EL MUNDO QUE QUEREMOS VER: PERSPECTIVAS POST-2015 Informe de Christian Aid Septiembre 2013 b La pobreza es una afrenta contra la humanidad. Le roba a las personas la dignidad, la libertad, la esperanza, al poder para decidir sobre sus propias vidas Christian Aid tiene una visión – acabar con la pobreza – y creemos que esta visión puede convertirse en realidad. Únete a nosotros. christianaid.org.uk Escritora: Helen Dennis Christian Aid quiere agradecer a nuestras contrapartes locales y a todos los autores que han contribuido con este informe. Sin ellos, este trabajo no habría sido posible. Colaboradores del personal de Christian Aid: Maeve Bateman, Chiara Capraro, Alexander Carnwath, Vitumbiko Chinoko, Celia Cordova, Alison Doig, Gaby Drinkwater, Aisseta Kabre, Priya Lukka, Mara Luz, Ana Claudia Menezes, Sophie Powell, Alex Prats, Nadia Saracini, Joseph Stead, Katharine Teague. Las opiniones expresadas por las contrapartes locales de Christian Aid en este informe no reflejan necesariamente la política de Christian Aid y no deben ser así atribuidas; sin embargo, basamos en gran medida nuestra incidencia política en en el pensamiento de nuestras contrapartes. Portada: Comunidades sin tierra de la India unidas en la campaña por los derechos territoriales durante la Marcha por la Justicia Jan Satyagraha en 2012. El movimiento tenía sus raíces en las experiencias de las comunidades pobres de la India, y fue organizado por la contraparte local de Christian Aid Ekta Parishad, que ha destacado la importancia suprema de la solidaridad mundial para esta campaña. Credito: Christian Aid/Simon Williams 1 CONTENIDO Prólogo: Dr Rowan Williams 2 Introducción3 Voces de nuestras contrapartes: África 6 Centre for Environmental Policy and Advocacy, Malawi Réseau MARP, Burkina Faso Studies in Poverty and Inequality Institute, Sudáfrica Tax Justice Network – África UCF-Angola INERELA+ 7 8 10 12 14 16 Voces de nuestras contrapartes: Asia y Medio Oriente 18 Social Watch Filipinas National Campaign on Dalit Human Rights/National Dalit Watch, India Bangladesh Centre for Advanced Studies Afghan Women’s Network The Arab NGO Network for Development 19 20 22 24 25 Voces de nuestras contrapartes: América Latina y el Caribe 26 Centro Humboldt, Nicaragua KOINONIA, Brasil Corambiente, Colombia UNITAS, Bolivia INESC, Brasil Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático, Bolivia 27 28 30 32 34 35 Una agenda para el desarrollo equitativo y sostenible 36 Recomendaciones40 Notas41 2 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Prólogo PRÓLOGO Dr Rowan Williams, Presidente de Christian Aid y antiguo arzobispo de Canterbury Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) han sido, desde hace algunos años, no sólo un punto de referencia para reflexionar sobre lo que es esencial para un mundo más justo y seguro, sino que también han sido un recordatorio para todos nosotros de que es posible que los gobiernos del mundo reconozcan un imperativo moral compartido e identifiquen la necesidad de una acción común. Al mirar hacia el 2015, fecha en la que se espera que en un principio se cumplan los ODM, estamos destinados a tener sentimientos encontrados. Sin embargo, por difícil que sea reconocer el habernos quedado cortos en el cumplimiento de una serie de objetivos, es fundamental aferrarse al hecho primordial de que éstos, en primer lugar, existen. La tarea que deben enfrentar la sociedad civil y los grupos de incidencia política no es la de crear aspiraciones de la nada, sino la de hacer responsables a los gobiernos, a las agencias y al público en general de la mayor y más generosa visión que se haya reconocido - y la de seguir trabajando para definir donde las necesidades son más acuciantes, y escuchar la experiencia de aquellos condenados a la pobreza, a las enfermedades, al hambre y a la injusticia. Esa es la importancia de un informe como éste. Así como reconocemos el verdadero progreso en algunas áreas, necesitamos la mayor claridad posible para identificar dónde los objetivos aún no han hecho un impacto real. Durante aproximadamente la última década, la mayoría de las personas involucradas en la búsqueda de un desarrollo justo y sostenible han destacado la importancia fundamental de las mujeres en el proceso y el consiguiente imperativo de hacer frente a todo tipo de discriminación y desventaja que sufren las niñas y mujeres en todo el mundo. Sin embargo, estas páginas nos recuerdan el largo camino que todavía queda por recorrer. La salud materna y perinatal sigue siendo un reto importante, y las cuestiones de igualdad de género – sobre todo en materia educativa – siguen sin ubicarse como primordiales en la lista de muchas estrategias nacionales. Lo peor de todo es que la tasa de la violencia de género y el abuso aún se mantienen en niveles alarmantes e inaceptables en muchos países. En Christian Aid nuestra esperanza es que se tomen estas cuestiones con un nuevo grado de urgencia. su presupuesto para la cooperación, pero ahora necesitamos que más países intensifiquen su compromiso con los ODM y los objetivos post-2015. No sólo estamos hablando de un problema moral real y profundo – es decir, “¿podemos quedarnos quietos y dejar que los más vulnerables soporten los mayores costes, a nivel nacional e internacional?”–, sino también enfrentamos el desafío sobre qué clase de mundo que prevemos en 10 o 20 años. ¿Realmente, queremos ver una brecha creciente entre ricos y pobres, con toda la inestabilidad que ello conlleva, toda la inseguridad global, el desplazamiento, la violencia y la miseria que significa – al final y al cabo, para todo el mundo? Frente a todo esto, es esencial que no sólo escuchemos las voces de los expertos, sino también las palabras de aquellos que están sufriendo en primera línea. Ayudar a que esas palabras sean escuchadas lo más ampliamente posible y oír nosotros mismos la experiencia de aquellos que enfrentan desafíos y crisis, es una parte fundamental de la filosofía de Christian Aid debido a nuestro compromiso fundacional hacia la dignidad dada por Dios a cada persona. Este informe pretende ser no sólo un documento en el que dialoguen agencias y activistas, sino una plataforma para las voces que más importan, cuyos intereses y bienestar debemos conseguir y proteger, en la medida de lo posible. Espero que todos los lectores de este informe encuentren en él una energía innovadora, y renueven su afán de hacer que la siguiente fase de nuestro trabajo por los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y la conversación hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible post-2015, sea un ejercicio digno y estimulante hacia la curación de nuestro mundo dañado y las relaciones dañadas e injustas que aún lo caracterizan. Rowan Williams Y, por supuesto, hay otras cuestiones que ahora parecen más urgentes que hace una década. Somos más conscientes que nunca, por ejemplo, de cómo se entrelazan las cuestiones relacionadas a la justicia global con los efectos del cambio climático, sin importar si éstos se manifiesten en el aumento de los niveles de agua en el Pacífico o en la desertificación del África sub-sahariana. Además, Por encima de todo esto, a comienzos del milenio lo que no pudo haberse previsto fue la crisis económica que está causando nuevas dificultades en lugares inesperados y está ocasionando altos niveles de ansiedad relacionados al gasto público. En este contexto, es digno de elogio que el Reino Unido haya decidido mantener Photo: Magdalene College El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Introducción 3 INTRoDUCCIÓN En Christian Aid creemos que la pobreza no es inevitable y que puede ser erradicada. Esto es lo que impulsa nuestro trabajo y por eso la agenda para el desarrollo post-2015 es un debate tan importante. Sin embargo, la erradicación de la pobreza y la reducción de la desigualdad no serán posibles sin voluntad política, y tampoco sucederán si nuestras miras están puestas demasiado abajo o si nuestro análisis es erróneo. Erradicar la pobreza no será algo que algunas personas “consigan para los demás”, más bien creemos que sólo será posible a través de las alianzas y el empoderamiento de las comunidades, incluidas las mujeres y los que están actualmente marginados. Como resultado, nuestro enfoque en este informe ha sido el de aprovechar de la experiencia y de los conocimientos de las contrapartes de Christian Aid en todo el mundo, para conocer y reflexionar sobre sus prioridades en relación a los objetivos post-2015 antes de hacer recomendaciones a los que están ahora avanzando las negociaciones. Todo esto se ubica al lado de otras contribuciones de la sociedad civil y de organizaciones basadas en la fe; así como junto a los resultados de las consultas temáticas, la investigación participativa y la encuesta global MI Mundo de Naciones Unidas (ONU) que, al momento de la realización de este informe, lleva encuestadas a más de 800.000 personas en 194 países acerca de sus prioridades esenciales para la construcción de un mundo mejor. Creemos que para que un nuevo marco logre erradicar la pobreza de manera sostenida, debe abordar plenamente la desigualdad y la capacidad de resiliencia del medioambiente. Las aportaciones mostradas a continuación apoyan este punto de vista y ofrecen una visión de cómo una agenda global podría tener un impacto tanto a nivel nacional como local. El mundo en 2013 De cada 100 personas: • 12 viven en un barrio pobre • 15 están desnutridas • 17 viven en la pobreza extrema con un ingreso menor a US$1.25 al día • 35 no tienen acceso a un baño decente • 37 viven con un ingreso de menos de US$2 al día. Además, la situación de las mujeres y los niños sigue siendo intolerable: • 1 de cada 4 niños del mundo sufre retraso en el crecimiento1 • En el África sub-sahariana, 1 de cada 9 niños muere antes de los 5 años • Solo el 20 por ciento de los parlamentarios del mundo son mujeres. • cada año, los países en desarrollo pierden US$1 trillón a causa de flujos financieros ilícitos.5 Esto es particularmente injusto dada la concentración de la riqueza y los ingresos en el mundo. A pesar de que la riqueza mundial aumenta, está controlada por un número pequeño, propiciado por la organización actual del sistema financiero mundial: Paralelamente nos enfrentamos a una crisis ambiental y climática que incrementará la frecuencia y gravedad de los desastres naturales y tendrá un impacto en todos nosotros, especialmente en los más pobres y vulnerables. Si seguimos haciendo lo mismo, encaminados al aumento de los cuatro grados, es probable que veamos: • el 20 por ciento más rico controla y consume el 80 por ciento de los recursos del mundo2 • el 1 por ciento más rico controla el 39 por ciento de la riqueza del mundo: US$52,8 trillones3 • 57 millones de niños en edad escolar no van a la escuela • los individuos con $5 o más millones controlan casi un cuarto de la riqueza del mundo • Globalmente, hasta el 70 por ciento de las mujeres son propensas a sufrir violencia durante su vida • a pesar de la crisis económica, en 2012 el número de millonarios aumento un 10 por ciento. • 140 millones de mujeres que actualmente desean acceso a métodos anticonceptivos no los tienen • se estima que alrededor de US$21 trillones están actualmente escondidos en paraísos fiscales 4 • un aumento de la sequía en las tierras de cultivo de entre el 15,5 por ciento y el 44 por ciento 6 • una disminución de la disponibilidad de agua de hasta el 50 por ciento para algunas regiones7 • 3 billones de personas llevadas a la pobreza.8 4 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Introduccion El mundo en el que estamos En el año 2013 el mundo es un lugar cada vez más desigual e insostenible. Si bien se han producido algunos avances significativos desde el 2000 en términos de reducción de la pobreza, merece la pena reflexionar sobre algunos de los desafíos más urgentes con los que nos encontramos y sobre lo impactante que sigue siento la situación actual. La tabla de la página anterior pone de relieve algunos de los desafíos que enfrenta el mundo actual. Estos incluyen la pobreza extrema, las tasas de mortalidad de menores de 5 años, los niveles de desnutrición infantil, la falta de acceso a la educación, la falta de acceso al agua y saneamiento, la violencia contra las mujeres, la participación desigual de las mujeres en la sociedad, el alto nivel de evasión fiscal, la brecha entre ricos y pobres, la lucha por la sostenibilidad del medio ambiente, y por último pero no menos importante, el cambio climático y todos sus efectos. Los más pobres no solo son quienes están expuestos a un mayor riesgo sino quienes tienen una culpa menor. Existe una relación directa entre desigualdad y cambio climático, ya que los ingresos más altos tienden a correlacionarse con una huella de carbono más alta, mientras que los más pobres son los más expuestos a los peligros resultantes. Malawi produce 0,1 toneladas métricas de dióxido de carbono per cápita en comparación con los Estados Unidos que produce 17,3 toneladas métricas per cápita, y Qatar que produce 44 toneladas métricas per cápita.9 ¿Por qué objetivos globales? Estas estadísticas deben sorprendernos, indignarnos y conducirnos a la acción. Necesitamos un nuevo enfoque sobre la pobreza en el mundo, así como replantearnos algunas de las estructuras financieras globales, lograr un cambio inmediato en los patrones de producción y consumo hacia un modelo sostenible y bajo en emisiones de carbono, y basarnos en un crecimiento más inclusivo. Christian Aid cree que un nuevo marco de desarrollo global podría ser una herramienta importante en la lucha por un mundo más justo. Este nuevo marco necesitará del apoyo de otros procesos multilaterales tales como el progreso hacia una justicia fiscal y transparencia financiera, medidas para reducir la amenaza que enfrentan las comunidades frente a los desastres y un acuerdo climático legalmente vinculante. Creemos que nuevos objetivos justos y ambiciosos podrían ayudar a impulsar la erradicación de la pobreza, reducir la desigualdad y promover el desarrollo sostenible – pero es importante poner a prueba la hipótesis sobre el valor y propósito de un nuevo conjunto de objetivos10 y reflexionar sobre el éxito de los Objetivos de Desarrollo del Milenio actuales (ODM). Los últimos años se han visto importantes logros en la reducción de la pobreza. Por ejemplo: • Desde 1990, más de 2,1 millones de personas han obtenido acceso a mejores fuentes de abastecimiento de agua potable11 • Actualmente se está al alcance del acceso universal al tratamiento antirretroviral para las personas afectadas por el VIH, una meta de los ODM • Entre 2000 y 2011, el número de niños sin escolarizar se redujo de 102 millones a 57 millones • Entre 1990 y 2011, la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años se redujo en un 41 por ciento. Estos son logros positivos, pero no son fácil y exclusivamente atribuibles a los ODM. Los objetivos sin duda se han introducido en nuestro vocabulario y en los marcos estratégicos,12 pero su impacto directo en la reducción de la pobreza es más difícil de determinar. Pareciera haber evidencia de que la financiación internacional aumentó en los sectores sociales después del acuerdo sobre los ODM,13 sin embargo hay menos claridad sobre su impacto en la movilización de recursos internos. Un informe reciente de la organización Government Spending Watch ha demostrado que a pesar de los importantes compromisos de algunos gobiernos de aumentar el gasto en áreas tales como salud, educación y agricultura, la implementación está disminuyendo y se están dejando de lado áreas importantes como la igualdad de género, la protección del medio ambiente y la protección social.14 Aunque ocasionalmente de forma selectiva y con algunas modificaciones, los ODM están siendo incorporados, las prioridades de los ODM están siendo traducidas en documentos estratégicos de lucha contra la pobreza,15,16 y se están estableciendo objetivos claros de gasto. Sin embargo, otros factores como la financiación de donantes, los ingresos limitados y la falta de rendición de cuentas están obstaculizando el progreso en el campo de acción y limitando el impacto que los objetivos podrían tener. Estos factores no deben llevarnos a renunciar a unos objetivos globales, sino que deben alentar a todos aquellos involucrados en el proceso a pensar cuidadosamente acerca de la adaptación de los objetivos globales al contexto nacional, cómo prever los objetivos utilizados y por quién, y cuáles serán los mecanismos de rendición de cuentas conformes al nuevo marco. Nuestra esperanza es que una agenda de desarrollo post- 2015, diseñada cuidadosamente y con la participación de la sociedad civil y las comunidades pobres de todo el mundo, sea capaz de cumplir las siguientes funciones: El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Introducción 5 “¿El desarrollo trata principalmente del crecimiento económico o tenemos una visión más amplia del bienestar y de la prosperidad humana?” Photo: Christian Aid/Kevin Leighton 1 Generar un sentido de solidaridad y responsabilidad global para erradicar la pobreza, luchar contra la desigualdad y lograr un desarrollo sostenible. del bienestar y de la prosperidad humana? ¿Estamos hablando principalmente acerca de las necesidades materiales o hay otras dimensiones que también se deben tener en cuenta? 2 Fomentar una respuesta coordinada en áreas clave como el VIH o, para mencionar algunos ejemplos diferentes, la mitigación del cambio climático o la reforma del sistema fiscal internacional. El Panel de Alto Nivel para la agenda de desarrollo post-2015 ya ha plasmado su visión, así como una serie de objetivos ilustrativos y metas orientadas a “erradicar la pobreza y transformar las economías a través del desarrollo sostenible.”17 3 Establecer normas globales, elevar los estándares e impulsar la inversión nacional hacia áreas como la igualdad de género. Los miembros del Grupo de Trabajo sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible, creado en 2012 por la Conferencia Río +20, también están considerando sus prioridades. 4 Mantener la pobreza global, la desigualdad y el desarrollo sostenible en lo más alto de la agenda política. Christian Aid espera que estos procesos pronto comiencen a aunarse para definir un conjunto claro de objetivos ambiciosos. Una visión post-2015 ¿Cuál es el mundo que queremos? Esta es, por supuesto, una pregunta vital – y la respuesta determinará el tipo de objetivos, metas e indicadores que conformen un nuevo marco post-2015. ¿Queremos simplemente un mundo sin pobreza caracterizado por personas que viven con menos de 1,25 dólares al día, o podemos ser un poco más ambiciosos? ¿El desarrollo se basa principalmente en el crecimiento económico o debemos tener una visión más amplia En las páginas que siguen, 17 contrapartes de Christian Aid de todo el mundo comparten su visión del mundo que quieren. Foto: Mujeres en la aldea Keleguem, al noreste de Burkina Faso, llevan piedras con las que construyen muros bajos como cinturones de roca, que ayudan a proteger el suelo de la lluvia y la erosión del viento. Construido con el apoyo de Réseau MARP, contraparte de Christian Aid, las paredes ayudan al crecimiento y la producción de alimentos de los cultivos. 