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Sala II. Causa n° 29.913 “Segovia. Ramón y
otros s/procesamiento y embargo”.
Juzgado Federal n° 1. Secretaría n° 1.
-Expte. n° 12.339/03/12 (A-9670)-
Reg. n° 32.756
///nos Aires, 13 de abril de 2011.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I. Que vienen las presentes actuaciones a conocimiento y decisión
del Tribunal en virtud de los recursos de apelación deducidos a fs. 52/58 vta. por
el Dr. Rodrigo Joaquín Peydró contra el punto I) en cuanto decreta el
USO OFICIAL
procesamiento sin prisión preventiva de Ricardo Rubén Cremona por
considerarlo prima facie coautor del delito de peculado en relación a los eventos
individualizados como Hechos A) y B), ambos en concurso real entre sí
(artículos 45, 55 y 261 del Código Penal y arts. 306 y 310 del C.P.P.N) y el
punto II) que dispone el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado
hasta cubrir la suma de $227.242,07 (art. 518 del C.P.P.); el punto III) en tanto
dispone el procesamiento sin prisión preventiva de Antonio David Domínguez
por considerarlo prima facie coautor del delito de peculado -Hecho A)- (artículos
45 y 261 del Código Penal y arts. 306 y 310 del C.P.P.) y el punto IV) que fija el
embargo sobre sus bienes y/o dinero hasta cubrir la suma de $207.788,87 (art.
518 del C.P.P.); el punto V) en cuanto dicta el procesamiento sin prisión
preventiva de Ramón Abel Segovia por considerarlo prima facie coautor del
delito de peculado -Hecho A)- (arts. 45 y 261 del C.P. y arts. 306 y 310 del
C.P.P.N.) y el punto VI) que fija embargo sobre sus bienes y/o dinero en la
suma de $207.788.87 (art. 518 del C.P.P.); el punto VII) que decreta el
procesamiento sin prisión preventiva de Néstor Gabriel González por
considerarlo prima facie coautor del delito de peculado -Hecho A)- (arts. 45 y
261 del Código Penal y arts. 306 y 310 del C.P.P.N.) y el punto VIII) que traba
embargo sobre sus bienes y/o dinero por la suma de $207.788,87 (art. 518 del
C.P.P.); el punto IX) que dispone el procesamiento -sin prisión preventiva- de
Ramón Hugo Benítez por considerarlo prima facie coautor del delito de
peculado -Hecho A)- (arts. 45 y 261 del Código Penal y arts. 306 y 310 del
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C.P.P.) y el punto X) que fija embargo sobre sus bienes y/o dinero hasta cubrir
la suma de $207.788,87 (art. 518 del C.P.P.); el punto XI) en tanto ordena el
procesamiento -sin prisión preventiva- de Carlos Claudio Musso Soler por
considerarlo prima facie coautor del delito de peculado -Hecho B)- (arts. 45 y
261 del Código Penal y arts. 306 y 310 del C.P.P.) y el punto XII) en cuanto fija
embargo sobre sus bienes y/o dinero por la suma de $110.522,07 (art. 518 del
C.P.P.); el punto XIII) en tanto dicta el procesamiento de Cristian Ariel Blanco
por considerarlo prima facie coautor del delito de peculado -Hecho B)- (arts. 45
y 261 del Código Penal), sin prisión preventiva (arts. 306 y 310 del Código
Procesal Penal) y el punto XIV) en cuanto fija embargo sobre sus bienes y/o
dinero hasta cubrir la suma de $110.522,07 (art. 518 del C.P.P.); a fs. 32/39 vta.
por el Dr. Daniel Enrique Borojovich, contra el punto XV) en cuanto dicta el
procesamiento de Marcos Abraham Spritzer por considerarlo prima facie
cómplice primario del delito de peculado -Hechos A) y B)- ambos en concurso
real entre sí (artículos 45, 55 y 261 del Código Penal), sin prisión preventiva
(arts. 306 y 310 del C.P.P.) y el punto XVI) en cuanto traba embargo sobre sus
bienes y/o dinero hasta cubrir la suma de $227.242,07 (art. 518 del C.P.P.); el
punto XVII) que dicta el procesamiento de Claudio Felipe Brugaletta por
considerarlo prima facie cómplice primario del delito de peculado -Hechos A) y
B)- ambos en concurso real entre sí (artículos 45, 55 y 261 del Código Penal), sin
prisión preventiva (arts. 306 y 310 del C.P.P.) y el punto XVIII) que fija
embargo sobre sus bienes y/o dinero por la suma de $227.242,07 (art. 518 del
C.P.P.); y a fs. 29/31 por el Dr. Miguel Ángel Osorio, titular de la Fiscalía
Federal n° 10, contra el punto XX) en cuanto se dispone sobreseer a Daniel
Osvaldo Cámara en orden a los hechos por los que fuera indagado dejando la
expresa que la formación del sumario en nada afecta el buen nombre y honor del
que gozare (arts. 334, 336, inc. 4° y ccdtes. del Código Procesal Penal de la
Nación), todos ellos de la resolución que en copias luce a fs. 1/27 vta.
II. a) En la oportunidad reglada por el artículo 454 del Código
Procesal Penal de las Nación, el Dr. Rodrigo Joaquín Peydró -defensor de
Cremona, Domínguez, Segovia, González, Benítez, Musso Soler y Blanco- a
través del informe oral respecto del primero (v. fs. 155) y la presentación del
memorial respectivo por los restantes (v. fs.114/140 vta.) tachó de inválido el
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peritaje realizado por la Prefectura Naval Argentina, cuya producción además no
fuera notificada a los imputados vedándoles el debido ejercicio del derecho de
defensa en juicio.
Cuestionó los testimonios colectados en cuanto fueron vertidos por
subordinados de sus pupilos, sancionados por éstos con anterioridad a la
denuncia origen de los obrados.
Entendió parcializada la valoración de la prueba realizada para
arribar al pronunciamiento en cuestión, al desacreditarse el sumario ANFL,3FY
n° 108/05 “C” instruído por el Comandante de Escuadrilla de Ríos Ricardo
Rubén Cremona no obstante lo obrado en otro sumario (ordenado por oficio
COOP,JBY n° 04/06) que arribara a iguales conclusiones.
