Módulo II. Jardín Activo - Escuela de Educación Física PUCV

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 Jardín Activo Apuntes TEMÁTICA Corporalidad y la motricidad Significados de la corporalidad y la motricidad en el ser humano 1. PALABRAS INICIALES La presente lectura invita a identificar las bases pedagógicas de la motricidad infantil; uno de sus aprendizajes al cual queremos contribuir guarda relación con que cada una de ustedes logre sistematizar el conocimiento relevante, reflexionar personal, contrastar con la propia perspectiva en torno al significado de la propia corporalidad y de la motricidad humana y su relación con el desarrollo infantil, desarrollo motriz, la salud y, la educación de la motricidad infantil y la educación de los niños y niñas por medio de la motricidad. De modo que resignifiquen su quehacer educativo en este sentido, especialmente desde la vivencia con los propios niños y niñas con quienes comparten. El tema específico trata de: CORPORALIDAD, NUESTRA MOTRICIDAD Y SUS SIGNIFICADOS Una primera pregunta que surge, es ¿Por qué significar estas dos realidades antropológicas del hombre: cuerpo o corporalidad y motricidad o expresión motriz? Porque la forma en cómo concebimos nuestro cuerpo y nuestra expresión motriz incidirá en forma directa en nuestra concepción acerca de la educación de la motricidad la educación por medio de la motricidad durante la infancia, etapa donde hemos focalizado nuestra vocación profesional. Así mismo, esta concepción impregnará el modo de orientar y realizar nuestras prácticas pedagógicas, incidiendo en la forma y modo en que cada una de los niños y niñas vivirán su propio cuerpo, aprenderán a valorarlo, estimarlo, asumirlo, sentirlo, y, desde allí a integrarlo a su autoestima, confianza e identidad personal. Una primera respuesta al respecto, la podemos encontrar en nosotros mismas; en nuestras propias vivencias corporales y experiencias vinculadas a la práctica motriz desde nuestra temprana edad; vivencias y experiencias que han ido construyendo nuestra identidad motricia y nuestra existencia desde el momento de nuestra concepción como seres-­‐en-­‐el-­‐mundo. 2. SIGNIFICADO DE LA CORPORALIDAD Y DE LA MOTRICIDAD HUMANA La corporalidad y la expresión motriz del hombre son concebidas desde distintas perspectivas; tal conceptualización influye decisivamente en la concepción que se tiene sobre la pedagogía de la educación del y por el movimiento. Para nuestro análisis del tema que nos convoca en esta oportunidad, la concepción del cuerpo y su expresión motriz son valoradas desde la totalidad, unidad e integridad de la naturaleza humana; en este marco afirmamos que: Nuestra corporalidad es la manifestación de esta capacidad de disponer de nosotros mismos al manifestarnos motrizmente Caminamos de una motricidad refleja involuntaria a una motricidad voluntaria … continente de nuestra emocionalidad... lugar de encuentro con nuestro mundo interior… Nuestra motricidad es manifestación de nuestra unicidad y mundo interior …donación y comunicación. Nuestra motricidad es manifestación de nuestro ser que se extiende para interaccionar con los demás hacia el encuentro Innovación, manifestación visible de nuestra fantasía … Nuestra motricidad es un haz de posibilidades que expresa nuestra imaginación, magia, nuestras motivaciones y capacidad de pensamiento divergente 2.1. NUESTRA MOTRICIDAD ES UNA CAPACIDAD HUMANA PERFECTIBLE... NUESTRA CORPORALIDAD ES LA MANIFESTACIÓN DE ESTA CAPACIDAD DE DISPONER DE NOSOTROS MISMOS AL MANIFESTARNOS MOTRIZMENTE “Del ser movido a moverse con autonomía y precisión: entre estos dos polos se tiende la extensa escala de los procesos de aprendizaje en los primeros años” Esta afirmación supone que la disponibilidad corporal se expresa motrizmente y ésta es propia de la naturaleza humana; en cuanto capacidad es, por lo tanto, posible de cultivar. En este sentido la educación de la motricidad infantil y por lo tanto de la disponibilidad corporal no es un don, sino una conquista permanente, que se inicia en el momento del nacimiento y dura toda la vida. De allí que el proceso de desarrollo motor adquiere una importancia vital en esta etapa, teniendo en cuenta que cada niño y niña nace con un potencial motriz perfectible. El desarrollo motor, en este sentido, implica conocer y valorarse en cuanto ser situado corporalmente en el mundo para hacerse dueño de sí mismo y sensible de las posibilidades personales de ser, poder hacer y saber hacer a partir de la motricidad. No podría, entonces, concebirse que esta perfección de la motricidad humana reside en un encadenamiento invariable de acciones musculares o la reproducción de rutinas motrices sin sentido y significado para quien las realiza; muy por el contrario, se trata que el niño y la niña reorganice su acervo motriz disponible hacia el mejoramiento de la calidad de su expresión motriz, y de este modo se interrelacione armónicamente en su entorno sociocultural, especialmente lúdico, al mismo tiempo que toma contacto sensible consigo mismo y las variables de tiempo, espacio, objeto y los demás. El desarrollo motor evoluciona desde la motricidad refleja o involuntaria a la motricidad coordinada y precisa como resultado del acto motor voluntario, que se manifiesta, en una primera instancia, como habilidades motoras básicas de locomoción (correr, saltar, trepar…), equilibrio (mantener el equilibrio en un pie, caminar sobre vigas en altura…) y manipulación )lanzar, recibir, botear un balón…) y luego − gracias al aprendizaje en habilidades determinadas por la cultura entre las que encontramos las habilidades deportivas, las artísticas y laborales, entre otras. Este proceso ocurre a medida que el sistema nervioso y los intercambios con el entorno, especialmente humano que rodean al infante, le ofrecen oportunidades de ejercitación placentera de la capacidad natural de poder hacer, y en forma especial, cuando la niña y el niño tienen la posibilidad para ejercer la capacidad de jugar y descubrir con libertad; tales situaciones conllevan sensaciones kinestésicas de agrado que los motivan a continuar en dicha práctica. Al respecto, de 0 a 7 años, el sistema nervioso tiene una gran evolución; es la etapa crítica para el desarrollo de esta capacidad coordinativa, cualidad motriz que significa para los niños y niñas ser capaces de poder precisar sus posibilidades motoras naturales, a través de la práctica y resolución de desafíos motores multifacéticos superables, y de esta manera participar activa y placenteramente en sus juegos, en su vida cotidiana y familiar. 2.2. NUESTRA CORPORALIDAD ES EXPRESIÓN DE NOSOTROS MISMOS, CONTINENTE DE NUESTRA EMOCIONALIDAD...LUGAR DE ENCUENTRO CONSIGO MISMO. NUESTRA MOTRICIDAD ES MANIFESTACIÓN DE NUESTRA UNICIDAD El hombre es el ser que se expresa; la expresión es un hecho, es consubstancial a nuestra existencia; nos esta dada con la vida. ■ La corporalidad es expresión de nosotros mismos, continente de nuestra emocionalidad...lugar de encuentro consigo mismo ■ La motricidad es manifestación de nuestra unicidad; nos manifestamos al movernos; no es una parte de nuestro ser lo que se revela, sino somos nosotros mismos: una totalidad viviente en interacción con su entorno, especialmente humano. La unidad de la naturaleza humana es fundamento del significado del cuerpo como manifestación visible del hombre, expresión perceptible de nuestro mundo interior, y por ende, lugar de encuentro con íntimo personal. En esta mirada unicista, que concibe al hombre como totalidad indivisible, el ser humano vive su propia existencia en esta realidad corpórea, que manifiesta su presencia singular y su esencia como sujeto de expresión. En otras palabras, se quiere decir que el hombre, a partir de su corporalidad, se hace presente y visible en el mundo; situado en un espacio y tiempo determinado, expresa su forma de relación vital con el mundo que le rodea. Así mismo, es tangible ante los ojos de los demás y reconocido por el otro. Cuando el niño lanza un objeto lejos o en sus intentos de exploración, trepa por los diferentes obstáculos que encuentra a su alrededor, nos expresa su forma de relación vital con el mundo exterior; no es el cuerpo que sólo se contrae para operar en el entorno, ni el espíritu que inquieto impulsa a la acción; por el contrario, cada gesto se impregna con lo peculiar de su subjetividad y el niño y la niña se manifiestan como uno en su expresión corporal. Tal presencia irradia la manera singular de ser de cada sujeto; delata rasgos distintivos de la persona y vivencias en el mundo, que nos hablan de emociones, sentimientos, inquietudes, motivaciones, anhelos, dudas y afirmaciones; este hecho es innegable. De esta forma, como otras formas de lenguaje, el propio cuerpo y su expresión motriz, posibilitan manifestar el yo interno, personal e íntimo con sentido y significado, proyectándolo hacia los demás, y haciendo realidad la capacidad de comunicación no verbal de la naturaleza humana. Nuestra motricidad, sinónimo de vida, representa de esta forma la energía vital del niño y la niña: en tal sentido es la exteriorización de todas sus potencialidades, especialmente afectivas; resulta ser desde esta perspectiva, más que la acción mecanizada como respuesta a una estimulación nerviosa, una forma de expresión, lenguaje espontáneo que expresa la intimidad de la vivencia. 2.2. NUESTRA CORPORALIDAD ES PRESENCIA...FORMA DE LENGUAJE... DONACIÓN Y COMUNICACIÓN. NUESTRA MOTRICIDAD, MANIFESTACIÓN DE NUESTRO SER El hombre es un ser relacional que vive en interacción con el mundo; es y esta en el mundo, y en él, es presencia y esta presente dialógicamente junto a los demás. Esta capacidad dialógica del ser humano implica un sentido de totalidad: toca nuestra interioridad y exterioriza lo existente en si mismo hacia el encuentro con los demás: ■ La corporalidad es presencia...forma de lenguaje... donación y comunicación. ■ La motricidad es manifestación de nuestro ser que se extiende para interaccionar con los demás Cada uno de nosotros es un ser de relación, con una capacidad dialógica potencial singular; ello quiere decir que somos capaces para interaccionar positivamente con el mundo que nos rodea, y al hacerlo, nuestra forma particular de ser y estar en el mundo se expresa y manifiesta, especialmente ante los demás. En este diálogo o encuentro, el propio cuerpo es lenguaje y comunicación: estamos presente y somos presencia orientada hacia los demás. Esta posibilidad de encuentro con los demás se traduce en nuestro rostro, nuestros ojos brillan y nuestras manos se aproximan para reencantarse en un abrazo; entonces la sonrisa aflora junto a la emoción. El propio cuerpo es, por tanto, lugar de impresiones y experiencias emocionales, continente de sensaciones y percepciones; intimidad y donación; lenguaje y comunicación. Desde el nacimiento, el niño se comunica con el medio que le rodea, a partir de lo que se ha llamado el diálogo corporal; esta característica se observa claramente en la primera etapa del desarrollo humano, durante la cual las únicas formas posibles de expresar lo que se siente y las necesidades más íntimas, como ya se ha señalado, son el propio cuerpo y la expresión motriz. En otras palabras, el niño y la niña poseen, un conjunto de comportamientos abiertos al mundo exterior; uno de ellos es la actividad lúdico exploratoria que, ligada a la curiosidad e interés por lo que le rodea, les permite proyectarse al mundo en la actividad motriz. Así mismo, al moverse, el niño y la niña se encuentra con la expresión motriz de quienes le rodean; con su proximidad se establece un acuerdo con quienes lo acogen, acuerdo que se expresa principalmente en su sistema tónico, provocándose un estado de quietud y tranquilidad en el niño. Si ocurre un desacuerdo o rechazo en este encuentro, el sistema tónico también participa, tensando involuntariamente la musculatura del niño y la niña, provocando, en consecuencia, sensaciones poco placenteras y desagradables. A partir de estos dos comportamientos observados en la relación del párvulo con los demás, es posible afirmar que lo orgánico se amalgama con lo emocional y social. En esta forma de comunicación no verbal, compartimos un espacio de acción común; vivimos un tiempo que no es cronológico, sino la donación de momentos de nuestra existencia; momentos en que evolucionamos hacia la armonía junto a los demás... y, en consecuencia hacia un posible encuentro. 2.4. LA CORPORALIDAD ES FUENTE DE INNOVACIÓN Y EXPRESIÓN CREATIVA. EL MOVIMIENTO ES UN HAZ DE POSIBILIDADES QUE EXPRESAN NUESTRA CAPACIDAD CREATIVA El hombre es creador por naturaleza ante la necesidad de expresar su mundo interno personal, y porque precisa relacionarse con su entorno sociocultural de manera singular; es el ser que expresa su creación. Cuando crea, pone en juego el pensamiento divergente, la capacidad para explorar, errar y rectificar; probar y verificar. Este proceso le permite llegar a exteriorizar la propia energía vital interior: ■ La corporalidad es fuente de innovación y expresión creativa ■ La motricidad es un haz de posibilidades que expresa nuestra capacidad creativa En este contexto, el cuerpo humano no es una cosa material o instrumento del cual nos servimos y que es posible poseerlo o bien dejarlo cuando participamos creativamente en el mundo de los objetos y de los demás.
Por el contrario, movimiento, sensaciones, emociones, sentimientos y pensamientos confluyen en nuestro ser para conquistar el espacio, re-­‐ crearlo motrizmente y encontrar nuevos caminos, proyectando en nuestra expresión motriz formas y sonidos; lo existente y lo imaginario; la realidad y la fantasía. Al respecto, podemos encontrar en la historia de la cultura, múltiples ejemplos como la mano del hombre ha sido expresión visible y concreta de esta posibilidad de recreación y transformación de la arcilla, de la madera tallada, de la.piedra esculpida. La creatividad expresada motrizmente supone reencontrarse o redescubrir las propias posibilidades de expresión motriz para jugar con lo simultáneo y lo sucesivo, con lo intenso y suave, con lo rápido y lo lento, con los espacios, con las trayectorias, con las formas y los colores; en definitiva con la imaginación, la magia, el asombro y la emoción. De esta forma, el niño y la niña expresan su afán exploratorio de búsqueda y descubrimiento de lo que rodea, iniciativa que es generadora de nuevas formas de accionar en y con los objetos disponibles del ambiente; del mismo modo, las actividades lúdicas en interacción con los demás, impulsarán esa iniciativa vital a interpretar simbólicamente la realidad, a gozar y sorprenderse genuinamente con los propios descubrimientos y a concretar en verdaderas obras su insospechada y mágica imaginación. Así el ser humano, desde su infancia, siendo protagonista de sus actos, expresa su potencial creativo que le permite renovar, innovar, transformar su propia realidad y la que le circunda. ¿SIGNIFICADO DE NUESTRA CORPORALIDAD Y NUESTRAS POSIBILIDADES MOTRICES?... Todo un mundo por descubrir y vivenciar placenteramente Desde nuestra propia realidad experiencial con nuestros pares y los objetos como elementos lúdicos, para rencontrarnos con nuestras posibilidades de autosuperación, reconocimiento personal, encuentro y creatividad Significados de la corporalidad y la motricidad en el desarrollo infantil 2. DESARROLLO HUMANO: SU SENTIDO Y CARACTERISTICAS GENERALES El ser humano, inacabado por naturaleza, tiene la opción de realizarse en cuanto hombre a lo largo de toda su vida a través de un proceso de desarrollo permanente. Este perfeccionamiento y búsqueda de plenitud la vamos construyendo a partir de nuestras potencialidades, fortalezas que se consolidan y limitaciones o debilidades que superamos. Nacemos, entonces, con la posibilidad de ser mejores y aprender de cada situación vivida, para hacernos dueño de nosotros mismos y realizar en plenitud nuestro proyecto de vida personal y de construcción social La tarea de ser hombre no termina jamás, y en la línea evolutiva de nuestra vida se construye, desde la gestación, un proceso de enriquecimiento personal permanente ligado a nuestras motivaciones individuales y sociales más íntimas, como a las oportunidades que nos prodiguen quienes nos rodean y nos otorguemos. En este sentido una interrogante cruza a lo largo de toda su vida, que Romano Guardini la identifica con las palabras ¿quién soy?, ¿soy feliz?, ¿cuál es el sentido de mi vida? La felicidad es tarea de la persona. “...porque al hombre no se le entregó la vida hecha, no se le entregó ya refrendado su sentido. Se le entregó una vida que estará siempre haciendo y un sentido que no terminará nunca de buscar “(Castillo, 1987). A partir de lo señalado, se puede decir que el DESARROLLO HUMANO es un proceso permanente de perfeccionamiento humano, durante el cual se hacen realidad, en nuestra persona, una serie de transformaciones positivas como resultado de las múltiples interacciones e intercambios con nuestro entorno, especialmente sociocultural. Al respecto la autora Myrtha Chokler destaca que los vínculos positivos que logramos establecer en cada uno de nuestros mundos de interacción desde que nacemos, es una de las variables más significativas en este proceso que se vincula a la calidad de nuestra existencia en cada una de las etapas de nuestra vida. En otras palabras, el hombre busca su perfección intentando aproximarse a su proyecto de vida; en esta posibilidad de construir y construirse permanentemente, se interroga acerca del sentido de la vida, cultivándose en un proceso de enriquecimiento personal y sociocultural inacabado. Se reconoce hoy día, que las variables que interactúan en el desarrollo humano dicen relación con factores externos (medio ambiente) e internos de la persona (proceso de maduración, motivaciones individuales); y si bien es cierto que el desarrollo es un proceso permanente y secuencial que sucede a lo largo de toda la vida, se tiene plena coincidencia que los primeros años son substanciales para la existencia humana plena. En este sentido, se puede reconocer que el desarrollo humano, concebido como un proceso durante el cual ocurren cambios en nuestra persona, presenta etapas, en cada una de las cuales es posible visualizar necesidades prioritarias que deben ser satisfechas oportunamente: tales etapas se encuentran interrelacionadas y el éxito o fracaso vivido en alguna de ellas afectará la posibilidad de realización de las siguientes. En cada etapa de la vida, es posible dar curso a un vuelo propio vinculado a motivaciones específicas que dan sentido a las acciones emprendidas. Nuestra vida, entonces, desde el vientre materno se va desarrollando en una línea evolutiva al modo de una espiral que consolida nuestro ser interior al mismo tiempo que expande nuestro ser dialógico hacia los demás. En cada etapa resolvemos una crisis de crecimiento personal (R.Guardini, 1986); toda crisis nos ofrece una oportunidad para volver a nacer, para renovar nuestra concepción de nosotros mismos como personas, para elegir la clase de cambio que debe ayudarnos a crecer y para autorrealizarnos integralmente. Estas posibilidades, que existen en toda crisis, hallan su expresión más perfecta en la lengua china; el carácter escrito que en chino significa “crisis” está compuesto de dos símbolos iguales, uno de los cuales significa “peligro” y el otro “oportunidad”. Toda crisis, por cierto, entraña un peligro por cuanto nos enfrenta a situaciones radicalmente diferentes de las ordinarias para nosotros; no obstante lo anterior, la crisis entraña, también, una oportunidad de cambios y de crecimiento o desarrollo personal. EN EL CASO DE LA INFANCIA, LA CRISIS ES LA VITALIDAD ¿QUÉ SIGNIFICA ESTA CRISIS DE VITALIDAD EN EL NIÑO Y LA NIÑA? Una de las necesidades fundamentales del niño y la niña está centrada en el ejercicio de su motricidad global; y uno de los organizadores del desarrollo infantil es, precisamente, la exploración sensomotriz
Al explorar el niño se descubre y descubre el mundo que le rodea, amplia su conocimiento y valoración de sentirse capaz, hecho vital que constituirá una de las bases de la formación de la propia identidad, y en consecuencia de una autoestima positiva.
