CAPITULO XXV SOCIALIZACIÓN, FAMILIA Y CULTURA Miryam Campos Amaia Eceiza Darío Páez Socialización: ¿Cómo Adquiere la Gente sus Culturas? La socialización puede ser definida como el aprendizaje y uso de normas, actitudes, valores y sistemas de creencias dominantes en el contexto social en el que la persona se desarrolla. La socialización concierne, por tanto, a los procesos que permiten a los adultos ser capaces de funcionar adecuadamente y en consonancia con los requerimientos de los grupos sociales en los que se inserta o con los que vive, aprendiendo e internalizando las reglas y modelos de comportamiento que son afectadas por la cultura. Tradicionalmente, se considera que la socialización comienza después del nacimiento y en la actualidad, los prototipos que se mantienen son los que se refieren a las partes más tempranas del ciclo vital de la persona – niñez y adolescencia - por entenderse que es cuando ésta más se necesita y existe mayor probabilidad de que sus efectos sean a largo plazo. La niñez es en cualquier cultura el periodo del ciclo vital de mayor apertura al cambio y a la flexibilidad, así como a las influencias culturales y ambientales. El aspecto que podría mantenerse con mayor constancia a través de las culturas es que la gente emerge de este periodo con el deseo de convertirse en adultos felices y productivos, siendo en el contenido de estas metas donde se aprecia el mayor grado de variabilidad intercultural. Así, y con el fin de que los niños sean adultos “adecuados” deben adquirirse hábitos, habilidades, valores y motivos que les capaciten para a) evitar conductas desviantes o comportamientos que interrumpen o ponen cargas indebidas en el funcionamiento de otras personas dentro de la jerarquía de los grupos en los que la persona desarrolla su vida, b) contribuir mediante el trabajo al soporte económico de uno mismo y de la familia, c) formar y mantener relaciones cercanas con otros individuos y d) ser capaces de criar niños cuando corresponda. Socialización y Cultura Para comparar entre culturas - o al menos entre naciones - ideologías sobre socialización y las prácticas asociadas a ellas, el concepto de Nicho Evolutivo elaborado por Super y Harkness sobre la base de estudios transculturales denominado integra bien el tema de este capítulo. Dicho concepto se define como el conjunto de escenarios, creencias y practicas que en cada cultura existen en torno a los niños, su crianza y su educación, con la función de servir de mediadores entre la cultura y la experiencia individual (Super y Harkness, 1986). De esta manera, las regularidades que se dan en estos tres subsistemas, así como los elementos de continuidad que se mantienen de un estadio evolutivo al siguiente, aportarán el material del que la persona - el niño - inferirá las normas culturales en los niveles social, afectivo y cognitivo. Partiendo de la influencia de los contextos sociales sobre la persona y las relaciones interpersonales, y considerando el Modelo de Ecología del Desarrollo Humano que Bronfenbrenner propone, se han diferenciado cuatro niveles para definir y analizar el impacto contextual sobre la socialización o crianza y la educación: a) Las inflencias sociales en el moldeamiento de la persona provienen de su entorno más inmediato o microsistema. Este lo constituye su entorno más cercano, ese entorno donde se viven las experiencias más significativas y que en el caso de los niños y niñas serían la familia y la escuela. b) A la hora de abordar los factores que influyen en la socialización, teniendo en cuenta que los microsistemas no son completamente independientes entre sí, habría que examinar las semejanzas, diferencias y conexiones de los diferentes microsistemas - la familia, la escuela y los grupos de pares por ejemplo-, nivel de análisis conocido como mesosistema. c) Los microsistemas y mesosistemas están a su vez inmersos en otra esfera de influencias o exosistema que normalmente ejerce su influencia de modo indirecto Nos estamos refiriendo a la familia extensa, las experiencias laborales de los padres, a servicios comunitarios de asistencia sanitaria, legal y educativa,, etc. La última esfera de influencia sería el macrosistema o conjunto de características que definen los rasgos básicos del microsistema, el mesosistema y el exosistema en un tiempo y en un lugar determinados. Está constituido por las normas y las leyes imperantes, las costumbres y normas morales, el grado de desarrollo tecnológico y la situación económica (Bronfenbrenner, 1979). La cultura en sus aspectos más generales pertenecería al macrosistema, pero entendida como algo sujeto a permanentes cambios y evolución. Es importante tener en cuenta que si bien el macrosistema puede aparentar ser la esfera de influencia más distante, esto no debe de interpretarse así, sino más bien como aquella que está presente en todas ellas. En efecto, la estructura social va a determinar las normas, leyes y el desarrollo económico, que a su vez influenciaran la definición y realidad de la familia extensa, el tipo de trabajo de los padres y las instituciones educacionales, sanitarias y servicios de sociales. Por ejemplo, la ley que favorece a la familia monoparental, el fuerte apoyo social a esta familia y el desarrollo económico escandinavo permiten que muchos niños nazcan fuera del matrimonio, pero en condiciones de estabilidad familiar. Este hecho a su vez, enmarcará el tipo de familia, escuela y grupos de pares existentes en dicha sociedad. Así, la familia nuclear pequeña de co-habitación, escuelas pequeñas y cooperativas y grupos de pares de ambos sexos desde pequeños definen la realidad escandinava. En el caso concreto del niño escandinavo, dicho conjunto determinará el tipo de escenarios, prácticas y creencias que orienten su crianza. Familia y Socialización.- Estilo Relacional entre Padres e Hijos Si bien la supervivencia de los hijos, su cuidado y la preservación de su desarrollo se consideran unas de las funciones más importantes de la familia, su adecuada realización implica que los padres deben además preocuparse por hacerlo utilizando los mecanismos e ideas que se consideren adaptativos en ese determinado contexto sociocultural. Esta integración sociocultural a la que nos referimos comienza a 2 Psicología Social, Cultura y Educación darse a muy temprana edad. De hecho, sabemos que en los primeros meses de vida se van gestando una serie de interacciones entre padres e hijos que presentan peculiaridades culturales respecto a su sincronía, ritmicidad y reciprocidad. Estas interacciones permitirán un primer nivel de comunicación de tipo no verbal y sentarán las bases para la emergencia de procesos de simbolización -representaciones socioculturales- y de lenguaje. Bornstein (1995) después de observar diversas conductas entre madre e hijo en tres culturas - Nueva York, Tokio y París - concluyeron que las mayores diferencias se encontraban en las respuestas maternas ante la mirada de los niños y en hasta qué punto las madres hablaban o estimulaban a sus hijos. En los procesos de socialización infantil existen al menos tres tipos de influencia: a) La actividad del niño: El temperamento heredado del niño, que se manifiesta en patrones de conducta desde pequeño, es una variable que interviene tanto en competencia social como en la eficacia de determinadas estrategias de socialización. Niños irritables, impulsivos temperamentalmente, van a inducir formas de crianza de mayor control y castigo (Gershoff, 2002). b) Influencia indirecta, entre las cuales destacan las variables socioculturales, la expresividad emocional, y las cogniciones parentales (ideas y sentimientos) sobre objetivos educativos. En el caso de la socialización emocional, estaríamos hablando de este tipo de procesos cuando los padres explicita o intencionadamente no pretenden modificar la conducta emocional del niño. Aquí se incluirían el aprendizaje por observación y la transmisión de valores, actitudes y filosofías de vida. c) Influencia directa. Los padres influyen directamente en la enseñanza de nuevas destrezas y normas sociales culturalmente adaptativas mediante procesos como la imitación, el modelado o la instrucción oral. Así, en el caso de la socialización emocional, la influencia directa hará referencia a las acciones intencionadas dirigidas a influir o facilitar la conducta emocional del niño y que normalmente conllevan una actitud de instrucción por parte del padre, como por ejemplo cuando se explica a los niños cuales son las expresiones emocionales adecuadas en determinadas situaciones “no reírse ante una caída o el daño ajeno”-, o las ligadas al género -“los hombres no lloran”-. Estas normas explícitas sobre la apropiada expresión de las emociones que sentimos irán dirigidas a favorecer competencias emocionales socialmente adecuadas. Ideas, Creencias y Objetivos Culturales asociados a la Niñez y Crianza A lo largo de nuestro desarrollo y socialización, los humanos vamos adquiriendo una serie de ideas y valores sobre cómo son los niños, como se desarrollan y cuales son las estrategias adecuadas para cuidarlos (Harkness y Super, 1992). Desde esta perspectiva, Levine (1988) propone la existencia de tres valores u objetivos parentales que tienen carácter de metas universales: a) la supervivencia y la salud del niño o la niña, b) el desarrollo de capacidades que le permitan ser un adulto económicamente independiente y c) el logro de una serie de rasgos y valores culturalmente apreciados. La organización jerárquica según su importancia de estas metas implica que cuando la primera de ellas se ve amenazada se convierte en la más importante. En relación a la tercera meta, sabemos que en culturas individualistas los padres valoran más la autodirección y la independencia mientras que en las culturas colectivistas, como las orientales, la conformidad y la obediencia (Kohn ,1969). Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 3 Otra de las etnoteorías o creencias culturales relacionadas con la socialización se refiere a las capacidades atribuidas a los niños y niñas en diferentes edades. En sociedades individualistas, los niños disfrutan de un estatus especial ya que se concede gran tiempo a aprendizajes dirigidos hacia la participación en una sociedad cambiante y con medios de producción muy sofisticados, mientras que no se les exige que contribuyan con su trabajo o esfuerzo en la vida familiar o de la comunidad. Si bien en todas las culturas se cree que a los 7 años los niños ya tienen capacidad de ser autónomos, en las culturas tradicionales colectivistas los niños empiezan a trabajar alrededor de los cinco años y, a partir de la pubertad, se les considera en capacidad de casarse y reproducirse (Harris, 2003). Por ejemplo en sociedades colectivistas como la de los yoruba de Nigeria, la gran mayoría de los niños de dos años -75%- transportan agua en cuencos, ordenan, hacen recados, lavan sus utensilios de comida, etc. (Zeitlin,1996).También en poblados tradicionales de Kenia se ha observado como los niños a los tres años conducen vacas, con cinco cuidan de sus hermanos y a los ocho años incluso cocinan para el resto de los miembros de la familia (Harkness y Super, 1992). Lo mismo ocurre entre los mayas en América Latina. Las etnoteorías o creencias culturales sobre la estimulación necesaria para el desarrollo infantil son también importantes. El desarrollo motor se considera un área crucial de estudio por su contribución a la comprensión del desarrollo evolutivo (Kéller et al., 2002). Cuando se han estudiado en madres alemanas y mujeres de cultura Nso oeste de África - el conjunto de ideas parentales relacionadas con la estimulación motora, se ha comprobado que la estimulación temprana se concibe como un índice de salud en esta última cultura - “es el modo de que crezcan mejor, más rápido y más fuertes” - y consideran determinante en el infradesarrollo de los niños el hecho de que madres como las alemanas dejen a sus hijos tanto tiempo en la cama. Estas ideas sobre la estimulación temprana son compartidas también por los ¡Kung-San de Botswana.. Hopkins (1991 en Bornstein, 1995) comprobó que en culturas Afro-Caribeñas con estimulación motora temprana, los niños suelen sentarse y andar antes que los niños británicos. A nivel fisiológico, algunos estudios constatan que la posición vertical tranquiliza a los niños al favorecer la secreción de ciertas hormonas - ACTH - y que aumenta los niveles de atención, lo cual aceleraría el desarrollo cognitivo (Konner, 1977). Tanto los Nso como los ¡Kung-San de Botswana son culturas colectivistas donde los índices de supervivencia son menores que en la cultura alemana y por tanto, el mayor apoyo social atribuido a estas comunidades contribuiría directamente en la supervivencia. Además, en dichas culturas el desarrollo motor temprano se torna un objetivo de socialización importante ya que se requiere la ayuda del niño como mano de obra de cara a contribuir en las labores y responsabilidades comunitarias (Keller et al., 2002). En culturas como la alemana, la participación infantil temprana en la comunidad no se tiene en cuenta, lo cual está directamente unido a una concepción más laxa en el tiempo sobre la adquisición de las habilidades infantiles motoras y la anteposición de estrategias dirigidas a la independencia y autonomía. Por otra parte, lo característico y diferencial de las familias como grupo social es el estilo de las relaciones que se dan entre sus miembros, aspecto recogido en lo que se denomina clima emocional de las relaciones interpersonales, que tendría dos vertientes: 1) el estudio de las relaciones que tienden a establecer lazos afectivos y emocionales, y 2) el estudio de relaciones con el propósito de establecer controles y regulaciones en el proceso socializador de adquisición de normas y valores entre los más jóvenes. 4 Psicología Social, Cultura y Educación Relaciones Afectivas: El Apego A lo largo del proceso de crianza se gestan relaciones interpersonales basadas en el compromiso e implicación emocional entre padres e hijos. Se ha denominado Apego a la relación especial que el niño establece con un número reducido de personas... lazo afectivo que se forma entre él mismo y cada una de estas personas, un lazo que le impulsa a buscar la proximidad y el contacto con ellas a lo largo del tiempo (López, 1999). El Apego, tanto en animales como en humanos, cumple una función muy importante, como es la de asegurar la supervivencia del ser en sus momentos de mayor fragilidad, mediante la proximidad, protección y la asistencia directa o indirecta de las figuras parentales. Así, uno de los primeros estudios realizados sobre la conducta de apego a sus crías en primates no humanos – chimpancés - reveló una serie de conductas que tanto en sus formas como en sus funciones parecían propiamente humanas: cuidados físicos, protección frente a riesgos, seguridad frente a amenazas. Por su parte, las crías de estos animales también desarrollaban de modo jerárquico una serie de lazos afectivos que les conducían a manifestar conductas de aproximación y de evitación hacia ciertos miembros del grupo. Es por ello que se presupone que las relaciones que se establecen entre el niño y sus progenitores se basan tanto en el desarrollo filogenético o de la especie como en el desarrollo ontogenético o de la persona, teniendo como función principal asegurar la supervivencia del niño. Por tanto, el Apego se explica en parte por factores biologicos innatos – es probable que los miembros de la especie que fueran capaces de demandar y dar seguridad y cuidado sobrevivieran más -. y también por aprendizaje - los niños aprenden que sus padres y cuidadores los alimentan y reconfortan, y por ende se apegan a ellos -. De hecho, muchas conductas innatas del niño - llorar, sonreír, sentirse bien al ser arropado, etc. - son importantes para inducir Apego mientras que, a la vez, es reforzante para los padres e hijos la secuencia de demanda - lloro, etc.