USO OFICIAL
Explicó que con posterioridad a la recepción de las declaraciones
indagatorias se incorporaron elementos evaluados en el auto de procesamiento
que no fueron previamente informados a sus asistidos, vulnerándose el derecho
de defensa en juicio y las reglas del debido proceso de descargo, réplica y
aclaraciones sobre tales elementos.
Agregó que por los eventos en cuestión el Capitán de Corbeta
Antonio David Domínguez en su calidad de Comandante del Patrullero A.R.A.
Murature y el Capitán de Corbeta Claudio Musso Soler, Comandante del
Patrullero A.R.A. King fueron sancionados en sede castrense. Que en el auto en
crisis, la Sra. Juez a quo evaluó a la hora de la atribución de responsabilidad de
los imputados, el Reglamento General del Servicio Naval -cuyo incumplimiento
es valorado por la justicia castrense-, obviando en base a ello la relación
funcional de los subordinados a los antes nombrados e integrantes de las
embarcaciones.
Adujo asimismo que sus asistidos no fueron conectados con los
hechos investigados por los testimonios reunidos sino en base a una relación
funcional.
Sostuvo que no se verificó el ilícito en cuestión, impetrando se
revoque o decrete la nulidad de los procesamientos recurridos.
De igual forma entendió infundados los montos fijados en los
embargos trabados. Formuló las reservas del caso.
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b) El Dr. Daniel Enrique Borojovich (v. fs. 83/101) se agravió por
considerar que la resolución de marras no constituye una derivación lógica de los
hechos y del derecho vigente que la legitime como tal (art. 123 del C.P.P.),
circunstancia que se extiende a los fundamentos esgrimidos para imponer los
embargos fijados.
Sostuvo que se realizaron un conjunto de conjeturas sobe la base de
declaraciones testimoniales cuyos contenidos no fueron correctamente
analizados toda vez que quienes así depusieron no mencionaron a sus asistidos
Claudio Felipe Brugaletta y Marcos Abraham Spritzer sino, en todo caso, a
la firma “Petrogan S.A.”, no encontrándose probada la participación que se les
atribuye.
Que la imputación se efectuó en virtud de las responsabilidades que
emanan de la ley 19.550 sin otros elementos vinculantes, a la vez que esa misma
evaluación no se realizó en el caso del imputado Daniel Cámara cuyo
sobreseimiento se dispusiera en el mismo decisorio.
Recalcó que su parte solicitó la realización de diversas diligencias
aún con anterioridad a que sus pupilos fueran llamados a indagatoria -peritaje
contable, recepción de declaraciones testimoniales, careos con Daniel Cámara,
constatación del libro de Guardia del 12 de octubre de 2005, entre otrasrechazadas por la Sra. Magistrada. Sobre ello, cabe señalar que a fs. 157/8 vta. el
Dr. Borojovich anotició la producción de algunos testimonios.
En suma, entendió falta de sustento y prematura la resolución
adoptada peticionando su revocatoria y el dictado del auto de falta de mérito, y
que se profundice la investigación.
c) La Sra. Fiscal General Adjunta Graciela M. Sterchele (v. fs.
156/vta.) compartió las razones volcadas por el Dr. Osorio a fs. 29/31 solicitando
se revoque el sobreseimiento dictado en relación a Daniel Osvaldo Cámara.
De ambas presentaciones recursivas surge que el Ministerio Público
Fiscal considera acreditado a través de las expresiones de los co-imputados, de la
publicación del diario “Clarín” y de las exposiciones de diversos testigos, su
directa participación en los hechos investigados, oficiando como contacto o
intermediario entre el personal de los buques y los directivos del “Grupo
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Petrogan S.A.”, solicitando se procese a Cámara como coautor del delito de
marras.
A fs. 141/153 vta. los Dres. Sergio Schedrovitzky y Joaquín Javier
Crotto por la defensa de Daniel Osvaldo Cámara, esgrimieron la ajenidad del
nombrado y su desconocimiento en cuanto a que los hechos pudieran constituir
un ilícito.
Sostuvieron que se sacaron de contexto las referencias brindadas por
los testigos en cuyo apoyo se pretende el procesamiento, habiéndose obviado que
se vinculan a su padre Osvaldo Cámara -fallecido- y no a este imputado.
Solicitaron se confirme el sobreseimiento dictado, formulando las
reservas del caso.
USO OFICIAL
d) A fs. 104/122 vta. los Dres. Lucas Trigo y Arturo Gutiérrez por la
Oficina Anticorrupción, mejoraron fundamentos solicitando, por las razones que
allí expusieran y a las que corresponde remitirse en honor a la brevedad, se
confirmen los puntos I a XVIII por los cuales se procesara y trabara embargo
respecto de Ricardo Rubén Cremona, Antonio David Domínguez, Ramón
Abel Segovia, Néstor Gabriel González, Ramón Hugo Benítez, Carlos
Claudio Musso Soler, Cristian Ariel Blanco, Marcos Abraham Spritzer y
Claudio Felipe Brugaletta.
III. Nulidades:
a. Del decisorio:
El Dr. Borojovich atacó su validez por considerar que no constituye
una derivación lógica de los hechos y del derecho vigente que lo legitime como
tal (art. 123 del código ritual).
Sin embargo, y más allá de lo que en definitiva se concluya,
entienden los suscriptos que el auto en cuestión cumple acabadamente con el
requisito de motivación de los actos jurisdiccionales al guardar relación con los
antecedentes que le sirven de causa y ser congruente con el punto que decide,
suficiente para el conocimiento de las partes y para las eventuales impugnaciones
que se le pudieran plantear.
Así y en lo que atañe a la nulidad articulada, encuentra el Tribunal
que el planteo practicado conforma un agravio a través del cual la parte expresa
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su disconformidad con la evaluación efectuada por la Sra. Juez de grado, que
obtendrá debida respuesta por la vía de la apelación.
b. De las indagatorias:
El Dr. Peydró estimó nulos los actos cumplidos en los términos del
artículo 294 del Código Procesal Penal por cuanto en oportunidad de dictarse la
decisión atacada se evaluaron elementos probatorios arrimados a la pesquisa con
posterioridad a tales diligencias, considerando que ello vulneró el derecho de
defensa en juicio.
Advierte el Tribunal que aún cuando se hayan colectado nuevas
constancias de cargo desde la verificación de los actos arriba citados hasta el
dictado del auto aquí recurrido, ello no conduce a su nulidad.
