Libro cuarto. De la jurisdicción comercial

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LIBRO CUARTO
]DE I..A. Jt7P.ISDICCIOT COMEPCIAI,
TITULO 1
DE LOS TRIBUNALES DE COMERCIO
Art. 903. La jurisdicción comercial es plena en los
asuntos que la ley somete á su competencia.
Conoce de todas las incidencias que pueden ocurrir en el
curso de una causa.
Ejecuta ó hace ejecutar sus determinaciones.
Esto quiere decir que los tribunales de comercio
tienen autoridad bastante, para conocer de los asuntos
que las leyes les atribuyen, y para ejecutar las decisiones
que pronunciaren.
Están investidos también de suficiente poder, para.
resolver sobre todas las incidencias que ocurran en un
procedimiento mercantil, aun que sean de carácter civil
como sucede en los juicios de quiebra. Pero, la autoridad de los tribunales de comercio no se extiende en
materia de quiebras á juzgar y sentenciar los juicios civiles que se acumulan al de quiebra, por más que éste
sea universal, pues, si así fuera, se tergiversarían los
principios fundamentales de jurisdicción, artículo 782
-714Art. 904. La autoridad competente determinará las localidades donde deban organizarse los tribunales de comercio
á que se refiere este Título.
En los lugares donde no estuvieren organizados los tribunales de comercio, los ordinarios ejercerán la jurisdicción
mercantil, contenciosa ó no contenciosa, en los casos que
ocurran, aplicando las disposiciones de este Código.
La situación de los tribunales de comercio y el radio de su circuito pueden ser distintos de los tribunales
civiles, corno que sus atribuciones y materias son diferentes.
El Código prevee el caso en que no estén organiza:
dos los tribunales de comercio en algunos lugares, y
atribuye entonces á los civiles las faculttdes de aquéllos.
Las leyes comerciales son aplicadas por los tribunales
ordinarios, procediendo corno tribunales mercantiles.
Art. 905. La jurisdición comercial en primera, segunda
y tercera instancia, se ejerce por los tribunales civiles ordinarios de igual grado, asociados á dos conjueces mercantiles para
la sentencia definitiva, y en los demás casos que la ley determina.
Esta disposición complementa la anterior. Los tribunales civiles, cuando proceden como tribunales de comercio, necesitan para asumir el carácter de tales asociare á dos conjueces mercantiles.
Art. 906. Podrá la autoridad competente establecer tribunales de comercio especiales para la primera instancia, en
las plazas mercantiles donde los crea necesarios por la importancia de los negocios.
*
El tribunal en tal caso se compondrá de un Juez que lo
presidirá, y de dos conjueces. Tendrá además un secretario
para su despacho.
A falta de disposición especial, el Juez será nombrado
-715—
por lt autoridad que según la ley orgánica de tribunales nombra los jueces que ejercen la jurisdicción ordinaria en primera
instancia; y el secretario será nombrado por el juez, quien podrá removerlo libremente.
Sólo para la primera instancia permite la ley el establecimiento de los juzgados de comercio. En los demás grados conocen los tribunales superiores ordinarios,
según el artículo anterior.
Las leyes orgánicas del Distrito Federal y de los Estados pueden establecer distintas reglas para el nombramienta de los jueces de comercio en la primera instancia y de los conjueces mercantiles en todos los grados.
Art. 907. El tribunal tendrá además,para el servicio económico, un aguacil, por cuyo medio hará las citaciones y
arrestos, el cual será nombrado por el juez, quien podrá removerlo libremente.
Disposición puramente reglamentaria. El decir que
habrá un guaci1 para hacer los arrestos no significa
que el juez no podrá valerse de otro medio, cuando aquél
sea ineficaz.
Art. 908. La ley que establezca el juzgado especial de
comercio en primera instancia designará los sueldos del Juez,
Secretario y alguacil; y determinará el período y territorio
para el ejercicio de su jurisdición.
Con este precepto quiso el legislador nacional impedir que por las leyes de los Estados se sometiesen los
jueces de comercio y sus dependientes á ovenciones de
arancel, con mengua de la categoría de esos funcionarios y perjuicio de los litigantes.
Art. 909. Para ser Juez de comercio se requiere
-716Set abogado, 6 ser 6 haber sido comerciante por mayor,
con cinco años de ejercicio.
Tener veinte y cinco años de edad.
Ser ciudadano dé Venezuela en ejercicio de sus derechos
políticos y civiles;
Se requieren tres condiciones esenciales: conocimientos profesionales, edad y ciudadanía, la cual comprende capacidad civil y pólitica.
Las mujeres no pueden ser jueces ni conjueces
aunque por la Constitución tengan derecho de sufragio
y puedan reputarse ciudadanos, porque según ella no
son elegibles y las leyes no las hacen capaces, sino para
los empleos de instrucción y beneficencia.
