CAS. Nº 5865–2013 SAN MARTÍN Lima, veinticinco de setiembre de dos mil catorce.LA SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA.I. VISTOS; la causa número cinco mil ochocientos sesenta y cinco – dos mil trece; en Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha, integrada por los señores magistrados Walde Jáuregui, Presidente, Acevedo Mena, Vinatea Medina, Rueda Fernández y Lama More; producida la votación con arreglo a la Ley, se ha emitido la siguiente sentencia: I.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por el demandante don Víctor Almir Gamarra Martínez de fecha veintiuno de agosto de dos mil doce, obrante a fojas doscietos sesenta y siete, contra la sentencia de vista de fecha veinte de julio de dos mil doce, obrante a fojas doscientos cincuenta y nueve, expedida por la Sala Mixta Descentralizada de Tarapoto de la Corte Superior de Justicia de San Martín, que revocando la sentencia apelada de fecha cinco de marzo de dos mil doce, obrante a fojas doscientos uno, la reforma declarando infundada la demanda de nulidad de acto jurídico interpuesta contra don Víctor Rolando Castellares Aguilar y Karina del Pilar Saavedra Mozombite. II.- CAUSALES DE CASACION: Mediante auto calificatorio de fojas sesenta y uno del cuadernillo de casación, este Supremo Tribunal ha declarado procedente el recurso de casación interpuesto por el demandante don Víctor Almir Gamarra Martínez contra la referida sentencia, quien denuncia como agravio: La inaplicación del artículo 315 del Código Civil, alegando que la sentencia de vista no ha tenido en cuenta que el acto jurídico materia de impugnación atenta contra el núcleo básico de la sociedad, que es la familia, en la medida que vulnera una de sus instituciones, como es el patrimonio de la Sociedad de Gananciales, en la que para que se pueda disponer del mismo tiene que intervenir ambos cónyuges. III.- CONSIDERANDO: Primero: Conforme se aprecia del escrito de fojas veinticuatro, don Víctor Almir Gamarra Martínez, interpone demanda civil a efecto que se declare la nulidad de los actos jurídicos contenidos en las Escrituras Públicas a través de las cuales don Víctor Rolando Castellares Aguilar habría adquirido de doña Karina del Pilar Saavedra Mozombite dos predios rústicos, situados en la ubicación rural San José, que constan de un área de once punto treinta hectáreas (11.30 Hectáreas.), Unidad Catastral 30894, el primero y sesenta punto cero cero (60.00 Hectáreas.), Unidad Catastral 31050, el segundo, ambas celebradas el dos de noviembre del dos mil siete, según se puede ver de los asientos de inscripción de fojas siete y doce de los presentes autos. Segundo: El demandante, don Víctor Almir Gamarra Martínez, sustenta su pretensión en lo dispuesto por el artículo 315 del Código Civil, que sanciona con nulidad la no intervención en el acto jurídico de uno de los cónyuges, alegando para el efecto que con fecha nueve de octubre de mil novecientos noventa y nueve contrajo matrimonio con la transferente doña Karina del Pilar Saavedra Mozombite, y que con fecha diecisiete de noviembre del dos mil tres, es decir, dentro del matrimonio adquirieron como sociedad conyugal ya formada, los predios rústicos en mención; no obstante, sin contar con su consentimiento, su cónyuge otorgó en compra venta los referidos bienes a favor del demandado don Víctor Rolando Castellares Aguilar, quien se habría coludido con su esposa para simular la compra venta de los bienes materia de litis, pues a partir del mes de setiembre del dos mil siete se encontraba separado de la misma. Tercero: Mediante sentencia de primera instancia, el Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de San Martín, ha resuelto declarar fundada la demanda interpuesta tras considerar que a la fecha en que adquirió los inmuebles doña Karina del Pilar Saavedra Mozombite se encontraba casada con el hoy demandante por lo que los mismos tienen la calidad de bienes de la sociedad conyugal, aún cuando lo haya comprado a título personal, en tanto que de la lectura de las Escrituras Públicas del dos de noviembre de dos mil siete se aprecia que la citada emplazada transfirió los referidos inmuebles a título personal, esto es sin la intervención de su esposo. Cuarto: Interpuesto el respectivo recurso de apelación, la Sala Mixta Descentralizada de Tarapoto de la Corte Superior de Justicia de San Martín, revocando la apelada, declaró infundada la demanda, pues teniendo el demandado don Víctor Rolando Castellares Aguilar, la calidad de tercero de buena fe y habiendo adquirido los predios a título oneroso, de persona que en el registro aparecía con facultades para otorgarlo, como es el caso de la cónyuge del demandante doña Karina del Pilar Saavedra Mozombite, quien en el registro aparecía como soltera, se debe mantener la presunción de su buena fe, en tanto no se aprecie de lo actuado que el mencionado demandado haya conocido de la inexactitud del registro. Quinto: El argumento impugnatorio esencial del recurso de casación, recae en el hecho que al dictarse la sentencia de vista no se habría tenido en cuenta que el acto jurídico materia de impugnación atenta contra el núcleo básico de la sociedad, que es la familia, en la medida que vulnera una de sus instituciones, como es el patrimonio de la Sociedad de Gananciales, pues de acuerdo con el artículo 315 del Código Civil, no se pueda disponer de bienes de la sociedad conyugal sin que hayan intervenido ambos cónyuges. Sexto: Independientemente de haberse citado en la sentencia de vista de fojas doscientos