Poder Judicial de la Nación

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ATENTADO Y RESISTENCIA CONTRA LA AUTORIDAD. ART. 239 C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
Respecto de la figura penal de desobediencia contemplada en el art. 239 CP, “..si bien la norma no
hace mención expresa a la necesaria existencia de una orden, lo cierto es que sin ésta no puede
configurarse la conducta típica, puesto que “(...)sólo puede desobedecer quien es destinatario de
una orden (...)” (Creus, Carlos; Buompadre, Jorge Eduardo; “Derecho Penal -Parte Especial-“,
Tomo 2°, 7ma. edición ampliada y actualizada, Editorial Astrea, ciudad de Buenos Aires, año 2007,
pag. 238)”.
“A través de distintos precedentes jurisprudenciales que recogieron la discusión doctrinaria sobre el
punto, se ha dado contenido conceptual al término orden, afirmándose que “(...)es un
mandamiento, escrito u oral, que se da directamente a una persona, aunque no necesariamente en
persona, por parte de un funcionario púiblico, para que se haga algo o se deje de hacer algo. Por
ende, serán órdenes las que lleven a efectivizar la disposición de una autoridad. No debe ser
considerada una orden la resolución judicial, cualquiera fuere la forma, esto es auto, decreto o
sentencia, aunque sí lo deben ser los mandamientos que tienen como fin el cumplimiento de la
sentencia (...)” (de esta Sala, C/N°34.570 “Datwiler, Guillermo O. s/procesamiento”, rta: 20/11/02,
reg: 1218; C/N° 35.579 “Di Credico, Rolando P. s/sobreseimiento”, rta: 21/10/03, reg: 934; y en
similar sentido, CNCP, Sala III, “Godoy, Heriberto Silvano s/recurso de casación”, rta: 15/08/02,
reg: 410.02.3, entre muchas otras)”.
USO OFICIAL
“Desde una óptica meramente formal, los parámetros que delimitan la conceptualización del
término orden son aquellos expuestos en el párrafo anterior. Constituye una cuestión zanjada tanto
a nivel doctrinario como jurisprudencial. Sin embargo, el contenido o naturaleza de la manda que
se reputa desobedecida merece también ser considerada al encararse el juicio de adecuación con
respecto al tipo penal contenido en el art. 239 CP”.
“Distintos Tribunales y, en especial, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (Fallos 306:1570,
313:824, 315:1693, entre otros) han considerado que el término orden no debe reputarse
comprendido entre aquellas mandas vinculadas con intereses personales de partes, o en otras
palabras, que se encuentren relacionadas con obligaciones privadas de carácter patrimonial, con
repercusiones de estricto derecho civil”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
5.2.2009
“Vigo”
Causa 42.332
Reg. 52
J. 9 - S. 17
AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN. DOMINIO FUNCIONAL DEL HECHO. PRINCIPIO DE LESIVIDAD.
“A través de la la categoría de dominio funcional Roxin consigue englobar un conjunto de
actividades delictivas dentro de las cuales el agente no tiene ni el dominio de acción ni el dominio
de voluntad, mas, aún así, participa activamente en la realización del delito cuya acción típica lleva
a cabo otro. De tal forma, es presentado como un tercer grupo de casos distinto de aquellos en los
cuales el agente realiza la acción típica personalmente –dominio de la acción-, o hace ejecutar el
hecho mediante otro cuya voluntad no es libre, o que no conoce el sentido objetivo de la acción de
su comportamiento o lo abarca en menor medida que el sujeto de detrás o que es sustituible a
voluntad en el marco de una maquinaria de poder organizada –dominio de voluntad- (Roxin, Claus,
“Autoría y dominio del hecho en derecho penal”, Marcial Pons, Madrid, 1998, pág. 303 y sstes.)”.
“El dominio funcional apunta a quienes prestan en la fase ejecutiva una aportación al hecho
funcionalmente significativa. El agente debe tratarse de una “figura central del suceso de la acción”,
es decir, ocupar un lugar clave, lo que coincide con la estructura de la coautoría en tanto cada
coautor “tiene algo más que el dominio sobre su porción del hecho y, sin embargo, únicamente
dirige el hecho conjuntamente con los otros”(op. cit, pág. 307). En suma, es “coautor todo
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interviniente cuya aportación en la fase ejecutiva representa un requisito indispensable para la
realización del resultado pretendido, esto es, aquel con cuyo comportamiento funcional se sostiene
o se viene abajo lo emprendido” (op.cit, pág. 308/309). Roxin toma de Maurach el ejemplo del jefe
de una banda que da instrucciones por teléfono, en donde se advierte la innecesariedad de que
aquel personaje central “ponga manos a la obra” y ni siquiera que esté presente en el lugar del
hecho. Sí se requiere, en cambio, que su actuación esté incluida en el plan global y que no sea
indiferente para el desarrollo del suceso, más bien todo lo contrario (op. cit, pág. 309)”.
“Cerezo Mir resume que para la teoría del dominio funcional del hecho “los sujetos que llevan a
cabo actos de mero auxilio son coautores si de acuerdo con el plan delictivo les corresponde una
función esencial, independiente durante la ejecución del delito, de modo que sin su contribución no
hubiera sido posible la comisión del mismo”. De modo que se puede ser coautor sin realizar algún
elemento del tipo si es que se tiene el dominio –funcional- del hecho (Cerezo Mir, José, “Obras
Completas I. Derecho penal. Parte general”, Ara Editores, Perú, 2006, pág. 1096/1097)”.
“Retomamos Roxin para acentuar que las mencionadas directrices deben servir al juez para
“continuar mentalmente la idea del dominio del hecho funcional sobre la base de las circunstancias
individuales y adoptar entonces una decisión autónoma”. El concepto de la “importancia esencial”
del aporte sólo puede representar un principio regulativo que guíe al juez hacia una solución para
el caso concreto. En este sentido, el dominio del hecho funcional es un concepto abierto que debe
ser cerrado por el juez (op. cit., pág. 310/312).”
“el principio de lesividad que, al decir de Ferrajoli, constituye el fundamento axiológico de uno de
los elementos sustanciales o constitutivos de delito: la naturaleza lesiva del resultado.
Históricamente, subraya, “este principio ha jugado un papel esencial en la definición del moderno
estado de derecho y en la elaboración, cuando menos teórica, de un derecho penal mínimo, al que
facilita una fundamentación no teleológica ni ética, sino laica y jurídica, orientándolo hacia la
función de defensa de los sujetos más debiles por medio de la tutela de derechos e intereses que
se consideran necesarios o fundamentales” (Ferrajoli, Luigi “Derecho y razón. Teoría del
garantismo penal”, Ed. Trotta, Madrid, 1995, pág. 464/467)”.
“Por su parte, Zaffaroni, Alagia y Slokar acentúan la necesidad de verificar la existencia de un
pragma conflictivo. Esa es la función reductora de lo que denominan tipicidad conglobante, espacio
donde proponen comprobar la existencia de una lesividad objetivamente imputable a un agente.
Para estos autores la consideración conglobada de la norma excluye la lesividad cuando: no haya
afectación al bien jurídico o ésta no sea significativa; la exteriorización de la conducta encuadre
objetivamente en lo que tenía el deber jurídico de hacer en esa circunstancia o en el modelo de
acciones fomentadas por el derecho; medie un acuerdo o una asunción del riesgo por parte del
sujeto pasivo; o el resultado no exceda el marco de la realización de un riesgo no prohibido
(Zaffaroni, Eugenio R; Alagia, Alejandro; Slokar, Alejandro “Derecho Penal. Parte General”, Ediar,
Buenos Aires, 2002, pág. 479 y sstes.)”.
“En una u otra formulación la lesividad nos orienta, de inicio, hacia la comprobación de una lesión a
un bien jurídicamente protegido tal que justifique la respuesta del poder punitivo…”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
3.2.2009
“Perna”
Causa 42.612
Reg. 31
J. 9 - S. 18
COMPETENCIA. QUIEBRA FRAUDULENTA. COMPETENCIA DE LA JUSTICIA ORDINARIA.
“… se ha establecido que “....la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha resuelto que, como la
quiebra fraudulenta lesiona a la masa de acreedores con derecho al cobro de los créditos
provenientes del patrimonio del deudor y no a los acreedores individualmente considerados, resulta
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competente la justicia ordinaria y no federal para considerar a su respecto, aunque el Estado
Nacional haya verificado un crédito a su favor (fallos 304:1265 y 308:1848, y de esta Sala -vid.
causas n° 22.681 “Incidente de incompetencia en autos n°11.676/04", del 28/6/05, reg. 23.859, y
causa n° 25.837 “Dipace Turmos Mirta Perla s/ competencia” del 12/11/07, reg. n° 27.649).”
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
16.2.2009
“Turismo Río de la Plata”
Causa 26.822
Reg. 29.475
J. 11 - S. 21
DEFENSA EN JUICIO. DEBIDO PROCESO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DERECHO A
SER
OÍDO.
DERECHO
A
CONTROLAR
LA
PRUEBA
DE
CARGO.
DECLARACIÓN
INDAGATORIA. NULIDAD.
“… el derecho a defenderse que consagra nuestra Constitución Nacional comprende, entre otros
aspectos, la facultad del imputado de ser oído. Por un lado, esta facultad abarca -ineludiblementela necesidad de que se efectúe una imputación -entendida como una afirmación clara, precisa y
circunstanciada de un hecho concreto de la vida de una persona-, y la posibilidad efectiva de
conocerla. “En verdad, no tendría ningún sentido expresar el derecho a ser oído, ni regular
pormenorizadamente la necesidad de una imputación correcta para darle vida, si no se previera el
USO OFICIAL
deber de comunicar al perseguido la imputación que a él se le dirige” (Carrara, Programa, t. 2, pág.
201, citado por Maier Julio B. J., Derecho Procesal Penal, t. 1, Fundamentos, Editores del Puerto,
Buenos Aires, 1999, pág. 559) (conf. causa n° 35.431 “De Bellefroid”, Reg. n° 971 del 29/10/2003)”.
“Este derecho a ser oído está íntimamente vinculado con la posibilidad que tiene el imputado de
controlar la prueba sobre la que se cimienta la imputación para así poder enfrentarla con el objeto
de neutralizarla o bien atenuarla”.
“Esta facultad que tiene el imputado de controlar la prueba y de alegar aquella que sea pertinente
para resistir la imputación que se le dirige o bien atenuarla, tiene una mejor realización si se
cumple con el ideal de equiparar las posibilidades de éste respecto de las del acusador, precepto
que integra el derecho de defensa”.
“Así explica Maier que “...para que se pueda hablar de igualdad de posibilidades en relación a la
decisión que pone fin al procedimiento, cuya misión es ...fijar los hechos averiguados durante el
procedimiento, resulta necesario garantizar al imputado las misma facultades, para influir sobre la
reconstrucción fáctica, que le son reconocidas al ministerio público, es decir idénticas posibilidades
de influir sobre la recepción y valoración de la prueba. Ello equivale a expresar: idénticas
posibilidades de influir en la decisión” (conf. aut. y ob. cit. pág. 584/5)”.
“Cercenar el derecho de control de la prueba de cargo o de descargo que puede servir de
fundamento para la adopción de decisiones que, como el procesamiento, la prisión preventiva o el
sobreseimiento, entre otras, pueden producir consecuencias respecto del imputado que, en
algunos casos, pueden resultar de tardía reparación, importa una clara violación al derecho de
defensa y debido proceso legal”.
“Estos aspectos del derecho de defensa se encuentran prescriptos en la Convención Americana
sobre Derechos Humanos -artículo 8°.2- y por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos -artículo 14, apartados 2 y 3-, ambos tratados con jerarquía constitucional-”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
18.2.2009
“Huaman”
Causa 42.644
Reg. 81
J. 2 - S. 3
DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN. ART. 299 C.P. MATERIAS O INSTRUMENTOS DESTINADOS
A FALSIFICAR DOCUMENTOS. REQUISITOS TÍPICOS.
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“Como punto de partida la norma escogida se encuentra ubicada en el título de la parte especial
del Código de fondo donde el legislador tipificó aquellas conductas susceptibles de comprometer la
fe pública, por lo que, lógica deductiva, la conducta achacada merece el mismo reproche en cuanto
lesión al bien jurídico en juego. El legislador, en este caso, con base en su potencialidad lesiva,
anticipó la punición frente a eventuales y futuras lesiones plasmadas en la concreción de las
falsificaciones que eventualmente y en un futuro los instrumentos secuestrados podrían dar lugar”.
“En este punto del análisis debe señalarse que aquella potencialidad lesiva de los objetos hallados
consistiría en la posibilidad de elaborar recetas médicas apócrifas con el objeto de, en su caso, y a
modo de ejemplo, obtener medicamentos no legítimamente prescriptos, o bien certificaciones
médicas también espúreas”.
“Por tanto, la conducta imputada en el plano objetivo, consistente en conservar aquellos
instrumentos, una vez comprobada, de acuerdo a lo prescripto por el legislador resulta una
amenaza punible para aquel bien jurídico bajo cuya protección la norma fue inspirada”.
“Como sostiene la doctrina al analizar la figura en cuestión, “conserva en su poder el objeto quien
lo tiene, asumiendo dicha tenencia cierto carácter de permanencia...” y agrega, que “se trata de
conservar en su poder, es decir, teniendo la disponibilidad del objeto ..” (Creus, Carlos, Derecho
Penal. Parte Especial. Tomo II, Ed. Astrea, Bs. As., 1999, p. 475, en el mismo sentido ver:
D´Alessio, Andrés José, Código Penal. Comentado y Anotado, ed. La Ley, Bs. As., 2004, p. 1003)”.
“Por otra parte, en cuanto a la materia del delito –en este caso sello mecánico apócrifo, recetario
médico y almohadilla- también recaen dentro de las sustancias cuya conservación reprime la
norma”.
“En este sentido se ha interpretado que “por materia se debe entender toda sustancia que pueda
servir para la falsificación, como tintas, papel, metales, etc. Instrumento es el ingenio o máquina, en
cuanto piezas combinadas adecuadamente para la finalidad expresada por la ley, o la pieza única
que puede aplicarse a ella” (D´Alessio, op. cit., p. 1003)”.
“En referencia al aspecto subjetivo de la norma se entiende que “el presente es un delito doloso
que requiere que el autor obre a sabiendas del destino de los objetos, es decir, el agente debe
tener conocimiento de la idoneidad en potencia de los elementos falsificadores y de su posible
empleo ilícito...”(D´Alessio, op.cit., p. 1003)”.
“Como sostiene Creus, los elementos “tienen que ser conocidamente destinados a cometer
algunas de las falsificaciones legisladas en el título, lo cual implica una destinación objetiva de los
objetos a la falsificación .... el objeto mismo, por su propia naturaleza, tiene que ser materia o
instrumento para falsificar, a cuya característica hay que agregar lo notorio de ese destino”(Creus,
C. , op. cit, p. 476)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
26.2.2009
“Araujo”
Causa 42.228
Reg. 142
J. 11 - S. 21
ESTAFA. ART. 173 INC. 9 C.P. ESTELIONATO. REQUISITOS TÍPICOS.
“El art. 173, inc. 9 reprime, en lo pertinente, la conducta de quien vendiere como propios, bienes
ajenos…”
“… el estelionato se particulariza frente a la figura genérica de estafa en razón de que el engañado
sólo puede ser el comprador y que, el ardid específico admite la omisión de la obligación de revelar
el carácter ajeno del bien transmitido. De hecho, esta especificidad fue la que motivó la reforma
introducida por la ley 17.567 –pese al posterior retorno al texto original- (cfr. Soler, Sebastián,
“Derecho Penal Argentino”, Ed. Tea, 4° edición, parte especial, Buenos Aires, 1987, Tomo 4, ps.
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Poder Judicial de la Nación
385/93; en el mismo sentido, Creus, Carlos, “Derecho Penal, Parte Especial”, Astrea, 5° edición
actualizada, Buenos Aires, 1996, ps. 527/31)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
24.2.2009
“Jacquet”
Causa 41.728
Reg. 137
J. 1 - S. 2
ESTUPEFACIENTES. ART. 5° INC. “C” LEY 23.737. ESPECIAL ELEMENTO SUBJETIVO DEL
TIPO. FINALIDAD DE COMERCIALIZACIÓN. ULTRAINTENCIÓN DE COMERCIAR.
“este Tribunal ha dicho que: “El especial elemento subjetivo del tipo penal del art. 5° inc. “c” de la
ley 23.737 –distinto del dolo- es la finalidad de comercialización que implica una ultraintención de
comerciar que aún no se ha manifestado en pasos concretos de ejecución y debe comprobarse
tras una cuidadosa referencia a la forma en que se ha detentado la droga, su cantidad y todo otro
elemento indiciario de una futura actividad mercantil” (c. 34.207, “Zafra Montero, R. y otros”, del
USO OFICIAL
18/02/02, reg. 531 y c. 40.170, “Cerone, P. D.”, del 10/04/07, reg. 295, entre muchos otros)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
27.2.2009
“Torres”
Causa 42.777
Reg. 155
J. 2 - S. 3
LIBERTAD DE EXPRESIÓN. LIBERTAD DE PRENSA. CENSURA. LIBRE ACCESO A LAS
FUENTES DE INFORMACIÓN. ALCANCES.
Respecto del derecho a la libertad de expresión, “Debe recordarse, entonces, la trascendencia que
históricamente se le ha asignado en tanto pilar fundamental de la democracia y la amplitud con que
ella ha sido concebida en nuestro sistema constitucional. Esto es, no sólo como el derecho y la
libertad de expresar el propio pensamiento sino, a la vez, como el de buscar, recibir y difundir
informaciones e ideas de toda índole: representa un derecho individual pero, también y al mismo
tiempo, un derecho colectivo; de allí es que cuando ilegalmente se restringe la libertad de
expresión de un sujeto no sólo es el derecho de la persona el que está siendo violado sino el de
todos a recibir informaciones e ideas y, por consiguiente, una restricción de las posibilidades de
divulgación importa directamente, y en la misma medida, un límite al derecho de expresarse
libremente (opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos OC-5/85 citada
por la Sala en la causa n° 19.480 “Thomas Catan” del 28/10/02, reg. n° 20.377, y causa n° 17.771
“Bonelli” del 17/7/01, reg. n° 18.835)”.
“El desenvolvimiento de este derecho demuestra que su primigenia protección contra la censura
previa puede ser fácilmente burlada por otras vías que, de manera disimulada, pueden resultar
tanto o incluso más efectivas que un intento directo de silenciamiento, lo que ha conducido a
observar que “...dicha libertad tiene un sentido más amplio que la mera exclusión de esa clase de
censura y la protección constitucional debe imponer un manejo especialmente cuidadoso de las
normas y circunstancias relevantes para impedir la obstrucción o entorpecimiento de la prensa libre
y sus funciones...” (CSJN, Fallos 320:1191 y sus citas)”.
“Es en este contexto que, como otros de sus aspectos esenciales, se inscriben el acceso libre a las
fuentes de información, la posibilidad de recoger noticias, transmitirlas y difundirlas, y de
resguardar razonablemente el secreto de la fuente de la que se han obtenido (cf. causa n° 19.480
“Thomas Catan”, ya citada, y causa n° 21.973 “Campagnoli” del 16/12/04, reg. n° 23.242)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
23.2.2009
“Pinto”
Causa 27.339
Reg. 29.520
J. 11 - S. 21
5
MARCAS Y DESIGNACIONES. LEY 22.362. BIEN JURÍDICO TUTELADO. CONDUCTAS
ABARCADAS POR LA NORMA. ALCANCES.
“esta Sala ha sostenido que la ley de marcas reprime acciones que crean el peligro del engaño al
público acerca de la procedencia y pureza de los artículos que se adquieren confiando en la
garantía que significa la marca puesta sobre los mismos (causa n° 5831, “Cuenca Textil”, reg.
n°6619 bis del 22/8/89)”.
“Sin embargo se ha dicho también que tal criterio debe interpretarse a la luz del grado de amenaza
que sufre el bien jurídico tutelado por la ley 22.362, debiendo descartarse la afectación de la marca
en los casos en los que por su exigua cantidad, calidad visiblemente apócrifa, y ciertas
circunstancias en que son ofrecidos los productos (en la vía pública y a un precio claramente
inferior al del mercado) resulten éstos inidóneos para causar la confusión requerida por la
infracción marcaria (causa n° 20.278 “Balmaceda”, reg. n° 22.009 del 3/2/04)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
26.2.2009
“Enrique”
Causa 27.103
Reg. 29.548
J. 8 - S. 16
MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. LEY ORGÁNICA 24.946. UNIDAD DE ACTUACIÓN. FISCALÍA
NACIONAL DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. RECURSO DE APELACIÓN. PLAZO
PARA SU INTERPOSICIÓN.
“… no debe perderse de vista que en el marco de la unidad de actuación a que alude el artículo 1°
de la Ley Orgánica del Ministerio Público (ley 24.946 B.O. 23/3/98), la conducta asumida por el
fiscal de primera instancia en un proceso compromete la suerte del resto de sus integrantes. Ello
se desprende del principio de unidad e indivisibilidad que rige la actividad procesal de dicha parte,
y que implica que el funcionario que obra por el ministerio público vincula a la organización con sus
acciones o sus omisiones, lo que garantiza a la defensa de la otra parte, es decir, el imputado, la
posibilidad de resistir la acusación en el procedimiento penal en igualdad de condiciones (sobre las
implicancias de este principio, en un sentido similar, de esta Sala ver causa n° 41.077 “Acconcia”
del 13/11/2007, reg. n° 1367; causa n° 40.913 “Lucco” del 18/09/2007, reg. n° 1079; causa n°
41.115 “Tullio” del 22/11/2007, reg. n° 1399; causa n° 41.040 “Heredia” del 04/12/2007, reg. 1485;
causa n° 41.187 “Balabarian” del 22/02/2008, reg. n° 161; y causa n° 41.315 “Boneo” del
22/11/2007, reg. n° 1407; y de la C.N.C.P.: sala I, causa n° 9606 “Accocia” del 17/10/2008, reg. n°
12.712; de la Sala III, causa n° 9252 “Boneo” del 01/07/2008, reg. n° 838; y de la sala IV, causa n°
8662 “Lucco” del 10/09/2008, reg. n° 10.821)”.
“Al mismo tiempo, en el caso no resulta aplicable la excepción a dicho principio reconocida por este
Tribunal en diferentes precedentes (de esta Sala en causa n° 37.954, reg. n° 113 del 01/03/2006; y
de la Sala II causa n° 21.872, reg. n°24.172 del 13/09/2005), toda vez que el mencionado
organismo estatal –integrante también del Ministerio Público Fiscal– se encontraba en pleno
conocimiento de la existencia del presente sumario desde antes del dictado de la resolución, a tal
punto que había sido el que denunció el hecho (confr. fs. 19/20), por lo que se había cumplido con
lo establecido en el artículo 48 de la ley 24.946”.
“Por último, cabe aclarar que el trámite que haya tenido la causa posteriormente a la interposición
de aquel recurso no modifica lo dicho, pues en la medida en que el sobreseimiento quedó firme y
adquirió autoridad de cosa juzgada, nació en cabeza de Sicari la protección del principio del ne bis
in idem, que se desprende implícitamente de nuestra Constitución Nacional (art. 18, 28 y 33) y se
encuentra contemplado expresamente en los arts. 8. 4 de la Convención Americana sobre Derecho
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Poder Judicial de la Nación
Humanos y en el art. 14.7 del Pacto Internacional de derechos Civiles y Políticos (art. 75, inc. 22,
de la C.N.)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
26.2.2009
“Sicari”
Causa 42.547
Reg. 145
J. 6 - S. 11
NULIDAD. PAUTAS PARA EVALUAR SU PROCEDENCIA. CRITERIO DE INTERPRETACIÓN
RESTRICTIVO. VICIOS FORMALES. AUSENCIA DE EXISTENCIA AUTÓNOMA.
“La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que en materia de nulidades procesales
prima un criterio de interpretación restrictiva y sólo cabe anular las actuaciones cuando el vicio
afecte un derecho o interés legítimo y cause un perjuicio irreparable, sin admitirlas cuando no
exista una finalidad práctica, que es razón ineludible de su procedencia (CSJN, Fallos 325:1404,
323:929, 311:1413 y 311: 2337, entre otros)”.
“De este modo, la invalidez por vicios formales carece de existencia autónoma, dado el carácter
accesorio e instrumental del derecho procesal, y exige, en cambio, como presupuesto esencial,
que el acto impugnado tenga trascendencia sobre la garantía de defensa en juicio o se traduzca en
la restricción de algún otro derecho. Caso contrario, la sanción aparecería respondiendo a un
USO OFICIAL
formalismo vacío, en desmedro de la idea de justicia y de la pronta solución de las causas, en lo
que también está interesado el orden público (CSJN, J. 25. XXXIX “Jurevich”, rta. el 7/6/05; B. 66,
L. XXXIV, “Bianchi”, rta. el 27/6/02; Fallos 323:929) ”.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
12.2.2009
“Crotto”
Causa 27.471
Reg. 29.468
J. 12 - S. 23
NULIDAD. PAUTAS PARA EVALUAR SU PROCEDENCIA. INVALIDEZ DE LA REQUISITORIA
FISCAL. FALTA DE COHERENCIA ENTRE EL HECHO Y LA CALIFICACIÓN JURÍDICA
ASIGNADA AL MISMO. IMPROCEDENCIA. DEFENSA EN JUICIO.
“…se ha dicho que “...no es correcto sostener la invalidez de la requisitoria por no guardar
coherencia la calificación jurídica seleccionada por el acusador con el hecho que se describe, si
estando este adecuadamente descripto, la disparidad de criterio acerca del encuadramiento típico,
el error en que el acusador podría haber incurrido o, aun, la eventual contradicción entre el hecho
reprochado y su calificación, no afectan el ulterior derecho de defensa del imputado acerca del
hecho endilgado...”(conf. Navarro Guillermo-Daray Roberto. Código Procesal Penal de la Nación,
antes citado, pag. 730) (Sala II de esta Cámara de Apelaciones, causa n° 24.962 “Fernández
Madero, Jaime s/nulidad”, reg. 26.799 del 15/5/07)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
17.2.2009
“Luttini”
Causa 26.780
Reg. 29.485
J. 11 - S. 21
PLAZO RAZONABLE. ALCANCES. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DEBIDO PROCESO.
“… transcurrido un plazo razonable y en virtud de los derechos y garantías que regulan el debido
proceso legal -entre los que se encuentra, sin lugar a dudas, aquel que tiene toda persona de
obtener en el menor lapso posible un pronunciamiento judicial que en forma definitiva defina su
situación de incertidumbre-, aparece necesario definir la situación procesal del encausado,
consolidando el estado de inocencia (C.S.J.N. 272:188 “Mattei”; entre otros; C.C.C.F., Sala I, C. N°
28.612 “Celesia”, Reg. N° 336 del 22/5/97; C. N° 30.048 “Díaz”, Reg. N° 880 del 15/10/98)”.
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C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
19.2.2009
“Ponzo”
Causa 42.278
Reg. 108
J. 12 - S. 23
PROCESO PENAL. RÉGIMEN PROCESAL PENAL. SUCESIÓN DE REGÍMENES PROCESALES
PENALES. LEY APLICABLE. JUEZ. JUEZ NATURAL. CONEXIDAD.
“… resulta plenamente aplicable el principio señalado por la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en cuanto a que en materia procesal debe estarse a la ley existente al momento de llevarse
a cabo el proceso, y no a aquella con vigor al momento que los hechos ocurrieron (Fallos 213:290;
215:467; 274:64 y 321:532, entre otros; y de la sala IV de la C.N.C.P., causa n° 1996 “Corres” del
13/09/2000, reg. n° 2787)”.
Acorde las reglas de conexidad, “… todos los procesos conexos deben ser instruidos por el mismo
juez de instrucción y juzgados por el mismo juez de sentencia o tribunal de juicio (confr. Claria
Olmedo, Jorge, Derecho procesal penal, Tomo I, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 1998, pág. 357).
Así lo ha entendido reiteradamente la Cámara Nacional de Casación Penal: “...una vez declarada
la conexidad [objetiva o subjetiva] entre varias causas, la radicación de cualquiera de ellas en un
tribunal de juicio determina el órgano jurisdiccional interviniente para las restantes, por lo tanto, al
elevarse la primera de las causas acumuladas, debe ser el primer tribunal sorteado el que deba
intervenir en todas ellas, ya que la preclusión obsta a esta instancia la destrucción de la conexidad
establecida por el órgano superior de la fase instructoria del proceso (cfr. ‘Llanos Maita...’, causa n°
4305, reg. n° 5448, rta. el 13/2/03, entre otros)...”, por cuanto “...la conexidad declarada durante la
instrucción opera no sólo para dicha etapa sino también para el trámite del juicio, lo que lleva
implícito la identidad del tribunal que deberá entender en este último tramo del proceso (cfr. esta
Sala in re: ‘Hernández...’, causa n° 2788, reg. n° 3348, rta. el 28/6/00; ‘Barreiro Laborda...’, causa
n° 5085, reg. n° 6500, rta. el 16/4/04, y en igual sentido Sala I: ‘Medina...’, rta. el 4/8/94, causa n°
206, reg. n° 26; ‘García...’, rta. el 31/3/00, causa n° 2780, reg. n° 3416; Sala III: ‘Quiroga...’, reg. n°
127, causa n° 3227, rta. el 21/3/01; ‘Salvatierra...’, rta, el 10/09/03, causa n° 4721, reg. n° 502, y
Sala IV: ‘Ricetti...’, reg. n° 3099, causa n° 2432, rta. el 08/02/01). Es que la prórroga de
competencia por conexidad objetiva o subjetiva atiende a una razón práctica, cual es la necesidad
de hacer posible la acumulación de causas cuando su vinculación deba producir unificación
procesal (principio de economía procesal) procurando la reunión de todas las actuaciones en un
mismo proceso y debate, con miras a favorecer la armónica aplicación de la ley evitando
pronunciamientos contradictorios y una justa individualización de las penas a imponer.” (de la sala
II de la CNCP, “Pérez” del 11/11/2005, reg. n° 8094; en similar sentido, de su sala IV, “Ganduglia”
del 06/05/2002, reg. n° 4020.4; y de su sala III, “Chirino” del 11/12/2006, reg. n° 1501/06)”.
“Precisamente, las reglas de conexidad, como reglamentación del principio del juez natural, se
encargan de determinar cuál será aquel juez o tribunal con jurisdicción para resolver un
determinado caso…”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
24.2.2009
“Vañek”
Causa 42.387
Reg. 131
J. 7 - S. 13
REQUISA. REQUISA PERSONAL. DETENCIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
ARTS. 230 BIS Y 284 CPPN. NULIDAD. PROCEDIMIENTO POLICIAL.
“Lleva dicho esta Sala que “dentro de nuestro ordenamiento jurídico, la búsqueda de cosas
relacionadas con el delito en el cuerpo o ropas de una persona, se halla sujeta a fuertes
8
Poder Judicial de la Nación
restricciones en virtud de encontrarse en juego el ámbito personal de intimidad constitucionalmente
protegido (artículo18 de nuestra Constitución Nacional). Se trata de un acto gravemente restrictivo
de la libertad personal, que exige la existencia de una clara justificación que legitime los motivos de
un proceder como el referido” (C. N° 27.419, “Rosental s/ nulidad”, reg 197, rta. 19/03/96; C.N°
27.416, “Medina, Ángel s/ nulidad”, reg 234, rta 21/03/96; C.N°
36.989, “Cipolatti, Hugo s/
procesamiento”, reg 571, rta 07/06/05, entre otras)”.
“El artículo 230 bis del Código Procesal Penal de la Nación recepta ciertas pautas interpretativas,
inspiradas en que el obrar policial se adecue a las limitaciones constitucionales articuladas en
resguardo de las libertades civiles. En este sentido, la norma exige el requisito de objetividad, es
decir la exigencia de que el procedimiento policial se vea respaldado por elementos objetivos. Del
tal suerte, las meras corazonadas a veces incluidas dentro del vago concepto de “olfato policial”
que no superan el ámbito interno del funcionario - subjetividad- quedan a un margen y no bastan
para legitimar la conducta invasiva”.
“las circunstancias previas que objetiva y razonablemente justifiquen la requisa y urgencia son los
únicos requisitos que autorizan a prescindir de la orden judicial”.
“En este sentido, se sostuvo que: “si la requisa aparece como infundada por no existir acción
externa alguna que legalmente constituya motivo de sospecha, ésta indudablemente deviene nula”
(Cfr. de esta Sala, C. N° 29.506, “Vidales, Juan”, reg. 143, rta. 17/03/98 y C. N° 31.652, “García
USO OFICIAL
Castro, John s/ nulidad de pesquisa”, reg 397, rta. 12/05/05, entre otras)”.
“Por otra parte, se ha dicho que, “como paso previo y concomitante, la detención de una persona
no sólo requiere cumplir con los recaudos que preveé esa norma, sino también con aquellos
abarcados por el artículo 284 del código de rito. En los supuestos que estamos abordando no se
trata de personas que son aprehendidas y conducidas sin más en presencia de la magistratura sino
que, inmediatamente después de lo primero son sometidas a una segunda injerencia: la requisa e
inspección de los efectos personales que cargan. Por ello, estamos ante la sumatoria de dos
situaciones que han sido concebidas como excepciones” (Conf causa n° 39.912 “Silverizzo,
Sebastián s/ inf. ley 23.737” rta. el 03/07/07, reg. 696, de esta Sala)”.
“De tal modo, no es admisible que la práctica desnaturalice el instituto legal y convierta lo
excepcional en regla. Cuando así sucede los tribunales tienen la misión de apuntar o corregir lo
actuado por fuera de los lineamientos normativos invalidando si es necesario aquello que no se
compadezca con la ley y su base constitucional” (conf. C.N° 37.727, “Sidero Fernando s/proc. y
embargo”, rta. el 29/6/05, reg. 640 y sus citas; Cn° 41.413, Cabrera, Pablo s/sobres., rta. el
14/11/06, reg. 1240)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
24.2.2009
“Páez”
Causa 42.484
Reg. 128
J. 5 - S. 10
ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO.
REQUISITOS TÍPICOS.
“el ámbito de aplicación de la norma no incluye actuaciones equivocadas o erróneas sino que exige
la falsedad –y por cierto su conocimiento como correlato subjetivo- de los presupuestos de la
decisión adoptada –en caso de un quehacer comisivo- o la concurrencia de una situación
generadora de actuar y la decisión deliberada de no hacerlo pese a la representación de las
circunstancias –en su faceta omisiva-. Se estimó que las mismas consideraciones resultaban
aplicables con relación a la norma del art. 249 C.P. que prevé incluso un comportamiento aún más
cercano a las actuaciones administrativas irregulares abarcadas por ámbitos jurídicos específicos,
distintos de la última ratio del ordenamiento jurídico”.
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C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
23.3.2009
AEggink@@
Causa 41.944
Reg. 222
J. 12 - S. 24
ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO.
REQUISITOS TÍPICOS. CONCEPTO DE “LEY”. RESOLUCIÓN DICTADA POR INTERVENTOR
DEL INSSJP.
“tratándose de una resolución (…) dictada por el Interventor Normalizador del I.N.S.S.J.P., en la
cual establece el régimen de compensación de viáticos para dicho instituto, no se encuentra
configurado el tipo penal escogido por el a quo , en tanto esta norma no reviste el carácter de ley
exigido por el artículo 248 del Código Penal”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
31.3.2009
ADomínguez@@
Causa 26.996
Reg. 29.684
J. 5 - S. 9
ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA. MULTIPLICIDAD DE ACTOS INFIELES. ADMINISTRACIÓN
ÚNICA.
“en la medida en que estamos ante un caso de una única administración, la multiplicidad de actos
infieles desplegados por cada uno de los encausados en el marco de la ejecución del
emprendimiento y su comercialización deben ser considerados constitutivos de un único hecho
subsumido en el delito de administración fraudulenta, independientemente de la cantidad de ventas
de departamentos en que cada imputado haya participado. Recuérdese que, de conformidad con la
doctrina elaborada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso “Pompas” (Fallos
325:3255), “La Administración...es un concepto normativo expresado en un nombre colectivo, es
decir, en singular, si bien admite un conjunto de hechos y actos jurídicos. Pero cada uno de estos
elementos que integran la estructura están inseparablemente unidos por voluntad de la previsión
típica...resulta obvio que el atributo, o sea el fraude, califica a toda la gestión en su compleja unidad
conceptual y multiplicidad fáctica.”; y, como consecuencia, “...si una es la administración, una es,
también, la conducta fraudulenta –independientemente de la repetición de actos ilegítimos
cumplidos bajo el mandato, los que no logran multiplicar la ‘delictuosidad’ del agente– y hay un
único designio, y una sola rendición de cuentas final, sin perjuicio de las parciales que se pacten.
Así, la gestión es un concepto jurídico indivisible sin perjuicio de su divisibilidad material, espacial o
temporal.” (ver en similar sentido, de esta Sala, causa n° 41.756 “Elizondo” reg. n° 1165, del
03/10/2008; y de la Cámara Nacional de Casación Penal, Sala III, causa “Alderete”, reg. n°
190.06.3, del 21/03/2006)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Farah
25.3.2009
ADel Gener@@
Causa 42.104
Reg. 241
J. 1 - S. 1
ARBITRARIEDAD. SENTENCIA. REQUISITOS.
“el vicio de la arbitrariedad ha sido definido por el Máximo Tribunal como aquel que caracteriza a
las sentencias que no significan una derivación razonada del derecho vigente, con aplicación a las
circunstancias comprobadas de la causa (CSJN, Fallos 291:382; 292:254; 293: 176, entre muchos
otros). Esto es, fallos que padecen de omisiones y desaciertos de gravedad extrema, que los
invalidan como actos judiciales (CSJN, Fallos 286:278; 294:425; 306:1111), o contaminados de
groseros errores jurídicos (CSJN, Fallos 306:1700)”.
10
Poder Judicial de la Nación
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
10.3.2009
ADabos”
Causa 42.792
Reg. 191
J. 2 - S. 3
AUTO DE PROCESAMIENTO. JUICIO DE PROBABILIDAD. ESTUPEFACIENTES. TENENCIA
CON FINES DE COMERCIALIZACIÓN. REQUISITOS TÍPICOS. ULTRAINTENCIÓN.
ARMAS.
ACOPIO. PORTACIÓN. TENENCIA.
“el procesamiento contiene un juicio de probabilidad acerca de la existencia del hecho delictuoso y
de la participación de cada uno de los imputados en éste, tratándose pues de la valoración de los
elementos probatorios suficientes para producir probabilidad aún no definitivos ni confrontados,
pero que sirven para orientar el proceso hacia la acusación, vale decir, hacia la base del juicio
(conf. Clariá Olmedo, J.A., “Derecho Procesal Penal”, Lerner Editora, Córdoba, 1985. Pág. 612)”.
“La ultraintención de comercialización requerida por el tipo penal bajo análisis se encuentra
debidamente acreditada, no sólo en atención a la gran cantidad de material prohibido secuestrado,
sino también al modo en que el mismo se encontraba acondicionado -fraccionado en distintos
envoltorios de nylon-, y al secuestro en el lugar de diferentes elementos idóneos para llevar a cabo
tal cometido, como lo son las balanzas, cucharas y cuchillos con restos de cocaína, bolsas de
USO OFICIAL
nylon y varios rollos de cinta aisladora”.
“la gran cantidad de armas de fuego y distintas municiones secuestradas tornan aplicable la figura
de acopio de armas, que sanciona a quien “las reúne de modo considerable, ‘superiores a los que
el uso común o deportivo pueden justificar’ (Soler), o que no demuestre que tiene finalidades de
colección...” (Creus, Carlos, “Derecho Penal parte especial”, ed. Astrea, Buenos Aires, 2007, tomo
2, pág. 40)”.
“No puede soslayarse que el arma presentaba una bala en su recámara y se encontraba montada,
lo que permite afirmar que la misma se hallaba en condiciones inmediatas de uso, extremo exigido
por el delito analizado, y que configura la diferencia esencial entre las acciones típicas de “tener” y
“portar”. En este sentido, se ha explicado que “portar un arma de fuego consiste en llevarla en
condiciones inmediatas de uso en lugares públicos (resolución 17/1991 del Registro Nacional de
Armas -RENAR-). Es decir que porta un arma de fuego quien la mantiene corporalmente en su
poder, en lugares públicos y en condiciones inmediatas de uso” (C.N.C.P., sala I, “Aguirre,
horacio”, rta. 26/2/03)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
20.3.2009
ASosa Maylle”
Causa 42.828
Reg. 220
J. 11 - S. 22
CAUCIÓN. TIPOS. CRITERIOS A VALORAR PARA SU IMPOSICIÓN
“al tiempo de determinar el tipo de caución a imponer los magistrados han de hacer mérito de la
idoneidad que la medida supone como garantía de que el imputado habrá de responder a los
requerimientos que puedan hacérsele durante el proceso. Y, en ese sentido, considerar la
naturaleza del delito que se investiga y las condiciones personales del imputado resulta en un
mandato ineludible a fin de que, sin encubrir una tácita negativa, la garantía que se busca no sea
meramente formal”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
18.3.2009
ASotomayor”
Causa 42.853
Reg. 210
J. 11 - S. 21
11
COMPETENCIA. DECLINATORIA. CARÁCTER PREMATURO.
“lleva dicho esta Alzada que: ..“en materia de competencia corresponde al juez de la causa
esclarecer los aspectos fácticos que conforman el objeto del proceso, para evitar pronunciamientos
prematuros al respecto que eventualmente podrían replantearse una vez establecidos dichos
extremos” (CSJN, Fallos 311:333 y de esta Sala II, causa n° 22.296, rta. el 22/02/05, reg. n°
23.406, entre otros)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
17.3.2009
ANN s/competencia@@
Causa 27.691
Reg. 29.633
J. 10 - S. 19
COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. SUSTITUCIÓN DE CHAPAS PATENTES. ART. 289 CP
“En cuanto a la sustitución de las chapas patentes (…) deviene aplicable el criterio sostenido por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación según el cual: “...resulta competente la justicia federal del
lugar donde se descubrió la falsedad para investigar la infracción al artículo 289 del C.P., teniendo
en cuenta la estrecha vinculación que existe entre la figura y la falsificación de la cédula de
identificación del automotor, atento la coincidencia que se observa entre la numeración del dominio
colocado y la que consta en su documentación (Competencia nº 1537 XLI. “Antunez, Rubén
Vicente y Romano, Olga Beatriz s/encubrimiento y uso de documentación”, rta. 24-04-06)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
3.3.2009
ARíos@@
Causa 27.472
Reg. 29.570
J. 2 - S. 3
COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES. DESVÍO DE FONDOS.
POSIBLE AFECTACIÓN A LAS TAREAS ESPECÍFICAS DE LA INSTITUCIÓN
“En autos se investigan maniobras mediante las cuales uno o varios empleados de la Facultad de
Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires habrían desviado fondos -al
parecer, provenientes de la misma facultad-, para acreditarlos, sin causa legítima alguna, en una
cuenta de caja de ahorro a nombre de un particular”
“el Tribunal considera que los actuados deben seguir en la órbita de este fuero federal, por cuanto
independientemente del origen de los fondos y de la discusión atinente a los servicios locales o
federales que prestan los empleados de la Universidad, lo cierto es que no puede descartarse que
el desvío de sumas dinerarias pertenecientes a la casa de altos estudios investigado en autos y
que se imputa a funcionarios de diversa jerarquía haya podido afectar -en palabras de la Corte
Suprema- la buena marcha y normal desarrollo de alguna tarea específica de la institución (conf.
CSJN: Fallos: 275:100, 313:1416, 316:339, 322:658, 320:3084; de esta Sala C.N° 23.267,
“Facultad de Ingeniería - UBA s/competencia”, reg. 24.482, rta. el 15/11/2005)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
30.3.2009
ANN s/Incompetencia@@
Causa 27.392
Reg. 29.675
J. 10 - S. 19
DEFENSA EN JUICIO. DEBIDO PROCESO. PATROCINIO LETRADO. REQUISITOS.
“Es tradicional jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que en materia criminal
corresponde extremar los recaudos que garanticen plenamente el ejercicio del derecho de defensa
a tal punto que éste debe ser cierto, de modo que quien sufre un proceso penal ha de ser provisto
de un adecuado asesoramiento legal, no resultando suficiente para cumplir con las exigencias
básicas del debido proceso que el acusado haya tenido patrocinio letrado de manera formal, sino
12
Poder Judicial de la Nación
que es menester, además, que aquél haya recibido una efectiva y sustancial asistencia por parte
de su abogado (Fallos: 5:459, 255:91, 304:1886, 310:192, 311:2502, 320:150 y 321:2489, entre
otros)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
5.3.2009
ARatti@@
Causa 27.542
Reg. 29.578
J. 5 - S. 9
DOCUMENTOS. PRUEBA. DECLARACIONES DE COIMPUTADOS. PROCEDENCIA. TENECIA
ILEGÍTIMA DE DNI AJENO. LEY 20.974. REQUISITOS TÍPICOS. ENTREGA VOLUNTARIA.
“si bien no escapa al Tribunal que cuando un imputado declara lo que generalmente intenta hacer
es mejorar su situación frente a la acusación, lo cierto es que también los descargos de los coimputados pueden servir como elementos de prueba que permitan el juez, en base a su sana
crítica, reconstruir qué fue lo que sucedió en el hecho investigado”.
“Al resolver la causa ANievas, Rubén T. s/sobreseimiento@ (c/n1 39.032, reg. 896, rta. el 29/08/06)
este Tribunal dijo que ALa ilegitimidad descripta por el art. 33 inc. Ac@ de la Ley 20.974 se refiere a
todos los supuestos en los que el sujeto ha entrado en poder de los documentos en forma
antijurídica o sin derecho, es decir el elemento normativo de la forma citada alude al modo de
USO OFICIAL
adquisición de ellos. Así, la entrega voluntaria de un documento nacional de identidad desplaza la
ilicitud de su tenencia en poder del tercero receptor@.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
5.3.2009
APereyra@@
Causa 42.793
Reg. 162
J. 11 - S. 22
ESTAFA. REQUISITOS TÍPICOS. ARDID IDÓNEO. SUJETO PASIVO DEL DELITO.
“El ardid es el astuto despliegue de medios engañosos. En palabras de Soler: “...para constituir
ardid se requiere el despliegue intencional de alguna actividad, cuyo efecto sea el de hacer
aparecer, a los ojos de otro sujeto, una situación falsa como verdadera y determinante” (Sebastián
Soler. Derecho Penal Argentino, TEA, Buenos Aires, 1996, página 348)”.
“A fin de que el elemento típico del delito de estafa sea configurado, el ardid debe ser idóneo. El
análisis de la idoneidad del ardid no puede prescindir de tomar en cuenta la calidad del sujeto
engañado o, en su caso, de la víctima del delito (que podría haber prevenido el error). Una misma
conducta desplegada por un agente puede ser considerada en un caso ardidosa y en otro caso
carente de idoneidad engañosa, al ser distintos los sujetos pasivos del error”.
“Enseña el mencionado autor que, a fin de analizar la idoneidad del ardid, debe tomarse en cuenta
“...la situación concreta, comprendiendo dentro de la totalidad del ardid las condiciones mentales y
culturales del destinatario expresamente buscado” (ob. cit. página 369)”.
“Esta Cámara ha dicho que “...habrá que evaluarse en cada caso la especial relación que se da
entre la víctima y el victimario, midiéndose las características de la conducta del primero, en
relación a la capacidad del segundo” (Sala I, c. 18633, “Lettieri, Domingo s/ defraudación”,
25/10/84, reg. 596)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
10.3.2009
ADi Mario”
Causa 42.301
Reg. 184
J. 2 - S. 4
ESTUPEFACIENTES. TENENCIA. ENCUADRE TÍPICO. SUSTANCIA FRACCIONADA. HECHO
ÚNICO. TRANSPORTE DE ESTUPEFACIENTES. DOLO REQUERIDO.
13
“esta Sala ha dicho que “la tenencia de estupefacientes constituye un solo delito y no una
reiteración delictual susceptible de ser dividida en diferentes pronunciamientos, y asimismo, resulta
irrelevante que la sustancia prohibida se haya secuestrada fraccionada, dado que de todas formas
constituye un hecho único sobre el que debe recaer una sola resolución” (c. 29.635, caratulada
“Acosta, Hector Gabriel”, reg. 405, resuelta el 28/5/1994 y c. 24.290, caratulada “Nash”, reg. 435,
6/7/1993 y c. 25.481, caratulada “Torrado, Gonzalo”, reg. 394)”.
“este Tribunal ha sostenido que “si bien no toda traslación de sustancia estupefaciente puede
considerarse constitutiva de la figura penal de transporte contenida en el art. 5º inc. ‘c’ de la ley
23.737, dicho encuadre aparece ineludible en aquellos casos en que el sujeto actúa con
conocimiento de que se trata de materia prohibida y conciencia de desplazamiento, en
circunstancias que indiquen la posibilidad de contribuir o facilitar la comercialización de la droga o
su distribución a cualquier título, fuera de los supuestos permitidos” (C.C.C. Fed., Sala I, causa
“Maza Raúl”, reg.183, rta. el 2/4/97)”.
“De tal forma, la determinación del dolo, como conocimiento de las circunstancias típicas
alcanzadas por la norma, se encuentra acotada al hecho de que el autor sabe que está
desplazando sustancia estupefaciente en un contexto que surge ilícito en la medida en que indique
la posibilidad de contribuir o facilitar su comercialización. En estos términos, el eventual aporte a la
comercialización de la droga marca un contexto en que el conocimiento del autor se desarrolla y no
un elemento a ser puntualmente conocido por él, es decir, el contexto contiene al dolo pero no lo
constituye específicamente”.
“Así, la norma requiere que el sujeto efectivamente conozca que está desplazando droga en una
situación que se le presenta como posiblemente encaminada a su distribución a terceros pero, más
allá de ello, en modo alguno necesita -como sostiene la defensa- de una ultraintención encaminada
a la comercialización de dicha sustancia”.
“Si bien no puede dejar de tenerse en cuenta que el legislador posiblemente previó en la punición
del transporte de estupefacientes una forma de contención al narcotráfico, no puede sostenerse
que ello derive en la necesidad de acreditar un dolo directo por parte del autor respecto del efectivo
conocimiento acerca de que su actuación se imbrica de modo directo con aquella otra conducta.
Antes bien, puede decirse que si el transporte de drogas requiere la conciencia de su
desplazamiento en un contexto que suponga su posible comercialización posterior, ello no implica
que el autor deba conocer y “querer” esa conducta sucedánea sino, simplemente, asumirla como
un riesgo futuro que quizás nunca se concrete”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
5.3.2009
ACristal@@
Causa 42.706
Reg. 163
J. 9 - S. 17
FUNCIONARIO PÚBLICO. CRITERIOS PARA ESTABLECER TAL CONDICIÓN.
“Esta alzada ha tenido ocasión de señalar -ver c. 40.063 “Munain...”, rta. 30/08/07, reg. 959-, que
los criterios para determinar [la condición de funcionario público] se pueden dividir en tres: a) por la
naturaleza del órgano empleador, b) por el régimen jurídico aplicable al caso o c) por la función
pública que cumplen los nombrados dentro de dicha entidad bancaria”.
“Al respecto, la jurisprudencia y la doctrina en materia penal han sido uniformes al adoptar el punto
c) anteriormente citado -la función pública llevada a cabo por los nombrados-, como el criterio
utilizado para determinar el concepto de “funcionario público”. Considerándolo, también, como
aquel al que hace referencia el artículo 77 del Código Penal, difiriendo del concepto utilizado en el
derecho administrativo”.
14
Poder Judicial de la Nación
“Desde este punto de vista, se ha reputado “funcionario público” a la persona que, aunque no
posea dicho status, participe del ejercicio de las “funciones públicas”, considerando a éstas como
“toda actividad temporal o permanente, remunerada u honoraria, realizada por una persona natural
en nombre del Estado o al servicio del Estado, o de sus entidades en cualquiera de sus niveles
jerárquicos”.
“Dicha definición ha sido recogida tanto por la Ley de Ética Pública (ley 25.188) en cuanto define
las “funciones públicas”, como por la Convención Interamericana contra la Corrupción (Anexo I, art.
1°), con jerarquía supralegal, que amplía pero sin modificar, la definición de “funcionario público”
que otorga el artículo 77 del C.P. En este sentido se ha referido, también, la Excma. Cámara
Nacional de Casación Penal (ver citas del fallo ut supra señalado)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
5.3.2009
AOporto”
Causa 42.288
Reg. 171
J. 7 - S. 14
HONORARIOS. TRADUCTORES PÚBLICOS. PAUTAS PARA MENSURAR
“los parámetros sugeridos para mensurar las diferentes tareas que realizan los traductores públicos
de esta ciudad no poseen carácter vinculante, en tanto -tratándose de una actividad desregulada
USO OFICIAL
desde la entrada en vigencia del Decreto-Ley 2284/91- solo constituyen un punto de vista
orientativo y coadyudante a la hora de justipreciar su determinación, que debe ser integrado al
contexto de pautas que fija el artículo 29 de la ley 20.305 (ver causa nº26.866 “Hess, Myriam”, reg.
nº 29.006 del 2/10/08; causa nº 22.562 “Fernández Marengo”, reg. nº 23.999 del 4/8/05; causa nº
15.852 “Hoo Hong Hyon”, reg. nº 16.807 del 9/9/99)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
30.3.2009
ACha@@
Causa 27.521
Reg. 29.676
J. 5 - S. 10
JUEZ. FACULTADES. NEGATIVA A RECIBIR DECLARACIÓN INDAGATORIA. APELACIÓN.
IMPROCEDENCIA. EXCEPCIONES
“...la negativa del juez a recibir declaración indagatoria sólo resulta materia de apelación si de ello
resulta un agravio de imposible o insuficiente reparación ulterior...” (Causa n° 22.350 “Rivolo”, rta.
el 8/4/05, reg. n° 23.554)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
17.3.2009
APartido Demócrata de la Ciudad de Bs. As.@@
Causa 27.379
Reg. 29.642
J. 2 - S. 3
MARCAS Y DESIGNACIONES. FALSIFICACIÓN. ART. 31 LEY 22.362. REQUISITOS TÍPICOS.
DESOBEDIENCIA. REQUISITOS TÍPICOS.
“el artículo 31, inciso b, de la ley 22.362 sanciona al que use una marca registrada o una
designación falsificada, fraudulentamente imitada o perteneciente a un tercero sin su autorización.
Aquí sólo se discute si se trataría de un uso indebido de una marca ajena sin autorización, tal como
viene planteado por la querella la cuestión”.
“Aclarado ello, debe señalarse que lo que está prohibido “...es el uso de una marca registrada
ajena que induzca al consumidor a creer erróneamente que existe alguna relación entre el
vendedor y el titular de la registración” (de esta Sala , causa n° 27.473 “Ragonesse” del
04/07/1996, reg. n° 597). Sin embargo, para que ello ocurra debe, en principio, tratarse de la
misma marca, y no de una similar o parecida, pues de lo contrario implicaría extender el tipo penal
15
a supuestos no contemplados por la ley. En el caso concreto, precisamente, los imputados habrían
importado productos que tienen una marca parecida a la registrada por la querella, pero no se trata
de la misma, como lo señaló el a quo”.
“conforme la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, “a pesar de mediar una
orden concreta y escrita, no incurre en él [desobediencia] quien incumple órdenes relativas a
intereses personales de índole patrimonial (Fallos: 306:1570, considerandos 3° y 4°).” (dictamen
del Procurador General, al que se remitió el tribunal; Fallos 321:248; en similar sentido, Fallos
313:824 y 315:1693). La doctrina, por su parte, ha sostenido un criterio similar: “...El concepto de
orden incluida en la figura del artículo 239...no comprende aquellas referidas a intereses
personales de partes, es decir que resultan ajenas a tal significación las obligaciones de carácter
personal con repercusiones de estricto derecho civil (confr. Creus, Carlos, Delitos contra la
Administración Pública, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1981, pág. 64; criterio seguido por esta sala en
causa 42.332 “Vigo” del 05/02/2009, reg. 52, y sus citas; por la Sala II del Tribunal, en causa n°
9.483 “Saiegh”, rta. 13/2/95, reg. n° 11.692)”.
“Ello se debe a que aún “...mediando la orden concreta y directa, no da lugar a este delito
cuestiones que se vinculan con los intereses personales, de cualquier índole, afectiva, patrimonial,
familiar o con garantías constitucionales. De lo contrario, el incumplimiento de toda sentencia
judicial sería punible...Si estos hechos constituyeran desobediencia estarían de más las
disposiciones procesales sobre ejecución de sentencias y el moderno sistema de las astreintes en
materia de demora en el cumplimiento de órdenes que no pueden ser substituidas por equivalentes
monetarios.” (Carlos Fontán Ballestra y Alberto S. Millán, Las reformas al Código Penal, ed.
Abeledo Perrot, Bs. As., 1968, pág. 373; en similar sentido, Soler, Sebastián, Derecho Penal
Argentino, T° V, 10° reimpr., Bs. As. 1996, pág. 147)”.
“De un modo parecido, aunque por otros fundamentos, esta Sala –con otra composición– resolvió
un caso de idénticas características (causa n° 35.473 “C.A.S.A. Isenbeck” del 07/08/2003, reg. n°
2003)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
10.3.2009
ASprayette”
Causa 42.078
Reg. 185
J. 2 - S. 4
NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA.
REQUISITOS TÍPICOS.
“el bien jurídico protegido por ese tipo penal es “el fiel y debido desempeño de las funciones de la
administración pública en sentido amplio, de manera que la actuación de los órganos no sólo sea
plenamente imparcial, sino que se encuentre a cubierto de toda sospecha de parcialidad...” (Ver de
esta Sala II; causa n° 6.298 “Di Fonzo”, reg. n° 6.849, del 28/12/89; causa n° 12.180 “Nicolini”, reg.
n° 13.177, del 29/05/96; causa n° 12.307 “Tedesco Balut”, reg. n° 13.497, del 16/09/96, con cita de
Sebastián Soler “Derecho Penal Argentino”, Ed. Tea, 1.992, Tomo V, Buenos Aires, pág. 246;
causa n° 16.131 “De Marco Naón”, reg. n° 17.312, del 14/03/00; causa n° 18.154 “Maharbiz”, reg.
n° 19.235, del 20/11/01). Sin embargo, corresponde aclarar que no es esa mera sospecha lo que
constituye este delito sino que requiere una concreta acción del funcionario público en el
ejercicio de su función que persiga intereses extra-administrativos (en tal sentido causa n° 17.200
“Deferrari”, reg. n° 18.342, del 29/12/00)”.
“Asimismo, se afirmó que el aspecto medular lo configura el desvío de poder que ejerce el
funcionario público, en desmedro del necesario interés unilateral que debe animar toda actuación
de un órgano estatal, procediendo con tendencia beneficiante, condicionando la voluntad de la
16
Poder Judicial de la Nación
administración por la inserción de un interés particular (Conf. causa n° 12.307 “Tedesco Balut”, reg.
n° 13.497, del 16/09/96)”.
“Por otra parte, la doctrina ha señalado que la conducta punible es la de interesarse en el contrato
u operación, o sea, situarse ante ellos no sólo como funcionario, sino conjuntamente como
particular interesado en una determinada decisión o actuación de la administración, volcando sobre
el negocio de que se trate una pretensión de parte no administrativa; querer que ese negocio
asuma una determinada configuración en interés particular del sujeto, o hacer mediar en él,
propugnándolos, intereses particulares de terceros. No basta con ser parcial, es menester que se
intervenga como parte. Además el contrato u operación tiene que pertenecer a la competencia
funcional del autor, o sea, tiene que ser un negocio en el que el funcionario deba -o por lo menos
pueda- formalmente, desplegar una actividad funcional que integre los niveles decisorios o sirva
para completar de manera legal el acto (Conf. Carlos Creus. Jorge Buompadre. “Derecho Penal.
Parte Especial”, Tomo 2, Ed. Astrea, Buenos Aires, 2.007, págs. 326 a 328)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
31.3.2009
ATorresi@@
Causa 26.977
Reg. 29.687
USO OFICIAL
PERITAJE.
CARÁCTER
REPRODUCIBLE.
FALTA
J. 11 - S. 22
DE
NOTIFICACIÓN.
NULIDAD.
IMPROCEDENCIA.
“este Tribunal tiene dicho que la falta de notificación previa a la realización del peritaje no conlleva
necesariamente a su nulidad, pues no habiendo impedimento para que pueda reproducirse,
ampliarse o renovarse con asistencia de nuevos especialistas, ya sea en esta etapa de instrucción
o en la de un eventual debate -artículos 258, 262 y 383 del Código Procesal Penal de la Nación-,
no existe un perjuicio concreto que justifique la sanción reclamada (ver de esta Sala, causa n°
27.471 “Crotto”, reg. n° 29.468 del 12/2/09 y sus citas, entre muchas otras)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
5.3.2009
AFarfán@@
Causa 27.544
Reg. 29.580
J. 5 - S. 9
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. ALCANCES. ETAPA INSTRUCTORIA.
“es “...durante la etapa de juicio en la cual el principio adquiere su máxima expresión, toda vez que
con la acusación se fija con más rigidez el objeto del juicio y se establecen, ordinariamente, los
límites cognoscitivos del tribunal durante el debate y la sentencia (art. 399 C.P.P.N). Ello es así, por
cuanto durante el debate las partes se enfrentarán, en igualdad de armas, sobre la acusación y en
su ámbito se producirá y confrontará la única prueba que puede servir de base a la sentencia. De
allí que en esta fase, la inamovilidad del objeto procesal sea cuasi absoluta —sin perjuicio de la
eventual ampliación de la acusación en los casos del art. 381 C.P.P.N.—.” (ver causa n° 42.652
“Taddei” del 23/12/2008, reg. n° 1587 de esta Sala)”.
“Sin embargo, en la instrucción el alcance del principio de congruencia es distinto debido a que
“...la investigación preliminar existe porque, por una parte, el órgano de la acción penal desconoce
el hecho objeto del procedimiento, para una eventual acusación, a cuya afirmación, en grado de
sospecha, accede por afirmación propia o por denuncia ajena, y porque, por la otra, resulta
absolutamente necesario regular ese procedimiento jurídicamente para evitar la realización de
medios de averiguación prohibidos o que signifiquen un menoscabo desmedido para la dignidad
de las personas involucradas en él (garantías procesales), más aún ante la realidad del uso del
poder estatal que implica la persecución penal oficial...” (Maier, Julio B. J., Derecho Procesal Penal,
17
T. 2, ed. Del Puerto, Bs. As., 2003, pág. 35). De allí que durante este procedimiento el objeto
resulta construido y es modificable, hasta quedar fijo en la acusación (ibid., p. 36)”.
“En síntesis, la “...instrucción tiende...a decidir y precisar la imputación, que durante su
desenvolvimiento es fluida y puede experimentar modificaciones y precisiones, mientras que con el
requerimiento de elevación adquiere una configuración precisa, determinada e inmutable”
(C.N.C.P., sala IV, causa n° 3771 “Potente” del 04/12/2003, reg. n° 5390.4)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Farah
25.3.2009
ARuffo@@
Causa 42.877
Reg. 240
J. 5 - S. 10
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. MODIFICACIÓN DE LA IMPUTACIÓN EN LOS DISTINTOS
ACTOS PROCESALES DEL LEGAJO. DESCRIPCIÓN FÁCTICA. CALIFICACIÓN JURÍDICA.
DEFENSA EN JUICIO.
“debe recordarse en cuanto a la descripción fáctica, que lo que exige el código ritual es que “... se
efectúe una descripción completa del acontecimiento histórico en virtud del cual el representante
del Ministerio Público considere que debe elevarse la causa a juicio, con base a la actividad
desarrollada hasta ese momento en la sede instructoria ... es esencial que el imputado conozca los
hechos que se le atribuyen para que pueda estar en condiciones de defenderse, y porque esos
hechos deben ser recogidos en la sentencia sin cambios que puedan menoscabar la situación del
reo en el proceso...” (cfr. C.N.C.P. Sala IV causa n° 569 “Scaccia, Oscar Alberto s/recurso de
casación”, rta. 20.6.97, reg. n° 865.4 y sus citas)”.
“En función de ello, cabe advertir que no se verifica una variación sustancial de las imputaciones
originalmente formuladas a los encartados, para así poder endilgarles su participación en los
delitos por los cuales se requiriera la elevación a juicio. Ello, por cuanto Alo que importa es la
descripción del hecho en sí mismo y no las distintas calificaciones jurídicas que se le puedan dar...@
(C.N.C.P. AHerrera, Miguel@, rta. 30.3.99, Sala II)”.
“La apreciación de la prueba que se rinda durante la etapa posterior y la calificación legal definitiva,
forman parte de la potestad del Tribunal de juicio -donde deberá llevarse a cabo el amplio debate
sobre los hechos y eventualmente determinarse cuál es la calificación que en definitiva
corresponde asignarles-, no advirtiéndose que el rechazo a las nulidades articuladas por los
letrados de oficio coarte a los imputados la posibilidad de ejercer su defensa, al no tratarse en el
caso de hechos distintos a aquéllos que les fuera oportunamente impuestos”.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
10.3.2009
APernías@@
Causa 27.250
Reg. 29.615
J. 12 - S. 23
PRUEBA. ACTA DE SECUESTRO. VALOR PROBATORIO. NULIDAD POR AUSENCIA DE
DETALLE DE LOS ELEMENTOS SECUESTRADOS. IMPROCEDENCIA.
“esta Sala tiene dicho que “...el acta de secuestro es un elemento de prueba que debe ponderarse
a la luz de los principios y reglas de valoración de la prueba, y en tal sentido podrá asignársele
mayor o menor potencialidad probatoria en la medida en que ella sea apreciada en consonancia
con los restantes medios adquisitivos” (conf. causa n° 39.765, “Huaita Gabancho Eduardo s/
sobreseimiento”, del 6 de marzo de 2007, reg. 149; con cita de causa n° 39.161, “Video Club El
Sótano s/ nulidad”, reg. 746/06, causa n° 34.787, “Gonzalez Lozada”, reg. 130/03, causa n° 33.806,
“Esquivel”, reg. 85/02, causa n° 36.087, “Silvia Pikus”, reg. 357/04, entre otras)”.
18
Poder Judicial de la Nación
“Por este motivo, “...la falta de detalle pormenorizado de los discos compactos incautados no se
presenta como nulidad del acta, sino que podrá eventualmente resentir su valor probatorio...” (conf.
causa n° 39.765, “Huaita Gabancho”, reg. 149, del 6/03/07)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
10.3.2009
AApolo”
Causa 42.525
Reg. 189
J. 4 - S. 7
PRUEBA. AUTO DE PROCESAMIENTO. EXIGENCIA.
“... la plena prueba, que elimina toda duda razonable, sólo se requiere para fundar una sentencia
de condena, pero antes de ello, y sin necesidad de certeza apodíctica, el procesamiento requiere
sólo elementos de convicción, aún no definitivos ni confrontados pero que, en la medida que
pueden demostrar con suficiencia la existencia de un hecho delictuoso y la participación
responsable de los imputados en él, sirven para orientar el proceso hacia la acusación” (c.35.961,
caratulada “Serrese, Gustavo y otros”, resuelta el 11/2/2004, registro n° 25; y c. 42.259, caratulada
“Scalisi, Alejandro y otro s/procesamiento sin prisión preventiva y embargo”, resuelta el 5/3/2009,
USO OFICIAL
registro n° 179, ambas de esta Sala Primera)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
19.3.2009
ALópez Valdéz”
Causa 42.602
Reg. 215
PRUEBA.
MUESTRAS
COMPARATIVAS
J. 11 - S. 22
DE
OBJETOS
PERSONALES.
HISTOCOMPATIBILIDAD GENÉTICA. DERECHO A LA INTIMIDAD. DERECHO A LA VERDAD.
ALLANAMIENTO. PROCEDENCIA. INCAUTACIÓN DE PERTENENCIAS. PROCEDENCIA.
“en el precedente "Prieto" (c. 38.513, rta. el 14 de noviembre de 2006, reg. 1243) este Tribunal se
ha pronunciado en relación con un caso que comparte aristas similares al que aquí se trae a
estudio. Si bien en aquél la intervención de esta Sala no tuvo como eje central el estudio de la
legitimidad del allanamiento practicado, sí fue analizado en relación con la decisión que dispuso a
través del Banco Nacional de Datos Genéticos la extracción de muestras comparativas de los
objetos
personales
secuestrados
para
la
realización
de
los
pertinentes
estudios
de
histocompatibilidad genética, cuya apelación fue la que motivó el pronunciamiento del Tribunal”.
(Del voto de los Dres. Freiler y Farah).
“En aquella oportunidad esta Sala convalidó la decisión y señaló que el registro domiciliario y la
consecuente sustracción de elementos personales no constituyó una medida que implicó forzar o
coaccionar a la supuesta víctima del delito investigado a suministrar al Estado los medios para
punir a aquéllos con quienes tiene lazos afectivos. Por el contrario, se indicó que el allanamiento se
llevó a cabo por una vía que no implicó su participación, a tal punto que ni siquiera fue necesaria su
presencia en el lugar, sino que se trató de los elementos orgánicos que ya se habían desprendido
de su cuerpo”. (Del voto de los Dres. Freiler y Farah).
“Así, se descartó que la medida implicase un avance sobre la esfera exclusiva del derecho a la
intimidad, y por tanto, frente a ello, se explicó que aparecía como preeminente el derecho a la
protección de la familia de los parientes de los desaparecidos para la solución del conflicto y para
analizar la proporción de la medida. Según lo indicado, “[el] plexo normativo ..., en consecuencia,
no sólo debe analizarse como orientado a velar por los intereses -en sentido lato- de la posible
víctima directa de algún tipo de acción que atente contra su propia situación jurídica, sino que
resulta mucho más abarcativo, contemplando también los intereses de aquellos que, siendo
familiares -o pudiendo serlo-, requieren de la intervención estatal en aras de obtener certezas en
torno precisamente, a esa hipotética situación jurídica” -del voto del Dr. Freiler-. Pues, como se
19
refirió “... a la par del derecho a conocer - o no- su propia y genuina identidad que reside en cabeza
de la posible víctima directa de un delito contra la familia, se halla el derecho de los presuntos
familiares de esa persona de adquirir certidumbre en torno a los eventuales lazos sanguíneos que
podrían unirlos” -del voto del Dr. Freiler-“. (Del voto de los Dres. Freiler y Farah).