6 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 África Christian Aid/Kevin Leighton LAS VOCES DE Nuestras CONTRAPARTES ÁFRICA Aminata Sawadogo y su nieto de 11 años, Souley (centro), con sus animales en la aldea Keleguem, al noreste de Burkina Faso. Aminata formó parte de un proyecto ganadero dirigido por la contraparte de Christian Aid, Réseau MARP, en el que se les daba un par de animales a las personas más vulnerables del pueblo, luego de una crisis alimentaria provocada por la sequía. Se pidió a los destinatarios que pasen uno de los animales a otra persona de la aldea en situación de vulnerabilidad. . El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 África 7 LA ADAPTACIÓN Y MEJORA DE LA RESILIENCIA COMUNITARIA SON CLAVE Herbert Mwalukomo, director de programas, Centre for Environmental Policy and Advocacy, Malawi Como la mayoría de los habitantes de África, los malawenses están sufriendo los impactos directos del cambio climático debido a su fuerte dependencia a la agricultura de secano. Las investigaciones realizadas por el Centre for Environmental Policy and Advocacy (CEPA) han demostrado que ahora, con la falta de un patrón de lluvias fiable se está poniendo cada vez más en riesgo la viabilidad de los cultivos en tierras altas, a la vez que la mayoría de las actividades agrícolas se realizan dentro de los ecosistemas frágiles. Las palabras del Sr. Nkhuleme Ntambalika del distrito de Balaka reflejan el sentimiento de la mayoría de los agricultores de Malawi: “Solíamos tener lluvias muy estables, adecuadas y no erosivas. Hoy en día nadie sabe cuándo plantar los cultivos. Cuando llueve, o es demasiado poco para la siembra o es demasiado abundante, de manera que los campos se quedan o anegados o erosionados. Luego le sigue una prolongada sequía que abrasa las plantas que han germinado. La semilla se pierde en el proceso y nos vemos obligados a volver a sembrar. Si tenemos suerte, conseguimos una buena cosecha. Sin embargo, en la mayoría de los casos, durante estos días, las lluvias desaparecen cuando cultivos como el maíz están en las etapas más críticas de la formación de la mazorca y la germinación”. (2010) Los efectos del cambio climático se han asociado con la mayoría de los desastres recientes en Malawi que resultaron en la pérdida de vidas humanas, cultivos e infraestructura. El Departamento de Asuntos de Gestión de Desastres contabilizó más de 12.500 hogares afectados de diversas maneras por inundaciones, lluvias o vientos fuertes durante la temporada de lluvias 2012-13. Durante estos extremos sucesos, a menudo se interrumpe el sistema educativo: las inundaciones destruyen las infraestructuras para la educación o se utilizan como centros de refugio para las comunidades afectadas. Las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por el cambio climático, ya que son las que son responsables de aquellas actividades sobre las que el clima está teniendo un mayor impacto, como puede ser recoger agua y leña, y garantizar el acceso diario a la alimentación. En este contexto, la necesidad de trabajar por la adaptación y mejora de la resiliencia de estas comunidades es primordial. Para que esto suceda, se requiere una cooperación mundial más fuerte y un marco de acción que vaya más allá del status quo. El nuevo marco debería definir objetivos separados para el cambio climático y la sostenibilidad ambiental, que incluyan financiamiento, creación de capacidades y transferencia de tecnología a los sectores vulnerables de la sociedad (incluidos los grupos socialmente excluidos, como mujeres, niños, ancianos y personas con discapacidad). Los objetivos deben fijar plazos concretos en sus cumplimientos para aumentar la capacidad de las comunidades de hacer frente y adaptarse a los impactos del cambio climático. Además, deben definirse mecanismos de rendición de cuentas para garantizar la consecución de los objetivos globales de reducción de la pobreza, junto con la sostenibilidad del medio ambiente post-2015. En consecuencia, si no se definen mecanismos de acción claros, el reconocimiento del problema del cambio climático y la sostenibilidad ambiental en el marco de desarrollo post2015 no será suficiente por muy bien que se articule. El nuevo marco debería reforzar y construir sobre los principios del desarrollo sostenible, incluyendo la equidad intergeneracional e intrageneracional, así como el principio de participación. El mecanismo global también debe ser construido en torno al principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas con sus respectivas capacidades” como se reafirmó en la reciente Conferencia de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible (Río +20). Estos principios deben ser la base para un mecanismo de financiación claro que permita la aplicación de unos objetivos comunes hacia un futuro sostenible y próspero para todos. Además de la excesiva dependencia a la agricultura de secano, la vulnerabilidad de Malawi frente el cambio climático se agrava por su baja capacidad de adaptación (como resultado de su estrecha base económica), una limitada capacidad de procesamiento de productos agrícolas y una alta dependencia a la energía de biomasa. La madera para combustible supone el 88,5 por ciento de la demanda total de energía, la demanda nacional de leña y carbón – estimada en 7,5 millones de toneladas al año – excede enormemente la oferta sostenible de sólo 3,7 millones de toneladas anuales. La deforestación resultante conduce a la degradación y sedimentación de la cuenca, convirtiendo aumentando la proponsión de los campos cultivables a las inundaciones y restringiendo el suministro de energía de la red hidroeléctrica nacional. Creada en 2002, CEPA tiene la visión de una sociedad justa y equitativa que promueva el desarrollo sostenible. Tiene el objetivo de analizar las políticas e incidir para una gestión sostenible del medio ambiente y de los recursos naturales. CEPA pretende tender puentes entre la política y la práctica, entre los responsables políticos y las comunidades locales afectadas por la aplicación de políticas, y entre las acciones locales y los debates políticos nacionales o globales. Entre otras cosas, CEPA facilita el acceso a la información ambiental y la justicia, contribuye a la biodiversidad y a la formulación de políticas sobre biotecnología, lleva adelante investigaciones sobre políticas territoriales y reforma agraria, lleva a cabo actividades de capacitación y defensa del medio ambiente; coordina las voces de la sociedad civil en temas de políticas referentes al cambio climático, y participa en los debates de la política internacional sobre cambio climático y biodiversidad. cepa.org.mw 8 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 África SOSTENIBILIDAD Y BUEN GOBIERNO M Mathieu Ouedraogo, presidente, Réseau MARP, Burkina Faso Cuando el gobierno de Burkina Faso logró cierto progreso hacia los ODM a principios de 2013, estaba claro que aún quedaba mucho por hacer, sobre todo teniendo en cuenta que la pobreza está todavía profundamente arraigada. Los esfuerzos por cumplir los ODM han sido socavados por la aparición de nuevos o crecientes desafíos tales como los efectos del cambio climático y la crisis energética y alimentaria, que han profundizado la desigualdad. La experiencia de Réseau MARP en el terreno confirma que, si bien se han logrado avances en algunas áreas como la educación y el acceso al agua potable, la pobreza sigue siendo generalizada, las mujeres siguen estando especialmente afectadas y las tasas de mortalidad infantil continúan siendo altas. Está claro que las comunidades – y en particular las comunidades rurales – son extremadamente vulnerables a los desastres y crisis que han vuelto a aparecer en los últimos años. El objetivo de nuestro trabajo para la reducción de riesgos de desastres (inspirado por las contrapartes como Christian Aid y Global Network for Disaster Reduction) es ofrecer programas de recuperación que se centren en las propias comunidades. Esto implica el desarrollo de herramientas para identificar las presiones sobre las comunidades a nivel base. Por ejemplo, nuestro enfoque EPVC (Evaluación Participativa de Vulnerabilidades y Capacidades) permite a todos los miembros de la comunidad – incluidas las mujeres y los grupos marginados – unirse para comprender los riesgos que enfrentan. Una vez identificados y analizados estos riesgos en conjunto, la población local puede crear un plan de acción que defina la mejor forma de respuesta. La incidencia política a nivel nacional también es clave para influir en las decisiones a favor del desarrollo sostenible e inclusivo. Creemos que los esfuerzos para crear un nuevo marco de desarrollo deben estar respaldados por la voluntad de reducir esta vulnerabilidad, mediante la mejora de la capacidad de recuperación de las comunidades ante los desastres y la construcción de la capacidad de recuperación económica de las personas más vulnerables de la sociedad, como las mujeres. Es crucial proteger los medios de vida de los pobres y mejorar su seguridad alimentaria y nutricional. Uno de los beneficios clave de los ODM es que proporcionan una herramienta y un marco de referencia que las autoridades de Burkina Faso han prometido poner en práctica. Existe un plan nacional de acción para evaluar los avances en los ODM, y el Estado ha asignado una financiación (a pesar de la insuficiencia de fondos) para el logro de los diferentes objetivos. Los ODM ofrecen una manera de canalizar las acciones de desarrollo (del estado y las ONGs) hacia objetivos precisos de acuerdo con las prioridades acordadas. La implementación de los ODM puede ayudar a resolver problemas relacionados con la educación, el acceso al agua potable y el saneamiento, la seguridad alimentaria y nutricional, y la reducción de la pobreza extrema. DOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES En nuestra opinión, el futuro programa de desarrollo debe basarse en dos principios fundamentales: la sostenibilidad y el buen gobierno. Todos los aspectos del nuevo marco deben ser destacados por su compromiso con la sostenibilidad. Esto incluye la implementación de un sistema económico sostenible, equitativo e inclusivo, la reducción de las desigualdades sociales y los desequilibrios, y la gestión sostenible de los recursos naturales. En cuanto a la gobernanza, ésta puede lograrse garantizando que las actividades de desarrollo se gestionen de forma transparente y de acuerdo con la justicia social. Más específicamente, un nuevo marco de desarrollo debe basarse en las siguientes cuatro prioridades: 1Reforzar la capacidad de recuperación de las comunidades ante los desastres. 2 Empoderar a las mujeres mediante el desarrollo de su capacidad de recuperación económica y ayudarlas a ganar una voz política fuerte. 3 Reducir la mortalidad infantil mediante la disminución de la desnutrición y mejorar el acceso a servicios de salud y saneamiento. 4 Apoyar la gestión sostenible de los recursos naturales y ecosistemas mediante el intercambio de buenas prácticas. Más allá de lo mencionado, proponemos los siguientes objetivos e indicadores: Objetivo 1: Apoyar el empoderamiento económico de las mujeres - especialmente en las zonas rurales. •Acceso de las mujeres a los medios de producción. • Acceso de las mujeres a las fuentes de financiación para apoyar actividades de generación de ingresos. • Participación de las mujeres en la toma de decisiones. Objetivo 2: Reforzar la capacidad de recuperación de las comunidades a los desastres. •Existencia de un sistema de alerta temprana que funcione correctamente. • Capacidad local para la prevención y gestión de desastres. • Existencia de infraestructuras para la reducción y mitigación de riesgos ante desastres. El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 África “El futuro programa de desarrollo debe basarse en la sostenibilidad y el buen gobierno.” Objetivo 3: Reforzar la capacidad de las comunidades para adaptarse al cambio climático. • Realización de actividades eficaces de adaptación al cambio climático. Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil. •Reducir la tasa de desnutrición. • Aumentar la tasa de acceso a la atención sanitaria. • Mejorar el nivel de saneamiento. Objetivo 5: Asegurar la gestión sostenible de los recursos naturales. •Existencia de mecanismos locales para la gestión de los recursos naturales. • Crecimiento de la tasa de adopción de prácticas de manejo sostenible de los recursos naturales. • Acceso equitativo a los recursos naturales. • Legislación favorable a la utilización racional de los recursos naturales. Réseau MARP fue creada en 1992. En 2007 fue oficialmente reconocida por el Estado burkinés como una ONG de servicio al público, reconociendo así sus logros en el campo del desarrollo. El trabajo de Réseau MARP se basa en el principio de que es la comunidad quien construye su bienestar a través de la participación activa de sus miembros. Algunas de las áreas clave en las que trabaja son: seguridad alimentaria, gestión de los recursos naturales, ahorro y microcrédito, respuesta de emergencia, reducción de riesgo de desastres, y defensa de las comunidades en situación de riesgo de desastres. reseaumarpbf.org 9 10 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 África “MEJOR MENOS, PERO MEJOR” Isobel Frye, directora, Studies in Poverty and Inequality Institute, Sudáfrica La sociedad civil en Sudáfrica ha estado histórica y estrechamente vinculada a las cuestiones de los derechos civiles y políticos. Esto, por supuesto, tiene sus raíces en el movimiento de liberación anti-Apartheid y el apoyo relacionado a la solidaridad internacional. Con la introducción de la democracia en 1994, la visión de una Sudáfrica transformada e igualitaria fue lo principal en los discursos de transición. Esto se evidencia en los principios y derechos contenidos en la Constitución de Sudáfrica, incluidos los derechos socio-económicos de la Declaración de Derechos. En su aprobación, nuestra Constitución final fue anunciada como una de las constituciones más progresistas a nivel internacional. Sin embargo, desde la aprobación de la Constitución de 1996, Sudáfrica ha luchado para hacer incursiones significativas en los problemas graves e interconectados de pobreza, desempleo y desigualdad. Se han explorado varias causas estructurales en este sentido – tanto las que se basan en las políticas de exclusión del Apartheid, como las basadas en factores posteriores y en las elecciones de política macroeconómica que se han hecho. Un estado de desarrollo En la actualidad nos enfrentamos a un cruce difícil entre el marco basado en los derechos tradicionales y un marco más nuevo y ortodoxo de “desarrollo”. El primero, como se ha indicado, se basa en la Constitución, mientras que el segundo lo hace en el énfasis de las políticas de re-orientación de Sudáfrica hacia un “estado de desarrollo”. Muchos críticos han cuestionado el significado de esta frase, remitiéndose a distintos ejemplos sobre el desarrollo de estados del este asiático y las diversas experiencias acontecidas en las que se ha priorizado el desarrollo económico sobre el desarrollo humano y los derechos humanos. A partir de nuestra investigación en SPII, se evicencia que para muchas personas, la esperanza de conseguir su sustento y el de sus familias por sus propios medios sigue siendo difícil de alcanzar teniendo en cuenta la alta tasa de desempleo formal que existe. Parece haber un desajuste significativo entre las políticas intervencionistas diseñadas e implementadas en los tres niveles de gobierno y los retos y obstáculos actuales que enfrentan las personas. La creciente economía informal también parece escaparse de las manos de los responsables de políticas. Los pobres y marginados siguen estando Photo: Christian Aid/Sarah Filbey El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 África 11 ‘Creemos que limitarnos a los objetivos más importantes, más visibles y más inclusivos es una lección significativa que debemos aprender.’ a merced de políticas que no están diseñadas conforme a su circunstancia. En realidad, este tipo de políticas siempre serán un reto: esto se debe a que siempre se encuentran en entornos difusos y que existen más allá del enfoque convencional actual a la relación entre el Estado y una ciudadanía informada, formalizada, empoderada y activa. Haciendo cumplir los derechos Un nuevo marco de desarrollo tiene que romper la discordancia percibida entre derechos y desarrollo. Las políticas deben ser auditadas por un sistema de evaluación centrado en el ser humano, que incluya una extensa investigación cualitativa que capture las experiencias reales de quienes tratan de establecer y mantener estrategias para obtener medios de vida seguros. Ello debe ser ubicado en una estrategia continua de información a las personas sobre sus derechos y cómo hacerlos cumplir frente a un estado caótico en su mejor circunstancia, y corrupto y disfuncional, en la peor. Lo que se requiere son centros de asesoramiento sobre derechos, habilidades prácticas para los negocios e información de acceso a los mercados, el crédito y otras formas de asistencia. Las políticas tienen que abordar temas difíciles sobre cómo involucrarse en el sector informal, el que, por definición, no está registrado y es invisible. Esto se ilustra en la pregunta de cómo ampliar el acceso a la protección social como país: es necesario priorizar la forma en que nos relacionamos con los patrones, ritmos y necesidades de las personas que operan en formas atípicas de empleo y en las periferias del sector formal. Aprender de las experiencias internacionales es importante, pero también lo es el conocimiento de la necesidad de aplicar esas experiencias a la realidad local, y aquí es donde debe incluirse a la gente común en la auditoría de políticas, en el diseño de programas y en los sistemas de monitoreo y evaluación. Lamentablemente, los ODM han tenido poco impacto en la práctica de nuestro trabajo en Sudáfrica. A pesar de que el partido oficialista se comprometió a la realización de los principales ODM en 2014, a un año de esa meta (debido a la finalización del mandato del actual gobierno), no ha habido un empuje importante del Estado o de la sociedad civil, Foto: Niños juegan en uno de los asentamientos informales de Ciudad del Cabo en el área Kayelitcha. de manera sostenida o programática. Esto es algo que debe ser tratado en cualquier programa de la agenda post-2015 – es decir, un acuerdo concreto con objetivos e indicadores realistas que puedan supervisar organismos compuestos de diversos actores. Quizás uno de los retos a los que nos hemos enfrentado en Sudáfrica es una aparentemente abrumadora cantidad de planes y prioridades con muy poca fe en la realización de alguno de sus fundamentos. “Mejor menos, pero mejor” es una convocatoria realizada por un anterior presidente de Sudáfrica, y creemos que limitarnos a los objetivos más importantes, más visibles y más inclusivos es una lección significativa que debemos aprender. Una vez que estos sean efectivamente logrados, será más fácil seleccionar y aplicar la misma energía y compromiso a los objetivos subsiguientes. Studies in Poverty and Inequality Institute (SPII) es un consorcio sin fines de lucro con sede en Johannesburgo. Fue fundado hace siete años, principalmente para responder a una ausencia en la sociedad civil de investigación empírica sobre pobreza y desigualdad - investigaciones necesarias para avanzar en una serie de campañas de la sociedad civil en África del Sur y la sub-región de la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional (SADC). La metodología de SPII combina la investigación primaria a nivel comunitario, junto al análisis de políticas y compromisos con el gobierno, empresas y sindicatos. Entre las áreas de investigación actuales existe un Programa de Derechos Socio-Económicos, que incluye una campaña para introducir una subvención básica al ingreso en toda la SADC, financiada por un impuesto sobre las actividades extractivas, y un programa de canasta de necesidades básicas, que incluye un ingreso familiar primario y para gastos en proyectos. www.spii.org.za 12 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 África JUSTICIA TRIBUTARIA EN EL CORAZÓN MISMO Alvin Mosioma, director, Tax Justice Network – África Muchos consideran que la fiscalidad es un tema complejo que debe dejarse a los expertos, pero la historia de los países desarrollados muestra que el sistema tributario se encuentra en el corazón de cualquier desarrollo significativo y de la construcción de un Estado. Sin embargo, hasta hace muy poco el discurso internacional sobre el desarrollo económico en los países pobres ha estado desprovisto de discusiones sobre fiscalidad o sobre los ingresos fiscales como una fuente clave de financiación. Los ODM no incorporan en absoluto la fiscalidad, ni tampoco lo hizo la tan alabada Declaración del Milenio. La cuestión de cómo los gobiernos del mundo financian escuelas, hospitales, carreteras y otros servicios esenciales no es física cuántica. El impuesto es la única fuente estable, fiable y sostenible de ingresos que puede permitir a los gobiernos cumplir con sus obligaciones para con los ciudadanos de garantizar el acceso a los servicios básicos esenciales. Por lo tanto, es vital que una nueva “alianza mundial para el desarrollo” u objetivo sobre temas financieros – como la propuesta reciente del Grupo de Alto Nivel – priorice los impuestos como fuente de financiamiento para el desarrollo. Abordar todos los problemas y malas prácticas que niegan a los países en desarrollo sus ingresos fiscales debidamente obtenidos debe estar en el corazón de cualquier nuevo marco de desarrollo global. Estos esfuerzos deben incluir medidas para fomentar la generación de recursos fiscales y para reducir las pérdidas de ingresos de los países pobres a través de los sistemas financieros mundiales defectuosos. Con más de 1,3 billones de personas, o casi una quinta parte de la población mundial viviendo con menos dólares estadounidenses 1,25 al día, es escandaloso y moralmente inaceptable que más dinero se transfiera de los países pobres a los ricos, que viceversa. Se estima que dólares estadounidenses 10 salen de los países pobres por cada dólar que reciben. Estudios recientes indican que el continente africano pierde más de dólares estadounidenses $ 50 billones cada año como resultado de los flujos ilícitos. Es interesante observar que, si bien una gran cantidad de atención se ha centrado en la lucha contra la corrupción, la mayor parte de los recursos perdidos del continente se debe a la mala praxis corporativa de las empresas multinacionales que se aprovechan