Art. 910. Para ser conjuez en los tribunales de comercio de todos los gradós, se reqúiere:
Ser ó haber sido comerciante por mayor, con tres años
de ejercicio.
Tener veinte i cinco años de edad.
Ser vecinó del lugar en que resida el tribunal.
Ser abogado no da capacidad para ser conjuez. Se
ha querido de ese modo evitar, que el tribunal de comercio pudiera componerse todo de abogados, corno los
civiles ordinarios.
La edad es la misma; pero, no se necesita ser ciudadano, con lo que los extranjeros pueden desempeñar
el cargo de conjueces, en garantía de los comerciantes
extranjeros.
- Art.' 911. Los capitanes de buques mayores por más de
cinco años, que tengan las condiciones requeridas por la ley,
y su domicilio real en el lugar en qüe resida el tribunal, están
equiparados á los comerciantes por mayor, para ser jueces &
çonjueces dé c6mercio.
-717--Vernos en el artículo 19 que la ley considera comerciantes á los capitanes de buques. Exígese el domicilio
real, que es el lugar donde tienen el asiento principal de
SUS intereses y negocios, haciendo abstracción de su residencia en el lugar donde se encuentren las naves que
mati den.
Art. 912. En lbs tribunales de distrito 6 departamento,
los conjueces pueden ser comerciantes por menor, con tres
años de ejercicio.
En atención á que esos juzgados conocen de negocios de menor cuantía.
Art. 913. Los tribunales de parroquia ó municipio conocerán por sí sólos, sin conjueces, pero observando el procedimiento mercantil.
Habría sido embarazoso aumentar el personal de los
juzgados tic parroquia ó municipio, que ejercen sus atribuciones en juicios verbales.
Art. 914. No pueden ser Jueces, conjueces ni suplentes:
Los comerciantes que hayan hecho quiebra y no hayan
obtenido sil rehabilitación.
Los que no sepan leer y escribir.
Los que hayan sido condenados por infracción de los artículos 762 y 861 de este Código.
Los que, según las leyes vigentes, no pueden ser jueces
en general; exceptuándose respecto de los conjuecesla incapacidad proveniente de falta de ciudadanía.
Los comerciantes fallidos se hallan sometidos á ciertas interdicciones mercantiles, mientras no son ehabilitados. Incapacita para los cargos judiciales no saber
leer y escribir, pues estarían expuestos á ser engañados.
-718.-Todos los condenados por fraudes y delitos relativos á
quiebras, porque se han hecho indignos de la confianza
pública, y en general todos los que están impedidos de
ser jueces, corno las mujeres y los menores, aunque sean
comerciantes.
Art. 915. En cada tribunal habrá dos conjueces suplentes con las mismas cualidades que los principales. El presil
dente del tribunal los convocará cuando ocurra el caso, por el
orden de su inscripción en el nombramiento.
Los suplentes son llamados para llenar la falta de
un principal que se excusa legalmente, que está ausente,.que se inhibe ó es recusado con causa legítima.
Cuando faltan todos los principales y los suplentes
el Presidente del tribunal procede, en conformidad con
el artículo 923.
Art. 916. No podrán ser simultáneamente miembros de
un mismo tribunal los consocios de comercio, ni los parientes
hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, ambos inclusive.
Si la afinidad sobreviniere á la elección, será sustituido
el que la originare.
Evitase de esta manera que por respeto, por afecto, ó por cualquiera otro motivo, un conjuez defiera al
parecer del otro, y no se ocupe seriamente en formar juicio propio.
Art. 9I7. Los conjueces y suplentes mercantiles serán
nombrados por la autoridad, que nombre los jueces del tribunal á que han de asociarse.
Los jueces, conjueces y suplentes no entrarán en el ejercicio de sus funciones, sin haber prestado juramento de desem peñarlas leal y diligentemente, ante la autoridad que los nombre, 6 ante la que ésta designe.
-719-Se exige la formalidad del juramento, á que están
sometidos todos los que entran 'á desempeñar funciones
judiciales.
Art. 9I8, Los conjueces y suplentes no podrán excusarse de aceptar ni de ejercer las funciones que les señala la ley,
sino con justa causa, aprobada por la autoridad que los nombró.
Es justa causa de excusa para aceptar el nombramieuto
la circunstancia de ser extranjero el nombrado.
El cargo es obligatorio para los ciudadanos: los extranjeros pueden excusarse, porque puede no serles familiar el idioma nacional en que deben oir á las partes
y juzgar, ó ignorar las leyes, usos y costumbres del país
fuera de que en general los extranjeros están exentos
por los Tratados públicos de cargos concejiles.
Art. 919. Los conjueces y los suplentes serán elegidos
al principio de cada año; durarán un año; y no podrán ser reelegidos sin su conformidad, sino con el intervalo de un año.
El período es de un año, para que todos los comerciantes residentes desempeñen alternativamente el cargo. No es obligatorio aceptar la reelección.