3. LA INFANCIA: ETAPA FUNDANTE DEL DESARROLLO HUMANO La infancia, en palabras de Aucouturier, es una etapa somatopsíquica que parte de la acción y de la interacción con el medio, donde la sensorialidad, la motricidad, la corporeidad es la condición misma de existencia, de desarrollo y de expresión del psiquismo (Aucouturier, 2007). Al respecto “El cuerpo es siempre la expresión de un yo y de una personalidad que está dentro de un mundo; por eso el cuerpo dice de nosotros. Solo hay una unidad… No se trata, por cierto, de una unidad dada, sino de una vida en desarrollo” (Castañer y otros, 2006). De allí que durante la infancia, la corporalidad vivida placenteramente y su expresión motriz se encuentran en la base de todo el desarrollo humano, y son la puerta de entrada sentida y experimentada hacia la autonomía, el encuentro vital con los seres queridos y los demás, la exteriorización de los sentimientos y la antesala del pensamiento infantil. En este mismo sentido, se puede afirmar, en términos generales, lo siguiente: 3.1. En primer lugar, se tiene información que desde la extrema indefensión en la que nacemos, vamos construyendo paulatinamente la capacidad de disponer del propio cuerpo a voluntad, con precisión e independencia; esto ocurre a medida que el sistema nervioso y los intercambios con el entorno, especialmente humano que nos rodean, nos ofrecen oportunidades de ejercitación placentera de la capacidad natural de poder hacer. El ejercicio de nuestro acervo motriz natural nos permite, de esta manera, el dominio de la motricidad voluntaria en interacción armónica con el espacio que nos rodea. La posibilidad para ejercer la capacidad de exploración sensomotriz con placer, genera en el niño y la niña sensaciones kinestésicas de agrado que los motivan a continuar en dicha práctica. De esta manera construyen su disponibilidad corporal, y cada vez que obtienen un logro motor, esta capacidad se traduce en el sentimiento de sentirse capaces, base de la construcción de la autoestima positiva. 3.2. Por otro lado, cuando nacemos somos seres heterónomos, necesitamos de los demás para satisfacer las intimas necesidades de cuidado, alimentación calor, descanso y apego, entre otras; pues no nos basta el potencial genético que traemos consigo. Un medio favorable donde estas necesidades se satisfagan es requerido, no basta un entorno sólo físico, sino especialmente socioafectivo y culturalmente enriquecido. Serán entonces, las miradas, el contacto piel a piel, el arrullo, en definitiva experiencias de diálogo corporal positivo con los adultos más cercanos, vivencias que conformarán una verdadera matriz existencial, a partir de la cual el niño y la niña van desarrollando el sentido de la verdadera convivencia humana. 3.3. Por último, a través de su corporalidad, de sus sentidos, de esta capacidad de accionar naturalmente en y sobre el medio que le rodea, es como el niño y la niña percibe y entra en contacto con su entorno, se da cuenta de la existencia de los objetos y comparte espacial y temporalmente con los demás. Esta experiencia vivida corporalmente se constituye en la antesala del pensamiento y del desarrollo cognitivo futuro. 4. RELACION ENTRE CORPORALIDAD Y MOTRICIDAD Y DESARROLLO INFANTIL Junto a la afirmación respecto a que la motricidad y la actividad lúdica son las preferencias dominantes del niño, se plantean a continuación, otras que vinculan a la práctica motriz y su vinculación con el desarrollo del párvulo. 4.1. PARA EL NIÑO Y LA NIÑA, MOVERSE, SIGNIFICA PLACER, PROBARSE A SI MISMO Y POR ENDE LOGRAR CONFIANZA Y AUTONOMIA Dentro del vientre materno la mayor parte del tiempo es movimiento; estas sensaciones cenestésicas intrauterinas guardan relación, principalmente, con movimientos oscilatorios de vaivén, que tras el nacimiento se transforman en los agradables arrullos de alguno de los seres queridos que cuidan al recién nacido, y más tarde, en algunas culturas, continúan este natural balanceo atrás, por ejemplo, de las espaldas o junto al pecho de sus madres y abuelas/abuelos. Hoy la industria ha ideado en este sentido, hamacas especiales, cunas que se mecen, sillas elásticas que cuelgan del techo y semejan un columpio, entre otras posibilidades. No obstante lo anterior, ninguna de ellas suple el movimiento de balanceo junto al regazo de su madre, padre o de la persona que brinda los cuidados cotidianos al lactante. El lento cadencioso de las canciones de cuna acompañan el natural balanceo del arrullo, y a la sensomotricidad se unen las sensaciones auditivo rítmicas. En este contexto amoroso, la motricidad vivenciada extiende sus sensaciones de agrado y placer hacia el ámbito socioafectivo del lenguaje corporal respecto a sí mismo y a su relación con el mundo que le rodea; es el origen de la estabilidad motriz y emocional, así como de la comunicación y la vida de relación. De esta manera a partir del placer sensoriomotor “se crea la unión entre las sensaciones corporales y los estados tónico-­‐‑emocionales, permitiendo así el establecimiento de la Es comunicación, la interacción con el otro, el entorno y los objetos”(Valdés, 1999)
así que a la par de la maduración del sistema nervioso central, que le permite el uso cada vez mas diferenciado y preciso de su corporalidad, las primeras manifestaciones voluntarias del pequeño de poder hacer y de sentirse capaz, le aportan una nueva dimensión a la vivencia de afirmación de sí mismo: la conquista de la confianza y de la autonomía; la expresión espontánea y confiada de la individualidad. De esta manera, cuando el niño y la niña son capaces de caminar, emprenden una de las grandes aventuras humanas: la exploración vivencial y activa del espacio y la construcción de su situación en el mundo. Así la frecuente expresión verbal que escuchamos de parte de los niños: “Yo puedo hacerlo solito “... es más que la manifestación de un logro motriz. El niño nos dice que se siente capaz, autovalente, jubiloso por el logro e independiente. 4.2. PARA EL NIÑO Y LA NIÑA, MOVERSE SIGNIFICA CONTACTARSE Y DESCUBRIR LA REALIDAD, TANTO LA PROPIA COMO LA DEL MUNDO EXTERNO... DAN CURSO A SUS AFANES EXPLORATORIOS,. Y AL HACERLO, SON CREADORES POR NATURALEZA Diferentes autores destacan que el niño posee, desde el inicio de su vida, un conjunto de comportamientos abiertos al mundo exterior; uno de ellos, es la actividad exploratoria que, ligada a su curiosidad e interés por lo que le rodea, le permite vivenciar las sensaciones de experimentar y experimentarse, las cuales se vitalizan en la medida que es acogido positivamente en su ambiente relacional. Se puede decir, entonces, que tempranamente, a los meses de su nacimiento, el niño y la niña se proyectan al mundo a través de la actividad motriz. El objeto que es lanzado lejos, expresará su forma de relación con éste, denotando ya su presencia singular. Sus desplazamientos hacia las cosas y hacia los demás, con quienes comparte, significarán la apropiación de su entorno social; y también, una forma particular de interacción y comunicación no verbal, la única que a esa edad, es posible establecer. A través de su corporalidad, de sus sentidos, de su disponibilidad natural de accionar con y sobre las cosas que le rodean, percibe su entorno y entra en relación dinámica con él. Subiendo a los aparatos, tocándolos, lanzando objetos, pasando por entre, por debajo... es la forma en que el niño aprehende las direcciones, los tamaños; aprecia las superficies, las formas; se da cuenta de sus reales posibilidades de movimiento; se da cuenta de los objetos; entra en contacto con la naturaleza y con quienes le rodean Sobre estos hechos, se tiene pleno consenso en la actualidad, y se puede decir, entonces, que el paso de la respuesta motriz espontánea a la organización perceptivomotriz consciente en relación consigo mismo y con su medio, parece ser el proceso central del desarrollo de la inteligencia. Moverse, en consecuencia, permite experiencias y vivencias que permiten descubrir y conocer la realidad; en otras palabras, se puede afirmar que la vivencia motriz es la antesala del desarrollo cognitivo posterior. El comportamiento de exploración motriz, le permite al niño no sólo aprehender el mundo que le rodea, sino del mismo modo, aprehende su propia realidad. Así, los datos provenientes tanto de la percepción visual, como de la sensibilidad táctil, visceral y kinestésica, constituyen información a nivel de la corteza cerebral y la vivencia corporal se transforma paulatinamente en una experiencia consciente de su ser en el mundo. El resultado de tales experiencias, estrechamente ligadas a la calidad de los intercambios sujeto-­‐mundo externo, será, por un lado, un darse cuenta del propio cuerpo, descubrimiento que implica también un progresivo control sobre la motricidad voluntaria ; y por otro lado, una forma de interrelación entre la persona del niño/de la niña y su entorno. En este sentido, se da especial relevancia a la espacialidad, es decir, a la posibilidad que tiene el párvulo de ocupar un lugar, y extenderlo, mediante el ejercicio de su motricidad natural y las posibilidades de acción que le brinda el medio circundante. Como conclusión, se puede afirmar que desde el punto de vista perceptivomotor, la necesidad del niño surge a partir de lo vivencial, y se trata de caminar hacia el conocimiento y valoración de sí mismo, del mundo objetal y de sus semejantes, ampliando, de esta forma, su horizonte perceptivo espaciotemporal: a) El niño y la niña en su desarrollo cognitivo pasan de lo concreto a lo abstracto; son incapaces de analizar intelectualmente sus vivencias; actúa sobre la realidad inmediata, presente y cercana con esquemas de acción conocidos. Luego, los acontecimientos son reunidos más allá del acto motor mismo, por medio de formas simbólicas, primero, y más tarde, por medio de representaciones mentales de la realidad vivida concretamente. B) El niño en su desarrollo cognitivo camina de lo subjetivo a lo objetivo. Al respecto las primeras experiencias del niño y la niña están centradas en su propio cuerpo; la corporalidad es el centro receptor de las múltiples proyecciones del medio circundante sobre sí mismo; en este sentido, el marco de referencia será, en primer lugar, la percepción visual, auditiva, kinestésica y táctil producida. Poco a poco, a partir del propio cuerpo, el niño irá descentrando y objetivando su representación del mundo, para llegar a moverse teniendo como punto de referencia los objetos y os demás.; y a apreciar la realidad en forma independiente de los afectos personales. De esta forma, comienza a comprender el punto de vista de los demás. De allí la importancia de generar posibilidades a los niños y niñas, desde temprana edad , para: ü vivenciar sensaciones multivariadas ü moverse en libertad ü experimentar en el propio cuerpo el placer motriz ü explorar en distintos contextos de practica motriz En un primer nivel, no hay imágenes mentales, es solo placer sensomotriz que se repite: es el placer de mirar, de la extensión del cuerpo, de las extremidades superiores que se agitan rítmicamente. En la etapa posterior de expresión motriz, los niños y las niñas se ponen en contacto con el mundo que les circunda y una natural y espontanea acción de subirse y bajarse de los aparatos, de lanzar los balones, de empujar objetos se hace evidente… Sobre la base de las etapas precedentes, los niños y las niñas el placer se vuelve representativo, recuerdan y a partir del placer vivenciado inician un proceso de construir, verbalizar lo que sienten, de lo que se dan cuenta, lo que les gusta, lo que no les agrada. 4.3. PARA EL NIÑO Y LA NIÑA, AL MOVERSE SE MANIFIESTAN TAL CUAL SON, REVELANDONOS SUS MAS INTIMOS SENTIMIENTOS. Y ESTABLECIENDO UNA RELACION CON SUS PARES Y SEMEJANTES…DE ALLI SE ORIGINANLOS PRIMEROS ACUERDOS Al moverse, los niños y las niñas se encuentran con la motricidad de los que le rodean; con su proximidad, acogida o rechazo, estableciendo o no un posible acuerdo con ellos. Al respecto, las investigaciones actuales, establecen el significado que tiene la motricidad y el juego en el plano, socioafectivo, señalando, como ya se había enunciado anteriormente en este documento, que la función tónica, sobre la cual se elabora la motricidad, es también un modo de relación: el niño y la niña traducen sus sentimientos, emociones, sensaciones con variaciones de su sistema tónico, el que se encuentra perfectamente desarrollado Es necesario considerar que respecto a su ser relacional, dada la inmadurez de su sistema nervioso, no le es posible controlar su motricidad voluntaria y disponer de sí mismo con autocontrol. Desde esta perspectiva, el acuerdo tónico vivenciado en interacción lúdica y armónica con sus pares y especialmente con sus padres, a través del tacto, las caricias, los sonidos, la mirada, la exploración compartida ,entre otras experiencias gratificantes, significarán la primera forma de sociabilidad; serán el primer paso hacia una experiencia emancipadora de comunicación, base del desarrollo armónico de vínculos futuros. es el dialogo corporal , por lo tanto, la fase y expresión inicial de la afectividad en el ser humano. En este sentido, reafirmamos desde esta perspectiva vinculante de lo corporal, que el placer surge de la vivencia motriz experimentada con agrado y reconocida por otro; más aún si en los primeros años el párvulo está invadido por la afectividad y no posee disponibilidad para la dimensión lógica de su pensamiento. Al respecto, Myrtha Hebe Chokler, corrobora esta característica diciendo que “las maneras de sostener el cuerpo y manipulación son captadas por el niño por receptores cutáneos, provocándole sentimientos de seguridad y confianza” (Chokler, 1988). Este comportamiento de apego, matriz afectiva que modelará los vínculos futuros, se complementa con la disposición libre para la exploración. Ambas juegan un papel primordial en el logro progresivo de las formas motrices naturales, la descentración cognitiva y la integración social. En definitiva, el Jardín Infantil constituye uno de los mundos de interacción del niño/de la niña; y su desarrollo es un proceso por sobre todo vincular. En tal sentido, un ambiente favorable que acoja al niño es imprescindible para su evolución; necesita sentir que es querido/ querida y que recíprocamente, él/ella también es motivo de satisfacciones emotivas para otros. Tales sentimientos se concretan y expresan en el abrazo, en las caricias, en los apoyos y ayudas. 4.4. PARA EL NIÑOY LA NIÑA, AL MOVERSE SE EXPERIMENTAN Y EXPERIMENTA EL MUNDO EXTERIOR, AUTOEJERCITANDO SU DISPONIBILIDAD MOTRIZ PERSONAL “Los niños no nacen torpes..., los hacemos torpes...”, señala Liselot Diem; y esto puede ocurrir en la medida que les ofrecemos situaciones de aprendizaje desconectadas de sus reales necesidades, por debajo del nivel necesario, o bien, por sobre las posibilidades de resolución exitosa; así también, cuando les impedimos el ejercicio libre de sus disponibilidad corporal que se manifiesta en la motricidad voluntaria. En cada uno de estos casos, la resultante es una posible marginación de la práctica por parte del niño, con consecuencias desfavorables que anulan progresivamente este impulso motriz propio de la infancia. El niño y la niña pasan de la motricidad refleja e impulsiva a una motricidad voluntaria y controlada; en otras palabras de ser movido, debe aprender a moverse con autonomía en forma coordinada, cualidad que ya señaláramos en el taller Nº 1 , está en su etapa crítica. DE LA MOTRICIDAD REFLEJA, INVOLUNTARIA A LA MOTRICIDAD VOLUNTARIA En el transcurso de los primeros años, los logros motores infantiles son considerables; camina, corre, salta, manipula diferentes objetos junto al desarrollo de la palabra, la expresión gráfica, el juego, entre otras posibilidades propias de su naturaleza. La infancia, en este sentido, es una etapa que requiere tiempo, ambiente y oportunidades para que cada niño y niña cimiente desde su propia vitalidad la autonomía, la libertad, la capacidad de resolución de problemas, la disposición positiva para integrar grupos de pares, compartir y aprender a disfrutar, valorarse y convivir en paz y solidaridad; mas detalles al respecto, lo analizaremos en el próximo taller que refiere al desarrollo sensomotor y motor en la infancia. 5. CONCLUSIONES 5.1. La organización del desarrollo se inicia en la concepción y todos los dominios se van diferenciando en forma gradual, pero en el inicio de la infancia, el comportamiento motor es la expresión de la integración psicomotriz del ser que comienza a florecer. De ahí la importancia del movimiento, tanto en el desarrollo del párvulo, como también, en cuanto expresión de la globalidad del ser del niño y la niña. Al respecto, podemos identificar cuatro ejes evolutivos: 1º) DESDE LA MOTRICIDAD REFLEJA, EL PLACER MOTOR, LA IMPULSIVIDAD MOTRIZ Y LA DEPENDENCIA AL DESARROLLO CUALITATIVO DE LA MOTRICIDAD VOLUNTARIA Y EL DISFRUTE DEL POTENCIAL MOTRIZ PERSONAL 2º) DESDE LO VIVENCIAL SENSORIOMOTRIZ A LO RACIONAL, LÓGICO Y ABSTRACTO DE MODO QUE SEA CAPAZ DE OBJETIVAR Y EXTENDER LAS EXPERIENCIAS 3º) DESDE LA VIVENCIA DE UN YO EN FAMILIA A UN YO ENTRE LOS OTROS, EVOLUCIONANDO EN LA SOCIABILIDAD, LA COOPERACION, EL RESPETO A SUS SEMEJANTES 4º) DESDE LA VIVENCIA LUDICA SENSOMOTRIZ Y SIMBOLICA ESPONTANEA Y LA EXPRESION DE LA LIBRE INICIATIVA, A LA CREATIVIDAD Y EL PENSAMIENTO DIVERGENTE 5.2. En una perspectiva pedagógica de la Educación Física Infantil se debe tener en consideración que el niño la niña poseen una capacidad para disponer motrizmente de su cuerpo, capacidad que es susceptible de perfeccionar. Al respecto la tarea será propiciar una educación de la motricidad sobre la base de estas posibilidades motrices naturales y propias de cada niño/niña. 5.3. Por otro lado, se deberá tener en consideración que al moverse el niño y la niña transparentan o expresan su interioridad, proyectando su energía de manera singular ; En este sentido la tarea será propiciar ambiente y oportunidades para que los niños y niñas nos cuenten de sus vivencias y se encuentren con lo propio; nos cuenten de su mundo mágico e imaginario y se encuentren con su poder de re-­‐creación; nos hablen de sus encuentros , posibles acuerdos, emociones y sentimientos, dudas e inquietudes, y se encuentren con sus posibilidades de comunicación. MOTRICIDAD Y DESARROLLO INFANTIL…DESAFIOS PEDAGOGICOS DE LA EDUCACION DE LA MOTRICIDAD INFANTIL Y DE LA EDUCACION DE LOS NIÑOS Y NIÑAS PORMEDIO DE LAMOTRICIDAD: La aventura de la exploración sensomotriz: el ejercicio de la motricidad, y el descubrimiento de sí mismo en interacción creativa en el mundo. Junto a la experiencia del equilibrio: la confianza y la autonomía infantil: la formación motriz y el desarrollo de: − la coordinación en la realización de las habilidades motoras básicas: − el esquema corporal (noción del propio cuerpo, lo0s objetos y los demás) ‚La experiencia del dialogo corporal, la convivencia con los demás y la relación lúdica simbólica y mágica con el entorno: el desarrollo de la comunicación y la creatividad motriz ¡¡ LA INVITACION ES: RENOVAR LA PRÁCTICA MOTRIZ INFANTIL CON SENTIDO, SIGNIFICADO PARA TRANSFORMARLO EN UN ESPACIO INTENCIONADO, PLACENTERO E INTERACTIVO!! Ludicidad humana 1. PALABRAS INICIALES ¿Jugamos? ¿Con quién jugamos? ¿Qué significa jugar para nuestra convivencia? Todas estas son interrogantes que nos surgen cuando observamos Lucas, Vicente y Diego corriendo silenciosamente entre la tierra y el agua; son sus risas que exteriorizan una alegría interior que nos contagia, y cierta complicidad en el aquí y ahora que los impulsa a repetir una y otra vez tales acciones sin modificar mayormente el escenario de sus actuaciones: es una forma de ludicidad infantil, el juego de experimentación que se traduce en la exploración de sí mismo y del entorno, y en la vivencia gozosa y placentera de jugar. A la luz de esta observación, se puede decir que el juego es acción que transcurre en sí misma, y en ella, la vivencia de un acuerdo tácito, un encuentro que se gesta y desarrolla alegre y placenteramente, entre Lucas, Vicente y Diego mientras “corren silenciosamente entre la tierra y el agua” y los espontáneos encuentros entre ellos transforman nuestra observación de lo que acontece y recrea nuestro propio entorno. Andrés mira fijamente el rostro de su madre y ella a su vez, al de su hijo Andrés; solo ríen, sin palabras, ambos se han contagiado y fundido junto a la pintura de sus rostros. Basta observarlos para darnos cuenta de que hay allí una simbiosis lúdica afectiva que se nutre a sí misma y que vigorosa los lazos recíprocamente; pronto esa mirada sonriente irrumpe en carcajadas que nos contagian: somos testigos de esta especial relación amorosa entre madre e hijo. ¡Al jugar nos procuramos la felicidad de encontrarnos con aquellos a quienes amamos! Los invitamos, a continuación, a explorar en nuestra ludicidad, y a resignificar nuestras prácticas docentes a la luz de nuestros descubrimientos lúdicos. 2.