de la debilidad en regulación global para evadir el pago de los impuestos correspondientes. Se estima que dólares estadounidenses Photo: Christian Aid/Charlotte Marshall El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 África 13 “Lograr una justicia tributaria debe colocarse en el corazón de la nueva agenda post-2015.” $21 billones están escondidos en cuentas offshore de paraísos fiscales por empresarios ricos y corporaciones que evaden o evitan impuestos. Mientras que la relación podría no ser evidente de inmediato, la pérdida de ingresos fiscales en los países pobres conforma dinero que podría, por ejemplo, salvar las vidas de 150.000 niños en Kenia que cada año mueren porque no pueden llegar al hospital a tiempo debido a las malas condiciones de los caminos, porque el hospital no tiene el medicamento adecuado, porque el médico no está disponible, o simplemente porque el niño no comió lo suficiente. Una aspiración práctica presión fiscal directa-indirecta, podría alentar a los gobiernos en la dirección correcta. Es importante señalar que, si bien la evasión de impuestos no se controla, los gobiernos se ven gravemente obstaculizados de poner en marcha sistemas fiscales progresivos – los sistemas fiscales nacionales más justos dependen de medidas de transparencia globales. En tercer lugar, debemos reconocer que, aplicados de manera justa, los impuestos también pueden ser la herramienta que tiene un gobierno para rendir cuentas a sus ciudadanos. Un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, sólo puede llevarse a cabo cuando los recursos que financian el desarrollo se generan a nivel local y el desarrollo no depende de la ayuda externa. Es evidente – aunque no es el único factor – que la capacidad del Estado para proporcionar servicios está directamente relacionado con su capacidad de generar recursos suficientes para satisfacer estos servicios. A medida que la agenda post2015 se concreta debemos aprender de los obstáculos de los ODM y poner en marcha medidas que garanticen que el nuevo marco sea una aspiración práctica. En última instancia, lograr una justicia tributaria debe colocarse en el corazón de la nueva agenda post-2015. Se trata de garantizar que la cuota correspondiente de ingresos fiscales se mantenga en los países donde se llevan a cabo actividades económicas significativas, permitiendo así a los Estados financiar su propio desarrollo. En este sentido, me gustaría proponer las siguientes recomendaciones, que creo podrían ayudar a cerrar las compuertas que permiten la fuga de recursos y podrían alterar significativamente las riquezas de los países en desarrollo. Tax Justice Network - África (RJF-A) es una iniciativa pan- africana, miembro de la Global Alliance for Tax Justice. Su objetivo es promover sistemas fiscales socialmente justos, democráticos y progresistas en África. RJF-A promueve sistemas fiscales favorables para los pobres y que financien bienes públicos. Además, desafía las políticas y prácticas fiscales perjudiciales que favorecen a los ricos y fomentan una desigualdad inaceptable. Teniendo en cuenta que la evasión impositiva y la evasión fiscal representan la mayor fuente de flujos ilícitos, debemos lograr un régimen global eficaz y asegurar que las corporaciones paguen los impuestos que les corresponden. Esto debe incluir medidas que dificulten a las empresas esconderse debajo de compañías fantasmas, legislando para los titulares - debemos saber quién es el verdadero dueño, de qué y dónde. Además, hay una necesidad de fomentar un marco acordado internacionalmente sobre información corporativa e intercambio de información fiscal. taxjusticeafrica.net La transparencia debe aplicarse a nivel global y a nivel nacional. Tal vez esta no sea una ‘meta’ fácil, pero un marco universal de desarrollo tendrá que hacer frente a problemas complejos para ser tomado en serio. En segundo lugar, debemos pensar cómo los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pueden promover sistemas fiscales nacionales más justos. En muchos países, son los pobres los que terminan pagando más impuestos en proporción a sus ingresos, ello no es justo. Cuando los ricos evitan pagar la cuota correspondiente de impuestos, el gobierno debe depender del resto de los ciudadanos para llenar sus arcas. En África, se observa una evolución hacia la dependencia en el impuesto al valor agregado, lo que resulta en aumento de los precios sobre las necesidades básicas que los pobres apenas puede permitirse, como la alimentación, la salud y la educación. Una meta u objetivo en la desigualdad de ingresos, o un indicador que requiere la publicación de la Foto: Mina de cobre Mopani en Zambia, que es en gran parte propiedad de una filial de la gigante Glencore FTSE100. La multinacional ha sido acusada de eludir impuestos en Zambia – acusación que niega. La mina produce importantes daños al medio ambiente local. Una contraparte de Christian Aid ha apoyado en la campaña de un grupo local para exigir mejoras en el medio ambiente 14 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 África EL EMPODERAMIENTO ECONÓMICO DE LAS MUJERES ES VITAL Escrito por una joven de UCF-Angola Todavía existen muchos problemas de desarrollo en Angola. A continuación, presentamos algunas de las cosas que creemos deberían incluirse en una agenda post-2015. En primer lugar, el empoderamiento económico de las mujeres es vital para erradicar la pobreza y las desigualdades, con el fin de lograr el pleno desarrollo de la sociedad. Las mujeres y las niñas deben tener acceso a oportunidades de educación para desarrollar sus habilidades como emprendedoras, a través de pasantías, becas e intercambios educativos a nivel nacional, regional y global. Es esencial que el acceso de las mujeres a las oportunidades de empleo esté garantizado, así como es necesaria la adopción de políticas que protejan a las trabajadoras domésticas de la explotación. También se deben poner en marcha políticas justas que garanticen a las mujeres, jóvenes y viejos, el derecho a la tierra y la propiedad. Las barreras sociales y culturales que impiden a las mujeres ser dueñas de propiedades y tierra (por ejemplo, cuando el hombre de la pareja muere, la herencia pasa al hijo mayor, o, en su defecto, a la familia del esposo) deben ser impugnadas y eliminadas. Sin embargo, Angola ha ratificado un gran número de convenios y tratados internacionales, pero el gran reto es su aplicación. Un ejemplo es la Ley contra la Violencia Doméstica, aprobada por el Parlamento angoles en 2011. Es un paso muy importante para la protección de las personas más vulnerables y para el castigo a los perpetradores de violencia, pero queda mucho por hacer para ponerla en práctica. Priorizando la educación Como primer paso para ayudar a construir una sociedad más crítica, educada y empoderada, los gobiernos deben también dar prioridad a la educación primaria universal. En el Monitor de los ODM, la ONU dice que este es uno de los objetivos en los que Angola ha experimentado un mayor progreso. Sin embargo, hay más escuelas privadas que públicas en nuestras comunidades. Lo más grave es que la pobreza obliga a los niños a permanecer fuera de la escuela porque sus familias no pueden pagar las cuotas escolares. También creemos que la educación debe ser garantizada y adaptada a la edad del estudiante. Como parte de las políticas de salud del gobierno, casi inexistentes en esta zona, el acceso a servicios e información sobre salud reproductiva y sexual debe estar disponible y garantizarse para los jóvenes. Todavía hay un gran obstáculo Photo: Christian Aid/Lily Peel El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 África 15 “Como primer paso para ayudar a construir una sociedad más crítica, educada y empoderada, los gobiernos deben dar prioridad a la educación primaria universal, como primer paso para ayudar a construir una sociedad más crítica, educada y capacitada.” cultural a la hora de hablar de sexo, y los jóvenes no tienen acceso a los anticonceptivos. Según el Banco Mundial, la tasa de fecundidad de las adolescentes de Angola era la cuarta más alta del mundo en 2010, de 157 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15-19 años. En zonas rurales, se deben fomentar centros de información y bibliotecas para que todos tengan acceso a la información. Se deben promover actividades deportivas y físicas, especialmente entre las mujeres jóvenes, como parte de su desarrollo físico, mental e intelectual integral. Se debe alentar la oportunidad de desarrollar habilidades de liderazgo entre los jóvenes. El liderazgo promueve virtudes tales como el conocimiento, el compromiso, la responsabilidad y el desarrollo de la confianza, cualidades que generan una sociedad más justa y ética. Las mujeres líderes son modelos de inspiración para las mujeres más jóvenes y pueden influir en cambios positivos en las comunidades. Un ejemplo es la ministra de inspiración, Reverenda Deolinda Teca, que es la primera secretaria general mujer en la historia del Consejo de Iglesias Cristianas de Angola. Las niñas y jóvenes que participan en nuestros programas han estado haciendo una diferencia en sus comunidades y familias. Algunas están ahora en la universidad, otras tienen puestos de trabajo. Ellas son las futuras líderes de Angola. La educación tiene un impacto en la salud de la comunidad, al tiempo que mejora la salud de las mujeres y contribuye a reducir las tasas de mortalidad infantil. Los gobiernos deberían crear y poner en práctica políticas de prevención de enfermedades que afectan a los niños y asegurar su acceso a los tratamientos y medicamentos. Por ejemplo, la malaria es una gran amenaza para el desarrollo en Angola, por lo que invertir en educación y saneamiento básico ayudaría a reducir los altos índices de personas afectadas y muertas por la enfermedad. La mayoría de los profesionales de la salud en Angola son mujeres, que trabajan en las comunidades pobres de las zonas rurales y urbanas. Sin embargo, no cuentan con los recursos adecuados para llevar a cabo su trabajo. El país necesita más trabajadores de salud mejor remunerados. Por otro lado, las mujeres con discapacidad o problemas de salud mentales, en particular las mujeres y las niñas, sufren a menudo discriminación y abuso. Para ellas, y de acuerdo a sus necesidades y circunstancias, deben estar disponibles programas especiales de salud reproductiva y sexual. Por último, vale la pena recordar que el VIH sigue siendo un reto para muchos en Angola. Hay poco acceso al tratamiento antirretroviral para las personas pobres, y frecuentemente los centros de salud comunitarios no tienen suministro de los reactivos necesarios para la realización de las pruebas de VIH. Sin embargo, la discriminación contra las personas que viven con el VIH está disminuyendo debido a que se está difundiendo más información en la radio y en la televisión, a través de campañas gubernamentales y activistas en iglesias y escuelas. En conclusión, creemos que hay suficientes recursos en Angola para beneficiar a las personas más excluidas de la sociedad, y esperamos que sus necesidades sean prioridad en los objetivos post ODM. UCF-Angola (União Cristã Feminina) es parte de la red global Asociación Cristiana de Mujeres Jóvenes (YWCA). UCF desarrolla trabajo estratégico en educación, género y VIH, y estimula a las jóvenes angoleñas para desarrollar sus capacidades, lo que les permite intervenir en los asuntos públicos y construir una sociedad con condiciones más favorables para las mujeres. UCF trabaja en los suburbios pobres de la capital, Luanda, donde las tasas de VIH, la discriminación y la violencia contra las mujeres son altas. Ofrece oportunidades de trabajo y programas de formación profesional para jóvenes mujeres, cursos de alfabetización y campañas de educación entre pares sobre temas sociales, de salud y de ciudadanía. UCF también se ha comprometido a mejorar la sensibilización sobre el VIH entre las mujeres jóvenes. En muchas ocasiones ha influido en las estructuras masculinas tradicionales de toma de decisiones, poniendo en su agenda política problemas que afectan a las mujeres jóvenes de Angola. worldywca.org Foto de perfil: Escritoras de UCF-Angola, de izquierda a derecha Tuiku Kiakayama Elisa, Apolonia Manuel Gabriel, Juliana Feliciano, Maria Mendes, Eloina Teresa dos Santos, Sofía Ambrosi Foto Principal: Jóvenes del proyecto “Chicas Construyendo Puentes en Angola” participan en un partido de preparación antes de su clase, cantando y aplaudiendo. Chicas Construyendo Puentes es un programa de habilidades para la vida dirigido por UCF-Angola en un barrio pobre de la capital del país, Luanda 16 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 África LA SALUD MATERNA NO DEBE OLVIDARSE La Reverenda Phumzile Mabizela, directora ejecutiva, INERELA+ Las mujeres tienen derecho a decidir dónde y cuándo tener hijos, con independencia de su clase, raza y estatus de VIH, sin embargo, no hay conciencia sobre los derechos de las mujeres viviendo con VIH (MVVS). Aún queda mucho por hacer para mejorar la salud materna, combatir las causas profundas de la desigualdad de género y garantizar un acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo. INERELA+ tiene un programa sobre Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos (SDSR), que busca empoderar a las mujeres jóvenes, incluyendo las MVVS y nos gustaría ver que los objetivos post-2015 aborden sus necesidades. Las políticas y servicios de Prevención de la Transmisión Materno Infantil (PTMI) necesitan atención especial. Están disponibles en muchos países, pero su acceso es limitado. Los servicios no están integrados: se disponen en diferentes centros y en diferentes niveles. Es de gran preocupación la práctica de presionar a las MVVS a firmar formularios de consentimiento para dar a los profesionales de la salud el derecho a esterilizarlas. En muchos casos, la firma de estos formularios se realiza cuando una mujer está en trabajo de parto y las consecuencias del procedimiento no le han sido plenamente explicadas. Esto demuestra una considerable falta de conocimiento de las metodologías de prevención de PTMI y otras metodologías por parte de estos profesionales. Este es un ejemplo de un área que tiene un profundo impacto en los derechos de las mujeres y su salud materna. Al mirar hacia los objetivos post-2015, es evidente que aún queda mucho por hacer de ODM existentes. En Mozambique, Zambia y Sudáfrica, los abortos inseguros, la malaria y el VIH representan, directa e indirectamente, muertes maternas y otras complicaciones relacionadas al parto. La malaria sigue siendo una de las principales causas de muertes maternas. Indirectamente, ésta exacerba los efectos fisiológicos del embarazo, junto con el VIH que azota el sistema inmunitario de la mayoría de las mujeres embarazadas del África subsahariana. En estos países, la transformación de las normas socio-culturales para hacer frente a los matrimonios precoces, la infidelidad y las causas de obstrucción del parto, sigue siendo un gran desafío. Photo: Christian Aid/Rachel Stevens El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 África 17 “Aún queda mucho por hacer para mejorar la salud materna, combatir las causas profundas de la desigualdad de género y garantizar un acceso universal a la prevención, tratamiento y apoyo en relación al VIH.” En Mozambique, la alta tasa de embarazo adolescente es un problema. El VIH ha sido enfrentado en diferentes formas, por ejemplo mediante la promoción de cambios de comportamiento hacia el aumento de prácticas más seguras, como el uso del preservativo. En consecuencia, nuestra red vio crucial dirigirse tanto a los líderes religiosos como a sus feligreses (principalmente jóvenes) y formarlos en la prevención del VIH con un enfoque conocido como SAVE, por sus siglas en inglés (prácticas más seguras, acceso al tratamiento, asesoramiento y pruebas voluntarias, y empoderamiento). La incorporación de la educación sexual en los programas escolares es otro tema importante – y la integración de todos los servicios de SDSR, para asegurarse de que todos están bajo un mismo techo, también alienta a las mujeres a buscar y utilizar estos servicios que podrían salvar sus vidas. Áreas prioritarias Todos tenemos que aumentar nuestra promoción en estas áreas, especialmente en la SDSR, y una mayor participación de los actores basados en la fe sería especialmente positiva. Entre otras cosas, las siguientes áreas deben ser las prioridades en la actualidad y post-2015: • Aumento de la protección social y económica de las mujeres • Cambios en las políticas y la legislación para ofrecer métodos anticonceptivos modernos, incluyendo la participación de las mujeres en las estrategias de prevención para darles un mayor control sobre su salud reproductiva • Empoderamiento económico de las mujeres • Erradicación de la violencia de género, especialmente garantizando que las minorías sexuales estén protegidas. Nosotros, como comunidad de fe, tenemos la responsabilidad de aplaudir a nuestros gobiernos por los logros, pero también de desafiarlos a fortalecer los programas que buscan alcanzar los ODM 3, 4 y 5. Las mujeres en África son la columna vertebral de las comunidades y la sociedad. Los gobiernos tienen que invertir más en programas que prolonguen sus vidas. INERELA+ es una red internacional de líderes religiosos – laicos y ordenados, mujeres y hombres – que viven con o están personalmente afectados por el VIH. INERELA+ reconoce que los líderes religiosos tienen una autoridad única que juega un papel central en la orientación moral y ética de sus comunidades y, de hecho, sus opiniones públicas pueden influir en naciones enteras. INERELA+ busca facultar a sus miembros a utilizar posiciones de respeto dentro de sus comunidades de fe de una manera que rompa el silencio, cuestione el estigma y proporcione la entrega de servicios de prevención, atención y tratamiento basados en la evidencia. INERELA+ tiene su sede en Johannesburgo, Sudáfrica, e incluye a la red africana ANERELA+. inerela.org • Reducción del embarazo precoz adolescente • Aumento de la conciencia pública sobre temas de SDSR • Reducción de las muertes maternas • Reducción de la transmisión de madre a hijo • Programación de los derechos humanos y del niño • Promoción de estrategias pro SAVE alrededor de la SDSR • Mayor trabajo con los hombres, dándoles el poder de adoptar comportamientos saludables Foto: Niños cantan, bailan y juegan en un club de niños para familias afectadas por el VIH en la escuela Eziama Uli en el sur de Nigeria. El club semanal enseña a los niños sobre el VIH, la salud y las cuestiones morales, lo que ayuda a hacer frente a su situación. 