Año XI Número 11 Junio 2011 Os músicos de Sobás Buscando a Santa Orosia en Venecia Los quebrantahuesos de Santa Orosia “Para Santa Orosia creo que este año irá bien” O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 2 Sumario Editorial..................................................................................................... 3 Flores el día de Santa Orosia José Miguel Navarro López.......................................................................... 4 Los quebrantahuesos de Santa Orosia Juan Carlos Ascaso Sarasa............................................................................ 6 Yebra de Basa y el ferrocarril Jesús Castiella Hernández............................................................................ 9 Santa Orosia en tierras del Aranda y del Jalón Ricardo Mur Saura.................................................................................... 14 Edita: Postales Jesús Castiella Hernández.......................................................................... 15 Os músicos de Sobás José Ángel Gracia Pardo y Antonio Javier Lacasta Maza............................. 16 Pastorada Santa Orosia 2011................................................................... 19 “Para Santa Orosia creo que este verano irá bien” José Juan Lanuza Til.................................................................................. 23 Colabora: Visita episcopal a la parroquia de Yebra en 1678 Graciano Lacasta Estaún............................................................................ 27 Sarmientos Enrique Satué Oliván (ilustración: Lacasta Clueca).................................... 34 Las Matas de Santa Orosia José María Satué Sanromán....................................................................... 37 Ser la primera Isabel Santolaria Fernández....................................................................... 40 Informe de visita técnica Iglesia de San Julián de Escartín, abril 2007 Antonio García Cid................................................................................... 42 Santa Orosia-Sobrepuerto. Una propuesta de protección oportuna Salvador Antón Clavé................................................................................ 47 Notorio fotográfico d´o dance de Yebra de Basa en 1923 Óscar Latas Alegre..................................................................................... 49 Buscando a Santa Orosia en Venecia Mariano Pujalá Torralba............................................................................ 51 Noticias de O Zoque.................................................................................. 53 Reseñas bibliográficas................................................................................ 54 O Zoque Asociación Cultural Ballibasa y Sobrepuerto C./Las Roseras, s/n • 22610 Yebra de Basa (Huesca) e-mail: [email protected] © O Zoque, Yebra de Basa (Huesca) 2011. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni total ni parcialmente, ni registrada en, o transmitida por, ninguna forma ni por ningún medio sin el permiso previo por escrito de la Asociación Cultural Ballibasa y Sobrepuerto O Zoque. O Zoque no se identifica necesariamente con las opiniones expresadas por sus colaboradores. D.L.: HU-506-2000 Diseño: UTM Desarrollos Foto de portada: Iglesia de Escartín Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n 3 Premios, dignidad y camino ste año teníamos fácil el tema sobre el que iba a tratar esta editorial. Ya lo sabréis. Salió en muchos medios de prensa aragoneses. La asociación cultural Ballibasa y Sobrepuerto ‘O Zoque’ ha recibido este año el premio Félix de Azara en la categoría de entidades sin ánimo de lucro que concede anualmente a la Diputación de Huesca. El premio reconocía nuestro trabajo por la defensa y mejora del medio ambiente y el esfuerzo que durante los últimos años venimos realizando en el Camino de Santa Orosia. No nos cansaremos nunca de repetir lo agradecidos que estamos por este galardón pero ¿es éste el premio con el que nuestra asociación se debería contentar? o respondo rápido. Aunque el capital económico y humano sabéis que no es muy abundante en nuestra asociación, sí lo es nuestro orgullo y nuestra dignidad. El premio no supone pues para nosotros una meta, sino un paso más para la consecución de un fin que consideramos justo. Un paso más en el camino para la construcción del Camino (de Santa Orosia), pero también un camino para la rehabilitación de la ermita de Ballarán, la continuación de la recuperación de banderas como la de Barbenuta, la participación en acciones globales como las del Fondo de Desarrollo Rural Sostenible a cuyas reuniones fuimos invitados y puntuales como las del Grupo de trabajo de Sobrepuerto, la continuación de la organización de cursos como el de la piedra en la construcción tradicional, la realización de las jornadas culturales o de esta misma revista. l premio es en realidad un faro en nuestro camino. Una guía de que lo que estamos haciendo está bien y nos podemos sentir orgullosos de ello. El premio supone un apoyo institucional que es de agradecer, pero ese agradecimiento está a la misma altura del que debemos a todas las asociaciones, empresas y personas particulares que nos han apoyado cuando lo hemos requerido, aun reconociendo la dificultad del camino que emprendíamos. Eso les hace más dignos. ay gente que disfruta cuando llega, sea como sea. Nosotros disfrutamos caminando, sabiendo que algún día llegaremos. ¡Qué afortunados de caminar junto a vosotros! c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 4 Flores el día de Santa Orosia José Miguel Navarro López n 25 de junio cualquiera, muy pocas personas de las que nos damos cita en el puerto, nos fijaremos en algo más que no sea la procesión, la Santa, el reencuentro con amigos y conocidos o las evoluciones de los danzantes. Sin embargo es una fecha ideal para dejarse seducir por la riqueza botánica que atesora ese pequeño pedazo de Pirineo. El año pasado, el que esto escribe, pese a haberlo hecho muchísimas veces antes en otras fechas, quiso hacer un pequeño inventario de las especies vegetales que, el día que el puerto se pone de gala para recibir a la mártir de Bohemia, se ven únicamente en el tramo que va desde O zoque de Yebra hasta la Ermita y su entorno más inmediato. El camino de acceso al puerto, aún siendo interesantísimo desde un punto de vista botánico, es radicalmente distinto en ambientes y ecosistemas lo que dará para otro artículo. es básica para el crecimiento y fructificación de las plantas. No acaba aquí la labor del humilde arizón. Cualquier semilla que caiga en su interior gozará de una protección inmejorable contra herbívoros merced a sus afilados pinchos y pasará los primeros inviernos de su vida en un microclima favorecido por la estructura almohadillada, lo que la mantendrá varios grados por encima de la que reina en la superficie del suelo. Salpicando aquí y allá, todavía veremos las últimas Dactylorhizas sambucinas florecidas. Esta orquídea de floración temprana, cuyo nombre genérico se podría traducir por “la que tiene raíz como dedos y huele a saúco” nos indica antiguos ámbitos forestales y suelos acidificados, bien por la presencia del ganado, bien por lixiviación del carbonato cálcico que forma la roca madre. Las podemos encontrar de color amarillo o granate. Junto a ella, más pequeña pero igual de llamativa, hay otra orquídea. Se trata de la Orchis ustulata, de atractivo color blanco y morado. Si nos acercamos con detalle veremos que las espigas florales están compuestas por multitud de florecitas que recuerdan a pequeños muñecos de papel como los que se recortan para las inocentadas. Algodón de turbera (Eriophorum angustifolium) Lo primero que nos llamará la atención son los erizones o arizones (Echinospartum horridum) florecidos de un intenso color amarillo. Esta especie es indicativo claro de suelos pobres, fuegos seculares para la obtención de pastos y zonas expuestas al viento. Una vez menguada, notablemente, la cabaña ganadera, el arizón amplía sus dominios comportándose como un “parche” que evita la desaparición del poco suelo fértil, retiene la humedad y algo muy importante; la familia de las leguminosas, y esta especie pertenece a ella, son las únicas plantas que son capaces de absorber el nitrógeno atmosférico, sintetizarlo, mineralizarlo y aportarlo al suelo como nutriente. Esta sustancia, cualquier agricultor lo sabe, El barranco que nace en la fuente, en este tramo todavía no tiene mucho caudal pero forma un entorno húmedo en el que encontramos algunas especies interesantísimas. Hay una pequeña colonia de algodón de turbera (Eriophorum angustifolium), especie propia de latitudes más septentrionales y que, únicamente la altitud a la que nos encontramos, explica su presencia testimonial. Muy cerca, en un pequeño resalte pedregoso al que no llega la humedad del barranco, encontramos varios pies de otra orquídea, la Ophrys subinsectifera, espectacular fruto de la evolución en forma de diminuta flor que imita, a la perfección, un insecto. No sólo son morfológicamente iguales, si no que emite un aroma que es una copia perfecta de las feromonas sexuales que usan las hembras de ciertos himenópteros para atraer a los machos. Éstos, engañados, intentan copular con la flor y los polinarios (unos saquitos que contienen el polen), quedan agarrados a su cuerpo y transportados a otras flores. Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 5 Si seguimos subiendo por el barranco, encontraremos otra orquídea, de color granate intenso y de porte robusto. Se trata de la Dactylorhiza majalis, especie típica de ambientes húmedos y de montañas de altitud media. Gentianella campestris Siguiendo con esta interesantísima familia, dos son las especies más abundantes ese día en el puerto. La primera, blanca, abundantísima en la zona situada entre la pista de acceso y el pinar es la Platanthera bifolia. Esta orquídea, depende para su polinización, únicamente de ciertas mariposas nocturnas a las que atrae con un aroma que solo exhala al caer el sol. Sus flores tienen un largo espolón nectarífero al que sólo pueden acceder estos insectos con su larga espiritrompa. Aún siendo muy abundante, todos los años sufre el pisoteo de la gente (si no es intenso la planta se recupera) y lo más grave, los coches que, saliendo de las pistas y los caminos trazados, se dispersan por toda la tasca machacando colonias enteras (aparte de erosionar, contaminar y molestar, claro). La última representante de la familia de las orquidáceas, también con abundante presencia, aunque más dispersa, es la Gymnadenia conopsea, de color rosa, y formas estilizadas, es planta indicativa de suelos encharcados en primavera y secos en verano. Aparte de las orquídeas, sin duda plantas llamativas y fotogénicas, hay otras especies interesantes que merece la pena reseñar. Un poco más abajo de la fuente nueva situada detrás de la ermita, hay una interesantísima colonia de Anthericum liliago, plantas de delicadas flores blancas, de la familia de las liliáceas, propias de bosques con suelos secos, pedregosos y calizos. Al igual que la D. sambucina esta planta nos está indicando que, hace siglos, donde ahora solo vemos hierba, hubo un bosque, probablemente de Pinus sylvestris y P. uncinata, que el hombre taló y quemó para conseguir pastos. Quizá nuestros nietos vean el Puerto de Sta. Orosia muy diferente a lo que es hoy. Quizá, ya hay indicios muy claros al respecto, si sigue disminuyendo la cabaña ganadera, el monte sea dentro de varias décadas un espeso bosque. Esto, no es bueno ni malo, es la evolución natural del ecosistema. Muy cerca de esta colonia, también donde afloran los conglomerados calizos veremos algunos ejemplares de Erodium foetidum, pequeños geranios muy fáciles de distinguir ya que, de sus cinco pétalos, tres son blancos y los dos superiores surcados por una red de venas granates. También encontraremos, normalmente a la sombra de los bojes, la Gentianella campestris. Este género de plantas, dedicadas a Gencio, rey de Iliria, antigua región situada a orillas del Adriático, en el II a.C. y supuesto descubridor de las virtudes medicinales de estas plantas, son especies adaptadas a vivir en montaña. Unas son amarillas y otras, de las que nos ocupamos, de un precioso azul cobalto. Antes del día de Sta. Orosia, ya habrán florecido y estarán a punto de fructificar la G. verna y la G. acaulis. Ésta es de floración más tardía y, a diferencia de las otras, sus flores salen agrupadas en el tallo, están formadas por cuatro “petalos” en forma de cruz y su centro está cubierto de pequeños “pelitos” erectos. Por último, mencionar también por su abundancia, la Filipendula vulgaris, plantas altas y gráciles, de la familia de las rosáceas, compuestas por hojas basales imparipinnadas, tallos altos prácticamente lisos y rematados en densas inflorescencias formadas por flores blancas con tonalidades rojizas. Estas flores, penden de tallitos muy finos (Filipendula = que pende de un hilo). Gymnadenia conopsea Hay más, muchas más. Leucanthemum, Ranunculus, Ericas, Carlinas, Allium… el monte, nunca es igual. Quizá es día no se a el más propicio para andar por allí “de flores” pero, si entre la comida y la actuación vespertina de los danzantes nos queda un rato libre y no somos amigos de guiñotes o siestas, nos sorprenderá la enorme variedad florística de este enclave privilegiado de nuestro Pirineo. O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 6 Los quebrantahuesos de Santa Orosia Juan Carlos Ascaso Sarasa Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos Aporte de alimento y lana a la pareja de Santa Orosia esde tiempos históricos se conoce la presencia de dos unidades reproductoras de quebrantahuesos en la zona de Oturia y Canciás, que en la actualidad continúan regentando estos territorios respectivamente. Este hecho es conocido por las gentes de la zona que reconocen la presencia del ave y comentan orgullosos sus encuentros con su imponente silueta. Aunque normalmente los quebrantahuesos se reproducen en parejas, se han detectado algunos cambios en sus formaciones en ambos territorios a lo largo de Pollo de quebrantahuesos Oturia en el nido los años. Concretamente la unidad reproductora de Canciás está formada en la actualidad por un trío (dos machos y una hembra) como en el 30% de las conocidas en Aragón, mientras que la de Oturia responde a la formación habitual de una pareja (macho y hembra). Estas formaciones varían en el paso del tiempo. Hace algunos años también la zona de Santa Orosia estuvo regentada temporalmente por dos machos y una hembra. Ésta es una de las parejas sobre las que más actuaciones de conservación se han realizado por ello nos vamos a centrar en este artículo en la pareja de Santa Orosia-Oturia. Fueron las fotos de Javier Ara, conocido fotógrafo local de naturaleza, las que nos acercaron la presencia del quebrantahuesos de Santa Orosia, que si bien habitaba tan cerca de nuestras localidades, en estos años no dejaba de sonar como un animal mítico, casi imposible de observar y mucho más difícil de fotografiar. Conocíamos el quebrantahuesos a través de los documentales de Félix Rodríguez de la Fuente o de las escasas publicaciones de libros y revistas de la época o bien por la famosa cita de Francisco Umbral cuando decía: “El cielo nos contempla por los ojos de acero y sangre de ese último quebrantahuesos fiel a una península de locos. Que no se nos muera. Que no se diga”. A partir de los años 90 con la aprobación del Plan de Recuperación del Quebrantahuesos en Aragón, su figura comienza ser más reconocida y aceptada entre la población, sobre todo debido a las diferentes y repetidas campañas de concienciación, conservación y a la profundización en el conocimiento de su biología. En la actualidad la figura del quebrantahuesos es todo un referente en la zona y casi no hay nadie que no conozca su silueta y disfrute de su aceptación y presencia. Los historiales de reproducción de los quebrantahuesos de Santa Orosia se conocen al menos desde el año 1983, aunque existen otros datos y referencias que nos llevan hasta 1980. En un principio la pareja se las desenvolvía por los roquedos del macizo de Santa Orosia, muchas veces cerca de las ermitas, utilizaba como rompederos las crestas más venteadas y rocosas de la montaña y se alimentaba (entre otros) de los restos de ganado ovino y caprino de los animales que morían en el monte. El cambio de los usos del suelo, el rápido abandono de la ganadería tradicional y el creciente aumento del número de visitantes a las ermitas de Santa Orosia y su entorno, hace que los quebrantahuesos tengan que adaptarse y reubicarse. Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 7 Por un lado abandonando sus habituales zonas de nidificación desplazándose hacia otros lugares más tranquilos y apartados y por otra parte obligándose a desplazarse a los comederos para quebrantahuesos situados casi siempre a kilómetros de distancia. En la actualidad se desplazan a estos lugares casi diariamente situados a más de 30 kilómetros en línea recta. Además el quebrantahuesos se enfrenta a la apertura de nuevas pistas forestales, trazado de nuevos tendidos eléctricos con riesgo de colisión o electrocución, con la consecuencia en los años 90 de la muerte de un ejemplar por electrocución en las inmediaciones de San Julián de Basa. La pareja se quedó sin un ejemplar temporalmente, pero en unos años se volvió a recomponer. Posteriormente un mayor acercamiento a la especie supuso a través de la asociación ADEPA la creación de un comedero temporal para la pareja que visitaban junto con otros individuos cerca de Yebra de Basa. Ya en el año 198788, tras comprobar el fracaso en la reproducción y el abandono del nido, se accede por primera vez a uno de sus nidos, recuperándose una puesta doble (dos huevos) por parte de la Guardería Forestal y personal del antiguo ICONA, sin conseguir información concluyente al respecto. En 1991 debido a los fracasos repetidos en la reproducción se realizó una vigilancia continuada del nido que no impidió que se perdiese una vez más la puesta debido a la imposibilidad de controlar todos los diversos accesos al monte de Santa Orosia. Sin embargo en este caso el hecho ayudó a conocer las causas de los abandonos de la puesta en años anteriores y que se describe bien en la monografía del antiguo ICONA del año 1992: La pareja 4 vigilada durante 2 meses desde la puesta en 1991, es sin lugar a dudas, el nido más conflictivo y el único de los vigilados que ha fracasado. El problema radica en un camino que pasa a 15 metros del nido y que se dirige a una ermita muy visitada por turistas y lugareños. Este trasiego provocó que los adultos abandonasen hasta 13 veces el nido, a menudo durante Descenso a un nido para recogida de muestras largos períodos. Por ser una ermita muy conocida donde se dirigen peregrinaciones de mucho arraigo popular, fue imposible impedir el paso por el camino, limitándose los vigilantes a informar a los transeúntes de la necesidad de realizar el trayecto rápidamente y en absoluto silencio. Esto hizo posible minimizar el efecto de las molestias y que el pollo llegara a nacer. Finalmente fueron unas maniobras militares las que hicieron que la pareja abandonara la puesta definitivamente. Posteriormente fueron observados algunos córvidos entrando al nido posiblemente a devorar al pollito recién nacido. Durante estas décadas la pareja ha pasado por muchos ciclos, altibajos, etc. y ha conseguido colaborar en la perpetuidad de la especie aportando al menos cuatro pollos a la naturaleza en los últimos 10 años. Dentro de los trabajos de seguimiento que se realizan con la especie en Aragón, la pareja de Santa Orosia ha sido una de las que más atención se les ha prestado. Concretamente desde la Fundación Marcaje del pollo Oturia O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 8 para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), la Asociación ADEPA, Agentes de Protección de la Naturaleza (APN), etc. se han realizado medidas de apoyo como vigilancia de nidos, control de nuevas infraestructuras, seguimiento del hábitat, aportes de alimentación suplementaria, lana para la construcción de los Quebrantahuesos nidos, etc. Por su parte la pareja ha en vuelo aportado también una valiosa información sobre la biología de la especie, su respuesta a los cambios y alteraciones del hábitat, adaptabilidad, etc. todo ello a través de los programas mencionados y también gracias al marcaje de tres de sus pollos (conocidos por ANA CRIS, OTURIA e INIESTA) y un adulto (una hembra llamada TUCA). Los ejemplares radio-marcados proporcionan información tanto de los movimientos de los jóvenes y de la hembra del territorio. A su vez, esto permitirá en su día localizarles, en caso de que hayan sufrido algún percance. Todo ello de cara a detectar la causa de su muerte, etc. para posteriormente ponerse a trabajar en la corrección del problema que lo ha causado, contribuyendo así a un mejor conocimiento general de la especie. Las inspecciones en los nidos abandonados o fracasados han proporcionado información sobre la puesta y causas de sus abandonos. A través del descenso a los nidos cuando han sido definitivamente abandonados, se procede a la recuperación de muestras, restos y pruebas que puedan facilitar algún tipo de información sobre las Quebrantahuesos causas del abandono de la puesta que en este caso adulto comiendo concreto han sido debidas en principio a causas naturales como por ejemplo huevos no fecundados, etc. Durante varios años la FCQ ha realizado campañas de aporte de alimentación suplementaria y lana de oveja, de cara a favorecer su reproducción y la construcción de sus nidos. Con la iniciación de las obras de la carretera de nuevo trazado Yebra-Fiscal se refuerza y se realiza un estrecho seguimiento de la pareja por parte de los APN y de la FCQ de cara a detectar cualquier incidencia en la reproducción. El trasiego de maquinaria pesada, las voladuras frecuentes y las obras podrían afectar al quebrantahuesos, pero a la vez resulta necesario saber en qué medida y grado para buscar posibles soluciones al respecto. En la actualidad la carretera Yebra-Fiscal se abre paso por el mismo corazón de dos territorios de quebrantahuesos. En 2007 se llegaron a paralizar los trabajos durante un corto espacio de tiempo (5 meses) y en un punto muy concreto de la obra, en acuerdo con el Ministerio de Fomento y Servicio Provincial de Medio Ambiente consiguiendo que ese año el polluelo saliese adelante. Posteriormente la falta de presupuestos hace que las obras vayan muy lentas. En la última década los quebrantahuesos se van adaptando a los cambios sucedidos en el valle y consiguen ir sacando adelante varios pollos (años 2004-2007-2008-2010). Prueba del buen trabajo realizado por todos es la reciente noticia de la formación de una nueva pareja en el macizo de Santa Orosia, que viene a ocupar un hueco entre las anteriores y que aunque en un principio parece no haber realizado todavía su primera puesta, esperamos que pronto nos sorprenda y pase a formar parte oficialmente del listado de las nuevas parejas de quebrantahuesos del Pirineo aragonés. Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 9 Yebra de Basa y el ferrocarril Jesús Castiella Hernández ara comenzar hagamos un ejercicio de regresión en el tiempo, como si de un psicoanálisis se tratara, y situémonos en las postrimerías del siglo XIX. En esos años la llegada del ferrocarril a una localidad representaba enganchar ésta a la industrialización y a todo lo que llevaba consigo, pues era el medio de transporte que revolucionaba la finisecular sociedad decimonónica en su despertar a nuevos tiempos. Como ejemplo conocido y cercano observemos la transformación que se efectuó en la vida de la comarca serrablesa a partir de 1893, con la llegada del ferrocarril a lo que hoy se denomina Sabiñánigo, eclipsando al pueblo homónimo. La vía férrea, discurriendo junto al río Tulivana y al otro lado de los Capitiellos, hizo surgir en su proximidad al denominado Sabiñánigo Estación, marcando su desarrollo urbanístico e industrial posterior, absorbiendo como mano de obra a la población del entorno. Sin embargo, en esos años de fervor e ilusión, con las cercanas puertas del siglo XX entreabriéndose, las alternativas de posibles trazados provinciales fueron diversas, si bien la realidad distó mucho de lo soñado, dejando ancladas algunas propuestas en el recuerdo y, más tarde, en el olvido. ¿Quién ha dicho que el tren no pasa, chuflando y echando humo por Vallibasa? Hermoso pareado si se hubiera convertido en realidad, pero solo se trata de un juego floral que se queda adornando el titular de lo que me planteo hablar en las siguientes líneas. Hoy, tras refrescar nuestra curiosidad en las páginas de la hemeroteca oscense, resaltan a nuestra vista algunas páginas de El Diario de Huesca y La Crónica de Huesca, como pretexto literario al planteamiento de poder conmemorar una “supuesta efeméride” yebrana insólita y atemporal, trayéndola hasta la actualidad para ejemplo para las nuevas generaciones. Sin embargo, aunque desde la perspectiva del tiempo transcurrido pensamos que hubiera sido hermoso poder conmemorar en Yebra de Basa tal efeméride como hecho real, el ejemplo servirá para poner en jaque a sus moradores actuales para seguir luchando por conseguir nuevas metas; la duda que nos asalta es: ¿qué resonancia llegó a tener la idea planteada en las altas esferas decisorias del poder…? Unas breves pinceladas nos servirán para situar la historia del ferrocarril hispano: el primer ferrocarril español se construyó en 1835 en Cuba, entre La Habana y Bejual; en la península será en 1848, con la línea Barcelona-Mataró; en 1863 se inaugura la línea Madrid-Zaragoza y el panorama ferroviario de la provincia oscense puede personificarse en torno a 1877, en que la línea de ferrocarril Zaragoza a Barcelona por Lérida está consolidada plenamente como Compañía de Ferrocarriles del Norte, discurriendo su paso por la monegrina Grañén, que abre su estación en mayo en 1883. Leyendo las crónicas periodísticas desde 1879 podría parecernos que la provincia de Huesca iba ser surcada por una red de líneas férreas que la colocarían en primer plano en el mapa de la comunicación moderna, pero nada más alejado de la realidad, pues la cosa se quedó en vanas intenciones y sólo la finalidad de unir España con Francia a través del Pirineo se planteó con varias alternativas: una de Huesca al Puerto de Somport (Canfranc); otra de Huesca a Barbastro y Bielsa; y por último la de Imagen del Heraldo de Madrid. Ferrocarriles secundarios propuestos por el ingeniero y por la diputación O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 10 Lérida a Salou y de ahí por el Valle de Arán o vía Noguera Pallaresa. Será en 1880, cuando la Junta Consultiva de Guerra desechó la idea de perforar el Pirineo, tesis reiterada después por Cánovas, con lo que las esperanzas aragonesas de abrirse al exterior quedaron truncadas una vez más. Sin embargo, una proposición de Ley presentada por diputados y senadores aragoneses el 21 de abril de 1888, que recibe su aprobación con fecha 9 de mayo siguiente, garantizará su construcción, así como la obligación de llevar a cabo un ramal desde Zuera que enlazara con Turuñana; se salvaron así los intereses de la provincia oscense. Habrá que esperar hasta bien entrado el siglo XX, en 1928, para que se inaugure y vea la luz el otro lado del túnel internacional de Canfranc, de unos 8.500 metros de longitud. desde una de esas líneas mencionadas, concretamente desde la que partiendo de Huesca llegaba a Barbastro y finalizaba en Graus, sería de donde podría partir la que se idealizaba que continuaría hacia Aínsa y Boltaña y que, después de atravesar diversos poblados de Sobrarbe, la Dehesa de Fenés y el Valle de Basa longitudinalmente, terminara en la actual estación de Sabiñánigo. Pero volvamos a recapitular los datos de la hemeroteca desempolvada. En 1881 se hablaba de la línea que uniría el Cantábrico (Pasajes) con el Mediterráneo (San Carlos de la Rápita) y en 1889 el ingeniero Antonio Laquidiain estudió uno de los proyectos de trazado desde Pasajes hasta Jaca, pasando por Pamplona y Sangüesa; lamentablemente en 1927 aún seguía el debate en la prensa oscense. En 1893 se vuelve a hablar de un proyecto de ferrocarril de vía estrecha, realizado por Vicente Casañal, y cuyo trazado sería desde Huesca por Barbastro y Graus; éste, enlazando a la altura de Olvena con otro que vendría desde Lérida y Fraga, atravesando la zona de la Litera por Tamarite; a éste se le plantea una variante céntrica, que consistiría en la construcción de otro de vía estrecha que partiendo de Huesca, y pasando por las inmediaciones de Sangarrén, Grañén, Poleñino, Sariñena, Sena, Villanueva, Alcolea, Chalamera, Ballobar y Velilla, terminara en la huerta de Capuchinos de Fraga. Discurría el año 1893, cuando la carretera que hoy conocemos fue incluida en un Plan General de Carreteras del Estado por ley de 28 de julio de 1893, recibiendo la denominación de Itinerario 61, Carretera de 3º orden de la Estación Férrea de Sabiñánigo a la ribera de Fiscal. Dicho proyecto constructivo ya fue objeto de atención del autor, en dos capítulos en estas mismas páginas en años anteriores, bajo el título de “Yebra de Basa y la carretera que le une al mundo”, sin embargo volvemos a recordarlo porque parte de la orografía por donde iba a discurrir el proyecto debía ser común para la vía férrea, concretamente el Puerto de Fenés. Dichos parajes fueron estudiados topográficamente con profundidad y detenimiento en 1912 por Emilio Monterde, autor de la Memoria del mencionado proyecto carretero, diciendo: el trazado de la carretera se desarrolla por la solana del Valle de Basa, de ahí por San Julián de Basa y tomando los barrancos Zapatero y Fondanals para salir a Fanlillo y el puerto de Fenés, siendo rara vez interceptado por nieves, a diferencia del Cotefablo. Este mismo argumento fue utilizado también por la Comisión de ingenieros civiles y militares que se formó al efecto, que en su apartado cuarto dice: Desde las Colladas de Arbisa irá al puerto de Fenés, apoyándose en las laderas, y de ahí descenderá a empalmar con la de Jaca a El Grado, pasando por Fiscal. Ante tan variopinta muestra de proyectos férreos, surgen propuestas y movimientos políticos influyentes que pretenden acercar a ciertas poblaciones los afanes de modernidad y futuro que podría representar este medio de comunicación, no ya sólo durante su dilatada construcción, sino cuando éste cumpliera su verdadero cometido. Como uno de tantos planteamientos surge la idea de que Estas premisas, pues, son la justificación, motivo y armazón del presente artículo, por lo que las siguientes líneas se van a centrar en recoger un detalle curioso que bien pudo ser realidad. Sintiéndonos una prolongación, como herederos de aquellas páginas históricas de la prensa provincial, rescatamos alguna de sus crónicas del olvido. Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n 11 Seguidamente, como justificación al título que encabeza este artículo, nada mejor que transcribir de forma extractada el texto de las crónicas que se motivaron. El periódico oscense La Crónica de Huesca, fechado el 1 de agosto de 1893, se hacía eco de los estudios técnicos y reflejaba la estimación de su costo por kilómetro, considerando para su cálculo si podía aprovecharse, o no, la explanación de la carretera construida: Ha terminado sus trabajos la Comisión informante nombrada para el estudio del proyecto de ferrocarriles secundarios y he aquí lo que propone: En el supuesto de que la vía sea de 75 cm., la Comisión fija, de manera aproximada, el coste kilométrico en 20.000 pts. Las obras de explanación y de fábrica necesarias para sostenerla, incluyendo la expropiación y demás gastos necesarios para llegar a obtener la superficie de apoyo, pueden oscilar entre 5.000 pts, cuando el camino aprovecha una carretera construida, ampliando las curvas y suavizando algunas pendientes y hasta 40.000 si se ha de hacer todo nuevo en terrenos ásperos. (…) La Comisión termina su trabajo proponiendo un plan que abarca en el grupo Nordeste los de Lérida a Fraga y Fayón y de Barbastro a El Grado, Ainsa y Boltaña con ramal de El Grado a Graus Por otro lado, El Diario de Huesca de 23 de agosto de 1893 ya vislumbraba la posibilidad de compatibilizar las obras de la construcción del trazado de la carretera con la vista puesta en las necesidades técnicas del futuro ferrocarril: De Graus a Sabiñánigo Sobradamente tienen conocido nuestros paisanos, los altoaragoneses, el interés que nos tomamos en la defensa de cuanto afecta al bien general del país sufrido, que desde, hace muchos años tiene entablada demanda cerca de los poderes públicos, buscando los medios más hábiles y oportunos para el mejor modo de protección a los cuantiosos bienes generales que la actividad del mismo produce. Nunca hemos tenido mayor suma de satisfacciones que cuando defendíamos la necesidad de buscar nuevas vías con que poder recorrer y exportar los productos agrícolas e industriales del país; y prueba de ello la tenemos dada en la manifestación de numerosas iniciativas que la opinión pública ha aplaudido, y sigue aplaudiendo con grata satisfacción para nosotros. Los ferrocarriles secundarios constituyen poderoso incentivo en el porvenir, y muy justo es que las poblaciones donde el comercio y la industria dominan, sean las que manifiesten iniciativas de entidad para ellas y para las extensas comarcas agrícolas colindantes. Nos hemos ocupado con extensión grande de los ferrocarriles secundarios más importantes que podrían construirse en la provincia de Huesca. Hemos manifestado ideas propias, y también acogido en nuestras columnas escritos de personas conocidas por su significación y competencia. Fuimos los primeros en decir que el primer ferrocarril de vía estrecha que quizás se construyese sería el naturalmente iniciado desde Huesca a Graus; así como creemos debe ser coetáneo el de Huesca a Fraga. Pensamos en esto ahora como antes; que los ferrocarriles de vía estrecha son más pertinentes entre grandes poblaciones, que ellas les dan la vida, como vemos sucede en las naciones del Norte de Europa. Hoy nos encontramos con una excitación razonada del Ayuntamiento de la villa de Graus, dirigida a los demás pueblos de Sobrarbe, Fenés y Valle de Basa, en la que se aducen datos interesantes para probar la necesidad de la construcción de un ferrocarril de vía estrecha desde dicha población a Ainsa y Boltaña, hasta terminar en la actual estación de Sabiñánigo, pasando indudablemente por Fiscal, Dehesa de Fenés, y atravesando el fértil y hermoso valle de Basa. Aparte de las razones de índole general que se aducen, y que no hacen al caso por tratarse de hechos de fuera de la provincia que siempre han de ser de la competencia del Estado, la vía que propone es complementaria y enclavada entre Monzón, centro de entidad y calidad, y Sabiñánigo, emporio futuro de la actividad de la parte más extensa y productiva de las montañas alto aragonesas. Hay más, todavía; creemos que en interés de la compañía explotadora de la nueva vía del Canfranc, y en los cálculos de todo hombre político que pretenda ejercer influencia en el país, está la construcción, en c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 12 término breve, de un trozo de carretera que partiendo de la Estación de Sabiñánigo, atravesando el Gállego, y subiendo por Yebra y todo el valle de Basa, y por Fenés, termine en Fiscal. Y este trozo importantísimo que falta por construir, puede hacerse ya de manera que las pendientes, curvas y badenes de la carretera no sean obstáculo serio a la colocación de raíles, en el día de mañana, a tiempo venir. Constrúyase este trozo como para asentar bien el futuro ferrocarril de vía estrecha, y se verá cuan hacedero es luego el pensamiento iniciado por la municipalidad gradense, porque de tal suerte ya tendría salvada la dificultad primaria, que es la de atravesar con éxito las altas vertientes entre los ríos Ara y Gállego. Apoyaremos el pensamiento en cuanto somos y representamos, y, también, por el gran amor que tenemos a aquellas desheredadas regiones de la honrada montaña, digna, por sus méritos propios, y por su hermosa tradición, de toda suerte de atenciones por nuestra parte. Las páginas del periódico están dispuestas al sostenimiento de este proyecto evitando, y con el presente trabajo podrán calcular los directamente interesados, el alcance y proporciones que deseamos otorgar al asunto. Terminen los municipios interesados su obra de representación, y obren con la actividad y diligencia que el caso requiere, excogitando medios directos. Al tronco, y no a las ramas. No finalizarán ahí las referencias encontradas, pues el 10 de enero de 1905 El Diario de Huesca se hizo eco de una publicación del madrileño Heraldo de Madrid. Éste, en la primera página del domingo 8 de enero, recogía las propuestas del Plan de Ferrocarriles Secundarios para Huesca, tanto las de la Jefatura de Obras Públicas como de la Diputación Provincial, y que pueden observarse en el plano gráfico que ilustra el presente escrito. En él se recogen las descripciones de las líneas propuestas, detallando las estaciones que se incluirían en su trayecto, y haciendo notar la influencia que se daba al tema estratégico militar entre las argumentaciones técnicas. De las tres líneas planteadas transcribimos lo referido a la del Valle de Basa: 3ª - De Pasajes a Aínsa, por el Valle de Basa y Boltaña, prolongación de la línea de Pasajes a Jaca. Construida, en parte, la línea internacional de Canfranc, que pasa por Jaca, y hallándose incomunicada toda la zona norte de Aragón y Navarra con el mar Cantábrico y con Francia, esta línea transversal por el nordeste de España tiene gran importancia para la explotación de las valles del Pirineo y del Aragón, enlazando en Pamplona con la del Norte de Alsasua y Zaragoza y evitando el gran rodeo de Alsasua para dirigirse a la costa cantábrica. Tiene interés estratégico, por unir las dos importantes plazas fuertes de Pamplona y Jaca y facilitar el transporte de tropas en sentido paralelo a la defensa, cubriendo el frente de ataque de una invasión de la frontera francesa. La longitud dentro de la provincia de Huesca es de 108 kilómetros, con estaciones en Berdún, Santa Cilia. Jaca, Sabiñánigo, Yebra, Bescós de Garcipollera, Jánovas, Boltaña y Ainsa. Estos pueblos y los situados a menos de diez kilómetros de la línea cuentan 23.047 habitantes. En esta zona es de gran importancia la producción de maderas, minerales y ganadería. El movimiento da viajeros se calcula en 46.094; el tráfico, en 23.000 toneladas de mercancías y 50.000 toneladas de minerales; el coste de cada kilómetro, en 60.000 pesetas, y el producto líquido, en 270 000 pesetas, que representa para el capital invertido el interés de 2’41 por 100. Después de los párrafos precedentes, y entresacando lo resaltado en negrita, dejemos volar la imaginación para transportarnos en el tiempo y dispongámonos a soñar, pues de haberse convertido en realidad lo que sólo quedó en una anécdota sobre el papel, la fisionomía del valle hubiera cambiado -tal como muestro en el fotomontaje adjunto-, y en algún cuaderno de viajes podríamos encontrar la siguiente referencia de la entrada de la población desde el actual enlace de la actual N-260: … Nos recibe una flamante estación, la de Yebra de Basa, rodeada de amplia playa de vías y apartadero para trasiego y acopio de mercancías. En el edificio principal destaca un zócalo de piedra de cantería labrada sobre el que resaltan en su fachada ventanales en arco de medio punto, todo ello cobijado con tejado de losa, Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n 13 respondiendo a la tipología constructiva tradicional de la zona. Todo el complejo de edificaciones está orlado con acacias frondosas, mecidas por la brisa, que cobijan bajo su sombra los suspiros y arrumacos de las despedidas de los viajeros apostados en los andenes. Sobre la línea del horizonte, suspendido en la fachada como un funambulista ocasional, el reloj verdoso marca la inexorable hora de bienvenida al pasajero, presagio del devenir del tiempo que le queda para la partida. A su lado, como silueta inconfundible, descansa de su ajetreo ocasional una campana dorada y resplandeciente a los destellos del sol, de la que pende en el extremo inferior del badajo una cadena, como elemento transmisor de la orden de partida al maquinista mientras que, al mismo tiempo, un ondear de la bandera roja en manos del jefe de estación haría, a modo de saludo, su señal de aprobación. Instantes después, con rítmico acorde de respuesta, la máquina exhala un silbido agudo de aprobación; un leve traqueteo y la nebulosa del humo en su esfuerzo, rompen sobre el horizonte su estampa bucólica … y así, en cada arribada, una vez más llega el tren a Yebra de Basa, cargando mercancías, viajeros y noticias recientes. La carretera actual discurriría, durante gran parte del trazado del valle, contigua a los raíles de perspectiva paralela, confundida y huidiza, y que los nativos habrían convertido en vereda para el paseo ocasional de enamorados al atardecer. El conjunto formaría una alameda interminable donde saborear improvisados arrumacos, y desde la que se lanzarían saludos efusivos a los forasteros en tránsito. La esperanza sigue viva y latente, manteniéndose las ganas de acercar el futuro a estas tierras. Hagamos un esfuerzo para llevar a la práctica una de las máximas del mayo del 68 francés, y al igual que nuestros antepasados soñaron, soñemos y repitamos una vez más: Seamos realistas, pidamos lo imposible. Soñar no cuesta nada, ánimo yebranos… Fotomontaje idílico recreado por Pablo Castiella Guerrero, sobre una fotografía del yebrano José Luis Sánchez, de cómo hubiera resultado la vía férrea en las proximidades de Yebra de Basa, caso de haberse llevado a cabo el proyecto de la línea de Pasajes a Ainsa, por el Valle de Basa y Boltaña. Se observa un convoy cargado de mercancías aproximándose a la estación, ante la silueta recortada del pueblo y sus montes, cruzando un hipotético paso a nivel en la carretera actual. En primer plano el eje pirenaico o N-260, de la Frontera Francesa (Port-Bou) a Sabiñánigo. c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 14 Santa Orosia en tierras del Aranda y del Jalón Ricardo Mur Saura eguimos rastreando, pausada pero incansablemente, huellas orosianas a lo largo de nuestra geografía aragonesa. Tras haberles mostrado el año pasado las calles dedicadas a la santa en Jaca, Sabiñánigo, Yebra de Basa, Zaragoza y Burbáguena, este año hemos descubierto un par más, en Alberuela de la Liena (Zaragoza) y San Mateo de Gállego (Zaragoza). Chodes, plaza e iglesia de San Miguel (R. Mur) A finales de febrero viajamos a las comarcas de Valdejalón y Aranda para descubrir las imágenes de la santa que guardan algunas de sus iglesias. Más adelante lo haremos a Alberuela de la Liena, en el Somontano oscense y a la villa de Sádaba, una de las Cinco Villas. CHODES Chodes es un pequeño lugar situado a un tiro de piedra de Morata de Jalón, con 146 habitantes censados y una plaza ochavada difícil de olvidar para quien visite la población. La iglesia parroquial de San Miguel se encuentra en uno de los cuatro puntos cardinales de dicha plaza, empotrada y sin apenas destacar del conjunto arquitectónico. Consta de nave única con cinco tramos y capillas laterales, cabecera plana y coro alto a los pies. Al igual que la plaza, es obra de Juan de Marca. Hay buenos retablos: el mayor, dedicado a San Miguel y en las capillas el del Sagrado Corazón, el de San Ramón Nonato, el de la Virgen del Rosario y el de la Divina Pastora. Illueca, iglesia de San Juan Bautista. (R. Mur) En este último retablo, hay una imagen de Santa Orosia. Es de estilo rococó, fechable a mediados del siglo XVIII. Hay un relieve de la Divina Pastora en el centro y, en el ático, otro de San Francisco de Asís. A ambos lados hay imágenes de Santa Bárbara y del Niño Jesús y, sobre el cuerpo un par de imágenes de San Félix Cantalicio y Santa Orosia, ambas de pequeñas proporciones y de la misma época que el conjunto. Ignoramos la razón de la presencia de nuestra santa en aquella iglesia. ILLUECA Illueca, a unos 20 km. de Chodes, capital de la Comarca del Aranda, es famosa por su monumental castillo, el del Papa Luna, a cuyos pies se levanta la iglesia parroquial de San Juan Bautista, mimetizada en el entorno y ensombrecida por la mole castellana. Se trata de un templo mudéjar, construido durante el siglo XV y reformado y ampliado en el XVII. Consta de nave única con tres tramos y capillas laterales, con ábside poligonal y contrafuertes. Cubre con bóveda de crucería sencilla pero profusamente Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n 15 decorado con yeserías barroco-mudéjares. En el lado sur, a la altura de los antiguos pies, hoy ábside, se levanta una torre de planta rectangular con escalera de caracol. En el exterior quedan restos de decoración en un paño de lazos de cuatro octogonal combinados con cartelas. Una de las capillas está dedicada a Santa Orosia. El Padre Ramón de Huesca nos dice que “en lo antiguo se celebraba su día con la mayor solemnidad con Misa, Sermón y Procesión, la tenían por Patrona, y recurrían a su patrocinio en todas las necesidades” (1). Así lo testifica el ayuntamiento de la villa en su carta al Doctor Alavés en 1694 (2). El origen de la devoción hay que buscarlo en don Juan de Betés, natural de Jaca y Beneficiado de esta iglesia illuecana. El Padre Huesca nos sigue refiriendo que un siglo más tarde “en el día sólo se dice una Misa rezada por haberse deteriorado la fundación, la lámpara que arde en la capilla de la santa se mantiene a expensas de la devoción de los fieles y dura la costumbre antigua de tomar algunas mujeres el nombre de Orosia, por respeto a la Santa…” (3). Visitamos la iglesia y comprobamos que continúan tanto la capilla como la imagen de la santa, pero de la devoción y el resto de detalles que nos cuentan los referidos autores no quedan ni el recuerdo. NOTAS 1. HUESCA, Ramón de: Teatro Histórico de las Iglesias del Reino de Aragón. Tomo VIII. De la Santa Iglesia de Jaca. Pamplona, 1802. Pág. 247 y 248. 2. ALAVÉS, Salvador Alberto: Vida de Santa Orosia. Libro I. Zaragoza 1701. Pág. 243. 