E - Mundo Acuícola

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Director
Claudio Berkhoff A.
[email protected]
Contenidos
Staff Periodístico
Pedro Barra Léniz
Periodista
[email protected]
Carlos Chuquín Cámac
Periodista, Corresponsal Perú
[email protected]
Contenidos Técnicos
Katherine Silva Acevedo
Ingeniero Acuícola - Editor Técnico
[email protected]
Acuicultura y acuiponía:
El cultivo sustentable de trucha arcoíris comienza a tomar fuerza en el norte
de Chile
Durante nuestra gira por el norte del país, nos llamaron especialmente la
atención tres proyectos que buscan cultivar la trucha arcoíris Oncorhynchus
mykiss. Uno en Copaquilla, comuna de Putre, Región de Arica y Parinacota,
que desarrolla la Universidad Arturo Prat; otro en el cerro Falda Verde, comuna de Chañaral; y un tercero, y quizás el más conocido, en la comuna de
Vicuña, Valle del Elqui.
Págs. 22 - 31
Área Comercial
Katherine Silva Acevedo
Asistente Comercial
E-Mail: [email protected]
Producción
Pablo Andrés Vera
Diseño y Diagramación
Hilda Montecinos M.
Corrector de Pruebas
Columnistas
Cristian Sepúlveda
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Búsqueda de actinobacterias marinas:
Biodescubrimientos capaces de combatir patógenos resistentes
Págs. 6 - 9
Biólogo Marino, Universidad Católica del Norte
Felipe Rivera
Sociólogo, Universidad Católica del Norte
Rodolfo Infante
MSc en Acuicultura U. de Stirling, Escocia
Comité Asesor
Adolfo Alvial
Director CORFO Región de los Lagos
Alejandro Buschmann
Presidente de la Asociación Internacional de Algas
marinas ISA (International Seaweed Asociation)
Iniciativa UST-UCN:
El inédito proyecto que busca identificar a los patógenos que afectan a los
mitílidos en Chile
Págs. 10 - 11
Alicia Gallardo
Subdirectora de Acuicultura Sernapesca
Cristian Olivares
Director Tutor Comité Acuícola Armasur
Germán Merino
Académico del Departamento de Acuicultura UCN
Director Aquacultural Engineering Society
Juan Barile
Profesor Adjunto de la Escuela de Acuicultura UCT
Roberto Neira
Académico y genetista U. de Chile
Sandra Bravo
Fish Vet Group y Aquagestión:
Laboratorios en la zona sur, nuevas
instalaciones para el servicio de la industria acuícola
Págs. 14 - 17
Proyecto FIA:
Los avances chilenos para introducir
harina de insectos al alimento de los
peces
Págs. 34 - 35
Instituto de Acuicultura UACh
Soledad Zorzano
Gerente Atared
A
cuicultura de pequeña escala e integrada con otras actividades productivas. Eso es lo que actualmente está
impulsando un grupo de emprendedores e investigadores en el norte de
Chile y que, entre los meses de junio
y julio, pudimos conocer en terreno.
En nuestra expedición por el norte, nos llamó poderosamente la atención una corriente distinta
a los grandes cultivos salmoneros del sur de nuestro
país y que considera pequeños módulos de producción, que pretenden ayudar a diversificar la economía
de las zonas áridas de Chile.
Se sabe que la escasez de agua es un problema en la macrozona norte, por lo que el uso racional
de los recursos es una prioridad a la hora de realizar
cualquier actividad agroalimentaria. En ese sentido,
la acuicultura asoma como una actividad que podría
proveer de alimentos saludables a las comunidades
más lejanas de las cinco regiones más desérticas del
país.
Por ello, es valorable el esfuerzo que están
realizando diferentes instituciones, desde la Región
de Arica y Parinacota hasta la Región de Coquimbo, a
través de proyectos vinculados con la acuicultura de
pequeña escala. De alguna manera, podría tratarse
de una nueva alternativa de producción, que pretende implementar cultivos de peces y otras especies
acuáticas, de forma paralela a otras actividades, que
sea sostenible en el tiempo y que se desarrolle en
armonía con su entorno.
Fue así como, tras caminos de difícil acceso y no exentos de dificultades, llegamos hasta la
quebrada de Copaquilla, comuna de Putre, Región de
Arica y Parinacota. Allí se lleva a cabo uno de estos
proyectos, a cargo de la Universidad Arturo Prat, el
cual ha logrado demostrar la factibilidad de cultivar
truchas en zonas precordilleranas, con lo que comunidades aymaras podrían tener una nueva actividad
que, a diferencia de la agricultura por sí sola, les dé
sustento económico durante todo el año. Un aspecto
a destacar, de esta propuesta, es el esfuerzo que realizan los involucrados en el programa quienes, cada
semana, deben llegar hasta un lugar de difícil acceso,
a gran altitud (casi tres mil metros sobre el nivel del
mar), con la finalidad de seguir llevando adelante uno
de los cultivos acuícolas más extremos de nuestro
país.
Un poco más al sur, en la comuna de Chañaral, Región de Atacama, pudimos observar otra iniciativa novedosa del Centro Cridesat, de la Universidad
de Atacama. Se trata del desarrollo de un sistema
de cultivo acuapónico de peces y hortalizas, utilizando agua de atrapaniebla y energías limpias, lo cual
representa todo un hito a nivel mundial. Aspectos
a destacar de esta propuesta son el trabajo codo a
codo con los sindicatos de atrapanieblas y el esfuerzo
del equipo de trabajo de este proyecto por ascender
-también por huellas y sinuosos caminos- de manera
constante, hasta la cima del cerro Falda Verde, lugar
donde se ubican los sistemas atrapanieblas.
En la parte final de nuestro recorrido, nos
trasladamos hasta las instalaciones de la Granja
Agro-Acuícola Diaguitas, cultivo acuapónico de truchas y hortalizas, que además alberga árboles frutales y una estación de apicultura. Allí conocimos los
logros y dificultades de este exitoso proyecto que han
podido llevar delante, de manera particular, los investigadores de la Universidad Católica del Norte, Germán
Merino y Elisabeth von Brand. Dicho cultivo ha dado
pie a desarrollar otras iniciativas, de carácter experimental, como es el caso de un liceo en la localidad de
Alto del Carmen, Región de Atacama.
Así fue como, tras observar en terreno estas iniciativas, pudimos comprobar que sí es posible
cultivar especies acuáticas en zonas con escasez de
agua, en lugares apartados, sin medicamentos y de
manera amigable con el entorno. No nos queda más
que felicitar a quienes, con pasión y empuje, han logrado levantar estas empresas, lo que nos hace soñar
con una nueva forma de realizar acuicultura en nuestro país.
Finalmente, el llamado es a la autoridad,
para ajustar y/o flexibilizar la normativa para este
tipo de iniciativas. No puede ser que, a un cultivo de
pequeña escala, muchas veces artesanal, se le pongan piedras en el camino o se le realicen las mismas
exigencias que a los cultivos acuícolas de escala industrial.
Claudio Berkhoff A.
Director
Editorial
Cambiando el paradigma de la
acuicultura chilena
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Artículo Técnico
Búsqueda de actinobacterias marinas:
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Biodescubrimientos capaces de combatir
patógenos resistentes
La Dra. Beatriz Cámara, junto a su equipo de investigación del Laboratorio de Microbiología Molecular
y Biotecnología Ambiental, del Departamento de Química & Centro de Biotecnología de la Universidad
Técnica Federico Santa María, de Valparaíso, en conjunto con investigadores de la Universidad de Gothenburg (Suecia), trabajan en la “Detección y caracterización de genes relacionados con la síntesis de
compuestos bioactivos presentes en bacterias de los sedimentos marinos de la costa chilena: la búsqueda de nuevos agentes antimicrobianos”, proyecto que está en ejecución hasta 2017.
L
as actinobacterias de origen marino, presentan
una amplia variedad de metabolitos secundarios
que presentan diferentes actividades biológicas,
pudiendo ser utilizadas como antibióticos, antifúngicos y antitumorales, de ahí la importancia
por descubrir nuevas bacterias (biodescubrimientos), con el objetivo de encontrar nuevos antibióticos capaces de combatir patógenos resistentes. Precisamente, ésta
búsqueda lidera la Dra. Beatriz Cámara junto a su equipo de
investigación del Laboratorio de Microbiología Molecular y Biotecnología Ambiental, del Departamento de Química & Centro de Biotecnología de la Universidad Técnica Federico Santa
María, de Valparaíso, en conjunto con el equipo de investigadores de la Universidad de Gothenburg (Suecia) liderado
por el Dr. Edward Moore, quienes actualmente trabajan en
la “Detección y caracterización de genes relacionados con la
síntesis de compuestos bioactivos presentes en bacterias de
los sedimentos marinos de la costa chilena: la búsqueda de
nuevos agentes antimicrobianos”, proyecto que se encuentra
en ejecución hasta 2017.
Se trata de una colaboración entre investigadores
de ambas nacionalidades, cuya parte del proyecto, contempla
muestrear sedimentos marinos en la bahía de Valparaíso,
con la finalidad de aislar actinobacterias e identificar su potencial para producir compuestos antibacterianos.
Para conversar sobre la búsqueda de nuevas actinobacterias, nos comunicamos con la Dra. Beatriz Cámara, Química Industrial de la Universidad Técnico Federico Santa María
(UTFSM), Doctorada en Universidad de Braunschweig, Alemania, postdoctorada en Imperial College, Londres (2008-2010),
actualmente investigadora asociada del Laboratorio Microbio-
logía Molecular y Biotecnología Ambiental, dirigido por el Dr.
Michael Seeger (Departamento Química & Centro de Biotecnología UTFSM).
Al respecto, la Dra. Beatriz Cámara nos cuenta que a
partir de sedimentos marinos se comienzan a aislar las actinobacterias, para eso se utilizan distintos medios de cultivo,
luego, se comienza a seleccionar colonias de bacterias para
poder aislarlas, “cuando tu rastreas primero el sedimento
marino, después tienes que empezar a picar una por una las
colonias de bacterias para poder aislarlas y dejarlas puras, a
partir de ahí uno puede empezar a trabajar con estas bacterias para poder utilizar técnicas moleculares para identificarlas, amplificar un gen específico que se utiliza para filogenia.
Eso se manda a secuenciar, para luego, con base de datos,
decir qué bacteria es”, nos explica.
Al respecto, la Dra. Beatriz Cámara nos
cuenta que a partir de sedimentos marinos se comienzan a aislar las actinobacterias, para eso se utilizan distintos
medios de cultivo, luego, se comienza
a seleccionar colonias de bacterias para
poder aislarlas, “cuando tu rastreas
primero el sedimento marino, después
tienes que empezar a picar una por una
las colonias de bacterias para poder aislarlas y dejarlas puras, a partir de ahí
uno puede empezar a trabajar con estas bacterias para poder utilizar técnicas
moleculares para identificarlas, amplificar un gen específico que se utiliza para
filogenia. Eso se manda a secuenciar,
para luego, con base de datos, decir qué
bacteria es”, nos explica.
Aislamiento de actinobacterias
En cuanto a los estudios realizados por el equipo de investigación, en
uno de ellos se analizaron seis muestras
provenientes de sedimentos de la bahía
de Valparaíso, que fueron tomadas a tres
profundidades diferentes, en el sector
faro Punta Ángeles y de playa Torpederas. Éstas fueron inoculadas en cinco
diferentes medios de cultivo, logrando
aislar 68 cepas bacterianas, del phyllum
Actinobacteria, identificando 18 géneros, tales como: Aeromicrobium, Agro-
coccus, Arthrobacter, Brachybacterium,
Corynebacterium, Dietzia, Flaviflexus,
Gordonia, Isoptericola, Janibacter, Microbacterium, Mycobacterium, Ornithinimicrobium, Pseudonocardia, Rhodococcus,
Streptomyces, y Tessaracoccus.
Además, un aislado formó una
nueva rama filogenética relacionado con
la familia Nocardiopsaceae.
Se lograron identificar, además, siete subórdenes y 16 familias:
Actinomycetaceae, Corynebacteriaceae,
Dermabacteraceae, Dietziaceae, Gordoniaceae, Intrasporangiaceae, Microbacteriaceae, Micrococcaceae, Mycobacteriaceae, Nocardiaceae, Nocardioidaceae,
Nocardiopsaceae, Promicromonosporaceae, Propionibacteriaceae, Pseudonocardiaceae, y Streptomycetaceae, siendo
los más abundantes, los géneros Rhodococcus, Dietzia, y Gordonia, todos ellos
pertenecientes al suborden corynebacterineae.
En el sector de faro Punta Ángeles, se encontró la mayor cantidad
actinobacterias, logrando aislar 52, en
comparación con 16 aislados del sector
playa Torpederas. En este sentido, en
sector del faro, a una profundidad de
19,2 metros se encontró la mayor cantidad de aislamientos, obteniendo 42 cepas de actinobacterias de 10 géneros.
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particular, que se llama Streptomyces,
que fueron las primeras actinobacterias
conocidas por producir, por ejemplo, la
estreptomicina. En los años 50 había
un grupo, en el laboratorio de Waksman (de EEUU), ellos descubrieron
la estreptomicina, producida por una
de la tierra. Son comúnmente aisladas
de tierra y de ahí empezó la época dorada de la búsqueda de los antibióticos
y muchos se encontraron a partir de
este tipo de microorganismos, de las
Streptomyces”.
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Se evaluó la actividad antimicrobiana de estos aislados específicos, demostrando la capacidad de inhibir crecimiento de bacterias Gram positivas y Gram negativas.
En conclusión, se pudo comprobar que los sedimentos marinos pueden albergar una gran diversidad de Actinobacterias cultivables, en este caso, de la costa de Valparaíso,
destacando su potencial para la producción de compuestos
biológicamente activos. Estos biodescubrimientos, son de
suma importancia ya que pueden, en el futuro, ser capaces
de combatir patógenos resistentes. Respecto a la biodiversidad de actinobacterias encontradas, la Dra. Cámara nos dice:
“La diversidad actinobacterial en nuestro estudio es relativamente alto, cuando se considera el número de géneros versus
el número de cepas de actinobacterias aisladas, una posible
explicación de esta diversidad se puede deber a las características de surgencia presente en la bahía de Valparaíso”.
