. 418]”. “Son, entonces, condiciones necesarias y suficientes para denominar a un documento como público el hecho de que: “a) que sea autorizado por funcionario competente; b) que éste obre en el ejercicio de sus funciones; y c) que se otorgue con las formalidades legales” (David Baigún y Carlos A. Tozzini, op. cit., p. 75-76)”. “Esta tesis tiene amplio apoyo jurisprudencial (ver: CNCCF, Sala II, causa n° 15.926, “Minotti”, reg. 17.084, del 2/12/99; Sala II, causa n° 27.527, “Maripil”, reg. 29.709, del 3/4/09; CNCC, Sala III, causa n° 30.127, “Benitez”, del 15/4/92; CNCC, Sala IV, causa n° 33.473, “Chen Jiun Wei”, del 8/2/08; CNCC, Sala VII, causa n° 7.484, “Cruz”, del 4/11/97; CNCP, Sala II, causa n° 4.698, “Del Río”, reg. 6.126, del 7/5/04; CNCP, Sala III, causa n° 3.457, “Casella”, del 14/9/01; CNCP, Sala IV, causa n° 3.479, “Palacios”, del 23/12/2002)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero- Freiler- Farah 17.11.2009 “Funes” Causa 43.422 Reg. 1284 J. 5 - S. 9 ESTUPEFACIENTES. TENENCIA DE DROGA PARA CONSUMO PERSONAL. ART. 14 SEGUNDA PARTE LEY 23.737. INCONSTITUCIONALIDAD. IMPROCEDENCIA. SOBRESEIMIENTO. “... entendemos que los criterios sentados por nuestra Corte Suprema [en el precedente “Arriola”, de fecha 25/08/09]se apoyan en una exégesis normativa asimilable a la que ha guiado a la jurisprudencia de esta Sala, orientada siempre al análisis de las circunstancias de cada caso en concreto para establecer si las conductas pueden considerarse resguardadas por la esfera de intimidad preservada por nuestra Carta Magna, o si –por lo contrario- exceden a tal ámbito resultando en consecuencia pasibles de reproche penal” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Y finalmente, de lo expuesto hasta aquí se desprende con claridad que las pautas que, con anterioridad al fallo “Montalvo”, la Corte Suprema de Justicia de la Nación había tenido en cuenta a efectos de dilucidar tal interrogante, han sido exactamente las mismas que las que valoramos cada vez que nos tocó definir esta cuestión, de modo que nos hemos venido adecuando a los parámetros que ahora ha vuelto a reconocer expresamente aquél Tribunal” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Por último, recordamos que a nuestro modo de ver no resulta necesario declarar la inconstitucionalidad de la figura penal prevista en el segundo párrafo del art. 14 de la ley 23.737, ya que a criterio de este Tribunal esa descripción legal puede ser interpretada de modo tal de considerar atípicos ciertos hechos -como éste- que deben considerarse protegidos por la primera parte del art. 19 de la Constitución Nacional” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Integrando ambas Salas de este Tribunal, me he expedido sobre la figura legal examinada, propiciando reiteradamente –y en circunstancias fácticas similares a la presente- la declaración de inconstitucionalidad del tipo cuestionado (ver de la Sala I, causa n° 41.228 “Velardi”, reg. n° 400 del 22/04/08; causa n° 43.425 “Baroni”, reg. n° 1.234 del 5/11/09; entre otras; y de la Sala II, causas “Frisardi” y “Saavedra”, ambas citadas en el voto que antecede; entre otras)” (Del voto del Dr. Farah). “Tal criterio ha sido recientemente reafirmado por el máximo Tribunal de la Nación en el fallo “Arriola”, donde declaró la inconstitucionalidad del tipo que aquí se analiza, en acontecimientos en que la escasa cantidad de material estupefaciente que ha sido secuestrada no trasciende la esfera de custodia personal, ni afecta a terceros” (Del voto del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala II 124 Cattani - Irurzun - Farah Poder Judicial de la Nación 16.11.2009 “Roldán” Causa 28.125 Reg. 30.637 J. 7 - S. 14 JUEZ. JUEZ NATURAL. JUECES SUBROGANTES. VALIDEZ DE TALES DESIGNACIONES. “... la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sido categórica al sostener que “… deviene imprescindible admitir la validez de las designaciones de jueces subrogantes llevadas a cabo hasta el presente, así como la de las actuaciones procesales por ellos ya practicadas y de las que practiquen...”. (Trib. cit., “Rosza, Carlos Alberto y otro s/recurso de casación”, del voto de la mayoría, R.1309.XLII, rta. el 23/05/07)” (del voto del Dr. Freiler). “En ese contexto, el Máximo Tribunal resolvió mantener en el ejercicio de sus cargos a quienes habían sido designados para ejercer la función jurisdiccional en los tribunales que se encontraban vacantes, criterio que posteriormente también fue abrazado por el artículo 6° de la ley 26.376” (del voto del Dr. Freiler). C.C.C. Fed. Sala I Freiler- Filozof - Rimondi 20.11.2009 “Menem” Causa 43.492 Reg. 1330 J. 2 - S. 3 USO OFICIAL LEY 25.891. ART. 10 LEY 25.891. MODIFICACIÓN DEL NÚMERO DE IMEI DE UN TELÉFONO CELULAR. TENTATIVA. DISIDENCIA. CONDUCTA ATÍPICA. “... el imputado, aún antes de la intervención de los representantes de “Nextel S.A.”, ya estaba motivado a cometer el delito que se le enrostra, aventando dicha particularidad cualquier tipo de cuestionamiento en orden a una eventual provocación para que obrare tal como lo hizo. Sin embargo, la actuación de Riva y de Dana, que como se refiriera, consistió en entregar el teléfono a clonar, descarta la consumación del ilícito descubierto de tal modo, pues la actuación de los nombrados controló y neutralizó de antemano el peligro inherente a la actividad que realizó el imputado en infracción a la ley 25.891” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Por tal razón, corresponde considerar a este delito comprendido en el supuesto de tentativa previsto en el artículo 44 último párrafo del Código Penal (conf. Zaffaroni Eugenio- Alagia, Alejandro- Slokar, Alejandro “Derecho Penal- Parte General” Ed.Ediar, Bs.As. 2000, pags. 797/8. Ver también: D’Alessio, Andrés (director)- Divito, Mauro A. (coordinador) “Código Penal Comentado y Anotado” La Ley, Bs.As., 2005, págs.480/1)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “... respecto de la adulteración de IMEI del teléfono celular marca “Motorola” modelo I833 Pininfarina, mediante la utilización del software comercializado por los imputados en infracción a la ley de marcas, se advierte que nos encontramos ante un supuesto en que el conocimiento previo por parte de los sujetos que comparecieron a la reunión defendiendo los intereses de la firma presuntamente damnificada –quienes de este modo se colocaron en posición de virtual víctimaneutraliza de antemano la eventual lesividad de la decisión de acción contraria al bien jurídico protegido que se endilga al encartado” (Del voto en disidencia del Dr. Farah). “Se observa la previa exclusión del peligro exigido por la previsión legal de que se trata, pues quien solicitó la adulteración del IMEI entregando el aparato para ello, fue quien lo recibiría clonado para utilizarlo posteriormente como elemento de prueba del ilícito que se había denunciado. La situación aparece en todo momento bajo el control de quien la generó constituyendo una mera ficción” (Del voto en disidencia del Dr. Farah). “Fue el legislador quien cerró, en lo relativo a la aplicación de la norma, las discusiones existentes en la doctrina –objetivistas y subjetivistas- pues ha exigido la creación de un peligro neutralizado a priori, y que eventualmente, sólo se habría mantenido en la mente del autor, sin correlato alguno en el mundo de los objetos y de las relaciones intersubjetivas, el cuál, según el art. 19 de la C.N., 125 debió sufrir algún tipo de alteración para habilitar la filtración del poder represivo (conf. criterio expuesto como vocal Sala I en C.40.758 “Balagna, Isaías y otros s/procesamiento” reg.1574 del 18/12/07)” (Del voto en disidencia del Dr. Farah). “Atento lo expuesto, el hecho así generado no puede tener significación jurídico-penal respecto de su autor, resultando la conducta imputada intrínsicamente atípica” (Del voto en disidencia del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 10.11.2009 “Di Maio” Causa 28.350 Reg. 30.617 MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FISCALÍA NACIONAL J. 5 - S. 10 DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. FACULTADES. LEGITIMACIÓN. Respecto de la intervención en causas penales por parte de la FNIA, “... se ha sostenido que mientras el fiscal de la causa mantiene la persecución, ese organismo tiene la facultad de colaborar en la investigación, sugiriendo medidas y cursos de acción, aunque sin legitimación autónoma, encontrándose habilitada a efectuar las presentaciones que estime pertinentes de acuerdo a su deber legal (ver de esta Sala, causa n° 22.999 “Viola”, reg. n° 24.783 del 9/2/06; causa n° 27.365 “Dr. Garrido s/ recurso de queja”, reg. n° 29.249 del 2/12/08; causa n° 27.163 “FIA s/ archivo”, reg. n° 19.966 del 4/6/09, y artículo 45, inciso “c” de la ley 24.946 y a los artículos 30.5, 31.7, 32.5, 33.7, y 45.1.1 del reglamento 18/05 de la Procuración General de la Nación)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Por otra parte, frente al abandono de la acción penal por parte del fiscal de la causa se ha dicho que podrá la Fiscalía de Investigaciones Administrativas presentarse como “parte” en el proceso de conformidad con lo pautado por el artículo 45 mencionado y por el artículo 45.1.4 del Reglamento (conf. de esta Sala, causa “F.N.I.A. s/ intervención -queja apelación-”, reg. n° 25.349 del 11/7/06)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “En este último supuesto, la participación de la FIA como parte acusadora puede extenderse siempre y cuando se den las condiciones legalmente requeridas para ello- a toda causa penal, prescindiendo de su forma de inicio, esto es: haya sido el expediente iniciado en virtud de la denuncia formulada por la FIA o por una vía distinta” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Tal prerrogativa fue prevista expresamente en el reglamento interno del organismo, que en su artículo 45 establece que la FIA podrá tener en el marco de las causas judiciales contra funcionarios públicos -cualquiera haya sido la vía de inicio de las actuaciones- los tipos de participación que a continuación se listan:… “45.1.4. Acción penal subsidiaria: tendrá lugar cuando el fiscal de la causa resuelva no impulsar la acción y la FIA tenga opinión en contrario. En esta caso, la actuación de la FIA estará regida por las previsiones del CPP previstas para el fiscal de la causa” (ver en igual sentido, arts. 31.5, 31.8 y ccs.)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). El Dr. Farah, por su parte, y con relación a este tema, manifestó: “dejar a salvo mi opinión respecto al primer punto tratado por mis colegas preopinantes en torno a la intervención de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas en el trámite de los procesos seguidos contra los funcionarios públicos (ver de la Sala 1 de esta Cámara, causa n° 42.007 “Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas s/ recurso de queja”, reg. n° 688 del 18/6/08, y sus citas; causa n° 41.077 “Acconcia”, reg. n° 1367/07 del 14/11/07; causa n° 41.040 “Heredia”, reg. n° 1485 del 4/12/07; causa n° 41.187 “Balabarian”, reg. n° 161 del 22/2/08; causa n° 41.315 “Boneo”, reg. 1407 del 22/11/07; causa n° 40.913 “Lucco” reg. n° 1079 del 18/9/07; causa n° 41.115 “Tullio” reg. n° 1399 del 22/11/07;causa n° 41.736 “Fernández”, reg. n° 1012 del 4/09/08 y sus citas)”. C.C.C. Fed. Sala II 126 Cattani - Irurzun - Farah Poder Judicial de la Nación 17.11.2009 “Albistur” Causa 28.031 Reg. 30.657 J. 5 - S. 9 NE BIS IN IDEM. PERSECUCIÓN PENAL MÚLTIPLE. DOBLE JUZGAMIENTO. GARANTÍAS CONSTITUCINALES. ALCANCES. “Nuestro código procesal ha escogido una fórmula amplia de protección: nadie prodrá ser perseguido penalmente más de una vez por el mismo hecho (art. 1 in fine)”. “Su alcance debe interpretarse, en palabras de Maier, como un resguardo frente al “riesgo de una nueva persecución penal, simultánea o sucesiva, por la misma realidad histórica atribuida, única interpretación compatible si se quiere garantizar, sin hipocresías, un verdadero Estado de Derecho y si se quiere evitar sinrazones en la aplicación práctica del principio” (v. Maier, Julio B. J. “Derecho Procesal Penal. I. Fundamentos”, Ed. Del Puerto, Buenos Aires, 1999, pág. 601/602)”. “Al referirse la ley al mismo hecho está prescindiendo de su valoración jurídica, pues el principio reposa en un comportamiento determinado históricamente “cualquiera que sea el significado jurídico que se le ha otorgado, en una y otra ocasión, el nomen iuris empleado para calificar la imputación o designar el hecho” (Maier, op. cit. pág, 606)”. “Hay identidad de objeto cuando éste se refiere “al mismo comportamiento atribuido a la misma USO OFICIAL persona. Se trata de impedir que la imputación concreta, como atribución de un comportamiento determinado históricamente, se repita, cualquiera que sea el significado jurídico que se le ha otorgado, en una y otra ocasión, es decir el nomen