Los carritos de Noel - Municipalidad de Chivilcoy

Anuncio
Los carritos de Noel
María Amanda Caggiano (1) y Alicia Iris Ríos (2)
(1) CONICET-UNLP, IMIACH
(2) Instituto Municipal de Investigaciones Antropológicas de Chivilcoy
2002. XII Encuentro Educativo “El Museo y la Escuela”, su relación en le mundo
actual. Archivo y Museo Histórico del Banco Provincia de Buenos Aires “Dr.
Arturo Jauretche”.
Introducción
Inscribimos el presente trabajo en el marco de las acciones tendientes a
facilitar el acceso y la valoración del patrimonio del Complejo Histórico Chivilcoy.
El tema que nos ocupa en este encuentro es el de los medios de transporte y
el instrumento que utilizaremos será una colección de carruajes hechos a escala
reducida y dos carruajes a escala natural. Vale señalar que dicha colección fue
hecha por el señor Noel Edgar Galante, quien desde niño trabajó junto a su padre
en la herrería “La Puntual”, donde fabricaban y reparaban carruajes. Según su
testimonio, todavía para los años 1930 había en Chivilcoy unas veinte herrerías
buenas; él mismo instaló en 1945 su propio taller en la avenida Calixto Calderón Nº
381 donde ejerció sus oficios de herrero, carpintero y filetero. Años antes de
fallecer en 1994, comenzó a fabricar sus carruajes a escala reducida, algunos de los
cuales forman la colección que custodia el Complejo Histórico Chivilcoy.
Medios de transporte
En los siglos XVIII y XIX aparecieron en Europa gran parte de los carruajes,
que luego habrían de difundirse también en América adquiriendo características
particulares en las diversas regiones; en esta consideración exceptuamos al carro y
la carreta, que desde remotos tiempos históricos acompaña la actividad humana.
Todas las variedades de carruajes usadas en Chivilcoy son europeas,
preferentemente inglesas y francesas.
Son casi nulos los datos en relación a los medios de transporte para los años
1825 – 1829, época del primer parcelamiento de la tierra en “suertes de estancias”.
Los carros escaseaban y se suplían, en cierta medida, con cueros bovinos que,
arrastrados a la cincha por un caballo se utilizaban para el traslado de granos a no
mucha distancia.
Los primeros carros fueron de pértigo, que en su extremidad distal poseían
un orificio y una guasca que se utilizaba para sujetar muy fuerte a la asidera de un
recado. Esta modalidad es suplantada, hacia 1835 en Buenos Aires, con la
introducción de las pecheras, entre otros arneses, popularizándose su uso recién
hacia 1850/60. También el pértigo es sustituido por dos varas.
Los medios de transporte más populares fueron las carretas que transitaron
por Chivilcoy desde antigua data, camino a las Salinas Grandes. Al principio eran
de madera, de laterales quinchados con esparto, el armazón del techo cubierto con
un cuero vacuno tensado y grandes ruedas para sortear los bañados. Con los años el
techo es reemplazado por hojas de zinc, el esparto por tablas de pino, las ruedas de
lapacho fueron enllantadas y el primitivo eje de madera sustituido por hierro. Un
relato del viaje a las Salinas Grandes da cuenta de una formación que, en 1778 en
su tránsito por Chivilcoy, estaba compuesta por 600 carretas aparejadas, pértigo por
medio a través del yugo, con 12.000 bueyes; luego un censo de 1849 arroja 616
poblaciones y 927 carretas. Entre una gran cantidad de donaciones destinadas a
solventar la construcción de una capilla y casa para escuela pública para el partido
de Chivilcoy, en marzo de 1854, figura la suscripción del valor de fletes por parte
de varios vecinos. Anastacio Villafañe con un viaje de sus 14 carretas, Antonio
Bermejo con 6 carretas, Bruno Medina con 4 carretas, Francisco Sánchez con 4
carretas, Federico Soares otro igual con sus 6 carretas y Manuel Villarino con un
carro de tráfico.