cincuenta y nueve, al supuesto de hecho contemplado en el artículo 315 del Código Civil como premisa inicial, toda vez que en el considerando tercero de la recurrida se hace expresa mención del contenido esencial de dicho dispositivo legal; es menester advertir que en el test de ponderación de la aplicación de dos dispositivos legales deben preferirse aquellos en los que los valores jurídicos contrapuestos resulten de preponderancia para el desarrollo de un Estado de Derecho, tal es el caso del principio - valor de la seguridad jurídica que inspira al ordenamiento jurídico con la finalidad de otorgar al tráfico comercial, una serie de seguridades que al momento de la celebración de diversos actos jurídicos protegen los derechos tanto del transferente como del adquirente que hayan actuado conforme a los principios de la buena fe. Sétimo: En ese sentido, advirtiéndose de la sentencia de vista que para la aplicación del artículo 2014 del Código Civil, en cuya virtud, “el tercero que de buena fe adquiere a título oneroso algún derecho de persona que en el registro aparece con facultades para otorgarlo, mantiene su adquisición una vez inscrito su derecho, aunque después se anule, rescinda o resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten en los Registros Públicos. La buena fe del tercero se presume mientras no se pruebe que conocía la inexactitud del registro”, ha tenido en cuenta que el adquirente don Víctor Rolando Castellares Aguilar, ha adquirido la propiedad de los inmuebles sub litis en base a la información que brindaba el registro público, pues conforme se aprecia de la instrumental de fojas diez, en la ficha registral respectiva aparece que doña Karina del Pilar Saavedra Mozombite tiene la condición de soltera; estado civil que si bien es cierto no se sujeta a la realidad, pues la misma contrajo matrimonio con el demandante don Víctor Almir Gamarra Martínez, con anterioridad a que ella adquiriera los bienes y que por tanto éstos pertenecerían en realidad a la sociedad de gananciales, no menos cierto es que al no haber demostrado el demandante que el demandado adquirente don Víctor Rolando Castellares Aguilar, tenía conocimiento de la referida inexactitud que aparecía en el registro público, la buena fe de dicho adquirente permanente incólume y por tanto protegido por el principio de publicidad registral recogido en el artículo 2014 del Código Civil. Octavo: En dicho contexto, no es correcta la aplicación del artículo 315 del Código Civil, que aunque inspirado en el concepto de familiar como núcleo básico de la sociedad y que por tanto debe estar respaldado materialmente por una sociedad de gananciales, no puede prevalecer respecto de la aplicación del artículo 2014 del mismo cuerpo legal, inspirado más bien en el principio – valor de la seguridad jurídica, que debe irradiar a todo el ordenamiento jurídico en vigencia y en especial al que rige a la propiedad y a los Registros Públicos, entendida aquélla además como un derecho fundamental previsto en el artículo 70 e inciso 16 del artículo 2 de la Constitución Política del Estado. Noveno: En consecuencia, no habiéndose acreditado los argumentos impugnatorios expuestos en el recurso de casación, tras evidenciarse que al no haberse demostrado la mala fe del tercero adquirente que se ha basado en la información registral, la norma que debe prevalecer es la del artículo 2014 del Código Civil, y por ende que la aplicación del artículo 315 del mismo cuerpo legal no tiene lugar, es evidente que el recurso de casación debe ser desestimado. IV.- RESOLUCIÓN: Consideraciones por las que declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por el demandante don Víctor Almir Gamarra Martínez de fecha veintiuno de agosto de dos mil doce, obrante a fojas doscientos sesenta y siete, en consecuencia NO CASARON la sentencia de vista de fecha veinte de julio de dos mil doce, obrante a fojas doscientos cincuenta y nueve; ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución en el diario ofi cial El Peruano, conforme a ley; en los seguidos por don Víctor Almir Gamarra Martínez contra don Víctor Rolando Castellares Aguilar, sobre Nulidad de Acto Jurídico; y se devuelvan. SS. WALDE JÁUREGUI, ACEVEDO MENA, VINATEA MEDINA, LAMA MORE EL VOTO EN MINORÍA DE LA JUEZ SUPREMO RUEDA FERNÁNDEZ; ES COMO SIGUE: I. VISTOS; la causa número cinco mil ochocientos sesenta y cinco – dos mil trece: SENTENCIA MATERIA DE CASACIÓN: La sentencia de vista, resolución Nº 17, de fecha veinte de julio de dos mil doce, de fojas doscientos cincuenta y nueve, que resuelve revocar la sentencia apelada resolución Nº 12, de fecha cinco de marzo de dos mil doce, de folios doscientos uno, que declara fundada en parte a demanda y como consecuencia la nulidad de los actos jurídicos contenidos en la escritura pública de compra venta de los inmuebles sub litis a que se contrae la demanda, y a la vez nulos los asientos regístrales; y reformándola, declararon infundada la referida demanda, en los seguidos por don Víctor Almir Gamarra Martínez contra don Víctor Rolando Castellares Aguilar y la litisconsorte necesaria pasiva doña Karina del Pilar Saavedra de Mozombite, sobre Nulidad de Acto Jurídico, Indemnización por Daños y Perjuicios y otros. I.2 AUTO CALIFICATORIO DE PROCEDENCIA: Por resolución de fecha once de setiembre de dos mil trece, de fojas sesenta y uno del cuadernillo de casación formado por esta Sala Suprema, este Tribunal declaró procedente el recurso de casación formulado por el demandante don Víctor Almir Gamarra Martínez, de