iuris empleado para calificar la imputación o designar el hecho. Se mira al hecho como acontecimiento real que sucede en un lugar y en un momento o período determinado” (CSJN, “Videla”, rta.21/08/03)”. “Esto, en principio, obliga a ser cauteloso a la hora de distinguir de acuerdo a nominaciones so riesgo de dividir ficticiamente lo que en la realidad se ha manifestado como un acontecimiento único e historificable: la doble valoración jurídica de una misma acción importa, en realidad, su doble juzgamiento (CSJN, “Alcucero”, rta. 7/09/04 –disidencia Zaffaroni-)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero- Freiler- Farah 10.11.2009 “López” Causa 42.847 Reg. 1253 J. 7 - S. 13 PATRIMONIO CULTURAL. ACERVO CULTURAL. LEY 9.080. LEY 25.743. OBJETOS ARQUEOLÓGICOS Y PALEONTOLÓGICOS. COMERCIO ILEGAL DE TALES BIENES CULTURALES. REGISTRACIÓN DE TALES BIENES. REGISTRO OFICIAL DE COLECCIONES U OBJETOS ARQUEOLÓGICOS O RESTOS PALEONTOLÓGICOS “En el orden internacional nuestro país se comprometió a proteger estos bienes culturales a través de la aprobación de la Convención sobre Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, cuyo artículo 3 establece que son ilícitas la importación, exportación y la transferencia de propiedad de estos bienes que se efectúen infringiendo las disposiciones adoptadas por los Estados Partes en virtud de esta Convención (Ley 19943 aprobada el 13/11/1972 y publicada en el Boletín Oficial el 22/11/1972)”. “... el argumento de que el imputado al momento del secuestro ya había informado a la autoridad administrativa de la existencia de esas piezas no alcanza para eximirlo de responsabilidad, pues el hecho de que los objetos estuvieran en proceso de registración no significa que lo autorice a comercializarlos ya que, justamente, su inventariado se encontraba en trámite y por ello, desconocía si alguna de las piezas que tenía en su poder eran de interés para el Estado Nacional u otro”. 127 “Por otro lado, no debe perderse de vista que "…la creación del Registro Oficial de Colecciones u Objetos Arqueológicos o Restos paleontológicos, tiene su fundamento en la necesidad de la organización y el control por parte del Estado de los valiosos objetos de que se trata, pero de ninguna manera tal creación podría implicar dejar sin castigo a quienes habrían llevado adelante una actividad ilícita como la aquí investigada, máxime teniendo en cuenta que tal circunstancia ha sido valorada por los legisladores en el debate parlamentario" (conf. Sala I, c. n° 36707 "OSONA", Reg. n° 1156 del 8/11/2004)”. “En lo que concierne a la introducción en el comercio de estos elementos, consideramos que las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que se sucedieron los hechos confirman que la exhibición de los objetos de marras está vinculada con la actividad de comercialización prevista en el artículo 48 de la ley citada”. “Ello así, teniendo en cuenta que se encontraban expuestos junto a muchos otros objetos de esas misma características, en un local ubicado en una galería de la calle Florida, donde existen otros negocios del ramo, lugar que es transitado asiduamente por mucha gente sobre todo público extranjero. No debe soslayarse el cuadro probatorio reunido en autos que revela la actividad habitual de compra venta de este tipo de mercadería (ver en este sentido e-mails y escuchas telefónicas que corren por cuerda) (conf. en este sentido causa n° 40256 "VELASQUEZ", Reg. n° 434 del 22/05/2007)”. C.C.C. Fed. Sala I Farah - Cattani 9.11.2009 “Janeir Aude” Causa 42.282 Reg. 1236 J. 3 - S. 5 PECULADO. DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. ART. 261 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. La norma penal contenida en el artículo 261 del C.P. “...protege principalmente la recta administración del patrimonio estatal, aunque no por ello, el patrimonio deja de tener importancia, por ello la categorización doctrinaria del delito como dirigido contra la administración pública, aunque también, contra la propiedad”. “En segundo lugar, en cuanto al objeto material de la figura, se ha entendido que el art. 261 C.P. incluye, bajo la expresión “caudales” o “efectos”, toda clase de bienes en el sentido del art. 2312 del CC (cfr. Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, Tea, 4° edición, parte especial, 1987, Tomo 5, p. 224, quien realiza una interpretación contextual en función de lo estipulado por el art. 263 C.P.)”. “En tercer lugar, sustraer significa extraer o quitar los bienes de la tenencia –efectiva o simbólicacon que en el ámbito administrativo han sido colocados por leyes, reglamentos u órdenes, lo cual, se entiende, no exige la apropiación (Creus, Carlos, “Delitos contra la administración Pública”, Astrea, Buenos Aires, 1981, ps. 325 y 26). Cabe señalar al respecto que, según lo expuesto en relación con los bienes de dominio público, el Estado no puede disponer de ellos sino que sólo los administra. “En cuanto a la relación de los funcionarios públicos con el bien, la norma en cuestión exige que aquellos, en razón de su cargo, tengan la administración, percepción o custodia del caudal o efecto sustraído. En cuanto a la administración, se entiende, en general, que el funcionario que administra es aquel que, con arreglo a los ordenamientos respectivos, posee facultad de disposición, de afectarlos a un destino determinado”. “En lo que respecta a la administración, ella no siempre recae en un solo funcionario; hay casos en que aparece confiada simultáneamente a más de uno (por ejemplo, directorios, comisiones, juntas, etcétera). Así, la función no estará confiada a un solo funcionario cuando el acto de disposición de 128 Poder Judicial de la Nación bienes deba resultar de su decisión integrada por la de otros funcionarios. En otras palabras, no se requiere una competencia exclusiva y excluyente; sólo, la competencia funcional (cfr. Carrera, Daniel, “Peculado”, Ed. Mediterránea, Córdoba, 2005, ps. 139/140)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero- Freiler- Farah 19.11.2009 “Lanús de la Serna” Causa 43.066 Reg. 1315 J. 10 - S. 19 PERITAJE. PERITOS. RECUSACIÓN. EXCUSACIÓN. PERITOS OFICIALES. IMPROCEDENCIA. VALORACIÓN DE LAS CONCLUSIONES DE LOS PERITAJES POR PARTE DEL JUEZ. “… no será procedente la recusación o excusación de un perito sobre la base de haber actuado con anterioridad como tal en el mismo proceso (art. 55, inc. 1° del C.P.P.N.), sea que se ordenen nuevos puntos de pericia, o que ésta por determinadas circunstancias verse sobre los mismos anteriores, dado que si bien tal razón deviene atendible en el caso del juez interviniente, carece de lógica extenderla a la hipótesis del perito…” (conf. Código Procesal Penal de la Nación – Guillermo Rafael Navarro – Roberto Raúl Daray. Tomo I. Pensamiento Jurídico Editora, pág. 554)”. “Debe tenerse en cuenta además, que en cada caso concreto el juez debe apreciar la prueba pericial conforme las reglas de la sana crítica, es decir, deberá tener en cuenta, por ejemplo, la uniformidad de las opiniones, los antecedentes académicos de quienes las viertan, los principios en USO OFICIAL que se basan y su concordancia con los restantes medios de convicción reunidos en la causa, no estando atado a las conclusiones de los expertos”. “A todo ello cabe agregar, que el Alto Tribunal refiriéndose a los peritos oficiales, ha privilegiado sus informes pues se trata del asesoramiento técnico de auxiliares de la justicia cuya imparcialidad y corrección están garantizadas por normas específicas y por otras similares a las que amparan la actuación de funcionarios judiciales (Fallos 299:265 o E.D., t. 77, pág. 374, f. 30.617)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 24.11.2009 “Sfintzi” Causa 28.335 Reg. 30.693 J. 8 - S. 15 PLAZO RAZONABLE. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. ALCANCES. PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD. PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN. DERECHO DE DEFENSA. “La cuestión traída a estudio se centra en determinar si en las presentes actuaciones se ha excedido el plazo razonable para tener a los imputados sometidos a proceso (artículo 18 de la Constitución Nacional, artículo 7, inc. 5°, y artículo 8, inc. 1° de la Convención Americana de Derechos Humanos, artículo 9, inc. 3° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos)”. “Incluso con anterioridad a su expresa incorporación a la Constitución Nacional, la Corte Suprema del país había reconocido la garantía en cuestión al interpretar los principios de progresividad y preclusión como instrumentos procesales concretos destinados a evitar la duración indeterminada de los juicios (ver Fallos 272:188 y 300:1102; entre otros; ver de la Sala II, causa n° 27.676, “Caceres”, reg. 30.116, del 3/7/09)”. “Esta garantía ha sido incorporada expresamente a nuestra Carta Magna a partir de la reforma del año 1994, en virtud de lo establecido en su artículo 75, inciso 22, a partir del cual se le otorgó rango constitucional a los tratados internacionales, y ha sido aplicada tanto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (“Genie Lacayo”, del 29/1/97; “Suárez Rosero”, del 12/11/97; “López Alvarez v. Honduras”, del 1/2/06), como por la Corte Europea de Derechos Humanos (“Motta”, del 19/2/91; “Ruiz Mateos”, del 23/6/93, entre otros), siguiendo el mismo lineamiento”. 129 “... en reiteradas ocasiones el máximo tribunal ha postulado que el derecho del imputado a que se ponga fin a la situación de indefinición que supone el enjuiciamiento penal puede encontrar tutela en la prescripción de la acción (Fallos 322:360, voto de los Dres. Petracchi y Boggiano). En el mismo sentido, esta Cámara ha expresado que “[n]o resulta una conclusión novedosa el reconocer el estrecho vínculo que liga el mecanismo jurídico de la prescripción de la acción penal con el derecho a una razonable duración del proceso, al punto de que entre ellos existe una genuina relación instrumental, donde uno no es sino el canal de expresión del otro” (Sala I, causa N° 42.713 “Recio”, reg. 1.009, del 17/09/2009)”. “La C.S.J.N indicó –con cita del voto del Juez Powell en el precedente “Barrer v. Wingo” [407 U.S.. 514, 530 (1972)— cuáles son los factores que determinan el análisis relativo al incumplimiento de la garantía del plazo razonable: “la duración de la demora, sus razones, la invocación del derecho que hace el acusado y el perjuicio que le haya ocasionado” (Fallos 322:360, voto de los Dres. Petracchi y Boggiano). En igual sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que para examinar la razonabilidad de un plazo en un proceso se deben tomar en cuenta los siguientes elementos: “a) complejidad del asunto, b) actividad procesal del interesado, c) conducta de las autoridades judiciales” (CIDH, caso Genie Lacayo vs. Nicaragua, del 29/1/97, párr. 77; caso Escué Zapata vs. Colombia, del 4/10/07, párr. 102; caso Heliodoro Portugal vs. Panamá, del 12/8/08, párr. 149; caso Bayarri vs. Argentina, del 30/10/08, párr. 107). En la misma dirección, esta Cámara ha sostenido que el concepto de “retardo indebido” “…corresponde ser analizado en el caso concreto, y en relación a otros parámetros tales como la complejidad del asunto; el comportamiento de las autoridades judiciales y la conducta procesal del imputado, tanto como la actuación de sus letrados defensores” (ver voto del Dr. Farah en la causa de esta Sala I, n° 42.089, “Tell”, reg. 1030, del 10/09/08)”. “A la luz de ello, surge que la causa lleva más de 20 años en trámite, con 17 años desde el procesamiento de los tres imputados en cuestión. Si bien se trata de una causa compleja y extensa, su duración resulta a todas luces excesiva. La circunstancia de que los hechos investigados sean complejos no justifica que se destine un período de tiempo ilimitado a la resolución del caso (ver voto del Dr. Farah en la ya citada causa “Caceres”). La Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó que “[d]e otro modo, se asumiría de manera implícita que el Estado siempre enjuicia a culpables y que, por lo tanto, es irrelevante el tiempo que se utilice para probar la culpabilidad, cuando, conforme con las normas internacionales, el acusado debe ser considerado inocente hasta que se pruebe su culpabilidad” (informe 12/96, caso n° 11.245, del 1/3/96)”. “Aquella actividad de la defensa que, en los hechos, ha contribuido a dilatar el trámite de la causa, no puede ser considerada causa exclusiva de esa demora, ni puede pensarse que ha sido realizada con una finalidad dilatoria. Lo contrario implicaría conculcar el derecho de defensa en juicio del que goza todo imputado”. “... corresponde tener en cuenta que “…es inaceptable el criterio… [que]…considera en contra del imputado sus ‘peticiones’, pues ello provoca una restricción de la libertad de defensa contraria a la comprensión que de este derecho debe hacerse a la luz del art. 18 de la Constitución Nacional…[A] diferencia de lo que ocurre en los procesos civiles, el imputado no está obligado a colaborar activamente con lo que se refiere a la celeridad del proceso en su contra…Y aun en aquéllos, en los cuales, en principio es deber de las partes asegurar la rapidez del proceso, esta máxima no libera a los estados parte de la obligación de que el juicio finalice en un plazo razonable…” (Fallos 322:360, voto de los Dres. Petracchi y Boggiano)”. C.C.C. Fed. Sala I Farah - Cattani 12.11.2009 “Salgado” 130 Poder Judicial de la Nación Causa 38.854 Reg. 1275 J. 2 - S. 4 PROCESO PENAL. DELEGACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN A MANOS DEL FISCAL. ART. 196 CPPN. FACULTAD DEL JUEZ DE INSTRUCCIÓN. DESICIÓN INAPELABLE. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FUNCIONES. “En materia de delegación, el Tribunal ha sostenido “…que el ejercicio de la facultad a la que alude el artículo 196 del C.P.P., confiriendo dirección al fiscal, …no hace más que asignarle uno de los cometidos esenciales inherentes a su razón de ser, ajustando su rol a la potestad que ejercita… Una exégesis razonable de la ley procesal impide sujetar a un plazo mínimo la innovación introducida por el artículo 196, que aunque tímida y mediatamente, permite al Ministerio Público protagonizar la investigación preliminar desdoblando las funciones de requerir y decidir, a la luz de las legislaciones más modernas y de los principios republicanos, y en vistas de una mayor agilidad y eficacia en la persecución”(cfr. de esta Sala, causa n° 13.749 “Inc. de nulidad del M.P.Fiscal deleg. Instruc-”, reg. 14.948 y sus citas)”. “Es que no debe olvidarse que “el instituto de la delegación es eminentemente discrecional para el juez, pudiendo éste disponer de su utilización durante toda la instrucción, con el único límite de la conveniencia para el desarrollo de la investigación…” (en este aspecto, v. causa n° 17.121 “Inc. de apelación en autos Valdez, B. s/defraudación”, rta. 16.11.00, reg. 18.176; c. n° 17.248 “Norberto y USO OFICIAL otros s/nulidad art. 196 C.P.P.”, rta. 5.12.00, reg. 18.254 y sus citas; c. n° 19.098 “Massholder, Juan s/nulidad delegación fiscal”, rta. 22.8.02, reg. 20.079, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 24.11.2009 “Desirée Aidar” Causa 28.425 Reg. 30.699 J. 6 - S. 12 PROCESO PENAL. PLAZOS PROCESALES. PERENTORIEDAD DE LOS PLAZOS. ÓRGANO OFICIAL DE PERSECUCIÓN PENAL. IMPROCEDENCIA “... la perentoriedad del plazo puede ser invocada cuando lo que se trata es de enfrentar una acusación particular. De ahí, pues, el acierto en recordar el precedente “Del’Olio” (Fallos 329:2596). Mas, cuando se trata de cuestionar la tarea de los órganos oficiales de persecución penal, la respuesta es muy diversa. Para ellos, los términos son sólo ordenadores en la medida en que “…la actividad que debe llevarse a cabo para el desarrollo del proceso penal es ineludible y en que, consecuentemente, por virtud de los intereses públicos en juego, no es admisible que caduque o pierda validez por su producción tardía” (NAVARRO, Guillermo Rafael, DARAY, Roberto Raúl, Código Procesal Penal de la Nación, Tomo 1, Hammurabi, Buenos Aires, 2004, p. 414. En igual sentido ver, DONNA, Edgardo y MAIZA, María Cecilia, Código Procesal Penal, Depalma, Buenos Aires, 1994, pp. 169 y s. y 394)”. “Lo contrario, supondría admitir que “…por la vía de la negligencia del funcionario se [pueda afectar] seriamente el afianzamiento de la justicia y los valores implicados en la resolución de los conflictos penales que el derecho procesal debe concretar” (C.C.C., Sala I, causa nro. 34.842, “Simón, Héctor s/ nulidad”, rta. el 15/10/08. Ver también, Sala VI, causa nro. 36.863, “M., M.O. s/ nulidad…”, rta. el 26/3/09)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero- Freiler- Farah 24.11.2009 “División de Fotografía P.F.A.” Causa 43.549 Reg. 1351 J. 1 - S.1 131 RECUSACIÓN DE MAGISTRADOS. RECHAZO. RECURSO DE CASACIÓN. IMPROCEDENCIA. EXCEPCIONES “La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que el rechazo de recusaciones de magistrados no constituye sentencia definitiva ni es equiparable a tal (Fallos 297:70, 302:221, 302:346, 305:1753, 310:1038, 311:565, 317:771, 321:1920, 321:3504, 322:1941 y 326:1046, entre otros), criterio que también ha sostenido la Cámara Nacional de Casación Penal (Sala II, causa n° 3810 “Ceballos, rta. el 22/5/02, reg.n° 4932; y Sala III, causa 4331 “Bafaro”, rta. el 6/2/03, reg.n° 12.03) y esta Sala (ver causa n° 26.769 bis “Beraldi”, rta. el 21/7/08, reg.n° 28.707)”. “No se desconoce que el máximo Tribunal ha hecho excepción a tal principio en aquellas situaciones en que el ejercicio imparcial de la administración de justicia se encuentre tan severamente cuestionado que el derecho de defensa comprometido exija una consideración inmediata por constituir la única oportunidad para su adecuada tutela (Fallos 316:826, 316:107, 311:266 y 306:1692, y esta Sala en causa n° 21.276 “Menem”, rta. el 18/5/04, reg.n° 22.450)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 5.11.2009 “Aballay” Causa 28.377 Reg. 30.584 J. 5 - S. 9 SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. ART. 76 BIS DEL C.P. PROCEDENCIA DEL INSTITUTO. TESIS AMPLIA. “... el Señor Juez de grado fundamenta su decisorio [denegando la solicitud de suspensión del juicio a prueba] en dos cuestiones, una de ellas la aplicación del plenario de la Cámara Nacional de Casación Penal, adoptado en el macro de la causa “Kosuta”, y la otra por considerar que el marco propicio para el planteo y análisis de la procedencia del beneficio solicitado es el de la etapa del juicio, encontrándose agotada esta instancia”. “Respecto de la primera de ellas, no puede soslayarse la evolución operada en la materia traída a estudio de este Tribunal desde el fallo plenario invocado por el a quo en su resolutorio, principalmente a partir de lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa “Acosta, Alejandro Esteban” (c.n° 28/05, S.C.A. 2186, L.XL, rta. el 23/04/08)”. “En dicha oportunidad, el Alto Tribunal señaló que “…para determinar la validez de una interpretación, debe tenerse en cuenta que la primera fuente de exégesis de la ley es su letra (Fallos 304:1820; 314:1849), a la que no se le debe dar un sentido que ponga en pugna sus disposiciones, sino el que las concilie y conduzca a una integral armonización de sus preceptos (Fallos 313:1149;327:769).”, y que “…el principio de legalidad (art.18 de la Constitución Nacional) exige priorizar una exégesis restrictiva dentro del límite semántico del texto legal, en consonancia con el principio político criminal que caracteriza al derecho penal como la ‘ultima ratio’ del ordenamiento jurídico , y con el principio ‘pro homine’ que impone privilegiar la interpretación legal que más derechos acuerde al ser humano frente al poder estatal”. (considerando 6°)”. “Concluye afirmando que “…el criterio que limita el alcance del beneficio previsto en el artículo 76 bis a los delitos que tienen prevista una pena de reclusión o prisión cuyo máximo no supere los tres años se funda en una exégesis irrazonable de la norma que no armoniza con los principios enumerados, toda vez que consagra una interpretación extensiva de la punibilidad que niega un derecho que la propia ley reconoce, otorgando una indebida preeminencia a sus dos primeros párrafos sobre el cuarto al que deja totalmente inoperante.”. (considerando 7°)”. “Sin perjuicio de ello, es dable recordar que este criterio amplio ha sido el adoptado por esta Alzada en reiteradas oportunidades (conf. c.n° 22.664 “Cingolani, Jorge H. s/ suspensión de juicio a prueba”, reg.n° 24.193del 15/9/05 y sus citas, de esta Sala y c.n° 40.662 “Laperrausaz, Saverio s/no hacer lugar a la suspensión de juicio a prueba”, reg. n°1019, rta. el 5/9/08 de la Sala I)”. 132 Poder Judicial de la Nación “De otra parte, y con relación al segundo de los fundamentos brindados por el Señor Juez de grado, cabe señalar que tampoco resulta óbice para la concesión del beneficio la oportunidad en que éste fuera peticionado en tanto dicho planteo resulta procedente en esta etapa instructoria, considerando que la referencia de la suspensión de juicio a prueba debe ser entendida como suspensión de proceso a prueba, pues éste es el significado más adecuado que cabe otorgarle al término “juicio” de conformidad con el alcance que a tal vocablo se da en el artículo 18 de la Constitución Nacional, en cuanto resulta comprensivo de todos los pasos de un proceso (conf. Baigún, David, Zaffaroni, Eugenio, Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial, T.II, pág. 835, Ed. Hammurabi, 2002, Bs.As)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 12.11.2009 “Jaquet Vera” Causa 28.342 Reg. 30.625 J. 11 - S. 21 ACCIÓN CIVIL. MOMENTO PROCESAL PARA SU INTERPOSICIÓN EN EL MARCO DE UNA CAUSA PENAL. “... si bien el artículo 90 del Código Procesal Penal de la Nación, establece que la constitución de parte civil podrá tener lugar en cualquier estado del proceso hasta la clausura de la instrucción, a partir de su interpretación sistemática con el resto del ordenamiento de forma, es dable concluir USO OFICIAL que en aquellos casos en los que el requerimiento fiscal de elevación a juicio ya se encuentre consolidado, su admisión sólo es viable cuando conjuntamente con ella se acompañe la demanda instaurada de conformidad con el artículo 93 del mismo ordenamiento de forma (ver Francisco J. D’Albora, “Código Procesal Penal de la Nación, Anotado, Comentado. Concordado. Octava edición corregida, ampliada y actualizada” por Nicolás F. D’Albora, Ed. Abeledo Perrot, 2009, pág. 185 y Roberto G. Loutayf Ranea y Luis Félix Costas, “La acción civil en sede penal”, Ed. Astrea, 2002, págs. 286/287)”. “Esta postura ya había sido receptada jurisprudencialmente, habiéndose sostenido al respecto que “…Si bien el artículo 93 del CPPN dispone concretar la demanda con posterioridad a la notificación de la resolución del art. 346, corresponde considerar que la única oportunidad lógica para que el actor civil deba expedirse efectuando la demanda es desde el momento en que el requerimiento fiscal ha quedado consolidado, a posteriori del trámite del art. 348 y ss., del CPPN, esto es, cuando la realización del debate es un hecho procesalmente establecido…” (C.C.C., Sala IV, 4-5-99, ED, 183-709, SJ-266, y RepED, 33-1118, n° 60)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 9.12.2009 “Fabris” Causa 28.453 Reg. 30.787 J. 11 - S. 22 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA DE LA ACCIÓN. PRESCRIPCIÓN. LEY PENAL. LEY PENAL MÁS BENIGNA. IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY PENAL. “... ya se ha sostenido que el artículo 2° del Código Penal no obliga a aplicar la ley más benigna cuando dos o más leyes rijan sucesivamente durante el tiempo que dure la comisión del hecho, sino que obliga a aplicar la ley más benigna de las que rijan en el tiempo intermedio entre el de su comisión y la extinción de los efectos de la condena (conf. esta Sala en causa n° 28.112 “Santander”, rta. el 3/9/09, reg.n° 30.319; y en similar sentido CSJN, Fallos: 327:3279, párr. IV ap. 3 del dictamen del Procurador General de la Nación, y Fallos: 330:2434, último párr. del punto IV del dictamen del Procurador General de la Nación, a cuyos fundamentos en ambos casos remitió la Corte)”. 