Es que no puede obviarse que desde el momento en que los
imputados se integraron a la causa como parte y tomaron conocimiento de los
cargos formulados y de las pruebas entonces existentes en presencia de su
Defensa, contaron con la posibilidad por sí o a través de letrado de confianza, de
ejercer aquéllos derechos que les asisten, esto es, examinar el sumario, proponer
diligencias, efectuar declaraciones espontáneas y/o las presentaciones que
consideraran convenientes al esclarecimiento de los hechos (v. de esta Sala,
causa n° 20.986 “Naka, Salomón y otros s/procesamiento”, rta. 31.5.04, reg. n°
22.505).
Amén de lo expuesto, debe recordarse que no se halla reglada
exigencia legal alguna respecto a ampliar sucesivamente las declaraciones
indagatorias a medida que se materialice la incorporación de probanzas o en el
sentido de no producir prueba entre el descargo y el auto interlocutorio, máxime
cuando la instrucción no ha sido secreta (art. 204 del código de forma) -v. de la
Sala I del Tribunal, causa n° 38.283 “Cantarero, Emilio y otros s/apelación”, rta.
21.12.05, reg. n° 1517-.
Lo contrario, implicaría requerir la ampliación del acto de defensa
en forma indiscriminada ante cualquier prueba que se anexe a la investigación,
desatendiéndose así los principios generales que gobiernan la cuestión, máxime
cuando, como en el caso, el letrado tuvo a su disposición las actuaciones a los
efectos de corroborar la evolución del sumario, alejándose la posibilidad de
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cercenar el derecho que se alega (ver de la Sala IV de la C.C.C., causa n° 18.606
“López, Domingo”, rta. 20.8.02, reg. 18.606_4 y sus citas).
Así las cosas, el agravio introducido ha de ser rechazado.
c. De los testimonios:
La Defensa a cargo del Dr. Peydró entendió que las expresiones
testificales vertidas por el personal de la Armada Argentina se encuentran
comprendidas en las generales de la ley al haber sido sancionados por los aquí
imputados en forma previa al inicio de la presente investigación.
Las manifestaciones vertidas por los suboficiales subordinados a los
imputados aparecen analizadas en el auto bajo examen y concatenadas con las
demás probanzas reunidas, habiendo efectuado la Sra. Juez a quo la valoración
USO OFICIAL
de lo por ellos referido con arreglo a la sana crítica (art. 241 C.P.P.N.). En estas
condiciones, no se desprende que el “interés” aducido por la parte coloque los
dichos brindados por estos testigos en el parámetro de “enemistad manifiesta” o
intención de perjudicar a sus superiores, máxime cuando claramente fueron
impuestos de las generales de la ley y de las penas previstas por el artículo 275
del Código Penal, razón por la cual la cuestión en este sentido formulada ha de
ser rechazada.
d. Del estudio pericial:
1. El Dr. Peydró atacó la falta de notificación previa del peritaje
encomendado a la Prefectura Naval Argentina.
El reclamo no ha de encontrar acogida favorable. Así por cuanto tal
como este Tribunal ha sostenido en diversas oportunidades, la falta de
notificación previa a la realización del peritaje no conlleva necesariamente a su
nulidad, pues no habiendo impedimento para que pueda reproducirse, ampliarse
o renovarse con asistencia de nuevos especialistas, ya sea en esta etapa de
instrucción o en la de un eventual debate -arts. 258, 262 y 383 del Código
Procesal Penal-, no existe un perjuicio concreto que justifique la sanción
reclamada (v. causas n° 27.471 “Crotto”, reg. n° 29.468, rta. 12.2.09 y sus citas;
n° 27.544 “Farfán”, reg. n° 29.580, rta. 5.3.09, entre otras).
2. El citado letrado cuestionó igualmente la validez del informe
producido por el Prefecto Naval Zárate.
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Al respecto, debe recordarse que el objetivo de un peritaje es
incorporar al proceso conocimientos especializados sobre materias específicas
ajenas al ámbito del juez, en tanto las eventuales carencias técnicas que pudiera
presentar el informe habrán de incidir sobre el valor probatorio que quepa
asignarle, es decir que la fuerza convictiva de sus resultados puede verse
relativizada y, en su caso, ceder frente a otros elementos colectados pudiendo el
instructor, eventual y fundadamente, apartarse de sus conclusiones siguiendo las
reglas de la sana crítica al tratarse de una prueba más y no la única (v. C.N.C.P.
Sala III causa n° 1534 “Cabral”, rta. 23.2.99, reg. 19, y de esta Sala II c. n°
24.370 “Muldford”, rta. 6.11.07, reg. n° 27.632, entre otras).
Es que aún admitiendo la tesis de que el informe carece de plena
eficacia, ha de merituárselo como indicio serio debiéndoselo unir a otras
constancias probatorias.
En este sentido, la pericia cuestionada y que en lo pertinente fuera
señalada como errónea por la Sra. Juez de la anterior instancia, fue sin embargo
críticamente analizada en el auto bajo estudio en el contexto de los demás
elementos recabados, circunstancia que conduce a que su examen en el tenor
planteado por los Sres. Defensores, se aúne al tratamiento que de los demás
antecedentes colectados y que fueran evaluados en el decisorio en crisis, ha de
formular en los acápites siguientes este Tribunal.
IV. De la prueba de los hechos y los imputados:
a. Patrullero A.R.A. Murature:
A través de las expresiones testificales vertidas por el Cabo Segundo
mecánico Aníbal Agustín Mora (v. fs. 169/171), el Cabo Principal Roberto
Fernando Días (v. fs. 146/7 vta.; 156/vta. y 166/7), el Cabo primero maquinista
Leandro Sebastián Luna (v. fs. 148/9 vta. y 175/7), el Cabo Primero mecánico
Miguel Ángel Muñoz Cáceres (cfr. fs. 150/2), el Cabo Primero Lucas Santiago
Barbieri (cfr. fs. 153/5), el Cabo Segundo mecánico Román Enrique Gerónimo
(cfr. fs. 159/162) y el Cabo Segundo mecánico Walter Martín Vázquez (cfr. fs.