- -> presencia y cuidado por el adulto -> detención del malestar y bienestar en el niño. Algunos autores afirman que las relaciones de apego tempranas también influyen en el tipo de relaciones que la persona desarrolla entre grupos y con la sociedad en su etapa adulta y a lo largo de la vida. De hecho se supone que las relaciones de Apego cumplen dos funciones: a) dar una base de seguridad para que el niño y la persona exploren el entorno y b) entregar información sobre el medio social. Tipos de Apego y Desarrollo de Modelos Internos de Relaciones Interpersonales En la Teoría del Apego se asume que el tipo de interacciones tempranas entre el niño y la figura de apego constituirán las bases sobre las cuales el niño organiza su mundo y se desarrolla. El procedimiento conocido como “La situación extraña” (Ainsworth et al., 1978) evalúa la medida en la que un niño pequeño toma como referencia de base segura a la figura de apego para explorar el entorno. Al mismo tiempo, este procedimiento nos informa - en los momentos de separación y de reunión con la madre - sobre el equilibrio entre el sistema conductual de apego y el de exploración de entornos no familiares. Por otra parte, durante el primer año de vida, el niño va construyendo progresivamente expectativas sobre los hechos que regularmente suceden en su entorno, las cuales se organizarán para dar lugar a lo que Bowlby (1982) denominó “Modelos Internos Activos” del entorno físico, de las figuras de apego y de Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 5 ”Sí mismo”. Estas creencias o "Modelos Internos" sobre "sí", "los otros" y "las relaciones con ellos" permiten la reflexión y comunicación sobre situaciones y relaciones tanto pasadas como futuras, favoreciendo la creación de planes conjuntos sobre la regulación de la proximidad y la resolución de conflictos interpersonales. De hecho, los “modelos internos activos” asociados a cada tipo de apego van a orientar la regulación psicológica, las relaciones interpersonales y las relaciones intimas en la adolescencia y etapa adulta, si bien están sujetos a posibles cambios a lo largo de todo el ciclo vital. Aún así, como todas las creencias estructuradas, tenderán a rechazar información contradictoria con ellos mismos. Por tanto, los aspectos que condicionarán las relaciones íntimas, las de amistad y las relaciones sociales serán: (1) la adquisición de un estilo de apego, lo cual esta directamente relacionado con el desarrollo de la confianza básica en las primeras relaciones que se establezcan y (2) el desarrollo de las habilidades necesarias para usar los códigos de comunicación competentes en las relaciones interpersonales. Centrándonos en el tipo de factores parentales que van a promocionar unas relaciones afectivas satisfactorias, se rescata la importancia de estos cuatro factores (López, 1999): a) La sensibilidad materna a las demandas y necesidades del niño, en particular la habilidad para percibir las señales que el niño emite y la capacidad para responde a éstas de forma rápida y adecuada. b) La cooperación materna, que se refiere a la ausencia de conductas intrusivas o de interferencia. c) La cantidad de contacto físico materno y d) la “responsividad” o frecuencia y rapidez de respuesta materna a la señales infantiles - sin tomar en cuenta su adecuación -. Basándonos en la tipología de Ainsworth y en los posteriores trabajos sobre la Teoría del Apego, hoy en día se puede afirmar que existen tres patrones de apego a la hora de explicar las relaciones entre el niño y su mundo social: Apego Seguro, Evitativo y Ansioso-ambivalente. Apego Seguro: Los niños con un apego de este tipo se caracterizan por tener confianza en que la madre va a responder a sus necesidades. Habitualmente, éstas muestran alto contacto visual, táctil y verbal, así como alta conciencia y capacidad de reacción ante las necesidades de sus hijos, es decir, alta sensibilidad y responsividad. Por ello se explica que los niños seguros busquen consuelo en ellas y exploren confiadamente el medio en su presencia. En general, el estilo de apego de la madre y el del padre coinciden, si bien cuando esto no ocurre basta con que un progenitor facilite un estilo seguro para que el niños desarrolle competencia y adaptación social, que le conducirá a mostrar en la etapa adulta facilidad a la hora de intimar o depender de los otros. En culturas occidentales, y desde el punto de vista dimensional, un apego seguro implica un alto afecto o calidez y un bajo control como sobreprotección en las relaciones. El 50% o más de los niños observados o adultos encuestados son categorizados dentro de esta tipología. Por otra parte, según el meta-análisis de 66 estudios y 4 mil sujetos de De Wolf y van Ijzendoorn (1997), la relación entre la sensibilidad materna - evaluada a través de la observación de su actividad - y apego seguro en el niño – evaluado mediante la observación de sus reacciones - era media, lo que significa que un niño con una madre sensible tendrá un 62% de apego seguro, frente a un 38% de apego seguro con madres de baja sensibilidad. También la cooperación 6 Psicología Social, Cultura y Educación materna se asociaba débilmente a un apego seguro, lo mismo que la cantidad de contacto físico materno y la responsividad, aunque estas de modo aún más débil1. Apego Evitativo: Estos niños esperan una falta de reacción y el apoyo de sus madres cuando se sienten ansiosos pues ellas o sus cuidadores son rechazantes y no reactivos, esto es, que marcan las distancias y están poco accesibles. En consecuencia, los niños evitativos no suelen utilizar a sus madres como base de apoyo de cara a explorar el medio o como refugio/consuelo y se caracterizan por su falta de sensibilidad, una gran resistencia verbal y conductual al contacto físico y baja expresividad emocional (Ainsworth et al., 1978), así como por una mayor tendencia a ser hostiles y agresivos con sus pares. Cuando llegan a la etapa adulta, esa excesiva autosuficiencia típica del estilo evitativo, les creará dificultades a la hora de intimar con los otros y depender de ellos (Hazan y Shaver, 1994). Alrededor de un 20-25% de niños observados y adultos encuestados se sitúan en este estilo. Apego Ansioso-Ambivalente: El patrón ansioso-ambivalente es muy frecuente en niños cuya madre responde de forma inconsistente a sus necesidades (Ainsworth et al., 1978), experimentando frecuentemente una falta de contingencia y consistencia en los cuidados. Esto les lleva a demandar continuamente la atención de sus progenitores y a sentir grandes dosis de ansiedad cuando la figura de apego desaparece de su entorno o cuando lo ignoran. Como resultado, muestran dificultades a la hora de explorar el medio y en ser consolados después de las separaciones - reaccionan alternando la búsqueda activa de contacto hacia la madre junto con una fuerte resistencia a éste en el momento en el que se les intenta consolar-. En la etapa adulta, temen el abandono de los otros o que no quieran intimar suficientemente con ellos, sintiendo a su vez que los demás no les apoyan tanto como ellos quisieran. Alrededor de un 20% de niños observados y adultos encuestados se sitúan en este estilo. A partir de la adolescencia media, el amigo íntimo irá ganando importancia sobre otras figuras de apego hasta convertirse en la figura principal, siendo características primordiales de las relaciones de amistad el apoyo emocional y la intimidad. Las dimensiones de Apego en las que se aprecia está mayor importancia del amigo frente al vínculo con la madre son en la búsqueda de proximidad y en su consideración como “puerto de refugio”. En cambio, la madre sigue manteniendo su papel principal como base de seguridad (Hazan y Zeifman, 1994). Por tanto, tras la pubertad la familia tendrá que compartir con el grupo de iguales su capacidad de influencia, hasta situarse en la mayoría de los casos en un segundo lugar. Es más, la importancia de estas relaciones queda patente en estudios que muestran fuerte asociación entre mantener una buena relación de amistad durante la adolescencia y una alta autoestima o mayor satisfacción vital, menor riesgo de mostrar problemas emocionales o de conducta o un mejor ajuste escolar. De hecho, como mostró el metaanálisis de Schneider, Atkinson y Tardif (2001), los niños con una base de apego seguro tienden a estar más adaptados cuando son adolescentes. Estos autores analizaron 63 estudios longitudinales en los que fueron observados el Apego y las conductas de adaptación, encontrando que el buen apego a la madre se asociaba y predecía de forma moderada unas mejores relaciones de amistad y con los pares2. Tres estudios en culturas colectivistas asiáticas - Japón, China y Corea - mostraron un efecto de rango similar 1 Relación entre sensibilidad, cooperación, cantidad de contacto físico y responsibidad materna con apego seguro r = 0,24, r = 0,13, r = 0,09 y r = 0,10 respectivamente. 2 Relación entre apego seguro con la madre observado en la infancia y calidad de la relación de amistad y con los pares, r = 0,20. Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 7 frente al rango medio en EE.UU.3. Cuatro estudios en Europa -Alemania e Inglaterra- y dos en Israel mostraron asociaciones similares entre apego seguro observado en la infancia y adaptación social posterior4. El apego seguro se asociaba a la competencia social en relaciones con pares en la adolescencia, en relación a: a) un menor aislamiento social observado, b) una menor agresividad observada y c) una mayor sociabilidad y capacidad de liderazgo observado5. En estudios realizados en España, el apego seguro maternal también se asociaba y predecía mejores relaciones de amistad y con los grupos de iguales en la adolescencia si bien el apego seguro se asocia con más fuerza a una buena relación de amistad que con la relación con el grupo de iguales (Sánchez-Queija y Oliva, 2003)6. Esto sugiere que las relaciones sociales diádicas de apego seguro con la madre son más parecidas a la confianza e intimidad que se da en las relaciones de amistad, que a relaciones con el grupo o colectivo de pares, pues éstas requieren otras habilidades sociales de manejo del estatus y del conflicto entre iguales. Por tanto, un 62% de niños con una madre de estilo de apego seguro estarán por encima de la media en buenas relaciones de amistad y un 57% lo estarán en relaciones con los pares, frente a un 38% y 43% respectivamente de niños con apego maternal más inseguro. Algunos autores defienden que a medida que las personas van avanzando en edad, la estabilidad del Apego es mayor, siendo posible que después de la adolescencia se convierta en un patrón básico poco modificable. Para ellos lo que sí es posible es aumentar el auto-conocimiento de las propias características, el autocontrol de sus efectos y el aprendizaje de habilidades sociales para relacionarse de manera eficaz a partir del propio estilo. Por otra parte, no puede obviarse que en la vida adulta la conducta depende más de aprendizajes y roles sociales, lo que determinaría que el Apego se viva de forma más variable de unas personas a otras, sobre todo ya que éste interactuará de manera más estrecha con otros vínculos afectivos, especialmente los sexuales. En relación con este tema y sobre la base tanto del modelo que las personas emparejadas construyen sobre sí mismo y sobre el otro, como del grado de dependencia y evitación de la intimidad que se vive en la relación, Bartholomew (1990) y Griffin y Bartholomew (1994) encuentran cuatro patrones de Apego adultos. Basándose en las evaluaciones y expectativas con respecto al “self” y a los demás, se encuentran dos dimensiones subyacentes en la medida en que un individuo (1) tiene una autoimagen positiva y espera que los demás respondan coherentemente a ella y (2) tiene una imagen positiva sobre los demás y espera que éstos estén dispuestos a apoyarle. En función de la posición que la persona ocupe en estas dimensiones, se clasificará en uno de los cuatro patrones de Apego Adulto propuestos: Seguro, Ansioso o preocupado, rechazante o Evitativo y Miedoso. 3 Rango de efecto en culturas colectivistas asiáticas - Japón, China y Corea - 0,15-0,19 y en EE.UU. 0,18. 4 Asociación en Europa -Alemania e Inglaterra- 0,18 y en Israel 0,59. 5.Relación entre apego seguro y competencia social observada: r = -0,15 con aislamiento social; r =- 0,14 con agresividad y r = 0,15 con sociabilidad y capacidad de liderazgo. 6 Asociación en España entre apego seguro con calidad de la relación de amistad y con el grupo de iguales: r = 0,24 y r = 0,14 respectivamente. 8 Psicología Social, Cultura y Educación Sección Práctica - Estilos de Apego Sección Práctica - Estilos de Apego. (Hazan y Shaver, 1987) Por favor, lea las tres viñetas siguientes y clasifíquese en una de ellas. ¿Cuál de estas descripciones describe mejor sus sentimientos? (I) Encuentro bastante fácil tener relaciones íntimas con otros. Siento la necesidad de estar estrechamente unido a otras personas y también saber que otras personas están íntimamente unidas a mí. Sin embargo, no me preocupa el ser abandonado por los otros ó que los otros tengan relaciones demasiado íntimas conmigo.________ (II) No me siento muy a gusto con la idea de intimar mucho con las personas. Encuentro difícil confiar totalmente en la gente. Me siento tenso cuando alguien intima mucho conmigo. Mis parejas hubieran querido que yo hubiera estado más cercano/a a ellas, pero esto me hace sentir incómodo/a.__________ (III) Encuentro que los otros dudan antes de intimar conmigo como yo quisiera que lo hicieran. Tengo, a veces, la impresión de que mi pareja no me ama realmente, o no lo suficiente, y tengo miedo de que él/ella me abandone. Quisiera ser con mi pareja una sola persona, pero ese deseo asusta a veces a algunas personas, que intentan huir__________ Claves de Interpretación Si has marcado la viñeta I, te autodefinirías de acuerdo al Apego Seguro, como el 47% de la población, según una muestra de 1500 estudiantes de 14 países. Si has elegido la viñeta II, lo haces de acuerdo al Apego Evitante como el 28 % de la muestra. Si has seleccionado la viñeta III, te incluyes en el Apego Ansioso-ambivalente, como un 24% de la población. Por su parte, Grossman y Grossmann (1990) afirman que los estilos de apego se asociarán de manera congruente con estructuras de creencias y expectativas sobre sí mismo, los otros y el mundo, destacando que a) los individuos con conjuntos de creencias o modelos internos seguros prestan atención a todo el conjunto de causas externas a hora de emitir respuestas emocionales, tolerando además más las emociones contradictorias; b) las personas con modelos internos inseguros prestan un tipo de atención más selectiva ante sus respuestas emocionales y no suelen tener en cuenta todo el rango de respuestas externas ante emociones potencialmente contradictorias. Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 9 Indudablemente, tiene que marcar alguna diferencia el hecho de vivir en contextos socioculturales donde, ante los retos potencialmente conflictivos, sean aspectos dominantes la hostilidad y la dificultad, reforzándose probablemente el apego inseguro. Cuadro 1: Estilos de Apego Adulto. Modelo Positivo de los Demás Patrón de Apego Seguro Patrón de Apego Preocupado o Ansioso Ansiedad Elevada e Implicación en las Relaciones : muy dependiente . No evita a los demás. Siente que los demás se resienten a la intimidad que desearía. Ansiedad Baja e Implicación en las Relaciones. No evita a los demás. Bienestar con la Intimidad y Autonomía. No le crea preoc upación el quedarse solo o qu e no se le acepte . Modelo de Sí Mismo Positivo Modelo de Sí Mismo Negativo Patrón de Apego Evitativo o Rechazante Patrón de Apego Miedoso Ansiedad Elevada y Evitación de los demás. M iedo a la intimidad aunque la desea. Preocupado con el sufri miento que ocasionarían relaciones demasiado íntimas. Negación del A pego. Ansiedad Baja y Evitación de los demás: Muy importante sentirse independiente y Autosuficiente. Egocentrismo ambivalente : vacilantes para llegar a implicarse en relaciones. Modelo Negativo de los Demás Fuente: Basado en información de Baron y Byrne (1998), Bartholomew y Horowitz (1991). Siendo adultas, las personas con un modelo interno activo seguro no suelen temer el abandono ni el exceso de intimidad (Hazan y Shaver, 1994), y suelen tener una imagen positiva de sí mismos y de los otros (Bartholomew y Horowitz, 1991). Las creencias o modelo interno activo seguro se asocian por tanto a una percepción positiva de sí mismo -mayor auto-estima-, confianza en las relaciones con otros y ausencia de temor a la hora de implicarse en ellas. Como se examina en el capítulo sobre Atracción y Relaciones Intimas, estas personas creen más en el amor romántico e incluso después de discutir temas importantes, ven tanto a su pareja como a la relación de un modo más positivo. Los adultos con creencias o modelo ansioso-ambivalente o un patrón de apego preocupado se caracterizan por tener una imagen de sí mismos negativa - más autocrítica - y potencialmente positiva de los otros, aunque perciben que los otros ni quieren relacionarse tan íntimamente con ellos, ni que les apoyan tanto como les gustaría (Hazan y Shaver, 1994). Estas personas creen más en el amor maniaco y al discutir temas importantes experimentan estrés, siendo para ellos los conflictos más dolorosos por activarles el temor al abandono. Además, después de una discusión perciben de manera más negativa tanto a su pareja como a la relación. 