- ¿Considera que faltan
antibióticos en el mundo y por qué?
“Absolutamente,
tenemos el gran problema
de las bacterias patógenas
que son resistentes a los
antibióticos que son conocidos hoy en día y no tenemos cómo combatirlos y, por
eso, tenemos la necesidad
de buscar nuevos tipos de
antibióticos”.
- ¿Cree que se pueden
descubrir nuevos antibióticos en el mar?
“Absolutamente,
el lugar que tiene la mayor biodiversidad de todo el
mundo, es el mar, y es en
gran parte desconocida esa
diversidad.
Por supuesto
que si lo vemos a nivel de
microorganismo, hay muchos microorganismos de los
que no sabemos nada y que
puede que sean capaces de
producir los nuevos antibióticos del futuro”.
- ¿Por qué se pone énfasis en actinobacterias?
“Las actinobacterias
se conocen mucho porque
hay un género de ellas, en
- ¿Por qué buscan en lugares remotos o con poca investigación?
“El propósito de buscar en lugares remotos es porque en lugares únicos, tienen nichos de biodiversidad única,
entonces ahí es un buen potencial para buscar nuevas especies de microorganismos que pueden, probablemente, producir nuevos compuestos”.
- ¿Qué nos puede ofrecer Chile en este ámbito?
“Mucho, nos ofrece mucho. El cuento va en que
nosotros seamos capaces de aprovechar eso y tener eso como
potencial del país. Tenemos muy buenos científicos a lo largo de nuestro país y necesitamos fortalecer nuestro país en
ese sentido. Tenemos buenos microbiólogos, entonces que
participemos nosotros en las investigaciones. Nosotros somos
capaces de aislar bacterias,
somos capaces de identificar y hacer las cosas. Es
eso”.
- Chile tiene características especiales
de biodiversidad ¿por
qué encuentra que es
interesante tener esta
variedad de geografía
única?
“Teniendo esta diversidad
geográfica tan amplia, glaciares, desiertos, fiordos,
costa. La costa chilena es
enorme, tenemos una costa gigante, la que hemos
empezado a muestrear, la
Antártica. Y cuáles son los
potenciales biotecnológicos, una bacteria que es
capaz de crecer a 4 grados no es lo mismo que
otra que tienes que hacer
crecer a 30 grados, que necesitas energía (se requiere más recursos). Pero si
tienes enzimas que trabajan a temperaturas bajas,
significa que tienes un potencial ahí, significa que
ese producto va a ser más
cotizado. En ese sentido,
yo considero que tenemos
mucho potencial y que tenemos que explotarlo nosotros los chilenos”.
Katherine Silva, Mundo Acuícola
El próximo 12 de agosto:
Con foco en Floraciones de Algas Nocivas
se realizarán VII Jornadas de Investigación
en Salmonicultura
El evento se realizará en el Hotel Cumbres de Puerto Varas y estará dirigido a profesionales del área de
la salud, medio ambiente, empresas del sector, servicios públicos competentes, investigadores, estudiantes y público general.
E
l próximo 12 de agosto en el Hotel Cumbres de
Puerto Varas se llevarán a cabo las VII Jornadas de
Investigación en Salmonicultura, organizadas por
el Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal) y auspiciado por el Earth Observatory de la Universidad
de Columbia. Para esta ocasión las jornadas abordarán las Floraciones de Algas Nocivas (FAN) y sus efectos en
la acuicultura. Este fenómeno trata de floraciones que provocan un efecto negativo sobre la salud humana, la acuicultura,
el turismo u otra actividad económica y en el mes de marzo
de este año afectaron fuertemente a la salmonicultura en la
región de Los Lagos, provocando la muerte de miles de peces.
El gerente general de Intesal, Alfredo Tello, celebró la
realización de este encuentro agregando que “estos fenómenos ocurren en todas partes del mundo y afectan fuertemente
a la salmonicultura, como lo pudimos ver este año en la región
de Los Lagos. Es por esto que es importante reunirnos en
estas Jornadas de Investigación para que, junto con expertos
nacionales e internacionales, podamos analizar estos eventos
y darlos a conocer a los distintos actores afectados”, aseveró.
Entre los expositores invitados se encuentran el oceanógrafo y biólogo marino de la Universidad de Concepción,
Alejandro Clément, quien es gerente general de la consultora
ambiental Plancton Andino SpA, lugar en el que se ha dedicado al estudio de la marea roja, oceanografía y fitoplancton
de los canales de las regiones australes de Chile. Otro de los
expositores invitados es el director de Coastal Ocean Institute
y científico senior del departamento de biología en el Instituto Oceanográfico de Woods Hole, Donald M. Anderson. Este
científico -doctorado en ciencias acuáticas en MIT- ha basado
sus estudios en marea roja y FAN, participando activamente
en la organización e implementación de programas nacionales
e internacionales para su estudio.
El profesor de botánica acuática, Gustaaf Hallegraeff,
también expondrá en esta edición. Hallegraeff ha dedicado su
vida a estudiar el impacto de las FAN en la salud humana, las
pisciculturas, crustáceos y las industrias; y su estimulación
por la eutrofización costera, condiciones climáticas inusuales,
y la propagación global. Este experto fue galardonado el año
2014 con el premio Yasumoto de la Sociedad Internacional de
Algas Nocivas (ISSHA) y el 2004 con el premio Eureka por Estudios del Medio Ambiente. Por otra parte, al evento también
asistirán los investigadores de la Columbia Earth Observatory,
quienes expondrán en distintos paneles.
Este año, las jornadas estarán dirigidas a profesionales del área de salud, medio ambiente, operaciones y producción de las empresas del sector salmonicultura, servicios
públicos competentes e investigadores y estudiantes. Para
conocer más detalles del evento visite www.intesal.cl o escriba a [email protected].
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Mitilicultura
Iniciativa UST-UCN:
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El inédito proyecto que busca identificar a los patógenos que afectan a
los mitílidos en Chile
Iniciativa se presentó en la sede Puerto Montt de la U. Santo Tomás. Se realizará un catastro de parásitos y de condiciones biológicas de los mejillones, a través de 4 estaciones
de muestreo, con el importante apoyo del CEFAS Reino Unido.
U
n inédito proyecto, a nivel nacional, es el que se presentó
el viernes 3 de junio en Puerto
Montt. Se trata de la iniciativa
denominada “Evaluación del estado sanitario de los mitílidos del sur de Chile”,
que será ejecutada por la Universidad
Católica del Norte (UCN), apoyada por el
Centro Acuícola y Pesquero de Investigación Aplicada -CAPIA- de la Universidad
Santo Tomás (UST), sede Puerto Montt.
Fue precisamente en este último lugar
donde se dio el vamos al proyecto financiado por el Fondef Idea, de la Comisión
Nacional de Investigación Científica y
Tecnológica -CONICYT-.
Según lo explicado por Karin Lohrmann, investigadora de la Universidad Católica del Norte y directora
del proyecto, el objetivo del estudio es
conocer el estado sanitario de los mejillones, provenientes tanto de bancos
naturales como de cultivo, para contribuir a la protección del patrimonio acuícola nacional. Para ello, se realizará un
catastro de parásitos y de condiciones
biológicas de los mejillones, a través de
4 estaciones de muestreo, con el importante apoyo del Centre for Environment,
Fisheries and Aquaculture (CEFAS) del
Reino Unido. Dicha institución es el laboratorio de referencia en enfermedades
de animales acuáticos en Gran Bretaña,
entidad que posee una vasta experiencia en el estudio de peces, ostras, mitíli-
dos, ostiones, entre otras especies.
Así, por medio de la histopatología, se van a comparar todos los parámetros posibles. Todo esto después de
realizar un primer muestreo prospectivo
para determinar cuántos mejillones, de
qué centros de cultivo y de qué bancos
naturales se extraerán los mitílidos. De
acuerdo con lo señalado por Lohrmann,
durante el período de la investigación
se analizarán unos 1.200 ejemplares de
áreas del mar interior de Chiloé y Calbuco. “A simple vista es difícil distinguir
cuándo un mitílido está enfermo, hasta
cuándo se está muriendo y es difícil tratarlo. Por ello es relevante estudiar las
características de un estado saludable
óptimo de estas especies, a fin de poder
actuar frente a un eventual riesgo que
pueda correr este recurso, para que la
autoridad a cargo de resguardar este patrimonio natural tome las medidas que
sean necesarias”, indicó.
Otro de los objetivos del proyecto será generar y mantener colecciones de referencia de parásitos y de las
condiciones patológicas de los mejillones. Todo lo anterior será complementado por la transferencia desde el CEFAS
británico de técnicas de diagnóstico modernas, para ser aplicadas a enfermedades de difícil detección, lo cual incluye la
capacitación en la técnica de hibridación
in situ para detectar el protozoo Martelia
sp. Además, como un cuarto objetivo
del proyecto se espera implementar un
apoyo virtual permanente desde el CEFAS británico.
Línea base para un sistema de vigilancia
Desde el sector gubernamental, Marcela Lara, jefa del Departamento
de Salud Animal de Sernapesca, calificó
como muy importante esta iniciativa, señalando que el primer objetivo es “tener
una línea base, con resultados interesantes, para en el futuro implementar
un sistema de vigilancia de enfermedades de mitílidos”.
Por su parte, el rector de la
sede Puerto Montt de Universidad Santo
Tomás, Eugenio Larraín, valoró el apoyo
de los servicios públicos a la hora de
desarrollar el proyecto y la posibilidad
de generar redes entre universidades,
en el marco de este tipo de proyectos.
“El hecho de unir investigadores de distintas casas de estudio, con diferentes
especialidades, es muy relevante para
obtener buenos resultados. Y lo que
queremos es optimizar los recursos económicos a través de esta unión entre
universidades”, aseveró Larraín.
El directivo señaló que el rol de
Universidad Santo Tomás, en esta iniciativa, se enfocará en una relación directa
con las zonas de cultivo, con las empresas mitilicultoras y con los pescadores
artesanales, para de esa forma obtener
muestras de los centros productores y
de los bancos naturales. “Realizaremos
los muestreos y los enviaremos a Coquimbo, para su posterior análisis histológico, lo cual se hará en conjunto entre
los investigadores de ambas universidades (UST y la UCN). Y, en la parte final
del proyecto, evaluaremos la posibilidad
de establecer en el futuro una vigilancia
sanitaria de los mitílidos, que es muy
relevante para la sustentabilidad de
esta industria”, puntualizó el rector de
la Universidad Santo Tomás, sede Puerto
Montt.
Finalmente, Cristian Lagos, subdirector del Programa de Acuicultura de
Fondef-Conicyt, enfatizó la importancia
de la actividad mitilicultora como industria exportadora y centrada en las Mipymes, añadiendo que el proyecto presentado en Puerto Montt es el primero que
generará información base para detectar
las enfermedades de los mitílidos”.
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Empresas
AquaVision cierra su versión 2016 instando a la
colaboración de la industria acuícola
L
a undécima versión de
AquaVision, conferencia
acuícola líder en el mundo, desarrollada entre el
lunes 13 y el miércoles 15,
en Stavanger, Noruega, fue
oficialmente finalizada por Steven Rafferty, Managing Director del Grupo Skretting y miembro del Comité Ejecutivo de
Nutreco. Agradeciendo la participación
de más de 375 asistentes, provenientes
de 35 países, Rafferty comentó que no
debiera existir ninguna duda de que la
acuicultura contribuirá de manera importante para la producción de alimentos nutritivos a una población que se
estima alcance los 9.000 millones de
personas hacia el año 2050, instando,
además, a que la industria sea más
transparente en cuanto a sus acciones y
12
ambiciones. Rafferty enfatizó en la importancia de que todos los actores de la
industria se esfuercen en colaborar más
para asegurar que todos están haciendo
un buen trabajo y para mejorar globalmente la reputación de la acuicultura.
“Estamos en las mismas aguas y no podemos trabajar solos. Es nuestra obligación cuidar esta industria entre todos, y
esto ha sido uno de los temas que más
se discutieron durante esta AquaVision y
muchas otras de las que hemos realizado anteriormente”.
Uno de los aspectos más apremiantes que requiere la atención de la
industria es su respuesta a la megatendencia global de la resistencia antimicrobiana (AMR por sus siglas en inglés).
Rafferty hizo eco de la petición hecha
por KnutNesse, CEO de Nutreco, al inicio
de AquaVision 2016 para generar mayor
colaboración en toda la cadena de valor
de la industria acuícola en la búsqueda de la reducción del uso de antibióticos. “En Skretting y Nutreco vemos esto
como un punto crítico. Llamo a todos a
que participen, vean lo que están haciendo en relación a los antibióticos y
trabajen en conjunto para mejorar esta
situación”, dijo Rafferty.
Melinka contará con cámara hiperbárica para
el tratamiento de enfermedades del buceo
A
partir del mes de agosto la comuna de Las Guaitecas contará con la tan esperada cámara hiperbárica que beneficiará a los más de 470 pescadores artesanales de Melinka y Repollal, que
sufren, o pueden llegar a verse afectados, por
las enfermedades y accidentes del buceo. La cámara más cercana se encuentra en la comuna de Quellón y, la
verdad es que todos los accidentes, o mal de presión, hoy en
día se suscitan en la comuna de Las Guaitecas, por lo que era
necesario tener una cámara hiperbárica al servicio de nuestros
trabajadores del mar”, señaló Cristian Alvarado Oyarzo, Alcalde de la comuna insular.
El personal de la posta de Melinka será capacitado en
la utilización de esta cámara, y una enfermera especializada
en este tema, permanecerá de forma estable en la comuna,
con el fin de poder prestar una atención las 24 horas de ser
necesario. Para esto el municipio de Las Guaitecas firmará un
convenio de colaboración con el Servicio de Salud de Aysén y
la empresa Diver Chile.