18 18 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Asia y Medio Oriente LAS VOCES DE NUESTRAS CONTRAPARTES ASIA Y MEDIO ORIENTE Christian Aid/Johanna Rogers El socio de Christian Aid WASSA (The Women’s Activities and Social Services Association) ejecuta un proyecto de procesamiento de tomate en Afganistán, para empoderar a las mujeres de las comunidades locales a desarrollar habilidades empresariales y ganarse la vida. Los tomates se cocinan, preparan, almacenan en frascos y luego se venden en el mercado local. El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Asia y Medio Oriente 19 LA EQUIDAD DEBE SER UNA PRIORIDAD PARA EL DESARROLLO Jessica Reyes Cantos, co-coordinadora, Social Watch Filipinas Social Watch Filipinas ha liderado en mi país el proceso de consulta post 2015. Mientras seguimos abogando por los ODM, nos enfrentamos a la triste realidad de que en Filipinas los ODM sobre reducción de la pobreza, acceso universal a la educación, reducción de las tasas de mortalidad materna y propagación del VIH no serán alcanzados en 2015. Por supuesto, hemos intentado y, desde nuestro punto de vista los ODM en realidad sólo representan un nivel mínimo de desarrollo – la gente debe esperar más. Hemos presionado a los legisladores en el Congreso sobre la consecución de los objetivos, y más recientemente al propio gobierno, y hemos logrado algunas victorias. Éstas incluyen mayores presupuestos para la educación de los jóvenes fuera de la escuela, la agricultura ecológica, la capacitación de los agricultores sobre el cambio climático, y dinero para la correcta esterilización de los equipos médicos en hospitales públicos. Pero durante el gobierno de Gloria Macapagal Arroyo, éstos fueron en su mayoría triunfos escritos. Los mayores presupuestos prometidos estaban allí en el marco de la Ley General Presupuestaria, pero la presidente nunca otorgó el dinero. Desde 2010, el nuevo gobierno de Aquino fue más receptivo a nuestras demandas. Hemos tenido victorias como la sanción de la ley de la Fundación para la Sobrevivencia del Pueblo y la Ley del Cuidado de Salud Universal. La primera es una enmienda a la Ley de Cambio Climático, que se pondrá a disposición y liberará más fondos para la adaptación al cambio climático; la segunda es una enmienda a la Carta Philheath, que despolitiza el acceso a las tarjetas sanitarias dispensadas anteriormente por políticos. Por supuesto, la aprobación de la Ley de Salud Reproductiva es una medida muy esperada. La gente antes que el lucro También hemos estado trabajando a nivel gubernamental local, con el objetivo de que los presupuestos de los gobiernos locales impulsen y sensibilicen hacia los ODM. Estamos orientados hacia los agricultores, pescadores, pueblos indígenas, vendedores, jóvenes y grupos de mujeres, ancianos y conductores de triciclos. Los educamos acerca de cómo se decide el gasto público local y les enseñamos a leer y analizar presupuestos e informes de auditoría. Para nuestra sorpresa, encontramos que las personas no estaban interesadas en la forma en que se gastan sus impuestos - también se dieron cuenta de lo mal financiados que estaban algunos servicios sociales básicos, y estuvieron dispuestos a ayudar a aumentar los ingresos locales. Por ejemplo, alentaron a sus familiares en la capital, Manila, y otras ciudades a pagar los impuestos de la comunidad en sus lugares de origen, en lugar de en las zonas urbanas, a sabiendas de que estas áreas urbanas tienen grandes ingresos locales. Esto logró algunos resultados. Por ejemplo, en un pequeño pueblo en la región de Visayas, una nueva aula fue construida con impuestos adicionales que las personas ayudaron recaudar a su gobierno local. Este tipo de sensibilización, la participación pública y la disponibilidad de información será esencial para que los gobiernos cumplan los objetivos post 2015, que esperamos sean aún más ambiciosos que los ODM. Pero necesitamos algo más que dinero e información. Es necesario un replanteamiento profundo sobre nuestro modelo económico. Sí, hay crecimiento económico en Filipinas, pero se ha visto acompañado por una mayor desigualdad, desempleo, subempleo y degradación ambiental. Así que nuestro mensaje central es: post 2015 no debe ser equivalente a los negocios de siempre. Las personas deben ser colocadas antes que el lucro, la responsabilidad social de las empresas no debe ser una idea de último momento, y las alianzas globales son el camino a seguir. Necesitamos comercio justo, ayuda, inversiones reales en lugar de flujos de capital a corto plazo y financiamiento climático en lugar de pagos de la deuda. Estos principios han sido fundamentales para los propios ODM. Ahora, en la planificación para 2015 y después, por fin tenemos la oportunidad de hacerlos realidad. Social Watch Filipinas es una alianza de más de 100 organizaciones de la sociedad civil (OSC) y redes. Es parte de una red mundial, Social Watch, que reúne a las coaliciones nacionales de OSC que luchan por erradicar la pobreza y las causas de la pobreza, para poner fin a todas las formas de discriminación y racismo, y para garantizar una distribución equitativa de la riqueza y la realización de los derechos humanos. Está comprometida con la paz y la justicia social, económica, ambiental y de género. Social Watch exige a los gobiernos, al sistema de las Naciones Unidas y a las organizaciones internacionales que cumplan los compromisos nacionales, regionales e internacionales para erradicar la pobreza. socialwatchphilippines.org 20 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Asia y Medio Oriente NO HAY DESARROLLO SIN LA ELIMINACIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN POR CASTA N Paul Divakar, secretario general y fundador de National Campaign on Dalit Human Rights (izquierda), y Lee Macqueen Paul, investigador y oficial de promoción, National Dalit Watch, India La agenda post 2015 debe equilibrar la reducción de la pobreza y la sostenibilidad medioambiental. Los debates hasta ahora han reconocido la necesidad de promover la inclusión social a través de cambios estructurales.18 Sin embargo, la falta de un enfoque de derechos humanos - incluyendo los derechos de acceso a la tierra y a recursos naturales - es decepcionante. Esto quizás refleja el carácter vertical en la fijación de objetivos globales, con su sesgo hacia los intereses de los donantes y las opiniones de expertos, que domina con frecuencia los intereses de los más marginados. La situación de los grupos más vulnerables del sur de Asia, incluidos los dalits (antes conocidos como ‘intocables’) y adivasis (indígenas), sigue siendo deplorable y se sustenta en la discriminación basada en el empleo y la ascendencia (DWD, por sus siglas en inglés),19 – un problema que afecta estimadamente a 260 millones de personas en todo el mundo. Los afectados por el DWD sufren la falta de reconocimiento de sus derechos, incluido el acceso cada vez más restringido y limitado a los recursos naturales de los que depende su subsistencia, o que pertenecieron originalmente a ellos.20 Un ejemplo es la presa Almatti en Bijapur distrito de Karnataka, donde la sumersión de grandes extensiones de tierras fértiles resultó en la rehabilitación y el proceso de reasentamiento más grandes del mundo. En muchos lugares del sur de Asia, el agotamiento de los acuíferos subterráneos y el uso inadecuado de agroquímicos para el cultivo comercial está causando daños ecológicos y aumento de los costos de producción, siendo los dalits y adivasis, que dependen de la acuicultura y la agricultura, a menudo los más afectados.21 Algunos sufren el impacto de la destrucción de los ecosistemas en mayor medida que otros, con los costos sobre grupos vulnerables y excluidos insuficientemente reconocidos. Las nociones sobre la “propiedad” del medioambiente y los recursos naturales plantean problemas especiales para estos grupos. Los dalits, tradicional e institucionalmente, se han mantenido fuera del ámbito de la propiedad de los recursos naturales, a pesar de que dependen en gran medida de ellos para su sustento. Mientras tanto, las comunidades adivasi frecuentemente no reconocen la propiedad individual de la tierra y los recursos, ya que tradicionalmente los han gestionado de forma comunitaria. Las implicancias Photo: Christian Aid/Sarah Filbey El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Asia y Medio Oriente 21 “La agenda post-2015 debe basarse en los principios de justicia social y económica, la igualdad y la inclusión de las comunidades más vulnerables en todos los esquemas e iniciativas nacionales.” jurídicas y económicas de los modelos de conservación de la biodiversidad que asignan un valor económico a la conservación de los recursos naturales afectan a estos grupos en formas muy específicas. La privatización y la política neo-liberal han hecho mucho daño a las comunidades indígenas dependientes de los recursos de biodiversidad/naturales para su supervivencia y medio de vida. Los cambios de estaciones – veranos, monzones e inviernos - han perdido su equilibrio y horarios: el cultivo se ha visto muy afectado, ocasionando la migración forzada sin seguridad social alguna. El cambio climático y los proyectos de desarrollo mal concebidos en la mayor parte de la India han aumentado la vulnerabilidad a las inundaciones y sequías, y el agotamiento de la biodiversidad está afectando negativamente los patrones agrícolas. Las comunidades dalit y adivasi y otras minorías socialmente marginadas, están luchando para lidiar con estos cambios. Controles y equilibrios estrictos La agenda global post-2015 resultaría fructífera en el contexto de la India si fuera para asegurar la inclusión de las comunidades dependientes de la biodiversidad (dalits y adivasis) en todas las medidas de preparación, adaptación y mitigación, vis-à-vis los patrones de cambio climático y la frecuencia e intensidad cada vez mayores de los desastres naturales. También debería apoyar la redistribución de la tierra y el reconocimiento de los derechos colectivos sobre los recursos. Aferrándose a la visión global de un mundo libre de pobreza, el Gobierno de la India debe establecer controles y equilibrios estrictos para garantizar la rendición de cuentas a los sectores más pobres y excluidos de la sociedad, y la defensa de los derechos humanos de las comunidades marginadas. Para garantizar la inclusión social de estas comunidades, los derechos a los recursos naturales deben ser reconocidos, protegidos y garantizados. Esto también contribuiría a la conservación, ya que los grupos tradicionalmente dependientes de los recursos naturales como medio de vida a menudo han protegido y conservado los hábitats. El Plan Nacional de Acción del Gobierno sobre Cambio Climático (NAPCC, por sus siglas en inglés) incluye medidas para promover y difundir el conocimiento de planes de adaptación al cambio climático y preparación entre estas comunidades. También incluye medidas para reconocer y cartografiar la vulnerabilidad de las comunidades que dependen de los recursos naturales y la biodiversidad, y para generar oportunidades de empleo para detener las muertes consecuencia de la pobreza y la migración forzada.22 A nivel mundial, las tres Convenciones de Río sobre Biodiversidad, Cambio Climático y Desertificación también se ocupan de cuestiones interdependientes y deberían integrarse a la agenda post-2015, con un enfoque en las comunidades no reconocidas y los grupos socialmente excluidos de toda la región. Mientras que algunas de las propuestas actuales centran acertadamente su atención sobre la reducción del “empobrecimiento del medio ambiente” mediante las actividades de empresas/industria y las “economías verdes”, ya es hora de que las naciones comprueben el impacto de las actividades de desarrollo en los grupos más pobres. La agenda post-2015 debe basarse en los principios de justicia social y económica, igualdad, e inclusión de las comunidades más vulnerables en los esquemas e iniciativas nacionales, especialmente en cuestiones de sostenibilidad medioambiental. La agenda debe ser un claro llamado a la acción y debe contener objetivos cuantificables específicos y, por supuesto, contener que el principio de consulta comunitaria, que involucra a la sociedad civil local y nacional, debe ser innegociable. La National Campaign on Dalit Human Rights (NCDHR) es un foro comprometido con la eliminación de la discriminación basada en la casta. Creada en 1998, lleva a cabo varios programas que abogan por los diversos derechos de los dalits y adivasis, utilizando movimientos temáticos distintos. Estos incluyen: All India Dalit Mahila Manch Adhikar (AIDMAM); National Dalit Movement for Justice (NDMJ); Dalit Arthik Adhikar Andolan (DAAA) y National Dalit Watch (SLN), junto con el trabajo nacional e internacional de promoción. ncdhr.org.in El National Dalit Watch es una iniciativa de NCDHR-DAAA. Se han desarrollado herramientas y métodos para identificar, denunciar y documentar la discriminación en la asistencia humanitaria. A través de la supervisión periódica de las iniciativas de reducción del riesgo de desastres, se han puesto en marcha procesos de promoción y movilización para presionar al Estado y los principales actores humanitarios para tomar medidas correctivas y establecer un marco normativo que reconozca y compute este tipo de discriminación. http://nationaldalitwatch-ncdhr.blogspot.co.uk Foto: Un grupo de recolectores de miel adivasi en el distrito de Udaipur, Rajasthan. Una contraparte de Christian Aid en la India ha apoyado a los productores forestales, proporcionándoles ropa de protección, y documentos de identidad para ayudar a protegerlos de ser acosados por agentes forestales. 22 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Asia y Medio Oriente UNA RESPUESTA GLOBAL, NACIONAL Y LOCAL AL CAMBIO CLIMÁTICO Dr Dwijen Mallick, miembro, Bangladesh Centre for Advanced Studies (BCAS) Bangladesh es uno de los países más vulnerables a los impactos del cambio climático. Tiene una alta densidad poblacional (más de 160 millones en 147.500 km2), pobreza generalizada y una serie de problemas de desarrollo. Los pobres son los más afectados por la variabilidad climática y los fenómenos extremos en diferentes partes del país (los ciclones y las zonas costeras afectadas por la salinidad, las tierras altas propensas a la sequía, las islas fluviales afectadas por las inundaciones y las cuencas de humedales congeladas). Esto ha obligado a las personas a emigrar a las ciudades por empleo y mejores medios de vida, donde terminan viviendo en barrios marginales sin servicios básicos y sufriendo dificultades económicas, inseguridad alimentaria, escasez de agua potable, problemas de saneamiento, riesgos para la salud e inseguridad social. Más del 40 por ciento de las personas en la ciudad de Dhaka viven en tugurios y zonas marginales con problemas de vivienda. La gente, tanto en entornos rurales y urbanos, está destruyendo la capacidad de soporte del medio ambiente con sus intereses económicos. El fortalecimiento de la capacidad de adaptación y la resistencia al cambio climático son clave para afrontar los retos sociales y medioambientales. Avances limitados y barreras para el logro de los ODM en Bangladesh En el último decenio, Bangladesh ha hecho progresos encomiables hacia algunos de los ODM, incluidos los objetivos en materia de reducción de la pobreza, la inscripción en la escuela primaria, la salud materna, la mortalidad infantil, la reducción de desigualdades de género y el empoderamiento de las mujeres. Sin embargo, ha habido menos progresos para garantizar la sostenibilidad del medioambiente - y los logros en los ODM han sido obstruidos por el impacto del cambio climático y los desastres naturales, como los ciclones frecuentes y devastadores, tormentas e inundaciones. El gobierno de Bangladesh ha elaborado una estrategia de cambio climático y plan de acción (BCCSAP, por sus siglas en inglés), pero hay una falta de acción sobre el terreno para hacer frente a los impactos. Y los efectos del cambio climático están teniendo un impacto negativo en la reducción de la pobreza, la seguridad alimentaria, el abastecimiento de agua, la salud, la seguridad social y la sostenibilidad ambiental. Además, la orientación normativa inadecuada, la debilidad institucional, la falta de implementación, y la falta de recursos y tecnologías son barreras para el progreso futuro. No se puede subestimar el impacto económico del cambio climático. Los recientes súper ciclones en Bangladesh afectaron la agricultura, la pesca y los medios de subsistencia rurales, agravando la pobreza en los distritos costeros. El aumento de la salinidad, el anegamiento, la marea alta y los niveles del mar en las zonas costeras, así como las inundaciones devastadoras y las sequías en otras regiones, han dañado los recursos y propiedades y han causado enormes pérdidas económicas para las comunidades vulnerables. Estudios recientes realizados por BCAS y el Instituto Internacional para el Ambiente y el Desarrollo (IIED, por sus siglas en inglés), han sugerido que la pérdida y los daños debidos a la variabilidad climática y los eventos extremos podrían aumentar en un grado aún mayor en el futuro próximo. Los pobres y las comunidades marginadas (indígenas, pescadores, campesinos, mujeres, niños y ancianos) son los más vulnerables a las consecuencias locales del cambio climático, y sin embargo, no son ellos los responsables – esto es una gran injusticia. Más del 60 por ciento de la población del mundo en vías de desarrollo, en particular en Bangladesh, depende de los recursos naturales (tierra, agua, bosques, la pesca, la biodiversidad) y los ecosistemas para su subsistencia y medio de vida. Los factores climáticos están afectando estos recursos y socavando los medios de vida y el potencial de las comunidades pobres, poniendo en peligro su seguridad alimentaria, la nutrición y el empleo, y contribuyendo a un aumento de la migración rural-urbana de Bangladesh. Muchos migrantes climáticos se ven obligados a vivir en barrios marginales de la ciudad y, como resultado, hay una enorme presión sobre la ecología urbana y los servicios básicos, como la vivienda, el abastecimiento de agua, la energía y el saneamiento. El proceso ya ha intensificado la competencia por los recursos escasos provocando conflictos sociales, violencia y violación de los derechos humanos. El cambio climático ha aumentado la desigualdad y la injusticia entre y a través de las regiones y los países, y dentro de las sociedades. Los países ricos han creado los problemas, mientras que los países pobres y los sectores pobres de la sociedad son los más afectados. El cambio climático generará mayor inequidad e injusticia inter e intrageneracional a menos que se tomen con urgencia medidas apropiadas de mitigación, adaptación y reducción del riesgo de desastres (RRD). El largo brazo de los impactos del cambio climático probablemente socave diversos derechos humanos fundamentales y la seguridad básica, y afecte los logros de la era post 2015. Las respuestas locales, nacionales y globales para enfrentar el cambio climático deben basarse en los principios de equidad, imparcialidad y justicia para los pobres. El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Asia y Medio Oriente 23 “El reto que tenemos ante nosotros es cómo hacer que el proceso de desarrollo y los resultados sean más resistentes al clima.” Photo: Christian Aid/Steven Buckley Los retos de un desarrollo resistente al cambio climático Los problemas del cambio climático y la destrucción de los recursos naturales, el medio ambiente y los ecosistemas, han sido creados por el desarrollo desigual, así como la producción y consumo no sostenibles, el comercio y los negocios. El reto que tenemos frente a nosotros es determinar cómo hacer para que el proceso de desarrollo y sus resultados sean más resistentes al clima. Si el desarrollo debe ser sostenido, entonces es necesario garantizar la seguridad de los alimentos, el agua, los medios de vida, la salud y la seguridad social, a largo plazo (frente a millones de migrantes climáticos), para las comunidades pobres y vulnerables. Esto requerirá una gran cantidad de recursos, nuevos conocimientos, tecnologías, habilidades y desarrollo de capacidad. Durante la última Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible (Río +20), se percibió con fuerza que una nueva vía de desarrollo basada en el crecimiento verde bajo en carbono y la capacidad de adaptación al cambio climático debe mantener, asegurar y reconstruir el capital natural, así como los activos económicos críticos y recursos para el beneficio público. Ahora nos estamos moviendo hacia la ODS, mientras que muchos países pobres todavía no han alcanzado las metas de los ODM. Además, mientras que los ODM estaban enfocados a los países pobres, los ODS deben estarlo para todos los países: existe el riesgo de que las perspectivas y prioridades de los países pobres - como la mitigación de la pobreza, comida, agua y seguridad sanitaria - podrían verse socavadas en la era post 2015. Sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil y la comunidad científica en Bangladesh están ayudando al gobierno a identificar las metas y objetivos apropiados para un marco post 2015, centrándose en la sostenibilidad del medioambiente, incluida la protección social para las personas afectadas por el cambio climático, la gestión del riesgo de desastres y la seguridad energética para todos. El marco post 2015 debe tener seriamente en cuenta la justicia climática y los derechos humanos. También debe aportar respuestas globales, nacionales y locales sobre la base de la equidad, la imparcialidad y la justicia para los pobres. La sostenibilidad del medioambiente, la resiliencia al cambio climático y la protección de los derechos humanos global, nacional y local, están interconectados. Tenemos que alcanzar estos objetivos de forma simultánea y colectivamente. El Bangladesh Centre for Advanced Studies (BCAS) es un instituto de políticas no-gubernamentales, de investigación y de aplicación que trabaja en el desarrollo sostenible a nivel local, nacional, regional y global. Este organismo sin fines de lucro e independiente fue establecido en 1986, y en más de 25 años ha crecido hasta convertirse en un instituto de investigación líder en el sector no gubernamental de Bangladesh y, más ampliamente, en el sur de Asia. www.bcas.net Foto: Los miembros del proyecto Pani Parishad (Consejo del Agua) en el pueblo de Banagram, Bangladesh, han instalado tres pozos profundos con el apoyo de BCAS. A través de la labor de Pani Parishad, los pobladores han aprendido que el acceso al agua potable es un derecho y no un lujo. 24 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Asia y Medio Oriente LA INCLUSIÓN DE LAS MUJERES ES UNA NECESIDAD ABSOLUTA Leeda Yaqoobi, subdirectora, Afghan Women’s Network Desde nuestro punto de vista, cualquier marco nuevo de desarrollo u objetivos post-2015 debe centrarse, sin lugar a dudas, en la inclusión tangible de la mujer en todos los aspectos de la vida social, económica y política. Esto tendrá que ir más allá de los ODM 3 y un enfoque reducido en la educación. La ejecución de la legislación y la aplicación de medidas políticas ya acordadas es fundamentales. Hasta la