133 “Con ello, “...Si el accionar se sigue cometiendo en vigencia de la nueva ley, ésta es aplicable, con lo que no se viola la irretroactividad de la ley penal ni rige el principio del artículo 2° del código de fondo, porque la primera ley a tomar en cuenta para hacer jugar la regla de la retroactividad de la ley más benigna, es la del tiempo en que desarrolla la última parte de la conducta...” (conf. esta Sala en causa n° 26.349 “Guerrieri”, rta. el 18/7/08, reg.n° 28.702)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 1.12.2009 “Barros Reyes” Causa 28.233 Reg. 30.750 J. 5 - S. 10 AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN. DOMINIO DEL HECHO. DELITOS DE INFRACCIÓN DE DEBER. DELEGACIÓN DE FUNCIONES A ÓRGANOS INFERIORES. RESPONSABILIDAD DEL AUTOR A PARTIR DE UNA RELACIÓN INSTITUCIONAL. IMPUTACIÓN OBJETIVA. “Los hechos aquí imputados configuran delitos especiales, donde el autor queda caracterizado por un deber que tiene como contenido una aportación positiva, en este caso concreto, a una institución estatal y donde el dominio del hecho resulta irrelevante para fundar la imputación del delito investigado, toda vez que es suficiente la infracción del deber (ver Bacigalupo, Silvina, “Autoría y participación en delitos de infracción de deber”, ed. Marcial Pons, Madrid, 2007, págs. 57/61)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “En este contexto, la delegación de funciones a órganos inferiores y específicos para que instrumenten materialmente la licitación y ejecución del contrato de concesión no le eximían de tal deber extrapenal proveniente de su carácter de titular del PEN y basado en la relación inmediata que mantenía con el bien jurídico protegido –patrimonio del Estado- y que lo obligaba a actuar en su favor, en la medida necesaria para su conservación” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “En este sentido se ha dicho que “La responsabilidad en virtud de una relación institucional es inmediata en el sentido de que el obligado siempre tiene que –en términos coloquiales– dar la cara por el bien jurídico, sin poder escudarse en la incumbencia de terceras personas respecto de la lesión” (Sánchez-Vera Gómez-Trelles, Javier, “Delito de infracción de deber y participación delictiva”, ed. Marcial Pons, Madrid, 2002, pág.42)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “En oportunidad de intervenir en esta causa el 29 de diciembre de 2008, este Tribunal ha sostenido que “En estos delitos de deber su contenido es la falta de cuidado por una institución del Estado o, dicho de otro modo, la competencia por no mejorar su situación… En este sentido se sostiene que “El elemento análogo al dominio del hecho propio de los delitos comunes, es en los delitos de deber la jerarquía de los funcionarios obligados. La competencia se desplaza de los ejecutores a los miembros directivos: responsabilidad en función del rango y no en función de la medida de los movimientos de los dedos...que cometa u omita es indiferente: en todo caso, la ejecución infringe su deber, aunque sea por mano ajena” (ver causa n° 26.633, “Gabrielli y otros s/procesamiento y embargo”, reg. n° 29.400, con cita de Jakobs, Günther, “El ocaso del dominio del hecho” en “Conferencias sobre temas penales”, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2000, págs. 87/120)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “... en este tipo de delitos de infracción de deber, una cooperación al hecho puede ser constitutiva de autoría, si el que realiza el aporte ha infringido de esa manera el deber que le incumbía, aunque no sea quien dirige la causalidad al resultado (Bacigalupo, Silvina, obra citada, págs. 57/61)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “... en el caso fallado por la Sala I del Tribunal in re: “D´ Albora, Horacio y otros s/delito de acción pública” (c/n° 41.198, rta. el 23/9/08, reg. N° 1105), se sostuvo que: “Aunque es cierto que en estructuras burocráticas de este tipo la división de tareas implica la necesidad de confiar en la actividad de otros para realizar determinadas actividades, lo cierto es que ello sólo podrá ser 134 Poder Judicial de la Nación alegado como defensa cuando haya motivos razonables para confiar, es decir, que no se adviertan irregularidades que hagan presumir como probable la lesión de aquel deber de cuidado de quienes intervinieron previamente (véase al respecto Günter Stratenweth, Derecho Penal, Parte General, I, El Hecho Punible, trad. Gladis Nancy Romero, Ed. Di Plácido, Buenos Aires, 1999, p. 339…)” (Del voto del Dr. Farah). “En función de ello, considero que la acción del Presidente consecuente en firmar el decreto de aprobación, es imputable objetivamente a la norma aplicada por el “a quo” y, en esta dirección, se revela como un aporte esencial al hecho que, en este sentido, habría co-dominado junto con los demás intervinientes” (Del voto del Dr. Farah). “Por otra parte, estas mismas circunstancias permiten descartar las alegaciones relativas al supuesto desconocimiento o falso conocimiento de las circunstancias objetivas del tipo penal atribuido” (Del voto del Dr. Farah). “Por lo demás, la inacción también imputada al Presidente es atribuible bajo la misma perspectiva y no forma sino una secuencia del hecho en cuestión que, como se ha dicho, está compuesto por USO OFICIAL distintos pasos” (Del voto del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 3.12.2009 “Menem” Causa 28.025 Reg. 30.768 J. 7 - S. 14 CONCURSO DE DELITOS. CONCURSO IDEAL. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “… señala Jescheck que “el concurso ideal no exige la plena coincidencia de las acciones requeridas en los tipos concurrentes. Basta, por el contrario, la “identidad parcial de las acciones ejecutivas” en el tipo objetivo de las leyes penales en concurso (...)” (JESCHECK, Hans-Heinrich, “Tratado de Derecho Penal - Parte General”, Ed. Comares, Granada, 1993, p. 659, citado por este Tribunal en causa n° 26.955 “Mendoza Alanoca, Dionisio s/procesamiento”, reg. n° 29.685 del 31/03/2009)”. C.C.C. Fed. Sala I Cattani – Irurzun - Farah 22.12.2009 “Bernardinelli” Causa 28.379 Reg. 30.872 J. 3 - S. 6 CONCURSO DE DELITOS. DIVERSOS TIPOS PENALES DE LA LEY 23.737. CONCURSO REAL. CONCURSO APARENTE DE LEYES POR SUBSIDIARIEDAD TÁCITA. “... en un anterior precedente, en el que fue tratado el modo de concurso que había sido aplicado en la instancia anterior en un caso referido a la tenencia y suministro gratuito de estupefacientes, esta Sala, con otra integración, concluyó que entre los tipos penales contenidos en los arts. 14, párrafo primero, y 5°, último párrafo, de la Ley 23.737, mediaba un concurso aparente de leyes por subsidiariedad tácita, similar al que se manifestaba entre la falsificación de un documento y su posterior uso”. “Se expresó en aquella oportunidad: “A pesar de que las figuras involucradas formalmente constituyen delitos que afectan el mismo bien jurídico –salud pública—, en nuestra hipótesis de estudio deben ser interpretadas como la punibilidad de momentos distintos de un mismo continuo delictivo, de diferentes pasos dentro de un continuo de acción, cuyo último tramo –el suministro— es el verdaderamente lesivo. De este modo, el tipo del artículo 14, primer párrafo de la ley 23.737 sólo constituye un ‘acto preparatorio punible’” (de esta Sala, c/n° 40.573 “Severino, Néstor Patricio s/procesamiento”, rta. 24/08/07, reg. 925)”. “... el contenido ilícito de la tenencia con fines de comercialización imputada a (...) (Hecho N°2) se encuentra implicado en los actos de comecialización en los que tomaron parte (Hechos N°3 y 4), 135 encontrándonos en consecuencia frente a un único hecho constitutivo del ejercicio del comercio de estupefacientes, actividad receptada en definitiva por la figura penal del art. 5°, inc. “c” de la ley 23.737 (ver, en idéntico sentido, CNCP, Sala II “Méndez, Mario Alberto s/recurso de casación”, reg. 9043.2)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero- Freiler - Farah 10.12.2009 “Noguera” Causa 43.661 Reg. 1412 J. 12 - S.24 COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. DISCRIMINACIÓN. LEY 23.592. COMPETENCIA DEL FUERO ORDINARIO. “… las acciones de alentar o incitar en los términos del art. 3, de la ley 23.592, cuya aplicación la parte considera oportuna al caso, no se configuran con un aislado comentario de corte discriminatorio, salvo que éste se hubiese encaminado a animar, dar vigor, mover o estimular a la persecución o el odio contra una persona o un grupo de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas. Extremos todos que no se desprenden de las acciones denunciadas”. “En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que “…si no se advierte que las expresiones atribuidas al imputado hubieran tenido la capacidad suficiente como para alentar o incitar a la persecución o al odio a causa de la raza, religión, nacionalidad, o ideas políticas, sino que, en atención a las circunstancias de modo tiempo y lugar en las que fueron vertidas, se trataría de una expresión aislada motivada por razones de convivencia entre vecinos, corresponde a la justicia local conocer tanto de ese hecho como de la amenaza proferida al querellante…” (C.S.J.N. “Yañez, Mónica s/ injurias” T. 327, F. 4.979)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 23.12.2009 “Alani” Causa 43.503 Reg. 1512 J. 9 - S. 17 COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. NATURALEZA RESTRICTIVA Y DE EXCEPCIÓN. “la naturaleza restrictiva y de excepción de la Justicia Federal condiciona su competencia no sólo en aquellos casos predeterminados normativamente sino que, además, exige que las circunstancias de hecho sobre una hipótesis delictiva comprendida dentro de ella no consista exclusivamente en un simple juicio especulativo” (Sala II, causa nº 3103 “Testimonios de la causa nº 17097”, reg. 9720 del 25/03/93)”. C.C.C. Fed. Sala I Cattani – Irurzun - Farah 22.12.2009 “NN s/Competencia” Causa 28.598 Reg. 30.869 COMPETENCIA. COMPETENCIA TERRITORIAL J. 7 - S. 14 EN MATERIA PENAL. CARÁCTER IMPRORROGABLE E INDEROGABLE. EXCEPCIONES. “… la regla de la competencia territorial en materia penal es improrrogable y, en principio, inderogable, pues si bien el legislador estableció excepciones a su alcance al reglamentar esta norma de raigambre constitucional -conforme informa el artículo 41 del Código Procesal Penal de la Nación-, ninguna de ellas exorbitan el ámbito dentro del cual los hechos hubieren sido cometidos, ya sea que éste se tratare de carácter provincial o, en su caso, del de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (ver artículo 37 del Código Procesal Penal de la Nación en función del artículo 118 de la Constitución Nacional; Jorge A. Claria Olmedo, “Derecho Procesal Penal”, Tomo 136 Poder Judicial de la Nación I, actualizado por Jorge E. Vázquez Rossi, Ed. Rubinzal Culzoni, 2001, págs. 325 y ss. y “Competencia Penal en la República Argentina, doctrina, legislación y jurisprudencia”, Ed. Depalma, 1945, págs. 48/52, 90/91, 131 y ss y Colección de Fallos de la CSJN, 229:853; 253:432; 265:323)”. C.C.C. Fed. Sala I Cattani – Irurzun - Farah 22.12.2009 “Majdalani” Causa 28.534 Reg. 30.866 J. 5 - S. 10 CORRESPONDENCIA. ROBO DE CORRESPONDENCIA. ESTAFA POSTERIOR COMETIDA CON LOS INSTRUMENTOS SUSTRAÍDOS. COMPETENCIA “…la sustracción de una pieza postal constituye un hecho diverso que la posterior defraudación que se realizó con su contenido por lo que hasta que se demuestra la concreta vinculación que existió entre ambos ilícitos, corresponde que cada uno de ellos sea investigado ante el Tribunal del fuero pertinente (conf. c. 20.780, caratulada “Cassab, Alberto José s/denuncia infracción arts. 154 y 174 C.P.”, Boletín de Jurisprudencia. Año 1988. Nº 3. Septiembre-Octubre- Noviembre-Diciembre. Pág. 6)”. “Y en idéntica línea argumental se ha expresado nuestro más Alto Tribunal en el fallo “Olaviaga”, al sostener que “…a la justicia federal le corresponde conocer en la sustracción de un envío postal y USO OFICIAL a la justicia ordinaria en la posterior estafa cometida mediante la utilización de los valores contenidos en la pieza sustraída, hasta tanto no se demuestre la concreta vinculación que existió entre ambos delitos…” (CSJN, Fallos 312:1949)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 17.12.2009 “Correo Oficial Argentino” Causa 43.672 Reg. 1434 J. 3 - S. 6 DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES. DEBIDO PROCESO PENAL. DEFENSA EN JUICIO. DERECHO A SER OÍDO. “Nuestra Constitución consagra expresamente que “es inviolable la defensa en juicio, de la persona y de los derechos” (art.18). Uno de los aspectos que la doctrina y la jurisprudencia han reconocido como constitutivo de ese derecho es la facultad de ser oído”. “Ahora bien, otorgar al imputado la posibilidad de pronunciarse en el proceso sólo cobra sentido si se cumplen los presupuestos que la convierten en un acto de defensa. Esto es, no podrá afirmarse que “escuchar al imputado” garantiza su derecho de defensa si no existe, entre otras circunstancias, algo de qué defenderse (imputación) y el conocimiento de esa imputación correctamente deducida (intimación)”. “Este último extremo lo reglamenta el art. 298 del Código Procesal Penal de la Nación al establecer la obligación del juez de informar “detalladamente al imputado el hecho que se le atribuye”. En efecto, afirma Maier que “Como se trata de hacer conocer la imputación, el acto por el cual se la intima debe reunir las mismas calidades que advirtiéramos para aquélla; debe consistir, así, en la noticia íntegra, clara, precisa, y circunstanciada del hecho concreto que se atribuye al imputado. No se cumple esta condición de validez si sólo se advierte sobre la ley penal supuestamente infringida, o se da noticia del nomen iuris del hecho punible imputado, o se recurre, para cumplir la condición, a conceptos o abstracciones que no describen concretamente la acción u omisión atribuida, con todas las circunstancias de modo, tiempo y lugar que la definen como un comportamiento singular de la vida del imputado...” (Cfr. Maier, Julio B. J., “Derecho Procesal Penal argentino”, Del Puerto, Buenos Aires, 1996, T. 1, p. 560)”. 