Actualmente la cámara se encuentra en Valparaíso
y ya cuenta con los permisos de la Armada, a la espera del
permiso del Servicio de Salud, para estar llegando a la Isla la
segunda semana de julio, para ser inaugurada la primera semana de agosto.
L
os fundadores del Laboratorio Pathovet, Ricardo Ildefonso, Natalia Soria-Galvarro y
Marco Rozas, apostaron por
cambiar el paradigma en el
diagnóstico de enfermedades para peces de cultivo. En tres años
de trabajo ya cosechan los frutos de
esta apuesta, ganándose un espacio en
el mercado y siendo recientemente reconocidos como uno de los 50 casos de
innovación destacados por Corfo. Esta
selección compila 50 emprendimientos
chilenos que han logrado proponer y desarrollar con éxito nuevos conceptos en
sus campos específicos. “Es el resultado
de un intenso y disciplinado trabajo en
equipo que nos ha permitido desarrollar
y validar el prototipo y, lo más importante, que ya se convirtió en un servicio
de laboratorio que es utilizado rutinariamente en el mercado para el que fue
desarrollado”, señala Rozas, gerente de
Laboratorio Pathovet, emprendimiento
incubado por Austral Incuba, incubadora de negocios de la Universidad Austral
(UACh) apoyada por Corfo.
Según explica este emprendedor científico, Pathovet es un laboratorio
emergente inserto en el nicho de mercado de los servicios de diagnóstico de
enfermedades en acuicultura que, en
tres años, se ha ganado un espacio en el
mercado promoviendo una propuesta de
valor innovadora y diferenciadora de la
gestión sanitaria en acuicultura. “Ésta
se basa en focalizar nuestra actividad en
la respuesta de los peces más que en
13
los patógenos. De esta manera, hemos
desarrollado varios indicadores cuantitativos y predictivos con aplicación
práctica a la toma de decisiones sanitarias y productivas de nuestros clientes,
las que pretenden aportar a optimizar la
gestión sanitaria y el control de enfermedades en nuestra industria”.
En esta línea, todos los servicios de este laboratorio complementan
y amplían el foco tradicional del diagnóstico basado en la detección de patógenos, aportando a comprender y predecir los mecanismos de respuesta del
hospedero, pensando en la población
de animales sobrevivientes más que en
la mortalidad y, en consecuencia, potenciando la medicina preventiva más
que la curativa. En estos momentos,
Pathovet está ejecutando un nuevo proyecto InnovaChile de CORFO de la Línea
de Validación y Empaquetamiento de
Innovaciones, denominado “Validación
y empaquetamiento técnico-comercial
de nuevos servicios de expresión génica
basados en sets RT-qPCR Mútiples para
evaluar el estado fisiológico de salmones en cultivo”.
Salmonera chilena alcanza categoría más alta en
certificación de Buenas Prácticas de Acuicultura
L
Empresas
Laboratorio de diagnóstico acuícola entre los
50 casos de innovación destacados por Corfo
a reciente certificación BAP (Best Aquaculture
Practices) de las operaciones de la Piscicultura
Curarrehue de Los Fiordos, ubicada en la región
de La Araucanía, se suma a las ya obtenidas por la
Planta de Alimentos Pargua, la Planta de Procesos
Quellón y 13 centros de cultivo de la empresa,
que, actualmente, certifica bajo este estándar todas las etapas
del ciclo productivo.
El estándar comprende una revisión exhaustiva del
cumplimiento de criterios ambientales, inocuidad, trazabilidad, salud y bienestar animal, relaciones laborales y relaciones con la comunidad. Sady Delgado, gerente general de Los
Fiordos, destacó que “estamos muy contentos con este reconocimiento que confirma el compromiso de nuestra compañía
con la producción sustentable. Las cuatro estrellas de BAP
y nuestros 13 centros de cultivo certificados en ASC ratifican
nuestro liderazgo a nivel mundial en sustentabilidad y cuidado del medio ambiente.
Acuicultura
Fish Vet Group y Aquagestión:
Laboratorios en la zona sur, nuevas instalaciones
para el servicio de la industria acuícola
E
n esta edición, quisimos conocer y recorrer las
instalaciones de dos nuevas infraestructuras
que, en menos de un año, se han puesto a disposición de la industria acuícola. Se trata de
Fish Vet Group y Aquagestión que, con la cons-
trucción de modernos edificios, muestran su confianza en el
repunte de un sector de gran relevancia económica para la
zona sur de nuestro país. A continuación, un resumen de las
principales novedades que pudimos recoger en nuestra visita
a ambas empresas.
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Puerto Montt:
Tecnología de punta y personal de primera línea es
la apuesta de Fish Vet Group en Chile
Desde el año pasado, Fish Vet Group está presente en Puerto
Montt. El laboratorio de servicios para la industria acuícola,
de origen británico, aterrizó en Chile este año y lo hizo implementando la más avanzada tecnología. Perteneciente al
grupo Benchmark Holding del Reino Unido, Fish Vet Group está
orientado a la acuicultura como foco de su negocio, con instalaciones en Irlanda, Escocia, Islandia, Estados Unidos, Chile y,
próximamente, Brasil.
La infraestructura de Fish Vet Group, ubicada en
Puerto Montt, cuenta con 1.200 metros cuadrados construidos, con un edificio diseñado por completo para albergar instalaciones para salud animal. De esa forma, existen áreas de
contención, que evitan la contaminación cruzada y ayudan a
mantener la bioseguridad de las instalaciones. Por ejemplo,
muestras de reproductores ingresan por un área distinta de
las muestras de rutina sanitaria. En el caso de las últimas,
las que son de mar se procesan en un lugar distinto a las
muestras de agua dulce, lo que permite mantener la sustentabilidad del proceso, especialmente en meses de invierno,
cuando se presenta un alto flujo de muestras para screening.
Hoy en día el laboratorio cuenta con un staff de 8
profesionales, contingente que se espera duplicar a fines de
2016. En las instalaciones de
la compañía, ubicadas en el
Parque San Andrés de Puerto Montt, nos reunimos con
Javier Moya, gerente general de Fish Vet Group Chile,
quien nos comentó que este
es el primer laboratorio internacional de salud de peces que se instala en Chile,
por lo que los estándares de
las instalaciones están basados en las directrices de su
casa matriz. “Hay una inversión muy importante en lo que es
equipamiento y en implementación de nuevas tecnologías”,
señala Moya. En lo que es biología molecular, por ejemplo,
el laboratorio cuenta con una plataforma de Roche denominada Flow de PCR, que es un set de 4 robots que procesan las
muestras desde la recepción hasta la entrega de resultados de
forma automática, casi sin intervención humana. “Eso, nos
permite hoy entregar resultados después de 6 a 8 horas, por
cada batch de muestras, además de entregar la confiabilidad
de que cada batch es 100% reproducible, con calidad asegurada en términos de eficiencia, sin riesgo de contaminación
cruzada. Incluso, la plataforma da la posibilidad de pasar de
96 a 364 muestras, con lo que cada 6 ó 7 horas se pueden
sacar 364 análisis a la vez. Al ser automatizado, nos permite
trabajar con menos personal, pero mucho más calificado para
operar en las partes críticas. Este sistema es el único que hay
en Latinoamérica y es una apuesta fuerte del grupo por la industria nacional”, indica el gerente general de la firma, quien
añade que “la empresa ve al mercado chileno hacia el futuro.
Porque si bien hay un período de crisis actual, toda esta inversión está pensada en una industria que es sustentable y que
se va a levantar”.
Otra área en la que Fish Vet Group realizó una inversión importante es en
la de histopatología. Un 80% de los análisis de este tipo que se efectúan
en Escocia, por ejemplo, son realizados por Fish Vet Group, lo que permite
tener una red de histopatólogos de 22 profesionales, a nivel global, quienes,
vía online, pueden analizar los distintos casos de Chile. De esa forma es
posible realizar reuniones clínicas online y analizar con los otros profesionales de Fish Vet Group los casos que sean más complejos o impliquen algún
análisis más profundo. “Esto se hace a través de una plataforma de Leica,
sistema que tiene la gracia de ser semiautomatizado, lo que permite procesos
muestras de histología en 24 horas, lo cual puede ser una ventaja para las
compañías de la industria. Este sistema se basa en cortes histológicos que
son digitalizados por un scanner, con imágenes que pesan 5 gigas cada una,
las cuales se almacenan en un servidor en red, el cual está disponible, tanto
para el cliente como para que los histopatólogos de Fish Vet Group alrededor
del mundo que puedan revisar dicha carpeta. Así, un profesional de Chile
puede solicitar a uno de Noruega que revise los casos. “Lo que queremos
entregar es una asesoría y un apoyo a los departamentos de salud veterinarios de las empresas acuícolas. El laboratorio tiene toda esta infraestructura
como parte del apoyo, pudiendo tener esta interacción con profesionales de
Europa, quienes tienen conocimiento de enfermedades que aún no están
presentes en Chile. El gran aporte nuestro, hoy en día, es poder traer información desde otros países a Chile, con un acceso bastante fluido. Nuestros
clientes tienen la libertad de contactar a nuestros patólogos en otros países,
pedir segundas opiniones, lo cual hoy es mucho más fácil”, sostiene Moya.
Además, Fish Vet Group posee personal de apoyo en terreno, de tal
forma de brindar cierta autonomía a los centros de cultivo para evaluar la
condición sanitaria de sus peces.
- ¿Cómo ha sido el interés de la industria por contar con los servicios de Fish Vet Group?
“Hay mucho entusiasmo de las compañías por trabajar con nosotros. En
general, las áreas técnicas de las compañías conocen el trabajo de Fish Vet
Group fuera de Chile y, por lo tanto, existe la intención de trabajar con ese
modelo”.
- ¿Qué tipo de servicios están entregando a la industria acuícola?
“Hay que pensar que la construcción de este laboratorio partió en
septiembre de 2015, el edificio fue entregado en enero de este año y, en
marzo ya estaba 100% operativo. Desde ese mes hemos comenzado a recibir
muestras, en la medida que el laboratorio ha ido finalizando cada una de las
etapas de validación, en cada una de sus áreas, por parte de la autoridad.
Tenemos un programa de servicios bastante amplio y de aquí a diciembre
tenemos contemplado completar sobre 300 plataformas de análisis para la
industria. Sin embargo, ya está implementado todo lo que es biología molecular, cultivo celular, microbiología y todos los servicios más generales para
la acuicultura. Y, a medida que nos acerquemos a fin de año, vamos a ir
incorporando todo el resto de los chequeos, como es el caso de patógenos no
tan recurrentes”.
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Aquagestión y FAV Recalcine:
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Un parque tecnológico para la acuicultura
y la industria de los alimentos del sur de
Chile
Visitamos las instalaciones de Aquagestión, compañía que, desde fines del año pasado, posee todos sus
departamentos en su nuevo edificio de la Ruta 5 Sur. En dicho lugar también está la nueva infraestructura del Laboratorio FAV Recalcine. La novedad es que aparte de las oficinas comerciales de FAV, dichas
instalaciones también poseen un laboratorio de desarrollo para elaborar productos biológicos, además de
un centro experimental para evaluar dichos productos.
E
n diciembre de 2015, Aquagestión inauguró sus nuevas instalaciones de caso 5.000 M2. Dicho edificio,
ubicado en el kilómetro de la Ruta 5 Sur, es compartido junto al Laboratorio FAV Recalcine, ya que
ambas empresas son controladas por Abott Laboratories.
La idea de Abott Laboratories fue concentrar todas
sus áreas en un mismo lugar. Así es como hoy en día Aquagestión posee todos sus departamentos en las instalaciones
de la Ruta 5 Sur: Área de Medio Ambiente, Área de Salud, Área
de Inocuidad, Área de Cromatografía de Trazas, Área de I+D,
más el área de Capacitación.
Visitamos las instalaciones ubicadas en Puerto Varas
y conversamos con Eduardo de la Fuente, gerente general de
Aquagestión, quien nos comentó que “el que todas las áreas
se encuentran en un mismo edificio nos ayuda a ser más
eficientes, hacer sinergia entre las áreas y poder ofrecer a los
clientes un servicio mucho más integrado, con mayor valor”.
Así es como hoy en día, en las instalaciones de Aquagestión se realizan análisis de alimentos como erizos, centollas, alimentos preparados, entre otros. Una de las novedades
de la firma perteneciente a Abott Laboratories es la implementación de un sistema capaz de determinar la presencia
de la temida Listeria monocytogenes en cada punto de una
planta de proceso de alimentos. “Secuenciamos la Listeria, le
otorgamos una identificación y con ello podemos determinar,
en cada planta, la ruta de contaminación del patógeno. Con
esa herramienta, las empresas han podido reducir considerablemente la presencia de Listeria monocytogenes. Todo eso lo
hemos logrado con la implementación de técnicas de biología
molecular”, nos explica Eduardo de la Fuente.
Otra de las ventajas que posee el Área de Cromatografía de Trazas de Aquagestión
es que dispone del único equipo cromatógrafo líquido masa-masa de la zona. Mediante dicho equipamiento es posible realizar análisis de toxinas marinas para la
industria de los mitílidos, según la normativa de la Unión Europea, que comenzó a
regir desde el año pasado. “Como laboratorio privado, somos los únicos que tenemos montada la técnica hoy en día. Además, con esta técnica podemos realizar los
análisis de oxitetraciclina para la industria del salmón”, agrega el gerente general
de Aquagestión.
Laboratorio FAV Recalcine
La segunda apuesta de Abott Laboratories es la instalación del Laboratorio
FAV Recalcine, en el edificio contiguo a Aquagestión. La novedad es que aparte de
las oficinas comerciales de FAV, dichas instalaciones también poseen un laboratorio
de desarrollo para elaborar productos biológicos, además de un centro experimental
para evaluar dichos productos. Para Eduardo de la Fuente, gerente general de Aquagestión, esto reafirma la sinergia entre una empresa de servicios y otra de productos. “Compartimos transversalmente la mayoría de los clientes del sector acuícola.
