1 Tribunal Fiscal de la Nación En Buenos Aires, a los 13 días del mes de agosto de 2007, se reúnen las señoras Vocales de la Sala “E”, Dras. Catalina García Vizcaíno y Cora M. Musso (la Dra. D. Paula Winkler se encuentra en uso de licencia), a fin de resolver en los autos caratulados “PLUSPETROL ENERGY SA c/ DGA s/recurso de apelación”; expte. N° 22.688-A. La Dra. Catalina García Vizcaíno dijo: I) Que a fs. 9/13 PLUSPETROL ENERGY SA, por apoderada, interpone recurso de apelación contra la Resolución Nº 4963/06, dictada por el Jefe del Departamento Procedimientos Legales Aduaneros en el Expte. SIGEA Nº 580.331/02, en cuanto declinó la competencia en favor de la DGI para resolver el recurso de impugnación que interpuso contra el Cargo Nº FI 343/2002, el cual intima al pago del importe de $ 12.167,46. Realiza una breve descripción de las tareas desarrolladas por la empresa, resaltando que para el desempeño de sus actividades habituales se provee de todo tipo de bienes relacionados a la industria, generalmente importándolos bajo el beneficio otorgado por las Res. DGI 3431/91 y 3543/92 (exención de IVA y ganancias). Señala que registró ante la Aduana de Buenos Aires el despacho de importación 00 001 IC06 006432-E, por el que documentó turbo-reactores, consintiendo dicha mercadería en bienes de uso. Hace saber que no se dedica a la comercialización de turbo-reactores, sino que son utilizados exclusivamente para el desarrollo de la industria energética. Indica que el servicio aduanero formuló el cargo cuestionado en la especie con fundamento en la incorrección de la declaración jurada, al haber realizado una opción indebida, toda vez que, según su interpretación, la mercadería no se trata como bien de uso. Estima que resulta contradictorio que la Aduana se considere competente para formular el cargo y luego declare su incompetencia para entender en el recurso de impugnación presentado contra el mismo, cayendo así en contradicción de sus propios actos. Añade que el servicio aduanero, al momento de notificar el cargo, comunicó a la empresa la posibilidad de la vía recursiva. Analiza que el hecho de que la Aduana declare su incompetencia para entender en un recurso presentado contra un cargo que ella misma formuló, afectaría al acto de nulidad absoluta. Peticiona que se resuelva el fondo de la cuestión planteada. Entiende que dio cumplimiento a lo dispuesto en el art. 2, segundo párrafo, de la Res. Gral. 3964/95 en cuanto prevé que se declare en el formulario de despacho a plaza al destino del bien importado, así como también dice haber acreditado en forma oportuna la exigencia de la Res. DGI Nº 3955/95 y Circ. Télex Nº 55/92 y 199/92, adjuntándose el formulario 576. Arguye que la liquidación se realizó conforme a la exención de tributos correspondientes a la nacionalización de la mercadería toda vez que no se 2 encontraba gravada por las normas positivas que obligan a pagar el IVA. Manifiesta que la Aduana no argumentó motivo alguno para desconocer el carácter de bien de uso de la mercadería. Hace reserva del caso federal. Ofrece prueba. Solicita que se revoque la resolución apelada y el cargo FI 343/02, con costas. II) Que a fs. 26/30 la representación fiscal contesta el traslado que le fuera oportunamente conferido. Efectúa una somera reseña de las actuaciones. Manifiesta que la resolución aduanera se ajusta a la jurisprudencia de este Tribunal, que entendió que la Aduana se encuentra facultada para las percepciones del IVA Adicional y Ganancias, en el carácter de agente de retención, pero no a la determinación de los mismos o a ejercer cualquiera de las demás atribuciones que la ley pone a cargo de la DGA. Cita el precedente “DECORADORA TIGRE SA” que tramitara ante la sala F, Voc. 17ª, y el “NUEVO CENTRAL ARGENTINO”. Hace reserva del caso federal. Solicita que oportunamente se rechace el recuso