el derecho procesal constitucional mexicano, sus aspectos

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EL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL MEXICANO, SUS
ASPECTOS FUNDAMENTALES
HÉCTOR FRANCISCO ALDASORO VELASCO
Resumen.
El Derecho Procesal Constitucional Mexicano es la disciplina jurídica
encargada del análisis sistemático de los medios de control constitucional
previstos por la norma suprema y diversas leyes reglamentarias.
Cito en el trabajo los antecedentes históricos del sistema de control
constitucional desde la antigüedad clásica Atenas, Esparta, Inglaterra,
España, Estados Unidos de Norteamérica hasta llegar hasta nuestros días en
el México actual.
Expongo en una relación sucinta de los medios que concede la
Constitución Política de 1917 en vigor en el país y las constituciones políticas
locales.
Señalo como esencia de la protección de la Constitución en su medio
protector que es el juicio constitucional de amparo en indirecto o bi-instancial y
directo o uni-instancial.
Señalo lo que actualmente son las controversias constitucionales, los
cambios que ha tenido la Suprema Corte de Justicia de la Nación en México y
la acción de inconstitucionalidad.
Analizo la revisión constitucional electoral para proteger derechos
políticos electorales del ciudadano así como las funciones jurisdiccionales e
indagatorias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el juicio político, la
integración de las comisiones protectoras de derechos humanos, la federal y
las estatales así como los organismos constitucionales autónomos, en
defensa de la constitución federal.
Concluyo con una exhortación como homenaje al Dr. Ignacio Burgoa
Orihuela debemos todos de conocer con amplitud nuestra Constitución
Federal y las constituciones políticas locales.
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SUMARIO
1. Ubicación temática de la ponencia. 2. Planteamiento del Problema. 3.
Antecedentes Históricos. 4. Sistemas de control constitucional. 5. Control
difuso de la constitución norteamericana. 6. Control concentrado, austriaco o
europeo kelseniano. 7. Sentencias. 8. La defensa de la Constitución en
México. 8.1 Las diversas reformas que ha tenido nuestra Constitución y que
han trascendido a la Suprema corte de Justicia de la Nación. 9. Los acuerdos
generales que ha dictado ésta para ajustar su teoría y jurisprudencia a la
práctica. 10. Las garantías constitucionales en México. 11. Nuestro juicio de
amparo. 12. La controversia constitucional. 13. La acción de
inconstitucionalidad. 14. El juicio de revisión constitucional electoral. 15. El
juicio para la protección de los derechos político electorales del ciudadano. 16.
Funciones no jurisdiccionales de la Corte: la facultad indagatoria . 17. La
creación de las comisiones de derechos humanos a nivel federal y estatal. 18.
Los organismos constitucionales autónomos y la defensa de la constitución.
19. La justicia constitucional local. 20. Conclusiones.
1.
UBICACIÓN TEMÁTICA DE LA PONENCIA:
De acuerdo con el programa del Cuarto Congreso de Amparo “Dr.
Ignacio Burgoa Orihuela” que se lleva a cabo el día y las horas señaladas en
la convocatoria, el tema sugerido por los organizadores para el que habla fue
el Derecho Procesal Constitucional Mexicano, sus aspectos fundamentales.
Con emoción y entusiasmo asisto a este 4°. Congreso Nacional de
Amparo para rendir un homenaje póstumo a uno de los más grandes juristas
que ha tenido México en el siglo XX y principios del XXI al maestro emérito de
la UNAM, doctor en Derecho, admirado y amigo de todos los presentes Dr.
Don Ignacio Burgoa Orihuela.
Físicamente él ya no está en este día con nosotros, pero su espíritu y
su inteligencia han quedado en cada una de sus obras, todas de excepcional
calidad que han impulsado el conocimiento del Juicio de Amparo y del
Derecho Constitucional Mexicano en general no solamente en nuestro país
sino en el mundo occidental que conoció y admiró al maestro Burgoa
Orihuela.
Nuestro homenajeado a través de su trascendental obra jurídica fue y
es fuente inagotable para el conocimiento pleno y auténtico de la esencia de
nuestro Juicio de Amparo cuya génesis independientemente de influencias
que han querido señalarle de procesalistas extranjeros el maestro Burgoa nos
enseñó que el origen y las características propias de este medio de control
constitucional que tenemos en México ha sido esencialmente del pueblo de
México.
Este homenaje se lleva a cabo en el estado de Michoacán, entidad por
la que tuvo un especial cariño tanto para esta ciudad capital como para el
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selecto foro de abogados michoacanos en consecuencia hay una doble
emoción y si a esto agregamos que tenemos presente en estos momentos a
los familiares del maestro Burgoa, entrañables todos para el que habla pero
muy especialmente la trayectoria y herencia que ha seguido uno de los seres
más queridos que tuvo el maestro Burgoa, me refiero al maestro don Ignacio
Burgoa Llano.
Paso ahora a desarrollar el tema que me tocó presentar en este
Congreso.
2. PLANTEAMIENTO EL PROBLEMA
a) La necesidad de proteger a la Constitución se funda en la realidad en
el sentido de que la vida social, regulada por el derecho es de suyo dinámica.
Los vertiginosos cambios socio-políticos demandan que la Constitución
exponga cierto grado de vigencia y efectividad.
La evolución del Estado depende del irrestricto respeto a la constitución
que debería ser espontáneo y natural, pero a veces autoridades públicas
cuyos titulares juran observar y guardar la norma suprema, la desconocen con
lo cual desequilibran a los poderes públicos y violan los derechos humanos.
Así es indispensable de que existan medios procesales de protección a la
constitución.
b) Como concepto genérico puede dividirse en dos categorías
estrechamente relacionadas en la práctica:
I. La protección de la Constitución
II. Las garantías constitucionales
La primera categoría comprende los factores políticos, económicos,
sociales y de técnica jurídica que sean canalizados mediante normas de
carácter fundamental e incorporado a las constituciones para limitar el poder y
lograr que sus titulares se sometan a aquellas tanto por lo que respecta a sus
atribuciones como el respeto a los derechos humanos.
c) La jurisdicción constitucional. Debe entenderse la facultad que tiene
el Estado para dirimir litigios de trascendencia jurídica a través de alguno de
sus órganos o por medio de árbitros mediante la aplicación de normas
jurídicas en forma individualizada.
d) En el último cuarto del siglo XX y principios de XXI la justicia
constitucional se ha puesto en sintonía con la universalidad de las ideas de la
libertad. La idea rectora de los gobiernos democráticos es el respeto a los
derechos del hombre. Tanto en Europa como en América la caída de los
regímenes autoritarios ha dado lugar a mecanismos de protección
constitucional de tales derechos así como a la convergencia entre los
sistemas americano y europeo de control constitucional.
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Desgraciadamente en algunas universidades o entidades federativas
no se ha tomado en consideración la importancia del Derecho Procesal
Constitucional y en cambio hay algunos estados de la República Mexicana
que tienen ya en sus entidades federativas tribunales constitucionales como lo
son Estado de México, Chihuahua, Coahuila, Veracruz, Tlaxcala. La
presentación de esta ponencia es con la finalidad de que a la brevedad
posible esta entidad de Michoacán por la que sentimos simpatía
extraordinaria, así como en mi estado de San Luis Potosí en algún momento
lleven a cabo las reformas a sus constituciones políticas locales y puedan
crear salas de Derecho Constitucional con la finalidad de una mejor y más
rápida impartición de justicia en beneficio de los justiciables de nuestras
entidades federativas.
3. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
4. SISTEMAS DE CONTROL CONSTITUCIONAL
a) La defensa de la Constitución data de la antigüedad clásica; aunque
entonces no existían los ordenamientos constitucionales como se entienden
actualmente, había mecanismos jurídicos diseñados para prevenir el abuso
del poder.
Atenas y Esparta y más tarde Roma previeron formas de contención
para la tiranía de ahí que los derechos poblacionales se mantuvieran a buen
recaudo. Con el paso del tiempo cualquier asomo de exceso en los
gobernantes enfrentó posiciones como la de el Juez Sir Edward Coke a la
pretendida infalibilidad del parlamento en la Inglaterra del siglo XVIII.
Emancipadas las colonias inglesas de América del Norte la supremacía
constitucional nació en 1787 y desde entonces comenzó la protección que la
judicatura estadounidense fuero aparte ha dispensado a la constitución.
5. CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIÓN NORTEAMERICANA
El sistema difuso se conoce también como americano porque comenzó
a practicarse en los Estados Unidos de América. Se originó en la doctrina
entre octubre de 1787 y mayo de 1788 Alexander Hamilton, John Jay y James
Madison publicaron 77 artículos en tres periódicos de Nueva York a fin de
comentar la estructura y contenido de la constitución recién creada.
La reunión de esos artículos y de ocho más en forma de libro, apareció
con el título de “El Federalista” (1) al comentar las funciones de los tribunales
Hamilton defendió que éstos declararan nulos los actos de la legislatura bajo
el argumento de que el poder popular traducido en la formación de la
Constitución prevalece sobre las actividades tanto del poder legislativo como
del judicial.
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Según Hamilton la voluntad de los legisladores no puede contrariar la
del pueblo; es decir la expedición de una ley constitucional que es, al mismo
tiempo impopular. Por tanto como la propia Constitución había establecido su
supremacía –artículo 6°, sección segunda- los jueces debían preferirla a
cualquier otra ley para cuidar las aspiraciones del pueblo.
Formalmente el control difuso nació al fallarse el caso de Marbury Vs.
Madison en 1803. John Marshall, presidente de la Corte y redactor de la
sentencia aclaró que el juez estadounidense está obligado a preferir la
Constitución a cualquier otra ley, dado que aquella, en tanto que suprema,
controlaba todos los actos del legislativo.
Permitir la eficacia de una ley inconforme con el texto del que debía
haber provenido, implicaba destruir el principio de la supremacía
constitucional y, en consecuencia, acotar las libertades civiles.