“En esas condiciones, se determinó que en modo alguno podía otorgársele un alcance tal al
derecho de la supuesta víctima que implicase la anulación de los derechos de otros a conocer el
destino de sus familiares sustraídos. Sobre estos presupuestos se concluyó que de acuerdo a las
circunstancias del caso, no existía norma alguna que le otorgase al consentimiento de la persona
cuya filiación se cuestionaba un alcance tal capaz de impedir la realización de estudios genéticos o
la investigación misma de la verdad genética ante requerimientos de terceros que ostentan un
interés legítimo (art. 262 del Código Civil). Junto con ello se consignó que resultaba por demás
evidente el interés de los familiares de las personas desaparecidas a indagar sobre estos aspectos
de personas que se sospeche que son sus familiares sustraídos, como así también, la posibilidad
de realizar de oficio o a pedido de parte las pruebas biológicas (cfr. arts. 252, 253 y 262 del Código
Civil)”. (Del voto de los Dres. Freiler y Farah).
“En relación con lo precedentemente referido por esta Sala, la medida que dispone -a través de los
elementos personales secuestrados a la persona respecto de la que se pretende determinar sus
lazos filiatorios- la extracción de muestras de ADN para realizar el mencionado estudio
histocompatológico, no constituye un atentado contra la esfera de la intimidad susceptible per se de
ser invalidada”. (Del voto de los Dres. Freiler y Farah).
“Las requisas, las detenciones, los allanamientos y, en definitiva, toda intervención que el poder
punitivo efectúa sobre ámbitos que hacen a la esfera privada de los hombres siempre han de
conllevar la afectación de derechos amparados o reconocidos por ese mismo poder de cuyo seno
emana la orden que los restringe. Pero si ello es así, no resulta de la inconcebible paradoja de
proteger para a la vez atacar aquello que resulta un fin del Estado, sino de la necesidad de
moldear, configurar y limitar esos atributos que, aunque individuales, sólo pueden existir como
generalidad en la medida en que su propia extensión no anule los que se reconocen en los demás
integrantes del cuerpo social”. (Del voto del Dr. Ballestero).
“De ahí la tantas veces evocada lógica que proclama que los derechos no son absolutos, sino que
todos pueden verse restringidos. Y a esa restricción es que acuden esas medidas de coerción que,
por definición, alteran algunos de los derechos fundamentales reconocidos al hombre por la
Constitución en aras de realizar los objetivos a los que está llamado a servir el Derecho Procesal
Penal (cfr. MAIER, Julio, Derecho Procesal Penal. I. Fundamentos, Ed. del Puerto, Buenos Aires,
1999, p. 518)”. (Del voto del Dr. Ballestero).
“Más aún, incluso gozando de perfecta legitimidad, la respuesta judicial escogió, de entre todos los
medios legales disponibles, aquel que en idéntica proporción implicara, a la vez de obtener los
mayores beneficios para el devenir del proceso, la menor ingerencia en los derechos de la
recurrente”. (Del voto del Dr. Ballestero).
“Así, si el registro de su vivienda, si la incautación de sus pertenencias, importaron una restricción
a sus derechos -como evidentemente lo ha sido y es obligación reconocer-, lo cierto es que ello se
ha instituido en un proceder legítimo y razonable. Una conclusión que se mostró inexorable ante el
panorama probatorio reunido, ante los acontecimientos que le dan sustento, ante los intereses
comprometidos”. (Del voto del Dr. Ballestero).
“A la par de la potestad del Estado para la represión de los delitos, o del ejercicio mediato de los
intereses de los directamente afectados por ellos, este tipo de investigaciones conceden el espacio
para hacer realidad y revelar la verdad misma con la fuerza de Derecho. Aquel que “asiste a las
víctimas de violaciones manifiestas a los derechos humanos y violaciones graves al derecho
internacional humanitario, así como a sus familias y a la sociedad en su conjunto, de conocer la
20
Poder Judicial de la Nación
verdad sobre tales violaciones de la manera más completa posible, en particular la identidad de los
autores y de las causas, los hechos y las circunstancias en que se produjeron”. (Del voto del Dr.
Ballestero).
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
6.3.2009
AHidalgo Garzón”
Causa 42.169
Reg. 180
J. 4 - S. 7
QUERELLANTE. LEGITIMACIÓN ACTIVA. REQUISITOS.
“si bien los suscriptos se enrolan en una concepción amplia conforme a la cual el bien jurídico
tutelado no resulta una pauta definitoria para evaluar la legitimación activa, sí se exige en todos los
casos, como una condición indispensable a los fines de asumir el rol de querellante, que la
afectación por el daño que el delito pudo irrogarle sea directa. Concretamente, lo que se requiere
es la afectación inmediata de un interés o un derecho de quien pretende detentar la calidad referida
(cf., causa n° 15.920 “Abudara Bini” del 19/10/99, reg. n° 16.937, y causa n° 18.892 “Irigoyen” del
12/7/02, reg. n° 19.967)”.
“Existe en cabeza del pretenso querellante la necesidad de acreditar un plus en su legítimo interés
que exceda del que resguarda el Ministerio Público Fiscal pues en definitiva su actuación en el
proceso como tal habrá de encaminarse al ejercicio en nombre e interés propio de todos los
USO OFICIAL
mecanismos procesales tendentes a obtener la reparación de su derecho violentado (cf., entre
muchas otras, causa n° 18.833 “Rhom” del 5/11/02, reg. n° 20.407)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
3.3.2009
APodoroisky@@
Causa 27.240
Reg. 29.566
J. 6 - S. 11
QUERELLANTE. LEGITIMACIÓN ACTIVA. REQUISITOS. ORGANIZACIONES. CAUSAS POR
VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS.
“…desde hace tiempo esta Cámara viene sosteniendo un criterio amplio en materia de legitimación
para asumir el rol de querellante”.
“No está de más recordar que uno de los cambios relevantes producidos en los últimos tiempos en
el campo del proceso penal, fue la modificación del papel de la víctima, que paso de mero
denunciante-testigo a sujeto fundamental del proceso, provocando un verdadero “cambio de
paradigma”, como resultado de la incorporación de los Pactos Internacionales de Derechos
Humanos y la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación proclive a ampliar el
margen de su actuación en el proceso, especialmente en causas en las que se investigan delitos
de lesa humanidad”.
“…el
criterio
amplio
adoptado
por
ambas
Salas…incluye
la
posibilidad
de
que
organizaciones…puedan constituirse como parte querellante cuando se investiguen hechos ilícitos
relacionados con la actividad de la asociación”.
“En tal sentido, en la Causa n°36.260 AMovimiento Ecuménico por los Derechos Humanos
s/excepción de falta de acción@, resuelta el 13/5/2004, reg. n°443, en el que la Sala I aceptó la
participación en juicio como querellante de la asociación civil mencionada cuando en el caso se
investigaban hechos ilícitos que se perpetraron en el territorio del Primer Cuerpo de Ejército
durante la vigencia del régimen militar que usurpó el poder entre 1976 y 1983, calificados como
crímenes contra la humanidad; y en el mismo dirección se expidió la Sala II en la causa 17.889,
ASimón@, del 9/11/2001, reg. n°19.192, cuando convalidó el rol de querellante de la AAsociación
Civil Centro de Estudios Legales y Sociales@ (ver también la decisión de la Sala I en causa
21
n°31.243AKayat@ del 7/12/1999, reg.n°1110; y la de la Sala II en Causa n°. 20.325 AIncidente de
falta de acción de la Asociación de Víctimas Aéreas@, del 25/9/2003, reg. n°21.573)…”.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
5.3.2009
AAcosta@@
Causa 27.590
Reg. 29.572
J. 12 - S. 23
QUERELLANTE. QUERELLA MEDIANTE APODERADO. REQUISITOS.
“Para querellar por otro se requiere poder especial, otorgado por escritura pública, conforme lo
establece el artículo 1184, inciso 7mo, del Código Civil (“Deben ser hechos por escritura pública,
con excpeción de los que fuesen celebrados en subasta pública: (…) 7° Los poderes generales o
especiales que deban presentarse en juicio (…)”). Esto implica la necesidad de un instrumento
donde se haya volcado la decisión del mandante de promover el proceso respecto de un hecho
determinado, con identificación del imputado, según el caso”.
“La acreditación de la personalidad –ya sea que se invoque un poder especial o general- debe
hacerse en la primera gestión, bastando la agregación de una copia firmada por el apoderado o el
letrado patrocinante (cfr. art. 47 CPCN). Presentado el poder y admitida la personería, el
apoderado asume todas las responsabilidades que las leyes le imponen y sus actos obligan al
poderdante como si él personalmente los practicare (cfr. art. 49 CPCN)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Farah - Freiler
25.3.2009
AFayt@@
Causa 42.807
Reg. 224
J. 6 - S. 11
QUERELLANTE. VICTIMA DE DELITO. DEMOSTRACIÓN DE TAL CARÁCTER. EXIGENCIA
SÓLO COMO HIPÓTESIS
“el carácter de ofendido por el delito sólo se requiere a título de hipótesis, puesto que si se exigiera
su previa comprobación se estaría imponiendo, para iniciar y proseguir un proceso, la
demostración de la realidad de un delito que es precisamente lo que se debe investigar (conf. esta
Sala en causa n° 13.241 “Gotelli”, rta. el 19/6/97, reg.n° 14.319)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
12.3.2009
ACasabona@@
Causa 27.435
Reg. 29.616
J. 3 - S. 5
RECURSO DE CASACIÓN. SENTENCIA DEFINITIVA. EXCEPCIÓN DE FALTA DE ACCIÓN.
IMPROCEDENCIA.
“las decisiones que rechazan la excepción de falta de acción no configuran sentencia definitiva en
los términos del artículo 14 de la ley 48, ni resultan equiparables a ella a los efectos de la
habilitación de la instancia extraordinaria (Fallos 310:248 y sus citas), no reuniendo tampoco esos
extremos aquellas resoluciones cuya consecuencia sea la obligación de seguir sometido a proceso
criminal, pues no ponen fin al proceso, no impiden su continuación ni ocasionan un agravio de
imposible o insuficiente reparación ulterior (Fallos 311:252, 1671)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
10.3.2009
ALemire@@
Causa 27.385
Reg. 29.600
J. 6 - S. 12
RECURSO DE CASACIÓN. SENTENCIA DEFINITIVA. PLAZO RAZONABLE. PRESCRIPCIÓN
DE LA ACCIÓN PENAL. PROCEDENCIA.
22
Poder Judicial de la Nación
“se ha admitido que cuando se alega que se encuentra involucrado el derecho a ser juzgado en
plazo razonable procede hacer excepción al principio según el cual no constituyen sentencias
equiparables a definitiva las decisiones que no hacen lugar a la prescripción de la acción penal
(B.898 XXXVI ABarra@ resuelto el 9 de marzo de 2004, y Fallos: 323:982 y sus citas. Ver de esta
sala, causa n° 20.891 ACingolani@, reg. n° 22.545 del 10/6/04, y causa n° 21.764 AGastaldi@, reg. n°
23.435 del 1/3/05)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
12.3.2009
ATalia@@
Causa 27.166
Reg. 29.627
J. 7 - S. 14
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. PROCEDENCIA. REQUISITOS.
“El artículo 474 del CPPN establece que el recurso de inconstitucionalidad procede cuando se
hubiese cuestionado la constitucionalidad de una ley, ordenanza, decreto o reglamento que
estatuya sobre materia regida por la Constitución y la sentencia o el auto fuere contrario a las
pretensiones del recurrente. Si bien una interpretación literal indicaría que el recurso sólo se admite
cuando la decisión ha sido favorable a la validez constitucional de la norma, se ha interpretado que
resulta la vía adecuada, igualmente, para lograr la declaración de constitucionalidad de una norma
USO OFICIAL
declarada violatoria de la Constitución Nacional por un Tribunal inferior, tal como se corrobora en el
presente caso (C.N.C.P. Sala IV, cn° 1676, “Fernández, Miguel Tito s/ recurso de
inconstitucionalidad”, rta. 10/08/00, reg. N° 2747; Sala II cn° 36 “Costilla, Jorge s/ recurso de
inconstitucionalidad”, rta. el 24/11/93, reg. n° 61 y Sala III cn° 64 “Belizán, Rodolfo A. s/ recurso de
inconstitucionalidad”, rta. el 15/03/94, reg. N° 94, entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
5.3.2009
ASánchez@@
Causa 42.348
Reg. 167
J. 8 - S. 15
RECURSO DE QUEJA. SUSPENSIÓN DEL TRÁMITE DE LAS ACTUACIONES. RESOLUCIÓN
DE APELACIONES PENDIENTES. IMPROCEDENCIA.
“la subsistencia de vías de impugnación extraordinarias interpuestas por el imputado no impide que
se sustancie la etapa de crítica instructoria en la forma establecida por el artículo 346 del Código
Procesal Penal de la Nación, y se eleve la causa a juicio si así se resuelve como resultado de la
discusión entablada en ese marco (ver esta Sala en causa n° 27.108 “Osorio”, rta. el 17/9/08, reg.
n° 28.944, entre otras)”.
“Se concluyó señalando que si la imputación persiste tras haber sido sometida a las instancias
ordinarias de revisión “...no puede supeditarse la continuidad del proceso a que se haya agotado
también las instancias extraordinarias del ordenamiento procesal -recursos de casación y
extraordinario federal- pues requerir que lo actuado durante la instrucción sea avalado
sucesivamente en cuatro instancias de contralor jurisdiccional desnaturalizaría la esencia
fundamentalmente preparatoria de esta etapa, asemejándola más a un juicio de certeza que de
probabilidad sobre la responsabilidad del imputado, atentaría contra el ejercicio adecuado y eficaz
de la administración de justifica y afectaría la garantía constitucional de defensa en juicio
comprensiva del derecho de toda persona encausada a ser juzgada en un plazo razonable...” (ver
causa n° 26.447 “Seligra”, rta. el 3/4/08, reg. n° 28.258)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
26.3.2009
AMarx@@
Causa 27.629
Reg. 29.666
J. 2 - S. 4
23
RECUSACIÓN DE MAGISTRADOS. OPINIÓN EMITIDA EN CASOS SOMETIDOS A SU
DECISIÓN. IMPROCEDENCIA.
“es criterio de la Corte Suprema de Justicia de la Nación -compartido por este Tribunal-, que las
opiniones emitidas por los jueces en los casos sometidos a su decisión, no constituyen el
prejuzgamiento que autoriza su recusación con causa (ver C.S.J.N. Fallos 199:184; 240:123;
300:380 y 301:596 y de esta Sala II causa n°4.770, reg. n°5411 rta. 14/5/87 y causa n°13.382, reg.
n°14.288, rta. 10/06/97 -entre muchas-; y de la Sala I causa n°30.183 AAnzorregui@, reg. 749, rta.
10/09/98 -entre otras-)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun
27.3.2009
AMelgarejo@@
Causa 27.741
Reg. 29.670
J. 1 - S. 2
RECUSACIÓN DE MAGISTRADOS. RECHAZO IN LIMINE. PROCEDENCIA.
“la doctrina y jurisprudencia han afirmado que “cuando se advierte su manifiesta improcedencia con
la sola lectura, el rechazo in limine de la recusación se impone lógica y necesariamente (CSJN,
Fallos 240:407; Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional, Fallos, Tomo V, pág. 552; Sala I de
esta Cámara, causa n° 20.284 “Sichel”, reg. n° 365 del 29/09/87 y causa n° 20.490 “Vago”, reg. n°
138 del 6/05/88; Manigot, M. “Código de Procedimientos en Materia Penal Anotado y Comentado”,
Abeledo Perrot, Bs.As., 1972, pág. 183, nota 115)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
19.3.2009
AAnzorreguy@@
Causa 27.490
Reg. 29.646
J. 3 - S. 5
ACTA DE SECUESTRO. FALTA DE DETALLE DEL MATERIAL SECUESTRADO. VALOR
PROBATORIO.
“Esta Alzada ha sostenido que el acta de secuestro es un elemento de prueba que debe
ponderarse a la luz de los principios y reglas de valoración de la prueba, y en tal sentido podrá
asignársele mayor o menor potencialidad probatoria en la medida en que ella sea apreciada en
consonancia con los restantes medios adquisitivos (conf. C.N° 39.161 “Video Club El Sótano s/
nulidad” Reg. N° 746/06; CN° 34.787 “González Lozada” Reg N° 130/03; CN° 33.806 “Esquivel”
Reg. N° 85/02; CN° 36.087 “Silva Pikus” Reg N° 357/04; entre otras)”.
“Por este motivo, la falta de detalle pormenorizado de los discos compactos incautados, no se
presenta como un vicio del acta, sino que podrá eventualmente resentir su valor probatorio y en tal
inteligencia, deberá ser evaluada oportunamente”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
30.4.2009
APérez@@
Causa 42.824
Reg. 369
J. 4 - S. 8
ALLANAMIENTO. REQUISA. REQUISA DE LUGARES ASIMILADOS AL DOMICILIO. LOCKER
DEL LUGAR DE TRABAJO. TUTELA CONSTITUCIONAL. REQUISITO DE ORDEN JUDICIAL.
DERECHO A LA INTIMIDAD.
“Podemos decir que atenernos a una interpretación restrictiva, nos llevaría a sostener que no se
encuentran bajo la protección constitucional una serie de ámbitos privados. Por ello, concordamos
con Alejandro Carrió, respecto de que: “...El problema con esta interpretación es que deja sin tutela
constitucional cosas tan trascendentes como las conversaciones telefónicas, un portafolio, o el
armario que una persona pueda tener asignado en un club. La consecuencia sería que un policía
24
Poder Judicial de la Nación
puede husmear legítimamente en tales ámbitos, sin necesidad de recurrir a un juez, y sin importar
la razonable expectativa de privacidad que un habitante pueda haber exhibido al respecto...”.
Asimismo agrega que: “...Dentro de los derechos de una persona, ya sea como derivación del de
la propiedad o como un derecho autónomo a la intimidad, creo podría incluirse sin esfuerzo el
derecho a que se respeten por el Estado aquellos ámbitos privados donde sus titulares han
exhibido un interés en que así se mantengan...” (Carrió, Alejandro, Garantías Constitucionales en
el Proceso Penal, Editorial Hammurabi, Buenos Aires, 2007, pág. 436/7)”.
“En este sentido, compartimos lo expuesto por la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional,
respecto de que en el campo penal los ámbitos privados a los que se refiere el artículo 18 de
Constitución Nacional deben ser interpretados en sentido amplio para la salvaguarda de las
garantías de los imputados,“... los recintos privados, como lo es el cofre asignado por la empresa a
uno de su dependientes cerrado con candado - circunstancia que evidencia la voluntad de
exclusión del usuario- deben recibir la misma protección que el domicilio, y consecuentemente es
necesaria una orden de allanamiento para su apertura, cuya ausencia no puede ser suplida
válidamente por el consentimiento prestado por los procesados en la ocasión...” (C.N° 37.994
“Ayala, Gustavo”, Sala IV, rta. 11/09/1990)”.
“Ahora bien, más alla de la reglamentación proveniente de la legislación laboral relativa a la
flexibilización del espacio a la intimidad del trabajador para permitir la potestad de controles
USO OFICIAL
personales por parte del empleador, lo cierto es que, como toda ley que reglamenta un derecho,
establece sus limitaciones (arts. 14 y 28 C.N) interpretadas judicialmente del modo ya destacado.
Aplicadas aquellas consideraciones a la delimitación del ámbito de intimidad protegido por el
artículo 18 C.N en relación al “locker” asignado a Farias, es factible sostener que el nombrado
podía tener una razonable expectativa de privacidad sobre el recinto de acuerdo con las
limitaciones impuestas por la legislación laboral. Dicho de otro modo, podía confiar en que nadie
abriera su armario por fuera de los controles reglamentarios, prefijados de antemano que debían
contar con su presencia, así como con la intervención de un delegado sindical”.
“Sin embargo, la apertura de su armario se realizó por fuera de sus expectativas normativamente
garantizadas según lo expuesto y por ello se ingresó a un ámbito privativo de su intimidad”.
“Es preciso, en consecuencia, analizar ahora si esa injerencia en su derecho se llevó a cabo del
modo reglamentado por la ley procesal penal. El artículo 224 del C.P.P.N. establece que “...Si
hubiere motivos para presumir que en determinado lugar existen cosas vinculadas a la
investigación de un delito, o que allí puede efectuarse la detención del imputado o de alguna
persona evadida o sospechada de criminalidad, el juez ordenará por auto fundado el registro de
ese lugar...”.
Sin embargo, en autos no se llevó a cabo la apertura del “locker” con la
correspondiente orden judicial de allanamiento, como lo prevee la norma, ni se verificó ninguno de
los supuestos que habilitan, en razón de la urgencia, a prescindir de ella (art. 227 C.P.P.N.)”.
“Entonces, luego de haber evaluado los requisitos para su procedencia, podemos decir que nos
encontramos ante una clara violación del derecho a la intimidad consagrado en el artículo 18 de la
C.N.”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
28.4.2009
AFarias@@
Causa 42.115
Reg. 360
J. 6 - S. 12
CAUCIÓN. CRITERIOS DE VALORACIÓN PARA SU IMPOSICIÓN. NULIDAD.
“no se ha efectuado una valoración de los ingresos del encausado, los bienes que pudieren resultar
de su propiedad, y/o su situación socio-económica y familiar -accesibles al Juzgado en virtud de los
informes que obren en la causa-, que permita evaluar la razonabilidad del monto establecido y si -
25
conforme se reclama- éste se halla o no en pugna con lo establecido en el art. 320 in fine del
C.P.P.N., para el imputado y los fiadores que pudiere presentar” de lo que se sigue la nulidad del
pronunciamiento.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
20.4.2009
ACuomo@@
Causa 27.801
Reg. 29.753
J. 12 - S. 23
COMPETENCIA. CUESTIÓN DE ORDEN PÚBLICO. INTERVENCIÓN DE OFICIO DEL
TRIBUNAL
“Sin perjuicio de lo señalado en el apartado II de este resolutorio, y de las consideraciones
efectuadas precedentemente, que brindan solución a la controversia suscitada ante estos estrados,
existe otra materia que reclama la intervención de este Tribunal, y que no puede ser soslayada en
tanto involucra una cuestión de orden público: la competencia para entender en el proceso (Cfr.
CSJN Fallos 326:3669, 329:5586, 330:4260, entre muchos otros)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Ballestero
14.4.2009
AMac Dougall@@
Causa 42.944
Reg. 288
J. 1 - S. 1
C0MPETENCIA. FUERO FEDERAL. COMPROMISO A INTERESES NACIONALES. AUSENCIA.
REGISTRO NACIONAL DE LA PROPIEDAD INMUEBLE. ACTIVIDADES LOCALES
“por cuanto los sucesos denunciados, al involucrar de modo exclusivo actos entre particulares, no
alcanzan a comprometer intereses del Estado Nacional, como aspecto capaz de fundar la
competencia invocada. Pero además, y a contrario de lo sostenido por los apelantes, en virtud de
que las actividades desarrolladas por el Registro Nacional de la Propiedad Inmueble son de
carácter estrictamente local lo que impide apreciar que los sucesos denunciados, de constituir
delito, hayan entorpecido el correcto desempeño de una labor de raigambre federal (cfr. de esta
Sala, causa nro. 35.440, “Núnez, Flavio s/ competencia”, rta. el 10/7/03, reg. nro. 574 y de la
C.C.C., Sala V, causa nro. 20.341, “Castro Bravo, Hugo s/ estafa”, rta. el 20/11/02)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
21.4.2009
ANN s/Asociación ilícita@@
Causa 42.575
Reg. 318
J. 5 - S. 10
COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. ENTORPECIMIENTO DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS
“no resulta ocioso recordar que la Corte Suprema de Justicia de la Nación en numerosos
precedentes ha sostenido que corresponde a la justicia federal conocer en las causas por
homicidios o lesiones culposas producidas en un accidente ferroviario si, a raíz de él, la formación
ferroviaria estuvo detenida varios minutos (cfr. CSJN, Fallos 311:1188, 318:2506, 324:2029,
329:5364 entre otros)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
21.4.2009
AAstudillo@@
Causa 42.478
Reg. 317
COMPETENCIA.
FUERO
FEDERAL.
EVASIÓN
J. 9 - S. 18
IMPUESTOS
NACIONALES.
I.V.A.
COMPETENCIA FUERO PENAL TRIBUTARIO.
“los hechos que constituyen el objeto procesal resultan ajenos a la competencia de esta justicia de
excepción. Ello así, toda vez que surge que la maniobra investigada tuvo como finalidad evadir
26
Poder Judicial de la Nación
impuestos nacionales -en este caso el IVA-, mediante ardid o engaño, pesquisa que excede el
ámbito de actuación de la justicia criminal y correccional federal de esta ciudad y que se encuentra
tipificada en la ley penal tributaria, debiendo intervenir, en consecuencia, aquel fuero -conf. arts. 1 y
22 de la ley 24.769- (ver de esta Sala, causa n° 22.655 “Regueira”, rta. el 4/8/05, reg. n° 24.002, y
sus citas)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
23.4.2009
ANN s/Competencia@@
Causa 27.504
Reg. 29.770
J. 10 - S. 20
COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. RESIDUOS PELIGROSOS. LEY 24.051. AFECTACIÓN
QUE TRASCIENDA LA C.A.B.A.
“la justicia federal de esta ciudad no es competente para entender en hechos en infracción a la ley
24.051 que no hayan producido una afectación a las personas o medio ambiente que trascienda de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires involucrando otras jurisdicciones (ver de esta sala, causa n°
19.093 “N.N. s/ infracción ley 24.051" reg. n° 20.163 del 10/9/02 y causa n° 23.410 “Hyendai-Seoul
Motor de Mitsi Car S.A.” reg. n° 24.641 del 21/12/05; CNCP, sala II, causa n° 4270 “Taller de chapa
y pintura Autosolutions”, reg. n° 5650 del 9/5/03 y causa n° 4097 “Rubinetti”, reg. n° 5565 del
4/4/03)”.
USO OFICIAL
“Esa afectación al ambiente o a las personas que trascienda los límites de una jurisdicción
territorial, ha sido exigida para otorgar intervención a la justicia de excepción tanto por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación (CSJN, fallos: 323:163, 323:4092, competencia n° 97.XXXIX
“Espínola” del 20/5/03, competencia 967 XL “Eternit Argentina SA” del 14/10/04, y a contrario
sensu competencia n° 4.XXXIX “Montenegro” 20/5/03), como por el Procurador General de la
Nación (ver dictámenes efectuados en el caso que se publica en CSJN: fallos 326:1642, y en
competencia n° 29. XLI. “Otero Carlos Adrián c/dcia. Infr. Ley 24.051" del 20/09/05), en forma
concordante con el criterio reseñado en el párrafo anterior”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun
3.4.2009
ANN s/Incompetencia@@
Causa 27.635
Reg. 29.706
J. 5 - S. 10
COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. SECUESTRO. SECUESTRO EXTORSIVO. COMPETENCIA
DE LA JUSTICIA ORDINARIA.
“las recientes reformas legislativas referidas a los delitos tipificados en los artículos 142 bis y 170
del Código Penal no conducen a un abandono del criterio de atribución de competencia en razón
de la materia para hechos de esta especie (cf. causa n° 20.753 “Zidar” del 8/1/04, reg. 21.949, y
causa n° 22.913 “Alcaraz” del 6/10/05, reg. n° 24.286), conforme al cual si bien las causas en las
que se investiga la comisión de alguno de los delitos previstos en el artículo 3, inciso 5, de la ley 48
deben tramitarse ante la justicia de excepción, la competencia ordinaria surge si lo actuado revela
inequívoca y fehacientemente que los hechos tienen estricta motivación particular y que, además,
no existe posibilidad de que resulte afectada, directa o indirectamente, la seguridad del Estado
Nacional o de alguna de sus instituciones (cf. de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Fallos
318:2127, 319:2389, 324:911, 324:1677 y 324:2874; y de esta Sala, causa n° 19.021 “López” del
13/6/02, reg. n° 19.883, y causa n° 19.510 “Escobar” del 7/11/02, reg. n° 20.421)”.
“El precedente “Ramaro” (Fallos 328:3963) -en el cual la Corte, por remisión al dictamen del
Procurador General de la Nación, en un supuesto de secuestro extorsivo dirimió un conflicto
negativo de competencia a favor del Juez federal- no fijó un nuevo criterio sino que sentó una
excepción a la regla general. Nótese que no acogió la postura conforme a la cual tratándose de
27
este delito -dada su modalidad, las reformas recientes y la conmoción pública que causa- nunca
puede descartarse la afectación a la seguridad del Estado o sus instituciones, sino que basó su
decisión estrictamente en las características del caso y razones de economía procesal que
desaconsejaban a esa altura el cambio de jurisdicción: concretamente, por el estado ya avanzado,
próximo a la etapa de juicio, alcanzado en sede federal y el vínculo que la organización delictiva
ostentaba con otros secuestros extorsivos semejantes perpetrados en distintas jurisdicciones y que
estaban siendo investigadas en el fuero de excepción”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
16.4.2009
ANorry@@
Causa 27.706
Reg. 29.744
J. 5 - S. 9
COMPETENCIA. RESIDUOS PELIGROSOS. LEY 24.051. LEY 25.612. FUERO ORDINARIO.
“a la luz de la normativa que rige la materia de gestión integral de residuos industriales y de
actividades de servicios -ley 25.612-, ha quedado zanjada definitivamente la cuestión referente a la
competencia para entender en las acciones que derivan de la referida ley, estableciendo que
entenderá la Justicia ordinaria que corresponda (artículo 55 de la ley 25.612)”.
“A partir de la sanción de la ley 25.612, la competencia para investigar las conductas incriminadas
fue deferida a la justicia ordinaria que corresponda (artículo 55), disposición que no fue observada
por el Poder Ejecutivo al momento de su promulgación (ver conf. CCCF, Sala II,causa n° 19.524,
“N.N. s/infracción a la ley 24.051", registro 20.414, resuelta el 7 de noviembre de 2002)”.
“Si bien el primer párrafo del artículo 60 (que derogaba a la ley 24.051 y toda otra disposición que
se opusiera a la nueva normativa) fue vetado, ello, en lo que aquí interesa, sólo deja subsistente el
régimen penal de la ley 24.051 pero no se extiende a la norma procesal de atribución de
competencia indicada, bajo pena de extender en forma indebida el alcance de la decisión del poder
administrador, en uso de facultades constitucionales propias, a supuestos que no fueron ni explícita
ni implícitamente expresados por él (ver en este sentido C.N.C.P., Sala I, causa N° 5347, “Av. Pta
infracción a la ley 24.051 s/recurso de casación”, resuelta el 20 de mayo de 2004, registro n°
6733)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
23.4.2009
ANN s/inf. Ley 24.051@@
Causa 42.640
Reg. 345
J. 1 - S. 1
CORPUS CRIMINI. CORPUS INSTRUMENTORUM. CORPUS PROBATORIUM
“este Tribunal ha sostenido que “A los fines de la acreditación de la comisión de un delito, no
resulta necesaria la incorporación al proceso del objeto sobre el cual ha recaído la conducta
delictuosa -corpus crimini- ni de los medios utilizados en la comisión del suceso -corpus
instrumentorum-, ya que basta con que su verificación se produzca por los medios de prueba
admitidos -corpus probatorium-...@. (conf. esta Sala en C. N° 35.764 “Ambesi, Ana Estela
s/procesamiento, reg. nro. 304 del 19/04/2005 y C.N.C.P., Sala III “Ambesi, A. E. , registro nro.
854.04.3)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Freiler
8.4.2009
AVelázquez Aguilera@@
Causa 42.931
Reg. 274
DECLARACIÓN INDAGATORIA. EVACUACIÓN DE CITAS. PROCEDENCIA.
28
J. 7 - S. 14
Poder Judicial de la Nación
“es necesario recordar que “(...)en tanto prima facie resulten conducentes a la investigación, las
citas referidas por el imputado en su indagatoria deben ser evacuadas por el órgano (...) Su
incumplimiento puede hacer necesario que se revoque el procesamiento, en tanto la prueba
adquirida no sea suficiente para respaldarlo (...)” (Navarro, Guillermo Rafael y Daray, Roberto Raúl,
“Código Procesal Penal de la Nación –Análisis doctrinal y jurisprudencial, Tomo 2, Editorial
Hammurabi, 2° edición, Buenos Aires, Año 2006, pag. 894)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Freiler
8.4.2009
AYakubson@@
Causa 42.921
Reg. 273
J. 4 - S. 7
DELITO EXPERIMENTAL.
“lleva dicho este Tribunal a partir del fallo “Saidán” que la simulación de compra realizada por la
querella “..resulta ser lo que en doctrina se denomina “delito experimental”, dado que la actuación
dolosa del imputado fue bajo la influencia de ésta. En este sentido, el conocimiento previo del
comprador (quien de ese modo se coloca en esa posición virtual) neutraliza de antemano la
eventual lesividad de la decisión de acción contraria al bien jurídico...”(cn° 41.292 “Saidan,
Alejandro s/procesamiento”, rta. 14/12/07. reg. 1525), motivo por la cual dicha circunstancia nos
USO OFICIAL
será tenida en cuenta como elemento cargoso”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
24.4.2009
AGonzález@@
Causa 42.688
Reg. 347
J. 12 - S. 23
DEPÓSITOS JUDICIALES. NATURALEZA. PESIFICACIÓN DE DEPÓSITOS EN DÓLARES.
INTERESES NO DEVENGADOS CON POSTERIORIDAD A LA PESIFICACIÓN DE DEPÓSITOS
BANCARIOS
“el Dr. Daniel Atilio Borroni en representación del Banco de la Ciudad de Buenos Aires, contra la
decisión de fs. 1990/1993 que ordenó la aplicación de intereses no devengados y posteriores a la
pesificación de los depósitos bancarios como si siempre hubiesen continuado las inversiones a
plazo fijo en dólares”
“resulta razonable la decisión del a quo dado que los depósitos judiciales no participan de la
naturaleza del depósito bancario y, al no tener como esencia la inversión o el ahorro sino sólo el
resguardo del dinero de las causas para hacer factibles diferentes actos que se desarrollan durante
un proceso judicial, tales frutos se vislumbran procedentes como consecuencia lógica del depósito
efectuado en el banco recurrente”.
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Freiler
7.4.2009
ABanco Ciudad@@
Causa 41.911
Reg. 269
J. 4 - S. 7
DOCUMENTOS. CARACTERÍSTICAS. FALSEDAD IDEOLÓGICA. AUTORIDAD CERTIFICANTE
DE UN PARTIDO POLÍTICO. LEY 23.298
“revisten el carácter de documento público aquéllos instrumentos que, con las debidas
formalidades legales, autorizan los oficiales públicos o quienes sin serlo se hallan legitimados por
el derecho vigente para actuar como tales” (conf. causa n° 15.926 “Minotti”, reg. n° 17.084 del
2/12/99, causa n° 16.309, “Zalloco”, reg. n° 17.362 del 28/03/00, causa n° 21.049 “Dell Archiprette”,
reg. n° 22.458 del 18/05/04 y sus citas, entre otras). Ello es -precisamente- lo que sucede con las
29
autoridades certificantes de los partidos, en virtud de lo dispuesto por el artículo 23 inciso “c” de la
ley 23.298”.
“hemos sostenido -reiteradamente- que incurren en el delito de falsedad ideológica de instrumento
público los delegados o autoridades certificadores de un partido político que verifican falsamente
en las fichas de afiliación que los ciudadanos han suscripto ante ellos el instrumento, en tanto son
responsables de la inserción de datos falsos que el documento debe probar de modo que cause
perjuicio (causa n° 25.659 “Roncal”, reg. n° 27.817 del 11/12/07; causa n° 23.322 “Ongay”, reg. n°
24.775 del 7/02/06; causa n° 22.808 “Podestá”, reg. n° 24.149 del 8/9/05, entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun
3.4.2009
AMaripil@@
Causa 27.527
Reg. 29.709
DOCUMENTOS.
INSTRUMENTO
PÚBLICO.
FALSEDAD
J. 5 - S. 9
IDEOLÓGICA.
DELEGADO
O
AUTORIDAD CERTIFICADORA DE PARTIDO POLÍTICO.
“Este Tribunal ha sostenido -reiteradamente- que incurren en el delito de falsedad ideológica de
instrumento público los delegados o autoridades certificadores de un partido político que verifican
falsamente en las fichas de afiliación que los ciudadanos han suscripto ante ellos el instrumento,
en tanto son responsables de la inserción de datos falsos que el documento debe probar de modo
que cause perjuicio (cn° 27.353 “Alonso”, reg. n° 29.338 del 16/12/08, cn° 27.224 “Quinteros”, reg.
n° 29.339 del 16/12/08, entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
30.4.2009
ASternberger@@
Causa 27.685
Reg. 29.817
J. 3 - S. 6
ELEVACIÓN A JUICIO. CLAUSURA DE LA INSTRUCCIÓN. PROCEDENCIA. RECURSOS
EXTRAORDINARIOS
PENDIENTES
DE
RESOLUCIÓN.
DOBLE
INSTANCIA.
DOBLE
CONFORME
“una vez que la situación procesal del imputado y la restricción preventiva de su libertad han sido
evaluadas por el Juez instructor y la Cámara de Apelaciones, es posible sustanciar la etapa de
crítica instructoria en la forma establecida por el citado artículo 346 y elevar la causa a juicio, si así
se resuelve como resultado de la discusión entablada en ese marco...” (cfr. de esta Sala, causa n°
22.225 “Oliverio, Orlando J. y otros s/nulidad”, reg. n° 23.633 del 5/5/05, causa n° 22.468 “Inc. de
nulidad de vista del 346 CPPN”, reg. n° 23.972 del 28/7/05, causa n° 23.601 “Orentrajch, Pedro y
otros s/nulidad del requerimiento de elevación a juicio”, reg. n° 24.934 del 30/3/06 y causa n°
23.368 “Enre s/nulidad de la vista del art. 346 del CPPN, reg. 25.009 del 20/4/06)”.
“No obsta a que la instrucción quede clausurada que subsista
alguna vía de impugnación
extraordinaria interpuesta por el imputado pues la actividad de control jurisdiccional efectuada
hasta entonces -expresada en decisiones concordantes de ambas instancias, que satisfacen
consecuentemente la exigencia de la “doble conformidad”- amerita que se le asigne a la imputación
verosimilitud suficiente para permitir el avance progresivo del proceso hacia su destino principal: el
debate oral y contradictorio (cfr. precedentes citados, a cuyos términos cabe remitirse in extenso)”.
“En esta dirección, se ha sostenido que inclusive dentro del esquema restringido de defensa propio
de la fase de instrucción el sistema procesal vigente ofrece al procesado y a su asistencia letrada
suficientes facultades para ejercer activamente ese derecho sometiendo a control y revisión
jurisdiccional la razonabilidad de la imputación que se le dirige; entre ellas, cobra particular interés
en resaltar aquí la posibilidad de apelar el procesamiento dictado por el Juez instructor y oponerse
al requerimiento de elevación a juicio formulado por el Fiscal”.
30
Poder Judicial de la Nación
“De allí se ha concluido que si la imputación persiste tras haber sido sometida a las instancias
ordinarias de revisión, no puede supeditarse la continuidad del proceso a que se hayan agotado
también las instancias extraordinarias del ordenamiento procesal -en el caso, el recurso de
casación y el extraordinario federal- pues requerir que lo actuado en la instrucción sea avalado
sucesivamente en cuatro instancias de contralor jurisdiccional desnaturalizaría la esencia
fundamentalmente preparatoria de esta etapa, asemejándola más a un juicio de certeza que de
probabilidad sobre la responsabilidad del imputado, atentaría contra el ejercicio adecuado y eficaz
de la administración de justicia y afectaría la garantía constitucional de la defensa en juicio,
comprensiva del derecho de toda persona encausada a ser juzgada en un plazo razonable”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
14.4.2009
ASpolski@@
Causa 27.627
Reg. 29.728
J. 5 - S. 10
ESTUPEFACIENTES. ART. 12 INC. “B” LEY 23.737. USO DE ESTUPEFACIENTES CON
OSTENTACIÓN Y TRASCENDENCIA AL PÚBLICO. REQUISITOS TÍPICOS.
“el hecho imputado (…) no reúne los extremos exigidos por el art. 12 inc. b de la ley de drogas. En
efecto, el citado tipo penal requiere que el uso de estupefacientes se efectúe con “ostentación y
USO OFICIAL
trascendencia al público”. Se sostiene que “la trascendencia implica que la acción haya sido
percibida por terceras personas, y toda vez que la norma hace referencia al público, los sujetos
receptores deben ser indeterminados” (Mahiques, Carlos A., “Leyes Penales Especiales”, ed.
Fabián Di Plácido, Bs.As., 2004, tomo I, pág.195/6)” (del voto de los Dres. Irurzun y Cattani).
“En esta línea de pensamiento, cabe señalar que, la circunstancia destacada por el magistrado, de
que el imputado “se encontraba utilizando marihuana en una unidad férrea, siendo las cinco y
media de la tarde”, no resulta suficiente para fundamentar la calificación escogida en el auto en
crisis. Ello así por cuanto, el tipo penal mencionado, exige la efectiva trascendencia al público, no
bastando a tales efectos que el uso de la droga se produzca en lugares expuestos al público o
privados, pero con probable trascendencia a terceros (ver Mahiques, Carlos A., obra citada,
pág.196)”. (del voto de los Dres. Irurzun y Cattani).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
21.4.2009
ALucero Tévez@@
Causa 27.680
Reg. 29.769
J. 6 - S. 11
ESTUPEFACIENTES. TENENCIA. MATERIAL FRACCIONADO. HECHO ÚNICO
“esta Sala ha dicho que “la tenencia de estupefacientes constituye un solo delito y no una
reiteración delictual susceptible de ser dividida en diferentes pronunciamientos, y asimismo, resulta
irrelevante que la sustancia prohibida se haya secuestrada fraccionada, dado que de todas formas
constituye un hecho único sobre el que debe recaer una sola resolución” (c. 29.635, caratulada
“Acosta, Hector Gabriel”, reg. 405, resuelta el 28/5/1998 y c. 24.290, caratulada “Nash”, reg. 435,
6/7/1993 y c. 25.481, caratulada “Torrado, Gonzalo”, reg. 394 del 4/7/94)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
22.4.2009
AChávez Ventura@@
Causa 42.880
Reg. 336
J. 2 - S. 3
EXTORSIÓN. ART. 168 C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
“La presentación de un hecho como cierto y la amenaza de que se atentaría contra la integridad
física o la vida de la supuesta víctima “...no requiere entonces un correlato objetivo- concepto que
31
comprende también la factibilidad concreta de los hechos amenazados - para configurar el medio
extorsivo en cuestión, pues la figura, en lo que atañe a su modo comisivo, no se extiende a otro
bien jurídico que no sea la libertad, la cual se encuentra menoscabada con la intimidación, que
requiere, en consecuencia sólo idoneidad en ese sentido, es decir no para cumplir con el mal
amenazado sino para crear tal convencimiento en la psiquis del sujeto pasivo.” (C.C.C.Fed. Sala I,
c.n° 42.220 “Franco, Pablo Eliseo s/ averiguación secuestro extorsivo”, rta. el 3/9/08, reg. n° 999)”.
“En igual sentido, se ha pronunciado la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional de esta
ciudad al señalar que para la configuración del delito de extorsión “Es suficiente que la producción
del mal amenazado luzca dependiente de la voluntad del sujeto activo, que verosímilmente pueda
creer que está en poder del intimidante concretarlo”... “Si bien el damnificado iba a realizar una
disposición patrimonial que habría de perjudicarlo, motivado por un artificio de los autores, no se
configura el delito de estafa ya que ellos no lo indujeron a error, sino a una férrea compulsión,
resultando su finalidad conformar una intimidación basada en la mentira y así obligarlo a la entrega
del dinero exigido.” (conf. C.N.C.C. Sala IV c. n°26.034 “Fernández, Susana” rta. el 31/3/05)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
28.4.2009
ADos Santos@@
Causa 27.758
Reg. 29.807
J. 5 - S. 10
FUNCIONARIO PÚBLICO. EMPLEADO PÚBLICO. CONCEPTO. ALCANCES.
“el concepto de funcionario y empleado público se relaciona con la participación de la persona en la
función pública de acuerdo al propio artículo 77 del Código Penal. Así, A...existe un concepto
funcional de funcionario público, que le es propio al Derecho Penal, y según el cual la incorporación
formal a la administración pública no es la única y exclusiva razón que legitima la imputación de
delitos funcionales, sino también, y por encima de las consideraciones administrativas, la simple
participación en el ejercicio de funciones públicas...@ (ver de esta Sala, causa n° 22.309 ASznajder@,
reg. n° 23.671 del17/5/05, causa n° 24.080 ACavallo@, reg. n° 26.102 del 30/11/06, entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
1.4.2009
ASalvatierra@@
Causa 27.571
Reg. 29.703
J. 3 - S. 6
INTIMIDACIÓN PÚBLICA. REQUISITOS TÍPICOS.
“en cuanto a la falta de un peligro común producto de la presunta ausencia de explosivos, que la
colocación de tales artefactos no constituye requisito del tipo en cuestión, concentrado en cambio,
en la proscripción de la conducta de hacer señales, dar voces de alarma, amenazar con la
comisión de un delito de peligro común o de emplear otros medios materiales idóneos con el fin de
infundir un temor público o suscitar tumultos o desórdenes”.
“En este contexto, la efectiva aplicación de explosivos, o bien se constituye como la circunstancia
agravante prevista por la norma o, según el caso, podría resultar idónea para reemplazar la
aplicación de la figura en virtud de la subsidiariedad expresa a la que se refiere el artículo en
cuestión”.
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Freiler
8.4.2009
AColegio Francescano@@
Causa 42.812
Reg. 279
J. 6 - S. 11
MARCAS Y DESIGNACIONES. REQUISITOS TÍPICOS. INSCRIPCIÓN PREVIA.
32
Poder Judicial de la Nación
“la tutela penal de los derechos protegidos por la ley 22.362 necesariamente requiere la previa y
efectiva inscripción, motivo por el cual, y no obstante la notoriedad que puedan tener las marcas
cuestionadas, la acreditación de los registros correspondientes resulta insoslayable para la
persecución penal (ver en este sentido, de esta Sala, C.N° 38.932 “Lauría”, reg. 501, del 01/06/06,
entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Freiler
8.4.2009
APozueta@@
Causa 42.232
Reg. 280
J. 2 - S. 4
MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FACULTADES. ART. 120 C.N. AUTONOMÍA FUNCIONAL.
“Nuestra Constitución Nacional impide a los jueces ejercer una actividad que exceda del
conocimiento y decisión de los casos previamente planteados por un órgano con autonomía
funcional -Ministerio Público- (ver c.n°35.096 “Bonadío, Claudio”, Reg. 38 rta. 4/3/04, de esta Sala
I)”.
“Consecuentemente, corresponde invalidar el resolutorio a través del cual el a quo elevó las
actuaciones al Fiscal General a efectos de que éste dirima su conflicto con el agente fiscal. Ello no
solo porque el juez carece de facultades expresas en la ley procesal federal para ordenar esa
USO OFICIAL
elevación en consulta, sino porque tal proceder es producto de una construcción pretoriana in
malam parten que, en tanto se opone al principio constitucional de legalidad material, coloca al
imputado en una situación injustificablemente perjudicial”.
“Vale reiterar entonces que, frente al dictamen del agente fiscal efectuado en ocasión de
pronunciarse en virtud de la vigencia de la acción penal (fojas 179/180vta.), el juez de instrucción
debe resolver, una vez superado el examen de legalidad y razonabilidad del mismo”.
“Esto es la mejor forma en la que, a nuestro juicio y sobre este punto, los jueces podemos
“solucionar con prudencia la difícil convivencia entre el art. 120 de la Constitución Nacional, de la
ley orgánica del Ministerio Público y un código procesal en el que perduran innumerables
elementos inquisitivos...” (V. C.S.J.N. Q. 162 XXXVIII “Quiroga”, Edgardo Oscar s/causa n°4302"
del 23/12/04)”.
“Esto último, claro está no impide que -a través de mecanismos internos propios y exclusivos del
Ministerio Públicos Fiscal consecuentes con el principio de unidad y coherencia de éste- los
fiscales generales controlen los criterios de los agentes fiscales antes de que éstos formalicen sus
opiniones en el proceso”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
28.4.2009
APaltian Rentz@@
Causa 42.543
Reg. 351
J. 11 - S. 21
NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. ART.
265 C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
“La acción sancionada por el delito bajo análisis, conforme surge del texto legal, es la de
“interesarse” en un contrato u operación en la que el funcionario público intervenga por razón de su
cargo. Se trata de “volcar sobre el negocio ... una pretensión de parte no administrativa”, es decir,
de actuar en la operación “no sólo como funcionario, sino, conjuntamente, como particular
interesado en una determinada decisión o actuación de la administración” (Creus, Carlos, “Derecho
Penal, parte especial”, ed. Astrea, Buenos Aires, 1999, Tomo II, pág. 299)”.
“La confluencia de intereses disímiles en el funcionario ha sido denominada por la doctrina como
“desdoblamiento del agente”, toda vez que éste actúa como funcionario -representando al estadoy, a la vez, como particular. Se admite que el indebido interés de parte puede manifestarse en
33
cualquier etapa de la operación, desde las tratativas hasta su conclusión total. (Donna, Edgardo
Alberto, “Delitos contra la Administración Pública”, ed. Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 2002, pág.
318 y ss.)”.
“Adviértase que, como lo ha sostenido reiteradamente esta Sala, la figura penal bajo análisis “...
apunta al funcionario público que desdobla su personalidad y, a la par de representar al Estado,
actúa como parte interesada ... El resultado es el desvío de poder en desmedro del necesario
interés unilateral que debe arrimar toda actuación de un órgano estatal, procediendo con
tendencia beneficiante, condicionando la voluntad negocial de la administración por la inserción de
un interés particular” (conf. c. 22.371 “Martínez de Hoz”, rta. 15/11/90, reg. 742; c. 28.847 “Lira”,
rta. 4/11/97, reg. 943; c. 34.844 “Dirección Nacional del Registro de la Propiedad Automotor”, rta.
19/5/03, reg. 384; c. 37.737 “Alvarez, Atilio José y otros s/ procesamiento y embargo”, rta. 18/8/05,
reg. 839; Sala II c. 12.840 “Nicolini”, rta. 29/5/96, reg. 13.177 y c. 12.307 “Tedesco Balut”, rta.
16/9/96, reg. 13.497, c. 38.401, “Alzogaray”, rta. 20/12/05, reg. 1489, entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
21.4.2009
ALeonetti@@
Causa 42.511
Reg. 324
J. 11 - S. 21
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. DESCRIPCIÓN DEL HECHO IMPUTADO AL RECIBIR
DECLARACIÓN INDAGATORIA. CALIFICACIÓN JURÍDICA. DERECHO DE DEFENSA.
“...no es correcto sostener la invalidez de la requisitoria por no guardar coherencia la calificación
jurídica seleccionada por el acusador con el hecho que se describe, si estando este
adecuadamente descripto, la disparidad de criterio acerca del encuadramiento típico, el error en
que el acusador podría haber incurrido o, aun, la eventual contradicción entre el hecho reprochado
y su calificación, no afectan el ulterior derecho de defensa del imputado acerca del hecho
endilgado...”(conf. Navarro Guillermo-Daray Roberto. Código Procesal Penal de la Nación, antes
citado, pag. 730) (Sala II de esta Cámara de Apelaciones, causa n° 24.962 “Fernández Madero,
Jaime s/nulidad”, reg. 26.799 del 15/5/07)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
30.4.2009
AAnchorena@@
Causa 27.612
Reg. 29.824
J. 11 - S. 21
RECURSO DE APELACIÓN. MOTIVACIÓN. REQUISITOS.
“la motivación no puede ser otra cosa que marcar las premisas de las que el juez se vale en su
razonamiento para arribar a la conclusión que se impugna o señalar aquellas otras que ha omitido
merituar, especificar los puntos de agravio, identificar qué argumentos utilizados resultan
censurables y cuáles se soslayaron ponderar, todos extremos que no se han respetado en las
presentaciones en cuestión”.
“En la instauración de los recursos a los que se alude en el artículo 438 del Código Procesal Penal
de la Nación se exige la manifestación concreta y sintética de los motivos en los que se sustenta la
impugnación, lo que encuentra su ratificación el artículo 445 de dicho cuerpo normativo, según el
cual, los motivos del agravio posibilitan a la Alzada delimitar el marco de su conocimiento y
coetáneamente determinar los puntos de la resolución que se cuestionan (conf. Código Procesal
de la Nación -Ley 23.984- comentado y concordado, Levene, R. (H), Casanovas, J., Levene y
Hortel, E., págs. 387)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Freiler
8.4.2009
ADecoud Griet@@
Causa 42.305
Reg. 277
34
J. 2 - S. 3
Poder Judicial de la Nación
SECRETO PROFESIONAL. MÉDICO. DERECHO A LA INTIMIDAD. DERECHO A LA SALUD.
“no debemos perder de vista que el deber de confidencialidad que tienen los médicos respecto de
lo que le comuniquen sus pacientes encuentra sustento constitucional en el derecho a la salud y a
la intimidad del que gozan los ciudadanos (arts. 19 y 33 de la Constitución Nacional), como
correctamente lo ha señalado el juez de la anterior instancia”.
“En cuanto al primero de estos principios, difícilmente podría existir una adecuada atención médica
si la persona no confía en que su médico guardará secreto de todo aquello de lo que se entere o
comunique de forma confidencial en el marco del tratamiento de su padecimiento. Es en virtud de
ello que la institución del secreto médico desde antiguo se encuentra prevista en los códigos de
ética o leyes de ejercicio de cualquier profesión vinculada al arte de curar”.
“A partir de allí puede afirmarse que existe una razonable expectativa de intimidad en esa relación
con el médico y toda la información que en ese ámbito surja, y, por lo tanto, quedará exenta del
conocimiento generalizado por parte de los demás y no será objeto de intromisiones arbitrarias (en
este sentido, Nino, Carlos S., Fundamentos de derecho constitucional, Ed. Astrea, Bs. As., 2000,
pág. 327; y C.S.J.N. Fallos: 306:1892 “Ponzetti de Balbín”). Este derecho, que se desprende del
artículo 19 de nuestra Ley Fundamental, también lo encontramos reconocido ampliamente en los
tratados internacionales de derechos humanos con jerarquía constitucional (art. 12 de la D.U.D.H.;
USO OFICIAL
art. 11 de la C.A.D.H.; art. 17 del P.I.D.C.P.; y arts. 5, 9 y 10 de la D.A.D.D.H.)”.
“debe descartarse que la médica haya estado obligada a comunicar a la autoridad los hechos de
los que tomó conocimiento de parte de Muñóz Alcala pues no se trataba de un delito de los
mencionados en el artículo 177, segundo párrafo, del Código Procesal Penal de la Nación, ya que
no era contra la vida y la integridad física del paciente, y, por otro lado, los conoció en el marco del
secreto profesional, por lo que tenía vedado, como señala ese artículo, divulgarlos”.
“Si a ello sumamos el deber de abstención que tienen los médicos de declarar sobre los secretos
que tomaron conocimiento en ejercicio de su profesión que surge del artículo 244 del mismo
código, se destierra toda posibilidad de interpretar que estos profesionales podrían igualmente
denunciar a sus pacientes en atención a la facultatividad de ese acto (artículo 174 del C.P.P.N.) o
que la denuncia penal sea siempre justa causa en los términos del artículo 156 del Código Penal.
Es que una exégesis de este tipo –como pretende el fiscal– desconoce que, estando en juego un
aspecto de la intimidad de las personas, “...sólo por ley podrá justificarse la intromisión, siempre
que medie un interés superior en resguardo de la libertad de los otros, la defensa de la sociedad,
las buenas costumbres o la persecución del crimen" (C.S.J.N. Fallos: 306:1892 “Ponzetti de
Balbín”), y en nuestro sistema es la misma ley procesal penal que excluye esa posibilidad”.
“Podrá haber en algunos casos justa causa para violar el secreto profesional y denunciar
penalmente al paciente, pero para ello será necesario, por ejemplo, que exista una amenaza de un
mal futuro que pueda evitarse para el mismo enfermo, el facultativo o terceros, pero no por el sólo
interés en el castigo de los delitos. Ello se debe a que, para poder limitar los derechos
fundamentales de los ciudadanos, como es el derecho que ampara al imputado, no alcanza con la
mera invocación de que se trata de una investigación penal de un delito grave ni tampoco con
señalar que todos los derechos son relativos, sino que se requiere la necesidad de preservar otros
derechos (en este sentido, de esta sala, causa n° 38.513 “Prieto” reg. n° 1243, del 14/11/2006, con
cita de la C.S.J.N. Fallos: 312:496 y de Nino, Carlos S., Fundamentos de derecho constitucional,
ed. Astrea, Buenos Aires, 2002, pág. 481)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
30.4.2009
AMuñóz Alcala@@
Causa 41.557
Reg. 372
J. 6 - S. 11
35
SUSTRACCIÓN DE MENOR DE 10 AÑOS. ART. 146 C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
“los supuestos típicos descriptos en el artículo 146 del Código Penal son sustraer a un menor de
diez años del poder de sus padres, tutor o persona encargada de él, retenerlo u ocultarlo”.
“Lo que penaliza dicha norma legal es el ataque a la tenencia del menor por parte de quienes la
ejercen legítimamente. Como delito contra la libertad, lo que toma en cuenta la ley es el libre
ejercicio de las potestades que surgen de las relaciones de familia que tienen ciertos sujetos
originariamente o por delegación. El autor se apodera de la persona del menor apartándolo del
lugar en el que se ejercía su tenencia en virtud de los derechos derivados de la patria potestad,
tutela o guarda, o impidiendo que el legítimo tenedor vuelva a la tenencia interrumpida, vulnerando
en ambos casos la libertad del ejercicio de tales derechos (Conf. Carlos Creus. Jorge Eduardo
Buompadre “Derecho Penal. Parte especial”, tomo I, págs. 347 a 350, Ed. Astrea, Buenos Aires,
2.007)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
21.4.2009
AMiranda@@
Causa 27.739
Reg. 29.765
J. 4 - S. 8
AGENTE PROVOCADOR. INEXISTENCIA. IMPUTADO QUE VOLUNTARIAMENTE OFRECE AL
PÚBLICO LA REALIZACIÓN DE LA MANIOBRA INVESTIGADA. INVESTIGACIÓN VOLUNTARIA
DE LA QUERELLA
“en casos análogos al presente el Tribunal ha sostenido que “…resulta claro que no puede
hablarse de una provocación al encausado para cometer el eventual delito, en tanto fue él mismo
quien voluntariamente ofreció al público la realización de la maniobra. Se demuestra así, que la
actitud previa del imputado fue desplegada libremente y sin coacciones, dando cuenta de una
predisposición para delinquir anterior al contacto que realizó el empleado de Nextel para probar la
operación ilícita.” (ver causa 23.987, “Algañaraz”, rta. el 7/11/2006, reg. nro. 25.975). En base a
ello, puede afirmarse que la investigación voluntaria de la querella no ha conculcado
ningún
derecho del procesado”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Farah
19.5.2009
AZicavo@@
Causa 26.973
Reg. 29.883
J. 10 - S. 20
COMPETENCIA. CONTIENDA. DECISIÓN DEL SUPERIOR. REPLANTEO DE LA CUESTIÓN.
ESTABILIDAD DE LA COMPETENCIA.
“la Corte Suprema de Justicia ha dicho que: “...Una vez asignada la competencia queda vedado el
replanteo de la contienda aún por vía de incidencia promovida por las partes, salvo nuevas
probanzas modificatorias...” (CSJN, Fallos:308:273; 307:1608 y 1696), en razón de que dicha
asignación tiene el valor de cosa juzgada formal y opera, además, el principio de estabilidad en la
competencia. El valor último atrincherado por esta regla radica en evitar la privación de justicia –cfr.
Navarro, Guillermo Rafael y Daray, Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación, análisis
doctrinal y jurisprudencial”, Ed. Hammurabi, 1° Edición, Buenos Aires, 2004, Tomo 1, ps. 192 y
193-.”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Farah
12.5.2009
ANN s/delito acc. Pub.@@
Causa 42.462
Reg. 437
36
J. 11 - S. 21
Poder Judicial de la Nación
COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. MANIOBRA DELICTIVA CON POSIBLE PERJUICIO AL
BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA.
“el artículo 33 del Código Procesal Penal de la Nación, que establece los casos en los que
corresponde que entienda la justicia federal, dispone específicamente en su inciso “c”, en su parte
pertinente, que el juez federal debe intervenir en el conocimiento de los hechos que: “...tiendan a la
defraudación de las rentas de la Nación u obstruyan y corrompan el buen servicio de sus
empleados...”.
“En esta dirección, el artículo 27 de la Carta Orgánica del Banco de la Nación Argentina establece
expresamente la competencia exclusiva y excluyente de la jurisdicción federal”.
“Al respecto, la Corte Suprema de Justicia ha interpretado el mencionado artículo estableciendo lo
siguiente: “...el legislador asigna la competencia en razón de la persona, sin hacer distinciones en
cuanto a la materia del pleito...” “...Al respeto, cabe recordar que la demandada es una entidad
autárquica del Estado Nacional, por lo que posee personería jurídica y patrimonios propios; pero
estas entidades descentralizadas son creadas para cumplir un fin público que, en el caso del
Banco Nación, se halla establecido en el artículo 3 de su Carta Orgánica...” Por lo que concluye en
que:“... Es competente la justicia federal para entender en las causas en que la Nación o uno de
sus organismos autárquicos es parte, máxime en aquellas en que eventualmente pudiera derivar
un perjuicio al patrimonio del Banco de la Nación Argentina, de acuerdo a los artículos 116 de la
USO OFICIAL
Constitución Nacional y 27 de la ley 21.799 (Adla, XXXVIII-B, 1437) que opera como norma
específica sobre lo normado genéricamente en el Código Procesal...” (fallos 323:2893).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
19.5.2009
ANN s/Incompetencia@@
Causa 42.874
Reg. 461
J. 10 - S. 20
DEBIDO PROCESO. SISTEMA ACUSATORIO. DIVISIÓN DE FUNCIONES DE ACUSAR Y
JUZGAR. NE PROCEDAT IUDEX EX OFICIO.
“el presente conflicto se enmarca en un principio constitucional que rige la estructura tríadica del
proceso como garantía orgánica en protección del justiciable, según el cual las funciones de
perseguir y acusar por un lado y la de juzgar por el otro, se encuentran a cargo de órganos
diferentes”.
“La separación formal de estas funciones -acusar y juzgar- fue necesaria para garantizar la defensa
individual: ella se reputó imposible sin crear un acusador (contradictorio) que circunscribiera la
imputación concreta que el imputado estaba facultado a resistir y contestar... el respeto de esta
distribución de funciones por las leyes procesales gobernadas por el principio de oficialidad,
conforme al sistema penal que realizan, su conformación es harto conflictiva, en situaciones
jurídicas de extrema tensión. Por ejemplo: si no se quiere conceder al ministerio público un poder
discrecional sobre la persecución penal (principio de oportunidad), es indispensable el control de
sus dictámenes cuando conducen a la clausura de la persecución penal”. (Julio B. J. Maier,
“Derecho Procesal Penal I.-Fundamentos” 2da edición, Buenos Aires 2004, Ed. Editores del
Puerto, pág. 826)”.
“En consecuencia y por aplicación del principio ne procedat iudex ex oficio sólo un representante
del Ministerio Público Fiscal se encuentra facultado para iniciar la acción penal (cn° 38.122
“Palacios, M. J.” rta el 30/11/05, reg. 1392)”.
“Característica del poder judicial es la de no poder actuar más que cuando se recurre a él, o según
la expresión legal, cuando se apela a él... Por naturaleza el poder judicial carece de acción. Es
preciso ponerle en movimiento para que se mueva... El poder judicial violentaría en cierto modo
37
esa naturaleza pasiva si actuase por sí mismo...” (Luigi Ferrajoli, “Derecho y Razón”, ed. Trotta,
Valladolid, pág. 644)”.
“Ahora bien, nos encontramos frente a un caso en el cual la denuncia ha sido desestimada por el
Fiscal sin intervención de particular alguno, por lo cual, más allá del acierto o error, el Juez a quo
no se encontraba legitimado para actuar por su cuenta”.
“En este sentido, el magistrado Federal dispuso la declaración de incompetencia del Tribunal a su
cargo, sin contar con acción penal ni un eventual pedido de incompetencia o de aplicación de las
reglas de del art. 106 del Reglamento para la Jurisdicción, sino con una expresa opinión en
contrario. Es decir, relativa a que no existía un “caso” en los términos del art. 180 del C.P.P.N.”.
“Lo expuesto no implica la imposibilidad del Juzgador de controlar el dictamen fiscal mediante una
adecuada revisión de su legalidad y razonabilidad en el proceso penal (ver cn° 37.543 “Cirielli,
Ricardo” rta. 18/07/07 reg. 803; cn° 38.122 “Palacios” rta. 30/11/05 reg. 1392; cn° 38.644
“A.N.S.E.S.”rta. 23/05/06 reg. 443; cn°40.132 “Ramos, Nicolás” rta. 05/06/07 reg. 502; 40340
“García, Jose” rta.27/08/07 reg. 934 , entre otras)”.
“Todo lo expuesto nos permite respaldar la nulidad que hemos de declarar, toda vez que del actuar
del magistrado surge que las garantías amparadas por el mandato constitucional de separar las
funciones de juzgar y acusar (art. 18 y 118 de la CN) se encuentran vulneradas. Luigi Ferrajoli
enseña que: “La garantía de separación... representa, por una parte una condición esencial de la
imparcialidad (terzietá) del juez respecto a las partes de la causa, que, como se verá es la primera
de las garantías orgánicas que definen la figura del juez; por otra, un presupuesto de la carga de la
imputación y de la prueba, que pesan sobre la acusación, que son las primeras garantías
procesales del juicio...”(Luigi Ferrajoli, “Derecho y razón”, Ed. Trotta, 5ta. edición, Madrid, 2001,
p.567, citado en el precedente “Palacios”)”.
“Asimismo, lleva dicho esta Sala que: “...aún cuando persistan en nuestro proceso fuertes
elementos inquisitivos, lo cierto es que las funciones en pugna han sido puestas en cabeza de
órganos estatales diversos -de allí su carácter mixto-, de modo de preservar, cuanto menos, uno de
los aspectos de la imparcialidad objetiva...” (cn° 40.340 “García Iglesias José”, Sala I, CCCF)”.
“En definitiva, la omisión por parte del Juzgador de revisar la razonabilidad y legalidad de la
pretensión
desestimatoria
del
Fiscal
provocó
la
confusión
de
funciones
prohibida
constitucionalmente, razón por la cual, todo lo actuado por el Juez a quo queda viciado de una
nulidad de orden general, por violación de garantías constitucionales (art. 167 inc. 2, 168 2do
párrafo, 172 y cctes. CPPN)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Farah
7.5.2009
ANN s/delito de acción pública@@
Causa 42.948
Reg. 402
J. 2 - S. 4
DERECHO DE ASISTENCIA. ART. 200 CPPN. FACULTAD DE LOS ABOGADOS DE LAS
PARTES DE ASISTIR A LAS AUDIENCIAS DURANTE LA ETAPA DE INSTRUCCIÓN. DEFENSA
EN JUICIO. DISIDENCIA.
“la plena realización de las garantías individuales no puede permanecer expectante a una segunda
instancia que, en un gran número de casos, es posible que nunca llegue. Ante un panorama como
el que aquí se ha definido, y que auspicia un futuro con más y mayores canales alternativos para la
resolución de los conflictos punitivos, prescindiendo del debate, aquellas garantías exigen ser
respetadas desde los mismos albores del proceso penal. Y entre ellas se encuentra, con una
incidencia vital para la existencia de un juicio leal a las aspiraciones constitucionales, el derecho de
defensa, así como el de ser oído y el de probar y controlar la prueba como sus más características
manifestaciones. Un derecho que, básicamente, y en cada instancia, implica como pauta esencial
38
Poder Judicial de la Nación
del proceso la capacidad del imputado, no sólo de poner en evidencia la falta de fundamento de la
potestad punitiva del Estado, sino también cualquier otra circunstancia que la atenúe” (Del voto del
Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Farah).
“La referida facultad sugiere acordar, a quien resulta imputado en un proceso, el ejercicio de la
atribución de ser escuchado por todos aquellos que han de evaluar su conducta a través de las
diferentes etapas de la causa llevada en su contra. Y ello pues, precisamente en el ejercicio de ese
derecho a ser oído, es que se encuentra aquel pilar de un proceso contradictorio que sólo es
posible en la medida en que el acusado pueda, a la vez que valorar, formar y controlar la prueba, el
exponer -cualquiera sea la instancia que transite la causa- las razones fácticas y jurídicas que le
permitan destruir la imputación en su contra” (Del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr.
Farah).
“En definitiva, se trata de una garantía que, lejos de la errónea lógica de reconocerla en toda su
extensión sólo para la instancia de debate, en un Estado de garantías no puede sucumbir durante
esta etapa de instrucción que, gravosa como resulta, “compromete el honor, la reputación y la
tranquilidad de una persona legalmente inocente, que puede restringir su libertad, afectar su
patrimonio, o alejarlo de su actividad ordinaria o de su familia, dejando a ésta en el desamparo;
que, en fin, puede adquirir las formas y la severidad de una pena, causando la deshonra y la ruina
irreparables” (VELEZ MARICONDE, Alfredo, Derecho Procesal Penal, Tomo I, Lerner ediciones,
USO OFICIAL
segunda edición, Buenos Aires, 1969, p. 386)” (Del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr.
Farah).
“De ahí que, como punto de partida, ha de tenerse presente que no puede ceñirse al único
momento de debate un derecho de defensa que ampliamente debe ser ejercido en cada uno de los
ámbitos de un proceso que, originado en esas especiales formas de acusación contenidas ya en la
etapa instructoria, conforman la sujeción del imputado a la potestad punitiva de la Nación” (Del voto
del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Farah).
“Es por ello, entonces, que también debe serle acordado al imputado, con la misma intensidad con
la que se desenvuelve durante el juicio oral y público, la posibilidad de que su defensor asista a las
medidas probatorias que se practican durante la instrucción, como la de presenciar las
declaraciones testimoniales que en su seno se reciban y la de poder formular preguntas a quienes
en tal carácter comparezcan. Y ello por cuanto el abogado defensor, tanto particular como oficial,
no constituye una parte más del proceso, otro de los tantos actores que se desenvuelven hacia su
interior, sino que constituye el auxiliar técnico, el cauce de expresión jurídica de una defensa que
es propia del imputado, en procura de que el derecho de defensa que sólo a éste asiste no se
agote en una proclama sublime, pero vacía. En definitiva, la presencia de un letrado que asista al
justiciable a lo largo de las instancias procesales no es más que aquel requisito necesario para
posibilitar “...la realización del ideal de equiparar las posibilidades entre el acusador y el acusado,
en miras a una decisión judicial” (MAIER, Julio B., Derecho Procesal Penal, I. Fundamentos, Del
Puerto, Buenos Aires, 2° edición, 1999, p. 584)” (Del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr.