interpuesto, con costas. III) Que a fs. 40 se declara la causa de puro derecho. IV) Que a fs. 1 del Expte. SIGEA Nº 580.331/02 obra el Cargo N º FI 343/02, que intima a la actora el pago de $ 12.167,46, por haber realizado una declaración jurada incorrecta, utilizando una opción indebida: “las mercaderías declaradas no son ‘bienes de uso’”. A fs. 2 luce ensobrado el DI Nº 00001IC06006432E. A fs. 5/10 la importadora interpone impugnación invocando como fundamento que la mercadería importada consistía en bienes de uso, por lo que no habría declaración jurada incorrecta. A fs. 11 la empresa solicita pronto despacho. A fs. 17 se tiene por deducido el recurso interpuesto. A fs. 18/19 se agrega copia certificada de Dictamen Nº 88/98. A fs. 20, la Nota Nº 102/2002 (SE IFID) estima que procede la percepción de las alícuotas establecidas por las Resoluciones Generales 3543/92 y 3431/91, tal como se liquidó en el cargo en trato, atento a tratarse de repuestos. A fs. 23/25 se glosan copias certificadas de la Disposición Nº 96/2006 (DGA) y a fs. 26/27 de la Disposición Nº 12/2006. A fs. 29/30 se dicta la Resolución apelada en la especie, que declina la competencia a favor de la DGI para entender en el recurso de impugnación deducido contra el cargo FI 343/02. V) Que la Resolución Nº 4963/06 del Depto. Procedimientos Legales declinó la competencia de este Departamento a favor de la DGI, “en el trámite del procedimiento de impugnación impetrado en las presentes actuaciones, en los términos del art. 1053 del Código Aduanero, con relación al cargo N° FI 343/02”. Que, sin embargo, no dispuso la anulación de dicho cargo, lo que es motivo de apelación ante este Tribunal. 3 Tribunal Fiscal de la Nación Que, a mi juicio, esta resolución constituye una interlocutoria con fuerza de definitiva, por lo cual prima facie es apelable ante este Tribunal, al producirle, en principio, al recurrente un agravio que no admite reparación ulterior en el marco del procedimiento reglado por el Código Aduanero, y teniendo en cuenta que, conforme he puntualizado en reiteradas ocasiones, “la Corte Suprema, en cuanto al recurso extraordinario, ha sostenido que un pronunciamiento judicial reviste el carácter definitivo cuando pone fin al pleito, impide su continuación o causa un gravamen de imposible o insuficiente reparación posterior (entre otros, ‘Madariaga Anchorena, Carlos J.’, del 23/7/81, Fallos, 303:1040), jurisprudencia ésta que si bien fue concebida respecto a un procedimiento judicial, no impide que se la aplique a otros procedimientos jurisdiccionales, puesto que los principios que la informan no se hallan en contradicción con las particularidades y exigencias del procedimiento administrativo. Cabe destacar que la aludida resolución está comprendida dentro de las interlocutorias con fuerza de definitiva, las cuales son conceptuadas por Couture como aquellas que ‘teniendo la forma de las interlocutorias, hacen imposible de hecho y de derecho, la prosecución del juicio’” (Derecho Tributario, Tomo II, ps. 270/271, LexisNexis, 3ª ed., Buenos Aires, 2006 (ps. 145/146 –1ª edición, 1997- y 180/181 –2ª edición, 2000-. Depalma Buenos Aires. 1997); este criterio lo he sostenido asimismo, entre muchos otros, en “Berahka SA y Helcos SA” del 4-3-86; “Angeleri, Osvaldo Ernesto” del 6-6-94, “Surrey SACIFIA” del 12-8-94, “Clover Plast SAIC” del 25-8-94, “Sisteco SA” del 30-9-94). Que, por consiguiente (tal como me pronuncié en la sentencia del 4/6/02 dictada en el expte. Nº 15957-A, caratulado “Agroalas SRL”), considero que este Tribunal es competente para entender del recurso de apelación interpuesto en la especie, atento a que la resolución recaída en el procedimiento aduanero de impugnación es interlocutoria con fuerza de definitiva, asimilable a las previstas en el inciso a) del ap. 1 del art. 1025 del CA, y atento a que la recurrente impugnó a fs. 5/10 de los ant. adm. el Cargo FI 343/2002 formulado por la División Fiscalización y Valoración de Importación, que parece confirmarse, pese a la declaración de incompetencia, ya que se dispuso la remisión de las actuaciones a la DGI, pero sin anular el Cargo y teniendo especialmente en cuenta que en el procedimiento de la ley 11.683 –t.o. en 1998 y modif.