A lo largo del tiempo el sistema difuso se ha extendido por casi toda
América y sus características han variado, se trata de un tipo de control que
confía cualquier juez, sin importar su fuero la regularidad constitucional de la
ley. En otras palabras todo juez puede –y debe- ante un caso concreto que
verse sobre cualquier materia inaplicar una ley inconstitucional y fallar
mediante una sentencia con efectos interpartes.
En lugar de anular la ley el juez determina una nulidad existente, se
trata pues de un tipo de control difuso incidental, especial y declarativo.
Es difuso en oposición a concentrado porque la competencia para
conocer de la inconstitucionalidad de una ley o un acto de autoridad
corresponde a todos los jueces sin excepción. En cuanto a su carácter
incidental obedece a que el problema de constitucionalidad se desprende de
una controversia relativa a cualquier materia, que es lo que el principio ocupa
al juez.
Por último es especial porque el efecto de las sentencias alcanza sólo a
las partes y declarativo al limitarse a clarificar una situación jurídica
controvertida.
6. CONTROL CONCENTRADO, AUSTRIACO O EUROPEO –KELSENIANOa) Los rasgos de este sistema son diametralmente opuestos a los del
anterior sobre todo en lo relativo a su origen. Determinar el papel de los
jueces en la sociedad derivó de ideas filosóficas que acarrearían movimientos
sociales relevantes, el pensamiento de Rousseau y Montesquieu influyó en el
estallido de la Revolución Francesa cuya persecución de la igualdad, la
libertad y la fraternidad se basó en los intereses de la voluntad del pueblo.
Se señaló la preeminencia del órgano legislativo –depositario del
voluntad general- de modo que no se contempló la posibilidad de que los
jueces cuestionaran las leyes; a ellos les correspondía aplicarlas no criticarlas
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(2) de hecho en la Constitución Francesa de 1789 se encargó a un Senado
conservador el control de la Constitucionalidad.
Esta tendencia contraria al control difuso concretó en 1920 con la
expedición de la Constitución Austriaca –proyectada por Kelsen- donde previo
a instalar un tribunal constitucional dedicado a resolver concentradamente las
cuestiones de inconstitucionalidad de manera principal y mediante sentencias
con efectos erga omnes. Su origen ha supuesto que este sistema también se
le conozca como austríaco, europeo o kelseniano. Contrariamente al sistema
americano en donde se advierte desconfianza en los jueces y el afán de
salvaguardar el principio de seguridad jurídica y la supremacía
parlamentaria(3).
b) A partir de 1920 muchos países europeos –Alemania, Italia, España
y Portugal entre otros- instauraron tribunales constitucionales que también han
figurado en Oriente y América Latina, aunque a veces con rasgos que no
satisfacen todas las características que presentan en otros países sobre todo
europeos. Por ejemplo Costa Rica(4) no tiene propiamente un tribunal
constitucional sino una sala de lo Constitucional integrada a la Corte Suprema
de Justicia pero cuyas funciones son especialmente de control concentrado y
abstracto .
Los mecanismo procesales y procedimentales de protección
constitucional son diversos y su análisis sistemático empezó hasta la primera
mitad del siglo XX.
Se ignora quién y en qué circunstancias acuñó el término Derecho
Procesal Constitucional pero es indudable que la paternidad de esta disciplina
corresponde a Hans Kelsen
La garantía jurisdiccional de la Constitución (la justicia constitucional
1928) (5) Kelsen apuntó que dicha garantía es un elemento del sistema de los
medios técnicos que tienen por objeto asegurar el ejercicio regular de las
funciones estatales.
Fundó la necesidad de ese aseguramiento en consideraciones
importantes como el dogma de la supremacía constitucional(6) traducido en
que la ley fundamental es un principio supremo que determina por entero el
orden estatal y la esencia de la comunidad constituida en ese orden(7). Según
Kelsen esa circunstancia imponía contar con medios que permitieran asegurar
la vigencia y la estabilidad de la Constitución.
c) El jurista vienés preconizó la conveniencia de que el control
constitucional quedara en manos de un tribunal independiente de los poderes
públicos en cuyo quehacer se actualizaran los elementos técnicos necesarios
para garantizar la regularidad de los actos estatales; esas garantías podrían
ser preventivas o represivas o bien personales u objetivas.
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Como su nombre lo indica las preventivas tienden a prevenir actos
irregulares mientras que las represivas ejecutan una vez consumado el acto
irregular y tienden a reparar el daño producido.
En cuanto a las garantías personales u objetivas se traducen en la
nulidad o anulabilidad de un acto irregular. Kelsen delineó también las
generalidades del objeto de control –leyes, reglamentos, tratados
internacionales- del Tribunal Constitucional así como los efectos generales
profuturo de sus sentencias con tal de evitar la inseguridad jurídica, aunque
reconoció que en ciertos casos, podría proceder la anulación con efecto
retroactivo. En cuanto a los sujetos legitimados para accionar ante el Tribunal
adujo que debían ser órganos políticos pues si se establecía una acción
popular se correría el riesgo de sobrecargar de trabajo al tribunal
constitucional con demandas poco serias.
d) Con esta contribución kelseniana comenzó la doctrina conocida
como Derecho Procesal Constitucional desarrollada notablemente –en Europa
y América- desde la segunda posguerra, es una materia difícil de conceptuar,
aún se debate sobre qué rama jurídica pertenece; mientras que algunos
autores la consideran parte del derecho procesal, otros la ubican dentro del
constitucional.
Los defensores de la primera opción asumen que como los
instrumentos de control constitucional originan procesos su estudio debe
realizarse desde la perspectiva del derecho procesal sin perder de vista los
conceptos de acción, jurisdicción y proceso.
En cambio los constitucionalistas señalan que es una rama del derecho
constitucional aparte de que la propia disciplina ha sido principalmente
estudiada por constitucionalistas. Más allá de esta polémica lo cierto es que la
materia debe estudiarse desde la perspectiva de la teoría general del proceso.
En este sentido se ha indicado que el contenido del derecho procesal
constitucional involucra a la acción normalmente abstracta; la jurisdicción
conferida a determinados órganos jurisdiccionales; y el proceso caracterizado
según cada legislación puesto que no en todos los países existen los mismos
medios de control constitucional.
•
Funciones legislativas negativas y positivas.
a) Kelsen sostenía que los tribunales constitucionales son legisladores
negativos(8) organizados como tribunales no ejercen sin embargo una
verdadera función jurisdiccional pues anular una ley implica establecer una
norma general.
Luego la anulación tiene el mismo carácter de generalidad de la
formación de la ley lo que produce una creación de signo negativo, una
función legislativa (9) así podría deducirse que hay una división del legislativo
en dos órganos: el parlamento facultado para iniciar leyes y el tribunal
constitucional, capaz de eliminar las leyes contradictorias con la constitución.
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Las facultades legislativas negativas generan dos consecuencias: en
primer lugar que su legislación carezca de la creación inherente a la actividad
legislativa pues anular una ley no es sino aplicar las normas constitucionales
y, en segundo que los tribunales constitucionales no pueden actuar
oficiosamente por carecer de iniciativa legislativa.
b) Los tribunales sólo resuelven en abstracto sobre la compatibilidad o
incompatibilidad lógica de dos normas también abstractas: la constitución y la
ley. Esto tiene una doble implicación respecto a las declaraciones de
inconstitucionalidad: primeramente, éstas han de tener valor constitutivo, no
declarativo por lo que producen sus efectos para el futuro porque toda ley
mientras no sea declarada inconstitucional, es válida, de ahí que no pueda
ser implicada por los jueces, quienes sólo deberán inaplicarla cuando se haya
producido la declaración correspondiente.
El vicio de inconstitucionalidad es de anulabilidad. La ley no es nula, si
el tribunal constitucional no lo declara así expresamente, en este segundo
término las declaraciones de inconstitucionalidad tienen siempre como la
legislación efectos generales y fuerza de ley(10).
7. SENTENCIAS
a) La jurisprudencia de los tribunales constitucionales proviene de
varios tipos de sentencias a) simples, b) las que resuelven la
inconstitucionalidad con la incorporación a la ley de algún elemento normativo,
hecha directamente por el Tribunal Constitucional; c) las que no solucionan de
inmediato la invalidez de la ley y pide la colaboración del legislador, por lo que
implican determinar la inconstitucionalidad mediante dos decisiones conjuntas;
d) aditivas, dictadas en los casos de inconstitucionalidad por omisión; e)
estimatorias sustitutivas; f) desestimatorias simples, g) estimatorias
interpretativas.
Ahora bien cuando la sentencia resuelve la inconstitucionalidad con la
incorporación a la ley un elemento normativo por parte del Tribunal
Constitucional éste último actúa como legislador positivo, en virtud del
principio de interpretación conforme a la constitución aunque también se
acude al principio general de conservación de las normas, a la protección de
la ley y a la intención del legislador. El tribunal actúa entonces como
legislador negativo, estas sentencias son igualmente
conocidas como
unilaterales, intermedias dentro de las que se encuentran subespecies:
I. Sentencias interpretativas. Establecen una interpretación concreta y
diferente de la literalidad del precepto legal y, por tanto una nueva norma más
amplia o más restrictiva que la creada en principio por el legislador.
II. Sentencias que contienen una declaración de inconstitucionalidad
parcial cuantitativa, sólo anulan una palabra o frase del conjunto normativo
impugnado con lo que cambia el sentido del precepto.
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III. Sentencias que contienen declaraciones de inconstitucionalidad
parcial cualitativa. Sin suprimir el precepto, destruyen una norma contenida en
el mismo en cuanto que o en la medida en qué, su sentido contraría a la
Constitución.
IV. Sentencias que declaran una inconstitucionalidad simple de carácter
total, afectan a todo el texto normativo o acto impugnado.