163/5 vta.) -ver asimismo, presentaciones de fs. 1/3 y 10/vta. de los autos
principales-, se ha acreditado suficientemente que durante el año 2005, en
horario nocturno y con las luces apagadas -punto respecto al cual a fs. 42/43
segundo párrafo del ítem 4, el Sr. Jefe del Estado Mayor General de la Armada
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informó que “...distintas circunstancias pueden determinar la necesidad de
realizar maniobras de combustibles en horas nocturnas, por lo que si bien puede
ello no ser lo ‘habitual’, tampoco es extraordinario”-, se produjeron descargas
de combustible del citado navío en camiones pertenecientes a particulares que
concurrían al lugar, esto es el señor Osvaldo Cámara (f) y su hijo, y personal de
la firma “Grupo Petrogan S.A.”, en especial el señor Víctor Palacios (f).
La presencia de los vehículos surge de los asientos obrantes en el
Libro de Novedades Ayudante de Guardia Apostadero Naval Buenos Aires
números 19 y 27 de los que se desprende el arribo del camión a cargo de Víctor
Palacios con destino a este Patrullero los días 20 de julio, 10, 17, 20 y 31 de
agosto y 12 de octubre de 2005, esto último también asentado en el Libro de
USO OFICIAL
Novedades del Suboficial de Rondas del Apostadero Naval Buenos Aires n° 18.
Las constancias atinentes a la concurrencia de los camiones en los
días citados fueron erradicadas de los Libros correspondientes al navío, ya sea
por destrucción de las fojas 33/34 (v. fs. 32/vta. y 416 del principal) y 177/178
del libro del Cabo Cuarto, enmiendas en los asientos del Libro Diario de
Máquinas en Puerto, o por no haberse asentado ningún movimiento en las fechas
citadas (vgr. Libro de oficial de Guardia del Patrullero A.R.A. Murature n° 10;
Libro de Novedades del Ayudante de Guardia n° 13, Libro de Cabo Cuarto n°
15).
Los testigos arriba referidos coincidieron al exponer que lo
precedentemente apuntado se debió a las directivas impartidas por los oficiales
del buque.
La concurrencia al Apostadero Naval el día 12 de octubre de 2005
del vehículo Chevrolet Astra dominio EXK-536 propiedad de Grupo Petrogan
S.A., apoderado Claudio Felipe Brugaletta (cfr. fs. 184 y 532/537 vta. y copias
del legajo del vehículo), del camión de Víctor Palacios, dominio EFW-555/ATL227 (cfr. fs. 389/90) y del Peugeot 504 dominio SMZ-093 de Jorge Eduardo Ruíz
Díaz, empleado de Petrogan, vehículos estos últimos también ingresados el 20 de
julio del mismo año, encuentra corroboración en los Libros de Ayudante de
Guardia del Apostadero Naval y en las fotografías aportadas a fs. 214/218 vta.,
en tanto la información de fs. 57 y 61 da cuenta de la inexistencia de
antecedentes sobre autorizaciones otorgadas por la Armada para realizar tareas
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de trasvase de combustible a los Buques Murature y King y/u otorgadas a Daniel
Cámara o la Empresa Petrogan S.A. entre el 12.10.05 y el 12.11.05.
Por otra parte Luciano Simón Muzio (cfr. fs. 410/11) propietario del
camión Ford dominio DRO-900 refirió haber efectuado fletes durante el año
2005 para el Grupo Petrogan, desconociendo otros pormenores al respecto (ver
asimismo, testimonio del chofer del vehículo, Jorge Alejandro Sanabria a fs.
429/30 vta.).
Las descargas irregulares efectuadas en las fechas antes señaladas
fueron negadas por los oficiales Domínguez (v. fs. 1243/45 y 1246/1248),
Segovia (v. fs. 1215/17 y 1218/20), González (v. fs. 1249/1251 y 1252/1254) y
Benítez (v. fs. 1221/23 y 1224/26), quienes expresaron que los desembarcos de
combustible los realizó una empresa particular a través de un vehículo conducido
por una persona de apellido Cámara, y cuyo objeto era la limpieza de los
tanques y sentinas del buque.
Sostuvieron que se procedió a la descarga de combustible con
destino a la Base Naval de Zárate, circunstancia que no resultaba extraña ya que
en algunas oportunidades los barcos funcionaban como buques tanques, a la vez
que agregaron que todas las operaciones relacionadas con la carga y descarga de
combustible se derivaban exclusivamente de las órdenes impartidas en tal
sentido por el Comandante Superior (cfr. además, informe de fs. 42/43 de los
autos principales).
Sobre el particular, el co-imputado Daniel Osvaldo Cámara
explicó que su padre Osvaldo (fallecido) ofició de contacto entre miembros de
este buque y del A.R.A King con la firma Petrogan, que contrataba al efecto al
fletero Víctor Palacios. Sostuvo que ello se debió a que en la fuerza existían
carencias de determinados insumos que si bien resultaban necesarios, no le eran
suministrados por la Armada, por lo cual tales falencias debían suplirse con la
adquisición de insumos de forma independiente, abonándolos con el producto de
la venta de combustible perteneciente a las embarcaciones Murature y King.
Ello fue negado por los responsables de la firma “Grupo Petrogan
S.A.”, Marcos Spritzer y Claudio Brugaletta quienes al respecto refirieron que
el otrora empleado Jorge Ruiz Díaz a solicitud de Osvaldo Cámara recomendó a
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éste al fletero Víctor Palacios, en tanto en relación al vehículo Chevrolet
señalaron que era utilizado por personal de la firma.
El Estado Mayor General de la Armada a fs. 107 informó que no se
encontraron constancias documentales o información fehaciente que acredite de
modo formal la vinculación o relación contractual entre esa Fuerza y la firma
Petrogan S.A. y/o el señor Daniel Cámara, respecto de quien se apuntó que
“...las tareas realizadas en el año 2005 por el señor Daniel CÁMARA en el
Patrullero A.R.A. ‘MURATURE’, tuvieron lugar de modo circunstancial y sin
que ello generara costo alguno para la Armada Argentina”.
b. Patrullero A.R.A. King:
Los imputados Musso Soler (cfr. fs. 1229/1237) y Blanco (v. fs.
USO OFICIAL
1269/1274) refirieron que se realizó un único desembarco de cuatro metros
cúbicos de combustible a través de un camión de la empresa “Petrogan S.A. “
patente delantera EFW-555 y trasera ATL 227, encargados de la limpieza de
tanques y sentinas de los buques, siendo transportado por el señor Cámara y su
padre con destino a la Base Naval Zárate.