fecha, la mayoría de los objetivos que se han establecido para promover la participación de las mujeres no han logrado traducirse en acción. Por ejemplo, el Programa de Paz y Reconciliación de Afganistán tiene un lenguaje que establece que las mujeres y las minorías deben ser consultadas. Sin embargo, los esfuerzos para su aplicación y para incorporar a las mujeres han sido mínimos y deben mejorarse. Los países donantes y las contrapartes en la ejecución son evitados con demasiada facilidad y las excusas son muy comunes. “Hemos llamado a las mujeres para que vengan, pero ninguna ha venido a participar en el proceso,” es un pretexto común. Excusas similares se dan por no alcanzar el objetivo establecido por el gobierno afgano en la contratación para la administración pública: el 30 por ciento de mujeres en la administración pública. Sin embargo, hay ejemplos de departamentos y empresas donde las mujeres han sido protegidas y exitosas, debido al compromiso y la voluntad de liderazgo. Por ejemplo, en el Ministerio de Desarrollo Urbano el 30 por ciento de todos los puestos de ingenieros civiles está ocupado por mujeres, incluyendo una ingeniera civil como directora del Departamento de Desarrollo Urbano en una provincia norteña. Esto sólo ha sido posible gracias al compromiso de la alta y media gerencia del Ministerio. Sin embargo, el Ministerio de Rehabilitación Rural y Desarrollo – el favorito de los donantes – ha dejado de contratar a ingenieras civiles, porque las mujeres, pretendidamente, no podían ser ingenieros civiles. Reconocer la realidad de la vida de las personas Hay muchas razones subyacentes para el fracaso actual, que un marco posterior a los ODM podría abordar. La educación es una de las razones, pero cada año cientos de chicas se gradúan de las universidades públicas y privadas de Afganistán, por lo que ésta no puede explicarlo todo. Tenemos que extender la educación, pero también tenemos que explorar las barreras que impiden que las niñas y las mujeres accedan a oportunidades de empleo remunerado y participen en la vida pública. A menudo, las niñas y las mujeres no se presentan cuando se buscan posibles candidatos. Esto se debe a que no hay guarderías para sus hijos, no tienen acceso a un transporte seguro hacia y desde el trabajo y las horas de trabajo son tan rígidas que no les permite mantener un equilibrio entre su vida profesional y privada. Lo mismo ocurre con las reuniones consultivas, cuando las llamadas se hacen generalmente sin que las mujeres tengan suficiente tiempo para organizar el transporte y guardería. Esta es la realidad de la vida de las personas y, en consecuencia, debe reconocerse en un nuevo marco de desarrollo. La inclusión de las mujeres es una necesidad absoluta, pero no se puede cumplir a la ligera. Por lo tanto, el programa de desarrollo post 2015 debe incluir objetivos específicos para asegurar que los fondos se asignen de los presupuestos del gobierno y los donantes, para permitir la plena participación de las mujeres en las actividades. Tendremos que pensar cómo implementar los objetivos a nivel nacional. Habrá necesidad de controlar y ejecutar la aplicación de leyes y otros acuerdos mundiales. Por ejemplo, podrá configurarse una tabla trimestral para identificar, investigar y dar seguimiento a cualquier violación, con información pública de los resultados. Los nuevos objetivos también deberían dar lugar a líneas presupuestarias específicas que permitan a las mujeres participar en el empleo y la vida pública. Esto incluye fondos para la prestación de servicios de guardería, transporte adecuado y seguro, la provisión de letrinas en el trabajo, y flexibilidad horaria. Fundada en 1995, Afghan Women’s Network (AWN) es una piedra angular del incipiente movimiento de mujeres de Afganistán. Funciona como una red sólidamente establecida para el creciente número de organizaciones y personas que trabajan para empoderar a las mujeres afganas y asegurar su participación igualitaria en la sociedad afgana. AWN representa los intereses de más de 110 organizaciones miembros y alrededor de 5.000 personas. Esta red sin fines de lucro, no partidista, tiene una fuerte presencia en varias provincias afganas. Su oficina principal está ubicada en Kabul, mientras que sus oficinas regionales están en Herat y Jalalabad. Además actúa por la paz y seguridad de las mujeres, su participación y liderazgo político, y sus derechos legales y sociales. afghanwomennetwork.af El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Asia y Medio Oriente 25 UN MARCO BASADO EN LOS DERECHOS PARA UN CAMBIO DURADERO Bihter Moschini, oficial de programas e investigación, Arab NGO Network for Development En momentos en que la comunidad de desarrollo mundial se centra en finalizar los ODM y planificar la agenda post-2015, la región árabe está experimentando una transición política dramática junto a una escalada de tensiones sectarias y civiles. Todos estos factores tienen impactos enormes y devastadores en la paz, la estabilidad y el desarrollo de la región. Los levantamientos que comenzaron a finales de 2010 también reflejan esto. Las personas que demandaron libertad, dignidad, participación y justicia social pedían el fin de todas las formas de exclusión: ya sea económica, política, social o cultural. Esas demandas recordaron el objetivo establecido en la Declaración del Milenio en 2000, a saber: “la responsabilidad colectiva de defender los principios de la dignidad humana, la igualdad y la equidad en el plano mundial”. También refleja el deseo de la gente de ver una verdadera acción para asegurar un desarrollo equitativo. En este sentido, un nuevo marco que pueda contribuir a las necesidades de la región debe adoptar un enfoque integral para el desarrollo que tenga en cuenta los derechos políticos, sociales, económicos, ambientales y culturales. Debe colocar en su centro a los ciudadanos y a la universalidad, indivisibilidad, interconexión e interrelación de los derechos humanos. Dado que los desafíos de desarrollo que enfrenta la región árabe también reflejan una problemática en la gobernanza global, el nuevo marco debe democratizar la gobernanza mundial mediante el fortalecimiento de la participación de los países en desarrollo en la toma de decisiones, y basarse en un sistema fundado en la igualdad de participación y en las responsabilidades comunes pero diferenciadas. Lo que hemos aprendido del marco de los ODM, en particular en la región árabe, es muy significativo. Los levantamientos demostraron claramente la falta de vínculos directos entre el crecimiento económico y el desarrollo. Las economías rentistas de los países árabes adoptaron modelos de crecimiento que no cumplieron con los objetivos de desarrollo humano y los derechos económicos y sociales. Los responsables políticos priorizaron la integración en la economía mundial a través de la liberalización del comercio y las inversiones, los préstamos, la expansión de los acuerdos de privatización y las alianzas público-privadas y la desregulación de la economía en general. A pesar de que la mayoría de los países lograron un crecimiento económico, la pobreza, el desempleo y las desigualdades aumentaron dramáticamente. El crecimiento impulsado por un mercado desregularizado les ha estado fallando a los pobres, y los sistemas políticos han sido incapaces de aplicar frenos y contrapesos. Aunque numéricamente, los países estaban haciendo progresos en los objetivos específicos de los ODM en materia de salud y educación, esto no significó que se estuviese avanzando en los problemas subyacentes que causan la pobreza. El hecho de que estos marcadores de éxito no reflejaran adecuadamente la situación sobre el terreno demuestra la falta de visión sobre la estructura y objetivos. En efecto, a raíz de una consulta regional organizada por ANND sobre la agenda post 2015, grupos de la sociedad civil en los países árabes pidieron que el foco principal del debate pasase de establecer simplemente nuevas metas y objetivos para después de 2015, hacia el análisis de las causas profundas de la pobreza y la forma de abordarlas. El 30 de mayo de 2013, el Grupo de Alto Nivel publicó su informe sobre un marco post 2015, introduciendo 12 objetivos nuevos para otro período de 15 años. Si bien las preguntas y desafíos mencionados son loables, las propuestas adoptan una vez más un enfoque estrecho, en lugar de buscar cambios transformadores. No podemos negar que el informe tiene aspectos positivos – como la “universalidad”, “un objetivo independiente para el empoderamiento y la igualdad de género”, “el reconocimiento del nexo ambiente - desarrollo”, “el reconocimiento de la paz como piedra angular del desarrollo sostenible” – pero no forja un nuevo camino. Se centra en el crecimiento impulsado por el mercado, pero no se centra en el desarrollo del sector productivo; hay un énfasis en la creación de buenos puestos de trabajo, pero no hay un objetivo dedicado a garantizar el trabajo decente Se menciona la rendición de cuentas, sin embargo, es muy dependiente de los mecanismos de autorregulación que simplemente no existen en la región árabe. Se discuten los derechos humanos, pero se les da un papel secundario a los derechos económicos y sociales al ser mencionados como necesidades básicas. Por último, pero no menos importante, para la región árabe y muchos otras regiones, el vínculo entre la paz y el desarrollo es fundamental – y, al mencionar solamente el conflicto interno, el informe no tiene en cuenta el impacto real de los conflictos externos en su limitación del desarrollo. En la región árabe esto es claro: el conflicto en curso y sin resolver entre Israel y los palestinos, y el impacto de la crisis de Siria en la región, demuestran cómo el conflicto se altera y obstaculiza el desarrollo. En este sentido, la agenda post 2015 debe reconocer la importancia de garantizar una paz justa y duradera Quince años pasaron en un abrir y cerrar de ojos, otros quince años harán lo mismo. La adopción de un nuevo marco de desarrollo sostenible, que responda a las necesidades de todas las personas, con un enfoque global que incluya los derechos políticos, sociales, económicos, ambientales y culturales, será la única manera de lograr un cambio duradero. La Arab NGO Network For Development (ANND) trabaja en 12 países árabes, con siete redes nacionales y una membresía ampliada de 200 OSC. Su objetivo es fortalecer el papel de la sociedad civil, mejorar los valores de la democracia, el respeto de los derechos humanos y el desarrollo sostenible en la región. ANND promueve más visibilidad y reformas socio- económicas efectivas en la región, que integren los conceptos de desarrollo sostenible, justicia de género y tengan un enfoque basado en los derechos. annd.org/english 26 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 América Latina y El Caribe LAS VOCES DE nuestras CONTRAPARTES AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE Christian Aid/Hannah Richards Alivio Aruquipa en su campo de maíz, debajo del glaciar Illimani en La Paz, Bolivia. Su comunidad es una de las muchas que dependen del agua de la nieve que se derrite de los glaciares para alimentar a sus cultivos. A medida que la masa de hielo en el glaciar se contrae, la preciosa fuente de agua disminuye. “Nosotros somos los que sienten el impacto del cambio climático, somos nosotros los que sufren”, dice Alivio. La contraparte de Christian Aid, Agua Sustentable, ha trabajado con la comunidad para construir un embalse. El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 América Latina y El Caribe 27 UN ENFOQUE INTEGRAL PARA UN PROGRAMA DE SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL Mónica López Baltodano, oficial de cambio climático, Centro Humboldt, Nicaragua Creemos que hay que priorizar el proceso intergubernamental post 2015, ya que representa un verdadero momento de la política mundial y la toma de decisiones. Debemos asegurarnos que los representantes de los gobiernos de nuestra región asuman sus responsabilidades como delegados oficiales, analicen la política prevalente en nuestra región, e identifiquen los grupos de países que apoyan los temas. Todos estos temas deben ser discutidos dentro de los diferentes grupos de la sociedad civil que trabajan en el clima, la gestión de riesgos y la sostenibilidad ambiental. Hemos identificado la necesidad de elaborar un programa de sostenibilidad ambiental, con énfasis en temas clave como el cambio climático, la biodiversidad, el agua potable, la seguridad y soberanía alimentaria, la nutrición, el impacto de las industrias extractivas y de la energía. Por eso, en las distintas redes en las que trabajamos, estamos alentando un enfoque holístico, que abordará todas las áreas que están siendo afectadas negativamente por el impacto del calentamiento global. Sin embargo, no está muy claro cómo “incorporar” los desafíos que plantea el cambio climático en los debates sobre el desarrollo sostenible, por lo que esto debe ser una prioridad en las negociaciones futuras. Tenemos que pensar de manera más creativa, y este razonamiento se aplica también a aspectos como la biodiversidad, la gestión integral del riesgo y la equidad de género - cuestiones que también están luchando para ser integradas de manera transversal en las negociaciones sobre el desarrollo sostenible. Escuchar las opiniones locales Como parte de una iniciativa de la Mesa Nacional para la Gestión de Riesgo (MNGR) y la Concertación Regional Para La Gestión de Riesgo (CRGR), Nicaragua y la región han estado trabajando en un informe que dará una “Visión de Primera Línea” (VPL). Las redes climáticas en Nicaragua también han decidido ampliar el foco de su trabajo, desde el cambio climático a la sostenibilidad del medioambiente. EL 2015 es un año importante. Por lo tanto, esperamos que el proceso post 2015 contribuya a la efectiva adopción de un instrumento global, justo y vinculante que se acuerde en 2015 y entre en vigor en 2020. También reconocemos que, a pesar de la importancia de la agenda global, las redes nacionales y regionales deben vincular esto a los procesos y acciones locales. Por lo tanto, la adopción de la agenda global no debe ser a expensas de la comunidad, y las agendas nacionales y regionales. Lograr la participación activa de la sociedad civil en la agenda post-2015 requerirá edificar más capacidad. Al mismo tiempo, la amplitud y la complejidad del proceso para definir la agenda post-2015 ha superado la capacidad actual de la sociedad civil para coordinar y actuar en consenso. Hasta la fecha, creemos que la consulta ha sido realmente insuficiente, en términos de tema y ubicación. Muchas de las consultas se han llevado a cabo a través de “redes mundiales existentes”, que no son necesariamente representativas de los problemas nacionales. Aún queda mucho por hacer para dar espacio a las contribuciones de las organizaciones locales y de base. Estamos planeando llevar a cabo un análisis del impacto de los ODM en Nicaragua, pero creemos que algunos de los principios fundamentales que deben sustentar un nuevo programa mundial de desarrollo son: la justicia climática, la equidad de género, la redistribución de la riqueza y la sostenibilidad ambiental. El Centro Humboldt fue creado en 1990. Se dedica a la promoción del cambio climático a nivel local, nacional, regional e internacional, y dentro de las alianzas en Nicaragua. Sus objetivos incluyen el trabajo en las políticas públicas ambientales y la promoción de una gestión ambiental eficiente. El Centro Humboldt busca empoderar a los diferentes ámbitos de la sociedad civil para proporcionar información, fomentar la capacidad y llevar a cabo el seguimiento y la investigación sobre el impacto ambiental. La organización es miembro de varias redes, como Climate Action Network, la Red de Acción Climática América Latina (CANLA), la Iniciativa Construyendo Puentes, Accra Caucus sobre bosques y cambio climático, la Alianza Nicaragüense para el Cambio Climático (ANACC) y el Foro de América Central sobre el Cambio Climático. humboldt.org.ni 28 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 América Latina y El Caribe LA IGUALDAD, LA PARTICIPACIÓN Y LA RECIPROCIDAD DEBEN SER GARANTIZADAS Rafael Soares de Oliveira, director ejecutivo, KOINONIA, Brasil La realidad ambiental en Brasil presenta muchos desafíos. Éstos son algunos ejemplos evidentes de desafíos: nos enfrentamos a la destrucción de la biodiversidad del Amazonas a través de proyectos agroindustriales, principalmente soja; sufrimos los planes del gobierno en la producción de energía en la Amazonía y la Selva Atlántica, con proyectos hidroeléctricos desplazando a miles de campesinos y comunidades tradicionales; estamos amenazados por el creciente uso en la agroindustria de cultivos genéticamente modificados (casi todo el maíz del país ya está genéticamente modificado) y el aumento de los plaguicidas (cinco litros por persona por año); el cambio climático ha generado lluvias y desastres por avalanchas de tierra – ha habido cinco desastres en cinco años, en los que los registros oficiales enumeran más de 2.000 muertes. Hoy, frente a estos desafíos y muchos otros, vivimos bajo un modelo de desarrollo basado en un objetivo de crecimiento del PBI del cuatro por ciento anual, y bajo gobiernos que son insensibles a las campañas populares que demuestran los contrastes entre desarrollo, diversidad social y biodiversidad. Cualquier plan de desarrollo futuro post-2015 debe tener en cuenta la diversidad biológica y social (garantizando que las diferentes comunidades y sus tradiciones sean capaces de vivir una junto a la otra en y del entorno natural, protegiendo y garantizando su continuidad), y la gestión de los riesgos causados por el cambio climático y otros cambios ambientales sistémicos producidos por la actividad humana. Esta planificación debe asegurar que las minorías (sin importar la raza, el origen étnico, el género y el grupo social) y todos los pueblos que viven en nuestro sistema ambiental compartido sean todos escuchados. Se debe garantizar la igualdad, la participación y la reciprocidad. Esto significa que aquellos que a menudo son tratados como desiguales también tengan voz, que todo el mundo tenga las condiciones (tiempo y recursos materiales) para participar, y que todos los costos de un sistema de participación corran a cargo de quienes tienen mayor poder y recursos. La participación de todos es, por supuesto, esencial y debe ser una prioridad de quienes toman las decisiones. Por ejemplo: cuando hay desigualdad en los niveles educativos, no se debe esperar hasta que todos estén plenamente alfabetizados antes de permitirles expresar sus puntos de vista sobre la mejor Photo: Christian Aid/Tabitha Ross El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 América Latina y El Caribe 29 “Necesitaremos instituciones locales, nacionales e internacionales, incluyendo organizaciones interreligiosas y ecuménicas, para responsabilizar a nuestros líderes de sus promesas sobre el desarrollo sostenible.” educación que quieren para el futuro: la comunicación oral, el uso de intérpretes y otros medios deben ahora asegurar que todos sean escuchado. Los procesos de planificación deben ocurrir en espacios abiertos, igualitarios, donde incluso la desigualdad económica no conduzca a un desequilibrio entre las partes. También creemos que debe haber un plan de acción global para el desarrollo sostenible, teniendo en cuenta nuestra dependencia del ecosistema. Mecanismo para el cumplimiento Un punto de partida de una agenda post 2015 deben ser los acuerdos internacionales como el DHESCA (derechos humanos, económicos, sociales, culturales y ambientales) y los convenios de la Organización del Trabajo (OIT). Por lo tanto, si nuevos acuerdos deben firmarse, éstos deben proporcionar los mecanismos de cumplimiento y sanciones para los países signatarios. Los ODM y otros acuerdos no se han cumplido y los estados no sufren penalización alguna. Otro aspecto transversal importante del desarrollo planificado y participativo es la dimensión empresarial o de los intereses corporativos. En nuestro ecosistema, es fundamental que los intereses comerciales no se promuevan a expensas de la protección del medioambiente, la reproducción cultural y la lucha contra la desigualdad. Deben construirse indicadores en espacios abiertos e igualitarios que demuestren este equilibrio. En la implementación de una agenda de desarrollo post 2015, no podemos depender únicamente de la buena voluntad del Estado. El Estado no siempre ha defendido los intereses de las personas más vulnerables o de quienes no tienen recursos económicos o poder. Así que para responsabilizar a nuestros líderes de sus promesas en materia de desarrollo sostenible vamos a necesitar otras instituciones locales, nacionales e internacionales, incluidas las organizaciones religiosas y ecuménicas. Somos optimistas en que la participación genuina es posible; una serie de ejemplos de Brasil y del mundo ofrecen algunos destellos de esperanza. Estos incluyen: • Las audiencias y consultas de planificación comunitaria de los pueblos indígenas y tribales, garantizados por el Convenio 169 de la Organización del Trabajo. • La promoción pública nacional e internacional: conferencias paralelas, campañas de relaciones justas (impuestos, comercio y otros), foros sociales y campañas de grupos religiosos por la paz en situaciones de conflicto. • Los sistemas internacionales para la protección y observancia de los derechos. • Los acuerdos internacionales desarrollados a nivel de base (por ejemplo, en las Cumbres de los Pueblos). • Los acuerdos globales establecidos por los estados- nación. Estos son buenos puntos de partida que deben ser considerados seriamente por todos los gobiernos que negocien los objetivos post 2015, y esperaríamos que de este tipo de participación emerjan naturalmente indicadores apropiados. Por ejemplo, indicadores que puedan garantizar el justo equilibrio entre el beneficio económico y la sostenibilidad social/cultural/ambiental, indicadores que puedan medir si las personas están satisfechas con los planes, e indicadores que pueden abordar las preocupaciones de los grupos minoritarios y vulnerables. KOINONIA Presencia Ecuménica y Servicio se estableció en 1994 con el compromiso de continuar con la tradición ecuménica de servicio a las comunidades locales, los movimientos sociales y las iglesias. KOINONIA trabaja en estrecha colaboración con los trabajadores rurales, las personas de diversas tradiciones religiosas y, en particular, los jóvenes y las mujeres. En los estados de Bahía y Río de Janeiro, KOINONIA trabaja con las comunidades remanentes de quilombolas y Candomblé, proveyendo asesoramiento jurídico, defensa de la educación y diálogo para superar la intolerancia religiosa. En 2011, incorporó la ayuda humanitaria en su trabajo, en respuesta al desastre causado por las fuertes lluvias de ese año en Río. KOINONIA también aboga por los derechos de las personas. Durante la Cumbre de los Pueblos de 2012 – el evento paralelo a la conferencia Río +20 de la ONU sobre desarrollo sostenible – llevó a cabo trabajos de promoción y estableció la red de ‘Religiones por los Derechos’. koinonia.org.br • La reducción del riesgo de desastres y la gestión de riesgos de emergencia. • Los Procesos Participativos en Educación para el empoderamiento de la comunidad (en los que se alienta a las comunidades y líderes locales a formar sus propios planes para el desarrollo sostenible). Foto: El reverendo Arthur Cavalcante, Secretario General de la Iglesia Episcopal Anglicana del Brasil. Su papel incluye ser sacerdote de una congregación, llevar la participación de la Iglesia a las cumbres mundiales, como Rio +20, y defender el ecumenismo entre las iglesias brasileñas. 