Las sentencias invitan al legislador a solucionar la inconstitucionalidad
de una ley también conocidas como bilaterales o estimatorias exhortativas,
se dan cuando el tribunal pronuncia sobre la constitucionalidad de la ley pero
no la anula –sentencia simple- remedia inmediatamente el vicio de
constitucionalidad –sentencia unilateral- sino que encomienda a su unificación
al legislador.
•
Desarrollo supranacional
a) En la constitución estadounidense 1787 se previeron por primera vez
la supremacía constitucional y la posibilidad de los tratados internacionales
integraran el orden jurídico interno de una nación.
Particularmente después de la segunda guerra mundial la importancia
de los tratados internacionales ha crecido constantemente motivada también
por la globalización(11), esto ha generado que la doctrina considere a la
jurisdicción constitucional trasnacional como un aspecto derivado del derecho
procesal constitucional.
Han proliferado los tratados relativos a los derechos humanos que al
incorporarse al ordenamiento interno amplían la esfera de los derechos
individuales y prevén acciones que los estados deben ejecutar para proteger a
ciertos grupos.
8. LA DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN EN MÉXICO
El derecho procesal constitucional mexicano es la disciplina jurídica
encargada del análisis sistemático de los medios de control constitucional
previstos por la norma suprema y diversas leyes reglamentarias.
A partir de las reformas constitucionales de 1994 el número de
instrumentos de control constitucional en México se ha incrementado. Con la
independencia del juicio de Amparo (fundamentado en los artículos 103 y 107
de la Constitución general), el juicio político (artículo 110), la facultad de
investigación de la Corte (artículo 97) párrafos segundo y tercero e incluso la
controversia constitucional contemplada por la constitución desde antes de
ese año, ahora existen la acción de inconstitucionalidad, los juicios de revisión
constitucional electoral y para la protección de los derechos políticoelectorales del ciudadano así como el procedimiento ante los organismos
protectores de los derechos humanos.
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El estudio de esos procesos y procedimientos se realiza junto con el de
los cambios sufridos por el Poder Judicial de la Federación, como por ejemplo
la integración y las funciones de la Suprema Corte de Justicia así como la
incorporación a dicho poder del Tribunal Electoral, que conoce el juicio para la
protección de los derechos político-electorales del ciudadano y el juicio de
revisión constitucional electoral(12), aunque no debe pronunciarse sobre la
constitucionalidad de leyes electorales(13).
* Las normas constitucionales de 1988, 1994, 1996 y 1999
repercutieron en la integración y el funcionamiento de la Suprema Corte de
Justicia, modificaron la estructura del Poder Judicial de la Federación en lo
concerniente a su administración y a la impartición de la justicia electoral.
Las reformas de 1988 tuvieron antecedentes que se deben de
mencionar. El 20 de agosto de 1928 se reformó el artículo 94 de la
Constitución Federal de ahí que el número de ministros de la Corte aumentara
de 11 a 16 y que sesionaran el pleno y tres salas. La cantidad de ministros
aumentó de 16 a 21 en 1934 y se agregó una sala.
El 21 de diciembre de 1944 el presidente Avila Camacho envió al
Congreso un proyecto de reformas al artículo 107 constitucional aprobado por
las cámaras pero no por las legislaturas de los estados, dado que el alto
tribunal se opuso a que el Congreso determinara la competencia de los
tribunales federales entre los que se incluía la propia Corte. Ya en ese
proyecto se proponía que ésta conociera de los juicios de amparo en los que
se controvirtiera la constitucionalidad de una ley federal o local así como
cuando se reclamara la violación directa de un precepto de la ley suprema.
El artículo 94 constitucional fue reformado en 1951, año de creación de
los Tribunales Colegiados de Circuito el conocimiento de los juicios de amparo
se dividió entre estos nuevos órganos y la Suprema Corte de Justicia. Sin
embargo, como persistiera el rezago en las funciones jurisdiccionales el
número de ministros se incrementó de 21 a 26 al nombrarse 5
supernumerarios que no integraron el pleno sino hasta 1967 en virtud de una
nueva reforma.
El 31 de diciembre de 1957 se modificó la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación para permitir al Pleno de la Corte conocer de los
amparos contra la inconstitucionalidad de leyes, competencia que
anteriormente tenían las salas. En 1959 el senador Rodolfo Brena Torres
presentó –sin éxito- ante el Congreso una iniciativa donde proponía que el
número de ministros del Alto Tribunal se redujera de 26 a 11 y que a su
principal función consistiera en resolver amparos contra la inconstitucionalidad
de leyes mientras que los relativos a la legalidad de los actos de autoridad se
enviaran a los tribunales colegiados de circuito.(14)
En 1968 al reformarse la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación se atribuyó a la segunda sala el conocimiento de asuntos de
importancia trascendente para el interés nacional de los que en primera
10
instancia correspondiera conocer a los tribunales colegiados de circuito, cuyo
número aumentó por lo demás las salas de la Corte se volvieron competentes
para conocer de asuntos sobre inconstitucionalidad de las leyes cuando
hubiera jurisprudencia del pleno al respecto.(15)
En 1988 se reformaron la Carta Suprema y las Leyes de Amparo y
Orgánicas del Poder Judicial de la Federación(16) el control de la legalidad se
convirtió en competencia exclusiva de los tribunales colegiados de circuito,
reservando a la corte la interpretación definitiva de la Constitución. Con
aquellas reformas se pretendió descentralizar la justicia federal lo que
disminuyó el rezago de asuntos a resolver que sufría el máximo tribunal.
Asimismo se añadió un párrafo sexto al artículo 94 constitucional, a fin de que
el pleno del alto tribunal emitiera acuerdos generales para lograr mayor
prontitud en la impartición de justicia, mediante una adecuada distribución de
los asuntos entre las salas.
Se agregó también un párrafo final a la fracción V del artículo 107
constitucional para otorgarle al máximo tribunal la facultad de atraer su
conocimiento –de oficio o a petición fundada del Tribunal Colegiado de
Circuito correspondiente o del procurador general de la República- Amparos
directos cuyo conocimiento correspondiera originariamente a los tribunales
colegiados pero que por su importancia y trascendencia debieran ser
resueltos por la Suprema Corte de Justicia. De manera originaria, los
tribunales colegiados de circuito conocerían de problemas de
constitucionalidad respecto de reglamentos autónomos y municipales así
como de actos concretos de autoridad siempre que no se actualizaran los
supuestos de los incisos a) y b) de la fracción VIII del artículo 107
constitucional.
En 1994 se produjeron nuevas reformas destinadas a convertir a la
Corte en un Tribunal constitucional de cuño europeo, se pretendió modificar
su integración y su sistema competencial a fin de llevar a sus últimas
consecuencias el principio de la supremacía constitucional.
Las reformas produjeron tres consecuencias:
a)
La creación del Consejo de la Judicatura Federal;
b)
La redistribución de las facultades jurisdiccionales y no
jurisdiccionales que tenía la Suprema Corte a otros órganos del Poder Judicial
de la Federación y
c)
La competencia exclusiva del alto tribunal para conocer de
controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad.(17)
La integración del Pleno también varió, el número de ministros se
redujo de 26 a 11 a fin de facilitar la deliberación colectiva entre sus
miembros, asegurar una interpretación coherente de la Constitución, permitir
11
la renovación periódica de criterios y actitudes ante las necesidades
cambiantes del país y favorecer al Pleno cumplimiento de su encargo.
Asimismo los ministros ocuparían sus cargos –antes vitalicios- por quince
años y serían sustituidos de manera escalonada. Ello implicó que las salas se
redujeran de cuatro a dos y se integrara cada una por cinco ministros.
Tradicionalmente el Pleno de la Corte sería encargado de administrar y
supervisar los juzgados de distrito y los tribunales de circuito así como de
nombrar, adscribir y readscribir a los titulares de dichos órganos. Como para
1994 el número de jueces y magistrados se había incrementado
considerablemente se creó el Consejo de la Judicatura Federal encargado de
administración, vigilancia, disciplina y carrera judicial del Poder Judicial de la
Federación, con excepción de la Suprema Corte de Justicia y del Tribunal
Electoral.
De trascendental importancia la reforma al artículo 105 de la
Constitución Federal. Se ampliaron las facultades de la Suprema Corte de
Justicia para conocer de controversias constitucionales y se abrió la
posibilidad de que un porcentaje de las cámaras legislativas pudiera plantear,
sólo ante la Corte la inconstitucionalidad de leyes mediante una acción
abstracta. Asimismo se buscó que las sentencias de los tribunales del Poder
Judicial de la Federación se cumplieran sin falta, para lo que se reformó la
fracción XVI del artículo 107 de la Constitución Política relativa a las
sentencias de amparo.
El 22 de agosto de 1996 hubo nuevas reformas para lograr un sistema
integral de justicia en materia electoral, se agregó un párrafo a la fracción II
del artículo 105 constitucional para determinar que la única vía para plantear
la no conformidad de las leyes electorales a la constitución es la prevista en
este artículo, es decir la acción de inconstitucionalidad, con esas reformas se
incorporó al Poder Judicial de la Federación el Tribunal Electoral que no
recibió competencia para pronunciarse sobre la constitucionalidad de leyes
electorales.
Por último las reformas de 1999 modificaron el párrafo VI del artículo 94
constitucional para que el alto tribunal mediante acuerdos generales decidiera
de qué asuntos conocería y cuáles remitiría a los tribunales colegiados de
circuito, en virtud de que sobre tales asuntos ya existiera jurisprudencia o no
promovieran fallos trascendentales.