fecha veintiuno de agosto de dos mil doce, obrante a fojas doscientos sesenta y siete, por la causal de infracción normativa por inaplicación del artículo 315 del Código Civil con la sustentación del recurrente, de que la sentencia de vista no ha tenido en cuenta que el acto jurídico materia de impugnación atenta contra el núcleo básico de la sociedad, que es la familia, en la medida que vulnera una de sus instituciones, como es el patrimonio de la sociedad de gananciales, que para poder disponer del mismo tienen que intervenir ambos cónyuges. I.3 ANTECEDENTES DEL CASO: • La demanda del presente proceso contiene la pretensión principal de nulidad de los actos jurídicos contenidos en las escrituras públicas de compraventa y la nulidad de la Partida Electrónica Nº 04012490 y 0401291, respecto de los inmuebles ubicados en el Sector Chontamullo del distrito de la Banda de Shilcayo, provincia de San Martín y Región San Martín; y como pretensión accesoria demanda indemnización de daños y perjuicios por la suma de treinta mil con cero cero / cien dólares americanos ($/. 30,000.00). • Los sustentos de la demanda residen en habiendo el actor contraído matrimonio con doña Karina del Pilar Saavedra de Mozombite el nueve de octubre de mil novecientos noventa y nueve, el día diecisiete de noviembre de dos mil tres, adquirieron dos bienes inmuebles que forman parte de la sociedad conyugal, propiedad que se encuentra inscrita, empero la cónyuge transfirió los dos bienes (predios rurales) sin intervención de su cónyuge. • La sentencia de primera instancia declaró fundada la demanda bajo el argumento de que el acto jurídico es nulo por falta de manifestación de voluntad y porque el objeto del acto es jurídicamente imposible; e infundada la demanda de indemnización por daños y perjuicios, debido a que el actor no ha acreditado con prueba alguna, daño patrimonial o extramatrimonial que alega haber sufrido. • La sentencia de vista revoca la apelada bajo el sustento que el artículo 315 del Código Civil se aplica cuando se trata de bien social y se encuentra registrado como tal, y que el derecho del demandado adquirente se encuentra protegido por el artículo 2014 del Código Civil. II. CONSIDERANDO: Primero: DELIMITACIÓN DEL OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO: 1.1 Conforme se tiene antes expuesto, en este caso se declaró procedente el recurso de casación puntualmente por la infracción normativa por inaplicación del artículo 315 del Código Civil. 1.2 Se advierte de los sustentos del recurso de casación anotados en el auto calificatorio, que la infracción se sustenta esencialmente en que la cónyuge emplazada habría dispuesto de dos bienes inmuebles sociales sin intervención y conformidad del otro cónyuge. 1.3 Asimismo, es necesario tener presente sobre la labor casatoria de la Sala Suprema, que es función de cognición especial, sobre vicios en la resolución por infracciones normativas que incide en la decisión judicial; ejerciendo como centinelas el control de derecho, velando por su cumplimiento “y por su correcta aplicación a los casos litigiosos, a través de un poder independiente que cumple la función jurisdiccional”1, revisando si los casos particulares que acceden a casación se resuelven de acuerdo a la normatividad jurídica; correspondiendo a los jueces de casación custodiar, que los jueces encargados de administrar justicia del asunto concreto respeten el derecho objetivo en la solución de los conflictos2. 1 HITTERS Juan Carlos, Técnicas de los Recursos Extraordinarios y de la Casación, Librería Editora Platense, Segunda Edición, La Plata, pagina 166. 2 Cuando nos referimos al respeto del derecho objetivo no nos limitamos a una referencia a la ley, sino al sistema normativo en un Estado Constitucional, mas aún al Derecho mismo, respecto al cual expone Luis Vigo: “No se puede prescindir del derecho que sigue después de la ley, porque de lo contrario corremos el riesgo de tener una visión irreal o no completa del mismo. Pero esa operatividad y resultado judicial resultan ser un foco de atención doctrinaria privilegiado actualmente, no sólo por sus 1.4 Habiendo acogido nuestro ordenamiento entre los fines de la casación la función nomofiláctica -a la que ha acudido el demandante alegando infracción a normas de derecho objetivo-, ésta no apertura la posibilidad de acceder a una tercera instancia, tampoco se orienta a verificar un re examen de la controversia ni a la obtención de un tercer pronunciamiento por otro tribunal sobre la misma pretensión y proceso; es más bien un recurso singular que permite acceder a una Corte de Casación para el cumplimiento de determinados fines, como la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto3; que, cuando se recurre en función nomofiláctica por control de derecho objetivo (comprendiendo normas procesales y materiales), sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria4; en ese sentido para resolver sobre la infracción denunciada, se realiza sobre la base o estructura fáctica fi jada por las instancias de mérito. Segundo: SOBRE LAS NORMAS RELACIONADAS CON LA INFRACCIÓN DENUNCIADA: 2.1 Para resolver la infracción por inaplicación de la norma sustantiva civil, es necesario acudir previamente a su interpretación, que en sentido amplio se utiliza el término “interpretación” para referirse a la atribución de significado a una formulación normativa, independientemente de dudas o controversias5; asimismo, es necesario distinguir el artículo legal cuya infracción ha sido denunciada, de las normas contenidas en él, pues en un solo artículo se puede comprender más de una norma6, como es el caso del artículo 315 del Código Civil, cuyo texto es el siguiente: dimensiones y complejidades sino también por su importancia teórica para entender el ordenamiento jurídico en su faz dinámica”. VIGO, Rodolfo Luis, De la Ley al Derecho, Editorial Porrúa, México, 2005, segunda edición, Pagina 17. 