La idea es tener aquí un parque tecnológico para la acuicultura y la industria de los
alimentos”, nos comenta Eduardo de la Fuente.
De esa manera, en las nuevas instalaciones de FAV Recalcine, se pueden
elaborar algunos productos a escala piloto, probarlos y posteriormente llevarlos a
una producción industrial. Para ello, el edificio cuenta con cinco salas de prueba
habilitadas con estanques con flujo de agua dulce y/o salada, según los requerimientos de las pruebas a realizar.
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Investigación
Taller:
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Estudian impacto del cambio climático
en recursos como el chorito, loco, jurel y
macroalgas
Investigadores de la PUCV y de la U. Santo Tomás difundieron resultados del proyecto “Identificación, caracterización y vulnerabilidad al Cambio Climático de hábitats esenciales asociados a recursos hidrobiológicos de importancia económica en Chile”.
I
nvestigadores de la Escuela de Ciencias del Mar (ECM)
de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y
del Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático de la Universidad Santo Tomás realizaron, el 1 de julio, el taller de difusión de resultados
del proyecto “Identificación, caracterización y vulnerabilidad
al Cambio Climático de hábitats esenciales asociados a recursos hidrobiológicos de importancia económica en Chile” (FIPA
N°2014-25).
“La protección de hábitats esenciales es un reto para
la producción pesquera a largo plazo ya que la gestión de los
recursos se debe realizar mediante un enfoque ecosistémico
y precautorio. Para la investigación pesquera, las variables
oceanográficas cumplen un rol importante en la modelación
de la distribución y abundancia de peces en el océano”, afirma el Dr. Claudio Silva, académico de la ECM e investigador
responsable del proyecto.
El estudio se centró en especies que conforman pesquerías con características distintas desde el punto de vista
geográfico, de la posición en la cadena trófica, de aspectos
socio-económicos y de manejo. Entre los recursos analizados
están el jurel (Trachurus murphyi) que se distribuye frente a
Chile; la anchoveta (Engraulis ringens) de la zona centro-sur;
las macro algas pardas (Lessonia, Macrocistys), de la macrozona norte; el loco (Concholepas concholepas), a nivel nacional
y, el chorito (Mytilus chilensis) de la zona sur.
Para generar una matriz de conocimiento e información de variables oceanográficas y ambientales respecto del
hábitat esencial asociado a los recursos pesqueros mencionados, y elaborar modelos conceptuales y predictivos se llevó a
cabo una exhaustiva recolección e investigación bibliográfica,
sistematizada mediante un programa informático de última
generación. En total, se generaron 601 referencias para los
distintos recursos pesqueros estudiados, además de bases de
datos históricas de las pesquerías y del medio ambiente, necesarias para elaborar los modelos predictivos.
Los resultados de los modelos predictivos indican que, para el jurel, el efecto del aumento de temperatura y de la
leve disminución de la productividad
primaria lo favorecería, aumentando su
hábitat esencial (más apto) hacia el año
2055, mientras que, para la anchoveta
de la zona centro-sur, el impacto sería
extremadamente negativo, perdiendo
un 93% de su hábitat apto. En el caso
del loco se predice una mantención de
su hábitat esencial a lo largo de la costa de Chile y un leve aumento en idoneidad hacia áreas costeras localizadas
más al sur de los 35°S. Para el chorito,
el aumento en la temperatura del mar
se reflejaría en un incremento en la idoneidad ambiental hacia el sur del país
(latitudes > 42°S), mientras que para
las macro algas pardas se proyecta una
mantención del hábitat esencial.
“Los resultados obtenidos permiten tener una primera visión global
de cómo las pesquerías se han ido desarrollando en el tiempo y de cómo el
ambiente y el accionar del ser humano
afectan y afectarán la distribución espacial de los recursos. Son herramientas
útiles para tomar decisiones y acciones
en pos de la sostenibilidad de los recursos y del medio ambiente marino”,
explica el Dr. Silva.
Este proyecto de investigación, implementado
por investigadores
de la Pontificia Universidad Católica
de Valparaíso y
de la Universidad
Santo Tomás, ha
sido financiado con
aportes del Fondo
de
Investigación
Pesquera y Acuicultura del Gobierno
de Chile. Los resultados de los modelos predictivos son
herramientas e insumos importantes
para asesorar en la
elaboración del Plan de Adaptación al
Cambio Climático que desarrollan el Ministerio del Medio Ambiente y la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de Chile.
El cambio climático está afectando y/o modificando algunas características fundamentales de los océanos,
las costas y los ecosistemas. La temperatura, los patrones de corriente oceánica, la productividad primaria, la acidez,
el contenido de oxígeno y otras condiciones están cambiando y generando un
impacto en las funciones, la distribución
y los ciclos de desarrollo de las especies,
así como en las relaciones que se establecen entre ellas.
Conclusiones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre
Cambio Climático (IPCC, por sus siglas
en inglés) establecen que los extremos
se profundizan y que las zonas oceánicas más salinas aumentan su salinidad,
mientras que las menos salinas se vuelven cada vez más dulces.
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Salmonicultura
Junio:
Publican informe de uso de antimicrobianos
en salmoneras detallado por empresas
Sernapesca destacó que, por primera vez, desde que se realiza este reporte, se incluye la información desagregada por empresas. Organización de conservación marina Oceana valoró
el nuevo informe, pero llamó a transparentar datos sobre la cantidad y tipo de antibióticos
utilizados por cada firma y centro de cultivo, ya que los contenidos proporcionados resultan insuficientes para analizar a cabalidad el real funcionamiento de la industria.
U
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Según lo establecido en la Ley General de Pesca y
Acuicultura, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) publicó el viernes 10 de junio el “Informe sobre uso de antimicrobianos en
la salmonicultura nacional”, año 2015. Además,
por primera vez, desde que se realiza este reporte,
se incluye la información desagregada por empresas. Así lo
explicó el Director Nacional de Sernapesca, José Miguel Burgos, quien subrayó la importancia de publicar la información
sobre el uso de antibióticos en la salmonicultura. “Existe una
creciente preocupación, por parte de la ciudadanía, respecto
de los procesos productivos de esta industria, y nos parece
importante corresponder a ese interés con la mayor transparencia”, indicó.
De este modo, el informe, que se publica desde el
2011 (con datos desde el 2005 en adelante), ya no contará sólo
con información de los tratamientos antibióticos desagregada
por especies, fase de cultivo, tipo de enfermedad, agrupación
de concesiones y regiones, entre otros, sino también el uso
de antimicrobianos separada por empresa de cultivo en mar.
En ese sentido, Burgos valoró que 22 de las 25 empresas con
centros de cultivo en mar, hayan accedido a entregar esta
información, y manifestó su confianza en que para las siguientes versiones de este reporte, puedan contar con el 100% de la
industria.
Índice de consumo
El informe consigna que el año pasado se observó
una mantención de los niveles de uso de antimicrobianos,
respecto al año 2014. Sin embargo, debido a una menor cosecha el período anterior (109 mil toneladas menos, aproximadamente) se produjo un aumento del denominado “índice de
consumo”, que es el porcentaje de antibióticos por tonelada
de biomasa cosechada. Con los datos preliminares de la cosecha de salmónidos del 2015, este indicador alcanzó el 0,066%,
el más alto desde el 2007.
El informe señala, entre otros aspectos, que durante
el año 2015, se mantiene la tendencia de uso de los años
anteriores, con una participación marginal de flumequina, eritromicina y amoxicilina y una mayor participación de florfenicol y oxitetraciclina, representando en conjunto el 98% de los
antimicrobianos utilizados por la industria.
Además, sostiene que durante el año pasado, el 96% de los
antimicrobianos utilizados en la industria se administraron en
centros marinos y el 4% en centros de agua dulce, manteniéndose la relación respecto al año 2014.
En cuanto al consumo de antimicrobianos en las distintas Agrupaciones de Concesiones de Salmónidos (ACS) de
la región de Los Lagos, de Aysén y Magallanes, durante el año
2015, el consumo promedio por ACS en la región de Los Lagos
fue de 12,4 toneladas; en la región de Aysén de 7,5 toneladas
y, en la región de Magallanes, fue de 1,5 toneladas.
Anuncio de SalmonChile
Informe se valora, pero sería insuficiente
La organización de conservación marina Oceana valoró el nuevo informe del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) sobre el uso de antibióticos en las salmoneras
chilenas en 2015, pero llamó a transparentar datos sobre la
cantidad y tipo de antibióticos utilizados por cada firma y centro de cultivo, ya que los contenidos proporcionados resultan
insuficientes para analizar a cabalidad el real funcionamiento
de la industria.
“El reciente informe publicado por Sernapesca es,
sin duda, un inédito avance. Al comparar estas 22 empresas vemos que existen algunas que, por tonelada de salmón
producido, utilizan hasta 10 veces más antibióticos que otras.
Sin embargo, aún faltan datos que permitan evaluar el funcionamiento de la industria con la rigurosidad necesaria”, señaló
Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva interina de Oceana.
Según la ONG, la cifra de antibióticos publicada en el
“Informe sobre uso de Antimicrobianos en la Salmonicultura
Nacional 2015”, evidencia el aumento progresivo y desmedido
en el uso de antimicrobianos, alcanzando, este año, un récord
histórico de 660 gr de antibiótico por tonelada de biomasa
producida, lo que implica un aumento del doble de lo utilizado
hace 5 años.
Para la organización, si bien el reporte incluye por
primera vez datos más detallados de 22 de las 25 compañías
que poseen centros de cultivo en el mar, constituyendo el 88%
de las empresas, todavía falta desglosar el origen por firma y
centro de cultivo de las 63 toneladas restantes de la cifra global de 557 toneladas de antimicrobianos. Las empresas que
no accedieron a entregar información fueron Invermar, Ice Val
y Salmones de Chile S.A., indicó Oceana.
En la misma línea de Sernapesca y lo que solicitan otras organizaciones, el sector salmonero anunció, a principios de junio,
que entregará las cifras de consumo de antibióticos por empresas productoras. En este contexto, la industria, a través de
SalmonChile, se encuentra preparando un reporte de sustentabilidad del sector, el cual no sólo incluirá las cifras de uso
de antibióticos, sino
otras informaciones
que también pueden ser de interés
público referente a
la actividad.
Asimismo, se convocará a una mesa
de trabajo con terceros organismos,
para analizar estas
informaciones. “La
industria del salmón
entiende las demandas de las comunidades por conocer
estas cifras, en ese
contexto y como una
forma de escuchar
y hacerse cargo de
esta problemática,
la industria pondrá
a disposición información al respecto”,
explica Felipe Sandoval, presidente de
SalmonChile A.G.
A juicio del
gremio, es importante recalcar que
en Chile, el uso de antibióticos en la industria acuícola está regulada por el Reglamento de medidas de protección, control y
erradicación de enfermedades de alto riesgo para las especies
hidrobiológicas también conocido como Reglamento Sanitario
para la Acuicultura (RESA) y normado por el Servicio Nacional
de Pesca. Asimismo, de acuerdo con lo subrayado por la entidad gremial, los antibióticos utilizados no están listados en
la lista de fármacos críticos de la OMS para consumo humano,
y su uso se realiza de acuerdo a las normas internacionales
y las recomendaciones de la OIE, respecto de su uso exclusivamente terapéutico y en beneficio del bienestar animal. Los
antibióticos utilizados están 100% aprobados en los mercados
de destino.
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22
Acuicultura y acuiponía:
El cultivo sustentable de trucha arcoíris
comienza a tomar fuerza en el norte de
Chile
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Durante nuestra gira por el norte del país, nos llamaron especialmente la atención tres proyectos que buscan cultivar la trucha arcoíris Oncorhynchus mykiss. Uno en Copaquilla, comuna de Putre, Región de Arica
y Parinacota, que desarrolla la Universidad Arturo Prat; otro en el cerro Falda Verde, comuna de Chañaral;
y un tercero, y quizás el más conocido, en la comuna de Vicuña, Valle del Elqui.
C
omo muchos se habrán enterado, por nuestra página web y redes sociales, desde fines del mes
de junio y hasta mediados de julio de este año,
Mundo Acuícola realizó una extensa gira por el
norte de Chile. El objetivo principal era observar,
en terreno, los avances de los distintos proyectos relacionados
con la acuicultura que hoy se llevan a cabo en el Norte Grande
y el Norte Chico de nuestro país.
Y después de recorrer las cinco regiones de esa
macrozona, podemos afirmar que, desde Arica y Parinacota,
hasta la Región de Coquimbo, actualmente existe una nueva
corriente a nivel experimental, que pretende hacer acuicultura
sustentable y sostenible, aprovechando al máximo los recursos naturales, pero al mismo tiempo, resguardando el uso del
agua y la energía.
En ese sentido, nos llamaron especialmente la atención tres proyectos que buscan cultivar una especie que, en el
sur del país, se produce a escala industrial, pero de una forma
bastante diferente a como se realiza en las regiones más australes del país: la trucha arcoíris Oncorhynchus mykiss.
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El primero de ellos se ubica en Copaquilla, comuna de Putre,
Región de Arica y Parinacota. Se trata de una iniciativa desarrollada por la Universidad Arturo Prat y que se levantó con
aportes del Gobierno Regional, a través del Fondo de Innovación a la Competitividad (FIC) por $180 millones. En ese lugar,
hace casi dos años, se levantó un cultivo de trucha arcoíris en
sistemas de recirculación, como alternativa sustentable y de
desarrollo productivo para comunidades precordilleranas. El
proyecto hoy demuestra que la actividad acuícola, en dichas
zonas, es factible, por lo que se busca continuar con la iniciativa a través de una segunda etapa.
Una semana después, nos trasladamos hasta la comuna de Chañaral, lugar donde conocimos el Proyecto FIC
1405 – Falda Verde “Desarrollo de un sistema de cultivo mixto
sustentable de peces y hortalizas utilizando agua de atrapaniebla y energías limpias en sector Falda Verde, comuna de
Chañaral – Región de Atacama”.