10 Psicología Social, Cultura y Educación En las relaciones interpersonales, las personas adultas con creencias o patrón de apego evitativo o rechazante tienen una imagen positiva de sí, son autosuficientes y muestran mayor distancia y desconfianza ante los demás, sintiéndose incómodos cuando los otros están muy cerca emocionalmente de ellos. Los adultos con creencias evitantes creen menos en el amor romántico y al discutir temas importantes en su relación de pareja, ni vivencian emociones negativas ni evalúan después la relación como menos íntima, si bien los hombres evitantes manifiestan un menor apoyo a su pareja, lo que no ocurría en el caso de las mujeres. Finalmente, se ha planteado que existe un modelo o patrón de apego temeroso, con una imagen negativa de sí y de los otros. Estas personas quisieran tener relaciones con los demás, pero tienen miedo de ser heridos por parejas y confidentes (Bartholomew y Horowitz, 1991). Estilo Seguro Estilo Evitativo Estilo Ansioso Relaciones cálidas con ambos padres y entre éstos a su vez. Figura parental fría que rechaza al niño. Falta de confianza en los padres. Autoestima alta pero los otros no son de fiar. Baja autoestima, no se siente comprometido por los demás. Experiencia Amorosa Modelo Mental Aspecto Historia de Apego Cuadro 2: Historia de Apego, Modelo Mental y Características de la Experiencia Amorosa. Autoestima alta, los otros son bien intencionados y fáciles de conocer. El amor romántico existe en realidad. El amor romántico Inicia fácilmente relaciones raramente se da y no dura. amorosas, pero el amor Es una invención literaria o verdadero es raro, los otros cultural no se comprometen. Más autónomos. Mantienen una visión realista de corte positivo de Miedo a la intimidad, las relaciones de pareja, a dificultad para aceptar la la que seleccionan mejor. pareja. Viven Sentimientos de aparentemente bien solas y satisfacción, amistad y mantienen relaciones confianza hacia ella y distantes. Toman la mayor capacidad para la decisión de separarse con intimidad. Por tanto mayor mayor facilidad y satisfacción en la aparentemente menos comunicación afectiva. dolor. Toman decisiones más acertadas y firmes en las separaciones. Tienen mayor deseo de mayor unión recíproca, ya que la necesitan para construir su autonomía. Propensos a la obsesión y celos, fuertes pasiones, sentimientos extremos. Se sienten en general menos amados de lo que creen merecer. Tienen muchas dificultades para tomar la decisión de separarse. Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 11 Sección Práctica:Estilos de Apego e Importancia otorgada a los Tipos de Amor Por favor, revise ahora sus puntuaciones en los Estilos de Amor -Escala de Hendricks y Hendricks del capítulo de Relaciones Intimas Recuerde que a menor puntuación, mayor importancia dada al Tipo de Amor. Amor Eros: Las personas que se auto-categorizan en el Apego Seguro le dan más importancia (M=2,19) que las personas que se categorizan como Apego Evitativo (M=2,48,), aunque no difieren de las personas que se clasificaron como Ansiosas-Ambivalentes (M=2,08). Amor Manía: Las personas que identifican con la viñeta de Apego Ansioso-Ambivalente, le otorgaron mayor importancia (M=2,55) que las de Apego Seguro y Evitativo (ambos M=2,99), lo que es coherente con la idea que las personas ansiosas son más celosas y están más preocupadas por las amenazas a sus relaciones de pareja. Estos resultados confirman las ideas anteriormente expuestas. Ahora bien, la varianza explicada o diversidad de las creencias sobre el amor explicada por la visión sobre sí y los otros oscilaba entre el 1 y 3%, lo que muestra que se trata de una relación moderada débil. Por tanto, si usted se ha clasificado como Seguro es probable que haya puntuado 15 o menos en amor erótico y usted se clasificado como Evitante es probable que haya puntuado 17 o más. Apego y Relaciones Intergrupales Los modelos internos activos vinculados a los estilos de apego también serán relevantes para orientar a las personas sobre la sociedad y las relaciones integrupales. Así, hay estudios que han encontrado como sujetos con apego seguro tienen una relación más positiva con su Dios, y otros muestran que estas personas se definen como más “patriotas” -quieren a su país- mientras que las de apego inseguro tienden más a ser nacionalistas -preocupados por el dominio y defensa nacional-. Los sujetos seguros reaccionan ante el estrés social -crisis social, etc.- de forma más equilibrada, utilizan más la búsqueda de apoyo social y muestran una actitud más abierta y favorable hacia los extraños y las nuevas evidencias. Las personas con apego ansioso alto van a mostrar reacciones más negativas ante miembros de exo-grupos - de otra corriente política o grupo nacional - y en situaciones de crisis social se van a alterar más afectivamente. Los sujetos evitantes en situaciones de crisis social se van a distanciar más psicológicamente de lo que ocurre en la sociedad como una forma de afrontar el estrés (Mikulincer y Shaver, 2001; Durkin, 1996). La pre-activación de una visión segura de sí, mediante palabras que connotan apego y proximidad a otros -cercanía, amor, apoyo- o a través de instrucciones de tareas de imaginación – “imagine que está en una situación problemática rodeado de personas que son sensibles y reaccionan a su malestar. Desean ayudarle porque le quieren y 12 Psicología Social, Cultura y Educación aprecian, y dejan de lado otras actividades para hacerlo” -, atenúa la reacción ante críticas a la visión del mundo de la persona y reduce la evaluación de un exo-grupo como fuente de amenaza simbólica y real. Por ejemplo, los israelitas van a evaluar más positivamente a grupos palestinos que critican a Israel cuando han pensado estar en una situación de apego seguro, que en una situación neutra. Esto sugiere que un estilo seguro de apego, que se mantiene durante la adolescencia y adultez o que es activado por un contexto cultural favorable, se va a asociar un modelo interno positivo de los otros, en particular de exo-grupos (Mikulincer y Shaver, 2001)7. Ahora bien, recordemos que el apego seguro se asociaba más a relaciones interpersonales que a relaciones endogrupales y podemos suponer que su asociación con las relaciones intergrupo y las ideologías sociales será aún más débil. Cultura, Crianza y Socialización Relacional en la Familia Universalidad del Apego Los estudios de la "Situación Extraña" en cerca de 20 culturas confirman que el apego seguro es dominante en todas las naciones estudiadas y que las creencias sobre el niño ideal en diferentes culturas son las del niño con un estilo seguro. Waters (1995) comprobaron en los 6 países donde realizaron su estudio que las madres mostraban más similitud y preferencia por las conductas típicas descritas bajo el patrón de apego seguro, es decir, que a grandes rasgos todas las madres coincidían en el tipo ideal de niño y que éste coincide con las características de los niños con apego seguro. De esta manera y en primer lugar, cuestionando el dominio general de la dependencia en las culturas colectivistas, las investigaciones han demostrado, por ejemplo, que el niño ideal chino es percibido con las características del apego seguro. Esto significa que en esta sociedad, la idea culturalmente mantenida de la interdependencia emocional no impregna las creencias maternales chinas sobre el niño ideal, contrariamente a lo que podría esperarse si partimos de sus valores culturales de tipo colectivistas (Van Ijzendoorn y Sagi, 1999). Como hemos visto, estudios en más de 15 naciones también confirman que estudiantes jóvenes adultos se identifican mayoritariamente con una viñeta de descripción del estilo de apego seguro proyectado en las relaciones sociales. En segundo lugar, una relación segura se asocia a la sensibilidad materna en diferentes culturas. Posada et al., (1995) confirmaron en las siete culturas que el patrón seguro correlacionaba con la sensibilidad materna. En tercer lugar, los estudios realizados en Uganda subrayan que la variación de la forma cultural del Apego no altera los procesos básicos de éste, ya que el hecho de que haya múltiples cuidadores no parece interferir en el desarrollo de un apego seguro. Son la cantidad y la calidad del tipo de interacciones que se establecen entre el niño/a y la figura de apego las que determinan su existencia (Van Ijzendoorn, y Sagi, 1999). Sin embargo, a pesar de que el apego seguro es mayoritario y deseable en todos los países, y de que exista una relación con la sensibilidad en la relación de cuidado, no puede negarse que el Apego es sensible a determinadas influencias específicamente culturales. 7 Valoraciones medias de israelitas a grupos palestinos que critican a Israel: M =5,13 tras pensar en una situación de Apego Seguro y M =3,75 en situación neutra. Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 13 Diferencias Socio-culturales y Variaciones en Estilos de Apego En los países con prácticas de socialización profundamente diferentes, la distribución de los tipos de apego varía significativamente. Por otro lado, los valores, creencias, objetivos y conductas de socialización de los padres están ligados a lo que en una cultura determinada se entiende por "ser un buen padre" y a las conductas infantiles preferibles para cada sexo. Las prácticas de socialización que utilizan las madres estarán relacionadas con los valores de ese grupo social y así, lo que significa sensibilidad puede diferir significativamente de una sociedad a otra. Tabla 1: Estilos de Apego y Factores Socio-culturales: Porcentajes medios del total de estudios observacionales en niños8. Países Indice de Desarrollo Humano y Puntuaciones Dimensiones Culturales 9 Patrones de Apego (%) IDH IDV PDI MAS UAI “A” “B” “C” Alemania 918 67 35 66 65 35 57 8 Gran Bretaña 919 89 35 66 35 22 75 3 Holanda 923 80 38 14 53 26 78 6 Suecia 928 71 31 5 19 22 75 4 Israel 900 54 13 47 81 3 80 17 Japón 929 46 54 95 92 5 65 26 China 644 20 80 66 30 16 68 16 USA 925 91 40 62 46 21 67 12 47 85 37 92 23 54 23 Surinam* Chile*** 848 23 63 28 86 23 50 22 Australia** 926 90 36 61 51 16 70 14 Kenia**** 434 27 64 41 52 Mali**** 214 20 77 46 54 0 88 12 Uganda**** 272 27 64 41 52 18 57 25 Indonesia 586 14 78 56 48 7 59 34 61 Fuentes: van Ijzerdoorn, M. H. y Kronenberg, P. M. (1988); * van Ijzerdoorn, M. H. (1990); **Barnnett et al., (1987); * * *Valenzuela, (1990); ****van Ijzerdoorn y Sagi (1999). 8 (1) Solo se tuvieron en cuenta estudios de Apego madre-hijo evaluados a través de “ La Situación Extraña” y que aportaban el tipo de distribución de los estilos "A" o Evitativo-Ansioso, "B" o Seguro y "C" Ansioso Resistente o Ambivalente (2) Se incluyeron sólo estudios realizados con población normal. 9 Índice de Desarrollo Humano (IDH); Individualismo (IDV); Distancia Jerárquica (PDI); Masculinidad (MAS); Evitación de la Incertidumbre (UAI). 14 Psicología Social, Cultura y Educación Tabla 2: Correlaciones entre Tipos de Apego y Factores Socio-culturales. Apego IDH IND PDI MAS UAI Patrón Seguro .01 .31 -.40+ -.10 -.37+ Patron Evitativo .44+ .46* -.20 -.29 -.14 Patrón Ansioso-Ambivalente -.38+ -.70* .59* .27 .48* + p<.10, * p<.05 A) Pautas de Crianza Colectivistas: Cercanía Física y Anticipación de Necesidades del Niño. En una cultura africana colectivista como la de los Nso, Séller et al., (2002) hallaron que entre las madres la sensibilidad se definía como un patrón de estimulación individualmente adaptado, quedando su uso en función de las habilidades de cada madre en particular. La contigüidad o rapidez de respuesta materna también tiene connotaciones diferentes en esta cultura ya que no parece estar asociada a nuestro concepto de sensibilidad puesto que sus esfuerzos van más bien dirigidos a anticipar cualquier indicio de estrés en el niño y a satisfacer sus necesidades antes de sean expresadas. Esta anticipación materna de las necesidades infantiles, en lugar de la reacción a sus señales tras su expresión, se ha constatado también en otras culturas semi-colectivistas como la Japonesa y en la de los Indios Zinancanteco. En cambio, madres alemanas dieron respuestas consistentes con el modelo occidental y acordes a los de culturas individualistas. Es decir, definieron la sensibilidad en términos de la actuación contingente y consistente hacia las señales del bebé, entendiendo que se debe esperar a qué estos se expresen para luego responder. No hay que olvidar que en las culturas occidentales individualistas, como la de EE.UU., se potencian la autonomía, la individuación y la exploración. Los padres norteamericanos prefieren esperar a que los niños comuniquen sus necesidades antes de actuar, siendo su objetivo responder con el fin de ayudarles a lograr sus deseos personales y promover sus esfuerzos autónomos para que satisfagan sus propias necesidades (Vogel, 1991). En una cultura asiática menos individualista como la de Japón, la sensibilidad, la individuación y el concepto de base segura son entendidos también de modo diferente. Los padres lo relacionan con cercanía física y emocional entendiendo que su papel debe ser ayudar a los niños a regular sus estados emocionales. Por ello prefieren anticipar las necesidades infantiles y tomar medidas con objeto de minimizar el estrés (Vogel, 1991). Frente a las culturas individualistas occidentales, el tipo de comunicación, la cercanía física y la orientación de la atención que establecen las madres japonesas hacia sus hijos parece potenciar niveles de dependencia y cercanía emocional mayores. El discurso de las madres japonesas suele tender a centrarse en emociones, mientras que el de las norteamericanas en informaciones objetivas. A su vez, estas últimas tienden a establecer contacto visual a cierta distancia en situaciones en las que las madres japonesas establecen y mantienen durante más tiempo contacto físico. Por otro lado, en la cultura japonesa las madres tienden a orientar la atención de sus hijos hacia objetos sociales hacia ellas mismas- mientras que las americanas lo hacen hacia objetos físicos. Finalmente, podríamos decir que las estrategias utilizadas por las madres japonesas irán dirigidas a responder principalmente a las necesidades que requiere el niño de cara a lograr que su funcionamiento social sea el adecuado y por ello, una madre sensible será aquella que promocione dichos valores. En Estados Unidos en cambio, las estrategias Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 15 puestas en marcha irán dirigidas a satisfacer las propias necesidades infantiles con el fin de favorecer su proceso de individuación, entendiéndose por tanto que una madre sensible será aquella que favorezca la autonomía de sus hijos. En culturas asiáticas más colectivistas y femeninas como la indonesa, la calidad de las relaciones constituye una de las mayores preocupaciones, constituyendo uno de sus valores típicos la idea de que las personas deben amarse, cuidarse y guiarse los unos a los otros (Zevalkink et al., 1999). Es decir, socialmente se potencian el respeto, el honor y la obediencia hacia las personas de estatus social superior, como por ejemplo los padres, quienes a cambio se comprometen a proteger, apoyar y guiar a los de estatus inferior como es el caso de los hijos (Wilcox Palmer, 1967). La importancia que se concede a los niños se refleja en el amplio número de hijos en las familias y las altas aspiraciones educativas que se tienen sobre ellos. En el caso de las madres, una de las conductas sobresalientes es que cada vez que el niño llora o se muestra inquieto éstas inmediatamente tratan de calmarlo bien persuadiéndolo para comer o beber, o bien pidiéndole que se tranquilice (Widjaja, 1989). También es destacable el hecho de que cuando las madres son lentas a la hora de reaccionar ante sus hijos son fuertemente criticadas por la vecindad y el entorno social en general (Adimihardja y Utja, 1991). En relación con la proximidad física y el contacto entre madre e hijo cabe destacar que, durante su primer año de vida, estos niños son transportados en una especie de sábana durante todo el día, por lo cual los periodos contacto físico cercano son grandes. Incluso duermen en la cama con sus madres hasta que cumplen 2-3 años. Este último aspecto es común en la mayoría de las culturas colectivistas. El niño duerme en la misma habitación y/o en la misma cama que la madre en sus primeros años y, cuando deja de dormir con los padres, es frecuente que pase a hacerlo con los hermanos u otros miembros de la familia. Por tanto, el contacto físico con la madre es mayor hasta los tres-cinco años, momento a partir del cual es frecuente que sea reemplazado por el contacto con hermanos, sobre toda hermanas, que actúan como cuidadores. Como resultado, el niño es “destronado”, pasando de ser centro de atención a ser uno más en la familia. Ante sus protestas se reacciona aislándole, ignorándole o castigándole. Además, con el fin de asegurarse la cooperación del niño, en estas culturas es frecuente que se le amenace con grandes males si no obedece, como por ejemplo decirle “te llevará un diablo si no te portas bien” (Harris, 2003). Este último hecho puede conducir a que en los niños de culturas colectivistas prevalezca un mayor apego ansioso resistente o ambivalente. B) Relación entre Apego Ansioso-Resistente, Colectivismo, Distancia Jerárquica y Desarrollo Social. Confirmando la idea de la relación entre cultura tradicional y Apego Ansioso, cuando se correlacionó la prevalencia de niños clasificados en estilo Ansioso en quince naciones y sus características socioculturales -valores de las Dimensiones culturales de Hofstede y el Indice de Desarrollo Social-, (véase Tabla 1), se encuentra que el Apego Ansioso se asocia al menor Desarrollo Social, al Colectivismo y a la Alta Distancia Jerárquica10 (véase Tabla 2). 