30 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 América Latina y El Caribe REDUCIR LA DESIGUALDAD Y PROMOVER EL DESARROLLO SOSTENIBLE Clara Esther Martinez, administradora de empresas, Corambiente, Colombia Nuestra máxima prioridad para un nuevo marco de desarrollo en Colombia, al igual que en otros países de América Latina, es la necesidad de abordar la desigualdad en todas sus formas, incluso aquella entre zonas rurales y urbanas, y la desigualdad de género. Esta es la principal causa de la pobreza, el desempleo, la inseguridad alimentaria y la malnutrición. Las zonas rurales, y más específicamente las áreas de economía campesina, han sido y siguen siendo una fuente de recursos, bienes y servicios esenciales para la vida y el desarrollo de todo el país, y para la soberanía alimentaria. En efecto, las zonas rurales dependen de una economía campesina, ya que produce aproximadamente el 70 por ciento de los alimentos consumidos en todo el país y alrededor del 80 por ciento del agua suministrada a más del 90 por ciento de nuestra población. Estas zonas campesinas fueron las que, hasta hace poco, generaban la principal exportación: el café. Sin embargo, no hay equidad entre el desarrollo urbano y rural en Colombia - una tendencia de toda América Latina. Por el contrario, se ha producido un ensanchamiento gradual de la brecha en las condiciones de desarrollo: • En Colombia, el 12% de los propietarios poseen más del 67% de la tierra, mientras que el 88% de los pequeños propietarios poseen el 33% de la tierra. • Los niveles de pobreza son más altos en las zonas rurales: –De acuerdo con el PNUD, la pobreza medida por el nivel de necesidades básicas insatisfechas (NBI) en los centros urbanos fue del 33,4%, frente al 74,7% en las zonas rurales. –La tasa de cobertura de la educación secundaria en las zonas urbanas fue del 75%, mientras que en las zonas rurales fue del 27,5% –La tasa de mortalidad (estrechamente ligada a las condiciones de desnutrición) en menores de cinco años por cada 1.000 nacimientos fue de 17,39 en las zonas urbanas, frente a 30,09 en áreas rurales.23 –Un tercio de las personas en zonas rurales experimentan pobreza extrema en Colombia, 29,1% de las personas en zonas rurales se encuentran del borde del hambre. • Un estudio publicado por UNICEF y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) llega a la conclusión de que en América Latina y el Caribe, un niño de una zona rural es cuatro veces más propenso a ser extremadamente pobre que un niño de un entorno urbano.24 Photo: Christian Aid/Isabel Ortigosa El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 América Latina y El Caribe 31 “La reducción de la desigualdad y el bienestar de todos los habitantes del planeta son los dos principios básicos que deben sustentar el nuevo programa mundial de desarrollo.” • La dificultad severa para acceder al agua, ya sea por la incertidumbre y la distancia de la fuente o la falta de suministro, afecta a 17,9% de la población infantil en las zonas rurales y el 1,3% en las ciudades. A este contexto de desigualdad urbana/rural, podemos añadir la segregación por género: •Las mujeres rurales sufren violencia social e intrafamiliar, altos niveles de pobreza y pobreza extrema, falta de acceso a los servicios básicos, poca inserción en el mercado laboral y condiciones menos favorables en la salud y la educación. • La profundidad de la pobreza en los hogares encabezados por mujeres en Colombia es más alta que en los de jefatura masculina. Esto sugiere que las mujeres jefas de hogar y sus familias, en zonas rurales de Colombia, se encuentran sumidas en una trampa de pobreza más alta y más difícil de superar, que en otros hogares rurales. Cambiar esta situación requiere de voluntad y liderazgo político profundos, que deben ser promovidos y alentados por otros países y por el sistema de las Naciones Unidas. Frente a los problemas de la Colombia rural, un nuevo marco de desarrollo tendría que inspirar a las políticas del gobierno que explícitamente busquen fortalecer los polos de desarrollo regional y promover la inversión hacia las zonas rurales. A saber: inversión que fomente infraestructura vial y producción, acceso al crédito, gestión conjunta del territorio entre los centros urbanos y las zonas productoras de alimentos y servicios, mejoramiento de la formación y educación adecuada a los contextos y las necesidades de las zonas rurales, y promoción y fortalecimiento de la dinámica de las organizaciones campesinas, especialmente para las mujeres. La producción campesina debe unirse con los mercados y la industria alimentaria nacional, basada en el trato justo y equitativo, con el fin de reducir los costos de intermediación y recibir asesoramiento sobre el control de calidad y seguridad en los procesos de producción. Las políticas gubernamentales deben fomentar los mecanismos de gestión de la tierra que dan prioridad a la producción de alimentos y a la protección de los ecosistemas estratégicos para generar agua. A través de un nuevo marco de desarrollo, el gobierno debe promover la inclusión de una variable climática en la planificación para la agricultura y los recursos hídricos. También deberá promover estrategias alternativas para garantizar el suministro de agua, con enfoques diferenciados entre ciudades y/o comunidades pequeñas, y deberá proteger los recursos hídricos a través de sanciones e incentivos. Los responsables políticos también deben hacer frente a la triple discriminación que afecta a las mujeres rurales, con un enfoque de género, derechos y reconocimiento de sus contribuciones sociales y económicas. La política de género debe ser transversal e integral, basada en el pleno disfrute de los derechos, el reconocimiento de las diferencias de género y las contribuciones de las mujeres rurales. Mediciones y monitoreo Hasta la fecha, los ODM se han convertido en una herramienta para el seguimiento de las políticas públicas nacionales y la creación de alianzas de los sectores público y privado. También han servido como incentivo para la formulación de políticas públicas nacionales, regionales y locales. Sin embargo, el gobierno nacional ha adaptado el sistema de indicadores para permitir un cambio en la medición de las variables incluidas en los ODM. Por ejemplo: la forma de medir el desempleo, los ingresos y la desnutrición. Estos cambios hacen que sea difícil identificar las causas de los diversos problemas, tales como los efectos de las políticas implementadas. Colombia ha logrado avances significativos en la reducción de la pobreza de acuerdo con los porcentajes establecidos en los ODM. Sin embargo, para un país de ingresos medios, la meta para el 2015 es muy modesta - somos un país de casi 50 millones de habitantes25 y todavía hay 15.232.000 personas que viven en la pobreza, con 4.844.000 personas por debajo del umbral de pobreza extrema. Sin embargo, el problema más crítico es la situación en las zonas rurales (donde los niveles de pobreza han aumentado en unas 80.000 personas), y el deterioro de la situación de las mujeres. La reducción de la desigualdad y el bienestar de todos los habitantes del planeta son los dos principios básicos que deben sustentar la nueva agenda de desarrollo global. Corambiente (Corporación Buen Ambiente) lleva a cabo trabajo de base sobre seguridad alimentaria, nutrición y cambio climático. Durante 15 años, la ONG ha trabajado con las comunidades rurales en las áreas de desarrollo sostenible, producción de alimentos orgánicos y apoyo a los procesos organizativos, en particular las organizaciones de mujeres. Ésta trabaja para mejorar las condiciones de seguridad alimentaria, centrando sus esfuerzos en los niños y mujeres que sufren mayormente a causa del conflicto armado. También ha puesto en marcha proyectos de adaptación y prevención climática, y trabaja para mejorar la rendición de cuentas de las autoridades locales a los ciudadanos, en particular en los ámbitos de la agricultura y el medio ambiente. corambiente.com Foto: Dos mujeres preparan arroz para una comida comunitaria en una cocina improvisada de un campo de Las Pavas, en Colombia. 32 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 América Latina y El Caribe RECURSOS PRODUCTIVOS, EMPLEO Y PARTICIPACIÓN UNITAS, Bolivia Desde 2012, UNITAS ha participado en impulsar la discusión y la propuesta de un nuevo marco mundial para el desarrollo en Bolivia. Los principales resultados de este proceso incluyó una investigación participativa con residentes de zonas urbanas y rurales en siete municipios del país.26 Esta investigación participativa se ha complementado con consultas celebradas con representantes de la sociedad civil a nivel nacional. Usando las opiniones de los participantes de la investigación como el principal punto de referencia, hemos identificado una serie de problemas fundamentales que causan pobreza. Estos refieren a: falta de acceso a recursos estratégicos como la tierra y el agua, sensibilidad y vulnerabilidad al clima, falta de acceso al capital financiero, los mercados y la formación; falta de oportunidades de empleo; inseguridad y falta de protección en el trabajo; vulnerabilidad social y escasez de servicios públicos; desigualdad de los servicios estatales en centros urbanos y zonas rurales; clientelismo; participación política limitada; falta de información y de formación política, y limitaciones de las políticas públicas. Estos problemas principales se pueden clasificar en cuatro grupos, a saber: el acceso a los recursos productivos, el empleo y las condiciones laborales, la protección social y la seguridad social, y la participación política. Las perspectivas de cambio en cada una de estas áreas clave, como indicaron los participantes de la investigación, se presentan a continuación como base para un nuevo marco global para la agenda de desarrollo post-2015. Acceso a los recursos productivos Sobre este tema, los puntos de vista comunes de los participantes en la investigación en los municipios urbanos y rurales se basan en el desarrollo productivo, la diversificación económica y la expansión de servicios de apoyo a la producción, aprovechando las potencialidades locales. Junto a la visión de comunidades productivas y municipios, el desarrollo de la fuerza de trabajo y los pequeños agricultores, a través de la educación, la capacitación técnica y la formación en el puesto de trabajo, fue identificado como otro componente estratégico para lograr el cambio. Photo: Christian Aid/Hannah Richards El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 América Latina y El Caribe 33 “Existen demandas para una transformación radical de las condiciones actuales, en las que el poder y el control están en manos de pequeños grupos de personas.” Las demandas relativas a los recursos productivos se concentran en cuatro áreas. En primer lugar, el fortalecimiento de la agricultura indígena y campesina a través de la provisión de diferentes suministros financieros (capital) y tecnológicos (maquinaria y equipo) y la formación técnica/ producción. En segundo lugar, el fortalecimiento de la actividad artesanal/ tradicional a través de créditos accesibles, la apertura de los mercados y la provisión de suministros. En tercer lugar, la creación de municipios en base a la producción y el turismo. Por último, el acondicionamiento o mejora de la infraestructura vial, educación y servicios de salud y espacios para la recreación y el deporte. La concesión de la tierra y la protección de los bosques y los ecosistemas en los municipios rurales también aparecen como otras áreas clave, pero en menor grado. Empleo y condiciones de trabajo La visión compartida es que los municipios gocen de potencial para que la producción genere oportunidades de empleo suficientes, mediante la implementación de políticas con impacto en el empleo, la creación de nuevas industrias y la profesionalización de las nuevas generaciones. La expectativa común es que los salarios y las ganancias puedan mejorar a un nivel suficiente para cubrir las necesidades de consumo esenciales de los trabajadores y sus familias. Las demandas relacionadas con el trabajo sugieren que el gobierno central desempeña un papel en la mejora de las condiciones de trabajo (salarios y beneficios), la protección de los derechos de los trabajadores, especialmente en el campo, y la creación de puestos de trabajo, principalmente para los jóvenes en pueblos y ciudades. Protección y seguridad social Las esperanzas acerca de la protección y la seguridad social se basan en la posibilidad de que las ciudades y pueblos disfruten de mejores condiciones de vida, y una mejora sustancial en los servicios básicos. Teniendo en cuenta las grandes deficiencias en la prestación de servicios, los puntos de vista sobre las poblaciones rurales e indígenas buscan, principalmente, una mayor cantidad y calidad de servicios de salud y educación. Los participantes rurales y urbanos parecen estar de acuerdo en la necesidad de exigir que los gobiernos municipales, departamentales y nacionales hagan mejoras significativas en infraestructura, servicios de salud (incluyendo la creación de hospitales con atención especializada) y educación pública, con la garantía de una buena nutrición para los estudiantes. Muchos de los grupos exigieron que el gobierno central también mejore el acceso a la seguridad social y las prestaciones de jubilación de los asalariados, y pidieron la creación de un “sistema de salud” para los artesanos, con el fin de desarrollar un sistema de salud universal para los trabajadores informales. Participación política Las opiniones sobre la participación se dirigen principalmente a una evaluación crítica de la labor de las autoridades locales y su nuevo “compromiso” para responder a las necesidades de la población y poner en práctica planes de desarrollo. Se expresaron también opiniones sobre el papel de los líderes barriales y otras organizaciones sociales. En los municipios rurales, algunos puntos de vista políticos coincidieron - por ejemplo, la exigencia de que las autoridades locales tengan una “visión de desarrollo”, “escuchen las demandas del pueblo”, “presten mayor atención al cuidado de los más pobres”, y creen “acuerdos” con instituciones públicas y privadas (ONG) para recaudar fondos en beneficio de la población. También se identificó la necesidad de una población con una “conciencia colectiva”, formada y unida políticamente con “un pie en el campo, con el fin de mantener sus raíces tradicionales”, y la necesidad de “jóvenes y mujeres empoderados”. Si bien estos métodos pueden parecer generales y discursivos, reflejan con precisión las demandas de los diversos sectores sociales para una transformación radical en las condiciones actuales, en las que el poder y el control están en manos de pequeños grupos de personas que apoyan a los partidos en el poder, tienen sus raíces en órganos de gobierno local, y tratan de utilizar las organizaciones sociales para su propio progreso político. La Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (UNITAS) es una ONG fundada en 1976. Su misión es contribuir con propuestas alternativas para el desarrollo y el cambio social hacia una sociedad democrática - compasiva, justa y equitativa - en colaboración con movimientos sociales y organizaciones populares. UNITAS trabaja en una variedad de temas bajo el marco conceptual del desarrollo basado en los derechos humanos. Dirige varios proyectos, incluyendo la promoción y defensa de los derechos colectivos de los pueblos indígenas, los campesinos y las comunidades urbanas, y la formación y el fortalecimiento del liderazgo, la promoción y la generación de un debate público local y nacional en materia de derechos humanos y de desarrollo. También apoya pequeños proyectos de desarrollo comunitario. redunitas.org Foto: Juan de la Cruz Noe Muiba es un apasionado de la protección del bosque que su comunidad indígena posee ahora en Beni, Bolivia. “Lo que nos da la vida es la tierra, y eso es lo que tenemos que proteger”, dice. 34 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 América Latina y El Caribe ENFENTRAR EL ‘DÉFICIT DE JUSTICIA SOCIAL’ Iara Pietricovsky de Oliveira, codirectora, INESC, Brasil El gobierno brasileño anterior sabía cómo concentrarse en políticas sociales para mejorar las condiciones de vida de los brasileños más pobres y vulnerables. En efecto, la pobreza es central en la agenda política nacional. Sin embargo, Brasil no ha logrado resolver el problema más grave de la desigualdad creciente, ilustrada por su estructura política arcaica y distribución de la riqueza desigual. Aunque incluso los brasileños más pobres se han convertido en consumidores, los más ricos se han vuelto aún más ricos y la riqueza aún más concentrada. en contextos nacionales generando políticas y presupuestos públicos necesarios. Creemos que los gobiernos se están alejando de los derechos humanos, en particular de los derechos de las mujeres, y en su lugar se han convertido en rehenes de las corporaciones y el capital financiero. Lo vimos en Río +20 donde la idea de una “economía verde” – esencialmente entendida por la sociedad civil como la mercantilización y comercialización de la naturaleza – fue promovida a pesar de la resistencia. Sin embargo, hay una diferencia entre la retórica que escuchamos del Brasil que vemos en la escena internacional - un campeón de medidas para hacer frente a la desigualdad social mediante la implementación de políticas de transferencias exitosas como el programa Bolsa Família – y la realidad de un país donde las desigualdades extremas persisten, definidas por las condiciones de raza, identidad étnica, género, orientación sexual y clase social. Por lo tanto, existen grandes interrogantes que los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) deben responder. En primer lugar, ¿Qué objetivos y metas habrá para los países ricos? Sin una acción significativa, basada en el principio de RCPD (responsabilidades comunes pero diferenciadas), un mundo justo y sostenible no será posible. En segundo lugar, ¿cómo podemos profundizar la participación democrática en un mundo de creciente desigualdad y persistente discriminación en función del sexo, la