Apoyo basado en actividades en el cuidado infantil inclusivo para niños en edad preescolar y escolar Transcripción Introducción Bienvenido a “Apoyo basado en actividades en el cuidado infantil inclusivo para niños en edad preescolar y escolar”. Este curso de dos horas forma parte de una serie de capacitaciones en línea diseñadas para ayudar a proveedores de cuidado infantil y directores a comprender mejor cómo crear un entorno de cuidado infantil inclusivo para todos los niños. El Sr. Rogers, estrella de televisión y autor, una vez dijo: “Se suele hablar del juego como si se tratara de un descanso después del aprendizaje en serio. Pero para los niños, el juego es un aprendizaje en serio. El juego es realmente el trabajo de la infancia”. (Brainy Quotes, 2015.) Todos los niños necesitan tener oportunidades para jugar; sin embargo, en el caso de los niños con discapacidades, algunos tipos de juego pueden ser desafiantes –por no decir imposibles– si no se realizan adaptaciones en el entorno, los materiales o las actividades. Durante esta capacitación, hablaremos sobre cómo todos los niños se benefician del juego y sobre las maneras de hacer que las actividades de juego sean accesibles para los niños con todo tipo de habilidades dentro de los programas de cuidado infantil para niños en edad preescolar y escolar. Objetivos de aprendizaje Una vez finalizado el curso, podrá realizar lo siguiente: Describir el valor del juego para todos los niños. Planificar en forma eficaz experiencias de juego inclusivas para los niños que estén bajo su cuidado. Crear un clima en donde todos los niños se sientan incluidos en las actividades. Realizar modificaciones en sus entornos, materiales o estilos educativos para que todos los niños puedan participar en las actividades y beneficiarse de ellas. ¿Qué es el cuidado infantil inclusivo? Antes de que pasemos a analizar cómo puede incluir a todos los niños en las actividades de su programa, es importante comprender lo que queremos decir cuando hablamos de “inclusión” durante esta capacitación. La Asociación Nacional para la Educación de Niños Pequeños (National Association for the Education of Young Children, NAEYC) y la División de Primera Infancia (Division of Early Childhood, DEC) del Consejo para Niños Excepcionales crearon esta declaración conjunta respecto de la definición de inclusión en la primera infancia: 1 “La inclusión en la primera infancia incorpora los valores, las políticas y las prácticas que respaldan el derecho de cada bebé y niño pequeño y su familia, independientemente de sus habilidades, a participar de diferentes actividades y contextos como miembros plenos de una familia, una comunidad y una sociedad. Los resultados deseados de las experiencias inclusivas para niños con y sin discapacidades, y sus familias, incluyen un sentido de pertenencia y afiliación, relaciones sociales y amistades positivas, y un desarrollo y aprendizaje que les permita alcanzar su máximo potencial”. Aunque esta definición fue pensada para programas para bebés, niños pequeños y niños en edad preescolar, se aplican los mismos principios en los programas inclusivos de cuidado para niños en edad escolar. En su publicación “Inclusión en el cuidado de niños en edad escolar: Pautas para proveedores sobre el cuidado de niños con necesidades especiales” (2008), el Centro para el Cuidado Infantil Inclusivo indica: “La ‘inclusión’ se caracteriza por un sentimiento de pertenencia, no sólo por la mera proximidad... La inclusión son niños con todo tipo de capacidades aprendiendo, jugando y trabajando juntos. Con una inclusión exitosa, todos los niños participan de manera activa, acceden físicamente a lugares de juego y trabajo, y tienen opciones entre las cuales pueden elegir personalmente. La inclusión es un proceso, no un posicionamiento. No hay una sola persona responsable de hacerla funcionar; requiere de trabajo en equipo. No hay una única manera perfecta. El proceso de inclusión necesita ajustarse a las necesidades de cada niño, como también al programa”. Como puede ver, hacer que todos los niños participen es la esencia de la inclusión. Usted podría pensar que eso suena a sentido común. Después de todo, ¿acaso no es esa la meta de cualquier buen programa de cuidado infantil? ¡Claro que sí! En su programa, es probable que ya piense acerca de las necesidades, los intereses y los niveles de habilidad de cada niño cuando planifican actividades. Los programas de cuidado infantil de alta calidad apuntan a fomentar el interés, la motivación y la participación de todos los niños en actividades que los ayudarán a desarrollar habilidades útiles. ¿Le suena conocido? ¡La inclusión tiene la misma meta! El cuidado infantil de calidad y el cuidado infantil inclusivo son esencialmente lo mismo. ¿Por qué hablamos del juego? Sus esfuerzos para crear un programa inclusivo probablemente implicarán mirar atentamente los aspectos básicos de su rutina diaria, como la manera de comunicarse con los padres cuando dejan a sus hijos, de manejar las necesidades de higiene de los niños, e incluso de servir bocadillos y comidas. Es fácil distraerse pensando en estas tareas diarias y olvidar que nuestra meta final es ayudar a que los niños aprendan. Independientemente del tipo de programa de cuidado infantil en el que trabajen, deben esforzarse para crear oportunidades de aprendizaje para los niños a su cargo. El juego es una manera natural en la que los niños aprenden; por lo tanto, tiene sentido que, cuando hablamos sobre actividades de aprendizaje para niños en edad preescolar y escolar, muchas de las actividades que vienen a nuestra mente se basen en el juego. La mejor práctica es incluir una mezcla de juego libre (a veces llamado “juego dirigido por los niños”) y de actividades dirigidas por los docentes en el horario de su programa. A veces pensamos en esto 2 como “tiempo de juego” y “tiempo de aprendizaje”; sin embargo, en realidad, incluso sus actividades dirigidas por los maestros pueden (y deberían) ser divertidas. Veamos algunos de los beneficios del juego. El juego permite desarrollar habilidades. Por medio del juego, los niños pueden explorar el mundo que los rodea. Pueden desarrollar hipótesis, experimentar, probar diferentes roles, superar desafíos, negociar con otros y aprender a cooperar. Todas estas experiencias crean una base sobre la que los niños continúan construyendo a medida que crecen y aprenden. Enseñarles a los niños información de manera directa es una gran forma de que adquieran conocimientos; sin embargo, es a través del juego que ellos aprenden a aplicar esos conocimientos y a desarrollar las habilidades que necesitan para explorar exitosamente el mundo real. El juego no sólo influye en el desarrollo cerebral, sino que también contribuye a la salud y al bienestar general de los niños en todos los dominios, o las áreas, en los que los niños se desarrollan: físico, cognitivo y socioemocional. La mayoría de los expertos más destacados concuerdan (Nell y Drew, 2013) en que “el juego autónomo, práctico y libre es el proceso de aprendizaje natural que más significado y aprendizaje le brinda a una persona”. (p. ix). El juego promueve un desarrollo cerebral saludable. El desarrollo cerebral está directamente relacionado con el juego y las experiencias divertidas de la primera infancia. Durante el juego, las células cerebrales, llamadas “neuronas”, se conectan entre sí, lo que allana el terreno para el futuro aprendizaje. (Shamsi, 2015, p. 27). Expertos en desarrollo infantil (Copple y Bredekamp, 2009) advierten que el juego está relacionado con capacidades como la memoria, el autocontrol, el lenguaje y las habilidades sociales. Todas ellas son importantes para tener éxito en la