Grado 5, Unidad 1, Semana 1 - Tesoros - Macmillan/McGraw-Hill

Conexión con el hogar
Ejercicio de palabras
Queridos familiares:
sucumbir
agobiante
abolir
evocar
embarcar
diminutivo
implacable
azabache
Un verdadero rey. Te diré una a una las palabras
de vocabulario y tú me darás su significado. Luego,
escribiremos oraciones con ellas para contar la historia
de un rey que, con sabiduría y astucia, logra salvar a su
pueblo de la maldad de un viejo dragón.
embarcar
tiempo
cambiar
compañerismo
comprar
completar
miembro
tambor
campana
compromiso
ambicioso
empezar
siempre
romper
empedrado
© Macmillan/McGraw-Hill
PALABRAS DE ORTOGRAFÍA
(doblar aquí)
PALABRAS DE VOCABULARIO
Esta semana estoy leyendo un cuento llamado
Chico rey, en el que intervienen tres personajes
importantes. Uno vivió en el pasado; los otros dos,
que viven en el presente, están a punto de participar
de la fiesta del Congado, celebración durante la cual
el pueblo recuerda cómo Galanga liberó a su tribu de
la esclavitud. Al leer prestaré mucha atención a los
personajes, cómo son, cómo se conducen y lo que
dicen o hacen, porque seguramente de esa manera
aprenderé lo que el autor tiene para decirme.
Destrezas de la
semana
Comprensión: Personaje y
ambiente
Vocabulario: Origen de las
palabras
Ortografía: Palabras con
mp y mb
¡Tiempo! Te daré las palabras de ortografía. Tienes
un minuto para deletrearlas. Cuando diga: “¡Tiempo!”,
contaremos cuántas palabras deletreaste correctamente.
Si cometiste muchos errores, comenzaremos de nuevo.
Nombre
PERSONAJES EN
SU AMBIENTE
4 U
n oso de aspecto feroz. Su piel
oscura se destaca contra la nieve y
sus garras se ven amenazantes.
Una habitación
desordenada. Hay en
ella una cama revuelta,
ropa en el piso y en la
silla y un aparato de
música que suena a todo
volumen. Sobre una mesa
pequeña, se encuentra
una computadora.
Una montaña que
tiene un castillo
en la cima. Está
amaneciendo y
hace mucho calor.
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3 Una mujer con el cabello blanco recogido en
un moño severo, lleva el ceño fruncido y parece
bastante enfadada. Mira a un grupo de estudiantes.
Un laboratorio con muchos
aparatos, tubos de ensayo
humeantes y varios
estudiantes que realizan
experimentos.
© Macmillan/McGraw-Hill
Leeremos juntos las consignas. En una columna
encontrarás las características de un personaje y,
en la otra, el lugar y la época en que debería vivir.
¡Cuidado, porque no están en orden! Tú deberás
descubrir que ambiente le corresponde a cada
personaje.
2 U
n muchachito
1 U
n caballero montado en de trece
años. Está
un brioso caballo negro.
despeinado, tiene los
Viste una reluciente
ojos vivaces y una
armadura, lleva sus
gran sonrisa en su
armas listas y espera
rostro. Sueña con ser
impaciente frente a un
cantante.
foso bastante profundo.
Una cueva grande y oscura. Está
en medio de la montaña y de ella se
desprende un olor muy fuerte.
Resumir
¿Qué personajes aparecen en
la historia? ¿En qué lugares se
Personaje
Ambiente
desarrollan los hechos? Usa la
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Comprobar la comprensión
Palenque,
la lucha por la libertad
tabla de personaje y ambiente
para realizar el resumen del
cuento.