LUDICIDAD INFANTIL… la capacidad de gozar en el aquí y el ahora la experiencia de jugar, relacionada con la necesidad del ser humano de sentir, expresar, comunicar e interactuar placenteramente y divertirse. El ser humano se manifiesta lúdicamente durante todo su proceso de desarrollo; con especial significado en la etapa de la infancia y la niñez, en donde la actividad lúdica es más que un pasatiempo, significa tanto la manifestación de su ser más intimo, como la oportunidad para desarrollar en plenitud sus potencialidades. La esencia de nuestro ser lúdico significa acción, manifestación y comunicación: • Acción porque existe un impulso interior que aflora y que motiva a participar vivamente; es una instancia donde se accede a la afirmación de sí mismo. • Manifestación, porque el sujeto que juega se muestra ante los demás, develando la propia interioridad; sensaciones, emociones, sentimientos e ideas que confluyen en su interior, se evidencian ante los demás. • Comunicación, porque cada sujeto que participa del juego, se dirige hacia un tú, y junto a él, se va construyendo una acción dialógica, donde se asume una disposición actitudinal de respeto por las reglas, por el juego limpio que, en definitiva, no es sino la renuncia íntima y manifiesta a toda acción que violente la convivencia. La actividad lúdica es ante todo una actividad libre (Huizinga, 1943); es una acción voluntaria del hombre, en la que encuentra gusto y placer; en este sentido se puede abandonar en cualquier momento; es aquí donde radica su libertad. De esta manera, se puede afirmar que contribuye en los niños y niñas al aprendizaje de su ser, del hacer, del saber y del saber convivir; en forma más específica, podemos visualizar tres ejes o perspectivas pedagógicas durante la actividad lúdica, que presentamos en el siguiente diagrama: • La actividad lúdica: camino de personalización Los niños y las niñas toman contacto con su iniciativa vital y se involucran libremente con alegría; renunciemos a toda acción que violente tales impulsos espontáneos, porque mientras juegan, los niños y las niñas se experimentan y relacionan consigo mismos, y el juego es un camino de personalización. Los /las invitamos a observar a qué juegan y cómo participan en sus actividades lúdicas, para relevar aquellos rasgos propios de la singularidad de cada uno de ellos. • La actividad lúdica: camino de encuentro y dialogo fecundo con los demás Quienes participan están inmersos no solo en una situación de interacción, sino también de cooperación; cada uno requiere del otro para emprender la actividad lúdica; renunciemos a toda acción que interrumpan dicha comunicación, porque durante la actividad lúdica, los niños y niñas interaccionan y colaboran con sus seres queridos y pares y el juego es un camino de encuentro y diálogo fecundo con los demás. Los/las invitamos a dar paso a nuestra ludicidad para sincronizar nuestras acciones y compartir con nuestros niños y niñas. • La actividad lúdica: camino de relación creativa con el entorno Durante la actividad lúdica, el jugador es capaz de disponer de sus íntimos recursos en el campo lúdico; generamos nuevas formas de actuar y accionar en y con los objetos disponibles de nuestro entorno; es más, las actividades lúdicas en interacción con los demás, impulsan nuestra iniciativa vital a interpretar simbólicamente la realidad, a gozar y sorprendernos genuinamente con los descubrimientos de nuestros pares y también con los propios; a concretar en verdaderas obras la mágica imaginación de los niños y niñas, e insospechada fantasía de nuestras posibles propuestas. Las/los invitamos a renunciar a toda acción que coarte las iniciativas de cada uno de ellos/ellas, dando paso a escucharlos, acompañarlos en su magia y a participar en sus propuestas lúdicas. El juego es para el niño y la niña la forma innata como explora el mundo, se experimenta a sí mismo, toma conciencia de su actividad, se contacta sensorialmente con su entorno natural y social, recreando su subjetividad al mismo tiempo que recrea un clima lúdico de apertura y de coexistencia. La actividad lúdica refiere a un mundo inventado que tiene en sí mismo un orden propio y absoluto, provisionalmente perfecto y limitado; en tal sentido, al jugar, la presencia de reglas es aceptada libremente tanto por el jugador como por el espectador; puede decirse que es un mundo a la medida, todas las acciones están reguladas, la desviación más pequeña estropea el juego, le hace perder su carácter y lo anula. Junto a lo anterior, existe otro elemento esencial del juego, que es la tensión; al respecto, Huizinga manifiesta que, por una parte, es incertidumbre, azar; y por otra, tender a la resolución. En el juego hay objetivos claros, como por ejemplo perseguir y alcanzar a un compañero/a, girar hasta desequilibrarse, entre otras acciones lúdicas; sin embargo, mientras se desarrolle el juego acontece en condiciones situacionales de una deliciosa incertidumbre, donde radica la vivencia del placer lúdico. Por último, la actividad lúdica crea el clima propicio para evaluar situaciones, resolver problemas, elegir roles y apropiarse de las decisiones resueltas durante la acción de jugar, poniendo en juego lo personal que se amalgama con lo colectivo, dialógico y relacional que aporta cada uno de quienes juegan; es un espacio de encuentro y regocijo de lo que es posible re-­‐crear en conjunto. Desde esta perspectiva socioafectiva, la importancia del juego radica, fundamentalmente, en la felicidad que nos procura la experiencia lúdica de encontrarnos con nuestros pares y con quienes amamos al interior de nuestra familia. Como realidad socio afectiva, la actividad lúdica es un acontecimiento particular de diálogo; sin embargo, no es la coincidencia, el encuentro espacial, la cercanía corporal, características propias del juego, las que constituyen la comunicación; estas son las condiciones en que se expresa la ludicidad, que es relacional y vincular, porque el ser humano es dialógico por naturaleza. Particularmente, el juego simbólico y cooperativo ─que es el caso de Andrés y su madre─ pueden ser valorados, en lo esencial, como un encuentro en la alegría, que expresa una íntima vivencia de agrado y realización. Jugar significa permitirnos sentir, vibrar y amar; vivir sin esperar resultados ulteriores; estar presentes, reencantados en el aquí y en el ahora, entusiasmados, confiados y despiertos; sin otra intención que su realización; desde esta perspectiva es una de las fuentes energéticas como la respiración, natural, espontánea que se manifiesta en un diálogo corporal, experiencia de coexistencia e íntima comunicación con nuestros seres queridos. En tal sentido podemos identificar dos ejes de desarrollo de la actividad lúdica de los niños y niñas: Vivenciamos una situación de interacción Existe un impulso interior que nos y de cooperación placentera que es fuente induce a la acción de participar de sinergias espontáneas que van vivamente con los demás, ser presencia configurando nuestro mundo de y compartir nuestras emociones y relaciones interpersonales.
sentimientos. Desde esta perspectiva, jugar es la acción vivida con placer junto a y con nuestros seres queridos y pares, que realizamos libremente con el solo fin de entretenernos. Cuando jugamos estamos inmersos en el proceso lúdico que acontece más que en los resultados del juego. Jugamos motrizmente con nuestro ser y nuestros pares. Desde esta realidad infantil, el juego se extiende a los demás mundos de interacción. 3. COMO EVOLUCIONA LA ACTIVIDAD LUDICA INFANTIL La actividad lúdica evoluciona desde lo funcional experimental, hacia lo simbólico, socializado y estructuradamente reglamentado. 3.1. ETAPA SENSORIOMOTRIZ: el juego funcional, el juego de experimentación a) El juego funcional: Al igual que el juego del animal, el niño manifiesta en el inicio de su vida acciones lúdicas de carácter funcional, centrada en el propio cuerpo; tal como su nombre lo indica, se trata del ejercicio de las funciones. No hay en ellos gestos inútiles, cada actividad concurre a desarrollar una función, ya sea de: • Exploración vivencial de sí mismo a partir del propio cuerpo, y a través de los sentidos y de acciones globales que su desarrollo le permite realizar. • Exploración vivencial de sí y del mundo, impregnada de una connotación afectiva de placer o displacer no racionalizado, sino sentido corporalmente (diálogo tónico afectivo). Centrado en sí mismo, a través de su propio cuerpo ,de sus sentidos, y junto al desarrollo progresivo de su disponibilidad de accionar con y sobre las cosas que le rodean, el niño y la niña manifiesta más adelante una nueva tendencia, que ya sólo le pertenece al hombre: la tendencia lúdica de experimentación; de experimentarse y experimentar. Se trata al comienzo de hacer durar un resultado que es interesante y que le procura placer ; luego, a diferencia de los ejercicios funcionales que surgen del impulso interno o necesidad sensual de actividad, el principio del juego de experimentación está en la afirmación donde se desafía y prueba a sí mismo. b) El juego de experimentación: ¡Los niños y las niñas repiten la acción por el placer que ésta les produce! Ejemplo: ¡¡Y ahora nos resbalamos todos juntos!! Por otro lado, Aucouturier (Aucouturier, 1985), presenta la siguiente clasificación de actividades placenteras hacia las cuales se orientan los infantes: § Actividades lúdico motoras centradas en sí mismo, en que las sensaciones kinestésicas provenientes del propio cuerpo, son importantes. Por ejemplo, balancearse, girar y caer. § Actividades lúdico motoras centradas en el exterior, que precisan de determinado material y donde las sensaciones predominantes son laberínticas y vestibulares. Por ejemplo: trepar, equilibrarse y correr. El autor agrega que el placer sensomotriz que produce el jugar, siempre evoluciona hacia la comunicación y la creatividad; el niño y la niña juegan simbólicamente, dibujan en forma espontánea, cantan, intentan jugar con bloques para construir, entre otras formas de expresión de sus vivencias placenteras. 3.2. ETAPA DEL JUEGO SIMBOLICO O DE REPRESENTACION … etapa del darse cuenta haciendo simbólicamente Muy pronto acompaña a este juego de experimentación, el juego simbólico o de representación. Es por su propia iniciativa que el niño hace “como sí...” pusiera un velo sobre la realidad y constituye un mundo especial de ilusión; conforme a su percepción, le va dando significado a las cosas y verbalizando lo que va realizando lúdicamente. Así un palo de escoba será un caballo, un conjunto de sillas, un tren, por ejemplo. Ejemplo:¡¡Puedo volar muy alto!! Por otro lado, la atracción del mayor, también tiene un especial deleite: jugar a la mamá o al papá, el médico, entre otros, al profesor son prueba de ello. Este juego que se genera a partir del ser consciente del niño y la niña, envuelve gran parte de la cotidianeidad infantil. 3.3. ETAPA DE REPRESENTACION MENTAL O DE ABSTRACCION...juego socializado y reglado El niño y la niña son capaces de prescindir de la acción en contacto directo con la realidad que le rodea, puede objetivarla y representársela mentalmente; su proceso de descentración le permite extender su conocimiento y mirar el mundo ya no tan sólo de la propia perspectiva y ligado a percepciones personales. Su capacidad de imitación diferida o en ausencia de la experiencia vivida, se desarrolla progresivamente, lo cual le procura traer al presente experiencias pasadas. El juego que en un comienzo es solo y paralelo, poco a poco va impregnándose, también, de la participación de los demás. Así, junto a su descentración, al logro de la autonomía motriz y a la apertura del niño y la niña al mundo, se accede paulatinamente al juego socializado, donde las reglas, arbitrarias en un comienzo, y luego aceptadas, cobran un significado particular respecto al respeto que el propio niño y niña manifiestan hacia los demás. Entre este tipo de actividad lúdica encontramos: a) Individuales de superación El desafío de este tipo de actividad lúdica individual, como su nombre lo indica, implica autosuperación; desde el punto de vista pedagógico, el niño y la niña aprenden a reconocer sus propias fortalezas y debilidades de modo que disponiendo favorablemente, aprende a disponer de sus propios recursos para lograr la tarea que se le propone como desafío superable. Ejemplo: ¿Qué les parece que cada uno/una corra de un extremo a otro de este espacio antes que el balón que han lanzado hacia arriba, se detenga? b) Grupales colaborativas o cooperativas Actividad ludica de inclusión, que se focaliza en la participación de todos/todas los/las integrantes del grupo; es así que cada uno/una de los/las participantes tiene oportunidades para jugar, elegir, tocar, lanzar, proponer, entre otras posibilidades; en este sentido, al jugar en colaboración, nos hacemos responsables colectivamente de alcanzar los propósitos del juego; la diversión descarta todo tipo de eliminación y relega a un segundo plano lo competitivo. Los niños y las niñas intervienen y se interesan por la ayuda recíproca; se integran a equipos de trabajo, desempeñando distintos roles hacia la consecución de un bien común. En definitiva, se promueve la participación, la toma de decisiones y las relaciones interpersonales; sus componentes pedagógicos son la cooperación, la aceptación, la participación y la diversión. Ejemplo: ¡Les propongo que entre todos, en círculo y tomados de la mano, traslademos este globo grande por todo el espacio evitando que se les escape! c) Grupales de Colaboración / Oposición Este tipo de actividad lúdica comporta la conjunción de jugar cooperativamente al interior de un equipo que se confronta a otro de similares características; desde el punto de vista pedagógico implica aprender a jugar limpiamente y superar grupalmente, el desafío de ser mejores, respetando a los oponentes. Ejemplo: ¿Cuántos pases nos podemos dar en un minuto, sin que nuestros pares intercepten el balón? ¿Qué les parece que aumentemos la cantidad de pases logrados sin que nuestros pares nos intercepten el balón?