escuela. El Centro del Niño en Desarrollo de la Universidad de Harvard (2011) lo explica de la siguiente manera: “Participar en el juego puede considerarse como encender la placa de circuitos de una computadora: las experiencias de los niños ponen en marcha conexiones neuronales en sus cerebros en desarrollo... lo que les permite a los niños perfeccionar funciones como el autocontrol, la atención y la resolución de problemas”. El juego promueve la salud y el bienestar. Investigaciones sobre desarrollo infantil en curso sugieren que el aumento de las actividades “delante de la pantalla”, como los videojuegos y las aplicaciones para teléfonos celulares, hace que los niños pasen demasiado tiempo sentados quietos jugando solos, en vez de jugando activamente con otros. Sentarse quietos y jugar solos parece ser la causa por la que los niños experimentan más estrés, trastornos de ansiedad y obesidad. “Los mayores índices de ansiedad, obesidad, traumas emocionales y violencia han alarmado a los pediatras y a los psicólogos infantiles. Muchos creen que el juego puede ser el antídoto para el aislamiento, la preocupación, la soledad, el miedo y la violencia. El juego activo promueve una sólida salud emocional y mental. Por medio del juego, los niños fortalecen su confianza, aprenden a confiar en los demás, hacen amistades y se sienten seguros. Estos beneficios permiten desarrollar un sentimiento de pertenencia, esencial para la sensación de bienestar. La campaña Let’s Move! recomienda 60 minutos por día de juego activo de moderado a intenso. Podrá parecer mucho, pero no es necesario que se haga todo de una vez” (Museo Infantil de Boston, 2015). 3 El juego tiene beneficios físicos para todos los niños. Los niños con discapacidades tienen el doble de probabilidades de tener sobrepeso u obesidad que otros niños, en general porque pasan más tiempo sentados quietos. Eso significa que el juego activo es especialmente importante para los niños con discapacidades. (Action for Healthy Kids, 2015). El juego promueve el desarrollo socioemocional. “El juego permite que tanto niños como adultos aprendan e interactúen de maneras positivas”. (Nell y Drew, 2013, ix). Según los Institutos Nacionales de la Salud, el juego puede ayudar a sentar las bases para aprender las habilidades que necesitamos para las interacciones sociales. Los niños a los que no se les da la oportunidad de jugar probablemente carecerán de la capacidad para inhibir impulsos, alternar tareas con facilidad y jugar por su cuenta. El juego ayuda a que los niños pequeños dominen sus emociones y tomen sus propias decisiones. También enseña flexibilidad, motivación y confianza (2012). El juego simbólico permite que los niños asuman roles y practiquen cómo afrontar ideas y sentimientos con los que podrían encontrarse en situaciones de la vida real. Las habilidades relacionadas con el lenguaje y las relaciones también se mejoran a través del juego. Cuando los niños juegan en grupos, aprenden a explorar diferentes tipos de situaciones sociales y desarrollan las habilidades que necesitarán si queremos que, al crecer, se conviertan en personas socialmente competentes. (Brotherson, 2009). El juego es divertido. El juego les da a los niños la oportunidad de crecer y desarrollarse social, emocional, física y cognitivamente (Copple y Bredekamp, 2009, p. 14), ¡pero también es divertido! El juego permite que los niños disfruten el proceso de “crecer”. De acuerdo con los Institutos Nacionales de la Salud, “el juego resulta ser esencial para crecer de manera saludable. Las investigaciones demuestran que el juego activo y creativo beneficia casi todos los aspectos del desarrollo infantil. ‘El juego es un comportamiento que pareciera no tener un objetivo’, afirma el Dr. Stephen Suomi, psicólogo de los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes of Health, NIH). ‘Parece divertido, pero en realidad prepara para un mundo social complejo’. Las evidencias sugieren que el juego puede ayudar a estimular la función cerebral, aumentar la aptitud física, mejorar la coordinación y enseñar cooperación” (NIH, 2012). El juego es, incluso, especialmente importante para los niños con discapacidades. Todos los niños tienen derecho a jugar en un entorno que fomente su aprendizaje y desarrollo, independientemente de sus habilidades. Muchos niños con necesidades especiales han tenido poco tiempo para experimentar los placeres del juego en la infancia. Por lo general, han pasado mucho tiempo con adultos, incluidos médicos, enfermeros, terapeutas, asesores y otras personas del campo del cuidado de la salud. Su tiempo para “simplemente jugar” muchas veces se ha visto limitado. “Cuando un niño experimenta el juego, puede apartarse del mundo de los esfuerzos, las tareas, las terapias y los tratamientos en pos de una experiencia alegre de juego y, por medio de eso, lograr más de lo que nunca nadie soñó que era posible”. (Jean L. Bailey, directora, Centro Nacional Lekotek). [FOLLETO: 20 motivos para alentar el juego en TODOS los niños] 4 Como el juego es tan esencial para el aprendizaje de todos los niños, en la siguiente parte de este curso, veremos algunas de las cosas que pueden hacer para lograr un juego más inclusivo en sus programas. Lograr un juego inclusivo: planificación ¿Cómo incluimos a todos los niños en los juegos y en las actividades divertidas? Naturalmente, comenzamos con actividades adecuadas para el desarrollo, es decir, aquellas actividades que son apropiadas para la edad, el nivel de desarrollo y la cultura de cada niño (Dorel y McDonald, 2015, pp. 13-14). Incluir a niños con discapacidades en programas de cuidado infantil adecuados para el desarrollo puede ser altamente beneficioso; sin embargo, las investigaciones han demostrado que el simple hecho de permitir que un niño con una discapacidad asista al mismo programa que sus compañeros no necesariamente significa que recibe los mismos beneficios que los otros niños (O’Neill, 2013, p. 62). Las experiencias de juego verdaderamente inclusivas requieren una planificación cuidadosa, un apoyo continuo para los niños con y sin discapacidades, y una predisposición para adaptar el entorno, los materiales o el estilo educativo a fin de ayudar a cada niño a tener éxito. Durante los próximos minutos, analizaremos cada uno de estos elementos y hablaremos sobre cosas específicas que ustedes pueden hacer para brindar oportunidades de juego inclusivas en su programa. El primer paso para lograr un juego verdaderamente inclusivo es planificar experiencias de juego que sean divertidas, accesibles y educativas para cada niño, independientemente de si tiene una discapacidad o no. Los niños tienden a participar más en experiencias de aprendizaje basadas en el juego cuando las actividades y los materiales son de su interés, se conectan con sus experiencias y suponen un desafío, pero sin frustrarlos. Por ejemplo, un niño al que le interesan los dinosaurios se emocionará más con un juego de asociación que utilice imágenes de dinosaurios que con uno que utilice imágenes de verduras. De hecho, podría incluso enseñarles a otros algunas cosas sobre los dinosaurios mientras juega el juego con amigos. Para crear oportunidades de juego atractivas, tiene que considerar a cada niño como un individuo. Hágase preguntas: ¿Qué le gusta hacer al niño? ¿Qué le interesa? ¿Qué lo motiva? ¿Qué experiencias ha tenido recientemente? ¿Cómo es su vida en su casa? ¿Qué habilidades ya domina? ¿En qué nuevas habilidades está trabajando ahora? Una vez que tenga respuestas a estas preguntas para cada niño que esté bajo su cuidado, puede utilizar esa información para personalizar las actividades de su programa de manera que haya algo para cada uno. Pero ¿dónde puede encontrar las respuestas? Puede que la manera más fácil de recopilar información sobre los niños que estén a su cargo sea observarlos y anotar sus preferencias, sus capacidades y sus desafíos en el entorno de cuidado infantil. 