Así la Corte ha podido rechazar el conocimiento de casos en los que
no sea necesario fijar un criterio de importancia o trascendencia para el orden
jurídico nacional. Asimismo se reformó la fracción IX del artículo 107 con tal
que el pleno de la Corte conociera de la revisión en amparo directo cuando las
resoluciones pronunciadas por los tribunales colegiados de circuito decidieran
12
sobre la constitucionalidad de una ley o establecieran la interpretación directa
de una norma constitucional. A esta facultad recuerda el writ of certiorari
estadounidense, medio principal por el que un caso llega a la corte suprema
federal. El certiorari se concede a discreción como ocurre con la revisión a que
alude la fracción IX del artículo 107 constitucional. Esta facultad no sólo se
ejerce en el caso de amparos directos si bien no hay disposición constitucional
o legal alguna que le confiera competencia para conocer de la revisión de
amparos indirectos –atribución originaria de la sala- la jurisprudencia ha
facilitado que el pleno también se pronuncie sobre la revisión de amparos
indirectos.
Esta última reforma originó la expedición de acuerdos generales
plenarios -4/2000, 5/2000, 6/2000- para establecer las bases de tramitaciones
y amparos directos así como el envío de asuntos a los tribunales colegiados
en amparo indirecto y reglas para remitir asuntos de la competencia originaria
del pleno a las salas. También se celebraron los acuerdos generales 9/2000 y
10/2000 referido el primero al envío a las salas y los amparos en revisión y los
amparos directos de 1998 y años posteriores cuya competencia originaria
fuera del pleno; por otra parte el 10/2000 se refirió a que en el caso de
impugnación de leyes locales, la competencia atribuida al pleno pasaría a los
tribunales colegiados de circuito.
Los acuerdos generales 4/2000 y 10/2000 entre otros fueron abrogados
por el diverso 5/2001 relativo a los asuntos que el pleno conservaría para su
resolución y a los de su competencia originaria que enviaría a las salas y a los
tribunales colegiados de circuito. Este acuerdo resulta particularmente
importante porque permite apreciar los esfuerzos de la propia corte para
avocarse a salvaguardar las disposiciones constitucionales. El pleno de la
Corte ha emitido otros acuerdos destinados a distribuir la carga de trabajo en
el propio pleno, las salas y los tribunales colegiados de circuito. Entre ellos
destacan el 6/2003 relativo al envío de asuntos de su competencia originaria a
las salas; el 7/2003 que adiciona el acuerdo 1/1998 que regula el turno de
expedientes y el 8/2003 que deroga la fracción III del artículo 3° del acuerdo
general 5/2001 relativo a la determinación de los asuntos que conservará para
su resolución y el envío de los de su competencia originaria a las salas y a los
tribunales colegiados de circuito. Por lo que hace a la materia tributaria el 26
de abril del 2005 publicó el Diario Oficial de la Federación el acuerdo No.
11/2005 del 11 de abril del 2005 del pleno de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación relativo a la remisión de asuntos a los tribunales colegiados de
circuito para conocer y resolver asuntos en los que impugnan normas
generales en materia tributaria.
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10. LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES EN MÉXICO
11. JURISDICCIONALES: EL JUICIO DE AMPARO
El juicio de amparo es el medio de protección constitucional con
características propias que a instancia de parte agraviada se hace valer contra
actos cometidos por autoridades de cualquier ámbito gubernamental que se
hayan traducido en la violación de las garantías individuales, a fin de que una
sentencia restituya al afectado en el pleno goce de la garantía que se le
conculcó.
Cuando el amparo protege al quejoso contra leyes violatorias de
garantías individuales se denomina amparo contra leyes. Si se promueve
contra actos violatorios de garantías se conoce como amparo-garantías, si se
interpone contra la inexacta y definitiva aplicación de la ley al caso concreto,
se está en presencia del amparo-casación o amparo-recurso.(18) Por último si
el amparo se intenta contra la existencia de invasiones recíprocas de la
soberanía federal o de los estados se conocerá como amparo-soberanía o
amparo por invasión de esferas(19).
El juicio se rige por diversos principios entre los que destacan los
siguientes:
a)
Principio de la iniciativa o la instancia de parte:
El amparo sólo puede ser promovido por la parte agraviada por un acto
de autoridad que, en su concepto, ha conculcado sus garantías.
b)
Principio de existencia de agravio personal y directo:
El agravio es la provocación de un daño o perjuicio a una persona en
relación con las garantías constitucionales que a ella se le atribuyen.
c)
Principio de definitividad:
Quiere decir que el juicio de amparo no puede promoverse si antes de
que se han agotado los juicios, recursos o medios de defensa que la ley rige
el acto establezca el que tenga por objeto modificar o nulificar dicho acto.
d)
Principio de tramitación jurisdiccional:
El amparo es una institución que se tramita ante órgano jurisdiccional y
adopta la forma de un juicio.
e)
Principio de estricto derecho y suplencia de la queja:
El juzgador de amparo debe limitar su función jurisdiccional a resolver
sobre los actos reclamados y conceptos de violación expresados en la
demanda sin hacer consideraciones de inconstitucionalidad o legalidad que no
haya hecho valer el quejoso.
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f)
El principio de estricto derecho admite con excepción la suplencia
de la queja que consiste en corregir los errores en las demandas de amparo y
en las materias agraria, penal y laboral sobre todo.
g)
Principio de la relatividad:
La resolución sólo beneficia o perjudica a quien promovió el juicio de
amparo, no al resto de los gobernados; es decir no tiene efectos erga omnes.
El juicio de amparo puede ser indirecto o directo. El primero se
promueve ante los juzgados de distrito y procede esencialmente,
a)
Contra leyes federales o locales, tratados internacionales,
reglamentos expedidos por el presidente de la República, reglamentos de
leyes locales expedidos por los gobernadores de los estados, u otros
reglamentos, decretos y acuerdos de observancia general que por su sola
entrada en vigor o con motivo del primer acto de aplicación causen perjuicios
al quejoso.
b)
Contra actos que no provengan de tribunales judiciales,
administrativos, del trabajo o que al provenir de ellos hayan sido ejecutados
fuera de juicio o después de concluido éste;
c)
Contra actos en el juicio que tengan sobre las personas o las
cosas una ejecución de imposible reparación; contra actos ejecutados dentro
o fuera del juicio, que afecten a personas extrañas a él, y
d)
Contra las resoluciones del Ministerio Público que confirmen el no
ejercicio o el desistimiento de la acción penal.
Por su parte el amparo directo se promueve ante los tribunales
colegiados de circuito (a través de la autoridad ordenadora responsable) y
procede contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin
al juicio dictados por tribunales civiles, administrativos o del trabajo respecto
de los que no proceda ningún recurso ordinario por el que puedan ser
modificado o revocado ya sea que la violación se cometa en ellos o que,
cometido durante el procedimiento, afecte a las defensas del quejoso,
trascendiendo al resultado del fallo, y por violaciones de garantías cometidas
en las propias sentencias, laudos o resoluciones indicados.
12. LA CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL
Desde el 5 de febrero de 1917 hasta el 31 de diciembre de 1944 el
artículo 105 constitucional señaló:
Corresponde sólo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, conocer
de las controversias que se susciten entre dos o más estados, entre los
poderes de un mismo estado sobre la constitucionalidad de sus actos y de los
15
conflictos entre la federación y uno o más estados así como de aquellos en
que la federación fuese parte.(20)
Apenas tuvo importancia en la práctica. Carecía de ley reglamentaria y
los conflictos a que alude solían ser resueltos por el Senado en uso de las
facultades exclusivas que le otorgan las fracciones V y VI del artículo 76
constitucional. La falta de reglamentación motivó que el máximo tribunal
aplicara el Código Federal de Procedimientos Civiles, la Ley Orgánica del
Poder Judicial de la Federación, la Ley de Coordinación Fiscal de 1978, la Ley
de Planeación de 1983, finalmente las reformas de 1994. La Corte fue
declarada competente para conocer en única instancia de las controversias
constitucionales y las acciones de inconstitucionalidad ambas previstas en el
artículo 105 fracciones I y II respectivamente de la Constitución Federal(21)
que además contaron con una ley reglamentaria.
La controversia constitucional es el juicio de única instancia que la
federación, o un estado, el Distrito Federal o un municipio, plantean ante la
Suprema Corte de Justicia de la Nación para demandar la reparación de un
agravio producido por una norma general o un acto de beneficio exclusivo de
sus atribuciones constitucionales fue responsabilidad de alguno de los
órganos de gobierno citados lo que conculca el federalismo, el reparto de
competencias consagrado en la Constitución y la soberanía popular.(22)
La jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia ha estimado con este
proceso debe salvaguardarse toda la ley fundamental, lo que obliga a no
ignorar conceptos de invalidez que aparentemente no guardan relación directa
e inmediata en preceptos o formalidades previstos en la propia constitución,
así se ha ampliado el alcance protector de la controversia constitucional (23)
según la fracción I del artículo 105 de la Constitución Federal, toca a la
Suprema Corte de Justicia conocer de controversias constitucionales que,
salvo las referidas a la materia electoral se susciten entre:
1)
La federación y un estado o el Distrito Federal;
2)
La Federación y un municipio;
3)
El Poder Ejecutivo y el Congreso de la Unión; aquél y cualquiera
de las cámaras de éste o en su caso la comisión permanente sean como
órganos federales o del Distrito Federal.
4)
Un estado y otro;
5)
Un estado y el Distrito Federal;
6)
El Distrito Federal y un municipio;
7)
Dos municipios de diversos estados;
8)
Dos poderes y un mismo estado sobre la constitucionalidad de
sus actos o disposiciones generales;
9)
Un estado y uno de sus municipios; sobre la constitucionalita de
sus actos o disposiciones generales;
10) Un estado y un municipio de otro estado sobre la
constitucionalidad de sus actos o disposiciones generales; y
16
11) Dos órganos de gobierno del Distrito Federal
constitucionalidad de sus actos o disposiciones generales.
sobre
la
Estas controversias se sustancian con base en el título segundo de la
Ley reglamentaria de las fracciones I y II del artículo 105 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y supletoriamente con el Código
Federal de Procedimientos Civiles.