3 El artículo 384º del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, establece que el recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia. 4 La casación en función nomofiláctica se orienta a garantizar en un estado social, así como Constitucional la seguridad jurídica y no ha convertirse en una tercera instancia; pues, como afirma Geny,: “La existencia de un Tribunal de casación es absolutamente necesario para garantizar en nuestro estado social una firme organización jurídica: No se puede prácticamente satisfacer la necesidad de seguridad de los derechos, que tan vivamente se hace sentir en nuestro civilización, luchando por la homogeneidad centralizada contra tantas corrientes hostiles, más que con la intervención de una jurisdicción superior, que aun fuera de su contribución al establecimiento de la verdad jurídica abstracta, encuentre en la organización de la justicia un arma fuerte y decisiva para asegurar a la vida práctica el reinado continuo y soberanamente progresivo del derecho”. Citado por Juan Carlos Hitters, Telesis de la Casación, En: Técnica de los Recursos Extraordinarios y la Casación. Segunda Edición, Librería Editora Platense, La Plata. pagina 168. 5 6 GUASTINI, Ricardo (2000), Estudios sobre la interpretación Jurídica, México, UNAM, pag. 5. Señala al respecto Marcial Rubio Correa que “Ocurre a menudo que la norma jurídica es tomada como equivalente de un artículo legislativo, sin embargo esto es errado pues en un mismo artículo puede haber una o más normas jurídicas”. RUBIO CORREA, Marcial, El Sistema Jurídico, Introducción al Artículo 315.- Para disponer de los bienes sociales o gravarlos, se requiere la intervención del marido y la mujer. Empero, cualquiera de ellos puede ejercitar tal facultad, si tiene poder especial del otro. Lo dispuesto en el párrafo anterior no rige para los actos de adquisición de bienes muebles, los cuales pueden ser efectuados por cualquier de los cónyuges. Tampoco rige en los casos considerados en las leyes especiales. 2.2 Como se tenía enunciado, el artículo 315 antes citado contiene más de una norma en sus dos párrafos, constituyendo normas con regulación sobre los actos de disposición o de gravar de los bienes sociales7, así la doctrina distingue las normas que integran un sistema jurídico, entre otras, aquellas que regulan y atribuyen poderes y atribuciones, y las normas de mandato que prohíben ciertos actos8. De las varias normas contenidas en el artículo 315, interesan aquellas comprendidas en el primer párrafo por su vinculación al caso que se cuestionan actos jurídicos de disposición de dos bienes inmuebles, centrándonos en tal caso a las normas del primer párrafo. Delimitando aún más el supuesto normativo del caso concreto, se descartan las normas del primer párrafo sobre los actos de disposición efectuados con poder, en tanto las particularidades del caso no se refi eren a que se haya dispuesto del bien con o sin poder del otro cónyuge, y porque consideramos que si bien la norma faculta a disponer del bien social por uno de los cónyuges con poder del otro, no significa que cuando no tuviera el poder para disponer sea un caso de falso procurador, en tanto no se ubica en el supuesto del representante (que cuenta con representación por ley o por poder de un cónyuge a favor del otro, siendo que la representación legal que detentan los cónyuges conforme al artículo 292 del Código Civil es sobre la sociedad conyugal), exceda los límites de la representación regulado en el artículo 161 del Código Civil-; sino que la norma especial del artículo 315 que autoriza la disposición con poder, se vincula a la del artículo 156 del mismo código, que establece en coherencia, que para actos de disposición se requiere que el encargo conste en forma indubitable y por escritura pública bajo sanción de nulidad. Continuando con individualizar la norma del caso concreto, igualmente se descartan las normas que regulan el acto de gravar los bienes sociales, limitando al caso, las normas que regulan la disposición de bienes inmuebles sociales. 2.3 Determinando para el caso concreto, las normas del artículo legal que contienen en primer lugar atribuciones a los cónyuges para disponer de los bienes inmuebles sociales, exigiendo la Derecho, Décima edición aumentada, Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú, 2012, pág. 86. 7 7CARDENAS QUIROZ, Carlos, En “Para Leer el Código Civil”, Volumen II, Fondo Editorial, Pontificia Universidad Católica, Lima, 1999. Señala el autor que el Código Civil contiene normas procesales, de definiciones procesales, trámites, plazos, como el caso del artículo 400 que incluye en la lista de normas con regulaciones procesales. Página 135 8 Señala Manuel Atienza sobre las diferentes normas: “Aquí partiremos de la idea de que los sistemas jurídicos están formados no sólo por normas regulativas de mandato o que imponen deberes, sino también por otros enunciados (de los que nos ocuparemos en capítulos sucesivos, como las disposiciones permisivas, las definiciones y las reglas que confi eren poderes) y de que las normas regulativas de mandato pueden, a su vez, ser reglas o principios”. ATIENZA, Manuel/ RUIZ MANERO, Juan, Las Piezas del Derecho, Teoría de los Enunciados Jurídicos [1996], Editorial Ariel, Barcelona, 2004, Pagina 28. concurrencia de ambos para realizar tales actos, asimismo, la norma prohibitiva de que solo uno de los cónyuges pueda realizar actos de disposición de los bienes inmuebles sociales. 