Farah).
“En consecuencia, a efectos de que esas aspiraciones, que no hacen sino suponer las instancias
de un juicio justo, no sucumban es que debe reconocerse, como con acertada previsión lo hace el
art. 202 del ordenamiento ritual, la posibilidad de que el defensor asista a los actos de la
instrucción, siempre y cuando ello no atente contra su debida marcha, tal como la citada normativa
estipula” (Del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Farah).
“De tal forma, en tanto la presencia del abogado que ejerce la defensa del imputado “...no ponga
en peligro la consecución de los fines del proceso o impida una pronta y regular actuación”,
ninguna otra causal, que no sea de estas dos específicamente contempladas, podría impedir el
39
eficaz ejercicio de una atribución por la cual se canaliza el derecho de defensa en juicio” (Del voto
del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr. Farah).
“la discrecionalidad con la que en la etapa preliminar, puede el instructor conceder o no la
oportunidad a la defensa de asistir a los actos de la instrucción, encuentra justificación en que “los
elementos que allí se reúnan no sirven para fundar una condena, que sólo puede ser fundada en
los actos del debate posterior” (Maier, Julio E. “Derecho Procesal Penal. I. “Fundamentos”, Editores
del Puerto S.R.L., Buenos Aires, 2.002, pág. 452). Sólo “existe un derecho ‘fuerte’ de asistencia
para el defensor en aquellos actos titulados ‘definitivos e irreproducibles’...”, en tanto “una vez
documentados pueden ser incorporados al debate por lectura” (Maier, Julio E. “Derecho Procesal
Penal. II. Parte General. “Sujetos Procesales”, Editores del Puerto S.R.L., Buenos Aires, 2.003,
págs. 271/272 )” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
“Tal circunstancia se tuvo en cuenta cuando en oportunidad de resolver un planteo de similares
características en la causa n° 40.776, caratulada “Fulvio Madaro s/queja por apelación denegada”,
esta Sala dijo que “...La tesis contraria yerra al convertir el estadio instructorio en el verdadero
juicio desnaturalizando el proceso y alejándolo, paradójicamente, del paradigma constitucional del
debido proceso. (...) Obviamente, esto último no es cuanto aspira el Máximo Tribunal al dictar el
fallo “Benítez”, donde insiste en el carácter insustituible de la prueba del debate para fundar la
condena. Sostener, inversamente, que lo que está diciendo la Corte es que, ante el riesgo de que
la prueba de instrucción se torne irreproducible, el debate deba adelantarse a dicha etapa no sólo
es un razonamiento falaz sino que, además, exhibe la inconsistencia de pretender asegurar el
derecho de interrogar a los testigos a costa de sacrificar el procedimiento principal donde ‘el
acusador y el acusado se enfrentan, a la manera del proceso de partes, en presencia de un
equilibrio procesal manifiesto’ y donde precisamente el debate oral y público encuentra su razón
principal en el control de la prueba (Maier, op.cit., págs. 579, 585 y sstes.)” (Rta. 17/6/07, Reg.
773/07)” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
26.5.2009
AMenéndez@@
Causa 42.441
Reg. 493
J. 11 - S. 22
DISCRIMINACIÓN. LEY 23.592. COMPETENCIA.
“esta Sala tiene dicho que “...la concurrencia en el caso de la previsión legal descripta en el artículo
2 de la ley 23.592, no determina la competencia de este fuero federal si no existe un interés
nacional comprometido, y que por ende corresponde declinar la competencia en favor de la justicia
ordinaria cuando surja inequívoca y fehacientemente de lo actuado que los hechos tienen estricta
motivación particular y que, además. no existe posibilidad de que resulte afectada, directa o
indirectamente, la seguridad del Estado Nacional o de alguna de sus instituciones ...” (ver cn°
21.815 “Garbini Montania, Juan y otros”, rta. el 7/10/04, reg. n° 22.970; cn° 25.103 “N.N. s/
incompetencia”, rta el 17/4/07, reg. n° 26.683; CSJN, 327:4679)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Farah
19.5.2009
AMoya@@
Causa 27.815
Reg. 29.879
DOCUMENTOS.
FALSIFICACIÓN.
REQUISITOS
J. 2 - S. 4
TÍPICOS.
INSTRUMENTO
APÓCRIFO
INCAPAZ DE PASAR INADVERTIDO POR EL COMÚN DE LA GENTE
“es oportuno traer a colación lo dicho por este Tribunal en cuanto a que "si la falsificación
instrumental es a todas luces bastarda, torpe e incapaz de pasar inadvertida para el común de la
gente, descartándose de plano la posibilidad de éxito del engaño, tal circunstancia priva al
40
Poder Judicial de la Nación
documento de toda aptitud lesionadora del bien jurídico, excluyendo su tipicidad" (c.n° 29.152,
“Cardinali”, del 09/12/97, reg. n° 1047 y c.n° 27.462, “Moreira”, del 02/04/96, reg. n° 276 y c. n°
41.871 “Obregón”, del 16/07/08, reg. n° 809, entre otras)”.
“En ese orden, señala Alfredo Molinario que “La acción de falsificar imitando un modelo precisa que
el objeto creado (falso) tenga la apariencia del genuino, para lo cual debe tener gran parecido con
él. Esto excluye los casos en que la moneda falsa fuese tan burda como para no ser aceptada por
el común de las gentes. Pero, sin embargo, puede ocurrir que una persona elegida precisamente
por sus pocas luces, o a quien, se la distrae con algún ardid, la reciba” (del autor, “Los Delitos”,
Editorial Tea, Bs. As., 1999, página 473); esta última circunstancia no ocurre en el caso concreto
toda vez que a quienes se les intentó entregar los billetes eran personas vinculadas con el
comercio”.
“En el caso concreto, de las particularidades de los billetes secuestrados, en torno a que habrían
sido realizados mediante el sistema de chorro a tinta, lo cual denota una clara diferencia en su
coloración con relación a los originales, así como también el hecho de que las imágenes
plasmadas en ellos resultan ostensiblemente diferentes a los auténticos, a tal punto que en ambas
oportunidades aquellas personas a quienes el imputado les presentó los billetes, advirtieron
inmediatamente su falsedad (ver declaraciones de fs. 5/6, 34 y 151), permiten afirmar su falta de
USO OFICIAL
idoneidad para afectar la fe pública”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
28.5.2009
ARibles Rible@@
Causa 43.094
Reg. 505
DOCUMENTOS.
FALSIFICACIÓN.
REQUISITOS
J. 12 - S. 24
TÍPICOS.
PERJUICIO.
INSTRUMENTO
APÓCRIFO CAPAZ DE PASAR INADVERTIDO
“el instrumento secuestrado a (…) presenta atributos similares a uno verdadero, teniendo en
cuenta que para que la utilización de un documento adulterado no sea considerada típica, este
debe carecer a todas luces de la capacidad necesaria para pasar inadvertido a primera vista para
el común de la gente, lo que descartaría de plano la posibilidad de causar el perjuicio exigido por la
figura penal, circunstancia ésta que no se corrobora en los presentes actuados (Conf. c. 32.745,
caratulada “Escobar, Fabián s/sobreseimiento”, registro n° 182, resuelta el 22/3/01 y c. 37.459,
caratulada “Vargas, Orfelia y otra s/procesamiento”, registro n° 398, resuelta el 12/5/05, ambas de
esta Sala Primera)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
5.5.2009
AQuevedo Solano@@
Causa 42.950
Reg. 387
J. 2 - S. 4
DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN. USO. ESTAFA. CONCURSO DE DELITOS. DISIDENCIA.
“cuando el autor o partícipe de la falsificación a la vez usa el documento, no caben dudas de que el
artículo 292 desplaza al 296 por aplicación de las reglas del concurso aparente (alternatividad),
dado que el uso perfecciona o agota un requerimiento típico de la falsedad -la posibilidad de
perjuicio- (conf. de esta Sala, causa n° 24.168 “Casco” , reg. n° 25.777 del 28/9/06)” (Del voto de
los Dres. Cattani e Irurzun).
“Se ha sostenido que aunque el uso del documento público adulterado no constituye un factor
necesario de consumación del delito de adulteración, no queda tampoco excluido de él: el uso no
hace más que continuar la consumación y, por consiguiente, vendría a ser una grosera vulneración
del non bis in idem castigar aquel uso aplicándole dos figuras distintas (conf. Cámara de Casación
Penal, Sala II, causa n° 2.937 “Marchinandiera, Daniel” del 19/3/01 y causa n° 4.212 “Martínez,
41
Roxana” del 17/2/03, con remisión a Creus, Carlos “Falsificación de documentos en general”, 2da.
Ed. actualizada, Astrea, Buenos Aires, 1.993, pág. 210)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“En virtud de ello, como el procesamiento en orden a la falsificación del documento en cuestión
resulta comprensivo de la del uso de documento público adulterado, esta última no puede hacerse
concurrir en forma ideal con el delito de estafa cometido con ese instrumento adulterado” (Del voto
de los Dres. Cattani e Irurzun).
“entiendo que no se puede aplicar dos figuras distintas a la maniobra investigada en autos respecto
del documento público falso, lo que claramente vulneraría el principio enunciado por la defensa,
pues en la hipótesis delictiva en la que la persona que hizo uso del documento falso habría
participado en su confección, por lo menos aportando su fotografía, existe -entre la falsificación del
documento y su uso- un concurso aparente por subsidiariedad tácita, en virtud del cual, el uso,
como hecho lesivo relevante, subsume en sí, en caso de efectuarse, todos aquellos actos que
hayan significado su preparación, como es la falsificación (conf. Sala 1 de esta Cámara, causa n°
40.450 “N.N. s/competencia” del 15/11/07, reg. n° 1372 y causa n° 36.606 “Banco Río S.A. s/
incompetencia” del 21/12/04, reg. n° 1421, entre otras)” (Del voto del Dr. Farah).
“Al mismo tiempo, la relación concursal entre el uso del documento público falso y la estafa llevada
a cabo mediante la presentación de ese documento es de carácter ideal, ya que mediante una
única conducta se lesionan varios tipos penales que se pueden excluir lógicamente entre sí. Así, el
engaño desplegado se habría materializado a través de la presentación del D.N.I., conducta que se
encuentra absorbida por la maniobra defraudatoria (conf. precedente citado)” (Del voto del Dr.
Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
21.5.2009
AReynoso@@
Causa 27.835
Reg. 29.893
J. 11 - S. 21
DOCUMENTOS. TENENCIA ILEGÍTIMA DE D.N.I. AJENO. LEY 20.974. ART. 33 INC. “C”
REQUISITOS TÍPICOS “la mera tenencia de un D.N.I. ajeno configura esa conducta típica mas allá
de su autenticidad y prescindiendo de la finalidad que perseguía su tenedor, pues el fin de esa
norma es evitar la confusión sobre la identidad de las personas como elementos del potencial
humano nacional o el peligro de que ello ocurra”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Farah
12.5.2009
ACannelli@@
Causa 27.777
Reg. 29.848
J. 5 - S. 9
EFECTOS SECUESTRADOS EN CAUSAS PENALES. SUJECIÓN A DISPOSICIÓN DEL
TRIBUNAL.
“los efectos secuestrados en causas penales deben quedar sujetos a disposición del juzgado a los
fines del artículo 23 del C.P. mientras perdure la sustanciación del proceso y a resultas de éste,
siempre y cuando sean elementos que permitan demostrar la configuración del hecho investigado,
es decir, constituyan elementos de prueba, o bien puedan haber sido adquiridos con su producido”
(conf. esta Sala in re: C. 41.370, rta. 1/4/08, reg. 311. El resaltado no es del original)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
14.5.2009
ARojas@@
Causa 42.963
Reg. 455
42
J. 2 - S. 3
Poder Judicial de la Nación
EMBARGO.
PROCEDENCIA.
MOMENTO
PROCESAL
PARA
SU
DICTADO.
PAUTAS
VALORATIVAS PARA ESTABLECER SU MONTO
“el decisorio fue dictado en la oportunidad debida, tal como expresamente lo dispone el artículo 518
del Código Procesal Penal de la Nación. No correspondía aguardar a que la resolución de los
procesamientos se encontrase firme pues el embargo se trata de una medida cautelar que se
decreta de oficio cuando se alcanzó un serio grado de conocimiento de la hipótesis delictiva y de la
intervención del imputado en él (art. 306 del código de rito), y cualquier demora en su dictado
podría atentar contra sus fines. Ello es así a tal punto que hasta en algunos supuestos se autoriza
a decretarlo previamente al procesamiento (tercer párrafo del art. 518 mencionado). Del mismo
modo, tampoco correspondía aguardar a que los actores civiles concretasen sus demandas, pues
ello sólo podrían hacerlo en la oportunidad establecida en el artículo 93 del código de forma, lo que
aún no ocurrió”.
“La naturaleza cautelar del auto que ordena el embargo tiene como fin garantizar en medida
suficiente la eventual pena pecuniaria, la efectividad de las responsabilidades civiles emergentes y
las costas del proceso (de esta Sala causa n° 30.629 “Giuseppuci” del 25/01/2000, reg. n° 62, entre
muchas otras), por lo que la determinación del monto a imponer debe guardar el mayor correlato
posible con esos rubros, aunque debe aclararse que sólo debe tratarse de un estimativo en
atención a la imposibilidad de fijarlo de momento en una suma definitiva, lo que recién podrá
USO OFICIAL
hacerse al momento de la sentencia final del proceso”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
28.5.2009
ADukarevich@@
Causa 42.495
Reg. 508
J. 6 - S. 12
FALSO TESTIMONIO. REQUISITOS TÍPICOS
“esta Sala tiene dicho que “toda vez que el delito de falso testimonio tutela la administración de
justicia en su carácter de bien jurídico,…la posibilidad de inducir a error al Magistrado respecto del
objeto de la causa constituye una exigencia típica del delito referido” (conf. causa nº 16.979 “Laura,
Guillermo s/ procesamiento”, rta. el 19/12/00, reg. nº 18.292)”.
“se precisó también que respecto del supuesto previsto en el art. 275 del C.P, en cuanto se refiere
al testigo que se expresare con falsedad, debe considerarse de un modo ajustado el concepto de
declaración testimonial que enmarca el ilícito, en su carácter de medio de prueba. Soler ha
señalado que este concepto “no se funda únicamente en la calidad de la persona (tercero llamado)
sino además en el contenido de su manifestación apoyando la interpretación que limita “el
testimonio a las percepciones sensoriales” (Sebastián Soler, “Derecho Penal” Tomo V, páginas 295
y 297, ED. TEA 1992) -ver de esta Sala causa nº 16.513 “Alsogaray, M.J. s/denuncia” rta. el
16/5/00, reg. 17.552-“.
“En la misma dirección, se ha estimado que el falso testimonio no se da en la oposición entre lo
afirmado, negado o callado y lo que objetivamente es verdad, sino en la oposición de aquello con lo
que el autor conoce como verdad; en él lo falso no es lo contrario de lo exacto, no es una
discordancia con los hechos, sino con lo que el agente percibió de tales hechos (Carlos Creus y
Jorge E. Boumpadre “Derecho Penal”, Parte Especial, Tomo II, Ed. Astrea, Bs. As. 2007, Pág.
367)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Farah
19.5.2009
AFeijóo@@
Causa 27.513
Reg. 29.886
J. 12 - S. 24
43
IMPUTADO. EXTRAJEROS. DERECHOS QUE LES ASISTEN. COMUNICACIÓN CON EL
REPRESENTANTE CONSULAR.
“cabe destacar que los imputados extranjeros no han sido puestos en
conocimiento de los
derechos que les asisten como nacionales de otro Estado, y que se hallan expresamente
reconocidos por la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares (art. 36). Se trata de una
exigencia que, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostuvo al emitir su Opinión
Consultiva N° 16/99, “...atiende al propósito de que aquél disponga de una defensa eficaz. Para
ello, la notificación debe ser oportuna, esto es, ocurrir en el momento procesal adecuado para tal
objetivo. Por lo tanto... la Corte interpreta que se debe hacer la notificación al momento de privar al
inculpado y en todo caso antes de que éste rinda su primera declaración ante la autoridad” (párr.
106)”.
“Así, la notificación del derecho de comunicarse con el representante consular de su país, como
estipula el art. 36 de la citada Convención, “...contribuirá a mejorar considerablemente sus
posibilidades de defensa y a que los actos procesales en los que interviene -y entre ellos los
correspondientes a diligencias de policía- se realicen con mayor apego a la ley y respeto a la
dignidad de las personas” (Corte IDH, Opinión Consultiva N° 16/99, “El derecho a la información
sobre asistencia consular en el marco de las garantías del debido proceso legal”, del 1° de octubre
de 1999, párr. 121).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Farah
12.5.2009
ARivas@@
Causa 42.987
Reg. 431
J. 5 - S. 9
MARCAS Y DESIGNACIONES. ART. 31 LEY 22.362. REQUISITOS TÍPICOS. OBJETO
FALSIFICADO SIN POTENCIAL CONFUSIÓN EN EL PÚBLICO.
“esta Sala ha sostenido -desde antaño- que no existe afectación o amenaza hacia el bien jurídico
tutelado por la ley 22.362 en los casos en que la calidad visiblemente apócrifa y ciertas
circunstancias que hacen al contexto de venta, tornan inidónea a la comercialización cuestionada
para causar confusión en el público consumidor (conf. causa n° 5.831 “Cuenca Textil”, reg. n° 6619
bis del 22/08/89; causa n° 18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298 “Gabriel
Añaños”, reg. n° 21.502 del 2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n°
20.728 “Balmaceda”, reg. n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n° 23.485 del
15/03/05; causa n° 22.001 “Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa n° 23.046
“Corrado”, reg. n° 24.326 del 18/10/05; entre muchas otras)” (del voto de los Dres. Cattani e
Irurzun, al cual adhirió el Dr. Farah).
“Tal exégesis deriva necesariamente de la propia letra del artículo 31 de la normativa citada pues
tanto la falsificación como la imitación fraudulenta exigen en su literalidad la potencial confusión en
el público acerca de la originalidad de un producto. De hecho, tal como surge de la exposición de
motivos de la ley 22.362, la asunción por parte del Estado de la acción penal pública estuvo
justificada por la necesidad de dinamizar el anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la
actividad que se persigue una verdadera falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para
la confianza pública” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun, al cual adhirió el Dr. Farah).
“En consecuencia, encuadrar una conducta en esta figura habiéndose descartado tal posibilidad y
bajo el argumento de que aquella busca proteger -separadamente- al titular marcario y al público
consumidor, implica excederse del tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de
legalidad” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun, al cual adhirió el Dr. Farah).
“Es que si bien se ha reconocido que sus disposiciones tienden a proteger ambos intereses, debe
repararse que no en todos los supuestos tal protección se presenta de modo independiente, como
44
Poder Judicial de la Nación
sucede en las hipótesis del uso, la venta o puesta en venta de la marca verdadera sin autorización,
incluídos en los incisos b) y c) del artículo 31 de la ley en trato” (del voto de los Dres. Cattani e
Irurzun, al cual adhirió el Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
26.5.2009
ASosa@@
Causa 27.246
Reg. 29.917
J. 6 - S. 11
NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA.
REQUISITOS TÍPICOS. EXACCIONES ILEGALES. REQUISITOS TÍPICOS. CONCUSIÓN.
“la figura prevista por el artículo 265 del Código Penal, apunta al funcionario público que desdobla
su personalidad y, a la par de representar al Estado, actúa como parte interesada, extremos en los
que no encuadra el proceder descripto. La acción sancionada por el delito de negociaciones
incompatibles, conforme surge del texto legal, es la de Ainteresarse@ en un contrato u operación en
la que el funcionario público intervenga por razón de su cargo. Se trata de actuar en la operación
Ano sólo como funcionario, sino, conjuntamente, como particular interesado en una determinada
decisión o actuación de la administración@ (Creus, Carlos, Derecho Penal, parte especial, Ed.
Astrea, Buenos Aires, 1999, Tomo II, pág. 299)”.
USO OFICIAL
“El resultado es el desvío de poder en desmedro del necesario interés unilateral que debe arrimar
toda actuación de un órgano estatal, procediendo con tendencia beneficiante, condicionando la
voluntad negocial de la administración por la inserción de un interés particular (conf. de esta Sala I,
C.N° “38.401 “Incidente de apelación de Alzogaray, María Julia” y sus citas, reg. nro. 1489, rta. el
20/12/05)”.
“Liminarmente corresponde señalar que, para la ley argentina, hay concusión o exacción ilegal
cuando un funcionario público, abusando de su cargo, exige o hace pagar o entregar
indebidamente, por sí o por interpósita persona, una contribución, un derecho o una dádiva o cobra
mayores derechos de los que le corresponden (art. 266 del Código Penal)”.
“Exigir es reclamar, demandar; no exige el que solicita, sino el que >demanda imperiosamente=
(Enrique Ramos Mejía); hacer pagar es hacer dar en pago dinero o documentos con poder
cancelatorio (p.j., cheques); hacer entregar es hacer dar algo que tenga valor o cumpla una
función económica, según surge del sentido de la figura; cobrar es percibir en pago. [ ] Cualquier
funcionario público tiene, pues, posibilidad de ser autor del delito, aunque carezca de competencia
funcional para exigir o recibir valores.” (conf. Carlos Creus, Delitos contra la Administración Pública,
págs. 390 y 396, Ed. Astrea, Ciudad de Buenos Aires, 1981)”.
“A su vez, esta Cámara ha señalado que “El artículo 266 del Código Penal incluye dos conductas
técnicamente diferentes: la exacción que persigue una contribución o un derecho destinados al
Estado, y la concusión en cuanto lo que se persigue es una dádiva en beneficio particular del
funcionario o de un tercero” (conf. Sala II, C.N° 13.613 AChristin, Norma Ruth s/inf. artículo 268 del
Código Penal, rta. 02/03/98, reg. nro. 15.158 y sus citas)”.
“Esta Sala I ha establecido la diferenciación entre los tipos de la concusión y de las exacciones
ilegales, para lo cual estimó necesario A... detenerse a analizar aquello que resulta ser objeto de la
ilegítima exigencia, por cuanto en razón de requerir la exacción ilegal la demanda de algo que
únicamente se puede deber al Estado -una contribución o un derecho-, es menester concluir en
que tal extremo de ningún modo concurre en el caso de la exigencia de dádivas, supuesto en que
el agente actúa ab initio en su exclusivo beneficio, con motivo de lo cual no puede convertir en su
propio provecho lo así obtenido -ver artículo 268 del Código sustantivo-.[ ] ... cuando lo exigido
indebidamente es una dádiva, esto es algo que nunca puede suponer la víctima como adeudado
regularmente al Estado, el agente actúa desde un principio invocando su propio nombre y en su
45
exclusivo beneficio, sin posibilidad, por lo tanto, de convertir luego en provecho propio lo obtenido
de aquella manera, y no infringe por ello el artículo 268, sino solamente el 266.@ (conf. C.N° 25.381
AMuriel, J. y otros s/cohecho@, rta. el 02/12/94, reg. nro. 918 y sus citas)”.
“Cabe precisar que en el caso de la concusión, la mera Aexigencia@ resulta suficiente para tener por
consumado el delito, sin embargo no puede soslayarse que tal Aexigencia@ debe incidir en la
voluntad del sujeto pasivo, de tal modo, que sea determinante para que bajo la influencia del metus
publicae potestatis, es decir, del temor derivado de la fuerza pública, el individuo actúe
viciosamente o, por lo menos, por el error al que el funcionario lo puede inducir”.
“La norma bajo estudio requiere especialmente para su configuración como accionar típico, amén
de la calidad de funcionario público que en el caso resulta innegable, abuso de cargo y exigencia
de la contribución, derecho o dádiva por parte del sujeto activo. El exceso en que recae el
funcionario, amparado en la posición de autoridad que le otorga su cargo, con más el verbo típico
exigir -sinónimo de reclamar, imponer, demandar-, conforman la especial situación en que
autoritariamente deberá verse inmerso aquel que es el inocente receptor de la venal petición, cuya
abusiva entidad coaccionante será la causante del nacimiento, en el ánimo del sujeto, del temor al
poder público, representado en toda su dimensión por el ilegítimo requirente”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Farah
7.5.2009
AGlusberg@@
Causa 42.088
Reg. 399
J. 12 - S. 24
PRESCRIPCIÓN. CALIFICACIÓN JURÍDICA A CONSIDERAR. SUSPÉNSIÓN. EJERCICIO DE
LA FUNCIÓN PÚBLICA. LEY 25.188. DISIDENCIA.
“reiteradamente hemos sostenido que, a los fines de la prescripción, ha de estarse a la posible
calificación más gravosa, no pudiendo tomarse la más benigna de un auto de naturaleza provisoria
y modificable durante el desarrollo del proceso, tanto por el Ministerio Público como por el Tribunal
Oral en el debate, toda vez que este último sólo está sujeto a los hechos materia de acusación
pero no a su significación jurídica (ver lo resuelto en el incidente n° 24.312 “Aiello” el 19/9/06,
reg.n° 25.704, y sus citas)” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“esta Alzada tuvo ocasión de sostener que en el anterior régimen de prescripción -aplicable al caso
en estudio por resultar más benigno (conf. causa n° 22.599 “Miranda”, rta. el 01/12/05, reg. n°
24.562)-, producido el cese en la función pública no hay razones que autoricen a apartarse del
principio general establecido en el párrafo quinto del art. 67 del Código Penal.
Mediante la
excepción establecida en el segundo párrafo de la citada norma, lo que se intentaba era evitar que
el funcionario público pudiera ejercer su influencia o recurrir a sus facultades funcionales para
obstaculizar o impedir el ejercicio de la acción penal (ver causa 21.930 “Bramer Markovic”, rta. el
17/5/05, reg.n° 23.677)” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Desde tal perspectiva, y tal como se sostuviera en anterior oportunidad (ver causa 25.768
“Cossio”, rta. el 15/2/08, reg.n° 28.071), no puede valorarse la continuidad de otros imputados en el
desempeño de sus respectivos cargos so riesgo de conceder una extensión ilimitada al
razonamiento basado en la necesidad de prevenir el ejercicio de influencias que entorpezcan el
progreso de la acción” )” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“he tenido ocasión de sostener que, tanto antes como después de la reforma que introdujera la ley
25.188, la norma en análisis indica que la prescripción se suspende en los casos de delitos
cometidos en el ejercicio de la función pública, para todos los que hubiesen participado mientras
cualquiera de ellos se encuentre desempeñando un cargo público (conf. mi voto como integrante
de esta Sala en causa n° 27.098 “Recio”, rta. el 2/10/08, reg.n° 29.011 y sus citas)” (del voto del Dr.
Farah).
46
Poder Judicial de la Nación
“Y si bien sostuve que dicha causal opera independientemente de la existencia o no de
actuaciones judiciales en las que se investigue el delito, pues su finalidad es evitar que corra el
término mientras la influencia del sujeto pueda perturbar el ejercicio de la acción, ocultando el
hecho o impidiendo que sea denunciado (conf. Sala I en causa n° 42.380 “Abella”, rta. el 3/2/09,
reg.n° 40), las particularidades que presenta el caso en análisis impide considerar verificados tales
extremos” (del voto del Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
6.5.2009
ALozano@@
Causa 27.180
Reg. 29.834
J. 2 - S. 3
PRESCRIPCIÓN. CALIFICACIÓN LEGAL QUE DEBE SER TENIDA EN CUENTA.
“en punto a la subsunción jurídica en el cual debe encuadrarse el suceso reprochado al nombrado,
cabe recordar que la calificación sustentada en el procesamiento es por naturaleza de alcance
provisional, puesto que la cuestión que se pretende debatir no causa estado”.
“No debe perderse de vista que este Tribunal comparte la posición jurisprudencial que entiende
que cuando en un proceso el hecho o los hechos que se investigan han recibido diversas
calificaciones, a los fines de la prescripción debe estarse a la más gravosa, no pudiendo tomarse la
USO OFICIAL
más benigna de un auto de naturaleza provisoria y modificable en el desarrollo posterior del
proceso. Asimismo, si la acción imputada puede configurar prima facie un delito u otro debe
estarse al de mayor gravedad en el incidente de prescripción, sin perjuicio que al tiempo del
pronunciamiento definitivo se concluya en una significación jurídica más benigna, declarándose
entonces, y recién allí, la prescripción de la acción luego del debate en donde las partes hayan
tenido oportunidad de probar y alegar sobre las características del suceso para darle uno u otro
encasillamiento legal (ver en tal sentido, de la C.N.C.P., Sala II, causa 994 “D´Ortona” reg. n° 1515,
del 10/7/97, causa n° 1027 “Gutiérrez”, reg. n° 1516 del 10/7/97, causa n° 1230 “Imexar” reg n°
1640 del 9/10/97, de la Sala III, causa n° 2277 “Weinstein”, reg. n° 175 del 10/4/00, causa n° 3309,
“Saksida”, reg. n° 305 del 21/5/01, entre muchas otras; y de esta Cámara, Sala II, causa n° 24.239
“Tomaghelli”, reg. n° 26.207 del 21/12/06)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
21.5.2009
ALifschitz@@
Causa 27.672
Reg. 29.897
PRESCRIPCIÓN.
SUSPENSIÓN.
INTERRUPCIÓN.
J. 8 - S. 15
COMISÍON
DE
OTRO
DELITO.
INTERPRETACIÓN DE LA LEY.
“este Tribunal ha sostenido en reiteradas oportunidades que “...No dictar el sobreseimiento de un
imputado por extinción de la acción penal por prescripción con fundamento en la posibilidad de que
recaiga condena respecto de un hecho que se está investigando implica introducir por vía judicial
una causal no legislada de suspensión del curso de dicho instituto en violación al principio de
legalidad formal...” pues “...toda interpretación del artículo 67, inciso “a” que no concluya en que
sólo la comisión de un delito respecto del cual medió sentencia condenatoria firme tiene entidad
para interrumpir el curso de la prescripción, es una interpretación in malam partem violatoria del
principio de legalidad...” (cf. c. n° 38.941, “Herrero, Rodolfo Juan s/prescripción”, reg. n° 1320, rta.
el 28/11/06; en igual sentido c. n° 42.124, “Norwint, Jorge Estanislao y otros s/extinción de la
acción penal por prescripción”, reg. n° 45, rta. el 05/02/09, entre otras).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
5.5.2009
ARuffo@@
Causa 42.838
Reg. 384
J. 5 - S. 10
47
PRISIÓN PREVENTIVA. ARRESTO DOMICILIARIO. ART. 32 LEY 24.660. LEY 26.472. MADRE
DE NIÑO MENOR DE 5 AÑOS
“el artículo 1° de la Ley 26.472 modifica el art. 32 de la Ley 24.660 señalando que “El juez de
ejecución, o juez competente, podrá disponer el cumplimiento de la pena impuesta en detención
domiciliaria: ... f) A la madre de un niño menor de cinco (5) años o de una persona con
discapacidad, a su cargo”; a su vez, el art. 2° de dicha ley modifica el art. 33 de la Ley 24.660
señalando que “...en los supuestos a), b) y c) del artículo 32, la decisión deberá fundarse en
informes médico, psicológico y social”.
“la norma señala que el juez “podrá” disponer el cumplimiento de la detención en forma domiciliaria
en determinados supuestos”.
“Cierto es que, objetivamente, Fernández se encuentra alcanzada por las previsiones a las que se
refiere el inciso ‘f’ de la Ley 26.472”.
“No obstante, entendemos que su efectiva aplicación debe abarcar un análisis de la situación
actual de los menores y tender a la protección de su bienestar”.
“Y en este sentido, ha de señalarse que el encarcelamiento de la imputada no configura una
violación a los intereses consagrados en la Convención sobre los Derechos del Niño, que
“...establece que éste debe crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres siempre que
sea posible -principio 6°-. Asimismo, el artículo 9 de la citada Convención prevé la posibilidad de
que los niños puedan ser separados de sus padres cuando las autoridades competentes lo
determinen -inciso 1°-, y específicamente cuando la separación sea resultado de la detención o
encarcelamiento de los progenitores, disponiendo que los Estados deberán respetar el derecho del
niño que esté separado de uno o ambos progenitores a mantener con ellos relaciones personales y
contacto directo, salvo que ello fuera contrario al interés superior del menor -incisos 3° y 4°- (ver de
la C.N.C.P., Sala IV, causa n° 6667 “Abregú”, reg. n° 7794.4, del 29/08/06, voto del Dr. Gustavo
Hornos). La circunstancia apuntada no releva al Estado de la obligación de generar los
mecanismos que razonablemente resguarden el interés superior del niño, para lo cual nuestro
ordenamiento interno establece múltiples y conducentes instancias (artículos 17 reglamentado por
el Anexo I del decreto 415/06, 32 y 41/2 de la Ley 20.061 y artículos 310, 367, 377, 381/2, 389/93,
413/4, 428, 457 y 491/4, del Código Civil)...” (cfr. de esta Sala, causa n° 27.128 “Rocha, Laura
s/arresto domiciliario”, rta. 29.9.08, reg. n° 28.988)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
26.5.2009
AFernández@@
Causa 27.899
Reg. 29.914
J. 6 - S. 11
PRUEBA. TESTIMONIO NO RECIBIDO EN SEDE JUDICIAL. RÉGIMEN DEL C.P.P.N. NO
TAXATIVIDAD.
“respecto a la validez del testimonio consignado en último término -cuestionado por la defensa
porque no ha sido recibido en sede judicial- que esta Sala ha tenido oportunidad de sostener que
“...es principio inconmovible del sistema probatorio vigente en el Código Procesal Penal, el criterio
de no taxtatividad de los medios de prueba, de modo que el considerar abierta a la enumeración
que la ley hace de ellos implica que la presencia de algún medio probatorio que no tenga
regulación específica no obsta a su admisión si resulta pertinente para comprobar el objeto de
prueba...” (causa n° 13.928 “Cingolani”, rta. el 19/12/97, reg. n° 15.010, y sus citas)”.
“siendo así, esa declaración puede ser valorada en esta oportunidad, sin que esto signifique una
limitación irremediable al derecho de defensa en juicio, pues en las condiciones señaladas la
facultad de interrogar al testigo de cargo deberá ser garantizada en la siguiente etapa de debate
48
Poder Judicial de la Nación
(C.S.J.N., Fallos 329:5.556 y 331:525 -ver disidencia de los Dres. Lorenzetti, Fayt y Zaffaroni-, y de
la C.N.C.P., Sala II, causa n° 8458 “Bautista Cabana, Gabriel”, rta. el 9/5/08, reg. n° 11.817)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Farah
12.5.2009
AAlbornoz@@
Causa 27.296
Reg. 29.856
J. 2 - S. 3
RECURSO DE CASACIÓN. PROCEDENCIA. AUTO DE PROCESAMIENTO DICTADO POR EL
TRIBUNAL DE ALZADA. DERECHO A RECURRIR ANTE UN TRIBUNAL SUPERIOR. DOBLE
INSTANCIA. DISIDENCIA.
“este Tribunal ha señalado, en consonancia con las pautas sentadas por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación en el caso “Casal” (causa n° 1681, C.1757 XL, rta. el 20/9/05), que si se
procesa en esta instancia como consecuencia de la apelación presentada, la vía reclamada
configura el cauce procesal necesario para garantizar al imputado el derecho a recurrir ante un
Tribunal Superior, en la que corresponde atender al cuestionamiento efectuado acerca del mérito
probatorio existente para decretar la medida dictada junto con los restantes que motivan esta
impugnación (con causa n° 24.759 “Giacomino”, rta. el 14/2/08, reg. n° 28.060; y causa n° 22.513
“Mendoza”, rta. el 14/10/05, reg. n° 24.314, entre otras) ” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Ello pues el interlocutorio cuestionado puede ser equiparado a las decisiones que, según los
USO OFICIAL
tratados de derechos humanos con jerarquía constitucional, deben ser alcanzadas por la garantía
de doble instancia judicial -ver artículo 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos;
y artículo 8.2.h de la Convención Americana de Derechos Humanos- (asimismo, ver artículo de
Julio Maier en “La aplicación de los tratados sobre derechos humanos por los tribunales locales”,
Ed. del Puerto 1997, pág. 410; y esta Sala en causa n° 26.054 “Granillo Ocampo”, rta. el 22/8/08,
reg. n° 28.832) ” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“al no haber sido tal temperamento acompañado por una medida restrictiva de la libertad
ambulatoria del imputado, no puede ser considerado por su trascendencia, en el lenguaje de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, acto “importante” con entidad para habilitar la vía
casatoria bajo pretexto de que con ello se garantiza el doble conforme. Sucede que lo decidido, si
bien obliga al nombrado a seguir vinculado al proceso, no le genera un gravamen insusceptible de
reparación ulterior, como sería el caso en que hubiese visto comprometida su libertad personal,
razón por la cual no se verifica en este supuesto el requisito de admisibilidad objetiva requerido
para la procedencia de la vía casatoria intentada. Tal mi criterio en supuestos análogos (ver Sala I
en causa n° 39.993 “Zugnoni de Rumachella”, rta. el 8/7/08, reg. n° 791) ” (del voto del Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
5.5.2009
ABoucherie@@
Causa 26.946
Reg. 29.826
J. 12 - S. 24
RECURSO DE QUEJA. IMPROCEDENCIA. AVERIGUACIÓN DE PARADERO Y COMPARENDO.
“la orden de averiguación de paradero y comparendo constituye una decisión propia del juez que
carece de entidad para generar gravamen irreparable alguno, como así tampoco se encuentra
prevista expresamente la posibilidad de recurrir tal decisión en el ordenamiento ritual (ver en este
sentido, Causa n° 42.810 “Signe, M. s/ rec. de queja”, rta. 5/3/09, reg. n° 178, entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
5.5.2009
ADi Lello@@
Causa 43.026
Reg. 388
J. 2 - S. 4
49
RECURSO DE QUEJA. QUEJA POR RETARDO DE JUSTICIA. REQUISITOS PARA SU
PROCEDENCIA.
“la Sala ha tenido oportunidad de sostener que dicha herramienta persigue otorgar a las partes un
instrumento legal para recurrir la mera inactividad, pues la adopción de un temperamento dilatorio
que comprometa el derecho de defensa y la propia administración de justicia, deviene en una
decisión solapada con la consecuencia de vedar con ello a las partes el recurso contra la
inactividad (cfr. c/n° 40.723, “Recurso de queja en causa Moneta”, Reg. 812, rta. el 19/7/07)”.
“En esta dirección, la queja por retardo de justicia exige, como recaudos de procedencia, el
vencimiento del término estipulado para el dictado de una resolución, la presentación previa de un
pedido de pronto despacho por parte del interesado y el transcurso de tres días sin reversión de la
inactividad.”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
19.5.2009
AMonner Sans@@
Causa 42.965
Reg. 462
J. 10 - S. 20
ACCIÓN PENAL. PRESCRIPCIÓN. CAUSALES DE INTERRUPCIÓN. COMISIÓN DE OTRO
DELITO. EXIGENCIA DE SENTENCIA JUDICIAL FIRME QUE ASÍ LO ESTABLEZCA.
“Si bien con anterioridad en varios casos esta Sala sostuvo la procedencia de decretar
temperamentos como el que aquí se ataca, ante la eventualidad de una condena que podría incidir
en el curso de la prescripción de la acción por aplicación de la norma citada (ver causa n° 14.840
“Oneto Torres”, reg. n° 16.176 del 9/2/99, causa n° 19.058 “Alí”, reg. n° 20.445 del 12/12/02, entre
otras), ante el estado actual de la jurisprudencia se efectuó un nuevo examen de la cuestión en
causa n°. 26.851 “Ubieta Analía s/prescripción”, reg. n° 28.962 del 23/9/08” (Del voto de los Dres.
Cattani e Irurzun).
“Se destacó que la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que los hechos criminales
“entre sí no tienen carácter interruptivo, de no mediar una sentencia judicial firme que declare su
realización y atribuya responsabilidad al mismo encausado” (Fallos 312:1351 y 323:717) (Del voto
de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Y que tal criterio ha sido receptado por cada una de las Salas de la Cámara Nacional de Casación
Penal, donde se añadió que “la creación pretoriana de una causal de interrupción o de suspensión
resulta contraria a la garantía del debido proceso legal establecida en el artículo 18 de la
Constitución Nacional” (Sala IV, causa n° 3.202 “Barlett”, reg. n° 4.627 del 16/9/02; Sala III, causa
n° 2.316 “Grosso”, reg. n° 692 del 7/11/00 y causa n° 5.992 “Antón”, reg. n° 811 del 4/10/05; Sala
II, causa n° 1.076 “Reyes”, reg. n° 1.592 del 27/8/97, causa n° 5.200 “Robledo”, reg. n° 6.938 del
20/9/04, Sala I, causa n° 4.094 “Marchant”, reg. n° 5.095 del 10/6/02)” (Del voto de los Dres.
Cattani e Irurzun).
“Por su parte, la Sala Primera de esta Cámara se expidió en el mismo sentido, al afirmar que “no
dictar el sobreseimiento de un imputado por extinción de la acción penal por prescripción con
fundamento en la posibilidad de que recaiga condena respecto de un hecho que se está
investigando implica introducir por vía judicial una causal no legislada de suspensión del curso de
dicho instituto en violación al principio de legalidad formal” (causa n° 41.184 “Pérez”, reg. n° 539
del 19/5/08 y causa n° 38.941 “Herrero”, reg. n° 1.320 del 28/11/06)” (Del voto de los Dres. Cattani
e Irurzun).
“En atención a lo que he sostenido al suscribir integrando la Sala I en la causa “Pérez”, citada por
mis colegas, he de compartir la solución por ellos propiciada” (del voto del Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
25.6.2009
AKadis@@
50
Poder Judicial de la Nación
Causa 27.663
Reg. 30.085
J. 5 - S. 10
ACLARATORIA. SOLICITUD. CONDICIONES DE ADMISIBILIDAD
“enseña Lino Enrique Palacio en su obra “Los Recursos en el Proceso Penal. Abeledo-Perrot,
segunda edición, pág. 54) que “...la aclaratoria debe dirigirse sólo contra la parte dispositiva de las
resoluciones, tal principio cede cuando el recurso tiene por objeto subsanar una contradicción entre
aquella y los fundamentos...”, situación no verificada en la resolución atacada por los presentes. (
cn° 36.575 “De laVega, Carlos Adolfo” rta. el 17/02/05, reg.66)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
18.6.2009
AGonzález@@
Causa 42.688
Reg. 592
J. 12 - S. 24
CAUCIÓN. PAUTAS PARA FIJAR SU MONTO
“como ya lo señaláramos en la causa n° 27.886 “Clements, Miguel E. s/monto de caución”, rta.
20.5.09, reg. n° 29.887, no puede olvidarse que se trata de una fianza de carácter personal, con
sentido económico que como tal afecta una suma dineraria como garantía de comparecencia al
juicio y cuyo importe sólo es fijado, en tanto su efectivo depósito es intimado a los fiadores
USO OFICIAL
únicamente en el caso de incumplimiento de sus obligaciones por parte del encausado”.
“Así, y según se ha sostenido “...las argumentaciones de la defensa en punto a la situación
económica del imputado, y a la imposibilidad de satisfacer la caución personal fijada, son inhábiles
para obtener la revisión de lo decidido, pues, por definición, la caución personal no consiste en el
depósito anticipado de una suma de dinero como condición de la soltura, sino en la presentación
de uno o más fiadores de solvencia suficiente que se comprometen a presentar al excarcelado
cada vez que sea llamado, bajo admonición de que deberán depositar una suma de dinero, o serán
ejecutados hasta satisfacer el monto fijado, si fallaran en la obligación de fianza asumida (arts. 322,
323 y 330 C.P.P.N.)...” (cfr. voto del Dr. Luis García en la causa n° 9645 “Díaz, José Antonio s/rec.
de casación”, rta. 6.10.08, reg. 13291.2)”.
“Es que, “...más allá de la eventual integración del importe establecido por el magistrado, ninguna
otra obligación pesa en cabeza del fiador, una vez constituido como tal. Esta modalidad de caución
resulta de ejecución subsidiaria dado que se encuentra supeditada a que el imputado deje de
cumplir con las obligaciones impuestas en el auto de soltura, supuesto en el que caduca la fianza y
debe procederse a su inmediata efectivización. De allí la diferencia sustancial que ostenta con la
caución real puesto que en el caso de esta última el imputado no recupera la libertad hasta tanto la
garantía sea integrada, mientras que en la personal el proceso de ejecución presupone el
incumplimiento del compromiso asumido por el excarcelado y es recién allí que se integrará la
caución en el marco del proceso de ejecución (conf. Marcelo A. Solimine, “Tratado sobre las
causales de excarcelación y prisión preventiva en el Código Procesal Penal de la Nación”, Buenos
Aires, 2003, pág. 478)” - cfr. Sala I C.N.C.P., c. n° 9348 “Alfaro Cruz, Maura s/rec. de casación”,
rta. 7.7.08, reg. 12.237-”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
3.6.2009
AFranco@@
Causa 27.897
Reg. 29.960
COMPETENCIA.
COMPETENCIA
DOCUMENTOS.
DEL
JUZGADO
USO
CON
DE
J. 12 - S. 23
DOCUMENTOS
JURISDICCIÓN
EN
EL
PÚBLICOS
LUGAR
FALSOS.
DONDE
EL
INSTRUMENTO FUE UTILIZADO
51
“Este Tribunal ya ha tenido oportunidad de resolver cuestiones de este tipo que se plantearon
como consecuencia de las declaraciones de incompetencia en razón del territorio que efectuó el
magistrado a cargo del Juzgado Federal n° 10 de esta ciudad en la causa n° 9274/05, de la cual
ésta se ha desprendido, señalando que es acertada su decisión de someter los hechos a
conocimiento del juez federal del lugar en que cada formulario falso o duplicado fraudulentamente
fue utilizado (ver causa n° 24.816, “N.N. s/incompetencia” reg. n° 26.549 del 20/03/07, entre
otras)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
23.6.2009
ANN s/incompetencia@@
Causa 27.978
Reg. 30.057
J. 10 - S. 20
COMUNICACIONES TELEFÓNICAS. INTERVENCIÓN DE TELÉFONOS. NULIDAD. DERECHO
A LA PRIVACIDAD. DERECHO A LA INTIMIDAD. DEFENSA EN JUICIO. FUNDAMENTACIÓN
DE LOS AUTOS QUE DISPONEN RESTRICCIONES A DERECHOS CONSTITUCIONALMENTE
PROTEGIDOS.
“Se ha reconocido que las comunicaciones telefónicas gozan de la misma protección que el texto
constitucional -art 18- le asigna a la correspondencia epistolar y a los papeles privados (cfr. Carrió,
Alejandro D., AGarantías Constitucionales en el Proceso Penal@, 50 Edición, Astrea, pág 445; Maier,
Julio B., ADerecho Procesal Penal. Tomo I. Fundamentos@, pág 694) y, en orden a conocer el
contenido de ellas u obtener su registro, es necesario contar con un auto fundado emitido por
orden de juez competente”.
“Al respecto, sostuvo recientemente el Alto Tribunal que Aes en este marco constitucional que debe
comprenderse, en el orden del proceso penal federal, la utilización del registro de comunicaciones
telefónicas a los fines de la investigación penal requiere ser emitida por un juez competente
mediante auto fundado (confr. art. 236, segunda parte, del Código Procesal Penal de la Nación,
según el texto establecido por la ley 25.760), de manera que el común de los habitantes está
sometido a restricciones en esta esfera semejantes a las que existen respecto a la intervención
sobre el contenido de las comunicaciones escritas o telefónicas@ (C.S.J.N. causa AHalabi, Ernesto
c/P.E.N. -ley 25. dto. 1563/04 s/ amparo ley 16.986" H. 270. XLII, consid. 24, rta. el 24/2/09)”.
“La especial protección que merecen en nuestro sistema de gobierno la privacidad de las
comunicaciones de los individuos (entre las cuales se incluyen las telefónicas) deriva directamente
del reconocimiento a los derechos a la intimidad y privacidad, garantías fundamentales inherentes
al sistema democrático de gobierno”.
“En este sentido, se reconoce la protección del ámbito individual en dos esferas distintas. Por un
lado, el art. 18 de la Ley Fundamental establece una esfera de intimidad personal que excluye del
conocimiento general aquello que se desarrolla en la intimidad del domicilio o es trasmitido
privadamente por intermedio de correspondencia epistolar y papeles privados, estableciendo que
aquéllos serán inviolables y una ley Adeterminará en qué casos y con qué justificativos podrá
procederse a su allanamiento y ocupación@, de manera tal de impedir cualquier tipo de injerencia
arbitraria por parte de terceros”.
“Por otro lado, el art. 19 de la C.N. establece que pertenecen a la esfera de privacidad y son
inmunes a cualquier injerencia estatal las llamadas acciones privadas, esto es, aquellas acciones
que, independientemente del lugar donde se realicen, no dañan derechos de terceros y, por lo
tanto, resultan ajenas al objeto de la moral pública, ésta entendida como moral intersubjetiva en
contraposición con la moral privada que no puede ser objeto de interferencia estatal (cfr. Nino,
Carlos Santiago. AÉtica y Derechos Humanos@, 20 Edición, Ed. Astrea, pág. 426/7)”.
52
Poder Judicial de la Nación
“Dicha postura es compartida por el Dr. Luis García quien señala que A...los arts. 19 y 18 no se
superponen de modo superfluo en la definición del marco de protección de las comunicaciones
interpersonales. El primero protege las comunicaciones `privadas´ esto es, las que no afectan a
terceros, ni al orden ni a la moral pública. Ésas están siempre exentas del conocimiento de terceros
y, en su caso, si son conocidas por un acto estatal, deben proveerse los medios posibles para
restaurarlas a la esfera íntima, por ejemplo devolviendo las escritas y destruyendo los registros de
las orales o electrónicas. Cuando el contenido de la comunicación afecta a terceros o al orden o a
la moral pública, la comunicación no pertenece ya al ámbito de las acciones privadas del art. 19
C.N. y no está ya exenta de la injerencia estatal. Ello no significa que entonces pierda toda
inmunidad contra el conocimiento de terceros. Rige aquí analógicamente el art. 18 C.N., en el
sentido de que la ley debe determinar en qué casos bajo qué justificativos procede su conocimiento
y ocupación. La inmunidad del art. 19 es material, pues sólo alcanza a las comunicaciones que no
afectan a terceros, la del 18 es formal, pues concede inmunidades sin importar su contenido, esto
es, incluso a las comunicaciones que podrían afectar a terceros, salvo en los supuestos en que la
ley autoriza la injerencia@ (cfr. García, Luis: ALa intervención de las comunicaciones telefónicas y
otras telecomunicaciones en el Código Procesal Penal de la Nación: un cheque en blanco para
espiar nuestra vida privada@, Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal N16, pág 412)”.
“La garantía que protege la privacidad de las comunicaciones telefónicas ha sido regulada a nivel
USO OFICIAL
federal por el art. 236 del C.P.P.N. que exige como requisito para conocer el contenido de la
comunicación un auto fundado emanado del juez competente. Los mismos requisitos son exigidos
si se quiere obtener Alos registros que hubiere de las comunicaciones del imputado o de quienes se
comunican con él@ (art. 236, párrafo segundo incorporado por ley 25.760, C.P.P.N.)”.
“Vale recordar que resulta una obligación de los jueces fundar las resoluciones por las cuales se
restringen derechos fundamentales. Al respecto, comenta la Dra. María Angélica Gelli que Ael art.
236 del Código Procesal Penal, en tanto ordena que el decreto que dispone las escuchas
telefónicas de una persona debe contener una fundamentación autónoma y ser autosuficiente,
constituye una garantía para el acusado -de imparcialidad y objetividad- y una obligación estatal,
en tanto la norma asegura la recta administración de justicia. La disposición, aunque adjetiva, es de
raíz constitucional pues garantiza el derecho a la intimidad y asegura los principios del estado de
derecho, como estado de razón. En consecuencia de ello, cualquier resolución judicial que
determine escuchas telefónicas sin motivación o con motivación insuficiente o insustancial, viola la
garantía amplísima del sistema democrático que obliga a los órganos de poder a expresar los
fundamentos de sus decisiones, más aún cuando éstas están destinadas a limitar derechos
personales.@ (Gelli, María Angélica, AConstitución de la Nación Argentina@, tercera edición ampliada
y actualizada, La Ley, Comentario art. 18, pág 238)”.
“Luego del análisis realizado, debemos concluir que el auto de fs. 86 no se encontraba
mínimamente fundado ni encontraba respaldo en los antecedentes casuísticos. La única conclusión
que debía extraerse de los mensajes de texto era que los titulares de los teléfonos intervenidos
conocían a Javier Ocampo, motivo que, sin la presencia de otras circunstancias incriminantes,
jamás podrá justificar una intervención telefónica”.
“Podrá pensarse que la exigencia de auto fundado resulta ser una formalidad. A esto debemos
responder que, claro que lo es. Es una formalidad exigida por la Ley en resguardo de la garantía
constitucional del derecho de defensa en juicio (art. 18 C.N.). La exigencia de auto fundado resulta
esencial para controlar la actividad del juez e impedir que éste actúe de manera discrecional y
arbitraria. ALa regla de Derecho [rule of law] se trata de forma.[…] Un asesino ha sido atrapado con
sangre en sus manos, se encuentra junto al cuerpo de su víctima; un vecino ha filmado el crimen
con su cámara de video; y el asesino ha confesado ante las autoridades por escrito. No obstante
ello, insistimos que antes que el Estado pueda castigar a ese individuo, debe llevarse a cabo un
53
proceso penal completo que condene al individuo por el crimen del que ha sido acusado ) No es
eso formalismo? Viva el formalismo. Es lo que hace a un gobierno un gobierno de leyes y no de
hombres@ (Scalia, Antonin, AA Matter of Interpretation. Federal Courts and the Law@, Princeton
University Press 1997, pág. 25, traducción a cargo del Tribunal)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Farah
11.6.2009
AGheggi@@
Causa 42.639
Reg. 563
J. 5 - S. 9
DEBIDO PROCESO. SUJETOS PROCESALES. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. IMPULSO DE
LA ACCIÓN PENAL. REQUERIMIENTO DE INSTRUCCIÓN. NE PROCEDAT IUDEX EX OFFICIO.
ESTUPEFACIENTES. POLÍTICA CRIMINAL DEL ESTADO. FINALIDAD PERSEGUIDA POR EL
LEGISLADOR.
“Este Tribunal, con diferente integración, ha tenido oportunidad de expedirse con especial
profundidad en punto al papel que nuestra Constitución Nacional le ha otorgado a los distintos
sujetos procesales que intervienen en el proceso criminal (ver Causa N1 38.122 APalacios, M. J.
s/nulidad@, reg: 1392, rta: 30/11/05)”.
“Se sostuvo en aquel precedente que acusador, defensor y Juez conformaban una relación triádica
en la cual los dos primeros se hallaban confrontados procesalmente en una situación de paridad,
mientras que el tercero, encargado de juzgar, era quien debía preservar desde una postura
imparcial aquel equilibrio entre partes”.
“El principio Ane procedat iudex ex officio@, enarbolado por el recurrente en su intento nulificante, se
erige como el reflejo de aquella relación funcional entre los protagonistas, y determina el
impedimento del órgano judicial de actuar de manera oficiosa cuando el Ministerio Público Fiscal,
exclusivo titular de la acción penal pública, no hubiese instado o promovido la maquinaria
jursidiccional”.
“De esta manera, en el marco del debido
proceso legal instaurado en nuestra Constitución
Nacional B18 CNB la actividad del Tribunal juzgador deberá estar precedida en la totalidad de los
casos por el impulso de la acción penal por parte del Ministerio Público Fiscal, viéndose
diferenciadas de esta manera las funciones de decisión y acusación. (art. 120 CN, arts. 5 y 65 del
CPPN y art. 25 de la Ley 24.946 -B.O. 23/03/98. Ver en tal sentido, de esta misma Sala, c/n°39.727
ANN s/nulidad@, reg: 182-, rta: 15/03/07, entre muchos otros precedentes)”.
“Sostiene Maier al respecto: A(Y)La separación formal de estas funciones fue necesaria para
garantizar la defensa individual: ella se reputó imposible sin crear un acusador (contradictor) que
circunscribiera la imputación concreta que el imputado estaba facultado a resistir y contestar, con
todos los medios legítimos a su alcance, y sin dotar de un grado aceptable de imparcialidad al
juzgador, consistente en evitar que él se comprometa, antes del fallo, con la hipótesis delictiva,
afirmándola desde la iniciación del procedimiento. Consecuentemente, es por ello que, para
expresar esta característica de la persecución penal actual, la doctrina afirme, de modo pràctico, el
monopolio acusatorio o persecutorio del ministerio público en materia penal (Y)@ (Maier, Julio B. J.,
ADerecho Procesal Penal BI. Fundamentos@, Editores del Puerto, Buenos Aires, Año 1999, 2da.
Edición, 10 reimpresión, pag. 826/7)”.
“Tal como hemos indicado en anteriores oportunidades, frente a los casos en los que se investigan
conductas relacionadas con la ley de estupefacientes, cabe considerar especialmente cuál ha sido
el propósito de la creación de la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes (1988), fuente de inspiración de la ley 23.737, el que se traduce en Ahacer frente
con mayor eficacia a los diversos aspectos del tráfico ilícito de estupefacientes que tengan una
dimensión internacional@ -art.2- (ver en ese sentido C.N° 36.989, ACipolatti@, rta. el 07/06/05, reg
54
Poder Judicial de la Nación
nro. 571, C.N° 41.228 AVelardi@, rta. el 22/04/08, reg. nro. 400 y C.N° 42.244 AAvila@, rta. el
02/12/08, reg. nro. 1451, entre muchos otros)”.
“En ese sentido, el Estado se orienta a desarrollar políticas criminales y propuestas de cursos de
acción de tal manera que la persecución penal de consumidores y eslabones menores de la
cadena de comercialización no encubra fenómenos de mayor magnitud (ver propuestas del primer
documento oficial emitido en el año 2008 por el Comité Científico Asesor en Materia de Control del
Tráfico Ilícito de Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas y Criminalidad Compleja del Ministerio
de
Justicia,
Seguridad
y
Derechos
Humanos
de
la
Nación
en
www.jus.gov.ar/ComiteCientifico/DocPub.html.)”.
“Dicho Comité se ha referido al respecto en los siguientes términos: AEl sistema judicial está
saturado de pequeños casos; carece de recursos tecnológicos que permitan cruzar datos en forma
inteligente, observándose en la etapa de investigación preliminar los principales problemas. [ ]
Salvo excepciones la represión de contrabando de estupefacientes se centra principalmente en el
tráfico de las Amulas@ que transportan estupefacientes en el interior del cuerpo a quiénes como
autores de contrabando calificado se castiga con penas a partir de un mínimo de 4 años y medio
de prisión. Se trata del eslabón más débil de la cadena y deben padecer un maltrato que a veces
llega a la muerte no sólo de sus jefes sino de prácticas perversas de los operadores penales
buscando su delación. Las condiciones y el tiempo de detención son reñidas con los instrumentos
USO OFICIAL
de Derechos Humanos.[ ] Se ha extendido el consumo del llamado PACO, sin saber a que se hace
referencia, lo que además de generar un problema sanitario, denota el despliegue de laboratorios
de elaboración con precursores fuera del control oficial. Recientemente los Estados Unidos
Mexicanos han reportado la llegada de elevadas cantidades de Aefedrina@ para elaboración de
metanfetamina provenientes de la Argentina. [ ] De los estudios realizados surge que hay
desconocimiento y falta de investigaciones que digan que es el PACO en forma científica y
objetiva, para de esa forma generar insumos por parte del Estado que permitan, por un lado aplicar
políticas sanitarias adecuadas, y por el otro mejorar el control de calidad de sustancias de corte y
del desvío al mercado ilegal de éstas.[ ] Desde la sanción de la ley de creación del registro de
precursores químicos no hay un solo caso judicial que haya llegado, al menos, a un procesamiento,
lo que debería ser revisado en cuanto a las autoridades de aplicación a fin de evitar
superposiciones de competencias y problemas de constitucionalidad. [ ] El consumo es selectivo
por sectores sociales y también es selectivo el ingreso al sistema judicial penal de estas (por
ejemplo marihuana o éxtasis)”.
“También, si analizamos el debate parlamentario de la ley 26.052, (modificatoria de la ley 23.737),
se advierte que esa ha sido la tendencia legislativa, es decir, la de
ampliar la capacidad de
respuesta del Estado intentando concentrar, por un lado, los operativos de gran envergadura
dirigidos a detectar bandas organizadas de narcotraficantes y redes importantes de distribución en
el ámbito de la competencia federal y, por otro, la investigación de la distribución de drogas en los
denominados “kioscos” o venta “al menudeo” en la justicia ordinaria. Ello, sin perjuicio de las
correspondientes adhesiones que determinan la aplicación de dicha ley a cada jurisdicción”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
10.6.2009
AEspinoza Ocampo@@
Causa 43.117
Reg. 546
J. 12 - S. 24
DELITOS MIGRATORIOS. LEY 25.871 ART. 117. PROMOCIÓN O FACILITACIÓN DE
PERMANENCIA ILEGAL DE EXTRANJEROS EN EL TERRITORIO DE LA REPÚBLICA CON EL
FIN DE OBTENER BENEFICIO. REQUISITOS TÍPICOS.
55
“Esta Sala ha tenido oportunidad de destacar la ambigüedad derivada de los serios defectos que
presentan los arts. 116 al 121 de la ley 25.871 en la descripción de las conductas punibles, que
sumado a la severidad de las escalas penales allí previstas, hacen necesario establecer un
riguroso análisis de las circunstancias que habilitan su aplicación (ver causa n°26.083, del
20/11/07, reg. n°27.707)”.
“En esa línea de pensamiento se impone deslindar de un modo preciso la imputación que se dirige
a los procesados como conducta criminal -en los términos del art. 117 de la ley 25.871-, de la que
podría llegar a constituir una infracción de tipo administrativo por proporcionar trabajo a extranjeros
que residen irregularmente en el país, hipótesis prevista en el art. 55 de la ley citada, con un
contenido de disvalor reducido respecto de la infracción penal señalada (Stratenwerth, Günter,
“Derecho Penal-Parte General I”, ed. Hammurabi, Bs. As., 2005, pág. 57)”.
“Sostiene la doctrina que facilita la permanencia ilegal de extranjeros el que la hace posible o más
sencilla, allanando las condiciones de la estadía o ayudando a salvar los obstáculos. No obstante,
la simple actividad de facilitación desvinculada e independiente de la ilegalidad puede no ser ilícita
o constituir una infracción administrativa (por ejemplo dar trabajo individual a un ilegal). Sin
embargo, si la contribución a la permanencia ha consistido en el aprovechamiento laboral
diagramado, ya no aisladamente, sino como “política de empresa”, ello sí será constitutivo del
delito penal, porque en ese supuesto la ilegalidad del inmigrante será parte inseparable de la
conformación comercial (ver Hairabedián, Maximiliano, “Delitos Migratorios”, La Ley, Suplemento
de Derecho Penal y Procesal Penal, 25/6/07, pags. 27/32)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
16.6.2009
AHyun Soon Lee@@
Causa 27.703
Reg. 30.024
J. 4 - S. 8
DELITOS MIGRATORIOS. LEY 25.871 ART. 117. PROMOCIÓN O FACILITACIÓN DE
PERMANENCIA ILEGAL DE EXTRANJEROS EN EL TERRITORIO DE LA REPÚBLICA CON EL
FIN DE OBTENER BENEFICIO. REQUISITOS TÍPICOS. INFRACCIÓN ADMINISTRATIVA.
DIFERENCIAS. INTERPRETACIÓN DE LA LEY. PRINCIPIO DE CONSTITUCIONALIDAD DE
LOS PRECEPTOS
“Desde su entrada en vigencia, la ley 25.871 ha sido objeto de diversos cuestionamientos por
parte de la doctrina, todos ellos coincidentes al momento de destacar la ausencia de criterios
técnicos adecuados durante su etapa de desarrollo en el ámbito parlamentario (Ver, entre otros,
Gordillo, Agustín; “El inmigrante irregular en la ley 25.871. Otra modificación transversal al derecho
argentino”, publicado en La Ley, Año 2004-B, pag. 1123)”.
“La incorporación de los tipos penales no fue inmune a tales deficiencias. Ellas se vieron traducidas
principalmente en la ausencia de precisión al momento de ser descriptos los comportamientos que
pretendían ser captados y reprimidos como delitos contra el orden migratorio ”.
“la excesiva amplitud en la redacción de las disposiciones penales y la ausencia de precisión
descriptiva constituye un indicio revelador de la posibilidad de que se vea comprometido el principio
de legalidad, consagrado en nuestra Constitución Nacional (arts. 18 y 19) y en instrumentos
internacionales de igual jerarquía, como la Convención Americana de Derechos Humanos (art. 9) y
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 9).
Pero los recursos de técnica
legislativa que aquí se reputan deficientes pueden ser salvados con una adecuada hermenéutica,
interpretándose las normas en cuestión de manera armónica con el espíritu de la propia ley que las
contiene y con la terminología utilizada en la redacción del resto de su articulado, como forma
inicial de agotar las diferentes ópticas que permitan respetar la presunción de constitucionalidad de
56
Poder Judicial de la Nación
los preceptos (CSJN, L.486 XXXVI “Llerena, Horacio Luis s/abuso de armas y lesiones -art. 104 y
89 del Código Penal-”, c/n°3221, rta: 17/05/05, Considerandos 27 y 28)”.
“si bien resulta incuestionable que la temática central que gobierna la ley vigente se encuentra
constituida por la optimización de los engranajes estatales en materia de control del flujo
migratorio, esa orientación operativa (razonable si se quiere como herramienta administrativa de
gestión gubernamental) se ha visto nutrida por una clara intención legislativa de proteger los
derechos de los inmigrantes”.
“Se instaló de este modo como objetivo de política migratoria el efectivo reconocimiento y
protección de los derechos del inmigrante, en línea con los compromisos internacionales asumidos
por el Estado en un marco de política de integración y con los principios instaurados en nuestra
Constitución Nacional, en claro reconocimiento de la especial situación de vulnerabilidad en la que
se encuentran los extranjeros que ingresan al país con intenciones de radicación (esta Sala, con
diferente integración, se ha expedido sobre esta problemática en particular en el precedente
“Martínez Brítez, Dominga R....”, c/n°40.001, reg. 1251, rta: 24/10/07)”.
“Puede decirse entonces que la ley gira en torno a dos ejes fundamentales que podrían ser
entendidos como objetos generales de tutela: por un lado, la efectividad y eficiencia de los
mecanismos estatales en materia de control migratorio y, por el otro, el inmigrante en estado de
vulnerabilidad, sujeto de derechos y obligaciones”.
USO OFICIAL
“deviene necesario efectuar una diferenciación entre la infracción administrativa y el delito penal
previstos por la Ley 25.871 en los arts. 55 y 117, respectivamente”.
“Ha señalado la doctrina que facilita la permanencia irregular en el país de extranjeros quien hace
posible o más sencilla su permanencia ilegal, allanando las condiciones de la estadía o ayudando a
salvar los obstáculos. A su vez, la permanencia debe ser entendida como la estancia en el país
dotada de una duración firme, constante y estable (Hairabedián, Maximiliano; “Delitos Migratorios”,
La Ley, Suplemento de Derecho Penal y Procesal Penal, 25/06/07, pag. 27 y sgtes.)”.
“La ilegalidad del extranjero, como elemento normativo del tipo, se encontrará sujeta por otra parte
a las categorías impuestas por la dependencia administrativa que posea competencia en materia
migratoria, que en este caso en particular es la Dirección Nacional de Migraciones, órgano de
aplicación de la ley (ver arts. 20 y 107)”.
“Ahora bien, más allá de los cuestionamientos que pueden efectuarse en cuanto al modo en que se
encuentra redactado el tipo penal, lo cierto es que la aparente relación género-especie que se
plantea entre la proyección objetiva de ambas disposiciones –arts. 117 y 55, párrafo segundo, de la
Ley 25.871– revela la necesidad de establecer en qué supuestos el otorgamiento de trabajo u
ocupación remunerada a extranjeros ilegales podría ser entendido como una de las diversas
formas de facilitar su permanencia en el país en los términos de la disposición penal(CCCFed, Sala
II, c/n° 26.083 “Guaraschi Mamani, Tito y otros...” , reg. 27.707, rta: 20/11/07)”.
“En esa dirección, no puede sino concluirse que la gravedad sancionatoria de la figura legal del art.
117 –prisión o reclusión de uno (1) a seis (6) años–, en contraposición con la sanción de multa
establecida para quien infringe la norma administrativa del art. 55, párrafo segundo, encuentra su
justificación en las diferencias que poseen ambas disposiciones a nivel típico, indicativas del
distinto disvalor de las acciones que cada una de ellas intenta receptar”.
El “especial aprovechamiento de la irregularidad migratoria de los trabajadores por parte del autor,
encarado de manera general y como “política de empresa”, es lo que en definitiva convertirá el
comportamiento en una acción penalmente relevante. Por ese motivo, la conducta típica en
supuestos como el analizado se verá acompañada no sólo por la existencia de un mecanismo
ilegal de captación de inmigrantes, sin el cual no podría ser materializada la mentada empresa
ilícita (CCCFed, Sala II, c/n° 26.083 y 27.703 ya citadas), sino también por actos dirigidos al
aseguramiento o protección de la permanencia ilegal de los extranjeros en el país (Hairabedián,
57
Maximiliano; “Delitos Migratorios”, ya citado; y González Núñez, Josefina, “Tráfico ilícito de
inmigrantes y otros ilícitos migratorios”, trabajo elaborado para el Centro de Investigación
Interdisciplinaria en Derecho Penal Económico –CIIDPE–, 24/11/08)”.
“Por otro lado, desde el punto de vista subjetivo, para que la conducta del autor ingrese en el
ámbito de aplicación de la norma penal debe haberse visto impulsada por el interés en la obtención
de un beneficio de manera directa o indirecta, conforme la exigencia establecida expresamente en
la norma como requisito subjetivo distinto del dolo”.
“una interpretación armónica de la ley permite establecer como segundo parámetro valorativo que
el comportamiento del agente ingresará en el marco de prohibición de la norma penal cuando se
haya visto impulsado por la persecución de un provecho económico distinto de aquél que
necesariamente hubiera obtenido a partir del nacimiento de una relación laboral aislada con los
residentes ilegales, ya que este último se encuentra abarcado por disposición administrativa.
Deberá entonces comprobarse en cada caso que la proyección de lucro del agente prevea como
principal herramienta el aprovechamiento de la permanencia irregular del inmigrante en el país. De
no ser así, la pieza legislativa perdería su sentido sistemático, al prever distintas sanciones –multa
y prisión– para un mismo proceder”.