Finalmente, el sábado 9 de julio llegamos hasta la comuna de Vicuña, en el Valle del Elqui. Allí recorrimos las instalaciones de la Granja Agro-Acuícola Diaguitas, emplazamiento
de un cultivo acuapónico, donde truchas crecen sin necesidad
de medicamentos y se comercializan de manera directa a los
visitantes de la zona quienes, ademá, tienen la posibilidad de
adquirir otros productos, como miel y hortalizas.
Un aspecto relevante radica en el hecho que los alevines de trucha, para estos tres proyectos, son originarios de
la piscicultura Río Blanco Federico Albert Taupp, que es administrada por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
y que no utiliza antibióticos ni otros fármacos para producir
estos peces. De ahí que, actualmente, quienes dirigen estos
proyectos, en el norte de Chile, estén impulsando el establecimiento de una barrera sanitaria que impida la llegada de
truchas del sur de Chile o de países vecinos, como Perú. Esto,
para evitar el arribo de enfermedades o de ejemplares tratados con medicamentos.
Copaquilla, el cultivo de
truchas ubicado a mayor
altitud en Chile
La primera visita de Mundo Acuícola a un cultivo de truchas en el norte se efectuó
el jueves 30 de junio. Ese día, junto a Renzo Pepe Victoriano, investigador de
la Universidad Arturo Prat y director del proyecto “Cultivo de trucha arcoíris en
sistemas de recirculación como alternativa sustentable y de desarrollo productivo
para comunidades precordilleranas de la Región de Arica y Parinacota”, nos trasladamos hasta la quebrada de Copaquilla, localidad ubicada a 85 kilómetros de la
capital de dicha región, sector geográfico que es parte de unos de los principales
puntos turísticos de la comuna de Putre. Como director de la iniciativa, Pepe
subraya la principal conclusión de los dos años que duró el proyecto: es que la
trucha arcoíris se puede cultivar con éxito en la precordillera de la región. “Pasamos por distintos pasos, incluso con resultados que no esperábamos, pero hay
que destacar lo positivo. La idea es en unos dos o tres años tener una producción
constante de truchas cultivadas en la región”, asevera el investigador, quien agrega que “esto nos da el puntapié inicial para poder decir que puede haber cultivo
de trucha en la zona. No me cabe la menor duda que esta especie puede liderar
el cultivo de especies acuícolas continentales”.
En el marco de la iniciativa se obtuvieron parámetros y variables críticas
de cultivo, tales como porcentajes de sobrevivencia e índices de crecimiento,
información que será muy relevante para el desarrollo exitoso de la acuicultura
de trucha arcoíris en la precordillera. Tal como pudimos observar en terreno, las
instalaciones constan de una sala de incubación y alevinaje para la mantención de
40 mil ovas y la producción de 20 mil alevines. Además, cuentan con una unidad
de recirculación para producir 5 mil truchas de 500 gramos.
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Cultivo en lugar extremo
Uno de los aspectos que llaman la atención de
esta iniciativa es la altitud en la que está ubicada, a casi tres mil metros sobre el nivel del mar,
lo que la convierte en la piscicultura de recirculación, a pequeña escala, a mayor altura en Chile.
Todo un hito para un proyecto que busca dar el
puntapié inicial para desarrollar tecnológicamente el cultivo comercial de trucha arcoíris en el
extremo norte de nuestro país.
Además, el traslado de los alevines desde la Región de Valparaíso, lugar donde se ubica
la piscicultura Río Blanco (a 50 kilómetros al interior de Los Andes), hasta Copaquilla fue toda una
odisea, en la que las 5 mil truchas tuvieron que
soportar un viaje, por tierra, de más de 42 horas.
Un trayecto bastante duro para los peces y se efectuó en el mes de octubre de 2015,
en un camión con control de temperatura, para
así mantenerla lo más estable posible. En las
primeras cuatro horas se controlaban los parámetros (temperatura y oxígeno) cada una hora,
posteriormente cada 3 y las últimas doce horas
cada 4, manteniendo los niveles de temperatura
entre los 9,7ºC (con las que salieron de la piscicultura de Río Blanco) y los 13ºC (con las cuales llegaron, que era similar a los estanques del
Centro de Cultivo de Copaquilla). De la misma
forma, se mantuvo el oxígeno alto durante todo
el transporte (por sobre los 15 mg/l).
En el marco del mismo proyecto, se elaboraron protocolos de cultivo de trucha (incubación, alevinaje y engorda) en precordillera, se
capacitó a agricultores en el cultivo, se diseñó un
plan de negocios y modelo productivo. La idea
es desarrollar un nuevo polo económico para
los productores de la zona, ya que la agricultura
otorga dividendos por seis meses, mientras los
otros meses deben bajar a Arica para poder crear
nuevos ingresos.
Otra de las actividades planificadas, en el marco del proyecto,
era la de realizar una prueba de productos en el mercado regional. Fue así como la trucha cosechada en Copaquilla tuvo
una excelente aceptación entre los clientes y chefs de destacados restaurantes de la región. Durante nuestra estadía en
Arica, conversamos con Javiera Valencia, chef del restaurant
Varo’s, de esa ciudad, cuya especialidad son los pescados y
mariscos. La profesional indicó que es novedoso contar con
pescado proveniente de acuicultura en la misma región de
Arica y Parinacota. “Cuando llegó el producto fue una idea
bastante atractiva, ya que no es común en la zona. Y, cuando
empezamos a probar esta trucha nos dimos cuenta que es un
pescado muy versátil, que soporta altas temperaturas, como
cocciones nulas en el caso del cebiche o un sashimi en caso
del sushi. Además, la suavidad del pescado es un atributo
atractivo para quienes gustan de comer pescado, pero no tan
intenso. Por otra parte, es un pescado azul que no tiene tanta intensidad en el sabor, como el atún o la albacora, que a
veces son muy fuertes para algunas personas”, señaló la chef
a Mundo Acuícola.
En cuanto a la aceptación del público, Javiera Valencia indicó que hay preparaciones que han sido muy elogiadas,
como es el caso de la moqueca. “La trucha hace mucho más
suave a preparaciones con crema y con eso se destaca mucho
más el pescado. Y yo, como cocinera, que lo tiene que aceptar
antes que llegue al público, quedé encantada con el producto”.
Cabe señalar que el proyecto para cultivar truchas en
la zona precordillerana de Copaquilla se enmarca dentro de
la “Estrategia para el desarrollo de la acuicultura en la Región
de Arica-Parinacota 2015-2024”, zona donde la acuicultura ha
sido reconocida como una actividad con potencial económico,
dicha zona puede tener protagonismo en esa diversificación.
Porque si bien, hasta la fecha, los cultivos acuícolas regionales
solo han alcanzado niveles exploratorios, existen excelentes
condiciones ambientales en el norte para impulsar cultivos de
moluscos, peces y algas.
El proyecto “Estrategia para el desarrollo de la acuicultura en la Región de Arica-Parinacota 2015-2024” se desarrolla con aportes del Fondo de Innovación para la Competitividad, FIC.
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Falda Verde, el cultivo de truchas con
agua de atrapanieblas
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Luego de un extenso trayecto por los alrededores de Chañaral,
el miércoles 6 de julio logramos observar el desarrollo de un
sistema de cultivo mixto sustentable de peces y hortalizas,
utilizando agua de atrapaniebla y energías limpias. Se trata
de una iniciativa financiada con recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad FIC 2014-2015 del Gobierno
Regional de Atacama y aportes de Minera Mantos Copper. El
proyecto, que se denomina “Falda Verde, desarrollo de un sistema de cultivo mixto sustentable
de peces y hortalizas, utilizando
agua de atrapaniebla y energías
limpias”, es ejecutado por los
profesionales del Centro Regional
de Investigación y Desarrollo Sustentable de Atacama, CRIDESAT y
se ubica en el sector del cerro del
mismo nombre, en la comuna de
Chañaral, Región de Atacama.
Durante la visita, en primera instancia, llegamos hasta
las cercanías de la playa Pan de
Azúcar, para enfilar hacia los faldeos del Cerro Falda Verde, sitio
donde se ubica el cultivo acuapónico de peces y vegetales como
lechugas, berros, Aloe vera, acelgas y orégano. Allí se encuentran
los mil ejemplares de trucha de la
especie arcoíris, también provenientes de la piscicultura de Río
Blanco de Los Andes, de unos 250
a 300 gramos de peso, las cuales están en seis estanques con
sistema de recirculación. Guiados por Pablo Ávalos, jefe del
centro de cultivo acuapónico; Hugo Streeter, presidente de la
Agrupación de Atrapanieblas de Chañaral y gestor de la iniciativa, además de profesionales del Cridesat UDA, logramos ver
los, hasta ahora, promisorios avances del proyecto.
Posteriormente, y tras serpentear senderos y ascender escarpadas pendientes, logramos llegar a la cima del Cerro
Falda Verde, lugar donde se ubican los atrapanieblas, desde
donde desciende gran parte del agua utilizada en el cultivo
acuapónico, ubicado varios cientos de metros más abajo. “Todos nuestros estanques, tuberías y filtros los llenamos con 50
metros cúbicos de agua, la cual hacemos recircular, pero el
agua con fecas, proveniente de los peces, se va refrescando
con agua de atrapaniebla. Así, se genera un nivel de recirculación de aproximadamente un 60% y un 40% de agua de
refresco, aunque el objetivo es llegar a un 80% de agua de
recirculación y un 20% de agua de refresco”, nos explica Pablo
Ávalos, de Cridesat.
En decir, se trata de un proyecto que le da un valor
agregado al agua que produce la Agrupación de Atrapanieblas
de Chañaral. “Se ha registrado una producción de hasta 10
mil litros de agua al mes desde que iniciamos las pruebas, que
fue el mes de junio de este año. La
idea del proyecto es cuantificar esa
producción de agua durante los 15
meses de duración de la iniciativa,
en su primera etapa (que finalizó el
mes pasado), para en una segunda
etapa instalar otros 20 atrapanieblas, para tener mayor producción
de agua y validar la tecnología de
recirculación”, complementa el jefe
del centro de cultivo, quien agrega
que el objetivo de la iniciativa es
fomentar una cultura de Innovación y emprendimiento en el sector
acuícola y agrario de la comuna de
Chañaral, Región de Atacama, mediante la implementación de este
sistema de cultivo mixto sustentable de peces y hortalizas, utilizando
agua de alta pureza proveniente de
atrapanieblas, además de energías
limpias.
“Queremos producir trucha con
agua de excelente calidad, conectada directamente con el cielo. Es
una zona geográfica donde el tema
hídrico es un problema importante y
por eso el foco de este proyecto es en el agua. Creemos que
es un cultivo único a nivel mundial y es una presión técnica
para nosotros. La idea es que el proyecto no se pierda en
el tiempo y genere un impacto en la zona”, comenta Pablo
Ávalos, jefe del centro que ya ha recibido varias visitas de la
prensa nacional y extranjera, por lo novedoso del sistema.
En cuanto a la segunda parte del proyecto, ésta considera la instalación de más atrapanieblas, paneles fotovoltaicos, además de la capacitación de los beneficiarios del proyecto, quienes ya han sido instruidos en técnicas de desove,
incubación, manejo, bioseguridad y traslado de truchas, por
profesionales de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. “No queremos competir con otros productores de trucha.
Queremos que nuestro producto se diferencie del resto por su
proceso”, finaliza Ávalos.
Diaguitas, la granja
biointegrada que cultiva
truchas y hortalizas de
forma sustentable
En la última escala de nuestra gira por
el norte, llegamos hasta el valle del Elqui para observar un cultivo acuapónico
que se logró levantar de los temporales
que azotaron al norte de nuestro país
el año pasado. Allí pudimos ver cómo
truchas de la especie arcoíris pueden
crecer sanas, sin medicamentos ni enfermedades, en un entorno que llama
la atención para cualquier visitante. Se
trata de la granja Agro-Acuícola Diaguitas, ubicada en la localidad del mismo
nombre, en la comuna de Vicuña, Región de Coquimbo.
En ese lugar conversamos con
Germán Merino y Elizabeth von Brandt,
un matrimonio de investigadores de la
Universidad Católica del Norte que, el
año 2012, decidió dar un giro en sus vidas. En esa fecha comenzaron a concretar lo que hoy es el cultivo acuipónico más exitoso de nuestro
país. Y lo mejor de todo, lo han
realizado de manera amigable
con el entorno. Porque según
la pareja de investigadores y
emprendedores, un aspecto relevante es que no se han visto
en la necesidad de medicar a
los peces a lo largo de cada ciclo productivo. De esa forma,
este emprendimiento familiar,
que en sus comienzos fue cofinanciado por la Fundación para
la Innovación Agraria (FIA), hoy
desarrolla un sistema de cultivo biointegrado, con tecnologías eficientes en el uso del
agua y energía.
Todo comenzó con
un cultivo lo más artesanal
posible, como nos comenta
don Germán, quien recalca
que “la idea era que cualquier
profesional relacionado con la
acuicultura pueda observar el
sistema y diga que también lo
puede hacer. Es decir, algo no
muy complejo ni muy lejano,
con producciones manejables,
donde los animales gozan de una mejor salud. Hasta ahora, no nos hemos
visto en la necesidad de medicar a las
truchas”, dice Merino, quien postula
que desde un comienzo se propusieron
implementar “un cultivo bioecológico,
donde lo que uno conoce como conta-
minación, se convierte en un nutriente”.
Un sistema que llama la atención del
visitante, ya que mientras visitamos la
granja, pudimos observar el interés del
público por conocer el cultivo, mientras
aprovechaban de adquirir algunos de
los productos de la granja.
Pero no ha sido fácil el camino.