137 “Sobre el particular, aunque haciendo referencia al contenido del requerimiento fiscal de elevación a juicio (acto procesal que a los fines del cumplimiento del derecho constitucional de defensa en juicio puede ser comparado con la declaración indagatoria), Vélez Mariconde afirma que éste debe contener “Una relación circunstanciada del hecho [...] que identifi[que] el objeto fáctico del proceso, es decir, el acontecimiento histórico que el acusador afirma cometido, la conducta humana que estima violatoria de la ley penal. Se requiere una descripción detallada -que exprese las circunstancias de lugar, tiempo y modo en que tal conducta se exteriorizó- precisa y clara, de modo que no pueda provocar una confusión acerca de la pretensión que se hace valer; y cuando se refiere a varios hechos, debe ser también específica: Cada uno de ellos debe ser tratado separadamente. [...] Con otras palabras, el principio exige que objetivamente exista una imputación criminal concreta, precisa, clara, circunstanciada y específica, donde el imputado perciba la amenaza de una sanción y encuentre la posibilidad de defenderse” (ver, Vélez Mariconde, Alfredo, “Derecho Procesal Penal”, Tomo II, Marcos Lerner editora, Córdoba, 1986, p. 218/9, destacado en el original)”. “Como ha sostenido reiteradamente esta Cámara, el conocimiento acabado de la imputación es un requisito necesario para ejercer una adecuada defensa en juicio (conf. c.n° 28.103, “Caviasca, G. M. y otros s/procesamiento”, reg. n° 1095, rta. el 11/12/96, , c.n° 34.059, “Santos, Rubén J. y otros s/procesamiento”, reg. n° 748, rta. el 26/07/02, c.n° 36.252, “Constantino y otros s/ procesamiento”, reg. n° 1307, rta. el 09/12/04, c.n° 36.223, “Simón s/ procesamiento”, reg. n° 1308, rta. el 09/12/04, c.n° 40.564, “Humacata y otros s/ procesamiento, reg. n° 604, rta. el 29/05/08 y c.n° 41.422 “Laforgia s/ procesamiento”, reg. n° 338, rta. el 22/04/08, entre otras)”. “Este conocimiento del “hecho imputado” por parte del acusado, entonces, demanda la descripción de una conducta humana punible que se lleva a cabo a) por determinada persona (calidad de autor), b) de determinada manera (modo), c) en un ámbito espacial (lugar), d) en un momento o período específico (tiempo) -y con las características especiales que, refiriéndose a los puntos a), b), c) o d), eventualmente agravan la conducta base (agravantes)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero- Farah 1.12.2009 “Almirón” Causa 43.538 Reg. 1380 J. 3 - S.6 DENUNCIA. PROHIBICIÓN DE DENUNCIA. ART. 178 CPPN. DENUNCIA CONTRA FAMILIARES CERCANOS. NULIDAD. “La finalidad del artículo mencionado [178 CPPN] es “…mantener la solidaridad, respeto y jerarquía entre ciertos integrantes del grupo familiar, por encima del interés en la persecución penal” (Francisco J. D’Albora, Código Procesal Penal de la Nación, Tomo I, Lexis Nexis, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2003, página 347)”. “Ha dicho el Tribunal que “…la norma intenta preservar sustancialmente la cohesión familiar y, con ello, la protección integral de la familia, en consonancia con los principios instaurados en el art. 14 bis de la Constitución Nacional, en el art. 17, inc. 1° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el art. 23, inc. 1° del Pacto Internacional de Derechos civiles y Políticos, estos dos últimos instrumentos de jerarquía constitucional en virtud de lo establecido por el art. 75 inc. 22 de la Carta Magna” (causa N° 42.556, “Del Valle”, reg. 579, del 16/06/09)”. Agregó que “[e]l valor del esclarecimiento y castigo de los hechos punibles cede a favor del valor integridad y cohesión de los vínculos familiares, que como se ha visto, por ser de neta raigambre constitucional, constituye una de las finalidades esenciales del Estado (causa N° 39.896, “Parodi”, reg. 174, del 13/03/07)”. 138 Poder Judicial de la Nación “En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación también interpretó que “[l]a cohesión de la familia, como valor superior, resultaría indudablemente afectado si un proceso penal se pudiese originar a raíz de un elemento aportado por un cónyuge con la intención de perjudicar al otro (voto del Dr. Carlos S. Fayt en causa C.825.XXIII, “Coppola”, del 31/03/92, Fallos 315:549)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 22.12.2009 “Silva” Causa 43.821 Reg. 1483 J. 9 - S. 17 DOCUMENTOS. DOCUMENTOS FALSOS. FALSIFICACIÓN BURDA. ESTAFA. REQUISITOS TÍPICOS. ERROR. ENGAÑO. RELACIÓN DE CAUSALIDAD ENTRE ERROR Y ENGAÑO. COMPETENCIA DE LA VICTIMA. “Tal como lo sostiene Carlos Creus “...Cuando nos encontramos frente a un documento que presenta un aspecto burdo estamos al margen del tipo y con mayor razón aún, si su texto incoherente impide el engaño a cualquier persona...” (Conf. Autor citado, "Derecho Penal, Parte Especial", T. I, página 425, Ed. Astrea, 1988)”. “Sin embargo, tales instrumentos no fueron de inicio objetados. ¿Es posible, pese a ello, considerar acreditada la estafa?. El Tribunal entiende que no. Debemos tener en consideración que, para proteger jurídicamente al sujeto pasivo, es clave que el error no sea producto de su propia torpeza, USO OFICIAL sino que tiene que haberse producido como consecuencia de un engaño suficientemente idóneo, llevado a cabo por el sujeto activo. Y es que, de no ser así, sería imposible establecer una relación de causalidad entre el engaño y el error, cuando este provenga, como es el caso de autos, de un actuar negligente por parte de la víctima”. “En otras palabras, si quien resultó perjudicado, mediante el empleo de un cuidado necesario hubiese podido descubrir el ardid intentado y no lo hizo, la estafa reprochada debe ser excluída”. “Gunther Jakobs, al hablar del comportamiento social vinculado a los roles y a las cuatro instituciones jurídico-penales, sostiene respecto de una de ellas –la competencia de la víctima-, que la infracción a los deberes de autoprotección “constituye el reverso de lo que en el lado del autor es un quebrantamiento no intencionado del rol, en especial de un quebrantamiento imprudente. Al igual que el autor no puede comportarse de modo arriesgado distanciándose, simultáneamente, de manera válida de las consecuencias de su comportamiento, tampoco la víctima puede asumir un contacto social arriesgado sin aceptar como fruto de su comportamiento las consecuencias que conforme a un pronóstico objetivo son previsibles” (Aut. Cit., “La imputación objetiva en derecho penal”, Editorial Ad-Hoc, Buenos Aires, 1997, página 36)”. “La situación se corresponde con la regla de que no se puede reconocer efecto jurídico al error de quien se dejó engañar, pues en ese caso, lo determinante del error no es el ardid o engaño, sino la conducta negligente del sujeto pasivo (Nuñez, Ricardo, “Iniusta Petitio, …”, L.L. T.63, pág. 718 y ssgtes.)”. “Así, teniendo en cuenta que para la configuración del delito de estafa es fundamental que la maniobra intentada “sea susceptible de engañar a la persona a la que va dirigida, o que el engaño no sea fácilmente verificable”, y ante la clara ausencia en autos de ese elemento exigido para la configuración del tipo penal imputado, la conducta reprochada a Loto deviene atípica (conf. Edgardo Donna, “Derecho Penal, Parte Especial”, Rubinzal-Culzoni Editores, Santa Fé, tomo II-B, página 278)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 21.12.2009 “Loto” Causa 43.375 Reg. 1475 J. 1 - S. 1 139 DOCUMENTOS. FACTURAS APÓCRIFAS. EVASIÓN TRIBUTARIA. LEY 24.769. PERSECUCIÓN PENAL MÚLTIPLE. IMPOSIBILIDAD. “A diferencia de la doctrina sobre la cual la querella construye sus postura, el suscripto coincide con aquella que resulta de los fallos “Sosa” y “Moro” del tribunal casatorio (rtas. 27/05/02, reg. 5062.1 y 12/08/03, reg. 448.03.3, respectivamente)” (Del voto del Dr. Farah). “En el primero de esos antecedentes jurisprudenciales, proveniente de la Sala Primera, se dijo: “sea que las facturas apócrifas hubiesen sido empleadas con la finalidad de evadir el impuesto al valor agregado, o de ocultar su evasión anteriormente consumada, aquel uso no es penalmente punible a tenor de las disposiciones que preveén las falsedades documentales.- En efecto, si la evasión tributaria no es punible si no se supera el monto que como condición objetiva prevé el art. 1 de la ley 24.769, y si la finalidad de la ley ha sido la de evitar sanciones a pequeños evasores ´ella se vería neutralizada si se admitiera la adecuación remanente o subsidiaria a algún otro tipo penal y no es ese, precisamente, el método correcto de interpretación de la ley según la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la que tiene reiteradamente declarado que las leyes deben inteligirse evitando darles un sentido que ponga en pugna sus disposiciones, destruyendo las unas por las otras y adoptando como verdadero el que las concilie y deje a todas con valor y efecto (Fallos: 297:142; 300:1080; 301:460, entre muchos otros)´ (esta Sala, causa nro. 1948, reg. Nro. 2486, ´Krittian y Cia. s/ recurso de casación´, rta. El 12/11/98); es evidente que si las facturas comerciales hubieran sido el medio para cometer la defraudación fiscal, su falsificación resulta tan impune como el fraude o evasión” (Del voto del Dr. Farah). “En el segundo, la Sala Tercera, tras hacer mención del anterior, entre otros precedentes, concluyó: “…que al no ser posible la persecución penal de los imputados en orden al delito de evasión simple, no corresponde la aplicación subsidiaria del delito de falsificación de documento privado, tal como pretende el recurrente, pues se atentaría contra la finalidad de la ley 24.769, esto es la de no castigar penalmente a pequeños evasores, si se admitiera el encuadre remanente de dicha conducta en otra figura penal” (del voto del Dr. Tragant, a quien adhirieran los Dres. Riggi y Rodríguez Basalvilbaso)” (Del voto del Dr. Farah). “Se diferencia el presente caso de aquellos que generaron los precedentes “Solassi” (c. 42.759, rta. 27/10/09, reg. 1164)” y “Gilbarco Latin América S.A.” (c. 42.977, rta. 10/11/09, reg. 1260), en tanto, no existe aquí imputación concreta contra persona física alguna y, en consecuencia, no es dable contemplar la posibilidad de extinción de la acción penal por prescripción” (Del voto del Dr. Ballestero). “De tal suerte, voy a compartir el sentido del voto precedente que acoge la doctrina de los fallos “Sosa” y “Moro” de la Cámara Nacional de Casación Penal, advirtiendo también la lesión que supondría a la garantía contra la múltiple persecución el hecho de investigar separadamente, o bien, repetir la imputación por un acontecimiento real único bajo el ropaje de una significación jurídica diversa (Maier, Julio B.J., Derecho Procesal Penal. I. Fundamentos, Ed. Del Puerto, Buenos Aires, 1999, p.606 y ssgts.)” (Del voto del Dr. Ballestero). C.C.C. Fed. Sala I Ballestero- Farah 1.12.2009 “Banco de Galicia y Bs As” Causa 42.806 Reg. 1379 J. 2 - S.3 DOCUMENTOS. FALSEDAD IDEOLÓGICA. REQUISITOS TÍPICOS. “Sostiene el Dr. D`Alessio en su obra, que la falsedad ideológica radica en insertar o hacer insertar en un instrumento público declaraciones falsas, concernientes a un hecho que el documento deba probar, de modo que pueda resultar perjuicio. Hacer insertar es lograr que se incluyan en el documento público manifestaciones que no revelan la verdad pasada, dando como ocurrido lo que 140 Poder Judicial de la Nación no sucedió o lo que ocurrió de un modo distinto. (Código Penal comentado y anotado, Andrés José D`Alessio, parte especial art. 79 a 306, editorial La ley, 2006, Pág. 984/6)”. “En relación con los elementos que conforman el tipo previsto en el artículo 293 del código sustantivo y específicamente en punto al destino del documento, debe tenerse presente que “…La ley no pretende punir como falsedad ideológica la mentira sobre cualquier factor de composición del documento, aún cuando fuesen formalmente requeridos, sino la mentira sobre las circunstancias que son sustancialmente imprescindibles para su destino como especifica figura jurídica, es decir, sobre el destino que se informa en el sentido jurídico del documento. Sólo sobre aquello que el documento prueba con efectos jurídicamente propios del documento público puede considerarse la falsedad ideológica punible según el art. 293” (conf. Carlos Creus “Falsificación de documento en general”, pág. 135, Ed. Astrea, Bs. As., 1993)”. “Al respecto, lleva dicho este Tribunal que la falsedad ideológica no se refiere a cualquier falsedad o mentira introducida en el documento, sino solamente a aquellas que recaen sobre el hecho que el instrumento mismo prueba erga omnes (vid en este sentido cn° 30.285 “Gargiulo”, reg. n° 971 del 13/11/98)”. “El tipo penal en estudio requiere del autor la conciencia y la voluntad de cometer la falsedad capaz de perjudicar a un tercero. El dolo, en su aspecto cognoscitivo debe abarcar el conocimiento de que se inserta una falsedad sobre lo que el documento debe probar y del que puede resultar lesión USO OFICIAL a otro bien jurídico, resultando irrelevante aquellas circunstancias que no hacen aprobar lo que el documento quiere demostrar”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 17.12.2009 “Schillaci” Causa 43.413 Reg. 1452 J. 5 - S. 9 ESTUPEFACIENTES. COMERCIO DE DROGAS. REQUISITOS TÍPICOS. ENTREGA DE DROGAS A TÍTULO ONEROSO. “… cabe señalar que “…debe entenderse únicamente por comercio de drogas aquellas actividades que se realizan en forma habitual…” (Alejandro Osvaldo Tazza, “El Comercio de Estupefacientes”, Ed. Nova Tesis, 2008, pág. 62), por lo cual “…La verificación accidental de un hecho que puede ser considerado como del comercio, no implica que el sujeto adquiera la calidad de comerciante…” (Laje Anaya, “Narcotráfico y Derecho Penal Argentino”, Ed. Marcos Lerner Editora Córdoba, 1998, pág. 123)”. “En el hecho que motivó estas actuaciones, sólo se ha probado que momentos antes de ser detenida la encartada entregó a otra persona materiales estupefacientes, recibiendo como contraprestación dinero. Da cuenta de ello la ya señalada observación efectuada por los preventores, que resulta respaldada por la cantidad y la forma de acondicionamiento de las sustancias que tenía en su poder (9 envoltorios de nylon transparente que contenían marihuana) que resultó similar a la sustancia que se le secuestró a quien le había comprado momentos antes-, y el dinero en billetes de baja denominación que llevaba (…)”. “Siendo así, corresponde modificar el encuadre jurídico por el delito de entrega de estupefacientes a título oneroso (artículo 5°, inc. “e”, primera parte, de la ley 23.737), que a diferencia del adoptado en la resolución apelada “…le es inherente una sola entrega…” (Laje Anaya, op. cit., pág. 136), y a su vez desplaza por concurso aparente la calificación de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (ver de la C.N.C.P., Sala I, causa n° 4586 “Fuentealba Cifuentes, Héctor Ramón s/ recurso de casación”, rta. el 13/5/2003, reg. n° 5878.1, y de esta Sala, causa n° 10.986 “Rubio”, rta. el 17/4/1995, reg. n° 11.910)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 141 16.12.2009 “Torrilla” Causa 28.405 Reg. 30.830 J. 7 - S. 13 ESTUPEFACIENTES. TENENCIA DE DROGAS CON FINES DE COMERCIALIZACIÓN. REQUISITOS TÍPICOS. “… esta Sala ha sostenido, en cuanto a la estructura típica de la norma que prohíbe la tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, que la estructura típica del art. 5, inc. c responde a la de un delito mutilado de varios actos, en el sentido de que si bien la posible comercialización de las sustancias integra el juicio de disvalor, el hecho se considera delictivo y consumado mediante la tenencia de estupefacientes si concurre el propósito de realizar, luego, tales actos (cfr. Sancinetti, Marcelo, Teoría del Delito y disvalor de la acción, Ed. Hammurabi, 1° Edición, Buenos Aires, mayo de 1991, p. 325) -Causa N°. 40.990, Melgar de Acosta, rta. el 28/9/07, reg. 1140/07-”. “Este propósito requiere, en consecuencia, un correlato objetivo, en el sentido de que las circunstancias del caso permitan explicar la tenencia en función de aquel propósito. En el sub-lite, ellas no habilitan a realizar una afirmación de ese estilo, pues el dato valorado por el a quo resulta insuficiente en ese sentido. En efecto, la existencia de una balanza con restos del material en una habitación distinta de aquella que, en forma preliminar, se ha afirmado que correspondía al imputado, nada dice, por el momento, acerca de aquel propósito. Ello es así por cuanto el material estupefaciente no se hallaba acondicionado para su venta, ni tampoco se incautó, dentro de la tercera pieza, elemento alguno destinado a aquel objetivo. Tampoco las tareas de investigación realizadas hasta el momento permiten confirmar la afirmación del a quo”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 21.12.2009 “Jiménez” Causa 43.337 Reg. 1479 J. 9 - S. 17 JUEZ. JUEZ NATURAL. FORUM SHOPPING. DENUNCIA PENAL. AUTORIDAD ANTE QUIEN SE INTERPONE. ART. 174 CPPN. “... el ordenamiento procesal prevé específicamente en su artículo 174 que toda persona que se considere lesionada por un delito puede denunciarlo tanto ante el juez como ante el agente fiscal o bien en sede policial”. “Siendo ello así, que la querella haya optado por la última de las posibilidades no permite inferir por si sola una elección del Tribual orientada a favorecerla, ni mucho menos derivar de ello que el instructor haya actuado en tal sentido”. “Recientemente, la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal tuvo oportunidad de expedirse sobre el tema que invoca el incidentista, trazando ciertas pautas sobre lo que comúnmente se conoce como “forum shopping” y las condiciones que deben reunirse para que opere la nulidad de un proceso – como la que aquí se pretende- por esta causal (causa n° 113.291 “Clutterbuck”, rta. el 4/2/09, publicada en “La Ley”, año LXXIII n° 36, 20/2/09 y de esta Sala causa n° 27.532 “Farfán, Viviana E. s/recusación”, reg. n° 29.587 del 5/3/09)”. “Refiriéndose allí al artículo 174 del ritual aquel Tribunal expresó que “el ejercicio regular de ese derecho, que incluye la facultad de elegir la autoridad ante la que se presentará la denuncia, no puede constituir en ilícita la elección que está autorizada por la ley (rige, el art. 1071 C.C.). La ley no ampara, sin embargo, el ejercicio abusivo del derecho, entendido por tal el que contraríe los fines que aquella tuvo en mira al reconocerlos o al que exceda los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres”. C.C.C. Fed. Sala II 142 Cattani - Irurzun - Farah Poder Judicial de la Nación 10.12.2009 “Bonelli” Causa 28.457 Reg. 30.794 J. 12 - S. 24 MARCAS Y DESIGNACIONES. USO DE MARCA REGISTRADA. MARCA SIMILIAR O PARECIDA. ATIPICIDAD DE LA CONDUCTA. PRINCIPIO DE LEGALIDAD. INTERPRETACIÓN DE LA LEY. “... no resulta típica la conducta de quien utiliza una marca similar o parecida a la registrada por un tercero, sino sólo la de quien usa la marca misma. Lo contrario importaría extender el tipo penal a supuestos no contemplados por la ley (ver de esta sala causa n° 24.078, “Sprayette S.A. s/sobreseimiento ley 22.362”, reg. 185 del 10 de marzo de 2009)”. “El principio de legalidad, rector en materia penal, plasmado en el artículo 18 de nuestra Constitución Nacional, veda cualquier interpretación extensiva o analógica en materia penal, debiendo ceñirse, quienes aplican la ley, al estricto texto de la norma, lo que, en el caso de autos, viene a representar un obstáculo insalvable para el juzgamiento de la conducta de quienes representan a (...), por cuanto no se ha utilizado la marca del querellante, sino una eventualmente confundible con ésta”. “... las cuestiones relativas a la confusión o no que puede generar una determinada marca deben USO OFICIAL resolverse por la vía civil establecida a tal efecto en la ley marcaria, y resultan ajenas a esta sede penal, dado su carácter de ultima ratio del ordenamiento jurídico”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero- Freiler - Farah 10.12.2009 “Emiliani” Causa 43.436 Reg. 1410 J. 9 - S.18 MATERIAL INFLAMABLE. TENENCIA. DELITOS DE TENENCIA. ESTRUCTURA TÍPICA. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO. “… un análisis de este tipo no puede pasar por alto ciertas precauciones relativas a la estructura del tipo penal en cuestión. El Dr. Julio Maier las ha sintetizado de la siguiente forma: “[l]os delitos conocidos como ‘de tenencia’ resultan particularmente vidriosos frente a la exigencia constitucional que obliga a que los tipos penales se refieran, de algún modo, a la interacción de los sujetos con los bienes jurídicos…” (“Aldao, Mauricio Ángel” del registro del Tribunal Superior de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires resuelta el 24/10/2007)”. “En el caso, no es posible perder de vista por otra parte que el bien jurídico –tutelado, más que protegido- es de tipo colectivo. En alusión a estos últimos, la CSJN ha sostenido que: “…sobre la interpretación de tales bienes colectivos la Corte Interamericana ha dado claras pautas interpretativas, para evitar que la mera invocación de tales intereses colectivos sean utilizados arbitrariamente por el Estado” (causa “Arriola, Sebastián y otros s/causa nº 9080”, A. 891. XLIV, del 25/08/2009). Ante ello, la interpretación que se impone es aquella que torne compatible la prohibición penal con la Constitución Nacional”. “Es que en el caso, la estructura de la norma analizada es de flanqueo, es decir, que tiende a garantizar las condiciones de vigencia de las normas principales –de delitos de lesión-. Así, en cierto modo, se adelanta la punibilidad a un estadio previo a la lesión del bien jurídico protegido por las normas principales, mediante el recorte de la relación de disponibilidad implicada por este último y la consecuente creación de un bien jurídico colectivo que tiende a garantizar la vigencia de la norma principal”. “En este tipo de supuestos existen razones de peso que impiden, a la hora de evaluar la relevancia jurídico-penal de la conducta estudiada, prescindir de una ojeada retrospectiva al bien jurídico protegido por la norma principal”. 143 “Una de ellas, es la propia estructura de la norma en cuestión. La segunda –y principal- radica en que: “…En consecuencia, la función limitadora del bien jurídico viene atrincherada, ante una pulsante abstracción en su formulación e interpretación, por el principio de lesividad que vuelve a conectar, en consecuencia, el bien con su titular, es decir, a reforzar la relatividad comprendida en la definición de relación de disponibilidad…” (cfr. CCFed., Sala I, “Rojas, Isabel y otros s/procesamiento”, c/n° 42.719, rta. El 19/8/09, Reg. N° 840)”. “Y esta precaución resulta aún más operativa en casos como el de la especie, en los cuales las conductas prohibidas se encuentran muy cerca del riesgo permitido, al punto tal que la norma del 189 bis, inc. 1, tercer párrafo, debe realizar un llamado de la antijuridicidad en el tipo penal –al exigir, como presupuesto de la configuración típica, la falta de justificativo de la tenencia del material inflamable-“. “En efecto, la manipulación de combustible constituye, en principio, un riesgo permitido en las sociedades contemporáneas. Por eso, y en consonancia con las precauciones realizadas con antelación, corresponde estudiar si en el contexto en que fue verificada la tenencia del material – más allá del asunto relativo a su justificación- ella puede haber quebrado el flanqueo de la seguridad pública y comprometido de esa forma -cuanto menos- la norma principal”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 17.12.2009 “Pache” Causa 43.209 Reg. 1437 J. 6 - S. 11 MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FACULTADES DURANTE LA ETAPA INSTRUCTORIA. LEY 24.946. “La ley 24.946 faculta a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas a requerir informes, realizar diligencias y recibir declaraciones testimoniales, así como a coadyuvar al fiscal del caso en la investigación de los delitos imputados a funcionarios públicos (artículos 26, 33 “t”, 45 “c” y 50 de esa norma). A la vez, el Código Procesal Penal de la Nación prevé expresamente que puede delegarse en el Ministerio Público la dirección de la pesquisa y que en ese supuesto cuenta con atribuciones para citar testigos, practicar inspecciones de lugares y cosas -orden de allanamiento mediante, de ser necesario- y disponer las medidas que estime necesarias en el ejercicio de sus funciones (artículos 196, 212 y sgtes.)