“Además de la ultraintención a la que se hizo referencia anteriormente, es preciso señalar que la
figura analizada recoge en su faz subjetiva los comportamientos desarrollados con dolo directo, en
los que el autor conoce cabalmente la condición ilegal del inmigrante y las implicancias de su
propio proceder con respecto a la permanencia de aquél en el país”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
30.6.2009
AMin Soo Kim@@
Causa 42.542
Reg. 624
J. 12 - S. 24
DENUNCIA. PROHIBICIÓN DE DENUNCIAR. ART. 178 C.P.P.N. REQUISITOS PARA SU
PROCEDENCIA. EXTENSIÓN DE LA PROHIBICIÓN A CONVIVIENTES.
“En lo que respecta a los objetivos perseguidos por la referida manda, existe consenso tanto en el
ámbito doctrinario como en el jurisprudencial en punto a que la norma intenta preservar
sustancialmente la cohesión familiar y, con ello, la protección integral de la familia, en consonancia
con los principios instaurados en el art. 14 bis de la Constitución Nacional, en el art. 17, inc. 1°de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el art. art. 23, inc. 1° del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, estos dos últimos instrumentos de jerarquía constitucional en virtud
de lo establecido por el art. 75, inc. 22 de la Carta Magna (ver al respecto: Exposición de Motivos art. 242 CPPN-; Navarro, Guillermo R. y Daray, Roberto R. “Código Procesal Penal de la Nación –
Análisis doctrinal y jurisprudencial–“, Tomo I, 2a. edición, Buenos Aires, Año 2006, Editorial
Hammurabi, pag. 468; y en idéntico sentido, CSJN Fallos 315:459, “Cóppola, A. S/falsificación de
instrumento público”, según voto de Dr. Carlos Fayt; y de esta Sala, c/n°39.867 “Mottini, Roberto
Felix s/sobreseimiento”, reg: 1065, rta: 18/09/07; c/n°33.132 “Gutierrez, Carina...”, reg. 641, rta:
14/08/01, entre otros)”.
“La protección del núcleo familiar se erige de este modo como la razón de ser de la disposición
procesal, ubicándose por encima del interés estatal en la persecución penal (D’Albora, Francisco
J., “Código Procesal Penal de la Nación”, Cuarta edición corregida, ampliada y actualizada,
Editorial Abeledo Perrot, Buenos Aires, pag. 307)”.
“… jurisprudencialmente se ha reconocido como impedimento para transmitir una notitia criminis la
existencia de un vínculo de hecho o una situación de convivencia extramatrimonial entre
denunciante y denunciado, interpretación que vino a ampliar la concepción clásica que otorgaba
aquel carácter únicamente a la previa unión matrimonial instrumentada legalmente (de esta misma
58
Poder Judicial de la Nación
Sala, c/n° 33.132 “Gutiérrez”, ya citado; y en el mismo sentido Gelly, María Angélica, “Constitución
de la Nación Argentina -comentada y concordada”, Tercera edición ampliada y actualizada, Editado
por La Ley, pag. 175, en donde se afirma que las seguridades dispuestas en el art. 14 bis de la
Constitución Nacional en protección de la familia alcanzan incluso a aquéllas constituidas sin
matrimonio)”.
“No obstante ello, al concluirse que el reconocimiento legal de la relación no constituye un factor
determinante al momento de analizar la existencia de un vínculo previo pasible de ser considerado
objeto de tutela, la convivencia entre denunciante y denunciado conformará el único parámetro
objetivo capaz de demostrar a nivel probatorio la entidad,
veracidad y seriedad del lazo que
pretende ser protegido. Por ende, la operatividad de la prohibición legal de denunciar que
establece el art. 178 del CPPN necesariamente quedará supeditada en todos los casos a la
acreditación suficiente de aquel extremo”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
16.6.2009
ADel Valle@@
Causa 42.556
Reg. 579
J. 5 - S. 9
DOCUMENTOSS. FALSIFICACIÓN. CÉDULA DE IDENTIDAD EXPEDIDA EN EL EXTRANJERO.
INAPLICABILIDAD DE LA AGRAVANTE REGLADA EN EL SEGUNDO PÁRRAFO DEL ART. 292
USO OFICIAL
C.P.
“teniendo en cuenta que se trata de una cédula de identidad expedida en el extranjero, no resulta
acertada la aplicación de la agravante propuesta por el juez instructor, toda vez que “...el texto de
la ley menciona únicamente las cédulas de identidad expedidas por autoridad pública competente,
referencia que hay que entender como hecha a la autoridad pública competente según la ley
argentina...” (Creus, Carlos y Buompadre, Jorge E., “Falsificación de documentos en general”, Ed.
Astrea, Bs. As., 2.004, pág. 118)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
11.6.2009
ALiberman Perlmuter@@
Causa 27.530
Reg. 30.009
J. 12 - S. 24
ENCUBRIMIENTO. TIPICIDAD.
El encubrimiento “se trata, pues, de un delito autónomo, independiente del principal, aunque sí
conexo con éste en la medida en que exige determinados presupuestos, a saber: “que haya habido
un delito anterior, cometido por un tercero; que la acción haya sido ejecutada sin la existencia de
promesa anterior; sin haber participado en el delito; y después de la comisión del mismo” (ver El
delito de encubrimiento, Alberto Millán, ED. Abeledo - Perrot, ed. 1970, pág. 48)” (del voto de los
Dres. Freiler y Ballestero).
“…la doctrina enseña: “...el delito de encubrimiento es, ..., una ofensa a la administración de
justicia; consiste en trabar o entorpecer esa acción por entrometimiento. Ahora bien, la función
desplegada por la justicia en un proceso, el objeto mismo del procedimiento, no es el de castigar,
sino el de esclarecer y declarar la verdad. Esa es la condición previa a todo pronunciamiento
condenatorio o absolutorio, y eso es lo que el entrometimiento perjudica y lo que la ley quiere
tutelar. De ello se deduce que es indiferente para la existencia del encubrimiento el hecho de que
se favorezca un sujeto que, en definitiva, deberá ser absuelto en el proceso” (Sebastián Soler,
Derecho Penal Argentino, Tomo V, ED. Tea, ed. 1992)” (del voto de los Dres. Freiler y Ballestero).
“Por otra parte se ha dicho que :“Lo que interesa es que en el momento de ejecutarse el
encubrimiento esté expedita la persecución penal del delito, cualesquiera que, en este caso, sean
los resultados respecto de la responsabilidad y castigo de los perseguidos. [...] ..., no ponen ni
59
quitan respecto de la existencia del delito anterior, ni la licitud o ilicitud del hecho, ni la culpabilidad
del autor o partícipe, ni la punibilidad del delito. Pero debe estar comprobada la existencia de un
hecho que aparezca con las formas exteriores de un delito, cometido en el país o en el extranjero,
pero que sea aplicable a nuestra ley penal.” (Ricardo Nuñez, Tratado de Derecho Penal Argentino,
Tomo V Vol. II, pág. 176/7, Ed. Marcos Lerner Editora Córdoba, ed. 1992)” (del voto de los Dres.
Freiler y Ballestero).
“Como señala Creus en punto al delito previo, “tiene que ser un delito que realmente haya existido:
el favorecimiento del perseguido por un delito inexistente o en el que no haya intervenido él, no es
típico” (CREUS, Carlos, “Derecho Penal – Parte Especial”, Tomo 2, 2da. Edición, Ed. Astrea,
Buenos Aires, 1988, p. 352. El resaltado es propio). En la misma dirección se ha expedido la
Cámara Nacional de Casación Penal, al señalar que más allá de ser un delito autónomo, el
encubrimiento requiere, como presupuesto, otro hecho ilícito preexistente (conf. Sala III CNCP,
“Fontalba Mesa, Neres de Jesús y otros s/recurso de casación”, reg. 343.96, rta. el 24/10/1996). Se
ha dicho además que“el artículo 277 del Código Penal (…) exige la existencia de un delito anterior
debidamente comprobado, entendiéndose por delito anterior cualquier hecho típico, antijurídico y
culpable, previo al encubrimiento” (Cámara de Acusación de la Provincia de Córdoba, Causa
“Butori, Raúl Aldo”, citada en DONNA, Edgardo Alberto, “Delitos contra la Administración Pública”
2da. Edición Actualizada, Rubinzal Culzoni Editores, Santa Fe, 2008, p. 525, las bastardillas son
propias).” (del voto del Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
9.6.2009
AVilallonga@@
Causa 42.680
Reg. 533
J. 9 - S. 18
INMUNIDAD DE OPINIÓN. LEGISLADOR NACIONAL. CONSTITUCIÓN NACIONAL. ART. 68.
ALCANCES.
“Es doctrina reiterada de esta Sala que ante la duda de ampliar o restringir los límites del referido
artículo 68 de la Constitución Nacional, atento su inteligencia, es preferible el criterio extensivo,
máxime cuando se trata, como en este caso, de la crítica a un funcionario público, respecto de lo
cual ya se ha dicho que ellas no pueden ser sancionadas, aún cuando estén concebidas en
términos vehementes, hirientes, excesivamente duros o irritantes, si no resulta un propósito
específico de denigrar o menoscabar con el pretexto de la crítica formulada a la persona misma
que desempeña la función (conf. causa n° 21.106, "Sapag, Silvia E. s/excepción de falta de
acción", reg. 22.546 del 6/06/04, y sus citas)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
18.6.2009
ABullrich@@
Causa 27.850
Reg. 30.056
J. 1 - S. 2
MARCAS Y DESIGNACIONES. PRODUCTOS FALSIFICADOS. REQUISITOS TÍPICOS.
“este Tribunal ha afirmado -desde antaño- que no existe afectación o amenaza hacia el bien
jurídico tutelado por la ley 22.362 en los casos en que la baja calidad y ciertas circunstancias en
que son incautados los productos (comúnmente en la vía pública y aun precio claramente inferior al
del mercado), tornan inidónea a la comercialización cuestionada para causar confusión en el
público consumidor (conf. causa n° 5.831 “Cuenca Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89; causa n°
18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298 “Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del
2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n° 20.728 “Balmaceda”, reg.
n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n° 23.485 del 15/03/05; causa n° 22.001
60
Poder Judicial de la Nación
“Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa n° 23.046 “Corrado”, reg. n° 24.326 del
18/10/05; entre muchas otras)” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Mas recientemente, se resaltó que tal exégesis deriva necesariamente de la propia letra del
artículo 31, inciso “d” de la normativa citada pues tanto la falsificación como la imitación fraudulenta
exigen en su literalidad la potencial confusión en el público acerca de la originalidad de un
producto. De hecho, tal como surge de la exposición de motivos de la ley en trato, la asunción por
parte del Estado de la acción penal pública estuvo justificada por la necesidad de dinamizar el
anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que se persigue una verdadera
falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública” (del voto de los
Dres. Cattani e Irurzun).
“En consecuencia, encuadrar una conducta en esta figura habiéndose descartado tal posibilidad y
bajo el argumento de que aquella busca proteger -separadamente- al titular marcario y al público
consumidor, implica excederse del tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de
legalidad (causa n° 27.246 “Sosa, Gabriel Antonio s/ procesamiento y embargo”, reg. n° 29.917 del
26/05/09)” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“También hemos tenido oportunidad de sostener que para evaluar la concurrencia de tal exigencia
debe atenderse a las particularidades y el marco en que se desarrollan los hechos (causa n°
21.763 “Flores de la Cruz”, reg. n° 23.214 del 10/12/04, causa n° 27.783 “Pepsi Drugstore”, reg. n°
USO OFICIAL
29.936 del 28/05/09).” (del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
9.6.2009
ACohen@@
Causa 27.790
Reg. 29.992
J. 12 - S. 24
PRISIÓN PREVENTIVA. ARRESTO DOMICILIARIO. ART. 32 LEY 24.660. LEY 26.472. MADRE
DE NIÑO MENOR DE 5 AÑOS
“La imputada es madre de tres hijos -dos niñas, una de 8 meses y otra de 9 años y un niño de 4
años-, con el agravante que la mas pequeña se encuentra en período de lactancia, a lo que debe
agregarse que no convive con la nombrada en el penal”.
“Frente a este panorama, conviene recordar
que la Convención de los Derechos del Niño
establece en su artículo 3° que deberá primar el interés superior del niño, en toda decisión que una
institución pública o tribunal de justicia adopte. Esto obliga a prestar especial atención a las
consecuencias que la medida de cautela ordenada por el Juez a quo pueda generar en los hijos
menores de Eva Susana Trípodi”.
“Evidentemente, en las circunstancias apuntadas, el encierro en una unidad penitenciaria de la
imputada reciente el normal desenvolvimiento de la relación familiar con afectación al derecho de
los niños. Mas allá de la protección internacional como producto de los instrumentos que en ese
orden existen, dentro de los cuales se destaca la mencionada Convención, no puede dejar de
repararse en que la ley 26.061 también incluye especialmente en el derecho la identidad de “las
niñas, niños y adolescentes” los derechos a la preservación de sus relaciones familiares y a crecer
y desarrollarse en su familia de origen (ver c. n° 41361 “Laureano Rojas”, Reg. n° 1632 del
28/12/07; c. n° 41536 “Chirivin”, Reg. n° 136 del 21/02/08, entre otras)”.
“La protección del núcleo elemental para el desarrollo de los menores involucrados fuerza entonces
a encontrar una solución que priorice su interés al tiempo de procurar, en la medida de lo posible
no frustrar el éxito de la investigación (ver C.N.C.P., Sala IV, “Abregú, Adriana Teresa s/ recurso de
casación”, rta. 29/8/2006)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
2.6.2009
ATrípodi@@
61
Causa 43.090
Reg. 520
J. 12 - S. 24
RESISTENCIA A LA AUTORIDAD. ART. 239 DEL C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
“La vieja figura de resistencia a la autoridad, contenida en el artículo 238 del C.P. reprimía –en lo
pertinente- la conducta de quien empleare intimidación o fuerza contra un funcionario público para
impedir o trabar la ejecución de un acto propio del legítimo ejercicio de sus funciones”.
“En referencia a esta figura, Soler expresaba, mediante una argumentación aplicable a la nueva,
contemplada en el art. 239 del C.P., que el primer presupuesto que debe evaluarse es “... el hecho
de que la actividad administrativa de la autoridad haya llegado al punto en que se concreta en una
disposición ejecutable contra alguien...”, pues recién a partir de allí es posible “resistirse” a una
orden. De hecho, su existencia es la que permite distinguir un caso de resistencia de un supuesto
de atentado a la autoridad”.
“La acción típica prevista por el art. 239 C.P. importa una oposición activa al desarrollo actual del
acto funcional por parte del agente. Ahora bien, la formulación genérica del verbo típico con el
término “resistir” permite referir los medios de la acción con relativa mayor amplitud que la
descripción de la ley derogada y no reducirlos estrictamente, en consecuencia, a los de fuerza e
intimidación (cfr. Creus, Carlos, “Derecho Penal, parte especial”, Ed. Astrea, 5º edición actualizada,
Buenos Aires, 1995, p. 226). En esta dirección, se han admitido como medios comisivos la
amenaza, intimidación, o cualquier acción que provoque razonablemente sensación de peligro en
el sujeto pasivo”.
“La desobediencia, en cambio, no implica una oposición activa al desarrollo de la orden; se refiere
a la actividad de quien, en conocimiento de la orden y con posibilidades de acatarla, decide
ignorarla”.
“El antiguo artículo 240 –según ley 21.338- reprimía a aquel que “... desobedeciere la orden
impartida por un funcionario público en el legítimo ejercicio de sus funciones, salvo que se trate de
la propia detención...”. Es interesante destacar que a diferencia de esa norma, el actual art. 239 no
hace referencia a la situación de la propia detención, así como tampoco a la existencia de una
orden”.
“Sin perjuicio de ello, según expone Creus, la doctrina mayoritaria sostiene, por un lado, que si
faltase la orden no se daría una conducta a la que pueda caracterizarse como desobediencia, pues
sólo puede desobedecer quien es destinatario de una orden. Por otra parte, en lo que atañe a la
omisión de la referencia a la propia detención como elemento negativo del tipo penal, compartimos
lo dicho por el autor citado, en cuanto entiende que: “...No modifica la interpretación corriente la
ausencia de una mención expresa sobre la exención en los casos en que la desobediencia (como
pura desobediencia) refiere a la orden de detención del propio agente, si nos atenemos a la
doctrina mayoritaria que siempre consideró a la hipótesis marginada del tipo (Soler)...” (cfr. Creus,
Carlos, op. cit., p. 229). Más allá de que este asunto no deja de ser problemático, lo cierto es que la
intelección esbozada se presenta como más razonable que su contraria, pues la detención, en sí
misma, lleva ínsito un acto compulsivo que por ello, no prevé una elección libre del sujeto pasivo ni
tampoco, en consecuencia, una actividad voluntaria que deje abierta la posibilidad de un
merecimiento –sea por el cumplimiento, sea por la desobediencia de la orden-”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
25.6.2009
AIbañez@@
Causa 43.024
Reg. 620
J. 6 - S. 11
SECRETO PROFESIONAL. MÉDICO. DERECHO A LA INTIMIDAD. AUTOINCRIMINACIÓN.
DERECHO A LA SALUD. NULIDAD
62
Poder Judicial de la Nación
“Revisten suma importancia para encarar este problema las dramáticas circunstancias que
rodearon a este caso, donde resulta particularmente evidente que el imputado -ante la posibilidad
concreta de perder su vida- no tuvo más remedio que acudir en procura de ayuda médica pese al
riesgo cierto de incriminarse (ver en tal sentido, de esta Sala, causa n°13.778 AZambrana Daza@,
reg. n° 15.431 del 15/05/98, votos de los Dres. Irurzun y Cattani)”.
“que esta situación haya tenido origen en la propia actividad del imputado que ingirió cápsulas de
cocaína asumiendo el riesgo de que alguna de ellas se pudiera romper dentro de su organismo, no
puede ser un dato definitorio para demostrar que no existe ningún tipo de afectación al debido
proceso legal en la formación de una causa criminal en su contra de la manera que aquí se
analiza”.
“La legitimidad del procedimiento penal está dada por el respeto de las disposiciones establecidas
en la Constitución Nacional y en la ley. Si la decisión de llevar adelante una actividad delictiva fuera
un argumento decisivo, no tendría ningún sentido el principio que señala que otorgar valor al
resultado de una actividad ilegal y apoyar sobre ella una sentencia judicial, no sólo es
contradictorio con el reproche formulado, sino que compromete la buena administración de justicia
al pretender constituirla en beneficiaria de un hecho ilícito (CSJN: Fallos 303:1938 AMontenegro@)”.
“ese argumento, utilizado por el fiscal en esta apelación, sólo ha sido aceptado para descartar que
-en las condiciones que aquí se tratan- exista una afectación a la garantía contra la
USO OFICIAL
autoincriminación, destacando que el imputado no ha realizado manifestaciones incriminantes
como consecuencia de coacción física o moral Aproveniente de terceros@ (CSJN: 320:1717
AZambrana Daza@, Considerandos 7° y 10°)”.
“No obstante, resulta innecesario analizar el caso a la luz de esa garantía, pues -como se verá- es
la propia reglamentación legal la que en este caso impone privilegiar el secreto médico en procura
de la preservación de la vida, la salud y la intimidad del paciente, impidiendo que se vea inmerso
en el dilema de asumir el riesgo de ser condenado o exponerse a la posibilidad de que fueran
afectados tales bienes jurídicos en su exclusivo perjuicio”.
“Es que solamente si se admitiera la validez de una persecución penal iniciada en las condiciones
enunciadas, se estaría entonces obligando a una declaración autoincriminatoria, permitiendo que
quien confía en un médico entregándosele en procura de auxilio para su vida, sea sometido a
proceso en base a lo manifestado bajo la presión que ejerce el temor a morir (conf. voto en causa
“Zambrana Daza” ya citado)”.
“Ahora bien, la respuesta que se dará a la cuestión analizada -que con lo que se adelantó en los
párrafos anteriores ya ha quedado de manifiesto- no puede leerse como un mandato dirigido al
médico de abstenerse de poner en conocimiento de la autoridad policial el hecho”.
“En principio, debe decirse que nada obsta a que el médico opte por entregar a la policía las
sustancias ilícitas sin afectar el secreto profesional que le compete respecto a su paciente (conf.
Pampliega, Ignacio M., AEl dilema entre la prisión y la muerte. Asistencia médica al sospechoso,
secreto profesional y denuncia obligatoria@, en LL, 2009-C, pp. 6/7)”.
“Adentrándonos ya en el núcleo de la discusión, debe resaltarse -en primer lugar- que la
confidencialidad de la relación entre los médicos y sus pacientes tiene base constitucional en el
artículo 19 de nuestra Carta Magna, así como en diversas disposiciones emanadas de tratados
internacionales mencionados en el artículo 75 inciso 22 C.N., tales como los artículos V de la
Declaración Americana de los Derechos del Hombre y del Ciudadano,
12 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, 11.2 y 11.3 de la Convención Americana de Derechos
Humanos y 17 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”.
“También encuentra fundamento en el aseguramiento del derecho a la salud, pues es claro que la
accesibilidad a un tratamiento médico adecuado depende en gran medida de la convicción que
63
pueda tener quien concurre a la asistencia de que su confianza será retribuida y su intimidad
respetada”.
“Es por estas razones que el secreto médico ha sido receptado en nuestro ordenamiento jurídico
en el artículo 11 de la ley 17.132 -régimen legal del ejercicio de la medicina- donde se establece
que Atodo aquello que llegare a conocimiento de las personas cuya actividad se reglamenta en la
presente ley, con motivo o en razón de su ejercicio, no podrá darse a conocer, salvo los casos que
otras leyes así lo determinen o cuando se trate de evitar un mal mayor y sin perjuicio de lo previsto
en el Código Penal, sino a instituciones, sociedades, revistas o publicaciones científicas,
prohibiéndose facilitarlo o utilizarlo con fines de propaganda, publicidad, lucro o beneficio
personal@.
“Concordantemente con la parte de esa norma que se ha resaltado, existen excepciones legales,
tales como -entre otras- la Ley de profilaxis de la lepra n° 11.239, la Ley de profilaxis de la peste n°
11.843, la Ley que impone el certificado prenupcial -n° 16.668-, la Ley de lucha contra el síndrome
de inmunodeficiencia adquirida n° 23.798 y la ley de protección contra violencia familiar n° 24.417,
pero como sostuvo recientemente la Sala I de esta Cámara (causa n° 41.557 AMuñoz Alcalá,
Paulino s/ nulidad@, reg. n° 372 del 30/04/09 y sus citas), todas ellas se inspiran -explícitamenteen la finalidad de evitar o prevenir daños serios a otras personas, y ninguna en el mero interés en
la persecución penal”.
“Con relación a esto último, se debe puntualizar que las disposiciones del art. 177 del Código
Procesal Penal de la Nación no configuran alguna de las excepciones legales a la regla del secreto
médico a las que se hace referencia en el artículo 11 de la ley 17.132”.
“este Tribunal ha sostenido desde antaño, en consonancia con un importante sector de la doctrina,
que la regla es el secreto profesional y la excepción el deber de revelarlo por justa causa, siendo la
previa inexistencia de un secreto profesional una condición requerida para que surja la obligación
de denunciar (conf. Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, T°IV, ed. Tea, Bs.As, 1973,
pp.130/2; Núñez, Ricardo, Derecho Penal Argentino, Ed. Bibliográfica Omega, 1967, Tomo V, pp.
131/2; Sucar, Rodríguez e Iglesias, “Violación de secretos y obligación de denunciar: un dilema
ficticio”, en Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal, año IV, n° 8-B, Ad. Hoc, 1998, pp.
209/15. De esta Sala, causa n° 13.778 “Zambrana Daza”, ya citada; causa n° 17.181 “Morelli”, reg.
n° 18.507 del 23/03/01; causa n° 20.105 “C, P. y C, J.M.s/ nulidad”, reg. n° 21.608 del 9/10/03 y de
la Sala I, causa n° 25.883 “Zambrana Daza”, reg. n° 64 del 14/02/95; causa n° 30.744 “Tenca”, reg.
n° 518 del 8/7/99; y causa “Muñoz Alcalá”, ya citada)”.
“Asimismo, como ya se ha adelantado, debe señalarse que la persecución de un delito, aunque
fundada en un interés estatal indudablemente legítimo, no constituye -en principio- una justa causa
para relevar al médico del secreto profesional, siendo necesaria para su configuración la amenaza
de un mal futuro que pueda evitarse para el mismo enfermo, el facultativo o terceros (conf. Núñez y
Soler, ob.cit.)”.
“Es necesario poner en claro que no puede haber distinción entre los médicos que prestan
servicios en hospitales públicos y los que lo hacen en establecimientos privados, y así concluir en
que los primeros están revelados del secreto profesional en los términos del inciso 1° del artículo
177 ya transcripto. Un criterio como ese importaría “…sancionar directamente un privilegio de clase
altamente inmoral, pues las pobres gentes que concurren a la asistencia pública o a los hospitales
de caridad se pondrían automáticamente en manos de la justicia. En cambio, al mismo médico,
después de atender su servicio hospitalario gratuito, sería posible en su consultorio comprarle,
junto con la tarjeta, el silencio profesional considerado (...) como obligatorio. La obligatoriedad del
secreto no depende en absoluto de la forma gratuita o remunerada con que fue prestado el
socorro@ (conf. Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, T°IV, ed. Tea, pp. 133/4, Bs.As, 1973)”.
64
Poder Judicial de la Nación
“Así, la obligación impuesta a los médicos, en ambos casos, está regida por el inciso 2° del artículo
177 que impone denunciar, siempre que no exista deber de guardar secreto, los delitos cuyos
bienes jurídicos protegidos son la vida y la integridad física de terceros”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
11.6.2009
AOrekhov@@
Causa 27.724
Reg. 30.018
J. 4 - S. 8
ACCIÓN CIVIL. EXCEPCIONES. DEFECTO LEGAL. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“la excepción de [defecto legal] tiene como fin evitar que el demandado se encuentre en un
verdadero estado de indefensión producto de la oscuridad o indeterminación del reclamo que se
formula en su contra, frustrándole toda posibilidad de oponer las defensas adecuadas y ofrecer las
pruebas conducentes. De tal modo, no cualquier falencia tiene entidad para detener el curso de la
acción, sino que “...Los vicios o defectos formales deben revestir gravedad suficiente, de modo tal
que se torne difícil conocer lo pretendido, creando en la contraria una perplejidad que le impida
ejercer su derecho de defensa...” (Conf. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Sala C,
USO OFICIAL
en causa n° 23.663.06 “Nuñez c/ Kusminsky”, rta. el 13/3/09)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
28.7.2009
AGrosso@@
Causa 27.453
Reg. 30.168
J. 1 - S. 2
ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA. ART. 173 INC. 7° C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
“El tipo penal del art. 173, inciso 7° del C.P., describe dos clases de acciones punibles: “perjudicar”
los intereses confiados (tipo de infidelidad) y “obligar abusivamente” al titular del patrimonio (tipo de
abuso). Sobre el punto, tiene dicho la doctrina que en el quebrantamiento de fidelidad, a diferencia
del tipo de abuso, no necesariamente la acción defraudatoria se materializa bajo la forma de un
negocio o acto jurídico, sino que puede manifestarse mediante una acción jurídica o de hecho (ver
Baigún, David y Zaffaroni, Eugenio -directores-, “Código Penal y normas complementarias. Análisis
doctrinal y jurisprudencial”, ed. Hammurabi, Bs.As., 2008, tomo 7, pág.232/33)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
31.7.2009
AGabrielli@@
Causa 27.645
Reg. 30.180
J. 7 - S. 14
COMPETENCIA. LEY 23.737. ESTUPEFACIENTES. CONTRABANDO. TENTATIVA. ART. 871 Y
CCTES. LEY 22.415. REQUISITOS TÍPICOS. CONFIGURACIÓN DEL DELITO. COMPETENCIA
DEL FUERO PENAL ECONÓMICO DE LA CAPITAL FEDERAL
“en torno al encuadre de tal hecho en la hipótesis del delito de contrabando de estupefacientes en
grado de tentativa (art. 871 en función de los arts. 863, 864 y 866, todos de la ley 22.415), debe
destacarse que tal como lo ha sostenido la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el bien jurídico
protegido por ese tipo penal es Ael adecuado ejercicio de la función de control del tráfico
internacional de mercaderías asignadas a las aduanas@ por lo que debe determinarse si -en el
caso- la conducta atribuida estuvo dirigida a impedir o dificultar, mediante ardid o engaño, el
adecuado ejercicio de las funciones que las leyes acuerdan al servicio aduanero (CSJN, Fallos
311:372 ACinepa S.A.@ y causa C.2594, T°XL, ACiuffo@ del 11/12/07, voto de los Dres. Lorenzetti y
Zaffaroni)”.
En el caso, el imputado “… dio comienzo a la ejecución del delito en trato, puesto que si bien no
logró acreditarse que el encausado haya ingresado en la zona de pre-embarque del Aeropuerto
65
Internacional de Ezeiza (…),
los actos que desarrolló -constituirse en aquella terminal aérea,
registrarse en el mostrador de la aerolínea, pagar la tasa de embarque, despachar su equipajesignifican que el nombrado se ha dispuesto inmediatamente a egresar del país con la droga oculta
en su cuerpo, maniobra que se frustró por una causa ajena a su voluntad, como lo debe haber sido
la reacción que produjo en su organismo el deterioro de algunas de las cápsulas que portaba …”.
“En tal sentido, el Máximo Tribunal ha dicho que Ala intención del agente debe estar dirigida, sin
lugar a dudas, a cometer el delito que se dice tentado. Este propósito no exige que comprenda el
comienzo de todos y cada uno de los hechos y circunstancias configurativos, en el caso concreto,
del delito cuya consumación constituye el motivo determinante del intento. Ello es así, pues basta
con que el autor se guíe por el designio de cometer un hecho que la ley entiende como delictivo,
con prescindencia de las eventualidades que no alteran ni eliminan la criminalidad del acto@ (CSJN,
Fallo ACinepa S.A.@, ya citado)”.
“De modo similar, la doctrina indica que A...En conclusión, puede afirmarse que (a) el comienzo de
ejecución del delito no es estrictamente el comienzo de ejecución de la acción señalada
objetivamente por el verbo típico, (b) sino que también abarca los actos que, conforme al plan del
autor (el modo de realización concreto de la acción típica escogido por el autor ), son
inmediatamente anteriores al comienzo de la ejecución de la acción típica e importan objetivamente
un peligro para el bien jurídico, bien entendido que (c) un acto parcial será inmediatamente
precedente de la realización de la acción típica cuando entre éste y aquella no haya otro acto
parcial en el plan concreto del autor@ (Zaffaroni, Alagia y Slokar, ADerecho Penal, Parte General@,
Ed. Ediar, 1° Edición, Buenos Aires, 2000, pag. 794)”.
A partir de tales consideraciones, el Tribunal confirmó la decision apelada, que remitía las
actuaciones a la Justicia en lo Penal Económico de la Capital Federal.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun
14.7.2009
AReluz Portillo@@
Causa 28.037
Reg. 30.138
J. 10 - S. 20
DOCUMENTOS. DOCUMENTO NACIONAL DE IDENTIDAD AJENO. TENENCIA. REQUISITOS
TÍPICOS. ARMAS. ARMA DE GUERRA. TENENCIA. REQUISITOS TÍPICOS. RESISTENCIA A
LA AUTORIDAD. REQUISITOS TÍPICOS. DISCRIMINACIÓN. LEY 23.592. REQUISITOS
TÍPICOS.
El delito de tenencia de DNI ajeno, “…al igual que todo aquel en el cual la respuesta penal se liga
a la mera tenencia de un objeto –armas, bombas, estupefacientes- exige una relación de
disposición con la cosa de que se trate. Si no se exhibe o acredita el directo contacto físico con el
elemento reputado ilícito, sí al menos debe existir para el sujeto la posibilidad inmediata de
disposición sobre él; de poder detentar para su uso ese objeto a partir del cual nace la relación que
se tiene por delictiva.” (Del voto del Dr. Ballestero).
“Resulta claro que al menos uno de los revólveres hallados, por su calibre, justifica la figura
delictiva escogida. Es también cierto que su sola tenencia habilita la intervención del poder punitivo
al tratarse de “…objetos que no pueden ser utilizados nunca privadamente para fines legales o
que, a lo sumo, sólo pueden serlo en contadas ocasiones, [y por lo tanto] constituyen prototipos de
instrumentos delictivos…” (JAKOBS, Günther, “Criminalización en el estadio previo a la lesión de
un bien jurídico”, en Estudios de Derecho Penal, Civitas, Madrid,1997, p. 310)” (Del voto del Dr.
Ballestero).
“La norma que reprime la tenencia de armas, en orden a los peligros que encierra tal actividad en
relación con futuros hechos lesivos, parte de la idea de una relación entre sujeto y objeto que funda
los motivos de la represión penal. Allí, y más allá de las objeciones que puedan plantearse, la
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Poder Judicial de la Nación
legítima finalidad que ha inspirado la ley justifica la intervención punitiva. Mas, cuando en los
hechos esa relación entre el hombre y la cosa no se registra, cuando el lazo no existe más que en
especulaciones que no hallan reflejo en las circunstancias históricas examinadas, la norma no
puede encontrar su cauce de expresión” (Del voto del Dr. Ballestero).
Respecto del delito de resistencia a la autoridad, “la norma que se dice lesionada, ni objetiva, ni
subjetivamente, requiere que el sujeto pasivo detente la condición de funcionario público. Y ello
pues, como se ha sostenido, en estos casos “la incriminación se amplía hasta considerar
funcionario público a cualquier particular: cuando se trate de la captura de un delincuente en
flagrancia… En esta hipótesis, no es necesaria la presencia de un funcionario real: todos los
particulares que cooperan son funcionarios públicos” (SOLER, Sebastián, Derecho Penal
Argentino, Tomo V, Editorial Tea, Bs. As., 1996, p. 135)” (Del voto del Dr. Ballestero).
“Los daños corporales a cuya generación se dirige el obrar de los hombres son ya alcanzados por
el derecho penal cual conducta no permitida socialmente. Mas, cuando esas lesiones son
generadas en orden a un estímulo que supera la mera creación de ese resultado, y se inspiran en
una voluntad dirigida a herir a determinadas personas, a las que no se respeta, a las que se
desprecia por razón de su raza, nacionalidad, religión, aquella conducta adquiere tintes singulares;
rasgos que la ley específicamente inhabilita, y a los que hace merecedores de un reproche
especial” (Del voto del Dr. Ballestero).
USO OFICIAL
“El artículo 2 de la ley 23.592 recepta, justamente, esos casos en donde las figuras de nuestro
sistema criminal son cometidas bajo ese designio cosechado en la “…persecución u odio a una
raza, religión o nacionalidad”; supuestos donde la respuesta punitiva de cada delito es
incrementada en virtud del mayor disvalor de injusto que detenta un obrar cimentado en esa
intolerante voluntad” (Del voto del Dr. Ballestero).
“Banderas, panfletos, lemas y actitudes se engarzan en perfecta armonía para que, a la par del
vigor del art. 89 del C.P., los imputados se vean alcanzados por la fuerza de esta segunda
disposición penal. Ese imperio que no se detiene a indagar, como tampoco debiera hacerlo, en los
más secretos e íntimos deseos de las personas, sino que sólo habrá de examinar lo que en los
hechos ocurrió, que no es más que el genuino reflejo de aquel ámbito inexpugnable. Pues “…a
efectos de la aplicación de la agravante no es preciso una investigación motivacional sino la
comprobación de que el autor conocía las circunstancias y el contexto en el que llevaba a cabo la
conducta delictiva y era consciente por tanto de que su actuar iba a ser comprendido, tanto por el
colectivo especialmente vulnerable, como por la sociedad en su conjunto, como un comportamiento
expresivo, esto es, que se proyecta en su realización más allá de la víctima concreta inmediata y
despliega una expectativa amenazante sobre todos los sujetos que presentan el mismo elemento
común que determinó en términos subjetivos la selección de la víctima” (LANDA GOROSTIZA,
Jon-Mirena, La política criminal contra la xenofobia y las tendencias expansionistas del derecho
penal, Comares, Granada, 2001, p. 190, citado en SLONIMSQUI, op. cit., p. 127)” (Del voto del Dr.
Ballestero).
“Ese particular contexto que dio marco al obrar de los imputados, no sólo fue conocido en el caso
sino, más aún, especialmente procurado. No fue inocente el lugar donde las lesiones fueron
ocasionadas, las personas destinatarias de esa violencia ni las expresiones que escoltaron cada
golpe. Cada uno de estos factores fue tenido en cuenta al momento de los hechos para servir
como ámbito de manifestación de una conducta de persecución o de odio a quien se considera un
“otro” cuyas ideas no se comparten, cuyas creencias no se respetan, cuyos orígenes no se
estiman” (Del voto del Dr. Ballestero).
“De ahí, entonces, es que ninguna duda se alberga sobre la lectura que cabe asignar a este
acontecimiento. Se ha tratado, en el caso, de un obrar caracterizado por esas condiciones que la
ley antidiscriminatoria bien hizo en prever a fin de brindar un plus de protección jurídica a quienes
67
la realidad, por prejuicios, indiferencia, intolerancia, los ha colocado en una posición de
vulnerabilidad. Por ello, para dar vida a esa fuerza que procura por medio de la ley restablecer una
paridad que en hechos aparece quebrada, y bajo la idea que inspiró su sanción -el hacer cierta la
noción de igualdad entre los hombres- es que habrá de aplicarse aquí, en un supuesto que por lo
narrado así lo amerita, las disposiciones del artículo 2 de la ley 23.592; esas cuyo objetivo es
“…impedir la generalización de expresiones que puedan crear un envenenamiento del clima social,
un ambiente hostil respecto de determinados grupos humanos”; esas mismas que dan razón al
examen de otro apartado de su texto (SLONIMSQUI, Pablo, Derecho penal antidiscriminatorio, Di
Plácido Editor, Buenos Aires, 2002, p. 59)” (Del voto del Dr. Ballestero).
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
8.7.2009
AVázquez@@
Causa 43.290
Reg. 663
J. 11 - S. 21
DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN. CÉDULA DE IDENTIDAD EXTRANJERA. ART. 292 PÁRRAFO
SEGUNDO Y TERCERO C.P. INAPLICABILIDAD.
No corresponde aplicar la agravante prevista por los párrafos segundo y tercero del art. 292 del
C.P. “…pues, si bien se trata de una cédula de identidad -documento especialmente contemplado
por el tercer párrafo de la norma de mención según ley 24.410-, la ley exige que sea emitida por
autoridad pública competente, circunstancia ésta que no se verifica en el caso de autos por tratarse
de la falsificación de un documento de otro país”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
28.7.2009
AMerino Obaque@@
Causa 42.720
Reg. 686
J. 11 - S. 21
ESTAFA. ESTAFA PROCESAL. REQUISITOS TÍPICOS.
“la estafa procesal requiere, para su configuración, los cuatro elementos básicos del tipo de estafa,
a saber: la acción de engañar, la producción del error en la víctima, la disposición patrimonial
motivada por el error y el daño patrimonial como consecuencia de la disposición. Para resultar
víctima de esta conducta ilícita es necesario que una resolución judicial, emitida en el marco de un
proceso basado en prueba fraudulenta, obligue a un acto dispositivo que perjudique el patrimonio
de la víctima”.
“El tipo penal en estudio no se concreta con una mera estafa cometida en un proceso, sino que
exige que sea perpetrada mediante un engaño al juez, respecto de la prueba que debe motivar la
decisión judicial que altere, convulsione o demerite el orden patrimonial de la parte”.
“Gladys Romero sostiene que “... el hecho deberá revestir todos los caracteres del tipo de
interpretación del delito de estafa... engaño idóneo para producir error en el juez, que le motive una
decisión dispositiva patrimonial, en perjuicio de otra parte o un tercero...” (aut. cit., “Los elementos
del Tipo de Estafa”, p. 219, Ed. Lerner, Buenos Aires, 1985)”.
“También coincide con esta idea Juan H. Sproviero quien afirma que “... la apreciación y
encasillamiento de la conducta con su equivalente de estafa procesal es viable cuando aparece
como comprobable la pérdida pecuniaria discrecional. Sólo así podrá determinarse que el ilícito ha
quedado convalidado por conducto del accionar del sujeto activo, que ha erosionado
patrimonialmente al sujeto pasivo de la acción...” (aut. cit., “Delitos de estafa y otras
defraudaciones”, t. I, p. 173, 2° edición, Ed. Ábaco de Rodolfo Depalma, Buenos Aires, 1998)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
31.7.2009
ANN s/Archivo@@
Causa 42.352
Reg. 729
68
J. 6 - S. 11
Poder Judicial de la Nación
GARANTÍAS CONSTITUCINOALES. PLAZO RAZONABLE. ALCANCES.
“la garantía a ser juzgado en un plazo razonable, es decir, a obtener un pronunciamiento judicial
sin dilaciones indebidas, ha sido incorporada a nuestra Carta Magna a partir de la reforma del año
1994, en virtud de lo establecido en su artículo 75, inciso 22, a partir del cual se le otorgó rango
constitucional a los tratados internacionales -Convención Americana de Derechos Humanos,
artículo 8.1; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, artículo 14, inciso 3 c)- , y ha sido
aplicada tanto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (AGenie Lacayo@ 29/1/97,
ASuárez Rosero@ 12/11/97, ALópez Alvarez v.Honduras@ 1°/2/06) como por el Tribunal Europeo de
Derechos
Humanos
(AMotta@
19/2/91y
ARuiz
Mateos@
23/6/93),
entre
otros
tibunales
internacionales” (Del voto del Dr. Farah).
“Cabe recordar también que, aún ante la falta específica de regulación legal de esta garantía en
nuestro ordenamiento, Amientras que .. no se materialice, serán los jueces, los que deberán, en la
verdadera emergencia ...dar efectividad a la garantía en los casos concretos -aunque ello no deje
de ser, por regla, incorrecto- siempre y cuando lo hagan en favor de la vigencia de ese derecho y
no de su eliminación práctica ...@ (conf. Pastor, Daniel R., El plazo razonable 0en el proceso del
estado de derecho, Edit. Ad-Hoc, Buenos Aires, octubre 2002 pág. 365)” (Del voto del Dr. Farah).
“Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ya había receptado, con anterioridad a la
USO OFICIAL
citada reforma constitucional, dicha garantía al interpretar los principios de progresividad y
preclusión como instrumentos procesales aptos para evitar la duración indeterminada de los juicios.
En este sentido el Alto Tribunal consideró que debe interpretarse dentro de la garantía de defensa
en juicio consagrada en el artículo 18 de la C.N., el derecho que tiene todo imputado a obtener,
luego de un juicio tramitado en forma legal, un pronunciamiento, que del modo más rápido posible
ponga fin al estado de incertidumbre que el sometimiento a un proceso provoca (Fallos 272:188)”
(Del voto del Dr. Farah).
“En igual sentido, esta Alzada ha señalado que AEl
derecho a obtener un pronunciamiento
definitivo en un lapso razonable de tiempo encuentra su raigambre garantista en el respeto a la
dignidad humana en un contexto en el que el debido proceso adquiere la calidad de resguardo del
individuo sometido a tal proceso.@ (C.N.C.yC. Fed., Sala I c.n° 29.796 AFridman Salomón s/ falta de
acción y prescripción@, reg. n° 813, rta. el 25/9/98)” (Del voto del Dr. Farah).
“La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que para examinar la
razonabilidad de un plazo en un proceso se deben tomar en cuenta tres elementos: “a) complejidad
del asunto, b) actividad procesal del interesado y c) conducta de las autoridades judiciales” (CIDH,
caso Genie Lacayo vs. Nicaragua, Sentencia del 29 de enero de 1997, párr. 77; caso Escué Zapata
vs. Colombia, sentencia del 4 de octubre de 2007, párr. 102; caso Heliodoro Portugal vs. Panamá,
sentencia del 12 de agosto de 2008, párr. 149; caso Bayarri vs. Argentina, sentencia del 30 de
octubre de 2008, párr. 107)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Con relación a la complejidad del asunto, se ha dicho que “podrá provenir, por ejemplo, de que el
proceso tenga muchas partes, o haya que llevar a cabo peritajes difíciles, o se deba realizar parte
de la investigación a través de exhortos a otros tribunales …”, mientras que acerca de la conducta
de las autoridades judiciales se señaló que “…cualquier atraso debe tener una justificación ..
porque la responsabilidad de un debido proceso ‘dentro de un plazo razonable’ es del Estado en su
conjunto, que tiene la obligación de organizar una justicia que funcione” (Medina Quiroga, Cecilia,
“La Convención Americana: teoría y jurisprudencia”, págs. 308/9, Universidad de Chile, Facultad de
Derecho, Centro de Derechos Humanos, San José, Costa Rica, 2003)” (Del voto de los Dres.
Cattani e Irurzun).
69
“Acerca de esto último en particular, es interesante poner de relieve que el defecto en el
funcionamiento de la administración de justicia “…no es exclusivo de Argentina, sino que en mayor
o menor medida abarca los sistemas penales de varias partes del mundo, y en especial los
latinoamericanos…”. De allí se postula que “Argentina deberá desarrollar cuál es el plazo que
desea establecer como razonable para su sistema de administración de justicia, en orden a sus
pretensiones, a su realidad y a los medios con los que cuenta. Quizás no deba tratarse de un plazo
único, sino de uno distinto según cada tipo de caso, o acorde con las características específicas de
los procesos. Por ejemplo, podría establecerse un plazo para los casos complejos y uno para los
que no lo son, basados en distintos criterios orientadores como la cantidad de imputados, de
víctimas, la necesidad de producir prueba en otra jurisdicción o en el exterior, la relevancia social
del delito investigado, las implicaciones generales para la sociedad, la flagrancia, etc.” (Marchisio,
Adrián, “La duración del proceso penal en la República Argentina”, pág. 220, Fundación Konrad
Adenauer, Montevideo, Uruguay, 2004)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
3.7.2009
ACáceres@@
Causa 27.676
Reg. 30.116
J. 6 - S. 12
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. TRIBUNAL IMPARCIAL. ALCANCES.
“La cuestión gira en torno al alcance que corresponde otorgarle a la garantía de ser juzgado por un
tribunal imparcial, que integra el conjunto de garantías innominadas de nuestra Constitución (art.
33), y que de modo expreso se encuentra consagrada en distintos tratados internacionales de
derechos humanos de jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22, CN.): Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre (art. 26); Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art.
14.1); Convención Americana sobre Derechos del Hombre (art. 8.1); y Declaración Universal de
Derechos Humanos (art. 10)”.
“Tal como lleva dicho hace tiempo esta Sala, siguiendo a Julio Maier, se trata de la imparcialidad
frente al caso concreto, la que semánticamente refiere a la ausencia de prejuicios a favor o en
contra de las personas o de la materia acerca de las cuales debe decidir, y que intenta preservarse
colocando en función de juzgar a una persona que garantice la mayor objetividad posible al
enfrentarlo (conf. su obra “Derecho Procesal Penal”, t. I, Ed. Del Puerto, Buenos Aires, 1986, ps.
739, 752 y ss.; citado en causa nro. 33.743bis. “Inc. de recusación...”, resuelta el 7/2/2002, Reg.
17; causa nro. 28.100 “Moreno Ocampo”, resuelta el 22/11/1996, Reg. 1050; y causa nro. 33.950
“Inc. promovido por M. Iglesias”, resuelta el 9/5/2002, Reg. 426, y en causa nro. “Vázquez
Policarpo” del 14/06/2007, entre otras)”.
“En este sentido, cabe remitirnos a las consideraciones esgrimidas en el precedente “Rosatti”
(causa n° 38.429, resuelta el 27/10/05, Reg. 1223) invocado por la defensa y donde esta Alzada se
hizo eco de cuanto dijera la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo “Llerena”: “Partiendo
de distinguir los dos aspectos de la garantía -el objetivo y el subjetivo-, se define al primero como el
temor de parcialidad que puede sentir el justiciable frente a hechos objetivos, más allá de la
persona en sí del juzgador. El interés particular de este último, su convicción, atañe al plano
subjetivo”.
“La importancia de la distinción radica en que el temor de parcialidad se concibe como algo
independiente de la honorabilidad, honestidad o desempeño concreto de los jueces. Y ello se
explica a partir de que el centro de gravedad, el eje del asunto, gira en derredor del justiciable
como titular de la garantía. Entender la recusación como un derecho de quien es juzgado es un
presupuesto necesario para cualquier análisis sobre la materia”.
70
Poder Judicial de la Nación
“También se recordó allí que esta misma Sala: “...ya había distinguido las dos caras y definido al
aspecto objetivo como aquel que refería a si el juez ofrece las garantías suficientes para excluir
cualquier duda sobre su imparcialidad, llegando a afirmar que “todo juez en relación con el cual
puede haber razones legítimas para dudar de su imparcialidad debe abstenerse de conocer en el
caso” (CCCF, Sala I. c. 35051 “Gauna, Fernando s/ recusación”, rta. 6/5/03, reg. 331)”.
“Pero lo relevante es que ahora con toda claridad lo enuncia el más Alto Tribunal desde el lado de
la garantía del justiciable, lo que implica reconocer una pauta de interpretación amplia. En este
sentido, el fallo “Llerena” lo hace explícito al apoyarse en Ferrajoli cuando explica que mientras “si
para la acusación esta recusabilidad tiene que estar vinculada a motivos previstos por la ley, debe
ser tan libre como sea posible para el imputado. El juez, que...no debe gozar del consenso de la
mayoría, debe contar, sin embargo, con la confianza de los sujetos concretos que juzga, de modo
que éstos no sólo no tengan, sino ni siquiera alberguen, el temor de llegar a tener un juez enemigo
o de cualquier modo no imparcial” (del considerando 24)”.
“A diferencia de lo que ocurre con la imparcialidad personal o subjetiva, la que se presume
mientras no se demuestre lo contrario (conf. casos del T.E.D.H. mencionados y “Albert” y “Le
Compte”, del 10/2/1983, Boletín... cit., p. 904), en lo que hace a la perspectiva objetiva “...se debe
determinar si... hay hechos averiguables que podrán suscitar dudas respecto de su imparcialidad.
En este sentido, hasta las apariencias podrán tener cierta importancia.” (del caso “Herrera Ulloa v.
USO OFICIAL
Costa Rica” de la C.I.D.H.; en similar sentido del T.E.D.H. en “Delcourt”, del 17/1/1970,
Boletín...cit., p. 183, en “Piersack” y en “De Cubber”)”.
“No debe perderse de vista que, tal como señalara Bauman, “...no se trata de que el juez sea
parcial; es suficiente que existan motivos que justifiquen la desconfianza sobre la imparcialidad del
juez. Las razones no deben llevar concretamente a esta desconfianza, siendo suficiente que sean
idóneas para insinuar esta conclusión.” (Bauman, Jüergen, Derecho Procesal Penal, traducción:
Conrado A. Finzi, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1986, p. 157; con similares palabras, Roxin, Claus,
Derecho Procesal Penal, traducción: Gabriela E. Córdoba y Daniel R. Pastor, Ed. del Puerto,
Buenos Aires, 2003, p. 43)”.
“Tal como lo ha venido definiendo esta Sala desde hace tiempo, una “preocupación legítima”
(causa 28.100 “Moreno Ocampo” del 22/11/96, reg. 1050), “fundamentos serios y razonables”
(causa 29.365 “Cavallo” del 10/05/1999, reg. 318) y “una valoración razonable”, son todas fórmulas
que apuntan a lo mismo: que el temor esté justificado (causa 38.429 “Rosatti” del 27/10/2005, reg.
1223)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
30.7.2009
AMitre@@
Causa 43.089
Reg. 702
NULIDAD. RESOLUCIÓN JUDICIAL. DICTÁMEN FISCAL.
J. 11 - S. 21
FALTA DE FUNDAMENTACIÓN.
ARTS. 69 Y 123 CPPN. ART. 28 LEY 24.946
“La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que la omisión de valorar circunstancias y
elementos conducentes para la solución del caso, que se vinculan estrechamente con lo que ha
sido materia de decisión, es causal de descalificación del acto en los términos de la doctrina sobre
arbitrariedad de las sentencias (Fallos 305:1602; 307:92; 314:312; 329:4280 y 330:4983, entre
otros)”.
“De conformidad con estas pautas, los fundamentos expuestos por el Sr. Fiscal General fijan la
posición del Ministerio Público en estos actuados y revelan que tanto la decisión en examen como
el dictamen que constituyó su antecedente inmediato presentan vicios que afectan directamente su
validez, por haber omitido realizar una evaluación integral de elementos que guardan sustancial
71
vinculación con la cuestión debatida -en tanto indican la existencia de un impulso de la acción por
parte de quienes tienen (fs. 558/60) o pretenden obtener (fs. 1, 20/3, 144) legitimación activa-, a la
vez que versan sobre hechos que, según el acusador, son análogos a los de esta causa (ver fs.
528/562), más allá que en su momento se estimara prematura la pretendida declaración de
conexidad entre algunos de los expedientes (fs. 590)”.
“La concurrencia de los vicios señalados implica la falta de una debida fundamentación en los
actos emitidos por el fiscal y el juez a fs. 588 y 592/4, en violación de las exigencias del artículo 28
de la ley 24.946 y de los artículos 69 y 123 del Código Procesal Penal de la Nación. Esta
circunstancia impone que este Tribunal ejerza el control de legalidad que le es propio (conf. de esta
Sala, causa n° 23.168 “Rosemblum”, reg. n° 24.495 del 22/11/05), declarando la nulidad de ambas
piezas, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 168 del ordenamiento ritual”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Farah
2.7.2009
AD ´Elia@@
Causa 27.781
Reg. 30.105
J. 10 - S. 20
PRUEBA. NOMBRAMIENTO DE PERITOS. NOTIFICACIÓN A LAS PARTES. ART. 258 DEL C.P.
NULIDAD.
“La falta de notificación, cuando no concurren en el caso alguna de las dos excepciones -suma
urgencia o que la indagación sea extremadamente simple-, acarrea indefectiblemente la nulidad de
dicho acto, por lo que la cuestión no radica en si la experticia es o no reproducible, pues la norma
no sujeta su validez a dicha condición”.
“El contenido de dicho precepto aspira a asegurar el derecho de defensa del imputado, por lo que
relajar dicha garantía implica quebrantar el consenso alcanzado sobre su existencia y validez,
situación exenta de las atribuciones del a quo”.
“Es por ello que la consecuencia necesaria que resulta de dicha interpretación es la de nulificar el
acto cuestionado, y por consiguiente todo aquel acto del proceso que haya tenido al mismo de
sustento”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
3.7.2009
AOlivares@@
Causa 42.837
Reg. 646
J. 8 - S. 15
QUERELLANTE. FACULTADES. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL.
FACULTADES.
“la cuestión está en determinar qué, o mejor dicho quién, tiene a su cargo la misión de presentar
ante los jueces el caso sobre el cual deberán decidir; quién posee la atribución de inaugurar esos
carriles que se han de transitar para la justa dilucidación del asunto; quién, en definitiva,
determinará -al interior de un proceso penal- la existencia de causa. Ese actor, según lo han
regulado los arts. 180, 188, y 195 del CPPN no es otro sino el Agente Fiscal” (Del voto del Dr.
Ballestero).
“En tal sentido, vale mencionar que cuando la norma contenida en el art. 195 del Código Procesal
Penal describe el nacimiento de una causa bajo su faz instructoria lo hace, no sobre la base del
ejercicio de una irrestricta competencia para habilitar su marcha sino, y concretamente, en orden a
un acto o requerimiento que la misma ley ha puesto en cabeza del Ministerio Público Fiscal. Y así,
tal como aparece regulado en el armónico juego de los artículos 188 y 180 del cuerpo normativo
citado, frente a aquellos supuestos que no han surgido del ejercicio de la actividad preventora
asignada a las fuerzas de seguridad, siempre que se encuentre ante una hipótesis delictiva será el
72
Poder Judicial de la Nación
fiscal quién, al determinar su objeto y proponer medidas, concebirá y fijará el perfil del proceso”
(Del voto del Dr. Ballestero).
“Pero además, así como el fiscal posee dentro de este esquema la facultad de estimular el inicio de
una investigación al constituir en causa las expresiones de un denunciante, también es capaz, por
otra parte, de sentenciar lo opuesto” (Del voto del Dr. Ballestero).
“En efecto, si es en el Ministerio Fiscal en quien la norma ha depositado la obligación de promover
y dar génesis al ejercicio de la acción pública cuando aparezca cometido un hecho delictivo, para el
caso contrario también será ese mismo órgano a quién tocará la función de abortar el nacimiento
de lo que, sin visos de afectar la legislación aplicable, importaría la arbitraria actuación del poder
punitivo que inviste todo proceso” (Del voto del Dr. Ballestero).
“En estos términos, más allá de la pretensión penal material que pudiera contener una denuncia,
es únicamente el interés público que nutre la visión del agente fiscal aquel que, en una diversa
mirada, posee la particularidad de esterilizar aquella noticia con la que se pretende engendrar un
proceso y la consecuente actividad jurisdiccional de Estado. Y es que, cuando la posición del fiscal
no surgiere manifiestamente irrazonable, la
ausencia de un marco que pudiere habilitar su
autoridad ninguna alternativa dejará a los jueces más que someterse a la decisión por aquél
adoptada” (Del voto del Dr. Ballestero).
“Más aún, como reflejo de un proceso penal que ha sido concebido bajo la necesaria actuación del
USO OFICIAL
Ministerio Público como titular de la acción penal y contralor del debido proceso, es que el
legislador no ha previsto, acertadamente, ningún mecanismo que, prescindiendo de esas directivas
a él acordadas, dejara librado al solo ánimo del juez la capacidad de extralimitar, por fuera de las
vallas que lo contienen, el enorme poder que se le confirió a sus decisiones. En otros términos, es
en el equilibrio que supone dentro del proceso penal enlazar el poder de unos a la facultad de los
otros, que ningún lugar se ha acordado para que, careciendo de materia sobre la que expedirse, el
juez desborde sus propias limitaciones al emitir, o simplemente procurar, una segunda opinión. Un
temperamento que, en este esquema, no haría más que traslucir cuánto se ha desplazado ya del
sitial de ecuanimidad en que se lo ha colocado” (Del voto del Dr. Ballestero).
“…al pretenso querellante se le ha reservado dentro del sistema penal su propio espacio. Ese lugar
que la posibilidad recursiva que el art. 180 CPPN ha contemplado y que va a permitirle que otro
órgano, otra instancia, atienda sus inquietudes. Será entonces el Tribunal de Alzada, en el caso
esta Cámara, quién, de compartir los argumentos del impugnante, de apreciar en los hechos
denunciados la manifestación fáctica de un delito, franqueará su ingreso a ese ámbito procesal”
(Del voto del Dr. Ballestero).
“No es un individual anhelo de castigo aquello que ha de servir de motor al proceso. Y en efecto, si
bien es cierto que la Constitución Nacional le acuerda al querellante la facultad de obtener un
pronunciamiento útil a sus derechos, cuando ello ocurre no lo es como manifestación de una
inadmisible promoción de venganza sino, y simplemente, como la cabal protección de un interés
que, aunque enarbolado de modo individual, no ha de perder por ello los comunes rasgos que lo
hacen propiedad de todos” (Del voto del Dr. Ballestero).
“…aun cuando dentro del proceso el Ministerio Público Fiscal surge como representante del interés
social que invoca al provocar la causa, no ha de confundirse tal supuesto con la absoluta
imposibilidad de que el particular ofendido cuestione una decisión que pudiere serle adversa” (Del
voto del Dr. Ballestero).
“sólo cuando medie un requerimiento fiscal, cuando aquel sea suplantado mediante su directa
actuación en los términos del art. 196 CPPN, o bien cuando esta Cámara de Apelaciones -a
estímulo del pretenso querellante- encuentre que los hechos denunciados pueden ser subsumidos
como una concreta infracción normativa, habrá de existir querellante, porque ha nacido la causa;
73
ese genuino proceso que se inaugura, en términos penales, con el nombre de instrucción” (Del
voto del Dr. Ballestero).
“… una vez que un determinado acontecimiento histórico ha dado vida a un proceso sea suficiente,
para transitar las diferentes etapas con que éste ha sido concebido, la sola voluntad del
querellante. Ese sujeto cuyos derechos procesales, si bien nacidos del daño generado por el delito,
recién han despertado en ese momento en el que la eventual naturaleza ilícita de los hechos fue
admitida por la magistratura. Una declaración que, de tal modo, va a permitirle a ese actor el
solicitar la condena del acusado tras la celebración del debate, como la Corte Suprema afirmara al
pronunciarse en “Santillán”; y que va a brindarle la posibilidad de recorrer en soledad aquel ámbito
contradictorio, tal como lo señaló el Máximo Tribunal al decidir en el caso “Bernstein”(cfr. CSJN,
causa “Bernstein Jorge”, rta. el 29/04/2008)” (Del voto del Dr. Ballestero).
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
28.7.2009
AMonner Sans@@
Causa 42.345
Reg. 691
J. 9 - S. 18
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CONCURSO DE DELITOS. FORMA EN QUE SE
COMPUTA LA VIGENCIA DE LA ACCIÓN PENAL. TESIS DEL PARALELISMO.
“cabe al presente la aplicación de la llamada tesis del paralelismo, reiteradamente sostenida por
ambas Salas de esta Cámara (conf. CCCFed, Sala I, causa N° 26.150 “SOSA, C.”, rta. el 6/7/95,
reg. 534; causa n° 26.149 “BANDE, A.”, rta. 6/7/95, reg. 540; Sala II, causa n° 11.000 “MIARA, S.”,
rta. el 19/12/95, reg. 12.661 y causa “ISACCHI, R.”, rta. el 16/12/86, entre otras)”.
“Esta tesis afirma que la acción que nace de cada delito prescribe independientemente y su efecto,
en los casos de concurso real de delitos, es el de tomar como término máximo de persecución
penal el de la pena prevista para cada uno de ellos en particular y no su acumulación (conf. causa
n° 34.522 “SALERNO, Francisco s/asociación ilícita”, Reg. n° 1058 del 28/09/06 y sus citas)”.
“Esta interpretación fue receptada por el legislador en la reforma introducida por la ley 25.990 que
modificó el artículo 67 del Código Penal y cuyo último párrafo reza “...la prescripción corre, se
suspende o se interrumpe separadamente para cada delito y para cada uno de sus partícipes”,
con lo cual queda zanjada la cuestión”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
11.8.2009
ALombardo@@
Causa 41.900
Reg. 781
J. 1 - S. 2
AUTORIDAD ELECTORAL. INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN. ART. 132 CÓDIGO
ELECTORAL. REQUISITOS TÍPICOS.
“Si bien es cierto que el art. 47 de la ley 17.671 establece que el último domicilio anotado en el
D.N.I. es el único válido a los efectos electorales y todas las personas tienen la obligación de
comunicar en las oficinas respectivas el cambio de su domicilio dentro de los 30 días de haberse
producido, el incumplimiento a dicha obligación ha sido contemplado por el art. 38 de esa misma
ley (texto según ley 22.435) que reprime con pena de multa a quien no denunciare su cambio de
domicilio”.
“Pretender que dicho incumplimiento, además de la multa señalada por el texto, acarree en este
caso una posible pena de prisión, tal como lo prevé el art. 132 del C.E.N., es desvirtuar la letra de
la ley y desconocer que, como explicamos, el tipo penal en cuestión requiere dolo para su
configuración (cfr. de esta Sala causa 43.025 “Trajtenberg, Claudio Adrián s/ proc. art. 132 C.E.N.”,
rta. el 28 de mayo de 2009, reg. 502)”.
C.C.C. Fed. Sala I
74
Ballestero - Freiler - Farah
Poder Judicial de la Nación
13.8.2009
AGuzmán@@
Causa 43.284
Reg. 806
J. 1 - S. Electoral
CAUCIÓN. TIPOS DE CAUCIÓN. PAUTAS PARA VALORAR SU IMPOSICIÓN.
“al tiempo de determinar el tipo de caución a imponer, los magistrados han de hacer mérito de la
idoneidad que la medida supone como garantía de que el imputado habrá de responder a los
requerimientos que puedan hacérsele durante el proceso. Y, en ese sentido, considerar la
naturaleza del delito que se investiga y las condiciones personales del imputado resulta un
mandato ineludible a fin de que, sin encubrir una tácita negativa, la garantía que se busca no sea
meramente formal (ver en este sentido, de esta Sala, C.N° 42.853 “Sotomayor”, rta. el 18/03/09,
reg. n° 210)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
21.8.2009
ACriscuolo@@
Causa 43.400
Reg. 853
COMPETENCIA.
HECHOS
COMETIDOS
EN
J. 11 - S. 21
VARIAS
JURISDICCIONES.
ECONOMÍA
PROCESAL. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. JUEZ. JUEZ NATURAL.
USO OFICIAL
“… sin perjuicio de lo establecido en el artículo 37 del C.P.P.N., en cuanto dispone que “será
competente el Tribunal de la circunscripción judicial donde se ha cometido el delito”, en
consonancia con el art. 118 de la Constitución Nacional, del que se desprende el principio forum
delicti commisi y que hace a la garantía del Juez natural (ver Navarro Guillermo Rafael, Daray
Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, Ed. Hammurabi, Tomo I, pág. 168), postura
que este Tribunal ha mantenido en reiteradas ocasiones, habremos de resolver en este caso a
favor de la Justicia Federal de San Isidro. Ello es así por razones de economía procesal, eficacia
de la investigación y mejor defensa de los imputados, atendiendo a la intrínseca vinculación de los
hechos objeto del presente proceso con los que se inspeccionan allí en etapa de instrucción, los
cuales, a su vez, se encontrarían íntimamente relacionados con la asociación ilícita allí investigada,
sin perjuicio de la elevación parcial a juicio de las actuaciones”.
“Cabe señalar también que deviene procedente la acumulación de las distintas investigaciones,
pues la eventual unidad de la reacción penal en función de la presunta identidad del autor de los
hechos investigados, por razones de economía procesal y la necesidad de una pronta
administración de justicia, determinan, en el caso, que se investiguen todas las estafas de manera
unificada en el Juzgado Federal donde se llevó a cabo la instrucción de la causa principal. “Esta
Sala participa del criterio de no desmembrar hechos por un imperativo ritual cuando ellos se
presentan estrechamente vinculados, favoreciendo su juzgamiento por un solo Magistrado en aras
de la economía procesal” (CCCF, Sala I, “Simoens, Jorge Arturo” Boletín de Jurisprudencia, año
1992, pág. 212)”.
“En este sentido, se ha dicho: “Cuando los hechos investigados hayan tenido desarrollo en más de
una jurisdicción, corresponde elegir una de ellas teniendo en cuenta razones de economía
procesal, la necesidad de favorecer la buena marcha de la investigación y la defensa de los
imputados...” (CCCF-Sala II-, cn°22.645 “Villar, Julio M. s/competencia” rta. el 01/09/05)”.
“A ello debe sumarse, según lo adelantado, que los presentes actuados poseen un alto grado de
vinculación con aquellos testimonios actualmente en trámite ante el Juzgado Federal n°2 de San
Isidro, los cuales resultan ser desprendimientos de la investigación primigenia en la que se pudo
establecer en la forma preliminar la existencia de una asociación ilícita. En virtud de ello, cabe
señalar lo resuelto por el más alto Tribunal: “...si el accionar de una asociación ilícita se ha
verificado en varias jurisdicciones, corresponde atribuir competencia al magistrado que resulte más
75
conveniente por razones de economía procesal, valorando incluso el acceso a los elementos de
prueba, lo que debe atribuirse en su totalidad clara y concretamente a la labor desarrollada por el a
quo” (CSJN Fallos 303:934; 305:610; T.310:2800; entre otros)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
6.8.2009
AInc. de Incompetencia@@
Causa 42.923
Reg. 757
DELITOS
CONTRA
LA
SEGURIDAD
DE
J. 9 - S. 18
LOS
MEDIOS
DE
TRANSPORTE
Y
DE
COMUNICACIÓN. ART. 190 C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
Respecto de la norma penal contenida en el artículo 190 del Código Penal, “… en las palabras de
Sebastián Soler, “...la figura se refiere a un peligro concreto. Debe tratarse de un acto que ponga
en peligro la nave, la construcción flotante o la aeronave...” y agrega que “...será pues necesario
que el hecho sea ejecutado con ánimo tendiente a crear el peligro concreto...” (cf. autor cit.,
“Derecho Penal Argentino”, Tomo IV, Ed. TEA, Buenos Aires, 1988, pág. 612/613). El autor define
el concepto de “peligro” explicando que se trata de “la probabilidad de que ocurra un evento
dañoso”, y clarifica que si bien “en las incriminaciones de peligro abstracto el derecho suele
desentenderse de toda comprobación referente a la efectiva existencia de lesiones o riesgos...”, en
los delitos de peligro concreto “la figura requiere que algún bien haya corrido efectivamente un
peligro” (Op. Cit., pág. 563/5)”.
“Siguiendo esa misma línea, Creus sostiene que “Estos actos tienen que haber creado un peligro
para la seguridad del medio de trasporte”, precisando que “Debe tratarse de un peligro concreto,
que efectivamente se haya corrido”. Seguidamente, aclara que “La seguridad mentada se refiere
tanto a la incolumidad del medio mismo como a la de las cosas o personas trasportadas o para
trasportar” (Creus, Carlos, “Derecho penal, parte especial”, tomo II, Ed. Astrea, Buenos Aires,
1999, pág. 36)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
4.8.2009
ABravo@@
Causa 43.213
Reg. 732
J. 6 - S. 12
EMBARGO. ART. 518 CPPN. FACULTAD DEL JUEZ DE IMPONER DE OFICIO LA MEDIDA
CAUTELAR. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“el Juez de grado sí cuenta con facultades para ordenar, aún de oficio, una medida cautelar de esta
naturaleza (artículo 518, tercer párrafo, del Código Procesal Penal de la Nación). Su procedencia,
según se desprende de esa misma norma, se encuentra condicionada a la existencia en el caso de
elementos de convicción suficientes que la justifiquen y peligro en la demora”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
19.8.2009
ABáez@@
Causa 27.375
Reg. 30.250
J. 4 - S. 8
EMBARGO. ART. 518 CPPN. INHIBICIÓN GENERAL DE BIENES. ALCANCES.
“dentro de los obstáculos a la libre disponibilidad del patrimonio -del cual forman parte las cuentas
bancarias-, la inhibición general de bienes “...se presenta en nuestro ordenamiento procesal como
una medida subsidiaria al embargo, y resulta operativa -de conformidad con lo dispuesto por el
artículo 518 del Código Procesal Penal de la Nación- ante la inexistencia o insuficiencia de bienes
en poder del cautelado, y por tanto, sólo subsistirá en la medida que no sea plenamente
garantizado el monto fijado...” (Conf. causa n° 19.001 caratulada “Basavilbaso de Alvear, Rufino”,
76
Poder Judicial de la Nación
rta. el 15/8/02, reg. n° 20.056; y causa n° 26.195 “Granillo Ocampo”, rta. el 01/02/08, reg.n°
28.019)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
25.8.2009
“Granillo Ocampo”
Causa 28.173
Reg. 30.264
J. 5 - S. 10
ESTAFA. REQUISITOS TÍPICOS. CONSUMACIÓN DEL DELITO.