- ante la DGI no se halla previsto el procedimiento del art. 1053 del CA al que se refiere la resolución recurrida. Que ese cargo importó una liquidación suplementaria de tributos, específicamente por percepciones de IVA y del impuesto a las ganancias (ver fs. 1 de los ant. adm.). 4 Que cabe destacar que en el cargo impugnado se le hizo saber expresamente que contaba con el procedimiento de impugnación del art., 1053 y ss. del CA (ver fs. 1 de los ant. adm.) y que a fs. 17 de los ant. adm. el Depto. Procedimientos Legales Aduaneros tuvo por deducido el recurso de impugnación impetrado por la recurrente, e incluso la División Fiscalización Documental produjo el informe de su competencia (fs. 20 de los ant. adm.). Que, con posterioridad a esta sustanciación, se dictó la resolución apelada fundada en jurisprudencia de otras salas de este Tribunal (no la de la Sala E que integro), así como de la Disposición 96/2006 de la DGA y la Disposición 12/2006 de la SDGTLA. Que, en efecto, el Director General de Aduanas dictó la Disposición 96/2006, del 27/7/2006, por la cual autorizó a allanarse a los representantes fiscales en los casos de planteos de incompetencia para determinar si los bienes importados revisten para el contribuyente el carácter de bienes de uso o de bienes de cambio, a los efectos de las percepciones de IVA de IG. Se fundó en que la DGA está facultada como agente de retención de estos gravámenes, pero que “ello no implica que esté autorizada a su determinación o a ejercer cualquiera de las demás atribuciones” otorgadas a la DGI por los arts. 21 y 55 de la ley 11.683, y las res. 3431/1991 y 3543/1992, siendo la DGA “incompetente para dirimir las controversias relacionadas con los elementos integrantes de dichos gravámenes”. Que la Subdirección General Técnico Legal Aduanera dictó la Disposición 12/2006, del 30/8/2006, a fin de instruir que en los casos previstos en la cit. Disposición 96/2006, la instancia de la DGA llamada a intervenir decline su competencia a favor de la DGI para que prosiga entendiendo de éstos. Que en el sub-lite reitero que, pese a que la resolución apelada declaró la incompetencia no dispuso la anulación de la liquidación tributaria exigida por el Cargo Nº FI 343/02, lo cual –a mi criterio- es contradictorio, ya que si la DGA sostuvo que era incompetente para entender del alcance de las percepciones del IVA y del impuesto a las ganancias, razón por la cual declinó su competencia a favor de la DGI en cuanto a la impugnación de ese cargo, por necesaria implicancia tampoco lo es para la formulación del mismo, deviniendo éste nulo por falta de competencia (arts. 7 y 14 de la LPA). Cuadra notar, asimismo, que en materia de tributos que recauda la AFIP-DGI no está previsto el procedimiento de impugnación de los arts. 1053 a 1067 del CA, por lo cual la declinación de competencia necesariamente hubo de referirse también respecto de la formulación del cargo en cuestión. VI) Que en materia de IVA, así como percepciones de IVA y del impuesto a las ganancias, he sostenido (Trib. Fiscal Nac., sala E, entre otros, 10/7/2006, 5 Tribunal Fiscal de la Nación “Tipoiti SATIC”) que la expresión genérica “tributos” comprende a todos los gravámenes que recaen sobre la importación –en el caso- para consumo, incluyendo obviamente el impuesto al valor agregado, cuyo hecho imponible se configura con “las importaciones definitivas de cosas muebles” (art. 1° de la ley de IVA) así como su percepción, y que “la importación