Ello fue negado por Daniel Cámara (v. fs. 1149/1156) quien
expresó no haber concurrido a la citada base, en tanto los testigos mencionados
al tratar los desembarcos del Patrullero “A.R.A. Murature” aseveraron la
existencia de al menos una descarga desde el “King” acaecida el 26 de octubre
de 2005, no asentada en el libro de Cabo Cuarto n° 7 de este Patrullero, en las
planillas de movimiento de combustible n° 9 y/o en el parte mensual de
combustible n° 20.
Sobre esta cuestión, los imputados Spritzer (cfr. fs. 1123/4 y 1144/6
vta.) y Brugaletta (v. fs. 1119/1122 y 1141/1143 vta.) se pronunciaron en los
términos mencionados al tratar lo atinente al A.R.A. “Murature”.
c. Asimismo, el Comandante de la Escuadrilla de Río Ricardo
Rubén Cremona (v. fs. 1293/1375) al igual que los oficiales antes citados, negó
los hechos imputados. Explicó que dispuso las transferencias de combustible
entre los buques, en tanto los desembarcos realizados del “Murature” y “King”,
una oportunidad cada embarcación, fueron ordenados por el Comandante del
Área Naval Fluvial para su uso en los vehículos terrestres de la Base Naval
Zárate.
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La totalidad de los integrantes de la Armada aquí indagados no sólo
rechazaron las imputaciones efectuadas sino que consideraron interesados los
testimonios
brindados
por
los
subalternos,
que
fueran
sancionados
disciplinariamente con anterioridad al inicio de la investigación, a la vez que
respecto a las irregularidades advertidas en los libros antes citados, expresó la
Defensa que los responsables fueron objeto de reproche administrativo.
d. A fs. 835/6 punto VI. la Sra. Juez de Grado dispuso un peritaje
con el objeto de establecer los movimientos de combustible de los Patrulleros
“A.R.A. King” y “A.R.A. Murature” durante el año 2005 y determinar en base a
ello y al consumo propio de ambas unidades, la cantidad de combustible
desembarcado sin autorización (cfr. fs. 844, 847/8, 854/5, 864, 981, 992/3).
El informe elaborado y que obra a fs. 1001/1006 -ver asimismo,
testimonio del Prefecto José Antonio Zárate a fs. 1008/1009-, aún teniendo en
cuenta los reparos aquí articulados por las Defensas (cfr. además, fs.1191/1193),
no deja duda alguna de la existencia de diferencias entre lo asentado no sólo en
la documentación y libros atinentes a ambas embarcaciones (partes semanales de
combustible -libro n° 21-, planillas de cargas líquidas, libro diario de máquinas
en puerto, Mensajes Navales, ellos del “A.R.A. Murature”; libro de trabajo
propulsión -Departamento Máquinas-, planilla de movimiento de combustible;
libro n° 9 planilla de Movimiento de Combustible, partes semanales de
combustible, éstos del “A.R.A King”) sino, además, entre tales antecedentes y
las Actas de Investigación labradas en el expediente ANFL,3FY n° 108/05 “C”
instruido por Cremona en procura de dilucidar la cuestión, en el que igualmente
se concluyera la existencia de diferencias -escasas- entre lo informado y lo
consumido en ambas embarcaciones (v. fs. 51 y 52 de las copias del citado
administrativo y 49 y 50 de su original).
V. De la valoración de las conductas y su calificación:
a. Ahora bien; dentro del grado de certeza requerido en esta
instancia y sin perjuicio de lo que del avance de la investigación en definitiva se
logre concluir, entiende el Tribunal que se encuentra suficientemente acreditada
la irregular descarga de combustible de los Patrulleros “A.R.A. Murature” y
“A.R.A. King” en las fechas antes señaladas, a través de medios no contratados
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por la Armada Argentina, a los que se vendiera dicho insumo sin que su producto
ingresara a la Fuerza.
Ello halla fundamentación no sólo en los testimonios colectados y
que fueran antes reseñados, sino también en las constancias documentales aquí
consignadas y ampliamente tratadas por la Sra. Juez de grado en el decisorio
bajo análisis, que desvirtúan las manifestaciones exculpatorias vertidas por los
oficiales y suboficiales responsables de los navíos (v. asimismo, fs. 142/3).
Es que no obstante lo argüído al respecto, el accionar del Capitán de
Corbeta Antonio David Domínguez, del Segundo Comandante de la
Escuadrilla, Ramón Abel Segovia, del Jefe de Máquinas Néstor Gabriel
González y del Suboficial cargo máquinas Ramón Hugo Benítez, todos ellos
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del Patrullero “A.R.A. Murature”; del Capitán de Corbeta Carlos Claudio
Musso Soler y del Teniente de Fragata Cristian Ariel Blanco, ambos del
Patrullero “A.R.A. King”, y del Comandante de la Escuadrilla de Ríos Ricardo
Rubén Cremona, implicó las descargas irregulares de combustibles de ambas
embarcaciones aprovechándose de sus cargos y poder de disposición que tenían
respecto del material del que eran custodias, utilizando los medios a su alcance
para lograr la sustracción, perjudicando los intereses que les fueran confiados,
ocultando ello a través de la confección de actas y asientos anómalos y/o en la
destrucción de algunos o enmiendas de otros.
En este sentido y más allá de los reclamos efectuados respecto del
informe pericial practicado por el Prefecto Naval Zárate, lo cierto es que las
acciones llevadas a cabo por los antes nombrados condujeron a la afectación de
diversos bienes jurídicos, esto es: la propiedad -a través de la sustracción del
bien (combustible), aún en el supuesto que no se haya querido hacer ingresar la
cosa en la propia tenencia-, la seguridad con que la Administración trata de
preservar los bienes públicos, y la fe o confianza pública depositada en estos
encausados, todos ellos funcionarios encargados del manejo o custodia de esos
bienes dentro de las jerarquías que les compete y funciones específicas de cada
uno, infringiendo así las previsiones a las que se refiere el artículo 261 del
Código Penal.
Así, resulta innecesario para la acreditación del delito que aquí se
trata, la cuantificación del dinero público sustraído. Ello, por cuanto “ ... la
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prueba, en cuanto a su materialidad, se satisface en establecer si media o no
sustracción, pero en modo alguno requiere que también se acredite que la
sustracción es patrimonialmente lesiva ...” (“Peculado”, Daniel P. Carrera, Ed.