10 Correlaciones entre Apego Ansioso e IDH, r (13)= -.38, (p<.10); Apego Ansioso con IDV r (14) = -.69, (p<.001); Apego Ansioso y alto PDI, r (14)= .59, (p<.02). 16 Psicología Social, Cultura y Educación El patrón de Apego Ansioso-Ambivalente es más frecuente en culturas colectivistas, donde los niños reaccionan fuertemente ante la separación. Como hemos comentado, es probable que en los modelos internos de estos sujetos prime una visión negativa de si y positiva o ambivalente de los otros, debida en parte a la idea de la obediencia sin explicación y la aceptación de los valores familiares a la hora de desarrollar criterios propios e individuales. Esto favorecerá grandes dosis de ansiedad y una excesiva dependencia de la valoración externa. La visión amenazante de los otros y del mundo que se utiliza con frecuencia para educar a los niños en la obediencia a la autoridad también explicaría la asociación entre colectivismo y menor apego seguro o creencias más negativas sobre sí mismo. Estudios con jóvenes adultos asiáticos y anglosajones han mostrado que la ansiedad social es más frecuente en personas con una identidad sociocéntrica o colectivista. Es decir, las personas socializadas en valores de dependencia del grupo muestran mayor vergüenza social y sensibilidad al rechazo cuando llegan a adultas (Smith y Bond, 1998), siendo la confianza en los demás menor en estas culturas, como se ha visto en otros capítulos. En síntesis, dichas características culturales de mayor cercanía física, anticipación a las respuestas del niño y en algunos casos el cambio brusco de un apoyo especial a un apoyo distribuido por las hermanas, así como otros elementos típicos de estas sociedades como son la visión más negativa del mundo y de los extraños fuera de la familia, el uso de la amenaza de rechazo si el niño no obedece -“te vas a la calle”-, la valoración del contacto estrecho con el endo-grupo y el énfasis en la fusión con los otros (Fiske, Markus, Kitayama y Nisbbet, 1998) pueden explicar la sobrerepresentación de patrones de Apego Ansioso-ambivalente en las culturas colectivistas. C) Apego Ansioso, Normatividad Cultural y Rechazo a lo Extraño. En las culturas de alta Evitación de la Incertidumbre se rechaza más lo extraño por percibirse el exterior como peligroso, siendo lo propio de estas culturas - al menos en Europa y el área mediterránea- una fuerte reactividad emocional, alto estrés y neuroticismo, así como la desconfianza hacia los demás. Teniendo en cuenta que la incertidumbre inherente de la vida se siente como una amenaza que debe ser controlada mediante reglas claras y estructuras, en los niños se primará la obediencia de las reglas y lógicamente se les enseñará que el mundo es hostil y que deben protegerse de lo desconocido (Hofstede, 2001). Coherentemente, el patrón Apego Ansioso se asoció al dominio de valores culturales de alta Evitación de la Incertidumbre11 (ver Tabla 2), siendo más numeroso en culturas que puntúan alto en dicha dimensión como Israel, Japón, Chile, Uganda e Indonesia (ver Tabla 1). Desde el punto de vista cultural, la sociedad israelí se caracteriza por una alta Evitación de la Incertidumbre, y el que en ella se hayan categorizado más niños con apego ansioso-ambivalente ha sido atribuido a motivos socio-políticos y a las prácticas de crianza propias de este entorno cultural. Así, el predominio de dicho tipo de apego se explicaría, junto con las características típicas de esta dimensión cultural, por la sensación de amenaza nacional y la preocupación por los episodios de violencia pues puede que conduzcan a los padres hacia una actitud sobre-protectora y cierta insensibilidad ante las señales del niño. 11 Correlación entre Apego Ansioso y UAI, r (14) =.48, (p<.04). Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 17 D) Apego Evitativo y Culturas Individualistas de Mayor Desarrollo Social. Como se muestra en la Tabla 2, existen asociaciones positivas entre el patrón Apego Evitativo con el Individualismo y el Desarrollo Económico12. De hecho, en sociedades más Individualistas y de mayor IDH, el patrón Evitativo es más numeroso que en otras culturas, tal y como se puede observar en Alemania, Gran Bretaña, Holanda, Estados Unidos y Suecia (ver Tabla 1). En estas culturas, las estrategias de socialización van dirigidas a potenciar las necesidades educativas que fomentan la autonomía personal y niveles menores de dependencia. Algunos autores ya habían sugerido que en culturas Individualistas como la alemana y las anglosajonas se valora sobretodo la independencia, percibiéndose al niño que busca contacto como un “mal educado”. En Alemania particularmente, las personas tienden a mantener una mayor distancia interpersonal y destaca la idea de que el niño debe ser independiente, no “estar colgado de las faldas de la madre” todo el día y no hacer demasiadas peticiones, pero sí obedecer las normas sin cuestionarlas - "al niño se le debe ver pero no oír" dicen en Alemania y se decía también en los países anglosajones en el pasado reciente - (Harris, 2003). Por ello, desde el punto de vista del Apego, sería relativamente más adaptativo el patrón Evitante (Matsumoto, 2000). De hecho, los estudios sobre el Apego en la cultura alemana destacan que estos niños lloran menos en los momentos de separación, son saludados con menos frecuencia en el reencuentro y que mantienen conductas interactivas más distantes. Parece como si las madres debieran de reducir el contacto físico con el niño desde el momento en que este adquiere movilidad para evitar así que se convierta en un niño mimado. Por tanto, parece razonable pensar que un énfasis en la individuación y el autocontrol normativo puedan reforzar el Apego Evitativo y que en estas culturas se inculcará potencialmente una visión positiva de sí y negativa de los otros. E) Apego Seguro y Menor Distancia Jerárquica y Normatividad Cultural. La mayor presencia relativa del patrón de Apego Seguro se asoció con la baja Distancia Jerárquica y con la baja Evitación de la Incertidumbre13 (ver Tabla 2), es decir, el Apego Seguro es más frecuente en culturas más igualitarias, menos normativas y que temen menos a lo extraño. Dado que las culturas de alta Distancia al Poder enfatizan el autocontrol emocional y se mantienen fuertes distancias entre personas de estatus diferentes, como padres e hijos, es coherente que en ellas el patrón de Apego Seguro sea menos frecuente. Por otra parte, las culturas de baja Distancia al Poder refuerzan un tratamiento más igualitario del niño, lo que también explicaría el mayor número de estos apegos. Así, parece comprensible que en estas culturas donde se valoran tanto la autonomía e independencia del sujeto así como la confianza en los iguales, se inculcará con mayor probabilidad una visión positiva de sí mismo y de los otros. También es comprensible que estas culturas de baja evitación de la incertidumbre, que perciben lo diferente y extraño como interesante y aceptan la ambigüedad, refuercen modelos internos seguros. De hecho, aparecen más sujetos con un patrón de Apego Seguro en 12 Correlaciones entre el patrón Apego Evitativo con IDV, r (14) = .46, (p <.05) y con IDH, r (13) = .44 (p<.07). 13 Correlaciones entre el patrón Apego Seguro con Distancia Jerárquica y Evitación de la Incertidumbre, r (15) = -.40, (p<.07) y r (15) = -.37, (p<.09) respectivamente. 18 Psicología Social, Cultura y Educación naciones con menor grado de Evitación de la Incertidumbre y de menor Distancia Jerárquica, como Gran Bretaña, Suecia, Estados Unidos (ver Tabla 1). En síntesis, se confirma la existencia de una asociación congruente entre los valores culturales y los estilos de apego. Aunque el Apego Seguro era dominante en todas las naciones, se encontraba con mayor frecuencia en algunas culturas igualitarias. El Apego Evitativo era minoritario, aunque relativamente más presente en culturas Individualistas y el Ansioso-Ambivalente relativamente más frecuente en culturas Colectivistas. Resultados similares para la Distancia Jerárquica y el menor Apego Seguro se han encontrado utilizando escalas de auto-adscripción a estilos de apego con adultos. Como se puede examinar en la Tabla 3, hay más personas que se clasifican en la viñeta de Apego Seguro en los países de baja Distancia Jerárquica o igualitarios. Sin embargo, el número limitado de países incita a tomar estos resultados como preliminares. Además, algunos autores sugieren que la variabilidad intra-país es igual o más importante que la inter-país. Tabla 3: Porcentajes de Personas identificadas con los Estilos de Apego en 13 Países. Estilos de Apego Hombres Países Mujeres Seguro Evitante Ansioso Seguro Evitante Ansioso Argentina 58 13 29 49 8 28 Angola 46 37 17 33 36 17 Bélgica 38 31 31 45 5 29 Brasil 57 18 25 42 17 24 Cabo Verde 57 20 23 32 56 28 España 63 10 27 49 5 25 Francia 61 11 28 56 4 24 Mozambique 36 40 24 42 38 23 Portugal 60 23 17 54 22 13 Suiza 61 19 19 52 29 16 USA 47 37 16 50 37 12 Rusia 39 36 25 31 57 12 Japón 25 53 23 49 43 9 Fuente: USA, Rusia y Japón, Sprecher et al., (1994). Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 19 Estrategias de Socialización Parental Además de implicar la generación de sentimientos intensos y habitualmente positivos con respecto a los hijos, ser padres también implica tener que encauzar el comportamiento de éstos en una determinada dirección, o lo que se denomina hacer uso de “estrategias de socialización”. Así, el objetivo que se persigue está relacionado directamente con moldear a través de la intervención educativa el tipo de conductas que los padres valoran como apropiadas y deseables para sus hijos, tanto para su desarrollo personal como con vistas a su integración social. Los estilos de socialización en la familia comprenderán dos dimensiones: 1) Aspecto de contenido o "qué se transmite", que hace referencia a los valores inculcados a los hijos, los cuales dependen de los valores personales de los padres y del sistema de valores dominantes en el entorno sociocultural más amplio;. 2) Aspecto formal o "cómo se transmite", conocido como disciplina familiar o las estrategias y mecanismos que utilizan uno o ambos padres para regular la conducta y transmitir los contenidos culturales (Darling y Steinberg, 1993). Esta tarea es evolutivamente posterior al establecimiento del apego y requiere por parte de los padres de una toma de decisiones, una serie de comportamientos y tensiones que típicamente no se dan en las relaciones de apego. Las estrategias de socialización también tiene que ver con el tono de la relación, con el nivel de comunicación, con formas concretas de expresión del afecto, etc., y por ello son en realidad estilos de relación entre padres e hijos no limitadas al ámbito de las relaciones afectivas, encuadrándose básicamente en dos dimensiones de carácter bipolar: (1)Tono emocional de la relación y comunicación: (Aceptación/Rechazo; Calor/Frialdad; Afecto/Hostilidad; Proximidad/Distanciamiento) y 2) Conductas puestas en juego para controlar y encauzar la conducta del niño (Autonomía/Intrusividad o Sobreprotección; Flexibilidad/Rigidez; Permisividad/Restrictividad). Tipos de Estrategias de Socialización Parentales En un texto ya clásico, Baumrind (1973) identificó tres estilos de socialización parental en función de una dimensión bipolar de control que recoge las conductas que los padres utilizan para encauzar la conducta del niño - control guía frente a control imposición -. Esta dimensión define el control como estructuración, implicación o exigencia hacia el niño por parte del cuidador, considerando un manejo adaptado a su estado de desarrollo. Un polo comprendería la valoración de la empatía y afectividad en el cuidado y el otro el cuidado manipulativo o punitivo. Los estilos de socialización que se encuentran se denominan: Democrático o correcto, Autoritario o demasiado duro y Permisivo o demasiado blando. Hoffman (1970) ya había realizado una clasificación de las estrategias disciplinarias de los padres. Su teoría afirma que las prácticas inductivas, al fomentar la reflexión, propician una adecuada interiorización de la norma parental puesto que los razonamientos contribuyen a clarificar la postura de los padres, facilitando su comprensión siempre y cuando las razones y argumentos estén a la altura del nivel de comprensión del hijo. Así, dichas estrategias disciplinarias o de control parental quedarían clasificadas de la siguiente manera: 1) Afirmación de Poder: Relativa a la hostilidad parental, esta estrategia supone el uso de castigos físicos, amenazas verbales, retiradas de privilegios y gran variedad de técnicas coercitivas con el fin de modificar la conducta del niño - ej.: "¡No hagas eso!" Acompañado del uso de la fuerza física -. Se asemejaría al estilo autoritario. 20 Psicología Social, Cultura y Educación 2) Retirada del Afecto: Los padres utilizan como estrategia de control el enfado y la desaprobación ante las conductas negativas del niño, ignorándole sin hablarle ni escucharle, incluso dejando de jugar con él, - ej.: "No quiero hablar contigo. ¡Eres terrible!"- lo que ocasionaría una relación de tipo ambivalente entre ellos. Su uso prolongado, sobre todo en formas extremas, conducirá al niño hacia el miedo al abandono o la separación. Ambos estilos son medios de control más directos que llevan a una motivación extrínseca según la cual hay que portarse bien para evitar el castigo (control imposición). 3) Inducción: Modo de control más indirecto que enfatiza las consecuencias negativas del daño causado a otros, fomentando la empatía hacia éstos y la reflexión. Conlleva connotaciones positivas, ya que a través de explicaciones de normas, principios y valores, y el ofrecimiento de razones para no comportarse mal, trata de inducir una motivación intrínseca -ej.: "Si vas a ese sitio que no es para personas de tu edad me preocuparía mucho por ti" -. Por ello, pese a servirse del mismo sistema motivacional que el anterior - calor o afecto-, no se culpabiliza al niño y la relación entre padres-hijos mantiene un tono emocional afectivo. Este estilo se asemeja al democrático pero no usa el control guía para marcar directrices claras, normas firmes y exigir su cumplimiento. En términos generales los padres democráticos utilizan la disciplina inductiva, reconocen y respetan la individualidad de sus hijos y les animan a negociar verbalmente las decisiones. Controlan y restringen el comportamiento mediante normas y límites claros - control-guía - que aplican coherentemente adaptándose a las características de sus hijos e impulsándoles a ser independientes. Un padre “autoritativo” o democrático tal vez pondría su mano sobre el hombro del hijo de una forma cariñosa y diría “Tu sabes que no debiste hacer eso. Hablemos de cómo podrías manejar la situación de forma diferente la próxima vez”. Se ha planteado que un estilo de apego seguro es una de las bases de este estilo de socialización. El estilo parental donde se evita hacer uso del control es el estilo permisivo. Los padres se encuentran muy involucrados con sus hijos pero les imponen pocos límites o restricciones sobre su comportamiento - ej.: "Ve donde quieras. Coge dinero del bolso de tu madre"-. Utilizan pocos castigos, se realizan pocas demandas y les permiten regular sus propias actividades porque creen que la combinación de una crianza aceptante y la falta de imposiciones tendrá como consecuencia niños creativos confiados en sí mismos. El resultado real es que estos niños, por lo general, no aprenden a controlar su comportamiento ya que no se les ayuda a guiar sus estrategias, ni les ofrecen otras nuevas. Los padres autoritarios se caracterizan por utilizar un nivel de control restrictivo y severo sobre las conductas de sus hijos y para ello recurren al castigo, la prohibición y continuas amenazas tanto físicas como verbales. Los padres autoritarios exhortan a sus hijos a que los obedezcan y los respeten sin tener en cuenta los intereses, opiniones, necesidades y características personales del niño. Establecen límites y controles firmes que permiten muy poco intercambio verbal, por ejemplo, diciendo “se hace lo que digo yo y no habrá más discusión”. Posteriormente Maccoby y Martín (1983) reformularían la teoría de Baumrind en función de dos dimensiones bipolares subyacentes: a) el control, exigencia parental o presión y demandas