SITUACIÓN ACTUAL DEL CONTROL DE

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III JORNADAS INTERNACIONALES SOBRE FEROMONAS, ATRAYENTES, TRAMPAS Y CONTROL
BIOLOGICO: HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN INTEGRADA
MURCIA, 19 Y 20 DE NOVIEMBRE DE 2013
SITUACIÓN ACTUAL DEL CONTROL DE PLAGAS POR MÉTODOS
TECNOLÓGICOS EN PLANTACIONES DE FRUTALES DE ESPAÑA
Carlos Mª Lozano Tomás
Centro de Sanidad y Certificación Vegetal. Gobierno de Aragón
E-mail: [email protected]
1. INTRODUCCIÓN
Según los datos publicados en la encuesta de superficies y rendimientos
del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del año 2012, en
España se cultivan unas 210.000 ha de fruta dulce (albaricoquero, cerezo,
ciruelo, melocotonero, manzano y peral). Las seis comunidades autónomas en
las que se concentra cerca del 85% de la superficie nacional son Andalucía,
Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura y Región de Murcia.
Las superficies de cultivo (en ha) se reflejan en la tabla siguiente:
Tabla 1. Superficie de frutales en hectáreas por comunidades autónomas
Andalucía
Aragón
Cataluña
Extremadura
Región de
Murcia
Comunidad
Valenciana
Frutales de
pepita
1.961
11.953
20.123
682
1.172
2.704
Frutales de
hueso
12.045
35.044
26.574
19.525
29.747
14.933
TOTAL
14.006
46.997
46.697
20.207
30.919
17.637
En los últimos años se está produciendo un notable incremento de la
superficie dedicada al cultivo de melocotonero (incluyendo bajo esta
denominación también las nectarinas, paraguayos y platerinas). Asimismo, la
superficie correspondiente al cultivo de manzano y peral está sufriendo un
importante descenso.
Del mismo modo, el cerezo ha experimentado un incremento de nuevas
plantaciones intensivas, cuya producción ha compensado sobradamente la de
las superficies de cerezo con escasa densidad y en secano, que poco a poco
se van reduciendo. Por el momento, ni albaricoquero ni ciruelo muestran
grandes variaciones en la superficie cultivada.
A su vez, se aprecia una importante concentración de la superficie
cultivada en un menor número de explotaciones. Es evidente que el número de
agricultores dedicados al cultivo frutal ha disminuido, a la vez que aumenta la
profesionalización y especialización entre aquellos que mantienen el cultivo.
2. MÉTODOS TECNOLÓGICOS EN EL CONTROL DE PLAGAS
En los frutales españoles se emplean, fundamentalmente, cuatro tipos de
métodos tecnológicos para el control de las plagas que les afectan:
1.
2.
3.
4.
Confusión sexual
Captura masiva de adultos
Método de atraer y matar
Quimioesterilización
A continuación, se hace un repaso de las principales plagas, tratando de
explicar los métodos tecnológicos que en cada una de ellas se aplican.
2.1. Carpocapsa
Cydia pomonella es una plaga clave en los frutales de pepita. En las
regiones españolas más importantes en cuanto a producción de manzanas y
peras, esta plaga tiene 2 o 3 generaciones. Desde mediados de la década de
los 90 del siglo XX se observó un notable incremento de las poblaciones, que
actualmente se mantiene. Hoy en día, la utilización exclusiva del control
químico en la lucha contra este insecto puede suponer la necesidad de realizar
entre 8 y 10 aplicaciones insecticidas.
Difusor activo de feromonas sexuales
La confusión sexual se empezó a implantar a escala comercial hace ya
casi 20 años, y actualmente en España unas 10.000 ha de frutales de pepita la
utilizan como sistema de control. En la mayoría de las situaciones, es una
herramienta básica que, si bien no siempre elimina la necesidad de realizar
aplicaciones químicas, sí es capaz de reducir el número de las mismas de una
manera muy notable.
En los últimos años, y sobre todo en explotaciones de gran tamaño, se
viene observando un incremento de la superficie en la que se emplean
difusores activos, que han venido a sustituir a los difusores clásicos.
Es preciso vigilar las plantaciones en las que se aplica la técnica de la
confusión sexual de manera constante y rigurosa, para tratar de evitar que la
ausencia de aplicaciones químicas suponga la aparición de daños por otras
plagas hasta entonces poco relevantes, como ya ha sucedido con Zeuzera
pyrina y Cydia molesta.