Art. 920. Las funciones de los conjueces y suplentes
mercantiles son cargo de honor y gratuito.
Los comerciantes son personas acomodadas, que no
hacen de la judicatura una profesión, y deben tener interés en que los tribunales de comercio estén bien servidos.
Art. 921. Los términos de duración de los jueces, conjueces y suplentes mercantiles se contarán por períodos, según los señalados; pero, los que estén en ejercicio continuarán
-720en el desempeño de sus funciones hasta que sean sustituidos
por los que deban reemplazarlos.
Es deber de todos los jueces permanecer en el des&mpeño de sus destinos hasta ser legalmente reemplazados.
Art. 922. Las faltaabsolutas, temporales y accidentales, de los jueces mercantiles en todos los grados de la jurisdicción, se llenarán como lo disponga la ley orgánica de tribunales ordinarios, aun respecto de los jueces de comercio especialmente nombrados con este carácter.
Los jueces de comercio son funcionarios permanentes para cuyo nombramiento, reemplazo y sustitución
dict.a reglas la ley orgánica de tribunales.
Art. 923. Las faltas absolutas de los conjueces y suplentes se llenarán por lo que falta del período.
Las faltas de los conjueces las llenarán los suplentes; y
cuando por cualquier causa faltaren también suplentes, los
miembros hábiles completarán el tribunal en cada causa ó
asunto, sacando por suerte en audiencia pública los nombres
de los que deben suplir á los que faltan, de una urna en que
se colocarán, en número triple del necesario, papeletas con los
nombres de comerciantes con las cualidades para ser conjueces.
Las faltas de los conjueces pueden ser absolutas,
temporales ó accidentales. Las primeras se llenan conformé á la ley orgánica; para las otras son llamados
los suplentes.
Cualquii'a que sea la de los suplentes, se llenan
conforme al precepto aquí establecido.
Art. 924. Los Presidentes de los tribunales dé todos los
grados de la jurisdicción, tienen facultad para compeler á los
conjueces y suplentes al desempeño de sus funciones.
-
721-
Pueden anticipar y prorrogar las horas de audiencia.
Deben hacer observa orden en el recinto del tribunal..
ti
Puedencompeler
á los testigos á comparecer, si no se ha.llareíi l ^
ixiedidós.
•
71
tr' r
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Los magistrados-'dichos) ejercen,-< 'esas facultades,
porque á ellos está' éni coméndáda la dirección de los
frabajos del tribunal.
Art. 925: Los ápreníió dé 4'ue ódrán usar los presideiites de los tribunales mercantiles serán multas y arrestos,
en la escala en que puedán aplicarlos los tribunales civiles ordinarios del mismo grado.
La ley los iguala en el poder coercitivo á los tribunales civiles del mismo grado.
Art. 926. El Juez de comercio no puede ausentarse del
lugar en que resida el tribunal, sin licencia de la autoridad que
lo nombra, á menos que sea en ejercicio de sus funciones; ni
los conjueces y suplentes sin' pi-evió aviso al preidente del
ttibunal.
Ya hemos dicho que el Juez de comercio es un funcionario permañente, sometido por tanto á los deberes
que son propios de aquellos.
Los conjueces no pueden ausentarse, si están conociendo de alguna causa.
Art. 927. Los jueces mercantiles de todos los grados de
la jurisdicción son responsables en los casos y ante los . mis
inos tribunales, que lo son los jueces ordinarios de igual grado.
También lo son ante los mismos tribunales pos infracción de las disposiciones de este Código.
Los conjueces solo lo serán:
Por delito cometido con ocasión del ejercicio de sus funciones.
46
-722Por infracción de ley expresa, caso de separarse de, la opiiii6n del Juez.
De las causas de responsabilidad dilos conjueces conocerá el tribunal ordinario, inmediataiente superior á aquel á
que ellos pertenezcan. La Corte Suprema conocerá de las
que se formen contra los conjueces de ella.
Los jueces mercantiles se asimilan en cuanto á la.
responsabilidad legal á los jueces ordinarios.
Los conjueces no responden de infracciones de ley
expresa en el procedimiento ó en la sentencia, cuando., se
unen con su voto al juez .ó á los jueces permanentes del
tribunal.
Quiere así la ley que el conjuez sea muy comedido
en su voto, é impide que los conjueces se pongan de
acuerdo para pronunciar sentencia, con menosprecio de
la ley.
Art. 928. En asuntos mercantiles no hay fuero contra el
ejercicio de la jurisdicción mercantil.
Aun los empleados diplomáticos extranjeros pierden su fuero, cuando ejercen el comercio ó celebran actos de comercio, pues de ese modo aceptan la jurisdicción nacional.
Art. 929. Los tribunales mercantiles tendrán un sello
especial, que custodiará el Juez, con el que se autenticarán
todos los documentos que procedan del tribunal ó de su secretaría.
Con este sello no es necesario legalizar para valer
en la República las firmas de los funcionarios, que auiorizan los actos antedichos.