3. HUESCA: ibídem. Postales Jesús Castiella Hernández Iglesia parroquial de San Martín. Estilo Románico siglo XII con añadidos del XVII y XVIII. Latas (Huesca) c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 16 Os Músicos de Sobás José Ángel Gracia Pardo - Antonio Javier Lacasta Maza n el Pirineo tradicional, hablar de “fiesta” era sinónimo de hablar de lifara, hablar de ronda y hablar de baile, eso sí, bajo la atenta mirada del cura, responsable de que todo discurriera bajo los cánones preestablecidos. Así pues, la víspera los músicos llegaban ya al pueblo, muchas veces andando “con el violín en as costillas” y otras en caballerías: Basarán, fiestas de 1945. Primo José Gil (guitarra) y Ángel Villacampa (laúd) - Nosotros hacíamos la ronda el víspera, y ya llegabas al pueblo... Había pueblos que a lo mejor no habías ido nunca y ya “te probaban” que decían. El víspera ya ibas a cenar, y ya decían: - ¡A ver qué tal son estos músicos, a ver qué tal tocan. Hala, tóquenos una pieza, tóquenos un pasodoble! - Y ya te hacían tocar. Ya después, al día siguiente, pues ya te levantabas, almorzabas bien a base de fritadas y costillas... y ¡hala!, a toca la misa de Pío X (Félix Orduna, grupo “Monsón”, 1996). Basarán, fiestas de 1945. Ángel Villacampa con la guitarra y una moza del lugar posando con el laúd En la misa dedicada al patrón, “por un regular” eran los músicos los que con sus melodías y con la ofrenda daban un toque distinto a la ceremonia; al salir, una pequeña ronda-pasacalles con jotas servía para acompañar al cura y al alcalde hasta sus casas. A la hora de comer, cada casa invitaba a amigos y familiares, algunos venidos desde lejos, intentando agasajarlos con los mejores manjares que disponían, quitándoselos normalmente de su propia dieta. Pollos y corderos eran seleccionados a lo largo del año para tan señalados días. “As dueñas” desarrollaban la labor más fatigosa y a menudo menos reconocida, la de preparar esas viandas que después, entre vino y vino irían desapareciendo de los platos para dar paso al folclore más popular: las jotas y cantos de sobremesa. El amo ejercía de anfitrión procurando que todo el mundo comiera y bebiera, ponderando a la vez el “buen quehacer” de “a dueña” y sin perder la oportunidad de “arreglar as mocetas” si la ocasión se brindaba. Muchas bodas en este Pirineo se apañaron en celebraciones como ésta, siendo los músicos quienes frecuentemente informaban a los padres de los posibles pretendientes con que se contaba en el contorno. Tras la copiosa comida y sobremesa, eran otra vez los músicos quienes tomaban de nuevo el protagonismo y comenzaban una ronda que a menudo se alargaba hasta el anochecer, debiendo, además de “tañer” su instrumento, “arrancarse” a cantar cuando los rondadores “flojeaban” o se acababa su repertorio. Todo estaba incluido en el precio. “Fartos de zurrupar” a dueña les volvía a entonar el cuerpo con una suculenta cena, pudiendo llegar en condiciones al evento que todo el mundo esperaba: el baile de la noche. Las mozas, todas juntas en un lado de la era, cuchicheaban y se ruborizaban al observar que los mozos, al otro lado, las miraban con cierto aire de complicidad. Los críos, ajenos a los guiños de los mayores, correteaban por entremedio de los presentes como muestra de una emoción incontenida. Los viejos, al fondo, remeraban una vida que se les escapaba. A las 2 ó las 3 de la mañana, el baile acababa y se marchaban a dormir...; para los músicos era sólo un pequeño parón, pues al alba debían acompañar a mozos y mozas en el rosario de la aurora. Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 17 Como hemos observado toda la fiesta giraba en torno a estos personajes, los músicos, convirtiéndolos así en pseudoestrellas de una sociedad austera y reservada; así nos lo recordaba en 1997 Pedro Antonio Burgasé Artero, “el Rubio”, violinista de “Los Ciegos de Siétamo”: Antonio Villacampa Periel, 1956-57 - He estao en muchos pueblos, casi toda la montaña. Por aquí bajo (por Huesca) pocos pueblos pero por a montaña muchos. Porque nosotros, los pueblos de olivero… no, no son tan buenos como los de allá arriba, o no te trataban tan bien; como si allá, allá paece que llegaba un Dios, los músicos. Aquí no, aquí uno de más o músico, ¡hola! Por allá arriba, allá riba te llevan así (gesticula) en todos los sitios, en todos, sí... ¡y eso pasaba! Y así en este gran escenario que suponía un pueblo en fiesta subieron al tablado infinidad de veces una de las formaciones que durante dos décadas se entregaron a la a veces ingrata tarea de divertir a la gente con su tañer: Os Músicos de Sobás. Naturales todos del lugar de Sobás en Ballibasa, empezaron su buen quehacer a los cinco años de haber acabado la guerra, en 1941 (1). Fueron sus integrantes iniciales Emeterio Sanromán de Casa López, quien tocaba el violín y la guitarra, Primo José Gil Periel de Casa Casbas (bandurria y guitarra) y Ángel Villacampa Periel de Casa Cajal (laúd y guitarra). Cuatro años más tarde, en 1948, se unió Antonio Villacampa Periel, hermano de Ángel, quien con sólo doce años ya “trastiaba” el acordeón y la guitarra, siendo su principal misión la de ir sustituyendo un rato a alguno de ellos y así quedar libres para poder bailar alguna pieza. Su primer acordeón fue de las denominadas diatónicas o de botones, que se la regaló un primo lejano de Muro de Fiscal (2). Más tarde compraría otra, ésta ya cromática y con 125 bajos, por un precio de 22.000 ptas. El dinero lo consiguió mediante un préstamo que le hizo Miguel Jal, sastre de Cortillas ya instalado en Sabiñánigo y fundador de los famosos almacenes “Casa Jal”, a devolver en 3 ó 4 años. Ángel compró su primera laúd en Huesca. Más tarde adquiriría otra en Jaca, que es la que actualmente conserva. Por lo que respecta a Emeterio, éste se hizo su propio violín: era carpintero mañoso a juzgar por quienes lo conocieron. Al fabricar el instrumento “se le olvidó poner el alma, y al tensar las cuerdas se le chafaba. Lo solucionó haciendo un agujero por abajo y poniéndole un taco. Sonaba más sordo y recio, pero le iba bien” (Ángel Villacampa). Los pueblos a los que acudían estaban repartidos por toda la geografía del Viejo Aragón, siendo más frecuentes las salidas a los lugares más inmediatos. Según el “Cuaderno de apuntaciones” (libro donde apuntaban lo relacionado con las actuaciones a modo de registro), la relación de todos ellos, tal cual aparece anotada, es la siguiente: SOBREPUERTO: Basarán, Cortillas, Cillas y Bergua. ORINAL DE CRISTO: Fablo, Espín y Fanlillo. VALLE DE BASA: Sobás, Yebra, Allué, Osán, Sanromán, Isún, Satué, Sardas y Latas. GALLIGUERA: Aurín, Oros Bajo, Puente de Sardas y El Puente. GUARGUERA: Binueste, Caldearenas y Orna. Nasarre, Ordovés, JACETANEA: Sasal, Pardinilla, Guasa, Espuéndolas y Lerés. Según entrevista mantenida con Ángel Villacampa, más conocido como “Angelón de Sobás”, aunque la formación era normalmente estable “lo íbamos trampeando según fechas y nuestros trabajos, combinándolo a nuestra manera”, pudiendo hacer baile con otros músicos si la situación lo requería. Así pasó en Latas, donde Angelón compartió escenario con Hernando (de Sabiñánigo), o en El Puente donde formó trío con dos conocidos músicos O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 18 Desde 1944-45 Sobás contó con nuestros músicos, y de ello se pudieron beneficiar los mozos del lugar durante años. Ángel nos cuenta que dejaron de tocar hacia 1963-64: - “Lo dejamos justo en el momento en que empezábamos a ganar alguna perra. A última hora ya cobrábamos cien duros, pero ya… uno que se fue a Zaragoza, los otros a turnos en as fábricas…”. Sirva esta breve exposición como reconocimiento y homenaje a la labor realizada por estos músicos que durante dos décadas animaron las salas, plazas y eras de este austero Pirineo. Fablo, salida de misa, años cuarenta. Ángel Villacampa, laúd populares del momento: Mariano Laborda y Gella, ambos naturales de Senegüé. En Nasarre, en la inhóspita sierra de Guara y tras haber hecho noche en Secorún (donde habían llegado después de un día entero andando), hicieron baile con Emilio Viñuales, músico de este pueblo de Serrablo con el que sólo habían ensayado la noche anterior. Para finalizar con esta pequeña muestra de músicos que en alguna ocasión compartieron escenario con nuestros protagonistas, señalaremos a Germán Pérez, músico natural de Javierrelatre y recientemente fallecido, José María Pérez Sanagustín, padre del anterior, y Alfonso Villacampa, violinista de Yebra con quien Angelón algún año amenizó la fiesta de Ordovés. “Cuaderno de apuntaciones”. Cobrado en 1960 y 1961 por tocar en fiestas (1) Anterior a ellos acudían a Sobas dos músicos de Badaguás: Andrés y Jesús. (2) Como anécdota curiosa, Ángel nos comenta que cuando su hermano principió a tocar el acordeón diatónico, como nadie le explicó cómo se cogía, comenzó haciéndolo al revés (los bajos con la mano derecha y la melodía con la izquierda) Ángel Villacampa (laúd) y Hernández (guitarra) en el Puente de Sardas Ángel Villacampa Periel, diciembre de 2009, Sabiñánigo Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 19 Pastorada de Santa Orosia 2011 Mayoral Mayoral 1. Biembenido sía iste seleuto auditorio de o que pasa por o mundo yo quio daros notorio 11.Esti año m’ha tocau a yo estar mayoral d’iste danze. ¡Qué argüello y responsabilidá! As garras me tremolan en iste tranze. 2. En o mío nombre y de os lanzantes en primeras quereba agradezer que estez con tanta atenzión toa ista caterba chen. 12.No pensez que me trión por ser o más pincho y agudo, u como fizon en Agüero pa trobar alcalde nuebo: 3. Que mamá siempre me ha dito que o primero ye a educazión pos si por algo me podez carrañar no ye ixa a mía intenzión. 13.Toa ra billa se achuntó y se alcordó que se abentase ta l’aire un manzañón; o cargo l’iba a quedar pa o primero que lo pillase 4. Si ez parau cuenta que a mía fabla ye un siñal aspra Buen cabal! Santa Orosia me entiende, que yo le charro a ella dende aíntro d’a mía alma. 5. Grazias tamién a os romeros que de tantos lugars eis plegau con o ropón y o palo como tantos antepasaus. 6. Grazias a os cruzeros que’n bienen de toda a Montaña trayez a millor joya buestra pa engalanar ista fiesta. 7. Y a os zereños banderistas de ro Balle y Sobrepuerto. Qué argüellosos nos sentimos de que abandiez sin rangüello! 14.Grans istantes de tensión, a manzana que marcha a pintacodas, p’astí pasó un goliñón y ascape l’en lebó t’a boca. 15.Hai que bier a o cochín con a banda y o tocho de mando. O bien que posa en as fotos y lifaras, de cuando en cuando. 16.Os discursos no son o suyo, No charra por no escañar-se, Tot ro día foricando, no sé si be d’estar uscando a traza de salir d’a crisis pero siempre con talante. 17.Ye honrau como él solo y no’n cobra de comisions. Tiendrá o boto mío pa cutio si me dona ro zancarrón. 8. Memoranza pa os que iste día con nusotros no puen estar Santa Orosia se alcordará de a fé que le eis tenido en bida. 18.Ya suena p’a Diputazión y tamién pa ra Moncloa de sustituto e Zapatons que ya pai que tiene cansera y se le han acachau asta as zellas. ¡Punto! ¡Punto! Cantas Rebadán 9. ¡Cuánto gozo, qué contento de golber-nos a alcontrar pa astí chuntos zilebrar a fiesta e Santa Orosia! 19.¿Qué tal plantas, mayoral? Fa días que no te bieba. No te busas de azercar por istos zinglos y catarreras. 10.Alas me das pa puyar fuerzas d’ande yo no’n tiengo y to por bier-le a cara a ra Santa que más quiero 20.No pensez que paso pena de no bier-te más a ormino u tener-te en compañía porque ya lo dize o dicho: 21.Tío que no regala y astraleta que no corta anque se pierdan poco importa. 22.Pero ya que estás aquí prenzipiaré o mío treballo echando-me un lamparazo, que tamién os santos bebión 23.Aquí tiens a mía bota y mientras en aiga una gota enchuagaremos a gargamela con a mía churrumela! (beben) 24.Qué argüello estar repatán! No sé cómo le irá a yayo no be de parar de gramar ixe moquero d’a manga ya lo podeba abentar. 25.Cuatro consellos me ha dau pa que no faga o zeneque: Uno, que chile fuerte, to sía que no esberreque. 26.Otro, que me acotrazíe bien, no tenez más que bier-me. Sobre to que no me dé a entender, no me carrañen bustedes 27.O zaguero y más importante que a Santa Orosia tienga presente. Por ixo templaremos a guitarra, como l’imos feito siempre. Canta 28.Cuan yo rezo a Santa Orosia y tamién a San Lorenzo son trozicos d’a mía alma os que salen d’o mío peito. Mayoral 29.Alparziaremos d’o mundo Asabelo o que cambea! Ye pa tornar-se tarumba d’as fatezas que tramena. 30.Agora que astí tos beigo a toz un siñal rinchaus, cofladizos en a mosquera y refirmaus en a buxiquera; 31.bien royos y entiparraus que pai que pa busotros a crisis s’aiga acabau O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 20 32.D’os euros to ro mundo charra. Ya me direz como son porque yo no’n beigo garra ni anque lebe as antiparras. 33.Toz entrampaus asta as orellas y a chen sin salir de casa. No nos joriamos pero... lo menos no se gasta. 34.Solo beigo que abundan d’ixas botigas d’os chinos paizen una imbasión como en otoño os robellons. 35.Cualsiquier cosa puez trobar: una furrufalla e cataticos. De tot menos chinos con a tufa plena e rizos.. 36.U ropa a ra moda e Taiwán, trafallons y trapicallos que con toa a borrilla que sacan plenan ambute de lana ixos colchons d’antes más. 37.Abren n’a mañanada asta as tres, domingos y fiestas de guardar. Pero ixo, en Casa e Santiago fa añadas lo iban imbentau. 38.Yo, con o mío ofizio ya puedo estar tranquilo, que no me lo quitarán. ¿Eis conozido bel pastor chino? y a razón ye clara: ¿Cuán eis bisto minchar as sopas de allo y as migas armaus nomas con palillos? ¡Punto! Repatán 39.En iste zentenario de Costa, gran pensador aragonés, me te miro y tos comparo y beigo que tamién tú piensas pero solo que en as mullers. 40.En poco más paras cuenta si alcaso en comer y beber. Le tiens fe a Santa Orosia, pero más a San Miguel (gesto de beber). 41.Pocos te ganan a chandro y ya estás contando os días que te mancan p’a chubilazión. Pos prenzipia a contar-ne atra bez que a os años que te’n quedaban les tiens que sumar-ne dos. 42.Pa ro unico que le baga ye pa pasiar o goliñón que aura le dizen mascota!!! mercau en a Feria Biescas y que le costó un riñón. 43.Ye un chabalín faldero mui guito y conzietero. Cuan yera solo un rayón tanto cariño le cogión que cuasi lo trataban d’a familia, como a o cuñau. 44.Muito lo quereban mientras no le crezión os catirons en as bariellas. Pero aura que ya ba armau tal sofoco les ha entrau que s’en tienen que ir de casa 45.y a o chabalín lo alcuentras resopinau en o sofá u acarrazau en o radiador, y que d’allí no s’en ba. 46.Esti año no te han dau cosa más que disgustos. Denzima de toa ra crisis ya no t’ejan ni fumar echando a partida n’o bar. 47.O gubierno ye tot zerrino en baxar o gasto n’o fumeque y n’os mentideros se sentiba que asta quereban quitar o Miercoles de Zeniza. 48.Me se caye l’alma ta os pies cuan beigo una colla e chen en a puerta o bar toz pretos que en be de fer botellón los tiens en pleno ibierno fendo astí ro “fumarrón”. 49.O gasto en tabaco baxará pero no o d’os antigripals. ¡Punto! Mayoral 50.Agora que fas memoranza de ro ilustre Costa tamién me quereba alcordar de José Antonio Labordeta nuestro aragonés más gran. 51.A mochila le pesaba masiau Pa esnabesar por iste mundo y marchó con Santa Orosia a qui le dedicó unas coplas. 52.Aun resuenan en Yebra os ecos d’o rezital que con Carbonell y La Bullonera a toz fizon cantar. 53.Yeran piors tiempos con os grises y zebils pero alegría no’n faltaba y fuerza pa demandar un Canto a ra libertá. 54.Toz unidos con as manos. Toz una sola boz. Un solo sentimiento: nuestra tierra, Aragón. 55.Dende aquí nos queremos sumar a ra iniziatiba popular de que ixa biella canta siga a nuestra representazión, o nuebo Himno de Aragón. ¡Punto! Mayoral 56.Y pa poder rematar a chanzoneta y os dichos yo tos encargo y suplico: Si algo tos ha molestau, que lo ejéis en l’olbido! 57.En nombre de ros presentes: ¡Orosia, lizenzia os pido, pa podeles esplicar, con a tuya grazia y ausilio, 58.a iste auditorio que está, asabelo qu’atento y benigno, con conzieto d’ascuitar a tuya bida y prodigios! MARTIRIO DE SANTA OROSIA 1er. LANZANTE: Yo tos charraré d’a benida d’Orosia dende Bohemia enta istas montañas: 59.¡De Bohemia yera Orosia y d’Igipto natural, pa onra d’ist’Alto Aragón, ta Yebra se’n bino a coronar! 60.Llegó t’o monte de Yebra y bido á un mesache sembrar: - ¡Labrador, güen labrador! ¿me dirá qué ye o que sembra? - ¡Trigo sembro, mi señora, pos ye o propio d’ista demba! Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 21 61.Antonzes contesta Orosia, biyendo benir o martirio: -¡Mañana á punto e día podrá usté segar o trigo! 71.Mandó o rei formar as tropas, comenzipión a escalada. En llegaus ta Cruz d’a Gualda, luego bidon ande estaba. 62.O mesache se’n fue ta casa y d’ixo no’n fizo miaja e caso. ¡Ya marchón n’a mañanada os pastors con os ganaus! 72.¡O rei moro con a espata esfilorchó as telarainas, salió a joya guapisma, d’espanto quedó chelada! 63.¡Ya ascape astí s’alcontrón con que o trigo d’ixa demba yera un sementero granau, perfeuto pa ser segau! 64.¡Escopetiau se’n golbió un pastor y ascape le’n dijo á l’amo! ¡Deseguida buscón peons! ¡Ascape subión a segar-lo! 2º LANZANTE: Yo tos charraré d’a persecuzión qu’os moros le fizon á ra debina Orosia: 65.¡Ya a pionada s’enzamarraba, ya bidon pasar cozcoz muita chen qu’en son de guerra por Orosia preguntón! 66.-¿Por bel casual ha pasau bella siñora puyando, con donzellas y criaus que l’iban acompañando? 67.-O diya que sembré ista demba me pai que po astí pasón. O rei moro enzenegau, á esgrituziar emprendió: 68.-¡Empentaremos ta l’alto, feremos güen resacau, qu’ascape l’alcontraremos t’andequiera aiga pegau! 69.Con l’animo acongojau por ista persecuzión, Orosia s’iba amagau en l’ondo d’un cobachón. 70.¡Asta as mesmismas arañas á efendé-la se’n binon! ¡Pa qu’Orosia s’ocultase un gran enrejau le fizon! 3er. LANZANTE Yo tos charraré d’o martirio d’Orosia y d’os suyos acompañantes: 73. O monarca fue escarau, qu’asinas l’entró a charrar: - ¡A muerte yo te perdono, si con yo te quiés casar! 74.Orosia con boz zereña ascape le respondeba: -¡Zien mil bezes yo quió ser, zien mil bezes egollada, antes que con bel rei moro aiga de ser yo casada! 75.Antonzes aquel salbaje, con muita rasmia y angluzia, á l’umilde Santa Orosia lastimosos golpes daba. 82.-¡Alza ixa losa, pastor! Y astí no salió cosa. -¡Alza ixa losa, pastor! Y brotó una fuen de sangre. -¡Alza ixa losa, pastor! Y brincó una fuen d’agua. 5º LANZANTE: Yo tos charraré d’o traslau d’os Restos d’Orosia enta Yebra y enta Chaca: 83.Os Restos de Santa Orosia Los guardó n’a suya mochila. -¡A Capeza ejá-la en Yebra y porta ro Cuerpo ta Chaca! ¡Enfilas o camín d’O Puente, drecho por a Bal Estrecha, asta llegar enta Guasa! 84.¡As campanas d’as ilesias d’os lugars por ande pasaba, en biyendo tan gran miragro, por sí solas s’abandiaban! 76.Le matón á os suyos ermanos, San Cornelio y San Azisclo, pa bier si s’acotolaba, y asinas palabra daba. 85.Elante O Portal d’as Monjas, cantando as suyas grandezas, o Cabildo y o Conzello á nuestra Santa aguardaban. 77.Dimpués le cortón os pechos con ixa espantosa espata. Ya le cortan a capeza, por tres bezes espadata. 86.Dende astí ent’a Catedral marchón toz en prozesión y en a izquierda d’o Sagrario o Cuerpo d’Orosia ejón. 4º LANZANTE: Yo tos charraré de cómo o pastor alcontró os restos de Santa Orosia: 78.O Cuerpo d’Orosia esbrusau y os d’os suyos acompañantes astí quedón n’iste mon, pa qu’as fieras los minchasen. 79.Mas n’iste Puerto tan gran nomas un pastor abeba. D’o zielo se’n bino un ánchel pa rezibir aquella alma. 80.L’anchel le ijo á o pastor: -¡Abrás de baxar ta Yebra, dimpués te’n irás ta Chaca! mas o pastor s’escusaba: 81.-¡Ya fa un rabaño e diyas qu’o mío ganau no s’abreba, astí no’n hay gota d’agua! -¡Yo t’abrebaré o ganau, y á tú no te faltará cosa! 87.O bentizinco e chunio Se zelebra a suya fiesta, s’enseñan as suyas reliquias y Orosia a suya palabra da, con os anchels. ¡Amen! CULMINAZION D’OS ELOGIOS Mayoral 88.¡Qué tos pai, oyentes míos, qué bida tan miragrosa, qué inozenzia, qué birtús, y qué muerte tan dichosa! 89.¡Ánchels se’n bajón d’o zielo que le trajon a corona, y en a palma la subión ellos mesmos enta a Gloria! 90.¡A Suprema Trenidá, por a suya gran fortaleza, le otorgó muitas grazias y muchismas preferenzias! O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 22 91.¡En ixas tronadas fieras nos efiende de ra piedra, d’ixas brutas abenidas, d’os rayos y d’as zentellas! 92.¡En os partos perigrosos ye asaber qué medianera, y por ella merezemos o benefizio de l’agua! 93.¡Ella cura endemoniaus, ella á ros enfermos sana, ella asiste á ro afligido y á ro que con ferbor la clama! Cantas Mayoral 96.Prenzipiaré á espedir-me por ixe Templo sagrau, ixa fuen tan eliziosa y por iste florido prau! 101.¡Orosia, Santa mía! ¡Mira-te ta tanta chen, que de tan lejos binon, agradeze-les a suya fe y o gran esfuerzo que fizon! 97.¡Adiós á Cueba d’Orosia, lugar d’o suyo martirio, adiós á ixa Ilesia que fue d’as suyas reliquias sagrario! 102.Os que escribimos y charramos podébamos fer-lo millor pero no tos quede a duda que se fa con güena intenzión. 98.¡Adiós á o siñor Retor, mui querido Mosen José, y á o siñor Pedricador, con clero y autoridades! 103.¡Grazias por a buestra atenzión, de toz busotros yo m’espido! ¡Dios nos dé a Gloria Eterna por os siglos de ros siglos!. 94.Te conozié n’iste Puerto me prendé de tú y d’a Santa dende antonzes siempre biengo porque si no, algo me falta. 99.¡Pa rematar, Santa mía, recordanza imos de fer de toz os debotos tuyos qu’en ista zaguer añada ta la otro mundo se’n fuen! 95.Asinas yo tos espido plantar fuerte y no reblar, que otra añada n’ista fiesta nos golbamos a alcontrar. 100.