5 También puede pedirles a los padres información sobre las experiencias y los intereses de sus hijos fuera del ámbito del cuidado infantil. En el caso de los niños con discapacidades, puede obtener información específica sobre sus capacidades y necesidades del Programa de Educación Individualizado (Individualized Education Program, IEP) de cada niño o, con el permiso de los padres, puede consultar con otros profesionales (como un terapeuta ocupacional) que trabajen con el niño para conseguir ideas sobre cómo satisfacer sus necesidades únicas. Trabaje con la familia de cada niño con discapacidades para determinar si se sienten a gusto con el hecho de que usted reciba información específica sobre su hijo. Algunos padres estarán más dispuestos a compartir información que otros. Si los padres se sienten cómodos con la idea, incluso puede solicitar una invitación para participar en el equipo encargado del IEP del niño. Más adelante en este curso, hablaremos sobre las maneras en las que puede modificar ciertos aspectos de su programa para satisfacer las necesidades de un niño con discapacidad. Conocer el IEP del niño será de gran ayuda cuando se prepare para hacer modificaciones para bien del niño. Cada niño debería tener la oportunidad de sentirse competente. Los niños se sienten competentes cuando tienen algunos materiales y actividades que les permiten reforzar las habilidades en las que ya son buenos, y otros materiales y actividades que supongan un nivel adecuado de desafío. Los desafíos no deben ser demasiado fáciles ni demasiado difíciles. Deben ser lo suficientemente difíciles para que los niños tengan que poner un poco a prueba sus capacidades, pero no tanto como para que se frustren. Piense en las fortalezas de cada niño, así como en sus necesidades. Recuerde planificar actividades que les permitan a los niños mostrar sus talentos y capacidades únicas de manera que cada niño tenga la oportunidad de sentirse bien sobre lo que es capaz de hacer. Puede parecer abrumador intentar tener en cuenta a cada niño en particular al planificar para un grupo completo, pero se hace más fácil con la práctica. Una manera de asegurarse de contemplar las necesidades de cada niño es proporcionar una variedad de materiales y actividades que reúnan las siguientes características: Atraigan diferentes intereses. Se adapten a diferentes niveles de capacidad. Aborden diferentes estilos de aprendizaje. Incorporen diferentes tipos de movimientos corporales. Utilicen diferentes tipos de habilidades de razonamiento. Requieran diferentes niveles de interacción social. Sean abiertos, es decir, que haya muchas maneras diferentes en las que los niños puedan participar. Brinden diferentes niveles de estimulación sensorial. Alienten diferentes tipos de juego. ¿Qué queremos decir cuando recomendamos elegir actividades y materiales que alienten diferentes tipos de juego? Piensen en las maneras en las que juegan los niños bajo su cuidado. Los niños juegan de todo tipo de maneras. Leen libros, corren carreras, inventan canciones, simulan ser veterinarios y utilizan lupas para mirar las partes de una flor o un insecto en el patio de juegos. Para asegurarse de brindar una buena variedad de experiencias, es de ayuda tener una idea de los diferentes tipos de juego, el motivo de su importancia y en qué consisten. 6 Hay varias maneras de clasificar los diferentes tipos de juego. Mildred Parten desarrolló una de ellas en el Instituto de Desarrollo Infantil de Minnesota. Indicó que hay seis tipos de juego: el exploratorio, el solitario, el de espectador, el paralelo, el asociativo y el cooperativo. Veamos algunos ejemplos de cómo es cada uno de estos tipos de juego. El juego exploratorio se produce cuando un niño parece estar imaginando o pensando por su cuenta. No se envuelve con los demás, y sus actividades no parecen tener ningún fin en particular. El juego solitario se produce, como su nombre lo indica, cuando un niño juega por su cuenta. El juego de espectador se produce cuando un niño observa a otros, pero no se envuleve realmente. El niño es un observador. El juego paralelo se produce cuando los niños juegan cerca de otros, pero no necesariamente con ellos. El juego asociativo es un paso más en el juego con los compañeros. Si bien los niños siguen jugando en forma separada, hay algunas interacciones. El último tipo de juego del estudio de Parten es el juego cooperativo. En este tipo de juego, los niños se envuelven activamente con otros y tienen algunas metas comunes durante el tiempo de juego. Éstas no son etapas de juego, y no todos los niños atraviesan todos estos tipos de juego en una secuencia predecible (algunos directamente no lo hacen); sin embargo, por lo general, los niños más grandes participan en los tipos de juego “de mayor nivel”. Si un niño tiene una discapacidad, podrá participar o no en los mismos tipos de juego que son frecuentes entre sus compañeros. Elija actividades que permitan que los niños jueguen de todas estas maneras y respete que algunos niños, especialmente los que tienen determinadas discapacidades, puedan querer “esperar y ver” en lugar de meterse directamente de lleno en la actividad. Puede que algunos niños nunca interactúen activamente con sus compañeros durante el juego; sin embargo, aun entonces están aprendiendo por medio del juego paralelo y el de espectador. Y algunas veces, ver cómo los compañeros participan en una actividad podría brindar la motivación que un niño necesita para asumir un nuevo desafío. Otra manera de clasificar los tipos de juego es mirar cómo los niños participan realmente en la experiencia de juego, como por ejemplo: Utilizando su imaginación. Utilizando materiales para manipular. Experimentando la música y el movimiento. Explorando y descubriendo sus entornos. Creando y construyendo cosas. Calmándose y tranquilizándose. Perfeccionando sus habilidades físicas. Utilizando los músculos grandes del cuerpo. Aplicando todos los tipos diferentes de juego al aire libre. Cada uno de estos tipos de juego tiene beneficios especiales para el desarrollo de los niños. Tomémonos un momento para analizar algunos ejemplos de cada tipo de juego de esta lista, algunos de los beneficios que los niños (con y sin discapacidades) experimentan al jugar de esa 7 manera y consejos que los ayudarán a implementar con éxito cada tipo de juego entre todos los niños. En el juego imaginativo y de representación, los niños asumen roles y simulan ser otra persona u otra cosa. Mientras los niños simulan, practican ver el mundo a través de otra perspectiva, y tienen la oportunidad de pensar y resolver problemas desde ese nuevo punto de vista. Por ejemplo, un niño podría simular ser el perro de la familia. Este niño tiene que tomar decisiones sobre cómo representar al perro como personaje. ¿Debería comer en la mesa como el resto de la familia o de un plato en el piso? ¿Cómo puede pedir un juguete o un dulce, teniendo en cuenta que los perros no pueden hablar? Por medio del juego imaginativo y de representación, los niños también tienen oportunidades de hacer lo siguiente: Explorar situaciones de adultos de maneras adecuadas para su edad. Practicar actividades que ven y experimentan en la vida diaria. Demostrar empatía y consideración por los sentimientos de los demás. Reforzar habilidades sociales positivas, como la flexibilidad, la cooperación y la negociación. Establecer relaciones con sus compañeros. Ejercer sus capacidades para concentrarse y prestar atención. Elaborar historias complejas y explorar la secuencia de una historia. Pensar de manera abstracta. (Brotherson, 2009, p. 4). Éstos son algunos consejos para lograr implementar con éxito el juego de representación en su programa inclusivo: Tenga presente que algunos niños (especialmente los que tienen discapacidades sociales y emocionales) pueden necesitar apoyo para disfrutar del juego de representación. Mantenga organizados los materiales de juego simbólico y dispóngalos de manera que inviten a los niños a jugar. Muestre maneras apropiadas de jugar y únase en los escenarios de juego, pero tenga cuidado de no controlar excesivamente el juego simbólico. Sugiera maneras en las que los niños pueden envolverse con un grupo que participa en un juego simbólico. Por ejemplo, podría decir algo como “Maria, veo que Sam y Temisha están preparando la cena. ¡Quizá podrías poner la mesa para que puedan comer todos juntos!”