Art. 930. Los secretarios de los tribunales de comercio
-723—
tendrán por separado del archivo del tribunal civil ordinario,
el# que corresponda al tribunal en su carácter mercantil.
Mantendrán la oficina con el debido aseo, arreglo y seguridad; y cumplirán las órdenes de sus superiores en el ejercicio de sus funciones.
Llevarán un libro copiador de sentencias, en que asentarán las definitivas en primera, segunda y tercera instancia,
qne decidan los asuntos en que fallare el tribunal.
Serán responsables en el ejercicio de sus funciones en los
casos y ante los mismos tribunales, que lo son los Secretarios
de los tribunales ordinarios del mismo grado.
También lo serán ante los mismos tribunales por infración de las disposiciones de este Código.
Snpone el caso en que el Juez ordinario desempeña
á la vez las funciones de Juez de comercio.
Los demás deberes enumarados son los que corresponden á todos los secretarios judiciales. Tienen también los que les imponen los artículos 16, 22, 27 y sus
concordantes.
Art. 931. La estadística de la jurisdicción mercantil se
formará con separación de la de los tribunales civiles ordinarios.
La estadística debe comprender todos los datos relativos á la entrada, movimiento y despacho de causas
mercantiles, su carácter, objeto, cuantía y demás circunstancias del caso.
Art. 932. En lo que no estuviere especialmente determinado en este título, regirán las disposiciones de las leyes orgánicas de tribunales respectivas, en cuanto no sean contrarias á las del presente Código.
Debe creerse que el legislador se propuso muy acertadamente con estas disposiciones orgánicas y reglamen-
- 724tarjas, en las cuales nada ó casi nada hay diferentes de
las reglás conocidas en mt'ria judicial, mantener un
sistema iiififoirñe en los rjuzgadbs de comercio de la Repillica, ,íio ¿ste sujet . a las variaciones que quieran introducir las legislaciones locales.
-
TITULO JI'
DE LA ,COMPETENCIA
Art. 933. Corresponde á la jurisdicción comercial el conocimiento:
ió De toda controversia sobre actos de comercio entre
toda especie de persona.
29 De 1ascontroversias relativas á letras de cambio, y á
pagarés y á libranzas á la orden en que haya á la vez firmas
de comerciantes 6 de no comerciantes, aunque respecto á éstos tengan el carácter de obligación meramente civiles.
39 De las dcciones contra capitanes de buques, factores,
dependientes y otros subalternos de los comerciantes, sólo por
Thechos del tráfico á que están destinados.
4 9 De las acciones de los capitanes de buques, factores,
dependieiites y otros subalternos de los comerciantes, contra
lós ariiadóresy comerciantes, sólo por operaciones del tráfico
de la persona á quien sirven.
50 De las acciones de los pasajeros contra el capitán ó el
armador, y de éstós :contra aquellos.
6? De las acciones del empresario de espectáculos públicos contra los artistas, y de éstos contra aquel.
70 De todo lo concerniente á la quiebra de los comerciantes, conforme á las disposiciones de este Código.
Competencia es el poder de conocer. En los tribunales de comercio, corno en los civiles, la competencia
puede considerarse desde tres puntos de vista.
El de la materia, que la ley atribuye á la jurisdie-
- 72 ción mercantil, lacual es la competencia general y absÍracta, y se dice ratione materie.
El de la determinación del tribunal de comercio, á
quien entre varios corresponde el conocimiento del asunto, competencia especial y concreta, que se llama ration person.
El de la importancia y cuantía de la ea ' a, respecto
us grado,
de' varios tribunales mercantiles de un ' imo
competencia que , algunos llaman rationce pecunice.
A la primera de estas competencias es que se contrae este Título : las otras dos son del dominio de la ley
orgánica, que determina la jurisdicción por el territorio
demarcado á los tribunales, y los asuntos de que pueden
conocer, señalados por él valor de la dém'fda.
Como los juzgados mercantiles son tribunals 'de
inaria,
excepción, en el éntido de que 1ajris'di'éió{i drd
la que se refiere á los asuntos y juicios comunes, pertenece á los tribunales civiles; es indispensable que el legislador especifique cuales son las materias, cuyo conocimiento se atribuye á los juzgados predichos, para que
tengan facultades legales.
Fuera de los casos marcados expresamente por la
ley, la incompetencia de los tribunales de comercio es
absoluta y de orden público; de suerte, que aunque las
partes de un juicio acepten las jurisdicción de un tribunal de comercio para sústanciar y decidir un asunto civil,
lo hecho quedaría radicalmente viciado de nulidad, y
cualquiera de los litigantes podría más tarde reclamar
la reposición.