Alejandra Sanabria Zambrano
Ilustraciones de Juan Carlos Ricardo
Pensar y comparar
1. Lee el capítulo 4. ¿Cómo vivían las mujeres y los
Contenido
ambiente)
2. El cuento nos narra la historia de las personas que
fueron traídas a América como esclavos. ¿Cómo te
imaginas la vida de los que se quedaron en África,
como la esposa y la hija de Benkos Bioho? (Evaluar)
3. ¿Cómo te sentirías si tuvieras que alejarte de las
personas que más quieres? ¿Lucharías para que eso
no sucediera? (Aplicar)
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hombres en el Palenque? (Identificar Personaje y
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Capítulo 1
La visita inesperada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
Capítulo 2
Un nuevo y extraño mundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Capítulo 3
El plan de fuga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
Capítulo 4
¡Por fin! Un nuevo hogar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Comprobar la comprensión . . . . . . . . . . . . . . . . . .24
La visita inesperada
© Macmillan/McGraw-Hill
Capítulo 1
Así el Palenque se convirtió en el
primer pueblo libre de América, por la
lucha con las armas, por el amor a la
libertad y por la lucha para proteger su
cultura. Sin embargo, fue necesario esperar
Amanece en el archipiélago de Bijagos,
mucho más tiempo para que se decidiera
en Guinea Bissau. Unos hombres se preparan
abolir la esclavitud y todos los hombres y
para embarcarse en sus almadías, grandes
mujeres que habían sido sometidos a ella
canoas de madera que construían ellos
recuperaran su libertad.
mismos con madera de ceiba, mientras otros
se pintan el cuerpo con carbón y con arcilla
blanca y ocre.
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se alistan para cazar pequeños animales y
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continuaron, pero los valerosos guerreros no
se dejaron vencer. Los españoles tuvieron que
convencerse de la inutilidad de la fuerza para
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Los ataques de las tropas españolas
Las mujeres cultivan maní, arroz y calabaza;
cocinan y crían a los pequeños, que corren
de un lado para otro, saltando y riendo,
mientras sus madres, preocupadas, los llaman
someterlos a la esclavitud y no tuvieron más
para que no se alejen mucho. De pronto, dos
remedio que realizar un pacto con ellos en el
embarcaciones enormes como ballenas azules
que se comprometían a darles la libertad, con
empiezan a acercarse. Los niños, que antes
la condición de que ellos no recibieran a más
jugaban, corren asustados a esconderse detrás
esclavos fugitivos.
de sus madres. Ellos no lo saben, pero los
que llegan son los portugueses, traficantes
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de esclavos que buscan hombres y mujeres
que trabajen en las plantaciones, haciendas y
minas de América. A partir de este momento
la vida va a cambiar completamente para los
habitantes de Bijagos.
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para llevarlos al otro lado del océano para
azabache, los portugueses asaltaron
sorpresivamente la aldea. Pero no fue
nada fácil para ellos capturar a los bijagos,
© Macmillan/McGraw-Hill
Esa noche sin luna, negra como el
pues éstos eran unos grandes guerreros
y conocían muy bien cada rincón del
archipiélago. Eran excelentes nadadores y
navegantes, sabían dónde esconder a sus
mujeres y a sus hijos de los traficantes y,
sobre todo, amaban su libertad como a nada
quitaran sin oponerse con valentía.
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en el mundo; no iban a dejar que se la
Las mujeres seguían cantando esas
hermosas canciones con su fuerte voz,
los hombres seguían entrenando su lucha
y los niños, que no conocían el lugar de
donde venían sus padres, lo imaginaban
gracias a las historias que ellos les
contaban. Esas historias evocaban cuando
los hombres se preparaban para la caza y
las embarcaciones hechas de fuerte ceiba,
y un lejano eco del mar les llegaba con el
sonido de las palabras de esa lengua que
no habían olvidado y que conservan sus
descendientes hoy en día.
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la noticia del pueblo de esclavos que se
había rebelado contra el gobierno español y
muchos hombres y mujeres esclavizados en
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En Cartagena y sus alrededores se conoció
Aún así muchos hombres y mujeres fueron
capturados. Los encerraron en chozas donde
eran vigilados día y noche para que no
pudieran escapar. Luego los llevaron a los
haciendas, plantaciones y minas escaparon
grandes barcos negreros en los que iniciaron
hacia el Palenque buscando la libertad que
una larga travesía por el océano, soportando
les habían robado. Allá fueron recibidos y el
un tiempo inclemente; muchos no pudieron
sobrevivir y sucumbieron al hambre, la sed
más fuerte no sólo por las armas, sino porque
y las enfermedades. Los más sanos y fuertes
los unían el amor que sentían por el hogar
fueron arrancados con inmenso dolor de las
que habían dejado al otro lado del mar y el
personas que más querían, de sus familiares y
deseo de conservar todas las costumbres para
de sus amigos.
tenerlo cerca de esa forma.