Para que proceda la controversia constitucional, la esfera competencial
del promovente debe ser afectada por un acto concreto o una disposición de
carácter general, cuya aplicación contravenga a la Constitución federal. La
necesidad de los agravios inciden en la esfera jurídica del promoverte, ha sido
establecida por la jurisprudencia de la corte.
Conviene señalar que este juicio procede para resolver conflictos
limítrofes entre los estados; no obstante, según reformas y adiciones
aprobadas por el Senado el 21 de julio del 2005 los artículos 46, 73, 76 y 105
de la Constitución Federal(24) que al momento de redactarse este texto se
hayan en las legislaturas locales para sus efectos constitucionales, las
controversias que al respecto se encuentren en la Corte deberán ser remitidas
a la Cámara de Senadores, que las resolverá de manera definitiva por
decreto. Según las comisiones unidas de puntos constitucionales y de
estudios legislativos del Senado; estas enmiendas provocarán que:
a) Las entidades federativas arreglen entre sí por convenios amistosos
sus respectivos límites pero no se llevarán a efecto esos arreglos sin la
aprobación de la Cámara de Senadores (mediante decreto aprobado por el
voto de las dos terceras partes de los individuos presentes) cuyas
resoluciones en la materia serán definitivas e inatacables;
b) La Suprema Corte de Justicia de la Nación conozca a través de
controversia constitucional a instancia de parte interesada los conflictos
derivados de la ejecución del correspondiente decreto de la Cámara de
Senadores y
c) Se derogue la facultad de arreglar definitivamente los límites de los
estados, determinando la diferencia que entre ellos se suscite, cuando estas
diferencias tengan un carácter contencioso, y
d) La Suprema Corte de Justicia de la Nación conozca en los términos
que señale la ley reglamentaria las controversias constitucionales que con
excepción de las que se refieren a la materia electoral en las que los estados
puedan arreglar entre sí, por convenios amistosos, sus respectivos límites(25).
13. LA ACCIÓN INCONSTITUCIONALIDAD
La acción de inconstitucionalidad es el procedimiento abstracto de
control que el 33% en los integrantes de las cámaras legislativas federales y
locales y de la asamblea legislativa del Distrito Federal, así como los partidos
políticos y el procurador general de la República demanden ante la Suprema
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Corte de Justicia de la Nación para que se resuelva sobre la posible
contradicción entre una norma general –con el carácter de ley o decreto- un
tratado internacional y la constitución política de los Estados Unidos
Mexicanos- en su caso se declare la invalidez total o parcial de aquellos a fin
de garantizar la regularidad constitucional y la certeza del orden jurídico(26),
su trámite se basa en el artículo III de la Ley Reglamentaria de las fracciones I
y II del artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y, en lo no previsto en él por las diversas del título II de la misma
ley, supletoriamente se aplica el Código Federal de Procedimientos Civiles.
La acción de inconstitucionalidad:
1. El equivalente al 33% de los integrantes de la Cámara de Diputados
del Congreso de la Unión en contra de leyes federales o del Distrito Federal
expedidas por aquél;
2. El equivalente al 33% de los integrantes del Senado en contra de
leyes federales o del D.F. expedidas por el Congreso de la Unión o de
tratados internacionales celebrados por el Senado mexicano;
3. El Procurador General de la República en contra de leyes de carácter
federal, estatal y del D.F., así como de tratados internacionales celebrados por
el estado mexicano.
4. El equivalente al 33% de los integrantes de alguno de los órganos
legislativos estatales en contra de leyes expedidas por el propio órgano;
5. El equivalente al 33% de los integrantes de la Asamblea Legislativa
del D.F., en contra de leyes expedidas por la propia asamblea; y
6. Los partidos políticos con registro ante el Instituto Federal Electoral
por conducto de sus dirigencias nacionales en contra de leyes electorales
federales o locales; y los partidos políticos con registro estatal a través de sus
dirigencias pero sólo contra leyes electorales expedidas por el órgano
legislativo de la entidad federativa que les otorgó el registro.
La acción de inconstitucionalidad procede contra normas generales
con el carácter de leyes o tratados internacionales, siempre que puedan ser
contrarios a la Constitución Federal que una norma sea de carácter general
depende no sólo de su designación sino también de su contenido material; es
decir la norma impugnable debe cubrir ciertos requisitos que la definan como
de carácter general y consecuentemente, combatible mediante la acción de
inconstitucionalidad(27). Por ejemplo, las contituciones locales son normas de
carácter general no sólo por sus características, sino porque si no lo fueran se
sustraerían del control abstracto ejercido por la corte y, por tanto, dejarían de
subordinarse a la Constitución Federal(28)
Las sentencias de las acciones de inconstitucionalidad surten efectos
generales cuando al menos 8 ministros hayan votado por declarar la invalidez
de la norma general o el tratado impugnado en los demás casos, se
desestima la acción y se ordena su archivo.
18
Con todo no sólo la declaración de invalidez puede derivar de una
acción de inconstitucionalidad pues el pleno de la corte también puede
resolver que se inaplique temporalmente la disposición impugnada(29).
En 1996 se agregó un párrafo a la fracción II del artículo 105
constitucional para determinar que la única vía para plantear la contradiccion
entre una ley electoral y la constitución es la acción de inconstitucionalidad el
amparo no puede promoverse para impugnar leyes electorales por
establecerlo así la fracción VII del artículo 73 de su ley reglamentaria.
14. EL JUICIO DE REVISIÓN CONSTITUCIONAL ELECTORAL
El juicio de revisión constitucional electoral procede para impugnar
actos o resoluciones de las autoridades competentes de las entidades
federativas para organizar y calificar comicios locales o resolver las
controversias surtidas durante ellos, siempre que se cumplan con los
siguientes requisitos:
a) Que sean definitivos y firmes;
b) Que violen algún precepto de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos;
c) Que la violación reclamada pueda resultar determinante para el
desarrollo del proceso electoral respectivo con el resultado final de las
elecciones;
d) Que la reparación solicitada sea material y jurídicamente posible
dentro de los plazos electorales;
e) Que la reparación solicitada sea factible antes de la fecha
constitucional o legalmente fijada para la instalación de los órganos o la toma
de posesión de los funcionarios electos; y
f) Que se hayan agotado en tiempo y forma todas las instancias previas
establecidas por las leyes para combatir los actos o resoluciones electorales
en virtud de los cuales se pudieran haber modificado, revocado o anulado.
El juicio se desecha al no cumplirse algunos de estos requisitos. Es
competente para resolverlo la sala superior del Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación en única instancia tratándose de actos o
resoluciones relativos a las elecciones de gobernadores, diputados locales,
autoridades municipales, así como jefe de gobierno, diputados a la asamblea
legislativa y titulares de los órganos político-administrativos del D.F.
15. EL JUICIO PARA LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS POLÍTICO
ELECTORALES DEL CIUDADANO
Es un instrumento procesal(30) paralelo al juicio de amparo que pueden
promover los ciudadanos para impugnar actos de autoridades electorales que
19
hayan resultado obligatorios de sus derechos políticos. El amparo no procede
aquí porque los derechos político-electorales no son garantías individuales
sino prerrogativas de quienes según los artículos 34 y 35 de la Constitución
Federal son ciudadanos mexicanos.
La Constitución y la ley establecen que este juicio sólo procede contra
actos de autoridades electorales dentro de las que no deben considerarse los
partidos políticos, está contemplado en la fracción V del artículo 99
constitucional y reglamentado en el libro tercero –artículo 79-85- de la Ley
General del Sistema de Medios de Impugnación en materia electoral
(LGSMIME) es competente para resolverlo el tribunal electoral del Poder
Judicial de la Federación(31), normalmente a través de la sala superior
aunque las salas regionales lo harán en los siguientes supuestos:
a) que la promoción del juicio se realice durante y con relación a un
proceso electoral federal ordinario, y
b) que el tema de la impugnación se relacione con el derecho político
electoral del ciudadano de votar, es decir cuando tras haber cumplido con los
requisitos y trámites previstos en la ley, el ciudadano no haya obtenido
oportunamente documento que la ley electoral respectiva exija para ejercer el
voto o cuando, tras haber obtenido dicho documento, el ciudadano no esté
incluido en la lista nominal de electores de la sección correspondiente a su
domicilio, o en fin cuando el ciudadano considere haber sido excluido
indebidamente de tal lista(32) la promoción del juicio sólo se justificará si a
través de otras instancias o gestiones se logra reparar el derecho políticoelectoral al violado según se desprende de lo establecido por el párrafo
segundo del artículo 80 de la LGSMIME.
El juicio se tramita(32) según las reglas de carácter general
establecidas en el Título II del Libro de la LGSMIME sin desconocer las reglas
particulares establecidas en el Libro Tercero de la propia ley. Los fallos que
origine son definitivos e inatacables y sus efectos pueden consistir en invalidar
el acto o la resolución combatidos, aparte de restituir al promovente en el goce
del derecho político-electoral violado.
La sentencia conlleva la inaplicación de una ley inconstitucional que se
sustente un acto o resolución conculcatorios de un derecho político-electoral
de un ciudadano, pues la Suprema Corte de Justicia ha establecido que el
Tribunal Electoral sólo puede decidir sobre algún acto o resolución, o sobre la
interpretación de un precepto constitucional, siempre que tal interpretación no
se haga para verificar la conformidad de una ley federal o local con la
constitución (tesis P./J.23/2002 Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, 9ª. Época, T. XV, julio 2002, p. 82.
16. NO JURISDICCIONALES.
1. LA FACULTAD INDAGATORIA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA
DE LA NACIÓN.
20
La facultad indagatoria de la Suprema Corte de Justicia (33) es un
medio de control constitucional, establecido como defensa excepcional de las
garantías individuales y de la voluntad soberana de la ciudadanía, expresada
a través del voto público(34), este instrumento permite que la Corte investigue
una posible violación grave de garantías individuales o bien una posible
violación del voto público.