definitiva o importación para consumo, a que se refiere la legislación aduanera para los derechos de importación, constituye, jurídicamente, el mismo hecho imponible del impuesto al valor agregado con relación a tales importaciones [solución que se extiende para las percepciones del impuesto a las ganancias y del IVA], con la consecuencia de que a los efectos de determinar la competencia del TFN, no obsta que el art. 1053, inc. a, del CA (al cual remite el art. 1025 del CA) use la expresión «tributos aduaneros» y no mencione al citado impuesto, ya que no es razonable que por la circunstancia de que la Aduana exija el pago de un tributo interior, que debe ser ingresado ante ella, y tratándose de un gravamen vinculado con el aduanero, se declare la incompetencia de las salas con competencia en materia aduanera” (El procedimiento ante el Tribunal Fiscal de la Nación y sus instancias superiores, p. 69, Depalma, Buenos Aires, 1986. Derecho Tributario, Tomo III, 1ª edición, p. 142, Depalma, Buenos Aires, 1997. Derecho Tributario, Tomo III, 2ª edición, ps. 233/234, LexisNexis, Buenos Aires, 2002. Derecho Tributario, Tomo III, 3ª edición, p. 316, LexisNexis, Buenos Aires, 2005). ”Que, asimismo, la Sala 1 de la Cám. Nac. Cont.-Adm. Fed. Cap., in re ‘Pereyra, Luis F.’, del 2/11/93, entendió -en concordancia con la Sala 3, “Donna SCA”, del 10/4/86- que si bien a la entonces ANA le está vedado practicar la determinación de la obligación fiscal (arts. 6 a 9 de la ley 20.631), puede ejercer las facultades necesarias ‘para establecer el impuesto que recae en cada operación de importación definitiva y en los aspectos que se vinculan específicamente a su percepción, sin interferir en los restantes cometidos’ de la DGI en cuanto a la liquidación global del tributo (título II de la ley 20.631). La ley de IVA (t.o. en 1977 y modif.) fue sustituida por la ley 23.349, que ha tenido importantes reformas a través del tiempo. ”Que, por otra parte, el art. 2 del DR de la Ley de IVA entiende ‘por importación definitiva la importación para consumo a que se refiere el Código Aduanero’. No comprende la importación temporaria del art. 250 del CA. ”Que, por consiguiente, se aplica en este aspecto el CA (tal como lo he sostenido en Derecho Tributario, ob. cit., Tomo III, p. 153 –1ª edición-, p. 244 –2ª edición- y ps. 329/330 -3ª edición-). Este ordenamiento dispone en su art. 636 que ‘la importación es para consumo cuando la mercadería se introduce al territorio 6 aduanero por tiempo indeterminado’. Recordemos que el art. 639 del CA dispone que ‘a los fines de la liquidación de los derechos de importación y de los demás tributos que gravaren la importación para consumo, serán de aplicación el régimen tributario, la alícuota, la base imponible y el tipo de cambio para la conversión de la moneda extranjera en moneda nacional de curso legal, vigentes en las fechas indicadas en los arts. 637 y 638’. “Que no pueden confundirse los anticipos con las percepciones. ”Que el actual art. 21 (antes art. 28 del ordenamiento anterior) de la ley 11.683 —t.o. en 1998 y modif.-— se refiere a los anticipos que difieren de otros pagos a cuenta como las percepciones, tal como lo he sostenido, entre otros, en Derecho Tributario, Tomo I, ps. 355/361 (Depalma, 1ª y 2ª edición. Buenos Aires. 