¡Asinas tamién quisiera grazias dar á tanta chen, que con tan grandisma fe partizipó n’ista Fiesta! ROMEROS Galliguera: Casa Satué de Arto Arasilla Arto El Puente Estallo Fanlo Ibort Jabarrella Lasieso Latre Orna Puente Sardas Rapún Guarguera: Casa Blasco de Sandiás Abenilla Alabés Arraso Artosilla Belarra Bescós Ceresola Fenillosa Gésera Lanave Ordovés San Esteban Villacampa Villobas Yéspola Valle Mangueta: San Vicente La Sotonera: Alerre Bohemia Bergua CRUCES Espín Orús Fanlillo San julián Yebra Sobás San román Isún Sardas Allué Osán Satué Latas Jabierre Larrede Olibán Susín Casbas Bergusa Ainielle Otal Bergua Cortillas Gavín Yésero Biescas Puente Sardas Sabiñánigo Ceresola Estallo Fiscal Chimillas BANDERAS Cortillas, Cillas y Sasa Sobás San Julián El Puente Escartín Barbenuta Gavín Bergua Yebra (grande, pequeña y de los niños) Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 23 “Para Santa Orosia creo que este verano irá bien...” José Juan Lanuza Til l 19 de septiembre de 2010 fallecía en Zaragoza una de las grandes personalidades que ha dado Aragón en el último siglo. Se trata, no hace falta decirlo, de José Antonio Labordeta. Poeta, cantautor, escritor, político, comunicador… no importa el orden de cualquiera de sus facetas. Una persona buena de quien, las mujeres y hombres que hemos vivido en la segunda mitad del siglo XX, hemos sido contemporáneos. Ya hoy, y más dentro de unos años, podremos decir a las nuevas generaciones que nos sucedan: “Yo conocí a Labordeta”. También Yebra de Basa, como comunidad humana, como lugar testigo del paso del tiempo, ha tenido la suerte de coincidir en el camino, aunque fuese fugazmente, con Labordeta. Fue en un concierto celebrado en Junio de 1976, y que hoy, ya forma parte de la Historia de Yebra. El concierto tuvo su origen en un acontecimiento anterior digno también de tener en cuenta. Se trata de la “1ª Semana Cultural” de Yebra de Basa, los días 1, 2, 3 y 4 de enero de 1976. Durante los tres primeros días los actos consistieron en una proyección de diapositivas de Fernando Biarge y charlas sobre la Jacetania, el Alto Aragón y “la Iglesia en el mundo actual”. El 4 de enero se programó una actividad doble, con la actuación de José Antonio Labordeta y una charla de Alfonso Zapater. Aún podemos consultar en el ayuntamiento de Yebra el programa de las jornadas que se remitió al Gobierno Civil de Huesca, y la correspondiente respuesta en la que, textualmente, se autoriza la “actuación del poeta D. José Antonio Labordeta Subías, que interpretará las canciones según el programa presentado en la Delegación Provincial de Información y Turismo, salvo “Paisajes Urbanos, días escolares” (...); en consecuencia queda terminantemente prohibido bajo su responsabilidad la interpretación de cualquier otra canción no incluida en el programa citado.” La cita precisa pocos comentarios. Tras la buena experiencia que significó la semana cultural, en alguna de las meriendas, cenas o bailes que la juventud hacía en el “Bar de Flora” (Bar La Cabaña), se planteó la posibilidad de organizar un concierto más amplio coincidiendo con las fiestas de Santa Orosia. En ese momento había un movimiento autonómico efervescente, y aparte de algunos políticos, los cantautores son los que juntaban a la gente que tenía sentimientos aragonesistas. “En Yebra también queríamos encontrarnos con todos”. Se vio con buenos ojos y comenzó a organizarse todo. La idea era realizar un concierto de música popular aragonesa. En aquellos momentos el gran referente era Labordeta que ya había publicado Cantar y callar (1974) y Tiempo de espera (1975), y ese año presentaría Cantes de la tierra adentro; junto a él La Bullonera, que lideraban Javier Maestre y Eduardo Paz, y que grabaría también ese año su primer disco (La Bullonera). Los dos representarían a Aragón el 9 de mayo de ese 1976 en el histórico “Festival de los Pueblos Ibéricos”. A estos cantautores se unían también, en aquella época, Pilar Garzón, Ana Martín, De arriba a abajo: Campaña electoral junio de 1977; Labordeta a la sombra de la sabina; fotografía del semanal del Heraldo O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 24 Tomás Bosque y Joaquín Carbonell que este año iba a publicar su primer trabajo, Con la ayuda de todos. Con Labordeta ya se había contactado a finales de 1975, para la semana cultural, acudiendo varios jóvenes desde Yebra a su casa de Villanúa. “El Abuelo”(1) los recibió gustoso y ya prometió su participación en las actividades de enero. Volver a convocarlo no iba a ser problema. La idea era ampliar la nómina de participantes y se hizo a través de la periodista Lola Campos, muy vinculada entonces a Labordeta y posteriormente directora del periódico “Andalán”. Así quedó definitivamente cerrado el cartel con la participación de La Bullonera y Joaquín Carbonell. Ese año las fiestas de Santa Orosia se programaron con actos durante tres días: el 25, 26 y 27 de junio. En la carta que se envía desde el ayuntamiento, firmada por su alcalde, entonces Vicente Avellana, al “SR. COMANDANTE DEL PUESTO DE LA GUARDIA CIVIL DE SABIÑÁNIGO, Y DE LA DEMARCACIÓN DE ESTE PUEBLO”, aparecen detallados los actos que se desarrollarán el último día de las fiestas: “DIA 27.- A las 6 de la tarde, en la plaza de Santa Orosia de esta Villa, GRAN FESTIVAL DE CANCIÓN ARAGONESA: José Antonio Labordeta, Joaquín Carbonell y La Bullonera. Tarde y noche, grandes bailes como en días anteriores.” A partir de entonces vinieron todos los preparativos. Se pidieron posters para la ocasión al “Seminario de Estudios Aragoneses” en Zaragoza, y Fotografía tomada desde Casa Arilla del concierto de Yebra copias del Anteproyecto del Estatuto de Autonomía de Aragón de 1936; la idea, con estas últimas, era venderlas a precio de coste antes del concierto en alguna mesa en la calle. Y por supuesto, se solicitó desde el ayuntamiento a “la autoridad” todos los permisos pertinentes. Publicidad apenas se hizo, unas simples cuartillas en algunos edificios de la Universidad de Zaragoza. Tampoco era necesario, la propia capacidad de convocatoria de los cantautores hacía de altavoz en estos conciertos. Así llegó el día señalado. Se remataron los últimos detalles como la ampliación del escenario que utilizaba cada noche la orquesta, ese año como en anteriores, la “Orquesta Internacional Gran Casino”. Se decoró con ilusión por parte de todos y todas: se puso un fondo con colchas granate, todo el entablado se adornó con ramas de pino y se colocó una pancarta con el texto: “Cantes da tierra nuestra. Sta. Orosia, 1976. YEBRA”. La hora de comienzo del concierto, definitivamente autorizado, era las siete de la tarde. Se cerró el paso por el callizo de “Mariamaza”. Para recoger algún dinero se puso una mesa en medio de la calle, a la altura de “Casa Pascual”, un poco más arriba de la iglesia, allí donde estrecha la calle. Así los asistentes, si querían, podían colaborar pagando simbólicamente su entrada al concierto. Las calles de Yebra comenzaron a llenarse de gente, primero de la comarca y después, para sorpresa de muchos, con gente “forastera”. La llegada de autobuses, que nadie esperaba, resultó impactante. La Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 25 razón de esta afluencia estaba, como comentábamos, en la propia convocatoria que significaba un concierto de esas características y con ese cartel, pero también la casualidad quiso acompañar al éxito de la jornada. Esa misma mañana se había celebrado en Huesca una manifestación contra el Trasvase del Ebro, convocada por partidos de la izquierda aragonesa, y mucha gente de la desplazada hasta allí decidió continuar la fiesta reivindicativa subiendo a Yebra. También se recuerda la presencia de “la televisión” filmando desde el balcón de “Casa Mariamaza”, justo enfrente del escenario, que se situaba en el lugar tradicional: delante de “Casa O Chaqués” y “Casa Arilla”. El ambiente era inmejorable, y la presencia de la Guardia Civil inevitable. Además del despliegue de los miembros uniformados, muchos de los y las asistentes comprobaron como también había presencia de varios policías y guardias civiles de paisano. De cualquier manera, nada nuevo ni que no se esperase, por lo que la fiesta seguía siendo completa. Pero no todo acompañó. Durante todo el día amenazaba tormenta (para cumplir con la tradición de la Santa) y minutos antes de comenzar el concierto comenzó a llover. Los equipos de sonido se guardaron en el paso de “Casa Arilla”, al lado del escenario, y la gente comenzó a refugirse en los bares y en las casas más próximas. El recuerdo de muchos vecinos y vecinas de Yebra es la de ver sus casas llenas de gente desconocida. En algunos casos tan desconocida como Joaquín Carbonell o Labordeta. Carbonell recuerda que “vivía en Barcelona en aquellos días. Por lo tanto tenía que coger el coche, un Citroën C8, y hacer carretera hacia Aragón muy a menudo. Cargamos con Nicolás (su hijo de un año) y llegamos hasta Huesca. Mi recuerdo es que llovía. En Yebra aparcamos a la entrada de la plaza y nos refugiamos en el coche y en una casa durante la lluvia”. Algún vecino también recordaba cómo unas chicas, que se habían refugiado en su casa durante la lluvia, desde la ventana “llamaron de todo a la Guardia Civil…” Para los organizadores la situación era delicada y ya pensaban en la suspensión del concierto. La climatología y sus nubarrones parecían una metáfora del momento político que se vivía en aquel año incierto y esperanzador. Alguno de los jóvenes comentó: “Hasta el tiempo lo tenemos en contra”. Pero finalmente, y siguiendo con la metáfora: escampó (2). Fotografía tomada desde Casa Arilla del concierto de Yebra El comienzo del concierto se retrasó más de una hora pero discurrió como estaba esperado. Duró más de dos horas por lo que finalizó mucho más tarde de las 9 de la noche, hora previamente solicitada. Actuaron los cantautores y los Danzantes de Yebra. Igual que había sucedido en mayo de ese mismo año en la conmemoración en Caspe del 40 aniversario del Anteproyecto de Estatuto de Autonomía de 1936. A Eduardo Paz (La Bullonera), treinta y cinco años después, el primer recuerdo que le viene de este concierto es el de los Danzantes: “Nosotros entonces nos movíamos en el mundo de la política, y yo desconocía todo aquello. Nunca había visto el chiflo y el salterio, los trajes de los danzantes… Me impresionó mucho”. La calle estaba repleta. Había banderas de Aragón, pancartas, puños en alto. Gritos y consignas impensables hacía unos años y, aunque aún con miedo, felizmente habituales en ese momento, “Democracia y libertad”, “Amnistía”, “Aragón, autonomía,” “El Pueblo, unido…”. Detrás del escenario, en un balcón de “Casa Arilla”, colgaba una pancarta que rezaba “ARAGON DEIXA DE PLORAR, YE TIEMPO DE LUITAR”… José Antonio Labordeta en Canfranc. Imagen de Carles Ribas publicada en El País O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 26 Cantaron todas las canciones significativas que el público esperaba: Carbonell, Doña Peseta, Me gustaría darte el mar, La Paca del Cañizar…; La Bullonera, Venimos simplemente a trabajar, Me dicen que no quieres, El bolero de Larrés…; Labordeta, La Vieja, No cojas las acerollas, Coplas de Santa Orosia, Aragón… Y el final apoteósico con el pueblo abrazado, las manos en alto, y los cuatro cantautores entonando el Canto a la Libertad, ese himno que José Antonio Labordeta ha dejado como un legado imperecedero y universal. Tras el concierto, los músicos cenaron en el “Bar de Flora “acompañados y atendidos por los y las jóvenes del pueblo. Costillas a la brasa con ensaladas y porrón, de postre sopetas (melocotón con vino). Labordeta ya había comentado que él no cobraría por tocar, pero a pesar de eso se intentó aportarles lo que se pudo. Con la mesa que se montó en la calle se consiguieron 11.000 pesetas (66,11 euros), cantidad considerable en aquellos tiempos, y se les entregó para que las repartieran como ellos quisieran. Los cantautores quedaron muy satisfechos. Fotografía del recital de Labordeta en Yebra del libro Aragón nuestra tierra, de Eloy Fernández Clemente La repercusión en la comarca fue grande. “Fue sonau”. Sería uno de los primeros actos de este tipo que se organizaba por la zona, y de los primeros en Aragón tras la muerte de Franco. “Si no vais todos ta cárcel, os faltará poco” se escuchó varias veces después del concierto por la Val. Muchos de los vecinos de Yebra fueron meros espectadores, sorprendidos por esa “revolución” que se montó en el pueblo para escuchar a unos cantantes tan raros, que “aunque tenían buena voz (Eduardo Paz) ni siquiera las jotas eran de las mejores”. Para otras personas resultó un momento inolvidable, un acontecimiento que quitó el miedo a dar pasos firmes hacia la democracia, hacia una sociedad libre y sin complejos donde entre todos y todas se pudiera decidir un futuro sin escribir. “Ese día la María se pondrá el traje otra vez. En Santa Orosia empezamos y en San Miguel a beber.”(3) PD: Este artículo es la suma de los recuerdos de Félix Bergua, Graciano Lacasta, Rubén Villacampa, Gloria Estaún, Pepe Sánchez, Joaquín Carbonell y Eduardo Paz. Gracias a todas. 1 Apodo cariñoso con el que ha sido conocido Labordeta durante prácticamente toda su vida pública. 2 Despejó el tiempo 3 Coplas de Santa Orosia de José Antonio Labordeta Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 27 Visita episcopal a la parroquia de Yebra en 1678 Graciano Lacasta Estaún nos folios sueltos, intercalados al final del libro más antiguo conservado de la Primicia de la parroquia de Yebra, dan cuenta de los gastos originados por cuatro visitas episcopales realizadas entre 1678 y 1705. Consideramos de interés dar a conocer la información contenida en uno de ellos por su valor histórico y social. Se trata de un documento único, porque de entre las abundantes visitas de la máxima autoridad diocesana recibidas en la parroquia, sólo en estos pocos casos nos queda constancia detallada de los gastos que ellas ocasionaron. Desconocemos si todas fueron tan costosas económicamente. De las cuatro conocidas, hemos escogido la que supuso el mayor gasto, por contener también mayor información. Desde el comienzo alertamos al lector del riesgo que conlleva la lectura de un texto que nos traslada a una época alejada de la nuestra por una distancia superior a los trescientos años. Lejos de nuestro propósito la pretensión de emitir un juicio gratuito sobre el significado de unos gastos que a primera vista resultan fastuosos. Los principios e intereses por los que se regía aquella sociedad difieren tanto de los nuestros que estamos obligados a ser sumamente cautos a la hora de enjuiciarlos. No obstante, guiados por el respeto y la imparcialidad, nos acercamos al pasado movidos por la curiosidad que siempre despierta el conocimiento de nuestra historia. Convencidos de que alumbrar y escudriñar una parcela de nuestro ayer, siempre ayuda a desenterrar alguna de las múltiples raíces de las que se nutre nuestra propia existencia. Aportaremos información adicional sobre el contexto histórico en el que surgió el texto, y comentaremos cuantos elementos puedan facilitarnos su comprensión. Sirvan estas líneas no sólo para satisfacer nuestro anhelo de saber, sino, ante todo, como homenaje a cuantos nos han precedido en la ya larga historia del pueblo que un día nos vio nacer. Ellos fueron tejiendo y construyendo con fe y tesón a lo largo de siglos las calles y los caminos, las casas, los templos y las ermitas, las tradiciones y el paisaje en el que hoy nosotros nos movemos y respiramos. 1. Transcripción del documento: Cédula del gasto de la Visita del Señor Obispo, año 1678, días tres Libro primicia tomo I página 92 De Huesca Vino blanco: 2 cántaros a 10 sueldos:..........20 suel. Clarete: 2 cántaros a 8 suel. 6 din...............17 “ Melones: 12 a 7 din.....................................7 “ Naipes: 2 barajas.........................................4 ” Confitura de anís: 3 libras..........................12 ” Pimienta: 2 libras a 3 suel............................6 ” Canela: 2 onzas a 3 suel. 6 din.....................7 ” Clavillos: 1 onza..........................................3 ” 6 d. Pólvora: 2 libras..........................................6 ” Perdigones: 8 libras a 1 suel. 2 din................9 ” 4 ” Arroz: 8 libras a 10 din...............................6 ” 8 “ Bizcochos: 2 libras a 4 suel...........................8 ” Piñones: 1 libra...........................................2 ” Azafrán: ½ onza.........................................2 ” Anís: ½ libra...............................................0 ” 2 “ Albarán de bodega y tienda..........................1 ” 5 “ Porte de todo esto.......................................18 ” _________________________________________ Vino tinto: 17 ½ cántaros a 2 suel..............35 ” Uvas: media arroba.....................................1 ” Porte de todo esto.......................................26 ” 3 “ _________________________________________ Abadejo: 32 libras a 1 suel. 2 din...............35 ” 4 ” Esquerola....................................................3 ” Truchas: 15 libras......................................32 ” Porte de todo esto.........................................5 ” _________________________________________ Garbanzos: 1 almud....................................2 ” Judias: 1 almud...........................................2 ” Huevos: 16 docenas a 1 suel. 4 din..............24 ” Peras: 20 docenas a 4 dineros . .....................6 ” 8 ” Aceite: 12 libras a 1 sueldo.........................12 ” Velas para luz al Sr. Obispo 4.......................7 ” _______________ 329 “ 11“ Lumbre para la cocina.................................2 sueldos Leña para amasar: 2 cargas..........................3 ” Leña para la cocina: 4 cargas........................6 ” Trigo: 1 cahíz 9 cuart. a 40 real...............110 ” Cebada: 1 cahiz 22 cuartales......................46 ” Paja y caballerizas.....................................12 ” 9 d. O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 28 2. ¿Qué era una Visita episcopal? Panadería de Yebra Un carnero................................................36 Una oveja.................................................25 Tres borregas a 16 suel................................48 Pollos: 20 a 2 suel......................................40 Capones: 4 a 5 suel....................................20 Perdices: el coste de cazarlas........................20 Tocino: 6 libras a 4 suel.............................24 Queso: 4 libras a 1 suel................................4 Almendras: 1 almud....................................1 ” ” ” ” ” ” ” ” ” Nieve: una carga..........................................7 De traer la nieve..........................................2 Del que servía a la mesa...............................2 De la criada del Rector.................................8 Vagajes para subir al Puerto.........................6 Para el cocinero..........................................20 Para jabón..................................................1 ” ” ” ” ” ” ” e trataba de una inspección de la máxima autoridad diocesana destinada a supervisar el funcionamiento de la parroquia tanto en el aspecto religioso como en lo relativo a las finanzas. Hay que tener en cuenta que durante siglos la parroquia ejerció la función de recaudar los impuestos, mediante el viejo sistema de diezmos y primicias. A veces la Visita era realizaba directamente por el propio prelado, otras por un clérigo delegado de su confianza. El Visitador revisaba el estado del templo, ornamentos, pila bautismal, altares, reliquias, cálices y demás jocalías. Y llevaba a cabo un riguroso control y recuento de los bienes recaudados por la Primicia: cantidad de cereales, lana, limosnas y donativos recibidos, así como de los ingresos obtenidos con la venta de dichos productos. El párroco presentaba, a su vez, una relación pormenorizada de todos los gastos requeridos para el mantenimiento de templos, ermitas, adquisición de nuevos objetos sagrados y demás artículos necesarios para el culto. Destacan las compras de aceite para las lámparas y de cera para iluminar la iglesia. Todos estos datos quedan registrados en el libro llamado de la Primicia. Tras la revisión, el Visitador deja constancia por escrito de su conformidad con el estado de cuentas, señalando irregularidades, deudas o aspectos a mejorar. 6 “ 6 “ De la casa del Sr, Obispo........................100 De las camas de afuera..............................36 _______________ 580 s. 9 d. Es todo: 910 sueldos 8 dineros Cabe a cada parte: 303 sueldos 7 dineros El carácter marcadamente económico del documento aconseja que recordemos el sistema monetario vigente en el Reino de Aragón durante el siglo XVII: 1 libra = 20 sueldos 1 sueldo = 12 dineros El salario diario de un profesional artesano venía a ser por esa época de 6 sueldos. Medida de cereales: 1 cahíz =140 kilos = 24 cuartales También eran objeto de examen los llamados Quinque Libri, o cinco libros sacramentales, donde quedaban registrados los nuevos bautizados, confirmados, desposados, difuntos y la relación completa de todos los fieles que cumplían cada año con el precepto de confesar y comulgar por Pascua. La Visita episcopal solía aprovecharse para administrar el sacramento de la confirmación. Un acto que en algunos casos debió prolongarse por varias horas debido a su carácter masivo. Así en la Visita del año 1708 se contabiliza en Yebra la presencia de 189 confirmandos que acuden de otros 11 núcleos del contorno acompañados de sus padres. La periodicidad de estas Visitas era de dos años y solía ser frecuente que a una parroquia central acudieran los rectores de las parroquias vecinas, trayendo sus correspondientes libros parroquiales. Recordemos que por esa época tan sólo en Ballibasa existían seis parroquias: Orús, Sobás, Yebra, Allué, Osán y Sardas. Así se justifica que la Visita se prolongara por varios días, como sucede en el caso que nos ocupa. 