No es una atribución jurisdiccional, sino de carácter investigador, la
Corte no actúa como tribunal ni emite una sentencia por carecer de facultad
decisoria, así como atribuciones de coerción o ejecución(35). Además
tampoco procura ante otros tribunales debida impartición de justicia ni realiza
una averiguación ministerial (36) en todo caso se trata de una acción
excepcional y extraordinaria que se le confiere porque consideró que la Corte
como máxima instancia defensora de la Constitución goza de una autoridad
particular(37) (León, gobernador Ernesto Hidalgo; Guerrero “Aguas Blancas”,
gobernador Figueroa; y Puebla gobernador Marín)
El fundamento de esta facultad son los párrafos segundo y tercero del
artículo 97 de la Constitución Federal. El segundo párrafo dispone que la
Corte puede investigar algún hecho o hechos que constituyan una grave
violación y alguna garantía individual por lo que se entiende que los hechos
generalizados consecuentes a un estado de cosas “acaecidos” en una entidad
o región determinadas y su averiguación tiene lugar cuando ocurren
acontecimientos que debiendo ser afrontados y resueltos por las autoridades
constituidas, con estricto apego al principio de legalidad, esos acontecimientos
no se logran controlar por la actitud de la propia autoridad produciéndose, en
consecuencia, violaciones a los derechos fundamentales de los individuos, por
ende de la grave violación de garantías individuales se presentan cuando la
sociedad se encuentra en un estado de inseguridad material, social, política o
jurídica como consecuencia de que:
“a) Las propias autoridades deben proteger la población que gobiernan,
son las que producen o propician los actos violentos, pretendiendo en tal
forma obtener una respuesta disciplinada, aunque aquellos sean violatorios de
los derechos de las personas y de las instituciones
b) Que frente a un desorden generalizado las autoridades sean omisas,
negligentes o impotentes para encauzar las relaciones pacíficas de la
comunidad, o bien, que sean totalmente indiferentes en obtener el respeto de
las garantías del gobernado(38)”
La investigación debe ser sobre hechos consumados y por tanto
irreparables(39).
Por otra parte la violación del voto público debe entenderse como
transgresión a “. . . los sufragios que en forma secreta y libre emite la
ciudadanía en los procesos electorales, ordinarios y extraordinarios, que se
celebren en el nivel federal, para lograr la renovación de los poderes cuya
existencia dispone la Constitución como susceptibles de renovarse mediante
la participación de la ciudadanía: Congreso de la Unión y Presidente de la
21
República(40). Téngase en cuenta que la facultad de investigación de la Corte
no es la vía adecuada para averiguar las posibles violaciones al voto en los
casos de procesos electorales de las entidades federativas y los
municipios.(41) Además la violación debe ser tan grave que ponga en duda la
legalidad de todo el proceso de elección de alguno de los poderes federales.
(42)
El ejercicio de esta facultad puede ser solicitada por: a) El presidente
de la República, b) Alguna de las cámaras del Congreso de la Unión, c) Los
gobernadores de los estados y d) el Jefe de Gobierno del D.F.
La facultad para averiguar posibles violaciones al voto público pueden
originarse en dos supuestos a) Cuando el presidente de al República, algunas
de las cámaras del Congreso de la Unión o el gobernador de algún estado y
b) Cuando el alto tribunal que estime conveniente la consecuencia de esta
distinción radica en que al surtirse la primera hipótesis la actuación es
obligatoria, mientras que en el segundo supuesto constituye una facultad
discrecional.
De esto se infiere que ningún particular está legitimado para provocar el
ejercicio de esta labor investigadora y para que la Corte decida ejerce la
facultad discrecional referida, debe atender tanto la importancia intrínseca de
las violaciones por investigar como a razones de oportunidad y conveniencia
nacional características que implican prevenir la eficacia que puede tener la
investigación y sus consecuencias en el país (43)
La averiguación se realiza a través de alguno o algunos de los ministros
de la Corte o de algún juez de distrito o magistrados de circuito a través de
uno o varios comisionados especiales y debe limitarse a determinar si hubo o
no violación grave a las garantías individuales o del voto público así como a
precisar los hechos(44). El informe rendido por los encargados de la
investigación no es vinculante; se trata de una opinión autorizada que podría o
no servir para que las autoridades destinatarias procedan conforme a su
competencia.
Los resultados de la investigación se envían a las autoridades
competentes como lo señala la parte final del tercer párrafo del artículo 97
constitucional. El máximo tribunal ha establecido, aunque en el párrafo
segundo del citado numeral no se precise el destino del resultado de la
averiguación de violación grave de garantías individuales, ello debe
interpretarse a la luz del párrafo tercero, en el sentido de que el resultado
aludido se hará llegar oportunamente a los órganos que en principio fueran
competentes, entre los que figuran, según sea el caso la Cámara de
Diputados del Congreso de la Unión, las cámaras de diputados de los
estados, el Ministerio Público de la Federación, los ministerios públicos locales
y las autoridades federales y locales en materia electoral.
En todo caso, el resultado de la investigación se comunicará siempre al
Presidente de la República, a la respectiva cámara del Congreso de la Unión
22
o bien al gobernador del estado correspondiente si alguno de ellos solicitó el
ejercicio de la facultad.
(Tesis P. XC/96 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, 9ª.
Época, T. III, junio, 1996, p. 515)
EL JUICIO POLÍTICO
El juicio político es un medio de protección constitucional que resuelve
el poder legislativo(45), Burgoa lo define como: “El procedimiento que se sigue
contra algún alto funcionario del estado para desaforarlo y aplicarle la sanción
legal conducente por el delito oficial que hubiese cometido y de cuya
perpetración se le declare culpable”(46). El título cuarto de la Constitución
Federal se ocupa de las responsabilidades de los servidores públicos. El
artículo 108 de ese ordenamiento considera servidores públicos.
“A los representantes de elección popular, a los miembros del Poder
Judicial Federal y del Poder Judicial del D.F., los funcionarios y empleados, y
en general a toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de
cualquier naturaleza en administración pública federal o en el D.F., así como a
los servidores del Instituto Federal Electoral, quienes serán responsables por
los actos u omisiones en que incurran en el desempeño de sus respectivas
funciones”.
Más adelante el artículo citado dispone que los gobernadores de los
estados, diputados locales, magistrados de los tribunales superiores de
justicia locales y, en su caso los consejeros de la judicatura locales serán
responsables por violaciones a la Constitución Federal y a las leyes federales,
así como por el manejo indebido de recursos federales. Las constituciones de
los estados deben precisar “el carácter de servidores públicos de quienes
desempeñan empleo, cargo o comisión en los estados y en los municipios”.
En cuanto al presidente de la República sólo puede ser acusado mientras
dure su mandato, por traición a la patria y delitos graves del orden común.
El artículo 110 constitucional indica que pueden ser sujetos de juicio
político los senadores y diputados al Congreso de la Unión, los ministros de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, los consejeros de la Judicatura
Federal, los secretarios de despacho, los jefes de departamento
administrativo, los diputados a la asamblea del D.F., el jefe de gobierno del
D.F., el procurador general de la República, el procurador general de justicia
del D.F., los magistrados de circuito y jueces de distrito, los magistrados y
jueces del fuero común del D.F., los consejeros de la judicatura del D.F., el
consejero presidente, los consejeros electorales y el secretario ejecutivo del
Instituto Federal Electoral y los magistrados del Tribunal Electoral, los
directores generales y sus equivalentes de los organismos descentralizados,
empresas de participación estatal mayoritaria, sociedades y asociaciones
asimiladas a éstas y fideicomisos públicos. Las sanciones a que dichos
funcionarios pueden hacerse acreedores son la destitución del cargo y la
inhabilitación para desempeñar funciones de cualquier naturaleza en el
servicio público.
23
Según Manuel González Oropeza, “el juicio político mexicano cobra su
gran dimensión de control constitucional, cuando se refiere a violaciones a las
garantías individuales, a la división de poderes y a la forma de gobierno, es
decir, cuando cubre las partes dogmática y orgánica de la constitución. Sin
embargo es improcedente por la mera expresión de las ideas. Esta
disposición resulta del mayor interés, porque cubre la libertad de expresión de
las autoridades del país; si bien la jurisprudencia derivada del juicio de amparo
nos limita para reconocer derechos humanos a las autoridades, este precepto
constitucional representa sin duda una excepción(47).
El artículo 114 Constitucional determina que el juicio político sólo puede
iniciarse mientras el servidor público desempeña su cargo y dentro de un año
después. Si el servidor público terminó de desempeñar su cargo y, pasado un
año no se le quiere someter a juicio político, éste no procederá. “Por lo demás,
las sanciones correspondientes aplicarán en un periodo no mayor de un año a
partir de iniciado el procedimiento”.
3°.
LAS
RECOMENDACIONES
DE
LAS
COMISIONES
PROTECTORAS DE LOS DERECHOS HUMANOS (OMBUDSMAN)
Los organismos jurisdiccionales protectores de los derechos humanos
son instancias autónomas, integradas por uno o varios funcionarios y
encargadas de recibir denuncias ciudadanas contra actos de autoridades
administrativas que, presuntamente, hayan lesionado algunos de los derechos
fundamentales de las personas, a fin de tratar de reparar dichas violaciones
mediante una recomendación no vinculante(48). En México opera la Comisión
Nacional de Derechos Humanos y 32 comisiones locales, 31 en los estados
de la República y una en el D.F.
Son autónomos porque no depende de los Poderes de la Unión. Las
denuncias que reciben sólo pueden referirse a actos cometidos por
autoridades administrativas de ahí que no pueda acudirse al ombudsman,
para impugnar actos cometidos por el Poder Judicial de la Federación.
Asimismo, son incompetentes para conocer de actos y resoluciones de
organismos y autoridades electorales; contra resoluciones de carácter
jurisdiccional; de conflictos de carácter laboral y consultas formuladas por
autoridades o particulares sobre interpretación de leyes de la Constitución
Federal.