raza y la orientación sexual? El poder y la riqueza, como sabemos, van mano a mano con frecuencia - así que si nos tomamos en serio el cambio, entonces grupos diferentes requieren acceso al poder político y la riqueza debe ser distribuida más equitativamente. Hay una pared invisible que impide la movilidad social. Se condena a los pobres y sus hijos, a las mujeres, los indígenas y los negros brasileños a la educación de baja calidad, a un sistema de salud precario, y a la falta de vivienda sostenible y humana. El sistema estatal de impuestos regresivos perjudica a los más pobres, ya que pagan una proporción mayor de impuesto a las ganancias que los más ricos. Además, los muy ricos contribuyen muy poco al sistema tributario, ya que sus ganancias se canalizan generalmente a través de exenciones fiscales y otros mecanismos. Por lo tanto, los pobres y las clases medias son los que apoyan las políticas sociales públicas de Brasil. Recientemente hemos visto cambios en el Código Forestal Brasileño, un ejemplo de la contradicción entre la retórica internacional y la interna del gobierno brasileño. La nueva legislación sobre bosques apoya el crecimiento frenético en forma de mega-proyectos y agroindustria, en vez de cumplir con los objetivos de emisión de gases de efecto invernadero. Brasil tiene la sexta economía más grande del mundo -, pero todavía no hemos sido capaces de llevar a cabo un pacto social de redistribución, confrontar el racismo que marca y divide nuestra sociedad, lograr plena igualdad y plenos derechos para las mujeres, o garantizar el derecho de nuestros indígenas y pueblos afro-descendientes a una vida digna (en cambio, los estamos matando a través de la violencia generada por la agroindustria y la incapacidad del Estado de garantizar sus derechos). Al pensar en las prioridades de la agenda de desarrollo post 2015, tenemos que reconocer que los ODM fueron una reducción escandalosa de un marco completo de tratados y convenciones internacionales que se habían establecido desde 1992, en el llamado Ciclo Social de la ONU, y no hicieron justicia a la Declaración del Milenio. Los nuevos objetivos deben ser construidos sobre una ética de derechos humanos, justicia social y sostenibilidad. Ellos deben ser útiles para las crisis financieras, económicas, políticas y alimentarias a las que nos enfrentamos y deben traducirse En tercer lugar, ¿cómo podemos garantizar trabajo decente y sostenible para todos los seres humanos en un mundo en el que el desempleo juvenil está aumentando en tantos países, incluso en Europa? ¿Y cómo podemos garantizar que los derechos laborales estén protegidos frente a tanta explotación? En cuarto lugar, ¿cómo podemos proteger mejor, a través de nuevos ODS, nuestros espacios públicos y bienes comunes como el agua y la tierra? ¿Cómo podemos también cambiar nuestros patrones de producción y consumo para preservar en lugar de destruir la naturaleza? Por último, es necesario que haya una conversación sobre quién paga la cuenta! Por el momento, parece que hay un “déficit de justicia social” en el mundo: detonan frente a nuestros ojos desigualdades, corrupción y malversación de fondos públicos, sistemas tributarios regresivos donde los pobres pagan más que los ricos y, a nivel mundial, un sistema económico que permite a los ricos ocultar ganancias “offshore” y evitar sus responsabilidades financieras. Una agenda post 2015 debe enfrentar estas cuestiones con urgencia. El Instituto de Estudios Socioeconômicos (INESC) trabaja para mejorar la democracia representativa y participativa en Brasil, y para garantizar la realización de los derechos humanos, mediante el fortalecimiento de la voz de la sociedad civil y el aumento de la participación social en la formulación de políticas públicas. Asimismo, abre el diálogo entre la sociedad civil y los gobiernos, fortalece los movimientos indígenas, defiende los derechos de las mujeres, los jóvenes y los niños, y desarrolla proyectos para luchar contra la pobreza y la discriminación. inesc.org.br El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 América Latina y El Caribe 35 UNA AGENDA DE EQUIDAD SOCIAL EN ARMONÍA CON LA MADRE TIERRA Martin Vilela, compañero de trabajo, La Plataforma Boliviana frente al Cambio Climático A medida que nos acercamos a la fecha límite de 2015 para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio con un éxito limitado al momento, y tras la decepción de Río +20, el proceso que está conduciendo la agenda de desarrollo post 2015 de las Naciones Unidas sigue insistiendo en un modelo convencional de desarrollo. Veinte años después de la Cumbre de la Tierra de 1992, a 13 años desde la creación de los ODM y en el umbral de una profunda crisis climática, el debate en torno a la agenda de desarrollo post 2015 nos deja con una sensación de insuficiencia. Como sucedió en el período previo a Río +20, hay una falta de análisis detallado, profundo y sistemático del impacto de las políticas ambientales y de desarrollo globales. Lo que está claro es que la evidencia científica demuestra cada vez más, con elocuencia, que la degradación del medioambiente ya ha cruzado varios límites planetarios, tales como la aceleración de la tasa de pérdida de especies y la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Nos enfrentamos así a una alta probabilidad de desencadenar una serie de eventos climáticos que conduzcan directamente a una crisis ambiental sin retorno, lo que reducirá drásticamente la posibilidad de mantener una vida digna en un futuro no muy lejano. Asimismo, en los últimos años, las enormes desigualdades económicas y sociales, lejos de resolverse, han sido exacerbadas. A pesar de un mayor crecimiento económico, la riqueza se concentra crecientemente en menos manos. La Plataforma Boliviana frente al Cambio Climático considera que los esfuerzos de los Estados y las instituciones internacionales han sido secuestrados por las multinacionales, que siguen comprometidas en impulsar fórmulas que perpetúan el modelo de crecimiento económico como si fuera sinónimo de riqueza y bienestar universal. Incluso los países “progresistas” de América del Sur, como Bolivia, que utilizan una poderosa retórica del buen vivir y el respeto a la Madre Tierra, aplican políticas basadas en el desarrollo extractivo27 y la perpetuación de modelos dirigidos por el mercado, violando sistemáticamente los derechos de los históricamente marginados y de las poblaciones vulnerables. Decididos a impulsar el crecimiento económico, están perdiendo una oportunidad histórica única para mostrar al mundo la posibilidad de comprometerse con un modelo de desarrollo alternativo y verdaderamente sostenible. Las propuestas de las organizaciones de la sociedad civil (OSC)28 tienden a no tomar plenamente en cuenta la dimensión estructural del desarrollo, limitando sus sugerencias a estrechas – aunque justas – demandas sobre las mujeres, la pobreza, la alimentación, la salud, etc. Éstas son importantes contribuciones al debate, pero en muchos casos no tienen plenamente en cuenta las bases estructurales del actual modelo de desarrollo, como el orden económico y social. En el umbral de múltiples crisis globales del planeta, el impulso de una agenda de desarrollo para eliminar las desigualdades sociales y económicas, y de restablecer el equilibrio con la Madre Tierra, está sujeto a la consecución de un cambio profundo en las bases estructurales del modelo económico y social actual, los sistemas mundiales de producción, la matriz energética y las estructuras políticas - en consonancia con los desafíos que enfrentará la humanidad en los próximos años. Es necesario reconsiderar la base conceptual para el desarrollo, dejando atrás el concepto de desarrollo como sinónimo de crecimiento económico, y la adopción de un enfoque que genere sostenibilidad e igualdad a través de “inversiones verdes”. Es por eso que es importante evaluar, de manera crítica, el camino que hemos seguido hasta ahora. Los límites del planeta deben estar en el centro del debate. Las estrategias para lograr el bienestar humano deben ser informadas por la capacidad de la Tierra para reparar los daños causados por las actividades humanas: la planificación, la racionalización del consumo y la redistribución con justicia y equidad, deben ser las nuevas directrices para el futuro de las sociedades. En este contexto, vivir bien sigue representando una oportunidad para que las personas, sus organizaciones y sus comunidades propongan alternativas al desarrollo. Para Sudamérica y un país como Bolivia, así como para otros países en desarrollo, emprender este programa es un desafío aún más grande - por un lado, debido a su estado actual de pobreza, pero sobre todo porque tienen que abandonar la carrera del consumo irracional de recursos y energía, basada en la extracción y la industrialización. Por lo tanto, deben considerar seriamente las cuestiones ambientales y hacer grandes esfuerzos para cambiar sus estructuras internas. Escapar de la pobreza no puede ser una excusa para repetir las formas de desarrollo occidental equivocadas. La Plataforma Boliviana frente al Cambio Climático, como red nacional, está promoviendo este debate vinculando la discusión del modelo de desarrollo, justicia climática y derechos de los pueblos indígenas a sus territorios y formas de vida propias. A pesar de las predicciones científicas desalentadoras, poderosos intereses corporativos y la falta de apertura política, hoy más que nunca tenemos que asegurarnos una agenda con la sociedad civil cohesionada para adoptar medidas firmes que logren un cambio estructural real. La Plataforma Boliviana frente al Cambio Climático es una red nacional de movimientos sociales y ONGs. Fundada en 2009, su objetivo es elaborar propuestas para combatir el cambio climático a través de políticas nacionales en Bolivia y propuestas de acción global. La plataforma está dirigida por los Secretarios de Recursos Naturales de los cinco principales movimientos sociales de Bolivia, que representan en conjunto más de 3 millones de personas. Cuenta con el apoyo técnico y la financiación de ONGs bolivianas e internacionales. cambioclimatico.org.bo 36 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Un programa de desarrollo equitativo y sostenible UN PROGRAMA DE DESARROLLO EQUITATIVO Y SOSTENIBLE Las prioridades reflejadas en estos aportes hechos por las contrapartes de Christian Aid van desde lo específico – la inclusión de las mujeres en todos los aspectos de la vida social, económica y política (AWN) y la necesidad de que la justicia tributaria sea central y considerada como un problema esencial del desarrollo (TJN-A) – a una preocupación general acerca de la participación de los pobres, las minorías y las comunidades vulnerables en el debate post 2015 (KOINONIA), la profundización de la consulta (Centro Humboldt) y el llamado conjunto por un desarrollo equitativo y sostenible (Social Watch Filipinas, INESC, UNITAS, ANND). Sostenibilidad Christian Aid y ACT Alliance, la red global a la que pertenecemos, han buscado desde hace tiempo dar voz a las comunidades vulnerables frente a los impactos del cambio climático. La razón está claramente explicada por Herbert Mwalukomo, de CEPA, quien señala que los malawenses “están en primera línea” para responder a los impactos del cambio climático. Herbert no sólo señala el aumento de los desastres relacionados al clima experimentados por las comunidades de Malawi, sino también las implicancias que van más allá de la muerte, lesiones y pérdidas económicas, a quebrantar otras áreas como la educación. Es por esta razón que muchas personas que trabajan en temas de capacidad de recuperación y reducción del riesgo de desastres (RRD) están pidiendo que éstos tengan gran atención en un nuevo conjunto de objetivos post 2015, para garantizar una prioridad, inversión e integración mayores con los planes de desarrollo nacionales. Mathieu Ouedraogo de Réseau MARP, Burkina Faso, da más detalles, sugiriendo que una agenda de desarrollo post 2015 podría ayudar a desarrollar sistemas de alerta temprana, crear capacidad local para la prevención y gestión de desastres, y dirigir la inversión hacia la infraestructura para reducir y mitigar los riesgos de desastre. El Dr. Dwijen Mallick de BCAS en Bangladesh señala que esto es necesario tanto a nivel urbano como rural - no se trata sólo de ciudades resilientes. También se hacen vínculos claros con la necesidad de adaptarse al cambio climático. Social Watch Filipinas da un ejemplo de legislación a nivel nacional en esta área, y destaca la aprobación de la “Fundación para la Sobrevivencia del Pueblo”, que otorgará mayor financiación para la adaptación. En consecuencia, puede considerarse la posibilidad de que un marco post 2015 pueda impulsar cambios legislativos similares en otros lugares, además de tener un impacto en la política y las prioridades de financiación. La legislación puede ayudar a resolver algunos de los problemas de aplicación que destaca el Dr. Mallick: “El gobierno de Bangladesh ha elaborado una estrategia y plan de acción sobre cambio climático”, escribe, “pero hay una falta de acción sobre el terreno para hacer frente a los impactos”. Varias contribuciones hacen alusión a la importancia de integrar la perspectiva ambiental a lo largo de un nuevo marco post 2015. La seguridad energética es mencionada por BCAS, así como por la CEPA en Malawi que señala que existe una dependencia insostenible de la energía de biomasa, lo que lleva a la deforestación y por lo tanto a una mayor vulnerabilidad a las inundaciones. Las propuestas sobre acceso a la energía limpia serán muy importante para hacer frente a estos desequilibrios actuales, y Christian Aid expone ejemplos de desarrollo renovables en África en su informe: Bajas Emisiones de Carbono en África: El Salto Hacia un Futuro Verde.29 Este informe analiza formas sostenibles de dar acceso a la energía a los 1,4 mil millones de personas que actualmente no tienen, y se basa en estudios de casos de Sudáfrica, Nigeria, Kenia, Ruanda, Ghana y Etiopía. Una de las propuestas del informe antes mencionado, de ICEED en Nigeria, es un “fondo de salto” que podría, entre otras cosas, “convertir los altos costos de inversión en pequeñas fuentes hídricas, solares y otras renovables a pequeña escala mediante una financiación que cierre las brechas en los costos de estas tecnologías”.30 Lo que parece claro es que la presentación futura de un programa de desarrollo sostenible será totalmente dependiente de la entrega del financiamiento climático adicional prometido. Sin esta financiación, será muy difícil que países como Nigeria adopten una vía baja en carbono, en particular en lo que a energía se refiere. Un enfoque sostenible del agua también es mencionado por Corambiente en Colombia, que habla de la necesidad de proteger el agua a través de sanciones e incentivos. Con una demanda de agua dulce cada vez mayor, se estima que para el 2020 entre 75 y 250 millones de personas en África estarán afectadas por la escasez de agua, y que para el 2050, un volumen cada vez menor de agua dulce en las grandes cuencas fluviales de Asia afectará a más de mil millones personas. Se prevé que en 20 años la demanda de agua exceda la oferta en un 40 por ciento,31 por lo que se necesita con urgencia un enfoque sostenible para la gestión de recursos. La seguridad alimentaria y nutricional es otro aspecto que debe ser respaldado por una fuerte perspectiva de medioambiente, y la contribución de Corambiente también hace la conexión con la gestión del suelo y el impacto de la variabilidad climática en la agricultura. La recomendación del Grupo de Alto Nivel para incluir un objetivo sobre agricultura sostenible32 y aumento de los pequeños rendimientos aborda algunas de estas cuestiones, sobre las que deben basarse propuestas futuras. Por último, la contribución del Centro Humboldt de Nicaragua señala también la importancia de asegurar un acuerdo sobre un cambio climático justo y vinculante en 2015. De hecho, un número de socios apoyan que el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas (RCPD), se incorpore en los objetivos post 2015 – en virtud de este principio, los países ricos, que tienen la mayor responsabilidad en el cambio El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Un programa de desarrollo equitativo y sostenible 37 “La importancia de abordar la desigualdad a través de una nueva agenda post 2015 aparece en casi todas las contribuciones de las contrapartes de Christian Aid.” climático, hacen más para contrarrestar sus efectos. Esto se menciona explícitamente por CEPA y por Iara Pietricovsky de INESC en Brasil, quien señala que: “sin acción significativa sobre la base de las RCPD, un mundo justo y sostenible no será posible”. Fundamentalmente, se trata de la equidad y de garantizar que todos tengan una participación equitativa en el marco de los límites planetarios. Como señala BCAS, las comunidades más vulnerables al cambio climático – pueblos indígenas, pescadores, campesinos, mujeres, niños y ancianos – “no son responsables por el rápido cambio climático inducido por el hombre”. Por tanto, una agenda equitativa de desarrollo sostenible post 2015 requerirá que todos los países tengan un papel para garantizar que haya suficiente financiamiento para cumplir nuevos objetivos, para compartir la tecnología necesaria, y también para tomar las acciones localmente – como la reducción de residuos, aumento de eficiencia energética e inversión en energías renovables. Los cambios necesarios para dirigirnos hacia patrones globales de producción y consumo más sostenibles no deben ser subestimados. Martin Vilela (Plataforma Boliviana frente al Cambio Climático) sostiene que es sólo a través de un cambio estructural radical y la adopción de un nuevo paradigma económico que la gente estará en condiciones de vivir bien, “en armonía con la Madre Tierra”. Desigualdad La importancia de abordar la desigualdad a través de una nueva agenda post2015 aparece en casi todas nuestras contribuciones de nuestros socios. Algunos hacen hincapié en los patrones actuales de discriminación y exclusión que impiden y se interponen en el camino hacia la erradicación de la pobreza de ciertos grupos. El ejemplo de la discriminación de castas en la India es un recordatorio contundente de que 260 millones de personas siguen sufriendo la discriminación basada en el empleo y la ascendencia y, como resultado, tienen socavados sus derechos humanos básicos. Es también un recordatorio de los vínculos importantes, no sólo entre la desigualdad y los derechos humanos, sino también entre la desigualdad y la sostenibilidad medioambiental. Como escriben N Paul Divakar (National Campaign on Dalit Human Rights) y Lee Macqueen Paul (National Dalit Watch), los grupos más vulnerables y excluidos son los que corren con los gastos de los ecosistemas degradados, así como con el costo de la presión y los conflictos en torno al acceso a la tierra. Las cuestiones relativas a los derechos territoriales deben abordarse, ya que es un tema que afecta de manera desproporcionada a los más pobres y vulnerables, con frecuencia pueblos rurales indígenas y tribales, afrodescendientes y otros grupos minoritarios del mundo en desarrollo.33 Hay pocas políticas públicas diseñadas específicamente para hacer frente a estos problemas, en particular sobre reforma agraria y redistribución de la tierra, o para corregir los desequilibrios en favor de los grupos y territorios desfavorecidos. Las desigualdades no sólo son experimentadas por grupos sociales, sino que también tienen una fuerte dimensión geográfica; Corambiente de Colombia está poniendo en escena las desigualdades urbanas/rurales. A mayor tasa de pobreza, las comunidades rurales experimentan una mayor mortandad en menores de cinco años y mayor escasez de agua. Para los autores, la respuesta está en las políticas gubernamentales que “buscan explícitamente reforzar los polos de desarrollo regional” y “promueven las inversiones hacia las zonas rurales”. Desde otra perspectiva, BCAS discute la creciente urbanización impulsada en parte por “migrantes climáticos” que se trasladan a los barrios pobres de la ciudad y ponen una gran presión sobre la ecología urbana y los servicios básicos. Muchas de las contribuciones efectúan puntos o recomendaciones específicas en materia de género. Las normas sociales perjudiciales en torno al género siguen perpetuando la violencia y el sometimiento de las mujeres, así como limitan la participación de las mujeres en la vida pública y la toma de decisiones dentro del hogar. Mientras que el actual ODM 3 sobre Igualdad de Género se centra en la educación, un área que aún necesita atención (UCF-Angola), las organizaciones de la sociedad civil identifican aquí una agenda mucho más amplia para después de 2015. El trabajo de la Red de ONGs Árabes para el Desarrollo elogia el informe del Grupo de Alto Nivel para la inclusión de un objetivo independiente sobre igualdad de género y empoderamiento de la mujer, que tal vez sea un buen punto de partida para el debate de cuestiones más específicas.34 Para AWN en Afganistán, el objetivo principal debe ser en torno a la inclusión de las mujeres en la vida pública, incluyendo la adopción de oportunidades de empleo. Leeda Yaqoobi, de AWN, destaca la importancia de la financiación, pero también de hacer frente a los factores externos, como la falta de transporte seguro y guarderías, que a menudo pueden impedir a las mujeres participar en la vida social, económica y política. La contribución de INERELA+ destaca la necesidad de seguir avanzando sobre el VIH y la salud materna – dos áreas existentes en los ODM – pero trae algunos desafíos importantes, incluyendo la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR), el matrimonio precoz y el embarazo, la integración de servicios, y el escándalo de la violencia contra las mujeres y las niñas, que algunos han descrito como “el ODM perdido”. Temas similares presenta UCF-Angola, que también expresa preocupación por el sistema de salud en general y aboga por más y mejor remunerados trabajadores de la salud. 