3. Yebra en el año 1678 oblación: 234 habitantes. La lista cumplimiento pascual los distribuye en: del Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 29 Varones de confesión y comunión: 94 Mujeres de confesión y comunión: 63 Varones de sola confesión: 12 Mujeres de sola confesión: 18 Varones y mujeres menores: 42 Ausentes: 5 Casas habitadas: 39 (Los datos corresponden al año 1677 del que hay información más exacta). Clérigos residentes en el pueblo: mossen Jusepe Pérez (casa Pérez), mossen Pedro Lacasa, Capellán de Sta. Orosia (casa Lacasa), mossen Jusepe Urús (casa Capellán/Torre), mossen Francisco Saras (casa Arnalda), mossen Thomás Cañardo (casa Cañardo), mossen Orencio Bergua, Párroco (casa Abadía). A los entierros son llamados los Curas de la balle y el Capellán de Sta. Orosia que son ocho. Llama la atención el número de personas de fuera del pueblo que viven en Yebra en calidad de sirvientes: María de Jaca, Juan de Xillue, Jusepe de Jaca, Josef de Jaca, Pedro de Huesca, Juan de Francia, Pedro de Alatruei, Orosia de Latas, Miguel de Arruaba. En el último tercio del siglo XVII habitan en el pueblo y ofrecen sus servicios los siguientes profesionales y artesanos: Agustín Pérez, Miguel Maza de Lizana y Domingo de Asso, notarios; Domingo de Allué, Justicia del Valle de Bassa; los doctores Carlos Casanaba, Esteban Marco, Juan Antonio Pascual, Miguel Pradel y Domingo La Puente, ejercen sucesivamente de médicos; Diego de Cassas y Manuel Laplana, maestros boticarios; Thomas de Rivera, organista; mosen Pedro de Fanlo y Domingo Blanzaco, maestros de niños; Lorenzo Sauseras y Juan de Lorau, cirujanos; Juan de Campo, escultor; Miguel Escuer, sastre; Felipe Grasa, herrero; Agustín Allué, pelaire; Domingo y Juan Jordán, piqueros; Mathias de Orús, Martín Baleta y Juan Gil, tejedores; Lorenzo Lafenestra, Zapatero; Juan de Latas, Miguel Estaún y Martín Fenestra, ermitaños de Santa Orosia. La situación económica debió ser ese año, al menos para algunas familias, de extrema escasez de recursos. El libro de la Primicia da cuenta de un hecho conmovedor que no se vuelve a repetir ni antes ni después de esa fecha. Era habitual que los vecinos recurrieran a la compra del trigo almacenado por la Primicia cuando tenían necesidad de él para la elaboración de pan. Lo novedoso de este año es que muchos de los que acuden a comprarlo no pueden pagar con dinero, y se ven obligados a entregar objetos de su casa como prendas, hasta poder abonar el importe en metálico. Se trata de pequeñas cantidades de trigo Suelo de la sala de Casa Pérez -entre 6 y 18 cuartales (35/100 kg.). Así refleja este hecho la siguiente anotación correspondiente a las ventas del año 1678: Se debe (trigo) con prendas que yo tengo, y son una taza de pies, un vaso y dos cucharas, dos ollas de cobre, un par de calzones finos, un bancal y un mantel... Se advierta que del trigo que yo tenía en ser el año pasado, y después lo presté, no he cobrado todo porque deben los siguientes: Martín Jordán sobre una taza llana: 15 cuartales; Martín Pérez sobre una sábana y almirez: 18 cuartales; Orosia Laguardat sobre una olla de cobre: 5 cuartales; Pedro Cañardo sobre tres cucharas y un tenedor: 15 cuartales; Pedro Lardiés sobre unos manteles: 6 cuartales; Mariqueta de Allué sobre un cobertor: 2 cuartales; Juan Gil sobre un almirez: 6 cuartales; Martín Jordán debe cebada sobre una cuchara: 16 cuartales (Folio 38). Abundan las limosnas a Sta. Orosia de diferentes pueblos de la comarca: Se cogió de la Varonía de Larrés 10 sueldos; se cogió de los de Senegüé 10 sueldos; dio Javierre Latre 4 sueldos; se cogió en la procesión de la Valle y otra luminaria de Sardas 12 sueldos; se recibió de Sardas de casa de Orencio trigo: 3 cuartales; se recibio de Serué por lo de la Veneración trigo: 3 cuartales. La administración de los bienes de la Primicia era controlada, en parte, también por los vecinos. Cada año se nombraba a uno de ellos como primiciero, el cual era responsable junto con el párroco de todos los productos recogidos y de sus ventas. Ambos daban cuenta una vez al año de su gestión ante los regidores y vecinos que desearan asistir al pasacuentas. De cada pasacuentas se levanta un acta firmada por los presentes que se archiva en el libro de la Primicia. Transcribimos los párrafos más significativos del acta correspondiente al año vencido de 1678: Pasaronse las quentas de la Primicia de Yebra a 19 dias del mes de Marzo del año 1679 en presencia de los señores Rector, Jurados y Primiciero con asistencia de otras personas de dicho lugar, y todas ajustadas se halla O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 30 Sala de Casa Pérez que tiene dicha primicia trigo en ser 27 cahizes. Al Sr. Rector se le han pagado por las candelas de los años 77 y 78, y Predicador y Campanas del año 78 dos cahizes y ocho quartales de trigo... Más quedó en memoria trigo 32 cahizes, 14 quartales y 2 almudes. Más trigo en prendas 9 cahizes 3 almudes. Más cebada en ser 5 cahizes y un quartal. Y en deuda 3 cahizes y 18 quartales. Con lo qual se dieron por ajustadas estas quentas y se nombró primiciero para el año de 79 a Domingo de Casbas. Yo moss. Orencio Rector de Yebra otorgo las sobredichas quentas y las firmo por el Primiciero y Jurados que no saben escribir (Folio 39). La Visita del año 1678 l prelado que visita este año la parroquia de Yebra es D. Bernardo Matheo Sánchez del Castellar. Era su primera visita al pueblo. El día 7 de octubre administra el sacramento de la confirmación a 70 niños de Yebra y 4 de Sardas. Habían transcurrido once años desde la anterior visita episcopal, de ahí el elevado número de niños que debían confirmarse. Actúa como padrino de confirmación mossen Miguel López Rector de Sobás. El acta de confirmación concluye con estas palabras: Siendo Rector de Yebra Moss. Orencio Bergua de Sardas. Orencio Bergua es el autor de la Novena a Sta. Orosia que todavía se sigue rezando en nuestros días. Del documento se deduce que otra de las labores que lleva a cabo el obispo durante sus tres días de estancia en Yebra es subir a visitar las ermitas y santuarios del Puerto de Sta. Orosia. El texto dice expresamente: Vagajes para subir al puerto. Recordemos que las obras de construcción del actual santuario de la explanada se habían concluido tan sólo nueve años antes. No sabemos el motivo por el que tanto el párroco como los regidores locales optaron por agasajar al nuevo obispo con tanto esmero. Los tres días que duró la Visita les supuso un gasto superior a los 900 sueldos. Una cantidad astronómica si pensamos que en aquella época el precio de un pollo o de una docena de huevos no superaba los 2 sueldos. O que lo percibido por el arriero y las caballerías que se desplazan a pie desde Yebra hasta Huesca para hacer una parte de las compras, es de tan sólo 18 sueldos. Un cometido que le exigiría, como mínimo, tres días. O que había familias en el pueblo que no disponían de los 16 ó 18 sueldos que costaban los 6 cuartales (24 kg) de trigo necesarios para elaborar el pan de cada día. Otro elemento de referencia puede ser el coste de construcción de la recién inaugurada iglesia del Puerto. La inscripción grabada en la base de la pila de agua bendita, situada a la entrada de dicho templo dice: …costó 1.115 libras..., esto es: 22.300 sueldos. Es cierto que el obispo representaba entonces la máxima autoridad que podía visitar el pueblo, por ostentar no sólo un poder religioso, sino también político. Pero si lo que pretendían los regidores locales era granjearse el favor del prelado, es dudoso que lo lograran, pues los mandatos que redacta el Visitador en el acta final suenan severos y amenazantes. Veamos algunos de ellos: - En todas las misas de días festivos, después del ofertorio, el párroco deberá leer a los fieles el Catecismo, bajo sanción de veinte sueldos por cada vez que deje de hacerlo. - Párroco y primiciero deberán cobrar todas las deudas de la Primicia en el plazo de un mes. Quienes no paguen pasados otros ocho días, que se publiquen sus nombres y queden excomulgados. - Siguiendo idéntico procedimiento, serán igualmente sancionados quienes en adelante sean remisos en el pago de los diezmos y primicias. - Que se prohiba participar en los oficios divinos a quienes no cumplan con las misas y aniversarios debidos a sus familiares difuntos (II Libro Sacramental, Folio 218s). 5. Análisis del documento o debe extrañarnos que entre los gastos contenidos en el balance destaquen los derivados de la compra de alimentos. Tal predominio de la gastronomía no viene más que a corroborar una de las características de aquella sociedad, ya señalada por el gran estudioso de nuestra tierra, don Manuel Gómez de Valenzuela. En su interesante obra sobre La vida en el Valle de Tena en el siglo XVI afirma que para aquellas gentes los convites y comidas (más bien comilonas) colectivas constituían uno de los principales entretenimientos y placeres de su monótona vida (p.262). Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n 31 Pasamos a desglosar los principales productos reseñados en el balance. La gastronomía: Vino: 22,5 cántaros = 225 litros. Carne: 1 carnero, 1 oveja, 3 borregas, 20 pollos, 4 capones, perdices y tocino 2 kg. Pan: 1 cahíz + 9 cuartales de trigo 192 kg ↑≈ 135 kg de harina ↑≈ 200 kg de pan. Huevos: 16 docenas. Pescado: 5 kg de truchas y 6,5 kg de bacalao. Legumbres y cereales: 1 kg de garbanzos, 1 kg de judías y 2,5 kg de arroz. Fruta: 12 melones, 6 kg de uva y 20 docenas de peras. Condimentos: confitura de anís, pimienta, canela, clavillos, piñones, azafrán y anís. Es evidente que el pan, la carne y el vino constituyeron la base del menú degustado durante aquellas tres jornadas. Trigo y carne eran productos autóctonos. Aquél, cultivado en las propias fincas, molido en el molino local, amasado y cocido en alguno de los hornos existentes en cada casa. El trigo era en aquella época uno de los productos más valorados. Se utilizaba con mucha frecuencia como moneda de cambio, en vez del dinero. Los constructores de la iglesia de Yebra cobran sus trabajos a cambio del trigo que recoge la Primicia durante doce años. Es de suponer que los casi 200 kg. de trigo consumidos durante la Visita se destinaron a elaborar pan, cuyo consumo debió superar los 200 kilos. A tal fin se adquieren también 2 cargas de leña para amasar. Un segundo artículo que destaca en la dieta es la carne. Desconocemos cuál sería el número de comensales, pero sorprende el elevado consumo de este alimento. Entre la proveniente de las cinco ovejas y los 24 pollos bien pudo rondar los 110 kilos, sin incluir la proporcionada por las perdices, que por lo pagado a los cazadores -20 sueldos- es de sospechar que fue abundante. Para este fin se compró en Huesca pólvora y perdigones: 15 sueldos. La preparación de esta carne sería, en gran parte, en forma de ‘asado’, ya que la ausencia de patatas entre las compras indica que este alimento todavía no se había popularizado por esas fechas. Más costoso resultaba el abastecimiento de vino, un alimento de primera necesidad en la época, por aportar calorías y energía. Aunque la toponimia y la presencia de lagares de vino en algunas casas de Yebra demuestran la existencia de viñas en el pueblo, la calidad de sus caldos debía ser deficiente. De ahí la necesidad de tenerlo que acarrear en odres de piel a lomos de mulos desde el somontano oscense. En el documento que nos ocupa predomina el vino tinto: 175 litros, cuyo coste resulta 4/5 veces más económico que el de los otros 40 litros de vino blanco y clarete. El acarreo del vino tinto, que se realiza por separado, requeriría al menos dos mulos y más de dos días. El precio de su transporte asciende a 26 sueldos El pescado está representado por el bacalao/ abadejo, alimento cuaresmal por excelencia. Era el pescado más asequible a los lugares alejados de las zonas marítimas. Su salazón garantizaba la conservación por largo tiempo. El gasto en este alimento -35 sueldos- por la compra de más de 10 kilos es también elevado, similar al de las truchas, que, según afirma Manuel Gómez de Valenzuela, eran consideradas manjar muy delicado, y abundaban en el río Gállego y torrentes adyacentes. Llama la atención la escasa presencia de legumbres, especialmente de un producto tan específico de la zona como la alubia. Dentro de los parámetros en que están representados el pan, la carne, el vino o las 16 docenas de huevos, tan sólo un almud (= 1 kilo) de judías y otro de garbanzos parecen cantidades insignificantes. Mientras que la fruta, a pesar de la dificultad que pudiera suponer su transporte y conservación, parece que estuvo abundante, como lo demuestran los 12 melones, 6 kilos de uva y 20 docenas de peras. Para preparar las comidas se contrata a Miguel Escuer, vecino del pueblo, que por las tres jornadas de trabajo percibe una remuneración de 20 sueldos. A su disposición se ponen 4 cargas de leña y lumbre, y hasta siete especias diferentes, con las que condimentar las viandas. Le ayudan un camarero, que servía la mesa, y la criada del Rector. Concluimos este apartado gastronómico aludiendo a una compra para muchos llamativa: una carga de nieve. El comercio de nieve y hielo, destinados a enfriar las bebidas y mantener frescos los alimentos, fue habitual durante siglos hasta la llegada de nuestros actuales frigoríficos. La nieve comercializada con este fin fue considerada por mucho tiempo como un producto elitista, propio de las clases privilegiadas o exclusivo de los grandes banquetes. Su compra en nuestro caso, destinada a agasajar al prelado y su comitiva, hay que interpretarla en este sentido. La carga de nieve provendría del inmediato pozo nevero localizado en el mismo término de Yebra, restaurado en 2006. Sabemos con certeza que en 1678 se encontraba en funcionamiento, ya que en 1624 c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 32 el concejo de Yebra obtuvo permiso para construir y explotar un pozo de nieve. Y en 1672 se obligaba a los vecinos del lugar a ir a los jornales de caminos, molino, pozo y Yglesia. El alojamiento n añadido al documento que venimos comentando indica el modo como fueron sufragados los 910 sueldos que costó la Visita de 1678. Por él sabemos que la casa del Sr. Obispo, mencionada al final del balance, fue Casa Pérez. En ella instalarían el prelado y acompañantes su cuartel general. En su espaciosa y elegante sala tendrían lugar los consabidos convites, y alguna de sus entonces más lujosas habitaciones serviría de aposento episcopal. Nada de extraño que uno de los recintos de esta casa, que hasta hoy recibe el nombre de Estudio, se convirtiera durante esos tres días en despacho episcopal. Ese Estudio sería el lugar habitual de trabajo de los sucesivos notarios, miembros de la familia Pérez, que a lo largo de los siglos XVII y XVIII ejercieron su profesión con el título de Notario real de Yebra. La ocupación casi total que esos días se hizo de Casa Pérez -cocina, bodega, despensa, sala, dormitorios, estudio-, convertida en Casa del Sr. Obispo, fue valorada en 100 sueldos, el importe más elevado que figura en el balance. Por el documento adjunto sabemos que para completar el alojamiento de cuantos acudieron al Paso a la alcoba en la Sala de Casa Pérez pueblo con motivo de la Visita se recurrió al alquiler de camas en otras casas: 9 en casa de Eusebio, 2 en casa de Capellán y una en casa de Juan d’Allué. Otro elemento a considerar es el cobijo y cuidado de las caballerías con las que se desplazarían el prelado y los suyos. A este fin se destinan la Cebada: 1 cahiz 22 cuartales (267 kilos): 46 sueldos, y la paja y caballerizas: 12 sueldos 9 dineros, incluidos en el balance. Esta cantidad de pienso consumido indica que el número de caballerías desplazadas no debió ser reducido. Los comensales arecemos de datos precisos sobre el número de invitados que asistieron a las comidas, pero por el volumen de alimentos consumidos se diría que fueron convites muy concurridos, y con comensales de buen apetito. Junto al obispo viajarían varios miembros de su curia. Al párroco de Yebra, que actuaría de anfitrión principal, le acompañarían con toda probabilidad los otros cinco clérigos locales y los restantes cinco párrocos de Ballibasa. Estarían presentes también los regidores del concejo, el justicia, el primiciero y otras personas destacadas del lugar: notario, médico, boticario, cirujano... No debieron faltar, tras los postres, algunos momentos de distensión lúdica, como indica la compra de naipes: dos barajas. En estos casos también era costumbre Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n 33 repartir gratis entre los vecinos más pobres de la localidad carne, pan y vino. Forma de pago l desglose final que cierra el balance distribuye el gasto total en tres partes: cabe a cada parte 303 sueldos 7 dineros. Esas tres partes son: el párroco, la iglesia y el lugar. El documento adjunto especifica los artículos sufragados por el Rector hasta completar el porcentaje que le corresponde. Para abonar la porción que toca a la iglesia se recurre a los bienes de la Primicia; así queda reflejado en el libro: del gasto que se hizo en la Visita: 303 sueldos 7 dineros. Pero la Primicia no debía disponer de fondos suficientes para afrontar este pago y sólo aportó 222 sueldos. Rector y primiciero tuvieron que hacer frente con sus propios dineros al importe restante. De ahí que en el pasacuentas de ese año se lea: Computado el gasto con el provecho se halla que la Yglesia debe al Rector y Primiciero 78 sueldos. No está claro que el pueblo pagara su parte proporcional tomando el importe de la caja común del concejo. Más bien parece que unas cuantas familias asumen ese gasto ofreciendo cada una distintos servicios y productos. Así Jusepe Escuer, de casa Eusebio, aporta bienes por un importe de 80 sueldos: cebada, camas, pollos, paja, caballerizas y un carnero. Martín San Clemente, de casa Juan d’Allué, se hace cargo del porte de Huesca, porte de Jaca, porte de nieve, un capón, porte del Puerto, una cama y leña para masar; total 43 sueldos. Casa Pérez se encarga del hospedaje, garbanzos, jabón y almendras: 104 sueldos. Y así hasta otros nueve vecinos con distintas aportaciones de menor grado. Debemos suponer que cada uno ofrece a la organización de la Visita aquellos bienes de los que personalmente dispone. De los aportados por el párroco se deduce que éste contaba por aquel entonces con un rebaño propio de ovejas, un corral con pollos y gallinas, huerto, fincas con producción de cereales y una criada. Porque entre sus aportaciones figuran: 1 cahiz 9 quartales de trigo, 1 oveja y 3 borregas, 13 pollos, 1 capón, huevos, judías, queso y el trabajo de su sirvienta: De la Criada del Rector 8 sueldos. Otra de sus contribuciones dice así: De cazar perdices 20 sueldos. Nada extraño que el rector fuera aficionado a la caza y fruto de esta afición fueran las perdices que luego se sirvieron en la mesa. No debe sorprendernos que la parroquia poseyera fincas de cultivo; una relación de 1702 enumera hasta 19 campos y huertos propiedad de la parroquia. En algún momento también se menciona al pastor del Rector. Reflexiones finales 1. Reconocemos la parcialidad de la visión aquí dada sobre esta Visita episcopal, ya que casi exclusivamente hemos analizado su aspecto más material, olvidando lo que debió constituir su objetivo primordial, es decir, el religioso, del que apenas tenemos infomación. 2. La desmesura del gasto que supuso esta Visita constituye con toda probabilidad un caso excepcional. Las visitas posteriores experimentan una considerable disminución del gasto. La de 1680, en la que no participó el obispo, y el Visitador permaneció también tres días, costó 503 sueldos, y en la de 1682 el gasto descendió a 392 sueldos. 3. Sería injusto, a la sola consideración de lo arriba expuesto, no saber apreciar lo que de positivo contenía aquella contribución de la institución eclesial como elemento integrador y estructurador de nuestra vieja sociedad. Aunque expuesta al abuso inherente a todo poder, esa institución eclesial fue la más cercana a unas gentes acosadas por múltiples calamidades y casi del todo abandonadas a su suerte. 4. La eclosión de fervor religioso vivido en esa época nos ha dejado innumerables testimonios que constituyen para nosotros una parte importante de nuestro patrimonio cultural. Tal eclosión de fervor, acompañado de obras que aún perduran, debió surgir de una innegable fuerza y energía internas que con frecuencia escapan a nuestra sensibilidad actual. 5. Enorme el proceso de liberación y purificación experimentado por la institución eclesial de nuestros días, comparado con una época en la que se le encomendaba labores tan ajenas a su misión, como la recogida y administración de impuestos, la representación de la autoridad política más inmediata o el arbitraje casi exclusivo de la moralidad pública. 6. Por fin, nuestra obligada gratitud a aquellos laboriosos clérigos que, en medio de una sociedad dominada por el analfabetismo, ellos aprendieron a leer y escribir, legándonos un valioso testimonio escrito gracias al cual hoy conocemos tantos detalles de nuestro pasado. c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 34 Sarmientos Enrique Satué Oliván Dicen que aguantaron hasta la plaga de la filoxera. En algunos sitios más… Y, en otros, aún quedan viñas testimoniales y viñadores casi bíblicos. En el valle de Basa e, incluso, Sobrepuerto, aún tenemos testimonios: toponimia que nos lo recuerda (as viñas, as viñazas…), algún lagar que otro y, sobre todo, tradición oral e incluso el dance (mudanza viñetas del dance de yebra). Sirva esta estampa residual como recuerdo al caldo que fermentó en estas montañas, bajo en grados, pero obligado para la salud y la alimentación. o conocí cuando desgranaba sus últimos años en la soledad de la viña. Vivía para ella y sus dedos se injertaban de sol a sol en aquel costero pedregoso que bajaba desde la ermita. Nunca estaba parado, igual daba que fuese la estación quieta que aquella en la que la savia de las cepas sudaba para aterciopelar la bilis de la tierra. Ése era el mosto que endulzó los últimos sorbos de su vida. Él sin la azada de dos ganchos, la navaja, el azufre mezclado con el vitriolo molido y la hoz enana no era nada, ni siquiera brisa, el hollejo prensado que da hasta la última lágrima de vino; sólo una cepa vieja, olvidada por la familia en el yermo del pueblo agotado. Ignoro si influiría aquel lugar o si era cosa del oficio, pero lo cierto es que siempre observé en él un profundo fermento entre místico y artesano. Nos vimos varias veces en aquel viñedo que había pertenecido en algún tiempo a los monjes, sobre el cascajo y la cerámica antigua que envolvía el pie de las cepas, en aquel lugar decantado donde él se empeñaba, año tras año, en criar un vino tan viejo como la memoria del pueblo que se veía a lo lejos, coronado de tejas pardas, al pie del Visaurín. Durante aquellos encuentros descubrí que el paisaje y él eran lo mismo, que latían al mismo ritmo y que cuando a las novecientas cepas les hervía la sangre, él se alteraba porque se daba cuenta de que con su viña se iría también la madre del vino de los antepasados. Eran los días en que él escribía al afamado winemaker que conoció a través del suplemento dominical del periódico. Un día me enseñó con orgullo las cartas que dejaban bien parado al joven experto formado en las bodegas de Burdeos y Toscana. Éste le sugería con sensibilidad que aguantara firme a pie de cepa, que les hablase al oído, en las mismas yemas; que no lo dudase, que él constituía todo un símbolo de la resistencia frente a la globalización vitivinícola, que la dignidad de la fruta, el color y la estructura, sólo la suministraba el románico del viñedo, el material vegetal autóctono, cuidado con sencillez monacal. Que aguantase, que algún día acudiría para ver lo que podía hacer por aquella viña que sacaba néctar del cascajo de las montañas. En fin, que luchase por aquella garnacha negra que, según cuentan, plantó cara con mucha gallardía, al embate de la Filoxera. Siempre que yo quería aprender de él, no entraba en el pueblo, orillaba el coche en los almendros y tomaba el sendero que subía primero al viñedo y, acto seguido, a la ermita de la Virgen que se asoma asombrada al Pirineo. Allí estaba, con uno de esos trajes de pana raídos por el sol hasta que cobran ese aire pardo y eremítico que tiene la madera rugosa de las cepas. De vez en cuando se encendía un cigarro y lo paseaba entre los cien pasos de la ría como si se tratara de un incensario, porque él decía que aquel humo mataba cualquier pulgón. Esto era entre semana, porque los días de fiesta lo hacía con una faria que le subía el cartero. Así discurría a diario su vida, aunque cuando acudí para ver cómo tiraban de las yemas los últimos días de abril, no lo encontré y supuse que debía andar por casa ordenando la soledad esparcida desde hacía años. Llegué a la viña y me detuve en medio de aquella formación engañosa, de cepas apagadas que, en realidad, guardaban dentro tanto fuego. Posiblemente nunca, hasta aquel día, me había fijado con tanto detalle en una cepa. Parecía escoria retorcida de la que, misteriosamente, nacían ocho yemas aterciopeladas, junto al arranque de los sarmientos podados a últimos de febrero. Desde aquella mañana, siempre me he preguntado cómo unas cepas herrumbrosas como aquellas han podido dar glucosa durante siglos, frente al aliento de la nieve y a la oscuridad de las hoces del río. Levanté la vista y me di cuenta de cómo aquel panorama mortecino mentía; de cómo el trigal que envolvía la viña, y que hasta agosto servía de empalizada, ya tenía dos palmos; de qué forma los Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n 35 frutos de los almendros, plantados en las márgenes, ya alcanzaban el tamaño de un piñón; de qué manera los tres membrillos de las esquinas ya abrían sus capullos sonrosados dispuestos a reencontrarse con el vino nuevo en el poncho de Navidad; de cómo en el muro sur de la caseta ya se abría algún pensamiento azulado del tamaño de un pendiente; y de qué forma, cinco fajos de sarmientos aguardaban el espectáculo de la resurrección de la viña en las márgenes, mientras se secaban para asar y endulzar la carne de las fiestas y del día sacavinos. Allí todo estaba, aparentemente, quieto, y la azada de dos ganchos era testigo de ello, porque