. Brinde apoyo individualizado. Por ejemplo, si un niño es sordo, es posible que necesite que los otros utilicen comunicación no verbal (quizá, incluso lenguaje de señas) para comunicar su participación en el grupo. Hablaremos sobre las maneras específicas en las que pueden adaptar las actividades para satisfacer las necesidades individuales de los niños más adelante en este curso. El juego manipulativo se produce cuando los niños exploran conceptos de manera visual y física usando materiales prácticos, como rompecabezas, contadores y bloques con patrones. El juego manipulativo les da a los niños la oportunidad de hacer lo siguiente: 8 Explorar conceptos matemáticos, como ordenar, clasificar, unir, secuenciar y crear patrones. Fortalecer las habilidades de motricidad fina o el uso de los músculos pequeños de las manos y los dedos. Experimentar diferentes formas de estimulación sensorial, especialmente diferentes texturas y colores. Resolver problemas para completar una tarea. Guiar su propio aprendizaje cuando se les permita jugar con materiales para manipular de manera libre. Éstos son algunos consejos para lograr implementar con éxito el juego manipulativo en su programa inclusivo: Elija materiales para manipular que abarquen toda la variedad de capacidades de los niños que estén bajo su cuidado. Por ejemplo, los rompecabezas con piezas o asas grandes pueden ser accesibles para niños con problemas de motricidad fina. De libertad en las tareas, al menos una parte del tiempo, para que los niños puedan utilizar los materiales como quieran y puedan lograr sus propios objetivos. Considere incorporar juguetes que estén diseñados para proporcionar estímulos sensoriales adicionales, como pelotas peludas o varillas grandes con patrones coloridos de alto contraste. Pueden ser útiles para los niños que tengan discapacidades visuales o problemas con las habilidades de motricidad fina. Las actividades con música y movimiento ocurren, como su nombre lo indica, cuando los niños escuchan, crean y se mueven al ritmo de la música. La música y el movimiento les dan a los niños la oportunidad de hacer lo siguiente: Expresar y explorar sus sentimientos. Imaginar y contar historias. Utilizar palabras descriptivas. Conectar el mundo externo del movimiento y el sonido con el mundo interno de los sentimientos y las observaciones. Aprender patrones. Comparar y diferenciar los elementos del sonido, como el compás, el ritmo, el tono y el volumen. Desarrollar la aptitud física, el equilibrio, la coordinación y otras capacidades del movimiento. Practicar las habilidades del lenguaje y la escucha. Ejercitar la memoria, la atención y la capacidad de seguir instrucciones. Generar autoestima. En algunos casos, aprender sobre rimas. Éstos son algunos consejos para lograr implementar con éxito las actividades con música y movimiento en su programa: Hable sobre los sentimientos que evoca la música. 9 Utilice la música como una oportunidad para hablar sobre otros conceptos, como los opuestos. Use diferentes tipos de música que les interese a los niños. Utilice la música como una herramienta para ajustar el tono de su entorno. Esto puede ser especialmente útil para niños con discapacidades que afecten su capacidad para manejar los estímulos sensoriales o para autocontrolarse. El juego de exploración o de descubrimiento se produce cuando los niños observan y experimentan diferentes aspectos de la ciencia y la naturaleza, como imanes, hojas, herramientas de medición, rocas y minerales, y plantas o animales vivos. Durante este tipo de juego, los niños pueden hacer lo siguiente: Aprender sobre los elementos de la naturaleza. Expandir su vocabulario científico. Poner en práctica el método científico: observar, hacer predicciones, experimentar y documentar resultados. Experimentar diferentes estímulos sensoriales, como una variedad de texturas, imágenes visuales, sonidos, olores y (si se planifican y supervisan cuidadosamente) sabores. Éstos son algunos consejos para lograr implementar con éxito el juego de descubrimiento en su programa de cuidado infantil inclusivo: Elija materiales que brinden una amplia variedad de estímulos sensoriales para que incluso los niños con deficiencias visuales o auditivas puedan participar plenamente; sin embargo, tenga en cuenta que para algunos niños con trastornos sensoriales, determinados estímulos podrían ser particularmente difíciles de manejar. En este caso, trabaje con los padres o el equipo del IEP del niño para hallar maneras de satisfacer sus necesidades sensoriales únicas. Elija materiales que representen muchas partes diferentes de la naturaleza y la ciencia. Aliente a los niños a anotar sus observaciones, hipótesis, planes de experimentación y resultados. Ellos pueden representar sus pensamientos de diferentes maneras: pueden grabar comentarios en un reproductor de audio, escribirlos, hacer dibujos de lo que ven, o crear una escultura que represente su experiencia en la actividad. Agregue nuevas cosas periódicamente para mantener el interés todo el tiempo. Una vez que los niños comienzan a perder interés en los materiales, agregue nuevos elementos o cambie a un tema completamente distinto para mantener a los niños entretenidos. El juego de creatividad y de construcción incluye juegos con bloques y arte procesual, así como otras actividades en las que los niños pueden desarrollar libremente sus propias creaciones. Por si no conocen el concepto de arte procesual, éste se refiere a las actividades artísticas en las que se les da acceso a los niños a una variedad de materiales, y se les permite elegir qué usar y cómo usarlo. Las actividades para crear y construir pueden incluir dibujo, pintura, escultura, construcción con diversos materiales (tanto naturales como artificiales), ingeniería y otras actividades que les permitan a los niños crear algo por su cuenta. La parte importante del juego de creatividad es que envuelve materiales de uso libre. Esto no incluye proyectos de manualidades, en los que les dan a los niños instrucciones sobre cómo crear un producto en 10 particular. Las actividades de manualidades pueden ser útiles para ayudar a que los niños desarrollen habilidades específicas, como cortar y pegar; sin embargo, en realidad los niños no exploran su creatividad durante estas actividades. [Este breve video de la Asociación del Norte de Florida para la Educación de Niños Pequeños muestra lo entretenido que pueden ser estos materiales, incluso para los adultos. http://www.youtube.com/watch?v=rwMjvPP6JNQ] Los juegos de creatividad y de construcción les permiten a los niños hacer lo siguiente: Explorar materiales a su propia manera. Generar sus propias ideas y estrategias para lograrlas. Practicar la resolución de problemas. Experimentar y expresar una variedad de