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lugar empezó a crecer y a hacerse cada vez
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Un nuevo y extraño mundo
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Capítulo 2
Cuando llegaron a su destino, el puerto
de Cartagena, se encontraron con un mundo
Benkos seguía recordando con nostalgia a
extraño que no habían elegido: no entendían
su mujer y a su pequeña hija Massani. Las
el nuevo idioma, apenas habían aprendido unas
imaginaba en su pequeña casa, despertándose
pocas palabras portuguesas de los traficantes
con el sol y realizando las labores de la casa,
que los habían capturado, no entendían las
alejado del archipiélago de Bijagos, su hogar.
Lo único que ellos deseaban era regresar
a su tierra, cosechar, salir a nadar, pescar,
ver corretear a los pequeños en la playa; no
hacían más que evocar las personas queridas
que habían dejado lejos, cada grano de arena,
cada árbol y el sonido del mar de Bijagos.
Entre estos hombres y mujeres se encontraba
un joven guerrero llamado Benkos Bioho,
quien recordaba con nostalgia a su mujer,
Hadja, y a su hija, Massani, a quien toda la
familia conocía con el diminutivo de Ma; ellas
pero ahora se sentía más tranquilo viendo a
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costumbres, ni tampoco por qué los habían
habían quedado al otro lado del mar.
su gente fuera de la esclavitud. Sin embargo,
el peligro no había pasado, aún los buscaban.
Un día, sucedió lo que todos temían: las
tropas españolas llegaron con sus perros. El
grupo encargado de vigilar hizo sonar muy
fuerte los tambores para que todos, incluso
los que estuvieran alejados, supieran lo que
pasaba y se prepararan para luchar. Los
hombres tomaron los arcabuces, las lanzas y
las flechas y empezaron a defender el lugar
del ataque español. El combate duró varios
días, pero los españoles no pudieron hacer
otra cosa más que huir, pues los habitantes
del Palenque eran grandes guerreros y fue
imposible vencerlos.
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a construir hermosas casas de madera, como
las que tenían en el archipiélago de Bijagos,
con grandes puertas y ventanas por las que
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Con más tiempo y tranquilidad empezaron
Hombres y mujeres fueron vendidos
como esclavos para que trabajaran en minas,
haciendas y cultivos. Benkos Bioho fue llevado
con unos compañeros a una hacienda llamada
“San Martín” cercana a Cartagena, un puerto
mañana. Las mujeres empezaron a cultivar
que se hallaba bajo el dominio español, y en
maní, yuca, ñame, maíz, pepino y arroz, en
el cual habían desembarcado. El trabajo en la
tanto que los hombres se dedicaron a cazar.
hacienda era muy duro: tenían que levantarse
Por fin habían encontrado un nuevo hogar,
antes de que saliera el sol y terminaban
al cual llamaron Palenque, por la cerca de
sus labores al anochecer; el capataz era un
madera que rodeaba las casas y los cultivos.
hombre implacable que los castigaba por el
Eran libres de nuevo.
más mínimo error, y sufrían hambre y sed a
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podía entrar el sol y la brisa fresca de la
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causa del terrible calor.
¡Por fin! Un nuevo hogar
© Macmillan/McGraw-Hill
Capítulo 4
Como habían planeado, lograron escapar.
En el monte tuvieron que andar mucho,
pero finalmente dejaron de escuchar los
latidos de los perros; estaban a salvo, al
menos por el momento. Se establecieron
protección; construyeron una empalizada y
pequeñas chozas para protegerse del sol, de
la lluvia y del viento.
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en ese terreno que los acogía dándoles
Sin embargo, cada día era exactamente
igual al otro y esos pequeños momentos de
libertad ya no bastaban para soportar el duro
trabajo en la hacienda, ni los azotes, ni los
golpes, ni los malos tratos.