El año pasado, con motivo de los temporales que afectaron a la zona norte de
Chile, la granja se vio seriamente afectada, perdiendo el 100% de la producción
de camarón de río que tenían en ese
entonces y el 80% de la producción de
truchas. “Eso nos generó un retroceso
en lo que habíamos logrado hacer. Pensamos incluso cerrar el centro, pero vino
la gente de FIA, con la cual partimos el
proyecto y ellos nos estimularon a continuar, apoyándonos con recursos”, co-
menta el matrimonio. Así, con mucho
esfuerzo, Germán y Elisabeth lograron
levantarse nuevamente y repuntar en
su producción acuipónica. De hecho,
en agosto deberían ingresar unos siete
mil juveniles de camarones de unos dos
centímetros.
29
30
A pesar de las dificultades, la granja hoy produce truchas,
lechugas, berros, menta, apio, naranjas, tomates, además de
productos apícolas. Todo eso con el mínimo uso de agua y
energía eléctrica. Y es que los propietarios de este centro acuipónico se han preocupado del más mínimo detalle, con tal de
realizar una actividad sustentable y sostenible. Así, la granja
cuenta con paneles solares, mientras que el riego de los frutales se realiza con el agua proveniente de los estanques de
las truchas. Cabe señalar que las excreciones de los peces
contienen 13 de los 16 elementos esenciales que requieren los
vegetales, por lo que a las plantas solo deben suplementar potasio, fierro y calcio. Además, cuentan con una unidad apícola
para la producción de miel, propóleo y polen, donde las abejas
beben del agua que circula por las hortalizas y polinizan los
frutales de la misma granja.
Esto porque desde octubre 2014 Agro-Acuícola Diaguitas ha estado desarrollando, junto con el reconocido Laboratorio Vicente Ferrer de La Serena, la incorporación de la actividad
apícola a su sistema de acuiponía. Los resultados se pueden
observar hoy con abejas que se han biointegrado al sistema a
través del aporte continuo y permanente de agua que requieren para la adecuada operación de sus panales. Y, como la
granja Diaguitas posee varios árboles frutales como limones,
naranjos, manzanos, ciruelos, damascos, duraznos, guayabas,
además de alfalfa, se favorecen la producción de miel floral.
Es decir, todo un círculo virtuoso de producción agro-acuícola.
La granja agro-acuícola Diaguitas tiene una capacidad máxima para producir 16 mil truchas de 500 gramos. Sin
embargo, justo cuando estaban alcanzando ese peak el 2015,
el temporal del año pasado disminuyó considerablemente la
biomasa de sus estanques. Es así como, hoy en día, mantienen 6 mil ejemplares, mientras dentro de este año esperan
ingresar otras 5 mil truchas más al sistema. “Nuestro sistema
tiene ocho estanques, de los cuales tres de ellos tenemos con
reproductores (de entre uno a tres kilos) y los restantes cinco
están con animales en distintas tallas, distribuidos en forma
escalonada. Los más pequeños tienen entre 200 a 300 gramos,
mientras los más grandes están pesando entre los 500 y 600
gramos”, puntualiza Merino.
Con respecto a lo que viene para más adelante, don
Germán indica que ya se adjudicaron un proyecto Corfo para
producir ovas en la misma granja, de una manera sencilla,
con la idea de abastecer al mismo centro o a otros cultivos
similares en el norte de Chile.
Modelo integrado
Para Germán Olivares, encargado de la
piscicultura Río Blanco, Federico Albert
Taupp e investigador de la Pontificia
Universidad Católica de Valparaíso, resulta interesante desarrollar en Chile un
modelo de cultivo acuícola, a pequeña
escala, como elemento ancla para otras
actividades y subproductos, ya sean
agrícolas, de turismo u otros. Es decir,
un sistema que integre a agricultores
y pescadores, dependiendo de la zona
donde se proyecte el cultivo. “Uno de
los grandes costos de la acuicultura es
el alimento de los peces, pero para eso
es importante formar cooperativas, de
tal manera de bajar los precios por un
mayor volumen de compra, o bien, elaborar alimento orgánico entre varias regiones o macrozonas”, explica Olivares.
Para el investigador, uno de los grandes
desafíos para el futuro de la acuicultura
a pequeña escala es que todos los actores, ya sean Subpesca, instituciones de
educación superior, seremis y productores, se sienten a la mesa y aborden las
diferentes problemáticas de la actividad
en conjunto.
Lo anterior, porque uno de los
problemas que pudimos constatar, durante nuestra gira por el norte, es la
aplicabilidad de una normativa que se
implementó post crisis del virus ISA, a
pequeños productores, como es el caso
de los centros que visitamos durante el
viaje, o la misma piscicultura Río Blanco,
desde donde provienen los peces que
allí se cultivan. “Como piscicultura de
investigación, por cada movimiento que
realicemos debemos generar un análisis
de virus ISA, que tiene un costo y debe
ser realizado por un veterinario certificado, que hay que traerlo desde el sur, lo
cual sale carísimo, para vender 50 mil ó
100 mil peces”, sostiene Olivares.
Pedro Barra Léniz. , Mundo Acuícola
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Investigación
Buque científico Abate Molina
25 años de investigación Pesquera y Acuícola
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El buque chileno, de investigación científica, Abate Molina, en la actualidad está cumpliendo 25 años de funcionamiento, se encuentra vigente y en pleno funcionamiento gracias a
un plan de mantención y mejoras que ha permitido elevar sus capacidades técnicas y estructurales a estándares internacionales hasta 2025.
L
a Subsecretaría de Pesca y Acuicultura
(Subpesca) en conjunto con el Instituto
de Fomento Pesquero (IFOP), celebraron
en Valparaíso, el aniversario número 25
del buque de investigación científica Abate Molina,
embarcación de propiedad de Subpesca y administrada desde sus inicios por IFOP. El Abate Molina,
desde su recalada en 1991, realiza importantes estudios sobre los recursos marinos chilenos, dicha
información permite contar con datos relevantes
para la toma de decisiones que regulan el sector,
velando por el resguardo, la conservación y la sustentabilidad de los recursos nacionales.
La ceremonia comenzó con las palabras
del embajador de Japón en Chile, Sr. Naoto Nikai
quien, en nombre de su país, alabó la importante labor del buque científico donado por su Japón,
hace 25 años, e indicó que “el hecho de que el
Abate Molina siga vigente después de 25 años bajo
la administración de IFOP, es de gran aprecio”.
Acto seguido, el director ejecutivo del IFOP,
Sr. Leonardo Núñez, manifestó su orgullo por la labor ininterrumpida del Abate Molina, durante estos 25 años, y destacó que “ha sido una tremenda
oportunidad reunir a tantas generaciones alrededor del buque
Abate Molina, desde la génesis hasta los tiempos modernos,
donde ya ha pasado un cuarto de siglo”. Posteriormente, luego de un reconocimiento de IFOP al gobierno
de Japón, el Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Sr. Raúl
Súnico, manifestó que “el buque Abate Molina es el principal
generador de insumos de investigación científica para la toma
de decisión de asignaciones de cuotas pesqueras, por lo que
gran parte de la sustentabilidad de los recursos pesqueros
del país dependen de lo que haga el Abate Molina, de sus
científicos y de la tripulación que opera en él”.
“Hoy, el Abate Molina no navega solo. Se ha incorporado
el buque Cabo de Hornos, realizando investigación de punta
también, además, hemos encargado la construcción de un
nuevo buque de investigación orillero -de una eslora de 20
metros- que nos va a permitir una investigación en las 5 mi-
llas y en los mares interiores del sur austral chileno, nuevas
embarcaciones que van a formar parte del sistema de investigación pesquero del país”, agregó.
Cabe destacar que el buque científico Abate Molina,
fue donado por el gobierno de Japón en 1990, para realizar
investigación pesquero oceanográfica de alto nivel, en su diseño participaron ingenieros y profesionales chilenos y japoneses que establecieron los requerimientos con equipamiento
de última generación para la época, considerando la mejor
tecnología disponible de detección acústica para la evaluación de recursos e investigación oceanográfica y de pescas de
investigación, así como, equipos de navegación y comunicaciones satelitales.
El buque se encuentra vigente y en pleno funcionamiento, gracias a un plan de mantención y mejoras que ha
permitido elevar sus capacidades técnicas y estructurales a
estándares internacionales hasta 2025.
Leonardo Núñez, director ejecutivo de IFOP:
“Realizamos más de 11 cruceros al año,
no sólo para evaluar el estado de los
recursos, sino que también para recopilar las condiciones oceanográficas en la
costa de Chile”
En el marco del aniversario número 25 de funcionamiento del buque
científico Abate Molina, entrevistamos al Sr. Leonardo Núñez, director
ejecutivo del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), entidad encargada de
administrar el buque desde sus inicios hasta la actualidad.
- ¿En qué consiste, en la práctica,
administrar el buque científico Abate Molina?
“La administración del buque consta de varios elementos, el
primero es la mantención y operación del buque, desde el punto de
vista de la máquina propiamente
tal, la infraestructura y, muy especialmente, de los equipos científicos
que están a bordo que son equipos
de alta tecnología que requieren
mucha especialización y son de alto
costo.”
“En segundo lugar agenciamiento, que significa toda la entrada y salida de los puertos, todos los
trámites que están referidos y los temas logísticos que son de mucha
precisión, la mantención del petróleo a bordo, recarga de petróleo y alimentación para la tripulación”.
“El abate Molina es una de las plataformas de investigación científica, la otra es el Cabo de Hornos que está administrado por la Armada.
Nosotros hacemos travesías anuales que van de Arica a Puerto Montt.”
“Realizamos más de 11 cruceros al año, no sólo para evaluar el
estado de los recursos, sino que también para recopilar las condiciones
oceanográficas en la costa de Chile. Con esta información se generan informes técnicos, los cuales son analizados en los comités científicos para
determinar los niveles de explotación de los recursos pesqueros”.
- ¿Cuál es el rol estratégico que cumple el Abate Molina?
“En el presente, es ejecutar los muestreos que se requieren para
cumplir con el programa de investigaciones permanentes que realiza el
IFOP, para la administración de los recursos pesqueros del país”.
- ¿Qué tipo de investigación realiza el Abate Molina?
“Fundamentalmente dos. Una es oceanográfica, es decir, medir todas las variables que determinan o que describen la dinámica del
océano y, por otro lado, mantener todo el registro que nos permiten estructurar el estado de las pesquerías, fundamentalmente el estado de los
recursos, es decir, nivel de biomasa, distribución y abundancia”.
- ¿Cuál es la vida útil del Abate Molina?
“En la actualidad se realizó una renovación de su vida útil hasta el 2025”.
- ¿En qué consistió la modernización?
“En el 2011, se hicieron unas modernizaciones de equipamiento
electrónico, que tiene que ver con comunicaciones registro satelital y
equipos de detección acústica, multifrecuencia y multihaz. Se hicieron
algunas modificaciones para mejorar el bienestar de la tripulación, en
términos de habitabilidad y anualmente se aplica un riguroso plan de
mantención”.
- ¿A qué se refieren cuando dicen que el Abate Molina es un buque científico con calidad de estándar mundial?
“Por su tamaño, las características de su equipamiento, autonomía y, además, posee un motor con características silenciosas, por ejemplo, permite, que las evaluaciones hidroacústicas, no estén perturbadas
por la vibración, propia del desplazamiento de los buques”.
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Investigación
Proyecto FIA:
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Los avances chilenos para introducir harina
de insectos al alimento de los peces
En el sur de Chile se está prospectando la posibilidad de introducir harina de insectos a la dieta de los
salmónidos. Esto a través de un proyecto patrocinado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA),
en el cual trabajaron varias empresas del rubro. El siguiente paso es lograr el escalamiento comercial de
esta materia prima, para poder llegar con la harina de insecto a alimentar peces o aves. También será
fundamental poder entender qué otras características funcionales tiene esta materia prima.
E
l viernes 17 de junio se presentaron en Puerto
Varas los primeros resultados del proyecto que
busca introducir el uso de harina de insectos
en el alimento de salmónidos. Se trata de la
iniciativa “Desarrollo de alimento a base de harina de insectos para salmones y trucha: Primera
alimentación”, que es impulsada por las empresas Montana,
Biomar y Patagón, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
Durante la actividad, Claudio Tapia, jefe de Desarrollo
Aqua y Pesca de Montana, mostró las características nutricionales de harina de insectos para la elaboración de dietas de
salmones y truchas. Según Tapia, la capacidad antimicrobiana
de la harina de insectos aún no ha sido bien evaluada en peces, aunque ya se están realizando estudios para identificar
dichas propiedades. El profesional de Montana enfatizó que,
por costos o disponibilidad, el uso de la harina de pescado
El jefe de Desarrollo Aqua y Pesca de Montana indicó
que la producción de harina de larvas de insecto en Chile
se encuentra en fase de desarrollo, por lo que aún se están
definiendo especies, etapas de desarrollo, dietas y optimizando tecnologías. En cuanto al desarrollo de este proyecto, se
espera que, en un plazo de uno a dos años, esté disponible
comercialmente la harina para el alimento de peces, en especial, para dietas de agua dulce.
Posteriormente, Fernando Norambuena, investigador
de Biomar, presentó los resultados en crecimiento de alevines
de salmón del Atlántico, alimentados con distintas proporciones de harina de insectos, en reemplazo de harina de pescado. Las pruebas se realizaron en Castro, Chiloé, y se evaluaron dos tipos de harina de insectos, con distintos niveles de
inclusión en el alimento. Pasados los primeros 20 días, los peces fueron evaluados en distintos parámetros y se obtuvieron
buenos resultados de crecimiento. Sin embargo, el estudio no
es cada vez más inviable en la acuicultura. “Publicaciones
recientes demuestran el potencial de la harina de insectos
para ser aplicada con éxito en la nutrición de peces”, señaló
Claudio Tapia, quien, además, destacó las propiedades nutricionales de la harina que se logró producir en el marco del
proyecto. Entre éstas destacan su alto porcentaje proteico
(53,3%), elevado contenido de lípidos (32%), su aporte de ácidos grasos EPA y DHA.
se pudo continuar por problemas con las instalaciones donde
se realizaron las pruebas.