emociones. Experimentar con causa y efecto. En muchos casos, perfeccionar sus habilidades de motricidad fina (Nell y Drew, 2013, p. 30). Los juegos con bloques también tienen sus propios beneficios particulares. “Los bloques deben estar equilibrados y apilados de manera simétrica para permanecer en pie. Y los niños, por supuesto, hablan entre ellos todo el tiempo mientras construyen con bloques. Los niños realmente aprenden una variedad de habilidades de la vida a partir de la construcción con bloques. Cuando regresan a su casa del supermercado, y tienen que acomodar todas las cajas y las latas para que entren en su despensa o los cartones y los contenedores, en su refrigerador, ponen en práctica todas las habilidades que utilizaron mientras construían con bloques. Jugar con bloques puede ayudar a que los niños aprendan lo siguiente: Principios y conceptos científicos ([tales como] equilibrio, gravedad, [y] causa y efecto). Conceptos matemáticos ([tales como] simetría, formas y geometría). Habilidades usando músculos pequeños. Coordinación de manos y ojos. Sentimientos de competencia y autoestima. Habilidades de la vida, [tales como] concentración [y] pensamiento abstracto. Interacción social con otros. Creatividad. Organización de materiales” (Brotherson, 2009, p. 4). Para implementar con éxito el juego de creatividad y de construcción en su programa inclusivo, puede hacer lo siguiente: Proporcione una gran variedad de insumos y materiales que los niños puedan utilizar sin una meta o un fin específico. Hable con los niños sobre sus ideas y sus planes, y sobre los problemas que surgen al intentar hacerlos realidad, pero eviten darles soluciones. Aliéntelos a pensar en nuevas 11 ideas propias sobre cómo se podrían resolver los problemas y cómo se podrían implementar las ideas. Esté preparado para adaptar los materiales para satisfacer las necesidades únicas de los niños con discapacidad. Esto podría implicar alentar a los niños a construir en forma horizontal (en lugar de vertical) al jugar con un niño con una deficiencia visual, darle varias opciones a un niño con una discapacidad intelectual que esté esforzándose para encontrar una solución a un problema, u ofrecer papeles con diferentes texturas a un niño a quien le cuesta tolerar determinados estímulos sensoriales, entre muchas otras modificaciones posibles. También, para beneficio de los niños con una mayor sensibilidad, considere utilizar sólo materiales artísticos hipoalergénicos. El juego tranquilo incluye actividades que los niños generalmente hacen solos o, posiblemente, con un sólo amigo, como explorar libros. El juego tranquilo también puede incluir dibujar, escribir, armar rompecabezas o cualquier otra actividad que le permita al niño tomarse un descanso de la estimulación propia de jugar en grupo. El juego tranquilo les da a los niños la oportunidad de hacer lo siguiente: Calmarse cuando están estresados o sienten emociones intensas. Reducir la cantidad de estímulos sensoriales que reciben. Centrar su atención. Tomarse un descanso del esfuerzo de aprender cómo interactuar con otros niños de maneras prosociales. Éstos son algunos consejos para lograr implementar con éxito actividades de juego tranquilo en su programa: Tenga disponible una amplia variedad de libros. Puede ofrecer libros tanto de ficción como de no ficción sobre una variedad de temas, libros con imágenes, libros hechos por los maestros con imágenes de la comunidad o las familias de los niños, etc. Proporcione materiales que incluyan diferentes tipos de estímulos sensoriales, como audiolibros o libros que incluyan texturas junto con ilustraciones. Ofrezca orejeras a los niños que se distraen con facilidad o que necesitan menos estimulación auditiva. No limite el juego tranquilo a los libros. Cree un área con libros, juguetes blandos, rompecabezas simples, botellas sensoriales y cualquier otro elemento que piense que podría ser tranquilizador para un niño que necesita un descanso. El juego físico de habilidad incluye deportes (como béisbol, básquetbol o gimnasia) y juegos de motricidad gruesa (como imitar al compañero). Este tipo de juego es especialmente común entre los niños en edad escolar. El juego físico de habilidad les da a los niños la oportunidad de hacer lo siguiente: Aprender a seguir instrucciones. Perfeccionar habilidades específicas de motricidad gruesa y fina. 12 En muchos casos, trabajar de manera colaborativa con los demás para alcanzar una meta común. Éstos son algunos consejos para lograr implementar con éxito el juego físico de habilidad en su programa inclusivo: Agrupe a los niños en pares para que practiquen las habilidades, de manera que un niño que necesite más ayuda tenga un compañero que lo ayude. Permítales a los niños observar antes de participar (si lo necesitan) para que tengan más tiempo para aprender cómo funciona el juego. De explicaciones individuales o instrucciones en partes a los niños con discapacidades que afecten su capacidad para comprender y seguir instrucciones. Intercambie ideas con los niños si uno de ellos tiene una necesidad y necesita ayuda para pensar en una solución. Los niños suelen tener ideas creativas, que a los adultos jamás se les habrían ocurrido, para responder a las necesidades del otro. Los niños con discapacidades conocen sus propias necesidades y posiblemente ya tengan soluciones en mente. El juego brusco implica movimientos en los que se utilizan los músculos grandes, como correr, saltar, brincar, trepar y otras actividades de motricidad gruesa. Los niños que participan en actividades de juego físico brusco pueden perseguir a sus compañeros, balancearse, bailar, girar, saltar, brincar, correr o dejarse caer. El juego brusco también se puede organizar en la forma de juegos, como el rey de la montaña o el juego de los encantados. El juego brusco implica niños sonriendo y riendo. En general, se toman turnos para iniciar el juego. El juego brusco les da a los niños la oportunidad de hacer lo siguiente: Jugar cerca de otros sin tener que interactuar demasiado, lo que podría ser beneficioso especialmente para niños con ansiedad social. Aprender a reconocer las pistas verbales y no verbales de los compañeros de juego para asegurarse de que el juego siga siendo divertido. Iniciar juegos con amigos. Sentirse incluidos y establecer un vínculo con sus compañeros al compartir un tema de juego común. Naturalmente, desarrollar habilidades de motricidad gruesa. Debido a estos beneficios, el juego brusco es importante para todos los niños. Sin embargo, puede presentar desafíos especiales para algunos niños con discapacidades. Para hacer que este tipo de juego sea accesible para todos los niños de su programa, puede hacer lo siguiente: Cree una política sobre juego brusco para asegurarse de que se permita este tipo de juego, pero también que haya límites para garantizar la seguridad de los niños. Aliente a que los niños con discapacidades y los niños que sufren el rechazo social participen en actividades de juego brusco con sus compañeros, y apoyen sus iniciativas para participar con otros niños. 