Análisis Jurisprudencial VI Análisis Jurisprudencial Periodo de prueba: ¿Periodo de libre vulneración de derechos fundamentales? (Parte I) Título : Periodo de prueba: ¿Periodo de libre vulneración de derechos fundamentales? (Parte I) Exp. Nº : 2456-2012-AA/TC cuales la posible afectación a derechos fundamentales procede únicamente superado el periodo de prueba, ello se puede observar de los siguientes pronunciamientos: STC N° 3120-2008-PA/TC, STC N° 10572002-AA/TC, STC N° 5012-2009-PA/TC, entre otros. Fuente : Actualidad Empresarial Nº 281 - Segunda Quincena de Junio 2013 3. Alcances previos Ficha Técnica Autor : Ana Hilario Melgarejo(*) 1. Sumilla «Sobre el tema de la discriminación laboral por motivos de gravidez, se ha establecido en la STC 05652-2007-PA/TC que las decisiones extintivas basadas en el embarazo, por afectar exclusivamente a la mujer, constituyen, indudablemente, una discriminación directa por razón de sexo […] previamente, es necesario determinar si la actora superó el periodo de prueba pactado y sí, por ende, alcanzó la protección contra el despido arbitrario, pues obviamente carecería de sentido analizar si se produjo el alegado despido si antes la actora no tenía protección contra el despido arbitrario». 2. Resumen y pronunciamientos anteriores El pronunciamiento recaído en el expediente N° 2456-2012-AA/TC se origina con motivo de la impugnación del despido realizado por una trabajadora, quien argumenta que su cese se generó como consecuencia de que la empleadora tomara conocimiento de su embarazo, motivo por el cual ha sido objeto de un despido discriminatorio por razón de sexo. Por su lado, la empleadora manifiesta que la relación laboral concluyó por vencimiento del plazo del contrato y que, incluso, la actora no había superado el periodo de prueba por lo que no ha sido objeto de un despido discriminatorio. El Tribunal Constitucional (TC) resuelve el conflicto señalando que la trabajadora al no haber superado el periodo de prueba, no puede ser objeto de análisis de una causa discriminatoria, pues no tendría protección contra el despido arbitrario. Este pronunciamiento constituiría la continuación de una posición adoptada, en reiteradas ocasiones, por el TC en las (*) Miembro del staff de asesores de la revista Actualidad Empresarial. Miembro del grupo de Estudios de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social “Luis Aparicio Valdez” de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. VI-8 Instituto Pacífico Antes de analizar los alcances de la sentencia en cuestión, resulta relevante realizar las siguientes precisiones: a. Periodo de prueba El periodo de prueba1 ha sido definido como «una institución que hace posible que ambas partes de la relación laboral –empleador y trabajador– se conozcan mutuamente y, sobre todo, valoren las condiciones generales –personales, profesionales y las propias del medio en que debe realizar el servicio– antes de otorgar a dicha relación un grado mayor de permanencia y seguridad»2. Siguiendo la misma idea, Alonso García3, señala que, respecto del empleador, el periodo de prueba persigue dos finalidades: «Comprobar la actitud técnica, así como, en general, las condiciones personales –de rendimiento y éticas– del interesado sometido a prueba, y evitar, negativamente los riesgos de un contrato de trabajo celebrado ya inicialmente, con carácter definitivo, dados los lazos de estabilidad que tal contrato puede suponer desde el punto de vista jurídico-positivo». De ambas definiciones se puede observar que el periodo de prueba, como institución jurídica perteneciente al derecho del trabajo, ha sido establecido con la finalidad de salvaguardar los ciclos productivos de una empresa que podrían verse mermados ante la contratación de un trabajador que no tuviere las actitudes técnicas o profesionales suficientes, en tanto, que si bien el derecho del trabajo es por naturaleza tuitivo no es un derecho destructor de las exigencias y aun de conveniencias de las empresas; por lo que restringe la autonomía de la voluntad para evitar la explotación de los trabajadores, pero no tiene como propósito dificultar o estorbar la buena marcha de una negociación4. 1 En el Perú, el periodo de prueba se estableció primigeniamente con la Ley N° 4916, que fijó su duración en tres meses, configuración que fue reafirmada por la Ley N° 6871 y, posteriormente, extendió sus alcances tanto para empleados y obreros mediante la Ley N° 14218. 2 BLANCAS BUSTAMANTE, CARLOS, El despido en el Derecho Laboral peruano, 2.ª edición, Ara Editores, Perú, 2006, p. 126. 3 ALONSO GARCÍA, MANUEL, Curso de Derecho del Trabajo, 5.ª edición, Editorial Ariel, Barcelona, 1975, p. 458. 4 DE LA CUEVA, MARIO, Derecho mexicano del Trabajo, Tomo I, 12° Tales afirmaciones quedan corroboradas por nuestra legislación, en el artículo 10° del Decreto Supremo N° 003-97-TR que establece el periodo de prueba de tres meses, a cuyo término el trabajador alcanza derecho a la protección contra el despido arbitrario. Las partes pueden pactar un término mayor en caso las labores requieran de un periodo de capacitación o adaptación o que por su naturaleza o grado de responsabilidad tal prolongación pueda ser justificada.”