descansaba entre los brazos de un almendro. Permanecía inerte, colgada y agotada después de haber picado el suelo de la viña cuando en marzo habían comenzado a retroceder los neveros. Seguramente, aguardaría así otro año, a la intemperie, como todo lo que un día florece. Entré agachado en la caseta, me senté en el banco de piedra y recordé algunas de sus explicaciones mientras repasaba y dibujaba los objetos con tranquilidad. Al parecer, hasta el final de los sesenta, cada casa había tenido, al menos, una viña, pero luego, con la despoblación, la concentración parcelaria y la maquinaria, se acabó la cultura de la autosuficiencia, se arrancaron las cepas y se comenzó a comprar el poco vino que las menguadas familias y los nuevos gustos sociales de la juventud requerían. Sólo quedó a pie de cepa algún viejo solitario como él, que no encontró mejor compañía que la de la viña fiel donde, desde niño, había visto cómo el sol lamía la figura de los seres queridos, hasta que, con los años, poco a poco, se fueron yendo. “Sopanvina no emborracha, pero alegra a la vecina” –le decía su abuela, en aquel mismo asiento que yo estaba, cuando para merendar, les daba una tajada de pan con azúcar, remojada en vino. Había que ver a aquella mujer en la vendimia, con qué garbo se movía, agachada, entre las rías de cepas y para los días del Pilar… Eran las jornadas en que ella se vaciaba y dejaba su pulpa, porque luego sabía que ninguna mujer, desde los tiempos de siempre, podía pisar la uva si no quería que el vino se avinagrara. Él me decía que vivir a pie de cepa equivalía a estar en una continua lucha y que, por eso, a partir de que los granos estaban de buen ver, su abuelo dejaba colgada la chaqueta en una azada puesta de pie en medio de la viña, y, si esto parecía poco, había que dormir allí para hacer guardia, en el suelo de la caseta, sobre un colchón de sarmientos. Así ocurrió mientras la plaga de las rabosas, los críos y los vecinos andaba repartida, porque cuando con la emigración comenzaron a quedar tan pocas viñas como los dedos de las manos, daba lo mismo dormir en casa que junto a las cepas... A veces, me contaba, que las familias pobres se emparentaban por la necesidad de vino, y que como ya se sabe que todas las calamidades vienen juntas, rara era la vez que no se les avinagrara o todo acabase en una riña. Sin embargo, recordaba que la desgracia colectiva más sonada fue aquella en que una noche a tres socios se les marchó el vino porque un ratón se comió el sebo con que éstos habían taponado la cánula del lagar. “Entre García, Piquero y Patrón,/ pusieron el vino juntos/ y se les comió el sebo el ratón” –recitaba más de una vez con aire pícaro. Lo eché en falta aquella mañana, pero su ausencia también me sirvió para observar y revolver con detalle todo lo que albergaba el interior del pequeño edificio. Apoyados en una pared oscura estaban el arado empolvado y la collera para tirar de él; detrás de la puerta, se adivinaban dos cuévanos de madera que, hasta no hacía muchos años, habían servido para transportar a lomo la uva; en una estantería se apiñaban el azufre, el vitriolo, las tijeras y una cajita de madera en la que se había escrito con letra temblorosa que a quien cuidara de la viña, la titular de la ermita le “aduyaría”. Pocas cosas más, alguna vela, una garrafa vacía de vino, papeles de aluminio apretujados para tapar alguna rendija, restos de sarmientos quemados en un rincón; eso y un calendario de El Mensajero de Padua en el que, mes por mes, la misma mano trémula anotaba cuando la merma de la luna permitía manipular con éxito las cepas y el vino. Anoté todos los detalles, incluso aquel llamativo círculo del día uno de agosto, junto al que decía, “en ayunas, un vaso de vino para quitar el dolor de cabeza todo el año”. Tomé buena nota y me incorporé c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 36 cuando un estrecho haz de luz caía sobre la cajita de madera, allí donde él guardaba el gaviño que, bien guiado, dando cortes correctos, azuzaba la sangre adormecida de aquellas cepas. Hice un dibujo detallado de aquella hoz diminuta y revisé todo para que él no extrañase nada. Lo hice a conciencia, pero sin sentido, porque él ya no aclararía en julio los sarmientos; lo supe cuando sus hijos me llamaron desde la ciudad para ofrecerme El libro de la viña y todos los aperos. Me quedé pálido, porque una vez más, el paisaje emocional de estas montañas se había desdibujado. Tomé entre mis manos una de las botellas que me había regalado, miré su etiqueta y no pude evitar que se me hiciera un nudo en la garganta. “Viña de la Virgen. Añada 2000” –decía con letra manuscrita. “Casa Périz. Denominación de origen: Sarmientos del Visurín” –rezaba con letras mayúsculas al pie. Ya no era vino nuevo. Lo abrí con cuidado, lo olfateé y sentí los vapores telúricos de aquel cascajo del pie de la ermita; efectivamente, tenía mucho de románico y austero. Lo paladeé y me pregunté qué milagros tendría que hacer el winemaker para aterciopelar aquel vino tan franco, que no engañaba de donde había salido. Lo saboreé bien y dejé caer aquel jarabe, cocido en la botica del cerro de la Virgen, por mi garganta. Lo movía por la boca, mientras me replanteaba la oportunidad de llevar al museo El libro de la viña. Él me lo había enseñado como lo que era, como un auténtico tesoro. Estaba forrado en piel, tenía cincuenta y dos hojas y las doce últimas todavía estaban en blanco, para que se continuara anotando las vicisitudes del vino de la casa. Comenzaba por dar cuenta de aquel año en que la langosta se llevó toda la uva por delante y en que un antepasado quiso dar fe de lo que, posiblemente, podían ser los últimos días de la Humanidad. Así comenzaba a desgranar racimos en que se mezclaban las lunas, las pestes, las sequías, los nacimientos y las muertes en la familia, las guerras, la compra de los toneles y la celebración de las cosechas; todo en aquel odre, como si aquel Libro de la viña, en realidad, reflejara mucho más y se alargara por la historia de la misma Humanidad; la que se escribe a pie de cepa. Paladeé el último sorbo y pensé cómo iba a contestar a sus hijos. Claro, les diría que agradecía la confianza que habían puesto en mí, que no había sitio en el museo para los objetos de la viña, que guardaran el libro como un tesoro y que no me lo podía llevar, porque aún tenía hojas en blanco; aquello, y que el gaviño de su padre, por si no se habían dado cuenta, estaba intacto en una caja de madera, con un escrito suyo, dentro de la caseta. Poco más puedo contar. Bueno, lo dicho, que hundí a conciencia el corcho y que, con el pañuelo, limpie una glarima de vino que se descolgaba por el cuello de la botella. Ilustración: Lacasta Clueca Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 37 Las Matas de Santa Orosia José María Satué Sanromán La mata de Escartín a amplia planicie, ligeramente inclinada, que rodea la ermita de santa Orosia, está poblada, entre otras plantas, por matas de boj, que crecen aisladas en medio de la pradera; ahora son de menor talla que en tiempos pasados, alternando con los pinos, que se están extendiendo por la zona espontáneamente, ofreciendo buenas sombras a los visitantes en los calurosos días del verano. Esas matas de boj han sido, y todavía siguen siendo, aunque en menor escala, testigos mudos y directos de la evolución social de las gentes que acudían y siguen acudiendo el 25 de junio a la romería de santa Orosia. Durante la guerra civil esta zona era el límite territorial de ambos bandos, permaneciendo el frente republicano casi dos años (1936-1938) en esta divisoria, con el cuartel general ubicado en el edificio de la ermita. En ese periodo las matas de boj fueron prácticamente arrasadas y condenadas al fuego para preparar las comidas y calentar a las tropas, incluidos dos largos y fríos inviernos. Pasado este episodio, fueron resucitando de sus cenizas y se han ido recuperando poco a poco, sin llegar a alcanzar el tamaño de las antiguas, sin duda por las dificultades climáticas que derivan de su altitud, perdiendo la batalla en favor de los pinos, hoy en día preferidos por las familias y grupos. Antiguamente cada lugar de Sobrepuerto, del Basa, de la Guarguera o de la Galliguera, tenía su gran mata de boj en los alrededores de la ermita, donde se juntaban los respectivos vecinos el día de la romería. Aunque todas eran parecidas, no estaban numeradas, ni tenían etiquetas de reserva, pero cada pueblo identificaba la suya sin titubear, año tras año. En cuanto llegaban por la mañana, se dirigían directamente a ellas, atando las caballerías en sus ramas y depositando las viandas, portadas en las típicas alforjas, en la sombra, a cuyo cuidado se quedaba uno de los vecinos, bien por turno anual (a redolín) o por simple acuerdo, con el fin de evitar que las caballerías se enredasen o algún perro ‘visitara’ las meriendas. Mientras, el resto de los vecinos participaba en los diferentes actos religiosos en honor a la santa. Una vez celebradas las distintas ceremonias de la mañana (encuentro de cruces y banderas en el Zoque, procesión conjunta hasta la ermita y misa), incluida la veneración de las reliquias en el exterior de la ermita, en presencia de los romeros de la Guarguera y de los danzantes de Yebra, ante la variada actitud de los fieles -unos atentos y devotos, otros repartiendo sonrisas y saludos reprimidos entre los parientes, amigos y paisanos-, se producía una verdadera eclosión social en los alrededores, un hormiguero humano moviéndose en todas direcciones, charlando en grupos, siempre de pie, manifestándose la alegría mutua de encontrarse un año más. Algunos mozos aprovechaban el momento para exhibir sus caballerías, enjaezadas especialmente O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 38 para la ocasión, con aparejos adornados con dorados clavos y coloradas mantas; otros lucían sus artes y fuerzas ondeando las banderas al viento por la inmensa pradera. Después iban acudiendo todos a sus respectivas matas, tras la acíaga mañana, sentándose en torno a ellas para comer. Vaciaban el contenido de las alforjas sobre un mantel (bota de buen vino, fiambrera con la tortilla de patata y carne en conserva, jamón, queso, longaniza, tortas o crespillos), para saciar el hambre y ‘presumir’ ante los demás del buen hacer de la dueña de la casa. Entre bocados, hábilmente dosificados por las clásicas navajas de mango de hueso (navallas de pastor), y tragos de vino, iban saliendo toda clase de temas, unos en broma, otros en serio, la mayoría con buen humor, acorde con el tono festivo del día, estropeado en muchas ocasiones por sonoras tormentas. Poco a poco se iban comentando todos los asuntos de la redolada, primero con cierto orden y modulada intensidad, que iba subiendo de tono conforme se recuperaban las fuerzas y se trasvasaba el vino de las botas a los estómagos, hasta terminar en un alegre jolgorio. En cada corro se palpaba el chistoso de turno y los diferentes intereses de mozos y mayores, aquellos atentos a las evoluciones de las mozas, éstos más preocupados por el futuro de la casa, las conversaciones se mezclaban. Así, los mozos no dejaban moza de la zona sin ‘repasar’ (dialécticamente se entiende): si había mejorado su físico, si se le sabía de alguna relación sentimental, con quién había festejado, a qué fiestas iba, etc. Sin embargo, los amos eran más prácticos y directos, tratando de ‘atar’ la boda de su heredero con una buena moza (cuyas condiciones -ajustes- se habían Alrededor de las matas pactado anteriormente, interviniendo padres y novios), para que la casa siguiera adelante. Para ello, disimuladamente, se ausentaban de la mata del pueblo, como si fuesen a ‘aliviar aguas’ un poco más allá, donde se producía el apalabrado encuentro. Aunque actuasen con disimulo, a partir de ese momento el noviazgo ya era del dominio público, pues siempre había alguien detrás de las matas, que se encargaba de propagar la noticia a los cuatro vientos. En las fiestas se oficializaba el noviazgo ante los vecinos, especialmente mozos y mozas, que tomarían parte activa en la próxima boda, especialmente en la despedida de solteros, y los más amigos como espaderos. Encontrar una moza ‘aparente’ se convirtió en preocupante a partir de 1940, pues preferían marchar a servir a la ciudad, antes que casarse con el heredero de una casa ‘buena’. “Antes sirvienta en una capital, que dueña joven en casa buena”, decían. Otras veces buscaban un criado, que les ayudase en las duras faenas del estío. En junio se iniciaba el periodo de más trabajo en los pueblos (siega de la hierba, la del trigo, la trilla, el pastoreo del ganado lanar y vacuno en los puertos…) y, especialmente en las casas de mucha hacienda o si tenían hijos pequeños, hacían falta ‘brazos’ para atender todas esas tareas. La romería era un buen momento para contratar algún sirviente, entre los numerosos mozos que acudían, normalmente de casas humildes. No se usaba el papel, bastaba con la palabra de las partes, cuyas condiciones se sellaban con la conformidad de amos y criados. En ocasiones lo hacían indirectamente, a través de algún conocido, apalabrando al que podían, ateniéndose a las consecuencias. Además se efectuaba el recuento ‘a bulto’ de los asistentes a la romería, comparado con años anteriores, si había aumentado o disminuido la afluencia. Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 39 También se contaban anécdotas del encuentro con antiguos vecinos o conocidos, emigrados a otros lares: a los centros fabriles de Sabiñánigo y Monzón, a las ciudades, a Francia, etc. Las matas soportaban en silencio el variado repertorio, oyendo de todo, sin poder opinar; las invocaciones a la santa apenas se percibían, aparentemente brillaban por su ausencia, quedando reducidas a las intenciones de cada cual, que emanaban de su interior, sin bullicios ni alharacas. Las matas más alejadas recibían periódicas ‘visitas’ de hombres y mujeres, para ‘aliviar’ sus necesidades fisiológicas, ‘aguas mayores y menores’, grabando en sus verdes hojas la evolución de las prendas interiores a lo largo de los tiempos (suena a tontería, pero es la realidad humana). Escarceos amorosos no tuvieron que presenciar, porque la dispersión de las personas por todas partes, no dejaba espacio a las intimidades. No faltaba algún tenderete junto a los recios muros de la ermita, que ofrecía café y licores para los mayores, velas, vasos planos, navajas, caramelos y chiflos para los pequeños, que esperaban como el maná, de manos de sus padres o hermanos mayores. Al menos unos dulces nunca faltaban en el fondo de las alforjas, para ancianos y niños. Charrín-charrán transcurría la jornada, algunos se ‘echaban una cabezada’ revueltos con las alforjas, dando manotazos a los impertinentes ataques de los tábanos y de las moscas; otros iban pensando dedicatorias picaronas para entregarlas disimuladamente al mayoral de los danzantes, que en los brindis de la tarde sacaba los colores a más de un mozo o moza, con la consiguiente contestación por parte de los ‘afectados’. Algunos mozos se quedaban con cierto resquemor, heridos en su orgullo por las finezas de un forastero, pero el vino aplacaba las iras y también el recital irónico de la pastorada, proclamada con gracia por el mayoral, mezclando el romance de la santa, con los temas de candente actualidad, que siempre los había. Las matas seguían inmóviles, con las caballerías sujetas a sus ramas y las alforjas aligeradas de contenido, contemplando el ir y venir de las gentes, como un hormiguero en ebullición. En la actualidad, las viejas matas, bajas y achaparradas, han perdido su antiguo papel de punto de referencia social de cada lugar, ya que la gente prefiere los pinos, como hemos dicho antes, soportando estoicamente el rugir de los coches y motos desde que se construyó la pista. Pero en sus raices y tallos leñosos, restos vivos de las anteriores, guardan todas estas curiosas y variadas vivencias de tiempos pasados, acontecidas a su alrededor. Avanzada la tarde vendrían las despedidas y las últimas palabras de cada situación tratada, las puntualizaciones de última hora…, terminando con una expresión común: “Que tengamos salud para vernos el año que viene”… Y todos iban marchando por los distintos caminos y sendas, en grupos, menos bulliciosos que a la mañana, con los mulos enjaezados con las mantas coloradas, bajando la cabeza para tomar algún bocado de hierba, cada vez que aflojaban el paso, en dirección a los pueblos de origen, todos lejanos, donde les estarían esperando quienes no habían acudido al Puerto, al borde del crucero, enramado con rosas y ramas de boj. En las fechas siguientes, del recién estrenado verano, se irían desgranando las cosas vistas y oídas el día de santa Orosia, entre las personas de la casa, mientras se segaba la hierba y comenzaba a dorar el trigo, el día más importante de estas montañas, que dividía el año en dos partes, como las añadas en la sementera… Santa Orosia 1966 O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 40 Ser la primera Isabel Santolaria Fernández ace un tiempo mis amigos de O Zoque me pidieron que escribiera sobre mis experiencias en la montaña y, en concreto, sobre las dos expediciones a montañas de ocho mil metros en las que he participado. Alejandro insistió en que hablase de mi experiencia como candidata a ser la primera mujer aragonesa en alcanzar una cima de ocho mil metros. Como muchos sabréis en 2008 (dos años después de mi última expedición a Pakistán) Marta Alejandre consiguió ser la primera después de alcanzar la cima del Dhaulagiri. Me ha costado mucho pensar en qué escribir porque cuando recuerdo esas expediciones ése no es un factor que me venga rápidamente a la cabeza. Ahora que estoy intentando con gran dificultad conseguir financiación para otra expedición sí que lo recuerdo más porque entonces fue más fácil conseguir esa financiación, también es verdad que no había crisis. He de ser sincera y deciros que, sobre todo en la segunda expedición, sí que sentí la presión de “tener que” hacer cima pero en estas montañas, a veces, las decisiones no las tomas tú sino esas grandes moles, sus condiciones y su meteorología. Después de darle muchas vueltas a qué escribir, tantas que casi no llego a entregar esta pieza de pensamientos más o menos íntimos (no quiero otorgarle el título de artículo porque no creo que lo merezca), he decidido compartir con vosotros algún momento vivido en la montaña, pero sobre todo pensamientos y sensaciones que han ido añadiendo pedacitos a la persona que un día José Luis y Carmen, mis padres, trajeron al mundo. Lo primero en lo que me he cuestionado es porqué hago montaña y, a pesar de que me lo han preguntado un millón de veces, lo primero que me viene a la cabeza es porque sí, pero siempre he pensado que una razón importante radica en que me gusta ver el cielo (ya sé que puede sonar muy romántico, pero es la pura verdad). La verdad es que el lugar en el que me siento más libre, más cerca de mí misma y de los demás son las montañas. Y no me importa si son grandes o pequeñas, Punta Oturia o una mole de ocho mil metros. Me gusta sentir el cansancio, estar en contacto con todo lo que me ata al mundo y que me hace sentir que mi corazón late, la sensación de pelear por algo para alcanzar lo que te propones, conocer tus límites y superarlos, sentirte bien cuando lo consigues y sacar fuerzas de donde no las hay cuando no. Y todo ello con gran intensidad. Y sobre todo me gusta viajar y conocer además de otras montañas, otras gentes. Supongo que, básicamente, me gusta vivir porque, a fin de cuentas, es eso de lo que se trata, digo yo. Preguntándome por qué hago montaña rápidamente veo todo lo que me da esta actividad. Dejando aparte los condicionantes de la montaña como son el frío insoportable en ocasiones, el calor matador en otras, las caídas, el agotamiento, el dolor, el miedo, pero también la altura, el entorno, el aire, etc. Si pienso en lo que me da la montaña, lo primero que me viene a la cabeza es la capacidad de luchar por un objetivo. Creo firmemente que cuando haces montaña esta capacidad se ve reforzada hasta el límite de la cabezonería. Gracias a Dios, los momentos duros y algún que otro fracaso nos ayudan a conocer nuestros límites y a saber renunciar a un objetivo para ir en pos de otro. En esta lista de los “top ten” que me ha dado la montaña, acto seguido y peleando fuertemente por el primer puesto están los amigos. Soy una persona muy afortunada en ese sentido, pero he de reconocer que aquellas personas que se unen a ti dispuestas a conseguir algo, aun sabiendo que a veces lo van a pasar mal son muy importantes en mi vida. Eso, además de en la montaña, lo he encontrado en mis socias y compañeras de un proyecto vital como es mi pequeña empresa, Atelier de Ideas. Y también en la persona que hoy comparte mi vida que, como no podía ser de otra manera, también “tiene debilidad” por los espacios abiertos. Explicar porqué hago montaña y qué me ha dado podría escribirse en un documento que ocuparía los próximos veinte números de O Zoque pero no os quiero aburrir, sólo os pondré un ejemplo que creo que ilustra lo que os cuento. Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n 41 Hace unos años me fui a escalar a Perú con dos amigas, fue curioso, todos nos preguntaban si íbamos solas porque no íbamos con ningún chico. Pero en fin cuestiones de género a parte, en ese viaje me tocó vivir una experiencia un tanto “al límite”. Fuimos a escalar el Tocllarraju por la vía de los franceses (por un camino que no es el normal) era la primera vez en esa temporada que se escalaba y todavía había mucha nieve. Esto ralentizó nuestra marcha hasta el punto de que en la bajada, todavía a seis mil metros, nos pilló la noche en medio de un paso de grietas “interesantes”. Tuvimos que parar y dormir allí. Pasar una noche a esa altitud sin saco de dormir os prometo que no es muy agradable, pero ahí estábamos las tres haciéndonos agujeros en la nieve, extendiendo las cuerdas para aislarnos un poco del frío del hielo y consiguiendo reírnos de nuestra desgracia. Tuvimos suerte y no hizo viento. Menos mal, si no, no sé si tendría dedos para teclear estas palabras. Cómo explicaros las sensaciones de compañerismo que se viven cuando intentas hacer chistes en medio de semejante momento para pasar mejor el trago. Y si no puedo explicaros eso, ¿cómo os puedo explicar que en medio de este lío en el que nos habíamos metido fuimos capaces de admirar el cielo del hemisferio sur? Al día siguiente hicimos una bajada “gloriosa” llegando de madrugada hasta Huaraz. No sé cuántas horas anduvimos, ni cuánto desnivel llegamos a hacer de bajada: algo más de tres mil metros, como bajar de Santa Orosia a Yebra más de tres veces pero sin haber dormido casi, ni comido nada y sin agua, más o menos. Cuando vives algo así te haces más fuerte, te sientes más libre y sobre todo más unida a las personas con las que has pasado el trago. Es como en la vida, en los buenos momentos todo es más o menos fácil pero es en los momentos difíciles donde las relaciones humanas se ponen a prueba. Tanta es mi necesidad por la montaña que hace ya mucho tiempo decidí instalarme cerquita de todo aquello que, como he dicho antes, me ata al mundo. Hasta ese punto la montaña ha determinado mi vida porque, montarse una empresa en un lugar como Laspuña os prometo que es de todo menos fácil. Quizás hubiera sido mucho más fácil desarrollar mi carrera profesional en Zaragoza. Pero ahí estamos luchando por alcanzar objetivos, conociendo nuestros límites y superándolos. ¿Véis cómo esto de hacer montaña es igualito que vivir? Como ya os he dicho soy afortunada y no estoy sola en esto. Por hacer montaña mi vida es como es y, de alguna manera, a la montaña le debo mucho así que también he intentado devolverle un poquito algo de lo que me dio y eso lo he hecho intentando comprometerme con la conservación, con la gestión y con la promoción de este deporte. Aunque, la verdad, en el debe y el haber todavía hay mucho que compensar. En medio de todas estas reflexiones pensar en que una vez pude ser la primera en algo pierde toda la importancia. Ya en esos días decía que era muy consciente de que eso era fruto de la casualidad, no de que yo fuera mejor o peor que nadie. En Aragón hemos tenido, y tenemos, grandes montañeros y montañeras (de éstas menos que somos pocas) ya en su día y antes que yo Ana Sesé, de Peña Guara, lo intentó y no tuvo suerte, como os he dicho a veces la montaña decide por ti. Para mí el reto ha sido siempre, sobre todo, personal. Donde yo he estado había también otras mujeres, el hecho de que en nuestra comunidad autónoma no haya muchas chicas que quieran ir a montañas de ocho mil metros no me hacía mejor que el resto. Para despedirme os contaré que vuelvo a intentarlo, si la financiación en estos tiempos de crisis me lo permite, claro. Que me voy rodeada de amigos a disfrutar de lo que me rodee, de la gente, de la montaña y volveré para contároslo y seguir haciendo lo que más me gusta a ser posible rodeada de gente a la que quiero. ¡Ah! Y volveré a llevarme, entre otra suerte de “amuletos” y pequeños recuerdos, la medalla de Santa Orosia, que siempre me da suerte… c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 42 Informe de visita técnica Iglesia de San Julián de Escartín, abril 2007 Antonio García Cid Arquitecto del Gobierno de Aragón. Departamento de Educación, Cultura y Deporte. Sección de Cultura y Patrimonio Ménsula SITUACIÓN Y EMPLAZAMIENTO DESCRIPCIÓN DE LA IGLESIA - La comarca del Sobrepuerto se sitúa entre la Tierra de Biescas y el Valle de Broto, se trata de una zona muy montañosa atravesada por barrancos y rodeada de elevados montes, en ella existen varios núcleos o poblaciones hoy deshabitados, siendo en general el acceso a los mismos bastante dificultoso a través de pistas en deficiente estado. La comarca ofrece un bello y pintoresco paisaje, con buenas muestras de arquitectura popular. - La localidad de Escartín se emplaza en la zona norte y más elevada de la comarca del Sobrepuerto, y es un caserío deshabitado en la actualidad. - Se visita el lugar el día 24 de abril de 2007, accediendo al mismo desde Oliván a través de una pista forestal en mal estado durante unos 10km. hasta el cruce de Basarán, y desde aquí, unos 7km. a través de otra nueva pista, también en muy mal estado, durante aproximadamente una hora. - Escartín es un pueblo abandonado situado sobre una hombrera del terreno en un entorno que destaca por el aterrazamiento con numerosos muros de piedra. - La iglesia se encuentra en la zona más norte y alta de la localidad. - A la iglesia se accede desde una placeta cerrada en la que además se encuentran otros edificios como la escuela, abadía y cementerio. A dicha pequeña plaza delimitada por muros y por las edificaciones, se accede a través de portada con vano de medio punto de grandes sillares en dovelas y jambas cubierto con tejadillo a dos aguas. - Según distintas fuentes existirían restos de la antigua iglesia románica de los siglos XIXII, pero su aspecto actual es resultado de una reconstrucción general llevada a cabo en el siglo XVI. - Se trata de una iglesia de planta rectangular, con cabecera plana de tres ábsides o tres capillas independientes cubiertas con bóvedas de medio cañón, la central mayor que las laterales, y una única gran nave cubierta con bóveda de cañón apuntado con tres arcos fajones, también apuntados, apeados en pilastras con basa rectangular y decoradas con sogueados en las aristas y con aves, caras humanas y de animales y otros motivos en capiteles, e incluso en la clave del arco central (destaca la pequeña pila del agua bendita en la arista de la pilastra junto a la entrada). Además existen capillas laterales cubiertas también con bóvedas de medio cañón, dos en el lado norte (la más cercana al ábside decorada con nervio en el intradós de la embocadura apeado en ménsulas), y una en el lado sur. En los pies, en el último tramo de la nave, tiene un coro elevado de entramado y viga de madera sobre pilar central octogonal y ménsulas en extremos. El pavimento de esta nave principal se cubre con grandes losas de piedra, existiendo enterramientos según dictan inscripciones existentes en las mismas losas. Los muros interiormente presentan restos de varias capas superpuestas de distintos revestimientos, algunos de ellos con decoraciones pictóricas o simulando despieces de fábricas, destacando el tono azulado del color de al parecer el último revestimiento. - La portada de acceso al edificio se abre en el muro sur con doble arquivolta, imposta y jambas rectas no decoradas, y tímpano adintelado con almendra apuntada decorada con pequeña cruz. Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 43 - - - - Dicha portada se sitúa bajo atrio o lonja, que constituye el cuerpo inferior de la torre, cubierta con bóveda de medio cañón ligeramente peraltada sobre imposta con canecillos. En este cuerpo o piso inferior, además del vano sur abierto aun actualmente, existe otro vano lateral con arco de medio punto en el lado este, aunque actualmente se encuentra cegado ya que se aprovechó el espacio anexo para una pequeña dependencia; en esta habitación se observa, en el muro sur de la iglesia, un vano abocinado con derrame al exterior, ahora cegado, con sillares bien trabajados en dovelas y jambas. La torre sobre el atrio, de un solo cuerpo, y de apreciables distintas fábricas de piedra (sillarejo inferior y mampostería superior), cuenta con dos cuerpos inferiores de carácter más defensivo con aspilleras, y en un cuerpo superior con dobles vanos con arco de medio punto en fachadas sur y este. Se accede desde el coro y cubierta a cuatro aguas con pequeño vuelo en fachadas. En el lado este, en un cuerpo intermedio, se observa un arco apuntado con clave triangular, hoy cegado. También en el lado sur, y adosada a la cabecera, se levanta la sacristía, con acceso desde el ábside meridional a través de vano adintelado (1753), y con cubierta de medio cañón transversal a la dirección de las de la nave y ábsides, y con pavimento de pequeñas piezas de piedra formando dibujo de un círculo con flor. En la iglesia existen, como ya se ha descrito, fábricas de sillares bien trabajados, buen sillarejo y mampostería. Se trataría por tanto, según distintos autores y los restos observados, una iglesia con partes y restos románicos, siglos XIXII, como serían los niveles inferiores de la torre, la portada al templo, la ventana en derrame del muro sur, o la pila bautismal (hoy expoliada); y ya del siglo XVI podrían datarse la estructura general de la nave y cabecera, con sus elementos decorativos, el recrecimiento de la torre, y la sacristía; posteriormente se cubriría y cerraría en pequeño cuarto entre el atrio y la sacristia. En el exterior, el cementerio se ubica al sur de la cabecera quedando delimitado por muro de piedra que lo separa de la placeta de acceso al conjunto. DOCUMENTOS TÉCNICOS E INTERVENCIONES ANTERIORES No se tiene constancia documentada de alguna intervención anterior. INFORME El objeto del presente informe es realizar un Estudio Patológico del inmueble, en el que se analizarán y describirán las lesiones o síntomas que presentan los distintos elementos constructivos en el estado actual, sus orígenes y causas, y su posible evolución, así como las posibles reparaciones y medidas preventivas aplicables. En este informe se analizan y describen las lesiones que más tengan que ver con un proceso de degradación del edificio; en otro análisis posterior, se podrá, ya con otra prioridad, realizar una propuesta de reconstrucción, reparación o restitución de los diversos elementos o partes de los mismos que se encuentren deteriorados, degradados o simplemente no situados en su ubicación original o desaparecidos. ESTADO ACTUAL. LESIONES Y CAUSAS A continuación se identifican, independizan, describen y localizan las lesiones primarias y secundarias detectadas, ya sean de tipo físico, mecánico y/o químico, y en el análisis del proceso patológico y demás datos disponibles, se enumeran las posibles causas directas: mecánicas, físicas, químicas o lesiones previas; e indirectas: de diseño, de ejecución, del material o de mantenimiento. 1. En las cubiertas sobre las bóvedas, principalmente y más acentuadas en la cubierta de la nave principal, existen las siguientes lesiones: Vegetación parásita; Rotura, desplazamiento y desprendimiento de las losas de piedra de acabado; Deformación y hundimiento del relleno y estructuras sobre bóvedas; e interiormente humedades por filtración, erosiones, degradación y desprendimiento de piezas y de los revestimientos interiores de las bóvedas. Aunque no inminente, existe riesgo real de que peligre la estabilidad de la bóveda. Las causas indirectas son el paso del tiempo y la falta de mantenimiento junto con la ausencia de algún elemento que garantizara la impermeabilización, Aceitera O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 44 Capillas independientes de la Iglesia estanqueidad y estabilidad de la cubierta, y la causa directa física el agente atmosférico lluvia. 2. Por otra parte, respecto a las cubiertas sobre estructura de entramado de madera, se han hundido la cubierta de la torre, y parcialmente, la del cuarto de diezmos y primicias junto al atrio; en los restos que se mantienen, existen las siguientes lesiones: Rotura, desplazamiento y desprendimiento del material de acabado o losas de piedra; Deformaciones, desplazamientos y roturas de los elementos de la estructura de madera, con riesgo de nuevos hundimientos o caídas de materiales; Humedades interiores generalizadas de filtración. Las causas indirectas son, nuevamente, el paso del tiempo y la falta de mantenimiento junto con la ausencia de algún elemento que garantice la impermeabilización y estanqueidad de la cubierta, y la causa directa física, lógicamente, el agente atmosférico lluvia. 3. Aunque es aceptable el estado general de los elementos estructurales verticales o muros, se aprecian algunas lesiones estructurales, como grietas y deformaciones, en zonas localizadas como: Las partes altas de la torre; la cabecera; y la portada del muro sur. Por otra parte de manera más generalizada se aprecian también: Ausencias de material de agarre y rejuntado, desprendimiento y/o rotura de piezas aisladas, suciedades, lavados Altar Mayor diferenciales y presencia de líquenes y vegetación parásita. 4. Hay que destacar también, la existencia de humedades de filtración y de capilaridad en zonas inferiores y medias de los muros en la zona norte de la iglesia (lesiones primarias físicas) y erosión y degradación de materiales y elementos interiores (lesiones secundarias mecánicas). La causa directa de esta lesión es la humedad existente en el terreno, además de la superficial o caída de las cubiertas, ya que existe una causa indirecta y es el hecho de que la cota interior del suelo del edificio es inferior a la del terreno exterior en esa zona. Además, exteriormente existe un exceso de vegetación descontrolada anexa a las fachadas y muros del edificio, incluida la placeta de acceso. 5. La portada de acceso a la placeta tiene un elevado riesgo de desplome y derrumbe dado el estado de desplome y desplazamiento que presentan los sillares y piezas de sus dovelas y jambas además del mal estado del muro en el que se enclava que ha sufrido pérdidas y desprendimiento de materiales, sobretodo de sus coronaciones. En consonancia de esta situación, junto con el estado de abandono y de ruinas generalizado de la población de Escartín, también se encuentran en ruinas los otros edificios que cierran dicha placeta, con verdadero peligro de desprendimiento de elementos y materiales, sobre todo de partes altas y restos de aleros, lo que supone un riesgo para las personas que accedan al lugar. OTRAS LESIONES A continuación se relacionan una serie de lesiones que se entienden, o bien no suponen riesgo inminente de derrumbe, o no contribuyen inicialmente a un proceso de degradación del inmueble, o bien son los efectos de una causa principal a eliminar en actuación anterior, o bien se trata de elementos de acabado o secundarios o desaparecidos en su totalidad. 6. Los distintos acabados interiores, revestimientos y pinturas, de los paramentos, tanto verticales como en las bóvedas, apreciables superpuestos, han sufrido una gran degradación debido a las humedades, encontrándose por tanto abundantes desprendimientos, y en los que permanecen, presencia de manchas, lavados diferenciales y meteorización. 7. Los suelos formados por grandes losas, se encuentran sucios, semicubiertos con restos de materiales desprendidos o arrastrados por las Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 45 humedades, y además presentan puntualmente descolocaciones y hundimientos. 8. El coro se encuentra muy deteriorado, con su estructura de madera presentando roturas y deformaciones, resultando una estructura sin condición alguna de seguridad para su utilización. Además su barandilla de madera prácticamente ha desaparecido, quedando solo resto de algunos balaustres y del pasamanos. REPARACIONES Y ACTUACIONES PROPUESTAS A continuación se realizan las propuestas de reparación destinadas a la anulación de las causas de las lesiones, y las destinadas a devolver a elementos o unidades constructivas su funcionalidad constructiva y aspecto original. Las reparaciones deberían ser objeto de proyecto de ejecución redactado y firmado por técnico competente, y las obras destinadas a la ejecución de las mismas deberán ser realizadas bajo dirección facultativa de técnico. Así mismo, todos los trabajos deberán contar con las instalaciones de bienestar, de señalización, de protección colectiva e individual y mano de obra preceptivas exigidas por la legislación vigente aplicable en materia de seguridad y salud. (Seguridad y salud: los trabajos de demolición y demontaje se ejecutarán siguiendo las oportunas medidas de seguridad y utilizando los medios de protección necesarios y se realizarán manualmente desde andamios homologados). Además se tendrán en cuenta las especiales circunstancias y dificultades de accesibilidad que supone la ubicación de la población donde se encuentra el edificio. 1.-Reparación de las cubiertas sobre las bóvedas consistente en: Apeos y apuntalamientos estructurales interiores; Desmontado, clasificación y acopio de las losas de piedra, limpieza y eliminación de materiales de agarre y rellenos; Refuerzo y zunchado de hormigón armado sobre bóvedas; Relleno de hormigón aligerado; Lámina impermeable y; Acabado de losa existente recuperada o loseta de cantera con dimensiones y acabado tradicionales de la zona, colocación tradicional recibidas con utilización de morteros pobres de cal o tasca y solapes en un mínimo de tres losas seccionadas, el alero se resolverá por vuelo simple de leras y cuchillos. Se prestará especial cuidado en la ejecución y refuerzo de la impermeabilización de puntos singulares como son los encuentros con paramentos. 2.-Restitución de otras cubiertas que consistirá en: Desmontado, clasificación y acopio de las losas de piedra, eliminación de rellenos o materiales de agarre; Desmontado, eliminación y sustitución de los tableros, viguerío y cerchas de madera y sustitución por otros similares en igual disposición; Colocación de una lámina impermeabilizante alveolada, con malla incorporada para agarre del mortero, colocada en sentido perpendicular a la pendiente y sujeta con fijaciones específicas bajo los solapes, sobre la que se dispondrá de una capa de mortero bastardo armada de acabado liso fratasado, redondeada y con medias cañas en encuentros con paramentos y hasta cubrir rozas, y finalmente; Lámina impermeabilizante autoadhesiva con acabado de arena, sobre emulsión imprimación caucho-asfáltica (se prestará atención a solapes, encuentros e introducción en rozas de paramentos verticales), sobre la que se colocará; Acabado de losa existente recuperada o loseta de cantera con dimensiones y acabado tradicionales de la zona, colocación tradicional recibida con utilización de morteros pobres de cal o tasca y solapes en un mínimo de tres losas seccionadas, el alero se resolverá por vuelo simple de leras y cuchillos. 3.-Reparación de grietas: Desmontaje puntual de fábricas, por medios manuales, con recuperación de elementos para su limpieza y posterior reutilización (e prestará especial cuidado con el material que forma parte de lo que es pieza especial, como jamba, dintel, arco, elemento decorativo, etc.). Cosido, sellado y rejuntado de grietas: Limpieza de las superficies de contacto con aire a presión, colocación de varillas de acero inoxidable de diámetro 10mm., relleno Aspecto exterior de la iglesia O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 46 con mortero epoxi de dos componentes, tapado de grietas con piezas reutilizadas y rejuntado exterior similar al de la zona con mortero de cal. 4.-Limpieza y rejuntado general de fábricas: Limpieza preliminar de depósitos no adheridos al substrato pétreo, mediante brochas y por soplado con aire en juntas y superficies; y retacado y reintegración de morteros perdidos o retirados en juntas y faltas de volumen con mortero de cal grasa apagada, con las mismas características de disposición, textura y color que las existentes. 5.-Impermeabilización y drenaje muro norte: Zanja de drenaje e impermeabilización perimetral, a profundidad algo superior a la del suelo interior del templo, y con evacuación directa, en las zonas exteriores de muro en las que el terreno se encuentra a una cota superior a la del suelo interior. 6.-Desbroce y saneado perimetral exterior: Limpieza y desbroce de una banda continua y perimetral al edificio, y de la zona de la placeta, tratamiento antiraíces y acabado de grava-gravilla sobre lámina separadora. 7.-Reparación de portada de placeta: Desmontaje de fábricas en estado de estabilidad precario, elementos sueltos y/o morteros disgregados, por medios manuales, con recuperación de elementos para su limpieza y posterior reutilización. Se prestará especial cuidado con el material ya que son piezas especiales, como jambas y dovelas, elementos decorativos, etc.; Reposición de piezas especiales reutilizadas y, si es el caso, reproducción en piedra similar a la existente, en dovelas y jambas, mediante reposición y/o retacado de las piezas, aplomado del conjunto, recibido con morteros de árido y resinas, saneado y reposición de zonas disgregadas o perdidas, incluso rejuntado final con morteros compatibles de cal y arena hidráulicos entonados con pigmentos naturales o similares a los existentes. A continuación se relacionan otras propuestas más destinadas a recuperación, reconstrucción y/o reposición de distintos elementos deteriorados, degradados y/o ausentes, así como las referidas a los efectos o lesión en sí, que se entienden no objeto detallado de este informe por tener menor grado de prioridad respecto a otras, al no contribuir al proceso de degradación o no ser causa directa o indirecta de otras lesiones. 6.-Una vez eliminadas las humedades, sería conveniente realizar un estudio detallado de las distintas capas de revestimiento que se aprecian en alguna zona, incluidos los restos de pinturas que se aprecian, para una vez analizado, tomar decisiones sobre posibles reposiciones o reproducciones. Se procederá al repicado y eliminación de revestimientos no adheridos o degradados, y en su caso a su sustitución por otro revestimiento de similares características compositivas y de disposición. 7.- Se procederá a la limpieza de los pavimentos, y al desmontado y recolocación o reposición de las piezas de losas de piedra ausentes, deterioradas o descolocadas, recibidas con mortero bastardo, incluso rejuntado del resto. 8.-Respecto a el coro, se desmontarán los tableros y las estructuras de madera y barandilla del mismo, y se sustituirán por otras también de madera idénticamente dispuestas y de similar despiece de elementos. Finalmente en otra propuesta, sería interesante el valorar la posibilidad de reapertura de huecos o vanos cegados, concretamente de la ventana del muro sur de la iglesia y de los arcos del lado en los pisos inferiores de la torre. VALORACIÓN En la valoración se tienen en cuenta las especiales circunstancias y dificultades que suponen la ubicación de la población de Escartín. Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n 47 Notorio fotográfico d´o danze de Yebra de Basa en 1923 Óscar Latas Alegre periodico poblicato en Madrid Heraldo Deportivo, correspondién á ro 25 d’agosto de 1923, conteneba, en a seuzión de “Excursionismo” y en as planas 355-359, un amplo reportache ilustrato clamato “Quince días en el Alto Aragón” y que firmaban os aragoneses Santiago Víu y Anselmo Solanes. En dito reportache, se da cuenta d’o biache en fierrocarril dende Uesca ro diya 15 de chunio y d’a gambada feita dimpués dende Samianigo petenando por tota ra bal de Tena: Bien provistos nuestros morrales, preparados los aparatos fotográficos y con buena dosis de alegría y buen humor, salimos de Huesca, en ferrocarril, hasta la estación de Sabiñánigo, punto en que, en realidad, debía dar comienzo nuestra excursión. O diya 25 de chunio de 1923, tornan d’a bal ta puyar, antis de marchar, á ra romería de Santa Orosia: “Nos animaba el deseo de asistir á la festividad de Santa Orosia, en el puerto de su nombre”. Dende astí os autors d’a coronica rezentan a suya espedenzia en a puyada ta Puerto: El día 25, sobreponiéndonos á las fatigas del día anterior, nos levantamos á la hora convenida, con ánimo de ascender los 700 metros que nos separaban de la ermita de Santa Orosia (1615 metros) y gozar del día más señalado del año para esos pueblos, ricos en tradiciones y fuertes en su fe hacia su patrona. A la claridad del crepúsculo empezamos á escalar las primeras estribaciones de la montaña, que son penosas, tanto por su pendiente, como por su poca amenidad. El sol nos sorprendió al llegar á los primeros pinos, á partir de los cuales el camino cambia de aspecto y se hace agradable y pintoresco, deslizándose sobre profundos abismos y pasando sobre la Peña del Aguila, gigantesca roca que se encuentra á la mitad de su altura, próximamente. A una altura de 1.500 metros llegan á faltar pinos, que son sustituidos por un extenso prado natural, en el que pastan gran cantidad de cabezas de ganado. Después de dos horas de ascensión llegamos á la ermita y nos dispusimos á no perder detalle de todas las típicas ceremonias que habían de celebrarse y que la tradición conserva año tras año. Auto contino nos fablan d’a romería d’ixa añada de 1923: “Poco á poco van llegando los habitantes de los pueblos vecinos, con sus monturas vistosamente enjaezadas, y reuniéndose en la «mata» de boj, que la tradición señala á cada pueblo. Este es el lugar donde Santa Orosia fué mártir de su fe, siendo degollada por los infieles, en conmemoración de cuyo hecho se ha levantado una ermita, donde sus patrocinados le rinden solemnes cultos para demostrarle la devoción que por ella sienten”. Y s’achunta ro siguién: En el sitio donde ocurrió su muerte brota una hermosa fuente, de tres caños, que arroja gran cantidad de fresquísima é insuperable agua. Instalados en nuestro matorral vimos formarse la procesión de los pueblos de Sobrepuerto y ribera del Gallego, con sus veintiocho cruces y cuatro banderas, que partió para reunirse con otra que sube del Valle de Basa llevando la reliquia de la Santa, conducida siempre por el pueblo de Yebra, al que cabe el honor de guardarla, y que colocan, dándole guardia, al extremo Sur del puerto. Profes, no faltan as referenzias á ros danzes, á l’adorazión d’a capeza y á ras mullers con l’esmo trafucato: Son muy típicos los danzantes de Yebra, que, con sus vistosos trajes y provistos de dos palos cilíndricos, ejecutan originales danzas al son del no menos curioso instrumento llamado «chicoten» ó «salterio», que, por su estructura, parece tener un origen árabe. Consta de una caja de resonancia, de un metro de longitud por 20 ó 25 centímetros de anchura, y se encuentra provisto de cinco ó seis cuerdas gruesas, que vibran por percusión, produciendo extraños sonidos, los cuales son acompañados por los de una flauta que el mismo músico sostiene con la mano izquierda. Ejecutando sus bailes esperan los danzantes la llegada de la primera procesión, que se une á la del pueblo de Yebra y resto del valle. c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 48 Después de saludarse las banderas y cruces se dirigen todos á la ermita, donde tiene lugar una misa muy solemne; después de ella se adora la reliquia, que es la cabeza de la Santa, protegida por un estuche de plata cerrado con un candado; acto seguido la alegría se desborda y la cumbre de la montaña se ve animada por gritos de júbilo y salen á relucir bien preparadas comidas, á las que se les hace el honor que merecen. es agradable por la satisfacción de haber pasado un día inmejorable”. Durante la procesión pudimos ver algunas «espirituadas» ó «endemoniadas», que acuden á Santa Orosia para que las cure «sacándolas los demonios del cuerpo». Causa impresión verlas saltar, gritar y proferir insultos contra la imagen de la Santa, la que destrozarían si sus familiares las dejasen sueltas un momento. No nos explicamos qué clase de enfermedad es la que padecen; sufren frecuentes ataques y, apenas pasados éstos, vuelven á dar saltos y á forcejear, hasta que llegan á perder las ropas y el calzado (hecho considerado por muchos como salida de algún espíritu). Anque toz istos comentarios son de gran balura testimonial, por a calendata en a que se fan, ta nusatros, lo más siñalero de dito reportache son os tres retratos de Santiago Viu que lo ilustran y que traslatamos astí. Destacan en ixas ilustrazions, como puede beyer-se, os sombreros d’ala ampla que leban cuatro d’os güeito lanzantes e que forman de traza cruzata ros cuadros de danze. Puede apreciar-se millor o feito en a foto en a que danzan debán d’o disaparexito Zoque d’a Benerazión, amanato á l’armita. B’ha que parar cuenta que, sindembargo, toz están atrapaziatos con o mesmo bestiu tradizional, namás cambea ra traza d’o sombrero, y que ro mayoral y o repatán leban o sombrero autual. Asina que ¿ye bella casolidá iste arringleamiento con dos sombreros destintos u yera ra traza cutiana de calar-se-los? A coronica se remata con una breu referenzia á ros ditos d’a pastorada: “Durante toda la tarde los danzantes recitan versos y brindan por los allí presentes, terminando la fiesta con el día, y verificándose el regreso que, aunque penoso, Talmén atros retratos d’ista tremprana epoca nos ilustren. Quede astí testimonio fotografico d’os lanzantes de Yebra con os suyos sombreros, en l’añada 1923, unas d’as primeras instantanias que se conserban d’ista antiga romería. Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n 49 Santa Orosia-Sobrepuerto. Una propuesta de protección oportuna Salvador Antón Clavé (1) Catedrático de Análisis Geográfico Regional. Universidad Rovira i Virgili. Tarragona a existencia del proyecto de declaración del paisaje protegido de Santa OrosiaSobrepuerto es una buena noticia. La aprobación de la propuesta de protección -cuando se realice- será un excelente anuncio. Tanto es así que –tal como ha ocurrido en otros espacios protegidosse puede incluso pensar que, más allá de los límites que inicialmente queden fijados, en el futuro habrá demandas, por parte de propietarios y de administraciones locales, de ampliación del espacio protegido. No es sólo por la belleza y el carácter simbólico y religioso de la montaña y tampoco es únicamente por el significado natural, histórico y cultural de Sobrepuerto, es sobre todo por el acierto de asociaciones y publicaciones como O Zoque y de particulares y administraciones municipales como Yebra de Basa al impulsar una idea que sitúa Santa Orosia y Sobrepuerto como un referente de lo que inevitablemente debe ser, un lugar con sentido, un espacio de referencia y un entorno natural valioso, digno, protegido y equipado que sirva además como revulsivo para la dinamización económica de los municipios en los que está delimitado tanto en la comarca del Alto Gállego como en el Sobrarbe. No puede olvidarse, en este sentido, que, aunque reciente, la experiencia acumulada evidencia que la protección de los espacios de interés natural con figuras específicas como la de paisaje protegido o equivalentes conduce a establecer modelos de desarrollo sostenibles que permiten: 1. Proteger y valorar los recursos naturales. La existencia de una figura de protección facilita que el conjunto de la sociedad sea consciente de la importancia de los valores a conservar. Además, el desarrollo de museos, centros de interpretación, centros de educación ambiental y otras instalaciones tiene un papel fundamental en lo referente a la valoración de los recursos además de las políticas específicas de protección y mantenimiento de los recursos ambientales. 2. Contribuir al desarrollo económico y social. La contribución de la protección del medio natural al desarrollo territorial se ve facilitada desde diferentes ámbitos de actuación. En primer lugar, a través de la configuración de un modelo territorial que permite el desarrollo de iniciativas particulares y públicas en el marco de unos esquemas de sostenibilidad precisos. En segundo lugar, la protección de los valores ambientales cataliza de forma directa la creación de actividad a través de los propios equipamientos de gestión, investigación, información y valoración de los elementos del medio natural y humano de la zona. En tercer lugar, no puede obviarse el hecho de que la protección de un espacio genera una marca de calidad ambiental que puede ser utilizada por las iniciativas privadas para añadir valor a los productos de su ámbito territorial, especialmente los agrarios, ganaderos, forestales y artesanales, así como también a los propios productos turísticos y recreativos. 3. Cohesionar la sociedad implicándola en un proyecto de futuro. Utilizar una figura de protección ambiental como un instrumento de intervención sobre el territorio puede fortalecer la identidad común y, si se le dota de capacidad e impulso en materia de gestión territorial, puede convertirse en un elemento clave de competitividad territorial en el futuro. Al mismo tiempo, los instrumentos y organismos de gestión c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 50 del espacio protegido sirven para animar a la población hacia un proyecto de desarrollo sólido que consolide una tendencia opuesta a la pérdida de dinamismo económico y el despoblamiento. agentes, planificación de funciones, segmentación de la demanda y especialización productiva que eviten la repetición reiterativa de ofertas y la indiferenciación de los espacios que las sustentan. 4. Planificar y gestionar el territorio. Para llevar a cabo una política de conservación y desarrollo efectiva hay que tener capacidad para incidir de forma satisfactoria en los usos y aprovechamientos del territorio. En términos generales, en cualquier caso, las posibilidades de actuación en los espacios protegidos son función de la fragilidad de los sistemas naturales objeto de protección y de su potencial capacidad de acogida de actividades, entre otros factores. La zonificación establece el grado de desarrollo de las diferentes funciones en el territorio protegido de manera que los documentos normativos contemplan, por lo tanto, las actividades permitidas, autorizables y/o prohibidas. En relación a los usos turísticos y recreativos, fundamentales en la actualidad por su transversalidad y su capacidad dinamizadora, los planes de uso público facilitan el disfrute de los visitantes, ordenan la transmisión de los valores del espacio protegido mediante su promoción, garantizan su conservación y proporcionan la seguridad requerida. Es de interés, en este punto, señalar la especial mención que la Estrategia Territorial Europea hace del papel del patrimonio natural en los procesos de desarrollo territorial. Plantea, en primer lugar, el desarrollo local como resultado del aprovechamiento del potencial endógeno de un territorio. En segundo lugar, define como objetivo una gestión prudente de la naturaleza y del patrimonio cultural e insiste, en particular, en la necesidad de hacer una gestión creativa de los paisajes naturales y del patrimonio cultural. De hecho, en el actual contexto de desmaterialización de la economía, el patrimonio cultural y natural, incluidos sus intangibles, y su uso recreativo y turístico se han convertido en un elemento clave para el impulso del desarrollo local y regional. Tanto es así que en países como Francia, Alemania o la propia España algunos de los instrumentos de planificación y gestión de los espacios protegidos se han convertido, de hecho, en planes integrados de desarrollo. Los planteamientos conservacionistas han evolucionado en estos países hacia posturas que vinculan necesariamente la protección con el desarrollo y, en especial, que asocian el desarrollo al despliegue, en el propio espacio natural objeto de protección y en su entorno, de actividades turísticas y recreativas. Desde esta perspectiva, además, puede plantearse el turismo en espacios naturales protegidos como un instrumento estratégico para la puesta en valor del territorio. Debe admitirse, en este sentido, que el desarrollo del turismo en estos espacios así como en sus entornos inmediatos deberá fundamentarse en principios de integralidad, sostenibilidad y endogeneidad y en estrategias de coordinación entre Debe recordarse, en este sentido, que parte del espacio de Santa Orosia-Sobrepuerto fue ya catalogado en 1975 por el antiguo ICONA, que, posteriormente, el borrador de la Red de Espacios Naturales de Aragón consideró en 1989 como paraje de interés natural la zona del Serrablo y Canziás y que, más recientemente, Sobrepuerto y el puerto de Otal-Cotefablo fueron catalogados como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y la Sierra de Canziás-Silves como Zona de Especial Protección para las aves (ZEPA) ambas categorías de protección consideradas prioritarias por la Unión Europea en el marco de la Red Natura 2000. La existencia de un plan de protección integral y global para el mantenimiento de servicios ambientales en forma de Paisaje Protegido no hace sino, pues, confirmar una tendencia acertada orientada, en el marco de un equilibrio frágil y a menudo amenazado, a disponer para este espacio de un proyecto de gestión y planificación territorial basado en la preservación y la valorización del patrimonio natural, que incorpora la dimensión cultural y las actividades tradicionales y que refleja el deseo creciente de reafirmar la identidad cultural por parte de sus habitantes y de los visitantes con lazos afectivos en el lugar. Una cultura que tiene sus raíces en el propio paisaje a proteger y que se nutre de las diversas tipologías de recursos que configuran el patrimonio local así como de su apropiación íntima y compartida por parte de la población. (1) Director del equipo redactor del Estudio previo para la ubicación de equipamientos y servicios en el futuro Parque Natural de las Montañas de Prades realizado para el Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña en 2003 Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 51 Buscando a Santa Orosia en Venecia Mariano Pujalá Torralba l análisis de la distribución de las localidades con culto a Santa Orosia en Italia muestra una fuerte concentración de lugares en la mitad norte del país, disminuyendo progresivamente hacia la zona de Roma y siendo casi inexistente en el sur. De hecho, allí sólo rastreamos la presencia de la Santa en Frattamaggiore, en la meridional provincia de Nápoles, y ello como consecuencia de que un sacerdote de Lariano (lugar del que Santa Orosia es patrona) llevó la devoción hasta allí en fecha tan tardía como 1842. Palacio Ca´Rezzonico de Venecia Dentro de las regiones del norte, es en Lombardía donde más lugares con referencias hemos localizado: 130. Consideramos las localidades con iglesias dedicadas, cuadros, esculturas o reliquias. A la región de Lombardía la sigue el Véneto, con 106. La refinada ciudad de Venecia es la capital del Véneto, y esconde un par de sorpresas para el viajero que siga las huellas de la santa montañesa. Por añadidura, en la doble dimensión de santa popular con patronazgo sobre las cosechas y los frutos de la tierra; y como objeto de representación en las obras de los mejores artistas. Empecemos por éstos. El Museo del Settecento Veneziano, situado en el palacio Ca´ Rezzonico (1), alberga una importante colección de pintura, escultura y objetos de decoración del Barroco, con obras de autores como Tiépolo, Diziani o Rosalba Carriera. En un pasillo de la primera planta, el que conduce a la biblioteca, encontramos el cuadro “El martirio de Santa Eurosia” (2), de la pintora Giulia Lama (1681-1747). Es una obra pequeña, de 59 x 40 cm., probablemente boceto o estudio compositivo para una obra mayor finalmente no realizada. La autoría ha sido muy discutida, inicialmente se atribuyó a Giovanni Battista Piazzeta debido al indudable parecido del verdugo con el del dibujo del Metropolitan de ese autor (3). La cercanía estilística es fruto de una posible colaboración entre los dos pintores, pertenecientes al mismo círculo artístico. Del mismo modo, otro boceto de Piazzeta, “Dama arrodillada con las manos en el pecho” (Museo del Louvre) reaparece en el cuadro “La decapitación de Santa Eurosia”, de Francesco Capella para la iglesia de San Giacomo de Polcenigo, actualmente conservado en el Museo Cívico de Udine. El cuadro de Ca´ Rezzonico es representativo del estilo de la pintora veneciana, que no evita la crudeza El Martirio e Santa Eurosia, Giulia Lama de la escena del martirio. En medio de un potente juego de luces y sombras, el fondo oscuro realza con fuerza el colorido del vestido de la Santa y su sangre, mientras el verdugo mira orgulloso e impasible al espectador mostrando la cabeza recién cortada. Ante la mirada interrogante del ejecutor, el cuerpo exánime de la mártir parece querer levantarse aun con el brazo apoyado en el suelo. O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 52 La otra cara de la devoción orosiana, popular y ligada a lo agrícola, lo encontramos en la pequeña isla Vignole, distante unos kilómetros del centro de la ciudad de Venecia. Se trata de una isla prácticamente deshabitada, llena de huertos y casas de campo, y atravesada por un canal. A pocos metros del embarcadero donde nos deja el vaporetto de la línea 13 se alza el oratorio de la Asunción y Santa Eurosia (4), levantado en el siglo XIX sobre las ruinas de uno anterior. El viajero curioso encontrará en la puerta de la iglesia el número de teléfono de la parroquia, quizás con fortuna se acerque el dueño de una casa vecina con la llave del oratorio y pueda acceder al interior (5). Se trata de un espacio pequeño, como una de nuestras ermitas. Lo adornan un altar dedicado a la Asunción y un par de cuadros, uno de ellos del martirio de Santa Eurosia (6). Éste repite el modelo tradicional italiano, con las manos y los pies ya cortados y la santa esperando el golpe fatal del verdugo. Un ángel acude ya con la corona y la palma del martirio, mientras un rayo atraviesa el cielo, subrayando el patronazgo de la Santa sobre los fenómenos atmosféricos. Oratorio de la Asunción y Santa Eurosia Artistas de primer nivel en palacios a la orilla del Gran Canal, artistas anónimos en un oratorio rodeado de huertas, en cualquier caso la sorpresa de encontrar el rastro de la humilde santa montañesa en la esplendorosa Venecia. Interior del oratorio Verdugo, Giovanni Battista Piazzetta Martirio de Santa Eurosia. Oratorio de Isla Vignole Junio 2011 • número 11 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 53 Noticias de O Zoque Firma convenio con Ibercaja El día 7 de febrero de 2011 a las 11:00 horas, en las antiguas escuelas de Yebra de Basa, se formalizó la firma del convenio correspondiente a la 8ª Convocatoria Ibercaja de Ayudas para Proyectos Medioambientales 2011, y por la que la entidad aporta 10.000,00 euros para continuar con los trabajos en el sendero de Santa Orosia. Esta convocatoria anual de la entidad Ibercaja, tiene como finalidad brindar apoyo económico al desarrollo de proyectos de carácter innovador y de calidad, incorporando aspectos de sostenibilidad de los recursos naturales y de conservación medioambiental en España. Posteriormente a la firma del convenio hicimos una visita a las obras que se están ejecutando en el camino para poder explicarles las actuaciones pendientes de realizar. Recuperación de la bandera Barbenuta Los que seguís esta revista y las acciones de nuestra asociación conoceréis que hace unos años se actuó en la recuperación de las banderas de varios pueblos de la comarca que acudían a la Romería de Santa Orosia. Los vecinos de Barbenuta contactaron con nuestra Asociación para ponernos en conocimiento el penoso estado en que se encontraba su bandera, que todavía mantenía su tela original. Dada nuestra experiencia anterior, nos propusieron que les orientásemos en los trámites a realizar para su recuperación. Así que O Zoque puso a su disposición la tela con que se han confeccionado otras banderas y los distintos bocetos usados para ellas. Esperamos que este año la nueva bandera confeccionada en hilo de oro dé un nuevo brillo a la fiesta de Barbenuta. Caja Navarra.Tú eliges- Tú decides Como muchos de vosotros sabéis, la entidad Caja Navarra tiene un programa de colaboración en el que todos sus clientes pueden elegir a qué proyecto quieren destinar los beneficios. También los particulares que lo deseen pueden hacer aportaciones a cualquier proyecto sin tener que ser clientes de la entidad. Para todos aquellos que queráis conocer el proyecto presentado os remitimos a las páginas web de Caja Navarra: www.can.es y www.bancacivica.es La asociación tiene presentado aquí el proyecto de rehabilitación del camino de Santa Orosia y, por suerte, muchas han sido las personas que hasta la fecha lo han apoyado seleccionándolo. Esto al final representa que durante los últimos tres años, la entidad ha aportado al proyecto del camino más de 13.000,00 €. A todos ellos nuestro más sincero agradecimiento. Esperamos saber responder a sus expectativas con nuestro trabajo en el Camino. Obras sendero Santa Orosia Continuando con los trabajos de recuperación y consolidación del sendero de Santa Orosia esta vez se está actuando en la zona de la cascada, con la consolidación del muro de acceso a la iglesia de las cuevas, lo que nos obliga a transportar el material con medios aéreos. Para esta actuación contamos con subvenciones de la Diputación Provincal de Huesca (6.000,00 €) y de Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón (2.000,00€), así como colaboraciones de empresas privadas como Bieffe Medital que aporta 500,00€. En la fotografía se puede apreciar la dificultad que entraña el sitio donde se tienen que dejar los materiales con el helicóptero, poniendo a prueba la pericia del piloto. O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2011 • número 11 c u l t u r a l 54 La Piedra en la Construcción Tradicional: Restauración, Cultura y Paisaje El año pasado la Asociación organizó, gracias a la colaboración de ADECUARA y la empresa MALLATA, el primer encuentro de Asociaciones que trabajan e intentan recuperar y mantener métodos tradicionales de construcción, para poner en común experiencias y poder mostrarles el trabajo realizado en esta zona durante los últimos años. En ella participaron asociaciones de la zona como Amigos de Serrablo y Erata, y estuvieron presentes representantes de otras instituciones de Cantabria, Huesca, Graus, Tarragona y La Rioja. Durante los días que duró el encuentro, se visitaron diferentes lugares de la Comarca Alto Gállego donde pudieron ver los resultados conseguidos con este tipo de construcción (Lavadero de Satué, Iglesia de Rapún, Ermita de San Ramón de Belarra, Pardina de Arraso, Pozo nevero de Yebra de Basa), finalizando el encuentro en Gillué con varias propuestas para continuar con este tipo de encuentros de asociaciones. Premio Félix de Azara 2010 El día 4 de febrero de este año, la asociación recogió el premio Félix de Azara 2010 en la categoría de entidades sin ánimo de lucro que concede anualmente a la Diputación de Huesca. El premio reconoce nuestro trabajo en defensa y mejora del medio ambiente y el esfuerzo que durante los últimos años venimos realizando en el camino de Santa Orosia. Por muchas veces que lo hagamos, no queríamos dejar pasar la oportunidad de agradecer de nuevo este premio a la Diputación de Huesca por acordarse de nosotros. Nos honran con él y nos empujan a continuar con nuestra tarea en la defensa del medio ambiente. Rehabilitación en la ermita de Ballarán Este año se ha firmado un convenio con la Comarca Alto Gállego para continuar con los trabajos de rehabilitación de la ermita de Ballarán, y por el que la entidad aporta 2.000,00€. Para proseguir con estos trabajos se solicitó colaboración, a través del Ayuntamiento de Yebra de Basa, para que los técnicos del Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón realizaran un proyecto de rehabilitación de la ermita y su entorno. Dicho proyecto ya es una realidad y en él se plantea tanto la restauración integral de la ermita como un estudio arqueológico de la zona. Esto, sin duda servirá para establecer realmente los pasos a seguir y garantizar así una buena dinámica de trabajo. Reseñas bibliográficas Mur Saura, Ricardo Día de las cruces Comarca Alto Gállego 2010 Severino Pallaruelo O trasgresor piadoso col: Chuanralla Xordica 2010 José Miguel Navarro y Ramón Campo Guía de flores pirenaicas para niños y niñas Prames, Comarca Alto Gállego 2011 Ricardo Mur Saura 275 años de Presencia Escolapia en Jaca 2010 José Luis Carreras Delgado Utilidad de la PET-TAC en oncología Serie monografías Real Academia Nacional de Medicina 2010