Se ha debatido mucho si lo mismo debe decirse, en
el caso contrario de que sea un tribunal civil el que ha
ya conocido de un juicio mercantil; pero, á pesar de los
argumentos que se aducen en favor de la validez de la
-726-competencia, alegandd que lii jurisdicción civil es plena
y que los tribunales de comercio no se han establecido,
sino en interés de los particulares, que pueden renunciar ese beneficio; nos parece más coñforme á los principios de la ciencia la doctrina opuesta, que sostiene que
las reglas sobre la competencia rationce materice son de
orden público, y que los ciudadanos no tienen derecho
de alterarlas en ningún caso.
Los siete incisos que trae este artículeí comprenden
todos los ¿asos de jurisdicción comercial, y concuerdan
con los referidos detalladamente en el art'iculo 3
Art. 934 No pertenecen á la jurisdicción comercial las
acciones contra los agricultores y criadores por la venta de los
frutos de sus coechas y ganados, ni las intentadas contra los
comerciantes para el pago de lo que hubieren comprado para su uso ó consumo particular, ó para el de sus familias.
Prolija parece esta disposición después qile en el citado artículo 39 se refieren qué actos se califican de comercio. Sabemos que lo que constituye mercantil la
compra ó la venta de cosas muebles es que aquella se
haya verificado con el propósito de revender ó que ésta
sea resultado de otra venta anterior efectuada con el
mismo objeto de revender.
Art. Si el acto no es comercial sino por una sola
de las partes y ésta fuere la demandada, se propondrá la demanda ante la jurisdicción comercial; y ante la civil, enel caso inverso.
Concuerda con el artículo 94. La persona del obligado á quien se demanda determina la competencia.
Es regla que el actor sigue el fuero del reo, en materia
de jurisdicción.
-727Art. 936. Se observarán las disposiciones de la ley orgánica de tribunáles para determinar el tribunal competente
en consideración á la cuantía del interés de la acción; y para
fijar la cuantía.
Obsérvanse también para determinar la extensión
del territorio, como decirnos en el artículo 933, cada vez
que sea preciso saber si el domicilio del deudor, el lugar del contrato, el de su ejecución, etc., están comprendidos en el circuito del tribunal á quien compete el asunto, por razón de la materia y por razón de la cuantía,
todas las cuales concurren á fijar la jurisdicción.
Art. 937. En materia comercial son competentes:
El Juez del domicilio del demandado.
El del domicilio especial determinado por las partes.
El del lugar en que se celebró el contrato y se entregó la
mercancía.
El del lugar en que deba hacerse el pago.
Es preciso estudiar esta materia á la luz de los principios establecidos en el Título III, Libro 1 del Código
de Procedimiento Civil, al cual remitimos al estudiante.
Nada nuevo se dice en este artículo, fundado en.
las reglas del Derecho común.
Art. 938. Si se trata de controversias ocurridas en tiempo de ferias 6 mercado en que sea necesario proceder sin dilación, la autoridad más inmediata, aunque no sea competente dictará las providencias provisionales que creyere opor.
tunas, y .remitirá inmediatamente lo actuado al tribunal
competente.
Pueden actuar en esos, casos hasta las autoridades
de policía, pero sus decisiones tienen carácter de provisionales. Se dictan cuando son urgentes, como si fuere
necesario ordenar un embargo, citar o detener una persona, disponer que, sei deposite el precio. de alguna mercancía, practicar el reconocimiento de aluna' cosa
otras - diligencias , semejantes..
Deben pi'ias
oniincirse
comer
en matei1 ciale, pues
$i se tiaase de asunto civiles dele dejarse que las parLes ociihiri á los 'judes' órdinirios. Las autoridades
sobredichas no han dé pcdér de ofició, sino á instancia de la parte o part interadas
TITULO III
'DEL PROCEDIMIENTO
Art. '939 .. El pi'ocedimientó de los tribunales ordinarios
se observará en lo mercantil,. siempre que no haya disposicióta
especial en este Código.
Concuerda con e1 artículo 59 El procedimiento
civil es la ley adjetiva común á todos los juicios. El
procedimiento mercantil es una ley de excepción, que
se aplica con preferente especialidad en los casos previstos por este Código.
Art. 940. La citación á uña compañía de comercio s€
hará en la. iiersona de' alguno de lds gerentes.
Los gerentes, son 1psadmin•istradores y personeros
deJa compaflía:'
Art. 941. ' Las acciones por créditos privilegiados sobre
la nave, en los términos del artículo 484, pueden intentarse:
contra el capitán. .
..
.
Porque el capitán, es factor del propietario de la nave y el representante de los cargadores, en todo lo rela-
-72tivo al interés de la nave y su carga y el resultado de
la expedición, artículo 495.
Art. 942. En los casos que requieren celeridad, el Juez
podrá acordar la citación del demandado de un día para otro,
y aun de una hora para otra.
Puede también acordar embargos provisionales de bienes
muebles y prohibicion de enajenar inmuebles, y segun el caso, exigirque el démndaiie afiance 6 compriibe solvencia
suficiente, para, responder,de las resultas del embago.
Estas providehcia se ejecutarán no obstante apelación.