Depalma, 1968 pág. 149).
Así las cosas y en relación a estos imputados, ha de confirmarse el
decisorio adoptado (art. 306 del código de forma).
b. Cabe recordar que “el peculado no obstante ser un delito especial
en que el sujeto activo debe reunir determinadas calidades sin las cuales el delito
no es posible, no excluye los principios de cooperación delictuosa, pudiendo ser
partícipe primario quien no reúna en sí la calidad de funcionario público con
manejo de bienes requerido para el autor, si se acepta que la complicidad
primaria abarca toda intervención necesaria en el delito por la que se pone una
condición de resultado, sin cumplir la acción típica reservada al autor y coautor,
y teniendo en cuenta que las calidades personales típicas, se comunican a los
efectos de la agravación de la penalidad, si son conocidas por el partícipe” (v. de
esta Sala, causa “Ministerio de Economía s/denuncia”, Boletín de Jurisprudencia,
año 1986, n° 2, pág. 310, y sus citas).
En tales condiciones se encuentran los directivos de la firma “Grupo
Petrogan S.A.”, Martín Spritzer y Claudio Brugaletta, y el Sr. Daniel
Cámara.
Respecto a los dos primeros, las constancias arrimadas a la
investigación y que fueran correctamente evaluadas por la Sra. Juez de Grado
permiten concluir asertivamente sobre la colaboración brindada en la comisión
de los eventos investigados, no sólo a través del chofer Víctor Palacios (f) sino
por medio de la presencia de vehículos y personal de la firma en las
oportunidades en que se verificaron las descargas en cuestión, circunstancias
éstas que, sin perjuicio de lo que el avance de la investigación en definitiva
permita concluir, conducen a confirmar la decisión adoptada.
Debe señalarse -en relación a la ponderación de las nuevas pruebas
producidas solicitada por el Dr. Borojovich a fs. 157/8 vta.- que los testimonios
de María Beatriz Treise (v. fs. 1627), y Silvia Cristina Dimitroff (v. fs. 1628/vta.)
nada aportan respecto de la situación de los nombrados, en tanto los vertidos por
Luis Alberto Tapie (cfr. fs. 1629/30) se refieren a la carga y descarga de
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combustible con relación a barcos pesqueros; y los de Claudio Ángel Altamirano
(cfr. fs. 1631/2) atestiguan sobre el alquiler de su camión en favor de Víctor
Palacios (f) en horario nocturno.
Asimismo, las manifestaciones brindadas a fs. 1633/1634 vta. por
Carlos Daniel Ayala, chofer del último nombrado, permiten conocer que fue
contratado por Daniel Cámara para concurrir al Apostadero Naval a retirar aceite
sucio de uno de los barcos de guerra, operación que realizó en horario nocturno
con un camión Grosspal -cisterna- dominio WYM-736, en una única
oportunidad, desconociendo los motivos por los cuales en el Libro “Ayudante de
Guardia del Apostadero Naval” n° 27, página 278, consta su ingreso con el
cisterna VUR-579 y no con el dominio mencionado anteriormente (WYM-736)
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que sí registra reiterados ingresos asentados en el mismo libro. Acotó que
“...para la época que me está preguntando, usted le preguntaba a cualquier
estacionero blanco y le iba a decir que en el puerto había joda, era el chismerío
que corría, y después todo eso salió en un diario...”En suma, entiende el Tribunal que tales manifestaciones, que no
mencionan al “Grupo Petrogan S.A.” y/o a Brugaletta y Spritzer en los
términos de la imputación que se les formula, no revierten el cuadro probatorio
antes analizado.
c. En lo que atañe a Daniel Cámara, a contrario de lo concluido por
la Sra. Juez de Grado, adelanta el Tribunal que el decisorio adoptado a su
respecto habrá de ser revocado.
Así por cuanto a las circunstancias expuestas por los Sres. Fiscales
(v. fs. 29/31 y 156/vta.) ha de agregarse que el análisis global de los testimonios
arrimados y de las propias expresiones vertidas por el imputado en su exposición
indagatoria, denotan su participación en los eventos pesquisados.
Es que no puede obviarse que Daniel Osvaldo Cámara claramente
señaló el rol de intermediario de su padre entre el personal de la Armada y los
compradores del combustible descargado, brindando datos sobre las operaciones
que excederían, en principio, el mero comentario que sobre ello le hubiere
realizado su progenitor.
En esta línea, y a contrario de lo sostenido por su Defensa, la
concurrencia de Daniel Cámara al apostadero Naval, encuentra sostén en los
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dichos del Cabo Principal Roberto Fernando Días (quien expresó haberlo visto
en el lugar una vez), el Cabo Segundo mecánico Ramón Enrique Gerónimo (al
señalar que los días que se producían las descargas se presentaban en el lugar los
señores Cámara), el Cabo Segundo mecánico Aníbal Agustín Mora (en términos
similares a los precedentemente indicados, agregando que los señores Cámara
concurrían al apostadero en un auto particular y que iban de barco en barco), y
en las expresiones de los imputados Capitán de Corbeta Carlos Claudio Musso
Soler y Teniente de Fragata Cristian Ariel Blanco (en tanto sostuvieron que el Sr.
Cámara y su padre eran los encargados de transportar el combustible a la Base
Naval de Zárate) -cfr. asimismo, vistas fotográficas aportadas-.
En estas condiciones es que, sin perjuicio de lo que del avance de la
investigación en definitiva se logre concluir, ha de adoptarse a su respecto el
temperamento reglado por el art. 306 del código de forma por considerárselo
partícipe necesario en la comisión del delito de peculado (art. 261 del Código
Penal).
VI. Diligencias:
Previo a adentrarnos en el análisis de los embargos fijados,
corresponde señalar que amén de lo ya adelantado, entendemos necesario se
proceda a la realización de diversas diligencias en procura de completar la etapa
de instrucción.
En este sentido, surge necesario constatar lo afirmado por Marcos
Spritzer en relación a su enfermedad y en su caso, formular una nueva
evaluación de tales circunstancias en el contexto que aquí se le reprocha; contar
con las expresiones de Jorge Ruiz Díaz, realizar las diligencias sugeridas por las
Defensas y reiterar en lo pertinente aquélla practicada por el Prefecto Zárate,
adunando la información brindada en relación al Patrullero “A.R.A. King” a
fs.1059/1106 y al Patrullero “A.R.A. Murature” a fs. 1201/1209, con la debida
intervención de las partes. Ello, sin perjuicio de toda aquélla otra diligencia que
la instrucción considere pertinente.