(subrayado nuestro), texto legal del cual se desprende que el periodo de prueba tiene como objeto la verificación de la capacidad en el desenvolvimiento del trabajo, de forma tal que si dichas labores exigen una mayor tecnicidad este plazo puede ser extendido en virtud de su complejidad. Por tanto, el periodo de prueba –tanto doctrinaria como legalmente– tiene como objetivo exclusivo la verificación de cualidades para el cumplimiento de las funciones para el cual el trabajador fue contratado. Periodo de prueba Finalidad Evaluación de la capacidad del trabajador en el desempeño de sus labores b. Vigencia de los derechos fundamentales – Prohibición de discriminación En ese orden de ideas se puede decir que, en el marco de la relación laboral “coexisten” dos tipos de derechos vinculados con la persona del trabajador: i) los derechos inherentes a su calidad de trabajador que tienen origen en el derecho laboral, como son la protección contra el despido arbitrario, otorgamiento de beneficios sociales, etc.; y, ii) los derechos inherentes a su calidad de ciudadano que no se pierden ni se atenúan por tener la calidad de trabajador, como son su libertad religiosa, secreto de comunicaciones5, prohibición de discriminación, etc. Para el tema que nos ocupa resulta necesario señalar que la prohibición de Edición, Editorial Porrúa S.A., México, 1970, p. 770. 5 El Tribunal Constitucional ha desarrollado hace poco más de un año, nuevos alcances sobre la afectación de este derecho en la sentencia recaída en el expediente N° 114-2011-PA/TC, caso Roberto Nieves Albán contra Telefónica Centros de Cobro S.A.C. N° 281 Segunda Quincena - Junio 2013 Área Laboral discriminación se encuentra establecida en el inciso 2 del artículo 2° de la Constitución Política del Perú y en materia laboral se ve reflejada en el artículo 29° del Decreto Supremo N°003-97-TR que configura la nulidad del despido (y consecuente reposición) ante los supuestos de: (...) d) La discriminación por razón de sexo, raza, religión, opinión, idioma, discapacidad o de cualquier otra índole; y, e) El embarazo, si el despido se produce en cualquier momento del periodo de gestación o dentro de los noventa (90) días posteriores al parto. Se presume que el despido tiene por motivo el embarazo, si el empleador no acredita en este caso la existencia de causa justa para despedir. El establecimiento de estos supuestos tiene como sustento principal el nivel elevadísimo de reprochabilidad del acto del despido motivado en una situación discriminatoria objetiva que desfavorece y perjudica a ciertos grupos históricamente marginados (sea por razón de sexo, raza, origen, etc.)6. Por lo tanto, todo acto encaminado a vulnerar el principio de no descriminación debe ser rechazado rotundamente del ordenamiento jurídico por configurar una abierta contravención a un mandato constitucional que redunda en la afectación de derecho a una vida digna del ser humano. c. Limitaciones a las facultades del empleador Los elementos intrínsecos del contrato de trabajo son tres, a saber: la prestación personal de servicios, la remuneración y la subordinación. De este último se desprenden dos consecuencias: i) la dirección que realiza el empleador de los procesos productivos de la empresa; y, ii) la subordinación de parte del trabajador que consiste en el reconocimiento del poder que ostenta el empleador (supone una limitación de la autonomía individual dentro del marco de la relación laboral), En tal sentido, el poder directivo que se reconoce en el empleador está conformado por un haz de facultades de diversa índole, todas las cuales tienen por función garantizar la organización y la eficiencia de la empresa para que aquel realice su fin económico7. Esta facultad se encuentra relacionada con el objetivo del periodo de prueba impuesto al trabajador, dado que con este se busca medir su capacidad de rendimiento en la empresa acorde con lo buscado por el empleador con el fin de optimizar su producción. Por tal motivo, si el empleador decidiera cesar a un trabajador por que no alcanzó las expectativas que motivaron su contratación, esta extinción sería totalmente válida y ajustada a derecho encontrándose eximido de todo pago de 6 ARCE ORTIZ, ELMER, Ob. Cit., p. 174. 