Inventarios de sucesiones de establecimientos de nuestra zona aportan una
visión de los vehículos de uso cotidiano. En el de Agustín Sousa en 1863, figuran 6
carretas y una volanta con cuatro ruedas; el de José Mariano Biaus en 1870 registra
una volanta y un carro; en la sucesión de Diego Whitte de 1872 figuran dos carros
ingleses de cuatro ruedas, un carro de bueyes de dos ruedas con yugo y pértigo; el
registro de la sucesión de José Benjamín Gorostiaga en 1876, indica una jardinera,
un filbrog americano, una break y un carro. El censo de 1866 revela una población
de 11.664 habitantes y tres establecimientos de volantas públicas en Chivilcoy.
El establecimiento “La Rica” de Manuel E. López en 1874, de acuerdo a los
libros de asientos de todas las actividades emprendidas en las casi 17.000 hectáreas,
nos permite ver el manejo de los medios de transporte de su producción. A modo
de ejemplo en enero de ese año figura el trigo remitido a la estación de ferrocarril
Gorostiaga a través de:
Carro de
viaje
nº bolsas
peso
Nemecio Morales
Agustín Mena
“
“
Segundo Morales
“
“
Agustín Mena
Segundo Morales
Agustín Mena
Francisco Liesa
1r.
1r.
2do.
2do.
3r.
3r.
4to.
4to.
4to.
18
18
18
18
18
18
18
18
15
161@
153@
154@
153@
145@
148@
150@
150@
128@
Con los años se generaliza para el traslado de pasajeros el uso de la galera
que era tirada por seis caballos ensillados con recado y tres postillones. Cada
postillón dirigía su caballo y al ladero; éstos se mudaban cada 15 ó 20 kms.
mediante la tropilla que generalmente acompañaba a la galera o a través del
intercambio de equinos en postas. El reemplazo de la cincha por la pechera
sustituyó en la conducción del rodado a los tres postillones por un solo cochero, a
la vez que acrecentó el número de encajaduras y demás inconvenientes. En “La
Tribuna” del 22 de octubre de 1854 encontramos el aviso publicitario de
“Mensajerías Argentinas” que viajaba hacia Chivilcoy los días 1 y 14 regresando el
9 y el 25 de cada mes.
Para el transporte de la producción agricolaganadera la carreta y los carros
fueron los más usados aún después de la llegada del ferrocarrril.
Los registros del archivo municipal, referidos a las patentes de rodados, nos
permiten tener una visión de los diferentes carruajes usados. Por ejemplo en 1913
estaban discriminados en carruajes particulares, de plaza, carros y chatas, y otros
medios. Los primeros se referían a los automóviles, landó, coupé, vis a vis,
victorias, americanas de dos y cuatro asientos, milord, berlina, break, phaeton,
tilburys, dog-car, charret, sulky, jardineras; algunos de los mencionados se
utilizaban como carruajes de plaza o alquiler. Luego se mencionan a los carros,
jardineras de reparto, chatas o break mixtos de carga o pasajeros, y a los carros y
chatas cuyas cargas excedían o no los 3.500 kg. Por último se mencionan a las
diligencias, galeras y otros rodados tales como la motocicletas y bicicletas. La
institución conserva una colección de patentes de la mayoría de los carruajes
mencionados, muchas de las cuales se exhiben.
Vocabulario
La colección a escala reducida, que exhibimos en la sala, está compuesta por
coches de paseo y de transporte de mercaderías y/o pasajeros. Entre los primeros
distinguimos al phaeton, sulky de capota, sulky araña y que además se utilizaban
para trasladar mercaderías en pequeña cantidad tales como el sulky mariposa y sus
variantes el sulky chivilcoyano y el sulky chacabuquero. Entre los segundos se
destacan la break vagoneta, la jardinera, carro de estacas, carro lechero y carro
panadero, estos últimos diseñados especialmente para el transporte específico.