2.4 Cabe anotar que el artículo 315 del Código Civil se ubica en la Sección Segunda sobre la Sociedad Conyugal, sin embargo se vinculan y deben interpretarse las normas del referido artículo en coherencia con las disposiciones generales del Libro III de Derecho de Familia, de la Sección Primera, que establecen que la regulación jurídica de la familia tiene por finalidad contribuir a su consolidación y fortalecimiento, en armonía con los principios y normas proclamados en la Constitución Política del Perú (artículo 233); remitiéndonos a la norma del artículo 4 de nuestra Constitución que la Comunidad y el Estado protegen especialmente a la familia; otra disposición general de derecho de familia referida al matrimonio, es la que prevé que el marido y la mujer tienen en el hogar autoridad, consideraciones, derechos, deberes y responsabilidades iguales (artículo 234 in fine). Las normas del artículo 315 también guardan vinculación con las contenidas en los artículos del Título II y III sobre relaciones personales y patrimoniales de los cónyuges por razón del matrimonio, en tanto además de las relaciones personales y patrimoniales que surgen para los contrayentes, el matrimonio da origen a una sociedad de gananciales entre los cónyuges o a elección libre de estos a un régimen de patrimonios separados (artículo 295). En el primer supuesto, los cónyuges tienen iguales derechos en el gobierno del hogar, y ejercen la representación de la sociedad conyugal en forma conjunta (artículo 292), que como ya hemos señalado, la representación legal otorgada a favor de los cónyuges es sobre la sociedad conyugal, y no de estos entre sí, puntualizando la norma que para que un cónyuge pueda representar a otro, puede otorgarle poder para que ejerza la representación de manera parcial o total; precisando la norma, que las necesidades ordinarias del hogar y actos de administración y conservación, la sociedad es representada indistintamente por cualquiera de los cónyuges; en igual forma el artículo 313 reafirma que la administración del patrimonio social corresponde a ambos cónyuges, que uno de ellos puede facultar al otro para que asuma exclusivamente la administración de los bienes. El artículo 301 del Código Civil establece que dentro de la sociedad de gananciales pueden haber bienes propios y bienes comunes, éstos se determinan conforme al artículo 310, y las reglas de calificación del artículo 311 (en este caso el recurrente alega que se tratan de dos bienes inmuebles adquiridos dentro del matrimonio y que serían bienes sociales); el artículo 323 establece que son gananciales los I.1 bienes remanentes que queden después de la liquidación, y que estos se dividen por mitad entre ambos cónyuges o sus herederos; extrayendo, que la titular de los bienes comunes adquiridos durante la vigencia del matrimonio es la sociedad conyugal, y no los cónyuges; que después de la liquidación de la sociedad y en el supuesto que hubiera remanentes, estos serán divididos a favor de los cónyuges o herederos. 2.5 Conforme a lo antes expuesto, resulta que la norma delimitada del artículo 315 para el caso concreto, establece en el contexto normativo de derecho de la familia la cual goza de protección constitucional y legal, y del matrimonio en régimen de sociedad de gananciales, que esta última es la titular de los bienes sociales comunes, por lo que cuando se trate de actos de disposición de bienes comunes sobre bienes inmuebles de la sociedad conyugal, se exige para su disposición que concurran ambos cónyuges integrantes de la sociedad conyugal, prohibiendo que uno solo de los cónyuges pueda realizar actos de disposición de los bienes inmuebles de la sociedad de gananciales. 2.6 La doctrina y la jurisprudencia es muy diversa en cuanto a las consecuencias jurídicas del acto disposición por uno de los cónyuges sin intervención del otro, así como aquellas referidas al tercero comprador; habiendo sentado la Casación Nº 111-2006-Lambayeque del treinta y uno de octubre de dos mil seis y publicada en el diario oficial El Peruano el treinta y uno de enero de dos mil siete, que el supuesto de la norma del artículo 315 antes señalada, no es un caso de nulidad de acto jurídico sino de ineficacia, debido a que la presencia de ambos cónyuges en un acto de disposición o gravamen, no constituye requisito de validez del acto jurídico sino de ineficacia denominado legitimidad para obrar: “ Tercero.Que, tanto en la doctrina como en la jurisprudencia se ha discutido sobre el supuesto de hecho previsto en el artículo 315 del Código sustantivo, siendo que esta Sentencia Suprema, se procede a variar criterios anteriormente establecidos, a fi n de concluir que, el supuesto previsto en la referida norma sustantiva no recoge un supuesto de nulidad del acto jurídico, sino uno de inefi cacia, el mismo que origina que el acto jurídico cuestionado no sea oponible al patrimonio de la sociedad de gananciales.” Cuarto.(....), lo cual lleva a concluir que, la presencia de ambos cónyuges en un acto de disposición o gravamen, no supone un requisito de validez del acto jurídico, sino supone una adecuada legitimidad para contratar. Quinto: Es decir, la intervención de ambos cónyuges supone dar cumplimiento a un requisito de eficacia denominado legitimidad para contratar, el cual implica el “poder de disposición que tiene el sujeto en relación a una determinada situación jurídica”. (....)”