A juicio de Norambuena, son necesarios más estudios que apunten a la funcionalidad de la materia prima y la
posible interacción entre la harina de insecto y la salud de los
peces. El especialista también realizó un repaso de la producción de harina de insecto en otros países, señalando que se
espera que productores de la Unión Europea logren producir
unas 7 mil toneladas, por día, el año 2017.
Enseguida, Claudio Pavez, de la consultora P@tagón, dio a conocer un prototipo de producción y escalamiento comercial en la utilización de harina
de insectos en alimentación de salmónidos. El profesional mostró casos
exitosos de producción de harina de insecto en Europa, como, por ejemplo, la
empresa Bioflytech, de Alicante, España, o de instituciones en Holanda, que
están tratando de desarrollar proteínas para consumo humano.
En cuanto al prototipaje para producir insectos dípteros en el sur de Chile,
Pavez expuso que se requerirían instalaciones para elaborar 100 toneladas de
harina de insectos por año, en una infraestructura de 3.500 m2.
Por su parte, Cristian Emhart, fundador de la empresa Flies for Food
(F4F), mostró los beneficios asociados al cultivo a escala masiva, que posicionan a la mosca soldado negro como candidato ideal para producir harina de
insecto en esta zona del país. Según Emhart, se espera que el próximo año,
la firma que lidera pueda comenzar, en Puerto Montt o Puerto Varas, la construcción de las instalaciones para producir entoproteína (harina de insecto).
Por último, Alfredo Ugarte y Felipe Callejas, socios de ISIKE Entomología Aplicada, mostraron los beneficios de la larvaterapia, explicaron la importancia
de los insectos polinizadores y visualizaron a la harina de insecto como el
alimento del futuro.
Lo que viene tras el proyecto
Finalizado el seminario, conversamos con Claudio Tapia, de Montana, quien
comentó a Mundo Acuícola que el siguiente paso es lograr el escalamiento
comercial de esta materia prima, para poder llegar con la harina de insecto a
alimentar peces o aves. “Esta fue solo una etapa experimental y ahora se necesita un mayor volumen, lo cual se puede generar entre distintos actores”,
precisó el jefe de Desarrollo Aqua y Pesca de Montana.
En segundo lugar, Tapia aseveró que es fundamental poder entender
qué otras características tiene esta materia prima. “No solo es una fuente
de proteínas o lípidos. También puede ser una fuente funcional que pueda
fortalecer el sistema inmune de los peces. Pero para eso se necesita una
investigación de mayor profundidad”, subrayó.
35
Salmonicultura
Rodolfo Infante Espiñeira
MSc en Acuicultura, U. de Stirling, Escocia
[email protected]
¿Salmonicultura o Ganadería?
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Una industria que se debate entre vacas
flacas, lomos de toro y patas de vaca
E
n medio de una muy lenta
recuperación de la crisis
sistémica que experimenta la industria del salmón,
existe pesimismo y desesperanza por la ausencia de
caminos claros para superarla y hacer
el aprendizaje necesario que evite se
repita, poder mitigar al máximo su impacto e iniciar una industria renovada y
sustentable, un relato que hemos visto
replicado en el tiempo, una y otra vez.
Todo indica, que deberemos esperar…
sentados, pues no se visualiza un cambio verdadero sin la necesaria catarsis
intra industria, que hemos postergado
en cada oportunidad que ameritamos
implementarla.
Seguimos tan preocupados de
justificar, a través de factores exógenos,
la abismante diferencia entre nuestros
costos de producción con los del principal país competidor, Noruega, que no
hemos tenido la claridad ni la modestia
suficiente para aceptar que buena parte
de la génesis de tales diferencias, parece originarse en el propio seno de nuestra actividad y en el modelo productivo
que hemos establecido como apropiado
para Chile, así como en las estrategias
de marketing y ventas de nuestros productos en el exterior. En esta área aparecen los primeros “patas de vaca” de la
industria.
Hemos desarrollado una creatividad extraordinaria para culpar a otros
de nuestros ripios e ineficiencias, para
invisibilizarlas y así auto-convencernos
que los culpables están siempre en la
vereda de enfrente: la sobre regulación
sanitaria, los noruegos, la fluctuación
del dólar, los noruegos, el precio del salmón (hoy muy bueno), los sindicatos,
los noruegos, la comunidad que nos da
la espalda, las enfermedades, los noruegos, el mercado, el clima, los desastres
naturales, la Copa América Bicentenario,
los noruegos, el Caso Jubilación Millonaria en Gendarmería, los noruegos, las
coimas pesqueras, en fin, la lista podría
ser increíble e interminable, por supuesto sin olvidar a los noruegos.
No nos confundamos: la pérdida de competitividad de la industria
salmonera obedece mayoritariamente a
variables de responsabilidad interna y
no externa, como se nos quiere presentar, lo cual, si se analiza con altura de
miras, es una excelente noticia pues la
solución también vendrá desde la propia
industria y sólo dependerá de nosotros,
no de los noruegos.
Resulta que ahora son los “lomos de toro” los que tienen a la industria en época de “vacas flacas”, cuando
de verdad son los “patas de vaca” los
que la han empujado a tal condición.
La respuesta para fortalecer la industria
cae por simple lógica : Mantengamos
algunos de los “lomos de toro” en su
lugar y saquemos a los “patas de vaca”
de la salmonicultura chilena. Tarea nada
de fácil debido a su creciente número,
amplia distribución y alto poder de decisión dentro de ella.
Convengamos que sí es verdad
que muchos de esos “lomos de toro”
deben estudiarse y modificarse para
destrabar el estancamiento de la industria. Pero no podemos olvidar que otros
tantos fueron levantados entusiastamente, en conjunto, entre la autoridad y
los propios privados, sin embargo, cuando afectaron la operación y el bolsillo de
algunos, deben ser eliminados para que
la industria vuelva a ser próspera. Tampoco nos acordamos que otros “lomos
de toro” se hicieron regulando en base
a excepciones de empresas/personas
por sobre las generalidades de la industria en su conjunto o el bien común. La
competitividad de la salmonicultura no
puede basarse en acomodar las reglas
del juego cuando la aplicación de éstas
incomoda y/o impacta las finanzas de
algunos; normalmente de los más influyentes, sector donde coincidentemente,
se concentra la mayor parte de los “patas de vaca”.
Los ejemplos son abundantes,
reiterados y conocidos, pero rara vez
ventilados. Un ejemplo clásico fueron
las restricciones a las ovas importadas
por la presencia del ISA-HPR0, hasta que
tal condición se instaló en la piscicultura
nacional. Entonces, convenientemente,
ya no revestía el riesgo sanitario previamente pregonado de manera holocáustica.
Para nadie es un misterio que
periódicamente la regulación debe revisarse y readecuarse a los nuevos tiempos y al bien común … al bien de todos,
pero dentro de los límites de la prudencia y la decencia, para evitar la pérdida
de credibilidad que hemos ido incubando, cultivando, y que se ha enraizado
de manera amplia en nuestra idiosincrasia nacional.
Sigamos: el cambio de emplazamientos marinos de cultivo no generará un fortalecimiento sustentable de
la condición sanitaria en la industria per
sé, sino que solamente un pequeño y
efímero paréntesis productivo, un veranito de San Juan como el vivido con
la expansión de la actividad salmonera
hacia el sur austral en años pasados. Se
debe modificar tanto la forma como la
cantidadde peces a producir, pero principalmente la forma de hacerlo, nuestro
sui generis modelo productivo chilensis.
¿Cuánto más sabemos hoy respecto de
la dinámica de corrientes oceánicas en
las zonas definidas como aptas para el
cultivo de peces que nos permitan establecer una nueva y mejorada administración para relocalizar las concesiones?
Muy poco.
Tampoco parece ser razonable
que los reproductores vuelvan o permanezcan en el mar, pues irremediablemente aumentará el riesgo sanitario en
la producción de ovas, punto de partida
del ciclo de cultivo donde deben extremarse medidas de resguardo. Así, toda
la responsabilidad de la detección de
enfermedades se traspasará otra vez a
la instancia final del screening, un retroceso en el aseguramiento del riesgo
que debilitará la sustentabilidad sanitaria, donde el éxito/fracaso recaerá, ineludiblemente, en la capacidad analítica
y de pesquisa (o de fortuna) que tengan
los laboratorios de ictiopatología; ciertamente una apuesta arriesgada donde la
pérdida de credibilidad nacional vuelve
a aflorar.
Aquí debemos hacer un obligado paréntesis a la luz de los hechos
que conocimos hace unos meses atrás y
que pasaron inadvertidos debido a otros
avatares de la industria. En ése entonces, la autoridad sanitaria investigó y
sancionó a un conocido laboratorio de
ictiopatología, por incurrir en gravísimas
faltas a la ética, a lo legal y moral, que
afectaron la condición sanitaria de la industria, poniéndola en jaque en su conjunto, por un mezquino beneficio propio
y de sus coludidos y contratantes:
¡Ellos son otros de los “patas
de vaca” que queremos fuera de nuestra
actividad para que ésta pueda avanzar
en la salida de esta crisis y de las que
vendrán!
Otra sombra permanente que
se cierne sobre nuestra actividad es el
desmedido uso de antibióticos, que año
tras año va en un desenfrenado aumento y que se transforma en el argumento
perfecto para que nuestra competencia
nos anule con un mínimo de esfuerzo.
Basta de seguir esgrimiendo los desgastados argumentos que el salmón exportado sale cumpliendo todas las normas
de tolerancia máxima de presencia de
antibióticos y otros compuestos nocivos
para el consumo humano … es una perogrullada el sólo decirlo; o que aquí tenemos SRS y en Noruega no … otra mirada
básica y pusilánime del problema.
A cambio de ello, mejoremos la
eficiencia de las vacunas y dejemos de
lado el escepticismo de los avances de
la genómica aplicada disponible a través de ovas más resistentes. Sigamos
la senda de aquellas empresas que sí
han sido capaces de bajar sistemáticamente el uso de antibióticos, como
Nova Austral, Camanchaca, Los Fiordos
y otras. Aplaudamos la nueva actitud de
mostrar las cifras de uso de fármacos
de la manera más transparente posible,
pues para mejorar hay que primero reconocerse enfermo y no ocultar nuestros
vicios o males.
Para finalizar este recuento,
faltaba el “bonus track 2015/16 de los
patas de vaca”, al pulverizar todos los
récores nacionales de infracciones a la
SMA por parte de empresas producto-
hacer las rectificaciones que nos alineen
con la comunidad.
Otro dato positivo antes de terminar: “Felipe el Bueno”, de la mencionada asociación, reconoció e hizo un público mea culpa, en una sesión editorial
de un conocido medio de comunicación
acuícola, respecto de toda la responsabilidad histórica de la industria y del
conglomerado que los agrupa en el actual divorcio con la comunidad. También
37
ras de salmón. Triste galardón que no
nos puede dejar indiferentes si queremos que esta industria avance, sea un
ejemplo, respetada y defendida por su
comunidad. No tratemos de neutralizar
hechos tan graves como los mencionados, con acciones aisladas de limpieza
de playas, si las playas siempre han
estado limpias, hasta que la acuicultura
(salmones y choritos) las ensuciaron.
¿No será mejor hacer campañas internas
para no ensuciar las playas?
Tratemos de terminar esta columna con algo esperanzador, como una
luz destellando al final del túnel. A comienzos de julio, la gremial que aglutina
a los salmoneros organizó un seminario,
asesorado por la empresa Tironi y Asociados, para hacer una catarsis interna
destinada a reconocer qué hemos hecho mal, resultando en el divorcio de la
industria con la comunidad donde nos
desempeñamos. Ciertamente un avance,
aún cuando tres décadas tardío, pero
avance si nos lo tomamos con seriedad
y humildad, como una oportunidad para
se comprometió a trabajar duro para revertir esta situación, lo cual es digno de
aplaudir, tanto por su valentía como por
su ánimo de resarcir el daño ocasionado
para la sana y necesaria convivencia entre la industria y el entorno donde ésta
se desarrolla: ¡Bien Felipe!
Entonces, si hacemos un resumen, no es de extrañarse que buena
parte de las variables que han gatillado
la actual crisis en la industria del salmón
tengan muchos componentes endógenos, lo cual es una excelente noticia
pues las soluciones para su superación
también las encontraremos al mejorar
nuestras prácticas internas. Trabajemos
duro sin lamentarnos para dejar atrás
las “vacas flacas”, no nos justifiquemos
con los “lomos de toro” y desenmascaremos a los “patas de vaca” para devolver a nuestra industria del salmón
el sitial de honor que se merece como
motor de la economía sur austral. Los
noruegos nada tienen que ver con nuestra incompetencia.
Opinión:
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Nuevo reglamento de acuicultura
en áreas de manejo: Acciones para
trascender en su implementación
Por Cristian Sepúlveda, Biólogo Marino, Director del “Programa de Acuicultura en Áreas de Manejo de
la Región de Coquimbo”, Universidad Católica del Norte; y Felipe Rivera, Sociólogo, Coordinador de Organizaciones del “Programa de Acuicultura en Áreas de Manejo de la Región de Coquimbo”, Universidad
Católica del Norte.
D
esde hace algunos meses
contamos con un nuevo
reglamento (Decreto Supremo N° 96) que regula,
pero no necesariamente
incentiva, la realización
de actividades de acuicultura en áreas
de manejo y explotación de recursos
bentónicos (AAMERB) a lo largo de los
4.200 km de costa nacional. Esta innovación fue precedida por una serie de
talleres sectoriales organizados, a nivel
regional, por el ejecutivo, durante el año
2015, para difundir la propuesta de dicho reglamento, que entró en vigencia
a contar del 28 de enero de este año,
mediante su publicación en el Diario Oficial remplazando, luego de 10 años, el
decreto anterior (D.S. 314 del 2004).
Desde enero a la fecha, hemos
visto los aciertos y ajustes necesarios
para que la nueva normativa sea mejor
que la anterior y, de paso, se cumpla.