que los padres ejercen sobre los hijos para que alcancen determinados objetivos y metas y b) el afecto o responsividad, sensibilidad y calidez en Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 21 la respuesta parental ante las necesidades de los hijos. De la combinación de estas dos dimensiones se obtienen los siguientes estilos parentales: Democrático, Autoritario, Indulgente y Negligente o indiferente. Por tanto, el estilo permisivo de Baumrind se divide en dos, el indulgente y el negligente, este último asociado al maltrato. En este modelo se asume una relación causal entre las acciones parentales y las de los niños y ha sido especialmente criticado por la falta de aclaración sobre los mecanismos que influyen en esa asociación, además de ser reduccionista a la hora de abordar los determinantes de los procesos de socialización (ver Cuadros 3 y 4). Cuadro 3: Estilos de Socialización Parental de Maccoby y Martin. Responsividad / Afecto y Comunicación Exigencia / Control Alto Bajo Alto Estilo Democrático Estilo Autoritario Bajo Estilo Permisivo Estilo Negligente Fuente: Ceballos y Rodrigo (1998) Padres Democráticos Padres Permisivos Padres Indiferentes o Negligentes Dimensión Afectiva Frialdad: No receptivos a las necesidades del niño Calidez: Receptividad a las necesidades del niño, aunque pueden caer en sobreimplicación Calidez: Bastante receptivos, dan apoyo emocional.. Baja calidez: No responsivos ante las necesidades del hijo, indiferentes a los afectos. Restricción Normativa: Alto nivel de exigencia; Ausencia de técnicas de disciplina en función del contexto. Ante conflictos, uso de la Aserción de Poder: amenazas, ejecución real de castigos retiradas de afectos, privilegios. Eficacia por miedo al castigo. Restricción Normativa: Exigentes adecuándose a las Baja Restricción Baja Restricción características del Normativa: poca Normativa: exceso de niño. Uso de la exigencia, dando libertad. Ausencia de Inducción como libertad ya que son prácticas coherentes estrategia reacios a poner límites en las estrategias de disciplinaria: Exponen y reglas disciplina razones, conveniencia o justificaciones de las normas. Formas de Resolución de Conflictos Padres Autoritarios Dimensión Normativa Cuadro 4: Síntesis de Estilos Disciplinarios practicados por los Padres. Soluciones coercitivas, Clarificación conjunta Ausencia de sin comunicación de los problemas y clarificación y directa ni expectativas, planificación planificación ni relación lógica con el contingente: Acción contingente con el comportamiento razonada ante el desarrollo del niño: infantil. No dan lugar a problema, hacerle ver los problemas se dejan respuesta del niño las consecuencias de pasar o los soluciona autónoma y su comportamiento y el niño sin supervisión responsable. guiarle. parental. Ausencia de clarificación contingente y planificación: Los problemas los soluciona el niño y/o el padre según su criterio. Fuentes: Oliva, Moreno, Palacios y Saldaña (1995); Hoffman, Paris y Schell (1995) y Hinde y Groebel (1991). 22 Psicología Social, Cultura y Educación Las coordenadas socioculturales relacionadas con la elección del estilo educativo serían 1) La clase social: las clases media y alta usan estrategias más inductivas y las clases de niveles inferiores las estrategias basadas en la afirmación del poder o restrictivas. 2) Las creencias de los padres sobre el desarrollo y educación de los hijos: Palacios (1987) y Moreno (1991) encuentran para una muestra de Andalucía como los padres con creencias tradicionales muestran preferencia por riñas y castigos, mientras que los modernos prefieren estrategias basadas en el razonamiento y la argumentación. 3) Las dimensiones culturales: Las culturas colectivistas asiáticas y en menor medida latinas y africanas consideran normativo un estilo autoritario – la mayoría de las comparaciones, aunque no todas, confirman que asiáticos y latino-americanos en EE.UU. utilizan más el castigo corporal (Gershoff, 2002). En las sociedades colectivistas tradicionales los padres, a la hora de conseguir que sus hijos se comporten, utilizan antes los castigos que el refuerzo positivo, siendo poco frecuente - incluso ausente - el elogio a los niños por sus logros y conductas adaptativas. Cuando estos hacen algo mal, se les castiga pegándoles o se les amenaza con historias de fantasmas, diablos extranjeros o animales salvajes, sin dar explicación alguna del porqué. En sociedades colectivistas tradicionales lo que se sanciona habitualmente - frente a las intenciones del niño - es el resultado de su conducta (Harris, 2003). Estrategias de Socialización, Ajuste Psico-Social y Educación Los efectos de las estrategias de socialización no se limitarían a los años de la infancia, sino que se prolongarán hasta la adolescencia y la juventud bien por la impronta de las influencias tempranas o por la permanencia a lo largo del tiempo del mismo estilo de socialización familiar. Sus consecuencias evolutivas en niños y adolescentes, dentro de las sociedades occidentales, se reflejarían dentro del desarrollo psicosocial en aspectos como la autoconfianza, la competencia social y la orientación hacia el trabajo. Concretamente, 1) Rendimiento escolar: motivación escolar y rendimiento académico. 2) Estrés psicológico o problemas internalizados: síntomas psicológicos y somáticos. 3) Problemas externalizados o de conducta: mal comportamiento escolar, abusos de drogas y delincuencia (Ceballos y Rodrigo, 1998) (ver el Cuadro 5). Ahora bien, la mayoría de los estudios sobre los que se basan estas afirmaciones son correlacionales, lo que implica que la relación pudiera ser la inversa, es decir, los adolescentes que fuman, beben, etc. producen que sus padres sean más autoritarios o distantes de ellos. Además, muchos de ellos se basan en auto-informes de padres o de niños/adolescentes, lo que favorece que las respuestas se asocien por la tendencia del mismo informante a dar respuestas congruentes. Finalmente, los estudios sobre herencia genética de rasgos de personalidad han mostrado que crecer en la misma casa y ser criados por los mismos padres no hace que las personalidades adultas de hermanos genéticamente diferentes sean parecidos. Las relaciones entre las actitudes de los padres y las de los hijos - como por ejemplo el prejuicio racial - son débiles (Harris, 1995). Por otra parte, aunque el estilo autoritario no se reduce al castigo corporal, hay evidencia de que su uso más frecuente se asocia a una peor calidad de la relación parental con el niño, a peor salud mental y a mayores problemas de adaptación (véase el meta-análisis de Gershoff, 2002). Dado el carácter correlacional de estos estudios también es difícil afirmar que el castigo es la causa y no un efecto: se puede pensar que los niños más agresivos, con más problemas de conducta, inducen en los padres mayor castigo. Algunos estudios longitudinales confirman esta última relación causal, aunque Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 23 otros confirman que el castigo precede y causa problemas en los niños. Este metaanálisis también encontró que una alta frecuencia de castigo corporal se asociaba en la etapa adulta a mayor conducta anti-social, mayor agresión y solo débilmente a peor salud mental14. Aunque la mayoría de los estudios eran retrospectivos, los estudios longitudinales mostraban asociaciones similares – aunque no controlaban la conducta inicial ni el temperamento del niño -. Cuadro 5: Efectos de los Estilos de Socialización Parental sobre el Desarrollo de la Persona. Estilos de Socialización Parental. Autoritario Democrático Permisivo Negligente -Competencia social. En Niños -Autocontrol. -Escasa competencia social. -Motivación e iniciativa -Agresividad, impulsividad. -Moral autónoma: fomento de la conducta prosocial, se facilita la toma de perspectiva hacia el punto de vista de los otros - fomento de la empatía-. -Moral heterónoma, Regulación del comportamiento por la evitación de castigos. -Baja autoestima. -Niños sumisos, pasivos, tímidos, ansiosos y que buscan la aprobación de los demás. Menos alegres y espontáneos. -Alta autoestima. -Alegres y espontaneos. - Desarrollo del comportamiento cooperativo. -Baja competencia social. -Escasa competencia social. -Bajo autocontrol de impulsos y agresividad. -Escasa motivación y capacidad de esfuerzo. -Inmadurez. -Alegres y vitales En Adolescentes y Jóvenes -Baja autoestima. - Alta dependencia. -Escaso respeto a normas y personas. -Baja autoestima, inseguridad. -Inestabilidad emocional: se sienten rechazados y vacíos emocionalmente. -Buenas habilidades sociales con los iguales. -Escasas habilidades sociales. -Moral Heterónoma: ausencia de autorregulación interna; Inhibición de la interiorización de valores prosociales – se centran en consecuencias de propios actos y no trascienden a sus consecuencias, fallando la empatía -. -Escasa motivación. -Debilidad en la propia identidad. -Recompensas a largo plazo. -Obediencia-conformidad. -Pobre autocontrol y heterocontrol. -Buenas habilidades sociales. -Autonomía – responsabilidad. -Moral autónoma. -Alta autoestima. -Buena planificación del futuro y capacidad de autodirección. -Trabajo con recompensa a largo plazo. - Planificaión de actividades por imposición externa. -Trabajo con recompensa a corto plazo. 14 -Alta autoestima proveniente del apoyo de los iguales. - Baja conducta prosocial. Egocentrismo, carencia de autocontrol de impulsos anteponiendo sus necesidades y deseos a los de los demás. -Abuso de drogas. -Problemas de salud. -Nula planificación y trabajo. Incapacidad para el esfuerzo (baja tolerancia a la frustración) y dependencia. -Escasas habilidades sociales: Tendencia a la soledad y al aislamiento social. -Baja autoestima. -Estrés psicológico. -Problemas de conducta. Comportamiento antisocial – impulsividad, rebeldía y delincuencia -. -Nula planificación y trabajo. Asociación entre frecuencia de castigo corporal con agresión y salud mental en la etapa adulta, r = 0,20 y r = -0,05 respectivamente. 24 Psicología Social, Cultura y Educación Todo esto sugiere que los efectos de la crianza parental se han sobre-estimado. La primera revisión exhaustiva realizada por Maccoby en 1983 ya concluía que había poca relación entre los métodos de crianza de los padres y la personalidad de los niños (Harris, 2002). Recordando el tamaño del efecto, una mayor frecuencia de castigo corporal en la infancia se asociaba a que el 60% de estos niños fuera más agresivos que la media, frente a un 40% de los menos castigados – y la relación entre personalidad y agresividad infantil es alta15 o explica el 50% de la varianza, lo que deja solo un 5% de influencia probable debida al castigo - La influencia del castigo en la salud mental adulta era menor16, es decir, un 52,5% de los niños más castigados estarían por debajo de la media en auto-estima o bienestar o por encima en ansiedad, frente a un 47,5% de los menos castigados. Las estrategias de socialización también pueden ser utilizadas para el manejo del aula. Así, y como los padres democráticos, los maestros que utilizan dicho estilo tendrían estudiantes con tendencia a presentar mayor confianza en sí mismos, a retrasar la gratificación, llevarse bien con sus pares y mostrar alta autoestima. Concretamente, una estrategia autoritativa de manejo en el aula anima a los estudiantes a pensar y funcionar de manera independiente sin prescindir de la supervisión efectiva. Así, estos educadores comprometerían a los estudiantes en un considerable intercambio verbal, mostrando una actitud de cuidado hacia ellos. Sin embargo, no dejarían de establecer límites en los momentos necesarios, aunque dichos estándares de regulación comportamental - normas y reglas - los establezcan con la intervención de los estudiantes. La estrategia democrática contrastará, por tanto, con dos estrategias consideradas inefectivas dentro de la mayoría de los planteamientos educativos y de las creencias se sentido común del mundo occidental: a) la autoritaria, que principalmente mantiene un enfoque de control punitivo y orden restrictivo en el aula frente a la instrucción y el aprendizaje. Los educadores con este estilo se caracterizan por poner límites firmes, controlar a los estudiantes y tener poco intercambio verbal con ellos. b) La estrategia permisiva de manejo en el aula les ofrece en cambio una considerable autonomía, pero sin proporcionar el apoyo necesario para que desarrollen habilidades de aprendizaje o manejar su comportamiento. En general, se asume que una estrategia autoritativa o democrática beneficiará a sus alumnos más que las autoritarias o permisivas, ayudándoles a ser aprendices activos y autorregulados. De hecho, habitualmente se considera que los estudiantes en aulas autoritarias tienden a ser aprendices pasivos, con dificultades a la hora de iniciar actividades por sí mismos, expresando ansiedad ante la comparación social y poseedores de deficientes habilidades de comunicación. Por su parte, los estudiantes en aulas permisivas tenderían hacia el escaso autocontrol y las inadecuadas habilidades académicas (Lonzarich, 2001 en Harris, 2002). 15 r = 0,7. 16 r = -0,05 Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 25 Cultura, y Funcionalidad Social del Grupo Familiar Dimensiones Culturales y Estructuras Familiares: La Familia Extensa y el Colectivismo, la Familia Nuclear y el Individualismo Se presupone que la familia numerosa y extensa, que incluye a tres generaciones en la misma residencia, como la fuerte valoración de los lazos naturales hereditarios, sean de la familia real, del linaje o del clan, eran aspectos estructurales típicos de las sociedades tradicionales y que reforzaban el colectivismo. El desarrollo industrial, la urbanización y la modernización habrían reforzado la familia nuclear y reducido el tamaño de la familia, colaborando por ende en el desarrollo del individualismo. Esta visión tiene una serie de limitaciones. Primero, la familia nuclear preexistía al desarrollo industrial y en culturas comunitarias y de familia extensa. Aún en culturas colectivistas como la eslava balcánica, en la que predominaba la familia conjunta y en la que las personas colaboraban con el trabajo de la comunidad, la mujer trabajaba esencialmente para su pareja e hijos. Algo similar se puede decir de las mujeres mayas, cultura también considerada colectivista y en la que la familia extensa es importante (Hobsbwam, 1995). Segundo, existe la visión de que era más frecuente en el pasado que en el presente la cohabitación entre tres generaciones cuando en realidad la familia extensa tiene más que ver más con la nostalgia de la memoria colectiva que con la realidad demográfica. Así, en el período pre-industrial caracterizado por el régimen antiguo de mortalidad, la fuerte mortalidad infantil y maternal, la baja expectativa de vida, el matrimonio tardío y el impacto de las epidemias y hambruna hacían que el tamaño de la familia no fuera muy grande, y por tanto era poco frecuente que coexistieran tres generaciones. Lo mismo ocurría el siglo pasado en EE.UU. (Páez, Basabe y González, 1997). Tampoco es cierto que la revolución industrial disminuyera el tamaño de la familia, al menos en el país paradigmático de ésta, Inglaterra, donde desde el siglo XVII al XIX el tamaño medio de la familia permaneció estable - alrededor de 4,75 miembros -. Resultados similares se encontraron en Europa. Por otra parte, al aumentar los recursos gracias al desarrollo industrial, la co-residencia con los padres y el tamaño de la familia también aumentaban. Ahora bien, se ha confirmado que el tamaño de la familia es mayor en culturas colectivistas - véase la Tabla 4 y capítulo 3 -. De hecho, el tamaño de las familias colectivistas es mayor que el de las individualistas en general y en comparaciones intranaciones: el tamaño medio de la familia mejicana en EE.UU. es de 4,1, el de la familia latina 3,5, el de la familia asiática 3,3 y el de la familia euro-americana 2,5 - similar a la japonesa-americana - (McLoyd et al., 2000). Aunque este mayor tamaño se puede explicar por constricciones sociales – la mortalidad infantil es mayor en las sociedades tradicionales, los niños son útiles como mano de obra, los familiares actúan como una red informal de “servicios sociales” y a mayor número de hijos, más probabilidad que alguno pueda hacerse cargo de los padres en la vejez -, Georgas y sus colaboradores han mostrado que el colectivismo cultural se asocia a un mayor contacto con la familia extensa – aunque no habían diferencias en relación a la familia nuclear - (Georgas et al., 2001). 