38 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Un programa de desarrollo equitativo y sostenible Otros autores se centran más en el empoderamiento económico, incluyendo el acceso a la financiación (Réseau MARP, Burkina Faso), los vínculos con el mercado laboral (Corambiente, Colombia) y los derechos de herencia (UCF- Angola). Lo que parece claro de todos estos trabajos es que la igualdad de género es y debe ser considerada como una prioridad básica para el desarrollo – las mujeres no sólo constituyen la mayoría de las personas que viven en la pobreza en el mundo, sino que también son la clave para la erradicación de dicha pobreza. Todos estos aportes enfatizan sobre la necesidad de una “revolución en la información”, tal como se establece en el reciente informe del Grupo de Alto Nivel, y también dan importancia a la narrativa y propuesta del Grupo de “no dejar a nadie atrás”, mediante el seguimiento del progreso hacia nuevas metas en todos los grupos sociales, y de los ingresos por quintiles. Sin embargo, muchas contribuciones van más allá y buscan desafiar el aumento de la desigualdad en el ingreso, el énfasis excesivo en el crecimiento y las políticas de sistemas tributarios regresivos y débil transparencia financiera, que concentran la riqueza y el poder en manos de unos pocos. Iara Pietrovsky de INESC en Brasil tiene las palabras más fuertes sobre esto y sobre impuestos, escribiendo que “el sistema estatal de impuestos regresivos del país perjudica a los más pobres, ya que pagan más impuestos que los más ricos”. Esencialmente, “los pobres y las clases medias pagan por las políticas públicas sociales de Brasil”, como el elogiado programa Bolsa Familia. Alvin Mosioma, de TJN-A, hace una observación similar e identifica una tendencia hacia el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en África, que, explica, “resulta en el aumento de precios de las necesidades básicas que los pobres apenas pueden permitirse, como la alimentación, la salud y la educación”. Alvin y Iara también establecen vínculos con los sistemas financieros y el impuesto global, que permiten la evasión fiscal, el fraude y la corrupción, perpetuando la desigualdad de la riqueza y la pobreza. Esta es área que también fue explorada recientemente en la consulta temática sobre las desigualdades, cuyo informe de síntesis observó: “Las desigualdades que derivan de los sistemas financieros internacionales, entre ellos la evasión fiscal y la evasión, son cada vez más identificadas como la causa de las desigualdades dentro y entre los países ricos y pobres.”35 El informe también recomienda que la reducción de la desigualdad se incorpore como meta, “como el propósito explícito de las estrategias económicas nacionales e internacionales”.36 Si bien esta propuesta no fue incluida en el informe del Grupo de Alto Nivel, concuerda enfáticamente con la inclusión social y la lucha contra la pobreza relativa mencionadas en el informe de La Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN)37 y con una propuesta sobre la reducción del coeficiente de Gini presentada por el Pacto Mundial.38 De los informes hasta la fecha y de la sociedad civil, surge el consenso de que la desigualdad económica concierne: la gente no quiere vivir en sociedades con una creciente brecha entre ricos y pobres. Varias contribuciones mencionan otras soluciones políticas concretas, como el empleo y la protección social (UNITAS en Bolivia, SPII en Sudáfrica). ANND señala que el énfasis en la creación de empleo en el informe del Grupo de Alto Nivel no hace referencia explícitamente al “trabajo decente”. Iara del INESC establece un punto similar, iluminando la protección de los derechos laborales, mientras que UNITAS también menciona los salarios y beneficios. La cuestión del empleo se ha planteado hasta la fecha una y otra vez dentro de los debates post 2015, y los jóvenes son de los más firmes defensores de la inclusión de una meta u objetivo relativo al empleo. La contribución escrita por las jóvenes de UCF-Angola menciona la necesidad de pasantías y becas para abrir oportunidades de trabajo, así como de políticas para proteger de la explotación a las trabajadoras domésticas. Sin embargo, esta no será una tarea fácil, y la contribución de SPII en Sudáfrica profundiza sobre algunas de las cuestiones económicas estructurales más complejas que se relacionan con el empleo. Isobel Frye de SPII, señala que a menudo existe una tensión entre el desarrollo económico y los derechos humanos, y que las estrategias económicas son a menudo diseñadas e implementadas sin tener en mente “la realidad” de las comunidades pobres. Ella tiene un argumento fuerte para un enfoque de medios de vida sostenibles, es decir que se centre en las personas, se base en los derechos y otorgue “habilidades prácticas de negocios e información sobre el acceso a los mercados, al crédito y a otras formas de asistencia”. Paz, buen gobierno y derechos humanos Los derechos humanos son un tema recurrente a lo largo de estos aportes y hay una clara demanda por parte de las organizaciones de un marco basado en ellos. KOINONIA (Brasil) propone que las convenciones y los acuerdos internacionales sean el “punto de partida” para una agenda post 2015. Casi todas estas contribuciones hacen referencia específica a los “derechos”; por lo que deben enviar una señal clara para favorecer un enfoque basado en los derechos a los negociadores de un marco post 2015. La realización de los derechos de la gente requiere recursos financieros y el fortalecimiento de la relación entre el ciudadano y el estado, dos ámbitos en los que los impuestos puede jugar un papel El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Un programa de desarrollo equitativo y sostenible 39 “La gente no quiere vivir en sociedades con una creciente brecha entre ricos y pobres.” clave. La evasión fiscal socava la capacidad del gobierno para cumplir sus obligaciones, y puede también debilitar la gobernabilidad sesgando la rendición de cuentas hacia donantes y acreedores. El ámbito de la gobernanza se toca más adelante por una serie de autores, y Jessica Reyes Cantos de Social Watch Filipinas muestra como una gobernanza más participativa y el acceso a la información pueden conducir a resultados de desarrollo más fuertes. El trabajo que Social Watch Filipinas está haciendo para ayudar a las comunidades a analizar los documentos presupuestarios a nivel local tiene un impacto claro. Este tipo de proceso ampliará la responsabilidad y, por lo tanto, esperamos que asegure el cumplimiento de algún objetivo post 2015. Por último, es importante tener en cuenta que una serie de contribuciones provienen de países o regiones consideradas “frágiles” o “afectadas por conflictos”. EL trabajo de ANND se centra en la región árabe y los recientes acontecimientos políticos, argumentando que para lograr una paz duradera los gobiernos deben tener en cuenta los derechos políticos, sociales, económicos y culturales. Como claramente lo han ilustrado los ODM, el conflicto puede impedir y a menudo revertir el desarrollo – por lo que es muy bienvenido el nuevo énfasis en la consolidación de la paz y la construcción del Estado dentro de las discusiones post-2015. Alianza global En este informe, hemos optado por dar el mayor espacio a las contrapartes de Christian Aid de todo el mundo, ya que a través de ellos y en colaboración con ellos, se logrará en última instancia el cambio. Christian Aid también está trabajando a nivel mundial con los miembros de la ACT Alliance, quienes han priorizado cuatro temas de la agenda de desarrollo post 2015: la desigualdad, la sostenibilidad del medioambiente, los conflictos y la fragilidad, y la gobernabilidad.39 Otros socios también tendrán que desempeñar un papel, incluyendo a los actores de los sectores religioso y privado. Christian Aid trabaja activamente con muchas comunidades religiosas y líderes religiosos, y la contribución de INERELA+ destaca el importante papel que éstos han desempeñado en la lucha contra el VIH y la promoción de la salud y los derechos sexuales y reproductivos. Las comunidades de fe han sido muy importantes en el cumplimiento de los ODM hasta la fecha – sobre todo en las áreas de salud y VIH. En el futuro, por lo tanto, será importante incluir a los actores basados en la fe en las conversaciones sobre post 2015, aprovechar las redes que las organizaciones religiosas pueden ofrecer y trabajar con ellos en áreas clave relacionadas con las normas sociales y culturales – por ejemplo, en el tema de la violencia basada en el género.40 Una agenda de desarrollo post-2015 también requiere de la participación de los actores del sector privado. La materia puede resultar muy inquietante, y la destrucción y explotación de las comunidades por parte de empresas privadas generalmente grandes y que no rinden cuentas, provocará, inevitablemente y con razón, ira. Ya sea por el desplazamiento de grupos indígenas y otras minorías consecuencia de la apropiación de tierras, por la transferencia de ganancias de las empresas transnacionales o por falta de defensa de los derechos laborales básicos, es evidente que aún queda mucho por hacer para garantizar un sector privado responsable, elevar los estándares y mejorar la rendición de cuentas. Una forma de aumentar la responsabilidad sería introducir normas que obliguen a las compañías a ser más transparentes y a crear información financiera y no financiera (en relación al impacto ambiental y los derechos humanos) disponible para los interesados. También podría contribuir a cambiar el debate un mayor énfasis en un entorno favorable que permita a las pequeñas y medianas empresas poder prosperar en la economía nacional. Mientras tanto, una agenda de desarrollo sostenible post-2015 podría enriquecerse aprovechando la experiencia de las cooperativas y otros modelos de negocio alternativos. 40 El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Recomendaciones RECOMENDACIONES Una enorme cantidad de trabajo se ha hecho acerca de la agenda de desarrollo post-2015: ahora será importante aprovechar esta obra de consulta para asegurar que las contribuciones hechas por la sociedad civil hasta la fecha no se pierdan mientras el proceso avanza. En este sentido son importantes los informes de consultas, nacionales y temáticas y deben ser tomados seriamente por quienes negocian un nuevo marco. Como se dice en el informe del GNUD, La Conversación Global Comienza (UNDG report, The Global Conversation Begins), 200.000 personas han participado en las consultas hasta el momento,41 130.000 en los diálogos nacionales.42 En palabras de (Beyond 2015) Más Allá de 2015, el proceso tiene que seguir siendo “participativo, inclusivo y sensible a las voces de las personas directamente afectadas por la pobreza y la injusticia”.43 Algunas de esas voces participan en este informe y al mismo tiempo que se expresan una serie de puntos de vista, hay varios pedidos comunes para una agenda de desarrollo sostenible post-2015: • un enfoque basado en derechos claros y consistentes • un programa respaldado por un desarrollo con bajas emisiones de carbono y sostenibilidad del medioambiente • un fuerte énfasis en las desigualdades sociales, ambientales y económicas • una agenda audaz y de empoderamiento de mujeres y niñas • un compromiso de fortalecer la capacidad de resistencia frente a los riesgos y peligros que amenazan a los beneficios del desarrollo • un conjunto de objetivos universal, con metas establecidas de acuerdo a responsabilidades comunes pero diferenciadas. A medida que el proceso avance y estas prioridades, y otras potenciales, sean consideradas por los estados miembros de la ONU que participen en el Grupo de Trabajo sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), surgirá la necesidad de tomar decisiones políticas sobre las prioridades de desarrollo y de un trabajo más técnico sobre los objetivos e indicadores. Obtener las prioridades correctas es fundamental – y si nos tomamos en serio, como comunidad mundial, la erradicación de la pobreza, la lucha contra la desigualdad y lograr un desarrollo sostenible, entonces no deberíamos eludir cuestiones difíciles, como los flujos financieros ilícitos, la justicia fiscal o el cambio climático. Otras posibles áreas prioritarias sugeridas por autores de este informe son: trabajo decente, protección social, salud y derechos sexuales y reproductivos, empoderamiento económico y social de las mujeres, mejora de los sistemas de salud y educación, reducción del riesgo de desastres, agricultura sostenible, sistemas fiscales progresivos y justos, transparencia financiera, consolidación de la paz, lucha contra la discriminación basada en la casta y etnia, y abordar la desigualdad en los ingresos. También será importante para la entrega exitosa de los nuevos objetivos asegurar que existe un fuerte mecanismo de rendición de cuentas, aplicable a los países en desarrollo y desarrollados por igual. Las ideas presentadas por el Grupo de Alto Nivel sobre post 2015 – como la propuesta de que todos los países presenten planes nacionales de desarrollo sostenible y participen en una estructura regional de revisión por pares – deben ser consideradas y desarrolladas. Por último, vale la pena señalar que un ambicioso plan de financiamiento para el desarrollo sostenible debe ser acordado, con el fin de proporcionar una agenda de desarrollo post2015 y un acuerdo climático mundial equitativo en 2015. La movilización coordinada de las finanzas globales seguirá siendo importante para el futuro previsible, pero también existe la necesidad de considerar cómo los países en desarrollo pueden maximizar los recursos nacionales, incluidos los ingresos fiscales, y evitar los flujos financieros ilícitos.44 Los retos que tenemos ante nosotros son enormes pero no insuperables. Este informe comenzó con un análisis de la pobreza y la riqueza en nuestro mundo, y de los impactos potencialmente devastadores del cambio climático. La tarea moral es clara: la pobreza es una afrenta a la dignidad humana y debe ser erradicada. El futuro es menos claro: un mundo más sostenible y equitativo es posible, pero sólo si trabajamos juntos en los próximos años para tomar decisiones audaces, por el bien de las personas y del planeta. El mundo que queremos ver: perspectivas post-2015 Notas 41 Notas 1 Naciones Unidas, Objetivos de Desarrollo del Milenio. Informe de 2013, Nueva York, 2013. 24 Unicef, Tacro, Cepal, Pobreza Infantil en América Latina y el Caribe, 2010, unicef.org/lac/Libro-pobreza-infantil-America-Latina-2010(1).pdf 2 Christian Aid, Los Ricos, los Pobres y el Futuro de la Tierra: La equidad en un mundo limitado, 2012, p2. 25 Perfil Demográfico Colombia 2013, indexmundi.com/colombia/ demographics_profile.html 3 Boston Consulting Group, Global Wealth 2013, 2013. 26 La investigación participativa fue financiada por Participate, por medio de CAFOD, y se detalla en la siguiente publicación: Calibrando la Brújula del Desarrollo después de 2015: escuchando las voces desde la base, 2013. 4 taxjustice.net 5 iff-update.gfintegrity.org 6 Banco Mundial, Bajemos la temperatura: Por qué se debe evitar un planeta 4°C más cálido, 2012. 27 ‘Bolivia and Gas: Where is the revolution?’, Upside Down World, 2013, upsidedownworld.org/main/bolivia-archives-31/4319-bolivia-amid-gaswhere-is-the-revolution 7 Banco Mundial, Bajemos la temperatura: Fenómenos Climáticos Extremos, impactos regionales y posibilidades de adaptación, 2013. 28 ‘Agenda Post-2015’, América Latina en Movimiento, 2012, alainet.org/ active/62941&lang=es 8 PNUD, Informe sobre Desarrollo Humanos 2013, 2013. 29 Christian Aid, Un África baja en carbono: Saltando hacia un futuro verde, 2011. 9 Los Indicadores del desarrollo mundial: http://data.worldbank.org/ indicator/ EN.ATM.CO2E.PC 10 Véase también Green, Hale and Lockwood, How Can a Post-2015 Agreement Drive Real Change? Documento de debate de Oxfam, 2012. 11 Véase la nota 1, p5. 12 Kenny and Sumner, More Money or More Development: What have the MDGs achieved? Documento de Trabajo de CGD, 2011. 13 Ibíd., p4. 14 Oxfam y Development Finance International, Putting Progress at Risk: MDG spending in developing countries, 2013. 15 www.imf.org/external/np/prsp/prsp.aspx 16 Véase por ejemplo el objetivo adicional de “remoción de minas” en los Obetivos de Desarrollo del Milenio de Camboya (ODM). 17 Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes sobre la Agenda de Desarrollo Post 2015, Una Nueva Alianza Mundial: Erradicar la pobreza y transformar las economías a través del desarrollo, 2013. 18 Naciones Unidas, Informe del Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes sobre la Agenda para el Desarrollo Post-2015, 2013. 19 DWD está presente en Nepal, Bangladesh, Pakistán, Sri Lanka and Japón, y en diferentes países de África. También afecta a las comunidades de la diáspora de Asia del Sur - un hecho que ha llevado a la Cámara de los Comunes del Reino Unido aa votar recientemente para la introducción de la prohibición de la discriminación por casta proscripta en la Ley de Igualdad de 2010. 30 Ibíd., p43. 31 Véase la nota 2, p14. 32 Para más información sobre el enfoque de Christian Aid hacia la agricultura sostenible, consulte: christianaid.org.uk/images/time-forclimate-justice-10.pdf 33 Christian Aid, El escándalo de la desigualdad en America Latina y el Caribe, 2012, christianaid.org.uk/images/scandal-of-inequality-in-latinamerica-and-the-caribbean.pdf 34 Christian Aid es miembro de la Red de Género y Desarrollo del Reino Unido, que ha publicado el siguiente informe que aboga por un objetivo autónomo en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres: www.gadnetwork.org.uk/gadn-post-2015-report 35 Consulta temática mundial sobre Abordar las desigualdades, 2013, p55, www.worldwewant2015.org/node/299198 36 Ibíd., p79. 37 Sustainable Development Solutions Network, Una Agenda de Acción para el Desarrollo Sostenible, 2013, p14. 38 El Pacto Mundial de la ONU, Corporate Sustainability and the United Nations Post-2015 Development Agenda, 2013, p15. 39 actalliance.org/what-we-do/issues/post-mdg 40 Christian Aid es miembro de We Will Speak Out: una coalición mundial de organizaciones cristianas que trabajan juntas para poner fin a la violencia sexual: wewillspeakout.org 20 NDW/NCDHR, Ensuring Inclusion of Biodiversity-dependent Communities in all Preparedness, Adaptation and Mitigation Measures, 2012, ncdhr.org.in/latestinterventions/report%20on%2015th%20side%20 event.pdf 41 PNUD, Post-2015: Inicia la Conversación Global, 2013, p9. 21 Ibíd. 44 Para más información sobre impuestos y post 2015, véase: christianaid. org.uk/images/tax-and-the-post-2015-agenda.pdf 22 Véase la nota 20. 23 PNUD Colombia, Informe Rural Colombia, 2011. 42 Ibíd., p10. 43 http://beyond2015.org/what-we-want Christian Aid es una organización cristiana, que insiste en que el mundo puede y debe ser cambiado rápidamente a uno en el que todos puedan vivir una vida plena, libre de pobreza. Trabajamos a nivel mundial para un cambio profundo que erradique las causas de la pobreza, tratando de lograr la igualdad, la dignidad y la libertad para todos, independientemente de la fe o nacionalidad. Somos parte de un movimiento más amplio por la justicia social. Proporcionamos asistencia urgente, práctica y eficaz donde la necesidad es grande, luchando contra los efectos de la pobreza y sus causas fundamentales. christianaid.org.uk christianaid.ie Número de Caridad registrado en el RU 1105851 Sociedad número 5171525 Número de Caridad en Escocia SC039150 Número de Caridad en Irlanda del Norte XR94639 Sociedad número NI059154 Número de Caridad en la República Irlandesa CHY6998 Sociedad número 426928 Impreso en papel reciclado. El nombre y logo de Christian Aid son marcas registradas de Christian Aid; © Christian Aid Septiembre 2013 14-474-J2270 Christian Aid es miembro de la