13 Supervise atentamente las actividades de juego brusco para que todos los niños estén seguros, tanto física como emocionalmente. Este tipo de juego debería implicar tomar turnos entre los niños, y no que un niño victimice a otro. Ayude a los niños a reconocer las señas verbales y no verbales de los demás. Si usted necesita intervenir en el juego brusco, explíqueles a los niños exactamente qué es lo que vio y escuchó que le haya indicado que el juego se estaba volviendo peligroso o incómodo para uno o más niños. Preste atención a las necesidades de cada niño. Los niños con discapacidades intelectuales pueden necesitar ayuda adicional para comprender las reglas relacionadas con el juego brusco. A los niños con discapacidades del habla o el lenguaje les puede resultar difícil expresar cuándo quieren continuar, cambiar o terminar el juego. Preste atención a cada niño y bríndenles el apoyo que necesitan. El juego al aire libre puede incluir cualquiera de los otros tipos de juego sobre los que hemos hablado, cuando se realizan en el exterior. En ese sentido, el juego al aire libre no es necesariamente un “tipo” de juego en sí mismo, sino un enfoque diferente para alentar a que los niños aprendan a través del juego. Cuando pensamos en el juego al aire libre, solemos pensar en las experiencias físicas que los niños pueden tener en el exterior que no siempre son apropiadas para el interior. Desde luego que el desarrollo físico de los niños se beneficia del juego regular al aire libre, pero este tipo de juego también tiene beneficios para el desarrollo cognitivo, social, emocional y del habla de los niños. Para aprovechar al máximo el juego al aire libre como parte importante de su programa de cuidado infantil inclusivo, puede hacer lo siguiente: Haga que el juego al aire libre sea una prioridad. Deles a los niños varias oportunidades para jugar en el exterior todos los días (a menos que haya condiciones climáticas extremas que hagan que el juego al aire libre sea peligroso). Nunca les quite a los niños el juego al aire libre como castigo porque lo que realmente les está quitando es una invaluable oportunidad de aprendizaje. Lleve las actividades de aprendizaje afuera. No todas las experiencias de juego al aire libre tienen que ser actividades libres, como un período de recreo tradicional. Al igual que las actividades en el interior, el juego al aire libre debería incluir una mezcla de actividades de juego dirigidas por los niños y dirigidas por los maestros, debería brindar oportunidades para que los niños elijan entre diferentes actividades, y debería estimular todos los tipos de aprendizaje y desarrollo en algún momento. Asegúrese de que cada niño pueda participar en todas las actividades en la mayor medida posible. Consulte el folleto Juegos accesibles al aire libre para conseguir ideas específicas acerca de cómo hacer que algunas actividades al aire libre sean accesibles para los niños con discapacidades. [FOLLETO: Juegos accesibles al aire libre] Lograr un juego inclusivo: clima 14 La planificación es extremadamente importante al crear experiencias de juego inclusivas; no obstante, la manera en la que enfoque la implementación de esos planes desempeña un papel muy importante al determinar si sus planes tendrán éxito o no. Uno de los componentes más esenciales de un entorno verdaderamente inclusivo es el clima social y emocional en el que se realizan las actividades. Si los niños no se sienten seguros ni incluidos, será menos probable que participen y aprendan. ¿Qué pueden hacer para crear este tipo de clima en sus programas? La sencilla respuesta es la siguiente: respetar a todos los niños para brindar un salón de clases emocionalmente seguro. Por supuesto, como casi todo, es más fácil decirlo que hacerlo. Tomémonos un momento y veamos las medidas específicas que puede tomar para crear una atmósfera de inclusión en su programa. En primer lugar, puede enseñar qué es una conducta inclusiva con el ejemplo. Sus interacciones con cada niño sentarán las bases para que los niños se incluyan exitosamente entre ellos en las experiencias de juego. Si trata a los niños con discapacidades como miembros del grupo –celebra sus éxitos y los apoya en los desafíos como lo harían con cualquier otro niño– los otros niños seguirán su ejemplo y tratarán a los niños con discapacidades como compañeros. Si, por el contrario, usted margina o excluye a los niños con discapacidades, los otros niños harán lo mismo. En segundo lugar, puede preparar a los niños para el éxito. Cuando crea actividades en las que los niños con discapacidades pueden participar plenamente, en lugar de intentar idear maneras “especiales” para que los niños con discapacidades participen en una actividad, les está mostrando a los niños que todos son parte del grupo. Esto podría significar darles a todos los niños las instrucciones tanto en forma verbal como visual, o en pequeñas partes. También podría significar eliminar directamente los desencadenantes de alergias (como plantas o animales) de sus programas de manera que ningún niño alérgico quede afuera. Además, podría significar refinar sus estrategias de manejo de la conducta de manera que funcionen igual de bien tanto para un niño con una discapacidad socioemocional como para cualquier otro niño. En esencia, cuando encuentra maneras en las que todos los niños pueden participar en la actividad, envía el mensaje de que “estamos todos juntos en esto”. Podría incluso descubrir que la nueva manera de hacer la actividad también ayuda a algunos niños sin discapacidades a participar de manera más eficaz. En tercer lugar, puede enseñarles a los niños a interactuar. Usted ya trabaja arduamente para enseñarles a los niños a jugar juntos de maneras adecuadas. Enseñarles a niños (con y sin discapacidades) cómo interactuar entre ellos es simplemente una extensión de lo que ya está haciendo. Éstos son algunos ejemplos de cómo podrían llevar esto a la práctica en un programa inclusivo: Ejemplo 1: Amaris, una niña con discapacidad, es tímida para jugar con otros. Para enseñarle con el ejemplo a Amaris y a los otros niños cómo es el juego prosocial, simula ir al supermercado con Amaris para prepararse para un pícnic. A medida que Amaris se siente más cómoda jugando con usted, invitan a Marcos, un niño sin discapacidades que tiende a jugar bien con los otros, para que se les una a ustedes dos mientras simulan preparar la comida para el pícnic. Gradualmente, más niños se van uniendo al juego, y 15 usted se va alejando poco a poco para que, eventualmente, Amaris termine jugando en un grupo con otros tres niños sin la ayuda de un adulto. Ejemplo 2: Jennifer, una niña sin discapacidades, quiere jugar con Keith, un niño que tiene una deficiencia auditiva. Usted observa cómo ella se le acerca por detrás y lo llama por su nombre, y luego se ve frustrada cuando él no responde. Le recuerda a Jennifer que la mejor manera de atraer la atención de alguien cuando quiera jugar es tocarle suavemente el hombro para que se voltee, mirar directamente a la persona y luego invitarla a jugar. Le explica que incluso puede señalar la actividad que quiere hacer con Keith, de manera que él sepa exactamente qué le está pidiendo. Ejemplo 3: Joseph es un niño del programa con una discapacidad física que afecta su movilidad. Los otros niños están ansiosos por ayudar a Joseph, pero a veces tienden a controlar y a brindar demasiada ayuda, por lo que Joseph no tiene la oportunidad de probar las cosas por sí solo. Para abordar esta situación, hace algunas cosas diferentes. En primer lugar, se asegura de elogiar y alentar las conductas de ayuda, pero también les enseña a los niños que todos necesitan una oportunidad para hacer las cosas por su cuenta, incluso si toma un poco más de tiempo o si se hace de una manera diferente. Les recuerda a los niños que siempre debe preguntarle a la otra persona si necesita o quiere ayuda antes de ayudar. Si la persona no quiere ayuda, necesitan aceptar el “no” como respuesta. También alienta a los niños a resolver problemas juntos. Como está en una silla de ruedas, Joseph no puede sentarse en el piso para jugar con bloques con sus amigos. Le pregunta a Joseph y a sus amigos qué piensan que podrían hacer para resolver el problema, y ellos deciden que lo mejor es mover los bloques a una mesa en donde todos puedan jugar juntos. En