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Ninguna de estas normas, que habilitan al órgano acusador a proceder del modo cuestionado por el recurrente, ha sido calificada de inconstitucional en este planteo. Por otro lado, no se observa que los extremos expuestos hayan significado una afectación para el derecho de defensa de Miceli ni ponerla ilegítimamente en una situación de desigualdad con las demás partes” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “No debe olvidarse que la esencia de la etapa instructoria reside justamente en la finalidad de recolectar los elementos que, eventualmente, den base a la acusación o requerimiento para la apertura del juicio público o, en caso contrario, determinen la clausura de la persecución penal (Maier, Julio B.J. “Derecho Procesal Penal. I. Fundamentos”, 2da edición, Editores del Puerto S.R.L., pág. 452, Buenos Aires, 1999); y que, por esa circunstancia, el procedimiento preliminar tiene un carácter meramente preparatorio que por su propia naturaleza supone una cierta prevalecencia de los órganos estatales de persecución penal por sobre el imputado (del Fallo “Quiroga” de la CSJN, Q. 162. XXXVIII, rta. el 23/12/04)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Pues bien, dentro de estos parámetros, la defensa ha contado en esta instrucción con amplias facultades para discutir la veracidad, entidad o valor probatorio de la información que surge de las evidencias reunidas (ver artículos 294, 298, 311 y sgtes., entre otros), por lo que no ha existido un perjuicio concreto a raíz de lo apuntado. Por lo demás, será el debate oral, donde rigen con 144 Poder Judicial de la Nación amplitud los principios de contradicción, inmediatez y continuidad, el ámbito más propicio para que el impugnante confronte y examine las declaraciones de los testigos que cuestiona por esta vía” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 15.12.2009 “Miceli” Causa 28.612 Reg. 30.827 J. 1 - S. 2 NULIDAD. IMPROCEDENCIA. REQUISITO DE AFECTACIÓN DE UN DERECHO O INTERÉS LEGÍTIMO Y CAUSE PERJUICIO IRREPARABLE. “... en materia de nulidades procesales prima un criterio de interpretación restrictiva y sólo cabe anular las actuaciones cuando el vicio afecte un derecho o un interés legítimo y cause un perjuicio irreparable, sin admitirlas cuando no exista una finalidad práctica, que es razón ineludible de su procedencia (C.S.J.N. Fallos 325:1404, 323:929, 311:1413 y 311:2337, entre otros)”. “De este modo, la invalidez por vicios formales carece de existencia autónoma, dado el carácter accesorio e instrumental del derecho procesal, y exige, en cambio, como presupuesto esencial, que el acto impugnado tenga trascendencia sobre la garantía de defensa en juicio o se traduzca en la restricción de algún otro derecho. Caso contrario, la sanción aparecería respondiendo a un USO OFICIAL formalismo vacío, en desmedro de la idea de justicia y de la pronta solución de las causas, en lo que también está interesado el orden público (C.S.J.N., J. 25. XXXIX “Jurevich”, rta. el 7/6/05; B. 66, L. XXXIV, “Bianchi”, rta. el 27/6/02; Fallos 323:929)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 10.12.2009 “Bonelli” Causa 28.459 Reg. 30.793 J. 12 - S. 24 PECULADO. ART. 261 CP. REQUISITOS TÍPICOS. PERCEPCIÓN IRREGULAR DE FONDOS POR PARTE DE FUNCIONARIOS PÚBLICOS. SOBRESUELDOS. SUSTRACCIÓN DE CAUDALES PÚBLICOS. AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN. DELITOS DE INFRACCIÓN DE DEBER. “… la investigación llevada a cabo durante esta etapa instructoria ha permitido revelar la existencia de un sistema clandestino de pago a funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional, de una determinada jerarquía, instrumentado desde la más alta esfera de dicho poder, que tuvo lugar durante los dos períodos en los que Carlos Menem ejerció la primera magistratura” (Del voto del Dr. Freiler). “Los fondos con los que se afrontaron tales desembolsos habrían provenido de partidas presupuestarias asignadas originalmente a gastos reservados, que son aquellos vinculados con cuestiones de defensa nacional y seguridad, y cuyo régimen especial dificulta, en gran medida, el control estatal (ley secreta n° 18.302 y decreto n° 5315/56). Adviértase que sólo los fondos reservados podían disponerse en efectivo -a diferencia de lo que ocurre en las dependencias de la administración pública, donde no se maneja dinero, sino que se administran partidas presupuestarias-, y no se exigía una rendición de cuentas debidamente respaldada por la documentación correspondiente. Resta agregar que, en la contabilidad del Estado, una vez depositados en la cuenta bancaria del organismo en cuestión, los fondos se registran como “gastos”, con independencia del destino que finalmente se les otorgue” (Del voto del Dr. Freiler). “Sin embargo, esas especiales características -que, sin duda, motivaron la elección de ese tipo de fondos para la implementación del sistema aquí investigado- “no exime(n) al responsable de su administración, percepción o custodia de tener que asignarlos a fines lícitos, compatibles con las 145 funciones del organismo y que respondan a razones de orden público, sin que tales fondos sean entregados para que el funcionario disponga de ellos a su arbitrio, ni que constituyan parte de su remuneración, pues estas irregularidades no se pueden interpretar como la voluntad de la ley que reglamenta su procedencia o disposición” (C.C.C.F., Sala I, c. “Galeano, Juan y otros”, rta. el 29/6/07). En similar sentido se ha expresado que “Nunca en un Estado de Derecho los fondos públicos -que provienen básicamente del aporte de los ciudadanos vía impuestos…- quedan exentos de ilicitud por su disposición arbitraria, lo demuestra el supuesto de los llamados ‘fondos o gastos reservados’” (Cámara de Apelaciones Criminal de Paraná, sala I, c. “Valente, Roberto Delfor”, rta. 3/3/03, del voto del Dr. García)” (Del voto del Dr. Freiler). “Resta referirse a la clandestinidad que caracterizaba la modalidad de pago a los funcionarios investigados, que pudo ser conocida a través de los testimonios colectados durante la instrucción. El dinero era entregado en efectivo, en el interior de sobres sin identificación oficial, por parte de funcionarios que, en la generalidad de los casos, poseían idéntica jerarquía que quien cobraba, y en lugares que no funcionaban, habitualmente, como oficinas de pago. El monto recibido no constaba en el recibo de sueldo correspondiente, y la entrega se efectuaba, generalmente, sin requerir la suscripción de recibo o constancia alguna o, en el mejor de los casos, mediante la firma de un recibo sin membrete ni identificación alguna, que carecía de toda explicación vinculada al concepto del pago” (Del voto del Dr. Freiler). “Todo ello obsta a admitir el criterio esbozado por la Sala II de esta Cámara de Apelaciones, en cuanto a que se trataba de un sistema de compensación salarial a funcionarios del Poder Ejecutivo de la Nación. En modo alguno puede admitirse la implementación por parte de dicho poder del Estado de un sistema cargado de irregularidades y la más absoluta discrecionalidad como el aquí examinado, desconociendo el presupuesto aprobado por el Poder Legislativo, para abonar el salario a funcionarios públicos. Debe resaltarse que se trataba de un mecanismo de pago ciertamente informal, cuya efectivización no se asentaba en registro alguno ni se labraba ninguna documentación que dé cuenta de ella, y que se encontraba completamente exento del debido control, por parte de los organismos correspondientes, que debe recaer sobre toda la actividad del Estado. Tales características resultan irreconciliables con la racionalidad y transparencia que deben revestir los actos republicanos de gobierno, en un estado de derecho” (Del voto del Dr. Freiler). “Sustenta, también, la hipótesis propiciada el hecho de que algunos de los investigados continuaron percibiendo “sobresueldos” con posterioridad al dictado del decreto 838/94 -que adicionó al salario el cobro de lo que se denominaron “gastos protocolares”, con la particularidad de que no se exigía la rendición de cuentas correspondiente-”(Del voto del Dr. Freiler). “La acción que conforma el núcleo del tipo objetivo del delito bajo estudio [prevista por el art. 261 del CP] es la sustracción. En relación con ello, cabe tener en cuenta que “el verbo sustraer... remite a la idea de que el objeto debe ser separado o apartado de la esfera de la administración pública en la que legalmente se encuentra. (...) Lo relevante es que se aparta, separa o extrae...” (D’ALESSIO, Andrés José, “Código Penal comentado y anotado”, ed. La Ley, 2004, tomo II, págs. 840/1)” (Del voto del Dr. Freiler). “Siguiendo esa misma línea, esta Sala, aunque con diferente integración, ha sostenido que “sustraer significa extraer o quitar los bienes de la tenencia -efectiva o simbólica- con que en el ámbito administrativo han sido colocados por leyes, reglamentos u órdenes, lo cual, se entiende, no exige la apropiación” (causa n° 41.828, “Kammerath, German s/ sobreseimiento”, rta. 4/8/09, reg. n° 743)” (Del voto del Dr. Freiler). “Al respecto, Soler enseña que “la substracción a que se refiere el artículo 261 consiste en el acto de poner los bienes fuera del alcance de la custodia bajo la cual las leyes, los reglamentos o, en general, las disposiciones las colocan (...) Basta, pues, comprometer el dinero, porque ello basta 146 Poder Judicial de la Nación para hacerle perder al dinero del Estado la condición de ser una clase de fondos que solamente se mueven por actos de autoridad” (SOLER, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”, Buenos Aires, 1992, tomo V, pág. 237)” (Del voto del Dr. Freiler). “La acción de sustracción que se tiene por comprobada -con el grado de probabilidad que caracteriza a la etapa instructoria- en este sumario, consiste en la separación -efectuada de modo sistemático, durante varios años- de la esfera de custodia del Estado, de distintas sumas de dinero que originalmente estaban asignadas, por presupuesto, a gastos de carácter reservado, las que, en última instancia, terminaron en manos de una gran cantidad de funcionarios públicos -Ministros, Secretarios de Estado y Subsecretarios-”(Del voto del Dr. Freiler). “Ese accionar -la sustracción de caudales- fue ejecutado, de conformidad con el plan de acción previamente diseñado para el cumplimiento de aquellos fines, en diferentes etapas, tal como lo expliqué en el apartado que antecede. La fase ejecutiva, que comenzó con la conformación del denominado “fondo general de sobresueldos”, culminó en el momento en que cada uno de los funcionarios que resultaron beneficiados por este ilegítimo sistema de pagos percibió el dinero” (Del voto del Dr. Freiler). “… al encontrarnos frente a un delito de aquellos que Roxin caracteriza como “de infracción de deber” -“pertenecen a los delitos de infracción de deber, en principio, los delitos de funcionarios propios e impropios”-, adquiere relevancia la determinación, en cabeza de cada uno de los USO OFICIAL encausados, de la calidad especial de autor exigida por el tipo (Roxin, Claus, “Autoría y dominio del hecho en derecho penal”, ed. Marcial Pons, Madrid, 1998, 383 y ss). Recuérdese que el peculado es un delito de los denominados especiales, que requiere que el sujeto activo revista el carácter de funcionario público, exigencia que debe complementarse con la relación funcional que debe existir entre el autor y los bienes objeto de sustracción, es decir el título en virtud del cual éste se vincula con aquéllos” (Del voto del Dr. Freiler). “El autor citado explica que “la autoría obtiene así en los delitos de infracción de deber una estructura totalmente distinta que a tenor del concepto general de autor. En lugar de la imbricación de las aportaciones al hecho en la fase ejecutiva, se da la determinación del resultado por quebrantamiento conjunto de un deber común. (…)…siempre se dará coautoría allí donde determinado ámbito de asuntos está confiado a varias personas a la vez. (…) En estos casos,… ha de estimarse coautoría siempre que alguien, de acuerdo con otros obligados, mediante cualquier aportación al hecho, incumpliendo las funciones que le están encomendadas, coopera…” (op. cit., págs. 389 y ss)” (Del voto del Dr. Freiler). “En virtud de ello, la distinción entre quienes deberán responder en carácter de coautores y quienes deberán hacerlo como partícipes debe hallarse en la infracción de un deber, el cual está “antepuesto(s) en el plano lógico a la norma y que, por lo general, se origina(n) en otras ramas jurídicas” (op. cit., pág. 385)” (Del voto del Dr. Freiler). C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Filozof - Rimondi 22.12.2009 “Granillo Ocampo” Causa 43.496 Reg. 1488 J. 2 - S. 3 PROCESO PENAL. PERSECUCION PENAL OFICIOSA. IMPROCEDENCIA. NE PROCEDAT IUDEX EX OFFICIO. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. DEBIDO PROCESO LEGAL. “Este Tribunal, con diferente integración, se ha expedido sobre el papel que nuestra Constitución Nacional ha otorgado a los distintos sujetos procesales que intervienen en el proceso criminal (ver Causa nº 38.122 “Palacios s/ nulidad”, reg. 1392, rta el 30/11/05)”. 