2.2. Polilla oriental
La polilla oriental (Cydia molesta) es una plaga que causa daños
especialmente importantes en melocotonero, y también en ocasiones sufren
sus ataques el manzano y el peral. Detectada en España en 1974, no es una
especie que esté extendida en todo el territorio nacional. Fue en 1985 cuando
se iniciaron los primeros trabajos para verificar el comportamiento de la técnica
de la confusión sexual para su control. De hecho, fue la primera especie en la
que este método tecnológico fue utilizado como único sistema de control de
plagas.
Con el paso del tiempo se ha constatado que la colocación de este
sistema es suficiente para garantizar la ausencia de daños producidos por
polilla oriental, haciendo innecesaria la realización de aplicaciones químicas
que complementen la acción de la confusión sexual.
Desde esas primeras experiencias, la superficie en la que se utiliza esta
técnica de control de plagas se ha ido incrementando, especialmente en
melocotonero, hasta alcanzar en la actualidad algo más de 5.000 ha, situadas
mayoritariamente en plantaciones del valle del Ebro (La Rioja, Aragón y
Cataluña).
2.3. Anarsia
Anarsia lineatella esta más extendida en todo el territorio nacional que C.
molesta. Como esta, su principal huésped es el melocotonero, aunque en
ocasiones puede producir daños en ciruelo y albaricoquero, sin olvidar que es
una especie muy problemática para el almendro. Del mismo modo que polilla
oriental, anarsia tiene un sencillo control mediante la técnica de la confusión
sexual. Aunque se introdujo posteriormente, actualmente ya en más de 9.000
ha se utiliza esta técnica para evitar el ataque de este lepidóptero.
En la mayoría de los casos, con la sola implantación de los difusores de
confusión sexual se puede conseguir una completa inhibición de las capturas
en trampas de monitoreo, siendo suficiente para garantizar la ausencia
prácticamente total de daños.
2.4. Zeuzera
Las larvas de este lepidóptero causan serios daños en la madera de los
manzanos, y más puntualmente en la de los perales, debido a las galerías que
son capaces de realizar. Su control químico es difícil, puesto que su periodo de
vuelo se prolonga desde mayo a septiembre y los productos fitosanitarios que
más eficacia muestran son los que con frecuencia desencadenan otros
problemas por desequilibrios biológicos.
Hace algunos años se intentó, sin éxito, implementar el sistema de
captura masiva de adultos de zeuzera como sistema de lucha. Desde hace
más de 15 años, la confusión sexual ha mostrado un alto grado de eficacia y se
ha convertido en el método de control indiscutible de esta plaga. Sin duda, en
esto contribuyen decisivamente dos factores: el primero es la eficacia del
sistema, aun en parcelas de escasa dimensión, el segundo el coste
notablemente menor que en el caso de otras plagas.
2.5. Sesia
Tradicionalmente Synanthedon myopaeformis ha venido causando
daños en la madera de perales y manzanos. Aunque los daños pueden resultar
relevantes si se dan altos niveles de población, en ningún caso son tan graves
como los que produce Z. pyrina.
Los daños se concentran en plantaciones de mediana o de avanzada
edad, donde la plaga excava sus galerías a partir de heridas previas no
cicatrizadas, producidas en la poda o al realizar otras labores culturales.
La puesta en práctica de la captura masiva de adultos mediante el
empleo de cebos alimenticios consigue rebajar las poblaciones. Sin embargo,
es superada en eficacia por el empleo del sistema de confusión sexual, que se
viene utilizando en España desde hace años en parcelas con problemas por
este lepidóptero.
En los últimos años, otras dos especies del mismo genero S. codeti y S.
vespiformis están empezando a producir daños en la zona del cuello en las
plantaciones de melocotonero. Por ello, es importante que, con la mayor
celeridad, se implemente el sistema de confusión sexual para controlar estas
plagas.
2.6. Cosus
No puede considerarse una plaga clave en ningún cultivo. Aunque era
un problema casi específico de las plantaciones de peral, actualmente sus
daños se extienden a otras especies como manzano, melocotonero, ciruelo o
cerezo. La imposibilidad de abordar su control mediante productos químicos
hace imprescindible disponer de otro método alternativo.
Desde 2006 hasta 2009, se comprobó el resultado de la colocación de
10 trampas delta por hectárea para la captura masiva de adultos. Aunque en
ocasiones se consideró la posibilidad de que el sistema fuese eficaz, con el
paso del tiempo, y a la vista de los resultados obtenidos, se desaconseja su
utilización para esta plaga.