No basta que el promovente alegue qu hay urgencia. El Juez debe tener plena convicción de que el
asunto requiérceleridad, por su naturaleza ó por sus
circunstancias particularés.
Disponer el emplazamiento del demandado de un
día para otro, y aun de una hora para otra, puede envolver una negación de la defensa legítima, de que el Juez
no debe despojar al reo, 1 sin motivos muy graves.
Esa medida como las de embargos precautelati vos,
prohibición de enajenar, afiañzarniento, prueba de solvencia, etc., producen además el menoscabo de la reputáción ¿omercialdel demandado, y esa es una razón
más, para no acordarlas de ligero, cuanto más que son
de rápida ejecución, no obstante el recurso de alzada.
Art. 943 . En los asuntos marítiinós en que el deman dado no tenga domicilio, 6 en que se trate de aparejos, vituallas, armamentoócarena de buques prontos para darse á la
vela, ó de otras materias igualmente urgentes, la citación del
demandado puede hacerse entregándola á bordo á cualquiera
persona, en presencia de dos testigos.
De la misma manera puede hacerse la citación en los casos ordinarios, á las personas que no tienen otra habitación
que el buque.
-
-730—
En esos casos el buque viene á ser el domicilio del
demandado, sujeto á la jurisdicción del puerto en que
está fondeado;
Art. 944. Después de la citación del demandado para
la contestación de la demanda, ninguna otra notificación especial será necesaria para la continuación del juicio, que seguirá por todos sus trámites hasta su terminación. Las
partes deben estar presentes en él, por sí ó por apoderado
constituido.
Si se acordare alguna citación ó instrucción, ésta no interrumpirá el curso de la causa, salvo el caso de disposición
expresa de la ley.
Esta disposición es conforme á la regla que se observa en los juicios ordinarios. Los actos de reconocimientos de firmas,-posiciones y juramento requieren
citaciones especiales.
Art. 945. En materia comercial no está obligado el demandante no domiciliado en Venezuela á afianzar el pago de
lo que fuere juzgado y sentenciado.
Es una derogación. del artículo 27 del Código Civil
para favorecer al comerciante extranjero, que reclama
en la República el cumplimiento' de obligaciones contraídas por otro domiciliado en el territorio.
Art. 946. El Juez 6 el tribunal podrá acordar aun de
oficio la comparecencia personal de las partes para ser interrogadas, en cualquier estado de la 'causa; y en caso de impedimento que considerare legítimo, dar comisión á un Juez
para que haga las interrogaciones, y extienda á continuación
del despacho librado las contestaciones dadas. También podrá acordar la comparecencia de testigos, la presentación de
libros, ó de documentos y cualquiera otra diligencia probatoria para el mayor esclarecimiento de los hechos.
-731Tales facultades tienen por objeto proporcionar al
Juez ó ál tribunal medios de esclarecer puntos de hecho.
De esas facultades puede usarse en cualquier grado
del juicio.
Son impedimentos legítimos una enfermedad, el
desempeño actual de funciones públicas, la ocupación
en otra causa, etc
Art. En casos de examen de cuentas; libros, pieas de autos, documentos 6 registros podrá el Juez ó el tribunal, en cualquier estado de la causa, enviar las partes ante
uno 6 tres expertos, los que procurarán la conciliación y si no
la lograren, darán su informe sobre los puntos que se les hayan sometido.
En los demás casos de experticia se nombrará también
tino 6 tres expertos.
Los expertos serán nombrados de oficio, si las partes no
se pusieren de acuerdo en el nombramiento, dentro de veinticuatro horas de acordado.
Los expertos desempeñan entonces el papel de jueces comisionados, en los puntos de hecho que se someten á su examen. Nómbranse uno ó tres, para no dar
lugar á empates. Toca al Juez resolver cuántos han
de ser los expertos. Las partes deben ponerse de acuerdo en el nombramiento de todos los expertos, pues que
este artículo no divide los nombramientos, como en
lo civil.
Art. 948. 14a recusación de los expertos no es admisible, sino dentro de los tres días siguientes á su nombramiento.
Es claro que los expertos nombrados por el Juez
son recusables por toda causa legal, y que los nombrados por las partes no lo serán, sino por causas superve-
-732nientes. De otro modo, resultaría que las partes podrían hacer nombramientos ineficaces.
Art. 949. El informe de los expertos suscrito por ellos
será consignado en la secretaría, por diligencia que firmarán
con el Secretario.
Los expertos presentan en el tribunal informe escrito y separado del proceso. El secretario hace constar en el expediente por una diligencia aquella presentación y el núrriero de folios, que contiene el informe..
Art. 950. Los tribunales no están obligados á seguir el
dictamen de los expertos, si su conicción se opone á ello.
Concuerda con el artículo 1.36 del Código Civil.
La experticia es una prueba meramente auxiliar', porque se funda en parte en las apreciaciones de los expertos.