. Coincidiendo en que el primer párrafo del artículo 315 del Código Civil regula la ausencia de legitimidad para contratar bienes de la sociedad de gananciales, un sector de la doctrina ha acogido dicha interpretación, señalando además que siendo la legitimidad la competencia para obtener o soportar los efectos jurídicos del reglamento de intereses del cual se ha aspirado, el problema de la legitimidad reside en determinar quién y frente a quién, puede correctamente celebrarse el negocio para que éste despliegue los efectos jurídicos conformes a su función y congruencia con el conjunto de intereses de las partes, que, “La regla fundamental de la legitimidad es la de la identificación o coincidencia entre el sujeto del negocio (o el sujeto para el que el negocio es realizado) y el sujeto de intereses, y por ello, de las relaciones jurídicas sobre las que nacen del negocio9”; avanzando más sobre el tema, se ha señalado que es obvio que el negocio es ineficaz en cuanto a la disposición, que “es decir, que no produce el efecto pretendido por los contratantes, lo que se aprecia en la frustración del comprador que no logra hacerse titular, pero es eficaz inter partes, pues, el comprador puede actuar, por ejemplo, para requerir el 9 MORALES HERVIAS, Rómulo, Legitimidad para contratar. La protección de la sociedad de gananciales vs, la publicidad registral. En: Actualidad Jurídica, Tomo 159, Febrero 2007, pág. 35. saneamiento por evicción o la tutela extintiva mediante la resolución contractual”, destacando el autor que se ha logrado identificar el problema, esto es la falta de legitimidad en razón de la ausencia de poder dispositivo, empero falta determinar cómo se soluciona el problema10. Así también, la doctrina de la especialidad de familia advierte que al respecto se presentan dificultades prácticas, principalmente tratándose de actos de gravamen o disposición, que como regla general del artículo 315 exige la intervención de ambos cónyuges11; para algunos especialistas en derecho de familia, afirman que la norma exige la participación de los dos cónyuges, requiriendo la voluntad concorde de los esposos como elemento necesario para la validez de los actos: “La presente norma se refi ere a los actos de disposición que exceden la potestad doméstica, que corresponde realizar conjuntamente a ambos consortes y que implica el ejercicio de una facultad compartida por ambos consortes, de tal forma que se requiere la voluntad concorde de los esposos como elemento constitutivo necesario para la validez de los actos. Se trata, pues, de una coparticipación en la disposición de bienes sociales”12. Atendiendo este asunto, que la casación en función nomofiláctica se centra en determinar la infracción por inaplicación de la norma pertinente del artículo 315 del Código Civil, asimismo, que se ha determinado que los actos de disposición de uno de los cónyuges con exclusión del otro, sobre bienes inmuebles comunes de la sociedad conyugal no se encuentran permitidos exigiendo la norma la concurrencia de ambos cónyuges, conteniendo un supuesto de ilegitimidad para contratar referida a la ineficacia del acto; es que, se considera que las consecuencias jurídicas en relación al acto jurídico y al tercero comprador, dependerán de las particularidades del caso que se encuentran determinadas como base fáctica en las instancias de mérito, en referencia a los supuestos fácticos, sobre la propiedad de los bienes inmuebles a favor de la sociedad como bienes comunes o propios, su inscripción registral o no y a nombre de quién se encontraba inscrito, sobre las características de la venta a favor de tercero, respecto de la cual el demandante pretende la nulidad. Procediendo a continuación determinar cuál es la base fáctica del caso, y si la sentencia de vista ha incurrido o no en la infracción denunciada por inaplicación de la norma citada. Tercero: SOBRE LOS HECHOS DETERMINADOS: 3.1 Para resolver la denuncia de infracción por inaplicación de una norma de derecho material, se requiere establecer la norma aplicable al caso concreto, acudiendo para ello al tema en debate y a la base fáctica fi jada por la instancia de mérito, en tanto la inaplicación de una norma, se produce cuando estando los hechos correctamente establecidos, la instancia incurre en calificación defectuosa de los hechos dejando de aplicar la norma que corresponde; señalando la doctrina al respecto: “opera cuando se arriba a una defectuosa calificación de los hechos, a los que –pese a estar correctamente fijados- se les aplica una disposición jurídica 10 GONZALES BARRÓN, Gunther, Venta por un solo cónyuge del bien social y otras hipótesis similares: Propuesta de Solución. En: Materiales de Lecturas Obligatorias, Pontificia Universidad Católica del Perú, Derecho Civil 4: Acto Jurídico, 2014, paginas 1-20. 11 CORNEJO CHÁVEZ, Héctor, Derecho Familiar Peruano, Tomo I, Sociedad Conyugal, Editorial Gaceta Jurídica, novena edición, mayo 1998, página 323. 12 PLÁCIDO VILCACHAGUA, Alex, Disposición de los Bienes Sociales, En: Código Civil Comentado, Tomo II, Derecho de Familia, Primera Parte, Editorial Gaceta Jurídica, página 84 que no se identifica con la verdadera esencia de éstos, ya sea porque su supuesto legal es otro, o porque se prescinde de esgrimir la regla que conviene a su contenido13”. 