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El plan de fuga
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Capítulo 3
Era una noche lluviosa, las goteras caían
desde el techo de la choza en sus cabezas
color azabache. Ni las mujeres tenían fuerza
para cantar, ni los hombres para entrenar su
lucha. Benkos no resistió más y les dijo a todos:
ni el agobiante trabajo, ni los golpes, ni la
servidumbre, y tampoco quiero que ustedes
lo hagan; luchemos por nuestra libertad.
No olviden que somos un pueblo guerrero,
recuerden las almadías, esas enormes canoas
olorosas a ceiba, y el inmenso mar que llega
hasta la playa, a las mujeres cocinando y a
los niños junto a ellas. No podremos regresar
jamás a nuestro hogar, pero podemos buscar
uno en estas nuevas tierras. Huyamos de
esta hacienda. Cuando en nuestra tierra natal,
tribus enemigas intentaban atacarnos, nosotros
nos defendíamos con fiereza, tomábamos
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—Amigos, yo no quiero soportar más esto:
Tuvieron que atravesar el monte lleno
de arbustos y plantas que les dificultaba
el paso, cruzaron anchas ciénagas con el
agua más arriba de las rodillas. Estaban
muy agotados y querían descansar, pero el
dueño de la hacienda de la que huyeron
estaba muy cerca, había llevado tropas
nuestras lanzas y nuestros escudos y salíamos
españolas y perros para que siguieran el
a luchar sin miedo.
rastro de los fugitivos.
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Todos se miraron sorprendidos. Aunque
algunos ya habían pensado en fugarse y se
escuchaban rumores de esclavos que habían
logrado escapar de minas, plantaciones
y haciendas, hacerlo en grupo era muy
arriesgado. Tendrían que buscar un sitio en
el que pudieran esconder a las mujeres y a
los niños y protegerlos luchando con fiereza
contra las tropas españolas. Benkos los
convenció y empezaron a organizar la huida.
Entre tanto las mujeres y los pequeños
corrieron hacia los montes, sintiendo la brisa
fresca de la noche en sus cuerpos, tenían
miedo, pero también tenían la esperanza de
volver a ser libres. Cuando todo el grupo
se reunió, escucharon ladridos de perros
que cada vez se acercaban más, los habían
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Él nunca fue rey, ni príncipe en Bijagos,
pero tenía algo que valía mucho más que eso
y era el deseo de liberar a sus amigos de
la esclavitud a la que estaban sometidos. De
esta forma se fue convirtiendo en el líder de
estos hombres y mujeres esclavizados pero
con ansias de libertad.
descubierto, no podían parar de correr hasta
que encontraran un lugar seguro.
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Tuvieron que esperar el momento preciso,
hasta que éste por fin llegó. Benkos les dio la
orden y mientras un grupo de hombres entró
a la hacienda, sin hacer ruido para sacar
arcos, lanzas y arcabuces; otro grupo fue a
la cocina buscando provisiones para saciar el
Benkos y los demás planearon hacer la
fuga una noche sin luna, ya que la oscuridad
les ayudaría. Aprovecharían que los dueños de
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hambre durante la incierta travesía.
la hacienda estuvieran durmiendo y entonces
escaparían hacia un monte cercano. Luego
decidirían adónde ir.
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trabajos, se reunían en la choza que les
servía de dormitorio. Allí, ellos volvían a ser
libres. Mientras los hombres, a pesar del
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Por las noches, cuando terminaban sus
Las mujeres se encargaron de la cocina
y prepararon alimentos para todos, pues
estaban muy hambrientos y cansados. Pero
sólo pudieron saciar el hambre; no podían
descansar, tenían que organizar la defensa,
las mujeres más ancianas cantaban melodías
sabían que los seguían buscando y que
que les recordaban su tierra natal y con sus
no iban a detenerse hasta encontrarlos. Se
voces arrullaban a los niños pequeños que no
organizaron grupos de vigilancia con el fin de
conocían su verdadero hogar en Bijagos, pero
alertar a los hombres y mujeres fugitivos de
que lo imaginaban en las noches y lo podían
la llegada de las tropas españolas; cuando un
ver en sus sueños.
grupo descansaba, el otro estaba atento y si
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cansancio, se entrenaban luchando entre ellos,
fuerza unos grandes tambores para que todos
pudiera oírlos.
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ellos notaban algo sospechoso tocaban con