las actividades con grupos grandes, muchos niños intentan ayudar a Joseph al mismo tiempo, y esto se vuelve contraproducente, por lo que usted decide dejar que Joseph elija a un “amigo” al comienzo de estas actividades, y quien sea que él elija es el único responsable de ayudarlo. Expertos han hallado que los niños con discapacidades “suelen iniciar el juego con menos frecuencia que otros niños” (Dorel y McDonald, 2015, p. 15). Esto significa que usted, como proveedor de cuidado infantil, debe pensar muy bien cómo incluir a estos niños en las actividades de juego. Podemos brindarles instrucciones a los niños durante el juego, y podemos enseñarles con el ejemplo las actividades adecuadas durante el juego en interiores y al aire libre. Podemos ayudar a los niños a que inviten a otros a jugar y a aprender cómo darles la bienvenida a sus compañeros de juego. Al crear un clima inclusivo, damos un gran paso en pos de lograr experiencias de juego inclusivas. Lograr un juego inclusivo: modificaciones Incluso con una planificación cuidadosa y un clima que promueva la inclusión, algunos niños con discapacidades podrían necesitar que se realicen pequeñas adaptaciones a determinados aspectos del entorno, los materiales o sus estilos educativos para poder participar plenamente en las actividades. Estas adaptaciones se suelen llamar “modificaciones”. Las modificaciones que haga deberán personalizarse según las necesidades específicas de cada niño en particular. Entonces, ¿cómo decide qué modificaciones hacer? Hay varias maneras diferentes en las que puede recopilar información para ayudarlo a hacer modificaciones. 16 En primer lugar, observe al niño. La mejor manera de identificar las áreas en las que un niño necesita apoyo adicional es observarlo jugar, y anotar las cosas con las que continúa esforzándose o aquellas que evita porque le presentan obstáculos para su participación. En segundo lugar, consulte con los padres. A medida que identifica áreas en las que un niño tiene dificultades para participar en las actividades de su programa, hable sobre ellas con los padres del niño y piensen en soluciones juntos. Es probable que los padres ya hayan hecho ajustes para ayudar a que el niño sea más independiente en su casa, por lo que frecuentemente tendrán ideas sobre modificaciones que ya saben que funcionan. No tenga miedo de hacer preguntas. Algunas veces, los padres dan por hecho que los proveedores de cuidado infantil sabrán qué hacer para ayudar a sus hijos. En tercer lugar, usen el IEP. Un niño con discapacidad generalmente tiene un Programa de Educación Individualizado (o IEP) implementado que describe las necesidades educativas del niño y las estrategias para ayudar a que el niño alcance metas específicas. El IEP es creado por un equipo de personas que conocen los diferentes aspectos de la vida del niño, incluidos padres, docentes, terapeutas y, en algunos casos, profesionales de atención médica. Si necesita ayuda para decidir qué tipos de modificaciones beneficiarán más a un niño, pídales a los padres que se sienten con usted para analizar la información del IEP. Durante esta conversación, podría descubrir que el IEP tiene algunas buenas ideas para ayudar a que el niño tenga éxito, pero puede que no tenga la experiencia para aplicarlas en su programa de cuidado infantil sin ayuda. En ese caso, pídales a los padres que organicen una reunión en la que usted, ellos y el profesional pertinente del equipo del IEP pueda hablar sobre la manera de satisfacer las necesidades del niño en el entorno de cuidado infantil. En cuarto lugar, investigue la discapacidad del niño. En algunos casos, los padres pueden ser reacios a compartir información sobre la discapacidad de sus hijos o pueden no permitirle consultar con los miembros del equipo del IEP. Si se encuentra en esta situación, no se de por vencido. Aún puede comunicarse directamente con los padres para pedirles soluciones a desafíos específicos que el niño enfrente en su programa. También puede investigar información general sobre la discapacidad del niño en línea o en sus bibliotecas locales. Si bien la información general no será tan útil como conocer estrategias específicas que funcionen para este niño en particular, sí puede darle ideas sobre cómo satisfacer las necesidades del niño. Una vez que identifique las áreas en las que el niño necesita apoyo adicional, está preparado para comenzar a probar las modificaciones en sus programas. Como ya hemos mencionado, hay tres tipos principales de modificaciones que puede realizar para satisfacer las necesidades de un niño: modificaciones en el entorno, modificaciones en los materiales y modificaciones en sus enfoques educativos. Veamos algunos ejemplos para saber en qué consiste cada una de ellas. Siempre analice las ideas con los padres antes de ponerlas en práctica. Las modificaciones en el entorno no tienen por qué ser grandes. En la mayoría de los casos, hacer pequeños cambios en el entorno puede hacer que el tiempo que un niño con discapacidad pasa bajo su cuidado sea más llevadero y más agradable para todos. Éstos son algunos ejemplos: 17 Un niño con una discapacidad social, emocional o intelectual podría beneficiarse de un espacio tranquilo y privado para jugar alejado de distracciones, de un horario con imágenes que muestre la secuencia de los eventos diarios sobre una pared para que todos puedan comprobar qué viene a continuación, y de otras ayudas visuales ubicadas en diferentes lugares del salón de clases para recordarle las reglas y las expectativas. Un niño con una deficiencia visual podría beneficiarse de una lámpara adicional en el área de juegos, de mucho espacio abierto para desplazarse sin obstáculos, de la organización sistemática de muebles y materiales para que pueda encontrar las cosas fácilmente, y de objetos que hacen ruido (como relojes, carillones de viento y radios) o diferentes texturas ubicadas en distintas áreas para ayudar a que el niño aprenda sus recorridos. Para ayudar a un niño con una discapacidad que afecta su movilidad, simplifique su desplazamiento utilizando muebles pesados y estables, retirando o sujetando alfombras que puedan representar peligros de tropiezos, y ofreciendo lugares para que el niño guarde sus equipos (como andadores, muletas, sillas de ruedas o bastones) para que los otros niños no tropiecen con ellos, y aprendan cómo ayudar a que el niño se siente cómodamente en una posición que le permita jugar. En el caso de un niño con una deficiencia auditiva, puede reducir el ruido de fondo apagando la música (a menos que se esté utilizando para una actividad específica), y utilizar materiales suaves (como alfombras, cortinas, almohadas y juguetes de peluche) que ayuden a absorber sonidos. Un niño que tenga dificultades para tolerar determinados estímulos sensoriales podría necesitar que se ajusten las luces, los sonidos o los olores del entorno. Las modificaciones en los materiales en general también pueden ser simples. Aunque quiera brindar materiales que el niño pueda utilizar con éxito, es importante asegurarse de que los materiales sean adecuados para cada edad. Por ejemplo, una bolsa de guisantes hecha con una tela de dinosaurios es mucho más apropiada para un niño de 5 años que un sonajero o un juguete para bebés. Éstos son algunos ejemplos de maneras en las que podrían modificar los materiales para satisfacer las necesidades de un niño: En el caso de un niño con una deficiencia auditiva, podría rotular los cajones con imágenes de los juguetes que corresponden allí, pegar imágenes que muestren pasos de tareas (como los pasos para lavarse las manos o para preparar una receta durante una actividad de cocina), y darles audífonos a los niños para que