3.2 Extrayendo los siguientes datos fácticos determinados por las instancias de mérito: a) El demandante Víctor Almir Gamarra Martínez es cónyuge de la emplazada Karina del Pilar Saavedra Mozombite (considerando sexto de la recurrida en casación), acreditado con partida de matrimonio de fecha nueve de octubre de mil novecientos noventa y nueve (considerando 9.c de la sentencia apelada). b) La cónyuge adquirió dos inmuebles denominados predios San Juan y San José del distrito de la Banda de Shilcayo, de la Caja de Ahorro y Crédito de la Región San Martín Sociedad Anónima Abierta, con Escritura Pública de compra venta y constitución de hipoteca de fecha diecisiete de noviembre de dos mil tres, figurando como soltera a pesar que en dicha fecha se encontraba casada con el demandante, siendo bienes sociales pertenecientes a la sociedad conyugal, adquiridos dentro del matrimonio (considerando 10.c de la sentencia apelada). c) Mediante Escritura Pública de compra venta de fecha dos de noviembre de dos mil siete, inscrita en partidas Nº 04012490 y Nº 02012491, Karina del Pilar Saavedra Mozombite transfi rió a título personal los dos predios rurales, sin intervención de su esposo (considerando 11.c de la sentencia apelada), a favor del demandado Víctor Rolando Castellares Aguilar, fi gurando en registros públicos la emplazada como soltera (considerando sétimo de la sentencia de vista). De lo cual resulta que los hechos fijados como acreditados por las instancias de mérito residen puntualmente en que, durante la vigencia del matrimonio y de la sociedad de gananciales, la emplazada Karina del Pilar Saavedra Mozombite casada con Víctor Almir Gamarra Martínez con fecha nueve de octubre de mil novecientos noventa y nueve, adquirió el diecisiete de noviembre de dos mil tres mediante compra venta elevada a escritura pública e inscrita a registro dos bienes inmuebles como si fuera soltera, bienes que luego sin intervención del cónyuge, el dos de noviembre de dos mil siete transfi rió a favor del tercero Víctor Rolando Castellares Aguilar. Cuarto: Sobre la infracción normativa incurrida por la sentencia de vista 4.1 Estando a la estructura fáctica determinada por las instancias de mérito, resulta pertinente acudir a los fundamentos de la sentencia de vista, los cuales residen en que: a. El demandado impugnante denunció en apelación que el Juez no tuvo en consideración que el artículo 315 del Código Civil sólo es aplicable cuando se trata de un bien social y como tal se encuentra publicitado e inscrito en registros públicos, y no cuando se trata de un bien publicitado como propio (fundamento segundo). b. No se puede dar solución al caso aplicando sólo normas de derecho de familia, cuando otros sistemas brindan una cabal y justa solución legal al caso (considerando cuarto). 13 HITTERS, Juan Carlos, “La Casación Civil en el Perú”, En Revista Peruana de Derecho Procesal Civil, Tomo II, Marzo de 1998, pagina 436. c. Que en las cuestionadas transferencias no intervino el cónyuge demandante, sin embargo el derecho del impugnante se encuentra a salvo en virtud del artículo 2014 del Código Civil, referido a la adquisición del tercero de buena fe (considerando quinto). d. Determina que los bienes se encontraban inscritos en registros públicos a favor de su propietaria Karina del Pilar Saavedra Mozombite cónyuge del demandante, quién aparecía en el registro como soltera, quién transfiere los bienes en propiedad del apelante; que de las partidas registrales Nº 04012490 y Nº 04012491, aprecia que el demandado Víctor Rolando Castellares Aguilar adquirió la propiedad de los inmuebles de Karina del Pilar Saavedra Mozombite quién aparecía como propietaria con facultades para disponerlos, transferencia inscrita y verificada bajo la fe registral (considerandos sexto y sétimo). e. Señala que el apelante en calidad de tercero de buena fe adquirió derecho a título oneroso de persona que aparecía con facultades para otorgarlo, debiendo mantener su adquisición ya que en registros no constaba la calidad de casada de su transferente, al figurar como soltera; agrega que no se ha acreditado la inexistencia de buena fe del apelante, manteniendo la presunción de buena fe, al no haber conocido de la inexactitud del registro. 4.2 De dicha fundamentación se establece la infracción normativa denunciada en tanto la sentencia impugnada no resolvió el tema, omitiendo expresar las razones por las cuales debe ser o no aplicada la norma del artículo 315 del Código Civil, pese a que lo tenia dejando incontestada dicha pretensión de segunda instancia en cuanto a la aplicación normativa sustantiva, así como respecto al hecho alegado por el apelante de que el bien se encontraba registrado y publicitado como propio de la vendedora. No habiendo cumplido la impugnada con la exigencia de motivación suficiente y congruente con las pretensiones de las partes, señalando al respecto la doctrina, que la resolución judicial “debe estar suficientemente motivada, atendiendo congruentemente al núcleo de las pretensiones de las partes”14. La sentencia impugnada, pasando por alto las alegaciones del apelante, así como la exigencia de suficiente y coherente motivación, resuelve el caso sin aplicar la norma del artículo 315 dejando sin resolver un punto relevante relacionado con la eficacia del acto jurídico de transferencia del bien conyugal, y se pronuncia por un tema diferente y que no guarda coherencia con los datos y hechos del caso concreto. Así, señala la sentencia de vista que a juicio del colegiado no es arreglado a derecho “que en el presente caso se pretenda dar solución