“…[E]n la estafa es necesario que el autor del delito, mediante la introducción de un ardid idóneo,
haga incurrir a otro en error, quien de ese modo efectúa una disposición patrimonial que le
ocasiona un perjuicio también de contenido patrimonial. Es ineludible la presencia de estos cuatro
elementos típicos para su configuración, a saber: engaño o ardid inicial, error en el sujeto pasivo,
disposición patrimonial y perjuicio patrimonial, y su ineludible concatenación causal” (causa n°
39.189 “Lucchini”, reg. 1076, del 3/10/2006)”.
“En cuanto a la consumación del delito, la doctrina ha entendido que se produce “…en el momento
en que se toma la disposición patrimonial perjudicial” (Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, t.
IV, TEA, Buenos Aires, 1992, p. 376), lo que en el caso ocurrió en el momento en que el I.A.F. le
entregó el dinero del crédito a Cesar Bobadilla. Así las cosas, la devolución que efectuó
USO OFICIAL
posteriormente a que la maniobra se descubriera no elimina el delito, pues ya se había agotado. En
este sentido, ese pago posterior no puede tener efectos retroactivos ni ser tomado como un
desistimiento activo, pues el delito estaba consumado –art. 43 Código Penal— (Conf. David
Baigún, Eugenio Zaffaroni y Marco Terragni, Código Penal y Normas complementarias. Análisis
Doctrinario y Jurisprudencial, Tomo II, Hammurabi, Buenos Aires, 2002, p. 118)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
25.8.2009
“Bobadilla”
Causa 42.650
Reg. 857
J. 5 - S. 9
ESTUPEFACIENTES. COMERCIO DE DROGAS. ART. 5° INC. “c” LEY 23.737. REQUISITOS
TÍPICOS. ENTREGA DE ESTUPEFACIENTES A TÍTULO ONEROSO. ART. 5° INC. “E” LEY
23.737.
“…debe entenderse únicamente por comercio de drogas aquellas actividades que se realizan en
forma habitual…” (Alejandro Osvaldo Tazza, “El Comercio de Estupefacientes”, Ed. Nova Tesis,
2008, pág. 62), por lo cual “…La verificación accidental de un hecho que puede ser considerado
como del comercio, no implica que el sujeto adquiera la calidad de comerciante…” (Laje Anaya,
“Narcotráfico y Derecho Penal Argentino”, Ed. Marcos Lerner Editora Córdoba, 1998, pág. 123)”.
“Por el contrario, aquí sólo se ha probado que momentos antes de ser detenido (…) entregó a otra
persona materiales estupefacientes, recibiendo como contraprestación dinero”.
“En tales condiciones, corresponde modificar el encuadre jurídico por el delito de entrega de
estupefacientes a título oneroso (artículo 5°, inc. “e”, primera parte, de la ley 23.737), que a
diferencia del adoptado en la resolución apelada “… le es inherente una sola entrega…” (Laje
Anaya, op. cit., pág. 136), y a su vez desplaza por concurso aparente la calificación de tenencia de
estupefacientes con fines de comercialización (ver de la C.N.C.P., Sala I, causa n° 4586
“Fuentealba Cifuentes, Héctor Ramón s/ recurso de casación”, rta. el 13/5/2003, reg. n° 5878.1, y
de esta Sala, causa n° 10986 “Rubio”, rta. el 17/4/1995, reg. n° 11910)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
25.8.2009
“Matos Peguero”
Causa 28.169
Reg. 30.262
J. 1 - S. 1
77
ESTUPEFACIENTES. TENENCIA COMPARTIDA DE DROGA. ALCANCES. TENENCIA CON
FINES DE COMERCIALIZACIÓN. REQUISITOS TÍPICOS.
“se ha sostenido que “la tenencia compartida se refiere a casos donde dos o mas personas son
sorprendidas en la posesión o en el dominio de hecho; y que el concepto amplio de tenencia
permite la conjunción de dos sujetos sobre un mismo bien, o sobre varios, al modo de una
coposesión del derecho privado, pues no se requiere el constante contacto físico con la cosa cuya
tenencia está vedada” (conf. C. n° 42.828 “Sosa Maylle”, Reg. N° 220 del 19/3(09 y CNCP., Sala II,
“Cucchi”, rta. El 27/12/96, voto del Dr. Fégoli)”.
“De modo concordante con lo expuesto se ha explicado que “no se precisa un contacto material
constante y permanente”, pero se exige que la cosa “quede sujeta a la acción de la voluntad del
poseedor, manteniendo éste la posesión en tanto no abandone o ceda la cosa a otro, la destruya o
adquiera sobre ella un tercero una nueva posesión” (Falcone, Roberto y Capparelli, Facundo,
“Tráfico de Estupefacientes y Derecho Penal”, ed. Ad Hoc, Buenos Aires, 2002, pág. 173)”.
“…más allá de que no se advirtieron momentos en los que pudieran observarse personas
adquiriendo droga (…), resulta muy clara la vinculación existente entre la información recabada en
las tareas de investigación llevadas a cabo en autos con el hallazgo de una importante cantidad de
material estupefaciente, el modo en que se encontraba fraccionado como así también el secuestro
de otros elementos indiciarios de su inequívoco destino comercial, como ser sustancias de corte,
balanzas con restos de cocaína, recortes de bolsas de nylon, rollos de cinta adhesiva e importantes
sumas de dinero (…), todo lo cual permite afirmar, con el grado de certeza requerido para la etapa
que se transita, que la tenencia de la sustancia encontrada en poder de los imputados no era otro
que el de su posterior venta”.
“En este sentido, y contrario a la tesitura desarrollada por la defensa, tal como ha sostenido la
Corte Suprema de Justicia: "la cantidad de estupefacientes introducidos es considerada como un
criterio de valoración a los efectos de determinar el destino de comercialización, cuya ponderación
queda reservada a la determinación judicial de acuerdo a las circunstancias del caso" (CSJN,
causa "Martínez Perea", del 12/11/1991, LL, 1992-B-333)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
14.8.2009
AOchoa Zamudio@@
Causa 43.356
Reg. 824
J. 12 - S. 24
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DOBLE JUZGAMIENTO. NE BIS IN IDEM. REQUISITOS
PARA SU OPERATIVIDAD
“es necesario recordar que la garantía constitucional ne bis in idem, sobre la que reposa el planteo
introducido en autos, exige para su operatividad la determinación de una triple identidad entre los
procesos cotejados, a saber: identidad de sujeto (eadem persona), de objeto (eadem res) y de
causa de persecución (eadem causa pretendi). Los tres requisitos enunciados, sobre los que existe
consenso tanto en el ámbito doctrinario como jurisprudencial, ya han sido desarrollados por este
Tribunal en anteriores pronunciamientos (C/N°39.801, “Sozzo, Héctor G. s/delito de acción
pública”, reg. n° 241, rta: 04/04/07; C. N° 42.325 “Garialde, Julio Alberto s/rechazo de excepción de
falta de acción”, reg. n° 227, rta.: 25/03/09, entre otros)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
11.8.2009
ALombardo@@
Causa 42.848
Reg. 779
78
J. 1 - S. 2
Poder Judicial de la Nación
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. LIBERTAD DE EXPRESIÓN. ALCANCES. INTIMIDACIÓN
PÚBLICA. ART. 211 Y 212 DEL C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
“Las manifestaciones de carácter político contra la presencia del Sr. Bush en la República Oriental
del Uruguay e, inclusive, la quema de la bandera estadounidense como símbolo de protesta dentro
del contexto de la manifestación, encuentran amparo en la garantía a la libertad de expresión
establecida por la Constitución Nacional y los convenios internacionales sobre derechos humanos
que, por disposición constitucional, gozan de la misma jerarquía que la Ley Fundamental (arts. 14 y
32 C.N. y art. 13 C.A.D.H.)”.
“Al respecto, debe recordarse que precisamente fue la Corte Suprema de los Estados Unidos de
América quien determinó que la quema de su bandera nacional en el contexto de una
manifestación política contra la nominación de Ronald Reagan como candidato presidencial se
encontraba protegida por la garantía de la libertad de expresión establecida por la Enmienda I de la
constitución de ese país (ATexas v. Johnson@ 491 U.S. 397 -1989-)”.
“Sin embargo, cuando Lafit y otras personas deciden aprovecharse del contexto de una marcha
política para arrojar elementos y producir daños en las instalaciones del Club Americano, sus
conductas dejan de estar amparadas por el derecho a la libertad de expresión y resultan pasibles
de ser sancionadas por el Estado (cfr. C.S.J.N. ACamplillay, Julio César v. La Razón@; Fallos
308:789, considerando 51)”.
USO OFICIAL
Respecto del delito de intimidación pública, “Lo que poseen en común ambas figuras penales
[previstas por los arts. 211 y 212 del C.P.] es que contemplan situaciones de quiebre de la
tranquilidad pública, ya sea por pánico general producido mediante gritos de alarma, amenazas
con la comisión de delitos de peligro común, detonación de explosivos (art. 211) o bien, por la
promoción pública del ejercicio de la violencia colectiva contra grupo de personas o instituciones
determinadas (art.212)”.
“En ambos casos, la ley reprime actos de quien intenta quebrar el estado de tranquilidad pública
que potencialmente resulten aptos para producir un estado de pánico general o un clima de
violencia colectiva en el seno de la población. La diferencia fundamental entre ambas normas
radica en el modo en que puede producirse la intimidación pública. Mientras que el art. 211 del
Código Penal enumera determinadas formas de infundir un estado de pánico general, el art. 212 de
ese cuerpo legal establece una forma especial de intimidación, el cual se produce mediante la
incitación a la violencia colectiva contra grupos de personas o instituciones”.
“Al respecto, al comentar el art. 211 del C.P., Soler sostuvo que Ala acción, objetiva y
subjetivamente, debe tender a suscitar tumultos y desórdenes. Ambas expresiones, por sí mismas
son equívocas si no se las pone en relación con el título del delito y con la expresión `gritos de
alarma´. Solamente son computables los tumultos y desórdenes determinados como resultantes
de la intimidación. La figura no es propiamente: provocar tumultos o desórdenes, sino intimidar
para que resulten, porque el hombre alarmado se comporta de maneras insensatas y peligrosas, y
la insensatez y el peligro se multiplican por la multitud@.
AEste carácter muestra las relaciones que guarda este delito con la seguridad pública. En tal
sentido, la ley tutela la tranquilidad pública como una condición de seguridad por los peligros que
derivan del desorden maliciosamente provocado, o para hablar con más exactitud, provocado por
vía indirecta y oblicua: el desorden consistirá en los actos que realizarán los sujetos despavoridos,
actos semiconscientes y hasta reflejos: actos de muchedumbre@ (Soler, Sebastián. Derecho Penal
Argentino, Tomo IV, págs. 719/25, Editorial TEA 40 Edición)”.
“Por otro lado, la incitación tipificada por el art. 212 del C.P. “debe ser a la violencia colectiva, o
sea, al empleo de fuerza física por parte de un conjunto al menos relativamente indeterminado de
personas; es decir, se debe incitar a la violencia grupal” (Creus, Carlos, Derecho Penal. Parte
Especial Tomo II, pág. 126, Astrea, 6ta edición actualizada y ampliada)”.
79
“Resulta aquí de particular interés citar el famoso precedente que dio lugar al test del Apeligro claro
y actual@ elaborado por la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de América -y
receptado por nuestros Tribunales Nacionales- utilizado para establecer bajo qué circunstancias el
Estado puede legítimamente restringir la libertad de expresión y sancionar penalmente a quienes,
mediante la utilización de discurso, puedan generar un peligro claro y actual para la seguridad
común”.
“Hablando a través de la opinión del Juez Oliver Wendell Holmes, el máximo tribunal
estadounidense expresó que A...Admitimos que en muchos lugares y en tiempos normales los
acusados habrían actuado dentro de sus derechos constitucionales al decir de todo lo que dijeron
en el panfleto. Pero el carácter de cualquier acto depende de las circunstancias dentro de las
cuales es realizado. La más estricta protección de la libertad de expresión no protegería a una
persona que gritara falsamente `fuego´en un teatro, causando pánico. Ni siquiera protege a una
persona de una orden judicial que le prohíba expresar palabras que podrían tener todo el efecto de
la fuerza. La cuestión en cada caso depende en si las palabras que han sido utilizadas en tales
circunstancias y son de tal naturaleza, de forma tal que produzcan un peligro claro y actual de
forma de producir los males sustanciales que el Congreso se encuentra autorizado a impedir. Es
una cuestión de proximidad y de grado@ (ASchenk v. United States, 249 US 47 -1919-, traducción
realizada por Hernán V. Gullco en ALa libertad de expresión y el discurso basado en el odio racial o
religioso, publicado en Libertad de Prensa y Derecho Penal, Del Puerto, Buenos Aires, 1997, p.47,
citada por este Tribunal en la causa 40.687 ABignone, Reynaldo s/rechazo de falta de acción@, rta.
el 29/8/2007 , reg. 948)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
11.8.2009
ALafit@@
Causa 42.601
Reg. 789
J. 3 - S. 5
HONORARIOS. HONORARIOS DE ABOGADOS. PAUTAS PARA SU REGULACIÓN.
“Esta Alzada ya ha sostenido en anteriores intervenciones que en los juicios penales la actividad
ejercida por los profesionales del derecho sólo queda reflejada parcialmente en las constancias del
expediente, pues todas aquellas tareas que hacen al seguimiento normal de la causa y al
asesoramiento propio de la función del defensor deben igualmente ser consideradas a los fines
retributivos (ver causa n° 18.710 “Rabinovich”, reg. n° 20.064, rta. el 20/08/02; causa n° 27.615
“Cattaneo”, reg. n° 29.767, rta. el 21/04/09)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
25.8.2009
“Rivero”
Causa 27.747
Reg. 30.269
J. 7 - S. 14
INSTRUCCIÓN. DELEGACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN EN EL MINISTERIO PÚBLICO FISCAL.
ART. 196 CPPN. PROCEDENCIA. LÍMITES.
“… esta Cámara ha dicho que esta facultad -que puede ejercerse durante toda la instrucciónencuentra un límite de conveniencia de la investigación, cuando se alegue que no aparece
oportuna, o sea injustificada o carente de fundamentación, pudiendo en consecuencia dicho criterio
ser revisado por el Tribunal de Alzada…” (ver causa n°29.581, rta. 16/04/98 , reg. n°224, entre
otras)”.
C.C.C. Fed. Sala II
13.8.2009
Causa 28.147
80
Cattani - Irurzun - Farah
Comparatore
Reg. 30.240
J. 3 - S. 6
Poder Judicial de la Nación
LEY 12.331. ART. 17. LEY DE PROFILAXIS DE ENFERMEDADES VENÉREAS. DELITO
CONTRA LA INTEGRIDAD
SEXUAL. ART. 125 BIS C.P. INCONSTITUCIONALIDAD.
INCONSTITUCIONALIDAD SOBREVINIENTE. CAMBIO DE LAS CIRCUNSTANCIAS DE HECHO
Y
DE
DERECHO
BAJO
LAS
CUALES
SE
SANCIONÓ
LA
NORMA.
GARANTÍAS
CONSTITUCIONALES. PRINCIPIO DE RESERVA. ART. 19 DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL.
PRINCIPIO DE LESIVIDAD
“… la prohibición deducida del tipo [del art. 17 de la ley 12.331] no supera el control de
razonabilidad que aquella presupone, por motivos de inconstitucionalidad sobreviviente”.
“Argumentos de esta especie, que fueron admitidos por nuestra Corte Suprema de Justicia de la
Nación en casos como “Itzcovich” (I. 349. XXXXIX) y “Sejean” (Fallos 308:2268), y por esta Sala en
“Cipolatti” (C. 36.989, rta. 7/6/05, Reg. 571 –voto del Dr. Eduardo R. Freiler-) y “Velardi” (C.
41.228, rta. 22/4/08, Reg. 400 –vid voto del Dr. Eduardo R. Freiler y voto del Dr. Eduardo G.
Farah), se configuran en el caso a partir de la mutación de las circunstancias de hecho y de las
valoraciones jurídicas bajo las cuales la norma en estudio se sancionó”.
“La ley que contiene la disposición que se analiza y que se denomina desde su título como de
“profilaxis de las enfermedades venéreas”, fue dictada a fines del año 1936, luego de un largo
proceso legislativo -más de un año y medio-, con el fin de organizar la profilaxis de las
USO OFICIAL
enfermedades venéreas y su tratamiento sanitario en todo el territorio de la Nación, en sintonía con
el pensamiento sociológico y criminológico positivista de la época, que concebía a la sociedad
como un organismo y a estos fenómenos como males a tratar para su saneamiento, recordando las
líneas del higienismo y haciendo eje principal en la profilaxis social”.
“La ley prevé asimismo sanciones penales para asegurar el cumplimiento de las prohibiciones
establecidas (el artículo 16 estipula penas en relación con las de los artículos 12 y 13, y el artículo
18 prevé como delito con la pena contenida en el art. 202 del C.P., la conducta de quien
sabiéndose afectado de una enfermedad venérea transmisible, la contagie a otra persona). Con lo
que a partir de la letra de la ley no puede más que concluirse que las conductas a las que conecta
una sanción penal resultan identificadas como lesivas de la salud pública y del control sanitario a
ser instaurado”.
“La figura prevista para la conducta aquí imputada es consecuencia directa de la prohibición
estipulada en el artículo 15, que prohíbe en toda la República el establecimiento de casas o locales
donde se ejerza la prostitución o se incite a ella. El artículo 17 reprime con pena de multa de pesos
12.500 a 25.000 -conforme la actualización de montos de la ley 24.286-, a los que sostengan,
administren o, regenteen, ostensible o encubiertamente, casas de tolerancia”.
“Sentado ello, el primer contralor de la razonabilidad de la norma debe partir del análisis del bien
jurídico identificado y su conexión con la conducta prohibida, de manera tal de testear su
compatibilidad con los límites establecidos por el artículo 19 de la Constitución Nacional”.
“Este análisis no puede prescindir de ciertas precauciones ante la posibilidad de que la
irrazonabilidad de la norma en punto a la conexión entre la conducta prohibida y la lesión, se cuele
por un espacio menos detectable que un adelantamiento desmedido de la punibilidad en el iter
criminis de un delito, como por ejemplo, a través de la propia interpretación del bien jurídico, peligro
que se activa en mayor medida cuando su formulación es de tipo colectivo. Por ello, el examen no
puede prescindir de la conciencia acerca de la función limitadora del concepto de bien jurídico,
indispensable para hacer efectivo el principio de lesividad y repeler así la posibilidad de que su uso
se convierta en una función legitimante del poder punitivo (vid. en este sentido, Zaffaroni, et al,
Derecho Penal, Parte General, Ediar, Buenos Aires, 2002, p. 128 y 486)”.
81
“Adviértase que la conducta identificada como lesiva en el art. 17 de la ley 12.331 no es el contagio
de la enfermedad venérea, la cual se encuentra prevista en forma específica, es decir, como figura
independiente, en el art. 18 de la ley 12.331. Así, la prohibición analizada proscribe, en verdad, la
mera eventualidad de que esa conducta se lleve a cabo en las “casas de tolerancia”, en sintonía
con la finalidad higienista de proteger la mano de obra masculina”.
“De esta manera, se terminó por prohibir una acción respecto de la cual resulta irrazonable la
formulación de una presunción legislativa de potencialidad para ocasionar perjuicios a terceros de
conformidad con la exigencia del art. 19 de la C.N. Pues la atribución de un resultado causal a una
cierta acción queda excluida cuando entre ellos interviene otra acción voluntaria, sea de un tercero,
de la ‘víctima’ o del propio agente, caso en el cual, el resultado será, obviamente, efecto causal de
esa segunda acción”.
“la conducta identificada en el art. 17 de la ley 12.331, no se presenta por sí misma como lesiva de
la salud de los individuos, ni se conecta con la acción verdaderamente lesiva de ese bien de un
modo directo. Sólo la lesión a través del contagio voluntario puede constituir en sí misma la base
de una prohibición penal, que como viéramos se encuentra prevista en forma específica en el art.
18 de la referida ley”.
“De manera tal que la figura analizada quita agencia a individuos responsables y tensa en forma
irrazonable la libertad individual sin conexión alguna de su ejercicio con el peligro temido por el
legislador penal”.
“Así, la conducta prevista por el art. 17 de la ley 12.331 al no revelarse como lesiva de ningún
derecho de terceros se erige como una de aquellas acciones que se desarrollan dentro de la esfera
privada (art. 19 de la C.N.)”.
“Por lo tanto, se mantiene dentro del marco de “ordenada libertad” de los individuos protegida de
toda imposición arbitraria o restricción sin sentido, que impide al legislador obrar de modo de
destruir aquello que ha querido amparar -art. 28 de la C.N.- (del voto del Dr. Petracchi in re:
“Bazterrica” -Fallos 308:1392-), y nos lleva hoy a concluir en la irrazonabilidad técnica de su
selección como conducta prohibida a la luz del art. 19 de la C.N.”.
“la acción de facilitar la prostitución prevista en el art. 125 bis del C.P. puede ser asumida no sólo
suministrando medios sino también brindando oportunidades y eliminando obstáculos para que el
menor pueda concretar el ejercicio de la actividad que ya ha decidido emprender o continuar
(Carlos Creus - Jorge Eduardo Buompadre, Derecho Penal, Parte Especial, T. I, Editorial Astrea,
Buenos Aires, 2007, p. 234). Estas modalidades comisivas resultan compatibles con las acciones
desplegadas por la nombrada, y que surgen del vasto plexo probatorio acumulado”.
C.C.C. Fed. Sala I
Farah – Freiler - Cattani
19.8.2009
ARojas@@
Causa 42.719
Reg. 840
J. 2 - S. 3
LEY PENAL. ART. 1 C.P. PRINCIPIOS DE APLICACIÓN DE LA LEY PENAL EN EL ESPACIO
“… surge del expediente y hasta de la propia versión del hecho brindada por Arbizu, que la
maniobra mediante la cual se lograron dichas transferencias se habría desarrollado en Nueva York,
Estados Unidos (donde se encontraban radicadas y administraban las cuentas) y en Asunción,
Paraguay (desde donde el nombrado habría transmitido vía fax en uno de los casos las órdenes
con firmas falsas), y que el resultado de la acción -concepto que no cabe confundir con la lesión al
bien jurídico y que en este supuesto se identifica con el desplazamiento patrimonial-, por las
razones ya apuntadas, también se verificó en el primero de aquellos países”.
“De allí es que puede concluirse, aún desde la teoría de la ubicuidad que atiende tanto al lugar
donde se desarrolla la conducta como aquel donde se produce el resultado (Fallos 328:1035 y
82
Poder Judicial de la Nación
329:3128), que el delito ha sido cometido fuera del territorio nacional; por lo que se descarta la
aplicación de la ley penal argentina por imperio del primer supuesto del inciso 1 del Código Penal”.
“Todo ello sin contar que razones de economía procesal ciertamente aconsejarían también el
juzgamiento del hecho en los Estados Unidos, que al efecto ya requirió la extradición del imputado
(Expte. n° 10.874/2008)”.
“En cuanto al extremo en que el apelante hace girar todo su planteo, debe decirse que -aún de
acreditarse que los fondos en verdad pertenecían a ciudadanos argentinos- ello no modificaría la
solución alcanzada, ya que la aplicación del principio real o de defensa se encuentra condicionada
a la naturaleza eminentemente pública del bien jurídico tutelado (Fierro, Guillermo, “La Ley Penal y
el Derecho Internacional”, Tea, Buenos Aires, 1997, p. 311/32), requisito que claramente -más allá
de las distintas posiciones que existen en el tema- no puede reputarse aquí configurado”.
“Es que el alcance que se le acuerda al principio real, de protección o de defensa puede llegar a
ser muy amplio y variable, pero si se lo lleva al extremo de comprender en él las lesiones que
pueden sufrir los ciudadanos del estado que lo adopta sus fundamentos se desdibujan, sus
contornos se tornan borrosos, confundiéndoselo de allí en más con el principio de la personalidad
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pasiva, de recepción sumamente limitada en nuestro ordenamiento (ob. cit., p. 316 y 358/9)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
11.8.2009
Arbizu
Causa 27.467
Reg. 30.227
J. 12 - S. 23
MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FACULTADES. AUTONOMÍA. TITULARIDAD DE LA ACCIÓN
PENAL. DESACUERDO DEL JUEZ Y EL FISCAL. ELEVACIÓN DE LAS ACTUACIONES EN
CONSULTA. ART. 348 CPPN. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. VACÍO LEGAL. PRINCIPIO
DE LEGALIDAD. DEFENSA EN JUICIO. IMPARCIALIDAD. DISIDENCIA.
“en primer lugar, el mecanismo de control intentado no se encuentra previsto legalmente y, en esta
dirección, el desacuerdo jurisdiccional con la postura del fiscal en punto al ejercicio de la acción
penal, se ha canalizado mediante la creación de una norma, actividad ajena a la competencia
funcional de los jueces y enfrentada, en consecuencia, con el principio constitucional de división de
poderes y el debido proceso legal (vid., en esta dirección, C.N.C.P. Sala II, c/n° 8869, rta. el 5/2/09,
reg. N° 13.799; c/n° 8268, rta. el mismo día, reg. N° 13.800; Sala III, c/n° 7160, rta. el 31/8/07, entre
muchas otras)”(Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“En primer lugar, sea que la remisión dispuesta por el “a quo” se dirigiera directamente a la Fiscalía
General, sea que se viabilizara mediante esta Cámara, la apertura de una nueva instancia no
prevista legalmente, habría sido excitada de todos modos por un órgano judicial, a quien le
compete controlar la legalidad del proceso y el respeto de las garantías que protegen al justiciable,
así como juzgar acerca del mérito de la hipótesis delictiva planteada por el Ministerio Público
Fiscal” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“En consecuencia, ante un pedido de sobreseimiento del representante de este último órgano, la
canalización del desacuerdo del juez mediante el envío de la presentación al superior jerárquico de
aquel funcionario para que la revise y eventualmente, ordene la acusación, implica –en términos
similares a los evaluados por la Corte- la confusión de funciones generadoras de la sospecha de
parcialidad –en la faceta objetiva de la imparcialidad- que la Corte Suprema ha perseguido aventar
mediante la declaración de inconstitucionalidad del art. 348 C.P.P.N.” (Del voto de los Dres.
Ballestero y Farah).
“En segundo lugar, aun cuando hemos sostenido que la vía aplicada se revela como la creación de
una nueva norma, tampoco sería admisible la integración analógica de un vacío legislativo en
cuanto al contralor de la actividad fiscal, por colisionar con el principio de legalidad material y, por
83
lo demás, con la garantía del debido proceso legal (art. 18 C.N.)” (Del voto de los Dres. Ballestero y
Farah).
“En efecto, la eventual aplicación analógica de un control de la actividad Fiscal mediante su
encargo al mismo órgano, en otro nivel jerárquico, se revela, al habilitar poder punitivo sin previsión
legal, como una extensión analógica in malam partem, y por ello enfrentada con el principio de
legalidad material” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“En el caso, frente a la decisión del Fiscal de primera instancia -quien consideró
constitucionalmente inadmisible acusar a quien ha sido perseguido en función de la
incompatibilidad entre la prohibición aplicable a su caso con el art. 19 de la C.N.-, el nuevo intento
de abrir una juicio mediante el reclamo de una segunda voz del mismo organismo, se traduce no
sólo en una sensible desventaja del justiciable frente a su oponente con una clara implicancia de su
derecho de defensa en juicio, sino que también compromete la coherencia de la actividad de un
órgano con unidad de actuación regido por el principio jerárquico” (Del voto de los Dres. Ballestero
y Farah).
“Queda en claro entonces, a nuestro criterio, que el mecanismo intentado no encuentra sustento
legal y que, por lo demás, al habilitar poder punitivo de la forma indicada, se revela como una
extensión analógica lesiva para las garantías que protegen al justiciable. En esta dirección, además
de la división de poderes, se ha comprometido la imparcialidad, el debido proceso legal y el
derecho de defensa en juicio (arts. 1°, 18, 33 y cctes. C.N.) y por ello, viciado de nulidad de orden
general el decreto revisado en lo que atañe a la intervención del Ministerio Público Fiscal (art. 167,
inc. 2, C.P.PN. y cctes)” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“Tal como sostuve al expedirme en la causa N° 40.132, “Incidente de nulidad de Ramos, Nicolás
Martín” (rta. el 5/6/07, reg. N° 502), entiendo que la utilización, en los procesos regidos por la ley
23.984, del mecanismo mediante el cual, frente a la disparidad de criterio con los jueces, los
fiscales pueden pedir la remisión de las actuaciones a la Fiscalía General para la decisión del
conflicto –es decir, para que sostenga o no la posición- (según lo que se desprende de la
instrucción general del Procurador General de la Nación establecida mediante la resolución N°
32/02 y de la solución adoptada por la mayoría de los códigos provinciales), no se opone al
principio de legalidad material, pues considero una obligación de la magistratura adecuar el
proceso penal a los lineamientos constitucionales, cuando ello esté en sus manos (CSJN, in re:
“Quiroga”, considerando N° 63 y Fallos 315:2478, entre otros). Ello, por cierto, con la aclaración de
que la solución propiciada debe aplicarse estrictamente a la etapa procesal aquí comprometida –
como en el caso del precedente citado-, pues la revisión de los dictámenes desvinculatorios luego
de clausurada la instrucción fue expresamente tenida en cuenta por el legislador” (Del voto en
disidencia del Dr. Freiler).
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
31.8.2009
“Salto”
Causa 42.961
Reg. 911
J. 2 - S. 4
NOTIFICACIONES. REQUISITOS FORMALES. COPIA DEL DECISORIO. AUSENCIA DE
EXIGENCIA LEGAL EN TAL SENTIDO.
“la notificación efectuada a fs. 82 de este incidente cumple con los requisitos formales establecidos
en el art. 149, en función del art. 147, segunda parte, ambos del Código Procesal Penal de la
Nación. Se ha trascripto el encabezado y la parte resolutiva, en tanto que no resulta exigencia legal
acompañar en el caso copia completa del decisorio (en este sentido, de esta sala causa n° 41.666
“Oporto” del 21/05/08, reg. n° 562; y de la sala II causa n° 26.002 “Fagiani” del 28/12/07, reg. n°
27.981)”.
84
Poder Judicial de la Nación
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
25.8.2009
“Ruffo”
Causa 43.383
Reg. 869
J. 5 - S. 10
PECULADO. ART. 261 C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
“El delito de peculado protege como bien juridico a la administración pública, pero la mayoria de la
doctrina y la jurisprudencia
sostiene que con el peculado se comete un atentado contra la
propiedad además del ataque a la administración publica”.
“En punto a analizar el tipo penal del delito de peculado, más allá de ciertas divergencias
doctrinarias, se sostiene que la norma en cuestión protege principalmente la recta administración
del patrimonio estatal, aunque no por ello, el patrimonio deja de tener importancia –por ello la
categorización doctrinaria del delito como dirigido contra la administración pública, aunque también,
contra la propiedad-”.
“En segundo lugar, en cuanto al objeto material de la figura, se ha entendido que el art. 261 C.P.
incluye, bajo la expresión “caudales” o “efectos”, toda clase de bienes en el sentido del art. 2312
del CC (cfr. Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, Tea, 4° edición, parte especial, 1987,
Tomo 5, p. 224, quien realiza una interpretación contextual en función de lo estipulado por el art.
USO OFICIAL
263 C.P.)”.
“En tercer lugar, sustraer significa extraer o quitar los bienes de la tenencia –efectiva o simbólicacon que en el ámbito administrativo han sido colocados por leyes, reglamentos u órdenes, lo cual,
se entiende, no exige la apropiación (Creus, Carlos, “Delitos contra la administración Pública”,
Astrea, Buenos Aires, 1981, ps. 325 y 26). Cabe señalar al respecto que, según lo expuesto en
relación con los bienes de dominio público, el Estado no puede disponer de ellos sino que sólo los
administra”.
“Ahora bien, en cuanto a la relación de los funcionarios públicos con el bien, la norma en cuestión
exige que aquellos, en razón de su cargo, tengan la administración, percepción o custodia del
caudal o efecto sustraído. En cuanto a la administración, se entiende, en general, que el
funcionario que administra es aquel que, con arreglo a los ordenamientos respectivos, posee
facultad de disposición, de afectarlos a un destino determinado. Esta facultad de gobernar o de
regir no entraña, necesariamente, la posesión material de los bienes”.
“En lo que respecta a la administración, ella no siempre recae en un solo funcionario; hay casos en
que aparece confiada simultáneamente a más de uno (por ejemplo, directorios, comisiones, juntas,
etcétera). Así, la función no estará confiada a un solo funcionario cuando el acto de disposición de
bienes deba resultar de su decisión integrada por la de otros funcionarios. En otras palabras, no se
requiere una competencia exclusiva y excluyente; sólo, la competencia funcional (cfr. Carrera,
Daniel, “Peculado”, Ed. Mediterránea, Córdoba, 2005, ps. 139/140)”.
“Así las cosas, corresponde señalar que los funcionarios estatales que administran el patrimonio,
deben cumplir su cargo con probidad y en forma regular . “Sin probidad no se concibe un desarrollo
regular y normal. Éste es el objeto específico de la tutela del peculado de bienes públicos de
nuestro párrafo 1ro., art. 261, Cód. Penal. Las diversas manifestaciones administrativas dependen,
a la postre, del comportamiento de los agentes a los cuales complete llevarlas a cabo.
Consecuentemente, media respecto de su gestión, la confianza colectiva en la efectiva observancia
de los deberes del cargo. La esencia de este peculado se encuentra en esa quiebra al deber de la
probidad a que se encuentran sujetos los funcionarios con manejo de bienes públicos, con relación
a ellos. El funcionario que falta a esa obligación (recuérdese que el peculado encierra un abuso de
función), además de perturbar la normal marcha administrativa, siembra el descrédito para toda la
85
administración” (Peculado de bienes y servicios públicos, Daniel P. Carrera, Editorial Mediterránea,
Córdoba, 2005, pág. 83)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
4.8.2009
AKammerath@@
Causa 41.828
Reg. 743
J. 1 - S. 1
PERITAJE. ART. 258 CPPN. NOTIFICACIÓN A LAS PARTES. AUSENCIA. NULIDAD.
IMPROCEDENCIA. VALOR PROBATORIO DEL TRABAJO PERICIAL.
“el objetivo de un peritaje es incorporar al proceso conocimientos especializados sobre materias
técnicas ajenas al entendimiento del juez y, en la mayoría de los casos, de las propias partes. Por
ello, el ordenamiento procesal dedica un capítulo a regular la forma en que aquél debe llevarse a
cabo”.
“Es así que el artículo 258 del Código Procesal Penal establece que la nulidad de un informe de
estas características ha de resultar viable en la medida que, teniendo carácter irreproducible por la
naturaleza de la materia a peritar y no mediando razones de urgencia que lo hubiesen impedido, no
se haya cumplido con la notificación previa a las partes para el debido ejercicio de su facultad
(conf. causa n° 23.128 “Aguilera”, rta. el 1/12/05, reg.n° 24.551, entre otras)”.
“Se señaló además que las eventuales carencias que pudiera presentar el trabajo pericial, en
definitiva, habrán de incidir sobre el valor probatorio que quepa asignarle, es decir que la fuerza
convictiva de sus resultados se verá relativizada y deberá ceder frente a otros elementos
colectados, pudiendo el instructor, eventual y fundadamente, apartarse de sus conclusiones
siguiendo las reglas de la sana crítica, pues se trata de una prueba más y no la única (ver
C.N.C.P., Sala III en causa n° 1634 “Cabral”, rta. el 23/2/99, reg.n° 19; y esta Sala en causa n°
24.370 “Muldford”, rta. el 6/11/07, reg.n 27.632)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
25.8.2009
“Granillo Ocampo”
Causa 27.911
Reg. 30.265
J. 5 - S. 10
RECURSO DE APELACIÓN. REQUISITOS DE MOTIVACIÓN PARA SU PROCEDENCIA. ART.
438 CPPN.
“cabe recordar lo dicho por esta Sala en cuanto a que “... el principio conforme al cual la apelación
es la medida de la jurisdicción y de la competencia del Tribunal superior, imponía al apelante la
carga de efectuar una crítica concreta y razonada de las partes del fallo que serían a su criterio
desatinadas, exigencia que se cumplía mediante la indicación detallada de los desaciertos,
omisiones y demás deficiencias que pudiera reprochar el pronunciamiento recurrido, y la refutación
de las conclusiones de hecho, prueba y de derecho en que fundó el juez su decisión, no bastando
reiterar lo dicho en escritos anteriores ni efectuar remisiones genéricas ...” (c. 41.202, caratulada
“Banco República s/sobreseimiento”, resuelta el 27/12/2007, reg. n° 1630)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Freiler - Farah
4.8.2009
AAranda@@
Causa 43.321
Reg. 736
J. 6 - S. 12
RECURSO DE CASACIÓN. ARBITRARIEDAD. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“la doctrina de la arbitrariedad no tiene por objeto convertir a la Cámara Nacional de Casación
Penal en un tribunal de tercera instancia ordinaria, desnaturalizando de ese modo la función que le
es propia, tampoco corregir fallos equivocados o que se reputen tales, sino que atiende a cubrir
86
Poder Judicial de la Nación
supuestos de carácter excepcional, en que deficiencias lógicas del razonamiento o una total
ausencia de fundamento normativo, impida considerar al pronunciamiento de los jueces del
proceso como la “sentencia fundada en ley” a que hacen referencia los artículos 17 y 18 de la
Constitución Nacional (cfr. C.S.J.N., Fallos 325:3265; C.N.C.P., Sala II, causa nº 1416 “Carrizo”,
rta. 2.2.98, reg. nº 1826; y Sala III, causa nº 2318 “Tejerina”, rta. el 2.5.00, reg. nº 223; C.C.C. Fed.
Sala II causa nº 21.256 “Scheller”, rta. 3.9.04, reg. nº 22.821, causa nº 21.501 “Piana”, rta, el
16.9.04, reg. nº 22.867, y causa nº24.632 “Acosta”, rta. el 27.12.06, reg. nº 26.255, entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
3.8.2009
AAgusti Scacchi@@
Causa 27.785
Reg. 30.183
J. 12 - S. 23
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. RECHAZO IN
LIMINE. OPINIÓN DEL AGENTE FISCAL. CARÁCTER VINCULANTE.
“La Cámara Nacional de Casación Penal ha resuelto que en aquellos casos en que la suspensión
del juicio a prueba resulta manifiestamente improcedente, el Tribunal que debe decidir puede
rechazarlo in limine, sin celebrar la audiencia prevista en el art. 293 citado (CNCP, Sala IV, “Torres,
María Rosa”, reg. n° 6719.4 del 22/6/05, y sus citas; entre muchas otras)”.
USO OFICIAL
“No obstante, es preciso tener en cuenta que, cuando se trata de analizar si corresponde
suspender el proceso a prueba en la situación regulada en el artículo 76 bis, cuarto párrafo del
Código Penal, la apreciación del Fiscal respecto a la imposibilidad de que la eventual condena
fuera de cumplimiento en suspenso vincula al órgano jurisdiccional y no puede ser cuestionada, en
la medida en que no resulte manifiestamente arbitraria (conf. causa n° 13.014 ALazo@, reg. n°
14.006 del 6/03/97; causa n° 17.328 AGuzmán@, reg. n° 18.563 del 10/4/01; causa n° 24.647
ARamírez Zapata@, reg. n° 27.879 del 18/12/07; entre otras)”.
“Así, si la opinión del Fiscal en la materia deviene vinculante siempre y cuando se encuentre
debidamente fundada en ley, debe reconocerse a la defensa la posibilidad de exponer argumentos
sobre el examen de legalidad que deberá hacer el Tribunal respecto de la oposición formulada, en
particular sobre los requisitos exigidos para aplicar en el caso una condena de ejecución
condicional (arts. 26 y 27 del Cód. Penal)”.
“Por ello, se ha hecho notar que si bien la necesaria conformidad del Fiscal, consecuencia de la
naturaleza del rol que desempeña dentro del proceso penal, opera respecto de la concesión o
denegatoria del beneficio, en cambio no tiene relación con la observancia del procedimiento
determinado por ley que constituye un conjunto sistemático de normas ordenatorias de la actividad
de los sujetos que intervienen en el juicio cuya inobservancia afecta las garantías declaradas de
raigambre constitucional -arts. 18 de la Const. Nac. y 8 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos- (cfr. CNCP, Sala II, “Garcete, Federico Ramón”, reg. n° 2540.2 del 12/5/99)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
11.8.2009
Mahomed
Causa 28.014
Reg. 30.224
J. 3 - S. 6
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. REPARACIÓN
DEL DAÑO.
“… debe decirse que cuando por motivos económicos el imputado no pudiese solventar en modo
alguno la pena de que se trate, esta imposibilidad no puede constituir óbice para la concesión del
beneficio solicitado.
Esta solución también habrá de arrojar luz a la falta de un ofrecimiento
concreto dirigido a la reparación del daño sufrido por la parte querellante. Ello, por cuanto para el
control que el órgano jurisdiccional debe realizar en relación con este extremo no puede dejar de
87
tomarse en cuenta la situación patrimonial del encartado (ver de esta Sala c.nº 17.761 “Gallardo”,
rta. 12/6/01, reg. nº 18.729)”.
“Y es que la “reparación que debe ofrecer no persigue estrictamente un fin resarcitorio...sino que
procura brindar una respuesta a la víctima a través de alguna forma de desagravio frente al daño
que pueda habérsele causado, como un intento de internalizar en el imputado la existencia de un
posible afectado por el hecho que se le atribuye. Esa reparación pueden tener incluso carácter
moral” (ver Suspensión del Proceso Penal a Prueba, Gustavo L. Vitale, Editores del Puerto, pág.
167). Máxime en el caso, teniendo en cuenta lo onerosa que resulta la pretensión de la querella en
relación a la situación del imputado…”.
“Por otra parte, debe ponerse de resalto que el art. 76 bis de la ley sustantiva en relación a este
punto, faculta a la parte damnificada a aceptar o rechazar la oferta de reparación del imputado,
concluyendo que, para el caso de que no suceda la primero y el juez decida suspender el proceso
de todos modos, la norma deja habilitada la acción civil que pudiera corresponder, en tanto,
específicamente, el art. 76 quarter establece que esta circunstancia torna inaplicables al caso las
reglas de prejudicialidad de los artículos 1101 y 1102 del Código Civil”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
11.8.2009
Fanola Chacón
Causa 27.881
Reg. 30.230
J. 6 - S. 12
TENTATIVA. TENTATIVA DE DELITO IMPOSIBLE. REQUISITOS.
“resulta fundamental distinguir los A...casos de tentativa propia de los supuestos de tentativa de
delito imposible y en ellos, habrá que atender a la capacidad o aptitud de las maniobras para
inducir a error en conjunción con las particulares circunstancias del hecho, dentro de las cuales
están incluidas, por supuesto, la calidad y demás circunstancias personales del sujeto pasivo@ (cfr.
ADerecho Penal, parte especial@, tomo I, Carlos Creus, Ed. Astrea, año 1997, pag. 467, citado por
la Sala I de la C.C.C en los autos n°16.279 AOliva Leonardo s/defraudación@, rta. el 22/8/01)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
4.8.2009
AEscobar@@
Causa 27.977
Reg. 30.188
J. 9 - S. 17
ARCHIVO. IMPROCEDENCIA HABIENDO IMPUTACIÓN.
“ha sostenido reiteradamente este Tribunal, que: “…no procede el archivo de las actuaciones en
aquellos casos en que existe una imputación concreta -aún en los casos en que no existió un
llamado a indagatoria-, debiendo acudirse en tal supuesto, a la adopción del remedio previsto
por el art. 336 del C.P.P.N…” (ver de esta Sala causa nº17.434 “Montone”, 20/4/2001, reg.18.593,
causa nº12.992 “N.N: s/inf. ley 23737 -archivo-“, rta. el 26/02/97, reg. nº13.971, entre muchas; y en
igual sentido de la Sala I, causa nº33.425, “González”, rta. el 18/10/01, reg. nº960, entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Farah
3.9.2009
“Feletti”
Causa 28.139
Reg. 30.318
J. 6 - S. 12
ARMAS. TENENCIA SIMPLE DE ARMAS DE USO CIVIL Y DE ARMAS DE GUERRA.
REQUISITOS TÍPICOS. ACOPIO DE ARMAS. REQUISITOS TÍPICOS
“Si bien la ley 25.886 modificó el artículo 189 bis entre otros del C.P., no ha establecido en forma
explícita el límite entre las figuras en competencia [tenencia simple de armas de uso civil y de
armas de guerras, y acopio de armas]”.
88
Poder Judicial de la Nación
“La doctrina ha definido a la figura de acopio, prevista en el art. 189 bis inciso 3°, como: “... Acopia
el que reúne de manera considerable, superior a lo que el uso común o deportivo puedan
justificar…” (Conf. Derecho Penal Argentino, Soler, Sebastián, Tomo IV, pág. 609, Editorial Tea,
Buenos Aires, año 1996)”.
“Asimismo, se sostuvo que también es aplicable esa figura cuando: “… no demuestre que tiene
finalidad de colección por el carácter de las armas, la diversidad de los tipos o modelos u otra
circunstancia que determine esa finalidad…” (Creus, Carlos, Derecho Penal Parte Especial, Tomo
II, Edición 1996, pág. 33)”.
“La jurisprudencia estableció también ciertas pautas de exégesis al sostener que: “… también debe
orientarse a las circunstancias en que fueren habidos, demostrativas de que se los guarda con la
intención de que, eventualmente, puedan ser empleados por muchas personas, lo que refuerza su
potencialidad dañosa para el bien jurídicamente protegido: la seguridad pública…” (CNCP, CN°
3.633 “Piras, D”, reg. Nº 4.506, 10/8/2001)”.
“Este Tribunal, en anterior composición, sostuvo por su parte que: “…la cantidad de armas y
municiones de guerra halladas en poder del encausado Díaz es realmente considerable, basta tan
sólo con mencionar dos pistolas calibre 9mm, cuatro ametralladoras, dos fusible; 100 cartuchos a
bala; entre otros efectos de similar especie, para concluir en que el encuadre jurídico adecuado
sería el acopio de armas y municiones de guerra…” (CNCCF, CN° 26.907 “Díaz, José y otro”, reg.
USO OFICIAL
Nº 51, rta. 8/02/96)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
29.9.2009
“Ponce Portilla”
Causa 43.137
Reg. 1061
J. 5 - S. 10
ASOCIACIÓN ILÍCITA. ART. 210 C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
“... para la aplicación de la figura es irrelevante si los integrantes concretaron más o menos ilícitos
en forma independiente o incluso si no llegaron a hacerlo. Lo importante es que el grupo
constituido por ellos tuviera en mira una pluralidad de planes delictivos, estando por esa razón
destinado a cometerlos (conf. de esta Sala causa n° 17.755 “Yoma”, reg. n° 18.691 del 24/5/01 y
causa n° 18.062 “Espinoza Bravo”, reg. n° 19.338 del 18/12/01; y Oscar Tomás Vera Barros,
“Asociación Ilícita (art. 210 C.P.), algunas consideraciones, en Nuevas Formulaciones en las
Ciencias Penales”, Ed. Lerner, Córdoba 2001, pág. 597)”.
“Lo que se exige entonces es que los miembros puedan elaborar diferentes planes delictivos que
conduzcan a diversos resultados. En otras palabras, la norma establece que los hechos a llevar a
cabo no deben estar cuantitativamente determinados antes de la formación de la organización,
siendo innecesario que se ejecuten diversos tipos de delitos (Sala I de esta Cámara, causa n°
43.145 “Seivane”, reg. n° 615 del 24/6/09)”.
“Sin entrar a analizar aquí la efectiva responsabilidad que en los hechos puede o no caberles a
cada uno de los imputados, debe señalarse que no existe obstáculo alguno ni previsión legal que
impida afirmar que en el marco de una sociedad legítimamente constituida, puedan existir
individuos que, unidos en una voluntad contra legem, actúen aprovechándose de la estructura u
ocultándose tras la actividad que lleva adelante la primera (ver de esta Sala, causa n° 20.982
“Beraja”, reg. n° 22.666 del 16/7/04 y sus citas; y en doctrina, Ricardo Núñez, “Tratado de Derecho
Penal”, Tomo VI, Ed. Lerner, Buenos Aires, 1971, pág. 185. En similar sentido, Sebastián Soler
“Derecho Penal Argentino”, Tomo IV, Ed. Tea, Buenos Aires 1996, pág. 714; Tristán García Torres
“Algunas consideraciones sobre el delito de asociación ilícita y el bien jurídico protegido”, La Ley,
Suplemento de Jurisprudencia Penal, Buenos Aires, 25/2/02, pág. 23 y siguientes; Abel Cornejo
“Asociación Ilícita”, Ed. Ad Hoc, Buenos Aires, 1992, pág. 36.)”.
89
“A juicio del Tribunal, el desarrollo realizado supra para tener por acreditada la concurrencia de
planes indeterminados es suficiente evidencia de que las actividades delictivas constatadas en este
caso no fueron una o varias operaciones
aisladas, sino que presentan las características de
aquellos actos que necesariamente derivan de un acuerdo de voluntades previo brindado por los
integrantes del grupo, cuyo objetivo era precisamente llevar adelante conductas como las
descriptas”.
“Es indiferente entonces que esos miembros estuviesen también relacionados por un trabajo
legítimo, pues la cuestión pasa por discernir, en cada situación individual, si en forma paralela
participaron de la asociación con propósitos delictivos, tarea que será abordada más adelante”.
“Cabe aplicar similares pautas en punto a la permanencia que requiere la figura del artículo 210 del
Código Penal. Es que aquella debe entenderse como consecuencia de ciertas características del
caso, como la estructura del grupo, el pacto criminal que antecedió a la comisión de los hechos
ilícitos y el número de esas operaciones que fueron reveladas por las pruebas de la causa”.
“Esta es la postura que adoptó esta Sala en otros casos, entendiendo “...No se trata de un
concepto puramente temporal, sino que deriva de la existencia misma de la asociación, en tanto
acuerdo estable de sus integrantes para cometer delitos, diferente de la transitoriedad de la
participación de la parte general...” (ver causa n° 17.795 “Demeyer”, reg. n° 19.748 del 10/5/02 y
causa n° 18.748 “Rohm”, reg. n° 19.971 del 15/7/02, con citas de Patricia S. Ziffer “Lineamientos
básicos del delito de asociación ilícita”, La Ley, 24/12/01)”.
“El Tribunal ha tenido ocasión de observar que el legislador ubicó la infracción del artículo 210 del
Código Penal como una de aquellas capaces de afectar el orden público o su tranquilidad (según
redacción anterior), entendiendo que ello obedece a que el grado de organización y planificación
que generalmente se observa en un grupo de personas que así actúan, revela un mayor riesgo en
el ejercicio de los restantes bienes jurídicos protegidos (ver causa n° 20.982 “Beraja”, reg. n°
22.666 del 16/7/04, y sus citas)”.
“Consecuentemente, el que se haya comprobado -al menos con el nivel de verosimilitud que es
propio de esta etapa preparatoria- la configuración de los requisitos típicos que impone este tipo
penal resulta una circunstancia que, por sí sola, lleva a sostener que ocurrió la afectación al orden
público característica de este delito”.
“Independientemente de ello, no es posible pasar por alto que en autos se han verificado lesiones
continuadas y permanentes a la administración pública nacional a través de actos de cohecho y
falsos testimonios, así como a la fe pública por medio de la adulteración de documentos nacionales
de identidad y de firmas de diferentes autoridades judiciales y administrativas, usándose sellos
falsos”.
“Por otro lado, se ha afectado directamente la actividad de representaciones consulares de un país
extranjero e incluso de organismos ubicados en su propio territorio, falseándose firmas, sellos y
datos atribuidos a las autoridades de dicha nación, que en algunos supuestos habrían dado lugar al
otorgamiento de ciudadanías italianas cuando ello no era procedente. Tampoco debe dejar de
valorarse la situación de aquellos clientes que de buena fe efectuaron inversiones económicas a
favor de los miembros de la organización para que llevaran adelante trámites de ciudadanía y que
vieron, al mismo tiempo, frustrada esa pretensión y disminuido su patrimonio”.
“Todas estas maniobras obedecieron justamente a los propósitos ilícitos de la asociación,
revelando el riesgo concreto que sus planes trajeron aparejados para varios bienes jurídicos y
personas imposible de determinar ex ante”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
14.9.2009
“Farfán”
Causa 27.646
Reg. 30.353
90
J. 5 - S. 9
Poder Judicial de la Nación
COMPETENCIA.
COMPETENCIA
FEDERAL.
PRIVACIÓN
ILEGAL
DE
LA LIBERTAD.
SECUESTRO. SECUESTRO EXTORSIVO. EXIGENCIA DE POSIBLE AFECTACIÓN A LA
SEGURIDAD DEL ESTADO NACIONAL O SUS INSTITUCIONES.
“Los suscriptos han tenido oportunidad de señalar que las recientes reformas legislativas referidas
a los artículos 142 bis y 170 del código sustantivo no conducen a un abandono del criterio
conforme al cual si bien las causas en las que se investiga la comisión de alguno de los delitos
previstos en el artículo 3, inciso 5°, de la ley 48 deben tramitarse ante la justicia de excepción, la
competencia ordinaria surge si lo actuado revela inequívoca y fehacientemente que los hechos
tienen estricta motivación particular y que, además, no existe posibilidad de que resulte afectada,
directa o indirectamente, la seguridad del Estado Nacional o de alguna de sus instituciones (causa
n° 27.706 “Norry”, rta. el 16/4/09, reg. n° 29.744, y sus citas)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
29.9.2009
“NN s/Competencia”
Causa 28.120
Reg. 30.428
J. 5 - S. 9
COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. REGISTRO NACIONAL DE LA PROPIEDAD
USO OFICIAL
INMUEBLE. ACTIVIDADES LOCALES. INCOMPETENCIA.
“... los sucesos denunciados, al involucrar de modo exclusivo actos entre particulares, no alcanzan
a comprometer intereses del Estado Nacional. Pero además, y a contrario de lo sostenido por el Sr.
Juez de Instrucción, en virtud de que las actividades desarrolladas por el Registro Nacional de la
Propiedad Inmueble son de carácter estrictamente local, lo que impide apreciar que los sucesos
denunciados, de constituir delito, hayan entorpecido el correcto desempeño de una labor de
raigambre federal (ver causa n° 42.575 de la Sala I de esta Cámara, “Incidente de incompetencia
en autos “N.N. s/asociación ilícita”, reg. n° 318, rta. el 21/04/09)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
24.9.2009
“NN s/Incompetencia”
Causa 28.201
Reg. 30.414
J. 5 - S. 9
COMPETENCIA. DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN Y USO DEL INSTRUMENTO FALSO.
“... en reiteradas ocasiones se ha sostenido que, cuando no se puede determinar el lugar en
donde se produjo la falsificación, ha de estarse, a los fines de la competencia, al lugar en que el
documento fue utilizado”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
15.9.2009
“NN S/ incompetencia”
Causa 28.267
Reg. 30.356
COMPETENCIA.
FUERO
FEDERAL.
J. 8 - S. 15
CORRESPONDENCIA.
INTERRUPCIÓN
DE
LAS
COMUNICACIONES. ART. 197 C.P. VIOLACIÓN DE CORRESPONDENCIA.
“… aunque el presunto acceso ilegítimo por parte de un tercero a la cuenta de correo electrónico
de la denunciante y el envío de mensajes en su nombre, no revela la existencia en el caso de un
interés que trascienda el estrictamente individual, no ha sido analizada ni descartada aún lo relativo
a la imposibilidad de acceso a su sistema de comunicación, circunstancia que podría configurar la
hipótesis prevista en el artículo 197 del Código Penal (ver causa nº26.944 “Incidente de
Incompetencia en auto 17.527/07”, reg. nº28.983, rta. el 25/09/08, a contrario sensu), lo cual
también fue denunciado”.
91
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
8.9.2009
“Inc. de incompetencia”
Causa 28.260
Reg. 30.342
J. 1 - S. 1
COSA JUZGADA. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. NE BIS IN IDEM. ALCANCES.
“... la cosa juzgada está íntimamente ligada a la seguridad jurídica, representa una exigencia vital
del orden público, tiene jerarquía constitucional y es uno de los presupuestos del ordenamiento
social, cuya ausencia o debilitamiento pondría en crisis a la íntegra juridicidad del sistema (Fallos
313:1297)”.
“Para evaluar, en consecuencia, la posible violación de esta garantía y, en consecuencia, la
eventual identidad del nuevo objeto procesal con aquel comprendido dentro de dichos límites en
violación del ne bis in idem, deben confrontarse supuestos de hecho y no calificaciones legales; es
decir, cotejarse sucesos, mas no sus significaciones jurídicas”.
“En este sentido, Maier sostiene que: “se mira al hecho como acontecimiento real, que sucede en
un lugar y en un momento o período determinados, sin que la posibilidad de subsunción en
distintos conceptos jurídicos afecte la regla, permitiendo una nueva persecución penal, bajo una
valoración distinta de la anterior (conf. Julio B. J. Maier “Derecho Procesal Penal. I Fundamentos”,
pág. 606/607, editores del Puerto, 1999). Y agrega que: “…la imputación es idéntica cuando tiene
por objeto el mismo comportamiento atribuido a la misma persona…el examen debe vincularse con
las reglas del derecho penal, para establecer si se trata de un mismo hecho…con la salvedad de
que …bajo el pretexto de una valoración jurídica distinta no es posible promover una nueva
persecución penal con motivo de la misma imputación concreta, ni aún con variaciones fácticas…”
(conf. “Inadmisibilidad de la persecución penal múltiple”, en Doctrina Penal, año 9, nro. 35, p.
426)”.
“La Corte Suprema sostuvo que la garantía contra el doble proceso penal protege a los individuos
contra la doble persecución por un mismo hecho sin importar los diversos encuadramientos que se
pueden efectuar respecto de aquél (Fallos 311:67, 319:43, consid. 5); sentido en el cual se ha
expedido asimismo la Cámara Nacional de Casación Penal (cfr. Sala II, c. 3412 “Rugonyi, Gustavo
s/casación”, 19-9-01)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
22.9.2009
“Pinasco”
Causa 43.187
Reg. 1020
J. 6 - S. 12
COSTAS. AUSENCIA DE PRONUNCIAMIENTO. PRINCIPIO GENERAL. IMPOSICIÓN DE
COSTAS AL VENCIDO.
“... conforme ha señalado la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los autos “Las Varillas Gas
S.A. c/ M° de Economía G. y S. P.- Sec.Energía- resolus. 124 y 148/01 s/amparo ley 19.986" del
20/12/05 (L.963. XXXVIII) “[e]l principio general es la imposición de costas al vencido, y sólo puede
eximirse de esa responsabilidad - si hay mérito para ello- mediante el pronunciamiento expreso
acerca de dicho mérito, bajo pena de nulidad. Si es nula la exención de costas sin fundamento,
resulta contrario a la lógica interpretar que el silencio de la sentencia sobre ese punto implique su
pago en el orden causado, pues entonces el mero silencio podría constituir una vía indirecta para
evitar la nulidad derivada de disponer la exención sin causa explícita...”.
“Es decir que cuando el juez de grado dispuso sobreseer en la causa a los encartados en orden a
los hechos por los que fueran indagados, guardando silencio respecto a quién debía hacerse cargo
de soportar los gastos ocasionados por la sustanciación del proceso (...), la falta de
pronunciamiento expreso respecto a dicho extremo debe ser interpretada en favor de la
92
Poder Judicial de la Nación
preeminencia del principio general de que las costas son a cargo de la vencida (art. 531CPPN) (de
esta Sala, causa N° C.42.216, “Robert, Sergio y otro s/ regulación de honorarios”, reg. 1.240, del
22/10/2008)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
24.9.2009
“Romero”
Causa 43.449
Reg. 1035
J. 8 - S. 15
DEFENSA EN JUICIO. DEBIDO PROCESO. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. VIOLACIÓN DE
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. NULIDAD. DIFERENCIAS ENTRE EL HECHO DESCRIPTO
AL RECIBIR DECLARACIÓN INDAGATORIA Y AQUEL PONDERADO AL DICTAR EL AUTO DE
MÉRITO.
“… si bien el a quo, en el auto de mérito, al describir el hecho reprodujo el relato de la hipótesis
atribuida a (…) en su declaración indagatoria, elípticamente incorporó y valoró, además del suceso
intimado en aquel acto procesal, ciertas circunstancias fácticas, que al resultar comprendidas por
otra norma legal, determinan efectos más gravosos –en lo que atañe a la filtración del poder
punitivo- acerca de los cuales (…) no contó con el derecho de resistirlos (art. 18 C.N.). Es que, de
la indagatoria de fojas (…) se desprende que la conducta atribuida alude únicamente a una
USO OFICIAL
eventual infracción a la ley 11.723, mas no contiene la descripción de aquellas circunstancias
fácticas que, al valorar la responsabilidad del imputado, computó como jurídico-penalmente
relevantes a la luz de la ley 22.362”.
“Así, en el auto de mérito de fojas (…), al incorporarse una calificación jurídica sobre la base de
circunstancias fácticas que no fueron descriptas en el marco de la imputación, se ha vulnerado el
derecho de defensa en juicio, a través del quiebre de la congruencia”.
“Sobre el punto, afirma Julio Maier que: “[t]odo aquello que en la sentencia signifique una sorpresa
para quien se defiende, en el sentido de un dato con trascendencia en ella, sobre el cual el
imputado y su defensor no se pudieron expedir (esto es cuestionarlo y enfrentarlo
probatoriamente), lesiona el principio estudiado [inviolabilidad de la defensa en juicio]…” (“Derecho
Procesal Penal, Tomo I, Fundamentos, Ed. Editores del Puerto, BsAs, 1996, 2 edición, pág. 568).
En esta dirección, más allá de que en el marco de la declaración indagatoria se incorporó, dentro
del elenco de las pruebas de cargo, las pericias scopométricas de fojas (…), se omitió describir el
modo en que eventualmente esa comprobación habría significado una vulneración al tipo legal de
la ley de marcas seleccionado por el magistrado. No es menor tener en cuenta en este sentido, la
desorientación que denunció la defensa al señalar que desconocía qué conducta material se
atribuía a su defendido”.
“En efecto, la transgresión del principio de defensa en juicio y del debido proceso torna al auto de
fojas (…) de las actuaciones principales, un acto jurisdiccional inválido, por lo que habremos de
decretar su nulidad y disponer el reenvío de las actuaciones con el fin de que se dicte nuevo
pronunciamiento que garantice la efectivización de los derechos vulnerados”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
8.9.2009
“Verdera”
Causa 43.251
Reg. 942
J. 11 - S. 21
DEFENSA EN JUICIO. DEBIDO PROCESO. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. VIOLACIÓN DE
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. NULIDAD. IMPROCEDENCIA.
“… se advierte que las diferentes calificaciones que pudo asignar al hecho el Sr. Agente Fiscal
(art. 72 bis inc. “d” de la ley 11.723 en el momento de requerir la instrucción y la elevación a juicio;
y art. 72 inc. “a” de ese cuerpo normativo en su pretensión de procesamiento) de ningún modo
93
constituyen una violación al principio de congruencia ni al derecho de defensa en juicio, como
pretende el recurrente”.
“Es que el imputado –tal lo que surge de la lectura de las constancias de fojas 340- ha tenido la
posibilidad de conocer el hecho que se le endilga pudiendo efectuar una adecuada defensa tanto al
prestar declaración como al contestar la acusación; e incluso puede ofrecer aquellas pruebas que
considere pertinentes para esclarecer la participación que le cupo, de conformidad con lo previsto
en el artículo 355 del Código Procesal Penal de la Nación; resultando la etapa -ampliamente
contradictoria- de juicio la apropiada para definir la calificación jurídica habrá de asignársele a los
sucesos”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
10.9.2009
“Carou”
Causa 27.875
Reg. 30.349
J. 7 - S. 13
DEFENSA EN JUICIO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DECLARACIÓN INDAGATORIA.
REQUISITOS FORMALES. DETALLE PRECISO DE LOS HECHOS Y LAS PRUEBAS DE LA
CAUSA. DERECHO A SER OÍDO
“Es sabido, por constituir un mandato legal que no es sino la recepción práctica de fundamentales
derechos constitucionales, que no puede existir un auto de procesamiento sin la previa concesión
de un espacio para que el imputado pueda brindar su posición acerca de los acontecimientos
históricos que se le atribuyen y de los elementos en los cuales se asientan (art. 307 C.P.P.N.).
Mas, poca gravitación tendría en los hechos tal garantía si ello no exigiera simultáneamente la
obligación de hacer saber al imputado cuáles son esos eventos y esas pruebas que dan razón a su
situación dentro del proceso. La intimación que debe efectuarse en el marco de toda declaración
indagatoria debe “...llenar todas y cada una de las condiciones que sean indispensables para que
el imputado pueda oponer eficazmente sus medios de defensa e impugnar así los medios que la
acusación haya empleado en su contra” (CARRARA, Francesco, Programa de derecho criminal,
Tomo II, Ed. Temis, 3° edición, Colombia, p. 363. En igual sentido ver de esta Sala, y entre otras,
causa nro. 37.945, "Berthier, Enrique J. s/rec. de casación", rta. el 9/03/06; causa nro. 38.414,
"Monsalve, Juan A. s/nulidad”, rta. el 1/03/06, causa nro. 40.308, "Laskowski, Patricia y otros
s/procesamiento", rta. el 21/09/07, reg. nro. 1091; causa nro. 42.683, "De Carlo, Silvia y otros
s/procesamiento", rta. el 30/12/08, reg. Nro. 1629, y las citas evocadas en ellas)” (del voto del Dr.
Ballestero, al cual adhirió el Dr. Freiler).
Respecto del derecho a ser oído, y “... a fin de que esa garantía no se resuma en una ambiciosa
proclama carente de contenido es que su desarrollo debe rodearse de “...ciertos presupuestos y
ciertas consecuencias para [su] ejercicio, en miras a su propia eficacia, con la consecuencia de
otorgarle, así, un significado mucho más preciso y valioso... que el mero hecho de permitirle
(facultad) [al imputado] vertir palabras en el procedimiento a través del cual se lo persigue
penalmente” (MAIER, Julio B.J., Derecho procesal penal, I. Fundamentos, Ed. Del Puerto, Buenos
Aires, 2° edición, 1999, p. 552). Y una de esas exigencias es aquella que supone una imputación,
una intimación y una decisión unidas bajo un mismo sustrato histórico y probatorio. El resolver
sobre pruebas que no pudieron ser controladas y, más aún, sobre hechos que no se hicieron
conocer no hace sino privar de sentido esta arista del derecho de defensa y, con ello, burlar esas
exigencias legales que reclaman su respeto” (del voto del Dr. Ballestero, al cual adhirió el Dr.
Freiler).
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
29.9.2009
“Lequepi Condori”
Causa 42.177
Reg. 1058
94
J. 10 - S. 19
Poder Judicial de la Nación
DENUNCIA. DENUNCIA FALSA. ART. 245 C.P. DELITOS CONTRA EL HONOR. CALUMNIAS.
ART. 109 C.P. REQUISITOS TÌPICOS.
Respecto de la figura penal prevista por el art. 245 del C.P., “... esta Alzada en reiteradas
oportunidades ha señalado que ella requiere como presupuesto típico que no se trate de una
atribución delictiva
a
una
persona
determinada,
ya que en ese caso solamente
podría
configurarse el delito de calumnias previsto en el artículo 109 de ese cuerpo normativo (Conf.
esta Sala en causa n° 25.254 “M., O.”, rta. el 11/7/07, reg.n° 27.103 y sus citas; y Sala I en causa
n° 41.213 “Gonzalez”, rta. el 13/3/08, reg.n° 247)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
17.9.2009
“Martínez Medina”
Causa 27.384
Reg. 30.380
J. 3 - S. 5
DERECHO DE DEFENSA. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. ALCANCES
“La doctrina ha sostenido que “la defensa penal no puede evitarse ni impedirse (…) Proveer de ella
a quien no pueda o no quiera ejercitarla, constituye un deber para los órganos del Estado…” (Clariá
Olmedo, Jorge A.,“Derecho Procesal Penal”, Tomo I, Ed. Marcos Lerner, Córdoba, 1984, pág. 65) y
USO OFICIAL
que “a más de la defensa material, la particularidad del procedimiento penal reside en la
obligatoriedad de la defensa técnica. Nuestro Derecho procesal penal unánimemente, ha integrado
la defensa del imputado tornando necesario, por regla, que él sea asistido jurídicamente” (Maier,
Julio B.J., “Derecho Procesal Penal”, Tomo I, Editores del Puerto, 2° ed., 3° reimpresión, Bs.As,
1996, pág. 549)”.
“Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que “la garantía de defensa en
juicio posee como una de sus manifestaciones más importantes el aseguramiento de una defensa
técnica a todo justiciable, manifestación ésta que, para no desvirtuar el alcance de la garantía y
transformarla en un elemento simbólico, no puede quedar resumida a un requisito puramente
formal, pues no es suficiente en este aspecto con que se asegure la posibilidad de que el imputado
cuente con asesoramiento legal, sino que este aseguramiento debe ser efectivo”(causa S. 62, T°
XL “Schenone, Carlos s/ causa n° 1.423”, del 3/10/06)”.
“Además, el Alto Tribunal afirmó que “en materia tan delicada, como es la que concierne a la
defensa en sede penal, los juzgadores –tanto en primera como en segunda instancia- están
legalmente obligados a proveer lo necesario para que no se produzcan situaciones de
indefensión, incluso contra la voluntad de los procesados (Fallos: t. 237, p.158 y t. 255. p.91) y
que la inobservancia de las formas sustanciales del juicio, puede deberse a que se haya privado al
defensor designado de toda oportunidad de actuar o cuando la intervención conferida sólo lo ha
sido formalmente, ya que la garantía de la defensa en juicio, en aquella materia, no se reduce al
otorgamiento de facultades para el ejercicio del poder de defensa, sino que se extiende, según los
casos, a la provisión por parte del Estado de los medios necesarios para que el juicio a que se
refiere el art. 18 de la Constitución Nacional se desarrolle en paridad de condiciones respecto de
quien ejerce la acción pública y quien debe soportar la imputación, mediante la efectiva
intervención de la defensa” (Fallos 310: 1797; L.L, 1988-B-252) –el resaltado no es del original”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
29.9.2009
“Stancato”
Causa 27.258
Reg. 30.433
J. 3 - S. 5
DOCUMENTOS. REQUISITOS. COPIA DE UN FACSÍMIL. CONDUCTA ATIPICA.