El informe pericial es obligatorio para el tribunal,
si contiene la conciliación de las partes en los puntos
principales, porque tiene entonces fuerza de confesión.
Art. 951. El Juez presidente del tribunal de primera
instancia sustanciará las cansas.
Evacuará la prueba por sí mismó, pudiendo dar comisión
á otro Juez en los casos de diligencias, que hayan de evacuarse fuera del recinto del tribunal.
Dictará y hará ejecutar las providencias de secuestro
arraigo, afianzamiento, embargos y demás provisionales.
Ejecutará las sentencias.
En las causas no referidas en el artículo siguiente
el Juez presidente practica todos los actos, menos la
sentencia definitiva, que se reserva para el tribunal
pleno.
733Art. 952. El tribunal pleno de primera instancia se
reunirá:
Para la contestación de la demanda y actos conciliatorios
en las cuestiones entre socios: ó entre accionistas y los gerentes en las compañías por acciones, ó entre el liquidador de una
-compañía y los antiguos socios ó accionistas de la misma.
Para conocer de la solicitud de revocación de los autos,
en que se niegue 6 se haga la declaración de quiebra ó se fije
la época de la cesación de los pagos.
Para la evacuación de las diligencias probatorias, que antes de la sentencia y para mejor proveer, acordare el mismo
tribunal que se evacuen á su presencia.
Para pronunciar sentencia definitiva.
Para conocer de la apelación de las providencias dietadas por el Juez en la administración de los bienes en los juicios de quiebra, cuando la ley acuerde este recurso.
En los demás casos especialmente ordenados en este
Código.
En algunas legislaciones extranjeras se ordena que
las cuestiones entre socios se sustancien y decidan por
árbitros, creyendo así, facilitar el'mejor despacho de
ellas, con arreglo ájusticia y equidad.
Nuestro Código ha desechado con razón el sistema
arbitral, siempre embarazoso y ocasionado á dispendios.
La práctica ha demostrado que con el sistema de arbitramento se tienen casi siempre dos juicios: el primero para
obligar una parte á otra que constituya árbitro, y el segundo que se promueve ante el tribunal arbitral. Exie en lugar de eso que se reune el tribunal pleno, para
la contestación y conciliación de las partes.
En el artículo 892 se establece el recurso que procede en materia de oposición á los autos de declaración
de quiebra, etc.
Conviene que el. tribunal pleno instruya él mismo
734las pruebas complementarias, que manda evacuar para
ilustrarse.
Los otros actos que hacen las veces de sentencia
definitiva, como los autos en que se declara terminado
el juicio por desistimiento, transacción, etc., son privativos del Juez.
En los demás casos mencionados en el artículo,, el
'tribunal pleno actúa como tribunal de segunda instancia.
Art. El tribunal pleno se reunirá en segunda y
tercera instancia para conocer de la apelación de las determii,aciones del tribunal pleno en primera y segunda instancia
respectivamente. En los demás casos fallará el tribunal, sin
asociarse á los conjueces.
Esos tribunales se componen entonces de sus miembros naturales, asociados á los conjueces mercantiles
correspondientes.
Art. 954. Dentro de los ocho primeros días del término
probatorio, cada parte presentará al Juez relación articulada
de los hechos que pretende probar por testigos; y dentro de
los tres días iguientes deberá la parte contraria negarlos 6
reconocerlos explícitamente. Si no lo hiciere, podrán ser tenidos por ciertos.
Aunque los hechos fueren contradichos, eljuez no acordará la prueba, si ésta no fuere admisible.,
Acordada la prueba de ciertos hechos, es de derecho la
admisión de la prueba contraria á ellos.
En este punto difiere el procedimiento mercantil
del civil ordinario. Los particulares de los interrogatoiiospresentados vienen á producir el efecto de posiciones propuestas, que la parte contraria debe reconocer ó negar categóricamente.
-735Dice el artículo que en caso de silencio podrán ser
tenidos por ciertos, lo que indica que para el tribunal
no es prueba obligatoria esa confesión ficta, si de otros
actos de la parte resultaseti negados los hechos rferidos.
El Juez no debe admitir la prueba de los hechos
contradichos, cuando existe una presunción jures et de
jure, contra la que no es permitida la prueba contrariar
ó cuando por la naturaleza del asunto está prohibida la
prueba testimonial, artículos 108 y 222.
El derecho de probar es común á las parte, cuando
se permite la prueba.
El término probatorio es de treinta días, corno en
los juicios civiles. Deducidos los once días expresados
los otros se destinan á instruir la prueba.
Art. 955. En la vista de la causa para la sentencia definitiva, después de oídos los informes de ambas partes, los
tribunales podrán acordar. á la que informó primero, si lo
pidiere, tomar de nuevo la palabra, con el exclusivo objeto de
replicar á la contraria.