En consecuencia, podemos afirmar que el niño y la niña evoluciona desde el ámbito donde su propio cuerpo y su propia acción es fuente de placer ─ autoesfera ─ hacia la apertura paulatina en su mundo simbólico socializado junto a sus pares ─ microesfera ─ y la apertura a colocarse en el mundo de los demás ─ macroesfera ─ y aceptar las reglas acordadas para jugar limpiamente. A partir de lo señalado en relación a la evolución del juego, es posible proponer la siguiente clasificación de los JUEGOS INFANTILES: JUEGOS DE EXPERIMENTACION o Sin objeto o Con objeto(s) JUEGOS SIMBOLICOS o Sin objeto: Individuales – Grupales o Con objeto(s) -­‐Individuales -­‐ Grupales JUEGO SOCIALIZADO o Individual de autosuperación o Grupal: ü Cooperación ü Cooperación/oposición 4. PALABRAS FINALES Los niños y las niñas se regocijan cuando juegan y sus emociones se demuestran visiblemente en sus ojos, sonrisa y expresividad corporal al balancearse y cuando es balanceado; cuando salta, especialmente en profundidad desde distintas alturas; al jugar con su equilibrio, sobre todo en aparatos móviles; al trepar y corretear por espacios amplios; al jugar con balones, al resbalarse, girar y caer; cuando lo intentamos atrapar; en definitiva cuando al jugar ocurre lo impredecible, y la sorpresa y lo inesperado puede ocurrir en cualquier momento. De allí la importancia de ofrecer condiciones favorables de libre exploración motriz y la conjugación de propuestas guiadas centradas en lo lúdico, cuando la práctica motriz se orienta tanto hacia el desarrollo de la coordinación y del esquema corporal en la realización de habilidades motoras básicas, que constituyen los cimientos hacia el aprendizaje de las habilidades deportivas; como al desarrollo de la confianza en nosotros mismos, y unos a otros; seguridad y confianza imprescindibles para participar en el entorno sociocultural con libertad, creatividad y agrado. La invitación es crear un ambiente que favorezca el sentido de la ludicidad infantil, y a través del juego, la libre exploración que incentiva la curiosidad infantil, el encuentro en la alegría y la interacción con los pares, la recreación de la propia realidad corporal, objetal y colectiva, y, la expresión de emociones y sentimientos que dan cuenta de la interioridad de lo que viven los niños las niñas. Estas, entre otras oportunidades que brinda la práctica de jugar, desafían a los profesores y profesoras para rescatar en toda su plenitud y esplendor la naturaleza lúdica de los niños y niñas, como parte sustantiva de la cultura escolar. TEMÁTICA Desarrollo motriz Desarrollo humano, etapas del ciclo vital 1. PALABRAS INICIALES El desarrollo humano es el punto de partida para nuestra reflexión conjunta; resulta indispensable preguntarnos, entonces, por las ideas esenciales contenidas en su concepto, de manera de poder comprender y valorar su significado en cada una de las etapas de este ciclo vital, y situar apropiadamente la práctica y la evolución del hombre desde el punto de vista motor. Dos preguntas iniciales: ¿Sentido del desarrollo humano? ¿Crisis vital de cada etapa del desarrollo humano? 2. IDEAS ESENCIALES EN TORNO AL DESARROLLO HUMANO 2.1. SENTIDO DEL DESARROLLO HUMANO “Se entiende por Desarrollo Humano el proceso de ampliación de las capacidades de las personas. Este proceso implica asumir, entre otras cosas, que el centro de todos los esfuerzos del desarrollo deben ser siempre las personas y que estas deben ser consideradas no sólo como beneficiarios sino como verdaderos 1
sujetos sociales” Las opciones de realización de las potenciales personales son infinitas y dinámicas; el ser humano, inacabado por naturaleza, tiene la opción de realizarse en cuanto hombre a lo largo de toda su vida a través de un proceso de desarrollo permanente; nuestra tarea de ser hombre, mujer no termina jamás, y en la línea evolutiva de nuestra vida se construye, desde la gestación, un proceso de enriquecimiento personal permanente ligado a nuestras motivaciones individuales y sociales más íntimas, como a las oportunidades que nos prodiguen y nos otorguemos. Nacemos, entonces, con la posibilidad de ser mejores y aprender de cada situación vivida, para hacernos dueño de nosotros mismos y realizar en plenitud nuestro proyecto de vida personal, familiar, profesional y sociocultural. En palabras de Guardini (1986) las interrogantes ¿quién soy?, ¿soy feliz?, ¿cuál es el sentido de mi vida? nos acompañan a lo largo de nuestra vida; la respuesta a ellas, orientan nuestra existencia y nos permiten realizar nuestro proyecto de vida personal, familiar, profesional y social, “...porque al hombre no se le entregó la vida hecha, no se le entregó ya refrendado su sentido. Se le entregó una vida que estará siempre haciendo y un sentido que no terminará nunca de buscar “(Castillo, 1979). En otras palabras, el hombre 2
busca su perfección en la construcción y reconstrucción permanente de su persona PNUD. http://www.desarrollohumano.cl/idhc/wwwroot/quefr.htm El personalismo de Mounier. http://html.rincondelvago.com/el-­‐‑personalismo-­‐‑de-­‐‑mounier.html “La persona es “un ser espiritual e independiente. Mantiene su subsistencia mediante su adhesión a una jerarquía de valores libremente adoptados, asimilados y vividos en un compromiso responsable y en una constante conversión. La persona unifica toda su actividad en la libertad, desarrollando a impulsos de actos creadores la singularidad de su vocación”. Se estructura a partir de estas tres dimensiones: ·∙ Vocación: dimensión trascendente, que es apertura más allá de lo dado, de lo adquirido, de lo pasado. 1
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Desde el punto de vista del personalismo de Mounier, el fin de la educación, proceso que tiene en su centro el desarrollo de la naturaleza humana, es descubrir nuestra interioridad y nuestra vocación, el sentido de nuestra vida y nuestra trascendencia; desde tal perspectiva, se puede decir que “Lo mismo que se aprende a 3
ser “yo” se aprende también a ser “nosotros” Al respecto puede decirse que “independiente del nivel de desarrollo, las tres opciones esenciales de la gente son: vivir una vida larga y saludable, adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos necesarios para tener un nivel de vida decente. Pero el desarrollo humano no concluye ahí. Otras opciones, a las que muchas personas asignan gran valor, van desde la libertad política, económica y social hasta las oportunidades para tener una vida creativa y productiva y disfrutar del respeto por sí mismo y de la garantía 4
de los derechos humanos” 2.2. VARIABLES DEL DESARROLLO HUMANO A partir de lo señalado, se puede decir que el DESARROLLO HUMANO es un proceso permanente de búsqueda de la plenitud humana, durante el cual se hacen realidad, en nuestra persona, una serie de transformaciones positivas, como resultado de las múltiples interacciones e intercambios con nuestro entorno, especialmente sociocultural. Hoy día, “… se concibe al organismo humano como un sistema abierto y modificable, en el cual la inteligencia no es ya un valor fijo, sino que constituye un proceso de autorregulación dinámica, sensible a la intervención de un mediador eficiente. El desarrollo del cerebro, que se manifiesta a través del establecimiento de redes neuronales, depende de un complejo interjuego entre los genes con que se nace, la existencia de un sistema de influencias en ambientes enriquecidos y las experiencias variadas que se 5
tienen” Por otro lado, cada uno de nosotros posee una manera diferente de responder a los estímulos del medio, una manera única y distintiva, que le dan a nuestras acciones un sello particular que va conformando nuestra identidad; así mismo, Chokler destaca que una de las variables más significativas en este proceso, es la calidad de nuestra existencia a lo largo de nuestra vida; especialmente los vínculos afectivos que logramos establecer en cada uno de nuestros mundos de interacción desde que nacemos. El desarrollo humano es un proceso vincular. “Entre ellas, las experiencias tempranas tienen una gran importancia en la arquitectura del cerebro y, por consiguiente, en la naturaleza, profundización y extensión de las capacidades a la vida adulta. Por lo tanto, en cada niño hay un potencial de desarrollo y de aprendizaje que emerge con fuerza en condiciones favorables. A la educación le corresponde proveer de experiencias educativas que permitan a la niña o el niño adquirir los aprendizajes necesarios, mediante una intervención oportuna, intencionada, pertinente y 6
significativa, especialmente en los primeros años” ·∙ Encarnación: Dimensión descendente, que lleva al compromiso con las realidades mundanas. ·∙ Comunión: Dimensión horizontal, que es desprendimiento de sí mismo y donación a los otros” 3 El personalismo de Mounier. http://html.rincondelvago.com/el-­‐‑personalismo-­‐‑de-­‐‑mounier.html 4 PNUD. http://www.desarrollohumano.cl/idhc/wwwroot/quefr.htm 5 Mineduc (2000) Bases curriculares Educación parvularia. Pág. 15 6 Ibíd. (2000). Pág. 15 2.3. EL DESARROLLO HUMANO COMO PROCESO CONTINUO, DURANTE EL CUAL SE PUEDEN DIFERENCIAR ETAPAS QUE IMPLICAN UN TIEMPO DE NUESTRA VIDA El desarrollo humano es concebido como un proceso, durante el cual ocurren cambios en nuestra persona; proceso que presenta etapas, en cada una de las cuales es posible visualizar necesidades prioritarias deben ser satisfechas oportunamente; tales etapas se encuentran interrelacionadas, otorgando al proceso la dinámica de una espiral en el que en una etapa se retoman particularidades de la anterior, así el éxito o fracaso vivido en alguna de ellas afectará la posibilidad de realización de las siguientes. Nuestra vida, entonces, se va desarrollando en una línea evolutiva desde que nacemos, y en cada etapa resolvemos una crisis de crecimiento personal; toda crisis nos ofrece una oportunidad para volver a nacer, para renovar nuestra concepción de nosotros mismos como personas, para elegir la clase de cambio que queremos para autorrealizarnos integralmente. Estas posibilidades, que existen en toda crisis, hallan su expresión más perfecta en la lengua china; el carácter escrito que en chino significa “crisis” está compuesto de dos símbolos iguales, uno de los cuales significa “peligro” y el otro “oportunidad”; toda crisis, por cierto, entraña un peligro por cuanto nos enfrenta a situaciones radicalmente diferentes de las ordinarias para nosotros; no obstante lo anterior, la crisis entraña, también, una oportunidad en la dirección del desarrollo personal. Podemos afirmar, entonces, que en cada etapa de la vida, es posible dar curso a un vuelo propio vinculado a motivaciones específicas que dan sentido a las acciones emprendidas; en el estudio de este tema, relevaremos cuatro: La crisis de la vitalidad en la infancia, y la necesidad del ejercicio libre de la motricidad natural y lúdica La crisis de la identidad y la experiencia en la juventud; la motricidad como un espacio para el logro de la identidad en el joven. El encuentro con la propia realidad existencial y la realización del proyecto de vida personal en la adultez; la práctica de la actividad física, el uso del tiempo libre en función de la calidad de vida individual y colectiva La aceptación positiva del proceso de envejecimiento, el sentido de la convivencia humana y la comprensión vital de la paz; la motricidad humana, fuente de rencuentro y sentimiento de sentirse autovalente, reconocido, acogido y respetado A continuación, veamos lo esencial de la infancia, la juventud, la adultez y la adultez mayor. 2. LA INFANCIA: ETAPA FUNDANTE DEL DESARROLLO HUMANO "La motricidad no es impersonal, se transforma a través de la historia social en la conciencia concreta y creadora... hasta el momento del dominio del lenguaje hablado, la motricidad, en perfecta armonía con la 7
emoción, es el medio privilegiado de la exploración del entorno” ¿QUÉ SIGNIFICA ESTA CRISIS DE VITALIDAD EN EL NIÑO? Lucas, Vicente y Diego corren silenciosamente entre la tierra y el agua; sus risas exteriorizan una alegría interior que me contagia, y cierta complicidad en el aquí y ahora que los impulsa a repetir una y otra vez tales acciones sin modificar mayormente el escenario de sus actuaciones: los tres traducen es una forma de ludicidad infantil, el juego de experimentación que se traduce en la exploración de sí mismo y del entorno, y en la vencía gozosa y placentera del ejercicio lúdico de su motricidad Situaciones de esta naturaleza, son posible de observarlas cotidianamente; cada una de ellas nos permiten comprender y valorar a uno de los ejes del desarrollo infantil: la exploración lúdica sensomotriz de sí y del entorno. Al explorar el niño se descubre y descubre el mundo que le rodea, amplia su conocimiento y valoración de sentirse capaz, hecho vital que constituirá una de las bases de la formación de la propia identidad, y en consecuencia de una autoestima positiva. La crisis de la vitalidad que se expresa en este afán exploratorio le significa al niño y la niña caminar desde la extrema indefensión en la que nace a la construcción paulatina de la capacidad de disponer del propio cuerpo a voluntad, con precisión y autocontrol, a medida que el sistema nervioso y los intercambios con el entorno, especialmente humano, les brindan oportunidades de ejercitación placentera de la capacidad natural de poder hacer; en este contexto de placer motor y de posibilidad para ejercer la capacidad de exploración sensomotriz, el niño y la niña cimientan la superación de esta crisis vital desde una etapa de impulsividad a la autorregulación de su disponibilidad corporal para ejercer la motricidad voluntaria y aprender en los distintos ámbitos de la cultura. Al momento de nacer, no nos basta el potencial genético que traemos para llevar adelante el proyecto de realización que implica el desarrollo humano; es necesario que frente a esta heteronomía inicial, los demás satisfagan las intimas necesidades de cuidado, alimentación calor, descanso y apego, entre otras; se requiere un medio favorable donde estas necesidades se satisfagan, entorno no sólo físico, sino especialmente socioafectivo y culturalmente enriquecido. Serán entonces, las miradas, el contacto piel a piel, el arrullo, en definitiva experiencias de diálogo corporal positivo con los adultos más cercanos, las vivencias que conformarán una verdadera matriz socioafectiva, a partir de la cual el niño va desarrollando su capacidad de poder hacer y de ser con los demás. Al respecto, Myrtha Hebe Chokler, corrobora esta característica diciendo que “las maneras de sostener el cuerpo y manipulación son captadas por el niño por receptores cutáneos, provocándole sentimientos de 8
seguridad y confianza” Este comportamiento de apego, matriz afectiva que modelará los vínculos futuros, se complementa con la disposición libre para la exploración. Ambas juegan un papel primordial en el logro progresivo de las formas motrices naturales, la descentración cognitiva y la integración social. Da Fonseca cit. por Trigo y colaboradores (1999) Creatividad y motricidad. Pág. 51 Chokler(1988) Organizadores del desarrollo psicomotor 7
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Desarrollo motriz 1. PALABRAS INICIALES Decíamos que el desarrollo humano es el punto de partida para nuestra reflexión conjunta al interior de la asignatura Motricidad y Deportes individuales; durante vuestras exposiciones nos preguntamos por la incidencia que tiene la práctica motriz tradicional y emergente individual en la infancia, juventud, adultez y adultez mayor. En este contexto, analizaremos el desarrollo motor como un proceso particularmente interesante y que en la actualidad es una de las áreas de estudio de la Educación Física, nuestra disciplina profesional. El análisis de esta temática tiene como propósito esencial que constituya un referente para situar apropiadamente nuestras prácticas pedagógicas teniendo en cuenta la evolución de nuestros estudiantes ─ niños, niñas, jóvenes, adultos y personas adultas mayores ─ desde el punto de vista motor, como así mismo, sepamos argumentar al interior de equipos disciplinares e interdisciplinarios, y desarrollar una gestión eficiente en caso que nuestro camino se concrete en la dirigencia deportiva de nuestro país. 2.
CONSIDERACIONES GENERALES RESPECTO AL DESARROLLO MOTRIZ 2.1.
El hombre en un ser inacabado en cuanto nace con un cúmulo de potencialidades que son susceptibles de perfeccionar durante el proceso de desarrollo humano. El movimiento es una de estas potencialidades. Al respecto, podemos constatar que desde la extrema indefensión en la que nacemos, vamos evolucionando, incluso antes de nuestro nacimiento, en forma paulatina, progresiva y discontinua, desde la motricidad refleja involuntaria hacia niveles de mayor control, especificidad y complejidad motriz, características propias de la motricidad voluntaria. Evolucionamos en esta capacidad de disponer de nosotros mismos en el movimiento, a medida que nuestro sistema nervioso se desarrolla, y los intercambios con nuestro entorno, especialmente humano, nos ofrecen oportunidades de ejercitación de nuestra capacidad natural de poder hacer. 2.2.
El estudio del desarrollo motor ha sido una temática que tuvo un tratamiento, hasta hace poco, superficial, derivando con ello la tendencia a concebirlo como un proceso natural y progresivo que ocurre sin necesidad de preocuparnos por la sistematicidad de su estimulación; incluso en otras profesiones el comportamiento motor se observaba con miras a comprender la naturaleza psiquica de la persona. Tal situación ha obedecido, fundamentalmente a nuestro juicio, por los planteamientos respecto al desarrollo humano que lo explicaban a partir sólo del proceso de maduración de Gesell, Mc Graw, entre otros,, la que plantea que los cambios que ocurren en el ser humano se alcanzan por la herencia. Hoy día, las teorías del desarrollo motor se sustentan en la interacción de la maduración neuronal, y las propiedades intrínsecas de autoorganización de cada individuo ante las demandas del ambiente físico, social y cultural del entorno. Sin embargo estas apreciaciones no fueron siempre consideradas con esta importancia; al respecto se puede decir lo siguiente: Alrededor de la década del 70, se presenta un incremento del interés por indagar en el tema del desarrollo motor; de aquí en adelante, se supera la mirada artesanal y se valora el estudio de la motricidad humana, proceso y fenómeno merecedor por sí sólo de análisis y consideraciones científicas, emergiendo como área de estudio de nuestra disciplina. • Como área de estudio de la Educación Física, se preocupa de analizar e investigar tanto las transformaciones que ocurren a lo largo del tiempo vital en el comportamiento motor de la persona, desde su concepción y en cada etapa de la vida; como los mecanismos responsables de estos cambios. • Cuando el desarrollo motor es definido como cambio ocurrido a lo largo de la vida, el énfasis está en la perfomance motora o en el resultado/producto. Cuando nos referimos al por que y como ese resultado visible ocurre, el término desarrollo motor se entiende como proceso. 2.3.