95
“Creus menciona que dentro del concepto de documento público establecido por la figura penal
“[...]quedan comprendidos, pues, los instrumentos taxativamente enunciados por el art. 979 del
Código Civil, y todos los que otorgan o refrendan funcionarios públicos o quienes desempeñan
oficios públicos (v.gr., escribanos de registros), dentro las esferas de sus competencias,
cumpliendo las formalidades legales o reglamentarias que los identifican como auténticos, a los
que el orden jurídico otorga aquel efecto”.
“Asimismo, explica que “las copias y testimonios de los documentos públicos, en cuanto presentan
las características de autenticidad legalmente requeridas, se consideran documentos públicos, sea
por analogía con dichos documentos, a veces imputa por la misma ley (certificaciones de
existencia de los documentos), sea porque su función acreditante, es decir, el contenido de fe
pública, lo cumple la copia autenticada con la misma eficacia que el documento original. Pero la
copia simple de los documentos públicos, es decir, aquella a la que no se la han agregado los
signos de autenticidad legalmente requeridos, no es objeto material del delito” (Creus, Carlos.,
Derecho Penal, Parte Especial, Tomo II. 60 Edición actualizada y ampliada. Astrea, Buenos Aires
1999, pág. 404/5. El subrayado es nuestro)”.
“Tomando en cuenta dichos requisitos, entendemos que la copia del facsímil que se analiza en
autos no puede ser considerada como una falsificación de un oficio judicial toda vez que aquélla
carece de los signos de autenticidad que caracterizan a los oficios. Más precisamente, la copia del
facsímil carece de membrete del Poder Judicial de la Nación, sello medalla del juzgado de
ejecución penal y no se ha consignado el lugar y la fecha de expedición del mismo”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
22.9.2009
“Nuñez”
Causa 42.972
Reg. 1014
J. 12 - S. 24
EFECTOS SECUESTRADOS EN CAUSAS PENALES. RESTITUCIÓN. REQUISITOS PARA SU
PROCEDENCIA.
“Respecto de los efectos secuestrados en causas penales, este Tribunal tiene dicho que: deben
quedar sujetos a disposición del juzgado a los fines del artículo 23 del C.P. mientras perdure la
sustaciación del proceso y a resultas de éste, siempre y cuando sean elementos que permitan
demostrar la configuración del hecho investigado, es decir, constituyan elementos de prueba, o
bien puedan haber sido adquiridos con su producido (conf. esta Sala in re: c. 42.963 “Rojas…”, rta.
14/03/09, reg. 455 y su cita)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
8.9.2009
“Ledesma”
Causa 43.377
Reg. 936
EXCEPCIÓN
DE
FALTA
DE
ACCIÓN.
J. 11 - S. 22
EXTRADICIÓN.
IMPROCEDENCIA
DE
SU
TRATAMIENTO EN EL PROCESO DE EXTRADICIÓNHASTA LA ETAPA DE JUICIO
“Lleva dicho esta Cámara en distintos pronunciamientos que las particulares características del
proceso de extradición y su específica regulación tornan improcedente a esta altura la tramitación
de excepciones como la presente y que es en la etapa de juicio que corresponde darles tratamiento
de conformidad con lo establecido en el artículo 30 de la ley 24.767 (cf. de Sala II causa n° 20.704
“Rhom” del 3/2/04, reg. n° 22.005, y sus citas; y de la Sala I causa n° 40.088 “Duran Sáenz” del
1/3/07, reg. n° 136, y sus citas)”.
“Es que la cuestión planteada hace al fondo del asunto a decidir, en tanto los extremos cuya
concurrencia alega la defensa constituyen ambos motivos legalmente previstos para el rechazo de
la solicitud de extradición (art. 11 incisos “b” y “d” de la ley 24.767) y, conforme reiterada
96
Poder Judicial de la Nación
jurisprudencia del Máximo Tribunal, es sólo una vez superada la etapa del juicio (art. 30, segundo y
tercer párrafos) que el ordenamiento habilita a la autoridad judicial a expedirse en aquel sentido
(art. 32), concluyendo así en la procedencia o no del pedido (Fallos 327:304 y 329:1425)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
29.9.2009
“Turco”
Causa 28.303
Reg. 30.423
J. 4 - S. 7
INTIMIDACIÓN PÚBLICA. ART. 211 C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
“... conforme sostiene Ricardo C. Nuñez al analizar la figura de intimidación pública, “…la finalidad
del autor debe ser siempre la de actuar sobre el ánimo de un conjunto considerable de personas
indeterminadas reunidas en un lugar público o de acceso público…” (“Derecho Penal Argentino”
Parte Especial, tomo VI, pag. 194/5, Lerner Ediciones, Buenos Aires, 1971) lo que entendemos
persiguió el autor al proceder del modo analizado, generando la inevitable concurrencia de la
policía al lugar mientras se impartían clases y tomaran los recaudos pertinentes” (Del voto de los
Dres. Cattani e Irurzun).
“Además, no puede soslayarse que la llamada que se cuestiona fue proferida en el más estricto
anonimato y por ella se bregaba el desalojo del colegio con el consiguiente efecto atemorizante
USO OFICIAL
para la comunidad educativa de que pudiera suceder algo que ocasionara eventualmente
consecuencias lesivas para sus componentes” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“La figura penal endilgada contempla situaciones de quiebre de la tranquilidad pública en la que
distintas acciones, en el caso concreto de autos el juzgador ha considerado verificado la de
“amenazar con un desastre de peligro común”, están dominadas por el aspecto subjetivo.
Solamente son típicas en la medida que fueron realizadas para conseguir alguno de los objetivos
enunciados “…para infundir un temor público o suscitar tumultos o desórdenes…” (Del voto del Dr.
Farah).
“Se exige, además del conocimiento y voluntad de la realización de cada uno de los elementos
objetivos, un elemento interno trascendente distinto del dolo que, como tal, no tiene correlato
objetivo” (Del voto del Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
15.9.2009
“P.A., D. B.”
Causa 28.188
Reg. 30.363
J. 11 - S. 21
JUEZ. JUEZ NATURAL. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DECLARACIÓN INDAGATORIA.
RECEPCIÓN DE LA DECLARACIÓN VÍA EXHORTO. VIABILIDAD
“…los derechos del encartado no han sido objeto de restricción alguna ni tampoco se han visto
conculcadas las garantías constitucionales, fue citado en numerosas oportunidades a efectuar los
descargos pertinentes -téngase presente que la primera citación data del mes de octubre de 2007y si el instructor utilizó la vía del exhorto fue justamente teniendo en cuenta los problemas de salud
que presentaba (…), a efectos de evitar que tuviera que trasladarse desde la Pcia. de Córdoba
hasta esta ciudad y no para sacarlo de su Juez natural como alega su defensa”.
“De otra parte, es dable recordar que “La declaración indagatoria es delegable por el juez en otro
de distinta competencia territorial” (C.S., Fallos 237-388; 241-248; 253-454; 276-254 y 298-615),
(Código Procesal Penal de la Nación. Guillermo Rafael Navarro - Roberto Raúl Daray. Tomo I, pág.
611. Pensamiento Jurídico Editora. Año 1996)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
2.9.2009
“Santos Venturo”
97
Causa 27.700
Reg. 30.312
J. 12 - S. 24
LEY 25.891. ART. 10, 11 Y 12. ADQUISICIÓN O UTILIZACIÓN DE TELÉFONOS CELULARES O
TARJETAS DE TELEFONÍA CELULAR
DE ORIGEN
ILEGAL. REQUISITOS TÍPICOS.
“Recordemos que el artículo 12 de la ley 25.891 pretende englobar aquellos comportamientos que
no se encuentran descriptos en los artículos 10 y 11 pero que de algún modo se relacionan con
aquellas maniobras, es decir que intenta incriminar la conducta de las personas que adquieren o
utilizan teléfonos celulares o tarjetas de telefonía de origen ilegal, conociendo ésta circunstancia.
Queda comprendido en la descripción quien de cualquier forma se valga de estos materiales que
hayan sido hurtados, robados, perdidos u obtenidos mediante fraude (ver los fundamentos del
proyecto de ley de los Senadores Guillermo Jenefes, Miguel A. Pichetto y Jorge M. Capitanich,
pág. 1095, Antecedentes Parlamentarios, Tomo 2004-B, La Ley)”.
“De esta manera, la ausencia de los comprobantes que acrediten el origen de los teléfonos
secuestrados, como así también las denuncias de robo que poseen, refuerzan la teoría de su
procedencia ilegítima, encuadrando en la norma aplicada”.
“Conformado entonces que fuera el elemento objetivo del tipo penal endilgado, el hecho de que se
trate de la actividad que los incusos desplegaban en forma habitual, permite interpretar que el
carácter ilícito de la maniobra desplegada no podía escapar de su conocimiento, por lo que
tampoco es posible descartar el dolo en el accionar de los encartados, tal como solicitara el
recurrente”.
C.C.C. Fed. Sala I
15.9.2009
“Cabral”
Causa 43.075
LEY
PENAL.
Ballestero - Freiler - Farah
Reg. 982
APLICACIÓN
DE LA LEY PENAL EN
J. 12 - S. 24
EL ESPACIO.
PRINCIPIO
DE
TERRITORIALIDAD. TERRITORIO NACIONAL. CONCEPTO DE TERRITORIO. MARCAS Y
DESIGNACIONES. LEY 22.362. FINALIDAD DE LA LEY. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO.
“Sosteniendo que el material en cuestión, se encontraba en territorio nacional, no cabe duda de la
aplicación espacial de la ley que protege las marcas registradas. Así, recordando el principio de
territorialidad, podemos citar a Soler, quien sostuvo que el concepto de territorio no debe ser nunca
considerado desde un punto de vista físico o geográfico, sino jurídico. Acertadamente prevalece en
nuestra doctrina nacional…, el criterio de que el concepto de territorio es un concepto jurídico y
que, si bien para determinarlo, en algunos casos resulta necesario recurrir a elementos geográficos
o materiales…lo cierto es que se trata de una noción acuñada por el Derecho y cuya naturaleza e
implicancias son estrictamente políticas y jurídicas” (David Baigún, Eugenio R. Zaffaroni, “Código
Penal y normas complementarias. Análisis doctrinario y Jurisprudencial”, Ed. Hammurabi, Buenos
Aires, 1997, t.1, p. 16, 23). Es decir que analizando este principio, en el marco de lo dispuesto por
el régimen jurídico aduanero, estamos en condiciones de afirmar el supuesto presentado como
hipótesis, es decir que efectivamente el material retenido se encontraba en territorio nacional,
pasible de ser afectado por leyes nacionales”.
“El Derecho de Marcas, en su función de proteger al titular de la misma ha tenido en miras el
interés de los propietarios, dándole la facultad de jus prohibendi en ocasión de que su interés se
vea vulnerado. Así, el derecho del titular de la marca le permite oponerse a la utilización de ésta o
de un signo excesivamente vecino, aplicado a los mismos productos o servicios o a productos o
servicios similares (Luis Eduardo Bertone, Guillermo Cabanellas de las Cuevas, “Derecho de
Marcas”, 2da ed. Ed. Heliasta, Buenos Aires, 2003, t.2, pág. 96)”.
98
Poder Judicial de la Nación
“Para poder determinar cual es la extensión de este derecho protegido por la ley 22.362, debe
tenerse presente la regla de especialidad de la marca. Esta regla, según enseña Bertone,
establece que la marca otorga derechos con relación a los bienes designados en la solicitud de
registro, es decir que la marca no puede proteger indiscriminadamente cualquier producto, sino
aquellos para los que ha sido registrada. Sin embrago esta regla presenta una justificada
excepción: resulta inaplicable cuando las circunstancias reflejan una clara vulneración de los
derechos del titular de la marca, puesto que éste tiene la facultad de oponerse a que terceros usen
un signo idéntico. Esta regla, debe ser interpretada razonablemente, toda vez que extremando este
supuesto, cualquiera de las clases del nomenclador pueden estar íntimamente vinculadas, tal como
se presenta en el caso de estudio”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
10.9.2009
“Amanfren S.A.”
Causa 43.114
Reg. 970
J. 8 - S. 16
MARCAS Y DESIGNACIONES. ART. 31 INC. “B” LEY 22.362. REQUISITOS TIPICOS.
“... corresponde señalar que el tipo penal ya mencionado sanciona al que “use una marca
registrada o una designación falsificada, fraudulentamente imitada o perteneciente a un tercero sin
su autorización”, correspondiendo examinar en este caso la tipicidad de la conducta en relación al
USO OFICIAL
último de estos supuestos”.
“El “Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el
Comercio” –A.P.D.I.C.-, aprobado por la ley 24.425, establece en su artículo 16° que “el titular de
una marca de fábrica o de comercio registrada gozará del derecho exclusivo de impedir que
cualesquiera terceros, sin su consentimiento, utilicen en el curso de operaciones comerciales
signos idénticos o similares para bienes o servicios que sean idénticos o similares a aquellos para
los que se ha registrado la marca, cuando ese uso dé lugar a probabilidad de confusión”.
“En la misma dirección, la doctrina ha sostenido que “el denominador común de todo acto violatorio
es la confusión: si hay posibilidad de confusión hay violación de exclusividad. La confusión
comprende todo acto que permita crear en la mente del consumidor una asociación de cualquier
índole entre la marca registrada y la usada indebidamente” (conf. Cabanellas de las Cuevas, “El
uso atípico de la marca ajena”, publicado en Temas de Derecho Industrial y de Competencia, pág.
39)”.
“En supuestos como el sub examine, se ha dicho que tal probabilidad se traduce en la de inducir al
consumidor a la errónea creencia de que existe alguna relación entre el vendedor y el titular de la
registración (conf. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, Sala III, causa
n° 2.820/92 “Matafuegos Drago S.A. c/ Matafuegos Alsina s/ cese de uso de marcas”, del 29/04/96
y de la Sala I de esta Cámara, causa n° 42.078 “Sprayette S.A. s/sobreseimiento”, reg. n° 185 del
10/03/09 y sus citas)”.
“A su vez, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea tuvo oportunidad de pronunciarse en
similar sentido, en un caso donde examinó los alcances del artículo 5.1.a) de la Directiva
89/104/CEE, el cual consagra que “La marca registrada confiere a su titular un derecho exclusivo.
El titular estará facultado a prohibir a cualquier tercero el uso, sin su consentimiento, en el tráfico
económico (…) de cualquier signo idéntico a la marca para productos o servicios idénticos a
aquéllos para los que la marca esté registrada”.
“En esa ocasión, sostuvo que “los artículos (…) de la Directiva (…) no permiten que el titular de una
marca prohíba a un tercero el uso de su marca para anunciar al público que efectúa la reparación y
el mantenimiento de productos que llevan dicha marca (…) o que está especializado o es
especialista en la venta o en la reparación y mantenimiento de dichos productos, a menos que se
99
utilice la marca de tal forma que pueda dar la impresión de que existe un vínculo entre la empresa
tercera y el titular de la marca y, en particular, de que la empresa del comerciante pertenece a la
red de distribución del titular de la marca o de que existe una relación especial entre ambas
empresas” (Sentencia en autos “Bayerische Motorewerke AG (BMW) y BMW Nederland BV,
22/02/99)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
22.9.2009
“Talamona”
Causa 28.049
Reg. 30.402
J. 5 - S. 9
MARCAS Y DESIGNACIONES. ART. 31 INC. “D” LEY 22.362 BIEN JURÍDICO TUTELADO.
PRODUCTOS DE BAJA CALIDAD. AUSENCIA DE POTENCIAL CONFUSIÓN EN EL PÚBLICO.
ATIPICIDAD.
“Este Tribunal ha afirmado -desde antaño- que no existe afectación o amenaza hacia el bien
jurídico tutelado por la ley 22.362 en los casos en que la baja calidad y ciertas circunstancias en
que son incautados los productos (comúnmente en la vía pública y aun precio claramente inferior al
del mercado), tornan inidónea a la comercialización cuestionada para causar confusión en el
público consumidor (conf. causa n° 5.831 “Cuenca Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89; causa n°
18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298 “Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del
2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n° 20.728 “Balmaceda”, reg.
n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n° 23.485 del 15/03/05; causa n° 22.001
“Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa n° 23.046 “Corrado”, reg. n° 24.326 del
18/10/05; entre muchas otras)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Mas recientemente, se resaltó que tal exégesis deriva necesariamente de la propia letra del
artículo 31, inciso “d” de la normativa citada pues tanto la falsificación como la imitación fraudulenta
exigen en su literalidad la potencial confusión en el público acerca de la originalidad de un
producto. De hecho, tal como surge de la exposición de motivos de la ley en trato, la asunción por
parte del Estado de la acción penal pública estuvo justificada por la necesidad de dinamizar el
anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que se persigue una verdadera
falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública” (Del voto de los
Dres. Cattani e Irurzun).
“De tal manera, encuadrar una conducta en esta figura habiéndose descartado tal posibilidad y
bajo el argumento de que aquella busca proteger -separadamente- al titular marcario y al público
consumidor, implica excederse del tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de
legalidad (causa n° 27.246 “Sosa, Gabriel Antonio s/ procesamiento y embargo”, reg. n° 29.917 del
26/05/09, y causa n° 27920 “Barrera Claudio Oscar s/procesamiento” reg. n° 30.059 del 23/6/09).”
(Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“He sostenido que “...Ante este tipo de supuestos, iniciados por prevención policial y donde no
existe querellante, la afectación o potencial afectación al bien jurídico protegido por la norma,
entonces, debe traducirse en la posibilidad concreta de engaño al público consumidor. Si este
fuese desechado, la conducta perseguida debe reunir una serie de características que hagan
presumir un perjuicio hacia el titular de la marca -aún frente a su pasividad- vale decir, dimensiones
considerables, giro comercial importante y efectos negativos apreciables. Solo bajo estas
circunstancias se supera el umbral constitucional que resulta del principio de lesividad (...) y la
persecución penal se hace viable, pues aparece el ´fin´ que justifica y da sentido a la injerencia
penal en la libertad de acción del individuo (Sala I de esta Cámara, causa n° 41.065 “Berardi”, reg.
n° 101 del 14/02/08 y su cita)” (Del voto del Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
100
Cattani - Irurzun - Farah
Poder Judicial de la Nación
22.9.2009
“López Cabrera”
Causa 28.205
Reg. 30.400
J. 4 - S. 7
PLAZO RAZONABLE. PRESCRIPCIÓN. RELACIÓN ENTRE LA GARANTÍA Y EL MECANISMO
JURÍDICO EN CUESTIÓN.
“No resulta en una conclusión novedosa el reconocer el estrecho vínculo que liga el mecanismo
jurídico de la prescripción de la acción penal con el derecho a una razonable duración del proceso,
al punto de que entre ellos existe una genuina relación instrumental, donde uno no es sino el canal
de expresión del otro”.
“Desde antiguos precedentes la Corte Suprema claramente reveló esta conexión al destacar que el
derecho del imputado a que se ponga fin a la situación de indefinición que supone el enjuiciamiento
penal puede encontrar tutela en la prescripción de la acción (CSJN, entre otros, Fallos 312:2075,
322:360, disidencia de los Dres. Petracchi y Boggiano, 327:327, 330:3640)”.
“Ahora bien, pese a que reiteradamente se sostenga que el derecho a ser juzgado sin dilaciones
indebidas no puede traducirse en un determinado número de días, meses o años, si lo que se
debate es la aplicación de una garantía que reposa sobre una cuestión temporal, la apelación a
plazos y fechas se impone en una obligada referencia”.
“Un mismo período de tiempo, que en un caso puede implicar una afrenta a ese elemental
USO OFICIAL
principio, es posible que, al interior de otro contexto, resulte todavía prudente. De hecho, es ese
uno de los primordiales motivos por los cuales el derecho a ser juzgado en un plazo razonable
carezca de una única y pétrea especificación, debiendo depender, entre otros aspectos, de la
complejidad de la cuestión a resolver”.
“En consecuencia, en la medida en que los meses o años se expresen en términos absolutos
ninguna pauta habrán de conferir para los cálculos que exige desarrollar esta garantía. Por el
contrario, sólo en el contraste con los hechos concretos que se juzgan es que habrá de poder
evaluarse su genuina manifestación”.
“La prescripción, según el juego armónico de las normas que la regulan, se nutre para su vigor de
cuestiones que hacen a la misma gravedad de los delitos que se investigan, en el marco de una
relación de naturaleza directamente proporcional. Sus plazos no son sino un reflejo de aquellos
que cada norma punitiva establece como sanción, con lo cual la misma decisión de política criminal
que llevó a establecerlos es la que se reproduce al momento de definir el tiempo durante el cual se
desarrollarán los esfuerzos para reprimir las conductas que en aquellas se subsumen”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
17.9.2009
“Recio”
Causa 42.713
Reg. 1009
QUERELLANTE.
PRETENSO
QUERELLANTE.
J. 5 - S. 10
FACULTADES.
APELACIÓN
DEL
SOBRESEIMIENTO. PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD. PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN.
“... el art. 337 del C.P.P.N. prescribe que el querellante y no quien pretende asumir tal calidad,
cuenta con legitimación para apelar el sobreseimiento –más allá del Ministerio Público Fiscal, el
imputado y sus defensores-. Ello, a diferencia
del art. 180 C.P.P.N. “in fine”, que admite la
apelación del pretenso querellante respecto del archivo de las actuaciones por inexistencia de
delito o por no poderse proceder” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah).
“En este orden de ideas, no es menor tener en cuenta los diferentes efectos y estadios del
procedimiento a los que se refieren las resoluciones comprendidas por las disposiciones citadas.
En el primer caso, se trata de una decisión que cierra definitivamente la factibilidad de una
pretensión punitiva –sea pública, sea privada-; en el segundo, el archivo no hace cosa juzgada
101
material y permite, en caso de virar las razones que lo motivaron, reabrir la pretensión” (Del voto de
los Dres. Freiler y Farah).
“La admisión en el primer caso de una apelación por parte de quien no ventiló hasta ese momento
su pretensión punitiva, implicaría someter al justiciable a una nueva persecución, aun cuando
pretensa presentarse a esta última, atendiendo a la falta de firmeza del sobreseimiento, como una
mera extensión de la originaria. Así, el imputado quedaría atrapado en una situación de
incertidumbre ante la eventualidad de que quien no lo persiguió, intente hacerlo ante el desinterés
de quien lo hizo primariamente” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah).
“Los principios de progresividad y preclusión, según los cuales no es posible retrotraer el proceso
hacia etapas cumplidas válidamente –de modo de garantizar un enjuiciamiento en plazo razonable, vienen a aventar estos peligros” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah).
“En esta postura se enrolan quienes sostienen, por ejemplo, la presentación del pretenso
querellante una vez corrida la vista del art. 346 C.P.P.N., provoca la pérdida de los derechos
procesales concernientes al acto precluido –vgr. recurrir el sobresimiento pedido por el fiscal y
decretado por el juez o, presentar el requerimiento con motivo de la nueva vista dispuesta al
cumplirse la prueba complementaria requerida por el acusador público- (cfr. Navarro, Guillermo y
Daray, Roberto, “La Querella”, Din Editora, Buenos Aires, 1999, ps. 131/132)” (Del voto de los
Dres. Freiler y Farah).
“En el mismo sentido se ha expedido la Sala en un supuesto en que se discutía si la querella podía
presentar un nuevo requerimiento de elevación a juicio ante la anulación del anterior. Sostuvimos
que aceptar esa posibilidad provocaría que, por defectos exclusivamente atribuibles al acusador
particular, el imputado se viera expuesto a un disímil trato procesal en violación al principio de
igualdad de armas; y que la querella contara con un plazo sine die para promover la acusación, lo
cual conllevaría a prolongar la incertidumbre del Justiciable. Se concluyó que, declarada la nulidad
del requerimiento de elevación a juicio formulado por la querella, correspondía dar por decaído el
derecho de producirlo nuevamente por tratarse de un acto precluído, al haber transcurrido el plazo
del art. 346 C.P.P.N. (cfr. c/n° 41.549, “Luparia, Juan Bautista s/ nulidad”, rta. el 9/9/08, reg. N°
1024)” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah).
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
17.9.2009
“Benadon”
Causa 43.506
Reg. 1004
J. 2 - S. 3
RECURSO DE REPOSICIÓN. SUPUESTOS EN LO QUE RESULTA PROCEDENTE.
El recurso de reposición “... procede contra resoluciones dictadas sin sustanciación, por lo que se
ha señalado que es útil para atacar las providencias de mero trámite y los autos interlocutorios
simples que no deciden el punto apelado (D´Albora, F. “Código Procesal Penal de la Nación”, pág.
826, Ed. Abeledo Perrot)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
15.9.2009
“Sr. Fiscal”
Causa 43.327
SUSPENSIÓN
Reg. 987
DEL
JUICIO
A
PRUEBA.
FUNCIONARIO
J. 5 - S. 10
PÚBLICO.
PROCEDENCIA.
IGUALDAD ANTE LA LEY. ART. 16 CONSTITUCIÓN NACIONAL.
“lo relevante para que cobre virtualidad el mencionado impedimento procesal no es el estatus
funcional del implicado al tiempo de sucederse el hecho delictivo, sino la relación entre el
acontecimiento ilícito y la actividad que el agente despliega desde su ámbito de competencia y en
representación del poder público estatal. Ello, habida cuenta que “(...) si sólo se pretendiera ser
102
Poder Judicial de la Nación
más riguroso con los funcionarios por el mero hecho de ser tales, debería excluirse la posibilidad
de suspensión sólo por revestir tal calidad,(...)”(Código Penal y normas complementarias. Análisis
doctrinario y jurisprudencial, dirigido por Eugenio R. Zaffaroni y David Baigún, Tomo 2, Editorial
Hammurabi, Buenos Aires, pag. 830, comentario de Gustavo L. Vitale al art. 76 bis del CPPN, el
destacado nos pertenece)”.
“A partir de la óptica propuesta, debe entenderse que la disposición del párrafo 7° del art. 76 bis del
CP determina que no podrá suspenderse el proceso a prueba en favor del imputado estrictamente
cuando se compruebe que, en representación de la voluntad del Estado, intervino en el delito a
través de un ejercicio abusivo de las funciones públicas que le fueron confiadas, valiéndose de su
posición especial para lograr su cometido ilícito (ver en el mismo sentido, Olazábal, Julio D.,
“Suspensión del proceso a prueba”, Editorial Astrea, Buenos Aires, Año 1994)”.
“Es importante destacar que la compatibilidad de la prohibición estudiada con la normativa
constitucional, puntualmente con el derecho de igualdad ante la ley (art. 16 CN), reposa sobre la
interpretación que aquí es defendida, pues es esta intelección la que permite poner en evidencia de
un modo palmario la disimilitud entre la situación de los funcionarios públicos y la del resto de los
ciudadanos”.
“En virtud de esta concepción, la operatividad del obstáculo legal se encontrará justificada siempre
que se acredite un nexo entre la función que le ha sido confiada al imputado en representación del
USO OFICIAL
Estado y el ilícito que se sospecha ha cometido, pues precisamente es dicha acción, traducida en
un abuso funcional, la que en definitiva cobra virtualidad para amenazar la transparencia de la
Administración Pública, valor que intentó ser protegido normativamente y que motivó el tratamiento
diferenciado instaurado en el párrafo 7º del art. 76 bis del CP para esta categoría de individuos que
se encuentran en una posición especial de responsabilidad”.
“Esta exégesis, por otro lado, está guiada por el principio “pro homine”, que impone privilegiar la
interpretación legal que más derechos acuerde al ser humano frente al poder estatal (CSJN,
A.2186.XLI, “Acosta, Alejandro Esteban s/inf. Art. 14, 1° párrafo, Ley 23.737”, c/n°28/05, rta:
23/04/08)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
3.9.2009
“Del Valle”
Causa 42.562
Reg. 922
J. 5 - S. 9
ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO.
REQUISITOS TÍPICOS
“Entienden los suscriptos que a fin de decidir el caso en estudio debe tenerse presente que “La
circunstancia que, fundamentalmente, confiere contenido ilícito a las conductas que se incluyen en
este tipo penal radica en su aspecto subjetivo, pues es aquí donde se exhibirá el carácter abusivo o
arbitrario de las acciones del tipo objetivo… [Así] se ha sostenido que este delito requiere ser
cometido maliciosamente, es decir, a sabiendas de la contrariedad del acto o la omisión con la
Constitución o la ley” (D´Alessio, Andrés J., “Código Penal -comentado y anotado- Parte Especial
arts.79 a 306”, La Ley, Buenos Aires, 2004, p.796/7).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
14.10.2009
“Cirielli”
Causa 27.896
Reg. 30.501
J. 1 - S. 1
ACCIÓN PENAL. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN. CONDUCTA QUE PUEDE ENCUADRARSE
EN UNO O MÁS DELITOS. CALIFICACIÓN LEGAL QUE SE CONSIDERA AL MOMENTO DE
EVALUAR LA VIGENCIA DE LA ACCIÓN.
103
“... debe recordarse la posición jurisprudencial que entiende que si la acción imputada puede
configurar prima facie un delito u otro debe estarse al de mayor gravedad en el incidente de
prescripción, sin perjuicio que al tiempo del pronunciamiento definitivo se concluya en una
significación jurídica más benigna, declarándose entonces, y recién allí, la prescripción de la acción
luego del debate en donde las partes hayan tenido oportunidad de probar y alegar sobre las
características del suceso para darle uno u otro encasillamiento legal (ver en tal sentido, de la
C.N.C.P., Sala II, causa 994 “D´Ortona” reg. n° 1515, del 10/7/97, causa n° 1027 “Gutiérrez”, reg.
n° 1516 del 10/7/97, causa n° 1230 “Imexar” reg n° 1640 del 9/10/97, de la Sala III, causa n° 2277
“Weinstein”, reg. n° 175 del 10/4/00, causa n° 3309, “Saksida”, reg. n° 305 del 21/5/01, entre
muchas otras; y de esta Cámara, Sala II, causa n° 27.672 “Lifschitz”, reg. n° 29.897 del 21/5/09)”
(Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
22.10.2009
“Royo”
Causa 27.935
Reg. 30.542
J. 1 - S. 1
AUTO DE PROCESAMIENTO. EXIGENCIAS PARA DICTAR DICHO TEMPERAMENTO.
“dada la naturaleza preparatoria de esta etapa instructoria, para emitir un auto de procesamiento
basta con que, coexistiendo elementos positivos y negativos, los primeros sean superiores en
fuerza conviccional a los segundos y preponderantes desde el punto de vista de su calidad para
proporcionar conocimiento (Cafferata Nores, José “La Prueba en el Proceso Penal -con especial
referencia a la ley 23.984-, 3° edición, Depalma, 1998, pag.9, citado por esta Sala en causa n°
27.806 “Mossoto” reg. n° 29.970 del 4/6/09)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
6.10.2009
“Rausin”
Causa 27.957
Reg. 30.471
J. 11 - S. 21
COMPETENCIA. FUERO FEDERAL. INCOMPETENCIA. AUSENCIA DE AFECTACIÓN A
INTERESES FEDERALES
“Conforme las previsiones del artículo 33 del ordenamiento ritual, el fuero de excepción surge
cuando se vincula a un interés nacional que lo justifique y en la especie no se verifica vulneración
de normas federales, el Estado Nacional no es parte ni sus rentas han sido lesionadas”.
“En este sentido, nuestro más Alto Tribunal ha sostenido que “la sola circunstancia de que un
hecho se produzca dentro del perímetro reservado exclusivamente al Estado nacional no basta
para reputarlo sujeto a la competencia federal, ya que para que ello ocurra es preciso que se hayan
afectado intereses federales o la prestación del servicio del establecimiento nacional Fallos323:2213 y 326:4598-”(Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte
Suprema en C.1270.XLII “Pereyra, Mónica s/denuncia” del 2/10/07)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
26.10.2009
“NN s/competencia”
Causa 28.400
Reg. 30.545
J. 12 - S. 23
COOPERACIÓN EN MATERIA PENAL. LEY 26.139. CONVENCIÓN INTERAMERICANA SOBRE
ASISTENCIA MUTUA EN MATERIA PENAL. OBJETO Y ALCANCE. MEDIDAS CAUTELARES.
MULTA. COMISO DE BIENES. EXTRADICIÓN. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DERECHO
DE DEFENSA. EJECUCIÓN DE CONDENA.
104
Poder Judicial de la Nación
“Los arts. 1 y 2 de la ley 26.139 –que aprueba la Convención Interamericana Sobre Asistencia
Mutua en Materia Penal- señalan el objeto y alcance del compromiso internacional. Así, éste se
ciñe a prestar asistencia mutua en materia penal, es decir, en investigaciones, juicios y actuaciones
en materia penal referentes a delitos cuyo conocimiento sea de competencia del Estado requirente
al momento de solicitarse la asistencia. Sin embargo, se aclara expresamente que la Convención
no faculta a un Estado Parte para emprender en el territorio de otro Estado Parte el ejercicio de la
jurisdicción ni el desempeño de funciones reservadas exclusivamente a las autoridades de la otra
Parte por su legislación interna”.
“A nuestro entender, este señalamiento no resulta menor pues de conformidad con la interpretación
que desarrollaremos, él se ve reflejado en la clara diferenciación que se realiza respecto de las
medidas cautelares que habilita la Convención (art. 7) con otras medidas de menor injerencia en
derechos individuales, tanto en lo atinente al grado de compromiso como al derecho aplicable. En
efecto, subyace a esta distinción, según nuestra opinión, una comprensión de las medidas
cautelares como actos de imperium –más allá de que se establezcan en cumplimiento de un
pedido de ayuda en materia penal-y como tales, correspondientes a la jurisdicción del Estado
requerido; lo cual exige, a su vez, el respeto del derecho interno y en especial, de las garantías
constitucionales que protegen al justiciable”.
“En efecto, según el art. 5, la asistencia se prestará aunque el hecho que la origine no sea punible
USO OFICIAL
según la legislación del Estado requerido –es decir que, a diferencia de lo estipulado en materia de
extradición, no se exige la doble incriminación-. Sin embargo, en la misma disposición se exceptúa
este principio -aunque mediante una cláusula potestativa- cuando la solicitud de asistencia se
refiera precisamente al embargo y secuestro de bienes (apartado a) o a las inspecciones e
incautaciones, incluidos registros domiciliarios y allanamientos (b). En estos casos, “el Estado
requerido podrá no prestar la asistencia si el hecho que origina la solicitud no fuera punible
conforme a su ley”.
“Ahora bien, en cuanto al trámite específico de este tipo de medidas, el art. 13 establece, en lo
atinente a registro, embargo, secuestro y entrega de objetos, que el Estado requerido cumplirá con
la solicitud si la autoridad competente determina que ella contiene la información que justifique la
medida propuesta y que dicha medida “…se someterá a la ley procesal y sustantiva del Estado
requerido…”. En cuanto a las medidas de aseguramiento de bienes, se acuerda en el art. 14 que la
autoridad central de una de las partes podrá comunicar a la autoridad central de la otra parte la
información que posea sobre la existencia en el territorio de esta última, de los ingresos, frutos o
instrumentos de un delito. Por su parte, en el artículo 15 y en lo que respecta a las medidas de
aseguramiento de estos objetos, se aclara que si bien las partes se prestarán asistencia mutua, lo
harán en la medida permitida por sus leyes”.
“En esta misma línea de ideas, más allá de la amplitud en materia de
cooperación internacional e incluso ante el pedido de una medida de menor injerencia que la que
aquí nos ocupa, este Tribunal, en anterior composición, tuvo en cuenta precisamente el grado de
intromisión de la diligencia en los derechos individuales como parámetro del celo que ha guardarse
en materia de garantías constitucionales a la hora de asistir a un Estado en materia penal. Allí se
dijo que: “…Así como una eventual extradición no puede ser procedente cuando la persona
reclamada ha sido juzgada en la Argentina (art. 11, inc. b de la ley 24.767) cualquier respuesta a
una solicitud de asistencia acerca de la investigación de hechos ya posiblemente juzgados en
nuestro país, máxime cuando se trate de una declaración del imputado, deben extremarse los
recaudos de conocimiento acerca del proceso en el país requirente…aún con la amplitud que rige la
materia de cooperación internacional. No debe obviarse que el art. 73 de la ley 24.767 expresa que
el país requerido dará curso a la petición ´siempre que no se vulneren garantías
constitucionales´…” (cfr. CFed., Sala I, c/n° 33.848, “Ulibarry”, rta. el 12/3/02, reg. N° 176)”.
105
“... en términos generales, las medidas cautelares se ordenan con el fin de asegurar el derecho de
alguna de las partes y la eficacia de la sentencia definitiva. Una de las características que presentan
las medidas cautelares es su provisionalidad, dado que subsisten mientras duren las causas que
generaron su disposición. Si éstas desaparecen, la medida cautelar pierde razón de ser y puede
pedirse su levantamiento (vid. art. 202 C.P.C.C.N)”.
“Ahora bien, en el marco de un proceso penal, más allá de las necesidades probatorias, el
aseguramiento de bienes se dirige, por una parte, a garantizar la actuación de la ley material en
caso de que recaiga una condena –para hacer frente, por ejemplo, al comiso (pena accesoria a la
condena) y a la pena de multa (principal o accesoria, según el caso) y, por la otra, a asegurar el
pago de las costas, así como una eventual indemnización civil (vid. arts. 231 y 518 C.P.P.N.)”.
“Sin embargo, tanto la multa como el comiso constituyen penas. En cuanto al comiso de bienes que consiste en la pérdida en favor del Estado de los instrumentos del delito (instrumenta sceleris)
y de los efectos provenientes del delito (producta sceleris)-, se ha sostenido que aquél no procede
cuando los instrumentos o efectos pertenecen a terceros no responsables. “…Como señala Núñez,
se trata de una pena para los condenados como participantes del delito cualquiera sea la especie
de esa participación. En cambio, si se tratase de instrumentos o efectos que pertenecen a un
supuesto partícipe, aún no declarado como tal por sentencia firme, la condena recaída para otro no
apareja decomiso…” (cfr. “Código Penal y Normas Complementarias. Analisis Doctrinario y
Jurisprudencial”, David Baigún y Eugenio Zaffaroni, Tomo 1, Parte General, Ed. Hammurabi, p.
311)”.
“En esta sintonía, la ley N° 24.767 expresa, en materia de extradición, que no será concedida
cuando la condena se hubiese dictado en rebeldía y el Estado requirente no diese seguridades de
que el caso se reabriría para oír al condenado, permitirle el derecho de defensa y dictar en
consecuencia una nueva condena -previsión que ha provocado amplias discusiones doctrinales,
con reflejo en el más alto Tribunal, inclusive con antelación a la vigencia de la ley 24.767 (“El orden
público internacional argentino, enriquecido a la luz de los principios contenidos en los tratados de
derechos humanos que gozan de jerarquía constitucional, continua reaccionando frente a una
condena criminal extranjera dictada ´in absentia´” –cfr. CSJN, Fallos: 323:3699, 21/11/00-)-“.
“A su vez, en su parte III, dicha ley establece que en materia de ejecución de condenas,
específicamente de multa o de decomiso de bienes, se procederá a la ejecución a solicitud del
tribunal extranjero que la dictó, siempre y cuando el condenado hubiese sido personalmente citado
y se haya garantizado su defensa”.
“En función de todas estas consideraciones, más allá de la amplitud que rige en materia de
entreayuda internacional; así como de su aparente independencia con el trámite de extradición,
entendemos que en los supuestos de medidas cautelares y de otras diligencias que, por injerencia,
comprometan derechos individuales, el acto requerido ha de practicarse según el derecho
sustantivo y adjetivo del país que ejercerá su jurisdicción –es decir, del requerido-, con respecto de
las garantías constitucionales del titular de los derechos cuya restricción se solicita”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
6.10.2009
“Escudero”
Causa 43.416
Reg. 1099
J. 7 - S. 14
DELITOS CONTRA LA SALUD PÚBLICA. ENVENENAMIENTO O ADULTERACIÓN DE AGUAS
POTABLES O ALIMENTOS O MEDICINAS. ART. 200 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. VENTA,
ENTREGA O DISTRIBUCIÓN DE MEDICAMENTOS O MERCADERÍAS PELIGROSAS PARA LA
SALUD.
106
ART.
201
C.P.
REQUISITOS
TÍPICOS.
DOCUMENTOS.
FALSIFICACIÓN.
Poder Judicial de la Nación
CONSERVACIÓN DE MATERIAS PRIMAS O INSTRUMENTOS DESTINADOS A COMETER
FALSIFICACIONES. ART. 299 C.P.
Respecto de la figura legal prevista en el artículo 200 del Código Penal de la Nación, “Las acciones
que conforman el núcleo del tipo objetivo consisten en envenenar -agregar “a la sustancia otra, de
suyo tóxica o que se vuelve tóxica al mezclarse con aquella… hacer venenosa la sustancia…”-, o
adulterar -cambiar “(agregando o quitando) las calidades de la sustancia, menoscabando sus
propiedades para su utilización por el hombre”- (Creus, Carlos, “Derecho Penal, parte especial”,
Buenos Aires, 1999, tomo 2, pág. 65)”.
“Constituyen el objeto material del delito las aguas potables y las sustancias alimenticias o
medicinales, debiendo entenderse por éstas últimas, “aquellas sustancias destinadas a combatir
las enfermedades, sus causas o sus efectos” (Donna, Edgardo Alberto, “Derecho Penal, parte
especial”, tomo II-C, Santa Fe, 2002, pág. 210). En el mismo sentido, se ha precisado que
“Medicinal es toda sustancia que puede producir efecto preventivo o curativo, cualquiera sea el
modo como se la suministre o se la emplee” (Fontán Balestra, Carlos, “Tratado de Derecho Penal,
parte especial”, tomo VI, Buenos Aires, 2003, pág. 308)”.
“El análisis del tipo penal en cuestión permite advertir que ambas acciones presuponen la
preexistencia de una sustancia determinada genuina, cuyas cualidades particulares serán
alteradas, ya sea convirtiéndola en tóxica, o bien deteriorando sus propiedades”.
USO OFICIAL
Mediante el art. 201 del C.P. “… se tipifica la conducta de quien, de acuerdo a alguna de las
modalidades indicadas en el texto legal, pone al alcance de un número indeterminado de personas
las mercaderías peligrosas para la salud”.
“En lo concerniente al objeto material, resulta más amplio que el delito analizado precedentemente,
toda vez que se refiere no sólo a medicamentos, sino también a mercaderías, en cuyo concepto se
hayan comprendidos, tal como surge del artículo 77 del Código Penal de la Nación, “toda clase de
efectos susceptibles de expendio”.
“Si bien no es necesario que se trate de productos envenenados o adulterados, éstos deben ser
idóneos para dañar la salud del público en general por cualquier circunstancia, ya sea que el
carácter nocivo resulte de una característica esencial de la sustancia misma, o bien que éste haya
nacido por el transcurso del tiempo, o por las condiciones de su almacenamiento”.
“Al estudiar este requisito, Creus y Donna coinciden en cuanto a que no basta con la falta de
calidad del objeto para su finalidad, es decir, el medicamento que carece de las cualidades
curativas que se le atribuyen (Creus, op. cit., pág. 73 y Donna, op. cit., pág. 219), opinión que debe aclararse- no es pacífica en la doctrina ni en la jurisprudencia. Por su parte, Soler sostiene
que “la peligrosidad debe fincar, naturalmente, en el empleo de la mercadería de acuerdo al uso al
cual es3tá destinada” (“Derecho Penal Argentino”, Buenos Aires, 1988, Tomo IV, pág. 657). Fontán
Balestra considera que no es -posible establecer pautas abstractas al respecto, sino que deberá
determinarse, en cada caso concreto, si el peligro exigido por el tipo se ha configurado o no (op.
cit., pág. 341)”.
“Pero, se exige, además, como un elemento subjetivo específico, la disimulación del carácter
nocivo, lo que presupone el conocimiento del autor de la característica dañosa del elemento, y
demanda una actividad exterior tendiente a ocultarla, que debe haber conseguido provocar, en el
tercero adquirente, un error referido a tales particularidades”.
Respecto del art. 299 del C.P. “…se ha dicho que “por materia se debe entender toda sustancia
que pueda servir para la falsificación, como tintas, papel, metales, etc. Instrumento es el ingenio o
máquina, en cuanto piezas combinadas adecuadamente para la finalidad expresada por la ley, o la
pieza única que puede aplicarse a ella” (D´Alessio, Andrés José, Código Penal. Comentado y
Anotado, ed. La Ley, Bs. As., 2004, p. 1003). Completan dicho concepto las precisiones de Creus,
en cuanto a que los elementos “tienen que ser conocidamente destinados a cometer algunas de las
107
falsificaciones legisladas en el título, lo cual implica una destinación objetiva de los objetos a la
falsificación.... el objeto mismo, por su propia naturaleza, tiene que ser materia o instrumento para
falsificar, a cuya característica hay que agregar lo notorio de ese destino” (Creus, Carlos, Derecho
Penal. Parte Especial. Tomo II, Ed. Astrea, Bs. As., 1999, p. 476)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
29.10.2009
“Cocca”
Causa 43.380
Reg. 1194
DELITOS
DE
TENENCIA.
REQUISITOS
J. 5 - S. 9
PARA
ACREDITAR
LA
TENENCIA.
ESTUPEFACIENTES. TENENCIA DE MATERIAL ESTUPEFACIENTE.
“...resulta de aplicación al caso la doctrina de este Tribunal, que fuera aplicada en numerosas
causas que comparten aristas similares a la presente, en tanto que: “los delitos de tenencia, como
tipificación de peligro abstracto, exigen una rigurosa conexión fáctica de disponibilidad entre el
sujeto y la cosa, sin la cual no resulta posible formular un juicio de reproche. Por ello, no
advirtiéndose de las constancias incorporadas a la causa quien de los sujetos tenía y
posteriormente, arrojó la sustancia estupefaciente secuestrada, extremo que impide afirmar que
alguno de los imputados fuera tenedor de ella y sin posibilidad de determinarlo, no es posible
mantener imputación alguna. Es que, no habiéndose determinado que la disponibilidad de la
sustancia estupefaciente haya existido en forma efectiva por parte de los imputados, no puede
sostenerse que haya existido vinculación alguna entre la situación de peligro verificada por el
hallazgo del material estupefaciente y los sospechosos, pues, la lesión al bien jurídico separada de
la conducta humana no puede constituir el ilícito, porque justamente lo que constituye la lesión del
bien jurídico es la conducta humana” -Conf. Cn° 32.268, “Huamomnchumo, Jorge y otros”, rta. el
14/9/02, reg. Nro. 865; “Cantilo, María s/inf. Ley 23.737”, rta. el 22/5/95, reg. Nro. 234-”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
1.10.2009
“Rucker”
Causa 42.983
Reg. 1071
J. 5 - S. 9
DENUNCIA. REQUISITOS FORMALES. EXPOSICIÓN CLARA DEL HECHO DENUNCIADO.
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
“El acontecimiento que se da a conocer mediante la denuncia, para dar paso al ejercicio de la
acción penal, debe ser concreto. De otro modo, el fiscal se encuentra impedido de formular un
requerimiento de instrucción con las exigencias que prevé el art. 188 último párrafo inciso 2° del
CPP”.
“La exposición clara del hecho resulta ser -en razón del principio de congruencia- el requisito
esencial para establecer los límites a los que debe ceñirse la instrucción y posibilitar de ese modo
la legal iniciación de la investigación ante la imposibilidad del órgano jurisdiccional de actuar
oficiosamente (arts. 176 y 188, inciso 2° del tercer párrafo, del código adjetivo. Jorge Clariá
Olmedo “La denuncia”, JA, Doctrina, 1971 - 375. Guillermo Navarro - Roberto Daray “Código
Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial”, tomo I, págs. 440 y 480/2, ed.
Ammurabi, Buenos Aires, 2.004. Francisco D´Albora “Código Procesal Penal de la Nación.
Anotado. Comentado. Concordado”, págs. 284/5 y 322/4, ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires,
2.009).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
6.10.2009
“Sarwer”
Causa 27.866
Reg. 30.469
108
J. 8 - S. 15
Poder Judicial de la Nación
DETENCIÓN. REQUISA. REQUISA PERSONAL. REQUISITOS PARA SU VALIDEZ. NULIDAD.
PROCEDENCIA. AUSENCIA DE CIRCUNSTANCIAS OBJETIVAS PREVIAS QUE LEGITIMEN EL
ACCIONAR POLICIAL.
“En reiteradas ocasiones esta Sala ha señalado que para comprobar la razonabilidad del acto
gubernamental plasmado en el juicio del preventor es necesario que éste identifique y describa
cuáles fueron las circunstancias objetivas que lo llevaron a presumir que estaba ante la inminencia
de la comisión de un hecho ilícito. Sólo dicha fundamentación expresa en la constancia que
documente su actuar podrá servir para el ineludible control jurisdiccional de razonabilidad en casos
en los que se ha actuado en excepción a la regla que exige la orden judicial. De lo contrario, la
sospecha quedaría librada pura y exclusivamente al terreno de la subjetividad de los funcionarios
policiales (vid “Amaya”, C. 39.850, rta. 22/11/07, reg. 1386; “Silverizzo”, C. 39.912, rta. 3/7/07, reg.
696; “Cipolatti”, C. 36.989, rta. 7/6/05, reg. 571; y “Sidero”, C. 37.727, rta. 29/6/05, reg. 640, entre
muchas otras)”.
“En el caso, la vaga referencia a que ante el acercamiento del móvil patrullero los masculinos
aminoraron su marcha e intentaron retroceder para finalmente continuar con su caminata, no colma
la exigencia de fundamentación exigida por la normativa vigente que habilita a la fuerza de
USO OFICIAL
seguridad a proceder a la detención de un ciudadano sin orden judicial. En efecto, no pueden
válidamente considerarse indicios vehementes de culpabilidad y peligro inminente de fuga, y
mucho menos flagrancia (art. 284 del Código de forma) apreciables por un observador objetivo”.
“Por otra parte, la alusión a las incongruencias en sus expresiones tampoco pudo válidamente
justificar el proceder a la requisa de los prevenidos (art. 230 bis del mismo código). La vaguedad de
la expresión, lejos de permitir el control jurisdiccional de razonabilidad correspondiente, deja la
sospecha encerrada en el plano de subjetividad de los funcionarios policiales. Recuérdese que la
norma exige la concurrencia de circunstancias previas o concominantes que razonable y
objetivamente permitan justificar dichas medidas (art. 230 bis del Código Procesal Penal de la
Nación), y siempre que haya motivos suficientes para presumir que la persona prevenida oculta
cosas en su cuerpo relacionadas con un delito (art. 230 del mismo código)”.
“En este sentido, no debe perderse de vista que nos encontramos ante delitos de peligro, sin
exteriorización en el medio circundante.
Al respecto, esta Sala, en el precedente “Silverizzo”
citado, ha sostenido que: “…ese no puede ser un pretexto válido para aumentar la injerencia y
superar las barreras reseñadas. Por el contrario, si de por sí no está libre de objeciones esta
categoría delictiva es intolerable que su persecución se consagre desoyendo las exigencias
señaladas”. Sobre todo, teniendo en cuenta que conforme lo expresado por el personal policial
actuante, la detención se encontraba originalmente dirigida a constatar la identidad de los
prevenidos, y ya se los había palpado de armas con resultado negativo”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
6.10.2009
“Rodríguez Escobar”
Causa 43.412
Reg. 1091
J. 7 - S. 13
DOCUMENTOS. SECRETO PROFESIONAL. ABOGADO. CONVERSACIONES ENTRE EL
LETRADO Y SU DEFENDIDO. DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES.
SIMETRÍA CON EL AUTO DE PROCESAMIENTO. CONDICIÓN DE VALIDEZ DE LO ACTUADO.
TENENCIA ILEGÍTIMA DE D.N.I. AJENO. ART. 33 INC. “C” LEY 20.974. REQUISITOS TÍPICOS.
“La Corte Interamericana de Derechos Humanos registra en su historia varios pronunciamientos en
los que tuvo ocasión de destacar la importancia de proteger las comunicaciones que se entablen
109
entre los abogados y sus clientes, como una de las vertientes a través de las cuales se realiza el
fundamental derecho de defensa. En aquellos casos se trataba de supuestos donde los imputados
se hallaban privados de su libertad, donde eran vigilados por los custodios del lugar y donde sus
conversaciones eran oídas. De ahí, la ajustada evocación al numeral 8 de los Principios Básicos
sobre la función de los Abogados que acuerda “…a toda persona arrestada, detenida, o presa…
las oportunidades, tiempo e instalaciones adecuadas para recibir visitas de un abogado,
entrevistarse con él y consultarle, sin demora, interferencia ni censura y en forma plenamente
confidencial” (cfr. CIDH, casos “Suárez Rosero” del 12/11/97 y “Castillo Petruzzi y otros”, del
30/5/99)”.
“No obstante, la necesidad de que se conceda a toda persona inculpada el espacio para
“…comunicarse libre y privadamente con su defensor”
-art. 8.2.d C.A.D.H.- no puede quedar
ceñida a ciertas circunstancias especiales. No es un lugar ni una situación los parámetros que
deben apreciarse para comprender la real dimensión de esta garantía. La confidencialidad entre
cliente y abogado supera esas barreras y se impone en un ámbito que reclama tutela con
independencia de esas particularidades”.
“Es sabido, por constituir un mandato legal que no es sino la recepción práctica de fundamentales
derechos constitucionales, que no puede existir un auto de procesamiento sin la previa concesión
de un espacio para que el imputado pueda brindar su posición acerca de los acontecimientos
históricos que se le atribuyen y de los elementos en los cuales se asientan (art. 307 C.P.P.N.).
Mas, poca gravitación tendría en los hechos tal garantía si ello no exigiera simultáneamente la
obligación de hacer saber al imputado cuáles son esos eventos y esas pruebas que dan razón a su
situación dentro del proceso. La intimación que debe efectuarse en el marco de toda declaración
indagatoria debe “...llenar todas y cada una de las condiciones que sean indispensables para que
el imputado pueda oponer eficazmente sus medios de defensa e impugnar así los medios que la
acusación haya empleado en su contra” (CARRARA, Francesco, Programa de derecho criminal,
Tomo II, Ed. Temis, 3° edición, Colombia, p. 363. En igual sentido ver de esta Sala, y entre otras,
causa nro. 37.945, "Berthier, Enrique J. s/rec. de casación", rta. el 9/03/06; causa nro. 38.414,
"Monsalve, Juan A. s/nulidad”, rta. el 1/03/06, causa nro. 40.308, "Laskowski, Patricia y otros
s/procesamiento", rta. el 21/09/07, reg. nro. 1091; causa nro. 42.683, "De Carlo, Silvia y otros
s/procesamiento", rta. el 30/12/08, reg. Nro. 1629, causa nro. 42.177 “Lequepi Condori, Basilio y
otra s/ procesamiento”, reg. Nro. 1058, rta. el 29/9/09, voto del Dr. Ballestero al que adhirió el Dr.
Freiler)”.
“En consecuencia, si de un confronte entre las actas que ilustran el momento de la indagatoria y el
auto de procesamiento dictado se advierte que esa simetría que debe existir ha sido olvidada, se
habrá resentido la razón que reclama ese perfecto reflejo entre ambos momentos y, por lo tanto, lo
así obrado carecerá de efectos”.
“La sola tenencia, portación o simple posibilidad de acceso a algunos de los documentos
nacionales de identidad descriptos en el inciso c), del artículo 33 de la ley 20.974 resulta suficiente,
y ningún otro elemento requiere, para tener por configurado el delito”.
“No obstante, no ha de desconocerse que los supuestos previstos en la referida figura constituyen
un obrar cuya comisión debe ser conocida por el sujeto”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
22.10.2009
“Perriconi de Matthaeis”
Causa 43.455
Reg. 1156
J. 11 - S. 21
ESTUPEFACIENTES. ALMACENAMIENTO. ART. 5 INC. “C” LEY 23.737. REQUISITOS TÍPICOS
110
Poder Judicial de la Nación
“Con respecto a la figura legal adoptada, este Tribunal considera que, de momento, resulta
adecuada ya que los indicios reunidos hasta el momento en la presente investigación permiten
sospechar fundadamente que B. S. tenía el material estupefaciente en su poder, en la modalidad
de almacenamiento, tal como lo afirma el Sr. Juez de grado de grado en el decisorio recurrido. Ello
teniendo en cuenta principalmente la cantidad de droga incautada –aproximadamente 16 kilos de
marihuana- distribuidos en dieciséis envoltorios cuyos pesajes individuales van desde los 774,16
grs. a los 1279,18 grs., en el interior de la vivienda de donde minutos antes del secuestro se
encontraba el nombrado (conf. causa n° 41452 "Mobilia", Reg. n° 254 del 14/3/2008)”.
“La Corte Suprema de Justicia ha sostenido que "el tipo penal de almacenamiento de
estupefacientes no requiere para su configuración la existencia de un fin o propósito determinado
de tráfico" (conf. CSJN, 10/2/1998 "Mansilla"; LL 1998-C-193; DJ 1998-3-534)”.
“También así lo ha entendido la Cámara Nacional de Casación Penal, al sostener que "el delito de
almacenamiento de estupefacientes no requiere el llamado "dolo de tráfico", pues basta para ello
que se tenga la sustancia prohibida en cantidad considerable o con destino ilegítimo…." (CNCP,
Sala 3°, "Castillo Talma", Reg. n° 41.05.3 de 14/2/2005; "Jiménez Delia", Reg. n° 307 del 9/10/96 y
USO OFICIAL
"Veisaga", Reg. n° 91 del 10/3/94)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
28.10.2009
“Bogado Sanguina”
Causa 43.613
Reg. 1179
J. 4 - S. 8
LEY PENAL. APLICACIÓN DE LA LEY PENAL EN EL ESPACIO. PRINCIPIOS DE APLICACIÓN
DE LA LEY PENAL. ART. 1 C.P. JURISDICCIÓN UNIVERSAL. LUGAR DE COMISIÓN DEL
HECHO. TEORÍA DE LA UBICUIDAD.
“… el código sustantivo recepciona como criterio rector de aplicación de la ley penal en el espacio
el principio de territorialidad, mas –y no a manera de excepción- sostiene también la aplicación de
los principios real o de defensa o de protección de los intereses (art. 1 incisos 1 y 2 del Código
Penal de la Nación), además de completarse el panorama con los principios de jurisdicción
universal y el novedoso, para el derecho penal, principio del domicilio del actor que incorpora el
artículo 3°, inciso “c” de la ley 26.200” (Del voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero
y Farah).
“Esto sin dejar de considerar que en la cúspide normativa se regula el principio de jurisdicción
universal en el artículo 118 de la Constitución Nacional (v. C.S.J.N. M. 2333. XLII. “Mazzeo, Julio
Lilo y otros s/ rec. de casación e inconstitucionalidad”, consid. 35)” (Del voto del Dr. Freiler al cual
adhirieron los Dres. Ballestero y Farah).
“Ahora bien, respecto de la aplicación del principio de territorialidad, un conflicto a resolver es cuál
debe entenderse por el lugar de “comisión” del delito. Al respecto se han ensayado diversos
criterios: el de la voluntad, el del resultado y por último el receptado por nuestra dogmática y
jurisprudencia, el de la ubicuidad” (Del voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y
Farah).
“En relación con el último de los criterios el Ministerio Público Fiscal ante la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, afirmó que “…en los llamados ‘delitos a distancia’, es decir, en todos aquellos
hechos en que los diferentes pasos del iter criminis no se producen en el mismo lugar, la adopción
del criterio de
ubicuidad para establecer el lugar de comisión de los hechos supone como
consecuencia…que el delito deba reputarse cometido tanto en el lugar donde comenzó la
ejecución como en el lugar donde se hubiera consumado (Fallos:313:823 y 321:1226)…”
(Competencia n° 1497.XL, “Moraleja, Christian Néstor s/tentativa de extorsión”)” (Del voto del Dr.
Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah).
111
“Paralelamente, entendió que el criterio de la ubicuidad “… es el más adecuado a las finalidades
perseguidas por el art. 102 [actual 118] de la Constitución Nacional y los arts. 3°, inc. 3°, de la ley
48 y 23, inc. 3° y 36 del Código de Procedimientos en lo Criminal , en cuanto preceptúan que la
competencia territorial se determina por el lugar de comisión del hecho. Sin duda la ratio de tales
disposiciones…consiste en procurar la mejor actuación de la justicia…En consecuencia, no creo
que sea posible descartar, en la materia examinada, el principio conforme en el cual el hecho se
estima cometido en todas las jurisdicciones en las que se ha desarrollado alguna parte de la
acción, y también en el lugar de la verificación del resultado…será preciso que la elección de una
de dichas jurisdicciones se determine atendiendo a las exigencias planteadas por la economía
procesal y la necesidad de favorecer, junto con el buen servicio de la justicia, la defensa de los
imputados…” - el subrayado me pertenece – (v. dictamen del procurador General de la Nación en
Fallos 271:396)” (Del voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah).
“En la doctrina también se han ensayado opiniones similares, como enseña el Procurador en el
último de los dictámenes referidos “… observa Mezger (v. Tratado de Derecho penal, traducción de
José Arturo Rodríguez Muñoz, Madrid, 1935, tomo I, páginas 264 a 268) que lo decisivo para la ley
es el lugar donde se `ha cometido´ la acción. Y ella se entiende cometida, `en tanto no aparezca
evidente lo contrario, en todos los sitios del mundo exterior donde incluso sólo se haya realizado
efectivamente una parte integrante del movimiento corporal que pertenece al tipo o una parte del
correspondiente resultado externo; … (op. cit., página 266)…” (Id., dictamen citado supra)” (Del
voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah).
“Merece destacarse, además, que ésta también es la opinión de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, en tanto ha receptado y hecho suyos las consideraciones expuestas por el Procurador
(ver, en este sentido Fallos 271:396, 275:361; 303:934; 306:842; 310:1153, 2800; 317:485, entre
otros)” (Del voto del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah).
“También la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional ha considerado la
teoría de la ubicuidad en el caso “Maradona, D. s/ competencia”. En el precedente señaló que
según este criterio “corresponde la aplicación de la ley penal argentina, en tanto la teoría de la
ubicuidad –aceptada por la Corte Suprema- interpreta que el delito debe considerarse cometido
tanto , donde se exterioriza la acción como donde se produce el resultado, lo cual permite sostener
que el bien jurídico protegido fue lesionado en el paí” (LL 1991-C, 373 - DJ 1991-2, 422)” (Del voto
del Dr. Freiler al cual adhirieron los Dres. Ballestero y Farah).
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
29.10.2009
“NN S/Desestimación”
Causa 43.299
Reg. 1195
J. 8 - S. 15
MALVERSACIÓN DE CAUDALES PÚBLICOS. FIGURA CULPOSA. ART. 262 C.P. REQUISITOS
TÍPICOS
“La figura de malversación culposa prevista en el artículo 262 del Código Penal sanciona a quien
da ocasión a que se efectué por parte de un tercero, la sustracción de caudales o efectos que han
sido confiados al funcionario en razón de su cargo, en administración o custodia, o de cuya
percepción está encargado,
“Da ocasión quien pone una condición que facilita o permite
consumar la sustracción, el que crea, con su conducta una ‘oportunidad posibilitadora’, para que
el tercero pueda sustraer los caudales o efectos. La imprudencia, la negligencia o la inobservancia
de reglamentos o deberes del cargo por parte del funcionario tiene que haber hecho posible la
sustracción.” (conf. Carlos Creus, Delitos contra la administración pública. Comentario de los
artículos 237 a281 del Código Penal, pág. 350, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1981)”.
112
Poder Judicial de la Nación
“Exige que se hayan dejado de cumplir con los recaudos necesarios para el
caudales o efectos a que ella misma refiere o que exista
un
desempeño
manejo de los
inadecuado de las
labores del funcionario sobre el que pesa la obligación legal. “Sobre esta cuestión, debe
estarse a lo que la doctrina ha denominado el ‘principio de confianza’, limitación sensata del
deber de cuidado aplicable en el caso de trabajos en colaboración y que implica que quien
emplea el cuidado necesario pueda confiar en que también los demás se comporten del mismo
modo (al respecto conf. de esta Sala I, C.N° 36.204 “Malich, Christian s/procesamiento, reg. Nro.
279, del 13/04/04 con citas de H.Welzel, y H. H. Jezcheck)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
16.10.2009
“Heurtley”
Causa 42.829
Reg. 1134
J. 12 - S. 24
PLAZO RAZONABLE. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. AVANCE DE LA INSVESTIGACIÓN
PRELIMINAR HACIA LAS SIGUINETES ETAPAS DEL PROCESO
“Por otra parte, como se sostuvo en varias oportunidades en las que se pretendió interrumpir el
tránsito de una causa a la etapa de debate:“…este Alzada ha expresado la inconveniencia de que
los procesos judiciales permanezcan en un estado de investigación preliminar continua, sin superar
USO OFICIAL
de manera paulatina las instancias procesales que robustezcan o rechacen definitivamente la
imputación, porque de ese modo se conspira tanto contra el derecho del imputado a ser juzgado en
un plazo razonable como contra el ejercicio adecuado y eficaz de la administración de justicia, este
último, de particular relevancia en casos de significativo interés social como el presente…” (ver
causa nº27.269 -ya citada- y también
causa “Oliverio, Orlando y otros”, reg.n°22.225, rta. el
5/5/2005 y en igual sentido causa n°25.526 “Grinschpun, 1/8/2007, reg. n°27.182).”
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
14.10.2009
“Acosta”
Causa 28.341
Reg. 30.490
J. 12 - S. 23
PRIVACIÓN ILEGAL DE LA LIBERTAD. SECUESTRO. SECUESTRO COACTIVO. SECUESTRO
EXTORSIVO. REQUISITOS TÍPICOS. DIFERENCIAS ENTRE LAS DISTINTAS FIGURAS
PENALES.
“Entendida esta acción como aquella que “...separa a la víctima del lugar en que se encuentra y la
conduce a un lugar diferente, por supuesto contra su voluntad" (conf. D’Alessio, Andrés, “Código
Penal”, Parte Especial, Ed. La Ley, pág. 267, Buenos Aires, 2004), resulta indiferente el lugar de
donde es separada como así también hacia dónde es dirigida, lo esencial aquí, resulta ser que lo
haga en contra de su voluntad”.
Ello obedece a que el bien jurídico tutelado por la norma abarca la libertad de determinación de la
víctima o de un tercero. Así su contenido, no se reduce a la libertad física de movimiento y de
locomoción, sino también a la de formación de esa voluntad (conf. Eugenio Zaffaroni “Código
Penal”, parte especial, Tomo 5, pág. 221, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2008)”.
“... teniendo en cuenta que la figura bajo análisis
importa una privación ilegal de la libertad
ejecutada por sustracción, retención u ocultamiento, debe tenerse presente que no es necesario
que esta limitación a la libertad deba llevarse a cabo únicamente mediante el encierro de la
víctima, por cuanto puede perfectamente alcanzarse mediante la utilización de las amenazas,
como venimos describiendo (conf. Sebastián Soler “Derecho Penal Argentino”, Tomo IV, Ed. Tea,
pág. 36, Buenos Aires, 1996)”.
113
“En este sentido, sostiene Zaffaroni que “...la coacción ejerce su influencia impeditiva a modo de
barrera psíquica que condiciona la libertad de decisión del sujeto para trasladarse” (ver “Código
Penal”, parte especial, Tomo 5, pág. 192, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2008)”.
“El delito por el cual fueron cautelados los imputados -secuestro extorsivo- se ve caracterizado
como delito contra la propiedad, por la finalidad que guía al autor de sacar rescate, entendido como
el precio por la liberación de la persona a quien se ha privado de su libertad (conf. Carlos Creus
“Derecho Penal - Parte Especial”, Ed. Astrea, pág. 503, Buenos Aires, 2007)”.
“El secuestro coactivo previsto por el artículo 142bis del Código Penal, figura legal en la que
entendemos se encuentran inmersos los hechos bajo estudio, requiere tal como lo postula
Zaffaroni que cualquiera de las conductas que detalla sea ejecutada con “...el fin de forzar la
voluntad de la víctima, o de un tercero, en el sentido descripto -entendiendo que el verbo “obligar”
comprende tanto a la coacción psíquica cuanto la puramente física-...la privación de la libertad es
le medio utilizado por el agente para alcanzar el fin coactivo...” (conf. op. cit. pág. 225)”.
“Continúa diciendo este autor que “...lo ilícito de la conducta radica en la injusticia del modo de
reclamar, y no en la injusticia de lo reclamado, debido a que el “algo contra su voluntad” puede
abarcar no sólo aquello que la víctima no está obligada a hacer o soportar, sino también algo a lo
que ella sí está, razón por la cual configura el objeto de la exigencia un acto lícito o ilícito” (ver. aut.
y op. cit. pág. 226)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
16.10.2009
“Veliz Espíritu”
Causa 42.306
Reg. 1137
J. 2 - S. 4
PRUEBA. SISTEMA PROBATORIO. NO TAXATIVIDAD DE LOS MEDIOS DE PRUEBA
ADMISIBLES. PRUEBA APOTADA POR CIUDADANO PRIVADO. VALIDEZ.
“... ya hemos señalado que es un principio inconmovible del sistema probatorio vigente en el
Código Procesal Penal de la Nación el criterio de no taxatividad de los medios probatorios, de
modo que “el considerar abierta a la enumeración que la ley hace de ellos implica que la presencia
de algún medio probatorio que no tenga regulación específica no obsta a su admisión si resulta
pertinente para comprobar el objeto de prueba...” (La Prueba en Materia Penal, Eduardo Jauchen,
pág. 26, Editora Rubinzal, citado en causa n° 39.561 “León y otro s/ procesamiento, rta. el
11/07/07, reg. n° 747)”.
“En tal sentido, sobre la prueba aportada por los particulares, la jurisprudencia norteamericana –en
base a un texto constitucional análogo– ha considerado que cuando un ciudadano privado entrega
pruebas de un delito a un oficial de policía, no se entiende que la prueba esté manchada de
ilegalidad, y tradicionalmente se la ha juzgado admisible ante el Tribunal (conf. Corwin, E. S., La
Constitución de los Estados Unidos y su significado actual, Editorial Fraterna, Buenos Aires, 1987,
pág. 463, citado en causa n° 30.468 de esta Sala caratulada “Raña s/ nulidad”, rta. el 20/04/99,
reg. n° 255)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
16.10.2009
“Criscuolo”
Causa 43.421
Reg. 1128
SECUESTRO.
SECUESTRO
EXTORSIVO.
