Las Minervas en la iglesia parroquial de San Juan Bautista, de

Anuncio
Las Minervas en la iglesia parroquial de San Juan Bautista, de
Manises
José María Moreno Royo
Cronista oficial de Manises
Es en el año 1664 cuando consta la primera fecha documental de la celebración
mensual de la fiesta de la Minerva, en esta iglesia parroquial, la más antigua de la
población. Desde aquellos años, sin interrupción (y presumiblemente antes, aunque
no consta) se celebra este acto, que es como una fiesta del Corpus, pues no en
balde anotaban "Dobla", pues toda la liturgia nos recuerda mensualmente la fiesta
grande de uno de los jueves "que reluce más que el sol". Todos los terceros
domingos de cada mes, a continuación de la misa mayor, cantada en gregoriano, se
celebra la procesión con el Santísimo Sacramento bajo palio, por el interior del
templo, recorriendo los claustros del espacioso templo, mientras las campanas
lanzan al aire sus volteos extraordinarios, participando en dicha procesión los
faroles y "velas" de la Real Congregación, los Tarsicios y buen número de hombres.
Las "Minervas" que tuvieron su inicio en el año 1539 en la basílica romana de
Santa María la Mayor o de "Minerva" (construida sobre el templo pagano de la
diosa, y de ahí arranca el nombre popular) pronto llegaron a España y a Valencia, y
a Manises, donde vemos que ya existía en 1664, en cuyo año los que las tenían a
cargo eran varias familias de la localidad, como aún hoy sigue así. En aquella
primera ocasión, observamos que la Minerva de enero estaba a cargo de los
señores de Manises, la poderosa familia Boíl, luego, otras familias como las de
García, Andrés, Pedro Ximeno, Sanchis, Rodrigo, Ribes, Juliol, etcétera.
Costumbre que aún se sigue así, como la del derecho de posesión de las varas de
palio de la que son portadores los que sufragan las Minervas y cuyo derecho pasa
de padres a hijos, de generación en generación.
En pasados tiempos era obligación de estas familias, obsequiar con un ramillete a
cada participante en la Minerva, y en alguna ocasión tuvo que intervenir la Junta de
fábrica de la iglesia, cuando señala que dichos ramilletes se repartiesen a la puerta
de la sacristía al terminar la procesión, con lo cual, indudablemente se evitarían
'jolgorios. También es en esta junta del 26 de julio de 1812, la que preside el cura
Angelo Falomir, y el alcalde Nicolás David, cuando acuerdan que quienes sean
portadores del palio deben acudir "con la debida desensia, afeitados y con
sapatos", lo que nos viene a demostrar el interés de la junta por las Minervas.
Leemos en el acta de una junta celebrada con anterioridad, el 10 de febrero de
1803, la que regula los volteos de campanas para todo el año, donde se señala los
extraordinarios correspondientes a las Minervas, que deben tener su inicio la
víspera al mediodía, con lo cual "habrá distinción en las festividades de la
iglesia". Esta junta la preside el mismo cura Falomir, y el alcalde de aquel año que
lo era Vicente Catalá.
No queremos dejar de consignar ahora la Minerva del tercer domingo de febrero
del año 1972, que fue oficiada por el arzobispo de Valencia, don José María García
Lahiguera, y que vino a Manises para anunciar oficialmente la celebración de la
vigilia nacional de la A.N.E. en esta población dentro del congreso eucarístico: en
1
mayo de dicho año, y cuya Minerva estuvo a cargo de la familia Miguel PiqueresFilomena Roig, como todos los años, en este mes de mayo de aquel año 1972, a la
que fueron llevados los enfermos e impedidos de Manises (a semejanza de
Lourdes) con cuyo acto se inició la semana eucarística, en aquella gran eclosión de
arte cuando las calles y plazas de nuestra ciudad fueron engalanadas de forma
extraordinaria.
Fuentes consultadas: Archivo parroquial de San Juan Bautista. Varios.
Publicado en LAS PROVINCIAS 16 de Febrero de 1988.
2
Descargar