Al respecto, según Halverson (1971), aprender a moverse implica un desarrollo continuo de las capacidades de usar el cuerpo efectivamente, evidenciando un progresivo control y calidad en el movimiento. Go Tani (1989) corrobora esta idea señalando que el desarrollo de la capacidad de moverse implica hacerlo de diversas maneras, en situaciones esperadas e inesperadas y cada vez de mayor complejidad; aprender a moverse significa intentar, probar, experimentar y practicar; pensar y tomar decisiones frente a varias alternativas motrices para disponer voluntariamente y a voluntad de nosotros mismos. Entonces, el desarrollo de esta capacidad motriz no se produce por generación espontánea; ella se apoya en las adquisiciones motrices anteriores, las cuales se van completando, modificando en estructuras más complejas y especializadas, a través de una práctica sistemáticamente organizada. 2.4.
Por último, teniendo como referencia el modelo de David Gallahue (Gallahue, D. y Ozmun, J., 2006), y el de los profesores Trujillo y Jiménez (1989), el desarrollo motor es el proceso evolutivo de la disponibilidad corporal innata desde la manifestación de la motricidad refleja hacia la motricidad voluntaria, posible de observar en una etapa inicial en la realización de habilidades motoras básicas y posteriormente, de habilidades determinadas por la cultura, entre las cuales se pueden mencionar las de la vida diaria, las laborales, las correspondientes a las artes de movimiento y las deportivas. Se propone, en este sentido, un perfeccionamiento cualitativo de las habilidades motoras en un marco de respeto por la disponibilidad corporal innata y particular de cada niño o niña, en función de su autonomía, en general, y de su autovalencia motriz, en particular. Puede decirse, entonces, que lo observable de la esta disponibilidad corporal son las habilidades motoras ─ naturales o culturales ─, las que se encuentran íntimamente relacionadas con el desarrollo de tres factores, que no son observables, como se expresa en el siguiente modelo (Trujillo y Jiménez, 1989): § Factores de coordinación § Factores cognitivo valorativos referidos al esquema corporal 2.4.1. En este contexto ¿Qué entendemos por factores coordinativos de disponibilidad corporal? ¿Qué entendemos por coordinación en la realización de habilidades motoras? Los factores coordinativos son los elementos constituyentes en la realización de habilidades motoras básicas que procuran el autoajuste preciso de la intervención del propio cuerpo en vista al logro de objetivo motor o demanda motriz a alcanzar. La coordinación es la capacidad de autoajuste de nuestra motricidad en la resolución de un problema o tarea, que resulta de la sincronización entre el sistema sensorial , la programación que posee el sistema nervioso central y el sistema muscular, organización que nos permite armonizar nuestras posibilidades •
motrices -­‐ ya sea de todo el cuerpo o de alguna parte de nuestro cuerpo -­‐ en interacción dinámica con nuestro entorno, no sólo físico (mundo de los objetos) sino también social ( los otros ) . También es concebida como una cualidad motriz, que se manifiesta durante la realización de las habilidades motoras en términos de armonía corporal especialmente de los segmentos demandados, precisión motriz en el espacio y tiempo, control motriz, y, economía o ausencia de sincinesias. En otras palabras, la realización de las habilidades motoras básicas es coordinada, cuando es posible observar en ellas: § Precisión de las acciones requeridas en el espacio y tiempo de la tarea. § Eficacia o logro del objetivo motor esperado. § Economía o ajuste de la energía requerida o ausencia de sincinesias en la realización de la habilidad motora. § Autocontrol de propio cuerpo y/o de los objetos en el caso de las habilidades motoras de manipulación. 2.4.2. ¿Qué entendemos por factores cognitivo valorativos de disponibilidad corporal? Los factores cognitivo valorativos, expresados en el esquema corporal, son elementos constituyentes en la realización de habilidades motoras que hacen referencia al conocimiento y valoración que poseemos de nuestro propio cuerpo y de la relación de éste con los objetos y los demás. La vivencia del propio cuerpo es fundamental, ya desde el vientre materno; su conocimiento y valoración es uno de los aprendizajes prioritarios para la infancia y la niñez, y también la base de construcción de la autonomía, la identidad, la convivencia, la creatividad y los aprendizaje escolares. El esquema corporal integra tres nociones: § La noción del propio cuerpo implica disfrutar del cuerpo lúdico, vivenciar con agrado y apreciar la espacialidad y temporalidad en su dimensión socioafectiva, cuidarlo, respetarlo como así mismo y conocer y apreciar los siguientes elementos: ü segmentos corporales y articulaciones ü posiciones fundamentales y derivadas. ü posibilidades de movimiento global y segmentario. En tensión y relajación. ü nociones espaciales y temporales teniendo como referencia el propio cuerpo ü Predominio funcional o lateralidad § La noción de los demás implica disfrutar de y en la interacción con los demás, reconocer a los otros, respetarlos, aprender a colaborar y ayudar a los demás; Interaccionar en armonía y recrear estas posibilidades de interacción durante las tareas lúdicas como en la resolución de tareas gimnásticas. Conocer y apreciar los siguientes elementos: ü las características y cualidades de las personas ü las posibilidades de movimiento y de interacción motriz de /con los demás ü las nociones espaciales teniendo como referencia a los demás y a ellos entre sí. ü las nociones temporales, teniendo como referencia a las personas y a ellas entre sí. § La noción de objeto implica disfrutar con ellos, cuidarlos, conocer y valorar: ü las características de forma, tamaño, peso, entre otras ü las posibilidades motrices las nociones espaciales teniendo como referencia los objetos y la relación de los objetos entre sí. las nociones temporales teniendo como referencia a los objetos y los objetos entre sí Los tres factores de disponibilidad corporal confluyen en la realización de habilidades motoras; conforme a la o las demandas en dicha ejecución, la concurrencia de alguno o algunos de ellos son especialmente exigidos. De allí la importancia de su comprensión, de modo de seleccionar y organizar apropiadamente lo que se le solicitará a nuestros estudiantes en función del desarrollo motor. En este sentido una misma tarea motora podrá ser utilizada con distintos propósitos; por ejemplo si tomamos la tarea de correr: §
Correr boteando un balón, la coordinación estará particularmente demandada §
Correr durante 30 minutos sin deuda de oxigeno; estaremos solicitando la capacidad de resistencia aeróbica §
Correr con los ojos cerrados mientras un par me conduce por el espacio, y posteriormente comparto con él como nos hemos sentido durante esta práctica: interviene en la resolución de esta tarea, fundamentalmente, la noción del propio cuerpo y de los demás. 2.5.
Es posible observar que durante el proceso de desarrollo motor, que el ensayo y error precede al pensamiento organizado; el pensamiento no esta incorporado a la acción motriz y en la medida que la práctica es rica en estimulaciones multivariadas, los niños y las niñas van percibiendo lo que sucede durante las ejecuciones (Rigal, 2006). En este sentido, por ejemplo, los niños y las niñas explorar aleatoriamente a través de su manipulación, tomando cualquier cosa que encuentre a su alrededor; luego, podría decirse que es posible observar una manipulación exploratoria, donde observan para luego seleccionar y continuar con la indagación libre del objeto tomado. 2.6.
Por último se debe distinguir entre las actividades específicas de la especie llamadas filogenéticos (caminar, correr, saltar, manipular, girar, entre otras) de las ontogenéticas, propias de cada persona, ligadas a comportamientos adquiridos que dependen del aprendizaje (realizar un gesto técnico, andar en bicicleta, escribir en el computador, entre otros). Tomar en consideración, por lo tanto, las etapas de evolución del desarrollo motor y los períodos sensibles que existen en su transcurso, asegura nuestra intervención oportuna y sistemática; el respeto por el ritmo de aprendizaje individual favorecerá que los niños y las niñas en desarrollo tengan oportunidades exitosas en sus prácticas y desempeños, contribuyendo, también, a que cada uno de ellos/ellas se integre y participe en su mundo cotidiano, lúdico y de interacción de manera positiva y creativa; tales experiencias placenteras que contribuyen a la autoafirmación de sí mismo al “poder hacer” durante la práctica motriz, se transforman progresivamente en el autocontrol del propio cuerpo y la precisión motriz propia de los aprendizajes técnico deportivos. Por ende, conocer el proceso de desarrollo motor, en consecuencia, nos permitirá responder a interrogantes que están en la base de toda pedagogía de la Educación Física: • ¿Cómo y qué objetivos o aprendizajes propiciar en coherencia con la etapa evolutiva y necesidades de desarrollo de los alumnos? ... • ¿Cómo y qué tareas motoras seleccionar y proponer que propicien ambiente y oportunidades para que cada persona progrese en su desarrollo?... • ¿Cómo evaluar la progresión de cada estudiante? El desarrollo motor no puede ser dejado al azar, ES UNA PERMANENTE CONQUISTA HUMANA. ü
ü
3.
CARACTERISTICAS GENERALES DEL DESARROLLO MOTRIZ 3.1. Los cambios que presenta el ser humano, en el transcurso de su vida, respecto a su capacidad de moverse, son de naturaleza progresiva, organizada e interdependiente. Desde el nacimiento en adelante, es posible visualizar etapas en su evolución: cada una de las cuales tiene la misma jerarquía o importancia como parte de toda la secuencia, pues encuentra su antecedente en las fases anteriores y su solución final, en las fases que le siguen o posteriores. 3.2. En cada etapa del desarrollo motor aparecen períodos sensibles; es decir, existe un momento durante el cual el ser humano está preparado para alcanzar el logro motor, requiriéndose la intervención oportuna y sistemática de un ambiente favorable que actúa en consonancia con el factor neuronal maduracional. De allí que no es posible señalar normas cronológicas en esta secuencia; la edad es sólo una referencia para analizar el momento esperado para que se manifiesten tales transformaciones. 3.3. El desarrollo motor tiene interdependencia con los dominios cognitivo y socioafectivo, como ya se ha señalado, en cada una de las etapas del desarrollo humano. Especial importancia reviste en la infancia, etapa fundante de este proceso de desarrollo de las potencialidades personales y creación de los hábitos de vida sana, donde la práctica de la actividad física es uno de los elementos esenciales para contrarrestar el sedentarismo existente en nuestro país. 3.4. Es posible visualizar las siguientes LINEAS EVOLUTIVAS directrices en la secuencia del desarrollo motor, que constituirán verdaderos lineamientos metodológicos que nos anticipan secuencias o jerarquías posibles de aprendizaje motor: 9
ü LEY CEFALOCAUDAL, es decir el desarrollo sigue la dirección desde la cabeza a los pies ; en este sentido controlamos el propio cuerpo en situaciones de instabilidad corporal desde el control segmentario, a la adopción de posiciones y luego en la exploración y desplazamiento en el espacio. • Controla la cabeza • CCoonnttrroollaa ddiiffeerreenntteess ppoossiicciioonneess ddeeccúúbbiittoo,, ppaassaannddoo ddee uunnaa aa oottrraa • Controla la posición sentado • Controla pasar de posición sentado a decúbito y viceversa • Adopta posición cuadrúpeda, gatea/repta • Controla la posición de pié • Logra la marcha autónoma y otras formas de desplazamiento en el espacio, controlando el equilibrio en desplazamiento ü LEY PROXIMODISTAL, es decir el control motor va desde el centro del cuerpo a los extremos, a partir del reflejo de prensión a la expresión motriz voluntaria del coger y soltar al recibir y lanzar. • Realiza movimiento de rastrillo • Realiza pinza inferior • Realiza pinza digital 9
Lectura recomendada: Emmy Pickler “Moverse en libertad” Editorial Narcea ü
LEY DE DIFERENCIACION, es decir el desarrollo motor va desde la realización y control de formas globales de movimiento hacia formas segmentarias. 3.5. Es posible decir que la secuencia es la misma para todos los seres humanos; en cambio, su velocidad varía, dependiendo ésta más bien de las experiencias y de las diferencias individuales. El orden sería dependiente del factor maduracional (Kay, 1969). 3.6. Se puede señalar, por otro lado, que se evidencia en esta secuencia del desarrollo motor, cambios en una dirección de mayor control motor. Al respecto, William (1973) presenta tres aspectos del desarrollo sensoperceptivo que guarda relación con el control motor: • Hay cambios en el dominio sensorial de lo táctil-­‐kinestésico hacia lo visual, sistema que dará mayor información respecto al medio ambiente. • Existe luego, una mayor integración de las informaciones originadas por los distintos sentidos. • Se alcanza una mayor discriminación de las informaciones originadas por cada sistema. 3.7. Por último Tani y sus colaboradores identifican tres tendencias en el desarrollo motor, las cuales actúan en interdependencia: • CONSISTENCIA: el niño y la niña tienden a adquirir y refinar múltiples formas motrices. • CONSTANCIA O TRANSFERENCIA: el niño y la niña tienden a utilizar las posibilidades motrices adquiridas en una variedad de situaciones. • EQUIVALENCIA: El niño y la niña podrán resolver, en la medida que evoluciona en su desarrollo motor, un mismo problema a través de distintas formas Estas tres tendencias del desarrollo motor, nos llevan a tener en cuenta que nuestra práctica pedagógica en función de la educación del movimiento, debe construirse sobre la base de desafíos motores en un contexto de VARIABILIDAD, considerando tanto las diferentes posibilidades motrices naturales o habilidades motoras que son propias de la naturaleza humana y su ejercitación, así como las condiciones variadas en que tales posibilidades deben practicarse, especialmente durante la infancia. 4. ETAPAS DEL PROCESO DE DESARROLLO MOTOR CON RELACION A LAS HABILIDADES MOTORAS 4.1. La primera etapa del desarrollo motor corresponde al MOVIMIENTO REFLEJO, que se caracteriza por estar genéticamente determinado, puesto que se inicia en la vida intrauterina hasta aproximadamente los cuatro primeros meses después del nacimiento. Se trata de respuestas automáticas e involuntarias que permiten la supervivencia del niño frente a los estímulos del medio. Se pueden mencionar entre éstos: reflejo de Babinski, el de Moro, en de la marcha, el de succión, el de prensión palmar. Junto A la motricidad refleja, observamos en los lactantes, estereotipas rítmicas, que corresponden a movimientos repetitivos de flexión y extensión de sus extremidades sin ningún orden que pueda traducirse en una forma determinada de actuación 4.2. Posteriormente, entre el primer y segundo año de vida, el niño y la niña presentan una MOTRICIDAD RUDIMENTARIA que corresponden a los primeros bosquejos de la organización motriz voluntaria, por la presencia de mecanismos de control motor cortical; su práctica permite el curso normal del desarrollo motor En esta etapa la motricidad se caracteriza por ser lenta, insegura e imprecisa, sin una dirección específica; en tal sentido podemos clasificar la motricidad rudimentaria en movimientos rudimentarios de equilibrio, que se corresponden con la adopción de diferentes posiciones a partir del control de la cabeza; los de locomoción que se inician con los primeros desplazamientos al gatear, reptar o trepar tempranamente; y de manipulación que comienza desde la pinza inferior a la pinza digital, desde el coger y soltar, pasándose los objetos de una mano a la otra. 4.2.1. Movimientos rudimentarios de estabilidad o equilibrio: están referidos a las posibilidades de los infantes para establecer y mantener una posición estable , actuando contra la fuerza de gravedad; entre estas posiciones encontramos mantener la cabeza erguida, el alcanzar una postura sentada y estable; adoptar diferentes posiciones como la decúbito dorsal, ventral, sentada; pasar de una posición a otra, girar levemente hacia uno y otro lado, entre otras posibilidades donde se pone en juego la estabilidad corporal en la mantención de posiciones. Para llegar a la posición de pie, debe adquirir control sobre la cabeza y cuello, luego el tronco y las extremidades inferiores, siguiendo la ley céfalo-­‐caudal, en un proceso secuencial desde el control de la cabeza hasta la posición de pie. El control de la posición sentada le permite también tener control sobre las extremidades superiores y las manos. La posición erecta aparece alrededor del onceavo y treceavo mes; en este período el niño ha logrado un considerable control de su musculatura, es capaz de llegar de una posición recostada a una posición de pie. Las edades enunciadas son sólo referencias para situarnos desde el punto de vista cronológico; en otras palabras debemos tener en claro que la edad no determina el desarrollo, ya que las variables medio ambiente y características personales, entre otras, definen un modo de evolucionar particular para cada realidad infantil; especialmente hoy día que los niños y las niñas, tempranamente, viven experiencias de mayor libertad y ejercicio natural de sus posibilidades motrices a diferencia de antaño. 4.2.2. Movimientos rudimentarios locomotores: corresponden a formas de desplazamientos, previos a la marcha; el niño se desplaza reptando, gateando, o sentado ayudándose con las manos que apoya sobre el suelo. Esta capacidad de desplazamiento se desarrolla junto con la estabilidad; el niño no será capaz de moverse libremente hasta no desarrollar su estabilidad. Entre las formas de desplazamiento previas al caminar, encontramos el arrastrarse, primer intento de locomoción; generalmente con el pecho levantado, empuja con las extremidades superiores a través del apoyo de sus manos en el suelo, y se arrastra hacia atrás, para más tarde incorporar la participación de las extremidades inferiores. Algunos niños y niñas reptan; en este sentido, los primeros intentos se caracterizan por mover una extremidad a la vez; más tarde, dará mayor rapidez a sus desplazamientos utilizando una la extremidad superior de un lado junto a la extremidad inferior del otro, preparando de esta forma el desplazamiento cruzado y simultaneo de extremidades inferiores con la superiores al caminar, y correr. Los primeros intentos de los niños y de las niñas para caminar se caracterizan por una amplia superficie de contacto, para lo cual separa sus dos pies, y dando pequeños pasos de manera asincrónica y con ausencia de fluidez. 