Es también una regla especial en los juicios mercantiles. Los puntos que no han sido refutados no
pueden ser objeto de nuevas exp6Fciones ó ampliaciones. El que replica debe limitarse á contestar los argumentos contrarios.
Art. 956. Para acordar la sentencia los tribunales conferenciarán en privado.
Fijarán las cuestiones de hecho y de derecho, sometidas
á su decisión, y votarán sobre cada una de ellas separadamente.
Harán constar en la sentencia con la misma distinción la
decisión sobre cada una de las cuestiones.
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Fallarán por mayoría absoluta; y según su leal saber y
entender en la apreciación de los hechos.
En los casos de discordia, se prolongará sin interrupción
la discusión, hasta que haya mayoría.
Conferenciarán en privado como todos los jueces.
Después de hacer el análisis del expediente deben dividir la materia. del litigio en, dos partes: puntos de hecho
y puntos de dercho, para c1cidirlos separadamente en
la sentncia.
Sobre los puntos de hecho resielven cornojurados,
según su leal saber. y entender, sin estar sujetos á ninguna regla en la prueba. Para los puntos de derecho,
están subordinados á los preceptos de ley, los cuales
deben aplicar á los hechos.
Sucede en ocasjones que los jueces se dividen en
más de dos pareceres. Entonces es difícil, sino imposible, llegar-4, formar mayoría. La ley no permite llamar más jueces. Coloca de ese modo á los jueces que
están conferenciando. en la dura alternativa de abandonar opiniones que deben suponerse sinceras, ó de dejar
sin sentencia el asunto, extremos ambos á dos inaceptables en .uiia buena administración de justicia.
Art. 957 . El térniino para apelar de las sentencias interlocutarias en que sea admisible el recurso será de tres días.
Para apelar de las sentencias definitivas será de cinco
días.
Y para ocurrir de hecho al superior, será de cinco días,
más el de la distancia.
En los juicios de quiebra hemos visto en el artículo
896 que es de tres días. En los demás juicios se da el
mismo término, que se concede en los juicios ordinarios
para las sentencias definitivas.
-737-Art. . 958. Los tribunales de comercio pueden ordenar
la ejecución provisional le sus sentencias definitivas no obstante la apelación, bajo fianza ó prueba de suficiente solvencia; y aun sin esto, si la sentencia se funda en título no
atacado.
La ejecución se acordará en la misma sentencia.
He aquí otra disposición gravísima, especial á los
juicios mercantiles. Así se procede en tales causas,
porque lo ordenado en la
la sentenia.és siempre reparable por la devolución de los valores ó la indemnización
de dafios y perjuicios, para lo que se constituye la fianza ó se hace la prueba de solvencia.
Entendemos que el título no ha sido atacado, tanto cuando no seha tachado de falsedad, como cuando
no se ha sostenido ni probado la extinción de la obligación. Presúmese entonces que la apelación es Lemeraria, y no se exigen aquellas formalidades; pero, si la
sentencia apelada fuere revocada, la parte que había sido favorecida en ella estaría obligada á, reintegrar lo
recibido, aunque á su vez apelase.
La ejecución mencionada no puede acordarse por
uua providencia ulterior.
Esa facultad corresponde también á. los tribunales
de segunda ó tercera instancia, respecto de la sentencia
que pronuncian.
Art. 959 . La fianza ó prueba de solvencia se presentará
al Juez por diligencia suscrita en secretaría; y .si dentro de
tres días no la contradice el apelante, se tendrá por admitida.
Caso contrario decidirá el Juez, y su decisión se ejecutará, no
obstante apelación.
Es atribución del Juez sustanciador en primera instancia, ó del tribuna] al que en segunda ó tercera se
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asocian los conjueces, resolver sobre si son bastantes
la fianza ó la prueba de solvencia, haya ó no contradicción.
Art. 960. Se seguirán las reglas establecidas en el procedimiento civil sobre apelación y demás recursos contra las
sentencias, interlocutorias ó definitivas, cuando no haya disposición especial en este Código.
En materia de apelaciones y otros recursos,. como
en las demás del procedimiento mercantil, gobierna el
piócedirniento civil ordinario cuando no existe disposición especial en contrario, pues son las reglas comunes á todos los juicios.
Art. 961. Este Código comenzará á regir el veintisiete
de abril del corriente año, y en esta fecha quedará derogado
el Código de Comercio expedido el veintinueve de agosto
de 1862.
DISPOSICIÓN FINAL
Un ejemplar de la edición oficial de este Código, firmado por mi, refrendado por el Ministro del Inrerior y Justicia
y sellado con el gran sello nacional, servirá de original; y será
depositado y custodiado en el archivo del Ejcutivo Nacional.
Dado, firmado de mi mano y refrendado por el Ministro
del Interior y Justicia, en Caracas á 20 de febrero de 1873.10? de la Ley y 150 de la Pederación.—GUzMÁN BLANCO.El Ministro del Interior y Justicia,—MARTiN J . SANAVRIA.
FIN
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