El procedimiento ante estos organismos no es rígido ni formal, cuando
culmina con una recomendación,(49) la autoridad respectiva tiene quince días
para comunicar a la comisión respectiva si la aceptan, y otros quince para
entregarle las pruebas del cumplimiento respectivo. Entonces, la comisión
notificará inmediatamente al promovente los resultados de la investigación, la
recomendación respectiva, la aceptación, la ejecución, o bien el acuerdo de
no responsabilidad.
LOS ORGANISMOS CONSTITUCIONALES AUTÓNOMOS Y LA
DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN.
24
Los organismos constitucionales autónomos(50) surgieron en la
segunda posguerra para enriquecer la teoría clásica de la división del poder
en las ramas ejecutiva, legislativa y judicial.
Sin embargo como actualmente se entiende que dentro de un estado
puede haber funciones distintas de las desempeñadas por esas ramas, debe
contarse con órganos diferentes de los tradicionales en beneficio de una mejor
distribución de las atribuciones estatales. Las características de los
organismos mencionados son: (51) a) Configuración constitucional, es decir
en la propia constitución se prevé su existencia, con posición y competencia;
b) Son necesarios para la configuración del modelo de estado pues su
inexistencia o desaparición afectaría a la globalidad constitucional; c)
Participan en la dirección política del Estado coadyuvando a la formación de la
voluntad estatal o solucionando conflictos sin invadir la competencia de los
órganos jurisdiccionales; d) Se ubican fuera de la estructura de los poderes
tradicionales y e) Tienen una paridad de rango con los demás poderes de
modo que no se les subordinan aunque ello no implique que sus decisiones
no son controlables o revisables por el poder judicial.
En México hay cuatro organismos institucionales autónomos previstos
por la normatividad máxima: los tribunales agrarios, art. 27 fracción XIX, el
ombudsman –Comisión Nacional de los Derechos Humanos- art. 102
apartado B el Banco de México, art. 28, párrafo VI y VII, y el Instituto Federal
Electoral (art. 41 fracc. III). Todos ellos pertenecen al estado –en esto se basa
su autonomía- y gozan de un rango similar al de los poderes lo que no ocurre
con las universidades autónomas y los partidos políticos. Su misión principal
radica en atender necesidades vitales para la vida del estado y de la sociedad
en general. Por tanto su creación particularmente en lo que respecta a México
ha obedecido a la necesidad de satisfacer demandas sociales, sin alterar la
tradicional doctrina de la división de poder en tres órganos primarios. Estaría
por crearse un nuevo organismo de esta especie, dedicado fundamentalmente
para la defensa de la Constitución, es decir un Tribunal Constitucional en
sentido material y formal ubicado fuera del esquema clásico de división de
poderes entre tanto, los organismos constitucionales autónomos existentes
defienden la constitución de manera no jurisdiccional pues el ejercicio de sus
atribuciones no redunda en el pronunciamiento de sentencias.
JUSTICIA CONSTITUCIONAL LOCAL
Sin contrariar la supremacía de las constituciones federales en ciertos
países se han emprendido la protección de las locales contra leyes del mismo
rango o actos de autoridades estatales que contrarían las disposiciones
constitucionales reguladoras del régimen interno de las entidades federativas.
De esta situación ha provenido el “derecho procesal constitucional
local”(52), disciplina jurídica encargada del estudio sistemático de los medios
procesales de control constitucional que operantes sólo para los regímenes
internos de las entidades federativas las provincias o las comunidades
autónomas se han creado para salvaguardar la constitución local contra leyes
25
o actos de autoridad que vulneren el estatus quo provistos por las normas
fundamentales aplicables en las regiones de un estado federal. La disciplina
está alcanzando autonomía con esfuerzos de sistematización, como lo revela
la elaboración de obras dedicadas a ella, así como su enseñanza en planteles
de educación superior.(53)
En los estados federales especialmente europeos el reparto de
funciones en materia de control constitucional dentro de un órgano judicial
ordinario es excepcional tanto como que el máximo órgano del Poder Judicial
asuma dicho control, dada la existencia de los tribunales constitucionales. Hay
estados donde el control de constitucionalidad corresponde a tribunales
constitucionales locales como ocurre en Alemania, donde los Länder cuentan
con soberanía originaria reconocida por la federación y limitada en cuanto a
su objeto y son competentes para configurar su propio régimen constitucional.
En aquél país existen 15 tribunales constitucionales locales cuya jurisdicción
es independiente de la del Tribunal Constitucional Federal su jurisprudencia
es controlada por el Tribunal Constitucional Federal en casos de excepción,
en cuestiones relativas al respeto de los derechos procesales fundamentales
en los procedimientos y con el derecho de igualdad en asuntos electorales
internos de un länd.
En América la jurisdicción constitucional local se desarrolla en países
como Argentina, Venezuela y México, en este último, pese a que desde 1824
las entidades federativas previeron, en sus respectivas constituciones
instrumentos para su protección, no fueron eficaces en virtud de la
concentración del control constitucional a través del juicio federal de amparo.
Sin embargo a partir del año 2000 se ha tendido a desarrollar ese aspecto, por
ejemplo los tribunales superiores de justicia de los estados de México,
Veracruz, Tlaxcala, Chihuahua y Coahuila cuentan con salas de lo
constitucional que conocen de procesos y procedimientos como acciones de
inconstitucionalidad y controversias constitucionales. Quizás este inicio haya
tomado como punto de partida las figuras implementadas a nivel federal pero
lo cierto es que son el punto de partida para un desarrollo de la protección de
sus constituciones por sus propios poderes judiciales. Aunque hasta el
momento haya sido incipiente la actividad en las entidades federativas en este
rubro, debe reconocerse que es el comienzo de una dinámica persistente y
tenaz por consolidar medios de control constitucional local(54).
Por otra parte en virtud de las reformas constitucionales de 1994 y 1999
la Suprema Corte de Justicia ha emitido acuerdos generales -10/2000 y
5/2001 particularmente- para que los tribunales colegiados de circuito
conozcan de cuestiones de constitucionalidad de leyes locales hecho que
promete la configuración de cortes estatales de constitucionalidad. En esos
acuerdos, la Corte se propuso abatir el rezago, pero sentó las bases para el
futuro establecimiento de las cortes constitucionales locales cuya existencia
es típica en los estados federales cuando se remiten los amparos en revisión
–a los que aluden los acuerdos- a los tribunales colegiados de circuito se
alienta la especialización de estos en asuntos de constitucionalidad de leyes;
por lo demás sus resoluciones deberán ser definitivas e inatacables a menos
que de lugar a un criterio de especialidad trascendencia, caso en que podrán
26
ser revisadas por la Suprema Corte mediante un procedimiento similar al
certiorari.(55)
27
Conclusiones:
Primera.- Distinguido auditorio tengo la firme convicción de que la mejor forma
de honrar la memoria del más distinguido jurista del Siglo XX, el maestro
emérito de la UNAM doctor y amigo don Ignacio Burgoa Orihuela es conocer
ampliamente nuestra Carta Fundamental de 1917 y dentro de ella en especial
nuestro Juicio de Amparo con las adiciones y reformas que el Instituto
Mexicano del Amparo formuló en la ciudad de Xalapa de Enríquez capital del
estado de Veracruz en marzo del año 2000. Tengo conocimiento que el
proyecto de lo que la Suprema Corte de Justicia llamó una nueva Ley de
Amparo se encuentra actualmente en el Senado de la República, considero
que una aportación de este 4° Congreso Nacional de Amparo será que se
dirija a la Cámara Alta de la Federación y se le acompañe las conclusiones a
que se llegaron en la capital veracruzana.
Segunda.- Nuestro país atraviesa por un proceso electoral para renovar el
Poder Ejecutivo Federal, algunos ejecutivos estatales, las cámaras del
Congreso de la Unión y algunos congresos locales, es para cada uno de los
presentes un imperativo categórico conocer con amplitud la defensa de la
Constitución y está en nuestras manos al emitir el voto por el candidato que
cada uno de ustedes tenga para la Presidencia de la República saberlo
defender dentro de un marco legal y hacer que se respete el voto para que el
pueblo de México pueda alcanzar sus objetivos vitales pero sobre todo para
que exista en el país justicia social que tanto se ha citado pero que
desgraciadamente
la pobreza y la desigualdad tanto en la situación
económica como la equidad de género prevalecen todavía en nuestra patria y
éste es el momento y el lugar en donde exhortamos nacionalmente a
convertirnos en cruzados para tratar de aportar algo para el bien de México y
la prosperidad nacional.
28
(1) HAMILTON, Alexander et al, El federalista, trad. Gustavo R.
Velasco, México, FCE, 2000.
(2) MONTESQUIEU, Del espíritu de las leyes, trad. Mercedes
Blázquez y Pedro de Vega, Barcelona, Altaza, 1987, p. 120.
(3) FERNÁNDEZ SEGADO, Francisco, La justicia constitucional ante
el siglo XXI: la progresiva convergencia de los sistemas americano y europeokelseniano México, UNAM, 2004, p. 1
(4) HERNÁNDEZ VALLE, Rubén, “La jurisdicción constitucional en
Costa Rica”, en FERRER MAC-GREGOR, Eduardo (coord.) op. cit. t. III, pp.
2777-2796.
(5) KELSEN, Hans. “La garantía jurisdiccional de la Constitución (La
justicia constitucional)”, en Anuario jurídico, vol. I, trad. Rolando Tamayo y
Salmorán, México, UNAM, 1974, p. 472
(6) Cfr. La supremacía constitucional, ob cit.