147 “Se sostuvo en aquel precedente que acusador, defensor y juez conforman una relación triádica en la cual los dos primeros se hallan confrontados procesalmente en una situación de paridad, mientras que el tercero, encargado de juzgar, es quien debe preservar desde una postura imparcial aquel equilibrio de partes”. “El principio ne procedat iudex ex officio, que constituye el transfondo de la nulidad planteada por la defensa, se erige como reflejo de aquella relación funcional entre los protagonistas y determina el impedimento del órgano judicial de actuar de manera oficiosa cuando el Ministerio Público Fiscal, exclusivo titular de la acción penal pública no hubiese instado o promovido la maquinaria jurisdiccional”. “De esta manera, en el marco del debido proceso legal comprendido en el artículo 18 de nuestra Constitución Nacional, la actividad del Tribunal juzgador deberá estar precedida en la totalidad de los casos por el impulso de la acción penal por parte del Ministerio Público Fiscal, viéndose diferenciadas, de esta forma, las funciones de decisión y acusación (art. 120 de la CN, arts. 5 y 65 del CPPN y art. 25 de la ley 24.964, en el mismo sentido, ver c. 39.727 “NN s/ nulidad”, reg. 182, rta. el 15/03/07, de esta Sala, entre muchas otras)”. “Al respecto, Maier sostiene que: “La separación formal de estas funciones fue necesaria para garantizar la defensa individual: ella se reputó imposible sin crear un acusador (contradictor) que circunscribiera la imputación concreta que el imputado estaba facultado a resistir y contestar, con todos los medios legítimos a su alcance, y sin dotar de un grado aceptable de imparcialidad al juzgador, consistente en evitar que él se comprometa, antes del fallo, con la hipótesis delictiva, afirmándola desde la iniciación del procedimiento. Consecuentemente, es por ello que, para expresar esta característica de la persecución penal actual, la doctrina afirme, de modo práctico, el monopolio acusatorio o persecutorio del ministerio público en materia penal” (Derecho Procesal Penal, Ed. del Puerto, Bs. As., 1999, pág. 826/7)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 21.12.2009 “Bertran” Causa 43.558 Reg. 1467 PRUEBA. RECONOCIMIENTO DE PERSONAS. J. 3 - S. 5 RECONOCIMIENTO FOTOGRÁFICO. CARÁCTER REPRODUCIBLE. “Se ha señalado que el reconocimiento de personas en sí mismo es susceptible de reproducción y que las objeciones que comúnmente se realizan para considerar inválida una repetición en realidad tan sólo inciden en su eficacia probatoria, “pues la imposibilidad la ley la valora desde un punto de vista material … y no psicológico” (conf. Navarro-Daray, “Código Procesal Penal de la Nación”, pág. 660, Hammurabi, Buenos Aires, 2004, con referencia al art. 200 citado)”. “Siendo así es pertinente tener en cuenta que “la práctica del reconocimiento fotográfico no impide ni invalida el ulterior reconocimiento en persona … pues previamente a su realización se debe interrogar al reconocedor si ha visto anteriormente la persona ‘en imagen’ …” (conf. Navarro-Daray, “Código Procesal Penal de la Nación”, pág. 668, Hammurabi, Buenos Aires, 2004, y sus citas)”. C.C.C. Fed. Sala I Cattani – Irurzun - Farah 22.12.2009 “Lares” Causa 28.454 Reg. 30.861 J. 9 - S. 17 RECURSO DE APELACIÓN. ACUMULACIÓN DE CAUSAS ENTRE JUECES DE IGUAL COMPETENCIA Y JURISDICCIÓN. CUESTIÓN NO SUSCEPTIBLE DE APELACION “…por regla, la decisión sobre acumulación de causas entre jueces de idéntica competencia y jurisdicción no causa agravio y, por ende, no resulta susceptible de apelación (ver causa n° 24.975 148 Poder Judicial de la Nación “Huñis”, reg. n° 26.632 del 4/4/07, causa n° 18.524 “Incid. de Incompetencia”, reg. n° 21.106 del 13/5/06, causa n° 20.806 “Torres de Tolosa”, reg. n° 21.890 del 16/12/03 y causa n° 11.330 “Ortiz Almonacid”, reg. n° 12.918 del 12/3/96)”. Si bien se han reconocido excepciones al principio, los argumentos expuestos en la queja no revelan que se trate de alguno de esos supuestos, en la medida en que no se ha demostrado afectación a garantías constitucionales ni que el temperamento pueda conspirar contra la eficacia y celeridad de la investigación de los acontecimientos concretos por los que se declaró la conexidad parcial. C.C.C. Fed. Sala I Cattani – Irurzun - Farah 21.12.2009 “Pollicita” Causa 28.524 Reg. 30.847 J. 10 - S. 19 RECURSO DE APELACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “… cuando un recurso se formula “...sin hacerse cargo de ninguno de los argumentos concretos expuestos en la resolución”, podrá encontrarse allí una desavenencia con una decisión judicial, mas nunca una apelación en el estricto sentido jurídico del término. Sólo una crítica concreta y razonada de las partes del fallo recurrido, a través de la individualización detallada de los USO OFICIAL desaciertos, omisiones y demás deficiencias que pudiera reprocharse al pronunciamiento impugnado, así como la refutación de las conclusiones de hecho, prueba y derecho en que se fundó el juez de instrucción, constituye un genuino recurso de apelación. Precisiones de las cuales se halla huérfana la presentación debatida en el caso (cfr. por todo, de esta Sala causa n° 38.935 “Morasso” del 11/04/06, causa n° 42.732 “N.N.”, reg. n° 168, rta. el 05/03/09, causa n° 41.202 “Banco República” del 27/12/07, reg. n° 1630, causa nro. 42.976, “De Vido, Julio”, reg. nro. 531, rta. el 9/6/09 y causa nro. 42.949, “Guillermo, Moreno s/ sobreseimiento”, reg. Nro. 749, rta. el 6/8/09)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 17.12.2009 “Wechsberg” Causa 43.576 Reg. 1424 RECURSO DE CASACIÓN. RECURSO J. 1 - S. 1 EXTRAORDINARIO. EFECTOS DE SU INTERPOSICIÓN. ART. 353 CPPN. “… no se advierte que la regulación mencionada, según la cual los recursos de casación y extraordinarios pendientes de resolución no paralizarán el avance del enjuiciamiento a la etapa oral, pueda operar en desmedro de la defensa del imputado, del debido proceso legal, del principio de inocencia o del derecho al doble conforme judicial, genéricamente invocados por el incidentista en el remedio”. “En este sentido, basta con recordar que incluso ante la anterior redacción del artículo 353 del C.P.P.N., este Tribunal concluyó que si la imputación persiste tras haber sido sometida a las instancias ordinarias de revisión, no puede supeditarse la continuidad del proceso a que se hayan agotado también las instancias extraordinarias del ordenamiento procesal -recursos de casación y extraordinario federal- pues requerir que lo actuado durante la instrucción sea avalado sucesivamente en cuatro instancias de contralor jurisdiccional desnaturalizaría la esencia fundamentalmente preparatoria de esta etapa, asemejándola más a un juicio de certeza que de probabilidad sobre la responsabilidad del imputado, atentaría contra el ejercicio adecuado y eficaz de la administración de justicia y afectaría la garantía constitucional de defensa en juicio, comprensiva del derecho de toda persona encausada a ser juzgada en un plazo razonable (causa 149 n° 22.225 “Oliverio”, reg. n° 23.633 del 5/5/05; causa n° 22.468 “Inc. de nulidad de vista del art. 346 CPPN”, reg. n° 23.972 del 28/7/05; causa n° 23.601 “Orentrajch”, reg. n° 24.934 del 30/3/06; causa n° 23.368 “ENRE”, reg. n° 25.009 del 20/4/06; causa n° 28.341 “Acosta”, reg. 30.490 del 14/10/09)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 15.12.2009 “Miceli” Causa 28.610 Reg. 30.826 J. 1 - S. 2 VICTIMA. VICTIMA DEL DELITO. CONCEPTO. PRUEBA. PROHIBICIONES PROBATORIAS. TESTIGO. DECLARACIÓN TESTIMONIAL. PROHIBICIÓN DE DECLARAR CONTRA FAMILIARES CERCANOS. EXCEPCIÓN. DISIDENCIA. “… la jurisprudencia de esta Sala ha coincidido en analizar la condición de afectado por el delito desde una concepción amplia, requiriendo que las consecuencias de los hechos denunciados pudieren representar para él un daño o perjuicio real (ver en este sentido, causa n° 8015 “Ciruzzi”, reg. n° 8700 del 10//92; causa n° 9880 “Monner Sans”, reg. n° 10618 del 15/3/94; causa n° 11201 “Monner Sans”, reg. n° 12361 del 3/10/05; causa nº 12.743 “D.A.I.A.”, reg. nº 13.731 del 19/11/96; causa nº 14.138 “Las Piedras”, reg. nº 15.119 del 19/2/98; causa nº 18.833 “Rohm”, reg. nº 20.407 del 5/11/2002; y causa n° 27.345 “Cook”, reg. 29.341 del 18/12/08, entre otras)” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah). “Similar criterio se advierte en las pautas que trazan sobre el punto instrumentos internacionales. Así, pueden invocarse los “Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y Abusos de Poder” que surgen de la declaración adoptada por la Asamblea General de la ONU en su resolución 40/34, del 29 de noviembre de 1985, donde se consignó que “se entenderá por "víctimas" a las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional… como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente en los Estados Miembros…” (art. A.1) incluyéndose también, en su caso, “a los familiares o personas a cargo que tengan relación inmediata con la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización” (art. A.2)” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah). “… el fundamento de la prohibición estriba primordialmente en principios de orden moral y familiar, pues sería innoble e ilegal que pudiera recurrirse a miembros de la familia del procesado con miras a acreditar su responsabilidad, importando además provocarlos a una lucha de sentimientos encontrados, fomentándoles una idea de disolución (Marcelo A. Manigot “Código de Procedimientos en Materia Penal para la Justicia Federal y Territorios Nacionales (Anotado y Comentado)”, T.1, 2° ed. corregida y aumentada., Ed. J.P.B.A., Bs. As., 1982, pág. 468)” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah). “Es que obligar a un pariente cercano o al cónyuge del imputado a manifestar toda la verdad de lo que conoce con respecto al hecho, como cualquier testigo, importaría en la mayor parte de los casos, colocarlo en la opción de mentirle al juez para salvar a la persona con quien tiene un estrecho lazo afectivo y de este modo incurrir en falso testimonio, o bien decir la verdad y de este modo perjudicar a ese ser querido. Así, es la estabilidad familiar la que en este caso se protege, evitando que por los extremos que se prohíben se puedan llegar a resquebrajar los vínculos sentimentales y afectivos que unen a los componentes de una familia (Eduardo M. Jauchen, “Tratado de la Prueba en Materia Penal”, Ed. Rubinzal – Culzoni, Santa Fé, 2002, pág. 330 y sgtes., con ref. al art. 242 del C.P.P.N., de similar texto al derogado art. 278 del C.P.M.P.)” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah). 150 Poder Judicial de la Nación “Esta Sala no ha sido ajena a la evaluación del espíritu de la prohibición, advirtiendo que en esos supuestos el legislador hace ceder el valor del esclarecimiento y castigo de los hechos punibles a favor de otros valores, como la integridad y cohesión de los vínculos familiares (ver causa 10.166 “Zuik”, reg. n° 11.142 del 16/8/94)” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah). “Se trata, como se ve, de una disposición centralmente destinada a resguardar las relaciones familiares entre los involucrados, impidiendo que puedan resquebrajarse los vínculos sentimentales que presuponen” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah). “… con similar texto al del artículo 242 del ordenamiento ritual actualmente vigente y a disposiciones de varias constituciones provinciales (ver Eduardo M. Jauchen, “Tratado de la Prueba en Materia Penal”, Ed. Rubinzal – Culzoni, Santa Fé, 2002, pág. 330 y sgtes.), el artículo 278, segundo supuesto, del Código de Procedimientos en Materia Penal -que rige el trámite de esta causa- establece que no podrán ser citados como testigos los ascendientes y descendientes del acusado, salvo en los casos previstos en el artículo 163, segundo párrafo, de ese cuerpo” (Del voto en disidencia del Dr. Irurzun). “Estas normas apuntan a preservar la cohesión familiar de manera concordante con el principio constitucional que se dirige a la protección integral de la familia (art. 14 bis de la Constitución Nacional)” (Del voto en disidencia del Dr. Irurzun). “Es así que “…se protege el interés en la existencia de relaciones de confianza dentro de la familia, USO OFICIAL y se respeta la necesidad del hombre de confiar en sus parientes más próximos, sin tener que temer que de este modo se le estén proporcionando al Estado medios de prueba…” (Fallos 326:3758, del voto de los Doctores Petracchi y Moline O´Connor)” (Del voto en disidencia del Dr. Irurzun). “Debe decirse, en esta línea, que es indiferente para la solución del caso que haya sido ella misma la que pidió declarar, pues la ley también prescribe que no son admisibles las denuncias voluntarias de descendientes contra sus ascendientes, bajo pena de nulidad (art. 163 del C.P.M.P.)” (Del voto en disidencia del Dr. Irurzun). “Al respecto, cabe recordar que en oportunidad de interpretar el alcance de la prohibición de este último artículo, la Corte confirmó la sentencia que declaró la nulidad de la denuncia efectuada por la esposa en contra de su marido, y de todo lo actuado en consecuencia, señalando que la cohesión de la familia, como valor superior, resultaría indudablemente afectada si un proceso penal se pudiere originar a raíz de un elemento aportado por un cónyuge con la intención de perjudicar a otro (Fallos 315:459, voto del Dr. Carlos Fayt)” (Del voto en disidencia del Dr. Irurzun). “Esta interpretación normativa guarda congruencia además con la eximente de pena pautada en el inciso 4° del artículo 277 del Código Penal referida a aquellos parientes cuyo vínculo no excediere el cuarto grado de consanguinidad que llegasen a cometer alguno de los hechos que perjudicaren la administración de justicia previstos en el presente artículo, salvo que el eventual autor con su obrar “asegurare o ayudare al autor o partícipe a asegurar el producto o provecho del delito” o su conducta estuviere motivada en el “ánimo de lucro” (Del voto en disidencia del Dr. Irurzun). C.C.C. Fed. Sala I Cattani – Irurzun - Farah 21.12.2009 “Cabandié Alfonsín” Causa 28.390 Reg. 30.853 J. 1 - S. 2 151