VII. Embargos:
Las Defensas atacaron los montos fijados respecto de los bienes y/o
dineros de sus asistidos por considerar que ello no se derivó razonadamente de
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las constancias colectadas incumpliéndose las previsiones a las que se refiere el
artículo 518 del código de forma.
Sin embargo, y más allá de lo que se dirá, se advierte que la decisión
adoptada por la Sra. Juez de Grado se halla debidamente fundada en los
parámetros fijados por el art. 518 y ccdtes. del código de forma resultando por
ende válida.
Empero, no surte los mismos efectos en cuanto a las sumas a fijar
cuya “...cuantía debe encontrarse limitada por el daño efectivo que, a primera
vista, resulte de las constancias de la causa... sin perjuicio de las otras variables
comprendidas por el precepto...” (Guillermo Rafael Navarro - Roberto Raúl
Daray, Código Procesal Penal de la Nación, Análisis doctrinal y jurisprudencial;
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editorial Hammurabi, pág. 1295, Buenos Aires, edición 2004).
Tal “daño efectivo” en lo que concierne a la cantidad de
combustible sustraído del “A.R.A. Murature” y del “A.R.A King” se encuentra
en principio conformado -según la estimación efectuada por la Sra. Juez de
Grado- por el desembarco de 45.180,08 litros y 3336 litros en relación a cada
embarcación cuyo perjuicio, conforme lo señalado por la instrucción, ascendería
a la suma de $67.607,47 y $4991,99 respectivamente.
Si bien para fijar el monto del embargo se han evaluado además las
capacidades del camión cisterna y las oportunidades en que ingresó al
Apostadero Naval de Dársena Norte, y sobre ello efectuado una presunción sobre
el perjuicio derivado, lo cierto es que al menos de momento y conforme lo
desarrollado en el presente (ver considerando VI.), ha de estarse a la cantidad de
litros consignada en el párrafo que antecede.
En estas condiciones, teniendo en cuenta la intervención de los
imputados en los hechos, la cantidad de sucesos en los cuales se han visto
involucrados, la cuantía de combustible sustraído establecido de momento, el
importe correspondiente al pago de la tasa de justicia para juicios indeterminados
(art. 6° de la Ley 23.989 y Ac. N° 498/91 de la C.S.J.N. fijada en la suma de
$69,67), los honorarios de los abogados que actúan en estos obrados (art. 8° y
ccdtes. de la Ley 21.839, modificada por ley 24.432), las previsiones a las que se
refiere el art. 22 bis del Código Penal, el daño causado y la eventual
indemnización civil por el delito perpetrado, es que ha de modificarse el monto
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del embargo, fijándoselo respecto de los imputados vinculados al Patrullero
A.R.A. “Murature” en la suma de $158.177,14 y los del Patrullero A.R.A.
“King” en la de $96.061,66.
En relación al Jefe de la Escuadrilla Ríos y los responsables de
“Grupo Petrogan S.A.”, teniendo en cuenta su vinculación con los eventos
acaecidos respecto de ambas embarcaciones y los parámetros antes señalados,
habrá de confirmarse el monto del embargo establecido por la instrucción.
Finalmente y respecto de Daniel Osvaldo Cámara dándose en el
caso los supuestos arriba enunciados, ha de fijarse embargo sobre sus bienes y/o
dinero hasta cubrir la suma de $227.242,07 (art. 518 del C.P.P.N.)
En mérito a lo expuesto, es que el Tribunal RESUELVE:
I. NO HACER LUGAR a las nulidades articuladas por las
Defensas (arts. 166 y ccdtes. del C.P.P.N., a contrario sensu).
II. CONFIRMAR la resolución que en copias luce a fs. 1/27 vta.
punto I. en cuanto decreta el auto de procesamiento -sin prisión preventiva- de
Ricardo Rubén Cremona, por considerarlo “prima facie” coautor penalmente
responsable del delito de peculado, en orden a los hechos individualizados como
“A” y “B”, en concurso real entre sí y sin perjuicio de la calificación que en
definitiva corresponda (arts. 45, 55, 261, todos ellos del Código Penal; y arts.
306 y 310 del Código Procesal Penal).
III. CONFIRMAR el punto II. del citado decisorio en cuanto traba
embargo sobre los bienes y/o dinero de Ricardo Rubén Cremona, por la suma
de $ 227.242,07 (doscientos veintisiete mil doscientos cuarenta y dos pesos con
siete centavos -art. 518 del C.P.P.N.-.
IV. CONFIRMAR el punto III. de la resolución de fs. 1/727 vta. en
cuanto dispone el auto de procesamiento -sin prisión preventiva- de Antonio
David Domínguez, por considerarlo “prima facie” coautor penalmente
responsable del delito de peculado, en orden al denominado hecho “A”, sin
perjuicio de la calificación que en definitiva corresponda (arts. 45 y 261 del
Código Penal; y arts. 306 y 310 del Código Procesal Penal).
V. CONFIRMAR parcialmente el punto IV. del citado decisorio
en cuanto traba embargo sobre los bienes y/o dinero de Antonio David
Domínguez, modificando su monto que se fija en la suma de $158.177,14
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Poder Judicial de la Nación
(ciento cincuenta y ocho mil ciento setenta y siete pesos con catorce centavos) art. 518 del C.P.P.N.-.
VI. CONFIRMAR el punto V. de la resolución de fs. 1/27 vta. en
cuanto dicta el auto de procesamiento -sin prisión preventiva- de Ramón Abel
Segovia, por considerarlo “prima facie” coautor penalmente responsable del
delito de peculado, en orden al denominado hecho “A”, sin perjuicio de la
calificación que en definitiva corresponda (arts. 45 y 261 del Código Penal; y
arts. 306 y 310 del Código Procesal Penal).
VII. CONFIRMAR parcialmente el punto VI. del citado decisorio
en cuanto traba embargo sobre los bienes y/o dinero de Ramón Abel Segovia,
modificando su monto que se fija en la suma de $158.177,14 (ciento cincuenta y
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ocho mil ciento setenta y siete pesos con catorce centavos) - art. 518 del
C.P.P.N.-.