26 Psicología Social, Cultura y Educación País Africa Oriental: Etiopía Kenia Tanzania Zambia Africa Occidental: Ghana Nigeria Sierra Leona Población urbana (% de la población total) 1997 Esperanza de vida al nacer (años) 1995-2000 Edad media de las mujeres en el primer matrimonio 1980-1990 Tamaño medio de la familia 1980-1990 16 30 26 44 43 52 48 40 17,5 20,3 18,6 19,4 5,2 5,0 País Malasia Marruecos México Nigeria Noruega 37 41 35 60 50 37 19,4 18,7 - 4,8 - Nueva Zelanda Países Arabes: Egipto Irak Alemania Argentina Australia Austria Bangladesh Bélgica Bolivia Brasil Bulgaria Canadá Rep. Checa Chile China Colombia Corea del Sur Costa Rica Croacia Dinamarca Ecuador Eslovaquia Eslovenia España Estonia Filipinas Finlandia Francia Gran Bretaña Grecia Guatemala Holanda Hong Kong Hungría Indonesia India Irán Irlanda Israel Italia Jamaica Japón 87 89 85 56 19 97 62 80 70 77 66 84 32 74 83 50 64 85 60 60 63 77 74 56 64 75 89 65 41 89 95 61 37 27 60 58 91 67 55 78 77 73 78 77 58 77 61 67 71 79 74 75 70 70 72 76 73 76 70 73 74 78 69 68 77 78 77 78 64 78 78 71 65 63 69 76 78 78 75 80 26,0 22,9 23,5 25,7 16,7 24,9 22,1 22,6 21,9 26,1 21,5 23,6 22,4 22,6 24,1 21,7 23,2 28,2 21,1 21,2 24,1 25,3 23,0 22,4 26,9 26,1 25,7 24,4 20,5 26,6 25,3 21,6 21,1 18,7 19,7 25,9 23,5 25,6 25,2 25,1 2,4 3,9 3,0 2,7 5,7 2,7 4,4 4,4 2,9 2,8 4,5 4,0 5,1 4,1 4,7 2,4 4,8 3,5 5,6 2,6 2,7 2,7 3,1 5,2 2,5 3,7 2,8 4,8 5,5 5,0 3,7 3,5 3,0 4,2 3,0 Kuwait Líbano Libia Arabia Saudí Paquistán Panamá Perú Polonia Portugal Rumania Rusia Salvador, El Singapur Sudáfrica Suecia Suiza Tailandia Trinidad Tobago Turquía y Población urbana (% de la población total) 1997 Esperanza de vida al nacer (años) 1995-2000 Edad media de las mujeres en el primer matrimonio 1980-1990 Tamaño medio de la familia 1980-1990 55 53 75 41 74 86 72 67 72 50 78 76 23,5 22,3 20,6 18,7 26,2 22,7 5,1 6,0 5,5 2,7 2,9 45 75 97 88 86 84 66 62 76 70 70 71 21,4 20,8 22,9 18,7 - 5,5 6,3 6,5 - 35 56 72 64 37 57 77 46 100 50 83 62 21 64 74 68 73 75 70 67 69 77 55 79 79 69 19,8 21,2 22,7 21,6 24,5 22,1 19,4 26,2 22,8 27,8 27,3 22,7 6,7 4,6 5,1 3,1 3,3 3,1 2,9 5,0 4,7 2,2 2,5 4,6 73 74 22,3 4,2 69 77 72 67 44 20,6 23,3 21,2 20,4 5,2 2,6 5,3 4,8 5,2 72 77 Venezuela 93 Vietnam 21 Zimbabwe 33 Fuente: Unesco, (1999) USA Tabla 4: Datos Socio-Demográficos y Socio-estructurales en Países Individualistas - Colectivistas. Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 27 Colectivismo e Importancia Funcional de la Familia De acuerdo con los resultados de varios estudios sobre la dimensión de Individualismo-Colectivismo (Oyserman et al., 2002) el Familismo es un valor cultural asociado al colectivismo y a culturas latinas, africanas y mediterráneas, que para las personas implica tanto una fuerte identificación y vinculación con su familia nuclear y extensa como fuertes sentimientos de lealtad, reciprocidad y solidaridad entre los miembros de dicho grupo (Triandis, Marín, Betancourt, Lisansky y Chang, 1982; citado en Marín y VanOss, 1991). De hecho, las culturas asiáticas y latinoamericanas se caracterizan por ser Colectivistas y de gran Distancia Jerárquica siendo típicas la valoración de la lealtad a los grupos adscrito, la armonía en las relaciones endo-grupales y el respeto y la deferencia ante los superiores en estatus, como los padres. El “familismo” también se manifiesta en la estructuración y formación de la denominada “familia extensa” que puede componerse tanto de personas con relaciones “por sangre” o de familiares "ficticios" con los que se mantiene el mismo grado de implicación y cercanía en las relaciones - compadres o comadres, es decir, amigos cercanos de la familia a los que se les da el status de parientes-, (Marín y VanOss, 1991). La expresión de estos síndromes de valores colectivistas en la familia o Familismo se denominan Piedad Filial Confuciana en Asia y Dignidad y Respeto Familiar en las culturas mediterraneas. A) El Familismo en el Colectivismo Asiático: Piedad Filial Confuciana: Para entender la estructuración y funcionamiento familiar en base en estas culturas debe recurrirse a los principios ideológicos desarrollado por Confucio. Esta ideología dio lugar a un modelo jerárquico que definía los roles, deberes y obligaciones de la persona dentro del estado y que también se aplica a la familia. Así, dentro del grupo familiar, los roles de cada individuo estarán dictados principalmente por la edad y el género, siendo predominante la estructura patriarcal o Patriarcado – el padre mantiene la autoridad y la distancia emocional con el resto de miembros de la familia -. La mujer está subordinada a su marido pero en su rol como madres tienen considerable autoridad y autonomía en la crianza del niño. La familia extiende su control hacia sus miembros fundamentalmente a través de un principio guía para el comportamiento de todos ellos: los propios deseos deben posponerse ante las necesidades del grupo familiar. Los niños muestran obediencia, respeto y lealtad hacia sus padres y las generaciones de mayor edad, esperándose especialmente en el caso de los chicos, que se hagan cargo del cuidado de sus padres cuando envejezcan. Este es el aspecto por el que concretamente se denomina Piedad Filial a este síndrome de valores familiares. En resumen, el “familismo” en el contexto del colectivismo asiático se caracteriza por la importancia otorgada al deber y el respeto ante los padres, la obediencia hacia la autoridad parental y la importancia dada a los vínculos afectivos familiares. Por ello, el funcionamiento familiar se basa en el mantenimiento de la armonía en las relaciones entre sus miembros a través de la evitación del conflicto y el control parental. China y Vietnam, en comparación con Japón, se caracterizan por su mayor énfasis en la Piedad Filial ( Chen et al,1997). B) El Familismo en el Colectivismo Latino, Africano y Mediterráneo: Teniendo en cuenta que en estas culturas el “familismo” se caracteriza por un alto sentido de la dignidad y del respeto hacia el grupo familiar y un mayor énfasis en la lealtad y la asistencia a los familiares, podemos diferenciar dos niveles en el que se manifestarán dichas características dando lugar a 1) el Familismo Comportamental, en el que la implicación con los miembros de la familia se presenta a través de las visitas y el intercambio de servicios, y 2) el Familismo Actitudinal, relativo a los sentimientos de lealtad, solidaridad y reciprocidad entre los miembros de la familia, y que es 28 Psicología Social, Cultura y Educación parcialmente modificable con el proceso de aculturación. En familias de origen latino viviendo en EE.UU. se encuentra que la importancia dada a las obligaciones familiares y al hecho de tener la familia como referente decrece a través de generaciones, mientras que es la percepción del apoyo que ésta presta lo que se mantiene a través de los cambios debidos a la aculturación y el estatus generacional. Dicha percepción del apoyo familiar incluso se incrementa a medida que aumenta de generación en generación el número de miembros en la familia (Sabogal et al., 1987). Por otra parte, los estudios confirman que en culturas colectivistas y de gran distancia jerárquica se valoran más la obediencia, el trabajo duro, la ética del esfuerzo, y menos la autonomía e independencia (Hofstede, 2001), y que en ellas se recurre a estrategias de socialización dirigidas a enfatizar la solidaridad y el sentido de obligación hacia la familia, para proteger así la continuidad familiar y asegurar su transmisión cultural (Zayas y Palleja, 1988). El objetivo de esta socialización será por tanto inculcar en los niños la idea de que la familia debe ser el objetivo central de sus vidas (Zayas y Solari, 1994) y para conseguirlo se suelen potenciar más las conductas dirigidas a la búsqueda de proximidad y menos las de evitación. También se enseña a los niños la obediencia y respeto hacia los mayores, y se les considera capaces de ser socialmente competentes a una edad más tardía. El énfasis de las culturas colectivistas asiáticas en las relaciones emocionales armoniosas y controladas dentro del endogrupo se opone al énfasis individualista occidental en la individualidad y espontaneidad emocional, sin olvidar que en las culturas colectivistas latinas, africanas y mediterráneas el autocontrol emocional es más relativo y la expresión emocional positiva hacia la familia se acepta y enfatiza más. Sin embargo, en contra de la idea que las relaciones con los padres pueden ser más importantes para los niños y adolescentes de familias colectivistas, tres estudios encontraron una asociación negativa similar entre calidez familiar y positiva entre el conflicto padres-adolescentes y síntomas depresivos en asiáticos americanos, chinos de Hong Kong, australianos, jóvenes de EE.UU. y chinos (Greenberger et al., 2000). Resultados similares se encontraron comparando ingleses con españoles (Goodwin et al., 2000). La relación entre calidez o aceptación parental, supervisión parental y conflicto padres-hijos con las conductas antisociales era similar en todas las culturas, con la excepción de la aceptación y la menor conducta antisocial en China (Chen et al.,1997). Tabla 5. Correlaciones entre Estilos de Socialización Parental y Conducta Antisocial por Grupo Etnico.17. Correlación con EuroChinoTaiwán China Conducta antisocial Americanos Americanos .28 .20 .35 .23 Conflicto Aceptación -.25 -.19 -.22 -.05 Supervisión -.34 -.36 -.13 -.15 Fuente; Chen et al, (1997). 17 Las r's > .13 son significativas. Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 29 Familismo e Importancia del Grupo de Pares Por otro lado, se puede pensar que el menor familismo individualista hará a los niños y adolescentes más susceptibles de ser influenciados por sus grupos igualitarios de pares. Desde este punto de vista, la teoría de la socialización grupal de Harris (2002) al afirmar que el grupo de iguales es la fuente fundamental de transmisión de la cultura, estaría generalizando a partir de la experiencia cultural de EE.UU. De hecho hay evidencia que confirma que los sujetos individualistas responden más a la presión social de sus grupos de pares: en adolescentes chinos y taiwaneses la relación entre aprobación de los pares y el nivel de conducta conflictiva era mucho más débil que en EE.UU. (Chen et al,1998). Un estudio comparativo de jóvenes rurales adolescentes de América del Norte y daneses confirmó que los primeros se comparaban más con sus pares y que la influencia de éstos era más importante para realizar conductas de riesgo como fumar, beber, uso de drogas y sexo (Gibbons, Helweg-Larsen y Gerrard, 1995, citado en Hofstede, 1998). Culturas Colectivistas y Familismo: Amortiguación del Estrés y Cantidad - Calidad del Apoyo Social Comparando el apoyo social en familias mejicanas y euro-americanas, se ha encontrado que, aunque la red familiar más extensa era la de la familia mejicana intacta, no había diferencias ni de cantidad ni de satisfacción con el apoyo recibido (Gamble y Dalla, 1997; Raymond et al., citado en Vaux, 1985). Los niveles de cohesión familiar - con la madre - no eran diferentes entre filipinos, chinos, mejicanos, sur-americanos y euroamericanos en EE.UU. (Fuligni, Tseng y Lam, 1999). Otro estudio que comparó a jóvenes británicos y españoles confirmó que los segundos puntuaban más alto en la escala de colectivismo de Bierbrauer y que las actitudes colectivistas se asociaban a un mayor apoyo social después de un hecho estresante y a mayor percepción de apoyo. Sin embargo, no habían diferencias entre ingleses y españoles en apoyo familiar, de los amigos y apoyo global percibido (Goodwin et al., 2000). Finalmente, en contra de la idea que en las culturas colectivistas las relaciones con la familia son más importantes, la calidad de la relación con los padres no amortigua más el impacto del estrés en los síntomas depresivos en adolescentes chinos que en sus similares de EE.UU. (Greenberger et al., 2000). En el mismo sentido de cuestionar que el apoyo social sea más relevante en los países colectivistas, la amortiguación por el apoyo social del efecto del estrés fue mayor en universitarios de EE.UU. que de China (Liang y Bogat, 1994). Sección Práctica: Actitudes Respecto a las Obligaciones Familiares El Grado de Cohesión o grado en el que la persona se siente unida o separada a su sistema familiar se considera una dimensión de comportamiento interaccional clave en el estudio del funcionamiento familiar y del proceso de individuación de los hijos. Habitualmente se ha medido desde la perspectiva de la cercanía emocional entre el hijo y sus padres, aunque existe otra manera de valorar la Cohesión Familiar: el Grado de Obligatoriedad hacia la Asistencia y el Apoyo Instrumental y Económico a otros miembros del grupo familiar. Por otra parte, un eje transversal de dicha dinámica así como del tipo de apoyo que los miembros están dispuestos a darse será el grado de Apertura a la Comunicación entre padres e hijos. Entendida como compartir opiniones 30 Psicología Social, Cultura y Educación o Debatir es una medida que en general correlaciona positivamente con la Cohesión entendida como Obligación Familiar. La práctica que presentamos18 recoge tres dimensiones de la Cohesión en el grupo familiar entendida como Obligatoriedad hacia la Familia: Asistencia Habitual, Respeto hacia la Familia y Apoyo/Obligaciones en el Futuro. Así a mayor puntuación obtenida en cada una de ellas y en su conjunto, la actitud de la persona favorecerá la unión o Cohesión familiar o será menos favorable a la separación del grupo familiar. Estas subescalas que se realizaron a partir de grupos de discusión con adolescentes y de revisión de la literatura existente sobre Piedad Filial y Obligaciones familiares, y de hecho algunos de los ítems utilizados son similares a los que componen medidas sobre actitudes hacia el Colectivismo (Triandis,1995; Hui, 1988). Asistencia Habitual (Fuligni, Tseng y Lam, 1999) La escala que a continuación le presentamos valora las expectativas de los adolescentes en torno a la frecuencia con que ellos consideran que se debería ayudar en las tareas del hogar y el tiempo que se debería estar con la familia. Por favor, a continuación marque la opción que refleje mejor su percepción de lo que se espera/ba en su familia en relación con estos 11 comportamientos. Asistencia Habitual Casi Nunca Tus padres esperan que realices las siguientes actividades 1 Casi Siempre 2 3 4 5 1. Pasar tiempo con tus abuelos, primos, tios y tías. 2. Pasar tiempo en casa con tu familia. 3. Realizar encargos que la familia necesita que se hagan. 4. Ayudar a tus hermanos/as con sus deberes. 5. Ir de vacaciones con tu familia. 6. Echar una mano en casa. 7. Pasar tiempo con tu familia el fín de semana. 8. Ayudar haciendote cargo del cuidando de tus hermanos/as. 9. Comer con tu familia. 10. Ayudar haciendote cargo de cuidando de tus abuelos. 11. Hacer cosas juntos, con tus hermanos/as. Para hallar la puntuación total, suma las opciones que hayas señalado: _______ En relación con las expectativas de ayudar en el hogar y tiempo a compartir con la familia, si la puntuación obtenida es igual o mayor de 36, se incluiría dentro del Colectivismo del tipo asiático. Entre 31 y 35, se acercaría más al Colectivismo del tipo Latino, y a puntuaciones iguales o menores de 30, las expectativas de asistir cotidianamente a la familia serían las habituales de grupos con un mayor Individualismo como el de los europeos. 18 Todas las escalas que presentamos a continuación están pensadas para ser contestadas por población adolescente. Si usted ya no se encuentra en dicho periodo, por favor, responda de manera Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 31 Respeto hacia la Familia (Fuligni, Tseng y Lam , 1999) Esta escala que a continuación presentamos mide las creencias de los adolescentes sobre la importancia de respetar y seguir los deseos de otros miembros de la familia, es decir, la importancia dada a la opinión de las figuras parentales respecto a la toma de decisiones, la manera de comportarse y la prioridad dada al desarrollo. Por favor, a continuación marque la opción que refleje mejor su percepción de lo que se espera/ba de estos comportamientos en su familia. Respeto hacia la Familia Nada Importante Crees que en tu familia cada uno de estos comportamientos es 1 Muy Importante 2 3 4 5 1. Tratar a tus padres con gran respeto. 2. Seguir los consejos de tus padres a la hora de elegir amigos 3. Ser bueno por consideración con tu familia. 4. Seguir los consejos de tus padres a la hora de elegir un empleo o una carrera 5. Tratar a tus abuelos con gran respeto 6. Respetar a tus hermanos/as mayores 7. Hacer sacrificios por tu familia Para obtener la puntuación total, suma todas las opciones que hayas señalado:_______ A puntuaciones iguales o mayores de 24, mayor Colectivismo referido a un mayor respeto y consideración de los deseos de los miembros de la familia. A mayor puntuación mayor colectivismo de tipo asiático. A puntuaciones iguales o menores de 21, mayor Individualismo como los europeos en relación a una menor percepción de la importancia dada al mantenimiento del respeto hacia los miembros de la familia como elemento normativo y regulador del comportamiento individual. retrospectiva en relación a su etapa adolescente. 