4.2.3. Movimientos rudimentarios de manipulación: La posición sentada y la fijación ocular le permiten a los infantes coger los objetos que encuentra a su alrededor; como todas las formas rudimentarias, son movimientos lentos, involucrando principalmente el hombro y el codo. Sigue esta evolución la ley próximo distal, permitiéndole, posteriormente, realizar la pinza inferior y luego la pinza digital. Muestra así el control fino sobre sus dedos. Del reflejo de prensión del recién nacido, pasa a la prensión voluntaria, alrededor del cuarto mes; y en esta misma dirección a coger y soltar al onceavo mes de edad. Así mismo toma un objeto y lo pasa de una mano a la otra, incluso soltando uno de los dos que tiene en una de sus manos, para recibir u tercer objeto que se le pasa. 4.3. En la siguiente etapa, que va aproximadamente entre los dos y siete años, el niño adquiere las HABILIDADES MOTORAS FUNDAMENTALES O BASICAS El término HABILIDAD MOTORA BÁSICA es utilizado en el campo de la Educación Física con diferentes acepciones; entre tales acepciones nos referiremos a las habilidades motoras básicas al conjunto de movimientos voluntarios inherentes a la naturaleza humana, los que son perfectibles en relación a niveles más complejos y específicos de actividades motoras; podemos mencionar entre estas habilidades básicas al caminar, correr, saltar, lanzar con puntería, entre otras (Gallahue, 1985) Podemos clasificar las habilidades motoras básicas desde el punto de vista de los patrones o movimientos fundamentales: • Habilidades de Locomoción, son aquellas que nos permiten el desplazamiento y exploración en y del espacio. Implican, especialmente el manejo del propio cuerpo, y por ende demandan de la capacidad de coordinación dinámica general. Ejemplo: trepar, caminar, rodar. • Habilidades de manipulación, son aquellas que nos permiten la exploración y relación con los objetos y, como tales, una atención especial al manejo de éstos; demandan fundamentalmente de la capacidad de coordinación dinámica específica. Ejemplos: De propulsión: lanzar, botear, volear. De absorción: recibir objetos. • Habilidades de equilibrio, aquellas que nos permiten mantener una posición en espacios reducidos o bien desplazarnos en ellos (estática y dinámica respectivamente), venciendo la acción de la fuerza de gravedad que incide Sobre la estabilidad corporal. La coordinación estática está demandada en la realización de habilidades de equilibrio estático (Ejemplo: pararse en la punta de un pié); en cambio es la coordinación dinámica general la responsable de la realización de Stewart y De oreo (1980) identificaron tres niveles en el período de adquisición de estas formas fundamentales de movimiento: a) Nivel 1 o Inicial, de las primeras tentativas en la ejecución del patrón de movimiento. b) Nivel 2 o Transición, de perfomance inmadura, donde falta consistencia en la organización del patrón de movimiento. c) Nivel 3 o de perfomance madura, donde la mejoría del patrón de movimiento indica pasar al período de refinamiento. “Se entiende que un patrón maduro hace referencia al modelo de movimiento esperado en la ejecución de 10
una habilidad motora básica” En la primera etapa o estadio inicial, es posible observar la ejecución de una forma globalizada de motricidad, con cierta dificultad para su ejecución coordinada y presencia de sincinesias o tensiones involuntarias de todo el cuerpo o de uno o más segmentos durante la ejecución de la habilidad. En el segundo estadio o fase intermedia o elemental se observa un mayor control que en la etapa anterior, no obstante lo anterior en ocasiones se mantiene aún las sincinesias lo que resta economía a la ejecución y el logro de la consistencia en el logro del objetivo motor se ve dificultada. Por último, en el estadio maduro, las acciones se muestran coordinadas, se aprecia el control corporal y su ejecución es consistente e intencionada para el logro del objetivo motor; así mismo hay ausencia de sincinesias y el gesto es coordinado lo que le da a la motricidad características cualitativas de precisión, dominio, fluidez, ritmo y seguridad. Entornos socioculturales favorables a la exploración durante la infancia permiten la estabilidad en el logro de las habilidades motoras básicas; su ausencia trae por consecuencia que no alcancemos el desarrollo del patrón maduro, llegando en muchos casos a permanecer en el nivel inicial, lo que perjudicará el aprendizaje 11
posterior de habilidades más complejas que se han construido a partir de estas básicas 4.4. Más adelante, entre los siete y doce años aproximadamente, los movimientos fundamentales se combinan -­‐ ETAPA DE COMBINACION DE HABILIDADES MOTORAS BASICAS -­‐, se estilizan y se diversifican; se van refinando progresivamente en patrones secuénciales de mayor complejidad. La última etapa se extiende a partir de los doce años aproximadamente, hacia adelante, y está referida a movimientos organizados con propósitos más específicos, que corresponden a las HABILIDADES DETERMINADAS POR LA CULTURA, como lo son las habilidades deportivas tradicionales y las prácticas motrices artísticas y emergentes. En la práctica de cada deporte es posible observar que entran en juego las llamadas habilidades cerradas, mixtas o las habilidades abiertas (Poulton, 1957, Gentile, 1972); esta clasificación utiliza como criterio es la estabilidad del medio ambiente donde se ejecuta dicha habilidad: § Habilidad cerrada, cuando el ambiente es estable, y por lo tanto previsible; el modelo de ejecución en estos casos esta determinado previamente y práctica demanda eficiencia y consistencia en su ejecución ya que deben ejecutarse siempre de la misma manera Es el caso de la habilidad de saltar pasando por invertida en caballete de salto transversal o longitudinal en Gimnasia, o bien cuando se ejecuta el lanzamiento de la bala, en atletismo. § Habilidad abierta, cuando se realiza en un ambiente imprevisible y las condiciones varían durante su ejecución, como es el caso del fútbol, el básquetbol, entre otros deportes colectivos; estas habilidades demandan. A diferencia de las habilidades cerradas, éstas demandan del ejecutante ajustar sus acciones a la situación que se le presenta al momento de realizar la habilidad solicitada. 10
Antunez, P. y otros (1998) Desarrollo Motor en niños de nivel transición de cinco comunas de la región”. Seminario de tìtulo Universidad Católica de Valparaíso, escuela Educación Física. Pág.6
11
En el Anexo se describen con mayor detención algunos patrones maduros fundamentales 5. PALABRAS FINALES El desarrollo de las habilidades supone armonizar progresivamente las posibilidades motoras requeridas en una determinada situación que se desarrolla en interacción con el medio ambiente; se pone en juego, en esta realización armoniosa, la capacidad de disponer de nuestro propio cuerpo a voluntad. Es decir, participa, en primer lugar nuestra capacidad perceptiva que nos permite darnos cuenta de la situación; luego la capacidad de programación del sistema nervioso central, que nos permite coordinar las acciones voluntarias requeridas; y, por último nuestra capacidad de ejecución que se reflejará en un comportamiento motor observable, el que reviste con la práctica sistemática e intencionada las características de patrones maduros de movimiento. El desarrollo de tales patrones maduros de movimiento no pueden ser dejados al azar; la infancia constituye la etapa crucial en este sentido. TEMÁTICA Propuesta de objetivos prioritarios Propuesta de objetivos prioritarios 1. PALABRAS INICIALES Uno de los desafíos profesionales es el ser mediadores y mediadoras de la educación de niños y niñas que asisten a los Jardines Infantiles y establecimientos educacionales, donde la práctica motriz es una de sus variables en contraposición al sedentarismo de la población chilena en general y, especialmente, del infantil; en tal sentido la propuesta que analizaremos en conjunto en torno a la educación de la motricidad infantil y la educación de los niños y niñas por medio de la motricidad, las invita a cada una de ustedes a reflexionar en el marco de las Bases Curriculares de la Educación Parvularia: (1) En primer lugar, en torno a la educación de la motricidad infantil y la educación de los párvulos a través de la motricidad desde la perspectiva del desarrollo humano y del desarrollo motor; (2) Luego, respecto al Jardín Infantil como espacio pedagógico y saludable donde es posible crear ambiente y oportunidades para el desarrollo de la autonomía, la identidad, la convivencia y la comunicación, variables del bienestar infantil de los niños y niñas. Relacionaremos, en consecuencia Práctica motriz y autonomía; Práctica motriz e identidad; Práctica motriz y convivencia; y Práctica motriz y comunicación;, núcleos contenidos en las Bases de este nivel educacional. (3) Por último, reflexionaremos sobre una propuesta pedagógica en función de la educación de la motricidad infantil y de la educación de los párvulos por medio de la motricidad 2. JARDÍN INFANTIL SALUDABLE COMO ESPACIO PEDAGÓGICO EN FUNCIÓN DE LA EDUCACION DE LA MOTRICIDAD INFANTIL Y DE LA EDUCACION POR MEDIO DE LA MOTRICIDAD: AUTONOMÍA, IDENTIDAD, CONVIVENCIA Y COMUNICACIÓN, VARIABLES DE LA SALUD PERSONAL DE LOS NIÑOS Y NIÑAS La OMS concibe a la salud como el estado de bienestar integral de las personas, y que este estado de plenitud es tanto personal como social; por otro lado el Ministerio de salud ha señalado que una “Escuela promotora de la salud es un centro del nivel prebásico, básico y medio, donde la comunidad educativa (directivos, profesores, alumnos, administrativos, organizaciones de la comunidad) desarrolla conocimientos, habilidades, destrezas y responsabilidad en el cuidado y fortalecimiento de la salud personal, 12
familiar y comunitaria” En tal sentido las Bases Curriculares de la Educación Parvularia plantean como uno de sus objetivos generales “Promover el bienestar integral del niño y la niña mediante la creación de ambientes saludables, protegidos, acogedores y ricos en términos de aprendizaje, donde ellos vivan y aprecien el cuidado, la seguridad y la confortabilidad y potencien su confianza, curiosidad e interés por la personas y el mundo que 13
los rodea” En este contexto, la formación personal y social, uno de sus ámbitos de experiencias de aprendizaje en este nivel educacional, en tanto proceso permanente de desarrollo, nos presenta cuatro desafíos que guardan relación directa con la salud personal en cuanto bienestar integral del niño y la niña y con la educación de la motricidad infantil, así como la educación de los niños y niñas por medio de la motricidad. 12
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Minsal Mineduc, Bases curriculares de la Educación parvularia, Pág. 23 o DESARROLLO DE LA AUTONOMÍA: “Adquirir en forma gradual una autonomía que le permita valerse adecuada e integralmente en su medio, a través del desarrollo de la confianza y de la conciencia y creciente 14
dominio de sus habilidades corporales, socioemocionales e intelectuales” A la par de la maduración del sistema nervioso central, que le permite el uso cada vez mas diferenciado y preciso de su corporalidad, las primeras manifestaciones voluntarias del pequeño y la pequeña de poder hacer y de sentirse capaz, le aportan una nueva dimensión a la vivencia de afirmación de sí mismo: la conquista de la confianza y de la autonomía; la expresión espontánea y confiada de su autovalencia; la capacidad de disponer voluntariamente de sí mismo/misma para actuar con seguridad en sus propias acciones y emprender la aventura de “explorar, aventurarse y actuar, como en el ejercicio de opinar, 15
proponer, contribuir, escoger, decidir, autodirigirse y autorregularse” Esta seguridad se desarrolla tempranamente y depende de los vínculos afectivos que establecemos al interior de nuestra familia y personas significativas en nuestra existencia. Al respecto, Myrtha Hebe Chokler, señala que “las maneras de sostener el cuerpo ymanipulación son 16
captadas por el niño por receptores cutáneos, provocándole sentimientos de seguridad y confianza” ; este comportamiento de apego, matriz afectiva que modelará los vínculos futuros, se complementa con la disposición libre para la exploración. Ambas juegan un papel primordial en el logro progresivo de las formas motrices naturales, la descentración cognitiva y la integración social o DESARROLLO DE LA IDENTIDAD: “Desarrollar progresivamente una valoración positiva de sí mismo y de los demás, basada en el fortalecimiento de vínculos afectivos con personas significativas que lo aceptan como es, y que lo apoyan y potencian en la conciencia de ser una persona con capacidades, características e 17
intereses singulares, a partir de los cuales puede contribuir con los demás” Se puede decir, respecto a este reconocimiento de si mismo/misma que tempranamente, a los meses de su nacimiento, el niño y la niña se proyecta al mundo a través de la actividad motriz; el objeto que es lanzado lejos expresa su forma de relación con éste, denotando ya su presencia singular. En este sentido, se da especial relevancia a la espacialidad, es decir, a la posibilidad que tiene el ser humano desde sus primeros años de vida, de ocupar un lugar en el mundo y en ese lugar descubrirse, conocerse y valorarse en sus características singulares; la presencia de sus seres queridos que lo acogen, lo quieren y respetan contribuye a este proceso de diferenciación y al mismo tiempo de vinculación con los demás. El niño y la niña habla de sí a través de las distintas formas de lenguaje. o
DESARROLLO DE LA CONVIVENCIA: “Establecer relaciones de confianza, afecto, colaboración, comprensión y pertenencia, basadas en el respeto a las personas y en las normas y 18
valores de la sociedad a la que pertenece” Al moverse, el niño se encuentra con el movimiento de los que le rodean; con su proximidad, acogida o rechazo, estableciendo o no un posible acuerdo con ellos. Al respecto, las investigaciones actuales, Ibíd. Pág. 39 Ibid. Pág. 36 16 Chokler, 1988 17 Ibíd. Pág. 45 18 Ibíd. Pág. 51 14
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establecen el significado que tiene el movimiento y el juego en el plano, socioafectivo, señalando que la función tónica, sobre la cual se elabora la motricidad, es también un modo de relación: el niño traduce sus sentimientos, emociones, sensaciones con variaciones de su sistema tónico, el que se encuentra perfectamente desarrollado. Desde esta perspectiva, el acuerdo tónico vivenciado en interacción lúdica y armónica con sus pares y especialmente con sus padres, a través del tacto, las caricias, los sonidos, la mirada, la exploración compartida, entre otras experiencias gratificantes, significarán la primera forma de convivencia; serán el primer paso hacia una experiencia emancipadora de vinculación recíproca e interrelación con los demás; es el dialogo corporal , por lo tanto, la expresión inicial de la afectividad en el ser humano, la base del desarrollo armónico de vínculos futuros. o DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN: el ámbito de la comunicación, en tanto es concebido como un “proceso central mediante el cual niños y niñas desde los primeros años de vida intercambian y construyen 19
significados con los otros” nos permiten relevar la expresión de sensaciones, vivencias emocionales, ideas y sentimientos por parte de los niños y niñas vinculadas, en este caso, a la práctica motriz; y desde allí, junto con acompañarlos y acogerlos en sus vivencias expresivas, crear ambiente y oportunidades para que extiendan sus potencialidades como personas creativas y solidarias en sus relaciones con los demás. Al moverse el niño transparenta o expresa su interioridad, proyectando su energía de manera singular; En este sentido la tarea será propiciar ambiente y oportunidades para que el niño nos cuente de sus vivencias y se encuentre con lo propio; nos cuente de su mundo mágico e imaginario y se encuentre con su poder de re-­‐
creación; nos hable de sus encuentros, posibles acuerdos, emociones y sentimientos, dudas e inquietudes, y se encuentre con sus posibilidades de comunicación. En definitiva, el Jardín Infantil constituye uno de los mundos de interacción donde los niños y las niñas viven experiencias que contribuyen a este estado de bienestar integral que es la salud, el que se experimenta en la medida que se cree y promueva un ambiente favorable donde se le permite autovalerse, reconocerse como persona, convivir y expresar tales vivencias; un lugar donde se siente querido/querida y que recíprocamente, cada uno de ellos y ellas también sean motivos de satisfacciones afectivas para otros. Y en este contexto saludable, uno de los ámbitos claves lo constituye la motricidad, su educación, así como la perspectiva como mediadora de otros aprendizajes. ¿Cómo podemos contribuir a través y en la práctica motriz al desarrollo de cada uno de estos procesos de construcción personal y social? ¿Cómo podemos orientar esta práctica motriz hacia el desarrollo motor de los niños y niñas; y contribuir al mismo tiempo, a través de la motricidad al desarrollo de la autonomía, la identidad, la convivencia y la comunicación? Al respecto la contribución en este sentido dice relación con la concepción que proponemos para la práctica motriz en cuanto educación del y por medio de la motricidad en el párvulo; entonces en el siguiente punto nos referiremos a los siguientes aspectos: § ¿Cómo concebimos esta educación del y por el movimiento en el párvulo? § ¿Qué aprendizajes se buscan lograr a través de esta práctica motriz concebida como educación del y por medio de la motricidad? 19