1996 y 1999 [ps. 551/557, LexisNexis, Buenos Aires, 2007]), destacándose que el art. 22 (antes art. 29) de la ley 11.683 estatuye que la percepción de los tributos será efectuada en la misma fuente cuando así lo establezcan las leyes impositivas (es obvio; la ley 11.683 no es una ley superior a otras leyes) y cuando la AFIP (antes DGI) ‘por considerarlo conveniente, disponga qué personas y en qué casos intervendrán como agentes de retención y/o percepción’. ”Que he expresado en esa oportunidad que ‘la percepción en la fuente asegura la recaudación, ya que su ingreso puede ser exigido en el mismo momento en que se exterioriza la manifestación de riqueza sujeta a imposición. Desde la perspectiva psicológica del contribuyente, tiene la ventaja de tornar menos pesado el impuesto. Resulta más penoso desprenderse de una cantidad de dinero que se posee, que ser privado de una suma que nunca se ha recibido. El contribuyente valora su renta en términos de producto neto’. Citando la jurisprudencia del Tribunal cimero he destacado, asimismo, que la responsabilidad ‘que recae sobre el agente de retención por el incumplimiento de los deberes fiscales que la ley pone a su cargo no es dispensable, con fundamento en que la retención constituye un pago a cuenta del tributo cuya exigibilidad como tal cesa después de vencido el plazo para presentar la declaración jurada del período fiscal de que se trate —a diferencia de los anticipos—; y ello, en razón de que el hecho imponible se verifica respecto del sujeto pasivo de la retención, a quien la ley lo atribuye en modo directo. El agente de retención que no cumple, voluntariamente o por propia negligencia, con el deber de retener, deviene responsable del ingreso del impuesto debido, previéndose como única dispensa la acreditación de que el contribuyente ingresó las sumas respectivas (CS, «Cintafón SRL», del 3/4/86, DF, t. XLI, p. 278)’ —ob. cit., p. 360—. 7 Tribunal Fiscal de la Nación ”Que la referida jurisprudencia de la Corte Suprema es contundente en cuanto a las diferencias entre anticipos y retenciones (o percepciones), considerando en este último caso que el vencimiento del plazo para presentar la declaración jurada del período fiscal de que se trate no produce la caducidad para que el organismo fiscal exija importes en concepto de retenciones (o percepciones). ”Que las percepciones de IVA por importaciones definitivas encuadran dentro de los importes tributarios que compete requerir a la DGA, por las resoluciones que se citan (…), sin que –a esos efectos- se le pueda pretender restringir competencia para los tributos ‘no aduaneros’, teniendo en cuenta que esas percepciones tienen naturaleza tributaria y pueden ser exigidas por la DGA –en caso de corresponder- en las importaciones definitivas. VII) Que si bien entiendo que la DGA debió declararse competente de la impugnación formulada por la actora, infiero que no corresponde revocar la resolución apelada, en virtud de que la incompetencia no causa estado y que este Tribunal no puede subrogarse a los organismos recaudadores en su función primigenia de formular cargos y resolver sobre las impugnaciones deducidas contra los mismos, salvo que se produjere retardo en el dictado de la resolución apelada. Que, sin embargo, considero que el Cargo FI 343/2002 formulado por la DGA es nulo, de nulidad absoluta, por la incompetencia que este organismo se reconoce con relación a las percepciones del IVA y del impuesto a las ganancias, sin perjuicio de las facultades de la DGI para efectuar la determinación tributaria que corresponda. Por ello, voto por: Declarar la competencia de este Tribunal para entender del presente y anular el Cargo FI Nº 343/2002, sin perjuicio de las facultades de la DGI para efectuar la determinación tributaria que corresponda. Con costas.La Dra. Cora M. Musso dijo: Que adhiere en lo sustancial al voto de la Dra. García Vizcaíno. De conformidad con el acuerdo que antecede, por unanimidad, SE RESUELVE: Declarar la competencia de este Tribunal para entender del presente y anular el Cargo FI Nº 343/2002, sin perjuicio de las facultades de la DGI para efectuar la determinación tributaria que corresponda. Con costas.Regístrese, notifíquese, oportunamente devuélvanse los antecedentes administrativos y archívese. Suscriben la presente las Dras. García Vizcaíno y Musso, por encontrarse en uso de licencia la Dra. Winkler (conf. art. 1162 del C.A). 8