32 Psicología Social, Cultura y Educación Apoyo/Obligaciones hacia la Familia en el Futuro (Fuligni, Tseng y Lam , 1999) Esta escala mide las creencias de los adolescentes sobre las obligaciones de apoyar y estar cerca de la familia en el futuro. Por favor, a continuación marque la opción que refleje mejor su percepción de lo que se espera/ba en su familia en torno al compromiso en la realización de estos comportamientos. Nada Importante Apoyo /Obligaciones en el Futuro En tu familia, cada uno de estos comportamientos es 1 Muy Importante 2 3 4 5 1. Ayudar a tus padres economicamente en el futuro 2. Vivir en casa con tus padres hasta que te cases 3. Ayudar haciendote cargo de tus hermanos/as en el futuro 4. Pasar tiempo con tus padres aunque tu ya no vivas con ellos 5. Vivir o ir a un colegio cerca de donde viven tus padres 6. Tener a tus padres viviendo contigo cuando seas mayor Obtén la puntuación total sumando la puntuación señalada para cada opción: _______ A puntuaciones iguales o mayores a 17, mayores expectativas de apoyar en el futuro a la familia como colectivistas asiáticos y latinos -a mayor puntuación, mayor colectivismo de tipo asiático -. A puntuaciones iguales o menores a 15, mayor Individualismo como los europeos, es decir, las expectativas en torno a las obligaciones futuras hacia el grupo familiar y sus miembros mayores son más bajas. Como se aprecia en el Gráfico 1, en comparación con europeos, los adolescentes chinos y filipinos creen que deberían pasar más tiempo en el día a día ayudando y con sus familiares. Los dos grupos latinos presentan puntuaciones más bajas y significativamente menores que los filipinos en asistencia habitual a sus familias. La dimensión de respeto hacia la familia muestra como los jóvenes de origen latino y sobre todo asiático –filipinos-, frente a los de origen europeo, presentan valores familiares más fuertes - tratar con respeto a los mayores; seguir el consejo de los padres-. Finalmente, asiáticos –sobre todo filipinos- y latinos mantienen significativamente valores más fuertes en relación con estar más cerca de sus familias en el futuro que los de origen europeo. Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 33 En relación al nivel de aculturación, referido al tiempo que los miembros de la familia llevan viviendo en los EE.UU., los adolescentes de primera generación de origen asiático, mexicano y europeo, frente a sus iguales de tercera generación, puntúan más alto en valoración de obligaciones futuras de apoyo a sus familias. Gráfico 1: Puntuaciones Medias en Expectativas y Valores en Adolescentes Estadounidenses sobre Obligaciones Familiares por Origen Etnico19. 4 3,5 3,92 3,51 3,07 3,04 3,23 3,61 3,55 Asistencia habitual 3,27 2,89 3 2,92 3,07 2,8 3 Respeto 2,68 2,44 2,5 Obligaciones en el Futuro 2 1,5 1 0,5 0 Chinos Filipinos Mexicanos Sur y Centro Americanos Europeos Fuente: Fuligni, Tseng y Lam (1999) En resumen, los colectivistas asiáticos y semi-colectivistas latinos enfatizan más fuertemente que los adolescente euroamericanos, supuestamente más individualistas, la asistencia habitual o apoyo objetivo a la familia, una expectativa a futuro de mayor ayuda a sus miembros y un mayor respeto de los deseos de las personas que componen el grupo familiar (Fuligni, Tseng y Lam, 1999; McLoyd et al.,2000). Otros estudios, comparando adultos latinos con euro-americanos, también han encontrado que los primeros atribuyen más importancia a la familia que los segundos. Adultos mejicanos en EE.UU. estaban más de acuerdo con actitudes de obligación de ayudar a la familia o familismo, puntuaban más altos en valores colectivistas y declaraban ayudar más a sus padres en la vida diaria que euro-americanos, que de forma coherente con otros estudios puntuaban más alto en contacto extra-familiar. Sin embargo, y en relación con el individualismo no se hallaron diferencias, sintiendo los mejicanos una obligación más fuerte de ser autosuficientes ante la familia (Freeberg y Stein, 1996). Esto es coherente con el hecho de que si bien los latinos son en general más colectivistas que anglosajones, no necesariamente son menos individualistas. 19 Nota: Filipinos (N=312) Chinos (N=103) Mejicanos (N=120) América Central y del Sur (N=95) Europeos (N=190). 34 Psicología Social, Cultura y Educación Sección Práctica: Creencias y Expectativas Sobre Autoridad Parental El Conflicto entre padres e hijos adquiere una mayor importancia durante la etapa adolescente de la persona por estar asociado al desarrollo de la individualidad y especialmente vinculado al incremento de la autonomía personal. Sobre la base de muestras de familias americanas de origen europeo–occidental y según el meta-análisis de Laursen et al., (1998), es común encontrar durante dicha etapa un incremento de pequeño a moderado en el conflicto entre padres e hijos y un declive de la cohesión en la relación entre éstos, si bien la mayoría del incremento en el conflicto tiende a ser en la relación madre–adolescente, mientras que el declive de la cohesión suele encontrarse más a menudo entre el adolescente y su padre. Por otra parte, el nivel de conflicto en las relaciones familiares se ha medido habitualmente desde el plano afectivo-emocional, siendo un componente clave en los estudios de Clima Emocional familiar. Otra manera de valorarlo es a partir de las respuestas que la persona da de manera independiente a una serie de cuestiones relativas a áreas cotidianas de funcionamiento familiar sobre las que se toman decisiones o se discute. Esta es la que propone Steinberg (1987) en sus investigaciones sobre el impacto de la pubertad en las relaciones familiares. Aceptación del Desacuerdo con los Padres (Fuligni, 1998) Esta escala mide las creencias de los adolescentes sobre el grado en el que consideran adecuado el mantener un desacuerdo abierto con los padres. A continuación se presentan una serie de preguntas referidas a la manera de afrontar los desacuerdos con los padres. Por favor, pensando primero en situaciones de desacuerdo para la madre y luego para el padre, señale separadamente las opciones que más se adecuen/adecuaban a su manera de actuar. Casi Nunca Desacuerdo con la Madre y con el Padre En relación con mi Madre, creo que.... Casi Siempre 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5 1. Discutiría con mi madre cuando estoy en desacuerdo con ella. 2. Contestar a mi madre es algo que para mí está bién. 3. Si me estoy volvieno loco por causa suya, se lo diría. En relación con mi Padre, creo que... 1. Discutiría con mi padre cuando estoy en desacuerdo con él. 2. Contestar a mi padre es algo que para mí está bién. 3. Si me estoy volvieno loco por causa suya, se lo diría. Obtén la puntuación total sumando los números de las opciones marcadas para cada padre. Puntuación Desacuerdo con la Madre:_______Puntuación Desacuerdo con el Padre:_______ Para Desacuerdo con la madre: Si tu puntuación es igual o mayor a 8, te incluyes dentro de los Individualistas europeos. Si tu puntuación es igual o menor de 7, te sitúas entre los Colectivistas asiáticos y latinos –mexicanos Para Desacuerdo con el padre: A puntuaciones iguales o mayores a 7, mayor Individualismo, como el de europeos. Puntuaciones iguales o menores de 6, implican mayor Colectivismo. Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 35 También es habitual en esta etapa el incremento del conflicto entre padres e hijos a partir del cuestionamiento de la Autoridad Parental. Las creencias de los adolescentes sobre la legitimidad de la autoridad parental se recogen a partir de la medida que Smetana (1988) utiliza para el estudio del razonamiento de los adolescentes sobre las relaciones entre padres e hijos en muestras de blancos norteamericanos y sus familias. Los temas sobre los que trata la escala se asignaron a tres áreas 1) Área Persona,: ítems números 1, 4, 7 y 2) Área Convencional, ítems 2, 5, 8, 10 y 3) Area Multifacética, ítems 3, 6, 9 y 11. Acuerdo con la Autoridad Parental (Smetana, 1988; Fuligni, 1998) A continuación se presentan un listado que describe una serie de actividades sobre las que los padres habitualmente suelen construir reglas de comportamiento para los hijos. Por favor, marque la casilla que represente su opinión sobre el hecho de que tus padres hagan / hiciesen una regla para su comportamiento en cada una de las estos temas. Listado de Temas asignados a Autoridad Parental. SI NO ¿Consideras pertinente que tus padres hagan una regla para tu comportamiento de….? 1 0 1. Dormir hasta tarde los fines de semana. 2. Hacer las tareas asignadas. 3. La manera en que te vistes. 4. Hablar por teléfono. 5. Mantenerles informados de las actividades que realizas. 6. Salir con los amigos en lugar de ir con la familia. 7. Ver la televisión. 8. Llamarles por su nombre. 9. Amigos con los que uno se relaciona socialmente. 10. Limpiar después de una fiesta. 11. Limpiar la propia habitación. Suma el numero de respuestas que hayas señalado en la casilla "Si" para obtener el Índice de Acuerdo con la Autoridad Parental: ________ Puntuaciones menores o iguales a 5, grado de acuerdo con la Autoridad Parental como los Individualistas de origen europeo y los latinos semicolectivistas e individualistas. Puntuaciones superiores a 5, índice de acuerdo como los Colectivistas asiáticos. 36 Psicología Social, Cultura y Educación Ya hemos apuntado que las culturas colectivistas, por su valoración de la familia y la armonía, rechazarían más las discusiones y conflictos entre padres e hijos. Así, madres chinas informan de menor conflicto con sus hijos que madres de Taiwan, chino-americanas y euro-americanas. Adolescentes chinos de Taiwan y China informan de menor conflicto con los padres que norte-americanos (Greenberg et al., 2000) al igual que adolescentes filipinos y mexicanos están menos dispuestos a discutir con sus padres, (Fuligni, 1998; McLoyd et al.,2000). En general, los datos muestran que todos los adolescentes están más dispuestos a discutir con la madre que con el padre, es decir, existe un nivel mayor de manifestación de desacuerdo, comunicación o de debate con la madre en todas las culturas. En todos los grupos culturales la tendencia a medida que los hijos a medida que avanzan en el ciclo vital es hacia el aumento del conflicto con los padres, junto con el aumento de la autonomía adolescente. Por otro lado, adolescentes latinos y asiáticos en EEUU informan de niveles de conflicto similares a euro-americanos (Fuligni, Tseng y Lam, 1999; Fuligni, 1998). Teniendo en cuenta la aculturación de los emigrantes, en la cultura individualista de EE.UU. se confirma que la asimilación refuerza la tendencia al debate con los padres: los miembros de la tercera generación presentan más voluntad para discrepar con sus madres que los de la segunda, mostrando ambos más voluntad para ello que los adolescentes de primera generación 20. Podemos concluir que los datos confirman que las culturas colectivistas, por su valoración de la familia, la jerarquía y la armonía, rechazarían más las discusiones y conflictos entre padres e hijos (Fuligni, Tseng, Lam, 1999). Por todos estos motivos un mayor nivel de apoyo social objetivo y armonía caracterizarán a las familias colectivistas. Sección Práctica: Creencias y Expectativas sobre Autonomía Individual. En la siguiente práctica se examinan las expectativas de autonomía individual dentro de la familia. La escala, que ha sido utilizada en estudios sobre adolescentes chinos de Hong Kong y Estados Unidos (Feldman et al., 1991), recoge las expectativas del adolescente en relación a cuando podrá desarrollar una serie de comportamientos autónomos tradicionalmente asociados al estatus de ser adulto. Se presenta a los sujetos una lista de 14 conductas, en las que se les pide que para cada Item marquen en una escala de 1 a 5 la edad a la que esperan que les será permitido realizar dicho comportamiento. Si la persona ya está realizando alguna de ellas, se le pide que indique la edad a la que por primera vez se le permitió realizarla. 20 Medias de discrepancia con madres en adolescentes estadounidenses de tercera, segunda y primera generación: M =2, 64; M =2, 36; M = 2, 05 respectivamente. Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 37 Expectativas de Comportamiento Autónomo (Feldman y Rosenthal, 1991, Fuligni, 1998) A continuación se presentan una serie de comportamientos habituales que denotan las expectativas de autonomía de los padres hacia los hijos. Por favor, decide para cada uno la edad a la que crees que tus padres te permitirán o te permitieron por primera vez llevarlo a cabo, y señálala en la casilla que corresponda. Expectativas sobre Conducta Autónoma en la Vida Diaria. ¿A qué edad esperas que podrás? ¿A qué edad se te permitió por primera vez? Antes de 14 Entre 14-15 Entre 16– años años 17 años 1 2 3 A partir de 18 años Nunca 4 5 1. Elegir el propio estilo de corte de pelo, aunque los padres lo desaprueben 2. Ir a fiestas por la noche con chicos y chicas 3. Elegir qué ropa comprar, aunque los padres la desaprueben. 4. Ver la T.V. tanto como uno quiera. 5. Ir fuera por unos días. 6. Preferir hacer cosas con los amigos antes que con la familia. 7. Fumar cigarrillos. 8. Quedarse solo en casa por la noche cuando los padres salen. 9. Concertar tú mismo las citas con el médico o el dentista. 10. Hacer un viaje pasando una noche fuera con amigos de tu mismo sexo, sin supervisión. 11. Beber alcohol 12. Poder ver cualquier película, vídeos o programa televisivo que quieras. 13. Elegir tus propios amigos, aunque tus padres no lo aprueben. 14. Decidir cómo gastar tu dinero ( asignación, salario, regalo). La puntuación indicará si las expectativas de comportamiento autónomo son tempranas o tardías: A mayor puntuación, expectativas más tardías de autonomía. Para obtener el Indicador, sume las puntuaciones señaladas al contestar. Indicador de Expectativa de Autonomía: _______ Si la Puntuación es menor o igual a 33, te incluyes dentro de las expectativas para Individualistas europeos y Colectivistas mexicanos. Si la Puntuación es mayor o igual a 36, te incluyes dentro del grupo de Colectivismo como el de los Chinos, es decir, las expectativas de comportamiento autónomo son más tardías. 38 Psicología Social, Cultura y Educación Gráfico 2: Medias de Creencias y Expectativas sobre Autonomía Individual en Adolescentes estadounidenses por Grupo Etnico. 2,6 2,55 2,58 2,5 2,49 Comportamiento Autónomo 2,45 2,4 2,36 2,35 2,35 2,3 2,25 2,2 Chinos Filipinos Mexicanos Europeos Fuente: Fuligni (1998). Las puntuaciones medias para adolescentes de 4 grupos de origen étnico diferente muestran como los que provienen de países de tradición colectivista -México, China y Filipinas- comparados con los de origen europeo, mantienen creencias y expectativas con menor énfasis en la autonomía, aunque no aparecen diferencias entre culturas sobre percepción de autoridad parental. Los colectivistas chinos y filipinos son los que presentan expectativas de autonomía más tardías que el resto de grupos étnicos. Para finalizar, los adolescentes inmigrantes de primera generación presentan expectativas de comportamiento autónomo más tardías comparados con los de segunda y tercera generación21. Por tanto, la aculturación en la sociedad norte-americana refuerza la tendencia a esperar autonomía personal a edad más temprana. Colectivismo y Uso del Tiempo En los procesos de socialización, uno de los factores que va a contribuir directamente al afianzamiento de las estrategias parentales será el tiempo compartido entre padres e hijos. Los distintos contextos en los cuales los niños y adolescentes pasan su tiempo puede ser considerado como ambientes de aprendizaje, y la cantidad de tiempo que la población joven dedica a realizar diversas experiencias provee el índice sobre el grado de exposición, compromiso y su absorción. Según los datos obtenidos por Larsen y Verma (1999), el porcentaje de tiempo que se está solo es común en todas las culturas complejas: oscila entre un 30-35% en la India urbana, 22% Corea, 26% EE.UU. y 25% Italia. El porcentaje del tiempo que se pasa con la familia es del 14% en una cultura individualista como EE.UU., de un 38% en India, y aún más alto en países colectivistas como Corea. El porcentaje de tiempo que se pasa con los pares es menor en los países colectivistas: 10% India, 18-20% Corea, y mayor en los individualistas como EE.UU. y las sociedades europeas, 29%. La diferencia es más fuerte aún en el tiempo que se pasa con pares del otro sexo: es inferior al 1% en India, alrededor del 2% en Corea, y mayor en las culturas individualistas: del 45% en Italia y 47% en EE.UU. (ver Tabla 6). 21 Medias en expectativas de comportamiento autónomo en adolescentes inmigrantes de primera, segunda y tercera generación: M = 2, 69, M = 2, 41 y M = 2, 31 respectivamente. Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 39 Tabla 6: Estimaciones del Tiempo que los Adolescentes dedican por día a distintas Actividades22. Población No Industrial Población Post-industrial Escolarizada Actividad No Escolarizada E.E.U.U Europa Asia del Este Labores Domésticas 5-9 horas 20-40 min. 20-40 min. 10-20 min. Trabajo Pagado 0,5-8 horas 40-60 min. 10-20 min. 0-10 min. Tareas Escolares ---------- 3,0-4,5 hs. 4,0-5,5 hs. 5,5-7,5 hs. Total Horas Trabajo 6-9 horas 4-6 hs. 4,5-6,5 hs. 6-8 hs. Ver T.V Datos Insuf. 1,5-2,5 hs. 1,5-2,5 hs. 1,5-2,5 hs. Hablar Datos Insuf. 2-3 hs. Datos Insuf. 45-60 min. Deportes Datos Insuf. 30-60 min. 20-80 min. 0-20 min. Ocio Activo Datos Insuf. 10-20 min. 10-20 min. 0-10 min. Total Tiempo Libre 4-7 horas 6,5-8,0 hs. 5,5-7,5 hs. 4,0-5,5hs. Fuente: Larson y Verma (1999) En lo referente al tiempo compartido en la familia, de manera coherente con la importancia que se le da en las culturas Latinas, es decir, con la fuerte valoración de los lazos familiares frente a otros vínculos y con la importancia otorgada a la cercanía y cohesión familiar o Familismo, los padres latinos frente a los euro-americanos supervisan más las actividades de los hijos y pasan más tiempo compartiendo actividades con ellos (McLoyd et al, 2000). Los estudios de organización del tiempo también confirman que los adolescentes asiáticos pasan más tiempo con su familia y trabajando bajo su supervisión en tareas escolares y menos con sus pares, en particular del otro sexo, que adolescentes de EE.UU. o Occidentales (Larson y Verma., 1999). Los adolescentes asiáticos informan pasar más tiempo estudiando que adolescentes latinos o euro-americanos en EE.UU., y tienden a mantener más aspiraciones y expectativas educativas que sus pares de otros grupos étnicos. Los adolescentes chinos tienen las notas más alta frente al resto, los filipinos mejores que los mejicanos y los euro-americanos mejores que los latinos. Los latinos están tan motivados como los europeos, pero tienden a recibir las peores notas en sus cursos (ver Gráfico 3). 22 Las estimaciones fueron realizadas en base a la media de los siete días de la semana, incluyendo días laborales y fines de semana. 40 Psicología Social, Cultura y Educación Gráfico: 3: Ajuste Académico en Adolescentes estadounidenses por Grupo Étnico de Origen.23 18 16,82 16,19 Tiempo invertido en estudio 16 Aspiraciones Educativas 14 11,9 12 10,53 9,91 Expectativas Educativas 10,26 10 8,4 8,05 7,05 8 6 4,54 4,39 4 4,49 4,25 3,99 3,6 7,35 4,21 3,91 Promedio Notas Académicas 4,08 3,82 2 0 Chinos Filipinos Mexicanos Sur y Centro Americanos Europeos Fuente: Fuligni Tseng y Lam (1999). Finalmente, los adolescentes con actitudes de apoyo a las obligaciones familiares tienden a estar más académicamente motivados. Según los datos de estos autores, aquellos que más creen que deberían asistir habitualmente a los miembros de su familia tienden a tener mayores aspiraciones y expectativas de continuar su educación después del bachillerato e invierten más tiempo semanal en estudio Cultura y Estilos de Socialización Emocional en la Familia Socialización Colectivista Asiática de Control Parental Alto y Menor Expresión de Afecto La socialización familiar en Asia, basada en la piedad filial confuciana, se caracteriza por: a) Promoción de la cercanía física y emocional durante la infancia. b) El mantenimiento de la autoridad parental a través de una firme disciplina, a partir de los 6 años. c) La importancia del orden social, del respeto de la jerarquía y el cumplimiento de las responsabilidades. d) El fuerte control, la sobre-protección y una menor expresión explícita de afecto. El control por la ansiedad y la vergüenza son mecanismos también utilizados (Chao, 1994). 23 Tiempo Invertido en Estudio medido en horas; Aspiraciones y Expectativas Educativas valorados según una escala de rango 1 a 5 donde 1 = Escuela Secundaria Obligatoria, 2 = Bachillerato, 3 = Carrera de dos años, 4 = Carrera de cuatro años y 5 = Grado Superior. Notas Finales valoradas en escala de 1 a 10. Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 41 En comparación con las culturas occidentales, un estilo parental de socialización orientado al auto-control, a la moderación emocional y que promueve la inhibición social es dominante en culturas colectivistas de tipo Budista, como son la tailandesa, camboyana, japonesa y la de Sri Lanka. Así, los siguientes rasgos caracterizan a la socialización "budista": a) la importancia de ser bien educado, deferente, una actitud de modestia y de evitar molestar a los demás por expresar sus propios deseos, b) la inhibición de la expresión abierta del enojo y emociones fuertes y c) la obediencia y sumisión rápida a las ordenes a las normas y ordenes parentales. Cuadro 6: Dimensiones Culturales Estilos de Socialización Parental y Vínculos Relacionales. Sobreprotección Alta Colectivismo Asiático:Budista Confuciano Vínculo Control Frío Colectivistas “Familistas Expresivos” de America Latina, Africa y Mediterráneo. Vínculo Constreñido Baja Expresión de Afecto Alta Expresión de Afecto Carente de Vínculo Estilo Individualista Jerárquico (clase alta inglesa en el pasado reciente) Vínculo Seguro u Optimo Estilo Individualista Horizontal (clase media occidental) Sobreprotección Baja Basado en las Dimensiones del Parental Bonding Instrument de Parker, Tupling y Brown (1979). Todo esto se traducirá en una mayor sensibilidad de los padres a las expresiones emocionales de los hijos y en un mayor control de ellas. De manera coherente, con muestras similares en edad y sexo, se encuentra que los padres tailandeses, frente a los de EE.UU., perciben a sus hijos más irritables y con un habla más fuerte. Ya que esperan que los niños sean obedientes y que no expresen emociones negativas, los padres son más sensibles a la expresividad infantil y por ello califican a sus niños más fácilmente como ruidosos e irritables (Weisz y McCarthy, 1999). Un estudio encontró que los asiáticos percibían menos expresiones positivas pasivas de los padres, mientras que no había diferencia en respuestas activas negativas. Todo esto sugiere la existencia de una mayor inhibición emocional entre los asiáticos (Kao, Nagata y Peterson, 1997). Otro estudio encontró que los adolescentes de clase media de EE.UU., aunque percibían mayor control o supervisión por parte de sus 42 Psicología Social, Cultura y Educación madres, también percibían mayor aceptación parental que chino-americanos, chinos de Taiwan y de China continental (Chen, Greenberger, Lester, Dong y Guo, 1998). Una serie de estudios que compararon estudiantes universitarios y madres de niños euro-americanos y asiáticos encontraron que estos últimos mencionaban mayor control familiar y estilo parental autoritario - control mediante critica, supervisión directa y control por ansiedad -, un grado de cohesión algo menor y menos conductas de apoyo y de expresión de afecto (Uomoto, 1983, citado en Vaux, 1985; Chao, 1994). Un estudio que comparó jóvenes adolescentes australianos e inmigrantes asiáticos vietnamitas- confirmó que entre los últimos había más control, sobre-protección y menos expresión abierta de afección (Herz y Gullone, 1999). Otro estudio comparando canadienses-asiáticos - un 85% de la muestra eran chinos - con euro-canadienses encontró que entre jóvenes asiáticos el castigo emocional - "me amenazaron con abandonarme", "me ridiculizaron delante de mis amigos", "no me alabaron mis éxitos" -, el abandono "me dejaron solo durante horas"- y el castigo físico eran superiores en el recuerdo retrospectivo de su infancia (ver Gráfico 4) (Meston, Heiman, Trapnell y Carlin, 1999). Como se puede apreciar en el Gráfico 4, la población femenina española - muestra de la Comunidad Autónoma Vasca - presenta porcentajes intermedios entre asiáticos y eurocanadienses en el recuerdo de castigo emocional y Otros dos estudios han encontrado resultados similares de menor apoyo entre jóvenes y padres en asiático-americanos, aunque a la luz de la investigación que comparó jóvenes en China y EE.UU., estos resultados se pueden atribuir en parte al estrés de la inmigración (Greenberg et al., 2000). Gráfico 4: Porcentajes de Sujetos que Responden 1 o más en Castigo Emocional, Abandono y Castigo Físico según Sexo y Origen Etnico24 80% 88% 81% 90% Castigo Emocional 75% 70% Abandono 70% Castigo Fisico 60% 43% 50% 40% 18% 30% 20% 10% 45% 32% 9% 18% 15% 34% 19% 10% 20% 16% 15% 14% 0% Eurocanadienses Mujeres Eurocanadienses Hombres Asiáticas Asiáticos EspañolasC.A.V. EspañolesC.A.V. 24 En la Investigación de *Meston et al (1999), la escala de Maltrato Físico consta de 13 ítems, la de Maltrato Emocional de 9 ítems y la de Abandono de 6 ítems. Las escalas utilizadas por **Guibert, M. (2002) se componen de 7, 4 y 5 ítems respectivamente. Mujeres: Euro-Canadienses* (n= 391); Asiáticas* (n= 278); Españolas (CAV)** (n= 67). Hombres: Euro-Canadienses* (n=191); Asiáticos* (n=192); Españoles (CAV)** (n== 72). Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 43 Sin embargo, no todos los estudios han confirmado que hay menor afección entre padres asiáticos. Un estudio que comparó madres chinas-americanas no encontró diferencias con euro-americanas en el estilo parental democrático o "autoritativo" refuerzo de la independencia, expresión de afecto y orientación razonada - (Chao, 1994). Adolescentes chinos evalúan a sus padres como más cálidos y aceptantes que adolescentes de EE.UU. y éstos a su vez, evaluaban a sus pares como más aceptantes que los chinos, aunque la opinión de ambas muestras sobre padres y pares era positiva (Greenberg et al, 2000). Finalmente, un estudio comparando la percepción de los lazos parentales de adolescentes indios y de EEUU encontró que los primeros evaluaban a sus padres como más cariñosos y menos sobre-protectores (Luthar y Quinlan, 1993). Por otra parte, el significado del estilo de bajo afecto y alto control en sociedades individualistas es de falta de aceptación y cariño, mientras que en culturas colectivistas asiáticas tiene un sentido de respeto, interés y piedad filial. No sólo el control estricto es una forma de preocupación parental, expresada implícitamente mediante acciones, sino que también tiene un sentido de control organizacional, de entrenamiento y de gobierno preocupado por el niño y el joven (Chao, 1994). En este sentido, el estilo autoritario es normativo en el colectivismo asiático, por lo que no sólo su significado es diferente, sino que los niños y adolescentes lo aceptarán más, y dado su carácter normativo no se asocia a una mala relación entre padres e hijos. Varios estudios han mostrado que el estilo autoritario no se asocia a problemas de ajuste social en personas de cultura colectivista asiática (Harris, 2003). Consecuencias en los Hijos del Estilo Colectivista Parental de Control y Baja Afección De manera general, los colectivistas asiáticos, en comparación con los individualistas occidentales, se caracterizarían por una menor expresión verbal y no verbal de las emociones. Por otro lado, el control, constricción e inhibición emocional facilitaría la armonía interpersonal social y prepararía a las personas para participar en una sociedad que valora las relaciones equilibradas (Kao, Nagata y Peterson, 1997), si bien las características de este estilo de socialización de sobre-control tendrían como coste un aumento de la inhibición, de la ansiedad y de los problemas psicológicos internalizados - somatización, timidez, efectos en la auto-estima, depresión etc.-, como sugiere la tendencia central de varios estudios. Por ello, se supone que el estilo colectivista de inhibición emocional y baja afectividad se asociará mayormente a problemas psicológicos de este tipo. Las investigaciones muestran que el estilo de sobrecontrol se asocia a una mayor presencia de problemas internalizados en la adolescencia y niñez principalmente en jóvenes tailandeses y africanos de Kenya - timidez, miedo y dificultad de hablar - frente a estadounidenses (Weisz, Suwanlert, Chaiyasit, Weiss, Achenbaxh y Eastman 1993; Chen, Greenberger, Lester, Dong y Guo,1998). El estilo parental de control y baja afectividad también se ha asociado negativamente al bienestar, aún entre adolescentes en los que este estilo es normativo culturalmente. Concretamente, dos estudios han mostrado que el estilo parental de alto control y baja afección se asociaba negativamente a la autoestima en adolescentes inmigrantes asiáticos (Herz y Gullone, 1999). Se suponía que el estilo occidental de aceptación de la expresión emocional, se asociaría a una mayor presencia de trastornos externalizados - de conducta abierta y 44 Psicología Social, Cultura y Educación agresividad- en niños y jóvenes de EE.UU. Sin embargo, dos estudios con muestras representativas no encontraron diferencias en conductas antisociales, de violación de status y conductas conflictivas en la escuela (Chen, Greenberger, Lester, Dong y Guo,1998). La tendencia central de los estudios no encuentra diferencias en conductas problemáticas abiertas entre tailandeses y EE.UU. (Weisz y McCarthy,1999). Por otra parte, la relación negativa entre estilo autoritario y conducta anti-social también se ha confirmado en personas de cultura anglosajona y latina, aunque no en personas asiático ni afro-americanas, en las que el estilo autoritario es normativo. Además, en las culturas asiáticas se presentan menos problemas de conducta anti-social y se tiene mejor rendimiento escolar, lo que cuestiona que este estilo sea intrínseca y transculturalmente negativo (Harris, 2002) En dos estudios en asiáticos tampoco se ha encontrado una relación positiva fuerte o clara entre el estilo "autoritativo" - control razonado y afecto - y el rendimiento escolar, como ocurre en Occidentales (Chao, 1994), aunque en otros estudios dicho estilo se asociaba a un mejor rendimiento y ajuste. Es decir, entre jóvenes asiáticos - que se caracterizan por un buen rendimiento escolar - el estilo autoritativo no siempre tiene efectos positivos en el ajuste social.. Resumen Las relaciones de apego con los padres son una base importante de la socialización. El apego seguro se asocia de forma moderada a la capacidad de la madre o cuidador de percibir y reaccionar adecuadamente a las señales del niño. Niños con apego seguro muestran regularmente mayores competencias sociales. Las personas con apego seguro tienen una visión más positiva de sí mismo y de los otros, están más de acuerdo con las creencias de amor romántico y en menor medida son menos prejuiciosos, gestionando mejor los problemas de la sociedad. El apego ansioso es más frecuente en culturas colectivistas, que enfatizan el contacto físico, la respuesta anticipada a las demandas del niño y que además transmiten una visión negativa de los exogrupos. El apego seguro es más frecuente en sociedades de mejores condiciones de vida, igualitarias e individualistas. La familia nuclear no se asocia específicamente al individualismo, aunque las familiares nucleares son de mayor tamaño en las sociedades colectivistas, donde además se contacta más con la familia extensa. Colectivistas asiáticos y latinos muestran más respeto y obligaciones hacia el futuro con sus padres que individualistas de EE UU. Colectivistas asiáticos y latinos informan de menores discusiones en las relaciones con sus padres que individualistas de EE UU Entre adolescentes asiáticos, latinos y euro-americanos no hay diferencias sistemáticas en conflicto percibido, apoyo social ni en cohesión familiar. Los padres colectivistas asiáticos y semi-colectivistas latinos pasan más tiempo con sus hijos que individualistas de EE.UU aunque no hay diferencias en el tiempo que los adolescentes están solos. Capítulo 25: Socialización, Familia y Cultura 45 Mayor influencia social de los pares sobre conductas conflictivas en culturas individualistas EEUU que en menos individualistas y más colectivistas. Existe una relación similar negativa entre estrés, conflicto parental, baja calidez y baja auto-estima, depresión y problemas de conducta en todos las culturas. No hay mayor amortiguación del estrés por causa de las relaciones familiares y sociales en los colectivistas. Los colectivistas asiáticos muestran un estilo parental de socialización de mayor control y menor afecto que los individualistas anglosajones. Otros estudios no encuentran diferencia en estilo autoritario o más calidez entre asiáticos. Una socialización de mayor auto-control emocional y mayor presencia de problemas internalizados caracterizan a asiáticos y africanos colectivistas frente a individualistas de EEUU. Se constata una relación más fuerte entre estilos parentales autoritarios, democráticos y rendimiento escolar (negativa en el primer caso y positiva en el segundo) en individualistas de EEUU que en colectivistas asiáticos (en los que la asociación no se produce o es más débil). 46 Psicología Social, Cultura y Educación