Mineduc, Ibíd.. Pág. 56 § ¿Cuáles son las estrategias de mediación pedagógica que proponemos para el logro de tales aprendizajes? 3. PROPUESTA PEDAGOGICA EN FUNCION DE UN JARDÍN INFANTIL SALUDABLE, A PARTIR DE LA PRÁCTICA MOTRIZ SISTEMÁTICA COMO ALTERNATIVA DE EDUCACIÓN DEL POR MEDIO DE LA MOTRICIDAD PARA LOS NIÑOS Y NIÑAS 3.1. Cómo concebimos la educación de la motricidad infantil y la educación de los niños y niñas por medio de la motricidad: orientaciones hacia los aprendizajes prioritarios para la infancia Al referirnos a la educación del y por medio de la motricidad en el niño y la niña nos referimos tanto al enriquecimiento de las posibilidades motoras del niño como al cultivo de su sí mismo a partir del lenguaje motriz. De esta forma, educar su motricidad significa orientar la práctica motriz hacia el desarrollo de la capacidad de poder y saber hacer, más que a la enseñanza de determinados ejercicios y a la realización de estereotipias motoras, disminuyendo con ello las posibilidades de un acervo motriz de base con características de polivalencia; más allá de una respuesta ante los estímulos del medio, se propone, en este sentido, un perfeccionamiento cualitativo de las habilidades motoras en un marco de respeto por la disponibilidad corporal innata y particular de cada párvulo, en función de su autonomía. Junto a lo anterior, esta educación por medio la motricidad significa orientar nuestra acción hacia el desarrollo del esquema corporal, hacia la capacidad de descubrir haciendo de los niños y las niñas, hacia el desarrollo de la capacidad de darse cuenta de las propias vivencias, descubrimiento que le procurará las operaciones cognitivas de discriminar, generalizar, objetivar y abstraer. Por otro lado, más que la confrontación con sus pares y la memorización de rutinas de acciones sin significado personal, significa propiciar el desarrollo de la capacidad de participar positiva, solidaria y creativamente en sus juegos, lo que le procurará vivencias centradas en el placer motor, en la autonomía, la identidad personal, la convivencia, la propia iniciativa y la comunicación de su mundo interior que expresa sensaciones, emociones y sentimientos vinculados a experiencias que disfruta, desafíos cooperativos más que competitivas, propuestas propias más que ajenas, resolución de tareas a partir de los propias posibilidades. La invitación es centrar la acción pedagógica de la práctica motriz en la capacidad de ser de los niños y niñas más que de “tener que saltar mas largo, lanzar más rápido, ganarle a su par, correr como si fueran pajaritos cuando se busca desarrollar la coordinación en la realización de las posibilidades motrices naturales (habilidades motoras básicas), entre otras posibilidades que aún se observan en los espacios educativos infantiles. Por el contrario, el foco esta en esta dinámica progresiva de exploración motriz y descubrimiento de sí y del mundo que le rodea, de modo que consolide desde temprano su conocimiento y valoración de sentirse capaz, hecho vital que constituirá una de las bases de la formación de la propia identidad, y en consecuencia de una autoestima positiva. Las ideas señaladas precedentemente, fundamentan la proposición que se sustenta en torno a los objetivos prioritarios y específicos hacia los cuales debiera orientarse el quehacer práctico de la Educación Física Parvularia; la propuesta contiene los siguientes objetivos: • Desarrollo de la coordinación en la realización de habilidades motoras básicas. • Desarrollo del esquema corporal. • Desarrollo de la comunicación • Desarrollo de la creatividad. a) Desarrollo de la coordinación en la realización de habilidades motoras básicas El desarrollo de la coordinación en la realización de habilidades motoras básicas significa que el niño y la niña demuestran la cualidad de precisión o armonía de las acciones corporales involucradas en la realización de las habilidades motoras básicas o posibilidades naturales de movimiento. Dicho en otras palabras, significa que el párvulo: § es capaz de realizar las habilidades motoras básicas en una variedad de condiciones; § logra el objetivo motor esperado; § realiza las acciones involucradas en la tarea con precisión en el espacio, en el tiempo requerido y en ausencia de sincinesias; § logra control motor en las acciones de todo el cuerpo o de las partes involucradas, y del objeto en caso que se trate de habilidades manipulativas. Tales características son posibles por la armonía entre el sistema sensorial, nervioso y muscular en función de la consecución de un determinado objetivo motor La primera fase de este desarrollo reviste una forma cuantitativa, es decir, se deberá procurar tareas motoras que inviten y desafíen al niño a explorar sus múltiples posibilidades motrices: caminar, correr, saltar, trepar, lanzar, recibir, botear, equilibrarse, entre otras; buscando, también, múltiples respuestas a un mismo problema. Por ejemplo, experimentar diversas formas de correr, botear, lanzar, equilibrarse. La segunda fase de este desarrollo, se caracteriza primordialmente por la búsqueda de la realización cualitativa correcta de cada una de estas habilidades motoras básicas. En términos más específicos los aprendizajes esperados dicen relación con los siguientes planteamientos: El niño y la niña demostrará el nivel de desarrollo de la COORDINACION EN LA REALIZACION DE HABILIDADES MOTORAS BASICAS: Realizando con armonía corporal, precisión motriz espacio-­‐ Realizando con armonía corporal, precisión motriz espacio-­‐
temporal y control motriz, tareas motoras relacionadas con temporal y control motriz, tareas motoras relacionadas con habilidades motoras aisladas de locomoción, manipulación y combinaciones de habilidades motoras básicas de locomoción, equilibrio manipulación y equilibrio Combinadas de una misma categoría: •
Correr y saltar Locomoción Manipulación Equilibrio •
Lanzar, recibir y botear •
Caminar en banca y saltar •
Caminar •
Rodar •
Caminar en Combinadas de dos o mas categorías diferentes: una banca. •
Coger un balón, lanzarlo y correr a tomarlo •
Correr •
Botear •
Pararse sobre •
Mantener el equilibrio en un pie, correr a chutar balón •
Saltar •
Lanzar silla. Combinadas en sucesión o en simultaneidad •
Trepar •
Volear •
Saltar arriba •
Saltar en profundidad desde altura al mismo tiempo que •
Recibir de viga. lanza un balón hacia adelante •
Botear un balón en el lugar al mismo tiempo que se salta a pies juntos Los aprendizajes formulados por las Bases Curriculares en este sentido están contenidos en el núcleo de la autonomía y son los siguientes: AUTONOMIA MOTRICIDAD Y VIDA SALUDABLE Coordinar con mayor precisión y eficiencia sus habilidades sicomotoras finas, ejercitando y desarrollando las coordinaciones necesarias, de acuerdo a sus intereses de exploración, construcción, de expresión gráfica de sus representaciones y de recreación. Adquirir un mayor dominio de sus capacidades corporales, desarrollando en las habilidades motoras gruesas el control dinámico en movimientos y desplazamientos, alternando diferentes velocidades, direcciones, posiciones e implementos, apreciando sus progresos. Expandir sus (capacidades motoras) de coordinación, ejercitando sus habilidades (de fuerza, resistencia y flexibilidad) con o sin implementos livianos, en pequeños y grandes volúmenes, en 20
espacios al aire libre y en contacto con la naturaleza. b) Desarrollo del esquema corporal Significa que el párvulo sea capaz de conocer y valorar el propio cuerpo y la relación de éste con los objetos y los demás; en esta evolución se puede observar, por un lado, que el niño y la niña van siendo capaces de interpretar motrizmente tareas relacionadas con la noción del propio cuerpo, de los objetos y de los demás; que tal interpretación las realizan en relación con situaciones propuestas que el educador y la educadora les presenta en forma gestual (demostración), gráfica (láminas), ó verbal (interrogantes, afirmaciones e indicaciones verbalizadas). Por otro lado, el párvulo será capaz de señalar en forma gestual (imitar), gráfica (dibujar), plástica (modelar), o verbal (explicar, describir, por ejemplo), las experiencias que ha vivido en relación con lo que sabe y siente de su propio cuerpo, de los objetos, de los demás; y de la relación de su cuerpo con los objetos y los demás. § La noción del propio cuerpo implica disfrutar del cuerpo lúdico, vivenciar con agrado y apreciar la espacialidad y temporalidad en su dimensión socioafectiva, cuidarlo, respetarlo como así mismo y conocer y apreciar los siguientes elementos: ü segmentos corporales y articulaciones ü posiciones fundamentales y derivadas, ü posibilidades de movimiento global y segmentario. En tensión y relajación. ü nociones espaciales y temporales teniendo como referencia el propio cuerpo ü Predominio funcional o lateralidad § La noción de los demás implica disfrutar de y en la interacción con los demás, reconocer a los otros, respetarlos, aprender a colaborar y ayudar a los demás; Interaccionar en armonía y recrear estas posibilidades de interacción durante las tareas lúdicas como en la resolución de tareas gimnásticas. Conocer y apreciar los siguientes elementos: ü las características y cualidades de las personas ü las posibilidades de movimiento y de interacción motriz de /con los demás ü las nociones espaciales teniendo como referencia a los demás y a ellos entre sí. ü las nociones temporales, teniendo como referencia a las personas y a ellas entre sí. § La noción de objeto implica disfrutar con ellos, cuidarlos, conocer y valorar: ü las características de forma, tamaño, peso, entre otras ü las posibilidades motrices ü las nociones espaciales teniendo como referencia los objetos y la relación de los objetos entre sí. ü las nociones temporales teniendo como referencia a los objetos y los objetos entre sí 20
Como se ha analizado en clases, el concepto de habilidades en la expresión “ejercitando sus habilidades (de fuerza, resistencia y flexibilidad)”, no se corresponde con la terminología actual del campo de la motricidad humana. Los APRENDIZAJES RELACIONADOS CON LA NOCIÓN DEL PROPIO CUERPO se presentan en vinculación con las etapas de desarrollo del esquema corporal en la tabla siguiente: ETAPA I: CUERPO VIVIDO Vivenciar lúdicamente con agrado el propio cuerpo a partir de sensaciones, especialmente, kinestésicas, táctiles y laberínticas Explorar sensomotriz, experimentar y experimentarse, y disfrutar de las experiencias corporales vividas ETAPA II :MANIFIESTA LO PERCIBIDO RESPECTO A SU PROPIO CUERPO Vivenciar con agrado y apreciar la espacialidad y Imitar propuestas gestuales, e interpretar motrizmente temporalidad en su dimensión socioafectiva propuestas gráficas y verbales, que centren la atención en los elementos de la noción del propio cuerpo: Apreciar el propio cuerpo como expresión de sí ü segmentos corporales y articulaciones mismo, lugar de encuentro y fuente de creación ü posiciones fundamentales y derivadas, ü posibilidades de movimiento global y segmentario Autocuidar y respetar el propio cuerpo ü nociones espaciales y temporales teniendo como referencia el propio cuerpo ü Predominio funcional o lateralidad  Darse cuenta del propio cuerpo en su dimensión expresiva, comunicativa y creativa ETAPA III: ETAPA DE REPRESENTACION MENTAL Y VALORACION Valorar la propia corporalidad como expresión de sí mismo, fuente de autoconocimiento, lugar de encuentro con los demás , y principio de creatividad Exteriorizar sensaciones, emociones y sentimientos vividos durante las experiencias realizadas en torno al propio cuerpo Expresar en forma gestual, gráfica, plástica o verbal las experiencias vividas en relación al conocimiento del propio cuerpo Los aprendizajes formulados por las Bases Curriculares en este sentido están contenidos, fundamentalmente, en el núcleo de identidad y son los siguientes: Iniciarse en la aceptación de sus características corporales, expresándose a través de diversas formas, contribuyendo así a la construcción de su imagen corporal. Reconocer progresivamente sus principales fortalezas: conocimientos, temáticas, capacidades y actitudes, expresándolas y aplicándolas en sus actividades diarias. Tomar conciencia progresiva de su identidad sexual, a través de sus características corporales. : Representarse a sí mismo destacando sus características personales, corporales, sus intereses, ideas, decisiones y fortalezas. Los APRENDIZAJES RELACIONADOS CON LA NOCIÓN DE LOS DEMÁS se proponen a continuación: ETAPA I: RELACIÓN CON LOS DEMAS VIVIDA Vivenciar lúdicamente con agrado la relación e interacción con los pares Explorar motrizmente en interacción con los pares, y disfrutar de las experiencias corporales grupales vividas ETAPA II: RELACIÓN CON LOS DEMAS PERCIBIDA Colaborar y ayudar a los demás Imitar propuestas gestuales, e interpretar motrizmente Interaccionar en armonía y recrear estas posibilidades de propuestas gráficas y verbales, que centren la atención interacción: en los elementos de la noción de los demás: a) en las tareas lúdicas ° las características y cualidades de las personas b) en la resolución de tareas gimnásticas colaborativas ° La posibilidades de movimiento y de interacción motriz de /con los demás ° Las nociones espaciales teniendo como referencia a los demás y a ellos entre sí. ° Las nociones temporales, teniendo como referencia a las personas y a ellas entre sí.  Darse cuenta de la capacidad diálogica de las personas ETAPA III: REPRESENTACION MENTAL Y VALORACION DE LA COMUNICACIÓN E INTERACCIÓN CON LOS DEMAS Reconocer y aceptar a los demás  Expresar en forma gestual, gráfica, plástica o verbal las Disfrutar de y con la presencia de los demás, establecer y cultivar experiencias vividas en relación al conocimiento los vínculos con nuestros semejantes, acoger a los demás en el demás diálogo corporal, ser solidarios, y valorar la gratuidad de la convivencia humana y de la vida de relación. Exteriorizar sensaciones, emociones y sentimientos vividos durante las experiencias realizadas con los demás Los aprendizajes formulados por las Bases Curriculares en este sentido están contenidos, fundamentalmente, en el NNÚÚCCLLEEOO DDEE CCOONNVVIIVVEENNCCIIAA y son los siguientes: Participación y colaboración: Compartir con otros niños, jugando, investigando, imaginando, construyendo y aventurando con ellos. Organizarse grupalmente en torno a un propósito común, desempeñando diferentes roles en juegos y actividades colectivas y construyendo en forma cooperativa normas para el funcionamiento del grupo. Ampliar sus prácticas de convivencia social en nuevas situaciones, para afianzar y profundizar la colaboración y relación con los otros. Descubrir y apreciar su capacidad para participar con otros, integrándose en diferentes grupos de juego y trabajo. Contribuir con los demás, aportando a personas o grupos de ellas con su compañía, sus conocimientos, sus afectos, sus expresiones. Valores y normas: Determinar y aceptar ciertas normas para el funcionamiento y convivencia con su grupo de pares en diferentes situaciones. Por ultimo los APRENDIZAJES RELACIONADOS CON LA NOCIÓN DE OBJETO se proponen a continuación: ETAPA I: RELACIÓN CON LOS OBJETOS VIVIDA Vivenciar lúdicamente los objetos en cuanto a: elemento lúdico ü elemento de expresión y creatividad elemento de obstáculo ü Elemento de variabilidad elemento de referencia concreta ü Elemento mediador de la comunicación no verbal ETAPA II: RELACIÓN CON LOS OBJETOS PERCIBIDA Apreciar los objetos y cuidarlos en la interacción Imitar propuestas gráficas o interpretar motrizmente propuestas verbales, motriz con ellos ya sea en forma individual o que digan relación con los elementos de la noción de objeto: grupal ü Características de forma, tamaño, peso, entre otras ü Posibilidades motrices ü Nociones espaciales teniendo como referencia los objetos y la relación de los objetos entre sí. ü Nociones temporales teniendo como referencia a los objetos y los objetos entre sí Resolver tareas individuales o colaborativas, centradas en el significado de los objetos ETAPA III: REPRESENTACION MENTAL Y VALORACION DE LOS OBJETOS Exteriorizar sensaciones, emociones y Expresar en forma gestual, gráfica, plástica o verbal las experiencias vividas sentimientos vividos durante las experiencias en relación al conocimiento de los objetos. realizadas con los objetos ü
ü
ü
Algunos ejemplos relacionados con los elementos que constituyen la noción de objeto: Características Peso Tamaño Textura Forma Sonido Color Gusto Temperatura Posibilidades de movimiento Rueda Botea Se mantiene en el aire Se mantiene en el agua Gira... Péndula Nociones espaciales Orientación: movemos el objeto arriba, abajo, adelante, atrás, derecha, izquierda. Situación: el objeto esta arriba de, debajo de, a la derecha de… Nociones temporales . Me detengo al momento del bote del balón..... Golpear la clava fuerte y suave... c) Desarrollo de la comunicación La expresión del mundo interior personal es un hecho y nos está dada con la vida; aflora desde nuestra intimidad y se concreta en el lenguaje corporal. De esta manera es posible constatar que no es algo de nuestro ser lo que se revela en el movimiento, sino somos nosotros mismos. En consecuencia, educar la comunicación a través de distintas formas de lenguajes, entre los que se encuentra el lenguaje corporal significa aprender a expresar y compartir lo que más gustó, las dificultades vividas; lo que fue agradable y lo que no gustó. En tal sentido guarda relación con los siguientes aprendizajes formulados en núcleo del lenguaje artístico: • Ampliar las posibilidades expresivas de su cuerpo, incorporando en sus movimientos, equilibrio, dirección, velocidad, control. • Crear secuencias de movimientos con o sin implementos a partir de las sensaciones que le genera la música. • Crear mediante la música, la plástica y el baile sus propios patrones, con distintos elementos y comunicando a los demás los criterios de orden utilizados para construir la secuencia de ellos. d) Desarrollo de la creatividad Así como la capacidad dialógica, la capacidad creativa es propia de la naturaleza humana. Durante el acto de creación, el párvulo puede concretar su fantasía e inagotable imaginación; lo hace a partir de la relación sensible que establece con su entorno al jugar, al bailar y en la búsqueda de diferentes respuestas a las tareas motoras presentadas. El acto creativo se manifiesta en la motricidad infantil y las posibilidades motoras que le permiten la interacción, se envisten de significados y símbolos, que en el caso del niño y la niña, le procuran la satisfacción de tomar iniciativas, el placer de sentirse capaz al hacerlo, aportando a su realidad social, sobre la base de los íntimos recursos personales. Para finalizar este punto conceptual, podemos establecer las siguientes relaciones entre práctica motriz, educación del y por el movimiento, y desarrollo de la autonomía, la identidad, la convivencia y la comunicación del mundo interior infantil: TEMÁTICA Lineamientos didácticos 3.2. PROPUESTAS DE INTERVENCIÓN PEDAGÓGICA EN FUNCIÓN DE UN JARDÍN INFANTIL SALUDABLE, A PARTIR DE LA PRACTICA MOTRIZ CONCEBIDA COMO EDUCACIÓN DEL Y POR MEDIO DE LA MOTRICIDAD 3.2.1. Posibilidades de tareas motoras Al respecto, Josefa Lora señala que la “tarea de movimiento no representa un modelo motor que tiene que ser imitado y aprendido por el niño para fijarlo en un estereotipo motor, sino una manera personal de expresión cinética, en la que cada niño, con plena libertad y de acuerdo a su nivel de madurez neuropsicomotriz, establece sus propios patrones cinéticos, y los va diversificando, a la vez que 21