7 BLANCAS BUSTAMANTE, CARLOS, Derechos fundamentales de la persona y relación de trabajo, Fondo Editorial PUCP, Lima, 2007, p. 101. N° 281 Segunda Quincena - Junio 2013 indemnización por despido arbitrario, de acuerdo al artículo 10° del Decreto Supremo N° 003-97-TR, anteriormente citado. No obstante, como todo derecho y/o principio, las facultades del empleador de velar por la mejora y optimización de su ciclo productivo (en virtud de la libertad de empresa sustentado en los artículo 58° y 59° de la Constitución) no es absoluto, sino que encuentra sus límites cuando el ejercicio de este derecho colisiona con los derechos fundamentales de otras personas. Se desprende de ello que si el poder de dirección obedece a una necesidad de dirigir de forma adecuada la fuerza de trabajo con la que cuenta al empleador. (de tal forma que esta puede alcanzar los beneficios que todo accionista y/o empresario busca al momento de que crea una organización con fines de lucro), entonces este poder solo se encuentra circunscrito a dichas “funciones” no pudiendo extenderse indebidamente hacia aspectos propios de la vida de cada trabajador, ajenos a su actividad laboral8. En efecto, se tiene que si el empleador hace uso del periodo de prueba para la finalidad que tiene, es decir, verificar las competencias del trabajador habrá utilizado correctamente la figura; mientras que, si el empleador hace uso de esta facultad excediéndose de las prerrogativas establecidas para esta institución entonces se habrá configurado un uso arbitrario de su derecho legalmente concedido. Más aún, si utiliza este derecho con la finalidad de encubrir cualquier discriminación (raza, sexo, origen, etc.) estaría en claro atentando del artículo 23° de la Constitución que establece: «Ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio de los derechos constitucionales, ni desconocer o rebajar la dignidad del trabajador», motivo por el cual consideramos que sería posible la invocación de protección de derechos constitucionales que hayan podido ser vulnerados en el centro de trabajo. Planteamos, por tanto, que si un empleador cesa a un trabajador por un motivo de discriminación basándose en su facultad de extinguir el vínculo laboral en el periodo de prueba, pese a que el desenvolvimiento del trabajador se ajustó a los estándares de trabajo o que su desenvolvimiento se encontró dentro de los márgenes de normalidad propios de su puesto de trabajo, traería como consecuencia la vulneración flagrante de un derecho constitucional del trabajador que deberá ser analizado en sede constitucional para determinar los alcances de su vulneración y su tratamiento independientemente de si cumplió o no con los tres meses de trabajo que estipula la norma. En este caso, se habría desnaturalizado la institución jurídica del periodo 8 Loc. Cit, p. 107 VI de prueba al utilizarla como medio de discriminación hacia el trabajador. Esta interpretación se efectúa en atención a los propios principios señalados en la Constitución y de la propia interpretación que realiza el TC cuando señala que «una aplicación integral de las normas relativas a los derechos fundamentales de la persona no admite zonas de indefensión (…) y que siempre es permisible a un justiciable la utilización de las acciones de garantía en defensa de sus derechos básicos, así como la actuación controladora y tuitiva del Tribunal Constitucional sobre dicha materia»10. 4. Dilema fundamental El problema fundamental que surge a partir de la interpretación comentada líneas arriba es que el TC ha establecido en diversos pronunciamientos que a efectos de analizar si hubo vulneración de derechos fundamentales se tendría que haber superado el periodo de tres meses establecido legalmente, negando, por un lado, la posibilidad al trabajador de cuestionar un acto de discriminación del que podría ser víctima en los primeros meses de su relación laboral y, por otro, dejando abierta toda posibilidad del empleador de vulnerar los derechos fundamentales del trabajador, por lo que se habría configurado la “zona de indefensión” que este mismo proscribe. Asimismo, es de precisar que la interpretación que realiza el tribunal constitucional tiene su sustento en la lectura integrada del artículo 27° de la Constitución y el artículo 10° del Decreto Supremo N°003-97-TR911, por lo que habiendo la Ley establecido que recién se otorga la protección contra el despido arbitrario pasado los tres meses, el TC se ha limitado a la simple verificación de la forma establecida sin hacer una análisis de la finalidad de esta institución jurídica ni menos aún un análisis sistemático de los normas y principios constitucionales inherentes a cualquier ser humano y que pudieron haberse visto vulnerado. Entonces, a este punto surge un dilema fundamental: ¿es válido durante el periodo prueba despedir a un trabajador por evidentes motivos discriminatorios, tales como, la afiliación a un sindicato o la comunicación de un estado de gravidez? ¿Es posible establecer que, legamente, es procedente este despido, pese a que vulnera flagrantemente el principio constitucional de no discriminación? Continuará en la siguiente edición... 10 Posición planteada en la STC del 7 de noviembre de 2002, expediente Nº 2409-2002-AA/TC y acogida por Blancas Bustamante (BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos, Derechos fundamentales de la persona y relación de trabajo, p.122). 11 Esta interpretación ha sido vertida en la sentencia recaída en el expediente N° 976-2001-AA/TC, caso Llanos Huasco, en el que establece que la protección adecuada establecida por la norma, es decir, es decir la indemnización tarifada no puede ser la única forma de protección, sino que debido al carácter lesivo de derechos constitucionales presente en el despido puede ordenarse la restitución del trabajador a su puesto de labores. Actualidad Empresarial VI-9