(7) KELSEN Hans. “La garantía jurisdiccional de la Constitución; ob
cit pp. 476, 483, 484, 504, 506-507
(8) KELSEN, Hans, “La garantía jurisdiccional…, op cit, p. 491
(9) KELSEN, Hans, ¿Quién debe ser el defensor… op cit., p. 37 nota
12
(10) KELSEN, Hans, Teoría pura… op cit p. 259, y GARCÍA DE
ENTERRÍA, Eduardo, La constitución como norma y el Tribunal
Constitucional, 3ª. Ed. Madrid, Civitas, 1994, p. 59
(11) La
soberanía
nacional,
Serie
Grandes
temas
del
constitucionalismo mexicano, No. 4, México, Suprema Corte de Justicia de la
Nación, 2005, pp. 69-88
(12) Este juicio procede cuando se impugnen actos o resoluciones de
autoridades electorales de las entidades federativas, pero no para poner en
duda la constitucionalidad de una ley electoral. Véanse los artículos 99 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 3º, inciso d) y 86 y 93
de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral
(LGSMIME)
(13) Tesis P./24/2002, Semanario… Novena Época, t. XV, junio de
2002, p. 5
(14) FIX ZAMUDIO Héctor, Justicia constitucional, ombudsman y
derechos humanos, México, CNDH, 1993, p.p. 509-510
(15) Cfr. La jurisprudencia. Su integración, 2ª. Ed., México, Suprema
Corte de Justicia de la Nación, 2005.
(16) Las reformas a la Ley de Amparo y la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación entraron en vigor los días 15 y 5 de enero de 1988,
respectivamente. Cabe agregar que la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, de 1988, fue abrogada por la ley actual que entró en vigor el 26
de mayo de 1996.
(17) GUDIÑO PELAYO, José de Jesús. La justicia federal al final del
milenio. Colección “Reforma Judicial” núm. 2, México, Suprema Corte de
Justicia de la Nación, 2001, pp. 9-10.
29
(18) Héctor Fix Zamudio. (“Casación” en nuevo Diccionario Jurídico…,
t. I, op. cit., p. 504) Define la casación como “el medio de impugnación que se
traduce en el recurso de carácter extraordinario a través del cual se examina
la legalidad de la actividad del juez en el procedimiento y en la sentencia que
de ser acogido, puede producir el efecto de anular el fallo respectivo, ya sea
para reponer el citado procedimiento o con el propósito de que se pronuncie
una nueva sentencia de fondo”. Casación significa “anular”. El amparocasación anularía una sentencia por violación a la ley e impediría revisar de
nuevo el proceso.
(19) CASTRO, Juventino V., garantías y amparo, op cit p. 358.
(20) CASTRO, Juventino V., El artículo 105… op cit p. 169
(21) Exposición de motivos de la iniciativa de reforma a diversos
artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el 5 de
diciembre de 1994, Cfr. COSSÍO, José Ramón, “Similitudes y diferencias entre
las controversias constitucionales y las acciones de inconstitucionalidad”, en
COSSÍO, José Ramón y Luis M. Pérez de Acha (comps), La defensa de la
Constitución, México, Fontamara, 1997, pp. 65-79
(22) Cfr. ¿Qué son las controversias constitucionales? 2ª. Ed. México,
Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2004.
(23) Tesis P./J. 98-99, Semanario… Novena Época, t. V. junio de
1997, p. 703. Véase también la nota precedente.
(24) BECERRA, Brtha, “Resolverá Senado conflictos sobre límites
territoriales de los estados”, en El Sol de México, 22 de junio de 2005.
(25) Versión estenográfica de la sesión de instalación del periodo
extraordinario de la H. Cámara de Senadores, celebrada el martes 12 de junio
de 2005, en www.senado.gob.mx.
(26) Tesis P./J. 3/99, Semanario… Novena Época, t. IX febrero de
1999, p. 289.
(27) Tesis P./J. 22/99, ibid. Abril de 1999, p. 257
(28) Tesis P./J. 23/99, ibid. P. 256
(29) Tesis P./J. 41/2000, ibid, t. XI, abril de 2000, p. 546
(30) Artículo 79, primer párrafo, de la LGSMIME; FIX ZAMUDIO,
Héctor y Salvador Valencia Carmona, op. cit., p. 870; ORTIZ MARTÍNEZ,
Carlos, “Medios de Impugnación en materia electoral I”, en VV.AA., Apuntes
de derecho electoral, t. II, México Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación 2000, p. 1123, REYES ZAPATA, Mauro Miguel, “Juicio para la
protección de los derechos político-electorales del ciudadano”, en FERRER
MAC-GREGOR, Eduardo (coord.), op. cit., t. II, p. 1203.
(31) El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en 20
preguntas y respuestas; México, Suprema Corte de Justicia de la Nación,
2002, pp. 13, 16 y 17. Véanse también los artículos 189, fracción I, inciso f),
192 y 195 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
(32) Véase la fracción III del artículo 195 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación.
(33) Cfr. La facultad de investigación de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación. Los casos León y Aguas Blancas, 3ª. Ed. México, Suprema
Corte de Justicia de la Nación, 2005.
(34) ARTEAGA NAVA, Elisur. “La facultad investigadora del Pleno de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, en FERRER MAC-GREGOR,
30
Eduardo (coord.) op., cit., pp. 1232, y GALVÁN RIVERA, Flavio, op. cit. p.
1309
(35) CARPIZO, Jorge. Estudios constitucionales, op. cit. pp 205-207
(36) Tesis P.LXXXVII/96, Semanario… Novena Época, t. III, junio de
1996, p. 516
(37) ARTEAGA NAVA, Elisur, Derecho constitucional, 2ª. Ed. México,
Oxford University Press, 1999, p. 854
(38) Tesis P. LXXXVI/96, Semanario… Novena Época, t III, junio de
1996, p. 459
(39) Tesis P. LXXXCIII/96, ibid, p. 514
(40) ARTEAGA NAVA, Elisur, Derecho constitucional, op. cit. p. 856
(41) Semanario… Séptima Época, vols. 205-216, Primera parte, p. 126
(42) ARTEAGA NAVA, Elisur, op. cit. p. 857
(43) Semanario, séptima época, t. 76, Primera Parte, p. 67.
(44) ARTEAGA NAVA, Elisur, “La facultad investigadora…”, op. cit. pp.
1242-1244.
(45) BURGOA, Ignacio, Derecho constitucional mexicano, 16ª. Ed.,
México, Porrúa, 1999, pp. 566 y 578-579
(46) BURGOA, Ignacio, op. cit., p. 580
(47) BURGOA, Ignacio, op. cit., p. 582
(48) CARPIZO, Jorge, “La reforma constitucional de 1999 a los
organismos protectores de los derechos humanos”, en VV.AA., Estudios en
homenaje a don Manuel Gutiérrez de Velasco, op. cit. pp 127-128, FIX
ZAMUDIO, Héctor, Justicia constitucional…. Op. cit., pp. 479-480; MARTÍNEZ
BULLÉ GOYRI, Víctor M., “El procedimiento ante los organismos autónomos
protectores de los derechos humanos”., en FERRER MAC GREGOR, Eduardo
(coord.), op. cit., t. II, pp. 1454-1455, FIX ZAMUDIO, Héctor, “Ombudsman”,
en VV.AA., Nuevo diccionario jurídico…, t. III, p. 2686.
(49) Artículos 45 h 46 de la CNDH
(50) CABALLERO
OCHOA,
José
Luis,
“Los
organismos
constitucionales autónomos: más allá de la división de poderes”, en Jurídica,
Anuario del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana, No.
30, México, Themis, 2000, p. 157; CÁRDENAS GARCÍA, Jaime et al.,
Estudios jurídicos en torno al Instituto Federal Electoral, México, UNAM, 2000
FIX ZAMUDIO, Héctor, “Ombudsman”, op, cit, p. 2686 FIX ZAMUDIO
HÉCTOR y Salvador Valencia Carmona, op. cit. pp. 575-581; La división de
poderes Serie Grandes temas de Constitucionalismo mexicano, No. 2, México,
Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2005, pp. 115-122
(51) CARBONELL, Miguel, Órganos constitucionales autónomos”, en
VV.AA., Nuevo diccionario jurídico… t. III, 2721-2724.
(52) ARTEAGA NAVA, Elisur, “La Constitución local y su defensa.
Elementos para una teoría del control de la constitucionalidad”; FERNÁNDEZ
RODRÍGUEZ, José Luis y Joaquín Brage Camazano. “Los conflictos en
defensa de la autonomía local: una nueva competencia del Tribunal
Constitucional, FERÁNDEZ RODRÍGUEZ. José Julio, “La omisión legislativa
del Estado de Veracruz-Llave en el marco de la teoría general de dicho
instituto”; GUDIÑO PELAYO, José de Jesús, “Los acuerdos plenarios 10/2000
y 5/2001 y el futuro del control constitucional local”; LÖSING LÜNEBURG,
Norbert, “La doble jurisdicción constitucional en Alemania”, todos en FERRER
MAC-GREGOR, Eduardo (coord), op. cit. t. III, pp. 2915-2945; 3014-3015,
31
3060; 3119 y 3124 y 3131, respectivamente, FERRER MAC-GREGOR,
Eduardo, op. cit., pp 53-54, GAMIZ PARRAL, Máximo N., Derecho
constitucional y administrativo de las entidades federativas, 2ª. Ed., México,
UNAM 2000, p. 265
(53) FERRER
MAC-GREGOR,
Eduardo,
“La
nueva
Sala
Constitucional en el Estado de Veracruz”, en FERRER MAC-GREGOR,
Eduardo (coord.) op. cit., t. IV pp. 3776-3777.
(54) GONZÁLEZ BLANCO, Carlos, “Protección constitucional local”, en
FERRER-MAC-GREGOR, Eduardo (coord.) op. cit., t. IV, p. 3804
(55) GUDIÑO PELAYO, José de Jesús. “Los acuerdos plenarios
10/2000 y 5/2001 y el futuro del control constitucional local”, en Ingeniería
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