VIII. CONFIRMAR el punto VII. de la resolución de fs. 1/27 vta.
en cuanto dicta el auto de procesamiento -sin prisión preventiva- de Néstor
Gabriel González, por considerarlo “prima facie” coautor penalmente
responsable del delito de peculado, en orden al denominado hecho “A”, sin
perjuicio de la calificación que en definitiva corresponda (arts. 45 y 261 del
Código Penal; y arts. 306 y 310 del Código Procesal Penal).
IX. CONFIRMAR parcialmente el punto VIII. del citado
decisorio en cuanto traba embargo sobre los bienes y/o dinero de Néstor
Gabriel González, modificando su monto que se fija en la suma de $158.177,14
(ciento cincuenta y ocho mil ciento setenta y siete pesos con catorce centavos) art. 518 del C.P.P.N.-.
X. CONFIRMAR el punto IX. del decisorio de fs. 1/727 vta. en
tanto dicta el auto de procesamiento -sin prisión preventiva- de Ramón Hugo
Benítez, por considerarlo “prima facie” coautor penalmente responsable del
delito de peculado, en orden al denominado hecho “A”, sin perjuicio de la
calificación que en definitiva corresponda (arts. 45 y 261 del Código Penal; y
arts. 306 y 310 del Código Procesal Penal).
XI. CONFIRMAR parcialmente el punto X. del citado decisorio
en cuanto traba embargo sobre los bienes y/o dinero de Ramón Hugo Benítez,
modificando su monto que se fija en la suma de $158.177,14 (ciento cincuenta y
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ocho mil ciento setenta y siete pesos con catorce centavos) - art. 518 del
C.P.P.N.-.
XII. CONFIRMAR el punto XI. de la resolución de fs. 1/27 vta. en
cuanto dispone el auto de procesamiento -sin prisión preventiva- de Carlos
Claudio Musso Soler, por considerarlo “prima facie” coautor penalmente
responsable del delito de peculado, en orden al denominado hecho “B”, sin
perjuicio de la calificación que en definitiva corresponda (arts. 45 y 261 del
Código Penal; y arts. 306 y 310 del Código Procesal Penal).
XIII. CONFIRMAR parcialmente el punto XII. del citado
decisorio en cuanto traba embargo sobre los bienes y/o dinero de Carlos
Claudio Musso Soler, modificando su monto que se fija en la suma de
96.061,66 (noventa y seis mil sesenta y un pesos con sesenta y seis centavos) art. 518 del C.P.P.N.-.
XIV. CONFIRMAR el punto XIII. de la resolución de fs. 1/27 vta.
en tanto dicta el auto de procesamiento -sin prisión preventiva- de Cristian
Ariel Blanco, por considerarlo “prima facie” coautor penalmente responsable
del delito de peculado, en orden al denominado hecho “B”, sin perjuicio de la
calificación que en definitiva corresponda (arts. 45 y 261 del Código Penal; y
arts. 306 y 310 del Código Procesal Penal).
XV. CONFIRMAR parcialmente el punto XIV. del citado
decisorio en cuanto traba embargo sobre los bienes y/o dinero de Cristian Ariel
Blanco, modificando su monto que se fija en la suma de 96.061,66 (noventa y
seis mil sesenta y un pesos con sesenta y seis centavos) - art. 518 del C.P.P.N.-.
XVI. CONFIRMAR el punto XV. De la resolución de fs. 1/27 vta.
en cuanto dispone el auto de procesamiento -sin prisión preventiva- de Marcos
Abraham Spritzer, por considerarlo “prima facie” partícipe necesario en la
comisión del delito de peculado, en orden a los denominados hechos “A” y “B”,
éstos en concurso real entre sí, sin perjuicio de la calificación que en definitiva
corresponda (arts. 45, 55 y 261 del Código Penal; y arts. 306 y 310 del Código
Procesal Penal).
XVII. CONFIRMAR el punto XVI. del citado decisorio en cuanto
traba embargo sobre los bienes y/o dinero de Marcos Abraham Spritzer, por la
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Poder Judicial de la Nación
suma de $227.242,07 (doscientos veintisiete mil doscientos cuarenta y dos pesos
con siete centavos) -art. 518 del C.P.P.N.-.
XVIII. CONFIRMAR el punto XVII. Del decisorio de fs. 1/27 vta.
en cuanto decreta el auto de procesamiento -sin prisión preventiva- de Claudio
Felipe Brugaletta, por considerarlo “prima facie” partícipe necesario en la
comisión del delito de peculado, en orden a los denominados hechos “A” y “B”,
éstos en concurso real entre sí, sin perjuicio de la calificación que en definitiva
corresponda (arts. 45, 55 y 261 del Código Penal; y arts. 306 y 310 del Código
Procesal Penal).
XIX. CONFIRMAR el punto XVIII. del citado decisorio en cuanto
traba embargo sobre los bienes y/o dinero de Claudio Felipe Brugaletta, hasta
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cubrir la suma de $227.242,07 (doscientos veintisiete mil doscientos cuarenta y
dos pesos con siete centavos -art. 518 del C.P.P.N.-.
XX. REVOCAR el sobreseimiento dispuesto a fs. 1/27 vta. punto
XX. en relación a Daniel Osvaldo Cámara, decretando su auto de
procesamiento -sin prisión preventiva- por considerarlo “prima facie” partícipe
necesario en la comisión del delito de peculado, en orden a los denominados
hechos “A” y “B”, éstos en concurso real entre sí, sin perjuicio de la calificación
que en definitiva corresponda (arts. 45, 55 y 261 del Código Penal; y arts. 306 y
310 del Código Procesal Penal).
XXI. TRABAR EMBARGO sobre los bienes y/o dinero de Daniel
Osvaldo Cámara, que se fija en la suma de $ 227.242,07 (doscientos veintisiete
mil doscientos cuarenta y dos pesos con siete centavos -art. 518 del C.P.P.N.-.
Regístrese; hágase saber al Sr. Fiscal General y junto con los autos
principales y documentación acompañada, vuelva al Juzgado de origen donde
deberán practicarse las restantes notificaciones que correspondan y procederse
conforme lo señalado en el considerando VI.
Fdo: Horacio Rolando Cattani- Martín Irurzun.Nota: El Dr. Farah no firma por hallarse en uso de licencia.
Conste.Ante mi: Pablo J. Herbón. Secretario de Cámara.-
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