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Texto por LUIS DEL RIO
ENTRE LOS DÍAS 24 Y 28
DE AGOSTO DEL PRESENTE
AÑO 2005, EL CLUB
MARÍTIMO DE MAHÓN Y
EL REAL CLUB NÁUTICO
DE BARCELONA ORGANIZAN LA III COPA DEL REY
DE BARCOS DE ÉPOCA,
TROFEO PANERAI.
UNA REGATA QUE PARTE
CON LAS EXPECTATIVAS
DE UN ESPECTÁCULO
DE HONDA
TRADICIÓN MARINERA.
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as regatas de época se inauguran el
año 1982, siempre por iniciativa italiana. La presente cuenta con el apoyo de
la marca de relojes Panerai, una empresa que,
desde sus inicios en 1938, ha tenido una fuerte vinculación con el mundo de la mar. Angelo
Bonati, Presidente Ejecutivo de Officine
Panerai, reflexiona así sobre la labor que su
empresa ha emprendido: “Igual que los relojes, los barcos clásicos se construyen para
perdurar a través del tiempo: está en su naturaleza, en su diseño, en la construcción a
cargo de artesanos especializados y la pasión
de aquellos que los poseen.” Los años dejaron
su huella sobre la noble madera de estos barcos; la recuperación de su belleza es asimismo
el renacer del arte del viejo marinar. “No es
coincidencia”, continúa Angelo Bonati, “que
la vida de muchos barcos clásicos describa
historias de cascos medio abandonados y en
pésimas condiciones, que posteriormente han
sido restaurados recuperando su antiguo
esplendor y enfrentándose una vez más con
fuerza al paso del tiempo.”
LOS AÑOS DEJARON SU HUELLA SOBRE LA NOBLE MADERA
DE ESTOS BARCOS; LA RECUPERACIÓN DE SU BELLEZA ES
ASIMISMO EL RENACER DEL ARTE DEL VIEJO MARINAR
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EN LOS MARES LA
HIDALGUÍA MARINERA
SE HA REENCARNADO
EN LOS PATRONES DE
ESTAS NAVES SELECTAS
El proyecto Classic Yachts Challenge 2005
tiene ese espíritu: presentar el lado melancólico de la navegación actual, resucitar unas
formas y unos comportamientos que no
deben desaparecer con la nueva marinería.
Ofrecer, en definitiva, la oportunidad de premiar el esfuerzo de todo aquel que recupera la
memoria del mejor mar.
Patronear según los clásicos códigos marineros, sentir el tableteo arrullador de las velas,
hacer formar la tripulación en la banda de
estribor, trabajar duramente al fondo del castillo de proa…, son situaciones cotidianas que
se vuelven grandes por la hondura poética de
estos barcos. Son naves de la vieja escuela,
todas ellas con un delicado aire de mueble
antiguo. El puerto de Mahón es en agosto una
suerte de tienda de antigüedades vivas.
Una flota de barcos de época ofrece a la
estética de un puerto una arboladura digna
de la mejor obra de Canaletto, una espectacularidad desesperadamente épica. Un
atractivo contagioso que posee el regusto a
esos enrolamientos tan literarios de las
obras de Herman Melville o de Joseph
Conrad. Melville en “Moby Dick” no podía
evitarlo: “Cada vez que me sorprendo
poniendo una boca triste; cada vez que en
mi alma hay un noviembre húmedo y lluvioso; cada vez que me encuentro parándome
sin querer ante las tiendas de ataúdes; (…)
entonces, entiendo que es más que hora de
hacerme a la mar tan pronto como pueda.”
Gentes de toda raza y pasado esperando en
un remoto y oscuro puerto. Y como vida, la
del gaviero, oteando el horizonte allá arriba,
en el mastelero de juanete o el palo de
mesana. Como una figura intemporal, un
Lord Jim eterno, una escultura humana que
es posible volver a admirar en mar abierto.
Viejos lobos, hidalgos de los mares… Así
como en tierra firme la esencia caballeresca
no ha muerto con los caballeros, en los
mares la hidalguía marinera se ha reencarnado en los patrones de estas naves selectas. La historia camina sobre cubierta, los
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vientos de Marinada han traído nuevos
marineros con viejas costumbres.
Las clases participantes en la regata reproducen las diversas categorías de recuperación de los barcos: clase de Época, para barcos botados hasta el 31 de diciembre de
1949; clase de barcos Clásicos, para aquellos botados antes del 31 de diciembre de
1975. Y por último, la clase Espíritu de
Tradición recoge las naves clásicas y de
época que de alguna manera no cumplen las
normas del C.I.M., organismo regulador de
este tipo de regatas. La de Mahón es parte
de la actividad desplegada por la Classic
Yachts Challenge 2005, en cuyo conjunto
están involucrados puertos como los de St.
Tropez y Cannes. En torno a 500 barcos de
este tipo hay en Europa, y 180 registrados.
Dada la creciente fascinación que ha movido estas regatas, se espera una amplia participación. Es un buen momento para ser
testigos de ese impulso que vive la navegación de época y clásica, una oportuna ocasión para implicarse en esta obra de recuperación de la memoria.