UNITED NATIONS NATIONS UNIES MENSAJE A LA ASAMBLEA GENERAL DE CARITAS DEL SECRETARIO GENERAL DE NACIONES UNIDAS Roma, 12 de mayo de 2015 Me complace enviar un saludo a la Asamblea General de CARITAS, en este año histórico para la familia humana. Espero con interés su participación continua, a medida que vayamos avanzando hacia la adopción de un programa de desarrollo sostenible, después de 2015, así como un acuerdo significativo y universal sobre el cambio climático. Ambos pueden orientar a la humanidad hacia un nuevo rumbo, que proporcione una vida digna a todos, mientras protegemos el planeta del que dependemos. Son desafíos profundos, tanto lograr un desarrollo sostenible, como mitigar o facilitar la adaptación al cambio climático. Trabajar juntos es un imperativo, todos a uno. El tema de esta Asamblea no podría ser más pertinente o puntual. De hecho, somos y debemos ser "una sola familia humana cuidando de la creación". Yo me sentí agradecido por la invitación de Su Santidad el Papa Francisco I al Vaticano, en abril, cuando me informó sobre su sucesiva encíclica. Las voces de los líderes confesionales - y las acciones de las personas de fe - pueden influir fuertemente en la forma de cuidar de la Tierra y unos de otros. He descrito el cambio climático como el desafío decisivo de nuestro tiempo, ya que nos afecta a todos, aunque no por igual. Tenemos la responsabilidad moral de proteger y ayudar a los más vulnerables, que han hecho menos por causar el problema. También tenemos la obligación de transmitir a las generaciones futuras un planeta que sea próspero y saludable. Las comunidades de fe pueden proporcionar una poderosa voz, como la conciencia que nos recuerda que la humanidad es parte de la naturaleza, que no está separada, ni es superior. Cuanto más ignoramos esto, más ponemos en peligro nuestro futuro de estabilidad económica y social. Como parte de la frágil red de la vida, tenemos que forjar una nueva relación con la naturaleza y aprender a vivir en equilibrio, con otras especies y el planeta que nos sostiene. También debemos forjar nuevas relaciones con los demás, basadas en la confianza mutua, la atención y la solidaridad. Nuestro objetivo, con la próxima aprobación de un nuevo conjunto de objetivos de desarrollo sostenible, consiste en erradicar la pobreza extrema, para poner las prioridades sociales y ambientales, a la par de las preocupaciones económicas. La erradicación de la pobreza extrema, que ponga fin a la exclusión social, y la protección del medio ambiente son plenamente compatibles con las enseñanzas de las grandes religiones. Es de vital importancia que los gobiernos, al más alto nivel, escuchen su voz fuerte y moral, en los próximos meses - en Addis Abeba, en julio, en la Conferencia sobre la Financiación para el Desarrollo; en septiembre, en la cumbre de Naciones Unidas para la adopción de la agenda de desarrollo post-2015; y en diciembre, en París, para el nuevo acuerdo sobre el cambio climático. Este año, tenemos una oportunidad sin precedentes, para crear un futuro más sostenible y equitativo. Cuento con su liderazgo y apoyo. Ban Ki Moon