Desde hace tres años se está ensayando la utilización de la confusión
sexual con resultados muy esperanzadores. La primera experiencia se llevó a
cabo en una parcela de peral. Posteriormente, en 2011, se inició otro ensayo
en una parcela de manzano muy afectada por la plaga. Aunque inicialmente los
daños eran mayores en la zona donde se colocó la confusión sexual, tras dos
años de evaluación parece observarse un descenso del número de árboles
afectados y de las galerías activas en la zona donde se han colocado los
difusores, mientras que estos valores se mantienen constantes o se elevan en
la zona que sirve de referencia. Dado el ciclo trianual de la plaga, los resultados
permiten albergar esperanzas de un resultado satisfactorio. En la siguiente
tabla, se muestran algunos datos preliminares:
Tabla 2. Datos sobre ensayo de confusión sexual de Cossus cossus
Control
Año
2012
2011
2012
910
910
657
657
Árboles atacados
47
63
114
74
Galerías activas
92
86
202
129
5,16
6,92
17,35
11,26
10,11
9,45
30,75
19,63
Árboles muestreados
% Árboles atacados
Galerías activas/Árboles
muestreados (x100)
2011
500 difusores/ha
2.7. Mosca de la fruta
Puede causar problemas en todas las especies frutales, aunque es el
melocotonero el que en general se ve más afectado.
La importancia de esta plaga es variable, según la zona de producción
de que se trate. Es sabido que la plaga está presente y causando daños
durante prácticamente todo el año en la zona mediterránea. Por el contrario, su
periodo de ataque se limita a unas semanas en las zonas más altas del interior
de la península. La presión de este insecto varía con los años, sucediéndose
periodos de severos ataques, con otros en los que la virulencia es
notablemente menor. Las condiciones meteorológicas influyen decisivamente
en este hecho.
Es la plaga de los frutales en la que mayor número de métodos
tecnológicos pueden aplicarse. El más difundido es la captura masiva de
adultos, basada en la capacidad de atracción que diferentes sustancias tienen
sobre los adultos, que hacen que estos sean capturados en una trampa, en la
que mueren por ahogamiento o mediante la acción de un insecticida.
La densidad de dispositivos a instalar varía según el tipo de que se trate.
En el caso de distribuciones homogéneas en el conjunto de la parcela, oscilan
entre 50 y 120 por hectárea. En ocasiones, y con resultados no siempre
satisfactorios, se intenta controlar la entrada de adultos provenientes de las
parcelas vecinas con una distribución de las trampas en el perímetro,
disminuyendo de este modo la densidad y el coste.
Dispositivo para el control de C.capitata mediante la técnica de atracción y
muerte
El método de atraer y matar empieza a implantarse en los últimos años.
La mayor diferencia con la captura masiva es que en este sistema los adultos
no son recogidos en ningún recipiente, sino que, atraídos los adultos de modo
similar al ya descrito, contactan con una superficie de color blanco o amarillo
impregnada de un piretroide sintético que produce su muerte. La densidad
varía según el tipo de tipo de dispositivo de que se trate.
Desde hace algunos años, en algunas parcelas se viene utilizando el sistema
de quimioesterilización de adultos. Los adultos son atraídos a un dispositivo en el
que también está disponible un gel fagoestimulante que contiene lufenuron. El
sistema basa su acción en el hecho de que los adultos que ingieren esta
sustancia, o aquellos otros que fecundan o son fecundados por individuos que
lo han ingerido, quedan esterilizados. Es imprescindible que este método se
utilice en grandes superficies.
3. DIFICULTADES
TECNOLÓGICOS
PARA LA IMPLANTACION DE LOS MÉTODOS
La superficie de frutales españoles en la que se emplea algún método
tecnológico de control de plagas va aumentando. Sin embargo, este incremento
se constata muy lento. Algunas razones que podrían explicar esta circunstancia
serían las siguientes:
1. Frecuentemente, los métodos tecnológicos de control de plagas, y por
extensión cualquier otro diferente a las aplicaciones químicas, se ponen
en práctica cuando los niveles poblacionales y los daños son tan
elevados que los productos fitosanitarios no son capaces de mantener la
plaga bajo los umbrales económicos. Esto es con frecuencia una
importante dificultad para la extensión de estos sistemas, por cuanto que
se le somete a una elevada exigencia, que no siempre son capaces de
satisfacer en los primeros años de su implantación.