escuchen historias y música a un volumen más alto. En el caso de un niño con un problema de movilidad, la meta es mantener los materiales contenidos y firmes. Para lograrlo, podría asegurar los papeles, recipientes para mezclar o bloques de madera a la mesa o al piso de manera que permanezcan en su lugar mientras el niño pinta, dibuja, mezcla o martilla, hacer rodar una pelota dentro de un hula-hula colocado en el piso, o jugar con bloques en una hoja para hornear o en la tapa de una caja de cartón. Para ayudar a los niños que tienen discapacidades que afectan sus habilidades de motricidad fina, puede añadir pestañas a los libros para dar vuelta las páginas; usar cinta adhesiva protectora para hacer que los pinceles, crayones y marcadores sean más fáciles de agarrar; cortar una ranura en una pelota de plástico e insertar una manija; sujetar el 18 material en un guante; o comprar materiales hechos especialmente (como pinceles con mangos grandes); ayudar al niño a cortar dándole tijeras que se abran automáticamente cuando se las aprieta o que no requieran que los niños utilicen los orificios para los dedos, o proporcionando rociadores que los niños puedan utilizar para practicar el movimiento de apretar que se necesita para utilizar tijeras; y brindar materiales de diferentes texturas (como masa para moldear, retazos de telas, cintas, cartones con textura y papel de lija) para estimular el sentido del tacto. En el caso de un niño con una deficiencia visual, elija juguetes y materiales de colores contrastantes. Por ejemplo, es más fácil ver objetos de color azul y amarillo que objetos en tonalidades similares de rojo y naranja. También puede rotular los elementos con letras grandes e imágenes, rotular los cajones de juguetes con etiquetas de cartón en relieve, usar bloques en donde cada tamaño tenga un color diferente, y utilizar “libros sonoros” o audiolibros electrónicos. En todos los casos, pero especialmente con los niños que tienen discapacidades socioemocionales, ofrezca una cantidad apropiada de juguetes y materiales. Los niños necesitan opciones, pero demasiadas “cosas” pueden abrumarlos. Evite darles a los niños demasiados juguetes o actividades para elegir. En el caso de niños con discapacidades intelectuales, muchas de estas adaptaciones pueden ser útiles, especialmente utilizar imágenes para rotular cajones y reforzar rutinas, utilizar libros y materiales que estimulen diferentes sentidos (como libros con texturas o sonoros), y asegurarse de que la cantidad de juguetes y actividades sea razonablemente baja. Las modificaciones en el enfoque educativo básicamente significan cambios en sus estilos de enseñanza para satisfacer las necesidades específicas de los niños bajo su cuidado. Nuevamente, no tienen por qué ser cambios grandes, y los cambios que haga para un niño normalmente beneficiarán también a los demás niños. Las siguientes son algunas de las modificaciones en sus enfoques educativos que pueden ser beneficiosas para todos los niños, y especialmente para los niños con determinados tipos de discapacidades: Darles a los niños mucho tiempo para que aprendan a usar habilidades nuevas antes de pasar a otra cosa. Mirar directamente al niño al que le habla. Proporcionar pistas tanto visuales como auditivas. Utilizar preguntas de tipo “quién”, “qué”, “dónde”, “por qué” o “cómo” para animar a que los niños describan sus experiencias. Trabajar con los padres y con especialistas para elegir ejercicios especiales para el niño, y alentar a que toda la clase haga algunos de ellos en forma grupal. Presentar las nuevas actividades y conceptos durante los períodos en los que los niños estén más calmados y controlados. Acortar la duración de las historias y actividades grupales para que coincidan con los períodos de atención de los niños. Establecer rutinas y horarios regulares, y cumplirlos de manera sistemática. Minimizar los períodos de espera. 19 Anunciar limpiezas y otras transiciones con anticipación de manera de darles a los niños la posibilidad de que se preparen mentalmente. Enseñarles a los niños habilidades para resolver problemas, lo que significa ayudarlos a identificar el problema, pensar en soluciones posibles, elegir la mejor solución y probarla. Otras modificaciones son bastante específicas para las necesidades relacionadas con ciertos tipos de discapacidades. Por ejemplo, a los niños a quienes se les ha diagnosticado algún trastorno del espectro autista les puede resultar difícil envolverse con otros niños y pueden necesitar que usted les brinde un “entrenamiento previo” para ayudarlos a comprender cómo jugar adecuadamente. De la misma manera, los niños con discapacidades auditivas podrían necesitar que usted utilice técnicas especiales para comunicarse, como tocarles suavemente el hombro para llamar su atención, hacer contacto visual antes de hablarles, mirarlos mientras le hablan y alentarlos a mirarle los labios. Recuerde hablar con una voz normal, y utilizar gestos y expresiones faciales para aclarar su mensaje. De acuerdo con un experto, “En las actividades de juego, no hay respuestas correctas o incorrectas. Los niños no se enfrentan con la amenaza del fracaso... ellos aprenden a verse a sí mismos como seres humanos exitosos y valiosos por medio del juego creativo” (Mayesky, 2012, p. 141). Casi todas las actividades se pueden modificar para adaptarse a niños con diferentes capacidades cambiando la velocidad, la duración, el espacio utilizado, los equipos o las reglas del juego. Independientemente del desafío, hay maneras en las que los proveedores de cuidado infantil pueden ayudar a alentar a que todos los niños jueguen. [ACTIVIDAD: Cómo hacer modificaciones] Conclusión Todos los niños quieren (y necesitan) jugar. A lo largo de este curso, hemos conversado sobre la importancia del juego para todos los niños, la importancia de la planificación para crear experiencias de juego inclusivas, los diferentes tipos de juegos, el valor de crear un entorno inclusivo y los métodos para hacerlo, y el proceso de hacer modificaciones para satisfacer las necesidades individuales de los niños. Éstos son algunos puntos clave que nos gustaría que se lleve consigo: El juego es una de las mejores maneras de aprender que tienen todos los niños, y sus beneficios podrían ser incluso más importantes para los niños con discapacidades. Para planificar actividades eficaces para un programa de cuidado infantil inclusivo, considere las necesidades, los intereses y las capacidades únicas de cada niño. Hay muchos tipos diferentes de juego, y cada uno de ellos tiene diferentes beneficios para los niños, de manera que es aconsejable planificar una variedad de actividades que cubran los diferentes tipos de juego. Para crear un clima inclusivo, puede enseñar una conducta inclusiva con el ejemplo, preparar a los niños para el éxito, y enseñarles activamente a los niños (con y sin discapacidades) cómo interactuar. 20 Para incluir plenamente a todos los niños en su programa, podrá necesitar hacer modificaciones en el entorno, en los materiales o en sus enfoques educativos; sin embargo, en última instancia, casi siempre hay maneras de hacer que el juego sea accesible para todos los niños. Gracias por su participación y por el trabajo que hace a diario por promover un cuidado infantil de alta calidad para todos los niños. 21 Referencias Aaronson, S. (ed.) (2002). Niños pequeños saludables: un manual para programas. Asociación Nacional para la Educación de Niños Pequeños. Washington, D. C. 164-170 e.z. Museo Infantil de Boston (2015). El poder del juego. Extraído de http://www.bostonchildrensmuseum.org/power-of-play Brainy Quotes. (2015) Fred Rogers. 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