Esta situación está siendo liderada por
la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura y
abordada tanto por el Servicio Nacional
de Pesca como, de manera paulatina, por
la autoridad marítima local (gobernaciones marítimas y capitanías de puerto)
y el Servicio de Evaluación Ambiental,
entre otros. Sin embargo, también han
sido las organizaciones de pescadores
artesanales que habían incursionado
en estos asuntos y los profesionales a
cargo de los trámites e implementación,
los que hemos tenido que adecuar lo
necesario para asumir las nuevas condiciones; todo con el fin de ir armonizando heterogéneamente, en cada uno de
los territorios, el nuevo reglamento para
viabilizar la obtención de los respectivos
decretos de autorización.
El desafío sigue siendo enorme, si se considera que las 800 AMERBs,
decretadas, representan más de 120.000
hectáreas y, de ellas, el 40% tienen potencial para cultivos marinos de pequeña escala. Esta situación, a juicio de expertos, es un elemento estratégico para
nuestro país, no solo como un espacio a
utilizar para la producción de alimentos,
sino también por el enorme efecto que
podría esperarse, en el largo plazo, en
el empleo y calidad de vida de las más
de 30.000 mujeres y hombres que están
relacionadas a estas zonas.
Entonces, la pertinencia de mejorar el desempeño de las AMERBs, de
manera compatible con la acuicultura, a
pequeña escala, de incorporar estas ac-
tividades para complementar el ingreso
de los pescadores artesanales, de avanzar en acortar la desigualdad, de crear
proteína marina para mercados locales
y, de generar empleos con mayor estabilidad, entre otros desafíos, son los
argumentos que nos convocan y nos
permiten hoy contar con un reglamento
que ha incluido aprendizajes significativos. Sin embargo, el “cómo hacerlo”
sigue siendo un punto de divergencia de
miradas contrapuestas que están nutridamente descritas en la literatura dedicada al dilema entre la inversión v/s los
procesos de implementación.
Por ello, insistimos en, al menos para
la zona centro norte de Chile, comprender de manera particular los procesos
socio-organizacionales que se gestan a
partir del desarrollo de estas actividades, ya que aquí reside el factor sustancial para el éxito de su incorporación
en el sector artesanal, y no esperar que
sólo la inversión en estudios, líneas de
cultivos, boyas, fondeos y semillas, o el
nuevo marco normativo, resuelvan por
sí solos este desafío comunitario que
plantea la actividad.
Por esta razón, la administración comunitaria necesaria para este
quehacer, requiere del capital social y
la acción colectiva suficiente para asumir el desafío y, en consecuencia, éstos
deben ser estimulados y fortalecidos,
a fin de que los grupos humanos, que
componen las asambleas interesadas en
estos asuntos, se apropien paulatinamente de este reto.
Es muy probable que estos
grupos deban transitar etapas consecutivas para una transferencia tecnológica
efectiva con réditos sociales significativos, que implican en un inicio, capacitaciones y acompañamientos, pero para
que se genere la adopción y adsorción
tecnológica son necesarios esfuerzos de
mayor alcance, si se considera como objetivo el cambio de actitud y conducta
de pescadores artesanales.
En este sentido, creemos que
la figura de acuicultura experimental en
áreas de manejo, que considera el reglamento, amplía el horizonte cuando
se considera al grupo humano dentro de
esa experimentación y no sólo se refiere
a la especie de interés, a la tecnología
de cultivo o a las condiciones biofísicas
del emplazamiento.
La figura de acuicultura experimental en el reglamento, es obligatoria
para peces endémicos, pero voluntaria
para el resto de las especies que considera el cuerpo legal. Así entonces, las
organizaciones de pescadores que deseen comenzar con estos asuntos, por
primera vez, e independiente de la especie de cultivo, debiesen considerarla
como un paso obligatorio, dado que: 1)
La autorización es por dos años renovable, 2) no exige caracterización prelimi-
nar de sitio (estudio que a veces es más
caro que el propio emprendimiento), 3)
permite la prospección comercial, 4) se
exime de entregar estadísticas mensuales al Sernapesca, y 5) si no funciona el
emprendimiento, la organización puede
volver a sus asuntos sin mayores inconvenientes. En consecuencia, esta figura
legal se transforma en una plataforma
habilitante, que pone a prueba la primera barrera para la sostenibilidad de
estas actividades comunitarias: el grupo
humano.
Luego de este paso necesario,
y experimentados los sistemas de cultivos, los aspectos biológico-productivos
y el comienzo de los asuntos humanos,
se está en condiciones de comenzar
la segunda etapa de la acuicultura en
áreas de manejo, la cual implica mayores costos y compromisos por parte de
las organizaciones, tales como: aspectos
de escalabilidad, caracterización preliminar de sitio, iniciación de actividades
comerciales y entrega de información
mensual, por nombrar algunos. Todo
ello requiere de un grupo humano que
haya sorteado cada una de las dificulta-
des en los procesos de experimentación
tecnológica.
Con todo, creemos que se avanza y que el desafío no pasa de moda. La
red de AMERBs, operativas a lo largo de
nuestras costas, no sólo constituyen un
bien escaso que favorece los medios de
vida de las comunidades costeras, sino
también son un apoyo a la conservación
marina, y, por tanto, necesitan ser fortalecidas para que, en el mediano plazo,
al menos el 50% de las 800 decretadas
puedan quedar operativas; en este escenario, las actividades de acuicultura,
en su interior, son una vía probable.
Quizás sea posible pensar en un “Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable
de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala” (INDESPA), que
considere extensionistas acuícolas, por
región, que acompañen este proceso de
apropiación sociocultural local de tecnologías de cultivo artesanales; con ello se
otorgaría mayores certezas al proceso
de desarrollo en las AMERBs, que solo la
inversión y tercerización de capacitaciones puntuales.
Ahora que contamos con un
nuevo reglamento, que en el fondo refleja una institucionalidad que aprende
y, a la espera de la ley de bonificación al
repoblamiento y cultivo de algas, estamos desafiando el deber ser como país
y conduciendo acciones concretas que
se hagan cargo de los actuales desafíos
y que trasciendan a los gobiernos de
turno, como dijo el Ministro Céspedes.
En este sentido, proponemos apostar a
los procesos adaptativos de implementación gradual de estas actividades en
AMERBs, acompañada por extensionistas acuícolas, que de paso podría abrir
nichos para la incorporación de los egresados de las carreras de las Ciencias del
Mar que, desde hace varios años, “no
están de moda”, por así decirlo. Si bien
la tentación de hacer inversiones tradicionales, mediante las fuentes de financiamiento sectoriales, es lo que se ha
venido haciendo en la pesca artesanal,
hoy tenemos la oportunidad de cambiar
el foco y, en este sentido, esperamos no
caer en la tentación de lo que describe
Robinson y Torvik (2003), en su artículo de los Elefantes Blancos, sobre la inversión pública en infraestructura y la
conveniencia de su existencia a costa de
los réditos sociales de apostar por los
procesos.
39
Ciencia
Difunden proyecto que busca implementar sistemas
RAS en caletas pesqueras
C
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on la asistencia de parte importante de los actores involucrados, a mediados de junio se realizó
el seminario de difusión del proyecto “Acuicultura en Sistemas de Recirculación: Innovación Tecnológica para el Aumento de la Competitividad
de las Caletas de Pescadores Artesanales de la
Región de Valparaíso”, en Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Esta iniciativa, implementada por la Escuela de Ciencias del Mar de la PUCV y financiada con aportes del Fondo de
Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de
Valparaíso 2015, busca innovar en las caletas de pescadores
de la región, a través de la implementación de sistemas de
recirculación de agua para la acuicultura marina RAS (por su
sigla en inglés, Recirculating Aquaculture System), principalmente para el cultivo de peces chilenos.
El proyecto y sus avances, la acuicultura marina y sus
desafíos en Chile, el desarrollo sustentable en zonas costeras y los sistemas multitróficos integrados para la acuicultura,
fueron las temáticas que abordaron las charlas dictadas por
los investigadores de la Escuela de Ciencias del Mar, Jaime
Orellana, Felipe Hurtado, Exequiel González y Silvia Gómez.
En la jornada informativa del proyecto, también denominado “Caletas Innovadoras”, tuvo como fin dar a conocer los principales aspectos relacionados con el proyecto con
miras a definir un marco operativo que permita, en un futuro
cercano, plasmar esta iniciativa en un proyecto piloto en una
caleta de la región. Próximamente realizaremos este seminario en otras provincias”, explicó el Dr. Jaime Orellana, director
de “Caletas Innovadoras”.
Identifican mecanismo genético para obtener peces
más grandes en acuicultura
U
n artículo publicado en la revista Hormones and
Behaviour por un equipo de científicos liderado
por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, explica el mecanismo
genético que permite criar peces más grandes
sin que aumente su grasa corporal. Estos resultados ayudarán a profundizar en la investigación de los factores que controlan el crecimiento y la eficiencia alimenticia de
los peces cultivados y abrirán nuevas vías hacia la sostenibilidad de los sistemas de producción animal, según los expertos. “Al bloquear el sistema hormonal en el pez cebra se modifican los sistemas neuronales que
regulan la saciedad, por lo que estos
animales podrían comer más. Cuando
se alimentan con la misma cantidad
de comida que los peces no modificados, su peso aumenta hasta en un
60% y crecen un 15% más en longitud,
demostrando una mayor eficiencia alimenticia”, explica el investigador del
CSIC José Miguel Cerdá, del Instituto
de Acuicultura Torre de la Sal.
Las mejoras en la eficiencia
alimenticia, las estrategias de alimentación y el crecimiento de las especies
cultivadas suponen en la actualidad
una prioridad en el campo de la acuicultura, ya que de ello depende su
sostenibilidad y la disponibilidad de pescado en el mercado a
precios asequibles. El mecanismo identificado en el estudio
se basa en la inhibición del sistema hormonal de melanocortinas. “Este sistema también controla la pigmentación dorso
ventral de los peces, por lo que los especímenes transgénicos son fácilmente identificables”, añade el investigador del
CSIC Josep Rotllant, del Instituto de Investigaciones Marinas
de Vigo. Esta característica los distingue de los salmones
transgénicos cuya comercialización sin etiquetado especial
fue aprobada a finales de 2015 por el gobierno de Estados
Unidos.
“Además, a diferencia de
los peces cebra de nuestro
trabajo, los salmones transgénicos necesitan comer mucho
para crecer más y su aspecto es el mismo que el de sus
congéneres no modificados”,
comenta Cerdá. En este estudio también han participado
la U. de Vigo, el Instituto de
Bioquímica y Fisiología Evolutiva de San Petersburgo (Rusia), los Institutos Noruegos
de Alimentación, Pesquerías
e investigación en Acuicultura
de Noruega y la U. de Vanderbilt (EE.UU.).
Ciencia
BioMar lanza alimento para peces con Omega 3 de
origen marino a partir de microalgas
R
ecientemente se anunció que un ingrediente proveniente de algas con un alto contenido adicional
de Omega-3 de origen marino, estaba siendo probado para su uso en alimentos para peces. Este
ingrediente asegura a la acuicultura un mayor
acceso a fuentes de ácidos grasos esenciales de
Omega-3. Es así como, el Grupo BioMar está ahora lanzando
un alimento para peces que contiene ácidos grasos de origen
marino a partir de microalgas.
Los ácidos grasos esenciales extraídos de las microalgas están disponibles ahora y, por primera vez, en cantidades
significativas, provenientes de una fuente sustentable que no
se basa en la pesca extractiva. Este nuevo ingrediente desarrollado por TerraVia Holdings (NASDAQ: TVIA) (TerraVia) y
Bunge Limited (NYSE: BG) (Bunge), y que será suministrado a
BioMar, es producido en su planta de producción de aceites
renovables en Brasil.
El lanzamiento de alimentos que contienen microalgas ofrece a la industria nuevas oportunidades para el desarrollo sustentable. La producción anual de aceite de pescado
rico en Omega-3, es de apenas un millón de toneladas y no
se espera que la oferta mundial de Omega-3 proveniente de
la pesca aumente. Por lo tanto, el Grupo BioMar considera al
ingrediente proveniente de algas como un factor de cambio
que será de vital importancia, para el desarrollo futuro de la
industria acuícola para el cultivo de peces.
U
na iniciativa financiada por
el Fondo de Innovación para
la Competitividad (FIC) de la
Región de Valparaíso busca
levantar información y realizar
mediciones del potencial de
energía undimotriz en el archipiélago de
Juan Fernández, para crear una estrategia energética con el fin de desarrollar
este tipo de ERNC en comunidades costeras e insulares. En el caso puntual del
archipiélago, el precio del diesel es un
27% más alto que en el continente, siendo una alternativa limpia con mayores
posibilidades de competir.
“Algunas de las ventajas de
este tipo de energía limpia es que es
previsible, lo que asegura una mayor
eficiencia y, a diferencia de la eólica o
la solar, es continua. Si bien se está
comenzando a estudiar, desarrollar e
implementar, el escenario es positivo
y Chile tiene un potencial envidiable a
nivel mundial. Además, en el caso de
Juan Fernández y otras localidades insulares del país, su implementación es
factible por el alto precio que tiene la
energía debido al costo de traslado”,
explicó la líder de energías marinas de
Fundación Chile, Carolina Cuevas.
Recientemente, los expertos de
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Impulsan la energía marina
en archipiélago de Juan Fernández
Fundación Chile realizaron talleres y reuniones con la comunidad de Robinson
Crusoe para dar a conocer el diagnóstico y potencial del archipiélago sobre
esta energía limpia, además de generar
diálogos para conocer los desafíos energéticos de la localidad. Los encuentros
contaron con la presencia de personeros
de la Armada, la Municipalidad, el Sindicato de pescadores, encargados de la
planta energética y comunidad en general.
El proyecto es financiado con el
Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) de Valparaíso y es ejecutado
por Fundación Chile, en conjunto con el
Instituto Nacional de Hidráulica, REDE,
con potencial, I2D, Technik, Bentos, Directemar de la Armada, Municipalidad
de Juan Fernández y Carnegie.
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