Phaeton: tirado por dos caballos, se caracteriza por el amplio giro de sus
ruedas delanteras; de capota plegadiza.
Sulky de capota: tirado por un caballo, tiene dos ruedas y la capota de doble
compás que se pliega. Es un coche más liviano que el anterior.
Charrette: tirado por un caballo, tiene dos ruedas y la caja es rectangular de
paredes verticales. El asiento puede cambiar de sitio de manera que el peso recaiga
algo adelante o atrás del eje, y por consiguiente, cargar más o menos al caballo. Es
aún muy usado en nuestra zona además de la jardinera y el sulky.
Jardinera: algo más grande que el anterior, utilizada para el traslado y venta
de los productos de chacras y quintas. De dos ruedas, tirada por un caballo.
Carro de estacas: transporte que sirve para trasladar personas y/o cargas
consistente en un armazón de tablas o estacas de maderos en forma de cajón más
largo que ancho dispuesto sobre un eje con dos ruedas que pueden llegar a tener
hasta 3 metros de diámetro.
Carro lechero: Jardinera cerrada, con ventanas en su contorno, el interior con
dos tablas que poseen orificios para contener los tarros lecheros. Se ingresa por
atrás y también desde allí se conduce al caballo con riendas que atraviesan todo el
largo del coche.
Carro panadero: Jardinera mas cerrada que la anterior para proteger la carga;
se accede por los costados del pescante donde se ubica el asiento.
Sulky mariposa: es un coche liviano para atar un caballo. Se caracteriza
porque los laterales de la caja son altos y encorvados formando los guardabarros;
de esta forma alada procede su nombre de mariposa.
Sulky chivilcoyano o charretín: es una variedad del anterior diseñado por
herreros de Chivilcoy que fue repetido por años alcanzando popularidad. Son
característicos su caja de ángulos rectos con puerta trasera y el guardabarro alado
del mariposa que está hecho en dos partes.
Sulky chacabuquero: diseñado por un herrero de Chacabuco, es otra variedad
del mariposa que se caracteriza por presentar la caja con aristas redondeadas, varas
arqueadas de una sola pieza, un cajón suspendido para herramientas, el asiento y
respaldo forrado en cuero. El tablero rectangular delantero es de dimensiones más
reducidas que el chivilcoyano. Tiene detalles de terminación que resultan en una
estética elaborada.
Sulky araña: de un solo caballo, es el más liviano de los coches por su diseño
y materiales, para una sola persona y como todos los sulkys de esta colección
poseen un balancín para proteger al caballo del roce que ocasiona la pechera.
Break vagoneta: carruaje descubierto con pescante de cuatro ruedas, tirado
por cuatro o más caballos, cuyo asiento/s puede sacarse para el caso de llevar
mucha carga; posee una puerta trasera.
Dos son los carruajes a escala natural, exhibidos en la galería posterior de
nuestra casa: la coupé clearence y el sulky chivilcoyano.
En Inglaterra la coupé se transformó en clearence al agregársele un asiento
rebatible para una persona adulta o dos niños. El coche de nuestra colección
perteneció a Vicente Loveira, quien fuera Intendente municipal, diputado nacional
y propietario del inmueble donde funciona el Complejo Histórico Chivilcoy. Es de
madera, en el pescante tiene un asiento sin respaldo que ocupa todo su ancho. Tiene
un par de faroles rectangulares y las cuatro ruedas enllantadas en goma, la definen
como un típico coche de ciudad.
El sulky chivilcoyano está construido en madera, de un asiento y una tapa
trasera. En su decoración destacan la imitación del veteado de la madera como
fondo sobre el que lleva pintado un tulipán estilizado en cada lateral, atrás repite los
tulipanes esta vez, sujetos con una pequeñísima cinta argentina y filetes de colores
vivos. Perdura a los lados el diseño pintado de pequeñas persianas que,
originalmente, servían para airear a los perros de caza que iban resguardados
debajo del asiento. Cabe destacar que esos motivos siguen pintándose aún cuando
ya se desconoce aquella antigua función.