legal al caso concreto, aplicando solo el cuerpo normativo relativo al Derecho de Familia, cuando otros sistemas brindan una cabal y justa solución legal al presente caso”, limitándose a aplicar el artículo 2014 del mismo código para establecer que el demandado mantiene su derecho como tercero de buena fe. Sin embargo el colegiado de segunda instancia no ha advertido que el supuesto del artículo 2014 tiene como premisa fáctica jurídica la nulidad, rescisión, resolución del derecho del otorgante –esto es, de quien vende a favor del tercero-, por causas que no consten en los registros públicos; y que el caso de autos no se refi ere a supuestos de nulidad, rescisión, resolución de la adquisición de los predios rurales a favor de la demandada Karina del Pilar 14 PICÓ I JUNOY, Joan, Las Garantías Constitucionales del Proceso, Editor Bosch, Barcelona, 2012, página 79. Saavedra Mozombite – otorgante-, sino justamente bajo el supuesto fáctico de que esas adquisiciones son válidas y favorecen como bienes comunes a la sociedad de gananciales, se está cuestionando las transferencias a favor del comprador demandado, debido a que su vendedora habría dispuesto a favor del mismo los bienes inmuebles de propiedad de la sociedad conyugal. Finalmente, es necesario e ineludible que la Sala Superior resuelva la apelación pronunciándose sobre la aplicación del artículo 315 del Código Civil, a efectos de que si resulta que se encuentra en el supuesto de la norma, pueda determinar las consecuencias jurídicas sobre las transferencias efectuadas a favor del comprador emplazado; así como, debe distinguir con claridad los supuestos de hecho y derecho para resolver en forma correcta y justa el caso concreto; además de las deficiencias anotadas de la recurrida, no pasa por alto que en la misma se refi ere reiterativamente a “los bienes inmuebles sub litis” (considerandos tercero y sétimo), sin haber distinguido, que no se encuentra en contienda los bienes inmuebles, sino que la pretensión y la contienda está referida a la nulidad de los actos jurídicos contenidos en las transferencias. Quinto: Nulidad de la sentencia de vista 5.1 Conforme se tiene desarrollado la sentencia de vista materia de impugnación en casación, ha incurrido en la infracción denunciada inaplicando el artículo 315 del Código Civil, sin expresar sustento al respecto y resolver sin coherencia con los hechos del caso; incurriendo además de ello en nulidad absoluta por contravención al deber constitucional de motivación de las decisiones judiciales, conforme lo exige la norma del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política vigente. 5.2 Resultando pertinente resaltar, que es una obligación inexorable además de una garantía y principio de la función jurisdiccional, la motivación adecuada, razonada, coherente y completa de las resoluciones, constituyendo una protección contra la arbitrariedad en la adopción de decisiones judiciales; habiendo interpretado la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que las garantías judiciales previstas en el articulo 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos, supone que las autoridades –judiciales-, deben respetar en las resoluciones que determinen derechos y obligaciones, la motivación de las decisiones, siendo la motivación la exteriorización de la justificación razonada que permite llegar a una conclusión, refi ere que: “(...) la argumentación de un fallo debe mostrar que han sido debidamente tomados en cuenta los alegatos de las partes y que el conjunto de pruebas ha sido analizado ...”15. 5.3 Estando ante una sentencia de segundo grado, que no cumple con las exigencias de logicidad y coherencia, que incurre en defectos de motivación al señalar el agravio de apelación y no absolverlo, al no contener la fundamentación fáctica y jurídica coherente con los datos y hechos del caso concreto; evidenciando que la sentencia de vista no cumple con la debida motivación en justificación interna, y justificación externa, y contraviene el deber y garantía constitucional de motivación, resultando nula por motivación deficiente y 15 Caso Aspitz Barbera y otros. Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de fecha 05 de agosto del 2008, fundamentos 77 y 78. no estar con arreglo a los hechos y derechos, nulidad sancionada conforme a lo previsto en el inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil, debiendo el colegiado de instancia renovar el acto procesal viciado. III. DECISIÓN: Por dichas consideraciones, MI VOTO es por declarar FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el demandante don Víctor Almir Gamarra Martínez, de fecha veintiuno de agosto de dos mil doce, obrante a fojas doscientos sesenta y siete, en consecuencia, NULA la sentencia de vista, resolución Nº 17, de fecha veinte de julio de dos mil doce, de fojas doscientos cincuenta y nueve, expedida por la Primera Sala Mixta Descentralizada de Tarapoto de la Corte Superior de Justicia de San Martín, DISPONER que la Sala Superior emita nuevo fallo de acuerdo a ley, teniendo en cuenta lo expuesto en la presente resolución; en los seguidos por don Víctor Almir Gamarra Martínez contra don Víctor Rolando Castellares Aguilar y la litisconsorte necesaria pasiva doña Karina del Pilar Saavedra de Mozombite, sobre Nulidad de Acto Jurídico, Indemnización por Daños y Perjuicios y otros; ORDENAR la publicación del texto de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, conforme a ley; y se devuelva. Juez Supremo Ponente: Rueda Fernández.SS. RUEDA FERNÁNDEZ C-1285051-4