ATENTADOS DEL 11 DE SEPTIEMBRE EN NUEVA YORK EE.UU. sufrió la mayor ofensiva terrorista de su historia, el peor ataque desde el bombardeo de Pearl Harbor. Hacia las 8:45 de la mañana (hora local) de un fatídico 11 de septiembre, comenzaba una pesadilla que duró varias horas. Un Boeing 767 comercial de American Airlines que viajaba desde Boston hacia Los Ángeles se estrellaba contra una de las dos Torres Gemelas de Nueva York, la denominada Norte, concretamente en el piso 80. El avión había sido secuestrado en pleno vuelo, con 81 pasajeros y 11 miembros de la tripulación a bordo.Quince minutos después otro avión de la compañía United Airlines impactaba contra la segunda torre, la Sur. Era el segundo avión comercial secuestrado, el vuelo 175, que viajaba de Boston a Los Angeles con 56 pasajeros y 9 miembros de tripulación. En medio de una psicosis auténtica, se producía un hecho difícil de olvidar. A las 10:00 (hora local) se derrumbaba la Torre Sur, la segunda en recibir el ataque. Mientras, se producía un espectáculo aterrador: muchas personas se precipitaban al vacío desde las ventanas de las Torres al no poder huir de la enorme bola de fuego que se formó por el impacto de los aparatos. La segunda de las Torres, la Norte, se desplomaba por completo a las 10:29 (hora local), atrapando a miles de personas. Gran parte de la isla de Manhattan quedó envuelta bajo una densa nube de humo y multitud de personas pertenecientes a los equipos de salvamento trabajaron en las tareas de primeros auxilios en la base de los rascacielos Otro avión de American Airlines, que cubría la ruta entre Washington DC y Los Ángeles, se estrellaba en el Pentágono, sede principal de las Fuerzas Armadas ubicado en las afueras de la capital estadounidense. El edificio, evacuado inmediatamente, quedó envuelto en llamas y poco tiempo después se derrumbó parcialmente. Un cuarto avión se estrella en una zona boscosa del Estado de Pensilvania. La compañía United Airlines confirma después que el aparato estrellado era un 757 que realizaba el vuelo entre Newark (Nueva Jersey) y San Francisco. Según fuentes oficiales, 45 personas perdieron la vida en este ataque. El alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, ordenaba consternado la evacuación del sur de la isla de Manhattan, y pedía calma a la población para que la evacuación puediera realizarse de la forma más eficaz posible. El autor de estos atentados terroristas es Osama Bin Laden, multimillonario saudí, nacido en 1957. Estudió economía y a los veintidós años se convirtió en un islamista radical que se inició en la guerra santa. ISRAEL Y PALESTINA Tras más de cincuenta años de lucha desigual de dos pueblos, la tensión en Oriente Medio vive uno de sus peores momentos. Ariel Sharon (ultraderechista y fanático religioso), primer ministro de Defensa de Israel, ha declarado la guerra abierta a los palestinos de los territorios de Gaza y Cisjordania ocupados por Israel. Esta crisis se desencadenó a finales de marzo, cuando Sharon envió a su ejército a Cisjordania para acabar con los terroristas−suicidas. Los israelíes le están dando un escarmiento a los palestinos: matan civiles, practican detenciones masivas, destruyen casas y arrasan las escasas infraestructruras palestinas. Esto ocurre al poco de que la ONU apoyase la creación de un Estado Palestino en Gaza y Cisjordania. Colin Powell, enviado del presidente de EE.UU. George Bush, ha aceptado la propuesta de Sharon de que se celebre una conferencia <<de paz>> sin la presencia de Arafat. Esta propuesta es una pérdida de tiempo, ya que Arafat es el líder de 1 los palestinos y sin su presencia es imposible negociar nada. El pueblo palestino se encuentra ante un futuro incierto. El conflicto empezó a finales del siglo XIX, cuando los movimientos nacionalistas eclosionaban en Europa. En el siglo XX se determinó que la creación de un Estado judío se estableciera en Palestina, y más concretamente en su capital, Jerusalén. En 1947, la ONU, sin consultar al pueblo palestino, dividió el territorio en dos Estados: uno israelí y otro árabe. En 1949, estalló la primera guerra árabe−israelí. La ganaron los judíos, que aumentaron su territorio. La parte de Cisjordania quedó entonces bajo la autoridad jordana, mientras que Gaza pasó a depender de los egipcios. En 1967, Israel se adelantó a una acción militar coordinada de Egipto, Siria y Jordania y lanzó una ofensiva conocida como la <<Guerra de los seis días>>, que tuvo como resultado la conquista de Cisjordania, Gaza, la península del Sinaí, Golán y parte de Jerusalén. Tras una tercera guerra ganada en 1973 por los judíos, Israel firmó la paz con Egipto y devolvió la península del Sinaí. La opresiva situación de los palestinos en los territorios ocupados hizo nacer, en 1982, la Intifanda, una insurrección popular que opuso piedras, armas ligeras y <<mártires>> al ejército israelí. Esta insurrección y las presiones de los países árabes tras la guerra del Golfo permitió que, en 1993, Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), de Arafat, acordaran el autogobierno palestino en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania. La llegada de Sharon al poder hace algo más de un año ha acabado con estos esfuerzos para buscar la paz. El gobierno israelí no quiere renunciar a los territorios ocupados y odia y teme a los palestinos. Sharon ha optado por la vía del aplastamiento sin entender que los palestinos no tienen armas, solo tienen miles de hombres y mujeres. Existen soluciones, pero el odio y la venganza de estos dos pueblos, las hacen imposibles. FRANCIA Jean−Marie Le Pen, un hombre ultraderechista, xenófobo y antieuropeísta, podía haberse convertido en presidente de la V República Francesa. Logró el voto de 4.805.307 franceses, desbancando ampliamente al socialista Lionel Jospin y quedándose cerca del centrista Jacques Chirac. Afortunadamente, los franceses reaccionaron en la segunda vuelta y Jacques Chirac consiguió finalmente la victoria. Sin embargo, el miedo ya se ha instalado y debe ser un motivo de reflexión para todos aquellos que defienden la democracia por encima de todo. Detrás del asombroso éxito obtenido por Jean−Marie Le Pen en estas elecciones se enmascaran diversas cuestiones, como el deseo por parte de un amplio sector francesa por sentar en la presidencia a un hombre como Le Pen, que no ha ocultado en ningún momento su rechazo a los inmigrantes. Desde hace mucho tiempo los franceses han vivido en sus carnes el problema de la inmigración y el sentimiento xenófobo ha ido creciendo en proporción al número de inmigrantes que cada año viajan a Francia con la esperanza de encontrar un mundo mejor. La aparición de personajes tan infames como Le Pen puede poner seriamente en peligro ese deseo de avanzar juntos en pro de la democracia, la igualdad y la defensa de los derechos humanos. Hay muchos otros Jean−Marie Le Pen escondidos en diversos puntos del mapa europeo y del mundo entero, y sólo la unión de todos los ciudadanos participando en las elecciones, podrán evitar que en un futuro se produzca otro susto como recientemente ocurrido en Francia. 1 4 2