J. 11 - S. 21
REQUISITOS
TÍPICOS.
AGRAVANTE.
PARTICIPACIÓN DE MÀS DE TRES PERSONAS. EXIGENCIAS PARA SU ACREDITACIÓN.
“... enseña la doctrina: “El sentido del delito de secuestro extorsivo está en la especificidad del fin
perseguido, consistente en la obtención de un rescate, esto es, de un precio por la liberación, ya
que eso es rescate”. “… no es necesaria, para que el delito pueda considerarse consumado, la
114
Poder Judicial de la Nación
efectiva obtención del rescate. Esta es la doctrina del delito, y algunos códigos hacen de ello
expresa salvedad, lo cual no es necesario en el nuestro, porque la ley se refiere al simple propósito
de obtener rescate motivo del secuestro, con lo cual pone de manifiesto que el logro efectivo de
aquél no es necesario para la consumación” (conf. Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino,
Tomo IV, pág. 331/2, edit. Tea, 10° reimpresión total, 1992)”.
“En cuanto a la agravante por la participación de más de tres personas, se encuentran reunidos en
autos elementos suficientes, los que ya se han señalado anteriormente, que acreditan –siempre
con el grado de provisoriedad requerido para esta etapa- la intervención de esa cantidad desde
que la víctima, como ya se describiera, ha podido individualizar, por lo menos, a seis”.
“Al respecto, este Tribunal ha dicho que “la circunstancia de que no se haya podido capturar el
resto de las personas que participaron en el hecho no resulta un impedimento para tener por
configurada la agravante” (c. 42.103 “Acosta, Eduardo s/procesamiento –artículo 170 del C.P.-”,
rta. 31/03/08, reg. 899)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
16.10.2009
“Estigarribia Ortíz”
Causa 43.554
Reg. 1127
J. 6 - S. 11
USO OFICIAL
TRATA DE PERSONAS. ART. 145 BIS C.P. LEY 26.364. REQUISITOS TÍPICOS. SUJETO
PASIVO MENOR DE EDAD. ART. 145 TER C.P. PROSTITUCIÓN. PROMOCIÓN O
FACILITACIÓN DE LA PROSTITUCIÓN. ARTS. 125 BIS Y 126 C.P.
“... el artículo 145 bis del Código Penal incorporado por la referida ley, prevé que se entiende por
trata de personas a la captación, transporte o traslado dentro del país o desde o hacia el exterior,
así como también al acogimiento o recepción de personas mayores de 18 años cuando mediare
engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción, abuso de
autoridad o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o beneficios para
obtener el consentimiento de una persona que tenga, autoridad sobre la víctima, con fines de
explotación”.
“Una conducta similar, aunque con diversos medios comisivos, se prohíbe en el artículo 145 ter del
Código Penal, cuando el sujeto pasivo fuese menor de edad”.
“Por su parte, el artículo 126 del Código Penal reprime la conducta de quien con ánimo de lucro o
para satisfacer deseos ajenos promoviere o facilitare la prostitución de mayores de 18 años de
edad mediando engaño, abuso de una relación de dependencia o de poder, violencia, amenaza o
cualquier otro medio de intimidación o coerción. A la vez, que el artículo 125 bis del Código Penal
prohíbe una conducta similar, aunque con otros medios comisivos, respecto de sujetos pasivos
menores de 18 años”.
“Así, en el caso “Decarlo, Silvia s/procesamiento”, resuelta el 18 de febrero de 2009, reg. 84, esta
Sala sostuvo que: “Un análisis integral de la ley 26.364 y los diferentes tipos penales que la misma
incorpora al Código Penal de la Nación nos llevan a sostener que aquellos castigan diferentes
conductas que tienen lugar en una etapa previa a la explotación propiamente dicha…”.
“Cabe señalar que toda vez que en ese caso aún subsistía el interrogante en relación al modo en
que la menor había arribado al local regenteado, pero se había acreditado provisionalmente, en
cambio, que se había contribuido a que la menor ejerciera la prostitución en el local, por lo que se
consideró que resultaba mas específica para el caso, la norma del artículo 125 bis del Código
Penal”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
20.10.2009
“NN S/Competencia”
Causa 43.185
Reg. 1146
J. 5 - S. 9
115
USURPACIÓN DE AUTORIDAD, TÍTULOS U HONORES. ART. 247 C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
TENENCIA DE CREDENCIALES E INSIGNIAS DE LA POLICÍA FEDERAL ARGENTINA.
“... se ha sostenido que tal conducta “requiere no solamente la portación de la insignia o el
distintivo de un cargo que no se ejerce, sino su ostentación. Sólo así se cumple la exigencia de
publicidad. Si no existe notoriedad, esto es la posibilidad de que la insignia o distintivo sea vista por
un número indeterminado de personas, no existe este delito. Será atípica, en consecuencia, la
portación secreta u oculta del distintivo o la exhibición a personas determinadas…” (Código Penal.
Comentado y Anotado. Parte Especial -Arts. 79 a 306- Andrés José D´Alessio. FEDYE, pág. 791).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
20.10.2009
“Berteloot”
Causa 28.340
Reg. 30.522
J. 3 - S. 5
ALLANAMIENTO. REQUISITOS PARA SU DISPOSICIÓN. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES.
VALIDEZ. DISIDENCIA.
“Tras identificar el domicilio objeto de la medida, describir los objetos a ser incautados y ordenar,
asimismo, la detención de los eventuales responsables de la actividad investigada, el juez sostuvo,
sin embargo, que: “…Dicha diligencia deberá realizarse supeditada a la detención de persona
alguna con material estupefaciente que se presuma adquirida al morador de la referida finca…”
(cfr. fs. 77, 3° párrafo)” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
“...la orden de allanamiento librada a fs. 77 y el
consecuente procedimiento policial se han
revelado como una indebida intromisión en la esfera de intimidad del imputado atrincherada por el
art. 18 C.N. -garantía que conecta directamente con la dignidad y la libertad, art. 19 C.N.- y por las
protecciones legales contra las injerencias abusivas o arbitrarias del Estado en el domicilio de los
ciudadanos contenidas en los instrumentos internacionales investidos de jerarquía constitucional
en virtud del art. 75, inc. 22, C.N. (en especial, art. 9 DADH, art. 12 DUDH; art. 11.2, CADH y art.
17, PIDCP; cfr. voto en disidencia de los Ministros Maqueda y Zaffaroni in re: “Minaglia”, CSJN,
4/9/07, LL-21-9-2007)” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
“Dicho mandamiento, a través del cual se ha franqueado la inviolabilidad del domicilio, ha excedido,
por la habilitación de un poder indebido y por ello mayor, los casos y justificativos que la ley
reglamentaria de la garantía en cuestión a la que se refiere el art. 18 C.N., ha establecido como
premisas excepcionales de su allanamiento y ocupación” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
“Más allá de que la orden, desde un punto de vista formal, ha sido dictada en forma escrita por la
autoridad competente contiene, en palabras de Luigi Ferrajoli, una incorporación potestativa que
compromete su estricta jurisdiccionalidad que, como se verá, forma parte de la sustancia de la
garantía puesta en jaque (cfr. Ferrajoli, Luigi, “Derecho y Razón, Teoría del Garantismo Penal”, Ed.
Trotta, 8° Edición, Madrid, 2006, cap. III, 9). Tal incorporación se ha materializado por el
condicionamiento de la realización del registro domiciliario a “la previa detención de persona alguna
con material estupefaciente que se presuma adquirido al morador de la referida finca”; es decir, a
una condición cuya configuración se ha librado al criterio de las fuerzas de seguridad,
dependientes de la administración. De ese modo, se ha delegado jurisdicción a la policía,
dimitiéndose del poder de custodia jurisdiccional que hace a la esencia de la garantía de
inviolabilidad de domicilio y que debe preceder –salvo supuestos de excepción- al ingreso en un
ámbito de intimidad que, desde el Decreto de Seguridad Individual de 1811, se ha considerado
como “un sagrado” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
“Dicho de otro modo, una orden de allanamiento sujeta a una orden de detención en blanco se
estira en forma proporcional al espacio de arbitrio habilitado por esta última, con el compromiso de
la inviolabilidad de domicilio” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
116
Poder Judicial de la Nación
“Ahora bien, esta afirmación requiere, cuanto menos, de dos órdenes de justificaciones. El primero,
atinente a la jurisdiccionalidad del franqueo excepcional de un domicilio; el segundo, a la
vinculación de dicha exigencia con la sustancia de la garantía de inviolabilidad de domicilio y, en
especial, con el carácter de las limitaciones establecidas por el legislador en la reglamentación del
derecho a la intimidad” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
Alejandro Carrió “... entiende que el motivo por el cual se ha preferido que sean los jueces quienes
determinen la necesidad de perturbar la privacidad de un domicilio, radica en que son ellos quienes
están en una situación de mayor objetividad para evaluar la necesidad de decretar tal medida, para
asegurar que la intromisión en la libertad o intimidad de las personas responde a motivos
razonables y no a un mero capricho. Explica que este principio ha sido pacíficamente afirmado por
los Tribunales de Estados Unidos (op. cit., ps. 252 y 378)” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
“En el caso “Johnson v. United States”, la Suprema Corte de ese país sostuvo, mediante la voz del
Juez Jackson, que el punto de la IV Enmienda, que a menudo no es observada con celo por la
policía, no deniega a quienes deben hacer cumplir la ley la posibilidad de utilizar inferencias
comunes que hombres razonables extraen de la prueba. Su protección consiste en requerir que
esas inferencias sean producto de un juicio realizado por un magistrado neutral y desapegado, en
lugar de ser efectuadas por el oficial que se encuentra a cargo de la competitiva empresa de
combatir el crimen. Cualquier asunción consistente en que la prueba suficiente que funda la
USO OFICIAL
desinteresada determinación de un magistrado de librar una orden de allanamiento puede justificar
que los oficiales realicen un registro con prescindencia de esa orden, reduciría la Enmienda a la
nada y dejaría la seguridad del domicilio de las personas librada a la discrecionalidad de los
oficiales policiales” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
“... en el caso no está en discusión la autoridad que, desde un punto de vista formal, dictó la orden.
La relevancia de las consideraciones previas descansa, sin embargo, en la proyección –en orden a
sus fundamentos- de la regla de jurisdiccionalidad en las exigencias legales que habilitan a librar
excepcionalmente un mandamiento de registro y, con mayor razón aún, en los supuestos en que,
por razones de necesidad, la ley procesal permite actuar sin la orden previa” (del voto en disidencia
del Dr. Freiler).
“... Carrió sostiene que en materia de allanamientos y registros, en la cual el magistrado se
encuentra constreñido a que hubiere motivos para presumir que en determinado lugar existen
cosas pertenecientes al delito, o que puede efectuarse la detención del imputado (art. 224
C.P.P.N.), cuando la policía actúa sin orden judicial, está constreñida, como mínimo, por los
mismos recaudos que demandan la existencia de motivos previos para actuar. Las razones, según
el autor, radican precisamente en la proyección de la regla de jurisdiccionalidad; sostiene que si la
policía tuviese un estándar de exigencias menor, es notorio que el principio básico de preferencia
por la intervención de un magistrado se vería notoriamente desdibujado” (del voto en disidencia del
Dr. Freiler).
“Estas consideraciones conducen, de manera directa, al segundo orden de justificación relativo al
alcance de la garantía de inviolabilidad de domicilio y, en especial, al carácter de la reglamentación
legal de la garantía” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
“En “Fiorentino”, Petracchi explicó el por qué del celo constitucional respecto de la inviolabilidad de
domicilio. Sostuvo que ella es una de las garantías más preciosas de la libertad individual y que su
fundamento, en última instancia, es el de garantizar dicha libertad. Si bien sostuvo que la jerarquía
de ese derecho debe ser concertada con el interés social en la averiguación de los delitos y el
ejercicio adecuado del poder de policía –pues ello es autorizado por la propia Constitución-,
entendió que la íntima conexión existente entre la inviolabilidad del domicilio y, en especial de la
morada, con la dignidad de la persona y el respeto de su libertad, imponen a la reglamentación
condiciones más estrictas que las reconocidas respecto de otras garantías. Dijo que: “…no hace
117
falta una inteligencia muy trabajada del asunto para comprender que, a fin de que la libertad no
muera de imprecisión, han de interpretarse de manera particularmente estricta las excepciones que
quepa introducir, en los casos de allanamiento de morada, a la orden escrita de autoridad
competente que contenga indicaciones puntuales sobre el lugar y objeto de la providencia…” (del
voto en disidencia del Dr. Freiler).
“Más allá de los motivos que puede haber tenido el juzgador para condicionar la orden de
allanamiento a la detención, lo cierto es que precisamente en función de esa supeditación, no es
posible escindir esa exigencia del mandamiento revisado. Por ello, a la hora de evaluar si se trata
de un auto fundado, según la exigencia legal, no es posible limitarnos a verificar la existencia de los
motivos previos para sospechar si en el lugar existen cosas relacionadas con el delito investigado o
los posibles responsables a aprehender, sino que es preciso, de acuerdo con la proyección de la
regla, estudiar la medida de poder que se habilita mediante el libramiento de la orden” (del voto en
disidencia del Dr. Freiler).
“Ello, en consonancia con lo sostenido por la Corte in re: “Acosta” en el sentido de que la
habilitación excepcional del ingreso al “sagrado” de los ciudadanos, no implica la pérdida de la
protección constitucional de la inviolabilidad. Ni el Juez al librar la orden, ni la policía al ejecutarla,
ni esta última al actuar excepcionalmente sin orden previa, pueden ir más allá de los casos y
justificativos establecidos por la reglamentación procesal. Y ello es así pues, como se dijo, la
protección de la inviolabilidad no se satisface con el control posterior –salvo en los casos
excepcionales- sino que requiere el contralor previo que neutralice eventuales violaciones
infundadas” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
“En suma, el condicionamiento de la orden de allanamiento a que la policía detuviera “a persona
alguna” se revela problemática a la luz de la garantía estudiada. Por una parte, implica una
delegación prohibida desde el punto de vista constitucional de un espacio de poder asignado al
Poder Judicial con el único fin de custodiar la garantía en cuestión, pues se ha dimitido, a favor de
las fuerzas policiales, la evaluación de los motivos previos que, excepcionalmente, habilitan la
filtración de poder punitivo” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
“Por otra parte, la circunstancia objeto de la condición, es decir, la de “detener a persona alguna”,
no sólo no constituye uno de los motivos taxativamente expuestos en el art. 227 C.P.P.N. –
mediante el cual se habilita excepcionalmente a la policía a actuar sin orden judicial previa-, ni
tampoco, por cierto, ninguno de los “motivos previos” que habilitan al Juez a expedir la orden de
allanamiento” (del voto en disidencia del Dr. Freiler).
“Sucede que la condición apuntada se traduce, en verdad, como una orden de detención en blanco
–proscripta también por el art. 18 de la C.N. y su norma reglamentaria, art. 283 C.P.P.N.-, pues no
puede sospecharse de “persona alguna”, en los términos del art. 294 C.P.P.N., sino únicamente de
una persona previamente individualizada respecto de quien se ha reunido prueba de cargo, en el
marco de una investigación, que permita fundar la sospecha de su intervención en el hecho objeto
de la inspección judicial. Tampoco, por imposibilidad lógica, puede proyectarse “a priori” uno de los
supuestos que habilitan, por razones de urgencia, a las fuerzas de seguridad a detener a una
persona sin orden judicial. No es posible perder de vista que una orden de detención del estilo
puede tensar indebidamente la garantía de no ser obligado a declarar contra sí mismo (art. 18
C.N., cfr. voto en disidencia de los Dres. Maqueda y Zaffaroni in re: “Minaglia)” (del voto en
disidencia del Dr. Freiler).
“...cabe señalar que a nuestro entender, las circunstancias relatadas previamente, dan sustento
suficiente a la orden de registro, la cual ha sido dictada por el Juez de la causa, mediante una
precisa identificación, tanto de los motivos que lo condujeron a ordenar el allanamiento, como de
los objetos a secuestrar y de la persona a detener dentro del inmueble en cuestión (art. 224
C.P.P.N.). Frente a este cuadro, la condición a la que se sujetó la materialización de la orden se
118
Poder Judicial de la Nación
revela como superflua, desde que no agregó nada a la orden dispuesta, que ya había sido
debidamente fundada” (del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“Por lo demás, la detención de Pablo Gabriel Payazlian, tras haber ingresado y permanecido unos
instantes en el domicilio que correspondía registrar –en el cual, de acuerdo con las tareas de
investigación realizadas, se habían observado en diversos días y horarios movimientos
compatibles con la actividad investigada-, fue llevada a cabo de acuerdo con la orden del “a quo”,
sin que se observe el compromiso de garantía alguna. En efecto, las fuerzas de seguridad se
limitaron al secuestro de material estupefaciente que Payazlian llevaba consigo, a su traslado a la
dependencia policial y a su liberación, por orden del “a quo”, desde la Comisaría (cfr. fs. 85, 86 y
126). En consecuencia, no se desprende lesión alguna que genere la anulación de la manda
judicial ni del procedimiento policial practicado en consecuencia” (del voto de los Dres. Ballestero y
Farah).
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero- Freiler- Farah
24.11.2009
“Barva”
Causa 43.082
Reg. 1348
J. 10 - S.19
BIENES OBJETO DE SECUESTRO EN CAUSAS PENALES. LEY 20.875. LEY 22.129.
USO OFICIAL
DEPÓSITOS EN DINERO. INTERESES DEVENGADOS.
“... la ley que regula la custodia y disposición de bienes objeto de secuestro en causas penales es
clara al respecto: los depósitos de dinero producto de su secuestro devengarán los intereses al tipo
bancario correspondiente –artículos 2 y 3, último párrafo de la ley 20.875, modificada por ley
22.129-”.
“La aplicación de tal disposición legal es imperativa para el a quo, quien no puede obviarla con
sustento en lo señalado a fs. 11.464 por el Banco de la Ciudad de Buenos Aires, en cuanto informó
que los montos oportunamente depositados “estuvieron siempre en cuenta de libre disponibilidad,
por lo tanto no generaron intereses”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
5.11.2009
“Contrera”
Causa 28.353
Reg. 30.591
J. 6 - S. 12
COMPETENCIA. COMPETENCIA DEL FUERO FEDERAL. IMPUTADO MENOR DE 18 AÑOS DE
EDAD.
“Que actualmente las cuatro salas de la Cámara Nacional de Casación Penal se han pronunciado
en sentido contrario a la posición que hemos venido sostenido, decidiendo que la justicia federal de
esta ciudad es competente para intervenir en causas en las que haya imputados menores de 18
años de edad (conf. CNCP, Sala I, causa n° 7536 “L, Y. A.” reg. n° 9388 del 7/9/06; Sala II, causa
n° 7682 “A, R. A.” reg. n° 9517 del 20/2/07; Sala III, causa n° 9459 “V., P. A.” reg. n° 710/08 del
5/6/08; y de Sala IV, causa n° 9045, “F., M.” reg. n° 10.914.4 del 6/10/08)” (Del voto de los Dres.
Cattani e Irurzun).
“Así, por razones de economía procesal y dejando a salvo nuestra opinión (conf. al respecto, causa
n° 22.821 “L., Y. A.”, reg. n° 24.676 del 28/12/05, a cuyos fundamentos nos remitimos en honor a la
brevedad), entendemos que corresponde atribuir competencia al juzgado federal” (Del voto de los
Dres. Cattani e Irurzun).
“Que, en mi opinión y conforme vengo sosteniendo en diversos precedentes (ver causa n° 27.858
“Crespi, Adrián y otro s/sobreseimiento, reg. n° 29.829 del 5/05/09), este fuero es competente para
intervenir en causas en las que estén imputados menores de 18 años de edad” (Del voto del Dr.
Farah).
119
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
16.11.2009
“D., A. L.”
Causa 28.493
Reg. 30.630
COMPETENCIA.
COMPETENCIA
FEDERAL.
J. 8 - S. 16
INCOMPETENCIA.
LEY
22.421.
LEY
DE
PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA FAUNA SILVESTRE. COMPETENCIA DEL FUERO
COMÚN DE LA CAPITAL FEDERAL.
“la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido también, que las infracciones a la ley de
protección y conservación de la fauna, comprobadas en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires,
deben ser investigadas en el fuero común (conf. C.S.J.N. “Gazzolo”, rta. el 10/11/92, 315:2657).
Razón por la cual, a los fines de la competencia debe estarse al lugar de comisión”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero- Freiler- Farah
24.11.2009
“Inc. de incompetencia”
Causa 43.720
Reg. 1335
COMPETENCIA.
DECLARACIÓN
DE
INCOMPETENCIA.
J. 7 - S.13
RECURSO
DE
APELACIÓN.
RECURSO PENDIENTE DE RESOLVER. DEBER DE RESOLVER PREVIAMENTE POR PARTE
DEL TRIBUNAL QUE PREVINO.
“... tiene dicho la Cámara Nacional de Casación Penal, superior común de ambos Tribunales, que
encontrándose pendiente de resolución el recurso de apelación interpuesto, corresponde que el
que previno resuelva la impugnación que motivó su intervención con carácter previo a expedirse
sobre su incompetencia (conf. Sala I, causa n° 7446, “Dick, Javier Aníbal s/competencia”, rta.
7/7/06, Reg. n° 9143; causa n° 3156, “Molina Nelson, Mercedes J. s/competencia, rta. 5/10/00,
Reg. n° 3814; Sala II, causa n° 5909, “Citybank, A. N. y otros s/competencia”, rta. 18/5/05, Reg. n°
7616; Sala III, causa n° 1664, “Marítima Key S.R.L. s/competencia”, rta. 16/3/98, Reg. n° 84/98; y,
Sala IV, a contrario sensu, causa n° 5591, “Brouchi, Margarita Ester y otro s/competencia”, rta.
4/8/05, Reg. n° 6797)”.
“Tal tesitura, por lo demás, es la que ha mantenido la Corte Suprema de Justicia de la Nación al
sostener que “Si la declaración de incompetencia con la que se promovió la contienda se dictó
cuando se encontraba pendiente de resolución la apelación interpuesta contra el auto de
sobreseimiento, corresponde que, con carácter previo a determinar la competencia para proseguir
con la investigación, se resuelva la apelación interpuesta.” (Fallos 312:1624, 327:3898 y 328:318,
entre muchos otros)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
3.11.2009
“Schenone Carnaghi”
Causa 43.703
Reg. 1222
J. 1 - S. 1
DECLARACIÓN INDAGATORIA. DELEGACIÓN POR PARTE DEL JUEZ EN OTRO DE
DISTINTA COMPETENCIA TERRITORIAL. PROCEDENCIA. EXHORTO.
“... los suscriptos habrán de compartir
y hacer propios los argumentos expuestos por el
Representante del Ministerio Público Fiscal -Dr. Germán Moldes- al contestar la vista prevista por
el art. 136 del Código Procesal Penal de la Nación, ocasión en la cual expresó que las normas que
rigen nuestro procedimiento relacionadas con la recepción de la indagatoria, no desautorizan a un
magistrado a requerir su producción a un par de distinta jurisdicción, concluyendo que “como regla
se ha establecido, correctamente, que mientras no se vean afectadas las garantías del debido
120
Poder Judicial de la Nación
proceso y el derecho de defensa en juicio del imputado, debe cumplirse con este tipo de
pedidos…”.
“Tal criterio resulta acorde con la postura sentada por este Tribunal en cuanto a que “la declaración
indagatoria es delegable por el juez en otro de distinta competencia territorial” (C.S., Fallos
237:388; 241: 248; 253:454; 276:254 y 298:615), (Código Procesal Penal de la Nación. Guillermo
Rafael Navarro- Roberto Raúl Daray. Tomo I, pág. 611. Pensamiento Jurídico Editora. Año 1996).
(cfr. c.nº 27.700, resuelta el 2 de septiembre de 2009, reg. nº30.312, y en esa dirección de la Sala I
de esta Alzada c.nº 41.791, resuelta el 22 de julio de 2008, reg. nº 843)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
24.11.2009
“Juzgado Federal Nº1 de Mar del Plata”
Causa 28.594
Reg. 30.705
J. 7 - S. 13
DECLARACIÓN INDAGATORIA. POSTERGACIÓN DE LA AUDIENCIA. POTESTAD DEL JUEZ
DE INSTRUCCIÓN. DECISIÓN INAPELABLE.
“... es criterio de esta Sala que la postergación de las audiencias indagatorias constituye una
facultad discrecional del juez, por regla, inapelable (causa n° 26.825 “Kaplan”, reg. n° 28.768 del
11/8/08 y causa n° 24.941 “Alderete”, reg. n° 26.225 del 21/12/06)”.
USO OFICIAL
“Si bien se ha aceptado exceptuar ese principio en casos donde se verifique un gravamen de
carácter irreparable para quien impugna la decisión, los argumentos de la fiscalía -centrados en
su posición sobre la falta de necesidad del informe ordenado- no alcanzan a acreditar tal supuesto.
Es que el a quo no ha descartado la existencia de la sospecha de criminalidad alegada por esa
parte -por el contrario, la ha compartido al convocar a los encartados a tenor del art. 294 del
C.P.P.N.- sino que suspendió las audiencias a la espera de que termine de concretarse una
medida que a su juicio es necesaria para precisar correctamente los hechos en la instancia que
define el art. 298 del código de rito”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Farah
24.11.2009
“Álvarez Saavedra”
Causa 28.346
Reg. 30.700
DOCUMENTOS.
CARACTERÍSTICAS.
REQUISITOS
J. 2 - S. 4
PARA
SU
CONFIGURACIÓN.
DIFERENCIAS CON LOS DOCUMENTOS PRIVADOS. CRITERIOS PARA SU DISTINCIÓN.
INTERPRETACIÓN DE LA LEY. PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN.
“¿Cómo diferenciar entre documento público y documento privado? Como primera medida, es
importante tener en cuenta que el Código Penal no define lo que en él debe entenderse por
“documento público” (como sí lo hace, por ejemplo, con el concepto de “funcionario público” –art.
77 C.P.). De allí que hayan surgido dos grandes grupos de corrientes doctrinarias, que pueden a su
vez subdividirse. Uno de esos grupos utiliza la definición de “documento público” que nos brinda el
Código Civil a los efectos de analizar la normativa penal (“interpretación civilista”), y el otro sostiene
que no debe circunscribirse el concepto, en el ámbito del derecho penal, a su definición civil
(“interpretación no civilista”)”.
“El argumento detrás de la “interpretación civilista” es que, dado que el Código Penal no cuenta con
una definición propia de “documento público”, corresponde dirigirse a la definición otorgada por el
Código Civil, a los efectos de completar los tipos penales que incluyan el concepto”.
“La “interpretación no civilista” considera que no debe circunscribirse el concepto de documento
público a la definición otorgada por el Código Civil. Esta vertiente considera que “…instrumento
público al tenor de la ley penal no son únicamente los que extienden los escribanos o funcionarios
121
públicos ´en las formas que las leyes hubieren determinado´, pues ellos no agotan todo el material
que la ley penal ampara en orden a la genuidad y veracidad protegiendo la fe pública”.
“El instrumento que documenta una situación jurídica sustancial dotada de significación probatoria,
en cuya formación interviene el Estado por intermedio de uno de sus órganos competentes, es
público por la fe que le es comunicada a ese instrumento precisamente por tal intervención”.
“Sintéticamente, debe entenderse por instrumento público todo aquel que ha sido otorgado por un
funcionario público u otro órgano del Estado, de conformidad a una ley…” (Eduardo Raúl Carreras,
Los delitos de Falsedades Documentales, Ad Hoc, Buenos Aires, 1998, p. 74-75, describiendo la
doctrina)”.
“La “interpretación no civilista”, entonces, amplía notoriamente el espectro de documentos que
pueden ser considerados “públicos” ya que no exige que éstos emanen de un funcionario público,
ni coloca alguna otra limitación al concepto”.
“Entendemos que la “interpretación no civilista” debe ser descartada por dos motivos. El primero
de ellos es que interpretar los tipos legales que incluyen el concepto de documento público de la
manera en que esta tesis sugiere permitiría tachar estos tipos legales de violatorios del principio de
legalidad, en su derivación del mandato de certeza y de máxima taxatividad (artículo 18 de la
Constitución Nacional, y tratados constitucionales). El concepto de “documento público” sin ningún
tipo de especificación ni definición, luce a todas luces vago e impreciso. Esto violenta el principio
de reserva de ley”.
“El segundo motivo que nos lleva a desechar la “interpretación no civilista” se basa también en el
principio de legalidad, en su derivación de prohibición de analogía, y su consiguiente principio de
interpretación restrictiva (en el mismo sentido, ver causa N° 38.941, “Herrero”, del 28/11/2006, reg.
1.320). Una de las variantes del principio de legalidad “...se manifiesta mediante la prohibición
absoluta de la analogía in malam partem” (Eugenio Raul Zaffaroni, Alejandro Alagia y Alejandro
Slokar, Derecho Penal -Parte General-, Ediar, Buenos Aires, 2000, p. 111). “...[E]s necesario
extremar los recursos para que solo la ley formal sea fuente de criminalización primaria, no
pudiendo el juez completar los supuestos” (Eugenio Raul Zaffaroni, Alejandro Alagia y Alejandro
Slokar, op. cit., p. 111). Esta prohibición de interpretación extensiva determina que deba adoptarse
la interpretación más restrictiva, siempre que ella sea razonable. Por estas razones, entendemos
que debe adoptarse la “interpretación civilista”.
“La “interpretación civilista” puede, a su vez, subdividirse en distintas vertientes. Una de ellas
puede ser denominada la tesis de “restrictividad máxima”. Según esta visión, “…solamente son
instrumentos públicos, los que se encuentran enumerados en el art. 979 del Código Civil pero éste
no dice que cualquier instrumento que extiendan los escribanos o funcionarios públicos en la forma
que las leyes hubieren determinado es un instrumento público, sino que…ha de tratarse de un acto
jurídico” (Eduardo Raúl Carreras, op. cit., p.72, describiendo esta doctrina). Dado que la ley civil
únicamente regula las relaciones privadas, todo acto jurídico que no trate sobre ese tipo de
relaciones no podría considerarse un instrumento público”.
“Se excluyen, por lo tanto (como instrumentos públicos), todos aquellos documentos que no
instrumentan actos de naturaleza estrictamente privada, negándose así el carácter de tales a las
actas de las cámaras legislativas, a los decretos del Poder Ejecutivo y a las decisiones de los
magistrados” (Eduardo Raúl Carreras, op. cit., p.73, describiendo esta doctrina)”.
“El problema con esta doctrina es que no logra explicar por qué debería restringirse el concepto de
documento público en el ámbito del derecho penal a las relaciones civiles. Si bien el Código Civil
regula sólo relaciones privadas, no sucede lo mismo con el Código Penal. Dado que el Código
Penal no define qué es lo que debe entenderse por documento público, ayudarse –como vimoscon la definición que otorga el Código Civil luce de suma utilidad. Sin embargo, tal ayuda no puede
redundar en una incrustación mecánica, que quite sentido al tipo penal. Si bien el principio de
122
Poder Judicial de la Nación
interpretación restrictiva debe guiar la tarea del intérprete, esta tarea se ve también circunscripta
por otros principios, entre ellos, el de razonabilidad”.
“El principio de la razonabilidad de las leyes se encuentra contemplado por el artículo 28 de la
Constitución Nacional e implica que “…para la constitucionalidad de la ley hace falta un cierto
contenido de justicia” (Bidart Campos, Tratado Elemental de Derecho Constitucional Argentino,
Tomo I-A, Ediar, Buenos Aires, 2007, p. 805). “El congreso cuando legisla, el poder ejecutivo
cuando administra, los jueces cuando dictan una sentencia, deben hacerlo en forma razonable”
(Bidart Campos, op. cit., p. 805). En la medida en que puedan realizarse dos interpretaciones sobre
una misma normativa, y que una de ellas luzca razonable cuando la otra aparezca irrazonable,
debe optarse por la primera”.
“La interpretación de un artículo del Código Penal debe realizarse de manera sistémica con el resto
de los artículos, de manera que se genere un marco normativo razonable. Las conductas más
graves deben, en principio, ser penadas más severamente que las conductas menos graves. La
interpretación de “restrictividad máxima” no respeta esta máxima, ya que interpretar el concepto de
documento público de la manera en que esta doctrina lo hace rompe con la presunción de que las
conductas más severas deben ser más severamente penadas que las conductas de menor
gravedad. Pretender que la falsificación de una escritura pública pueda incluirse dentro del
concepto de falsificación de documento público, pero que la falsificación de un acta de la Cámara
USO OFICIAL
Legislativa sea tratada sólo como una falsificación de documento privado luce irrazonable”.
“Esta misma inteligencia parece haber adoptado el legislador al agravar la pena de la falsificación
de, entre otros instrumentos, el documento nacional de identidad, del pasaporte y de la cédula
verde del automotor (artículo 292 del Código Penal, segundo párrafo), puesto que los mencionados
documentos no instrumentan actos de naturaleza estrictamente privada (ver Sala II, causa n°
15.926, “Minotti”, reg. 17.084, rta. El 2/12/1999). Por estas razones, la tesis de “restrictividad
máxima” será descartada”.
“Otra vertiente de la interpretación restrictiva denominada tesis de “restrictividad mínima” “[t]ambién
se atiene a las especificaciones del art. 979 del C.Civil, pero no limitado el instrumento público a los
puros ‘actos jurídicos’” [David Baigún y Carlos A. Tozzini, La Falsedad Documental en la
Jurisprudencia (elementos comunes a todos los tipos), Depalma, 2° edición, Buenos Aires, 1992, p.
123]. Considera que es instrumento público cualquier instrumento que extendieren los escribanos o
funcionarios públicos en la forma que las leyes hubieren determinado, sea que se refiera a un acto
jurídico o no”.
“´El inc. 2°…habla en forma y términos generales de cualquier otro instrumento que extendieren los
funcionarios públicos. Dentro de estos términos generales, quedan comprendidos los instrumentos
extendidos por toda clase de funcionarios públicos, ya se trate de funcionarios del Poder
Legislativo, Ejecutivo o Judicial, como asimismo, cualquier sea la naturaleza u objeto del
instrumento´” (Carreras, op. cit., p. 73, describiendo la doctrina)”.
“A los efectos de considerar a un documento como público “[b]asta que el papel tenga el carácter
de documento, que por sí mismo traiga los signos de autenticidad oficial, que haya sido expedido
de conformidad con preceptos que regulen su otorgamiento y, finalmente, que lo extienda el
funcionario competente dentro de la esfera de sus facultades” (Sebastián Soler, Derecho Penal
Argentino, Tea, Buenos Aires, 1992, p. 424, quien explica que es razonable leer el artículo 979 en
su segundo inciso de esta manera, aunque el autor no circunscribe su interpretación del concepto
de documento público a la ley civil)”.
“Esto lleva a la conclusión de que los instrumentos públicos, en virtud de esa autenticidad que les
da el funcionario y las formas, hacen fe de sí y de su contenido, esto es, gozan de la fe pública o
confianza general; corporizan y acreditan la existencia del hecho, erga omnes y en todo el país…”
123
(Baigún y Tozzini, op. cit., p. 72. En un sentido similar ver Carlos Creus, Derecho Penal –Parte
Especial-, Tomo 2, 5° edición, Astrea, Buenos Aires, 1995, p. 418]”.
“Son, entonces, condiciones necesarias y suficientes para denominar a un documento como
público el hecho de que: “a) que sea autorizado por funcionario competente; b) que éste obre en el
ejercicio de sus funciones; y c) que se otorgue con las formalidades legales” (David Baigún y
Carlos A. Tozzini, op. cit., p. 75-76)”.
“Esta tesis tiene amplio apoyo jurisprudencial (ver: CNCCF, Sala II, causa n° 15.926, “Minotti”, reg.
17.084, del 2/12/99; Sala II, causa n° 27.527, “Maripil”, reg. 29.709, del 3/4/09; CNCC, Sala III,
causa n° 30.127, “Benitez”, del 15/4/92; CNCC, Sala IV, causa n° 33.473, “Chen Jiun Wei”, del
8/2/08; CNCC, Sala VII, causa n° 7.484, “Cruz”, del 4/11/97; CNCP, Sala II, causa n° 4.698, “Del
Río”, reg. 6.126, del 7/5/04; CNCP, Sala III, causa n° 3.457, “Casella”, del 14/9/01; CNCP, Sala IV,
causa n° 3.479, “Palacios”, del 23/12/2002)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero- Freiler- Farah
17.11.2009
“Funes”
Causa 43.422
Reg. 1284
J. 5 - S. 9
ESTUPEFACIENTES. TENENCIA DE DROGA PARA CONSUMO PERSONAL. ART. 14
SEGUNDA
PARTE
LEY
23.737.
INCONSTITUCIONALIDAD.
IMPROCEDENCIA.
SOBRESEIMIENTO.
“... entendemos que los criterios sentados por nuestra Corte Suprema [en el precedente “Arriola”,
de fecha 25/08/09]se apoyan en una exégesis normativa asimilable a la que ha guiado a la
jurisprudencia de esta Sala, orientada siempre al análisis de las circunstancias de cada caso en
concreto para establecer si las conductas pueden considerarse resguardadas por la esfera de
intimidad preservada por nuestra Carta Magna, o si –por lo contrario- exceden a tal ámbito
resultando en consecuencia pasibles de reproche penal” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Y finalmente, de lo expuesto hasta aquí se desprende con claridad que las pautas que, con
anterioridad al fallo “Montalvo”, la Corte Suprema de Justicia de la Nación había tenido en cuenta a
efectos de dilucidar tal interrogante, han sido exactamente las mismas que las que valoramos cada
vez que nos tocó definir esta cuestión, de modo que nos hemos venido adecuando a los
parámetros que ahora ha vuelto a reconocer expresamente aquél Tribunal” (Del voto de los Dres.
Cattani e Irurzun).
“Por último, recordamos que a nuestro modo de ver no resulta necesario declarar la
inconstitucionalidad de la figura penal prevista en el segundo párrafo del art. 14 de la ley 23.737, ya
que a criterio de este Tribunal esa descripción legal puede ser interpretada de modo tal de
considerar atípicos ciertos hechos -como éste- que deben considerarse protegidos por la primera
parte del art. 19 de la Constitución Nacional” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Integrando ambas Salas de este Tribunal, me he expedido sobre la figura legal examinada,
propiciando reiteradamente –y en circunstancias fácticas similares a la presente- la declaración de
inconstitucionalidad del tipo cuestionado (ver de la Sala I, causa n° 41.228 “Velardi”, reg. n° 400 del
22/04/08; causa n° 43.425 “Baroni”, reg. n° 1.234 del 5/11/09; entre otras; y de la Sala II, causas
“Frisardi” y “Saavedra”, ambas citadas en el voto que antecede; entre otras)” (Del voto del Dr.
Farah).
“Tal criterio ha sido recientemente reafirmado por el máximo Tribunal de la Nación en el fallo
“Arriola”, donde declaró la inconstitucionalidad del tipo que aquí se analiza, en acontecimientos en
que la escasa cantidad de material estupefaciente que ha sido secuestrada no trasciende la esfera
de custodia personal, ni afecta a terceros” (Del voto del Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
124
Cattani - Irurzun - Farah
Poder Judicial de la Nación
16.11.2009
“Roldán”
Causa 28.125
Reg. 30.637
J. 7 - S. 14
JUEZ. JUEZ NATURAL. JUECES SUBROGANTES. VALIDEZ DE TALES DESIGNACIONES.
“... la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sido categórica al sostener que “… deviene
imprescindible admitir la validez de las designaciones de jueces subrogantes llevadas a cabo hasta
el presente, así como la de las actuaciones procesales por ellos ya practicadas y de las que
practiquen...”. (Trib. cit., “Rosza, Carlos Alberto y otro s/recurso de casación”, del voto de la
mayoría, R.1309.XLII, rta. el 23/05/07)” (del voto del Dr. Freiler).
“En ese contexto, el Máximo Tribunal resolvió mantener en el ejercicio de sus cargos a quienes
habían sido designados para ejercer la función jurisdiccional en los tribunales que se encontraban
vacantes, criterio que posteriormente también fue abrazado por el artículo 6° de la ley 26.376” (del
voto del Dr. Freiler).
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler- Filozof - Rimondi
20.11.2009
“Menem”
Causa 43.492
Reg. 1330
J. 2 - S. 3
USO OFICIAL
LEY 25.891. ART. 10 LEY 25.891. MODIFICACIÓN DEL NÚMERO DE IMEI DE UN TELÉFONO
CELULAR. TENTATIVA. DISIDENCIA. CONDUCTA ATÍPICA.
“... el imputado, aún antes de la intervención de los representantes de “Nextel S.A.”, ya estaba
motivado a cometer el delito que se le enrostra, aventando dicha particularidad cualquier tipo de
cuestionamiento en orden a una eventual provocación para que obrare tal como lo hizo. Sin
embargo, la actuación de Riva y de Dana, que como se refiriera, consistió en entregar el teléfono a
clonar, descarta la consumación del ilícito descubierto de tal modo, pues la actuación de los
nombrados controló y neutralizó de antemano el peligro inherente a la actividad que realizó el
imputado en infracción a la ley 25.891” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Por tal razón, corresponde considerar a este delito comprendido en el supuesto de tentativa
previsto en el artículo 44 último párrafo del Código Penal (conf. Zaffaroni Eugenio- Alagia,
Alejandro- Slokar, Alejandro “Derecho Penal- Parte General” Ed.Ediar, Bs.As. 2000, pags. 797/8.
Ver también: D’Alessio, Andrés (director)- Divito, Mauro A. (coordinador) “Código Penal Comentado
y Anotado” La Ley, Bs.As., 2005, págs.480/1)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“... respecto de la adulteración de IMEI del teléfono celular marca “Motorola” modelo I833
Pininfarina, mediante la utilización del software comercializado por los imputados en infracción a la
ley de marcas, se advierte que nos encontramos ante un supuesto en que el conocimiento previo
por parte de los sujetos que comparecieron a la reunión defendiendo los intereses de la firma
presuntamente damnificada –quienes de este modo se colocaron en posición de virtual víctimaneutraliza de antemano la eventual lesividad de la decisión de acción contraria al bien jurídico
protegido que se endilga al encartado” (Del voto en disidencia del Dr. Farah).
“Se observa la previa exclusión del peligro exigido por la previsión legal de que se trata, pues quien
solicitó la adulteración del IMEI entregando el aparato para ello, fue quien lo recibiría clonado para
utilizarlo posteriormente como elemento de prueba del ilícito que se había denunciado. La situación
aparece en todo momento bajo el control de quien la generó constituyendo una mera ficción” (Del
voto en disidencia del Dr. Farah).
“Fue el legislador quien cerró, en lo relativo a la aplicación de la norma, las discusiones existentes
en la doctrina –objetivistas y subjetivistas- pues ha exigido la creación de un peligro neutralizado a
priori, y que eventualmente, sólo se habría mantenido en la mente del autor, sin correlato alguno en
el mundo de los objetos y de las relaciones intersubjetivas, el cuál, según el art. 19 de la C.N.,
125
debió sufrir algún tipo de alteración para habilitar la filtración del poder represivo (conf. criterio
expuesto como vocal Sala I en C.40.758 “Balagna, Isaías y otros s/procesamiento” reg.1574 del
18/12/07)” (Del voto en disidencia del Dr. Farah).
“Atento lo expuesto, el hecho así generado no puede tener significación jurídico-penal respecto de
su autor, resultando la conducta imputada intrínsicamente atípica” (Del voto en disidencia del Dr.
Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
10.11.2009
“Di Maio”
Causa 28.350
Reg. 30.617
MINISTERIO
PÚBLICO
FISCAL.
FISCALÍA
NACIONAL
J. 5 - S. 10
DE
INVESTIGACIONES
ADMINISTRATIVAS. FACULTADES. LEGITIMACIÓN.
Respecto de la intervención en causas penales por parte de la FNIA, “... se ha sostenido que
mientras el fiscal de la causa mantiene la persecución, ese organismo tiene la facultad de colaborar
en la investigación, sugiriendo medidas y cursos de acción, aunque sin legitimación autónoma,
encontrándose habilitada a efectuar las presentaciones que estime pertinentes de acuerdo a su
deber legal (ver de esta Sala, causa n° 22.999 “Viola”, reg. n° 24.783 del 9/2/06; causa n° 27.365
“Dr. Garrido s/ recurso de queja”, reg. n° 29.249 del 2/12/08; causa n° 27.163 “FIA s/ archivo”, reg.
n° 19.966 del 4/6/09, y artículo 45, inciso “c” de la ley 24.946 y a los artículos 30.5, 31.7, 32.5,
33.7, y 45.1.1 del reglamento 18/05 de la Procuración General de la Nación)” (Del voto de los Dres.
Cattani e Irurzun).
“Por otra parte, frente al abandono de la acción penal por parte del fiscal de la causa se ha dicho
que podrá la Fiscalía de Investigaciones Administrativas presentarse como “parte” en el proceso de
conformidad con lo pautado por el artículo 45 mencionado y por el artículo 45.1.4 del Reglamento
(conf. de esta Sala, causa “F.N.I.A. s/ intervención -queja apelación-”, reg. n° 25.349 del 11/7/06)”
(Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“En este último supuesto, la participación de la FIA como parte acusadora puede extenderse siempre y cuando se den las condiciones legalmente requeridas para ello- a toda causa penal,
prescindiendo de su forma de inicio, esto es: haya sido el expediente iniciado en virtud de la
denuncia formulada por la FIA o por una vía distinta” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Tal prerrogativa fue prevista expresamente en el reglamento interno del organismo, que en su
artículo 45 establece que la FIA podrá tener en el marco de las causas judiciales contra
funcionarios públicos -cualquiera haya sido la vía de inicio de las actuaciones- los tipos de
participación que a continuación se listan:… “45.1.4. Acción penal subsidiaria: tendrá lugar cuando
el fiscal de la causa resuelva no impulsar la acción y la FIA tenga opinión en contrario. En esta
caso, la actuación de la FIA estará regida por las previsiones del CPP previstas para el fiscal de la
causa” (ver en igual sentido, arts. 31.5, 31.8 y ccs.)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
El Dr. Farah, por su parte, y con relación a este tema, manifestó: “dejar a salvo mi opinión respecto
al primer punto tratado por mis colegas preopinantes en torno a la intervención de la Fiscalía de
Investigaciones Administrativas en el trámite de los procesos seguidos contra los funcionarios
públicos (ver de la Sala 1 de esta Cámara, causa n° 42.007 “Fiscal Nacional de Investigaciones
Administrativas s/ recurso de queja”, reg. n° 688 del 18/6/08, y sus citas; causa n° 41.077
“Acconcia”, reg. n° 1367/07 del 14/11/07; causa n° 41.040 “Heredia”, reg. n° 1485 del 4/12/07;
causa n° 41.187 “Balabarian”, reg. n° 161 del 22/2/08; causa n° 41.315 “Boneo”, reg. 1407 del
22/11/07; causa n° 40.913 “Lucco” reg. n° 1079 del 18/9/07; causa n° 41.115 “Tullio” reg. n° 1399
del 22/11/07;causa n° 41.736 “Fernández”, reg. n° 1012 del 4/09/08 y sus citas)”.
C.C.C. Fed. Sala II
126
Cattani - Irurzun - Farah
Poder Judicial de la Nación
17.11.2009
“Albistur”
Causa 28.031
Reg. 30.657
J. 5 - S. 9
NE BIS IN IDEM. PERSECUCIÓN PENAL MÚLTIPLE. DOBLE JUZGAMIENTO. GARANTÍAS
CONSTITUCINALES. ALCANCES.
“Nuestro código procesal ha escogido una fórmula amplia de protección: nadie prodrá ser
perseguido penalmente más de una vez por el mismo hecho (art. 1 in fine)”.
“Su alcance debe interpretarse, en palabras de Maier, como un resguardo frente al “riesgo de una
nueva persecución penal, simultánea o sucesiva, por la misma realidad histórica atribuida, única
interpretación compatible si se quiere garantizar, sin hipocresías, un verdadero Estado de Derecho
y si se quiere evitar sinrazones en la aplicación práctica del principio” (v. Maier, Julio B. J. “Derecho
Procesal Penal. I. Fundamentos”, Ed. Del Puerto, Buenos Aires, 1999, pág. 601/602)”.
“Al referirse la ley al mismo hecho está prescindiendo de su valoración jurídica, pues el principio
reposa en un comportamiento determinado históricamente “cualquiera que sea el significado
jurídico que se le ha otorgado, en una y otra ocasión, el nomen iuris empleado para calificar la
imputación o designar el hecho” (Maier, op. cit. pág, 606)”.
“Hay identidad de objeto cuando éste se refiere “al mismo comportamiento atribuido a la misma
USO OFICIAL
persona. Se trata de impedir que la imputación concreta, como atribución de un comportamiento
determinado históricamente, se repita, cualquiera que sea el significado jurídico que se le ha
otorgado, en una y otra ocasión, es decir el nomen iuris empleado para calificar la imputación o
designar el hecho. Se mira al hecho como acontecimiento real que sucede en un lugar y en un
momento o período determinado” (CSJN, “Videla”, rta.21/08/03)”.
“Esto, en principio, obliga a ser cauteloso a la hora de distinguir de acuerdo a nominaciones so
riesgo de dividir ficticiamente lo que en la realidad se ha manifestado como un acontecimiento
único e historificable: la doble valoración jurídica de una misma acción importa, en realidad, su
doble juzgamiento (CSJN, “Alcucero”, rta. 7/09/04 –disidencia Zaffaroni-)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero- Freiler- Farah
10.11.2009
“López”
Causa 42.847
Reg. 1253
J. 7 - S. 13
PATRIMONIO CULTURAL. ACERVO CULTURAL. LEY 9.080. LEY 25.743. OBJETOS
ARQUEOLÓGICOS
Y
PALEONTOLÓGICOS.
COMERCIO
ILEGAL
DE
TALES
BIENES
CULTURALES. REGISTRACIÓN DE TALES BIENES. REGISTRO OFICIAL DE COLECCIONES U
OBJETOS ARQUEOLÓGICOS O RESTOS PALEONTOLÓGICOS
“En el orden internacional nuestro país se comprometió a proteger estos bienes culturales a través
de la aprobación de la Convención sobre Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, cuyo artículo 3
establece que son ilícitas la importación, exportación y la transferencia de propiedad de estos
bienes que se efectúen infringiendo las disposiciones adoptadas por los Estados Partes en virtud
de esta Convención (Ley 19943 aprobada el 13/11/1972 y publicada en el Boletín Oficial el
22/11/1972)”.
“... el argumento de que el imputado al momento del secuestro ya había informado a la autoridad
administrativa de la existencia de esas piezas no alcanza para eximirlo de responsabilidad, pues el
hecho de que los objetos estuvieran en proceso de registración no significa que lo autorice a
comercializarlos ya que, justamente, su inventariado se encontraba en trámite y por ello,
desconocía si alguna de las piezas que tenía en su poder eran de interés para el Estado Nacional u
otro”.
127
“Por otro lado, no debe perderse de vista que "…la creación del Registro Oficial de Colecciones u
Objetos Arqueológicos o Restos paleontológicos, tiene su fundamento en la necesidad de la
organización y el control por parte del Estado de los valiosos objetos de que se trata, pero de
ninguna manera tal creación podría implicar dejar sin castigo a quienes habrían llevado adelante
una actividad ilícita como la aquí investigada, máxime teniendo en cuenta que tal circunstancia ha
sido valorada por los legisladores en el debate parlamentario" (conf. Sala I, c. n° 36707 "OSONA",
Reg. n° 1156 del 8/11/2004)”.
“En lo que concierne a la introducción en el comercio de estos elementos, consideramos que las
circunstancias de modo, tiempo y lugar en que se sucedieron los hechos confirman que la
exhibición de los objetos de marras está vinculada con la actividad de comercialización prevista en
el artículo 48 de la ley citada”.
“Ello así, teniendo en cuenta que se encontraban expuestos junto a muchos otros objetos de esas
misma características, en un local ubicado en una galería de la calle Florida, donde existen otros
negocios del ramo, lugar que es transitado asiduamente por mucha gente sobre todo público
extranjero. No debe soslayarse el cuadro probatorio reunido en autos que revela la actividad
habitual de compra venta de este tipo de mercadería (ver en este sentido e-mails y escuchas
telefónicas que corren por cuerda) (conf. en este sentido causa n° 40256 "VELASQUEZ", Reg. n°
434 del 22/05/2007)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Cattani
9.11.2009
“Janeir Aude”
Causa 42.282
Reg. 1236
J. 3 - S. 5
PECULADO. DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. ART. 261 C.P. REQUISITOS
TÍPICOS.
La norma penal contenida en el artículo 261 del C.P. “...protege principalmente la recta
administración del patrimonio estatal, aunque no por ello, el patrimonio deja de tener importancia,
por ello la categorización doctrinaria del delito como dirigido contra la administración pública,
aunque también, contra la propiedad”.
“En segundo lugar, en cuanto al objeto material de la figura, se ha entendido que el art. 261 C.P.
incluye, bajo la expresión “caudales” o “efectos”, toda clase de bienes en el sentido del art. 2312
del CC (cfr. Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, Tea, 4° edición, parte especial, 1987,
Tomo 5, p. 224, quien realiza una interpretación contextual en función de lo estipulado por el art.
263 C.P.)”.
“En tercer lugar, sustraer significa extraer o quitar los bienes de la tenencia –efectiva o simbólicacon que en el ámbito administrativo han sido colocados por leyes, reglamentos u órdenes, lo cual,
se entiende, no exige la apropiación (Creus, Carlos, “Delitos contra la administración Pública”,
Astrea, Buenos Aires, 1981, ps. 325 y 26). Cabe señalar al respecto que, según lo expuesto en
relación con los bienes de dominio público, el Estado no puede disponer de ellos sino que sólo los
administra.
“En cuanto a la relación de los funcionarios públicos con el bien, la norma en cuestión exige que
aquellos, en razón de su cargo, tengan la administración, percepción o custodia del caudal o efecto
sustraído. En cuanto a la administración, se entiende, en general, que el funcionario que administra
es aquel que, con arreglo a los ordenamientos respectivos, posee facultad de disposición, de
afectarlos a un destino determinado”.
“En lo que respecta a la administración, ella no siempre recae en un solo funcionario; hay casos en
que aparece confiada simultáneamente a más de uno (por ejemplo, directorios, comisiones, juntas,
etcétera). Así, la función no estará confiada a un solo funcionario cuando el acto de disposición de
128
Poder Judicial de la Nación
bienes deba resultar de su decisión integrada por la de otros funcionarios. En otras palabras, no se
requiere una competencia exclusiva y excluyente; sólo, la competencia funcional (cfr. Carrera,
Daniel, “Peculado”, Ed. Mediterránea, Córdoba, 2005, ps. 139/140)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero- Freiler- Farah
19.11.2009
“Lanús de la Serna”
Causa 43.066
Reg. 1315
J. 10 - S. 19
PERITAJE. PERITOS. RECUSACIÓN. EXCUSACIÓN. PERITOS OFICIALES. IMPROCEDENCIA.
VALORACIÓN DE LAS CONCLUSIONES DE LOS PERITAJES POR PARTE DEL JUEZ.
“… no será procedente la recusación o excusación de un perito sobre la base de haber actuado
con anterioridad como tal en el mismo proceso (art. 55, inc. 1° del C.P.P.N.), sea que se ordenen
nuevos puntos de pericia, o que ésta por determinadas circunstancias verse sobre los mismos
anteriores, dado que si bien tal razón deviene atendible en el caso del juez interviniente, carece de
lógica extenderla a la hipótesis del perito…” (conf. Código Procesal Penal de la Nación – Guillermo
Rafael Navarro – Roberto Raúl Daray. Tomo I. Pensamiento Jurídico Editora, pág. 554)”.
“Debe tenerse en cuenta además, que en cada caso concreto el juez debe apreciar la prueba
pericial conforme las reglas de la sana crítica, es decir, deberá tener en cuenta, por ejemplo, la
uniformidad de las opiniones, los antecedentes académicos de quienes las viertan, los principios en
USO OFICIAL
que se basan y su concordancia con los restantes medios de convicción reunidos en la causa, no
estando atado a las conclusiones de los expertos”.
“A todo ello cabe agregar, que el Alto Tribunal refiriéndose a los peritos oficiales, ha privilegiado
sus informes pues se trata del asesoramiento técnico de auxiliares de la justicia cuya imparcialidad
y corrección están garantizadas por normas específicas y por otras similares a las que amparan la
actuación de funcionarios judiciales (Fallos 299:265 o E.D., t. 77, pág. 374, f. 30.617)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
24.11.2009
“Sfintzi”
Causa 28.335
Reg. 30.693
J. 8 - S. 15
PLAZO RAZONABLE. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. ALCANCES. PRINCIPIO DE
PROGRESIVIDAD. PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN. DERECHO DE DEFENSA.
“La cuestión traída a estudio se centra en determinar si en las presentes actuaciones se ha
excedido el plazo razonable para tener a los imputados sometidos a proceso (artículo 18 de la
Constitución Nacional, artículo 7, inc. 5°, y artículo 8, inc. 1° de la Convención Americana de
Derechos Humanos, artículo 9, inc. 3° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos)”.
“Incluso con anterioridad a su expresa incorporación a la Constitución Nacional, la Corte Suprema
del país había reconocido la garantía en cuestión al interpretar los principios de progresividad y
preclusión como instrumentos procesales concretos destinados a evitar la duración indeterminada
de los juicios (ver Fallos 272:188 y 300:1102; entre otros; ver de la Sala II, causa n° 27.676,
“Caceres”, reg. 30.116, del 3/7/09)”.
“Esta garantía ha sido incorporada expresamente a nuestra Carta Magna a partir de la reforma del
año 1994, en virtud de lo establecido en su artículo 75, inciso 22, a partir del cual se le otorgó
rango constitucional a los tratados internacionales, y ha sido aplicada tanto por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (“Genie Lacayo”, del 29/1/97; “Suárez Rosero”, del
12/11/97; “López Alvarez v. Honduras”, del 1/2/06), como por la Corte Europea de Derechos
Humanos (“Motta”, del 19/2/91; “Ruiz Mateos”, del 23/6/93, entre otros), siguiendo el mismo
lineamiento”.
129
“... en reiteradas ocasiones el máximo tribunal ha postulado que el derecho del imputado a que se
ponga fin a la situación de indefinición que supone el enjuiciamiento penal puede encontrar tutela
en la prescripción de la acción (Fallos 322:360, voto de los Dres. Petracchi y Boggiano). En el
mismo sentido, esta Cámara ha expresado que “[n]o resulta una conclusión novedosa el reconocer
el estrecho vínculo que liga el mecanismo jurídico de la prescripción de la acción penal con el
derecho a una razonable duración del proceso, al punto de que entre ellos existe una genuina
relación instrumental, donde uno no es sino el canal de expresión del otro” (Sala I, causa N° 42.713
“Recio”, reg. 1.009, del 17/09/2009)”.
“La C.S.J.N indicó –con cita del voto del Juez Powell en el precedente “Barrer v. Wingo” [407 U.S..
514, 530 (1972)— cuáles son los factores que determinan el análisis relativo al incumplimiento de
la garantía del plazo razonable: “la duración de la demora, sus razones, la invocación del derecho
que hace el acusado y el perjuicio que le haya ocasionado” (Fallos 322:360, voto de los Dres.
Petracchi y Boggiano). En igual sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
establecido que para examinar la razonabilidad de un plazo en un proceso se deben tomar en
cuenta los siguientes elementos: “a) complejidad del asunto, b) actividad procesal del interesado,
c) conducta de las autoridades judiciales” (CIDH, caso Genie Lacayo vs. Nicaragua, del 29/1/97,
párr. 77; caso Escué Zapata vs. Colombia, del 4/10/07, párr. 102; caso Heliodoro Portugal vs.
Panamá, del 12/8/08, párr. 149; caso Bayarri vs. Argentina, del 30/10/08, párr. 107). En la misma
dirección, esta Cámara ha sostenido que el concepto de “retardo indebido” “…corresponde ser
analizado en el caso concreto, y en relación a otros parámetros tales como la complejidad del
asunto; el comportamiento de las autoridades judiciales y la conducta procesal del imputado, tanto
como la actuación de sus letrados defensores” (ver voto del Dr. Farah en la causa de esta Sala I,
n° 42.089, “Tell”, reg. 1030, del 10/09/08)”.
“A la luz de ello, surge que la causa lleva más de 20 años en trámite, con 17 años desde el
procesamiento de los tres imputados en cuestión. Si bien se trata de una causa compleja y
extensa, su duración resulta a todas luces excesiva. La circunstancia de que los hechos
investigados sean complejos no justifica que se destine un período de tiempo ilimitado a la
resolución del caso (ver voto del Dr. Farah en la ya citada causa “Caceres”). La Comisión
Interamericana de Derechos Humanos expresó que “[d]e otro modo, se asumiría de manera
implícita que el Estado siempre enjuicia a culpables y que, por lo tanto, es irrelevante el tiempo que
se utilice para probar la culpabilidad, cuando, conforme con las normas internacionales, el acusado
debe ser considerado inocente hasta que se pruebe su culpabilidad” (informe 12/96, caso n°
11.245, del 1/3/96)”.
“Aquella actividad de la defensa que, en los hechos, ha contribuido a dilatar el trámite de la causa,
no puede ser considerada causa exclusiva de esa demora, ni puede pensarse que ha sido
realizada con una finalidad dilatoria. Lo contrario implicaría conculcar el derecho de defensa en
juicio del que goza todo imputado”.
“... corresponde tener en cuenta que “…es inaceptable el criterio… [que]…considera en contra del
imputado sus ‘peticiones’, pues ello provoca una restricción de la libertad de defensa contraria a la
comprensión que de este derecho debe hacerse a la luz del art. 18 de la Constitución
Nacional…[A] diferencia de lo que ocurre en los procesos civiles, el imputado no está obligado a
colaborar activamente con lo que se refiere a la celeridad del proceso en su contra…Y aun en
aquéllos, en los cuales, en principio es deber de las partes asegurar la rapidez del proceso, esta
máxima no libera a los estados parte de la obligación de que el juicio finalice en un plazo
razonable…” (Fallos 322:360, voto de los Dres. Petracchi y Boggiano)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Cattani
12.11.2009
“Salgado”
130
Poder Judicial de la Nación
Causa 38.854
Reg. 1275
J. 2 - S. 4
PROCESO PENAL. DELEGACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN A MANOS DEL FISCAL. ART. 196
CPPN. FACULTAD DEL JUEZ DE INSTRUCCIÓN. DESICIÓN INAPELABLE. MINISTERIO
PÚBLICO FISCAL. FUNCIONES.
“En materia de delegación, el Tribunal ha sostenido “…que el ejercicio de la facultad a la que alude
el artículo 196 del C.P.P., confiriendo dirección al fiscal, …no hace más que asignarle uno de los
cometidos esenciales inherentes a su razón de ser, ajustando su rol a la potestad que ejercita…
Una exégesis razonable de la ley procesal impide sujetar a un plazo mínimo la innovación
introducida por el artículo 196, que aunque tímida y mediatamente, permite al Ministerio Público
protagonizar la investigación preliminar desdoblando las funciones de requerir y decidir, a la luz de
las legislaciones más modernas y de los principios republicanos, y en vistas de una mayor agilidad
y eficacia en la persecución”(cfr. de esta Sala, causa n° 13.749 “Inc. de nulidad del M.P.Fiscal deleg. Instruc-”, reg. 14.948 y sus citas)”.
“Es que no debe olvidarse que “el instituto de la delegación es eminentemente discrecional para el
juez, pudiendo éste disponer de su utilización durante toda la instrucción, con el único límite de la
conveniencia para el desarrollo de la investigación…” (en este aspecto, v. causa n° 17.121 “Inc. de
apelación en autos Valdez, B. s/defraudación”, rta. 16.11.00, reg. 18.176; c. n° 17.248 “Norberto y
USO OFICIAL
otros s/nulidad art. 196 C.P.P.”, rta. 5.12.00, reg. 18.254 y sus citas; c. n° 19.098 “Massholder,
Juan s/nulidad delegación fiscal”, rta. 22.8.02, reg. 20.079, entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
24.11.2009
“Desirée Aidar”
Causa 28.425
Reg. 30.699
J. 6 - S. 12
PROCESO PENAL. PLAZOS PROCESALES. PERENTORIEDAD DE LOS PLAZOS. ÓRGANO
OFICIAL DE PERSECUCIÓN PENAL. IMPROCEDENCIA
“... la perentoriedad del plazo puede ser invocada cuando lo que se trata es de enfrentar una
acusación particular. De ahí, pues, el acierto en recordar el precedente “Del’Olio” (Fallos
329:2596). Mas, cuando se trata de cuestionar la tarea de los órganos oficiales de persecución
penal, la respuesta es muy diversa. Para ellos, los términos son sólo ordenadores en la medida en
que “…la actividad que debe llevarse a cabo para el desarrollo del proceso penal es ineludible y en
que, consecuentemente, por virtud de los intereses públicos en juego, no es admisible que
caduque o pierda validez por su producción tardía” (NAVARRO, Guillermo Rafael, DARAY, Roberto
Raúl, Código Procesal Penal de la Nación, Tomo 1, Hammurabi, Buenos Aires, 2004, p. 414. En
igual sentido ver, DONNA, Edgardo y MAIZA, María Cecilia, Código Procesal Penal, Depalma,
Buenos Aires, 1994, pp. 169 y s. y 394)”.
“Lo contrario, supondría admitir que “…por la vía de la negligencia del funcionario se [pueda
afectar] seriamente el afianzamiento de la justicia y los valores implicados en la resolución de los
conflictos penales que el derecho procesal debe concretar” (C.C.C., Sala I, causa nro. 34.842,
“Simón, Héctor s/ nulidad”, rta. el 15/10/08. Ver también, Sala VI, causa nro. 36.863, “M., M.O. s/
nulidad…”, rta. el 26/3/09)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero- Freiler- Farah
24.11.2009
“División de Fotografía P.F.A.”
Causa 43.549
Reg. 1351
J. 1 - S.1
131
RECUSACIÓN DE MAGISTRADOS. RECHAZO. RECURSO DE CASACIÓN. IMPROCEDENCIA.
EXCEPCIONES
“La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que el rechazo de recusaciones de
magistrados no constituye sentencia definitiva ni es equiparable a tal (Fallos 297:70, 302:221,
302:346, 305:1753, 310:1038, 311:565, 317:771, 321:1920, 321:3504, 322:1941 y 326:1046, entre
otros), criterio que también ha sostenido la Cámara Nacional de Casación Penal (Sala II, causa n°
3810 “Ceballos, rta. el 22/5/02, reg.n° 4932; y Sala III, causa 4331 “Bafaro”, rta. el 6/2/03, reg.n°
12.03) y esta Sala (ver causa n° 26.769 bis “Beraldi”, rta. el 21/7/08, reg.n° 28.707)”.
“No se desconoce que el máximo Tribunal ha hecho excepción a tal principio en aquellas
situaciones en que el ejercicio imparcial de la administración de justicia se encuentre tan
severamente cuestionado que el derecho de defensa comprometido exija una consideración
inmediata por constituir la única oportunidad para su adecuada tutela (Fallos 316:826, 316:107,
311:266 y 306:1692, y esta Sala en causa n° 21.276 “Menem”, rta. el 18/5/04, reg.n° 22.450)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
5.11.2009
“Aballay”
Causa 28.377
Reg. 30.584
J. 5 - S. 9
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. ART. 76 BIS DEL C.P. PROCEDENCIA DEL INSTITUTO.
TESIS AMPLIA.
“... el Señor Juez de grado fundamenta su decisorio [denegando la solicitud de suspensión del
juicio a prueba] en dos cuestiones, una de ellas la aplicación del plenario de la Cámara Nacional
de Casación Penal, adoptado en el macro de la causa “Kosuta”, y la otra por considerar que el
marco propicio para el planteo y análisis de la procedencia del beneficio solicitado es el de la etapa
del juicio, encontrándose agotada esta instancia”.
“Respecto de la primera de ellas, no puede soslayarse la evolución operada en la materia traída a
estudio de este Tribunal desde el fallo plenario invocado por el a quo en su resolutorio,
principalmente a partir de lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa
“Acosta, Alejandro Esteban” (c.n° 28/05, S.C.A. 2186, L.XL, rta. el 23/04/08)”.
“En dicha oportunidad,
el Alto Tribunal señaló que “…para determinar la validez de una
interpretación, debe tenerse en cuenta que la primera fuente de exégesis de la ley es su letra
(Fallos 304:1820; 314:1849), a la que no se le debe dar un sentido que ponga en pugna sus
disposiciones, sino el que las concilie y conduzca a una integral armonización de sus preceptos
(Fallos 313:1149;327:769).”, y que “…el principio de legalidad (art.18 de la Constitución Nacional)
exige priorizar una exégesis restrictiva dentro del límite semántico del texto legal, en consonancia
con el principio político criminal que caracteriza
al derecho penal como la ‘ultima ratio’ del
ordenamiento jurídico , y con el principio ‘pro homine’ que impone privilegiar la interpretación legal
que más derechos acuerde al ser humano frente al poder estatal”. (considerando 6°)”.
“Concluye afirmando que “…el criterio que limita el alcance del beneficio previsto en el artículo 76
bis a los delitos que tienen prevista una pena de reclusión o prisión cuyo máximo no supere los
tres años se funda en una exégesis irrazonable de la norma que no armoniza con los principios
enumerados, toda vez que consagra una interpretación extensiva de la punibilidad que niega un
derecho que la propia ley reconoce, otorgando una indebida preeminencia a sus dos primeros
párrafos sobre el cuarto al que deja totalmente inoperante.”. (considerando 7°)”.
“Sin perjuicio de ello, es dable recordar que este criterio amplio ha sido el adoptado por esta Alzada
en reiteradas oportunidades (conf. c.n° 22.664 “Cingolani, Jorge H. s/ suspensión de juicio a
prueba”, reg.n° 24.193del 15/9/05 y sus citas, de esta Sala y c.n° 40.662 “Laperrausaz, Saverio
s/no hacer lugar a la suspensión de juicio a prueba”, reg. n°1019, rta. el 5/9/08 de la Sala I)”.
132
Poder Judicial de la Nación
“De otra parte, y con relación al segundo de los fundamentos brindados por el Señor Juez de
grado, cabe señalar que tampoco resulta óbice para la concesión del beneficio la oportunidad en
que éste fuera peticionado en tanto dicho planteo resulta procedente en esta etapa instructoria,
considerando que la referencia de la suspensión de juicio a prueba debe ser entendida como
suspensión de proceso a prueba, pues éste es el significado más adecuado que cabe otorgarle al
término “juicio” de conformidad con el alcance que a tal vocablo se da en el artículo 18 de la
Constitución Nacional, en cuanto resulta comprensivo de todos los pasos de un proceso (conf.