enriqueciendo, en permanente interacción con su grupo social “ Las posibilidades de interrelación de las distintas variables del movimiento -­‐ es decir, cuerpo, objeto, los demás, el espacio y el tiempo -­‐ , son múltiples; ello genera una diversidad de caminos posibles, que los niños y niñas pueden transitar para dar respuesta a las propuestas del educador y la educadora. Tales caminos son potenciales emergentes o iniciativas, que seguirán el curso de la expresión en la medida que se encuentren con un ambiente sensible, de apertura y acogida de parte de quienes comparten la tarea educativa del Jardín. T A R E A M O T O R A ¿Qué ¿Cómo ¿Con ¿Con ¿Donde? ¿Cuando? hacer? hacerlo? quien? qué? ACTIVIDAD PROPIO LOS OBJETO ESPACIO TIEMPO CUERPO DEMAS La respuesta a cada una de estas interrogantes contribuye a la sistematización de las condiciones de realización que se han previsto como las más favorables para la práctica de los niños y de las niñas; la creación de un clima pedagógico centrado especialmente en lo interactivo, a partir del compromiso motriz y del desempeño por parte de cada educando, deberá propiciar diversas alternativas factibles, de modo de flexibilizar las demandas que han sido presentadas. Por otro lado, desde el punto de vista del educador, puede ser que tome decisiones en relación al que, como y cuando el educando debe resolver una determinada tarea motora; otros proponen un problema y dejan que sea el mismo niño y niña quienes tomen las decisiones respecto a una, dos ...o a todas las variables que toda tarea motora implica; tenemos así dos extremos de un continuo, que va del ESTILO DIRECTO (decisiones centradas en el educador/educadora) al INDIRECTO (decisiones centradas fundamentalmente en el párvulo). 21
Lora, Josefa “ Educación corporal” , Editorial Paidotribo, Barcelona España.) Estas posibilidades de toma de decisiones del educador y de la educadora permiten identificar una directriz pedagógica en la que podemos encontrar por un lado, la TAREA EXPLORATORIA , y por otro, la TAREA GUIADA, dos formas de organización que en la práctica se retroalimentan recíprocamente. TAREA EXPLORATORIA TAREA GUIADA (a) TAREAS EXPLORATORIAS CON OBJETOS SIN OBJETOS Objetos fijos Objetos fijos y móviles Con objetos móviles Organizados en LABERINTOS Un objeto para cada niño Organizados en RECORRIDOS Organizados en ESTACIONES Un objeto para grupo pequeño Un objeto para todo el grupo Dos o más objetos para un niño Dos o más objetos para un grupo pequeño Dos o más objetos para todo el grupo La tarea exploratoria constituye una situación abierta de aprendizaje centrada en el educando, quien tiende a satisfacer la necesidad de descubrir, jugar y experimentar en forma espontánea y libre. La organización de este tipo de tarea compromete una actitud o disposición positiva por parte del educador de la educadora, quien deberá, fundamentalmente, recrear el ambiente e invitar a los alumnos a iniciar la actividad exploratoria en un contexto familiar y desafiante, y que a la vez, responda a los intereses por lo experimental, lo mágico, lo lúdico y lo simbólico de los párvulos. Al dar tiempo y espacio a la exploración libre del entorno, que ha sido recreado previamente por el educador o la educadora, se propicia la consolidación de los propios emergentes o iniciativas de los niños y las niñas, el compromiso de la imaginación y fantasía propia de la naturaleza infantil, la ejercitación espontánea de la capacidad personal de responder motrizmente en cada situación que se autopropone, y la oportunidad de manipular y tomar contacto directo con los objetos que se encuentran en el medio; los niños y las niñas se enriquecen así, en sus percepciones sensomotrices, probando al mismo tiempo los límites de sus capacidades y dificultades, y en la convivencia natural y colaboración que impulsa esta exploración. (b) TAREAS GUIADAS Tareas guiadas en torno al -­‐ QUE HACER -­‐ al QUE y COMO HACER Tareas guiadas -­‐ De imitación de propuestas gestuales -­‐ De interpretación motriz de propuestas gráficas y verbales -­‐ De interpretación gestual, gráfica, verbal… a partir de la experiencia vivenciada Tareas individuales Tareas grupales Tareas motoras guiadas en relación HABILIDADES AISLADAS HABILIDADES COMBINADAS Tareas individuales Tareas grupales Organizados en LABERINTOS Organizados en RECORRIDOS Organizados en ESTACIONES Si bien es cierto que en la tarea guiada, quien toma esencialmente las decisiones en relación a las distintas variables que intervienen en el proceso de práctica motriz es el educador y la educadora, su intervención tiene como premisa una actitud abierta a las interrogantes y propuestas de los párvulos; sin decidir por ellos, ni actuar en su lugar, les acompaña en sus intentos y respuestas, propiciando que sea el propio niños y niña quines experimente la gama de posibilidades que se le presentan. Las decisiones que son tomadas también en interacción entre niños/niñas y educador/educadora, se operacionalizan en torno al lugar donde se ejercitará, al material a utilizar y como será su organización; con quién se intentará resolver el problema propuesto, de que manera se realizará la acción requerida, entre otras situaciones que la práctica motriz nos presenta. A través de este tipo de tarea, frente a la propuesta del educador y educadora, el niño y la niña ensayan sus respuestas, ayudados por la retroinformación que recibe acerca de su desempeño motriz. En tal sentido, es de vital importancia que el educador observe lo realizado por cada párvulo, y a partir de ello -­‐ teniendo en cuenta el objetivo a alcanzar -­‐ dé la información de retorno que sea significativa para el logro esperado. 3.2.2. CARACTERÍSTICAS DE LA PRÁCTICA MOTRIZ EN FUNCIÓN DEL DESARROLLO DE LA COORDINACIÓN EN LA REALIZACIÓN DE HABILIDADES MOTORAS BÁSICAS: PRÁCTICA ORGANIZADA A PARTIR DEL PRINCIPIO DE LUDICIDAD Y VARIABILIDAD DE LA TAREA. a) PRINCIPIO DE LUDICIDAD Al referirse al niño y la niña, y, las necesidades de desarrollo infantil, Romano Guardini señala con certeza en su texto “La aceptación de sí mismo”, que el educador debe cuidar que el niño y la niña pueda vivirse a sí mismo en la dimensión espaciotemporal libre del juego, porque jugar, como ya lo hemos señalado, es toda la vida espontánea del niño; actividad que es vivida con alegría y que es impulsada por el placer experimentado en su propio acontecer. La actividad motriz del niño y la niña es fuente de placer sensomotor; al respecto, Aucouturier (Aucouturier, 1985), presenta la siguiente clasificación de actividades placenteras hacia las cuales se orientan los infantes: § Actividades lúdico motoras centradas en sí mismo, en que las sensaciones kinestésicas provenientes del propio cuerpo, son importantes. Por ejemplo, balancearse, girar y caer. § Actividades lúdico motoras centradas en el exterior, que precisan de determinado material y donde las sensaciones predominantes son laberínticas y vestibulares. Por ejemplo: trepar, equilibrarse y correr. El autor agrega que el placer sensomotriz que produce el jugar, siempre evoluciona hacia la comunicación y la creatividad; el niño y la niña juegan simbólicamente, dibujan en forma espontánea, cantan, intentan jugar con bloques para construir, entre otras formas de expresión de sus vivencias placenteras. Se regocijan cuando juegan y sus emociones se demuestran visiblemente en sus ojos, sonrisa y expresividad corporal al balancearse y cuando es balanceado; cuando salta, especialmente en profundidad desde distintas alturas; al jugar con su equilibrio, sobre todo en aparatos móviles; al trepar y corretear por espacios amplios; al jugar con balones, al resbalarse, girar y caer; cuando lo intentamos atrapar; en definitiva cuando al jugar ocurre lo impredecible, y la sorpresa y lo inesperado puede ocurrir en cualquier momento. De allí la importancia de ofrecer condiciones favorables de libre exploración motriz y la conjugación de propuestas guiadas centradas en lo lúdico, cuando la práctica motriz se orienta hacia el desarrollo de la coordinación en la realización de habilidades motoras básicas: • Jugar como experimentación, donde los niños y las niñas repiten la acción por el placer que ésta les produce. Ejemplo: Vamos a correr por todas partes y yo los perseguiré; cuando sientan que los voy a alcanzar, corran a abrazarse con su compañero más cercano. • Jugar simbólicamente, donde los niños y las niñas hacen “como sí fuera” y el objeto se convierte en un símbolo, animando toda la práctica motriz con la imaginación. Ejemplo: Qué les parece que seamos autos, moto...y nos desplazamos hasta la línea sin pisarla. Listos ¡ya!. J Jugar cooperativamente, donde los niños se proponen una meta común que es lograda con la colaboración de todos y cada uno de ellos, disfrutando de su realización. Ejemplo: ¡Les propongo que entre todos, en círculo y tomados de la mano, traslademos este globo grande por todo el espacio evitando que se les escape! b) PRINCIPIO DE VARIABILIDAD El principio de variabilidad se fundamenta en las tendencias del desarrollo motor (consistencia, constancia y equivalencia) y dice relación con la selección de tareas motoras que brindan al niño y la niña: La oportunidad de ejercitar distintas y numerosas habilidades motoras, ya sea en forma aislada y combinada. Primera etapa de descubrimiento EXPLORATORIA CUANTITATIVA J
J
J
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J
J
J
J
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Caminar Saltar Trepar Lanzar Girar rodar suspenderse….. Trepar trasladando un balón Caminar y rodar adelante La oportunidad de ejercitarse en variadas condiciones de realización, es decir: práctica de una determinada acción con variaciones respecto a la participación del propio cuerpo, el o los objetos, los demás, el espacio, el tiempo, o bien la interrelación de dos o más de estas variables Segunda etapa de REALIZACION CUALITATIVA J Caminar hacia adelante en punta de pié (variación respecto al propio cuerpo). J Caminar de la mano con la compañera (variación con respecto a los demás) J Caminar entre sillas (variación respecto a objetos) 3.2.3. CARACTERÍSTICAS DE LA PRÁCTICA MOTRIZ EN FUNCIÓN DEL DESARROLLO DEL ESQUEMA CORPORAL: PRÁCTICA ORGANIZADA A PARTIR DEL PRINCIPIO DE LUDICIDAD, RESPETO POR EL PROPIO CUERPO COMO LUGAR DE ENCUENTRO Y TRANSFERENCIA DE LAS EXPERIENCIAS VIVIDAS. a) Principio de ludicidad Junto a lo que hemos señalado respecto al mundo lúdico infantil, el jugar de la infancia se corresponde con la vivencia placentera del propio cuerpo y los objetos, así como de la interacción colaborativa con los demás b) Principio de respeto por el propio cuerpo como fuente de autoconocimiento, descanso y relajación “El movimiento como sinónimo de vida, representa un auténtico medio de expresión y comunicación. Al mismo tiempo que evidencia la energía vital del sujeto, exterioriza todas sus potencialidades: orgánicas, motrices, intelectuales y afectivas. El movimiento resulta así mucho más que la acción mecanizada que surge de una adecuada respuesta nerviosa; constituye una forma de expresión, un auténtico lenguaje en el que están íntimamente unidos lo orgánico y lo vivido en su relación con el entorno”(Lora Josefa., 1985). Lo que señala Josefa Lora, nos invita a rescatar junto a la motricidad, como capacidad humana perfectible y exteriorización de la unidad de nuestro ser, a la corporalidad como lugar de encuentro con lo íntimo y puente que nos proyecta hacia el mundo; en tal sentido aprender a valorar nuestro propio cuerpo como lugar de impresiones y experiencias emocionales, continente de sensaciones y percepciones; intimidad y donación; lenguaje que manifiesta nuestras propias vivencias, sentimientos y emociones, significa relevar las posibilidades de autoconocimiento y cuidado que podemos iniciar y enriquecer a partir de esta vivencia corporal. Por otro lado, el eje de la educación por el movimiento tiene como propósito esencial desarrollar la capacidad de darse cuenta de las propias vivencias; descubrimiento que contribuye al proceso de interiorización y valoración positiva del propio cuerpo como lugar de expresión y encuentro consigo mismo y con los demás. Como resultado del placer de las experiencias corporales positivas, nos sentimos mejor, percibimos una sensación de bienestar global que se manifiesta en un estado de equilibrio tónico – emocional personal; tal sentimiento de regocijo personal contribuye a su aceptación y valoración. Podemos decir a partir de lo señalado en los párrafos anteriores, que la capacidad de relajación es una necesidad del ser humano, que cuando es satisfecha se traduce en un estado del organismo caracterizado por la ausencia de tensión, que desencadena cambios fisiológicos, y por consecuencia de esto, una experiencia interna o sensación de bienestar, calma emocional y especial ampliación de la conciencia por parte de la persona. La educación de la capacidad de relajación en los niños y niñas guarda intima relación con el cuidado del propio cuerpo en un contexto de vida saludable; implica el aprendizaje de saber liberarse de tensiones musculares innecesarias, para vivenciar y apreciar sensaciones de bienestar y reposo; en este el camino pedagógico propuesto considera: • Atender y sentir la respiración • Hacer como lo suave y liviano de la música especialmente seleccionada para este propósito • Aprender a cerrar los ojos para mejorar la atención interiorizada en la propia corporalidad; • Aprender el automasaje y la aceptación del masaje por parte de otro niño y niña para liberar tensiones • Experimentar cinestésicamente situaciones de contraste entre tensión y relajación, ya sea en el lugar o con desplazamiento Los siguientes lineamientos didácticos permiten elaborar esta secuenciación de tareas que va: a) desde la vivencia del juego de experimentación global y simbólico a la resolución de tareas que demandan centrar la atención, primero en el propio cuerpo a través del automasaje con la ayuda de objetos o referencias concretas, y luego en el masaje de parte de los demás; b) desde la vivencia corporal de las posibilidades de relajación y descanso, a la expresión verbalizada de tales vivencias. En la siguiente página se presenta una propuesta de tareas motoras en función del desarrollo de esta capacidad de relajación. Vivenciar, disfrutar, descubrir, valorar y aplicar en la vida cotidiana las posibilidades de relajación y descanso personal, en vista del autocuidado y de hábitos de vida saludable Tareas de expresión de las experiencia vividas con relación a la relajación Tareas motoras de relajación global y segmentaria en forma coordinada con la respiración Tareas motoras que permitan vivenciar, conocer y aplicar experiencias relacionadas con el automasaje como posibilidad de relajación y descanso personal Tareas motoras que permitan vivenciar, conocer y aplicar experiencias relacionadas con el 22
masaje como posibilidad de relajación y descanso personal Tareas motoras de Tareas motoras experimentación de situaciones que permitan Tareas de atención focalizada Tareas de contraste entre tensión y vivenciar, conocer en la respiración motoras que relajación, ya sea en el lugar o y aplicar permitan con desplazamiento experiencias vivenciar, Tareas relacionadas c
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ontraste de contraste focalizada en la respiración automasaje entre tensión la respiración entre tensión con ojos con las manos y relajación y relajación, cerrados segmentaria global Tareas motoras que permitan vivenciar, conocer y aplicar experiencias relacionadas con el masaje con objeto(balón de preferencia) Tareas motoras que permitan vivenciar, conocer y aplicar experiencias relacionadas con el masaje con las manos Tareas motoras lúdicas simbólicas que permitan experimentar el interjuego entre tensión “como si fueramos robot” y de relajación “cmo si fuera muñecos/as de trapo”) c) PRINCIPIO DE TRANSFERENCIA El niño y la niña deben tener oportunidades variadas no solo de experimentar motriz y placenteramente su propio cuerpo, los objetos y con los demás, sino también de transformar la experiencia motriz en otras formas de lenguaje, y viceversa; de esta manera se dará cuenta de lo que está realizando, de sus proyectos motores, de sus preferencias, dificultades y logros, y de esta manera les damos oportunidad para comunicar su mundo interior Por otro lado este principio significa respetar la expresión del párvulo, en cuanto se le otorgan oportunidades para que nos cuente de sus experiencias motoras vividas; para que comparta sus dibujos que nos hablan de sus preferencias, emociones, dificultades y fortalezas, ampliando con ello su horizonte perceptivo y sensible, respecto a sì mismo y al mundo externo. 22
El masaje es el contacto a través de las manos que actúan a nivel de sensaciones y percepciones táctiles; o bien, con el propio cuerpo y con respecto al de otra persona. Es energía, estimulada, liberada y equilibrada a través del contacto sobre el tejido blando del cuerpo, que permite tomar conciencia de nuestra imagen corporal, como de la interacción corporal y emocional del ser. Es una forma de comunicación no verbal, de relajación y descanso. El masaje es para la infancia y la niñez fuente de interacción íntima con los seres queridos, conciencia inmediata de lo que vive corporalmente y aprendizaje en el descubrimiento corporal; una posibilidad para contrarrestar la genuina impulsividad de los niños y niñas 4. PALABRAS FINALES Y PROPUESTA PARA TU REFLEXION Y QUEHACER PROFESIONAL “La educación parvularia busca favorecer aprendizajes de calidad para todas las niñas y niños en una etapa crucial del desarrollo humano como son los primeros años de vida. Si bien es cierto que el ser humano está en un proceso continuo de aprendizaje durante toda su existencia, la evidencia experta sobre la materia demuestra la importancia que tiene este período en el establecimiento y desarrollo de aspectos claves como: los primeros vínculos afectivos, la confianza básica, la identidad, la autoestima, la formación valórica, 23
el lenguaje, la inteligencia emocional, la sensomotricidad y las habilidades del pensamiento, entre otros” Tras la búsqueda de aprendizajes de calidad para todas las niñas y niños, la motricidad y su ejercicio están en su base, porque evolucionamos: J
Desde el placer motor, la impulsividad motriz y la dependencia al desarrollo cualitativo del potencial motriz personal; al hacerlo logramos confianza y autonomía. J
Desde la vivencia del dialogo corporal en familia a un yo entre los otros, evolucionamos en la identidad, el respeto a nuestros semejantes y en la convivencia. J
Nuestra corporalidad, reflejo de nuestras emociones y espejo de nuestros sentimientos se transforma en un lugar para encontrarnos, interaccionar con los demás y comunicar nuestro mundo interior. J
Desde lo vivencial sensoriomotriz a lo racional, lógico y abstracto; y con ello somos capaces de representarnos mentalmente nuestras experiencias, objetivarlas y compartir su significado más allá de nosotros mismos. 23
Mineduc, Bases Curriculares de la Educación Parvularia. Pág.15 Si tiene dudas respecto a los apuntes, canalícela a su Tutor a través del Foro de Consultas en la sección de Información General. 
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