Taller educativo
La colección de Noel Galante se utilizó para diseñar este taller que está
dirigido a alumnos de educación inicial y 1r. ciclo de la EGB. Nuestro objetivo
general es que se conozcan medios de transporte traccionados a sangre y como
objetivos direccionales nos hemos propuesto que a través de la información
brindada en la visita, reconozcan los carruajes comparándolos con los actuales.
Al contacto directo con los carruajes a escala reducida, se aprecian las
formas y el diseño de acuerdo al uso, que el de panadero y lechero son con techos
fijos; el phaeton con cobertura revatible como el sulky de capota; sin techar: el
charret, la jardinera y el carro de carga pastero que tienen ruedas mucho más
grandes, el break, y los modelos de sulky.
El contingente es reunido en una sala donde se presentan, de a uno, los
distintos carruajes brindándose una somera información; se los hace participar en la
descripción y en el uso.
Inmediatamente se forman grupos conforme al número de maestro y adultos;
se reparten e intercambian los coches de manera tal que todos los niños puedan
verlos, tocarlos e investigarlos.
En la experiencia los niños de educación inicial reconocen formas
geométricas, colores, materiales y texturas; los mayores participan en
descripciones más detalladas y de las circunstancias en que los coches son
utilizados. Por último al contingente escolar, incluido el personal docente y demás
miembros acompañantes se lo invita a dirigirse al sector donde se exhibe un sulky
mariposa y un coche coupé clearance. En éste último, se realiza un paseo
imaginario en grupos de cuatro niños ubicados en el interior y tres en el pescante
que simulan conducir el rodado; aquí aprecian la escala real de los carruajes y
detalles de construcción, tales como faroles, estribos, tamaño y cantidad de ruedas,
cerraduras de las puertas, ventanillas, calidad de los materiales, etc. La experiencia,
así diseñada, demanda entre 30 a 40 minutos.
Consideraciones
Es interesante rescatar la continuidad del filete, que se habría iniciado a fines
del siglo XIX, como detalle infaltable en los carruajes sea para identificar por
escrito una actividad o una marca o simplemente como portantes de una
iconografía heredada, que no en todos los casos puede decodificarse fácilmente. Tal
es el caso mencionado del sulky mariposa, que como relicto del dog-car inglés,
conserva “dibujada” una persiana estilizada, sin cumplir aquella función.
La utilización de tales rodados pone de manifiesto otra dinámica social al
insumir mayor tiempo y condicionar el traslado, tanto de pasajeros como de
mercaderías.
De la experiencia didáctica surge, en primera instancia, la visión holística de
la muestra que permite indagar sobre los diferentes mecanismos que hacen a la
forma y función. Luego, al abordar el rodado a escala natural y estar contenidos en
él, se completa la vivencia.
De esta manera se logra recrear un pretérito paisaje cultural que coadyuva a
rescatar y transmitir valores patrimoniales.
Bibliografía
- Archivo General de la Nación. Sucesiones Nº 4026, 6181, 8193, 8764 /5/6/8.
- Archivo Histórico de Chivilcoy. Nº 208:49 y Decretos 1913/6
- Caggiano, María Amanda. 1997. Chivilcoy, biografía de un pueblo pampeano.
Editora La Razón, S.A.
- Chávez, Fermín. S/f. Abrieron rutas a punta de trote y coraje. En: Cuadernos de
Cultura y Comunicación Social, Nº 1. Subsecretaría de Cultura de Provincia de
Buenos Aires.
- Gesualdo, Vicente. 1986. Todo sobre ruedas: carrozas, diligencias, galeras,
sopandas y carretas. En: Todo es Historia, Nº 227
Descargar