Baigún, David, Zaffaroni, Eugenio, Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinario y
jurisprudencial, T.II, pág. 835, Ed. Hammurabi, 2002, Bs.As)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
12.11.2009
“Jaquet Vera”
Causa 28.342
Reg. 30.625
J. 11 - S. 21
ACCIÓN CIVIL. MOMENTO PROCESAL PARA SU INTERPOSICIÓN EN EL MARCO DE UNA
CAUSA PENAL.
“... si bien el artículo 90 del Código Procesal Penal de la Nación, establece que la constitución de
parte civil podrá tener lugar en cualquier estado del proceso hasta la clausura de la instrucción, a
partir de su interpretación sistemática con el resto del ordenamiento de forma, es dable concluir
USO OFICIAL
que en aquellos casos en los que el requerimiento fiscal de elevación a juicio ya se encuentre
consolidado, su admisión sólo es viable cuando conjuntamente con ella se acompañe la demanda
instaurada de conformidad con el artículo 93 del mismo ordenamiento de forma (ver Francisco J.
D’Albora, “Código Procesal Penal de la Nación, Anotado, Comentado. Concordado. Octava edición
corregida, ampliada y actualizada” por Nicolás F. D’Albora, Ed. Abeledo Perrot, 2009, pág. 185 y
Roberto G. Loutayf Ranea y Luis Félix Costas, “La acción civil en sede penal”, Ed. Astrea, 2002,
págs. 286/287)”.
“Esta postura ya había sido receptada jurisprudencialmente, habiéndose sostenido al respecto que
“…Si bien el artículo 93 del CPPN dispone concretar la demanda con posterioridad a la notificación
de la resolución del art. 346, corresponde considerar que la única oportunidad lógica para que el
actor civil deba expedirse efectuando la demanda es desde el momento en que el requerimiento
fiscal ha quedado consolidado, a posteriori del trámite del art. 348 y ss., del CPPN, esto es, cuando
la realización del debate es un hecho procesalmente establecido…”
(C.C.C., Sala IV, 4-5-99,
ED, 183-709, SJ-266, y RepED, 33-1118, n° 60)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
9.12.2009
“Fabris”
Causa 28.453
Reg. 30.787
J. 11 - S. 22
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA DE LA ACCIÓN. PRESCRIPCIÓN. LEY PENAL. LEY PENAL MÁS
BENIGNA. IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY PENAL.
“... ya se ha sostenido que el artículo 2° del Código Penal no obliga a aplicar la ley más benigna
cuando dos o más leyes rijan sucesivamente durante el tiempo que dure la comisión del hecho,
sino que obliga a aplicar la ley más benigna de las que rijan en el tiempo intermedio entre el de su
comisión y la extinción de los efectos de la condena (conf. esta Sala en causa n° 28.112
“Santander”, rta. el 3/9/09, reg.n° 30.319; y en similar sentido CSJN, Fallos: 327:3279, párr. IV ap.
3 del dictamen del Procurador General de la Nación, y Fallos: 330:2434, último párr. del punto IV
del dictamen del Procurador General de la Nación, a cuyos fundamentos en ambos casos remitió la
Corte)”.
133
“Con ello, “...Si el accionar se sigue cometiendo en vigencia de la nueva ley, ésta es aplicable, con
lo que no se viola la irretroactividad de la ley penal ni rige el principio del artículo 2° del código de
fondo, porque la primera ley a tomar en cuenta para hacer jugar la regla de la retroactividad de la
ley más benigna, es la del tiempo en que desarrolla la última parte de la conducta...” (conf. esta
Sala en causa n° 26.349 “Guerrieri”, rta. el 18/7/08, reg.n° 28.702)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
1.12.2009
“Barros Reyes”
Causa 28.233
Reg. 30.750
J. 5 - S. 10
AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN. DOMINIO DEL HECHO. DELITOS DE INFRACCIÓN DE DEBER.
DELEGACIÓN DE FUNCIONES A ÓRGANOS INFERIORES. RESPONSABILIDAD DEL AUTOR A
PARTIR DE UNA RELACIÓN INSTITUCIONAL. IMPUTACIÓN OBJETIVA.
“Los hechos aquí imputados configuran delitos especiales, donde el autor queda caracterizado por
un deber que tiene como contenido una aportación positiva, en este caso concreto,
a una
institución estatal y donde el dominio del hecho resulta irrelevante para fundar la imputación del
delito investigado, toda vez que es suficiente la infracción del deber (ver Bacigalupo, Silvina,
“Autoría y participación en delitos de infracción de deber”, ed. Marcial Pons, Madrid, 2007, págs.
57/61)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“En este contexto, la delegación de funciones a órganos inferiores y específicos para que
instrumenten materialmente la licitación y ejecución del contrato de concesión no le eximían de tal
deber extrapenal proveniente de su carácter de titular del PEN y basado en la relación inmediata
que mantenía con el bien jurídico protegido –patrimonio del Estado- y que lo obligaba a actuar en
su favor, en la medida necesaria para su conservación” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“En este sentido se ha dicho que “La responsabilidad en virtud de una relación institucional es
inmediata en el sentido de que el obligado siempre tiene que –en términos coloquiales– dar la cara
por el bien jurídico, sin poder escudarse en la incumbencia de terceras personas respecto de la
lesión”
(Sánchez-Vera Gómez-Trelles, Javier, “Delito de infracción de deber y participación
delictiva”, ed. Marcial Pons, Madrid, 2002, pág.42)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“En oportunidad de intervenir en esta causa el 29 de diciembre de 2008, este Tribunal ha sostenido
que “En estos delitos de deber su contenido es la falta de cuidado por una institución del Estado o,
dicho de otro modo, la competencia por no mejorar su situación… En este sentido se sostiene que
“El elemento análogo al dominio del hecho propio de los delitos comunes, es en los delitos de
deber la jerarquía de los funcionarios obligados. La competencia se desplaza de los ejecutores a
los miembros directivos: responsabilidad en función del rango y no en función de la medida de los
movimientos de los dedos...que cometa u omita es indiferente: en todo caso, la ejecución infringe
su deber, aunque sea por mano ajena” (ver causa n° 26.633, “Gabrielli y otros s/procesamiento y
embargo”, reg. n° 29.400, con cita de Jakobs, Günther, “El ocaso del dominio del hecho” en
“Conferencias sobre temas penales”, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2000, págs. 87/120)” (Del
voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“... en este tipo de delitos de infracción de deber, una cooperación al hecho puede ser constitutiva
de autoría, si el que realiza el aporte ha infringido de esa manera el deber que le incumbía, aunque
no sea quien dirige la causalidad al resultado (Bacigalupo, Silvina, obra citada, págs. 57/61)” (Del
voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“... en el caso fallado por la Sala I del Tribunal in re: “D´ Albora, Horacio y otros s/delito de acción
pública” (c/n° 41.198, rta. el 23/9/08, reg. N° 1105), se sostuvo que: “Aunque es cierto que en
estructuras burocráticas de este tipo la división de tareas implica la necesidad de confiar en la
actividad de otros para realizar determinadas actividades, lo cierto es que ello sólo podrá ser
134
Poder Judicial de la Nación
alegado como defensa cuando haya motivos razonables para confiar, es decir, que no se adviertan
irregularidades que hagan presumir como probable la lesión de aquel deber de cuidado de quienes
intervinieron previamente (véase al respecto Günter Stratenweth, Derecho Penal, Parte General, I,
El Hecho Punible, trad. Gladis Nancy Romero, Ed. Di Plácido, Buenos Aires, 1999, p. 339…)” (Del
voto del Dr. Farah).
“En función de ello, considero que la acción del Presidente consecuente en firmar el decreto de
aprobación, es imputable objetivamente a la norma aplicada por el “a quo” y, en esta dirección, se
revela como un aporte esencial al hecho que, en este sentido, habría co-dominado junto con los
demás intervinientes” (Del voto del Dr. Farah).
“Por otra parte, estas mismas circunstancias permiten descartar las alegaciones relativas al
supuesto desconocimiento o falso conocimiento de las circunstancias objetivas del tipo penal
atribuido” (Del voto del Dr. Farah).
“Por lo demás, la inacción también imputada al Presidente es atribuible bajo la misma perspectiva y
no forma sino una secuencia del hecho en cuestión que, como se ha dicho, está compuesto por
USO OFICIAL
distintos pasos” (Del voto del Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
3.12.2009
“Menem”
Causa 28.025
Reg. 30.768
J. 7 - S. 14
CONCURSO DE DELITOS. CONCURSO IDEAL. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“… señala Jescheck que “el concurso ideal no exige la plena coincidencia de las acciones
requeridas en los tipos concurrentes. Basta, por el contrario, la “identidad parcial de las acciones
ejecutivas” en el tipo objetivo de las leyes penales en concurso (...)” (JESCHECK, Hans-Heinrich,
“Tratado de Derecho Penal - Parte General”, Ed. Comares, Granada, 1993, p. 659, citado por este
Tribunal en causa n° 26.955 “Mendoza Alanoca, Dionisio s/procesamiento”, reg. n° 29.685 del
31/03/2009)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Cattani – Irurzun - Farah
22.12.2009
“Bernardinelli”
Causa 28.379
Reg. 30.872
J. 3 - S. 6
CONCURSO DE DELITOS. DIVERSOS TIPOS PENALES DE LA LEY 23.737. CONCURSO
REAL. CONCURSO APARENTE DE LEYES POR SUBSIDIARIEDAD TÁCITA.
“... en un anterior precedente, en el que fue tratado el modo de concurso que había sido aplicado
en la instancia anterior en un caso referido a la tenencia y suministro gratuito de estupefacientes,
esta Sala, con otra integración, concluyó que entre los tipos penales contenidos en los arts. 14,
párrafo primero, y 5°, último párrafo, de la Ley 23.737, mediaba un concurso aparente de leyes por
subsidiariedad tácita, similar al que se manifestaba entre la falsificación de un documento y su
posterior uso”.
“Se expresó en aquella oportunidad: “A pesar de que las figuras involucradas formalmente
constituyen delitos que afectan el mismo bien jurídico –salud pública—, en nuestra hipótesis de
estudio deben ser interpretadas como la punibilidad de momentos distintos de un mismo continuo
delictivo, de diferentes pasos dentro de un continuo de acción, cuyo último tramo –el suministro—
es el verdaderamente lesivo. De este modo, el tipo del artículo 14, primer párrafo de la ley 23.737
sólo constituye un ‘acto preparatorio punible’” (de esta Sala, c/n° 40.573 “Severino, Néstor Patricio
s/procesamiento”, rta. 24/08/07, reg. 925)”.
“... el contenido ilícito de la tenencia con fines de comercialización imputada a (...) (Hecho N°2) se
encuentra implicado en los actos de comecialización en los que tomaron parte (Hechos N°3 y 4),
135
encontrándonos en consecuencia frente a un único hecho constitutivo del ejercicio del comercio de
estupefacientes, actividad receptada en definitiva por la figura penal del art. 5°, inc. “c” de la ley
23.737 (ver, en idéntico sentido, CNCP, Sala II “Méndez, Mario Alberto s/recurso de casación”, reg.
9043.2)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero- Freiler - Farah
10.12.2009
“Noguera”
Causa 43.661
Reg. 1412
J. 12 - S.24
COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. DISCRIMINACIÓN. LEY 23.592. COMPETENCIA
DEL FUERO ORDINARIO.
“… las acciones de alentar o incitar en los términos del art. 3, de la ley 23.592, cuya aplicación la
parte considera oportuna al caso, no se configuran con un aislado comentario de corte
discriminatorio, salvo que éste se hubiese encaminado a animar, dar vigor, mover o estimular a la
persecución o el odio contra una persona o un grupo de personas a causa de su raza, religión,
nacionalidad o ideas políticas. Extremos todos que no se desprenden de las acciones
denunciadas”.
“En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que “…si no se advierte que
las expresiones atribuidas al imputado hubieran tenido la capacidad suficiente como para alentar o
incitar a la persecución o al odio a causa de la raza, religión, nacionalidad, o ideas políticas, sino
que, en atención a las circunstancias de modo tiempo y lugar en las que fueron vertidas, se trataría
de una expresión aislada motivada por razones de convivencia entre vecinos, corresponde a la
justicia local conocer tanto de ese hecho como de la amenaza proferida al querellante…” (C.S.J.N.
“Yañez, Mónica s/ injurias” T. 327, F. 4.979)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
23.12.2009
“Alani”
Causa 43.503
Reg. 1512
J. 9 - S. 17
COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. NATURALEZA RESTRICTIVA Y DE EXCEPCIÓN.
“la naturaleza restrictiva y de excepción de la Justicia Federal condiciona su competencia no sólo
en aquellos casos predeterminados normativamente sino que, además, exige que las
circunstancias de hecho sobre una hipótesis delictiva comprendida dentro de ella no consista
exclusivamente en un simple juicio especulativo” (Sala II, causa nº 3103 “Testimonios de la causa
nº 17097”, reg. 9720 del 25/03/93)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Cattani – Irurzun - Farah
22.12.2009
“NN s/Competencia”
Causa 28.598
Reg. 30.869
COMPETENCIA.
COMPETENCIA
TERRITORIAL
J. 7 - S. 14
EN
MATERIA
PENAL.
CARÁCTER
IMPRORROGABLE E INDEROGABLE. EXCEPCIONES.
“… la regla de la competencia territorial en materia penal es improrrogable y, en principio,
inderogable, pues si bien el legislador estableció excepciones a su alcance al reglamentar esta
norma de raigambre constitucional -conforme informa el artículo 41 del Código Procesal Penal de
la Nación-, ninguna de ellas exorbitan el ámbito dentro del cual los hechos hubieren sido
cometidos, ya sea que éste se tratare de carácter provincial o, en su caso, del de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires (ver artículo 37 del Código Procesal Penal de la Nación en función del
artículo 118 de la Constitución Nacional; Jorge A. Claria Olmedo, “Derecho Procesal Penal”, Tomo
136
Poder Judicial de la Nación
I, actualizado por Jorge E. Vázquez Rossi, Ed. Rubinzal Culzoni, 2001, págs. 325 y ss. y
“Competencia Penal en la República Argentina, doctrina, legislación y jurisprudencia”, Ed.
Depalma, 1945, págs. 48/52, 90/91, 131 y ss y Colección de Fallos de la CSJN, 229:853; 253:432;
265:323)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Cattani – Irurzun - Farah
22.12.2009
“Majdalani”
Causa 28.534
Reg. 30.866
J. 5 - S. 10
CORRESPONDENCIA. ROBO DE CORRESPONDENCIA. ESTAFA POSTERIOR COMETIDA
CON LOS INSTRUMENTOS SUSTRAÍDOS. COMPETENCIA
“…la sustracción de una pieza postal constituye un hecho diverso que la posterior defraudación
que se realizó con su contenido por lo que hasta que se demuestra la concreta vinculación que
existió entre ambos ilícitos, corresponde que cada uno de ellos sea investigado ante el Tribunal del
fuero pertinente (conf. c. 20.780, caratulada “Cassab, Alberto José s/denuncia infracción arts. 154 y
174 C.P.”, Boletín de Jurisprudencia. Año 1988. Nº 3. Septiembre-Octubre- Noviembre-Diciembre.
Pág. 6)”.
“Y en idéntica línea argumental se ha expresado nuestro más Alto Tribunal en el fallo “Olaviaga”, al
sostener que “…a la justicia federal le corresponde conocer en la sustracción de un envío postal y
USO OFICIAL
a la justicia ordinaria en la posterior estafa cometida mediante la utilización de los valores
contenidos en la pieza sustraída, hasta tanto no se demuestre la concreta vinculación que existió
entre ambos delitos…” (CSJN, Fallos 312:1949)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
17.12.2009
“Correo Oficial Argentino”
Causa 43.672
Reg. 1434
J. 3 - S. 6
DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES. DEBIDO PROCESO PENAL.
DEFENSA EN JUICIO. DERECHO A SER OÍDO.
“Nuestra Constitución consagra expresamente que “es inviolable la defensa en juicio, de la persona
y de los derechos” (art.18). Uno de los aspectos que la doctrina y la jurisprudencia han reconocido
como constitutivo de ese derecho es la facultad de ser oído”.
“Ahora bien, otorgar al imputado la posibilidad de pronunciarse en el proceso sólo cobra sentido si
se cumplen los presupuestos que la convierten en un acto de defensa. Esto es, no podrá afirmarse
que “escuchar al imputado” garantiza su derecho de defensa si no existe, entre otras
circunstancias, algo de qué defenderse (imputación) y el conocimiento de esa imputación
correctamente deducida (intimación)”.
“Este último extremo lo reglamenta el art. 298 del Código Procesal Penal de la Nación al establecer
la obligación del juez de informar “detalladamente al imputado el hecho que se le atribuye”. En
efecto, afirma Maier que “Como se trata de hacer conocer la imputación, el acto por el cual se la
intima debe reunir las mismas calidades que advirtiéramos para aquélla; debe consistir, así, en la
noticia íntegra, clara, precisa, y circunstanciada del hecho concreto que se atribuye al imputado. No
se cumple esta condición de validez si sólo se advierte sobre la ley penal supuestamente infringida,
o se da noticia del nomen iuris del hecho punible imputado, o se recurre, para cumplir la condición,
a conceptos o abstracciones que no describen concretamente la acción u omisión atribuida, con
todas las circunstancias de modo, tiempo y lugar que la definen como un comportamiento singular
de la vida del imputado...” (Cfr. Maier, Julio B. J., “Derecho Procesal Penal argentino”, Del Puerto,
Buenos Aires, 1996, T. 1, p. 560)”.
137
“Sobre el particular, aunque haciendo referencia al contenido del requerimiento fiscal de elevación
a juicio (acto procesal que a los fines del cumplimiento del derecho constitucional de defensa en
juicio puede ser comparado con la declaración indagatoria), Vélez Mariconde afirma que éste debe
contener “Una relación circunstanciada del hecho [...] que identifi[que] el objeto fáctico del
proceso, es decir, el acontecimiento histórico que el acusador afirma cometido, la conducta
humana que estima violatoria de la ley penal. Se requiere una descripción detallada -que exprese
las circunstancias de lugar, tiempo y modo en que tal conducta se exteriorizó- precisa y clara, de
modo que no pueda provocar una confusión acerca de la pretensión que se hace valer; y cuando
se refiere a varios hechos, debe ser también específica: Cada uno de ellos debe ser tratado
separadamente. [...] Con otras palabras, el principio exige que objetivamente exista una imputación
criminal concreta, precisa, clara, circunstanciada y específica, donde el imputado perciba la
amenaza de una sanción y encuentre la posibilidad de defenderse” (ver, Vélez Mariconde, Alfredo,
“Derecho Procesal Penal”, Tomo II, Marcos Lerner editora, Córdoba, 1986, p. 218/9, destacado en
el original)”.
“Como ha sostenido reiteradamente esta Cámara, el conocimiento acabado de la imputación es un
requisito necesario para ejercer una adecuada defensa en juicio (conf. c.n° 28.103, “Caviasca, G.
M. y otros s/procesamiento”, reg. n° 1095, rta. el 11/12/96, , c.n° 34.059, “Santos, Rubén J. y otros
s/procesamiento”, reg. n° 748, rta. el 26/07/02, c.n° 36.252, “Constantino y otros s/ procesamiento”,
reg. n° 1307, rta. el 09/12/04, c.n° 36.223, “Simón s/ procesamiento”, reg. n° 1308, rta. el 09/12/04,
c.n° 40.564, “Humacata y otros s/ procesamiento, reg. n° 604, rta. el 29/05/08 y c.n° 41.422
“Laforgia s/ procesamiento”, reg. n° 338, rta. el 22/04/08, entre otras)”.
“Este conocimiento del “hecho imputado” por parte del acusado, entonces, demanda la descripción
de una conducta humana punible que se lleva a cabo a) por determinada persona (calidad de
autor), b) de determinada manera (modo), c) en un ámbito espacial (lugar), d) en un momento o
período específico (tiempo) -y con las características especiales que, refiriéndose a los puntos a),
b), c) o d), eventualmente agravan la conducta base (agravantes)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero- Farah
1.12.2009
“Almirón”
Causa 43.538
Reg. 1380
J. 3 - S.6
DENUNCIA. PROHIBICIÓN DE DENUNCIA. ART. 178 CPPN. DENUNCIA CONTRA FAMILIARES
CERCANOS. NULIDAD.
“La finalidad del artículo mencionado [178 CPPN] es “…mantener la solidaridad, respeto y jerarquía
entre ciertos integrantes del grupo familiar, por encima del interés en la persecución penal”
(Francisco J. D’Albora, Código Procesal Penal de la Nación, Tomo I, Lexis Nexis, Abeledo Perrot,
Buenos Aires, 2003, página 347)”.
“Ha dicho el Tribunal que “…la norma intenta preservar sustancialmente la cohesión familiar y, con
ello, la protección integral de la familia, en consonancia con los principios instaurados en el art. 14
bis de la Constitución Nacional, en el art. 17, inc. 1° de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y en el art. 23, inc. 1° del Pacto Internacional de Derechos civiles y Políticos, estos dos
últimos instrumentos de jerarquía constitucional en virtud de lo establecido por el art. 75 inc. 22 de la
Carta Magna” (causa N° 42.556, “Del Valle”, reg. 579, del 16/06/09)”.
Agregó que “[e]l valor del esclarecimiento y castigo de los hechos punibles cede a favor del
valor integridad y cohesión de los vínculos familiares, que como se ha visto, por ser de neta
raigambre constitucional, constituye una de las finalidades esenciales del Estado (causa N° 39.896,
“Parodi”, reg. 174, del 13/03/07)”.
138
Poder Judicial de la Nación
“En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación también interpretó que “[l]a cohesión de
la familia, como valor superior, resultaría indudablemente afectado si un proceso penal se pudiese
originar a raíz de un elemento aportado por un cónyuge con la intención de perjudicar al otro (voto
del Dr. Carlos S. Fayt en causa C.825.XXIII, “Coppola”, del 31/03/92, Fallos 315:549)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
22.12.2009
“Silva”
Causa 43.821
Reg. 1483
J. 9 - S. 17
DOCUMENTOS. DOCUMENTOS FALSOS. FALSIFICACIÓN BURDA. ESTAFA. REQUISITOS
TÍPICOS. ERROR. ENGAÑO. RELACIÓN DE CAUSALIDAD ENTRE ERROR Y ENGAÑO.
COMPETENCIA DE LA VICTIMA.
“Tal como lo sostiene Carlos Creus “...Cuando nos encontramos frente a un documento que
presenta un aspecto burdo estamos al margen del tipo y con mayor razón aún, si su texto
incoherente impide el engaño a cualquier persona...” (Conf. Autor citado, "Derecho Penal, Parte
Especial", T. I, página 425, Ed. Astrea, 1988)”.
“Sin embargo, tales instrumentos no fueron de inicio objetados. ¿Es posible, pese a ello, considerar
acreditada la estafa?. El Tribunal entiende que no. Debemos tener en consideración que, para
proteger jurídicamente al sujeto pasivo, es clave que el error no sea producto de su propia torpeza,
USO OFICIAL
sino que tiene que haberse producido como consecuencia de un engaño suficientemente idóneo,
llevado a cabo por el sujeto activo. Y es que, de no ser así, sería imposible establecer una relación
de causalidad entre el engaño y el error, cuando este provenga, como es el caso de autos, de un
actuar negligente por parte de la víctima”.
“En otras palabras, si quien resultó perjudicado, mediante el empleo de un cuidado necesario
hubiese podido descubrir el ardid intentado y no lo hizo, la estafa reprochada debe ser excluída”.
“Gunther Jakobs, al hablar del comportamiento social vinculado a los roles y a las cuatro
instituciones jurídico-penales, sostiene respecto de una de ellas –la competencia de la víctima-,
que la infracción a los deberes de autoprotección “constituye el reverso de lo que en el lado del
autor es un quebrantamiento no intencionado del rol, en especial de un quebrantamiento
imprudente. Al igual que el autor no puede comportarse de modo arriesgado distanciándose,
simultáneamente, de manera válida de las consecuencias de su comportamiento, tampoco la
víctima puede asumir un contacto social arriesgado sin aceptar como fruto de su comportamiento
las consecuencias que conforme a un pronóstico objetivo son previsibles” (Aut. Cit., “La imputación
objetiva en derecho penal”, Editorial Ad-Hoc, Buenos Aires, 1997, página 36)”.
“La situación se corresponde con la regla de que no se puede reconocer efecto jurídico al error de
quien se dejó engañar, pues en ese caso, lo determinante del error no es el ardid o engaño, sino la
conducta negligente del sujeto pasivo (Nuñez, Ricardo, “Iniusta Petitio, …”, L.L. T.63, pág. 718 y
ssgtes.)”.
“Así, teniendo en cuenta que para la configuración del delito de estafa es fundamental que la
maniobra intentada “sea susceptible de engañar a la persona a la que va dirigida, o que el engaño
no sea fácilmente verificable”, y ante la clara ausencia en autos de ese elemento exigido para la
configuración del tipo penal imputado, la conducta reprochada a Loto deviene atípica (conf.
Edgardo Donna, “Derecho Penal, Parte Especial”, Rubinzal-Culzoni Editores, Santa Fé, tomo II-B,
página 278)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
21.12.2009
“Loto”
Causa 43.375
Reg. 1475
J. 1 - S. 1
139
DOCUMENTOS. FACTURAS APÓCRIFAS. EVASIÓN TRIBUTARIA. LEY 24.769. PERSECUCIÓN
PENAL MÚLTIPLE. IMPOSIBILIDAD.
“A diferencia de la doctrina sobre la cual la querella construye sus postura, el suscripto coincide
con aquella que resulta de los fallos “Sosa” y “Moro” del tribunal casatorio (rtas. 27/05/02, reg.
5062.1 y 12/08/03, reg. 448.03.3, respectivamente)” (Del voto del Dr. Farah).
“En el primero de esos antecedentes jurisprudenciales, proveniente de la Sala Primera, se dijo:
“sea que las facturas apócrifas hubiesen sido empleadas con la finalidad de evadir el impuesto al
valor agregado, o de ocultar su evasión anteriormente consumada, aquel uso no es penalmente
punible a tenor de las disposiciones que preveén las falsedades documentales.- En efecto, si la
evasión tributaria no es punible si no se supera el monto que como condición objetiva prevé el art.
1 de la ley 24.769, y si la finalidad de la ley ha sido la de evitar sanciones a pequeños evasores
´ella se vería neutralizada si se admitiera la adecuación remanente o subsidiaria a algún otro tipo
penal y no es ese, precisamente, el método correcto de interpretación de la ley según la doctrina
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la que tiene reiteradamente declarado que las leyes
deben inteligirse evitando darles un sentido que ponga en pugna sus disposiciones, destruyendo
las unas por las otras y adoptando como verdadero el que las concilie y deje a todas con valor y
efecto (Fallos: 297:142; 300:1080; 301:460, entre muchos otros)´ (esta Sala, causa nro. 1948, reg.
Nro. 2486, ´Krittian y Cia. s/ recurso de casación´, rta. El 12/11/98); es evidente que si las facturas
comerciales hubieran sido el medio para cometer la defraudación fiscal, su falsificación resulta tan
impune como el fraude o evasión” (Del voto del Dr. Farah).
“En el segundo, la Sala Tercera, tras hacer mención del anterior, entre otros precedentes,
concluyó: “…que al no ser posible la persecución penal de los imputados en orden al delito de
evasión simple, no corresponde la aplicación subsidiaria del delito de falsificación de documento
privado, tal como pretende el recurrente, pues se atentaría contra la finalidad de la ley 24.769, esto
es la de no castigar penalmente a pequeños evasores, si se admitiera el encuadre remanente de
dicha conducta en otra figura penal” (del voto del Dr. Tragant, a quien adhirieran los Dres. Riggi y
Rodríguez Basalvilbaso)” (Del voto del Dr. Farah).
“Se diferencia el presente caso de aquellos que generaron los precedentes “Solassi” (c. 42.759, rta.
27/10/09, reg. 1164)” y “Gilbarco Latin América S.A.” (c. 42.977, rta. 10/11/09, reg. 1260), en tanto,
no existe aquí imputación concreta contra persona física alguna y, en consecuencia, no es dable
contemplar la posibilidad de extinción de la acción penal por prescripción” (Del voto del Dr.
Ballestero).
“De tal suerte, voy a compartir el sentido del voto precedente que acoge la doctrina de los fallos
“Sosa” y “Moro” de la Cámara Nacional de Casación Penal, advirtiendo también la lesión que
supondría a la garantía contra la múltiple persecución el hecho de investigar separadamente, o
bien, repetir la imputación por un acontecimiento real único bajo el ropaje de una significación
jurídica diversa (Maier, Julio B.J., Derecho Procesal Penal. I. Fundamentos, Ed. Del Puerto,
Buenos Aires, 1999, p.606 y ssgts.)” (Del voto del Dr. Ballestero).
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero- Farah
1.12.2009
“Banco de Galicia y Bs As”
Causa 42.806
Reg. 1379
J. 2 - S.3
DOCUMENTOS. FALSEDAD IDEOLÓGICA. REQUISITOS TÍPICOS.
“Sostiene el Dr. D`Alessio en su obra, que la falsedad ideológica radica en insertar o hacer insertar
en un instrumento público declaraciones falsas, concernientes a un hecho que el documento deba
probar, de modo que pueda resultar perjuicio. Hacer insertar es lograr que se incluyan en el
documento público manifestaciones que no revelan la verdad pasada, dando como ocurrido lo que
140
Poder Judicial de la Nación
no sucedió o lo que ocurrió de un modo distinto. (Código Penal comentado y anotado, Andrés José
D`Alessio, parte especial art. 79 a 306, editorial La ley, 2006, Pág. 984/6)”.
“En relación con los elementos que conforman el tipo previsto en el artículo 293 del código
sustantivo y específicamente en punto al destino del documento, debe tenerse presente que “…La
ley no pretende punir como falsedad ideológica la mentira sobre cualquier factor de composición
del documento, aún cuando fuesen formalmente requeridos, sino la mentira sobre las
circunstancias que son sustancialmente imprescindibles para su destino como especifica figura
jurídica, es decir, sobre el destino que se informa en el sentido jurídico del documento. Sólo sobre
aquello que el documento prueba con efectos jurídicamente propios del documento público puede
considerarse la falsedad ideológica punible según el art. 293” (conf. Carlos Creus “Falsificación de
documento en general”, pág. 135, Ed. Astrea, Bs. As., 1993)”.
“Al respecto, lleva dicho este Tribunal que la falsedad ideológica no se refiere a cualquier falsedad
o mentira introducida en el documento, sino solamente a aquellas que recaen sobre el hecho que
el instrumento mismo prueba erga omnes (vid en este sentido cn° 30.285 “Gargiulo”, reg. n° 971
del 13/11/98)”.
“El tipo penal en estudio requiere del autor la conciencia y la voluntad de cometer la falsedad capaz
de perjudicar a un tercero. El dolo, en su aspecto cognoscitivo debe abarcar el conocimiento de
que se inserta una falsedad sobre lo que el documento debe probar y del que puede resultar lesión
USO OFICIAL
a otro bien jurídico, resultando irrelevante aquellas circunstancias que no hacen aprobar lo que el
documento quiere demostrar”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
17.12.2009
“Schillaci”
Causa 43.413
Reg. 1452
J. 5 - S. 9
ESTUPEFACIENTES. COMERCIO DE DROGAS. REQUISITOS TÍPICOS. ENTREGA DE
DROGAS A TÍTULO ONEROSO.
“… cabe señalar que “…debe entenderse únicamente por comercio de drogas aquellas actividades
que se realizan en forma habitual…” (Alejandro Osvaldo Tazza, “El Comercio de Estupefacientes”,
Ed. Nova Tesis, 2008, pág. 62), por lo cual “…La verificación accidental de un hecho que puede ser
considerado como del comercio, no implica que el sujeto adquiera la calidad de comerciante…”
(Laje Anaya, “Narcotráfico y Derecho Penal Argentino”, Ed. Marcos Lerner Editora Córdoba, 1998,
pág. 123)”.
“En el hecho que motivó estas actuaciones, sólo se ha probado que momentos antes de ser
detenida la encartada entregó a otra persona materiales estupefacientes, recibiendo como
contraprestación dinero. Da cuenta de ello la ya señalada observación efectuada por los
preventores, que resulta respaldada por la cantidad y la forma de acondicionamiento de las
sustancias que tenía en su poder (9 envoltorios de nylon transparente que contenían marihuana) que resultó similar a la sustancia que se le secuestró a quien le había comprado momentos antes-,
y el dinero en billetes de baja denominación que llevaba (…)”.
“Siendo así, corresponde modificar el encuadre jurídico por el delito de entrega de estupefacientes
a título oneroso (artículo 5°, inc. “e”, primera parte, de la ley 23.737), que a diferencia del adoptado
en la resolución apelada “…le es inherente una sola entrega…” (Laje Anaya, op. cit., pág. 136), y a
su vez desplaza por concurso aparente la calificación de tenencia de estupefacientes con fines de
comercialización (ver de la C.N.C.P., Sala I, causa n° 4586 “Fuentealba Cifuentes, Héctor Ramón
s/ recurso de casación”, rta. el 13/5/2003, reg. n° 5878.1, y de esta Sala, causa n° 10.986 “Rubio”,
rta. el 17/4/1995, reg. n° 11.910)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
141
16.12.2009
“Torrilla”
Causa 28.405
Reg. 30.830
J. 7 - S. 13
ESTUPEFACIENTES. TENENCIA DE DROGAS CON FINES DE
COMERCIALIZACIÓN.
REQUISITOS TÍPICOS.
“… esta Sala ha sostenido, en cuanto a la estructura típica de la norma que prohíbe la tenencia de
estupefacientes con fines de comercialización, que la estructura típica del art. 5, inc. c responde a
la de un delito mutilado de varios actos, en el sentido de que si bien la posible comercialización de
las sustancias integra el juicio de disvalor, el hecho se considera delictivo y consumado mediante la
tenencia de estupefacientes si concurre el propósito de realizar, luego, tales actos (cfr. Sancinetti,
Marcelo, Teoría del Delito y disvalor de la acción, Ed. Hammurabi, 1° Edición, Buenos Aires, mayo
de 1991, p. 325) -Causa N°. 40.990, Melgar de Acosta, rta. el 28/9/07, reg. 1140/07-”.
“Este propósito requiere, en consecuencia, un correlato objetivo, en el sentido de que las
circunstancias del caso permitan explicar la tenencia en función de aquel propósito. En el sub-lite,
ellas no habilitan a realizar una afirmación de ese estilo, pues el dato valorado por el a quo resulta
insuficiente en ese sentido. En efecto, la existencia de una balanza con restos del material en una
habitación distinta de aquella que, en forma preliminar, se ha afirmado que correspondía al
imputado, nada dice, por el momento, acerca de aquel propósito. Ello es así por cuanto el material
estupefaciente no se hallaba acondicionado para su venta, ni tampoco se incautó, dentro de la
tercera pieza, elemento alguno destinado a aquel objetivo. Tampoco las tareas de investigación
realizadas hasta el momento permiten confirmar la afirmación del a quo”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
21.12.2009
“Jiménez”
Causa 43.337
Reg. 1479
J. 9 - S. 17
JUEZ. JUEZ NATURAL. FORUM SHOPPING. DENUNCIA PENAL. AUTORIDAD ANTE QUIEN SE
INTERPONE. ART. 174 CPPN.
“... el ordenamiento procesal prevé específicamente en su artículo 174 que toda persona que se
considere lesionada por un delito puede denunciarlo tanto ante el juez como ante el agente fiscal o
bien en sede policial”.
“Siendo ello así, que la querella haya optado por la última de las posibilidades no permite inferir por
si sola una elección del Tribual orientada a favorecerla, ni mucho menos derivar de ello que el
instructor haya actuado en tal sentido”.
“Recientemente, la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal tuvo oportunidad de
expedirse sobre el tema que invoca el incidentista, trazando ciertas pautas sobre lo que
comúnmente se conoce como “forum shopping” y las condiciones que deben reunirse para que
opere la nulidad de un proceso – como la que aquí se pretende- por esta causal (causa n° 113.291
“Clutterbuck”, rta. el 4/2/09, publicada en “La Ley”, año LXXIII n° 36, 20/2/09 y de esta Sala causa
n° 27.532 “Farfán, Viviana E. s/recusación”, reg. n° 29.587 del 5/3/09)”.
“Refiriéndose allí al artículo 174 del ritual aquel Tribunal expresó que “el ejercicio regular de ese
derecho, que incluye la facultad de elegir la autoridad ante la que se presentará la denuncia, no
puede constituir en ilícita la elección que está autorizada por la ley (rige, el art. 1071 C.C.). La ley
no ampara, sin embargo, el ejercicio abusivo del derecho, entendido por tal el que contraríe los
fines que aquella tuvo en mira al reconocerlos o al que exceda los límites impuestos por la buena
fe, la moral y las buenas costumbres”.
C.C.C. Fed. Sala II
142
Cattani - Irurzun - Farah
Poder Judicial de la Nación
10.12.2009
“Bonelli”
Causa 28.457
Reg. 30.794
J. 12 - S. 24
MARCAS Y DESIGNACIONES. USO DE MARCA REGISTRADA. MARCA SIMILIAR O
PARECIDA. ATIPICIDAD DE LA CONDUCTA. PRINCIPIO DE LEGALIDAD. INTERPRETACIÓN
DE LA LEY.
“... no resulta típica la conducta de quien utiliza una marca similar o parecida a la registrada por un
tercero, sino sólo la de quien usa la marca misma. Lo contrario importaría extender el tipo penal a
supuestos no contemplados por la ley (ver de esta sala causa n° 24.078, “Sprayette S.A.
s/sobreseimiento ley 22.362”, reg. 185 del 10 de marzo de 2009)”.
“El principio de legalidad, rector en materia penal, plasmado en el artículo 18 de nuestra
Constitución Nacional, veda cualquier interpretación extensiva o analógica en materia penal,
debiendo ceñirse, quienes aplican la ley, al estricto texto de la norma, lo que, en el caso de autos,
viene a representar un obstáculo insalvable para el juzgamiento de la conducta de quienes
representan a (...), por cuanto no se ha utilizado la marca del querellante, sino una eventualmente
confundible con ésta”.
“... las cuestiones relativas a la confusión o no que puede generar una determinada marca deben
USO OFICIAL
resolverse por la vía civil establecida a tal efecto en la ley marcaria, y resultan ajenas a esta sede
penal, dado su carácter de ultima ratio del ordenamiento jurídico”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero- Freiler - Farah
10.12.2009
“Emiliani”
Causa 43.436
Reg. 1410
J. 9 - S.18
MATERIAL INFLAMABLE. TENENCIA. DELITOS DE TENENCIA. ESTRUCTURA TÍPICA. BIEN
JURÍDICO PROTEGIDO.
“… un análisis de este tipo no puede pasar por alto ciertas precauciones relativas a la estructura
del tipo penal en cuestión. El Dr. Julio Maier las ha sintetizado de la siguiente forma: “[l]os delitos
conocidos como ‘de tenencia’ resultan particularmente vidriosos frente a la exigencia constitucional
que obliga a que los tipos penales se refieran, de algún modo, a la interacción de los sujetos con
los bienes jurídicos…” (“Aldao, Mauricio Ángel” del registro del Tribunal Superior de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires resuelta el 24/10/2007)”.
“En el caso, no es posible perder de vista por otra parte que el bien jurídico –tutelado, más que
protegido- es de tipo colectivo. En alusión a estos últimos, la CSJN ha sostenido que: “…sobre la
interpretación de tales bienes colectivos la Corte Interamericana ha dado claras pautas
interpretativas, para evitar que la mera invocación de tales intereses colectivos sean utilizados
arbitrariamente por el Estado” (causa “Arriola, Sebastián y otros s/causa nº 9080”, A. 891. XLIV,
del 25/08/2009). Ante ello, la interpretación que se impone es aquella que torne compatible la
prohibición penal con la Constitución Nacional”.
“Es que en el caso, la estructura de la norma analizada es de flanqueo, es decir, que tiende a
garantizar las condiciones de vigencia de las normas principales –de delitos de lesión-. Así, en
cierto modo, se adelanta la punibilidad a un estadio previo a la lesión del bien jurídico protegido por
las normas principales, mediante el recorte de la relación de disponibilidad implicada por este
último y la consecuente creación de un bien jurídico colectivo que tiende a garantizar la vigencia de
la norma principal”.
“En este tipo de supuestos existen razones de peso que impiden, a la hora de evaluar la relevancia
jurídico-penal de la conducta estudiada, prescindir de una ojeada retrospectiva al bien jurídico
protegido por la norma principal”.
143
“Una de ellas, es la propia estructura de la norma en cuestión. La segunda –y principal- radica en
que:
“…En consecuencia, la función limitadora del bien jurídico viene atrincherada, ante una
pulsante abstracción en su formulación e interpretación, por el principio de lesividad que vuelve a
conectar, en consecuencia, el bien con su titular, es decir, a reforzar la relatividad comprendida en
la definición de relación de disponibilidad…” (cfr. CCFed., Sala I, “Rojas, Isabel y otros
s/procesamiento”, c/n° 42.719, rta. El 19/8/09, Reg. N° 840)”.
“Y esta precaución resulta aún más operativa en casos como el de la especie, en los cuales las
conductas prohibidas se encuentran muy cerca del riesgo permitido, al punto tal que la norma del
189 bis, inc. 1, tercer párrafo, debe realizar un llamado de la antijuridicidad en el tipo penal –al
exigir, como presupuesto de la configuración típica, la falta de justificativo de la tenencia del
material inflamable-“.
“En efecto, la manipulación de combustible constituye, en principio, un riesgo permitido en las
sociedades contemporáneas. Por eso, y en consonancia con las precauciones realizadas con
antelación, corresponde estudiar si en el contexto en que fue verificada la tenencia del material –
más allá del asunto relativo a su justificación- ella puede haber quebrado el flanqueo de la
seguridad pública y comprometido de esa forma -cuanto menos- la norma principal”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
17.12.2009
“Pache”
Causa 43.209
Reg. 1437
J. 6 - S. 11
MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FACULTADES DURANTE LA ETAPA INSTRUCTORIA. LEY
24.946.
“La ley 24.946 faculta a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas a requerir informes, realizar
diligencias y recibir declaraciones testimoniales, así como a coadyuvar al fiscal del caso en la
investigación de los delitos imputados a funcionarios públicos (artículos 26, 33 “t”, 45 “c” y 50 de
esa norma). A la vez, el Código Procesal Penal de la Nación prevé expresamente que puede
delegarse en el Ministerio Público la dirección de la pesquisa y que en ese supuesto cuenta con
atribuciones para citar testigos, practicar inspecciones de lugares y cosas -orden de allanamiento
mediante, de ser necesario- y disponer las medidas que estime necesarias en el ejercicio de sus
funciones (artículos 196, 212 y sgtes.)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Ninguna de estas normas, que habilitan al órgano acusador a proceder del modo cuestionado por
el recurrente, ha sido calificada de inconstitucional en este planteo. Por otro lado, no se observa
que los extremos expuestos hayan significado una afectación para el derecho de defensa de Miceli
ni ponerla ilegítimamente en una situación de desigualdad con las demás partes” (Del voto de los
Dres. Cattani e Irurzun).
“No debe olvidarse que la esencia de la etapa instructoria reside justamente en la finalidad de
recolectar los elementos que, eventualmente, den base a la acusación o requerimiento para la
apertura del juicio público o, en caso contrario, determinen la clausura de la persecución penal
(Maier, Julio B.J. “Derecho Procesal Penal. I. Fundamentos”, 2da edición, Editores del Puerto
S.R.L., pág. 452, Buenos Aires, 1999); y que, por esa circunstancia, el procedimiento preliminar
tiene un carácter meramente preparatorio que por su propia naturaleza supone una cierta
prevalecencia de los órganos estatales de persecución penal por sobre el imputado (del Fallo
“Quiroga” de la CSJN, Q. 162. XXXVIII, rta. el 23/12/04)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Pues bien, dentro de estos parámetros, la defensa ha contado en esta instrucción con amplias
facultades para discutir la veracidad, entidad o valor probatorio de la información que surge de las
evidencias reunidas (ver artículos 294, 298, 311 y sgtes., entre otros), por lo que no ha existido un
perjuicio concreto a raíz de lo apuntado. Por lo demás, será el debate oral, donde rigen con
144
Poder Judicial de la Nación
amplitud los principios de contradicción, inmediatez y continuidad, el ámbito más propicio para que
el impugnante confronte y examine las declaraciones de los testigos que cuestiona por esta vía”
(Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
15.12.2009
“Miceli”
Causa 28.612
Reg. 30.827
J. 1 - S. 2
NULIDAD. IMPROCEDENCIA. REQUISITO DE AFECTACIÓN DE UN DERECHO O INTERÉS
LEGÍTIMO Y CAUSE PERJUICIO IRREPARABLE.
“... en materia de nulidades procesales prima un criterio de interpretación restrictiva y sólo cabe
anular las actuaciones cuando el vicio afecte un derecho o un interés legítimo y cause un perjuicio
irreparable, sin admitirlas cuando no exista una finalidad práctica, que es razón ineludible de su
procedencia (C.S.J.N. Fallos 325:1404, 323:929, 311:1413 y 311:2337, entre otros)”.
“De este modo, la invalidez por vicios formales carece de existencia autónoma, dado el carácter
accesorio e instrumental del derecho procesal, y exige, en cambio, como presupuesto esencial,
que el acto impugnado tenga trascendencia sobre la garantía de defensa en juicio o se traduzca en
la restricción de algún otro derecho. Caso contrario, la sanción aparecería respondiendo a un
USO OFICIAL
formalismo vacío, en desmedro de la idea de justicia y de la pronta solución de las causas, en lo
que también está interesado el orden público (C.S.J.N., J. 25. XXXIX “Jurevich”, rta. el 7/6/05; B.
66, L. XXXIV, “Bianchi”, rta. el 27/6/02; Fallos 323:929)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
10.12.2009
“Bonelli”
Causa 28.459
Reg. 30.793
J. 12 - S. 24
PECULADO. ART. 261 CP. REQUISITOS TÍPICOS. PERCEPCIÓN IRREGULAR DE FONDOS
POR
PARTE
DE
FUNCIONARIOS
PÚBLICOS.
SOBRESUELDOS.
SUSTRACCIÓN
DE
CAUDALES PÚBLICOS. AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN. DELITOS DE INFRACCIÓN DE DEBER.
“… la investigación llevada a cabo durante esta etapa instructoria ha permitido revelar la existencia
de un sistema clandestino de pago a funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional, de una
determinada jerarquía, instrumentado desde la más alta esfera de dicho poder, que tuvo lugar
durante los dos períodos en los que Carlos Menem ejerció la primera magistratura” (Del voto del
Dr. Freiler).
“Los fondos con los que se afrontaron tales desembolsos habrían provenido de partidas
presupuestarias asignadas originalmente a gastos reservados, que son aquellos vinculados con
cuestiones de defensa nacional y seguridad, y cuyo régimen especial dificulta, en gran medida, el
control estatal (ley secreta n° 18.302 y decreto n° 5315/56). Adviértase que sólo los fondos
reservados podían disponerse en efectivo -a diferencia de lo que ocurre en las dependencias de la
administración pública, donde no se maneja dinero, sino que se administran partidas
presupuestarias-, y no se exigía una rendición de cuentas debidamente respaldada por la
documentación correspondiente. Resta agregar que, en la contabilidad del Estado, una vez
depositados en la cuenta bancaria del organismo en cuestión, los fondos se registran como
“gastos”, con independencia del destino que finalmente se les otorgue” (Del voto del Dr. Freiler).
“Sin embargo, esas especiales características -que, sin duda, motivaron la elección de ese tipo de
fondos para la implementación del sistema aquí investigado- “no exime(n) al responsable de su
administración, percepción o custodia de tener que asignarlos a fines lícitos, compatibles con las
145
funciones del organismo y que respondan a razones de orden público, sin que tales fondos sean
entregados para que el funcionario disponga de ellos a su arbitrio, ni que constituyan parte de su
remuneración, pues estas irregularidades no se pueden interpretar como la voluntad de la ley que
reglamenta su procedencia o disposición” (C.C.C.F., Sala I, c. “Galeano, Juan y otros”, rta. el
29/6/07). En similar sentido se ha expresado que “Nunca en un Estado de Derecho los fondos
públicos -que provienen básicamente del aporte de los ciudadanos vía impuestos…- quedan
exentos de ilicitud por su disposición arbitraria, lo demuestra el supuesto de los llamados ‘fondos o
gastos reservados’” (Cámara de Apelaciones Criminal de Paraná, sala I, c. “Valente, Roberto
Delfor”, rta. 3/3/03, del voto del Dr. García)” (Del voto del Dr. Freiler).
“Resta referirse a la clandestinidad que caracterizaba la modalidad de pago a los funcionarios
investigados, que pudo ser conocida a través de los testimonios colectados durante la instrucción.
El dinero era entregado en efectivo, en el interior de sobres sin identificación oficial, por parte de
funcionarios que, en la generalidad de los casos, poseían idéntica jerarquía que quien cobraba, y
en lugares que no funcionaban, habitualmente, como oficinas de pago. El monto recibido no
constaba en el recibo de sueldo correspondiente, y la entrega se efectuaba, generalmente, sin
requerir la suscripción de recibo o constancia alguna o, en el mejor de los casos, mediante la firma
de un recibo sin membrete ni identificación alguna, que carecía de toda explicación vinculada al
concepto del pago” (Del voto del Dr. Freiler).
“Todo ello obsta a admitir el criterio esbozado por la Sala II de esta Cámara de Apelaciones, en
cuanto a que se trataba de un sistema de compensación salarial a funcionarios del Poder Ejecutivo
de la Nación. En modo alguno puede admitirse la implementación por parte de dicho poder del
Estado de un sistema cargado de irregularidades y la más absoluta discrecionalidad como el aquí
examinado, desconociendo el presupuesto aprobado por el Poder Legislativo, para abonar el
salario a funcionarios públicos. Debe resaltarse que se trataba de un mecanismo de pago
ciertamente informal, cuya efectivización no se asentaba en registro alguno ni se labraba ninguna
documentación que dé cuenta de ella, y que se encontraba completamente exento del debido
control, por parte de los organismos correspondientes, que debe recaer sobre toda la actividad del
Estado. Tales características resultan irreconciliables con la racionalidad y transparencia que
deben revestir los actos republicanos de gobierno, en un estado de derecho” (Del voto del Dr.
Freiler).
“Sustenta, también, la hipótesis propiciada el hecho de que algunos de los investigados
continuaron percibiendo “sobresueldos” con posterioridad al dictado del decreto 838/94 -que
adicionó al salario el cobro de lo que se denominaron “gastos protocolares”, con la particularidad
de que no se exigía la rendición de cuentas correspondiente-”(Del voto del Dr. Freiler).
“La acción que conforma el núcleo del tipo objetivo del delito bajo estudio [prevista por el art. 261
del CP] es la sustracción. En relación con ello, cabe tener en cuenta que “el verbo sustraer... remite
a la idea de que el objeto debe ser separado o apartado de la esfera de la administración pública
en la que legalmente se encuentra. (...) Lo relevante es que se aparta, separa o extrae...”
(D’ALESSIO, Andrés José, “Código Penal comentado y anotado”, ed. La Ley, 2004, tomo II, págs.
840/1)” (Del voto del Dr. Freiler).
“Siguiendo esa misma línea, esta Sala, aunque con diferente integración, ha sostenido que
“sustraer significa extraer o quitar los bienes de la tenencia -efectiva o simbólica- con que en el
ámbito administrativo han sido colocados por leyes, reglamentos u órdenes, lo cual, se entiende,
no exige la apropiación” (causa n° 41.828, “Kammerath, German s/ sobreseimiento”, rta. 4/8/09,
reg. n° 743)” (Del voto del Dr. Freiler).
“Al respecto, Soler enseña que “la substracción a que se refiere el artículo 261 consiste en el acto
de poner los bienes fuera del alcance de la custodia bajo la cual las leyes, los reglamentos o, en
general, las disposiciones las colocan (...) Basta, pues, comprometer el dinero, porque ello basta
146
Poder Judicial de la Nación
para hacerle perder al dinero del Estado la condición de ser una clase de fondos que solamente se
mueven por actos de autoridad” (SOLER, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”, Buenos Aires,
1992, tomo V, pág. 237)” (Del voto del Dr. Freiler).
“La acción de sustracción que se tiene por comprobada -con el grado de probabilidad que
caracteriza a la etapa instructoria- en este sumario, consiste en la separación -efectuada de modo
sistemático, durante varios años- de la esfera de custodia del Estado, de distintas sumas de dinero
que originalmente estaban asignadas, por presupuesto, a gastos de carácter reservado, las que, en
última instancia, terminaron en manos de una gran cantidad de funcionarios públicos -Ministros,
Secretarios de Estado y Subsecretarios-”(Del voto del Dr. Freiler).
“Ese accionar -la sustracción de caudales- fue ejecutado, de conformidad con el plan de acción
previamente diseñado para el cumplimiento de aquellos fines, en diferentes etapas, tal como lo
expliqué en el apartado que antecede. La fase ejecutiva, que comenzó con la conformación del
denominado “fondo general de sobresueldos”, culminó en el momento en que cada uno de los
funcionarios que resultaron beneficiados por este ilegítimo sistema de pagos percibió el dinero”
(Del voto del Dr. Freiler).
“… al encontrarnos frente a un delito de aquellos que Roxin caracteriza como “de infracción de
deber” -“pertenecen a los delitos de infracción de deber, en principio, los delitos de funcionarios
propios e impropios”-, adquiere relevancia la determinación, en cabeza de cada uno de los
USO OFICIAL
encausados, de la calidad especial de autor exigida por el tipo (Roxin, Claus, “Autoría y dominio del
hecho en derecho penal”, ed. Marcial Pons, Madrid, 1998, 383 y ss). Recuérdese que el peculado
es un delito de los denominados especiales, que requiere que el sujeto activo revista el carácter de
funcionario público, exigencia que debe complementarse con la relación funcional que debe existir
entre el autor y los bienes objeto de sustracción, es decir el título en virtud del cual éste se vincula
con aquéllos” (Del voto del Dr. Freiler).
“El autor citado explica que “la autoría obtiene así en los delitos de infracción de deber una
estructura totalmente distinta que a tenor del concepto general de autor. En lugar de la imbricación
de las aportaciones al hecho en la fase ejecutiva, se da la determinación del resultado por
quebrantamiento conjunto de un deber común. (…)…siempre se dará coautoría allí donde
determinado ámbito de asuntos está confiado a varias personas a la vez. (…) En estos casos,… ha
de estimarse coautoría siempre que alguien, de acuerdo con otros obligados, mediante cualquier
aportación al hecho, incumpliendo las funciones que le están encomendadas, coopera…” (op. cit.,
págs. 389 y ss)” (Del voto del Dr. Freiler).
“En virtud de ello, la distinción entre quienes deberán responder en carácter de coautores y
quienes deberán hacerlo como partícipes debe hallarse en la infracción de un deber, el cual está
“antepuesto(s) en el plano lógico a la norma y que, por lo general, se origina(n) en otras ramas
jurídicas” (op. cit., pág. 385)” (Del voto del Dr. Freiler).
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Filozof - Rimondi
22.12.2009
“Granillo Ocampo”
Causa 43.496
Reg. 1488
J. 2 - S. 3
PROCESO PENAL. PERSECUCION PENAL OFICIOSA. IMPROCEDENCIA. NE PROCEDAT
IUDEX EX OFFICIO. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. DEBIDO
PROCESO LEGAL.
“Este Tribunal, con diferente integración, se ha expedido sobre el papel que nuestra Constitución
Nacional ha otorgado a los distintos sujetos procesales que intervienen en el proceso criminal (ver
Causa nº 38.122 “Palacios s/ nulidad”, reg. 1392, rta el 30/11/05)”.
147
“Se sostuvo en aquel precedente que acusador, defensor y juez conforman una relación triádica en
la cual los dos primeros se hallan confrontados procesalmente
en una situación de paridad,
mientras que el tercero, encargado de juzgar, es quien debe preservar desde una postura imparcial
aquel equilibrio de partes”.
“El principio ne procedat iudex ex officio, que constituye el transfondo de la nulidad planteada por la
defensa, se erige como reflejo de aquella relación funcional entre los protagonistas y determina el
impedimento del órgano judicial de actuar de manera oficiosa cuando el Ministerio Público Fiscal,
exclusivo titular de la acción penal pública no hubiese instado o promovido la maquinaria
jurisdiccional”.
“De esta manera, en el marco del debido proceso legal comprendido en el artículo 18 de nuestra
Constitución Nacional, la actividad del Tribunal juzgador deberá estar precedida en la totalidad de
los casos por el impulso de la acción penal por parte del Ministerio Público Fiscal, viéndose
diferenciadas, de esta forma, las funciones de decisión y acusación (art. 120 de la CN, arts. 5 y 65
del CPPN y art. 25 de la ley 24.964, en el mismo sentido, ver c. 39.727 “NN s/ nulidad”, reg. 182,
rta. el 15/03/07, de esta Sala, entre muchas otras)”.
“Al respecto, Maier sostiene que: “La separación formal de estas funciones fue necesaria para
garantizar la defensa individual: ella se reputó imposible sin crear un acusador (contradictor) que
circunscribiera la imputación concreta que el imputado estaba facultado a resistir y contestar, con
todos los medios legítimos a su alcance, y sin dotar de un grado aceptable de imparcialidad al
juzgador, consistente en evitar que él se comprometa, antes del fallo, con la hipótesis delictiva,
afirmándola desde la iniciación del procedimiento. Consecuentemente, es por ello que, para
expresar esta característica de la persecución penal actual, la doctrina afirme, de modo práctico, el
monopolio acusatorio o persecutorio del ministerio público en materia penal” (Derecho Procesal
Penal, Ed. del Puerto, Bs. As., 1999, pág. 826/7)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
21.12.2009
“Bertran”
Causa 43.558
Reg. 1467
PRUEBA.
RECONOCIMIENTO
DE
PERSONAS.
J. 3 - S. 5
RECONOCIMIENTO
FOTOGRÁFICO.
CARÁCTER REPRODUCIBLE.
“Se ha señalado que el reconocimiento de personas en sí mismo es susceptible de reproducción y
que las objeciones que comúnmente se realizan para considerar inválida una repetición en realidad
tan sólo inciden en su eficacia probatoria, “pues la imposibilidad la ley la valora desde un punto de
vista material … y no psicológico” (conf. Navarro-Daray, “Código Procesal Penal de la Nación”,
pág. 660, Hammurabi, Buenos Aires, 2004, con referencia al art. 200 citado)”.
“Siendo así es pertinente tener en cuenta que “la práctica del reconocimiento fotográfico no impide
ni invalida el ulterior reconocimiento en persona … pues previamente a su realización se debe
interrogar al reconocedor si ha visto anteriormente la persona ‘en imagen’ …” (conf. Navarro-Daray,
“Código Procesal Penal de la Nación”, pág. 668, Hammurabi, Buenos Aires, 2004, y sus citas)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Cattani – Irurzun - Farah
22.12.2009
“Lares”
Causa 28.454
Reg. 30.861
J. 9 - S. 17
RECURSO DE APELACIÓN. ACUMULACIÓN DE CAUSAS ENTRE JUECES DE IGUAL
COMPETENCIA Y JURISDICCIÓN. CUESTIÓN NO SUSCEPTIBLE DE APELACION
“…por regla, la decisión sobre acumulación de causas entre jueces de idéntica competencia y
jurisdicción no causa agravio y, por ende, no resulta susceptible de apelación (ver causa n° 24.975
148
Poder Judicial de la Nación
“Huñis”, reg. n° 26.632 del 4/4/07, causa n° 18.524 “Incid. de Incompetencia”, reg. n° 21.106 del
13/5/06, causa n° 20.806 “Torres de Tolosa”, reg. n° 21.890 del 16/12/03 y causa n° 11.330 “Ortiz
Almonacid”, reg. n° 12.918 del 12/3/96)”.
Si bien se han reconocido excepciones al principio, los argumentos expuestos en la queja no
revelan que se trate de alguno de esos supuestos, en la medida en que no se ha demostrado
afectación a garantías constitucionales ni que el temperamento pueda conspirar contra la eficacia y
celeridad de la investigación de los acontecimientos concretos por los que se declaró la conexidad
parcial.
C.C.C. Fed. Sala I
Cattani – Irurzun - Farah
21.12.2009
“Pollicita”
Causa 28.524
Reg. 30.847
J. 10 - S. 19
RECURSO DE APELACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“… cuando un recurso se formula “...sin hacerse cargo de ninguno de los argumentos concretos
expuestos en la resolución”, podrá encontrarse allí una desavenencia con una decisión judicial,
mas nunca una apelación en el estricto sentido jurídico del término. Sólo una crítica concreta y
razonada de las partes del fallo recurrido, a través de la individualización detallada de los
USO OFICIAL
desaciertos, omisiones y demás deficiencias que pudiera reprocharse al pronunciamiento
impugnado, así como la refutación de las conclusiones de hecho, prueba y derecho en que se
fundó el juez de instrucción, constituye un genuino recurso de apelación. Precisiones de las cuales
se halla huérfana la presentación debatida en el caso (cfr. por todo, de esta Sala causa n° 38.935
“Morasso” del 11/04/06, causa n° 42.732 “N.N.”, reg. n° 168, rta. el 05/03/09, causa n° 41.202
“Banco República” del 27/12/07, reg. n° 1630, causa nro. 42.976, “De Vido, Julio”, reg. nro. 531,
rta. el 9/6/09 y causa nro. 42.949, “Guillermo, Moreno s/ sobreseimiento”, reg. Nro. 749, rta. el
6/8/09)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
17.12.2009
“Wechsberg”
Causa 43.576
Reg. 1424
RECURSO
DE
CASACIÓN.
RECURSO
J. 1 - S. 1
EXTRAORDINARIO.
EFECTOS
DE
SU
INTERPOSICIÓN. ART. 353 CPPN.
“… no se advierte que la regulación mencionada, según la cual los recursos de casación y
extraordinarios pendientes de resolución no paralizarán el avance del enjuiciamiento a la etapa
oral, pueda operar en desmedro de la defensa del imputado, del debido proceso legal, del principio
de inocencia o del derecho al doble conforme judicial, genéricamente invocados por el incidentista
en el remedio”.
“En este sentido, basta con recordar que incluso ante la anterior redacción del artículo 353 del
C.P.P.N., este Tribunal concluyó que si la imputación persiste tras haber sido sometida a las
instancias ordinarias de revisión, no puede supeditarse la continuidad del proceso a que se hayan
agotado
también
las
instancias
extraordinarias
del
ordenamiento procesal -recursos de
casación y extraordinario federal- pues requerir que lo actuado durante la instrucción sea avalado
sucesivamente en cuatro instancias de contralor jurisdiccional desnaturalizaría la esencia
fundamentalmente preparatoria de esta etapa, asemejándola más a un juicio de certeza que de
probabilidad sobre la responsabilidad del imputado, atentaría contra el ejercicio adecuado y eficaz
de la administración de justicia y afectaría la garantía constitucional de defensa en juicio,
comprensiva del derecho de toda persona encausada a ser juzgada en un plazo razonable (causa
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n° 22.225 “Oliverio”, reg. n° 23.633 del 5/5/05; causa n° 22.468 “Inc. de nulidad de vista del art. 346
CPPN”, reg. n° 23.972 del 28/7/05; causa n° 23.601 “Orentrajch”, reg. n° 24.934 del 30/3/06; causa
n° 23.368 “ENRE”, reg. n° 25.009 del 20/4/06; causa n° 28.341 “Acosta”, reg. 30.490 del
14/10/09)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
15.12.2009
“Miceli”
Causa 28.610
Reg. 30.826
J. 1 - S. 2
VICTIMA. VICTIMA DEL DELITO. CONCEPTO. PRUEBA. PROHIBICIONES PROBATORIAS.
TESTIGO.
DECLARACIÓN
TESTIMONIAL.
PROHIBICIÓN
DE
DECLARAR
CONTRA
FAMILIARES CERCANOS. EXCEPCIÓN. DISIDENCIA.
“… la jurisprudencia de esta Sala ha coincidido en analizar la condición de afectado por el delito
desde una concepción amplia, requiriendo que las consecuencias de los hechos denunciados
pudieren representar para él un daño o perjuicio real (ver en este sentido, causa n° 8015 “Ciruzzi”,
reg. n° 8700 del 10//92; causa n° 9880 “Monner Sans”, reg. n° 10618 del 15/3/94; causa n° 11201
“Monner Sans”, reg. n° 12361 del 3/10/05; causa nº 12.743 “D.A.I.A.”, reg. nº 13.731 del 19/11/96;
causa nº 14.138 “Las Piedras”, reg. nº 15.119 del 19/2/98; causa nº 18.833 “Rohm”, reg. nº 20.407
del 5/11/2002; y causa n° 27.345 “Cook”, reg. 29.341 del 18/12/08, entre otras)” (Del voto de los
Dres. Cattani y Farah).
“Similar criterio se advierte en las pautas que trazan sobre el punto instrumentos internacionales.
Así, pueden invocarse los “Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y
Abusos de Poder” que surgen de la declaración adoptada por la Asamblea General de la ONU en
su resolución 40/34, del 29 de noviembre de 1985, donde se consignó que “se entenderá por
"víctimas" a las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones
físicas o mentales, sufrimiento emocional… como consecuencia de acciones u omisiones que
violen la legislación penal vigente en los Estados Miembros…” (art. A.1) incluyéndose también, en
su caso, “a los familiares o personas a cargo que tengan relación inmediata con la víctima directa y
a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para
prevenir la victimización” (art. A.2)” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah).
“… el fundamento de la prohibición estriba primordialmente en principios de orden moral y familiar,
pues sería innoble e ilegal que pudiera recurrirse a miembros de la familia del procesado con miras
a acreditar su responsabilidad, importando además provocarlos a una lucha de sentimientos
encontrados, fomentándoles una idea de disolución (Marcelo A. Manigot “Código de
Procedimientos en Materia Penal para la Justicia Federal y Territorios Nacionales (Anotado y
Comentado)”, T.1, 2° ed. corregida y aumentada., Ed. J.P.B.A., Bs. As., 1982, pág. 468)” (Del voto
de los Dres. Cattani y Farah).
“Es que obligar a un pariente cercano o al cónyuge del imputado a manifestar toda la verdad de lo
que conoce con respecto al hecho, como cualquier testigo, importaría en la mayor parte de los
casos, colocarlo en la opción de mentirle al juez para salvar a la persona con quien tiene un
estrecho lazo afectivo y de este modo incurrir en falso testimonio, o bien decir la verdad y de este
modo perjudicar a ese ser querido. Así, es la estabilidad familiar la que en este caso se protege,
evitando que por los extremos que se prohíben se puedan llegar a resquebrajar los vínculos
sentimentales y afectivos que unen a los componentes de una familia (Eduardo M. Jauchen,
“Tratado de la Prueba en Materia Penal”, Ed. Rubinzal – Culzoni, Santa Fé, 2002, pág. 330 y
sgtes., con ref. al art. 242 del C.P.P.N., de similar texto al derogado art. 278 del C.P.M.P.)” (Del
voto de los Dres. Cattani y Farah).
150
Poder Judicial de la Nación
“Esta Sala no ha sido ajena a la evaluación del espíritu de la prohibición, advirtiendo que en esos
supuestos el legislador hace ceder el valor del esclarecimiento y castigo de los hechos punibles a
favor de otros valores, como la integridad y cohesión de los vínculos familiares (ver causa 10.166
“Zuik”, reg. n° 11.142 del 16/8/94)” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah).
“Se trata, como se ve, de una disposición centralmente destinada a resguardar las relaciones
familiares entre los involucrados, impidiendo que puedan resquebrajarse los vínculos sentimentales
que presuponen” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah).
“… con similar texto al del artículo 242 del ordenamiento ritual actualmente vigente y a
disposiciones de varias constituciones provinciales (ver Eduardo M. Jauchen, “Tratado de la
Prueba en Materia Penal”, Ed. Rubinzal – Culzoni, Santa Fé, 2002, pág. 330 y sgtes.), el artículo
278, segundo supuesto, del Código de Procedimientos en Materia Penal -que rige el trámite de
esta causa- establece que no podrán ser citados como testigos los ascendientes y descendientes
del acusado, salvo en los casos previstos en el artículo 163, segundo párrafo, de ese cuerpo” (Del
voto en disidencia del Dr. Irurzun).
“Estas normas apuntan a preservar la cohesión familiar de manera concordante con el principio
constitucional que se dirige a la protección integral de la familia (art. 14 bis de la Constitución
Nacional)” (Del voto en disidencia del Dr. Irurzun).
“Es así que “…se protege el interés en la existencia de relaciones de confianza dentro de la familia,
USO OFICIAL
y se respeta la necesidad del hombre de confiar en sus parientes más próximos, sin tener que
temer que de este modo se le estén proporcionando al Estado medios de prueba…” (Fallos
326:3758, del voto de los Doctores Petracchi y Moline O´Connor)” (Del voto en disidencia del Dr.
Irurzun).
“Debe decirse, en esta línea, que es indiferente para la solución del caso que haya sido ella misma
la que pidió declarar, pues la ley también prescribe que no son admisibles las denuncias
voluntarias de descendientes contra sus ascendientes, bajo pena de nulidad (art. 163 del
C.P.M.P.)” (Del voto en disidencia del Dr. Irurzun).
“Al respecto, cabe recordar que en oportunidad de interpretar el alcance de la prohibición de este
último artículo, la Corte confirmó la sentencia que declaró la nulidad de la denuncia efectuada por
la esposa en contra de su marido, y de todo lo actuado en consecuencia, señalando que la
cohesión de la familia, como valor superior, resultaría indudablemente afectada si un proceso penal
se pudiere originar a raíz de un elemento aportado por un cónyuge con la intención de perjudicar a
otro (Fallos 315:459, voto del Dr. Carlos Fayt)” (Del voto en disidencia del Dr. Irurzun).
“Esta interpretación normativa guarda congruencia además con la eximente de pena pautada en el
inciso 4° del artículo 277 del Código Penal referida a aquellos parientes cuyo vínculo no excediere
el cuarto grado de consanguinidad que llegasen a cometer alguno de los hechos que perjudicaren
la administración de justicia previstos en el presente artículo, salvo que el eventual autor con su
obrar “asegurare o ayudare al autor o partícipe a asegurar el producto o provecho del delito” o su
conducta estuviere motivada en el “ánimo de lucro” (Del voto en disidencia del Dr. Irurzun).
C.C.C. Fed. Sala I
Cattani – Irurzun - Farah
21.12.2009
“Cabandié Alfonsín”
Causa 28.390
Reg. 30.853
J. 1 - S. 2
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