2. Los métodos tecnológicos tienen que vencer múltiples inercias, incluso
algunas dentro de su propio circuito de comercialización. Es frecuente
que las empresas de distribución de productos fitosanitarios sean
también las encargadas de poner en manos del fruticultor los medios de
control biológico y tecnológico; por ello es fácil percibir en algunos casos
falta de interés en comercializar estos sistemas frente a los fitosanitarios
clásicos.
3. La mala práctica en el uso de estos sistemas, su utilización frente a
niveles de plaga muy altos, la falta de control en su correcto
funcionamiento, la utilización en momentos inadecuados, etc., ha hecho
que en ocasiones el fruticultor, dejándose llevar por alguna
desafortunada experiencia, se muestre reacio a su implantación.
4. La implantación de estos métodos de control exige un exhaustivo
conocimiento de la situación de las plagas en cada momento, así como
la realización de frecuentes controles que verifiquen el correcto
funcionamiento del sistema o recomienden complementarlo con
aplicaciones químicas. Sin duda, un alto porcentaje de las explotaciones
de pequeño y mediano tamaño no tienen integradas estas prácticas en
su dinámica de trabajo, lo que les lleva a interpretarlos como una carga
añadida y a la convivencia con la incertidumbre.
5. En ocasiones, la implantación de los métodos de control tecnológico han
estado apoyados económicamente por las diferentes administraciones
públicas, al objeto de conseguir introducirlos dentro de las prácticas
habituales de los productores. Sin embargo, este objetivo no siempre se
ha logrado y el empleo de estos sistemas alternativos se prolonga solo
por el tiempo que se mantienen los incentivos económicos.
6. No hay que olvidar que la situación reglamentaria de una gran parte de
estos productos no está resuelta, y ello, desde luego, no favorece en
nada su expansión.
4. CIRCUNSTANCIAS QUE PUEDEN FAVORECEN LA IMPLANTACIÓN DE
LOS MÉTODOS TECNOLÓGICOS
Existen también, sin duda, factores y condiciones que pueden suponer
un impulso a la extensión de estos sistemas alternativos de control de plagas.
1. El artículo 10 del R.D. 1311/2012 afirma que “La gestión de las plagas
de los vegetales en ámbitos profesionales se realizará mediante la
aplicación de prácticas con bajo consumo de productos fitosanitarios,
dando prioridad, cuando sea posible, a los métodos no químicos…”. Por
otra parte, el punto 4 del anexo I dice: “Los métodos sostenibles
biológicos, físicos y otros no químicos deberán preferirse a los métodos
químicos, siempre que permitan un control satisfactorio de las plagas.”
La aplicación de lo anterior debería promover una importante expansión
de los sistemas tecnológicos de control de plagas.
2. Las grandes cadenas de distribución imponen la limitación del número
de sustancias activas que aparecen como residuos en el momento de la
recolección. Este hecho puede suponer un impulso para la implantación
de estos sistemas, aunque por otro lado obligue a un manejo de los
productos fitosanitarios que puede no ser muy racional y pudiera derivar
en otros problemas.
3. Los métodos no químicos de control de plagas deben considerarse
imprescindibles para evitar la aparición de resistencias. Este fenómeno
puede darse con relativa facilidad, puesto que está constatado el
incremento de tratamientos para combatir los altos niveles de infestación
de algunas plagas.
4. La implantación de los métodos tecnológicos es imprescindible para
plantearse posteriormente la utilización del control biológico de plagas,
ya sea potenciando la fauna auxiliar autóctona o practicando las sueltas
de depredadores y/o parasitoides cuando aquella es inexistente.
5. Los métodos no químicos deben entenderse, por todos los que de una u
otra manera intervienen en la protección de los cultivos, como
complementarios al empleo de los productos fitosanitarios. La utilización
de los primeros no supone la radical eliminación del uso de los
segundos, sino su empleo en los momentos más adecuados y
oportunos, logrando de ellos sus mejores potencialidades y haciendo
sostenible su uso.
6. Existen problemas fitosanitarios, unos emergentes y otros tradicionales,
que todavía no tienen ninguna posibilidad de control tecnológico. Entre
los primeros, puede citarse el caso ya comentado de Synanthedon
codeti y Synanthedon vespiformis que causan daños en los frutales de
hueso, además de Drosophyla Suzuki, que parece amenazar los frutales
además de otros cultivos. Entre los insectos que causan daños desde
antiguo, y que carecen de respuesta tecnológica por el momento, están
el gusano cabezudo y otros coleópteros.
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